cronica ambiental 05

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  • Cr

    nica

    am

    bien

    tal

    |

    octu

    bre

    2014

    05

  • DIREC TORIO

    DIRECCIN GENERALBrbara Hernndez

    Edgar Chahn

    DIRECCIN EDITORIALJorge Lestrade

    [email protected]

    COORDINACIN GENERALNora Torres

    [email protected]

    EDICINGerardo Lammers

    [email protected]

    CORRECCIN DE ESTILOIsrael Galina

    [email protected]

    REDACCINNatalia lvarez

    [email protected]

    DISEO Carolina Mendieta

    [email protected]

    Ana Luca [email protected]

    Lorenzo [email protected]

    EDICIN WEBPablo Ampudia

    [email protected]

    DESARROLLO WEBVctor Lozano

    [email protected]

    Dibujante.ER NDINI APARICIO

    Autor de la novela Los minutos negros (rhm) y del ensayo Cmo dibujar una novela (Era).

    MARTN SOL ARES

    Editor y cofundador de la revista La Peste. Estudi filosofa. Es socio y coordinador de proyectos

    en dn3 comunicacin.

    DANIEL SNCHEZ

    Estudi Letras Iberoamericanas en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Edita la seccin de poesa

    en la revista La Peste y ha publicado en Cuadrivio, La Hoja de Arena y Pnico.

    MICHELLE PREZ-LOBO

    Reportera y editora desde hace 20 aos. Escribe sobre consumo responsable, viajes y medio ambiente.

    MARU MONROY

    Egresado del posgrado en Comunicacin de la Ciencia y la Cultura del iteso (Guadalajara). Su rea fundamental es la divulgacin de la

    astronoma y las ciencias del espacio.

    FR ANCISCO MARTNEZ NIETO

    Ilustrador tapato, diseador y artista multidisciplinario. Estudi en el iteso

    y en la University of Art and Design, en Helsinki (Finlandia).

    GIBR AN JULIAN

    Articulista y autor de Crnica alfabtica del nuevo milenio y La sala oscura,

    es doctor en Ciencias.

    FEDRO GUILLN

    Fotoperiodista con ms de 12 aos de experiencia en medios nacionales e internacionales. Desde hace seis aos realiza un proyecto fotogrfico que documenta

    el impacto ambiental en Mxico.

    HCTOR GUERRERO

    Fotgrafo independiente. Trabaja en Lima desde hace 10 aos; ha colaborado en diversos medios

    locales, agencias de noticias y proyectos editoriales.

    SANTIAGO BARCO

    Arquitecto, fundador de CANO|VERA Arquitectura y coeditor de Mangos de Hacha. Escribe en

    Arquine, Letras Libres, La Tempestad y Cdigo.

    JUAN CARLOS CANO

    Reportera de la fuente ambiental desde hace ocho aos. Trabaja en Excelsior y Grupo Imagen.

    CINT YA CONTRER AS

    Antroplogo e historiador. Es curador del Museo Regional de Ures y del Museo Comcaac. Miembro

    de la Sociedad Sonorense de Historia.

    REN CRDOVA

    Reportero especializado en medio ambiente, ganador del premio Reuters-uicn para Amrica Latina (2008) y autor de Arterias de vida, los ros

    de occidente y Montaas de Jalisco.

    AGUSTN DEL CASTILLO

    Fotgrafo documentalista, autor de Historias en la piel y Mazahuacholoskatopunk. Su obra forma parte

    de colecciones pblicas y privadas. Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2010-2013).

    FEDERICO GAMA

    Infografista ilustrador, trabaja en los diarios Siglo 21 y Pblico (de Guadalajara); es colaborador

    de Nexos, ProMxico, Alto Nivel, Expansin, Inversionista y Revolver.

    OLDEMAR GONZLEZ

    Periodista argentino. Es editor adjunto de Etiqueta Negra y Etiqueta Verde; en 2013 fue becado por la

    Iniciativa Joke Waller-Hunter (Holanda) para desarrollar un proyecto sobre conflictos

    ambientales y periodismo narrativo.

    ELIEZER BUDASOFF

    COL A BOR A DOR E S

  • Crnica ambiental, ao 1, No. 5, octubre 2014, es una publicacin mensual editada por dn3 comunicacin S.C. Chapultepec 540, interior 609, colonia Roma, delegacin Cuauhtmoc, CP 06700, Mxico, DF. Telfono 5514 1577. Editor responsable: Jorge Lestrade Sadurn. Nmero del certificado de Reserva de Derechos al Uso Exclusivo 04-2014-060613205000-102 ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Certificado de Licitud de Ttulo en trmite, Certificado de Licitud de Contenido en trmite. Impresa en Offset Santiago, Av. Ro San Joaqun 436, colonia Ampliacin Granada, delegacin Miguel Hidalgo, CP 11520, Mxico, DF. Telfono 9126 9040. Crnica ambiental tiene un tiraje mensual de 5 000 ejemplares; esta edicin termin de imprimirse en octubre de 2014. Distribucin controlada. El contenido de los artculos es responsabilidad exclusiva de los autores y no refleja el punto de vista de Crnica ambiental. Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproduccin total o parcial del material publicado sin consentimiento por escrito de Crnica ambiental.

    CON T E NIDO

    22

    NOTA Odile y el calentamiento global

    NUMER ALIATerminator contra el cambio climtico

    PAR ALIPMENOSPascal y los negacionistas climticos

    CONSUMO INTELIGENTEDocumentales, libros, gadgets y proyectos

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    04

    Este producto fue impreso en papel Domtar Lynx White FSC de 118 g, 100% sustenta-ble. Cuenta con el certificado del Forest Stewardship Council, lo que garantiza el uso responsable de los recursos naturales con que se fabrica.

    ARTESEl horscopo decapitado

    MIS PRIMEROS DESASTRESMi desastre inolvidable

    OPININEl lago (im)posible

    NOTACajititln: un misterioso desastre ambiental

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    El ro (recuperado) que llev a un alcalde a la presidencia

    INFOGR AFABajo el mar

    CIENCIACmo lavar un ro?

    42 PORTAFOLIOSGente del ro

    PERSONA

    CRNICA Un chef rescata los peces que nadie quiere (y luego los cocina)

    OPININEcocidio protegido

    CENTR ALRo SonoraLa historia detrs del derrame

  • 4

    Arnold pidi a la marca desarrollar este modelo especial.

    Logr la instalacin de 200 estaciones de hidrgeno en las carreteras de California.

    Busca prevenir los efectos de la contaminacin del aire en la salud de las personas.

    Regiones de Accin por el Clima (R20) Instituto Schwarzenegger After School-All Star*.

    Schwarzenegger propuso reducir 25% las emisiones de gei para 2020 en California.

    Promovi la instalacin de techos con celdas solares. El objetivo es llegar a 1 milln en 2016.

    El Gobernator plante la disminucin de 10% en las emisiones de los vehculos de pasajeros, a travs del Estndar de Combustibles Bajos en Carbono (lcfs).

    Encabeza 3 organizaciones:

    En Mxico la meta es de 30% para la misma fecha.

    NU

    ME

    RA

    LIA

    TERMINATOR CONTRA EL CAMBIO CLIMTICO

    Durante su mandato, el exgobernador de California (quien dejara el cargo en 2011) se caracteriz por proponer, impulsar y respaldar iniciativas en favor

    del entorno y los recursos naturales. Hoy, a los 67 aos, el tambin actor, y en otros tiempos fisicoculturista, vuelve a atraer los reflectores de la

    escena poltica, y tras reaparecer en un evento pblico, reafirma su compromiso con las causas ambientales.

    POR CINTYA CONTRERAS / @Cintyacc

    9 estados del mundo, entre ellos Chiapas, pertenecen al Reporte Subnacional del Clima de R20.

    Posee 8 camionetas Hummer, versin H2H, cuyo motor funciona con hidrgeno (no emite gases contaminantes).

  • 5

    * En conjunto promueven el consumo eficiente de energa, reduccin de gei, mejora de la salud pblica, creacin de empleos, apoyo a poblaciones vulnerables y prevencin de adicciones, entre otros. ** En los lmites entre Oregn y California.

    Fuentes: regions20.org, schwarzenegger.com, schwarzenegger.usc.edu

    Declar 25 millones de acres como zona de conservacin en Sierra Nevada (territorio poco ms grande que el df)**.

    El rea protege 65% de aves y 50% de anfibios en el estado.

    En mayo de 2014 recibi el Premio al Visionario de la Eficiencia Energtica, por parte del Foro Global EE.

    Con el apoyo de los gobernadores de Oregon y Washington, lanz el Plan de Accin para el Ocano centrado en 6 ejes:

    Prohibicin de descargas de agua contaminada. Reduccin de basura marina. Disminucin de las descargas de los buques. Evitar especies invasoras. Oposicin a la bsqueda y extraccin de petrleo y gas en alta mar. Mejora de la investigacin y educacin en torno al ocano Pacfico.

    NUMERALIA Terminator contra el cambio climtico

  • 6

    NO

    TA

    ODILE Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL

    POR FEDRO GUILLN / @fedroguillen

    El huracn que recientemente azot las costas de Baja California Sur es una prueba ms de los peligros

    que entraa este fenmeno y otra advertencia de lo mal preparados que estamos en Mxico para enfrentarlo.

    E n el imaginario colectivo, el efecto mariposa uno de los ejemplos favoritos entre quienes se dedican a estudiar y entender la teora del caos se ilustra argumentando que el aleteo de una mariposa en Asia es capaz de producir un torna-do en Amrica. Pero dado que la relacin entre ambos eventos es tan distante y sutil, un pensamiento lineal no la compren-dera. Al parecer, lo mismo pasa con el calentamiento global y los huracanes:

    El calentamiento global del planeta est provocando que se duplique el riesgo de que se produzcan huracanes como Katrina (2005) en Estados Unidos, concluye un estudio elaborado por un equipo de la Universidad de Copenhague y el Panel Intergu-bernamental de Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences. Segn los investigadores, las tormentas extremas son muy sensibles a los cambios de temperatura y el nmero de hu-racanes de una magnitud similar al ocurrido en Nueva Orleans (Luisiana) est apunto de multiplicarse por dos debido al calen-tamiento global que se produjo durante el siglo XX.1 El estudio al que la nota hace mencin difundido en 2012 explica que el aumento en el nivel del mar incrementa significativamente los riesgos de la lnea costera ante un huracn, ya que la entrada de agua, con los daos asociados, es mayor.

    Odile arrib a las costas de Baja California Sur el pasa-do 21 de septiembre, dejando una cauda de desastres mate-riales estimados en 1000 millones de dlares. Se calcula que 30 000 turistas quedaron varados; de inmediato hubo escasez de combustible y agua y, en un hecho que llam poderosamen-te la atencin, los pobladores locales establecieron un sistema de saqueo y rapia en el que no slo robaron vveres indispen-sables, sino alcohol y electrodomsticos. Lo anterior confirma la idea de cierta teora de masas en la cual se plantea que el

    comportamiento colectivo altera las conductas individuales y las puede convertir en ms violentas (ah est el ejemplo de las barras en el futbol). La turba manda por delante a mujeres y nios, y no tenemos autorizacin para disparar a civiles, que sera la nica forma para detenerlos, dijo a la agencia de no-ticias afp Guillermo Marrn, director de Seguridad Pblica y Trnsito Municipal de Los Cabos. Si bien a la fecha el saldo es de cinco personas muertas y dos desaparecidas, las autori-dades lo presumen como un indicador de lo bien preparada que estaba la poblacin. Pero, en verdad fue as? Mi opinin personal es que no.

