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Roberto Fragomeno Herederás el tiempo. Darwin y la religión Abstract: This article tries to include to Darwin and the darwinism in the long history of bad controversies and understood between rational knowledge and religion. Key Word: Theory of the evoiution. Scien- tific knowledge. Christianity. Resumen: Este artículo pretende incluir a Darwin y el darwinismo en la larga historia de polémicas y malos entendidos entre conocimien- to racional y religión. Palabras c1ave:_ Teoría de la evolución. Conocimiento científico. Cristianismo. Las familias felices son todas iguales; las infelices lo son cada una a su manera León Tolstoi 1. Las relaciones entre conocimiento racio- nal, episteme, ciencia y religión no son relaciones felices. Pero cada infelicidad lo es a su manera; según las épocas y los intereses que están en juego. ¿Qué obstinación lleva a la racionalidad y a las religiones a buscar los orígenes y la trans- formación del mundo, qué impiden el sosiego de sus días, obturan sus sueños o los transforman en pesadillas? En todo caso, las luchas hermenéuticas por el imaginario colectivo o por la distribución de la riqueza son siempre políticas. Política no como administración sino como lucha de y por la palabra y la narración; de y por las ideas y de y por la lógica del conflicto. Una manera un tanto rústica de explicar el origen de la filosofía es apelar a la famosa fórmu- la del "paso del mito al logos". Por mito no debe entenderse una mentira, o una alucinación. En la misma época de Platón, Evémero de Mesene sostenía que los dioses míticos eran antepasados heroicos cuyas hazañas los habrían elevado a modélicos. Y podríamos decir que estos recor- dados héroes funcionan para preservar el orden social; para otorgar sentido de pertenencia; para coagular identidades'. Platón recoge la tradición breve de la filosofía y no sólo descalifica a los mitos sino que incluso señala que, deberíamos renunciar a posar nuestra mirada sobre ese conjunto de imágenes propias del mito antiguo o bien renunciar a la aspiración de hacer filosofía. Había nacido la episteme: construir conceptos y exhibir los fundamentos. A través del conocimiento teórico de la verdad se aseguraba la unidad sin fisuras de la polis. Los mitos que los poetas y dramaturgos ponían en escena podrían, según Platón, inducir al espectador a sentir placer ante la representa- ción de conductas que el orden de la polis les obli- ga a reprimir. Son, básicamente, malos ejemplos para los ciudadanos de esta república racional. Anticipándose a Lacan, Platón parece saber que las creaciones poéticas no solo reflejan compor- tamientos sino que pueden creados. No se trata de saber si los dioses existen, sino de los efectos que producen en la estructuración psíquica; en la organización de la realidad y en la constitución de los discursos. Entonces apuesta por la educación Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVII (122), 153-161, Setiembre-Diciembre 2009 / ISSN: 0034-8252

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Page 1: Roberto Fragomeno - inif.ucr.ac.crinif.ucr.ac.cr/recursos/docs/Revista de Filosofía...no es solo un aumento de los conocimientos sino también, y sobre todo, apropiarse de una capaci-dad

Roberto Fragomeno

Herederás el tiempo.Darwin y la religión

Abstract: This article tries to include toDarwin and the darwinism in the long historyof bad controversies and understood betweenrational knowledge and religion.

Key Word: Theory of the evoiution. Scien-tific knowledge. Christianity.

Resumen: Este artículo pretende incluir aDarwin y el darwinismo en la larga historia depolémicas y malos entendidos entre conocimien-to racional y religión.

Palabras c1ave:_ Teoría de la evolución.Conocimiento científico. Cristianismo.

Las familias felices son todas iguales;las infelices lo son cada una a su manera

León Tolstoi

1. Las relaciones entre conocimiento racio-nal, episteme, ciencia y religión no son relacionesfelices. Pero cada infelicidad lo es a su manera;según las épocas y los intereses que están enjuego. ¿Qué obstinación lleva a la racionalidad ya las religiones a buscar los orígenes y la trans-formación del mundo, qué impiden el sosiego desus días, obturan sus sueños o los transforman enpesadillas?

En todo caso, las luchas hermenéuticas porel imaginario colectivo o por la distribuciónde la riqueza son siempre políticas. Política nocomo administración sino como lucha de y por la

palabra y la narración; de y por las ideas y de ypor la lógica del conflicto.

Una manera un tanto rústica de explicar elorigen de la filosofía es apelar a la famosa fórmu-la del "paso del mito al logos". Por mito no debeentenderse una mentira, o una alucinación. Enla misma época de Platón, Evémero de Mesenesostenía que los dioses míticos eran antepasadosheroicos cuyas hazañas los habrían elevado amodélicos. Y podríamos decir que estos recor-dados héroes funcionan para preservar el ordensocial; para otorgar sentido de pertenencia; paracoagular identidades'.

