e rrebOrgano de su Venerable

Orden Tercera y Cofradías.

Dirección y Administración:

PP. MERCEDÁRIOSSilva, 39.—Madrid (12)

24 DE ABRIL DE 1927 <> NÚM. 4

SUMARIOLA YIEDIACIóN UNIVERSAL DE MARÍA SANTÍSIMA, SEGÚN AUTORES DE LA

MERCED, por Fr. Juan G. Castro. — SAN PEDRO ARMENGOL, por el PadreMaestro Fr. Melchor de Rodríguez Torres.—APOSTOLADO SEGLAR, porFr. Ricardo Delgado. — PÁGINA MISIONAL. —NOTAS RELIGIOSAS, por FrayMartín O. de Arriaga. CRÓNICA MENSUAL, por Fr. Lorenzo Santama-

ría. — BIBLIOGRAPiA. —FAVORES DE LA BEATA MARIANA DE JESÚS. — NOTI-

CIAS E INDULGENCIAS DEL MES DE MAYO.

La Mediación Universal de maría, según

algunos autores de la merced.Dedicamos a la Santísima Virgen María, nuestra Madre,

el más hermoso de los meses del año con el nombre delMes de lag flores, porque como éstas son las promesas ylos principios de los frutos, así María es para nosotros elMayo florido de la gracia porque en ella tenemos todaesperanza de vida y virtud, que son las flores del alma; ycomo sin flores en vano se esperan frutos, así en vano seesperan frutos de santidad si antes no floreció en el corazónla devoción a María.

Es el pecado como un invierno, «en que sopla el vientoaquilonar frigidísimo que endurece las aguas hasta conver-tirlas en cristal, tala los campos y montes, todo lo consumesin dejar cosa verde como llama de fuego; para rebatir estosdaños y volver su hermosura a los campos y montes, vále-se el Autor de la naturaleza de una nubecilla como nieblaque a toda diligencia corre y socorre la tierra; y al lado delrocío del ábrego, viento austral, se retira y huye el hielo quetalaba los campos, calma el cierzo y con mano poderosa

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aplaca su rigor y como que planta nuevamente el campo yhace de un erizado invierno una alegre primavera» (1),María es la primavera divina de las almas a las que comoniebla todas las envuelve, enternece su dureza, templa sufrialdad, hace correr por ellas las aguas de la gracia, poneen sus entrañas gérmenes de virtud, las viste de flores yenriquécelas de frutos de bendición.

Páramo agostado y yermo de toda virtud era el mundo,'1--y Maria al nacer levantándose como tallo sin nudos de

culpa, tan recta y hermosa que en Ella «parece no hay otroser que el de Madre de Dios, pues apenas se ve en estaSeñora cosa alguna que no sea esplendor de Materni-dad» (2), con sólo su nacimiento cambió la faz de la tierra;«el invierno con sus vientos y fríos ya se fué, el verano(como se ve por todas las señales) es ya venido, los árbo-les se visten de flores, las aves entonan sus músicas connueva y más suave melodía, y la tortolica, ave peregrina,que no invierna en nuestra tierra, es venida a ella, y lahemos oído cantar, la higuera brota sus higos, las videstienen ya pámpanos y huelen a su flor, de manera que portodas partes se descubre ya el verano; la sazón es fresca yel campo está hermoso» (3).

Porque el «origen de todos los bienes de la Iglesia es laEncarnación del Hijo de Dios, que con la plenitud de sugracia hizo correr en la Iglesia copiosísimos raudales deella y se comunican a los fieles; y esta joya preciosísimacon su Madre para que disfrutásemos lo más precioso, noscomunicó el Padre Eterno»:

«No solamente dió (María) consentimiento, pero se hizointercesora por el mundo con Dios, interponiendo su súplicapara que se consiguiese el bien deseado» (4).

(1) P. Maestro Marcos Salmerón, de la Orden de la Merced, en elTesoro escondido en el campo de la Humanidad del Hijo de Dios, edi-tado en Barcelona en 1641, pág. 169.

(2) El P. Salmerón, en la obra citada, págs. 8 y 9.(3) Fr. Luis de León, en la traducción del Libro de los Cantares.(4) P. Salmerón en la obra citada, pág. 137.

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«No lograban sus deseos (los Patriarcas y los justos),difería Dios el favor, ¡,qué remedio? Gima la amiga, la her-mosa, la paloma; pida, desee, espere, para que unidos conlos gemidos de María los de todos los hombres, mandeDios se publique la gracia del Mediador concedida antes delos .siglos» (1).

«De lo dicho se concluye 'lo que debe a María la Iglesiay cuanto importa que nuestra devoción la asegure, para queestando presente a nuestra fe, no nos falte su favor e inter-cesión, que será faltarnos todo el bien, el remedio y con-suelo en nuestra necesidad.

»Mirad, fieles, el día que a vuestra poca fe murieraMaría, no se os manifestará Dios. La voz de María es vozde Dios; oidla, estimadla, tratadla con decoro y reverencia,como la tratan los Angeles y el mismo Dios, que estaSeñora obligada solicitará a sus devotos celestiales donesde gracia» (2).

— «¡Oh qué admirables efectos hace el divino Amor, licorpreciosísimo del vaso de María, en los hombres que digna-mente le abrazan! Embriaga, enfervoriza, enseña; da forta-leza y aliento, causa olvido, discreción y sueño; enajenadael alma de í por el divino amor todo lo menosprecia, ad-quiere divino fervor y agudeza para penetrar los secretoscelestiales, tiene osadía contra la adversidad, fortaleza con-tra los enemigos, olvido de lo presente, memoria a lo futu-ro, discreción para discernir lo bueno de lo malo, sueñocon que dormida a lo temporal y terreno levanta los ojosdel espíritu a la contemplación de lo celestial» (5).

Todos los servicios que a la Iglesia y a las almas haceMaría fluyen de la calidad de

Madre moral y mística, en el orden de la gracia,de la naturaleza humana y aun de la angélica,

porque María fue la mediadora y la intercesora e impetra-(1) P. Salmerón, pág. 164.(2) P. Salmerón, págs. 137 y 146.(3) P. Salmerón, pág. 146.

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dora de la Encarnación y al Verbo encarnado es deudorala humanidad de la gracia y de la gloria, como también losAngeles, siendo de fe esta doctrina en lo que atañe a loshombres, y sólidamente fundada en lo que atañe a los An-geles, de quien es Peina.

Dos cosas constituyen la maternidad moral: como -su-puesto la excelencia del ser, porque, naturalmente, la madrecomo tal es superior al hijo, y como fundamento inmediatola fecundidad por lo que de la madre se propaga y por ellacrece y se perfecciona la vida en los hijos. Como la excelen-cia del ser exige puesto también excelente, probada la exce-lencia del ser de María, queda establecida por lo mismo laexcelencia de su jerarquía que está sobre todas las creadas,aun las angélicas.

La Maternidad divina.

La Maternidad divina establece entre Dios y María unarelación superior a la que existe entre los justos y bienaven-turados. «Madre e hijo son relativos, y si el Hijo es infinitoy la Madre viene al natural para tal Hijo, un no sé qué deinfinidad ha de tener. Están estas dos cosas tan hermana-das, como dos guantes olorosos, dos polos del mundo,sobre los que se revuelve toda la máquina celestial; el unoinfinito como Dios, el otro ha de tener la infinidad, que encriatura caber puede con la suficiencia que pide llevar vozde Madre con voz de tal Hijo... para lo cual es fuerza poneren ella un no sé qué de infinidad, que en la otra vida nosdeclarará el Señor en honra de esta Señora y particulargloria nuestra» (1).

De esta dignidad de Madre de Dios como de principiomoral por lo menos, o también físico, proceden las exce-lentísimas y sobrenaturales perfecciones de María Santísi-ma, no porque la Maternidad las confiera formalmente, sinoporque es el motivo de que las tenga todas, como se colige

(1) P. Maestro Orla, Arzobispo de Gaeta, de la Orden de la Mer-ced, en la Primera parte de las Postrimerías del hombre, editado enPamplona, año de 1608, pág. 407.

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de las palabras del Angel: Dios te salve, llena de gracia (1).Y de este principio deduce que María en el instante de suConcepción recibió gracia más intensa y perfecta que laconsumada del más encumbrado Angel (pág. 475, núm. 111),que la gracia consumada de María, inmensamente acrecen-tada en el transcurso de su vida (núm. 115), excede enintensidad y perfección a toda la de los Santos, Angeles yhombres junta (núm. 112), y que por fin (cosa que no todosadmitirán y a la que pueden ponerse serios y tal vez inven-cibles reparos), fué tan grande la gracia de María que fuétoda la posible en pura criatura, quedando, por tanto, ago-tada en ella, la potencia obediencial (núm. 115).

Del mismo parecer es el P. Oña, en la citada obra, quepoco después de establecer «aquel principio que todos losprivilegios de gracia y santidad que la largueza de Dios haconcedido a los demás Santos se han de dar con mayoresventajas a María» (pág. 544), añade: «Y las palabras delAngel que la llamó llena de gracia, todos los dones y graciascomprenden y según buena razón pertenecen a la dignidadsuprema de ser Madre de Dios, pues la medida de estosprivilegios no es menos que el poder de Dios que es lo quela misma Señora dijo: Fecit mihi magna qui potens est,hízome grande el que todo lo puede» (pág. 350).

Y amplifica esta excelencia de María, excedente aún a laangélica con este bello pasaje: «El cielo es casa firme, peroangosta; los Angeles flacos y vidriosos (alude a su caída);el hombre casa grande, pero no firme. ¿Qué remedio? Queedifique Dios otra casa de nuevo, firme como el cielo ycapaz como el hombre, que ésta tal será suficiente para queDios more en ella. Esta casa es la Virgen María. ¡Oh Vir-gen benditísima, que Vos sois la casa en que Cristo seaposentó nueve meses por la más alta manera que en otrapura criatura; Vos sois el aposento donde Dios descansó yreposó. ¿Quién podrá, Virgen Santísima, cantar las muchas

(1) P. Silvestre Saavedra, de la Orden de la Merced, en la «SacraDeipara», impreso en Lyón el año 1655, pág. 476, núm. 121.

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virtudes, encumbradas gracias y prerrogativas que Dios enVos esmaltó?

»Sin duda desfallece todo entendimiento criado, enmu-dece toda lengua, no sólo para acabar, sino para comenzarvuestros loores. Todos los Santos se hallan indignos ybalbucientes para decir y contar vuestras excelencias» (pá-gina 350).

