texto final manual de liturgia parroquial

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  • 8/13/2019 Texto Final Manual de Liturgia Parroquial

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    anual para losequipos

    parroquiales deliturgia

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    Fuentes y abreviaturas

    SC Constitucin Sacrosanctum Concilium

    CEC Catecismo de la Iglesia Catlica

    IGMR Introduccin General del Misal Romano

    CE Ceremonial de los Obispos

    CIC Cdigo de Derecho Cannico

    MS Instruccin Musicam Sacram de la Sagrada Congregacin de ritos y Del consilium

    sobre la msica en la sagrada liturgia

    Instruccin Sobre algunas cuestiones acerca de la colaboracin de los fieles laicos en el sagrado

    ministerio de los sacerdotes del 15 de agosto de 1997

    Instruccin Redemptionis Sacramentumde la Congregacin para el culto divino y la disciplina de

    los sacramentos sobre algunas cosas que se deben observar o evitar acerca de la Santsima

    Eucarista del 25 de marzo del 2004.

    Directorio para celebraciones dominicales en ausencia del presbtero de la Congregacin para el

    Culto Divino del 21 de mayo de 1988

    Directrices del Ministerio de la Liturgia de la Arquidicesis de Milwaukee, Wisconsin

    Guas para Laicos que dirigen liturgias en ausencia del Sacerdote o el Dicono d e la Oficina para la

    Liturgia y la Espiritualidad, Dicesis de San Diego

    Libro para los Monaguillos Servir al altar de la Arquidicesis de Guayaquil

    Artculos litrgicos varios del sitio web Aceprensa

    Folleto para sacristanes del Seminario Mayor de Guayaquil FXG

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    Captulo 1La Iglesia celebrante

    Cristo la Iglesia y el verdadero culto al PadrePor el bautismo, en el que nos incorporamos a la Iglesia,somos hechos uno con Cristo para poder celebrar por l,con l y en l el verdadero culto al Padre. Slo Cristohace posible que nuestra oracin y en fin toda nuestravida pueda agradar al Padre y ser un autntico cultoespiritual. Nosotros somos pecadores, incapaces decualquier accin que tenga algn valor ante Dios, pues alrechazarlo por las criaturas nos hemos apartadoinfinitamente de l. Cristo con su muerte y resurreccinhizo posible que ese abismo infinito sea llenado por unacto de amor que por ser del Dios Hijo es tambininfinito; la Iglesia es la barca que navega por ese ocanoinfinito del amor del Hijo hacia el Padre. En la liturgia,la Iglesia, que se ha beneficiado de este rescate puedeacceder a estos frutos y ofrecer al Padre su vida. Por lotanto, cualquier acto humano que escape de esta

    dinmica no llega a Dios, sin Cristo no hay culto nisalvacin. La Iglesia, en su liturgia, orienta al Padretoda la creacin, tambin las obras de aquellos que ansin conocer a Dios obran el bien segn su conciencia.

    Por otro lado, la salvacin de Cristo no es slo unrecuerdo de algo pasado, sino algo que se hace presentehoy, porque hoy yo decido si me salvo o no, si doy cultoal Padre o no. Como nosotros debemos recibirlibremente la salvacin, Cristo quiso que su obra de amorsalvfico se hiciera presente a travs de la Eucarista y los

    dems sacramentos. Nosotros, la Iglesia, participando deellos y gracias a ellos le decimos s a nuestra salvacinhoy, recibiendo libremente la gracia salvfica de Cristo.Por eso en el catecismo de la Iglesia Catlica se dice quela liturgia es la fuente y el culmen de toda la vidacristiana.

    Lo que la I glesia nos ensea

    En efecto, la liturgia, por medio de la cual

    "se ejerce la obra de nuestra redencin",

    sobre todo en el divino sacrificio de la

    Eucarista , contribuye mucho a que los

    fieles, en su vida, expresen y manifiesten alos dems el misterio de Cristo y la

    naturaleza genuina de la verdadera

    Iglesia (SC 2). CEC 1068

    La palabra "Liturgia" significa

    originariamente "obra o quehacer

    pblico", "servicio de parte de y en favor

    del pueblo". En la tradicin cristiana

    quiere significar que el Pueblo de Dios

    toma parte en "la obra de Dios" (cf. Jn

    17,4). Por la liturgia, Cristo, nuestro

    Redentor y Sumo Sacerdote, contina ensu Iglesia, con ella y por ella, la obra de

    nuestra redencin.CEC 1069

    Con razn se considera la liturgia como

    el ejercicio de la funcin sacerdotal de

    Jesucristo en la que, mediante signos

    sensib les, se significa y se realiza, segn

    el modo propio de cada uno, la

    santificacin del hombre y, as , el Cuerpo

    mstico de Cristo, esto es, la Cabeza y sus

    miembros, ejerce el culto pblico. Por

    ello, toda celebracin litrgica, comoobra de Cristo sacerdote y de su Cuerpo,

    que es la Iglesia, es accin sagrada por

    excelencia cuya eficacia, con el mismo

    ttulo y en el mismo grado, no la iguala

    ninguna otra accin de la Iglesia (SC 7)

    CEC 1070

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    Cualquier cosa que haga, si no lo uno a Cristo (y siendo ms radical a Cristo Sumo Sacerdote en laLiturgia) no llega a Dios. Cristo es el nico mediador entre Dios y los hombres, nosotros solosomos pobres pecadores. La liturgia antes que ser obra de los hombres es obra de Dios; msprecisamente de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote.

    Definicin de liturgiaMucho se ha escrito de la liturgia, aqu recogemos algunas definiciones que sera bueno meditarpersonalmente y en grupo:

    Es el conjunto de signos y smbolos con los que la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica. Es el modo como la Iglesia en su Cabeza y en su cuerpo mstico o miembros puede ponerse

    en contacto y comunicacin con Dios, a travs de gestos, palabras, ritos, acciones y as poderparticipar de la maravillosa gracia de Dios, santificarnos y entrar en esa vida ntima de Dios.

    Otra definicin ms formal sera sta: liturgia es el conjunto de signos y smbolos con losque la Iglesia rinde culto a Dios y se santifica. Todas las acciones litrgicas: oracin,

    sacramentos estn dirigidas, por tanto, a dar culto a Dios Padre, por medio de Jesucristo, enel Espritu Santo, y a la santificacin de cada uno de los fieles que forman esta Iglesia deCristo.

    En palabras del papa Po XII en su encclica Mediator Dei: La liturgia no es solamente laparte exterior y sensible del culto, ni mucho menos el aparato de ceremonias o conjunto de leyes yreglas..., es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo.

    En la Constitucin Sacrosanctum Concilium, nmero 7, encontramos esta definicin concisa:Es el ejercicio del oficio sacerdotal de Cristo, por medio de signos sensibles, que realizan de unamanera propia la santificacin del hombre.

    Una bella definicin nos la ha dado Juan Pablo II en la carta apostlica con motivo delcuadragsimo aniversario de la Sacrosanctum Concilium: Qu es la liturgia sino la voz

    unsona del Espritu Santo y la Esposa, la santa Iglesia, que claman al Seor Jess: Ven? Qu es

    la liturgia sino lafuente pura y perenne de agua viva a la que todos los que tienen sed pueden acudirpara recibir gratis el don de Dios? (cf. Jn 4, 10)(Vicesimus Quintus Annus, n. 1)...La liturg ia es el

    lugar principal del encuentro entre Dios y los hombres, de Cristo con su Iglesia (n. 7).

    El Catecismo de la Iglesia Catlica ha explicado tambin que la misma palabra liturgiasignifica, en la tradicin cristiana, que el pueblo de Dios toma parte en la obra de Dios.

    La liturgia es, pues, el servicio que el hombre da a Dios, porque l se lo merece. Y trae aparejadanuestra propia santificacin, es decir, gracias a la liturgia nosotros nos vamos santificando,

    purificando, pues quien entra en contacto con Dios, recibe ese fuego divino que calienta, purifica yperfecciona.

    Por qu se usan signos? Sencillamente porque Cristo los us, adems la mejor forma de tenercontacto con aquellas realidades que son el origen de nuestra salvacin es a travs de elementossensibles. La liturgia es la prolongacin histrica de la encarnaci n, muerte y resurreccin deCristo en cuanto fuente de salvacin. A travs de la liturgia nuestro cuerpo y nuestro espritupueden tener contacto con el Cuerpo y con el Espritu de Cristo; en ella nos hacemos una sola carne.

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    Por qu tiene la forma de rito? Porque lo ritual en el ser humano significa que algo es importante,nosotros le damos forma ritual a aquello que nos interesa. El rito es un orden de acciones que por suimportancia deben ser bien cuidadas. As es como actividades tan bsicas como el cocinar o el comeren el ser humano adquieren un tinte especial con el rito, qu decir del amor humano, adems deaquellas cosas que son de naturaleza pblica como las manifestaciones cvicas, las iniciaciones etc.

    Cristo al ser judo participaba con alegra en el ritual de pascua y de todas las fiestas de su pueblo.Nuestra liturgia se relaciona con esa liturgia juda pero la supera porque la vctima, el sacerdote y elaltar es el mismo Jess. La adoracin pblica a Dios, por ser lo ms importante, debe t ener formaritual y no quedar a merced de la improvisacin de un individuo o grupo. La dimensin ritual de laliturgia exige una correcta catequesis para que los fieles puedan estar a la altura de la celebracin.

    En cada accin litrgica que realizamos (participacin en una misa, en cualquier sacramento, en laLiturgia de las Horas) Dios nos hace participes de su salvacin.

    Sealemos las notas caractersticasde la liturgia:

    a) La Liturgia es accin. No es teora, sabidura secreta, doctrina, escuela, sino accin. Termina en "urgia", como siderurgia,metalurgia.

    Los momentos principales de toda celebracin son: convocacin (asamblea litrgica, signo de laIglesia en cuanto convocacin de creyentes en torno a Cristo resucitado) , dilogo salvfico(escucha de laPalabra y respuesta a ella) , signos con los cuales se sella la alianza de Dios con su pueblo (liturgia

    Eucarstica).

    b) La Liturgia es una accin simblica .

    Se realiza a travs de actitudes, gestos, palabras; es un complejo de signos a travs de los cualesDios habla y comunica su vida por Cristo en el Espritu, continuando as su proyecto de amor.

    Slo a travs de signos podemos captar y recibir el don divino y corresponderlo personal ycomunitariamente. La historia de la salvacin, la fe, la comunin divina, son realidades invisiblesque necesitan ser expresadas. Los signos (palabras y gestos estructurados en ritos) nos dejan entreverestas realidades trascendentes.

    La liturgia no es una catequesis ilustrada, sino es una actualizacin de la salvacin a travs de lossignos. Su lenguaje no es la palabra, sino el signo.

    c) El sujeto de la accin litrgica es Cristo .Cristo es el actor principal de la liturgia. Est presente y operante en la celebracin (SC 7).