Platón recoge la tradición breve de la filosofíay no sólo descalifica a los mitos sino que inclusoseñala que, deberíamos renunciar a posar nuestramirada sobre ese conjunto de imágenes propiasdel mito antiguo o bien renunciar a la aspiraciónde hacer filosofía. Había nacido la episteme:construir conceptos y exhibir los fundamentos.A través del conocimiento teórico de la verdad seaseguraba la unidad sin fisuras de la polis.

Los mitos que los poetas y dramaturgosponían en escena podrían, según Platón, induciral espectador a sentir placer ante la representa-ción de conductas que el orden de la polis les obli-ga a reprimir. Son, básicamente, malos ejemplospara los ciudadanos de esta república racional.Anticipándose a Lacan, Platón parece saber quelas creaciones poéticas no solo reflejan compor-tamientos sino que pueden creados. No se tratade saber si los dioses existen, sino de los efectosque producen en la estructuración psíquica; en laorganización de la realidad y en la constitución delos discursos. Entonces apuesta por la educación

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racional: en efecto, allí donde el ciudadano es untítere de los dioses no habría política pues nadapodría modificar el rumbo de las cosas.

El famoso autor de La República hace crecerel edificio epistémico de la política en contra delos mitos de la política. Y esto es lo que me pare-ce decisivo de la famosa expulsión de los poetas:la expulsión de los dioses de la escena socio-política. La primera muerte de dios en nombredel conocimiento racional.

y no expulsa a los poetas por malos poetas.Sino, precisamente, por ser muy buenos en el artede la imitación. Cuanto mejor hagan esta tareapeores serán los efectos sobre la juventud puesno les enseñarán a ser sí mismos sino a ser otrocuerpo, otra voz y otro pensamiento'. Los diosesmíticos, puestos en la polis por los poetas, debenretirarse pues ya no pueden ser garantía últimadel destino de los humanos, ni referencia últimade una moral y, mucho menos, garantía del signi-ficado de las palabras. En términos foucaultianos,Platón funda la "política de la verdad" que todasociedad necesariamente tiene, que debe confi-gurarse de la mano del Estado y que no excluyela mentira. Política de la verdad que no se derivede la pura facticidad de la fuerza o de la conductaimprevisible de los dioses, sino de la episteme;del lagos como lugar de inscripción simbólica enla ciudad.

2. Nos llevaría varias páginas explicar comoel hundimiento del Imperio Romano y la cohesiónque este brindaba al humano occidental, obligó aque fuera la Iglesia Católica la que llenara todoese vacío cultural en vez de ser simplemente laencargada de la producción y administraciónde bienes simbólicos y de la educación moral yreligiosa:'.

De todos modos, la religión institucionali-zada no puede ser la única marca de una época.Debe estar acompañada de escritura (aparatoadministrativo y jurídico) y moneda tambiéninstitucionalizadas. Aún así debe reconocerse queel cristianismo, y en particular el catolicismo, hademostrado una sorprendente capacidad de adap-tación e influencia en distintos sistemas económi-cos, políticos y culturales. Lejos de su pretendidocarácter divino, el cristianismo sobrevivió más

por sus virtudes sincréticas y mundanas que porsu dogmatismo".

y si el período posterior a la caída del Impe-rio Romano es considerado como pobre en lo quea conocimiento del mundo y novedades técnicasse refiere, esto no se debió a una "conspiración"eclesiástica. Era todo el sistema social heredadode los romanos el que no favorecía la innovacióntécnica al estar basado en la esclavitud. Losclérigos cristianos, al estar divorciados de laproducción y el comercio (como toda la Europamedieval), acentuaron estos rasgos que se fortale-cieron con la cristianización de la filosofía griegaque despreciaba el trabajo en pos de la contem-plación. Como excepción deberíamos recordar alos monasterios cistercienses y los pequeños bur-gas de artesanos y comerciantes que se ubicabana la orilla de los ríos navegables de Europa dondeencontramos las pocas innovaciones técnicas dela Edad media.

La experiencia histórica decisiva en esteproceso fue, a mi entender, el fin de las guerrasde religión del siglo XVII. La paz de Westfaliaen 1648 sancionó la separación entre historiasagrada e historia humana y natural. Los Estadoseuropeos se hicieron cargo de la paz y desde esemomento la paz y la unidad del mundo europeopasó a ser un asunto político y no religioso y elconocimiento pasó a ser un asunto más de astró-nomos y matemáticos que de la Iglesia católica.

