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Documentos de Trabajo
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El desarrollo de la nocin de mundo
en el perodo fenomenolgicode la obra de Merleau-Ponty:de la subjetividad a la intersubjetividad.
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Carlos Belvedere
Marzo de 2002
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES GINO GERMANIFACULTAD DE CIENCIAS SOCIALESUNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
ARGENTINA
n29
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Los DOCUMENTOS DE TRABAJO son elaboraciones de investigadores
del Instituto. Previo a su publicacin, estos documentos son evaluados
por dos especialistas en el tema y luego discutidos en un Seminario, conla presencia de los autores/as y de investigadores del Instituto.
Asesora Editorial: Mabel Kolesas
Grfica: Ana Piaggio
ISBN 950-29-0677-2
Fecha: marzo de 2002
Instituto de Investigaciones Gino Germani
Facultad de Ciencias Sociales. UBA
Uriburu 950, 6 piso(C1114AAB) Buenos Aires. Argentina
Telfono: (5411) 4508-3815; Fax: (5411) 4508-3822e-mail: [email protected]
Centro de Documentacin e Informacine-mail: [email protected]
http://www.fsoc.uba.ar
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Resumen
Este trabajo describe el desarrollo de la nocin de mundo en el perodofenomenolgico de la obra de Merleau-Ponty, desde su gestacin en sus
primeras publicaciones yLa structure du comportement, hasta la consolidacinde una acepcin tcnica del trmino en Phnomnologie de la perception, texto
en el que tambin se cimenta el proyecto fenomenolgico de su autor.Finalmente, se pasa revista a publicaciones breves en las que Merleau-Pontyrevisa esta primera fase de su obra y comienza a vincular la nocin de mundocon nuevas problemticas.
Abstract
This paper deals with the development of the notion of world during thephenomenological period of Merleau-Pontys work, from his early writings andLa structure du comportement, to Phnomnologie de la perception and some
short writings that review this first phase of his work. Along this itinerary, thenotion of world becomes a technical one, engaged with its authorsphenomenological project.
Carlos Belvedere
Carlos Belvedere es licenciado en Filosofa (USal) y licenciado en Sociologa
(UBA). Ejerce la docencia en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA) y en elInstituto de Ciancias (UNGS). Es autor de artculos sobre teora social, filosofay sociologa de la cultura.
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Agradezco a Graciela Raln de Walton porsu generosidad al haberme introducido avaliossimos textos y comentaristas deMerleau-Ponty. Agradezco tambin a MarioLipsitz por su atenta lectura e insobornable
sentido crtico.
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Indice
Introduccin............................................................... 6
Los primeros escritos ................................................ 8
La estructura del comportamiento............................ 10
La fenomenologa de la percepcin .......................... 17
Continuidad de un proyecto.................................. 19
Nuevos horizontes ............................................... 21
Algunas inquietudes............................................. 23
Una mirada retrospectiva.......................................... 30
El mundo como horizonte de la percepcin............ 31
La ciencia y el mundo vivo ................................... 33
Conclusiones .............................................................. 35
Bibliografa ................................................................. 38
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Introduccin
La obra de Merleau-Ponty es una de las ms polifacticas que hadado el siglo veinte. Decimos polifactica, fundamentalmente, por tres
motivos. Primero, porque ella se tangencia con diversos campos del saber
(las ciencias sociales, la psicologa, la lingstica, el arte pintura y msica,
fundamentalmente-, las matemticas, etc.). Segundo, porque constituye
una sntesis articuladora de paradigmas que con frecuencia se encuentran
en contradiccin (fenomenologa y marxismo, comunismo y liberalismo,
estructuralismo y post estructuralismo). Tercero, porque se trata de una
obra que va atravesando diversas etapas, demarcadas por profundas
transformaciones (fenomenologa, filosofa de la historia y ontologa). Es
esta ltima cuestin la que servir de marco para nuestro trabajo, pues
proponemos centrarnos en el anlisis del momento inicial de este devenir.
Nos ocuparemos del desarrollo del perodo fenomenolgico de la obra
de Merleau-Ponty. Esto introduce la cuestin de qu habremos de entender
por perodos. No se trata ni de compartimentos estancos ni de momentos
de convulsionadas y vertiginosas transformaciones, pues Merleau-Ponty vadesarrollando su obra con variaciones que en su mayor parte- tienen un
carcter gradual y operan sobre un conjunto de nociones recurrentes que
hacen imposible disociar etapas aunque tambin negar su existencia.
Podramos hablar de estratos que van superponindose capas que se
agregan, hasta que el peso del conjunto comienza a desdibujar los primeros
sedimentos-.
Los sucesivos estratos de que hablamos son: la fenomenologa, capa
inicial, la filosofa de la historia, que constituir el suelo donde habr de
germinar, luego, una nueva ontologa. Este tercer estrato es el momento de
mayor inflexin en la obra de Merleau-Ponty, si se lo considera desde el
punto de vista de sus resultados ms inmediatos (esto es: los textos
publicados en vida); sin embargo, si se analizan los diferentes esbozos que
vena realizando ya desde principios de la dcada del 50, se ver que no se
trata de una ruptura sino de un lento y subrepticio proceso de maduracin.
Justamente en este punto cuando Merleau-Ponty, desde la fenomenologa,
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introduce algunas nociones que sern claves en sus textos y borradores de
los aos 50- concluiremos nuestro trabajo.
El estadio que describiremos es, entonces, el ms fenomenolgico en
la obra de Merleau-Ponty; pero, a decir verdad, la fenomenologa es menos
un punto de partida que una conquista. Si uno rastrea el sentido que tiene
el trmino en La structure du comportement (descripcin de las
estructuras1), notar el carcter an impreciso del mismo. Recin en
Phnomnologie de la perception el autor se propone continuar a su manera
(slida y a la vez original) el proyecto iniciado por Husserl2.
En este trayecto, veremos que no slo la fenomenologa sino tambin
la cuestin de la intersubjetividad y la nocin de mundo van cobrando una
acepcin especfica y precisa. Y es justamente ste el objeto de nuestroestudio: ver de qu manera, en torno a la nocin de mundo, se van
delineando dos cuestiones claves para la fenomenologa como lo son la
subjetividad y la intersubjetividad.
1 Le mot de phhomnologie est pris ici dans le sens trs large de description des
structures. (Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris,
Presses Universitaires de France, 1990, p. 170, n3).
2 Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,1999, Avant-propos, pp. I y ss.
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Los primeros escritos
Los primeros escritos de Merleau-Ponty son comentarios crticos de
diversos textos, publicados a partir de 1935. Los mismos se remiten a obras
de Max Scheler (Christianisme et Ressentiment), Gabriel Marcel (Etre et
Avoir), y Jean-Paul Sartre (Limagination). Tambin podramos incluir
aqu su alocucin ante la Sociedad Francesa de Filosofa, en 1938.
Se trata, como es de esperar, de un perodo de gestacin, donde an
no se perfila con total claridad una nocin de mundo ni un proyecto
fenomenolgico propios; sin embargo, ya en una de estas reseas3
despuntan algunos temas que habrn de dominar la etapa ms
fenomenolgica de Merleau-Ponty.All, Merleau-Ponty discute la lectura de Bergson que hace el autor de
La nause, reivindicando al primero, aunque sin desconocer los mritos del
segundo. De este debate queremos rescatar simplemente que, junto a
Husserl y el proyecto fenomenolgio (que aqu permanece todava prximo
al de Sartre) se recurre ya a Bergson, pensador que habr de mantener
cierta presencia a lo largo de la obra de Merleau-Ponty. De todos modos, la
disputa por el momento es de carcter terminolgico y casi libresca; sin
embargo, en un pasaje esta polmica conduce a un punto que aos ms
tarde se volvera central: la cuestin de la percepcin.
La misma aparece tematizada en relacin con su contexto. El
argumento de Merleau-Ponty es que no existen sensaciones aisladas, sino
que ellas se insertan en el contexto lgico del mundo verdadero. Es
nicamente all que la percepcin se vuelve representacin, pero no a la
manera de un equivalente interior de las cosas del mundo, escindiendo el
orden de la conciencia del orden de la realidad substancial (como Sartre leobjetara equvocamente a Bergson).
