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CONFERENCIA MAGISTRAL DEL CANCILLER RICARDO PATIÑO AROCA COOPERACIÓN EN EL ASIA PACÍFICO Quito, 13 de enero de 2015 [VOCATIVOS] Queridas amigas y amigos, El potencial –en muchos aspectos ya realizado- de una relación más cercana y dinámica entre los países que conformamos la Cuenca del Pacífico, a través de mecanismos más profundos, estables y consolidados de cooperación será el tema de mi disertación de hoy. Asimismo, también quiero ofrecer una serie de reflexiones sobre las experiencias del Ecuador en política exterior en los últimos años. Nuestro país, nuestro Gobierno, concibe la política exterior como una herramienta privilegiada para crear las condiciones idóneas para una cooperación al servicio de los pueblos, y también para la transformación de un orden internacional que, justamente, contribuya a materializar esa cooperación basada en la solidaridad, el 1

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Foro Asia Pacifico

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CONFERENCIA MAGISTRAL DEL CANCILLER RICARDO PATIO AROCACOOPERACIN EN EL ASIA PACFICOQuito, 13 de enero de 2015

[VOCATIVOS]

Queridas amigas y amigos,

El potencial en muchos aspectos ya realizado- de una relacin ms cercana y dinmica entre los pases que conformamos la Cuenca del Pacfico, a travs de mecanismos ms profundos, estables y consolidados de cooperacin ser el tema de mi disertacin de hoy. Asimismo, tambin quiero ofrecer una serie de reflexiones sobre las experiencias del Ecuador en poltica exterior en los ltimos aos. Nuestro pas, nuestro Gobierno, concibe la poltica exterior como una herramienta privilegiada para crear las condiciones idneas para una cooperacin al servicio de los pueblos, y tambin para la transformacin de un orden internacional que, justamente, contribuya a materializar esa cooperacin basada en la solidaridad, el respeto a la soberana de los Estados y los pueblos, y que procure el mutuo beneficio.El Ecuador no percibe al Pacfico como una barrera o un lmite que nos separa de Asia y Oceana, sino ms bien como un espacio comn que compartimos, del que nos nutrimos, y cuyo potencial debemos desarrollar en busca del beneficio colectivo de nuestros pases y nuestros pueblos.

El Pacfico, entendido y construido como esa rea de encuentro y de fortalecimiento comn, ser la zona econmica ms importante del mundo, en trminos econmicos y comerciales, en la prxima dcada. Los pases limtrofes con el Gran Ocano albergan aproximadamente la mitad de la poblacin mundial, y el 57% del comercio mundial, y estas cifras no harn sino crecer en los aos y dcadas venideras.1

Desde el punto de vista geopoltico, el mundo gobernado por la oposicin destructiva entre los dos bloques surgidos de las cenizas de la II Guerra Mundial dio paso, en la ltima dcada del siglo pasado, a un mundo unipolar, gobernado por el poder hegemnico de una nica potencia, sin parangn en el grado de desarrollo econmico, cientfico, militar y poltico. Sin embargo, el mundo posterior al del fin de la Historia, tal y como lo soaron los falsos profetas liberales, se perfila como un conglomerado de fuerzas fragmentadas, pero suficientemente importantes como para generar nuevas dinmicas regionales. Un mundo complejo y cambiante, donde la lgica del conflicto, an vigente, se canaliza a travs de formas nuevas de conciliar intereses y movilizar recursos, tanto por parte de los Estados como actores individuales, como de los nuevos bloques polticos y econmicos surgidos en las ltimas dos dcadas.Un punto de coincidencia extremadamente importante entre los pases que formamos el Foro Asia Pacfico es la necesidad de adaptar las instituciones de gobernanza mundial a las nuevas realidades polticas, econmicas y sociales de nuestro mundo. Todava hoy, la institucin central del orden multilateral por antonomasia, las Naciones Unidas, y en particular el Consejo de Seguridad, sigue funcionando de forma cerrada, imperfecta y viciada, impermeable a un reparto ms equilibrado y democrtico del poder entre pases y regiones. El Ecuador incluy, hace aos, la reforma del sistema multilateral como una de sus prioridades de poltica exterior. Y esa prioridad slo se vuelve ms acuciante y ms imprescindible con el tiempo. Una posible reforma, plenamente consecuente con lo expuesto ms arriba, sera dotar de participacin plena a las regiones del mundo, y no a los pases en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Y, por supuesto, eliminar el derecho de veto con que se invistieron los pases ganadores de la conflagracin global ms cruenta de la historia.