Descendiendo a describir como pudo las excelencias delcuerpo y alma de María, dejó atrás escrito lo siguiente: «YSan Ambrosio interpretó este nombre santísimo de María:Deus ex genere meo, Dios nacerá de mí. Por lo cual tam-bién se ve que el cuerpo santísimo de la Virgen fué el másperfecto, no sólo en templanza, sino también en hermosura,de todas cuantas puras criaturas Dios crió. Fué la másperfecta de complexión, junto con una gran templanza deánimo, de manera que nunca tuvo ni cayó en propia y ver-dadera enfermedad, teniendo siempre salud continuada, porser, como dice San Sofronio, su cuerpo libre de toda con-tagión, su carne inmaculada y purísima, así por semejanzatan grande que tuvo con Cristo nuestro Señor como verda-dera Madre con un Hijo verdadero en cuanto hombre, comoes especial que habiéndose de formar de este cuerpo y deesta carne el perfectísimo cuerpo de Cristo, tocó a la divinaProvidencia acomodar aquel medio con aquel fin, para quesiendo semejantes creciese la perfección y el amor entreMadre e Hijo, y por la misma causa, la hermosura de María,que siendo la más perfecta, fué la más honesta, como afectode la mayor templanza... Y si la funda y la caja, el cuerpo,le hizo Dios tan admirable, sin duda que el alma, que era lajoya, había de ser perfectísima» (pág. 343).

Y para realzar la excelencia de María por parte de suformación, establecida la doctrina de los dos fueros: eldivino, en el que Dios crea y al mismo tiempo eleva alorden sobrenatural todo ser espiritual que crea, y el fuerohumano, en el cual el hombre, según decía nuestro P. Sal-merón en la obra citada, pág. 27, «brota de tierra infecta,pero con espinas, frutos desazonados, hijos de ira», dice y

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añade: «Nuestra Señora fui creada al fuero que Dios creóal mundo; cumplidas todas las cosas, perfectas, sin defecto,porque a los Angeles crió en gracia, y a los hombres pri-meros en gracia, y a la Virgen crió en gracia; y si en

-La., Virgen Blanca del altar de Prima, que se venera en

la Catedral de Toledo (siglo XIII).

gracia, sin pecado original, casa fuerte, estable, amplia,limpia, casta, tan limpia como necesario para el aposentode Dios, donde vivió y moró de asiento, no sólo como enlos demás justos por gracia y demás virtudes que de ella seoriginan, sino en quien vivió y habitó, como dice el Após-

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tol hablando de Cristo, la divinidad corporalmente» (pá-gina 353).

San Pedro Pascual, mártir, también de la Orden, en elsiglo XIII escribe en la «Historia de Lázaro», núms. 35 y 34:«No te puedo explicar (Adán a Lázaro) el deseo que tengode ver a esa Hija mía, que tú tantas veces has visto (laSantísima Virgen), anunciada desde el principio del mundohasta hora, la cual por su gran humildad mereció ser Ma-dre de Dios; y así te ruego me digas su figura, me digassus perfecciones y me digas las maneras que tiene con suHijo. Adonai, el Mesías prometido en la Ley, Jesucristo Diosy hombre verdadero». Y cuando Lázaro se disponía a sa-tisfacer los deseos de nuestro primer Padre, corta SanPedro Pascual el diálogo con el llamamiento de Lázaro porCristo a nueva vida, con lo que indica bien a las claras queel empeño de explicar la excelencia de la Virgen es superiora las fuerzas humanas. En el núm. 50 de la misma obra nospresenta a la Santísima Virgen en la gloria con preeminen-cia y honor superiores a los de pura criatura y sólo inferioresa los de su Hijo Dios y hombre, Creador y Redentor; con-secuente esta doctrina con aquella otra del Santo que debetenerse por básica en su Mariología, la inseparabilidad deJesús y María, y la completa independencia de ambos enorden a la existencia de que Adán persevere o no en elestado de gracia, porque en el caso primero María sería laMadre de Cristo, complementador de la gloria de la huma-nidad, y en el segundo, previsto en el orden de los aconte-cimientos, María fué la Madre de Cristo Redentor, y enuno y otro siempre la Madre moral de los Angeles y de loshombres. (Contemplacio del dimecres sant, núm. 12).

Es, pues, verdaderamente asombrosa la perfección deMaría, siendo toda lo posible en pura criatura, pues el almahumana, aunque dice orden a cuerpo, aun en sus operacio-nes intelectivas, porque según el vulgar dicho «nada hay enel entendimiento que antes no haya estado en el sentido», ypor lo mismo supone limitación, con todo no implica estamera limitación repugnancia con los más excelsos grados

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de la espiritualidad como es y supremo la visión beatífica, ymenos, con ma yor razón, con otras perfecciones, aun supe-riores a las angélicas.

Fecundidad maravillosa.

Fecundísima fué Eva, pues de ella se derivó a todos losque vivieron, viven y vivirán, el don de la vida; fecundísi-ma es María, pues la gracia por ella corre a todos los quetuvieron, tienen y tendrán esta dádiva verdaderamente di-vina; «es Eva, dice San Bernardino, madre de todos por latransmisión de la vida, es María Madre de todos los ama-dores de Cristo por la infusión de la gracia».

«Para hacer pecados y males, dice el P. Maestro Oña(obra citada, pág. 354), se hizo una junta de hombre ymujer, compañía de Adán y Eva; para excusar ese pecadohubo otra junta de Dios y de la Virgen. Cristo viene porMedianero entre Dios y el hombre y tiene parte de dos ex-tremos, y así mira, como Dios, que no sea ofendido, y seael hombre perdonado; María, que también es Medianera, deun extremo ha de participar en ser mujer para que mirepor los hombres, del otro ser sin pecado, para que mire portoda santidad y limpieza».

San Pedro Pascual, en la Contemplado del dimecressant, núm. 31, entre otras razones que pone en labios deJesús consolando a su Madre y esforzándola a los doloresque le esperan en su Pasión, pone ésta: «Y, además, Madremía, haré que vengan a honrarte todas las almas de losPadres, que Yo sacaré del limbo, y recibiréis de ellas granconsolación, como instrumento que habréis sido de susalvación, y os pedirán vuestra bendición y se la daréis».Y en la Disputa, título XLVIII, núm. 12-14, trata de propó-sito esta cuestión de María, Mediadora universal: «Señorjudío, vosotros sois, por tanto, contradictores del testimo-nio de la Santa Escritura, pues, por las razones que acabaisde oir, es el Mesías merecedor y digno Señor de todos.Bien sabeis que mediante Eva, cuando aún era virgen,Adán asintió a las palabras del diablo, disfrazado con apa-

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riendas de serpiente, y por esto Eva vino a ser la introduc-tora de la muerte, la cual de este modo entró en el mundo,por lo cual fué conveniente, justo y razonable que en elprincipio de la redención hecha por Dios de Adán y deEva, y de todos sus hijos, Dios eligiese una otra mujer,virgen también, mediante la cual se hallase modo o ma-nera (ocasió) de reparar la vida, la cual se había perdidopor Eva cuando aún era virgen; así, que virgen por virgen.Es recio de creer, replican los judíos, señor cristiano, queDios se haya valido de una mujer como medianera pararedimirnos». A lo cual contesta San Pedro Pascual con lahistoria de Ester y Judit, de las que Dios se valió parasalvar a su pueblo, y concluye: «Por lo que podeis com-prender que el Espíritu Santo, ordenador de las Santas Es-crituras, no en vano mandó escribir estas maravillas obra-das de orden de Dios por mujeres casadas o que lo habíansido, y que al poneros ante la vista estos ejemplos, fui paraque creyéreis, cuando se os anunciase y evangelizase, lasmaravillas que Dios hizo, mediante una mujer virgen, asaber, la Virgen María. Y para que esto creyéseis, y mayor-mente siendosiendo la mujer virgen más parecida a Dios, que lasque no lo son, creyéseis con mayor motivo las maravillasobradas por una virgen, la Virgen María, por cuyo mediofué cortada y quebrantada la cabeza de Holofernes, o sea,de la serpiente Lucifer, que engañó a Eva virgen, y, por Ma-ría Virgen, que es mujer, Dios condenó a la serpiente, Sata-nás: la mujer quebrantará tu cabeza. —Señor cristiano(concluye el judío), me habeis dado muy buenas razones, ypues así lo creis los cristianos, razón teneis y buena parareverenciar tanto a la Virgen María».

«Y no menos claramente brilla esta verdad (la de la ex-celencia de María sobre toda criatura), dice el P. Saavedraen la obra ya citada, pág. 475, núm. 118, en el conocidotestimonio: Todos los ríos entran en la mar, y la mar norebosa, palabras aplicables a la Santísima Virgen, segúnSan Anselmo, pues afirma el Espíritu Santo en estas pala-bras en sentido místico, según explica el Cantuariense, que

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todas las perfecciones repartidas entre todas las criaturas,aun las angélicas, corrieron a María y en Ella se acumula-ron sin que superase su excelentísima dignidad de Madrede Dios, y explicándolo punto por punto, añade: en Maríaentró la gracia •de los Angeles, la de los Patriarcas, la delos Profetas, la de los Mártires, etc., y este mar inmensode María no rebosó, porque la Maternidad de María exigela gracia de todos los Santos. De donde coligen los Padresque los ríos vuelven al lugar de donde han salido paravolver a correr de nuevo, o saber que toda la gracia quese encuentra en todos los Santos llegó a ellos y se derivóde la Santísima María».

«Empefióse el Padre, dice el P. Salmerón, pág. 186, dedar su Hijo al mundo; depositöse en María, y esta Sacratf-sima Virgen nos le diö no solamente Hijo de Dios, sino Hijosuyo, engendrado en sus entrañas; no fué liberal de Hijoajeno, sino de Hijo propio, dádiva de Madre; y, aunque esvulgarísimo comunicarse Dios a los hombres, este modoes peregrino».

«La propiedad del Hijo, escribe el P. Orla en la obracitada, pág. 367, es ser blancura de la luz eterna, descubrióla figura de su mesma substancia; y la Virgen es semejanteespejo, pues el resplandor de la Luz increada que salió delpecho del Padre reverberó en las entrañas de su Madre yresultó al mundo el Verbo Encarnado».

«Grande es la potestad de María y tan grande que tieneamagos de omnipotencia, superiores a toda valentía, indicesclaros de las prendas de Madre de Dios» (1). «Todos lostesoros del Padre se depositan en María como en instru-mento por el buen lado que la hace la compañía delHijo» (2).

Concluyamos con unas palabras del P. Melchor Rodrí-guez, Obispo de Pose, también mercedario, en su Agricul-tura del alma, fol. 136 y 139: «Entre todos sin contradicción

(1) P. Salmerón en la obra citada, pág. 50.(2) El mismo Padre, pág. 184.

