dermatitis atópica del adulto: de la fisiopatología a la
TRANSCRIPT
PIEL-1620; No. of Pages 9
Revision
Dermatitis atopica del adulto: de la fisiopatologıa ala terapeutica (I)
Adult atopic dermatitis: From physiopathology to therapeutics (I)
Ricardo Ruiz-Villaverde a,*, Manuel Galan-Gutierrez b, Pilar Gomez Avivar c
y Carmen Martinez-Peinado d
aHospital Universitario San Cecilio, Granada, EspanabHospital Universitario Reina Sofıa, Cordoba, EspanacHospital Torrecardenas, Almerıa, EspanadEmpresa Publica Hospital Alto Guadalquivir, Andu jar, Jaen, Espana
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x
PIELFORMACION CONTINUADA EN DERMATOLOGIA
www.elsevier.es/piel
La dermatitis atopica (DA) es una enfermedad de la piel
cronica, inflamatoria y pruriginosa con una prevalencia del 1-
3%. Suele iniciarse en la primera infancia, progresa con un
curso recurrente antes de desaparecer en la pubertad,
pudiendo persistir hasta la adultez o presentarse de novo
durante este periodo. Se asocia frecuentemente con niveles
elevados de IgE serica, antecedentes individuales o familiares
de alergias tipo I, rinitis alergica y asma. El diagnostico se basa
en criterios clınicos y antecedentes medicos y personales,
siendo relativamente sencillo en ninos que presentan eccema
cronico y en adultos cuya enfermedad ha persistido desde la
infancia y mas difıcil cuando la enfermedad aparece durante
la adolescencia o despues.
En un momento en el que comienza una nueva etapa
terapeutica en esta entidad creemos importante hacer una
revision de los principales hallazgos fisiopatologicos, clınicos,
diagnosticos y terapeuticos que iremos desarrollando pro-
gresivamente.
Fisiopatologıa de la dermatitis atopica
La DA es una enfermedad multifactorial resultado de la
interaccion de predisposicion genetica, factores ambientales,
alteraciones de la integridad de la barrera cutanea y una
* Autor para correspondencia.Correo electronico: [email protected] (R. Ruiz-Villaverde).
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
https://doi.org/10.1016/j.piel.2018.01.0100213-9251/# 2018 Elsevier Espana, S.L.U. Todos los derechos reservad
disregulacion inmune. Si bien parece claro que la alteracion de
la barrera cutanea y la alteracion inmune son los trastornos
principales, no conocemos con exactitud el orden de esta
relacion. A continuacion, realizaremos una revision actuali-
zada de los principales factores patogenicos que intervienen
en esta enfermedad.
Disregulacion inmune
Desde el punto de vista inmunologico, en este trastorno
cutaneo existe alteracion tanto de la inmunidad innata como
adaptativa.
Inmunidad innataDesde hace ya algu n tiempo sabemos que los pacientes
atopicos tienen una disminucion en la produccion de los
peptidos antimicrobianos o AMP (catelicidina y b-defensinas),
que participan en el aclaramiento de patogenos y manteni-
miento de la integridad cutanea, favoreciendo por ejemplo
algu n tipo de infeccion como las producidas por el poxvirus
(Molluscum contagiosum) o el virus del herpes simple. Ademas
estos AMP son capaces de inducir diferentes citocinas entre las
que se incluyen la IL-4, IL-13, IL-25, IL-33 y la linfopoyetina
estromal tımica1. Esta u ltima es cada vez mas estudiada, ya
que junto a la IL-25 e IL-33 van a actuar sobre las celulas
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
os.
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x2
PIEL-1620; No. of Pages 9
linfoides innatas (grupo de celulas de relativamente reciente
descripcion), en concreto, sobre las celulas colaboradoras
innatas tipo 2, produciendo IL-4, IL-5 e IL-13, que determina,
un aumento del eje linfocitario Th2 con retroalimentacion
positiva1,2.
Por otra parte, se han encontrado mutaciones en los toll-like
receptors y NOD-like receptors3, receptores de reconocimiento
de patrones que tienen un lugar clave en la regulacion de la
respuesta inmune innata, que desempenan un papel en la DA.
Inmunidad adquiridaEn este apartado deben distinguirse:
Linfocitos T. En lesiones agudas de DA existe un predominio
de la respuesta Th2, determinando una marcada elevacion de
las citocinas inducidas por los linfocitos Th2, como la IL-5, IL-
10, IL-13 e IL-314. Estos productos van a ocasionar una
alteracion de la barrera cutanea, ya que determinan una
disminucion de los AMP y de la expresion de los genes del
complejo de diferenciacion epidermica, ası como la supresion
de proteınas como la filagrina, loricrina e involucrina junto a
un aumento de las calicreınas que son las responsables de la
degradacion de los corneodesmosomas5. Ademas la IL-31 esta
especialmente implicada en el prurito.
Los linfocitos Th22 y sus marcadores asociados estan
elevados en la fase aguda de la DA y de forma mas acentuada
en lesiones cronicas1. Incluso se ha comunicado que la IL-22 se
correlacionaba con la gravedad de la enfermedad, inducıa
hiperplasia epidermica, inhibıa la diferenciacion terminal y
regulaba la funcion de barrera de la piel6.
El papel de los linfocitos Th 17 en DA es controvertido. Se
piensa que la intensa senal Th2 inhibe la vıa de los Th 17,
aunque se ha demostrado que la IL-17 infiltra las lesiones,
modifica las celulas epiteliales y los queratinocitos para
producir citocinas inflamatorias, y regula a la baja la filagrina
y otros genes de la barrera epidermica7.
Recientemente se han descrito los linfocitos Th9, un
subconjunto de celulas T epidermotropas, que se generan a
partir de linfocitos T naıve (en presencia de TGF-b e IL-4) o se
diferencian desde las celulas Th2. Aunque se cree que los
linfocitos Th9 son los principales productores de IL-9, que esta
elevada en las lesiones cutaneas y suero de adultos y ninos con
DA, el papel de los linfocitos Th9 e IL-9 en su fisiopatologıa no
esta claro8. La IL-9 determina un aumento de la supervivencia de
las celulas T, proliferacion y secrecion de mediadores inflama-
torios, y parece desempenar un papel en la activacion de las
celulas colaboradoras innatas, en las que potencia la produccion
de IL-5 e IL-138. En los queratinocitos, IL-9 induce VEGF, que se ha
asociado con los cambios epidermicos vistos en la DA9.
