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Leif Korsbaek
EL CAMBIO DE LAS INSTITUCIONES COMUNITARIAS BAJO EL
IMPACTO DEL NEOLIBERALISMO1
LEIF KORSBAEK2
Resumen:
La ponencia presenta un proceso histórico en el cual una serie de instituciones
comunitarias, que podemos llamar tradicionales, se convierten, bajo el impacto
del neoliberalismo, en instituciones militantes que se dedican netamente a la
defensa de la comunidad, elemento del mundo tradicional indígena y
campesina, contra el estado neoliberal que representa los intereses del mundo
moderno capitalista. Se discute la institución comunitaria tradicional conocida
como el sistema de cargos, que es extensamente conocida en Mesoamérica y
que existe también en la región andina donde, sin embargo, es menos
estudiada, y la institución militante dedicada a la defensa de la comunidad en
dos modalidades: la policía comunitaria en Guerrero en México y la ronda
campesina en varias regiones del Perú. Después de haber hecho trabajo de
campo estudiando tanto el sistema de cargos como la policía comunitaria y la
ronda campesina, la ocasión inmediata para escribir esta ponencia fue mi
encuentra en el Congreso Internacional de RELAJU (Red Latinoamericana de
Antropología Jurídica) en Lima en agosto de 2009, con policías y ronderos,
escuchando sus discusiones y dándome cuenta que a cada rato invocaron al
sistema de cargos.
Abstract:
The present paper discusses a historical process in which a series of
community institutions, that we can call tradicional are converted, under the
pressure of neoliberalism, in militant institutions which are directed towrd the
defense of the community, a srategic element in the tradicional world of Indians
1 Ponencia para el 53o. Congreso Internacional de los Americanistas, que se celebrará en
Viena, Austria, del 15 al 20 de julio 2012. 2 Antropólogo Social de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, Doctor en Ciencias
Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa, Profesor-Investigador Titular “C” de la División de Postgrado de Antropología Social de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH-INAH), México D. F.
2
and peasants, against the neoliberal state that represents the capitalist interests
in the modern world. The traditional community institution known as the cargo
system, widely studied in Mesoamerica, known also in the Andean region,
although it is less studied there, is discussed together with the militant
institutions of two varieties: the policía comunitaria in Guerrero in Southern
Mexico and the ronda campesina which exists in various parts of Peru. After
having done field work, studying the cargo system as well as the policía
comunitaria and the ronda campesina, the immediate occasion for writng this
paper was my participation in the international congress of RELAJU (Red
Latinoamericana de Antropología Jurídica) in Lima in August 2009, with
members of the policía comunitaria and ronderos, listening to their discussions
and realizing that they invoced the cargo system every now and then.
3
1 INTRODUCCIÓN
La antropología (y otras ciencias sociales también) se dedica al estudio
de instituciones y, antes que nada, estudia instituciones en lo que ha sido
llamado El Tercer Mundo, que yo prefiero llamar el capitalismo periférico3.
A los antropólogos les ha costado mucho esfuerzo llegar a admitir que
los pueblos indígenas, que se encuentran en el capitalismo periférico, forman
parte de un proceso histórico. Sobre todo en el funcionalismo y el estructural-
funcionalismo británico se había vuelto un artículo de fe que “en las sociedades
primitivas no es posible estudiar la historia, pues no tienen una historia”. Sin
embargo, bajo el impacto de la historia de las mentalidades se han visto
obligados a aceptar la participación de los pueblos primitivos en el proceso
histórico mundial, se ha inventado el concepto de etnohistoria y la atención se
ha dirigido hacia la historia oral.
El resultado de este cambio de posición es que ahora sí es
generalmente admitido que las instituciones, el universo de estudio de los
antropólogos, tienen una historia, cambian a través del tiempo y no son
eternos.
3 En otra ocasión he definido el capitalismo periférico así: “el capitalismo es el primer modo de
producción global y mundial, en dos sentidos: primero, es el primer modo de producción que logra cubrir todo el globo y, segundo, es el primero que puede absorber y exprimir a los demás modos de producción sin aniquilarlos. El inicio del capitalismo coincide con el descubrimiento del Nuevo Mundo por parte del Viejo Mundo (y viceversa). Y la primera etapa es la de un pillaje. El desarrollo del capitalismo mundial implica un paulatino desarrollo e integración del mercado capitalista internacional. El resultado del primer encuentro del Nuevo Mundo con el Viejo es la transferencia de valores de aquél a éste, por mil y un canales y métodos. Con el aumento de la integración en el mercado internacional capitalista la diferencia en riqueza se viene manifestando en la diferencia en la composición orgánica del capital: alta en el capitalismo central y baja en el periférico. El resultado de estos dos hechos – que los dos capitalismos deben competir en condiciones de igualdad en el mercado mundial, pero en condiciones de producción desiguales – significa que el capitalismo periférico se ve forzado a sobreexplotar la fuerza de trabajo. Todo el tiempo se lleva a cabo la coexistencia de los dos capitalismos en condiciones de permanente transferencia de valor, del periférico al central. En el capitalismo central se exprime la plusvalía relativa, en el periférico la plusvalía absoluta. El capitalismo periférico no posee los recursos necesarios para cambiar las relaciones de producción, lo que hace que la coexistencia entre los métodos precapitalistas de producción y el capitalismo se lleva a cabo mediante la subsunción formal de la fuerza de trabajo bajo el capital. En el capitalismo periférico una complicación más es la abundancia de formas de relación entre clases en sí y clases para sí” (Korsbaek, 1992: 100-101).