    Es una presencia real y eficaz, aunque realizada en signos y grados de diversa intensidad:

    Asamblea, y en ella el ministro presidente ; Palabraanunciada (SC 33): es el "hoy" de la salvacin;signos sacramentales(SC 2), sobre todo el Pan y Vino eucarsticos.

    d) La Liturgia es un acto comunitario .

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    El sujeto concreto es la asamblea local, que interpreta la cultura, exigencias, expectativas y vidaconcreta de la comunidad, que encuentra en la celebracin su propio rostro suplicante y el de Cristo.

    e) Comporta la participacin de todos.

    La participacin es piadosa, consciente, activa, plena y comunitaria (SC 14).

    f) Requiere un ambiente adecuado .

    Exige clima de fiesta, pues es memorial de la Pascua de Cristo. No se logra poniendo elementosfolklricos o externos, sino valorizando los detalles desde los puntos de vista tanto humano (orden,limpieza, iluminacin, sonorizacin, buen gusto), como espiritual (silencio, arte y msica sacra) puesvamos a orar y adorar. Desde el punto de vista comunitario se debe velar mucho por la acogidafraterna de los fieles.

    Respecto al lugar de la celebracinpodemos decir que no tiene slo una finalidad funcional, sinoque tambin tiene un significado simblico y una tarea pedaggica. "Debe presentar la imagen de la

    asamblea reunida, permitir la ordenada y orgnicaparticipacin de todos, y favorecer el regular desarrollode las tareas de cada uno" (OGMR 257) .

    En la liturgia, Cristo nuestro Redentor y Sumo

    Sacerdote, hace presente en su Iglesia, con ella

    y por ella, la obra de nuestra Redencin(CEC

    n. 1069).

    Los SacramentosLa Sabidura Divina dispuso que los momentosms importantes de nuestra vida (nacimiento,misin, matrimonio, enfermedad, reconciliacin)estuviesen fortalecidos por su gracia, por esoinstituy los sacramentos; de estos el principal essu alimento de Vida Eterna (la Eucarista) comofuente constante de salvacin. Para poderadministrar toda esta Vida a su Cuerpo que es suEsposa y como garanta de su validez nos dej elsacramento del Orden.

    Los sacramentos son la Obra Magnfica del Amordel Padre que por su Hijo y en el Espritu Santonos dona su gracia salvfica que nos permite serrealmente hijos de Dios. La Iglesia, su Familia,

    Lo que la I glesia nos ensea

    El Espritu y la Iglesia cooperan en la

    manifestacin de Cristo y de su obra de

    salvacin en la Liturgia. Principalmente en la

    Eucarista , y anlogamente en los otros

    sacramentos, la Liturgia es Memorial del

    Misterio de la salvacin. El Espritu Santo es la

    memoria viva de la Iglesia (cf Jn 14,26). CEC

    1099La Liturgia cristiana no slo recuerda

    los acontecimientos que nos salvaron, sino que

    los actualiza, l os hace presentes. El Misterio

    pascual de Cristo se celebra, no se repite; son

    las celebraciones las que se repiten; en cada

    una de ellas tiene lugar la efusin del Espritu

    Santo que actualiza el nico Misterio. CEC

    1104

    Cmo sabemos que son 7? Por el Espritu que

    la conduce "a la verdad completa" (Jn 16,13),

    la Iglesia reconoci poco a poco este tesoro

    recibido de Cristo y precis su "dispensacin",

    tal como lo hizo con el canon de las Sagradas

    Escrituras y con la doctrina de la fe, como fiel

    dispensadora de los misterios de Dios (cf Mt

    13,52; 1 Co 4,1). As, la Iglesia ha precisado a

    lo largo de los siglos, que, entre sus

    celebraciones litrgicas, hay siete que son, en

    el sentido propio del trmino, sacramentos

    instituidos por el Seor. CEC 1117

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    realiza su travesa histrica en este mundo fortalecida y alimentada con una autntica vidasobrenatural.

    Los sacramentos forman parte integral del mandato del Seor de evangelizar (mand abautizar), an ms, el nivel de evangelizacin de un pueblo se puede medir en su respuesta y

    participacin autntica en los sacramentos. Los sacram entos son dones salvficos de Dios quedeben recibirse en respuesta a la Palabra de Dios predicada y recibida en la fe, por eso, al mismotiempo, son los sacramentos de nuestra fe. Como dice el catecismo La fe de la Iglesia es anterior ala fe del fiel, el cual es invitado a adherirse a ella. Cuando la Iglesia celebra los sacramentos confiesala fe recibida de los Apstoles Por eso ningn ministro o comunidad local puede modificarlos o

    manipularlos a su voluntad. Es el fiel que se une a la liturgia de toda la Iglesia , no al revs. Por esoes necesaria una autntica formacin en la fe y en las maneras como se expresa sta en el culto.

    Para la celebracin de los sacramentos se necesita una autntica catequesis litrgica (SC19) pues eneste mundo en que se desvaloriza lo ritual, el silencio y la contemplacin es muy comn que a losfieles les cueste participar con fruto de los sacramentos. En todo caso, se trata de elevar a los fielesal nivel de la liturgia y no de rebajar la liturgia. Cuando la persona se hace capaz de contemplar,reflexionar y orar se hace capaz humanamente para la liturgia. Solo el fiel que quiera crecer en su fees apto para los sacramentos de la fe. Jess ensanos a orar es la peticin que debe animar lapastoral litrgica de toda parroquia.

    La celebracin de los sacramentosToda la vida litrgica de la Iglesia gravita en torno al Sacrificio eucarstico y los sacramentos (cf SC6). Hay en la Iglesia siete sacramentos: Bautismo, Confirmacin o Crismacin, Eucarista,

    Penitencia, Uncin de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio. Todos los sacramentos tienensu fundamento en los misterios de la vida de Jesucristo.

    Entre las caractersticas de los sacramentos estn:

    1. Ya habamos dicho que la liturgia consta de signos sensibles que nos comunicanefectivamente la gracia de Dios, por tanto, es deber de la Iglesia velar para que lacelebracin de estos signos sea hecha segn la fe recibida de los Apstoles. Cadasacramento por tanto consta de la Palabra (de cuya escucha nace la fe) y de un signo querealiza lo que se cree en esa Palabra.

    2. Los signos fueron instituidos voluntariamente por Cristo; cada uno tiene su significadoespecfico por lo que no pueden cambiarse. Unos fueron elegidos por Cristo, otros por laIglesia, apoyada en la significacin bblica de cada uno.

    3. Los sacramentos obtienen su validez y fuerza del mismo Jesucristo; es l quin losadministra, por tanto, siempre que sea celebrado conforme al querer de la Iglesia, sueficacia salvfica est asegurada al no depender de la santidad de quin lo administra(ministro) ni de quin lo recibe. Sin embargo, los frutos de los sacramentos s dependende quin los recibe y, en la medida en que el ministro debe ser ejemplo, de quin losadministra.

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    4. Para los creyentes los sacramentos son necesariospara la salvacin porque a travs deellos el Espritu nos hace hijos en el Hijo. Es por ellos que el Espritu Santo semanifiesta plenamente a su Iglesia. Alejarse de los sacramentos es alejarse de Cristo y desu Iglesia; es excluirse de la salvacin, pues como ya vimos Cristo nos salva a travs delos sacramentos celebrados en su Iglesia . Es l quin en primer lugar los quiere celebrar

    con nosotros: "Con ansia he deseado comer esta Pascua con ustedes...hasta que halle sucumplimiento en el Reino de Dios" (Lc 22,15-16)

    5. Con santo Toms de Aquino podemos decir que:"Por eso el sacramento es un signo querememora lo que sucedi, es decir, la pasin de Cristo ; es un signo que demuestraloque sucedi entre nosotros en virtud de la pasin de Cristo, es decir, la gracia; y es unsigno que anticipa, es decir, que preanuncia la gloriavenidera", STh III, 60,3

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    Captulo 2Equipo de liturgia parroquial

    Con la introduccin que hemos hecho podemos ahora entender la importancia y el alcance de laformacin del equipo de Liturgia parroquial; a continuacin veremos lo que nuestra dicesis disponepara su formacin y funcionamiento.

    Qu es?Es un grupo de personas que colaboran con elprroco en la preparacin de cada celebracin

    litrgica, segn las normas de la Iglesia y mirandoal bien comn de los fieles, que es su propiasantificacin.

    Quines integran este equipo?El equipo estar integrado por las siguientespersonas:El prroco: Ser el responsable directo de estegrupo pues es en la parroquia el liturgo porexcelencia.

    Si en la parroquia existieren otros ministrosordenados tambin deben participar de este grupo,especialmente si son diconos.

    Los Lectores o Aclitos instituidos, si los hubiere.

    Un representante de grupo de lectores (uno pormisa en caso de no tener este grupo una reunin

    general, en otro momento)

    Un representante del coro o de los msicos (unopor misa en caso de no tener una reunin generalentre ellos)

    Lo que la I glesia nos ensea

    Aunque los documentos oficiales no hablan

    del Equipo de liturgia parroquial, laOrdenacin General del Misal Romano nosda las razones suficientes para la creacin deeste grupo a nive l parroquial

    111.- La efectiva preparacin de todas lasformas de celebracin litrgica, hgase connimo concorde y diligentemente segn elMisal y los dems libros litrgicos entretodos aquellos a quienes la cosa interesa, seapor lo que toca al rito o al aspecto pastoral oa la msica, a juicio del rector del templo y

    odo tambin el parecer de los fieles en lascosas que a ellos directamente les competen.Pero siempre el sacerdote que preside lacelebracin tiene el derecho de decisin sobrelo que le compete a l.352.- La eficacia pastoral de la celebracinaumentar sin duda si los textos de laslecturas, de las oraciones y de los cantosrespondan adecuadamente, dentro de lo quecabe, a las necesidades y a la preparacinespiritual y modo de ser de quienes participanen el culto. Esto se obtendr adecuadamente

    utilizando oportunamente la amplia libertadde eleccin que en seguida se describe.El sacerdote, p or consiguiente, al preparar laMisa, mirar ms al bien espiritual comn delpueblo de Dios que a sus preferenciaspersonales. Tenga adems presente que unaeleccin de este tipo estar bien hacerla decomn acuerdo con los que habrn dedesempear alguna funcin en la celebracin,sin excluir a los mismos fieles en la parte quea ellos ms directamentecorresponde

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    Un representante de los Monitores o todos los monitores de las diferentes misas.

    Un representante del grupo de los monaguillos

    Un representante de los ministros extraordinarios de la Comunin. Si los hubiere.

    El encargado del grupo de acogida de los fieles y del orden en la celebracin.

    El sacristn.

    Perfil de los miembros de este equipo.Los rasgos ideales de los miembros del Equipo Litrgico seran:

    Sensibilidad litrgica : persona con sentido de Dios, que viva las celebraciones. Servidores de la comunidad : que no busque protagonismo personal, ni se afanen por

    satisfacer sus propios deseos.