3. En todo caso, la confrontación de la cultu-ra moderna (occidental) con la religión, el famosopleito entre razón y fe, radica en la independenciadel orden político y científico de la tutela reli-giosa y que, para los ilustrados, culmina en laconformación de una nueva conciencia subjetivaque Kant popularizará como,

... la salida del hombre de su culpable mino-ría de eda 5

y la minoría de edad a la que alude Kantes una forma de narcisismo. Nuestro planeta noes el centro del sistema solar como sostenían losteólogos. Es solo un planeta más entre otros. Así,la confrontación moderna entre ciencia y religióntiene su partida de nacimiento con la revolucióncientífica de los siglos XVI y XVII Y tiene un

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punto culminante en el XVIII con la querella delos antiguos y los modernos también conocidacomo la lucha de la Ilustración contra las tradi-ciones religiosas.

La conocida expresión weberiana desen-cantamiento del mundo parece apropiada paradesignar la meta perseguida por Voltaire y por laIlustración. La tradición religiosa se presentaba alos ilustrados como la fuente última de legitima-ción de todos aquellos valores contra los cualesluchaban. Por ejemplo: en el mito del Génesis,Dios se percata de que "no es bueno que el hom-bre esté solo" y de una de sus costillas creó a Eva.El mito bíblico pone de relieve la superación de lasoledad y el origen de la convivencia social, peronaturaliza y diviniza este origen. No solo porquéde una parte de un cuerpo sale otro, sino porquéambos cuerpos se inscriben en un orden anteriora toda acción humana.

En cambio, en el siglo XVIII el vocablonaturaleza se asocia con la ciencia moderna ysu victoria como modo de saber privilegiado enel conocimiento - transformación del mundo através de la física matemática; la astronomía;el cálculo infinitesimal y el surgimiento de losimperios disciplinarios en el siglo XIX: la quími-ca, la fisiología; la geología y la biología.

Naturaleza también se usa en el XVIII pararefutar la revelación, la fe y la gracia sobrenatura-les. La naturaleza es suficiente como explicacióny es superfluo y supersticioso lo añadido sobreesta base natural". Se entiende entonces, como lavista pasa a ser el sentido privilegiado desplazan-do al oído propio del medioevo católico.

La gran novedad no radicó en observar lanaturaleza sino en el encuentro entre ese observary la técnica. Y si bien estos planteos son tambiénlos de Spinoza, el "descubrimiento" del sigloXVIII es que secularización y dominio tecno -científico de la naturaleza van juntos.

y en esto, el gran operador fue a mi enten-der, Kant". Las famosas distinciones kantianasoperadas por el pensamiento crítico, establecenque uno podría ser el mundo como Dios lo veríay otro el que los seres humanos experimentancientíficamente. La visión divina del mundo nocompromete al científico experimental y por lotanto, ciencia y religión no se cruzan ni se tocan.y si lo hacen gana la ciencia: toda autoridad deja

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de ser externa porque se la ha interiorizado hastatal punto que, cualquier determinación es legíti-ma si es sentida como auto producida.

Por eso, no se trata de un simple aumento delos conocimientos, sino la calidad del uso cientí-fico del pensamiento más que la extensión de esepensamiento. Y la calidad del conocimiento semide por comparación: o es un ser superior el queeduca al ser humano o el ser humano se educa así mismo. O el conocimiento se adapta a las cosaso las cosas al conocimiento. Y esta comparaciónno se realiza entre individuos. No se compara loque es, sino que se compara lo que es con lo quedebería ser.

El sujeto kantiano es pura actividad; se definepor su capacidad de darse fines, por tanto el cono-cimiento científico es una arte del tiempo dondelo fundamental pasa por construir la norma y nopor aprenderla. En la ciencia no hay ajuste con latradición, algún libro o la razón de otro. Por ello,la minoría de edad es también un lenguaje menorde edad. La ciencia entonces, como señalé arriba,no es solo un aumento de los conocimientos sinotambién, y sobre todo, apropiarse de una capaci-dad de expresión.

En Kant, la educación científica y moral fun-ciona como una fábrica de sujetos. Por ello, Kantse opone a la imitación de modelos y proponemás bien una "antropotécnica" que da lugar alser humano.

Kant desmonta la estrategia conservadoraque había inaugurado Agustín: ningún hallazgocientífico produce herejía. Y es fanatismo reli-gioso aquel que pretende que la ciencia encuentreen la religión su fuente última de legitimidad.La estrategia kan tiana no sólo es epistémica, estambién política porque pretende la abolición detodo tipo de censura para el trabajo científico. Omejor dicho, es epistémico - política: la verdadde este mundo no admite intromisiones de lossupuestos delegados del otro. Quien comete erro-res no encuentra su lugar en la economía de lasalvación, pero en la experimentación científica,quien comete errores, aprende y progresa haciamejor siempre y cuando, según Kant, la direc-cionalidad del progreso esté regida por la razónpráctica, o sea, por el imperativo moral y no porimperativos hipotéticos (que son los que rigenen esa disciplina empírica que es la economía).

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Es decir, la concepción kantiana no renuncia alenjuiciamiento moral. Pero ahora, el tribunal noestará compuesto por clérigos sino por la mismaburguesía.