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es muy cierto ser la Virgen el mayor milagro que el cielohizo para rebatidero de los rayos de este divino Sol. Y asídice San Ambrosio, que de la manera que cuando el sol daen un espejo queda el sol visible por haberse templado susrayos y el espejo inaccesible por haber demasiadamentesubido de punto, el día que Dios se hospedó en las entra-ñas de María, El se humanó para dejarse ver, y Ella creciócon exceso para no dejarse mirar».

«¿Se podrán decir siquiera las obligaciones en que elmundo le está? Ni aun aquí hay que poner mano, porque aesta Señora toda suerte de personas y todo género deestados le deben lo que son, como a principio de su reparo.¿En qué hubiera parado el mundo si María no hubiera esta-do de por medio? La llama el Espíritu Santo cuello de laIglesia, que no es sólo por haber sido donde Dios cargó lamano al repartir sus dones, como suelen en el cuello po-nerse las preseas de más estima, sino porque es el mediopor donde Cristo comunica sus bienes a los demás, comopor el cuello inflüye la cabeza en los miembros.

»A esta general obligación que como agradecidos junte-mos las nuestras, pues son mucha verdad es que en decirnuestra Madre y Fundadora y la que dió principio a nuestraReligión con aquel célebre milagro y descensión, que certi-ficaron personas fidedignas, se dice todo; que como en eltítulo de Madre de Dios se dice cuanto el cielo pudo darla,con el titulo de Madre nuestra, decimos cuanto nos pudoconceder.

Estimemos, diré parodiando a este Padre, en mucho loque gozamos, preciémonos de tal herencia, valgámonosdel regalo de tan piadosa Madre, hagámonos a sus mañas,pues nos criamos a sus pechos, y de tal manera gastemosla vida en alabanzas de esta Señora, que por ningún casoni ocasión que se ofrezca se falte a esta obligación».

FR. JUAN G. CASTRO

San Pedro Armengol, Mártir de laOrden de la Merced.

Su fiesta el 27 de abril.Fué Armengol de la sangre real de Cataluña y de la casa de

los condes de Urgel.Criöle su padre Lamberto con harto menos regalo del que

suelen criarse personas tales, a fin de que se hiciese a todo;pero no acertó en mucho tiempo a salir con ello, porque lagrandeza de su linaje, que de razón había de traerle recogido,le era a veces motivo de distracción. Que yo no sé qué es esto,ni en qué topa, o cómo ha perdido tantos quilates la nobleza,pues con haber sido ella quien abrazaba la virtud mejor que eloro al esmalte, es ya tratar de j untarlos labrar sobre alquimiao trabajar en cobre.

Mientras no dió lugar la niñez a que Armengol se desvane-ciese, fué tan dado a lo bueno y tan devoto que mostraba biense criaba para la religión. Pero creció y ausentóse su padre, yj untándose con otros caballeretes de su edad a pocos lancesolvidó cuanto de virtud había aprendido; mas volvió luego a suprimer recogimiento, ayudado mucho de cierta devoción que ensu niñez tuvo con la Madre de Dios.

Con todo eso anduvo cayendo y levantando, y como enfer-mizo casi cuatro años hasta que el demonio se quitó del todola máscara, y levantando otra peor borrasca que la primera, letrujo a estado de disipar el mayorazgo de su alma y perder losbienes adquiridos en ella.

Tales fueron sus travesuras, tal su distraerse, tan enormessus cosas, que temiendo volver a vista de los suyos, dió enacaudillar bandoleros, con que fueron increíbles los agravios,hurtos y homicidios que a sombra de Armengol hizo aquel en-jambre de perdidos que consigo juntó; porque se vea el para-dero de quien con tibieza comienza a servir a Dios.

¿Quién dijera, hermanos, que esto era remediable? ¿Quiénsupiera atajar tanto daño y enfrenar animal tan desbocado? Porcierto sólo Vos , Señor, por un pequeño resquicio que le habíaquedado os entraste y tomando esta hebra en la mano recogisteel ovillo.

Sucedió, pues, encargar el reino a Lamberto escombrase latierra de esta gente perdida, y, sin pensar, dió el padre con el hijo.

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Conociéronse, y bañado Armengol en lágrimas se postró a

los pies. Sin duda esperaba más fruto el cielo de este segundopródigo que del primero, pues sin aguardar a que él buscase a

su padre, se le sacó al camino.

Recogió Lamberto al hijo. y él hizo en breve tal mudanza de

vida, que pagada la Madre de Dios de sus principios, se le trujoa su Orden, dándosele por súbdito a nuestro Patriarca y Padre

San Pedro Nolasco, el cual como luegO descubrió el valor de

la piedra la labró con todo cuidado, enseñóle a estimar la obra

que comenzaba, a proseguirla con brío y si descaecía, dábaleánimo. En fin, tan a sus mañas le hizo que le heredó su espíritu

doblado como Eliseo a Elías, siendo el confesor y mártir de

más estima que esta Religión goza.Cuando tuvo esta águila caudal acostumbrado su polluelo

a no apartar los ojos del Sol de justicia Cristo, sacóle a volar,

ya por los arrabales de Cataluña, en las redenciones de Valen-cid y Granada, ya atravesando el mar a Túnez, Trípoli y Bujía,donde le tenía el cielo hecho el palenque de su pelea y señalado

el lugar de su martirio.Faltóle aquí una vez entre otras dinero para su redención, e

hipotecó su persona a una gran deuda, pero no saliendo la ditatan puntual en su cobranza, como los bárbaros quisieran, echa-

ron mano del deudor.Metieron al santo mártir en una cueva cargado de prisiones,

y allí pasó ocho meses afligido de hambre y maltratado de azo-tes, aunque regalado con grandes favores del cielo.

Condenäronle al cabo de este tiempo a ahorcar, declarando

haber sido fementido y embustero. Ejecutáse la sentencia, y el

Señor, que dispuso que sirviesen las manos de los ángeles depeana a los justos, ordenó que las de su Madre usurpasen esteoficio, quizá porque desembarazando ellos las suyas cesaríanlas músicas con que le entretuvieron tres días; al cabo de loscuales le bajaron, habiendo los compañeros bastantemente pa-

gado su empeño.Misterio fue este que asombró la tierra y que hasta hoy dura

en los anales de Túnez, referidos con todas sus circunstanciasque fueron muchas, y en nuestra primera centuria se escribe

bien por extenso (1).

(1) El P. Mtro. Fr. Melchor de Torres en la Agricultura del Alma, fol. 79 y 80.

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Apostolado seglar.En estos tiempos de lucha y de encarnizado combate contra

los sagrados intereses de Cristo y de su Iglesia, en que, portodas partes, los enemigos del Divino Nazareno se unen, seagrupan, formando formidable falange para ir, como un solohombre, a la conquista de las almas, empleando todas las armas,con tal de descristianizar la sociedad, la familia, y por ende elindividuo, es de suma necesidad que los verdaderos católicos seunan en torno de la sacrosanta bandera de la Cruz, símbolo deamor, lábaro de esperanza, trofeo de victoria para que, a subenéfica sombra, formen un eficaz Apostolado Seglar, a fin detrabajar por el advenimiento del reinado social de Jesucristo enlos pueblos y en las almas.

¿Qué es el Apostolado seglar?

Alguien lo definió diciendo que es el trabajo individual o co-lectivo que todo buen católico debe efectuar para la propaga-ción, defensa, aumento y esplendor de la fe y de la moral cris-tianas, conforme a su situación social, bajo la dirección o auto-ridad de la Iglesia.

Apostolado por ser, dice el infatigable apologista popular,Sardá y Salvany, cooperación a la empresa apostólica y porello sujeto, a la dirección de la autoridad eclesiástica; seglarporque viene a constituir las milicias auxiliares de la Iglesia,que en muchos casos son insustituibles. En la lucha por la ci-vilización cristiana, los seglares tienen un lugar nobilísimo einsustituible. Cuando con tanta frecuencia en la época moder-na, ayer en una nación, hoy en otra, se atacan los derechos dela Iglesia, ¿quién los puede defender con eficacia en el ordenhumano, mas que los seglares agrupados en torno de suMadre?

El trabajo apostólico, si se desarrolla por la sola acciónaislada de una sola persona, mediante la propaganda en su fa-milia, en sus relaciones sociales, bien en el taller, en la fábrica,etc., etc., se llama apostolado individual, y colectivo cuando mu-chas personas se unen o agrupan para la propaganda cristiana.

En este apostolado católico todos tienen cabida y todos de-ben trabajar en favor de la propaganda cristiana, los ricos y lospobres, los grandes y los pequeños, los niños y los ancianos,

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y todos podemos laborar en este maravilloso apostolado. Elpadre de familia tiene magnífico campo en el seno de su hogar,formando el corazón, la voluntad de sus hijos en el yunque delos principios católicos y de las máximas cristianas; hacercumplir los deberes religiosos a sus sirvientes y a todos susdomésticos; el maestro, con sus alumnos; el catedrático, consus discípulos; el profesional, con sus clientes; las hijas, consu padre y hermanos; el trabajador, con sus compañeros defábrica o taller; el estudiante, con sus condiscípulos o amigos.¡Oh, qué hermosos son los pasos de los que evangelizan lapaz, de los que evangelizan el bien!

Dios nuestro Señor no exige a todos los católicos igual in-tensidad de trabajo, porque no todos tienen la misma prepa-ración, los mismos conocimientos, la misma posición so-cial, los mismos medios de fortuna, el mismo campo de accióny el mismo tiempo libre para dedicarlo a la propaganda; peroexigirá a cada uno, en proporción a los talentos que le dió, y asu situación social contribuya al desarrollo de este apostolado.

La finalidad del Apostolado Seglar es la propaganda y de-fensa de los intereses de Jesucristo; hacer que Cristo reine enla sociedad, en la familia y en el individuo, evitando que elerror se apodere de las inteligencias, pervierta los corazones ylleve el frío glacial de la indiferencia a las almas; trabajar por laconversión de los herejes y de los impíos, por la reforma delas costumbres, por el aumento del culto católico, por el cumpli-miento del descanso dominical; desterrar del hogar la literaturapornográfica que, por donde pasa, y pasa por todas partes, vadejando la duda en el corazón, la pérdida de la fe y el germen'de toda corrupción; la difusión de las letras y artes cristianas,porque todos estos son factores para el reinado de Cristo.

Pero esta acción, este apostolado evangélico tiene que serbajo la omnímoda dirección del Papa, como cabeza y Vicariode Jesucristo en la tierra, de los obispos, legítimos sucesores delos Apóstoles, de los sacerdotes, que son auxiliares, pues a to-dos estos fué a quienes Jesucristo dijo: «Id y enseñad a todaslas gentes».

Necesidad e importanciadel Apostolado seglar.

