revista del instituto de cultura

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RE'VISTA del INSTJ'fUT·O de CULTURA PUERTORRIQUEÑA ANTROPOLOGIA HISTORIA LITERA TUR.A ARTES TEATRO MOSICA ARQUITECTURA ENERo-MARZO. 1977 San Juan de Puerto Rico

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Primera serie número 74, enero-marzo de 1977.

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Page 1: Revista del Instituto de Cultura

RE'VISTAdel INSTJ'fUT·O de

CULTURA PUERTORRIQUEÑAANTROPOLOGIA

HISTORIA

LITERATUR.A

ARTES PLÁSTICA~

TEATRO

MOSICA

ARQUITECTURA

ENERo-MARZO. 1977

San Juan de Puerto Rico

Page 2: Revista del Instituto de Cultura

R E v 1 s T A)EL INSTITUTO

DE CULTURAPUERTORRIQUEÑA

JUNTA DE DIRECTORES

Enrique Laguerre, PresidenteMilton Rúa Carlos CondeCarlos Sanz Samuel R: QuiñonesAmelia G. de Paniagua Jesús María Sanromá

Director Ejecutivo: Luis M. Rodríguez MoralesDirector de la Revista: Ricardo E. Alegría

\partado 4184 SAN JUAN DE PUERTO RICO

\.ÑOXX 1977ENERO - MARZO

SUMARIO

Núm. 74

Jorge Rubiano, padre de los instrumentos de cuerdaspunteadaspor Ernesto Cordero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Análisis estructural de la obra "Los amos benévolos"de Enrique A. Laguerre

por Luz Virgznía Romero Careta 3

Campechepor]uan Antom'o COTTetjer

José Campechepor Luis Quero Chiesa

9

10

El ataque y destrucción de la ciudad de Puerto Rico(Caparra) por los Indios Caribes en el año 1513

por Ricardo E. A legrla '" . . . . . . . . . 15

Retomopor Francisco Lluch Mora 19

Page 3: Revista del Instituto de Cultura

Calas a expresiones de amor en "Mundo abierto" deHugo Margenat

por Ramón Felipe Medina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Poemas de Marina Arzola 30

Marina Arzola y su poesiapor Luis Hernández A quino

La marumbapor Francisco López Cruz 56

Caribes y misioneros en la obra del Padre Pierre dePellepratpor Manuel Cárdenas Ruiz 44

PUBLICACION DELINSTITUTO DE CULTURA PUERTORIQUEÑA

Director: Ricardo E. Alegría

Fotografías de Jorge Diana

Aparece trimestralmente

Suscripción anual... $2.50Precio del ejemplar $0.75

[Application for second class roail privilege pending atSan Juan, P'. R.]

DEPÓSITO LEGAL: B. 3343 -1959

IMPRESO EN LOS TALLERES GRÁFICOS DE MANUEL PAREJA

BARCELONA - PRINTED IN SPAIN - IMPRESO EN ESPAÑA

Page 4: Revista del Instituto de Cultura

COLABORADORES

Page 5: Revista del Instituto de Cultura

Francisco Lluch Mora naci6 en Yauco.En la Universidad de Puerto Rico se reci­bi6 de Bachiller en educaci6n y de Maestroen artes especializadas en literatura espa­ñola. Ensayista y crítico literario. ha cola­borado en diferentes revistas y peri6dicos.En 1959-1960 ocupó la presidencia delCongreso de Poesía Puertorriqueña. En laactualidad desempeña una cátedra de lite­ratura hispánica en el Recinto de Maya­güez de la Universidad de Puerto Rico.Entre- sus obras poéticas figuran: Del ase­dio y la clausura (1950), Del barro a Dios(1954), Canto desesperado a la ceniza(1955), El ruiseñor y el olvido (1960), pre·miado por el Instituto de Literatura Puer·torriqueña, La creación (1961) y Cartapa­cio de amor (1961).

Ramón Felipe Medina naci6 el 14 demarzo de 19S5 en Santurce, Puerto Rico.Hizo sus estudios secundarios en la EscuelaSuperior Central de Santurce, graduándo­se en 1956.Obtuvo su Bachillerato en Saint John'sUniversity, College-ville Minnesota e hizoel Noviciado Benedictino en el SaintJohn'sMajor Serninary (1958-1959).En 1965 termin6 su Maestría en EstudiosHispánicos en la Universidad de PuertoRico y de Doctorado (1971) en la Univer­sidad Aut6noma de México.Ha publicado los siguientes libros: El ruise­ñor bajo el cielo (1968) poesía; Cantos deDios Airado (1969) poesía; Te hablo de ti(1972) Poesía; El 27 (197S) novela; DelTiempo al Tiempo (l97S) poesía.Actualmente ocupa el cargo de Profesordel Departamento de Estudios Hispánicosde la Universidad de Puerto Rico.

Manuel Cárdenas Ruíz, Profesor del De­part;unento de Ciencias Políticas de laFacultad de Ciencias Sociales de la Univer­sidad de Puerto Rico. Junto con EugenioFemández Méndez ha publi~ado diversosarticulos de Crítica de arte en revistas yperi6dicos del país.

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Luis Hernánde% Aquino nació en Laresen 1907. Maestro en artes de la Universi­dad de Puerto Rico. En 1952 se recibió dela Universidad de Madrid de Doctor en Fi­losofia y Letras. Director de las revistasInsula, Bayoán y ¡aycoa y colaborador ennumerosos periódicos, y su labor literariale ha merecido premios de diversas entida­des culturales. Ha publicado los poemariosNiebla Un~ca (1931), Agua de remanso(1933), Poemas de la vüia breve (1939),Isla para la angustia (1943), Voz en eltiempo (1952), Memoria de Castilla(1956), Del tiempo cotidiano (1960) y En­tre la Elegía y el Requiem (1968). Esademás autor de varias antologias de poe­sía puertorriqueña y de la novela La Muer­te anduvo por el Guasio (1960). En losúltimos años ha publicado las siguientesobras: Nuestra aventura literaria (1966),Poetas de Lares (1966), El modernismo enPuerto Rico (1967) y el Diccionan'o devoces ind!genas de Puerto Rico (1969).Perteneció al claustro de la Universidad dePuerto Rico, donde se desempeñó comoprofesor de Literatura hasta su retiro re­ciente.

Francisco López Cruz ha dedicado su vidaa la investigación del folklore musicalpuertorriqueño. Ha publicado El Aguinal­do y el Villancico en el folklore puertorri­queño, Método para tocar el cuatro puer­torriqueño y La música folklón'ca de Puer­to Rico.Músico diestro en la ejecución de variosinstrumentos de tipo folklórico como elcuatro, tiple y guitarra, es también un pro­lífico compositor de canciones populares.

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Juan Antonio Corret;er, Poeta, ensayistay periodista, nació en Ciales en 1908. Sedistingue como poeta, ensayista, periodistay político de ideas radicales. Ha recogidogran parte de su obra poética en los librosAgueybana (19~2), Ulises (19~~), Amor dePuerto Rico (19~7), Cántico de guerra(19~7), El Leñero (1944), Los primerosaños (1950), Don Diego en el cariño (1956)Distancias (1957), Yerba Bruja (1957),Tierra nativa (1951), Alabanza a la Torrede Ciales (195~), la serie Imagen de Borin­quen, Pausa para el amor, Construcci6ndel Sur, Dfa antes, entre otros. Es ademásautor de varios libros de prosa política,entre ellos La revoluci6n de Lares, Nues­tra bandera (1947), La lucha por la inde­pendencia de Puerto Rico (1940) y Lasangre en huelga.Actualmente el Instituto de Cultura Puer­torriqueña prepara para publicar próxi­mamente sus Obras Completas.

Luis Quera Chiesa nació en Ponce. Cuen­tista y pintor. Ha cultivado también lanarrativa cuentÍstica de tema puenorri·queño y ha publicado varios de sus relatoscon ilustraciones suyas, en revistas y pe­riódicos de Nueva York y de la Américahispana.Con motivo del Festival de Navidad quepatrocina el Ateneo Puenorriqueño, en1955 su cuento José Campeche merece elSegundo Premio en el Concurso.Quero Chiesa ha ocupado por varios añosla presidencia del Instituto de Puerto Ricoen Nueva York.

Ricardo E. AlegrúJ, antropólogo e histo­riador. Nació en el Viejo San Juan en elaño 1921. Ha sido profesor de la Universi­dad de Pueno Rico, donde dirigió el Mu·seo de Antropología, Historia y Ane y fun­dó el Centro de Investigaciones Arqueoló­gicas. Organizó y dirigió el Instituto deCultura Puenorriqueña entre 1955 y 197~.

Es autor de varios libros y artículos sobre laprehistoria, historia y folklore de PuenoRico. Actualmente dirige el Centro de Es­tudiosAvanzados de Pueno Rico y el Cari­be.

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Ernesto Cordero. Guitarrista y compositorpuertorriqueño, nació en 1946. Estudió enel Conservatorio de Música de Puerto Ricoy en 1967 se traslada a España con beca delInstituto de Cultura Puertorriqueña paraefectuar estudios de guitarra con los maes­tros Regino Sainz de la Maza, Jorge Ariza yRenata Tarragó.Como compositor cuenta con una extensaobra creativa, figurando entre sus obrasvarias piezas para guitarra solista, canto yguitarra y orquesta.Ha participado como solista con la Or­questa Sinfónica de Puerto Rico, yen No­ruega, Bélgica, Francia, Suecia, Grecia,Italia, Irlanda, Estados Unidos y España.

Luz. Virginia Romero García nació en1936 en Cataño, Puerto Rico.Obtuvo el Bachillerato en Artes (con hono­res) en la Universidad de Puerto Rico y laMaestría en Artes, con sobresaliente en lamisma Universida~.

La Editorial de la Universidad de PuertoRico publicó su tesis El aldeanismo en lapoesía de Luis Palés Matos en 1975.Actualmente realiza trabajos de investiga­ción y escribe poemas, que reunirá másadelante en un poemario. La Editorial delInstituto de Cultura Puertorriqueña tieneen prensa su antología: Veinte poetas mo­dernistas puertorriqueños.Se ha desempeñado como profesora deLengua y Literatura en la UniversidadCatólica de Ponce y en la UniversidadInteramericana.Es profesora de Humanidades en EstudiosGenerales de la Universidad de PuertoRico.

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YA HAN TRANSCURRIDO 14 AÑOS DE LA MUERTE DEL

maestro Jorge Rubiano, acaecida el 15 de juliode 1964. Hoy, al pasar del tiempo podemos palparcon verdadera admiración el fruto de su extensalabor pedagógica en la música culta y popular denuestro país.

Fueron muchas las contribuciones que legara elMaestro al quehacer musical puertorriqueño. Unade las más importantes fue situar la guitarra y lamandolina en el ámbito de la música culta. Sabe­mos que ya antes de la aparición de Rubiano enlas postrimerías de la década del 20, la historia dela guitarra clásica puertorriqueña contaba con Jo­sefino Parés, nuestro primer guitarrista culto (1862.1908). Sin embargo, este último no dejó señas dedifusión ni de labor pedagógica. Dos factores queindudablemente contribuyeron en algo a este logro(en especial al de la guitarra de concierto) fueronlos concertistas de fama internacional que visitaronla isla en aquella época-y el gran estímulo que pro­dujo la difusión de discos de guitarra clásica, sobretodo los de Andrés Segovia.

No obstante fue la consistencia, la dedicación ylos largos años que Rubiano dedicó a la enseñanzalo que mayormente realzó la guitarra clásica enPuerto Rico y llevó a la creación de aquello que po­·dríamos denominar "·La Primera Escuela Importan­te de Instrumentos de Cuerdas Punteadas". Resulta­do evidente de esta" escuela y del auge que adquirióla guitarra, fue la fundación, a principios de la dé­cada del 40, de La Rondalla de Puerto Rico.

La Rondall~ estaba compuesta por la familia dela mandolina (mandolina, mandola. mandocello ymando-bajo) laúdes, cuatros y guitarras. Durantecasi 25 años fue la única en su género en el país,presentándose a través de toda la isla en conciertosauspiciados por Pro Arte de Ponce, Pro Bellas Artesde Mayagiiez, El Instituto de Cultura Puertorrique­ña y por varias instituciones privadas. En su reper-

Jorge Rubiano, padrede los instmmentos de

cuerdas punteadas

Por ERNESTO CORDERO

torio se incluían obras tanto del folklore latino­americano, como las obras más consagradas del re­pertorio clásico.

Rubiano, durante los 45 años que residió enPuerto Rico formó centenares de músicos. Al res­pecto declara el profesor y mandolinista GustavoBatista (El Debat-e, Colombia, 9 de agosto de 1964)."Hoy se puede decir, sin temor a equivocarse, queno existe un músico de los que nos honran, que nohaya sido fruto directo o indirecto de Rubiano, tan­to en el campo culto como en el popular:'

Otra de las aportaciones del maestro Rubianofue la creación de la "familia del cuatro puertorri­queño". Rubiano le tomó un gran cariño a nuestroinstrumento nacional: el cuatro. Por la brillantez yy volumen que posee este instrumento, le solía lla­mar "el jíbaro arrogante y altivo". Fue el verdaderocreador de la familia del cuatro que hoy en día, conalgunas variantes, continúa promoviendo con ahin­co el conocido Luthier de Carolina, Cristóbal San­tiago. Este grupo de instrumentos se compone delcuatro tradicional, primen~ y segundo cuatro con­certino, cuatro grave o cuatro-cello y el cuatro rít­mico que se utilizaba para marcar los ritmos prin­cipales. El Luthier que construyó estos primeroscuatros bajo la supervisión de Rubiano, fue Anto­nio Rodríguez Navarro.

Rubiano dedicó sus últimos años, antes de sufallecimiento, a la incorporación de estos instrumen·tos a La Rondalla de Puerto Rico. Los arreglas mu­sicales. en su mayoría estaban hechos por él mismoy por la arreglista y guitarrista Carmen M. Suárez,una de sus más aventajadas alumnas. Uno de susúltimos sueños, el cual no logró cristalizar debidoa la enfermedad que más tarde le ocasionaría lamuerte, fue el de escribir un método de enseñanzapara cada uno de los integrantes de la familia del

•cuatro.Alguno de los elogios que recibió La Rondalla

1

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de Puerto Rico, recopilados por el profesor GustavoBatista, talentoso continuador de la obra de Rubia­no, (Orquesta de Cuerdas de Puerto Rico, QuintaTemporada 1971) son: "¡Benditos los que poseenesa aristocracia del espíritu y dejan a su paso porel mundo esta estela deslumbrante de luz que ema­na de ·La Rondalla de Puerto Rico!" "Tuve el privi­legio de escuchar esa pequeña orquesta.. suave yarmoniosa, que se llama La Rondalla de Puerto Rico.Oyéndola se evocan los paisajes más bellos de nues·tra islita y se llega a una perfecta inspiración." LuisLloréns Torres.

"Cabe pensar en la grandeza de las almas bellas.Esta frase vino a mi mente cuando, en noches re­cientes tuve ocasión de escuchar a La RondallaPuerto Rico en el Palacio de La Fortaleza. ¡Hermososueño convertido en reandad por el artista Rubia­no!" "¡Oír La Rondalla es comulgar la misa del ar­te!" Maria de los Angeles Cadilla.

"El público coronó con merecidos aplausos cadauna de las interpretaciones del concierto. Al aplau­so general unimos el nuestro, sincero y entusiasta,porque reconocemos la nobleza del esfuerzo y laingente labor realizada por el maestro Rubiano enlos 25 años que lleva el pedagogo artístico en Puer·to Rico." Doctor Bartolomé Bover.

"La Rondalla Puerto Rico es un conjunto vivo,dinámico, cordial, al que hay que aplaudir en sutarea infatigable por conseguir ese difícil algo artís·tico, que tanto cuesta, en trabajo y sinsabores." Al­fredo Malilla.

Estas notas son testimonio de la calidad artísti·ca que alcanzó -La Rondalla Puerto Rico bajo la di·rección del Maestro.

DATOS BIOGRAFICOS

El maestro Jorge Rubiano nació en Bogotá, Co­lombia, el 14 de julio de 1890. Obtuvo su educación

pnmaria en su ciudad natal, en la escuela DoctorMoreno y en el Colegio Colón. Durante Jos últimosaños de la segunda década de este siglo, en el ba­rrio de San Agustín del antiguo Bogotá, organizó ydirigió la agrupación "Arpa Colombiana". Esta agru­pación inter.pretaba mayormente música de los com­positores de la época de Rubiano, siendo algunosde ellos Murillo, .Morales Pino, Fulgencio García,Luis A. Calvo y Velasco. Más tarde, y con miras dellevar la música colombiana a otras tierras,'orga·nizó el "Quinteto Colombiano". Este grupo estabaconstituido por Rafael Lemoine (Bandola), Elio Ca­banzo, barítono;' Joaquín Forero, tenor; Jorge Gar­cía, pandereta; y el propio Rubiano, el cual tocabala bandola. El conjunto ejecutaba bambucos, pasi­llos, romanzas, danzas, en fin, todas las modalida­des del folklore colombiano.

Dictó conferencias y organizó orquestas en va­rios países de Europa. Cuando regresaba a su año­rada América, hizo escala en San Juan de PuertoRico donde permaneció 45 años. En esta misma ciu­dad murió el 15 de julio de 1964. Sus restos mort~­

les se encuentran en el cementerio de Villa Palmeoras. Jorge Rubiano fue uno de los últimos sobrevi·vientes del destacado grupo de compositores colom·bianos formado por Emilio Murillo, Jerónimo Ve·lazco, Fulgencio García v Jorge Añez.

Entre su variada y extensa producción merecenespecial mención su obertura "Amaneciendo", elpasacalle "Hasta Luego", el pasodoble "Guitarras yPanderetas", la jota "Bailadora" y el ·pasillo "Sabro­cito". Sus composiciones más conocidas en Colom·bia son "La Serpentina", "Elvira", "Festival"'y

~ "Ella".Puerto Rico siempre recordará con profunda ad­

miración la encomiable labor didáctica que realizóeste gran educador, colombiano de nacimiento ypuertorriqueño por adopción.

2

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Análisis estmctural de laobra "Los amos ben~volos"

de Enrique A. Laguerre

Por Luz VIRGINIA ROMERO GARcfA

PARA EL ESTUDIO DEL MgTODO DE PRESENTACIÓN DE

esta obra. vamos a tomar como modelo el es­tructuralismo,1 del mismo utilizaremos el aspectode la semiología? especialmente desde el punto devista de los siguientes conceptos: nivel pragmático,semántico y sintáctico. de este último sólo estudia­remos el aspecto de la técnica.

En el nivel pragmático comentaremos la relaciónque hay entre el autor y el destinatario, en el se­mántico se explicará la relación entre el significantey el significado y en el sintáctico se establecerá larelación entre la estructura de la obra, las técnicasy el nivel pragmático.

Para sintetizar y sistematizar el contenido deeste trabajo incluimos unas gráficas que sirven parailustrar en forma más precisa las ideas que quere­mos señalar.

A manera de trasfondo, tomaremos como baselas teorías lingüísticas de Saussure. Ullman y La­pesa; ellos parten de la premisa de que todo sím­bolo se expresa en dos o más planos. es decir, todoconcepto contiene una fase denotativa y otra conno­tativa. Ullman va un poco más lejos, porque añadeotro elemento, el objeto, que desde el punto de vistade la semiología podría utilizarse con una acepciónal término con el sentido de destinatario, ejemplo:Los siguientes esquemas J nos ayudarán a sintetizarel nivel pragmático de la obra, objeto de nuestroestudio:

l. Los estructuralistas aplican la lingüística a la lite.ratura.',2. La semiología es un concepto derivado de la semióti­

ca, ésta es el arte o ciencia que estudia el lenguaje o signocon que se viste un obra.

