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INTERNATIONAL WEEKLY Copyright © 2014 The New York Times DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014 Una colaboración con VENTANA Urmía Lago Urmía Ago. 2011 Ago.-Sept. 1998 IRÁN 30 KMS. Presa activa Fuente: Programa Ambiental de las Naciones Unidas; Imagen por Google Earth ARABIA SAUDITA IRAK K Teherán Isfahán Ahv Ahvaz a en de Área en detalle IRÁN TURKMEN. 0 KMS. 650 65 65 Pete Seeger vive en la música actual Cuando el cantante de folk Pete See- ger murió en enero, los tributos se cen- traron en cómo utilizó la música para promover la acción política. Vivió hasta los 94 años y sirvió como cronista de muchos de los movi- mientos importantes en la historia esta- dounidense durante el siglo pasado, des- de las marchas de los derechos civiles en los años 60 hasta las protestas Occupy Wall Street. Seeger, cuyas canciones incluían “Turn! Turn! Turn!” y “We Shall Over- come”, fue un compositor que “pasó una larga trayectoria promocionando la música folk tanto como una herencia cultural vital y como un catalizador del cambio social”, escribió el crítico Jon Pareles en The New York Times. “Para Seeger, la música folk y un sentido de comunidad eran inseparables, y donde veía una comunidad, veía la posibilidad de acción política”. Cantó como parte de los movimientos laborales en los 40 y 50 y se unió al mo- vimiento contra la guerra de Vietnam. Habló a favor de causas ambientales y contra la guerra en Iraq. En el camino, sirvió como mentor de cantantes más jóvenes como Bob Dylan. En una ocasión, Seeger dijo que la mú- sica, si se usa bien, podría ayudar “a salvar el planeta”. Aunque sus estilos pueden ser muy diferentes, algunas de las estrellas de pop más grandes de la actualidad usan su música de manera similar para impulsar el cambio social. La causa de los derechos de los homosexuales ha sido adoptada por diferentes artistas, entre ellos Lady Gaga, quien tuvo un éxito con “Born This Way” (Así nací) y Katy Perry, quien mostró a dos hombres besándose en su video para “Firework” (Fuego artificial). “Same Love” (Mismo amor) de Macklemore & Ryan Lewis se ha convertido en el himno principal para el matrimonio de homosexuales. En los Premios Grammy, en enero, interpreta- ron la canción mientras más de 30 pare- jas, homosexuales y heterosexuales, se casaron en vivo en la televisión. “Lewis, el productor del grupo, dijo que las bodas ‘serán, en nuestras men- tes, la máxima declaración de igualdad, de que todas las parejas tienen derecho a exactamente la misma cosa’”, escribió Ben Sisario en The Times. El feminismo también tuvo una voz prominente en fechas recientes cuando Beyoncé lanzó un álbum en el cual públi- camente acogió la causa. Otras estrellas de pop femeninas han evitado usar el término, por temor a irritar a sus fans. Pero su disco homónimo fue un enorme éxito: se convirtió en el álbum de más rápidas ventas en la historia de iTunes y lideró las listas de popularidad en 100 países, reportó The Times. Las canciones son “sexys y sofis- ticadas, llenas de hazañas eróticas y voces sensuales; de vez en cuando, por variedad, se vuelven vulnerables, com- pasivas o feministas”, escribió Pareles en una reseña. La canción “Flawless” incluyó audio de un discurso de la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, titulado “Todos deberíamos ser feministas”. Adichie critica cómo a las niñas se les enseña a no ser demasiado ambiciosas y se les disuade de expresar su sexuali- dad. Beyoncé le da a su público su defini- ción de feminismo en una cita final de la autora: “Feminista: la persona que cree en la igualdad social, política y económi- ca de los géneros”. EMMA G. FITZSIMMONS Sus comentarios son bienvenidos en [email protected]. INTELIGENCIA Nuevo faraón está por llegar a Egipto. PÁG. 2 ARTE Y DISEÑO Busca de herederos de arte robado. PÁG. 8 Por THOMAS ERDBRINK LAGO URMÍA, Irán — Tras conducir durante quince minutos sobre el lecho de lo que alguna vez fue el lago más grande de Irán, un funcionario local del medio ambiente se bajó de su camioneta y ca- minó por la gran llanura seca, como si buscara agua que sabía que no iba a en- contrar. Una hora antes, el funcionario, Hamid Ranaghadr, había recordado que apenas hace unos años, cruceros llenos de turis- tas atiborraban las aguas del lago en bus- ca de bandadas de flamingos migrantes. Ahora, los barcos se están oxidando en el lodo y los flamingos vuelan sobre los restos del lago en su viaje hacia otra par- te. Según la oficina ambiental de la loca- lidad, sólo queda el 5 por ciento del agua. Irán enfrenta una escasez de agua po- tencialmente tan seria que las autorida- des están haciendo planes de contingen- cia para racionarla en el área metropoli- tana de Teherán, que tiene 22 millones de habitantes, y otras ciudades importan- tes. El Presidente Hassan Rouhani ha identificado al agua como un problema de seguridad nacional, y en discursos en las áreas más golpeadas por la escasez, promete “traer el agua de regreso”. Los expertos mencionan el cambio cli- mático, las prácticas derrochadoras de riego y la merma en el manto freático co- mo factores de la escasez del vital líqui- do. En el caso del Lago Urmía, añaden la terminación de una serie de represas que cortaron un importante abasto de agua fresca que fluye desde las montañas a ambos lados del lago. Mientras caminaba por el lecho seco del lago, Ranaghadr dijo que hace apenas unos años el agua tenía nueve metros de profundidad. A la distancia, manchas de tierra —antes islas donde los turistas pa- saban vacaciones en cabañas con vista a las aguas azules— se encontraban ro- deadas de llanuras de lodo café y arena. “Simplemente lo vaciamos”, dijo. Los problemas de agua de Irán se ex- tienden mucho más allá de Urmía, que por ser un lago salado nunca fue apro- piado para beber o para su uso agrícola. Otros lagos y ríos importantes también están en vías de secarse, lo que ha lleva- do a disputas sobre derechos de agua, manifestaciones e incluso disturbios. Ríos importantes cerca de Isfahán, en el centro del país, y Ahvaz, cerca del Gol- fo Pérsico, se han secado, al igual que el lago Hamoun, en la región fronteriza con Afganistán. El polvo de los lechos secos se ha sumado a los niveles de contami- nación del aire de Irán, sede de cuatro de las diez ciudades más contaminadas del mundo, según Naciones Unidas. Pero en ningún lado la crisis es más pronunciada que en el Lago Urmía, an- tes uno de los lagos salados más grandes del mundo. Los ambientalistas advier- ten que la sal seca podría envenenar las valiosas tierras agrícolas alrededor del lago, y hacer la vida miserable para los tres millones de personas que viven en sus inmediaciones. A lo largo de lo que solía ser una aveni- da a la orilla del lago, tiendas y vestidores deteriorados son el legado de los días en que personas de todas partes de Irán ve- nían a practicar esquí acuático en el lago o a cubrirse con su lodo negro, que se de- cía tenía poderes curativos. Hace unos 20 años, Mokhtar Chera- ghi, un aldeano de la localidad, comenzó a notar que la línea de agua se retraía. “Primero 100 metros, luego 200. Después de un tiempo, ya no podíamos ver el mar- gen”, dijo. “Seguimos esperando que el agua regresara, pero nunca sucedió”. La mayoría de las personas del área culpan de la desaparición del lago a me- dia docena de represas que el gobierno ha construido en la región. Los embalses Por ADAM NAGOURNEY e IAN LOVETT LOS ÁNGELES — La severa se- quía que ha golpeado a California amenaza el suministro de agua pota- ble del estado. Sin señales de lluvia, 17 comunida- des rurales que proveen de agua a 40 mil habitantes están en peligro de que su suministro se agote dentro de dos o tres meses. El Proyecto Estatal de Agua, el principal sistema de dis- tribución de agua municipal, dijo que no tiene suficiente agua para comple- mentar los suministros menguantes de las agencias locales que abastecen de agua a otros 25 millones de perso- nas. Es la primera vez que el proyecto ha cerrado el grifo en sus 54 años de historia. Las autoridades dijeron que ya han tomado medidas para implementar planes de emergencia. En el peor de los casos, transportarían agua pota- ble en camiones y perforarían pozos adicionales. Es probable que se im- pongan medidas obligatorias de con- servación de agua para propietarios de casas y negocios, a quienes ya se les ha pedido que reduzcan volunta- riamente su consumo de agua en un 20 por ciento. “Cada día que contiúe esta sequía tendremos que ser más estrictos con lo que hace la gente”, dijo el goberna- dor Jerry Brown, quien ocupó el mis- mo cargo durante la última sequía importante en el estado, en 1976-1977. La sequía ya ha producido campos áridos, ganado famélico y concentra- ciones de smog. “Nos encaminamos a tener la peor sequía en 500 años”, dijo B. Lynn In- gram, profesora de ciencias planeta- rias y de la tierra en la Universidad de California, en Berkeley. La sequía, técnicamente en su ter- cer año, ya obliga a grandes cambios de comportamiento. Los agricultores en Nevada dijeron que ya ni siquiera intentan sembrar, mientras que los ganaderos en el norte de California y Nuevo México señalaron que han te- nido que vender su ganado ya que los campos que deberían tener hierba de más de un metro de altura sólo tienen tallos raquíticos de color café. La pesca y la caza en gran parte de California han sido prohibidas, para proteger al salmón, especie en peli- gro de extinción, y prevenir incen- dios. Mucha gente dijo que ya había comenzado a reducir drásticamente el agua que usa para bañarse, lavar sus autos y regar sus jardines. Ha llovido tan poco que la gen- te que salía de un cine en la zona de West Hollywood a fines de enero co- menzó a aplaudir al ver la lluvia que caía sobre la vereda. “Mi nivel de preocupación nunca ha sido tan alto”, dijo Tim Quinn, pre- sidente ejecutivo de la Asociación de Agencias de Agua de California, una coalición estatal. “Hablamos de con- diciones de sequía históricas, sin su- Una sequía histórica causa alarma en California Oriente y Occidente a la espera de agua Con tinúa en la página 2 Continúa en la página 2 MORTEZA NIKOUBAZI PARA THE NEW YORK TIMES Cambio climático, derroche y una serie de represas se combinaron para secar el Lago Urmía en Irán, que fue uno de los lagos salados más grandes del mundo. Irán enfrenta una crisis de agua tras sequía de gran lago salado CIENCIA Y TECNOLOGÍA Seres no diseñados para el espacio. PÁG. 6 EL MUNDO Nombres inusuales son la norma. PÁG. 3 MARCUS YAM PARA THE NEW YORK TIMES THE NEW YORK TIMES El Lago Urmía en el noroeste de Irán, que antes atrajo a turistas y flamingos, tiene sólo el 5 por ciento del agua que en el pasado. Pete Seeger participó en muchas causas sociales en EE.UU. incluyendo las protestas Occupy Wall Street en 2011.

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Page 1: DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014 Oriente y Occidente a la espera … · “Todos deberíamos ser feministas”. Adichie critica cómo a las niñas se les enseña a no ser demasiado ambiciosas

INTERNATIONAL WEEKLYCopyright © 2014 The New York Times

DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014Una colaboración con

VENTANA

Urmía

Lago UrmíaAgo. 2011

Ago.-Sept. 1998

IRÁN

30 KMS.

Presa activa

Fuente: Programa Ambiental de las Naciones Unidas;Imagen por Google Earth

ARABIASAUDITA

IRAKK

Teherán

Isfahán

AhvAhvaz

a en deÁrea en detalle

IRÁN

TURKMEN.

0 KMS.650 6565

Pete Seeger vive en la música actualCuando el cantante de folk Pete See-

ger murió en enero, los tributos se cen-traron en cómo utilizó la música para promover la acción política. Vivió hasta los 94 años y sirvió como cronista de

muchos de los movi-mientos importantes en la historia esta-dounidense durante el siglo pasado, des-de las marchas de los derechos civiles en los años 60 hasta las protestas Occupy Wall Street.

Seeger, cuyas canciones incluían “Turn! Turn! Turn!” y “We Shall Over-come”, fue un compositor que “pasó una larga trayectoria promocionando la música folk tanto como una herencia cultural vital y como un catalizador del cambio social”, escribió el crítico Jon

Pareles en The New York Times. “Para Seeger, la música folk y un sentido de comunidad eran inseparables, y donde veía una comunidad, veía la posibilidad de acción política”.

Cantó como parte de los movimientos laborales en los 40 y 50 y se unió al mo-vimiento contra la guerra de Vietnam. Habló a favor de causas ambientales y contra la guerra en Iraq.

En el camino, sirvió como mentor de cantantes más jóvenes como Bob Dylan. En una ocasión, Seeger dijo que la mú-sica, si se usa bien, podría ayudar “a salvar el planeta”.

Aunque sus estilos pueden ser muy diferentes, algunas de las estrellas de pop más grandes de la actualidad usan su música de manera similar para impulsar el cambio social. La causa de los derechos de los homosexuales ha sido adoptada por diferentes artistas, entre ellos Lady Gaga, quien tuvo un éxito con “Born This Way” (Así nací) y Katy Perry, quien mostró a dos hombres

besándose en su video para “Firework” (Fuego artificial). “Same Love” (Mismo amor) de Macklemore & Ryan Lewis se ha convertido en el himno principal para el matrimonio de homosexuales. En los Premios Grammy, en enero, interpreta-ron la canción mientras más de 30 pare-jas, homosexuales y heterosexuales, se casaron en vivo en la televisión.

“Lewis, el productor del grupo, dijo que las bodas ‘serán, en nuestras men-tes, la máxima declaración de igualdad, de que todas las parejas tienen derecho a exactamente la misma cosa’”, escribió Ben Sisario en The Times.

El feminismo también tuvo una voz prominente en fechas recientes cuando Beyoncé lanzó un álbum en el cual públi-camente acogió la causa. Otras estrellas de pop femeninas han evitado usar el término, por temor a irritar a sus fans. Pero su disco homónimo fue un enorme éxito: se convirtió en el álbum de más rápidas ventas en la historia de iTunes y lideró las listas de popularidad en 100

países, reportó The Times. Las canciones son “sexys y sofis-

ticadas, llenas de hazañas eróticas y voces sensuales; de vez en cuando, por variedad, se vuelven vulnerables, com-pasivas o feministas”, escribió Pareles en una reseña.

La canción “Flawless” incluyó audio de un discurso de la autora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie, titulado

“Todos deberíamos ser feministas”.Adichie critica cómo a las niñas se les

enseña a no ser demasiado ambiciosas y se les disuade de expresar su sexuali-dad. Beyoncé le da a su público su defini-ción de feminismo en una cita final de la autora: “Feminista: la persona que cree en la igualdad social, política y económi-ca de los géneros”.

EMMA G. FITZSIMMONSSus comentarios son bienvenidos en [email protected].

INTELIGENCIA

Nuevo faraón está por llegar a Egipto. PÁG. 2

ARTE Y DISEÑO

Busca de herederosde arte robado. PÁG. 8

Por THOMAS ERDBRINK

LAGO URMÍA, Irán — Tras conducir durante quince minutos sobre el lecho de lo que alguna vez fue el lago más grande de Irán, un funcionario local del medio ambiente se bajó de su camioneta y ca-minó por la gran llanura seca, como si buscara agua que sabía que no iba a en-contrar.

Una hora antes, el funcionario, Hamid Ranaghadr, había recordado que apenas hace unos años, cruceros llenos de turis-tas atiborraban las aguas del lago en bus-ca de bandadas de flamingos migrantes.

Ahora, los barcos se están oxidando en el lodo y los flamingos vuelan sobre los restos del lago en su viaje hacia otra par-te. Según la oficina ambiental de la loca-lidad, sólo queda el 5 por ciento del agua.

Irán enfrenta una escasez de agua po-tencialmente tan seria que las autorida-des están haciendo planes de contingen-cia para racionarla en el área metropoli-tana de Teherán, que tiene 22 millones de habitantes, y otras ciudades importan-tes. El Presidente Hassan Rouhani ha identificado al agua como un problema de seguridad nacional, y en discursos en las áreas más golpeadas por la escasez, promete “traer el agua de regreso”.

Los expertos mencionan el cambio cli-mático, las prácticas derrochadoras de riego y la merma en el manto freático co-mo factores de la escasez del vital líqui-do. En el caso del Lago Urmía, añaden la terminación de una serie de represas que cortaron un importante abasto de agua

fresca que fluye desde las montañas a ambos lados del lago.

Mientras caminaba por el lecho seco del lago, Ranaghadr dijo que hace apenas unos años el agua tenía nueve metros de profundidad. A la distancia, manchas de tierra —antes islas donde los turistas pa-saban vacaciones en cabañas con vista a las aguas azules— se encontraban ro-deadas de llanuras de lodo café y arena. “Simplemente lo vaciamos”, dijo.

