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Homiletics (Long Form - Option 2 | Spanish) Unidos en Misión Fecha de Lanzamiento: 6 de junio de 2021 Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo Puntos Homiléticos para Considerar Las lecturas para esta celebración no se prestan fácilmente a la intención de Unidos en Misión. Sin embargo, la Solemnidad misma es una fuente apropiada para la homilía. Durante el año pasado y más allá, vimos de primera mano que tan importante es la Eucaristía para la vida de la Iglesia. Mientras algunos de nuestros feligreses pueden haber acogido con agrado la dispensa de la obligación dominical de asistir a misa, muchos ciertamente se sintieron privados de un don tan grande, incluso hasta el punto de expresar decepción y consternación. Al mismo tiempo, algunas parroquias encontraron oportunidades para crear experiencias que llamaran a nuestros fieles a la invitación a ser semejantes a Cristo de otras formas más allá de recibir la Eucar- istía (mediante la cual también deberíamos ser lo que comemos): • Los estacionamientos se convirtieron en sitios de distribución de alimentos y los feligreses se involucraron. • Los feligreses salieron a distribuir ayuda a las personas sin hogar. • Se aprovechó el talento de los jóvenes para transmitir misas en vivo. • Cuando las vacunas estuvieron disponibles, muchas ayudaron a asegurar citas para los ancia- nos y aquellos que no tenían acceso en línea. • Los maestros encontraron nuevas formas de dirigir la clase desde casa, ¡además de cuidar a sus propios hijitos! • Nuestros hogares se convirtieron en iglesias y escuelas, con la esperanza de fortalecer la idea de que la fe se vive y se celebra en todas partes, no solo en ciertos lugares. • Aprendimos a sacrificarnos un poco para que otros vivan. • ¿Otros? Tan bueno como todo lo que ha sido durante una pandemia aparentemente debilitante, también descubrimos que no todos podían responder en la misma manera. • Varias parroquias no tenían capacidad para transmitir misas en vivo. • Algunas comunidades están constituidas por muchos que continuaron teniendo que salir de casa para realizar tareas esenciales que debían llevarse a cabo, muchas viviendo en hogares multigeneracionales que facilitan la infección viral. • Algunas parroquias tienen comunidades más mayores y dependen de los feligreses que esta-

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Page 1: Homiletics (Long Form - Option 2 | Spanish)...la vida de la Iglesia. Mientras algunos de nuestros feligreses pueden haber acogido con agrado la dispensa de la obligación dominical

Homiletics (Long Form - Option 2 | Spanish)

Unidos en MisiónFecha de Lanzamiento: 6 de junio de 2021Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Puntos Homiléticos para Considerar

Las lecturas para esta celebración no se prestan fácilmente a la intención de Unidos en Misión. Sin embargo, la Solemnidad misma es una fuente apropiada para la homilía.

Durante el año pasado y más allá, vimos de primera mano que tan importante es la Eucaristía para la vida de la Iglesia. Mientras algunos de nuestros feligreses pueden haber acogido con agrado la dispensa de la obligación dominical de asistir a misa, muchos ciertamente se sintieron privados de un don tan grande, incluso hasta el punto de expresar decepción y consternación. Al mismo tiempo, algunas parroquias encontraron oportunidades para crear experiencias que llamaran a nuestros fieles a la invitación a ser semejantes a Cristo de otras formas más allá de recibir la Eucar-istía (mediante la cual también deberíamos ser lo que comemos):

• Los estacionamientos se convirtieron en sitios de distribución de alimentos y los feligreses se involucraron.• Los feligreses salieron a distribuir ayuda a las personas sin hogar.• Se aprovechó el talento de los jóvenes para transmitir misas en vivo.• Cuando las vacunas estuvieron disponibles, muchas ayudaron a asegurar citas para los ancia-nos y aquellos que no tenían acceso en línea.• Los maestros encontraron nuevas formas de dirigir la clase desde casa, ¡además de cuidar a sus propios hijitos!• Nuestros hogares se convirtieron en iglesias y escuelas, con la esperanza de fortalecer la idea de que la fe se vive y se celebra en todas partes, no solo en ciertos lugares.• Aprendimos a sacrificarnos un poco para que otros vivan.• ¿Otros?