3. Las gráficas sintetizan las ideas lingüísticas de Saussu·re, Lapesa y Ullman:· Aplicadas al estudio de Los amos be·névolos ponen de relieve que el esquema representativo delas ideas de Saussure y Lapesa demuestran que Laguerreannoniza las técnicas con la ideologfa de la obra; la hori·zontalidad representa el aspecto externo y la verticalidad,

Significante

.¡•..l::fa Saussure'¡¡j t..pesa Fondo y Forma

Concepto

Ullman

La estructura de esta obra parte de las siguientesproporciones geométricas:

cl aspecto interno, en tanto que la gráfica relativa a Ullmanreflcja en forma más detallada la comunicación que se lograentre el autor y el destinatario. Ullman añade el conceptode objeto, que como hemos señalado anteriormente, se uti·liza en acepción al término con el sentido de destinatario.

Ambas gráficas nos han servido de guia; a través de ellas,hemos podido penetrar en la estructura dc la obra sin descuidar el aspecto ideológico.

3

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2 J 4

Binaria Trinitaria Cualernarla

A. Técnicas binarias:

1. Dos interpretaciones del hombre: una a tra·vés del mono y otra a través del ángel.

HombreConeeploTeol6g1eo

Angel

La anterior gráfica demuestra que como el monoes inferior al hombre lo cree una fantasía, así tam­bién, como el ángel es superior al hombre, lo creeuna pesadilla.

Partiendo del ángulo ideológico de la obra, estasdos gráficas podrían interpretarse de la siguientemanera: la analogía de mono-hombre, representaríael plano de horizontalidad que se expresa a travésde la conducta de Valerltia, quien no llega a pro­fundizar en nada y da mucho crédito al éxito ma­terial, en consonancia con los propósitos de la fun­dación. La fantasía del mono se refleja en la partede la obra, Réquiem por un prócer, la que está fun·damentada en un plano irónico.

La analogía de ángeles hombres, se da en el que­rer ser de Lavidia: es el personaje que más se acer­ca al plano del ángel. La vida de Valencia le pareceuna pesadilla. El punto de vista de Tito Rodas o deltío Lisandro con respecto a Valencia es diferente.

Lavidia es el Ser en la dimensión más auténtica;es el eje que utiliza el autor -para impulsar el que­rer ser del hombre en una atmósfera cuadrimensio­nal; logra concretarlo a través de la figura de Ger­mán, quien dedica su vida al bienestar social a tra­vés de su carrera de médico.

HombreC08tl!ptO

DarwlnlaDo

En general, los aspectos opositivos que aparecenen la obra se dan a través de las proporciones bi­narias; en ocasiones éstas se -presentan en fonnaantinómica como por ejemplo: una de las desgra.cias de Miguel Valencia era que se procuraba situa·ciones binarias antinómicas: sus relaciones con J.and J, la americana, entre otros, sin embargo, conLavidia sucede lo contrario, su mundo era annó­nico, circulaba temporalmente, tenía la habilidad deaminorar las antinomias; Valencia, por el contrario,vivía en un mundo plano y temporal.

-Los aspectos positivos, en general, se dan a tra·vés de las proporciones trinitarias y cuaternarias.Estas proporciones se presentan en esta obra por locomún a través de las siguientes técnicas: vasos co­municantes, técnica de los espejos y contrapunto.

A continuación incluimos varios ejemplos:

4

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La,ldla.Atemporal

Valencia

Solitaria

Mundo Temporal------+----...:..- Valencia

Nexosentre luis XIVy Valencia

M....o

T.V.

la de Osvaldo o la de Tití Letty, ambos desapare­cidos.

El tiempo cronológico en esta obra es de unasemana, que se mide a través de dos programas detelevisión. pero este tiempo no importa; la obra vamás allá..Como símbolo se utiliza un reloj, cuyasagujas y números se han desprendido (recuerda lapintura de los relojes de DaIf), pág. 15.

Finalmente lo que sucede en estos dos progra­mas de televisión servirá de purgativo para Valen­cia, quien termina en Un plano de ambigüedad. Lassiguientes situaciones nos sirvel? de ejemplo: apa­rentemente mata a Maritoña, aparentemente es unhéroe; todo en él se vela en atmósfera de ambi­güedades:

3. Nexos entre Luis XIV y Valencia:

Los nexos familiares entre Luis XIV y Valen­cia se manifiestan en sus mutuos padecimientos:tanto el primero como el segundo padecían de soliotaria y de debilidad por recepciones fastuosas acom­pañadas de comidas exóticas y de enanos (en elcaso de Valencia, recuérdese de el enano Tito Ra­das).

El ~reer-ser se ilustra a través de la figura delLicenciado Valencia, quien en representación de lasociedad capitalista, pone de manifiesto que el triun­fo del hombre se mide a través de la habilidad paragenerar y poseer bienes que le aseguren uria vidacómoda. Esta tendencia se pone de relieve a travésde símbolos como: la solitaria o las tangencias entreValencia y Luis XIV expresadas por medio de alu·siones a enanos. banquetes sofisticados, etc.4 Paraun capitalista, el personaje de Germán es un tantoidealista, un fracasado, porque no ha podido su­marse a los "progresistas".

El ser. el querer ser. lo que otros creen que unoes. 10 que otros quieren que uno sea y lo que unocree ser se reflejan mayormente en esta obra a tra­vés de los personajes de Lavidia. Germán y Valencia.íLavidia proyecta su aliento en el querer ser de Ger­mán, quien simboliza lo que puede lograr el ser hu­mano. en la consecución del bienestar común. sinser místico. A su vez estas dos dimensiones del sery querer ser se logran en Valencia en un plano cra­samente materialista: éste aspira a ser un prósperoabogado; logra su querer ser; la sociedad en quevive cree que él es un héroe. Por el contrario, a Ger­mán se le considera un tonto idealista, pese a susesfuerzos porque se forje una sociedad igualitaria.

En Réquiem por un prócer, Laguerre se burla dela Fundación, pone de manifiesto que sus patrocina­dores tienen metas tan comprometidas con 10 cra­samente material, que no les permite siquiera perci­bir 10 más rudimentario de la convivencia. Valenciaperdió su vida .. haciéndose de cosas". finalmentecree elevarse, valiéndose de actos filantrópicos ais­lados, como la ayuda que ofrece a Leny Chang, queno llega de realizarse, porque el mismo Valenciacae víctima de la violencia que él había proyectadoen su propia conducta.

El televisor. como símbolo de progreso de estasociedad tecnificada, reúne finalmente a toda estafamilia para -presenciar el fantasma de Osvaldo, queno es otra cosa que el producto maleado de unageneración futura. El hombre ha inventado un nue­vo espejo para recrear su imagen distorcionada, pro­ducto de la enagenación social y religiosa en que vi·vimos.

2. Cosmogonía: temporalidad y atempora·lidad

Laguerre utiliza el televisor para enlazar estosdos mundos. Los dos programas de T.V. reúnen aesta familia en un mismo tiempo (temporal) pero10 que sucede en el programa pertenece a lo atem·poral.

,La frontera entre estos dos mundos es la ambi­güedad; detrás de la figura de Karim se percibe

4. Estas alusiones se explicarán más adelante.

s

Page 15: Revista del Instituto de Cultura

4. Nexos entre Lavidia y Gennán:

La espiritualidad de Lavidia influye en Gennán,éste toma su vida en serio, la dedica al bienestarsocial, a la creación de una bella sociedad iguali·taria.

Retances

[1 niño-padrede Damlín BandeJls

Mlcerlno

,. TeTra incógnita:

6. Nexos entre Micerino y Betances:

Tanto Micerino como Betances son libertadores;Aiwel y el Niño son sus respectivos libertos. A pesardel tiempo, estas figuras se fundan en una idea queno ha muerto, que se repetirá cuantas veces seanecesario, porque "somos aliento de la larga vigiliade una conciencia de libertad". (Pág. 21).

Germín

La esplrltUIIlldlld de La.ldla

Lnldla

Una época se refleja en la otra; tanto la E. M. consus concepciones vitales estrechas, como esta épocacontemporánea, con sus concepciones vitales super­ficiales, limitan la expectación vital. Esta situaciónse refleja en la filosofía de vida de Valencia.

5. Nexos entre Micerino y Aiwel:

Micerino es un libertador escriba egipcio delaño 2000 A.C., protector de porqueros, embalsama­dores, esclavos; defensor de los atropellados del im·perio egipcio. El otro polo es Aiwe!, a quien Mice­Tino liberta cuando viene del centro de Africa y losegipcios lo esclavizan. Cuando éste regresa, liberadoya es un agricultor (signo de civilización); antes eracazador (signo de una sociedad nómada e incivili­zada).

A pesar de que Laguerre admira a Ghandi, no lotoma como modelo porque está muy cercano entiempo y espacio; este aspecto le restaría misterioa la obra, es figura que está más cercana en tiempoque el mismo Betances. Además, en Betances su­giere vivas realidades puertorriqueñas.

TenaIncógnitaÉpoca Medle.al

TernInc6&nltaÉpoca contemporinell

8. Dos momentos históricos:

Mlcerino

Ubertad

r\lwel

Civilizacióndel Medltemneo

6

Page 16: Revista del Instituto de Cultura

4. Tres tentaciones satánicas:

3. Nexos entre Micerino, Betances y Lavidia:

LavldillContemporáneli

Mlcerlno (2000 A.C.)

BetancesSI~lo XIX

Tres números mágicos que llenan al hombre defantasía. En este aspecto el hombre ha superado aldiablo.

,La concepción trinitaria pone de manifiesto lacomunión de ideas entre estos tres personajes, lostres eran espiritualistas; la· concepción binaria serefleja entre Micerino y Betances,5 ambos fueron li­bertadores.

en capacidad de vaso comunicante, participa entodo, representa la conducta humana.

El sacerdote de la Fundación, cuanto más consi·gue con Valencia al morir, es colocarlo en un purogatorio (Réquiem por un prócerJ. Esta situaciónrefleja la concepción del mono, se exalta a Valencia

,sin tener mayores méritos; .por-este motivo, la obrase iba a titular Fantasía de mono o pesadilla deángel.

B. Aspectos trinitarios:

1. Carátula de la portada - Irene Delano.·La estructura de la obra se refleja en el dibujo

que aparece en la portada de esta obra. Esta estruc­tura pone de relieve las tres dimensiones de la obra:1) Un cirio para alumbrar el día; 2) El camino delas hormigas; 3) Réquiem por un prócer.

.La proporción binaria se entrecruza en esta tría­da; el mismo autor dice que las dos primeras par­tes, son dos novelas aparte que tienen unidad porseparado, y que la parte final es el desenlace decada una.

2. Paralelismo entre Los amos benévolos y Ladivina comedia (desde el punto de vista de la es­tructura).

Estos dos momentos se reflejan a través de lasfiguras de Micerino y de Betances, ambos luchanpor un mismo ideal en un tiempo y en un espaciodiferente.

a. Un cirio para alumbrar el día - Paraiso.Lavidia penetra en las raíces de las plantas y tic

ne poder de crear primavera en octubre.b. Camino de las llOTlnigas - Infierno.Se refleja mayormente en los efectos de la con­

ducta de Valencia; en la desgracia de su hijo Osval­do; en la locura y muerte de Estela, en su propiavida de hombre acosado por sus apetencias satá­nicas.

c. Réquiem por un prócer - Purgatorio.Caen en el purgatorio todas aquellas personas

que por omisión o comisión no se realizan, se di­suelven en la ambigüedad.

Salanueva no se realiza como ser enteramentevertical, Estela se suicida espiritualmente antes demorir físicamente, Osvaldo se pierde en el misterio.

El infierno se mueve a lo largo de toda la obra,

5. Las palabras que aparecen en la obra, en boca deBetances, son textuales, también el incidente sobre la liber­tad del niño es un dato histórico. En esta obra la realidadhistórica cobra vestigios legendarios con el objetivo de aña­dir levadura a la historia patria. A travt:s de la mitificaciónde la historia se convierte a Setances en una entelequia.(Cuarta dimensión).

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5. Tres momentos de la historia:

Estos tres momentos se fundan en un solo tiem­po, en el producto de la simbiosis de Micerino, Be­tances y Lavidia (Germán), quien ha logrado la cuar­ta dimensión a través de su realización como médi­co con criterios de profundidad social.

6. Tres símbolos de nuestra historia~

Nilo,- Africa - Mediterráneo

El Nilo es el eje entre el Africa del interior y elMediterráneo, es símbolo de vida y de convivencia.Las aguas del Nilo desembocan en el Mediterráneo,se hinche con las lluvias que vienen del centro deAfrica, éstas desafían el desierto de Sahara. De ahíproviene parte sustancial de nuestra significaciónvital puertorriqueña.

C. Cuarta dimensión:

1. Esta técnica rebasa la concepción trinitaria,desde el punto de vista dimensional. En el plano dela civilización se logra la cuarta dimensión en lossiguientes personajes: ·Lavidia, Ludmilia y Gennán(dedicación social). Miguel Valencia pertenece a ladimensión plana, sugiere vacilante y esquemáticaprofundidad cuando perdona a Leny. Esta situaciónvital suya se refleja en la escena en que Valenciasale por primera vez con la americana a visitar ellago fosforescente en La Parguera; al meter la ma­no en el agua no entiende los signos de misterio quehay allí y dice que la fosforescencia le cosquillea enlos ojos (efecto físico superficial).

Los personajes en esta obra no son planos, en elsentido caracterizador: son muy complicados, osci·lan enrre la primera, segunda, tercera y cuarta di­mensión; sin embargo, Lavidia es más tipo, es en·telequia.

A Miguel se le tiene conmiseración por su super­ficialidad y sus debilidades humanas, Lisandro ins­pira repugnancia, Tito Rodas es patético y Letty esfrancamente mala, ejecuta la caridad con garras.

Resumen:

La técnica circulatoria predomina en Los amosbenévolos, los personajes salen espontáneamente encualquier tiempo; se pierde la sensación del tiempo(intempo, misterio). Hay fluencia circulatoria deacontecimientos, éstos generan de esa circulación,es acción generativa, no tiene en cuenta el tiempoy el espacio.

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Campeche

Por JUAN ANTONIO CORRETJER

A Fran Cervoni

J

IMPERIO

Estábase el caballerofeliz con el ancho orgullo.El campo, el mar, todo suyo.España es el mundo entero.El mapa junto al acerodel confiado espadín.Mas de su espalda al confin,Señor de Ustáriz, advierto,que puede dejarlo muertoel vuelo de un adoquín.

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DAMA A CABALLO

Jamds soñé una persianatanto. Es ésta que ahoraentorno por ver la aurora.No la veo. Es la mañana.El árbol al sol hermanasombra y luz.la alterna zona.El azul se desmoronaen pétalos y canciones.y escoltan cien corazonesde Campec11e a la amazona.

III

¿FUTURO?

Resplandece la hermosura.La seda en raso. Brocado.La falda hasta el pie mimado.No es pie sino miniatura.De su boca Ilizo la usuraalcancia de belleza.Lento abanico. Tropiezala duda con la misiva.¿Serds Mercedes la Altiva?¡Muerta el habla, mi ansia empieza!

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Cuento

"Parque si el árbol fuera cDrt~da~

aun queda de él esperanza: !etanaraaún y sus renuevas na f~l~aran....

"Mas el hambre monra y sera cor­tado; y perecerá el hambre, y ¿dóndeestará élr

(Job 14; 7-10).

Estará en su obra.

MARIA LoRETO TOCÓ A LA PUERTA SUAVEMENTE. SUhennano abrió y ella entró al estudio, llevando

en sus manos una bandeja.-¡Qué calor, Dios mío! ¿Cómo pueden ustedes

trabajar aquí encerrados?-Las ventanas están abiertas -dijo su hermano,

mientras se deshacía de la paleta y limpiaba el pin­cel.

Don Francisco, que empezaba a adormilarse enel alto taburete, se despabiló y, sacando el pañolónde seda de la bocamanga, se enjugó el rostro.

-¿Cómo va quedando? -preguntó, acercándoseal retrato.

-Vamos bien' pero aun falta mucho. El calor1 •

seca la pintura y hay que usar demasiado aceite...-Si, sí -interrumpió María Loreto-, con este

calor no se puede trabajar. ¡A ver si descansan un

En el marasmo cultural de aquel Puerto Rico del si·glo XVIII el criollo José Campeche, paseándose por las callesdel San'Juan de sus días, en constante observación de lanaturaleza' embelleciendo las fachadas de las casas con susfrescos, l1~nando los templos con sus magnificas pinturas,sus tallados primorosos, la música conmovedora del ór~ano;

enseñando música y canto llano a las monjitas carmehnas,dibujó a sus sobrinos; disertando juiciosamente en la inti.midad de las veladas culturale; de su modesto hogar, es unmilagro de nuestra historia. Sucedió a pesar de su época,a pesar de mil factores que se empeñaban en neEámo~lo,

como nos negaron un digno sucesor suyo hasta pasados cIenaños. No creó escuela. No podia. Pero dio a Puerto Rico traedición artistica.

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José Campeche

Por LUIS QUERO CH lESA

rato! Les he traído algo para tomar. Para usted, se­ñor doctor, una tacita de café caliente. Bien sé quepor mucho calor que haga... Le puse muy poquitamiel, como a usted le gusta.

-'Cuánta amabilidad! Muchas gracias, mi niña.- ~ para ti -continuó la joven, dirigiéndose a

su hermano-, tu copa de aloja, hecha con aguafresquecita del río Piedras que compré esta ma­ñana.

Había en su voz tal timbre de ternura que su her­mano la atrajo hacia él y la retuvo contra su pechounos instantes. Luego, le preguntó con ansiedad:

-¿Cómo sigue el ruiseñor?-Sigue mal. No canta y se las pasa acurrucadito

en la jaula, todo esponjadito y triste. A veces, tiem­bla como si tuviese frío. Mamá y Lucía están al bor­de del llanto.

-¡·Pobrecito! Cuando salga le traeré unas floresde cundiamor, que tanto le gustan.

-Se está quietecito, como un viejito encapota­do... ¡Y tanto que cantó ayer! Parece que presentíasu enfermedad. Esas criaturitas del Señor saben;presienten las cosas. Acuérdate de cuando murió pa·pá... Pero ¡Virgen Santa! ¿9ué dirá usted, don F~~n.

cisco de esta familia de bobos que así se desv1Vepor un pajarito?

-Diré, María Loreto, que éste es un verdaderohogar cristiano.

Por las ventanas entraba a chorros la luz can·dente y dura de la media tarde de verano. El caloracechaba desde los rincones. De la calle llegó el gritoronco de una morena de Cangrejos:

-¡Casabe! ¡Casaaabe! ¡Tortas finas de jaujau!. ...

* * *

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Ya estaban solos los dos hombres.Don -Francisco Ol1er: Español; primer cirujano

de la plaza; distinguida la presencia, patricio el ade­mán; cultivada y honda la palabra.

Y José Campeche: Criol1o; sobre los·treinta años;alto, trigueño, pelo lacio y ojos pardos; artista.

Campeche se paseaba de un lado al otro del es­tudio. Se dirigió a las ventanas y entornó las celo­sías. La luz bajó de tono y se hizo dorada y apacible.

-Don Franrisco, si usted me lo permite, quisie·ra hablarle. -Era como una resolución tomadasúbitamente.

¡Por fin!... Desde que empezaron el retrato, eldoctor Ol1er había notado en Campeche una cre­ciente preocupación. Pintaba con una concentraciónabsoluta en su obra; pero en las pausas de descanso,]a mirada parecía volcársele hacia 10 interior y peromanecía en silencio cual si escuchase un íntimo de·bate. Ahora iba a brotar la confidencia.~on mucho gusto. Usted dirá.-¿Recuerda a don Luis Paret?-¿Paret? .. ¡Cómo no! El pintor español que es-

tuvo aquí desterrado hará un par de años.-Sí, señor. Por el último paquebote de La Coru­

ña he recibido carta de él.-¿Ah, sí? ¿Y cómo ]e va? ¿Fue, por fin, resti·

tuido a la corte? Porque, si bien recuerdo, volvía aEspaña bajo orden de alejamiento de Madrid.

-Sí, señor; pero todo eso quedó arreglado. Se]e permitió volver a la corte y fue reintegrado a supuesto de Pintor de Cámara del Infante don Luis.Recientemente, ha sido recibido miembro de mé·rito de la Academia de San Fernando y el Rey 10ha destinado a pintar vistas de puertos en la costacantábrica.