Pero el optimismo del siglo XVIII acerca delpróximo fin de la religión no se ha cumplido. Yfue Hegel quien, en mi criterio, acertó en sus crí-ticas a los ilustrados cientificistas del XVIII. Esque éstos utilizan una lógica binaria (las antino-mias kantianas por ejemplo), proto maniqueísta ybásicamente sustractiva. Los hombres del XVIIIsi tienen un problema con dios, sustraen a dios ytienen un dios sin religión (eso es el deísmo) paradejar en pie la racionalidad misma. ¿Y que es laracionalidad misma para los ilustrados? La ade-cuación mecánica entre enunciados y resultados yla oclusión de toda historicidad.

4. La biología no era una ciencia consolidadaen tiempos de la Ilustración. Empieza a delimitarsu objeto con los estudios de Cuvier'' sobre ana-tomía comparada. Con Lamarck? comenzó unproceso de construcción que alcanzó con Darwiny su famoso libro la consolidación. La biologíahabía encontrado su paradigma l0. Y los para-digmas construyen su historia cuando señalanlas "geniales anticipaciones" de filósofos, proto- científicos y literatos de la antigüedad.

En el siglo VI a. c., Anaximandro pensabaque el ser humano nació de animales de otra espe-cie. Aristóteles intentó hacer una clasificación delos seres vivos en el siglo IV a. c.ll Lucrecio, enel siglo I d. C., describió la "lucha por la vida". Elbotánico sueco Linneo elaboró una clasificaciónen 1737 siguiendo el modelo de un árbol. En 1748,Benoit de Maillet sostenía que los seres humanosprovenían de criaturas marinas (los Tritones). En1755, Kant había propuesto que el sistema solarse había formado de los residuos que flotabanirregularmente por el cosmos y que, gravedadmediante, se habían coagulado. Esta tesis eraconocida como la "hipótesis nebular" y encontrósu formulación definitiva con Laplace cuarentaaños después y de allí hasta aquí se la conocecon el nombre de "hipótesis Kant - Laplace".También Kant observa la persistencia del cantode las aves y que un tipo de canto dominantepersiste a través de las generaciones. Y señala, demanera sorprendente, que si se cruzan gorriones

con canarios obtenemos gorriones cantores. Y elmismo Darwin, en la Noticia histórica que pusocomo prefacio a ediciones posteriores de su famo-so libro, enumeraba más de treinta precursoresentre los que se destaca, obviamente, A. Wallacea quien muchos consideran co-autor de la teoría.

Y el paradigma darwiniano, además, tuvosu futuro: los experimentos de Pasteur de 1863donde demostró que no hay generación espontá-nea de microorganismos; la incorporación de lastesis mendelianas a partir de 1900; el descubri-miento de los cromosomas en las células de 1879;el descubrimiento de que la ontogénesis reprodu-ce la filogénes'"; la explicación sobre el origen dela vida de Oparin en 1924; hasta llegar al hallazgode la estructura de los ácidos nucleicos hecha en1953 por Watson y Crick. Lo que está claro esque el paradigma darwinano también se acomodaa la evolución prebiológica y al nivel molecular.Lo mismo podría decirse acerca de la polémicasobre las discontinuidades del registro fósil y quefue resuelta por Gould y, sobre todo, por Mayr ysu teoría de la bifurcación del árbol evolutivo (lac1adogénesis). Y donde todavía quedan cosas poraclarar. Por ejemplo, el origen de la diversidad.¿Cómo se derivan de un mismo origen, un insectoy un humano?

Pero éste no era un paradigma cualquiera,sino uno que iba a marcar la pauta epistemoló-gica de todos los paradigmas. Pero además, ibaa trascender el campo científico para trasladarse

. a cuestiones religiosas, morales y políticas. Eldarwinismo se constituyó en un campo de batallaen disciplinas y discursos que no pertenecen alámbito de las ciencias positivas. Por ejemplo, enconstrucciones altamente ideologizadas que esta-blecieron conexiones directas entre diversidadbiológica y desigualdad económica y política.

Anticipado por Hegel para el ámbito de lacultura, el paradigma darwiniano introduce eltiempo y la historia en un universo que, tanto lafísica clásica como la religión, habían consideradoeterno e inmutable. Hegel y Darwin coinciden enla crítica a toda sacralización, porque sacralizaralgo es inmovilizarlo por medio de la exaltaciónabsoluta y son los primeros en hacer del cambiouna teoría. Teoría de la cultura en el caso de Hegely científica en el caso de Darwin. Ambos se unenal grupo de literatos y filósofos que, desde el

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Renacimiento, pugnaban para que la variacióndejara de ser considerada una imperfección.

En función de las demostraciones de Darwin,no habría discontinuidad biológica entre los ani-males y los humanos. Al contrario, nuestro paren-tesco inmediato con los homínidos y mediato contodas las otras formas de vida nos demuestra queno somos especiales, ni constituimos un reinoaparte.

