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8/16/2019 American Journal of Physical Anthropology Volume 2 Issue 3 1919 [Doi 10.1002_ajpa.1330020321] Nicolas León -- …

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American J ou rna l

of

Physical

Anthropology

VOLUME 1 JULY-SEPTEMBER, 1919 NUMBER

HISTORIA DE A N T R O P O L O G ~ A F~SICA

EN

MEXICO

NICOLAS L E ~ N

Profesor

de

Antropologia, Mu sio Nacional, Mgxico

I

Aprovechando noticias oficiales esparcidas en varias publicaciones,

preguntando a personas que intervinieron en algunos hechos y que

por su posici6n en la administracibn pdblica se informaron de tales

o

cuales asuntos, y recordando aconteciinientos en 10s cuales

yo

inter-

vine, he podido coleccionar las Notas que

hoy

presento.

Hasta donde me ha sido dable he subsanado esos inconvenientes;

no obstante ello, creo que in&s de un error o apreciaci6n equivocada

debe haber en este escrito. Omisiones m&so menos importantes, de

hecho las hay; pero no ha estado en mi mano evitarlas.

I1

La Comision cientifica Franco-Mexicana

”

que por iniciativa del

Coronel de Ingenieros, M. L. Doutrelaine, se organiz6 en M6xico de

orden del General Bazain el afio 1864, entre las diez secciones en que

se dividi6 form6 la llamada “de Medicina,” comprendiendo en ella

a la Cirugia, Higiene, Medicina Veterinaria, Estadistica MBdica,

Materia m6dica

y

Antropologia.

La Secci6n de Medicina inici6 sus trabajos el 19 de Abril del afio

1864, subsistiendo has ta la fecha con el nombre de ((AcademiaNacional

de Medicina.”

La palabra Antropologia no se tom6 en esa asociaci6n en su sentido

lato sin0 en

el

circunscrito de Antropologia f i s i ca o Somafologia, y

asi vemos a algunos de sus miembros, 10s Doctores Le6n Coindet,

229

AMER. JOUR. PEYS. ANTEROP., VOL. 11, NO. 3


2/36

230 NICOLAS

L E ~ N

y D. Jourdanet, hacer observaciones somato-m6tricas que en la “Ga-

ceta Mkdica” (1864) vieron la luz pdblica.

Commissidn Scientifiiue du Mexique” creada por decreto del

Emperador Napole6n 111, de Francia, fecha 27 de Febrero de 1864,

incluy6 en su programa las investigaciones antropomktricas y la

recolecci6n de restos humanos, antiguos y modernos, de 10s mexicanos.

En las Instructions Sommaires que el ComiM de ciencias naturales

y

mbdicas present6, y aprob6 la Comision, hay unas referentes

a la

Antropologia que redact6 el renoinbrado profesor de Quatrefages.’

Tanto 10s miembros viajeros de esa Comisi6n, como 10s m6dicos

del ej6rcito expedicionario franc& y algunos Jefes del mismo, ayudados

por particulares, hicieron mediciones de indios, criollos y mestizos

de MBxico. Recogieron tambi6n restos esquelkticos que enviaron a

Francia; asi se enriqueci6 la colecci6n de la Sociedad de Antropologia

de Park .

Inci6 10s trabajos Antropom6tricos el Dr. Coindet con un estudio

acerca de las dimensiones del torax en

10s

indios, publicado en la

Gazeta Mkdica de M6xico” y en esta via le sigui6 el Dr. Jourdanet.

A su vez M.

D.

Charnay y T. Maller fotografiaban y median a

10s indios, y 10s Drs. Fuzier, G . Jacob y Liberman recogian crheos

antiguos, lo mismo que M. Lami, el Coronel Doutrelaine

y

el pres-

bitern, D. Agustin Fischer.

Los resultados de esta labor se conocieron en parte hasta el aiio

1890, en la ojo por desgracia no terminada obra del Dr. E. T. Hamy,

intitulada “L’Anthropologie du Mexique.”

Subsisti6 por varios afios en la Academia de Medicina

de

Mexico

la seccibn de Antropologia y en una de las modificaciones a su regla-

mento fu6 suprimida, quiz&por no haber con quien llenarla.

Indirectamente hicieron labor antropombtrica algunos m6dicos

mexicanos, principalmente 10s parteros. Por el afio 1869 comenzaron

a

ocuparse de pelvimetria femenina 10s Doctores Julio Clement y

Juan Maria Rodriguez, atrayendo a estas mismas investigaciones a

algunos de sus discipulos, aunque sin marcarles tkcnica especial ni

menos darles una verdadera ensefianza antropombtrica. En estos

estudios que ampar6 y diriji6 el Sr. Dr. Rodriguez se lleg6 a conclu-

siones m8s o menos fundadas, no faltando quienes manifestasen su

inconformidad con ellas y aun las refutaran.

En 1887 10s doctores M. T. Gonzhlez y A. R. Olivares rechazaron

1

Archives de la

Commissi6n

Scientifique du Mexique. Vol. lo

pAgs 21 a 27,

La

Paris, MDCCCLXV.


3/36

HISTORIA DE

A N T R O P O L O G ~ A

F ~ S I C AEN M E X I C O

23

1

la doctrina del Dr. Rodriguez referente a la pelvis naexicana acor-

azada

y

a otros puntos de pelvimetria obstdtrica.

En 1911 el Dr. Juan Duque de Estrada reconsider6 el mismo asunto

publicando un notable estudio pelvim6trico en el que se ocupa de las

deformaciones pBlvicas en M6xico y refuta las teorias y conclusiones

del Dr. Rodriguez y de algunos de

sus

discipulos, a la vez que sefiala,

por vez primera, una forma especial de pelvis femenina anormal que

hasta la fecha solamente en MBxico, segdn 61 afirma, se ha encontrado.

El Sr. Dr. Fernando ZBrraga se consagr6 tambiBn en alguna Bpoca

a la pelvimetria, y a su laboriosidad se deben unas cuantas mediciones

pBlvicas

a

la vez que aparatos e instrumentos para ejecutarlas.

En todos estos trabajos se nota la falta de una de las mhs impres-

cindibles condiciones para que ellos Sean fructuosos, y es el

no

usar en

10s mismos t6cnica uniforme e instrumentos apropiados, segdn lo

preceptlian las clhsicas instrucciones de Broca y sus aventajados

continuadores.

Conociendo el que esto escribe la necesidad e importancia de uni-

formar la tecnica y usar 10s instrumentos convenientes y deseando

definir, antropomBtricamente, la verdadera forma y dimensiones de la

pelvis normal de la mujer mexicana, apreciando

10s

datos de raza y

mestizaje, ha formulado unas ‘‘Instrucciones” basadas en las doctrinas

clhsicas, hoy aceptadas, y guihndose por ellas se ocupa en medir pelvis

esquelBticas femeninas normales cuyos caracteres darh

a

conocer

prbximamente.