-¡Magnífico! Es hombre de mucho valer. Y deinucho ingenio. -Sonreía al recordar cómo Paretse había agenciado el retomo a España, pintándosea sí mismo en traje de jíbaro, con un racimo deplátanos a] hombro. En casa de don Manuel Andinohabía una copia del cuadro. De tal modo conmovió-o divertió- el lienzo al monarca, que concedióamnistía inmediatamente al artista.

-Sí, don Luis vale mucho. Para mí, fue amigo ymaestro¡ e] único que en realidad tuve. Porque mipadre, aunque compartió conmigo sus conocimien­tos de pintura, no pudo enseñarme lo que no sabía.Créame, don Francisco, que mi amistad con don·Luis Paret ha tenido una gran influencia en mi vida.No sólo me reveló muchos secretos de la técnica,sino que en su charla de hombre culto y viajadoaprendí tantas cosas... Sobre todo, me enseñó a es­tudiar la naturaleza: .. José -me decía- no copieusted de nadie. Esa es obra muerta. Váyase a la na­turaleza: ¡estúdiela, interprétela!"

A impulsos del recuerdo, la conversación del arotista fluía ahora viva y emocionada:

-Me aconsejaba siempre que me fuera a Es·

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paña, donde, según él, podría triunfar. Aun cuandose iba, al pasar por la Puerta de San Juan, me dijo:..Algún día usted va a salir por esta puerta y se iráa Madrid. Si logro conseguirle ayuda en la corte,¿me promete irse a España?" Soslayé la promesa,recordándole que él mismo no tenía permiso pararegresar a Madrid. Se rió con su risa ancha y sonoray me aseguró que pronto estaría en la corte -comoasí sucedió- y que allí mostraría algunos cuadrosmíos que llevaba y que trataría de interesar a algúnpersonaje en mi favor. Insistió en la promesa y yocedí, seguro de .que luego olvidaría el asunto.

Una nube gruesa debió cruzar por 'as alturas.Su tránsito dejó la habitación en la penumbra mo­mentáneamente. Seguida, volvió la luz.

Campeche dejó de pasearse. Permaneció en si­lencio frente a don Francisco por unos instantes.Luego, habló cual si estu\l'iese dándose la noticia así mismo:

-En su última carta, me informa que el Rey ten·drá a bien nombrarme Pintor de Cámara, si me tras·lado a la corte.

Don Francisco se puso de pie. Tendió la mano alartista. El apretón fue largo y sincero:

-¡José Campeche, puertorriqueño, Pintor de Cá·mara de Su Majestad don Carlos III de las Espa­ñas! ¡Ah, qué honor! ¡Le felicito!. ..

La emoción le robaba las palabras. Presenciabaun milagro: ¡El Rey confería el título de Pintor deCámara a un artista desconocido de una isleta per­dida en los mares!

-Pero, ¿desde cuándo tiene usted conocimientode esto?

-Desde hace un mes. Usted es el primero ensaberlo; ni aun a mi propia familia se 10 he dicho.He estado debatiendo conmigo mismo...

-¡Debatiendo!-Sí, señor. No sé qué hacer. Es un viaje largo.

No puedo dejar a mi familia, de quien soy único sos­tén, abandonada. Me faltan recursos...

-Mire usted, Campeche: Eso no son obstáculosinsuperables. Estoy seguro de que sus amigos, queson muchos y buenos, pueden adelantarle los fonodos necesarios, hasta tan\o -usted se establece en lacorte. De mi parte, me pongo a su disposición.

-Me confunde su gentileza, don Francisco. Y mu­cho lo agradezco. Sin embargo, estoy atado a mi tie­rra, a mi familia, por lazos muy difíciles de romper.Se nace así. Algunas personas son como esas ma­titas de agua que viajan en el lomo de los ríos con­tinuamente. Yo soy de los que echan raíces.

-Comprendo. Pero considere lo que ese nombra­miento significa para usted, para sus seres queri­dos; fama, riqueza, holganza. Con su talento, ustedno puede fracasar.

-Muchas gracias. Sobre ello he meditado larga­mente. Afortunada o desafortunadamente -no sé­no hay ambición de fama o de riquezas en mí. Esti-

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mo que ·la felicidad dimana de fuentes interiores yno está sujeta a circunstancias materiales. Quierodecir, luego que estén atendidas las elementáles ne­cesidades del vivir. Mi familia también comprende -.estas cosas y, queriéndonos, olvidamos muchas delas tristezas de la vida. Gracias a Dios, no nos bafaltado el sustento.

-Todo eso es muy bello; pero...-Además, el dinero no podría comprar 10 que

ya tengo: la facultad de crear, que Dios, en su infi­nita bondad, me ha concedido; yel respeto V afectode los que me conocen. "erdóneme si peco de ill­modestia, pero...

-¡Nada! Usted es acreedor a todo ello. ¿No creeusted, Campeche, que ~l regalo del poder creadorque es suyo conlleva la obligación de su más esme­rado cultivo? Aquí no hay ambiente para el arte.Mire a su alrededor. ¿Qué ve? Ignorancia, pobreza,desidia, chismes... y usted sabe que no calumnioesta tierra que quiero como a la mía.

En un rincón del estudio estaba a medio termi­nar un mapa de la isla ordenado por el Cabildo. Cam­peche 10 contempló por unos instantes:

-Sí, hay de todo eso. Pero hay mucho más. Hayun pueblo en gestación. Mire usted, don Francisco:De las playas del Loquillo a los llanos de Ponce; delas arenas muertas de la Aguada a la vega del Fa-

jardo; en.los desolados caseríos, en las haciendas,en los hatos, late el alma puertorriqueña.

El doctor Oller pellizcó nerviosamente en la ta­baquera de plata y tomó un largo sorbo de rapé.

-Hay un hombre -continuó Campeche-, dife­rente al peninsular, que ha trocado ya la guitarraen cuatro, tiple o bordonúa y las acompaña delguiro y el tambor en la brava música criolla; quebaila el son duro y las cadenas; que ha punteado elespañol de voces regiona·les: Que lleva en su modooe ~er la fisonomía de Ja tierra en que nació. Aquíse está haciendo una patria.

-¡Patria! -estalló don Francisco-. Nuestra úni·ca patria, la suya como puertorriqueño, la mía comocatalán, es España.

-Sí, señor: España, isiempre España! Salidosde su entraña y a su amparo, vamos creando el pue.blo puertorriqueño. ¡Va quiero ser parte limpia yútil de ese pueblo, cuyo modo de ser llevo en lamasa de mi sangre!

-Esta tierra que usted ama tanto se honraríacon sus triunfos en España.

-Puerto Rico necesita, más que hijos ilustresen el extranjero, hombres que aquí, en este peñón,lo fortalezcan con sus músculos, con sus ideas, consus dolores. España tiene una legión de artistas con­sumados. Aquí... ¡ya ve'usted!

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-Campeche, usted es un visionario. Y así debende ser los artistas..y~ soy médico, hombre de cien­cias, positivista. Usted me ha consultado y le doy mioprnión con sinceridad: Ahogue usted el sentimen­talismo. Sea práctico, ¡váyase a Madrid! Los mediosse encontrarán.

-Agradezco sus consejos; respeto su opinión.Pero, no sé... Hay algo que me detiene. Me parece...¡Ah, yo debo de ser un gran tonto!

-¿Tonto?... No; usted no es ningún tonto.-A medida que se desarrollaba la conversación sehabía ido dando cuenta de que José Campeche, bajosu sencillez, era un hombre de misteriosas reaccio·nes emocionales, a quien movían fuerzas más pode­rosas que el amor a la fama y las riquezas. Se ha­llaba ante un joven de pasmoso crecimiento espiri­tHal, obediente sólo a una voz. A ella lo encomendó:

-Campeche, cumpla usted con su deber segúnle sea dado verlo. •

-Muchas gracias, don Francisco. Esta nochedebe quedar escrita mi contestación. Mañana llegael paquebote correo. Meditaré sobre lo que usted meha dicho. Le ruego no mencione a nadie este asuntopor ahora.

Acompañó al doctor Oller hasta ·Ia acera y 10 viobajar lentamente por la angustiada Calle d~ la Cruz.Un vientecito rastrero erizaba el lomo empolvadode la calle. Por la esquina, doblaba la letanía, de unviejo yerbatero:

-¡Raíz de palma doncella-saúco-jiguereta-carras­quillo-yantén-sensitiva-malagueta-palo e mooora! ...

* * "

Comían temprano. Luego, las hermanas se ibana la cocina a fregar los trastos. Doña Martina regre­saba a su mundillo, a' tejer filigranas de encaje.y José salía a dar un paseo por las afueras de laciudad.

Subió lentamente por la loma que se alzaba ha­cia el norte de la isleta. A sus pies estaba la ciudad.

San Juan Bautista de Puerto Rico. Seis callesrectas corriendo de norte a sur, cortadas por otrassiete tendidas de levante a poniente. Mosaicos de aroboleda verdinegra, piedra enjalbegada, gris de lasazoteas y, aquí y allá, un salpicado de tejas rojas.Contra el sol, la mole recia de San Feline del Morro,metiéndose en la mar como el hocico de un mons­truo. Del otro lado, las soberbias fortificaciones delCastillo de San Cristóbal. Y enlazándolos, la cintagruesa de la murallada.

Allí nació su padre. Allí nació él. Su vida se pare­cía a aquella Calle de la Cruz empinada y seca. ElConvento de Dominicos que se veía entre la arbo­lada, había transfundido a su alma su austeridad yrecato. En su carácter retraído y concentrado pesa­ba la sombra de aquellos murallones.

Recogió en una larga mirada el panorama. Cerrólos ojos. Y siguió viéndolo dentro de sí. La ancha yprofunda paz de la atardecida puertorriqueña seasentó en su alma.

-¡Señor -dijo poniéndose de pie-, este es mimundo! Y por pobre que sea mi obra, si aquí fue he·cha, ¡será aún mi mejor obra!

Refrescaba. De la bahía empezó a soplar una bri­sa picante y alta. Por Loíza entraba la noche. La cam­pana de Santo Tomás llamaba al rosario. José Cam­peche echó a andar hacia el convento. De pronto, sedetuvo y se internó por el malezal. Por allí crecia elcundiamor.

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Episodios de la Historia de Puerto Rico

El ataque y destmcción de laciudad de Puerto Rico (Caparra) por

los Indios Caribes en el año 1513

Por RICARDO E. ALEGR1A

LA CONOUISTA y COLONIZACIÓN DE PUERTO RICO NO

constituyó una empresa fácil y libre de dificul~

tades como algunos han pensado, fueron tantos loscontratiempos acaecidos ,a la misma durante la pri­mera mitad del siglo XVI que se llegó a temer elabandono de la isla por los colonizadores españoles.

Uno de estos momentos ocurrió a mediados delaño 1513 cuando una flotilla de canoas, tripuladaspor alrededor de 350 indios caribes de las AntillasMenores, arribó a nuestra costa oriental y, efectua­do el desembarco sus guerreros marcharon contrala ciudad de Puerto Rico (Caparra). En el ataque,murieron 16 vecinos y 2 mujeres. Este ataque, unode los más importantes de los que dirigieron los ca·ribes contra los colonizadores españoles en PuertoRico, ocurrió cuando aún se mantenían en pie deguerra algunos de los caciques boriquenses subleva­dos en el levantamiento general del año 1511.1

La principal no"ticia que tenemos de este impor­tante episodio de nuestra historia, aparece en unacarta % que el joven Miguel Díaz, sobrino del Algua.cil Mayor, del mismo nombre, dirigiera a Lope deConchillos, secretario del Consejo del Rey. El jovenDíaz era Factor en la Isla y, por lo tanto, uno delos oficiales reales. También estaba a cargo de lahacienda del Rey.

En la carta relata Díaz todos los sucesos ocurri·dos en la Isla con motivo del ataque de los caribes.

1. Entre los caciques de la Isla que aún se manteníanluchando contra la conquista española se encontraba Da·guao, por cuya re8ón y quizás con su apoyo, desembarcaronlos caribes.

2. .Carta de Miguel Diaz a Lope de Conchillos, 25 deagosto de 1513-, Archivo de Simancas, Estado 11, Vol. 226.Monseñor Vicente Murga hizo uso de este importante do­cumento (1959: 133 y 1963:7), pero no lo reproduce. ReCiente­mente, el historiador español Dr. Demetrio Ramos (1975: 12-15)10 utilizó y citó en su interesante estudio sobre _Las acti·tudes ante los caribes..._ Agradecemos al doctor Ramos lacopia de este documento y al doctor Bibiano Torres. la transocripción del mismo.

Escrita con fecha de 25 de agosto de 1513 desde San·to Domingo -a donde ha ido con el Almirante Die·go ,Colón- en ella se aprovecha para atacar la go­bernación y conducta del Teniente de Gobernador,el comendador Rodrigo de Moscoso, así como parapedir nuevos favores al Rey.

Al ocurrir el ataque a Caparra, Ponce de León seencontraba en España, a donde había regresado des~

pués de su viaje de descubrimiento y exploraciónde la Florida. Ambas circunst<\ncias habrán de pro­piciar el que el Rey Fernando formule su declara­ción de guerra general contra los caribes y designea Ponce de León capitán de la armada contra dichosindios, con la encomienda de destruirlos en sus prin­cipales baluartes de las Antillas Menores.

A continuación reproducimos el fragmento de lacarta donde se describe la invasión de los caribesy la destrucción de la ciudad de Caparra:

"...Ya creo sabrá vuestra merced como en aquellaisla se envió de esta por mandado del almirante 3

al comendador Rodrigo de Moscoso" para qus:como teniente de gobernador administrase 'la di·cha isla e proveyesp en ella lo que fuere necesa·rio el cual estuvo eh la dicha isla en el pueblo deSan Germán todo el tiempo que estuvo en ellaque fue más de siete meses sin querer irse deldicho pueblo al otro pueblo 5 que había más neceosidad, ni visitar la i~la ni minas ni caciques deella con intención de recoger e adquirir en el dichopueblo que había más :l arroyos que en otras par­tes 50 o 60 naborias que cogían oro para si decuya causa todos los vecinos y otra gente de la

3. Se refiere a Don Diego Colón, el hijo del Descubridorquien habia heredado los títulos de su padre y la gobema~ción de las Indias.

4. El comendador Rodrigo de Moscoso habla sido desig­nado teniente de gobernador por Diego Colón. Ocupó elcargo hasta el año 1513, cuando se le sustituyó por Cristóbalde Mendoza.

5. Se refiere a Caparra o ciudad de Puerto Rico, centrode la conquista y colonización de la Isla.

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dicha isla concurrían al dicho pueblo de San Ger·mán donde estaba el dicho comendador a nego­ciar todos ,los pleitos e otras cosas que tenían equedábase despoblado el dicho pueblo de PuertoRico e las estancias e islas e las minas de 1a islade donde e a cuya causa sucedió 10 que ahora diréa vuestra merced que viendo los caciques e indiosde aquella isla e caribes de las islas comarcanasque todos los cristianos desamparaban el dichoPuerto Rico e estancias se alzaron e levantaron e10 primero que hicieron fue matar a dos vecinosde la dicha isla que se decían Garcí Fernández yPedro Meda que nosotros ios oficiales de Su Al­teza habíamos enviado a recoger a la cacica Lui·sa que Su Alteza tiene en encomienda para queviniese a servir las estancias de Su Alteza e asacar oro sin otros cristianos que mataron yendoa recoger indios de personas principales de ladicha isla e' junto con los dichos dos cristianosmataron a la dicha cacica Luisa 6 de que Su Al·teza recibió harto deservicio porque todos losindios se ausentaron e transportaron en partesque serán muy malas de haber y luego ineontien­te sucedió que habiendo enviado un bergantín delos de Su Alteza desde el dicho pueblo de SanGermán a las salinas de Yavey que son en la di­cha isla a cargar de sal para provisión de la islalos caribes e otros caciques mataron seis mari­neros de siete que iban en el dicho bergantín y atodos mataran que no escapara el que escapósino que plujo Nuestro Señor de les dar un pocode viento con el salieron (sic) de entre las canoasque con, todo salían e que el dicho comendadorque ellos llamaban gobernador no ponía remedioen ello ni salía de donde estaba ni menos enviabaa lo remediar de hecho se entraron por la dichaisla 350 caribes con los más caciques de la islaque con ellos se hicieron puesto que fuesen ene·migos los unos de los otros i y fueron al dichoPuerto Rico a y en medio de día le pusieron fuegoy mataron 16 vecinos del dicho Puerto Rico y dosmujeres e los mataran todos cuantos en el dichopueblo había si no fuera por la casa de piedraque Juan Ponce tiene en el dicho pueblo donde se

6. Cacica cuyo poblado estaba situado junto al do hoyllamado Loíza y la cual habia recibido el nombre cristianode Luisa. Aunque se ha dicho que el mulato español Pedro(a veces llamado Francisco) Mejías, vivía con la cacica Lui­sa, la evidencia histórica parece indicar que su visita al po­blado de la cacica fue con el propósito de traerla a la ha­cienda del rey. El cronista Gonzálo Fernández de Oviedo(l8sI, 1, libro XVI:478) al referirse a Mejias y a su muertejunto a la Cacica Luisa dice:

.Ovo otro mancebo de color loro, que fue criado delComendador mayor don Frey Nicolás de Ovando, alcual llamaban Mexis; hombre de buen ánimo e sueltoe de vivas fuerzas, el cual mataron los caribes en elHaymanio de Luysa, e a la mesma Luysa, cacica prin.cipal, la cual le avisó e le dijo que se fuese, y el nolo quiso hacer, por no la dejar sola, e así f1echarón:y estando lleno de saetas e teniendo una lanza en lamano, puso los ojos en un principal de los caribes ycchole "la lanza e atravesóle de parte a parte por loscostados, habiendo primero muerto otros dos indiosde los enemigos e herido a otros. E así acabó susdías.•

7. Este ataque es uno de los pocos en que tenemos in·Formación histórica de que en una Forma u otra hubo la co­laboración de los indios de Puerto Rico. En este caso los dela región del Daguao.

8. Caparra ya era llamada Puerto Rico.

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retrujeron e ampararon por manera que por launa parte fuego y por la otra guerra hicierongrandísimo daño e quemaron todos los ornamen·tos e caUces de la iglesia y el monasterio de SanFrancisco que en el dicho pueblo había e robaronen cantidad de 3.000 pesos de oro por fundir quehallaron en el dicho pueblo e así mismo 1500 pe­sos de oro que hallaron fundido V lo repartierontodo con las joyas que más robaron entre sí todo]0 cual sucedió del mucho descuido e flojedad deldicho comendador e por no proveer en ello aun·que muchas veces fue requerido por nosotros losoficiales de Su Alteza e por los alcaldes del dichoPuerto Rico mientras él se adiestró para ir allá avisitar el dicho pue1j]o echaron de la isla los di·chos caribes y donde a 10 días el dicho Almiran­te 9 se partió allá e de camino prendió a 14 caci­ques que estaban alzados e doblados para matarla otra gente que restaba en la dicha isla especialal dicho almirante y en el dicho Puerto Rico con­soló e animó a todos los otros vecinos que habianquedado e les suspendió todas ias deudas que de­bían por esta fundición por que mejor se pudie.sen remediar e tomar e reedificar sus casas e ha·ciendas lo cual si no hiciera el dicho pueblo seperdiera e todos los vecinos de él quedaran des·trozados totalmente y con parecer de nosotroslos oficiales de Su Alteza e de los vecinos de ladicha isla el dicho almirante a un capitán suyo 10

y cQn otra cierta gente envió hacer un pueblo auna parte de la isla que se dice el Daguao JI dondeestán los indios de la isla alzados y por dondelos caribes entran en la isla de donde se seguirángrandísimos frutos el uno que los indios de laisla teniéndoles tomada aquella frontera no seosarán alzar más e los que estaban allí alzadosviéndose cada día afligidos e molestados de veci·nos tan cercanos habrán por bien de venir a ser·vir de que Su Alteza será muy servido e la Islamuy aprovechada e aumentada, y el otro Que loscaribes no podrán jamás entrar en aquella islateniendo tomado el puerto e desembarcadero eno harán el daño que hasta aquí han hecho pormanera que es cosa muy provechosa hacer el di·cho pueblo en aquella parte aunque no hubieraningún inconveniente de los que hay sólo por las¡p-andes muestras de oro que en aquellas parteshay.

