catequesis papas padrinos

8/18/2019 Catequesis Papas Padrinos

1/72


2/72

/como si no eistiese0, reduci(ndole al mbito individual, a mera

caricatura, *etiche o estorbo. -s tarde se le arrincona como al&o innecesario,

obsoleto $ hasta molesto. No *altan quienes le presentan como enemi&o de la

verdadera libertad humana, con#nando su persona al bal de los recuerdos. )i

al&uien se atreve pblicamente a pro*esar su *e en l, a este tal se le

ridiculiza, se le mar&ina $ se le combate por todos los medios. 2s% se lle&a,

sin darse casi cuenta, al ate%smo beli&erante. 2 ese *antasma, *ruto de la

creación, *antas%a $ miedos humanos, se le ataca como enemi&o $ rival del

hombre.

"uanto ms le!os est( su

recuerdo, ms libre ser el hombre, hasta desterrarle por completo de su vida.

'l hombre se eri&e en !uez, autor, realizador, principio $ #n de s% mismo $ de

su eistencia. )e ha endiosado a s% mismo… +erminada la obra de demoliciónde

la *e, comenzar la obra de la suplantación de Dios por una caterva

interminable de %dolos, dioses $ dio sencillos que tratarn de ocupar el vac%o

inmenso que el nico Dios vivo $ verdadero ha de!ado en el corazón $ en la

vidadel ateo. 'l proceso se ha cerrado. 3a conclusión es patente. 'l hombre es el

nico dios.

4o$, uno de tantos problemas serios en nuestros d%as es que pensamos

que estamos educados en la *e, cuando en realidad nos *alta mucho por hacer$

conocer, como personas $ como cristianos.

5ivimos un catolicismo popular debilitado por nuestra i&norancia

reli&iosa, que ha provocado hasta la indi*erencia reli&iosa, o la oposición

abierta a que los miembros de su *amilia busquen a Dios $ se salven; nos haido


3/72

orillando a vivir una vida sin Dios, una vida materialista $ consumista… 6D7

891.

-uchos de

nosotros nos hemos quedado quiz solo con al&unos rezos mal aprendidos, sin

casi nada de doctrina, viviendo una vida de *e de nios, siendo $a

adultos…4a$ muchas rezones de sobra para que los invitemos a tener una

preparación cristiana en la celebración de los sacramentos de sus hi!os.

>?.>>@.1AAA. 4o$ o se vive con devoción pro*(tica, con

ener&%a, con ale&r%a, la propia *e, o se pierdeC 67apa 7aulo 5I.

"onclusión: "onsecuencias de la ausencia de

Dios: 'l

ori&en de toda división es la ausencia de Dios en el corazón del hombre $ de la

sociedad. 'n e*ecto, las consecuencias

ms dramticas de la ausencia de Dios en el horizonte humano, se producenen el

terreno de los comportamientos concretos de cada persona $ de la sociedad ensu

con!unto, en las relaciones de unos con otros o contra otros. "uando *alta Dios

en el corazón del hombre, en los miembros de nuestra *amilia, la armon%a sedestru$e, $ la arro&ancia, el or&ullo, los celos $ la rebeld%a se apoderan del

esp%ritu, $ entonces no podemos esperar ms *ruto que la división.

.


4/72

los &randes enemi&os en la *amilia la i&norancia reli&iosa

-uchas veces resuena la que!a acerca de la

i&norancia reli&iosa que a*ecta a nuestros #eles, pero se concibe ese de*ecto

en t(rminos un tanto racionalistas. 3a i&norancia reli&iosa no es sólo carencia

doctrinal, es *alta de inte&ración plena en la personalidad del cristiano de la

verdad de la *e $ la vida de la &racia.


5/72

/'n nuestros pa%ses la *amilia amenazada es

aquella que conserva su unidad, sus derechos, su di&nidad $ sus valores. )u

unidad es amenazada por la pla&a del divorcio, de la separación $ de los

conGictos matrimoniales, as% como por creciente mi&ración de sus !óvenes $ de

sus *uerzas vivas para traba!ar en el etran!ero. )us derechos *undamentalesno

son ase&urados, ni di&nos. 3a di&nidad de la *amilia es sometida ante las

desviaciones morales, as% como por ciertas condiciones de vida que de!an sin

respuesta a al&unas *amilias que deben vivir en la pobreza $ la privación. )us

valores son debilitados a causa de las crisis pol%ticas, económicas, de la

se&uridad pblica $ morales, as% como a causa de la disminución de la prctica

reli&iosa $ de la i&norancia del 'van&elio $ de la doctrina de la I&lesia.

7%o EII, el ? de abril de 1>89, en un radio

mensa!e al "on&reso "atequ%stico en Barcelona, dec%a: 'l mundo su*re males

doloros%simos, pero pocos tan transcendentales como la i&norancia reli&iosa,en

todas sus clases; ur&en en la sociedad en(r&icos remedios, pero pocos tan

ur&entes como la di*usión del "atecismo… 3os padres en el calor del ho&ar,los maestros en la seriedad de la escuela, los sacerdotes en el santuario del

templo $ en todas partes pueden, deben prestar a la humanidad el insuperable

servicio de abrir con el "atecismo a las nuevas &eneraciones los tesoros de la

doctrina católica $ *ormarlas en (l, para que, bien empapadas de esp%ritu

cristiano, enamoradas de la verdad, de la !usticia $ de la caridad del

'van&elio, encendidas en el amor de =esucristo, pueda edi#carse sobre ellas la

paz *utura, la nica paz di&na de este nombre que es la paz cristiana.

7or su parte, el ? de noviembre de AA9, el

7apa Benedicto E5I, enumeró los estra&os del /nivel espantoso0 que haalcanzado

la i&norancia reli&iosa $ la ur&encia de una evan&elización que no mutile la


6/72

*e. 7or esto, desde lue&o debemos reGeionar seriamente sobre nuestras

posibilidades de encontrar modos de comunicar, aunque de modo sencillo, los

conocimientos, a #n de que la cultura de la *e est( presente. l habla de cuatrol%neas:

1


7/72

/)i no se ensea al ser humano, adems de

todo lo que es capaz de hacer $ todo lo que su inteli&encia hace posible, a

iluminar su alma $ a ser consciente de la *uerza de Dios, se aprender sobre

todo a destruir. 7or eso, es necesario que se *ortalezca nuestra

responsabilidad misionera: si somos *elices de nuestra *e, nos sentimos

obli&ados a hablar de ella a los dems. Despu(s, est en las manos de Dios en

qu( medida podrn aco&erla los hombres0.


8/72

7alabra de Dios actual/.

8 3a necesidad de recuperar el aut(ntico

sentido de la litur&ia, de modo que, la comunidad, al celebrar los

sa&rados misterios de nuestra *e, pueda entrar en la &ran comunidad viva en la

que Dios mismo nos nutre0.

Je#ri(ndose a la homil%a, el )anto 7adre

recordó que no es /una interrupción de la litur&ia, mediante un discurso, sino

que pertenece al acto sacramental, llevando la palabra de Dios en el presente

de esta comunidad0.

/'so si&ni#ca, que la homil%a, de por s%,

*orma parte del misterio $ no puede ser sencillamente separada de (l0. 'l 7apa,

tras recordar que el celebrante debe leer la homil%a a#rmó: /'l sacerdocio es

hermoso solamente si se cumple una misión que es una totalidad, de la que nose

puede separar una cosa u otra. K a esta misión pertenece, desde siempre,

incluso en el culto del 2nti&uo +estamento, el deber del sacerdote de li&ar el

sacri#cio con la 7alabra, que es parte inte&rante del mismo0.

"LN"3


9/72

3a i&norancia reli&iosa o la de#ciente

asimilación vital de la *e de!ar%an a los bautizados inermes *rente a los

peli&ros reales del secularismo, del relativismo moral o de la indi*erencia

reli&iosa, con el consi&uiente ries&o de perder la pro*unda reli&iosidad de

vuestro pueblo, que tiene hermosas epresiones en las valiosas $ su&estivas

mani*estaciones cristianas de la piedad popular.

'l mundo su*re males doloros%simos, pero

pocos tan transcendentales como la i&norancia reli&iosa, en todas sus clases;

ur&en en la sociedad en(r&icos remedios, pero pocos tan ur&entes como la

di*usión del "atecismo. 3os padres en el calor del ho&ar, los maestros en la

seriedad de la escuela, los sacerdotes en el santuario del templo $ en todas

partes pueden, deben prestar a la humanidad el insuperable servicio de abrir

con el "atecismo a las nuevas &eneraciones los tesoros de la doctrina católica

$ *ormarlas en (l, para que, bien empapadas de esp%ritu cristiano, enamoradasde

la verdad, de la !usticia $ de la caridad del 'van&elio, encendidas en el amor

de =esucristo, pueda edi#carse sobre ellas la paz *utura, la nica paz di&na

de este nombre que es la paz cristiana.

's ur&ente que todos, #eles cristianos,

padres de *amilia, reli&iosos $ sacerdotes, nos apliquemos a educarnos $

*ormarnos en la *e para educar $ *ormar en la *e, para de*ender nuestra *e,

asaltada no sólo por la i&norancia reli&iosa de no pocos, sino tambi(n por las

insidias de la superstición $ del error; para ser incluso sost(n de una

sociedad cristiana *undada sobre el respeto a la autoridad, la inte&ridad de la

*amilia $ un concepto de la vida, no como campo de placeres $ de &oces

materiales, sino lu&ar de paso para otra vida mucho me!or, que bien merecelos pocos

su*rimientos, que puedan a veces suponer el cumplimiento de los mselementales


10/72

deberes.

H. /Dios nunca se ausenta01O

Dios no es

etrao a quien, no se etraa de l; Pcómo dicen que te ausentas +Q

Ruien anda

en tinieblas $ vac%o de pobreza espiritual, piensa que todos le *altan,

incluso, le parece que le *alta Dios. 7ero no le *alta nada. Dios vive en

cualquier alma, aunque sea la del ma$or pecador del mundo, mora $ asiste

sustancialmente.

Ni la alta

comunicación, ni la presencia sensible, es cierto testimonio de su &raciosa

presencia, ni la sequedad $ carencia de todo eso en el alma, lo es de su

ausencia en ella.

Srande

contento es para el alma entender que nunca Dios *alta al alma, aunque est(en

pecado mortal, cunto menos de la que est en &racia.

PRu( ms

quieres, Lh almaC, $ que ms buscas *uera de ti, pues dentro de ti tienes tus

riquezas, tus deleites, tu satis*acción, tu hartura $ tu reino, que es tu

2mado, a quien desea $ busca tu almaQ

/'s de saber

que Dios en todas las almas mora secreto $ encubierto en la sustancia de ellas,


11/72

porque, si esto no *uera as%, no podr%an ellas durar. 'n una mora a&radado, $

en otra mora desa&radado. 'n unas mora como en su casa, mandndolo $ri&i(ndolo

todo, $ en otras mora como etrao en casa a!ena, donde no le de!an mandar

nadani hacer nada0O.