    Un huracn es un evento previsible hasta cierto punto. Si bien no se puede anticipar su saldo destructivo, ya que las trayectorias son errticas, es perfectamente posible la coordi-nacin para realizar puentes areos de evacuacin de turistas, garantizar personal de cfe, Conagua y Pemex en la zona an-tes y no despus del meteoro y ubicar elementos de seguridad como el Ejrcito o la Gendarmera para evitar el vandalismo. Nada de ello ocurri. Todos actuaron una vez que el huracn haba terminado.

    Escribo una semana despus de su paso y reviso las noti-cias: en este momento estn llegando camiones, hay centros de acopio, y el Ejrcito ya mand 8 000 efectivos: no se pudo ha-cer antes? La respuesta es afirmativa y habr quien argumente que las complicaciones logsticas eran muchas. Pues bien, aho-ra lo son ms no previnimos y estamos lamentando.

    Es evidente que a pesar de que nuestro pas es vulnerable a fenmenos naturales como terremotos, huracanes e inun-daciones, no ha permeado todava una cultura preventiva de proteccin civil y estamos pagando las cuentas. Lo es tambin que ante el problema del calentamiento global los esfuerzos de los pases son notoriamente insuficientes. Hace unos das se

  • PAR ALIPMENOS

    PASCAL Y LOS NEGACIONISTAS

    CLIMTICOSPOR DANIEL SNCHEZ POITEVIN / @Dapoitevin

    1 El cambio climtico causar ms huracanes como Katrina, El Pas, 20 de marzo de 2013.2 rgano supremo de la Convencin Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico.

    gener una manifestacin global protestando por la falta de acciones gubernamentales contra el cambio climti-co. En varias ciudades del mundo (en especial en Nueva York) se alzaron voces ciudadanas de inconformidad. Su intencin sin duda es positiva, pero anticipo que su efecto ser nulo. Hace dcadas que se ha advertido de los riesgos del calentamiento, y la miopa de las grandes potencias no ha permitido llegar a acuerdos tangibles. Se aproxima la Conferencia de las Partes (cop)2 en Per (diciembre prximo), y desde ya un escptico como yo supone que varios miles de personas se reunirn, comern, discutirn y conocern la ciudad, pero los resultados finales sern de una pobreza ejemplar al tiempo.

    SLO 5% DE LAS 30 MILLONES DE PROPIEDADESQUE HAY EN EL PAS SE ENCUENTRANASEGURADAS CONTRA HURACANES.

    LOS DAOS CAUSADOS POR ODILE REPRESENTARAN UN COSTO

    SUPERIOR A LOS 12 MMDP PARA EL SECTOR ASEGURADOR DEL PAS.

    ESA CIFRA ES SUPERIOR A LO QUE SE PAGPOR LOS HURACANES INGRID Y MANUEL.

    300 000

    CONTRA EL CAMBIO CLIMTICO.

    MANIFESTANTES PROTESTARON EN NY

    B laise Pascal (1623-1662) fue un matemtico, fsico y filsofo francs quien formul una apuesta para buscar la postura humana ptima ante la posibilidad de la existencia de Dios. As lo plantea: a) si vives como si Dios existiera y existe, tienes la salvacin; b) si vives como si existiera y no existe, no te pasa nada. En cambio, c) si vives como si no existiera y existe, irs al infierno; d) si vives como si no existiera y no existe, no pasa nada. De las cuatro proposiciones, slo en una se pierde: si vivo como si Dios no existiera y ste existe, ser castigado. Luego, me conviene vivir como si exis-tiera, sin importar la certeza de su existencia.

    Podra ayudarnos Pascal a establecer una perspectiva respecto a la creencia actual del cam-bio climtico y su relacin especfica con los nega-cionistas? Muchos cientficos afirman la evidencia del cambio climtico; sin embargo, hay quienes niegan su existencia o que su causa sea la activi-dad humana. Ante este dilema, aplicar la apuesta de Pascal nos ilumina desde una perspectiva no cientfica, sino ms bien tica. Si ponderamos la existencia del cambio climtico como un hecho del cual no podemos afirmar ni negar su existencia, pero en cambio asumimos creer en l, toda accin que ejerzamos contribuir a proteger el planeta: si vivo responsablemente con el planeta y hay cambio climtico, contribuir a su salvacin; en cambio, si vivo como si no existiera el cambio climtico y ste existe, colabor con la debacle planetaria. An-te estos casos, es innegable que conviene creer.

    Que concluya Pascal: Tomemos en considera-cin estos dos casos: si gana, lo gana todo; si pierde, no pierde nada. Apueste a que existe sin dudar.

  • 8

    CO

    NSU

    MO

    IN

    TE

    LIG

    EN

    TE

    Este cortometraje, de menos de cinco minutos, recoge la historia de Isaas Domnguez y su hermano, un par de campesinos de la comunidad Rango Gordo (Hidalgo) quienes, preocupados porque gran parte de los pobladores migraba a Estados Unidos debido a la falta de oportunidades, idearon Caxtle Colectivo, una coope-rativa dedicada al cultivo regional de organo orgnico, con la intencin de generar nuevas fuentes de empleo y detener dicho fenmeno poblacional. As, empezaron a cultivar esta hierba aro-mtica y poco a poco involucraron al resto de la localidad.

    Actualmente, no slo cuentan con un almacn para proce-sarla, sino que han logrado revertir la migracin y han evitado que los coyotes (intermediarios ilegales) interfieran o dificulten su comercializacin, de modo que las ganancias van directamente a los integrantes de la cooperativa.

    Homeward forma parte de la serie que cada semana emite The Perennial Plate, una productora dedicada a mostrar proyectos sustentables o aventuras gastronmicas en distintas partes del mundo. Este ao el trabajo de sus creadores, Daniel Klein, chef y activista, y de la cineasta Mirra Fine, obtuvo el primer lugar en el Real Food Media Contest, que premia los mejores documentales en alimentacin y agricultura sustentable.

    HOMEWARD 1 theperennialplate.comPOR MARU MONROY

  • 9

    EL CHICO QUE AMARR EL VIENTO

    DISRUPTION

    En este libro (escrito en coautora con Bryan Mealer) el joven William Kamkwamba relata sus esfuerzos por llevar electricidad y agua a su pueblo, Villa de Wimbre (Malawi, frica). Ah, ambos son bienes preciados, pues slo 2% de la poblacin tiene acceso a la primera, y para conseguir la segunda hay que caminar varias horas. Cuando su familia no pudo seguir pagando su educacin, decidi estudiar en la bi-blioteca local, en cuyos libros aprendi cmo funcionan los molinos de viento. Con piezas de un tractor, una bicicleta rota, tuberas de plstico y desperdicios de madera, a los 14 aos construy el primer molino con el que gener electri-cidad suficiente para iluminar su casa. En su siguiente proyecto desarroll un sistema de riego tambin a base de molinos con el que cultiv alimentos durante 12 meses. Ahora con 22 aos, sigue trabajando con la comunidad y di-sea un sistema de purificacin de agua que funciona con energa solar.

    Es un documental cuyo objetivo inicial era invitar a los espectadores a parti-cipar en la megamarcha mundial una de las ms grandes en la historia, realizada en septiembre pasado, para presionar a los gobiernos a tomar me-didas en contra del cambio climtico. Dirigido por Kelly Nyks y Jared P. Scott, en 52 minutos rene algunas de las voces ms respetadas en la materia, como el climatlogo James Hansen, la cientfica Heidi Cullen o el escritor y activista Bill McKibben, quienes explican la ciencia detrs de este fenmeno global, los intentos por atacar la crisis, y las razones polticas y psicolgicas que llevan a las autoridades a permanecer inmviles. Los creadores conside-ran que estamos en un punto de quiebre, pues somos la primera generacin que vive los efectos del dao al ambiente y la ltima que puede hacer algo por frenarlos. Por tal motivo, este trabajo sigue siendo un llamado a la accin que motiva a las personas a levantarse del sof y salir a las calles.

    williamkamkwamba.typepad.com

    watchdisruption.com

    3

    2

    SOCCKET

    Cinco chicas egresadas de ingeniera de la Universidad de Harvard dise-aron este baln de futbol que al patearlo genera y almacena energa que se convierte en iluminacin. 30 minutos de juego producen electricidad suficiente para encender un foco durante tres horas. El baln funciona mediante un mecanismo pendular que capta la energa cintica y la acu-mula; pesa casi medio kilogramo y cuenta con una capa resistente al agua.

    unchartedplay.com4

  • 10

    ISLA URBANA

    CRUCHY CUP

    LUMINAID

    En la zona del Ajusco medio, al sur de la ciudad de Mxico, este proyecto lleva agua a quienes no la tienen, aprovechando la temporada de lluvias. En una metrpoli que ao con ao se inunda, resulta absur-do que miles de personas carezcan de este recurso; por ello, Isla Urbana trabaja ins-talando sistemas de captacin de agua plu-vial, accesibles para personas de cualquier nivel socioeconmico y capacitando a los pobladores con cursos, eventos y talleres comunitarios. La organizacin est inte-grada por un equipo interdisciplinario de diseadores, urbanistas, ingenieros, soci-logos y artistas dedicados a demostrar que el problema del agua tiene solucin, pues parte de la premisa de que cosechando agua de lluvia podran resolverse el abasteci-miento, las inundaciones y la sobreexplota-cin de fuentes convencionales. Isla Urbana es un programa del Instituto Internacional de Recursos Renovables y Fundacin Temo.

    El diseador venezolano Enrique Luis Sardi, de la empresa Sardi Innovation, cre para Lavazza (firma italiana de caf), la Cruchy Cup. Se trata de una taza para expresso hecha de galleta con recubrimiento interior de azcar que asla la bebi-da, endulza poco a poco el caf y, lo ms importante, reduce

    Despus del sismo de 2010 en Hait, dos estudiantes de ar-quitectura y diseo Anna Stork y Andrea Sreshta se preguntaron cmo podran ayudar a las vctimas de desas-tres naturales; fue un ao ms tarde, cuando les toc vivir en carne propia los efectos del sismo en Japn, que disearon una fuente de luz renovable que puede incluirse en los paquetes

    islaurbana.org

    sardi-innovation.com/archives/portfolios/porfolio-4

    luminaid.com

    6

    7

    5de ayuda humanitaria. Eso es LuminAID, una lmpara con forma de bolsa que se entrega doblada pues es inflable, acce-sible e impermeable (ptima en situaciones de emergencia). Para su funcionamiento, slo necesita cargarse durante seis o siete horas con luz solar. Su costo es de casi 20 dlares.

    considerablemente el consumo y desperdicio de envases de-sechables (de plstico o unicel). Este objeto ha ganado ocho reconocimientos en reas como sustentabilidad, diseo, marketing y estrategia de negocio, tanto en Amrica como en Europa.

    CONSUMO INTELIGENTE Documentales, libros, gadgets y proyectos

  • 11

  • Hace unas semanas el Instituto Mexi-cano para la Competitividad in-formaba que del actual aeropuerto de la ciudad de Mxico despegan slo seis vue-los directos a otro continente todos a Europa. Otro dato: una encuesta de 2013, hecha por consulta Mitofsky, reportaba que apenas 26% de los mexicanos hemos viajado alguna vez en avin y, de stos, slo 40% lo hacemos por lo menos una vez al ao (10 de cada 100 mexicanos).

