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Organo äe su Venerable Oräep Cercera y (ofraöfas la liberad Dirección y Administración: Silva, 25.— Madrid (12).—Teléfono 12803 15 DE JUNIO DE 1936 NUM. 6 S TI MA. R 10 La Santísima Virgen en los escritores mercedarios, por el P. Fr. Mtro. Pedro de Oria.— Ialta de ser y sobra de orgullo, por Fr. Guillermo Vázquez. —La Beata Mariana de Jesús (miscelánea), por Fr. J. G.—Página misional: La mies es mucha y los operarios pocos.—La Venerable Sor Maria de la Antigua.—La sustitución de los Religiosos en la enseii anza y en la beneficencia oficial, por Fr. Juan G. Castro. —.Notas de la Vida Católica, por X.--- Cuento que puede ser historia, por la Srta. Julia Garcia Herreros. —Pobre barquilla mía, por Lope de Vega.— Variedades.—Radiogramas, por Ujim. —Noticias.— Neerologia.--Bibliografia.—De Administración. La Santísima Virgen en los escritores mercedarlos EL P. MTRO. FR . PEDRO DE OÑA (1) La limpia Concepción de la Virgen Santísima por la posibilidad que tiene en la omnipotencia de Dios, y otras razones y congruencias, Dios puede criar un alma sin pecado.—Lo prime- ro, hablando del infinito poder de Dios, es cierto que Dios pudo hacer y criar el alma de su Madre sin pecado original, como arriba queda dicho y probado. El que con sólo llamar al cielo, le trujo de los abismos de la tierra, el que con sólo querer pobló esos cielos de espíritus soberanos, todos con el ropaje hermo- sísimo de la gracia, bien pudo con ella criar un alma. Y en esto todos convienen, porque la ley de lo contrario, que parece universal, es puesta por Dios, y puede (1) Postrimerías del hombre. Pamplona 1608, folios 553 al 556. hacer que no se ejecute en quien El no quiere. No agravia Dios a nadie en criar una criatura sin pecado.—También es cierto que, haciéndolo, a nadie agravia. Porque por el mismo caso que agraviara a alguno, no pudiera hacerlo, porque es imposible hacer Dios injuria a nadie. Lo otro es cierto que a esta Señora le estaba mejor no haber nacido en pe- cado; porque eso es haber sido siempre hija de Dios y lo otro haber sido en algún tiempo hija de Satanás. De aquí se saca la primera razón: Dios pudo hacer esto por su Madre. A ella le estaba bien y convenía. Luego hízolo. Es Dios tan manso y misericordioso con los hombres, que a una cuenta pone el podernos hacer bien y el hacérnoslo 161 —

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Organo äe su Venerable OräepCercera y (ofraöfasla liberad Dirección y Administración:

Silva, 25.— Madrid (12).—Teléfono 12803

15 DE JUNIO DE 1936 NUM. 6

S TI MA. R 10La Santísima Virgen en los escritores mercedarios, por el P. Fr. Mtro. Pedro de Oria.—

Ialta de ser y sobra de orgullo, por Fr. Guillermo Vázquez. —La Beata Mariana de Jesús(miscelánea), por Fr. J. G.—Página misional: La mies es mucha y los operarios pocos.—LaVenerable Sor Maria de la Antigua.—La sustitución de los Religiosos en la enseii anza y en labeneficencia oficial, por Fr. Juan G. Castro. —.Notas de la Vida Católica, por X.--- Cuento quepuede ser historia, por la Srta. Julia Garcia Herreros. —Pobre barquilla mía, por Lope deVega.— Variedades.—Radiogramas, por Ujim. —Noticias.— Neerologia.--Bibliografia.—DeAdministración.

La Santísima Virgen en los escritores mercedarlosEL P. MTRO. FR . PEDRO DE OÑA (1)

La limpia Concepción de la VirgenSantísima por la posibilidad que tieneen la omnipotencia de Dios, y otrasrazones y congruencias, Dios puedecriar un alma sin pecado.—Lo prime-ro, hablando del infinito poder de Dios,es cierto que Dios pudo hacer y criar elalma de su Madre sin pecado original,como arriba queda dicho y probado. Elque con sólo llamar al cielo, le trujo delos abismos de la tierra, el que con sóloquerer pobló esos cielos de espíritussoberanos, todos con el ropaje hermo-sísimo de la gracia, bien pudo con ellacriar un alma. Y en esto todos convienen,porque la ley de lo contrario, que pareceuniversal, es puesta por Dios, y puede

(1) Postrimerías del hombre. Pamplona 1608, folios553 al 556.

hacer que no se ejecute en quien El noquiere.

No agravia Dios a nadie en criaruna criatura sin pecado.—También escierto que, haciéndolo, a nadie agravia.Porque por el mismo caso que agraviaraa alguno, no pudiera hacerlo, porque esimposible hacer Dios injuria a nadie.

Lo otro es cierto que a esta Señorale estaba mejor no haber nacido en pe-cado; porque eso es haber sido siemprehija de Dios y lo otro haber sido en algúntiempo hija de Satanás.

De aquí se saca la primera razón:Dios pudo hacer esto por su Madre.A ella le estaba bien y convenía. Luegohízolo.

Es Dios tan manso y misericordiosocon los hombres, que a una cuenta poneel podernos hacer bien y el hacérnoslo

— 161 —

Bien pudiera Dios redimir al hombre por porque si a algunos se extiende el daño

otra vía de la que le redimió, perdonán- de Adán a quien no aprovecha el bien de

dole el pecado; pero pudo hacerse hom- Cristo, es porque les aplican la ponzoña

bre para redimirle y eso estaba mejor al de Adán engendrándolos, y no la triaca

hombre, luego dadlo por hecho, porque de Cristo reengendrändolos, y con todo

es tan amador de los hombres que lleva eso es más fuerte la gracia de Cristo,

siempre ojo a lo que mejor les está. Pú- pues hizo mártires que dieron sus vidas

dome Dios dar de comer y juntamente con tantos tormentos, y Adán sin ningu-

dar gracia y hacerse mi manjar, dadlo nos no se conservó.

por hecho, porque si no desconviene, Y así sobrepujó la gracia al pecado.

hace lo que puede por los hombres. Subió el pecado cuanto pudo; vino la

Así digo, pudo hacer Dios por los ley, avivóse con ella más el pecado, po-

hombres que alguno naciese sin pecado niendo apetito en el hombre de aquello

original, particularmente su Madre; no que no podía ni debía hacer. Avive, pues,desconvenía el hacerlo, antes convenía, la gracia, que es la triaca y medicinaporque así era más dignamente Madre contra la ponzoña del pecado, para que

suya; luego así lo hizo. sea verdad: «Donde abundó el delito,

Esfuérzase esta razón con que para sobreabundó la gracia. Avívese y suba

probar San Pablo que todos los bienes a lo que puede, que es a que en ningúncelestiales venían por Cristo, le contra- modo peque la Virgen, ni aun contra-

pone a Adán, y dice: «Fué su forma, yendo pecado original.

dechado, retrato y ejemplo, qui est for- Reinó la muerte desde Adán a Moisés.

ma futuri (Rom. V, 14). ¿Queréis ver un ¿Cómo reinó? Porque los mató a todos;

dechado de Cristo? Mirad a Adán. ¿En en una cuenta pone morir y pecar, muer-qué tiene la semejanza? En que todos te y pecado. Libró a algunos de morir en

los males que incurrió Adán, de el se esa generalidad, como a Enoch y a Elías,

derivan a nosotros. En Adán mueren ¿por qué no librará a la Virgen de pe-

todos: Primus homo de terra terrenus, cado?y así todos los males que se le dan a Para hacer pecados y males se hizoAdán, se los dan a todos. En Cristo una junta de un hombre y una mujer,

viven todos: Secundus horno de coelo compañía de Adán y Eva; para excusar

coelestis, y así los bienes que se le dan, ese pecado, hubo otra junta de Dios y la

por Cristo se los dan a todos. La obe- Virgen. Luego no es razón que la Virgen

diencia de Cristo causa que siendo reen- tenga pecado, pues es uno de los de la

gendrados por El, recibiésedes sus bie- junta, en que se ha de quitar el pecado.

nes; y la desobediencia de Adán, que Expliquemos esto más. En todas las

siendo engendrados de él recibiésedes cosas hay una cierta contrariedad y opo-

sus males. Tanto mal para sí y para sus sición: La muerte contra la vida, lo bueno

descendientes, por desobedecer, tanto contra lo malo, justo y pecador, blanco

bien da y causa Cristo para sus descen- y negro, calor y frío. Cada uno tiene su

dientes por obedecer. Adán, por desobe- contrariedad, hasta una mosca su algua-

decer, desmereció tanto que nos hizo cil y así no es de espantar que el bueno

participantes del pecado que él pecó; quepa con el malo, ni el lobo con el cor-

Cristo, por obedecer, mereció tanto que dero.nos hizo participantes de las obras que Contrario de Dios es el pecado.—obró y se extendió de su parte a todos, Mas si algún contrario tiene Dios, es el

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pecado; tanto que si en Dios hubiera pio al peso de las revelaciones y favoresmás y menos, fuera más impecable, que de Dios. Estos son los limpios y castos,es imposible. Luego lo que más se alle- que siguen al cordero, van ellos, comogare a Dios, estará más apartado del pe- si Dios no se hallase sin ellos. Dichosocado: cuanto más de Dios, tanto menos el corazón limpio, que con él tiene Diosdel pecado. No puede criatura alguna sus dares y tomares; y es su tanta ma-llegarse más Dios que la Virgen; entre nera que la limpieza de pecado es medi-madre e hijo no hay medio; y cuanto más da de la comunicación con Dios. No pue-de Dios, menos de pecado; es la Virgen de subir más la comunicación que la quetoda de Dios, luego nada de pecado. tiene la Virgen con Dios, Madre entera

«Yo pondré (dice Dios a la serpiente) de Jesucristo, sin compañía de padre,enemistades entre tí y la mujer, entre tu tratarle como a hijo, traerle en sus en-descendencia y la suya. No hay de los trañas, darle el pecho, etc. La comuni-hombres puros alguno que, si tiene ene- cación sube lo que puede, sube la um-mistad con el demonio, no tenga alguna pieza a lo que puede, que es ser sinamistad o la haya tenido. Señor fulano ningún pecado actual ni original.gran rezador. Enemistad es esa con el Para que un santo venga a presentarsedemonio. Pero es vengativo. Enemistad delante de Dios, ¡qué de caudal ha me-con amistad. Fulano es limosnero, pero nester!, ¡qué de purificaciones y jabona-

' deshonesto. Y ya que por ahora esté duras!

alguno en enemistad con el demonio del Mandaba Dios que cuando se ofrecie-todo, alguna vez estuvo bien con él por sen las espigas verdes en primicias, queel origen. Sólo la Virgen Santísima de no se las presentasen así, porque no su-las puras criaturas fue enemiga de todos piesen a verdura y humedad, sino quecuatro costados, que jamás supo qué las tostasen, para que se quitase aquelcosa era amistad con él. verdor del campo. Señor, véislas aquí

En una cuenta pone la enemistad de tostadas. Todavía deben saber a la tierraCristo con el demonio y la enemistad de en que estuvieron, moledlas. Véislasla Virgen con él. Lo de Cristo es tal que aquí molidas. Quizá aún saben, hacedno supo qué era pecado. Luego tampoco una pasta de ella, freidlas, echadlas acei-lo supo la Virgen, te y luego me las presentad: Spicis ad

Es la comunicación con Dios a me- hue virentibus torrebis igne. ¡Cómo hadida de la limpieza de pecado.--La de pasar por el fuego quien se quieremedida de la comunicación con Dios es hacer presente de Dios!, ¡ qué empa-la limpieza de pecado; tanto tendréis de nado en devoción!, ¡qué espiritualizado!comunicación con Dios cuanto tuviere- Para ello son los trabajos y miserias,des menos de pecado y más limpieza, para que no quede olor ni sabor deJosé limpísimo, ¿qué de revelaciones?, carne.

¿qué de sueños?, que el padre y los her- De la Virgen se hace un presente amanos, luna y sol le reconozcan y ado- Dios por Madre suya. ¡Qué limpieza!ren. Limpieza tan grande en hombre de ¡Qué purificada! ¡Qué ungida de Dios!tierra, es justo que le reconozcan sol, ¡Qué poseída del Espíritu Santo, sinluna y estrellas. El Evangelista San Juan mezcla aún de pecado original!en el Apocalipsis, ¿qué trato y familiari- El abogado debe tener toda limpie-dad con Dios? Tanto de trato con Dios za.—La Iglesia llama a María: Advocatacomo de limpieza de pecado. Juan es hm- nostra. Cristo es abogado con Dios, Ma-

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ría abogada con Cristo; para con el Rey

Salomón su madre que abogue.Para abogada conviene toda limpieza.

Luego para abogada, no pecado.Entiéndase esto considerando que en

Dios hay un perfecto y entero patrocinio.En los hombres con los padres puedenmucho los hijos. Pero podrían decir, máspueden las madres. Y así se da al hom-bre perfecto patrocinio del hijo con padre

y madre.Pero en Dios tenemos entero patroci-

nio. El es quien como padre y madre sonpara el hombre, como a hijo, para esfor-

Todas las personas espirituales coope-ran con su esfuerzo, o al menos con laoración y el afecto, a las obras de celo.¿Cómo podrían, sin eso, decir que amana Jesús, no interesándose por su causa?