Los problemas de agua de Irán se ex-tienden mucho más allá de Urmía, que

por ser un lago salado nunca fue apro-piado para beber o para su uso agrícola. Otros lagos y ríos importantes también están en vías de secarse, lo que ha lleva-do a disputas sobre derechos de agua, manifestaciones e incluso disturbios.

Ríos importantes cerca de Isfahán, en el centro del país, y Ahvaz, cerca del Gol-fo Pérsico, se han secado, al igual que el lago Hamoun, en la región fronteriza con Afganistán. El polvo de los lechos secos se ha sumado a los niveles de contami-nación del aire de Irán, sede de cuatro de

las diez ciudades más contaminadas del mundo, según Naciones Unidas.

Pero en ningún lado la crisis es más pronunciada que en el Lago Urmía, an-tes uno de los lagos salados más grandes del mundo. Los ambientalistas advier-ten que la sal seca podría envenenar las valiosas tierras agrícolas alrededor del lago, y hacer la vida miserable para los tres millones de personas que viven en sus inmediaciones.

A lo largo de lo que solía ser una aveni-da a la orilla del lago, tiendas y vestidores deteriorados son el legado de los días en que personas de todas partes de Irán ve-nían a practicar esquí acuático en el lago o a cubrirse con su lodo negro, que se de-cía tenía poderes curativos.

Hace unos 20 años, Mokhtar Chera-ghi, un aldeano de la localidad, comenzó a notar que la línea de agua se retraía. “Primero 100 metros, luego 200. Después de un tiempo, ya no podíamos ver el mar-gen”, dijo. “Seguimos esperando que el agua regresara, pero nunca sucedió”.

La mayoría de las personas del área culpan de la desaparición del lago a me-dia docena de represas que el gobierno ha construido en la región. Los embalses

Por ADAM NAGOURNEY e IAN LOVETT

LOS ÁNGELES — La severa se-quía que ha golpeado a California amenaza el suministro de agua pota-ble del estado.

Sin señales de lluvia, 17 comunida-des rurales que proveen de agua a 40 mil habitantes están en peligro de que su suministro se agote dentro de dos o tres meses. El Proyecto Estatal de Agua, el principal sistema de dis-tribución de agua municipal, dijo que no tiene suficiente agua para comple-mentar los suministros menguantes de las agencias locales que abastecen de agua a otros 25 millones de perso-nas. Es la primera vez que el proyecto ha cerrado el grifo en sus 54 años de historia.

Las autoridades dijeron que ya han tomado medidas para implementar planes de emergencia. En el peor de los casos, transportarían agua pota-ble en camiones y perforarían pozos adicionales. Es probable que se im-pongan medidas obligatorias de con-servación de agua para propietarios de casas y negocios, a quienes ya se les ha pedido que reduzcan volunta-riamente su consumo de agua en un 20 por ciento.

“Cada día que contiúe esta sequía tendremos que ser más estrictos con lo que hace la gente”, dijo el goberna-dor Jerry Brown, quien ocupó el mis-mo cargo durante la última sequía importante en el estado, en 1976-1977.

La sequía ya ha producido campos áridos, ganado famélico y concentra-ciones de smog.

“Nos encaminamos a tener la peor sequía en 500 años”, dijo B. Lynn In-gram, profesora de ciencias planeta-rias y de la tierra en la Universidad de California, en Berkeley.

La sequía, técnicamente en su ter-cer año, ya obliga a grandes cambios de comportamiento. Los agricultores en Nevada dijeron que ya ni siquiera intentan sembrar, mientras que los ganaderos en el norte de California y Nuevo México señalaron que han te-nido que vender su ganado ya que los campos que deberían tener hierba de más de un metro de altura sólo tienen tallos raquíticos de color café.

La pesca y la caza en gran parte de California han sido prohibidas, para proteger al salmón, especie en peli-gro de extinción, y prevenir incen-dios. Mucha gente dijo que ya había comenzado a reducir drásticamente el agua que usa para bañarse, lavar sus autos y regar sus jardines.

Ha llovido tan poco que la gen-te que salía de un cine en la zona de West Hollywood a fines de enero co-menzó a aplaudir al ver la lluvia que caía sobre la vereda.

“Mi nivel de preocupación nunca ha sido tan alto”, dijo Tim Quinn, pre-sidente ejecutivo de la Asociación de Agencias de Agua de California, una coalición estatal. “Hablamos de con-diciones de sequía históricas, sin su-

Una sequía histórica causa alarma en California

Oriente y Occidente a la espera de agua

Con tinúa en la página 2Con tin úa en la página 2

MORTEZA NIKOUBAZI PARA THE NEW YORK TIMES

Cambio climático, derroche y una serie de represas se combinaron para secar el Lago Urmía en Irán, que fue uno de los lagos salados más grandes del mundo.

Irán enfrenta una crisis de agua tras sequía de gran lago salado

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

Seres no diseñadospara el espacio. PÁG. 6

EL MUNDO

Nombres inusuales son la norma. PÁG. 3

MARCUS YAM PARA THE NEW YORK TIMES

THE NEW YORK TIMES

El Lago Urmía en el noroeste de Irán, que antes atrajo a turistas y flamingos, tiene sólo el 5 por ciento del agua que en el pasado.

Pete Seeger participó en muchas causas sociales en EE.UU. incluyendo las protestas Occupy Wall Street en 2011.

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E L M U N D O

2 DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por JODI RUDOREN

JERUSALÉN — No posee una ver-dadera trama y los personajes están subdesarrollados. Pero en el lado po-sitivo, se puede leer rápidamente, par-ticularmente cuando se considera que tiene 1.250 páginas.

El libro, que es más arte que literatu-ra, consiste únicamente de la palabra “Jew” (judío), impresa seis millones de veces en tipografía diminuta para representar al número de judíos muer-tos durante el Holocausto. El libro fue creado como una especie de monumen-to a la memoria, que invite a la conver-sación y a la meditación.

“Cuando lo ves desde una distancia, no puedes saber si está al derecho o al revés, no puedes saber qué es lo que hay aquí”, dijo Phil Chernofsky, su au-tor, aunque llamarlo así podría ser al-go aventurado. “Es así como los nazis veían a sus víctimas: éstas no son per-sonas, no son individuos, simplemente se trata de una masa que tenemos que exterminar”.

“Ahora, acérquese, póngase sus len-tes y escoja a un ‘judío’”, agregó Cher-nofsky. “Ese judío podría ser uno. Jun-to a él está su hermano. Ah, mira, sus tíos y tías, y primos, y toda su familia extendida.

“Una fila, una hilera, ésos son sus condiscípulos. Ahora queda inmerso en una especie de estado meditativo en el que ve una palabra, ‘judío’, se enfoca en ella y entonces su mente empieza a divagar. ¿Quién es él, donde vivía, qué quería hacer cuando fuera grande?”.

El concepto no es totalmente origi-nal. Hace más de una década, varios alumnos de segundo de secundaria

en un pequeño pueblo de Tennessee se dieron a la tarea de reunir seis millones de clips. El anonimato de las víctimas y el grado de destrucción también se ex-presa en los montones aparentemente interminables de zapatos que están en exhibición en los antiguos campos de exterminio.

Ahora, Gefen Publishing, una em-presa de Jerusalén, imagina este libro, titulado “And Every Single One Was Someone” (Y cada uno era alguien), al hacer un postulado similar en toda iglesia, sinagoga, escuela y biblioteca.

Muchos líderes judíos en Estados Unidos han elogiado el libro, pero al-gunos educadores sobre el Holocaus-

to lo consideran como un ardid. Toma la dirección opuesta de un esfuerzo de millones de dólares realizado en el curso de varios años por Yad Vashem, el memorial y museo del Holocausto, en Jerusalén, que hasta la fecha ha documentado las identidades de 4,3 millones de víctimas judías. Éstas llenan el monumental “Libro de nom-bres”, de dos metros de altura y catorce metros de circunferencia, que fue de-velado el verano pasado en el museo Auschwitz-Birkenau.

“Entendemos que la vida humana, los seres humanos, las personas están al centro de nuestra investigación y de la educación que impartimos”, explicó Avner Shalev, director de Yad Vashem. “Es por ello que dedicamos tanto a tra-tar de recuperar a cada ser humano, su nombre y los detalles sobre su vida”.

Los que alaban el libro no niegan su artilugio, pero lo ven como algo pode-roso. “Casi todos los que ven el libro no pueden dejar de hojearlo”, dijo Ilan Greenfield, el director de Gefen.

Desde que el libro salió a la venta, ha-ce unos cuantos meses, se han impreso cinco mil ejemplares, señaló. Una per-sona compró 100 para repartirlos en las oficinas de senadores estadouniden-ses, y varios líderes judíos en Austra-lia, Sudáfrica, Los Ángeles y Denver lo

han adquirido al mayoreo para repartirlo en sus co-munidades.

La idea tuvo su inicio a fines de los años 70, en la Yeshiva de Central Queens, en Nueva York, donde Chernofsky ense-ñaba matemáticas, cien-cias y estudios judíos y, un año, fue puesto a cargo del tablero de mensajes para el Día de Conmemoración del Holocausto.

“Les di una hoja en blanco, y les dije: ‘No ha-blen en los siguientes 30 minutos’. Eso fue un pla-cer”, recordó Chernofsky, de 65 años, quien creció en Brooklyn, Nueva York, y se mudó a Israel hace 32 años. “Les pedí que escri-

bieran la palabra judío tantas veces como pudieran”.

“Sumamos a todo el grupo de clase”, agregó. “Eran 40 mil veces. No era na-da”.

Años después, Chernofsky imprimió páginas repletas con la palabra “judío” escrita seis millones de veces y las pu-so en una libreta. Un encuadernador las vio e hizo una edición limitada. Greenfield se topó con un ejemplar y se acercó a Chernofsky hace unos 18 me-ses con la idea de producirlo en masa.

“Harry Potter, en siete volúmenes, utilizó 1,1 millones de palabras”, dijo Chernofsky. “Esto contiene seis millo-nes”.

ministros de agua en muchas partes del estado”.

Tom Vilsack, Secretario de Agricultu-ra de Estados Unidos, llamó a la sequía en California una “preocupación profun-da” y una señal de advertencia sobre pro-blemas futuros para gran parte del oeste del país.

“Por eso es tan importante que tome-mos en serio el cambio climático”, dijo. “Si no realizamos investigaciones, si no tenemos la asistencia financiera, ni los recursos de conservación, hay muy poco que podamos hacer para ayudar a estos agricultores”.

Cerca de Sacramento, el bajo nivel de los arroyos ha atraído a buscadores de oro, que escudriñan aguas con poca co-rriente en busca de destellos dorados. Al oeste, la intensa demanda de agua de los productores de marihuana merma los cauces donde desovan el salmón y otras especies en peligro de extinción.

Sin lluvia que limpie el aire, la contami-nación en la cuenca de Los Ángeles, que había disminuido durante la última déca-da, ha vuelto a niveles peligrosos.

En el Valle de San Joaquín, los límites federales para el material particulado fueron sobrepasados durante casi todo diciembre y enero. Las escuelas utiliza-ron banderas para indicar cuando los niños deben jugar en interiores.

El impacto ha sido particularmente se-vero para los agricultores y ganaderos. “Tengo amigos con la tierra arada, listos para cultivar”, dijo Darrell Pursel, quien tiene cultivos justo al sur de Yerington, Nevada. “¿Pero qué se siembra? En este momento, parece que no vamos a tener nada de agua. A menos de que tengamos mucha lluvia, sé que no voy a sembrar nada”.

La Extensión Cooperativa de la Univer-sidad de California realizó una sesión de supervivencia a la sequía en Browns Va-lley, casi 100 kilómetros al norte de Sacra-mento, que atrajo a cientos de ganaderos, en persona y en Internet. “Hay gente que manejó seis o siete horas para asistir”, di-jo Jeffrey James, quien dirigió la sesión.

Con cada amanecer seco, aumenta la alarma entre señales de que ésta es una sequía que se produce sólo una vez cada

cierto número de siglos. La nieve acumulada que se de-rrite en la Sierra Nevada, que provee de agua a gran parte de California durante la tempora-da seca, estaba a sólo el 12 por ciento de su nivel normal en la

última semana de enero, lo que refleja la falta de lluvia o nieve en ese mes y en di-ciembre.

“Cuando no tenemos precipitaciones en nuestros dos meses más importan-tes, realmente es un mal comienzo”, dijo Dar Mims, meteorólogo del Consejo de Recursos Atmosféricos. La gente que ha vivido otras sequías —aunque ninguna tan severa como ésta— dijo jerarquizar prioridades en sus jardines (por ejemplo, regar el roble, pero no el jardín) y darse duchas muy cortas.

Jacob Battersby, un productor en Oakland, dijo que comenzó a reducir su consumo incluso antes de que se anuncia-ran las restricciones voluntarias de agua.

“Mi esposa y yo disfrutamos de la jar-dinería”, escribió en un correo electróni-co. “Perdón, plantas, pero no van a reci-bir nada de beber este invierno”.

han reducido en gran medida el flujo de agua.

A media hora de camino por las mon-tañas que se alzan sobre la ciudad de Urmía se ubica la represa Chahchai, que recolecta agua que habría llegado al lago. La represa ahora alberga a un enorme lago, que los agricultores locales utilizan para irrigar sus tierras.

“Parte del agua de Urmía está aquí”, dijo Ranaghadr. “La gente aquí también necesita agua”.

Además de producir electricidad, el objetivo de las represas es hacer frente a la escasez de agua. Pero con demasiada frecuencia, el vital líquido se desperdicia por técnicas ineficientes de irrigación, dicen los expertos.

En su libro de 2005 sobre los problemas

de seguridad nacional de Irán, Rouhani estimó que el 92 por ciento del agua de su país se utiliza para la agricultura, com-parado con el 80 por ciento en Estados Unidos.

“Abren la llave e inundan la tierra, sin entender que en nuestro clima la mayoría del agua se evapora de esa manera”, dijo Ali Reza Seyed Ghoreishi, miembro del consejo local de administración del agua. “Necesitamos educar a los agricultores”.

El lago también ha sido atacado desde el subsuelo. Como parte de la campaña del gobierno para promover la agricul-tura local, grandes extensiones de tierra fueron divididas en parcelas más peque-ñas, y la mayoría de los nuevos propieta-rios cavaron nuevos pozos, que absorben gran parte del agua subterránea.

Los cambios climáticos, en particular las crecientes temperaturas, han jugado

un papel. Las temperaturas promedio al-rededor del Lago Urmía se han elevado aproximadamente 1,7 grados centígra-dos en los últimos diez años.

En la oficina de Ranaghadr, los funcio-narios sonaban como soldados en una misión condenada al fracaso.

El gobierno de Rouhanim, que tiene escasez de fondos debido al impacto de las sanciones internacionales contra el programa nuclear iraní, no tiene dinero disponible para los esfuerzos para res-taurar el lago.

Aun si lo tuviera, dicen los funciona-rios, probablemente es demasiado tar-de para salvar al Lago Urmía. “¿Saben cuál es el verdadero problema?”, dijo Ranaghadr. “Todos en todo el mundo só-lo piensan en el dinero. Así nos sucedió también a nosotros y ahora nuestro lago ha desaparecido”.

MAX WHITTAKER PARA THE NEW YORK TIMES; ABAJO, JASON HENRY PARA THE NEW YORK TIMES

Iraníes sufren debido a la sequía de un gran lago

Sequía historica alarma al oeste de EE.UU.

El Holocausto narradocon una sola palabra

Con tin úa de la página 1

Con tin úa de la página 1

Según su autor, el libro motiva la conversación y la contemplación.

RINA CASTELNUOVO / THE NEW YORK TIMES

El nuevo libro “Y cada uno era alguien” consiste sólo de la palabra “judío”, repetida seis millones de veces.

Nancy Martin indica cómo mantener sanas a manadas. Guardabosques queman maleza en la Reserva Rye Patch de Nevada (arriba).

INTELIGENCIA/BAHEY ELDIN HASSAN

De faraones y califas Cuando los líderes militares de

Egipto le dieron al Mariscal de Campo Abdul-Fattah el-Sisi luz verde para postularse en las elecciones presiden-ciales, prepararon el escenario para el próximo faraón, un líder que gobernará con un poder sin límites, en la tradición de las primeras civilizaciones egipcias, más recientemente personificado por Hosni Mubarak, Anwar el-Sadat y Ga-mal Abdel Nasser. Sisi probablemente será elegido por una abrumadora ma-yoría.

Los comentaristas que consideraban que esto era una interferencia inacepta-ble de las fuerzas armadas en la política parecen haber olvidado que apenas en julio, ellos, junto con gran parte de la población egipcia, aceptaron con gusto que el ejército derrocara al Presidente Mohamed Morsi. Eso justificó tanto la intervención de las fuerzas militares como su reingreso a la política, en res-puesta a las exigencias del pueblo.

Decenas de millones de personas han

alzado sobre sus hombros a las fuerzas castrenses egicias. Entre sus partida-rios están muchos de los políticos y ac-tivistas juveniles que corearon “abajo las fuerzas armadas” y arriesgaron sus vidas en una confrontación de 16 meses tras la revolución de 2011. Un cambio tan dramático nunca habría sido posi-ble sin el intervalo de un año en el que Egipto tuvo el gobierno disfuncional y déspota de la Hermandad Musulmana.