    Por supuesto, no pongo en duda la necesidad de construir un nuevo aero-puerto en la Zona Metropolitana del Valle de Mxico (zmvm) y de hacerlo ra-zonablemente, alejado de las reas habi-tadas. Pero, teniendo en cuenta los datos que mencion con anterioridad: cules sern los beneficios reales, directos e in-directos, para la mayora de la poblacin de la ciudad de Mxico y del pas, en el mediano y largo plazos, con la construc-cin de ese aeropuerto, el que se propone en el lecho seco del lago de Texcoco?

    Por cierto, el Valle de Mxico no es un mero valle, sino lo que los gegrafos llaman una cuenca cerrada o endorrei-ca, es decir, aquella en la que el agua no tiene salida hacia el mar. De ah los lagos Texcoco, Zumpango, Xaltocan, Xochi-milco y Chalco. Tras la conquista, los trabajos para desecarlos y luego contro-lar las inundaciones han sido enormes, ejemplares ejercicios de infraestructura destinados a negar o, seamos drsticos,

    RESULTA URGENTE PREGUNTARNOS SI CON EL PROYECTO RECIN

    PRESENTADO [EL DEL AEROPUERTO] LA VIABILIDAD DE RECUPERAR NO SLO EL PAISAJE SINO EL SISTEMA

    HIDROLGICO DEL VALLE DE MXICO SE MANTIENE O, AL CONTRARIO,

    SE CANCELA.

    EL LAGO (IM)POSIBLE

    A PROPSITO DEL NUEVO AEROPUERTO

    OPI N IN

    POR ALEJANDRO HERNNDEZ GLVEZ* | @otrootroblog

    traicionar el paisaje natural en el que se asienta la ciudad de Mxico.

    Hoy el agua que alimenta la zona tiene que traerse cada vez de ms lejos, subirse a altos costos hasta 2 240 metros de altitud y luego sacarse, con proyectos de semejante enver-gadura. Cada temporada de lluvias cada vez ms largas y con aguaceros torrenciales que las autoridades insisten en calificar de atpicos pese a su repeticin ya no anual sino semanal recordamos la vocacin de lago de esta ciudad.

    Desde hace ms de 15 aos Alberto Kalach, Gustavo Lipkau, Teodoro Gonzlez de Len y otros arquitectos, urbanistas y gegrafos han trabajado en el proyecto co-nocido como Vuelta a la ciudad lacustre. Desde un prin-cipio plantearon la posibilidad de un aeropuerto, pero insistiendo en que el lago sera la prioridad, no al revs. Actualmente resulta urgente preguntarnos si con el pro-yecto recin presentado (propuesto por la dupla de arqui-tectos Foster-Romero) la viabilidad de recuperar no slo el paisaje sino el sistema hidrolgico del Valle de Mxico se mantiene o, al contrario, se cancela. Si se tratara de lo segundo, estaramos con esa grandiosa obra poniendo la ltima piedra del mausoleo para una ciudad que se suici-d deshidratndose.

    * Arquitecto y director editorial de la revista Arquine.

  • 13

    CAJITITLN: UN MISTERIOSO

    DESASTRE AMBIENTALPOR AGUSTN DEL CASTILLO | @agdelcastillo

    FOTOGRAFAS DE HCTOR GUERRERO

    La muerte masiva de una especie de pez nativo de la cuenca Lerma, la popocha, mantiene perplejos a

    los cientficos y divide a los organismos responsables de evitar y revertir los estragos de

    este fenmeno. En tanto, no existe una conclusin convincente y, por lo tanto, tampoco

    un plan de prevencin.

    NO

    TA

  • 14

    E n los pueblos de la laguna de Cajititln, un pequeo em-balse natural alimentado por las aguas de una cuenca ce-rrada (o endorreica: que no tiene salida), al sureste de la zona metropolitana de Guadalajara, todava se cuenta la misterio-sa y reciente historia sobre la muerte masiva de una especie amenaza de pez segn los registros de las normas oficiales mexicanas. Su nombre comn, popocha, ha sido materia de chistes entre los tapatos, quienes redescubren la naturaleza slo por la va del desastre; pero, sobre todo, es materia de uso poltico-electoral que tiene como trasfondo la disputa por la misma capital del estado.

    Este drama de las popochas (Algansea popoche), un pez sin valor econmico, pero de indiscutible relevancia ambiental como especie nativa, exclusiva del occidente de Mxico en un entorno invadido por especies exticas consideracin que en los gobernantes y empresarios no ocasiona ms que una leve alzada de hombros, no ha llegado a su fin.

    Si bien termin la recoleccin de ms de 275 toneladas de animales inertes entre agosto y los primeros das de septiem-bre pasado, lo que da varios millones de individuos, permanece sin claridad la causa del proceso de muerte, enrarecido por el conflicto entre el gobierno estatal priista y el municipal de Mo-vimiento Ciudadano, en la bsqueda de culpables.

    Al investigador de la Universidad de Guadalajara (U. de G.), Luis Manuel Martnez Rivera, le genera suspicacias el fe-nmeno. Todos los individuos muertos fueron de talla modesta y bajo peso, lo que indicara que se trata fundamentalmente de juveniles; el conocimiento de su comportamiento indica que no es, por otro lado, una especie frgil a la falta de oxgeno, sino por el contrario, resistente en condiciones adversas: el cuerpo de agua tiene muy poco oxgeno por la elevada competencia con otros peces, con algas y con materia orgnica fruto de las actividades humanas, adems de su condicin de cuenca ce-rrada. Esto lleva a una tercera duda: por qu murieron casi exclusivamente popochas?

    Con larga experiencia en el tema, el cientfico tiene dos dcadas al frente del monitoreo del ro Ayuquila, en la regin sur de Jalisco, y es asesor de la Junta Intermunicipal del Me-dio Ambiente de esa demarcacin, la ms antigua del pas en su tipo. Ese conocimiento lo puso al frente de un equipo de trabajo que ahondar en el tema de contaminacin lacustre. La idea es no quedarnos en hiptesis provisionales, sino profundizar y establecer las causas precisas, lo que permitir decidir de for-ma adecuada cmo se maneja la cuenca para mantener su ca-lidad ambiental, seala. El trabajo del equipo de esta casa de estudios, en conjunto con la Universidad Politcnica de la Zona Metropolitana de Guadalajara, se llevar hasta finales del ao.

    Una cuenca endorreica es un caso comparable al de una isla: restringida territorialmente, no puede transferir al otro lado los costos ambientales, sino que los debe padecer por

    completo. La zona soporta alrededor de 100 000 habitantes sobre 208 kilme-tros cuadrados de superficie; es decir, 480 personas por kilmetro cuadrado, concentradas en la cabecera municipal de Tlajomulco, los poblados de San Juan Evangelista, San Lucas Evangelista, el propio Cajititln y megafraccionamien-tos como Arvento.

    No obstante la importante inversin pblica en plantas de tratamiento, la di-nmica demogrfica las dej cortas. El ayuntamiento reconoce un tratamien-to de 70% de los residuos municipales, con 173 millones de pesos de inversin. Antes de 2010 no se trataba un solo litro, pues la vieja infraestructura estaba sin operar. Tlajomulco tiene la tasa de creci-miento poblacional ms elevada del pas.

    La desorientacin sobre las causas, ms all de la poltica, es evidente. La Comisin Nacional del Agua (Conagua) declar, en los das de la crisis, que al ser una sola especie la que est murindose, creemos que es un tema ms de carcter biolgico atribuible al propio cuerpo de agua. En tanto, la Procuradura Fede-ral de Proteccin al Ambiente (Profepa) emiti un comunicado que sostena: hasta el momento no se cuenta con elementos de carcter cientfico que de-muestren que el deceso de ejemplares es producto de la toxicidad del agua. Por su parte, la Secretara de Medio Ambien-te local (Semadet) pidi prudencia en el diagnstico, pero plante que la conta-minacin no poda ser ajena al proceso. El Ayuntamiento de Tlajomulco aventu-

    DURANTE LOS LTIMOS TRES MESES,

    MS DE 275 TONELADAS DE PECES MUERTOS HAN

    SIDO EXTRADAS DE UN PEQUEO LAGO AL SUR

    DE GUADALAJARA.

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    r su propia hiptesis: las causas podran ser inversin trmica del agua, reproduc-cin de algas o descomposicin de materia orgnica en el fondo de la laguna [] lo que debe quedar claro, es que una sola especie es la que se ve afectada, este pez no afecta a la economa de los pescadores ni el ecosistema de la laguna, no se pesca, no se vende y no se come.

    La popocha est en la lista de especies protegidas por la Norma Oficial Mexicana nom 059, bajo la categora de amenazada.

    Slo se le ha registrado en los alrededores del lago de Chapala, el gigante vecino que se extiende al trasponer la sierra del Travesao, al sur.

    Cajititln, sin ninguna explosin desarrollista, siempre fue un ecosistema fr-gil. Sufri desecacin total en 1947 y luego, en 2001. Pero las crnicas colonias son contundentes. En 1621, deca Domingo Lzaro de Arregui: La laguna [] tiene algunos bagres, y pescado blanco y otro pescadillo, y las mayores ranas que se han visto por ac. Y de lo que ms sirve y aprovecha esta laguna es de yerba que se saca de sus mrgenes; y es un canutillo verde todo el ao que se lleva a Guadalajara y es buen pienso para los caballos. Dicen que se suele secar esta laguna pero no lo ha hecho de diez aos a esta parte (citado en Acaxititln. El agua encajonada. Notas para el estudio de un antiguo centro rector en la cuenca de Cajititln, Jalisco. Erick G. Rizo).

    NOTA Cajititln: un misterioso desastre ambiental

    Las popochas carecen de valor econmico pero poseen una indiscutible relevancia ambiental.

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    NO

    TA

    COREA DEL SUR

    EL RO (RECUPERADO) QUE LLEV A UN ALCALDE

    A LA PRESIDENCIA POR JUAN CARLOS CANO | @canovera00

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    Foto

    | Tr

    avel

    Ori

    ente

    d.

    La relacin de las ciudades con sus ros ha sido complicada.

    El progreso y la modernidad han resultado pretextos perfectos

    para entubarlos. Por eso es tan llamativo el caso del ro

    Cheonggyecheon que atraviesa Sel, en Corea del Sur.

    Finalizado en 2005, el proyecto de recuperacin de este cuerpo de

    agua, cubierto de concreto para ser utilizado como vialidad, no slo cont con el respaldo de la mayora de los capitalinos, sino

    que encumbr a un poltico (Lee Myung-bak). Una demostracin

    de que los ros vuelven, a pesar de la costumbre.

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    L a costumbre enceguece. Ver cada da el mismo paisaje lo convierte en algo inamovible, como si cierta nocin de permanencia lo mantuviera esttico, como si la rutina diaria tuviera visos de eternidad. A pesar de esto, sabemos que todo cambia, que momento a momento ese paisaje inmutable se modifica y, sin percatarnos, se transforma en algo completamente distin-to. As un da, una ciudad, digamos Sel, crece alrededor de un ro, un ro pequeo, digamos el Cheonggyecheon, que divide la ciudad en norte y sur, y que eventualmente desemboca en un ro ms grande, el Han. La ciudad y el ro tienen una relacin larga, se construyen diques, puentes y casas en la ribera. Existe, hasta cierto punto, un equilibrio natural; sin embargo, poco a poco ste se rompe. La ciudad crece, utiliza el agua del ro y le devuelve sus desechos. El ro se transforma en un vertedero, la ciudad crece un poco ms y requiere medidas higinicas, as que se toma la decisin de entubar el ro. La expansin de la urbe contina, un transporte veloz y eficiente es necesario, por lo tanto se construye una vialidad sobre el ro y luego, cuando sta se satura, se construye otra ms encima de la anterior. La historia pue-de continuar as al infinito. El ro es parte del pasado, una simple leyenda; mientras tanto la mirada, con esa extraa nocin de costumbre, supone que las vialidades siempre han existido sobre el ro ausente. Esta historia no es original, ms bien es una constante que ha sucedido en distintos lugares, en distintas pocas. Un ro ms ha desaparecido. Ya estamos acostumbrados.