El

entusiasmo que despertara, en Mexico, la Comisibn cientifica

franco-mexicana y la Academia de Medicina, por 10s estudios Antro-

polbgicos, bien pronto desapareci6, y adn el especial que por la pel-

viinetria obstBtrica sostuvo el Seiior Dr. Rodriguez, concluy6 con su

muerte.

I11

Algo de aficibn a estas investigaciones conserv6 el Sr. Dr. D. Jesds

Shnchez, director del Museo Nacional de MBxico, y a su empefio se

debib que el afio

1887

se creara en ese Establecimiento una secci6n de

Antropologia fisica en la que se exhibia un reducido ndmero de crhneos

indios precolombinos y una coleccibn de vaciados en yeso, represen-

tando deformaciones Btnicas y patolbgicas, que se obtuvo del bien

conocido comerciante Mr. Ward, de Rochester,

E.

U.

A. Tom6 a su

cargo esta Secci6n del Museo el Sr. Dr. Francisco Martinez Calleja,

siendo 61, en Mexico, el primer profesor oficial de

Antropologia fisica.I

Anales del

Museo

Nacional

de

Mhxico

1867

IV,

4


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232

NICOLAS L E , ~ N

Pocos meses subsisti6 el profesor, pues habibndose separado el Sr.

Dr. SBnchez de la direci6n del Museo, por causas que no se explicaron,

fuC suprimido y la naciente Seccibn

de

Antropologia se refundib

en el Departamento de Zoologia, quedando todo ello a1 cuidado de un

ayudante naturalista.

Con motivo de la conmemoraci6n del Centenario del descubri-

miento de AmCrica, el Gobierno de la Reptiblica Mexicana fuC invitado

por el de Espaiia, a concurrir a una Exposicibn Histbrica, que con ese

motivo se celebraria en Madrid el aiio

1892. Para acopiar objetos

para esa exhibici6n se hicieron exploraciones en varias regiones de

nuestro pais, y ellas proporcionaron algunos restos humanos de indios

antiguos y actuales. El Padre Aquiles Gerste (S.J.) agenci6 algunos

crhneos

y

una momia de niiio, entre 10s trogloditas Tarahumares.

El Dr. Manuel

M.

Villada exhum6 “abundante cosecha de materiales

osteol6gicas,” en 10s cuecillos de GuadalcAzar (S. Luis Potosi), con-

struidos por

10s

Pames.

Don Manuel Tic6 hizo excavaciones en la

gran plaza de Santiago Tlaltelolco ‘ I que dieron copioso material ar-

queoldgico y osteol6gico.” Todo ello se llev6

a

Madrid para la ex-

posici6n mencionada. DespuCs de esto la pequeiia colecci6n del Museo

permaneci6 sin aumento alguna hasta mediados del afio 1895 en el

que, con motivo de efectuarse en la Ciudad de MCxico la l l a reuni6n

del Congreso Internacional de Americanistas, orden6 el Sr. Lic. D.

Joaquin Baranda, Secretario de Justicia e Instruci6n P6blica, se

restableciese el antiguo Departamento de Antropologia, comision-

ando para ello a 10s Sefiores Profesor Alfonso L. Herrera y Dr. Ri-

cardo Cicero.

Ambos sujetos tomaron con grande empeiio

su

encargo, y aprove-

chando

lo

existente en el Museo y lo que en lo particular habian colec-

cionado 10s Sefiores Licenciado Protasio P. Tagle y

Dr.

Paul Maury,

miLs lo que se extrajo de las excavaciones practicadas por cien zapa-

dores bajo las 6rdenes del Sr. Coronel Joaquin Beltrh, junto a la

barda que limita la Aduana por el Norte y otras en el recinto de la

misma Aduana, en la antigua plaza de Tlaltelalco.

Reunido todo ello form6 una regular colecci6n que se arregl6 y

expuso convenientemente, en dos grandes vitrinas, en un salbn es-

pecial del Museo Nacional que media 10m. 60 cents. de largo,

por 8m.

40

cents. de anchura.

Pasado el Congreso Americanista se devolvi6 lo prestado

a

sus

duefios, quedando con lo restante arreglado

y

constituido el Departa-

mento Antropol6gico.


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HISTORIA DE ANTROPOLOG~AF ~ S I C A

EN MEXICO 233

I V

Nada se volvi6 a hacer, despuds de lo narrado, en el sentido de

aumentar la colecci6n o dotar

a1

laboratorio antropomBtrico con 10s

instrumentos y aparatos necesarios, y qued6 todo ello a1 cuidado del

ayudante naturalista como un anexo

a1

Departamento de Zoologia.

Asi permanecieron las cosas hasta el aiio de 1900, en el cual fui nom-

brado ayudante naturalista. Mi labor principal consistib, por de

pronto, en acrecer la colecci6n antropo16gical logrando que se invir-

tiera en ello algo de la exigua cantidad en ese tiempo asignada a1

Museo.

Me present6 a desempeiiar el cargo que se me confiara con 10s an-

tecedentes que a continuaci6n expreso: el aiio de 1886 al fundar el

Museo Michoacano el ilustre e inolvidable Sr. General Mariano

JimBnez y ponerlo bajo mi direccihn, dediqud especial atenci6n

a

la

Antropologia fisica de 10s indios Tarascos y en 10s “Anales” de ese

Establecimiento publiquB algunos pequefios estudios referentes a esa

material.

Reuni tambiBn un buen ndmero de criineos exhumados de

antiguos enterraniientos indios y comenc6 a coleccionar cerebros

humanos,

10s

que en mi calidad de medico de Hospital Civil de Morelia

podia proporcionarme.

Las circonstancias me arrancdron de ese puesto el aiio 1892

y

no

s6 lo que habrii sido de todos esos objetos, tan preciosos para la Ci-

encia.

Con esa humilde labor que era u n a preparacibn, crei que

podria intentar la mhs vasta del Museo Nacional y en ella me ocu-

paba, venciendo

no

pocas dificultades, cuando en la Primavera del

aiio 1902 efectu6 su segundo viaje de exploraci6n

a

MBxico el antropo-

logo Dr. Ale& HrdliEka. Este sabio, con desintergs poco com6nl

se prest6

a

perfeccionar y aumentar mis conocimientos en la Antro-

pometria y Osteometria, dAndome por algunas semanas lecciones y

enseiianzas prActicas.

Bajo su direccidn arreglB

y

estudi6 todo lo

que habfa en la Secci6n de Antropologia fisica,

a mi

cargol exponi-

&dolo de manera que fuese iitil para las investigaciones cientificas y

que a la vez satisfaciera la curiosidad de 10s visitantes a1 Museo.

Los

restos humanos se colocaron en dos grandes vitrinas,

10s

normales

en una y

10s

anormales y patol6gicos en otra; despu6s se les subdivi-

di6 en grupos segdn la tribu, segdn la clasificacibn linguistica que

forinul6 y consta en mi estudio: Familias linguisticas de M6xico.1’2

1 Anales del Museo Michoacano, Morelia, 1890, 111.

2 Anales

del

Museo Nacional de Mixico

1903,

LXX,

279-335.