    Conocer a la comunidadpara poder adaptarse a la asamblea concreta que celebra, siendofiel a la celebracin

    Disponibles para formarse: la formacin litrgica es una tarea constante para vivirla conplenitud.

    Querer mejorar la calidad de la celebracin , empezando por ellos mismos.

    El papel central del sacerdote:Dada la importancia de los sacerdotes como presidentes de la accin litrgica, el equipo deliturgia slo podr ser eficaz si mantiene estrecha relacin con el prroco (o el equipo desacerdotes) y si estos aceptan realmente esta colaboracin. Por tanto es necesario que elsacerdote este siempre al frente de este grupo preocupndose de no caer en uno de estos dosextremos:

    El monopolio, es decir desconfiar de la utilidad de las aportaciones de los laicos, hasta elpunto de darles todo hecho, negndoles la posibilidad de expresarse.

    La dejadez: desentenderse del asunto dejando todas las decisiones y responsabilidades alequipo de liturgia

    Esquema de una reunin: Evaluar brevementela ltima celebracin preparada por este equipo.

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    Fijar el sentido de la celebracin: Que todos sepan que se va a celebrar y por qu. Notodas las celebraciones son iguales

    Preparar todo lo necesario para la celebracin. Los elementos materiales segn el tipo decelebracin (pan, vino, crisma, etc.) los elementos de la Misa (oraciones, prefacios, plegariaeucarstica, cantos, lecturas, salmo, etc.) moniciones y guiones para las celebraciones ms

    complejas. Distribucin : habiendo conocido cuales son las necesidades, asignar responsabilidades entre

    los miembros del equipo de modo que todo est previsto y no hayan improvisaciones osorpresas desagradables. Es indispensable que cada uno este seguro de la responsabilidadque se le ha asignado.

    Un momento de formacin : no puede pasar una reunin en la que el prroco no hayaaprovechado para instruir a sus colaboradores en el tema litrgico y en la espiritualidadlitrgica. Este debe ser un punto central en cada reunin y no solo un aadido para cuandosobra algo de tiempo.

    Sugerencias:Sera preferible que esta reunin sea semanal, pero si se ve conveniente y posible se pueden prepararlas celebraciones de los prximos quince das.

    Al inicio las reuniones tendern a alargarse un poco debido a la inexperiencia de los miembros,por eso en las primeras reuniones la participacin del prroco debe ser mayor. A medida que elgrupo avanza en conocimiento las reuniones resultarn ms dinmicas. Lo ideal es que estareunin dure una hora y no ms.

    Es probable que se pierda mucho tiempo en buscar las moniciones adecuadas para lascelebraciones. En nuestra Arquidicesis contamos con la Hoja Dominical, que nos facilita lasmoniciones de las lecturas. Sin embargo es conveniente que la parroquia se suscriba a algunarevista litrgica que traiga las moniciones ya elaboradas. Recomendamos para este fin larevista Celebrar que edita la Conferencia Episcopal Ecuatoriana o Actualidad Litrgica editadaen Mxico. En este caso slo se las revisa y se hace alguna adaptacin de acuerdo a la realidadde la parroquia.

    Los cantos deben ir de acuerdo con las lecturas o la celebracin que se realiza. Por eso seramejor que el coro o los msicos sepan con anterioridad el contenido de las lecturas o el motivode la celebracin. As pueden traer sugerencias al respecto.

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    Captulo 3Los ministerios de los laicos en la Iglesia

    La participacin de los laicos en la liturgia de laIglesia

    Por laico entendemos a los bautizados que no hanrecibido el sacramento del Orden sacerdotal; es deciraquellos que habiendo recibido el bao de la regeneraciny fortalecidos con los sacramentos estn llamados a llevar

    el buen olor de Cristo a todos los mbitos de la vidahumana.

    Todos al ser bautizados hemos sido ungidos por elEspritu Santo como sacerdotes profetas y reyes. En loque nos ocupa podemos decir que la dimensin sacerdotalde nuestro bautismo nos capacita para participar confruto de la liturgia de la Iglesia, adems nos permiterealmente ofrecer y consagrar a Dios la creacin entera ytoda nuestra vida. Esto se hace realidad y actual en elmomento de la presentacin de los dones en la Misa, en

    la que no solo se presenta pan y vino sino la vida de todala Iglesia para que sea transformada, por la Palabra y eldon del Espritu, en Cuerpo Mstico de Cristo. En lacomunin del Cuerpo nos transformamos en el Cuerpo.

    Sin embargo, la participacin en los sacramentos se hacede manera ordenada y jerrquica, puesto que el Seorconfi la administracin de los sacramentos al ministerioordenado; de aqu que la mejor manera que tienen losministros de servir a la Iglesia de Dios es suministrandolos sacramentos de la salvacin. Gracias a ellos losbautizados adquieren la fortaleza para consagrar elmundo a Dios comenzando por sus propias vidas, de estamanera pueden desarrollar plenamente la gracia que hanrecibido en el Bautismo. El sacerdocio ministerial, existe

    justamente para esto y por esto el mismo Cristo le ha

    Lo que la I glesia nos ensea

    Siguiendo la Instruccin Sobre algunas

    cuestiones acerca de la colaboracin de

    los fieles laicos en el sagrado ministerio

    de los sacerdotes del 15 de agosto de

    1997: Sea el sacerdocio comn de los

    fieles, sea el sacerdocio ministerial o

    jerrquico, aunque diferentesesencialmente y no slo de grado, se

    ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues

    ambos participan a su manera del nico

    sacerdocio de Cristo. Entre ellos se tiene

    una eficaz unidad porque el Espritu

    Santo unifica la Iglesia en la comunin y

    en el servicio y la provee de diversos

    dones jerrquicos y carismticos.

    En la misma instruccin dice: En los

    documentos conciliares, entre los varios

    aspectos de la participacin de fieles no

    marcados por el carcter del Orden a la

    misin de la Iglesia, se considera su

    directa colaboracin en las tareas

    especficas de los pastores. En efecto,

    cuando la necesidad o la utilidad de la

    Iglesia lo exige, los pastores pueden

    confiar a los fieles no ordenados, segn

    las normas establecidas por el derecho

    universal, algunas tareas que estn

    relacionadas con su propio ministerio de

    pastores pero que no exigen el carcterdel Orden. Por tanto, aunque no les es

    propio, en caso de necesidad y en cosas

    que no dependen del sacramento del

    Orden, los laicos pueden ayudar

    efectivamente a los pastores en el

    desarrollo de su ministerio.

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    dado la facultad para administrar con autoridad y responsabilidad la difusin de su graciasacramental.

    En la liturgia, aunque debe ser vivida por todos de manera activa y fructfera, existen partes quecorresponde hacer a los ministros ordenados, otras partes que aunque no son propias de los laicos,

    pueden ser delegadas a estos por los ministros y en fin, otras que competen a los fieles laicos enrazn de su Bautismo. Para que la liturgia sea llevada de manera catlica es bueno tener siemprebien claro cules son las cosas que corresponden a cada uno y cul es la mejor manera de r ealizarlas.

    Dnde se encuentra detallado que parte le toca a cada uno? En los libros litrgicos autorizados. Esmuy recomendable que en el equipo de liturgia parroquial se lean poco a poco la OrdenacinGeneral del Misal Romano, las introducciones a los sacramentos en sus libros rituales ydocumentos sobre la liturgia como la Instruccin Sobre algunas cuestiones acerca de lacolaboracin de los fieles laicos en el sagrado ministerio de los sacerdotes y la Instruccin

    Redemptionis Sacramentum.

    Adems de participar en la liturgia, orando, cantando, puede participar en los diversos ministerioscomo lectores, aclitos, monitores, msicos, etc.

    Diferenciemos; en la comunidad cristiana hay:

    Ministerios ordenados (sacerdote, obispo, dicono). Ministerios instituidos (lector y aclito). Ministerios reconocidos (monaguillos, lectores no instituidos, cantores, salmista, sacristn,

    ministros extraordinarios de la comunin, maestro de ceremonia, monitor, ministerio deacogida, colectores de ofrendas)

    Ahora veremos brevemente algunas notas de cada ministerio y consejos para poderlos llevardignamente.

    Ministerios instituidos

    Qu son y cundo nacieron estos ministerios?

    Con el fin de dar a Dios el culto debido y prestar un servicio adecuado al pueblo de Dios la Iglesiaestableci desde tiempos remotsimos algunos ministerios segn los cuales se confiaba a los fielesejercer oficios en la liturgia y en la caridad, acomodados a los diversos tiempos y circunstancias.

    Algunos de estos cargos ms estrechamente ligados con la liturgia, es decir con el culto divino,fueron poco a poco tenidos como instituciones previas a la recepcin de las rdenes sagradas,concretamente al sacerdocio o presbiterado. De esta manera el ostiariado, el lectorado, el

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    exorcistado y el acolitado se consideraron en la Iglesia como rdenes menores en relacin con eldiaconado, al presbiterado y al episcopado, que fueron denominadas rdenes mayores. Por reglageneral se tena que para llegar al diaconado se deba pasar antes por las rdenes menores.

    Sin embargo el Papa Paulo VI, en consonancia con el espritu del Concilio Vaticano II hizo una

    revisin de estas rdenes menores y realiz las siguientes adaptaciones:

    Las rdenes que hasta ahora se llamaban menores, en lo sucesivo se deben llamarministerios.

    Los ministerios pueden confiarse a fieles laicos, y no se considerarn reservados nicamentepara los aspirantes al sacramento del Orden sacerdotal.

    Los ministerios que se han de conservar en toda la Iglesia, adaptados a las necesidadesactuales sern el de lector y el de aclito.

    En armona con la tradicin de la Iglesia la institucin de lector y de aclito est reservada alos varones.

    Los ministerios son conferidos por el Obispo mediante el rito litrgico de la institucin delector y de la institucin de aclito. Para los que van a recibir el diaconado y el sacerdocio, deben recibir los ministerios de

    lector y aclito y ejercerlos durante un tiempo adecuado, para disponerse mejor a los futurosoficios de la Palabra y del Altar.

    Estas mismas disposiciones quedaron recogidas en el Cdigo de Derecho Cannico, en el canon 230.

    De esta manera la Iglesia establece una clara diferencia entre ministerio y sagradas rdenes. Loslaicos que por llamado y disponibilidad especial quieran ayudar a la Iglesia en el servicio de laPalabra y del Altar, lo pueden hacer, sin dejar su condicin de laicos, a travs del ministerio

    permanente de lectorado y acolitado.

    Aclito instituidoLas funciones de un aclito son:

    Cuidar del servicio del altar. Ayudar al dicono y al sacerdote en las acciones litrgicas, especialmente en la celebracin

    de la Misa. Distribuir la sagrada comunin como ministro extraordinario de la comunin, segn las

    condiciones establecidas para ello.