    Que la costumbre paralice no quiere decir que estos cambios hayan sido imperceptibles; de hecho, muchas veces han sido radicales y abruptos. En-tubar un ro o construir vialidades elevadas son actos que no pasan desa-percibidos, actos nada sutiles. El Cheonggyecheon ha sido modificado en mltiples ocasiones. Se construyeron diques en el siglo XV, fue rellenado y dragado varias veces en el siglo XVIII y fue transformado parcialmente en drenaje subterrneo durante la ocupacin japonesa de Corea previa a la Segunda Guerra Mundial. Para 1955, cuando muchas familias rurales emigraron a la ciudad despus de la guerra de Corea y ocuparon las riberas del ro, ste fue cubierto con concreto para ser utilizado como vialidad, y en 1971 se termin la construccin de una pista elevada de 5.6 kilmetros de largo. Ninguna de estas obras fue planeada con malas intenciones, al contrario, todas reflejaban el espritu de su poca, todas las intervenciones se hicieron con ansias de progreso y de modernidad, eran coherentes con sus valores. Hoy en da no es distinto, seguimos jugando al zeitgeist y no podemos escapar de l. Entendemos las condiciones actuales y actuamos guiados por ellas y, por supuesto, pensamos que no estamos equivocados, y que las soluciones propuestas son las ms pertinentes.

    En ocasiones es ms positivo derrumbar que construir. La ltima trans-formacin radical ocurrida en el ro Cheonggyecheon, una destruccin sistematizada, es ejemplo de ello. En 2001, Lee Myung-bak, alcalde recin electo de Sel, decidi hacer un cambio contundente: recuperar el cauce del ro y demoler las vialidades existentes. Decisin simple pero riesgosa, re-novarse o morir, dicen los viejos. Las obras comenzaron en 2003. Una mo-dificacin de este tipo es muy compleja; en primer lugar estaba la cuestin econmica, el proyecto de restauracin cost 386 millones de dlares, en su momento la reparacin ms costosa que se haba hecho de un ro. Por qu gastar dinero en derrumbar algo que ya fue construido y que, por costum-bre, funciona? Luego estaba el tema del tiempo, la obra tard 27 meses en

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    los que se tuvo que reubicar a los comerciantes que trabajaban en la zona y asegurarles que continuaran trabajando. Tambin resul-taba fundamental no alterar demasiado el flujo de transporte, por las vas rpidas demolidas transitaban 169 000 vehculos diarios, que tenan que seguir en circulacin. Y, por ltimo, el ro mismo constitua un problema puesto que su caudal era irregular si no es que prcticamente inexistente. As, el proyecto no poda limitarse a una accin puntual, sino a un conjunto de propuestas simult-neas que formaran parte de un proyecto global a largo plazo que afectara lo menos posible la vida cotidiana, que convirtieran las cosas sin perder la costumbre.

    La transformacin se llev a cabo. 907 000 toneladas de con-creto, varilla y cascajo surgieron de las demoliciones, de las cuales se recicl 95%. Se construyeron 22 puentes y mltiples espacios de descanso a lo largo de la ribera. De algo sirvi el hecho de que la vialidad elevada se encontraba en psimo estado y que para su restructuracin y rehabilitacin se necesitaran 90 millones de d-lares y una obra de tres aos. Sirvi tambin que se formara un comit ciudadano presidido por el urbanista a cargo del proyecto, Kee Yeon Hwang, que hizo un trabajo de consulta con la poblacin local donde 79% de los habitantes estuvieron de acuerdo con la transformacin. Sirvi tambin que para compensar el flujo vehi-cular se dise la primera lnea de autobuses rpidos en Sel a lo largo de 14.5 kilmetros por la misma ruta que la vialidad derrui-da. Quiz lo ms complicado y polmico fue el hecho de tener que bombear agua del ro Han para mantener un caudal constante y de tener mucho cuidado en separar las aguas pluviales del drenaje, pues durante las tormentas se corra el riesgo de contaminar el agua. El proyecto se termin en 2005 y visto a la distancia, slo se puede decir que fue exitoso. Lee Myung-bak, el alcalde, se con-virti en presidente de Corea en 2007. El comercio se increment, el precio de la tierra alrededor del ro aument entre 30 y 50%, el transporte cambi radicalmente, el flujo vehicular se redujo 18%, mientras que los viajes en metro se incrementaron 14%, y ms que nada, Sel tuvo la capacidad de regenerarse y obtener un gran es-pacio pblico.

    El ro vuelve, a pesar de la costumbre. El ro se convierte en metfora de la vitalidad citadina, una vitalidad que haba estado perdida entre las nubes de una abstraccin, la fe en el progreso que postulaba el siglo XX. Ahora sabemos que demasiada fe tam-bin enceguece. Ahora pensamos que es necesario recuperar la relacin intrnseca con la naturaleza. Es el espritu de este tiem-po. Es sencillo ver los errores del pasado, pero es difcil ver las carencias del presente. Cheonggyecheon, una arteria vial satura-da, fue transformada en lo que era antes, un ro donde adems se cre un espacio pblico donde los ciudadanos se renen, donde se vuelven a entender las estaciones del ao, donde la vegetacin tiene sus ciclos. Ah tambin se conservaron algunos pilares de la antigua vialidad elevada como testigos del pasado reciente, las nuevas ruinas. Vemos esto y sabemos que tenemos razn al creer sin reparos en la ecologa, la sustentabilidad y las buenas maneras. Es el espritu de la poca. La fe es ciega, pero bueno, no es una mala costumbre. Ojal lo entiendan en el futuro.

    NOTA El ro (recuperado) que llev a un alcalde a la presidencia

    EL PROYECTO DE RESTAURACIN COST 386 MILLONES DE

    DLARES, EN SU MOMENTO LA RECUPERACIN MS COSTOSA QUE SE HABA HECHO DE UN

    RO. POR QU GASTAR DINERO EN DERRUMBAR ALGO QUE YA FUE CONSTRUIDO Y QUE, POR

    COSTUMBRE, FUNCIONA?

    Lee M

    yung-bak, presidente de Core

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    007.

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    POR OLDEMAR GONZLEZ

  • POR GERARDO LAMMERS | @gerardolammers

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    FOTOGRAFAS DE FEDERICO GAMA

  • A casi dos meses del derrame de qumicos en el ro Sonora, ocasionado por la mina a cielo abierto Buenavista del Cobre la segunda productora de cobre ms grande del mundo, Crnica ambiental realiz un recorrido por la zona. Como se pudo constatar, aunque el ro ya tiene una apariencia normal, la vida y las economas de los siete municipios de las riberas, se han paralizado, no obstante el fideicomiso de 2 000 millones de pesos ordenado por el Gobierno Federal. Una investigacin para determinar la magnitud del dao y su consiguiente reparacin est en curso.

  • 24

    En Sonora, donde una calavera de vaca funciona lo mismo como adorno que como advertencia, nada es ms preciado que el agua. Por eso, cuando llegamos a Ures, uno de los pueblos afecta-dos por el derrame de txicos en el ro Sonora, pasados 50 das del que ha sido calificado como el peor desastre ecolgico relacionado con la minera en Mxico, lo primero que nos llam la atencin fue descubrir que alguien abri el enorme grifo de un pozo y el agua se tiraba a chorros.

    A unos cuantos pasos de la plaza principal, el arroyo de agua cristalina emanada del pozo bajaba por un camino de tierra hasta el ro. En esa parte se alza el puente colgante donde algunos cu-riosos, como Jess, el hijo de Enrique Encinas, esperaron aquella tarde de principios de agosto a que llegara la mancha. Se supo en Arizpe que vena roja el agua, cuenta este muchacho de 19 aos que se dedica a vender de puerta en puerta los quesos de la empresa familiar en la capital del estado. Quesos que por el momento nadie quiere: las vacas que dan la leche son de aqu.

    A casi dos meses del derrame, el ro Sonora luce normal. As lo constat Crnica ambiental en un recorrido a lo largo de una jornada por los mrgenes, desde Ures hasta Arizpe (poco ms de 200 kilmetros). El color del agua es caf. Espesa, su consistencia. Y su olor no delata la presencia de agente extrao alguno (lo cual no significa que el ro no est contaminado). No encontramos ningn animal muerto ni detectamos plantas ni rboles secos.

    Pero, desde que las autoridades ordenaron a los agricultores y ganaderos de los siete municipios que conforman la ruta del ro Sonora alejar a sus familias y a sus animales del ro, as como pro-hibir el uso de 322 pozos y norias, la economa de esta regin se ha trastornado casi al punto de la parlisis. Estos siete municipios son, de sur a norte: Ures, Bavicora, Aconchi, San Felipe de Jess, Hupac, Banmichi y Arizpe.

    A lo largo de nuestro recorrido, encontramos vacos los peque-os hoteles, lo mismo que los modestos restaurantes. Ahora los nicos que vienen son los inspectores, dice Marcela, la propieta-ria de la fonda que lleva su nombre en Guadalupe de Ures. En la ori-lla de la carretera, la venta de productos regionales se ha reducido al mnimo. Felipe, de 50 aos, ha vendido slo dos docenas de elotes; en una maana normal ya hubiera vendido dos millares. Nunca le vi nada al ro, dice. El agua se empuerca porque rueda.

    No falta el que cree que esto en realidad es un mero proble-ma poltico: priistas contra panistas. Es la lectura que muchos se hacen sobre el enfrentamiento ocurrido entre el gobernador Gui-llermo Padrs Elas y el Gobierno Federal. El 9 de septiembre el gobernador panista, originario de Cananea, acus a los delegados de Semarnat, Profepa y Conagua en Sonora de no haber actuado a tiempo para evitar el derrame, provocando la molestia del secreta-rio de Gobernacin. Por esos das los diarios nacionales ventilaron que Padrs Elas tiene un rancho con una presa ilegal en el munici-pio de Arizpe. El prximo ao habr elecciones para gobernador.

    A este pinche charquito la gente lo aprecia un chingo, dice Javier, veterinario sonorense que generosamente se ofreci para

    servirnos de gua en nuestro recorrido. Tambin viene con no-sotros un ingeniero agrnomo, amante de la cacera, que conoce bastante bien los entresijos de estas tierras serranas, donde an hay venados y coyotes que bajan al ro a tomar agua.

    Hubo una poca en que el ro Sonora era caudaloso y des-embocaba en Baha de Kino. Varios factores han contribuido a menguar el volumen de agua que transporta. Entre ellos, el esta-blecimiento en 1899 de The Cananea Consolidated Copper Com-pany, es decir, la mina de cobre de Cananea (que en la actualidad pertenece al empresario Germn Larrea). Es all, al norte del esta-do, cerca de la frontera con Arizona, donde nace el ro. Uno de sus afluentes, el Bacanuchi recibi el pasado 6 de agosto una descar-ga de 40 000 metros cbicos segn la versin oficial de sulfato de cobre acidulado, proveniente de esta mina, que hoy se conoce como Buenavista del Cobre.

