hojadominicalArzobispado de Tarragona www.arqtgn.cat n. 3.575

a los 4 vientos.....

ominical

Hace un � empo asis� mos a la proeza de un joven inmigran-te que ascendió a fuerza de brazos por la fachada de un

edifi cio, balcón a balcón, para salvar a un niño en peligro de precipitarse al vacío. Y nos maravillamos también viendo como submarinistas expertos lograron rescatar a doce niños atrapa-dos en una di� cil cueva submarina a cuatro kilómetros de su embocadura.

Son gestas que merecen nuestra admiración y aplauso, pero hay otras que, siendo más discretas, están a nuestro alcance para salvar vidas ajenas. La más habitual son las donaciones de sangre, una especie de vasos comunicantes de la solidaridad con el que se rescatan de una muerte inevitable a personas enfermas o accidentadas.

El 13 de mayo de 1981, a media tarde, una personalidad muy conocida sobrevivió gracias a esta bendita prác� ca. Juan Pablo II acababa de ser víc� ma del atentado de Ali Agca en la Plaza de San Pedro. La ambulancia le trasladó con rapidez al Hospital Gemelli. Mientras esto sucedía, el cirujano Dr. Francesco Cru-ci� , que tenía el día libre, había sen� do un impulso inexplica-ble de ir a su hospital. En la radio del coche oyó lo que había pasado y aceleró. Poco después el Papa, que había perdido mucha sangre, recibió transfusiones salvadoras que permi� e-ron efectuar la operación.

La sangre de unos romanos anónimos, a la que se unió la pro-cedente de las donaciones que hicieron, en el momento, mé-dicos y enfermeras del hospital, salvaron la vida del Pon� fi ce.

Desde mi llegada a Tarragona he procurado secundar esta prác� ca de donación de sangre que � ene dos caracterís� cas principales: es voluntaria y se hace sin ningún afán de lucro.

16 de sep� embre de 2018 XXIV Domingo del � empo ordinario

Hemos recibido la vida gra� s y gra� s hemos de ayudar a dar vida a quienes la precisan.

Todos podemos salvar vidas. No serán gestos heroicos de los que salen en los no� ciarios, sino callados gestos de solidari-dad. Es una exigencia de caridad si estamos en condiciones � sicas para hacerlo. Pensemos en cómo nos sen� ríamos cada uno de nosotros si el día que precisáramos de una transfusión no pudiera realizarse por falta de sangre.

Mi gra� tud a los bancos de sangre, a quienes los ges� onan y a los miles de donantes que acuden a sus llamadas, muchos de ellos anualmente. Gracias a ellos hay reservas para hacer fren-te a operaciones quirúrgicas necesarias para salvar la vida de personas accidentadas o víc� mas de atentados, como los que sucedieron hace poco más de un año en Barcelona y Cambrils, y también para restablecer el equilibrio vital a personas con hemorragias por otros mo� vos.

Gracias por donar sangre. Gracias por salvar vidas.Mi gra� tud a los bancos de sangre, a quienes los ges� onan y a los miles de donantes que acuden a sus llamadas‘

Cursos bíblicos por correspondencia

Todos podemos salvar vidas

Enfoca el código QRy accede al video «A los Cuatro Vientos»

El Secretariado diocesano de Animación Bíblica ofrece, un año más, esta formación bíblica por correspondencia, de octubre a mayo, a cargo de un califi cado equipo de preparación, coordinación y seguimiento personalizado. Para este curso se

ofrece los Hechos a los apóstoles (para aquellos que empiecen), los Salmos, la Carta a los Efesios y la Carta a los Colosenses. Todos ellos disponibles en catalán y español. Las inscripciones se pueden realizar antes del día 21 de sep� embre a través de la parroquia o directamente en el Secretariado diocesano (c/ de San Pablo, 4). Para más información: animacio.biblica@arqtgn.cat / tel. 649 23 66 39 (Mn. Antoni Pérez de Mendiguren).

.......................................Cursos bíblicos por correspondencia

El Secretariado diocesano de Animación Bíblica ofrece, un año más, esta formación bíblica por correspondencia, de octubre a mayo, a cargo de un califi cado equipo de preparación, coordinación y seguimiento personalizado. Para este curso se

ofrece los Hechos a los apóstoles (para aquellos que empiecen), los Salmos, la Carta a los Efesios y la Carta a los Colosenses. Todos ellos disponibles en catalán y español. Las inscripciones se pueden realizar antes del día 21 de sep� embre a través de la parroquia o directamente en el Secretariado diocesano (c/ de San Pablo, 4). Para más información: animacio.biblica@arqtgn.cat / tel. 649 23 66 39 (Mn. Antoni Pérez de Mendiguren).

.......................................