    En idnticas condiciones podr exponer pblicamente el Santsimo Sacramento de laEucarista a la adoracin de los fieles y podr luego reservarlo, pero no puede dar labendicin.

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    Puede adems instruir a los fieles que ayudan en las acciones litrgicas como son las dellevar el Misal, la cruz, los cirios u otras funciones similares.

    Qu se espera del aclito instituido:

    1.

    Ofrecerse diariamente a Dios, siendo ejemplo de seriedad y devocin en el templo.

    2. Estar cercano al pueblo de Dios y ser caritativo especialmente con los necesitados yenfermos.

    Aprender a captar el sentido ntimo y espiritual de todo lo que pertenece al culto pblico.

    Lector instituido

    Se trata de varones laicos, como en todos los ministerios permanentes, deben recibir la debidapreparacin para ejercer su cargo. Preparacin que cada Conferencia Episcopal se encargar dedictaminar y que continuar da a da de forma que se esfuerce todo lo que pueda y haga uso de losmedios ms aptos para ir adquiriendo ms plenamente el dulce y vivo afecto y conocimiento de laSagrada Escritura.

    El cargo de lector se instituy en la Iglesia para leer la palabra de Dios en las reuniones litrgicas.Pero no slo esto. En la Misa y en otras acciones sagradas enunciar las lecturas tomadas de laSagrada Escritura (a excepcin del Evangelio que est reservado para el dicono, el sacerdot e o elObispo). Si falta el salmista, recitar el salmo entre las lecturas; cuando en el momento no haya

    dicono o cantor publicar las intenciones de la oracin universal, la as llamada oracin de los fielesen las que se piden por diversas intenciones. Al lector tambin se le encarga dirigir los cantos enestas celebraciones litrgicas, dirigiendo y animando al pueblo a participar activamente en ellos.

    Un deber muy importante y que no debe descuidar es el de instruir a los fieles para que recibandignamente los sacramentos. En ellos acta no slo como catequista sino como animador deaquellos que participarn en las acciones litrgicas en donde se impartirn dichos sacramentos.Muchos de ellos, padrinos y asistentes pueden vivir los sacramentos y hacerlos parte de su vidareligiosa si el lector se esfuerza por ofrecer no slo una acogida favorable en la Iglesia sino unainstruccin adecuada y fructfera. Podr tambin encargarse de la preparacin de otros fieles paraque por encargo temporal lean la Sagrada Escritura en las acciones litrgicas.

    La importancia del lectorado radica en que sea capaz de transmitir con su vida, con sus obras y consus acciones un profundo amor a las Sagrada Escritura traducido en la adecuada preparacin de lasceremonias litrgicas, as como en su capacidad por lograr una adecuada participacin de los fielesen dichas ceremonias que los lleve a nutrirse de la Palabra para luego encarnarla en su vida diaria.

    Cul es su funcin

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    1. Leer la palabra de Dios en la asamblea litrgica, a excepcin del Evangelio.2. Dirigir el canto y participacin del pueblo en caso de faltar maestro de coro.3. Instruir a los fieles para recibir dignamente los sacramentos.4. Preparar a todos los fieles que ocasionalmente hayan de hacer la lectura de la Sagrada

    Escritura en los actos litrgicos.

    5. Faltando el salmista, recitar el salmo interleccional.6. Faltando el dicono o cantor, proclamar las intenciones de la oracin universal.

    Que se espera de l:

    Meditacin asidua de la Sagrada Escritura para conocerla mejor. Configurar su vida con esa Palabra. Servir a la Palabra y difundirla en la pastoral de la Iglesia.

    Ministerios reconocidosSon los ministerios que con el aval del prroco, los laicos pueden desempear para la preparacin ydesarrollo de las acciones litrgicas en la parroquia. Es de suma importancia llevarlos con dignidad

    y con conciencia de lo que se est haciendo. A continuacin losdescribiremos brevemente.

    MonaguillosTradicionalmente el grupo de monaguillos se ha nutrido denios que hayan hecho la primera comunin o estn a punto dehacerla y que sienten la invitacin de Jesucristo a servirle comomonaguillos ayudando la Santa Misa. En la actualidad elservicio al altar lo ejercen tambin las nias que cumplen con lasdos disposiciones anteriores. Sin embargo, hay que recordarque este servicio se ha configurado como un gran semillero devocaciones al sacerdocio. Los monaguillos siempre han sido ungrupo de nios a los que resulta fcil conocer la figura del

    sacerdote y del seminario. Casi todos los que hoy sonsacerdotes, fueron un da monaguillos.

    Los monaguillos deben tener una slida formacin en estas 4 reas:

    Espiritual:El monaguillo es ante todo un cristiano que ora y tiene vida interior.

    Litrgica:El monaguillo sirve con dignidad lamesa del Seor.

    En ausencia de un

    aclito instituido, losseglares pueden serconferidos para serviren el altar y asistir alsacerdote y al dicono;pueden llevar la cruz,las velas, el incensario,las hostias, el vino, y elagua. (IGMR 100).

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    Doctrinal: El monaguillo conoce la profundidad de losmisterios en los que sirve.

    Apostlica: El monaguillo busca irradiar ese amor de Cristo

    a quien sirve.

    Es importante recordar que la Iglesia espera de losmonaguillos mucho ms que de otros nios y nias.

    1. Se espera que sean nios de oracin2. Que estn atentos a la celebracin de la Misa y se

    confiesen con frecuencia.3. Que sean modelos de otros nios y nias4. Que sean alegres y serviciales5. Que sean buenos hijos, buenos hermanos, buenos

    alumnos, en otras palabras que aspiren a la santidad.6. Que se preparen para poder servir mejor al altar:

    puntualidad, dedicacin y fidelidad.

    Lo que los monaguillos no deben hacer

    No tener la suficiente preparacin y dejar el serviciodel altar a la improvisacin

    Tomar el grupo de monaguillos slo como unaoportunidad para socializar sin ningn contenidoespiritual.

    En el caso de los grupos mixtos y cuando ya songrandes, ver la oportunidad para tener y encontrarsecon los enamorados y enamoradas.

    Asistir solo a las misas que me gustan porque me vana ver y no en las que verdaderamente se me necesita.

    Tomar a broma el culto, irrespetar los lugaressagrados, no tener preparadas las cosas.

    Para ellos se ha hecho el libro del monaguillo Servir al Altar

    Juan Pablo II en el 2000 dirigiestas palabras a los monaguillos quese reunieron en la Plaza de SanPedro: El monaguillo ocupa un lugar

    privilegiado en las celebracioneslitrgicas. Quien desempea el serviciodurante la misa, se presenta a unacomunidad. Experimenta de cerca queen cada accin litrgica Jesucristo estpresente y operante. Jess est presentecuando la comunidad se rene paraorar y alabar a Dios. Jess est presenteen la palabra de la sagrada Escritura.Jess est presente, sobre todo, en la

    Eucarista, bajo las especies del pan ydel vino. Acta por medio del sacerdoteque, in persona Christi, celebra la santamisa y administra los sacramentos.

    De este modo, en la liturgia sois muchoms que simples "ayudante delprroco". Sobre todo, sois servidores deJesucristo, el sumo y eterno Sacerdote.As, vosotros, monaguillos, estis

    llamados en particular a ser jvenesamigos de Jess. Esforzaos porprofundizar y cultivar esta amistad conl. Descubriris que habis encontradoen Jess a un verdadero amigo para lavida.

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    Lector no instituidoLa escucha no es un momento aislado. Es un modo devida. Significa apertura a la voz del Seor no slo en lasEscrituras sino en los acontecimientos de nuestra vidadiaria y en la experiencia de nuestros hermanos yhermanas. No es solamente mi escuchar sino nuestroescuchar juntos las Palabras del Seor a la comunidad.

    La proclamacin de la Palabra de Dios esverdaderamente un ministerio en la Iglesia. LosLectores ofrecen a la asamblea litrgica la Palabra deDios viva. En y a travs de ellos, Dios habla a sus fielesreunidos. El ministro de la Palabra, por lo tanto, estratado seriamente y con gran dignidad.

    La Palabra de Dios en la liturgia no es simplementeleda. Es proclamada. La proclamacin efectiva encierrala transmisin del mensaje con claridad, conviccin yritmo adecuado. La proclamacin es un ministerioespecial que presupone la fe y a su vez acrecienta la feen aquellos que escuchan la Palabra proclamada.

    Lo ideal es que los miembros de la asamblea escuchenla proclamacin de las Escrituras y no sigan la lectura

    en subsidios (Misal de la comunidad, Pan de la Palabrao en la hoja dominical). En el acto de escuchacomunitaria, los fieles experimentan no slo la unidadentre ellos mismos sino tambin la presencia de Cristohablndoles a travs de la Palabra (Introduccin alLeccionario para la Misa #45). El sentido de las hojasdominicales no es el de lectura dentro de la Misa sino para quienes tienen dificultades auditivas ypara profundizacin personal de la lectura de la Palabra en la propia casa a lo largo de la semana.

    Hacer de lector es una tarea importante dentro de la asamblea. Los que la realizan deben serconscientes de ello, y vivir el gozo y a la vez la responsabilidad de ser los que harn posible que laasamblea reciba y celebre aquella Palabra con la cual Dios habla a sus fieles. El ministerio del lectorcorresponde, en primer lugar, a quienes oficialmente han sido "instituidos" como tales: no significaque stos tengan que leer siempre, sino que conviene que lo hagan en las ocasiones ms relevantes yque se preocupen de que la Palabra de Dios sea bien proclamada y recibida por la asamblea. Lopueden hacer otros fieles no instituidos siempre que estn formados, hayan preparado la lectura,sepan leer bien, conozcan las peculiaridades de la lectura sagrada y que su vida no est en contra delmensaje que se transmite. Si existe alguna circunstancia que me impide acercarme a comulgar

    Lo que nos dice la I glesia

    En ausencia del lector instituido, paraproclamar las lecturas de la SagradaEscritura, destnense otros laicos quesean de verdad aptos para cumplir esteministerio y que estn realmentepreparados, para que, al escuchar laslecturas divinas, los fieles conciban en sucorazn el suave y vivo afecto por laSagrada Escritura. (OGMR 101)

    Introduccin al Leccionario de la Misa#51 y 52De acuerdo a la ms Antigua tradiciny enseanza de la Iglesia, las lecturas, aexcepcin del Evangelio, sonproclamadas por ministros laicosllamados Lectores. La prctica de queministros ordenados proclamen estaslecturas no es apropiada.El uso de dos lectores uno para cada

    lectura es recomendado. Lacomunidad parroquial debe esforzarsepor tener suficientes lectores entrenadospara alcanzar este ideal

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    el Cuerpo de Cristo tambin me impide acercarme a proclamar la Palabra de Cristo . Loimportante es que todos nos convirtamos no que todos participemos haciendo algo.

    Es bueno recordar que normalmente, los lectores han de ser facultados para su ministerio, depreferencia en una misa dominical. El rito para este encargo se encuentra en el Bendicional.