Celulas dendrıticas. En las lesiones de DA encontramos
diferentes tipos de celulas dendrıticas. En las fases mas
agudas, estan las celulas dendrıticas dermicas inflamatorias,
un subtipo de celulas dendrıticas mieloides que participan
como coestimuladoras de celulas T e importante efector,
expresando altos niveles de la TLSP10. En las lesiones mas
cronicas encontramos celulas dendrıticas mieloides CD11+,
celulas dendrıticas plasmocitoides o las celulas dendrıticas
CD123+ que producen interferon alfa y participan en la
formacion de las lesiones5.
Celulas T reguladoras. Existe alguna comunicacion que
establece una correlacion positiva entre los niveles sericos
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
de celulas T reguladoras y su recuento en las lesiones, con la
gravedad de la enfermedad. Sin embargo, no esta claro su
papel exacto10.
Finalmente, tambien se ha implicado en la DA la actividad
aumentada de la fosfodiesterasa (PDE), determinando un
aumento de las senales Th2. La inhibicion de la PDE4,
localizada en los queratinocitos y una amplia variedad de
celulas inmunitarias, aumenta los niveles de cAMP, y conduce
a la inhibicion de las citocinas proinflamatorias. La inhibicion
de PDE4 por apremilast y crisaborole, ha demostrado ser eficaz
en algunos casos11,12.
Barrera cutanea
La barrera cutanea esta constituida por una compleja matriz
de proteınas y lıpidos, unidos por desmosomas y tight
junctions. La alteracion de estos componentes, la falta de
diferenciacion epidermica y la disregulacion inmune son la
base de la disfuncion de la barrera que aparece en la DA.
Esta barrera cutanea tiene un papel muy importante en la
patogenesis de la DA, lo que la convierte en un atractivo
objetivo terapeutico. En esta lınea, se ha publicado reciente-
mente un trabajo en el que se apunta que el uso de cremas
hidratantes en lactantes de alto riesgo puede reducir hasta un
50% el desarrollo de la misma13.
Proteınas estructurales epidermicasEn los u ltimos anos han aparecido varias publicaciones que
relacionan las mutaciones en el gen de la filagrina, proteına
estructural de la epidermis, con la DA. En concreto, entre el 15-
50% de los pacientes afectados pueden presentarla, aunque
existe un 40% de portadores de estas mutaciones que no
desarrollan la enfermedad14. Estas mutaciones determinan
formas mas graves, de inicio precoz, mayor sensibilizacion
alergica e incremento de susceptibilidad a las infecciones15.
Recientemente, se ha comunicado el mecanismo por el que
la IL-4 serıa capaz, mediante la inhibicion competitiva del
complejo coactivador p300/CBP, de inhibir la expresion de la
loricrina, otra proteına estructural epidermica importante16.
Este mecanismo competitivo es el mismo que se ha propuesto
como causante de la inhibicion de la expresion de la
involucrina por la IL-417.
LıpidosEn la DA existe un aumento de la perdida transepidermica de
agua, debida entre otros motivos, a una alteracion de ese
cemento de la epidermis que constituyen los lıpidos, entre los
que se encuentran una disminucion de las ceramidas 1 y 3, ası
como alteracion de la ratio entre ceramidas/colesterol18. El uso
de hidratantes ricas en ceramidas ha demostrado ser capaz de
restaurar la barrera cutanea19.
Tight junctionsLas tight junctions o uniones estrechas, tambien conocidas
como uniones oclusivas, representan un entramado proteico
que contribuye a la funcion barrera de la epidermis, que
disminuye cuando estan alteradas. Aunque hay varios tipos
presentes, las principales son las claudinas y las ocludinas.
En DA se ha visto que existe alteracion en estas uniones, en
concreto, se ha encontrado que existe una expresion
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x 3
PIEL-1620; No. of Pages 9
disminuida de la claudina 1, que parece mostrar una relacion
inversa con citocinas de tipo Th2, niveles de IgE y eosinofilos
sericos20. Otros autores han publicado que estas uniones
estrechas danadas determinan una afectacion de los lıpidos y
del procesamiento de la filagrina al alterar el pH cutaneo21.
pH cutaneoEl pH acido de la piel, en torno a 4-6, es necesario para
mantener la integridad del estrato corneo, el metabolismo
lipıdico, la diferenciacion epidermica y las funciones anti-
microbianas. En la DA existe un pH basal mas elevado al que
pueden contribuir las alteraciones de la filagrina, el aumento
de actividad de la serin proteasas y alteraciones en el
microbioma cutaneo22.
Microbioma
Los pacientes atopicos presentan una alteracion en el balance
en su microbioma cutaneo favorable al desarrollo de Staphylo-
coccus aureus (S. aureus). Los superantıgenos de S. aureus
perpetu an el proceso inflamatorio Th2 con la activacion de la
cascada inflamatoria y superexpresion de IL-4, IL-13 e IL-22. En
la piel de los pacientes atopicos el grado de colonizacion por S.
aureus puede ser hasta un 80% superior con relacion a
pacientes no atopicos22. Para restaurar parcialmente este
desequilibrio, el uso continuo de emolientes parece ser un
factor importante que contribuye a disminuir la poblacion de
especies estafilococicas23.
La administracion de lactobacilos y otros probioticos en
mujeres embarazadas podrıa disminuir el riesgo de desarrollar
DA en los 2 primeros anos de vida en hasta casi un 50% de los
ninos segu n los estudios de Panduru et al.24. En cualquier caso,
el estudio de papel del microbioma cutaneo en la fisiopatologıa
de la DA esta por determinar a la luz de las u ltimas revisiones
publicadas en el grupo Cochrane, donde se establece que la
terapia antimicrobiana no es superior en el tratamiento de la
colonizacion estafilococica frente a los agentes antiinflama-
torios mas usados en el arsenal terapeutico disponible25.