Son frecuentes entre los fieles la turba-ción y las quejas por creer que las obrasde celo no adelantan lo bastante ni seapoderan en pocas horas del mundo en-tero.

Los que trabajan la tierra querríantambién que ésta produjera excelentesfrutos con una labor somera, pero alec-cionados con larga experiencia, renun-cian a esa quimérica aspiración, some-tiéndose al trabajo rudo y continuado delotoño, invierno y primavera, para reco-ger el fruto (¡cuando se recoge!) con gran-des sudores en el verano.

Veamos, pues, de tranquilizar a los im-pacientes y de acallar un poco las quejasde los desconfiados contra la Providencia.

zar su cobardía, viéndose con tales pa;

drinos en Corte, y para acobardar sutemeridad en pecar, pues tales brazosson menester para alcanzar perdón de la

culpa.Cristo viene por medianero entre Dios

y el hombre, tiene parte de dos extremos

y así mira cómo Dios no se ofende y sea

el hombre perdonado. María, que tam-bién es medianera, de un extremo ha de

participar en ser mujer para que mire

por los hombres, del otro ser sin peca-do, para que mire por lo de la santidad

y limpieza.

Estos últimos parecen dudar de la efica-cia del Evangelio para convertir y trans-formar al mundo. No les basta la lecciónde diecinueve siglos, en que el grano demostaza arrojado por Jesús a la tierra seha convertido en el árbol más frondosoque vió la humanidad, abrigando en susramas tantos millones de aves del cielo,tantas almas escogidas, puras, hermosas,que con sus cantos alegran el mundo en-tero.

No les basta ver la barca de Pedrotransformada en magnífico acorazado quesurca majestuosamente las encrespadasolas, viendo cómo a su lado se hundenlas naciones y los imperios, y creen quecualquier pigmeo, montado en míseroesquife, va a echar a pique la nave dondeJesús parece dormir un momento.

¿Tienen fe los que dan lugar en sucorazón a tales preocupaciones? ¿Creenrealmente que Jesús es el camino, la ver-

dad y la vida, y que fuera de El no haysino extravíos, errores y muerte?

Si el miedo no les cegara, les invitaría-mos a considerar los sistemas que quierensuplantar al Evangelio: las doctrinas socia-listas, comunistas, sindicalistas, anarquis-tas... ¡Quizá no hubo nunca herejías másestúpidas y de soluciones menos viables!

El Evangelio ha sido atacado a vecespor hombres de gran talento, que dabana sus engendros aspecto de realidad, deverdad, pero en nuestros días lo que seopone a la doctrina de Jesús es tan ino-cente, tan estúpido, que los niños del Ca-tecismo se ríen de ello. Más bien dudansi será verdad que nadie sostenga talesdisparates y si el Padre altera, o exagerapor lo menos, las doctrinas que se expo-nen en los mítines y con las que se embo-rrachan algunas personas mayores.

Con razón los patronos de tales engen-dros aborrecen la cultura y a los hombresque la poseen.

A los que temen que tales doctrinasabsurdas socaven los cimientos inconmo-vibles de la Iglesia, podrá Nuestro Señorpreguntarles cariñosamente: Hombres depoca fe, ¿por qué dudásteis?—como a SanPedro cuando temió hundirse, al tiempomismo en que milagrosamente caminabasobre las aguas alborotadas.

¡No!, no son esas doctrinas las que pue-den hacen vacilar a la Iglesia, ni tampocola brutalidad predicada con los puños enalto por los que dicen que bastante sehan amado los hombres y que ahora de-ben odiarse. ¡Perdónales, Señor, que nosaben lo que dicen!

Si alguna vez llegasen a gobernar talesmaestros, habrían de comenzar por fusilara sus discípulos, como lo han hecho otrosrevolucionarios. En España celebran aho-ra los socialistas y anarquistas a sus már-tires, condenados por los liberales, sem-bradores de errores y defensores de liber-tades de perdición.

Y vamos con los otros, con los que tie-nen fe y confianza, pero desearían con elprimer sermón convertir a medio mundo,y que desde el primer día de Catecismotodos los niños fueran unos santitos.

Los que sueñan con eso, ¿han obser-vado cómo sembró Jesús la semilla delEvangelio? ¿Le han visto correr pueblosy aldeas, fatigado, hambriento, sudoroso,curando enfermos, resucitando muertos ylibrando a todos los oprimidos del demo-nio?

Y, sin embargo, ¡cuán modestos fueronlos resultados obtenidos! En la mayor par-te de los casos la respuesta a su amor fuéel desprecio y el odio, hasta ponerle enuna cruz. Y de aquellos pocos discípulosrecogidos y formados con tanto esmero ypaciencia, ¿cuántos le permanecieron fie-les en la hora de la prueba? Ninguno,pues el mismo Señor afirmó: Todos vos-otros padeceréis escándalo en mí estanoche,

Al ver nuestras impaciencias, no gra-ves, pienso que Jesús nos repetirá son-riendo las mismas palabras que dijo a susapóstoles: No es el discípulo más que elMaestro, ni el criado mayor que su amo.Bästale al discípulo ser como su Maestroy al criado ser como su amo. (Math. X,24-25).

Y añade, previendo los insultos y perse-cuciones: Si al Padre de familias le lla-maron Beelzebúb, g cuánto más a sus cria-dos? No los temáis, pues.

Toda obra de celo exige paciencia ytiempo, y quien no esté dispuesto a em-plearlos, parece más niño que los mismosniños que trata de educar.

Precisamente la Pedagogía exige que laciencia, como el agua en las tierras, entrepoco a poco. Los atracones de ciencia,como los violentos aguaceros, resbalanpor la superficie, sin llegar a las raíces.

¡Qué ejemplo más hermoso el de Jesúsenseñando a la mujer samaritana junto al

VIDA ESPIRITUALFALTA DE FE Y SOBRA DE ORGULLO

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La Heata Imana de Ilesos d'HUMEA) -e1pozo de Jacob! Comienza por pedirleagua, para tener ocasión de ofrecerle elagua de vida. ¡Y con qué paciencia sigueel hilo retorcido de su conversación hastahacerle concebir pensamientos más no-bles!

Pensando en Jesús, los misioneros deSiria y Palestina, como otros muchos depaíses musulmanes, educan pueblos ente-ros, con centenares de niños, de los cua-les sólo unos pocos llegarán a bautizarse.

¡Eso será en tierra de mahometanos!,replicará alguno, pero fuera de ahí losresultados son rápidos y magníficos.

Estoy por negarlo, salvo en casos ex-cepcionales y milagrosos. El hacer pene-trar el cristianismo en las cabecitas ocabezotas de los salvajes americanos oafricanos, es obra lenta y penosa, comodemuestran los documentos misionalesantiguos y modernos. Y generalmente, lapenetración de las doctrinas evangélicases poco profunda. Habrán de pasar variasgeneraciones para que las supersticionesy los vicios inveterados vayan desapare-ciendo.

Un misionero de Africa escribía hacepoco en Etudes: Hay que acabar con laleyenda de los cristianos improvisados yadornados como por ensalmo de todas lasvirtudes.

Es otro ensueño que se desvanece alcontacto de la realidad.

Y ahora confidencialmente diré a mislectores: ¡Cuánto gozo al repasar estospasajes evangélicos, recordando todos losdetalles del lugar donde se desarrollaron!

Me parece verme de nuevo golpeando

con una piedra la puerta de hierro quecierra el pozo de. Jacob, hasta conseguirque el gliardian me abriese. Mis compa-ñeros de auto sonreían. Eran las doce yhacía un calor regular..., el calor queJesús soportó a pie tantas veces por aque-llos caminos; el calor que le hizo pediragua a aquella mujer, que se la, regateó,como nosotros.

Y ros apóstoles se maravillaban de quehablase con aquella mujer, cuya condi-ción adivinaban seguramente, ¡malicio-sos! Me figuro la mueca despectiva paraella con que dijeron al Señor: ¡Maestro,

come! Y Jesús, dulce y sonriente, les re-plica: «Mi comida es hacer la voluntad demi Padre, que está en los cielos, para

completar su obra».¡Qué palabras, qué lección para ellos y

para nosotros!Al subir las cuestas de Palestina y al

oir cómo jadeaban los pulmones de acerodel Ford, pensé muchas veces en los pul-mones de carne santísima de Cristo, su-biendo a pie aquellas mismas pendientes,quizá en horas próximas al mediodía,bajo un sol de fuego.•

En el Evangelio leemos que Jesús subíaa Jerusalén después de cruzar el Jordánpor Jericó; ¿sabéis lo que eso significa?Pues unos 1.200 metros de altura repar-tidos en cinco leguas de continuo Serpearpor la montaña, con la Ciudad Sarita a lavista, en horas interminables.

¡Jesús fatigado, sudoroso y agotadopor nosotros, danos algo de tu amor yesfuerzo!

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

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.ii4.:.1 7,,»1

Su Angel Custodio. — «Tuvo nuestraMadre (Mariana de Jesús) grande ayudaen su ciencia con la compañía de su santoAngel, cuyos coloquios gozó muchas ve-ces, y supo ser el mesmo que tuvo Davidpor custodio, y a santa Juana de la Cruzle fué revelado el nombre de este Angelque se llamaba LTriel, que quiere decir lum-bre de Dios» (P. Francisco de Santa Ma-ría, Vida de la Venerable Madre Marianade Jesús, B. N. Ms. 5.615, pág. 19).

Metida en las llagas de Cristo.—«Otravez, habiendo tenido una grande aflic-ción, por ver que cierta persona muy fue-ra de razón no tomaba lo que se le decíaacerca de su bien espiritual, se halló ane-gada en las llagas de Cristo» (P. Francis-co de Santa María, Vida de la VenerableMadre Mariana de Jesús, pág. 67 vto.)

Debe ser la misma gracia que con estaspalabras narra su confesor (Vida de laBeata por el P. Juan Gilabert, pág. 247):

«Estando un día muy afligida por vera cierta persona fuera de razón en tomarlo que se le decía acerca del bien de sualma, vínose a la iglesia esta Sierva deDios, y habiendo visitado los altares paraganar las indulgencias, y todavía muypenada por lo dicho y acabando de ofre-cer su oración a nuestro Señor, se hallómaravillosamente metida y como anegadadentro de las llagas de Nuestro Señor».

Metida en el costado de Cristo.—«Unavez se halló metida en el costado de Cristo,y vió a nuestro Señor con visión intelec-tual que le estaba hablando al corazón»(El mismo autor P. Santa María, pá-gina 68).

Nada te turbe.—Prueba perentoria deque esta letrilla sea de Santa Teresa de

Jesús, no la conozco, si es que la hay. Sies de Santa Teresa de Jesús, la BeataMariana de Jesús la difundió, y lo quemás es, la practicó en toda su perfec-ción.

«El hermano Pedro de la Purificación,donado Carmelita descalzo, la visitabafrecuentemente y afirma que era su pazinterior admirable y en grado heroico, ysolía la Madre cifrarla en estos versos quele hizo escribir muchas veces:

Nada to turbe. Nada te espante.Todo pasa. Dios no se muda.La paciencia todo lo alcanza.Quien a Dios tiene, nada le falta.

(Al art. 30, fol. 327, pág. 25 del Resu-men. B. N. Ms. 5.615).

El testigo 114, P. Fr. Pedro de la Madrede Dios, Izcarra, dice que «según lo quecoligió de su trato, que su principal ejer-cicio era la paz interior y resignación enla divina voluntad».

EL MÁS HERMOSO DE LOS VERSOS

DE LA BEATA MARIANA

¿Cómo a Dios iré volando?Bajando.

¿Cómo estaré en Dios viviendo?Muriendo.

¿Cómo estaré en Dios obrando?Amando.

Pues ya amor me está llamando.Si volar, vivir y obrar,Dios mio, se ha de alcanzarBajando, muriendo y amando.

FR. J. G.

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Löl

La mies es mucha y los operariospocos

Damos la traducción del artículo quecon este título apareció en L'Osserva-tore Romano, del 2 de mayo de este ario,escrito por el sacerdote Yon de Olaeta,de la Agencia Fides. Da una impresióngeneral, bastante completa, del estadode la evangelización del mundo paga-no y hace resaltar la escasez de misio-

neros.

Espléndidos y consoladores son, enverdad, los progresos de la Iglesia Cató-lica en las tierras de misiones, a partirde mediados del siglo pasado, y másaún en estos últimos lustros.

Hace cien años, en todo el ContinenteNegro, exceptuando solamente el nortey algunos puntos costeros, sería perderel tiempo tratar de buscar huellas decatolicismo; en 1887 los católicos no pa-saban de 80.000. Las estadísticas de hoynos dan cinco millones y el número vaen continuo aumento.

La inmensa China tenía 200.000 católi-cos en 1.800; un siglo después eran741.552; en 1920 subían al millón nove-cientos noventa y cuatro mil cuatrocien-tos ochenta y tres; el anuario del centrosinológico de Zikawei para el año 1936da para la China y Manchuria la cifra de2.818.235 católicos.

