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i l€S MEDICS Y EL FIN unideá EN INDISOLUBLE LAZO C OSA es esta, de la relación entre los medios y el fin, casi olvidada por demasiado sabida, sobre la que nada diria- mos a no ser que en estos tiempos de confusionismo, no se viniese constantemnte sacando a colación, eso de que, «la fuer- za d e l a s circunstancias obligan a usar métodos diferentes» pre- tendiendo que no por ello sufre ningún quebranto la finalidad perseguida. Sólo en la medida que tales teorías pueden perjudi- car la formación de los jóvenes, estamos interesados en actua- lizar el problema, aportando algunas precisiones que, aunque no tengan ninguna originalidad, son fundamentales para esa mis- ma formación. Bajo el pretexto de combatir un doctrinarismo que, como tal, somos los primeros en condenar p o r l o q u e d e dogmático y ne- fasto tienen todos ellos para el libre edesarrollo de la inteligen- cia de los hombres y el progreso de los pueblos, se vienen colo- cando en primer plano, elevándolas al «sumun», la ((fuerza y l a importancia de las realidades de la hora» que aconsejan el cam- bio de métodos de acción a cada paso, cayéndose por consecuen- cia, puede q u e d e forma inconsciente, en un doctrinarismo más dogmático, por lo'que en sí encierra de falso y engañoso, e n u n doctrinarismo tejido de circunstancias, aceptadas como verdades inconcusas. Y eso, naturalmente, nos negamos a admitirlo. Porque, cuan- do a las circunstancias se está sujeto, cuando de éstas h a n d e depender los métodos de acción, n o h a y posibilidad de perse- guir una finalidad determinada y preconcebida. Porque es que, la finalidad a alcanzar está tan asociada a los medios que para ello se ponen en uso, que sólo de éstos depende su consecución. Si se usan medios diferentes, es diferente también el fin a que se llega. Y así como en el mundo material y geográfico no es posible llegar a determinado lugar marchando por derroteros opuestos al mismo, tampoco en sociología es posible alcanzar determinada finalidad haciendo uso de medios discordantes con ella. Pero h a y m á s todavía; y es, que los medios utilizados para conseguir cualquier finalidad, constituyen por internos la finalidad misma. Si se usan medios autoritarios, por ejemplo, podrá decirse que se desea alcanzar lo que se quiera, pero hacia donde/ se camina indefectiblemente es hacia el ejercicio permanente de esa misma autoridad cobijada bajo cualquier apelativo-, haciendo uso de medios inmorales, puede decirse igualmente q u e s e persigue esta u la otra finalidad, pero hacia donde se marcha invariablemente es hacia la degeneración hecha ley y costumbre-, y así sucesiva- mente en todos los aspectos de la vida y de las cosas. Una organización será siempre fiel reflejo de la contextura moral e ideológica de los hombres que la compongan, y el con- junto de la sociedad, reflejará contextura moral © ideológica de los hombres y organizaciones que la constituyan. De igual forma, pues, los medios utilizados en la vida diaria o en la lucha por cualquier causa, por hombres u organizaciones, reflejarán exactamente la finalidad, oculta o idesvelada, hacia la que se di- rijen. Lo que se realiza cada día, en todo momento, es lo que cuenta en cuanto a la consecución d e l a finalidad. Lo que se dice o teoriza, sólo cuenta en razón del respaldo que de los he- chos recibe, y cuando estos no concuerdan con ella, pierde todo crédito y todo valor; hace camino diferente del que manifiesta. He ahí la diferencia, n o d e forma sino fundamental, que nos separa de los reformismos circunstancialistas y claudicantes. Con los medios y el o b j e t i v o —• nos resistimos a hablar de fin puesto que nuestras ideas no lo tienen, y marchan siempre hacia el progreso constante —, íntimamente unidos, aun a true- que de ser tildados de doctrinarios, será como únicamente lle- garemos a dar cima a nuestros queridos ideales. En torno al problema ibérico ALGO SIN CONCRETAR - Apuntes deshilvanados - 5.—Lo español y la muerte Se ha dicho que la muerte es una cosa de hombres. Por lo que a España atañe siempre ha vis- to a la parca con resuelto desa- fío. Quizás sea Machado—el de las soledades de Soria—quien haya oteado ese aspecto, con sin- gular y breve profundidad, por cuanto hace exclamar al simpá- tico Mairena: «...que la súbita desaparición del señorito y la no menos súbita aparición del seño- río en los rostros de nuestros milicianos sean dos fenómenos concomitantes, que tengan como causa común la presencia de la muerte en los umbrales de la conciencia humana...» Se trata de una fría decisión de morir por algo. Lo que inte- resa es que esa muerte sea fruc- tífera y que ese «algo» sea real, positivo, beneficioso, es decir una consecuencia lógica del desafío trágico. Quiero hablar de «nues- tros» muertos ahora. Con relación a esto, a veces, pienso en el silencio fecundo de la muerte en los campos españo- les; me parece percibir un extra- ño aleteo en los campos, caña- das y montañas de España don- de yacen los restos disueltos y hermanados con la tierra que les dio el ser y solo acierto a repro- ducir unos sencillos y dramáti- cos versos de Jhon CMc.Crae: «Nosotros no dormiremos, aun- que las amapolas florezcan en los campos de Plandes...» A estas fechas McCrae debe saber que los muertos de las dos últimas guerras fueron defrau- dados; temo que en los muertos de Espaa surja la misma recri- minación. Solo me queda la esperanza que muchos españoles hayan percibido, como yo, la vibración silenciosa de esos campos, caña- o4dol¿6 <76ez.nández das y montañas españolas. Eso caigo» que traspone el océano e invade nuestras neuronas; ese «algo» que tiene un todo de sue- ño "y un todo de realidad. Y no olvidemos que hacer Es- paña es una labor de españoles, de muchos españoles, a los cua- les debe de importarles un bledo lo que piensen al respecto yan- quis, ingleses o rusos. No, no es una aberración. Ya es hora de que ellos estudien lo que noso- tros pensemos. Sólo así cesará la vibración silenciosa de que hablaba en párrafos anteriores. 6.—«Destellos geniales no intuidos...» ¿Qué es España, pues...? Es—a nuestro entender—un vasto conglomerado de hombres biológicamente equipados para lograr una comunidad social no- tablemente justa. Su innato sen- tido justiciero; la firme moral que preside la vida española, donde la conciencia ocupa lugar preponderante; los destellos ge- niales no intuidos por otros gru- pos humanos en cuanto al por- venir de la Humanidad se refie- re, dan a España una situación de posible e inminente preemi- nencia, que contrastará notable- mente con el actual estado de somnolencia y tiranía en que se encuentra. Existe «solera»; hay materia, tenemos «sustancia». España es- pera la concreción. p OfSis \ é*j¿cun& d& la ROUTE, hebdomadaire de la <J1. £.&./?. en <Jicanee Año VIII Precio 15 francos 35J¿ Martes 18 de Noviembre de 1952 t&lceccién paca la Cetceápondenciai Administración Redacción M. Boticario - 4, rué Bellort, Toulouse - K - Mejias Peña 1>aia ait»é (únicamente): j2ui¿ cScé C. C. Postal N- 267-48 Toulouse (H(e-Gne) PRECIO DE LAS SUSCRIPCIONES: 3 meses: 195 frs. — 6 meses: 390 frs. — 1 año: 780 frs. ótt Leí <3¿ptaña ftanquiáta La INSTRUCCIÓN MILITAR da la aáeuela pzimacia Aunque constantemente nos llegan las calamidades materiales, que en Es- en antecedentes de los medios de en- noticias de las miserias, cada día ma- paña sufre la juventud, o más bien la señanza—o desenseñania—, utilizados yores a que, tanto en lo material co- infancia, bastaría con reproducir la fo- en Jas escuelas primarias de la España mo en lo moral, se ve sometido el tografía de cualquiera de estos niños, oscurantista. pueblo español, hemos concentrado comparándola con otros de su misma H e aqui el relato que nos hacen: nuestra atención por hoy, en un hecho edad residentes en este país. Pero esto «Los niños de las escuelas primarias, harto significativo que recientemente solamente reflejaría el lado material bajo la coacción de una entrega de ju- nos ha sido relatado. que, aunque importante, no lo es tan- guetes que nunca llega, son constante- Hace solamente unos días han vLsi- to como el moral, y es éste el que nos mente invitados a ingresar en las or- tado nuestra Redacción dos muchachos induce a trazar estas líneas. ganizaciones de jóvenes falangistas en que acaban de llegar del «paraíso En la conversación rápida que con las que se les embrutece, no ya sólo franquista». Para poner en evidencia ellos hemos sostenido, nos han puesto por las horas d e clase que con ello se ¡es hace perder, sino también por las C. O. ATI AS topos, que no otra cosa se les puede llamar. Si hubiese un nuevo 19 de julio, se encontrarían muchos conven- tos en España como el de Keratea. Y no hablo a humo de pajas. En mi po- der tengo una carta, recibida hace po- cos días, por la que me entero del des- ' l e "edad zvtmzzdTmoríZ 7 ° ° * u e ac,ú f, al S u " o s ;P* dlcs de la lgesia» española, y de la com- (Pasa a la página 3.) BAJO EL SIGNO DE LA CRUZ Repasando los periódicos franceses la moral católica en sus intimidades. Y durante Ja pasada semana, ha ido a hoy, gracias a Frííi'co y n la compla- parar mi vista a una foto y un título cenefa de todo el mundo con él, nues- que han llamado poderosamente mi tro país es víctima de esos cuervos, o atención. La foto representaba dos mon- jas entrando en un tribunal, y el tí- tulo decía: «Un extraño convento». En cuanto a la explicación, por su breve- dad y sumo interés, considero que os digna de transcribir para que los que- ridos lectores de RUTA juzguen por si mismos. Dice así: «Era en verdad un extraño convento el de Keratea, cerca de Atenas... Las pensionarías pronto... Y mucho más de prisa las que hacían testamento—sobre todo si representaba una regular fortuna—en favor del convento. En cuanto a las Jóvenes... eran secuestradas en los só- tanos, donde servían de juguetes a los frailes de un cercano establecimiento. La madre superiora, Miriam, asistía fon gran placer a las orgías... y no de», deñaba el participar en muchas oca- siones. Robo y alcahuetería hacían par- te de la tradición del convento desde que la superiora y la hermana admi- nistradora, Effrosini, en 1947, tomaron en su mano los destinos del convento. Un convento que podría escribirse en- tre comillas para señalar su género tan especial. En cuanto a los frailes, de- ben pensar, dentro de sus celdas, en aquellos tiempos felices donde su «co- lega» les ofrecía chicas jóvenes para -u servicio...» Otro escándalo que ve la luz del d'a..., entre los muchos que no la ve- rán jamás. Ya en España, durante la revolución, tuvimos ocasión de apreciar costumbres que adquieren mediante los ejercicios que se les hacen realizar. Los muchachos—continúan diciendo nuestros informantes—, son divididos en jerarquías, las que distinguen con los nombres de flechas y cadetes. Los primeros, significan ser soldados rasos y entre los segundos se dividen las distintas categorías de jefes y oficiales. Se les incita a éstos a tratar a «cacha- rrazo limpio» a sus inferiores, y en el campo de operaciones, donde les sa- can cada día, les hacen realizar ver- daderas operaciones militares, recibien- do una «instrucción» militar de las más completa»! tatMÉHB Yo mismo—nos dice el más jovenci- llo de nuestros informantes, que no cuenta más de once años de edad—, he participado con todos los niños de mi, escuela, entre los que había algu- nos de ocho años, a verdaderas ope- raciones militares, con despliegues en guerrilla, toma de posiciones enemigas, etcétera, usando para ello fusiles, no de juguete sino auténticos, lo que produ- cía entre nosotros constantes enfren- tamientos, también auténticos. Tal es en síntesis el relato que estos (Pasa a la página 3.) I BU ID HUMOR EL COLMO DE LA CORTESÍA En cierta ocasión, un grupo de tra- bajadores atravesaba una ciudad del mediodía de ''rancia en camioneta descubierta y bajo una lluvia persis- tente. Para ahuyentar el mal humor, saludaban con gritos y signos inco- herentes a los escasos y huidizo» transeúntes. Al llegar a una travesía, dos ciclis- tas, viniendo de direcciones opuestas, sorprendidos por griterío tan inusi- tado, quedaron mirando a los ocu- pantes de la camioneta por unos ins- tantes, hasta que sus vehículos en- traron en colisión, cayendo al pavi- mento en desconcertante revoltijo. Al incorporarse, en lugar de apos- trofarse como muy bien hubiesen po- dido hacer dos españoles, .dirigiéron- se el uno hacia el otro, cojeando el más joven y con un chichón en la frente el que parecía más avanzado en edad, y, tendiéndose la mano al unisono, se las estrecharon, al tiempo que decia el más locuaz o ingenioso: —Mon ami, enchanté de taire votre con na lasa n«* CRITERIOS EL RITMO VITAL. Que no se nos venga con pruritos de y reflujo no concebimos el nivel. Ni cho de unos cuantos vejestorios que pureza. No entonamos cánticos a la aceptamos el aplomo mediante punta- nos gobiernan. virginidad sexagenaria. Respetamos la les carcomidos y crugientes. Preferimos Y lo grave es que de sus correrías inocencia, esto sí. Pero como fruto pre- derruir y empezar de nuevo. juveniles ya no se acuerdan. De ahí coz. Racimo en agraz, no nos tengas El aumento más sano está lleno de que tras no seguimos, nos persigan in miedo. Para seremos próvidos rayos insanidades. El más sintético y nutriti- comprendemos. febeos, manantial irrigando el pie de vo, de partículas inasimilables y des- En nuestro mundo se amontonan las la cepa materna. Te respetamos en ver- perdicios. Una buena digestión, como basuras y las inmundicias endémicas, de porque ávidos aguardamos tu ma- S7\i » J s~n originando epidemias. Y es nuestro pu- durez vitaminosa. póZ ( /)LaCld0 <J}ZaiM% dor quien impide el evacué median- No tememos la impureza. Más: nos cua lq U.e ra 0 t ra gestión, depende del ^i con cierto afán nos habéis mós tienta. Sabemos que la experiencia es balanc e equilibrado de lo ingerido y el mejor filtro de la vida. Gastarla pro- de ¡ () evacuado . digamenfe en depurarla, es nuestro le- La c ; rcu : acion sanguínea, con su do- ma; labor favorita que acometemos con b]e circuito arte rial y venoso, es una nuevos bríos y esforzado empeño. Só- prue ba irrefutable de cuanto apunta- demostremos, con las mismas ventajas lo entra apuros la concebimos, la ver- mos p orque , a cangre pesg a s u com . el nuestro dadera pureza. posición sintética, está también llena El aire más puro está lleno de raías- de impurezas y residuos inaprovecha- ma?. Ya podéis subir a las más gélidas bles por el inmenso sistema celular y altas crestas, y bajar a las limas más De ahí la necesidad de un buen fun- recónditas del planeta. Varían las dosis, cionani:ento g l an d u ]ar para graduar v es todo. Más o menos oxígeno o ni- vertir ingredientes apetitosos en el lí- trógeno, mas o menos vaho, mayor o quido nutritivo . y la )ust:ficación d e l a menor numero de m.crob.os, componen , abor de , Qs r¡ñones eR ^ f.,_ ' " " ... tros, que no solamente regulan la ten- Y por temor a gases y ácidos, o a sión osmótica d e ]a ^ sino los agen es infecciosos que por doquier dosifican sus sa]es pululan, no vamos a renunciar al vi- tal resuello, ni a ningún avance vital N o na v combustible sin desperd'cio. pese a los posibles retrocesos. Tod o moto r que consume necesita tu- bo de e cape. Consumir es echar hu- j ¿ 1 ¡ERA * ue los generales Con la elección del general Eisenho- p(fC C PA^KA wer, los EE. UU. siguen el ejemplo " '^ de las naciones regidas por un militar, cando violentamente a los demócratas Desde el generalísimo Stalin hasta y acusándoles de inmoralidades admi- Mahomet Naguib, pasando por tVitc% nistrativas y de corrupción. Como es- Franco y Perón, vemos cómo las es- natural, los demócratas han contra- trellas, galones y entorchados han ido atacado vigorosamente empleando los escalando los altos sitiales det la jerar- mismos argumentos de sus adversarios, quia estatal. Ahora le ha tocado el tur- pero en sentido contrario. Sus tiros fue- no al país de los bandas y de las es- ron dirigidos en particular contra el trellas. Que un país considerado como candidato republicano a la presidencia, uno de ios bastiones de la democracia acusándole de haber recibido subven- elija como presidente a un general, es ciones particulares para financiar su una prueba más de que el mundo va propaganda electoral. El candidato ácu- ea camino de convertirse en un inmen- sado se defendió en el transcurso de so cuartel, si antes no surge de alguna una emisión televisada de lo que él parte una revolución salvadora. calificaba de viles calumnias. Hacia veinte años que los republi- Nada más fácil que criticar los erro- canos no tenían en sus manos la pre- fes y equivocaciones de un adversario, sidencia de los EE. UU. El mandato Lo más difícil es hacer las cosas me- del último presidente republicano, Hoo- i°r que el criticado, ver, no fué muy acertado. Sin contar El alborozo que la elección de Eise- los numerosos escándalos que estalla- nhower ha producido en los medios ron durante su ejercicio presidencial, reaccionarios del mundo entero es un la gran crisis de 1929 fué el golpe de indicativo de lo que w espera del gracia asestado a la hegemonía repu- nuevo presidente. Que el Vaticano y la blicana. La caótica situación social que España franquista, entre otros, consi- caracterizó aquel periodo, con su se- deten de buen augurio su elección, es cuela de paso forzado y marchas del motivo más que suficiente, para des- lumbre, favorecieron la ascensión al confiar del general. Pero sus más re- poder del partido demócrata impulsa- cientes acciones nos lo muestran baio do por F. D. Roosevelt. Este, para re- su verdadera personalidad para que mediar aquella situación puso en prác- nadie se llame a ensaño, tica su política del «New Deal». Sus últimas declaraciones sobre los Los republicanos han tenido que sentimientos religiosos del pueblo fran- echar mano de un hombre que, en cier- cés y su supuesta degeneración, han to modo, estaba al margen del partido, producido muy mal defecto. Sus dis- Eisenhower tenia la simpatía de una cursos electorales son una repetición gran parte del pueblo, como lo de- de lugares comunes, que no tienen muestra *u triunfal elección. A su la- ningún valor. Su nacionalismo exaltado do, Taft hace figura de un empleadi- y su anticomunismo rabioso le valen lio de quinta categoría. Le falta la la simpatía y el aplauso de los reac- arrogancia y ¡a desenvoltura que tiene cionarios de toda laya que pululan en el general. No cabe duda que la con- cada país. Detrás de Eisenhower están vención republicana, al designar a Ei- los grandes «truts» y empresas capita- senhower como candidato oficial estu- listas partidarias de medidas antiprn- vo bien inspirada. El resultado de las gresivas y antiobreras elecciones ha demostrado que los con- Eisenhower ha especulado con el de- cencionales no andaban equivocados. seo que tiene el pueblo americano de ¿Qué política seguirá ahora el fia- que acabe la guerra de Corea. Parece monte presidente? Esta es la pregunta como si tuviera en sus manos una ¡fi- que en estos momentos se hace mu- muía mágica para conseguir que re- cha gente. Los republicanos han des- nazca la paz. Sin embargo, su h>jo arrollado su campaña electoral criti- John, comandante en el frente core-a- no, ya ha declarado que el viaje de su padre no podrá arreglar gran cosa El tiempo dirá si los que ven en Eisenhower un hombre de mano férrea tienen razón. A pesar de todas su< complacencias con los regímenes dic- tatoriales, 'los demócratas aún habían sido acusados de ser demasiad; tili^s cun los elementos subversivos. Hacía falta un hombre duro, despojado de escrúpulos, capaz de llevar a cabo una política enérgica. El capitalismo ame- ricano cree haberle encontrado. Sin embargo, si Eisenhower, mal aconsejado, se lía la manta a la ca- beza y quiere actuar a sangre y fuego, tropezará con muchos obstáculos. Los ingleses, por ejemplo, no quieren en- frentarse con la China comunista. Mís- ter Edén va a pedir explicaciones a los americanos sobre sus intenciones en Extremo Oriente. Más allá del Yulú no quiere el gobierno británico que se tire un tiro. Al menos por ahora. ¿Qué ocurrirá si los americanos bombardean Manchuria? O por el contrario, ¿no seguirán la misma táctica de ahora pa- ra que los chinos no se enfaden del todo? te cloacas y exutorios eficientes, trado vuestro aventajado mundo por la ventana, dejadnos las puertas abier- tas para que no otros hallemos y os Nos enseñasteis, forzándonos muchas (Paas a la página 3.) El ritmo de la vida es esto: aspirar . ,, . _, , . m °; reduciendo a escoria v cenizas la y respirar; sin ello expiraríamos rápi- damente. Y así es, en todos los terre nos. de exigente e te movimiento de dualidad aparente. Nada tiene de po- sitivista quien no acepte eso. Las células necesitan sangre oxige- nada para vivir. Pero precisan, y no menos, expeler gases residuales so pe- na de asfixia inmediata. Nada nos di- cen las aguas quietas, estancadas, en materia combustible es como se ob- tiene la energía y el calor. No hay hos- tia, por muy sacra que sea, que no contenga materia excremental, ni cla- rete divino sin heces. Y siendo la juventud la época de mayor metaboliímo, redimamos en todos los órdenes vías expeditas, para consumir y consumar, para gastar y descomposición permanente. Las que- P roducir - Me )°r ^ . el mmovihsmo remos vivas, saltando y brincando por "Reñido por trad:c:ón, son preferi- encima de peñascos y breñas, desbor- bls s la s crisi s convulsivas; por ellas al- dando márgenes y minando el arenoso canzaremos el criterio y el sentido crí- subsuelo, todo menos verlas en tranco ^ce- de muerte; las olas encrespadas del ru- Morimos de anemia, pero producida giente océano nos agradan; desafiamos por restreñimiento y restricciones in> el msrao las martas. Sin asta flujo puestas por el empaque y el «npa- que tan poblada se encuentra franqui- landia. **• Harvey Me Kinney, residente en el Estado de Kmtucky, ha sido multado por habérsele encontrado en estado de embriaguez en la vía pública. Al no te. ner medios para hacer efectiva la mul- ta, se le obligó a barrer las calles hasta ganar su importe; mas, al poco de ini- Ciento seis miembros de la policía ^ ¡a faena encontró un billete de popular alemana de zona soviética, )°° dól ¡" eS ' ahan ¿ on ando acto seguido la escoba. Pagada inmediamente la multa y la de otro compañero de infor- tunio, se adentró en la taberna más han desertado en el curso de la semana pasada de sus filas, refugiándose en Berlín-Oeste. Entre eUos figuran algu- nos comisarios. La mayoría de ellos pr6xi hast ^ar fin con los cuartos han declarado que no podían sopor- qUe . le W eda *> an - ? k ac «°n de la tar por más tiempo las dosis de doc- ""*"»; como * s fe Su P oner > wlv Í ó trina comunista que cotidianamente a em P zar ' ttn K En Londres ha sido detenido por la policía un ciudadano, por no haber que- En la Coruña, ha sido descubierto rldo guardar silencio durante el ri- un cuervo que pronuncia palabras in- tual minuto de mudismo, dedicado a teligibles, cuyas preferencias lingüís- los muertos, en las ceremonias cele- ticas son las locuciones de «tonto», bradas en el día «du souvenir». Y ade- «grosero» y otras parecidas. El cuervo más, porque las palabras que articuló «Pascual», así lo han bautizado, está en ese momento, furon demasiado si- haciendo honor a sus homónimos de gnificativas e insultantes, atreviéndose rana humana, no menot negros, de los a gritar *Heil Hitler».