Fenotipos clınicos y endofenotipos
Existen diferentes criterios que nos permiten estratificar a los
pacientes afectados de DA
a. Segu n la etapa de la vida en la que se diagnostica al
paciente. La clınica del paciente varıa considerablemente
segu n la edad del paciente con 4 subtipos bien diferencia-
dos que incluyen la etapa de lactancia, infancia, adoles-
cencia/etapa adulta y anciana26. En ella, y tal como se
desarrollara en la clınica, las lesiones mas agudas pre-
dominan en el espectro infantil y las mas cronicas
incluyendo liquenificacion y rascamiento son mas tıpicas
de edades mas tardıas desarrollando incluso lesiones
nodulares que corresponden a un fenotipo de prurigo
nodular. El punto comu n en todos los estadios es la
presencia de prurito de intensidad variable.
b. Segu n la gravedad de la enfermedad. La gravedad de la
enfermedad se objetiva mediante 2 ındices, quiza poco
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
extendidos en la practica clınica habitual, pero sı en los
ensayos clınicos para permitir comparar la eficacia de los
denominados endpoints (puntos de corte) primarios y secun-
darios: EASI y SCORAD27.
c. Segu n la edad de inicio de la enfermedad. Distinguimos 6
subtipos perfectamente diferenciados28:
a. De comienzo muy precoz (entre 3 meses y 2 anos). Es el
subtipo de mayor incidencia. El 60% de los pacientes
presentan remision a los 2 anos y es altamente
indicativo de riesgo de marcha atopica.
b. De comienzo precoz (entre los 2 y 6 anos). Presentan un
alto riesgo de cronicidad.
c. De comienzo en la infancia (entre los 6 y 14 anos).
Constituye un segmento poco explorado.
d. De inicio en la adolescencia (entre los 14 y 18 anos). Poco
explorado igualmente.
e. De inicio en la edad adulta (entre los 20 y 60 anos).
Supone el 20% de la poblacion atopica y suele tratarse de
pacientes con un bajo nivel de sensibilizacion y niveles
normales de IgE.
f. De inicio tardıo (mas alla de los 60 anos). A su vez, se
subdivide en los de reciente comienzo y aquellos que
presentaron sıntomas previamente con un largo periodo
de remision.
d. Segu n la etnia del paciente29. En contra de la creencia de
que no existıan diferencias clınicas ni fisiopatologicas en la
DAs de los pacientes de las diferentes razas y etnias, los
estudios mas recientes nos indican datos curiosos como
una mayor expresion de los linfocitos Th17 en los pacientes
asiaticos o mayor deficiencia de filagrina en los pacientes de
raza blanca. Este u ltimo aspecto tiene su principal punto de
atencion en las diferencias en las diferentes mutaciones de
los genes que codifican la filagrina segu n la raza.
No obstante, la estratificacion o clasificacion de los
pacientes afectados de DA es candidata a presentar modifi-
caciones en un corto espacio de tiempo en virtud de los
llamados endofenotipos y biomarcadores.
Segu n la Organizacion Mundial de la Salud, los biomarca-
dores son considerados como «cualquier sustancia, estructura
o proceso que pueda ser medido en el cuerpo o sus productos e
influye o predice el curso de una enfermedad». Puede ser
medido y evaluado en procesos biologicos normales, patolo-
gicos, en respuesta a intervenciones terapeuticas o tras la
administracion de farmacos30. Por otro lado, los endofenotipos
se definen como componentes medibles que no se ven a
simple vista y que se situarıan entre el fenotipo (lo
clınicamente visible) y el genotipo y estarıa constituido por
un conjunto de biomarcadores. Este concepto, importado de la
psiquiatrıa31, pretende estratificar o dividir enfermedades de
mayor complejidad en subgrupos donde las estrategias de
prevencion y tratamiento sean mas faciles de implementar. Si
bien es cierto que no hay un endofenotipo bien definido para la
DA, sı se estan comenzando a estudiar los diferentes tipos de
biomarcadores que todavıa se encuentran en fase de valida-
cion, algunos de los cuales se han comentado previamente32.
� Biomarcadores de cribado de inicio de DA: genes que
codifican proteınas estructurales epidermicas como las
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x4
PIEL-1620; No. of Pages 9
filagrinas 1 y 2, ası como la medicion de la perdida
transepidermica de agua o TEWL.
� Biomarcadores diagnosticos (para permitir diagnostico
diferencial en casos confusos).
� Biomarcadores para indicar la gravedad de la DA: CCL17 o
chemoquina que regula la activacion del timo.
� Biomarcadores que indican el perfil de sensibilizacion de un
paciente con DA: niveles de IgE total y especıficas.
� Biomarcadores para predecir la respuesta terapeutica:
niveles de IgE total y especıfica, genes que codifican
filagrinas 1 y 2 y TEWL.
� Biomarcadores para determinar el pronostico o desarrollo
de comorbilidades: LEKTI, IL 22 (desarrollo de complica-
ciones virales).
Marcha atopica
La marcha atopica consiste en una forma de establecer la
evolucion de la enfermedad alergica desde el momento de
sensibilizacion hasta la aparicion de los sıntomas clınicos.
Desde el punto de vista inmunologico, se correlaciona con la
aparicion de IgE especıficas, primero a alergenos alimentarios
y luego a aeroalergenos.
En la marcha atopica influiran factores de diferente ındole:
hereditarios, sensibilizacion intrauterina, inmunidad
materna, factores ambientales y estilo de vida. La DA se
presenta entre el nacimiento y los 3 meses; luego aparece el
compromiso gastrointestinal, principalmente durante el
segundo ano de vida. El compromiso respiratorio principal
ocurre durante los 3 y 7 anos de edad y, por u ltimo, el asma se
presenta generalmente entre los 7 y 15 anos de edad. Existen
diferentes estudios que han evaluado cohortes de ninos
atopicos donde se demuestra claramente la inversion de la
prevalencia de DA con la edad y el aumento de la correspon-
diente a asma bronquial y rinitis alergica33-35.