4
El postulado de la presente ponencia es que las instituciones
comunitarias cambian bajo el impacto del neoliberalismo, un cambio que se
ejemplifica en el cambio de la institución conocida como el sistema de cargos
en otra institución mucho más militante, explícitamente de defensa de la
comunidad: la ronda campesina en el Perú, y sus equivalentes en otras partes
del mundo.
Aparte de mi trabajo de campo en México, Colombia y el Perú, la
ocasión inmediata de la presente ponencia es mi participación en el Congreso
Internacional de la RELAJU (Red Latinoamericana de Antropología Jurídica)
que se celebró en Lima, Perú, en agosto de 2009, en el cual participaron
también miembros de la ronda campesina de varias partes del Perú y
miembros de la policía comunitaria en Guerrero en el sureste de México.
Observé que en la discusión de la ronda campesina y la policía comunitaria, a
cada rato se mencionaba más al sistema de cargos y su relación con las dos
instituciones anteriores.
2 PREÁMBULO: NEOLIBERALISMO Y COMUNALISMO
Una influencia decisiva es la de la obra de Louis Dumont. Sin poder
hacer referencia a las investigaciones de Louis Dumont, probablemente no me
habría atrevido a fundamentar la lógica de la investigación en el postulado de la
coexistencia de un mundo tradicional – en la terminología de Dumont, la
jerarquía – y el mundo moderno que Dumont llama individualismo4.
La hipótesis más general postula que en el mundo existen dos diferentes
maneras de pensar y actuar, como lo plantea Louis Dumont, una que podemos
llamar “jerarquía” y otra que podemos llamar “individualista”, que define de la
siguiente manera: en la sociedad tradicional rige un ambiente colectivista, el
individuo tiene existencia principalmente en cuanto miembro de una
colectividad, la “comunidad”, mientras que en la sociedad moderna, “el ser
humano es considerado como el hombre indivisible, elemental, como un ser
biológico y al mismo tiempo como un sujeto pensante”5. Los textos más
4 Korsbaek, 2009: ....
5 Max Gluckman formula la misma distinción: “mi argumento general se fundamenta en la
distinción entre dos clases de sistemas sociales: sistemas repetitivos y sistemas cambiantes” (1968).
5
tempranos que conozco de Dumont son de alrededor de 1970, pero es fácil
encontrar sus antecesores: podemos decir que es una modernización del
principal planteamiento de Henry S. Maine, donde distingue entre sociedades
tradicionales con status adscritos y sociedades modernas con status
adquiridos. Podemos sospechar un desarrollo sostenido desde el mundo
tradicional hacia el mundo moderno, aunque sí tenemos que aceptar la
posibilidad de reversiones de este movimiento. Sin embargo, mientras que los
evolucionistas suponen que se dé un movimiento a través del tiempo, y
además unidireccional y unilineal, supongo la coexistencia de elementos de los
dos mundos en la sociedad en un solo momento dado6.
3 LA COMUNIDAD Y EL SISTEMA DE CARGOS
La historia de los estudios del sistema de cargos es interesante y
significativa para el desarrollo de las ciencias sociales en México. Este estudio
hará referencia a cuatro períodos distintos.7
El primero corresponde a las obras de los primeros historiadores,
cuando formaba parte de una ciencia altamente aplicada, dirigida hacia la
organización de Pueblos indígenas como parte de la política demográfica de la
Corona de España: la erección de las dos Repúblicas, la de los españoles y la
de los indios.8
El segundo período tiene el carácter de un olvido freudiano de "la patria
del criollo", el indio; 9 lo podemos caracterizar con las palabras del ministro de
Porfirio Díaz: "¿Qué haremos con el indio?, Dejadlo".10 Un artículo de Enrique
Florescano contiene un excelente material del olvido sistemático del indio en un
amplio lapso de la historiografía de México y de la Nueva España. 11
Este intermezzo freudiano dio pie al cuarto período: el "descubrimiento"