    Est en curso una investigacin ordenada por el gobierno fe-deral, por lo que an no se sabe con certeza cul es la magnitud del dao. Lo que s se sabe es que la sustancia vertida en el Bacanuchi no debi de haberse fugado de la represa Tinajas 1 en la que se encontraba almacenada. Fue este lquido el que le dio colores ar-tificiales al agua y que termin por encender las alarmas.

    Mientras la investigacin se resuelve, poco ms de 24 000 per-sonas permanecen en vilo. Hasta el cierre de la edicin no podan disponer ni del agua del ro, ni de la de los pozos que estn a una distancia de hasta 500 metros de la orilla. Aunque cuentan con el apoyo de un fideicomiso que maneja un fondo de 2 000 millones de pesos (que el gobierno federal le pidi a Grupo Mxico que pusiera), sus vidas se encuentran en suspenso. Y despus qu?, es la pre-gunta que, de un modo u otro, todos se plantean.

    Salimos de Hermosillo rumbo a Cananea antes de las 8 de la ma-ana. Recorrimos el primer tramo de la carretera asfaltada de dos carriles que comunica a los pueblos del ro, sin mayores incidentes. Slo dos perros flacos, y varios hoyos, se nos haban atravesado en el camino. El ingeniero agrnomo seal el sitio donde existe una plantacin de pepinos. En estas tierras, adems de las nueces, que se exportan a China, se cultiva maz, alfalfa, cacahuate, ajo y, en las partes ms hmedas, caa.

    DESDE QUE LAS AUTORIDADES ORDENARON A LOS AGRICULTORES Y

    GANADEROS DE LOS SIETE MUNICIPIOS QUE CONFORMAN LA REGIN DEL RO

    SONORA ALEJAR A SUS FAMILIAS Y A SUS ANIMALES DEL RO, AS COMO PROHIBIR

    EL USO DE 322 POZOS Y NORIAS, SU ECONOMA SE HA PARALIZADO.

  • Paramos un momento en Mazocahui para tomarle foto a una pipa estacionada, pensando, ilusos, que se trataba de un impor-tante hallazgo. Aprovechamos para conversar brevemente con la nica persona que estaba a la vista: un vendedor de chiltepines (una variedad local de chile) y miel de abeja, que estaba detrs de una mesita, del otro lado de la carretera. Todo se va arreglar. Grupo Mxico ya est pagando, dijo el hombre alzando su frasco repleto de bolitas coloradas.

    Algunos kilmetros ms adelante, las pipas de agua comenza-ron a aparecer, una tras otra tras otra. Nos detuvimos en el centro de Bavicora, junto a la plaza. De aqu es Luz Mercedes Apodaca, la mujer con quemaduras en el rostro (consecuencia del contacto con el agua contaminada) que ha aparecido en los diarios nacio-nales. En pueblos como stos, donde nos dijeron que la gente se guarda en sus casas a esta hora del da, el Centro Comunitario de Aprendizaje luca como un hormiguero. Ah encontramos a Francisca Robles, de 48 aos, coordinando la reparticin de garra-fones de agua para todo el municipio. Desde que Conagua orden la veda de pozos, la mujer trabaja de lunes a domingo, de cinco a cinco. Grupo Mxico le paga un sueldo.

    En la frontera de los municipios de Hupac y Banmichi nos detuvimos a conversar con un grupo de choferes de pipas de Gru-po Mxico y de la Comisin Estatal del Agua. Una gran afecta-cin, dijo uno de ellos, que disfrutaba de la sombra de un rbol. No hay trabajo. Protegido con una gorra beisbolera, Jos Ral Montao, trabajaba sentado en un mesabanco. Llevaba un minu-cioso registro de las pipas, sus destinos y sus cantidades. El Ayunta-miento de Hupac le da 250 pesos a cambio de 12 horas de trabajo.

    Cuando arribamos al vado donde el Bacanuchi desemboca en el Sonora, algunos minutos ms tarde, dos vacas cruzaban el ro.

    Hortensia Caldern vive con su esposo Martn Pea en La Mora de Banmichi. Ella naci en Sinaloa, pero ya va para 30 aos en estos rumbos. Una de las virtudes que le reconoce su esposo es su buena memoria.

    Martn, quien funge como presidente de la unidad de riego y de la Sociedad de Productores de Nuez de Banmichi, se sienta, frente a una cerveza, en el comedor de su casa. Cuando se le pre-gunta que cundo se enter del derrame de txicos, voltea a ver a su esposa. Ella responde segura: el viernes 8 de agosto, es decir, dos das despus de iniciado, segn la versin oficial.

    Ese da, como a las 11, Martn recibi una llamada telefnica a su celular. Era su hermano, que vive en Bacanuchi, para infor-marle que se haba venido abajo un represo de la mina de Cana-nea. Martn colg y se fue al ayuntamiento para ver si tenan ms informacin. No estaba el presidente, pero s el secretario, a quien encontr en estado de pnico: Qu hacemos?, le pregunt el secretario. Segn los clculos que hicieron, en unas cinco horas la crecida con los txicos pasara por ah.

  • 26

    Jaime Varela naci en Santa Ana, Sonora, y es profesor de In-geniera ambiental de la Universidad de Sonora. Tiene 42 aos ejerciendo el magisterio, una placa con su nombre en un edificio de ciencias qumicas y una forma de hablar que recuerda a los per-sonajes de los cuentos de Daniel Sada. Est desconcertado por no haber sido considerado para integrar la Comisin interdisciplina-ria que, a peticin del gobierno federal, se ha formado para estudiar la contaminacin en el Ro Sonora.

    Est bien, voy hablar con ustedes en atencin a que han ve-nido de tan lejos, reconsider al saber que venamos del Distrito Federal. Y enseguida sac una bolsa de dtiles de un cajn.

    No s por qu, pero las desgracias nos ocurren a los sonoren-ses, no? Este derrame no debi ocurrir. Es una cosa increble. Se descuidaron. Falt supervisin. Yo estaba enterado que las perso-nas ambientalistas (se refiere al departamento de medio ambiente y ecologa de la mina) eran son personas muy responsables que siempre estn cuidando el ambiente. Hace cuatro meses yo le pre-gunt a uno que si tenan todo en orden y me dijo que s. Y ahora con esto del derrame, pues es un golpe muy fuerte para nosotros porque es algo que no esperbamos, pues. Es como si usted tuviera un len en una jaula de papel: en cualquier momento sale el len y se come al nio, no?.

    El profesor Varela sostiene que faltaron las precauciones ms elementales. Cuando se le pregunta que cules, toma una hoja de papel y dibuja una represa. Despus, haciendo olas con su bol-grafo, la cubre de jales, una de las sustancias txicas que almace-nan minas como la de Buenavista del Cobre: una solucin lodosa constituida por cidos, metales y contaminantes, resultado de los procesos de extraccin mineral.

    Un vistazo a la mina a travs de Google Earth muestra que la represa mayor de la mina es ms grande que la ciudad de Cananea.

    El acadmico y asesor ambiental explica que si una mina cons-truye una represa de almacenamiento para jales o cualquier otra sustancia nociva para el medio ambiente, tiene que construir jun-to a sta una represa vaca del triple de esa capacidad.

    Para que en el remoto caso de que ocurra un accidente, aqu quede todo y no llegue a los cuerpos de aguas nacionales, que son los ros, los arroyos, las presas. Ahora, si usted me dice: Es que hubo mucha lluvia, yo le respondera que se no es pretexto. Y parece ser que en la compaa minera no se hizo nada de esto. O, si se hizo, no sabemos cmo lo haran. No sabemos cmo estuvo el plan de prevencin de accidentes, no lo hemos visto tampoco.

    Hacia las seis de la tarde Martn baj acompaado de su espo-sa a la ribera. Aunque mucha gente del pueblo se haba ido de fiesta a Hupac, encontraron a una familia. Les aconsejaron a los nios que no metieran los pies al agua. Algunos momentos despus fue-ron testigos de cmo el ro cambi de color. Era una agua media naranja-amarilla, naranja-cobriza.

    Esa misma tarde una patrulla anduvo perifoneando por las ca-lles. Se le avisaba a la poblacin que, como medida de precaucin, se iban a cerrar los pozos de agua potable. Al da siguiente, sbado, los pozos estaban de nuevo funcionando como si nada. A Carlos Arias, el encargo de Proteccin Civil, se le vio en misa en Hupac. Al trmino de la celebracin religiosa, Arias se dirigi a la gente para tranquilizarla: la nica recomendacin era no meterse al ro. Porque si un nio se mete al agua con una cortadita, le va a arder, cuenta Hortensia que dijo el funcionario.

    No fue sino hasta el lunes 11, cuando se cumplan al menos cinco das del derrame, que la Conagua hizo llegar a los siete mu-nicipios afectados un oficio, firmado por el director Csar Lagar-da, con la orden de suspender la operacin de los pozos de agua.

    Martn pide que Lagarda respete la promesa que les hizo hace apenas unos das: abrir mdulos de informacin para atender a las comunidades. El reclamo de la gente del ro Sonora es muy simple: Atencin e informacin oficial. No discursos polticos. De estos ya tenemos hasta la madre.

    Si son periodistas no puedo atenderlos, dijo Jaime Varela, a quien encontramos en su laboratorio con un grupo de alumnos. Me pidieron que ya no hiciera declaraciones.

    MINERA Y CONTAMINACIN

    Condiciones climatolgicas adversas, fallas humanas y procedimientos irregulares han ocasionado en el mundo desastres mineros con graves implicaciones ambientales. Aqu algunos de mayor impacto.

    Las lluvias de Carolina del Sur desbordaron 40 millones de litros de solucin cianurada, de la firma Brewer Gold Company, que fueron a parar al arroyo Little Fork. Autoridades repor-taron 11 000 peces muertos en 80 kilmetros.

    Una fuga accidental de cianuro, de una mina a cielo abierto (de Galactic Resources Ltd), en Co-lorado, acab con los peces del ro Alamosa, en una distancia de 27 kilmetros. Dicho ro abas-teca los campos agrcolas del Valle de San Luis.

    1990 1991-1992Estados Unidos | Mina de oro Brewer Estados Unidos | Mina de oro Summitville

    LA SUSTANCIA TXICA VIAJ 18 KILMETROS POR EL ARROYO

    TINAJAS HASTA EL RO BACANUCHI. RECORRI DESPUS 254 KILMETROS

    HASTA LLEGAR A LA PRESA EL MOLINITO, LA CUAL SURTE DE

    AGUA A HERMOSILLO.

  • 27

    Es ms: no sabemos qu fue lo que se derram. 40 000 metros cbicos de qu?.

    El profesor dice que las plantas potabilizadoras que se tienen en Sonora, manejadas por personal experto, serviran para lim-piar el agua contaminada de las presas.

    En el caso del ro, la solucin para limpiarlo sera ms compli-cada. Sugiere emplear el procedimiento de la precipitacin. Pro-vocar, por ejemplo, reacciones qumicas para convertir los me-tales pesados en hidrxidos y que stos se vayan al fondo del ro. Posteriormente estos sedimentos, convertidos en lodos, pueden ser extrados y enviados a un confinamiento de residuos peligrosos.

    Cabe la posibilidad de que los represos de la mina estn mal construidos y tengan filtraciones?, se le pregunt.

    Eso no debe ocurrir. La Semarnat y la Profepa deben revisar antes de que llegue una gotita a los represos. De todas maneras, mire, la ingeniera ambiental para eso es, para solucionar todos esos problemas. Hace una breve pausa. La ingeniera ambiental puede solucionar la mayora de los problemas y la poltica los puede solucionar todos, dice haciendo una mueca. Si quiere ponga eso.