Si bien es cierto que el apostolado es natural y propiamente

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dicho, oficio y ministerio del sacerdote, quien después de reci-bir las Ordenes Sagradas, se desliga completamente de todaslas cosas humanas, para entregarse de lleno a la salvación delas almas, a extender y propagar el -reinado de Jesucristo, tam-bién es cierto que son llamados a laborar y cooperar en estesublime apostolado todos los católicos, no sólo los sacerdotes,sino también los seglares. «Lo mismo el clérigo que el seglar,dice el obispo de Avila, señor Plá y Daniel, hemos sido redimi-dos por Cristo y caminamos a la vida eterna que hemos de ga-nar con la gracia de Dios, siendo fieles cada cual a su vocación.En todo estado y género de vida se puede también ser apóstol,cooperar a la empresa apostólica, y, en mayor o menor grado,participar del sacerdocio de Cristo». En el Libro del Eclesiásti-co, ai tratar de las magnificencias de la creación del hombreen su alta dignidad, y de los deberes del pueblo escogido, diceque Dios ordenó a cada uno que «alaben el nombre de santifi-cación, y le glorifiquen en sus maravillas, y publiquen las gran-dezas de sus obras». En otro lugar les manda que miren cadauno por su prójimo.

Cuando Nuestro Señor Jesucristo vió que aquellas inmensasmuchedumbres que le seguían, ávidas de conocer la verdad yalimentar sus espíritus con la doctrina nueva que predicaba, sehallaban rendidas, fatigadas, de su amoroso pecho dejó escaparun suspiro: Misereor super turbas, pero al mismo tiempo, le-vantando 4us ojos, viendo aquella numerosísima muchedumbreque tenía delante de sí, se queja amargamente, cuando dice:«La mies verdaderamente es mucha, pero los operarios son po-cos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe trabajadoresa su viña». ¡Ah!, este dulce clamor que brota del pecho de Je-sucristo es un llamamiento a los seglares, a fin de que coope-ren con sus ministros a la salvación del mundo.

El apostolado evangélico es trágico y místico, porque llevaconsigo la ley del sacrificio, de la abnegación, por eso muchosseglares oyen estas dulcísimas palabras de Jesús, pero no quie-ren trabajar y cooperar en este consolador apostolado. Olvidanestos tales aquellas inefables dulzuras, aquellos intensos gocesque el dueño de la mies tiene reservados para sus apóstoles.

Jesucristo ha establecido la ley del sacrificio como ley co-mún para todos los fieles cristianos, cuando dijo: «El que quie-ra venir en pos mí, tome su cruz y me siga». Luego todos esta-mos sujetos a esta ley del sacrificio.

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No sé quién fue el que dividió a los católicos en dos cate-gorías: los unos dispuestos a abrazarse con los más arduossacrificios, a arrostrar todas las dificultades, todos los obstácu-los, por defender los sagrados intereses de Jesucristo y de suIglesia, aun a la muerte misma; los otros, también listos y dis-puestos a gozar de todas las comodidades, de todos los rega-los, a gozar de una vida de quietismo, de indiferencia, por másque vean los derechos de Cristo perseguidos, y muchas veceshasta aprovecharse de los sacrificios de los abnegados apósto-les evangélicos. No. Esto no puede ser, no debe ser. Todosdebemos de ser apóstoles.

He aquí unas hermosas palabras que Federico Ozanán diri-gió a sus compañeros: «Todos los días, decía, muchos denuestros hermanos caen como soldados en tierra de Africa, yotros como misioneros en los palacios de los mandarines. Ynosotros, ¿qué hacemos entre tanto? Creeis que Dios haya im-puesto a los unos el deber de morir al servicio de la civilizacióny de la Iglesia, y a los otros el ocio de vivir con las manos enlos bolsillos y recostados sobre rosas? Trabajadores de laciencias, hombres de letras, cristianos todos, demostremos queque no somos tan cobardes para creer en un reparto tan des-igual, que no sería otra cosa que una acusación contra Dios yuna vergüenza para nosotros. Probemos con obras, que tam-bién tenemos nuestros campos de batalla, donde nos encontra-mos listos a morir con valor». No parece sino que estas pala-bras de Ozanán fueron dichas para muchos católicos de estostiempos. Apena nuestro espíritu al ver que el campo de la mies esvasto, inmenso, y contemplar a millares de hombres de todaslas clases sociales, sumidos en la más completa ignorancia,abandonados en la parte moral, sin los más mínimos rudimen-tos de la Religión.

¡Ah!, ¡cuánto puede hacer en la conquista de las almas el se-glar apóstol y qué eficaz es su labor en pro de la salvación delmundo! Urge, pues, que los seglares ayuden en la labor evan-gélica a los sacerdotes, En estos tiempos en que el sacerdoteestá rodeado de una atmósfera de hostilidad, de desprecio, enque se le mira con la mayor de las indiferencias, que se le cierran¡as puertas en todas partes y se le quiere dejar encerrado en lasIglesias y Sacristías, es necesario que el seglar vaya a donde

el no puede ir ni entrar, El Apóstol seglar puede entrar en el

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club, en el teatro, en el bar, en la cantina, en el salón, en la M-brica, en el taller, en el paseo público, etc., etc„ lo que no pue-de el sacerdote, ya que en estos lugares no le es fácil la entra-da. «En otros tiempos, decía el célebre Apóstol seglar, Veui-llot, la Iglesia necesitaba del brazo seglar, mas ahora lo que ne-cesita es la voz de los seglares».

Obligación del Apostoladoseglar.

Hay que desvanecer un grave error en que incurren muchosseglares al creer que este dulce llamamiento al apostolado cató-lico es una simple recomendación, pero no obliga en conciencia.A los que así piensan y creen, me tomo la libertad de preguntar-les, ¿qué finalidad tiene el Apostolado seglar? Se me dirá quesalvar las almas, y ¿qué es salvar las almas más que amar alprójimo?, y el amor al prójimo no es una simple recomenda-ción; es un mandamiento , del Decálogo. Un día preguntaron aNuestro Señor Jesucristo cuál era el mas grande de los manda-mientos: «El mayor y primer mandamiento es amar a Dios yel segundo que es semejante al primero: «Amarás a tu prójimocomo a tí mismo. En estos dos mandamientos está comprendidola Ley y sus preceptos».

No debmos olvidar que del cumplimiento de este precepto,en el día del Juicio nos tomará una estrecha cuenta, y en laforma, buena o mala, como hubiésemos desempeñado esteapostolado, estribará el único fundamento en que la DivinaJusticia ha de basar su irrevocable fallo cuando, diga: «Tuvehambre y no me diste de comer; tuve sed y no me diste de be-ber; fuí a pedirte hospedaje y me cerraste la puerta de tu casa;estuve desnudo y no me vestiste; enfermo, encerrado en unacárcel, jamás me visitaste».

Entonces muchos seglares, le dirán: «¡Señor!, si he con-tribuido a funciones religiosas. ¡Señor!, si he comulgado confrecuencia. ¡Señor!, si tenía oratorio en casa y sacerdote que medecía la santa Misa. ¡Señor! Si pertenecía a varias Congrega-ciones y aun a veces daba limonas. ¡Señor!... Id, malditos...,lo que no hiciste con los pobres, con los desvalidos, dejaste dehacérmelo a mí; lo que no trabajaste por salvar las almas detus prójimos, por llevar la luz de la verdad a las inteligencias...Id...

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Verdadero carácter del Apos-tolado seglar.

Todos aquellos que quieran alistarse en las filas del Apos-tolado seglar, para entrar de lleno en el Apostolado de Cristo,ha de ser mirando siempre a la Iglesia, bajo la dirección únicade los Prelados y de los sacerdotes, y, por tanto, deben traba-jar bajo la dirección de la autoridad de la Iglesia, obedeciendoen todo las instrucciones de los obispos. Con dócil sumisión alas autoridades eclesiásticas, todo; con rebeldía, nada. Ya cla-ramente nos lo dice el actual Pontífice Pío XI: «La acción delApostolado seglar debe ser colaborador verdadero de la Igle-sia, la obra del apostolado no puede tener mejor suerte ni me-jores condiciones que la Iglesia misma. Lo cual quiere decirque la acción Apostólica debe de mirar siempre a la Iglesia, aSUS doctrinas y a sus advertencias».

»La acción católica, nos dice un ilustre Prelado, no eš otracosa que la aplicación del Evangelio a las necesidades espiri-tuales y corporales del pueblo; a los obispos y sacerdotes quehan recibido de Jesucristo la alta misión de enseñar y dirigir lasalmas, incumbe la tarea de predicar la justicia y la caridad.

»Pero la acción del sacerdote es insuficiente. Tiene necesi-dad de cooperadores seglares que, fieles a la doctrina de Nues-tro Señor Jesucristo y celosos por el bien de las almas, se ofrez-can a los representantes de Dios para esparcir los principioscatólicos sobre la cuestión social.

«Estos auxiliares deben ser desinteresados y dispuestos parael sacrificio, sin esto su labor sería estéril. Además necesitanpureza de intención, generosidad de espíritu y, sobre todo,unión perfecta de voluntad con los obispos y los sacerdotes,hasta el punto de aceptar, sin condiciones, las enseñanzas delSumo Pontífice y las instrucciones de los obispos».

Su Santidad Pío XI habla «de la feliz necesidad de enteraconfianza, de ilimitada generosidad y firme disciplina; la disci-plina es siempre un deber, deber de sentimiento, deber de inte-ligencia, deber de corazón y de obra».

F. R. DELGADO CAPEÁNS (O. DE M.)

(Continuará).

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PAGINA MISIONALPIAUHY

Es consolador el espectáculo que estas buenas gentes nosdan con su hambre de oir la palabra de Dios, y siguiéndonosde una a otra parte para recibir los Santos Sacramentos, y estristísimo no poder satisfacer a tantas peticiones que continua-mente nos están llegando de lugares apartados treinta y cua-renta leguas de nuestra residencia, para que vayamos a predi-carles y a administrarles los Sacramentos.

De los poblados Nova Lapa, Itiuma y Descensao däs Mercesnos venían llamando con insistencia hace ya mucho tiempo, ysintiéndome con más fuerzas que de ordinario, aunque la reali-dad mostró ser imaginarias, tue decidí a emprender esta excur-sión penosa.

El 23 salí para esos pueblos acompañado de mi sacristán.Este es el tiempo de las lluvias, pero tan inseguro que a gran-des chubascos y tronadas sigue un sol abrasador. Sin refugioen estos inmensos bosques nos mojamos y nos secamos, pa-sando de la mojadura al sudor copioso. Esto repetido una y

, otra vez produce el escalofrío, preludio de las altísimas fiebresque aquí llaman sesoes que acaban con uno.