Pronto los egipcios promedio se die-ron cuenta de que la Hermandad no sólo imponía una visión del Islam diferente a la suya, sino que no cumplía sus prome-sas, y sus funcionarios eran iguales de corruptos y deshonestos que los políti-cos no islamistas.

Morsi puede haber sido el primer Presidente democráticamente electo de Egipto, pero gobernó como un califa, actuando como si tuviera derecho a un poder sin control. Apenas cuatro meses después de ser electo por sólo el 51 por ciento de los electores, Morsi emitió una declaración constitucional que anuló los límites a su poder impuestos por las otras ramas del gobierno.

Las fuerzas armadas han logrado un papel como un salvador manipulando

los temores de los ciudadanos sobre una pérdida de identidad y explotando las teorías de conspiración diseñadas para hacerle creer a los egipcios que hay una amenaza existencial contra su país. A diario, los medios de comunicación di-funden extensamente historias ficticias sobre distintos planes extranjeros para socavar al estado egipcio, reinstalar el

régimen de la Hermandad Musulmana, asesinar a Sisi y desmantelar el ejército, como en Iraq, Siria y Libia.

Esta estrategia ha hechizado a mu-chos egipcios, que no se indignan ante los continuos asesinatos masivos y otros abusos cometidos por las autori-dades tanto contra islamistas como no islamistas bajo el pretexto de “combatir al terrorismo”. El 25 de enero, el tercer

aniversario de la revolución, varias confrontaciones de oficiales de policía con manifestantes dejaron a unas 103 personas muertas.

Egipto nunca ha dejado de ser un esta-do policial. Hazem el-Beblawi, el Primer Ministro interino, dijo que “es dirigido por los cuerpos de seguridad”, que con-trolan la Presidencia, el gabinete, los medios de comunicación y el sistema ju-dicial. Los interrogatorios y las sesiones de tribunales tienen lugar en cárceles, direcciones de seguridad o recintos po-liciacos. Ya no se requiere que testigos oculares identifiquen a los acusados. Fiscales emiten órdenes judiciales después de los arrestos. Miembros de la Hermandad son arrestados debido a su rango en la organización más que su involucramiento en crímenes.

En medio de sus medidas represivas contra la Hermandad, el aparato de seguridad cambió su enfoque y empezó a actuar contra activistas juveniles no islamistas, bajo el mismo pretexto de “combatir el terrorismo”. A fines de enero, el Ministerio de la Justicia estableció tribunales especiales para acelerar los juicios para los “sospe-chosos de terrorismo”. Manifestantes

pacíficos también son enviados a estos tribunales.

Tarek Hussain, de 20 años, fue encon-trado culpable el año pasado de atacar la sede de la Hermandad. El mes pasado, fue uno de docenas de jóvenes activistas no islamistas arrestados mientras ma-nifestaban en el aniversario de la revo-lución. Todos fueron procesados como miembros de la Hermandad.

Sayed Weza, de 18 años, miembro del movimiento liberal 6 de Abril, también participó en estas manifestaciones y resultó muerto. Su último mensaje en Facebook decía: “Por favor, díganle la generación venidera que ¡amamos a nuestro país!”.

Weza expresó su esperanza para los egipcios futuros, porque la historia de su generación es una de represión y es-peranzas aplastadas. El boicot juvenil al reciente referéndum constitucional envió el mensaje de que la solución para el futuro de Egipto no será un califa ni un faraón.

Reinstalar un estado policial sólo lle-vará a más inestabilidad a medida que una nueva generación de revoluciona-rios egipcios se levante para oponerse a la represión.

Bahey eldin Hassan es director del Instituto de El Cairo de Estudios sobre Derechos Humanos. Envíe sus co-mentarios a [email protected].

Poder absoluto persiste en Egipo pese a los cambios de régímen.

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E L M U N D O

DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014 3THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por AZAM AHMED

HERAT, Afganistán — El año pasado, el guardaespaldas y amigo de Ali Sena Nowruzi, de nueve años, lo secuestró ca-mino a la escuela. El niño luego fue ase-sinado a golpes.

Herat estalló en protestas cuando el cuerpo del niño fue descubierto en febre-ro pasado. Nasir Nowruzi, padre del ni-ño, se negó a sepultar a su hijo hasta que los secuestradores fueran llevados ante la justicia.

El caso de Ali Sena ilustra el sendero complicado y confuso de la justicia en Afganistán. A pesar de millones de dóla-res gastados en tratar de implantar un sistema judicial en el país, la corrupción es endémica.

El gobierno ahorcó a dos hombres en el caso de Ali Sena. Un tercero fue ultimado por el talibán. Seis personas más, entre ellas un jefe de policía de distrito, fueron encontradas culpables de una conspira-ción más amplia relacionada con el se-cuestro, y han apelado contra el fallo.

Como empresario prominente, Nowruzi tenía amigos importantes en Herat, la tercera ciudad más grande de Afganistán, incluyendo al juez que presi-dió el caso inicial. Pero pese al apoyo de otros afganos que están cansados de los

frecuentes secuestros en Herat, Nowruzi ha encontrado poco consuelo mientras enfrenta su temor y sufrimiento. Hace unos dos meses, huyó de Afganistán tras recibir amenazas, dijo, de los amigos y familiares del jefe de policía, Saleem Shah.

“No me sentía seguro en Afganistán”, dijo Nowruzi. “Aun así, yo mismo sigo el caso; de otra manera, podrían cambiar las cosas y ellos pueden salir libres sin ser castigados”.

Después de que su hijo fue secuestra-do, en diciembre del 2012, Nowruzi puso su fe en las fuerzas de seguridad afga-nas. Con la ayuda de su poderoso amigo, el juez Abdul Raziq Nejrabi, habló con altos oficiales en las agencias de inteli-gencia e aplicación de la ley, incluyendo una agencia que podía rastrear teléfonos celulares.

Las negociaciones con los secuestra-dores sobre un rescate se prolongaron casi un mes. Una noche, uno de los se-cuestradores llamó a Nowruzi desde su teléfono personal. El hombre sonaba ebrio, dijo Nowruzi. Usando las llama-das que entraban y salían de ese teléfo-no, los investigadores pudieron trazar un complicado árbol telefónico, que expuso una red más amplia de 22 personas.

Tras exigir un rescate de 400 mil dó-lares, los secuestradores llegaron a un acuerdo con la familia a fines de enero

de 2013: por 65 mil dólares, liberarían a Ali Sena. El dinero fue entregado pero el niño nunca apareció.

Tres días después, todos los teléfo-nos en la red se desconectaron, y los funcionarios de aplicación de la ley re-cibieron información que sugería que los secuestradores planeaban matar al niño. Al día siguiente, arrestaron al guardaespaldas de Ali Sena, Abdul Sa-mir. Confesó de inmediato, y la policía realizó una redada al escondite de los secuestradores.

Pero la redada no produjo nada. Cuan-do los investigadores finalmente encon-traron a Ali Sena enterrado en una tum-ba poco profunda, determinaron que ha-bía sido asesinado tres días antes.

En la oleada de arrestos que siguió, un sospechoso permaneció fuera del alcan-ce del gobierno, ya que huyó al talibán. Pero los insurgentes lo arrestaron y lo ejecutaron, y le enviaron documentos a Nowruzi que mostraban lo que habían hecho.

“Tenían problemas religiosos y triba-les, pero en el lado judicial de las cosas eran buenos”, dijo Siros Alaf, director de la Cámara de Comercio de Herat, sobre el talibán. “Aquí la gente no confía en el sistema judicial”.

Los parientes de los hombres arres-tados dicen que el caso fue un complot político para remover al jefe de policía y desacreditar a pashtunes poderosos.

La vida de Nejrabi ha empeorado. Ha recibido advertencias sobre amenazas de muerte, y fue transferido a un distrito lejano, una democión que considera un castigo. Se negó a ir.

“Hice mi mejor esfuerzo para ser im-parcial”, dijo. “Creo en la Constitución y creo en mí mismo”.

Agregó: “No sé si creo en la imparti-ción de justicia”.

La corrupción es endémica en el sistema judicial afgano.

Por ANDREW ROSS SORKIN

DAVOS, Suiza — La batalla que ha estado latente durante mucho tiempo entre China y Japón podría estar a pun-to de estallar. Un ejecutivo importante en el reciente Foro Económico Mundial incluso llegó a describir la relación en-tre las naciones como una “guerra fur-tiva”.

Las implicaciones para la economía global —y para algunas de las empre-sas multinacionales más grandes del mundo— son enormes. China y Japón son la segunda y tercera economía más grande del mundo, respectivamente, después de Estados Unidos, y ambas son uno de los principales socios co-merciales de la otra.

“Hablé aquí con por lo menos 40 presidentes ejecutivos estadouniden-ses y yo diría que esta cuestión salió a relucir en más de la mitad de esas conversaciones”, dijo Ian Bremmer, el politólogo que fundó la firma de con-sultoría de riesgos políticos Eurasia Group. “La conclusión principal fue que el asunto China-Japón es mucho más problemático de lo que pensába-mos. La posibilidad de que surja un sentimiento anti japonés importante, que cause trastornos serios al comer-cio y perjudique a ambas economías, es real”.

En el foro, Shinzo Abe, el Primer Ministro de Japón, dijo que la relación de su país con China está en una “si-tuación similar” a la que existía entre Alemania y Gran Bretaña antes de la Primera Guerra Mundial.

Los problemas entre China y Japón se han gestado durante mucho tiempo, particularmente desde que Abe ha he-cho esfuerzos para modificar la Cons-titución y fortalecer al ejército del país, que durante mucho tiempo ha sido con-siderado solamente defensivo.

Las tensiones aumentaron cuando China enfureció a Japón en noviembre, después de que reclamó una zona de identificación de defensa aérea sobre una cadena de islas en el Mar de China Oriental que ambos países se disputan. El conflicto se intensificó después de que Abe visitó el Santuario Yasukuno, donde se conmemora a los japoneses que perdieron la vida en la guerra, entre los que se encuentran varios cri-minales de guerra ejecutados tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial. La visita ofendió a muchos chinos.

Según la firma Pew Research, sola-mente uno de cada 20 japoneses “tiene una actitud favorable hacia China” y “el sentimiento anti japonés es bastan-te fuerte en China, donde el 90 por cien-to del público tiene una opinión poco

favorable de Japón”.Las tensiones más recientes tienen

un impacto económico directo; los ja-poneses están invirtiendo menos en China.

Bremmer dijo sin rodeos: “Los chi-nos han descartado a Shinzo Abe como alguien con quien pueden colaborar. Desconfían totalmente de él. Creen que es hostil hacia ellos”.

De hecho, Abe intentó minimizar cualquier indicio de que las tensiones latentes puedan resultar en un con-flicto militar. “Japón ha hecho un jura-mento de no volver a librar jamás una guerra”, dijo en su discurso. “Nunca hemos dejado de desear, y continuare-mos deseando, que el mundo esté en paz”.

Pero ése no es el mensaje que sus co-mentarios le transmitieron a muchos de los ejecutivos y reguladores que es-cucharon su presentación.

“Voy a pedirle a nuestros equipos en China y Japón que hagan un análisis completo de los riesgos para nuestros negocios cuando regrese a casa”, dijo el presidente ejecutivo de una compa-ñía Fortune 500, quien parecía estar inquieto. “Tal vez esto debería haber

estado antes en mi radar, pero ahora lo está”.

¿Cuál es el mayor peligro?“La posibilidad de un error donde al-

guien resulte muerto va en aumento”, dijo Bremmer. “Todos los días desplie-gan apresuradamente a sus comba-tientes en el Mar de China Oriental”.

Y los malentendidos podrían profun-dizarse aun más. “Lo más problemáti-co es que las consecuencias de un error harán que ambos países desconfíen ac-tivamente de las intenciones del otro, sin un mecanismo para hablar real-mente entre ellos y sin que los estadou-nidenses actúen como interlocutores”, dijo Bremmer.

Estados Unidos tal vez no podría intervenir en el debate entre Japón y China. Muchos de los funcionarios es-tadounidenses con vínculos más cer-canos a Japón se han ido del gobierno de Obama.

“¿Quién le pone atención a la política exterior en Obamalandia o en el Con-greso?”, preguntó Bremmer. “Nadie”.

Por ISABEL KERSHNER

NAHARIYA, Israel — Dos hermanos, de diez y ocho años, estaban jugando afuera de su hogar en Siria cuando un co-hete mató al mayor e hirió de gravedad a su hermano. Su madre recordó que tras trasladar de prisa al niño sobreviviente a un hospital local, los médicos le dijeron: “Si quiere salvar a su hijo, debe llevarlo a Israel”.

Unos días después, el niño y su madre, de 34 años, llegaron al Hospital de Gali-lea Occidental, en Nahariya, en la costa mediterránea. El niño traumatizado le contó al personal cómo había visto morir a su hermano. Su madre dijo que estaba convencida de que el hijo que murió ha-bía escudado a su hermano menor de la explosión del cohete.

Las tragedias de la guerra civil siria repercuten en este lugar, donde las emo-ciones están exacerbadas por décadas de enemistad entre Israel y Siria, aún técnicamente en un estado de guerra.

Después de casi tres años de conflicto interno que ha matado a cerca de 130 mil personas y desplazado a millones más, algunos sirios dicen que ahora temen a las fuerzas del Presidente Bashar al- Assad más que a los soldados israelíes en la frontera, quienes transfieren a pacien-tes heridos y sus familiares al hospital en ambulancias militares.

Israel mantiene sus identidades en

secreto para evitar exponerlos a peligro adicional cuando vuelvan a casa.

Casi 200 sirios, alrededor de un tercio de ellos mujeres y niños, han sido atendi-dos en este hospital desde marzo de 2013. Más de 230 han sido llevados al Hospital Rebecca Sieff, en Galilea.

El país dejó claro que no tolerará que los refugiados se congreguen a lo largo de la línea del cese al fuego israelí-siria que ha existido durante décadas. Pero Moshe Yaalon, el Ministro de Defensa

israelí, dijo recientemente que Israel “no puede permanecer indiferente” y que ha proporcionado alimentos y ropa de invierno a aldeas sirias al otro lado de la valla fronteriza, y ha atendido a algunos de los heridos.

La guerra ha erosionado las barreras psicológicas antes impenetrables en am-bos lados. El mes pasado, una campaña de ayuda israelí dirigida por voluntarios del movimiento Juventud que Trabaja y

Estudia, Israeli Flying Aid y otras orga-nizaciones locales juntaron unos 20 mil artículos, principalmente chaquetas, co-bijas y sacos para dormir, para donarlos a los refugiados sirios. Se les pidió a los donantes que removieran todas las eti-quetas israelíes.

Una mujer herida, madre de seis hijos, quien había estado seis semanas en el hospital en Nahariya con dos hijas heri-das, dijo: “Crecí oyendo que Israel era un país enemigo y que si te topabas con un israelí, te iba a matar”.

La madre, de 31 años, dijo que estaba en el techo de su casa con sus hijos y un sobrino cuando cayó un cohete. Cuando se despertó en el hospital, dijo: “Tenía muchísimo miedo, pero traté de no mos-trárselo al personal”.

Tuvieron que amputarle la pierna iz-quierda. Una hija, de seis años, se esta-ba recuperando de lesiones. La otra, de tres, había perdido un ojo y tenía un bra-zo destrozado. Un hijo, de cinco años, y el sobrino, de doce, estaban en el hospital en Safed. El niño más pequeño perdió una pierna; el sobrino, ambas.

La madre, apenas estrenando su pró-tesis, estaba a punto de volver a Siria con sus dos hijas. Expresó temor sobre lo que puede esperarle.

Una vez de regreso, dijo, le contará dónde estuvo sólo a las personas más cercanas.

Por SIMON ROMERO

SAO PAULO, Brasil — Cuando llegó a la adolescencia, Wonarllevyston Garlan Marllon Branddon Bruno Paullynelly Mell Oliveira Pereira hizo lo que cual-quier persona preocupada por las burlas

de sus compañeros po-dría hacer: le rogó a sus padres y a los tribunales que lo dejaran cambiar-se de nombre.

“Nunca tuve nada en común con Marlon Brando,” dijo el estu-

diante universitario, de 19 años, sobre el actor en honor a quien fue parcialmente bautizado. Con el permiso de sus padres

y del sistema legal, redujo su nombre a Bruno Wonarleviston Oliveira Pereira.

Tener un nombre extraordinario es co-mún en Brasil.

Mike Tyson Schwarzenegger Prade-lla. Errolflynn Paixão. Un plomero de 31 años se llama Charlingtonglaevionbee-cheknavare dos Anjos Mendonça.

Algunos expertos dicen que la práctica se deriva de una tendencia de considerar a ciertos países ricos en mayor estima, lo que motiva a algunos padres a optar por nombres que suenan extranjeros y parecen ilustres. Éstos incluyen Abraão Lynconn Sousa Santana, en honor al Pre-sidente estadounidense, y Mao Tse Tung Lima de Moura.

