royal marriage market - heather lyons

265
 1

Upload: yannet-davila-gudino

Post on 07-Jul-2018

213 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 1/265

Page 2: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 2/265

Page 3: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 3/265

réditosM O d e r a d o r a s

Aria & Lectora

R e c O p il a c iO n y R e v is iO n

Sttefanye

D is e N o

Aria

T r a d u c t O r a s

Agus901 Aria Axcia

BluedelacourCrys

Eliana.ciprianoFabiro13

DianyrisAngelizDreath

GigiDreamerKath

LectoraLeylaCullenMaria_clio88Melusanti

MonaNelly Vanessa

nelshiaOliverarihano

o r r e c t O r a s

Cereziito24Molly Bloom

MimiSttefanye

Page 4: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 4/265

Índice

Sinopsis Capítulo 22 Capítulo 44Capítulo 1 Capítulo 23 Capítulo 45Capítulo 2 Capítulo 24 Capítulo 46Capítulo 3 Capítulo 25 Capítulo 47Capítulo 4 Capítulo 26 Capítulo 48

Capítulo 5 Capítulo 27 Capítulo 49Capítulo 6 Capítulo 28 Capítulo 50Capítulo 7 Capítulo 29 Capítulo 51Capítulo 8 Capítulo 30 Capítulo 52Capítulo 9 Capítulo 31 Capítulo 53Capítulo 10 Capítulo 32 Capítulo 54Capítulo 11 Capítulo 33 Capítulo 55Capítulo 12 Capítulo 34 Capítulo 56Capítulo 13 Capítulo 35 Capítulo 57Capítulo 14 Capítulo 36 Capítulo 58Capítulo 15 Capítulo 37 Capítulo 59Capítulo 16 Capítulo 38 Capítulo 60Capítulo 17 Capítulo 39 Capítulo 61Capítulo 18 Capítulo 40 Capítulo 62Capítulo 19 Capítulo 41 Capítulo 63

Capítulo 20 Capítulo 42 Sobre la autoraCapítulo 21 Capítulo 43

Page 5: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 5/265

Sinopsisada década los monarcas del mundo y sus herederos se reúnensecretamente para discutir la política global, cuestiones sociales y arreglarmatrimonios entre reinos.

Puede que Elsa sea la princesa heredera de Vattenguldia, pero encuentra todoeso arcaico y desagradable. Aunque quiere lo que es mejor para su país, no va ameterse en una relación deseada, mucho menos en una boda con un desconocido

total. Por supuesto, sus sentimientos importan poco para sus padres, cuyasmaquinaciones y tratos sobre pactos comerciales y alianzas logradas a costa de ellacomienzan en el momento en que ponen un pie en California para la Cumbre. Asíque cuando se encuentra con uno de la realeza deslumbrantemente hermoso, noduda en decirle que no hay forma en la que vaya a casarse con él.

Christian es muy feliz de estar de acuerdo: Sin matrimonio. Como el granduque heredero de Aiboland, su principal objetivo es pasar la Cumbre sin que leimpongan una novia. Razón por la cual sugiere que se ayuden a defenderse deprometidos potenciales. Sin embargo, a medida que Christian va conociendo a Elsa,se da cuenta que tienen mucho más en común que solo sus sentimientos sobre elMercado de Matrimonios Reales. Solo que no puede enamorarse de ella, porque

reales o no, no están destinados a estar juntos.Elsa y Christian tendrán que evaluar los asuntos del corazón contra los delestado y la corona, y decidir si la traición prevalece sobre el amor o no.

C

Page 6: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 6/265

1Elsa

ada vez que veía escrito mi nombre completo, con las letras y palabras tanseparadas y prolijas como ropa colgada en un tendedero, mi reacción visceral era la misma que tenía alguien cuando se arrastraban clavos

oxidados por una pizarra polvorienta. Años de cuidadosa práctica fueron cultivadoscon el fin de impedir que retrocediera físicamente ante la vista o el sonido de ElsaVictoria Evelyn Sofia Marie .

A la mayoría de las chicas se les da un primer y un segundo nombre, dossegundos nombres, tal vez, si los padres pelean o están atados por la tradiciónfamiliar. O incluso un nombre con guión, como Lily-Anne o Ella-Mae. Mi nombre,el que mis padres me otorgaron, el que informaba al mundo quién soy, eran tresnombres malditamente demasiado largos y que cuelgan a mi alrededor como unasoga en lugar de la guirnalda que seguramente previeron.

—Eres una princesa —aclaró mi madre cuando le pregunté por qué ella y mipadre fueron tan vengativamente locos a la hora de ponerme el nombre.Muy bien, pero mi hermana (también una princesa) solo tiene tres nombres:

Isabelle Madeleine Rose. Aún largo, pero mucho más tolerable. Incluso mi padre, elilustre príncipe Gustav IV de Vattenguldia, no presume de tantos nombres; el suyoalcanza un máximo de cuatro. De hecho, nadie que conozca, real o no, posee tanlarga denominación.

Sólo yo.—Eres la princesa heredera de Vattenguldia —aclaró mi madre cuando

presioné aún más—. Algún día, gobernarás sobre nuestra gran tierra.

Aparentemente los soberanos tenían nombres horriblemente largos, inclusoen los pequeños principados como el nuestro que se apoyan relativamente, aunquemuy ricamente, sobre la oscuridad del Mar Báltico del norte. A menudo mepregunto si seré tan cruel cuando tenga mis propios hijos, si voy a endilgarles unnombre tan complicado y extenso que el aire se deba jalar entre sílabas. Megustaría pensar que no, pero la verdad es que soy parcial a la tradición, sobre todocuando se refiere al trono de Vattenguldia.

C

Page 7: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 7/265

Corrección: a la mayoría de las tradiciones. Porque no estoy ciertamente afavor del secretario privado que mi padre me dio.

Mediante escrito el Secretario del Consejo de Reyes envía una invitación formal extensiva a Su Alteza Real La Princesa Heredera de Vattenguldia ElsaVictoria Evelyn Sofia Marie .

Suspirando, extraigo la misiva sorprendentemente pesada de las manos viejas y manchadas de Bittner, como una experta en bombas bajo presión para cortar elcable correcto o arriesgar a que todo el edificio se derrumbe a su alrededor. Lo cual,teniendo en cuenta lo que espera dentro, podría ser una situación preferible.

—Oh, gracias.Su sonrisa se describe mejor como una sonrisa comemierda, solo que eso me

haría sonar grosera y no mucho como una princesa, más o menos lo que afirmanmis padres. Ellos han estado haciendo su mayor esfuerzo en frenar mi lenguajeinapropiado, ya que los soberanos, mucho menos la princesa heredera, no hablancomo los comunes marineros. Vale la pena mencionar que no conocen

personalmente a ningún marinero; los que yo he conocido, que trabajan en nuestraindustria del transporte marítimo son bastante elocuentes.Cuando el sobre golpea el escritorio suena fuerte.—¿Mi padre ya ha visto esto?—Se lo entregué a Su Serenísima Alteza poco antes de venir aquí.Era de esperar.— Al verla, ¿descorchó una botella de su mejor champán?Los modales extremadamente perfectos de Bittner le prohíben reconocer que

éste muy probablemente era el caso, por lo que en su lugar, dice con esa voz

quebradiza, fría, tan distintiva de él que lo haría perfecto para narrar los tráileresde películas.—El príncipe Gustav fue más que proclive al recibir su invitación.Solo puedo imaginarlo. ¿Toda una semana reservada para codearse con sus

compañeros? Probablemente tiene espuma en la boca al pensar en salir corriendofuera del país y lejos de mi madre.

Miro el sobre en mi escritorio, imaginando que tiene una avispa bebé adentro,lista para atacar en el momento en que suelte su apocalíptico contenido.

—Supongo que va a insistir en que asistamos.—Es estúpido que lo mencione ya que no hay duda que las órdenes de mi padre de empacar y viajar ya habríansido emitidas. Si asistiríamos o no nunca había estado bajo duda, porque la realezano rechaza la asistencia a este evento en particular.

Espero hasta que Bittner salga antes de recoger la invitación. Tengo una citaen el hospital infantil más popular de la zona dentro de una hora, por lo que esahora o nunca. Mientras mi abridor de cartas plateado silba en silencio a través delpapel, me recuerdo a mí misma que nada de esto sería un problema en estemomento si ya estuviera casada. Aún soltera a los veintiocho años, soy consideradauna de las mujeres más codiciadas en el mundo. Ser la siguiente en línea al trono,

Page 8: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 8/265

incluso de uno insignificante, le hace eso a una dama. No es tanto que desprecie laidea del matrimonio, porque no lo hago. Si se hace bien, es una tentación seductoraque podría proporcionar consuelo y compañía a una vida como la mía, es solo queninguna de mis experiencias hasta ahora me ha llevado a algo cerca deconvencerme a unir mi monstruosidad de nombre y equipaje familiar a otro.Encontrar a la persona adecuada para compartir mi vida no es tarea fácil; misúltimos esfuerzos de enredos románticos explotaron todos en mi cara.

La última vez, cometí el error de emparejarme con un ex compañero de clase,en público, para colmo. La prensa tuvo un día de campo cuando Nils y Trinniefueron fotografiados toqueteándose en las laderas, mientras yo estaba esquiando enotra parte. Muy a mi pesar se publicó en los periódicos locales, en las revistas demodas y en la televisión durante semanas el siguiente titular“Conde Popularsuecoengañando a la Princesa de Vattenguldian. ¿Sobrevivirán a esta tormenta?” Antesde Nils, había estado Theo y su ferviente decisión, aunque totalmente inesperada,que la iglesia era una mejor opción para él que un palacio. Antes de Theo, mienamoramiento adolescente de Casper, que no era ni siquiera una opción. Ninguno

de los otros caballeros en mi historial merece una mención.¿Por qué tienes que ser tan exigente? , se lamentaba mi madre a menudo. Yeso me divertía y desanimaba a la vez, ya que es de suponer que Su Serenísima Alteza desearía que la princesa heredera se casara con un hombre de carácter.Personalmente, nunca culparía a una señorita que encontraba a su estúpido novioin fraganti con su supuesta amiga y que entonces sacara sus engañosos traseros desu exigente círculo íntimo. Eso era pura practicidad.

Aunque estoy sinceramente agradecida, tal vez aliviada es una mejor palabra,de haber salido de ese tipo de relaciones antes que pudieran producirse dañosgraves, parte de mí no quiere comprometerse (aunque sea temporalmente) conalgún buen hombre local antes que el manicomio de los horrores conocido como laCumbre Decenal comience. Ingenuamente asumí que tendría tiempo. Tiempo paraenamorarme. Tiempo para encontrar a alguien por mi cuenta. Tiempo para creceren mi papel en el principado.

Sin embargo, el tiempo está casi llegando a su fin, ya que el Mercado deMatrimonios Reales (o como la desgracias desapegadas a menudo solemosreferirnos: la MMR) está llegando.

La irritabilidad baja por mi espalda cuando finalmente saco los papeles delsobre.

Lord Shrewsbury,a nombre del

Consejo de Monarcas,solicita el placer de su compañía a

la Cumbre Decenalen el Castillo Hearst, a partir del 23 de abril

Page 9: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 9/265

Me recuesto en la silla, mirando fijamente las palabras hasta que se asientanplenamente. ¿Tres días? ¿TRES MALDITOS DÍAS antes que Su Serenísima Alteza ysus reales compañeros compinches duros-de-roer, presionen completamente en su búsqueda por asegurar que mi estirpe y yo comencemos a dar herederos para un

futuro previsible?Un reloj interno del Juicio Final ruge a la vida, cada segundo un recordatorio

punzante de la tragedia absoluta que tengo por delante. Un leve ataque de pánico seasienta en mis pulmones y pecho, y estoy jadeando como un pez moribundohambriento de aire.

Cálmate, Elsa. Eres una princesa heredera. Actúa como una princesaheredera. No dejes que nada te sobrepase. Ni siquiera esto .

Me concentro en los detalles de la misiva, los que son un cuello de botella paramis miedos escapando por el ancho a una carga manejable. Inhalo y exhalo. Afinomi concentración hasta que leo perfectamente las palabras plateadas aferradas en

mis manos. Inhalo.Veintitrés de abril . Exhalo.Castillo Hearst . Inhalo… ¿Castillo Hearst?Mentalmente repaso los nombres de los palacios y castillos habitados por

miembros de la realeza de toda Europa. Tal vez sea... no. Quizás... Tampoco es ese.Me muevo por diversas sedes de la nobleza, repasando nombre tras nombre, perono tengo ninguna coincidencia. En un arranque de enojo, me detengo y abro milaptop.

Los resultados se presentan rápido. El Castillo Hearst no es un castillo real.Por lo menos, no uno europeo y ciertamente nunca fue habitado por la realeza.Técnicamente, se trata de una mansión en California, rodeada de varias casas de

huéspedes.Hijo de puta.Hago clic en uno de los enlaces y leo sobre la ubicación. Era propiedad de

alguien en el negocio de la prensa, un hombre rico e influyente, que supongo es elequivalente americano a la realeza. Actualmente, el edificio es un lugar de interéshistórico de Estados Unidos y está abierto al público a diario.

Estuve a punto de triturar la invitación mientras me enfrento a entender todoesto. ¿El Consejo de Monarcas desea enviar a la totalidad de soberanos reinantes enel mundo y a muchos de sus herederos a un destino turístico muy popular enCalifornia?

¿El CM se ha vuelto loco?Salgo de mi habitación bastante indignada, agarrando la ropa en mi puño. El

decoro dicta que llame por adelantado, o que al menos golpee la puerta, pero yaque quedan muy pocos días entre la Cumbre Decenal y mi libertad, puenteo losmodales y el decoro y abro la puerta del despacho de mi padre. Bittner está ahí conSu Serenísima Alteza, pero eso poco importa. Ha trabajado para la Casa de Vasa eltiempo suficiente para saber que casi todo lo que concierne a nuestros caprichos,incluyendo mi ocasional temperamento se reaviva en los momentos más

Page 10: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 10/265

1

inoportunos. Como ahora, cuando estoy tan molesta que apenas puedo estirar misdedos de la invitación para agitarlos adecuadamente en la cara de mi padre.

—Dios, Elsa. Pareces muy contrariada. —Mi padre es suave como lamantequilla mientras me sonríe levemente—. Bittner, me pregunto qué podríainspirar a Su Alteza a perder de vista sus modales.

Antes que Bittner pueda responder (no es que crea que lo haría), pongo elpapel sobre el antiguo escritorio que domina el ambiente.

—¿Esto es una broma? Aunque garantizo que ya sabe lo que le he traído, Su Alteza Real se coloca sus

gafas para leer y baja la mirada.—Tenía la esperanza que por fin hubieras superado tu... —Sus labios se

cierran mientras muy probablemente intenta buscar la palabra más diplomáticaque pueda para referirse a mis desvaríos—…indecisión sobre la Cumbre. Sabíasque vendría en algún momento de este año.

No solo es el príncipe de Vattenguldia, sino el príncipe del tacto, porqueadmito que le ofrecí (a puerta cerrada, por supuesto) mis más sincerossentimientos acerca de la Cumbre Decenal en más de una ocasión. Debo aclararque no es la Cumbre lo que me tiene a trancas, es la infame MMR. Porque, por casiquinientos años, las alianzas forjadas a través de matrimonios arregladosinventados en una Cumbre organizada cada década, a menudo han eclipsado eltrabajo diplomático legítimo logrado. En esencia, los herederos solteros mayores de veinticinco años rara vez salen de la Cumbre sin ataduras. Tanto hombres comomujeres son corderos enviados al matadero.

Es una tradición de la que no deseo formar parte, no encuentro manera deaceptarla.

Pero esa arcaica y aterradora posibilidad no está ni aquí ni allí en estemomento. El príncipe sabe mi opinión al respecto, y, como bruscamente señaló laúltima vezque intenté debatir, “ya dije todo lo que debía decir”. Actualmente, tengootras batallas que pelear. Calmante oxígeno inunda mis pulmones mientras deslizouna fría sonrisa.

—Eso no.—Toco el papel—. Esto .Oscuros ojos azules, como los míos, se entrecierran detrás de sus gafas de

lectura.—Me temo que no… —¿Sabes dónde está el Castillo Hearst?Sus pobladas cejas se levantan muy ligeramente, envejecidas orugas cuyos

micros-movimientos ilustran volúmenes de emoción.Mierda. Le grité; padre o no, todavía es mi soberano y merece mi respeto.

Tengo que volver a inspirar hondo para poder seguir.—Mis disculpas.— Asumo una postura más respetuosa, propia de una dama,

con una mano doblada sobre la otra en frente de mí—. Solo quiero saber si estásenterado de los detalles pertinentes a la ubicación.

Page 11: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 11/265

1

Mientras se inclina hacia atrás, el crujido de la silla suena en la oficinasorprendentemente modesta y a la vez elegante.

—¡Es un maldito destino turístico en Estados Unidos! Ante eso, una pequeña tos asfixiante escapa de Bittner. Rápidamente me

disculpo de nuevo. Si no me controlo, princesa heredera o no, me encontraré alotro lado de la puerta en algún momento.

Los dedos de mi padre forman una torre delante de su cara, dedos largos una vez elegantes ahora están marcados por el tiempo y la artritis.

—Soy muy consciente de lo que es el Castillo Hearst y dónde se encuentra,Elsa.

Ah. Por supuesto que lo sabe. Después de todo, sirve al Consejo Monarca,aunque con una capacidad muy reducida estos días, dado que tuvo dos ataques alcorazón en tres años. Aun así, nunca hubiera pensado que mi padre sería taningenuo de enviar a tantos monarcas y a sus herederos a un lugar tan público.

—¿Qué pasa con los terroristas?Cuando era más joven y perdía el control de mis emociones, mi padre me

recordaba que tal pasión no le hacía ningún favor a ningún monarca. La clave paraser un soberano eficaz es mantener la calma y la cabeza despejada. Nunca tomardecisiones cruciales o discutir cuando tus emociones te ganen. La productividad yla bondad no pueden detenerse orgánicamente a través de sentimientos intensos,incluso si son elaborados bajo la mejor de las intenciones .

Es una lección que demuestro no dominar, dado que me da otrolevantamiento de cejas destinado a recordarme que continuar con mis arrebatos noserá tolerado.

—¿Terroristas?—Me preocupa la logística de seguridad que pueda surgir durante la Cumbre.

Aunque la mayoría de nuestros reinos y principados son monarquíasconstitucionales, todavía sería devastador si algo llegara a sucederle a cualquiera delos miembros de la realeza presentes. ¿Qué pasa si alguien oye que se va a hacer allíla Cumbre? ¿No seríamos un objetivo?

Una pequeña sonrisa dobla la mitad de sus finos labios.—¿Alguien como un terrorista?—No puedo ser la única en creer que es una idea monumentalmente terrible

convocar a todos los monarcas del mundo, junto a sus herederos, en un solo lugar,

y mucho menos en uno tan público.— Y, sin embargo, los hemos convocado cada década durante siglos sinincidentes, Elsa. Ni un ataque terrorista, y mucho menos un solo acto dedelincuencia nos tocó durante una Cumbre Decenal.

Tiene razón. Para todos nuestros fracasos románticos de la prensa, losmiembros de la realeza son extremadamente excelentes en mantener su mierdaoculta. Aun así, no puedo dejar pasar esto.