2Cuando los hroes de las independencias en nuestra Amrica quisieron construir una identidad Latinoamericana hacia adentro, a partir de una nica visin patritica, se encontraron entonces con una fuerza centrfuga que fragment y debilit la regin, y cuya tendencia atomizadora apenas hemos comenzado a revertir desde hace unos aos. Ahora, podemos decir que el xito de esta reversin es decir, el avance de los procesos de integracin en Amrica Latina y el Caribe- se ha convertido en la condicin necesaria (aunque quiz no suficiente) para garantizar el desarrollo cabal de nuestros pueblos y, por tanto, an sigue resultando imperativo para nuestro futuro construir una identidad comn genuinamente americana.Consolidar ahora este vendaval de identidad compartida en nuestro continente es vital. Pero, para consolidarlo, no solo se requiere de iniciativas hacia el interior de la regin, sino que debe generarse tambin una interlocucin comn hacia el exterior. Porque, como deca el filsofo francs Jacques Derrida, la identidad se construye, sobre todo, en el exterior constitutivo; en las fronteras del uno. Es decir, en la relacin con el otro diferente, y no tanto con el igual.Si bien los organismos e instituciones establecidos del orden multilateral son mbitos sujetos a reforma y modificacin, ste no es el nico camino para conseguir un dilogo poltico de alto nivel. El desarrollo de las dinmicas de integracin regional, en particular en la regin latinoamericana y caribea, han configurado un grado de interlocucin situado entre lo bilateral y lo multilateral: el nivel birregional.En ese sentido, el ao 2014 ha sido prolijo en iniciativas que, desde Suramrica o Latinoamrica y el Caribe, nos han acercado a otras regiones y pases que acumulan un peso poltico creciente. El primer encuentro entre Unasur y los Brics, ocurrido en julio pasado en Brasilia; el Foro Celac-China, constituido en la Cumbre de La Habana en 2014,; los encuentros entre Celac, separadamente, con Rusia e India, hace apenas cuatro meses en Nueva York, son algunos de los ejemplos de una nueva relacin basada en la cooperacin y la bsqueda activa de complementariedades. Estas nuevas iniciativas complementan a otras ya existentes, como el propio Foro Parlamentario que hoy nos rene, y avanzan en la construccin de un mundo efectivamente multipolar.El ao 2014 se cerr con un hito histrico para nuestro pas y para la regin suramericana. La inauguracin de la sede permanente de la Secretara General de la Unin de Naciones Suramericanas, Unasur, en Quito, potencia a este mecanismo de integracin social, poltica, econmica y comercial, que en apenas seis aos de existencia se ha constituido en la referencia suramericana a la hora de articular una coordinacin efectiva de polticas pblicas entre los pases de la regin.La presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, Celac, que el Ecuador asumir a finales de enero durante todo el 2015, pondr a nuestro pas a la vanguardia de la integracin de Amrica Latina y el Caribe. Asumiremos la enorme responsabilidad de conducir el sueo de unidad y emancipacin de nuestros libertadores, de los pueblos originarios, afros y montubios, y los proyectos colectivos de transformacin hacia una Patria Grande de unidad, paz, solidaridad y prosperidad.Asimismo, Ecuador ser el anfitrin de la Cumbre frica-Amrica del Sur, ASA, en los primeros meses de 2016, lo cual contribuir de forma sustantiva a fortalecer el dilogo birregional entre nuestras regiones.

Todos estos esfuerzos se engloban en dos lneas transversales de poltica exterior que ahora son deben ser prioritarias para la regin. En primer lugar, el fomento del dilogo y la relacin interregionales, que es una de las claves para avanzar en la coordinacin de polticas pblicas en la escala que exigen las actuales realidades geopolticas.

3La segunda lnea transversal es el fomento de una cooperacin Sur-Sur. Este mbito es extremadamente importante, no slo para eliminar dependencias y direccionamientos de la poltica interna por parte de los Estados o las organizaciones donantes hacia los Estados menos desarrollados, receptores de la ayuda en cooperacin. Tambin, porque ayuda a consolidar una lgica de cooperacin basada en la identificacin autnoma de las propias necesidades de los Estados y de los pueblos, y en el intercambio solidario de recursos, experiencias y saberes entre Estados del Sur.