Otros dicen que refleja siglos de inmi-gración, conquista y esclavitud, proceso que ha fusionado las culturas indígenas, africanas, europeas y asiáticas. Los ex-

pertos también mencionan la manera en que suenan algunos nombres.

“Las personas que hacen esto aún no han sido absorbidas por la cultura ma-siva”, dijo Elaine Rabinovich, psicóloga que ha explorado las prácticas de nom-bramiento brasileñas. “Creo que esto es maravilloso”.

Brasil no es el único país donde es-to occure. Venezuela tiene sus Stalins, Nixons, Hiroshimas, Tutankamens y Taj Mahals.

Mientras que la élite brasileña tiende a inclinarse hacia los nombres tradiciona-les, como Pedro, Gabriel, Julia y Carolina, la cultura popular estadounidense clara-mente fascina a gran parte de la sociedad.

A poca distancia de Sao Paulo, una ca-dena televisiva recientemente descubrió a una familia en la que siete hijos fueron bautizados en honor a Elvis Presley: El-

vis, Elvisnei, Elvismara, Elvislei, Elvi-centina, Elvislaine y Elvislene.

“Hemos llegado al punto donde hay que hacer sonar una alarma”, dijo Osny Machado Neves, abogado de 73 años que recopiló unos ocho mil nombres en un libro.

“A veces los padres no saben el trauma que infligen a sus hijos”, dijo, mencionan-do nombres como Colapso Cardiaco.

Luego está Petroswickonicovick Wan-deckerkof da Silva Santos, un prodigio del fútbol de trece años.

A su padre, José Ivanildo dos Santos, un entrenador de fútbol, le preguntaron sobre su decisión.

“La mujer en la notaría pública pensó que era terrible y me calificó de loco”, Dos Santos le dijo a un entrevistador. “Pero le dije que yo iba a bautizar a mi hijo a mi manera”.

Israel da ayuda médica discreta a sirios

Brasil es tierra de nombres extraordinarios e impronunciables

Muerte de niño demuestra fallas en justicia

Temores de conflicto entre China y Japón

Jawad Sukhanyar contribuyó con reportes a este artículo.

Taylor Barnes y Lis Horta Moriconi contribuyeron con reportes desde Río de Janeiro.

Enemistad puede volverse un riesgo para la economía mundial.

RINA CASTELNUOVO PARA THE NEW YORK TIMES

Una madre siria con su hijo de ocho años que sobrevivió un ataque. Muchos sirios han recibido tratamiento en Israel.

Esfuerzo con riesgos tanto para los pacientes como para los soldados.

DANIEL BEREHULAK PARA THE NEW YORK TIMES

Nasir Nowruzi, empresario afgano, dijo que ha recibido amenazas contra su vida tras tratar de llevar a juicio a los asesinos de su hijo de nueve años.

LIANNE MILTON PARA THE NEW YORK TIMES

Petroswickonicovick Wan-deckerkof da Silva Santos.

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E L M U N D O

4 DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por JIM YARDLEY

CASAL DI PRINCIPE, Italia — El estado italiano llegó al corazón de la organización criminal Camorra el mes pasado con una excavadora, en busca de barriles de desechos tóxicos o algún otro sarcófago industrial ilegal.

Informantes habían identificado al campo como uno de los sitios donde la Ca-morra había sepultado desechos tóxicos, cerca de una región al norte de Nápoles conocida como el Triángulo de la Muerte, debido al surgimiento de muchos casos de cáncer.

Un grupo ecologista estima que diez millones de toneladas de basura tóxica han sido sepultadas de manera ilegal aquí desde principios de los 90, generan-do miles de millones de dólares para la mafia mientras sustancias tóxicas se fil-traban al suelo y al manto freático.

“El medio ambiente aquí está envene-nado”, dijo Alfredo Mazza, un cardiólogo que documentó un alarmante incremen-to en los casos locales de cáncer en un estudio de 2004 publicado en la revista médica inglesa The Lancet. “Estamos viviendo encima de una bomba”.

El territorio de la Camorra, que se ex-tiende desde el Mar Tirreno hasta las faldas de los Apeninos es una escena par-ticularmente vívida de belleza en ruinas.

Hay basura desperdigada a lo largo de las carreteras, lanzada debajo de pasos elevados o tirada sobre canales de riego. Las ratas buscan comida en medio de lá-

minas de asbesto desechadas, monitores de computadora rotos y latas de pintura vacías. Con frecuencia, surgen columnas de humo negro, indicios de basura que se quema ilegalmente.

Este panorama es resultado de dé-cadas de contratos secretos entre los fabricantes de Italia y otras partes, quienes buscaban evitar los altos costos de deshacerse legalmente de desechos peligrosos, y la Camorra, una de las tres principales organizaciones criminales

de Italia, que vio el potencial de jugosas ganancias. Al sepultar los desechos en su patio trasero, la mafia lograba cierta protección.

El público ha despertado en meses re-cientes, tras una serie de revelaciones y protestas.

Algunas revelaciones provinieron del testimonio desclasificado de 1997 de Carmine Schiavone, ex tesorero de una facción de la Camorra. Schiavone había descrito operaciones nocturnas en las que mafiosos con uniformes de policías supervisaban el entierro de basura tóxica proveniente de lugares como Alemania.

Luego, la revista italiana L’Espresso

publicó un reportaje de portada que de-tallaba una encuesta de salud pública que la Armada de Estados Unidos, que tiene una base en Nápoles, hizo en 2008. El estudio descubrió una seria contami-nación del agua y recomendó que todos los estadounidenses destacamentados en la región usen agua embotellada.

En diciembre, el Primer Ministro Enri-co Letta aprobó un decreto para aumen-tar las sentencias en prisión por tirar basura ilegalmente o quemar desechos.

“Ésta es una respuesta a una situación de emergencia”, dijo el general Sergio Costa, comandante de la región de Ná-poles para la Policía Ambiental de Italia.

La gran interrogante es si los materia-les tóxicos sepultados podrían causar una crisis de salud pública. Más de 500 mil personas residen en la región, y el es-tudio de The Lancet y otros reportes han documentado tasas de cáncer muy por sobre el promedio nacional. Un inform ede la Organización Mundial de la Salud documentó casos grupales de cáncer en áreas conocidas como tiraderos.

El general Costa dijo que la Camorra había dejado de sepultar desechos hace unos años y que ahora los envía ilegal-mente a Europa Oriental o los Balcanes. Recordó los primeros días de la crisis de basura, cuando escuchó una conversa-ción interceptada entre un jefe de la Ca-morra y otro mafioso.

“Estamos contaminando nuestra pro-pia casa y nuestra propia tierra”, dijo el mafioso. “¿Qué vamos a tomar?”.

“Idiota”, le contestó el jefe. “Tomare-mos agua mineral”.

Inmigración pone a pruebael liberalismo de noruegos

Malta le vende la ciudadanía europea a millonarios extranjeros

Contaminación es lucrativa para la mafia

Alemania sopesa un rol mundial más fuerte ante las crisis

Gaia Pianigiani contribuyó con reportes.

Acuerdos entre industria y mafia envenenaron tierras del sur.

NADIA SHIRA COHEN PARA THE NEW YORK TIMES

Oficiales en busca de material tóxico que la mafia italiana ha enterrado ilegalmente en las afueras de Nápoles.

Por ALISON SMALE

MUNICH — Algunos líderes alemanes presentan un nuevo argumento de que es hora de que su nación tenga una voz más fuerte en los asuntos exteriores e incluso sugieren que Alemania ya no debería evi-tar algunos despliegues militares, como sucedió en el caso de Libia hace casi tres años.

La Canciller Angela Merkel aún no ha dado a conocer su opinión, y no está claro cuán dispuesto está el público germano a acoger una postura más asertiva. Pero un grupo de funcionarios de alto nivel instan a un replanteamiento del papel del país. Los impulsa, en parte, la alarma respec-to a diversas crisis desde Ucrania hasta África, pero también la inquietud sobre la fortaleza de la relación de Alemania con Estados Unidos tras las revelaciones de espionaje estadounidense, y la creciente renuencia del gobierno estadounidense a asumir el liderazgo en intervenciones.

El Presidente Joachim Gauck envió la señal más fuerte hasta la fecha de un po-sible cambio de rumbo con un discurso a fines del mes pasado en la Conferencia de Seguridad de Munich, una reunión anual

que atrae a líderes mundiales y expertos en defensa.

El pasado nazi y comunista del país no es excusa para evitar las responsa-bilidades internacionales, dijo Gauck. Argumentó que la Alemania actual —“la mejor que hemos conocido”, dijo— está bien establecida como democracia y co-mo un socio confiable, y que debería salir “más pronto, con más decisión y más sus-tancia” al escenario mundial.

El Presidente no tiene poder para di-señar políticas bajo la Constitución de Alemania, pero se espera que guíe el de-bate. Los Ministros de Defensa y de Re-laciones Exteriores del país también han dejado entrever su disposición a adoptar una política exterior más robusta. Aun-que es poco probable que los ministros propongan ese cambio sin la anuencia de Merkel, es posible que la Canciller esté dejando que otros presenten argumen-tos, y esperando a ver si el debate toma alas.

En su discurso, Gauck dijo que estar a la altura de las exigencias de un mundo rápidamente cambiante es “el mayor de-safío de nuestro tiempo”.

Sin mencionar a Libia —Alemania se abstuvo en una votación en Naciones Unidas que apoyaba la intervención mi-litar allí en 2011 y se negó a tomar parte alguna— Gauck dijo que dicha conducta no debería repetirse. Los ataques aéreos internacionales ayudaron a expulsar del poder al Coronel Muammar Gaddafi.

Ha habido soldados alemanes en Afga-nistán desde 2001 y en los Balcanes desde los 90. Pero el país ha evitado otras accio-nes militares, en parte porque la crisis de la zona euro ha consumido su atención. Francia ha tenido un papel más activo, incluyendo el envío de soldados a Malí.

Gauck dijo que Alemania no puede otorgarse una especie de abstención pri-vilegiada, ocultándose detrás de la his-toria o simplemente en estar demasiado

cómoda como para actuar. Ursula von der Leyen, la nueva Ministra de la Defensa germana, tomó el escenario después de Gauck y dijo: “La indiferencia no es una opción para Alemania”.

Von der Leyen habló unos días des-pués de decirle a la revista noticiosa Der Spiegel que Alemania podría enviar más soldados para reforzar la presencia fran-cesa en Malí, que tiene como fin impedir la desintegración de un país que ha sido una creciente base para milicianos isla-mistas.

Frank-Walter Steinmeier, Ministro de Relaciones Exteriores alemán, recien-temente emitió su opinión sobre otra disputa, al reiterar la exigencia de que el Presidente Viktor F. Yanukovych, de Ucrania, cumpla sus promesas a los ma-nifestantes que buscan un vínculo más estrecho con Europa.

Steinmeier formuló ese llamado como parte de un nuevo papel germano en Eu-ropa. “Alemania realmente es demasiado grande para simplemente comentar des-de el margen de la acción”, dijo.

Norbert Röttgen, miembro del partido conservador de Merkel y quien lidera el

comité de asuntos exteriores del Par-lamento alemán, dijo en una entrevista que el nuevo tono se deriva de varios acontecimientos “que han provocado un despertar”, como la guerra en Siria y el conflicto en Ucrania, así como la vasta recopilación de inteligencia por la Agen-cia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, que incluyó la intercepción del teléfono celular de Merkel.

La desilusión con Estados Unidos, que le enseñó a la Alemania de post-guerra el valor de la libertad individual y la priva-cidad, ha sido aguda en todo el espectro de la élite política germana.

“La decepción es profunda”, dijo Georg Mascolo, un prominente periodista ale-mán. Según varios expertos, el conoci-miento de que el aliado más importante de Alemania haya espiado a su pupilo más entusiasta ha galvanizado a la élite y los ha convencido de que Alemania necesita tener su propia política exterior.

Röttgen dijo que el nuevo tono se pro-duce “al tiempo que nace la conciencia de que Europa no está en tan buen estado” y mientras se espera que su país más fuer-te haga más.

Por STEVEN ERLANGER

MORTENSRUD, Noruega — Lise y Kjetil Ulvestrand llegaron a este pue-blo en 2005. Lise, ex trabajadora en un programa de desarrollo en Latinoamé-rica, afirma que se siente cómoda en la presencia de extranjeros.

Pero a medida que el número de in-migrantes, incluyendo musulmanes, aumentó en Mortensrud, comenzó a preocuparse.

“Los noruegos se iban, así que mis hi-jos perdían amigos”, dijo. “Queríamos un entorno estable, y teníamos algunas preguntas sobre las dificultades socia-les en la escuela”, donde el número de personas que no eran de etnia noruega crecía con rapidez.

Así que el año pasado, los Ulvestrand decidieron mudarse de vuelta al oeste de Oslo. “Me sentí un poco culpable por mudarnos, después de trabajar en Lati-noamérica con minorías y defender sus

derechos”, dijo Lise.Las preocupaciones de la pareja so-

bre la inmigración y sus percepciones de que el Islam actualmente amenaza los valores nacionales prevalecientes son ampliamente compartidas, tanto entre algunos en la izquierda como por muchos en la derecha, que en septiem-bre eligieron al Partido Conservador tras ocho años de gobierno de coalicio-nes izquierdistas dirigidas por el Par-tido Laborista.

En un país que desde hace mucho tiempo se ha enorgullecido de sus sen-sibilidades liberales, el debate cada vez más intenso sobre la inmigración ha si-do discordante, y se ha enfocado en el Partido del Progreso, que se opone a la inmigración, parte del nuevo gobierno

dirigido por el Partido Conservador.El Partido del Progreso fue blanco de

escrutinio en 2011, cuando Anders Beh-ring Breivik, quien abandonó el partido por no ser suficientemente radical, ata-có edificios gubernamentales con una bomba en Oslo, donde murieron ocho personas. Luego mató a 69 personas más, en su mayoría adolescentes, en un tiroteo en un campamento de vera-no del Partido Laborista.

Algunos creen que el desempeño del Partido del Progreso en las primeras elecciones desde la masacre y su éxito en obtener un lugar en el gobierno ha sido cuestionable; injustamente, opinó Ketil Solvik-Olsen, un subdirigente del partido.

“Somos estrictos respecto a la in-migración, pero esto no es una guerra contra otras culturas”, dijo. “Nuestro objetivo es proteger nuestro sistema de bienestar”.

Solvik-Olsen habló del tipo de inco-modidad que sintieron los Ulvestrand. “Algunas personas sienten que se despiertan una mañana y su antiguo barrio ha desaparecido”, dijo. “Unos desconocidos se instalan y la gente ni siquiera entiende lo que dicen. Tene-mos un sistema de bienestar generoso, y te sientes un forastero en tu propio vecindario”.

El debate público acerca del Islam se trata menos de “sus creencias o su color; tiene que ver más con la falta de educación y la necesidad de capacita-ción”, dijo la Primera Ministra Erna Solberg.

Considerando las generosas políti-cas de asilo y el sistema de bienestar social de Noruega, ella dijo que el nue-vo gobierno quiere reducir el abuso y asegurarse de que “siempre ganes más dinero trabajando que no trabajando: es un asunto social más grande que la inmigración”.

Thomas Hylland Eriksen, antropólo-go social en la Universidad de Oslo, di-ce que la masacre de Breivik ha tenido poco impacto sobre la política norue-ga. Es casi más difícil ahora, afirmó, “criticar las actitudes islamofóbicas y xenofóbicas, porque quienes defienden tales posiciones pueden replicar que es inapropiado asociarlas con Breivik”.

Por DAN BILEFSKY

PARÍS — En la diminuta nación isleña mediterránea de Malta, los extranjeros son muy bienvenidos, si están dispuestos a pagar más de 1,15 millones de euros, o 1,55 millones de dólares, para adquirir un pasaporte maltés.

La isla idílica, 80 kilómetros al sur de Sicilia, vende la ciudadanía a 880 mil dólares en efectivo y 677 mil dólares en propiedades e inversiones a postulantes mayores de 18 años.

El Primer Ministro, Joseph Muscat, ha estimado que el programa, que está diri-gido a atraer a extranjeros acaudalados, podría recaudar 1.350 millones de dólares en los próximos cinco años, lo que brin-daría un financiamiento muy necesario para escuelas, cuidado de la salud y em-pleos.

Para los recién llegados, la ciudadanía

ofrece muchos beneficios, más allá de un espacio para atracar sus yates en las cris-talinas aguas azules de uno de los desti-nos más seductores de Europa.

Ser un ciudadano de Malta, que es parte de la zona libre de pasaporte de la Unión Europea, otorga el derecho a via-jar entre los otros 27 estados miembro de la Unión sin trámites fronterizos. Un ciudadano maltés también puede vivir y trabajar en otro país de la Unión Euro-pea, y obtiene el derecho de viajar libre de visa a 69 países que no pertenecen a dicha Unión.