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l € S MEDICS Y EL FIN unideá

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INDISOLUBLE LAZO CO S A es e s t a , d e la r e l a c i ó n e n t r e los m e d i o s y el fin, c a s i

o l v i d a d a po r d e m a s i a d o s a b i d a , s o b r e l a q u e n a d a d i r i a ­m o s a n o se r q u e e n e s t o s t i e m p o s d e c o n f u s i o n i s m o , n o

se v i n i e s e c o n s t a n t e m n t e s a c a n d o a co lac ión , eso d e que , « l a fue r ­z a d e l a s c i r c u n s t a n c i a s o b l i g a n a u s a r m é t o d o s d i f e r e n t e s » p r e ­t e n d i e n d o q u e n o p o r e l lo s u f r e n i n g ú n q u e b r a n t o l a f i n a l i d a d p e r s e g u i d a . Sólo e n la m e d i d a q u e t a l e s t e o r í a s p u e d e n p e r j u d i ­c a r l a f o r m a c i ó n d e los j ó v e n e s , e s t a m o s i n t e r e s a d o s e n a c t u a ­l i z a r el p r o b l e m a , a p o r t a n d o a l g u n a s p r e c i s i o n e s q u e , a u n q u e n o t e n g a n n i n g u n a o r i g i n a l i d a d , s o n f u n d a m e n t a l e s p a r a e s a m i s ­m a f o r m a c i ó n .

B a j o el p r e t e x t o d e c o m b a t i r u n d o c t r i n a r i s m o q u e , c o m o t a l , s o m o s los p r i m e r o s e n c o n d e n a r p o r lo q u e d e d o g m á t i c o y n e ­f a s t o t i e n e n t o d o s e l los p a r a el l i b r e e d e s a r r o l l o d e l a i n t e l i g e n ­c i a d e los h o m b r e s y el p r o g r e s o d e los p u e b l o s , se v i e n e n co lo­c a n d o e n p r i m e r p l a n o , e l e v á n d o l a s a l « s u m u n » , l a ((fuerza y l a i m p o r t a n c i a d e l a s r e a l i d a d e s d e l a h o r a » q u e a c o n s e j a n e l c a m ­b i o d e m é t o d o s d e a c c i ó n a c a d a p a s o , c a y é n d o s e p o r c o n s e c u e n ­cia, p u e d e q u e d e f o r m a i n c o n s c i e n t e , e n u n d o c t r i n a r i s m o m á s d o g m á t i c o , p o r l o ' q u e e n s í e n c i e r r a d e f a l s o y e n g a ñ o s o , e n u n d o c t r i n a r i s m o t e j i do d e c i r c u n s t a n c i a s , a c e p t a d a s c o m o v e r d a d e s i n c o n c u s a s .

Y eso , n a t u r a l m e n t e , n o s n e g a m o s a a d m i t i r l o . P o r q u e , c u a n ­d o a l a s c i r c u n s t a n c i a s s e e s t á su je to , c u a n d o d e é s t a s h a n d e d e p e n d e r los m é t o d o s d e a c c i ó n , n o h a y p o s i b i l i d a d d e p e r s e ­g u i r u n a f ina l idad d e t e r m i n a d a y p r e c o n c e b i d a . P o r q u e es q u e , l a f i n a l i d a d a a l c a n z a r e s t á t a n a s o c i a d a a l o s m e d i o s q u e p a r a e l lo s e p o n e n e n u s o , q u e sólo d e é s t o s d e p e n d e s u c o n s e c u c i ó n . S i se u s a n m e d i o s d i f e r e n t e s , e s d i f e r e n t e t a m b i é n el fin a q u e se l lega. Y a s í c o m o en el m u n d o m a t e r i a l y g e o g r á f i c o n o es pos ib le l l e g a r a d e t e r m i n a d o l u g a r m a r c h a n d o p o r d e r r o t e r o s o p u e s t o s a l m i s m o , t a m p o c o e n soc io log ía es p o s i b l e a l c a n z a r d e t e r m i n a d a finalidad h a c i e n d o uso d e m e d i o s d i s c o r d a n t e s c o n e l la . P e r o h a y m á s t o d a v í a ; y es , q u e l o s m e d i o s u t i l i z a d o s p a r a c o n s e g u i r c u a l q u i e r finalidad, c o n s t i t u y e n p o r s í i n t e r n o s l a finalidad m i s m a .

S i s e u s a n m e d i o s a u t o r i t a r i o s , po r e j e m p l o , p o d r á d e c i r s e q u e se d e s e a a l c a n z a r lo q u e se q u i e r a , p e r o h a c i a d o n d e / se c a m i n a i n d e f e c t i b l e m e n t e e s h a c i a el e j e rc i c io p e r m a n e n t e d e e s a m i s m a a u t o r i d a d c o b i j a d a ba jo c u a l q u i e r apela t ivo- , h a c i e n d o u s o d e m e d i o s i n m o r a l e s , p u e d e d e c i r s e i g u a l m e n t e q u e s e p e r s i g u e e s t a u l a o t r a finalidad, p e r o h a c i a d o n d e s e m a r c h a i n v a r i a b l e m e n t e es h a c i a l a d e g e n e r a c i ó n h e c h a ley y cos tumbre - , y a s í s u c e s i v a ­m e n t e e n t o d o s los a s p e c t o s d e l a v i d a y d e l a s c o s a s .

U n a o r g a n i z a c i ó n s e r á s i e m p r e fiel r e f l e jo d e l a c o n t e x t u r a m o r a l e ideo lóg i ca d e los h o m b r e s q u e l a c o m p o n g a n , y el c o n ­j u n t o d e l a s o c i e d a d , r e f l e j a r á 1» c o n t e x t u r a m o r a l © i d e o l ó g i c a d e l o s h o m b r e s y o r g a n i z a c i o n e s q u e l a c o n s t i t u y a n . D e i g u a l f o r m a , p u e s , los m e d i o s u t i l i z a d o s e n l a v i d a d i a r i a o e n la l u c h a po r c u a l q u i e r c a u s a , p o r h o m b r e s u o r g a n i z a c i o n e s , r e f l e j a r á n e x a c t a m e n t e l a finalidad, o c u l t a o i d e s v e l a d a , h a c i a l a q u e s e d i -r i j e n . L o q u e se r e a l i z a c a d a d í a , e n t o d o m o m e n t o , e s lo q u e c u e n t a e n c u a n t o a la c o n s e c u c i ó n d e l a f i n a l i d a d . L o q u e s e d i c e o t e o r i z a , só lo c u e n t a en r a z ó n d e l r e s p a l d o q u e d e los h e ­c h o s r ec ibe , y c u a n d o e s t o s n o c o n c u e r d a n c o n e l l a , p i e r d e t o d o c r é d i t o y t o d o va lo r ; h a c e c a m i n o d i f e r e n t e de l q u e m a n i f i e s t a .

H e a h í l a d i f e r e n c i a , n o d e f o r m a s i n o f u n d a m e n t a l , q u e n o s s e p a r a d e los r e f o r m i s m o s c i r c u n s t a n c i a l i s t a s y c l a u d i c a n t e s .

C o n los m e d i o s y el o b j e t i v o —• n o s r e s i s t i m o s a h a b l a r d e fin p u e s t o q u e n u e s t r a s i d e a s n o lo t i e n e n , y m a r c h a n s i e m p r e h a c i a e l p r o g r e s o c o n s t a n t e —, í n t i m a m e n t e u n i d o s , a u n a t r u e ­q u e d e s e r t i l d a d o s d e d o c t r i n a r i o s , s e r á c o m o ú n i c a m e n t e l l e ­g a r e m o s a d a r c i m a a n u e s t r o s q u e r i d o s i d e a l e s .

En torno al problema ibérico

ALGO SIN CONCRETAR - Apuntes deshilvanados -

5.—Lo español y la muerte Se ha dicho que la muerte es

una cosa de hombres. Por lo que a España atañe siempre ha vis­to a la parca con resuelto desa­fío. Quizás sea Machado—el de las soledades de Soria—quien haya oteado ese aspecto, con sin­gular y breve profundidad, por cuanto hace exclamar al simpá­tico Mairena: «...que la súbita desaparición del señorito y la no menos súbita aparición del seño­río en los rostros de nuestros milicianos sean dos fenómenos concomitantes, que tengan como causa común la presencia de la muerte en los umbrales de la conciencia humana...»

Se trata de una fría decisión de morir por algo. Lo que inte­resa es que esa muerte sea fruc­tífera y que ese «algo» sea real, positivo, beneficioso, es decir una consecuencia lógica del desafío trágico. Quiero hablar de «nues­tros» muertos ahora.

Con relación a esto, a veces, pienso en el silencio fecundo de la muerte en los campos españo­les; me parece percibir un extra­ño aleteo en los campos, caña­das y montañas de España don­de yacen los restos disueltos y hermanados con la tierra que les dio el ser y solo acierto a repro­ducir unos sencillos y dramáti­cos versos de Jhon CMc.Crae: «Nosotros no dormiremos, aun­que las amapolas florezcan en los campos de Plandes...»

A estas fechas McCrae debe saber que los muertos de las dos últimas guerras fueron defrau­dados; temo que en los muertos de Espaa surja la misma recri­minación.

Solo me queda la esperanza que muchos españoles hayan percibido, como yo, la vibración silenciosa de esos campos, caña-

o4dol¿6 <76ez.nández das y montañas españolas. Eso caigo» que traspone el océano e invade nuestras neuronas; ese «algo» que tiene un todo de sue­ño "y un todo de realidad.

Y no olvidemos que hacer Es­paña es una labor de españoles, de muchos españoles, a los cua­les debe de importarles un bledo lo que piensen al respecto yan­quis, ingleses o rusos. No, no es una aberración. Ya es hora de que ellos estudien lo que noso­tros pensemos. Sólo así cesará la vibración silenciosa de que hablaba en párrafos anteriores. 6.—«Destellos geniales no

intuidos...» ¿Qué es España, pues...? Es—a nuestro entender—un

vasto conglomerado de hombres biológicamente equipados para lograr una comunidad social no­tablemente justa. Su innato sen­tido justiciero; la firme moral que preside la vida española, donde la conciencia ocupa lugar preponderante; los destellos ge­niales no intuidos por otros gru­pos humanos en cuanto al por­venir de la Humanidad se refie­re, dan a España una situación de posible e inminente preemi­nencia, que contrastará notable­mente con el actual estado de somnolencia y tiranía en que se encuentra.