La evangelización de la India comenzóen 1498; al principio del siglo pasado,los católicos se aproximaban a 550.000,el 1886, en que se estableció la jerarquíaeclesiástica, eran 1.637.335; las esta-dísticas de Haufhauser en el año 1922

hablan de 3.346.198, y hoy son más de

¡cuatro millones!En la India, sin contar la Indochina,

había en 1800 sólo ocho circunscripcio-nes eclesiásticas, cinco en la China yninguna en Africa, si se exceptúa el nor-te. En 1922 los territorios eclesiásticosde la India eran 34, los de la China 37 ylos de Africa 92, los cuales, en 1935,subían respectivamente a 47.120 y 127.

Notorios, pues, y consoladores sonlos progresos, ya en el número de con-vertidos, ya en el de los territorios ecle-siásticos.

Aquí brota espontánea la pregunta:¿A estos progresos correspondió tam-bién proporcionalmente el del aumentode sacerdotes misioneros? Sin tratar dereducir a la estrechez de las cifras elcelo y el espíritu de los evangelizadores,pocos en número en proporción con losespléndidos resultados, lo cual pregonamejor que nada la divina sublimidad desu causa, y reconociendo por otra par-te que el número de los pregoneros evan-gélicos aumenta, no dudamos afirmarcon el corazón profundamente doloridoque, en presencia de la inquietud espiri-tual del mundo pagano, la mies es mu-cha y los operarios pocos.

Bien recientemente un querido amigo,Monseñor Caselli, en una de sus magní-ficas lecciones dadas en la XII Semana

de Estudios Misionarios celebrada en

Bari, afirmaba que la escasez de misio-neros constituía casi siempre uno de losmayores obstáculos, claro está sólo decarácter negativo, para la conversión delmundo pagano. «En medio de mil millo-nes de paganos, decía el docto maestro,

trabajan entre extranjeros e indígenaspoco más de 16.000 sacerdotes católicos.Es verdad que el sacerdote no es el únicomisionero; hay también hermanos legos,religiosas, como también catequistas,maestros y otros colaboradores laicos...pero todos se agrupan alrede-dor del sacerdote, que es elpropio embajador de Cristo.

Y estos sacerdotes, sobre serpocos, están desigualmente dis-tribuidos en las diversas par-tes del mundo. «Así, por ejem-plo, añade el mencionado maes-tro, en toda la Oceanía propia-mente dicha y en gran parte dela Indochina Francesa, por cadasacerdote hay sólo 20.000 pa-ganos o menos, mientras queen la India y en el Japón hayvastas regiones donde por cadasacerdote católico hay más de400.000 paganos».

Es innegable que las fuerzasevangelizadoras de la IglesiaCatólica ocupan posiciones deprimer orden y puntos verdade-ramente estratégicos en el as-pecto de la vida religiosa; perolos contigentes actuales basta-rán, quizá, para conservar loconquistado, pero son insufi-cientes para nuevos avances.

Fijémonos en el ContinenteAsiático, donde hay que con-vertir 850 millones de paganos.Según las estadísticas de la«Guida delle Missioni Cattoli-che», hay 9.268 sacerdotes, en-tre indígenas y extranjeros, ylos católicos son cerca de sietemillones. Por tanto, a cadasacerdote toca el cuidado de 800 fieles,la conversión de 92.000 paganos, sindecir nada del medio millón de catecú-menos, necesitados de instrucción.

Hay en Italia 60.000 sacerdotes secula-res, algo más, a los cuales hay que aña-dir no pocos sacerdotes regulares. Hay,pues, para cada sacerdote secular 500fieles. Estos viven en territorios peque-ños, mientras los siete millones de cató-

licos y los 850 millones de paganos asiá-ticos están esparcidos en una superficiecuatro veces y media más grande queEuropa.

PAGINA MISIONAL

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Capilla de Santa Ana (Puerto Rico), erigida por iniciativadel P.Juan González y a expensas de D. Francisco Natali

y de su esposa D. Carmen Bartolomey

— 169 —

Grupo de asistentes a la bendición e inauguración de la capilla de Santa Ana. El señalado con X

es D. Francisco Natali

Además: parte de estos misioneros es-tán ocupados en 241 seminarios, en11.340 escuelas elementales y 1.274 su-periores, en 293 Hospitales y en 1.073Hospicios. Aunque de estas institucionesmuchas están a cargo de hermanos le-gos, religiosas y personal indígena, contodo, los sacerdotes son los que tienen

la iniciativa y llevan la responsabilidadsuprema. Hay que descontar también alos que por la edad y el cansancio noson aptos ya para el trabajo eficaz y derendimiento en el campo apostólico.

Al acabarse la guerra europea, cuan-do, según el P. Arens, el total de los mi •sioneros era 12.337, el Papa de la encí-

clica Maximum illud, Benedicto XV, sedirigía a todos los Obispos y les decía:«Haréis cosa digna de vuestro amor a lareligión si fomentáis en el clero y en losalumnos del Santuario la vocación a lasmisiones extranjeras, la cual apenas hayquien las dé a conocer. No os dejéis en-gañar bajo la apariencia de bien o dealgún respeto humano, temiendo perder

para vuestra diócesis lo que déis paralas misiones».

Y Pío XI insiste más de una vez en laEncíclica Rerum Ecclesiae sobre la ne-cesidad de aumentar los operarios evan-gélicos: «Ante todo, escribe, ya de pala-bra, ya por escrito, procurad introduciry extender gradualmente la santa cos-

lumbre de orar al Dueño de la mies paraque mande operarios a su mies,. Y unpoco más abajo añade: «Es necesarioque los Obispos y todos los católicostrabajen para que el número de los mi-nistros sagrados crezca y se multiplique.Por tanto, si en vuestras diócesis hayjovencitos, o clérigos, o sacerdotes, queden muestra de ser llamados por Dios aapostolado tan sublime, lejos de contra-riarlos de algún modo, debéis con vues-tra ayuda y autoridad secundar esas in-clinaciones y esos deseos... Ni la esca-sez de clero, ni necesidad alguna de ladiócesis os desanime ni os arredre dedar vuestro consentimiento mientras losde vuestra región por tener, por decirlo

así, a mano los medios de salvación,están menos lejos de la salud que no losinfieles, máxime los que viven en la fero-cidad y en la barbarie. Ofreciéndoseos,pues, ocasión de una semejante obra,llevad con buena voluntad y por amor deCristo y de las almas la pérdida de algunodel clero, si pérdida puede llamarse; yaque si os priváis de un coadjutor y com-pañero de vuestras fatigas, el Divino Fun-dador de la Iglesia lo suplirá, o derra-mando más copiosas gracias sobre ladiócesis, o suscitando nuevas vocacio-nes al sagrado ministerio». Y, por últi-mo, hablando de la Unión Misionera delClero y de los deberes de sus miembros,los exhorta a que dondequiera que feliz-mente encuentren señales de este apos-tolado, le procuren los medios para ladebida formación e instrucción.

Conviene que sacerdotes y fieles re-cuerden frecuentemente que el misioneroes el mismo Cristo Jesús que continúaperegrinando de lugar en lugar para pre-dicar el Evangelio del Reino. Todas lasdiócesis, ciudades, países y parroquiasdebieran procurar tener un representantepropio en tierras de misiones. De estemodo se estrecharía el dulce vínculo dela caridad entre nuestras parroquias ylas cristiandades, a las cuales el celo denuestros misioneros da vida, con la ben-dición divina, en medio de los infie-les.

La actividad de 1 os propagandistasmisioneros debe, sobre lodo, consa-grarse a solicitar oraciones, a despertarvocaciones, dando a su trabajo un sellode alta espiritualidad, que es la que prin-

cipalmente se requiere en la salvaciónde las almas. Los recursos económicos,el influjo político de los países llamadoscristianos, las escuelas y las obras decaridad, no bastan por sí solas, comobellamente lo afirma el benemérito fun-dador de la Unión Misionera del CleroP. Manna, para la conquista del mundopagano; se necesitan apóstoles santos yen número proporcionado a las necesi-dades que, realmente, son grandísimasy abrumadoras.

De esto es fácil deducir la utilidad dela intención misionera del Apostoladode la Oración para el mes de mayo, deque se fomenten cuidadosamente las vo-caciones misionales en todas las parro-quias según los reiterados deseos delSanto Padrü.

Si miramos el gran número de paga-nos que hay que convertir, se necesita-rían hoy 100.000 sacerdotes misionerosen vez de los 16.000 que actualmentetrabajan en tierra de misiones, los cualesson demasiado pocos para llevar laBuena Nueva a los paganos, y fundar yconsoiidar la Iglesia católica en las mi-siones, fin principal de las mismas.

Los predicadores en sus sermones,los directores de periódicos católicos ensus artículos, las almas piadosas en susplegarias, las diversas Asociaciones pa-rroquiales en sus funciones, los gruposde Acción Católica en su apostolado,siempre, y especialmente en el mes deMaría, deben tener presente esta inten-ción y trabajar con todo su esfuerzo paraque el Señor mande muchos operarios asu viña.

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La Venerable Sor María de la Antiguaf en 1617

Leí muchas veces su nombre, pero es-taba lejos de pensar que su vida fuera undrama rebosante de pasiones humanas ydivinas.

En el siglo XVII, los franciscanos sos-tuvieron que esta ilustre religiosa les per-tenecía por haber sido donada, o de veloblanco, de su orden durante treinta y sie-te arios en Marchena, aunque luego toma-ra el hábito y muriera en las mercedariasdescalzas de Lora del Río.

Nuestros historiadores tornaron el asun-to con menos calor, pero afirmando con elMaestro Hardá que no es decente excluirde nuestra casa a quien se acogió a ellacon espíritu singular (1). Débese a losfranciscanos, sin embargo, la publicaciónde sus obras.

Ella misma cuenta que era hija naturalde Baltasar Rodríguez, portugués de El-vas y de Ana Rodríguez, de Badajoz, dedonde huyeron a Andalucía. En el cam-po de Cazalla tuvieron esta niña, fruto'único, al parecer, de sus amores, que apa-rece bautizada en dicha villa el 25 de no-viembre de 1566.

Trasladáronse sus padres a Utrera, don-de legalizaron su situación, poniéndose aservir en el convento de dominicas deNuestra Señora de la Antigua, cuyo ape-llido adoptó la niña, por haberla criadolas moujas hasta los seis arios.

Viéndola muy enferma, la priora la en-comendó a una sobrina suya llamadaD. Teresa Ponce de León y a su her-

(1) Bib. Mercedaria.

mano que la cuidaron en Sevilla hasta lostrece arios en que murió D. Teresa.

Reclamaron entonces la niña sus pa-dres que eran ahora mandaderos del mo-nasterio de clarisas de Marchena y vivíanen su compás, como llaman en Andalucíaal atrio. Las monjas se encariñaron conMaría, a la que recibieron de donada me-dio ario después, destinándola a la cocina.

Había poco recogimiento en el Monas-terio, y durante diecisiete arios, Sor Ma-ría se dejó ir con la corriente de las dis-traídas, aunque sin llegar a excesos ver-gonzosos a los ojos del mundo. Ella mis-ma lo exagera con sumo dolor y condetalles que justifican la ojeriza de SantaTeresa a los conventos ¡loco guardados.

Recibía muchas visitas y billetes y entresus libros se encontraba la Diana. Habíacomenzado también a leer la Celestina,pero su maestra se la arrebató, echándolaal fuego.

Dios Nuestro Señor la llamó a Sí congracias eficacísimas, haciéndole ver la in-famia que cometía poniendo su corazónen las criaturas después de consagrarlotodo a Jesús. Afirma que murieron demuerte prematura cuantos pusieron susojos en la humilde cocinera de Marchena.

Desde entonces rompió enteramentecon el mundo, deshaciéndose de todos losaderezos y vanidades y entregándose en-teramente al Señor que tanto la habíaesperado y sufrido.

Más tarde, el franciscano Fr. Bernardi-no de Corvera, que la confesó durantetreinta y siete años, le permitió escribirlas luces que el Señor la comunicaba enla oración, dedicando a ello un rato cadadía y así llenó cerca de 1.300 cuadernos.

Este es el libro que conocemos con eltítulo de Desengaño de Religiosos yAlmas que tratan , de oración, que ex-presa bien su contenido, aunque la Au-tora no pretendiera sino desahogar sualma.

Su idea fundamental es que los religio-sos y personas de oración se desprendanenteramente de afectos terrenos, y dicecosas durísimas contra los que consientenque en los conventos de religiosas hayatrato dudoso.

Su prosa es tersa y diáfana, aunque unpoco difusa para nuestro gusto. Dicen loscronistas franciscanos que las compañe-ras de Sor María llevaron muy a mal sumudanza, creyéndola reprensión de susvidas. En verdad que su celo se muestraterrible. Esto la ocasionó graves molestiase hizo nacer en ella el deseo de retirarsea un convento de clausura estrecha dondepudiera descansar los últimos arios.

Su confesor le indicó el convento demercedarias descalzas de Lora, fundadoentonces por la M. Clemencia de la Santí-sima Trinidad, salida para ello de laAsunción de Sevilla, y muerta en olor desantidad en 1612.

El editor de Sor María, Fr. Baltasar delos Ríos, franciscano, dice a este propósi-to: «En este tiempo se había dado princi-pio al religiosísimo convento de religio-sas descalzas de la Merced de la Villa deLora. Mirábalo Nuestro Señor como unjardín de sus deleites por la perfecta ob-servancia en que se fundaba y porque enél había de resplandecer con muchos au-mentos la virtud».