del exótico sistema de cargos, es decir de sus elementos, por los que podemos
llamar los precursores en la antropología de Chiapas, respetando así los
6 Korsbaek, 2009: ...
7 Véase Leif Korsbaek, s.f.a.
8 Eric Wolf 1959; Gibson 1967 - y muchas otras -.
9 Expresión de Guatemala (Severo Martínez Peláez 1971), pero válida en Chiapas también.
10 A. Villa Rojas 1971.
11 Enrique Florescano 1983.
6
cuarenta años de antropología en Chiapas: F: Starr, Frans Blom, Oliver
LaFarge y otros, en la primera mitad de ese siglo. 12
Finalmente en los años cuarenta, empezó la "industrialización de la
antropología" y la consolidación del estudio del sistema de cargos. El primer
trabajo donde se le conoce como tal es el artículo de Sol Tax de 1937, ya
mencionado.13 Este artículo habría de propiciar descripciones, interpretaciones
y explicaciones en tres etapas complementarias. Una de las obras empíricas
que gradualmente llevó hacia la formulación del "típico sistema de cargos",
otra de artículos y monografías comparativos; y la última de interpretaciones
del sistema donde los antropólogos se valdrían eclécticamente de todas las
metodologías pensables: estructuralismo más o menos ortodoxo,
funcionalismo, Max Weber, teorías de la modernización y aculturación, teoría
de los juegos, Folk-Urban continuum, etcétera. 14
El resultado de este proceso es la configuración del "típico sistema de
cargos", cuyos rasgos se encuentran en la mayoría de estas obras,15 y que
ahora tiene una autoridad axiomática en la antropología mesoamericana, su
caracterización es la siguiente:
Es una serie de oficios claramente definidos y marcados, que se turnan entre
todos, o casi todos, los miembros masculinos adultos de la comunidad. Un miembro
asume las responsabilidades de su oficio para un tiempo limitado -normalmente un
año- para después retirarse a sus quehaceres cotidianos otros años. por lo regular Los
cargos son sin remuneración alguna, y más bien confieren al incumbente gastos
considerables. Los cargos están ordenados jerárquicamente: para ocupar un cargo es
condición haber ocupado anteriormente el cargo precedente. El sistema se compone
de una jerarquía única conformada por dos estructuras distintas, una de cargos
religiosos y otra de cargos políticos, y el ascenso en el sistema sigue una trayectoria en
zigzag, alternando entre cargos religiosos y políticos. Después de haber ocupado todos
los cargos, o gran parte de ellos, es posible retirarse de las obligaciones de la vida
pública, gozando del título de "principal" o "pasado", disfrutando el prestigio ganado en
los cargos y con mucha influencia en las decisiones tomadas por la comunidad.
12
En primer lugar F. Starr, 1902 y F. Blom y O. Lafarge, 1927. 13
En este artículo no se mencionó el carácter nivelador del sistema de cargos - este rasgo no fue reconocido hasta los años cincuenta: Eric Wolf 1955, 1957, 1959; Manning Nash 1958 y Sol Tax no utilizó la expresión "sistema de cargos", pero con excepción de estos dos detalles se estableció la imagen actual del sistema en el artículo de Sol Tax de 1937. 14
Véase Leif Korsbaek, ed., 1996, para más detalle y documentaciön. 15
Las excepciones en la literatura son contadas, véase Leif Korsbaek, ed., 1996, entre otros lugares.
7
Todos los autores reconocen el carácter camaleónico del sistema de
cargos: difícilmente se encuentran dos comunidades con el mismo sistema de
cargos.16 Difieren en el número de posiciones, los gastos, las obligaciones, la
importancia del sistema en la comunidad, la articulación entre la jerarquía
religiosa y la política, y otros factores. Sin embargo se encuentran los rasgos
característicos en la gran mayoría de las manifestaciones del sistema.
A nivel explicativo los investigadores han llegado a un acuerdo casi total
en lo que he llamado "el paradigma de cargos".17 No es muy elegante, pero con
justificación en la tradición antropológica lo he dividido en tres aspectos:
económico, político y religioso. El religioso está muy cerca de ser totalizante, lo
que he defendido con más detalle en mi tesis. Pero encaja perfectamente con
la tradición antropológica en Mesoamérica. En términos muy generales es la
concepción que excluye a los ladinos y al desarrollo de su sociedad sin
considerar su religión en primer plano, mientras tal cosa no es posible para los
indígenas.18 Pues son considerados personas muy dependientes de su religión
y de sus ritos. 19
El efecto económico del sistema de cargos, según el paradigma, es
garantizar la redistribución del excedente entre los miembros de la comunidad,
evitando así la acumulación de la riqueza en pocas manos. De esta manera el
sistema de cargos procura la igualdad de todos los miembros de la comunidad,
a la vigencia de un principio de reciprocidad.
En lo político el sistema de cargos asegura el acceso al poder de todos
los miembros de la comunidad (varones). Al rotar el poder entre los miembros
se evita el monopolio del poder y se conserva un grado máximo de democracia.
Para el aspecto religioso, el sistema de cargos define el mundo y sus
elementos. En primera instancia están los miembros de la comunidad, luego los
no miembros; los antepasados en primer lugar, en segundo los miembros de
otras comunidades indígenas, ladinos (y gringos que somos nosotros).
Posteriormente se señalan los canales de comunicación entre los diferentes
16
Sol Tax 1937; Eric Prokosh 1973. 17
Leif Korsbaek, s.f.a. 18
Melvin Tumin 1952. 19
Véase P. Diener 1978, y la expresión "numen", heredada de H. Otto, en Jacinto Arias 1975. También la producción prácticamente total de Evon Z. Vogt.
8
elementos del mundo: entre los miembros de la comunidad y los antepasados
a través de la jerarquía religiosa, y con las autoridades nacionales, por la
jerarquía política. A veces se encarga la jerarquía de alianzas con otras
comunidades indígenas. El sistema de cargos determina también el orden
moral : el mundo como está, con el sistema de cargos como la institución
central y la comunidad como el centro del mundo, representa la situación
normal y cualquier cambio conduce a la anomía. El sistema de cargos
contribuye, con su énfasis en los valores de la comunidad y la posición central
de ésta en el mundo, a mantener este orden y evitar cambios de cualquier
clase.
Parte integral del paradigma de cargos es también la afirmación de la
posición central del sistema de cargos en la comunidad y su Importancia para
ésta.
