el astrologo arltiano
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7/24/2019 El Astrologo Arltiano
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Iberoamericana Editorial Vervuertis collaborating with JSTOR to digitize, preserve and extend access to Iberoamericana (2001
-).
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El Astrlogo arltiano y el Dr. Mabuse: pistas para una pesquisa intermedialAuthor(s): Barbara SchuchardSource: Iberoamericana (2001-), Nueva poca, Ao 1, No. 4 (Diciembre de 2001), pp. 154-158Published by: Iberoamericana Editorial VervuertStable URL: http://www.jstor.org/stable/41672746Accessed: 23-04-2015 00:38 UTC
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4
Foro
edebate
dicaron
n
tipo
de
novela ambiciosa
y
de
estructura
ompleja,
la vez
alejada
elneo-
rrealismoorteamericano
de os mitadores
delrealismo
gico.
Barbara Schuchard
El
Astrlogo
arltiano
y
el
Dr. Mabuse:
pistas
para
una
pesquisa
intermedial
En
la literatura
uropea y
americana
de finalesdel
siglo
xix
y principios
el
xx
dos temas centrales onvocan el inters e
un considerable nmero de escritores:
el
problema
del
poder y
sus coacciones
por
un
lado,
y
los trastornosmentales
por
el
otro.
No
pocas
veces ambos
problemas
aparecen
interrelacionados. A
partir
del
anlisis de las crecientes
presiones
a
que
se han visto sometidas las sociedades
europeas
a lo
largo
de su historia de la
civilizacin,
Norbert Elias destac los
acotamientos,
os
deslindes
y
aun las vio-
laciones del
espacio
individual
que
resul-
tan de cada
paso
hacia lo
que
llamamos
"civilizacin". Michel
Foucault,
por
su
parte,
se dedic a estudiar las formas de
castigo y represin
que
las sociedades
civilizadas fueron concibiendo
para
los
que
no
queran
o no
podan integrarse
n
los nuevos esquemas. El psicoanlisis y el
anlisis de los sueos elaborados
por Sig-
mund Freud desandan los
pasos
onricoso
incluso
sicticos
para
detectar
y,
tal
vez,
remediar as coacciones
y
los
perjuicios
as causados. Un
lugar
tanto real como
ficcional donde
llegan
a concentrarse
estos hechos as como sus
conceptual
za-
ciones es la
ciudad,
la
gran
urbe,
a metr-
poli.
Al estudiar
a obra narrativa
e Rober-
to Arlt
cuyo
escenario
es la
ciudad de
Buenos
Aires,
sorprenden
as
homologas
entre l imaginariode sus novelas,porun
lado,
y
el estilo
y
las estructuras
xpresio-
nistasde ciertas
pelculas
de los
aos 1920
a 1930
por
otro,
como la versin
filmica
de Crimen
y Castigo
en
1922/23,
ntitula-
da
Raskolnikoff, bajo
la direccin de
Robert
Wiene,
o el diseo de
la
gran
urbe
en
Metropolis
1926)
de
Fritz
Lang, para
citar solamente
dos
ejemplos.
Particular-
mente lamativas
son las coincidencias
de
conceptos y
visiones en
Los siete locos
y
Los lanzallamas, y en las pelculas de
Fritz
Lang protagonizadas
por
el "Dr.
Mabuse". Se trata
de coincidencias
tan
inesperadas
de
ideas,
protagonistas
y
motivos,
que
parece
difcil concebirlas
como meras exhalaciones
del
espritu
de
la
poca.
Silvia
Satta,
especialista
de la
obra
arltiana,
pina que
los vnculos entre
el cine
y
la literatura
e Arlt
constituyen
un tema
que
todava
queda
por investigar
(correspondencia rivada).
I
A
continuacin
e
exponen
os datos
y
fechas ms
importantes ara
una
pesquisa
que querraproponer
l saber
colectivo de
lectoras
y
lectores,
y
a
sus intereses nter-
mediales,
interculturales
tal vez crimi-
nalsticos.
Las dos
partes
de
la novela doble arl-
tiana,Los siete locos y Los lanzallamas,
fueron
publicadas
en
Buenos Aires en
1929
y
193
1,
respectivamente.