Tan bueno como todo lo que ha sido durante una pandemia aparentemente debilitante, también descubrimos que no todos podían responder en la misma manera.

• Varias parroquias no tenían capacidad para transmitir misas en vivo.• Algunas comunidades están constituidas por muchos que continuaron teniendo que salir de casa para realizar tareas esenciales que debían llevarse a cabo, muchas viviendo en hogares multigeneracionales que facilitan la infección viral.• Algunas parroquias tienen comunidades más mayores y dependen de los feligreses que esta-

ban en mayor riesgo.• La realidad de que el Covid 19 afectó desproporcionadamente a ciertos grupos no se perdió entre nuestras parroquias y escuelas que sirven a estos grupos.• ¿Otros?

Cuando pudimos tener misas en persona nuevamente, aunque al aire libre solamente, la gente regresó, algunos con los ojos llorosos, agradecidos de poder recibir la Eucaristía nuevamente. Lamentablemente, como gran regalo que hemos recibido, todavía no todo el mundo puede cele-brarlo, ni siquiera virtualmente en algunos casos. Muchas parroquias todavía dependen de otras fuentes para hacer disponibles Misas en vivo. Algunas de nuestras parroquias más antiguas necesi-tan actualizaciones de los sistemas de ventilación de iglesias y edificios escolares para permitir reuniones seguras a dentro.

Uno de los primeros lemas que surgieron para alentar la participación de todos para superar la pandemia fue: "Estamos todos unidos en esto". Sin embargo, como muchas personas [se mord-ieron la bala], se quedaron en casa y confiaron en la entrega, muchas otras continuaron a salir de casa, tomaron riesgos y realizaron estas entregas. En su carta a los Corintios, San Pablo escribe que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, cada miembro constituyendo una parte importante e indis-pensable. Hoy, cuando el Cuerpo de Cristo se reúne para celebrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nuestro esfuerzo anual Unidos en Misión nos llama a apreciar precisamente eso: que estamos unidos en la misión de Cristo. No podemos permitirnos el lujo de desear y asegurar para nosotros mismos lo que no deseamos y aseguramos para los demás. Llamados a Avanzar en la Fe, solo podemos hacerlo si todos los miembros avanzan, especialmente aquellos que se encuentran estancados debido a la falta de oportunidades para crecer en el conocimiento y el amor de Dios, para crecer en la relación con los demás en la comunidad y para crecer en el encuentro al mundo y sus recursos.

Al dar gracias - Eucaristía - por el don de poder celebrar y recibir el Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, no olvidemos a aquellos que, careciendo de las necesidades de la vida humana, sólo pueden aspirar a esta necesidad de la vida divina.

El primer verso del Salmo Responsorial (si no se reemplaza por el ministerio de música) pregunta: "¿Cómo volveré al Señor por todo el bien que me ha hecho?" La respuesta es la siguiente: "Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre del Señor". Que no nos limitemos esto a alguna acción litúrgica de levantar la Preciosa Sangre del Señor, ¿podríamos considerar levantar a los bajados entre nosotros e invocar en su nombre el nombre del Señor?

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Homiletics (Long Form - Option 2 | Spanish)

Unidos en MisiónFecha de Lanzamiento: 6 de junio de 2021Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Puntos Homiléticos para Considerar

Las lecturas para esta celebración no se prestan fácilmente a la intención de Unidos en Misión. Sin embargo, la Solemnidad misma es una fuente apropiada para la homilía.