Algunos críticos acusan al gobierno de empeñar el derecho de nacimiento nacional. Entre los que se dice que están interesados en los pasaportes figuran un ex campeón de Fórmula 1, un multi-millonario chino, una estrella del pop in-ternacional, un miembro de una familia

real del Golfo Pérsico, un magnate de la prensa estadounidense y un futbolista sudamericano, según el periódico The Times of Malta.

Algunos temen que la isla pintoresca —uno de los países con la mayor densi-dad poblacional del mundo, con 411.277 ciudadanos— está en riesgo de seguir los pasos de Chipre, otro miembro de la Unión Europea que ha sido criticado por atraer a magnates en busca de un lugar para proteger sus activos de los recauda-dores fiscales.

Malta es sólo uno de varios países que buscan atraer a extranjeros ricos.

Chipre acaba de reducir el monto de la inversión requerida para ser elegible a la ciudadanía, de 13,5 millones a 4,06 millones de dólares. Portugal y Bélgica ofrecen permisos de residencia que con-ducen a la ciudadanía a cambio de gran-

des inversiones. Y España, golpeada por la crisis, ofrece permisos de residencia a extranjeros que adquieran hogares ava-luados en más de 260 mil dólares, con el objetivo de atraer inversiones de China y Rusia.

Pero el programa maltés ha sido obje-to de críticas por darle una cálida bien-venida a los multimillonarios y una fría recepción a miles de inmigrantes africa-nos que han llegado hasta las playas de la isla, sólo para verse forzados a vivir en centros de detención sombríos, despro-vistos de la ciudadanía.

“Los refugiados que llevan años aquí, pagando sus impuestos y trabajando arduamente no tienen pasaportes mal-teses”, dijo Herman Grech, director de medios en The Times of Malta. “Es total-mente xenofóbico y cínico otorgárselos sólo a los ricos”.

Líder dice que la historia no es una excuse para evitar los deberes.

KYRRE LIEN PARA THE NEW YORK TIMES

DARRIN ZAMMIT LUPI/REUTERS

El Primer Ministro de Malta, Joseph Muscat, espera recaudar 1.350 millones de dólares.

Escolares en Mortensrud,

Noruega, pueblo donde

la población inmigrante se ha disparado.

Crímenes de extremista no afectan el éxito de los conservadores.

Henrik Pryser Libell contribuyó con reportes.

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D I N E R O Y N E G O C I O S

DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014 5THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por NATHANIEL POPPER

REIKIAVIK, Islandia — Un edificio en la costanera de esta ciudad solía ser la sede de Kaupthing, un gigante bancario con operaciones en todo el mundo.

Ahora, alberga al pequeño Arion Bank, que realiza operaciones sólo en Islandia.

Éste es un resultado de una de las cri-sis bancarias más grandes que cualquier país haya sufrido. El riesgo en el sistema financiero de Islandia se ha disipado, pero los préstamos a consumidores y negocios también han disminuido a una fracción de lo que eran antes de la crisis.

“Pasamos de una situación en la que el que corría más riesgos era el emplea-do del mes, a una situación en la que el que corre menos riesgos es escogido el empleado del mes”, dijo Bjarni Benedi-ktsson, Ministro de Finanzas del País. “Creo que tenemos que encontrar un balance”.

Islandia ilustra lo que puede suceder cuando un país obliga a sus empresas financieras a declararse en quiebra, en vez de rescatarlas, como hizo gran par-te del resto del mundo durante la crisis financiera.

En octubre de 2008, los tres principales bancos de Islandia colapsaron. Ninguno fracasó más espectacularmente que Kaupthing, que en cierto momento tuvo un balance general cuatro veces supe-rior a la producción económica anual de todo el país.

En diciembre, cuatro ex ejecutivos de Kaupthing fueron sentenciados a conde-nas de múltiples años en prisión.

De esta crisis han emergido tres nue-vas empresas que mantienen sólo los ac-tivos locales de las antiguas compañías.

El inusual camino de Islandia ha sido mencionado como un modelo exitoso de lo que puede suceder cuando un país opta por dejar que sus empresas finan-cieras fracasen. El resultado en Islandia es que los nuevos bancos carecen de los grandes bonos y las riesgosas mesas de operaciones que han alimentado la ira populista en otras partes.

“Somos un banco nuevo con una nueva ética de negocios y una nueva manera de hacer las cosas”, dijo Steinthor Palsson, el presidente ejecutivo que fue contra-tado para dirigir Landsbankinn, el más grande de los nuevos bancos del oaís.

Birgir Gudjonsson, un policía de 37 años en Reikiavik, dijo que los bancos habían estado demasiado interesados en reconstruir sus negocios y sus balances

generales, y no son lo suficientemente serviciales con propietarios de casas co-mo él. Debido a que muchos préstamos islandeses están vinculados a la infla-ción, él y otras personas deben más de lo que pidieron prestado originalmente.

“Casi todas las semanas escuchamos: ‘Mira esto, todo está fabuloso’”, dijo en el departamento de dos recámaras donde vive con su esposa y dos hijas. “Simple-mente tenemos que abrir nuestra billete-ra para ver la realidad”.

Compañías y propietarios de casas que desean pedir más préstamos también tienen dificultades, debido al conserva-durismo de los bancos y la falta de acceso a inversionistas extranjeros. En los pri-meros nueve meses del año pasado, por ejemplo, los nuevos préstamos netos del Landsbankinn a corporaciones y perso-nas fueron el 0,8 por ciento de los otorga-

dos en todo 2006.“No hay una manera fácil de salir de

una crisis profunda”, dijo Benediktsson.Cuando el gobierno islandés asumió el

control de los bancos en octubre de 2008, los tres principales bancos eran diez vec-es el tamaño del Producto Interno Bruto del país. Incluso si hubiera querido ha-cerlo, Islandia no tenía los recursos de salvar a los bancos.

Inicialmente, el gobierno se hizo car-go de los bancos, administrándolos por emergencia. Pero pronto, estableció nuevas compañías para supervisar las hipotecas y préstamos corporativos en el país.

La primera tarea de los bancos fue re-estructurar los préstamos de compañías y hogares que ya no podían pagarlos. El gobierno aprobó una ley que exigía re-ducir los préstamos a no más del 110 por

ciento de la propiedad hipotecada.Landsbankinn fue más allá e inició una

campaña para reducir la deuda de cual-quier compañía o familia que no pudiera saldar sus préstamos. Esto presionó a los otros bancos a hacer esfuerzos similares.

La reestructuración del sector finan-ciero —y las medidas del gobierno para proteger la divisa— han permitido que el desempleo caiga al 5,6 por ciento (com-parado con el 19 por ciento en el año pos-terior a los colapsos) y comience el creci-miento económico.

Pero muchos economistas dicen que los bancos no hacen lo suficiente para otorgar nuevos préstamos y crear un ne-gocio para el futuro.

“Están estancados”, dijo Fridrik Mar Baldursson, especialista en finanzas en la Universidad de Reikiavik. “Hay mu-cha inercia en el sistema”.

Por DAVID STREITFELD

SAN FRANCISCO — Travis Kalanick, quien es audaz y agresivo incluso para los estándares de Silicon Valley, creó Uber hace cuatro años para transformar la industria de los taxis. En más de 60 ciu-dades, desde San Francisco hasta Berlín, la aplicación está haciendo eso.

Cualquiera con un teléfono inteligen-te puede usar el software de Uber para conseguir un auto que lo lleve a su desti-no. Ya no hay que esperar parado en una esquina bajo la lluvia, tratando desespe-radamente de hacer que aparezca algo que no está ahí. Gracias a ese logro, Uber está avaluada en cuatro mil millones de dólares.

Pero repentinamente, Kalanick se ve un poco asediado. Uber ha sido deman-dado por sus choferes, quienes dicen que les roba sus propinas, los competidores ejercen presión por todos lados, y los pa-sajeros se quejan, normalmente respecto a los precios.

Aun peor, se ha puesto en tela de duda la calidad de los choferes, especialmen-te después de que uno de ellos atropelló a una familia en un cruce peatonal, el 31 de diciembre, causando la muerte de una niña de seis años.

Uber y sus imitadores ofrecen trans-porte, comidas o servicio de lavandería bajo demanda a cambio de una comisión.

A diferencia de Facebook o Twitter, que prosperan en los confines seguros de Internet, estas compañías viven en las calles, un lugar mucho más conflictivo. Reguladores, tribunales y gobiernos lo-cales intentan definir qué es Uber. ¿Es una compañía de taxis o una plataforma tecnológica? ¿Los choferes, que por lo general utilizan sus propios vehículos, son empleados, como algunos argumen-tan en los tribunales, o “socios”, como los describe la compañía?

Uber se compara al sitio de subastas eBay, que conecta a un comprador con un vendedor, pero no es responsable de lo que suceda entre ambos. La empresa dijo ante la Comisión de Servicios Públicos de California que regular a Uber implicaría ponerle un freno a la innovación.

La comisión, que supervisa a las com-pañías de limosinas, falló en septiembre que se trata de una compañía de trans-porte sujeta a regulaciones. Uber inter-puso una apelación.

La cuestión ha cobrado urgencia por-que, a medida que se expande la compa-ñía y los choferes de Uber inundan las calles, aumnenta la posibilidad de acci-dentes.

El chofer de Uber que atropelló a Sofia Liu, de seis años, y lesionó a su madre y su hermano, fue arrestado bajo sospecha de homicidio involuntario con un vehículo.

“Hemos desactivado su cuenta de Uber”, la empresa indicó en una decla-ración. Pero agregó que el chofer, Syed Muzaffar, no trasladaba pasajeros a bordo de su Honda Pilot al momento del accidente, y por lo tanto el percance no tuvo nada que ver con Uber. El abogado de Muzaffar dijo que eso es falso. “Él tra-bajaba para Uber y estaba a la espera de pasajeros”, afirmó el abogado, Graham Archer.

La Asociación de Taxistas de San Francisco, que está perdiendo choferes debido a Uber, prominentemente le dio sus condolencias a la familia de Sofia en el sitio de Internet del grupo.

“Puede que Uber sea el siguiente Ama-zon, pero Amazon no tiene la misma ca-pacidad potencial de dejar un rastro de cadáveres sobre la calle”, Trevor John-son, director de la asociación y uno de sus choferes, escribió en un correo elec-trónico.

Los choferes que utilizan sus propios autos están en una postura incierta res-pecto a los seguros, dijo Kara Cross, de la Federación de Seguros Personales de California. En caso de accidente, “si otro conductor es responsable, el pasajero tendría que depender de la póliza de ese otro chofer, suponiendo que cuente con seguro”, dijo Cross.

Algunos choferes demandaron a Uber

en agosto, indicando que la compañía les dice a los pasajeros que las propinas es-tán incluidas en la tarifa, pero nunca se las entrega a los choferes. Un juez falló en diciembre que el caso puede proceder.

Mientras tanto, Uber está solicitando más choferes. La compañía acaba de disculparse por hacer un pedido de 100 autos de un competidor neoyorquino y luego cancelarlo. El objetivo de Uber era obtener los números telefónicos de los choferes y convencerlos de que trabaja-ran para Uber. “Fue demasiado agresi-vo”, reconoció la empresa.

Por JEFF SOMMER

El negocio principal de Yahoo se ha erosionado: ha perdido terreno en la publicidad en línea y las búsquedas en Internet y sus ingresos han dismi-nuido.

Cuando Marissa Mayer, la presi-denta ejecutiva de Yahoo, despidió abruptamente a Henrique de Castro, el director de operaciones, el mes pa-sado, fue una forma de reconocer que hasta el momento no había logrado que la empresa diera un giro de 180 grados.

Pero independientemente de lo que haga Mayer, el mercado bursátil adora a Yahoo. Sus acciones se dupli-caron de precio el año pasado, supe-rando el desempeño de rivales como Google, AOL y Facebook.

La alta valoración de Yahoo tiene sentido si uno ignora su negocio esta-dounidense y piensa en la compañía como una inversión en Asia. Así es como lo ve Wall Street. “En Estados Unidos, hacen todo lo que pueden, y creo que Marissa Mayer hace un buen trabajo, pero su negocio princi-pal enfrenta problemas, por decirlo con amabilidad, y probablemente se-guirá así durante algún tiempo”, dijo Victor Anthony, director administra-tivo para medios en Internet en To-peka Capital Markets. “Para Yahoo, todo gira en torno a Asia”.

La participación del 24 por ciento de Yahoo en Alibaba, empresa que ha sido descrita como una combinación china de Amazon, eBay y PayPal, con un poco de Google incluido, re-presenta la mayor parte del valor de la compañía estadounidense, calcula Anthony. En Estados Unidos, las ac-ciones de Yahoo se cotizan en alre-dedor de 40 dólares, y él dijo que cree que a ese precio, todavía tiene mucho espacio para subir.

“Creo que Yahoo vale entre 50 y 52 dólares por acción”, dijo. Según sus

cálculos, el principal negocio esta-dounidense de la compañía, afectado por una caída en ingresos publicita-rios y menores márgenes de ganan-cia, tiene un valor de sólo diez dólares por acción. En cambio, su participa-ción en Alibaba, que planea realizar una oferta pública inicial, vale 30 dólares por acción, dijo. Los dos prin-cipales sitios de compras de Alibaba manejaron aproximadamente 160 mil millones de dólares en mercan-cía en 2012, más que eBay y Amazon juntas.

La participación de Yahoo en su contraparte japonesa, Yahoo Ja-pan —que aún supera a Google en búsquedas locales— tiene un valor adicional de siete dólares por acción para la compañía estadounidense, dijo Anthony.

Del mismo modo, Brian Wieser, analista titular en Pivotal Research, en Nueva York, dijo: “Es triste, pero uno básicamente se puede olvidar del negocio principal de Yahoo. Me temo que no tiene futuro. Pero sus propie-dades asiáticas son otra historia”.

Mark May, analista en Citi Re-search, dijo que aunque Mayer ha logrado progreso, gran parte de la fuerza bursátil de Yahoo es resul-tado de inversiones proféticas que hizo Jerry Yang, uno de los fundado-res de Yahoo, quien renunció a sus puestos de liderazgo en la compañía en 2012. Él hizo que Yahoo fuera uno de los primeros inversionistas tanto en Yahoo Japan como en Alibaba y rechazó los repetidos esfuerzos de la compañía china para comprar la participación de Yahoo. “Eso es gran parte del valor actual de Yahoo”, dijo.

“Marissa Mayer es extremada-mente afortunada. Heredó muchos problemas, por supuesto, pero aún tiene esos activos asiáticos increí-bles. Y eso es lo que mantiene las acciones fuertes hoy en día”, dijo An-thony.

Por WILLIAM NEUMAN

CARACAS, Venezuela — Venezuela tiene la gasolina más barata del mundo, a menos de 2 centavos de dólar por litro, un precio tan bajo que los automovilistas a menudo llenan el tanque y dan una pro-

pina mayor que el precio que pagaron por el com-bustible.

Con lo que se calcula que son las reservas de petróleo más grandes del mundo, muchos ve-nezolanos consideran

que la gasolina barata es prácticamente un derecho inalienable, un remanente de los días de auge en que Venezuela pen-saba que iba a convertirse en un país del primer mundo gracias a su riqueza pe-trolera.

Pero ahora el Presidente Nicolás Ma-duro ha hecho un llamado a lo que alguna vez fue inconcebible: es hora, dijo, de au-mentar el precio de la gasolina.

Maduro no ha dicho cuándo o cuánto aumentarán los precios. Según algunos cálculos, el gobierno regala cada año el equivalente a 30 mil millones de dólares en combustible, una pérdida enorme en un momento en el que tiene gran déficit.

Subir los precios del combustible po-dría ser políticamente riesgoso. Maduro ha tenido dificultades ganar aceptación

durante su primer mandato como Pre-sidente, y con frecuencia es considerado como una pálida sombra de su carismá-tico antecesor, Hugo Chávez. Incluso Chávez, quien criticaba los subsidios a la gasolina, nunca se atrevió a subir los precios.

Parte del tabú en Venezuela es el vín-culo entre un aumento en 1989 y distur-

bios en los que murieron cientos de per-sonas.

Ese acto de equilibrio es común para naciones en desarrollo, particularmente las que tienen una gran abundancia de recursos naturales. En años recientes, han estallado protestas, algunas violen-tas, después de que se redujeron los sub-sidios al combustible en Bolivia, Indone-

sia, Nigeria y otras naciones.Rafael Ramírez, presidente de la em-

presa petrolera paraestatal, dijo en di-ciembre que el punto de equilibrio en el costo de la gasolina de alto octanaje, que es la que compra la mayoría de la gente, sería de unos 48 centavos de dólar por litro.

Venezuela ha importado decenas de miles de barriles de gasolina al día de Estados Unidos durante los dos últimos años, según la Administración de Infor-mación de Energía en Washington, debi-do a problemas en sus refinerías. Así que ha pagado precios de mercado por gaso-lina que entrega casi gratis.