8. -i vida est en las manos de Dios

/)i el )eor

no constru$e la casa, en vano se a*anan los constructores; si Dios no &uarda laciudad, en vano vi&ilan los centinelas0 6)al 1?, 1. /7ues $o dec%a: por poco

me he *ati&ado, en vano e intilmente mi vi&or he &astado. De veras que Diosse

ocupa de mi causa, $ mi Dios de mi traba!o0 6Is 8>, 8. 'n realidad, cuando la

mente $ el corazón del hombre se olvidan que Dios 'sp%ritu )anto es la *uente

de la *ecundidad, la luz que ilumina la mente $ el corazón, que l es el

art%#ce $ arquitecto, el dulce 4u(sped del alma, se avanza poco o nada, $ la

*ati&a demasiada; se pierde la paz, se puede lle&a a la desesperación. 7or

tanto, el me!or camino es poner todo el es*uerzo humano, sin olvidarse de que

todo depende de Dios; pues, no ha$ parte al&una en el

hombre, que este desnuda del 'sp%ritu )antoHO.

7adre de los

pobres, ens(anos a abandonarnos en ti, a con#ar siempre en ti, de!arnos

conducir por ti, $ saber que tu eres la suma *ecundidad. Divino 'sp%ritu, tu no

sólo ba!as al hombre, sino que ests en el (l; en e*ecto, tu inmensidad ba!a a

la pequeez, +, el eterno a lo limitado; +, la misma santidad al pecado, la

belleza a lo que no lo es; +, Dios m%o, te unes con la criatura miserable

hasta acercarla a ti mismo para que participe de tus per*ecciones8O.


12/72

'l hombre

pobre $ limitado no puede nada por s% mismo, sólo Dios es el ori&en $ el #n de

todo (ito. +odo depende de l, $ de mi respuesta con mi pobre es*uerzo. )olo

me corresponde aportar mis cinco panes, $ mis dos peces, l pone lo dems.'n

realidad, /Dios &uarda $ &obierna por su providencia todo lo que creó,

Talcanzando con *uerza de un etremo al otro del mundo $ disponi(ndolo todocon

dulzuraU 6)b @, 1. 7orque Ttodo est desnudo $ patente a sus o!osU 64b 8, 1H,

incluso lo que la acción libre de las criaturas producir0FO.

2s%, el 'sp%ritu )anto habita en nuestra alma, nos santi#ca, $ nos conduce alas buenas obras.

-2J+')

DIL) K -I)IMN K VIN D'3 4L-BJ'

1. PR


13/72

PRu( hubo al principio $ qu( habr al #nQ

3os que su*ren

se que!an: PRui(n hace que la tierra tiemble $ que las a&uas inunden las

tierrasQ PRui(n retiene las lluvias para que se seque la tierraQ PDe dónde

viene la des&racia, la en*ermedad $ la muerteQ PDe dónde viene el malQ PRui(n

le da poder para que llene el corazón de los hombresQ P+riun*ar al #n el mal

sobre el bienQ P)er la muerte ms poderosa que la vidaQ

'n todo el mundo

se escuchan las mismas pre&untas que an&ustian a los hombres. 'n todo el

mundo

los sabios de los pueblos buscan una respuesta. 4ablan del misterio de los

comienzos, de la acción de la Divinidad $ de su historia con los seres humanos.

)on las historias de los comienzos.

3os sacerdotes

de Israel, iluminados por el 'sp%ritu de Dios, *ormulan su *e en Dios, /"reador

del cielo $ de la tierra0. 'sta con*esión de *e es tan importante para ellos,

que la sitan al principio de la Biblia.

4istorias de los

comienzos. 2l&unas veces se habla del relato de la creación al principio de la

Biblia. K se corre as% el peli&ro de entender erróneamente el primer cap%tulo

del primer libro b%blico, como si en (l se narraran sucesos que ocurrieron poco

ms o menos tal $ como se cuentan. 7or e!emplo, cuando se relata que /Dioscreó

el mundo en seis d%as0 6se habla de la /obra divina de los seis d%as0, no se

entiende por d%a el transcurso de 8 horas. 'sta ima&en quiere hacernos ver

claramente que con la creación de Dios comienza $ transcurre el tiempo, $ que


14/72

adems las distintas criaturas se hallan relacionadas unas con otras. 'l teto,

tal como nos lo ha transmitido la Biblia, no dice cómo sur&ió el universo, sino

qui(n *ue el que lo creó. 'l pueblo de Israel, en este poema de alabanza,

con#esa su *e en Dios, que eist%a antes de todo comienzo $ que permanece

#el

a su creación hasta la consumación de la misma.

a +odo procede

de Dios

/2l principio

creó Dios el cielo $ la tierra0 6Sn 1,1. "on esta *rase comienza la Biblia.

/2l principio0, si&ni#ca: cuando todav%a no viv%a nin&n ser humano en la

tierra, nin&n hombre, nin&una mu!er, nin&n nio, nin&n animal de!aba sushuellas

en los bosques $ en los campos, nin&n p!aro cantaba sus trinos al amanecer,

nin&n pez se deslizaba por el interior de las a&uas, no hab%a ra$os del solque anunciaran el d%a, no hab%a luna que mostrara su disco redondo en el cielo,

no hab%a estrellas que brillaran durante la noche, no hab%a rboles ni

matorrales ni brotaba hierba de la tierra, no hab%a continentes, no hab%a mar,

no eist%a el aba!o ni la izquierda ni la derecha al principio eist%a Dios:

/su 'sp%ritu se mov%a sobre el a&ua0 6Sn 1, .

1 Decimos:/"reo en Dios, creador del cielo $ de la tierra0, $ queremos si&ni#car con

ello: 'l mundo $ todo lo que en (l ha$ no sur&ió por su propio poder o por la

casualidad. )ur&ió porque Dios quiso que sur&iera. )in Dios no habr%a vida.


15/72

Decimos: Dios

creó el mundo de la /nada0: creó el ms diminuto tomo, el espacio cósmicoms

le!ano. 7or eso, los hombres, aunque no sepan nada de Dios, pueden reconocer

sus huellas en las criaturas. /7ues en la &randeza $ hermosura de las criaturas

se de!a ver, por analo&%a, su "reador0 6)ab 1H,F.

3os hombres

investi&an la /+ierra0, que es su espacio vital. 'plican cómo la diversidad de

la vida se va desarrollando a lo lar&o de milenios. Nuestra concepción del

mundo es di*erente a la de la Biblia. 2 la pre&unta acerca del comienzo, de la

razón suprema de la vida, se dan di*erentes respuestas: Nosotros no creemosen

la casualidad, sino en que el Dios vivo es la razón primordial de todos los

comienzos.

3a *e en este

Dios nos proporciona una perspectiva desde la que podemos comprender elmundo $

podemos comprendernos a nosotros mismos. 7uesto que creemos, podemoscon#ar en

que el mundo $ el hombre se hallan supremamente se&uros en 2quel queeist%a $a

al comienzo.

Dios es bueno

con nosotros; el pueblo de Israel lo eperimentó muchas veces, $ cadacre$ente

lo eperimenta en su propia historia.

2l&uien que

reGeionó mucho, alaba a Dios as%: /+ tienes compasión de todos, porque todo


16/72

lo puedes, $ pasas por alto los pecados de los hombres para que searrepientan.

P"ómo eistir%a al&o si t no lo quisierasQ P"ómo permanecer%a si t no lo

hubieras creadoQ 7ero t eres indul&ente con todas las cosas, porque todas

sontu$as, )eor, ami&o de la vidaC0 6)ab 11,H.F9

Dios: 7adre,

4i!o $ 'sp%ritu )anto: Nosotros los cristianos alabamos a Dios 7adre, "reador

del cielo $ de la tierra. 2labamos a =esucristo, el 4i!o de Dios, que desde

siempre est unido con el 7adre, porque es el 5erbo 6o la 7alabra, por el cual

todas las cosas *ueron hechas 6=n 1,1H. 2labamos al 'sp%ritu )anto de Dios,que en el principio se mov%a sobre las a&uas primordiales 6"*r. Sn 1,,

concede &raciosamente la vida $ la conserva a trav(s del tiempo del mundo.

Nosotros oramos as%: Sloria al 7adre $ al 4i!o $ al 'sp%ritu )anto.

3a concepción

del mundo: 'n la (poca en que se escribieron los libros b%blicos, se pensaba

que la tierra es un disco redondo que sobre columnas se asienta sobre el *ondodel mar. Deba!o de la tierra est la re&ión de los muertos; encima de ella, la

bóveda del cielo, que separa las a&uas de arriba de las de aba!o. De arriba cae

la lluvia sobre la tierra seca. /'l cielo $ la tierraW si&ni#can: el

universo entero.

b 'l hombre

procede de Dios

'l hombre lle&ó


17/72

tarde a la +ierra. -ucho tiempo antes que (l eist%a $a el a&ua $ la tierra

seca, las plantas $ los animales. Israel con#esa: 'n el seto d%a, en el

ltimo de sus obras, Dios creó al hombre. 2l hombre que vive con las plantas $

los animales $ que, no obstante, es /di*erente0 $ es /ms0 que ellos. 'so

quieren decirnos los sacerdotes de Israel cuando a#rman: Dios creó al hombrea

su ima&en.

Dios creó al ser

humano como hombre $ mu!er, para que *ueran compaeros el uno del otro $se

a$udaran mutuamente. 'n el amor mutuo lle&an a ser enteramente humanos,los dos

!untos transmiten la vida, sus conocimientos, su eperiencia, su amor. 7uesto

que el ser humano, hombre $ mu!er, es seme!ante a Dios, es capaz de conocer$

amar a los animales, a sus seme!antes $ a Dios.

'l ser humano

puede descubrir e investi&ar la +ierra, servirse de ella $ trans*ormarla. 7ero

puede tambi(n echarla a perder $ destruirla. )e considera a s% mismo, con

razón, como )eor de la tierra. l no se /en&randeció0 a s% mismo. Dios destinó

a las ltimas de sus criaturas para que *uesen las primeras, a #n de que sepreocuparan

no sólo de s% mismas $ de sus propios hi!os, sino tambi(n de todo lo que crece

sobre la tierra.

Dios encar&a a

los seres humanos que sean compaeros #eles de los animales $ de lasplantas;

que prote!an $ de#endan la vida; que no eploten la tierra sino que la &uarden

$ conserven; que proporcionen a cada criatura lo que ella necesita. 'l hombre $


18/72

la mu!er, con!untamente, son responsables de la tierra. 'l hombre $ la mu!er

son seme!antes a Dios.

)eor, nuestra

+ierra es sólo un pequeo astro en el &ran universo. De nosotros depende el

convertirlo en un planeta cu$as criaturas no se vean azotadas por las &uerras,

atormentadas por el hambre $ el miedo, divididas por la absurda separaciónpor

razas, color de la piel o ideolo&%as.

"onc(denos el

valor $ la previsión para comenzar ho$ mismo esta tarea, a #n de que nuestros

hi!os $ los hi!os de nuestros hi!os lleven un d%a con or&ullo el nombre de

seres humanos.

c 'l bien o el

mal, la vida o la muerte

2labamos a Dios.

l creó la tierra. +oda vida procede de l. K toda vida es buena. 2s% lo

creemos con *e, $ no obstante eperimentamos que en nuestro mundo, ennuestro

mismo interior, el mal es poderoso. 'n todas partes podemos encontrar las

huellas del Dios bueno, pero tambi(n los vesti&ios del mal, incluso dentro delpropio corazón.