Estas
novelas,
que
interesan
qu por
sus
afini-
dades con obras
de Fritz
Lang, aparecie-
ron en traduccin
alemana
solamente en
1971
y
1973;
lo
mismo vale
para
las tra-
ducciones a otras
enguas.
La
pelcula
de Fritz
Lang
con
la
que
ste verdaderamente
fund su fama -as
fS
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1
6
Foro e
debate
precipitadamente
a Estados Unidos
en
1933,
segn
su
propio
testimonio,
espus
de
que
Goebbels le ofrecierahacerse res-
ponsable de todos los filmes nazis que se
rodaran
en el
futuro. Goebbels
y
Hitler
admiraban
us
Nibelungen,
"M"
y
Metro-
polis, pero prohibieron
as Testament es
Dr. Mabuse. Su
mujer
en
aquel
entonces,
Thea von Harbou
(1888-1954),
decidi
permanecer
n Alemania colaborando con
el
rgimen.
Lang pas
un ao en
Pars;
en
junio
de 1934
lleg
a Estados Unidos don-
de
sigui
su
exitosa carrera de director
cinematogrfico,
ara regresar
Alemania
en 1956. Solamente en 1943 pudo ver su
versin flmica de Das
Testament
es Dr.
Mabuse en Nueva York
(Aurich/Jacob-
sen/Schnauber 00 1
.
III
Lo
que
nos interesano
son determina-
dos
rasgos
de
un
protagonista,
o ciertos
motivos de un
relato,
sino la visin del
hombrey del mundoque tienen n comn
Los siete locos
y
Los lanzallamas de Arlt
con Das
Testament des Dr. Mabuse de
Lang:
se
conceptualiza
y
traduce en im-
genes
la
instrumentalizacin
el
ser
huma-
no sin
valor
intrnseco,
convertido en
medio,
para
alcanzar otros fines. En los
protagonistas,
l
Astrlogo
de Arlt
y
el Dr.
Mabuse de
Jacques y Lang,
presenciamos
sueos de
omnipotencia
rente hombres-
hormigas,
sclavizados en
pro
de la cons-
truccinde un imperioutpicoen las sel-
vas
brasileas.Vemos la
"Sociedad Secre-
ta"
de
Temperley,
irnicamente ominada
por
el
Astrlogo,
vemos al Dr. Mabuse
internado n una
clnica
psiquitrica
esde
donde
ejecuta
sus
proyectos
criminales.
Uno
y
otro
aspiran
a derrumbar l Estado
para erigir
sobre sus
ruinas su
rgimen
terrorista,
n
mundo de crmenes
nigm-
ticos
y
espantosos,
de
temor,
nseguridad
absoluta
y anarqua,
en el
que
la
humani-
dad se
hunde;
un
mundo dominado
por
una elite
y dirigido por
un
super-hombre
nietzscheano.Los discursosdel Astrlogo
arltiano nte la
"Sociedad Secreta" se
ven
apuntados
-casi se
podra pensar-
en las
hojas que
llena febrilmente
l Dr. Mabuse
sujeto
a su cama de
orate.
Adems
de esta
conceptualizacin
generalhay
una serie de
homologas
en los
detalles: los
mundos
representados
son
mundos ombros
y
brutales,
mundosde la
mentira,
el
robo,
de la
estafa,
del chanta-
je, poblados por
a
canalla,
gente
desdicha-
da y marginada, prostitutasy rufianes,
ladrones,
asesinos. Las relaciones huma-
nas son
precarias,
as relaciones
amorosas
o
sexuales
problemticas y perversas.
La
prostitucin
es uno de los medios del
poder;
el secuestro
y
el
asesinato,
mtodos
en contra e los
que
no obedecen.
En
plena
crisisdel
capitalismo
mundial stas ficcio-
nes
proponeny representan
deas
para
fal-
sificar
inero,
esequilibrar
s las
bolsas
y
los sistemas
monetarios,
y provocar gue-
rrasy revoluciones. El Astrlogoarltiano,
al
igual que
el Dr.
Mabuse,
suea con dise-
minar
bacilos de clera
para aniquilar
poblaciones
enteras;
el
profesor
squizo-
frnico
hipnotizado
por
Mabuse lleva a
cabo
experimentos umicos
y
bacteriol-
gicos
en su
laboratorio asesina
a
sus
ene-
migos
con
gas
txico;
otro
de los "locos"
arltianos, Erdosain,
inventa fbricas
de
gases
txicos,
presentndosele
n esto
un
soldado envenenado en una
guerra
umi-
ca. Habla Jacquesde las "orgasfantasma-
gricas
de las
imgenes"
cuando su
Dr.