Nuestra regin est orientando sus prioridades de cooperacin hacia los sectores de la ciencia, la formacin superior del talento humano, la adquisicin de tecnologa y la promocin de la innovacin. El desarrollo de estas capacidades es un factor crtico para incorporar al conjunto de la sociedad en una dinmica de progreso integral, cuyas sinergias permitan a los sectores productivos de nuestro pas insertarse en las cadenas productivas regionales e internacionales incorporando procesos y productos de mayor valor agregado. Todo ello es fundamental para superar la lgica primario-exportadora y el extractivismo como motores de crecimiento econmico.Por otro lado, la puesta a disposicin de nuevas herramientas productivas como, por ejemplo, las tecnologas de la informacin y la comunicacin-, permite la incorporacin de sectores econmicos tradicionales como los actores de la economa popular y solidaria- o sectores cuya presencia en el tejido productivo necesita del apoyo del Estado, como las pequeas y medianas empresas. Un excelente ejemplo de las posibilidades que nos brinda este nuevo tipo de cooperacin es la creacin del Centro Virtual Birregional para el Desarrollo de las Pequeas y Medianas Empresas, en el marco del Foro de Cooperacin Asia del Este-Amrica Latina- Focalae, que brindar capacitacin virtual y acceso a informacin sobre relaciones comerciales y dinmicas de mercado a pequeos y medianos empresarios de ambas regiones.

En esta lgica, otras iniciativas de cooperacin basadas en la creacin de redes de conocimiento, el intercambio docente en las reas de investigacin ciencia y tecnologa, son de una importancia medular. El Ecuador apoya la creacin de la Red Universitaria, un proyecto desarrollado en el marco de Focalae, y que debera aprobarse en este ao 2015.

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El desarrollo de las relaciones comerciales y econmicas es otro mbito clave para aprovechar el potencial de una relacin ms intensa y estrecha entre los pases limtrofes con el Pacfico.Si hay una condicin absolutamente necesaria para posibilitar un mayor volumen de intercambio comercial y financiero ms profundo entre Amrica Latina y el Caribe y el Asia del Pacfico, esa es sin duda el avance en la conectividad entendida sta en sentido amplio-. El dficit en infraestructuras en nuestra regin es an muy pronunciado, y ante la evidencia de que ningn actor privado podr movilizar los recursos necesarios para la construccin de autopistas, la apertura de lneas areas o martimas, de pasajeros o de cargo, o la construccin de redes de fibra ptica para el envo de datos, corresponde a los Estados y a las instancias supranacionales hacer o complementar ese esfuerzo.La reciente Cumbre Celac-China, celebrada la semana pasada en Beijing, supuso un importantsimo impulso para concretar esos avances. All, China comprometi una inversin de 250,000 millones de dlares, destinados a proyectos de inversin y de infraestructuras en los prximos 10 aos, as como un crdito especial para infraestructuras de 10,000 millones de dlares en la regin.De forma complementaria, es necesaria la concrecin de mecanismos alternativos de acceso al financiamiento internacional la llamada Nueva Arquitectura Financiera Internacional. Desde las crisis financieras del capitalismo que, desde los aos 90, impactaron a nuestras economas con especial virulencia, vimos necesario la institucionalizacin de prcticas y organismos que permitieran un acceso suficiente al crdito en particular, el productivo-. Hoy en da, en Suramrica, la puesta en marcha del Banco del Sur est ms cerca que nunca. Asimismo, continuamos avanzando hacia la constitucin de un Fondo de Reservas para la estabilizacin de nuestras economas. Dichas iniciativas, junto al Sucre, constituyen la base de la Nueva Arquitectura Financiera Regional

Iniciativas similares desarrolladas en el seno de los pases Brics como el Banco y el Fondo de Reservas de los Brics- muestran un alto grado de similitud y potencial complementariedad con los instrumentos creados en nuestra regin, y son un paso importante hacia la soberana financiera y la ruptura de la dependencia de las instituciones financieras internacionales.5

Esa cadena de dependencia que, en la regin latinoamericana y caribea, as como en otras muchas regiones del mundo, estuvo alimentada por la vigencia de los Tratados Bilaterales de Inversin, hoy se mantiene vigente gracias a un sistema internacional de inversiones que no fue construido para la consecucin de un beneficio equilibrado entre partes inversoras y partes receptoras de la inversin extranjera.En la dcada de los aos 90, el Ecuador firm 26 tratados bilaterales de inversin, entonces considerados como un marco jurdico que proporcionaba al pas el financiamiento necesario para acometer proyectos de inversin, y que permita a los inversores privados obtener rendimientos adecuados por su capital.