«Para perfeccionar tan buenos princi-pios y darles el colmo tenía determinadosu Divina Majestad trasplantar a la Vene-rable Madre María de la Antigua a esteparaíso celestial... Las persecuciones desu convento de Marchena tenían desme-recida esta angelical criatura...»

«Así lo manifestó Dios a la Venerable,

para que lo dijese a su confesor muchotiempo antes del suceso y así lo testificael P. Bernardino de Corvera.»

Arios después se reformó el conventode Marchena, convirtiéndose en obser-vante monasterio de clausura y a él vol-vió, por intercesión de los duques de Ar-cos, el cuerpo de la venerable María.

Su entrada en el convento de Lora fuéel 19 de junio de 1617. En septiembretuvo unas calenturas, y aunque pareciómejorar de ellas, el viernes 22 de dichomes pasó de esta vida a los cincuenta yun años de edad.

He tenido ocasión de visitar el conven-to de Santa Clara de Marchena, al quevenero, no sólo por respeto a los restos deSor María, sino por el buen olor de Cristode sus actuales moradoras.

La primera edición del Desengaño esde 1678 en Sevilla por Juan Cabezas. Lasegunda, también de Sevilla, por LucasMartín de Hermosillä, es de 1690. Hayademás otras dos de Barcelona en 1697 y1720. Tengo a la vista la de 1690 queconsta de 840 páginas en folio, sin lospreliminares e índices que ocupan 29 ho-jas. Está dividido en 13 libros y éstos enmuchos capítulos.

La prosa está entreverada de romances,romancillos y pareados, donde expresasus afectos a Jesús y a las almas. El Pa-dre Pedro, de San Cecilio, dice que dejóescritos más de 1.300 cuadernos de sus-tanciosa doctrina.

Hiciéronse informaciones de sus virtu-des y milagros después de su muerte porfranciscanos y mercedarios ante el Ordi-nario de Sevilla, donde constan variascuraciones obtenidas por ella en vida. Alser trasladados sus restos a Marchena,diecinueve años después de su muerte,los veneró el Cardenal Arzobispo donGaspar de Borja y Velasco.

FR. GUILLERMO VÁZQUEZ

Santoral Mercedario

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El famoso art. 26 de la Constitución dela República Española establece para losreligiosos la «prohibición de ejercer laindustria, el comercio o la enseñanza».Es una odiosísima excepción del artículo2.° de la misma Constitución, que consi-dera a todos los españoles iguales ante laley. Es, además, una violación del dere-

cho humano, anterior y superior a todaley positiva.

No es la única excepción; hay otrasmuchas; todas encaminadas a mermar ymatar la vida de las Ordenes religiosas.

Ahora se está reanudando la sustitu-ción, interrumpida en dos arios y medio,de los religiosos en la enseñanza—sin li-mitación alguna: primaria, secundaria,universitaria y especial—y con tal fervorcomo si de ella dependiese la paz o el.bien público.

Por el art. 26 un religioso, maestro,doctor o licenciado, para ejercer la ense-ñanza para que el título le declara capa-cidad, tiene que redimir este derecho dela excepción legal a precio de la apostasía,o de la secularización, real o aparente.

Las religiosas —y hay muchas—quepor dote aportaron a la profesión religio-

F

sa, como medio de vida, sus nuevos, fla-mantes y casi siempre costosos títulos demaestras o doctoras, se encuentran ahoracon que por prescripción legal son paraellas y sus Comunidades los diplomasuniversitarios papel mojado, cosa perfec-tamente inútil, y para revalidarlos tienenque apostatar de su religión, o seculari-

zarse, o por lo menos aparen-tarlo tan bien, que parezcaverdad. No eres religiosa, conese título académico que tie-nes puedes abrir un centro deenseñanza, o por lo menos en-señar; pero eres religiosa,aunque tengas todos los títu-los habidos y por haber, aun-que seas una notabilidad mun-dial, no puedes enseriar. ¿Hayalgo más irritante?

También empezó y conti-nuará, si Dios no lo remedia,la exclusión de las Religiosasde las casas de beneficenciaoficial, y quién sabe si la ex-tenderán también a los esta-blecimientos privados, pro-pios de las mismas Ordenes ode personas o entidades pri-

vadas. Voluntad no les faltará. Finalidad,tienen ellos la solemnísima de seculari-zarlo todo quitando lo que pueda oler arelación de la criatura con su Creador.Motivo, aunque achacoso, para ellos másque suficiente, el de considerar el ejerci-cio de la caridad como una «industria».

«Tengo que hacer aquí dos salvedadesimportantes: una suspensiva y otra irre-vocable y terminante... La primera serefiere a la acción benéfica de las Ordenesreligiosas. El señor ministro de Justicia...trazó aquí en el aire una figura aérea dela Hermana de la Caridad, a la cual élprestó indudablemente las fuentes de supropio corazón. Yo no quiero hacer aquíel antropófago, y, por tanto, me abstengode refutar a fondo esta opinión del señorDe los Ríos; pero apele S. S. a los quetienen experiencia de estas cosas, a los

médicos que dirigen hospitales, a las gen-tes que visitan las casas de beneficencia,y si no a los propios pobres enfermos yasilados en estos hospitales y estableci-mientos y sabrá que, debajo de la aspira-ción caritativa, que doc,trinalmente esirreprochable y admirable, hay sobretodo un vehículo de proselitismo que nos-otros no podemos tolerar». (D. ManuelAzalia, D. de S. núm. 55, pág. 30, ario1932).

El proselitismo, pues, o sea el afánprudente que las religiosas tienen delbien espiritual de sus prójimos, es hoy elmanifiesto motivo, mañana tal vez elhipócrita, de alejarlas de loscentros benéficos.

Gravosisima al pueblo seráesta exclusión de los religio-sos de las funciones docentesy benéficas.

Empecemos por la enseñan-za. Un colegio elemental de250 niños en cinco seccioneso grupos con una asistencia acada sección de 50 alumnos.Colegio ni de los mejor, ni delos peor dotados; algo más denueve mil pesetas al ario paralos cinco religiosos, que pue-den vivir, porque viven en co-munidad y porque viven mo-destamente.

La sustitución de esta en-señanza por maestros le cos-tará al Estado, K in incluir la renta deledificio ni el mobiliario pedagógico, másde cuarenta mil pesetas. Cuatro mil pese-tas sueldo anual de cada maestro, dos milpara casa en Madrid, seis profesores yun director si n beneficiarlo en nada,7 X 6.000 = 42.000 ptas.

No hay estadística exacta de los niñoseducados por religiosos. Tomemos comobuena la cifra de 601.950, dada por «ElDebate» en el número del 28 de abril del1932. A 40 niños por maestro, son 15.048maestros los necesarios para atender laenseñanza de que se excluye a los reli-giosos. No es mucho, lo saben perfecta-mente los que algo saben de esto, señalar5.000 pesetas anuales por cada grupo, olo que es lo mismo, por cada maestro, yel total anual es la cifra jubilosa de algomás de 75 millones de pesetas con que seagravaría el contribuyente español, si la

tal sustitución llega a ser realidad. Endos mil millones se valora lo que los Reli-giosos ahorraron al Estado por conceptosólo de enseñanza en los cincuenta últi-mos años.

Entonces cuando se empezó, ahora quese reanuda la sustitución, nuestros Ayun-tamientos se declararon y se declaranimpotentes para pagar el alojamiento ymenaje de los grupos sustituidores delos religiosos. La caridad cristiana niquiere ni puede en conciencia contribuira la descristianización, por lo menos ne-gativa, de los niños. Lo tengo de memo-ria, recuerdo haber leído estos días que

al Ayuntamiento de León le costaría120.000 pesetas y 20.000 al de Toledo, lafamosa sustitución. Con lo desahogadasque están las haciendas municipales...

Enorme será también la cifra, doble omás de los gastos no útiles, sino de exclu-sión solamente de las religiosas de la be-neficencia pública y privada.

No será excesivo suponer que quincemil religiosas se ocupan en obras benéfi-cas, pues sólo las Hermanas de la Caridadson ocho mil en España. («Hijos del Pue-blo», 3 de marzo de 1932).

Más que oficio de criadas desempeñanel de enfermeras y directoras de oficinasy departamentos. El personal que las sus-tituya ha de ser, por tanto, especializado,y no será mucho señalarles 10 pesetasdiarias, que es lo que gana en Madrid unpeón de albañil. Con jornadas de ochohoras y suponiendo que la de las altas

La susinuclön de los Religiosos en la Ensenanzau en la Benelicencia olicial

Monasterio de nuestras MM. Mercedarias de Bilbao, cuyopiso alto, espléndido y aireado, estaba dedicado a Colegio,

que habrá que cerrar

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Grupo de párvulos que venían educándose en las Mercedariasde Bilbao

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Sección de niñas educandas de nuestras Mercedariasde Bilbao

NOTAS DE LA VIDA CATÓLICALa educación en Rusia.—Es uno de

sus grandes problemas la ineducación delos muchachos y de los jóvenes por la ca-rencia del único ambiente natural de laeducación, el hogar. La guerra, las de-portaciones a Siberia y de obreros en ma-sas a lugares distantes por servicio social--así bonitamente llaman al trabajo for-zado—la inestabilidad de la unión delhombre y de la mujer, que no merece elnombre de matrimonio, y la miseria delos campesinos, los casi únicos comuniza-dos, que es lo mismo que esclavizados,arruinaron lo que ellos poéticamente lla-man, seguramente por echarlos de menos,los nidos familiares, el hogar, y los niñosson los chicos del arroyo.

Los educados en los internados comu-nistas no son de mejor laya. Sin base re-ligiosa no es posible la educación; lo estántocando con las manos. Holgazanes, ren-corosos, vengativos e ignorantes. La pu-reza en ellos es un ente de razón, las másviles acciones se cometen en los interna-dos, cohonestadas con el nombre de cor-tejo. En fin, gente será esa que algún ge-neral, más tarde o más temprano, paro-diando en el dicho y en los hechos a Na-poleón, tengan que barrer a metralla.

La despoblación de Francia.—Haydos Francias, la cristiana, ejemplo y honorde la Iglesia, y la Francia pagana, degra-

dada y envilecida, con lo que un ministroinglés estigmatizó acertadamente con elnombre de «placer estéril». Termómetrode la pública moralidad es el coeficientede la natalidad. Pueblos prolíficos, pue-blos honrados, pueblos sin honor los pue-blos estériles. La cosa preocupa. El mi-nistro de la Salud pública Sr. Nicol, encarta al presidente del Consejo Sr. Sa-rraut, escribe: «El peligro es tanto mayorcuanto que el -número de nacimientos hasubido en dos arios en Alemania a 300.000para llegar a un total doble que el nues-tro. La población del Reich ha aumentadoel año pasado alrededor de 500.000 y lade Italia a 400.000. Una Francia que sedespuebla rápidamente mientras las na-ciones vecinas continúan aumentando, seexpone a los mayores peligros». Ya sabe-mos que todos estos peligros se resumenen que de nación pasará, a colonia, y bienmerece ser colonizada nación que así sedegrada. En 20.000 bajó el ario pasado eltotal de la población francesa, cuandotodos crecen, Japón en un millón cadaaño, Alemania en medio millón y en400.000 Italia. Batallas calladas que ariotras año le ganan Alemania e Italia sinaquella otra interior de la inmigración,los bárbaros de mañana que pueden aca-bar con Francia.

Movimientos comunistas en Polo-

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horas de la noche puede reducirse a uncuarto, tenemos que para sustituir a cadareligiosa se necesita 2,25 empleados,pesetas 22,50.

En muchos establecimientos tienen lasreligiosas por único haber diario 3 pese-tas, en otros la comida y 1 peseta o 1,25.No sé si las habrá que ganen en total5 pesetas diarias.

En este supuesto tenemos que el gastopuro de sustitución, no de servicio, lecostará al Estado, Diputación, Munici-pio... 17,50 pesetas por religiosa. Y así enel Hospital General de Madrid, donde,según el citado periódico «Hijos del Pue-

blo», hay un centenar de Hermanas de laCaridad, 1.750 pesetas diarias será elcoste de la sustitución y pasará al ariodel medio millón de pesetas: 638.750, yen toda España diariamente será el de15.000 >,( 17,50 .,--- 262.500 y anualmentemás de 95 millones: 95.812.500 pesetas.

La alegre y confiada sustitución docen-te y benéfica de los religiosos lo pagaráquien sea con un gravamen de casi 161millones de pesetas: 160.852.500.

Y hemos prescindido de los 25.000alumnos de los religiosos en Bachillerato,que le costará al Estado también unosmillones, y no hemos calculado los quin-quenios, ni los haberes pasivos.

Desventajas de la sustitución

Con los 161 millones de la sustituciónpodía ampliarse y mejorarse la funcióndocente y benéfica del Estado que tiene

tantos niños sin escuelas, tantos enfermossin hospitales, tantos tuberculosos, mu-chísimos, sin sanatorios, muchos huérfa-nos sin hospicios, muchos ancianos sinasilos...

No es, pues, favorable, sino contrariaal bien público la medida.