Page 12: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 12/265

1

—Respetuosamente, mi punto está en considerar la política del siglo XXI. Haymuchos países cuyos ciudadanos desean abolir la monarquía, la ven como arcaica einnecesaria a la luz de la democracia y del socialismo. La Cumbre es una excelenteoportunidad para que los descontentos…

—¿Estás segura que tu verdadera preocupación gira en torno a nuestra

seguridad? —Su lengua hace un chasquido en silencioso reproche—. ¿O es másprobable que te estés preocupando por la MMR?Bueno, sí, pero...—Simplemente estoy diciendo… —¿Tengo que recordarte que tu madre y yo nos comprometimos en la MMR?Muy lejos está eso de convencerme. Mis padres, reunidos por la política, no

son una pareja enamorada. Aparte de mí, de Isabelle, y de Vattenguldia, tienenpoco o nada en común y no hablan a menos que sea en público o que necesitendecirse algo que una nota escrita o un mensaje enviado a través de sus secretariosprivados no sirva. Por mucho que me repugne contemplarlo, estoy bastante seguraque ni siquiera hablaron mientras concebían a sus hijas. Probablemente hayanescrito y entregado una nota: Hagamos un heredero. A las ocho esta noche, en mihabitación. Será mejor estar borracho de antemano .

Entonces, sí. Tal vez mi madre tiene un punto válido. Tal vez soy muyexigente, porque deseo que, cuando (si lo hago) pegue mi vida a la de otro, será conalguien con el que al menos pueda hablar. Y que también me guste y respete. ¿Estátan mal que no quiera un cuento de hadas? No las horribles manzanas mordidas yenvenenadas o los hechizos para dormir. Ni siquiera necesito un príncipe, y muchomenos uno azul. Mi vida es una de servicio. De responsabilidad. De importancia.Cuando llegue el día y asuma el trono, simplemente me gustaría que a alguienquisiera estar a mi lado. Y si no puedo encontrar eso, preferiría no casarme.

Le digo a mi padre:—Soy muy consciente de eso, señor.Se saca las gafas de lectura y las pone sobre la mesa.—Permíteme dejarte tranquila que se tomarán todas las precauciones para

asegurar la ubicación. En este mismo momento, el Castillo Hearst está cerrado alpúblico por reformas y restauraciones, y no está previsto que vuelva a abrir alpúblico durante dos meses. Aunque la ubicación es una novedad para ti,actualmente la CM está trabajando estrechamente con el gobierno estadounidensedesde hace casi dos años para asegurar que la Cumbre salga sin problemas.

Sus palabras, tan nítidas y sin sentido, no dejan lugar a discusión.»Estoy seguro que tienes curiosidad en cuanto a por qué se eligió el Castillo

Hearst —continúa—. Eso te lo explicaré. Después de mucha discusión, la CMdecidió que lo mejor para satisfacer a todos era un terreno neutral. Estados Unidoses una buena opción. A pesar que podría haber elegido fácilmente un hotel, muchossienten que un evento como la Cumbre Decenal merece algo especial. El Castillo deHearst y su historia quedan a la perfección.

Page 13: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 13/265

Page 14: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 14/265

1

2Christian

i madre, conocida para mi hermano y para mí como La Loba, acariciami hombro cono si tuviera, otra vez, cuatro años mientras astutamentemira lo que he tirado en mi escritorio.

—Debes estar contento con esto, Christian. Sin embargo, luces como si fuerasa la horca. ¿Estás terriblemente seguro que no eres homosexual? ¿O tal vezasexual? La mayoría de los hombres que conozco estarían complacidos ante laperspectiva de tantas conquistas potenciales en tan pequeño lugar.

Ella tiene una copa de tulipán en la mano mientras invade mi espaciopersonal, lápiz labial cubre el borde. Son qué… ¿las sangrientas tres en punto de latarde? Hago una nota mental para informarle a Parker que tiene que hacer unmejor trabajo organizando mi horario alrededor de mi madre, así reuniones comoésta nunca será una posibilidad.

Remodelo mis características y la postura hasta ser positivo y no lucir comome siento. Porque, infiernos, sí, la horca se siente cerca. Por un lado, La Loba entróen mi santuario interior sin previo aviso. Es una sigilosa bestia, acechando a supresa y abalanzándose cuando menos se espera. Dos, está agitando una invitación a juego con la mía, así que está aquí pararegodearse o amenazar. Y tres… Me niego amirar, ya sea el papel y darle la satisfacción de confirmar cómo me sientorealmente, incluso si ya lo adivinó.

Se deja caer en una silla cercana, su vestido silbando suavemente contra sushorribles medias de nylon que insiste en usar todos los días de su vida. Luego haceun gesto hacia la silla directamente frente a ella.

—Piensa en todas las chicas guapas que estarán presentes. ¿Por qué no sólopuedes imaginar las ganas que tendrán de abrir sus piernas para ti?Hormigas de fuego invaden mi piel mientras me esfuerzo por reprimir que los

músculos dentro de mi cuerpo tiemblen. Al oír tal proclamación venir de la boca demi llamada venerable madre es asquerosamente inquietante. No es que sea raro, yaque se deleita en la tortura de mi hermano y mía con humor crudo destinado sólopara nuestros oídos. Para el resto del país y el mundo en general, es amable ycompuesta, el epítome de respetable y moderna, La Gran Duquesa cuyos discursos

M

Page 15: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 15/265

1

son citados por millones de admiradores. Es por eso que es La Loba: es astuta,taimada, capaz de ocultar a la vista, y devora a los que son más débiles que ella.

Si no fuera Su Serenísima Alteza la gran duquesa de Britta Aiboland, mimadre habría sobresalido como una estrella de cine o actriz de teatro.

La mayor parte de mi vida, me las he arreglado para escapar de su influenciadiaria. Siendo enviado a un internado cuando apenas era un muchacho y luego yendo a Estados Unidos para la Universidad, seguido por varios períodos deservicio en nuestras fuerzas armadas, he vivido más años en Inglaterra, los EstadosUnidos, y el Medio Oriente que en Aiboland, Un gran ducado que consta de unaserie de pequeñas islas entre Estonia, Suecia y Finlandia. Sin embargo, un granduque heredero solo puede huir de sus deberes durante un tiempo. Hace poco volvía casa y ahora resido bajo el mismo techo que mi hermano y padres por primera vez desde que tenía ocho años.

—Estoy muy agradecido por la oportunidad de representar a nuestro país enlas reuniones de una semana de la Cumbre—es lo que le digo a La Loba. Que measpen si permito que me tire en otra ronda fútil donde, básicamente, ruego por mi vida mientras ella cacarea sobre la forma en que voy a hacer lo que dice y nada más.

A los treinta, se me considera como uno de las capturas más deseables delmundo, aún a pesar de nuestra gran riqueza, Aiboland la mayoría de las vecespermanece oculta entre las potencias mucho más grandes dentro de la UniónEuropea. He recibido altas calificaciones en todos mis cursos, tanto para mipregrado y posgrado en Universidades prestigiosas de Estados Unidos. Soy unpatrón de múltiples obras de caridad en Aiboland, Estados Unidos y varios paísesde África. Serví dos períodos de servicios en los países devastados por la guerra deMedio Oriente, dejando de lado mi título y privilegio para el servicio. Mientras queotros príncipes siembran públicamente su avena local, me las arreglé para

mantener mi cabeza gacha, manteniendo una reputación impecable. El príncipeaburrido , las burlas Americanas que, incluso sabía, fueron adoptados para mí, yestoy bien con el título. Mejor aburrido que alguna otra descripción colorida de lascuales compañeros de mi edad están en el extremo siendo receptor. Sé cómomantener mi negocio, a diferencia de esos tristes sacos. A diferencia de mi hermanoque, hace apenas unos meses, el periódico nacional había descubierto imágenes deél desnudo y desmayado con botellas de tequila apretadas en sus puños. Apenas unaño más joven que yo, Lukas pasa la mayor parte de su tiempo borracho o jodiendoa fans de la realeza. Él tiene la oportunidad de vivir la vida mientras yo pretendoser un maldito robot perfecto de príncipe de un país que la mayoría de las personasen el mundo ni siquiera sabe que existe.

Y ahora, mi madre voluntariosa-de-hierro exige que su perfecto heredero seaperfectamente susceptible hacia sus planes para que me case con una chica de larealeza y derribarla lo más rápidamente posible. Entiendo que debo estar pensandoen sentar cabeza, y no es como que estoy aquí follando a todas las mujeresdisponibles que puedo encontrar. La cosa es que tengotreinta años .

Mis opciones deberían ser mías.Una conversación se intentó con la gran duquesa hace apenas un mes. Fresco

de un discurso inspirador sobre la importancia del cuidado de la salud de calidad,

Page 16: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 16/265

1

la voz de mi madre se volvió mordazmente ácida cuando me informó lo quepensaba de esa lógica. ¿No era eso por lo que estuviste en América todo estetiempo? En este momento, tu enfoque es encontrarte a ti mismo en un criado. Unavez que nazca tu heredero, sigue adelante y juega de forma privada en el campotodo lo que quieras. Sin embargo, cumple con tu deber primero .

Con clase, comida típica de La Loba. A pesar de lo que dice y piensa, que me aspen si entro en la Cumbre como una

cabra de sacrificio, o peor aún, un hombre dispuesto a ser subastado al mejorpostor más conveniente. Tiene que haber una forma de salir de esto.

— Anota mis palabras, Christian. —Su uñas hacen clic en el cristal en sumano—. Vas a representarnos bien en la Cumbre Decenal.

Intento otra táctica, una mucho más sutil.—Es en California, Su Alteza.Uno de los encantos de la vida en el extranjero era saber que mi madre

detestaba viajar a cualquier país fuera de la Unión Europea. Oh, infiernos, fuera denuestro pequeño rincón nórdico del globo. Es una xenófoba de la peor clase.Haciendo que mi padre, el duque español, permanezca en el país sea una lucha.

Sus pálidos ojos vagan a las cortinas blancas transparentes que enmarcan unagran ventana.

—Me pregunto si está soleado allí.Es sin duda un día soleado en Norslœ en este momento. Rígidas barras

diagonales rasgan el cielo, dejando nada más que la tristeza y la miseria.—Sabes, tengo de buena fe que asistirá la princesa más joven de

Vattenguldian.

Oh, por el amor de Dios.Durante años, mi madre ha estado obsesionada con la idea de casarme con la

más joven de las princesas de Vattenguldia, mientras ella abarca los cofres de sutesorería, o, al menos, una parte de ellos, ya que el principado juega al barco de losregistros a la perfección. Siempre me ha parecido desconcertante eso, ya que,gracias a nuestras atractivas ofertas estratégicas de la banca extraterritorial, Aiboland es mucho más rica. No importa. Ella está dispuesta a vender a su hijo a…maldita sea, no sé cómo se llama esa chica, ¿Idina? ¿Irina? ¿Inga? Quién diablossea, La Loba la quiere para asegurar una pieza de ganancias.

No he conocido a esta chica todavía, o su hermana, que es heredera al trono.

Cualquier información sobre la Vasa de herederos viene, ya sea, de mi madre o dela prensa. Están cerca de mi edad y también provienen de un pequeño principadodel Mar Báltico del norte que recibe alrededor de la mayor visibilidad en elescenario mundial como Aiboland. Y aun así, no importa cómo de magníficaspuedan ser estas chicas o no, o inteligentes, o divertidas o cualquier otra cosa, yoseguro no estoy en lo más mínimo ansioso por unirme a alguien a quien mi madreme está vendiendo.

Page 17: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 17/265

1

Alguien grita, y vasos se alzan, tintineando con el mío en una opaca sucesión.No debería estar bebiendo mucho esta noche, y mucho menos en un bar, perodespués de la conferencia de una hora con mi madre torturándome esta tarde,detallando razones por las que debo embolsarme para la princesa de Vattenguldian,hice mi misión el asegurar que el resto del día fuera un borrón. Era o ahogarme encerveza o tirarme del centro del puente.

—Detente mientras estés bien. —La advertencia de Lukas es tranquila—. Hayuna serie de teléfonos en ángulo hacía aquí. No quieres darle a Su Alteza ningunainfluencia, ¿verdad?

Idiota.No me molesto mirando a mi hermano cuando le digo que se aleje. Yo lo hago,

sin embargo echo un vistazo a mi secretario personal. Sólo para encontrarlosutilmente asintiendo. Pero, tan molesto como estoy por decir eso, Lukas casisiempre tiene razón. La única vez que legalmente me deslicé en América, cuandohabía estado en una fiesta de fraternidad y estaba tan intoxicado, me convertí, porfalta de una palabra mejor, amistoso con varias mujeres que no tenían reparos en vender videos a la prensa, llamaron a casa para soportar una diatriba y una serie deamenazas por parte de la gran duquesa. Según mi madre, no era mejor que uno deesos chicos de la isla (los cuales tomé para referirme al Reino Unido, a pesar quetambién tengo derecho a ser llamado niño de la isla) y mancillar la reputación de lafamilia no sería tolerado.

Sin molestarse en lo más mínimo por lo que acabo de murmurarle a mihermano, Parker empuja discretamente mi cerveza a medio terminar, la quinta dela noche, a un lado. Es entonces cuando espío a lady Autumn Horn de Björksundpaseándose a nuestra mesa justo cuando mi secretario sugiere discretamente quedebemos salir, los doce centímetros de tacones y el largo cabello rubio y una

sonrisa de canario comiendo adorna sus labios demasiados carnosos.—Bueno, bueno —dice Lukas en una voz cansina mientras ella se acerca anuestra ubicación—. Mira lo que acaba de salir arrastrado de su ataúd. ¿Estás aquípara chupar la vida de nosotros, Autumn?

Mi hermano y la mujer no están, exactamente, en los mejores términos,después de una relación desastrosa a corto plazo que no llegó a ninguna parte, yrápido. Autumn se posicionó para convertirse en una princesa y falló, después dedescubrir que Lukas no estaba listo para sentar cabeza y mucho menos participaren una relación monógama. Las revistas de moda tuvieron un día de campo con lalluvia radioactiva hasta que la gran duquesa encontró una manera de cerrar esaconversación poco halagadora acerca de su hijo menor.

No soy necesariamente el mayor fan de Autumn, pero el deber y propiosdictados hacen levantarme a saludarla, ya sea que deseo o no su compañía. Besosen el aire son dados por mi lado, reales del de ella. Murmuro:

—Te ves hermosa esta noche, Autumn.Prácticamente puedo oír los globos oculares de Lukas rodando hacia la parte

posterior de su cabeza detrás de mí.

Page 18: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 18/265

1

—¿No te ves un poco como si estuvieras a medio camino de tus tres hojas al viento, Su Alteza?

No hay coquetería a su favor o falsa modestia, algo que se agradece. Hago unmovimiento para que se una a nosotros, Lukas a regañadientes se desplaza en elsofá de cuero blanco para hacer espacio. Frente a mí, las cejas de Parker se alzan

hacia el nacimiento de su cabello, señalando su buena disposición para conmigopor sacarme de una situación indeseable. Amigos desde la infancia, no podía pedircomo confidente a un empleado más de confianza.

Un zumbido llena el bar, teléfonos se giran hacia a mí, Lukas y Autumn.El camarero se acerca.—¿Qué te trae fuera de casa esta noche?—pregunto educadamente.Ella arruga su nariz.—Una cita.El camarero se inclina para tomar la orden, el agradecimiento brillando en sus

ojos mientras mira lascivamente sus curvas. Lukas pregunta suavemente:—¿Le mostraste tu verdadera cara, amor?Ella ignora el golpe, cruzando sus largas piernas y apoyándose de nuevo en el

sofá.—Tienes suerte, ya sabes—me dice—. Por tener tu selección de lo que quieres

y no ser como el resto de nosotros, pasando penosamente a través de malas citas.Una mirada significativa es lanzada hacia Lukas. Él simplemente le hace un

brindis a cambio.En cuanto a mí, me río en su cara. Sólo… río, y luego me río mucho más.

Lukas está murmurando algo sobre que me controle, y Parker señala al camarerouna vez más, y Autumn me está mirando como si tal vez he perdido las tres hojaspor el huracán que mi risa está gestando, pero no puedo evitarlo.

La factura es pagada rápidamente, Parker se levanta, limpiando pelusaimaginaria de sus jeans.

—Su Alteza, he de recordarle su reunión de mañana.Lukas también se levanta, palmeando a nuestro mutuo amigo en la espalda.—El deber llama, hermano.—Quédate —ronronea Autumn—. Te puedo prometer un tiempo mucho mejor

que cualquier vieja reunión.Estoy de pie inmediatamente. Mierda, cinco bebidas realmente eran

demasiado.—Eres irreal, ¿lo sabes?—Lukas le silba a su ex. Antes que pueda responder,

él y Parker me dirigen hacia la puerta. Susurros nos rodean, los teléfonosapuntándonos, sin duda atrapando cada movimiento. Mi hermano dice en voz baja—. Ya sabes que Autumn es, básicamente, la segunda gran duquesa Brittallegando, ¿verdad?

Page 19: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 19/265

1

Estoy cerca de vomitar mis tripas ante la idea.—Consigue controlarte.—La cara de Luke es suave como la seda mientras las

cámaras y teléfonos parpadean a nuestro alrededor—. Estás borracho. La Lobatendrá un día de campo con esto. ¿En qué mierda estabas pensando Chris?

En que estoy cansado de ser el príncipe perfecto .

Page 20: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 20/265

2

3Elsa

bsolutamente no. Al menos, eso es lo que creo que Charlotte está

diciendo, pero debido a que su bebé está chillandodirectamente en el receptor, no puedo estar segura. Quitoel teléfono de mi oreja, pero incluso a varios centímetros de aire no disminuye eltimbre.

—Lottie, quiero decir que esta es la mejor manera posible, pero tienes queempujar un chupete en la boca de Dickie antes de dejarme sorda.

Creo que grita: “¿Qué?” Pero el infante ahora suelta sus lamentos a nivelesaltos.

—¡Dale el chupete!—Mi propia voz es peligrosamente estridente. Gracias aDios estoy sola en mi oficina, porque tengo que sonar como una loca, gritando en el

teléfono.—¡No voy a darle a mi bebé un batido!—Es lo que creo que grita—. ¡Toma

leche!Oh por el amor de… —¡EL CALMANTE, LOTTIE! ¡MÉTELO EN SU BOCA!—¡MI BEBÉ NO ES TONTO!Claramente está privada de sueño si ni siquiera puede recordar que los

chupetes se llaman calmantes.—¿Dónde está Josef?

El alboroto de Dickie se levanta unos decibeles.—¿QUIÉN?—TU ESPOSO.—¿QUIÉN?

— A

Page 21: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 21/265

2

Cuelgo y sueno el timbre para que mi auto sea traído. Como quedan dos hastaque me vaya a California, gritar en un teléfono no es una manera productiva depasar mi tiempo. También podría ir y gritarle en persona.

Cuando me aparezco, encuentro a Charlotte en un montón de cansancio, sucabello es menos que impecable, sus ropas arrugadas y manchadas con lo que sólo

puedo asumir son fluidos corporales del bebé que duerme en su hombro. Hipasuavemente mientras golpea ligeramente un ritmo inestable contra su espalda. Abro la boca, pero me silba. Así que tomo asiento y espero hasta que el

pequeño lord Dickie es pasado a la niñera que le obligué tener a mi mejor amiga.Ella y su marido creían que podían manejar su orgullo y alegría por sí mismos, perocon su trabajo en el Parlamento y el suyo como mi asistente personal y privada,pronto se dieron cuenta que hacer todo ellos mismos era más fácil de decir que dehacer.