"A vuelta de lo que se quemó en el dicho Puer­to Rico se quemaron todos los libros reales deSu Alteza de cargo e descargo de Francisco deCardona teniente de tesorero Que ha estado enaquella isla e así mismo todas las escrituras deldicho Francisco de Cardona porque Garcí Tro­che 12 que a la sazón era contador las había deja-

9. El Almirante Dieho Colón llegó a San Germán desdeSanto Domingo el 2 de junio de 1513. Participó en la defensade la Isla, capturando a varios de los caciques que estabanen guerra contra los colonizadores.

10. Se refiere a Juan Ennquez, quien vino con Diel!0Colón, de cuya esposa dice Oviedo que era pariente.

11. Diego Colón intentó fundar un poblado en la costaeste y (o llamó Santiago del Daguao. El rey Fernando nodio su aprobación a la fundación y algunos historiadorescomo Murga dicen que nunca se fundó. Algunos historia.dores, siguiendo a Oviedo, por el contrario, dicen que Da­guao fue destruido por los caribes. Existe evidencia histó­rica de un ataque caribe, algún tiempo después, al Daguao.

12. Garcla Troche era el contador de la Isla y yerno deJuan Ponce de León. Estaba casado con la hija mayor deéste, Juana. .

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do en el dicho Puerto RiCf' porque se había ve·nido a este otro pueblo IJ a hacer cosas que leconvenían y al dicho Francisco Cardona le hurta­ron harto oro en cantidad de más de 1.500 pesosfundidos e por fundir de Jo de Su Alteza había elcontador Antonio Sedeño y yo con parecer del se·ñor almirante que a la sazón llegó secrestamos einventariamos ,todas las escrituras que tenian asilas de Su Alteza como las del dicho Cardona par­ticulares e de otras personas de la isla por dondeSu Allteza no podrá ser defraudado en cosa algunay el dicho contado( tornó la razón de todo en suslibros y según por los libros del dicho tesorerohabemos visto creemos que se hallará algún ca­mino por donde se le podrá tomar la cuenta encuanto nos pareció que quedaba bien saneado loque tocaba a Su Alteza de Jo del cargo del teso­rero.

"En el dicho Puerto Rico se mataron de la ha­cienda de Su Alteza que estuvo a mi cargo doscaballos que los caribes flecharon que andabanen el servicio de las haciendas de Su Alteza e unacasa de paja de Su Alteza donde se hacía la fun-

13. Se refiere al antiguo San Germán, en ese momentosituado en las costas de lo que es hoy el pueblo de Añasco.

diciOn y de la otra ropa (sic) que estaba a micargo no se quemó ni perdió nada... "

Otra importante fuente para este ataque es laProbanza sobre sus servicios que hace el 20 de abrilde 1546 uno de los compañeros de Ponce de León,Francisco Juancho}· Entre los asuntos que se men­cionan en dicha Probanza es la participación deJuancho en la defensa de Caparra (Pueblo Viejo)durante el ataque caribe de 1513. En esta, Juanchonos dice:

14. .Probanza de Francisco Juancho sobre sus servicios».Archivo General de Indias, Sevilla. Patronato 51, Número 2,R." 2. Murga (1959:133) menciona la participación de Juan­cho y Ramos en la defensa de Caparra pero no cita la Pro­tianza.

Es interesante observar que este testigo, 33 años después.del ataque a Caparra diga que .hirieron seis o siete cristia·nos» cuando Miguel Dfaz en su carta, escrita pocos dlasdespués del hecho dice que .murieron 16 vecinos y 2 mu­jeres.»

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"cuando lo vinieron a querer robar e destruir loscaribes, vine en el socorro con mi persona e condos caballos e poniendo la vida e todo riezgocon la ayuda de nuestro señor los resistí e defen.dí que no lo acabasen de quemar e robar el dichopueblo como lo tenían comenzado y huyeron... W

La información de Juancho es corroborada pornumerosos testigos, algunos de los cuaJes estabanen Caparra durante el ataque. Uno destos es su pro­pio suegro, Diego Ramos quien dice que Juanchole dio uno de los caballos "e se lo mataron los ca­ribes." Ramos refiere "que ellos convocados resis­tieron los dichos caribes hasta tanto que los desba·rataron e se fueron huyendo." Diego Muriel, elmayordomo de la Hacienda del Rey, dice que en esemomento Juancho servía en dicha hacienda y quelos dos caballos que los caribes mataron eran dedicha hacienda. Muriel dice que la noche del ataqueél fue a Caparra "con socorro de gente e supo losucedido."

Una vecina de Caparra, Beatriz Herrera, nos re­fiere como los caribes le infirieron ..ciertas heridasen la cara y en el brazo y en la cabeza y le mataronuna hija que tenía en sus brazos y estando en estollegó Juancho a pie y la defendió de los caribesy le puso una manta delante con que la defendióque no la matasen." Otra vecina, Ysabel Pérez in·formó que gracias a los esfuerzos de Juancho y susuegro Ramos los caribes no acabaron de destruirel pueblo y "la quitaron e a su madre de las manosdellos que no las mataran."

Otro de los viejos colonizadores, Diego de CueHaral declarar dice que los caribes vinieron a la ciudadde Caparra .. e quemaron mucha parte deHa e hi­rieron seys o syete cristianos." El testigo afirma quela participación de Francisco Juancho y Diego Ra·mas evitó que los caribes "no hiciesen más daño delo que habían hecho."

Juan Marfn Peña, uno de los vecinos de Caparra,dice que vio como los caribes quemaron 29 casas depaja y que en el fuego se destruyeron los ornamen·tos y cálices de plata de la iglesia (Murga, 1959:133).En .el incendio de Caparra también se destruyó lacasa del obispo Alonso Manso y su biblioteca.u

El ataque de los caribes a Caparra, dio excusaspara una serie de ataques por parte de los coloni­zadores españoles, a los poólados de los caciquesrebeldes de la Isla. El propio Juan Enrfquez, el 31

15. Esta biblioteca, la primera que se estableció en elNuevo Mundo tenia más de 230 libros y entre estos se en­contraba una copia de la Carta de Colón informando sobresus descubrimientos y «un vocabulario.., quizás un glosarioTaíno· Español. A. G. l. Sevilla, Contaduría. Leg. 1071. Aure­lio Tanodi (Editor), Documentos de la Real Hacienda dePuerto Rico, 1510-1516. Vol. l. Universidad de Puerto Rico1971, pág. 160. '

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de julio y el 17 de agosto de 1513 hIZO "entradas ocabalgadas" contra el poblado del cacique Daguao,capturando numerosos indios que luego podía ven­der como esclavos.16

Otras cabalgadas contra caciques rebeldes lashicieron Iñigo de Zuñiza, ellO de septiembre y Mar­cos de Ardón, el 13 de octubre 17 ambos contra elcacique rebelde Orocovis. El cacique Jayuya sufrióel ataque de Alonso de Méndez (1 de octubre) y Alon·so Nuño (4 de noviembre). Otros colonizadorescomo Luis de Añasco y Juan López aprovecharon laoportunidad de la guerra para atacar a otros cadques, no identificados,!8

El ataque y destrucción de Caparra fue respon·sable de que los frailes franciscanos cuyo conventofue quemado, abandonen la isla y no regresen hastael 1526, estableciéndose esta vez en Aguada.

La ciudad fue reconstruida pero con nuevas edi­ficaciones de paja y madera ya que entre los veci­nos había surgido el deseo de trasladar la misma aotro lugar más conveniente y saludable. En 1516,cuando la isla es visitada por los frailes Jerónimos,a quienes el cardenal Cisneros había entregado elgobierno del Nuevo Mundo, éstos aprueban el tras­lado de la ciudad a la isleta al norte, junto a labahía. Este acuerdo es confirmado dos años mástarde por Rodrigo de Figueroa, el nuevo gobernantede las Indias. La mudanza de Caparra se inicia en1519 y dos años más tarde el cabildo está ya esta­blecido en la nueva sede, Caparra y la casa·fuertede la famHia Ponce de León queda abandonada.

LIBROS Y DOCUMENTOS CONSULTADOS:

ALEGR.lA, RICARDO E" Descubrimiento, conquista y colo­ni,ación de Puerto Rico. Colección de Estudios Pucr~torriqueños, San Juan. ,Págs.

ARCHIVO GENERAL DE INDIAS, SBVIllA. Contaduría. Lega.jo 1071. - "Probanza de Francisco Juancho w

• Patro­nato 51, Núm. 2 R."

MURGA, VICENTE (1959). Juan Ponce de León. EditorialUniversidad de Puerto Rico, Río Piedras.

--- (1963). "Los Miguel Díaz de Aux en la conquis.ta de La Española, IsIlÍ' de San Juan y Nueva Espa­ña", Historia, n. s. T. n, Núm. 2, San Juan, págs. 7.79.

OVIEDO, GoNZALO FERNÁNDEZ DE (1851). Historia Generalde las Indias, 3 vals. Madrid.

RAMOS P~R.I!Z, DEMETRIO, H Actitudes ante los caribesdesde su conocimiento indirecto hasta la capitula.ción de Valladolid de 1520." Simposio hjspanoame~ricano de Indigenismo Histórico. Tercera Jornada dela Universidad de Valladolid.

16. Archivo General de Indias, Sevilla. Contaduría. Leg.núm. 1071.

17. /bid.18. ¡bid.

Page 28: Revista del Instituto de Cultura

Retorno

Por FRANCISCO LLUCH MORA

Vuelve todo en la noche. Me lo dice el espejodonde miro contornos de figuras antiguas.Me lo dice el espejo donde veo los rostrosde seres conocidos que hace tiempo se fueron

ll1 oscuro misterio, ll1 hondo laberintodel detenido tiempo y música callada.Los que un dia se ll1ejaron a su rincón de sombra,¡cómo ahora regresan en el fulgor del fuego!

¡Cómo emergen ahora de la secreta orilladonde el sistro no suena y el aire se enrarece,esa secreta orilla poblada de silenciosdonde el ciprés se yergue en su aguja de vidrio!

¡Cómo ahora me llegan a la bruma del sueñoy en claridad celeste me muestran la silueta!Es la lumbre de Herdclito ya fugada y cautivaque en el azogue emerge y en su luz se condensa.

En claridad intacta contemplo los enigmasque creía borrados en la niebla del mundo.¡Cómo observan ahora mis ojos que se mirany al mirarse se encuentran en ojos de otro tiempo!

Me llegan las sonrisas, los rostros melancólicos,las antiguas miradas y las suaves guedejasde cabellos remotos dorados como el trigo,destello de un instante que se esfumó en .la "Sombra.

Vuelve todo en la noche en ldminas de tiempoy me cifra la clave de una gracia perdida,de unos gestos tempranos, de unos suaves fulgores,de un sol de primavera en la aurora lejana.

Toda la luz me llega. No hay palabras, ni gritos.Es tan solo presencia que asoma su tibieza,es tan solo dibujo que se anima en la tersatransparencia del aire del cristal plateado.

En la tersura ahora descifro tantos rostros,tantas manos lejanas, tanta luz peregrina.y es que todo regresa en su forma perdida,en su linea y su gracia con fulgor primigenio.

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Es que todo regresa prisionero en un marcodonde estd" los jardines de ciudades doradasque ahora duermen su olvido bajo el peso del polvo.¡Cómo me llega al cuadro una calle extendida,

con sus drboles grises y las casas de piedra,con la luz de la aurora en los altos cristales,en las tibias ventanas abiertas bajo el cielo,bajo "ubes d~tantes y encendidos ladrillos!

¡Cómo vuelven los ojos, cómo vuelven paisajes,cómo vuelven momentos que sé que se han vividoo que acaso he vivido! Pero sólo las carasme dejan su dulzura, su apetencia de siempre,

su frescura y su otoño, su velada tristezao su ingenua alegria sin palabras "i ecos,

si" rumores ni ritmos, sin música velada,sin temblor de paloma, sin sonidos antiguos.

Todo ahora me llega a la orilla del tiempo,a este cuadro en que aliento y contemplo las cosas,con ojos extrañados de mirar cómo vuelvensin romper su silencio las figuras calladas:

de mirar" el regreso de las formas que habitanla ti"iebla terrible, la ciudad del olvido,donde el TUmor no llega, ni las flores se abren,ni la luz ilumina las pdlidas siluetas.

El regreso de ahora es tan solo presenciaen aguas del espejo que estd en mi desde siempre.No hay palabras ni música en la imagen radiante.Las figuras regresan en marco de silencio.

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Calas a expresiones de amoren "Mundo abierto" de Hugo Margenat·

Por RAMÓN FELIPE MEDINA

Encuentro inicial.

L os POEMAS DE Mundo abierto REPRESENTAN UNA

síntesis de la expresión poética de Hugo Marge.nat, temática y estilísticamente, dentro del brevelapso de poco más de un lustro en el que queda re·gistrada su producción literaria, es decir, de 1950hasta principios de 1957.t El libro, como tal, se es­cribe y adquiere estructura definitiva en el mamen·to de plenitud que había alcanzado el poeta entre

- 1955 Y 1956, apenas en la antesala de su imprevistamuerte. Como expresión con unidad de conjunto, ellibro significa, además, el -mayor logro artístico deljoven escritor, su más importante legado en el desa·rrollo de la poesía contemporánea de Puerto Rico.No me parece exagerado, pues, el elogio que deMundo abierto hace Juan Antonio Corretjer cuando,a raíz de su publicación en agosto de 1958, manifies·ta que el mismo "es ahora, y será siempre, uno denuestros más grandes libros poéticos".2

Mi primera lectura del volumen, qu~ era todavíaun -manuscrito en proceso de composición, ocurrehacia junio de 1956. Para entonces, el segundo y úl·timo libro publicado por Hugo, Intemperie, iba yapara los ocho meses de haber salido impreso. Pero,en todo ese tiempo, no se le había prestado la aten­ción que ameritaba, siendo objeto del más injusto

* Conferencia leída en el Archivo Nacional de PuertoRico, el 14 de abnl de 1m, a las 8:30 de la noche. Con éstase cerraba el periodo de dos semanas dedicadas a conme·morar los 20 años de la muerte de Huso, que se inició conuna exposición de retratos y documentos donados a la Ins­titución por la madre del poeta, doña María Cristina Media.villa.

l. Conforme a lo ql,le recoge José Manuel Torres Santia.go en Obras completas (San Juan, Puerto Rico, Instituto deCultura Puertorriqueña, 1914) y puede comprobarse en losmanuscritos originales en el Archivo Nacional de PuertoRico.

2. Laurel Negro, El .Mundo abierto» de Hugo Margenat,El Mundo, S de septiembre de 1958, pág, 29,

silencio y causa de desaliento para su autor. Razo­nes éstas que me indujeron a hacerle una reseña,que fue, más que nada, un gesto fraterno de desagra­vio. Y de este modo, con la intención de examinara Intemperie a la luz del conjunto de lo producidopor el poeta hasta aquel momento, vine a toparmepor primera vez con Mundo abierto,

Hago referencia a este encuentro inicial, pues,para el propósito de un acercamiento' más efectivoal contenido de este trabajo, estimo conveniente to­mar en cuenta, de antemano, algunos detalles que:1) ubican en el tiempo el proceso mediante el cualsurge Mundo abierto y 2) arrojan luz en tomo a con·sideraciones sobre su estructura definitiva.

Cudndo se escribe y se le da estructura.

Es pertinente, en primer término, llamar la aten·ción sobre "una nota" que Hugo "dejó escrita" y ala que se refiere Adelaic;la Lugo Suárez, en su arotículo Rdpida apertura de conciencia, en la cual elpoeta afirma "que escribió Mundo abierto de marzoa abril de .1956",3 Sin embargo, la búsqueda de la cro­nología de los cincuent;¡ y cuatro poemas del libro,tal como se edita en 1958, revela que, por lo menos,veinticuatro de ellos no se escribieron durante esosmeses. De suerte tal que, cuando leí el volumen enjunio de 1956, no se incluía en el mismo a El men­saje fragmentado, poema escrito el 6 de juliode 1956, conforme a los manuscritos originales quehe consultado en ~l Arohivo Nacional de PuertoRico. Y, a juzgar por la referida nota de Hugo, po­dría pensarse además que, al momento de redac­tarla, tampoco formaran parte de Mundo abiertolos cuatro poemas escritos entre octubre y. diciem­bre de 1955 ni los diecinueve fechados durante

3. El Mundo, 'El de abril de 1957, pág, 28.

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enero y febrero de 1956. De hecho, en los manuscri.critos originales del libro, sólo nueve se fechan comoproducidos en los meses de marzo y abril de 1956.Los restantes veintiún poemas no tienen fecha al­guna.

Aun cuando estos últimos se hubieran escritoentre mano y abril de 1956 y se añadiesen a los anoteriores, sólo representarían poco más de la mitadde las composiciones que incluye el volumen defi­nitivo:Sin embargo, Hugo indica en la nota aludida"que escribió Mundo abierto de marzo a abrilde 1956". Cabe la posibilidad de que el poeta se hayadistraído y señalado el mes de abril, cuando en rea·lidad se refiriera a febrero. Pero, es sólo un su­puesto cuantitativo. Dieciséis de los poemas manus­critos están fechados en febrero de 1956. Si a esosse sumaran los siete que se fechan en marzo, ade­más de suponer que una buena parte de los vein­tiuno sin fechar hayan sido escritos entre febreroy marzo, eso significaría alrededor de dos terciosde la totalidad del volumen. Pero, más importanteque esta h1pótesis, es el hecho concreto de que, ala luz de los detalles cronológicos expuestos, la es·tructura final del libro es el resultado de un labo­rioso y relativamente prolongado proceso de pro­ducción y ordenación que incluye, cuando menos,poemas escritos entre octubre de 1955 y juliode 1956.

Cantuta histórico integral.

Al comenzar afirmé que Mundo abierto es unasíntesis temática y estilística de toda la obra poéti­ca de Hugo Margenat. Conviene ahora, teniendoen cuenta lo planteado sobre su proceso de estruc­turación en el tiempo, hacer al~as referencias perotinentes al contexto histórico integral en el quese produce., Como se verá, las mismas pueden serclaves iluminadoras para una ·más amplia y pe·netrante aproximación al libro.

Nótese, en primer lugar, cómo los años durantelos cuales el poeta se forma, gesta y produce losversos que de él se conocen hasta el presente, coin·ciden con el período que quizá sea el más intrigantey controversial de toda la historia de nuestro país.Los años de su inicial formación escolar son losmismos durante los cuales el Partido Popular De­mocrático alcanza el poder colonial y se aparta dela estrategia formulada en su programa de origen.De un partido pro-independencia, tuerce rumbototal a uno antindependentista. Indudable y estre­cha relación con las nuevas y futuras estrategiasdel Partido Popular Democrático tiene el hecho deque en estos años, también, ocurre la Segunda Gue­rra Mundial. Años que para los niños sanjuaneros deentonces, entre otras cosas, significaron mucha pre·sencia de militares y marinos y de súbitos simula-

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cros antiaéreos. Desde los acantilados de PU17rta deTIerra, cerca a donde vivía Hugo, la artillería nor·teamericana cañoneaba blancos que aviones evasi­vos llevaban atados a sus colas.