† Jaume Pujol BalcellsArzobispo metropolitano de Tarragona y primado

Edita: Arzobispado de Tarragona · Redacción y administración: Pla de Palau, 2 - 43003 Tarragona Directora: Anna Robert · Consejo de redacción: Mn. Joaquim Fortuny, Mn. Francisco Giménez y San� Grimau Secretaria: Montse Sabaté ·Teléfono: 977 233 412 · Web: www.arqtgn.cat · E-mail: publicacions@arqtgn.cat Imprime: Torrell S.A. · D.L.: T-519-01

Ciclo B / LH: Semana IV

Domingo, 16: XXIV Domingo del � empo ordinario [Is 50, 5-9a; Salmo 114, 1-2.3-4.5-6.8-9; Sant 2, 14-18; Mc 8, 27-35 (LE/LH propias)]

Lunes, 17: [1Cor 11,17-26.33; Salmo 39, 7.7-9.10.17; Lc 7, 1-10] San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia (ML)

Martes, 18: San Pío de Pietrelcina (MO) [1Cor 12, 12-14.27-31a; Salmo 99, 2.3.4.5; Lc 7, 11-17]

Miércoles, 19: [1Cor 12,31-13, 13; Salmo 32, 2-3.4-5.12 y 22; Lc 7, 31-35] San Jenaro, obispo y márti r (ML). Aniversario de la ordenación episcopal del Sr. Arzobispo (2004)

Jueves, 20: Santos Andrés Kim Taegon, presbítero, Pablo Chong Hasang, y compañeros, már� res (MO) [1Cor 15, 1-11; Salmo 117, 1-2.16ab-17.28; Lc 7, 36-50]

Viernes, 21: San Mateo, apóstol y evangelistas (F) [Ef 4, 1-7.11-13; Salmo 18, 2-3.4-5; Mt 9, 9-13 (LE/LH propias)]

Sábado, 22: [1Cor 15, 35-37.42-49; Salmo 55, 10.11-12.13-14; Lc 8, 4-15] En Tarragona ciudad: I vísperas de la solemnidad de Santa Tecla

Domingo, 23: XXV Domingo del � empo ordinario [En Tarragona ciudad: Santa Tecla, virgen y már� r (Sol): Sa 3, 1-9; Salm 33, 2-3.4-5.6-7.8-9; He 10, 32-36; Mt 25, 1-13. En el resto de la diócesis (MO): Sab 2, 12.17-20; Salmo 53, 3-4.5.6 y 8; Sant 3, 16-4, 3; Mc 9, 30-37 (LE/LH propias)]

LecturasXXIV Domingo del tiempo ordinario

Lectura del libro de Isaías (50, 5-9a)

El Señor Dios me abrió el oído; yo no resis� ni me eché atrás. Ofrecí la espal-da a los que me golpeaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no escon-dí el rostro ante ultrajes y salivazos. El Señor Dios me ayuda, por eso no sen� a los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no que-daría defraudado. Mi defensor está cer-ca, ¿quién pleiteará contra mí? Compa-rezcamos juntos, ¿quién me acusará? Que se acerque. Mirad, el Señor Dios me ayuda, ¿quién me condenará?

Salmo responsorial [114, 1-2.3-4.5-6.8-9 (R.9)]

Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, porque inclina su oído hacia mí el día que lo invoco.

R. Caminaré en presencia del Señoren el país de los vivos

O bien: Aleluya

Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angus� a. Invoqué el nombre del Señor: «Señor, salva mi vida». R.

El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas, me salvó. R.

Arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída.

Liturgia de la semana

Caminaré en presencia del Señoren el país de los vivos. R.

Lectura de la carta del apóstol San� ago (2, 14-18)

¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que � ene fe, si no � ene obras? ¿Podrá acaso salvarlo esa fe? Si un her-mano o una hermana andan desnudos y faltos del alimento diario y uno de vosotros les dice: «Id en paz, abrigaos y saciaos», pero no les da lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve? Así es también la fe: si no � ene obras, está muerta por dentro. Pero alguno dirá: «Tú � enes fe y yo tengo obras, mués-trame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe».

Lectura del santo Evangelio según san Marcos (8, 27-35)

En aquel � empo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus dis-cípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos les contestaron: «Unos, Juan el Bau� sta; otros, Elías, y otros, uno de los profetas». Él les preguntó: «Y voso-tros, ¿quién decís que soy yo?». Toman-do la palabra Pedro le dijo: «Tú eres el Mesáis». Y les conminó a que no habla-ran a nadie acerca de esto. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre � ene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escri-bas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pe-

dro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!». Y llamando a la gente y a sus dis-cípulos les dijo: «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque, quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evan-gelio, la salvará. Pues ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su alma?».

Jesús es el mesías; pero su camino de salvación es el de su pasión, muerte y resurrección. (Ev. y 1a lect.). Nosotros caemos muchas veces en la tentación de

pensar que el camino de la Iglesia es el del triunfo y del aplauso de este mundo, olvidándonos de que el que quiera seguir a Cristo � ene que negarse a sí mismo y cargar con su cruz. Perder la vida por el Evangelio es el camino de la salvación (Ev.). Nada que ver con una vivencia facilona de una fe sin obras (cf. 2a lect.).