Aun así, Charlotte Nordgren está dando su mejor esfuerzo. Normalmente,arregla mi existencia con la facilidad y la gracia de un general militar. Puedo contarcon una mano las veces que perdió su legendaria frescura con alguien en mipresencia. Sin embargo, hay un pequeño humano que parece haber aspirado sualma directamente y dejado a una zombie a su paso, porque la Charlotte queconozco nunca me callaría tan descaradamente.

— Ahora —dice tan pronto como el ambiente se aclara—, ¿creo que me estabaspidiendo obtener un boleto de avión de ida a Suiza? ¿Sintiéndote nostálgica?

Resoplo.— Apenas.Charlotte y yo nos conocimos en un internado en Suiza. Si tal nostalgia existe,

es por ella y muy poco más.

Le sirvo una taza de té de la bandeja mientras el ama de llaves medio entra.—Sus Serenísimas Altezas saben que estoy familiarizada con ese país, por lo

que es el primer lugar donde verían. Estoy dispuesta a ir donde sea, siempre ycuando pueda salir en las próximas doce horas.

Se derrumba en un sillón, con los brazos y piernas abiertos en todasdirecciones. A juzgar por las bolsas bajo sus ojos, me arriesgaría a decir que no hadormido demasiadas horas.

—¿Por qué quieres que te lleve fuera del país, Elsa? ¿Asesinaste a alguien?¿Malversaste las arcas del país?—Incluso su sonrisa es cansada mientras se refierea mi broma—. Esa serías tú, esperando hasta que estuviera de baja por maternidad

para causar estragos— Algo peor.—Le paso la taza que preparé—. Asistiré a la Cumbre Decenal en

cuarenta y ocho horas.Sus ojos se abren detrás de la porcelana. Los Reales no hablan de la Cumbre

con los que están fuera de sus círculos más íntimos, es la forma en que hemoslogrado mantener el secreto de las reuniones en el pasado. Pero como mi consejera

Page 22: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 22/265

2

más confiable y más cercana, Charlotte sabe todo lo que hay que saber sobre laCumbre Decenal y la MMR.

—Maldita sea, Elsa. Ah, ahora lo capta.

Se sienta con la espalda recta, con su cabello meloso silbando suavementealrededor de sus hombros.—Iré… tengo que llamar a Josef, decirle que estaré… —No seas tonta. Tú no irás. Cumbre o no, seguirás estando de baja por

maternidad.—Elsa. —Su agotamiento encuentra su camino para salir de la habitación con

firme determinación yendo a la vanguardia—. ¿Dónde se celebrará?—En California.—En California, ¿en Estados Unidos?

—¿Hay otras Californias en el mundo?—medito.—¡Este no es momento para bromas!—Soy muy consciente de eso, a pesar de mis patéticas súplicas para sacarme

del país. Quizás debería haber pedido que me encontraras un marido de alquiler ensu lugar. ¿Por casualidad sabes de algún servicio de escolta de buena reputación?

Su taza de té fue desechada en una mesa cercana, Charlotte localiza uno de loscientos de cuadernos ensuciando su casa.

—¿Qué dijo Su Alteza? ¿Existen objetivos de los que debamos saber?—¿Objetivos?

—Futuros maridos —dice con seriedad—. ¿Hacia quién se está inclinando elpríncipe Gustav? No me puedo imaginar que te esté arrastrando a California sin varios objetivos en mente.

Hace un punto alarmante, pero aún válido.—Nada se me dijo todavía.—Tengo que llamar a Josef, ver si hay algún país que el Parlamento haya

estado pescando con caña para reforzar los acuerdos comerciales. O un tampón dealianzas, sobre todo a cuadras de los votantes de la UE.—Garabatea como una locainflamada—. Lo último que supe, es que se hizo un llamado hacia lasubcontratación agrícola, teniendo en cuenta los recientes cultivos de mala calidaddebido al calentamiento global. Quien ahora tiene buenos precios de exportación.—Está fuera de su silla, moviéndose alrededor de la habitación a su teléfono—.Maldita sea. Creo que también se habló de hierro. Y luego está el más fervientedeseo de Su Serenísima Alteza de convertirse en el Mónaco del norte, lo querequeriría un montón de capital.

No me extrañaría que mi madre susurrara nombres de pretendientesridículamente ricos en el oído de mi padre, todo en nombre de asegurar su gloria ysus sueños.

Page 23: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 23/265

2

—Recibí órdenes de no ponerlos en marcha todavía.—Su Serenísima Alteza no entra en estas situaciones sin una salida.—Su

teléfono aparece debajo de una pila de libros para bebés—. Apuesto a que todo loque obtendré de tus padres es que ya han seleccionado a alguien para ti. Y luego unpar de refuerzos si su primera opción resulta inviable.

Esa es otra razón por la que Charlotte vale su peso en oro.—Te das cuenta que Vattenguldia tiene muy poca influencia política en el

mundo, ¿no? Dudo mucho que cualquier matrimonio mío pueda cambiar eso.Estoy impresionada que mis palabras sean constantes mientras la falsedad se

desliza. Mi madre ha insistido mucho con todos en nuestra familia que, si elijocorrectamente, la visibilidad de nuestro principado podría expandirseexponencialmente. Y como Su Serenísima Alteza tiene sus miras puestas en losturistas de América y de Asia y en sus bolsillos profundos, no hay duda que parecesacar provecho de esa creencia.

Después de todo, al mundo le encanta un buen cuento real de hadas.Charlotte ya está marcándole a su marido.—Son los tres pies del gato.—Está fuera de mí que huya del país en este momento, dudo mucho que,

aunque supiéramos quién es el príncipe que se presente como un futuro nuero,tenga otra cosa que decir de lo que va a suceder.

El teléfono es arrancado de su oreja mientras me mira con incredulidad.—¿Quién eres y qué has hecho con Elsa?Revuelvo mi té, a pesar que el azúcar se ha derretido hace mucho. La confiable

Elsa se encuentra actualmente en estado de crisis, muchas gracias.—Muchos miembros de la realeza se casan exactamente con quiénes quieren

—dice—. Mira todos los plebeyos y los entrenadores que están ahora felizmentecasados en la realeza. ¿Por qué no puedes enamorarte de tu entrenador, Elsa?

—Hedda es una mujer increíble, y atractiva para empezar, pero ya estáfelizmente casada y tiene una gran cantidad de hijos—digo secamente.

—Mi punto es válido. Hay un montón de gente de tu calaña que está casada,como resultado de su propia voluntad.

—No sé si estarán solteros durante la Cumbre Decenal.Golpea su bloc de notas sobre una mesa y se acerca para sentarse a mi lado en

el sofá.—¿Su Serenísima Alteza realmente quiere seguir adelante con que te cases conalguien que no conozcas? ¿O del que no estés enamorada?

Bajo mi taza de té.—Sí. Me olvidé de mencionar que Isabelle también vendrá. Será un dos-por-

uno: las princesas de Vattenguldian serán los dos nuevos logros políticos.

Page 24: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 24/265

2

La pena en el rostro de mi mejor amiga me hace querer arañar mi propiarabiosa frustración.

Page 25: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 25/265

2

4Christian

a piedra que mi padre patea, salta por encima del agua del estanque enel borde de los jardines de palacio; las ondas apenas se forman a medida

que cae a profundidades ocultas. Mete sus manos en los bolsillos ylevanta la vista hacia el enojado cielo.— Va a llover hoy, creo.Llueve mucho en Norslœ, por lo que es básicamente como si dijera que “La

hierba es verde” o lo que otras estúpidas personas de mierda dicen cuando estánintentando hacer una pequeña charla irreverente. Pero ese es elmodus operandi de Andres de la Warren, especialmente en situaciones difíciles.

La manada de perros de Lukas nos pasa corriendo, dispersando a los patos enel estanque. Mi hermano grita sus nombres, pero ya que son las únicas criaturas verdaderamente caprichosas y desobedientes en los jardines de palacio, no leprestan ninguna atención.

— A la mierda la lluvia—dice—. Vamos a hablar de cómo Chris y yo vamos aser corderos de matadero mañana. ¿No puedes hablar con La Loba de esto?

Érase una vez, creo que mi padre era un hombre con confianza. Era popular,divertido y carismático, el favorito de la sociedad española y los medios decomunicación. Tenía novias y dinero e incluso jugó un año en un equipo de fútbolprofesional español. En un abrir y cerrar de ojos, su tío, el rey, lo vendió a mimadre por beneficios bancarios durante una de las MMR y lo envió al norte. Aislado del Mediterráneo y atrapado en lo que se dio cuenta rápidamente era unmatrimonio antagónico y sin amor con una Loba, mi padre al principio se rebeló,hasta que mi madre, de alguna manera, lo rompió hasta la sumisión. Ninguno denosotros sabe cómo lo hizo, pero los susurros en el palacio dicen que toda joie devivre desapareció hasta que no fue más que un títere de La Loba, trotando cuandoera necesario.

No es un verdadero gran duque. En cambio, es el príncipe consorte silenciosode la gran duquesa Britta de Aiboland. Así que para Lukas incluso preguntarle esoes absurdo. Aun así, dice mi padre, en su acento persistente más notable en el airefresco que en el interior:

L

Page 26: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 26/265

2

— Mis hijos , está decidida a encontrarles partidos apropiados en la CumbreDecenal.

Se inclina y saca una roca lisa del barro debajo de nuestras botas de agua. Conun movimiento de muñeca, la piedra vuela hacia el estanque y salta una, dos, tres veces por la superficie.

—Estoy decidido a decirle que se puede ir al infierno—murmura Lukas.Durante horas después que llegamos a casa del pub, mi hermano y yo

compartimos ideas sobre maneras para que escapar de las maquinaciones de LaLoba. No encontramos soluciones, a excepción de Parker llamando a los periódicoslocales y dando dinero por favores para tener fotografías de la homosexualidad nopublicada.

—He oído—dice mi padre—, que la chica Vattenguldian es preciosa, Christian.—Bueno, mierda. Eso hace que todo esté bien, ¿verdad?—Lukas saca un palo

de una de las bocas de sus perros y lo tira a la distancia—. ¡Chris! ¿Oíste eso?Mientras la señorita sea bonita, nada más importa. Podría ser una idiotaconsanguínea o una perra delirante como La Loba, pero siempre y cuando su rostrosea agradable a la vista y los bebés salgan preciosos, serás afortunado.—Fingecaminar en línea como uno de los guardias ceremoniales fuera del palacio—. Larga vida a Aiboland, una isla con hermosos e insignificantes miembros de la realeza enun mundo que considera a las monarquías obsoletas.

Nuestro padre suspira.—Lukas...Las gotas de lluvia salpican mi mejilla cuando alzo la vista.—Me pregunto qué sería necesario para dar un golpe de estado.

Lukas reclama el palo de uno de los perros.—Bolas de titanio, me imagino.—Una risita amarga se le escapa—. No es tanfactible para los eunucos emocionales como nosotros, ¿verdad?

—¿Sabías que tu tío planeaba organizar tu matrimonio?—pregunto a nuestropadre.

Se agacha para acariciar a uno de los perros menos desagradables. Como haycinco, y he estado fuera durante años, aún no he hecho el esfuerzo de aprendermetodos sus nombres.

—Había oído rumores de la MMR de mis primos, pero ciertamente nuncapensé que sería valioso para cualquier influencia en tales asuntos.—El perroinclina su cabeza contra la pierna de mi padre—. Pero mi madre siempre advirtióque, como el sobrino del rey de España, mi futuro no siempre sería mío para hacerlo que quisiera.

Es inútil discutir con él, sobre todo porque sé que en absoluto tiene ningunainfluencia en La Loba. Y aun así, como una especie de imbécil que no sabe cuándomantener la boca cerrada, digo:

—Es el siglo XXI. ¡Los matrimonios concertados son arcaicos!

Page 27: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 27/265

2

—Hay un montón de lugares en el mundo donde ese no es el caso y lo sabes—argumenta mi padre.

—En los países del primer mundo, sin duda es el caso. Si no me equivoco—Lamirada que Lukas da a nuestro alrededor, es exageradamente extensa—, a pesarque esta isla sea un agujero de mierda en el Mar Báltico, todavía somos

considerados del primer mundo… o eso es lo que la gente cree, teniendo en cuentanuestra riqueza. Así que el punto de Chris sigue vigente.—Mete la punta de una bota en el barro, succionando un agujero—. Hay una gran cantidad de miembros dela realeza que ahora pueden casarse con quien sea que sientan que es correcto.

—No durante la Cumbre Decenal—dice nuestro padre en voz baja.Lukas se aleja, yéndose ofendido hacia el borde del estanque.Una mano se apoya en mi hombro.— Mi hijo , debes entender que… —No —digo—. Realmente no lo entiendo.

Me sorprende cuando no se da la vuelta y sólo lo deja ir como cada vez quetiene una confrontación en esta familia.—No somos como las demás personas. No tenemos el lujo de hacer lo que

queramos, sin importar lo que el resto del mundo piense de nosotros. Tienes undeber con este país, Christian. Luchar contra las expectativas sólo te llevará al dolor y a la miseria.

Las nubes por encima de nosotros se abren. Lukas grita una orden para reunira los perros, así podemos regresar al palacio. Mi padre se mueve para continuar,pero lo detengo con una mano en su hombro.

—Eso es profundo, viniendo de ti.

— Viene de mí—dice en voz baja—, porque hablo por experiencia.Siento como si algo me golpeara.—No quiero lo que tienes. Quiero...—Tiro de mi cabello mojado—. Mierda...

amor, ¿tal vez? ¿Amistad, al menos? Si tengo que casarme con alguien, quiero quesea porque laelegí , no porque mi maldito monstruo de madre me obligó.

Pero entonces él se va sin decir nada más. Pelaje marrón vuela mientras losperros lo rodean en el camino de vuelta hacia nuestra prisión.

Page 28: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 28/265

2

5Elsa

ómo llaman a esos momentos finales, desesperados de la condena,donde dulces y suaves misericordias son rogados, sólo para que esasfrágiles esperanzas cuidadosamente cultivadas sean pisoteadas

implacablemente bajo botas de puntas de acero? Una apelación, ¿tal vez?Lo que sea, esa era yo una hora antes que dejáramos Vattenguldia en un jet

privado. Fui con mi padre con el orgullo metido en un bolsillo, pidiendo porcompasión y comprensión.

Él no se inmutó.—Estas tomándote esto demasiado personal.—¿Cómo no podría? Estoes personal. ¡Es mi vida!—Tu vida es una de servicio. Tienes una oportunidad ahora de hacer la

diferencia por nuestro país, así como Isabelle. Dos oportunidades masivamente

beneficiosas. Si no estás satisfecha con tu cónyuge, haz como yo he hecho.Estaba sorprendida.—¿Quieres que me busque por mi cuenta un buen amante a la antigua?Él se enfureció más conmigo mientras el tiempo pasaba. Me pusieron

sonoramente en mi lugar, recordándome que, sin importar si me casaba con unmayordomo o con un príncipe, haría lo que mejor fuera para Vattenguldia. Y loharía porque soy de la Casa de Vasa, y vivimos y morimos por la tradición.

La tradición, como estoy aprendiendo, no es tan color de rosa como lo fue una vez.

Después de ese edicto, mi trasero fue subido en nuestro jet privado y ahoraestoy en la tercera etapa de nuestro viaje mientras viajamos desde Los Ángeleshasta la costa hacia un pequeño pueblo llamado San Simeón. Cuando comenzamosnuestro aterrizaje, mi hermana se acomoda en el asiento al otro lado del pasillo.Está tensa y en silencio, sus dedos enlazados firmemente en su regazo. No creo queIsabelle haya pronunciado más de veinte palabras todo el viaje. Poco antes quedespegáramos, agarró mi brazo y murmuró:

—Despiértame de esta pesadilla. Así no puede ser como todo termine.

¿C

Page 29: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 29/265

2

Respondí:—Sólo si me despiertas primero.Después de eso, su cara de póquer cayó firmemente en su lugar, pero la

conozco mejor. Está tan estresada como yo por esta farsa, probablemente inclusomás. A diferencia de mi soltería, mi hermana está actualmente envuelta en unadesordenada, pero apasionada relación de la que nuestros padres no saben nada.

Murmuro:—Dile a papá. Es nuestra tarjeta desalir de la cárcel .Una rápida y severa negación es la única respuesta que recibo, dejándome

confundida. ¿Por qué continuaría escondiendo tal cosa especialmente ahora?Isabelle es reservada, casi hasta la exageración, pero nunca ha sido una presa fácil,o al menos no de la clase que mis padres desearían.

Aunque, hasta esta semana, habría dicho lo mismo de mí. Y aun así aquíestamos, las chicas Vasa, camino al último Mercado Matrimonial. Más allá de las ventanas del jet hay pequeñas colinas verdes multicolores, y agitadas aguasrompiendo contra las costas doradas. En la distancia, nuestro destino sematerializa: en lo alto de una colina, rodeadas por los densos árboles, unas torres blancas se asoman en el océano.

He estado rodeada de arquitectura hermosa toda mi vida. Crecí en Vattenguldia, pasé mucho tiempo en Escandinavia. Fui a la escuela en Suiza, y pasélas vacaciones a menudo en Francia e Italia. He visto asombrosos edificios de todaslas épocas. Y aun así, el primer vistazo del Castillo Hearst me tiene preguntando sialguna vez de verdad he observado una vista tan impresionante.

No parece ni siquiera real. Lo cual encaja, supongo, considerando que todavíasiento como si toda esta maldita situación no puede ser posible que estésucediendo.

Minutos después, nuestro jet aterriza en una pequeña franja en la base de lacolina. Una camioneta está esperando, junto con el príncipe de Liechtenstein.

—¡Gustav! Justo a tiempo—dice en voz alta mientras desembarcamos—. Elmaestro de ceremonias se reúne en una hora, y se necesita tu experiencia.

No hay tiempo para inútiles charlas en la pista. Aviones de Japón, ArabiaSaudita, Malasia, y Suazilandia están llegando a la hora. De hecho, al momento enque nuestro equipaje es guardado y las puertas de la camioneta se cierran, el jetsale rápido por la franja.

—¿Estuvo cómodo el viaje?Toma un momento darme cuenta que la pregunta va para mí. Aparto la

mirada de la ventana, y la encuentro con el monarca de Liechtenstein.—Muy agradable, Su Alteza.—Porque obviamente he caído al Río Estigia y me

estoy acercando rápidamente al infierno.Si el infierno es un hermoso y glamoroso castillo en una colina en California.

Page 30: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 30/265

3

—Mi hija le manda su cariño—continúa el príncipe amablemente—. Deseapoder asistir a la Cumbre, pero por desgracia, los compromisos en casa se loimpiden.

No hay ninguna posibilidad que la princesa de Liechtenstein desee estar aquí. Ya está casada. Probablemente está emocionada que jamás tenga que ser sacada a

relucir en ninguna de las Cumbres.Chica con suerte.Le digo al príncipe:—Por favor transmítale mis saludos y mi cariño también, Su Alteza.Desde ese punto, mi padre y su amigo hablan. Mantengo un oído en sus

discusiones; aparentemente, un número de pequeños estados quieren juntarse paratener mayor voz en la política global, pero la vista de mi ventana es mucho másexigente. Subimos la colina esmeralda a través de un sinuoso camino que deja alcastillo dentro y fuera de la vista. Árboles frutales y suculentas plantas alinean elcamino, y debo decir, que para ser el infierno, estoy encantada. Y aún más cuandonos detenemos en un amplio juego de escalas que llevan a un patio con una fuentede mármol, y un castillo-catedral color crema estilo mediterráneo.