    El derrame se debi a la falla en el amarre de un tubo de polietile-no en una de las piletas de lixiviados y por la falta de una vlvula en la pileta de demasas, imputable a la empresa, segn el documento Derrame de sulfato de cobre en el Ro Bacanuchi (afluente del Ro Sonora), emitido por la Secretara de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en agosto pasado. La pileta a la que se hace referencia es el represo conocido como Tinajas 1, localizado en un zona de difcil acceso entre montaas.

    Despus de producirse el accidente en la instalacin del tubo, la sustancia txica viaj cerca de 18 kilmetros por el Arroyo Ti-najas hasta llegar al Ro Bacanuchi, afluente del ro Sonora. La Semarnat confirma que la mancha txica recorri despus 254 ki-lmetros (es decir, las extensiones de los ros Bacanuchi y Sonora juntos) hasta llegar a la presa El Molinito, la cual surte de agua a la capital, Hermosillo. Por si fuera poco, la crecida del ro ocasio-nada por el huracan Odile inund de agua contaminada los pozos situados en los mrgenes.

    Es importante sealar, dice el documento antes mencionado, que Grupo Mxico ha argumentado que el percance se ocasion por lluvias por arriba de la media; sin embargo, los reportes del

    POR REN CRDOVA

    Segn la Organizacin Panamericana de la Sa-lud, la vida acutica que exista en la cuenca del ro Essequibo desapareci por la contaminacin del derrame de 3 000 millones de litros de una mezcla de agua, cianuro y metales. Omai Gold Mine es responsable del accidente, que afect la flora y fauna en cuatro kilmetros.

    Las piletas de la empresa sueca Boliden se en-contraban al doble de su capacidad y, despus de colapsar, vertieron siete millones de tonela-das de lodo txico en Aznalcllar, Sevilla. Las cercanas de los ros Agrio y Guadiamar re-sultaron daadas; en especial, 4 600 hectreas de cultivo.

    El descuido en las operaciones de la corporacin pana-mea Silver Global ocasion el desbordamiento de una pileta de lixiviacin, en la provincia Veraguas. Adems de los cerca de 350 000 habitantes afectados, media to-nelada de peces muertos fue extrada del ro Corita que desemboca en el ro Santa Mara y provea de agua con-sumo y riego a los pobladores.

    Agosto 1995 Abril 1998 Junio 1998Guyana | Mina de oro Omai Espaa | Mina de zinc Los Frailes Panam | Mina de oro Santa Rosa

    La relacin de los sonorenses con lo que hoy llamamos ro Sonora se remonta a los prime-ros habitantes de la regin. Hace por lo menos 12 000 aos grupos de cazadores recorran el frtil valle en busca de presas y frutos; hoy an se cazan venados y se recolectan chiltepines y pitayas.

    La agricultura de frijol, maz y chiles per-miti la construccin de aldeas que, a me-diados del siglo XVI, los jesuitas agruparon en las misiones de Ures, Bavicora, Aconchi, Hupac, Banmichi y Arizpe, donde el trigo y los frutales europeos conviven todava con los cultivos prehispnicos en parcelas, a la som-bra de las blancas iglesias que hicieron cons-truir los franciscanos.

    Arizpe fue seleccionada a fines del perio-do colonial como la cabecera de las Provin-cias Internas y fue cabecera militar de toda la frontera norte del virreinato y, despus, ca-pital del estado hasta que se traslad aguas abajo hacia Ures y, finalmente, a Hermosillo, siempre a orillas del mismo ro.

    Los sonorenses de Hermosillo acuden o acudan a los pueblos del ro Sonora en bus-ca de una ruralidad perdida, que recuperan paseando por las plazas, comiendo carne con chile y comprando ponteduros y melcochas, dejando recursos que ya no dejan la ganade-ra o la agricultura. Ya no, el derrame lo cam-bi todo y ahora reinan la incertidumbre y la duda sobre el futuro.

    LOS SONORENSES Y SU RO

  • Servicio Metereolgico Nacional demuestra que esto es absoluta-mente falso.

    Aunque la mina fue clausurada parcialmente por las autori-dades mexicanas, Grupo Mxico indic, en su reporte a la Bolsa Mexicana de Valores, que Buenavista del Cobre segua trabajando con normalidad. La mina de cobre a cielo abierto la segunda ms importante del mundo despus de la chilena ubicada en Co-piap, tiene previsto producir para este ao 850 000 toneladas. El diario Exclsior reporta en 4.4 millones de dlares las ganancias diarias de la minera.

    Sobre la sustancia derramada, algunos medios dijeron en un principio que se trataba de cido sulfrico; despus, que sulfato de cobre. Gerardina Nubes y Antonio Romo, especialistas de la Uni-versidad de Sonora, sealan que lo ms correcto es referirse a ese lquido como un lixiviado de cobre y otros metales pesados, tales como cobre, arsnico, aluminio, cadmio, cromo, fierro, manga-neso y plomo. Ambos advierten que, en el caso de que los anlisis revelen alta toxicidad en el ro, las afectaciones en la salud de las personas, los animales y las plantas se vern no ahora, sino en un plazo de tres a cinco aos.

    Un funcionario de la mina al que esta revista tuvo acceso, y que acept hablar a condicin de no ser identificado explic: Se-ra ms real si le llamamos solucin de sulfato de cobre acidulado, ya que cuando tu caracterizas un compuesto se le llama por su accin ms relevante y aqu sera acidez, no txico. Esta solucin es la materia prima que usan las empresas como Buenavista del Cobre para obtener el cobre electroltico de alta pureza. Como ve-rs, no es residuo, es un insumo muy valioso para la operacin.

    Y enseguida agreg: Bsicamente es fierro y cobre. Es justo mencionar que la solucin de sulfato de cobre al entrar en contac-to con agua de lluvia o del ro precipita de inmediato el fierro; de ah la coloracin amarillenta que se vea en las mrgenes del ro Bacanuchi, aunque slo fue en los primeros 15 kilmetros. Tam-bin es bueno mencionar que la acidez generada de forma momen-tnea y temporal, hablo de varias horas solamente, es muy similar a la que usan los agricultores, ya que ellos con frecuencia aaden cido sulfrico al agua de riego para poner en solucin sales de sus

    Ms de 100 000 litros de agua con cianuro cayeron al ro Szamos (Rumania), luego de que las paredes del contenedor se vinieran abajo. El lquido invadi tam-bin el ro Tisza, el segundo ms importante de Hun-gra. 95% de la fauna de dichos cuerpos de agua qued devastada y fueron recolectadas 20 toneladas de peces muertos. Es considerado el segundo peor desastre am-biental en Europa, despus del accidente en Chernobil.

    Entre 300 y 500 galones de solucin de cianuro de sodio fueron derramados por Yamana Gold en el ro Lara. En menos de 10 minutos, este descuido ocasion la muerte de 18 000 peces, ranas, cangrejos y liblulas. Despus, en 2009, la misma compaa, en la misma regin, en el mismo ro, verti otra vez por accidente 150 galones del mismo lquido.

    Antes de lo ocurrido en el ro Sonora, la en-tidad ya haba sido escenario de un desastre minero de grandes dimensiones. Las aguas del ro Yaqui recibieron 3 000 litros de cianuro, luego de que una pipa volcara. El saldo: ocho personas intoxicadas y 50 m2 de suelo afec-tados; todos los pozos abastecedores en un radio de 80 kilmetros fueron clausurados.

    Enero 2000 Marzo 2003 Agosto 2013Rumania | Mina de oro Aurul Baia Mare Honduras | Mina de oro San Andrs Mxico | Mina de oro Mulatos

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    tierras que luego son aprovechadas en sus cultivos. Y con respecto al sulfato de cobre es un compuesto que, en dosis bajas, se admi-nistra a las mujeres embarazadas en los pases ms avanzados para fortalecer el producto (). Eso explica el porqu no muri animal alguno por ingestin de agua del ro, ni los pollitos recin nacidos, ni se secaron los rboles a orillas del ro, si bien salieron fortaleci-dos por presencia ligera del cobre.

    Aunque no quiso confirmar la cantidad derramada, el es-pecialista s habl de proporciones: Puedo decirte que era 75% agua de lluvia y 25% solucin de sulfato de cobre. Y si hablamos de cantidades sera como decir que se derram el equivalente a 32 toneladas de cido sulfrico, muchas toneladas de agua con 60 toneladas de cobre contenido.

    El funcionario de la mina se refiere a la ubicacin del represo Tinajas 1 como un lugar donde no tienes seal de celular, por tal motivo la comunicacin es difcil y acceder al lugar te lleva una hora de terracera y, si est lloviendo, pues se triplica el tiempo.

    Cabe agregar que la propie-dad en que est ubicada Buena-vista del Cobre abarca una su-perficie total de 3 600 hectreas montaosas. La primera impre-sin que provoca esta empresa es la de ser una fortaleza inex-pugnable. Sin embargo, no lo es del todo: el alcalde de Arizpe, Vidal Vzquez Chacn, decidi subirse a su caballo e ir a buscar el lugar donde se haba producido la fuga. Segn el diario Expreso de Hermosillo, Vzquez Chacn logr penetrar en la propiedad de la mina, dar con el sitio y tomar muestras del agua del ro para llevarlas al laboratorio.

    De acuerdo a la Semarnat, aunque el derrame se produjo en algn momento del 6 de agosto, no fue sino hasta el da siguiente que los habitantes de la zona (presumiblemente del pueblo de Ba-canuchi) avisaron a Proteccin Civil que el agua del ro presentaba una coloracin inusual. Grupo Mxico, asegura la dependencia gubernamental, notific telefnicamente del derrame hasta el viernes 8 de agosto, y formalmente hasta el martes 12, es decir, seis das despus de que el sulfato de cobre acidulado comenzar a fluir de la represa a los cuerpos nacionales.

    Una comisin especial de la Cmara de Diputados viaj a So-nora, luego del derrame, para investigar sobre el caso. Su informe plantea, entre otros asuntos, la cancelacin de la concesin a Gru-po Mxico. Fueron vulneradas cerca de treinta leyes de conserva-cin ecolgica y ambiental. As como los Acuerdos de Cooperacin Ambiental y Laboral para Amrica del Norte, y las 46 nom expe-didas por Semarnat en materia de Cuidado de Aguas Residuales, Prevencin de Contaminacin de Acuferos, Ros y Aguas Super-ficiales, as como de Control de Residuos Peligrosos, dice el infor-me de los diputados.

    La Profepa interpuso el 18 de agosto una denuncia penal con-tra el que resulte responsable. La Comisin Estatal de Derechos Humanos, por su parte, demand a Grupo Mxico por los deli-tos de daos en contra del medio ambiente, omisiones y negligen-cia. Hasta el momento, la Semanat ha multado a la empresa con 40 millones de pesos.

    Organizaciones ambientalistas locales como Revuelta verde y Red Fronteriza de Salud y Ambiente, as como activistas inde-pendientes como scar Pea (que cre la pgina de Facebook Desastre ecolgico en el Ro Sonora) trabajan de cerca con las comunidades afectadas.

    La tragedia en el ro ha generado un gran desequilibrio, dice una carta, dirigida al gobierno federal, al Grupo Mxico, a las secre-

    taras de Estado y al gobierno de Sonora, firmada por los presidentes de los siete mu-nicipios afectados, con fecha del 25 de sep-tiembre, de la cual Crnica ambiental tiene una copia.