Existe «solera»; hay materia, tenemos «sustancia». España es­pera la concreción.

p O f S i s \

é*j¿cun& d& la

ROUTE, h e b d o m a d a i r e de la <J1. £.&./?. en <Jicanee

Año VIII Precio 1 5 francos N° 35J¿ Martes 18 de Noviembre de 1952

t&lceccién paca la Cetceápondenciai A d m i n i s t r a c i ó n R e d a c c i ó n M. Boticario - 4 , r u é Bellort , Toulouse - K - Mejias Peña

1>aia ait»é (únicamente): j2ui¿ cScé C . C . P o s t a l N- 2 6 7 - 4 8 T o u l o u s e (H(e-Gne)

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ótt Leí <3¿ptaña ftanquiáta

La INSTRUCCIÓN MILITAR

da la aáeuela pzimacia Aunque constantemente nos llegan las calamidades materiales, que en Es- en antecedentes de los medios de en-

noticias de las miserias, cada día ma- paña sufre la juventud, o más bien la señanza—o desenseñania—, utilizados yores a que, tanto en lo material co- infancia, bastaría con reproducir la fo- en Jas escuelas primarias de la España mo en lo moral, se ve sometido el tografía de cualquiera de estos niños, oscurantista. pueblo español, hemos concentrado comparándola con otros de su misma H e aqui el relato que nos hacen: nuestra atención por hoy, en un hecho edad residentes en este país. Pero esto «Los niños de las escuelas primarias, harto significativo que recientemente solamente reflejaría el lado material bajo la coacción de una entrega de ju-nos ha sido relatado. que, aunque importante, no lo es tan- guetes que nunca llega, son constante-

Hace solamente unos días han vLsi- to como el moral, y es éste el que nos mente invitados a ingresar en las or-tado nuestra Redacción dos muchachos induce a trazar estas líneas. ganizaciones de jóvenes falangistas en que acaban de llegar del «paraíso En la conversación rápida que con las que se les embrutece, no ya sólo franquista». Para poner en evidencia ellos hemos sostenido, nos han puesto por las horas d e clase que con ello se

¡es hace perder, sino también por las

C. O. ATI AS topos, que no otra cosa se les puede llamar. Si hubiese un nuevo 19 de julio, se encontrarían muchos conven­tos en España como el de Keratea. Y no hablo a humo de pajas. En mi po­der tengo una carta, recibida hace po­cos días, por la que me entero del des-

' l e "edad zvtmzzdTmoríZ 7 ° ° * <»ue a c , ú f , a l S u " o s ;P*dlcs

de la lgesia» española, y de la com-(Pasa a la página 3.)

BAJO EL SIGNO DE LA CRUZ Repasando los periódicos franceses la moral católica en sus intimidades. Y

durante Ja pasada semana, ha ido a hoy, gracias a Frííi'co y n la compla-parar mi vista a una foto y un título cenefa de todo el mundo con él, nues-que han llamado poderosamente mi tro país es víctima de esos cuervos, o atención. La foto representaba dos mon­jas entrando en un tribunal, y el tí­tulo decía: «Un extraño convento». En cuanto a la explicación, por su breve­dad y sumo interés, considero que os digna de transcribir para que los que­ridos lectores de RUTA juzguen por si mismos. Dice así:

«Era en verdad un extraño convento el de Keratea, cerca de Atenas... Las pensionarías pronto... Y mucho más de prisa las que hacían testamento—sobre todo si representaba una regular fortuna—en favor del convento. En cuanto a las Jóvenes... eran secuestradas en los só­tanos, donde servían de juguetes a los frailes de un cercano establecimiento. La madre superiora, Miriam, asistía fon gran placer a las orgías... y no de», deñaba el participar en muchas oca­siones. Robo y alcahuetería hacían par­te de la tradición del convento desde que la superiora y la hermana admi­nistradora, Effrosini, en 1947, tomaron en su mano los destinos del convento. Un convento que podría escribirse en­tre comillas para señalar su género tan especial. En cuanto a los frailes, de­ben pensar, dentro de sus celdas, en aquellos tiempos felices donde su «co­lega» les ofrecía chicas jóvenes para -u servicio...»

Otro escándalo que ve la luz del d'a..., entre los muchos que no la ve­rán jamás. Ya en España, durante la revolución, tuvimos ocasión de apreciar

costumbres que adquieren mediante los ejercicios que se les hacen realizar. Los muchachos—continúan diciendo nuestros informantes—, son divididos en jerarquías, las que distinguen con los nombres de flechas y cadetes. Los primeros, significan ser soldados rasos y entre los segundos se dividen las distintas categorías de jefes y oficiales. Se les incita a éstos a tratar a «cacha­rrazo limpio» a sus inferiores, y en el campo de operaciones, donde les sa­can cada día, les hacen realizar ver­daderas operaciones militares, recibien­do una «instrucción» militar de las más

completa»! tatMÉHB Yo mismo—nos dice el más jovenci-

llo de nuestros informantes, que no cuenta más de once años de edad—, he participado con todos los niños de mi, escuela, entre los que había algu­nos de ocho años, a verdaderas ope­raciones militares, con despliegues en guerrilla, toma de posiciones enemigas, etcétera, usando para ello fusiles, no de juguete sino auténticos, lo que produ­cía entre nosotros constantes enfren-tamientos, también auténticos.

Tal es en síntesis el relato que estos (Pasa a la página 3.)

I BU ID HUMOR EL COLMO DE LA CORTESÍA

En cierta ocasión, un grupo de t r a ­bajadores a t ravesaba una ciudad del mediodía de ' ' rancia en camioneta descubierta y bajo una lluvia persis­tente . Pa ra ahuyentar el mal humor, saludaban con gritos y signos inco­herentes a los escasos y huidizo» t ranseúntes .

Al llegar a una travesía, dos ciclis­tas, viniendo de direcciones opuestas, sorprendidos por griterío t a n inusi ­tado, quedaron mirando a los ocu­pantes de la camioneta por unos ins­tantes , has ta que sus vehículos e n ­traron en colisión, cayendo al pavi­mento en desconcertante revoltijo.

Al incorporarse, en lugar de apos­trofarse como muy bien hubiesen po­dido hacer dos españoles, .dirigiéron­se el uno hacia el otro, cojeando el más joven y con un chichón en la frente el que parecía más avanzado en edad, y, tendiéndose la mano al unisono, se las estrecharon, al tiempo que decia el más locuaz o ingenioso:

—Mon ami, enchanté de taire votre con na lasa n«*

CRITERIOS

E L RITMO VITAL. Que no se nos venga con pruritos de y reflujo no concebimos el nivel. Ni cho de unos cuantos vejestorios que

pureza. No entonamos cánticos a la aceptamos el aplomo mediante punta- nos gobiernan. virginidad sexagenaria. Respetamos la les carcomidos y crugientes. Preferimos Y lo grave es que de sus correrías inocencia, esto sí. Pero como fruto pre- derruir y empezar de nuevo. juveniles ya no se acuerdan. De ahí coz. Racimo en agraz, no nos tengas El aumento más sano está lleno de que tras no seguimos, nos persigan in miedo. Para tí seremos próvidos rayos insanidades. El más sintético y nutriti- comprendemos. febeos, manantial irrigando el pie de vo, de partículas inasimilables y des- En nuestro mundo se amontonan las la cepa materna. Te respetamos en ver- perdicios. Una buena digestión, como basuras y las inmundicias endémicas, de porque ávidos aguardamos tu ma- S7\i » • J s~n originando epidemias. Y es nuestro pu-durez vitaminosa.

póZ (/)LaCld0 <J}ZaiM% dor quien impide el evacué median-No tememos la impureza. Más: nos c u a l q U . e r a 0 t r a gestión, depende del ^i con cierto afán nos habéis mós

tienta. Sabemos que la experiencia es b a lanc e equilibrado de lo ingerido y el mejor filtro de la vida. Gastarla pro- d e ¡ ( ) e v a c u a d o . digamenfe en depurarla, es nuestro le- L a c ; r c u : a c i o n sanguínea, con su do­ma; labor favorita que acometemos con b ] e c i r c u i t o a r t e r i a l y venoso, es una nuevos bríos y esforzado empeño. Só- p r u e b a irrefutable de cuanto apunta- demostremos, con las mismas ventajas lo entra apuros la concebimos, la ver- m o s p o r q u e , a c a n g r e p e s g a s u c o m . el nuestro dadera pureza. posición sintética, está también llena

El aire más puro está lleno de raías- d e i m p u r e z a s y residuos inaprovecha-ma?. Ya podéis subir a las más gélidas bles por el inmenso sistema celular y altas crestas, y bajar a las limas más D e ahí la necesidad de un buen fun-recónditas del planeta. Varían las dosis, c i o n a n i : e n t o g l a n d u ] a r para graduar v es todo. Más o menos oxígeno o ni- v e r t i r i n g r e d i e n t e s a p e t i tosos en el lí-trógeno, mas o menos vaho, mayor o q u i d o n u t r i t i v o . y l a ) u s t : f i c a c i ó n d e l a

menor numero de m.crob.os, componen , a b o r d e ,Q s r ¡ ñ o n e s e R ^ f.,_ ' " " . . . tros, que no solamente regulan la ten-

Y por temor a gases y ácidos, o a s i ó n o s m ó t i c a d e ] a ^ s i n o

los agen es infecciosos que por doquier d o s i f i c a n s u s s a ] e s

pululan, no vamos a renunciar al vi­tal resuello, ni a ningún avance vital N o n a v combustible sin desperd'cio. pese a los posibles retrocesos. T o d o m o t o r que consume necesita tu­

bo de e cape. Consumir es echar hu-

j ¿ 1 ¡ERA * ue los generales

Con la elección del general Eisenho- p(fC C P A ^ K A wer, los EE. UU. siguen el ejemplo " ' ^ de las naciones regidas por un militar, cando violentamente a los demócratas Desde el generalísimo Stalin hasta y acusándoles de inmoralidades admi-Mahomet Naguib, pasando por tVitc% nistrativas y de corrupción. Como es-Franco y Perón, vemos cómo las es- natural, los demócratas han contra-trellas, galones y entorchados han ido atacado vigorosamente empleando los escalando los altos sitiales det la jerar- mismos argumentos de sus adversarios, quia estatal. Ahora le ha tocado el tur- pero en sentido contrario. Sus tiros fue-no al país de los bandas y de las es- ron dirigidos en particular contra el trellas. Que un país considerado como candidato republicano a la presidencia, uno de ios bastiones de la democracia acusándole de haber recibido subven-elija como presidente a un general, es ciones particulares para financiar su una prueba más de que el mundo va propaganda electoral. El candidato ácu­ea camino de convertirse en un inmen- sado se defendió en el transcurso de so cuartel, si antes no surge de alguna una emisión televisada de lo que él parte una revolución salvadora. calificaba de viles calumnias.

Hacia veinte años que los republi- Nada más fácil que criticar los erro-canos no tenían en sus manos la pre- fes y equivocaciones de un adversario, sidencia de los EE. UU. El mandato Lo más difícil es hacer las cosas me-del último presidente republicano, Hoo- i°r que el criticado, ver, no fué muy acertado. Sin contar El alborozo que la elección de Eise-los numerosos escándalos que estalla- nhower ha producido en los medios ron durante su ejercicio presidencial, reaccionarios del mundo entero es un la gran crisis de 1929 fué el golpe de indicativo de lo que w espera del gracia asestado a la hegemonía repu- nuevo presidente. Que el Vaticano y la blicana. La caótica situación social que España franquista, entre otros, consi-caracterizó aquel periodo, con su se- deten de buen augurio su elección, es cuela de paso forzado y marchas del motivo más que suficiente, para des­lumbre, favorecieron la ascensión al confiar del general. Pero sus más re­poder del partido demócrata impulsa- cientes acciones nos lo muestran baio do por F. D. Roosevelt. Este, para re- su verdadera personalidad para que mediar aquella situación puso en prác- nadie se llame a ensaño, tica su política del «New Deal». Sus últimas declaraciones sobre los

Los republicanos han tenido que sentimientos religiosos del pueblo fran-echar mano de un hombre que, en cier- cés y su supuesta degeneración, han to modo, estaba al margen del partido, producido muy mal defecto. Sus dis-Eisenhower tenia la simpatía de una cursos electorales son una repetición gran parte del pueblo, como lo de- de lugares comunes, que no tienen muestra *u triunfal elección. A su la- ningún valor. Su nacionalismo exaltado do, Taft hace figura de un empleadi- y su anticomunismo rabioso le valen lio de quinta categoría. Le falta la la simpatía y el aplauso de los reac-arrogancia y ¡a desenvoltura que tiene cionarios de toda laya que pululan en el general. No cabe duda que la con- cada país. Detrás de Eisenhower están vención republicana, al designar a Ei- los grandes «truts» y empresas capita-senhower como candidato oficial estu- listas partidarias de medidas antiprn-vo bien inspirada. El resultado de las gresivas y antiobreras elecciones ha demostrado que los con- Eisenhower ha especulado con el de-cencionales no andaban equivocados. seo que tiene el pueblo americano de

¿Qué política seguirá ahora el fia- que acabe la guerra de Corea. Parece monte presidente? Esta es la pregunta como si tuviera en sus manos una ¡fi­que en estos momentos se hace mu- muía mágica para conseguir que re-cha gente. Los republicanos han des- nazca la paz. Sin embargo, su h>jo arrollado su campaña electoral criti- John, comandante en el frente core-a­

no, ya ha declarado que el viaje de su padre no podrá arreglar gran cosa

El tiempo dirá si los que ven en Eisenhower un hombre de mano férrea tienen razón. A pesar de todas su< complacencias con los regímenes dic­tatoriales, 'los demócratas aún habían sido acusados de ser demasiad; tili^s cun los elementos subversivos. Hacía falta un hombre duro, despojado de escrúpulos, capaz de llevar a cabo una política enérgica. El capitalismo ame­ricano cree haberle encontrado.

Sin embargo, si Eisenhower, mal aconsejado, se lía la manta a la ca­beza y quiere actuar a sangre y fuego, tropezará con muchos obstáculos. Los ingleses, por ejemplo, no quieren en­frentarse con la China comunista. Mís-ter Edén va a pedir explicaciones a los americanos sobre sus intenciones en Extremo Oriente. Más allá del Yulú no quiere el gobierno británico que se tire un tiro. Al menos por ahora. ¿Qué ocurrirá si los americanos bombardean Manchuria? O por el contrario, ¿no seguirán la misma táctica de ahora pa­ra que los chinos no se enfaden del todo?

te cloacas y exutorios eficientes, trado vuestro aventajado mundo por la ventana, dejadnos las puertas abier­tas para que no otros hallemos y os

Nos enseñasteis, forzándonos muchas

(Paas a la página 3.)

El ritmo de la vida es esto: aspirar . ,, . _, , . m ° ; reduciendo a escoria v cenizas la

y respirar; sin ello expiraríamos rápi­damente. Y así es, en todos los terre nos. de exigente e te movimiento de dualidad aparente. Nada tiene de po­sitivista quien no acepte eso.

Las células necesitan sangre oxige­nada para vivir. Pero precisan, y no menos, expeler gases residuales so pe­na de asfixia inmediata. Nada nos di­cen las aguas quietas, estancadas, en

materia combustible es como se ob­tiene la energía y el calor. No hay hos­tia, por muy sacra que sea, que no contenga materia excremental, ni cla­rete divino sin heces.

Y siendo la juventud la época de mayor metaboliímo, redimamos en todos los órdenes vías expeditas, para consumir y consumar, para gastar y

descomposición permanente. Las que- P r o d u c i r - M e ) ° r ^ . el mmovihsmo remos vivas, saltando y brincando por " R e ñ i d o por trad:c:ón, son preferi-encima de peñascos y breñas, desbor- b l s s l a s c r i s i s convulsivas; por ellas al-dando márgenes y minando el arenoso canzaremos el criterio y el sentido crí-subsuelo, todo menos verlas en tranco ^ce­de muerte; las olas encrespadas del ru- Morimos de anemia, pero producida giente océano nos agradan; desafiamos por restreñimiento y restricciones in> el msrao d« las martas. Sin asta flujo puestas por el empaque y el «npa-

que tan poblada se encuentra franqui-landia. **•

Harvey Me Kinney, residente en el Estado de Kmtucky, ha sido multado por habérsele encontrado en estado de embriaguez en la vía pública. Al no te. ner medios para hacer efectiva la mul­ta, se le obligó a barrer las calles hasta ganar su importe; mas, al poco de ini-

Ciento seis miembros de la policía ^ ¡a faena encontró un billete de popular alemana de zona soviética, )°° dól¡"eS' ahan¿onando acto seguido

la escoba. Pagada inmediamente la multa y la de otro compañero de infor­tunio, se adentró en la taberna más

han desertado en el curso de la semana pasada de sus filas, refugiándose en Berlín-Oeste. Entre eUos figuran algu-nos comisarios. La mayoría de ellos pr6xi™ hast^ar fin con los cuartos han declarado que no podían sopor- qUe. le Weda*>an- ? k ac«°n de la tar por más tiempo las dosis de doc- ""*"»; como *s fe SuPoner> wlvÍó

trina comunista que cotidianamente a emP zar' ttn

K En Londres ha sido detenido por la policía un ciudadano, por no haber que-

En la Coruña, ha sido descubierto rldo guardar silencio durante el ri-un cuervo que pronuncia palabras in- tual minuto de mudismo, dedicado a teligibles, cuyas preferencias lingüís- los muertos, en las ceremonias cele-ticas son las locuciones de «tonto», bradas en el día «du souvenir». Y ade-«grosero» y otras parecidas. El cuervo más, porque las palabras que articuló «Pascual», así lo han bautizado, está en ese momento, furon demasiado si-haciendo honor a sus homónimos de gnificativas e insultantes, atreviéndose rana humana, no menot negros, de los a gritar *Heil Hitler».