Mi padre y su amigo no le prestan ninguna atención a la vista mientras bordean la fachada principal. Pero Isabelle y yo nos detenemos, admirando lastorres por encima de nosotras así como las vistas exuberantes del océano cerca.

¿Esto es California? ¿Los Estados Unidos, una tierra tan joven que edificios deprincipios del siglo veintiuno son nombrados históricos?

Isabelle resume a la perfección de lo que vemos murmurando:— Vaya.

De hecho, vaya.—Leí sobre la ubicación, Su Alteza.—Sorprendidas, mi hermana y yo nosdamos vuelta para encontrar a Bittner a unos metros detrás de nosotras—. Eldueño original estaba interesado en coleccionar arte europeo y arquitectura. Granparte del castillo o de las casas de huéspedes tienen piezas incorporadas en suestructura, tal y como la fachada medieval y la puerta frente a nosotros, o tienenfacsímiles creados para incorporarse.

—Tiene una sensación muy española, ¿verdad?—reflexiona Isabelle.—De hecho, Su Alteza. Y aun así, hay piezas a lo largo de las tierras que son

romanas, británicas, italianas, o de otros países y épocas.—Él entrecierra los ojos

ante las grandes torres que se asoman a los lados de la construcción—. Es unrevoltijo, para estar seguros. Este es Casa Grande.—Nos hace señas a una puertalateral—. Mientras que se nos concede más libertad alrededor del Castillo que a lamayoría, todavía estoy encargado de informarles que hay muchas partes quedebemos tener cuidado de evitar. La puerta principal, por ejemplo, lleva a unaantigua puerta de mosaico romano que no debe ser tocada.

Page 31: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 31/265

3

Entramos a un gran cuarto medieval todavía con la sensación romanarodeando las sillas de coro de madera. Una mujer en una ajustada falda azulmarino y una chaqueta portando una etiqueta con su nombre da un paso al frente.

—Puedo ser la primera en darles la bienvenida oficialmente al Castillo Hearst—nos dice—. Mi nombre es Nicole, y soy una de las guías del Castillo. Estoy para

darles un pequeño recorrido por las tierras, mostrarles su habitación, y respondercualquier pregunta que puedan tener sobre su estancia aquí en La Cuesta Encantada por la siguiente semana.

Una ridícula pregunta viene mentalmente para una princesa acercándose a sutercera década de vida, ¿tal vez sabe con quién voy a ser emparejada?

—Gracias, Nicole.—Me trago mi amargura hasta un momento después—.Estamos muy complacidas por la oportunidad de visitar una locación tan hermosae histórica en California.

Bittner se disculpa para reunirse con nuestro padre, informándonos que locontactemos de inmediato si hay algo que necesitemos.

A pesar de las ansias de ir a cualquiera que sea la habitación que nos hanasignado y escondernos de lo inevitable, Isabelle y yo seguimos a Nicole por lasiguiente media hora mientras nos da un recorrido por la casa principal, las trescasas de huéspedes, los suntuosos jardines costeros, los asombrosos patios con vistas al océano y las montañas, y las dos magníficas piscinas que nos dejan tanto aIsabelle como a mí celosas que no sean nuestras. Para el momento que llegamos anuestra habitación; un pequeño asunto con una cama doble, un escritorio, variassillas, y una cama empotrada en la esquina. A regañadientes admito oficialmenteque el Castillo Hearst me ha encantado.

Es una terrible profecía.

Nuestra guía asegura que nuestro equipaje ha llegado a salvo al cuarto y ya fuedesempacado.—Como estoy segura que se dieron cuenta en nuestro recorrido, el comedor,

aunque es muy grande, no es lo suficientemente grande para acomodar a todos ahí.El desayuno, el té y los almuerzos serán servidos al estilo buffet, pero las cenasserán hechas en varios patios a lo largo de la propiedad. Esta noche será hecha enla Piscina Neptuno.—Hay orgullo en su sonrisa—. Es un espectáculo impresionanteal atardecer.

—¿Esa es la piscina al aire libre?—Isabelle tiene una ridícula mirada deensueño para una mujer que está a punto de casarse con alguien que no es suprometido—. ¿La que tiene el templo romano al frente? Porque de verdad creo queprefiero robárselas y llevarla a casa.

Nicole se ríe amablemente, como si es algo que escucha todo el tiempo.—Sí, Su Alteza.—¿Planeas tomar el sol mientras estamos aquí? —pregunto irónicamente

mientras la guía cierra la puerta tras su salida.

Page 32: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 32/265

3

—Tal vez. —Mi hermana se deja caer en una de las sillas tapizadas de lahabitación. Apunta un paquete que Nicole me trajo que incluye mi itinerariosemanal—. Pensé mucho en nuestro vuelo hasta aquí.—Su cabeza se inclina contrael cojín, los rizos oscuros moviéndose sobre un hombro—. Déjanos al menosintentar sacar algo bueno de una mala situación. Ambas estamos pálidas como unmuerto. Si debemos sufrir durante el MMR, déjanos al menos tener un bronceadocaliforniano.

Miro por la ventana. Otros reales están vagando alrededor con sus guías.—Desearía poder unirme, pero estaré en las reuniones.—Papá últimamente está pidiendo más y más para tu entrada. Al menos hay

un resquicio de esperanza para ti.Suspiro triste de molestia.— Ayer me entregaron un expediente lleno de temas de conversación. Su

Serenísima Alteza no está más interesado en mis opiniones acerca de Vattenguldia y el mundo general de lo que vamos a usar esta noche. Estoy para repetir suspuntos de vista toda la semana.

—¿Estás nerviosa?Me aparto de la ventana cuando pregunta eso en voz baja.— Yo lo estoy—dice llanamente. Con tristeza. Voy a posarme al borde de la cama.—Si revelaras tu relación con Alfons, esto no sería un problema para ti.Deja salir un suspiro antes de negar.—Isabelle, ya estás comprometida.

Sus palabras son bajas, pero firmes.—No puedo hablar de eso. Alzo mis cejas. ¿Desde cuándo mi hermana no quiere derramar poesía sobre

su prometido?Se inclina hacia adelante, bajando su voz todavía más.—De todos modos no importa. Nuestros padres me llamaron a la oficina de

papá antes que nos fuéramos y dejaron las cosas claras. Nada de lo que tú o yodigamos significará algo en este punto. No hay cómo disuadirlos de lo que creesserá lo mejor para el país. Así que, por favor… —Sus dedos se curvan alrededor delos míos y aprietan—. Te estoy pidiendo que respetes mi privacidad mientrasestamos aquí.

Me echo hacia atrás como si me hubiera abofeteado.—¿Crees que si papá descubre que estás comprometida no tendría ningún

influencia?—¡Elsa!—Mi nombre sale con fuerza y rabia de sus labios—. ¡Basta! Y entonces se queda en silencio, sabiendo que cruzó la línea. Me levanto,

sintiendo la sangre escapar de mi rostro de pura furia.

Page 33: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 33/265

3

—Hermana o no, no tienes por qué gritarme así.—Me disculpo. Sólo… —No hay necesidad que me expliques nada.—Me alejo antes de pronunciar

algo que podría lamentar—. Voy a dar un paseo. Asegúrate que el vestido para lacena esté colgado y planchado.

Se muerde el labio, pero asiente. Y luego salgo por la puerta.

Page 34: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 34/265

3

6Christian

ukas murmura en voz baja:—A la mierda esto. ―Antes de alejarse. La Loba se acerca a donde estoy parado.

―Controla a tu hermano. No toleraré que nos avergüence. La idea de controlar a mi hermano es hilarante. Por mucho que me respete y

me admire, no hay nada que pueda decir para convencer a Lukas que cualquierparte de este viaje es aceptable. Mierda, su único propósito para venir a la Cumbrees ser un peón para nuestra madre y lucir atractivo para futuros suegros.

¿Yo? Al menos puedo declarar que estoy aquí parcialmente por negocios. Deacuerdo con Parker, tengo todo un itinerario de reuniones programadas.

La Loba saluda cruzando los jardines a la reina de Inglaterra y su heredera.

— Asegúrate que ambos estén impecablemente vestidos para la cena de estanoche.Las palabras “vete al infierno” son tan malditamente difíciles de contener. La británica monarca camina en línea recta hacia nosotros. Mi madre se gira

hacia mí, llevando sus manos a mis hombros para suavizar arrugas imaginarias enmi camisa. Y entonces se inclina, presionando sus labios rosa mate sobre mimejilla.

—Sé un buen chico y ve a ponerte deseable. Te veré a ti y a tu hermano en lacena. — Afortunadamente, deja de prestarme atención para poder decir en voz altael nombre de su amiga.

Los modales señalan que me quede y presente mis respetos, pero La Loba básicamente me ha dicho que me largue de aquí. Por una vez, estoy más que feliz dehacer lo que ordena, así que me voy sin más palabras.

Una vez que llego a los escalones de la casa, saco un pañuelo y limpio el labialde mi mejilla. Sin embargo, no logro reprimir el escalofrío de disgusto que meatraviesa. Dios. Es mi madre, y le debo mi vida, pero cualquier toque de su llamadoafecto hace que mi piel se estremezca.

Page 35: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 35/265

Page 36: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 36/265

3

7Elsa

stamos en un punto muerto, este hombre y yo, donde le estoy mirando conrecelo y él a mí en respuesta, ambos como ciervos atrapados ante los faros

de un auto después de casi chocarnos en este estrecho pasillo.Por amor de Dios, es demasiado apuesto. Demasiado todo, en realidad. Susojos son demasiado hipnotizadores; vívidos, ámbar brillantes ribeteados con caoba y salpicados con pecas que son demasiado atractivas. Su cabello es demasiadoondulado, demasiado hermoso y castaño, como los granos del expreso que meregalan el éxtasis matutino. A pesar de un leve rastro de barba, su piel esdemasiado perfecta. Su ropa es demasiado bonita, y sus zapatos de cuero deestilista de demasiado buen gusto.

Físicamente, él es demasiado,grandioso .Me devano los sesos para emparejar el rostro que tengo delante con un

nombre. Ah. Ahí está. Éste es un compañero heredero de otro minúsculo país de laUnión Europea. Este es el gran duque heredero de Aiboland, el príncipe Christian.

Es de mal gusto ser tan crítica, especialmente sin escuchar su voz o saber nadaaparte de lo que los cotilleos dicen sobre él, pero no quiero tener nada que ver coneste hombre. Lo cual es gracioso, porque cuando era pequeña, secretamenteanhelaba conocerle. Cercano a mi edad y un compañero escandinavo, su país noestá muy lejos del mío. Tenía una esperanza infantil que incluso pudiera ser unespíritu afín, de que él sabía lo que podía significar el peso de una corona y un reino(o un principado o un gran ducado) para un joven heredero. Sin embargo, antesque estuviéramos juntos en una habitación, o incluso en el mismo país, su madre leenvió a un internado en algún país extranjero (¿tal vez al Reino Unido?) y yo fui

enviada a Suiza, dejando todo lo que iba a aprender sobre el príncipe Christian enmanos de la prensa. Todas las suposiciones sobre ser espíritus afines no eran másque basura. Este príncipe no es un espíritu afín. Él y yo… no somos nada más quecompañeros reales menores en un gran mundo lleno de países más poderosos einfluyentes.

Es mejor ni hablar con él, o con ninguno de los príncipes presentes, al menos voluntariamente. El MMR es legendario por la cantidad de encuentros de unanoche que ocurren entre herederos.

E

Page 37: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 37/265

3

Por un momento, ardientes unos ojos se clavan en mí, mirándomedescaradamente como si nunca antes hubieran visto a una mujer. Los vellos de minuca se erizan con indignación, pero luego parpadea, y la mirada desaparece.

Sin embargo, antes de darme la vuelta sobre mis talones, me ofrece lo quetécnicamente podría llamarse una sonrisa que en realidad es demasiado

impresionante para describirla bien, con dientes tan blancos que enceguecen y mepregunto si son cubiertas.—Mis disculpas —me dice en inglés, con un acento demasiado nítido sin

ningún indicio de nuestra herencia escandinava.Hace que quiera simultáneamente apretar los dientes y suspirar con alegría

porque su voz y su acento son demasiado sexys y encajan perfectamente con suaspecto. Y luego, justo cuando pienso que no puedo estar de pie apropiadamentepor más tiempo, me hace una reverencia demasiado perfecta, desde la cintura, conun brazo cruzado en su pecho, como si hubiera tenido toda una vida para practicarsólo ese movimiento para embelesar a las señoritas alrededor de él.

—Soy… No. No puede hablarme con dulzura. O mirarme de esa forma. ¿Piensa quesoy una de las solteronas que concurren estos minúsculos pasillos buscando unsemental? ¿O que desde el momento en el que he llegado, he estado a la caza dealguien para que me aleje la mente del MMR?

Levanto una mano y la muevo a través del aire; increíblemente, se calla deinmediato. Jesús todo poderoso. Tiene modales demasiado perfectos. ¿Parará deuna vez?

No puedo creer que haya estado aquí sólo por una hora, y ya tengo quesermonear a los hombres. Mecanismos de defensa que ni siquiera sabía que tenía

se ponen en acción.—Mira. No quiero que te tomes esto a mal, pero sin importar lo que puedaspensar, no soy una presa fácil. Guárdate tus propuestas o proposiciones para otrapersona. —Mi espalda se endereza, recta como una vara, mientras los modalesinculcados por mi madre luchan por tomar el control—. No estoy aquí paraeso .

Sin importar lo que mis padres crean o insistan.Es un alivio decirlo, aunque sé que estoy nadando contracorriente. Tal vez,

sólo tal vez, si a puertas cerradas me las arreglo para hacerme indeseable, estospríncipes hincarán los talones y se negarán a siquiera pensar en la posibilidad deemparejarse con la princesa heredera de Vattenguldia.

En el calor de mis palabras, la boca de Christian se abre, y sus ojos se amplíansignificativamente. Sus mejillas arden como si le hubiera abofeteado elegantementepor la impertinencia. Lo cual tal vez debería haber hecho. Excepto que esta vergüenza es demasiada desarmadora en él.

Debo salir ya de este minúsculo pasillo.Sus palabras salen a cámara lenta por la confusión:—¿Perdón?

Page 38: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 38/265

3

—Estoy aquí por… —Sabe por qué estoy aquí. Él también está aquí por lomismo. Pero le espeto—: Trabajo y nada más. ¿Lo entiendes?

Sigue mirándome como si no pudiera creer que le haya interrumpido tangravemente en público. Y tal vez no pueda, ya que incluso admito que es casiinconcebible que alguien rechace un ejemplar principesco tan bueno. Excepto que

no soy cualquiera. Y estoy malditamente segura que no estoy disponible para elmejor postor, incluso si es tan brillante como éste.Sin una palabra más, hago una educada reverencia. Sólo porque rechacé sus

encantos principescos, no significa que no tenga modales. Y luego me fuerzo apasar más allá de él en el estrecho pasillo para retirarme a mi habitación.

Cuando mi hombro roza contra su brazo, su olor se arremolina alrededor. Esligero, pero maldito sea, incluso huele demasiado delicioso.

Una vez que estoy fuera de su vista, empiezo a caminar con un ritmo vigoroso. Y luego encuentro un bonito y pequeño rincón donde intento calmar mi aceleradopulso.

Los horrores de esta semana ya han clavado sus garras.

Page 39: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 39/265

Page 40: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 40/265

4

Alguna Valkiria sólo llegó, cortó mis bolas, y se las echó encima de su hombromientras se alejaba, victoriosa de sus misteriosos esfuerzos para confundir elinfierno. Así que, no. No estoy bien.

Pero los hombres no dicen esto entre sí.—Estoy bien. —¿Por qué estoy tan tembloroso? Esto es estúpido. Ella no es

una Valkiria. Es claramente una maldita arpía. Y tal vez, sólo tal vez, dejó mis bolas en algún lugar aquí en el pasillo. Miro

discretamente alrededor.—¿Está…? — Bien .Extiende una mano y señala el infierno que comparto con mi madre y

hermano.—¿Puedo preguntar por qué está en el pasillo y no en su habitación?—Más

silencio, como si no hubiera nadie más alrededor, murmura malvadamente—: ¿A

menos que usted prefiera volver abajo?¿Está loco?—Dios, no . —Debido a que no hay manera que vuelva a codearme con mi

madre. Ninguna. Sangrienta. Manera. Antes del horror en los jardines, me hequedado atrapado durante dos horas de reuniones con La Loba sentada a mi lado,apestando a rosas muertas bañadas en el peor perfume del mundo, a la vez quehacía notas acerca de las presentes chicas. Era peor que el infierno, dejándomepositivo que en alguna vida anterior, fui una persona verdaderamente de mierdapara merecer ese destino.

—Entonces, cueste lo que cueste, vamos a buscarle un cóctel.

—¿Quién dice cóctel?Hace un gesto alrededor de nosotros.—Frank Sinatra.—Sinatra era más de la década de los 50 y 60que de los 30 y 40, que fue… —

Imito su gesto alrededor de nosotros—, el auge de este lugar.La risa de Parker retumba desde su respiración.—Leyó lo que le envié después de todo.—Siempre leo lo que me envías.—Sus cejas se levantan con incredulidad,

entonces agrego—: Además, siento como si Sinatra lo habría llamado licor.En esto, su humor crece.—Bien. Vamos a conseguirle algo de licor, Chris. ¿Está feliz ahora?Las comisuras de mis labios se levantan.— Voy a ser muy feliz con algo de licor, gracias.—Estoy contento que también

está aflojando un poco. Después de años de amistad, demasiada formalidad se hacolado entre nosotros desde que asumió la posición de mi secretario personal.Cuando le ofrecí el trabajo, pensé que era una idea brillante, podía confiar en uno

Page 41: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 41/265

4

de mis mejores amigos, y sería fantástico tenerlo alrededor. Pero luego fue einsistió en una distancia formal entre nosotros, como si fuéramos sin más amigos,simplemente príncipe y empleado.

Pero aquí está, suena muy parecido al Parker que he conocido la mayoría demi vida.

De vuelta en la habitación de dos niveles que comparto con mi familia, Parkernos sirve dos copas de coñac. Personalmente, creo que el licor es un asco, perocomo Su Serenísima Alteza a menudo nos recuerda a Lukas y a mí:“El Coñac es loque mi padre bebía delante de mí, y su padre antes que él. Nuestra familia bebe elcoñac”.

Si solo mi madre viera el mérito del whisky. O qué demonios, cerveza negra.Lo que no haría por una buena y fuerte cerveza negra en este momento. Pero metomo la orina caliente de todos modos mientras me acomodo en la cama portátilque me han proporcionado. Que me jodan si voy a ser el eslabón débil de una líneade bebedores de coñac.

—¿Qué sabes de Elsa Vasa?Parker se había recostado en una de las sillas de la habitación, cerrando losojos por el aguijón dulce almibarado del licor, pero por mi pregunta, endereza lacolumna vertebral.