4a$ pueblos que

creen que ha$ dos dioses que luchan entre s%: un dios bueno $ un dios malo."on


19/72

el pueblo de Israel nosotros creemos con *e en un solo $ nico Dios. l creó

toda vida, $ quiere que sus criaturas le sirvan con libertad. )in embar&o, esas

criaturas abusan de su libertad $ no quieren servir.

'n Israel se

cuenta que, entre los n&eles a los que Dios creó para que estuvieran cerca de

l $ contemplaran su &loria, ha$ al&unos que se rebelan contra su )eor. Nopueden

permanecer cerca de Dios, vienen al mundo de los hombres $ traen consi&o el

mal. )obre todo el primero entre ellos, a quien se llama diablo, trata de

apartar de Dios a los hombres, de ponerlos de su lado. 'l mal seduce, advierte

)an 7edro, $ el hombre es d(bil. 7or eso: /5ivan con sobriedad $ est(n alerta.

'l diablo, su enemi&o, ronda como león ru&iente buscando a quien devorar.

4&anle *rente con la #rmeza de la *eC0 61 7e F,@>.

"reemos con *e

que Dios, en el ltimo D%a, cuando (l ha&a que el mundo lle&ue a su

consumación, destruir los poderes del mal. 'ntonces comienza la vida nueva $

de#nitiva 6"*r. 2p A,?18.

7ero, mientras

dura el tiempo del mundo, el mal si&ue haciendo de las su$as con los hombres.

'l hombre es libre: puede ponerse del lado de Dios, o%r su palabra, lle&ar a

ser socio $ colaborador de Dios. 7ero puede ponerse tambi(n del lado del

diablo, obrar lo que es malo para s% mismo $ para el mundo.

'n la Biblia se

nos transmite una historia clave sobre 2dn $ 'va, los /primeros sereshumanos0.


20/72

o el lu&ar en que vienen al mundo.

'va conoce mu$

bien el mandamiento divino. )abe que se trata de vida o muerte. K, sin

embar&o,

ella escucha la voz del tentador: /ser como Dios…, ser conocedor del

bien $ del mal0; todo eso parece apetecible. 'va come del *ruto del rbol

prohibido, $ se lo da a comer tambi(n a 2dn. 2 2dn $ a 'va se les abren los

o!os; conocen su propia miseria, su propia debilidad. )e ocultan de Dios $

tienen miedo de 2quel que es su ami&o.

2 trav(s de 'va,

la madre de todos los seres humanos que viven, todos sus descendienteslle&an a

ser part%cipes de la culpa 6pecado ori&inal.


21/72

l te prote&e cuando sales $ re&resas,

ahora $ por siempre0 6)al 11,F.?@

Xn&eles: )eres

espirituales que rodean el trono de Dios, $ alaban $ adoran a Dios. 7or encar&o

de Dios, &uardan $ prote&en a los seres humanos. 7or eso, se habla de/n&eles

custodios0 6)al >1,11. Dios env%a n&eles a la +ierra como mensa!eros su$os.

Sabriel dice a -ar%a que ella est ele&ida para ser la -adre de =ess. 'n la

noche santa de la Navidad, unos n&eles cantan las alabanzas de Dios en los

campos cercanos a Bel(n.

'l diablo: 3a

Biblia aplica muchos nombres al adversario de Dios. 'n todos ellos se epresan

sus obras malvadas: )atans, +entador, 7r%ncipe de las tinieblas, 7adre de la

mentira, 7r%ncipe de este mundo.

7ecado ori&inal,

pecado hereditario, culpa hereditaria: 'sta epresión si&ni#ca la continuada

acción de aquel pecado que, desde el principio, pesa sobre la historia del

hombre con Dios. +odos los seres humanos son /herederos0 de esa culpa./"omo

consecuencia del pecado ori&inal, la naturaleza humana quedó debilitada ensus

*uerzas, sometida a la i&norancia, al su*rimiento $ al dominio de la muerte, e

inclinada al pecado09O.


22/72

. P72J2 RO.

/'l deseo de la *elicidad verdadera aparta al

hombre del ape&o desordenado a los bienes de este mundo, $ tendr suplenitud

en la visión $ la bienaventuranza de Dios. Z3a promesa de ver a Dios supera

toda *elicidad. 'n la 'scritura, ver es poseer. 'l que ve a Dios obtiene todos

los bienes que se pueden concebir01AO. 'l ser el #n de nuestros deseos, aquien contemplaremos

sin #n, amaremos sin saciedad, alabaremos sin cansancio. K este don, este

amor, esta ocupación sern ciertamente, como la vida eterna, comunes atodos011O.


23/72

a 'l ob!eto de la *elicidad: sus condiciones

/+odos deseamos vivir *elices. No ha$ nadie en el &(nero humano que no

est( con*orme con este pensamiento, aun antes de haber $o acabado suepresión.

2hora bien, se&n mi modo de ver, no puede llamarse *eliz el que no tiene lo

que ama, sea lo que *uere; ni el que tiene lo que ama, si es pernicioso; ni el

que no ama lo que tiene, aun cuando sea lo me!or. 7orque el que desea lo queno

puede conse&uir, vive en un tormento. 'l que consi&ue lo que no es deseable,se

en&aa. K el que no desea lo que debe desearseW est en*ermo. "ualquiera de

estos tres supuestos hace que nos sintamos des&raciados, $ la des&racia $ la

*elicidad no pueden coeistir en un mismo hombre. 7or lo tanto, nin&uno de

estos seres es *eliz. Ru(danos otra cuarta solución, $ es, a mi parecer, que la

vida es *eliz cuando se posee $ se arna lo que es me!or para el hombre. P'nqu(

est el dis*rutar una cosa sino en tener a mano lo que se amaQ No ha$ nadieque

sea *eliz si no dis*ruta aquello que es lo me!or, $ todo el que lo dis*ruta es

*eliz; por lo tanto, si queremos vivir *elices, debemos poseer lo que es me!or

para nosotros01O.

b 3a *elicidad est en la per*ección del alma

1 3o me!or para el hombre.

/)%&uese de lo dicho que debemos buscar lo me!or para el hombre. 'sto,

desde lue&o, no puede ser cosa al&una que sea peor que (l, porque lo que sea

peor que (l lo envilecer%a… P)er quizs otro hombre como (lQ 7udiera serlo,


24/72

si no hubiese nada superior al hombre $ susceptible de ser &ozado por (ste.

7ero, si encontramos al&o ms ecelente que pueda ser ob!eto del amor del

hombre, no habr duda de que debe el hombre es*orzarse en conse&uirlo paraser

*eliz.. 7ues si la *elicidad consiste en conse&uir aquel bien que no tiene ni

puede tener superior, a saber, el bien optimo, Pcómo podremos decir que lo es

la persona que no ha alcanzado su bien supremoQ PK cómo puede haberalcanzado

el bien supremo si ha$ al&o me!or a lo que pueda lle&arQ0

3a *elicidad del hombre es la

*elicidad del alma. /2dems, este bien debe ser de tal condición que no sepueda perder contra nuestra voluntad, porque nadie puede con#ar en un biensi

teme que se lo quiten aun queriendo conservarlo $ abrazarse a (l. 'l que no

est se&uro en el bien de que &oza, no puede ser *eliz mientras vive con ese

temor0 6ibid., H,F. Debemos, pues, buscar qu( es lo que ha$ me!or para el

hombre. 2hora bien, el hombre es un compuesto de alma $ cuerpo, $, desdelue&o,

la per*ección del hombre no puede residir en este ltimo 6ibid., 8,9. 3a razón

es *cil: el alma es mu$ superior a todos los elementos del cuerpo, lue&o el

sumo bien del mismo cuerpo no puede ser ni su placer, ni su belleza, ni su

a&ilidad. +odo ello depende del alma, hasta su misma vida. 7or tanto, si

encontrsemos al&o superior al alma $ que la per*eccionara, eso seria el bien

hasta del mismo cuerpo. )uponed que un auri&a alimente, cuide $ &uie a sus

caballos si&uiendo mis conse!os, Pno so$ $o el bien de esos caballosQ 3ue&o lo

que per*eccione al alma ser la *elicidad del hombre01HO.

c 3a *elicidad es Dios. Nadie duda que la virtud es la per*ección del


25/72

alma.

2hora bien, esta virtud, o es el alma misma, o es al&o *uera de ella.

Decir que la virtud es el alma misma equivale a un absurdo, porque el alma

imper*ecta, sin virtud, encontrar%a su per*ección en poseerse a si misma, esto

es, en poseer una cosa imper*ecta. 3ue&o la virtud es al&o que est *uera del

alma, $ si no quer(is darle este nombre porque lo reservis para los hbitos $

cualidades de la misma alma, entonces me re*erir( a aquello que hace que la

virtud sea posible 6ibid., 9,>. /'sto que con#ere al alma que la busca, la

virtud $ la sabidur%a, o es un hombre sabio o es Dios0. 'l hombre no lo es,

porque *alla aquella condición de la inamisibilidad; /queda, pues, sólo Dios.

'l se&uirlo est bien; el conse&uirlo, no sólo bien, sino que es vivir *eliz0.

'videntemente me diri!o a aquellos que creen en Dios 6ibid., 9,1A. Bien claro

nos lo dice la )a&rada 'scritura: 2mars al )eor Dios tu$o con todo tu

corazón, con toda tu alma 6-t. ,H. PRuieres msQ )% quisiera, si *uera

posible. PRu( te dice 7abloQ Dios hace concurrir todas las cosas para el bien

de los que le aman… )i Dios est por nosotros, Pqui(n contra nosotrosQ… P3a

tribulaciónQ P3a an&ustiaQ P3a persecuciónQ P'l hambreQ, P3a desnudezQ 6Jm @,

@[HF. 'n Dios tenemos el compendio de todos los bienes. Dios es nuestrosumo

bien. Ni debemos quedarnos ms ba!o ni buscar ms arriba. 3o primero seria

peli&roso; lo se&undo, imposible018O.

d Deseo innato de la *elicidad

3a sabidur%a, el conocer $ poseer la verdad, es la *elicidad para )an

2&ust%n. 3a opinión de los hombres es mu$ di*erente acerca de dónde se

encuentra la verdadera sabidur%a; unos la colocan en el arte militar, otros en


26/72

sus ne&ocios, etc. /)i, pues, consta que todos queremos ser bienaventurados,

i&ualmente consta que todos queremos ser sabios, porque nadie que no seasabio

es bienaventurado, $ nadie es bienaventurado sin la posesión del bien sumo,

queconsiste en el conocimiento $ posesión de aquella verdad que llamamos

sabidur%a. K as% como, antes de ser *elices, tenemos impresa en nuestra mente

la noción de *elicidad, puesto que en su virtud sabemos $ decimos con toda

con#anza, $ sin duda al&una, que queremos ser dichosos, as% tambi(n, antesde

ser sabios, tenemos en nuestra mente la noción de la sabidur%a, en virtud de la

cual, cada uno de nosotros, si se le pre&unta si quiere ser sabio, responde sin

sombra de duda que s%, que lo quiere01FO.

e 3a *elicidad consiste en conocer $ poseer a Dios

)an 2&ust%n dedica el cap%tulo 1 del libro )obre el libre albedr%o a

demostrar la eistencia de una verdad *uera de nuestra inteli&encia $ superior

a ella. Basa su prueba en el hecho de que diversas inteli&encias ven unamisma

verdad, $, por otra parte, esas inteli&encias son tornadizas, $ la verdad,

inmutable. 7or lo tanto, eiste una verdad superior a nuestra razón. 'sa verdad

debe de ser nuestro sumo bien.