Mabuse evoca los cadveres amontonados
en las calles de las
grandes
iudades.
Estos
mundos
ficcionales, recordmoslo,
son
dirigidospor
as
llamados "locos".
Lo
que
tambinda
que pensar,
on
las
discusiones sobre clulas
revolucionarias
femeninas
n
Los lanzallamas
y
los
planes
de
Jacques para
concebir
un Mabuse
O
0
-
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Foro edebate
1 7
femenino.
Sorprende
en este sentido leer
las
notas,
n varios nmerosde
El
Mundo,
en las
que
Arlt escribe sobre
Hanussen,
este doctor en magia negra,astrlogode
cabecera de Hitler hasta ser asesinado en
1933
(Satta2000: 204).
Recordemos
tambin
ue
el mismo ao de
aparicin
de
Los
lanzallamas,
el
amigo
de
Arlt,
Leni-
das
Barletta,
cre una revista titulada
Metrpolis
Amcola
1984:
108)
y que
al
finalde Los lanzallamas uno de los
perso-
najes,
Barsut,
oando
ya
con
Hollywood,
es contratado
por
una
empresa
cinemato-
grfica para
rodar el "drama de
Temper-
ley" eplogo).
Ricardo
Piglia
conoce,
por supuesto,
las
pelculas
de Fritz
Lang.
En sus varia-
ciones sobre temas de Roberto
Arlt
por
as llamar a diversas novelas
y homenajes
suyos-
se halla realizado el taller
specia-
lizado en la fabricacin de
"plata
falsa"
imaginado
solamenteen Los
lanzallamas,
pero que
funcionaa la
perfeccin
n Das
Testament es Dr. Mabuse. Tambin
apa-
rece en Macedonio
Fernndez,
y
conse-
cuentemente en Piglia, la invencin de
una
mujer-mquina, ue podra
ser la re-
construccin de la
mujer
amada
por
el
inventor
otwang
del filme
Metropolis.
Maryse
Renaud
(2000: 696-697)
resu-
me lo
que
se sabe
a
ciencia cierta
hasta
ahora: la revistaEl
Heraldo,
que empieza
a salir coincidiendo con el cine
sonoro,
n
193
1,
demuestra
ue
a
partir
e esta fecha
el cine alemn
ya
se haba
impuesto
en
Argentina; pero
en lo
que
se refiere la
dcada anterior, sea al primerMabuse y
a
Metropolis
de Fritz
Lang,
al Gabinete
del doctor
Caligari
(1919)
y
a
Raskolni-
koff{
923)
de Robert
Wiene,
"la
pregunta
queda pendiente".
Por
eso sometemos al
pblico
lector
de Iberoamericana nuestra
propuesta
e
investigar
ventuales
nterre-
laciones entre
a novela de Norbert Jac-
ques,
Das Testament es
Dr. Mabuse oder
Dr. Mabuses letztes
Spiel.
Roman
eines
Dmons,
su
transposicin
inematogrfi-
ca realizada
por
Fritz
Lang y
la
novela
doble de Roberto
Arlt:
hubo
relaciones
personales,directas indirectas, /o ono-
cimientos
e influencias
de
algn tipo?
Pensemos sobre todo
en los
viajes
a Brasil
de Norbert
Jacques y
de
Roberto
Arlt.
Cundo
y
qu
pelculas
se estrenaron
n
Argentina? Se
encuentra
quiz
alguna
huella
para
esta
pesquisa
en las notas
cine-
matogrficas
de
Borges
o de
Bioy
Casa-
res,
tan asiduos asistentes
al cine
como
Arlt? Tambin
los
especialistas
de
Fritz
Lang
en
el Filmmuseum e
Berln
esperan
que se detecte a argentine onnection.
Barbara chuchard
s
profesora
el
Semina-
riode
Lenguas
Literaturas
omnicase
a
Universidad
e Bonn. a
publicado
iferentes
obras obre
iteraturacivilizacin
rancesa,
espaola,
hispanoamericana
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158
Foro edebate
(eds.)
vol.