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234

NICOLAS

L E 6 N

Poco tiempo hacia que el Sr. Dr. HrdliEka habia dejado a la ciudad

de Mexico cuando recibi en el Museo la visita del odontologista

Dr. A. Howard Thompson, de Topeka (E. U. A.) Este se dedic6

a estudiar el sistema dentario de 10s craneos coleccionados. For-

mamos entonces entreambos una colecci6n de estos aphdices del

esqueleto huniano, despu6s de haber hecho la medici6n de cada diente,

clasificfindolos

y

arreglhndolos en cuadros especiales.

v

El

afio 1903

se

fund6 en el Museo la c6tedra de Antropologia

y

Etnologia que se me confi6, tocandome por ello ser el primer0 que en

MBxico diese, oficialmente, ensefianza de estas materias, pues aunque

el Sr. Dr. Martinez Calleja tuviese con afios de anterioridad, como

queda relatado, el titulo de Profesor de Antropologia, no fu6 en reali-

dad sino el conservador de esa Secci6n.

Acompafiado de mis alumnos

y durante 10s a5os de 1904 a 1907 efectuB varias expediciones entre

diversas tribus de indios de nuestra Repdblica en las cuales se hicieron

investigaciones antropom6tricas, gtnicas, linguisticas e histbricas,

recogi6ndose a la vez productos de su industria

y

hacihdose numerosas

f

o ografias.

Aprovechando 10s datos somatom6tricos, las fotografias, 10s moldes

en yeso de la cara

y

extremidades de algunos de 10sindividuos estudia-

dos

que

se tornaron y varias pieeas de indumentaria originales, se

pudieron arreglar estatuas de yeso representando ellas una pareja

Popoloca y una Mazateca, ambas de la familia mixteco-tzapoteca.

La pareja popoloca se exhibe actualmente en el Departamenho de

Etnografia;

y

la de la mazateca solamente la de la mujer se termin6,

porque la del var6n qued6 a medio hacer

y

abandonada entre

10s

desechos del Museo.

Fruto de mis ensefianzas fu6 la imperfecta labor de mis discipulos

A. Rodriguez Gil y

C.

Macias, en

su

expedicidn entre 10s indios tuz-

paneca del Estado de Jalisco, publicada en 10s “Anales del Museo

Nacional.”l

Causas que no son del caso relatar aqui imposibilitaron mi per-

manencia en el Museo Nacional del cual me separB a mediados del

afio 1907. En Septiembre de 1911 volvi

a

ingresar a1 cuerpo de

Profesores del Museo,

y

entonces se dividi6 la antigua catedra de

Antropologia y Etnologia y sus departainentos de exposici6n anexos,

1 Tom. 11 3“

Cpoca,

Mdxico 1910.


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HISTORIA DE

A N T R O P O L O G ~ A F ~ S I C A EN

MEXICO 235

en dos cktedras; una de Antropologia j isica y Antropometria y otra de

Etnologia. Qued6

a

mi cargo la primera y la collecci6n somittica con

ella.

Cuando me separ6 del Museo, en

1907,

esta coleccibn qued6 in-

stalada y clasificada, es decir, rica y floreciente; a mi vuelta a1 mismo

Establecimiento la encontr6 dispersa, anulada y casi destruida. El

antiguo local que ocupaba se destin6 a reproducciones en yeso de ob-

jetos arqueol6gicos. Una parte minima de 10s crkneos se arrumb6 en

unos escaparates desvencijados, y el resto o sea la mayor parte de

10s critneos, huesos largos y cortos, se hacinaron en las bodegas. N o

exajero afirinando que algo mhs del

50

per cent de la mencionada

coleccibn se inutiliz6 y el resto quedb tan maltratado que bien pudiera

conceptuarse coin0 inservible. Un penoso trabajo de reconstrucci6n

nos ocup6 durante varios meses,

y

se logr6 escapar algunos ejemplares

interesantes que actualinente enriquecen la nueva coleccibn que he

adquirido. Ocupa ella dos salones de lorn. 50 cents. por 8m. 25 ,

destinados uno para exposici6n a

10s

visitantes y otro para laboratorio,

ambos con escaparates murales en 10s que adecuadamente colocados y

clasificados se guardan 10s restos humanos.

Para 10s trabajos antropom6tricos se compraron nuevos instru-

mentos y aparatos, pues de 10s que antes existian encontr6 unos cuantos

e inutilizados.

V I

La Antropometria Militar ha mits de medio siglo que se implant6

en M6xico aunque de una manera empirica e imperfecta

y

sin ningdn

plan met6dico; en la actualidad, segdn me informan, se reduce a

tomar medidas de estatura y braza y a hacer la llamada Jiliacirin a1

estilo juridic0 antiguo, y creo solamente con 10s enganchados volun-

t

arios.

V I I

La Antropometria Criminal o sea la identificaci6n cientifica de 10s

reos, se implant6 por vex primera en nuestro pais, en la ciudad de

Puebla, y en su ckrcel Penitenciaria merced a 10s esfuerzos y labor del

Dr. Francisco Martinez Baca. Durante algdn tiempo trabaj6 61

en ese asunto y tambi6n en otros de Antropologia general, y public6

algunos estudios que se vulgarizaron en Europa, traducidos

a

la

lengua italiana.

En

la

actualidad se ocupa del trabajo antropom6trico de la Peni-

tenciaria de Puebla el Dr. Manuel Vergara, a cuya amabilidad deb0

las subsecuentes noticias hist6ricas


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NICOLAS

L ~ N

“La Penitenciaria de la Ciudad de Puebla se fund6 el 2 de Abril

del aiio 1891 y qued6 desde luego instalado en ella el gabinete de An-

tropometria, el cual fu6 dotado paulatinamente con 10s aparatos

y

dtiles indispensables para el estudio de 10s reos. Se nombr6 m6dico

del Establecimiento y Director del Departarnento Antropom6trico

a1 Dr. Francisco Martinez Baca

y

medico ayudante

a1

Dr. Manuel

Vergara. Desde entonces y hasta el afio 1902 se hicieron estudios

craneomktricos de 10s crbneos de 10s reos que iban muriendo en el

Establecimiento y aquellos se fueron colocando en el Museo respectivo,

en donde quedaban clasificados, segdn

10s

delitos, mediante una

c6dula en donde constaban 10s principales datos.

“El estudio completo de cada crane0 figura desde entonces en hojas

impresas, en las cuales se detallan todas las medidas de las diversas

regiones cranianas y su capacidad.

“En estas hojas se han formado series separadas, segdn 10s delitos;

y se hace la concentraci6n con 10s terminos medios en otras.

Asi es,

que de cada delito hay una serie con su estudio completo.

“En 10s primeros estudios craneom6tricos1 se siguib el mktodo de

Benedikt; per0 m8s tarde se adopt6 el de Broca, por ser el general-

mente aceptado entre 10s antropologistas.

