sideny tarrow - el poder en movimiento. movimientos sociales, acción colectiva y política

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La editorial Anthropos ha publicado recientemente dos libros llenos de interés y que están estrecha y doblemente rela- cionados entre sí. Por un lado, lo están temáticamente, dado que se ocupan de las consecuencias de la sociedad moder- na, en términos generales, en un caso, y, en el otro, referidas más específicamente al problema de su integración. Por otro lado, en ambos aparece la figura de unos de los más relevantes teóricos sociales españoles: Josetxo Beriain (profesor de sociología en la Universidad Pública de Navarra), compilador del que lleva por titulo Las consecuencias perversas de la modernidad —una selección de trabajos de cuatro primerísimos «espadas» de la teoría sociológica mundial: Bauman, Beck, Giddens y Luhmann—, y autor del titulado La integración en las sociedades modernas. Por lo que se refiere a Las consecuen- cias perversas de la modernidad, no cabe otra cosa que realizar un elogio: el tema en él abordado es actual e importante; la selección de autores y textos, muy certe- ra; las traducciones están francamente logradas, y el prólogo es una auténtica invitación a la lectura del libro. En él, de la mano de Giddens y Bau- man vemos descrita la identidad de la modernidad a través de la discontinuidad y la creciente diferenciación entre los hori- zontes temporales (pasado y futuro), así como entre sus ámbitos internos, ahora configurados como sistemas funcionales. Los resultados más directos de ello son una aceleración del ritmo de la vida social y la instauración de un «politeísmo fun- cional». Las sociedades modernas o pos- tradicionales pierden de esta manera aquella preferencia definida por el orden entendido como estabilidad y equilibrio que era característica de las sociedades premodernas o tradicionales. En su lugar nos encontramos ahora, de una parte, con la expansión de las opciones y del campo para la toma de decisiones, pero, de otra, y como consecuencia de ello, también con la expansión de los riesgos. Así, por ejem- plo, la creciente racionalidad decisoria de unos subsistemas funcionalmente auto- organizados se realiza a costa de un défi- cit de racionalidad del todo social y de la GIDDENS, A.; BAUMAN, Z.; LUHMANN, N.; BECK, U. Las consecuencias perversas de la modernidad. J. Beriain (comp.). Barcelona: Anthropos, 1996. BERIAIN, Josetxo. La integración en las sociedades modernas. Barcelona: Anthropos, 1996. Recensions Papers 54, 1998 215-240

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Sideny Tarrow - El Poder en Movimiento. Movimientos Sociales, Acción Colectiva y Política

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  • La editorial Anthroprecientemente dos libroy que estn estrecha ycionados entre s. Portemticamente, dado las consecuencias de lana, en trminos generaen el otro, referidas mal problema de su intelado, en ambos aparecede los ms relevantesespaoles: Josetxo Bersociologa en la UniveNavarra), compiladortitulo Las consecuencimodernidad una selede cuatro primersimoteora sociolgica muBeck, Giddens y Luhmtitulado La integracinmodernas.

    Por lo que se refiercias perversas de la modotra cosa que realizar un elogio: el temaen l abordado es actual e importante; laseleccin de autores y textos, muy certe-ra; las traducciones est

    plo, la creciente racionalidad decisoria deunos subsistemas funcionalmente auto-organizados se realiza a costa de un dfi-

    GIDDENS, A.; BAUMLas consecuencias perBarcelona: Anthropo

    BERIAIN, Josetxo. LaAnthropos, 1996.

    Recensions

    Papers 54, 1998 215-240n francamente cit de racionalidad del todo social y de laccin de trabajoss espadas de landial: Bauman,

    ann, y autor del en las sociedades

    e a Las consecuen-ernidad, no cabe

    entendido como estabilidad y equilibrioque era caracterstica de las sociedadespremodernas o tradicionales. En su lugarnos encontramos ahora, de una parte, conla expansin de las opciones y del campopara la toma de decisiones, pero, de otra,y como consecuencia de ello, tambin conla expansin de los riesgos. As, por ejem-os ha publicados llenos de inters

    doblemente rela- un lado, lo estnque se ocupan de sociedad moder-les, en un caso, y,s especficamentegracin. Por otro la figura de unos tericos socialesiain (profesor dersidad Pblica de del que lleva poras perversas de la

    logradas, y el prlogo einvitacin a la lectura de

    En l, de la mano de man vemos descrita la modernidad a travs de ly la creciente diferenciacizontes temporales (pasadcomo entre sus mbitosconfigurados como sistemLos resultados ms direuna aceleracin del ritmoy la instauracin de un cional. Las sociedades mtradicionales pierden daquella preferencia defin

    AN, Z.; LUHMANN, N.; BECK, U. versas de la modernidad. J. Beriain (comp.s, 1996.

    integracin en las sociedades modernas. Bas una autntical libro.Giddens y Bau-identidad de laa discontinuidadn entre los hori-o y futuro), as

    internos, ahoraas funcionales.

    ctos de ello son de la vida socialpolitesmo fun-odernas o pos-e esta manera

    ida por el orden

    ).

    rcelona:

  • 216 Papers 54, 1998 Recensions

    exportacin creciente de externalidadeshacia la naturaleza, que retornan a lasociedad en forma de problemas ecol-gicos.

    Ahora bien, como puede reaccionara este tipo de problemas, autocreados, lasociedad? Segn nos dice Luhmann, lasociedad moderna responde a ellos para-djicamente: mostrandde resonancia que es, a poca y excesiva. Una soda funcionalmente slolas amenazas ecolgicasos sistemas funcionalehacerlo segn sus respsemnticas directrices. Sla diferenciacin funciprdida de redundanciadependencia entre los stales problemas tiendencapacidades de prestacien forma de desplazammas y de reacciones en resonar, difusa y confusla sociedad las amenaforma de una sensacinviene a ocupar el lugar les cosmovisiones holis

    Como consecuenciadad moderna empieza en trminos bien disttradicin ilustrada: dey prdida de la segur(Giddens); ambivalenccin (Bauman); contmann); o riesgo (Beckestos casos, no obstade modernidad es abanpone, en consecuencitualizacin mediante fcomo la de posmodernbramiento, desontolominacin, ambivalenccomo valor caracters(Eigenvalue) de la sociedno atributo, como enliz conceptual se tradusociedad del riesgo, nnuevo estadio o era so

    la modernidad, sino que son, justamen-te, la expresin de la maduracin de stay de su confrontacin (observacional ydescriptiva) con sus propias consecuen-cias, que, si son observadas a travs delaparato conceptual de la tradicional teo-ra de la accin, no cabe sino tildar deperversas.o una capacidadla vez, demasiadociedad diferencia- puede tematizar

    s desde sus diver-s, lo que significaectivos cdigos yin embargo, comoonal conlleva una pero no de inter-istemas parciales, a sobrecargar las

    n de los sistemasiento de proble-

    cadena que hacenamente, por todazas ecolgicas en de angustia que

    de las tradiciona-tas. de ello, la socie-a autotematizarseintos a los de la smembramiento idad ontolgicaia e indetermina-ingencia (Luch-). En ninguno dente, el concepto donado ni se pro-a, una reconcep-rmulas tan al usoidad. Desmem-

    gizacin, indeter-ia, contingenciatico o propioad moderna (que un pequeo des-ce en el libro) oo significan un

    cial superador de

    La integracin en las sonas, como indicbamoslibro que a lo largo del arecido asociado al nomBeriain, en este caso combajo que nos presenta aBeriain se sita en un terel que separa y une (coma la teora sociolgica y afilosfica. Consecuencia ello es que el problema dfrente a lo que es habituga, es entendido por Bcomo produccin de un nbin de un cosmos.

    Para atender a esta prmolgica, Beriain introddecisiva de su discurso elcedente de la antropologarquetipo. Digamos quson protoformas o cosentido que intentan reguntas primordiales, y cporales, a las que se henfrentan y enfrentarnsociedad. As entendidosseran el fundamento dcolectivo. ste tendra coexpresin lo simblico, de ello como sus grandcias se cristalizaran entranscendencias mediaspor la conciencia colatcondicin de mbito decgracin simblica, la ctiva es concebida comorelativo al mundo de la vto tal contrapuesto a la inmico-funcional, que es ealgo instrumental y purazador, que se articula ciedades moder-, es el segundoo 1996 ha apa-bre de Josetxoo autor. El tra-qu el profesorreno fronterizo:o toda frontera) la antropologafundamental dee la integracin,al en la sociolo-eriain no sloomos, sino tam-

    ofundidad cos-uce como pieza concepto (pro-a junguiana) dee los arquetiposnstelaciones desponder a pre-omo tales atem-an enfrentado, el hombre y su, los arquetiposel imaginariomo vehculo de

    pues es a travses transcenden- el plano de las, representadoiva. Dada estaisivo de la inte-onciencia colec- un fenmenoida, y en cuan-tegracin sist-ntendida comomente mediati-en torno a los

  • Recensions Papers 54, 1998 217

    medios generalizados de intercambio(Parsons) o comunicacin (Luhmann):poder, dinero, influencia, etc. Comoejemplos de los simbolismos constituti-vos de tales identificaciones colectivas sonanalizadas despus la religin civil ame-ricana y la idea tpicamente progresista yeuropea (podra decirsmente, francfortiana)mo constitucional posn

    Como espero puedaapretada y muy selectivasa acometida por Berimente ambiciosa, por lode la misma no pueluces y sombras.

    Por lo que respecta aro destacar, ante todo, qque indicar o referir algdistinguir, as como dde la sociedad modernaBauman), Beriain enticiar los modos a travs dtra diferenciada y compproduce sus propias formimplica el tener que dade sus inevitables probtivos. De esta manera, simbolismo y diabolismpor Beriain como las caras de la modernidaden vez de proceder a loscrticos simplistas y, poplausibles, acerca del dcin, solidaridad o comsociedades modernas, ncisamente menor. Muparece, igualmente, la se hace del politesmoriano en trminos de uncional.

    Por lo que se refierees preciso dejar bien claa continuacin slo se tiones que, consideradde vista del comentaristaque el de la teora de sisalgunos de los planteamtos utilizados por Beria

    La ms importante de todas ellas es si,a la luz del diagnstico que hacen de lamodernidad Giddens, Bauman, Luhmanny Beck en el libro compilado por Beriain,sigue teniendo sentido plantearse el pro-blema de la integracin al estilo Parsons;es decir, entendiendo sta como con-

    ficados y valorese, ms especfica- de un patriotis-acionalista.

    apreciarse en esta sntesis, la empre-ain es tremenda- que los resultadosden sino arrojar

    las primeras quie-ue, consciente de

    o implica siempree la ambivalencia (en el sentido deende que eviden-e los cuales nues-

    leja realidad socialas de integracin

    r cuenta tambinlemas desintegra-orden y desorden,o, son perfilados

    dos inseparables. Y remarcar esto, habituales juiciosr ello, fcilmenteficit de integra-unicacin de las

    o es un logro pre-y interesante meactualizacin que valorativo webe- politesmo fun-

    a las sombras,ro que lo sealadorefiere a las cues-as desde el punto que no es otrotemas, suscitanientos y concep-

    in en su texto.

    gruencia entre los signisocialmente institucionllos desarrollados en las plos seres humanos.

    La articulacin estrucdad alrededor de una fordiferenciacin implica ucal con la jerarqua comorden social, pues ella suna compleja red hetermas funcionales, a un independientes e interdsistema global de la socieas, en un complejo entrcativo sin centro ni csptiversum que no es suscepya por el rasero ideal de perfecta, en la que los(entendidos como sus autorrealizarse como sgracin de dicho sistemcia, difcilmente puedcomo algo que dependmente, de la existencia dde coincidencia entre unsignificativas y valorativtitucionalizadas y la evacional de las personmiembros.