En Iduma nos pusimos de acuerdo con aquella gente sobreel sitio donde levantaremos una capilla a San José. El 25 partípara Descensao rodeando unos 10 kilómetros por la crecida delGurgueia para pasarlo en una canoa, un tronco de árbol exca-vado en el centro para acomodarse la gente y todo sucio; noestaba el canoero y mal como pudimos pasamos al otro lado.Llegué a Descensao anochecido, donde sus habitantes nos hi-cieron mil obsequios. Allí estuve hasta el 28 administrando losSacramentos y recibiendo la gratísima impresión del buen esta-do de la Catequesis. De allí pasé a Nova Lapa donde con difi-cultad pude celebrar la Santa Misa y bendecir un matrimonio.

Con fuertes dolores de cabeza y todo deshecho con las fie-bres, que entonces empezaban ya a remitir, di vuelta a nuestraresidencia, faltándonos también el canoero, y para mayor con-trariedad la canoa estaba al otro lado del río. Menos mal qutrmi joven sacristán se decidió a atravesar a nado el río con lossobresaltos que se pueden suponer, y con mucho trabajo me

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trajo la canoa. El paso del río fué verdaderamente peligros()porque la corriente del río y las cabalgaduras, caballo y mulo,que a nado llevábamos del ronzal, nos pusieron a pique dezozobrar.

Born Jesús do Gurgueia, 13 de Enero de 1927.

FR. MARIANO FERRER

DE LA CHINA

Ecos del extremo Oriente.De Berriz a Wuhá.

Diario de la Rvda. M. M. a Begoña Dochao.

Octubre 17. -No hay ganas de hacer absolutamente nada.El mar bastante picado nos hace dar tantos vuelcos que es di-fícil guardar el equilibrio; gracias a que por todas partes hayde donde asirse. No se ve más que agua y agua; de cuando encuando bandadas de pececitos voladores, asustados sin dudaal paso del navío, salen del seno de las aguas como multitudde plateadas mariposas, vuelan algunos instantes y se hundende nuevo en su húmedo lecho.

Estamos en el estrecho de Malaca. El calor es grande, perono tan pesado como en el mar Rojo. La costa asiática aparece,a lo lejos cubierta de vegetación; la tenemos a nuestra derecha;a la izquierda apenas se divisa la de Sumatra. El mar como unabalsa de aceite, presenta un color verde grisáceo; el cielo noestá ni con mucho limpio; llueve a intervalos por la mañana.

18. —Llegamos a Singapore a la una y trece de la mañana,pero no entramos en el puerto hasta las seis. Vemos paisajeslindísimos de un verdor extraordinario. Aquí el vapor atraca almuelle, de modo que la salida es más fácil que en Port-Said yColombo. Alquilamos por una hora dos autocars que nos llevanen poco tiempo a la Misión Portuguesa donde vemos la Cate-dral y charlamos un ratito en castellano con el P. Cardosu queaunque portugués habla el idioma de Cervantes, y nos trata consuma amabilidad y agrado.

En Singapore se ven edificios de todas clases y de todoslos estilos, apuntando ya el chino. También se ven gentes detodas clases, de todas razas y de todos los colores de la pielhumana, desde el blanco de los hijos de Albión hasta el negroafricano.

Terminado nuestro paseo, visitamos la casa de las Damasnegras que educan a más de mil niñas, cuidándolas con cris-tiana y maternal caridad. Tienen una iglesia muy bonita y eledificio es grande con hermosos jardines y galerías. Aquí en-contramos cuatro españolas, con las que hablamos un buenrato de nuestra patria querida.

/9. —Salimos de Singapore a las seis de la mañana; a cami-nar hacia el Norte y entramos en el mar de la China, en el queobservarnos unas franjas amarillentas formadas acaso por pro-ductos y plantas marinas. Pasado mañana (D. in.) llegaremos aSaigón.

21.—Hacia las cinco y media comenzamos a caminar por elrío Donai, cuya travesía dura cuatro horas. A ambos lados seven grandes terrenos de aluvión cubiertos de jarales entre losque aparecen a espacios algunas chozuelas. Vemos tambiénuna población de bastante importancia al parecer, y de aspectobellísimo. Ya cerca de Saigón hay grandes arrozales para losque se presta a maravilla ese terreno pantanoso. Llegamos aSaigón donde desembarcaron casi todos los pasajeros; muchosdefinitivamente. Al poner pie en tierra se nos acerca una mon-jita francesa, que con mucha amabilidad nos dice haber venidopor nosotras, y nos invita a subir a un magnífico auto, que enen pocos minutos, nos pone en el jardín de las Hermanas delSt. Paul de Chartres. ¡Qué verdad es que Dios cuida de lossuyos, y que por una casa que por El dejamos los religiosos, nostiene preparadas cien donde nos reciban con los brazos abiertos!Así somos recibidas por la Rvda. M. Superiora, cuyo carácterfranco y alegre nos encanta; nos entendemos con ega en fran-cés; pero pronto tenernos el gusto de hablar con la M. M. a Lui-sa, Asistente y Directora del Colegio, la que a pesar de serfrancesa habla muy bien el castellano por haber estado durantelargo tiempo en Manila, a la que conserva un cariño extraordi-nario.

Por la tarde paseamos por el hermoso parque en el que haydiseminados varios pabellones; es jueves y tienen asueto lasniñas; vemos a las anamitas, que se educan al estilo de su país,con largos pantalones blancos y chaquetas del mismo color;otras, se educan y visten a la europea. Llegarnos a uno de los

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pabellones en el momento en que las niñas anamitas se dispo-

nen a cenar: tiene cada una delante de sí una taza llena deltípico arroz, y sus dos correspondientes palillos negros comode ébano la mayor parte; hacen con ellos unas bolitas de arroz,

y se las comen ricamente.

Subimos a nuestra habitación; nos encontramos las camaspreparadas con sus correspondientes mosquiteros de tul; vamosa dormir enjauladas y bajo la mirada amorosa de la SantísimaVirgen que preside en hermosa escultura nuestro dormitorio.

22. —Hemos dormido poco a pesar de que hemos tenidoaire puro y abundante. Vamos a la capilla, donde a las seismenos cuarto dicen la segunda misa. En los bancos de la dere-cha está la Comunidad ocupándolos casi todos, menos los doso tres últimos en los que nos instalamos nosotras, y algunosde los primeros que ocupan las niñas europeas; en los de laizquierda están en primer lugar las alumnas anamilas, que

visten la túnica negra sobre su traje ordinario; todas con lacabeza descubierta; después se colocan las novicias y postu-

lantes que son muchas. Durante la misa éstas rezan el rosarioen francés, con mucha pausa, hasta la letanía que la cantan lasanamitas con un tonillo particular durante la comunión; ésta esmuy numerosa.

A las nueve visitamos el Colegio europeo: es un edificiomoderno, de estilo gótico en su exterior; en la entrada hay unabonita escalinata, en lo alto de la cual y en el centro, se levantauna estatua del Angel de la Guarda que preside los recreos delas alumnas. En la capilla privada, bastante espaciosa, encon-tramos a las alumnas de tres clases escuchando la explicaciónde catecismo, que se la hace a católicas y budistas un Padre delas Misiones Extranjeras. Aunque estamos en el Colegio euro-peo, la parte más alta de él está destinada a dormitorio de lasanamitas; las camas se reducen a una especie de tarima demadera, poco levantada del suelo, con un colchoncillo muydelgado forrado de hule, una almohada y la sobrecama; demodo que están pronto arregladas; todas tienen además suindispensable mosquitero, pues aquí hay que dormir con todoabierto, y los mosquitos, especialmente los de trompetilla, vie-nen con frecuencia a hacer visitas enfadosas durante el sueño.

Por la tarde visitamos la iglesia de los Carmelitas, que estámuy cerca de nuestra casa. Es pequeña, pero bien arreglada. A

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la derecha acaban de abrir una capilla lindísima dedicada aSanta Teresa del Niño Jesús. En esta capillita se venera unapreciosa imagen yacente de la Florecita, copia de la que hay enLisieux. Encomendamos a la santita nuestra misión y le pedi-mos su espíritu. ¡Cuánto deseó ella el ser misionera! Nosllaman la atención varios jóvenes indígenas que oran con granrecogimiento.

Después de la cena acompañamos hasta el puerto a variasde las religiosas de la Providencia, nuestras compañeras deviaje que van a Cambodge. De vuelta, el coche nos lleva por lacalle de Catinat, la mejor de Saigón, en la que hay estableci-mientos y comercios magníficos.

23.—No salimos por la mañana; la pasamos trabajando unpoquito en la hermosa galería que nos está destinada. ¡Nosencontramos tan bien las seis juntas y solas...! Por la tardesalimos a visitar la catedral, que es bastante buena, aunque unpoco oscura. Hemos convenido con la Directora del Colegio enque a las cinco retrataremos a las dos últimas alumnas conver-tidas y bautizadas el 30 de septiembre pasado. Hay que cumplirla palabra, y como es tarde, subimos dos de nosotras en sendospuse-puses, mientras las otras cuatro se dirigen a la casa deMisiones Extranjeras para saludar a los PP. Jesuitas que allí sealojan. Habían de vernos en nuestros cochecillos... La que sus-cribe no sabe a dónde mirar, de vergüenza y de risa. Las dosniñas que hemos de retratar están monísimas; ambas vestidascon trajes de seda, la una al estilo anamita y la otra al europeo;las retratamos al pie de un gran Crucifijo que hay en el parquedel Colegio. Dios las bendiga y las conserve puras e inocentes.

24.--Después del desayuno salimos a dar un paseo. En elcamino nos encontramos frente al seminario. La capilla es bas-tante buena; en el altar mayor preside la imagen de la Virgen.¡Madre querida! ¡Cuánto he deseado hallarte, como en nuestroquerido convento en ese sitio de preferencia! En uno de losaltares laterales hallamos la imagen de San Francisco Javier;nos arrodillamos y oramos. ¿Qué le pedimos? No es difícilaveriguarlo. Vamos al Jardín Botánico. ¡Qué variedad de plan-tas y de flores! ¡Qué sitios tan deliciosos! Sin querer nos vie-nen a los labios las palabras del salmo: « Domine, Dominusnoster...»

* * *

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El «Charnbord» saldrá de Saigón a las veinte; hay quepensar en la despedida. Jesús quiere manifestarnos una finezade amor bendiciéndonos unos momentos antes de nuestra sali-da, en el Santísimo Sacramento. Esta fineza de encontrarnoscon el Santísimo Expuesto y recibir su bendición se ha repetidovarias veces durante nuestro viaje.