“Adembs de 10s estudios craneom6tricos, casi desde la inauguraci6n

del gabinete, se estudiaban 10s reos de mod0 mbs completo, desde el

punto de vista de la Antropologia criminal, particularmente a aquellos

que, por las circunstancias en la comisi6n del delito, u otras, son dignos

de especial estudio. El examen del reo se hace desde todos 10s pun-

tos de vista; medidas antropom6tricas1 particularidades anatbmicas,

descripci6n detallada de la fisonomia, y cuando es necesario, del tronco

y de 10s miembros. Desde el punto de vista fisiol6gic0, se estudia el

clima en que se han desarrollado, su alimentaci6n &c. &c., la sensi-

bilidad y con especialidad la de 10s sentidos; la fuerza y resistencia

musculares; la capacidad respiratoria

;

funcionamiento cardiac0 y

reacciones vasculares con mas aquellas relacionadas con las infiuencias

meteorolbgicas.

“Desde el punto de vista psicol6gico se investiga la herencia, cos-

tumbres, educacibn, instrucci6n1 sentimientos religiosos, profesih ,

estado civil, etc.; todo esto como preparaci6n para el estudio de sus

facultades mentales y efectivas,

y

de la voluntad; ademas se estudia la

forma de la escritura y el

catd.

Siempre que es posible se recojen

trazados grbficos por medio de instrumentos. Estas investigaciones

se apoyan en el proceso del reo, cuando puede obtenerse, y en todo


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HISTORIA DE


F~SICA

EN

MEXICO 237

caso, la ejectuoria del mismo, de la cual queda un extracto en el Gabi-

nete.

“Todos

10s

datos recogidos se apuntan en un libro agregando 10s

grdficos tornados, un extracto de la ejecutoria y el retrato del reo,

de frente y de perfil.

“Todo reo

a1

ingresar a1 Establecimiento se le retrata de frente y

de perfil, tal como llega; con el pelo crecido, barba, c. y asi se con-

serva su tipo.

Los

retratos se coleccionan, clasifican y conservan en

un Album en el cual llevan el n6mero de orden, y el de su celda; ademds,

el libro estd dividido en secciones, cada una para 10s diversos delitos.

Actualmente hay cuatro Blbumes y el 6ltimo, que es voluminoso, ya

estd casi lleno.

“Con

10s

llamados

cuerpos de delito

se form6 desde un principio un

muse0 especial, en el que estdn clasificados estos segiin la circuns-

cripci6n de

distritos

del Estado. Cada objeto tiene una tarjeta con

niimero de orden y 10s datos que constan en el oficio de remisibn,

todo lo cual estA registrado en un indice especial.

“Hasta la fecha hay 380 objetos en ese Museo que debiera ser

inucho

mds

rico si

10s

Juzgados enviasen todos

10s cuerpos de delito.

‘‘

En 10s primeros tiempos, posteriores a1 Establecimiento del

gabinete antropomdtrico, no se practicaba la identificaci6n cientifica

de

10s

reos, mas desde el afio

1902

se comenz6 a hacer y actualinente

es

lo

primer0 que se ejecuta con ellos,

a1

ingresar

a

la Penitenciaria.

El sistema adoptado es el Bertillon, hasta en

sus

muebles, para el

ordenamiento de las tar jetas signalgticas.

“EstB dotado el laboratorio antropom6trico con 10s aparatos e

instrumentos subsecuentes

:

romana Fairbank, cartabones, crane

metro de Morton, goni6metro de Jacquard, pletism6grafo y erg6grafo

de MOSSO, stere6grafo de Broca, cilindro registrador, mdquinas el -

tricas, osteogoni6metro, esfigm6grafo de Dudgens, dinam6metros de

Burg y de Mathieu, espir6metro de Barens, barenstesi6metro

y

ter-

mestesibmetro de Eulenbrug, esfigmbgrafos, etc.

“En esta ciudad se han hecho algunos aparatos, como el goni6-

metro de Jacquard, un comphs de gruesos, un osteogoni6metro des-

tinado a medir el Bngulo de torsi6n del hiimero, inventado por 10s

sefiores Martinez Vaca y Vergara, y un cartab6n para medir en el

hombre vivo el d i h e t r o vertical de la cabeza, ideado por 10s mismos.

“Los

aparatos e instrumentos que se usan en la medici6n de

10s

crdneos son compds de gruesos de Broca, de corredera, gonidmetros

facial de Broca,. mediano, occipital de Daubenton y mandibular;


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NICOLAS

L E ~ N

medidas graduadas de estafio, embudos, cintas mktricas, probetas de

cristal, husos de madera, munici6n de plomo, en fin, todo lo que exije

el mBtodo de cubicaci6n de Broca.

“En el Museo hay algunas piezas anat6micas; cuando 10s cerebros

o alg6n otro 6rgano tienen particularidades dignas de estudio se

conservan y preparan convenientemente.

“Han sido medicos directores de la Penitenciaria,

10s

Drs. Fran-

cisco Martinez Vaca, Albert0 O’Farrill y Manuel Vergara; auxiliares

10s

Drs. Vergara, Juan Grajales y Gabriel Abaroa.”’

En la ciudad de MBxico y por el aiio 1890 el malogrado cuanto in-

teligente Dr. Ignacio Fernitndez Ortigoza se dedic6 con empeiio a1

estudio de la Antropometria criminal y procur6 persuadir a cierto

grupo de empleados del ram0 de Justicia de las ventajas que traeria la

identificaci6n antropomBtrica de 10s reos, si se estableciese en la CBrcel

General de la ciudad de MBxico, substituyendo con ella la arbitraria

filiaci6n hasta esa 6poca practicada.

Con

motivo de la Exposici6n Internacional de Filadelfia se present6

una buena oportunidad para que el Dr. Fernitndez Ortigoza hiciese un

viaje de estudio a

10s

Estados Unidos

y

a Europa, ditndosele una co-

misibn entre 10s empleados que MBxico design6 para aquel certamen y

encarghdole estudiase y practicase el bertillonage en las nacionas que

visitara. Asi lo hizo en el transcurso del aiio 1899 que estuvo fuera de

MBxico, tanto en 10s Estados Unidos como en varios puntos de Europa,

per0 con especialidad en Paris a1 lado del Dr. A. Bertill6n.

Bien instruido y documentado en ese particular regres6

a

MBxico

a

recojer s610 decepciones. Despu6s de no poco trabajo logr6 que uno

de 10s Consejales del Ayuntamiento de la ciudad de MBxico le comi-

sionara para escribir una

Memoria

referente a la identificacihn de 10s

reos, la cual terminada la present6 el mencionado municipe a la

Honorable Corporaci6n. FuB esta leida y escuchada con atencibn,

ordenitndose despuBs que se imprimiese y distribuyera.