No todas las obras sobre el sistema de cargos contienen este
paradigma, ni completa no textualmente. La revisión de los artículos
comparativos más importantes - es decir F. Cámara, 1952; R. N. Adams, ed.,
1957; Manning Nash, 1958; Pedro Carrasco, 1961; Frank Cancian, 1967;
Ricardo Falla, 1969; Ira Buchler & McKinlay, 1969; Billy Dewalt, 1974 -
favorecen al paradigma. Todas las desviaciones son caracterizadas como
"ladinización", "modernización" o "aculturación".20
4 LAS INSTITUCIONES DE DEFENSA DE LA COMUNIDAD
En 2008 presenté una ponencia en la cual se presentaron “los rasgos
generales de dos de estas respuestas culturalmente específicas, la ronda campesina
en el Perú y la guardia tribal en el Valle del Cauca de Colombia, y como material de
comparación se presentan algunos de los rasgos generales de la policía comunitaria
en Guerrero. Falta solamente señalar que los datos provienen de mi trabajo de campo
en el Perú y Colombia en el transcurso de mi año sabático en 2007” 21
.
Quisiera solamente agregar que desde entonces ya van tantas veces que
escucho, en mis discusiones con ronderos en diversas partes del Perú, referencias al
sistema de cargos (con todos los variados nombres que tiene esta institución en las
20
Véase R. N. Adams, ed., 1957; F: Cámara 1952; F. Cancian 1967; Willy Dewalt 1974; en primer plano. Pero la tendencia es general. 21
Korsbaek, 2008.
9
diversas regiones de América latina donde la encontramos), que ya me parece más a
un hecho que a un postulado.
5 LA RONDA CAMPESINA
Históricamente, la ronda campesina tiene su origen en el norte del país:
“A mediados de la década de mil novecientos setenta, en el departamento de
Cajamarca ubicado en la sierra norte del Perú, se comenzaron a organizar
grupos de protección y vigilancia, para el control de robos que efectuaban
bandas organizadas de abigeos. Así surgieron las rondas campesinas, que se
convirtieron en el producto de la reacción de la población campesina ante la
incapacidad del Estado para resolver sus problemas por razones como, la
escasez de personal y la corrupción e inaccesibilidad para administrar justicia
en diversas zonas del país. Posteriormente el Estado estimuló la constitución
de los comités de autodefensa como estrategia para combatir el terrorismo y el
narcotráfico. En el Perú se vivían momentos de grave crisis económica y ésta
se advertía con más fuerza en las zonas rurales, en donde los abigeos habían
logrado imponerse frente a la población y sus autoridades locales (jueces,
policías y fiscales) quienes en algunos casos actuaban en complicidad con los
abigeos. Del mismo modo el robo entre vecinos recrudeció. Ambos hechos
perjudicaban gravemente la situación del campesino. De esta manera las
rondas se plantean como una respuesta organizada y efectiva para combatir el
robo y el abigeato. Su eficacia hizo por tanto que esta experiencia se
expandiera rápidamente, en un principio por las zonas aledañas, para luego ser
promovidas en otras partes, como fue el caso del sur del país en donde la
iglesia y las ONGs de alguna manera favorecieron la difusión de esta
experiencia” 22.
Más precisamente, “la primera ronda se fundó en Cuyumalca, estancia
contigua a la ciudad de Chota, a las 2 p. del 29 de diciembre de 1976. Esta
histórica decisión la tomaron los padres de familia de la escuela, y fue ratificada
en días siguientes por todas las familias de Cuyumalca. El Nombre original fue
22
Flórez, Churats y Laats, s. f.: 1.
10
Rondas Nocturnas”23, como se desprende del Acta Histórica de la Fundación
que reza como sigue:
“En la estancia de Cuyumalca, siendo las 2:00 pm. del día
veintinueve de diciembre de mil novecientos setenta seis,
reunidos los ciudadanos de dicha comunidad, luego de
intercambio de ideas se llegó al acuerdo de organizar “Rondas
Nocturnas” para defender los intereses del centro educativo y
de toda la comunidad a consecuencia de los continuos robos
que se vienen suscitando en agravio de dicho centro y de
algunos vecinos. Esta acta tiene la finalidad de organizar a la
comunidad y solicitar la licencia respectiva a fin de que sea
posible comprar sus armas.
El encargado de organizar las rondas será el Teniente
Gobernador, quien previo empadronamiento de la ciudadanía,
distribuirá el personal; será también el encargado de seguir los
trámites correspondientes para el buen desempeño de sus
funciones.
Con lo que se dio por terminado el acta siendo las 3:15 pm.
Copia de la presente acta será remitida a las autoridades
respectivas de la provincia a fin de solicitar garantías y parejas
de Guardias Civiles cuando el caso lo requiera. Asimismo, la
comunidad acordó dirigirse, mediante un memorial, al
Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque
pidiendo el nombramiento de un juez único de primera
nominación por intermedio del juez instructor de nuestra
provincia”.