Francisco J. Monaldi, profesor visitan-te de políticas públicas en la Universidad de Harvard, dijo que el ingreso perdido es más de lo que el gobierno gasta en edu-cación y cuidado de la salud combinados.

Los ricos y la clase media se benefician enormemente del subsidio debido a que es más probable que tengan un auto.

Monaldi dijo que muchos venezola-nos pobres entienden que el precio de la gasolina es insostenible y que reciben relativamente pocos beneficios por él. No obstante, por lo general se oponen al aumento del precio, incluso si el gbierno promete gastar el dinero recaudado en programas sociales, porque no confían en los políticos.

ETHAN MILLER/GETTY IMAGES

Marissa Mayer heredó grandes problemas y activos excelentes.

Asia es el salvavidas de Yahoo

Aumentar el precio del combustible es un tabú en Venezuela

Dificultades en el camino para Uber

Nuevas reglas restringen a bancos islandeses

JOSHUA BRIGHT PARA THE NEW YORK TIMES

Uber une a pasajeros y choferes en más de 60 ciudades, pero, ¿es responsable cuando algo sale mal?

RICHARD PERRY/THE NEW YORK TIMES

Una escultura en Reikiavik, donde los tres principales bancos de Islandia colapsaron en 2008.

LEO RAMÍREZ/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES

El combustible muy barato, subsidiado por el gobierno venezolano, permite que autos ineficientes sigan circulando en Caracas.

A Wall Street le gusta Yahoo, pese a sus problemas en casa.

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C I E N C I A Y T E C N O L O G Í A

6 DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Perezosos, palomillas y algasLos investigadores que estudian por qué los perezosos arriesgan su vida para defecar en el suelo del bosque, hallaron que eso ayuda a mantener un complejo y benéfico ecosistema en su pelaje.

LOS PEREZOSOS DE TRES DEDOS

pasan la mayor parte de su vida en las copas de los árboles. Su dieta de hojas es difícil de digerir y baja en

nutrientes, y tienen la digestión más lenta de todos los mamíferos.

UNA ESPECIE DE PALOMILLA vive en el pelaje del perezoso. Ponen huevos en el excremento del mamífero, donde viven sus larvas hasta que maduran.

LAS PALOMILLAS

ADULTAS abandonan el excremento y vuelan a la copa de los árboles, en busca de perezosos y parejas. Las palomillas incrementan el nitrógeno en el pelaje del perezoso, lo que estimula el desarrollo de las algas. Se encontró que los perezosos de tres dedos tienen más palomillas y nitrógeno en su pelaje que los de dos.

ALGAS VERDES crecen en el pelo del perezoso, que tiene pequeñas grietas para almacenar agua. Se cree que los perezosos comen las algas ricas en nutrientes para complementar su limitada dieta de hojas.

LOS PEREZOSOS

DESCIENDEN al suelo una vez por semana para defecar. El viaje es riesgoso, y quema el 8 por ciento de sus calorías diarias. (La especie de dos dedos típicamente realiza su evacuación desde lo alto de los árboles).

THE NEW YORK TIMESFuente: Proceedings of the Royal Society B

Por NICHOLAS WADE

Los perezosos de tres dedos son más un ecosistema ambulante que un animal.

Este ensamblaje de engranajes muy precisos consiste de a) el perezoso, b) una especie de palomilla que vive úni-camente en el pelaje de este animal y c) una especie exclusiva de alga que crece en canales especiales en los pelos del pe-rezoso. Cuando una peina a un perezoso de tres dedos, más de 100 palomillas po-drían salir volando.

La probable interacción de estos tres componentes ahora ha sido descifrada por un equipo de biólogos liderado por Jo-nathan N. Pauli y M. Zachariah Peery, en la Universidad de Wisconsin. Su primer paso fue estudiar un misterio de 35 años de antigüedad sobre el comportamiento del perezoso, que vive en las selvas de Centro y Sudamérica.

Aproximadamente cada semana, el perezoso desciende de su árbol para de-fecar. Cava un pozo, cubre el excremento con hojas y, si tiene suerte, vuelve a subir. Este animal es sumamente vulnerable en el suelo y es presa fácil de jaguares en el bosque, y de coyotes en las plantacio-nes de cacao que coloniza.

¿Por qué corre este riesgo? Los inves-tigadores que primero llamaron la aten-ción a este enigma, en 1978, sugirieron que el animal fertiliza su árbol favorito. Mientras tanto, se asumió que las algas que le daban al abrigo del animal su tona-lidad verdosa proporcionan camuflaje.

En su informe reciente en la revista Proceedings of the Royal Society B, los investigadores de Wisconsin armaron todas estas piezas de una manera dife-rente. Empezaron tratando de compren-der por qué el perezoso hace su peligroso descenso semanal.

Concluyeron que no puede ser para beneficio del árbol, porque el excremen-to del perezoso no ayuda mucho a la nu-trición. Más bien, supusieron, es para favorecer a un componente crítico del ecosistema del perezoso, la palomilla. El descenso le da a las palomillas que están en el pelo del perezoso una oportunidad de poner huevos.

Las orugas de las palomillas se ali-mentan de excremento. Maduran en las bolitas de excremento del perezoso y, al salir del cascarón, suben revoloteando a los árboles para encontrar a un perezoso huésped. Se esconden en su pelaje y ahí viven felizmente durante el resto de sus días.

Después de que mueren, sus cuerpos son descompuestos por la infinidad de hongos y bacterias que habitan en el pelo del perezoso. Los productos metabólicos de esta descomposición, particularmen-te el nitrógeno, son la materia prima para las algas especiales que crecen en el pelo del perezoso. Los investigadores supu-

sieron que los animales podrían estar comiendo las algas de su propio pelaje, y que esto podría ser el propósito de todo el sistema.

Un análisis del contenido del estóma-go mostró que los perezosos, de hecho, se comen a las algas.

Los perezosos de dos dedos, que defe-can desde los árboles, también albergan palomillas, aunque en menor grado. Pa-recen sacar provecho del mutualismo pe-rezoso-palomilla-algas sin el riesgo que corren los tridáctilos.

Pauli dijo que él y Peery iniciaron su proyecto de los perezosos en 2009 en una plantación de cacao en Costa Rica, con el objetivo de ver si los animales pueden co-lonizar las plantaciones cuando su bos-que nativo es destruido.

Los ingenieros genéticos en ocasiones sueñan con insertar moléculas de cloro-fila en células de la piel humana para que la gente pueda fotosintetizar su propia comida. El perezoso tuvo esa idea prime-ro, probablemente hace millones de años.

Por KENNETH CHANG

HOUSTON — En el espacio, los fluidos corporales flotan hacia arriba, al pecho y a la cabeza. Se atrofian las piernas, se inflama el rostro y se eleva la presión al interior del cráneo.

Algunos problemas de los viajes es-paciales, como la descalcificación de los huesos, pueden haberse solucionado. Otros han sido identificados —por ejem-plo, los astronautas tienen problemas para comer y dormir lo suficiente— y la NASA, la agencia espacial de Estados Unidos, trabaja para entenderlos y so-lucionarlos.

Luego están los problemas de salud que aún constituyen un enigma para los médicos, más de 50 años después del pri-mer vuelo espacial. Hace sólo cinco años, se descubrió que los globos oculares de al menos algunos de los astronautas sufren un cierto aplanamiento.

El obstáculo más grande sigue siendo la radiación. Sin la capa protectora del campo magnético y la atmósfera terres-tres, los astronautas reciben dosis más altas de radiación, lo que aumenta la po-sibilidad de que mueran de cáncer.

Los científicos de la NASA probable-mente tendrán hasta la década de 2030 pa-ra analizar minuciosamente estos proble-mas antes de que los astronautas viajen a Marte — una misión que se demoraría unos 2,5 años, o casi seis veces la estancia estándar actual en la estación espacial.

El mayor tiempo que un ser humano ha estado fuera de la Tierra son casi 438 días, un récord impuesto por Valery Pol-yakov, en la estación espacial rusa Mir, en 1994 y 1995.

En 2009, durante sus seis meses en la Estación Espacial Internacional, Mi-chael Barratt, un astronauta de la NASA quien también es médico, se dio cuenta de que tenía dificultades para ver cosas de cerca, al igual que otro de los seis miembros de la tripulación, Robert B. Thirsk, un astronauta canadiense y tam-

bién médico. Así que se hicieron exáme-nes de la vista el uno al otro, y confirma-ron el cambio de la vista hacia la hiper-metropía.

También detectaron señales de infla-mación en sus nervios ópticos y manchas en sus retinas. Imágenes de ultrasonido mostraron que sus ojos tenían un cierto grado de aplanamiento.

“Ahora se reconoce como un riesgo laboral de los vuelos espaciales”, dijo

Barratt. “¿Cuáles son las implicaciones a largo plazo?”.

Ésa es una de las muchas cosas que la NASA estará monitoreando en la salud de Scott J. Kelly, quien pasará un año en la estación espacial en 2015. Pero Pol-yakov y otros tres cosmonautas rusos re-gresaron en condiciones aparentemente relativamente buenas tras su prolongada estadía en el espacio. Es posible que tras unos cuantos meses, el cuerpo se aclima-

te a la ingravidez y que se estabilicen los cambios en la visión y los huesos.

Hace una década, a los científicos de la NASA les preocupaba que los astro-nautas regresaran a la Tierra con hue-sos más frágiles, debido a la disminu-ción en densidad de entre un 1 y un 2 por ciento al mes. En el espacio, el cuerpo no necesita cargar con su peso, y reacciona desmantelando tejido óseo más rápida-mente que en la Tierra. La NASA recu-

rrió a medicamentos contra la osteopo-rosis y a mejores ejercicios, como hacer que los astronautas corran mientras es-tán atados a una caminadora eléctrica. Los científicos de la NASA reportaron que los astronautas entonces regresa-ron con una densidad ósea casi igual a la que tenían al partir.

En cuanto a los problemas de la vista, los científicos sospechan que los efec-tos adversos se derivan del cambio en los fluidos, cuando la presión más alta del líquido cefalorraquídeo en el cráneo ejerce presión sobre la parte trasera de los globos oculares, pero eso no ha sido demostrado.

En lo que respecta a la radiación, la NASA opera bajo una restricción de que no se debe elevar en más de tres puntos porcentuales el riesgo de los astronautas de desarrollar cáncer en algún momento de su vida.

Pero podría haber otras complica-ciones. En el Laboratorio Nacional Brookhaven, en Long Island, los cien-tíficos bombardean a ratones con una radiación que se asemeja a los rayos cósmicos de alta energía que atravie-san el espacio. A esos ratones les lleva más tiempo sortear un laberinto, lo que indica que la radiación podría dañar su cerebro.

Los científicos dicen que podría da-ñar otros órganos. “Esos podrían ser daños severos”, dijo William H. Paloski, director del programa de investigación humana de la NASA. “Simplemente no lo sabemos”.

John B. Charles, del programa de in-vestigación humana de la NASA, dijo ue la agencia ya podría enviar astronautas a Marte y traerlos vivos de regreso. Pero dado el enorme costo, dijo que es crítico que los astronautas lleguen con gran ca-pacidad y excelente salud.

“Mi meta es ver un programa que no haga que un astronauta llegue cojeando a Marte”, dijo.

Por WILLIAM J. BROAD

Cuando la Guerra Fría terminó, a fines de los años y principios de los 90, surgió un nuevo temor en medio del re-gocijo y el alivio: que la seguridad ató-mica fallara en una Unión Soviética que se estaba desintegrando, lo que podría permitir que su enorme reserva de oji-vas nucleares cayera en manos enemi-gas.

El nerviosismo se intensificó a fines de 1991, cuando Moscú anunció planes para almacenar miles de armas en lo que los expertos consideraban búnkers decrépitos, vigilados por guardias de dudosa confiabilidad.

Muchos gobiernos y científicos se pre-ocuparon, pero pocos sabían qué hacer.

Fue entonces que a Thomas L. Neff, un físico en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), se le ocurrió su inverosímil idea: ¿Por qué no permitir que Moscú vendiera el uranio de sus ar-mas en desuso y diluirlo en combustible para compañías de electricidad de Esta-dos Unidos, lo que le daría a los rusos el dinero que tan desesperadamente nece-sitan y a los estadounidenses una fuente barata de energía?

En diciembre, la idea de Neff llegó a una feliz conclusión cuando el último embarque de uranio procedente de Ru-sia llegó a Estados Unidos. En total, du-rante dos décadas, el programa conocido como Megatones para Megawatts convirtió 20 mil oji-vas nucleares rusas en electricidad que ha iluminado uno de cada diez focos esta-dounidenses.

Neff concibió el programa de reci-claje atómico pese a no ser una persona conocida, a su falta de experiencia en la escena mundial y a su modesto conoci-miento en el control de armas. Además, no sólo concibió el plan original, sino que lo guió durante décadas.

“Fui ingenuo”, re-cordó recientemente Neff, de 70 años. “Creí que la idea se en-cargaría de sí misma”.

De hecho, requirió tenacidad y habi-lidad para aplicar la ciencia nuclear a un acuerdo global cargado de grandes complejidades técnicas e incertidum-bres políticas.

En la era nuclear, el inusual isótopo uranio-235 ha desempeñado papeles estelares en la guerra y la paz. Cuando se purifica a un nivel del 90 por ciento, sirve como combustible de bombas; al 5 por ciento, hace funcionar reactores para compañías de electricidad.

Neff se preguntó si estos mundos dis-crepantes podrían ser capaces de hacer negocios juntos. Cuando Washington y Moscú anunciaron importantes reduc-ciones unilaterales de armas a fines de 1991, recordó, “Dije: ‘Vaya. ¿Y qué va a pasar con todas estas armas?’”.

Al igual que a muchos expertos, le preocupaba que la Unión Soviética esta-ba mal preparada para lidiar con miles de bombas desechadas. Los tratados y

acciones independientes de la Guerra Fría permitían que las armas nucleares extraídas de bombarderos y misiles se mantuvieran en almacenamiento, lo que aumentaba la posibilidad de robo.

Él temía que el agobiado estado co-munista ya estuviera reduciendo las medidas dirigidas a mantener seguras las armas. También sospechaba que los ahora pobres científicos nucleares rusos, que en el pasado habían sido una élite consentida, podrían buscar trabajo en otra parte. “Todo sonaba peligroso”, dijo.

Su solución fue el reciclaje atómico, una idea que ganó apoyo en Washington y en Moscú. Llevarlo a cabo, a través de una maraña de intereses en conflicto, comerciales y de estado, fue otro asunto. Neff estuvo ahí para concretarlo.

El primer embarque de uranio lle-gó en 1995; 250 más le siguieron en los siguientes 18 años. En diciembre, un buque carguero que navegó desde San

Petersburgo hacia Baltimore entregó el último envío de uranio diluido. Carteles mostraban ondeantes banderas rusas y estadounidenses, y un mensaje: “20 mil ojivas nucleares eliminadas”.

En diciembre, la embajada de Rusia en Washington organizó una recepción para conmemorar el fin del programa. Neff fue un invitado de honor. Un folleto distribuido estableció el costo general de la transacción en 17 mil millones de dólares.

El uranio de las armas desmantela-das, señaló el folleto, se diluyó en 15.432 toneladas de uranio poco enriquecido. El combustible de reactor resultante abasteció a la mitad de todas las plantas nucleares estadounidenses.

La venta atómica, agregó, “es un sím-bolo del fin de la era de confrontación entre dos importantes potencias nu-cleares”.

Neff dijo en una entrevista que la lec-ción de este logro “es que los ciudadanos privados, de hecho, pueden hacer algo”.

Por ANNE EISENBERG

En Barclays Bank, en Gran Bretaña, no se corren riesgos. Mencionar un nú-mero de cuenta no es suficiente para que uno retire su dinero. Como una salva-guarda adicional, un programa analiza las voces de los clientes para garantizar que coincidan con la huella de voz archi-vada.

En algunos cajeros automáticos en Japón, la máquina escanea el patrón de las venas en la palma de la mano de una persona antes de entregar dinero. Y, des-de septiembre de 2013, la gente ha estado utilizando sensores de huellas dactilares en sus teléfonos iPhone 5s para desblo-quear sus dispositivos.

Éstos son tres ejemplos de sistemas biométricos, que incursionan en la vida cotidiana del consumidor para desblo-quear computadoras y teléfonos, o como un complemento a las contraseñas en bancos, hospitales y bibliotecas. Pero la tecnología conlleva un sinfín de cuestio-nes problemáticas respecto a su vulnera-bilidad a los hackers y a su uso indebido.

El hurto de los datos biométricos per-sonales es mucho más problemático que cuando se roba una contraseña, dijo Bruce Schneier, experto en seguridad y

autor de “Liars and Outliers: Enabling the Trust That Society Needs to Thrive” (Mentirosos y casos apartes: Fomentan-do la confianza que la sociedad necesita para prosperar).

“Si alguien se roba tu contraseña, pue-des cambiarla”, explicó. “Pero si alguien te roba la huella de tu pulgar, no puedes obtener un pulgar nuevo”.