Como resultado de lo referido, entre 10s afios 1903 y 1904 se estable-

ci6

en la llamada Citrcel de Belem” el sistema antropomhtrico de

Bertillon, tal cual entonces se practicaba; y aconteci6, increible parece,

que se confiara la direci6n de ese servicio a un mBdico desconocedor del

todo en el asunto, a1 Sr. Dr. Dn. Ignacio Ocampo, debiendo haberse

utilizado para ello a1 Dr. Fernitndez Ortigoza, promotor de aquella

mejora y persona competente para ello.

Posteriormente se suprimi6 el servicio antro-

pom4trico de

la

Penitenciaria

y

no

sB si se

ha repuesto

o n6.

1

Lo

relatado pasaba el ado 1912.


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HISTORIA DE


F~SICA

EN

MEXICO 239

Guihdose solamente por la lectura de la obra de Bertillon, L L I n -

structions signal6tipue.s

” se hicieron las mediciones y observaciones

correspondientes durante much0 tiempo, pues ninguno de 10s antro-

pometristas posteriores, exceptuando a1 Dr. Martinez Baca, que por

algunos ineses estuvo

a1

frente de ese servicio, tenia ensefianza previa

ni menos prdctica de laboratorio. Frecuentes cambios en el personal

de la Oficina hail impedido que 10s empleados perfeccionen su labor,

y se adiestren en la especialidad.

A1 presente (afio 1912) el laboratorio antropom6trico de la CBrcel

General de la ciudad de M6xico estd ubicado en la misma Chrcel y en

tres salas, destinadas: una a la Direcci6n del personal mbdico entre

el cual e s t h considerados 10s del servicio Antropoin6trico; otro a 10s

estantes con las tarjetas de identificacih, y la restante a la instalaci6n

de

10s

instruinento$. En esta sala e s t h el antrop6metro para medicidn

de estatura, busto y braza, aparato muy inaltratado por el uso; banco

para el busto, taburete para el pi6, caballete para la codada, parato

para las impresiones digitales, compases

y

escala de 10s colores del

iris.

Un solo juego de instrumentos, bastante usados, es la dotaci6n del

laboratorio; dos o tres antropometristas no podrian c6moda y f&cil-

mente trabajar a la vez y cualesquiera accidente que inutilizara 10s

instrumentos, paralizaria el trabajo.

Los

empleados del mismo son

un Jefe, un antropometrista y un ayudante de este. Para la vasta

y Ardua labor de esa prisihn, es un personal muy escaso, y habrit que

trabajar con alguna precipitacih para cumplir con las necesidades

diarias. En el sisteina de clasificacih de fichas

y

10s datos que en

ella se recojen, no se sigue rigurosamente el sistema Bertillon, sino

que se ha abreviado. Las fotografias se toinan a1 arbitrio y no segGn

y

con el aparatos de fotografia m6trica, modelo A . Bertillon-Durand.

El frecuente cambio de personal antropom6trjco que por otra parte,

como antes se dijo,

no

ha recibido ensefianza especial ni pr&ctica en

laboratorio, influirs de seguro en la exactitud de 10s resultados. Es de

desearse que tan importante oficina se cimente bajo mejor plan.

Los

actuales empleados en la inisma son personas ernpefiosas que sabrhn

fhilmente ponerse a la altura de su misih, siempre y que puedan

contar con elementos y seguridades futuras.

A1 inaugurarse la Penitenciaria de la ciudad de M6xico, el afio

1900,

su entonces Director,

Dr.

Francisco Martinez Baca, pens6 arreglar

en la inisma un servicio de identifici6n antropom6trica y aun dot6

con instrumentos y aparatos la Secci6n respectiva, pretendiendo que


12/36

240 NICOLAS

L E ~ N

alli se midiesen 10s reos que ingresaran sin haberlo sido en la CQrcel

General.

Como

transcurriese el tiempo

y

no se presentard ese caso,

se orden6 que todos 10s instrumentos

y

meubles se enviasen a1 labora-

torio de Belem.

Una prescripci6n del Reglamento de la Penitenciaria ordena que

todo sentenciado

que alli fallezca sea autopsiado y se conserve su

crQneo. Asi se ha hecho hasta el presente, y ello ha producido una

interesante colecci6n de craneos de criminales cuyo ndmero asciende,

a1 escribirse estos datos, a

131

piezas.l

En Guadalajara, capital del Estado de Jalisco, se estableci6 en la

Penitenciaria el aiio 1899, la identificacibn antropomdtrica de

10s

reos,

aunque solamente n parte,” encomendhdole

la

organizacih y

direcci6n de ella

a

un sujeto de origen cubano que se hacia pasar por

medico, llamado Aurelio Silvera. Poco tiempo permaneci6 I51 en tal

empleo y a1 dejarlo se confib la medici6n y observaciones a 10s escri-

bientes de la Alcaldia.

Se inaugur6 en Coyoac4n (D.F.) el 14 de Septiembre del aiio 1903

una “Casa de correcci6n para mujeres menores de edad” y en ella

se estableci6, el 10 de Agosto de

1908,

un gabinete antropometrico

para la identificaci6q seglin Bertillon, quedando ello a cargo del

medico del Establecimiento. Arreglb el gabinete, la cedula correspon-

diente, el mobiliario, instrumentos y demAs, asi como tambiI5n di6

enseiianza tecnica a1 antropometrista, el Sr. Carlos Rougmagnac,

empleado entonces en el Gobierno del Distrito Federal, sin conoci-

mientos cientificos ni prQctica de laboratorio en esa materia.

Afios despues se preceptu6 hacer alli la investigacihn dactilosc6pica

de Vucetich, a propuesta del Dr. Miguel Lazo de la Vega, medico

entonces de la casa. El frecuente cambio de medicos es motivo para

que el servicio resienta perjuicios en su exacto funcionamiento,

y

de

seguro sobrevendrd faltas de exactitud en las mediciones, tanto mQs

cuanto que la tdcnica, segdn ingenuamente me inform6 la Seiiora

Sub-Directora, pasa alli de medico a mddico,

como

por

herencia

o

tradicicin, de la cual es depositaria la escribiente.

V I I I

El aiio 1902 se establecieron en la “Escuela Normal para Profesores”

10s reconocimientos m6dicos de 10s escolares, de un mod0 mQs completo

1 Actualmente se encuentran en el Departamento de Antropologfa

fisica

del

Museo Nacional.