    Ciertamente, puede dgracin de la sociedad ysta con el mundo de lson cuestiones inconexas,nifica que sean una mismcribe la sociedad modcomplejo orden funcionciado, entonces es precisoproblemas, lo que implihacerse de toda la tradicaceptar que una cosa sode la inclusin y la socuanto las dos caras de lalizados y aqu-ersonalidades de

    tural de la socie-ma funcional dena ruptura radi-o principio del

    e transforma enrquica de siste-mismo tiempo,ependientes. Eldad se convierte,amado comuni-ide, en un mul-tible de medirse

    una comunidad seres humanospartes) podranujetos. La inte-a, en consecuen-e concebirse yaa, fundamental-e un alto gradoa serie de pautasas comunes ins-structura moti-alidades de sus

    ecirse que la inte- las relaciones dea conciencia no pero ello no sig-a cosa. Si se des-erna como un

    almente diferen- deslindar ambosca tener que des-in humanista yn los problemascializacin (en

    a relacin indi-

  • 218 Papers 54, 1998 Recensions

    viduo-sociedad), y otra el de la integra-cin de la sociedad como sistema. La inte-gracin, de esta forma, no puede consistirya en otra cosa ms que en una mutuareduccin de los grados de libertad deunos sistemas funcionales que, diferen-ciados (externamente) y organizados(internamente) en tornesquematismos binaripagar/no pagar, verdadeetc.), operan con un alferencia hacia todo esqucomo es el de la moral (ban permiten construirductas y expectativas msus respectivos mbitos

    Un segundo aspectestrechamente relacionrior, es el relativo a la siconceptos de imaginarconciencia colectiva. siguen emplendose, cdicin sociolgica, comode compromiso que, indquiere a la vez indicar al ciencia, pero sin aclaratodo lo contrario, cmoorden pueden articularrelacin.

    Por otra parte, loarquetipo y de politeque pueden tener un como recurso literario yproducen una fuerte sblematicidad cuando secuenta del contenido rrio colectivo y, en conlizan para explicar la csentido (o significadomoderno. Y tal sensacuando luego, como codel sentido (o significmenta el mundo de la reafirmar la ya clsica cste ltimo con el mucuya cristalizacin se efmas. Debemos seguirconcepto de sistema coble de aplicarse a lo hu

    mente mediatizador, lo que obligara acontrastarlo con otros de carcter antro-polgico para poder entender la esenciahumana? Si as es, cabe preguntarse enqu consisten, entonces, lo humano ysu esencia, pues tanto la concienciacomo el organismo humano son perfec-o a una serie deos (lcito/ilcito,ro/no verdadero,to grado de indi-ematismo global,ueno/malo), pero y coordinar con-uy complejas en

    .o problemtico,ado con el ante-

    gnificacin de losio colectivo y deAmbos conceptosonforme a la tra- la tpica formulaicando a lo social,mundo de la con-r, sino ms bien ambos niveles de empricamente su

    s conceptos desmo arquetipal,indudable valor hasta ilustrativo,ensacin de pro- emplean para dareal del imagina-secuencia, se uti-onfiguracin del?) en el mundo

    cin se refuerzantenidos bsicos

    ado?) que funda-vida, sirven paraontraposicin dendo funcional,ectuara en siste- entendiendo elmo no suscepti-

    mano, por pura-

    tamente analizables comhecho lo son con bastahace tiempo).

    Finalmente, no pueduna referencia, aunque que deseara, a la cuestiEn el sptimo capitulo, Durkheim, se hace refereen trminos funcionaltindola al problema de la sociedad. Ahora biensociedad moderna, qupretendida funcin de latema de una sociedad yatotalidad de sus diversos nales, y parece insostenibjerarqua subsistmica?en este punto, es que, siBeriain una verdadera acampo, dedique una atente a un tema que, desde mdebera considerarse centprensin del problema incin entre religin civilfuncional. Esta relacinponerse en dos aspectoparte, el de la relacin entcomo fenmeno que se pde la sociedad global, yespacio funcionalmentela sociedad; por otra pacin entre la expresin dcorrecto, en el plano de ly la articulacin en proglas conductas funcionalmdas, a la que slo se haccin demasiado indireanalizar la conexin entrey la ideologa del indivivo dentro de la cultura En cambio, se dedica unmo realmente excesivo a o sistemas (y dente xito desde

    o dejar de hacerms breve de lon de la religin.

    en conexin conncia a la religines, o sea, remi-la integracin de, en el caso de la sucede con esta religin si el sis- no es ms que lasistemas funcio-le la idea de una Lo que choca, endo el profesorutoridad en estecin insuficien-i punto de vista,ral para su com-tegrativo: la rela- y diferenciacin puede descom-s clave: por unare religin civil,erfila en el plano religin, como diferenciado derte, el de la rela-e lo bueno y lo

    a religin civil,ramas y roles deente especifica-

    e una considera-cta y breve al la religin civildualismo posesi-norteamericana. espacio que esti-la descripcin de

  • Recensions Papers 54, 1998 219

    la propuesta del ideal integrativo de unpuramente procedimental patriotismoconstitucional posnacionalista.

    En cualquier caso, es preciso dejar bienclaro que este tipo de sombras no pue-den ser proyectadas por cualquier texto.Slo aquellos que, como el del profesorBeriain, estn amplia informados en las mejocas y actuales de la teora

    les, son capaces de hacerlo. Por ello, y porsu excelente labor como editor en Las con-secuencias perversas de la modernidad, espreciso no slo felicitar sino tambin darlas gracias al profesor Beriain y a la edi-torial que ha tenido el acierto de publi-car ambos trabajos.

    La aparicin de este trabuna revisin crtica de lateora sociolgica, bienrarse un sntoma positivtransformacin y cambila sociologa debido precrrollo que los estudios soimprimiendo en el queh

    La edicin de este tcargo de la catedrtica My ha contado con la partfesionales introducidosla teora sociolgica ubide investigacin y univtintos puntos de Espaterstica junto con la contenido hacen de esobligado para poner alreflexin por las que trapensamiento sociolgiccomo un texto necesarioen la enseanza de la soque facilita profundizmiento de los clsicos, dsu contexto.

    Con esta obra se lmiento a los clsicos desdno contemplada hastaanlisis desde las relacaporta nuevos datos parelementos han sido bs

    DURN HERAS, M. Mujeres y hombres en lMadrid: CIS, 1996. 3a comprender quicos para la cons-

    por la que atraviesa actualoga en nuestro pas.lmente la socio-e sus teoras y de

    ogra un acerca-e una perspectiva el momento; eliones de gnero

    culos referidos al anlisis del momentoactual y el futuro de la ciencia; trata de loselementos que intervienen en la produc-cin cientfica, la objetividad y la subjeti-vidad, la conexin entre vida y teora y,finalmente, fija su mirada en la situaciny creativamenteres fuentes clsi- y filosofa socia-

    Jos MarUniver

    ajo, que supone formacin de la puede conside-o del proceso deo en que se hallaisamente al desa-bre gnero estnacer acadmico.

    exto ha estado a ngeles Durnicipacin de pro- en el mbito decados en centrosersidades de dis-a. Esta carac-

    relevancia de suta obra un texto da las lneas densita el sentir delo y la distinguen e indispensable

    ciologa en tantoar en el conoci-

    truccin de sus enunciadel contrario, han permsecundarios e insignificmulaciones tericas.

    El contenido de este lparse en tres bloques qanlisis de un modo distinolgico en que aparecenel texto. El primero se rres clsicos, a las filosofhan tenido en cuenta la dro y se han posicionado fdad desigual; trata el perenaturaleza y cultura, razmodernidad y postmodedo contempla aquellos que han subsumido el gen la familia. Su inters se percibe a travs de la insirve de referencia; incluycionalistas, corporativistmo espaol. Un ltimoello de menor relevancia

    ngelesa formacin de la teora sociolgica.40 p.a Garca Blancosidad de Oviedo

    os y cuales, poranecido como

    antes en sus for-

    ibro puede agru-ue permiten su nto al orden cro- los artculos en

    efiere a los auto-as y escuelas queistincin de gne-rente a una socie-nne debate entren e identidad,

    rnidad. El segun-autores y teorasnero (femenino)por el individuostitucin que lese las teoras fun-as y el catolicis- bloque (no por) agrupa los art-

  • 220 Papers 54, 1998 Recensions

    En el primer bloque agrupamos losartculos de Fernndez Enguita, que estu-dia a Marx; Neus Campillo, que analizala obra de J.S. Mill, y Jess M. de Miguel,que hace lo propio con la de Simmel; esteprimer grupo se completa con los traba-jos de Rodrguez Ibez, que estudia laEscuela de FrankfurtMurillo, que profundsobre postmodernidad. Elo conforman los artcuUssel, Ramn Ramos, JoAlberdi, que tratan Durkheim, Veblen y Pamente, adems de los detrata la filosofa del neocValentina Fernndez Vare a la tradicin catlica emo, en un tercer bloqDurn aborda el estud(Mujeres y hombres eciencia y Ortega coGonzlez Garca aprecsentimental que rodea lde las obras de Weber,Gil Calvo, Jos JimnAntonia Garca de Lensideracin que tienen losro en la enseanza deanalizan las lneas de prigen esta ciencia en la

    * * *

    Tanto Marx como Duras como otros autorpadres de la sociologfundamental de sus teolas relaciones de gnero.ausencia donde es posibde relevancia que tenanvidad y los fenmenos sparticipaba el gnero femciados son androcntrictamiento y modo de vidtomados, cual sincdoqdel gnero humano o de

    El eje de la obra de Ma los asalariados, varone

    las fbricas, en el contexto de la Inglaterradel siglo XIX. La existencia de la mujeres sehace visible cuando se aborda la divisinsocial del trabajo. La distincin entre lasactividades realizadas por mujeres y porhombres es reducida a la denominadadivisin natural del trabajo. La activi-, y de Soledadiza en el debatel segundo grupo

    los de Iglesias des Castillo e Inssobre Le Play,rsons, respectiva- Carlota Sol, queorporativismo, yrgas, que se refie-spaola. Por lti-ue, M. ngelesio de la ciencian el futuro de lamo pretexto),

    ia la implicacina ciencia a travs y, para concluir,ez Blanco y M estudian la con- estudios de gne- la sociologa yensamiento que

    actualidad.

    kheim o Weber, es consideradosa, han forjado loras al margen de Es a partir de esale verificar la falta para ellos la acti-ociales en los queenino. Sus enun-os, y el compor-a masculino son

    ue, como propiosl sujeto universal.arx gira en torno

    s, trabajadores de

    dad no asalariada, como tico, queda, con Marx, alanlisis. Fernndez Engumarxismo carece de instcos y conceptuales para ciones de gnero, aunquembargo, que ha contribmovimientos de liberacall donde ha tenido infculacin entre marxismode las mujeres gener unen los aos setenta que otas americanas y europeadel trabajo domstico. Uncabado debate que lleva calificar la relacin enfeminismo como de un avenido.

    A diferencia de otrosociologa, el pensamientpropone el mantenimieny del orden social. Engela familia, la propiedad pse pronuncia por la iguaanima su participacin eindustrial como forma dpendencia monetaria y cincorporacin lleva aparricin de la familia commica.