¿Y qué se ganará con la sustitución enla mejora de los servicios? En la nota que,hoy 29 de mayo que esto escribo, trae«El Debate», dice entre otras cosas elseñor ministro de Instrucción pública:«Yo no puedo negar la importancia queen otros tiempos tuvieron las Ordenesreligiosas en la función docente, pero se

han supervivido , y actual-mente han perdido su efica-cia». ¡Han perdido su efica-cia! ¿Y por qué se prefierenlos religiosos para la ense-ñanza? ¡Han perdido su efi-cacia! ¿Y por qué los niñoseducados por frailes son losmejores y los que más sa-ben? ¡Han perdido su efica-cia! ¿Y por qué cuando no sepuede hacer bueno de un jo-ven se confía su reforma a losreligiosos? ¡Han perdido sueficacia! ¿Y por qué los exalumnos de los frailes, aun enlas izquierdas, son los quemás sobresalen?

Hágase el señor ministrojuez de campo. Pónganse a los religiososen pie de igualdad con los seglares, yverá quién a quién vence, quién es máseficaz.

Que los seglares, compartiendo el estu-dio con amoríos, cines y diversiones ha-cen la carrera tan bien como los religio-sos que han renunciado a todo aquello;que los seglares, concluida la carrera yobtenido un destino, pensando en casarse,y casados con el corazón, si no todo, pormenos partido en la mujer, en los hijos yen las preocupaciones familiares, puedanenseriar o ejercer la caridad como los re-ligiosos, que hasta por necesidad de sucorazón solitario tienen que ponerlo todo,todas sus ternuras, ennoblecidas, todossus entusiasmos y actividades en losministerios a que se les dedica, niños,jóvenes, enfermos, huérfanos, etc., etcé-tera, eso cabrá en la cabeza de algúnidiota.

En el celo, en la aptitud, en la abnega-ción y en la disciplina, los religiosos,mientras vivan como tales, son y fuerony serán insuperados e insuperables, y asíviolentamente, jamás en buena lid susti-tuidos, jamás les pasa su tiempo, siemprese sobreviven.

Si hasta en cosa tan remota de la man-sedumbre religiosa la guerra, cuando lascosas estaban perdidas religiosos milita-res salvaron la situación con hazañas queeclipsan los homéricos.

FR. JUAN G. CASTRO

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Inauguración de la Exposiciónmundial de la Prensa Católica.—Tuvolugar el 12 de mayo, onomástico de PíoXI. Espectáculo único de unidad de creen-cias y afectos que sólo puede ofrecer laIglesia Católica: universalidad de derechoy también geográfica es la nota de estaExposición. Concurren cuarenta y cinconaciones europeas y americanas; sólo fal-tan de Europa la atea Rusia y la social-nacionalista Alemania, con lo que recha-zan el atributo más visible de la verdad yde la bondad, la catolicidad, y cincuentay tres regiones de Asia, Africa y América.

Una preocupación y una aspiracióndespués del saludo y de los plácemes fue-ron el objeto del discurso inaugural delRomano Pontífice: el Comunismo y lasMisiones.

«El primero—dice—y más grande ymás general peligro es ciertamente el Co-munismo en todas sus formas y grados.Amenaza y abiertamente combate y ocul-tamente acecha todo esto: la dignidad delindividuo, la santidad de la familia, elorden y la seguridad de la convivenciaciudadana y, sobre todo, la Religión, lle-gando hasta la pública y organizada ne-gación e impugnación de Dios, y másseñaladamente de la Religión y de laIglesia Católica.

Toda una abundantísima y difundidísi-ma literatura evidencia este programa, loconfirman los realizados o intentados en-sayos en diversos países, Rusia, Méjico,España, Uruguay y Brasil.

Peligro grande, total y universal; uni-versalidad continuamente y sin ambagesproclamada e invocada, procurada y pro-movida con una propaganda que no repa-ra en medios. Prepaganda tanto más peli-grosa cuanto, como ahora lo viene hacien-

do, adopta táctica menos violenta e impíaen apariencia a fin de i-iltrarse así en am-bientes menos accesibles y obtener, comodesgraciadamente obtiene, connivenciasincreíbles, o, por lo menos, silencios ytolerancias de inestimables ventajas parala causa del mal y de funestísimas conse-cuencias para la causa del bien.

Diréis, amados hijos, que habéis vistopreocupado y apenado al Padre Comúnde todos los redimidos, al Vicario de Cris-to, ante este peligro grandísimo que ame-naza al mundo entero y que en variaspartes ocasionó daños gravísimos, y espe-cialmente en Europa. Diréis, amadísimoshijos, que el Padre Común no cesa deseñalar el peligro cuya gravedad e inmi-nencia parecen ignorar o desconocer mu-chos, demasiados. Les diréis también,como os lo decimos, que es trabajar yallanar los caminos y facilitar el triunfotodo lo que se echa de menos y falta en latutela de la moralidad pública, en la de-fensa contra el neopaganismo, al cual sealía tan fácil como inevitablemente lainmoralidad, aunque sea bajo el barnizde refinada civilización materialista.»

Congreso de librepensadores enPraga.—Asistieron setenta y cuatro re-presentantes de once Estados. Afortuna-damente no suena ningún español, perolos tenemos en casa. Objetivo: la uniónen una sola organización de los seis millo-nes de ateos. Los temas que se trataron:la necesidad de la lucha de clases en nom-bre de la paz y de la defensa de la Repú-blica, la unión de todas las masas obrerasbajo la bandera de Moscú y la propagan-da de la ideología extremista en la nuevageneración. Los tópicos precisamente dela política izquierdista de España,.

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sin acordarse de Dios. El celo de la glo-ria a Dios, inseparable de la verdaderasantidad, le movió a trabajar en la salva-ción de las almas. Por los arios 1869 ledió San Juan Bosco un reglamento devida cuando ya llevaba cuatro arios derecogimiento en una casita cerca de laiglesia con algunas compañeras. Por fin,San Juan Bosco realizó el pensamientoque de atrás le bullía en el corazón, y acuya ejecución le habían estimulado va-rias personas y particularmente el santoPío IX, y el 5 de agosto de 1872 se fundóla Congregación de Hijas de María Auxi-liadora, que harían con las mujeres lo queDon Bosco y los suyos venían haciendocon los hombres. La Venerable Mazzarelloemitió entonces la profesión y a los dos

Proclamación de heroicas las vir- arios fué unánimemente elegida Superioratudes de la Venerable Madre María General. Sus virtudes: perfecta vida co-

Dominica Mazzarello, Cofundadora mún, aun en los casos de enfermedad;de las Religiosas de María Auxilia- pobreza, vistiendo ropas usadas y habi-

dora, las Salesianas.— Está de enhora- tando celda sin nada superfluo o decorati-

buena la Familia Salesiana; a la reciente vo; abstinencia aun de los extraordinarios,canonización de su Fundador Don Juan que a veces se sirven en las mesas religio-

Bosco, sigue ahora la de su ayuda a él sas; igualdad de ánimo en los sucesossemejante. Nació en Italia el 9 de mayo prósperos y adversos; adoración fervorosade 1837. Su piedad, que brotó al tempero a Jesús en el Santísimo Sacramento comode su cristiana familia, se desarrolló des- si realmente lo estuviese viendo con lospués bajo la dirección del celoso sacerdote ojos, y devoción de hija para con la San-D. Domingo Pestarino. La Primera Co- tísima Virgen. Murió a los cuarenta ymunión y la Confirmación inició en ella cuatro arios el 14 de mayo de 1881. Sula segunda etapa de la vida espiritual. Ni Instituto cuenta más de seiscientas casas.la nieve, ni el frío la arredraba de la asis-tencia a Misa y de la Comunión, cuando Embajador de España ante la Santaaún no había amanecido. A la tarde, si Sede.—Presentó sus credenciales el 9 deno podía volver a la iglesia, vuelta hacia mayo D. Luis Zulueta y Escolano. Losella en su casa hacía larga oración. La católicos de España tenemos que hacerinscripción en las Hijas de María a los die- que estas relaciones diplomáticas sean locisiete arios aumentó en ella la vida de más beneficiosas posibles . para la causafervor. Dejando las faenas del campo se de la Religión. Todos saben cuánto aqui-

dedicó o la dedicaron a las monótonas de latan en Roma—y por deber gravísimola costura, en las que deseaba ardiente- de conciencia—las posibilidades del bienmente que cada puntada fuese un acto de mayor espiritual en una nación corno baseamor a Dios, lamentándose una vez que de concordato, modus vivendi o acuerdoscierto día se le pasó un cuarto de hora parciales.

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nia.—Los hubo en el pasado abril con elconsabido programa de todas partes, ro-turas de urnas, asaltos a los comercios,saqueos, destrucción y por coronamientola consiguiente represión con sus muertosy heridos. Causas, el marasmo económicoproducido por las exigencias de abajo,las restricciones egoísticas o miedosas delos de arriba, las divisiones políticas, go-biernos de contemporizaciones o de pañoscalientes. Remedio: una política social yeconómica «de gran estilo», una autori-dad pronta y eficaz. Esto dicen dos ilus-tres Obispos de Polonia, como tambiénnotan la exaltación del pueblo hasta elheroísmo, y el avillanamiento hasta elsaqueo y la destrucción.

Cuento que puede ser historia

La nieve caía fina y espesa, cubriendode blanquísimo manto la tortuosa carre-tera que partiendo de la estación de Villa-triste conduce, bordeando la montaña, alpequeño pueblecillo de Pueblacristiana,algunas de cuyas casas, semejantes a lasque los niños colocan en sus nacimientos,dejaban escapar de sus pequeñas venta-nas, desprovistas de maderas en su ma-yoría, débiles lucecitas que asemejabanpálidas estrellas perdidas en las tinieblasde aquella helada noche de diciembre.

En medio de aquel grupo de humildescasitas, se alzaba vetusta y majestuosa laelevada torre de su iglesia, semejante alvigilante pastor a cuyo pie el rebaño,manso y confiado, se agrupaba como pararesguardarse a su sombra de la nieve quearreciando por momentos cubría sus teja-dillos de blanquísimas y festoneadas ca-peruzas de, armiño. Y como para probarque el vigilante pastor no dormía, de laalta torre, que se dibujaba rígida y escue-ta sobre el obscuro cielo, se escapaban lossonidos graves de una campana, sonidosque el caer de la nieve amortiguaba, yque llamaba a los fieles a la misa delGallo; porque la noche de que nos ocupa-mos era la del 24 de diciembre, en que elpueblo cristiano conmemora el Nacimien-to del Redentor.

Por la carretera de Villatriste un hom-bre envuelto en un amplio carrik cuyocuello le subía casi hasta tocar el ala desu gran sombrero de fieltro flexible, avan-zaba con paso rápido apoyándose en unnudoso bastón de herrada punta y puño

de hierro que podía muy bien servir dearma defensiva y ofensiva.

Aquel hombre que por su paso firme ydesenvueltos ademanes denotaba estar entodo el vigor de la edad, siguió sin titu-bear y como guiado por la voz de la cam-pana hasta la entrada del pueblo, y unavez en él, sacudiendo la nieve que lecubría de pies a cabeza, se dirigió, comoel que conoce el camino, hasta la iglesia;y penetrando en ella fué a buscar un sitioapartado colocándose en la penumbra,casi oculto tras un confesonario que leponía a cubierto de la curiosidad de losfieles que empezaban a llenar el sagradorecinto.

Obligado por la santidad del lugar adestocarse de su gran sombrero, dejó aldescubierto su frente viril y ceñuda en laque dos espesas y negras cejas ocultaban,como dos matorrales que bordearan unabismo, sus ojos sombríos de torva e in-quieta mirada, que se fijaban con extrañapertinacia en el altar mayor resplande-cinte ya de luces y ante el que brillaba lajoya más preciada de los sencillos habi-tantes de Pueblacristiana, joya regalada,según acreditada tradición, por una prin-cesa mora convertida al cristianismo, yque murió en olor de santidad en un con-vento cercano; aquella joya era una mag-nífica lámpara gótica de plata maciza queardía día y noche ante el Sagrario, y cuyovalor artístico excedía a su valor intrín-seco con ser éste mucho.

La lámpara del santuario de Puebla-cristiana era célebre en toda la comarcay constituía el orgullo muy legítimo desus moradores.