13/36

HISTORIA

DE A N T R O P O L O G ~ A F~SICA EN MEXICO

241

y inetbdico que en Bpocas anteriores. Con este motivo el encargado

de esa labor Dr. Eugenio Latapi, se ocup6 en hacer algunas mediciones

antropomBtricas, siendo el promotor de esta investigaci6n el Profesor

Enrique C. Rebsamen, Director de ese Plantel. E n 1905 el Director de

la niisina, Sr. Albert0 Correa se ocup6 de reglamentar el Departami-

ento. En Julio de 1906 la Direcci6n General de Instrucci6n Primaria

”

cre6 una

Seccidn de Higiene y Antropometria Escolares,

estableciendo

10s exdinenes individuales de 10s alumnos de las Escuelas Primarias,

y

la encomend6 a1 Dr. MBximo Silva, quien comenz6 a practicar

“exLinenes individuales

y

antropomBtricos con nifios llevados de las

diferentes escuelas a la “Direcci6n General de Educacidn Primaria,”

y segdn

10s

tres “Informes” rendidos por el mismo, de 1906

a

1907,

se

sabe fu6 muy corta

la

labor antropom6trica. Quiz8 en

vista

de eIlo

la Secretaria de Instrucci6n Pdblica y Bellas Artes dispuso en Abril

de 1908 que “e l personal de la Secci6n de Fisiologia Experimental , del

Instituto M6dico Nacional, se dedicard, fundamentalmente, a in-

vestigar cuales son 10s promedios anat6micos

y

funcionales de 10s

nifios mexicanos, desde su naciiniento hasta

10s

catorce afios, segiin

las diversas edades.” En Diciembre del mismo afio se comenzaron a

inedir, con tal objeto, 10s niiios del “Hospicio de HuBrfanos” habi-

hdose nombrado Jefe de ese “Servicio AntropomBtrico” a1 Dr.

Daniel Vergara Lope, con un ayudante medico y un auxiIiar estudi-

ante de medicina. Para ejecutar este trabajo, el Dr. Lope estableci6

im sisteina especial de su invencibn, con instruinentos y tBcnica del

todo suyos, demasiado complicado. Asi funcion6 es ta oficina hasta

el 1”.

de Agosto de 1909, fecha en la que se acord6 su separaci6n del

Instituto MBdico y se anex6 a1 “Servicio HigiBnico Escolar” con el

nombre de

“

Servicio Antropom6trico Escolar.”

No

obstante la

nueva orientaci6n y denominaci6n de esta oficina, se continu6 la

medicidn en 10s nifios asilados del Hospicio, sin que 10s alumnos de

las escuelas se utilizaran para ello. En esta forina se trabajb has ta

Septienibre del afio 1912, fecha en que el autor de estas

Notas

sustituy6

a1 Dr. Lope en ese puesto.

Como queda puntualizado antes, tanto el sistema de medicidn hasta

entonces empleado, como la mayor parte del instrumental

y

tBcnica

usados, eran invent0 del Dr. Lope y por lo mismo 10s resultados ob-

tenidos, ya en detalle ya en conjunto, no eran comparables con

10s

de 10s demBs antropometristas, propuse el cambio completo del

misino

y la adopci6n del sistema de Broca, en cualquiera de 10sm6todos

en us0 por reputados antropometristas. Me recornend6 entonces el


14/36

242 NICOLAS L E ~ N

Jefe del Servicio M6dico Escolar y aun me indic6 era su deseo que se

implantase el sistema del Dr. Paul Godin, expuesto en su obra “Re-

cherches Anthropomktriques sur la croissance des diverses parties du

corps,” Paris, 1903. Lo hice asi arreglando una c6dula segiin lo que

en la mencionada obra consta y ejecutando las medieiones con arreglo

a lo que alli se precept6a y a las instrucciones clhsicas de la escuela de

Broca. A1 poco tiempo de trabajo palp6 10s inconvenientes de ta l

sistema, tanto en el orden cientifico como en el social y econ6mico.

Esto, unido a1 juicio critic0 que del mismo me hizo mi maestro el Dr.

Ales HrdliEkal me desalentb sobremanera

y

supliqu6 a1 mencionado Sr.

HrdliEka me arreglase una c6dula conveniente, teniendo en cuenta

no s610 la ciencia pura sino tambi6n el medio social

y

el personal y

tiempo de que

yo

disponia para esa labor.

Asi lo hizo este Sefior y como coincidiera con ello un viaje que hice

a 10s Estados Unidos en el

Otofio

del afio 1912, pude conferenciar con

61 mismo y recibir prhcticamente instrucciones y algunas aclaraciones.

Como la divergencia de opiniones en la materia provocase frecuentes

dificultades solicit6

de

la Secretaria de Instrucci6n PGblica la auto-

nomia del Servicio AntropomBtrico,

la

cual me fu6 concedida en

6

de

Febrero de 1913 incorporindolo a1 Departamento de Antropologia

Fisica del Museo Nacional, que estaba y est&a mi cargo.

1 Smi thson ian Ins t i tu tion , United States National Museum, Washington, D. C.,

November

23,1911.

Dear Doctor Ledn:

I

have received today your “Cedula Antropo-

metrica.”

If

you want my opinion of it,

I

will say frankly that it is wholly impracti-

cable. Not only tha t but there are a number

of

measurements included which could

easily lead to commissions of acts against decency, and which would be liable to do

great deal of harm to the whole cause. 1 have made a number of marks on the

schedule; those measurements marked with a dash I consider quite useless and they

should be excluded.

It

is very plain that the scheme

is

a

purely theoretical one.

It

is true tha t i t agrees with the system of the Paris School

of

Anthropology, but

these detailed measurements are not taught to be practiced by half experienced

or

inexperienced men

or

women, and in schools.

However, even

if

all these measure-

ments could be taken properly,

I

doubt very much if any one would be found about

you who could properly arrange, analyze, and present the results.

Reduce your

measurements and observations until they are absolutely practicable, and then,

even if the da ta should not amount to one-hundredth part of what is now intended,

they will be of value.

I

would like to see you take an open, public,

firm

stand on

this question, because it is certain that the future will bear you out. Even if you

fail to effect a reform, it will be honorable to have your protests on record.

You

may freely quote what

I

say and use my name in objection

t o

the present system which

would ruin rather than advance the prospects

of

anthropology in the Mexican schools.

Sincerely yours, ALES

HRDLIEKA,

urator, Division

of

Physical Anthropology, United

States National Museum.


15/36

HISTORIA D E


F~SICA EN

MEXICO

243

En estas condiciones pude implantar la cedula HrdliEka,

y

arreglado

a

ella se continuaron haciendo las mediciones.

Parcialmente,

y

sin satisfacer todas las exigencias de la Ciencia, se

tomaban anualmente por 10s medicos inspectores de las Escuelas Pri-

marias

y

algunas de las Secundarias y Normales, del Distrito Federal,

medidas de estatura y peso. Los maestros de las Escuelas Primarias

ayudaban en eIlo, aurique sin instrucci6n previa

y

forzados por sus

Superiores. El ndmero

de estaturas

tomadas

y

peso individual apre-

ciados durante 10s

afios

escolares de 1910

a

1912. fueron en ndmero de

59,629 correspondiendo 28,002 a 10s nifios

y

31,625 a las nifias. Los

resultados de ello han sido calculados por el Dr. W.

G.

G6mez quien

10s ha puhlicado con 10s correspondientes gr ficos.

La antigua chtedra de Antropologia y Etnologia del Museo Nacional,

CU Y O origen

y

vicisitudes quedan relatados, se dividib el aiio 1911 en

dos, quedando a mi cuidado la de Antropologia Fisica y Antropometria

con el Departamen to

y

colecciones correspondientes.