    Entre los autores clsido cierta influencia en las ciencias sociales, meratencin la obra de Johnsu corpus terico las relatienen un marcado intersu trabajo poltico se mantivo la emancipacin deno, y en ese sentido defide la mujer como una cprogreso de la humanilogros en el campo de la el trabajo doms- margen de todoita afirma que elrumentos teri-abordar las rela-e reconoce, sinuido a impulsarin de la mujerluencia. La vin- y emancipacin profuso debatecup a feminis-s en torno al eje enredado e ina-

    a H. Hartmanntre marxismo ymatrimonio mal

    s clsicos de lao marxista no seto de la familia

    ls en El origen derivada y el Estadoldad de la mujer,n la produccine obtener inde-onsidera que talejada la desapa-o unidad econ-

    cos que han teni-la formacin deece una especial Stuart Mill. En

    ciones de gneros. En su obra ytiene como obje-l gnero huma-ende la igualdadondicin para eldad. Pero si suseconoma le han

  • Recensions Papers 54, 1998 221

    hecho merecedor de un lugar destacadoen la historia de la ciencia econmica noha ocurrido lo mismo en cuanto a la tras-cendencia de sus ideas en pro de la igual-dad de gneros. Neus Campillo destacaen la obra de Mill el criterio de igualdad,propio de la modernidad, y lo relacionacon el reciente debadonde los valores de losy masculino se vinculaMill relaciona las actportamientos femeninodiferenciada que las mdecir, los vincula con lles que la sociedad oto

    Simmel, por el congunta el porqu de los tamientos entre gnerola existencia de culturasmujeres y hombres. Sila cultura femenina es propia de las mujeressidiaria de la masculinnante. El socilogo alemla construccin de unaes posible porque las mponer de peculiaridadculturales distintos que ms advierte que tal crenuncia a participar acta como dominanJess de Miguel, Simmros autores capaces drcter dominante de embargo su anlisis didentificar lo femeniny carente de razn, fomanera una dicotomavez ms las relaciones

    Los ideales de raznel conjunto de la pobla modernidad no se gro humano a pesar de tados con vocacin uniAdorno y Horkheimedemostrar, el concepto est aliado al poder yRodrguez-Ibez muesres de la Escuela de Fran

    el mito de la razn y evocan, a su vez, ala mitologa griega como fuente de pen-samiento, de recreacin, donde estncomprendidos los elementos de debatesobre los que discurre buena parte delconocimiento de la humanidad.

    Las crticas a la modernidad constru-

    te postmoderno, gneros femeninon a su naturaleza.itudes y los com-s con la educacinujeres reciben, es

    os valores cultura-rga a los gneros.trario, no se pre-distintos compor-s, sino que afirma

    diferenciadas entremmel plantea quesubjetiva, pues es y, a la vez, es sub-a, que es la domi-

    n considera que cultura femeninaujeres pueden dis-es e instrumentoslos hombres y ade-reacin supone laen la cultura quete. Como sealael es de los prime-e reconocer el ca-lo masculino. Sine gnero le lleva ao con lo subjetivortaleciendo de esa que distancia cadaentre gneros. y educacin para

    lacin forjados eneneralizan al gne-haber sido presen-versalizante. Comor se encargan de

    ilustrado de Razn a la dominacin.tra como los auto-kfurt rompen con

    yen el discurso de la posprimera receta alega Soes olvidar la Ilustracingar al sujeto. Frente a llos postmodernos propode identidad basado eFrente al sujeto masculinidad se impone el condad (que resulta de ciertcorriente del feminismodiferencia de gnerosrecuerda los postulados dcurso de la igualdad, y ddefensa de una culturarente y alternativa de la mnante. La construcciuniversal, por el que se prno se ve favorecido pomiento femenino diferenla cultura dominante, sisu conquista. Lo que en Amors sera apropiarsmisma de universalizacsujeto que se autoconstituversal.

    * * *

    Lejos de considerar la cto, el concepto de indiclamas de igualdad immodernidad, la mayor pradores de la sociologa dComte, Durkheim o Leplegarse a posiciones tmantenimiento del ordelo que se refiere a materinen su reflejo en la sujey en la defensa de la inscomo espacio propio del

    La obra de Durkheimmayora de los clsicos,tmodernidad. Laledad Murillo

    , despus, dero-a razn ilustradanen el concepton la diferencia.no de la moder-cepto de femini-a utilidad para la que aboga por la). La polmicae Mill, en su dis-e Simmel, en su

    femenina, dife-asculina y domi-

    n de un sujetoonuncia Murillo,r un posiciona-ciado, alejado deno que deriva depalabras de Celiae de la definicinin que hace elye en sujeto uni-

    ategora de suje-viduo o las pro-pulsadas por laarte de los inspi-el siglo XIX como Play optan porradicionales, den social, que, ena de gneros, tie-cin de la mujertitucin familiargnero femenino.

    , como la de la se construye no

  • slo obviando la presencia femenina enla sociedad, sino, incluso, a pesar de ella.Durkheim, como pone de relieve RamnRamos, ignora el comportamiento dife-rencial de las mujeres frente al suicidio yno repara en acudir a explicaciones fuerade lo social contraviniendo su enun-ciado de explicar lo socotorgando causa de hechos sociales vinculadnino. Ramn Ramos pDurkheim crticamentla y nos advierte de loresulta enjuiciar hoy, deres, a un clsico de hembargo, en el tiempaunque la corriente masamiento fuera conservahubo voces de pensadopara exponer sus proc(Poulain de la Barre yotros) que tanto el sociotros autores de su poor. La revisin crtica dtextualizando sus escritfuente de conocimientocrepancia que de hecho tiene que ver con la valosecuencias que conllevao, dicho de otra formafectado el contenido sociedad de gneros.

    Para Le Play la socide familias y no de indlas mujeres carece de sipara fortalecer las funtener la institucin famvertiente econmica coes decir, como mantenedora del orden social. Pafunciones la familia deprincipios: los mandamy la autoridad paterna. Lcontexto quedan subortrina religiosa y a la jerIglesias de Ussel, que ecomo hiciera Ramn RDurkheim, sita a este po y declara que en lo r

    anlisis de gnero Le Play es tan tradi-cional como lo fueron los dems padresde la sociologa en su poca. Con todo ypor extendidas que estuvieran sus ideas,no obsta para que ambos sean alineadosentre los anclados en un pensamientoesttico y opuesto al cambio.

    222 Papers 54, 1998 Recensionsial por lo socialnaturaleza a losos al gnero feme-resenta la obra dee pero sin juzgar- anacrnico quesde nuestros valo-ace un siglo. Sino de Durkheim,yoritaria de pen-cionista, tambinres que se alzaronlamas igualitarias J. S. Mill, entrelogo francs comoca prefirieron des-e los clsicos, con-os, es una valiosa y el grado de dis-generan sus textosracin de las con-n sus enunciados,a, sobre cmo hade sus teoras a la

    edad se componeividuos. El rol degnificado si no esciones que ha deiliar, tanto en su

    mo en la poltica,dora y estabiliza-ra cumplir dichas

    be regirse por dosientos de la Iglesiaas mujeres en ese

    dinadas a la doc-arqua del varn.studia a Le Play,amos al hablar deautor en su tiem-elacionado con el

    Desde la teora funcidefiende el papel de la fadad bsica para el mantsociedad. Aunque recontucin familiar ha perdidductiva que tuviera antamantiene su funcin dcumplimiento de la finaasocia la familia slo es posin de roles entre los mcomponen. De esta manhan de cumplir con un que tiene que ver con suen el mantenimiento de mujeres les corresponde relacionado con la atencde los nios. La divisinfuncin del gnero es uncativo que se mantienmuchos de los autores qla formacin de la teora donde tal divisin adquicia y un tratamiento singfuncionalistas. Parsons, cAlberdi, eleva la diferencentre gneros a la categofuncional del sistema socciente del trasfondo andest detrs de sus argum

    Veblen, por su parte, nen aportar argumentos pde gneros. En su obra mteora de la clase ociosa, abde excluir a la poblacinproduccin y del trabajoque se refiere al colectivolas mujeres burguesas amles del siglo XIX. A Vebleel mrito, como sealCastillo, de proporcionapolemizar sobre un secde la sociedad en la que onalista Parsonsmilia como uni-enimiento de laoce que la insti-o la funcin pro-o, considera quee consumo. Ellidad a la que sesible con la divi-iembros que la

    era, los hombresrol instrumental responsabilidadla familia, y a lasun rol expresivoin y el cuidado del trabajo en

    principio expli-e constante enue participan ensociolgica. Peroere una relevan-ular es entre losomo seala Insiacin de tareasra de requisitoial sin ser cons-rocntrico que

    entos.o se queda atrs

    ara la dicotomas conocida, Launda en la idea femenina de la. Al menos en lo que l estudia:

    ericanas de fina-n se le reconocea Jos Castillor elementos parator privilegiado le toc vivir. De

  • acuerdo con su posicin, el disfrute delocio es el estado que mejor se asocia conel colectivo de mujeres citado. Afirma,eso s, que el ocio femenino no es sinouna muestra del prestigio del varn, loque relega a las mujeres a la situacin deobjeto. De esta manera, Veblen da unpaso ms en la separacen base a la dicotomainactividad.

    La familia es presenmiento catlico espaopilares bsicos en los sociedad. La divisin garanta del mantenimres sociales que se tratLas mujeres, alejadasfbrica, tenan como donde sus obligacionesdas por su rol como esidentificacin del pencon el rgimen que hareciente pasado de la hcontribuido a fortaleValentina Fernndez Vdiferenciada de lo femlino con lo privado y lovamente.

    A diferencia de los ados hasta ahora, los tetivismo no prestan atendel trabajo entre gnerode en la bsqueda de laPara ello, y en esto se atneos, destacan la trasctitucin familiar como contribuir a lograr los iEl corporativismo tiendas acepciones: es considmodelo de sociedad, coduccin o como estrucnos lo relacionan con de la sociedad a la que y otros, desde postuladran que no es sino unachacable a la clase burmulacin de capital. Cca que la distribucifamilia carece de atenc

    el trabajo domstico tiende a ser trabajomercantilizado, mediado por las leyes delmercado y del intercambio; segn estaperspectiva, trabajo domstico y extrado-mstico son complementarios, indepen-dientemente de quien los haga, y surealizacin tiene como finalidad la coo-

    Recensions Papers 54, 1998 223in de los gneros entre actividad e

    tada por el movi-l como uno de losque se sustenta ladel trabajo era laiento de los valo-aban de imponer. del taller y de ladestino el hogar, quedaban defini-posa y madre. Lasamiento catlico prevalecido en elistoria espaola hacer, como sealaargas, la relacin

    enino y lo mascu- pblico respecti-

    utores considera-ricos del corpora-cin a la divisin

    s; su finalidad resi- mxima utilidad.semejan a sus coe-endencia de la ins-entidad que puedentereses buscados.e de hecho varia-erado tanto comomo modo de pro-tura poltica; algu-la racionalizacinaluda Max Weberos marxistas, valo- nuevo proyectoguesa para la acu-arlota Sol desta-

    n de tareas en lain en esta teora;

    peracin dentro del grup

    * * *

    Las reflexiones en tornonen los escritos recogidbloque. La concepcin tciencia, como seala Mempezando a ser cuestiontante incorporacin de itrabajo cientfico. Lo submientos, tantas veces asonino, son componentes quehacer cientfico. El sude Gonzlez Garca sobatestigua. El hecho de qucin cientfica se busquno significa que en ellaelementos subjetivos. Caddente que cada autor odesde sus propios condicellos el gnero destaca sbagaje sociolgico que viene ofertado desde la sus autores a la universalizcia. Sin embargo, los anmuestran que tal contrigada por una visin andrealidad social. As lo recode Len, que muestra coque est presente tanto de sociologa como en lalas reas de poder en que versidad actualmente.