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II —No, hijo mío, no; que vaya a la misaya que yo no puedo; yo pediré aquí entre

Adosada a la vetusta iglesia la casa tanto por tí... y por él.parroquia], primorosamente blanqueada, El rostro enérgico y varonil del sacer-pintado de un verde brillante su ancho dote en cuyos obscuros ojos brillaba unbalcón y estrechas ventanas orladas de alma bondadosa y esforzada, se nublótrepadoras enredaderas, parecía sonreír, ligeramente.apoyándose con dulce confianza en la —Hace veinte arios que pido sin ce-sólida muralla del templo. sar...—ariadió tristemente la anciana sa-

A la misma hora que la puerta de éste cando un largo rosario de madera quese abría para dar paso a los fieles, en la besó devotamente.pequeña sala de la casa-parroquial, don —Que pedimos, madre—dijo don LuisLuis María, que este era el nombre del María con acento de sublime confianza;celoso sacerdote que velaba por las almas —Dios oye la oración cuando es perseve-de aquel pequeño pueblo, colocaba la rante y confiada... —El nos concederá loúltima figura en un complicado Belén de que convenga.corcho y ramaje con su río de agua co- Y poniendo sus labios en los cabellos derriente que hacia dar vueltas a un molino la anciana, tan blancos como la nieve queni más ni menos que un río de verdad, su desde la ventana se veía... —Tardaré algohermoso castillo eléctricamente ilumina- más que otros arios—dijo—pues tenemosdo, sus hogueras en torno de las que los Vigilia de la Adoración Nocturna... recó-pastores danzaban o calentaban la sartén jase, madre querida, sin esperar mi vuelta.de migas, y al pie de todo esto su portali- —Ve tranquilo, hijo del alma; ante elto humilde, medio derruíd.o, en el que, pesebre de Belén pasa pronto el tiempo;entre pajas brillantes como el oro, el Niño atiende a esas buenas almas que acuden aDios sonreía abriendo sus bracitos bajo honrar al Señor en esta apartada iglesiala mirada de María y José mientras el y que El os bendiga.buey y la mula, con gravedad de respe- El sacerdote salió mientras con su últi-tuosos cortesanos, asomaban sus enormes ma mirada de ternura a la pobre viejecita,cabezas a los lados de la cuna humildísi- se unía esta súplica dirigida al tierno in-ma del Rey del universo. fante que parecía sonreirle desde las pa-

Una ancianita, muy anciana, casi cen- jas:tenaria, postrada en un sillón, contem- ¡Niño divino, concédela el supremopiaba absorta el hermoso Belén, juntando consuelo que te pedimos; no la dejes mo-sus manos temblorosas mientras una U- rir así!grima brillaba en el borde de sus apaga-dos ojos.

El tañido de la campana interrumpióal buen sacerdote en su piadoso entrete-nimiento.

—Dios me llama, madre mía—dijoinclinándose al oído de la anciana—. Ladejo a usted ante el portal en el que quisonacer para enseñarnos el valor de la po-breza; ahora diré a Mauricia que suba porsi quiere usted algo.

III

Todo el pueblo llenaba la 'iglesia dePueblacristiana; aquel pueblo sencillo ycreyente había acogido con entusiasmo laVigilia de propaganda que la AdoraciónNocturna hiciera meses antes y en con-memoración al Misterio de la Natividaddel Redentor fijó para aquella noche lainauguración de su Sección de Adorado-

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res Nocturnos, que llenos de santo fervor no ver, y desde el pesebre de Belén ely con militar precisión, hacían la guardia orador dando un paso de treinta y tresentonando con voces graves y varoniles arios penetraba en el Cenáculo, y estable-los majestuosos cantos de ritual. ciendo un paralelo entre el pesebre y el

Oculto en la penumbra del confesonario Sagrario, entre la pobreza del portal y elel desconocido parecía no sólo completa- anonadamiento de la Eucaristía, presen-men te ajeno, sino vivamente contrariado taba ese amor divino, foco de misericor-por aquel entusiasmo y aquella concia.- dia inagotable, manantial de perdón, querrencia inusitada. hizo al Hijo de Dios descender desde la

¡El demonio lo enreda!, murmuraba en- altura de su infinita gloria a vestirse detre dientes con sorda cólera; estos fanáti- nuestra humanidad, más aún, a morircos tienen traza de estar aquí hasta el por nuestro amor, aún más allá... a darsealba y me van a dividir... ¡maldi...! en comida oculto en un bocadito de pan...

Y terminó entre dientes una horrible permaneciendo alli, siempre allí, hasta laimprecación que debió de estremecer a consumación de los siglos, según su divi-los ángeles que rodeaban el trono del Al- na promesa, sufriendo olvidos, ultrajes,tísimo. abandonos, sacrilegios... y siempre perdo-

-Yo sólo contaba con una veintena de nando, siempre esperando, lleno de amor.borrachos con panderos y tambores—se- TJn silencio augusto, solemne, en medioguía en su monólogo el desconocido...— del cual la palabra del ministro de Dios¿de dónde demonios han venido estos que parecía rasgar los corazones y las con-parecen soldados de guardia ante su Rey? ciencias, reinaba en el templo atestado de

Este pensamiento le arrancó una sonri- almas que no osaban apenas respirar; ysa amarga... Hace treinta arios—murmu- aquella voz que de lo alto caía sobre laró—tal vez hubiera yo venido con ellos.., cabeza del desconocido, removía allá en¡Maldit...! el interior de su alma fibras muy escondi-

Una voz grave y sonora, resonando das, dormidas durante largos arios, re-sobre la cabeza del miserable, le hizo es- cuerdos de una niñez cristiana... consejostremecer como el sonido de un trueno; maternales desoídos... olvidados en másera el párroco que desde la sagrada cáte- de veinte arios de pecado, de vida sindra pronunciaba estas palabras: Dios.

Nisi officiamini sicut parvuli, non in- Y allí permaneció rígido, inmóvil, em-trabitis in regnum coelorum. (Si no os butido en la sombra del confesonario, sinvolvéis y hacéis semejantes a los niños en darse cuenta de que el tiempo pasaba,la sencillez e inocencia, no entraréis en el que las misas habían terminado y el so-reino de los cielos). lemne canto del Tantum ergo anunciaba

—¡Sermón y todo!—refunfuñó el des- que Dios-Hostia, siempre paciente, siem-graciado...—¡Mucho ha prosperado Pue- pre anonadado, iba a ser conducido porblacristiana! mano del hombre, a su prisión de amor.

Y embutiéndose más y más en la pared, Una mano, tirando del extremo de suquiso cerrar los ojos y los oídos a la voz carrik, le hizo vacilar, mientras una vozque sobre él resonaba; pero la palabra decía a su oído:cálida encendida en el amor divino, caía Arrodíllese, que van a dar la bendi-sobre su cabeza como una lluvia de fuego, ción.y el divino Misterio de la Redención se Se encontró de rodillas sin saber cómo,desenvolvía ante sus ojos, empeñados en y su mirada extraviada se alzó; pero al

ver frente a él, entre , el esplendor de lasluces y las nube S del incienso, elevarse laHostia Santa encerrada en el viril, aque-lla Hostia que era Dios (así se lo habíaenseriado de niño su cristiana madre),aquel Dios lleno de misericordia que ben-decía a sus hijos, un estremecimientoagitó todo el ser de aquel hombre cuyamirada tropezó en aquel momento con lamagnífica lámpara de plata, regalo de laprincesa convertida, y cuyo rojo vasitoen el que se agitaba la luz, parecía un ojosangriento y fulgurante que le mirabaamenazador.

Jesús-Hostia trazaba en el espacio unacruz ancha que parecía abrazar todos losámbitos del templo.

El miserable lanzó un gemido e incli-nando su frente hasta apoyarla en elborde del confesonario:

—¡A mí, no; a mí, no!—sollozó conextravío—no la merezco...

La adoración se había retirado; los fie-les habían abandonado el templo que elsacristán se aprestaba a arreglar. DonLuis María, con el alma henchida de lasdivinas influencias de aquella noche dereparación, se dirigía a la puertecilla queponía en comunicación la iglesia con lacasa parroquial, cuando divisó un hom-bre arrodillado junto a un confesonario,con la frente apoyada en la madera, su-mido al parecer en honda meditación o endolor profundo.

El alma del sacerdote se conmovió anteaquella actitud, y acercándose a él dulce-mente:

—¿Desea usted acaso confesarse?—pre-guntó.

El desconocido alzó su rostro; su mira-da hosca, extraviada, hizo estremecer alpárroco.

—Hace más de veinte arios que no con-fieso—dijo con voz sorda.

—Precisamente por eso...—dijo el sa-

cerdote abriendo el sagrado tribunal ysentándose en él—necesita consuelo yauxilio, hijo mío..., y puesto que Dios leha traído aquí, déjese llevar de El.

—1Dios...!— dijo el desconocido conuna risa que desgarró el corazón deaquél—. ¿Dice usted, señor cura, queDios me ha traído aquí?... Pues ha sidomás bien el demonio..., sépalo usted;yo he venido robar.., a robar esa lámpa-ra, cuyo valor conozco desde niño.

Y con mano trémula señaló la lámparaque ardía ante el altar.

—Ya lo sabe usted—terminó brusca-mente—; ahora puede entregarme a lajusticia; no he de defenderme.

El sacerdote le miró con infinita com-pasión, y tomándole la mano le atrajohasta sí.

—Dios le ha traído, hermano mío—dijodulcemente—; y no seré yo quien le en-tregue a la justicia humana; ¿para qué,si está ante el tribunal de Dios?

Y atraído por aquella palabra paternalen que palpitaba el amor de Cristo, eldesgraciado, vencido, subyugado, rompióel dique de sus lágrimas, de sus recuer-dos y de sus miserias que se desbordarona los pies del que en aquel momento re-presentaba a Dios, investido de todo supoder, depositario de los tesoros de sumisericordia...

La ancianita dormía en su sillón, anteel Belén radiante de luces y colores; en sumano oprimía el rosario; y su blancacabeza, inclinada sobre el pecho, se ba-lanceaba suavemente, mientras por susmejillas corría Una lágrima que el sueñohabía sorprendido en sus pupilas.

La puerta se abrió suavemente y donLuis María, llevando de la mano al foras-tero, penetró en la sala.

Un cambio extraordinario se había ope-rado en éste; su paso era tímido, su mira-da apenas osaba alzarse del suelo; en

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°" POBRE BARQUILLA M1Aee) Pobre barquilla mía,

entre peñascos rota,sin velas, desvelada,y entre las olas sola.

¿A dónde vas perdida?¿A dónde, di, te engolfas?,que no hay deseos cuerdoscon esperanzas locas.

Como las altas naves,te apartas animosade la vecina tierray al fiero mar te arrojas.

Igual en las fortunas,mayor en las congojas,pequeña en las defensas,incitas a las ondas.

Advierte que te llevana dar entre las rocasde la soberbia envidia,naufragio de las honras.

Cuando por las riberasandabas costa a costa,nunca del mar temistelas iras procelosas.

Segura navegabas;que por la tierra propianunca el peligro es muchoadonde el agua es poca.

Verdad es que en la patriano es la virtud dichosa,ni se estimó la perlahasta dejar la concha.

Dirás que muchas barcas,con el favor en popa,saliendo desdichadasvolvieron venturosas.

No mires los ejemplosde las que van y tornan;que a muchas ha perdidola dicha de las otras.

Para los altos maresno lleves cautelosani velas de mentirasni remos de lisonjas.

Vuelve, vuelve la proa,que presumir la navefortunas ocasiona.

¿Qué jarcias te entretejen?¿Qué ricas banderolasazote son del vientoy de las aguas sombra?

¿En qué gavia descubres,del árbol alta copa,la tierra en perspectiva,del mar incultas orlas?

¿En qué celajes fundasque es bien echar la sonda,cuando, perdido el rumbo,erraste la derrota?

Si te sepulta arena,¿qué sirve fama heroica?,que nunca desdichadossus pensamientos logran.

¿Qué importa que te ciñanramas verdes o rojas,que en selvas de coralessalado césped brota?

Laureles de la orillasolamente coronannavíos de alto bordo,que jarcias de oro adornan.

No quieras que yo seapor tu soberbia pompafaetonte de barqueros,que los laureles lloran.

Pasaron ya los tiempos,cuando lamiendo rosasel céfiro bullíay suspiraba aromas.

Ya fieros huracanestan arrogantes soplan,que, salpicando estrellas,del sol la frente mojan.

De los valientes rayosde la vulcana forjaen vez de torres altas,

Pero la vida es corta:viviendo, todo falta;muriendo, todo sobra.

LOPE DE VEGA

¿Quién te engañó, barqui- abrasan pobres chozas.fila? Contenta con tus redes,

a la playa arenosamojado me sacabas,pero üivo, ¿qué importa?

Cuando de rojo nácarse afeitaba la aurora,más peces te llenabanque ella lloraba aljófar.

Al bello sol que adoro,enjuta ya la ropa,nos daba una cabañala cama de sus hojas.

Esposo me llamaba,yo la llamaba esposa,parándose de envidiala celestial antorcha.

Sin pleito, sin disgusto,la muerte nos divorcia.¡Ay de la pobre barcaque en lágrimas se ahoga!

Quedad sobre la arena,inútiles escotas;que no ha menester velasquien a su bien no torna.

Si con eternas plantaslas fijas luces doras,¡oh dueño de mi barca!,y en dutce paz reposas.

Merezca que le pidasal Bien que eterno gozas;que adonde estás me lleve,más pura y más hermosa.

Mi honesto amor te obligue;que no es digna victoriapara quejas humanasser las deidades sordas.

Mas, ¡ay, que no me escu-[chas!

J

cambio en los ojos del sacerdote brilla-ba una luz que tenía algo de sobrehu-mana.

—Mire, hermano mío—dijo conducien-do al pecador ante la anciana—; estaanciana es mi madre, esas lágrimas quecorren por su rostro, las vierte hace vein-te arios por su hijo mayor, mi hermanoJuan Manuel, que se escapó del pueblocuando le tocaba sortear como soldado.La oración diaria de la pobre anciana yla mía, por lo tanto, es para que Diostraiga de nuevo al hijo pródigo.

El forastero vaciló sobre las piernas...Miró al sacerdote casi con espanto, y bal-buceó:

— Su hermano... Juan Manuel!... En-tonces... usted... tú... ,:,eres?...

—Luis María, tu hermano—dijo dulce-mente el sacerdote abriendo sus brazos atiempo que la anciana alzaba la cabezadiciendo:

—Luis María..., ,:,estás ya de vuelta?—Sí, madre mía..., y no solo—dijo éste

por cuyas mejillas corrían lágrimas dejúbilo--; prepárese a una gran alegría...