Poco más de dos años después del cese de laGuerra, en diciembre de 1947, regresa a Puerto Rico,luego de una década de prisión y destierro, donPedro Albizu Campos, figura que calaría íntima·mente en la formación espiritual e ideológica delpoeta durante toda su adolescencia. La reactivacióndel Partido Nacionalista Puertorriqueño bajo el li·derato de don Pedro en los años siguientes, desem·boca en una serie de hechos cuyo influjo fue deci­sivo en el desarrollo político de Hugo. El 30 de oc­tubre de 1950 se desata la Revolución, que paraaplacarla, le tomó varios días a las fuerzas conjun­tas de la policía colonial, el F. B. 1 Y la llamadaGuardia Nacional. Eco del mismo lavantamiento, esel atentado de los nacionalistas Oscar Collazo y Gri·selio Torresola contra el presidente de los EstadosUnidos, ell.o de noviembre. Hechos que, a su vez,se revierten durante el lustro siguiente en una delas más implacables represiones ideológicas en lahistoria de nuestro país, y que quedó simbolizadaen la Le~' 53. mejor conocida como la de la Morda­za. Es en este momento que el espíritu de Hugoopta por la admiración a los héroes nacionalistasy la adhesión entrañable a los ideales por los cua·les eran capaces hasta de ofJ:"endar la propia vida,en vez. de amedrentarse ante la fuerza represivadel sistema.

Fue en esa época que lo conocí en la EscuelaSuperior Central, precisamente, el año en que sepromulga e instaura la Ley 600 del Congreso nor­teamericano, a través de la cual surge el EstadoLibre Asociado de Puerto Rico y se inicia una etapade falsa paz de sepulcros en la vida del pueblo puer·torriqueño. En medio de tales circunstancias, se fuegestando y produciendo la voz poélica de Hu~o. quese levantó casi SUlitaria entre los adolescentes y jó­venes de ese período. Es imposible olvidar el abier­to entusiasmo con que celebró el indulto de donPedro Albizu Campos, en septiembre de 1953. y,unos meses después de ese hecho, cómo se referíacasi con fervor a la gesta de Lolita Lebrón y suscompañeros en el simbólico tiroteo del 1.° de mar·zo de 1954, durante una sesión del Congreso de losEstados Unidos. Al esto suceder, ya Hugo habíatenido que interrumpir sus estudios de escuela su­perior, apenas comenzando el semestre final, paracumplir, en contra de su sentir y pensar, con elServicio Militar Obligatorio. En esta situación, re·cibió con más resentimiento el nuevo y, para él, de·finitivo encarcelamiento de Albizu Campos, a quienesa vez se le impuso una condena de cincuenta yseis años de prisión. Los dos años de Servicio Mi­litar Obligatorio, sin embargo, el poeta los suavizóen cierto modo con una casi frenética racha de pro-

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ducción literaria en el lapso de la cual escribió ypublicó los libros inmediatamente anteriores aMundo abierto: Ldmpara apagada (1954) e Intem·perie (1955). En ese tiempo también, no es de duodarse, se iba gestando el material poético del cualsurgiría luego la mayor parte de los poemas de sulibro capital.

Durante esos dos años, además, Hugo templósu mundo interior con otras experiencias vitalesque probarían ser igualmente importantes para sudesarrollo humano-personal como artístico. Estimosuficiente, por ahora, señalar sólo dos, que soninsoslayables. Sus inquietudes religioso-filosóficasentran en una etapa de crisis en esos años, que seprolonga casi hasta el final de su vida, con momen­tos esporádicos de serena convicción. Lo más íntimode esa crisis ]0 determinan oscilaciones entre el penosamiento y creencias orientales y una formacióncristiana occidental, añadiéndose a esas, luego, lainterrogante agnóstica del materialismo dialéctico,hasta un descanso fina] en el aparente comienzo deun regreso a lo cristiano, según puede comprobarseen Mundo abierto. Coetáneas a estas experiencias,son las de sus varias vivencias amorosas -ya con·cretas, en deseo o en elevado anhelo. Entre las mis·mas, una tiene mayor relieve junto a las demás,como puede interpretarse también en un considera­b]e número de los poemas de Erosavia, primera par·te del libro, y que el poeta escribió a alguna distan·cia temporal de los hechos motivadores.

Después de cumplir con el Servicio Militar Obli·gatorio, Hugo se reintegra de lleno a la vida civil, enenero de 1956, y puede decirse que, aún con ]a eufo­ria que le produjo ese hecho, comenzó ó intensificóla producción de los poemas de su libro mayor. Y, yadesde entonces, hasta que ]a fatal enfermedad nose lo permitió más, su compromiso con las luchaspro-independencia, en el Partido IndependentistaPuertorriqueño y luego en ]a Federación de Univer­sitarios Pro Independencia, se hizo patente y no tuvotregua. Mucho más, entre la juventud puertorri­queña de entonces, intimidada con la represión, so­cavada con las trampas de ]a galopante prosperidadindustrial e idiotizada ante los reclamos cínicos deapertura a las grandes civilizaciones y cu]turas deOccidente, la voz poética de Hugo era un solitarioy revolucionario clamor de alecto profético. Era,en fin, lo que interpreto es Mundo abierto, como lasíntesis de toda una obra: una serie de calas en ]aexpresión del amor."

4. Lo que me parece advertir, en la estructuración dellibro desde la misma dedicatoria: .A la juventud rebelde einqu¡'eta. A los despojados y perseguidos sin misericordia.A los que por su vocación de amor. de libertad y justiciayacen en las penumbras de las cárceles o descansan en losbrazos de la eternidad...

Una dialéctica amorosa ascensional.

Y, justamente, desde la perspectiva del amor, enun sentido amplio, es que me voy a aproximar allibro, en los restantes apartados de este ensayo. Enlos mismos, no pretendo otra cosa más que exponeralgunas interpretaciones de las estructuras de co­municación de Mundo abierto, en cuya estructuraexterna se sugiere ya una dialéctica amorosa ascen.sional. Y es de este modo, pues, que en las partesprincipales de] libro, las calas se detienen primeroen ]a expresión del amor a ]a mujer (en su grada.ción de ]0 físico a ]0 espiritual); luego, a ]a patria(en el paisano); al paisano (a través de la poesía); aDios; y, finalmente, a Dios en el paisano (por mediode la contemplación y ]a acción, a ]a vez). El anda­miaje de esta estructura revela, además, la funciónde vasos comunicantes que tienen varios poemas alo largo de] volumen, a través de los cuales se en­lazan y relacionan unas partes con otras, ya paracrear un sentido de unidad armónica, como paradar constancia de ]a agonía íntima del poeta.

A la mujer.

La expresión del amor a ]a mujer es e] motIvoque ]e da unidad a Erosavia, parte inicial del Mundoabierto, que consta de veintiséis poemas en los queHugo, a excepción de tres de ellos, parece referirsea una amada en particular. En ]a ordenación de losmismos, escritos desde alguna distancia en e] tiem·po, el poeta no se ciñe a la cronología en que seprodujeron. Y, de esta manera, ]a estructura deErosavia puede interpretarse GOma ]a exposición tá­cita de' los variantes estados de ánimo que e] rom­pimiento con esa amada ]e siguen causando hastael presente, a ]a vez que también puede entendersecomo el resumen evocativo de su relación con ellaen e] pasado. El orden de esta parte, además, revelala oscilación agónica de] poeta en sus diversas calasde 10 erótico, que se resuelve, finalmente, en ]a aromanía de Dios y en una cdrdial y definitiva recon­ciliación con ]a amada.

E] desarrollo completo de Erosavia, según ]acompleja estructura de comunicación anteriormentesugerida, parece esbozarse como sigue. Hugo co­mienza por plantear una especie de síntesis con­ceptual del amor a la mujer, que formula ]a rela·ción erótica, en sus diversas manifestaciones, comouna experiencia cuyo origen y razón de ser están enel Abso]uto, con 10 cual é] justifica y enaltece, des·de e] principio, ]a entrega amorosa de la amada (Es- .puma de eternidad besada 5 y De la madera nebu·

S. Escrito el 24 de febrero de 1956. Doy la fecha de estepoema y las de los subsiguientes, siempre que se encuentrenen los manuscritos originales, para poner de relieve lo queinterpreto como la consciente elaboración estructural del

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Hugo Margena/.

losa).6 Luego. llama la atención sobre el estado deansiosa 'soledad en que se halla. la cual aumenta conla vista de una joven desnuda (Larga niña de$nuda),7porque le hace evocar a la amada. cuya ausencia espara él motivo de tristeza (Vivida sugerencia delsemblante).8 Aquí. además. a manera de interpola­ción y v.aso comunicante, el poeta enlaza el amor ala mujer con el amor a la patria, que elabora en Lashoras de ia tierra, segunda parte mayor del libro.Entonces, hace referencia a la amada ausente. evo­cando el lugar y los momentos de los encuentros

libro. La exposición de dicha estructura se apoya en una es­pecie de glosa sinóptica de cada poema.

6. Escrito el 7 de marzo de 1956.7. Escrito el 24 de febrero de 1956.8. Escrito el 9 de febrero de 1956.

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felices. anhelando Ja reconciliación y poniendo én­fasis en el recuerdo de la po~ible entrega inicialde la amada (Anatomía de la búsqueda 9 y Entrezarzas).IO Pero. de inmediato pasa al tenaz rechazo ydesdén de ella. aludiendo seguidamente al episodiotal vez clave del rompiI:rtiento de ambos (Corazón.'la condena del sueño).1I Vuelve a evocar un alegreencuentro erótico. pero al instante se lo figura comouna experiencia llena de falsedad por parte de laamada (Siluetas del beso),1z Luego. se detiene enuna serie de evocaciones de "feliz relación amorosacon ella, poniendo de relieve matices. hasta el grado

9. Escrito el 7 de febrero de 1956.lO. Escrito el 7 de marzo de 1956.11. Escrito el 23 de diciembre de 1955.12. Escrito el 19 de febrero de 1956.

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de la vivencia espiritual (Comunicación de capri­cho,u Tierna cara ofrenda,!4 Desnudadia,I5 Santahora clara de amor 16 y Substancia de la ocasiónsencilla),17 Pero entonces, recuerda también que launión intima con la amada suponía una agónicaexperiencia entre lo espiritual y lo sensual (So­noridad simple continuaCÚL).11 Y, desde la soledadnuevamente, el poeta evoca a la amada, cuya ausen­cia le provoca tristeza (De los encuentros inexpli­cables).19 Vuelve a su fe en la reconciliación, per..­mitiéndase una fruitiva confesión de amor, pero deinmediato pasa al reproche por el rompimiento yhasta por una supuesta traición (Floración espon­tdnea 2lI y Fuerza nocturna);21 deteniéndose de segui.da en la evocación del alegre encuentro erótico conla amada, a quien de manera clave y parcial descri­be físicamente y cuya entrega eleva al grado de lopoético (Algas de mar y Sólo abrazos).n Despues delo cual, le pide la reconciliación, pues sin ella eshombre triste y propenso a la muerte (Prohibicio­nes del día, amor).u y la recuerda de nuevo enla entrega amorosa, que representaría el fin de latristeza a través de su regreso (Profusión de la no­che viva). Pero el desdén de la amada 10 lleva a ad­vertirla como del presentimiento de su propia muer­te (Septiembre), Aquí Hugo interpola la poetiza­ción de otras experiencias amorosas, aparentemen­te pasajeras, aunque alegres, en contraste con eltono predominante en el que se da la evocación dela amada (Roja muchacha roja 24 y El nombre sen­cillo). Sin embargo, reconoce que su amor a ella estema con~ante y la imagina amorosa y quiere pe­rennizarla así en su poesía, pues, de otra manera,sólo piensa en 'la trascendencia de la muerte y launión en Dios, ya que la amada 10 es todo para él(Es lema y Presentimiento), Todo 10 cual, confirmasin lugar a duda el epígrafe que el poeta ha esco­gido para encabezar esta parte: .. Es amor fuerzatan fuerte,.que fuerza toda razón". A manera de cla­ve, además, en los versos finales del último poemade Erosavia, Hugo parece aludir al encuentro que

13. Fechado el 6 y el 7 de marzo de 1956.14. Escrito el 21 de febrero de 1956.15. Escrito el 12 de febrero de 1956. El titulo original de

este poema es. conforme al manuscrito, Desnuda un día.Este cambio pone de manifiesto, en parte al menos, el la.borioso proceso en que surge Mundo abierto.

16. Escrito el 7 de marzo de 1956.17. Escrito el 15 de febrero de 1956.18. E.scrito el 29 de octubre de 1955.19. Escrito el 15 de enero de 1956.20. Escrito el 8 de febrero de 1956. En el caso de este

poema, el nombre de LiIí puede referirse a otra mujer queno es la amada. Interpreto, sin embargo. que se trata de unaforma poética de referirse a ella. Y quizá sea esta una delas reminiscencias de Vladimir Maiakovsky (la LiIf de suspoemas amorosos) en la poesla de Hugo.

21. Escrito el 3 de enero de 1956.22. Escrito el 12 de noviembre de 1955.23. Escrito ellO de febrero de 1956.24. Escrito el 3 de abril de 1956.

pensó que iba a ser el de su definitiva despedida dela amada.

Aunque formalmente la estructura de Erosaviatermina con el poema Presentimiento, anímicamen­te se extiende hasta el próximo. Silencio, que cons­tituye por sí solo a Margen, la parte más breve dellibro. Aquí el poeta vuelve a enfatizar su estado desoledad, causado por el rompimiento con la amada.que le frustra en su anhelo de amor paternal y lehace concebir el deseo de no ,haber nacido, soluciónque le hubiera evitado el conocerla. Tan terribleestado de ánimo, efecto directo del amor obsesivodel poeta, se anticipa ya en el epígrafe: "Hay golpesen la vida, tan fuertes. ¡Yo no sé! Golpes como eldel odio de Dios... " Sin embargo, ia agonía íntimade Hugo respecto a su sentimiento por la amada. seresuelve definitivamente en el poema Presencia ines­capable,2S que como un vaso comunicante enlaza aErosavia y Margen con Llama de cielo roto. En esepoema, donde quizá hay reminiscencias de Holder­lin y de la teosofía, mediante la antigua idea pan­teísta de la armonía y de -la compensación de .loscontrarios. el poeta figura la definitiva reconcilia­ción con la amada. Clave de 10 cual, puede ser elpenúltimo versa, donde las letras en mayúscula Ay H muy bien pueden referirse a las iniciales de susnombres, como las de los contrarios que se hallanen la annonía del Todo.

Las calas a la expresión del amor a la mujer enlos anteriores poemas hacen posible, también, lainterpretación de una escala en las preferencias oinclinaciones predominantes del poeta. De modo talque, en la unidad de Erosavia y los poemas que lacomplementan. el amor a la mujer se manifiestacon predominio en ténninos de una expresión delo sensual, primeramente, y de lo sexual y sexual­espiritual, 'luego. Después, también de acuerdo a unaescala de mayor a menor predominio, como una ex­presión que idealiza la experiencia amorosa, quees relativa a la muerte de alguna manera. y, ade­más, que encama el efecto de la ternura. Y, final­mente, como una expresión de desencanto, libertad.trascendencia, reconciliación, misterio, lucha inter·na. deseo. anhelo, dolor, soledad, paternidad anhe­lada y de armonía cósmica.

Dichas expresiones de amor a la mujer sugieren.también, cuando el poeta las agrupa en un mismopoema, la posible presencia de unas microestructu­ras de comunicación, a través de las cuales poneénfasis en la riqueza de sus calas. Así, por ejemplo,cuando reitera 'las combinaciones binarias de 10 sen­sual y lo sexual-espiritual. y lo sensual y lo sexual,le da relieve a esas calas en esta primera parte dellibro. En la cual, pueden comprobarse, además, lascombinaciones binarias en las que el amor a la mu-

25. Escrito el 3 de marzo de 1956.

25

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jer se expresa como: misterio y lucha interna; de­seo y lo sexual; reconciliación y dolor; desencantoy lo sensual; lo sensual y misterio; desencanto y lorelativo a la muerte; y, lo sensual y lo relativo a lamuerte. Y también, combinaciones ternarias en lasque se expresa como: afecto de ternura, lo sensualy lo espiritual; idealización, afecto de ternura y losensual; lo relativo a la muerte, idealización y're­conciliación; y, soledad, lo relativo a la muerte ypaternidad anhelada. En la microestructura del poe­ma Espuma de eternidad besaCÜl, el poeta presenta,quizá, su más rica cala en la expresión del amor ala mujer, aculando en el mismo una notable porciónde esos elementos que maneja en toda esta parte.No es casual, pues, su ubicación inicial en la granestructura del libro, ni su función de síntesis enErosavia.

A la patria en el paisano.

Las calas a la expresión de amor en los poemasde Las horas de la tierra, segunda parte mayor deMundo abierto, tienen como objeto amado del poe­ta al paisano puertorriqueño. En ésta, como en laanterior, a juzgar por la ubicación de los únicoscinco poemas cuyas fechas he podido comprobar,Hugo tampoco se atiene a un orden cronológico alestructurar la misma. Las trece composiciones deque consta esta parte, sugieren, más bien, el esbozode una dialéctica de comunicación en la que se des­tacan siete aspectos entrañables e importantes parael poeta, a saber: la indicación del camino reivindi·cadar, la denuncia del precario estado colonial, elreproche de la inercia del paisano, la identificacióncon su estado, el recuerdo de su historia, la exalta­ción de sus héroes y la exhortación optimista al le­vantamiento. A través de los mismos, su expresiónde amor al paisano revela un profundo sentido fun­cional. Cada aspecto es como un arma al servicio dela patria. Y entre ésos, por medio de la reiteración,enfatiza más la denuncia del estado colonial en quevive su paisano; la indicación del camino por el cualpuede reivindicarse; la exaltación de sus héroes, co­nocidos y desconocidos; y, el recuerdo de su histo­ria, triste y gloriosa.

En la elaboración estructural de esta parte, cada. poema, a excepción de dos, supone una microestruc·

tura compuesta por uno o más de los aspectos anoteriormeme referidos. De modo tal que, puede de­cirse, el desarrollo completo de la estructura decomunicación de Las horas de la tierra se planteacomo sigue.

En el poema inicial, La n,?che reunida siete ve­ces,'Ji> el poeta establece la pauta de su expresión deamor a la patria. indicándole al paisano, antes que

26. Escrito el 20 de febrero de 1956.

26

nada, el camino que le posibilitará su reivindica­ción. En el mismo, pues, formula una alegoría de larebelión futura del pueblo puertorriqueño. Las cla·ves de dicha alegoría (el campesino, el cañaveral yel fuego), juntamente con el epígrafe de esta parte,po"nen de manifiesto, al menos en esta fase de suproducción, el influjo de la obra poética de JuanAntonio Corretjer. En la microestructura de Oscurodolor/' el poema que sigue, Hugo combina esta veztres aspectos mediante los cuales hace patente suexpresión de amor. En él, plantea una desgarradoradenuncia del abandono social y económico en quese encuentra un gran sector de sus paisanos; a lavez que les reprocha su indolencia e inacción; anun­ciándoles, finalmente, el día futuro en que se suble­varán. Ese día, que prevee como distante, el poetaquisiera estar en las manos de su pueblo, cada hue­so como un instrumento de lucha reinvidicadora.En la primera parte de Nosotros,28 el aspecto de ladenuncia se traza esta vez en términos de una ale·goría de la dolorosa realidad puertorriqueña, quelleva al poeta, en la segunda, a identificarse con supueblo en el sufrimiento y la indignación. En laconjunción de los tres aspectos de la microestruc·tura de Sepa usted 29 Hugo logra uno de los poemasmás intensos y dramáticos de esta parte del libro.El objetivo de la denuncia apunta ahora hacia ene­migos concretos del pueblo amado: el Servicio Mi­litar Obligatorio, como tal; y la humillante y abusi·va presencia en el suelo patrio del Ejército y la Ma·rina norteamericanos. De lo cual pasa, primero, alrecuerdo triste de la historia inmediata: el bombar­deo de Jayuya por aviones de la Guardia Nacional,en octubre de 1950; y, lueg~ al sentido heroico deesa misma historia, en la que resalta a la Revolucióncomo el camino transfonnante. Y así, en la microes­tructura de Al frente, no sólo indica el camino, sinoque estimula la valiente sublevación del pueblo; de­nuncia, de paso, su sufrimiento centenario; y propo­ne, finalmente, la emulación de los héroes del pasa­do, aludiendo al gesto de aquel que, víctima en laMasacre de Ponce, el 21 de marzo de 1937, escribióel nombre amado de la patria ~on su sangre. Comológica secuela del anterior, M~dera dura JO es unaexaltación de Elías Beauchamp e Hiram Rosado,héroes-mártires del nacionalismo puertorriqueño enlos años treinta. En este poema, además, Hugo lospropone como ejemplos de fuerza y resistencia,como acicates, en fin, de la rebelíón futura de supueblo. En el próximo, El hoy, vuelve a la historiamás reciente de octubre del Cincuenta. Elabora estepoema, desde el presente en que lo escribe, con ladenuncia del estado colonial de Puerto Rico (" Pue-

27. Escrito el 17 de febrero de 1956.28. Fechado en mano de 1956.29. Escrito el 28 de febrero de 1956.30. Escrito el 29 de febrero de 1956.