    CONSEJOS PARA EL BUEN LECTOR

    1. Leerse la lectura antes. Si puede ser, en voz alta y un par de veces. Leerla para entender bien susentido, y para ver qu entonacin hay que dar a cada frase, cules son las frases que hay queresaltar, donde estn los puntos y las comas, con qu palabras puede uno tropezar, etc.

    2. Siempre preferir, si lo hay, las lecturas del leccionario y no de la hoja dominical o del pan de laPalabra que son auxilios para la oracin personal, ms no para el uso litrgico, salvo en lugaresdonde por la precariedad de la parroquia o capilla no se pueda tener el libro litrgico oficial.

    3. Estar a punto y acercarse al ambn en el momento oportuno, es decir, no cuando se estdiciendo o cantando otra cosa. Y procurar que no se tenga que venir desde un lugar apartado dela iglesia: si es necesario, acercarse discretamente antes del momento de subir.

    4. Cuando se est ante el ambn, vigilar la posicin del cuerpo. No se trata de adoptar posturasrgidas, pero tampoco ser bueno leer con las manos en los bolsillos o con las piernas cruzadas...!Cuidar la ropa, recordemos que debe ser elegante pero sobria, que no llame la atencin; los fielesquieren escuchar la lectura de la Palabra y no distraerse con el lector o lectora.

    5. Situarse a distancia adecuada del micrfono para que se oiga bien. Ya que por culpa de ladistancia muy a menudo se oye mal. No empezar, por lo tanto, hasta que el micrfono est a lamedida del lector (y saber cul es la medida correcta tiene que haberse aprendido antes: a unpalmo de la boca suele ser la colocacin adecuada). Y recordar que los golpes que se dan o losruidos que se hacen ante el micrfono se amplifican...

    6. No comenzar nunca sin que haya absoluto silencio y la gente est realmente atenta.7. Al comenzar recordar que no se debe decir: Primera lectura, Salmo responsorial o al salmo

    respondemos todos, segunda lectura o cosas por el estilo. Tampoco decir lo que est en rojo,

    ni los nmeros de las citas bblicas. Simplemente: Lectura del libro de; o de la carta delapstol San

    8. Leer despacio. El principal defecto de los lectores suelen ser los nervios y la nula educacin parala actuacin pblica dando como resultado precisamente: leer deprisa. Si se lee deprisa, la gentequiz con esfuerzo conseguir entendernos, pero lo que leemos no entrar en su interior.Recordmoslo: ste acostumbra a ser nuestro principal defecto.

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    9. Adems de leer despacio, hay que mantener un tono general de calma. Hay que desterrar elestilo de lector que sube aprisa, empieza la lectura sin mirar a la gente, y al acabar huye msaprisa todava. Se trata de llegar al ambn, respirar antes de empezar a leer, leer haciendopausas en las comas y haciendo una respiracin completa en cada punto, hacer una pausa al finalantes de decir "Palabra de Dios" (y no esta es Palabra de Dios o cosas semejantes), escuchar

    desde el ambn la respuesta del pueblo, y volver al asiento. Aprender a leer sin prisas, conaplomo y seguridad, ciertamente cuesta: por eso es importante hacer cuantos ensayos y pruebassean necesarios: es la nica forma!

    10.Respetar siempre los signos de puntuacin (. , ; : ? ! ) y el tipo de lectura que es (histrica,legal, proftica, epstola, narracin en tercera persona o en primera, poesa), de lo contrario sepierde el sentido o al menos se hace de difcil comprensin.

    11.Vocalizar. Es decir, resaltar cada slaba, mover los labios y la boca, no atropellarse. Sinafectacin ni comedia, pero recordando que se est "actuando en pblico, y que los fieles tienen que captarlo bien.

    12.No bajar el tono en los finales de frase. Las ltimas slabas de cada frase tienen que orse igualde bien que todas las dems. Y, en cambio, resulta que a menudo en estas slabas se baja el tonoy se hacen ininteligibles.

    13.Procurar leer con la cabeza alta. La voz resulta ms fcil de captar y el tono ms alto. Si esnecesario, coger el libro, levantndolo, para no tener que bajar la cabeza.

    14.Antes de comenzar la lectura, mirar a la gente. Al final, decir "Palabra de Dios" mirando a lagente. Hay que tenerse en cuenta que ni el leccionario ni el Libro de los Evangelios se debe

    levantar cuando se ha proclamado la aclamacin final. Esta conclusin final puede ser tambincantada, an por alguien que no sea el lector. A lo largo de la lectura, si sale natural, mirartambin de vez en cuando. Estas miradas en medio de la lectura no tienen que imponerse comouna obligacin: si no sale natural, es mejor limitarse a mirar al principio y al final, y el resto deltiempo concentrarse en leer bien. Pero si nos resulta fcil, puede ser til hacerlo, especialmenteen las frases ms relevantes: ayuda a resaltarlas, a crear clima comunicativo, y a leer msdespacio.

    15.Estar en gracia de Dios para poder comulgar; resultara chocante que la persona que pro clamala Palabra de Dios no pueda entrar en comunin con Dios. Un servicio sin contenido espiritual

    es solo una accin vaca. Como dice el antiguo dicho: Mdico crate a ti mismo.

    Lo que los lectores deben recordar

    Recordar que la homila est reservada slo al sacerdote; por tanto, ninguna otra personapuede arrogarse la facultad para hacerla y nadie puede conferirla. Asimismo, slo a lcorresponde leer el evangelio.

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    Se deben elegir las lecturas del leccionario aprobado, no de cualquier Biblia y menos an deotros libros aunque sean religiosos o de santos. Las lecturas deben ser las que manda laliturgia y no que dependan del simple gusto, a menos que la liturgia d diversasposibilidades para elegir segn algunas circunstancias.

    Evitar que lean personas que no tengan las capacidades necesarias para poder efectuardignamente la lectura, tanto desde el punto de vista de la fluidez de la lectura como desde elpunto de vista moral.

    Recordar que la plegaria eucarstica debe ser recitada ntegra por el sacerdote, un laico nopuede decir partes de ella como si estuviera concelebrando. Obviamente todos debemosseguirla en la mente, pues es oracin de todos aunque solo uno la pronuncie.

    Los lectores no pueden arrogarse actividades que pertenecen a otros ministerios, como eldel acolitado o de ministro extraordinario de la comunin, a menos que reciba explcitadelegacin para efectuar aquellas cosas que otros ministerios no ordenados pueden hacer,aunque siempre con carcter puntual, es decir para esa ocasin.

    Ministros extraordinarios para repartir la ComuninMinistros ordinarios para repartir la comunin son el obispo, el sacerdote y el dicono, sin embargo,debido muchas veces a la gran afluencia de fieles para el momento de la comunin y a la ausencia desuficientes ministros ordinarios para repartirla se ha llamado a algunos fieles para que de maneraextraordinario ayuden al ministro ordenado en esta tarea. Estos fieles son llamados por tanto, aejercer el servicio extraordinario de repartir la comunin.

    Recordar que es:

    Ministerio: es decir un servicio, no un derecho. Como todos los ministerios , est orientado aayudar, auxiliar humildemente a toda la comunidad. No es un ministerio ordinario, portanto hay que evitar toda idea o apariencia de estatus parroquial por encima de los demsfieles. Por esto, el ministerio tiene un tiempo limitado de vigencia.

    Extraordinario: siempre se debe preguntar al prroco si es necesario ayudar en esacelebracin, pues si no hay muchos comulgantes el prroco debe ser el que reparta laEucarista.

    De la comunin: est reservado a repartir la comunin en la Misa, no a manipular laEucarista en otros momentos de la Misa. Abrir el sagrario o llevar la comunin a otro ladodeben ser tareas especialmente delegadas por el prroco, pues no forman parte del

    ministerio extraordinario en s. Lo mismo se puede decir de la exposicin del Santsimo(jams la bendicin con l) y su reserva. Este ministerio a menudo se lo relaciona con elministerio de llevar la comunin a los enfermos, cosa que es lcita si se tiene la delegacindel prroco y la debida formacin litrgica para poderla administrar fuera de la Misa.

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    CONSEJOS PARA PODER LLEVAR DE MANERA DIGNA ESTE MINISTERIO

    1. El ministerio exige sobriedad y decoro en el vestir, pues se lleva al Seor. Pulcritud en lapresentacin y buen trato. Coherencia de vida y profunda fe. Evitar adems cualquieratuendo que asemeje traje clerical (dalmtica, casulla, estola, sotana), pues son fieles laicosque reparten la comunin, no semi clrigos.

    2. El ministro extraordinario de la comunin no puede delegar a otra persona que reparta lacomunin. Solo las personas que han sido aprobadas por la Arquidicesis pueden repartir lacomunin. Si no hay ministros extraordinarios aprobados el prroco puede delegar para esemomento a algn fiel que le ayude. Para esto debe recibir una bendicin especial.

    3. El ministro extraordinario es tal en su parroquia, es decir, en aquella parroquia que lo hapromocionado y es conocido (obviamente si es conocido por otro prroco y este le pide quele ayude, debe hacerlo). No tiene un alcance diocesano. Por tanto, no puede pedir en otrasparroquias que le permitan repartir la comunin o que le den la comunin para llevarla aenfermos. Siempre debe remitirse a su prroco.

    4. Recuerde tener las manos limpias y decir claramente: Cuerpo de Cristo. Cuide su aliento.5. Usted recibe el copn de las manos del sacerdote, no lo toma por su cuenta. Debe esperar a

    que el sacerdote baje a dar la comunin para que usted pueda comenzar a repartirla. Se da lacomunin en la nave, no en el presbiterio.

    6. Es recomendable llevar un purificador para poder recoger las partculas cadas en caso deque se le caiga una hostia consagrada y por aseo. Adems en el purificador se puede guardarla hostia cada hasta poder regresar al altar.

    7. Al dar la comunin asegurarse que la persona consuma la forma consagrada delante delministro cuidando que no se la lleva a otra persona (ni enfermo, ni familiar) o a otro lugar ,so pretexto, de querer comulgar en privado o cualquier otro motivo. Si ve que alguien se laest llevando prelo y exjale que comulgue o la devuelva, hgase ayudar de la gente que lorodea para intimidar al posible sacrlego.

    8. La comunin se da directamente a la persona en la boca (de preferencia) o en la mano (porcausa justificada) . No debe pasar de mano en mano hasta llegar a un destinatario lejano. Elministro debe tratar de llegar a todos para evitar esta impiedad. Cuidado con los padres defamilia que le dan un pedacito de hostia a sus nios de brazos o las personas que se laquieren pasar por todo el cuerpo.

    9. Cuidado con las personas sospechosas de haber ingerido alcohol, drogas o cualquiersustancia que lo inhabilite para comulgar. Cuidado con los satnicos y dementes. Pregunte alos nios pequeos si ya recibieron la primera comunin.