Merleau-Ponty no avanza aqu mucho ms en este punto. Parece
contentarse con establecer que la lectura sartreana de Bergson es equvoca
porque establece una distincin entre conciencia y realidad substancial,
entre imagen y mundo. Es posible entrever en esto el germen de sus
3 Limagination, Journal de Psychologie Normale et Pathologique, 33e. anne, n9-10, novembre-dcembre 1936, pp. 756-761.
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posteriores crticas a Sartre, aunque contenidas por un respeto y una
admiracin mayores que los manifestados en textos como Humanisme et
terreuro Les aventures de la dialectique. Sin embargo, poco aporta a una
superacin efectiva de las limitaciones del planteo que critica. De qu
manera habr que entender la conciencia y su nexo con el otro y el mundo,
es algo que Merleau-Ponty ir delineando progresivamente en las obras ms
importantes de esta primera etapa. Ellas son: La structure du
comportementy Phnomnologie de la perception.
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La estructura del comportamiento
La nocin de mundo es evocada en La structure du comportement
desde el inicio, a diferencia de lo observado en sus primeros escritos. Ya en
el segundo prrafo, inmediatamente despus de exponer el objetivo de la
obra (las relaciones entre la conciencia y la naturaleza) se lo define como el
conjunto de las relaciones objetivas llevadas por la conciencia 4.
Esa definicin describe el carcter dominante en este trabajo -no en
vano se encuentra en la introduccin misma-. Esta etapa es tal vez la ms
subjetivista en cuanto a la nocin de mundo, pues la relacin de ste con la
conciencia es an muy estrecha. Adems, la cultura no ha irrumpido an
como eje de anlisis, y la historia es slo aludida al pasar5; por eso, cuandose dice que nada en el mundo es extrao al espritu, se alude a la relacin
entre una conciencia y la manera en que sta percibe las relaciones del
mundo exterior6 antes que a una espiritualidad extrasubjetiva que a su
vez sera objeto de percepcin. Esto no significa que se tenga una nocin
unilateralmente subjetiva del mundo. La ambigedad ya est presente aqu
como un rasgo fundamental, pero entendida como relacin indiscernible
del mundo interno con el mundo exterior, y no como un fenmeno cultural
e histrico (como ocurrir en Sens et non sens, por ejemplo). Pero la
ambigedad, en ocasiones, es -adems de una cualidad del mundo- una
caracterstica no buscada del uso de este concepto. Es decir: no slo se
afirma que el mundo es ambiguo, sino que adems se hace referencia a l
de manera ambigua.
Una frase condensa esta ambigedad de la ambigedad del mundo:
la conciencia aparece por un lado como parte del mundo y por otro lado
como coextensiva al mundo7. Es decir que el mundo, en un sentido, es algo
4 Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris, Presses
Universitaires de France, 1990, p. 1.5 Nos referiremos a esto en las conclusiones.6Aqu mundo, adjuntado al adjetivo exterior, es introducido en un juego de
lenguaje distinto, generando un sentido diferente al estipulado en la definicin
recientemente aludida. A este problema (el de los diferentes usos del trmino) me
refiero ms adelante.7 Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris, Presses
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mucho ms abarcante que la conciencia; pero, en otro, puede ser abarcado
por ella. En esta tensin se desarrolla La structure du comportement, una
tensin sostenida entre dos polos: en uno, el mundo abarca a la conciencia;
en otro, es abarcado por ella.
Estos diversos sentidos tienen que ver con diferentes usos del
trmino. Cuando se polemiza con escuelas de psicologa, se hace un uso
polmico y casi coloquial del mismo, entendindose por mundo el medio o
ambiente exterior a la conciencia, es decir: se habla del mundo exterior
en contraposicin al mundo interior. Otro empleo del trmino, tambin
coloquial, ser el usodescriptivo: se habla de mundo fsico, de mundo vital,
de mundo psquico, de la historia como un mundo, etc. Conceptualmente
est ms prximo (en comparacin con el uso sealado anteriormente) dela connotacin especfica que tendr ms adelante esta palabra. Finalmente
-y de manera especial en los ltimos captulos- el mundo es tematizado de
manera explcita y definido con mayor claridad, favorecindose un uso
tcnico del mismo.
A menudo estos tres usos se imbrican mutuamente, y en ocasiones
se confunden. Se trata ms de una distincin analtica que de una
descripcin literal de distinciones explcitas establecidas por el autor. Es
decir: estamos ante tres usos conceptualmente distintos de la palabra
mundo, ms all de que -en ocasiones- en la misma frase pueda
sealarse ms de uno.
A propsito de esta polisemia, uno puede preguntarse qu sentido
tiene exigir mayor claridad y precisin en la definicin y el uso de los
trminos. Tal vez una de las caractersticas ms interesantes de la nocin
de mundo empleada por Merleau-Ponty sea su versatilidad y la amplitud con
que puede ser usada. Justamente por eso hago referencia a una nocin:algo menos preciso que un concepto, nunca explicitado totalmente,
esbozado en sus usos ms que en frmulas y declaraciones.
Desarrollemos ms detalladamente estos diversos usos del trmino
mundo en el primer libro de Merleau-Ponty.
1. En su discusin con las psicologas empiristas e intelectualistas,
Merleau-Ponty hace un uso irreflexivo del mismo, que apela a su acepcin
Universitaires de France, 1990, p. 232.
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coloquial o -en algunos casos- al significado que el destinatario de su
crtica le atribuye para as descalificar argumentos ajenos a partir de las
connotaciones que esta palabra ya carga en el lenguaje cotidiano o en el
lxico de sus adversarios, obviando momentneamente la tarea de redefinir
esta nocin, lo cual obstaculizara su objetivo inmediato. Luego, en otras
obras, cuando la nocin de mundo est ms netamente delineada y sea
objeto de sucesivas reformulaciones, la polmica tender a centrarse ms
en la confrontacin de una nocin propia con las concepciones ajenas
(tomadas como inexactas en comparacin con la suya); pero aqu, Merleau-
Ponty apela a una retrica que podramos calificar como socrtica, pues
parte de utilizar los trminos del adversario para demostrar su
inconsistencia y luego guiarlo hacia una reformulacin de los mismos.De las acepciones coloquiales de la palabra mundo, la ms
frecuentemente utilizada es la que lo identifica con cierta exterioridad
respecto del organismo o la conciencia (ya sea que se hable del
comportamiento animal o del humano)8. Otra acepcin coloquial es la que
se encuentra implcita en la expresin mundo real o mundo verdadero.
Este ltimo sera algo distinto de la conciencia, la que se definira como una
manera de tratar el mundo.
En cuanto a la retrica socrtica que hemos sealado, pueden
determinarse tres interlocutores especficos respecto de los cuales este
procedimiento se utiliza: el realismo, cierta filosofa proclive a caer en
abstracciones, y el cartesianismo. En los tres casos, la argumentacin es
semejante: se asumen las premisas del otro, se sacan de ellas
consecuencias absurdas, y -finalmente- se las descarta y substituye por
conceptos propios (que, por lo general, constituyen una tercera opcin
entre las tesis contradictorias a las cuales la postura que se refutaconduce)9.
8 As, por ejemplo, dir que el organismo elige a qu estmulos del mundo fsico ser
sensible (Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris, Presses
Universitaires de France, 1990, p. 12). Tambin sostendr, por citar un caso ms, que
se ubica al cuerpo humano en medio de un mundo fsico que sera causa de sus
reacciones (op. cit., p. 144).9 Vase, por ejemplo, los interlocutores con los que Merleau-Ponty polemiza a
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En ms de una ocasin, el resultado de la polmica ser el rechazo de
categoras que en su acepcin coloquial haban sido utilizadas tambin por
Merleau-Ponty (tal vez para hacerse entender, para no complicar
innecesariamente la exposicin, o a causa de lo inacabado de su argumento
en las primeras pginas de este trabajo), con lo cual los usos diversos del
trmino mundo no siempre resultan compatibles o consecuentes. Es por
eso que antes seal cierta ambigedad, que a continuacin
describiremos brevemente sealando algunos pasajes en particular.
En lo que respecta al realismo, nuestro autor sostiene que -si se
postula la existencia de fenmenos intermediarios entre la percepcin y el
mundo real-, entonces el mundo se desdobla en el mundo y el mundo
para m, numricamente distinto de aquel10. As se descarta la idea delmundo como exterioridad (nocin utilizada por Merleau-Ponty al hacer un
uso coloquial del trmino mundo).