Lo anterior es el momento de nacimiento de la ronda campesina, su inicio
histórico para así decirlo, pero quedándonos en la dimensión histórica podemos
descubrir algunos antecedentes de esta institución: según algunos, “en las rondas
parecen confluir tres vertientes institucionales: las guardias de las haciendas por su
función, la comunidad campesina, por su organización, y el servicio militar obligatorio,
como requisito para ejercer algunos roles”, según otros, “es posible afirmar que no
existe sino un solo fenómeno – a diferencia de lo que creen algunos estudiosos de las
rondas – que se puede considerar como antecedente de esta organización: las
23
Rojas, 1990: 89, de donde proviene también el siguiente documento citado. Firmaron legiblemente en las dos páginas seguidas del cuaderno donde está el acta, los siguientes ciudadanos: José Isael Idrogo Marín, Artidoro Huanambal, Arturo Díaz Campos, César Benavides Mejía, Aladino Burga Huanambal, Santos Saldaña Gálvez, José Oblitas C., Octavio Benavides H., Régulo Oblitas Herrera, Clodomiro Idrogo Marín (Siguen trescientas firmas).
11
guardias campesinas de las haciendas, encargadas por el hacendado de vigilar su
propiedad y de perseguir a los abigeos”24.
“Una serie de factores confluyen en el surgimiento de las rondas campesinas.
La crisis económica, el abigeato, la corrupción de la justicia y el vacío de autoridad
estatal aparecen mencionados de modo prácticamente unánime en los estudios”25,
mientras que Orin Starn añade otra razón: “la recompensa cultural que en el campo
norteño tiene el ser rudo, terco y temerario”26.
Si nos imaginamos tentativamente la existencia de clases sociales en estas
comunidades, algunos son de la opinión de que la creación de las rondas campesinas
de alguna manera refleja los diversos intereses de clase y podemos plantear la
pregunta: “¿quiénes son los más interesados en la conformación de las rondas?
Según Pérez Mundaca, anclado en una visión clasista de la diferenciación campesina,
en Cajamarca son los “campesinos ricos” los que impulsan la creación de las rondas,
dado que esta organización representaba un mecanismo de defensa de la propiedad
privada. Pérez sostiene que son los ganaderos acomodados quienes más ganan con
la conformación de las rondas, por la “apropiación inadvertida a su favor de una parte
del trabajo que, en función de la ronda, despliega el resto de campesinos”27. Otros, sin
embargo, sostienen que la formación de clases y los intereses diferenciales de los
integrantes de las diversas clases no sean el motor detrás de la formación y el
funcionamiento de las rondas campesinas: “Al menos para la primera fase de las
rondas, cuando se trató casi exclusivamente de combatir el abigeato, las coincidencias
de intereses entre pobres y acomodados eran obvias. Un campesino al cual le quitan
su único carnero resulta, en términos relativos, más perjudicado que un ganadero, el
cual pierde la mitad de sus sesenta cabezas” 28.
Uno de los detalles más impresionantes de la ronda campesina es la velocidad
con la cual se extendió, como incendio forestal. Desde el momento de creación de la
primera “ronda nocturna” en Chota en 1976, las rondas campesinas se multiplicaron
con una sorprendente rapidez, y puede ser que “el efecto de demostración de las
primeras rondas esto es, su inesperada eficacia para combatir el abigeato, puede
considerarse como el factor de impulso más importante para explicar su masiva
24
Zarzar, 1991: 108. En varias otras ocasiones (entre otros lugares, en Korsbaek, 2005) he señalado que “los antropólogos somos particularmente torpes en nuestro tratamiento del factor tiempo”, y creo que esta debilidad ha afectado también nuestra capacidad para captar la dinámica presente en el nacimiento de las rondas campesinas. 25
Degregori & Ponce, 2000: 395. 26
Starn, 1991: 38. 27
Pérez Mundaca (1992, 1996) y Pérez Mundaca, 1996: 17, citado en Degregori & Ponce, 2000: 393. 28
Huber, 1995: 84..
12
aceptación y su rápida difusión en todo el departamento de Cajamarca”29, y al principio
de los años 1990 leemos que “actualmente se calcula que en la sierra norte, en
Cajamarca y Piura, existen más de 3,500 rondas que aglutinan alrededor de 280,000
ronderos”30.
Las cifras más actuales no son menos impactantes: “A partir de la información
recogida en diversos eventos y localidades, se estima que actualmente existirían entre
200,000 y 250,000 ronderos, los cuales se encontrarían agrupados en unos 8,000
comités de rondas. Los comités de Rondas Campesinas del norte, a pesar de no tener
el dinamismo y participación masiva que tuvieron en los 80, son actualmente las
organizaciones ronderas más numerosas a nivel nacional, estimándose que
actualmente sus integrantes suman entre 120 y 130 mil. En Cajamarca, cuna de las
rondas campesinas, se cuentan unos 100,000 ronderos activos, en Piura con unos
15,000 y un número similar de ronderos actúan en en los departamentos de La
Libertad, Amazona, San Martín y Ancash”31.
29
Zarzar, 1991: 109. 30
Vargas & Montoya, 1993: 71, haciendo referencia a Degregori, 1992: 431. 31
Laos & al., 2003: 20.
13
En lo referente a los Comités de Autodefensa (una distinción que se
explicitará más adelante), “se estima que actualmente los Comités de
Autodefensa agrupan entre 70,000 y 80,000 campesinos. La mayor parte de
estos ronderos, unos 50,000, se encuentran en Ayacucho, mientras que en
Huanuco y Junín habría 25,000 y unos 5,000 en los departamentos de San
Martín, Apurímac y la parte de selva de Cusco” 32.