Despus de haber sufrido algunas consecuencias negativas de tales marcos de regulacin -por ejemplo, demandas arbitrales por supuestos incumplimientos-, el Ecuador puso en marcha un proceso para la realizacin de una auditora integral de los tratados bilaterales de inversin firmados hasta la fecha. Sus resultados, que se conocern en pocas semanas, determinarn hasta qu punto la firma de dichos tratados ha resultado beneficioso u oneroso para el pas.

Pero, independientemente de los resultados cuantitativos de los TBI, el Gobierno del Ecuador ha determinado la profunda injusticia, la perversin intrnseca del sistema internacional de proteccin de inversiones. Los centros de arbitraje para la resolucin de controversias, que usualmente estn ubicados en los centros financieros del mundo desarrollado, muchas veces se constituyen en foros de injusticia e indefensin para los Estados del Sur, y son el soporte que sostiene un expolio continuado por parte de las empresas transnacionales.La experiencia del Ecuador en este sentido es traumtica y costosa. Al aberrante fallo emanado del Ciadi en el caso OXY-Occidental contra el Ecuador, por el cual el Ecuador debe pagar a una empresa incumplidora de un acuerdo de explotacin una elevadsima cantidad de dinero, se suma un proceso arbitral impulsado por Chevron-Texaco contra el Estado ecuatoriano, y que ha iniciado con vicios de ilegalidad manifiesta. Este caso es especialmente sangrante teniendo en cuenta que, durante casi tres dcadas, Chevron-Texaco provoc el mayor desastre ambiental de la historia, que adems, lejos de ser accidental, fue provocado a sabiendas, ya que la compaa utiliz tecnologa obsoleta por ahorrar unos cuantos dlares.

Veinte aos despus de que los grupos de afectados plantearan su demanda, y ya con una condena en firme contra Chevron-Texaco, la compaa se niega a asumir su responsabilidad, y se rehsa a pagar los 9,500 millones de dlares estipulados en la condena, y pretende, a travs de un juicio ilegal, que sean los ciudadanos ecuatorianos los que paguen la contaminacin provocada por ellos.Este es un problema de escala mundial, que afecta a un buen nmero de pases en desarrollo. Privados de una capacidad suficiente para poder defenderse en las instancias de arbitraje trucadas, se ven obligados a despachar compensaciones millonarias para evitar males mayores: ser considerados como parias y verse fuera del acceso a los mercados financieros internacionales o a las inversiones privadas de actores econmicos del Norte.La construccin de un sistema ms justo y equitativo debe basarse en una nueva relacin entre el capital transnacional y los Estados que permita una distribucin equilibrada de los beneficios de la inversin extranjera entre inversores y Estados del Sur. Una herramienta importante para lograr una efectiva coordinacin entre pases en desarrollo es el Observatorio del Sur. Este organismo, emanado de la Conferencia de Estados Afectados por Intereses Transnacionales, tiene por objetivo proporcionar el conocimiento especfico y la experticia legal y tcnica para permitir a los Estados no slo acometer con mayores garantas su propia defensa legal, sino tomar las decisiones adecuadas respecto de la firma de TBI, decisiones de inversin y modalidades de contratacin para, por ejemplo, la explotacin de sus recursos naturales.

La dolorosa experiencia de Chevron-Texaco y su huella de muerte y destruccin en el Ecuador es testimonio de una falencia grave en los sistemas regionales y universal de proteccin de los derechos humanos. Mientras que, de ordinario, son los Estados los actores sujetos a escrutinio por parte de dichas instancias de proteccin y promocin de los derechos humanos, algunos de los violadores ms severos de dichos derechos son, precisamente, las empresas transnacionales. Para revertir esta odiosa situacin de impunidad, el Ecuador ha promovido la aprobacin, en el Consejo de Derechos Humanos de Ginebra, de un instrumento jurdico vinculante que atribuya responsabilidades a empresas transnacionales en el caso de que stas violen derechos humanos en el ejercicio de su desempeo. Dicho proceso, que fue acompaado por un amplsimo acuerdo de los pases del Sur, cont tambin con el apoyo de 500 organizaciones no gubernamentales que luchan por la promocin y la proteccin de los derechos humanos en el mundo.6