Al refutar las abstracciones de ciertos argumentos filosficos, el autor
de La structure du comportement termina desechando otra de las
acepciones de la palabra mundo de la cual anteriormente se sirvi. Tras
objetar que esos argumentos -por considerar al cuerpo como un objeto de
conciencia y como un intermediario entre ella y las cosas- conducen a
falsos problemas, desecha la nocin de mundo verdadero como
exterioridad respecto de la conciencia y del organismo, transformando una
relacin que el realismo concibe como contradictoria, en dialctica; y
anunciando con ello la supresin de todos los problemas11.
Finalmente, es preciso mencionar la polmica con el cartesianismo,
que estableca entre el alma y el cuerpo una relacin de expresin12. Con
esto tambin se desecha la idea de mundo como exterioridad, lo cual puede
propsito de la conciencia perceptiva en el captulo IV, punto I; a saber: el
realismo emprico y el realismo filosfico; el pseudo-cartesianismo de la
ciencia y el anlisis cartesiano; y el intelectualismo (Merleau-Ponty, Maurice, La
structure du comportement, Paris, Presses Universitaires de France, 1990, pp. 200-
217).10Op. cit., p. 205.11 Op. cit., p. 220.12
Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris, PressesUniversitaires de France, 1990, p. 225.
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considerarse un nexo entre este uso polmico y el uso tcnico de este
vocablo. As, la retrica socrtica -en los tres casos mencionados aqu-
preformula una definicin propia del mundo, haciendo patente la estrecha
relacin entre ella y estas crticas.
2. Ocupmonos ahora de otro uso menos tcnico que el anterior,
aunque tambin menos ambiguo. Sin una reelaboracin explcita de la
nocin de mundo (es decir: sin transformar este concepto lego en un
trmino tcnico), Merleau-Ponty lo utiliza en su descripcin de diferentes
niveles de realidad. Habla de un mundo humano, de un mundo fsico regido
por leyes, de un mundo vital, etctera13. La historia tambin es aludida al
pasar: se sostiene que la comprensin histrica requiere, entre otras cosas,
una delimitacin de diversos mundos que se suceden. En sntesis: lo fsico,lo vital y lo humano son concebidos como mundos (no como substancias ni
rdenes autnomos) configurados por distintas formas de unidad que
constituyen -por lo tanto- diferentes estructuras y niveles de significacin.
Entre estos niveles puede establecerse cierta jerarqua, ya que cabe hablar
de rdenes superiores que cumplen, resignifican y le quitan autonoma a los
inferiores. Esta jerarqua ira desde el orden humano hasta el fsico,
pasando por lo vital.
3. Tambin sealamos en esta obra algunos intentos por dotar al
trmino mundo de una precisin tcnica; sin embargo, ellos son
intentos titubeantes; y sus resultados, a menudo imprecisos. En ocasiones,
este uso tcnico es obstaculizado por inexactitudes introducidas en el uso
descriptivo o por un uso polmico que conserva a nivel expresivo algunas
de las dificultades que el autor observa en sus adversarios.
En este sentido, Merleau-Ponty concibe al mundo como fenomnico,
en la medida en que la conciencia perceptiva es constitutiva del mismo,aunque no como una suma o sucesin de segmentos percibidos sino como
aquello que permanece ms all de la percepcin actual de manera
semejante a esas verdades que no dejan de ser tales an cuando no pienso
en ellas, que poseen un modo de ser que es del orden de la necesidad
lgica y no de la realidad14. Por eso el mundo est ms all de la
13
Op. cit., pp. 124, 147 y ss.14Op. cit., p. 229.
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percepcin, pero en la percepcin misma: es -como dice de Waelhens,
usando una expresin anacrnica15- en el horizonte de las cosas, no en las
cosas.
Es claro que esta conceptualizacin implica la idea de una cierta
unidad. El mundo es uno: si bien supone perspectivas, todas ellas se
refieren a un mismo mundo intersubjetivo. Por eso el mundo humano no
ser ni lo interior ni lo exterior sino la relacin entre ambos, mediada por el
cuerpo y la percepcin, y con estructuras propias que conforman sus leyes y
su significacin. De all que, como seala Merleau-Ponty, toda escisin o
fragmentacin del comportamiento sea patolgica: o bien una patologa del
individuo, o bien una distorsin introducida por cierta ciencia que tiene
como modelo de comportamiento la patologa (el psicoanlisis, por ejemplo)16.
El mundo, entonces, ser una totalidad estructural percibida por la
conciencia a travs de su corporalidad. Este carcter holsitico permitir
unificar descripcin y prediccin, puesto que la fenomenologa entendida,
segn dijimos, como descripcin de las estructuras- permite percibir la ley
estructural de un mundo y predecir sus futuros estados, puesto que si se
conociera la ley de construccin del todo sera posible derivar de ella la
razn de cada hecho local17.
La corporalidad del mundo, en tanto constituido por la percepcin,
establece ya en esta obra -si bien de manera incipiente- una de las
ambigedades ms significativas: la que hace de l algo irreductible al en-s
o al para-s, a la materialidad pura o la espiritualidad sola. A su vez,
contrarresta el carcter exageradamente unificado que la categora de
estructura o forma le atribuan. Si ella es una totalidad relacional, cerrada,
acabada; un cuerpo es algo bastante distinto: ms ambiguo y opaco.
15 Pues la nocin de horizonte -que aqu resultara oportuna- no es utilizada en esta
obra. [De Waelhens, Alphonse, Une philosophie de lambigut En Maurice
Merleau-Ponty, La structure du comportement, Paris, Presses Universitaires de
France, 1990, p. V.]16 Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris, Presses
Universitaires de France, 1990, p. 193.17Op. cti., p. 142.
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La relevancia del cuerpo y la percepcin como constitutivos del
mundo (en tanto acceso directo a las cosas, no como instrumento u
obstculo) sustentan la nocin deperspectiva. El mundo es percibido (y, por
lo tanto, al menos en algn sentido, constituido) en perspectiva. Nunca se
tiene delante el objeto como totalidad, sino una de sus facetas; lo cual no
quiere decir que no se est ante el objeto mismo, ya que esa perspectiva,
ese mostrarse desde una cara, le es inherente. La perspectiva no es una
distorsin sino una propiedad de las cosas y el mundo.
Este perspectivismo garantiza, segn Merleau-Ponty, la
intersubjetividad, ya que hace posible el acceso a las significaciones
interindividuales18. As, al percibir las cosas, percibo tambin al otro. Por
eso -entre otros motivos- el comportamiento humano supera la alternativadel para s y del en s, puesto que su estructura no es ni cosa ni conciencia.
De este modo, el comportamiento sustenta la ambigedad de manera ms
clara y explcita que el mundo; aunque tambin, en definitiva, remite a l.
Es all donde se puede ver una tensin que marcar toda la reflexin de
Merleau-Ponty acerca del mundo: la tensin entre unidad y fragmentacin.
El comportamiento y el mundo son ambiguos, pero numricamente uno. Su
ambigedad consiste en su carcter irreductible a cualquier dicotoma (en
s-para s, interioridad-exterioridad, etc.); pero su unicidad est dada por la
estructura concebida como totalidad.
Estos aspectos, sumados a una referencia an vaga y secundaria a la
vivencia del mundo y a la posesin del espacio y el tiempo, son las notas
distintivas de la concepcin del mundo que Merleau-Ponty sustenta en esta
primera obra. An no ha irrumpido la historia y la cultura como ejes
centrales de la reflexin sobre el mundo, se mantiene una concepcin
relativamente integrada y homognea del mismo en comparacin condesarrollos ulteriores; sin embargo, aspectos fundamentales de la obra de
Merleau-Ponty ya se encuentran sugeridos aqu, como ser: el mtodo
fenomenolgico, el perspectivismo, y el tratamiento de la dimensin
intersubjetiva propia del mundo.
18 Op. cit., p. 236.
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La fenomenologa de la percepcin
La Phnomnologie de la perception ya es un texto netamente
mundano. Es que, si en La structure du comportementhaba que rastrear
referencias solapadas, insinuaciones o nociones afines que remitieran al
tema del mundo, aqu ya no es necesario hacerlo: desde la introduccin en
adelante, el mundo est presente -ya sea como tema, ya sea como fondo-.