La base de la marcha atopica es genetica. Varios estudios
han identificado 9 regiones cromosomicas diferentes que ligan
asma y DA (5q31-33, 11q13 y 13q12-14)36. En ellos se hallan
diferentes genes que codifican IL, proteınas del complejo
mayor de histocompatibilidad y componentes del receptor de
alta afinidad de la IgE.
Por tanto, en pacientes con esta base genetica, el contacto
con sustancias externas que actu an como alergenos, conduce
a una respuesta inmunologica alterada con activacion de la
lınea celular de linfocitos Th2 y citocinas inflamatorias que
estimularan una respuesta humoral con altos niveles de
anticuerpos especıficos de inmunoglobulina IgE. Ello perpe-
tuara las manifestaciones clınicas de inflamacion cronica y
recurrente. Dentro de estos procesos de sensibilizacion, la
epicutanea parece ser el primer paso de la marcha atopica37.
Clınica de la dermatitis atopica del adulto
La DA del adulto presenta una gran heterogeneidad clınica y
con frecuencia no sigue el patron clasico de dermatitis
flexural. Ademas existen formas de presentacion mas propias
del adulto que no cumplen los criterios clasicos pensados para
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
ninos, por eso suele ser un diagnostico de exclusion,
especialmente en los casos de novo. En estos casos suele
precisar de la realizacion de pruebas diagnosticas adicionales,
como pruebas epicutaneas, prick test, biopsia cutanea y
analıtica sanguınea, para descartar otras enfermedades.
Repasamos en este documento las distintas formas de
presentacion clınica de la DA del adulto y su diagnostico
diferencial, aportando algunas pautas para que estos pacien-
tes puedan estar adecuadamente diagnosticados y benefi-
ciarse de nuevos tratamientos en un futuro inmediato.
Presentacion clınica de la dermatitis atopica en adultos
La DA en adultos se caracteriza por una marcada heteroge-
neidad clınica, con formas clınicas que no siempre coinciden
con las observadas en ninos. El curso de DA es generalmente
intermitente, con fases de latencia y exacerbacion. Se
distinguen 3 patrones clınicos principales: la forma cronica
y persistente, la forma recidivante y la de inicio en adultos.
La forma cronica y persistente de DA en adultos incluye a
pacientes que han tenido DA desde la infancia. Alrededor del
20-30% de los casos infantiles persisten hasta la edad adulta y
estos constituyen el grupo de pacientes mejor identificado.
Presentan dermatitis difusa, simetrica y flexural, principal-
mente con eccema de la cara y afectacion variable del tronco y
las extremidades. La participacion de las manos depende en
gran medida de las actividades del paciente. En algunos
pacientes, observamos presentaciones clınicas que indican
cronicidad, como el cuello sucio, alteraciones de la pigmen-
tacion y areas flexurales liquenificadas.
La forma recidivante ocurre en aproximadamente el 12,2%
de los pacientes con DA infantil, cuya enfermedad aparente-
mente se resuelve antes o durante la adolescencia y luego se
repite en la edad adulta. Este grupo de pacientes desarrolla con
frecuencia un eccema cronico de las manos cuando realizan
trabajos hu medos que requieren el manejo de sustancias
irritantes y muchos son diagnosticados de eccema cronico de
manos debido a irritantes de contacto mas que de atopia.
La DA de inicio en el adulto es difıcil de detectar y el
diagnostico a menudo se produce solo despues de descartar
otras enfermedades, especialmente la dermatitis de contacto
alergica. Se estima que el 18,5% de todos los casos de DA
aparecen en la edad adulta. Esta forma incluye presentaciones
clınicas que son mas raras en los ninos, como el eccema
numular, prurigo y dermatitis de cabeza y cuello.
Formas tıpicas de presentacion en adultos
Eccema de cabeza y cuello
La afectacion de la cara y el cuello (figs. 1-2), acompanada o no
de lesiones en la fosa antecubital y poplıtea, es probablemente
la forma mas caracterıstica de la DA en adultos, y tambien se
conoce como dermatitis de cabeza y cuello. En la cara, tanto la
zona palpebral como los labios tienden a estar involucrados,
siendo la queilitis atopica cronica tıpica en mujeres jovenes.
En los casos mas cronicos, las areas hiperpigmentadas y
liquenificadas son visibles en el cuello; este fenomeno se
conoce como «cuello sucio» debido a su aspecto.
Otro patron observado sobre todo en adolescentes es el
eccema que se extiende a las areas seborreicas del tronco con
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
Figura 1 – Dermatitis atopica con afectacion facial.
Figura 2 – Dermatitis atopica con afectacion del cuello.
Figura 3 – Dermatitis irritativa de manos.
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x 5
PIEL-1620; No. of Pages 9
una morfologıa similar a la de la foliculitis, distribuyendose
como un busto escultorico. En estos casos, algunos autores
han senalado a Pityrosporum ovale como desencadenante.
Eccema de manosSe estima que entre un tercio y la mitad de todos los pacientes
con eccema de manos tienen atopia, mientras que las manos
estan involucradas en el 60-70% de las personas diagnosti-
cadas de DA.
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
Podemos distinguir al menos 3 formas clınicas de presen-
tacion: el eccema dishidrotico agudo recidivante, la dermatitis
de contacto cronica irritativa (fig. 3) y la pulpitis digital.
Algunos autores consideran que el eccema dishidrotico es una
forma claramente diferente. Se presenta en brotes recurrentes
de ampollas y vesıculas en la palma de la mano y/o en los
laterales de los dedos y pueden ocurrir en intervalos de pocas
semanas o meses, o ser tan frecuentes como para ocasionar
eccema de manos cronico. La forma cronica de la dermatitis de
contacto irritativa puede presentarse como un eccema cronico
seco con fisuras o como una dermatitis mixta que combina
lesiones dishidroticas durante los perıodos agudos. Puede
afectar a cualquier area de la mano, aunque la mayorıa de los
casos implican la superficie dorsal y volar de las munecas y
dorso de manos y dedos. Esta forma es clınicamente
indistinguible del eccema de contacto irritativo y general-
mente es una combinacion de esta condicion.