RUTA

2fe $arteJ( DIVAGACIONES DE UN LECTOR

Del naturalismo a lo superficial Dos aniversarios han merecido am- ha incurrido en toda clase de exagera- túan al día con la idea fija de lo que

plios comentarios en las publicaciones dones, unas veces dentro de un realls- han de ir registrando, cosa que, natu-literarias. Por una parte el de Emilio mo grosero, otras acentuando una con- raímente, carece de espontaneidad; no Zola, por otra el de Pablo Bottrget. Am- cepción de idealidad • superficial es, a la postre, más que amaneramien-bos hicieron escuela, creando dos co- El freudismo, el existencialismo y to y ficción. El caso del escritor ci­mentes literarias distintas y hasta en otros «ismos», entre los que puede in- todo y de su esposa, ofrece la sensa-manifiesta oposición. El primero, influí- corporarse el arrivismo y el mercanti- ción de que están representando una do y basándose en las concepciones de lismo, han tomado extraordinario inore- comedia, con miras a sacar de ella el la ciencia experimental, quiso mostrar mentó en el mundo de las letras. Esto mayor provecho... Se ha dicho que to-al desnudo la palpitante realidad, como hace que puedan observarse detalles do aquel que escribe un libro preten-cirujano que en la sala de operaciones, sumamente aleccionadores. He aquí lo de ofrecer un mensaje a los demás, hurgando con el bisturí, descubre las que, hace pocos días, pude subrayar EMo puede ser y es asi, cuando se et-vísceras del cuerpo inerte. Bourget,in>- en una publicación literaria muy en to- cribe poniendo los sentidos; poniendo buido de las tradicionales concepciones ga, el semanario «Arts»: el corazón, persiguiendo un noble, un espiritualistas, quiso hacer novela psi- MaToel Jouhandeau es, como se sabe «levado fin. No cuando la literatura cológica. En Zola, los personajes son uno ¿g hs escritores contemporáneo,, cstá -industrializada»; cuando el que trasunto del ambiente; son un fiel re- ¡eido y apreciado por fierta categoría escribe "° persigue ot™ finalidad que flejo de la realidad que vemos, que no- ¿g lectores bien nutridos, sin acucian la consecución de beneficios economi-tamos día a día en torno nuestro. El tes preocupaciones económicas, y que COs> haciend° & «" producto un banal segundo crea personajes provistos do amm h literatura ¿e «evasión» máxi- motivo ^ entretenimiento. El noventa una percepción mental con introspecti- ^ s¡ e¡Ja ^ matí!uda ^ w cieno P<» ciento de los libros que se editan vos reacciones, montado todo como afrodismo sexua} E / citado escritor ha con ***** literario— y posiblemente. complicado organismo de relojería. El uno nos ofrece seres con sangre, con nervios; que brotan del ambiente, co

me quedo corto—son de esta natura Por Daniel C ALARCON **«•

De ahí que, ante una justificada re­mo esas esculturas de Rodin que no- publicado, por lo visto, diversos libros pugnando por el actual predominio de tamos como emergiendo del mármol o en los que hace el análisis de su pro- ¿s0 literatura superficial, se busque a de la piedra en bruto. El otro crea en- pia vida matrimonial. Un redactor de los escritores cuyas obras son de un tes de ficción. «Arts» acaba de celebrar una interviú valor perenne, en las que se halla siem-

Los años crean costumbres nuevas; con la esposa de Jouhandeu, la que ter- pre substancia, calor de humanidad, varían las necesidades, el ambiente se mina de escribir un libro con el titulo Entre estos autores está el que días transforma. De ahí que el arte y la li- «Jotes et Bonheurs cVune Belle Excen- pasados ha sido objeto de un cariñoso teratura experimenten variaciones a to- trique». recordatorio: Emilio Zola. no con las características del ambiente. Dice la autora que a su vez le hace JjOS ^ hm camhiado> / o vid(¡ Late en el fondo de cada escritor la la réplica a su marido, explicando su Kcia¡ ha experimentado características manifiesta mfluencta de aquél 0 oque- sentir con referencia también a la vida- w concuerdan con las que eran Uos que al criterio personal merecieron matrimonial Y le dice al repórter: «No ^culiares a ^ M silo pasado singular apresto, pero, en pos de la sin pesar hago mis confesiones». He inciios ¿el actual, cuando el natu-originahdad, se trata de no ser segui- ahí un matrimonio que como tantos, Ta¡ismo pTOpiciado p0T ^ estaba en dor, de no dar la sensación de que se va tirando a ¡o largo de la vida 60- n pero> ^ como

está pendiente de la pauta de aquel rriente, y que han buscado la forma ^ darse rf so ^ ^composición que la notoriedad confirió categoría de de inventar sutilezas psicológicas en la mora dg um ^ ^ CQmo ^ fg_ " f Str°- b , mutua convivencia matrimonial para flej(¡do m <tLa Taberm>¡¡ fa venetMn

La inclinación al naturalismo, así co- hacer «literatura». Aderezado todo ello sexud ^ una injeUz m . . c_ mo la propensión por la novela psico- con los adecuados recursos vublicita- toreg tercdUaf í o s ambientales, como lógica han tomado derivaciones nistin- nos... tas a las que constituyeron punto int- Miguel de Unamuno criticaba a

"n «Nana»; los efectos de insurgenck proletaria, como se reflejan en «Ger-

cial de partida en los dos escritores c¡- quienes escriben cotidianamente su minah. ¿ derroiisimo que en una na Y en busca de la originalidad se _ postre ac- ¿^ puede creaf um poMca ca]ami_

tosa como se demuestra en «La Dé-bacle». Y así toda una gama de factores sociales, que en el presente como en el pasado, arrancan de la realidad. Ade­más, Zola pugnaba por despertar en las conciencias un alto afán de idea­lidad, como se evidencia por la lec­tura de "Trabajo y Verdad».

Que el naturalismo en literatura tu­vo sus defectos, seria absurdo no que rerlo reconocer, pero, a lo menos, se ha de tener en cuenta también que, en sus tres cuartas partes, los libros así concebidos pretendían mostrar las mor­bosidades sociales con fines de enmen-

Durante la filmación en México de la novela. Tan es así que el film origi- ! dar un mundo de anomalías. Y con algunos exteriores de la producción nalmente de hora y media, dura con los eH°i ya eifdenciabon ¡distanciarse de Warner «El Tesoro de la Sierra Ma- cortes perpetrados por la censura mojí- \ 1° superficial tan predominante en el

«JOHN HUSTON Y LA PASIÓN»

dre» basada en la novela] del mismo gata unos escasos 50 minutos de* proyec-titulo debida al célebre Bruno Tracen y ción. Se trata de «Alma de Valiente» y dirigida por John Huston, el padre lleva en el rol estelar a Audie Murphy. de éste y también «estrella» del Pof tod() ^ juimm r()„ ^ ,|/(,_ film en cuestión Walter Huston maní- Tes fl M r la m m ¡ pe]ícu¡a de Hmtm

festo a los periodistas, poco más o me- aLa Rp¡na Afrícana„ (The African

nos lo que sigue. ,.. sr sentía orgu- Queen) wdada por Hofizont F¡lm, , „ lioso da ser dirigido por un gran direc- c, cora_ón dg Afr¡ca ^ Technicnlor

tor y no porque fuera su hijo, sino mn Humphrey B H Kolherine Hep-debido a que John sabia captar el as- bum gn ^ leg principales. No nos pecio interesante de esa endiablada ar- ^ ^ ^ ^ ^ . ^ cm fo

cilla que es el hombre y sobre ella ira- fl/ Ufeto y u reaMad CQn^m6 n u g s . bapda y lograba aciertos...» tras sospechas. p^o v¡mos nueve rollos

Cuando vimos el film en cuestión de una delicadeza insólita, por lo real, comprendimos lo que había dicho el por lo abrumadoramente verídica. Los gran actor Walter (muerto reciente- dos personajes que se agitan en una monte en Hollywood). Para quien (como lanchita, movida por una quejumbrosa nosotros) conoce un poco el carácter me- máquina de vapor a troves de un rio xicano y sabe también de la impermela- proceloso africano, con destino incierto, bilidad de los yanquis en el sentido de son dos arcillas humanas maravillosa-saber. captar aspectos de tierras extra- mente vulgares en sus reacciones, su-ñas a ellos, nos asombró ese raro sabor blimes en su espiritual manifestación que tiene ei film (-Tesoro de Sierra Ma- amorosa. Y John Huston recreó la cá-dre»). Había en ella algunos defectos, mará en una danza alrededor del va-pero sobre ellos estaba el aire universal porciUo minúsculo, taladrándolo de pri-que tiene algo trascendente y bien lo- meros planos y, lo que es primordial, grado. no cansando a los espectadores.

El matiz psicológico, la región o pai- Y asi nos pasamos dos horas en saje, y el «crescendo» del film eran ad- África. Sin preocuparnos del final que mirables. Aquella carcajada final del hu- nos parece deplorablemente hollywoo-manista buscador de oro, en la cual se dense, pensando en la temuro de Hus-rie de la jugarreta del destino; los ros- ton para captar lo pasional en lo hu­iros ladinos de los indios jugando a la mano, nenio vital de toda obra de arte, muerte encontrándola. Todo ello es- y aH ^ ccmQ rf Cfe<¡dor ^ ^ taba plasmado con mano maestra y nos Jung]a ^ ^ ^ , n 0 j ̂ volM, con su recordaba el inmortal pasaje fílmico de mcia< en las sombfas M c{ne (Q_ la carrera de la rana en «Las Aventuras davia ahoTa nOS parece es(ar escuchm. de Mark (Twain». Era, en concreto, la do d ^ ^ amático ^ sLa Rgina

troma de la vida. Africana» cuya quilla surcando la cau-

Más tarde John hizo un desafío a los dolosa corriente del Bora africano, He-prejuicios hollywoodenses y por medio naba de curiosa espectación a los sel-de la Metro captó, produciendo y diri- ñores hipopótamos, a los siniestros co­giendo une obra clásica norteamericana, codrilos y a los cómicos simios de traza Se trata de una novela de Sthepen humana. Y encima del barquichuclo, Crane sobre las andanzas de un recluta tripulación heroica, un canadiense can-yanqui en los días de la guerra civil sado pero libre y una metodista quis-norteamericana. Su miedo cerval a lu- quillosa, pero decidida. Sobre todo ello char en el frente de batalla; su valentía un hombre y una mujer en un con-posieritr; la ironía que depara la cierto vital: África, guerra; las miserias de todo conflicto Walter Huston acertó en su aprecia-bélico. Muchas enseñanzas podrían sa- ción. corsé del film como ir desprendieron de HEBERT.

mundo contemporáneo de las Letra».

el SORDO Novela de Eugen Relgis

RECIÉN concluíamos la lec­tura de «Cosmometápolis», cosmovisión del mundo, una

incursión por el pensamiento universalista de Follin, Lanti, Baha'ullah y los principios hu-manitaristas, cuando tuvimos en las manos la última obra publi­ca de Eugen Relgis, traducida del francés, la novela «Mirón El Sordo», obra de juventud, es uno de los primeros libros publica­dos por Relgis en la lejana Ru­mania, hoy sometida a la violen­cia stalinista.

Es notorio el material autobio gráfico con que el autor hilvana sus reflexiones de solitario. Una maligna enfermedad priva al personaje central de la obra, de los bienes del oído y tal desgra­cia destroza su risa de mucha­cho despreocupado y travieso y lo eleva a la seriedad adulta; se recoge en sí mismo y vive su existencia intensamente en el silencio de su propio cerebro.

El mal irreparable al que está sometido hasta la desintegra­ción física de su ser, lo impulsa a la investigación y como una super compensación la naturale­za lo dota de un espíritu sensible, reflexivo y penetrante y en fra­ses diamantinas brotan sus re­flexiones, de Hombre que se en­cuentra a sí mismo en la Sole­dad y se reconoce Hombre en el ritmo tempestuoso, trágico y siempre renovado de la vida in­finita.

Si «Cosmometápolis» es la me­ditación con la humanidad^ Mi­rón, lo es de un individuo, la gestación en silencio de una per­sonalidad definida que se crea a sí mismo entre luchas psíquicas encontradas. Dice: «Triturar los bloques inmensos de los enigmas, encontrar a través del laberinto de las preguntas el camino que lo llevará a .los supremos espec­táculos, a las armonías de la Unidad».

Mirón, en la hora actual, en que el Estado se alza avasallante sobre los bienes y derechos de la sociedad humana, es el reco­nocimiento de la real existencia del Hombre, de su valer que está por encima del Estado totalita­rio, que se yergue mundial, pero sí, temporario, que fijnsombrece el tiempo presente.

V. F.

S V l V i l l V L W L « « ' » ^ * l l * l i y i , . l l l l ' . l 1 l ^ ^ l l l l t l l « l W <

CANCIÓN Una cosa es estar muerto

y otra es el cerrar los ojos por temor a estar despierto.

Yo sé bien lo que es morir y sé lo que es despertar por temor a no dormir.

Dejadme morir despierto, que yo no quiero soñar que dormir es estar muerto. Lo que quiero es despertar cuando se acerque a mi cuerpo quien lo tiene que llamar.

Llámeme, que ya lo espero, y ya no puedo esperar.

No conocemos al autor de la poesía transcrita, mas, no es ¡ por ello que hemos dudado un momento de ofrecería a nuestros \ lectores, pues que, para nosotros, dice mucho más la profundi- (

" dad del pensamiento que encierra, la elegancia con que es ex : ¡ puesto, que el nombre del autor, el que, aun siéndonos descono- V >t cido, nos merece toda clase de respeto, juzgándole, ya sea tan ¡ í sólo, por la fuerza y la pureza lírica de la canción que antecede. ¡

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las candidatos «vedettes» reciben en­tre otros exquisitos cuidados, golpes automáticos en el trasero, suministra­dos con unas varitas dispuestas al efecto.

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Que para proyectar el film «La Ama­zona» se busca un hombre lo suficien­temente demacrado que tenga todo el aspecto de un tuberculoso y que no se encuentra; lo que demuestra que entre los actores cinematográficos no se sufren grandes miserias.

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Que los italianos, cuyo país es, en paisajes, de los más bonitos del mun­do, gastaron en 19S<1 ciento cuarenta billones de liras en la contemplación de esos mismos paisajes en las proyec­ciones cinematográficas.

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Que un americano residente en De­troit (EE. VU.) ha depositado en la Banca 5.000 dólares con la indicación de que deben ser utilizados para pagar su viaje a la luna, vivo o muerto, pues tiene adoptada la decisión terminante de que el fin de su vida ha de pro­ducirse en esos altos parajes...