Esto marca una diferencia significativa respecto de la obra anterior: ya no
estamos ante un concepto til o necesario para abordar otros temas, sino
frente a una categora relevante en los anlisis de Merleau-Ponty que no se
invoca a propsito de otras cuestiones o para salir del paso sino que se
tematiza de manera explcita y se toma como pilar de una filosofa propia.Sin embargo, no todo es ruptura respecto de La structure du
comportement: ms bien cabra hablar de una reformulacin del concepto
de mundo. Algunas cuestiones se mantienen (en ocasiones, incluso, se
profundizan); otras, son encaradas de manera distinta aunque sin apartarse
demasiado del rumbo ya fijado, como quien rectifica la marcha antes que
como quien cambia de norte. As, por ejemplo, la nocin de mundo aun es
vinculada al concepto de estructura, a la corporalidad, a la perspectiva, a la
intersubjetividad, al lenguaje; pero tematizndose de manera ms explcita
la ambigedad19, la opacidad20, la indeterminacin, y la libertad21.
Esta rectificacin del rumbo se percibe no slo en la centralidad y
explicitacin de la nocin de mundo, sino tambin en un desplazamiento
correlativo a ste: el predominio de lo que he designado como uso tcnico
por sobre el uso polmico y descriptivo del trmino, ambos
subordinados -mucho ms que antes- a las precisiones tcnicas. El uso
descriptivo de la nocin de mundo -muy frecuente y recursivo en Lastructure du comportement- se vuelve aqu poco comn e irrelevante22. El
19 Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,
1999, pp. 324 y ss.20Op. cit., pp. IV y V.21Op. cit., pp. 496 y ss.22An se habla de mundo natural, mundo psquico, mundo humano (incluso se hace
referencia a un mundo visual, un mundo auditivo, etc.); pero esta diversidadsemntica pierde relevancia puesto que el objeto de esta obra no es describir cada
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uso polmico, si bien persiste, se halla ms imbricado con el uso tcnico,
puesto que ahora la disputa con diversas escuelas y tendencias filosficas
se hace desde una perspectiva propia mucho ms afianzada. Es decir: la
polmica ya no se conforma con destruir argumentos ajenos (razn por la
cual la retrica socrtica que seal a propsito de la obra anterior
desaparece casi por completo), sino que busca afianzar y confrontar una
visin propia del mundo, que se construye ms como una perspectiva
personal que por rechazo de posturas ajenas. As es que el uso polmico
tambin cambia, hasta confundirse (en la mayora de los casos) con el uso
tcnico: como no se parte de perspectivas ajenas, no se asume la
connotacin que el trmino mundo pueda tener para otros sino que se
somete a un uso polmico la misma nocin de mundo elaborada en el usotcnico. Es decir que ambos usos no son aqu contradictorios. Por ejemplo,
Merleau-Ponty ya no parte de lo que Pavlov23 entenda por mundo para
luego mostrar sus contradicciones sino que habitualmente parte de un
concepcin propia, para luego sostener que aquello que otros conciben
como mundo (el realismo, por ejemplo) no es ms que una abstraccin24.
En sntesis: ya no se le concede al adversario la gracia de admitir, siquiera
provisoriamente, la validez de su nocin de mundo sino que se la califica
desde un principio como una visin tergiversada.
Junto a esta reformulacin del debate, se da un cambio de
adversarios. Merleau-Ponty ya no discute con las corrientes conductistas y
empiristas de la psicologa, sino ms directamente con posturas filosficas
(a menudo tratadas de manera un tanto amplia el realismo y el
uno de esos mundos (como en algn sentido ocurra en La structure du
comportement) sino describir y comprender el mundo que rene esas diversasesferas.23 Merleau-Ponty, Maurice, La structure du comportement, Paris, Presses
Universitaires de France, 1990, pp. 55 y ss.24As, por ejemplo, la expresin mundo objetivo ya no es una concesin provisoria
a un adversario, sino que cobra un tono casi peyorativo, que connota una visin
distorsionada del mundo. Esta actitud se percibe, por ejemplo, cuando Merleau-
Ponty cuestiona la representacin que elpensamiento objetivo se hace del mundo
vivido (Merleau-Ponty, Maurice,Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,1999, p. 86).
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idealismo, el empirismo y el intelectualismo, etc.), y con algunos
nombres de la tradicin filosfica (Descartes y Kant, generalmente). El
debate ya no se focaliza, entonces, contra el empirismo y el asociacionismo
(por ms que esta discusin contine, especialmente en la introduccin)
sino ms bien contra el realismo, el idealismo, y sus conceptualizaciones
abstractas y secundarias del mundo.
Continuidad de un proyecto
La Phnomnologie de la perception contina y ampla muchos
aspectos de la acepcin tcnica de la nocin de mundo esbozada en La
structure du comportement.1. An se mantiene la tesis de que el mundo resulta indisociable de la
conciencia perceptiva25. Lo mismo ocurre con el carcter global de la
percepcin, que no constituye su objeto como una suma o sucesin de
elementos sino como una totalidad26.
2. La virtualidad27 ser otro de los puntos de continuidad: si bien
nunca estamos frente a la totalidad del mundo sino que percibimos tan slo
una cara suya, ello no significa que el mundo se reduzca al contenido
presente en la percepcin actual: es la totalidad a la que cada cara remite y
que se encuentra presente slo de manera virtual, ms all de la percepcin
pero en la percepcin misma28. Ahora s resulta adecuada la frase tomada
(casi textualmente) de esta obra por de Waelhens, segn la cual el mundo
es en el horizonte de las cosas, no en las cosas29.
25 Le monde [...] est le milieu naturel et le champ [...] de tout mes perceptions
explicites (op. cit., p. V). Je vise et je perois un monde (op. cit., p. XI).26 Por dar slo un ejemplo, podemos mencionar que -al referirse al esquema
sensorial- Merleau-Ponty hace alusin a une prise de conscience global de ma
posture dans le monde intersensoriel (Phnomnologie de la perception, Paris,
Gallimard, 1999, p. 116).27 Merleau-Ponty se refiere, por ejemplo, al cuerpo comme centre daction
virtuelle (op. cit., p. 127.28Op. cit., pp. 81-83.29
De Waelhens, Alphonse,Une philosophie de lambigut. En Maurice Merleau-Ponty, La structure du comportement, Paris, Presses Universitaires de France,
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Por otro lado, aqu tambin se recuerda (repitiendo casi literalmente
lo afirmado enla obra anterior) que el mundo (Umwelt) no se confunde con
el medio (Welt)30; esto reafirma su carcter virtual pues, as como el mismo
conforma una totalidad no dada pero siempre presente como un ms-all-
de-lo-dado, tambin es algo que trasciende lo existente a mi alrededor, una
totalidad funcional en la que estoy involucrado.
3. Otro aspecto reafirmado en esta obra es la unicidad del mundo,
pero en una relacin ms explcita y compleja con la diversidad y la
fragmentacin. El carcter perspectivista de la percepcin aun remite a una
unidad del mundo, pero ya no slo por el carcter virtual del mismo sino
tambin por el fenmeno de la constancia del espacio, el tiempo y los
esquemas perceptivos y motrices -en fin: por la constancia del cuerpopropio31.
4. A su vez, la intersubjetividad afirma la unicidad del mundo, pero
enfatizando no slo la apertura del organismo hacia l sino tambin el
carcter pre dado, significativo y lingstico del mismo, as como la
ambigedad del fenmeno humano (la indecidibilidad entre interior y
exterior, en s y para s, materia y espritu, naturaleza y cultura). En esto
tambin se contina el camino trazado ya en La structure du comportement
(en cuanto a que la intersubjetividad presupone la conducta simblica -en
especial la palabra intercambiada- y un orden mundano entre las diversas
existencias); pero esta vez tematizando directa y vastamente el problema
del lenguaje tanto como fenmeno comunicativo cuanto como una manera
de habitar el mundo32.
5. La fragamentacin del comportamiento (y, ahora, adems la del
mundo) sigue apareciendo como patolgica, pero ya no distinguida de
manera tan neta respecto del sujeto normal por dos razones: a) que elmundo es fragmentario y lacunar tambin para el sujeto normal, slo que
1990, p. V.30 Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,
1999, pp. 102 y 377.31Op. cit., pp. 106 y ss.32 A ello est dedicado el captulo titulado Le coprs comme expression et la parole
(op. cit., pp. 203-232), adems de otros pasajes de Phnomnologie de laperception.
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en l estos fenmenos no son disociados de la unicidad e integracin del
mismo; y, b) que an el enfermo guarda estrechos vnculos con el mundo
normal, mantiene los medios de volver a l y tiene conciencia de la
artificialidad de su propio mundo y comportamiento33.