    La utilizacin del lenlos aspectos en los que androcentrismo de la Durn hace notar que Ogran conocedor de la medgua y el habla en el promiento, utiliza trminomasculino que, en ocasio familiar.

    a la ciencia re-os en este tercerradicional de la

    . A. Durn, estada tras la cons-nvestigadoras aljetivo, los senti-

    ciados a lo feme-inseparables delgestivo artculore Weber as loe en la elabora-

    e la objetividad no intervengana vez es ms evi- autora escribeionantes y entreobremanera. Elhemos recibidocontribucin deacin de la cien-lisis de gnerobucin est ses-rocntrica de lage M. A. Garcamo dicho enfo-en los manuales estructura y ense asienta la uni-

    guaje es otro dese manifiesta elciencia. M. A.rtega y Gasset,iacin de la len-

    ceso de conoci-s expresados enones, incluyen a

  • Frente a las explicacionsociedad civil para dar cnes gubernamentales y len general rasgo coparadigmas estructural-ralista e incluso marxistversiones, en el curdcadas las ciencias so

    TARROW, Sidney. Elaccin colectiva y pol

    ambos gneros pero en otras es precisoadivinar si se produce tal inclusin o si,como ocurre a menudo, lo femenino estexcluido. Conscientes de este aislamien-to, las mujeres, como dice Durn, no pue-den incorporarse y participar de unamanera acrtica en la cultura.

    La democratizacin de la ciencia es unrequisito para la particde las mujeres en ella. Cnez Blanco, es precisodemocratice y que cadella la expresin de su

    En la enseanza de lduce actualmente un vatamiento de la sociedalo seala Gil Calvo qula base discursiva sobrecer, se mantiene el debciones de gnero. Endebate se queda en la dmico. Pero convierecordar que la implandios de gnero en la Universidad no esuna empresa acabada; ha costado, y estcostando, un gran esfude esa trayectoria se insenso pero no es ajenaotro lado, los Womecienden lo acadmico sin prctica en otrospoltica o la vida cotidi

    como movimiento social que, dentro yfuera de los muros universitarios, recogelas aspiraciones de cambio social favora-bles a las mujeres se inscribe en la historiadel conflicto vivida en nuestro pas en losltimos aos.

    En conjunto, este libro es una refle-xin sobre la ciencia, sobre como traba-

    con una frase: [] la sociologa ha par-ticipado desde sus inicios en una voca-

    224 Papers 54, 1998 Recensionses centradas en lauenta de las accio-a actividad polticampartido por losfuncionalista, plu-a en alguna de susso de las ltimasciales han asistido

    a una avalancha de estuen torno al proyecto dEstado como actor ade configurar e influir sociales. En el campo dmovimientos sociales, el pperacin del Estado comcativa del acontecer soci

    poder en movimiento. Movimientos socialestica. Madrid: Alianza, 1997

    erzo. El resultadoscribe en el con- al conflicto. Porns Studies tras-y tienen su expre- campos como laana. El feminismo

    cin humanista y liberadpor encima del mero sabque expresa mejor que sentir y la aspiracin de

    CristUniversidad Compludios aglutinadose recuperar el

    utnomo capaz en los procesose estudio de losroyecto de recu-o variable expli-

    al ha cristalizado

    ,

    ora que la sitaer tecnocrticoninguna otra eleste texto.

    ina Garca Sainztense de Madridate sobre las rela- su opinin este

    palabra, en lo aca-ne, sin embargo,tacin de los estu-

    dinmico. El anlisis de las relaciones degnero conlleva un germen de cambiodentro del panorama actual de la socio-loga. Retomando las palabras de la edi-tora de esta publicacin nos quedamosipacin igualitariaomo seala Jim-

    que la ciencia sea gnero tenga ensingularidad.a sociologa se pro-co respecto al tra-d de gneros. Ase critica, adems, la que, a su pare-

    jaron los clsicos y sobrconstruyendo hoy la teoNo es una mirada fija odo sino que presenta unmico. Se analiza cual hacuales los objetivos sobrebajado los autores que hacrear la sociologa. Y, fipara qu de estas reflexiolidad, hallamos su estme como se siguera sociolgica.

    esttica al pasa- potencial din- sido el objeto y los que han tra-n contribuido analmente, en elnes, en su fina-ulo, su espritu

  • en el denominado enfoque del procesopoltico. La intuicin fundamental dedicho enfoque es que la configuracinorganizativa y las pautas de actividad delEstado afectan a la formacin, organiza-cin y xito eventual de las organizacio-nes de un movimiento social y, porextensin, a los movimsu heterogneo conjunlos ltimos aos, sonestudiosos que se aprocolectiva desde este pFruto de ello es que ahoun amplio abanico deestudios acerca de movurbano, el ecologista, civiles de la minorael pacifista y antimilitao el antinuclear.

    Uno de los autores qtacado en investigar elen el que se desenvuelvtos sociales ha sido el pmericano Sidney Tarroreseamos, El poderTarrow culmina una dprofesional dedicada movimientos sociales yva caracterizada por fijen factores culturalesnfasis preferido por lopeos, como Touraine ypoco en la disponibilrecursos para la accinterstico del enfoque oteora de la movilizacrepresentada por Zald yen factores de naturalezto principales factores la accin colectiva.

    La obra arranca conduccin en la que demientos sociales como planteados por personobjetivos comunes y sinteraccin mantenidaoponentes y las autoCuatro son, por conspiedades de los movim

    desafo colectivo, objetivos comunes, soli-daridad mutua e interaccin sostenidacon oponentes. En dicha interaccin sostenida entre pares de actores (movi-mientos, por un lado, y destinatarios polticos de las demandas, por otrolado) tiene un papel clave lo que desde

    Recensions Papers 54, 1998 225ientos sociales ento. En el curso de cada vez ms losximan a la accinunto de partida.ra disponemos de pormenorizadosimientos como elel de los derechos afroamericana, rista, el feminista

    ue ms se ha des- contexto polticoen los movimien-olitlogo nortea-w. En la obra que en movimiento,ilatada trayectoriaal estudio de los la accin colecti-ar su atencin, no e identitarios (els estudiosos euro- Melucci), ni tam-idad y gestin de (subrayado carac-rganizativo de lain de recursos, McCarthy), sino

    a poltica en cuan-precipintantes de

    una breve intro-fine a los movi-desafos colectivosas que compartenolidaridad en una con las lites, losridades (p. 21).iguiente, las pro-ientos sociales: un

    el enfoque del proceso pmina la estructura de optica. La EOP hace redimensiones congruentnecesariamente formaltes del entorno poltincentivos para que la geacciones colectivas al afetativas de xito o fracasdecir, que frente a otras para el estudio de los moles que intentan respon(caso del enfoque organira de la movilizacin dporqu de la accin coenfoque de los nuevossociales), el enfoque delco, sirvindose del conaborda la cuestin del cuma Tarrow operacionalizade EOP, cuando las posibticipacin en la vida pmentan (sobre todo cocelebracin de elecciones)ducen cambios en las gobierno, cuando hay ddos en la estructura inEstado (en especial pardispuestos a servir de vehvindicaciones de la socieddo emergen conflictospolticas, entonces se pulos movimientos disfrutatura favorable para empcolectiva en pos de sus rCualquier agregacin de slo favorece sino que taca las posibilidades demiento social recurra a lapara ver incorporadas suel proceso poltico. Al oconcepto de EOP en lasoltico se deno-ortunidad pol-ferencia a las

    es aunque noes o permanen-ico que ofrecennte participe enctar a sus expec-o (p. 155). Esaproximacionesvimientos socia-der al cmo

    zativo de la teo-e recursos) o allectiva (caso del movimientos proceso polti-cepto de EOP,ndo. As, afir-ndo el conceptoilidades de par-

    oltica se incre-n ocasin de la, cuando se pro-coaliciones deisponibles alia-stitucional deltidos polticos)culo de las rei-ad civil o cuan-

    entre las litesede afirmar quen de una coyun-render la accineivindicaciones.estos factores nombin multipli- que un movi- accin colectivas demandas en

    peracionalizar el cuatro variables

  • 226 Papers 54, 1998 Recensions

    sealadas, Tarrow consigue descender alplano emprico y dotar al enfoque delproceso poltico de un potencial opera-tivo del que carecen otras aproximacio-nes, razn sta, sin duda, que explica lapopularidad de la que goza el enfoquedel proceso poltico entre los estudiososde los movimientos so

    Adems de explicaraccin colectiva, una Ese cierra segn las variaproporciona el contextpara enfrentarse a cuesvertidas en la teora sosociales como son el ming) o la movilizaciLa EOP adquiere, de emaca explicativa dentrproceso poltico, por engos de carcter econmque vara ampliamentlugar son las oportunilos movimientos socialmamente relacionados que stos ofrecen para que con las estructurasmicas subyacentes (p.

    Otro concepto tpicproceso poltico, introdde estudio de los movpor Tarrow, es el de cAlgunos ejemplos de que la protesta se geneancho del tejido social hciclo de protesta son 1848, las revueltas estudda de los sesenta o lasterciopelo en la Europles de los ochenta y noventa. Segn la defiun ciclo de protesta es sificacin de los conflitacin en el sistema souna rpida difusin de de los sectores ms mmenos movilizados; uncin acelerado en las fotacin; marcos nuevospara la accin colectiva;

    de participacin organizada y no organi-zada, y unas secuencias de interaccinintensificada entre disidentes y autorida-des que pueden terminar en la reforma,la represin y, a veces, en una revolucin(p. 263-264). De nuevo, la variable expli-cativa fundamental del surgimiento de unciales. el cundo de laOP que se abre obles mencionadaso ms productivotiones tan contro-bre movimientosenmarcado (fra-n de estructuras.ste modo, la pri-o del enfoque delcima de otros ras-ico o social: lo

    e con el tiempo ydades polticas, yes estn ms nti-con los incentivosla accin colectiva sociales o econ-148).o del enfoque delucido en el campoimientos socialesiclo de protesta.momentos en losraliza a lo largo yasta constituir un

    la Revolucin deiantiles de la dca- revoluciones dea del Este a fina-

    principios de losnicin de Tarrow,una fase de inten-ctos y la confron-cial, que incluye

    la accin colectivaovilizados a los

    ritmo de innova-rmas de confron- o transformados una combinacin

    ciclo de protesta es la apede la EOP segn las varidas anteriormente.

    Otro rasgo digno dobra de Tarrow es la ateta a la historia. En concel primero, est dedicaddel movimiento social nte el siglo XVIII en EuropFue entonces cuando eaccin colectiva (esto esmedios de que disponeplantear sus reivindiccomo resultado de los den proceso de consolidaformas de asociaciacincin tambin resultaron dtancia para la difusinrepertorio de accin nacy modular (en el que deaccin como las huelgasciones) llamado a sustitlocalista tpico de la era el que destacaban modoslos motines de subsistenciones de cosechas o lastierras). Informando hisanlisis de este modo, Tatra en disposicin de enfticas de los historiadoreocasiones (no sin parte desado a los socilogos yignorar la historicidadsociales, tal y como se hpor ejemplo, con ocasinla novedad de los nuevosociales.

    A menudo, los autopoltico dan la sensacinmovimientos sociales ddeterminista, es decir, qsiderar las manifestacirtura o cerraznables menciona-

    e destacar de lancin que pres-reto, un bloque,o a la formacinacional duran-a y los EE.UU.l repertorio de, el conjunto de un grupo paraaciones) surgiesafos al Estadocin. La nuevas y de comunica-e capital impor- de un nuevo

    ional, autnomostacan modos de o las manifesta-uir al repertoriopreindustrial (en de accin comocia, las apropia- ocupaciones detricamente a surrow se encuen-

    rentarse a las cr-s, que en tantas razn) han acu- politlogos de de los procesos

    a manifestado, del debate sobres movimientos

    res del proceso de concebir lose un modo casiue parecen con-ones de accin

  • colectiva como el producto inevitable delcontexto poltico, y que los movimientosdeben considerar dicho contexto comoun dato inmutable en sus clculos estra-tgicos a corto plazo1. Tarrow se sacudeese determinismo y resuelve, a nuestrojuicio, mejor que otros autores el dilemade la relacin entre estructura y agenciaal defender que, efectiinfluye en la suerte depero que stos puedenalteraciones sustancialeticular como resultado d(p. 148 y 173). Es decmientos sociales no son meras vctimasde la EOP que les rodea, sino que tam-bin crean nuevas oportunidades paraellos y para otros movimsu accin deliberada, treste modo la configuracla EOP.