El Presupuesto de Egresos del afio 1912-1913 autoriz6 tres pensjones

para estudiantes de esta cstedra, las que mediante concurso habido

entre seis opositores, el dia 25 de enero de 1913, se concedieron a

10s

cursantes de Medicina, Angel C. Castellanos, Emiglio Martinez

y

Eliseo Ramirez. Las clases se inauguraron el dia

1”.

de febrero del

inismo afio impartibndose oficialmente, en Mkxico, por vez primera, y

por el que esto escribe, enseiianza te6rica de Antropologia

y

pr cticade

hntropometria

y

Osteometria, en todas

sus

aplicaciones.

IX

La

‘‘

Escuela Nacional de Altos Estudios” se inaugur6 en septiembre

de 1910,

y

para cubrir s u programa se contrat6 a alguiios profesores ex-

tranjeros, principalemnte de

10s

Estados Unidos del Norte, confihdoles

cursos en la misma. Uno de ellos fu6 el Sr. Profesor Dr. Franz Boas,

de la Universidad de Columbia (New York)

y

a

61

se

le

asign6 la

cAt)edra de Antropologia. N o se puntualiz6 si esta ensefianza seria de

Antropologia fisica o de Etnologia

y

lo que en realidad se ensefi6 fu6

principalmente esta dltima.

Inici6 el Sr. Boas sus cursos en el mes de diciembre del aiio 1910

ocupandose en una parte del mismo de “La Estadistica en sus apli-

caciones a la Antropometria.” Estas clases tuvieron por discipulos

principales a 10s Medicos del “Servicio Higienico Escolar”

y

se dieron

en un.sal6n del edificio que esa oficina ocupaba. Expuso en ellas el


16/36

244 NICOLAS L E ~ N

Profesor la manera de apreciar y calcular 10s resultados de la Antropo-

metria y se hicieron algunas medici6nes de niiios. Termin6 el primer

curso a principios del aiio

1911.

En marzo de

1912

reanudo el Sr. Boas sus lecciones, y segdn el

programa impreso que se circulb, abarcaria en ellas 10s puntos sigui-

entes

1 .

Biometria general;

.2”

Antropometria del crecimiento indivi-

dual ; y So, etodo del estudio de las lenguas ind ias.

Personas que asistieron a esas lecciones informan que

110

se ejecut6

trabajo antropombtrico alguno, en ellas.

X

Tanto las bibliotecas pdblicas de la ciudad de Mbxico como las

privadas, carecieron por muchos afios de libros referentes

a

la An-

tropologia fisica y

a

la Antropometria. En una bpoca no lejana la

linica biblioteca mejor dotada, en este particular, era la del Lic.

Prostasio P. Tagle en la cual se encontraba una colecci6n completa

de las publicaciones de la

‘

Sociedad Antropol6gica” de Francia;

la del Museo Nacional tenia tomos aislados o truncos de lo mismo y

hasta ha pocos afios adquiri6 algunas cuantas obras de esas materias,

pero de las

mAs

comunes. La Biblioteca Nacional nunca ha adquirido

libros de esta clase. El Museo Nacional recibia cinco publicaciones

de esta materia y ya queda dicho lo que se encuentra en la de la Es-

cuela de Altos Estudios.

No existe en todo el pais un verdadero laboratorio antropombtrico,

pues el del Museo tiene solamente 10s mBs indispensables instrumentos

para Antropometria y Osteometria. En el Servicio Antropom6trico

Escolar la dotacibn de instrumentos es la inuy limitada para sus

labores.

Contados cultores ha tenido la Antropometria en MBxico, y en su

mayor parte han sido personas entusiastas, sin la necesaria especial

preparci6n tedrica ni ensefianza prBctica de laboratorio. EnumerarB

entre ellos a1 Sr. Licenciado Protasio P. Tagle, quien reunib una peque-

fia e interesante colecci6n de crheos; a1 Sefior General Vicente Riva

Palacio que public6 algunas notas antropolbgicas referentes a 10s in-

dios de Mexico; a1 Doctor Don Jesds Shchez, Profesor Alfonso L.

Herrera, Doctor Ricardo Cicero, Doctor Daniel Vergara Lope, Doctor

Jos6

de Jeslis SBnchez, Doctor Florencio Flores, Doctor Manuel T.

GonzAlez, Doctor Francisco Martinez Baca y Sefior Leopoldo Batres.

Los Doctores Ignacio Fernfindez Ortigoza y Manuel Vergara poseian

la tdcnica antropombtrica, pero no se han dedicado a ella con todo el

t>iemponecesario.

En la CBrcel General queda puntualizado lo que existe.


17/36

HISTORIA DE


F ~ S I C A EN M E X I C O

245

XI

De 10s Arque6logos y naturalistas extranjeros que con fines cienti-

ficos han visitado y estudiado las cosas de MBxico, solamente unos

cuantos de entre ellos se han ocupado de la medici6n de nuestros indios

y de la recolecci6n de sus osamentas. M. Desir6 Charnay midi6 y

fotografi6 algunos indios mayas de Yucathn y Chiapas.

El Dr. Ale6 HrdliEka, ha hecho cuatro viajes de exploracibn a1

territorio mexicano: el 1 . en 1908, y emple6 en 61 tres meses, el 2 . y

3 . en 1902, invirtiendo un aiio; el 4 . en 1910. Midi6 y estudi6 las

tribus indigenas subsecuentes Tarahumara, Tepehuana, Opata, Pima,

PBpago, Yaqui, Mayo, Cora, Huichol, Nahua de Tuxpan (Jalisco),

Tarasco, Othomi (Estados de Hidalgo y Distrito Federal), Mazahua,

y Tlahuica de Morelos. Tom6 numerosas fotografias y moldes en

yeso, sobre el vivo, (cara y extremidades). Los resultados de esa

vasta labor se han publicado en parte, y se ven en

10s

Museos de 10s

Estados Unidos de Norte AmBrica.

El Profesor Federico Starr, en cinco viajes, emprendi6 y llev6 a

tBrmino un estudio ethnografico y antropomBtrico de veintitres tribus

o

grupos de indios de MBxico, en

10s

afios de 1897

a

1901. Tom6

moldes en yeso sobre el vivo, y despu6s produj6 una colecci6n de bustos

coloridos, a1 natural, que representan el tipo del grupo estudiado.

En 1894 el Seiior W J McGee, del ( 'Bureau

of

Am er ica n Ethnology,

Washington, explor6 la isla del Tibur6n (Baja California), y recogi6

esqueletos de 10s indios Seris,

10s

cuales estudi6 el Dr. HrdliEka.

Recientemente el explorador franc&

M.

Leon Diguet hiz6 una

colecci6n de huesos de indios de la Baja California, 10s cuales han

utilizado cientificos competentes, publicando varios estudios tocante a

ellos.