6. Este mayor nfasis en lo incompleto contrarresta el carcter
totalitario de la nocin de estructura, establecindose ahora una tensin
entre estructuralismo y fenomenologa existencial a la cual haremos
referencia ms adelante. Anticiparemos tan slo que la corporalidad del
mundo y su relacin con la conciencia perceptiva es uno de los aspectos que
ms fuertemente pone de manifiesto la irreductibilidad del mismo a
categoras cerradas y definidas de manera clara y distinta. En esto, la
Phnomnologie de la perception contina la senda trazada en La structuredu comportement, pero tambin ampla, profundiza y esclarece muchos de
sus conceptos.
7. Finalmente, digamos que no slo permanecen temticas y tomas
de posicin, sino tambin algunas insuficiencias y argumentos
problemticos. El arraigo de la conciencia en el mundo y la orientacin
intersubjetiva de la subjetividad reciben un tratamiento ms minucioso pero
no por ello ms satisfactorio. La intencionalidad de la conciencia es en este
texto- lo que me pone en contacto con las cosas mismas, y la apertura del
yo es lo que me comunica con otros. En numerosos pasajes se retoman y
reelaboran estos argumentos, y -hacia el final de la obra- se intenta hacer
de ellos una refutacin del solipsismo. Pues bien: estos ensayos son ms
cuidados y acabados que los esbozados en La structure du comportement,
pero no ms satisfactorios.34
Nuevos horizontes
Mas all de los puntos de contacto con la obra anterior, la reflexin
respecto del mundo en la Phnomnologie de la perception tiene una
densidad y agudeza mucho mayores que La structure du comportement. No
33 Acerca de la alucinacin y su relacin con la percepcin normal, vid. Merleau-
Ponty, Maurice,Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard, 1999, pp. 385-
397.34 Ya tendremos ocasin de ampliar esto.
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podramos, entonces, limitarnos a sealar su continuidad y ruptura sino que
tambin debemos contemplar las peculiaridades del texto que aqu
analizamos.
Es posible demarcar cuatro facetas en esta ruptura, que -no
obstante- se cruzan en un punto: la ambigedad del mundo, indiscernible
entre conciencia y medio. La Phnomnologie de la perception est surcada
por una infinidad de lneas que -de una u otra manera- atraviesan este
nudo temtico. En este sentido, podra decirse que Phnomnologie de la
perception es -utilizando la terminologa de Deleuze y Guattari- un libro
raicilla. Esto significa que estamos ante un texto que se construye en torno
a un ncleo central desde el cual se trazan lneas de fuga que no
necesariamente retornan a l, pero que tienen en comn este centroirradiante.
Los recorridos que encontramos articulados en torno a esta
concepcin ambigua del mundo son los siguientes.
1. La ambigedad se puede tematizar a partir la experiencia de la
conciencia, que se encuentra desde siempre cercada por el mundo. A partir
de este carcter pre dado del mundo, se define a la conciencia como
conciencia perceptiva35 (no constituyente), lo cual la amarra
indefectiblemente al cuerpo. l, finalmente -al arrojarla a un mundo
compartido- la presenta al otro y hace de ella un sujeto abierto a la
alteridad36.
2. La ambigedad del mundo tambin puede pensarse tomando la
estructura como homologa entre el sujeto y el mundo. A su vez, la nocin
de estructura puede ser concebida como portadora de sentido37, con lo cual
nuestra mundanidad nos amarra al sentido y al lenguaje como uno de sus
paradigmas.
35 Tout conscience est, quelque degr, conscience perceptive. (op. cit., p.
452).36 Merleau-Ponty le dedica un apartado a esta cuestin, titulado Autrui et le
monde humain (op. cit., p. 398-419).37
il ny a pas de monde sans un Existence qui en porte la structure (Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris: Gallimard, 1999, p. 494).
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3. Por otro lado, la ambigedad puede caracterizarse diciendo que no
hay mundo sin subjetividad, as como no hay subjetividad sin mundo 38. Esto
arroja el Yo al mundo, y empea la libertad en la situacin39.
4. Finalmente, la ambigedad puede ser pensada como mediada por
una doxa originaria40 que vincula mi ser con el ser del mundo. Esto es:
habra una certeza primordial que pone en contacto mi conciencia con el
mundo, en un movimiento trascendente que permite definir la existencia
como xtasis.
En cada uno de estos puntos, y a travs de los recorridos sealados,
es posible encontrar tanto fragmentacin cuanto unicidad en el mundo. A su
vez, se percibe una imbricacin entre diversas nociones estrechamente
ligadas a una concepcin de mundo que Merleau-Ponty comienza a delinearcon claridad. La existencia, la encarnacin, el lenguaje, la intersubjetividad,
son algunos de esos conceptos. Se trata de una constelacin de nociones
que giran en torno a la cuestin del mundo, y que se refieren a ella con
cierta agudeza pero no sin generar algunas dificultades. Sealaremos dos
de ellas.
Algunas inquietudes
En primer lugar, notamos cierta tensin entre los resultados de una
fenomenologa existencial que subraya la ambigedad y apertura del
mundo, y una concepcin de estructura relacional que enfatiza los aspectos
ms cerrados y totalizadores del mismo. Y no es que cualquier tensin
irresuelta sea de por s problemtica, sino que -en este caso- ella podra
plantearse de mejor manera evitando una concepcin tan cerrada como la
38 Corrlativement, la gnralit et lindividualit du sujet, la subjectivit qualifie
et la subjetivit pure, lanonymat de lOn et lanonymat de la conscience ne son pas
deux conceptions du sujet entre lesquelles la philosophie aurait choisir, mais deux
moments dune structure unique qui est le sujet concrete. (Op. cit., p. 514). Si
cest par la subjetivit que le nant appartat dans le monde, on peut dire auxxi que
cest par le monde que le nant vient tre. op. cit., pp. 515-516).39 Sobre esta relacin, vase el apartado dedicado a La libert (Merleau-Ponty,
Maurice,Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard, 1999, pp. 496-520).40Op. cit., p. 408.
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de estructura relacional. Esto, sin duda, es ms fcil de sealar hoy en da
puesto que se trata de un concepto ya criticado por diversos paradigmas
epistemolgicos y posturas filosficas de distinta ndole -incluso el
pensamiento de Merleau-Ponty se encaminar en esta direccin,
especialmente en su ltima e inconclusa obra, Le visible et linvisible-; no
obstante, es lcito enriquecerse con las ventajas que ofrece la lectura
diferida de una obra.
En segundo lugar, nos ocuparemos de otro asunto ms definidamente
problemtico: el solipsismo. Aqu tambin encontramos una fuerte
presencia de la descripcin fenomenolgica, ya que es ella la que permite
hallar solucin a tan clebre problema. Pero existen a su vez lmites y
limitaciones a los alcances que se le pretende dar a la descripcin de laexperiencia.
En ambos casos, entonces, veremos cmo los resultados de una
fenomenologa existencial conducen, en esta obra de Merleau-Ponty, a
tensiones y dificultades. A continuacin desarrollaremos sendas
problemticas.
1. El primer problema apuntado es el de la fragmentacin y unicidad
del mundo. Encontramos aqu una tensin entre dos herencias intelectuales
que en Merleau-Ponty subrayan sendos aspectos del mundo: a) la
fenomenologa, al centrar su atencin en la descripcin de la experiencia
natural ante el mundo, le permite dar cuenta de manera ms exhaustiva de
la fragmentacin, la opacidad, e incluso las contradicciones del mundo
vivido41; b) el estructuralismo -con su nocin de totalidad relacional y
conceptos afines (como el de forma)- lo induce a resaltar el carcter
totalitario del mismo (cuestin que luego, en desarrollos como los
esbozados en La prose du monde, es sometida a revisin). Lo cierto es queaqu la fenomoenologa aparece como descripcin inacabada porque debe
dar cuenta de un mundo y una razn que comparten esas caractersticas y
de una conciencia que es el lugar del equvoco. Por otro lado, la idea de
totalidad es abordada por una mirada distinta y arroja resultados
41 Linachvement de la phnomnologie et son allure inchoative ne sont pas le
signe dun chec, ils taient invitables parece que la phnomnologie a pour tchede rvler le mystre du monde et le mystre de la raison. (Op. cit., p. XVI).
