jimenez asua peron exilios componentes

7/24/2019 Jimenez Asua Peron Exilios Componentes

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Figallo, Beatriz

De Jimnez de Asa a Pern : sus exilios comocomponentes de la poltica exterior hispano-

argentina

Temas de historia argentina y americana N 15, 2009

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De Jimnez de Asa a Pern.Sus exilios como componentes

de la poltica exterior hispano-argentina

BEATRIZ FIGALLOUCA-CONICET/IDEHESI beatriz [email protected]

R ESUMEN

El compromiso vital de Jimnez de Asa con sus ideas y con la Espaarepublicana, lanzar al eminente jurista al exilio en la Argentina, donde su prestigio intelectual le permitir retomar su vida acadmica. Al encarnar laoposicin legal en el exterior contra el solidi cado rgimen franquista, colo-car su protagonismo en una situacin cercana al poder desestabilizador delexilio en Espaa del mismo Pern. La poltica exterior de la Argentina y deEspaa, por diferentes vas de intervencin, pero sin de niciones drsticas, procurar in uir indirectamente para neutralizar a ambos.

PALABRAS CLAVEExilio Jimnez de Asa Pern Argentina franquismo

ABSTRACT

Jimnez de Asas commitment with his ideas and with the SpanishRepublic, throw him to the exile in Argentina, where his intellectual prestigeallowed him to recapture his academic life. As representative of the opposi-

tion to Francos regime outside Spain, his situation became similar to the onePeron faced in Spain. The foreign policy of Argentina and Spain, throughdifferent ways but without taking drastic de nitions, tried use its in uence toneutralize both.

K EY WORDS

Exile Jimnez de Asa Pern Argentine franquism

T EMAS DE H ISTORIA A RGENTINA Y A MERICANA , XV (J ULIO -D ICIEMBRE DE 2009) pp. 89-114.


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I NTRODUCCIN

El 12 de agosto de 1939 llegaba Luis Jimnez de Asa a la Argentina. En

la mitad de su vida, aquel jurista, catedrtico y poltico madrileo, se habahecho una gura nacional1.Los duros enfrentamientos protagonizados contra la dictadura de Miguel

Primo de Rivera haban presentado al catedrtico de Derecho Penal de laUniversidad Central de Madrid como un intelectual poco dcil con el auto-ritarismo e incapaz de aceptar abusos de poder. As haba sido deportado alas islas Chafarinas y suspendido de su empleo y sueldo, bajo la acusacin de protagonizar una campaa de descrdito contra la Espaa primorriverista ensus viajes a Hispanoamrica y por quejarse del trato dispensado al eminente

Miguel de Unamuno2

. No slo era capaz de pronunciar vibrantes discursos y arengas opositorasal rgimen, sino de manifestar opiniones consideradas atentatorias del ordensocial, como la conferencia que diera en 1928 en la Universidad de Murciasobre la maternidad responsable3, tema sobre el que publicar en Madrid sutrabajo precursor, Libertad de amor y derecho a morir: ensayos de un crimi-nalista sobre eugenesia, eutanasia y endocrinologa . Dentro de los mbitosuniversitarios, en un clima de exaltacin contestataria, ante cada desafo p- blico del profesor, numerosos estudiantes le manifestaban un ruidoso y activo

respaldo4

.Con el advenimiento de la II Repblica, Jimnez de Asa ingres enel Partido Socialista Obrero Espaol, sacri cando su independencia para participar de la construccin institucional, es que por mis ideas, he sido so-cialista siempre5. Elegido diputado a las Cortes Constituyentes, presidi lacomisin parlamentaria encargada de elaborar la constitucin. All intervinoen la discusin de lo que juzgaba de su competencia y lo que lo afectaba comosocialista, como catedrtico y como penalista: los puntos fundamentales del

1

JOS

MARA

NAHARRO

-CALDERN

, Luis Jimnez de Asa en el exilio, en J. M. NAHARRO

-CALDERN (coord.), El exilio de las Espaas de 1939 en las Amricas. Adnde fue la cancin? ,Barcelona, Anthropos, 1991, p. 111.

2Ver R AMN LPEZ M., Ideologa y Educacin en la dictadura de Primo de Rivera. Tomo II. Institutos y Universidades , Valencia, Universitat de Valncia, 1995, p. 214; JAUME CLARET MIRANDA, La repressi franquista a la Universitat Espanyola , Barcelona, Tesi doctoral, 2004, p. 205.

3 FRANCISCO CAUDET, Las cenizas del Fnix: la cultura espaola en los aos 30 , Madrid,Ediciones de la Torre, 1993, p. 69.

4 MARA FERNANDA MANCEBO, La Universidad de Valencia: de la monarqua a la repbli-ca, 1919-1939 , Valencia, Universitat de Valncia, 1994, p. 86.

5

El Sol , Madrid, 17 de julio de 1931.


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91DE JIMNEZ DE ASA A PERN

nuevo Estado. Aunque dijera en su discurso de la sesin de las Cortes del 27de agosto de 1931 que nadie, ninguno de nosotros, puede blasonar de ser lsolo creador de la Carta Poltica, sta sera considerada su hechura6. Juntocon un sector muy importante de los diputados, Jimnez de Asa se reconocamiembro de la Masonera espaola, que ya en la legalidad, pasaba por dasde esplendor e in uencia en la poltica. La aprobacin de los artculos quedeclaraban la separacin de la Iglesia y el Estado, el divorcio, la escuela laica,fueron atribuidos por la prensa catlica a la intervencin masnica.

Su discpula Victoria Kent lo impulsara para dirigir el Instituto de Estu-dios Penales, participando tambin en la redaccin del Cdigo Penal de 1932, para asumir como vicepresidente de las Cortes salidas de las elecciones defebrero de 1936. En un clima de violencia y desestabilizacin que preanun-ciaba la intervencin salvadora del Ejrcito, tras unos graves incidentes quetuvieron lugar en la Facultad de Derecho de la calle San Bernardo entre gruposde estudiantes que atacaban el separatismo y la masonera y donde se sealabahaban participado los ayudantes del catedrtico D. Luis Jimnez de Asa,seores Lafuente y Ayala, el primero de los cuales empuaba una pistola y elsegundo, una navaja,7 el 12 de marzo el diputado socialista fue objeto de unatentado tras el que se sindic a los falangistas,8 y que termin con la muertedel polica de custodia.

A poco de iniciada la guerra civil, con el Madrid sitiado, Jimnez de Asa

fue designado para ocupar el cargo de encargado de negocios en la legacinrepublicana en Praga. Se consignaba que el nombramiento se haba realizado,en mrito a ser uno de los intelectuales ms preeminentes de la Nacin,9 ydebido a que el gobierno checoeslovaco era la nica alianza de la RepblicaEspaola en la Europa Central10 y donde al decir de Sez Capel, comprgran parte de las armas necesarias para la guerra11. Desde all, se trasladar a

6Ver E NRIQUE DAZ-ARANDA, El extraordinario Luis Jimnez de Asa, en Los maestrosdel exilio espaol en la Facultad de Derecho, Mxico, UNAM, 2003, p. 189 y ss.

7

ABC, Madrid, 18 de enero de 1936.8 En MANUEL J. PELEZ (editor y coordinador), Diccionario crtico de juristas espaoles, portugueses y latinoamericanos (hispnicos, brasileos, quebequenses y restantes francfonos(hasta 2005). Vol. I (A-L) , Zaragoza, 2005, p. 434, seala fue objeto de un atentado por partede algunos alumnos falangistas suspensos el curso anterior.

9 Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores de Espaa (AMAEE), ExpedientePersonal: P-313/22.525, Madrid, 3 de octubre de 1936, de R. de Urea a Legacin de Checos-lovaquia en esta Capital.

10 MANUEL J. PELEZ (editor y coordinador), Diccionario crtico de juristas espaoles,cit., p. 435.

11 JOS SEZ CAPEL, Luis Jimnez de Asa, profesor de profesores, en www.ciencias-

penales.net, consultado el 15 de marzo de 2009, p. 7.


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Ginebra para integrar la delegacin espaola que asesoraba al ministro Juliolvarez del Vayo con ocasin de los tensos debates que tuvieron lugar en elConsejo de la Sociedad de Naciones sobre la evacuacin de asilados en enerode 193712 y luego para representar a Espaa en la conferencia para represininternacional del terrorismo, que comenz el 1 de noviembre. Mientras, suhermano mdico y catedrtico, Felipe, era designado como encargado de ne-gocios de la embajada espaola en Buenos Aires.