1 5arios &(neros de *elicidad

insatis*actorios. /+e promet% demostrarte… que hab%a al&o que era mucho

ms sublime que nuestro esp%ritu $ que nuestra razón. 2qu% lo tienes: es la

misma verdad. 2brzala, si puedes; &oza de ella, $ al(&rate en el )eor $ te

conceder las peticiones de tu corazón 6)al H?,8. 7orque Pqu( ms pides tque


27/72

ser dichosoQ PK qui(n ms dichoso que el que &oza de la inconcusa,incomnutable

$ ecelent%sima verdadQ0… /3os hombres dicen que son *elices cuando tienen

entre sus brazos los cuerpos hermosos, ardientemente deseados, $a de las

cón$u&es, $a de las meretrices, P$ dudamos nosotros lle&ar a ser *elices

abrazndonos con la verdadQ )e tienen los hombres por *elices cuando, secaslas

*auces por el ardor de la sed, lle&an a una *uente abundante $ salubre, o

cuando, hambrientos, encuentran una comida o cena bien condimentada, P$ne&aremos

nosotros que somos *elices cuando la verdad sacia nuestra sed $ nuestra

hambreQ0… /"on *recuencia o%mos decir a muchos que son dichosos porque se

acuestan entre rosas $ otras Gores, o tambi(n porque recrean su ol*ato con los

per*umes ms aromticos; pero Pqu( cosa ha$ ms aromtica $ a&radable quela

inspiración de la verdadQ PK dudamos proclamar que somos bienaventuradoscuando

ella nos inspiraQ0… /-uchos hacen consistir la bienaventuranza de la vida en el

canto de la voz humana $ en el sonido de la lira $ de la Gauta, $ cuando estas

cosas les *altan se consideran miserables $ cuando las tienen saltan de

ale&r%a; $ nosotros, sintiendo en nuestras almas suavemente $ sin el menor

ruido el sublime, armonioso $ elocuente silencio de la verdad, si as% puede

decirse, Pbuscaremos otra vida ms dichosa $ no &ozaremos de la tan cierta $

presente a nuestras almasQ0… /"uando los hombres encuentran sus delicias en

contemplar el brillo del oro $ de la plata, el de las piedras preciosas $ de

los dems colores, o en la contemplación del esplendor $ encanto de la misma

luz que ilumina nuestros carnales o!os, ora proceda ella del *ue&o de la

tierra, ora de las estrellas, o de la luna, o del sol, $ de este placer no les

aparta ni la necesidad ni molestias de nin&n &(nero, $ les parece que son

dichosos, $ por &ozar de ellas quisieran vivir siempre, Ptemeremos nosotros

hacer consistir la vida bienaventurada en la contemplación del esplendor de la

verdadQ0


28/72

3a verdad, suprema *elicidad /+odo

lo contrario, $ puesto que en la verdad se conoce $ se posee el bien sumo, $ la

verdad es la sabidur%a, #!emos en ella nuestra mente $ apoder(monos as% del

bien sumo $ &ocemos de (l, pues bienaventurado el que &oza del sumo

bien…0 /'sta, la verdad, es la que contiene en s% todos los bienes

que son verdaderos, $ de los que los hombres inteli&entes, se&n la capacidad

de su penetración, eli&en para su dicha uno o varios. 7ero as% como entre los

hombres ha$ quienes a la luz del sol eli&en los ob!etos, que contemplan con

a&rado, $ en contemplarlos ponen todos sus encantos $ quienes, teniendo una

vista ms vi&orosa, ms sana $ potent%sima, a nada miran con ms placer que

al

sol, que ilumina tambi(n las dems cosas, en cu$a contemplación se recreanlos

o!os ms d(biles, as% tambi(n, cuando una poderosa inteli&encia descubre $ ve

con certeza la multitud de cosas que ha$ inconmutablemente verdaderas, se

orienta hacia la misma verdad, que todo lo ilumina, $, adhiri(ndose a ella,

parece como que se olvida de todas las dems cosas, $, &ozando de ella, &ozaa

la vez de todas las dems, porque cuanto ha$ de a&radable en todas las cosas

verdaderas lo es precisamente en virtud de la misma verdad0.

H 3ibertad, *elicidad $ verdad

supremas. /'n esto consiste tambi(n nuestra libertad, en someternos a esta

verdad suprema; $ esta libertad es nuestro mismo Dios, que nos libra de la

muerte, es decir, del estado de pecado. 3a misma verdad hecha hombre $

hablando

con los hombres, di!o a los que cre%an en ella: )i *uereis #eles en &uardar mi

palabras ser(is verdaderamente mis disc%pulos $ conocer(is la verdad, $ la

verdad os har libres 6=n @,H1H. De nin&una cosa &oza el alma con libertad

sino de la que &oza con se&uridad019O.


29/72

8 Dios, supremo bien del hombre.

'n resumen, /el que busca el modo de conse&uir la vida *eliz, en realidad no

busca otra cosa que la determinación de ese #n bueno en orden a alcanzar un

conocimiento cierto e inconcuso de ese sumo bien del hombre, el cual nopuede

consistir sino en el cuerpo, o en el alma, o en Dios; o en dos de estas cosas o

en todas ellas.


30/72

ne&ro, $ del modo como nos levanta el 'sp%ritu )anto, que se mueve sobre las

a&uasQ P"ómo eplicar( que nos hundimos $ que GotamosQ PRu( seme!anza

encontrar(Q.. . )on nuestros a*ectos, son nuestros amores, son las inmundicias

del esp%ritu humano, que se escurre hacia aba!o con el amor de los cuidados $

es tu santidad la que nos sube con el amor de la se&uridad, para que elevemos

nuestro corazón a ti $ alcancemos aquel descanso supereminente despu(s que

nuestra alma ha$a atravesado estas a&uas que no tienen consistencia 6)al

1H,F01@O.

/Jesbalan los n&eles, resbala el alma del hombre, $ todas las criaturas

espirituales caer%an en el abismo pro*undo $ tenebroso si t no hubieses dicho

desde un principio 4&ase la luz 6Sen. 1.H, K la luz se hubiera hecho… K

esta misma miserable inquietud de las almas que resbalan $ que nos muestrasus

tinieblas, una vez desnudas del vestido de tu luz, nos ensea su#cientemente

la &randeza de la criatura racional que no puede conse&uir el descanso *eliz

con nada que sea menos que t $, por lo tanto, nunca en s% misma. +, Diosm%o,

iluminars nuestras tinieblas 6)al 1?, >…, pues de ti nacen nuestros

vestidos, $ nuestras tinieblas sern como mediod%a 6)al 1H@, 1. -e entre&u(a

ti, Dios m%o, vuelve a m%; $o te amo, $ si te amo poco, te amar( ms. No puedo

medir $ saber cunto amor tu$o me *alta para lle&ar a la su#ciencia $ que mi

vida alcance tus abrazos $ no se separe de ti hasta que pueda esconderme entu

rostro 6)al. HA, 1. )ólo s( una cosa, que me va mal *uera de ti, $ no sólo

*uera de ti, sino hasta en m% mismo, $ toda riqueza que no sea mi Dios espobreza

para m%01>O.

& 3a *elicidad ei&e la eternidad.


31/72

/+arde te he amado, oh 4ermosura tan anti&ua $ tan nuevaC; tarde te he

amado, $ te ten%a dentro, $ $o andaba *uera $ te buscaba all% $ medesparramaba

por las cosas hermosas que t hiciste. + estabas conmi&o $ $o no estaba

conti&o. -e su!etaba le!os de ti todo aquello que, si no hubiese estado en ti,

hubiera perdido el ser. K t me llamaste $ t &ritaste $ rompiste mi sordera;

brillaste, resplandeciste $ desvaneciste mi ce&uedad; despediste tu *ra&ancia $

pude &uiar mi esp%ritu, $ ahora te anhelo. Sust( de ti $ ten&o hambre $ sed. -e

tocaste, $ me ha colmado tu paz0AO.

/"uando me uno a ti totalmente, no su*ro dolores ni traba!os; mi vida se llena

toda de ti, pero, como quiera que tu levantas a los que llenas $ ahora no esto$

lleno, me so$ una car&a para m% mismo. Batallan las ale&r%as m%as, quemerecen

llorarse, con las penas que deb%an ale&rar, $ $o no s( distin&uir hacia qu(

parte se inclina la victoria. 2$ de m%, )eorC "ompad(cete de m%C 7elean mis

tristezas malas con las ale&r%as buenas, $ no s( en qu( parte est la victoria.

2$ de m%, )eorC "ompad(cete de m%C 2$ de m%C No escondo mis heridas. +

eres el m(dico, $ $o el en*ermo; t el misericordioso, $ $o el m%sero. PNo esacaso una tentación la vida humana en esta tierraQ 6=ob ?,1. P4a$ quien desee

sus molestias $ di#cultadesQ + mismo me mandas que las soporte, pero noque

las ame. Nadie ama lo que soporta, aunque ame el tolerarlo. )i bien se ale&ran

de su paciencia, pre*erir%an que no eistiera lo que la ocasiona. 'n medio de

la adversidad deseo la prosperidad; en la prosperidad temo la adversidad. K en

medio de todo ello, Pcomo no va a ser tentación la vida humanaQ 2$, una $ mil

veces, de las prosperidades del si&lo, del temor de la adversidad $ de la

corrupción de la ale&r%aC01O.


32/72

h 3a &loria, esperanza de los hi!os adoptivos

1 4i!os de dios en la esperanza.

4aznos ver, oh DiosC, tus piedades $ danos tu a$uda salvadora 6)al @8, @.