    Sin duda, el enfoquetico representado entre ha contribuido a revitacampo de estudio que mo como pocos en las Sin embargo, dicho ealgunas fallas que se rmeridianamente claroTarrow. En particular, el dficit ms notable puesto por Tarrow, apucin sostenida entre acautoridades como el raslos movimientos socialep. 167) delata un sesgodades que muy bien putado como un reduccioEste reduccionismo o s

    ca oscurece otras dimensiones de laaccin colectiva que no son fcilmentereducibles a la confrontacin con lasautoridades, como por ejemplo la crea-cin de modelos culturales alternativos alos dominantes, los cambios en la opi-nin pblica o las transformaciones enel universo del discurso poltico. Es decir,

    ejercer una influencia indirecta en lasociedad poltica a travs de la influen-cia en la sociedad civil. As, por ejemplo,

    os como el eco-

    Recensions Papers 54, 1998 227

    1. Por ejemplo, KRIESI, Hen Europa Occidentalo poltico Madrid: Aliientos gracias aansformando dein especfica de

    del proceso pol-otros por Tarrowlizar an ms unvive un dinamis-ciencias sociales.nfoque presentaeflejan de modo en la obra dey tal vez sea stedel modelo pro-ntar a la interac-tores colectivos ygo definitorio des (ver definicin; hacia las autori-ede ser interpre-nismo poltico.

    obrecarga polti-

    los logros de movimientlogista en transformar lnales de vida (hbitos dconsumo, relacin con ete, empleo del ocio, etc.)opinin pblica con reambiente o la renovacinlos partidos polticos sonenfoque del proceso potante, esta crtica no obenfoque del proceso popor Tarrow aporte un uty un acercamiento a losociales que ha de dar luya) a notables avances ende estos agentes colectimovimientos sociales.

    UniversidadEuskal Herrik

    . (1992). El contexto poltico de los nuevos mol. En BENEDICTO, J.; REINARES, F. (eds.). Las tranza.os estilos perso-e produccin y

    l medio ambien-, la actitud de laspecto al medio de la agenda de

    ignorados por elltico. No obs-sta para que el

    ltico defendidoillaje conceptuals movimientosgar (lo ha hecho la comprensinvos que son los

    Jesus Casquette

    del Pas Vasco/o Unibertsitatea

    vimientos socialesansformaciones de vamente, la EOP los movimientos, asimismo inducirs en su EOP par-e su propia accinir, que los movi-

    que el enfoque del proceso poltico repre-sentado entre otros por Tarrow soslaya elhecho de que los movimientos socialespueden interactuar no slo con las auto-ridades, sino tambin con la sociedad civildentro de una estrategia concebida para

  • 228 Papers 54, 1998 Recensions

    En el encabezamiento del prefacio de suconocida obra Clases, recoge Erik OlinWright una recomendacdebi crear un, al pareceleble en su trabajo acaaprender dice Beatricescribir de tal forma quesea lo ms fcil posiblestn en desacuerdo cony aunque aqu no se trates de destacar, en el misla crtica del libro, lo dresulta la buena escriturjo evaluador, siendo el cra que domina las artes nivel de poder presentar fluidez y rigor expositivreas tan complejas y dpsicologa social, la edusis metodolgico cualitntica de segundo ordadobando un tema tande la transicin de la niy edad adulta. Probablsu capacidad comunicamplio currculo de su aDaz, PhD en Sociologsidad de Londres y profen la Universidad de Ovtrayectoria docente eneducativo, lo que le ha tar tan ardua empresa cde xito que hoy se conuna pega inicial se le poempeo exitoso: lo crpra parte del ttulo, que hleerse prcticamente tocomo en las novelas, llerelacin causal que la auel presente y el futuro dtes va, descubrimos, los percepcin. Aunque tser un acicate, a modo dlectura

    En efecto, el propsito declarado delestudio es definir, analizar y operativizar

    DAZ MARTNEZ, Capitolina. El presente de su futuro. Modelos de autopercepcin y de vida entre los adolescentes espaoles.Madrid: Siglo XXI, 1996.in familiar quer, precepto inde-dmico: Debese A. Wright a a tus crticos lese saber por qutigo. Pues bien,e de desacuerdo,mo comienzo dee agradecer quea para un traba-aso de una auto-comunicativas aljuntos, con tantao como claridad,istantes como lacacin, el anli-ativo y la ciber-en. Todo ello,

    crucial como elez a la juventud

    emente, junto a ativa, ha sido elutora, Capitolinaa por la Univer-esora de ese reaiedo, con amplia nuestro sistemapermitido afron-on las garantasstatan. Si bien,dra poner a esetico de la prime-ace que haya quedo el libro para,gar a entender latora pone entree los adolescen-

    modelos de auto-ampoco deja de e celada, para su

    el concepto de sistemas dmediante el estudio de las autopercepciones, o focentenar de adolescentes los 13 y 14 aos se ven mundo que les rodea, yacadmico. El hilo condjo es que esos chicos y csociales autnomos que degias educativas de acuerdtivas personales. Para ellode valerse de una metodsis sociosemntico, una canlisis de contenido, eescalamiento multidimenco, que intenta salvar lalas tradiciones cuantitatPero vayamos por partes consisten cada una de len que se divide el libro

    El trabajo comienza fse, a modo de suculentotra la ingenua filosofa cofatalismo cultural y a fllama, como declaracimotivacin socioeducaticurso, pasa revista a lastan de explicar el fracaeducacin de masas comde nivelacin social: la dral, la reproduccin ycultural. Teoras a las quvisin de los individuosocioculturales de autopertibles, por tanto, de un autorrealizacin y la inna desarrollar a travs de ldesarrollo en el que, quble apreciar un cierto voque, ciertamente, signsobre las perspectivas dde la produccin culture autopercepcin,la relacin entrermas en que unmadrileos entrea s mismos y al su rendimientouctor del traba-

    hicas son agentesfinen sus estrate-

    o con sus expecta-, la autora trataologa, el anli-ombinacin dell Q-anlisis y elsional no mtri- distancia entreiva y cualitativa.y veamos en quos seis captulos.uerte, situndo- aperitivo, con-mpensatoria y elavor de lo quen de principios,va. En el trans- teoras que tra-so relativo de la

    o instrumentoeficiencia cultu- el relativismo e contrapone las como sistemascepcin, suscep-

    potencial para laovacin culturala educacin. Unizs, fuese posi-luntarismo, peroifica un avancee la resistencia yal.

  • Recensions Papers 54, 1998 229

    En el captulo 2 aporta los funda-mentos tericos, o nociones heursticas, dela investigacin, que tienen su origen enel pensamiento sistmico, en sus acep-ciones clsicas y recientes, as como en laciberntica de segunda generacin, quese extiende desde Geyer y Zouwen aVarela y Maturana. Oryen en una analoga bitituye un acercamientosociologa especialminterpretativo y biolomente, no deja de establemas. Unos problemtanto de los temores hidados al maridaje entrcomo de lo reciente e into. En un sentido tranqparalelismo existente que establece Maturanavivos y sociales y el orgque fecund en Durkmente, el ver como Wnen a la memoria cuaclausura organizacionatodo caso, y al Csar lola ciberntica modernaZouwen en el libro haseparacin micro-macrocientfico social entre el indad entre la libertad y e

    El captulo 3 est del concepto, central ende sistemas de autopercedolo con otras nocionsociolgicas con l relconcepto, autorreferenhabitus. En ese sentido, interesante y provechosidea de que los individutemas sociales autnomde la autoexpresin comso a la autopercepcin.susceptibles de agruparen modelos de autoperceptractas tpicas de un conindividuales de autope

    Con el captulo 4 cripcin de la parte em

    tigacin, desde su diseo hasta su reali-zacin emprica, que se contina en elcaptulo 5 y termina con el anlisis delos modelos de autopercepcin del cap-tulo 6 y ltimo. Es una parte del trabajoque alcanza niveles importantes de com-plejidad y puede verse en muchosgenes que conflu-osocial, que cons- interesante entre

    ente la de tipoga, y que, obvia-

    r preado de pro-as que derivan,

    stricamente fun-e ambas ciencias,cipiente del inten-uilizador acta el

    entre la metfora entre organismosanicismo alemnheim. O, igual-eber o Mead vie-ndo se lee sobrel e individual. En que es del Csar,dicen Geyer y

    ce posible salvar la en el pensamientodividuo y la socie-

    l determinismo.edicado a definir todo el estudio,pcin, comparn-es psicolgicas yacionadas: auto-cia, autoestima ysu lectura es hartoa, derivando en laos sociales son sis-

    os, que se valeno forma de acce-

    Sistemas que sonse en su analogacin o formas abs-junto de sistemas

    rcepcin.comienza la des-prica de la inves-

    momentos como un vede metodologa cualitatanlisis de las tcnicas utlarmente se refiere. La mtituida por 118 estudiacurso de la desaparecidacolegios pblicos de distMadrid. La recogida decabo mediante una redacte una hora, pudo reade estos estudiantes soba ti mismo/a como jovende mediana edad y comlo largo de la exposicinse compara la tcnica con otras similares, codiscusin, y se estudiamtodos utilizados en investigacin: 1) el ando de la informacin prolas redacciones; 2) el amntico de los datos griormente, y 3) el anlisiDe igual manera, la auprofundidad los posiblestemolgicos y metodolden presentar las tcnutilizadas (homogeneidfiabilidad...); consiguienbrillantez a lo largo de pesar de lo denso de la eguaje abigarrado y difcialto grado de abstraccExplica, igualmente, el versin de las palabras sdestacan en los textos eceptos y de stos en catecon las que ha utilizado un JACCARD o coefictud, constituyendo los vmidad y el input para multidimensional.rdadero manualiva, en lo que alilizadas particu-uestra est cons-ntes del ltimo EGB, de cuatrointos barrios de datos se llev acin que, duran-lizar cada uno re cmo te ves, como personao anciano/a. A metodolgica,

    de la redaccin mo el grupo de n los diferenteslas etapas de lalisis de conteni-porcionada pornlisis sociose-enerados ante-s interpretativo.tora estudia en problemas epis-gicos que pue-

    icas de anlisisad, relevancia, do gran rigor yestas pginas, ascritura y el len-l a que obliga elin discursiva.proceso de con-ignificativas quescritos en con-

    goras analticas,como Q-anlisisiente de simili-alores de proxi-

    el escalamiento

  • 230 Papers 54, 1998 Recensions

    Su resultado se recoge en unos grficossociosemnticos de los que la investigado-ra deduce, usando su intuicin semn-tica, tres modelos de autopercepcin:

    1. el profesional, mayoritario y que acogeal 42 % de la muestra, caracterizadopor la enorme impota a la autorrealizac

    2. el familiar, minorimuestra) y eminenno, en el que resaltapertenencia a una fa

    3. el dual o conflictivofemenino.

    El modelo profesiondos submodelos: el ejecla posibilidad de un futufamilia tradicional y dlos chicos, y el progreesa posibilidad y en dolas chicas. Quizs se pproporcin entre el geto terico y metodolgprofusa erudicin que dtacin del marco terilos instrumentos metoreducida extensin dedlos modelos de autopeal fin y al cabo del estuconducta futura de depender fundamentatemas de autopercepciyen la base para su tomde su accin social. Taest suficientemente jusidad, no dejan de parintermediaciones (proccin conceptual, redude sujetos y de categortal y como salen de lainput que entra finalmdel SPSS del ordenadoa la intuicin semnticatrata acaso de una versdel ojo clnico del medicina?) un intervpudiera parecer excesiv

    incorporar sucesivos sesgos y capas deerror a lo largo del proceso reflexivo, sobretodo cuando ste se presenta como cua-litativo.