R UMBO AL REFUGIO ARGENTINO

El derrumbe de la Repblica Espaola encontr a Jimnez de Asa enFrancia. En Pars se le haba ofrecido una ctedra, pero observa la crisis euro- pea y teme lo peor del III Reich, de Hitler y del nazismo. La odisea de muchosdirigentes republicanos atenazados all entre la larga mano del franquismo yla expansin por Europa de un Nuevo Orden totalitario, explica la voluntadde encontrar refugio en Hispanoamrica13. La Argentina, pas que vena fre-cuentando a travs de sucesivas estancias de trabajo que haban comenzado en1923 con invitaciones de la Universidad de Buenos Aires y de la InstitucinCultural Espaola, se ofreca como un destino posible.

Naharro-Caldern, que frecuent a Jimnez de Asa en Buenos Aires,a rma que a pesar de su renombre bien ganado, sus colegas argentinos, el exdecano de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales Juan P. Ramos y JorgeEduardo Coll, profesor de Derecho Procesal y Penal y ministro de Justicia,Culto e Instruccin Pblica del presidente Roberto Ortiz, que en 1923 se haban disputado el honor de presentarlo en los mbitos universitarios porteos,no manifestaron mayor inters por facilitar el viaje, y fue la embajada argen-tina en Pars la que le proporcion el visado, a instancias del anterior cancillery tambin colega Carlos Saavedra Lamas. Por su parte, Csar Arrondo relataque: escrutado el legajo del profesor en la universidad platense, encontrare-mos una primera nota que el Decano de la Facultad de Derecho enva a Parsdonde le comunica que con fecha 28 de abril el Consejo Acadmico de la Fa-

12JAVIER R UBIO, Asilos y canjes durante la guerra civil espaola. Aspectos humanitariosde una contienda fratricida , Barcelona, Editorial Planeta, 1979, p. 59.

13Sobre el exilio intelectual republicano en la Argentina, ver: EMILIA DE ZULETA, Espao-les en la Argentina. El exilio literario de 1936 , Buenos Aires, Ediciones Atril, 1999; JOSEFINA CUESTA BUSTILLO, Exilio de Cient cos Espaoles en Argentina (1939-2000), aproximacin,en JULIN CHAVES PALACIOS (coord.),Poltica cient ca y exilio en la Espaa de Franco , Bada- joz, Universidad de Extremadura, 2002; LAURENT BONARDI, Les intellectuels espagnols exilsdans lArgentine peroniste, HAOL , N 5, otoo, 2004. Tambin el nmero 473-474, nov.-dic.

1989 deCuadernos Hispanoamericanos .


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cultad de Derecho, a mocin del consejero Dr. Jos Peco, resolvi invitarlo adar un ciclo de conferencias14. Fechada la carta el 15 de mayo de 1939, el 26Jimnez de Asa acepta la invitacin de la Universidad Nacional de La Plata.Peco har ms, declinando su cargo de director del Instituto de Derecho Penalen el colega espaol, para que ste alcanzara unos ingresos dignos.

Jimnez de Asa es as convocado para dictar una serie de conferenciasen La Plata, que comenz abordando La Ley Penal y su interpretacin el25 de agosto de 1939, y concluy el 15 de septiembre. Con el propsito decostear su salario se implement una partida por Intercambio Universitariodel presupuesto de $150 por cada una de las conferencias. Mientras el ConsejoAcadmico de la Facultad resolvi designarlo profesor especial, a cargo delos Seminarios de Derecho Penal.

Sin embargo, un ncleo de alumnos de la Facultad platense, que habanresistido la conformacin de un comit estudiantil de ayuda a la Espaa leal por manifestarse solidarios con los principios de gobierno del generalsimoFrancisco Franco, negaron jerarqua moral al seor Jimnez de Asa paradictar conferencias, en las que se iba necesariamente a volver sobre cuestionesde ndole poltica, ajenas a la nalidad universitaria. Aquellos estudiantesse opusieron a su nombramiento como profesor extraordinario de la casa,solicitando a la representacin diplomtica espaola datos concretos sobrelas actividades desarrolladas en el perodo pre y post-revolucionario por el

Dr. Luis Jimnez de Asa con el propsito de hacerlas valer si las gestionesaludidas prosperan y en defensa de ntimas convicciones ideolgicas y doctri-narias que no dudamos comparte en un todo el seor Ministro15. Y aunqueel encargado de negocios Francisco de Amat se mostr reacio a intervenirdirectamente, era s partidario de suministrar argumentos para endurecer laruidosa protesta iniciada por los estudiantes, como por ejemplo extractos y publicaciones de diarios de Madrid de antes de la guerra con discursos pronun-ciados por Jimnez de Asa en los mtines socialistas en los que explicaba ydisculpaba los asaltos a los bancos y en los que dijo que la pena de muerte slo

era ecaz aplicada en grandes hecatombes y casos por el estilo. Amat solicitas al Palacio Santa Cruz informaciones para obstaculizar el nombramiento

del exiliado republicano: sera de mucho inters se enviase a la Embajada

14Ver CSAR ARRONDO, Un docente que lleg del exilio a la Universidad Nacional de LaPlata al servicio del Derecho, la Democracia y la Libertad, en JOS NGEL ASCUNCE ARRIETA,MNICA JATO, MARA LUISA SAN MIGUEL (coords.), Exilio y Universidad (1936-1955): presencias

y realidades, Vol. 1 , San Sebastin, Saturraran, 2008.15AMAEE, R. 1577/33, La Plata, septiembre 22 de 1939, de Presidente y Secretario del

Partido de Accin Universitaria de la Facultad de Derecho. s/c: calle 48, N 558 La Plata F.

C. S. a ministro de Espaa en la Argentina, Juan Pablo de Lojendio.


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todo este material periodstico con la mayor urgencia, pues ahora empieza elverano aqu y habra tiempo de sobra para preparar bien las cosas para evitarsorpresas antes de empezar el prximo curso16.

No obstante, los antecedentes de Jimnez de Asa eran brillantes y susvinculaciones, importantes. Era miembro honorario de la Sociedad de Medi-cina Legal de Buenos Aires, de la Sociedad Argentina de Criminologa y de laSociedad Cient ca Argentina, as como contaba con admiradores dentro delCentro de Estudiantes de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y de ladel Litoral. Por esos mismos das, pronunciaba en la Universidad de Tucumnuna conferencia titulada: Las teoras de Norberto Bobbio sobre la analogaen la lgica del Derecho y en el Derecho Penal, trabando relacin, junto conotros exiliados espaoles, con el refugiado antifascista italiano Renato Treves,que haba sido nombrado all titular de la ctedra de Sociologa.La indiscutible trayectoria acadmica fue motivo su ciente para que enla reunin del 22 de mayo de 1940 del Consejo Superior de la Universidad deLa Plata lo designaran en la categora de Profesor Extraordinario de DerechoPenal. La Facultad de Derecho lo nombrara director del Instituto de Crimi-nologa, y luego del Instituto de Altos Estudios Jurdicos.

Con base en la Argentina y dedicado a la investigacin y la enseanza delDerecho, Jimnez de Asa comenzaba un perodo de su vida caracterizado por su involucramiento institucional con la sociedad de acogida, por el cultivo

de su vocacin discipularia como gustaba referir a la obligacin moral delos profesores de formar discpulos, por sus constantes viajes y por su activalealtad a la Repblica Espaola. En 1940 viaja a Chile y Per para dictar cur-sos en distintas universidades, y tambin participa como conferenciante juntocon Rafael Alberti, Jacinto Grau, Augusto Barcia, ngel Ossorio y Gallardo,dentro del ciclo Espaa 1931, organizado por el Centro Republicano Espaolde Buenos Aires. En 1942 es invitado por el ministro de Relaciones Exterio-res de Cuba, doctor Agustn Martnez, tambin renombrado jurista, para darconferencias en La Habana. De all ir a Mxico por seis semanas y en febrero

de 1943 se traslada a EE.UU.17

. En todos los destinos era obsequiado por ca-tedrticos espaoles exiliados y por las colonias republicanas.Tras el golpe militar de junio de 1943 en la Argentina, Jimnez de Asa

renuncia a su cargo de profesor en La Plata, en solidaridad con Peco y otroscolegas que abandonan la docencia. En 1944 viaja a Quito, y da clases all y enGuayaquil, con las que subsiste. Invitado por la Casa de Cultura Ecuatoriana y

16AMAEE, 1577/33, 30 de diciembre de 1939, de encargado de negocios Francisco deAmat a ministro.

17

La Prensa , Buenos Aires, 21 de noviembre de 1942.


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por la Universidad Central lleva a cabo un ciclo de conferencias sobre DerechoPenal, que son retransmitidas por radio, y el 27 de diciembre es invitado a unalmuerzo por el presidente de la Repblica18. Ese ao conoce en un viaje a LaHabana a Mercedes de Briel y el maduro profesor se enamora, para, una vezms, rehacer su vida aunque slo en 1964 obtendr sentencia de divorcio desu primera esposa, Mara Guadalupe Ramrez Rubio, y contraer entoncesnuevas nupcias con la mujer que habr de acompaarlo hasta el n de sus das.Sin abandonar Buenos Aires, dedica tiempo libre y recursos para continuar elentretenimiento de toda su vida, compartido con su hermano Felipe: la reco-leccin de insectos sudamericanos, luego donados al Museo de Entomologa,en la Ciudad Universitaria de Madrid.