Danos tu misericordia, que no es otra cosa sino "risto, el pan que ba!ó del

cielo. Nos dio a "risto, pero a "risto hombre, $ el que nos lo dio hombre, nos

lo ha de dar tambi(n como Dios. 2 los hombres les dio un hombre, porque no

pod%an verle de otra manera. 2 "risto Dios nin&n hombre puede verle. )e hizo

hombre para los hombres; se reserva en cuanto Dios para los dioses. P'sto$

hablando quiz soberbiamenteQ 3o ser%a si 'l mismo no hubiese dicho: )ois

dioses, sois hi!os del 2lt%simo 6)al @1, 9, $ =n. 1A, H8. 3a adopción divina

nos renueva, nos trueca en hi!os de Dios. 7or ahora lo somos, pero sólo por la

*e $ en la esperanza, no en la realidad… 2hora creemos lo que no vemos; pero,

permaneciendo #rmes en creer lo que no se ve, conse&uiremos ver lo que

creemos. 7or eso =uan en su 'pistola nos dice: 2hora somos hi!os de Dios,

aunque no se ha mani*estado lo que hemos de ser 61 =n. H, . P"ómo nosaltar%a

de &ozo un pobre pere&rino, desconocedor de su *amilia, hambriento $ lleno de

calamidades, si de repente se le di!era: 'res hi!o de un senador, tu padre nada

en riquezas $ te llamaQ P"ul no seria su ale&r%a sI estas promesas no *ueran

*alsasQ 7ues ah% ten(is que un 2póstol de "risto, que no miente, se os acerca $

dice: P7or que desesperis, por qu( os aGi&%s $ os quebrantis de pena, por

qu( os empeis en vivir en la miseria de estos placeres si&uiendo vuestras

concupiscenciasQ +en(is un 7adre, ten(is una patria, ten(is un patrimonio.

PRuien es el 7adreQ )omos hi!os de Dios. P7or qu(, pues, no vamos a nuestro

7adreQ 7orque an no se ha mani*estado lo que hemos de ser. PK qu( seremosQ

)eremos seme!antes a 'l, porque le veremos tal cual es0O.

4ermosura de Dios. 7ero

quizs veamos al 7adre $ no a "risto. /L$e a "risto: 'l que me ve a m%, ve a mi


33/72

7adre 6=n. 18, >. "uando se ve al Dios nico, se ve a la )ant%sima +rinidad,

7adre, 4i!o $ 'sp%ritu )anto… -editad, hermanos, aquella hermosura. +odas

estas cosas que veis $ que amis, las hizo 'l $ si son hermosas, Pqu( no ser

'l mismoQ )i son &randes, Pcun &rande ser 'lQ )%rvanos todo esto que

amamos

para encendernos en deseos ma$ores de 'l $, desprecindolas, amarle… Lh

)eorC, danos a tu "risto, conozcamos a tu "risto, veamos a tu "risto, no como

lo vieron los !ud%os que lo cruci#caron, sino como lo ven los n&eles, que lo

ven $ &ozan0HO.

i +ranquilidad eterna del cielo

1 *elicidad tranquila del cielo.

/PRu( recibirn los buenosQ… Ls he dicho que estaremos a salvo, viviremos

incólumes, &ozaremos la vida sin pena, sin hambre, sin sed, sin de*ecto al&uno,

con los o!os limpios para la luz. +odo eso os he dicho $, sin embar&o, me he

callado lo principal. 5eremos a Dios, $ (sta es tan &ran cosa, que en su

comparación todo lo anterior es nada… 2 Dios no puede v(rsele ahora tal $

como es. )in embar&o, le veremos, por eso se dice que el o!o no vio ni el o%do

o$ó, pero lo vern los buenos, lo vern los piadosos, lo vern los

misericordiosos08O.

Velicidad eterna /PK qu(,

hermanosQ )i os pre&untase si quer(is ser *elices, si quer(is vivir sanos,

todos me contestar%ais que desde lue&o. 7ero una salud $ una vida cu$o #n se

teme, no es vida. 'so no es vivir siempre, sino temer continuamente K temer

continuamente es ser atormentado sin interrupción $ si vuestro tormento es

sempiterno, Pdónde est la vida eternaQ 'stamos mu$ se&uros de que unavida,


34/72

para ser *eliz, necesita ser eterna; de lo contrario, no ser%a *eliz ni aun

siquiera vida, porque, si no es eterna, si no se colma con una saciedad

perpetua, no merece el nombre ni de *elicidad ni de vida…

"uando lle&uemos a aquella vida prometida al que &uarde los

mandamientos, Phabr( de decir que es eternaQ P4abr( de decir que es *elizQ-e

basta con decir que es vida porque es vida, es eterna $ es *eliz. K cuando la

alcancemos podemos estar se&uros de que no ha de *enecer. 7ues si, una vez

lle&ados a ella, estuvi(ramos inciertos sobre su *uturo temer%amos, $ dondeha$

temor ha$ tormento, no del cuerpo sino de lo que es ms &rave, del corazón, $donde ha$ tormento, Pcómo podr haber *elicidadQ 3ue&o bien se&uro es que

aquella vida es eterna $ no se acabar porque viviremos en aquel reino del que

se ha dicho que no tiene #n 63c. 1,HH0FO.

H )aciedad insaciable

/)aciedad insaciable, sin cansancio; siempre hambrientos $ siempre saciados.

L$e dos sentencias de la 'scritura: 3os que me comen tendrn ms hambre dem%,

$ los que me beben quedarn sedientos 6)i 8,1. K para que no pienses que

all% puede haber necesidad o hambre, o$e al )eor: Ruien bebe de esa a&ua,

volver a tener sed 6=n 8,1H. 7ero me pre&untas: Pcundo ser estoQ "uando

quiera que sea, t espera al )eor, ten paciencia, obra virilmente $ ensnchese

tu corazón: *alta menos de lo que ha pasado09O.

! 'hortación #nal

)an 2&ust%n comenta las palabras del 2póstol: /2l(&rense siempre en el


35/72

)eor0 6Vil 8.89. /'l 2póstol nos manda ale&rarnos, pero no en el si&lo, sino

en el )eor. 4a$ dos &ozos di*erentes: uno es el &ozo de este si&lo $ otro el

&ozo de Dios. 4a$ dos &ozos de Dios: uno en esta vida $ otro en el cielo. 7ero

Pcomo no me podr( ale&rar con el &ozo de este si&lo, si vivo en (lQ

3evantndome sobre este mundo $ pensando en "risto. "risto est cerca0.

1 Dios $ el hombre. /P7uede

haber dos cosas ms le!anas $ remotas que Dios $ los hombres, el inmortal $los

mortales, el !usto $ los pecadoresQ… -u$ le!os estaba de nosotros, mortales $

pecadores, el que era inmortal $ !usto, pero descendió hasta la tierra para

estar mu$ cercano el que viv%a le!os. PK qu( hizoQ l ten%a dos bienes, $

nosotros dos males. 'l, dos bienes: la !usticia $ la inmortalidad; nosotros,

dos males: la iniquidad $ la muerte. )i hubiese asumido nuestros dos males,

hubiese sido como uno de nosotros $ hubiera necesitado tambi(n un liberador.

PRu( hace, pues, para ser próimo a nosotrosQ 7róimo quiere decir no i&ual a

nosotros, sino cercano. "onsidera dos cosas: es !usto $ es inmortal. 'n

nuestros dos males, uno es la culpa $ el otro la pena. 3a culpa consiste en ser

malos; la pena, en ser mortales. 'l, para hacerse próimo a nosotros tomó

nuestra pena, pero no nuestra culpa, $ si tomó (sta *ue para borrarla, no para

obrarla… 7ermaneciendo !usto, recibió la mortalidad, $ asumiendo la pena,

pero no la culpa, borró la culpa $ la pena0.

3a ale&r%a del si&lo $ el &ozo

de Dios. /P"ul es el &ozo de este si&loQ Sozarse en el mal, en la torpeza,

en la *ealdad, en la de*ormidad; en todo esto se &oza el si&lo… +e lo dir(

brev%simamente: 3a ale&r%a del si&lo es la maldad impune0. 5iven los hombresen

medio de sus delitos, $ si no les sobreviene un casti&o, se consideran *elices.

/4e aqu% la ale&r%a del si&lo, pero Dios no piensa como el hombre; sus


36/72

pensamientos son mu$ distintos0. /)omos hi!os. P"ómo lo sabemosQ 7orquemurió

por nosotros el


37/72

nin&n otro nombre nos ha sido dado ba!o el cielo, entre los hombres, por el

cual podamos ser salvos0 64ech 8, 1.

7resentamos

al&unos testimonios del Nuevo +estamento, cumplimiento de las promesas de

salvación del 2nti&uo: /'l 7adre envió a su 4i!o, como salvador del mundo0 61

=n 8,18; /4e aqu% el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo0 6=n

1,>. 'n su discurso ante el sanedr%n, 7edro, para !usti#car la curación del

tullido de nacimiento realizada en el nombre de =ess 6"*r. 4ch H,1@,

proclama: /7orque no ha$ ba!o el cielo otro nombre dado a los hombres por el

que nosotros debamos salvarnos0 64ch 8,1. 'l mismo apóstol aade adems

que /=esucristo

es el )eor de todos0; /est constituido por Dios !uez de vivos $ muertos0; por

lo cual /todo el que cree en (l alcanza, por su nombre, el perdón de los

pecados0 64ch 1A,H9.8.8H.

)an 7ablo,

diri&i(ndose a la comunidad de "orinto, a#rma que /…para nosotros no ha$

msque un solo Dios, el 7adre, del cual proceden todas las cosas $ para el cual

somos; $ un solo )eor, =esucristo, por quien son todas las cosas $ por el cual

somos nosotros0 61 "o @,F9. +ambi(n el apóstol =uan a#rma: /7orque tantoamó

Dios al mundo que dio a su 4i!o nico, para que todo el que crea en (l no

perezca, sino que ten&a vida eterna. 7orque Dios no ha enviado a su 4i!o al

mundo para !uz&ar al mundo, sino para que el mundo se salve por (l0 6=n

H,191?.

'n el Nuevo

+estamento, la voluntad salv%#ca universal de Dios est estrechamente


38/72

conectada con la nica mediación de "risto: /Dios quiere que todos loshombres

se salven $ lle&uen al conocimiento pleno de la verdad. 7orque ha$ un solo

Dios, $ tambi(n un solo mediador entre Dios $ los hombres, "risto =ess,

hombretambi(n, que se entre&ó a s% mismo como rescate por todos0 61 +m ,89. @.

'n el plan

dispuesto por la 7rovidencia de Dios, =ess de Nazaret lleva un nombre que

alude a la salvación: /Dios libera0 porque l es en realidad lo que el nombre

indica, es decir, el )alvador. 3o atesti&uan al&unas *rases que se encuentran

en los llamados 'van&elios de la in*ancia, escritos por 3ucas: /…nos hanacido… un )alvador0 63c , 11, $ por -ateo: /7orque salvar%a al pueblo de

sus pecados0 6-t 1, 1. )on epresiones que reGe!an la verdad revelada $

proclamada por todo el Nuevo +estamento. 'scribe, por e!emplo, el 2póstol7ablo

en la "arta a los Vilipenses: /7or lo cual Dios le ealtó $ le otor&ó un

nombre, sobre todo nombre, para que al nombre de =ess se doble la rodilla $

toda len&ua con#ese que =esucristo es )eor 6]$rios, 2donai para &loria de

Dios 7adre0 6Vlp , >11@O.

