el taller 2015

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  • 8/20/2019 El Taller 2015

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    La vida escolar, los hechos más cotidianos y la historia

    del país se cuentan en El Taller 2015: crónicas y perfles para leer con el corazón.

    MedellínISSN 2215 - 9886

  • 8/20/2019 El Taller 2015

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    Taller de Apoyo a Medios EscolaresPrensa Escuela EL COLOMBIANOUniversidad Ponticia BolivarianaUniversidad de San Buenaventura

    EL COLOMBIANOPresidente

    Luis Miguel De Bedout HernándezDirectora

    Martha Ortiz GómezJefe de Comunicaciones y Relaciones Coorporativas

    María José Jaramillo BerríoCoordinadora Prensa Escuela

    Clara Tamayo Palacio

    Universidad Ponticia BolivarianaRector

    Julio Jairo Ceballos SepúlvedaDecano Escuela de Ciencias Sociales

    Ramón Maya GualdrónDir. Facultad de Comunicación Social y Periodismo

    Juan Fernando Muñoz UribeDecana Escuela de Educación y Pedagogía

    Beatriz Elena López VélezCoordinadores Convenio Prensa Escuela - UPBFacultad de Comunicación Social y Periodismo

    Carlos Mario Cano RestrepoFacultad de Educación

    José Mario Cano Sampedro

    Universidad de San BuenaventuraRector

    Fray José Alirio Urbina Rodríguez, OFM.Decana Facultad de Educación

    Sandra Eugenia Posada HernándezCoordinadora Convenio Prensa Escuela - USB

    Judith María Peña Santodomingo

    Diseño y DiagramaciónDavid Díaz Gallego

    Preprensa EL COLOMBIANODiseño, preimpresión y producción

    EL COLOMBIANO

    Foto de PortadaJuan Antonio Sánchez Ocampo

    EL COLOMBIANO

    Talleristas Medios Escolares 2015Universidad Ponticia Bolivariana

    Facultad de Comunicación Social-PeriodismoAna María Montoya Alzate

    Carolina García MuñozMaría Elizabeth Gómez Montoya

    Sarah Rojas Sariego

    Facultad de EducaciónCarlos Andrés Zuluaga CárdenasKelly Salazar Fernández

    Laura Andrea Restrepo ÁlvarezLaura Daniela Pérez Suárez

    Natalia Cardona SuárezUniversidad de San Buenaventura

    Facultad de EducaciónJuan Pablo Molina Fernández

    Leidy Álvarez TabordaLeidy Salazar Giraldo

    El Taller 2015 Número 11ISSN 2215 - 9886 Es tiempo de revisarnos

    y recorrer nuevos caminos

    Dieciocho textos y volví a conmoverme. Sé queno basta. Después de once años hay muchassituaciones para reexionar: la metodologíadel Taller de Medios Escolares debe cambiar, losobjetivos deben encontrar otro camino para que losmedios escolares no corran con la suerte de vivir enel papel y de saltar al vacío.

    Leí más de una vez los textos que aquí publicamosy volví a encontrar lo que quisiera que muchos jó-venes y maestros comprendieran: ¡hay tanto porcontar!, la vida escolar es tan rica, tan compleja, tancompleta… Los jóvenes y maestros tienen el talentopara narrarla, interpretarla, cuestionarla, transfor-marla. En cada párrafo nos dan lecciones de ética,de historia; lecciones de vida a las que, en muchasocasiones, les damos la espalda de una manera tandisplicente… Y son los maestros, nuevamente, quie-nes tendrían el poder de darles vida a esas historias,más allá de una tarea.

    Mirando en retrospectiva, con estos textos de hoycomo ejemplo, nuestras preguntas desde Prensa Escue-la siguen siendo incisivas: ¿por qué un medio escolarno puede aprovecharse como eje integrador de áreascurriculares? ¿Por qué se confunde con un boletín infor-mativo institucional? ¿Por qué los hechos y personajesde la vida escolar, del barrio donde habita la institución,parecen invisibles? ¿Por qué si la investigación escolargana estatus, los medios escolares no se percatan de ellacomo fuente de historias? ¿Por qué los medios escolaresno reconocen el potencial de los formatos periodísticosy de las plataformas tecnológicas para enriquecer la for-mación de niños y jóvenes?

    Clara Tamayo PalacioCoordinadora Prensa EscuelaEL COLOMBIANO

    Con un norte claro Prensa Escuela explora caminos para potenciarlos medios escolares.

    Hago una aclaración: esta no es una generalización,hablo por los ejemplos que tengo más cercanos y queconozco. Hablo desde lo que anhelamos y creemosque se puede construir. Hablo por los ejemplos quecada año encontramos y que, felizmente se publicanen El Taller como un ejercicio de escritura. Hablo porlos ejemplos que cada año encontramos y que, infor-tunadamente se quedan en el camino enredados enobstáculos administrativos, en palabras vacías.

    Y en esa búsqueda de respuestas seguimos, conven-cidos de que los caminos para ir tras las respuestasno se agotan y de que, seguramente, tendremosnuevos compañeros de viaje, tan experimentadose idóneos como las Universidades Ponticia Boliva-riana y de San Buenaventura, con las cuales hemosalcanzado un nivel de legitimación académica muyrelevante para el programa Prensa Escuela, espe-cialmente por la producción de conocimiento dedocentes como Juan Carlos Ceballos y Beatriz Ma-rín en el curso de sus doctorados, así como por lasinvestigaciones que hemos adelantado en compa-ñía de ambas universidades.

    Dieciocho textos cercanos a la narrativa perio-dística sacuden nuevamente las entrañas dePrensa Escuela, un programa que, por cualquiercamino que transite, tendrá el mismo norte:contribuir con la formación de ciudadanos com-prometidos a partir de la lectura de contextos yde la narración de los mismos con todo lo quela comunicación y la educación pueden apor-tarle a un ejercicio ciudadano que le dé priori-dad al bien común.

    Jóvenes del Colegio Salesiano El Sufragio presentan su trabajo en el PrimerEncuentro de Medios Escolares Prensa Escuela en mayo de 2015

    Prensa Escuela es uno de los programas sociales de EL COLOMBIANO que le aporta a la formación de

    ciudadanos sensibles y comprometidos con su entorno,por medio de la lectura de prensa y la motivación

    a la escritura desde los géneros periodísticos.Contribuimos con la formación de lectores con criterio

    y de productores de contenido con responsabilidad.

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    Existe una relación insoslayable entre edu-cación y comunicación. Esta relación tienedistintas aristas en términos formativos,pues cada vez más se reconoce el impactode los medios de información y comunicaciónen la formación del individuo. Si bien informar noes formar, una de las bases de la formación es lainformación; es decir, la persona se constituye detal o cual manera a propósito, entre otras cosas,

    de la información a la que accede y que puedeser convertida en saber o conocimiento.

    Para la Facultad de Educación de la UniversidadPonticia Bolivariana la relación educación-co-municación se ha concretado a partir del con-venio Prensa Escuela.En este sentido, en losperles de egreso de nuestros licenciados aspectoscomo la formación en lectura y escritura; la forma-ción ética, política y estética; el pensamientocrítico y la creatividad; la interdisciplinariedad;y las didácticas han sido fortalecidos por la par-ticipación en este programa.

    Los nueve años de esta relación interdisciplinarhan permitido la circulación de conceptos, for-mas de hacer y valores de uno y otro campo. Estacirculación ha sido posible, sobre todo, por el recono-cimiento inicial entre comunicadores y pedagogos, esdecir, por la conuencia y diálogo productivo entrequienes tienen en los medios masivos de comuni-cación y en la escuela a un número signicativo deactores que tienen la expectativa de la información yde la formación.

    Los comunicadores y los pedagogos siempre tienenla palabra como el mecanismo de interacción. Estapalabra tiene que ser cuidada como un bien público,pues con lo que se transmite en la relación educa-ción comunicación se conguran formas de ciuda-danía fundamentales para la construcción de nación. Eneste sentido, la responsabilidad ética y política es unaspecto central, pues cada vez más es imprescindi-ble que en esta relación se entienda la relevancia dela transmisión de un legado y la construcción de nuevosescenarios.

    En la transmisión de un legado, comunicadores ypedagogos son responsables de la comprensión so-ciohistórica del contexto de la nación; esta comprensiónimplica que tanto en la docencia como en la comunica-ción se trabaje en pro de mensajes que se sustenten

    Beatriz Elena López VélezDecana Escuela de Educación y PedagogíaUniversidad Ponticia Bolivariana

    Maestros y comunicadoresconstruyen la palabracomo un bien público

    en la indagación, en la búsqueda de fuentes conables, quetengan validez por el rigor y la sistematicidad de quienes inda-gan, y cada vez menos en sus juicios de valor generalizados, enclisés o en lugares comunes que son efectistas por su retórica,pero vacíos por su contenido.

    La construcción de nuevos escenarios es un imperativo enlos tiempos que vivimos. Ahora bien, no es posible construirestos escenarios, de manera responsable, si comunicadoresy pedagogos no reconocen el marco histórico de la na-ción. Para el caso concreto del postconicto al cual, alparecer, nos vemos abocados en los tiempos por venir, sehace necesario que desde la relación educación comuni-cación se estudie y se debata conjuntamente acerca delo que hemos sido y de lo que queremos ser. El reto ra-dica, entonces, en la creación de una pedagogía comunicable,o de una comunicación pedagógica, de tal manera que nosformemos, inicialmente, en una palabra que nos convocay nos transforma.

    $1.500AÑO103N°35.286ISSN0122-0802

    VIERNESMEDELLÍN 6.11.2015

    PRODUCTIVIDAD LABORALPOR PERSONA EMPLEADAcifrasen dólares

    Fuente: The Conference Board 2015

    Brasil

    México

    Perú

    Colombia

    Chile

    29.050

    42.496

    27.397

    26.948

    55.180

    SUMARIO Actualidad 8 I Metro 12 I Exequiales 16 I Economía 17 I Opinión 22 I Tendencias 27 I Juegos y Retos 41 I Deportes 43

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    Colombia lleva 15 años sinavances en productividadAunquela inversiónha aumen-tado de manera notable en elpaís, esto no se ha reflejado enmayores niveles de productivi-dadnacional.Asílo presentóenBogotá el Consejo Privado deCompetitividad, en su informe

    anual. L a entidad recordó va-riospendientesquetieneel Go-bierno con la competitividaddel país en materias tributaria,pensionale infraestructura,en-treotros.PÁG. 18

    EDITORIAL“Han pasado 30 añosdel criminal asalto y laverdad sigue sin aflorar. Las investigacioneslogran hitos parciales.Solo la conciencia delos protagonistas puededesvelar lo que allísucedió”.

    ENDENCIAS

    PÁG. 23

    Espacios diferentespara compartir con sumascota fuera de casa.

    ÁG. 26

    INTERACCIÓN

    aidistas de 8s saltarán desdedra de El Peñol.