    Pero, si el libro comienza con valen-ta, no termina de peor guisa, debiendovalorarse el arrojo e inters de afrontar las

    rcticas en unasrtancia que pres-in profesional; tario (27 % de latemente masculi- el sentimiento demilia; , eminentemente

    al tiene, a su vez,utivo, que incluyero en torno a una

    onde predominansista, que excluyende predominan

    ueda ver una des-neroso tratamien-ico del trabajo, laedica a la presen-

    co y al anlisis dedolgicos, con laicada al anlisis dercepcin, objetivodio, para el que laesos estudianteslmente de esos sis-n, que constitu-a de decisiones ymbin, y aunquestificada su nece-ecer excesivas laseso de homologa-ccin del nmeroas) entre los datoss redacciones y elente en el ASCALr, concedindosele investigadora (sein racionalizadaprofesional de laencionismo queo y susceptible de

    posibles implicaciones papretadas y oportunas clas que su autora, Capitma la idea de la motivacva y la propone como babienintencionado de sunegativos que el procesoel sistema de autopercepdo una escolarizacin exproduzca el acoplamientoel proceso educativo y elpercepcin del estudiantviene a resolver de mantensin antes creada entra los sujetos individuasociales de mayor magncaer en esos sistemas indipercepcin el resultado oy vital, y el potencial quautorrealizacin y la innque pueden desarrollar acacin. Probablementepoder explicara mejor asimetra entre los elemeromorfos que condicisocial.

    Completa el libro ungrafa, cuidada en lo temtual, junto con un bien analtico. De manera quconjunto, el trabajo recomen aparece suficientempara conceder a su adquda su original redacciexpresin tan cara a los value for money, pues ponen en su lectura ms aptanto en lo sustantivo codolgico, que el libro co

    AntonioUniversidad Compluonclusiones, enolina Daz, reto-in socioeducati-se de un intentoperar los efectos escolar tiene encin; aventuran-itosa cuando se estructural entre sistema de auto-e. Tal propuestaera favorable lae responsabilizarles de procesositud, al hacer re-viduales de auto- logro acadmicoe les abre para laovacin cultural travs de la edu-, una teora dely completara lantos auto y hete-onan la accin

    a amplia biblio-poral y concep-

    elaborado ndicee, valorado en sugido en el volu-ente interesanteisicin, conoci-

    n lingstica, laingleses de goodcos trabajos tie-rovechamiento,mo en lo meto-mentado.

    Guerrero Serntense de Madrid

  • Recensions Papers 54, 1998 231

    De qu lado ests?

    Desde la finalizacin de la SegundaGuerra Mundial la sociologa de la edu-cacin ha experimentaddesarrollo en el mundo demuestra la numerosarica y emprica, y la influcido en el resto de pases

    En 1970 se produjo uxin. En ese momenInglaterra la nueva soccacin, coincidiendo ctiva Knowledge and conF.D. Young, en un contetica, social y educativa, qlas posiciones crticas delnante, el funcionalista.dencias abandonaron loexcesivamente ambiciomonoparadigmtico, qucos pretendan unificarmente bajo un solo pdisciplina.

    Michael W. Apple es teamericano, ubicado neomarxistas, que por suparte de esta nueva soccacin; autor de varioy currculum (1979), E(1982), Maestros y textocimiento oficial (1993),recogen las teoras de lla produccin cultural.

    Apple, junto a Girouha reaccionado firmereduccionismo determias de la reproduccin, Bowles y Gintis y contrmo althuseriano. Estaslos seres humanos a un socializacin y sobrevacin de las estructurasaccin humana. As micontradicciones y form

    tanto individuales como grupales, quegenera todo poder o coaccin. Si la repro-duccin de la sociedad se lleva a cabo enun proceso de dominacin unidireccio-

    APPLE, Michael W. Poltica cultural y educacin. Madrid: Editorial Morata, 1996.o un importanteanglosajn, as lo produccin te-encia que ha ejer- industrializados.n punto de infle-to apareci en

    iologa de la edu-on la obra colec-trol, editada porxto de crisis pol-ue aglutin todas paradigma domi- Las nuevas ten-s planteamientossos, de carctere desde los clsi- epistemolgica-unto de vista la

    un socilogo nor-en las corrientes trayectoria formaiologa de la edu-s libros, Ideologaducacin y poders (1988), El cono- en los que ya sea resistencia y de

    x, Anyon y Willis,mente contra elnista de las teor-desarrolladas pora el estructuralis- teoras relegan amodelo pasivo deloran la domina- sociales sobre lasmo, ignoran lasas de resistencia,

    nal, a travs de la culturomper el crculo vicioconocer cmo se lleva ade transmisin culturalah, poder modificarlo, hforma, hincapi en la ragentes activos del sistem

    El trabajo de Apple indesde una perspectiva tmicro de la nueva sociolcin, basada especialmetados del marxismo etnteora macrosociolgicacin.

    Las teoras de la resistduccin cultural sealaduos no son meros jugulas fuerzas que se muevesus cabezas, sino actoressociales, sujetos capaces ptar, modificar o resistirestructurales.

    Las escuelas tienen unpia enraizada en la luchala ideologa, por tanto hque la escuela sea un mcentro de trabajo. Estenfasis en la autonomaen su rol crucial de repideologas, y en las relacenseanza debe ser consiesfera cultural activa quesosteniendo y resistiendcreencias de la sociedad

    Un tema al que este abastante atencin, ha sidy consumo de los librosnoma poltica de los Ligando el tema de losprofesorado, establece laproliferacin del uso dera escolar, paraso, es necesario cabo el proceso para, a partir deaciendo, de esta

    esistencia de losa educativo.tenta combinar,

    erica, el anlisisoga de la educa-nte en los resul-ogrfico, con la de la reproduc-

    encia y de la pro-n que los indivi-etes sometidos an por encima de de las relacionesor igual de acep- los imperativos

    a dinmica pro- en el terreno deay que rechazar

    ero reflejo de un anlisis pone el de las escuelas,

    roduccin de lasiones sociales. Laderada como una funciona a la vezo a los valores y

    dominante.utor ha dedicadoo la produccin

    de texto, la eco-libros de texto. recursos con el relacin entre lal libro de texto y

  • 232 Papers 54, 1998 Recensions

    otros sistemas de fichas y enseanza pro-gramada con la intensificacin del traba-jo docente y su descualificacin, al limitarsu autonoma y capacidad de control de larelacin entre la concepcin y la ejecu-cin del trabajo escolar.

    Apple ha utilizado las teoras interac-cionistas y la etnografa, manteniendo laidea bsica de poner enlisis la actividad de los dad de aceptar, resisdinmica estructural, base de sus estrategias esu cultura de clase, tn

    A Michael Apple se alturas de su trabajo mismo ya se encargaclaro en situarle delcos, de los que desechamo economicista paraeducacin y se inclincompromiso contextuocurre fuera de las escuciones econmicas y dero? a la vez que realiy cmo se ensea realmescuelas?. De hecho, zar Poltica cultural y educarga: el mundo de la por el estilo no son mehay realidades firmes, reza se basa, a menudo, enturales que no son simpsociales creadas por losles otorga un observadonuestra tarea consiste, aen no perder de vista esdes en la economa y el mismo tiempo, reconocde la esencializacin reduccionistas.

    Pues bien, si esto ees lo conocido de Appletramos de nuevo en estetraducido al castellanoque ahora es l quien nogunta a cada uno demundo educativo: dPara Apple los lados p

    que optar estn claros, aunque se pre-senten bajo formas distintas, y slo sondos: o se est con y por la educacin cr-tica o en contra de ella. No hay posibili-dad de no estar de ningn lado. Lo queApple plantea como una amenaza, la res-tauracin conservadora, no slo est ahsino que crece y busca nuevos espacios el centro del an-sujetos, su capaci-tir o mediar lapero buscando lan los vnculos conica o de gnero.le ve venir. A estasnadie duda l de dejarlo bien lado de los crti-n el reduccionis- el anlisis de la

    an por un difcilalizador quelas con las rela-

    clase, raza y gne-sta qu, quinente dentro de lasnada ms comen-cacin, vuelve a laeducacin y otrosros textos. Fuera

    alidades cuya fuer- relaciones estruc-les construcciones significados quer. Me parece quel menos en parte,tas firmes realida-Estado, aunque, alemos los peligrosy de los anlisis

    ntre otras cosas, qu nos encon- ltimo libro suyo? Lo novedad ess devuelve la pre- los actores del

    e qu lado ests?osibles entre los

    en los que desarrollarse, ypodemos encontrarnossituacin de haber suencantos de la alianza nconservadora sin llegar si urgente es ubicarse lo importante es tomar pdnde me dirijo?

    Apple dedica este nuelas amenazas que acechacrtica. En su opinin, eltivo norteamericano aumento de las desigualdcin del momento hegegacin de la ideologprivatizacin, centralicin hacia las profesioncin en un ejercicio dconsideracin de la justiminos de mercado, etc.tiempo le parece evidentidentidades de oposicin culturales emergentes y/ofuera del alcance de las pa

    Hay que reconocerle tencia en que hay razonepara el optimismo. En suhan dejado de darse conantihegemona, slo es cen cada momento culencontrarlas. Ahora mismcondiciones van unidas aalgunos movimientos sdemocrticas a los que hzar los esfuerzos para unde los currculos y la ensllados en las escuelas.

    Sin embargo, toda eslo que pasa adolece y tiene el mrito de reconode los problemas tpicos, en su opinin, en la extraacumbido a loseoliberal y neo-a saber cmo. Ydnde estoy?,artido hacia

    vo libro a revisarn a la educacin contexto educa-es inequvoco:ades, confirma-

    mnico, propa-a conservadorazacin, orienta-es y diferencia-e restauracin,

    cia social en tr- Pero al mismoe la existencia deque, bajo formas residuales, estnutas dominantes.a Apple su insis-s y pruebas opinin, nuncadiciones para lauestin de saberes son y dndeo, sostiene, esas la existencia de

    ociales y luchasabra que enla-a mejora crticaeanza desarro-

    ta evaluacin deel propio Applecerlo de uno

    del mtodo cr-

  • Recensions Papers 54, 1998 233

    tico, que Rodrguez Ibez ha descritocomo el desvanecimiento en la perpleji-dad de la indefinicin. De qu formase acaba concretando en la prctica socialdel momento la educacin crtica? Elautor esquiva esta pregunta con la justi-ficacin de que ya ha dedicado un libroDemocratic Schoolsextenso las prcticas clibro an no lo tenemostanto, para nosotros, irPoltica cultural y educacpleto. Nos quedamorespuesta a una de las mentales que Apple pcrtico en la educacin

    De momento, pareest unido a algunos mles. A cules? Por qu estos nuevos movimien

    trando una capacidad de introducir lgi-cas distintas y mltiples es decir, plura-listas en la produccin del sentido de losocial. Pero, cmo funciona esa intro-duccin?, por qu ahora?, por quconectar y cmo la educacin con estosmovimientos? De nuevo, sin respuesta.

    se presenta ms

    LLOBERA, Josep R. Een Europa occidental.Barcelona: Anagrama

    El dios de la modernidaanlisi brillant, des dela sociologia histricadesenvolupament delslEuropa occidental; setemes que darreramengran ress en el mnsocials. En aquest llibre R. Llobera remunta fins a ledat mitjanael bressol dels nacionoriginat al continent eumanera, replicant aquelErnest Guellner, han pnalisme com un fenommodern i producte de ltrials i capitalistes, Llouns orgens medievals.ra part del seu llibre,histria dels territoris dGermnia, Itlica i Hisedat mitjana (s a dir, d

    trobem avui en dia. Alguns daquests

    alismes que shanropeu. Daquesta

    ls terics que, comresentat el nacio-en estrictament

    es societats indus-bera en recupera

    Aix, en la prime- tot resseguint lae Britnia, Glia,pnia des de laltaaquells territoris

    moviments nacionals varse fins a desaparixer, prcment; mentre que daltreesdevenir la principal fodel nacionalisme oficial dA lhora dentrar en defitamb assenyala que, srequisit per qualificar dment com a nacionalistamoviment de masses, alenalisme que aquest autmitjana no podria sseren anar afeblint-ticament o total-s senfortiren finsnt dalimentaciun Estat naci.

    nicions, Lloberai prenem com aeterminat movi- lexistncia dunshores el nacio-or troba a ledat conceptualitzat nacionalismes ans dubte un delst est gaudint de de les cincies

    trobem com Josep

    diferents moviments nacionalistes que shihan desenvolupat al llarg de les centries.Llobera destaca com, a linici de ledatmoderna, el mapa de nacionalismes euro-peus ja era clarament similar al que a explicar porrticas; pero este en castellano. Porremediablemente,in resulta incom-s sin conocer la preguntas funda-lantea: qu es lo de hoy?ce que lo crticoovimientos socia-razn? Sobre todotos estn demos-

    En definitiva, el librobien como un trabajo deque Apple insiste en suscrticos ms tpicos conpujar un poco ms a susverdaderamente, sabeestamos? con la convexigencia autorreflexiva sirva de impulso para lacambio.