Primicias misioneras.¡Qué hermoso amanece el día 2 de enero! Este año se so-

lemniza en él la fiesta del Dulce Nombre de Jesús. Nosotrasvamos a celebrarla con un acontecimiento que hará fecha ennuestra historia misionera.

No hay en Wuhú orfanatrofio católico; pero hay uno pagano,cuya directora, pagana también, permite no obstante a las vír-genes Presentandinas bautizar a todos los asilados que sehallan en el artículo de muerte. Gracias a esto, de ochocientosa mil pequeñuelos, niñas en su casi totalidad, logran conseguiranualmente en Wuhú pasaporte para el cielo. En este orfana-troflo no tienen entrada los Padres Misioneros.

¿Qué niños son los allí recogidos? ¿Existe realmente elinfanticidio en China, en Wuhú?

Si existe el infanticidio cruel de ahogar los propios padresy aun las mismas madres a sus tiernos hijuelos, no sabremosdecíroslo; mas el otro algo menos nonstruoso, pero inhumanode abandonar los tiernos pequeñuelos en las calles, ya porhaber tenido la desgracia de pertenecer al sexo femenino, yaporque el extremado raquitismo del recién nacido anuncia unamuerte próxima, es real y muy corriente en China donde seconsidera como una fatalidad el tener muchas hembras en lafamilia, y como un presagio funesto el que un niño fallezca enel recinto doméstico. Vosotras, tiernas madres españolas queno os apartáis un momento de vuestro hijito enfermo, y queveis que la vida escapa de su tierno cuerpecito, quisiérais de-volvérsela estrechándola contra vuestro pecho, y calentar conel calor de vuestro cuerpo aquellos miembrecitos que la muerteempieza a entumecer, alzad los ojos al cielo, dando gracias porhaber nacido en esa bendita tierra, y rogad por estos pobrecitosque tan lejos están de vuestros nobles sentimientos.

* * *

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Por medio de las Presentandinas, con las que tenemos estre-chas relaciones, obtuvimos permiso de la Directora del orfana-trotio para visitarlo el día 2 de enero. Como dista dicho asilo,de nuestra casa, unos tres kilómetros, los recorrimos en richars,único carruaje posible en las calles de Wuhü, tan estrechas ensu mayor parte, que apenas pueden cruzarse dos de estos co-checitos sin que se interrumpa la circulación de los transeuntes.

Hay algunos comercios buenos; pero en general reina eldesorden y el desaseo. Se repitió lo de « Spectaculum fach i su-mus», pues naturalmente llamaba la atención de todos aquellaprocesión de richars ocupados por Presentandinas y Mumúes,como nos llaman, atravesando las calles, por cierto muy con-curridas en Wuhú. No se había visto cosa igual en Wuhú desdeel tiempo de Adán. Nosotras íbamos a lo nuestro; y se nosdaba poco de las miradas curiosas que se nos dirigían y de lasfrases no menos curiosas que nuestra vista pondría en la bocade muchos. Lo que nos causaba honda pena era el pensar quela inmensa mayoría de aquella muchedumbre, no conocía aCristo; más de una ferviente plegaria brotó de nuestros labios:«¡Señor, que te conozcan! ¡Jesús mío, misericordia! Ellos sonlos nuestros, nuestra herencia, la porción que nos has con-fiado».

* * *

Llegdmos al orfanatrofio en el que se nos recibió con agradopor las encargadas del mismo, llevándonos inmediatamente através de patios, galerías, etc., hasta el comedorcito donde senos sirvió el té de ordenanza, sin azúcar, como lo toman ellos,y de color de oro; lo acompañó un menú curioso de cacahuetes,pepitas de calabaza y otras cosas a este tenor; excepción hechade unas sabrosísimas naranjas, que nos trajeron a la memorialas excelentes de Murcia y Valencia.

Nosotras estábamos hambrientas por probar otro banquete,más sabroso, y del que estábamos hambrientas. Hablamosmucho chino, diré, lo balbuceamos.

Por fin llegó la hora de visitar los pabellones del orfanatrofio.Son numerosos, pero oscuros y no muy ventilados, como su-cede con todos los edificios chinos; aquel día albergaban aciento sesenta pequeñitos. En el primero que vimos, estabanlos más enfermitos, mejor diré, enfermitas. ¡Qué compasión!En una especie de grandes cuévanos-cubas, yacían de dos en

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dos: una a cada extremo. Una de las Presentandinas me pre-sentó una pequeña jofaina de agua tibia, y una esponjita, dicién-dome: « Madre, haga el favor.... ¡Algunas de aquellas niñitasestaban ya en el artículo de la muerte y ¡oh bondad del Señor!,íbamos a abrirles la puerta del cielo. Tomé la esponja bien em-papada en agua, me arrodillé, y temblando de emoción, pro-nuncié las palabras sacramentales: «Yo te bautizo en el nombredel Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». Impuse a mi primerabautizada el nombre de Victorina en memoria de nuestra insignebienhechora D. Victorina de Larrínaga. En aquel mismo depar-tamento bautizamos, turnando las cuatro Madres, varias nen itasa las que íbamos poniendo el nombre de las personas más que-ridas. Llegaron a quince las niñas que aquel día se encontrabanpróximas a la muerte, y a las cuales administrarnos el SantoBautismo. ¡Qué gozo más puro inundaba nuestras almas, alvernos instrumentos de Dios para abrir el cielo a aquellas almi-tas que muy presto volarían a alabar a su Creador eternamente!¡Por qué pagados dimos todos los sacrificios que nos habíacostado nuestra condición de Misioneras!

* *Salirnos del orfanatrofio rebosando alegría; esa alegría pura,

intensa, que sólo se halla en el servicio de Dios y que afecta alo más íntimo del alma.

¡Oh! Sí, mil veces diremos y repetiremos: «Et de petra mellesaturavit eos». (Los sació con la miel que hizo brotar de laspeñas).

SOR M. BEGOÑA DOCHAO

De «Angeles de las Misiones» del presente abril, revista de las MadresMercedarias de 13érriz.

Ultimas noticias.Nos encontrarnos en Shang-hai, temporalmente desterradas

de nuestra misión (Wuhú), de donde salimos con mucha penapor orden del Ilmo. Sr. Obispo, quien sospechando iba la ciu-dad a caer muy pronto en poder de los sudistas y temiendocualquier atropello, dispuso nuestra salida para ésta. Anduvi-mos muy a tiempo, pues apenas llegarnos aquí, entraron losrojos en Wuhú, donde, según parece, debieron sufrir mucho losextranjeros, cuyas casas apedrearon.

Los únicos extranjeros que quedaron en Wuhii son los Jesuí-

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tas españoles que siguen en su puesto, y, aunque obligados aalojar en su casa muchos soldados sudistas, son hasta ahorarespetados. Alojaron también al Estado Mayor sudista y a algu-nos otros jefes que respetan a nuestros Misioneros y tampocohan hecho nada a nuestra casa; en cambio a otros extranjerosles han molestado mucho.

Salimos de Wuhú el 3 de este mes a las cinco y media de lamañana acompañadas de dos religiosos jesuitas, en un barcoinglés que venía repletísimo de protestantes que huían de laguerra. Dios quiera no vuelvan a aparecer más por estas tie-rras, y nos dejen el campo a los católicos. Es un dolor; tienencogido lo mejorcito; por lo menos en Wuhú tienen varios Cole-gios muy elegantes y un magnífico hospital en el mejor sitio dela población.

Aquí nos hospedamos en el gran Colegio que las MadresAuxiliatrices tienen en Ti-ka-wei; estarnos bien atendidas, nadanos falta, sólo nos preocupa la suerte que puede correr nuestraMisión.

NOTAS RELIGIOSASLa presión inmoral continúa por el mundo; su blanco es la

santidad del matrimonio que fuera del campo católico es unaidea que va desapareciendo.

Ahora que también se va multiplicando la resistencia y éstaes la que hace que las caídas sean verticales y no horizontales.Conocido es el gesto del abate Bethleem, que se dedica a des-trozar toda publicación deshonesta que halle en los kioscos pa-risienses. Por esta causa, y a ruego suyo, fui detenido por lapolicía hace algún tiempo. En consecuencia, ha sido multadohace unos días con once francos, pena mínima que la ley señalaal que quebranta propiedad ajena.

Era la décima vez que el abate inutilizaba literatura pecami-nosa y en público. Insistió en pedir su detención, porque lebrindaba oportunidad para divulgar las leyes que prohiben esaclase de exhibiciones. El juez no ocultó la simpatía que le ins-piraba el abate, pero insinuó que un particular no podía tomarsela justicia por su mano.

Si veo a una persona, replicaba el abate, suministrando

e

veneno a un niño, allá nie lanzo y me apodero del tósigo y loinutilizo. Será esto apoderarse de lo ajeno, pero no obstantetengo la convicción de que hago una obra meritoria, pues quesalvo una vida. Lo que yo destruyo es veneno que pervierte lasalmas de los hombres y destruye la raza.

Hasta que las autoridades impidan la circulación de publica-ciones licenciosas en París—como ocurre en Lyón, Strasburgoy otras ciudades francesas—, yo continuaré, anunció, esta ac-ción directa.

En represalia, dos periodistas han destruido en una libreríacatólica cierto número de imágenes o estampas religiosas, sopretexto de que repugnaban a sus concepciones artísticas y hansido condenados igualmente a once francos de multa.

Oh neutralidad suave de los tiempos suaves de Poincare ycompañía. Esta palabra neutralidad me produce siempre dolorde cabeza, porque es una de las mentiras mejor inventadas paraengañar a tantos inocentes. ¿Neutralidad o imparcialidad entreel ser y no ser? ¿Neutralidad entre ser hombre y ser animal?¿Neutralidad entre ser inteligente y vivir de ciegos instintos?Esta neutralidad, si la hay en este mundo, será en algún asilode lunáticos. Aún lo dudo.

Pues bien, atributo necesario y universal de todo ser intelec-tual, es que sea religioso y moral.

Así y todo, las viejas frases hechas del avejentado anticleri-calismo francés van desapareciendo y muriendo muerte igno-miniosa.

Después de este paréntesis, diré que el proceder del abateBethleem tiene cada vez más imitadores, por ejemplo en Jolgoat,Bretaña francesa, donde un par de cantadores de coplas obsce-nas, que las vendían y cantaban, perdieron el trabajo de aqueldía.

En Cork, Irlanda, a raíz de un episodio parecido, con la di-ferencia de que el vendedor de papeles fue recompensado en elacto por el mismo que quemó la morralla, tuvo lugar una mani-festación de varios miles de personas protestando contra la im-portación de toda literatura inconveniente, que suele ser inglesao norteamericana. Asistió Mr. Walsh, ministro de Correos, yanunció que estaba próxima la aprobación de leyes muy riguro-sas en la materia.