Ahora, las leyes de la naturaleza no estándadas sino que evolucionan como lo hacen lasespecies. El mundo natural, al igual que el mundode la cultura de Hegel, eran mundos alejados delequilibrio y no eran reversibles como una hojade papel. La autoorganización de la que habíanhablado los idealistas alemanes (Fichte y Hegel)alcanzaba ahora a la biología y excluía una expli-cación trascendente y la explicación positivistaque, todavía metida adentro de la estufa, consi-deraba que la ciencia prevé con exactitud y quesus premisas se basan en la verificación cuandoambas creencias son inexactas.

Con la teoría de la evolución sabemos quecompartimos los programas de organización cor-poral con el resto de los seres vivos y que lasdiferencias son hijas de la interacción con elambiente y de una dimensión temporal que semide en millones de años. Queda claro que ya novenimos de la primacía de la sangre; de la raza ode la religión. Sino que provenimos del tiempo.

y tuvo (y tiene) sus objetores y enemigos. Lamisma esposa de Darwin estaba preocupada porlas teorías de su marido. En una famosa carta lepregunta:

¿Y si la verdad se hallara por encima denuestra comprensión?

Los eclesiásticos de la época reaccionaroncon violencia: "filosofía bestial"; "doctrina infa-me que tiene por padre al orgullo, por madre laimpureza y por hijos las revoluciones" dijo unperspicaz obispo francés (Monseñor de Segur);"promotor de la incredulidad" dijo otro desde lalejana Australia'''. Al igual que en nuestros días,en el cristianismo anida una profunda voluntadde condenación del conocimiento sobre todo,cuando ese conocimiento demuestra que el ser

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humano no tiene una dotación suplementariaespiritual.

y esto también tiene su historia pues, con lateoría de la evolución no iba a ser la primera vezque el cristianismo se enfrentara al conocimientoracional.

Agustín de Hipona condena la curiositascomo actitud no piadosa, hija del pecado de Adány Eva que querían conocer el bien y el mal (osea, hacerse como Dios) y que por eso, comie-ron el fruto del infausto árbol. Aunque Agustínreconoce un problema cuando se pregunta quéestaba haciendo Dios antes de la creación. Susolución de compromiso es que Dios está fueradel tiempo, es siempre igual a sí mismo y que alcrear al mundo también creó el tiempo. Por tanto,esa curiosidad que nos lleva a preguntamos quéhacía Dios antes de la creación es hija también delpecado original.

La curiosidad está volcada a las cosas exte-riores y aleja al ser humano de la preocupaciónpor la salvación. La negación gnóstica del mundose prolonga como la negación del mundo!".

La relación conflictiva entre fe y saber (reac-tualizada en el debate del actual jefe del catolicis-mo con el filósofo Jurgen Habermas) es un pleitoque involucra cuestiones morales y políticas. Poreso, es ingenua la solución de Gould que propo-ne la zona del conocimiento para la ciencia y ladel sentido y los fines para la religión. En estaoperación, Gould se separa tanto de aquellosque quisieran fusionar ciencia y religión (Denn-nett) como de aquellos que sostienen el caráctersiempre conflictivo entre ciencia y religión (Daw-kins). Básicamente la discusión existente entrelos evolucionistas radica en dirimir si la religiónconstituye una ventaja adaptativa que colaboracon nuestra supervivencia como especie o, por elcontrario, un peligro para la especie dado que lasreligiones confían más en una vida después de lamuerte que en la vida temporal.

Aquí hay dos cuestiones que considero rele-vantes: la primera es que hay que suponer que elcerebro humano tiene una arquitectura peculiarque lo lleva a creer en la existencia de cosas aúnsin contar con el objeto. La segunda cuestiónes que algunos evolucionistas suponen que todaconducta debería tener una ventaja adaptativa y,en ese sentido, sostienen que la creencia en una o

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varias divinidades permite coordinar actividadessociales disminuyendo las resistencias egoístas.

Para los teólogos cristianos, la voluntad deconocimiento no es una pretensión legítima delser humano, sino una herencia del pecado origi-nal. La ciencia desvía al ser humano de la ruta dela salvación. Estrictamente hablando, el cristia-nismo carece de moral porque lo que promuevees una teología moral: lo que teológicamente esun pecado, o proviene de él, moralmente es unvicio. Por ello no puede soportar la provocaciónde Galileo y sus dos libros. Uno que se dirigiríaal corazón (la Biblia) y otro (el de la Naturaleza)dirigido a la razón escrito en lenguaje matemáticoy geométrico.