    10.Si la persona le pregunta si puede comulgar recuerde lo que dice la Iglesia acerca de eso: lapersona debe estar en gracia (debe confesarse con cierta frecuencia), si est con alguien debehaber recibido el sacramento del matrimonio, no usar anticonceptivos, estar bautizado,

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    haber recibido la primera comunin y estar en plena comunin con la Iglesia. De los que nopregunten (la gran mayora) solo Dios sabr.

    11.Debe dirigirse al lugar asignado; recuerde que el orden es fundamental. Dirija a los fieles,no deje que se le aglomeren. Si su columna de fieles de acab ayude a otros ministros, sobretodo si hay muchos comulgantes.

    12.Lleve las hostias que hayan quedado al altar, preferiblemente devulvale el copn alsacerdote en las manos; si l sigue repartiendo la comunin trate de poner el copn dentrodel corporal. Purifique sus dedos en la piscina que debe estar en el altar, la credencia o elsagrario. Esto es un gesto de respeto al Seor y evita que disperse partculas en otras partes.

    13.Recuerde que usted debe comulgar de manos de otro ministro, no se la administra ustedmismo.

    14.En caso de que una forma caiga al suelo recjala con cuidado y recoja las partculas (con unpurificador) que estn alrededor, recuerde que es el Seor. Despus de terminar de dar la

    comunin dsela al prroco para que proceda como se debe al trato de esa forma.

    15.Recuerde que el Seor est en sus manos; trtelo bien. Reciba dignamente la comunin.

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    CantoresAntes de hablar de los cantores entendamos mejor qu es la msica sacra o sagrada.

    La msica sagrada es aquella que, creada para la

    celebracin del culto divino, posee cualidades de

    santidad y de perfeccin de formas. La msica sacra sertanto ms santa cuanto ms ntimamente est unida a laaccin litrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza laoracin o fomentando la unanimidad, ya enriqueciendo demayor solemnidad los ritos sagrados.

    La msica sagrada tiene el mismo fin que la liturgia, o sea,la gloria de Dios y la santificacin de los fieles. La msicasagrada aumenta el decoro y esplendor de las solemnidadeslitrgicas.

    Cabe distinguir entre los distintos tipos de msica:

    Msica sagrada: es la que se canta en el cultolitrgico. Hecha para la liturgia, la sirve. Busca cantar laMisa y crear comunidad orante. Como sirve a la liturgiatiene normas para su creacin y ejecucin. Entre sus tipospodemos decir que aqu entra de lleno el gregoriano, lapolifona antigua y moderna sagrada y el canto popularsagrado.

    Msica instrumental sagrada: como el nombre lodice hecha para ser ejecutada solo con instrumentos yacompaa los momentos de oracin de los fieles. Ayuda ala contemplacin.

    Msica popular religiosa: es la que nace de lainspiracin del fiel enamorado de Dios. Tiene tintessubjetivos, emotivos y de estructura y letra muy libre. Nonace para la liturgia.

    Tambin el Vaticano II permiti la msica autctona de los

    pueblos cristianos, pero adornada de las debidas cualidades.La Iglesia aprueba y admite todas las formas musicales dearte autntico, as vocal como instrumental. Pero tengamosclaro este principio: la msica debe servir a la liturgia, nodominarla. Entre todos estos gneros musicales, la Iglesia

    da la preferencia al canto gregoriano, que es el propio de la Liturgia romana y al que san Po Xcalifica de supremo modelo de toda msica sagrada, el nico que hered de los antiguos Padres, yque custodi celosamente durante el curso de los siglos en sus cdices litrgicos.

    Lo que nos dice la I glesia

    102. Es propio del salmistaproclamar el salmo u otro cnticobblico que se encuentre entre laslecturas. Para cumplir rectamentecon su ministerio, es necesario queel salmista posea el arte desalmodiar y tenga dotes para larecta diccin y clarapronunciacin.

    103. Entre los fieles, los cantores oel coro ejercen un ministeriolitrgico propio, al cualcorresponde cuidar de la debidaejecucin de las partes que lecorresponden, segn los diversosgneros de cantos, y promover laactiva participacin de los fielesen el canto. Lo que se dice de los

    cantores, vale tambin, observandolo que se debe observar, para losotros msicos, principalmente parael organista.

    104. Es conveniente que haya uncantor o un maestro de coro paraque dirija y sostenga el canto delpueblo. Ms an, cuando faltanlos cantores, corresponde al cantordirigir los diversos cantos,

    participando el pueblo en la parteque le corresponde. (OGMR 102

    104)

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    Qu criterios deben normar la msica dentro de las celebraciones litrgicas catlicas?

    La respuesta nos la da el Beato Papa Juan Pablo II en una carta que hizo a propsito del centenariode una carta sobre la msica sagrada del Papa San Pio X. En breve:

    1. Ante todo es necesario subrayar que la msica destinada a los ritos sagrados debe tenercomo punto de referencia la santidad. Canta la santidad de Dios y la pide para los fieles.Enconsecuencia, no todas las formas musicales pueden ser consideradas aptas para lascelebraciones litrgicas.

    2. Otro principio es el de la bondad de las formas. No puede haber msica destinada a lascelebraciones de los ritos sagrados que no sea primero verdadero arte . Sin embargo, estacualidad no es suficiente advierte el Santo Padre. La msica litrgica debe en efectoresponder a sus requisitos especficos: la plena adhesin a los textos que presenta, laconsonancia con el tiempo y el momento litrgico a la que est destinada, la adecuadacorrespondencia con los ritos y gestos que propone.Toda innovacin e inculturacin debeseguir estos criterios y debe evitar cualquier concesin a la ligereza y superficialidad.

    3. El canto gregoriano, dice luego, ocupa un lugar particular; pues sigue siendo an hoy elelemento de unidad en la liturgia. Los cantos gregorianos son modelo porque fueronhechos expresamente para la liturgia, respetan los textos litrgicos, son de ejecucincomunitaria y brotan y llevan a la oracin.

    4. Otro criterio: el aspecto musical de las celebraciones litrgicas no puede ser dejado a laimprovisacin, ni al arbitrio de los individuos, sino que debe ser confiado a una bienconcertada direccin en respeto a las normas y competencias, como fruto significativo deuna adecuada formacin litrgica.

    5. Otros criterios igualmente importantes (que no estn en la carta) son:a. La letra de la msica litrgica tiene que estar basada en la Sagrada Escritura. No

    solo en puras experiencia personales.b. La liturgia cristiana no est abierta a cualquier tipo de msica. Exige un criterio, y

    este criterio es el Logos, entendido aqu como razn. Slo as esa msica nos elevarel corazn. La msica sagrada no debe arrastrar al hombre a la ebriedad de lossentidos, pisoteando la racionalidad y sometiendo el espritu a los sentidos. Por lotanto cantos que son puro sentimiento y pobres de contenido no son para la liturgia.No se trata de salir exaltados emocionalmente de una Misa sino de haber tenido laoportunidad de contemplar y participar de los misterios de nuestra salvacin.

    c. El canto litrgico es un servicio bello a la oracin, se debe tener cuidado que nodegenere en una manifestacin de vanidad.

    Con esta introduccin de lo que es la msica sagrada podemos ahora dedicarnos al ministerio de loscantores (o coro) y a los criterios que debemos seguir para elegir qu cantar y cmo cantar la Misa.

    Funcin ministerial del coroEl coro es ministerialmente un elemento importante para la participacin litrgica en general y parael canto del pueblo en concreto. Todo depende de que se plantee bien su funcin. No se trata de un

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    coro que suplante el canto del pueblo asumiendo en solitario las funciones que corresponde a laasamblea. Pero s de un coro que enriquezca el canto del pueblo que, creando espacios de descanso,fomente la contemplacin del misterio, que ayude a dar un color ms propio a cada una de lascelebraciones y que finalmente anime el canto de toda la asamblea. El canto es un ministerio, unservicio. No tiene fin en s mismo, no basta que el pueblo cante, sino que el canto sirva a la

    celebracin y subraye el significado de sus partes. No hay que cantar por cantar.

    Qu sentido tiene la participacin del coro en una celebracin? Desde luego no es para deleitar, nipara exhibirse o para dar un concierto; el coro es, ante todo, actor de la celebracin litrgica y estal servicio de sta. Por tanto, el coro no cumple su cometido buscando "huecos" en donde encajarcantos de su repertorio, como si fuera un elemento decorativo, como son las flores.

    Cul es, en concreto, el lugar donde debe intervenir el coro? El coro debe sostener el canto de laasamblea en aquellas partes que sta debe cantar. Adems puede cantar solo durante la presentacinde las ofrendas y en la comunin, as como tambin el canto despus de la comunin. Como dice eldocumento Musicam Sacram, "algunos cantos del pueblo... podrn confiarse solo al coro, con tal que

    no excluya al pueblo de las otras partes que le corresponden" (MS 16).El servicio del canto es estar enmarcado en un rito, que se compone de gestos y palabras. En estecaso concreto de gesto y palabra cantada. Resumiendo, su ministerio consisteen:

    1. Enriquecer el canto del pueblo (con facilidad).2. Crear espacios de descanso que fomenten la contemplacin. (el silencio es la llave para la

    escucha de la voz del Seor).3. Dar un colorido ms propio a cada una de las celebraciones del ao litrgico. Para esto hay

    que saber qu es el ao litrgico y qu lo caracteriza.4. Servir a la dimensin ritual de la liturgia: no se trata de cantar durante la Misa sino de

    cantar la Misa. Por eso siempre debe tener en cuenta en qu parte del rito se est y cul esla finalidad de ese rito.5. Animar el canto de la asamblea. Se anima el canto no la Misa. La Misa no se anima porque

    no est muerta.

    Consejos para admitir un canto en la Misa

    Para la seleccin del canto hay que tener en cuenta:

    1. Que el canto haya nacido para la Misa, para cantar partes de la Misa o para acompaarpartes de la Misa. No se debe elegir cualquier canto que me gust o que a todos nosconmueve. Peor usar melodas acomodadas de canciones profanas; en la Misa no se usanremiendos; a odres nuevos, vino nuevo. Recordar que la msica popular religiosa es buena ytiene su propio espacio, pero no en la Misa.

    2. En el canto litrgico la primaca la tiene el texto. El canto por ser expresin de fe, lamxima importancia la tiene el texto. Adems de ser un texto literariamente correcto, debeser expresin de la fe de la Iglesia. Por esto se dice que los textos estn aprobados por laConferencia Episcopal (OGMR 26 y 56 i). Es conveniente recordar que cuando se trata de

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    los cantos del Ordinario de la Misa (cantos que son rito), deben elegir aquellos quemantienen el texto del Misal Romano, a saber: el Kyrie, el Gloria, el Credo, el Santo, elPadrenuestro y el Cordero de Dios. No basta que un canto diga gloria para que seaconsiderado como Gloria, o que diga santo para que lo metamos all. Cambiar el texto deestas partes es adulterar la Misa, es como si el sacerdote en vez de decir la Plegaria

    eucarstica tal como aparece en el misal se la comenzara a inventar. Respecto a los cantosque acompaan ritos (el de entrada, presentacin de dones, comunin y final), deben teneren cuenta el rito que acompaan, la comunidad congregada, estar dotados de fuertecontenido bblico y estar acordes con el tiempo litrgico.