    RemedioMariano S

    l dios de la modernidad. El desarrollo del nCollecci Argumentos. , 1996.

    d ens ofereix una la perspectiva de, de lorigen i el

    que han estat susceptibledels macro estatsnaci depeu), assenyala els orgen transicin en el planteamientos el fin de em- lectores a optarmos de qu ladoiccin de que lade esta opcin

    innovacin y el

    s Castillo Preznchez Martnez

    acionalismo

    s dsser el marcl continent euro-s medievals dels

  • com a tal; per si saccepta la noci dunnacionalisme cultural, com un nacio-nalisme restringit, defensat sobretot perles classes cavalleresques i pels clerguesque, enfront de les elits que encara con-tinuaven emprant i defensant el llat, lloaven les grcies de la llengua i la cultu-ra nacionals, aleshoreposa trobar els orgensbastant abans de la Revfan ms que plausibles.ra, Josep R. Llobera intrcepte de potencial etnoel qual, a les darreries el mapa dels territoris dental que serien suscevolupar moviments nafora configurat. Aix, mtes sorts que aquestes ihagin pogut crrer al lries, all que la tesi denyala s el fet que la posuns determinats trets dgir-se o dintentar erigirestava fora definida. Rformat noves nacions dna, si de cas, shan desperdut la seva fora, i, eni tot han perdut la sevdun variable perode deparegut i han guanyatCercant els orgens nacijana, Llobera refusa diretesis segons les qualshauria estat una creacital devitar una uni gltreballadores, manipulanseus propis interessos. Aque, efectivament, aqueque hom ha donat a lanalista, no ns pas lorLlobera destaca el fet quva rebre una considerablels processos dindustriano obstant, ressalta el fprocessos dindustrialimodernitzaci (amb processos durbanitzaceducaci generalitzada

    comunicacions, etc.) foren els veritablesimpulsors de lauge dels nacionalismes.

    A partir de la recerca histrica sobrelorigen de les nacions i dels nacionalis-mes, Josep R. Llobera desemmascara laidea de lEstat naci com a ens naturalsdonat per descomptat. Aquest autor assen-

    234 Papers 54, 1998 Recensionss la tesi que pro- del nacionalismeoluci Francesa es Daquesta mane-odueix el seu con-nacional, segons

    de ledat mitjana,de lEuropa occi-ptibles de desen-cionals ja estavaalgrat les distin-

    ncipients nacionslarg de les cent- Llobera ens asse-sibilitat, en base aiferencials, deri--se com a naci jaas i curt: no shanes de ledat mitja-envolupat o han alguns casos, finsa fora i, desprs latncia, han rea- vigor novament.onals a ledat mit-ctament les hip- el nacionalisme de la burgesia perobal de les massest-les en favor delscceptant, doncs,st s un dels usos ideologia nacio-igen. Certament,e el nacionalisme

    e embranzida amblitzaci; per, aixet que no tant elstzaci com els deels consegents

    i, secularitzaci,, augment de les

    yala que, quan Estat i naen un mateix territori, sdexcepci que de normconstrucci de nacionsdestats responen a lgiqudir, tot sovint trobem en el territori dun matplurinacionals, com ara lterritori i/o poblaci dudividida entre diversos ede Catalunya o el Pas Bels estats han intentat cotoris que els comprenienques, procurant eliminanacionals que poguessinels lmits de les seves frintent de convertir ens pels estats), en culturalnacions), respon a lalt mador que avui dia ponaci. Dacord amb lLlobera, la naci ha esdetuta secular de la religi,lic ms potent del nconsegentment, un valmolt ms sentit a una deestatal que la simple legnal-instrumental. Aix, ran tots els mitjans dedisposar des de la seva pper tal de crear tot un uque confereixi una nicanal a un territori on ornoms nhi havia una. Uterritori intern i contrapoque es pot trobar ms enres, sobt un nivell ddidentificaci per part dems elevat en comparacisimplement podria suscitpartir uns mateixos temateix sistema econmici coincideixen molt ms un cas

    a. Com que la i la construccies diferents, ens

    ms duna nacieix Estat (estatsespanyol), o b elna mateixa nacistats (com el casasc). Aix i tot,nvertir els terri- en nacions ni-r les diferncies comprendre enonteres. Aquestoltics (com sns (com sn lespotencial legiti-sseeix la idea deaproximaci devingut la substi- el valor simb-ostre temps, i,or que confereixterminada formaitimaci racio-els estats empra-ls quals podenosici de podernivers simblic

    identitat nacio-iginriament noniformitzant elsant-lo a tot allll de les fronte-e participaci ils ciutadans molt amb aquell quear el fet de com-xtos legals i unc.

  • Daquesta manera, podem, doncs,concloure assenyalant que El dios de lamodernidad s una reflexi molt lcidai completa al voltant duna problemti-ca que, en un moment com lactual, enel qual la dinmica de globalitzaci posa

    sobre la taula la pregunta al voltant delrol actual dels tradicionals hegemnicsEstats naci, esdev encara ms relle-vant.

    Natlia Cant i Mil

    Recensions Papers 54, 1998 235

    Ubaldo Martnez Veigprofunda anlisi sobre eturants del procs migrafactors ajuden a explicdinserci en el mercattroben els immigrants atora.

    Lautor extreu les dasobre la integraci sociaestrangers a Espanya, laamb Alejandro Portes1trar-se en uns collectius migrants capverdiangambians i marroquinsclau de la geografia espcentren aquests grups a El Bierzo; les dominicde lrea metropolitangambians, a la comarcaresme i els marroquinsEjido. Dues tcniquten resultats complemexen lestudi: una primeraparticipant i una segont en una anlisi estadsqestionari que es va pasgrants que residien a lques assenyalades.

    Al llarg de la presenamb deteniment aquestsjanant una anlisi com

    MARTNEZ VEIGA, ULa integracin social Madrid: Trotta, 199

    1. Conveni entre els minMadrid, a travs de lI

    2. Els resultats del trebalca i ben aviat seran punstituto de Sociologa de Nuevas Tecnologas.l qualitatiu han estat recollits per altres membres de lequip de recer-blicats.a ens ofereix unals elements estruc-tori i sobre quinsar les condicions de treball que es la societat recep-

    des duna recercal dels immigrants qual va codirigir. Lestudi va cen-determinats dim-s, dominicanes,

    , a cinc indretsanyola on es con-

    els capverdians,anes, al nord-oesta de Madrid; els catalana del Ma-, a Alacant i a Eles danlisi apor-ntaris i enriquei- fase dobservacia fase que consis-tica a partir dunsar a 1.066 immi-es rees geogrfi-

    t obra sestudien quatre grups mit-parativa. Ubaldo

    Martnez Veiga empra eresultats procedents derefora amb lanlisi biliteratura etnogrfica, hmica de les societats dortius estudiats2.

    La primera part de luna exhaustiva aproximde les societats dorigenmenta lautor, el coneixcontext de partida servetar la idea que els movimsn fenmens passatgerstra de lestat naturaldorigen i que, o b nomena dinfluncia sobre ldaquestes societats, o bmia, desordre o disrupciContrriament, els resuque els processos migratransformacions centraraci de les estructures sotats dorigen, si b el gradiferent a cadascuna. Enprocs migratori arriba aque sempre es presentabilitat a labast i formsimblic de la cultura dpassa amb els gambiansnes. Martnez Veiga deintensa penetraci cultu

    isteris dAfers Socials, Interior i Treball i la Universxclusivament els lenquesta i elsbliogrfica de laistrica i econ-igen dels collec-

    obra constitueixaci a cadascuna. Tal com argu-ement daquestix per desmun-ents migratoris

    que van en con- de les societats exerceixen capestructura social generen ano- social (p. 130).ltats demostrentoris provoquenls en la configu-cials de les socie-u dinfluncia s alguns casos, el ser tan freqent com una possi-a part del mnorigen, tal com i les dominica-nomina aquestara de lemigraci.

    idad Autnoma debaldo. de los inmigrantes extranjeros en Espaa.7.

  • En el cas dels gambians, per exemple, lemigraci s un principi bsic i consti-tutiu de lestructura social, de maneraque s la prpia organitzaci del paren-tiu la que fa que els fills que no heretenles terres emigrin. El fenomen de laimmigraci tamb ha penetrat intensa-ment en el sistemaRepblica Dominicanconstata com lemigracen lorganitzaci sodomstica, caracteritzacap enfora dels seus mdomstica centrfugacontra, si b tant pelspels marroquins el tamb t incidncies aaquestes no sn tan mcom en els dos casos a

    Un dels aspectes essderivat de lanlisi deda, s lexistncia de lries, les quals permetenla unitat destudi del individus fins als conrelacionats entre si. Dfenomen migratori nresultat duna decisiregeix per factors pusdoferta i demanda. Laminologia dAlejandr132), segons la qual esinicia a partir de lexisria prvia de relacions miques establertes entel pas receptor (conmacroestructura del p. 131), juntament amms microestructuralsdels quals sn les xarx

    Lautor centra boncaptol en lestudi delliaritats de les xarxes mcuna de les societatrelacions sn el consxarxa; es tracta de relachoc, les quals poden serdamistat o simplemgeogrfic i cultural com

    les xarxes tenen una base clarament ins-trumental, en tant que proporcionen elcapital social necessari per emigrar i aixfacilita lobtenci de treball, dajut i dal-tres avantatges. Un cop ms, la importn-cia de les xarxes en tot procs migratorino es pot universalitzar, sin que es trac-

    s que varia a cada

    236 Papers 54, 1998 Recensions de valors de laa, en tant que es

    i t un paper claucial de la unitatda per la mobilitatembres unitat (p. 124). Per capverdians comprocs migratori lestructura social,

    plies i extensivesnteriors.encials de lestudi,

    l context de parti-es xarxes migrat- a lautor traslladarfenomen des delsjunts dindividusaquesta manera, elo sexplica com el individual que esh-pull o per la lleiutor adopta la ter-o Portes (p. 131-l procs migratoritncia duna hist-poltiques i econ-re el pas emissor idicions inicials oprocs migratori,b altres fenmens