Entre enero y mayo de 1945 dicta nada menos que cuarenta y seis confe-rencias en la Facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, concuyo contenido compondr su libro La ley y el delito. Y en los aos siguientes publicar en la Argentina los primeros volmenes delTratado de Dogmtica penal 19.

A ncando en su slido prestigio en los medios universitarios, Jimnezde Asa llevaba una vida ms retirada y menos espectacular que sus colegasOssorio y Gallardo, ex embajador espaol, y Augusto Barcia, ex ministrorepublicano, quienes se movan entre los grupos intelectuales argentinos afran-cesados y los crculos sociales ms encumbrados. Por lo dems, la derrota delos totalitarismos en Europa revalorizara a aquellos profesores y profesionalescultos e inteligentes que difundan teoras que en nada desentonaban con los postulados de la Constitucin argentina20.

Pero el rgimen franquista no lo olvidaba. Su embajada solicitaba a laCancillera argentina que se abstuviera de brindar recepcin o cial a DiegoMartnez Barrios y Jos Miaja, presidente que fue el primero de las ltimasCortes espaolas, y general, el segundo, de las fuerzas defensoras de Madrid,que llegaban a Buenos Aires en abril de 1944 para conmemorar un aniversariorepublicano: el Gobierno Espaol no podra considerar como acto amistosoque el Poder Ejecutivo y ese Gobierno recibieran a los mencionados seoresen honor a unos ttulos desprovistos hoy de valor alguno y no reconocidos porel Gobierno de Espaa al que aun tratan de combatir con los escasos medios a

18AMAEE, R. 1579/2, Quito, 1 de diciembre de 1944, de ministro de Espaa a ministrode Asuntos Exteriores.

19R EGULO MARTNEZ, Republicanos en el exilio , Barcelona, Editorial Personas, 1976, p.56.

20AMAEE, R. 1577/33, Buenos Aires, 6 de noviembre de 1945, reservada N 683, de

conde de Bulnes, embajador, a ministro.


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su alcance21. La Direccin General de Seguridad haba acusado a Jimnez deAsa el 12 de junio de 1940, de perseguidor de los estudiantes de derechas;otra agencia informante aada das ms tarde: Segn referencias es personade ideas de extrema izquierda, a liado al Partido Socialista por el que fue diputado, corruptor y envenenador de las ideas de la juventud universitaria y unode los principales responsables de las desdichas y desgracias que ha padecidoEspaa. El 17 de julio de 1940, el Colegio de Abogados de Madrid sealaba:

Ardiente defensor de la causa marxista; colaborador constante de los gobier-nos del Frente Popular con los que ha desempeado altos cargos pblicosdefensor de todo lo que signi cara desorden y alteracin de los obreros rojos ysocialistas. Huy a Valencia, se le supone en el extranjero. Ha sido expulsado

de esta Corporacin por su evidente desafeccin a la misma.En enero de 1944, el Tribunal de Responsabilidades Polticas, fall en

Madrid condenndolo a sanciones econmicas que signi caban el pago deocho millones de pesetas, lo que comprenda la totalidad de sus bienes, extra-amiento durante el plazo de quince aos, proponiendo al gobierno la prdidade nacionalidad espaola22.

E NTRE EL DERECHO Y LA POLTICA, LA VIGILANCIA FRANQUISTA

Mxico brind las facilidades para que la Espaa derrotada por los nacio-nales pudiera reconstruir en su territorio sus instituciones, con la reunin delas Cortes, la promesa constitucional de Martnez Barrios como presidente dela Repblica y la formacin del gobierno de Jos Giral. All Jimnez de Asaser nombrado ministro sin cartera, no representando al Partido Socialista,sino a ttulo personal. Para entonces, ha retomado sus cargos y ctedras en laUniversidad Nacional de La Plata y ha solicitado una prrroga en su licencia,al haberse aplazado la apertura de aquellas Cortes.

En octubre de 1945, a su paso por Lima rumbo a Mxico, Jimnez de Asa junto con otros republicanos transterrados, se muestra optimista acerca de lalabor que pensaba realizar el Gobierno en el exilio, con ando que recibiran elapoyo de los pases latinoamericanos. No se les escapaba que la representacin

21 AMAEE, 1577/33, Buenos Aires, 24 de marzo de 1944, de embajada de Espaa enBuenos Aires a ministro.

22LUIS E NRIQUE OTERO CARVAJAL, La depuracin de la Facultad de Derecho, en LUIS E N-RIQUE OTERO CARVAJAL (dir.), MIRTA NEZ DAZ-BALART, GUTMARO GMEZ BRAVO, JOS MARA LPEZ SNCHEZ, R AFAEL SIMN ARCE, La destruccin de la ciencia en Espaa. Depuracin

universitaria en el franquismo , UCM-Editorial Complutense, Madrid, 2006, p. 133.


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lograda era imperfecta, pero la expectativa de un cercano regreso a Espaa sealiment con la condena explcita del rgimen franquista en febrero de 1946 enla primera Asamblea de las Naciones Unidas. En cuanto a los reconocimientosdiplomticos, slo se obtuvieron los de los gobiernos de Mxico, Guatemala,Panam y Venezuela23.

Tras compatibilizar poltica con enseanza universitaria por Centroamri-ca, Jimnez de Asa regresa a la Argentina, para encontrarse con el peronismoen el gobierno. Nuevamente, muchos de sus colegas han sido desplazados desus ctedras, y por solidaridad, l tambin se aparta de la universidad, dedi-cndose a dar clases por Hispanoamrica, y a escribir y publicar en editoriales jurdicas de Buenos Aires. No obstante, an en esos das, altos funcionariosdel peronismo honraran la amistad con el jurista. Declarado admirador de la

heterodoxa gura de Jos Ortega y Gasset, el ministro de Relaciones Exterio-res entre 1951 y 1955, Jernimo Remorino, quien fraternalmente le habaayudado antes encargndole colaboraciones para la editorial La Ley,24 reque-rira ahora de sus servicios. Con escndalo consignaba el secretario privadode Franco, respecto del canciller argentino, tiene como secretario trabajandoa sueldo a Jimnez de Asa, de liacin masnica y que tanto contribuy a la poltica sectaria de la segunda repblica espaola25.

En febrero de 1952, Jimnez de Asa llega a Mxico, invitado a pro-nunciar unas conferencias en la Universidad Autnoma. Durante su estanciaest en permanente contacto con Flix Gordn Ords, lvaro de Albornoz,Llus NicolaudOlwer , y dems miembros del gobierno espaol en el exilio.Su protagonismo motiva la vigilancia por la diplomacia franquista, cuyosfuncionarios en Centroamrica son solicitados de enviar informes sobre susdesplazamientos y su accionar. En marzo llegan noticias a Madrid de que laUniversidad de La Habana lo piensa investir Doctor Honoris Causa. El minis-tro de Asuntos Exteriores, Alberto Martn Artajo ordena visitar con urgenciaa algunos personajes afectos al rgimen franquista, como el doctor Jos Ro-drguez Capota, decano de la Facultad de Farmacia y Jos Agustn Martnez, presidente del Instituto Cultural Espaol, para procurar aplazar todo lo posiblela investidura. Pero las gestiones llevadas a cabo por el encargado de negociostopan con el hecho de que la Universidad era en esos das el principal foco deoposicin a Fulgencio Batista, quien no quera realizar un atropello del fuerouniversitario. No obstante, solicit al gobierno de Cuba que convenciera aJimnez de Asa del peligro de expulsin del pas consecuente a una accin

23JOS MARA NAHARRO-CALDERN, op. cit. , p. 94.24JOS SEZ CAPEL, op. cit. , p. 7.25 FRANCISCO FRANCO SALGADO-ARAUJO, Mis conversaciones privadas con Franco , Bar-

celona, Editorial Planeta, 1976, p. 27.


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poltica destacada26. Religiosos se pusieron tambin en accin, para seguirobrando a n de que el acto, cali cado de inoportuno e impopular, no se ce-lebrara. Se insiste ante los diferentes decanos, para in uir sobre el ConsejoUniversitario que deba aprobar la investidura, bajo la presidencia del rector.Sin embargo, el 24 de julio la Universidad de La Habana invisti en solemneceremonia del grado de Doctor Honoris Causa al penalista espaol.