Es claro que en tal cantidad de instituciones que existen en regiones
muy alejadas y de muy diferente carácter y con trayectorias históricas muy
diversas, no todas las rondas pueden ser idénticas, deben de existir diferentes
32
Laos & al., 2003: 22.
14
tipos de rondas campesinas, lo que sí es evidentemente el caso, y podemos
inicialmente distinguir cuatro tipos de rondas campesinas.
“Un primer tipo de rondas campesinas son aquellas surgidas sobre la
base de los caseríos, donde no han existido comunidades campesinas, como
en el caso de Cajamarca, San Martín y Amazonas fundamentalmente. Un
segundo tipo son las que han surgido dentro de las comunidades campesinas
como es el caso de las de Piura, Ancash, La Libertad y del sur andino (casi
todas las rondas campesinas de Carabaya en Puno y de las provincias de
Espinar y Canas y del distrito de Quispicanchis en Cusco), que cumplen el
papel de órgano auxiliar de las comunidades y dependen de éstas. Un tercer
tipo son las rondas campesinas de comunidades nativas de la selva peruana. Y
finalmente, un cuarto tipo son los denominados “comités de autodefensa” que
nacieron en la década de los 90 impulsados por el estado para la lucha contra
la subversión en la época de la violencia política, y que han surgido
indistintamente al interior de las comunidades campesinas y parcelas o
caseríos donde no hay presencia de comunidades campesinas”33.
- El primer tipo de rondas campesinas, aquellas que han surgido sobre la
base de los caseríos, tienen sus características: “las rondas campesinas
surgen en una región abandonada por el Estado. Esta ausencia, sin embargo,
no es ninguna peculiaridad de la sierra norte. Lo peculiar en la sierra norteña es
más bien que los campesinos no contaron con mecanismos sociales propios
para contrarrestar este vacío de autoridad y sus consecuencias. La ausencia
de un organismo regulador se manifestó sobre todo en la vida cotidiana; la
región era afamada por peleas sangrientas hurtos de ganado, que aumentaron
después del retiro de los hacendados”34, en lo que Carlos Ivan Degregori está
de acuerdo: “las rondas de Cajamarca y Piura surgieron teniendo como telómn
de fondo la desaparición de los terratenientes luego de la reforma agraria, y la
multiplicación de los parcelarios libres. En Piura, la propiedad individual se
encontraba revestida bajo la etiqueta de comunidad campesina (Pérez, 1992;
Huber, 1995), pero ésta era más una formalidad, sin los lazos de ayuda mutua,
trabajo colectivo y asambleas que suelen caracterizar como tipo ideal a las
33
Rodríguez Aguilar, 2007: 17-18. 34
Huber, 1995: 121-122.
15
comunidades de los Andes del Sur. En este contexto, la organización rondera
logró desarrollar una fuerte identidad colectiva en la que muchos encontraron
similitudes con las comunidades campesinas de otras partes de la sierra” 35.
- El segundo tipo, “las que han surgido dentro de las comunidades
campesinas, como es el caso de las de Piura, Ancash, La Libertad y del sur
andino (casi todas las rondas campesinas de Carabaya en Puno y de las
provincias de Espinar y Canas y del distrito de Quispicanchis en Cusco?, que
cumplen el papel de órgano auxiliar de las comunidades y dependen de éstas”
36.
- El tercer tipo, “las rondas campesinas de comunidades nativas de la
selva peruana” 37, donde en muchos casos han tenido que coexistir con el
narcotráfico y otras actividades ilícitas que existen debido a la casi total
ausencia del estado y de sus representantes.
- El cuarto tipo, los denominados “comités de autodefensa” es
probablemente el más problemático, como se señala en el informe final de la
Comisión de Verdad: “En ningún otro actor de la guerra, la línea divisora entre
perpetrador y víctima entre héroe y villano, es tan delgada y porosa como en
los comités de autodefensa (CAD) o rondas campesinas contrasubversivas” 38.
Acerca de su origen histórico se dice que “las comunidades campesinas
del centro y sur del Perú, históricamente las más pobres y excluidas, fueron
convulsionadas desde fines de los 70s con el surgimiento del grupo subversivo
Sendero Luminoso (SL) y una cruenta guerra interna. Como resultado de un
lado, de iniciativas campesinas y por otro de una política especial de defensa;
se formaron las Rondas Campesinas Antisubversivas o Comités de
Autodefensa (CAD). En la mayoría de los casos, surgieron como respuesta
ante los daños que SL produjo en las comunidades y la ausencia de las
autoridades e instancias estatales a las cuales acudir. Muchas comunidades de
Ayacucho, Huancavelica, Apurimac, Cusco y Puno – casos representativos de
la crítica situación social y económica de as zonas centro y sur del país –
fueron escenarios del surgimiento de los Comités de Autodefensa, inicialmente
35
Degregori & Ponce, 2000: 404. 36
Rodríguez Aguilar, 2007: 17-18. 37
Rodríguez Aguilar, 2007: 17-18. 38
Del Prefacio al Informe Final de la Comisión de Verdad y Reconciliación.
16
armados de forma recaria pero con una base social sólida y además conforman
hasta hoy un contexto regional que encierra múltiples conflictos sociales. Este
es un dato sumamente importante para comprender las actuales problemáticas
regionales y nacionales, que no están siendo tomado en cuenta con la
profundidad y seriedad que merecen”39.