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blo Cerrado", de "muchos vividores, muchos politi­queras, / muchos embustes y miedos, / muchos fal­sos / que tú y yo creíamos hermanos"); con la exal­tación de héroes nacionalistas, conocidos y anóni·mas, de la segunda jornada histórica; con la propo­sición de ellos como ejemplos de amor patrio y, ala vez, como acicate de la futura, esperanzadora Re·volución.

En el resto de esta parte, Hugo enfatiza aquellosaspectos que desde el presente y mirando al futuro,ponen más de relieve su expresión de amor a la pa·tria en el paisano. Eslabones, más que un poema,es la segunda parte en la estructura de Las horasde la tierra, elaborada en seis microestructuras opoemas eslabonados. El primero, lo mismo que Lanoche reunida siete veces, aunque con una extraor­dinaria economía de palabras, señala la Revolucióncomo la ruta reivindicadora del pueblo. El segundo,es una denuncia del abandono y la miseria de algu­nos niños, dramática representación del estado delpueblo desposeído. El tercero, es una denuncia másde la miseria, la· explotación y el hambre de la clasehumilde puertorriqueña; a la que el poeta indicael camino de la rebelión radical, que con magistralironía llama "la hora buena / en que se come a losnorteamericanos". El cuarto, es otra de-nuncia, estavez concreta, del prejuicio racial en los estableci­mientos bancarios de Puerto Rico. El quinto, esuna invocación a los patricios nacionales, específi­camente a don Pedro Albizu Campos, que sufría suprisión final al momento de Hugo escribir el poe­ma. Es el amor sin límite de don Pedro a la patria10 que el poeta propone y se propone en este poema.y por último, en el sexto, teniendo como héroeejemplar a Albizu Campos. el poeta lo exalta; ]0

presenta como inspiración de la rebeldía nacional,acrisolado en el sufrimiento y elevado a la trascen­dencia (aspecto mediante el cual, como vaso comu­nicante, enlaza esta parte del libro con las dos fina­les); y ~orta tácitamente a ]a futura rebelión, ala cual él anticipa su compromiso mediante lapoesía}'

~1.. Los poemas .de Las horas de la tierra representanobJ.etlvamente ex.ammados. una superación amplia de la anotenor poesfa dedicada a los hechos y los héroes nacionalistasde la década del Treinta. Para medir la grandeza poética deHugl? Margenat, en est~ sentido, bastarfa comparar la pro­d~cclón de Juan.~tomo Corretjer entre 1930 y 1938 (es de·Clr, entre los vemtldós y los treinta años) con los poemasdel joven escritor ~n .esta ~arte (esto es, los que producealrededor de .Ios vemt,dós anos). Los mismos son equipara·bIes y aventajados sólo por la poesía de semejante temáticaq!!e produ~e Francisco Matos Paoli, también durante losanos del Cmcuenta. Los poemas de Las horas de la tierrason, además del vibrante testimonio de amor a la patriaen el paisano que antes esbozara, una paMe de la avanzadaque HU,iO si¡;nifica para la nueva poesfa puertorriqueña, quese perfila colectivamente a principios de los años sesentasobre todo, en las promociones de las revistas Guajana yMester.

Al paisano e~ la poesía.

Los poemas de la parte siguiente del libro, TresIloces de la sangre, guardan tambi~n una estrecharelación de continuidad con los de la anterior, a lavez que con la amplia estructura de comunicaciónde Mundo abierto. Aunque ]os tres tienen como mo­tivo central y predominante la incursión en el fenó­meno poético, a través del orden en que los articu·la, el poeta parece ratificar, además, la función dela poesía como instrumento de su expresión de amoral paisano.

La clave para esta interpretación me parece quese encuentra ya en el epígrafe: "Mi tierra y yo va­mos juntos por un río de la misma sangre", sobretodo, si se toman en cuenta los versos finales de Pri­mera voz. En ellos, la producción poética, que tienepara Hugo un carácter misterioso, esotérico, se ma­nifiesta también como oficio profético comprome­tido trascendental e históricamente con su realidad,que es la misma realidad de su paisano. Oficio me­diante el cual anuncia el momento futuro de laacción reivindicadora, del levantamiento, a la vezque dispone al paisano en esa dirección.

En Segunda voz,u que en cierto modo es una ex­presión de la dinámica interna del fenómeno poéti­co, Hugo revela al amor como la fuerza que lo mue­ve de lo sublime a lo funcional de su oficio; fuerzaque no puede quedarse en la experiencia trascen­dente y única del poeta. Razón por la cual, en laestrofa última de Tercera voz. se instala en la his­toria. Primero, identificándose sin precisar con eldestino incierto del paisano. Segundo, haciendo unadenuncia, mediante la concreta alusión al campesi­no, de su precaria y triste existencia. Tercero, esti·mulando su memoria al recuerdo de aquellos mo­mentos históricos de radical heroismo reivindica­dar. Cuarto, insistiendo, de manera específica, enla denuncia de la vida miserable del hombre del ca­fetal. Y quinto, enfatizando, finalmente, la funciónprofética de su oficio, que vislumbra el procesoformativo de un cambio fundamental en el paisano,a través del cual pasará de la pasividad a la acción.Cambio que el poeta preve'e con amoroso optimis­mo como algo históricamente inevitable y benefi­cioso para todos sus paisanos.

A Dios.

En el complejo orden de comunicación de Llamade cielo roto y como antesala a la cima en la escen.s!ón estructural de Mundo abierto, en esta parte dellIbro convergen las calas principales de las anterio­res, fundiéndose a una común, a través de la cuaJel poeta se aproxima ahora a la expresión de su

32. Escrito el 14 de febrero de 1956.

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amor a Dios. El propio Hugo provee la clave orien­tadora al entendimiento de esta parte con el epí­grafe que antecede a los siete poemas que la compo­nen: "Todo quiere fundirse en este fuego en el queyo, presente, me fundí desde el grito primero de léaurora". En este epígrafe se encuentra implícito yael sentido de la estructuración de Llama de cieloroto, cuya unidad es como una imagen de la armo­nía total de Dios.

Es de esta suerte que, en Pequeño auto de fe, elpoeta alude a la quema de su libro Los siete cuer­pos de Dios, como un acto de esotérica purificación.al mismo tiempo que como un gesto de reverenciaal Innominado. Es muy probable que, bajo el influ­jo de la sensibilidad y las creencias orientales, Hugooptara por destruir ese libro en el que aparente­mente se había adentrado, mediante el fenómenopoético, en el misterio de los Grandes Iniciados. Dela reverencia. el poeta pasa a la invocación, en Pre­sencia inescapable, afirmando de paso sil concep­ción panteísta de la divinidad. Dios es vibraciónconcreta y trascendente en la que el mismo escritorestá presente. Es. sobre todo, amor y vida que ar­moniza todas las cosas, hasta los contrarios. comoson él y su amada -distanciados_ Después de afir­mar la armonía panteísta, Rugo se revela, en elpoema Significado pequeño, como anclado en unareligiosidad agónica, que oscila entre la ortodoxiay la heterodoxia, entre lo trascendente y lo material.En este extraño poema, a manera de interpolación.establece, además, un paralelismo entre la etapafinal de la existencia de Simón Bolívar y el hola·causto salvífica del Crucificado. a través de lo cualparece sugerir el enlace de sus inquietu4,es de loreligioso y lo patriótico en el concepto del dolor. Eneste poema, su cala a la expresión de amor a Diosse aproxima, en gran medida, a la piedad iconográ­fica. Aunque sutilmente, hay una estrecha relaciónentre éste y el poema que sigue. El amor en el dolores la cala que los entrelaza y, en Traía como uneco,JJ Hugo parece aludir al poeta Francisco MatosPaoli. o quizá, al mismo don Pedro Albizu Campos.En. él se identifica con el amor en el dolor. de unou otro, a Dios y a su pueblo; y, uno o el otro, calahondo en su espíritu, iniciándolo en un nuevo ca­mino de vida y de poesía, que, conforme al poemasiguiente, consiste en la misión profética a travésdel oficio poético. Y es así que, en Finitud de glo­ria,J4 Hugo se refiere al momento en que Dios lohace mstrumento de comunicación entre El y elpueblo. tanto en lo que atañe a su realidad históri·

33. Fechado en ..Marzo de 1956•• 1.0 que interpreto comouna posible alusión a Francisco Matos Paóli puede tenermayor sentido, quizá. si se toma en cuenta el epígrafe inicialde Mundo abierto. Es una cita de Matos Paoli coincidentecon la idea del poeta y el fenómeno poético que Hugo C}t­

presa en Unos apuntes y que sustenta. sobre todo, en suspoemas de Tres voces de la sangre.

34. Escrito el 26 de diciembre de 1955.

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ca como a su capacidad de trascendencia, presentán­dole como ejemplo cumplido de esta misión la obrapoética de Julia de Burgos. En este poema, pues,concluye la cala a la expresión de amor al paisanoen la poesía, que se enfatiza en la parte anterior dellibro. a la vez que se enlaza a la que expresa el amora Dios y se proyecta ya a la final, de expresión deamor a Dios en el paisano, que también es parte dela estructura de comunicación de Dios es bueno,3~

el penúltimo poema de Llama de cielo roto. En estepoema Hugo manifiesta su amplia concepción deDios, que es: Ser trascendente, Presencia en lamuerte y en la vida, delirante Amor místico, Seromnipresente, Principio vivo de justicia y, conse­cuentemente, de acción justiciera. Es por esto últi­mo que está en el pueblo obrero que se subleva paraalcanzar su reivindicación y, al mismo tiempo, encontra de la injusticia socio-económica, el fariseís­mo y la injusticia política. En La mirada certera,poema final de esta parte. es donde más claramenteel poeta se solaza en la cala a la expresión de amora Dios. Es un poema de aspiración mística de eternay amorosa unión con Dios. En él se conjugan lo cris­tiano y lo oriental, pues el poeta anhela, simultánea­mente, transvasarse en el amor de Cristo transfi­gurado, en el Nirvana y en la armonía de los contra·rios en el Dios vida-muerte sin fin.

A Dios en el paisano.

En el proceso ascensional de las calas a la ex­presión de amor, dentro de la estructura amplia deMundo abierto, esta parte última, Los brazos y elmundo, representa, indudablemente, la cima de co­municación del libro. Aunque en ella se registranaún indicios de agonía existencial yespiritual, la ale­gría y el optimismo son sus notas dominantes. Elpropio Hugo anticipa la clave de la suprema calaen el libro a partir del epígrafe que, como el deTres voces de la sangre, es también suyo: "La ban­dera ha sido desplegada por encima de las espinasy las rosas. Mi corazón, rePleto de misterios y deamor, se ha identificado con la mística y la furiade los brazos". Y. de esta suerte, los cuatro poemasde esta parte son la expresión de amor a Dios en elpaisano-projimo, como resultado de la alegre yamo­rosa armonía de lo trascendente y lo histórico.

Como las partes anteriores, Los brazos y el mun­do obedece a una cuidadosa estructura de comuni-

35. Aparentemente este poema se escribe en .Enerode 1956. y luego se revisa en ..Marzo de 1956•. En su redac­ción final. Hugo le cambia el título, que era ¡deologfa deisla;suprime los versos que inicialmente eran los 2~27: ..y le daaliento a los anarquistas, I a los que conspiran.; y, en elverso antepenúltimo, cambia ..comunista. revoltoso. por.antiimperialista.. Tanto la eliminación de versos como lasubstitución de ténninos pueden ser índice de la agoníaideológica en Hugo durante este período.

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cación, por medio de la cual el poeta le da relieve ysentido a sus calas. De esta manera, ya desde elpoema El mensaje fragmentado, la cala de amor aDios, que se acentúa en la aspiración de penetrarel misterio divino a través del arrobo, cobra sentidomayor cuando se proyecta como cala de amor alpaisano-prójimo. De aquí, la profundidad de la ar­monía de lo trascendente y lo histórico, de dondeemana el amor social, que es alegre y optimista. Laparte final de este poema, que tiene un carácter es­catológico, propone implícitamente el amor en sa­crificio de Cristo como la clave de la armonía detodo~ los hombres en el futuro. Propuesta que, enRetorno,36 es ya abierta manifestáción de regreso ala religiosidad católica, representada de maneraprimordial en el misterio de la Eucaristía. Resultadifícil pasar por alto el amplio tono de alegría deeste poema, sobre todo, en contraste con el del poe­ma Yo soy multitud, que 10 sucede, y en el que pre·domina una grave solemnidad. No obstante, es sólouna manera distinta de manifestar su cala de amora Cristo-Sacramento, que concibe como vida y razónde ser de todo, y, consecuentemente, en El se siente,además, en armonía con todos los que Lo aman. Enel poema final, La sombra suave,J7 Hugo resume, entono de alegre solemnidad, su aspiración de perso­nal unión amorosa con Dios y, también, de armoníacósmica. En él interpola, además, la evocación figu­rada del asesinato de un patriota, con lo cual fundeuna vez más, y ahora, en la cima estructural de

36. Escrito el 12 de febrero de 1956. El titulo originalde este poema es, en el manuscrito, Eucaristia. Interpretoeste cambio corno un indicio más de la agonla espiritualde Rugo que, aunque regresa al catolicismo, rehuye en laredacción final la referencia directa al término Eucaristla.

37. Fechado en cAbli1 de 1956•.

Mundo abierto, lo transcendente con 10 histórico.y en esto, a mi entender, reside justamente la claveúltima de- su cala a la expresión de amor a Dios enel paisano.

Propósito y pretensión.

Como anticipé, en este trabajo sólo he queridoaproximarme y exponer las estructuras de comuni·cación de Mundo abierto. Espero que, de paso, hayatenido éxito en una pretensión mayor: la de demos­trar que Mundo abierto, de hecho, supone una cui·dadosa y buscada estructura de comunicación, quese monta sobre las partes, primero, y esas, sobre lospoemas, en una escala de lo concreto a lo de mayortrascendencia. Esto, sin desatender, en el procesoascensiona'l, oscilaciones a través de las cuales elpoeta representa estados de agonía tanto existencialcomo espiritual.

Esta demostración me parece pertinente a pesarde conocer que una buena parte de los poemas dellibro, como tales, se produjeron dentro de unas es­tructuras de expresión surrealista, de espontáneosubjetivismo, y que, por esta razón, son de carác­ter delirante, profético o aparentemente impene­trables.31

38. Una cosa es el momento mismo de la producción decada poema y, otra, el proceso mediante el cual se les orodena; con un sentido serio de oficio, en una definitiva es·tructura unitaria: en un libro, en fin. En muchos poemasde Rugo ha operado la producción alucinante, de espontá·nea manifestación, sin otro estimulo que el de su convicCiónen el carácter mediumnlmico, profético, del poeta. De igualimportancia para él fue el oficio poético, que le instó a co­rregir y, finalmente, a darle forma coherente de libro a lascomposiciones sueltas, como la etapa culminante de su co­municación artlstica. Y es lo que he querido exponer aquf.

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In Memoriam. Poemas de Marina Arzola

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La búsqueda inútil(Encuentro)

Te busco por las raíces de los cuellos,duros de lavanda oprimiday corazones crudos de alcanfor;por las magnolias de la madrugadaque recogen enseres y uvas rancUlstapizadas de amor,y de las nieves violetas, incendiadas.y hay una ninfa loca en cada esquinacorriendo tras los humos del boscajeque trajo la creación.

Arribas tras el agua de jardín,en los copones y lirios de oropor zarzas y viñedos y altas copas de vino,por humus de la estancia adoselada, espejos,y altas bombas de azur que te sofocan.¡Y aún no te dejan ver irremediable amor!Mas aún se alzan las palmas del ayer glorioso,¡invicto te sostienes!Oh alto Ser que escancias en las buhardillasaltos trinosde amargas melodíassangrientos de alcanforprieto en edades rancias.Hay un melocotón debajo de cada uno de tus brazosenormes y graciosos.Debajo de cada cabezay debajo de cada axila negra de pus roja.Apareces en luz por los jardines altosde melodías viejas del ensueñotrinas con las magnolias y turpiales,hoces del trigo azul que me sostiene,altos pdjaros ya de poesía.

1963

En diciembre de 1976 murió la joven poetisa MarinaArz.ola, prominente escritora y colaboradora de esta Re­vista. En su memoria queremos ofrecer a nuestros lectoresalgunos de sus poemas.

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Aro en isla, isla de amor

¡Isla! ¡sube en mi sol, sube en mi oro!Isla amada de almagro.Isla de plenilunio en el rocio.¡Islal sube de espacio.Sube de trémole azul estremecido,fértil de cañamazo.Con el dulzor de las guirnaldasy los guayabos.Duros de luz alta escogida,albos de espacio.y cómo fue en mi juventud rendidael vil aldabonazode cortar las chiringas hondasde los preclarosdones del icacal y los cerezos,retorno al caroventanal de verbón muy pronto:palabra y aro.

1961

El Profeta

Tanto te amé: murmuraste en descanso.Tanto te amé: murmuraste en ausencia,los drboles cercanos al dechado,corría el agua azul en su presencia.

Junto a los conos descendían fraguasde piratescos y enormes arcanos,pdjaros y borricos de otros nombresbebían de mis manos.

y descendían coros a fraguarseen el chopero de la azul verdura,del cielo y de la noche azulnevaba hasta la amargura.

Caían pechos, hirvientes los lomos,desde los hombres h4sta el hombro bello,cruzaban, descendían de los claros y los destellos.

Lloraba el corazón en las saetas,envuelto en las veletas de los techos.y Juan entonces descendía.entonces.

h4sta..., tras ellos...

1963

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Plano altivo

A Ti: gozo de luz

¡Oh! si no puedo mds mi Señor mio;luz contra la alta cruz de ramo alzado,rebaño verdiazuI, amargo llano,vilano de tu luz que no recibo.

Lirio de amargo horror, algo grabado,retoño de testuz, dulce lamido;¡Semilla de retama y pensamientosea por siempre Dios/ ¡sea querido!

¡Oh celestial! Oh dulce cortesia,pasillo suave de tus venas blancas,diente de amor, amor que fue ayer frioretama en luz. recibido de alabanzas,arteria cerebral como balanza.Figura azul, del hado plano y alto.

1961

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ME TOCA PRESENTAR A MARINA ARzOLA ANTE USTE-des. Es un compromiso y una responsabilidad.

Porque lo que se diga de ella, o mejor, de su poesía.tiene que caracterizarse bien y no debe ser cosapara salir del paso. Digo esto, porque entre los jó­venes poetas puertorriqueños que se destacan, Ma­rina Anola es figura principalísima. Estoy por decirque su poesía no tiene parangón con ninguna otracultivada, o actualmente en cultivo. en nuestro país.

Poesía caótica es la suya, y por lo tanto, desbor­dada; poesía absurda, si se quiere, ¿pero es quetoda poesía debe tener los elementos de la lógicaconvencional y corriente? En caso de que se pre·tendiera una poesía como algunos la entienden, decomunicación de sentimientos e ideas, sí. Pero cuan­do se escribe una poesía como ésta, dotada del pen­samiento-asociación y no el pensamiento-frase, se-

. gún las categorías de Epstein, teQemos que canfor·marnos con el bello absurdo poético, producto deuna oscilación entre la conciencia y la subconden­cia. También por eso ésta no es una poesía para ex·plicarse, y creo que menos para escucharse. Espoesía para ser Jeída personalmente. Esa es la me­jor forma para coniprender la lógica del absurdo.Sin embargo, pido a los oyentes que no se defrau­den. Puede ser al fin y a la postre, escuchar resulteuna manera de leer. En el orden de los símbolos quees la lengua. cabe muy bien, en este caso, la trans­ferencia de símbolos auditivos y visuales.