(7) AMPLIACIÓN DE CONCEPTOS

ii\ ira Diccionario.—ENERGÍA. Eficacia. Si­

nónimo: Actividad, tesón, vigor. FUER-luego aprovechar en forma de

que

(1) Biblioteca Uruguaya de Au­tores, Montevideo; con prólogo de Stefan Zweig e introducción de Philéas Lebesgue.

m*m LAS ELECCIONES A pesar de estar expresamente pro- fono y helaba las protestas en los la- ligero esfuerzo económico: el Estado tartarse de enófobos furibundos, sino

hibida por la ley la venta de bebi- bios de los protestantes. Los católicos se responsabilizaba; de sus arcas se pa- por haber resistido el ataque. Ante las das alcohólicas en día de elecciones, no protestaban porque la Iglesia, si- garfa todo. Así los ciudadanos no ten- protestas del señor Pachón al serenarse una mayoría de votantes estaban borra- guiendo su linea tradicional y respe- drían que pagar nada. Para eso estaba después de haberse puesto peneque chos y pulverizando todos los pronos- todísima de no inmiscuirse en cuestio- el Estado ¡que caramba! para olvidar su fracaso, decretó el se-ticos, la candidatura del señor Endola- nes políticas, se desentendía de las co- El señor Endolacha prometía una nado una investigación sobre las razo-cha tuvo un éxito casi sin precedentes, sas terrenales, sí bien el nuncio papal multiplicación por tres, (sin cifras de- nes de las pretendidas anomalías. Exac-A excepción de unos cuantos jefes de había recordado a los fieles la obliga- cimales para que resultarse más fácil) lamente 3.917 funcionarios fueron pues-estado, amados, respetados y ensalzados ción para con Dios y su conciencia de de la producción de su brandy; unos tos a disposición de la Comisión In-por sus respectivos pueblos, que obtie- apoyar la candidatura del señor Endo- créditos extraordinarios para investiga" vestigadora y convocadas las oportunas nen un promedio mínimo del 100 % de lacha. Si el público había estado cor- ciones enológicas y la institución de oposiciones para reemplazarles. Los sa-votos favorables, no se conocía en la recto, recibía como premio de la inte- un premio nacional de 50.000 pesetas buesos descubrieron que la popularidad historia una victoria tan rotunda. Y sin ligente secretaria, un vistazo de tres y uno en cada provincia de 10.000, to- del «Brandy Endolacha» había aumen-embargo unos días antes de que las ur- décimas de segundo del tercer tercio de dos los años, para preciar a los más tado considerablemente en aquellos días ñas comulgasen sus hostias políticas, na- su muslo derecho. Inútil decir que to- fuertes bebedores, autorizando a su con- y pensaron que el propietario de la fir-die hubiese apostado por ninguno de das las reuniones electorales se salda- tricante político para tomar parte en el ma sería el responsable de todo. Fué los candidatos con más probabilidades p F D A N r M S Í ^ O F D A K ' llamado ante un tribunal de justicia que en un juego de azar. Cierto que el * ^ o r T K A I N V - I O V ^ W T K A I V p a r a jujtfjfc,^ y s e defendió así: señor Endolacfca tenía sus seguidores, ron con grandes aplausos y fuerte in- concurso. El objeto de este concurso —Se me acusa de que los ciudada-pero los del señor Pachón no eran es- sistencia para que se prolongase el era la lucha contra los beodos por un nos que han tenido a bien concederme casos. Ambos, testa férrea y cara dura, acto. procedimiento novísimo. En lugar de la confianza de su voto, no estaban en movieron una intensa campa de pro- Los programas de ambos contendien- suprimir el consumo de alcohol, lo que disposición de sus medios mentales... paganda. desplazando a las estrellas ci- tes se parecían bastante, como ellos hacía falta era acostumbrar a los bebe- Pero señores... si estuviesen en pose-nemategráficas de las portadas de las mismos. Los dos eran ricos, los dos se dores a soportar sus efectos. Esto ha- sión de ellos no votarían... revistas, para exhibirse ellos un poco decían honrados y ambos eran promete- bría que conseguirlo pacientemente, con Sin embargo la acusación era más más provistos de ropa, y con sus son- dores. Una diferencia era, sin embar- un metódico entrenamiento, aumentado explícita. Afirmaba que todos los votan-rFas angelicales envolviéndoles el rostro, go, el punto básico de la pugna. Uno paulatinamente las dosis hasta que cada tes ajumados estaban en tal estado por como un papel de celofana. era fabricante del célebre licor «Brandy individuo resistiese serenamente una obra y gracia del producto del señor

El señor Pachón luc'a a su lado una Endolacha»; el otro era un célebre con- cantidad igual a la capacidad de su es- Endolacha, que había por lo tanto incu-mujer, la suya, ya entrada en años a sumidor del mismo. La lucha era ce- tómago. Este entrenamiento, incluido el rrido en contravención al artículo 46; quien las gentes llamaban familiar- rrada. El señor Pachón prometía a sus material necesario, sería por cuenta del apartado tercero; alinea B) de la Ley mente Petra, quizás en recuerdo de pa- electores una reducción del precio del Estado, por tratarse de una obra de in- del 7 de Mayo que especificaba la pro­sadas intimidades. El señor Endolacha litro y el fabricante juraba mantener el teres nacional. hibición absoluta de vender bebidas que no tenía una mujer suya a la que precio actual y vender un litro y me- Generalmente era después de los vo- alcohólicas en día de elecciones, exhibir, se buscó una provisional de las dio por litro. Como consumidor, Pa- tos, cuando venían los bo'es, las efu- El señor Endolacha protestó iracun-que estaban en paro forzoso como con- chón prometía en lo referente a poli- siones de contento y la alegría de la do: Un momento, señores. Se está aquí secuencia del monopolio sobre los foto- tica exterior, caso de ser elegido, una victoria que había que celebrar, pero dudando de mi honorabilidad cívica. El grafos que los candidatos habían he- supresión total de las exportaciones como los tiempos van tan de prisa, día de las elecciones no se vendió ni cho. Su misión era situarse al lado del de «brandy» y una importación masiva todo el mundo se adelantó al horario una go'a del delicioso néctar que fa-patrón y cuando notaba síntomas de del conocido «pinard» francés, para normal y el 90 % de los votantes es- brico y por lo tanto no he faltado a la descontento en los auditores, con un que quedasen cubiertas todas las nece- taba beodo en el acto de votar. Hay ley, porque no es ningún delito el ob-hábil movimiento de sus piernas, les sidades nacionales; y esto sin que los que afirmar en honor de la verdad que sequiar con unas docenas de vasos a dejaba los ojos como discos de gramo- electores tuviesen que hacer el más si el 10% no estaba ebrio no era por cada uno de nuestros amigos...

eólica, marina, etc., y actualmente, desde una nueva energía, la atómica, ha ve- trabajo, pero téngase en cuenta,

ZA. Vigor robustez. Virtud y eficacia nido a ocupar y preocupar a la cien- estas fuerzas y otras, son consecuencia natural de las cosas. Eficacia. Mecáni- cia y a la humanidad. de la energía solar, enviada a la tierra ca. Causa del movimiento, o agente Sin más consideraciones, diremos desde el sol, a través de 150 millones capaz de producirlo. Resistencia. que, ENERGÍA es algo que puede des- de kilómtros de espacio, en forma de

Comentario.—Hemos unido las dos arrollar o convertirse em FUERZA, así calor, o quizás, de vibración atómica, palabras Energía y fuerza, para tratar como FUERZA es algo que se tra- El carbón enterrado en la mina es de aclarar la vaguedad del Diccionario duce en TRABAJO. una energía latente, que se transforma al definirlas separadamente, lo que ha- El pensamiento es una energía, que en fuerza y en trabajo por los medios ce el efecto de que se trata de la mis- continuará latente y sin efecto míen- conocidos; y así, sucesivamente, ma cosa, y creemos que debe verterse tras no se transforme en fuerza me-alguna luz sobre estos dos conceptos diante la palabra, el escrito o la acción; ALLER i rABRICA tan diferentes, poniendo algunos ejem- ~ A l K ^ - f ^ C A D C T Diccionario.-Taller: Oficina en que píos a nuestra teoría, no tan sólo para p U I ^ " V l U t í r i U ^ r t R O l s e trabaja una obra de manos. Escue-darla como buena, sino para sugerir y esta 'fuerza, a su vez, se transforma 'a donde concurren muchos a ]a co­la de su estudio a todos nuestros lee- en trabajo por los efectos que produ- mún enseñanza. Fábrica: Acción y efec-tores, esceptuándose aquellos que se Ce e n n o s o t r o s mismos, en los demás, to de fabricar. Litigar donde se fabrica den por satisfechos de que dos pala- 0 e n j ^ c o s a s a q U e s e refiera, afecte una cosa. Edificio (arquitectura) cons-bras tan diferentes digan la misma co- 0 realiCe. trucción hecha con ladrillos o piedras, sa, sin tener en cuenta que para algo Un gran embalse es una energía; las Comentario: Tomando al azar algu-y por algo existen. turbinas la transforman en fuerza que ñas actividades industriales, vemos que,

Es evidente una relación estrecha reciben las dinamos, y los motores si- determinados ramos son siempre lía-entre la Energía y la Fuerza, como tuados en las fábricas, o las luces que mados talleres y nunca fábricas, como existe también entre el carbón y el brillan en las calles y locales, son el P° r ejemplo modistería, sastrería, car-calor, o entre el agua y el vapor o la trabajo, consecuencia del anterior en- pintería, grande y pequeña mecánica, nieve, que son la misma cosa, pero en cadenamiento, físico, mecánico, eléc- loria, fundición, industrias gráficas, distinto estado. trico. Bellas Artes (pintura, escultura, graba-

Se habla de energía hidráulica, ca- El viento es una fuerza, así como do, ebanistería, dorado, vidriería, talla, lórica o térmica; de la energía solar, las mareas o las olas, que se pueden joyería, encuademación, peletería, tor­

nería), etc., etc. Y asimismo los hay que siempre son denominados fábricas y nunca talleres, como: tejidos, curti­dos, azúcar, alcohol, abonos, productos químicos, galletas, chocolate, conser­vas, aceites, cementos, legías, jugue­tes, etc., etc.

Sin embargo, hay también artículos que pueden constituir motivo de fa­bricación y de taller, como pinturas, calzado, relojería, etc. Y otros que os­tentan nombres especiales como las cosas marítimas y navales que se cons­truyen en astilleros; la industria del pan, qus es panificación o panificado-ra; la pastelería y dulcería que se em­plea el de laboratorio, y en farmacia el de oficina.

Otro hecho curioso referente al con­cepto de taller y fábrica, es que mu­chas fábricas, tienen como complemen­tos o anexos talleres, mientras que encontramos raramente un taller que tenga como complemento o anexo una fábrica.

Dice el Diccionario que taller es donde se trabaja una cosa de manos, no obstante contarse en los talleres in­numerables máquinas, pero que, ge­neralmente no son automáticas, sino dirigidas personalmente! por los ope­rarios. En las fábricas, por el contra­rio, las máquinas son automáticas, y con escasa intervención humana, ellas tejen, hilan, fabrican clavos o agujas, destilan, mezclan y embasan, tiñen, blanquean, estampan telas y pintan papeles, hacen y deshacen bovinas, te­jen galones y cintas, trenzan, hacen medias u otros géneros de punto, mue­len granos, clasifican y embasan los di­versos productos, etc., etc.

Por lo que taller será todo arte o industria en cuyas operaciones supere la mano de obra, y fábrica, será en la que supere el automatismo o mecani­zación de] trabajo.

(Sabemos que estas ampliaciones son muy relativas, pues no tienen más ob­jeto que la orientación y el ejemplo para que los jóvenes lectores las am­plíen y perfeccionen por su cuenta).

RUTA P d g . 3

LIS FUERZAS PROGRESIVAS del Moni deben « raparse frente al resurgir del nazismo

Hemos de volver, y volvemos hoy a la palestra, asociando nuestras voces a las de los hombres que, en no importa qué parte del mundo y en defensa de ese mismo mundo, se alzan indignados, denunciando ante la opinión, el hecho vergonzoso que supone, el que rele­vantes personalidades del nazismo en­cuentran apoyo en las altas esferas moscovitas, cosa que, por lo demás, en nada nos sorprende—no hace tantos años que fueron aliados—conociendo la falsedad que personifica al régimen sta-linista. No obstante, estos mismos he­chos, realizados por las llamadas de­mocracias, si no sorprentes, son cierta­mente censurables.

De cierto tiempo a esta parte, es del dominio público el reagrupamiento que efectúan, la fuerza, cada dia mayor, que van adquiriendo los residuos del nazismo en Alemania y los del fascismo en Italia.

No viene al caso citar lo que sucede en España, pues harto conocida es la condescendencia empleada por las de­mocracias con el régimen que tiraniza a nuestro desgraciado país. Debido a la tolerancia, o complacencia, que en la Alemania Oriental con un hombre, y en la Occidental con otro, pero con idénticos fines, se está produciendo un resurgimiento nazi-fascista que no du­damos en calificar de peligroso, siendo todo ello facilitado, tanto por unos co­mo por otros, por la cantidad de pues­tos de responsabilidad en materia eco­nómica, política y militar que son con­cedidos por ambas partes a las eminen­cias grises, o pardas del hitlerismo.

Estos hechos que con la tolerancia del mundo entero se están desarrollan­do ante la más completa indiferencia, excepción hecha de algunas protestas aisladas de sectores progresistas, están alcanzando actualmente el cénit de su desarrollo y llevando a cabo con el mayor descaro las más inauditas provo­caciones.' Hora es ya de que el mundo reaccione frente a los unos y a los otros, poniendo coto a estos gérmenes noci­vos, si no quiere convertirse en cóm­plice consciente de tan incalificable proceder.

La osadía de estos gérmenes del na­zismo alcanza hoy límites increíbles. El reagrupamiento de asesinos a suel­do, como fueron los S.S., y en menor proporción todos los componentes del movimiento nazista, es ya un hecho. El peligro que venimos señalando, há­llase hoy perfectamente patentizado con u na consistencia tal, que nos obli­ga a dar la voz de alarma. Cumpla cada cual con su conciencia de hom­bre y con el deber que a la humani­dad le liga, única forma d e atajar en ciernes, el florecimiento de una nueva Alemania hitleriana, revanchista y pro­vocadora, sobre las ruinas del país que llevó a la hecatombe, estando a punto de producir la del mundo entero. Las actuales provocaciones nos ofrecen una

visión de lo que sería un mundo, nue­vamente a merced de las hordas nazis­tas. No hay tiempo que perder; es la presente, una hora trágica y crucial para los destinos de la humanidad, y ante ello ésta debe alzarse en defensa de sus inalienables derechos; no hay plaza para las posiciones ambiguas; en el campo en que se defiende la liber-

(Jitanciácot Olaya

tad, no puede existir más que una po­sición: la que en esta acción enaltece a los hombres. Los demás, se hallarán frente a nosotros, pero cubiertos de ig­nominia,

El problema no admite dilaciones. La defensa de la libertad, exige que cada cual se coloque en su puesto, frente al reagrupamiento de las fuerzas nazistas y fascistas en estrecha alianza.

Los actos públicos llevados a cabo por el asesino general Ramcke, segui­do de sus acólitos, los SS., que en nú­mero de tres mil se han manifestado públicamente en Alemania, expresando su odio y su deseo de venganza hacia el mundo entero, dan el toque de alar­ma, y deben de incitarnos a formar un dique de. oposición, compuesto por to­das las fuerzas progresivas de la hu­manidad, todavía ensangrentada por la acción de esos mismos monstruos. Hay que oponerse a este resurgir destruyen­do en germen la virulencia qu les ani­ma, deshaciéndonos de la terrible pe­sadilla que el nazismo representa para los pueblos. ¿Dónde se hallan los qui­jotes dispuestos a esta acción? Hay

demasiados «pBüZeis^ c[iic no son ni si-

quiera Sancho. Hay que terminar con los unos y con

los otros. Pues ellos, esos extraños in­tereses que los Estados de ambos im­perialismos político-económicos están formando con sus pugnas, son los úni­cos responsables de estos vergonzosos hechos. Hoy aun es tiempo; quizá ma­ñana sea demasiado tarde.

DEFRNICIONES

SOLIDARIDAD La solidaridad es la expresión afec­

tiva o emocional de nuestra condición sociable. Ha sido comparada con la ley de la continuidad biológica. Es especie de sinovia individual y social. El in­dividuo es solidario consigo mismo, pues es interiormente una sociedad. La sociedad, sea la que quiera la jerar­quía de los círculos en que se concre­ta, es también solidaria. Cuando falta el aglutinante de la solidaridad, el in­dividuo se desequilibra y la sociedad se desorganiza. La vida individua] y social es un todo continuo. Podrá pare­cer a primera vista, según dijo un pen­sador moderno, que nuestras visceras interiores son exclusivamente de la in­dividualidad y que su única ley es el egoísmo, que viene a ser, en fin de cuentas, la mutilación de la personali­dad; pero la continuidad de la vida, la solidaridad biológica y la acumula­ción de esfuerzos y energías, constitu­yen advertencias y enseñanzas fecun­das, que se desprenden del estudio de las ciencias naturales como otras tan­tas consecuencias de alcance mo'ral en el recto sentido de la palabra.

De igual manera, y aun por razones más patentes que nuestro organismo se asimila a las condiciones del medio circundante, se incorporan a nuestro es­píritu en la tradición, en el hábito y en la herencia, los gérmenes de cultu­ra y de progreso depositados en el me­dio social, por generaciones anteriores. La vida intelectual, la afectiva y la de moralidad son a la vez personales e im­personales, y se hallan unidas por es­pecie de corriente magnética, semejan­te a la ideada por Platón. Somos, en efecto, todos los hombres hermanos ge­melos como los de Siam unidos por la cabeza y el corazón. Nutre el individuo sus energías y su vida en la de la es­pecie, y la del primero trasciende do nuevo a la especie por medio de sus obras, de suerte que los que se van, se quedan, y los que mueren, viven aún en el recuerdo de los demás, según el bien positivo que han cumpjido a tra­vés del ejercicio solidario hacia los de­más. Es así que la solidaridad es la baee' fisiológica y moral del sentimien­to humano.

Es este estado de espíritu que indu-

(Viene de la página 1) placencia que sé tiene por parte de sus superiores. Me habla el corresponsal, persona digna de todo crédito, de una chica que, durante mi estancia en ''1 país de Paco el Ferrolano, tuve cca-sión de conocer y de tratar, pues aun­que no fuera más que por su desgra­cia me merecía todos los respetos. Su padre, militante revolucionario, había sido fusilado por los franquistas; su madre, mujer débil de constitución y excesivamente sensible, murió al poco tiempo, víctima indirecta de Franvo, quedando la chica, niña entonces, al

Libros de hoy y siempre (¡CUENTOS CHINOS «El maniquí de mimbre», A.