XI1

Pocas, aisladas, sin la preparaci6n debida y sin m6todo cientifico

han sido, en su mayor parte, las investigaciones nacionales; para en-

causar esa est6ril labor y aprovechar tantas buenas voluntades y

aptitudes, se hace necesario fundar un fns t i tu to Antropoldgico, dotado

con

un buen laboratorio antropomBtrico. Asi darh fruto la ense-

iianza del Museo Nacional, se crearh en Mexico esa especialidad cien-

tifica, se harhn numerosas mediciones bajo un mismo plan y con el

mismo mktodo, se recogerhn y clasificarh

10s

despojos esquelBticos

que se reunan, y a1 cabo de pocos afios se tendrh una colecci6n que

honrar& a la cultura nacional y prestarh 10s servicios de que hoy

carecen la Etnologia y Arqueologia Nacionales.


18/36

246 NICOLAS

L E ~ N

ADDENDA

Lo relatado pasaba hasta el afio de 1912; de entonces ac8 han acon-

tecido serios trastornos en 10s asuntos pdblicos que han infiuido mucho

en el adelanto de la Antropologia en Mexico.

La oficina de identificacihn antropomdtrica de la CBrcel General

se clausur6 y sus archivos perecieron en la asonada de Febrero de

1913. En 1914 se suprimi6 el servicio antropomdtrico escolar

a

propu-

esta del Dr. Manuel Uribe y Troncoso y dejaron de coleccionarse 10s

craneos de 10s criminales sentenciados que morian en la Penitenciaria.

A fortunadamente en principios de este afio logre recoger para la

colecci6n del Museo 10s cr&neosque alli existian, faltando unos cuantos

de entre ellos. En la casa Correccional de Coyoach no se practican

10s sefialamientos antropomdtricos e igual cosa pasa en la de varones,

de Tlalpam.

La pelvimetria obstetricst que en 1811 estableci en el servicio de

Maternidad del Hospital Morelos y en 10s Consultorios ndrneros

1

y

2 de la Beneficencia P ~ b l i c a ue a mi cargo estuvieron, ha dejado

tambidn de practicarse.

Los

resultados de Antropometria y Osteo-

metria que en el Departamento

a

mi cargo he obtenido, no se han

podido publicar por falta de un calculador. La chtedra de Antro-

pologia fisica en la Escuela Nacional de Altos Estudios, a donde pas6

en 1916 la del Museo Nacional, no ha podido funcionar con regularidad

por falta de estudiantes convenientemente preparados para ese estudio

y

cuando algunos se han presentado ha sido pretendiendo serlo como

Amateur y sin obligaciones de ninguna clase. Admitir pretensiones

de esa naturaleza seria desconceptuar la chtedra y no dar provecho

alguno

a

la Ciencia.

De todo lo narrado se deduce que t,res han sido 10s principales ob-

stAculos que la ensefianza de la Antropologia fisica ha encontrado en

Mdxico, y son el1os:-

1 . El concept0 errbneo de la misma,

2 . La falta de elementos informativos (libros, peri6dicos, colecciones

bien dotadas y convenientemente instaladas), y

3 . El ningiin estimulo o provecho futuro para utilizar 10s conoci-

mien tos adquiridos.

La antigua

('

nspeccibn y Conservacibn de Momumentos Arqueo-

fbgicos que ya independiente

o

dependiente del Museo Nacional

lorm6 parte de

la

Secretaria de Instruccih Pdblica y Bellas Artes

pas6 a ser una dependencia de la Secretaria de Foment0 el afio 1917.


19/36

HISTORIA DE


F~SICAEN MEXICO

247

Alli canibi6 de nombre

y

objeto pues actualmente se denomina “Direc-

ci6n de Estudios Arqueol6gicos

y

Etnol6gicos.”l Su jefe es

Sr.

Manuel

Gamio. Ha fundado, entre otras enseiianzsa, la de Antropologia

fisica

y

Antropometria encomendando estas asignaturas a1 Dr. Miguel

Lasso de la Vega quien abri6 10s cursos el 8 de Noviembre de

1917.2

La produccih literaria nacional asi como

la

extranjera referentes

a la Antropo-somatologia mexicana, es bien corta. La bibliografia

que tengo reunida referente a ello asciende

a

300

y

tantos escritos

y

de estos

10s

en ndmero menor, son nacionales

y 10s

restantes extran-

jeros. Su valer cientifico es muy desigual, aun entre lo extranjero,

y en lo del pais casi en su totalidad se debe a aficionados con m8s

buenos deseos que conocimientos

y

prittica en

la

materia.

Extenso

y

fructuoso es el campo que a

10s

antropo-somatologistas

nresenta el Territorio de Mbxico; per0 en tanto que 10s estudiosos

gacionales no tengan un estimulo serio para dedicarse a sus investi-

paciones nada se har que la pena valga.

LA quikn toca crear ese

estimulo?. . . .

aqui no hay que pensar en

10s particulares y

todo, a1 menos por ahora, tiene que esperarse del

Gobierno.

BIBLIOGRAF~ANTROPO-SOMATOL~GICAEXICANA4

ABOGADO

(E. L.).

Cuadro estadistico n. 7 manifestando 10s resultados de la medi-

ci6n del didmetro bisisqui&tico, hecha en 569 enfermas de las atendidas en

la

Secci6n de Ginecologia del Consultorio n. 2 de la Benefiscencia pdblica. Cr6n.

ABREGO (F.). Una aplicacidn de la Antropometria en el ej6rcito. Gac.

M e d .

ALCOCER (G.).

Breves consideraciones acerca de la asistencia

a1 parto. MCx.,

(Consideraciones acerca del dihmetro bis-isquiatico.)

ALLEN

(HARRISON).

Clinical Study of the Skull. The Toner lectures. Lecture

(PAg. 7: Anomalias del malar en

M i d .

M e x . Mix.

1911, XVI, 224

pp.

M ~ l i t a r ,MCX., VI,

173-176.

1905,

I, 46.

x.

3

criLneos de Mexicanos.)

Smiths.

M i sc .

CoZZ. Washington, 1890.

1 Actualmente Direccion de Antropologia.-ED.

2 Esta chtedra con otras de esa oficina se suprimieron en Junio de 1918.

4 E n 1901 publique mis “Apuntes para una Bibliograffa antropol6gica de Mexico

(Somatologia),” logrando enumerar en ella

167

escritos. De ent6nces a1 presente

he acaparado otrar noticias las cuales unidas a las anteriores ascendan a mas de

300.

Hasta donde me ha sido dable he colecionado estas noticias bibliogrhficas,

estando muy

lejos

de haber agotado la materia. Son ellas solamente el principio

de una labor que otros completarhn y perfeccionarh, cuando dispongan de ele-

inentos bastantes. En casi su totalidad esos libros son de mi biblioteca, pues en las

pitblicas

o

particulares de Mexico no se encuentran sino muy pocas obras acerca

de esta ciencia, y pocos peri6dicos de la especialidad, ya antiguos

o

modernos.


20/36

248 NICOLAS LE6N

rania

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BAKER A , ) .

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