    E 339 33 33. s. elcol om bi ano.com

    Licencia lequitó ritmoa nueva víaa PraderaLamegaobra,que llevaba9 me-sesde adelantoensu cronogra-ma, lo que la dejaría lista en di-ciembre, ahora se retrasa por lalicenciaambiental.PÁG. 12

    Este año lainflación hasubidoel 5,47 %El costo de los alimentos sedisparó en los 10 primerosmeses del año por culpa del fe-nómeno de El Niño: se ha in-crementado en 8,60%.PÁG. 17

    11 preguntasde arte quele da penaconsultar¿Un orinal es una obra de arte?¿Por qué los museos tienenpinturas con rayones hechoscomo por un bebé? Respuestaspara disfrutar del MDE15.PÁG. 27

    Durante 28 horas, el 6 y 7 de noviembre de 1985, 35 miembros del M-19 se tomaron el Palacio de Justi-cia y, para recuperarlo, al menos 1.000 hombres de la fuerza pública se enfrentaron a ellos. El saldo: 95muertos, 11 desaparecidos y una verdad que 30 años después se desconoce. PÁG. 2 FOTO COLPRENSA

    DEL HORRORCONTRALA JUSTICIA

    30 años

    IRCULA

    ánto podría costaroleta de losling Stones? 29

    ORTES

    Lasopinionesexpresadaspor loscolumnistassonlibresydeellas sonresponsablessusautores. NocomprometenelpensamientoeditorialdeELCOLOMBIANO. ElcontenidodelperiódicoELCOLOMBIANO esdepropiedaddeEL L IS.A. Y CIA S.C.A; quedaprohibidasureproduccióntotaloparcialen cualquier medioconocidoopor conocerse, asícomosutraducciónacualquier idiomasinautorización escritadesu titular. / Thecontent of thenewspaper EL CL Iispropertyof ELCOLOMBIANO S.A. Y CIA. S.C.A. Allpartialor totalreproductionin anyexistingorfuturemediapublicationsanditstranslationtoanylanguageisstrictlyprohibitedwithout prior writtenapprovalfrom theowner.

    PresidentedelGrupoEditorial:LuisMiguelDeB edoutHernández.Directora:MarthaOrtizGómez.Macroeditores:SebastiánAguirre(e)(Tendencias),MargaritaMariaBarreroF.(Digital),GermánCalderón(PeriodismoGráficoyAudiovisual),JoséGuillermoPalacio(Local),eIsoldaMaríaVelézH.(Actualidad).EditordeContinuidad: CarlosOlimpoRestrepo.Fundadoen1912porFranciscodePaulaPérez,1891-1976 l FernandoGómezMartínez,1897-1985 l JulioC.HernándezF.,1902-1983

    CLASIFICADOSY SUSCRIPCIONES OficinaPpal.: Cra.48N°30Sur119Envigado.Tel : (574)331Fax:3314858A.A.:80636 Bogotá:C l . 25 D B i s No . 1 02 A 6 3 P l : )4156764Fax:4157508EdificiolaRepública.Cali:Cal le23N N l :(052)6687030Fax:(052)6814417Internet:www.elcolombiano.com

    o p in i on @ el c l i n . c

    OPINI , E TUBRE DE 2015

    ¿El acuerdo a medias?

    tosylosaltos es dieron por

    egateo”enun Catatumbo,el

    deoctubre.No zqueseanun-

    . Por ello, tam- aqueelbandi-

    estégozando . El pasado jue-

    ves,eldirectornacional deMe-dicina Legal dijo que del bom-bardeo le llegó un cuerpo, quefueplenamenteidentificado,yfragmentosdeotrosdos,de losqueaúnnohay certezaabsolu-ta de quién se trate. No vaya apasarcon“Megateo”,lomismoquepasócon las33muertesde“Tirofijo”.Loquefaltaba ■

    BA ECOS Y COMENTARIOS

    ABSOLUTADE MUERTE DE MEGATEO GOLPE DE MANO DEL EJÉRCITO ALAS FARCENEL ORIENTE ANTIO

    Lacapturadealias“ÓmarCuña-do”,enunaoperaciónde inteli-gencia militar, en la que todosalióperfecto,elEjércitofrustrael objetivo de las Farc de tratarde recuperar lo perdido en elOrientedeAntioquia.

    “Ómar Cuñado”, con cercade40años enlasFarc,habíaes-caladolosmás altospoderesen

    elgrupo,luego deconstruirunprontuario de horror. EntremuchosotrosepisodioslaJusti-cialo buscabaporhaberdirigi-dolamasacre deBojayá,(mayode 2002), cuando murieronmutiladoseincinerados102 ci-viles,mientrasqueotros92 su-frierongravesheridas.Tambiéncomolíderdelasalto almunici-

    p io ch oc oano d e J ,q ue m ur ie ro n 48 -c i embrede19 95 ) , y -parenlamasacred -llo, Turbo, conmuertas (mayo de . -que estaba armadd ien t es , “Ómar Cu ”sinquesehicierau -roporpartedelatr

    y las Farc sa- al paso a las

    les llovierondicciones enición total, o

    , el punto 5 deas y Justicia)

    el presidententos y el jefeoleón Jimé-

    ”, ko”, rodeadosde personali-

    onales. El ha- acuerdo in-

    la puerta as y dudas so-

    delmismo. omenzó el ri-, o entre otras

    ipotenciarioCalle y al jefe

    de las Farc,uez”, a recri-

    ar a la verdad, alistas y opi-

    dos cuestio- brada razón

    s hubieran, concluir, un

    ejo y sensibleianos.ue pretendeponen lavía

    ula del diálo-, unciaron este

    , “un ambientestructivo”, seelegaciones yídicos se reu-

    róximo 17 de

    Farcdijeronayerque revisaránpuntosy asuntosquefaltanprecisardelAcuerdode .

    l ruidodesus contradiccionesestabahecho.¿Se precipitaronconel anuncio“históric

    al

    octubre para tratar sus dife-rencias en cuantoalos puntosdel acuerdo, en especial en loque tiene que ver con la Juris-dicción Especialparala Paz.

    Es que los desencuentrosno son pocos ni de poca mon-ta. Según Humberto de la Ca-lle, “loimportanteahora(...) esesclarecer ante la opinión pú-blica cuáles son los puntosque no hemos aceptado: nocreemos que haya formas desecuestro que puedan ser ob-

    jeto de amnistía; las condicio-nes de las garantías frente a laextradición deben ser precisa-das; hay interpretaciones delabogado de las Farc sobre larestricción de la libertad queson inaceptables; el trata-miento de los agentes del Es-tado no ha sido resuelto; laelección de magistrados deltribunal de paz no ha sidoacordada”.Graves vacíos.

    Grietas de semejante pro-fundidad se llenan con un

    mensaje de desconcierto yconfusión entre la opiniónpública calificada, la ciudada-nía llana y todavía más entrelas víctimas que, por cientosde miles de veces, han dichoque esperan que no haya im-punidad y se les respete.

    No puede minimizarse loocurrido porque es unamuestra de que aquella fotodel 23 de septiembre tuvo ungran trasfondo de improvi-sación y apresuramiento

    q ue e l pa í s de sc o ,e l p re s id e nt e S aen su parada en ,para proseguir ade la ONU.

    Esos vacíos, ,esas zonas grisespunto crucial de lLa Haba na, pus ieh er vi r e n o t ro s e s .falta de claridad -rrido con la firm -c umen t o i ncom p -t i e nd e a f o r os co -greso, donde, por ,senador Roy Barr terroristas a losd el Ce nt ro De momanifiestan serifrente a lo pactad .

    “ Pa r a n o d e sa -dado”, y no darlebandazos a l p roca l t ur a s , s e r á b uGob ie r no y l a s F -chen sus tratativs e les di ga a lo s cs in am ba ge s n i ees el marco rectod e l a jus ti cia t ,que se concretar -r i sdi cc ión EspecPaz y su Tribuna .En a su n to t an de ,no está para sapo -dan el tamaño dde su tolerancia,p r oce so e s i n fl a .c on l i ge r eza a r r i edel proceso de pa

    ILUSTRACIÓNESTEBANPARÍS

    No lo veo como contradiccio-nes. Lo firmado el 23 de sep-tiembre refleja la voluntad ex-presa del presidente de la Re-pública, JuanManuel Santos , ydel jefe de las Farc, “Timo-chenko”, frente al tema de lajusticiatransicional.

    Meparece normalque, porel número de artículos delacuerdo (75), el Gobierno diga

    queunos están en desarrolloyque las Farc digan que si semueveunaletra nohay acuer-do. Pero eso es normal en unanegociación tan compleja. Loqueimportaes que hay volun-tad de que haya verdad, justi-cia, reparación y no repeti-ción.Eso es loesencial.

    Lo que pasa es que estepaís está enseñado a que

    cuando la fiesta está buenasale y se va porque hay otramejor, lo cual es absurdo. Yhay que observar que las con-versaciones ahora se estándando sobre la base del pos-conflicto, pero lo primero esque se firmen los acuerdos yse dejen las armas. En eso nostenemos queconcentrar.

    Hay que pensar que las pe-

    n as n o s on p ar a vepara restaurar. Lo -t a l e s qu e ha y vo l ,hay que enredars .Elacuerdonoseva .

    Esa foto del 23 -b r e no fue ap re su .p ued e n dec ir a l gu -t a s a l o s q ue l e s g -r r a.En e l lahay vo l -mar lapaz y dejar

    ACUERDOA

    E PAZ, YPORTANTE

    ÓN

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    n r l ú l i car l r ti l U

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    Con ley protegen y atiendena familiares de desaparecidosCon el decreto sedan herramientaspara garantizar laidentificación derestos humanos.

    PorDANIEL PALACIOSMEJÍA

    Como un compromisocon la memoria de losdesaparecidos, calificóel presidente Juan ManuelSantos la firma del decretoreglamentario de la Ley 1408de 2010 sobre las víctimas dela desaparición forzada enColombia.

    Entre otras medidas, la leycontempla la creación de unaseriede mecanismos decarác-ter asistencialparalos familia-res de las víctimas, así comoinstituciones dedicadas a laidentificación delos desapare-cidos, a la conservación de loscuerpos y un día para la con-memoración delas víctimas.

    MAPAS CONUBICACIONES DECUERPOS

    El Instituto Geográfico Agus-tín Codazzi juntocon la Fisca-líaelaborarán mapas dondeseseñale la presunta ubicaciónde los cuerpos o restos huma-nos para que sean protegidospor las autoridades.

    CONSERVACIÓNDE CUERPOS NOIDENTIFICADOS

    La Ley también ordena que elEstado ejecute acciones ten-dientes a conservar los cuer-pos o restos humanos de víc-timas de desaparición quehasta el momento no hayansido reclamados por sus res-pectivas familias. Ig ualmen-

    te, se estableció la garantía

    de que mientras dure el pro-ceso de identificación, loscuerpos permanecerán encementerios.