Podemos buscar los antecedentes del modelo40 en la guerra de
liberación en la colonia británica de Malasia de 1948 a 1960, en pleno proceso
de descolonización: “durante esta guerra nace también la doctrina militar de las
aldeas estratégicas, como fuera bautizada más tarde en Argelia y Vietnam y
que consiste, ante todo, en desplazar las poblaciones que suministran
información y alimentos a enemigo, para privarlo de su base de suministros y
obligarlo a salir de la selva. Igualmente se inflingen castigos colectivos a las
aldeas cuyos habitantes sean sospechosos de ayudar a los rebeldes,
secuestrando a sus habitantes y a veces llegando incluso a matarlos de
hambre reduciéndoles sus raciones de arroz. El plan inicial, llamado Plan
Briggs, preveía el desplazamiento de aproximadamente 500,000 habitantes de
aldeas retiradas en su mayoría de origen chino, hacia nuevas aldeas rodeadas
de alambradas y estrechamente vigiladas. Esto dará sus frutos a partir de
1951, al debilitar de manera significativa las fuerzas insurgentes Por otra parte,
las fuerzas británicas encarcelan a 34,000 personas durante los primeros ocho
años del estado de emergencia”41.
Los norteamericanos adoptaron el modelo en su guerra etnocida en
Vietnam: “los norteamericanos se aprestaron a construir una serie de aldeas
estratégicas para concentrar a la población vietnamita con el fin de reagruparla
y controlarla, a la vez que se le cortaba al Vietcong sus áreas cotdianas de
aprovisionamiento y apoyo logístico. A finales del año 1962, los americanos
habían levantado ya unas 3,500 aldeas estratégicas, así como unas 2,000 más
39
Catañeda, s. f.: 1. 40
En realidad podemos buscar los antecedentes del modelo ya en la temprana colonia, alrededor de 1600, en la política de congregación. En la Relación de Metepec leemos acerca de los indígenas que “aullaban como coyotes, pero se dejaron congregar”. 41
Arthur Lepic, de la Red Voltaire: “Última limpieza antes de la descolonización, 1948-1960: Estado de emergencia en Malasia”.
17
en los siguientes años. En estas aldeas sus habitantes podían elegir sus
propios consejos municipales y demás estructuras administrativas simples”42.
Finalmente lo encontramos en el periodo de violencia en Guatemala,
entre 1978 y 1983: “Guatemala, la población, los pueblos indígenas, así como
la comunidad internacional, fueron sacudidos durante el mes de mayo del
presente año por la noticia no sorprendente, pero si abominable y repudiable
por la decisión del Tribunal de Sentencia y demas tribunales de justicia del
departamento del Quiche, al haber absuelto de sus cargos, al genócida y
etnócida CANDIDO NORIEGA ESTRADA. Candido Noriega es responsable de
masacres, asesinatos, torturas, violaciones, robos, amenazas e intimidaciones
contra los indígenas de Chiche y Chinique del departamento del Quiche. Sus
delitos suman 35 asesinatos, 44 secuestros, 14 violaciones, 10 robos
agravados, 2 hurtos agravados, 7 incendios, 6 amenazas de muertes, 9 daños
fisicos, 23 detenciones ilegales, 6 lesiones leves y allanamientos dando un total
156 delitos. Noriega es un ex-comisionado militar, vecino y originario del
municipio de Chinique de las Flores del departamento del Quiche. Su origen
ladino pobre, pero con nivel de vida por encima del de la población que habita
la región. El vive en un area donde el 98% de la población es Maya-K'iche.
Durante los años de recrudecimiento de la persecusión del ejercito hacia las
comunidades y sus pobladores, años de 1978 a 1985, la institución armada
genero una serie de mecanismos para acabar con poblaciones enteras.
Concentro todos sus esfuerzos para cometer genocidio y etnocidio, porque
todos los hechos mas atroces de nuestra historia reciente se cometió en los
lugares donde se asienta el Pueblo Mam, Kaqchikel, Q'eq'chi, Achi, Tzutujil,
Poqomchi, K'iche, entre otros. Los estrategas del ejercito instituyeron las
Patrullas de Autodefensa Civil y comisionados militares como agentes directos
de represión; el ejército impulso la contratación de personas informantes
conocidos en nuestro país como orejas, formó los polos de desarrollo, aldeas
modelo y aldeas estratégicas o puntos de concentración, con el supuesto de
acabar con un movimiento guerrillero emergente, pero cuyo fondo era terminar
con las los sistemas político, económico, social y cultural de las raices de miles
42
Citando de un breve texto del internet: “Las guerras americanas y los enfrentamientos con Europa”
18
de años de existencia del Pueblo Maya. Dentro de ese contexto se ubica la
actuación de Candido Noriega Estrada, porque solo así puede comprender por
que ha sido absuelto de los hechos que han causado tanto dolor y destrucción,
no solo física sino psicológica en los indígenas, con resultados y daños
irreversibles en la etapa de conciliación comunal y municipal que estamos
emprendiendo después de la firma de la Paz firme y duradera. Tambien dentro
de este marco general se puede entender el poder que tienen todavia los
militares a través de jueces como Olegario Labe Morales, quien a pesar de ser
cuestionado desde hace muchos años por su complicidad con los militares, aún
sigue sin ser destituido; y es precisamente el artífice principal para darle la
libertad a uno de los asesinos de nuestro pueblo”43.