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contrapuestos a los de la descripcin fenomenolgica. La forma o
estructura, al ser concebida en trminos relacionales (esto es: como un
todo mayor que la suma de las partes, en el cual cada cambio en una de
ellas produce un cambio en la totalidad) no hace lugar a la fisura, la
imprecisin, la apertura, la indefinicin, la opacidad, y el equvoco. As es
que estas caractersticas arrojadas por la descripcin fenomenolgica como
propias del mundo entran en tensin con la concepcin estructuralista de
totalidad cerrada, sugiriendo la necesidad de un cambio epistemolgico en
esta categora42.
No somos nosotros los nicos en advertir esto. El mismo Merleau-
Ponty procura reunir, de alguna manera, a ambos aspectos en su
tematizacin del mundo. Es aqu, nuevamente, la fenomenologa la que loconduce ms lejos: ella, antes que el estructuralismo, le permite captar la
coexistencia de estas dos cualidades del mundo -esta ambigedad- que
hace de l un conjunto de partes confusamente recogidas en un drama
nico43.
Constituye esto un problema? O es ms bien una solucin? Tal vez
ambas cosas. Es difcil situar a Merleau-Ponty en uno slo de estos planos.
A menudo, navega entre dos aguas. La descripcin del problema es tambin
su solucin, la cual a su vez- consiste en decir que en realidad no hay tal
42 Mereleau-Ponty asume deliberadamente esta tensin entre la apertura y la
clausura del mundo. En sus propias palabras, expone de la siguiente manera este
problema: Ainsi il semble que nous soyons conduits une contradiction : la
croyance la chose et au monde ne puet signifier que la croyance la chose et au
monde ne peut signifier que la prsomption dune synthse acheve, - et cependant
cet achvement est rendu impossible(Merleau-Ponty, Maurice,Phnomnologie de
la perception, Paris, Gallimard, 1999, p. 381). La contradiction que nous
trouvons entre la ralit du monde et son inachvement, cest la c ontradiction entre
lubiquit de la conscience et son engagement dans un champ de prsence. (op.
cit., p. 382). Ainsi il ny a pas entre lengagement et lubiquit de la conscience,
entre la trascendance et limmanence, puisque chacun de ces termes, lorsquil est
affirm seul, fait apparatre son contradictoire. [...] Cette ambigut nest pas une
imperfection de la conscience ou de lexistence, elle en est la dfinition. (op. cit.,
p. 383).
43 Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,1999, p. 231.
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problema. Merleau-Ponty vuelve a evitar as las dificultades de un
racionalismo que pretende explicarlo todo a fuerza de abstracciones, y de
un empirismo ingenuo que presume constatar datos objetivos cuando no
hace ms que enfrentar sus propios prejuicios reificados44. Su salida no es
una explicacin o una prueba mejor que otras, sino una descripcin ms
sutil, ms perceptiva. Slo as se nota que el mundo no es un sistema sino
una totalidad abierta cuya sntesis no puede alcanzarse45. Es decir: la
tensin aqu mencionada no es para l una contradiccin lgica sino una
ambigedad fenomenolgicamente constatada. Por eso es la fenomenologa
la que ms le permite avanzar hacia una posible sntesis compleja entre la
apertura y la clausura del mundo, pues ella -a diferencia del
estructuralismo- hace perceptibles ambos aspectos, por ms que se pongael acento en uno de ellos.
Esta es, entonces, la respuesta (ms que la solucin) de Merleau-
Ponty a este problema. Resulta satisfactoria dentro del marco histrico en el
cual surgi. Cuesta imaginar una salida mejor a este planteo, a menos que
se parta de nociones postestructuralistas o afines a las teoras de la
complejidad que permitan encontrar, al interior de las mismas herramientas
conceptuales con que se piensa la totalidad, aqul carcter abierto e
inacabado que Phnomnologie de la perception supo descubrir
experiencialmente, aunque sin incorporar -ms que a partir de cierta
tensin- en su manera de pensar la totalidad. No es que pretendamos
suprimir toda ambigedad: ms bien procuramos profundizarla, no
presentndola como una tensin entre dos perspectivas (una
fenomenolgica y otra estructuralista), que corren paralelas y con una
relativa independencia, a veces rayana en el eclecticismo, sino como una
cualidad inherente a ambas dimensiones.2. Pasemos ahora a nuestra segunda cuestin. Hay cierta analoga
entre el tratamiento del tema de la relativa apertura y clausura del mundo,
y la formulacin del problema del solipsismo. Ocupmonos ahora de l.
44 Respecto de la crticia a los prejuicios de las perspectivas clsicas sobre la
percepcin, vid. Introduction. Les prjugs classiques et le retour aux
phnomnes (op. cit., pp. 9 y ss.).45Op. cit., p. 254.
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La superacin (o, ms bien, la impugnacin) del solipsismo, tal como
aparece en la Phnomnologie de la perception, puede presentarse en dos
sentidos, ambos a su vez relacionados: a) la vuelta a las cosas mismas; y,
b) la aparicin del otro. Aparentemente, dos problemas distintos; pero la
manera de encararlos es similar. Incluso el problema, en sendos casos,
guarda ntidas semejanzas. Se trata, en definitiva, de cmo es posible que
la conciencia salga de s, hacia un objeto o hacia otro hombre. No debe
sorprender, entonces, que la respuesta sea tambin -en cierta medida- la
misma en los dos planteos.
Vayamos por partes. Primero veamos cmo es posible para la
conciencia acceder a su objeto. En esto, Merleau-Ponty parece retornar a
Husserl y su imperativo de volver a las cosas mismas (especialmente enpasajes como la introduccin a esta obra, en la cual asume el proyecto
fenomenolgico como propio46); pero lo hace de una manera peculiar: las
cosas mismas son ahora objetos de una percepcin cuyo pradigma es de
carcter sensible (no intelectual), lo cual implica amarrarla al cuerpo a la
vez que abandonar la variacin eidtica como mtodo en beneficio de una
descripcin anclada en la experiencia 47.
Este viraje se har sentir tambin en la formulacin del problema que
aqu nos interesa y en la respuesta ofrecida, no por una cuestin de
contenido sino de forma. Es decir: no es que lo sealado en el prrafo
anterior sea la base para ulteriores conclusiones referidas al mundo, sino
que despliega un modo argumentativo que aparece en el tratamiento de
diversas cuestiones, entre ellas la que aqu consideramos. Pues bien: en lo
que respecta a la relacin entre la experiencia de la conciencia y del
conocimiento, Merleau-Ponty ya no busca reconstruirla argumentativamente
46Vid. Avant-propos (Merleau-Ponty, Maurice,Phnomnologie de la perception,
Paris, Gallimard, 1999, pp. I-XVI).47Ms tarde, en Les sciences de l'homme et la phnomnologie, buscar salvar esta
distancia, presentando la variacin eidtica como ligada a la experiencia histrica
en los ltimos trabajos de Husserl, en especial en una carta en la que comenta una
investigacin de Lvy Brhl; pero esta postura no est presente aqu, sino que la
descripcin fenomenolgica del mundo vivido es tratada como continuacin de la
preocupacin husserliana por la actitud natural ante el mundo, no como unaconsecuencia de la variacin eidtica.
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sino describir un acto de percepcin que se instala -no desde un yo, sino
desde un cuerpo- en el mundo y se arroja a los objetos. As es que, una vez
ms, la descripcin fenomenolgica en Merleau-Ponty no ofrece soluciones
sino que disipa falsos problemas.
Algo semejante ocurre con el otro. No ser necesario (ni siquiera
posible) fundamentar y explicar su presencia y su existencialidad, sino que
bastar con describir detenidamente mi experiencia personal para darme
cuenta de que ella es -desde siempre- intersubjetiva, que el otro me es
dado as como yo me doy, sin interioridad recndita, volcado al mundo. De
este modo, ni el otro ni el objeto de mi percepcin precisan fundamentos
sino una descripcin atenta48.
Busquemos ahora algunas semejanzas entre estos dos planteos. Enprimer lugar, ambos consisten en negar la posibilidad de la conciencia como
interioridad pura y, en segundo lugar -aunque tambin en relacin con lo
anterior-, sendas respuestas implican una negacin de la dicotoma sujeto-
objeto. No hay hombre interior (por eso yo y el otro existimos hacia fuera,
en el mundo, junto a los otros) 49 y por lo mismo no hay un sujeto escindido
y enfrentado a un objeto sino un campo perceptivo en el cual la existencia
alcanza objetos (no espejismos) que, a su vez, no seran tales sin ella 50.