Es, quiz, en el mbito de los derechos humanos donde el Ecuador, en el contexto regional y global, ha hecho los avances ms significativos. No slo en su proteccin efectiva, sino en la promocin de un sistema econmico, social y cultural respetuoso de dichos derechos, centrado en la promocin de los DESC (Derechos Econmicos, Sociales y Culturales). Hoy, hemos avanzado de manera importantsima en la erradicacin definitiva de la pobreza y la pobreza extrema en el Ecuador, pero tambin el analfabetismo, la mortalidad materno-infantil, los indicadores de desarrollo humano son los resultados tangibles de una opcin clara por una cultura de defensa de la vida, de la asignacin de recursos a proveer a la ciudadana de los servicios pblicos bsicos necesarios para tener una vida digna y desarrollar plenamente sus capacidades.

En el mbito de la promocin de los derechos humanos, la movilidad humana ocupa un lugar predominante en el mbito de la poltica exterior ecuatoriana. [HACER REFERENCIA AL TEMA DE LA CIUDADANA UNIVERSAL]6Sin duda, algunos de los retos ms complejos que afrontamos como sociedad global se contienen en las amenazas a la paz y seguridad regional y mundial. Debemos afrontar, cotidianamente, nuevas amenazas que se ciernen sobre nuestros Estados y nuestros ciudadanos. Para ello, en ocasiones es preciso coordinar esfuerzos con otros pases, en aras de lograr la eficacia necesaria para contrarrestar las acciones de actores no estatales, que plantean amenazas difusas.La regin latinoamericana y el Caribe, durante mucho tiempo, tuvieron sus capacidades de defensa subrogadas. En una renovada lgica de dominacin, nuestros pases se vieron sometidos a los intereses hegemnicos de los Estados Unidos que, inmersos en una disputa hegemnica con la Unin Sovitica, idearon tras la II Guerra Mundial un proyecto de seguridad hemisfrica. Algunos de los mecanismos que surgieron, en medio de ese proyecto, no sirvieron a los fines de proporcionar seguridad y paz a nuestra regin. Un buen ejemplo de esto fue el Tratado Interamericano de Asistencia Recproca, o TIAR, un acuerdo promovido por los Estados Unidos para asegurar que cualquier pas de la regin pudiera asistir a otro que estuviera sometido a una amenaza externa. En la prctica, este instrumento no sirvi para esos fines. Antes bien, se convirti en un mecanismo de control y de represin, al servicio de un proyecto poltico e ideolgico para nuestro continente.

El Ecuador abandon el TIAR en el ao 2013, y fue uno de los pases que, en el seno de la Unasur, abog ms decididamente por la creacin de nuevas capacidades de defensa y seguridad, bajo el control ahora de los pueblos y los Estados, y no al servicio de intereses hegemnicos. Esos esfuerzos se han traducido en la creacin del Consejo Suramericano de Defensa en el seno de la Unasur. Este Consejo fue ideado como un mbito de relacionamiento y dilogo entre los ejrcitos y las instancias gubernamentales encargadas de las tareas de defensa y seguridad de los Estados, Ahora, ejrcitos antao enfrentados coordinan sus estrategias para afrontar las amenazas comunes, lo que nos ha permitido generar una nueva confianza, que es la clave para la consolidacin de la paz en la regin. Asimismo, frente a la forma de actuar de muchos pases y ejrcitos del Norte, se ha implantado una nueva metodologa para transparentar el gasto militar en nuestra regin, lo que impedir que la guerra se convierta en un negocio, uno de los ms macabros, donde el rendimiento econmico se alimenta del horror y la destruccin.Latinoamrica es hoy, precisamente, una regin de paz: no existen conflictos blicos entre pases o pueblos hermanos en nuestro continente. A diferencia de otros lugares en el mundo Siria y Oriente Medio, Ucrania, frica Occidental son tristes ejemplos-, donde la dinmica de la confrontacin, la presin poltica y, en ltimo trmino, la intervencin militar externa se imponen como forma de resolver las disputas entre las partes. En muchas ocasiones, sabemos que la intencin de la intervencin no es la resolucin del conflicto, sino el control del territorio, la disposicin de los recursos naturales del pas cuya soberana se violenta. Lo hemos visto en demasiadas ocasiones.