Eccema generalizado
Podemos distinguir entre 2 patrones clınicos, inflamatorio y
liquenoide. En el primer caso, los pacientes presentan eritema
difuso, con lesiones eccematosas predominantemente agu-
das, exudativas y costrosas, que a veces se acompanan de
descamacion profusa. Se asocia frecuentemente a signos de
sobreinfeccion y su maxima expresion serıa la eritrodermia. El
otro patron se caracteriza por liquenificacion, excoriaciones,
costras y xerosis. Pueden presentar lesiones acromicas y
cuello sucio en los casos mas severos y su maxima expresion
serıa la eritrodermia liquenoide.
Eccema numularLas lesiones son papulas y vesıculas que se agrupan formando
placas eritematosas de morfologıa anular, localizadas con
mayor frecuencia en las extremidades inferiores. Tienden a ser
bastante refractarias al tratamiento y pueden ocurrir tambien
en personas con eccema alergico por contacto debido a
fragancias o conservantes contenidos en productos de higiene.
EritrodermiaSe presenta con mas del 90% de la superficie de la piel roja,
seca y liquenificada. El prurito intenso se acompana de
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
Figura 4 – Liquenificacion cervical.
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x6
PIEL-1620; No. of Pages 9
malestar general, astenia, escalofrıos y signos de deshidra-
tacion. Se pueden observar adenopatıas perifericas. La
eritrodermia es frecuente en los ancianos y debe incluir la
realizacion de una biopsia para el diagnostico diferencial,
especialmente con linfomas cutaneos.
Prurigo nodularEs una forma clınica caracterıstica en adultos. Suele aparecer a
los 40-50 anos de edad en forma de papulas y nodulos muy
pruriginosos, generalmente en superficies extensoras de los
miembros con tendencia a la generalizacion. Es conveniente
realizar biopsia para excluir otras enfermedades graves,
incluidos los linfomas cutaneos.
Liquen simple
Se presenta como una placa cronica, pruriginosa y circunscrita
con engrosamiento y liquenificacion (fig. 4). La presencia
concomitante o secuencial de 2 o mas placas de liquen simple
en un paciente deben hacernos sospechar la posibilidad de DA.
Dermatitis psoriasiformeAlgunos pacientes presentan lesiones cutaneas psoriasifor-
mes difusas en tronco y extremidades, con afectacion flexural.
Es difıcil determinar si estas lesiones son eccema, psoriasis
eccematizada o ambas. A veces, la progresion y la presencia de
lesiones psoriasicas en areas tıpicas como codos, rodillas,
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
unas o cuero cabelludo nos permiten llegar a un diagnostico.
La asociacion de ambas condiciones se ha descrito como una
superposicion de psoriasis-eccema o psoriasis eccematosa y
presentan tıpicamente eccema flexural y lesiones psoriasicas
no tan hiperqueratosicas y mas pruriginosas que en la
psoriasis aislada.
Diagnostico de la dermatitis atopica
La incidencia de la DA esta aumentando constantemente,
especialmente en los paıses industrializados. El diagnostico
generalmente se basa en las caracterısticas clınicas y los
signos asociados, ası como en la morfologıa y el patron de las
lesiones cutaneas38. Mientras que en los ninos con eccema, el
diagnostico de DA es relativamente facil, en adultos la primera
sospecha diagnostica es el eccema de contacto. Liu et al.39
informaron que mas del 90% de los dermatologos chinos
responderıan a la dermatitis flexural simetrica con un
diagnostico de eccema de contacto en lugar de DA. Ademas,
es probable que los medicos de todo el mundo compartan esta
inclinacion debido a la poca familiaridad o resistencia a la idea
de la DA de inicio en el adulto40.
Segu n ETFAD/EADV41, la experiencia de los medicos es mas
importante que la disponibilidad de criterios de diagnostico;
sin embargo, la investigacion epidemiologica y los ensayos
clınicos destacan la necesidad de criterios estandarizados. Por
lo tanto, ante la sospecha clınica de la DA en adultos, los
profesionales de la salud deben considerar unos criterios
clınicos, preguntar por el historial medico personal y familiar,
y determinar los niveles de IgE serica total. Es importante tener
en cuenta que la presencia o la positividad de estos aspectos
solo respalda el diagnostico en lugar de confirmarlo. Al mismo
tiempo, de acuerdo con las guıas de AAD, DA es un diagnostico
de exclusion y solo puede determinarse despues de descartar
todas las demas enfermedades incluidas en el diagnostico
diferencial (tabla 1)41. Diagnosticar DA en los adultos es en
ocasiones un desafıo. Pero sı que es mas sencillo en personas
que tuvieron DA desde la infancia.
Probablemente, la DA en el adulto este infradiagnosticada y
con el impacto tan considerable que tiene en la calidad de vida
de los pacientes y sus familias, es interesante que los
dermatologos sepan reconocer esta enfermedad y aplicarle
el tratamiento adecuado segu n su intensidad.
Pruebas complementarias
Una revision reciente establecio un consenso sobre cuando y
como realizar pruebas epicutaneas en pacientes con DA42. En
la enfermedad de inicio en adultos, la realizacion de pruebas
epicutaneas, siempre debe basarse en hallazgos clınicos.
Si los resultados son negativos, es mas probable tener DA.
Si los resultados son positivos, debemos determinar si son
relevantes y, de ser ası, eliminar o evitar la fuente del alergeno.
Si la enfermedad persiste, incluso si es menos severa, a pesar
de evitar el alergeno, deberıamos considerar una vez mas la
DA en el adulto.