    BANCO DEINFORMACIÓNGENÉTICA

    Se crea también el Banco dePerfilesGenéticosdeDesapare-

    cidos, que estará bajo la direc-

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    Según la Unidad para la Reparación Integralde las Víctimas, en el país cerca de 152.455 personasfueron desaparecidas de manera forzada. FOTO HENRYAGUDELO

    “Estamosratificandonuestrocompromisoconlamemoriadelosdesaparecidosyconlosderechosdelos colombianosquemerecenlaverdad”. JUANMANUEL SANTOSPresidente de la República

    cióndelaFiscalíaGeneraldelaNaciónyquetrabajaráapoyán-dose en novedosas técnicas deADN, para la identificación delas víctimas. Para esto se reco-lectará el mayor material posi-ble de los cuerpos o restos hu-manos de las víctimas y secompararáconmuestrasbioló-gicasdereferencia desusposi-blesfamiliares, bien seaenCo-lombiaoenelextranjero.

    ASISTENCIAPARALOS FAMILIARESDE LAS VÍCTIMAS

    A la Unidad para la Atención yReparación Integral a las Vícti-masleseráasignadalatareadeadelantar acciones de carácterasistencialenfavorde losfami-liaresde losdesaparecidos. Asímismo,elMinisteriodeSaludyProtecciónSocial,prestaráaten-ciónpsicosocialalos familiaresdurante el proceso de entrega

    delcuerpooresto humano ■

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    ¿QUÉSIGUE?

    SANTUARIO ALAMEMORIAPero la ley sobre los d-saparecidos no solam n-te se concentra en lo f -miliares de las víctim ,también contempla l c -lebración de actos i -bólicos en su honor. rejemplo, se declar rcomo Santuarios a l -moria aquellos lugren los que la Fisclípresuma que pue n h-b e r re s t os d e pe r ndesaparecidas, rdebido a su ubicci nhacen imposibl l h -mación. Adem -t e r mi n ó q u e l a l i -mana de may l 3a go st o, s e co n r rl a m em o r ia h i r i clas víctimas l c nfliccolombiano r ci-

    d as f o rz ad a n .

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    23

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    Pedagogos y comunicadores en formación enfrentan el reto de conocer el marco históricodel país para poder aportar a los nuevos escenarios del postconicto.

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    4

    José Mario Cano Sampedro

    Coordinador Convenio Prensa EscuelaFacultad de EducaciónUniversidad Ponticia Bolivariana

    La palabra experiencia tiene hoyun uso constante en diferentescontextos, incluso sufre una es-pecie de abuso en la educación, puesse habla de ella en todos los ámbitos:el metodológico, el didáctico, el de lossaberes especícos, el administrativo,etc. Jorge Larrosa, pedagogo, lósofo yescritor español, habla de esto en va-rios de sus libros y publicaciones y pre-

    cisa que no hay un uso muy conscientedel mismo.

    Según él, la experiencia trasciende en susignicado. Es exterioridad, pues ocurreafuera, pero afecta el interior. Implica al-teridad porque está por fuera de la perso-na, pero propicia un vínculo con el otro. Esalienación al ser ajena al individuo, pero sevuelve parte vital de este. Conlleva reexi-vidad, porque desde afuera afecta el inte-rior del individuo. Alude a la subjetividad alocurrir en el ser, pero lleva a la búsqueda dela verdad. Es pasar de un estado a otro, vivir,atravesar. Dice que la experiencia no se vivesino que se padece, por la pasión.

    Es en estos sentidos, que reere Larrosa,que Prensa Escuela es una experiencia de 21años, es una experiencia de formación desdela comunicación y la educación, donde las ins-tituciones, los maestros, los estudiantes y lostalleristas han tenido nuevas vivencias en sucotidianidad. Es un programa que realiza activi-dades para modicar las dinámicas escolares ysu concepción de escuela.

    Desde sus inicios el programa visitó la escuela y laconvocó a compartir su esencia: la educación. Losmedios de comunicación fueron a ella para interac-tuar y generar una dinámica distinta en los proce-sos de enseñanza y aprendizaje, crearon un vínculodesde la diferencia de los dos saberes, y lograron unaconuencia entre sus intereses de formación.

    Primero fue la reexión sobre la comunicación, queayudó a consolidar las bases del saber y a orientar,en sus inicios, el trabajo de los medios escolares enlas instituciones educativas, desde las teorías y lasprácticas de la Comunicación Social. Luego la mira-da desde la educación, que aportó metodologías ydidácticas, para planear los talleres y así estrechar los

    vínculos entre las dos disciplinas. Está también elcomponente de ciudad, en el que los sujetos esta-blecen relaciones y vínculos para comprender, des-de la lectura y la escritura, que forman parte de unasociedad que debe construirse con la conciencia yla ayuda del otro.

    Esta experiencia es una travesía, es ir de un lugar a otro,por eso deja huellas, marcas, rastros de que se ha reco-rrido un camino, de que se ha transitado y de que se haido de un lugar a otro, aunque sea para volver al mismopunto de partida, pero queda la impronta del viaje.

    La participación en Prensa Escuela tiene otras carac-terísticas que la hacen diferente: la singularidad, puescada quien la vive a su manera, pero ninguno pasapor ella de manera desapercibida. La irrepetibilidadque da cuenta de que siempre aparecen elementosnuevos, aunque las acciones (talleres, lecturas, escri-tura, ejercicios) sean las mismas. La pluralidad, pues-to que en medio de los grupos ocurren diversidad deasuntos que cada persona vive de manera diferente,desde cada uno de sus roles. Y la incertidumbre, por-que es un riesgo, una aventura, una posibilidad paratodo el que la vive, pues es una apuesta diferente des-de la comunicación y la educación.

    Finalmente, volviendo a Larrosa, es importante reco-nocer que en la experiencia tienen cabida tres con-ceptos esenciales que se evidencian en Prensa Es-cuela: el primero, la formación, entendida como dar

    forma, consolidar un ser, una acción, estructuraralgo. Esta es una primera intención del Programa,formar en la palabra, en la escritura, en la lectura, enel saber, en la convivencia, en la ética, en el criterio,en la diversidad, en la tolerancia; formar en el ser.

    El segundo, la transformación que implica cam-bio, mutación, trascendencia. Cuando esta se daocurre una afectación, en el programa se buscauna modificación soportada en la reflexión, enla argumentación y en el criterio, por ello buscatransformar el hacer recurrente, tradicional, re-petitivo, anodino, intrascendente, pasar de seruno a ser otro.

    Y, el tercero, la deformación, que no es otracosa que quitar la forma, cambiar esquemas,ideas, formas, estructuras, maneras de hacer,formas de pensar . Allí hay una labor comple- ja en Prensa Escuela, pues la sociedad de hoyestá construida, soportada, sobre diferentesestructuras sociales, económicas, políticas,religiosas, económicas de mucha tradición.

    En esta línea, Prensa Escuela es una expe-riencia de 21 años que cada día piensa encómo construir sociedad, ciudadanos yseres integrales con el acompañamientode dos disciplinas: la educación y la co-municación, que busca articular la vidaen todas sus dimensiones.

    Una experiencia quetransforma

    Formación, deformación y transformación hacen parte de los momentos que se viven en la experienciade Prensa Escuela. Jóvenes de la I. E. Federico Carrasquilla en el Encuentro de Medios Escolares.

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    Prensa Escuela:modelo de formación

    para la vidaC. S. Juan Fernando Muñoz UribeDirector Facultad de Comunicación SocialUniversidad Ponticia Bolivariana

    Ya son más de cuatro lustros en que se ha manteni-do el espíritu de un ejercicio emblemático que poneen el mismo horizonte a un medio de comunicación ya la academia en procura de la reexión constante delo que ha de signicar la ruta formativa en torno a laeducación para la comunicación social y el periodismo.Se partió de un sueño, de un imaginario, de unas reali-dades intrínsecas en el sistema educativo, para trans-formarse en una praxis, en una pedagogía, en una ac-ción incesante de crecimiento para la participación y eltrabajo en equipo, con base en los recursos técnicos ytecnológicos de las instituciones escolares, pero tam-bién teniendo como lineamiento el espíritu y la anima-

    ción fehaciente de innumerables profesores que danlustre al programa Prensa Escuela; un esfuerzo silen-cioso y admirable que siembra semilla fecunda entresus alumnos.

    De ese desempeño dedigno se han podido cosecharcientos de experiencias maravillosas que relatan y argu-mentan la mística de Prensa Escuela: estudiantes cole-giales y jóvenes universitarios entrelazan vivencias, y delmismo modo como nació el programa hace 21 años, sue-ñan, imaginan, avizoran, ingenian… y de ello son cómpli-ces sus profesores, continuos tutores de proyectos devida. Este es un sinfín donde unos llegan, otros salen yasí, sucesivamente, se mantiene la energía y la esenciade lo que se es, se hace, se tiene y se transforma.

    A los cientos de jóvenes que tienen la oportunidad deleer el presente documento está dirigido nuestro men-saje: anímense y coadyuven para que sus ganas de saliradelante, su ímpetu, su fuerza imaginativa, sus deseosde cambiar el mundo, se canalicen en vigor y fortalezapara encontrar su ruta de formación. Este es un cami-no que se abre maravillosamente a cada paso, a cadaesfuerzo, a cada deseo de ver el mejor horizonte. Y enesa ruta unos van más adelante, abriendo senda; otros,acompañando, vigilando, dando instrucción, pero to-dos con el mismo rigor y las mismas ansias por aquelloque nos vincula.

    Y ese horizonte, a medida en que se avanza, se hacemás amplio y prometedor; aclara la visión pero tam-bién nos deja entrever otros caminos, otras huellas,otros mundos por construir y soñar. Todo dependeráde nuestro ímpetu, de nuestro brío, de nuestra resolu-ción, del alcance de nuestras acciones.

    En estos años, el programa Prensa Escuela ha mante-nido la naturaleza del trabajo en equipo sólidamenteconstituido entre el periódico El Colombiano y la Uni-versidad Ponticia Bolivariana, y al que se ha sumadola participación invaluable de la Universidad de SanBuenaventura, en una dinámica semanal alrededor del

    encuentro y la reexión sobre la función pedagógicade la información periodística y en identicación delos recursos propios de los medios escolares.

    Es una labor de encomio que le ha merecido alprograma de Prensa Escuela el reconocimientointernacional de la Sociedad Interamericana dePrensa (SIP), pero también el reconocimiento deinnumerables instituciones educativas que hanabierto sus puertas para que el espíritu forma-tivo ingrese a sus aulas y permita la interacciónque da vida a su losofía de comunicación yeducación.

    Se ha recorrido mucho, incluso lo inimagina-ble, pero la luz nos guía hacia adelante y, en-tonces, habrá que seguir soñando, imaginan-do, descubriendo, explorando… Observandotodo lo que hay en rededor; sólo así orece-rá por siempre y para siempre nuestro que-rido programa Prensa – Escuela: un modelode formación para la vida.

    Este es el equipo de talleristas del Taller de MediosEscolares 2015. Foto: Juan Antonio Sánchez El Colombiano

    Desde hace dos años Prensa Escuela fortalece su componentede formación a maestros con talleres para estudiantesde las Escuelas Normales Superiores de Antioquia.

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    Al rescatede la palabra

    Carlos Mario Cano RestrepoCoordinador Convenio Programa Prensa EscuelaFacultad de Comunicación Social-PeriodismoUniversidad Ponticia Bolivariana

    Las labores cotidianas, unidas a la reexión académica, servirán de guía para las nuevas búsquedas que pide el Programa.