Alejado temporariamente del Centro Republicano, por discrepancias consu dirigencia,27 Jimnez de Asa viaja a Casablanca, Pars, Estocolmo y Lon-dres para asistir a reuniones acadmicas. Tras la cada de Pern vuelve a lasctedras argentinas y en 1955 es nombrado director del Instituto de CienciaPenal y Criminologa de la Universidad del Litoral, y ms tarde del de DerechoPenal y Criminologa en la Universidad de Buenos Aires, para pasar a dirigirla Revista de Derecho Penal y Criminologa . Desde entonces, mantiene unaestrecha relacin con las organizaciones estudiantiles reformistas de la Ar-gentina, destacando entre sus seguidores Guillermo Estvez Boero, quien trashaber liderado masivas movilizaciones estudiantiles en defensa de la educacinlaica, llegara a ser presidente de la Federacin Universitaria Argentina (FUA),y luego diputado nacional por el Partido Socialista Popular. Cuando en marzode 1959, Jimnez de Asa pas por Panam invitado por su Universidad para pronunciar dos conferencias sobre criminologa, se aloj en la residencia dela doctora ngela Romero Vega, embajadora de la Argentina, designada porel presidente Arturo Frondizi, por ser antigua discpula y amiga personal28.Jimnez de Asa viajaba con pasaporte argentino, continuando su viaje aMxico para donde llevaba pasaporte diplomtico, expedido por el gobiernorepublicano en el exilio29.

Al cumplir 70 aos, con la adhesin de la Academia Nacional de Derechoy Ciencias Sociales, un grupo de estudiantes le rindi un homenaje en unagran aula de la Facultad de Derecho. Como recuerda uno de los organizadoresdel acto, Enrique Bacigalupo, del Movimiento Universitario Reformista y di-

sertante junto el presidente del Centro de Estudiantes, Alberto Ciria, y Mario26AMAEE, R. 3596/89, Madrid, 3 de abril de 1952, Resumen para el ministro.27DORA SCHWARZSTEIN, Entre Franco y Pern. Memoria e identidad del exilio republicano

espaol en Argentina, Barcelona, Crtica, 2001, p. 194.28 Nacida en la provincia de Crdoba, la Dra. Romero Vera residi desde muy nia en

Espaa, y estudi Derecho en Zaragoza y en Madrid. Durante la guerra civil regres a laArgentina y revalid su ttulo en la Universidad Nacional del Litoral, donde se reencontr consu maestro Jimnez de Asa.

29AMAEE, R. 5509/7, Panam, 18 de marzo de 1959, de encargado de negocios Javier

Mateos a ministro de Asuntos Exteriores.


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Hernndez, de la agrupacin Reformista de Derecho, Jimnez de Asa, en laArgentina, haba hecho escuela30.

Exilado el ex presidente Juan Domingo Pern en Espaa a partir de enerode 1960, por entonces y despus de aos de desencuentros por las discusionesque motivaran las deudas pendientes desde el protocolo Pern-Franco, la Ar-gentina y Espaa mejoraban ostensiblemente unas vinculaciones deterioradas por ms de una dcada31. Todo ello demandaba un equilibrio que ambos gobiernos estaban dispuestos a encarar.

Si bien la diplomacia franquista procuraba liberar las relaciones conHispanoamrica de la obsesin poltica que haba di cultado un abierto en-tendimiento, sobre todo en los planos econmicos y nanciero, el accionar dela oposicin no sera descuidado. As, Jimnez de Asa seguir siendo objeto predilecto de vigilancia. El embajador de Espaa en Chile llev adelante unaserie de gestiones frente a la Universidad de Chile, ante el canciller GermnVergara y el ministro del Interior, Sotero del Ro, para hacerles ver la conduc-ta ilcita del exilado en relacin con el Reglamento de Extranjera, pidiendoque fuese invitado a encuadrarse dentro de l o a abandonar el pas, siendo elobjetivo perseguido, al menos, controlarlo32. Igualmente se reaccion cuandoen enero de 1961 se reuni en el paraninfo de la Universidad de la Repblicadel Uruguay, la II Conferencia Sudamericana pro amnista de presos y exilia-dos polticos de Espaa y Portugal, a la que asistieron numerosos delegados, parlamentarios, polticos de organizaciones estatales, sindicales, culturales,de la mayora de los pases del continente. Con la participacin destacada deRafael Alberti y Eduardo Ortega y Gasset, la embajada de Espaa en el Uru-guay lider una ofensiva de prensa contra la conferencia, especialmente atravs de las columnas de El Debate, denunciando el carcter comunista delencuentro, y cuyo contenido haba sido jado entre el consejero Eduardo V.Haedo, el director del peridico y funcionarios diplomticos espaoles33. Endiciembre 1962 Jimnez de Asa visit Lima, respondiendo a la invitacin que

30E NRIQUE BACIGALUPO, El exilio de Jimnez de Asa, enCuadernos Luis Jimnez de Asa 23, Madrid, Editorial Dykinson, 2005, p. XII.

31Hemos abordado estos temas en diferentes trabajos, desde: BEATRIZ J. FIGALLO, El Pro-tocolo Pern-Franco. Relaciones hispano-argentinas. 1942-1952, Buenos Aires, Corregidor,1992; El destierro de Pern en la Espaa franquista,Temas de historia argentina y ame-ricana , N 7, julio-diciembre de 2005; Estrategias polticas y econmicas de la tecnocraciafranquista en la Argentina. 1959-1973, Investigaciones y Ensayos N 56, enero-diciembre2006/2007.

32AMAEE, R. 5980/12, Santiago, 14 de enero de 1960, de ministro en Chile a ministrode Asuntos Exteriores.

33

AMAEE, R. 6566/6, Montevideo, 30 de enero de 1961, de embajada a ministro.


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le fue cursada por la Universidad Mayor de San Marcos para pronunciar unasconferencias sobre Derecho Penal. Tambin all, el representante espaol di-rigi al Ministerio de Relaciones Exteriores, una nota en donde solicit poner n en el acto a cualquier actividad que pudiera crear una enojosa situacinentre ambos gobiernos.

E NTRE PERN Y JIMNEZ DE ASA

En enero de 1962 muere Martnez Barrios y Jimnez de Asa, que eravicepresidente de las Cortes en funciones de presidente desde 1945, debeocupar la presidencia de la Repblica en el exilio. As lo hace, encargando deformar gobierno a su compaero de destierro, Claudio Snchez Albornoz34.De no haber ocupado l la presidencia, vacantes las presidencias segunda ytercera, le hubiera correspondido a la dirigente comunista Dolores Ibarruri,representando as la poltica del exilio que denunciaba la ilegitimidad delrgimen franquista35.

En la maana del 24 de febrero el director de Asuntos Polticos de Cen-tro y Sudamrica del Ministerio de Asuntos Exteriores de Espaa, recibi lavisita del consejero de la embajada argentina en Madrid, que haba sido con-vocado para sealarle la posicin o cial con respecto a la noticia difundida por la agencia UPI y publicada en la prensa de Buenos Aires, en torno a una posible protesta del gobierno de la Argentina por las actividades polticasque vena desarrollando el general Pern en Espaa. Aunque la anunciadaqueja fue desmentida, la embajada argentina esperaba ser informada de todolo relacionado con Pern. La respuesta espaola fue que los dirigentes sindi-cales o polticos que lo visitaban procedan siempre de Buenos Aires y que por lo tanto, no le sera difcil al gobierno argentino controlar de antemano laefectiva salida del pas. En la reunin, en cambio, se reclam por la actividadde los separatistas vascos, conceptuadas como ataques a la unidad nacionalde Espaa y a la integridad de su territorio. Aquel malestar coincida conrumores sobre un empeoramiento de las relaciones econmicas entre ambosgobiernos, tras el derrocamiento del presidente Arturo Frondizi, por lo queel gobierno espaol crey conveniente el facilitar durante algunos das in-formes a la embajada en Madrid sobre las personas que ltimamente hayan

34JOS MARA NAHARRO-CALDERN, op. cit. , p. 118.35MILAGROSA R OMERO SAMPER , La oposicin durante el franquismo/3. El exilio republica-

no, Madrid, Ediciones Encuentro, 2005, p. 315; XAVIER FLORES, El Gobierno de la Repblicaen el exilio. Crnica de un imposible retorno, Espacio, Tiempo y Forma , Serie V, Historia

Contempornea, 14, 2001, p. 344.


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visitado al general Pern36. Se aludi tambin a las informaciones publica-das en la prensa argentina sobre la constitucin del nuevo gobierno espaolen el exilio y las declaraciones de Jimnez de Asa y de Snchez Albornoz,subrayando la condicin de ambos, de profesores de la universidad argentina.Entonces dos circunstancias coincidieron para ligar los exilios de Pern y deJimnez de Asa: por un lado, el triunfo peronista en las elecciones de mar-zo, con contingentes que respondan al husped madrileo del franquismo, y por el otro, la eleccin de la respetada gura con resonancias internacionalesdel jurista republicano, socialista y masn, refugiado en la Argentina, paraencarnar la oposicin legal al rgimen del Caudillo. Ello tendra innegablesrepercusiones de poltica exterior en ambos pases.