    3. El sujeto del canto litrgico es el mismo que el sujeto de la celebracin: el pueblocongregado. Como consecuencia de este principio el pueblo debe cantar, si se canta, siemprelos siguientes cantos: el salmo responsorial, el Aleluya, el Credo, el Santo, el Padrenue stro ytodas las aclamaciones dialogadas. En aquellas partes en las que el pueblo debe cantar sedebe elegir cantos que estn a su alcance, no muy complejos. Esto no quita que poco a pocose vaya elevando el nivel del canto parroquial y se vaya ampliando el repertorio musical,pero hay que hacerlo gradualmente y enseando a cantar.

    4. Conviene que el contenido est en consonancia con el momento concreto y el tiempolitrgico. Que cada canto responda al momento celebrativo que acompaa. Hay que pensarel porqu del canto situado en ese momento de la celebracin.

    5. Principio sencillo: mientras ms bblico mejor. La mejor alabanza a Dios debe salir de laPalabra de Dios.

    6. Sobre los instrumentos a usar se prefiere siempre el rgano (hasta existe una bendicinespecial para este), ahora son populares los sintetizadores de sonido que pueden imitar elsonido del rgano. Tambin est permitida la guitarra y otros instrumentos nobles. Losinstrumentos dependen de cada lugar pero es la Conferencia episcopal la que norma en esteasunto (SC 120). Sobre la percusin es mejor evitarla porque distrae y con facilidad hace quela ejecucin musical se convierta en espectculo. De todas maneras si se decide tenerla debeser sumamente sobria, sin remates marcados y reducir su participacin al canto inicial yfinal. Es conveniente que no se ponga ritmos en los sintetizadores, pero si se los necesitapara conservar el comps que sea en bajo volumen y sobrio. Recordar que el objetivo esacompaar el canto de los fieles, no ponerlos a bailar.

    No vale pensar en utilizar la msica para darle ms amenidad a la celebracin, para intercalarlaentre los textos, pensando que da lo mismo una cosa que otra. La Misa no debe ser divertida (esa esla moda del mundo actual), debe ser vivida; es el memorial de la pasin, muerte y resurreccin deCristo, no un concierto. El aburrimiento no depende de los cantos sino de la fe que tengo (o notengo).

    Es importante recordar que:

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    El canto est al serviciode la celebracin, de lo que celebramos y del momento en que lohacemos.

    El canto tiene la finalidad de crear un clima colectivo, para crear un ambiente de oracin yalabanza, para que los sentimientos de todos entren en el corazn. Hay que hacer todo loposible para cantar bien.

    Hay que saber dosificar el canto, es decir, no se trata de cantar todo y todos, diciendo quecuanto ms se cante mejor. La celebracin necesita espacios de silencio, de msica, espaciospara escuchar, etc. El canto debe ayudar a los fieles a contemplar los misterios de nuestrasalvacin, si no se les ayuda a contemplar (oracin del corazn ms que de las manos o lospies) es ms una distraccin que una ayuda. El ritmo debe acercarme a la cruz y a laresurreccin no alejarme de all. Si el fiel sale de Misa pensando ms en los cantos que en lacomunin que recibi o no pudo recibir, el canto fall.

    Es bueno tener organista, director de coro, solistas y coro. Todos ellos dan a la celebracinun ambiente de "cosa" bien hecha y preparada. Claro que depende de las posibilidades decada asamblea pero se debe tender a este objetivo.

    Cantos de la EucaristaEs conveniente ensayar momentos antes de la Eucarista. Ahora bien, no se trata de repasar todoslos cantos, sino la antfona del salmo y algn otro que no est bien aprendido. Otro consejo: nohacer un ensayo demasiado pesado. Si no se aprende un da, se aprender en varios.

    Por ltimo, la antfona y todo canto debe ser motivado: hay que decir por qu se canta y a qu vieneeste canto.

    El canto de entrada

    La finalidad del canto de entrada es hacer que los fieles reunidos constituyan una comunidad. Elobjetivo de este canto es:

    abrir la celebracin, es la primera accin que hacemos. Lo cual nos obliga a que sea uncanto que d el tono litrgico del da. Por eso, en los tiempos litrgicos fuertes, debe ser elpropio del tiempo.

    fomentar la unin de quienes se han reunido, la mayora viene a su misa. Este cantointenta sacar de esa idea a cada uno de los asistentes. Por tanto el canto debe tener una letra

    que vaya en esa direccin. Siempre con texto en plural. y elevar sus pensamientos a la contemplacin del misterio litrgico o de la fiesta, la

    comunin del punto anterior no debe convertirse en pura camaradera, sino en fraternidadde hijos e hijas del mismo Padre, en pueblo que camina reunido a la casa del Padre. UnPadre que le ofrece un tiempo de gracia por medio de un tiempo concreto.

    Introduciendo y acompaando la procesin de sacerdotes y ministros" (OGMR 24-25)Mientras el pueblo permanece quieto, el sacerdote, el lector, el monitor, etc. hacen el camino

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    hacia la sede. Esta marcha, este "peregrinar" est animado por el canto. Por tanto, debe serun canto himno. Debe durar lo que dure la procesin. Si no se hace procesin, que por lomenos se cante una estrofa.

    El sujeto del canto de entrada es toda la comunidad . Ahora bien, la estrofa siempre esbueno que lo canten unos pocos o un solista.

    El acto penitencial

    El canto del acto penitencial es la aclamacin "Seor, ten piedad". Es una aclamacin que vienedesde muy antiguo, pero que hoy da est incluida en el acto penitencial. Al decir que es unaaclamacin, se quiere decir que el "Seor, ten piedad" se fija ms en la fuerza del Seormisericordioso que perdona, que en nuestro pecado. Es un acto de confianza en el Seor. En lostiempos de Navidad y Pascua debe elegirse una forma de canto breve porque la primaca debetenerla el Gloria. No se debe incluir aqu cualquier canto que diga piedad, perdname o cosas por elestilo. Se debe respetar el texto litrgico: Seor, ten piedad; Cristo, ten piedad; Seor, ten piedad.(en la edicin mexicana se aumenta el de nosotros). Por motivos estticos del canto cada

    aclamacin podra repetirse ms de una vez. Existe tambin la forma cantada de los tropos, es decir,aclamaciones e invocaciones cuya respuesta es Seor ten piedad, Cristo ten piedad, Seor ten piedad;esta forma si se canta bien, dignifica mucho este rito. La forma normal de este canto es intercalada:Coro o solista - asamblea.

    Gloria

    Es un himno y, por serlo, debera cantarse en las misas dominicales. Ocurre que la mayora de lasveces no se canta y queda desdibujado. Debe ser alegre y solemne. Evitar estribillos. Debe respetarel texto litrgico. Nuevamente, no meter cualquier cosa que diga gloria. Como se lo ha estropeadotanto, no existen muchas formas litrgicas para cantarlo, sera bueno que los compositores catlicospongan todo su ingenio para darle melodas adecuadas a este himno.

    En Navidad hay que hacer el esfuerzo de cantarlo.

    Las lecturas

    En este apartado nos referimos a las aclamaciones "Palabra de Dios" y a su respuesta-aclamacin "Tealabamos, Seor", o "Gloria a ti, Seor Jess".

    Son aclamaciones, por tanto, son para que se canten.

    El salmo responsorial

    El "Salmo responsorial", por ser "Palabra de Dios", no puede ser sustituido por otro cantocualquiera, ya que se altera la estructura de la liturgia de la Palabra y se priva a la asamblea de ladoble funcin del Salmo: anuncio y respuesta. E l salmo responsorial es una oracin. Es siempre paraexpresar sentimientos que nos ha dejado la lectura.

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    Sera ideal que en la parroquia existiera un salmista.El salmista haba sido un personaje entraableen los primeros siglos. Se apreciaba su arte musical, hecho de tcnica y de fe. Cantilando las estrofasdel salmo, para que la comunidad intercalara a cada una su respuesta cantada, creaba un clima deserena profundizacin. El Papa San Dmaso habla del placidum modulamen del salmista en susmisas; una modulacin plcida que infundi serenidad y contribuan a que fueran penetrando los

    sentimientos del salmo en los espritus de los fieles. Hoy se quiere recuperar este ministerio. Elsalmista es gua y maestro de oracin potica y cantada. Podemos afirmar que el salmista es uno delos ministerios ms ricos, pues es desde la liturgia donde Cristo se hace presente como cabeza de suCuerpo, Mediador entre Dios y los hombres, y con nosotros canta las alabanzas a nuestro Padre.

    Lo mnimo es cantar la antfona, esa frase que se repite varias veces. En castellano est publicado elLibro del salmista.

    La aclamacin del evangelio

    Esta aclamacin, es la acogida que la asamblea da al evangelio que se leer a continuacin. Por ello

    se canta con la asamblea puesta en pie.Esta aclamacin consiste en el canto del aleluya por parte de toda la asamblea, el canto o el decir elversculo asignado y en canto, otra vez, del aleluya. Ahora bien, habra que cuidar las melodas.Tendrn que ser distintas para el Adviento, Tiempo Ordinario y para Pascua. No cantar cualquiercosa que diga aleluya o que diga aleluyas entrecortados (ale, ale, ale, luuya y cosas por el estilo)

    En Cuaresma, no se canta Aleluya, sino una aclamacin a Jesucristo, de preferencia la que estpropuesta en el Misal: Honor y gloria a ti Seor Jess

    La profesin de fe

    La profesin de fe, el Credo, no es un himno como el Gloria, sino ms bien una afirmacin para serproclamada, dicha, por toda la asamblea. Por eso, normalmente, ser recitada. Alguna vez, sinembargo, podr destacarse esta profesin de fe con el canto, recordando, como es obvio, que respetentegramente el contenido de fe.

    La oracin de los fieles

    En este momento en que la asamblea ejerce su ser de pueblo sacerdotal, es bueno que la respuestasea cantada.

    Las respuestas pueden ser varias. El Cantoral Litrgico en castellano tiene varias respuestas

    musicalizadas.

    La presentacin de las ofrendas

    Este es un momento en que nuestras asambleas han cantado casi siempre. Hoy da, se considera msun momento de relajacin y preparacin para la Liturgia Eucarstica. Ser, por tanto, un momentode silencio o de msica de fondo. O para que el coro interprete una breve pieza en los das solemnes.