Fue Kant quien, como señalé arriba, echópor tierra estas pretensiones eclesiásticas. Nopuede hablarse de moral alguna si se trata,simplemente, de obedecer órdenes que no pro-vienen del ser humano. Dicho sintéticamente:en el mundo moderno, la teología moral es unasobreexigencia innecesaria. Por eso, tanto Spi-noza como Kant, reivindicaron la ética comoespacio de la libertad y no de la obediencia, ycomo impulso del conocimiento científico. Lacuriositas dejó de ser vicio, una perversión de laspasiones y pasó a ser virtud.

La salvación del alma pierde relevancia. Encambio, el conocimiento mediado por la técnica,muestra su utilidad para al autoconservación ypara la autoafirmación libre del ser humano en elmundo. Los deberes de legitimación de la cienciaen la modernidad, pasarán a jugarse en el terrenode la ética y de la política aunque, para lo quellamé "cientificismo ingenuo", la ciencia es legí-tima sin deberes de legitimación. El cientificismoingenuo pasó de neutralizar los puntos de vista dela teología a proclamarse absolutamente neutraldespolitizando así su estatuto.

Pues bien, el error del cientificismo consis-te en suponer que las cuestiones sin respuestasno son cuestiones sino simplemente vacíos deempiria. Con este expediente el saber científicose vacía de ética social y este lugar pretende serocupado por las religiones.

5. Hay traslaciones metafóricas que, lejos defuncionar como puentes de traducción, como her-menéutica dinámica, todo lo confunden. ¿A quien

le interesa ya si Dios juega o no a los dados?¿Realmente importa si, como sugería BertrandRussel, Dios no nos ha dado suficiente evidenciade sí mismo?

Veamos: Newton requería de la acción divi-na para mantener funcionando la gravitación; oaquella metáfora transformada en ideología queigualaba diversidad biológica con desigualdadeconómica y política; o el supercolisionador departículas que estará dedicado a buscar el "bosónde Higs" ya ha sido denominado como el aparatoque buscará la "partícula de Dios"; el mismoHawking señaló que si tuviéramos una teoría deltodo "podríamos leer la mente de Dios". Estascomparaciones con dios carecen de distanciacrítica. Si la máquina es de dios y la mente es lade dios, ya no queda nada que pensar pues diospiensa por nosotros.

Con la trampa de la multiplicidad y equiva-lencia de los lenguajes y relatos se arrastra a lacultura a posiciones anticientíficas y oscurantis-taso Lo digo de otra manera: somos nosotros losque necesitamos la máquina. Dios no la necesitapor la sencilla razón de que dios no tiene unmodelo de la realidad.

El "maestro" de esta confusión es Dawkins.La imitación cultural es ahora tratada como ungen'". Se trata de los "memes", Una suerte deprograma básico de la cultura a través de los cua-les, los individuos son parasitados. Los "memes"son tan egoístas como los genes: no les interesa

-la sobrevivencia del portador sino la del mensajemismo. Dawkins llega tan lejos que sostiene quela idea de Dios es un "meme" (aunque admiteque la idea de dios y la religión no son ventajasadaptativas sino accidentes evolutivos peligro-sos para la especie) y que la teoría de Darwintambién lo es. O sea: además de la "selecciónnatural" existiría una selección cultural dondealgunas ideas, palabras o modas triunfarían yotras no. Un determinismo que reduce lo culturala lo biológico. O dicho de otra manera, donde noimporta la decisión libre sino el reconocimientode la información genética.

Ahora, el "hombre nuevo" sería un humanosin cuerpo, un ser humano seleccionado gené-ticamente y dotado de múltiples prótesis. Peroeste no es el problema, al contrario, muchos hori-zontes antes considerados imposibles que sólo

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encontraban su lugar en la literatura fantástica,parecen ahora estar al alcance de la mano: eldebilitamiento de los lazos naturales; la depen-dencia de los lazos de sangre; la posible desapa-rición de muchas enfermedades hereditarias; enfin, todo lo que parecía impuesto por las leyesde la necesidad o por la inescrutable voluntad dedios podría transformarse en objeto de elección.El problema es la carencia de voluntad de univer-salización. El problema es político: estamos máscerca de una manipulación heterodirigida, másparecida a la representación de Huxley en Unmundo feliz, que a una humanidad reconciliada yefectivamente emancipada.

Ahora parece que la mano invisible de AdamSmith hubiera sido reemplazada por otra manoinvisible: la de Darwin. Una utiliza la coartadade la casualidad y la otra, la de los genes. Y setraduce en la sinergia de dos fuerzas brutas yhermanadas por el desprecio más radical a lasintervenciones éticas y poi íticas que corrijan losefectos excluyentes de ambas manos. El diablo deMaxwell pero de otra manera.