Detengmonos en este punto de cruce entre ambos caminos. La
percepcin -dice Merleau-Ponty- no sera tal si no me pusiera en contacto
con su objeto. Concedido, indudablemente. Prosigamos: ese objeto, que no
puede ser cuestionado sin cuestionar con l la percepcin misma, me instala
a su vez en el mundo. Concedido nuevamente, pero esta vez con reservas.
48 Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,
1999,pp. 396-397.49 La vrit n habite pas seulement l homme intrieur , ou plutt il ny a pas
dhomme intrieur, lhomme est au monde, cest dans le monde quiil se connat.
(Op. cit., p. V). Il ny a pas de difficult comprendre comment Je puis penser
Autrui parce que le Je et par consquent lAutre ne sont pas pris dans le tissu des
phnomnes et valent plutt quiils nexistent.Il ny a rien de cach derrire ces
visages ou ces gestes, aucun paysage pour moi inaccessible, juste un peu dombre
qui nest que par la lumire. (Op. cit., p. VI).50
Merleau-Ponty, Maurice, Phnomnologie de la perception, Paris, Gallimard,1999, p. 69.
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En qu mundo me instala? En un mundo ligado a la conciencia perceptiva,
y por lo tanto al cuerpo; en un mundo, en fin, antropocntrico. El objeto de
la percepcin me abre a un mundo anclado en las funciones sensoriales
como campo trascendental de la conciencia; y hasta aqu -si no se pretende
ir ms all- la respuesta de Merleau-Ponty es aceptable. Pero, basta con
esto para superar -o, ms bien, impugnar- el solipsismo? Que mi conciencia
sea inseparable del objeto de la percepcin y de un mundo en el cual ella se
realiza, es suficiente? Merleau-Ponty sostiene que s: que en la percepcin
se me da la cosa misma, que en ella encuentro signos de un objeto que la
trasciende y que me remite al mundo como sistema virtual de todos los
objetos. Sera bueno no descuidar la preocupacin por un mundo ms all
de la percepcin, que no slo sea impersonal y preindividual (como elmismo Merleau-Ponty lo afirma) sino tambinpresubjetivo y extrasensorial.
En fin: por qu no buscar tambin -como deca Deleuze- un sentido del
mundo que no sea el nuestro?
No quisiera con esto descalificar la reflexin -inmejorable en muchos
aspectos- que este texto ya clsico dedica al tema del mundo, pero s dejar
planteada la inquietud por ampliar el alcance de la pregunta por el mundo51.
51 Me ocupo de esta cuestin en La batalla audiovisual. Merleau-Ponty en la lectura
de Foucault y Deleuze (ponencia presentada en la mesa Descripciones,
reducciones: el mtodo en cuestin, del X Congreso Nacional de Filosofa AFRA,24-27 de noviembre de 1999).
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Una mirada retrospectiva
Los desarrollos de la Phnomnologie de la perception son
retrabajados poco despus de su publicacin. En 1946, Merleau-Ponty
comenta esta obra en dos ocasiones.
La primera de ellas, en una entrevista52. Los puntos que subraya all
son los siguientes.
La necesidad de explorar el mundo concreto que permanece al margen
de la ciencia (el de la percepcin, el arte, la religin), rompiendo as con
la representacin cientfica del mundo y recuperando el mundo vivido.
El hecho de que el cuerpo no es un objeto sino mi vnculo con el mundo.
Tambin agrega que no se trata de una relacin de mero conocimientosino que soy en el mundo, en sentido hedeggeriano, y siguiendo a
Husserl- que es un prejuicio de origen teolgico el creer que el ente es
racional de punta a punta o que nuestra relacin con l y con los
hombres se establece en el pensamiento.
Esta relectura, un tanto esquemtica, es ampliada meses despus, en
una conferencia dictada en la Sociedad Francesa de Filosofa. Estn
presentes, entre otros, Brhier e Hyppolite, con quienes Merleau-Ponty
discute luego de la exposicin. Este ltimo le objeta que no existe una
relacin necesaria entre la descripcin de la percepcin -que no presupone
ninguna ontologa- y la ontologa del sentido que propone Merleau-Ponty53.
Nuestro autor responde que no es as, puesto que la percepcin tiene de por
s tres consecuencias filosficas: a) ella es la modalidad original de la
conciencia; b) sus resultados pueden generalizarse ms all de la
descripcin psicolgica; y, c) toda racionalidad, valor y existencia presupone
el mundo percibido como fondo sobre el cual se recorta. 54
52 Merleau-Ponty, Maurice,Le mouvement philosophique moderne (entretien
ralise par Maurice Fleurent), Carrefour, 92, 23 mai 1946, p. 6.53 Merleau-Ponty, Maurice, Le primat de la perception et ses conquences
philosophiques, Vendme, Verdier Editeur, 1996, p. 97.54 Op. cit., pp. 98-101. Tal vez sorprenda que Merleau-Ponty se refiera a estas
cuestiones como consecuencia filosficas, principalmente al punto a); an as,
preferimos mantener la expresin empleada por el autor pues no hace alusin auna cuestin menor en este texto. En efecto: Merleau-Ponty busca all responder a
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Como cierre de esta etapa fenomenolgica de la obra de Merleau-
Ponty55, ampliaremos aspectos de estas consecuencias filosficas que se
vinculan con la nocin de mundo y su desarrollo desde una acepcin
centrada en la subjetividad hacia otra ms asentada en la intersubjetividad.
El mundo como horizonte de la percepcin
Lo propio de la percepcin humana es que ella se realiza sobre el
mundo, no sobre un medio, como la percepcin animal. Este mundo, que
constituye el horizonte sobre el cual se percibe la cosa, no es un objeto ni
una suma de objetos sino un conjunto de relaciones organizadas. No se
trata de un objeto en sentido matemtico o fsico (es decir: una ley nicaque regula todos los fenmenos parciales, o una relacin fundamental
verificada en todos ellos) sino del estilo universal de toda percepcin
posible56.
Ya en esta tesis es posible entrever el carcter de este peculiar texto,
que por un lado recapitula y sintetiza el primer perodo de Merleau-Ponty y,
por otro, prefigura problemticas propias de la dcada del 50. Aqu el
mundo nos es dado en la percepcin como un conjunto de relaciones, tal
como se sostena en La structure du comportementy la Phnomnologie de
la perception; pero tambin se anticipan problemticas propias de Sens et
non sens y, especialmente, de La prose du monde como la nocin de estilo
aplicada al mundo y la discusin del estatuto ontolgico de los objetos de
las ciencias fsico-matemticas.
Tal vez la cuestin que prefigura de manera ms ntida momentos
posteriores de la obra de Merleau-Ponty sea el problema de la
comunicacin57. Pensar la percepcin como sensacin sera concebirla como
objeciones segn las cuales la descripcin fenomenlgica de la percepcin no
tendra consecuencias para la filosofa.55Dejamos sin consideracin Lagrgation de philosophie y Les mouches,
porque no aportan elementos directamente ligados al tema de nuestro estudio.56 Merleau-Ponty, Maurice, Le primat de la perception et ses conquences
philosophiques, Vendme, Verdier Editeur, 1996, p. 50.57
Trat esta cuestin en Ontologa y comunicacin en la obra de Maurice Merleau-Ponty (IV Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicacin, Universidad
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algo privado, personal; pero ocurre que ella no es slo ma porque me abre
a un mundo que es numricamente uno, que comparto con los otros, que
exige que aquello que vivo sea vivido tambin por el otro. Y no slo la
percepcin sino tambin la cosa misma exige esta comunicacin, pues ella
se impone como real a todo sujeto que comparte mi situacin58. Asimismo
mi cuerpo, en tanto sistema de mi presa en el mundo, funda la unidad de
los objetos que percibo de la misma manera que lo hace el cuerpo del otro.
De all que -al conferir a mis objetos la dimensin del ser intersubjetivo- el
cuerpo me propone tambin una comunicacin con el otro en el mundo
vivido por ambos.
Esta comunicacin solicitada por un mismo y nico mundo no debe
interpretarse como indicio de una cosmologa integrista. Si bien Merleau-Ponty no insiste demasiado en esto, al menos se encuentra una advertencia
explcita al respecto cuando sostiene, evocando a Malebranche, que el
mundo es inacabado.