Las epicutaneas tambien son muy u tiles en pacientes con
DA cronica cuya condicion no mejora a pesar del tratamiento
adecuado, ya que a menudo hay dermatitis de contacto
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
Tabla 1 – Diagnostico diferencial de la dermatitis atopica en adultos
Procesos cutaneos muy frecuentes Procesos cutaneos frecuentes Procesos cutaneos raros
Dermatitis de contacto (alergica e irritativa)
Dermatitis seborreica
Escabiosis
Psoriasis
Ictiosis vulgar
Queratosis pilar
Dermatofitosis
Eccema asteatosico
Liquen simple cronico
Dermatitis numular
Dermatosis palmoplantar infantil
Impetigo
Erupcion medicamentosa
Dermatitis perioral
Pitiriasis alba
Trastornos de
fotosensibilidad
Dermatitis por molusco
En adolescentes y adultos:
Linfoma de linfocitos T cutaneo
Dermatosis asociada al VIH
Infeccion por HTLV-I
Lupus eritematoso
Dermatomiositis
Dermatitis herpetiforme
En lactantes y ninos de corta edad:
Trastornos metabolicos/nutricionales
Trastornos de
inmunodeficiencia primarios
Otros sındromes geneticos:
Sındrome de Netherton
Trastornos autoinmunitarios o inflamatorios:
Gastroenteritis eosinofılica, celiaquıa, lupus eritematoso
neonatal
Trastornos proliferativos
Histiocitosis de celulas de Langerhans
Tabla 2 – Procedimientos diagnosticos en la dermatitis atopica (DA)
Historia clınica Eccema cronico
Historia personal y familiar de atopia
Examen fısico Morfologıa y/o distribucion tıpica del eccema en adultos
Lesiones de prurigo
Mu ltiples areas de liquenificacion
Pruebas epicutaneas En las DA de novo
DA cronica/eccema de la mano refractario al tratamiento
Distribucion atıpica/cambiante de la dermatitis
Patron indicativo de dermatitis de contacto alergica
Antes de comenzar la terapia inmunosupresora (si es posible)
Prick test Historial de reaccion alergica inmediata o desarrollo de dermatitis despues de la exposicion a alergenos
DA cronica con patron aerotransportado
DA generalizada en pacientes con sensibilizacion al polen
En eccema cronico de manos si la historia es indicativa de dermatitis por contacto con proteınas
Biopsia cutanea DA cronica, refractaria al tratamiento
Variante morfologica de prurigo
Eritrodermia
Para descartar otras enfermedades, como psoriasis, toxicodermia, dermatitis herpetiforme, linfoma
Pruebas de sangre IgE total, eosinofilia
LDH, anticuerpos antitransglutaminasa
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x 7
PIEL-1620; No. of Pages 9
alergica adicional43. De hecho, la DA constituye un factor de
riesgo clave para la sensibilizacion por contacto alergico, con
aproximadamente 40% de los adultos con pruebas de DA
positivas para al menos un alergeno en una serie de prueba de
parche estandar44. Los ingredientes en productos de higiene
(conservantes, fragancias y emulsionantes) y tratamientos
topicos pueden actuar como alergenos de contacto41,43,45. Los
medicos tambien deben recordar realizar lecturas tardıas para
descartar la alergia a los corticoides. En algunos pacientes con
DA grave, nunca podemos realizar pruebas epicutaneas
porque siempre hay lesiones en la espalda o en los brazos,
o porque estan tomando inmunosupresores orales. En estos
casos, recomendamos llevar a cabo las pruebas epicutaneas
cuando sea posible, incluso cuando las condiciones no sean
optimas, e interpretar los resultados con la debida precaucion,
ya que aumentan las posibilidades de una reaccion irritante.
En pacientes que toman inmunosupresores, debemos realizar
lecturas tardıas para evitar falsos negativos.
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
El valor diagnostico del prick test es mas controvertido. Si
bien es cierto que muchos pacientes con DA estan sensibi-
lizados a alergenos en el aire o alergenos alimentarios, el papel
que desempenan estos alergenos en el desarrollo o exacerba-
cion de DA no esta claro y la presencia de sensibilizacion sola
no es suficiente para recomendar la evitacion de alergenos o
terapia. Parecerıa sensato solicitar un prick test para alergenos
en el aire en pacientes que presentan un patron aero-
transportado de eccema en la cara (con afectacion de los
parpados), cuello (con afectacion del area retroauricular) y
areas expuestas de extremidades superiores y pliegues
(especialmente las axilas y pliegue antecubital). Se debe tener
precaucion al interpretar los resultados. Se pueden instaurar
medidas de evitacion para alergenos positivos en el aire
(especialmente acaros del polvo), incluso sin saber si actu an
como alergenos o irritantes (seudoalergenos). Sin embargo,
estas medidas no siempre cambian el curso de la enfermedad.
La inmunoterapia ha producido resultados heterogeneos.
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x8
PIEL-1620; No. of Pages 9
El prick test podrıa solicitarse para alimentos en adultos con
DA generalizada. Sin embargo, aunque las alergias alimenta-
rias son poco frecuentes en los adultos, ciertos alimentos,
como las zanahorias, las avellanas y el apio, que generan
reacciones cruzadas con alergenos en el aire, pueden
desencadenar problemas en las personas sensibilizadas al
polen. Sin embargo, solo la mitad de los pacientes adultos
sensibilizados a 1 o mas alimentos ven una mejora al
eliminarlo de su dieta. En pacientes con eccema cronico de
manos que presentan prurito y edema al manipular alimentos,
deberıamos considerar realizar un prick test para descartar
dermatitis de contacto proteica probable, ya que esto es mas
frecuente en la poblacion atopica. A la espera de la aprobacion
de los materiales de prueba estandarizados, la prueba del
parche de atopia (para alergenos o alimentos transportados
por el aire) au n no forma parte de las recomendaciones de
diagnostico de rutina41,43,44,46.
Una biopsia de piel no suele ser necesaria para llegar al
diagnostico de DA. Aunque puede ser u til para corroborar el
diagnostico de eccema, no ayuda a diferenciar entre tipos, ya
que todos los eccemas comparten el mismo patron histolo-
gico, a saber, dermatitis espongiotica, con predominio de
espongiosis en la fase aguda y de hiperqueratosis en la fase
cronica. La presencia de eosinofilos no indica ningu n tipo
particular de eccema.