DE TRADICIÓN ANTIGUA» France 175 «Las opiniones de Jerónimo»

Se t r a t a de una exquisita selec- A. France 175 ción realizada por Ma Ce Hwang ( ( E 1 fií¿„ d e to r e | n a » , A. F r a n -(«Marcela de Juan», que ha reunido c e . . . . 1 7 5 expresiones de las dist intas dinas- nUjs d e " D a l e v u e U a » , A. tías, desde los relatos anónimos de France 175 la d inas t ía Sung Waata alffuno de ' ' ' . ' . J ' los denominados ((cuentos ex t r años , «El anillo de Amatista», A. del poeta Pu Song Lin, que vivió France 175 entre 1630 y 1715, pero de cuya vi- ¡(Los deseos de J u a n Serveien», da en realidad, se sabe muy poco. A. France 175 Historias y leyendas contadas por los ( ( L a í e r i a d e los discretos», Pío narradores de cuentos de los pabe- Baroja 320 llones de té, versiones anónimas que mlmQS r o m á n t i c o S ) ) f p i o

se t r ansmi ten de abuelos a nietos, Baroja 200 o que fueron fruto del ocio de a n t i - . ' " " , ~ guos mandar ines «de uña larga»; las «El rursenor y i a rosa», Osear páginas de esta antología con su pro- Wílde ¿00 fusión de seres y cosas que viven y «Sonata de otoño y sonata de resuelven sus conflictos de una m a - invierno», B . del Valle l u ­nera exótica para la mental idad oc- clan 200 cidental que no puede menos de ce- «Nita))> Gui de Maupassant . . 200 der al influjo de esa magia an t iqu í - ( ( Q b r a s s l o s o f i D j d e r o t 2 0 0

sima, casi intocable como en el caso <( evolución de la mo-de l a encantadora historia de «Cheng Kropotkln 450 y el grillo», que acaece en el ano ( ( I ¡ e n c i a d e , a m o r s t e f a n

1431, cuando estaban muy de moda Zweig 450 en la Corte las batallas de gr i l lo^ futuro es nuestro», H. G ! y Cheng que encontró un hermoso Wells 450 ejempar, lo pierde por i roP"£enc i a ( < D e l p a s a d o y d e l f u t u r o ¡ , ; H . de su hijo, que apesadumbrado cae 3 2 Q

en una m o t o r a , d u r a n t e te cual • ¿ ¿ ¿ ^ n o y e ¿ Cheng halla otro, grillo flaco y sin ^ ^ gracia, que le t rae suerte y favores. ^ e n v e n e n a d o r e s ^ c h i c a . salvándole . u hijo que, al despertar , ffl cuenta que todo el tiempo estuvo so- • a n c h 0

1 ' c a m i n O ) , > v t o n s i n . nando que era un grillo... pero t o - ^ ^ ^ ^ ^ ¿ Í L ^ " « F r e u d ^ a c t . maniáticos»; tesana redimida por el amor y el ^ « — H*£ ^ 175 cuento de la alegre costurera, fiel •' ^ has ta la muerte, dejan entrever a i ro ^ ^ , ¿ • p W ^ r ¿ < ¿ ¿ ¿ ¿ ^ del misterioso corazón de la mujer „ „ , „ „ , J ^ G . N 1 7 5

i n a " «Freud y la generaciones», J . «Los dioses tienen sed», A. G. N 175

France 175 ,<Freud y los orígenes del sexo», J . G. N 175

Journal imprimé sur les presse, de la «El par to sin dolor ni pe»Rro„, S0CIETE GENÉRALE D'IMPRESSION D™*0'- A l f «» n s o ^andeker 175 (Coopérative Ouvriére de Production) Siige social : 26, rué Butfon, Toulouse , _ _ XT

Ateliers : 61. rué des Amidonr.iers Pedidos a MELICH Henry. C. N. Téléphone : CApitole 89-73 de la F.I .J .L. en Francia . Servicio

de Librería, 4, rué de Belfort, Tou-Le Gérrnit : JOSSPH VINCKNT. louse (H.-O.).

cuidado de unos parientes. Asi creció, sin conocer el calor de las caricias ma­ternales, atemorizada y sin tener ni la instrucción primaria. Por lo visto, bus­cando un lugar donde desahogar la tris­teza que debía corroer su espíritu, o mal encaminada por alguien, comenzó a visitar los templos. Allí encontró el confesor que había de ser su perdi­ción. «Al poco tiempo ya no servía el confesonario—me dice el corresponsal— y se la podía ver con el curita de ma­rras por fonduchos y hotelillos de ¡& peor especie».

Pero resulta que en una de esas fon­das se enteró que su «confesor» había estado con otra el día anterior... Y allí se armó la gTesca. El escándalo ha si­do sofocado, el don Juan confesor tras­ladado de parroquia, y la chica, al es­cribir estas líneas, es una de las mu­chas prostitutas que, unas veces en ca­sas de tolerancia y otras por las cal'es de las principales ciudades españolas, arrastran una vida miserable...

He ahí dos casos recientes. Uno en Atenas; otro en España. Que los lec­tores juzguen lo que por sí solo se juz­ga y no tiene absolución posible. Yo me limito a decir que no creo en Dios, porque si existiera habría acabado con los que en su nombre son los más in­morales y criminales—no otra cosa se puede decir de gente como esa—, que hoy andan por. nuestro planeta, ensu­ciándolo con su baba inmunda.

ATLAS.

ce a Tobías, molestado por un insecto, a cogerle cariñosamente por las alas y a abrirle la ventana diciendo: «Anda, pobre d'ablo; el mundo es suficiente­mente grande para que podamos vivir tú y yo».

Rebosa el mismo sentimiento el alma genial y apocalíptica de Víctor Hugo cuando exclama: «Un puerco socorrido vale un mundo». Idéntica emoción ani­ma a Turgueneuf al fijar sus ojos en los de un perro, ínterin se oye rugir la tempestad, diciendo: «El y yo somos idénticos; en ambos oscila la misma llama».

Si las ideas que sugieren tales emo­ciones parecen, a primera vista, por la incoherencia del sentimiento y por sus vaguedades de expresión, tocadas de cierto sabor panteísta, la discreción del análisis, restringiendo el alcance de la individualidad y reconociendo su at­mósfera nutritiva en la solidaridad uni­versal, pondrá los puntos sobre las íes en tanto y tan grato hervor de vida. Basta para ello atenerse a la correla­ción de lo cuantitativo con lo cualita­tivo, base del orden real de las cosas, del mental de los pensamientos y del armónico de las emociones.

La solidaridad individual se traduce en los hábitos propios, los que el agen­te contrae voluntariamente por sí mis­mo en virtud de su iniciativa. No son tales hábitos subjetivos ni individuales, porque otra vez lo subjetivo ahonda sus raíces en la realidad objetiva, de la cual es el sujeto subdito voluntario y lo individual a lo personal se requie­re, asociándose a un orden general, y no siendo lícito vivir sin previsión, al día, sino obligado contar con la racio­nalidad del tiempo, que el hábito re­vela al mostrar cómo el fugitivo mo­mento actual está lleno de lo pasado y preñado de lo porvenir.

La vida racional no se compone de actos cumplidos sin recuerdo ni previ­sión, para salir únicamente de la di­ficultad del momento, sino que su con­tenido requiere acciones realizadas po­niendo a contribución todas las ense­ñanzas de lo pasado y anticipando en previsión lo porvenir. La solidaridad, del individuo se puede apreciar en los dos aspectos de la moralidad: el material y el formal; el de los actos y el de las intenciones. Así, es eviden­te respecto a los actos que son en par­te determinados, sin negar la esponta­neidad voluntaria, por las circunstan-cias^en. medio de..las ci píen y por las influencias exteriores que rodean al agente. Es igualmente cierto que los actos sucesivos se enlazan for­mando una serie y dependiendo en parte lo que se hará mañana y lo que Se ha hecho ayer. No es menos clara y manifiesta la solidaridad de las in­tenciones, pues el factor personal no es planta exótica, sino que forma su s in­tenciones según su estado mental, afec­tivo, de voluntad, y las resoluciones sucesivas se hallan ligadas entre sí, pues las que tomamos hoy son en parte con­secuencia de las que antes adoptamos y habrán de influir en las que después aceptaremos.

En suma, existe una lógica de los su­cesos (la moral es una lógica en ac­ción), y la fuerza de las circunstancias se encarga, si nosotros no preveemos y proveemos en ocasión y en hora opor­tunas, de sacar inflexiblemente las consecuencias de las premisas por nos­otros puestas, quedando en este caso prisioneros de la circunstancia, que no siempre es propicia al desarrollo de la acción solidaria.

Lias tendencias, que a primera vista aparecen naturales, induciendo al in­dividuo a procurar para sí, constituyen la decantada ley de la lucha por la existencia y no son sino una verdad a medias, por no decir que son totalmen­te falsas. Cuando se observa que la araña teje su tela hasta morir; que el perro come hierba para provocarse el vómito y compromete su existencia pa­ra salvar la del naufragio; que, final­mente, los instintos de la maternidad

(Viene de la página 1)

veces, a deletrear. Y ahora que sabe­mos leer os asustan las cuatro o cua­renta verdades del barquero. ¿Nos qui­sierais mudos acaso?

Gozabais cuando en nuestros prime­ro* pasos infantiles, nos estimulabais con bombones y juguetes. Y ahora que sabemos correr, nos quisierais paralí­ticos. Leméis que nos perdamos en nuestras exploraciones, o que os en-

Por U Ufccrtooj» ó* €»p*r>e Leed

¿3*ffi y

propagad

«Ruta»

subyugan el egoísmo hasta el extremo de que el individuo se sacrifica a la es­pecie, no es lícito, de ningún modo, dar como buena la norma de existen­cia, ni aun entre los animales, la con­currencia vital, sino que es necesario declarar, sobre todo cuando se trata de la vida humana, que por encima de la lucha por la existencia se sitúan otros factores que constituyen un conjunto de distintas energías, que colaboran todas como excitantes para la acción solidaria.

De no haber otra ley reguladora de la vida que la llamada de lucha por la existencia, ésta circunscribiría su fin a la lucha incesante, sin tregua, que­dando cercenada teda iniciativa, todo impulso, sin que cupiese, ni aun como hipótesis, más que contestar con un si­lencio pitagórico a la pregunda del poeta cuando dice:

«sY el amor? sY la dicha? Los nacidos, no han de tener más fin que el de ser comedores y comidos del universo en el atroz festín?»

Si en lo fisiológico existe, al lado del instinto de conservación el de la espe­cie, en la vida racional, la ley de la lucha por la existencia, se halla gran­demente compensada, mejor diríamos minimizada, por la solidaridad, que despierta conjunto de energías que, si aparecen combatiendo, en último tér­mino llegan a concentrarse, personifi­cando en el individuo el espíritu colec­tivo y solidario por encima de todo.

o inconscientes? Infinidad de filósofos, escritores y

periodistas, son los que han manifes­tado mediante sesudos estudios los sentimientos de lástima que les pro­duce la juventud actual, basándose en los problemas que ésta tiene a resolver y en la moral que posee. A veces han estigmatizado las guerras con la secue­la de relajamientos físicos y morales que llevan consigo. Algunos han lle­gado incluso a estigmatizar la socie­dad. No debe exagerarse no obstante, pues si bien es cierto que los jóvenes se encuentran actualmente minimizados tanto en el aspecto físico como en el mo­ral a causa de la guerra y de la avi­dez sin escrúpulos de quienes les dan ocupación, es justo también que se re­conozca, que es a ellos a quienes in­cumbe igualmente una gran parte de responsabilidad en esta situación deca­dente en que nos encontramos en la post-guerra. Y es aquí, precisamente, que viene a cuento la interrogante que formulo al iniciar este trabajo.

¿Victimas? Sí, es verdad, pero sólo en cierta medida. La horrenda conflagra­ción que ha desolado a Europa de 1939 a 1945, ha dejado huellas que no están todavía a punto de desapa-reaer. Montones de ruinas quedan aún por muchas partes, tanto en el aspecto material como en el moral. Familias diezmadas, en las que algunos de los miembros queridos han desaparecido para siempre. El período de restriccio­nes alimenticias que hubo de sufrir Europa entera, ha causado en la juven-

Cartelera Teatral En Venissieux

D o m i n g o 23 d e n o v i e m b r e d e 1952, a l as d o s y m e d i a d e !a t a r d e e n el m a g n í f i c o T e a t r o d e l a C a s a d e l P u e b l o .

G R A N F E S T I V A L A R T Í S T I C O Y D E P O R T I V O

O r g a n i z a d o p o r l a L I G A D E M U T I L A D O S E I N V Á L I D O S D E L A G U E R R A D E E S P A ­ÑA.

El G r u p o E s c é n i c o « N U E V O D I A » p r e s e n t a r á l a g r a c i o s a c o m e d i a e n d o s a c t o s d e Mu­ñoz S e c a y P é r e z F e r n á n d e z , t i t u l a d a : u L O S A M I G O S D E L A L M A »

E x h i b i c i ó n d e J u d o y J i u -j i t s u , d i r i g i d a p o r el p r o f e s o r R o b e r t B a s c o b e r t ( c i n t u r a n e ­g r a ) y s u e q u i p o d e d e m o s t r a ­c ión de l ¡ ( Judo-Club de l R h ó -n e .

El d o m i n g o d í a 7 d e d i c i e m ­b r e , a l a s t r e s y m e d i a d e l a t a r d e , el G r u p o J u v e n i l d e Ja F . L. d e l a F . I . J . L . d e T o u l o u s e p o n d r á e n e s c e n a e n la S a l a Espo i r , l a g r a n p i e z a d r a m á t i ­c a d i A l b e r t C a m u s t i t u l a d a :

« E L M A L E N T E N D I D O »

EL RITMO VITAL contremos en vuestras covachas malé­volas.

¿Nos habríais dado alas para enjau­larnos?

Recíprocos debéis ser. Nos disteis semillas y herramientas; nos enseñas­teis el cultivo y el manejo, y el colmo sería negarnos nuestras obras y destruir nuestras cosechas en ciernes.

Dejad que el péndulo siga la tra­yectoria rítmica. No os asuste la hora que marca el reloj. Pensad que ia vida sigue. Que tras vuestro último cre­púsculo, inmediatamente detrás, apun­ta el alba nueva para otros.

No nos contentaremos con promesas situadas allá por las calendas. Nuestro calendario son nuestras pulsaciones,' nuestros latidos, nuestros sueños.

Si queréis nuestro acuerdo, dejad -de amenazarnos constantemente con la cuerda.

Proseguid vuestro declive, sin inter­ferir en nuestro ascenso. Y nosotros, los de hoy, recordemos que fuimos, cuando ya casi no seremos.

PUACIDO BRAVO.

F I N D E F I E S T A L a s i m p á t i c a p a r e j a d e b a i ­

le g i t a n o L i b e r t a d P é r e z y J u a n i c o A m a y a .

T r e s e s t i l i s t a s d e l c a n t e f la­m e n c o , c o n El Af r i can i l l o , M o -r e n t e y A n t o n i l l o S á n c h e z .

T r e s m a e s t r o s g u i t a r r i s t a s con C a r r e ñ o , C u a d r a d o y R o ­d r í g u e z .

S e r v i c i o r e g u l a r d e a u t o c a r e s t o d a s l a s m e d i a s h o r a s . S a l a c l i m a t i z a d a .

El s á b a d o 22 d e l a s n u e v e a l a s d o s d e l a m a d r u g a d a , e n la S a l a d e ba i l e d e l m i s m o t e a t r o

G R A N B A I L E A i m é R i v e r o y su c o n j u n t o

m u s i c a l

En Toulouse El d o m i n g o , d í a 23 d e n o ­

v i e m b r e a l a s 3 d e l a t a r d e e n l a " S a l a - T e a t r o S t e - A n n o ( rué S t e - A n n e , 3),

G R A N R E P R E S E N T A C I Ó N A R T Í S T I C A

p r o - p r e s o s d e l I n t e r i o r , o r g a ­n i z a d a p o r l a F L. d e T o u ­louse d e l a C.N.T . e n el Ex i l io c o n el c o n c u r s o d e l G.A. I B E ­R I A d e l a m i s m a , q u e p r e ­s e n t a :

( ( T I E R R A B A J A » el g r a n d i o s o d r a m a e n 3 a c t o s e s c r i t o p o r Á n g e l G u i m e r á , t r a d u c c i ó n d i r e c t a d e l c a t a l á n por F r a n c i s c o M a d r i d .

P a r a i n v i t a c i o n e s : F . L c c a l d e l a C. N. T . e n el Ex i l i o , C o u r s - D i l l o n .

¡Españo l e s ! , n o de jé i s d e a s i s t i r a e s t e m a g n í f i c o espec­t á c u l o .