Basados en

esta conciencia del don de la salvación, nico $ universal, o*recido por el

7adre por medio de =esucristo en el 'sp%ritu )anto 6"*r. '* 1,H18, los

primeros cristianos se diri&ieron a Israel mostrando que el cumplimiento de la

salvación iba ms all de la 3e$, $ a*rontaron despu(s al mundo pa&ano de

entonces, que aspiraba a la salvación a trav(s de una pluralidad de dioses

salvadores. 'ste patrimonio de la *e ha sido propuesto una vez ms por el

-a&isterio de la I&lesia: /"ree la I&lesia que "risto, muerto $ resucitado por

todos 6"*r. "o F,1F, da al hombre su luz $ su *uerza por el 'sp%ritu )anto a


39/72


40/72

si&ni#cado absoluto $ universal, por lo cual, mientras est en la historia, es

el centro $ el #n de la misma: /Ko so$ el 2l*a $ la Lme&a, el 7rimero $ el

\ltimo, el 7rincipio $ el Vin0 62p ,1H0HO.

"risto

siempre sale a nuestro encuentro; $ lo hace no sólo para salvarnos, sino para

convertirnos en testi&os su$os. '*ectivamente nuestra *e en l no puede ser

&uardada cobardemente en nuestro interior. 'l )eor nos quiere como testi&os

su$os en el mundo, hasta el ltimo rincón de la tierra, para que proclamemos a

todos lo misericordioso que ha sido el )eor para con nosotros, $ les a$udemos

a encontrarse con l. -uchas veces tal vez hemos quedado deslumbrados $

ence&uecidos por las cosas mundanas; sin embar&o, sólo el )eor puede

devolverle el aut(ntico sentido a nuestra eistencia.

No podemos

con*ormarnos con el conocimiento que ten&amos del )eor por nuestrosestudios,

pues la ciencia hincha $ podr%amos anunciar al )eor ms con el or&ullo de

nuestros conocimientos $ buscando nuestra propia &loria, que con la sencillez

de quien ha vivido $ caminado en la presencia del )eor $ le anuncia como el

nico camino de salvación, con la humildad de quien sólo busca &lori#carlo

para que todos encuentren en l la salvación, con la cual todos hemos sido

bene#ciados 6"*r. 4e , H19

. PD' R


41/72

=ess nos

salva por medio de la realización de su propia vida, que vino a vivir

entre nosotros, desde la 'ncarnación hasta la ascensión. 7or su predicación,

que es luz $ *uerza, revelación de una realidad superior, invitación a la

conversión. 7or su #delidad hasta la muerte, pues al participar en su

#delidad, tambi(n nosotros podemos vencer al pecado. K por el perdón del

pecado $ la vida sobrenatural, que nos comunica al enviarnos su 'sp%ritu.

4e aqu% por medio de qu( nos salva =ess; veamos ahora de qu( nos salva.

=ess, en su

vida $ en su ministerio, se nos mani#esta como el )iervo de Dios, que trae la

salvación a los hombres, que los sana, que los libra de su iniquidad, que los

quiere &anar para )%, no con la *uerza, sino con la bondad. 'l 'van&elio,

especialmente el de )an -ateo, hace re*erencia muchas veces al libro deIsa%as,

cu$o anuncio pro*(tico se realiza en "risto: as% cuando narra: /$ atardecido,

le presentaron muchos endemoniados, $ arro!aba con una palabra los esp%ritus,

$a todos los que se sent%an mal los curaba, para que se cumpliese lo dicho por

el 7ro*eta Isa%as, que dice: l tomó nuestras en*ermedades $ car&ó connuestras

dolencias0 6-t @, 191?; "*r. Is FH, 8. K en otro lu&ar: /-uchos le si&uieron,

$ los curaba a todos… para que se cumpliera el anuncio del 7ro*eta Isa%as:

/he aqu% a mi siervo…0 6-t 1, 1F1H8O.

7artiendo de

los tetos b%blicos, podemos decir que la realización de la salvación en =ess,

se opera en todo el hombre, ense&uida queremos destacar al&unos aspectosms

sobresalientes $ palpables:


42/72

1 =ess

libera al hombre de su pro*unda incapacidad para lo&rar la realización de sus

deseos ms pro*undos. 7sicoló&icamente, no son en verdad esos

deseos los ms claramente conocidos; $ si *uera menester se&uir un

camino psicoló&ico, quiz habr%a que comenzar por lo que nosotros tomaremos

como tercera es*era de acción; pero aqu% se&uimos el orden ontoló&ico de

prioridad. 7ara esto vino =ess: para traernos la vida sobrenatural.

's mu$

importante presentar a =esucristo incluso antes de toda consideración

sobre el pecado. )in embar&o, se puede $a utilizar el vocabulario de la

salvación porque el hombre est en incapacidad de alcanzar por sus propias

*uerzas, sin a$uda sobrenatural, su verdadero destino, su verdadera

*elicidad. Desde el comienzo, pues, podemos decir que =ess vino para

permitirnos alcanzar nuestra *elicidad total; $ precisamente para decirnos

que esta *elicidad radica en el encuentro con Dios que nosotros

i&norbamos hasta entonces. =ess nos aporta una posibilidad de hacer

ms per*ectas todas nuestras acciones; de darles un valor ma$or; de animarlas

con una caridad ms pro*unda. 3a manera como se produce esta acción

salv%#ca es directa. 's una acción de la &racia que se e!erce

interiormente, $ es la proclamación del -ensa!e de =ess, que nos lle&a

desde el eterior.

3a

realidad de la eistencia humana comporta tambi(n la del pecado, que es

el primer momento de realización de la salvación: el perdón de los pecados. 'n

esta es*era reside la necesidad ms pro*unda de salvación. /)alvación

si&ni#ca, de hecho, liberación del mal, especialmente del pecado. 3a


43/72

Jevelación contenida en la )a&rada 'scritura, comenzando por el 7roto'van&elio

6Sen H,1F, nos abre a la verdad de que sólo Dios puede librar al hombre del

pecado $ de todo el mal presente en la eistencia humana. Dios, al revelarse a

)% mismo como "reador del mundo $ su providente Lrdenador, se revela almismo

tiempo como )alvador: como Ruien libera del mal, especialmente del pecado

cometido por la libre voluntad de la criatura0HFO.

+odo hombre, que conozca a Dios $ se d( cuenta de haberlo o*endido, se

encuentra en la necesidad del perdón. =ess nos trae el perdón del

7adre.

'n e*ecto,

la verdad sobre =esucristo como 4i!o enviado por el 7adre para la redención del

mundo, para la salvación $ la liberación del hombre prisionero del pecado, $

por consi&uiente de las potencias de las tinieblas, constitu$e el contenido

central de la Buena Nueva.

7ero elcampo del pecado es mucho ms amplio. No se trata solamente de al&unas

*altas individuales de las que nos damos ms o menos cuenta. )e trata del

dominio del pecado sobre la humanidad. 'ste dominio inclu$e una inclinación

interior al mal $ el

escndalo que da el mundo, tomado en

el sentido de /ambiente de aquellos que se entre&an al pecado0.

P'n qu( consiste, pues, el pecadoQ 7uede

decirse que consiste *undamentalmente en antropocentrismo cerrado en

s% mismo. 'l hombre se hace a s% mismo centro de su eistencia, se toma


44/72

por su propio #n ltimo, rehsa orientarse hacia Dios, rehsa /conocer a

Dios0, como dice la Biblia. 'ste antropocentrismo se presenta ba!o dos

*ormas: la su#ciencia del hombre en cuanto a s% mismo $ su descon#anza

respecto a Dios.

=ess libera al hombre de su *alsa

autosu#ciencia. Despierta en nosotros el sentido de los valores

superiores, $ en re*erencia inmediata a Dios. Nos invita al desprendimiento

de una con#anza ea&erada en los bienes de este mundo o en el poder del

hombre como *uente de *elicidad. Nos da la luz espiritual. Nos presenta

el testimonio, a la vez accesible $ trascendente, de una vida vivida

enteramente

para Dios $ con Dios; de una vida que asume en este amor de Dios la

plenitud del amor de los hombres por parte del 7adre. K al enviar su

'sp%ritu, nos da luz, *uerza, perdón $ vida nueva.

=esucristo liberasalva al hombre de la

*alta de con#anza en Dios. )ita todo su -ensa!e en la l%nea de la

#delidad benevolente de Dios hacia los hombres, $ de una entre&a del

hombre a Dios en lo que concierne a su *elicidad. =ess abre a esta

*elicidad perspectivas escatoló&icas. 3a *elicidad del cielo no se opone

al pro&reso humano en la tierra; pero sólo se alcanza si&uiendo una ruta,

que estar siempre, en cierto modo, marcada por la oposición de las *uerzas

del mal. =ess mismo vive esta con#anza en Dios, en per*ección; pues la

practica hasta la cruz, que es precisamente la prueba ms dura para la

con#anza en Dios.

PDe qu( manera obra =ess esta liberación

del pecadoQ +ambi(n aqu%, por medio de una acción directa, del don

interior de la &racia que inGu$e en nuestra libertad. 's una acción


45/72

pro&resiva cu$os resultados no se conocen inmediatamente en s% mismos, sino

a trav(s de mediaciones, especialmente de la prctica de la caridad. 'sta

nos introduce en la tercera es*era de la salvación, que es la de los males

terrenos.

H. "uando se

habla de males terrenos se piensa normalmente en primer lu&ar en losin*ortunios *%sicos: el hambre, la

en*ermedad, la miseria; o, se&n la terminolo&%a que se aviene me!or con

la de nuestro tiempo: el subdesarrollo económico. 3a historia nos

ensea que estos males provienen, en &ran parte, de las &uerras $ de

la *alta de !usticia entre los hombres.

'n el

terreno de los desórdenes causados por el pecado, "risto nos trae la salvación,haciendo posible evitar el pecado

que se encuentra en la *uente misma de estos desórdenes. )u

acción salv%#ca acta aqu% de manera indirecta, pero

e#cac%simamente.

2simismo, en

lo que concierne a los males que no provienen del pecado, pero que el

hombre puede remediar por el pro&reso de la t(cnica. +oda acción con miras

a suprimir el hambre, la en*ermedad o la miseria, es ob!eto de la prctica

de esta caridad que "risto enseó, $ por la cual nos da una *uerza que

consi&ue etender el radio de acción caritativa.

8. 2l tomar

conciencia de los derechos que pertenecen a su di&nidad de persona humana,

el hombre comprueba que un campo de


46/72

liberación, entre los ms importantes, es el de las servidumbres que

impone un le&alismo ea&erado.

'n el

'van&elio, "risto mostró claramente su desaprobación a los *ariseos que

consideraban la le$ con un sentido demasiado r%&ido. =ess di!o que,

incluso el sbado, est hecho para el hombre; este sbado es el d%a en que

el hombre debe estar libre para honrar a Dios con un culto pblico. 3a le$

suprema que "risto nos ha revelado es la de su 'sp%ritu, que nos comunica

para vivir con*orme a su -ensa!e evan&(lico. 7or consi&uiente, el cristianismolibera del *also

le&alismo al reconocer $ admitir la prioridad de la norma interior que es

el dinamismo de la caridad sobrenatural $ total. 7arece que, de esta

manera, hemos recorrido las principales es*eras sobre las cuales obra la

liberación cristiana. K no obstante, nos queda una que merece toda nuestra

atención.