    Ella no sabía de qué escribir: aunque llevaba más de media

    hora pensando en un tema, no lo encontraba. A ratos mi-raba a los encargados del taller, les hacía preguntas, bal-buceaba algunas ideas pero regresaba a la duda, al miedo deenfrentar la página.

    Por la actitud que noté en la profesora, pensé que no iba a re-gresar al taller. La profesora Diana Figueroa se fue sin certe-zas del taller “Fuga de Letras: el regreso al encanto de escri-bir”. Pese a ello, a la semana siguiente, me sorprendió conun correo electrónico. En él decía que comenzar fue muydifícil, pero que había logrado escribir un poco. Luego, meenteré de que su lucha no había sido con un texto: la bata-lla real la libró contra los más de 10 años que llevaba sinescribir ni una línea.

    “Fuga de Letras”, taller piloto de formación a maestrosen habilidades comunicativas con énfasis en la escritura,fue una de las estrategias de formación a docentes quePrensa Escuela EL COLOMBIANO implementó este año,resultado de las búsquedas constantes que alientan alPrograma para fortalecer y transformar su quehacer ins-titucional.

    A esa búsqueda se sumaron aliados como Proantio-quia, Parque Explora y Mova (Centro de Innovación delMaestro), quienes enriquecieron el trabajo piloto des-de sus conocimientos especícos y campos de acción.

    Por su parte, la profesora Diana superó el bloqueo einició un camino que la llevó por un texto con más decuatro versiones diferentes: “Llevo muchos años sinestudiar, el curso me ayudó mucho, aunque creo quefaltó tiempo para algunas actividades... Mil gracias porla oportunidad que me dieron, sé que me faltó, perotraté de dar lo mejor de mí”, fueron sus palabras alterminar el taller en el que participaron 34 docentesde Antioquia.

    Persistencia y disciplina para enfrentar los retosLa formación de los docentes, las dicultades delsistema educativo colombiano, el impacto en lasociedad que tiene la información periodística y la

    tipos de tensiones: la inuencia de losadultos en la producción de los medios,la visión instrumental y difusionista de lacomunicación, y la dicultad de propiciarotros escenarios que privilegien la rela-ción comunicación–cultura.

    Estas tres tensiones, analizadas en pro-fundidad con los casos que vivimos den-tro del Taller, nos darán pistas frente a loque podemos mejorar y modicar parapróximos años. La reexión académica, eneste caso, nos servirá para cuestionar lasformas como acompañamos el proceso decreación y fortalecimiento de los mediosen la escuela.

    Pese a las dificultades, algunos de losmedios escolares que han surgido en losúltimos años con el apoyo de Prensa Es-cuela, cumplen con una de las invitacio-nes cruciales que hace Juan Carlos Ceba-llos: ir al rescate de la palabra, pero no dela palabra en clave de regla y norma, sinoen clave de cultura.

    Uno de estos casos se vive en la Revista “TuVoz” del Colegio El Carmelo en Sabaneta,institución participante del Taller desde el2014: “La última revista tiene algo muy lin-do, y es ese toque femenino que cada unade las estudiantes observa en su propia vida.Esa voz femenina, animando a sus compañe-ras a ser auténticas mujeres, es la demostra-ción de cómo se valoran y cómo quieren quela sociedad las valore”, subraya DioselinaHernández Giraldo, carmelita misionera yrectora del Colegio El Carmelo.

    Prensa Escuela desde sus múltiples cam-pos de trabajo: ya sea con estudiantes,periodistas, padres de familia, directivosdocentes o ciudadanos del común, trabajapor ese rescate de la palabra que implicatransformaciones personales, escolares ysociales, como en los casos de la profesoraDiana Figueroa y de los colegios El Sufragioy El Carmelo.

    El investigador Juan Carlos Ceballos invita, en su investigacióndoctoral, a que se les dé un vuelco a los medios escolares, de talmanera que sean los estudiantes quienes se empoderen de ellos.

    transformación de los medios de comunicación, son soloalgunos de los retos que enfrenta diariamente PrensaEscuela, que siempre vive entre el periodismo y la edu-cación, dos mundos vastos y complejos.

    La primera palabra que une estos dos mundos es comu-

    nicación. Juan Carlos Ceballos, excoordinador del con-venio Prensa Escuela y amigo constante del Programa,habla de esta palabra en su reciente tesis doctoral “Me-dios de comunicación escolar, educación y ciudadanía.Una mirada desde las mediaciones”.

    Él recuerda que comunicar es un término que se conocedesde hace más de 1.000 años y que signica “poner encomún, vivir algo con el otro”. Ese encuentro no siemprees amoroso ni tranquilo, en muchas ocasiones implicacuestionamiento, aceptación, reexión y cambio.

    Eso fue lo que vivió la profesora Diana Figueroa, y lo que através de los años se ha observado en muchos docentes,alumnos y personas que se han acercado al Taller de MediosEscolares. José Daniel Palacios, estudiante del Colegio Sale-siano El Sufragio, es otro ejemplo de ello.

    “Prensa Escuela fue el lugar donde nos dijeron que sípodíamos contar, que no debíamos tenerle miedo alas historias, y a nuestra propia forma de contarlas”,dice José Daniel, quien conoció el Programa desde elSeminario de Comunicación Juvenil 2013 y hoy es unode los líderes en el proceso de comunicaciones de suColegio, que ya cuenta con el noticiero “El Semáforo” yla revista “La Ventana”.

    José Daniel tardó dos años para que el Colegio les recono-ciera, a él y a sus compañeros, su trabajo en pro de contarhistorias para los jóvenes de El Sufragio. Gracias a esta la-bor, llena de paciencia, lograron que les apoyaran con espa-cios, equipos y canales de comunicación.

    Por el rescate de la palabraEn los últimos años, el impulso de los medios es-colares ha sido una de las tareas más arduas y quemás preguntas le ha dejado al equipo coordinador dePrensa Escuela.Pese a que estos medios están en elcorazón del Programa, han logrado escasos avancesen muchos de los colegios participantes.Frente a este tema, Juan Carlos Ceballos subraya ensu tesis doctoral que los medios escolares viven tres

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    Son varios los frentes y dimensiones que ha trabajado elPrograma Prensa Escuela, a través del compromiso decooperación interinstitucional entre el Periódico EL CO-

    LOMBIANO, la Universidad Ponticia Bolivariana y la Univer-sidad de San Buenaventura. En esta ocasión, quiero escribirsobre uno en particular que considero muy pertinente en elpanorama de la discusión actual: la “ciudadanía” y, en estecaso, “la ciudadanía y la crisis ecológica mundial”.

    Sí. Pues el asunto de la ciudadanía no se limita a las ciuda-danías locales, a los derechos y deberes derivados de la per-tenencia a un determinado territorio. Es una ciudadanía quetrasciende las fronteras de lo local y nos hace “ciudadanos delmundo”, lo cual nos genera unos derechos, pero también unosdeberes comunes en torno al cuidado de la “casa común” quecompartimos: nuestro planeta tierra.

    “Francisco, reconstruye mi casa que amenaza en ruinas”, esocreyó Francisco de Asís que le decía aquel icono del Cristo dela Iglesia de San Damián que estaba en ruinas. Y así Franciscose da a la tarea de reparar ese templo en ruinas de su pueblo…Pero, ¿cuál “casa” era realmente la que se necesitaba edicar?...¿Y qué “casa” es la que hoy nos urge a todos reparar también?

    Francisco de Asís es el patrono de la ecología y de la fraterni-dad con todas las criaturas, aquel que en el año 1.200 habló del“hermano sol y la hermana luna”. Su legado ha dejado huellaen la historia y en el pensamiento de generaciones a través delos siglos, permeando diferentes ámbitos y escenarios socialesy académicos; la Universidad de San Buenaventura, que formaparte del Programa Prensa Escuela, está justamente animadapor el ideal de Francisco de Asís. Un ideal que nos confrontacon ese sentido de “ciudadanía” que trabajamos desde el Pro-grama Prensa Escuela a partir de “la lectura con criterio y laproducción de contenidos con responsabilidad”.

    Porque aprender a leer los signos de la historia también es untrabajo formativo que “compromete”, pues implica movilizarsea la acción desde el “hacer hermenéutica” del tiempo presente:leer con sentido crítico el mensaje escrito en la naturaleza, enlas criaturas hermanas, en la madre tierra que clama junto atoda la humanidad. Al respecto, y haciendo eco al cántico delas criaturas de Francisco de Asís, el Papa Francisco, en la En-cíclica Laudato Si´, señala: “Un verdadero planteo ecológico seconvierte siempre en un planteo social, que debe integrar la jus-ticia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tantoel clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (2015, p.39). Es tiempo, entonces, de reparar la “casa común” que com-partimos, es tiempo de dejar atrás las fronteras de diferenteíndole (sociales, religiosas, políticas, ideológicas) que hemosconstruido y nos separan. Es tiempo de sentarnos a dialogarcomo hermanos de la gran familia humana que habitamos unamisma casa … “Una casa que amenaza en ruinas”…

    Ricardo Simmonds de Estudios Ambientales de la Universi-dad de Boulder, en su documental “La Cuarta Ruptura”, cen-tra la raíz de la problemática ambiental en diferentes niveles:“la casa” que tenemos que reparar es el “tejido social” heridopor múltiples rupturas: primera, la ruptura del ser humano

    con su creador (Dios);segunda, la ruptura del serhumano consigo mismo;tercera, la ruptura con losdemás; y cuarta, la rupturacon la creación. Pero en unaperspectiva esperanzadora,Simmonds también plantea el“camino de la reconciliación”en cada uno de estos nivelesapuntando a un abordaje inte-gral del complejo problema am-biental. Y bajo esta misma pers-pectiva, el Papa Francisco insiste:

    No hay dos crisis separadas, unaambiental y otra social, sino unasola y compleja crisis socio-am-biental. Las líneas para la soluciónrequieren una aproximación integralpara combatir la pobreza, para de-volver la dignidad a los excluidos ysimultáneamente para cuidar la natu-raleza (Papa Francisco, 2015, p. 108).

    El saneamiento ambiental, entonces,inicia con el saneamiento de la personay, por eso, yo plantearía una reconcilia-ción que empiece con la sanación delser humano desde adentro, porque delinterior del corazón humano es de dondesale lo que realmente contamina: el odio, laviolencia, la indiferencia. Pero también, deahí mismo puede salir lo que trae la sanidad:el amor, la solidaridad, el respeto, el compro-miso con los otros y con el “otro” (el entorno).Pues como arma Francisco: “Si los desiertosexteriores se multiplican en el mundo es por-que se han extendido los desiertos interiores”(Papa Francisco, 2015, Laudato Si´, p. 165).

    La solución al problema ecológico apunta enton-ces a la formación de las personas, y especíca-mente, a la construcción de ciudadanía que per-mita aprender a asumir lo público con otra mirada,no como aquello que no es de nadie, sino comoaquello que nos pertenece a todos. En esa esfera delo público está nuestro planeta, la “casa común” quecompartimos y que “nos pertenece a todos”. Ese sen-tido de pertenencia es el que nos permite hacernosresponsables con acciones de cuidado frente aquelloque consideramos como propio.