Muy en breve y a beneficio del gran paladín juvenil «RU­TA», el Grupo Artístico «IBE» RÍA», estrenará la magnífica comedia en tres actos,

«GLORIA LINARES»

ALGUNOS DE LOS LUGARES

DONDE SE EXPENDE «CNT»

«SOLÍ», «RUTA» y «CÉNIT»

BORDEAUX.—Cours Víctor Hugo, esquina a la «Grousse Cloche», solo los domingos el resto de la semana en 42, ruó Lalande, Bolsa Vieja del Trabajo, C.N.T. francesa.

BAGNERES - DE - BIGORRE.—En el local de la C.N.T. Española, sábados y domingos, por la mañana.

CAEN (Calvados).—Los domingos en la plaza de Abasto, de diez a doce de la mañana.

MARSEILLE,—Viernes y Sádados en los Kioscos situados en la Plaza Ju-liete, esquina al Bulevard de la Major y en Cours Belsunce, frente a la Reloje­ría Suiza.

PERPIGNAN.—Viernes en el Bar Continental y Domingos por la mañana en el Castillet y sus alrededores. Se sirven periódicos a domicilio y pueblos limítrofes.

BEZIERS.—Sábados y Domingos en el Local de la antigua Bolsa del Tra­bajo, 2, rué Relin y en la semana en el Kiosco «La Voix de la Patrie», si­tuado en Allée Paul Riquet.

MONTPELLIER.—Todos los días en el Kiosco de la calle San Guillen, es­quina du Jeu de Paume, frente a la rué Courro.

PARÍS —Todos los días, inclusive los domingos, en 24, rué Sain'e Marthe, Pa­rís (X.).

TOULOUSE.—Local de la C.N.T. francesa (Cours Dillon), Kioscos I o y

Por M. ROME

tud una debilitación física grave. Ello ha dado como resultado también, el desencadenamiento de la depravación de forma generalizada.

Las ocupaciones, las dictaduras que han sufrido y aun sufren muchos paí­ses, con el desorden de vida que todo ello lleva cons'go, han creado una des­composición moral, la cual se hace sen­tir principalmente en la juventud y la conduce a la realización de actos de criminalidad, la que actualmente está . batiendo todos los records.

Pero veamos; seamos lógicos. Todo ataque implica una reacción. Cuando un organismo humano o de otra especie animal es atacado por una afectación cualquiera, se produce una reacción en su cuerpo. Una reacción más o menos enérgica, más o menos eficaz. ¿Vemos esta reacción en la juventud? A veces sí, pero sólo de una forma espasmódi-ca. Pero en la mayor parte de los jó­venes ni esto se produce. Y es aquí que se plantea el verdadero problema: ¿es la juventud verdaderamente vícti­ma? ¿O más bien se busca con ello ex­cusar la sociedad—ciertamente inexcu­sable—del orden social establecido y de la inconsciencia de esta juventud que tan lastimeros juicios arranca de muchos escritores?

¿Inconsciencia pues? Puede que este calificativo se encuentre demasiado du­ro, demasiado injusto. Mas examinemos todos los aspectos del problema.

¿Qué ha hecho la juventud para es­capar a este estado de cosas? Prácti­camente nada, y salvo honrosas excep­ciones, no atisbamos réacc'ones sensa­tas y viriles por parte del conjunto juvenil.

Contentos estaríamos d e encontrar estas reacciones, así como también un espíritu pronto a rebelarse contra el cercenamiento de su libertad, contra toda injusticia. Mas, sinceramente, ¿qué es lo que encontramos? Una juven'ud amorfa, coaccionada desde la infancia por la instrucción que se le inculca, basándose en una falsa moral, llena de prejuicios y de preceptos sórdidos, los que alimentan su sentido nefasto del patriotismo, factor principal de todas las guerras. Una juventud engañada por una prensa comercializada y malsana. que no da importancia a lo que la tie­ne y realza lo que no tiene ningún va­lor. Una juventud embrutecida que no tiene otra pasión que los deportes, re­ducidos al rango ds espectácu'o, que no tiene otro ideal que el que otros han forjado por ella y que acepta co­mo bueno, por no tener el valor de crearse uno más bailo, más justo, más humano.

La juventud, generalmente conside­rada, no tiene ninguna reacción contra todas estas lacras. Se deja engañar y explotar. No trata siquiera de darse cuenta si es explotada y engañada. Acep'a todo por el hecho de que sus padres han hecho lo propio y no com­prende por qué ella ha de obrar de forma diferente.

¿Es ésta la juventud que se nos quie­re presentar como víctima? ¿Me equi­voco al afirmar q u e existe también in­consciencia? Creo que no; incluso agregaré que en la juventud a que me refiero se trata de una inconsc'encia voluntaria, por pereza mental y por conformismo. ¿Debemos desesperar de esta juventud? A guisa de respuesta diré lo que sigue: Un amigo nv'o me decía en una ocasión: «Nos encontra­mos así por no haber sufrido bastante.» Esta frase me sugirió, a pesar de !o que llevo dicho más arriba una cierta esperanza, no en el sufrimiento sino en las posibles reacciones contra la injusticia. 2", de Lafayette y en 4, rué Belfort.

En la España franquista

EL DINERO

Dinero no se gana si no con dinero: sólo se enriquecen los ricos.

El mucho dinero» infunde al hombre instintos de lobo, y la riqueza se fun­da en la iniquidad, el llanto y la san­gre. La propiedad es hija del crimen.

El comercio es la urbanización del robo.

(Viene de la página 1)

niños han hecho ante nosotros con el mayor de los candores, y si se acepta aquello de que los niños y los locos son quienes dicen las más grandes ver­dades, ninguna razón tenemos para po­ner en duda cuanto nos manifiestan, cosa que, por lo demás, conociendo la monstruosidad en que se fundamentan todos los reg ;menes fascistas, en nada nos sorprende.

Pero ante ello, el corazón se nos oprime, los nervios se nos crispan, y al constatar tanta vileza, tanta ignominia y embrutecimiento perpetrado con los que han de ser los hombres del ma­ñana, no podemos sustraernos al deseo, mejor dicho, al deber, de denunciar ante la faz del mundo semejantes exacciones.

Y nos apena mayormente, el hecho de que es con la juventud en que mayores esperanzas se ponían para lle­var a cabo la obra de regeneración humana por nosotros propiciada, que se intenta desde la niñez reducir a la nada su sensibilidad y la dignidad de hombres, convirtiéndoles en monstruos, a la imagen del régimen que perso­nifica tales barbaridades.

Por tal causa, los jóvenes que en to­da libertad podemos formamos lejos de ese «caos de orden», hemos de ha-c»r cuanto nos saa dable por adquirir

conciencia propia y saber valorar en su justo término las virtudes humanas, ya que tendremos que emplearnos a fon­do en un mañana próximo o lejano.

Y es el régimen que todo esto rea­liza, el que con descaro inigualable pretende ser admitido en una organi­zación internacional por la divulgación de la cultura y de la ciencia como es la U.N.E.S.C.O., en la que en todo caso podría admitírsele para destruir todo vestigio de cultura, de ciencia, de dignidad y entrar a saco contra toda civil;zación.

Conocemos a medias la opinión de los llamados a pronunciarse sobre este problema, pero si en todo caso fuese favorable, podría decirse de acuerdo con la lógica más elemental que todos ellos aceptan como buenos los proce­dimientos empleados por ese régimen, y que de lo que se trata es de trans­formar a la humanidad en un cuartel, o varios cuarteles, para que mutua­mente se devore.

Por nuestra parte, firmes en las po­siciones que nos son consubstanciales, haremos cuanto podamos por esclare­cer el enrarecido ambiente que se pre­tende crear en cuanto s. las caracte­rísticas de los regímenes fascistas, se­guros de que con ello laboramos por un mañana más feliz para la humani­dad ¡rredenta.

R a g . 4 RUTA

ATALAYA LMUNDO ••LO" DE EISENHOWER

Hablemos en serio: ¿Qué pasa en la Luna? ;^A/*V/\/ ' \ / \ / ' \ /V\rt/ 'V/\/V\<*/\/VVVV'VVV\/V\^^

Bueno: «lo» de Eisenhower es un hecho. El General será Presidente de Estados Unidos... ¡como si lo fuera el civil Stevenson! Los gobernantes demo­cráticos tienen algunos privilegios sim­bólicos, pero no gobiernan; los que go­biernan son los que disponen de me­dios para someter a los que legislan y a los que ejecutan, y esos ya son cono­cidos en el mundo entero. Creo que ca­rece de importancia para los que no son «esos», el que en la1 Casa Blanca esté Fulano o Perengano. Para los ibero-americanos es todavía mejor: Go­bierne quien gobierne en Washington, se nos considerará siempre como los pa­rientes pobres de América, como votos sumisos en las asambleas internaciona­les, como posibles proporcionadores de carne de batalla en caso de conflicto, como eventuales fuentes de materias primas y como mercado de desecho. De­bemos consolarnos: el resto del mundo llamado «libre» está más o menos como ibero-américa... y el «no libre» ya sa­bemos como está.

Un obrero minero llamado Femand Sprunk, ha sido encontrado muelo colgado de una viga, cosa Ihiada a cabo voluntariamente por el mismo, la víspera de incorporarse ai servicia mi­litar. Previamente a la ejecución del acto, había declarado ante unos ami­gos que antes preferiría morir que en­dosar el uniforme militar.

Entre la disyuntiva de dos -suicidios que ante él se presentaba, ha optado por uno de ellos, el más rápido, con lo que decididamente no aporta ninguna solución al problema humano.

*•* Un sargento del ejército americano,

Andrew Villa, regresado dei frente de Corea, ha cubierto tres kilómetros mar­chando sobre las rodillas, en cuya ac­ción ha invertido 8 horas. Esta odisea la ha llevado a cabo, en «acción de gracia a la cirgen» por haber evitado que en el frente de Corea le agujerea­ran la epidermis. Aunque muy acostum­brado a estos ejercicios, no ha podido impedir esa virgen, en esta ocasión, que se le destrozaran las rodillas, por lo que ha tenido que ser hospitalizado.

**•

Menos afortunado que el sargento americano, un reverendo padre carme­lita que circulaba en motocicleta por una carretera en país galo, se ha estre­llado contra un árbol resultando muerto. El vehículo y su tripulante pues el carmelita viajaba en la parte trasera del mismo, han resultados ilesos. Dios no proteje muy bien a sus representantes en la tierra.

*** La policía venezolana, continuando

las acciones represivas que hace doi semanas dábamos a conocer, ha muerto a tiros en una escaramuza a Leonardo Ruiz Pineda, dirigente del Movimiento clandestino de Acción Democrática, Cuando este Movimiento participó en el poder, fué ministro de Comunicacio­nes, lo que de nada le ha servido en este caso para impedir que le locali­zasen.

Hablemos en serio: ¿Qué pasa en la luna? Porque los oleadas gigantescas que levantó el Océano Pacífico el otro dia, contienen más elementos de preo­cupación que las elecciones presidencia­les de Estados Unidos, y esas olas son obra de la luna..., «aunque Vd. no lo crea».

«La luna, cuerpo muerto, cadáver si­deral flotando en el vacío absoluto, girando en torno a la tierra por el jue­go de dos fuerzas: la atracción y la repulsión». Cuando los estudios eran

Por Alejandro SUX más superiores se nos hablaba de los «cráteres de la luna», de los efectos del calor tórrido diurno y del polar nocturno; de cómo los gases que cons­tituían su primitiva atmósfera fueron desapareciendo en virtud de la veloci­dad cinética de sus partículas que es­capaban a la débil fuerza atractiva del satélite... ¡y así por el estilo! Única­mente los novelistas imaginaron una luna diferente, poblada de «selenitas», según unos, bellos como dioses griegos, feos como insectos superinteligentes, según otros. La gente llamada «sen­sata» creía, y sigue creyendo, que la luna es un inhabitable planetoide ca­davérico, útil solamente a los poetas, los enamorados y los pintores de tar­jetas postales.

Todas esas teorías «sólidamente ci­mentadas»... ¡como todas! ya se de­rrumban con estruendo. Ahora resulta que la geografía lunar, hasla hoy in­mutable, felizmente para los estudian­tes, someterá a éstos a duras pruebas, como ocurre con la terrestre gracias a la imaginación juguetona de los impe­rialistas, conquistadores, reformadores sonal-.-s y aventureros graduados. Los astrónomos que disponen de los nuevos telescopios gigantescos fabricados en el país de los multimillonarios, asegu­ran haber descubierto ranuras lumino­sas en la luna, rectilíneas: paralelas unas, irradiantes otras, que parecen ser canales o algo por el estilo, construidos por seres inteligentes.

Supongamos que estos «canales luna­res» resulten tan «canales» como los famosos de Marte que existieron sola­mente en la imaginación de los astró­nomos (hasta nueva orden). De todas maneras, ya no podemos decir que nuestro simpático y romántico satélite sea un cadáver, porque se observa que muchos cráteres conocidos, como el de Linné, se derrumbó; que entre la re­gión de Cassini y el Valle Alpino (siempre en la luna) se producen cam­bios aparentes en cada ciclo del mes lunar; que en Mare Crisium aparecen

cráteres nuevas; que en la región de Vendeliusí se observan bruscos cam­

bios físicos; que en la de Platón apa­recen y desaparecen protuberancias... y lo mismo en las de Goldschmidt y en el valle de Schéter.

Los astrónomos Pickering, Barker y W.E. Fox ya aseguraron, hace una dé­cada larga, que existe una vegetación lunar cuyo proceso de crecimiento du­ra quince días. Por su parte, T.L. Mac-donald, director de la Sección Lunar de la Asociación Astronómica Británi­ca, afirma que en la luna se producen muchos fenómenos que no comprende­mos aún, y que sei& menester estudiar con paciencia y filosofía, pues «líos po­drán damos la clave de muchos miste­rios terrestres... entre los cuales* el de los maremotos del otro día que deben ser influidos por algunos trastornos so­lares en primer término, secundados por otros lunares ya que, como es sabido, el flujo y reflujo de las mareas son obra del pálido satélite.

A lo mejor descubrimos que los se­lenitas (de Selene, la luna mitológica) son más inteligentes que los terrestres todavía pendientes de lo que hará o no hará el general Eisenhower cuando ocupe el sillón de la Casa Blanca que estuvo acaparado por los demócratas durante veinte años.

El Anarquismo a través del mundo ¡RBUIRGIIIP ILIIIBIEIRIA\IPII€

en dfáalanda Según noticias que nos llegan a tra­

vés de «Senstatano»—órgano internacio­nal de los esperantistas libertarios— acaba de constituirse en Holanda un Movimiento Juvenil Socialista Liberta­rio, cuyo nombre es «la Vrij Socialisti-che Jeugd Bewegin». Los propósitos in­mediatos que animan a estos jóvenes, cao además dé propagar las ideas so­cialistas libertarias, el combatir el mili­tarismo, hijo directo del Estado, contri­buyendo así a crear entre la población, un clima propicio de repudio conscien­te a la guerra, única forma de evitar nuevas matanzas.

Deben ser ya del dominio de nuestros lectores—por haberse ocupado de ello nuestro colega «Solidaridad Obrera»— los propósitos que animaban a los anar­quistas holandeses de celebrar un Con­greso llamado de la «fusión» de las di­ferentes tendencias ácratas de aquel país.

Dicho Congreso tuvo lugar el día 28 del pasado mes de septiembre, al que concurrieron buen número de grupos e individualidades, todos los cuales coin­cidieron en la necesidad de constituirse en un Movimiento unido y coherente, capaz de hacer frente, con el mayor éxito posible, al capitalismo y al Es­

tado. Oportunamente daremos más am­plias informaciones sobre este Congreso. Por hoy, nos limitamos a decir que el nuevo Movimiento ha adoptado el nombre de Federación de Anarquistas en Holanda (F.A.N.) y que tiene un órgano de expresión titulado «Recht voor Alien» (Derecho para todos).

Ha sido elegido Secretario de Rela­ciones nacionales e internacionales el compañero Jan de Lange, cuya direc­ción es Willen Beukelstraat 15 Amster-dan. La dirección de la redacción del órgano de expresión es: H.J. Smienk, Cabralstraat 15, Amsterdan (Holanda). La federación, comunica en lengua es­perantista y envía un fraternal saludo a todos los hermanos en ideas del mundo.

Como puede apreciarse, los libertarios y anarquistas holandeses realizan, con el solo hecho de agruparsen, para dar mayor eficacia a su acción, una labor altamente meritoria que, a no dudar, dará muy pronto, los frutos que todos deseamos.

En lo que nos concierne, nos con­gratulamos de tales nuevas, constatan­do satisfechos, que las ideas sembradas por el maestro Nettlau no se han per­dido para todos, y enviamos desde las columnas de «Ruta» nuestro más frater­nal «aludo a los compañeros holandeses.

DEL IAIPC* La Federación Anarquista Japonesa

muestra tener gran interés y sumo cui­dado en la divulgación de las ideas a través de sus órganos de expresión. Así es, como, aún sin ser una organización muy densa en cuanto al númeTO de adherentes se refiere, edi'a los siguien­tes voceros:

«El Heimin Simbun» semanario edi­tado en Tokio, «Heimin Simbun» edi­ción de Kinsu, órgano decena! publicado en Houkuoka; «Heimin Simbun», segun­do edición de Kansi, quincenal publi­cado en Osaka; «Hirosima Saikatsu Simbun», decenal publicado en Hiro­sima, y «Cultura Nueva», mensual pu­blicado en Nagoya.