Nuestros pases, sin embargo, abogan por la resolucin pacfica de esos conflictos, el respeto irrestricto al derecho internacional y a la soberana de los Estados, y al fomento de una cultura de paz. Consideramos que ste es un logro fundamental de una dinmica de dilogo, de un verdadero multilateralismo, de un mundo donde exista un equilibrio entre los polos de poder.

Nuestro pas tambin es consciente de que la proteccin y la seguridad que proporcionamos a nuestra ciudadana, y a nuestro Estado, no debe ser a costa de las libertades y los derechos fundamentales de las personas. El Ecuador ha condenado firmemente los episodios de espionaje y los planes sistemticos de vigilancia masiva contra la poblacin mundial, llevados a cabo por ciertos Estados del norte. Ahora, despus de la masacre ocurrida en Pars la semana pasada, que constituy un gravsimo atentado contra la libertad de expresin, renace el discurso que aboga por restringir la libertad y los derechos a cambio de mayor seguridad. La experiencia nos demuestra que ste es un falso debate, y no debemos permitir que una agenda basada en el control de las comunicaciones, la observacin indiscriminada de los mbitos privados de las personas, la violentacin de su intimidad, siga consolidndose.

7En ocasiones, las amenazas que confrontamos individualmente, como Estados, o colectivamente, como regiones, no provienen de actores en s -sociales, polticos o econmicos-, o de grupos de actores organizados. Quiz, la amenaza ms temible para nuestra especie como tal, es la que resulta de los devastadores efectos del cambio climtico. Los pases unidos por el Ocano Pacfico tenemos en comn la problemtica que se deriva de los efectos del calentamiento global sobre los ocanos. NO slo los pequeos Estados insulares estn amenazados: cualquier pas con un kilmetro de costa podra verse amenazado por la subida del nivel del mar, o por los cambios en la climatologa, con conocidos efectos catastrficos.De nuevo, una autntica voluntad de afrontar el problema con decisin, sin la miopa de estar velando slo por los intereses particulares, es una condicin necesaria para disear colectivamente las posibles soluciones a una problemtica tan compleja. El resultado de la reciente reunin de Lima, si bien no respondi a las altas expectativas que haba generado, supone un paso adelante que permite mirar con cierto optimismo la prxima Cumbre de Pars, donde se juega gran parte del futuro de nuestro planeta. Queridas amigas y amigos, compaeras y compaeros,

los avances que se han materializado a travs de la cooperacin entre los pases de la Cuenca del Pacfico son mltiples, algunos de ellos muy importantes. Pero queda mucho por hacer. El potencial de dicha cooperacin es inmenso, y en su mayor parte, an pendiente de materializar. Los principios y anhelos que compartimos, el afn por proporcionar a nuestros pueblos, y a las futuras generaciones, un nivel de bienestar ms elevado, unas condiciones de vida y la posibilidad de realizacin como seres humanos, como comunidades, es el horizonte que debe guiarnos.

El Ecuador, tras apenas 8 aos de Gobierno de la Revolucin Ciudadana, ha cambiado radicalmente. Hemos descubierto que los grandes problemas que aquejaban al pas no eran problemas de ndole tcnica, sino fundamentalmente poltica. Es necesario tomar decisiones arriesgadas, es necesario reordenar las prioridades, poner al ser humano primero, antes que al capital. Dotar a nuestros Estados de las capacidades necesarias para proveer, de forma estructural, los servicios pblicos que permitirn a los ciudadanos gozar de salud, educacin, alimento, vivienda, recursos para producir, para mejorar progresiva e irreversiblemente sus condiciones de vida. Pero tambin, para formar a nuestro talento humano con calidad y excelencia, construir las infraestructuras para generar, de forma estable, conocimiento cientfico y tecnolgico orientado al progreso, al desarrollo sostenible.

Estamos prestos para compartir nuestras experiencias y aprender de las suyas. Y, por ello, celebramos la ocasin que hoy nos congrega. El camino que nos queda por delante es largo, pero a buen seguro, ser en el mejor inters de nuestros pueblos.

Muchas gracias. PAGE 1