    Prensa Escuela ha trabajado durante años esa construc-ción de ciudadanía en los escenarios escolares en don-de propone la prensa, no solo como un recurso didácticopara fortalecer los procesos formales de lectura y escri-tura, sino como elemento articulador entre los contenidosdisciplinares que se enseñan en la escuela y el mundo dela vida de los estudiantes. La construcción de un medioescolar se constituye en el pretexto que permite problema-

    Construir juntos nuestra“casa común”

    Judith María Peña SantodomíngoCoordinadora Convenio Prensa EscuelaFacultad de EducaciónUniversidad San Buenaventura

    tizar el contexto y analizar con sentido crítico (paraevaluar) y creativo (para proponer soluciones) losacontecimientos de la cotidianidad de su entornoinmediato que se convierten en noticias, crónicas yperles. Y en esta dinámica, quienes participan dela experiencia en el Programa aprenden a levantarla voz frente a lo que está mal en la vida pública, laacademia, los medios de comunicación, el poderpolítico y tantos otros escenarios. Asumen po-siciones y establecen criterios desde los cualesevalúan su contexto. Empiezan a dejar el rol desimples espectadores y se convierten en prota-gonistas. Aprenden a leer la vida como un textovivo, tornándose más sensibles a las necesida-des del entorno donde viven y hacen historiacon otros. Y poco a poco en este proceso, sumirada inicial, desprevenida e indiferente, vacediendo el paso a una actitud más compro-metida y responsable con el mundo, con losdemás y con ellos mismos.

    “Construir ciudadanía”, he ahí el reto:una ciudadanía más allá de lo local y lotemporal. Una ciudadanía que nos hagatomar conciencia de nuestra perte-nencia a la gran familia humana quecomparte una gran “casa familiar” detodos y de las generaciones que vie-nen en camino.

    “Francisco, reconstruye mi casa que amenaza en ruinas”

    Desde la investigación escolar se encuentran pistas para cuidarnuestra “casa en común“. Ejemplo de ello es la Planta Sapienspresentada en la Feria Municipal Armando el Mundo del CTA.Foto: Carolina Correa, practicante Prensa Escuela.

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    Textos de los Talleristas

    Dos años antes había comenzado un pe-queño y sencillo proceso de prácticascomo estudiante de la Licenciatura enLengua Castellana en la Universidad de SanBuenaventura. Había pasado por varias insti-tuciones y había tratado con un par de pobla-ciones diferentes: tercera edad y jóvenes. Sinembargo, cuando fui por primera vez, a nalesde marzo, a la Institución Educativa FedericoCarrasquilla, mi primer centro de práctica, supeque todo sería distinto. Llegué allí gracias alrepentino intercambio de institución con unacompañera tallerista.

    Esta institución, a la cual se llega en el Metroca-ble que se toma en la estación Acevedo, confun-día mi mente. Un par de estudiantes con ojos jó-venes y conocedores me recibieron, junto a unamaestra, en mi primer día. La fachada pequeña,de ladrillos rojos y un baño amarillo en la esqui-na superior izquierda del Federico Carrasquilla,que no mide más de media cuadra en el Popular#2 en Medellín, me sorprendió y me alentó aaventurarme en su interior.

    Me ubicaron en un buen salón donde jóvenesde ambos sexos llegaron rápidamente, y todocomenzó: un buen recorrido, lleno de experien-cias diversas, de buenos diálogos y de un buencompartir, ya que allí no conocí o interactué consimples estudiantes. Eran todos, seres comple-tos, abiertos a mis palabras.

    Fueron seis meses y medio, aproximadamente,de buenos talleres. Difíciles, pero fueron lleva-dos a cabo gracias a los rostros que me alen-taban a que todo se realizara: la sonrisa defrenillo de Érika acompañada de unos grandesojos expresivos. Sus brazos, fuente de abrigopara Evelin y Sandra de grado noveno, quienesen muchas ocasiones me impresionaron consu forma de escribir; eran un trío singular, úni-co, feliz quizá de verme devolverles la sonrisasiempre; el caminar acompañado de Darlinsony Kevin Flórez, como un par de ancianos amigosde toda la vida, molestando y haciendo bromas,las cuales he de aceptar que me hacían reír enocasiones; la mirada atenta y activa de Juan Da-niel y Juan Alejandro.

    El primero, nunca dejaba la mano de Michel servíctima del suelo o la gravedad. El segundo, conun carisma reejado en sus ojos deslumbrantesy siempre intentando ser el mejor y amigable.Juan Daniel siempre destacado por su amor alas letras, a los versos; Juan Alejandro por suansiedad, a veces imperativa, de aprender. Aellos dos les agradezco porque fueron fuente deinspiración.

    En los asientos ocupados siempre ojeaba curio-so el porte educado y religioso de Yuliza y Joha-na, una buena combinación de perseverancia ypuntos de vista críticos, alentadoras del debatepor medio de buenos argumentos nacidos de

    las lecturas que hi-cimos. Y sería in-efable hablar de larisa de Geraldine, amenudo embriagan-te, y de su el com-pañera Andrea, siemprereacia a cumplir con las acti-vidades.

    Talleres realizados en el restau-rante, en la cancha, en salones, enla sala de juntas, en el auditorio.Fui su cuentero, su tallerista, y suformador en algo más que génerosperiodísticos, aunque esto último lodejaré a criterio de los alumnos.

    Quizá no vuelva a ver esos rostros enmi vida; quizá muchos de ellos no conti-núen en un plan de formación en génerosperiodísticos, y quizá algunos se olvidende mi rostro de ojos pequeños y cabellolargo con el paso de los meses o de losaños. Sólo espero que cuando visite su re-cinto, tan hogareño y bañado de azul en suinterior, con un par de libros en el brazo yun par de cuentos en los labios, me recibancomo aquel día en el que comprendí que la fa-chada y la infraestructura del Federico no erapequeña, era gigante, pues allí conviven escri-tores federicanos de gran corazón.

    Mis estudiantes, un grupo deescritores con gran corazón

    Pablo MolinaTallerista Prensa EscuelaUniversidad de San BuenaventuraLicenciatura en Lengua Castellana

    “Consideramos que el texto de Pablo es de una gran sensibilidad periodística por la manera en quedescribe los escenarios y los personajes. Hace microperles de sus estudiantes y deja ver en ellos suscualidades como maestro que se forma con un alto sentido de compromiso social”.Nota del equipo Coordinador de Prensa Escuela.

    Durante el Encuentro Prensa Escuela 2015, Pablo Molinasorprendió a los estudiantes con sus habilidades de cuentero.Foto: Marcela Arango

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    La noche anterior al taller no dormí.Intentaba relajarme, diciéndome“todo va a salir muy bien”, pero laansiedad me ganaba y mi mente comen-zaba a repasar cada una de las palabrasy actividades que iba a dirigir en pocashoras. En mi estado de insomnio me le-vanté a vericar que todos los materia-les estuvieran listos en mi maleta y queninguno se quedara por fuera.

    Creo que logré dormir aproximadamentedos horas. Cuando el reloj sonó a las 6:00a.m. del 16 de mayo del 2014, de un brincosalí de la cama, me organicé rápidamente,cogí todo lo necesario para el taller y salícorriendo de mi casa a las 7:00 a.m.

    Llegué a la Universidad de San Buenaven-tura, sede San Benito. No había llegadonadie de mi equipo, creo que había madru-gado mucho. Esperé en una mesa, pues erala primera vez que entraba a la San Bue-naventura y no me quería perder. Cuandomis ojos vieron a mi compañera de trabajo,Alejandra Velásquez, la ansiedad y el es-trés bajaron un poco, no iba a estar sola,Alejandra, quien estaba en su segundo añode Prensa Escuela, me iba ayudar.

    Cuando llegamos al salón asignado, yahabía gente afuera, esperando. En esemomento el corazón se me aceleró. No en-tendía por qué estaba así, si antes ya habíasido profesora en muchas ocasiones, pues-to que había estudiado en la Normal Supe-rior de Copacabana. Tomé aire y con una

    sonrisa nerviosa invité a aquellas personasa que entraran al aula.

    A las 8:30 a.m., hora en la que debía iniciar,había 18 participantes en el salón para eltaller de Prensa Escuela de El Colombiano;entre ellos se encontraban docentes devarias Escuelas Normales de Antioquia y jóvenes pertenecientes al Ciclo de Forma-ción Complementario. En ese momento

    también llegaron los coordinadores delprograma, quienes iban a dar la bienvenidaa aquellas personas que iniciarían el pro-grama de este año.

    Mientras ellos explicaban en qué iba a con-sistir el programa, yo “cuchicheaba” conAlejandra sobre quién iba a hablar primero.Por dármelas de valiente le dije: “empeza-ré yo”. Y justo en el momento en que mehabía llenado de valor para dar inicio a laclase, a las 9:00 a.m., llegaron otros 10 par-ticipantes.

    Realicé, ligeramente, un paneo al aula. Allí,sentados frente a mí, había un grupo muydiverso de jóvenes y personas mayores.Todos con saberes pedagógicos y amor porenseñar. Había llegado el momento, debíacomenzar a hablar, pero cuando iba a decir“buenos días”, las piernas comenzaron atemblarme al igual que las manos, la res-piración se me entrecortó y sentía en micuello el latir de mi corazón acelerado. Enmicrosegundos mi mente y mi conscientecomenzaron un debate: “por Dios Carolina,estos profesores te llevan años luz de cono-

    cimientos y de experiencia, ¿tú qué hacesahí parada? ¡Son 30 personas, Carolina!¡30 personas que manejan grupos a la per-fección! ¡Huye de ahí de inmediato!”

    No pude iniciar, rápidamente le dije aAlejandra que diera la bienvenida ella. Mimente y mi cuerpo estaban trabajandomuy aceleradamente y ahí lo comprendítodo. Siempre había trabajado como do-cente con niños de primaria, no con adul-tos. Además llevaba dos años alejada de ladocencia y dedicada al estudio de la Comu-nicación Social y el Periodismo.

    Respiré lentamente, conté hasta diez y tra-té de calmarme. Me levanté de la silla conmucho susto y con decisión comencé arealizar mi primer taller de Prensa Escuela,a ejercer la docencia por primera vez en elárea que me apasionaba: comunicación yperiodismo.

    La clase se desarrolló a la perfección.Gracias a todas aquellas personas de lasnormales de San Roque, Amagá, Urrao,Fredonia, San Jerónimo, Frontino, San Pe-dro de los Milagros, Sopetrán y Yarumal,pude conocer aquellos municipios de An-tioquia de donde ellos venían. Me sorpren-dió la creatividad que tenían los docentesy quienes se estaban formando para serlo.La primera sesión transcurrió entre coplas,rimas, trovas, dibujos, reexiones y un grandeseo porque llegara la segunda sesión.