He aquí el rico exponente de vita­lidad que, aún sin muchas posibilida­des, nos brindan los compañeros del Japón.

SUMARIO: La bomba atómica ha quedado en pa'ñales.-EI rearme alemán sometido a cocción.-Los estra­gos del alcohol en el país de la ley seca.-Los magistrados de Manchester reclaman el látigo.

MEMO sisio DE locuüá LA CONCIENCIO HUMANO CONTRA LA GUERRA He aquí, reducido a operaciones

aritméticas, el balance trágico de medio siglo de locura. Véanse las consecuencias de las dos últimas gue­rras, y dedúzcase lo que represen­taría ana tercera, dada la proporción con que se perfeccionan, día tras día, los elementos mortíferos y destruc­tores.

La primera guerra mundial dio co­mienzo en el año 1914, 644 años des­pués de haberse inventado la pólvo­ra, 114 años después de la construc-tion del primer buque submarino y 31 años después de construirse la primera máquina de guerra. Duró, 4 años, 3 meses y 7 días; en total, 37.400 horas de terror.

Ocasionó 10.000.000 de muertos, 21.000.000 de heridos y costó la suma de 800.000.000.000 de marcos oro.

Después de largo y difícil periodo de reconstrucción, y corto periodo de progreso económico, (6 años), ex­plotó en el día del «viernos negro» la crisis económica en todo el mun­do, que sometió a paro forzoso a millones de personas, causando en todos los ámbitos sufriimentos, hambre y miseria. Durante el mismo tiempo, América quemaba y conver­tía en cenizas el trigo, sumergiendo en el mar el café, por motivos eco­nómicos. En Alemania los sufrimien­

tos duraron cosi cuatro años y el paro forzoso alcanzó a 6.500.000 hombres.

El año 1939, explotó la segunda guerra mundial; 25 años después de la primera, 20 años después del des­cubrimiento de. la desintegración atómica y 11 años después de la energía del cohete. Duró 5 años, 8 meses y 8 días, o sea; 49.872 horas de abominación.

Ocasionó 20.000.000 de muertos, 30.000.000 de mutilados o defectuo­sos, y costó 4.460.000.000.000 de mar­cos oro. Ochenta millones de per­sonas hubieron de buscar refugio fuera de sus bogares, lo que ocasio­nó la emigración mayor de todos los tiempos.

La primera bomba atómica cayó sobre Hiroshima (Japón), y pesaba 300 kilos; mató 78.000 personas y 10.000 quedaron mutiladas o defec­tuosas a causa de ios efectos de la radioactividad.

En este demoniaco concurso por el mal, las potencias del mundo en­tero juntan todas sus fuerzas, para superar los estragos precedentemen­te producidos. Si no se opone un di­que irresistible a la guerra que se prepara, ésta podría acabar con la humanidad entera.

I d p A bomba atómica, todo y con haber sido ar-

| j¡ gumento decisivo en el fin de la matanza ^SH número 2, todo y con haber producido tan­tos cientos de víctimas, cosa que cuenta 'sobre­manera en la importancia atribuible a los ele­mentos bélicos, ha quedado en pañales, carece ya de gran importancia. Y no piensen los lectores que ello es debido a que las comisiones técnicas o de control armamentista se hayan humanizado, descartando su uso. Nada de eso ha pasado segu­ramente por su mente. De lo que se trata es, de que las calenturientas mentes de los señores cien-tiñstas, han descubierto y compuesto un nuevo elemento más horrible y mortífero que la bomba atómica: la llamada bomba H o hidrogena, que acaba de ser ensayada en los Angeles.

Los más horripilantes relatos se han hecho estos días sobre la potencia mortífera y destructora de esta nueva arma de guerra; pero ni una sola voz, aparte las alineadas a las órdenes de la potencia imperialista que lo único que le molesta es no tenerla a su disposición en lugar de estar en la de su «enemigo», se ha elevado contra su posible utilización ,y menos aún, oponiéndose a que los adelantos científicos de la época sean empleados en la preparación de la fosa común de la huma­nidad, en caso de que tales elementos sean utili­zados. Lo que evidencia, que la mayoría de las gentes se encuentran ya acobardadas y embrute­cidas, es decir, constreñidas a vegetar en un ce­menterio de seres animados, en el que solo tiene posibilidad de manifestarse eficazmente la volun­tad de los malvados a las órdenes de una cua­drilla de locos sueltos. A mayor bajeza no podíi llegar el mundo civilizado en pleno siglo XX.

En los acontecimientos que se preparan, nulo resulta el valor hombre materialmente conside­rado; sin embargo, moralmente todo puede serle accesible: Hombres son los que preparan ese ele­mento terrorífico, y hombres han de ser quienes lo utilicen. Bastaría con que su conciencia como tales, despertara en los unos y en los otros, para que todo el tinglado de bestialidad que se viene tejiendo, se desplomase pulverizado. He ahí la lec­ción a asimilar, la gran tarea a emprender.

II Hace apenas siete años que los alemanes fueron

desarmados, desmanteladas sus industrias de gue­rra, y ya se habla de rearmarlos- Mas no existe unanimidad entre los llamados a pronunciarse sobre el caso y, aunque en el fondo se coincide en que puede rearmárseles, el problema es sometido a debate perpetuo, que más bien se asemeja a la discusión entre comerciantes de baratijas que a otra cosa.

Las discusiones establecidas entre los delegados de las potencias interesadas en lo que se llanta de­fensa de Europa con relación al rearme alemán, podría definirse de la siguiente forma:

Los americanos, sostienen que deben darse fusi­les a Alemania. Los ingleses se muestran de acuer­do, pero a condición de que sean fusiles viejos. Los holandeses añaden que éstos no deben estar dotados de municiones; los belgas por su parte desearían que fuese a condición de que sólo se sir­viesen un día por semana; los noruegos bajan el precio diciendo, de acuerdo con los belgas,- que solamente sean empleados en los años bisiestos y los dinamarkeses lo reducán casi a c*ro, propo­

niendo que sea a condición de que esos años co­miencen en jueves. No obstante, todos se ponen de acuerdo con la propuesta americana, dejando a la discreción de los técnicos militares la calidad del armamento a entregar, así como el tiempo y lugar en que hayan de servirse del mismo. La co­cina armamentista, sigue funcionando.

Los representantes alemanes de las diversas zo­nas de ocupación, tampoco están muy de acuerdo entre sí sobre este problema, y estamos seguros que el alemán medio, si es, ya sea medianamente consciente y ha sufrido los rigores de la pasada guerra, no estará de acuerdo con ninguno de ellos, y sólo sentirá deseos de mandar al cuerno cual­quier calidad de fusiles, en cualquier lugar y en todos los tiempos.

I I I Los estragos que produce el consumo del alcohol,

son exorbitantes en muchos países. Los Estados, haciendo uso de un paternalismo trasnochado, hacen ver que intentan poner remedio a la expan­sión de esta plaga social. Nada hay más falso que esto.

En la mayoría de las naciones es perseguido; y considerado como delito, el consumo de drogas y narcóticos como la cocaína, el opio, etc., pretex­tando que dañan la salud pública. Sin embargo dejan libre el consumo del alcohol que no produce menos estragos. ¿Razones que justifiquen tal pro­ceder? Sólo hay una: la razón de Estado; pues, mientras que sobre las drogas antes señaladas no existe ningún impuesto, los que se imponen sobre el alcohol llenan las arcas del fisco.. He aquí el Paternalismo estatal.

Pero en el país de la ley seca — ya mojada des­de hace algún tiempo —, es donde esta plaga al­canza proporciones más considerables. El Estado gasta millones en la atención de perturbados men­tales a causa del alcoholismo, e incluso reduce a prisión a los más recalcitrantes. Todo resulta in­útil; cada día es mayor el número de beodos y degenerados. La vida agitada que con motivo de la guerra permanente, se está llevando a cabo, ha venido a hacer sentir sus efectos. Y los Estados, nada pueden hacer contra ello, puesto que, aun­que intenten combatir los efectos, reside en su propio seno la causa que los produce.

IV Son tantos, al parecer, los crímenes de violen­

cia que se cometen en Manchester, que los ma­gistrados de la ciudad han reclamado el restable­cimiento del castigo mediante el látigo, en peti­ción dirigida al ministro del Interior.

Cosa es esta, que no es necesario solicitar su restablecimiento, pues jamás se ha dejado de po­ner en uso al reprimir, o intentar encontrar el autor, de gran cantidad de hechos llamados de­lictivos.

Sin embargo, puede que los magistrados en cuestión, al recabar que ello se aplique a los auto­res de crímenes de violencia, como ellos dicen, hayan hecho falsa ruta, pues no sabemos si los poderes públicos estarán muy calificados para ad­ministrar los castigos latigueros por esa clase de delitos, puesto que uno de los mayores crímenes de violencia que se cometen — las guerras perió­dicas — corresponde a ellos la responsabilidad, sino del hecho material, sí de la inducción y co­acción material y moral para que otros las reali­cen.

H|C¥ICIA§ de EXTREMO ORIENTE

La preocupación número uno de to­dos los Estados, es mantener el orden establecido, y conseguir el asentimiento del pueblo en favor de lo que dictan las leyes escritas en sus códigos.. Para ello, recurren a las más viles maniobras, tratando de justificar las «verdades» de drcho orden, transcritas por sus pater­nales disposiciones. Con la mentira, el engaño y el soborno, justifican nuevas leyes añadiéndolas a las ya existentes: leyes que legalizan la guerra, que la preparan presentándola bajo el manto de la paz. En la época actual, los po­derosos de la tierra dejan en mantillas a sus predecesores, estableciendo per-

p o r L. manente campeonato, en el que partici­pan, como principales concurrentes, los apoltronados en los aparatos estatales, para convencer a los pueblos de que deben armarse hasta los dientes si quie­ren defender la paz. El Japón no que­da al margen de este campeonato con la actuación de su gobierno y la com­placencia de los EE.UU., fuerza ocu­pante del país.

De la «Heimin Simbun», traducimos algunos extractos por los que se refle­ja la actitud del pueblo japonés frente a los intentos oficiales.

«Lia prensa mercantilizada da a co­nocer mentiras sin cuento, mentiras que quedan al descubierto al someterlas a un somero análisis. Encuestas públicas sobre el estado de opinión, han sido y son falseadas por ésta, ayudando y co-loborando a la campaña gubernamental, además de sugerir con ello, ideas retró­gradas a la masa popular. El Sindicato de Maestros japoneses, ha comprobado, mediante una encuesta, que el 80 por cien de la población es contraria al rearme; y contraria también, a una en­mienda de la constitución bajo pretexto de defender la paz, se muestra la ma­yoría. Entre 65.000 personas consulta­das, se han registrado los siguientes re­sultados: A la primera pregunta pre­sentada al público por el sindi­cato aludido sobre, ¿cree que la po­licía de reserva para guardar el orden público, que actualmente asciende a 110.000 hombres, no es suficiente nume­rosa? se ha contestado en la siguiente forma: 38 por cien creen que es sufi­ciente; 38,2 por cien, la cree insufi­ciente; y 23,8 por cien, son indiferen­tes.

A la segunda pregunta dirigida sepa­radamente a las mujeres y a los hom­bres. ¿Desearía usted que su hijo o su esposo se enrolarse en la policía de re­serva? han contestado las mujeres en

la forma siguiente: Sí, 8,17 por cien; no, 77,20 por cien; lo creen inevitable 8,92 por cien, y se muestran indiferentes, 5.72 por cien. Preguntados los hombres sobre si desearían enrolarse en la poli­cía de reserva, las respuestas han dado parecido porcentaje. La tercera cues­tión planteada en estos términos: Se­gún la opinión del gobierno, para au­mentar su fuerza, engrosar la policía dé reserva que constituirá el ejército, y formar este mismo ejército, hay que exi­gir el cambio de constitución; ¿usted cree que es necesario todo ello? ha dado los siguientes resultados: Si, 12,4 por cien; no, 51,1 por cien, lo creen ine-

T R E N C vitable, 23,5 por cien y un 1 por cien es indiferente.

La cuarta pregunta formulada, ¿Su opinión es favorable o contraria al esta­blecimiento de la ley sobre eJ servicio militar obligatorio, que forzará a su hijo u esposo a enrolarse en el ejér­cito? ha dado los siguientes resultados: Favorable, 6,8 por ciento; negativa, 70 por ciento, lo creen inevitable 18 por ciento y se muestran indiferentes un 5 por cien.»

Nos parece que con lo expuesto, so­bra todo comentario para demostrar la falsedad de los pretextos gubernamenta­les, que intentan justificar públicamen­te, la necesidad del rearme como cosa necesaria para la mayoría de los pue­blos ateniéndose a la opinión mayori-taria de los mismos.

La campaña de protesta inciada por la C.N.T. de España en el Exilio, po­niendo de manifiesto los crímenes que el franquismo está llevando a cabo, ha conmovido \as eoncáencias\ libres del mundo, y al ser secundada por los in­telectuales de avanzada de Europa, hizo llegar sus ecos al país del Sol na­ciente. Periódicos y revistas reproduje­ron en diferentes países la importan­cia de los actos organizados. La «Hei­min Simbun» dice a este respecto lo siguiente:

«La gran revista japonesa «Gunzo», se ocupa de los asesinatos llevados a cabo por el régimen franquista, en la persona de compañeros de la C.N.T. y la F.A.I., denunciando ante la opinión pública tales procedimientos.

«Los intelectuales europeos intervie­nen unánimemente en la campaña de protesta. Por cada libertario asesinado, surgen diez más, dispuestos a la pelea. «El régimen fascista qu e personifica Franco, debe ser eliminado.»

NUEVAS PROTESTAS contra el ingreso de Franco

en la U. N. E. S. C. O. Los intelectuales italianos, tras

haber estudiado la situación crea­da por la petición de ingreso en la U.N.E.S.C.O. de la España franquista, y ante las opiniones favorables emitidas por algunos países, han dirigido por escrito a dicho organismo la siguiente pro­testa:

«Los que suscriben, atendiendo la iniciativa del «Centro Halo-español de Cultura, BRUNO PIERLEONI»:

Habiendo sabido que el Gobier­no español del general Franco ha pedido a la O.N.U. la admisión en la UNESCO, y que según al­gunas informaciones periodísti­cas la ha obtenido en principio;

Considerando que la UNESCO es una Institución universal crea­da para la defensa y desenvolvi­miento de toda forma de cultura de tendencia social y humana;

Considerando que es difícil con­cebir un régimen menos preocu­pado de lo universal y más con­trario al desarrollo de una cultu­ra libre de tendencia social y hu­mana, que el régimen franquista;

Considerando que por causa de este régimen la cultura libre es­pañola se encuentra oprimida en el interior del país, o dispersa en el exterior en donde es conserva­da y desarrollada por el grupo de intelectuales diseminado por el mundo entero, al que se le impide el retorno a su país con aquellas condiciones de dignidad sin las que todo progreso científico, ar­tístico y filosófico es imposible (el profesor Pietro Calamandrei en la presentación de un estudio del profesor español Alcalá Za­mora «II Ponte» — Abril 1952 pagina 396 — habla que son más de trescientos los profesores uni­versitarios españoles que por no perder la libertad y la dignidad han preferido la vida del exilio);

ACUERDAN:

a) Formular públicamente la

más enérgica protesta contra la admisión en la UNESCO del régi­men franquista.

b) Dirigirse a la UNESCO para hacer valer las consideraciones precedentes.

c) Invitar a todos los defenso­res de la cultura a asociarse a esta protesta y a dirigirse a la UNESCO requiríendola para que esta institución internacional mantenga su apoyo, y reserve exclusivamente para la cultura libre española, el puesto que en ella tienen vacante las letras his­panas.

Firman el documento, CARLO ANTONI, Profesor de Filosofía de la Historia y Director del Insti­tuto de Filosofía de la Universi­dad de Roma. Umberto Serafini, Secretario General de la Asocia­ción Italiana del «Consiglio dei Comunl d'Europa», Rosario Assun-to, Escritor, Giuliano Vassalli, Profesor de Derecho Penal y pro­cedimientos penales en la Univer­sidad de Genova, Paolo Rossi, Profesor de Derecho Penal en la Universidad de Genova, Mario Ferrera, Abogado y Publicista, Alfredo Poggi, Profesor de Filoso­fía teocrática en la Universidad de Genova, A. Cario Jemolo, Pro­fesor de Derecho Eclesiástico en la Universidad de Roma, Giordio Badetti, Profesor de Historia de la Filosofía en la Universidad de Trieste, Lionello Venturi, Profe­sor de Historia del Arte en la Universidad de Roma, Aldo Ga-rosci, Publicista, Ignacio Silone, Escritor y Nicola Chiaromonts, Escritor.»

Día tras día la protesta contra las pretensiones franquistas se AMPLIFICA. El camino queda trazado, y confiamos en que todos los intelectuales de conciencia li­bre, secundarán la acción llena de dignidad de los intelectuales italianos.