En los casos de eccema cronico que no evolucionan
satisfactoriamente, si es muy u til la biopsia cutanea, ya que
ayuda a descartar otras enfermedades como el linfoma
cutaneo (esto puede requerir mu ltiples biopsias), dermatitis
herpetiforme, erupciones medicamentosas (especialmente en
polimedicados y pacientes de edad avanzada) y psoriasis43.
A pesar del avance del conocimiento en genetica y en los
mecanismos etiopatogenicos de la DA, actualmente no existe
un biomarcador de tejidos o sangre que permita un diagnostico
definitivo. Lo mas llamativo es probablemente un aumento en
la IgE total, la hipereosinofilia y el aumento de LDH, aunque no
son de ninguna manera especıficas de esta enfermedad.
La comunidad cientıfica no ha llegado a ningu n consenso
sobre el diagnostico optimo en adultos con sospecha de DA. En
la tabla 2, se presenta una propuesta de Silvestre Salvador
et al.47.
Conflicto de intereses
No.
b i b l i o g r a f i a
1. Wang D, Beck LA. Immunologic targets in atopic dermatitisand emerging therapies: An update. Am J Clin Dermatol.2016;17:425–43.
2. Mjosberg J, Eidsmo L. Update on innate lymphoid cells inatopic and nonatopic inflammation in the airways and skin.Clin Exp Allergy. 2014;44:1033–43.
3. D’Auria E, Banderali G, Barberi S, Gualandri L, Pietra B, RivaE, et al. Atopic dermatitis: Recent insight on pathogenesisand novel therapeutic target. Asian Pac J Allergy Immunol.2016;34:98–108.
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
4. Gittler JK, Shemer A, Suarez-Farinas M, Fuentes-Duculan J,Gulewicz KJ, Wang CQ, et al. Progressive activation of T(H)2/T(H)22 cytokines and selective epidermal proteinscharacterizes acute and chronic atopic dermatitis. J AllergyClin Immunol. 2012;130:1344–54.
5. Guttman-Yassky E, Nograles KE, Krueger JG. Contrastingpathogenesis of atopic dermatitis and psoriasis-part II:Immune cell subsets and therapeutic concepts. J Allergy ClinImmunol. 2011;127:1420–32.
6. Nograles KE, Zaba LC, Guttman-Yassky E, Fuentes-DuculanJ, Suarez-Farinas M, Cardinale I, et al. Th17 cytokinesinterleukin (IL)-17 and IL-22 modulate distinct inflammatoryand keratinocyte-response pathways. Br J Dermatol.2008;159:1092–102.
7. Gutowska-Owsiak D, Schaupp AL, Salimi M, Selvakumar TA,McPherson T, Taylor S, et al. IL-17 downregulates filaggrinand affects keratinocyte expression of genes associated withcellular adhesion. Exp Dermatol. 2012;21:104–10.
8. Clark RA, Schlapbach C. TH9 cells in skin disorders. SeminImmunopathol. 2016;39:47–54.
9. Ma L, Xue HB, Guan XH, Shu CM, Zhang JH, Yu J. Possiblepathogenic role of T helper type 9 cells and interleukin (IL)-9in atopic dermatitis. Clin Exp Immunol. 2014;175:25–31.
10. Novak N, Koch S, Allam JP, Bieber T. Dendritic cells: Bridginginnate and adaptive immunity in atopic dermatitis. J AllergyClin Immunol. 2010;125:50–9.
11. Saporito RC, Cohen DJ. Apremilast use for moderate-to-severe atopic dermatitis in pediatric patients. Case RepDermatol. 2016;8:179–84.
12. Eichenfield LF, Call RS, Forsha DW, Fowler J Jr, Hebert AA,Spellman M, et al. Long-term safety of crisaborole ointment2% in children and adults with mild to moderate atopicdermatitis. J Am Acad Dermatol. 2017;77:641–9.
13. Horimukai K, Morita K, Narita M, Kondo M, Kitazawa H,Nozaki M, et al. Application of moisturizer to neonatesprevents development of atopic dermatitis. J Allergy ClinImmunol. 2014;134. 824-830. e6.
14. Palmer CN, Irvine AD, Terron-Kwiatkowski A, Zhao Y, LiaoH, Lee SP, et al. Common loss-of-function variants of theepidermal barrier protein filaggrin are a major predisposingfactor for atopic dermatitis. Nat Genet. 2006;38:441–6.
15. Szegedi A. Filaggrin mutations in early-and late onset atopicdermatitis. Br J Dermatol. 2015;172:320–1.
16. Bao L, Mohan GC, Alexander JB, Doo C, Shen K, Bao J, et al. Amolecular mechanism for IL-4 suppression of loricrintranscription in epidermal keratinocytes: Implication foratopic dermatitis pathogenesis. Innate Immun. 2017;23:641–7.
17. Bao L, Alexander JB, Zhang H, Shen K, Chan LS. Interleukin-4downregulation of involucrin expression in humanepidermal keratinocytes involves Stat6 sequestration of thecoactivator CREB-binding protein. J Interferon Cytokine Res.2016;36:374–81.
18. Ewald DA, Malajian D, Krueger JG, Workman CT, Wang T,Tian S, et al. Meta-analysis derived atopic dermatitis(MADAD) transcriptome defines a robust AD signaturehighlighting the involvement of atherosclerosis and lipidmetabolism pathways. BMC Med Genomics. 2015;8:60.
19. Sajic D, Asiniwasis R, Skotnicki-Grant S. A look at epidermalbarrier function in atopic dermatitis: Physiologic lipidreplacement and the role of ceramides. Skin Therapy Lett.2012;17:6–9.
20. De Benedetto A, Rafaels NM, McGirt LY, Ivanov AI, GeorasSN, Cheadle C, et al. Tight junction defects in patients withatopic dermatitis. J Allergy Clin Immunol. 2011;127. 773-886.e1-7.