Acaba de celebrar sus bodas de oro la célebre Universidad

católica de Lille, a donde mandaron delegados otras muchas deEuropa, Oxford y Cambridge entre ellas. La Universidad deLille fue fundada por Camilo Feron y Filiberto Vrau, cuya causaestá llevando buena nwcha en Roma. Ocupa una área decincuenta mil metros cuadrados en el más bonito sitio de laciudad.

Su librería contiene trescientos mil volúmenes y sus jardinespresentan veinticinco mil clases distintas de plantas para estu-dio de los pupilos. A las clases de Teología, Literatura, Cien-cias y Medicina, se ha añadido cursos de periodismo, prácticasindustriales y obstetricia. El año pasado se empezó un cursoespecial de Ciencias y Medicina para los misioneros.

Cinco hospitales están bajo el cuidado de la Facultad de Me-dicina y a la vez una casa de deficientes mentales en número desetecientos. Son ciento dos profesores y asisten un promediode ochocientos discípulos, que pertenecen a diecinueve nacio-nes diversas.

La Facultad de Medicina ha formado mil trescientos doctoresy doscientos farmacéuticos.

Noruega atraviesa un período de notable reacción religiosa.El prestigio y el valor de los recién conversos es una solu-

ción demasiado enérgica, digámoslo como los químicos, paraque así no ocurriese. Hemos hablado aquí de Sigrid Und-set; la ordenación sacerdotal del hijo del embajador de Norue-ga en Italia es un hecho más. El insigne Laps Erkeland, tam-bién neo-converso de quien hemos hablado, es fundador yrector de una especie de Colegio universitario --lo que suelenllamar los norteños escuela de extensión universitaria—quepercibe subsidios del Estado. ¿Está bien que un Estado llama-do protestante contribuya al sostenimiento de un Colegio fun-dado y dirigido por un católico? Esta es la cuestión que se dis-cute con calor, llevando hasta ahora la voz cantante siete obis-pos luteranos, el ministro de Cultos y el Parlamento llamadoStorting.

Cuatro de los llamados obispos son opuestos a que continúeel subsidio oficial, los otros tres son favorables al subsidio.Ahora decidirá el Storting. Lo más probable es que se retire ladieta.

Bienaventurados los que padecen persecución por la justi-cia. Quiera el Señor conceder al profesor Erkeland aquel en-

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canto personal, aquel don singular de atraer a las almas since-ras y nobles, que dió a otro ilustre converso, también universi-tario, de manera que cuando aún le separaban varios años dela fecha gloriosa de su entrada en la Iglesia, sus muchos discí-pulos proferían: Credo in Newmannum, en los momentos másfuertes de la contradicción y lucha.

Benes, el famoso ministro checoeslovaco, muestra más sen-tido práctico con las sucesivas experiencias habidas principal-mente de dos años a esta parte y quiere anudar de nuevo lasrelaciones con Roma, suspendidas en el año indicado por habertomado parte miembros del Gobierno en las fiestas en honordel hereje Huss. Checoeslovaquia es un país que tiene unos14.000.000 de habitantes, y más de 12.000.000 son católicos. Asíla burla era intolerable y el Papa retiró al Nuncio de Praga.Claro que esto dificulta el Gobierno del país, pues hay unamasa enorme de expedientes que tienen que ver con una y otrapotestad; pero el Papa quiere que antes el culpado se arrepientade veras, lo que supone garantías perentorias de enmienda y deque no se repita la ofensa. Mientras tanto el Santo Padre nom-bra con entereza apostólica administradores apostólicos paralas sedes vacantes, o sea sin contar para nada con los po-líticos.

Parece que pronto se restablecerán las relaciones, visto elcambio operado en el Gobierno de Praga, no sólo en las per-sonas, sino en las intenciones. Un episodio importante de laIglesia en Checoeslovaquia ha de ser el nuevo gran Seminarioo Colegio Nacional, que con el nombre de Nepomuce,no, tratanahora de construir los obispos de aquel país en Roma. Tienenfondos para eso y el Papa les ha hecho un buen donativo, se-ñalando a la vez el sitio de la construcción.

El Episcopado checoeslovaco quiere por este medio anularlos efectos del cisma nacionalista del año 1920. Los Seminariosde la República tendrán el carácter de menores. Una de las glo-rias más grandes del Papa actual es la de ser martillo de lanaciolatría, verde retoño del viejo cesarismo.

CONCLUSION

La burocracia se contrae a la medida que la vida real avan-za. A este paso la Universidad española pronto dejará de serdependencia del Estado, para convertirse en instrumento de la

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educación nacional, obra de todos y objeto del entusiasmo delas gentes, que produce y desarrolla el estilo de los pueblos ensu pensar, en su decir, obrar y comportarse.

En algunos pueblos de Europa, donde se ama a la Univer-sidad con amor profundo y a la vez social, suelen, llamarlagenius loci. Naturalmente, que la Universidad española debe dellevar una fuerte tintura religiosa o cristiana y así será un granmedio de bienestar temporal y espiritual.

Toda Universidad debe dc comprender, por definición, todaclase de conocimientos o ciencias. Pues bien, la democraciaparlamentaria desterró ilógicamente de la Universidad españolaa la gloriosa Facultad de Teología. Claro que copiando lospeores modelos de fuera. La Teología es una de las cienciasdeductivas, la más noble por su altísima objeto. Su punto departida es la revelación cristiana, que deja y produce a travésdel tiempo tal conjunto de pruebas y testimonios, tal serie derasgos tan singulares y únicos, constituyendo una excepciónconstante a las leyes generales de la actividad humana, quetenemos de esa revelación, como un hecho histórico, la certi-dumbre máxima que puede obtenerse en ese terreno; certidum-bre, que no es meramente la llamada moral, sino que esreductive física, si hemos de utilizar las luces de la críticahistórica.

Certidumbre física es la que produce, por ejemplo, la identi-ficación de una persona. Y ésta es la que se obtiene, por ejem-plo, cuando hay un conjunto de testigos, independientes, queno han tenido que verse para nada, opuestos en sus gustos,nacionalidad, y que, sin embargo, coinciden con uniformidadmaravillosa en el testimonio de un hecho; entonces la verdad deéste no depende de las condiciones morales de los testigos,sino que se trata de una cosa tan clara que por todas partesdeja trazas físicas de su verdad. Esto mejor que con teorías seentiende mejor con ejemplos que no dejan sombra, pero no hayespacio.

Y no hablemos de la metafísica, la ciencia verdadera, dondetienen que resolverse en última instancia todos los proble-mas de este mundo; la que hace saber, como decían los anti-guos.

En nombre de la ciencia, que es el objeto de la Universidad,pedimos, pues, y debernos pedir que la más gloriosa Facultad,

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en España, como ha sido la Teología, sea reintegrada a supuesto de honor. En nombre de la ciencia y de su progreso,porque descansando como descansan en la más rigurosa basecientífica todas las verdades reveladas, constituyen la más pre-ciosa adquisición para la buena marcha de las ciencias, orien-tan la discusión y ahorran el tiempo que se había de perder en

investigaciones estériles.FR. MARTÍN OPTUZAR

CPÓNICA MENSUALIniciadas las conversaciones franco-españolas sobre el pro-

blema de Tánger con la ida a París de nuestra delegación, des-

arróllanse aquéllas con suma lentitud en medio de la mejor ar-

monía. Al memorandum español contestó la delegación france-

sa con una contranota cuyo carácter, según declaración delpresidente, no puede ser más razonado ni más cordial, sin queesto signifique que no haya de tener refutación por parte delGobierno. Las últimas impresiones son de que las negociacio-nes siguen su curso normal ofreciéndose ya dos o tres bases

de solución.Nuevamente los moros han pretendido repetir en la región

de Senhaya uno de esos golpes de audacia a que tan acostum-brados están y que nos han causado días tan dolorosos en otrasocasiones. Por fortuna esta vez la cuenta les ha salido fallida,porque debidamente organizadas las fuerzas de Marruecos hasido fácil, en brevísimo tiempo, llegar en socorro de los pues-

tos atacados.El capitán Ostáriz, un héroe más que añadir a la larga serie

que se han inmortalizado en los campos de Africa, tuvo quesostener al frente de cuatrocientos hombres de la mehalla un

duro combate en las cábilas de Beni-Bou-Chibet y Ahmed-es-Surrak, al ir a socorrer pequeño puesto indígena de Tebarrant.En auxilio de las fuerzas atacadas acudió en rapidísima mar-cha una columna de refuerzo, constituida por Regulares y Ter-cio, a las órdenes del coronel Mola. La situación ha ido mejo-rando y los insurrectos han sido dominados. Nuestro Mando, deacuerdo con el francés y en combinación con él, proyecta ope-raciones de castigo y desarme en la zona rebelde.

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Con el entusiasmo de años anteriores solemnizaron éste losestudiantes católicos de toda España la fiesta de su Santo Pa-trono, Santo Tomás de Aquino. En 2.000 se calcula el númerode ellos que se acercó a la Sagrada Mesa en la misa de comu-nión celebrada en la iglesia de la Concepción de esta Corte. Alas diez y media se celebró en la catedral solemne misa pontifi-cal en la que ofició el señor obispo de la diócesis asistiendo elpatriarca de las Indias, el director general de Enseñanza supe-rior y secundaria, el rector y vicerrector de la Universidad Cen-tral, varios señores catedráticos y representaciones de las Aso-ciaciones de Estudiantes Católicos.

Hizo el panegírico del Santo el padre Avellaneda, O. P. Enel Teatro de la Zarzuela se celebró una solemnísirna velada conasistencia de su majestad el rey, el general Primo de Rivera, elobispo de Madrid-Alcalá, el ministro de Instrucción pública, elnuevo rector de la Universidad Central, señor Bermejo, y mu-chos catedráticos y profesores. La concurrencia fué muy nume-rosa y escogida. Hablaron en el acto don Alfredo López, presi-dente de la Confederación de Estudiantes Católicos; don Sera-fín Marín, del Comité asesor de la Confederación; don RicardoRoyo Villanova, rector de la Universidad de Zaragoza, y el rec-tor de la de Madrid, haciendo el resumen del acto el ministro deInstrucción pública, señor Callejo. Imposible hacer el extractode los discursos, en los que los oradores, manifestando el inte-rés por el esplendor y prosperidad de las Universidades, abo-garon por que se conceda autonomía a las que se considere ca-pacitadas.