F. )ituado

incluso en el buen camino hacia su destino #nal, $ provisto de los medios

necesarios para pro&resar en esa dirección, el hombre est todav%a

sometido a la muerte, $ por eso es incapaz de ase&urar el cumplimiento

total de su *elicidad. 'n e*ecto, para evitar el *racaso #nal, para lo&rar

la *elicidad de#nitiva, debe pasar a un orden totalmente distinto de

eistencia. Debe pasar del tiempo a la eternidad, de la tierra al cielo, $

a esa misteriosa tierra nueva que corresponde a la resurrección de

los cuerpos.

"risto

vino a liberarnos de esta ltima insu#ciencia. 'l prometió hacernos

participantes en el don de la plenitud que 'l mismo ha recibido en su vida


47/72

&loriosa. 'ste don se coloca a un tiempo en el plano reli&ioso $ en el

plano de todos los valores humanos. 'n el plano reli&ioso, porque se trata

ciertamente de la totalidad de la caridad, caridad inte&ral $ de#nitiva,

realizada en la vida eterna, es decir, en una eistencia a la que accedemos

por la victoria sobre la muerte misma. "omo dice )an 7ablo, entonces escuando la muerte, el ltimo

enemi&o, ser vencido. 2s%, pues, esa victoria en&loba el triun*o

sobre todos los dems males: por tanto, se sita, tambi(n en el plano de

todos los valores humanos. No ha$ medio de captar lo que es la salvación

cristiana si rechazamos pensar en la salvación escatoló&ica.

-ientras

quedara abierta la cuestión de saber si el es*uerzo de caridad habr%a de

desembocar en un *racaso #nal, el hombre no sabr%a verdaderamente si

caminaba hacia la *elicidad o hacia el abismo del aniquilamiento. 's laresurrección de "risto la que

nos trae la luz $ vida de#nitiva. 'n la vida de "risto vemos que

la caridad conduce a su propia epansión. 2l participar en la

caridad de "risto, al participar en su #delidad, incluso a trav(s detodas las pruebas que la caridad debe su*rir, sabemos que nosotrosparticiparemos

tambi(n en la mani*estación total de la caridad.

=


48/72

Nos cuenta

el evan&elio de -ateo 6-t 19, 1H1> que un d%a =ess pre&untó a sus disc%pulos

quien dec%a la &ente que era (l. 3os disc%pulos le di!eron que unos dec%an que

(l era =uan Bautista, otros que 'l%as, otros que =erem%as o al&unos de los

pro*etas.

'ntonces

=ess les pre&untó qui(n dec%an ellos, sus disc%pulos, que era (l. 7edro

tomando la palabra lo proclamó como el "risto, el 4i!o del Dios de la vida.

=ess como respuesta le di!o que (l ser%a la piedra *undamental de su I&lesia.

+ambi(n

nosotros podemos hacer las mismas pre&untas sobre la I&lesia. PRu( dice la

&ente que es la I&lesiaQ, Pqu( dicen ustedesQ

2 la

primera pre&unta ^ Pqu( dice la &ente qu( es la I&lesiaQ se&uramente

obtendremos muchas respuestas

^ para unos

la I&lesia es el templo, el edi#cio donde los cristianos se renen los

domin&os.

^ para otros

la i&lesia son los obispos, los curas, las madrecitas.

^ para otros

la I&lesia es una institución poderosa que est al lado de los ricos.


49/72


50/72

'l siervo de Dios, =uan 7ablo II, en sus

catequesis sobre la I&lesia, ha de#nido con sencillez $ pro*undidad la I&lesia

diciendo que /la I&lesia es la nueva comunidad de los hombres, instituida por

"risto como una /convocación0 de todos los llamados a *ormar parte del nuevo

Israel para vivir la vida divina, se&n las &racias $ ei&encias de la 2lianza

establecida en el sacri#cio de la cruz. 3a convocación se traduce para todos $

cada uno en una llamada, que ei&e una respuesta de *e $ cooperación convistas

al #n de la nueva comunidad, indicado por quien llama: /No me han ele&ido

ustedes a m%, sino que $o los he ele&ido a ustedes $ los he destinado para que

va$an $ deis *ruto0 6=n 1F, 19. De aqu% deriva el dinamismo connatural a la

I&lesia, cu$o campo de acción es inmenso, pues es una convocación aadherirse a

2quel que quiere /hacer que todo ten&a a "risto por "abeza0 6'* 1,1A.

'n e*ecto, el

)eor =ess institu$ó su nica I&lesia "atólica para continuar la redención $

reconciliación de los hombres hasta el #n del mundo. Dio a sus 2póstoles suspoderes divinos para predicar el 'van&elio, santi#car a los hombres $

&obernarlos en orden a la salvación eterna.

7or eso la

I&lesia "atólica es la nica verdadera *undada por =esucristo sobre )an 7edro $

los 2póstoles; $ todos los hombres estamos llamados a ser el 7ueblo de Dios

&uiado por el 7apa, que es el sucesor de )an 7edro $ 5icario de "risto en latierra.

3a I&lesia

"atólica es el "uerpo -%stico de "risto, porque, como hemos dicho, es como en


51/72

un cuerpo humano: "risto es la "abeza, los bautizados somos los miembros de

este cuerpo $ el 'sp%ritu )anto es el alma que nos une con su &racia $ nos

santi#ca. 7or esto la I&lesia es tambi(n +emplo del 'sp%ritu )anto.

'n su

aspecto visible la I&lesia est *ormada por los bautizados que pro*esan la

misma *e en =esucristo, tienen los mismos sacramentos $ mandamientos, $aceptan

la autoridad establecida por el )eor, que es el 7apa.

'n vistas,

de que la eclesiolo&%a no se puede abarcar en un inciso de un cap%tulo de una

obra, o*recemos al&unos aspectos &enerales sobre la I&lesia, intentandoo*recer

un resumen de 'lla, aunque al&unas de estas caracter%sticas las volveremos

retomar en los nmeros si&uientes para desarrollarlas un poco ms:

1 3a

I&lesia *ue *undada por nuestro )eor =esucristo, como a#rmó 'l "oncilio5aticano II: /"risto; nico

-ediador, institu$ó $ mantiene continuamente en la tierra a su I&lesia santa,

comunidad de *e, esperanza $ caridad, como un todo visible0. K ms adelante:

/3a I&lesia terrestre $ la I&lesia enriquecida con los bienes celestiales 6…

*orman una realidad comple!a que est inte&rada de un elemento humano $otro

divino 6… (sta es la nica I&lesia de "risto, que en el )%mbolocon*esamos0H?O.

=ess empezó la *undación de la

I&lesia con la predicación del Jeino de Dios, llamando de entre los

disc%pulos que lo se&u%an a los doce 2póstoles, $ nombrando a 7edro =e*e de

todos ellos. 'n e*ecto, /los tetos


52/72


53/72

madre del *undador, del 4i!o de Dios, $ as%, -ar%a $ la I&lesia son, pues, el

t(rmino de la realización de los planes de Dios, $ se puede decir que en este

umbral se encuentra la I&lesia en -ar%a, $ -ar%a en la I&lesia;

^ si obedece

al 7apa: /cada obispo representa a

su I&lesia, $ todos !untos con el 7apa representan a toda la I&lesia en el

v%nculo de la paz, del amor $ de la unidad0H>O.

)i le *alta

al&o de esto, no es la verdadera I&lesia.

8 3a misión de la I&lesia es la misma

de nuestro )eor =esucristo: llevar a cabo el plan de salvación de Dios sobre

los hombres. 3a misión de la I&lesia

es como la prolon&ación, o la epansión histórica, de la misión del 4i!o $ del

'sp%ritu )anto, por lo que es posible a#rmar que se trata de una participación

vital, ba!o la *orma de asociación ministerial, en la acción trinitaria en la

historia humana. /2s%, la misión de la I&lesia

no se aade a la de "risto $ del 'sp%ritu )anto, sino que es su sacramento: con

todo su ser $ en todos sus miembros ha sido enviada para anunciar $ dar

testimonio, para actualizar $ etender el misterio de la comunión de la

)ant%sima +rinidad08AO.

F =ess ha dado a la I&lesia poderes para

cumplir su misión. 3a I&lesia, para cumplir su misión, =ess le ha dado el

poder de ensear su doctrina a todas las &entes, santi#carlas con su &racia $

&uiarlas con autoridad. 'l papa $ los

obispos realizan la misión pastoral con#ada a los 2póstoles $ poseen todos los

poderes que ella comporta. 3eemos en la constitución 3umen Sentium: /3os


54/72

obispos, pues, recibieron el ministerio de la comunidad con sus colaboradores,

los sacerdotes $ diconos, presidiendo en nombre de Dios la &re$81O, de laque son pastores, como maestros de

doctrina, sacerdotes del culto sa&rado $ ministros de &obierno08O. 7or tanto,

los obispos, como sucesores de los2póstoles, estn llamados a participar en la misión que =esucristo mismo con#ó

a los Doce $ a la I&lesia: /3os obispos, en cuanto sucesores de los 2póstoles,

reciben del )eor, a quien ha sido dado todo poder en el cielo $ en la tierra,

la misión de ensear a todas las &entes $ de predicar el 'van&elio a toda

creatura, a #n de que todos los hombres consi&an la salvación por medio de la

*e, del bautismo $ del cumplimiento de los mandamientos08HO.

9 3as propiedades $ notas que "risto

con#rió a su I&lesia son cuatro: que es


55/72

doce apóstoles del "ordero0 62p 1, 18; es indestructible 6"*r. -t 19,1@; se

mantiene in*aliblemente en la verdad: "risto la &obierna por medio de 7edro $

los dems 2póstoles, presentes en sus sucesores, el 7apa $ el cole&io de los

obispos08?O.

.

P"ómo *undó =esucristo su nica I&lesiaQ

)an 7edro

*ue el primero en con*esar la *e en =esucristo Dios: /+ eres el -es%as, el

4i!o de Dios vivo0. K en ese mismo momento =ess le anunció que $a no se

llamar%a )imón, sino /7edro0, rocapiedra, $ que sobre (l edi#car%a su I&lesia

6-t. 19, 1H1>.

'l "atecismo

de la I&lesia "atólica nos dice al respecto: 3a I&lesia *ue *undada por las

palabras $ las obras de =esucristo8@O.

'l )eor =ess comenzó su I&lesia con el anuncio de la Buena Noticia, es decir,

con el anuncio de la lle&ada del Jeino de Dios, el cual hab%a sido prometido

desde hac%a si&los en la )a&rada 'scritura8>O.

'l &ermen $ el comienzo de la I&lesia *ue /el pequeo rebao0 que =esucristo

reunió en torno su$o $ del cual 'l mismo es su 7astorFAO.

)in embar&o

el )eor =ess tambi(n dotó a su Jebao de una estructura, que permanecerhasta

el Vin de los +iempos. 'sa estructura consiste en la elección de los 2póstoles,

con 7edro a la cabeza. 2s%, con sus actuaciones en la tierra, "risto *ue


56/72


57/72

2póstoles $ disc%pulos del )eor *ueron predicando $ constru$endo la I&lesia en

todo el mundo, ba!o la autoridad de )an 7edro, siendo su *undamento "risto; es

decir: la "abeza Invisible =esucristo $ la cabeza visible )an 7edro, $ despu(s

de (ste, sus sucesores que son todos los 7apas que han habido desde 7edro

hasta

nuestros d%as.