Pese a estas inquietudes, una nue-va computadora de Fujitsu, la Celsius H730, lanzada recientemente en Japón, se puede ordenar con una selección de funciones biométricas: un sensor de huellas dactilares o, por 116 dólares más, un escáner de palma. Para desbloquear la computadora, se coloca la palma de la mano sobre el sensor y el software revisa el patrón de las venas, dijo Joseph Dean, un voceode Fujitsu.

Los dispositivos biométricos pueden identificar el patrón de las venas en el dedo, el dorso de la mano y la palma, dijo Anil K. Jain, profesor y experto en biomé-trica en la Universidad Estatal de Michi-gan. La tecnología funciona bastante bien, y “es difícil falsificarla porque los patrones vasculares se hallan al interior del cuerpo”, agregó.

Entre las características identificado-

ras se cuentan el grosor de las venas, y los ángulos y los puntos donde se inter-sectan.

Nuance Communications le ofrece un tipo diferente de seguridad biométrica, el reconocimiento de voz, a muchos clien-tes, incluyendo Barclays. La huella de voz se basa en unas 100 características, incluyendo el tono y el acento, dijo Brett Beranek, gerente de Nuance.

Incluso en caso de hurto, las huellas de voz no resultarán en robo de identidad, dijo. “No almacenamos las voces de la gente, sino las características de su voz”, comentó.

Las tecnologías biométricas pueden ser una buena solución, que combinan comodidad con seguridad. “Pero no son exentas de fallas”, dijo Jain.

Schneier dijo que las soluciones biomé-tricas pueden ser atractivas en produc-tos de consumo siempre y cuando el pro-cesamiento ocurra completamente en el dispositivo. Pero si los ladrones obtienen acceso a información almacenada en un servidor central, eso es un problema más grande.

“Si lo hackean, pueden robar la in-formación biométrica de todos”, dijo Schneier.

Peligros para la salud de astronautas en el camino a Marte

Energía barata provino de ojivas nucleares soviéticas

Perezoso tiene vida interior muy agitada

Lectura de palma de la mano por motivo de seguridad

BILL INGALLS/NASA

Chris Cassidy, de NASA, fue llevado una carpa médica tras casi seis meses en la Estación Espacial Internacional.

Plan eliminó un tercio del combustible de bombas atómicas.

USEC

Al final de la Guerra Fría, uranio extraído de bombarderos y misiles soviéticos fue utilizado para producir electricidad en Estados Unidos.

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E N L Í N E A

DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014 7THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por RAVI SOMAIYAy LESLIE KAUFMAN

La verdad nunca ha sido un ingredien-te esencial del contenido viral en Inter-net. Pero en la competencia por lectores, los sitios de noticias digitales borran cada vez más la línea entre realidad y ficción, y dicen que todo es parte de ha-cer negocio en el turbulento mundo del periodismo en línea.

Varias historias que circularon verti-ginosamente por la Red, y acumularon millones de visitas en meses recientes, resultaron ser falsas o exageradas: una historia en Twitter de una riña en un avión, que el escritor luego describió omo un cuento corto; la carta de un niño a Santa Clos que detallaba una liga a Ama-zon en crayón, pero que fue escrita por un comediante en 2011; y un ensayo sobre la pobreza que resultó en 60 mil dólares en donaciones hasta que su autora reveló que era una narración más impresionista que basada en hechos.

Sus creadores las describen básica-mente como arte en línea, cuyo objetivo nunca fue parecer real. Para los medios de comunicación que las publicaron, representaron la mezcla de emoción y entretenimiento que atrae lectores y ge-nera lucrativos ingresos por publicidad.

Cuando las historias resultaron ser falsas, la vergüenza resultante estuvo acompañada de la admisión de que lo vi-ral “mata” a lo verificado y que mientras sigan llegando los lectores, se hará poco al respecto. “Ves que las organizaciones noticiosas dicen: ‘Si sucede en Internet, es nuestro terreno”, dijo Joshua Benton, director del Laboratorio Nieman de Perio-dismo en la Universidad de Harvard. “El paso siguiente de descubrir si sucedió en la vida real es responsabilidad de alguien más”.

La diferencia parece ser que las or-ganizaciones noticiosas que publicaron los artículos recientes —incluyendo a Gawker, BuzzFeed, The Huffington Post y Mashable— no consideran que las his-torias virales inventadas sean completa-mente contradictorias con el contenido noticioso serio que publican junto a ellas. The Huffington Post ganó un Premio Pu-litzer en 2012, Gawker fue uno de los pri-meros en informar sobre el consumo de cocaína del alcalde Rob Ford, de Toronto, y BuzzFeed está armando equipos de re-porteros de investigación y extranjeros.

Los editores de estos sitios reconocen que hay que combinar la autenticidad con la necesidad de actuar con rapidez en una era sumamente conectada. “Li-

diamos con tal volumen de información que es imposible tener los estándares de veracidad estrictos que tienen otras instituciones”, dijo John Cook, director editorial en Gawker, sitio que destacó al ensayo sobre la pobreza, escrito por una mujer llamada Linda Tirado.

“El metabolismo más acelerado pone en desventaja a quienes verifican la in-formación”, dijo Ryan Grim, director de la oficina en Washington de The Huffing-ton Post, que republicó los mensajes de Twitter en un avión, la carta a Santa Clos y el ensayo sobre la pobreza. “Si lanzas algo sin verificar la información primero y eres el primero en presentarlo, recibes mucho tráfico y si más tarde se demues-tra que es falso, de todas formas tienes ese tráfico. Eso es un problema”.

No está claro cuánto le importa a los lectores que una historia fascinante sea cierta o no, al menos en términos de ha-cer click en ella. Melanie C. Green, psicó-loga social en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, dijo que aunque la gente le dice que les importa mucho, sus respuestas emocionales son iguales de cualquier forma. “Es lo mismo que con las películas o los libros”, dijo. “Que-remos ver algo nuevo y tal vez escapar de nuestras vidas”.

La gran idea de Mike Whitehead era una mejor sartén de hierro. La de Stephanie Turenko era un corto anima-do sobre su abuela ucraniana. Y la de Colin Owen era una luz para bicicleta

que fuera difícil de robar.Muchos de nosotros

tenemos ideas así, conce-bidas mientras pensamos en la inmortalidad del cangrejo. Y ahí es donde el sueño frecuentemente

termina, obstaculizado por una falta de capital, credibilidad y confianza.

Pero ya no es así. El financiamiento colectivo en línea, o crowdfunding, ayu-da a que estas ideas se conviertan en realidad.

Lo que comenzó con unos cuantos pro-yectos personales se ha transformado en cientos de plataformas que sirven como vehículos para recaudar financia-miento —el récord es 10,2 millones de dólares— y para desarrollar productos e investigar el mercado.

Tener éxito en el financiamiento co-

lectivo exige estrategia y resistencia, aunque hacer un llamado sincero puede ayudar.

“Mucha gente piensa que si simple-mente coloca su proyecto en Kickstar-ter, el dinero comenzará a llegar”, dijo Whitehead, quien usó la plataforma Kickstarter el año pasado para recau-dar 211.27 dólares. “No es tan fácil como parece”.

Las campañas exitosas de financia-miento colectivo, que con frecuencia duran 30 días, requieren meses de pre-paración.

Con la ayuda de un diseñador in-dustrial, Whitehead pasó seis meses desarrollando un prototipo de sartén en su sótano, en Portland, Oregón. Luego pasó cuatro meses poniéndose en con-tacto con amigos y familiares, así como con publicaciones culinarias, de tecno-logía y de diseño para alertarlas sobre su próxima campaña en Kickstarter, el sitio de financiamiento colectivo predo-minante.

Otros sitios como Indiegogo, Rocket-

Hub y Crowdtilt realizan funciones similares. También hay sitios de nicho como PubSlush, orientado a aspirantes a autores, y Appbackr, para quienes quieren desarrollar aplicaciones. Varían en los tipos de proyectos pre-sentados, y en su estructura tarifaria, cobertura geográfica y en si se puede conservar lo recaudado o si se pierde todo si no se alcanza el objetivo de fi-nanciamiento.

También hay sitios en Internet para financiamiento colectivo con capital privado, como Crowdfunder y CircleUp, donde los inversionistas pueden com-prar acciones en compañías, en vez de simplemente hacer una donación.

Hay que tener en mente que la gente no respalda proyectos al azar. A muchos les gusta ser los primeros en adoptar una tecnología y disfrutan viendo cómo una idea se convierte en un producto que ellos, al estar entre los primeros en apoyarlo, frecuentemente reciben antes que nadie como recompensa por su aporte.

No es sorprendente que una presen-tación clara y concisa de la idea a través de un video, ilustraciones y texto sea esencial. Hay que ponerse en el lugar de un posible financiador que repasa una lista de proyectos. Uno tiene, tal vez, 30 segundos para atraer su atención y me-nos para desanimarlo.

“Un solo error de ortografía reduce las posibilidades de éxito en un 13 por ciento”, dijo Ethan Mollick, de la Escuela Wharton de la Universidad de Penn-sylvania. Su investigación también indica que mencionar lo nerd que uno es y La guerra de las galaxias parece ayudar.

El público también incluye a inver-

sionistas de capital de riesgo, quienes consideran una campaña exitosa de financiamiento colectivo como prueba de que una idea es digna de su aten-ción.

Owen dijo que él no contempló iniciar una campaña de financiamiento colec-tivo para las luces de sicicleta hasta que un inversionista de capital de riesgo le dijo que sólo estaría disuesto a invertir si lo hacía.

Los expertos en financiamiento colec-tivo y veteranos del proceso coinciden en que una interacción con potenciales financiadores puede ayudar a pulir la idea, y que una visión clara y una con-vicción sincera respecto a un producto son sellos distintivos de campañas exi-tosas. Pero más que nada, la gran idea tiene que ser buena.

Whitehead, quien supervisa la fabri-cación de 1.550 sartenes que les prome-tió a sus donadores, lo expresa de esta forma: “Si no tienes una buena idea, ni la campaña de financiamiento colectivo más hábil va a funcionar”.

Por SOMINI SENGUPTA

SAN FRANCISCO — En el pasado, la labor del director de una escuela era asegurarse de que los estudiantes no se portaran mal en los pasillos ni fuma-ran en los baños. La vigilancia termi-naba en las puertas de las institución.

Ahora, cuando los estudiantes se quejan, burlan y piden ayuda en los medios sociales, los educadores tienen más oportunidades de monitorearlos las 24 horas del día. Y algunas escuelas están recurriendo a la tecnología para hacerlo. Varias compañías ofrecen ser-vicios para filtrar lo que los estudian-tes hacen en las redes escolares; unas cuantas ofrecen herramientas automa-tizadas para analizar lo que suben a las redes, pdetectar señalera s de peligro. Para las autoridades escolares, esto plantea nuevas interrogantes sobre si deben —o legalmente pueden— disci-plinar a los menores por lo que hacen en línea.

El problema ha adquirido una nueva urgencia con el caso de una niña de do-ce años, de Florida, que se suicidó luego de que sus condiscípulos la intimidaron en Internet y fuera de ella.

Los educadores tienen que sopesar los derechos de liber-tad de expresión de los estudiantes y los peligros en los que los niños pueden meterse en la escuela y, a veces, con la ley, debido a lo que escriben en los si-tios de medios sociales.

En septiembre, un tribunal federal de apelaciones en Neva-da falló a favor de los directivos escolares que suspendieron a un estudiante de prepa-ratoria por amenazar, en Myspace, con ata-car sus compañeros a tiros. En 2011, un tri-bunal de Indiana dicta-minó que los funciona-rios escolares habían violado la Constitución cuando disciplinaron a estudiantes por subir fotos suyas Fa-cebook, posando con paletas de color arcoiris en forma de falos.

“Es una preocupación y, en algunos casos, un problema importante para los distritos escolares”, dijo Daniel A. Domenech, presidente ejecutivo de la Asociación Estadounidense de Admi-nistradores de Escuelas.

La vigilancia de las expresiones en línea de los estudiantes, dijo, puede ser engorrosa y confusa. “¿Es algo que un estudiante tiene derecho a hacer, o es algo que va en contra de las normas y reglamentos de un distrito?”.

Entrevistas con educadores sugie-ren que la vigilancia de los estudiantes fuera del campus aún se hace princi-palmente confiando en que los alum-nos reporten problemas u observando lo que los estudiantes hacen en las re-des sociales. Monitorear a los alumnos en los medios sociales tiene sus propios riesgos: una directora en Missouri re-nunció tras acusaciones de que había espiado a estudiantes mediante una

cuenta falsa de Facebook.Pero la tecnología se está volviendo

popular.En agosto, funcionarios en Glendale,

California, contrataron a Geo Liste-ning, una empresa de tecnología, para que escudriñara las publicaciones de los niños del distrito. La compañía in-dicó que su servicio ayuda al distrito a proteger a sus estudiantes luego de va-rios suicidios de adolescentes del área.

Los estudiantes se burlaron del es-fuerzo en Twitter, diciendo que las au-toridades del Distrito Escolar Glendale Unificado “ni siquiera entenderían lo que publico en Twitterl a mayor parte del tiempo, deberían contratar a un analista en slang en la escuela”.

Chris Frydrych, presidente ejecuti-vo de Geo Listening, se negó a explicar

cómo funciona la tecnología de su em-presa y sólo dijo que es “un poquito de tecnología y mucho capital humano”.

David Jones, de CompuGuardian en Salt Lake City, Utah, dijo que su pro-ducto le permite a las autoridades esco-lares monitorear si los estudiantes in-vestigan temas sobre cómo construir bombas o si hablan de anorexia.

“Ayuda a enfocarse en cuáles estu-diantes están teniendo cuáles proble-mas”, dijo.

Pero ¿cuándo se convierte el prote-ger a los niños en restringir la liber-tad de expresión? John G. Palfrey Jr., director de Phillips Academy, en Ma-ssachusetts, dijo que opta por un punto intermedio.

“No queremosgrabar toda conver-sación que tienen en los pasillos”, dijo Palfrey. “La seguridad y bienestar de nuestros estudiantes es nuestra máxi-ma prioridad, pero también necesita-mos que tengan el tiempo y el espacio para crecer sin la sensación de que vi-gilamos todos sus movimientos”.

Por QUENTIN HARDY

Franky, una tortuga de 17 años, pasa sus días transmitiendo una perspectiva del mundo a través de sus propios ojos, las 24 horas por Internet.

“Recibe unos diez mil espectadores al mes”, dijo Donnie Cook, propietario de la tienda de mascotas Lou Pet’s Shop, en Grosse Pointe Woods, Michigan, donde Franky vive.

La fama de Franky ilustra la creciente vigilancia de casi todo por parte de los ciudadanos civiles. Gracias a los avan-ces en la miniaturización y el almacena-miento digital barato, cámaras diminu-tas han llegado a los hogares, la gente y la naturaleza.

Dropcam, el fabricante de la cámara instalada sobre el caparazón de Franky, sube más de mil horas de video por minu-to a Internet.

El número de hogares en Estados Uni-dos con cámaras de seguridad privada aumentó en unos cinco millones el año pasado, a quince millones, dijo Parks Associates, una empresa de investiga-ción.

Las cámaras de alta definición de Drop-cam cuestan 149 y 199 dólares, y se pue-den monitorear en casi cualquier equipo computacional. La compañía tiene varios competidores, como Axis Communica-tions de Suecia, Pelco de Estados Uni-dos y varios productores en China. Pero Dropcam, fundada hace sólo cuatro años, es la compañía más grande que almacena videos en línea y, al igual que algunos de sus competidores, también ofrece edición.

La mayoría de lo que sale de una cáma-

ra de seguridad privada como Dropcam son videos interminables de habitacio-nes y entradas de cocheras vacías.

Pero la misma cantidad de material privado significa que se almacena una enorme cantidad de conductas signifi-cativas, como nunca antes. La gente ha grabado a vándalos en acción, mapaches hurgando en botes basura y, en un caso, un perro que prendió una estufa y provo-có un incendio en una casa.

“Estamos ahí cuando suceden las co-sas disparatadas”, dijo Greg Duffy, presi-dente ejecutivo de Dropcam y uno de sus fundadores.

Aun más importante para él es lo que significa tanto material en video para los ciudadanos.

“Hay dos caminos a elegir: el gobier-no puede tener cámaras por doquier, o la gente puede tener cámaras, y así hay un control distribuido”, dijo Duffy, de 27 años.

Las fuerzas de policía han aumentado desde hace varios años el número de cá-maras que portan y llevan en los tableros de los coches patrulla. Los ciudadanos han respondido con sus propios videos. En Rusia, las cámaras en el tablero de los autos son herramientas comunes para grabar las acciones indebidas de los po-licías.

Algunas de estas cámaras captan momentos más personales. Seth Cu-mmings, que trabaja en marketing en Lake Arrowhead, California, les mostra-ba a sus hijos fotos de su sala decorada con adornos navideños, cuando su hijo de cinco años le dijo que este año podrían grabar a Santa Clos en el video de seguri-dad. Cummings dijo que Santa fue visto alrededor de la medianoche.