—¿La princesa de Vattenguldian?Por los menos es a Parker y no a Lukas al que le estoy preguntando, porque

entonces nunca habría oído el final de la misma.—Sí, obviamente la princesa de Vattenguldian, a menos que haya otra Elsa

corriendo alrededor de la MMR. ¿Qué sabes de ella?Él acerca su desbordante mochila de cuero hacia donde está sentado y busca

por unos segundos antes de extraer un pequeño archivo. Desde nuestrointerrogatorio antes de llegar a la Cumbre, me he enterado que había numerosascarpetas similares, todos los expedientes contienen los actuales compañerosmiembros de la realeza y sus familias.

Nos había instado tanto a Lukas y a mí para leer los archivos en el vuelo. Mihermano rechazó de plano la sugerencia. Yo había hojeado la mitad de losexpedientes en orden alfabético antes de la siesta; que era la forma más fácil deescapar incesante de La Loba y maquinaciones francamente repugnantes sobre lamejor forma de atrapar a las chicas con las que favorece contraer matrimonio.(Digamos que la seducción estaba involucrada, un tema que uno nunca debe tener

con sus padres). Debido a la siesta, sin embargo, no había llegado ala “ V ”, por loque la Valkiria y su estirpe son todavía un gran signo de interrogación en mi mente. Así que él tiene razón. No leo todo lo que me da.Me pasa un archivo marcado VATTENGULDIA.—Elsa Victoria Evelyn Sofia Marie de la casa reinante de Vattenguldia, la

Vasas… —Incluso mi nombre no es tan largo—interrumpo, sobresaltado.

Page 42: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 42/265

4

Parker no me presta ninguna atención, continúa:—Es la hija mayor de Su Serenísima Alteza Gustav y Su Serenísima Alteza

Sofia. Su infancia transcurrió en el internado de élite Le Rosey en Suiza, dondeobtuvo impecables grados. Graduada de la Universidad de Oxford, tiene veintiochoaños de edad y habla fluido cinco idiomas. En Oxford, sus estudios se centraron en

la historia Europea… Coloco mi vaso en el suelo y me inclino hacia adelante.—Sí, sí, ya lo sé.—En realidad, no lo hago. Sin embargo, no importa si a la

Valkiria le gusta la historia. A todos los miembros de la realeza les gusta la historia;estudiar un pasado ilustre de la familia, son insustanciales para satisfacer su ego.

—Quiero decir, ¿Quésabes de ella?—Estaba en proceso de decirte.—Un ceño tuerce sus labios.—Dijo que no se casaría conmigo. O… no lo sé. Tener relaciones sexuales

conmigo.

Parker se sobresalta en su silla, el coñac chapoteando sobre el borde de lacopa.—¿Usted le propuso matrimonio? ¿A una princesa heredera?Cristo todopoderoso. Realmente necesito aprender mejor cómo abordar estos

temas. Le extiendo una de las camisetas de Lukas para limpiar, preguntándomedónde está mi hermano. Creo que querría esconderse del resto de nosotros.

—No a todo lo anterior.—Pero… —Lo que quise decir es que ciertamente no me propuse a esta mujer. Ni le

hice la proposición.Me estudia durante un largo momento antes de tirar la camisa de nuevo.—¿Hoy ha estado bebiendo más de lo que sé?Meto la camisa debajo de la almohada de Lukas en la cama portátil junto a la

mía. Ninguno de nosotros quiere subir a la pequeña escalera empinada de maderadel dúplex para estar cerca de la cama de nuestra madre. Ya es bastante malo quetodos estemos atrapados en esta misma zona.

—Nos encontramos en el pasillo. Antes que pudiera decir nada, soltó que nose casaría conmigo. O tener sexo o... no lo sé. Mencionó propuestas yproposiciones.

Esto provoca una risa bastante larga y abundante de parte de Parker.—Me alegro que encuentres esto divertido.—Oh, créeme. De verdad lo hago.Le digo dónde puede meter su risa, que de alguna manera sube la hilaridad

por él.—¿Qué pasa si esto se sabe, Parker?

Page 43: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 43/265

4

Nada de esto le pasa la borrachera en lo más mínimo.Lo intento de nuevo.—¿Qué pasa si esto llega a oídos de la gran duquesa?—Eso hace el truco—. No

lo pondría por delante de ella para orquestar un compromiso a la primera palabraque tengo interés en nadie, especialmente en esa chica, ya que La Loba tenía a suhermana en la parte superior de mis llamados… —Un estremecimientoinvoluntario—, para casarse hace siglos. Sabes que lo haría, no tiene reparos encuestión.

Parker inmediatamente se pone sobrio. Por supuesto que lo sabe. Nada queLa Loba hace lo sorprende, porque, como uno de mis más viejos amigos, conoce la verdad de su carácter desde la infancia.

—¿Por qué la princesa heredera de Vattenguldia cree estás interesado en unapareja? —Nos sirve a ambos otra copa de coñac de mierda—. ¿Qué pasó en esepasillo?

—Nada. Nos miramos el uno al otro, supongo.Las cejas de Parker se levantan hacia el nacimiento del cabello.Bueno, mierda.—No nos miramos el uno al otro—aclaro rápidamente. Las comisuras de los

labios del bastardo se contraen—. Quiero decir, estábamos en el pasillo. Nostropezamos. Bueno, choqué contra ella. Este lugar está lleno de pasillos muyestrechos. —Cruzo los brazos, pero luego me doy cuenta que me hace quedar a ladefensiva, así que me obligo a relajarme—. Nuestros ojos gravitaron entre nosotros,como la gente cortes es propensa a hacerlo cuando son los únicos presentes. A unadistancia considerable. —No me molesto en hacerle saber que estábamos losuficientemente cerca que estaba casi borracho de su perfume, una mezcla de vainilla, que era diez billones más fantástico que el aroma a rosas muertas de LaLoba.

Parker pasa un dedo por el borde de su vaso.—¿Y una propuesta de matrimonio se determina a partir de esta mirada?—

Silba—. Eso debe ser un infierno de mirada, Chris.Imbécil.—Te lo digo, la mirada no eramirada , o al menos, no fue una mirada que se

podría determinar un compromiso de por vida. Era una mirada amable. A simple vista, para ser más específicos.—Chasqueo los dedos—. Un reconocimiento de suexistencia.

—La dama protesta demasiado, creo. Amigo o no, todavía emito un aviso silencioso.—Mis disculpas. Ahora que tenemos firmemente definido qué tipo de mirada

fue, y se aseguró que lo hemos dicho una docena de veces cada uno, tal vez,¿debería continuar con lo que sé sobre esta princesa?

Paso una mano por mi rostro.

Page 44: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 44/265

4

— Adelante.—Se rumorea que Su Serenísima Alteza es un tirador recto. Este rasgo le ha

hecho amar a los ciudadanos Vattenguldian. A pesar de su adoración por elpríncipe Gustav, la princesa Elsa es vista como un soplo de aire fresco en un paísque, en gran parte de Europa, pasa por alto o se considera anticuado. Es seria

acerca de su trabajo de caridad, el medio ambiente, y con ganas de asegurar que Vattenguldia encuentre su equilibrio y se desarrolle en la economía de hoy,mientras que celebran ferozmente su pasado cultural.—Parker se frota el puente dela nariz—. Sabes, ustedes pueden tener más en común de lo que crees.

Al menos tengo algunos modales.—¿Cómo es eso?Él sorbe su bebida lentamente.—En cuanto a la búsqueda para encontrar una pareja adecuada aquí esta

semana. Estoy asumiendo que, junto a su rechazo, Su Serenísima Alteza indica queno tiene ningún interés en jugar con un concursante dispuesto al MMR, ¿correcto?

Mi ego no me permitirá revivir tal humillación con gran detalle.—Sin tantas palabras corteses, sí, esa era la esencia de la misma.—Tal vez deberías hacer amistad con ella. Podrías ser un paraíso para el otro

en este burdel.Termino asfixiándome, literalmenteahogándome , por el sangriento coñac.Mientras Parker me da un golpe en la espalda, me permito pensar en la idea,

tan horrible como es, podría tener mérito. Pero valor o no, también tengo orgullo yel orgullo insiste en que no hay nada bueno de ir y hacerse amigo de una mujerempeñada en centrarse en ella… ¿Cómo lo había llamado…trabajo ? En el

detrimento de la decencia común. Además, la Valkiria es una princesa, La Loba vendería el alma de su marido para que seamos amigos, ya que sería una en lahermana. Por lo tanto, qué falsedad.

Cuando puedo hablar, le digo a Parker:—Lo mejor es evitarla por completo.Él lo desaprueba. Demasiado.—¿Dónde diablos está Lukas?—Le envío a mi hermano un rápido texto,

informándole que Parker y yo tenemos el alcohol, y que si quiere sobrevivir estanoche, es mejor que venga y tenga algunos ya.

Page 45: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 45/265

4

9Elsa

i padre ajusta su pajarita.—¿Están disfrutando?Dejo que responda Isabelle, ya que debe saber de verdad qué

siento.—Es muy agradable aquí —dice ella, su voz suave y baja. Suena

inquietantemente como nuestra madre—. Conocí a gente muy agradable hoy.Trato de no poner en blanco mis ojos mientras me termino de aplicar el lápiz

labial. Si hubiera utilizado la palabraagradable dos veces en una oración, hubierarequerido una conferencia para expresarme con ese lenguaje. Isabelle puede teneruna hermosa voz, pero al menos puedo presumir de un vocabulario más amplio.

—Excelente. —Nuestro padre se coloca el abrigo; mi hermana lo ayuda,alisando la parte de los hombros—. Esto es acogedor, ¿verdad? ¿Todos en unahabitación como ésta? Siento como si estuviéramos de campamento.

Sólo Su Serenísima Alteza consideraría que los tres residiendo en una de lasmansiones históricas más famosas de los Estados Unidos, es el equivalente a estarde campamento. Después de huir del príncipe Christian esta tarde, escuché a unmontón de personas que sólo creían que Europa alberga obras maestrasarquitectónicas, sorprendidos por la mezcla de estilo del Castillo. No obstante,también es bastante pequeño para la cantidad de personas que lo llenaron durantela semana. Los reales, acostumbrados a tener grandes espacios pródigos todos parasí mismos, se apilan unos sobre otros como sardinas en las habitaciones de lascuatro casas. Las colocaciones fueron elegidas al azar por lo que nadie de la familiase vio favorecido por una habitación mejor que de los demás. Eso deja muy pocaprivacidad de la cual disfrutar. Nadie, ni siquiera los más actuales poderosos einfluyentes monarcas, tienen su propia habitación. Compartir la habitación connuestro padre no es lo ideal, incluso cuando él generosamente nos cedió la cama aIsabelle y a mí, y está durmiendo en una pequeña portátil a un lado, pero Isabelle y yo nos imaginamos que podría haber sido mucho peor tener a nuestra madretambién presente. Pero no, ella está en casa, supervisando las renovaciones en elpalacio.

M

Page 46: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 46/265

4

En cuanto a los empleados que nos asignaron, son los que podríanargumentar para acampar, ya que se alojan en cuarteles. Esto es sólo una pruebamás que CM ha perdido sus mentes colectivas. ¿Requerir personal leal para dormiren camas indudablemente incómodas como equivalente de dormitorios y usarduchas y aseos portátiles? Imperdonable.

Le envié un texto a Charlotte de esta locura, que rápidamente respondió deestar agradecida de quedarse en Vattenguldia, y más vale mantenerla actualizada almenos diez veces en el transcurso de cada día.

También le dije que conocí al heredero de Aiboland.¿Su respuesta inmediata? ¿Está tan guapo en persona como lo es en revistas

de modas?Imaginé que no sería malo decirle la verdad. Ridículamente así.¿Era agradable?No lo sabría. No hablamos. Lo cual era una mentira. Bueno, está bien. La

mitad de una mentira. Hablé. Él escuchó. Y ahora no puedo evitar preguntarme sime comporté como una delirante lunática, como la MMR me destrozó en el primerdía.

Isabelle le murmura a nuestro padre, algo sobre lo bonito que es visitarCalifornia, cuando llama un golpe en la puerta. Es Bittner, ya vestido con unimpecable traje a pesar que cenará en una de las grandes tiendas de campaña queespié por la colina.

—Su Alteza, pidió que se le notifique veinte minutos antes de la cena.Mi padre gruñe mientras Isabelle endereza su corbata.—¿Sabes con quien debemos cenar?

Me sorprende oírlo referirse a nosotros como un todo. Sentarse al estilofamiliar no es algo que consideré. O incluso de lo que estoy acostumbrada en laactualidad.

—Lichtenstein y Noruege—dice Bittner.Diez minutos más tarde, bajamos hacia la piscina. Mesas cubiertas de lino

blanco como la nieve, velas y flores frescas adornan el patio y las columnasromanas que rodean una fachada de templo greco-romano. El sol brilla como oroen el cielo, reflejando contra las aguas turquesas de la piscina, y en silenciorecuerdo el nombre que nuestro guía nos dijo antes, La Cuesta Encantada , es tanperfectamente apropiado para lo hay adelante.

Mi padre me toma del brazo.—No es tan malo ahora, ¿verdad?

Suave música de comienzos o mediados del siglo XX llena el espacio que nosrodea, y soy reacia a admitir que tiene razón. Pero tiene razón. En este momento,en este lugar, hay demasiada magia en el aire para revolcarme plenamente en miresentimiento.

Page 47: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 47/265

4

Afortunadamente, la cena en sí no es traumática. No hay demasiada charlasobre el MMR, ya que ésta introducción en la Cumbre Decenal tiene que ver conamigos y colegas familiarizándose entre ellos. Al menos, esa es mi esperanzacuando mi padre pasa la mayor parte de su tiempo discutiendo los asuntos de lafamilia y la política local con sus soberanos compañeros en la mesa.

Justo cuando el plato principal se coloca delante, descubro el príncipe delpasillo en una mesa al otro lado de la piscina. Está con su madre, la gran duquesade Aiboland, una mujer elegante cuyo aplomo y capacidad de cautivar con maestríamultitudes con sus discursos ha enviado a menudo a mi madre en un ataque decelos. Él también está con un hombre que supongo debe ser su hermano, gracias alas características similares. Están cenando con las contingencias de Suecia yLuxemburgo, y mientras su madre escucha embelesada al gran duque sentado a sulado, Christian y su hermano son mucho más reservados con los herederos y losdemás.

Trato de no mirar, pero Dios si no es el hombre más notable en una sala llenade gente hermosa. Y me odio por admitir esa opinión tan poco profunda, porque la belleza no es nada, no cuando hay tantos otros rasgos de una persona por los quesentirse atraídos.

—¿Qué capturó tu atención? Aparto la mirada del príncipe enigmático, y la regreso hacia mi hermana.—Sólo echo un vistazo alrededor para ver quiénes están aquí. Asiente con complicidad. Su atención también revolotea de manera

significativa. ¿Quién aquí presente podría ser nuestro (des) afortunado futuroesposo? Es un negocio sucio, la curiosidad y la amargura es una mezcladesagradable muy estrecha.

Ni los herederos de Noruega o Lichtenstein están presentes; todos están asalvo casados con niños demasiado jóvenes para todavía pasar por MMR. Serumorea que hay un primo Lichtenstein en alguna parte, pero supuestamente fue víctima de la gripe en el vuelo. Hay alivio que sólo Isabelle y yo estemos junto a lossoberanos en la mesa. La pequeña charla es todo lo que se espera de nosotras, locual está bien para mí.

Es enloquecedor sin embargo, cómo mi atención vuelve varias veces hacia elfuturo gran duque de Aiboland. Cada vez que veo su rígido semblante, las feaspalabras que salieron de mi boca retumban en mis oídos.

Él no se me había propuesto en absoluto. Distraído por su teléfono, y atrapadoen el mismo estrecho pasillo, simplemente no tomó nota de mi presencia hasta queera demasiado tarde.

Articulada. Inteligente. Pensativa . Éstas son todas las palabras usadas porotros para describirme, y horas después de llegar, le permití al MMR llevarse mipersonalidad.

Simplemente no lo van a hacer. Le debo pedir disculpas.

Page 48: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 48/265

4

1Christian

a farsa mercenaria conocida como MMR se inicia oficialmente pocodespués de una exquisita cena gourmet, como solo un acontecimiento

macabro como este puede: en medio de glamour y las horriblesintenciones. Las estrellas brillan en el cielo degradado, las vistas que nos rodeanson incomparables, y la ligera charla y risa a través del aire fresco. Para un extraño,la escena en la que estoy atrapado parecería el evento del siglo. Nada podría sermás atractivo que una reunión que consiste en su totalidad de la realeza.

Qué equivocados estarían. Aún estamos reunidos alrededor de la imponente piscina Neptuno que se

parece perfectamente a la opulenta arquitectura grecorromana y al arte deHollywood. Iluminado, como lo está ahora, todos los toques de turquesa, brilladocontra el terciopelo negro de la colina y el rugido de las débiles olas cercanas, esfascinante. No me considero romántico en lo más mínimo, pero no tengo elsuficiente sentido común que admitir que es un espectáculo muy, muy perfecto.

—Uno de los británicos dice que no estamos autorizados a menos que algúnguarda-parque o alguien esté presente. —Lukas sujeta una copa de champán—.Supongo que California tiene sus bragas en un montón sobre eso.

Es una lástima. Suspiro mientras me asomo a las burbujas doradas de mi vaso.

—¿No podrías encontrar algo más fuerte?Él hace una mueca.—Estoy trabajando en ello. Por ahora, es esto o el coñac de La Loba.

Voy a tomar champán cualquier día sobre la inmundicia de la familia.—De todos modos, ¿dónde está?—Chupando la médula de algunos niños de la zona, sin duda—murmura, y

río, porque está bastante dentro del reino de la posibilidad.—Termina su propiacopa en cuatro rápidos tragos—. Permíteme corregir eso. Es más probable que estéhipotecando nuestro esperma real.

L

Page 49: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 49/265

4

Una de las princesas jordanas, charlando con un cercano amigo, palidece antelas palabras de mi hermano antes de alejarse rápidamente.

Niego, pero él no está nada avergonzado por ser atrapado discutiendo sobrefluidos corporales en una fiesta.

—Es una vergüenza que el matricidio sea ilegal en los Estados Unidos.La sonrisa de medio lado que está encantado demasiadas mujeres en

Aiboland hace acto de presencia.—Digo que nos arriesguemos y huyamos de inmediato del país. ¿Qué tan

fuerte es nuestro tratado de extradición con Washington? Ahora que lo pienso, no puedo pensar en un solo caso en que alguien fuera

extraditado de Aiboland de regreso a Estados Unidos. Estoy a punto de decirle estocuando silba en silencio, todo el humor se disipa sin dejar rastro.

—Oh, jódeme ahora.Él no necesita explicar su giro de ciento ochenta grados. Sólo hay una cosa

que trae este nivel de disgusto en mi hermano. Y está actualmente de camino hacianosotros en un ceñido vestido negro más adecuado para alguien de por los menoscuarenta años menor.

—No te atrevas—amenazo.Pero por supuesto, Lukas se atreve. Se pierde en la dirección opuesta de la

mejor manera que puede, me abandona para enfrentar a la única persona que nospuede poner de rodillas.

Cuando mi madre llega a mi lado, descarga lo que mejor puedo describir comoun suspiro de felicidad todavía del todo mal.