. y ya en el camino del lenguaje, y más, el lengua­je poético, es cosa de mucha importancia la poes{ade Marina Anola. Porque si hay un poeta que lu­che en forma genial con la palabra, ése es ella.Resulta que la palabra no le es suficiente para enva·

• PaIabras leidas en el Coloquio Uterario del At~eo PUCI­torriqueño, ocasión en que fue presentada la poetisa, el 22de noviembre de 1961.

Marina Anolay su poesia*

Por LUIS HERNÁNDEZ AOUINO

sar el contenido lírico. De ahí que violente el len­guaje, yendo mucho más allá que los barrocos es·pañales. Y crea neologismos poéticos, inventa su-

, perlativos extraordinarios, altera la semántica de lapalabra, en metasemia singularísima, para dotarlasde una significación secreta, que tal vez ella solaco~oce. y como los barrocos, tiene riqueza de imá·genes y metáforas, abundancia de cultismos, hipér.boles, alusiones mitológicas y geográficas.

Algunos ejemplos quiero anticipar antes de lalectura de los poemas. Neologismos: clavicornio,por yar (verbo), flamor, mambia, canalú, monteres·co (de monte). clariver, verdolar. Superlativos: Ver­bón, de verbo y violetísimo. de violeta. Palabras ofrases de significación secreta o distinta a la queles corresponde: avintayar laigas noches; eclesiás­ticos gualdos; salada de marumba; cerrando uvas,sonando bardos. Ejemplos de alusiones geográficas,utilizadas con otros fines que no son los geográfi­cos: Selvado amor: salva de cuernavaca; el oro delos tesoros, de cueva a jaén; melocotones flaccidosde esmirna. Estos nombres los escribe la poetisa en .minúscula.

Hay en esta poesía símbolos insistentes y pala­bras predilectas, porque expresan su particular sen­tir y modo de ser. Algunos símbolos expresan re­cuerdos vivenciales de la infancia, así como algunaspalabras, entre las que he recogido carlanca y tunodras.

Tiene la poesía de Marina Arzola mucho de plas­ticismo y abundan las figuras cenestésicas en ella.por lo cual se entrecruzan libremente las sensacio­nes táctiles, auditivas, visuales y olfativas. Y hay enella también en un poderoso sentido del ritmo, noasí de la rima, que alterna entre asonante y conso­l1ante. Sin embargo, en las formas clásicas como elsoneto y la lira, produce alteraciones que no-le per­miten la perfección en el logro de la forma.

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Marina Ano/a.

Quien estudie los recursos fonéticos de esta poe·sía: no ya los rítmicos, encontrará muchas revela·ciones. En 10 que respecta a los recursos literarios,los más notables son los encabalgamientos, los pa·ralelismos y las reltaraciones. La reiteración sonora,o aliteración, juega papel importante en algunospoemas. En las reiteraciones es que también utilizapalabras con contenido semántico distinto, aunquelas palabras tengan un parecido fonético. El resul·taeJo es una resonancia de expresividad. Algo seme­jante se ha observado en el poeta español contem­poráneo Blás de Otero, quien sin duda ha influidoen la poesía .de Marina Arzola. Algunos ejemplosson:

"Achicar achicorias de agua fria"."Cenceña azul salada de marumba"."Marumba seca de la sal ansiosa"."Oh amapola de errante rompeola".

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"Encristalada en los cristales suaves"."Fútil flor de flamor clamor errando"."La sal helada de la hiel salada".

El arte poético de Marina Arzola está explicadoen muchos de sus poemas. De ellos he entresacadouno donde aparece la siguiente concepción:

"Trilce de amor yo clavo ho.stiasy desazumo el desconcierto,no como fruta en matemdticas;si como cielo".

La asociación con el poema Trilce, por la mera­menció.n, y por lo que de absurdo tuvo en él el autor,nos lleva al peruano César Vallejo, otra de las ad.miraciones de Marina, otro poeta que u clavó hostiasy desazumó el desconcierto", según los versos de

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nuestra poetisa, y quien por el camino de lo absur­do creó una de las más intensas, substanciales e in·quietantes poesías de la lengua española. Marina Ar­20la puede exclamar con el atormentado cantor deTrilce: "Absurdo, sólo tú eres puro".

Los temas de esta poesía, a saber, los principa­les, son el amor, Dios, la patria y la infancia. Estostemas están tratados con mucha originalidad, por·que Marina Arzola es gran lectora y está siempreal día en las corrientes poéticas y las obras de poe·sía. Su tono es de-reto y desenfado, sin que asomela lágrima ni la confidencia romántica. Siendo supoder imaginativo extraordinario, creo que no debe·

mos buscar, por lo tanto, en sus simbologías, lo ra.cional, sino que más bien debemos dejarnos invadirpor ·Ia resonancia poética.

De pedírseme que encaSillara esta poesía, me se"ría difícil hacerlo, porque tiene mucho de lo per­manente y duradero que dejaron las escuelas devanguardia europeas. Y como -)os artistas del expre-

. sionismo pictórico, crea Marina Arzola foI1Da,S dis­gregadas, va del desequilibrio a la confusión. Pero,al mismo tiempo crea una expresión nueva a la quetiene que ajustarse la sensibilidad del lector. Es poreso que pido a ustedes que agucen bien el oído du­rante la lectura y preparen la imaginación.

"El Fanguito". Grabado de Carlos R. Rivera

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LA MARUMBA ES UNA MANIFESTACIÓN DE LA TRADICióNmusical puertorriqueña que curiosamente no

mencionan Alonso ni otros destacados escritores quehan dedicado incontables páginas en exaltación yañoranza de cosa~ de antaño. El vocablo parece laaculturación de una palabra: marunga.

Según Martín Alonso marunga era "un baile pO­pular de Puerto Rico". De otra parte, marunguey,voz antillana, es una planta de tallo que remata enuna flor menuda. De su raíz .. se hacen panecillosalimenticios, y sirve para hacer almidón''''

1. Alonso. Martín. Enciclopedia del Idioma, Editora Agui­lar, Madrid, 1958.

La marumba

Por FRANCISCO LÓPEZ CRUZ

El sustantivo marumba lo asocia el campesinopuertorriqueño a la música jíbara de movimientorápido, de combinaciones rítmicas sincopadas, y deproyección revoltosa y vivaracha.

Generalmente la marumba semeja formas pare·cidas al seis y también a la guaracha. Tanto es así,que en algunas de nuestras regiones la marumbaes sinónimo de algún tipo de seis alegre y juguetóny le llaman seis·marumba.

El que aparece aquí pautado -Ilustración 1- esejemplo de esta modalidad. Pertenece a la regiónde Caguas y formaba parte del repertorio que inter.pretaba el gran músico de bordonúa Germán Her·nández (Germán el de Caguas). Los cuatris de esta

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C'l--

SIRA MARÍA LA COLORÁ

Colará, ColaráSiliet Maria Iu. ColaráColará, Colo"ráSiña María la ColaráColará, ColaráA mamá que le mande el guayoColará, CoJoráQue la yuca está perdíaColará, ColaráQue no lo haga por la yucaColará, ColaráSi no por la .cativiáColará, ColaráSiña Maria la .colaráColará, ColaráSiñu María la Cotará.Colará. Colará.

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región aún tocan e~te seis-marumba en sus instru­mentos. Y los trobadores las cantan con las tradi·cionales décimas octasilábicas.

Las demás versiones de la maruniba no se sorne·ten a patrón alguno.

De otra parte debemos considerar el hecho deque la marumba se expresa, las más de las veces,en forma instrumental sin cantarse.

La combinación interpretativa la constituye!} elcuatro; la guitarra y el guiro. En tiempos pasadosel tiple y la bordonúa formaban parte de ese con·junto típico.

El movimiento rítmico del guiro y de la guitarraen la marumba semeja al del seis. La armonía esmuy sencilla. Se fundamenta en los acordes tónicay dominante, o sea, lo que el músico jíbaro llamala primera y segunda posiciones respectivamentedel instrumento.

La melodía la lleva el cuatro. Pero si la marom­ba ha de ser cantada el cuatro se aleja de la tonada

-y se dedica a elaborar adornos armónicos con graociosos giros rítmicos. .

La forma de bailarse la maromba es la mismaque el "bailaor" utiliza con la música del seis.

La música popular comercializada ha buscado yha encontrado en la marumba diversos temas conlos cuales ha logrado canciones que han merecidola atención de muchos públicos. Así pues, recorpa­-mos una canción de mediados de la Década de lostreinta que se grabó en discos comerciales y queijlcanzó gran popularidad. El título de la graciosa yjuguetona tonada fue Cataplum.

Compárese la música de Cataplum -Ilustra­ción 111- con la de Silia María la Colará -Ilus­tración 11-. Obsérvese la similitud de ritmo y me·lodía.

También a principios de los años treinta apare­ció grabada en disco -y con ·gran éxito también-,la canción jíbara Caneares ae la SIerra (Ilustra­ción V).

Compárese la mlisica de la inarumba -Ilustra­ción IV- con esta canción jlbara. Una vez más ob­sérvese las slmlJ1tudes del Cltmo y melodía.

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Caribes y misioneros en laobra del Padre Pierre de Pelleprat

Por MANUEL CÁRDENAS RUIZ

AL PADRE JESUITA PIERRB DE PELLEPRAT DEBEMOS

la Relation des Missions des PP. de la Compag­nie de Jésus dans les Isles et dans la terre ferme del'Amerique Meridionale, obra dividida en dos partesy'publicada en París en 1655.

Pien:e de Pelleprat nació en Burdeos en 1609 yentró al noviciad<:) de los Jesuitas en 1628. Fue pro­fesor de filosofía y teología en varios colegios de laorden. Llamado a París para ser enviado a las mi­siones, parece ser que vino a América en 165.1. Co­noció los diferentes establecimientos franceses enlas Islas de Sotavento, visitando San Cristóbal, Ma­ria-Galante, San Vicente, Martinica y Granada. Enel año de 1653 partió hacia el Continente Meridionaly allí estuvo hasta 1654 año en que volvió a la Mar­tinica con la esperanza de restablecerse de su salud,lo que no consiguió por lo que embarcó para Fran­cia en 1655. Fue durante este período' de convalecen­cia en su país que redactó su obra. Una vez curadode su enfermedad, y no teniendo otro deseo que elde estar cerca de sus queridos indígenas de la Amé·rica Continental, se embarcó de nuevo. Iba a dirigiruna nueva misión de cuyos resultados nada 'conoce­mas. Unicamente sabemos que pasó once años enMéjico, y murió en Puebla en 1667.

Frente a todos los demás cronistas el Padre Pe­lleprat es claramente un espíritu superior y un hom·bre de extraordinaria inteligencia. Si comparamossu Relation con todas las restantes, desde la Rela­tion de l'Establissement Des Francais Depuis l'an

. 1635 En l'isle de la Martinique,' del Padre Bouton,hasta el Nouveau Voyage aux Isles de I'Amerique,del Padre Labat, pasando por la. Bistoire des Anti·lles, del Pedre Dutertre. encontramos una sorpren­dente diferencia: el Padre Pelleprat es el único cro­nista.en el que oficio y escritos tienen una estrecharelación. Su única preocupación a lo largo de. laobra es su ministerio y no tiene otra meta que la

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tarea apostólica entre' los indígenas, cosa no muycomún entre sus compañeros de oficio eclesiásticoy l~terario, muchos de los cuales no fueron sino his·toriadores de encargo al servicio de la Compañía delas Islas, o de la Corona francesa.

Aunque desde el punto de vista histórico la obradel Padre Pellepra~ no tenga la importancia -ni las'pretensiones- de otras casi coetáneas, sin embargonos muestra ella unos aspectos de las relaciones en~

tre misioneros y caribes que consideramos valiosos.El texto que sigue a continuación es la traduc·

ción al español de los Capítulos VII y VIII, Missionsdes Sauvages de la Martinique et de Saint Vincent.. .y Le massacre des Peres Aubergeon et Gueimu, de laprimera parte de la citada obra del Padre Pierre dePelleprat. .

"Relation des Missiol1s des P.P. de la Com­pagnie de Jésus dans les Isles et dans la terreferme de I'Amerique Meridiol1ale", Divisée endeux Parties Avec une lntroduction a la languedes Galibis Sauvages de la terre ferme deI'Amerique. ...... Padre Pierre Pelleprat de laCompañía de Jesús. - Parí!>. - Casa de Se·bastián y Gabriel Cramoisy. - 1655.

CAPITULO VII

(Páginas 67 a 78)

Misiones de los Salvajes de la Martil1ica y aeSan Vicente

Los Salvajes Caribes son los habitantes natura­les de las Islas que llevan su nombre; en otros tiem­pos eran los amos de ellas, pero los europeos, pocoa poco, se han establecido allí tan poderosamente

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RELATI·ONDES MISSIONS DES PP.

DE LA COMPAGNIEDE IESVS

Dans Íes l{les:l & duas la terre fermc'de rAmerique Mcricliona1e.

DIVISE'E EN DEVX PAIlTI.ES:

AyeC YNE lNTRODrcTloN

.. 14 • tlts CjJilm SMIIMIls Je ~tmrftr** l-.A""'"¡w.

Parle PercP.IAAa PaLl.apa..AT, de4a Compagnic ele 1&sy s•

A PA R I $,ChezSJlBASTIBX Ca.AKOIST, &: (fAIR.IU

Ca.A.JlOUY, rue s. Iaeques. auCicQ¡ncs.

M. De. L•..Allt' p,¡Mi/ele titI.R'.1,d- A!!',bRIi,'J.

Portada de laedición original dela obra del PadrePelleprat.

que aquellos se han visto obligados a dejar el lugary retirarse a las Islas de San Vicente y de la Marti­nica, en donde el temor que tienen a que los extran­jeros se habitúen a ellas les obliga a estar en guar­dia para impedirles la entrada; la experiencia delpasado les hace temer el futuro.

No incluyo a las Islas de Tobago y de la Granadaen el número de aquellas que han estado en pose­sión de los Caribes, ya que la primera ha estadohabitada únicamente por los Galibis, nación de tie·rra firme; y la última por los Galibis y los Caribesjuntos.

Aún cuando haya diversas opiniones sobre el ori­gen de los Caribes y acerca de su alianza con losGalibis, es ésta, sin embargo, la más aceptable. LosGalibis, pueblo del continente, muy numeroso y muy

considerable, hicieron la guerra, hace varios siglos.a los Iñeri, antiguos habitantes de las Islas, y tuvie­ron sobre ellos tan grandes ventajas que mataron atodos los hombres y todos los niños, conservando alas mujeres y a las niñas según la costumbre de lossalvajes de estas regiones, a las que dieron por ma­ridos hombres jóvenes de su nación; de donde pro­cede que los hombres hablen la lengua de los Gali.bis y las mujeres la de los Iñeri; los Caribes que deellas descienden utilizan las dos lenguas; la una quees propia de los hombres, y la otra particular a lasmujeres. Se ven todavía en algunas de las Islas lasosamentas de estos primeros habitantes que los Ca­ribes saben distinguir muy bien de"las de su Na·ción.

El celo que nuestros Padres han puesto siempre

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en la salvación de estos bárbaros ha hecho buscartodas las ocasiones para trabajar en su conversión,que era el principal motivo que los había llevado ala América; así juzgaron a propósito comenzar porestos de la Martinica, los que eran como los domés­ticos de los franceses, con el fin de que, una vez ga­nados, se les 'abriese por medio de ellos un caminohacia tierra firme, donde sabían que había pueblosinnumerables. Sin embargo, el gran número de fran­ceses han ocupado de tal manera a estos pocos Pa­dres que nosotros allí podíamos mantener, que conrazón, no hemos podido quitar e] pan a nuestros pro­pios hijos para dárselo a los extraños. Con todo, nohemos dejado de enviar, de cuando en cuando, mi­sioneros a los salvajes de las Islas para que apren­dan el lenguaje de éstos y para instruirlos. Los Pa­dres Tomás L'Arcanier, Denis Méland, Juan Schemely Andrés Déian han estado varias veces con Jos dela Martinica, pero como la labor que realizaban conlos franceses habría sufrido si se hubiesen ausen­tado por largo tiempo, no podían obtener frutosconsiderables en un Jugar donde permanecían tanpoco tiempo; no obstante, han, hecho allí algunoscristianos, han bautizado un gran número de niñosmoribundos, y han comenzado la instrucción de va­rios salvajes.

Algunos de nuestros Padres también han pasadoa la Isla de San Vicente, habitada únicamente porJos Caribes en número de nueve a diez mil y divi-

,didos en aldeas, y dirigidos por Capitanes particu­lares. El Padre Andrés Déian fue allí el año de 1652,pero fue llamado de vuelta inmediatamente paraque tomase el lugar del Padre Antonio Barré, quienal llevar los Sacramentos a un moribundo un pocoantes del amanecer, había sido mordido por una ser·piente, de lo que estuvo largo tiempo enfermo; demanera que no se pudo trabajar ,sólidamente en lainstrucción de estos pobres insulares hasta la llega­da del Padre Guillermo Aubergeon, quien fue envia­do allí a comienzos del año de 1653, y allí trabajótan provechosamente que se tendría dificultad encreer lo que voy a decir, si yo no lo hubiese vistocuando pasé con el Padre Méland para ir con lossalvajes de tierra firme. La providencia de Dios sesirvió de estos que no querían recibir a los euro­peos para hacer 31H la entrada; pues un marinerofrancés que había capturado dos Caribes de la SanVicente, los vendió a los colonos de ]a Tortuga, y elseñor ~eneral de Poincy, de quien depende estaIsla, tan pronto lo supo, los hizo poner en libertadesperando que su liberación seria una ocasión favo­rable para" la conversión de toda su nación, a ]a luzde que uno de estos que habían sido capturados erael hijó de uno de Jos Caribes más importantes de laIsla de San Vicente, que podía servir de mucho eneste empeño.

Estos dos salvajes no faltaron de venir a dar lasgracias a su liberador a la Isla de San Cristóbal; y

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habiendo notado el gran deseo que él tenía de ver­Jos cristianos, le solicitaron insistentemente al Pa­dre Aubergeon, quien tenía ya algún conocimientode su lengua; y no contentándose con haberle habla·do de él al señor de Poincy fueron ellos mismos arogarle al Padre, y le dijeron: "Padre, -necesitamosque vengas con nosotros para que enseñes a rezara Dios a los de nuestra nación". El Padre les res­pondió que haria todo lo que se ]e ordenase, peroque no podía hablarles por más tiempo ya que es­taba obligado a asistir a un hombre que estaba ex­tremadamente enfermo. Los Caribes no quedaronsatisfechos con esta respuesta y detuvieron al Pa­dre; y por más razones que se les dio no fue posiblecontentarlos más que después que se les indicó queel señor Genera] de Poincy había hablado en sufavor y había conseguido de nuestro Superior queel Padre Auberg¡;:on fuese con ellos a su país.

Partió pues de San Cristóbal en su compañía afines del año de 1652 y no llegó a la San Vicente sinoen el mes de marzo del año siguiente, ya que se vioobligado a detenerse algún tiempo en la Martinicapara aprovechar la oportunidad de un barco que seequipaba para ir a la pesca, el cual ]e debía dejarde pasada en la-San Vicente.

El padre de uno de los dos Caribes que llevabaa su país demostró tanta alegría por su venida comopor el r~orno y 'liberación de su hijo. Este buenhombre, sabiendo el deseo que el Padre tenía detrabajar en ]a instrucción de los salvajes de la Isl~,

le favoreció en todo lo que pudo. Y como era hom·"bre de autoridad entre los de su nación, variosotros, siguiendo su ejemplo, se hicieron instruir. Elalboroto de su llegada y de sus labores se expandióen poco tiempo por toda la Isla; se le venía a verdesde los distritos más alejados del carbet donde élvivía, y cada uno le invitaba a trasladarse al suyo;los que por indisposición no podían visitarle, leenviaban sus canoas, y todos]e hacían e] mismo rue­go: que les mostrase el camino del cielo, a dondeellos querían ir, al igual que estos de la aldea dondeél residía. ¡Cuán agradables eran estas semillas paraun hombre que no tenía más fuerte pasión que lade conquistar almas para Jesucristo!