    , lelement centrales migratries. a part del segon

    pes i de les pecu-igratries a cadas-

    s estudiades. Lestitutiu bsic de laions no creades ad llaos de parentiu,ent dun origen. Segons lautor,

    ta duna qesti de grausocietat. Els fluxos migranicanes sn clarament orturats a partir de les xarcontrari, lautor presenta i de Gmbia com a exptats on les xarxes migrapoc desenvolupades i migratori t lloc de formturada. Lautor pronosticelevat sigui el grau de pxarxes en el procs migrtives seran les migracionper qu els immigrants mque al Marroc no hi haries que reclutin personpresenten una distribucia la de la poblaci marroque lautor qualifica de

    La segona part de lesdels problemes centrals: treball dels immigrants anyola. Els resultats de lun estret nnxol laboral pconfinats a sectors dactivcom lagricultura, el serconstrucci, la mineria lant. A ms a ms, dinstan redut de treballs, aconcentraci defectiumateixa nacionalitat dorocupaci, divisi tnica dassevera un 82% de lesservei domstic, un 82%a la mineria, un 48,1% i un 26,8% dels gambianun 28% dels gambians alant) (p. 169). Martnles condicions daccs immigrants a cadascun tivitat esmentats i, a grconcloure que executen toris de les domi-ganitzats i estruc-xes. En lextremel cas del Marroconents de socie-tries estan molton el fenomena menys estruc-a que quant msenetraci de lesatori, ms selec-s. Aix sexplicaarroquins, com

    xarxes migrat-es determinades, fora semblantquina, fenomen

    desbordament.tudi socupa dunles condicions de la societat espa-enquesta revelener als immigrants,itat deprestigiatsvei domstic, la

    i la venda ambu- daquest ventallpareix una grans humans de laigen a la mateixael treball (aix ho dominicanes al dels capverdiansdels marroquinss a lagricultura, la venda ambu-ez Veiga repassai de treball delsdels sectors dac-ans trets, es potles activitats ms

  • degradades, mal pagades i desqualifica-des (p. 179).

    Lautor reprn la teoria de la segmen-taci del mercat de treball per explicar laposici subordinada que ocupen els immi-grants en lestructura ocupacional. Comque el nombre de llocs de treball dispo-nibles en el sector primpecte a la fora de trebempresaris dissenyen eminatries en funci de re o la construcci dhimpedeixen a determintir del sector secundariratiment de costos i la dtreballadora. s aix csecundaris sn ocupales minories tniques, le

    No obstant aix, si evident que les caracteballs dels immigrants los dins el mercat secuVeiga es qestiona el vateoria de la segmentaciresultats obtinguts a lelen un mercat secundahomogeni, fortament sment, la qual cosa difiris definidors comuns spertanyen al mercat seno. Lautor constata, ptant a lagricultura comels immigrants ocupen amal pagats i alhora mque a la construcci,actuen com a mer exnoms troben feina quactivitats ms precrieMartnez Veiga remarcno tant didentificar se

    nats, sin dallar algunes variables clau(salari, estabilitat laboral) i explicar lescondicions laborals a partir daquestes.En definitiva, lautor posa de manifest lanecessitat de superar els plantejamentsexcessivament simplistes de la teoria dualdel mercat de treball. Ara b, al meu

    Recensions Papers 54, 1998 237

    3. CACHN, L. (1995). mercado de trabajo e

    4. Nivell dacceptaci doportunitats docupasubjectiu, sin un coal nivell dacceptacDes daquesta perspecarrera en el treball.s dones i els joves. b sembla bastantrstiques dels tre-permeten ubicar-ndari, Martnezlor heurstic de la, en tant que elss entrevistes reve-ri discontinu, noegmentat interna-culta trobar crite-obre quines feinescundari i quineser exemple, que

    al servei domsticquells treballs mss estables, mentre els immigrantsrcit de reserva i

    an es tracta de less i mal pagades.a la conveninciagments determi-

    nismes de funcionamentdesitjabilitat social4 llicions de treball.

    Martnez Veiga no aestret nnxol laboral dnoms a la discriminacila demanda especfica dimmigrant per a certes apassa amb la dona immidomstic), sin que creintervenen les prpies xaA travs de les xarxes flutat dinformaci referenti llocs de treball dispontamb contactes entre emassalariats, mitjanant la tercers. Daquesta manenoms estructuren lofertball, sin tamb la demator, la seva influncia ajudqu els nouvinguts sn posicions on ja hi ha aldel mateix grup tnic.

    Marco institucional de la discriminacin y tipos den Espaa. REIS, 60, p. 108-109.e les condicions de treball, per sota del qual es tendci com a socialment inacceptables. La desitjabilnstructe social que varia al llarg del temps. Sabel i a partir del concepte carrera en el treball octiva, cada grup de treballadors t una idea difere, en funci de lagada a les condi-

    tribueix aquestels immigrants

    empresarial i ae fora de treballctivitats (tal comgrant en el serveiu que tamb hirxes migratries.eix gran quanti- a salaris, qualitatibles, aix compresaris i futurs

    intermediaci dera, les xarxes noa de fora de tre-nda. Segons lau-a a entendre per

    canalitzats cap atres immigrants

    inmigrantes en el

    eix a considerar lesitat no s quelcom(1985) saproxima visi del mn. nt de lxit o de laari s limitat res-all qualificada, elsstratgies discri-la raa, el gne-abilitats, les qualsats collectius sor- i permeten laba-ivisi de la classeom els treballs

    ts bsicament per

    entendre, no ho resol de manera adequa-da, ja que acaba concloent que no s pos-sible identificar diferents segments dinsde cada sector dactivitat. En aquest sen-tit, autors com Lorenzo Cachn3 supe-ren la teoria dual mitjanant una teoriade la segmentaci que t en compte elsfactors institucionals i que concep un mer-cat de treball dividit en una srie limitadade segments, diferenciats pels seus meca-

  • Martnez Veiga intenta donar respostaa si existeix complementarietat o compe-titivitat entre la fora de treball autcto-na i la immigrant. Es tracta dun temacentral en els debats actuals sobre laimmigraci, ja que sacostuma a pensar,especialment en moments de recessieconmica, que els immigrants treuenllocs de treballs als auttor, els fonaments daqusentit, perqu ha estat econmica dels setantade considerar els immmotor fonamental del cmic i han comenat a secap de turc, acusats dede latur.

    Lautor es manifesta ta la idea que larribadadesplaa els nadius delsball. Aquesta interpretacel propi Martnez Veiga,missa terica de concebun b limitat (p. 232qncia, de considerar treball lautctona iperfectament intercanvque quan un nadiu deiball buit aquest s ocupgrant. Els resultats de len lnies generals, la codels dos grups. Els llocs sen a ocupar els immighoc o es redefineixen peempresaris saprofiten disposada a acceptar sacondicions de treball pitpre hi ha una dimensilocupaci i mai no esdetituci. Immigrants i canals diferents dintegrde treball i de mobilitatms a ms, tal com arlexperincia de pasos dci com Frana i Aleman

    actualment, la presncia de treballadorsestrangers no noms contribueix a crearocupaci, sin que la seva absncia, llunyde deixar disponibles llocs de treball perals autctons, en destruiria molts.

    Ara b, lautor deixa ben clar que da-quest raonament no sen deriva un delspostulats defensats per la teoria del mer-

    238 Papers 54, 1998 Recensions

    5. PIORE, M.J. (1971). (ed.). Problems in Poligrants com elreixement econ-r utilitzats com a causar laugment

    otalment contrari dels immigrants seus llocs de tre-i errnia, segons parteix de la pre-re el treball com

    -233) i, en conse-les dues forces de la immigrantiables, de maneraxa un lloc de tre-at per un immi-

    enquesta revelen,mplementarietatde treball que pas-rants es creen adr a ells, perqu elsduna m dobralaris ms baixos ijors. s a dir, sem- de creaci de

    v una mera subs-nadius utilitzenaci en el mercat dins daquest. A

    gumenta lautor,e vella immigra-ya demostra que,

    mentaris (p. 182). Els impoden ser substituts decerts nivells. Dentradinfluncia de les xarxes ique lassignaci de llocs dxi una altra dinmica i adificultar laccs per a la mtona. A ms a ms, si bimmigrants subiquen adari, daix no sen derivallocs de treball prviameautctons i que no es prtitivitat respecte a certs g

    En definitiva, la tesUbaldo Martnez Veiga csibilitat de fer diverses ccomplementarietat i sugrups dimmigrants i naque noms lanlisi sistecas concret pot determinimmigrants en el mercat

    A la tercera part del lles anlisis de fonts secuintenta refutar algunes dsobre la propensi a emigsos del Tercer Mn que,donen per vlides. Enumhan semblat ms rellevno hi ha evidncia que graci i les de creixementguin relacionades. Tampcap relaci entre taxes dde pobresa a la societat do

    The dual labor market: theory and implications. Aitical Economy: An urban perspective. Lexington: Dmigrants tambls autctons ena, creu que lanformals pot fere treball seguei-rribi fins i tot a dobra autc-

    la majoria delsl mercat secun- que es tracti de

    nt rebutjats pelsodueixi compe-rups de nadius.i defensada perontempla la pos-ombinacions debstituci entredius, de maneramtica de cadaar limpacte dels de treball. libre, a partir dendries, lautore les intucionsrar des dels pa-

    errniament, esmerar les queants. Dentrada,les taxes demi- de poblaci esti-oc no sobserva

    emigraci i graurigen. Al mateix

    GORDON, D.M.C, Heath.ctons. Per a lau-est debat no tenena partir de la crisi que shan deixat

    cat dual tradicional5, segons el qual elsimmigrants noms accedeixen a aquellstreballs que els autctons han rebutjat i,en conseqncia, sn sempre comple-

  • temps, les dades permeten afirmar que nosest produint una invasi de poblaciprocedent del Tercer Mn cap als pasosrics, en tant que la major part de correntsmigratoris tenen lloc entre pasos del Sud.Contrriament al que es pensa, ni lesinversions ni els ajuts econmics des delspasos centrals fins alslemigraci, sin que mels processos migratoristoris actuen independeconmics i de la contat receptora, la qual nun arribant immigrecessi econmica.

    El darrer captol deanlisi comparativa migratries, prenent Fdos pasos amb una llamigraci, com a tipus itiu s dilucidar quinessubjacents a aquestes prepercussions sobre la rPel cas alemany, el redobra estrangera desGuerra Mundial fou ucomptar amb un exren perodes de recessipas dorigen. Tal comestrangers eren nomsobre la base de criteconmics. La polticmanya es basava en ladimpedir lassentamenlladors, afavorint les edabsoluta temporalitama de permisos de trmolt limitats en el temla reunificaci familiar. tejament, no tenia cap mocupar-se per les poltdels immigrants. El men la frmula republicasimilaci i dincorporaa lextrem contrari, en timmigraci com lassnent de famlies i comimmigrants en ciutadnom del procs dassim

    seleccionar aquells immigrants procedentsde cultures properes (italians i espanyols,per exemple), els quals consideraven msfcilment integrables als valors de la cul-tura francesa. Ara b, la crisi econmicadels setanta constitueix un punt dinflexii tant a Frana com a Alemanya satura

    Recensions Papers 54, 1998 239 perifrics frenens aviat estimulen. Els fluxos migra-entment de ciclesjuntura a la socie-cosa fa que conti-rants durant una

    l llibre realitza unade les poltiquesrana i Alemanya,rga histria dim-deals. El seu objec- sn les ideologiesoltiques i les sevesealitat migratria.clutament de mprs de la Segonana estratgia per

    cit de reserva que,, retorns al seu sost lautor, els

    s una mercaderiaeris estrictamenta migratria ale-

    voluntat explcitat daquests treba-

    stades rotatries it, oferint un siste-eball i residnciaps