España entera se conmovió y preocupó a la primera noticiade la enfermedad de su majestad el rey. La ocasión sirvió paraponer de manifiesto el aprecio y el cariño de que goza el sobe-rano en todas las clases de la sociedad, pues todas han segui-do con interés el desarrollo de la enfermedad, apresurándosea expresar su sentimiento y los votos fervientes por la saluddel augusto enfermo. Sabedor el monarca de estas manifesta-ciones de simpatía y adhesión, mandó poner en las mesas so-bre las cuales estaban los álbumes de firmas la siguiente nota:

«Enterado su majestad el rey de las pruebas de afecto e in-terés que le han demostrado todas las clases sociales de Ma-drid y de España entera en estos últimos días, ha expresadosus sentimientos de gratitud en los siguientes términos:

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«He pasado tres días molesto; pero, a Dios gracias, esta en-fermedad está dominada, no habiendo decaído un moniento miespíritu, ni apartado el pensamiento de mi pueblo, al que deseoexpresar mi agradecimiento más sincero, que me obliga, unavez más, a trabajar con todo entusiasmo por el bien de vos-otros, y con él por el de nuestra querida España».

Vencida la enfermedad y completamente restablecido, sumajestad ha ido reintegrándose gradualmente a sus ordinariasocupaciones. Dios ha oído las oraciones de tantos españolesque, al pedir por la salud del rey, pedían también por la saludy la tranquilidad de la Patria.

La opinión pública se alarmó también al saber el accidentedesgraciado ocurrido al presidente del Consejo. Al levantarsede trabajar en la madrugada del sábado al domingo tropezó ensu despacho con el cesto de los papeles, resbaló y cayó, pro-duciéndose una herida en la frente. La noticia se propagó rápi-damente, siendo numerosas las personalidades que desfilaronpor el Ministerio de la Guerra en tesfimonio de sentimiento yadhesión. Afortunadamente no tuvo importancia la herida y porello no ha tenido necesidad de interrumpir sus trabajos.

Alentador es el espectáculo que ofrece actualmente el puebloespañol en su afán de progreso y perfeccionamiento en todoslos órdenes. En el material y económico, asambleas de naran-jeros, olivareros, de las artes textiles, de mineros, ferroviarios,etcétera, etc. En el espiritual y de cultura, conferencias, diser-taciones y discursos sobre temas científicos, históricos y dehomenaje a los grandes genios nacionales y a algún extranjero,como Beethoven, cuyo centenario se ha conmemorado en mediodel mayor entusiasmo.

El Grupo de la Democracia Cristiana organizó un Cursosocial de conferencias, disertando con singular competencia losseñores Zaragüeta, Aznar, López Núñez, Sangro, Jordana dePozas, Correas y Minguijón; en la iglesia de San Ginés, el Pa-dre Urbano, dominico, en las Conferencias cuaresmales des-arrolla elocuentísimamente el tema de la «Libertad», considera-do en sus múltiples aspectos; en la Real Academia de la Histo-ria se ha dado también una serie de Conferencias sobre Menén-dez Pelayo y su obra y se ha enaltecido, en otras, la gran figurade Felipe II.

FR. L. SANTAMARÍA

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BIBLIOGPANATOTA PULCHRA, a dos voces y órgano.STABAT MATER, a dos voces, coro unísono y órgano.HIMNO A SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS, a solo y

coro unísono o tres voces (ad libitum) y órgano, por D. Patri-cio Beneyto, calle de Barón de Petrés, Valencia.

Precios de la primera y de la segunda, dos pesetas; de latercera, tres pesetas.

Hace ya tiempo que recibimos del maestro Beneyto otrastres preciosas obritas, que vienen a aumentar el ya crecido nú-mero de sus producciones.

Cada obra que sale de la fecunda mente artística de estemaestro, marca un nuevo paso de avance por parte del autoren la conquista de un soberano extenso dominio en el campodel divino arte.

Entre la dulzura de «Tota pulchra», que nie encanta, y elsuave perfume del himno a Santa Teresita, que me embelesa, ylos sublimes enérgicos acentos de «Stabat Mater», que invenci-blemente me sumergen en el abismo sin fondo del dolor de laReina de los Mártires.., yo no sabía qué admirar más.

Conservándose Beneyto constantemente dentro de los lími-tes de aquella facilidad notable de ejecución, de que más de unavez hicimos mención, y que no hay que dudar que es una ven-taja muy positiva para la mayor parte de las iglesias y capillas,acierta sin embargo a expresar de mano maestra las inefablesemociones del alma fervorosa engolfada en la contemplación delos sublimes misterios de nuestra santa fe. Y esto en una formaclara, coPrecta, distinguida y... moderna.

Vaya por todo ello una vez más nuestra más cordial en-horabuena al incomparable maestro.

FR. JOSÉ MIGUÉLEZ

..nn••nn•n

Favores de la Beata Mariana.36.—Hace algún tiempo un tifus tipo kaifer atacó a una

Hermana de la Caridad de aquí. El Doctor Eizaguirre la supusoenferma para unos tres meses, en el mejor de los casos. Hiceque la aplicaran una reliquia de la Beata, y a los ocho díashabía desaparecido la calentura por completo. El doctor loobservó, pero con tanta sorpresa que dijo a la Hermana quehacía de enfermera: « Volverá, no lo dude», refiriéndose a lacalentura. Pues no volvió, y la sorpresa fué aún mayor. A lospocos días la Hermana enferma estaba perfectamente bien.

FR. MARTÍN ORTUZAR

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NOTICIASMADRID

Buena Dicha. Concurridísimos estuvieron los ejerciciosespirituales que dirigió el muy reverendo Padre InocencioLópez.

Las festividades de Semana Santa muy solemnes y concu-rridas. Predicó el Muy Reverendo Padre Inocencio López laHora Santa y el ejercicio de las siete palabras.

Alarcón.— Las alumnas mayores de este Colegio hicieroncon edificante fervor los Santos ejercicios.

La Semana Santa resultó solemnísima. Predicaron los ser-mones del Mandato, Pasión y Soledad respectivamente losPadres Valentín R. Coton, muy reverendo Provincial y Directorde esta revista.

El día de Pascua, fiesta de la Beata Mariana, los Archico-frades le tuvieron una misa solemne, con el altar hermosamen-te arreglado y concurrencia numerosa.

Este mismo día hicieron su profesión simple Sor María delPilar Moraleda Buitrago y Sor Mariana de Jesús Pereira Cabre-ra, en manos respectivamente del Reverendísimo Padre Inocen-cio López y del Reverendo Padre Rafael Alcocer, benedictino.

Estuvo en Madrid el religioso argentino R. P. Pablo Fe-rreira, Maestro de Novicios en su Provincia y culto escritor ydirector de «La Perla Andina».

SARRIA

Conferencias Cuaresmales.—En el templo de la Merced deesta villa ha habido Ejercicios espirituales dirigidos por el Re-verendo Padre Joaquín Cepa, de la Compañía de Jesús.

Estos ejercicios fueron divididos en tres turnos: el primero,por la mañana, para el pueblo en general; el segundo, por latarde, para señoras, y el tercero, al anochecer, para caballeros,exclusivamente.

La concurrencia en los tres turnos fué enorme, mayor aúnque en las grandes solemnidades, distinguiéndose el turno delos caballeros, que llenaron por completo las naves de laIglesia.

La palabra del docto Padre Jesuita, persuasiva, conmovedo-

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ra y en todo momento elocuente, fue escuchada con fervorosaatención.

El domingo pasado finalizaron estos brillantes cultos condos Comuniones generales a hora distinta, una para las seño-ras y otra para los caballeros. Entre ambas, el número de per-sonas que recibieron aquel Sagrado Sacramento excedió demil, siendo administrado por dos Padres.

EQUIS

HERIENCIA

El 27 de Marzo, cuarto domingo, en la plática que hizo elPadre Comendador a los Terciarios de Nuestra Madre de laMerced, los exhortó a entronizarla en sus hogares. El 28 co-menzaron las conferencias para caballeros, hubo gran ani-mación.

Predicó también el triduo al Santo Cristo del Consuelo,muy concurrido, por la devoción arraigada que le profesan enla villa. Los cultos de Semana Santa, con mucho esplendor. LaHora Santa del Jueves por la noche, predicada por el PadreComendador, con el fervor de costumbre. Tuvo también el ser-món de Soledad. El Viernes Santo se hizo varias veces elejercicio del Vía-crucis solemne.

A la entronización del Sagrado Corazón de Jesús en la CasaConsistorial de Ciudad Real asistieron invitados por el SeñorObispo Prior, el señor Cura párroco, el Padre Comendador yPadre Tomás, presidiendo una representación de las Asocia-

ciones piadosas de la villa.La María de los Sagrarios-Calvarios, señorita Jerónima Ro-

dríguez, hija de nuestro muy apreciado amigo don Zacarias, habordado en oro y seda, con gran delicadeza, dos preciosascortinillas; una para el Sagrario de Arenas (que es el de sucoro), y para el Convento la otra.

CHILE

Presidido por el Reverendo Padre Fray Vicente Fernández,se celebró en la provincia chilena el último capitulo provincial,donde fueron elegidos los siguientes:

Provincial el Muy Reverendo Padre Fray Pedro N. Pérez;definidores los Reverendos Padres Fr. Diego A. Rojas, FrayPedro A. Díaz y Fray Ramón Romero; secretario de Provincia,

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Reverendo Padre Fray Javier Ferrada; Rector de Santiago, Re-verendo Padre Fray Raimundo Lizana; Rector de Valparaíso,Reverendo Padre Fray José G. González Peña; Comendadores:de Quillota, Reverendo Padre Fray José León Pérez; de SanFelipe, Reverendo Padre Fray Darío Cernadas; de Rancagua,Reverendo Padre Fray Benjamín Orellana; de Melipilla, Reve-rendo Padre Fray Juan J. Labra; de Curicó, Reverendo PadreFray Pedro N. Godoy; de Talca, Reverendo Padre Fray Ra-món H. Mandriaza; Maestro de Novicios, Reverendo PadreFray Norberto Ibáñez, y Maestro de Estudiantes, ReverendoPadre Fray Agustín López.

ALARCON

Toma de hábito. —El 27 de febrero vistió el santo hábito enesta Comunidad la joven Cesárea Gamboa López, que recibióen religión el nombre de Hermana María del Patrocinio.

En tan • solemne acto hizo de madrina la Junta de JuventudMercedaria Misionera de este Colegio.

Indulgencias de «La Merced» enMayo.

3. Invención de la Santa Cruz.—Absolución general.4. Solemnidad de San José.—Indulgencia plenaria.8. Aparición de San Miguel.—Indulgencia plenaria a

todos los que visiten nuestras iglesias y Absolución ge-neral.

26. Ascensión del Señor.—lndulgencia plenaria y Ab-solución general.

28. Cuarto sábado.— Indulgencia plenaria a los queasistan a la Misa de Nuestra Madre.

CON LAS DEBIDAS LICENCIAS

Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, teléfono 211.