En paralelo, el consejero de la embajada espaola en Buenos Aires, Mu-

oz Seca, fue convocado por el nuevo subsecretario de Relaciones Exteriores,Garca lvarez de Toledo. En un principio pareci que dicha convocatoriaera con el n de presentar la protesta al gobierno espaol por las actividades polticas del general Pern en Espaa. Sin embargo, el funcionario se limita solicitar el conocimiento que tenan los diplomticos espaoles sobre un posible viaje del general Pern a Egipto.

Muoz Seca tena instrucciones de no enturbiar las relaciones entre losdos pases, sin embargo tambin sac a colacin las declaraciones hechas ala prensa por Luis Jimnez de Asa y los proyectos anunciados por Claudio

Snchez Albornoz, reiterando la circunstancia de que ambos exiliados espa-oles eran catedrticos de la Universidad de Buenos Aires y perciban susemolumentos del presupuesto nacional argentino37. El subsecretario no hizoningn comentario.

Crecientemente, a los intentos de los gobiernos argentinos por frenar lasactividades partidarias y de intervencin en la poltica local que ejecutaba JuanPern desde Madrid, las autoridades espaolas contestaban demostrando losmovimientos que realizaban Jimnez de Asa y otros personajes de la Rep- blica en el Ro de la Plata. O por lo menos as se informaba tanto en crculosdiplomticos espaoles como en fuentes o ciales argentinas38. Tambin, arre-ciaban los rumores sobre la solicitud de extradicin desde Espaa de Pern, pedidos que se robustecan al comps de la crisis argentina, y que aunque p- blicamente estaban encaminados a que el exilado ex presidente respondiera por

36AMAEE, R. 6833/18, Madrid, 24 de febrero de 1962, Reservada, de Centro y Suda-mrica, nota para el ministro.

37AMAEE, R. 6833/18, Buenos Aires, 26 de febrero de 1962, de Emilio Beladiez, encar-gado de negocios a. i. a ministro.

38AMAEE, R. 7251/35, O cina de Informacin Diplomtica, UPI 5.00 h., Buenos Aires,

27. IV.63.


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sus causas de traicin a la patria y asociacin ilcita, por estupro, por incendioy destruccin de templos y archivos histricos y por la quema de la banderaargentina el 11 de junio de 195539, ms tenan como objetivo amedrentarlo.

Desde Buenos Aires se tuvo noticias de que el embajador argentino enMadrid, teniente general Julio Lagos retirado en 1958 y nombrado por elgobierno de Jos Mara Guido en la sede diplomtica argentina desde mayode 1962, haba solicitado a su Cancillera la realizacin de gestiones para im- pedir la permanencia de Jimnez de Asa en la Universidad de Buenos Aires.Esto, segn habra dicho Lagos, facilitara la aplicacin de restricciones aJuan Pern por parte del gobierno de Franco, contralor necesario para que nose empaaran las relaciones entre los dos pases40.

Mientras, en enero de 1963, la cpula de exiliados espaoles se mostrinteresada en utilizar los frecuentes viajes de Jimnez de Asa para conseguiralguna declaracin del gobierno de Mxico en el sentido de que las relacionescon el Gobierno del General Franco no sern establecidas. La declaracin,aunque realizada por un funcionario de segunda lnea de la Procuradura deJusticia, el licenciado Ral Carranc y Rivas, y no por el presidente ni por sucanciller, tuvo lugar durante una de las conferencias de Jimnez de Asa, entrminos claros: Mxico no puede reconocer ni reconocer jams la dictadurade Franco.

EMBATE UNIVERSITARIO

Aquel ao, el embajador espaol en la Argentina, Jos Mara Alfaro Po-lanco, antiguo director del diario Arriba , que fuera subsecretario de Prensa yPropaganda del Ministerio de la Gobernacin a las rdenes de Serrano Suer,41 llev adelante con especial inters y la mxima reserva una gestin encamina-da a estorbar el accionar del presidente de la Repblica Espaola en el exilio.Falangista de la primera hora, durante sus estudios de Derecho en Madrid fre-cuent a Jos Antonio Primo de Rivera, y mientras Jimnez de Asa represen-taba internacionalmente a la Repblica, Alfaro salv su vida refugindose en lasede madrilea de la embajada de Chile, para luego huir a la zona nacional42.

39 El Pas , Montevideo, 18 de febrero de 1963.40 AMAEE, R. 7306/33, Buenos Aires, 5 de marzo de 1963, de embajador Alfaro a mi-

nistro.41 MIGUEL ARGAYA R OCA, Historia de los falangistas en el franquismo. 19 de abril 1937-1

de abril 1977 , Madrid, Plataforma, 2003, p. 132.42

Ibidem .


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El da 13 de marzo el Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y Cien-cias Sociales de la Universidad de Buenos Aires acord no renovar el contratode Luis Jimnez de Asa, que desde haca cinco aos regenteaba la ctedrade Derecho Penal. El 6 la Comisin de Enseanza del Consejo Directivo haba emitido un dictamen recomendando la renovacin del contrato, por otrosdos aos que venca el 16 de abril siguiente, pero a la hora de la votacinno se lograron los dos tercios necesarios para su aprobacin. Para volcar ladecisin del Consejo en contra de Jimnez de Asa, fueron importantes losargumentos de los consejeros Dr. Juan Arnaldo Gregorini, representante delos graduados, y Alberto Padilla, perteneciente al claustro de profesores. Gre-gorini dijo que moralmente era necesario no renovar el contrato debido, sobretodo, a su militancia comunizante y a su admiracin por el rgimen de FidelCastro. En el plano docente, la oposicin se basaba en que, segn Gregorini,Jimnez de Asa imparta una enseanza dogmtica y excesivamente terica,alejada de la realidad penal argentina. En el aspecto poltico, el impugnadorrecalc: La persona propuesta se titula presidente en funciones del gobiernoespaol en el exilio. Ello ha originado graves problemas diplomticos con elgobierno de Espaa, problemas de difcil solucin, sobre todo con respecto alasilo poltico que en Espaa goza el ex mandatario depuesto en la revolucinde 1955. A su vez, el doctor Padilla dej constancia de que su abstencin se

deba slo a que Jimnez de Asa era actualmente jefe del gobierno espaol enel exilio. Yo no s dijo textualmente Padilla si la Facultad puede producirun contrato con un jefe de gobierno extranjero en exilio. Mientras, el profesorGuaglianone propuso consultar con la Cancillera antes de decidir, pero sumocin fue rechazada.

La prrroga del contrato del maestro fue impedida en esa circunstanciadebido a que dos consejeros se pronunciaron por la negativa (Gregorini y Ra-ybaud), cinco se abstuvieron (Padilla, Rezznico, Castro Tornow, Aguinaga yEtchebarne) y tan slo cinco votaron a rmativamente (Dez, Ray, Guagliano-ne, Luqui, Videla Escalada y Binstein).

Tres aos antes, al realizarse en Buenos Aires el congreso internacionalde Derecho Penal (precisamente con la presidencia de Jimnez de Asa), elrepresentante de Blgica, Paul Cornille, penalista catlico y secretario de Jus-ticia de ese pas, dijo, al comentar su presencia en la universidad argentina:Toda Europa os envidia por tenerlo entre vosotros. Se recordaba inclusoque el profesor Quintana Ripolles, titular de la ctedra de Derecho Penal de laUniversidad de Madrid y miembro del Tribunal Superior del Estado Espaol,que concurri al congreso, confraterniz con l. Ambos llegaron a efectuar


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juntos un paseo en yate, en el cual Quintana Ripolles seal que la cienciano poda ser subalternizada por motivos polticos43.

En la sesin celebrada el 20 de marzo por el Consejo Directivo, presidida por su decano y convocada para estudiar el candente problema, se acordvolverlo a la Comisin de Enseanza para que fuera ella la que dictaminara.En espera de la resolucin nal la embajada espaola est dedicando unaespecial atencin a este asunto, llevndolo con la mxima energa y al mismotiempo con la mayor discrecin posible44.

La reaccin de los elementos estudiantiles no se hizo esperar y el Centrode Estudiantes de Derecho y Ciencias Sociales de la FUBA dio a conocer unadeclaracin:

Las razones que fundan la grave medida de no prorrogar el contrato del profe-sor Jimnez de Asa carecen de toda seriedad y constituyen, como es obvio,un atentado a la cultura argentina. Importa destacar que algunos consejerossostuvieron la necesidad de consultar la conveniencia de la contratacin conel Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, por el temor que les imponala contratacin del presidente de la repblica espaola en el exilio. Desdeluego, esa es una posicin pusilnime que destruye la base de la autonomauniversitaria. El doctor Luis Jimnez de Asa es en la actualidad uno de losms importantes juristas de habla hispana y en un pas como el nuestro, dondeel reconocimiento hacia los nuestros no ha sido todo lo que debiera, Jimnezde Asa ha recibido hasta hace poco ese reconocimiento. Hoy, cuando slole resta un poco ms de un ao de prestacin de servicios para acogerse a la jubilacin, se le abandona, en una actitud agraviante e infame.