    En el documento, estos siete represen-tantes (priistas unos, panistas otros), dejan entrever cierto optimismo ante la creacin del fideicomiso y manifiestan cierta con-fianza en que los funcionarios federales y estatales le estn dando la mayor prioridad a la reparacin total y absoluta del dao

    que la minera le ha ocasionado al ro y su entorno. Sin embargo, contina la carta, es fundamental sealar y atender en el presen-te las grandes amenazas que nos esperan en el futuro (). Sera catastrfico que una siguiente tragedia que segn nuestros es-tudios sera incomparablemente mayor a la actual no sea preve-nida desde ahora, cuando an estamos a tiempo.

    La carta afirma que, despus del derrame del 6 de agosto, uno de los alcaldes (no se especifica cul) de la zona document otro ms.

    En pocas palabras, los presidentes municipales demandan que la empresa Grupo Mxico cumpla la ley. Dicho de manera ms ex-plcita: que siga las normas internacionales de proteccin al medio ambiente y la calidad del agua; que los represos de txicos no se localicen en arroyos y cuencas; que forren los represos principales y que construyan represos secundarios y terciarios que eviten la contaminacin en caso de derrames accidentales; que limpien las aguas negras que Grupo Mxico desecha en los ros.

    Piden que, en la limpieza y restauracin de los ros Bacanuchi y Sonora, se permita el monitoreo por parte de grupos y organiza-ciones independientes debidamente certificadas.

    Debemos saber cundo se har la limpieza y restauracin y cmo se llevar a cabo, dice el documento. Cundo podremos usar los pozos contiguos al ro? Nuestros expertos nos dicen, no obstante que el agua de los pozos est limpia, que si los usamos

    GRUPO MXICO NOTIFIC TELEFNICAMENTE DEL DERRAME HASTA EL VIERNES 8 DE AGOSTO, Y FORMALMENTE HASTA EL MARTES

    12, ES DECIR, SEIS DAS DESPUS DE QUE LA SUSTANCIA COMENZAR

    A FLUIR DE LA REPRESA A LOS CUERPOS NACIONALES.

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    podemos provocar problemas a los mantos acuferos al causar la succin de los metales txicos que se encuentran en el ro.

    Si todo lo anterior ameritara respuesta y cumplimiento inme-diatos, la peticin principal de la carta resulta tan impostergable como inquietante. Los presidentes municipales demandan saber cundo relocalizar Grupo Mxico los represos de jales y otras sustancias. Especialmente el jale principal, llamado jliz, cuyo derrame representara nuestra inexistencia y la de Hermosillo y que se encuentra al lado del ojo de agua del Ro Sonora, y cuyo bordo contenedor mide 10 kilmetros desde El Rastro hasta el Ojo de Agua de Arvayo.

    As, mientras la investigacin del Gobierno Federal sigue en curso para conocer de qu tamao es el dao ocasionado por el derrame y cmo se remediar, el tiempo fluye como agua del ro y los pobladores desesperan.

    SERA CATASTRFICO QUE UNA SIGUIENTE TRAGEDIA QUE

    SEGN NUESTROS ESTUDIOS SERA INCOMPARABLEMENTE MAYOR A

    LA ACTUAL NO SEA PREVENIDA, DICE LA CARTA FIRMADA POR LOS

    SIETE PRESIDENTES MUNICIPALES.

    En el centro de Cananea destaca una glorieta con una fuente: adentro un cazo gigantesco de cobre derramando agua limpia. La avenida principal termina en la entrada vieja de la mina: un por-tn que, en atencin a su carcter histrico, debiera tener alguna gracia. A la izquierda, sobre un cerro atravesado por dos mallas ciclnicas con alambre metlico de pas, el visitante descubrir una enorme bandera mexicana. Si se tiene espritu de explora-dor, entonces se sugiere caminar en direccin al lbaro patrio y descender entre las piedras hasta encontrar un charco que, por su coloracin turquesa del mismo tono del sulfato de cobre, resultar inolvidable.

    CENTRAL Ro Sonora. La historia detrs del derrame

    Panormica de la mina a cielo abierto Buenavista del Cobre, en Cananea.

  • E l derrame de 40 millones de metros cbicos de sulfuro de cobre acidulado y otros metales pesados a los ros Bacanu-chi y Sonora, que afecta a siete municipios del estado de Sonora, ejemplifica cmo una catstrofe ecolgica se consuma, se quiere ocultar, se le manipula y, al final, se le expone como un simple caso de manejo de riesgos corporativo por parte de la minera Grupo Mxico, todo esto, por desgracia, en un primer momen-to, bajo la connivencia de autoridades estatales y federales.

    Ante la denuncia de comunidades afectadas por tal derra-me a principios del mes de agosto, la empresa minera (tercera productora de cobre en el mundo) neg los hechos y los atribuy a un sbito aumento de lluvias en la temporada. La Comisin Estatal de Derechos Humanos y otros organismos y expertos es-clarecieron que tal versin era falsa, y que la catstrofe provena de planeacin errada y fallas operativas del Grupo Mxico.

    Las evidencias orillaron a la empresa minera a encarar su responsabilidad (anunci un fondo para daos de 300 millo-nes de pesos), mientras diversos fun-cionarios colaboraron a la campaa de mentiras y manipulaciones comuni-cativas con un argumento recurrente en el pas en casos semejantes: sobre todo, hay que defender la inversin productiva y el empleo. Las personas, el medio ambiente, los recursos naturales, los derechos que los defienden son secundarios en nombre de la explotacin sin l-mite de ellos.

    Jean-Luc Nancy ha escrito en Lquivalence des catastrophes (Galile, 2012) que las catstrofes, tanto naturales como las pro-vocadas por la produccin industrial, son equivalentes puesto que acontecen inseparables de las implicaciones tcnicas, eco-nmicas, polticas y sociales que las contienen: la complejidad de los sistemas interdependientes (ecolgico-nmicos, socio-poltico-ideolgicos, tecno-cientfico-culturo-lgicos, etctera) y/o las cadenas de necesidades existentes (electricidad, petrleo, uranio, todos los minerales raros, etctera, su extraccin, sus usos civiles y militares, sociales y privados, etctera), dependen de una interconexin general: el dinero.

    Tal interconexin expresa una economa guiada, expli-ca Nancy, por la produccin y autoproduccin de la riqueza. Un fundamento que, como muestra la catstrofe de Sonora, comienza por escamotear la verdad histrica de los hechos,

    minimizar el verdadero impacto de los daos, agredir el me-dio ambiente y termina por ofrecer estrategias de control de responsabilidades desde el cumplimiento del menor impacto posible al principio de rentabilidad de los negocios. As, la ca-tstrofe desaparece para emerger como una contingencia de escasa importancia, a la que se denomina derrame o, en su lenguaje: una falla en el amarre de un tubo en la mina de Bue-navista del Cobre. Fin de la historia.

    El problema carece de tal reduccionismo. Tan es as que, a un mes de la tragedia, el gobierno federal dio un giro en su estrategia inicial de soslayar los hechos, puesto que una noti-cia semejante poda empaar el triunfalismo en torno del se-gundo Informe de Gobierno, y la presidencia de la Repblica instruy a la Secretara del Trabajo y Previsin Social instru-mentar una postura ms enrgica: se anunci la creacin de un fideicomiso de 2 000 millones de pesos, financiado por Grupo Mxico, para reparar los daos ambientales y materiales cau-

    sados por la explotacin de la mina Bue-navista del Cobre, y que se estima afect a ms de 22 000 pobladores.

    Por su parte, diversos analistas sea-laron que la multa posible del gobierno a Grupo Mxico que se ha publicitado ape-nas representara 0.03% de los ingresos del

    corporativo y 0.1% de sus utilidades netas de 2013, e incluso si se elevara tal multa a 1000 millones de pesos, sera equivalente a 0.8% de las ganancias de la empresa y 3.4% de sus utilidades (Multar a Grupo Mxico no tendra ningn impacto: ana-listas, El Informador, 1 de septiembre de 2014). La solucin, como otros expertos afirman, consiste en imponer una nueva mentalidad de co-responsabilidad entre gobierno y empresas. Por difcil que parezca, es la va imprescindible para evitar en el futuro otras catstrofes semejantes.

    El gobierno federal inform que, debido a las reformas energticas, Mxico alcanzar una inversin de 50 000 mi-llones de dlares en 25 000 kilmetros cuadrados de reas de exploracin y explotacin en diversos territorios del pas durante los prximo tres aos. Asimismo, la Secretara de Economa ha expedido en el ltimo ao 644 concesiones mi-neras que abarcan 25.7 millones de hectreas en varios esta-dos. A la luz de lo acontecido en el estado de Sonora, los focos de alerta ya estn encendidos.

    LA CATSTROFE DESAPARECE PARA EMERGER COMO UNA CONTINGENCIA DE ESCASA IMPORTANCIA, A LA QUE SE

    DENOMINA DERRAME.

    ECOCIDIO PROTEGIDO

    OPI N IN

    POR SERGIO GONZLEZ RODRGUEZ* | @serglezr

    * Narrador y ensayista. Autor, entre otros muchos libros, de El centauro en el paisaje, Huesos en el desierto y El hombre sin cabeza. Su ms reciente obra, Campo de guerra, obtuvo el Premio Anagrama de Ensayo 2014.

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    El proceso de saneamiento del ro Amarillo (en China) es digno de orgullo nacional, por lo que se ha convertido en un atractivo turstico.

  • CMO LAVAR UN RO?

    POR FRANCISCO MARTNEZ NIETO | @manfrax

    La experiencia indica que, endureciendo leyes ambientes y poniendo en marcha planes de saneamiento local que generen crculos virtuosos, es posible devolverle a un ro la limpieza y vida que alguna vez tuvo. Desde plantas de tratamiento e incineracin de residuos, hasta dragado y biorremediacin, los mtodos de limpieza pueden ser tan variados como las fuentes contaminantes.

    H ace 50 aos el Sena era considerado poco ms que un ro contaminado y muerto de Europa: de las ms de 30 especies de peces registradas como endmicas, tan slo se observaban tres de ellas con cierta frecuencia. El problema haba atormentado a los parisinos desde haca siglos, pues aun-que sus histricos proyectos para el control de las aguas residuales eran brillantes, stos siempre se vean superados por el desbor-dante crecimiento de la poblacin. Adems, la llegada de las grandes industrias y sus de-vastadores contaminantes durante las pri-meras dcadas del siglo XX no hizo ms que empeorar las cosas.

    La condena no era definitiva. A partir de 1964 los franceses endurecieron sus leyes ambientales y pusieron en prctica un plan de saneamiento. El procedimiento consisti

    Foto

    | na

    sa.

  • 34CIENCIA Cmo lavar un ro?

    en el aumento de las concentraciones de oxgeno disuelto en el ro y la instalacin estratgica de 11 plantas de tratamiento de residuos, las que, adems de evitar la contaminacin de las aguas residuales, tambin recargan las reservas subterrneas de las que Pars obtiene 50% de su agua potable. El da de hoy este nmero de plantas ha crecido a ms de 2 000, han retorna-do hasta 26 de las especies de peces endmicas y existe la expec-tativa de tener al Sena completamente recuperado para 2015.

    Un caso muy similar es el experimentado en el ro Tme-sis, tambin dado por muerto desde el siglo XIX a causa de las actividades industriales y las crecientes descargas de aguas residuales favorecidas por la invencin del inodoro. La conta-minacin era tal que el consumo humano de sus aguas sirvi al clebre John Snow para desarrollar los primeros estudios de la epidemiologa moderna. En aos recientes este ro londinen-se se ha recuperado por comple-to gracias a la instalacin de un sistema de cloacas para contro-lar las fuentes contaminantes en sus riberas. Posteriormente, dos plantas de tratamiento, cuyo valor asciende a 330 millones de dlares, procesan todas las aguas negras. El diseo del sis-tema permite que los residuos que se capturan sean incinera-dos para transformarlos en energa, que a su vez alimenta a las plantas tratadoras. Un crculo virtuoso.