Dios Nuestro Señor .oye la oración cuandoes perseverante y confiada.

La anciana abrió mucho los ojos yjuntó sus manos; el sacerdote impulsódulcemente al forastero, que cayendo alos pies de la anciana, balbuceó tímida-mente:

—;Madre..., perdón, perdón!Ante aquel acento, la pobre mujer cre-

yó soñar; se inclinó ansiosamente sobreel recién llegado y poniéndole las manossobre los hombros buscó ansiosamente ensus miradas algo que le hiciera reconocerun rostro amado.

Y como los ojos de una madre hallansiempre los rasgos del hijo perdido, losbrazos de la anciana rodearon el cuellodel hijo recobrado, y sus labios, posán-dose en aquella frente, arrancaron de ellala última sombra del pasado, mientras elsacerdote, contemplando aquel tierno cua-dro, elevaba su corazón hasta aquel Diostan bueno que, oyendo sus súplicas, vol-vía al hogar al hijo pródigo.

JULIA GARCÍA HERREROS

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VARIEDADES RADIOGRAMAS eeTemperatura del cuerpo humano

Como verdad incuestionable viene te-niéndose por médicos y profanos que los37 grados es temperatura límite del esta-do normal de salud y el principio de laenfermedad: subfiebre y fiebre. Con estesolo dato ya se creen indicadas la purgay la cama y algunos se lanzaron a opera-ciones quirúrgicas y todos son tratadoscorno enfermos.

Numerosas y concienzudas observacio-nes muestran que no siempre una tempe-ratura superior a los 37 grados es indiciode enfermedad. En Budapest han sidotomadas las temperaturas de más de22.000 personas curadas y aptas para eltrabajo, y el resultado ha sido que másdel 54 por 100 tenían más de los 37 gra-dos; en varios centenares de obreros elporcentaje ha sido de 35; entre mucha-chos el 29 por 100 y entre muchachas el43 por 100 tienen temperatura superior alos 37 grados. Puede darse como media lasiguiente: el 30 por 100 entre los hombresy el 40 de mujeres, tienen temperaturasmayores a los 37 grados, sin que su saludse resienta lo más mínimo. Hay, pues,que tener en cuenta la temperatura ordi-naria de cada individuo para establecercuál es la normal y anormal de cada uno.A no ser que haya que tener en cuentael termómetro que se usa de mercurio ode alcohol que no reaccionan, según ten-go oído, igualmente en ciertas enferme-dades.

Las mujeres en general, tienen tempe-ratura algo superior al hombre y así ne-cesitan abrigarse menos en invierno, y lesmolesta más el calor en verano y estánmenos expuestas a los catarros.

Asistentada

Un oficial mandó al asistente que letrajese uno de dos pares de botas que ha-bía bajo la cama. Obedeció y, como unpar de botas fueran blancas y otras ne-gras, trajo de cada color una.

—Pero, ¿cómo me voy a poner esto?—preguntó irritado el oficial tirando lasbotas al asistente.

—Pues, señor, el par que queda allí esigual que éste. ¡De modo que no sé quévoy a hacer!

Anécdotas

Gedeón en el Juzgado:—¿Es usted soltero, casado o viudo?

---¿Y desde cuándo?—Desde que se murió mi mujer.

Colaboración

La señora de la casa, dirigiéndose:a lanueva criada. 0:4N4410eleq

—Petra. Me gusta ver a usted tan cari-ñosa con el gato y que se cuide tanto dedarle de comer.

—Si, señorita. A mí me gustan mucholos gatos y los perros, porque le ayudana una a lavar los platos.

Razón natural

Entre padre e hijo:—Papá, ¿por qué el pez grande se come

al chico?—Porque el chico no puede comerse al

gordo. Es cuestión de tamaños.

Comer sin hablar

— Qué hombre tan silencioso es Pérez!—No hay quien le iguale en ese terre-

no. El otro día le convidé a almorzar ytuvo la habilidad de estar comiendo trescuartos de hora sin abrir la boca.

Examen de medicina

—Dígame usted los huesos del cráneo.El alumno después de un rato de silencio:—Debe ser efecto de la emoción, pero

no puedo citar ninguno... Y eso que lostengo todos en la cabeza.

¿A qué edad deben los niños hacer cristiano se exige, además del uso de larazón, la edad de los siete años cum-plidos. (Cánones 12 y 1.254). En estecaso, no. «Es deber del párroco.., asi-mismo procurar que los que han llegadoal uso de la razón y están suficiente-mente dispuestos, se nutran cuanto an-tes de esta espiritual comida ' . (Can. 854§ 5). Y el canon 859 al establecer la obli-gación de la comunión pascual pa ratodos los fieles, determina que por añosde la discreción se entiende el uso de lasazón. No es, pues, una edad, sino unasezói, el alborear de la inteligencia.

Es doble esta obligación: primera, queal llegar al uso de la razón se instruyany dispongan para la Comunión, y se-gunda, que dispuestos comulguen cuantoantes.

El Papa actual, en una ocasión so-lemne, al despedir al Cardenal Bog-giani, Legado al Congreso EucarísticoNacional de Bolonia, se lamentaba queen muchas partes no se observaba ínte-gramente el célebre decreto de Pío Xsobre la Comunión de los niños. El hoyCardenal Jorio, en « Commento su! De-creto Quam singular!), afirma que deinformes recibidos y de encuestas he-chas por él mismo resulta que la mayorparte de los niños continúan excluidosde la Mesa Eucarística, a la cual, segúnel Decreto, tienen el derecho y el deberde ser admitidos'.

En nuestro clima son algunos los ni-ños de cuatro años, más los de cinco ynumerosos los de seis que pueden, y porlo tanto deben comulgar.

Muchos, muchísimos, son los niñosalejados de la Mesa Eucarística y gran-de es la responsabilidad de las personascausantes de este alejamiento.

UJÁN

la Primera Comunión?

No hay edad señalada. La regla esque cuando puedan hacerla deben ha-cerla, y esta obligación de que la hagancorre a cargo de los padres o sus lu-gartenientes, de los confesores y de lospárrocos.

Pueden hacerla y por tanto deben ha-cerla en peligro de muerte los niños quesepan distinguir el Cuerpo de Cristo delpan común y sepan devotamente ado-rarle. (Canon 854 § 2.)

Fuera de peligro de muerte puedencomulgar los niños que

a) hayan llegado al uso de razón;b) sepan, por lo menos, las verda-

des de la fe necesarias por necesidad demedio para salvarse, y

c) tengan devoción hacia la Euca-ristía, que incluye, o es el piadoso deseode recibirla.

El uso de razón que se pide no es elpleno, aliqualem usum rationis, dice eldecreto Quam singular! del 10 de agostode 1910. Aquel uso de razón, comentanautores, que basta. para cometer un pe-cado venial, para el cual sólo se necesita,de parte del entendimiento, serniadver-tencia, y de parte de la voluntad, semi-consentimiento; aquel uso de razón esta-blece el mismo decreto, ut possint devo-tionem concipere hujus sacramenti, conque puedan concebir devoción a este sa-cramento, devoción propia de niños prosuae aetatis modulo (Can. 854), y queno es otra cosa esta devoción que la ve-neración y el deseo piadoso de este sa-cramento.

Cuando, pues, tengan los niños estastres condiciones pueden y deben comul-gar, tengan más o tengan menos quesiete años. En otras obligaciones de

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iee‘eL.-E]

NOTICIASMADRID (Buena Dicha)

Primera Comunión en su Catecismo...La hicieron muchos y muchas de sus alumnos,acompañados de la señora Presidenta y delas señoritas catequistas y de los demás niñosy niñas el 19 de mayo. El R. P. Comendador,Fr. Manuel Cereijo, dijo la Misa, y antes dela comunión pronunció fervoroso y enterne-cedor fervorín. Bajo la experta batuta delP. José Cereijo, Director y afortunado ani-mador del Catecismo, y acompañados al ór-gano por el R. P. Serafín Solllegui, cantaronlos niños hermosos cánticos. En un céntricobar, atendidos por el P. Director, Presidentay catequistas, tomaron todos los niños y ni-ñas el desayuno con buen apetito y con ma-yor alegria e infantil bulla. Cada uno de losde Primera Comunión fueron obsequiadoscon una cartilla de ahorro postal encabezadacon 20 pesetas.

Están de exámenes de fin de curso, que ce-rrará una general excursión al campo.

Esto ya de suyo es bueno, pero mejor elentusiasmó creciente por el Catecismo de losy las catequistas y de los catequizandos.

La colecta del 7 de junio, a juzgar por lacara de los organizadores, muy buena.

Novena de los Jueves Eucarísticos.—La ya tradicional y solemne que acaba el mis-mo dia del Corpus, la predicó el R. P. LiborioMir, y la cantaron el pueblo y el nacientecoro de niños, que lo hizo bien y en caminode hacerlo mejor hasta alcanzar lo óptimo.

Colegio de San Pedro.—En este nuestroColegio, que si Dios quiere celebrará el pró-ximo otoño sus bodas de plata de su funda-ción, hicieron también su Primera Comuniónvarios de sus altimnos. Dijo la Misa y les pre-dicó el R. P. Comendador de la Buena Dicha.El P. Soläegui tocó y dirigió el canto el Pa-dre José Cereijo.

Monasterio de Don Juan de Alarcón...Después de los ejercicios espirituales, dirigi-

ir:710=11=El]

dos por el P. José Cereijo, hicieron la PrimeraComunión el dia de todos los arios, la Ascen-sión del Señor, unas cuarenta alumnas delos dos colegios de la S. A. D. E. L. La fiestasolemnisima, la iglesia llena, el altar des-lumbrante. El P. José dijo la Misa de Comu-nión, predicándolo antes. Por la tarde nuevaplática, con la renovación de las promesasdel bautismo.

SARRIA

Culto.—Con los cultos acostumbrados, laV. O. T. Mercedaria y demás Cofradías yAsociaciones, dieron movimiento a nuestraIglesia. Asimismo la fiesta de San Pedro Ar-mengol y el Patiocinio de San José, fueronfestejados aquí y en El Salvador. El mes demayo continúa con el mayor fervor y estre-nándose cantos nuevos todos los dias, si bienpor ser tarde no resulta hora asequible parael público.

Catecismo.—Después de una larga prepa-ración, los niños del Catecismo recibieron laComunión Pascual el dia de la Ascensión delSeñor. Las niñas lucían hermosisimas vesti-duras blancas, y alguna de monjita merce-

• daria.El orden y fervor fue en todos los momen-

tos emocionante, mereciendo mil plácemes elP. Director y señoritas catequistas...*

Después de misa fueron todos obsequiadoscon un desayuno. A la tarde se celebró tam-bién para ellos un Ejercicio especial, y comorecuerdo que perpetúe tan consoladora fiestase sacaron algunas fotografías.

Del postulantado.—Después de la últimasesión del mes de mayo dió por terminadassus tareas la «Academia Iterián de Ayala»,habiéndose presentado muchos trabajos, or-dinarios y supererogatorios, a las doce sesio-nes reglamentarias que celebró.

Una excursión.—Hemos tenido la satis-facción de recibir entre nosotros una excur-sión compuesta por los alumnos más adelan-

tados de nuestro Colegio de El Ferrol, a cuyofrente venían los Padres Fermin Alvaro yJosé Saavedra. Después de pasar varias ho-ras en nuestra compañia retornaron, ya atar-decido, a la ciudad departamental.

HERENCIA

Como en arios anteriores, hemos tenido tressemanas de Catecismo diario, y el domin-go 24 de mayo, la Comunión general de losniños del Catecismo. Comulgaron 350, y deellos 64 por primera vez.

A continuación se les obsequió a todos conabundante desayuno, que les sentó admira-blemente, a pesar de los falsos rumores...

En el mismo dia se premió a los más ade-lantados y asiduos, según las calificacionesobtenidas en los exámenes previos. El grupode niñas mayores hizo buen examen de Ca-tecismo e Historia Sagrada. Llevó el pri-mer premio (devocionario de 15 pesetas yálbum de Historia Sagrada), la niña RomanaGallego. Obtuvieron «meritisimo» las niñasMercedes Casanova, Josefa Martin, ConsueloFernández, Pilar Buitrago, Maria Rodríguez,Paca Archidona, etc.

Las catequistas han trabajado muy bieneste ario. Más asiduas y más abnegadas, y,sobre todo, más conocedoras del deber y dela responsabilidad. Mil plácemes y siempreadelante.

—También se celebró la novena de SantaRita con triduo solemne predicado.

NUESTRA SEÑORA DEUBA (San Sebastián)

Viajero.—Después de la Asamblea de Di-rectores de Reformatorios, que se ha cele-brado en Bilbao, a la que ha asistido tambiénnuestro P. Comendador, ha pasado unos diasentre nosotros el Rvdo. P. Jesús Durá Zar-zo, T. C., Director del Reformatorio de Nues-tra Señora del Camino (Pamplona).

Mes de las Flores.—Lo hemos celebradocon toda la solemnidad posible, por ser elmes dedicado a Nuestra Santísima Madre, enla forma siguiente: Estación cantada, rezodel Santo Rosario y ejercicio de las flores,

terminando con piadosos cantos, alternadoscon el pueblo.