—Es un buffet virtual, ¿no es así?— Y por lo menos durante la noche vigésima,me pregunto por qué todos los demás sexagenarios presentes lograron vestirse conmodestas piezas pero elegantes incrustaciones seguramente destinadas a levantarsus estados exaltados y sin embargo, mi madre eligió algo que hace hincapié en sudesesperación por aferrarse a la juventud.

Soy plenamente consciente de lo que está insinuando. Demonios, ni siquieraes una insinuación, no cuando casi la mitad de las palabras que salieron de su bocahacia Lukas o a mí mismo en el transcurso de la jornada fueron comentarios vulgares sobre las mujeres presentes. Aun así, me niego a hacerle saber lo muchoque mi piel se está arrastrando. ¿Por qué no podía mi madre ser feminista en lugarde una proxeneta real?

—La cena estuvo excelente.La Loba hace un gesto de desaprobación, acariciando su corona, como sihubiera caído de alguna manera fuera y se hundió hasta el fondo de la piscina azulcuando no estaba prestando atención. Como si no hubiera estado completamentependiente de cada uno de los detalles alrededor de ella desde que tenía tres años deedad.

—Quise conseguir una buena vista en persona de la niña que está lista paracasarse antes que me haga a la idea, pero parece poseer caderas lo suficientemente

Page 50: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 50/265

5

grandes como para dar a luz decentemente y fui informada que su menstruación essaludable.

Reprimo el familiar estremecimiento inspirado exclusivamente para ella queamenaza con surgir sobre ésta última parte de información. Es casi imposible nohacer puños con mis manos, o gritar de furia por la forma en que en realidad había

pasado a través de sus planes.Joder. Necesito más alcohol, y lo necesito ahora. Es obvio que ella quiere que

pregunte de quién había estado hablando, que la chica con las caderas losuficientemente anchas para dar a luz se ha ganado su sello de aprobación, sinduda para que se pueda deleitar de mi malestar, pero me niego a darle esasatisfacción. También podría ofrecerle mi propia medula para aspirar, junto con unsorbete. Además, ya lo sé, ¿o no? Es la maldita mujer Vattenguldian. Así que, mirohacia atrás, por la piscina, y doy un largo suspiro cuando pienso en cosas alegres,como la vela y la buena cerveza negra y estrangular a mi madre hasta que ya nopueda hablar en mi nombre, o por lo menos dice que puede.

Voy a matar a Lukas por abandonarme así con La Loba. ¿No tiene ningúnsentido de lealtad filial? Hablando de... ¿dónde está Parker? Se ha invitado a losempleados a venir esta noche para la cena después de las fiestas.

En una búsqueda rápida y discreta, lo veo en la mesa de postres. Bastardo consuerte.

Se tarda unos dos minutos y medio de chistes pesados y al mismo tiempocortés que no tienen nada que ver con sus burlas antes que ella acepte que no voy aseguir su juego esta noche y aleja. Bueno, sigo a Lukas través de la piscina yrápidamente llego a su ubicación.

Amo a mi hermano, pero es demasiado príncipe para él en este momento.

Cuando estoy en el claro, me dirijo a Parker y la mesa de postres, rogando porla seguridad que puedo encontrar entre las golosinas saladas que mi madrepreferiría morir antes de ponerlas en su cuerpo por miedo a una sola onza ganada.

—¿Éclair? —pregunta Parker, pasando por encima de un pastel antes quepueda responder.

Estoy tentado, pero niego y asiento a favor de más champán.—Eso está mal, ¿eh?—pregunta con simpatía.—Si por mal quieres decir que ya está teniendo discusiones acerca de mi

futuro matrimonio, entonces sí.Él deja escapar un silbido. Y es entonces que la veo, me mira como si fuera el

hombre más repugnante que jamás haya agraciado el planeta. O tal vez más comosi estuviera chupando limones.

No, no es La Loba. Es la Valkiria. Quiero decir, la princesa heredera de Vattenguldia. Lo que es jodidamente irónico, ¿verdad?

Para citar a mi elocuente hermano elocuente:—Oh, jódeme.

Page 51: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 51/265

5

11Elsa

llí está, viéndose tandemasiado otra vez.El gran duque heredero de Aiboland también me está mirando

directamente, lo que significa que voy a tener que ponerme manos a laobra con el asunto en cuestión.Sinceramente, preferiría roer mis dedos del pie que ir allí. Y francamente,

aparece como si me dirigiera en su camino, podría ser él que royera las uñas, por loque no puedo culparlo realmente. Si pudiera hacerlo a mi manera, estaríatrabajando y no aquí abajo, vestida como una muñeca lista para perder mi cabezapor un príncipe de plástico (o, al menos, pedir disculpas a uno). Pero nadie mepreguntó lo que quería, así que aquí estoy, preparada para exponerme en nombredel decoro.

Sin duda, mi madre debe estar sacrificando corderos, becerros o lo que sea enla parte de atrás de la casa a cada hora para asegurar mi adecuado comportamientoésta semana, porque nada más podría explicar la necesidad de arreglar las cosas.

Me permito una respiración profunda (o más bien, una pequeña inhalaciónque casi hace estallar las costuras del vestido plateado con cuentas que estoyusando), echo mis hombros hacia atrás, y paseo con soltura hacia el príncipeChristian de Aiboland.

Cielos, ¿por qué tiene que ser tan hermoso?Hermoso y alarmado, porque en el instante en que registra que me dirijo en

su dirección, es una vez más un ciervo atrapado ante los faros de un monstruosocamión. Santa madre de Dios. Mientras me da un vistazo, también lo veo. En lugarde usar la camisa y el pantalón de antes, ahora está vestido de pies a cabeza en unode los más deliciosos esmóquines que he tenido el placer de ver, lo que demuestraque algunas personas están simplemente hechas para llevar excelente ropa. Estádefinido con líneas limpias, todo oscuro y hermoso y claramente hecho a medidapara cada centímetro de la piel que toca. Pero, tan perfecto como es este esmoquin,su oscuro cabello no está excesivamente estilizado como muchos de los otrosmiembros de la realeza presentes. Está un poco revuelto, ni demasiado largo nidemasiado corto, con un toque ondulado en los mechones.

A

Page 52: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 52/265

5

A los hombres no se les debería permitir ser tan bellos.Ronda cerca de la mesa de postres, bebiendo champán con un hombre de

buen aspecto que no reconozco. Cabello marrón, aunque no tan oscuro como el delpríncipe, ojos marrones, piel bronceada, y un elegante esmoquin, pero común ycorriente. Entonces no es un heredero, ni que recuerde un repuesto. De mala gana,

pensamientos benevolentes sobre el príncipe Christian me asaltan, porque esrefrescante encontrar un hombre influyente mezclado con alguien que no es elsiguiente en la línea de sucesión, o incluso rodeado de una manada de mujeres apunto de desfallecer con cada cuidada, pronunciada y acentuada palabra. Todo estoes desesperante, porque no deseo tener tales opiniones benevolentes. Igualan unadebilidad que mi padre explota. Este príncipe tiene un hermano menor, y loshermanos más jóvenes significan cónyuges potenciales, por lo que nada buenopuede salir de todo esto.

Justo después que la cena terminó y sus amigos se excusaron de la mesa, mipadre nos informó a mi hermana y a mí que encontró “candidatos de calidad queson de linaje impecable”, los cuales “parecen ser saludables y ricos”, y que yo, enparticular, debo estar preparada para conocer al que sintió que se adaptaría mejor alas necesidades de Vattenguldia.

Tres, trece, o treinta años, uno nunca es lo suficientemente mayor como paraoír tales palabras de su padre.

—¿Qué vas a hacer?—me había susurrado Isabelle cuando nuestro padre nosdejó para hablar con el rey de Arabia Saudita.

Deseé tener una respuesta inteligente o bien pensada para ofrecer, pero mequedé sin palabras por el pánico. Mi único recurso era hacerme una candidata tanindeseable como fuera posible.

El punto de todo esto es: soy muy consciente que ser supervisada conversandocon Christian es suicida. Su Serenísima Alteza lo verá como que estoy dejando lapuerta entreabierta a sus maquinaciones. Es sólo que también soy profundamenteconsciente, ahora que han pasado unas pocas horas entre mis acciones y estemomento, que me he comportado abominablemente con un compañero del MMR.La decencia común prevalece sobre el instinto de conservación.

El compañero del gran duque heredero mira mi acercamiento con un brillodivertido en sus ojos, lo cual es inquietante. Toma un paso al mismo tiempo quehace una adecuada reverencia.

—Su Alteza, soy Parker Laurant-Sinclair, secretario personal de Su Alteza.¿Puedo hacer su introducción?

Asiento gentilmente, como una de mi condición debe hacer, en vez de escupirazufre y fuego como lo hice al principio del día.

—Princesa Elsa, me complace presentarle a Su Serenísima Alteza, el granduque heredero, Christian de Aiboland.—Inclino mi cabeza y Parker se vuelvehacia su empleador—. Príncipe Christian, tengo el placer de presentar a SuSerenísima Alteza, la princesa heredera Elsa de Vattenguldia.

Page 53: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 53/265

5

Es el turno de Christian de inclinarse; como esta mañana, está perfectamenteejecutado. Estoy a punto de hacer una genuflexión cuando extiende una mano.Quiere darme la mano como si fuéramos, ¿qué, mejores amigos? Pero lascostumbres inculcadas por mi madre ganan de nuevo. A regañadientes, extiendo mimano hasta que sus dedos rodean los míos y los lleva a sus labios.

Oh. Dulce. Misericordioso. Cielode arriba . Christian claramente segregahormonas por su piel, porque peleo con toda mi buena intención para sofocar elmás tentador escalofrío casi orgásmico que amenaza con apoderarse de mi cuerpo.

Los besos en la mano no deberíanhacer esto. Mi irritación hacia este hombrese duplica.

—Su Alteza.—Sus palabras, murmuradas sobre mi piel, me ponen en llamas.Mi corazón late demasiado fuerte, demasiado rápido. Huele como un malditosueño—. Es un placer conocerla formalmente.

Sin embargo no hay placer en sus palabras. Es cauteloso, lo que tiene muchosentido teniendo en cuenta que antes me comporté como una completa loca en el

pasillo. Aparto mi mano y retrocedo un paso, lejos del fuerte olor a limpio y hombre.¿Qué está sucediendo en este momento? No soy... Esto debe parar. No soy unaniñita con mal de amores, en constante búsqueda de su cuento de hadas. No estoyaquí para embelesarme, ni siquiera con este modelo de masculina magnificencia,quien no sólo segrega feromonas de su piel al contacto, sino al parecer también através de partículas aéreas.

—Mira. —Mi tono es áspero, pero no se puede evitar, ni siquiera bajo losflorecientes modales y la vergüenza sobre la pérdida de autocontrol—. No esnecesario que actúes de manera jodidamente encantadora. Guárdalo para alguiencuyas bragas no echen el cerrojo por la noche. Tampoco hay necesidad de flirtear.Simplemente he venido para expiar mi comportamiento de esta tarde. Admito quepodría haber reaccionado de manera exagerada. —Mi cabeza apunta la casaprincipal—. En el pasillo. Cuando nosotros, eh, nos encontramos. Por eso, pidodisculpas.

Durante un largo momento, en medio del tintineo de vasos a nuestroalrededor y la ligera charla y la dulce música, Christian está boquiabierto por mi brusquedad. Incluso Parker está actuando como si tuviese dos cabezas. No importa.El gran duque heredero puede tomar lo que ofrecí como quiera. Me volteo en tornoa un alto tacón, al mismo tiempo que Christian espeta:

—No me estaba declarando. O proponiéndote matrimonio. O cualquier otra

cosa que asumiste que estaba haciendo.Cometo el muy inepto error de centrarme en su boca mientras habla. Sus

labios son demasiado perfectos, demasiado parecidos a los de esas estatuas talladaspor los maestros.

—Maldita sea, ni siquiera te conocía—continúa con vehemencia—. Además,eres una heredera al trono. ¿Por qué siquiera pensarías que te propondría matrimonio? ¿Muy narcisista?

Page 54: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 54/265

5

Esto es suficiente para cambiar mi atención de su boca a sus ojos. Estáindignado en este momento, en medio de una elegante fiesta, ya no trata deesconderse detrás del requerido y todavía fingido civismo. Y su rabia sólo despiertami interés por diez, porque, ¿qué clase de hombre perfecto le gruñe a una mujer enpúblico?

Parker sisea con escandalizado horror.—¡Su Alteza! Al parecer, no soy el único miembro de la realeza con un problema de

lenguaje en público. Curiosamente, la similitud me deja con ansiedad de reírme.Christian despide con la mano a su secretario mientras lucho para contener la

desesperada sonrisa que tira de mis labios. Ya no es el modelo de perfección, almenos no en el temperamento, me permito unos pocos más de pensamientos benevolentes sobre este príncipe.

Incapaz de resistir el perverso placer derivado de tales réplicas ingeniosas,digo diplomáticamente:

—Me diste unamirada . ¿Qué más iba a pensar?Mi burla es un golpe directo, porque los ojos de Christian se amplían con

cómica consternación.—¡No hubo ninguna mirada!—exclama.Reír, según mi madre, es vulgar y completamente poco atractivo.

Simplemente no está tolerado para la heredera al trono de Vattenguldian. Tampocose me permite reír mucho y fuerte. Tengo permitido ser cortés, una tranquila risaen el mejor de los casos. Pero, Dios mío si no me dan ganas de reír en estosmomentos por su expresión de exasperación, sobre todo cuando el champánchorrea físicamente fuera de la nariz de Parker.

Teniendo piedad del Sr. Divertido, voy a buscar una servilleta a la mesa de buffet. Y, aun así, no puedo evitar lanzar otra pulla.

—Definitivamente hubo una mirada.Christian invade mi espacio personal.—Si por mirada, te refieres a un amable reconocimiento a un extraño solo en

un pasillo. Si hubo una mirada, eso fue todo. ¡Nada más!Maldita sea, la indignación se ve exquisita en este hombre. Espontáneas

imágenes de él, honrado en sus convicciones mientras se dirige al Parlamento Aibolandiano, se burlan de mí hasta que maldigo mis hormigueantes partesfemeninas.

Estúpidas partes femeninas. Nunca piensan lógicamente.No puedo estar atraída por él. No puedo . La atracción a primera vista es un

cuento de hadas, no la realidad. Disfrutar bromeando es una cosa, pero darsecuenta de una atracción física es completamente diferente. Por lo tanto, obligo a mimente a pensar en el recuerdo más repugnante que poseo, cuando descubrí a mipadre en medio del coito con alguien que no era mi madre. Su Serenísima Alteza

Page 55: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 55/265

5

estaba tan desnudo como el día en que nació. Peor aún, el vello hirsuto brotaba desu culo sorprendentemente bronceado.

Apaciguada al impulso creciente de escapar al baño y vomitar lo poco de cenaque me las arreglé para consumir sin estallar las costuras, le ofrezco a Christian un:

—Puedes pensar eso.Pero luego mis partes femeninas se reaniman de nuevo cuando un rubor

encantador cubre su cuello. ¿Cómo es posible que el culo peludo de mi padre no seasuficiente para superar el encanto de este hombre?

—Como el espectador—dice Christian, una vez más metiéndose en mi espaciopersonal—, puedo confirmar que era la única intención posible.

Culo peludo. Culo peludoarrugado . Culo peludo arrugado que ondeabacuando (ESTREMECIMIENTO) mi padre se empujaba (ESTREMECIMIENTO) enesa mujer… por detrás, no menos. Fuerzo la escena a ocupar mi mente mientrascuadro mis hombros, permitiéndome un pequeño suspiro nauseoso.

—Como no tengo ningún deseo de casarme con nadie en este lugar olvidadode Dios, y mucho menos... hacer cualquier otra cosa, dicha información esreconfortante. — Y luego, totalmente incapaz de resistir un poco de descaro—:¿Capiche ?

Abre la boca. Es una boca peligrosa que ofrece demasiadas promesas.— Anotado, madame.El culo de mi padre me falla por primera vez.Debo estar enferma, tal vez incluso con la gripe que fastidia al primo de

Lichtenstein. Estoy caliente y mareada y claramente no en el estado de ánimoadecuado, porque un intenso deleite por cómo este príncipe no está siendo

adulador, surge a través de mi sangre.—Tal vez debería insistir en que tampoco tengo ningún deseo de casarme conalguien del MMR , ni mucho menos… hacer cualquier otra cosa. —Imita micadencia—. Compañía presente incluida.

Mi madre estaría completamente avergonzada, porque casi exploto en una verdadera risa. Sale como un bufido, pero aun así. Cubro rápidamente mi boca.Justo antes de la cena, escuché a varias damas discutir lo que harían con el príncipeChristian cuando lo pillaran a solas, y ninguna de las sugerencias era inocente.

—Buena suerte con eso.—¿Es decir?—Es decir, si escapas de la Cumbre con tu soltería o virginidad intactas, será

un milagro. Además, las protestas a un lado, sabes tan bien como yo que ningunotenemos algo que decir en la materia de todas formas.

Me mira boquiabierto una vez más. Mis partes femeninas encuentran suasombro adorable, lo cual es intolerable. Este hombre es un gran duque heredero.Soy una princesa heredera. Un matrimonio entre los dos no es una opción, nisiquiera en el MMR. Tengo que hacer algo para detener esta inapropiada atracción

Page 56: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 56/265

5

de una vez por todas. Aspiro profundamente y digo, encogiéndome mentalmentecuando soy consciente de lo descaradamente grosero y horrible que esto va a sonar:

—No eres virgen, ¿verdad?La expresión boquiabierta se convierte en balbuceo. Parker rápidamente se

excusa con el pretexto de buscar más champán.Bueno, al menos es una persona menos ante quien debo humillarme, aunque

estoy segura que el daño está hecho.—Está bien si lo eres—continúo.Christian está tan cerca ahora que compartimos el mismo aire calentito

procedente de las lámparas de calor cercanas.—Tengo treinta años.Le he sobrestimado con claridad. Hacer una pregunta tan grosera haría correr

a una persona normal y educada. Pero aquí está este príncipe, más cerca quenunca, obligándome a rebuscar desesperadamente otro terrible recuerdo para

combatir su indeseado efecto. ¿Tal vez el de Nils follando a mi ex mejor amiga? Esun bonito y enojado recuerdo que me sirve bien en tiempos de necesidad. Solo quecada aliento está lleno de Christian, y las estrellas en el cielo están centelleando, ymi cabeza está nadando, y mis jodidas partes de dama están bailando y llorando ala vez.

Necesito a alguien que me meta algo de sentido en este momento. Charlottecon mucho gusto lo haría si estuviera presente. ¿Quizá Isabelle servirá? Porque estepríncipe no está destinado a ser mío. Nunca. De todos modos no es que lo quisiera y a todo su perfeccionismo. Qué molesto sería estar con un hombre más atractivoque una misma. Demonios, probablemente tiene una mujer diferente para cada díade la semana. Y eso no es lo que quiero o necesito. Preferiría no tener nada, quealgo que no sea verdadero.

Desprecio lo crítica que estoy siendo. Lo mucho que he permitido que unaatracción deforme mis pensamientos. Debo estar enferma. Debo.

Esto es inaceptable.Trago saliva y, complacida que mi voz sea estable, digo:—Hay un montón de treintañeros vírgenes. No hay nada de qué avergonzarse.Su cabeza se inclina hacia la mía, cabello oscuro y ondulado cae sobre sus ojos

y todo lo que puedo hacer es mirar con la más absoluta fascinación cuando aspira bruscamente un aliento indignado.