El Padre Aubergeon, que había encontrado aestas pobres gentes tan bien dispuestas para abra·zar nuestra fe, trabajaba incesantemente y sin des­canso en su instrucción. Por la mañana, después dehaber hecho una hora de oración, iba a visitar a lossalvajes en sus bohíos, hacía rezar a Dios a todoslos que allí encontraba, y les preguntaba algunospuntos del Catecismo; y de un bohío pasaba al otro,y cuando veía que el tiempo no ]e permitía ir atodos los bohíos de la aldea donde se encontraba,enviaba a un joven francés que se había ofrecidoa nuestra Compañía para servir eu la conversiónde Jos salvajes y para acompañar a nuestros Padresentre estos salvajes.

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Después de ~ta tarea, se disponía a decir la San·ta Misa, a continuación de la cual tenía escuelaabierta y enseñaba a los niños a hacer la señal de lacruz; les hacía aprender las oraciones que deberíanrezar mañana V tarde, y los principales puntos delCateCis~o; e incluso les enseñaba a leer y a escri­bir, ya cantar los Salmos y los himnos de la Iglesia.

Los salvajes tienen en cada aldea, o cacbet, unasala común donde trabajan durante el día; algunosallf se divierten y otros charlan con sus amigos; esen este lugar que se recibe a los extranjeros, y don·de todos los que allí se encuentran están en libertadde hacer lo que bien les parece. Después de la ins­trucción de la juventud, el Padre tenía por costum­bre ir a esta sala común donde él hacía una ampliaexplicación de los principales puntos de nuestra fe.El les preguntaba sobre la creación del mundo, delas recompensas a los buenos, de los ~castigos a losmalos, y de otras verdades de la Religión Cristiana,y ~o se retiraba nunca sin las bendiciones de todosestos pdbres bárbaros. El había adquirido un podertal sobre sus espíritus, que cuando se encontraba aalguno en un camino le preguntaba sobre el Catecis­mo e incluso le hacía rezar algunas veces a Dios, de·

teniendo con este motivo cualquier asunto en queeste pudiese estar y sin que le importase la auto­ridad que tuviese entre los de su nación.

Cuando yo pasé" por la San Vicente admiré losgrandes frutos que había logrado en tan poco tiem·po. Me sorprendí particulannente de ver un grannúmero de personas de todas las edades y sexo, pe·dirle con insistencia el Bautismo. Ellos le decían enmi presencia: ¿Cuándo será que nos bautizarás?Padre, bautizaDos, haznos cristianos. Pero el Padreque temía que la necesidad de nuestros franceses enlas Islas obligase a sus Superiores a llamarlo, comohabían hecho con estos que le habían precedido, noosó conferir este Sacramento más que con todaslas precauciones requeridas, por temor a exponerloa mal propósito." Un salvaje de la Isla de fa Dominica que se en·

contraba por entonces en la de San ViceQte, le trajoun niño que había nacido en ese día, rog.mdole quelo bautizase, y pidiendo para sí la misma gracia, yle rogó también que tuviese piedad de sus compa­triotas, y le invitó a trasladarse inmediatamente ala Dominica con la seguridad de que en poco tiempotoda la Isla sería cristiana. El Padre me había ro-

Mapa del Caribe.

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gado bautizar al pequeño inocente, y con este moti­vo me volví a la capilla donde quedé sorprendido alverme rodeado por una tropa de niños que me pe·dían el ~bautismo gritándome: "Bautízame también,Padre, bautízame". El Santo Espíritu tiene que ha­ber actuado en estas almas para hacer un tan grancambio en tres meses.

Yo atribuí 'ese éxito al gran celo y al fervor ex­traordinario con que el Padre pedía a ,Dios, variasveces al día, la conversión de estos pobres infieles.Algunas veces 10 he visto allí prostemado al pie deun altar, las manos juntas y elevadas al cielo, losojos bañados en lágrimas, todo abrasado en llamasde caridad, hacer instancias a nuestro Señor por lasalvación de estos pueblos. Yo pude juzgar entoncesque él ofrendaba a Dios con la preciosa sangre desu hijo Jesucristo la suya propia, la que debía derra·mar algunos meses después.

Estaba tan unido a Dios que durante su estan­cia en ia San Cristóbal se le encontraba siempre derodillas en su habitación y ordinariamente con lá­grimas en los ojos, pasando en rezos todo el tiempoen que no estaba ocupado. Cuando fue obligado aesperar en la Isla de Santa Alosia la oportunidadpara pasar a la San Vicente, se le iba a buscar albosque cuando se le quería hablar y se le enconotraba siempre en oración. Estaba tan fuertementeatado a este santo ejercicio, que no se le podía re­tirar para hacerle tomar la comida;' y frecuente­mente ocuITÍ~ que pasaba los días enteros, y algu­nas veces dos días corridos, sin beber y comer. In·cluso se le oía hacer varias veces rudas disciplinas,cuando él no pensaba en tener otro testigo que Dios.El cielo le dispuso por medio de estos pequeños saocrificios, uno más grande,' y le preparo medianteel ejercicio continuo de la mortificación para lamuerte gloriosa de la que os hablaré en el capítulo

·siguiente.

CAPITULO VIII

(Páginas 78 a 93)

La masacre de los Padres Aubergeon y Gueimu, yde dos jóvenes franceses que les acompañaban

¡Los juicios de Dios son abismos! Este hombreincomparable que debió haber vivido siglos enterospara bien de estos pueblos infieles, fue cruelmentemasacrado por los salvajes seis meses después denuestra entrevista, y con él, el padre francés Gueimuquien poco tiempo antes le había sido enviado comocompañero en esta Misión. Uno y otro han dadomuestras de una tan noble virtud en todos los lu­gares donde han estado, tanto en Fraricia como en1'as Islas, que su memoria será allí siempre ben­decida.

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Yo viajé con ellos de Francia a la América y es­taba seguro de recibir el mismo tratamiento, peroeste favor no se o~orga más que a personas que tie­nen virtudes heroicas. No había llegado mi horapara el cielo y mis pecados merecían una más largapenitencia. He aquí como ocurrió un tan funesto ac­cidente, si es que se puede llamar accidente funestoa una muerte tan deseable y tan preciosa.

Los Caribes de la Dominica que no podían so­portar el establecimiento de los franceses en la Islade Mariagalante, no contentos con haberlos masa­crado como he indicado ~quí atrás, trataron de comoprometer a todos los otros salvajes en su disputae inducirlos a una unión general contra los extran·jeras. Solicitaron a este efecto de los salvajes de laSan Vicente que entrasen en esa liga, pero estosfueron disuadidos de ello durante un tiempo porel Baba, padre del joven Caribe que había sido de·vuelto a su Isla por el padre, Aubergeon, quien meescribió en estos términos sobre el asunto: "Lossalvajes de la San Vicente, invitados por los de laDominica a que se le uniesen para hacer la guerraa los franceses han sido disuadidos de ello por elBaba quien es siempre el mismo, quiero decir quesigue como siempre favorable y fiel a los franceses,y quien ha rechazado la proposición que le ha sidohecha por los que le fUeron ~nviados para esteasunto". Es esto lo que el Padre me escribió tocantea esta empresa de los salvajes de 'la Dominica, dosmeses an tes de su muerte.

Pero tanto como el Baba se inclinaba por la paz,sus compatriotas se inclinaban por la guerra debidoa que los franceses habían ocupado hacía poco tiem+po alguna otra Isla en su vecindad por lo que ma·nifestaban mucho descontento. Dos accidentes ocu­rrieron después que les llevó a inclinarse definitiva·mente por la guerra; el primero se debió a un fran·cés, capitán de barco, que había ido al golfo deParia a capturar tortugas y quien utilizaba en estapesca a un Caribe de la San Vicente. El capitánestaba convencido de que este salvaje tenía algunaparte en la muerte de un hombre de su tripulaciónque había sido asesinado por los salvajes de la na­ción de los Paria. Con esta sospecha le hizo atar almástil del barco y no se contentó con maltratarloél sino que le hizo azotar cruelmente por varios desus hombres. El Caribe, habiendo vuelto a la Islade San Vicente, no dejó de hacer saber a los otrossalvajes el ultraje que había recibidQ y no olvidónada para incitarlos a vengar una afrenta que caíasobre toda la nación.

Otro francés, no menos imprudente que el pri­mero, que traficaba desde hacía algunos años en laIsla de San Vicente, encontrándose ebrio tuvo unapelea con uno de los principales Caribes de estaIsla, y lo hubiese matado si su pistola no hubiesefallado. El salvaje hizo muestra de una gran mode­ración en este lance retirándose a otro distrito de

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la Isla sin ningún deseo de venganza; pero uno desus amigos apenas supo lo que había pasado fue amasacrar a este miserable en su cama donde sehabía arrojado lleno de vino y de furor.

El asesino, una vez dado su golpe, creyó que eranecesario deshacerse también de los otros francesesque había en la Isla, y fue con tal idea a todas laschozas para avisar que había comenzado a vengarsede los franceses y que había llegado el momento deacabarlos; seguido de varios salvajes a los que diri­gía, fue a la casa de nuestros Padres quienes se en­contraban en la capilla; uno (que se cree era el Pa·dre Aubergeon) estaba celebrando la Misa hacia lassiete de la mañana, una hora después de salido elsol; el otro se encontraba al pie del mismo altar dis­poniéndose a decirla. Mataron a estas dos víctimasen el lugar del sacrificio, y con estos dos a un ter­cero que era uno de los dos jóvenes que nuestrosPadres habían llevado con ellos y quienes ayudabanen ese momento a Misa; el otro viendo esta carni­cería, huyó a los bosques para salvarse; pero lossalvajes habiéndolo seguido y atrapado, lo mataronde la misma manera que a los otros tres y arroja.ron sus cuerpos al mar, los cuales este elementoarrojó fuera de sí tan rápidamente que se hubiesedicho que detestaba esta barbarie y que rehusabacubrir con sus aguas 'los excesos de esta ingratitud.Esta tragedia ocurrió el día veintitrés de enero delaño de 16~4.

Los dos habían rendido a Dios buenos serviciosen Francia de los que no diré más que una palabra.El Padre Aubergeon fue sacado de una clase prepa·ratoria del Cole~io de la Rochelle en la que ense·ñaba a nuestra juventud cuando fue enviado a lasIslas, ocupación que por su celo y humildad. le ha­bía resultado muy agradable. Y el Padre Gueill\u,habiéndose dedicado a la vida de Misionero en loscampos de Francia desde que fue consagrado saocerdote, tuvo allí tanto éxito que parecía que unostalentos tan convenientes para la vida apostólicano podrían constreñirse a los límites de las Provin­cias de Francia. Dios se los había dado muy parti­cularmente para la conversión de los heréticos, delos cuales él llevó un buen número a la Iglesia. Peropara no extenderme más sobre esta materia me con·tentaré con decir que ellos dos desempeñaban muydignamente todas las funciones de nuestra Com­pañía.

Esta pérdida ha sido grande y nos ha sido tam- .bién muy sensibe. Sin embargo esperamos que lasangre de estos grandes servidores de Dios seráuna semilla fecunda del cristianismo y que el cieloreparará la pérdida de estos dos hombres excelentescon nueva ayuda de misioneros que muy prQnto to­marán su lugar. El padre Aubergeon era natural deChinon en Turena, el padre Gueimu de Castelialouxpequeña villa de Gascuña; aquél llevaba veinticincoaños de jesuita, y este quince. Los dos han muerto

en la flor de su vida y cuando parecía que eran másnecesarios al mundo para la conversión de estospueblos; sin embargo no pudieron morir en un mo­mento más favorable, ya que han sido sacrificadoscuando ofrecían a Jesucristo en sacrificio para lasalvación de estos pobres bárbaros.

Los salvajes hicieron unos silbatos con sus hue·sos siguiendo la costumbre que tienen cuando hanmatado a sus enemigos. Se nos ha informado quelos principales salvajes de esta Isla han estado muyenojados con su muerte y que conservan todavíasus ornamentos de altar y sus hábitos· para devol­verlos cuando la paz sea hecha. Esta masacre haretardado mucho su conversión y ha sido causa dela pérdida de varias almas que nos habían impre­sionado muy sensiblemente.

El mismo día veintitrés de enero comenzaron ahacer toda suerte de actos de hostilidad contra losfranceses y con esta intención pasaron a la Isla deSanta Alosia con el pretexto de ir a visitar al Co­mandante que Monsieur el General du Parquet ha·hía establecido allí, pero. era con la determinaciónde asesinarlo, 10 que hicieron raptando además a sumujer y a dos de sus hijos y a una mujer negra desus esclavos, de quienes no se han tenido noticiasdesde entonces.

Mientras que estos allí se vengaban de los fran.ceses de Santa Alosia, ya que decían que éstos ha­bían usurpado sus tierras, otros ciento cincuenta sehicieron a la mar en tres piraguas para venir a sor·prenderme y matarme en la provincia de los Oiara­biches, donde yo estaba entre los Galibis de tierrafirme; pero la divina Providencia me protegió desus manos, habiéndome obligado a volver a las Islasla víspera de la masacre de nuestros Padres parahacerme tratar de una indisposición que me habíasobrevenido; pero aunque hubiese permanecido allámás tiempo, es de creerse que Dios, para conservar­me, se hubiese servido del mismo medio que habíausado un año atrás para salvar al Padre Méland, lo.que ocurrió de la siguiente manera.

Un caribe, hermano de uno de estos que habíansido raptados y vendidos por un marinero francésen la Isla de la Tortuga y quien fue llevado despuésa su país gracias al cuidado y la .~utoridad de Mon­sieur el General de Poincy, había ido a Oirabichepara vengar en el Padre Méland' el daño que su her·mano había recibido de aquel marinero. Sin embar­go, no se atrevió a ejecutar esta empresa en un car­bet de Galibis sin comunicarles a éstos su deseo,siendo traicionado por este al que había descubier­to su secreto, quien llamando inmediatamente alPadre Méland le dijo en presencia del caribe y devarios galibis: "Mi compadre, he aquí un hombreque ha venido para matarte; mátale, pero mátaledescaradamente pues él no hubiese hecho otracosa". El Padre, habiendo sido informado de la ra­zón de su descontento, le hizo entender que 'él no

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Mujer caribe.

podia disponer razonablemente de su persona porun disgusto que le había ocasionado un hombre' ma-

•10, de cuyas intenciones él no había tenido ningúnconocimiento. En lugar de vengarse de él, el Padrele hizo bellos regalos para ganarse su corazón y en­cariñarlo con nuestra santa fe.

He aquí otra ocasión en la cual he sido favore­cido de una particular protección de Dios. De vuel­ta de tierra finne, .arrojamos el ancla en una ele las

.Islas Granadinas esperando el viento favorable paracontinuar nuestra ruta, cuando el capitán de nues­tro barco llamó a los que habían descendido a tie­rra y mandó izar velas con tanta precipitación 'quese hubiese dicho que había visto a los enemigos,aún cuando no tuvo ningún conocimiento de sucercanía, ni del peligro en que nosotros estábamos,sino que fue un fuerte presentimiento y un movi·miento poderoso lo que le urgió a partir. Vimos des­pués que ésta era una orden secreta de l,a Providen-

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cia de Dios, pues apenas nos hicimos a la mar nosdimos cuenta de seis piraguas de caribes que nosvenían a atacar;. nosotros no teníamos más que ochoo diez hombres para defender nuestro 'barco, y elloseran trescientos guerreros en estas piraguas; no ha­biendo podido sorprendemos, nos siguieron y nohabríamos podido escapar si la desesperación denuestras gentes no les hubiese dado terror; estabanya a tiro de fusil y habían arriado todas sus velas;sus arcos estaban preparados para el combate y losveíamos prestos a disparar sobre nosotros sus fle­chas envenenadas, cuando hicimos amago de defen­demos no tanto con la esperanza' de la victoria sinocon la resolución de hacerles pagar bien caras nues­tras vidas. Teníamos en nuestro barco dos malospedreros que nos salvaron, pues los colocamos unoen el frente y otro en la popa de nuestro barco apun­tando a sus piraguas; los salvajes, dándose cuentade ellos y temiendo su descarga, rápidamente se hi·cieron a la. vela y se dirigieron a la Isla de la Gra­nada donde atacaron un distrito muy alejado queno podía ser socorrido fácilmente, y masacraron aalgunos franceses con sus esclavos, y quemaron va·rias chozas.

Supimos después 'que el peligro que habíamoscorrido había !¡ido mayor de lo que habíamos penosado, ya que también habían otras piraguas anna·das para la guerra que 1I0 pudimoo; descubrir. ¿quiénnos puede perjudicar cuando Dios nos quiere pro­teger? Esta pequeña armada navál de infieles nosólo no nos hizo m~l. sino que tomó la huida al en­cuentro de ocho o diez personas que éramos las quenos encontrábamos en el barco. .

Los caribes han hecho varias correrías durantetodo el año pasado en diversos distritos de las Jslasde Granada,.y de la Martinica, robando y quemandochozas, matando a los hombres y raptando a lasmujeres; aún cuando no hagan la guerra más quepor sorpresa, sin embargo han incomodado muchoa nuestros franceses, de los cuales han masacradoa sesenta u ochenta en diversos encuentros, habien·do perdido trescientos o cuatrocientos hombres desu lado. Monsieur el General du Parquet, señor ygobernador de las Islas de la Martinica, de la Gra­nada y de Santa Alosia se ha visto obligado a hacer·la guerra y a armarse no solamente contra los sal­vajes de San Vicente sino incluso contra estos dela Martinica y de la Granada, ya que en las corre­rías que aquéllos hacían sobre nosotros, éstos, con- .tra la palabra que habían dado, se unían a los ene·migas y masacraban a ,los franceses que podíansorprender.

Sin embargo cuando partí de las Islas para venira Francia, que fue el día dieciséis de febrero de esteaño de 1655, había gran disposición para la paz y nose comet!eron más actos de hostilidad de parte yparte. Yo pedí al gran Amo de los corazones que losjuntase a fin de que pudiésemos volver a la Isla de

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San Vicente y llevar al redil las o'Vejas dispersadaspor la masacre de sus pastores. En el caso de queesta paz tan deseada se haga, Monsieur du Parquet,que ha tenido siempre mucha inclinación por la con·versión de estos pobres bárbaros, tiene intención deenviarles como rehenes a dos de nuestros Padres yobligarles a darnos en reciprocidad a dos de losmás considerables de su nación. La estancia entreestos bárbaros habrá de ser muy peligrosa, pero le­jos de que el peligro lleve a nuestros Padres a noaceptar este empleo, aumentará su celo y cada unohabrá de desear esta comisión para poder conti·nuar lo que aquellos bravos operarios habían co­menzado tan felizmente. Dos cosas pueden impediruna tan bella empresa, a saber, el pequeño númerode misioneros, y los pocos medios para mantener·los; sin embargo nosotros· esperamos que Dios nodeje su obra imperfecta. Además de la masacre delos Padres Aubergeon y Gueimu, se nos han muertotambién otros dos el mismo año, el Padre Gaspar

laquinot el dos de abril, y el Padre Antonio Barréel trece de diciem",re, los dos capaces de rendirbuenos servicios. Esta misión no puede estar másque debilitada con la pérdida de cuatro misionerosde este mérito en un solo año. No nos quedan entodas las Islas más que diez sacerdotes y dos her·manos para todas las funciones de las que hemoshablado aquí atrás; si no se nos envían socorros esimposible que podamos cumplir con nuestra tarea.

Ruego a todos los que leyeren esta relación unansus voces a las nuestras y rueguen al Dueño de lacosecha que envíe tantos obreros como son neceosarios para una tan bella siega. Sin embargo, vamosa tener tan grandes necesidades en tierra firme quebien merece que cado uno se interese más particu­larmen~e, a fin de que la divina Providencia alliprovea de la manera que Ella juzgue más proveochosa para la salvación de estos pueblos innumera­bles que viven sin conocimiento de pios y muerensin esperanza de salvación.

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