Volviendo al Perú, “para el año 1993, el éxito de los Comités de
Autodefensa era más que notable por su satisfactoria respuesta a las
necesidades de seguridad de las comunidades, y también por su protagonismo
en la organización política de las localidades. El siguiente cuadro muestra la
distribución e importancia numérica de estos grupos”44:
No. Departamento CAD Integrantes Armas
1 Tumbes 70 2871
2 Piura 282 17778
3 Lambayeque 105 5730 194
4 Cajamarca 443 27927 916
5 La Libertad 219 14018 858
6 Ancash 27 1350 142
7 Junín 525 34537 3855
8 Cerro de Paso 68 6072 626
9 Ayacucho 1564 61450 5583
10 Huancavelica 198 10658 646
11 Lima 33 2869 508
12 Puno 86 3627 160
13 Loreto 30 911
14 Amazonas 112 8295 260
15 Apurímac 63 3618 100
16 Cusco 106 5802 440
17 Madre de Dios 20 1232 60
18 Huanuco 163 13578 868
19 San Martín 55 11658 892
43
El texto es una editorial de CHUJ WALIJO'Q, Información mensual de la Defensoría Maya, de Guatemala, No. 4, de mayo 1997. De Guatemala se encuentra una narración de Santiago Atitlán, de 1990, de donde los habitantes habían logrado expulsar al ejército y a la policía judicial, después de un total de 1100 asesinatos durante una década, en Ricco & Korsbaek, 1992. 44
La fuente de esta información es Castañeda, s. f.: 1-2.
19
20 Ucayali 36 1286 170
Total 4205 235465 16196
La distribución de los comités de autodefensa entre las cuatro regiones
militares es como sigue, unos años después del fin de la violencia. (es de notarse, y
requiere un estudio aparte, que hay necesidad de más comités de autodefensa
después de terminado el proceso de pacificación):
Regiones militares CAD reconocidos hasta la fecha
Región Militar Norte 2105
Región Militar Centro 4432
Región Militar Sur 636
Región Militar Oriente 53
Total 7226
Una definición genérica de las rondas campesinas “son órganos de
vigilancia y protección propia de las comunidades campesinas; su función es
cautelar la vida, la integridad y el patrimonio de los comuneros frente a la
existencia de posibles actos que vulneren sus derechos fundamentales”45.
Según otro investigador, “son organizaciones de campesinos que en forma
voluntaria realizan labores comunales de seguridad de sus pueblos, resuelven
pacíficamente los conflictos en sus comunidades y participan activamente en el
desarrollo de sus localidades”46. Mientras que para la Defensoría del Pueblo
“las rondas campesinas son formas de organización comunal y campesina, que
representan y organizan la vida comunal, ejercen funciones de justicia,
interlocución con el estado y realizan tareas de desarrollo, seguridad y paz
comunal, dentro de su ámbito territorial”47.
45
Adelina Machaca: “Rondas campesinas”, en revista Runa, Ayaviri, Vicaría de Solidaridad de Ayaviri, No. 43, p. 9. A lo que César Rodríguez Aguilar comenta que “es incompleta porque no incorpora otras funciones que ejercen estas organizaciones, limitándolas solamente a ejercer funciones de seguridad y paz comunal” (2007: 14-15). 46
Laos, Paredes & Rodríguez, 2003: 13. 47
Defensoría del Pueblo. El reconocimiento estatal de las rondas campesinas. Compendio de normas y jurisprudencia. Lima, Perú, 2004: 13.
20
6 CONCLUSIONES
¿Qué podemos concluir de lo anterior?, me parece que varias consas de
muy diferentes caracteres y envergadura.
En primer lugar, podemos ver lo anterior como una confirmación que se
encuentra a medio camino entre el sentido común y la genialidad: que los
proyectos que se forjan en las comunidades indígenas y campesinas se
plantean y se llevan a cabo utilizando el acervo institucional y cultural a la
disposición de los miembros de estas comunidades. Esta observación es
realmente una reformulación de lo que planteó Pedro Carrasco hace muchos
años, en 1961, en la discusión acerca del origen histórico del sistema de
cargos: que se trata de una materia cultural preconquista que en la nueva
situación que se presentó con la invasión de los españoles sería reformulada y
refuncionalizada.
En segundo lugar, podemos ver de una manera muy clara la
participación activa de los miembros de estas comunidades en el proceso
histórico, a diferencia de la idea que sobre todo encuentra expresión en la
antropología social británica, de que los indígenas no tengan una historia, la
tiene solamente los europeos o sea los occidentales.
En tercer lugar, puede ser que el enorme número de miembros de la
ronda campesina que se encuentran involucrados en el proceso político en el
Perú, promoviendo y defendiendo sus ideas acerca de la comunidad y su lugar
en el mundo y sus demandas sobre el fondo de esta posición, podría cambiar
el rumbo del proceso histórico en partes de América Latina, en respuesta a la
presión del neoliberalismo y su falta de tolerancia y sensibilidad.
Por lo pronto lo aquí postulado se presenta como hipótesis de trabajo, la
confirmación o la desconfirmación de esta hipótesis se encontrará en futuras
investigaciones antropológicas e históricas, tal vez etnohistóricas.
21
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