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    Adems, muchas letras que hemos usado hasta ahora deben ser abandonadas. No es el momento delofrecimiento. El ofrecimiento se realiza despus de la consagracin. En este momento no tenemosms que pan y vino sobre el altar y no a Cristo. Es la presentacin de los dones, por tanto caen biencantos como Te presentamos el vino y el pan o cantos en los que se haga hincapi en lapresentacin de la propia vida y de toda la Iglesia al Seor. No cantar lo que el sacerdote est

    diciendo a voz baja: Bendito seas Seor Dios del universo por este pan porque e so se llamaduplicacin de rito o al menos se le hace decir a la asamblea una parte que el misal dice que la debedecir solo el que preside.

    La Plegaria Eucarstica

    Es el momento central de la celebracin, y ello debe notarse tambin en el canto. Se acostumbracantar el Santo, y nada ms. Hay que hacer un esfuerzo para que este momento no quede oscurecidoy en inferioridad de condiciones.

    Los momentos ms adecuados para el canto son:

    El prefacio. Propio del que preside. Es el arranque de la Plegaria, de la proclamacin de laaccin de gracias. Y quedar ms resaltado si se canta por los menos el dilogo inicial. Claro,sera mucho mejor cantar el prefacio entero.

    El Santo. Es el canto que debe cantarse siempre. La msica de este canto-aclamacin debeser lo ms vibrante posible en cada asamblea. Debe respetar el texto litrgico. Es un cantotomado de lo que en la Escritura se presenta como el canto de alabanza de los ngeles (Is.6,3 y Sal 118, 26); nosotros nos unimos a ese canto celestial, por eso no se lo debe sustituircon cualquier cosa que diga santo . Nosotros no corregimos a los ngeles del cielo.

    La aclamacin del memorial. Inmediatamente despus de la consagracin, la asambleaaclama lo que all se ha realizado: la presencia de Cristo muerto y resucitado salvador. Haytres frmulas distintas y las tres musicalizadas. Hay que aprenderlas y distribuirlas segnlos tiempos litrgicos.

    La Doxologa y el Amn. Es la conclusin de la Plegaria Eucarstica con una frmulatrinitaria. Es bella. La asamblea ratifica su adhesin solemnemente con el Amn. Estmusicalizada precisamente para que sea cantada por el sacerdote. El pueblo debe respondercon un sonoro y meldico Amn. En la antigedad se le llamaba el gran Amn que hacaretumbar las paredes del templo, ahora en cambio

    El Padrenuestro

    En las celebraciones ms solemnes es conveniente cantar el Padrenuestro. Pero, no siempre. No esuna aclamacin, sino una oracin de la comunidad de hermanos. Por favor, no corrijamos la oracindel Seor con otros cantos que no respetan su texto litrgico. En nuestra arquidic esis existe unaprohibicin explcita sobre su forma adulterada en el canto Padre nuestro tu que ests, en los queaman la verdad; no significa que ese canto sea malo, sino que no tiene lugar en la Misa.

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    Ahora bien, la respuesta final "Tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria", s es una aclamacin.Lo cual nos invita al canto. Por tanto, si se canta el Padrenuestro, habra que cantar tambin estaaclamacin.

    El Cordero de Dios

    Despus del Padrenuestro, tienen lugar dos gestos que introducen la comunin: el gesto de la paz yla fraccin del pan.

    Estos dos gestos tienen previsto un solo canto, que se canta despus del gesto de paz y durante lafraccin: es el "Cordero de Dios" que termina con "danos la paz". Tratar que su meloda no distraigani perturbe la concentracin e intensidad espiritual justo antes de la comunin. Si la meloda va demenos a ms sera lo ideal.

    En nuestras asambleas han introducido otro canto: el canto de paz. Estos cantos de paz, no previstosen el misal, han aparecido por el d eseo de resaltar la paz tan necesaria. Pero, el problema es que hanhecho desaparecer el "Cordero de Dios" y no dan valor al "danos la paz"d el mismo. Por desgracia seha convertido en una msica de fondo al desorden de la asamblea justo antes del momento msesperado.

    Qu habra que hacer? Mantener el "Cordero de Dios" y que la asamblea lo cante aunque nosiempre todo, sino en forma de letana por un solista o por el coro la primera parte, tal como estestructurado. Aunque no es recomendable, si algn da queremos recalcar la paz y se canta uno deesos cantos, nunca olvidar recitar el "Cordero de Dios".

    La comunin

    No es necesario cantar durante la procesin de comunin, aunque la costumbre as nos los diga. Esun momento en que cada uno se introduce en el misterio de Cristo muerto y resucitado. Es unmomento de reflexin, de sentimiento, de meditacin. Ahora bien, si se canta, que sea una letraconocida para que la asamblea no est pendiente de la letra. El coro tiene un momento adecuadopara cantar un canto eucarsticoa voces. Mejor sera cantar despus de la comuninun canto de accinde gracias o de alabanza eucarstica o en su defecto que tenga relacin con la temtica de las lecturasdel da.

    El canto final

    El Misal no prev ningn canto final. No hay, pues, canto final. Lo normal sera cantar la frmula de

    la bendicin. Y, una vez que se ha despedido a la asamblea, salir con msica de rgano oinstrumental. Si se canta, a pesar de todo, un canto al final, lo mejor sera un canto de accin degracias o como tradicionalmente se ha hecho un canto a Mara que no desdibuje el clima litrgico dela celebracin.

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    El SacristnUno de los ministerios para laicos ms caractersticos y visibles es el del sacristn/sacristana.

    No parece tener una intervencin directa en la misma celebracin, como el lector, el monaguillo o elcoro. Pero desde su plano ms escondido e indirecto, el sacristn es una persona que tiene unainnegable influencia por el mantenimiento material y la preparacin inmediata de todo lo necesariopara la celebracin. Sobre todo, si tiene una buena formacin litrgica y espritu de fe, puede ayudaren gran manera a que toda la accin se realice en las mejores condiciones y de acuerdo con lo que

    manda la Iglesia.

    Siguiendo el Ceremonial de los Obispos, nn.37-38podemos examinar cules son las cosas que sele encomiendan al sacristn

    1. Mantener en orden y buen estado los lugares y objetos relativos al culto, las vestimentas,los libros y dems utensilios. El sacristn/a debe ser una persona que se caracterice por sucapacidad de proyectar limpieza y orden. Una parroquia puede ser muy limitada en susrecursos pero jams debe faltar el aseo y el orden; bueno pues, el sacristn tiene un papelfundamental en este requisito.

    2. Debe preparar las celebraciones en su aspecto material; de esta manera la celebracin sepuede desarrollar de manera fluida y ordenada. No se debe dejar cosas a la improvisacin.Debe tener conocimiento de las cosas que hay en sacrista (inventario) y avisar con tiempo sialgo llegase a faltar para no correr a ltima hora en su bsqueda.

    3. l es el que convoca a los fieles con los oportunos toques de campanas. El que, si as se hadecidido, cuida que haya msica ambientalmientras van llegando los fieles

    4. El sacristn debe velar que en los lugares de culto y de preparacin para el culto (sacrista)haya la paz y el silencio que les corresponde. No se puede gritar, cantar, contar chistes y

    Lo que nos dice la I glesia (OGMR 105)

    Tambin ejercen un ministerio litrgico:

    a) El sacristn, a quien corresponde disponer diligentemente los libros litrgicos, los ornamentos y las demscosas que son necesarias en la celebracin de la Misa.

    b) El comentarista, a quien corresponde, segn las circunstancias, proponer a los fieles breves explicaciones ymoniciones para introducirlos en la celebracin y para disponerlos a entenderla mejor. Conviene que lasmoniciones del comentador estn exactamente preparadas y con perspicua sobriedad. En el ejercicio de suministerio, el comentarista permanece de pie en un lugar adecuado frente a los fieles, pero no en el ambn.

    c) Los que hacen las colectas en la iglesia.

    d) Los que, en algunas regiones, reciben a los fieles a la puerta de la iglesia, los acomodan en los puestosconvenientes y dirigen sus procesiones.

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    dems superficialidades en los lugares sagrados. Entre los lugares sagrados est la sacristaque como su nombre nos indica debe dimanar sacralidad.

    5. Debe cuidar que la asamblea goce, en lo posible, de un lugar adecuado y apto en lo que serefiere a limpieza, sonoridad, iluminacin y temperatura.

    6. A veces, en algunos lugares por falta de otros ministros preparados, debe asumir otrosservicios litrgicos que en principio sera mejor que se diferenciaran en varias personas:proclamar las lecturas, distribuir la Eucarista, dirigir el Rosario o las celebraciones de laPalabra en ausencia del sacerdote... Recordar que si lo hace debe tener la debida delegacindel prroco y la debida preparacin para efectuarlos.

    El retrato del buen sacristn

    El sacristn/a debe poseer las virtudes humanasnecesarias para poder cumplir dignamentecon esa tarea; entre ellas estn: madurez, sentido de responsabilidad, puntualidad, espritu deorden y diligencia... Pero sobre todo capacidad de relacin humana y de trato, facilidad paratrabajar en equipo, pues muchas veces necesitar ayuda para desempear su cargo. De un

    buen sacristn se pide que sea paciente (con los monaguillos, con las personas que vienen aencargar cosas o preguntar horarios, con los sacerdotes que no siempre dejan las cosas comoquisiera l...), y que realice su trabajo con amor y con humor, superando as la imagen tpicadel sacristn malhumorado y spero de trato. Recordar el orden y la limpieza. Una cualidadmuy apreciada en l es la discrecin pues por su oficio y lugar de trabajo muchas veces seentera de cosas de trato delicado; el sacristn no debe ser centro de acopio de los chismesparroquiales; obviamente el prroco espera siempre de l lealtad y respeto. Debe adems sercapaz de manejar con cuidado los implementos para el culto que muchas veces son muyfrgiles y costosos.

    Debe ser una persona con cualidades tcnicas , que por otra parte se consiguen msfcilmente que las humanas con un poco de esfuerzo: saber manejar bien los aparatoselectrnicos para la iluminacin, para la amplificacin de la voz, la regulacin de latemperatura; tener sensibilidad y buen gusto artstico para la disposicin del presbiterio, susadornos, sus flores, las imgenes... Saber qu qumicos se pueden o no se pueden usar paralimpiar las cosas; qu cuidados especiales se debe tener para ciertos utensilios litrgicos(corporales, purificadores, manteles usados) etc.

    Es una persona que busca formarse desde todo aspecto pero sobre todo el litrgico parapoder saber que vestimenta poner, que libro litrgico usa, cmo adornar la iglesia, quutensilios preparar, etc. Adems debe saber el sentido litrgico de cada cosa porque no soloes un trabajador sino un cristiano que quiere crecer en su fe y en su vivencia sacramental.Por todo esto debe ser una persona con una exquisita calidad de fe personalpor su contactofrecuente con lo sagrado, por tener contacto diario con los perlas del Seor, las cuales deberser bien cuidadas y valorizadas. Esta fe le llevar a respetar lo que se celebra, a prepararbien las cosas para no distraer en media Misa a los dems fieles. Un sacristn sin devocines como un enfermero que muera de infeccin manipulando vacunas contra es