—No es que sea asunto tuyo, pero no soy virgen.El silencio lucha por espacio entre nosotros en medio del jaleo de la fiesta,

durante casi un completo, agonizante y ardiente minuto, en el que simple ycautelosamente nos estudiamos al otro. Creo que con mucho gusto pagaría unmillón de euros por saber lo que piensa en este momento.

Finalmente, abre la boca.—¿Y tú?

Page 57: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 57/265

5

De alguna manera, he perdido la mayoría de aire en mis pulmones una vezmás.

—¿Qué hay de mí, señor?—¿Eres virgen?

Tengo que concedérselo: que ha sido un arma a tomar y buena jugada.—Qué impertinente pregunta. Debería abofetearte.Me pregunto inapropiadamente si las mujeres lo azotan a menudo.Cristo, tiene una hermosa sonrisa.—Estás evitándolo.Imito su acento en voz baja.—Tengo veintiocho años.—Sin duda, hay un montón de vírgenes de veintiocho años corriendo

salvajemente por el mundo.No en esta fiesta, no las hay. A pesar de los lazos matrimoniales que se ciernen

sobre la cabeza de cada solterón, las aventuras sexuales programadas para estasemana ya son una legión. Follar será lo principal en La Cuesta Encantada estanoche… yo excluida, por supuesto.

—Sin embargo, ¿las vírgenes correrían salvajemente?Se ríe, y es hermoso e injusto e infeccioso. Apuesto a que su madre no le dice

cómo de indeseable es ser visto y oído riendo. Ansío dar un paso atrás, pero temo que ilustraría cuán afectada estoy por éste

príncipe. En su lugar, mi columna vertebral se endereza mientras mi barbilla selevanta con el fin de encontrar con frialdad su mirada.

—Una dama nunca discute esas cosas de mal gusto.—Una virgen puede que no.Oh, oh, me gusta mucho cómo su diversión se manifiesta fácilmente en sus

ojos. Murmuro:—¿Conoces a muchas de estas míticas mujeres?Hace mucho que Parker fue a buscar champán… Acepto una copa de un

camarero que pasa. Christian hace lo mismo.—¿Míticas vírgenes de veintiocho años de edad que corren salvajemente o que

se niegan a discutir de sexo?Mis hombros suben y bajan mientras lentamente tomo un sorbo de mi bebida.

Las burbujas bajan por mi garganta hasta mi estómago, dejando que los músculosse emparejen con el ritmo del foxtrot sonando por los altavoces.

—Conozco a un montón de mujeres—dice.—Estoy terriblemente conmocionada por esto.—¿Es decir?

Page 58: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 58/265

5

—Significa exactamente lo que he dicho antes. No hay forma que vayas a pasarla semana soltero. Tu madre debe tener una larga lista de peticiones por ti.

Un fuerte ruido suena cerca; una bandeja traquetea en el suelo. La atención deChristian cambia mientras rastrea el sonido hasta la escena, permitiéndome dar undiscreto par de pasos atrás.

En el otro lado de la piscina, un camarero está de rodillas, con el rostroenrojecido mientras barre los vidrios rotos con servilletas, con los miembros de larealeza a su alrededor resoplando con desdén por atreverse a exhibir otra cosa queno sea un comportamiento ejemplar en su presencia.

—Pobre cabrón —dice Christian en voz baja—. ¿Cuánto quieres apostar a queserá despedido debido a esto?

No hay necesidad de apostar. El desafortunado hombre será escoltado fuerade la instalación dentro de una hora.

La atención de Christian se centra en mí una vez más.—¿Me estás desafiando a una apuesta? Aborrezco a los apostadores, por lo que este reciente suceso es reconfortante

de descubrir. Es completamente vil restar importancia a un hombre que perderá sutrabajo por algo tan trivial.

Mi desdén debe ser evidente, porque rápidamente se corrige.—No, no acerca del camarero. Tendré a Parker en eso en un momento y

veremos qué puede hacerse para rectificar la situación. Me refería a tu afirmaciónacerca de si lograré o no escapar soltero de esta semana. Sonó como si estuvierasretándome a una apuesta.

¿Atractivo y altruista? A pesar del temperamento, ha vuelto a ser

simplemente demasiado, demasiado otra vez en mi opinión. ¿Por qué incluso estáaquí todavía? ¿Cómo mi vulgaridad no lo ha ahuyentado aún?Me trago mi orgullo y a propósito, de manera significativa, permito a mis ojos

descender. Es el movimiento equivocado, porque imágenes de este hombredesnudo aparecen en mi mente. Estupendo. Me esfuerzo por sonar divertida.

—Estoy meramente diciendo que los hombres como tú no lo mantienenmucho en sus pantalones.

Eso debe haber sido un poco exagerado, porque tengo que dejar mi bebidasobre una mesa cercana para palmear su espalda mientras se ahoga con un sorbode champán.

Su secretario aparece de nuevo, arrebatando la copa de la mano del príncipe.—¡Chris! ¿Te encuentras bien?Christian deja de toser y se aleja de mí.—Estoy bien —insiste, cuidando con seguridad que nuestros ojos no se

encuentren. Luego, apresuradamente informa a Parker acerca de la situación delcamarero.

Page 59: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 59/265

5

Porque he perdido el juicio y no utilizo sabiamente esta oportunidad para huircomo debería, pregunto:

—¿Te llaman Chris?—Es un apodo aceptable para Christian.—El dueño del nombre echa hacia

atrás su copa de champán, tomando el resto de la bebida. Naturalmente, estoinmediatamente inicia otra ronda de ahogo.

Parker es ahora quien palmea la espalda de Christian, y estoy agradecida poreso porque ciertamente no necesito tocarlo otra vez, incluso si es un gestosalvavidas.

—Tal vez lo sea—murmuro mientras Christian rápidamente se pone más rojopor lo que seguramente debe ser más vergüenza que alcohol yendo por el conductoequivocado, aparta la mano de su amigo—. Pero no encaja.

—Si me permite el atrevimiento de preguntar, Su Alteza, ¿cómo es eso?—inquiere Parker al mismo tiempo que Chirstian jadea:

—¿Qué significaeso?Rodeo a los hombres para conseguir una frutilla cubierta de chocolate de la

mesa de postres.—Chris es un nombre aburrido.—Creo que acabas de emitir un insulto imperdonable para todos los Chris en

el mundo —dice Christian monótonamente mientras Parker tiene problemas paracontener su risa.

—Por supuesto que no. Simplemente he dicho que Chris es un nombreaburrido. Mira a Elsa; es un nombre irremediablemente anticuado que encuentrasen mujeres que hornean pasteles de fruta. Mis padres me envejecieron en el

momento en que salí del vientre.— Apunto la fruta con rayado de cebra hacia mioponente—. Ahora, eso es imperdonable. Te fue dado un lindo nombre y haselegido hacerlo aburrido cuando no se ajusta en nada a ti.

Demasiado silencio se expande entre nosotros; estoy tentada a mirarlo una vez más. Una de sus oscuras cejas se arquea hacia arriba.

—¿Estás diciendo que no me encuentras aburrido?¿Lo dije? Oh, mierda. Lo hice , ¿no? Aclaro mi garganta y sonrío de forma

encantadora.—Sólo porque no quiera casarme contigo no significa que te encuentre

aburrido como una bolsa de piedras. Ambas cejas se disparan hacia arriba, como si le hubiera informado que el

césped es azul y el cielo es verde. Como si aún no supiera que es interesante. Porfavor. ¿Debo recordarle todas las habladurías acerca de sus idas y venidas?

—Cuando éramos niños, se burlaban un poco de Su Alteza por su nombre—me cuenta Parker.

Dejo el tallo de la fresa sobre la mesa; que es recogida por un camarero enmenos de un minuto.

Page 60: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 60/265

6

—¡Qué! ¿Por qué?—Fui nombrado debido a una religión—dice Christian—. Había un príncipe

Judío. Príncipe Musulmán. Príncipe Budista. Príncipe Hindú. PríncipeZoroastriano. Había muchas opciones, ya ves.

Otra vez no quiero nada más que reír y reír.—Qué encantador. Ahora, esos apodos no son aburridos. Sacrílegos, sí, pero

definitivamente no aburridos.—Tienes una semilla en tus dientes.—Es la respuesta de Christian.—Eres un verdadero príncipe encantador, señalando públicamente los

defectos de las mujeres. Qué caballeroso de tu parte.Es molesto cuánto me gusta que se niegue a parecer apropiadamente

castigado.Lenta y discretamente, lamo la superficie para buscar la semilla, y luego, mis

ojos se encuentran un vezmás con los suyos color ámbar, y estoy mareada y…

—¡Ahí estás!…mortificada. SuSerenísima Alteza se materializa a mi lado, junto a un

hombre. Un hombre cercano a mi edad, para ser precisos. Uno que he visto enrevistas y en noticias. Un hombre de la realeza. Un hombre soltero de la realeza,aunque sea uno sin un país gracias a que su rica y poderosa familia fue derrocadaaños atrás.

Oh, dulce niño Jesús,no . Han pasado menos de veinticuatro horas.—Me complace enormemente presentarte a Mathieu—dice mi padre.Los sacrificios y hechizos vudú de mi madre deben ser realmente poderosos,

porque no hay modo que hubiera predicho que mis padres seleccionarían alpríncipe de Chambéry como el indicado para asegurar nuestra línea. No es que seaun hombre difícil de mirar; de hecho, es bastante guapo de una manera hipster, consus gafas de montura negra, una pajarita cubierta de cráneos y Converse negrascomplementando su poco convencional esmoquin de terciopelo. Pero eso no vieneal caso, porque simplemente voy a matar mi padre. Matarlo y asumir el trono a unaedad temprana.

Mathieu nota a Chirstian y da un pequeño asentimiento. Con su atención volviendo a mí, dice:

—Su Alteza, no puedo decirle cuán complacido estoy de conocerla.—Unamano se extiende; a regañadientes, hago lo mismo y espero a que él la bese, sóloque no lo hace. La mueve de arriba abajo, casi aplastando los huesos bajo mi piel.

Mis pensamientos son pocos caritativos. Desearía poder decir lo mismo . Ytambién: mi padre finalmente ha perdido la cabeza. ¿Alzhéimer? ¿Demencia,quizás? ¿Los Chambérys? En voz alta, digo con gracia:

—El placer es mío.—Excepto que, con toda seguridad, no lo es. Aunque imagino mi demasiado pronta asunción al trono debido al parricidio,

sin mencionar el regicidio, mi padre exclama:

Page 61: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 61/265

6

—¡Aiboland! También he estado a la caza para encontrarte.Me impresiona que, mientras se encuentra ofreciendo a Su Serenísima Alteza

una cortés reverencia, Christian no muestra signos de pánico. Porque seguramentedebe saber lo que tal declaración significa aquí en el MMR.

—Te has convertido en un joven robusto. No creo haberte visto desde... eh.Probablemente aún estabas en pañales.

Solo mi padre podría expresar algo tan despectivo y considerarlo uncumplido. Sin embargo Christian lo maneja bien, murmurando cuán complacidoestá de renovar su relación.

Una vez más, Parker discretamente desaparece entre la multitud.Sin embargo mi padre no está cerca de haber terminado con el gran duque

heredero.—He tenido una agradable conversación con tu madre esta tarde… Una expresión de alarma finalmente se materializa en los ojos de Christian.

— Y me gustaría mucho presentarte a mi hija.Damas y caballeros, el príncipe Gustav va por todas en un tiempo récord.,

Aparentemente, también he estado insultando a mi futuro cuñado, lo que esdolorosa y amargamente gracioso, ya que actué como una tonta y ahora lo conocerépor el resto de mi vida como mi familia.

Christian inclina su cabeza hacia mí.—He tenido el placer de conversar con su hija por la última media hora, señor.Jaja. Placer. Seguro.—No ésta. —Mi padre mueve su dedo—. Mi heredera está fuera de los límites

para usted, como estoy seguro usted bien sabe. Los herederos de la corona notienen permitido emparejarse.Humillación. Oh, tanta humillación. E incluso ofrece un excelente

recordatorio. Atracción o no, esto no puede ser.—Me refería a la hermana de Elsa, Isabelle.—Señala en la distancia, como si

Christian fuera capaz de intuir precisamente qué mujer al otro lado de la piscinaestá siendo señalada como una futura esposa. Una que ya se encuentrasecretamente comprometida con su instructor de equitación en Vattenguldia.

Mientras Christian sutilmente intenta escaparse de las garras de mi padre,Mathieu da un paso en mi línea de visión.

—Hoy he oído bastante acerca de la enigmática Elsa de Vattenguldia.—Eso suena siniestro. —Bajo mi voz para igualarla a la suya—. He oído cosas

sobre ti . ¿Debo prepararme para ser chantajeada?Se encoge en lo que parece ser genuina sorpresa. Pero luego se ríe, aunque un

poco amargamente.Qué extraña, aunque curiosa, respuesta.Su voz es tensa.

Page 62: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 62/265

6

—¿Hay cosas por las que podrías ser fácilmente chantajeada?Mi padre se encuentra ahora dirigiendo a Christian a través del patio hacia

Isabelle. Envío silenciosos deseos de suerte; el gran duque heredero los va anecesitar.

—Ciertamente no se las admitiría a usted si las hubiera.—El chantaje es un negocio repugnante, ¿no es así?No logro interpretar la mirada en sus ojos. No son tan libres expresando

emociones como los de Christian.—Príncipe Mathieu… —Por favor, llámame Mat.—La amargura se transforma en ironía—. Cada vez

que escucho Mathieu, la voz de mi institutriz viene a mi mente, recordándomealgunas transgresiones que realicé. Y créame, hay muchas para recordar.

—Muy bien. Mat.—Sonrío a cambio para tratar de compensar lo que estoy apunto de decir—. Déjame ser honesta contigo. No soy una fan de los objetivos

secundarios de la Cumbre Decenal.Por su rostro pasa una expresión de sorpresa, de duda y luego, hay arrugas de

diversión en las esquinas de sus ojos.—¿Es eso así?—Me temo que sí.Con la cabeza inclinada hacia un lado, hace un ruido de desaprobación.—No suena tan segura, Su Alteza.¿Me temo que sí? Hágase cargo de su

desprecio por el MMR, si eso es lo que realmente siente.Interesante. Aún más interesante —o quizás, reconfortante—, es cómo

nuestras bromas no inspiran pensamientos febriles.—Si es de algún consuelo, no estoy aquí para enamorarme de ti.—Sin

embargo está tranquilo. Vacilante. Y aun así, soy escéptica.—¿Es eso así?—Tu padre parecía... —Su atención se dirige brevemente a través de la piscina

hacia la persona en cuestión—. No quiero decir desesperado, porque eso seríairrespetuoso para ti y para él, ya que en estos pocos minutos que nos hemosconocido, dudo firmemente que alguien pudiera alguna vez tacharte dedesesperada por nada, pero el príncipe Gustav estaba ciertamente determinado aque no le negara el placer de una presentación.

—Determinado es una forma amable de decirlo.—Sigo su línea de visión y veoa mi padre palmeando repetidamente a mi disgustada hermana y su nuevoprometido robótico en la espalda tan fuerte que es un milagro que ellos no searrojen uno sobre el otro y follen como conejos justo aquí a la intemperie como élprobablemente desea.

—Su Serenísima Alteza no es nada sino tenaz.

Page 63: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 63/265

Page 64: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 64/265

6

toda su perfección, probablemente debe tener más de las que alguna vez podríacontar.

—Por la forma en que ustedes estaban hablando cuando me acerqué, podríahaber imaginado que eran...—Esboza una sonrisa ladeada—. Cercanos.

—Nosotros… —No hay ningún nosotros entre Christian y yo, tal como ruegoque nunca haya un '”nosotros”' con este hombre frente a mí—. Él y yo nosconocimos hoy, lo que nos hace conocidos en el mejor de los casos.

Uno de los dedos de Mat golpea el borde de su copa. Y luego, con un rostromuy serio:

—¿Entonces tampoco eres mi fan?—Por desgracia, no—suspiro dramáticamente—. Espero que eso no aplaste tus

delicados sentimientos.Sorbe por la nariz y finge limpiar sus lágrimas con un dedo.Una reacia burbuja de diversión se me escapa.

—En realidad, me sorprende que Christian y tú no se hayan conocido antes.Sus países están a tal proximidad que habría asumido que ustedes dosprácticamente crecieron juntos. En pañales, nada menos.

Oh, jaja.—Un internado es fantástico para esconder a la realeza uno de los otros. ¿Pero

qué hay de ti? ¿Lo conoces? Creí haber visto uno de esos asentimientos dehermanos cuando llegaste.

—¿Asentimiento de hermanos? Alzo mi barbilla rápido y corto, y se ríe.

—Residimos juntos en América por un tiempo y socializamos aquí y allá. Esun buen tipo, si eso es lo que te preocupa. No de la clase que normalmente saldríade su camino para seducir perdidas princesas para casarse. O hermanas.—Su copase alza hacia sus labios—. Aunque supongo que en realidad no importa cuáles seano no sus intenciones, ¿no? No en el MMR, al menos.

La risa forzada pero risueña de Isabelle, tan a menudo amonestada pornuestra madre, flota a través de la piscina y hacia mi oído, toda uñas sobre unapizarra. Ya que también ha sido iniciada en la idea de quela risa no es la mejormedicina , mi curiosidad arde como el fuego. ¿Acerca de qué podrían estar mihermana y ese hombre hablando? Suavemente digo:

—No creo que ninguna de nuestras intenciones importen.Los labios de Mat se presionan juntos mientras inclina su cabeza en acuerdo.—¿Así que no estás aquí de buena gana para conseguirte una princesa?—Creo —dice, con más gravedad en estas palabras que en cualquiera

pronunciada entre nosotros hasta ahora—, que el MMR es anticuado, un aberrantecapricho al que nadie en el siglo veintiuno debería considerar asistir. Mis afectos ylealtades no deberían ser arreglados por los padres, sin importar que ellos puedanpensar de otro modo.

Page 65: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 65/265

6

Es mi turno de brindar por él.—Oye, oye. Bienvenido a la alianza de la rebeldía, Mat.

Page 66: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 66/265

Page 67: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 67/265

6

Mierda, no. No si puedo evitarlo, por lo menos. La última vez que lo hice,cuando vivía en Inglaterra, fui desbancado y tuve un chichón en la cabeza durantesemanas.

—Me gusta un poco el tenis.Su boca se tensa, como si hubiera sacrificado un cachorro delante de ella. O

tal vez, en su caso, un potro. ¿Qué diablos está mal con el tenis?Entonces agrego:— Y la navegación.De alguna manera, eso es una respuesta aún peor.—Mientras estaba en los estados, jugué un poco de Hockey … Las líneas disminuyen sólo una fracción.—¿Hockey sobre hierba?—Uh, no. Hielo.

Lleva una mano a su boca y discretamente jadea (¿o se amordaza?), como unamujer delicada propensa a los vapores en la Inglaterra Victoriana. O es un acto, oIsabelle no es nada como su hermana, porque no puedo imaginar que Elsa alguna vez se desmayara, y mucho menos pretender hacerlo.