Dos das despus, un grupo de funcionarios judiciales y graduados, en sumayora alumnos o ex-alumnos de Jimnez de Asa, volvi a la carga y conel n de informar debidamente a la opinin pblica de lo sucedido, enviaronuna nota a la prensa, en la que, despus de referirse al prestigio del profesor considerado como uno de los penalistas ms grandes del mundo y alabar

extensamente su frrea personalidad moral y cientca, expresaban su propsito de solicitar una revisin de la votacin. Las autoridades del movimiento

universitario reformista de Derecho, que result derrotado en las ltimas elec-ciones, se apresuraron tambin a pronunciarse en favor de Jimnez de Asa,difundiendo una solicitada por la que pedan un nuevo pronunciamiento delos tres claustros para obtener la revisin de la actitud del Consejo Directivo

43Primera Plana , Buenos Aires, 26 de marzo de 1963. El caso Jimnez de Asa: Cuan-do la poltica pugna contra la ciencia.

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de la Facultad de Derecho, con la que no slo agravia a una de las guras msrelevantes del Derecho Penal, sino tambin de toda la cultura argentina. Ya rmaba: la motivacin de este hecho argumentada en el sentido de que elnombrado careca de idoneidad para el cargo y adems de que su permanenciaen la Facultad podra signi car un acto de entorpecimiento en las relacionesentre nuestro pas y Espaa, pone en peligro el prestigio cultural no slo denuestra Facultad sino del pas entero.

El doctor Juan Arnaldo Gregorini, hablando en representacin de la ma-yora de los graduados y con el n de aclarar los graves errores de apreciacinque las notas publicadas contienen, defendi la posicin adoptada en unaextensa carta enviada a la prensa. Argumentaba que los cargos que formulcontra Jimnez de Asa para impugnar la renovacin de su contrato habansido los siguientes:

A) incitar pblicamente a la violencia y la rebelin contra una nacin amiga:Espaa, siendo profesor contratado de la Facultad de Derecho y Ciencias So-ciales de la Universidad de Buenos Aires, recogiendo unas virulentas declara-ciones de Jimnez de Asa contra el rgimen espaol, publicadas en el diario

La Razn de Buenos Aires el 13 de agosto de 1961; B) promover o patrocinaractos polticos dentro de la Facultad de Derecho en violacin de expresasdisposiciones del Estatuto universitario, mencionando el acto del supuestohomenaje a Espaa del da 19 de octubre de 1962, durante el cual amigos polticos de Jimnez de Asa hirieron de varios disparos a cuatro estudiantesnacionalistas; C) la injusti cada intervencin del doctor Jimnez de Asa conmotivo de la designacin, como profesor adjunto, del doctor De Angelis Roca,al que hizo falsas imputaciones en abierta contradiccin con certi cados e in-formes del propio Jimnez de Asa, producidos anteriormente; y D) su pblica posicin pro-castrista, en contra de los intereses del pas donde se refugiara,durante la crisis del Caribe de octubre del ao pasado45.

El representante de los egresados ley unos prrafos de Libertad de amar y derecho de morir para sostener que el profesor suscriba teoras contra-rias al derecho de familia y a la moral, y seal, asimismo, que Jimnez deAsa actuaba en partidos de la extrema izquierda como el Socialista ObreroEspaol, que a la Repblica Espaola en el exilio slo la reconocan los pa-ses comunistas y Mxico, que utilizaba como colaboradores elementos deizquierda, que en abril de 1933 milit en la Asociacin de Amigos de Rusia,que sostena inmoralidades en sus escritos, que en junio de 1954 (tiempo de

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Pern) pudo ir con permiso a Uruguay cuando nadie ms pudo ir. A rm, amanera de conclusin, que sus antecedentes marxistas y su posicin castristaeran incompatibles con la funcin docente de la Universidad. Todos esos mo-tivos atentaban contra la integridad moral y rectitud cvica y universitariaque el Estatuto universitario requera para poder desempearse como profesor,carencia de condiciones que no poda compensarse por mritos intelectuales.El 21 apareci una nueva nota en la prensa remitida por la Asociacin de Egre-sados de la Facultad de Derecho y rmada por su presidente y secretario, enla que se acusaba a Jimnez de Asa de profesar pblica y notoria ideologamarxista.

Como veinte aos antes, la representacin diplomtica espaola participa- ba de la embestida contra el exiliado: elementos adictos al Consejo Universi-tario me han solicitado datos concretos sobre la actuacin del Sr. Jimnez deAsa en la guerra espaola y como presidente de la Repblica Espaola en elexilio. Ruego a V.E. me remita aquellos datos que se puedan recoger sobre el particular con la posible urgencia, ya que en las prximas semanas se decidir por el Consejo Universitario sobre este problema46.

Una encuesta realizada entonces porPrimera Plana en distintos ambien-tes universitarios con guraba este panorama. Se acordaba, en general, quedurante la sesin del Consejo se esgrimi malvolamente un dato inexacto:Jimnez de Asa no era el jefe del gobierno espaol en el exilio, sino vicepre-

sidente primero de las Cortes, en funciones por vacancia de la presidencia dela Repblica en el exilio.Profesores de Derecho Penal, reconocidamente anticomunistas y militan-

tes en partidos polticos democrticos, como el doctor Omar Lima Quintana,del conservadurismo, consideraron que Jimnez de Asa no imparta una en-seanza marxista o comunizante y rechazaban la acusacin de que hubiera promovido perturbaciones polticas dentro de la Facultad. Su objetividad estal dijo uno de los consultados que en suTratado de Derecho Penal no ex-cluye a la consideracin del lector la teora penal nazi, a pesar de que Jimnez

de Asa ha sido ferviente enemigo del nazi-fascismo. Ningn sector, ni an el propio doctor Gregorini segn lo declaraba aPrimera Plana pona en dudala calidad cient ca de Jimnez de Asa.

Dos semanas ms tarde los partidarios de que Jimnez de Asa siguieradictando ctedra en Buenos Aires lograron que entrara a consideracin unnuevo proyecto, no ya de prrroga del contrato anterior sino de nueva con-tratacin, tambin por dos aos. Aunque se descontaba que el despacho de laComisin de Enseanza sera favorable, se ignoraba si las arduas gestiones que

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se estaban llevando a cabo posibilitaran que algunos consejeros pasaran dela abstencin al voto a rmativo. In uyentes docentes conservadores tratabande convencer a la mayoritaria representacin estudiantil en el Consejo de laFacultad (Movimiento Universitario del Centro) para que apoyara la contra-tacin de Jimnez de Asa. Los argumentos principales eran que el comunis-mo obtendra enormes ventajas si Jimnez de Asa fuera rechazado, ya queconvertira ese rechazo en bandera de agitacin, demostrndose, tambin, lainconveniencia de que los estudiantes participasen tanto en la designacin de profesores. Simultneamente, profesores, como Sebastin Soler y Jos Peco,que ahora mantenan divergencias con Jimnez de Asa, se sumaron a la opi-nin que avalaba su contratacin, suscribiendo, incluso, un documento reco-mendndolo. El mismo decano de Derecho, Marco Aurelio Risola, esperabaque la polmica se mantuviera dentro de la mayor correccin47.

Por los das de aquellas embestidas, mientras la Argentina viva en unclima de notable agitacin poltica, el jurista se hallaba en Venezuela. As quea su regreso, mientras el presidente Guido diriga un pattico mensaje al pas por la cadena de radiotelevisin nacional pidiendo la concordia de la nacin,concurri a recibirlo al aeropuerto de Ezeiza un nutrido grupo de polticosy colegas as como dirigentes juveniles, destacando entre ellos AlfredoL. Palacios, Ambrosio L. Gioja, Guillermo Ahumada, Carlos Alberto Erro,

Francisco Bonnet y Gonzalo Lozada. Estaban presentes tambin los doctoresFernndez Gianotti, profesor de Derecho Social de la Facultad de Derecho yCiencias Sociales, y Fras Caballero, una comisin del Centro de Derecho yCiencias Sociales, y miembros del Movimiento Universitario Reformista deDerecho48. Convertido en un hecho poltico, la noticia fue retransmitida portelevisin y tuvo gran difusin en la prensa. Horas despus, en la madrugadadel 2 de abril se iniciaba un alzamiento sedicioso, liderado por la Marina y protagonizado por elementos de su Infantera. Las radios ocupadas por lossublevados dieron a conocer un comunicado, de tendencia nacionalista, rma-

do por el teniente general retirado Benjamn Menndez, que se denominabacomandante en jefe de las fuerzas revolucionarias. La partida la tiene ganadael gobierno y si no el gobierno, al menos el campo azul que representa el ge-neral Ongana y Campo de Mayo49, a rmaba el embajador espaol, de aquelenfrentamiento de colorados y legalistas. Saldado con vctimas, detencinde altos jefes navales y militares, en el Uruguay se han asilado dos contral-

47Primera Plana , Buenos Aires, 26 de marzo de 1963.48 Noticias Gr cas , Buenos Aires, 31 de marzo de 1963.49

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mirantes y varios capitanes de navo, que haban tenido activa participacinen la rebelin. En las embajadas hispanoamericanas de Buenos Aires se han presentado tambin gran nmero de o ciales, principalmente del Ejrcito, participantes de la rebelin, solicitando el asilo poltico50.