Nacional de Jujuy, Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, 19, 20 y 21 de
agosto de 1999).58
Merleau-Ponty, Maurice, Le primat de la perception et ses conquencesphilosophiques, Vendme, Verdier Editeur, 1996, pp. 51-52.
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La ciencia y el mundo vivido
El mundo de la ciencia pretende establecerse como el mundo de la
verdad, del saber -en fin: como un mundo verificado, a diferencia del
contradictorio mundo percibido. Esto podra parecer una invitacin a que la
ciencia excluya de su seno el mundo de la percepcin en tanto que simple
apariencia; pero no es as: en todo caso lo que hay que discutir es si existe
el mundo coherente que ella postula, no si el mundo percibido tiene algn
valor59.
Ahora bien: de aqu no se desprende que el mundo se reduzca a lo
percibido. Si bien los objetos del pensamiento y de la ciencia nos devuelven
en direccin a l, eso no significa que el mundo percibido sea nuestrouniverso: el mundo ideal o cultural tiene una existencia propia y
originalidad, por ms que se arraigue en el suelo perceptivo. En otros
trminos: la cultura no consiste en percibir, pero el mundo cultural
constituye una segunda capa irreductible a la primera60.
La importancia de esta ltima fase del perodo fenomenolgico en la
obra de Merleau-Ponty radica, en buena medida, en que anticipa
problemticas y posicionamientos que sern centrales en la posterior etapa
del su obra, a saber: la filosofa de la historia. As, por ejemplo, vemos ya
despuntar la actitud que Merleau-Ponty mantendr ante a las ciencias
humanas: les reconoce una significacin filosfica, pero las somete a
torsiones que quienes se dedican a ellas no habran imaginado. As es que
se toma como punto de partida la descripcin del mundo percibido realizada
por diversos psiclogos, pero extrayendo de ella consecuencias filosficas
irreductibles a una mirada psicologista61. Este procedimiento es anlogo al
59Op. cit., pp. 53-54.60 Il y a tout un monde culturel qui constitue une seconde couche au-dessus de
lexprience perceptive. Celle-ci est comme un premier sol dont on ne peut pas se
passer. (Op. cit., p. 85).61 Les psychologues mmes qui ont dcrit le monde peru comme je lai fait en
commenant, les thoriciens de la forme en Allemagne, nont jamais tir de ces
descriptions leurs consquences philosophiques. (Merleau-Ponty, Maurice, Le
primat de la perception et ses conquences philosophiques, Vendme, VerdierEditeur, 1996, p. 63).
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adoptado en la Phnomnologie de la perception, pero con una diferencia de
nfasis que aproxima el espritu -si bien no la letra- de esta fase a la ltima
etapa de la obra de Merleau-Ponty, cuando la cita pormenorizada de las
ciencias positivas va menguando ante un inters filosfico ms voraz.
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Conclusiones
Qu trayecto recorre la nocin de mundo en el perodo inicial de la
obra de Merleau-Ponty, el mismo que hemos caracterizado como
fenomenolgico? Sintticamente, podemos decir que la tematizacin del
mundo pasa de estar eminentemente ligada a la subjetividad, a vincularse
de manera ms inmediata con la intersubjetividad. Para concluir, podemos
resear este recorrido sintetizando los principales aportes que introduce
cada etapa de este perodo a la cuestin sealada.
Los primeros escritos ponen de relieve una cuestin fundamental
que luego dar pie a las distintas variaciones que encontramos en los
momentos subsiguientes: que la nocin de mundo debe concebirse comoindisociablemente ligada a la percepcin, y recprocamente- que la
percepcin se inserta en el contexto del mundo.
El segundo momento, que hemos identificado con La structure du
comportement, constituye el tramo final de la etapa ms subjetivista en la
obra de Merleau-Ponty. Aqu el eje est trazado alrededor de la relacin
entre la conciencia y el mundo exterior. Dicho sintticamente, el mundo es
concebido como el conjunto de las relaciones objetivas llevadas por la
conciencia. Sin embargo, no estamos ante una concepcin unilateralmente
subjetiva, pues no se puede separar el mundo interior del mundo exterior.
Esta tesis que ser explotada ms intensivamente en laPhnomnologie
de la perception- significa aqu que hay distintas perspectivas sobre el
mundo, las cuales constituyen sus distintas entradas. El perspectivismo, as,
posibilitara el acceso a significaciones interindividuales. De all que, tras
pivotar sobre la relacin entre la conciencia y el mundo, este texto
introduzca -aunque sin darle centralidad- una nocin de intersubjetividad,abriendo camino para el tercer momento del perodo que aqu analizamos.
Con la aparicin de Phnomnologie de la perception, Merleau-
Ponty reformula su nocin de mundo, aunque manteniendo ciertos
lineamientos. Permanecen, por ejemplo, los vnculos de la nocin de mundo
con el concepto de estructura, la corporalidad, la perspectiva, la
intersubjetividad, el lenguaje, y sobre todo- la conciencia perceptiva y el
carcter virtual de la percepcin del mundo (que no se da plenamente a unapercepcin actual sino en el horizonte de las cosas, ms all de lo dado).
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Brevemente, podemos decir que no hay mundo sin subjetividad, ni
subjetividad sin mundo; y que esta tesis presente ya en los primeros
escritos de Merleau-Ponty- adquiere aqu otra dimensin, pues esta
conciencia cercada por el mundo y amarrada al cuerpo se encuentra ahora
ms radicalmente abierta a la alteridad. La intencionalidad de la conciencia
nos pone en contacto con las cosas mismas y nos comunica con otros, de
manera tal que el mundo comienza a pensarse a partir de la significacin y
el lenguaje. ste ltimo deviene, as, metfora del mundo.
Respecto del problema de la intersubjetividad, Merleau-Ponty asume
una actitud tpicamente fenomenolgica: tratarlo en trminos de superacin
del solipsismo. De todos modos, su ortodoxia fenomenolgica no va ms
all de hacer suyo el problema pues la solucin que ofrece es como hemosvisto- bastante personal, pues consiste no en impugnar un argumento o en
ofrecer una deduccin sino en una descripcin de la experiencia concreta
del otro. Esto es: atendiendo a la percepcin del otro, se vuelve innecesario
fundamentar y explicar su presencia y su existencialidad, pues la percepcin
misma se da como intersubjetiva de suyo. Luego, el otro me es dado as
como yo me doy al otro: en el mundo.
Finalmente, en los ltimos trabajos con que se cierra el perodo
fenomenolgico de la obra de Merleau-Ponty, se reafirman algunas tesis
sostenidas con anterioridad, particularmente en Phnomnologie de la
perception. As, por ejemplo, se propone romper con la representacin
cientfica del mundo y recuperar el mundo vivido, o se sostiene que la
relacin entre el cuerpo y el mundo no es de conocimiento sino de carcter
existencial. Sin embargo, junto a estas continuidades, encontramos tambin
una reflexin que se asienta en lo ya establecido, llevando ms all algunas
cuestiones introducidas con anterioridad.En particular nos interesa sealar los aportes de esta etapa al
progresivo pasaje de un desarrollo de la nocin de mundo centrada en la
subjetividad a otra ms firmemente asentada en la intersubjetividad. En
esta direccin, el aporte ms definido es la introduccin de una nueva
problemtica (que luego ocupar a Merleau-Ponty): la comunicacin. El
agrumento en cuestin es el siguiente: dado que la percepcin no es algo
privado sino que me abre a un mundo que comparto con otros, la cosa
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percibida exige una comunicacin intersubjetiva pues ella tiene la capacidad
de imponerse como real a todo sujeto que comparta mi situacin.
Sobre esta comunicacin perceptiva se asienta el edificio de la cultura
otro de los puntos en los que los trabajos de esta ltima fase explotan a
un nivel de mayor densidad filosfica los desarrollos precedentes-. El mundo
cultural se arraiga en el mundo de la percepcin, por ms que tenga sus
caractersticas especficas y no se reduzca al substrato del que surge.
Con este recorrido, Merleau-Ponty habiendo partido de las relaciones
de la conciencia y el mundo, pasando por la intersubjetividad y el lenguaje-
deja sentados dos pilares para el desarrollo del segundo perodo de su obra:
la filosofa de la historia. Estos pilares son, a saber: el tratamiento filosfico
de los nociones de cultura y comunicacin.
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