    Estas experiencias inyectan optimismo a un panorama donde, segn el Consejo Mundial del Agua, los 500 ros ms grandes del mundo padecen contaminacin y exigen mtodos efectivos de saneamiento. Entre ellos destaca el enorme ro Amarillo (China), escenario de un impresionante proceso de limpieza que atiende el exceso de limo (barro arcilloso) en el fondo y contribuye a la reduccin de las inundaciones. Para disminuir el nivel de estos sedimentos, cada ao se inyectan gigantescas descargas de agua desde la presa Xiaolangdi que permiten deshacerse de millones de toneladas de residuos y ba-jar en varios metros el nivel del ro. Una maniobra tan digna de observarse que incluso se ha convertido en atraccin turstica.

    Los mtodos de limpieza pueden en realidad ser tan varia-dos como las fuentes contaminantes. En el caso del ro Hudson

    (Nueva York) haca falta una solucin creativa para retirar las 3 000 toneladas de compuestos de bifenilo policlorado, pro-bables causantes de cncer y problemas neurolgicos que Ge-neral Electric tir sobre este cuerpo de agua durante dcadas. Como la mayor parte de esas sustancias estaban depositadas en el fondo, la alternativa fue emplear un mtodo conocido como dragado; es decir, la extraccin de los sedimentos y contami-nantes con ayuda de grandes cucharas montadas sobre embar-caciones (dragas), cuyo costo se calcula en aproximadamente 22 millones de dlares por cada kilmetro limpiado. El mismo procedimiento se empleara en el Passaic (Nueva Jersey), un ro contaminado con uno de los ingredientes del arma qumi-ca conocida como agente naranja, aunque en este caso se han realizado previamente una serie de simulaciones mediante

    supercomputadoras para conocer con detalle la forma en la que se compor-tar el contaminante al ser removido de su sitio.

    Otras operaciones aspiran a ser ms amables con el ambiente. Tras la catstrofe del buque Exxon Valdez en 1989, donde el cansancio de la tripu-lacin contribuy al derrame de 40 millones de litros de petrleo sobre un arrecife en Alaska, se buscaron solu-

    ciones para reducir de la mejor manera el impacto ambiental. Fue entonces cuando cientficos norteamericanos observaron que ciertos microorganismos, en concreto las arqueas, tenan la capacidad para degradar total o particularmente cualquier sustancia orgnica. Este descubrimiento no slo contribuy a mitigar los daos producidos por el buque petrolero, sino tam-bin a fundar un nuevo campo de soluciones para atender esta clase de desastres, y que en la actualidad se ha diversificado notablemente: la biorremediacin.

    Por cada uno de estos casos puede haber decenas de otros mucho ms desafortunados, para los cuales no existen solucio-nes programadas o incluso la conciencia sobre su situacin real. Tal vez lo importante sea considerar que todas estas historias de transformacin comenzaron con preocupaciones reales y de-mandas pblicas, an cuando las expectativas de recuperacin estuviesen por los suelos y los procesos de saneamiento se lleva-sen decenas o incluso cientos de aos.

    EN EL HUDSON HACA FALTA UNA SOLUCIN CREATIVA PARA RETIRAR 3 000 TONELADAS DE COMPUESTOS QUMICOS, QUE GENERAL ELECTRIC

    TIR SOBRE EL RO DURANTE DCADAS, PROBABLES CAUSANTES

    DE CNCER Y PROBLEMAS NEUROLGICOS.

  • POR ELIEZER BUDASOFFFOTOGRAFAS DE SANTIAGO BARCO

    En el trecho ms frtil del Ocano Pacfico, las redes de los pesqueros atrapan toneladas de pota, merluza, y anchoveta que el mundo devora. Junto con ellos, se capturan cientos de kilos de criaturas marinas feas o desconocidas que son devueltas al mar y condenadas a podrirse. Yaquir Sato, un cocinero nikkei obsesionado con la eficiencia, subi al buque de investigacin Humboldt en busca de nuevos peces para su cocina, y descubri que en Per se botaban especies valiosas. Es posible combatir el derroche de alimentos sirviendo platos en un restaurante?

    UN CHEF RESCATA LOS PECES QUE NADIE QUIERE

    (Y LUEGO LOS COCINA)

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  • 36

    C ada vez que en su casa se coma un atn, el inmigrante japons Naokichi Sato pona a hervir la cola y sacaba sus espinas una por una para utilizarlas como mondadientes. De nio, su hijo Humberto Sato, que se convertira en uno de los fundadores de la cocina nikkei peruana, recoga los pulpos que los pescadores botaban en la orilla, y recorra el resto de la costa de Lima para juntar algas y mejillones. Dcadas despus, Ya-quir Sato, hijo de Humberto y nieto de Nakoichi, se subi a un barco para buscar especies que la industria pesquera despre-ciaba. Entonces no saba que su bsqueda se relacionaba con uno de los mayores despilfarros de alimentos y recursos que hoy se cuestionan en el mundo: el de los peces que se capturan accidentalmente y se echan por la borda.

    A finales de mayo de 2013, Yaquir Sato, chef del restaurante Costanera 700 considerado uno de los mejores restaurantes del pas en comida nikkei y marina, abord el buque BIC Humboldt para presenciar la pesca de la merluza al despun-tar el da. Llevaba consigo tres cocineros, una paellera gigante, un wok, ollas y utensilios de cocina, salsas, condimentos, y un objetivo: encontrar nuevas especies para utilizar en la alta co-cina. Su inters haba comenzado varios meses atrs. En 2012, la ex viceministra de Pesquera Patricia Majluf lleg a comer al Costanera 700, y Sato un cocinero que parece un miembro amable de la yakuza le cont que quera salir al mar, explorar novedades para su cocina. Un ao despus estaba all, al ama-necer, vistiendo un chaleco salvavidas y un casco blanco, en el buque de investigacin cientfica ms importante del Per, revisando la pesca del da. Ah vio los peces que eran separados de la merluza reluciente, producto de la captura incidental: ejemplares desconocidos, feos o muy pequeos, arrastrados por la misma red, que terminan siendo devueltos al mar ya muertos o heridos porque nadie en este pas los quiere com-

    prar. Entre los ejemplares que se descartaban, el chef recono-ci especies que eran apreciadas en Asia o en el Mediterrneo, pero ignoradas en Per, como el pez cocodrilo un pececito naranja con aspecto de reptilo el pez bocn, una criatura con rostro iracundo ms conocida como rape. Ese medioda de finales de mayo, despus de hacer su seleccin, Yaquir Sato prepar una bandeja de sashimi, una paella y una parihuela para los cientficos y los funcionarios a bordo del Humboldt, utilizando pescados y mariscos algunos tan feos como una cucarachaque todos haban visto en sus salidas al mar pero ninguno haba probado antes.

    Inclinado sobre una mesa, Sato cortaba la carne de los pe-ces con precisin oriental, y los tripulantes miraban la escena como si hubiera aparecido un hechicero en la cubierta. Delante de ellos, con un cuchillo y una botella de salsa de soja, ese chef silencioso de 30 aos, ensimismado como un nio que se toma su juego demasiado en serio, estaba convirtiendo la basura en comida gourmet. Sin proponrselo, Yaquir Sato estaba repi-tiendo en altamar la historia de sus antepasados.

    En los ltimos 40 aos, los pesqueros nipones han ganado una reputacin infame como cazadores de ballenas, y ese estigma ha empaado la riqueza de una cultura ictifaga desde tiem-pos remotos: histricamente, los japoneses han salido a buscar en el mar la manera de compensar la falta de protenas en un archipilago sin gran tradicin ganadera. La carne de ballena se come en Japn desde hace ms de cuatro siglos, y sus platos derivados han sido parte de los manjares de los das festivos, pero tambin ha contribuido a combatir las crisis alimenta-rias en pocas de escasez, tal como sucedi antes y despus de la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, durante el siglo

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    XX, la incorporacin de tecnologa cada vez ms avanzada por parte de la industria ballenera puso al borde de la extincin a varias especies de cetceos, y eso desat la condena de la co-munidad internacional, que esconda debajo de su repudio los trapos sucios de toda la industria pesquera mundial: en 1994, casi una dcada despus de que se prohibiera la caza comercial de cetceos, un informe de la Organizacin de las Naciones Unidas para la Alimentacin y la Agricultura (fao) estimaba que cada ao, unas 27 millones de toneladas de pescado el equivalente a cuatro pirmides de Keops, la estructura ms pesada del mundo creada por el hombre se descartaban en el mar, mientras que la captura marina anual destinada al consu-mo humano directo se calculaba en 50 millones. En un clculo grosero, por cada pez que llegaba al plato de una persona, otro era tirado por la borda, muerto o herido, para evitar multas o porque no se corresponda con la especie o los tamaos bus-cados, o porque no tena valor comercial. Como respuesta al informe de la fao, el gobierno de Japn hosped una Consul-ta Tcnica sobre la Reduccin de los Desperdicios en la Pesca, para mejorar los clculos y estudiar soluciones al desperdicio. La devastacin de los ocanos y los descartes de la industria pesquera no son slo un asunto de respeto a las vedas o de pro-teccin de especies en peligro: se trata, adems, de un obsceno despilfarro de alimentos.

    La corriente ocenica que baa las costas del Per co-nocida como corriente del Humboldt es el ecosistema ms fructfero del planeta. A comienzos del siglo pasado, a los pri-meros inmigrantes japoneses les bastaba recoger lo que los pes-cadores peruanos despreciaban para alimentarse con especies que eran manjares en sus lugares de origen: pulpos, cangrejos, pejesapos, pota. Todos los raros eran gratis: los dejaban bota-dos en la playa, me cuenta el legendario chef Humberto Sato, padre de Yaquir, uno de los creadores de la comida nikkei y fundador del restaurante que ahora dirige su hijo. Sato padre an recuerda la sorpresa que mostraban los pescadores cuando l mismo, con cinco aos de edad, cargaba en brazos alguno de esos bichos: Mira ese chiquito llevndose el pulpo, no tie-ne miedo. Claro que no le tena miedo, dice: en su casa se lo

    LA DEVASTACIN DE LOS OCANOS NO ES SLO UN ASUNTO DE RESPETO A LAS VEDAS O DE PROTECCIN DE ESPECIES EN PELIGRO: SE TRATA, ADEMS, DE UN OBSCENO DESPILFARRO

    DE ALIMENTOS.

    coman. Con el tiempo, el pulpo se instal en la dieta peruana gracias a la influencia de los nikkeis y se convirti en una ex-quisitez, pero entonces era un descarte: cada vez que un pulpo quedaba enganchado en las redes, los pescadores peruanos lo botaban en la playa o lo devolvan al mar. No les pareca digno ni siquiera para prepararlo en sus casas. A quin se le poda ocurrir comer un bicho as, amorfo y resbaladizo?

    Lo mismo me pregunt dos das despus, en el Costanera 700, la primera vez que com langosta. Yaquir Sato haba deci-dido darme a probar una muestra de aquello en lo que estaba trabajando para incluir en su carta: cocina viva, en caliente. Su carta ya ofrece sashimi de lenguado vivo, un plato tan fresco que algunos cortes de carne todava se mueven cuando est servido. Una crueldad a primera vista, pero en realidad un ho-menaje al sabor nico de la carne de algunos peces, cuya prepa-raci