6. Estamos obligados a repensar a Darwin enfunción de dos problemas:a) El primero es que en nuestra época, a dife-

rencia del siglo XVIII, se ha interrumpidouna cadena experiencial básica: conocimien-to - progreso - bienestar - libertad - jus-ticia. Y en su lugar se han reposicionadolos fundamentalismos religiosos que ahorajustifican un atentado criminal; una decisiónde conquista armada; la decisión de quitar-le el respirador artificial a una persona encoma; un golpe de Estado o un casamientode lesbianas. En síntesis: donde se muerela ética y la política con infraestructuracognoscitiva científica crece lo divino. Poreso, no hay reconciliaciones entre ciencia yreligión: ambas luchan por crear mallas inex-pugnables que determinen valores, ordenencomportamientos y remodelen voluntades.

b) y el segundo es que si en el siglo XXI lavida; el pensamiento, el lenguaje y el trabajopueden ser reproducidos artificial mente esque ya no existe la selección natural. La teo-ría darwiniana explica lo que evolucionó, nolo que evolucionará (por eso Darwin incluye

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la domesticación en la selección natural). Laselección natural no existe en lo que tiene denatural. La naturaleza (cualquier cosa queeso quiera decir) ya no tiene ritmo propioporque ese ritmo es ahora, el de un tipo decapitalismo científico-industrial que en laintersección entre informática y biología yano pretende transformar la naturaleza sinoreemplazarla previendo lo que evolucionaráy lo que no.

Notas

l. La mitología como tal es una disciplina propiadel siglo XIX. De allí hasta aquí, varias escuelasse disputan este terreno cultural. Una de ellases el evolucionismo. En Freud, por ejemplo, hayuna teoría de los estadios evolutivos que iríadesde el animismo, pasando por el totemismo, elpoliteísmo, el monoteísmo hasta llegar a la era dela ciencia. La moderna antropología cultural esdescendiente intelectual de este evolucionismo.El difusionismo también parte de las ideas deDarwin dando lugar al neo - evolucionismo cuyoexponente más importante es, según creo, MarvinHarris.

2. Aristóteles no expulsará a los poetas de la ciudadpero les recuerda que deben evitar activar losjuicios morales del espectador.

3. En todo caso me remito al estudio de PerryAnderson; Transiciones de la antigüedad al feu-dalismo; págs. 89 - 102 Y 131 - 143.

4. El catolicismo en particular, es una escuela decomando bipolar: rigidez moral y pragmatismopolítico. El dogmatismo moral es el del catecis-mo y fue fundado por Agustín de Hipona. Quetambién inventó el pragmatismo político bajo la"teoría" de las dos ciudades. En la Edad Media,por ejemplo, el catolicismo no cuestionó signifi-cativamente al sistema esclavista ni el vasallajeque le siguió. Solo se limitó a pedir obedienciaa los esclavos y a los siervos para con sus amosy a pedirle a éstos últimos ser justos con losprimeros. Para nuestros tiempos puedo ofrecerun ejemplo que me parece muy significativo: laplegaria tradicional de los cristianos, el paternos ter, fue modificada por el Papa Juan PabloII justo allí donde irritaba al sistema financierointernacional en plena crisis de la deuda externa.Así, el párrafo que pedía el perdón de las deudas,fue reemplazado por el más inocuo de perdonar

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las ofensas. Son estas complicidades con lospoderes mundanos los que, en mi opinión, hanasegurado la supervivencia del catolicismo en elmundo occidental.

5. Kant l., ¿Respuesta a la pregunta: ¿Qué es laIlustración?, pág. 63.

6. Este "descubrimiento" de la naturaleza y sus leyestiene su poeta. En su Ensayo sobre el hombre,Pope dice: Cuando hace poco los seres superioresvieron/ a un hombre mortal desenredando toda laley de la naturaleza/ admiraron tal sabiduría enuna forma terrestre! y exhibieron a Newton.

7. Con antepasados célebres: Guillermo de Ockahmy GaliIeo.

8. Georges Cuvier es considerado el padre de lapaleontología y era partidario del fijismo queconsiste en sostener que las especies habían apa-recido al mismo tiempo y que los fósiles eran deuna creación anterior al diluvio al que veía comocatástrofe. Protagonizó una famosa polémica en1839 con un partidario del proto - evolucionismo(Geoffroy Saint - Hillaire) que Goethe considerómás importante que la Revolución Francesa.

9. No es intención de este escrito presentar unacomparación entre Lamarck y Darwin. En suFilosofía Zoológica de 1809, Lamarck (el inven-tor de la palabra "biología") fue el primero enromper con en el esencialismo. Reemplazó lavisión estática de la naturaleza por otra dinámica.A diferencia de Darwin, Lamarck no aborda elorigen de las especies (aunque sí considera queel animal humano proviene de otros animales) yno considera la distribución geográfica. Lo ciertoes que la teoría del francés no llegó a tener losalcances del programa darwiniano. Seguramenteintervinieron insuficiencias relacionadas con laconstrucción del paradigma científico pero tam-poco podríamos desconocer que las ideas revo-lucionarias de Lamarck y el carácter de su obra,opuesta al creacionismo y al fijismo tambiénhicieron lo suyo para desprestigiarlo. Actualmen-te, se denominan "neolarnarckianos" aquellos queusan este vocablo como sinónimo de Herencia delos caracteres adquiridos, aunque ya no comofuerza intrínseca de la materia orgánica hacia elprogreso evolutivo sino como reconocimiento deque los hijos se parecen a sus progenitores porqueheredan sus genes.