    Al nalizar la jornada terminé feliz, habíaconocido a 30 maravillosos seres huma-nos a quienes aprendería a querer en eltranscurso del año 2014, por quienes mepreocuparía cuando no asistieran a untaller. Estaba dispuesta a darles lo me- jor de mí en cada sesión porque sabíaque venían desde muy lejos y se teníanque levantar muy temprano para venira Medellín a escucharme, y yo estabadispuesta a conocerlos como docen-tes, pero también como personas ensu vida cotidiana.

    La experiencia con las Normales fue

    tan graticante durante todo el añoque no pude dejarlas y volví a tra-bajar con ellas en 2015, y aunque,como en todo proceso, el grupocambió, la mayoría había estadotambién el anterior año, y esto mehizo muy feliz.

    Con esta expereincia he des-cubierto que tengo “madera”para ser docente y que, aligual que la comunicación yel periodismo, me encantaejercer esta profesión. Elsusto aún no se aleja de mí,pero ya aprendí a convivircon él, antes me gusta queesté ahí, porque eso meindica que me emociona yme apasiona lo que hago.

    Tiempo pararedescubrirmecomo maestra

    Carolina García MuñozTallerista Escuelas Normales SuperioresEstudiante de Comunicación Social- PeriodismoUniversidad Ponticia Bolivariana

    Con temblor de piernas y respiración entrecortada, así empezómi vida en Prensa Escuela

    En los talleres con las Escuelas Normales de Antioquia, los estudiantes aprenden del rolpedagógico que puede tener la información periodística en los procesos formativos.

    Durante dos años consecutivos, Carolina García ha sido tallerista de las EscuelasSuperiores Normales de Antioquia.

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    Laura Daniela Pérez SuárezTallerista Prensa EscuelaFacultad de EducaciónUniversidad Ponticia Bolivariana

    Un afche mecambió los planes

    Hace varios meses llegaba a Me-dellín con muchas expectativasy un sinfín de emociones encon-tradas, ¿por qué me sentía así? Claro,había tomado la rme decisión de radi-carme en la ciudad con el n de estudiar,tener nuevas experiencias signicativas ytomar cada una de ellas como un aprendi-zaje indispensable para mi formación. Alllegar, me topé con muchas personas queme dieron una calurosa bienvenida, y co-mencé esta nueva etapa en mi vida.

    Un día, al pasar por el pasillo del tercerpiso de la Facultad de Educación en la Uni-versidad Ponticia Bolivariana, encontréun llamativo ache donde invitaban a los

    jóvenes de la Licenciatura y de Comunica-ción Social a hacer parte de una experienciasin igual, ser Talleristas del Programa PrensaEscuela. La idea era muy llamativa para mí,así que me dirigí a la ocina de uno de loscoordinadores para obtener más informaciónal respecto y con mucho entusiasmo me invi-tó a iniciar el proceso de selección. Tras variashoras de pensar y pensar, decidí presentarmea la primera etapa del proceso, una prueba.Con muchos nervios y bien presentada, porqueera una ocasión muy especial e importante, lle-gué al aula asignada.

    Una semana después me encontraba en la sedeprincipal del Periódico El Colombiano, esta vezmi emoción no podía ser más y sentía que cadapaso que daba era en los peldaños de una granescalera que me llevaría a un acontecimiento muysignicativo y emocionante, y que sin lugar a du-das me traería muchos aprendizajes. La emociónfue mucho mayor cuando recibí un correo dondeme daban la bienvenida al grupo de Talleristas2015. Pasaron unas semanas y nuestra capacita-

    ción terminaba; por n debía dirigirme a la Institu-ción Educativa que me habían asignado.

    Después de ponerme de acuerdo con la coordi-nadora de la Fundación Marina Orth, me puse enmarcha; fue toda una travesía llegar al punto deencuentro, pero esto me permitió conocer un pocomás la ciudad y sus efectivos medios de transpor-te; mientras sentía el calor humano en el Metro-plús, pensaba en ¿cómo serían los chicos?, ¿cómosería la institución?, ¿cómo sería la coordinado-ra?, ¿cuál sería el contexto de los muchachos?,¿me aceptarían?, ¿notarían que no era de estaciudad?… Cuando llegué una mano comprensiva,paciente y muy comprometida con la causa, mesaludó muy amablemente. Luego de varias curvas,enfrentadas a la perfección por el conductor de untaxi, llegamos a la tan esperada Institución.

    Era el colegio más hermoso que había visto, ro-deado de montañas, un clima fresco, un vecinda-rio sediento del oído justo, una comuna golpea-da por la violencia, unos chicos expectantes consonrisas cálidas, un sinnúmero de experiencias,muchas voces que deseaban ser escuchadas yalgunos que seguían preguntándose qué hacíanen ese lugar.

    Ahora que ha terminado esta maravillosa e inigua-lable experiencia, miro atrás y me reconforta muchohaber tomado la decisión de hacer parte de estegrupo de talleristas, de vivir intensamente la tardede los viernes junto a los muchachos, de escucharsus historias, de reír comparando las costumbresque las diferentes culturas nos infunden y muchosrecuerdos que quedarán guardados en mi corazón;ese corazón rebosante de alegría y gratitud con loscoordinadores del programa y la coordinadora dela Fundación, que muy amablemente me abrieronsus puertas para hacer de esta experiencia un inter-cambio de saberes.

    La I.E.R Marina Orth tiene una ubicación privilegiada: está en medio de lanaturaleza de Aguas Frías. Foto: Yeison Velásquez I. E. R. Marina Orth.

    Este fue el grupo que acompañó a Laura Pérez ensu año como tallerista en la I.E.R. Marina Orth.

    Ache de la convocatoria para talleristas Prensa Escuela 2015.

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    Textos de los Participantes

    Tuvimos un

    descanso poco comúnFabiana ÁlvarezI.E María de los Ángeles Cano MárquezGrado SextoTallerista: Leidy Álvarez TabordaFacultad de EducaciónUniversidad de San Buenaventura

    Era un jueves frío y lluvioso, sa-líamos a nuestro descanso a las9:15 a.m., parecía ser un recesonormal, sin embargo todo cambiaría, unsuceso para reexionar estaba a puntode ocurrir delante de nuestros ojos.

    Una niña de sexto, seria y bonita, Sofía,estaba haciendo la fila en la tienda paracomprar su refrigerio. Como lo hacíacada día, compró un Tampico y una sal-chipapa con mucha salsa.Con cuidado ylentamente, Sofía caminaba por el pasillocolor marrón del patio principal del cole-gio buscando un lugar para sentarse. Derepente, y sin previo aviso, pasó corrien-do bruscamente un compañero de clases,Sebastián, él la estrujó muy duro, y la sal-chipapa voló por el aire hasta caer al suelo.

    Sofía, llorando de rabia fue a reclamarle paraque respondiera por el daño, la respuesta deSebastián nos indignaría a muchos de los queestábamos allí, pues él muy tranquilo, se negóa hacerlo, argumentando lo siguiente: “a míuna vez me tumbaron una salchipapa y no mela pagaron”, entonces dijo que por eso él tam-poco pagaría esas.

    Sofía no insistió más, pero sabiamente le dijo:“uno no puede pagar mal por mal”, y se fue llo-rando a su salón.

    Al día siguiente Sebastián reexionó y reconociósu error, le pagó su salchipapa a Sofía y le pidiódisculpas. Desde ese momento se hicieron muybuenos amigos.

    “Fabiana recrea de una manera sencilla y precisauna escena escolar que, seguramente, muchaspersonas hemos vivido alguna vez. Con elementosde la crónica y la opinión nos pone en escena un di-lema ético cotidiano: cómo nos hacemos responsablesde nuestros actos, y de cómo la determinación y la noblezason el camino para lograrlo”.Nota del equipo Coordinador de Prensa Escuela.

    Ilustración: Morphart

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    Jhon Jaider Zuleta MontoyaColegio Cooperativo Simón BolívarGrado SéptimoTallerista: Leidy Salazar G.Facultad de EducaciónUniversidad de San Buenaventura

    Recuerdo que era el 8 de junio del año pasa-do cuando, se puede decir, comenzó estabella e importante historia. Ese día según lo

    pronosticado nacería mi sobrino. Así que mi ma-dre, mi abuela, mi tía y yo nos dirigimos con laansiedad a or de piel, como suele pasar en estoscasos, a Medellín, a la Clínica Bolivariana, dondeestaba mi hermana.El camino se hizo esta vezmás largo de lo acostumbrado; estábamos feli-ces, pero impacientes por llegar antes de que elbebé, que estaba próximo a nacer, se nos ade-lantara. Queríamos estar ahí en ese primer mo-mento en el que respiraría nuestro mismo aire.

    Cuando al n llegamos, la espera y, por supues-to la ansiedad, continuaron por más de mediahora. Teníamos un hambre feroz, pero hasta

    eso se nos olvidaba a ratos, debido a la mez-cla de sensaciones; o por lo menos yo sentíatodo eso, y a decir verdad no lo sabía disimular,porque supongo que mi abuela, mi mamá y mitía sentían lo mismo que yo, solo que ellas sílo sabían controlar. Volviendo al punto, sólo40 minutos después de nuestra llegada a laClínica sale el papá de mi futuro sobrino conla noticia de que no había nacido, y que ten-drían que hacerle una cesárea. Nos sugiriódevolvernos a Barbosa, ya que la harían a lasseis de la mañana del día siguiente. Sin em-bargo preferimos quedarnos donde algunosfamiliares para estar pendientes de todo loque pasara. Como yo estaba en vacacionesde mitad de año, no tenía inconveniente al-guno en quedarme allí.

    Luego de que naciera mi sobrino, al díasiguiente, no imaginé tanta alegría car-gada de tanta ternura a la vez, fue unasemana de lo más hermosa y divertida.Cinco días después nos devolvimos aBarbosa, ya era justo y necesario, mihermana mientras tanto se quedó en

    Medellín al cuidado de su suegra. El 15 de junio,recuerdo muy bien, sí que estaba contento, no sólopor ver a mi hermana y a mi sobrino, que venían denuevo a Barbosa sino porque ese día comenza-ría el mundial que todo el país, supongo,estaba esperando, ya que después de16 años jugaría de nuevo la selec-ción Colombia en un Mundial.

    Nosotros le hicimos unaesta sorpresa a mi her-mana para celebrar suprimer hijo, y, de paso,para celebrar los par-tidos de la selección.No puedo evitar de-cir que cuando volví

    a ver a mi sobrino,a quien registraroncon el nombre de Is-mael Orrego Ramírez,se me revolvió todo elestómago de la ternuray delicadeza que inspira-ba. Cuando lo pusieron enla cuna me quedé mirándolopor unos minutos: era peludito,tan pequeño y tan hermoso.

    Todo cambió gracias a él, hubo un nue-vo ambiente. Se volvió el centro de nuestrasvidas, pues todo giraba en torno al bebé. Hoy endía, mi sobrino tiene un año de edad y fue hermo-so ver el proceso desde cuando empezó a gatear,sus primeros gritos, balbuceos, su primera pala-bra, y lo más emocionante: sus primeros pasos.Por eso, para mí el mejor mes del año 2014 no fuediciembre, o el de mi cumpleaños, como todo elmundo responde cuando se le pregunta, para míel mejor mes del año 2014 fue junio, tanto por elnacimiento de Ismael como por el mundial, en elcual Colombia jugó muy bien.