,
pp.
440-444.
-
(1994a):
"Herrschaft
es
Verbrechens",
n:
Farin,
Michael; choldt,
nter
eds.)
vol.
Ill,pp.360-387.
Scholdt,
Gnter
1994):
en
Farin,
Michael;
Scholdt,
nter
eds.)
vol. .
Sturm,
eorges
1994):
"Mabuse,
in
Bild
der
Zeit,
ein
Spiel
mitdem
Bild. Zu
den vier
Mabusefilmen
on Fritz
ang",
n:
Farin,
Michael; Scholdt,
Gnter
eds.)
vol.
III.
pp.
336-359.
Carlos Pacheco
Arturo Uslar Pietri:
de renovador
vanguardista
a
patriarca
de la cultura
nacional
Si se le tiene
hoy
omo
enciclopedia
viva
y
universal
ara
el uso del venezola-
nocomn,stohanacido,ms
que
de una
vocacin,
e
una necesidad.
GermnArciniegas
Semana tras
emana,
desde el comien-
zo del
ao,
cronistas
y
articulistas e
pren-
sa se han
preguntado
con insistencia
por
las razones de ese avieso destino
que pare-
ciera haberse cernido sobre las
letras
venezolanas. "Fuga de maestros", itulaba
uno de
ellos,
para
ponderar
la
desapari-
cin fsica de tantas
y
tan valiosas
figuras
en
apenas
unos cuantos meses.
Y
es
que
no
hay
duda
de
que aquella
odiada
y
temi-
da
mujer
de la
guadaa
en alto ha
pasado
entre
nosotros,
llevndose
consigo
una
copiosa
cosecha de
poetas, ensayistas,
narradores
y
acadmicos,
intelectuales
n
general,
dedicados
al
pensamiento y
la
creacin esttica.
Entre
llos,
pueden
des-
tacarse:
Juan
Liscano,
Caupolicn
Ova-
lies,
Antonia
Palacios,
Jess
Rosas Marca-
no, Ral Agudo Freites, Salvador Gar-
mendia,
Anbal
Nazoa,
Pedro Francisco
Lizardo
y,
hace
apenas
das,
mientras
redactaba esta
nota,
Augusto
Germn
Orihuela.
Como si
sealara de
alguna
manera
u
erarqua
en tanto
figura
imera
de nuestra
iteratura,
l
primero
de estos
ilustres
desaparecidos
de este ao
fue
Arturo
Uslar
Pietri, allecido,
apenas
des-
puntaba
el
ao,
el seis
de enero.
Diversos
lectores
y
crticos
tendrn
por supuesto
sus preferencias la hora de escogera sus
favoritos
ntrenuestros
narradores ensa-
yistas.
Lo
que probablemente
nadie
pon-
dr en duda es la
categora
de Uslar
como
protagonista
iterario,
ultural
y poltico
en
la escena venezolana
del
siglo
xx.
En
efecto,
i atendiendo
a la cronolo-
ga, apreciamos
que
naci en Caracas
el
16 de
mayo
de
1906,
que ya
hacia
1920
publicaba
sus
primeros
nsayos y
algunos
versos,
y que
hasta
as
proximidades
e su
muerte o dej de ofrecer la imprentaas
muy
diversas manifestaciones
de su
plu-
ma,
advertiremos
que
se trata de ms de
80 aos de sostenida
y
meritoria
dedica-
cin a la
escritura literaria.
Y tambin
-valindose
sobre todo de la
prensa y
la
televisin
n buena
parte
de este
perodo-
de
una referencia rtica
y
orientadorade
resonancia
nacional,
en momentos
n
que
Venezuela vivi un
vuelco cabal desde
la
gran
hacienda
gomecista
hasta
la moder-
nidadpetrolera cosmopolita.
Es
por
eso
que,
aunque
muchos
argu-
mentaran,
con
razn,
la
vala esttico-
literaria e otros sobresalientes
scritores
en nuestro
ltimo
siglo,
como Jos
Anto-
nio
Ramos
Sucre,
Julio
Garmendia,
eresa
de la
Parra,
Guillermo
Meneses,
Mariano
Picn-Salas o Salvador
Garmendia,
al vez
slo
Rmulo
Gallegos
-su
contrafigura,
por
cierto causa de
sus
respectivasposi-
O
0