Durante el año pasado y más allá, vimos de primera mano que tan importante es la Eucaristía para la vida de la Iglesia. Mientras algunos de nuestros feligreses pueden haber acogido con agrado la dispensa de la obligación dominical de asistir a misa, muchos ciertamente se sintieron privados de un don tan grande, incluso hasta el punto de expresar decepción y consternación. Al mismo tiempo, algunas parroquias encontraron oportunidades para crear experiencias que llamaran a nuestros fieles a la invitación a ser semejantes a Cristo de otras formas más allá de recibir la Eucar-istía (mediante la cual también deberíamos ser lo que comemos):

• Los estacionamientos se convirtieron en sitios de distribución de alimentos y los feligreses se involucraron.• Los feligreses salieron a distribuir ayuda a las personas sin hogar.• Se aprovechó el talento de los jóvenes para transmitir misas en vivo.• Cuando las vacunas estuvieron disponibles, muchas ayudaron a asegurar citas para los ancia-nos y aquellos que no tenían acceso en línea.• Los maestros encontraron nuevas formas de dirigir la clase desde casa, ¡además de cuidar a sus propios hijitos!• Nuestros hogares se convirtieron en iglesias y escuelas, con la esperanza de fortalecer la idea de que la fe se vive y se celebra en todas partes, no solo en ciertos lugares.• Aprendimos a sacrificarnos un poco para que otros vivan.• ¿Otros?

Tan bueno como todo lo que ha sido durante una pandemia aparentemente debilitante, también descubrimos que no todos podían responder en la misma manera.

• Varias parroquias no tenían capacidad para transmitir misas en vivo.• Algunas comunidades están constituidas por muchos que continuaron teniendo que salir de casa para realizar tareas esenciales que debían llevarse a cabo, muchas viviendo en hogares multigeneracionales que facilitan la infección viral.• Algunas parroquias tienen comunidades más mayores y dependen de los feligreses que esta-

ban en mayor riesgo.• La realidad de que el Covid 19 afectó desproporcionadamente a ciertos grupos no se perdió entre nuestras parroquias y escuelas que sirven a estos grupos.• ¿Otros?

Cuando pudimos tener misas en persona nuevamente, aunque al aire libre solamente, la gente regresó, algunos con los ojos llorosos, agradecidos de poder recibir la Eucaristía nuevamente. Lamentablemente, como gran regalo que hemos recibido, todavía no todo el mundo puede cele-brarlo, ni siquiera virtualmente en algunos casos. Muchas parroquias todavía dependen de otras fuentes para hacer disponibles Misas en vivo. Algunas de nuestras parroquias más antiguas necesi-tan actualizaciones de los sistemas de ventilación de iglesias y edificios escolares para permitir reuniones seguras a dentro.

Uno de los primeros lemas que surgieron para alentar la participación de todos para superar la pandemia fue: "Estamos todos unidos en esto". Sin embargo, como muchas personas [se mord-ieron la bala], se quedaron en casa y confiaron en la entrega, muchas otras continuaron a salir de casa, tomaron riesgos y realizaron estas entregas. En su carta a los Corintios, San Pablo escribe que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, cada miembro constituyendo una parte importante e indis-pensable. Hoy, cuando el Cuerpo de Cristo se reúne para celebrar el Cuerpo y la Sangre de Cristo, nuestro esfuerzo anual Unidos en Misión nos llama a apreciar precisamente eso: que estamos unidos en la misión de Cristo. No podemos permitirnos el lujo de desear y asegurar para nosotros mismos lo que no deseamos y aseguramos para los demás. Llamados a Avanzar en la Fe, solo podemos hacerlo si todos los miembros avanzan, especialmente aquellos que se encuentran estancados debido a la falta de oportunidades para crecer en el conocimiento y el amor de Dios, para crecer en la relación con los demás en la comunidad y para crecer en el encuentro al mundo y sus recursos.

Al dar gracias - Eucaristía - por el don de poder celebrar y recibir el Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, no olvidemos a aquellos que, careciendo de las necesidades de la vida humana, sólo pueden aspirar a esta necesidad de la vida divina.

El primer verso del Salmo Responsorial (si no se reemplaza por el ministerio de música) pregunta: "¿Cómo volveré al Señor por todo el bien que me ha hecho?" La respuesta es la siguiente: "Tomaré la copa de la salvación, e invocaré el nombre del Señor". Que no nos limitemos esto a alguna acción litúrgica de levantar la Preciosa Sangre del Señor, ¿podríamos considerar levantar a los bajados entre nosotros e invocar en su nombre el nombre del Señor?