    Junio, el mejor mes del año

    Ilustración: Morphart

    Así ha crecido Ismael, sobrino deJhon Jaider Zuleta, autor del texto.Fotos: cortesía familia Zuleta Montoya

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    Tatiana Ruiz MontoyaI.E.R. Marina OrthNoveno gradoTallerista: Laura Daniela Pérez SuárezUniversidad Ponticia BolivarianaFacultad de Educación

    “La crónica es el género que nutreel texto de Tatiana. Su historiaes el reejo de la realidad co-lombiana de las últimas dé-cadas; con detalles describeun episodio relevante en suvida y, con serenidad y resi-liencia, nos da una lección decómo enfrentar las dicultades,de cómo concentrarse en los sueñosy trabajar por ellos”.Nota del equipo Coordinadorde Prensa Escuela.

    La guerra se llevamamás, pero los

    sueños siguen vivos

    I l u s t r a c

    i ó n : M o r p

    h a r t

    En Urrao la guerra afectó durante décadas va cientos defamilias campesinas. Foto: archivo El Colombiano.

    El pasado 13 de mayo se cumplie-ron 4 años, 3 meses y 17 días dela muerte más aterradora que al-

    guien pueda tener, a manos de un gru-po armado, y que hoy sigue impune.

    En una vereda del municipio deUrrao, Antioquia, a las 5:00 a.m. deun miércoles, llegaron dos hombresvestidos de negro, fuertemente ar-mados y llamaron desde el patiode la casa, pidiendo que les pres-taran dos bestias (caballos), paradesplazarse a otro lugar. Ante esola señora vio la necesidad de pre-guntar quiénes eran, y no encon-tró respuesta.

    El temor no podía ser más gran-de, ellos le dijeron a la señoraque les preparara desayuno,ella se dio la vuelta, entró a lapieza en donde estaba su es-poso y le dijo que tenía mie-do, pero él no le respondiónada. Entonces ella decidióacercarse a la cama de unade sus hijas de 12 años y lepidió que la acompañara.

    La niña se levantó y salió detrás de sumadre, llevando una vela encendida ensus manos.

    La señora puso una radio sobre la mesadel corredor, y les dio la espalda a aque-llos hombres. Uno de ellos, sin ningunarazón, sacó un arma y le disparó a la seño-ra, quien cayó a los pies de su hija; luego,hubo dos disparos más. En ese momentosalió el esposo a quien amenazaron, jun-to con sus hijos, y les aseguraron algo quefue desgarrador: “eso no es nada, apenasvamos a empezar, no llamen a nadie has-ta las 8:00 de la mañana”.

    Solo alcanzaron a darle sepultura, inme-diatamente después, obligaron a estafamilia hasta hace poco completa, aabandonar el lugar, les quitaron tambiéntodos sus animales, la nca, su ropa, en-tre otras cosas.

    Ellos se refugiaron en el municipio deVenecia, Antioquia, pero un año des-pués fueron encontrados de nuevo poreste grupo armado, y nuevamente lestocó huir. Finalmente, esta familia pudoencontrar refugio lejos de aquel lugar.

    Si me preguntan cómo está esa familia,les diré que aquella niña, que entoncestenía 12 años, está ahora escribiendo so-bre lo que le pasó; que su familia aunquedividida, se encuentra bien; que hacenparte de las voces que quieren ser escu-chadas; que en medio de lágrimas ha en-contrado apoyo y que sabe que un durocomienzo en la vida, no es el nal de lahistoria. Si me preguntan cómo lo sé, lesdiría que esa niña soy yo. Ahora con 17años he logrado superarme mucho gra-cias al gran apoyo de las personas queme quieren.

    En estos momentos me encuentro en elgrado noveno, con muchas ganas y en-tusiasmo de salir adelante con mis estu-dios, porque quiero verme en un futurosiendo una gran maestra, que es lo quemás he anhelado.

    Como no cuento con los recursos econó-micos sucientes para pagar una carre-ra, haré todo el esfuerzo para ganarmeuna beca de la Fundación Marina Orth;para esto tengo que ser muy respon-sable con mis deberes académicos, seruna persona con principios y valores;

    en pocas palabras, tengoque ser la mejor del gru-po a n de obtener estelogro que será mi granmeta para el 2017.

    Y así, una vida que se hacompuesto de duros golpes,empieza a llenarse de sueños yalegrías que buscaré hacer per-manentes y que serán mi motorpara seguir en movimiento.

    Al mirar atrás y recordar todolo que sucedió, me siento triste,con un gran vacío en el corazón.Y al escuchar la canciónNi pormil puñados de oro , de AntonioAguilar, siento caer innumerableslágrimas por mi rostro, recordan-do los momentos que vivimos enfamilia.En las fechas especiales laextraño y me gustaría tenerla a milado, que me besara y abrazara comolo hacía antes; me hacen falta susconsejos, sus regaños y, sobre todo, elbeso y las palabras de buenas noches.Por eso quiero salir adelante, para queella se sienta orgullosa de mí.

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    Era un 31 de octubre, día en el que la familia se ponía susdisfraces y salía a recorrer las calles del barrio en bús-queda de dulces. Tías, primas, hermanas, vecinos, gatosy perros, todos alistaban el disfraz, pues la familia es grande,tanto como la unión y la felicidad, que también son abun-dantes. Pero ese 31 de octubre de 2011 cambiamos nuestrosdisfraces por ropa negra, anduvimos las mismas calles contristeza, nos maquillamos con lágrimas y los dulces no eranmás que el café y la aromática que nos brindaba el serviciode la funeraria.

    Una mariposa nos avisó la muerte del abuelo, “el papito”como le decíamos, el mismo que nos traía el revuelto dela plaza de mercado y que se levantaba a darle chocolatecon tostadas al gato; aquel que se peinaba con el cepillode lavar la ropa en ese patio en el cual, por primera vez,hizo su aparición la mariposa: café, gigante, hermosa-mente maldita, que llegó una semana o dos antes dela muerte, para luego posarse en el reloj marcando elnúmero que quizás represente la muerte; el número 7.

    El abuelo Antonio llegó al hospital por un golpe enla cabeza, se había caído en la acera mojada de latienda. Pasaron solo un par de minutos y el gritoque alteró la calma en la familia avisando la caídadel abuelo llegó, y para más de un familiar aún estáen sus oídos, en sus cabezas. Agarraron los papelesdel abuelo y se fueron con él para el hospital y lanoticia de que la herida era grave nos sorprendiódemasiado, debido a que siempre gozaba de unabuena salud. Por tanto, no se creía que por unacaída esa alma alegre y tierna desapareciera dela casa para tener un lugar aún más grande en elcorazón de cada una de esas personas que pudi-mos pasar tiempo con él.

    Todos los de la casa, hasta amigos de la familia,acompañaron al abuelo en el hospital. El pano-rama nunca fue tan devastador hasta que llegó

    la visita del tío Héctor, al cual le dieronla trágica noticia de que el abuelo qui-zás no viviría más de una noche, así queHéctor decidió reunir a todos mis tíos enel hospital para darles la razón que el doc-tor había dejado.

    La tía Sor, que en ese tiempo se dedicabaa confeccionar los disfraces porque esees su arte, subió al tercer piso para de-cirle a mi abuela que debía ir al hospitaly se llevó la gran sorpresa de que ella leindicara donde estaban los papeles de lafuneraria, al mismo tiempo que le dijo queya sabía lo que había pasado, sin que nadiele hubiera dicho.

    Mi madre, la mujer a la que mi abuelo le de-cía que era su “ñaña”, se tomó un tinto comoacostumbra en las mañanas y esperó a que la re-cogieran para llegar todos juntos al hospital. TíoHéctor vio cómo el doctor le gritaba a mi abueloque no se fuera, que mirara que tenía una fami-lia hermosa que lo amaba y se preocupaba por él,mientras trataba de revivirlo, a los enfermeros noles quedó más que bajarlo de encima de mi abuelo ypedirle la hora del deceso: 6:50. Tan solo faltaban 10minutos y que la mariposa tuviera voz para que nosavisara que el abuelo había muerto. ¡Qué lástima! lasoraciones de la familia y de los más cercanos no fue-ron suficientes para que el abuelo se quedara.

    El 31 de octubre de 2011 no fue el mejor año de la familiaVergara, pero sí nos recordó que pase lo que pase estamosunidos, y que el abuelo se pudo haber ido con su misióncumplida: criarnos en el seno de un hogar amoroso y hu-milde que lo recuerda como un hombre valiente y guerreroque nos enseñó a ponernos la armadura y a alar la espadacuando es necesario.

    La mariposa

    en el relojLeslie Valeria Osorno VergaraI.E. Francisco MirandaGrado décimoTallerista: Kelly Salazar FernándezUniversidad Ponticia BolivarianaFacultad de Educación

    Ilustración: Morphart

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    Todo comenzó un día cualquiera, en elque yo salía de la escuela y esperabaa mi mamá. El día no fue tan normal,ahora que pienso en ello, porque mi madrey yo no nos pudimos encontrar fácilmente.Yo la esperaba pacientemente en el parquey ella me esperaba en la escuela. La vigilantede la escuela no la quería dejar entrar. Peroal nal, luego de que había jugado con mimamá un largo rato, tomándole el pelo, in-

    ventándole cosas para no dejarla entrar, lavio ofuscada y la dejó entrar.

    Ella subió hasta el último piso de la escuelay al ver que yo no me encontraba allí salió abuscarme. Ahí sí nos encontramos. Me co-mentó lo que le había sucedido con la por-tera, y después dijo que me inscribió en laescuela de música y que empezaría al díasiguiente; me dijo que serían tres mesesen los cuales estaría aprendiendo lo bási-co y luego, dependiendo de mi desempeño,empezaría clases de un instrumento que yoescogiera. Estaba tan feliz; tan ansioso. Esanoche dormí tanto que al día siguiente melevanté un poco tarde, y por poco me pierdola primera clase.

    Pasó el tiempo y después de haber aprendi-do lo básico se llegó el momento en que nospusieron a mis compañeros y a mí a escogerel instrumento que tocaríamos. Yo escogíla auta traversa, y empecé con mis clases.Algo que me motivó fue que me tocó con unaprofesora muy linda, dulce y especial. Ellafue uno de los factores que me ayudaron aamar y disfrutar la auta traversa. Esos mo-mentos en los que practicaba me hacían sen-tir increíble, era una sensación indescriptiblelo que me producía poner mis labios sobreesa boquilla de arte.

    Pero la felicidad duró muy poco porque por dis-tintos motivos tuve que dejar las clases. Quedécon esa inquietud en el corazón. Cada vez queescuchaba un sonido musical, me sentía tristepor no haber continuado, por haber olvidadolo que había aprendido y por no poder tocar laauta traversa. En esos tiempos intenté estaren otras actividades para distraerme y emplearmi tiempo de manera productiva, pero no po-día ocultarme a mí mismo que la música y la

    auta ya hacían parte de mí, y se me habíanconvertido en una necesidad.