Tras hablar en el acto de conmemoracin de un nuevo aniversario del ad-venimiento de la II Repblica Espaola, en los que Jimnez de Asa admiti laimposibilidad de reunir a las Cortes tanto en la Argentina como en Mxico, yen el caso de que fuera posible en Madrid, ira para celebrar una sesin en queresignara la presidencia51, el gobierno espaol envi el 20 de abril a la Canci-llera argentina una nota reclamando por las actividades polticas del exilado.

Coincidentemente, se produjo una serie de atentados contra institucionesespaolas en la Argentina: ataques con armas contra la O cina Cultural de laEmbajada de Espaa, la O cina Espaola de Turismo y el Club Espaol, deBuenos Aires. Otros incidentes que incluan bombas de alquitrn y pintadasen ciudades del interior del pas, eran la reaccin por las noticias que dabancuenta del fusilamiento del dirigente comunista Julin Grimau, motivo de granrepulsa internacional y repercusin popular incluso en Espaa. Un tribunalmilitar lo haba encontrado culpable de crmenes ocurridos en Barcelonadurante la guerra civil.

Finalmente, el Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y CienciasSociales de la Universidad de Buenos Aires vot la renovacin por dos aosms del contrato a Jimnez de Asa por 11 votos contra 5. El contrato era por700.000 pesos al ao, lo que vena a ser ms o menos 5.000 dlares anuales. En palabras de Bacigalupo, la propuesta formal de recti cacin fue presentada por el catedrtico de Derecho Constitucional D. Alberto Padilla52.

El 29 de junio, el Consejo Superior Universitario, presidido por el rectorJulio H. G. Olivera, aprob la resolucin, por 16 votos contra 2, por la cual seautorizaba a la Facultad de Derecho a contratar al profesor espaol de Dere-cho Penal Jimnez de Asa, a partir del 25 de abril ltimo y en condicionesequivalentes a la de titular con dedicacin exclusiva. Conforme con la deci-sin originaria del Consejo Directivo de la Facultad de Derecho y CienciasSociales, el contrato incluira una clusula que deba ser aceptada en todassus partes por el interesado, segn la cual quedar disuelto sin indemniza-

50AMAEE, R. 7226/14, Buenos Aires, 10 de abril de 1963, de Alfaro a ministro51Cit. en NIDIA TAGLIABUE, El exilio espaol en Argentina: la labor de Francisco Ayala,

Luis Jimnez de Asa y Lorenzo Luzuriaga, en JOS LUIS ABELLN y A NTONIO MONCLS (co-ords.), El pensamiento espaol contemporneo y la idea de Amrica. II. El pensamiento en elexilio , Barcelona, Anthropos, 1989, p. 499.

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E NRIQUE

BACIGALUPO

, El exilio de Jimnez de Asa, encit. , p. XII.


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cin para ninguna de las partes, en caso de que el profesor contratado ejercierauna funcin poltica efectiva en cualquiera de los rganos de un gobierno enel exilio no reconocido por la Repblica Argentina. Jimnez de Asa declarque aclarara con el decano de la Facultad cul era el alcance de esa limitacinque se haba incluido, aunque a rm que su futura actitud sera indicada porel hecho de que por sobre todas las cosas l era espaol. Respecto al PartidoSocialista Obrero Espaol soy socialista. Aun cuando fui presidente del par-tido, hoy soy simple a liado.

La embajada espaola se senta satisfecha, pues, valindose de elementosnacionalistas, probablemente cercanos a la agrupacin Tacuara, culminanlas laboriosas gestiones que, como ya he informado en varias ocasiones aV.E., hemos venido efectuando con todo inters y con la mxima reserva parasolucionar este delicado asunto53. Para los diplomticos espaoles, despusde la batalla que se le haba planteado dentro del mbito universitario, dondese haba considerado al abrigo de cualquier ataque o desventura, la moral deJimnez de Asa sufri un duro golpe.

DE LA ILUSIN AL DESENCANTO

El 19 de agosto una delegacin del gobierno republicano en el exilio visital presidente electo de la Argentina, Dr. Arturo Humberto Illia, en su residenciadel Hotel Savoy. Encabezaba el grupo Jimnez de Asa, como presidente de lasCortes de aquel gobierno, junto con el historiador Claudio Snchez Albornoz,titular del Consejo de Ministros, y Nicanor Fernndez, integrante del gobier-no. Entonces, Jimnez de Asa dijo a los periodistas que haban concurrido asaludar al doctor Illia en nombre del medio milln de espaoles en el exilio.

La Razn de Buenos Aires, que se haba distinguido por sus ataques al rgimenfranquista y en cuya redaccin trabajaban numerosos exiliados espaoles, traauna crnica detallada de la entrevista. Acompaaba a la delegacin el doctorErnesto Sanmartino, expresin de la simpata que no pocos sectores de la UninCvica Radical manifestaban por los republicanos espaoles.

La reaccin de la embajada espaola no se hizo esperar, y se present unaqueja ante las nuevas autoridades, quienes ubicaron la recepcin de la repre-sentacin del gobierno espaol en el exilio dentro de la euforia del triunfo que propici un alud de entrevistas. Trayendo a colacin la mutua colaboracin delos dos pases, que implicaba el control del ncleo de exiliados republicanosen compensacin de una cierta vigilancia del asilado general Pern, los an-

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tiguos amigos del radicalismo no se mostraron muy dispuestos a ir ms all.Segn se pudo saber por informantes del Gobierno, Jimnez de Asa insistisin xito para ver si lograba alguna presencia en cualquiera de los actos de latransmisin del mando de Illia. Por ello haba decidido que dado su condicinde profesor, se justi caba su ausencia pronunciando alguna disertacin en elinterior del pas. En Ro Cuarto dio un par de conferencias sobre temas de suespecialidad, y por la coincidencia con el 12 de Octubre, fue invitado a pro-nunciar unas palabras sobre la signi cacin del da. La embajada espaola seregodeaba porque Jimnez de Asa no se haba mostrado muy partidario deldecreto del presidente Yrigoyen, lo que haba producido desagrado frente a unauditorio devotamente yrigoyenista54.

SIN VUELTA

El 18 de noviembre de 1964, para asistir al acto de toma de posesin delnuevo presidente Gustavo Daz Ordaz, lleg Luis Jimnez de Asa a Mxico.En el aeropuerto fue recibido por el jefe de ceremonial de la Secretara de Re-laciones Exteriores y por un grupo de veinticinco o treinta exiliados polticosespaoles. Dijo a los periodistas que haba tenido que hacer el vuelo desdeRoma va Montreal, debido a que su esposa, que le acompaaba en el viaje, erade origen cubano y por ello, se les prohibi cruzar el suelo estadounidense.Alab las recientes declaraciones de Daz Ordaz descali cando al rgimenespaol y a rm que los exilados espaoles veran con gran satisfaccin elnombramiento del licenciado Adolfo Lpez Mateos, anterior primer manda-tario mexicano, como secretario general de las Naciones Unidas en el quehara un buen papel mediador entre las naciones de Oriente y Occidente y en elque mostrara su experiencia y saber en cuestiones de poltica internacional.Abord a su gusto el tema de la situacin interior de Espaa, que a pesar de loque digan las voces interesadas, est cada da peor para el rgimen franquista.Este rgimen no tiene ningn futuro, pues ya est acabado aadi y si per-manece en pie es porque ninguna mquina se para de inmediato al aplicrseleel freno. Con fecha 27 Jimnez de Asa impuso, en un acto celebrado en lasede de la Embajada Republicana, las insignias de la republicana Orden dela Liberacin de Espaa al ministro de Marina, almirante Zermeo Araico,al subsecretario, almirante Oliverio F. Orozco y a otros personajes de la mis-ma Secretara. En otra ceremonia, que tuvo lugar en la Escuela RepblicaEspaola condecor con la misma orden a Manuel Aragons, secretario de la

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Embajada espaola y a Alfonzo Gorostiza, por su contribucin a las obras deese centro de enseanza, que fue donado al Departamento de Educacin porlos refugiados55. Para los resistentes exiliados republicanos espaoles, obtenergarantas de que Mxico no variara su respaldo a su gobierno en el exilio ysu poltica para con el rgimen franquista pareca ser el objetivo que motivsu larga estancia de tres meses.