Hay que soposar la libertad de expresión con riesgos potenciales.

BRYCE VICKMARK PARA THE NEW YORK TIMES

John G. Palfrey Jr., director Phillips Academy, dijo su escuela opta por un punto medio en la supervisión electrónica de los estudiantes.

Las historias virales no siempre son verdaderas

Las cámarasse vuelven omnipresentes

Escuelas monitorean a los alumnos por Internet

Los trucos del financiamiento colectivo

EN LÍNEA: OJO DE TORTUGAVideos de cámaras en el caparazón de una tortuga y otros lugares.nytimes.com Busque: ‘tortoise’

Los prototipos ayudan, así como mencionar La guerra de las galaxias.

MINH UONG

JOSHUA LOTT PARA THE NEW YORK TIMES

Cada movimiento de Franky, una tortuga de 17 años que vive en Lou’s Pet Shop, en Michigan, se puede ver gracias a la cámara en su caparazón.

KATE MURPHYENSAYO

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A R T E Y D I S E Ñ O

8 DOMINGO 9 DE FEBRERO DE 2014THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY

Por JOSHUA HAMMER

BERLÍN — Hace diez años, Yuval Adler, un israelí aspirante a cineasta, vio un video en un sitio en Internet del Medio Oriente que captaba uno de los momentos más brutales del levanta-miento palestino. El video mostraba a una banda de milicianos que arrastra-ban a un presunto colaboracionista por las calles de Belén, y lo mataban a tiros ante una multitud de testigos.

“Recuerdo haber pensado: ‘¿Qué es-tá pasando ahí? ¿Cómo se mete alguien en esa situación?’”, dijo Adler. “Si éstos son los riesgos de ser un informante, ¿cómo logran los israelíes reclutar a alguien?”.

En “Bethlehem” (Belén), el primer largometraje de Adler, las respuestas se revelan poco a poco, a través de la peligrosa interacción de sus dos prin-

cipales figuras. Ambientada en esa ciudad bíblica durante los días de la segunda intifada, a fines de 2004 y a principios de 2005, la película se centra en la volátil relación entre un agente de los Servicios Israelíes de Seguridad General, la agencia de inteligencia na-cional de Israel mejor conocida como Shin Bet, y su informante adolescente, el hermano menor de un comandante de las Brigadas Aqsa Martyrs, una coalición armada palestina.

“Bethlehem” le da una autenticidad tensa a un tema que rara vez ha sido ex-plorado en el cine israelí.

“El cliché es que la relación entre agente e informante se basa única-mente en la amenaza y la fuerza”, dijo Adler. La realidad es que “un hombre del servicio secreto que maneja ‘acti-vos’ encuentra a personas a quienes les falta algo, que tienen un vacío en el alma y lo llena. Es una relación muy

íntima y, al mismo tiempo, es la más explotadora que uno pueda imaginar”.

Producida con un presupuesto mo-desto de 1,5 millones de dólares, “Beth-lehem” lideró la taquilla israelí en 2013 y ganó el premio Ophirs a Mejor Pelí-cula, el máximo honor cinematográfico de Israel. Ha recibido reseñas mixtas en el circuito de festivales.

“Bethlehem” es una de las tres pe-lículas actuales que dramatizan este mundo de sombras de la inteligencia humana. “Omar”, del director ára-be-israelí Hany Abu-Assad, es un thri-ller nominado al Óscar sobre un joven palestino que participa en el asesinato de un soldado israelí y luego lo oligan a trabajar como doble agente. Y el docu-mental “The Green Prince”, de Nadav Schirman, cuenta la historia verdadera de Mosab Hassan Yousef, hijo del fun-dador del movimiento Hamas y origi-nario de la ciudad palestina de Rama-llah, quien se convirtió en espía para Israel. Fue proyectada en el Festival de Cine de Sundance en enero.

Los tres filmes capturan la depen-dencia y desconfianza mutua que cons-tituyen la relación entre informante y encargado. Y dos de ellos, “Omar” y “Bethlehem”, terminan con escenas de violencia impactante.

Para hacer investigación para el guión, Adler recurrió a miembros del círculo de inteligencia sumamente ais-lado de Israel. “Israel es un país peque-ño”, dijo, “Hablas con un tipo, él te lleva donde otro, y de repente encontré a un hombre jubilado y más viejo dispuesto a hablar”.

El otro guionista, Ali Waked, un pe-riodista árabe-israelí que cubrió la se-gunda intifada, entrevistó a milicianos palestinos, algunos de los cuales aún huían de las Fuerzas de Defensa israe-líes, sobre sus actividades durante el levantamiento.

“Hablaron sobre el tipo de armas que usaron, el tipo de pantalones y botas que se ponían”, dijo.

Adler dijo haber oído críticas de is-raelíes y palestinos. “A la gente que cree que un lado es claramente malva-do no le gusta la película”, dijo. “Mos-tramos un panorama más complejo”.

Por DOREEN CARVAJAL

PARÍS — Como reportera, me dedico a seguirle la pista a la gente. Por lo tanto, quedé intrigada por las dificultades que las autoridades francesas dicen tener en su esfuerzo para localizar a los he-rederos de más de dos mil obras de arte saqueadas o vendidas bajo circunstan-cias turbias durante la Segunda Guerra Mundial y que ahora se encuentran en museos franceses.

En el transcurso de los últimos 60 años, los franceses han devuelto sólo 80 de las llamadas obras de arte huérfanas. Algu-nos críticos se quejan porque los esfuer-zos por dar con los herederos han sido lentos e ineficientes. Por lo tanto, decidí ver si podía encontrarlos por mi propia cuenta.

Estaba en desventaja por el hecho de que muchas familias ni siquiera están conscientes de lo que han perdido. Los parientes mueren y se esfuman sus histo-rias, registros y documentos. Es así que un cuadro grande de Gustave Courbet, “Acantilado de Étretat tras la tormenta”, puede colgar en el Museo de Orsay. Na-die ha ido a reclamarlo, hasta ahora.

Me demoré dos semanas en encontrar a una mujer que podría estar entre sus probables dueños, Sylvie Tafani, la sobri-na nieta de Marc Wolfson, quien aparece en los registros franceses como el anti-guo propietario del Courbet. Él y su es-posa, Ernestine Davidoff, eran parte de un círculo de élite de expatriados rusos. Fueron arrestados en París y deportados a Auschwitz, donde murieron sin haber tenido hijos. Después de que contacté a Tafani, de 61 años, para avisarle de lo que había encontrado, ella presentó un reclamo.

Ubicar a los posibles herederos de otras dos obras llevó más tiempo. Una de ellas era un dibujo de Alberto Durero, de la colección de arte saqueado de Her-mann Goering. Alguna vez le perteneció

a Gabrielle Tuffier, una combatiente de la Resistencia Francesa, quien fue deporta-da en 1943.

Su hermano, Nemours, era el dueño de otra obra que yo estaba rastreando, un tríptico dorado de Cristo en la cruz, pin-tado por Rubens. Aparentemente, fue vendido bajo coerción durante la ocupa-ción nazi de Francia y recuperado des-pués de la guerra, en Linz, Austria.

Cuando localicé al nieto de Nemours Tuffier, Roland Nemours Tuffier, justo en las afueras de París, dijo que no sabía que sus parientes solían ser los propietarios del tríptico.

Tuve ayuda. Su nombre es Gilad Ja-phet, presidente ejecutivo de MyHeri-tage.com, un sitio de redes sociales de árboles genealógicos. Pero lo que hici-mos no tuvo nada de mágico. Buscamos árboles genealógicos en Internet y actas de defunción en Auschwitz, bases de datos digitales en Israel de víctimas del Holocausto y el catálogo fotográfico de la Bibliothèque Nationale. El propio catá-logo de obras del estado francés nos dio algunas pistas iniciales.

Muchos judíos, temerosos de la incau-

tación de propiedades bajo los nazis, vendieron obras de arte a precios de des-cuento. Wolfson vendió su Courbet a con-signación a un corredor de arte en 1941, quien a su vez se lo vendió por 350 mil francos al Museo Folkwang, en Alema-nia, de donde fue recuperado.

Los registros franceses indicaban que el tríptico de Rubens, “El levantamiento de la cruz”, fue vendido en 1941 por “N. Tuffier”. Un obituario en un periódico y varios árboles genealógicos me permi-tieron descubrir que su hijo se llamaba Nemours Tuffier; que tenía una herma-na, Gabrielle; y que tenían descendien-tes.

Varias búsquedas en línea me llevaron

hasta Roland Nemours Tuffier, el nieto de Nemours, quien administra una compa-ñía de venta de yates. Tuffier, de 52 años, dijo que ahora prepara un reclamo junto con un primo, Richard Nemours Tuffier. Roland se siente feliz y molesto al mismo tiempo por la noticia de que podría ser un heredero.

“¿Por qué no han hecho nada para bus-car a los propietarios legítimos?”, pre-guntó sobre el gobierno francés.

Varias veces me topé con personas que no estaban interesadas en averiguar si efectivamente tenían algún parentesco y eran herederos de una obra de arte.

“Mi mamá está segura de que las obras de su tío no fueron saqueadas”, dijo una mujer parisina cuyo familiar, un corre-dor de arte judío, parecía haber sido el propietario de un Georges Seurat que es-tá enumerado entre las obras huérfanas.

Aurélie Filippetti, la Ministra de Cultu-ra francesa, me habló de planes para ras-trear a los descendientes de manera más agresiva. Algunos curadores nuevos re-cibirán capacitación adicional, explicó.

El éxito que tuve es un buen augurio para los franceses si ponen en marcha un esfuerzo más vigoroso.

Como dijo Japhet: “Todo lo que se ne-cesita es mucha curiosidad, un poco de intelecto y algo de suerte”.

Por TOM RACHMAN

OXFORD, Inglaterra — Compilar un diccionario de casi todas las palabras en el idioma inglés fue un esfuerzo típico de la época victoriana, con caballeros de barba blanca, confianza absoluta y un ritmo flemático y laborioso. Después de 25 años, la primera version apareció en 1884. ¿Su contenido? “De A a Ant”.

Pero en esta época impaciente, Oxford English Dictionary avanza rápidamen-te hacia una tercera edición, con 619 mil palabras definidas hasta la fecha, actua-lizaciones en Internet cada tres meses y un torrente de datos digitales que repa-sar.

Por primera vez en 20 años, el diccio-nario tan respetado tiene un nuevo di-rector editorial, Michael Proffitt, de 48 años, quien asume la responsabilidad de conservar las tradiciones y a la vez mantener su relevancia en una era de definiciones buscadas en Internet y del lenguaje de los textos.

Proffitt respeta las costumbres anti-guas, pero está abierto a reconsiderar el diccionario. “Mi idea sobre los dicciona-rios es que, en cierta manera, ha llegado su hora”, dijo. “Las personas necesitan filtros mucho más que en el pasado”.

Agregó: “Quiero evidencia de que tie-ne valor para la gente en términos de su uso práctico”.

Él aboga por ligas en la literatura digi-talizada a las entradas del OED; quiere que lo usen más los estudiantes, cuya dis-

tinción entre “diccionario” y “búsqueda en Internet” es cada vez más tenue.

El OED ha sobresalido en parte por sus definiciones de gran autoridad, pero prin-cipalmente por sus citas históricas, que llevan un registro del uso de los vocablos a través del tiempo. La primera edición, propuesta en 1858 con su conclusión pre-vista en diez años, quedó terminada 70 años después, en 1928. La segunda edición salió en 1989, con 21.730 páginas. La labor en la tercera comenzó en 1994, con espe-ranzas de terminarla en el 2005. Eso re-sultó ser ligeramente impreciso, al fallar por unos 32 años, de acuerdo con la actual estimación aproximada de 2037.

A pesar del admirable rigor del OED, hoy el diccionario probablemente es más venerado que usado. Parte del problema es su precio. Un ejemplar de la segun-da edición, de 20 volúmenes, cuesta 995 dólares, y una suscripción digital de un año tiene un precio de 295 dólares, lo que dificulta su venta cuando tantas herra-mientas de investigación son gratuitas en línea.

Aunque el OED sobrevivió las convul-siones de Internet que devastaron a otras obras de referencia, aún no ha capitaliza-do por completo al potencial público en Internet. Proffitt está ansioso por hacer-lo, quizá con precios más bajos, definiti-vamente con cambios en su sitio web y definiciones menos formales.

“Muchos de los primeros principios del OED siguen firmes, pero tiene que cam-

biar cómo se manifiesta y cómo llega a la gente”, dijo Proffitt, quien dista mucho de la imagen de antaño de un académico, ya que cuenta con satisfacción haber redac-tado la entrada de “phat” (“adj. De una persona, esp. una mujer: sexy, atractiva. b. Esp. de la música: excelente, admira-ble, de moda”).

En el siglo XIX, el principal obstáculo para componer este diccionario conce-bido de “todas las palabras que ocurren en la literatura del idioma que afirma ilustrar” era encontrar citas apropiadas. Hoy, el personal editorial de unas 70 per-sonas tiene demasiada información.

“Podemos oír todo lo que ha pasado en el mundo del inglés durante los últimos 500 años y es ensordecedor”, dijo el edi-tor asociado, Peter Gilliver.

Los textos literarios representaban la mayor parte de las citas en los inicios del diccionario, pero el texto actual es mucho más inclusivo, con comentarios escritos en blogs y Twitter, citas de lápidas fúne-bres o mensajes de un anuario de prepa-ratoria. El objetivo es encontrar los usos más tempranos y más ilustrativos de una palabra, no dar la bendición a algo como “inglés correcto”.

Cada vez que los comentaristas re-prenden al OED por aceptar jerga ado-lescente o terminología de marketing, malinterpretan el diccionario, que tiene como meta no definir cómo el idioma debe usarse, sino simplemente cómo se usa.

En una biblioteca de aspecto sombrío, un hombre afable que usa el nombre Dr. Sparky Sweets ofrece resúmenes en video de algunos de los clásicos de la literatura en el idioma de la calle, a los

que les agrega un poco de análisis como extra.

Sweets, un hombre de raza negra cuyo guarda-rropa se inclina hacia los shorts, collares y una va-riedad de gorras, diserta

sobre un nuevo volumen cada semana en thug-notes.com.

En el mundo de Sweets (un comedian-te llamado Greg Edwards), el personaje Queequeg de “Moby Dick” es “un arpo-nero tatuado”. Y los personajes de una querida obra de teatro de Shakespeare incluyen a “Benvolio y Mercucio, los amigotes de Romeo”.

Edwards, hablando como Sweets en una entrevista con el periódico The Tampa Bay Times el año pasado, des-cribió a Thug Notes como su “manera de trivializar el esfuerzo del mundo aca-démico parahacer que la literatura sea elitistas, al demostrar que incluso los conceptos académicos se pueden comu-nicar en una manera clara y abierta”.

El sitio logra convertir a “Cumbres borrascosas”, “Orgullo y prejuicio” y otros libros en diversión breve (los

videos normalmente duran menos de cinco minutos) a la vez que comunica cierto respeto por el material original. Puede que el resumen del “doctor” de “Romeo y Julieta” esté lleno de jerga impublicable, pero termina con una dis-cusión del choque de opuestos en la obra y sobre si es correcto considerarlo como una tragedia.

Quizás desestime el núcleo de “Moby Dick” como “unas 500 páginas en las que Ishmael habla y habla sobre la caza de ballenas” (termina la frase con una maldición), pero tiene pensamientos pu-blicables sobre el simbolismo de la ba-llena, de la búsqueda de ésta y del barco —el Rachel— que rescata a Ishmael.

Thug Notes es un ejemplo bien eje-cutado de una tendencia que ha estado presente durante años: la aplicación de la sensibilidad callejera a la alta cultu-ra. En el siglo pasado, Shakespeare ya recibió el tratamiento hip-hop con “The Bomb-itty of Errors”, una adaptación de “La comedia de las equivocaciones”.

Se le puede sacar mucho jugo a este ardid, razón por la que Internet, la tierra del video corto, es su hogar natural.

Epic Rap Battles of History (Batallas épicas de rap de la historia) ha atraído a decenas de millones de espectadores con sus peleas verbales ridículas y subidas de tono (como “Cleopatra contra Ma-

rilyn Monroe”). Y si uno es inmune a la irreverencia, BubalaPlease.com mezcla el lenguaje callejero y el judaísmo con re-sultados divertidísimos (Episodio 7: “La circuncisión ritual al estilo callejero”).

Prácticamente cualquiera puede intentar este tipo de cosas, y parece que prácticamente todos lo han hecho. Ni siquiera se requiere creatividad, ya que hay herramientas en Internet como Gi-zoogle.net que traduce cualquier frase que uno quiera teclear en una versión gangsta.

Por bueno que sea Thug Notes, no queremos que esta tendencia aumente mucho más. Eso significa exigir que sólo profesionales hábiles como Sweets intenten este tipo de cosas. Y si cree que eso viola las libertades civiles, cálmese. La Constitucián no dice nada sobre el derecho a rapear.

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