21. Yuki T, Komiya A, Kusaka A, Kuze T, Sugiyama Y, Inoue S.Impaired tight junctions obstruct stratum corneumformation by altering polar lipid and profilaggrin processing.J Dermatol Sci. 2013;69:148–58.
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://
p i e l ( b a r c ) . 2 0 1 8 ; x x ( x x ) : x x x – x x x 9
PIEL-1620; No. of Pages 9
22. Malik K, Heitmiller KD, Czarnowicki T. An update on thepathophysiology of atopic dermatitis. Dermatol Clin.2017;35:317–26.
23. Weyrich LS, Dixit S, Farrer AG, Cooper AJ, Cooper AJ. Theskin microbiome: Associations between altered microbialcommunities and disease. Australas J Dermatol.2015;56:268–74.
24. Panduru M, Panduru NM, Sa˘la˘va˘stru CM, Tiplica G-S.Probiotics and primary prevention of atopic dermatitis: Ameta-analysis of randomized controlled studies. J Eur AcadDermatology Venereol. 2015;29:232–42.
25. Birnie AJ, Bath-Hextall FJ, Ravenscroft JC, Williams HC.Interventions to reduce Staphylococcus aureus in themanagement of atopic eccema. En: Birnie AJ, editor.Cochrane Database of Systematic Reviews John Wiley &Sons, Ltd: Chichester, UK; 2008. CD003871.
26. Weidinger S, Novak N. Atopic dermatitis. Lancet.2016;387:1109–22.
27. Leshem YA, Hajar T, Hanifin JM, Simpson EL. What theeczema area and severity index score tells us about theseverity of atopic dermatitis: An interpretability study. Br JDermatol. 2015;172:1353–7.
28. Roduit C, Frei R, Loss G, Buchele G, Weber J, Depner M.Development of atopic dermatitis according to age of onsetand association with early-life exposures. J Allergy ClinImmunol. 2012;130:130–136.e5.
29. Torrelo A. Atopic dermatitis in different skin types. What isto know? J Eur Acad Dermatology Venereol. 2014;28:2–4.
30. Biomarkers Definitions Working Group. Biomarkers andsurrogate endpoints: Preferred definitions and conceptualframework. Clin Pharmacol Ther. 2001;69:89–95.
31. Johannesen JK, O’Donnell BF, Shekhar A, McGrew JH, HetrickWP. Diagnostic specificity of neurophysiologicalendophenotypes in schizophrenia and bipolar disorder.Schizoph Bull. 2013;39:1219–29.
32. Bieber T. Atopic dermatitis 2.0: From the clinical phenotypeto the molecular taxonomy and stratified medicine. Allergy.2012;67:1475–82.
33. Rhodes HL, Sporik R, Thomas P, Holgate ST, Cogswell JJ.Early life risk factors for adult asthma: A birth cohort studyof subjects at risk. J Allergy Clin Immunol. 2001;108:720–5.
34. Rhodes HL, Thomas P, Sporik R, Holgate ST, Cogswell JJ. Abirth cohort study of subjects at risk of atopy: Twenty-two-year follow-up of wheeze and atopic status. Am J Respir CritCare Med. 2002;165:176–80.
Como citar este artıculo: Ruiz-Villaverde R, et al. Dermatitis atopica del adoi.org/10.1016/j.piel.2018.01.010
35. Kulig M, Bergmann R, Klettke U, Wahn V, Tacke U, Wahn U.Natural course of sensitization to food and inhalantallergens during the first 6 years of life. J Allergy ClinImmunol. 1999;103:1173–9.
36. Spergel J, Paller AS. Atopic dermatitis and the atopic march.J Allergy Clin Immunol. 2003;112:S118–27.
37. Kondo H, Ichikawa Y, Imokawa G. Percutaneoussensitization with allergens through barrier-disrupted skinelicits a Th2-dominant cytokine response. Eur J Immunol.1998;28:769–79.
38. Fowler JF. Addition of non specific endogenous eccema tothe nomenclature of dermatitis. Arch Dermatol.2008;144:249–50.
39. Liu P, Zhao Y, Mu ZL, Lu QJ, Zhang L, Yao X, et al. Clinicalfeatures of adult/adolescent atopic dermatitis and chinesecriteria for atopic dermatitis. Chin Med J (Engl).2016;129:757–62.
40. Kanwar AJ, Narang T. Adult onset atopic dermatitis: Under-recognized or under-reported? Indian Dermatol Online J.2013;4:167–71.
41. Wollenberg A, Oranje A, Deleuran M, Simon D, Szalai Z,Kunz B, et al. European Task Force on Atopic Dermatitis/EADV Eczema Task Force. ETFAD/EADV Eczema task force2015 position paper on diagnosis and treatment of atopicdermatitis in adult and paediatric patients. J Eur AcadDermatol Venereol. 2016;30:729–47.
42. Chen JK, Jacob SE, Nedorost ST, Hanin JM, Simpson EL,Boguniewicz M, et al. A pragmatic approach to patch testingatopic dermatitis patients: Clinical recommendations basedon expert consensus opinion. Dermatitis. 2016;27:186–92.
43. Werfel T, Schwerk N, Hansen G, Kapp A. The diagnosis andgraded therapy of atopic dermatitis. Dtsch Arztebl Int.2014;111:509–20.
44. Romero D, Encabo B, Silvestre JF. Dermatitis atopica deladulto: un reto diagnostico y terapeutico. Piel. 2017;32:155–61.
45. Katsarou A, Armenaka M. Atopic dermatitis in olderpatients: Particular points. J Eur Acad Dermatol Venereol.2011;25:12–8.
46. Hernandez-Bel P, de la Cuadra J, Garcıa R, Alegre V.Dermatitis de contacto por proteınas. Revision de 27 casos.Actas Dermosifiliogr. 2011;102:336–43.
47. Silvestre Salvador JF, Romero-Perez D, Encabo-Duran B.Atopic dermatitis in adults: A diagnostic challenge. J InvestigAllergol Clin Immunol. 2017;27:78–88.
dulto: de la fisiopatologıa a la terapeutica (I). Piel (Barc). 2018. https://