Capilla Domiciliaria.—Propagar la de-voción a Nuestra Santísima Madre, fue laflor espiritual que prometimos el último diadel mes. Con este fin se hizo una capillita, enla que se colocó una imagen de NuestraSeñora de Uba, para recorrer todos los case-ríos de estos contornos, dada ya la gran devo-ción que se tiene aquí a esta milagrosa ima-gen. Feliz idea, a la que se asociaron congran presteza todos los padres de familia,para venerar a dicha imagen dentro de sushogares.

También se celebró la novena al EspírituSanto con la solemnidad preceptuada.

31 Mayo 1936.

BILBAO

Monasterio Colegio Madres Merceda.-rias de San José.—Los cultos de SemanaSanta estuvieron concurridisimos. La Comu-nidad cantó los maitines del jueves y viernesy en los Oficios. A éstos asistieron las alum-nas, las que turnaron en la vela con los archi-cofrades ante el Monumento, adornado condelicado gusto. Desfilaron incontables fielesy con gran fervor ante el Santísimo.

El domingo 19 de abril la Asociación Cató-lica alemana celebró una solemne función,haciendo la Primera Comunión trece niños.Revistió el acto gran esplendor en el adornocomo en el canto, en el que tomó parte todala Colonia. Asimismo el 29 de dicho mes secelebró la Primera Comunión de nuestrasalumnas en número de dieciocho. La iglesiaestaba adornada con sus mejores galas y elacto resultó emocionante. Leyeron el acto depreparación y acción de gracias las niñasIrene Martínez y Maria Begoña Vidarte, y elcoro de las colegialas cantó bonitos motetes.

El Rvdo. Capellán, tanto en la preparación,en la plática, como en el adorno de la iglesia,demostró, como siempre, gran gusto y celo.

A los niños y familiares se les sirvió eldesayuno en el salón escenario y todos seretiraron complacidisimos.

El dia 12 de mayo, fiesta de San Pancracio,hubo varias misas, y la solemne a las diez,predicando el elocuente orador Sr. D. Julián

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Landazábal. A la fiesta precedió un triduodedicado al santo protector de la salud y deltrabajo. Todos los actos estuvieron muy con-curridos. Todo el mes de mayo se ha hechoel ejercicio de las flores, a las seis de la tarde,cantando el coro de las colegialas. —La Co-

rresponsal.

ZUMARRAOA

(Noviciado)

El hermoso mes de Maria va transcurrien-do con un entusiasmo general. El ejerciciode las flores, con exposición de S. D. M., sepractica todos los días a las seis de la tarde.

La asistencia diaria es numerosa, mayorlos dias festivos.

El Sr. Capellán hace breves pero fervoro-sas pláticas sobre la excelencia de la devo-ción a la Virgen Santísima.

Dan mayor entusiasmo y fervor a estoscultos, el ofrecimiento de las flores que lasniñas, por medio de bonitas poesías recitadas.ante el altar, donde nimbada de flores, presi-de nuestra Reina y Señora. El templo ofreceun golpe de vista bello.

El coro interpreta con gusto escogidoscantos de los autores Iruarrizaga,A. Donostia, A. Amundarain, etc., etc.

Las niñas que tanto han gustado a todos.son Maria Arcelus, Maria Nieves Echäniz,Maria Carmen Igartua, Maria Pilar Vidarte,Concepción Echeberria, Maria Milagros Arri-.zabalaga, Maria Victoria Tarrada, Ana Ma-ria Urgan darin, Teresita Arteche, AntoninaAlbisua, Conchita González, Maria Isabel.Bengoechea, Maria Antigua Uribesalgo. A-todas nuestra enhorabuena.

En la festividad de la Ascensión hubo so-lemne misa cantada y numerosa Comunión.

28 mayo 1936.

DE LA AMERICAESPAÑOLA

Un saludo.— El comienzo de mi primeracrónica aérea, sea un saludo para todos losbenevolentes lectores de LA MERCED, entreellos mis Hermanos de la Provincia de Casti-lla, a quienes guardo especial afecto.

Dios mediante, en estas crónicas, los lecto-res se irán imponiendo, ante todo, del movi-miento mercedario en Chile y de otros temasde carácter general que se refieran a lo reli-oejoso o a lo social.

Bodas de oro sacerdotales.—E1 sábadode la octava de Pentecostés del presente arioes el 50.° aniversario de la ordenación sacer-dotal de dos beneméritos religiosos merceda-rios chilenos, los RR. PP. Fr. Pedro José Li-rián de Ariza y Fr. José Agustín López,Comendadores de Curicó y Melipilla, respec-tivamente. La Provincia de Chile a cada unode estos religiosos rendirá un homenaje espe-cialisimo de felicitación; ellos, discipulos dela recia escuela del Rvdmo. Padre Valen-zuela, han desplegado una labor magnificaen los colegios como en el culto, cuyos fruiosexcelentes palpamos todos lo s . de la actualgeneración.

Vida educacional.--Nuestro «Colegio SanPedro Nolasco», uno de los mejores Centrosdocentes de la nación, con el curso actualcumple cincuenta años de funcionamientocontinuo. Actualmente nuestra Comunidadde Santiago, los alumnos y los numerosisimosex alumnos se preparan para después de me-diados de año celebrar solemnemente lasbodas de oro del Colegio, verdadera honra deChile.

Entre las personas que se espera presidanestas fiestas, se encuentra el R. P. Fr. Rai-mundo Aceituno, primer Ministro del Cole-gio, y el R. P. Fr. Cayetano BuenaventuraJiménez. El P. Aceituno es el más antiguode la Provincia y en 1928 cumplió cincuentaarios de vida sacerdotal.

Más adelante y en tiempo adecuado, dare-mos algunos datos históricos sobre el «Cole-gio San Pedro Nolasco».

Religiosas españolas.—Quiero hacer re-saltar en este párrafo la altísima obra decultura que España, corno en tiempos pasa-dos, realiza por medio de sus hijos en Amé-rica. Así, a fines del pasado mes de abril hanarribado a Valparaiso, en el «Virgilio», sietereligiosas dominicas españolas. Se dedican ala enseñanza y ya se han establecido en elsur de Chile. Ellas, excelentes religiosas,unen a su gran espíritu apostólico su fineza

y su cultura superiores. Han sido muy bienrecibidas por la opinión.

Libro nuevo.—Ha salido a la luz una obratitulada «Mercedarios Chilenos», en que setrata sólo de la actividad mercedaria chilena,pero de interés general para toda la Orden.El motivo de su publicación es el séptimocentenario de la Confirmación Pontificia dela Orden.

Dejo a la Redacción de esta Revista, paraque en su Bibliografía haga los comentariosque crea convenientes. —Fr. Ignacio RoblesQuiñones.

Santiago de Chile, mayo de 1936.

LA HABANA

;,La suntuosisima iglesia de la Merced de LaHabana es un hogar de devoción a la Santi-sima Virgen en el Instituto de la Merced,fomentada por los PP. Paules, como lo es lade Vich en Cataluña la casa madre de losPP. del Corazón de Maria.

A la novena y fiesta de Nuestra SantísimaMadre preceden todos los arios los Siete Sá-bados. La fiesta principal reviste solemnidadinusitada.

Honras en la Merced por la Sra. Gutié-rrez.—La Venerable Comunidad de los Pa-dres Paules y las Cofradías de la Merced yde Nuestra Señora de la Caridad, celebransolemnes honras fúnebres el dia 29 del actual,a las nueve de la mañana, por el eterno des-canso de la Sra. Inés Gutiérrez, reciente-mente fallecida.

La Sra. Inés Gutiérrez ha sido durante suvida mortal, una incansable propagadora dela devoción y culto a la Virgen Maria, bajolas advocaciones de Nuestra Señora de lasMercedes y Nuestra Señora de la Caridad delCobre.

Ella atraía devotos y recursos para suculto.

Era muy estimada entre los fieles que asis-ten a la iglesia de la Merced.

Era una verdadera alma de Dios.Invitan a los funerales, la mencionada Co-

munidad y Cofradías con sus afligidas hijas,que mucho habrán sentido, pues eran suscompañeras inseparables en todas sus obrasde celo por el honor y gloria de Maria.

NECROLOGÍAEn Herencia fallecieron:

Petra Gallego, 27 marzo; Rosario Arias,abril; Mercedes Cariadas, 26 abril, y EverildaDiaz, mayo.

BIBLIOGRAFÍAPA-RA PA-DRES Y 111A -ES-TROS.—Pre-

cio del ejemplar, 1,75 pesetas.

Hemos recibido, corno tipo de la Pedagogíafrancesa histórica, la cuarta monografia dela colección titulada Pa-ra pa-dres y ma-es-tros, que con laudable perseverancia vienepublicando D. Rufino Blanco y Sánchez. Estevolumen está dedicado a Rollin y el Tratadode los Estudios, y, aparte de los méritos pro-pios del citado pedagogo y de su Tratadomagistral, hace plausible esta publicación lacircunstancia de no haberse traducido alcastellano la obra de referencia, que lleva enesta edición el retrato de Rollin y un extensoindice alfabético de materias.

A ESPIRITUALIDADE DO CANCIOEI.RO DA VATICANA

El P. Fr. Gumersindo Placer, acaba de pu-blicar un estudio interesante acerca de laespiritualidad del Cancioneiro de la Vatica-na, como se le domina.

Es un tema original y pacienzudo el desen-trañar las cantigas trovadorescas de los Can-cioneros para ver cuánto hay en ellas demisticismo; hacer resaltar a la vez que elpaisaje geográfico de esos versos, el paisajeespiritual: el amor divino y el amor humano.

La evocación de los viejos santuarios galle-gos, tan numerosos y pintorescos, se entrela-za a lo largo de las 1.205 cantigas de aquelCancionero, de tal suerte que constituyeparte muy esencial. Refiriéndose a la devo-ción mariana tan adentrada en el alma de laraza, entiende el escritor que el día en queuna mano de artista sepa hacer un estudio

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religioso, a fondo, de los sentimientos galle-gos, tendrá que poner ese acendrado cultocomo origen de cuando diga.

Es curiosisimo el catálogo, digámoslo así,de las principales rwnerias de Santos: Sant-lago, San Clemente do mar, San Fagundo,San Xuan, San Leuter, San Campio, SanMarcal, San Marcos, Santa Maria, SantaOvaya, San Mamede, Santa Cecilia, SanPayo, San Pedro, San Simón, San Salvadorde Valonge... y tantas otras.

Todas tuvieron- como los Santos y Santasque les dieron nombre-sencillos poetas en

Vasco Pérez, Pero da Ponte, Airas Nunes,Martin Codax, Airas Páez, López de Bayam,Alfonso Gomes, Pero Viviaez, Martin de Xin-zo, Xoan de Cangas y demás cantores de vir-tudes, milagros y leyendas.

Indudablemente la espiritualidad de loscancioneros resulta algo primitiva, pero esun albor pleno de luz.

El notable estudio que glosamos está escri-to en un gallego suave y claro, con estilofácil y moderno, y se lee con viva compla-cencia. Nos es grato consignarlo, al felicitara Fr. Gumersindo Placer.

DE ADMINISTRACIÓNGiros recibidos durante el mes de mayo de

1936 para abonar la suscripción a la Revista.Mercedarias del II. de S. Pedro, Madrid, 5.Mercedarias de Cazorla, 5.M. Rodriguez, de Cazorla, 5.A. Ramos, de Villatuje, 5.A. Rodriguez, de Méjico, 15.A. Somoza, de Lier, Sarria, 5.M. López Vizcaíno, de Cerdedo, 5.C. Cejalvo, de Madrid, 5.Mercedarias del «ISO», 5.Mercedarias del H. de Tarancón, 5L. Fernández Conde, de P. de S. Juan, 10.J. Sáez Món, de Pontevedra, 5.A. Villabona, de Alcoz (nueva), 5.Cura Párroco de La Grafía (Orense), 5.Cura Párroco de Puenteambia, 5.Cura Párroco de Riveira, 5.S. González, de Torneiros, 5.N. Prieto, de Junquera de Ambia, 5.P. Cid Novoa, de Pousa, 5.C. Coello, de Junquera de Ambia, 5.Cura Párroco de Abeleda, 5.

1VIercedarias del Noviciado de Granada, 5.Mercedarias del Sanatorio Ntra. Sra. Sa-

lud, de Granada, 10.Mercedarias del Hospital de Ejea, 10.J. Rivera, de Requejino, 5.J. M. Pérez, de Junquera de Ambia, 5.O. Lamas, de Junquera de Ambia, 5.Mercedarios de Junquera de Ambia, 5.Cura Párroco de Armariz, 5.S. Ledo Barrio, de Sárria, 5.R. Puga, de Junquera de Ambia, 5.M. Ribas, de Junquera de Ambia, 5.R. Ciganda, de Orno, 10.

NOTA.-Mensualmente acusaremos reciboen esta forma de los giros recibidos.

Las cinco pesetas giradas el mes pasadopor G. Placer, de Sarria, quedan abonadas aJ. Placer, de Puentedeume.

Las 15 pesetas giradas por las Mercedariasde Alcoz, quedan abonadas a las mismas,a E. Cilveti, de Alcoz, y a M. Erviti, deArraiz, Orquin.

CON LAS DEBIDAS LICENCIAS

EDITORIAL CATÓLICA TOLEDANA, JUAN LABRADOR, 6, TELÉF.ONO 211

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