El 19 de diciembre Jimnez de Asa public en el peridico El Da , deMxico, una carta abierta refutando el discurso que pocos das antes haba pronunciado el representante de los Estados Unidos, Adlai Stevenson, durantela Asamblea General de las Naciones Unidas, carta que tambin fue enviada atodos los jefes de misiones extranjeras en la ONU. Los pasajes ms duros erande recriminacin y principismo contra quien opinaba sobre la Espaa recientecon cierta liviandad:

nuestra guerra, la que nos impusieron unos rebeldes a los que hubiramos re-ducido fcilmente si no hubieran contado con la ayuda de los totalitarios queensayaron en Espaa las armas con que mataran poco despus a millones deeuropeos y americanos y sin la lamentable complicidad por omisin de lasdemocracias, puede ser tildada de todo, menos de vergonzosa. Lo vergonzo-so, seor Stevenson, es que el representante de una de las mayores potenciasmundiales de hoy, que pretende ser paladn de los pueblos libres, se retrate,sonriente, dando la mano a Muoz Grandes56, y que por los mismos das en quefue fusilado Grimau, contra cuya ejecucin impetraron incluso altos preladosde la Iglesia, dijera usted, en la feria de Sevilla que el gobierno de Franco erauno de los mejores que Espaa ha tenido.57

En diciembre de 1964 se produce la operacin retorno de Pern, quetermin sin demasiadas complicaciones para Espaa. No obstante, se estabaa la expectativa sobre la decisin que habra de tomar el ministro de Relacio-nes Exteriores sobre el exiliado. Desde el Palacio Santa Cruz, el director deCentro y Suramrica Pedro Salvador de Vicente escriba a la embajada enBuenos Aires:

55AMAEE, R. 7540/42, Mxico, D. F., 29 de noviembre de 1964, representante de a. i.de Espaa Enrique Mahou.

56Ministro secretario General del Movimiento, jefe de las Milicias Falangistas, coman-dante de la Divisin Azul, unidad de voluntarios espaoles en el frente oriental durante laSegunda Guerra Mundial, sera recibido por Hitler en septiembre de 1941 en su cuartel generalde Rastenburg, para ser luego condecorado por su accionar en batalla.

57

En AMAEE, R. 7831/14.


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como imagino que ahora las autoridades argentinas se sentirn en deuda hacianosotros, quiz no estara fuera de lugar el que sin darle carcter o cial, sinosolamente como comentario personal tuyo, aludieses en alguna de tus conver-saciones con los colegas de ese ministerio a la indudable actividad poltica querepresenta la presencia de Jimnez de Asa en Mxico, titulndose presidentede la Repblica Espaola, e incluso, reclamando, segn hemos sabido, su pre-cedencia frente al propio vicepresidente de la Argentina. Lo extravagante de su postura y la absoluta falta de peligrosidad de los exiliados espaoles no debedisminuir la fuerza de nuestra argumentacin frente a esas autoridades. Comorecordaras Jimnez de Asa prometi no intervenir en poltica y a ese precioconsigui la renovacin de su contrato como catedrtico de universidad58.

En Buenos Aires, el embajador Alfaro tuvo ocasin de cambiar unas palabras con el subsecretario de Relaciones Exteriores, Vsquez, y le pre-gunt por las andanzas de Jimnez de Asa en Mxico ya que nos interesanmucho59, en particular de su carta abierta a las Naciones Unidas, le hiceobservar la rma, en que se titula presidente de las cortes espaolas enfunciones de presidente de la Repblica, y de la conferencia que haba dadoen Mxico sobre Espaa y los derechos humanos60, a la que haba asistidoel mismo embajador argentino en Mxico, Silvano Santander. Alfaro noocultaba el disgusto de su gobierno, pues adems se lo haba distinguidocon atenciones personales, invitndolo a las recepciones ofrecidas en la sedediplomtica argentina.

En verdad, en Mxico, Jimnez de Asa se explayaba contra el rgimenfranquista. A n de 1965, durante una estancia para participar de una reuninde penalistas iberoamericanos donde se estudiara un proyecto de Cdigo Pe-nal tipo para todos los pases del subcontinente, seal a la prensa que Espaaera un pas bajo ocupacin, a rmando que los republicanos volvern atomar el poder en Espaa y que en Asturias, el Pas Vasco y Catalua existenfocos de resistencia armada que luchan por la liberacin61.

Si la efectividad de la prdica de los exiliados no haca mella en el plande desarrollo material que por entonces la Espaa franquista desplegaba,

58AMAEE, R. 7616/4, Madrid, 19 de diciembre de 1964, de Pedro Salvador a Pedro deChurruca, marqus de Espinador, embajada de Espaa, Buenos Aires.

59AMAEE, Madrid, 21 de enero de 1965, de Pedro Salvador a Gabriel Martnez de Mata,representante en Espaa, Mxico.

60AMAEE, Buenos Aires, 15 de enero de 1965, de Alfaro a Pedro Salvador de Vicente.61AMAEE, Mxico, 4 de noviembre de 1965, del representante de Espaa a ministro de

Asuntos Exteriores.


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que implicaba desde la mejora de la distribucin de la renta nacional hasta laincorporacin al mercado Comn Europeo62, la situacin argentina era cadavez ms apurada, en medio de huelgas y resistencia social, mientras cobrabanfuerza los rumores de golpe de Estado. Creca tambin la expectativa por unnuevo intento de Pern de regresar a la Argentina, este seor est jugandouna partida muy complicada, engaando a unos y a otros y teniendo a todosen suspenso y en la inquietud.

Si el gobierno argentino comprenda que hospedarlo a Pern implicabauna manifestacin de gratitud hacia quien les haba tendido la mano cuandotodos le daban la espalda, los funcionarios franquistas observaban que a suvez la Argentina se haba mostrado tambin muy acogedora para los polticosexiliados y que, an cuando algunos de ellos son todava ahora perseguidos por su pas de origen, crendole al gobierno argentino no pocos problemas, losespaoles viven aqu, o donde gustan, sin que nuestro gobierno haya intentado jams darles caza ni perseguirles63.

EL FIN

Luego del golpe militar de 1966, tras la presin sufrida por profesoresretrgrados para destituirle64, fracasada por la accin de los estudiantes yde los docentes amigos, con la vigencia del decreto-ley 16.912 que suprimila autonoma universitaria, prohibiendo la actividad poltica en las facultadesy anulando el gobierno tripartito, Jimnez de Asa, an en plena actividad,se aleja de la Universidad65. El ambiente no le era ya propicio; en un discursotransmitido por cadena nacional de radiotelevisin, el ministro del Interior,Enrique Martnez Paz, seal que en 1958 las universidades nacionales fue-ron estructuradas con un criterio marxista, convirtindose as en instrumentosde grupos extremistas que las apartaban de su misin fundamental66.

En junio de 1969, al cumplir 80 aos fue nuevamente agasajado, corres- pondindole a su amigo Claudio Snchez Albornoz ofrecer la demostracin.

62Crnica de un ao de Espaa (18 de julio 1962-18 de julio 1963), Madrid, DocumentosInformativos-Servicio Informativo Espaol, 1963.

63AMAEE, Buenos Aires, 14 de enero de 1966, de Alfaro al ministro Fernando MaraCastiella.

64JOS MARA NAHARRO-CALDERN, p. 11465 Segn re ere JOS SEZ CAPEL, en Luis Jimnez de Asa, profesor de profesores,

cit. , p. 8, ense entonces en el Instituto de Estudios Jurdicos Superiores de la Asociacin deAbogados de Buenos Aires.

66AMAEE, R. 8311/41, Buenos Aires, 9 de septiembre de 1966, de Jos Mara Alfaro

a ministro.


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Ambos llevaban treinta aos de exiliados. Dijo Jimnez de Asa: soy opti-mista. Creo que Espaa ha de liberarse y espero verlo67.

Como un gran sabio que haba adquirido, con su incansable actividaden el mbito de la ciencia penal, estima y reconocimiento universales68, Ji-mnez de Asa falleca el 16 de noviembre de 1970, en Buenos Aires, y fuevelado en el Centro Republicano Espaol. Mientras, Pern, el otro exiliadoque impensadamente haba contrabalanceado desde Espaa parte importantede su experiencia vital de refugio poltico, se preparaba para reintegrarse a la poltica de la Argentina.

67 La Prensa, Buenos Aires, 21 de junio de 1969.68HEINZ MATTES, Luis Jimnez de Asa. Vida y Obra , Buenos Aires, Ediciones Depalma,

1977, p. 11.

jimenez asua peron exilios componentes

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