10. Siguiendo a Kuhn, entiendo por paradigma al con-junto de creencias compartidas profesional mente,supuestos teóricos, leyes generales, técnicas deaplicación, aceptadas por una comunidad científi-ca como respuestas válidas a ciertas preguntas. Un

paradigma incluye: las leyes establecidas (p.e. laley de gravedad); las maneras de aplicar las leyesa los distintos campos (p.e. la ley de gravedadaplicada a los planetas, los péndulos, los choquesde bolas de billar); el instrumental y las técnicasnecesarias para hacer que las leyes se refieran almundo real (p.e. el telescopio) y prescripcionesmetodológicas (p.e. hay que comprobar lo que sedice en el mundo natural).

11. Es curiosa la historia del aristotelismo. Sussucesores en el Liceo y los pensadores árabesque siguieron (Averroes; Avicena) adoptaronel "espíritu" materialista del estagirita. Pero suapropiación por parte de los teólogos católicosmedievales hizo de Aristóteles un legitimador delorden inmutable del universo y, lo que es peor, unenemigo del progreso. Por eso, en el Renacimien-to y en los tiempos de la Ilustración, la consignade los primeros modernos era desterrar a Aristó-teles de la racionalidad. Así, el triunfo de la cien-cia dependía de la refutación de la cosmología delfilósofo macedonio. Fueron primero los idealistasalemanes los que reivindicaron a Aristóteles y,posteriormente, Marx. Esta corriente recupera-dora de Aristóteles fue llamada por Ernst Blochcomo la "izquierda aristotélica".

12. También anticipada por Kant en su Pedagogía. Laeducación de los niños debe reiterar la educaciónde la especie. La individualidad se forma, en cadacaso, en la educación de la humanidad.

13. Anotado en casi todos los manuales de historia dela ciencia, es el célebre debate de 1860 realizadoen la Asociación Británica para el Avance de laCiencia, entre el obispo de Oxford (S. Wilberfor-ce) y T. Huxley. El obispo no era un fijista sino untransformista. Éstos (Goethe era el más famosode los transformistas) admitían la evolución de lasespecies como transformación de unas en otraspero no aceptaban la selección natural. Más bien,sostenían una suerte de teoría de la metamorfosisdonde la muerte es el medio para un desarrollosuperior. Así, la formación de un ser vivo exigiríala destrucción de otro anterior del que tomaría susmateriales y fuerzas. Obviamente, los transformis-tas sostienen una idea teleológica de la naturalezadonde los seres vivos responden a un patrón o tipoy los animales tienen una suerte de perfecciónfisiológica que funciona como un juego de sumacero: si un órgano crece lo hace en desmedro deotro. La visión teleológica de la naturaleza tam-bién se refleja cuando sostienen que el tigre y elleón son casi tan perfectos como los humanos ydesprecian al loro y al mono. También es justo

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HEREDERÁS EL TIEMPO. DARWIN y LA RELIGIÓN 161

reconocer que no solo de los teólogos llegaronobjeciones a Darwin. Desde su profesor, Sedgwickque lo cuestionaba por no seguir con rigurosidadel método inductivo hasta, posteriormente, Nietzs-che que repudiaba la selección natural por permi-tir que sobrevivieran los mediocres.

14. Por eso el pecado original puede ser interpretadocomo la pretensión del conocimiento o como unpecado de índole sexual. Conocimiento y sexua-lidad están motivados por lo mismo: la curiositas.San Agustín hace un gran hallazgo: la fuentecomún a la pulsión cognitiva y a la pulsión sexual.

15. Dawkins es quien popularizó la expresión "genegoísta". No lo dijo en un sentido moral sino enel sentido de que el proceso de selección naturalfavorece a esos genes que consiguen trasladarmás copias de sí mismos a la generación siguien-te. Entonces, la confusión es por haber introduci-do un concepto moral. Los genes no son egoístas,simplemente no quieren envejecer. En cambio,los genes altruistas son aquellos que disminuyensu eficacia biológica en el mismo movimientoen que incrementan la eficacia biológica delindividuo que recibe la acción altruista. Estaconcepción es, por un lado una burda traslaciónde los principios de la economía neoclásica a labiología molecular y, por otro, solo entiende aldarwinismo como una teoría de la supervivenciaolvidando que son las relaciones entre especies yde éstas con el ambiente las condiciones necesa-rias para que la selección opere.

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