Nuevamente

en su "abeza vemos el misterio de la I&lesia: su realidad visible e invisible,

la realidad humana $ la realidad divina de la I&lesia de =esucristo.

7or que las

comunidades eclesiales que no han conservado el episcopado vlido $ la&enuina

e %nte&ra sustancia del misterio eucar%stico, no son I&lesia en sentido propio;

sin embar&o, los bautizados en estas comunidades han sido incorporados porel

Bautismo a "risto $, por lo tanto, estn en una cierta comunión, si bien

imper*ecta con la I&lesia "atólica. /7or consi&uiente, aunque creamos que las

I&lesias $ comunidades separadas tienen sus de*ectos, no estn desprovistasde

sentido $ de valor en el misterio de la salvación, porque el 'sp%ritu de "risto

no ha rehusado servirse de ellas como medios de salvación0F1O.

7orque es la nica reli&ión

*undada por Dios mismo. 2s% de simple $ sencillo. +odas las dems reli&iones,

monote%stas $ polite%stas, cristianas $ nocristianas, anteriores $ posteriores

a "risto, han sido *undadas por hombres, no por Dios.

4a$ personas buenas $ sinceras

en todas las reli&iones, pero la buena intención no puede cambiar la 5erdad. 'n


58/72

realidad, en cada reli&ión ha$ verdades parciales… adems de muchos errores,

sobre todo en al&unas… pero la plenitud de la 5erdad, la 5erdad completa,

est en la reli&ión "atólica. 2dems, la 5erdad es una sola $ lo que es

contrario a la 5erdad no es

5erdad.

No quiere decir esto, que sólo

los católicos, $ todos los católicos se salvarn. Dios premiar o casti&ar a

todos, católicos $ nocatólicos, se&n su -isericordia $ su =usticia, que son

in#nitas.

Vuera de la I&lesia católica,

todas las reli&iones $_o sectas han sido inventadas por hombres. )e escapa a

este criterio el =uda%smo, que es una reli&ión revelada por Dios, pero que aun

est esperando el -es%as prometido, pues no cree que =esucristo es Dios, $

aunque creen en el 2nti&uo +estamento de la Biblia como 7alabra inspirada por

Dios, pasan por alto las pro*ec%as que sobre =ess estn all% $ que se

cumplieron $a: su nacimiento en Bel(n 6-iq. F, 1, su nacimiento de una

5ir&en 6Is. ?, 18, los &randes mila&ros que

realizar%a 6Is. HF, F9, el rechazo de su propia &ente 6Is. FH, H, la traición deuno de sus ami&os

$ el precio pa&ado 6)al 81, >; Yac. 11, 11H, los eventos de su pasión $

muerte 6

Is. FH, Is. FA, 9; )al. , 1?.

3a otra reli&ión monote%sta, unsolo Dios, es el Islam, *undada por -ahoma, tampoco cree que =esucristo sea

Dios, sino un pro*eta in*erior a -ahoma. )in embar&o, el dios del Islam no es

el Dios 2mor del "ristianismo, ori&en de todo amor, que ama a los sereshumanos


59/72

independientemente de si le aman o no 61 =n. 8, >1A $ 19. )e&n el "orn, eldios del

Islam ama condicionalmente: ama a quien lo ama $ lo si&a, $ no ama a quienno

lo ame. /'nverdad, 2l es enemi&o de los incr(dulos… 2l ama a los bene*acientes0FO.

3as reli&iones note%stas, que

no rinden culto a nin&una divinidad, *ueron tambi(n *undadas por hombres:

Budismo 6por Buda, "on*ucionismo 6por "on*ucio. K las polite%stas, que creen

que ha$, no una, sino varias divinidades, como el 4induismo $ )hintoismo,

aunque no tienen *undador espec%#co, son de ori&en humano. K entre lassectas

modernas polite%stas: el -ormonismo, *undada por =oseph )mith.

3as Jeli&iones cristianas, las

que ensean que "risto es Dios, estn ms cerca de la 5erdad que el-ormonismo,

por e!emplo, $a que creen en un solo Dios $ el -ormonismo cree en muchos

dioses.

'ntre las reli&iones cristianas,

ori&inadas en la Je*orma 7rotestante estn: la 3uterana, *undada por 3utero; la

Je*ormada, por "alvino; la 7resbiteriana, por =ohn ]no. 3ue&o *ueron *undadas

la 2n&licana; por 'nrique 5III; la Bautista, por =ohn )mith, de donde se

derivan las 'van&(licas. 'isten muchas, muchas ms, todas *undadas por

hombres, no por Dios.

3a reli&ión Lrtodoa se creó con

el "isma de Lriente 61AF8 causado por vie!as di*erencias entre la I&lesia

Srie&a $ la )anta )ede. 3os ortodoos estn ms cerca de la 5erdad que los


60/72

7rotestantes, $a que adems de creer que =esucristo es Dios, creen en su

presencia real en la 'ucarist%a, adems de otras verdades que tambi(n estnen

el "atolicismo, aunque mantienen independencia del 7apa; ellos tiene todo lo

que tiene la I&lesia católica, la di*erencia sólo es que no aceptan al 7apa

como autoridad.

De all% que sea la I&lesia

"atólica la nica que puede trazar su historia, sin interrupción, desde el

primer 7apa, )an 7edro, desi&nado por =esucristo, su Vundador, hasta el 7apa

actual .

2s% *ue como =esucristo *undó su

nica I&lesia: )an 7edro *ue el primero en con*esar la *e en =esucristo Dios: /+eres el

-es%as, el 4i!o de Dios vivo0. K en ese mismo momento =ess le anunció que $ano se llamar%a )imón,

sino /7edro0 6rocapiedra $ que sobre (l edi#car%a su I&lesia 6-t. 19, 1H1>.

'l "atecismo de la I&lesia

"atólica nos dice al respecto: 3a I&lesia *ue *undada por las palabras $ las

obras de =esucristoFHO. 'l )eor =ess comenzó su

I&lesia con el anuncio de la Buena Noticia, es decir, con el anuncio de la

lle&ada del Jeino de Dios, el cual hab%a sido prometido desde hac%a si&los en

la )a&rada 'scrituraF8O. 'l &ermen $ el comienzo de la

I&lesia *ue /el pequeo rebao0 que =esucristo reunió en torno su$o $ del cual

'l mismo es su 7astorFFO.

)in embar&o el )eor =ess

tambi(n dotó a su Jebao de una estructura, que permanecer hasta el Vin delos


61/72

+iempos. 'sa estructura consiste en la elección de los 2póstoles, con 7edro a

la cabeza. 2s%, con sus actuaciones en la tierra, "risto *ue preparando $

edi#cando su I&lesiaF9O.

K prometió a sus )ucesores, los

2póstoles, $ a los sucesores de (stos, los Lbispos $ los )acerdotes, que lo que

decidieran aqu% 'l lo aprobar%a en el "ielo 6-t. 19, 1>, $ que para esto la

I&lesia por 'l *undada tendr%a la asistencia del 'sp%ritu )anto hasta el Vin de

los +iempos 6-t. @, A.5er: Serencia Divina

para diri&ir la I&lesia

3a I&lesia "atólica ensea que,

aunque otras reli&iones contienen verdades, la plenitud de lo que Dios ha

revelado a la humanidad se encuentra en la reli&ión "atólica. K, aunque puede

haber salvación en otras reli&iones, la plenitud de los medios de salvación

est tambi(n en la I&lesia "atólica.

5I'JN')

3L) )2"J2-'N+L) D' 32 INI"I2"IMN "JI)+I2N2

1. 3L) )2"J2-'N+L) 'N S'N'J23

2dheridos a


62/72

las doctrinas de las )antas 'scrituras, a las tradiciones apostólicas $ al

sentimiento unnime de los 7adres, pro*esamos que /los sacramentos de laNueva

3e$ *ueron todos instituidos por nuestro )eor =esucristo0 "I" n.1118 ss.

3os

sacramentos estn ordenados a la santi#cación de los hombres, a la edi#cación

del "uerpo de "risto $, en de#nitiva, a dar culto a Dios, pero como si&nos,

tambi(n tienen un #n peda&ó&ico. No sólo suponen la *e, sino que a la vez la

alimentan, la robustecen $ la epresan por medio de palabras $ cosas; por esto

se llaman sacramentos de la *e. "on#eren ciertamente la &racia, pero tambi(n

la celebración prepara per*ectamente a los #eles para recibir con *ruto la

misma &racia, rendir el culto a Dios $ practicar la caridad.

7or

consi&uiente, es de suma importancia que los #eles comprendan *cilmente los

si&nos sacramentales $ reciban con ma$or *recuencia posible aquellos

sacramentos que han sido instituidos para alimentar la vida cristiana.

/)acrosantum"oncilium0 ` F>. 'studia "I" 6"atecismo de la I&lesia 11 ss.

. P7LJ R


63/72

3a

persona pasa por distintas etapas a lo lar&o de su vida:

In*ancia: No tiene conciencia de s%

mismo ni de lo que le rodea. 7ero poco a poco, con el paso de los meses $aos,

va tomando conciencia de su propia identidad $ del lu&ar que ocupa en su

*amilia.

2dolescencia: No tiene todav%a los

conocimientos ni la *uerza necesaria para situarse ante la vida con

determinación. 's por esto que cambia continuamente de estado de nimo:ale&re,

dinmico, &eneroso, cumplido $ otras veces callado, indeciso e irresponsable.

=uventud: )e lle&a a esta etapa car&ado

de ener&%a, salud e ideales. )e est en la me!or disposición de iniciar

cualquier empresa.

2dultez: )e alcanza esta etapa cuando la

persona va ms all de s% misma $ de sus propios intereses. "uando descubrelas

necesidades de los dems $ comparte &enerosamente lo que tiene: a*ecto,

comprensión, tiempo, bienes, etc.

'ste proceso

de la vida natural se va dando paso a paso $ nos ei&e: tiempo, paciencia,

reGeión $ a$uda de muchas personas. No se puede improvisar, ni lo podemos

realizar de un d%a para otro

. 2simismo,


64/72


65/72

3a

'ucarist%a es el tercer sacramento de la iniciación cristiana, $ su culmen 6ver

"I" 1H. 'l sacramento de la 'ucarist%a es el memorial del sacri#cio de

"risto en la cruz $ el banquete sa&rado de la comunión en el cuerpo $ en la

san&re del )eor. 3a celebración del banquete 'ucar%stico est totalmente

orientada hacia la unión %ntima de los #eles con "risto. 's el pan que nutre

nuestra *e $ nos abre a los dems preocupndonos por su bien,estimulndonos a

la *raternidad.

/3a

participación en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don

mediante la &racia de "risto, tiene cierta analo&%a con el ori&en, el

crecimiento $ el sustento de la vida natural. 'n e*ecto, los #eles renacidos

en el B

catequesis papas padrinos

Documents