    Al cabo de tres años fui nuevamente conmi madre a la escuela de música para versi podía volver a inscribirme. No pude. Laescuela estaba cerrada. Había quedadopreocupadísimo y triste, pues pensabaque iban a quitar la escuela. Creí quemi sueño de reencontrarme con la au-

    ta ya no iba a ser posible.Tres mesesdespués volví para salir de todas misdudas y me encontré con un directornuevo, él me dijo que sí podía entrar,pero que sólo podía tocar trombón devara, oboe, clarinete o barítono.

    Estuve dos días pensándolo y decidíregresar para tocar el clarinete. Sinembargo, sentía que no me entendíacon el instrumento y que no era lo mío.Pensé en salirme denitivamente dela escuela y renunciar, de una vez portodas, a este sueño.Dejé de asistirunos días y luego regresé para hablarcon el director y comentarle lo queme había pasado, lo que sentía. Élme dijo que al día siguiente volvíala profesora y que debía ir para quehabláramos. Me llené de fe y de es-peranza porque pensé que el reen-cuentro con la auta sería posible.

    Cuando fui y hablé con la pro-fesora ella me dijo que sí podíaestar nuevamente en clasesy que empezaría la semanasiguiente. Esta noticia fue im-pactante para mí, fue comovolver a nacer con la auta.

    Hoy puedo decir que tocarla auta traversa es lo másmaravilloso y bonito quepuedo hacer; es como en-trar en un mundo de fan-tasía en el cual no existenlos problemas, las di-cultades, las tristezas oel estrés. Con mi autaestoy en un mundo per-fecto para ser feliz.

    Mi vida a travésde una auta

    Juan Alejandro Aguirre LoperaI.E. Federico CarrasquillaGrado octavoTallerista: Pablo MolinaFacultad de EducaciónUniversidad de San Buenaventura

    Ilustración: Morphart

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    Peligro enla noche

    Cristina Marín CartagenaI.E. Francisco MirandaGrado OctavoTallerista: Kelly Salazar FernándezUniversidad Ponticia Bolivariana

    Estaba en la casa de mi tía, me senté en el sofáde la sala y desde allí alcancé a oler el aromasuave de una loción, me paré para ver de dónde

    provenía y era de la pieza de mi primo que se esta-ba arreglando para salir con unos amigos; no le pusemucha atención pues él salía casi todos los días, asíque decidí volver al sofá donde estaba tan cómoda.Pasaron unos cinco minutos y él salió con los amigosen su moto para ir a pasear.

    Después de un rato, a las once de la noche, llegaron susamigos asustados, con lágrimas en los ojos y una carapálida como si hubieran visto a la mismísima muerte.Llorando nos contaron que yendo hacia Aranjuez unostipos altos y armados les robaron la moto y como miprimo se interpuso se lo llevaron a un caño.

    Mi tía y su esposo salieron inmediatamente, ella sepuso un saco de cuero marrón y salimos apresuradoshacia donde nos habían indicado los chicos. A medidaque iba caminando sentía cómo la desesperación de mitía aumentaba cada vez más y que a cada paso que dá-bamos ella soltaba una lágrima y poco a poco yo tambiénempezaba a sentirme mal, sin embargo, retenía el llantopara que ella no se preocupara más de lo que ya estaba.

    Al caminar sentía que el camino no se iba a acabar, sentíaque en vez de acercarme más hacia donde se encontrabami primo, más me alejaba de él; la tensión se sentía en elaire y la gente de la calle se iba desvaneciendo a medidaque íbamos avanzando.

    Al llegar al destino donde nos habían indicado los chicos,lo primero que pensé fue: “acabó todo: vamos por mi primoy volvemos a la casa”, pero desgraciadamente las cosas no

    pasaron como lo había pensado. Al llegar nos encontramos conunos hombre altos, a primera vista lo primero que se pasó por micabeza fue: “son unas personas que están ahí paradas por casua-lidad”, pero al bajar la mirada vi que empuñaban una navaja y quetenían una pistola entre el pantalón; sentí miedo al pensar que mivida peligraba y que no sabía si mi primo estaría vivo.

    Estos hombres se empezaron a acercar a nosotros lentamente,en mi cabeza pasaron toda clase de imágenes y recuerdos, ade-más mi corazón latía fuertemente, así que sujeté la mano de mi tíaasustada. Los hombres nos saludaron sin ningún indicio de violen-cia, quedé confundida sin saber qué era lo que estaba pasando.Los hombres nos dijeron “sígannos si quieren ver al muchacho”.Entonces el esposo de mi tía los siguió y yo fui detrás de él pero almirar hacia atrás vi que mi tía se quedaba paralizada, pálida y conuna mirada triste.

    Al ver que los hombres dejaron de caminar me le adelanté al espo-so de mi tía a ver si podía divisar alguna señal de mi primo, pero miintento fue en vano, no lo pude ver. Pensé: ¿para qué nos hicieronvenir hasta aquí si ni siquiera está mi primo ni la moto?

    Los hombres de un momento a otro cambiaron su forma educada

    por una forma violenta diciéndoles a mis tíos que tenían que esco-ger entre el hijo y la moto. Mi tía dijo con voz alterada: “¡Obviamen-te mi hijo!” cuando ella dijo eso me asusté, ya que no había notadocuando ella había llegado. Los hombres me miraron, extendieron sumano hacia a mí, me dijeron, “vaya por él”, y me señalaron un huecoque había a unos dos metros de allí.

    Me acerqué al lugar y sentí un olor horrible que me hizo recordar elde un yogurt podrido, miré hacia el hueco y ahí estaba mi primo sen-tado en un rincón como un ratoncito asustado. Miré alrededor y ha-bía dos personas más, que a mi parecer se veían muertas. Vi los ojosde mi primo y tenían un rasgo de tristeza y miedo combinados, deuno de sus ojos salía una lágrima; al ver esos ojos sentí que su miedoestaba en mí como si fuéramos una sola persona. Le extendí mi manoy me abrazó fuertemente. Después mi tía dijo que nos fuéramos.

    Al ir caminando hacia la casa ya no sentía miedo, sino preocupaciónpor el regaño que me iba a dar mi mamá por haberme desaparecidotoda la noche.

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    Ilustración: Morphart

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    Estefanía Peláez RicoTexto e ilustracionesI.E San Juan EudesGrado NovenoAna María Montoya AlzateFacultad de Comunicación Social - PeriodísmoUniversidad Ponticia Bolivariana

    Por un sueñotatuado en el alma

    Llena de emociones, expectativas y nervios, aga-rró su vestido blanco que daba algunos deste-llos y tenía un lindo escote que ayudaba a re-saltar su belleza. Usó un poco de maquillaje paraque su mirada fuera más expresiva y encantadora.Estaba lista para salir a pasarela y las luces des-

    tacaban los brillos de su traje de gala. Sin dudallamaba la atención: saludo-pasarela-giro-pose,toda una reina.

    Desde niña uno de mis más grandes sueños eraser modelo. Crecí sintiéndome una de ellas:bonita, elegante y con gracia. Lo que no creífue que en algún momento lo llegara a ser.

    Me cambió la vida el 12 de julio. Tuve la me- jor experiencia cuando deslaba en la pa-sarela mientras seguía las instrucciones demi entrenadora: “saludo, marcación, girode 360 grados y despedida”, era lo únicoque escuchaba.

    Empecé con la mejor actitud, sentía cómo todas lasmiradas estaban en mí, lo que de alguna forma me pre-

    ocupó, pues pensé que tantos ojos eran una señal deque algo estaba haciendo mal. Pero no, al nal solo me

    dijeron: “Nos encantó tu pasarela”. Al escuchar eso sentíuna alegría inmensa, lo único que pensaba era en que al

    n iba a alcanzar mi estrella, solo quería dejar mi nombreen alto, quería destacarme en todo.

    No estaba sola, había otras personas que, como yo, vivíanpara deslar. Todas estábamos realmente nerviosas. Desdeel momento en el que entramos al salón donde los jueces nos

    evaluaban se sentían esas ganas que tenía cada una de noso-tras, ese potencial para ser modelos.

    Pero había algo que aún no me dejaba tranquila. Mi tatuaje po-dría ser un problema, ya que era demasiado grande e imposible

    de ocultar, era un gran obstáculo para ser Miss Juvenil Medellín.

    Desde ese momento supe que no debía continuar, pues signica-ba mucho para mí como para ocultarlo. Pensé en mil maneras para

    que me ayudaran a no hacerlo, no queríaesconderlo.

    Tenía el apoyo de una de las instructoras,quien al n y al cabo, veía un gran potencial enmí para ser Miss Juvenil Medellín. Sin embar-

    go, me daba temor ser rechazada, porque sabíaque en algún momento me lo tendrían que ver.

    Recibí los mejores consejos, me alentaban, merespaldaban, porque sabían que era uno de misgrandes sueños, y que siempre daba lo mejor demí para llegar muy alto.A pesar de ello, aunqueme dolió tomar la decisión, tuve que abandonareste camino ya que no tener tatuajes era una delas condiciones.

    Aun así, no niego que ha sido la mejor experienciade mi vida, y aunque no pude seguir en esta ocasión,sé que encontraré un lugar donde sí pueda cumplirmi sueño junto con este detalle que hace parte de mí.

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    SiCLeada,un paseo para todosSamuel López GarcíaColegio de la UPBGrado DécimoTallerista: Laura RestrepoFacultad de EducaciónUniversidad Ponticia Bolivariana

    Los miércoles tengo la oportunidad desalir de la rutina, de encontrar un “par-che” sano e increíble, en donde experi-

    mento múltiples sensaciones que me llevana una felicidad absoluta. Luego de realizarmis deberes descanso un poco, como algoligero, empaco una buena hidrataciónacompañada de un sándwich y me pongoropa deportiva para disponerme al encuen-tro con amigos. Todo para ir a “pedalear”hasta Carlos E. Restrepo, ubicado en la ca-rrera 64b con calle 51, que es de donde salela SiCLeada.

    Siendo las 8 de la noche, tras haber llega-

    do con mis amigos al lugar de encuentroque está lleno de personas, empieza elevento. ¿Qué es? Es un recorrido por di-ferentes lugares de la ciudad,en el que tienes la oportu-nidad de conocer la ciu-dad de forma segura ydivertida. Este planya cumplió cincoaños y más de 200noches de rutas.

    Es un “paseíto” en elque transitas entre 16y 38 kilómetros depen-diendo del recorrido y de ladicultad de este, convirtiéndoloen un reto para muchos. Es más que “mon-tar” en bicicleta por más de tres horas, real-mente es apoyar y vivir la “cultura bici” quepromueve el cuidado al medio ambiente, elejercicio físico y una movilidad más ecaz,

    respetando al peatón y com-partiendo la vía.

    Voy tranquilo, pero atentopara no caerme, y no hacercaer a los otros, que son desdeniños hasta personas mayo-res. Veo cómo los encargadosde logística van cuidando queen cada semáforo las personasrespeten el recorrido; ademásel líder, quien nos guía, a quienadm