Se ven un poco igual, con el mismo cabello oscuro y piel pálida, pero Isabelleme parece mucho más refinada que Elsa. No es que Elsa no lo sea, a pesar de lo quehe visto, estoy seguro que debe serlo, teniendo en cuenta su educación. Es sólo que,Elsa está dispuesta a decir lo que piensa, tan exasperante como pueda ser. Tenía loshuesos para decir cosas que nunca he escuchado decir antes a otra princesa. Quierodecir, ¿preguntarme acerca de si soy o no virgen? ¿En una fiesta llena de nuestroscompañeros? Curiosamente refrescante, aunque fui sorprendido.

Sin embargo, ahora estoy atascado escuchando sobre caballos y charla deltiempo. Estoy oficialmente, por completo, y abrumadoramente aburrido como elinfierno. Rápidamente sintonizo a Isabelle una vez más durante su discurso sobrelas historias de terror que ha oído acerca de los jugadores de hockey sobre hielo.

Pero entonces otro mordaz aclaramiento de garganta fuerza mi atención.Mierda. Me he perdido otra pregunta.

—Mis disculpas. ¿Le importaría repetir eso?Molestia parpadea en su pálido rostro.—Me estaba preguntando si conoce al príncipe Mathieu.

Mi mirada va a través de las aguas que nos separan de la mesa de postreshacia Elsa y Mat que todavía nos están vigilando. Por haber simplemente sidopresentados, no están demasiado juntos, pero entonces, ese no es el estilo de Mat. Ella no es el estilo de Mat, así que es un poco sorprendente que mi viejo amigo sedejara arrastrar gustosamente por el príncipe Gustav para una introducción.

La última vez que escuché, Mat había estado saliendo en silencio con lamisma chica desde hace años. El encuentro tuvo todos los ingredientes de unapelícula sacarina: el príncipe de Saboya y la americana se conocieron en una

Page 68: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 68/265

6

cafetería cuando ella dejó caer su billetera y él la recogió. Sin embargo me gusta. Aunque a menudo tranquila, Kim tiene una buena cabeza sobre sus hombros y, enel último informe, se encontraba en su residencia médica en un hospital en la CostaEste. A pesar de sus grandes diferencias, la pareja siempre tenía sentido para mí.

Elsa no es Kim. Así que ¿por qué él está todavía hablando con la heredera de

Vattenguldian? ¿Podría ser que ésta es una de las uniones grotescas del MMR?¿Podría realmente estar dispuesto a romper con Kim en nombre de los caprichos desus padres?

Me compadezco del hombre. Compadezco a Elsa. Maldita sea, es vergonzosocomo el infierno, pero me compadezco en este momento.

Le digo Isabelle:—Sí.Claramente espera más, porque el silencio llena el espacio entre nosotros. Así

que añado:—Es un tipo decente.Cristo. Todavía está esperando. ¿Qué más necesita saber?—Espero que él no asuma que mi hermana caiga fácilmente en sus brazos—

murmura, viendo la misma escena que estoy molestamente incapaz de apartar mimirada—. Aunque, hacen una pareja sorprendente, ¿no?

No. Como una cuestión de hecho, no lo hacen. Ni siquiera en el máspequeño…

Espera.¿Por qué me importa?—Mis disculpas—digo otra vez—. Pero debo excusarme.Probablemente piensa que tengo que ir a mear. La dejo pensar eso, sin

importarme un ápice sobre el comportamiento o el decoro. Tengo que escaparmecomo el infierno lo más lejos posible de la MMR lo más rápido que pueda. Está jugando con mi cabeza.

Porque definitivamente no me gusta la idea de Mat y Elsa juntos. Y no tengoninguna maldita razón para sentirme así. Ninguna en absoluto.

El MMR ya ha comenzado su lavado de cerebro.

Page 69: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 69/265

6

13Elsa

i padre ronca como si estuviera aserrando troncos como undesesperado leñador por ganar un concurso; Isabelle queda en un

segundo lugar en sus intentos por mantener el paso con él. Hedescendido completamente al purgatorio mientras el letargo alegremente meabandona.

En algún momento alrededor de las tres de la mañana, me pongo un suéter y jeans, y escapo de la habitación que comparto con mi familia. Camino por todo elcastillo, extrañamente quieto, hasta que localizo la cocina. Estoy desesperada paraque el alcohol me haga dormir, pero en cambio, estoy lista para un vaso de leche.No queriendo alertar a nadie de mis vagabundeos nocturnos, elijo no encender lasluces y uso la suave luz de mi teléfono.

Acabo de abrir uno de los viejos refrigeradores de madera que decoran lacocina cuando una voz pregunta:

—¿Estás corriendo fuera de control por el castillo en medio de la noche,princesa?

Hay un delicioso acento británico proveniente de algún lugar detrás de mí.Despacio, me doy vuelta en la cocina a oscuras para encontrar, en la débil luz

de mi teléfono, al gran duque heredero de Aiboland apoyado contra una de las islasde acero inoxidable, una taza y un pequeño plato con éclairs enfrente de él. Lleva jeans y una sudadera con capucha con el logo militar de su país, luciendo muydiferente del elegante hombre que casi se ahoga hasta la muerte frente a mí estanoche más temprano.

Sin embargo, me gusta esa mirada en él. Casi tanto como la otra.—Parece que no soy la única. ¿Qué te trae a la cocina tan tarde en la noche?—

Lo que es estúpido preguntar, ya que es, a todas luces, evidente lo que estáhaciendo, pero la falta de sueño no me permite hacer observaciones ingeniosas.

Christian ofrece uno de los éclairs de su plato antes de deslizar su teléfonosobre donde estaba sentado a sólo centímetros de distancia. Enciende la linterna einclina la pantalla para que se ilumine la isla.

M

Page 70: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 70/265

Page 71: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 71/265

7

Parpadeo de nuevo, repentinamente inestable.—Estabas hurgando en la heladera buscando leche para calentar, ¿no es así?

—Señala su propia taza—. ¿Ayuda con padres que roncan?Respondo con:

—¿Por qué estabas sentado aquí en la oscuridad?—Tenía la linterna de mi teléfono encendida, pero la apagué cuando escuchéruidos detrás de la puerta. Supongo que no estaba demasiado interesado en serdescubierto hurgando alrededor de la cocina a mitad de la noche.—Toca lacerámica frente a él una vez más—. ¿Sí o no?

Cautelosamente selecciono uno de los éclairs, temblando porque están fríos.—De hecho, sí. Me gustaría mucho. ¿Sabes cómo calentar leche?La habitación puede estar oscura, pero no hay duda de la cómica mirada pero

herida que profiere.—Todo el mundo sabe cómo hacer eso.—No todo el mundo. Seguramente hay vírgenes de leche en el mundo.Camina hacia la nevera y extrae un cartón de leche.—Ten la seguridad, no soy virgen de leche. Tengo treinta años, ¿recuerdas?Es mi turno de casi atragantarme mientras trago una mordida demasiado

grande de éclair.—No se permite asfixiarse. Si se hacen las cuatro de la madrugada, las calorías

van a volver.Me aclaro la garganta.

—¿Entonces las tres de la madrugada es una hora mágica?Se acerca más hacia la cocina, donde una pequeña bandeja está apoyada enotra encimera de acero inoxidable. Dirijo las linternas de nuestros teléfonos haciadonde está; sombras se arrastran alrededor de su cuerpo cuando una llama azulentra en erupción de un quemador, permitiéndome comerme con los ojossilenciosamente un culo demasiado bien formado. Por Dios. ¿Su voluntad essiempre demasiada?

—De hecho, así es. Todas las mejores primeras veces deben serexperimentadas a las tres de la madrugada. —Él pone la cacerola en el fogón yagrega la leche—. Pero es una hora embrujada. La magia sólo dura sesenta minutosantes de volverse ordinaria una vez más.

Con el siguiente bocado de éclair, el placer irrumpe en mi lengua. Lo maldigopor acertar sobre la alegría que provee la pastelería.

En la tenue luz de nuestros teléfonos, veo cómo Christian calienta la leche,maravillada por cómo, apenas unas horas antes, estaba siendo irracional con estehombre en un pasillo. Y ahora estamos aquí, clandestinamente tomando el controlde una cocina familiar despiertos a horas en la oscura noche, y conversando confacilidad, y estoy disfrutando este momento de respiro.

Page 72: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 72/265

7

La vida es así de divertida.Minutos más tarde, me trae una taza llena de leche humeante.—No fui capaz de encontrar cacao, o te lo habría ofrecido.Hundo mis dedos alrededor de la calidez, levantando la vista hacia su rostro

en la luz sombría artificial.—No te hubiera catalogado como alguien de chocolate caliente.—Cuando era un muchacho, mi institutriz solía preparármelo cada vez que

tenía pesadillas. No lo bebo muy menudo hoy en día, pero aun así da un poco deconsuelo.

Me tomo la leche caliente, disfrutando de cómo la tensión del día se alivia enmis músculos.

—¿Tuviste una pesadilla esta noche?—Creo que cualquier chico de más de veinte años, obligado a dormir en la

misma habitación que sus padres roncando, se encuentra en medio de unapesadilla. —Su cabeza se ladea, su sonrisa desvaneciéndose un poco—. O bien,cualquier adulto en su sano juicio atrapado en el jodida MMR.

Su desprecio es genuino, igualando el mío en vehemencia. Ya sea que estoy lista o no, todos mis resentimientos anteriores desaparecen.

Bien. No es lo que pensaba. Y me he comportado abominablemente con él, cuandoresulta que está tan resentido por esta farsa como yo. Tal vez es hablar de la leche,pero ya no deseo resistir a este príncipe. Tal vez, sólo tal vez, cuando era una niña,con el deseo de una alma gemela, fijé a este tipo correctamente. Por lo tanto,respiro hondo y extiendo mi taza. Él está sorprendido, pero no duda en agarrar lasuya también. Tintineos de cerámica suenan suavemente en la oscuridad de la

cocina.—Tal vez—digo con vacilación, sin saber si debo expresar esas cosas—, si losdos tenemos pesadillas al mismo tiempo otra vez, podemos encontrar el chocolate yhacernos alguna chocolatada.

Me mira fijamente durante un largo momento, sus ojos son inescrutables poruna vez en las sombras de la oscuridad y la escasa iluminación.

—¿Entonces no eres una virgen del chocolate caliente?Mi susurro dramático se burla.—¡Tengo veinte y ocho años!

Una sonrisa fácil reaparece.—Nunca antes una princesa me ha hecho chocolate caliente.—Nunca he bebido con un príncipe antes.Se ríe en voz baja. Es un sonido maravilloso, uno que me pone la piel de

gallina en los brazos, debajo de la cachemira de mis mangas.—Entonces esa sería otra serie de primeras veces para nosotros.Tomo otro sorbo de leche.

Page 73: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 73/265

7

—Eso suena como un club. El Real Club de la Primera Vez, o el RCP.El peso de sus ojos se asienta sobre mí una vez más, y me siento boba por

decir una cosa tan tonta y presuntuosa. Pero entonces libera esa perfectaexhalación de diversión de nuevo.

— Vamos a ser los fundadores de este RCP. Y como tal, emito un reto: apartede la leche y éclairs de esta noche, cada uno de nosotros debe determinar tresprimeras veces más para experimentar durante las tres de la madrugada en eltranscurso de la semana antes de irnos.

Si no lo supiera, podría admitir el músculo en el pecho dando un vuelco a talpensamiento.

—Si vamos a estar corriendo como locos a las tres de la mañana todas lasnoches, tú y yo estaremos terriblemente cansados durante todas nuestrasreuniones.

—Tengo una confesión para ti, Els. Estoy bastante seguro que estaré cansadode todos modos. ¿Ya le has dado una mirada al itinerario de herederos? Es másaburrido que la mierda. Estaremos interesados en dormir la siesta durante esashoras de todas formas.

Me llamó Els de nuevo. El príncipe encantador me ha encantado oficialmente,al menos esta noche, por lo menos en esta cocina.

— Acepto el reto.Los latidos se vuelven rapidísimos cuando las comisuras de sus labios se

levantan.—Tienes tiempo hasta los cócteles después de la cena de esta noche para

sugerir otra primera vez. También sugeriré uno. Y luego vamos a decidir juntos cuálde nuestras primeras veces tachamos de nuestras listas. O tal vez incluso hacer lasdos cosas.

Juntos.He estado bebiendo leche, pero hay mantequilla de maní en mi garganta.

¿Qué estoy haciendo? Tendría que dar la vuelta y alejarme, pero cuando extiendesu mano, extiendo también la mía. Y al igual que antes, sus labios encuentran laparte de mis nudillos para darme un mini momento orgásmico.

—Todas las mejores ofertas se sellan con un beso—dice a la ligera.Soy una maldita idiota.

Page 74: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 74/265

7

14Elsa

stoy de mal humor y tengo ojeras bajo mis ojos que ninguna cantidad decrema o maquillaje puede ocultar a la mañana siguiente. O más bien más

tarde esa mañana. Una vez volví a mi habitación, Isabelle y mi padreroncaban más fuerte que nunca. La leche ayudó, pero Christian no. Su sexy acentoatormentó los pocos sueños que he tenido.

—Te ves horrible —confirma Isabelle amablemente mientras vamos adesayunar. Nuestro padre camina junto a un amigo por el pasillo y nos envíaadelante. Nada hace que una mujer se sienta más pequeña que ser escoltada por supadre. Y como tal, no tengo en lo más mínimo el corazón roto por su ausencia.

Mi sonrisa de ninguna manera es alegre.—Qué afortunada soy que siempre puedo contar contigo para que me des la

cruda verdad. —Quizá debería remarcar que ella está exquisita ahora mismo. Claro,no tuvo que escuchar los ensordecedores ruidos que ella y mi padre estabanhaciendo a noche.

—Te vi hablando con Mathieu anoche.—Sí —confirmo.—¿Y?—Nos escapamos de la fiesta, e hicimos el amor furiosa y apasionadamente

detrás de las palmeras. Estoy embarazada, y decidimos llamar al bebé Raffaello,mudarnos a Italia, comprar una villa, cultivar un huerto de olivo, así podemoshacer nuestras propias botellas de aceite. Nuestro eslogan tendrá que ver con elmás real de todos los aceites de oliva. Y viviremos rústicamente felices en el campo

mientras tú asumes el trono en Vattenguldia.Sus labios pintados de rosa disminuyen considerablemente.—Eso no es ni remotamente divertido.Por todas sus aspiraciones reales, ser reina no es definitivamente uno de los

mayores deseos de mi hermana.—Honestamente, Isabelle. ¿Qué piensas que pasó? Hablamos. Él fue

sorpresivamente decente, pero si te estás preguntando si fue amor a primera vista,

E

Page 75: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 75/265

7

perdón por decepcionarte. Además, creo que encontré un nuevo amigo paraabrirme paso entre los problemas de la semana.

No es exactamente una mentira, pero estoy aliviada que no me presiona porun nombre, y me doy cuenta que estamos hablando de un hombre diferente.¿Cómo de incómodo puede ser admitir que estoy en términos amigables con su

futuro esposo? O peor aún, ¿haciendo planes para salir con él en la noche?— Anoche escuché a papá en el teléfono con mamá. Mathieu es

definitivamente su propuesta para ti, Elsa.Fantástico.—Él se ve tan entusiasmado por la perspectiva como yo.Dice en voz baja, la amargura crepitando en cada una de sus palabras:—Como todos estamos. Su Serenísima Alteza me presentó a un Neandertal

virtual anoche.Casi caigo por las escaleras ante tal descripción. ¿El príncipe encantador

siendo menos que encantador? Imposible. Su perfección nunca permitiría eso.Isabelle continúa:—Es bastante atractivo, aunque se vista como un vagabundo. Al principio, me sorprendo. Christian, ¿un vagabundo? Pero después me doy

cuenta que mi hermana cambióde tema y una vez más se refiere a Mathieu… quientodavía no se parece a lo que está insinuando.

—¿Alguna vez has visto uno? Mat está muy lejos de eso. Si él es algo, eshipster. No estaría sorprendida si él en secreto es un esnob de la música.—Empujomi hombro con el de ella—. Además, anoche estaba usando chaqueta. ¿Cuántos vagabundos piensas que visten en alta costura?

—Eso era terciopelo. Y tenía zapatillas deportivas—contesta.Literalmente agarro las perlas alrededor de mi cuello.—Permítenos retroceder y ponerlo sobre la mesa antes que sea demasiado

tarde.Está en silencio por un largo momento.—El gran duque heredero de Aiboland juega tenis. Agarro mis perlas con más fuerza.—¡Maldición, Isabelle! ¿A dónde este mundo está llegando?— Y después,

mientras su boca baja—. Por favor, dime que anoche no hablaste sobre deportes.O al menos nada de lo que mi obstinada hermana aprobará, que son todos

excepto los relacionados con equinos.Oscuro y rizado cabello descansa detrás de sus orejas—También hablamos de caballos.Jamás estuve más agradecida de no ser parte de una conversación antes. Me

complace saber que a Christian deben de gustarle los caballos, porque al menos

Page 76: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 76/265

7

ahora hay algo para desaprobar. Los caballos apestan. Soy un fracaso de princesapor creer eso, pero sin embargo es la verdad.

—¿De qué manera hablaron de tenis después de hablar acerca de caballos?Su voz cae en un susurro desaprobatorio, suave pero todavía áspero contra las

escaleras que bajamos.—Mencionó que juega hockey sobre hielo. Como dije, ese hombre es un

Neandertal. Y calienta leche y después les ofrece dulces a princesas desprevenidas en la

noche. ¿Está tratando de ser el Hombre del Año? El terco príncipe encantador.¿Cómo no fue víctima de sus encantos? Neandertal, después de todo.

—¿Por qué estás susurrando?Sus fosas nasales se ensanchan.—¿Qué si esos no son sus diente verdaderos?No me molesto en informarle que al principio también me pregunté si eran

falsos.

Según el paquete de bienvenida recibido en la llegada, los desayunos en elCastillo eran servidos como buffet en el gran comedor que parece un monasteriomedieval que se encontró en medio de un rancho americano. La larga mesa demadera, las antiguas sillas y bancos son la mayor parte de la rica decoración de lahabitación, las sillas acolchonadas hablan de realeza. Música del 1930 suenadiscretamente desde los altavoces escondidos, y mientras absorbo todas las banderas en línea como decorado, me maravillo de cómo viajar en el tiempo escompletamente deseable aquí en esta casa y completamente mundano para mí.

Cuan maravilloso el Castillo Hearst tuvo que ser en su época, lleno de glamorososartistas de películas y la élite americana. Casi puedo sentir los fantasmas del pasadorozando mis hombros, seduciéndome a descubrir sus secretos.

—Mira esto. —Isabelle señala un gran cartel cerca de la entrada. Dice: ElCastillo Hearst es un sitio histórico, un museo, una parte del Sistema de Parquedel Estado de California. Es financieramente responsable por cualquier daño quecause .

Me pasa un plato.—¿Una casa puede ser un parque?—Más probable en la tierra en que se encuentra. ¿No leíste sobre su historia

antes de venir? —Sin embargo debería hablar. Mi investigación fue superficial a lomucho.—No tuve tiempo. —Isabelle escoge una manzana y una taza de café—.

Encuentro insultante que ellos crean que somos lo suficiente descuidados comopara dañar los muebles. Vivimos en castillos y palacios genuinos, muchos conantigüedades más viejas y preciosas que éstas.

Page 77: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 77/265

7

—Cuidado, hermana —le advierto en voz baja—. Suenas como la más grandesnob en una sala repleta con los elitistas más prolíficos del mundo.

Para probar mi punto, suelta un bufido condescendiente de disgusto. Perodespués, toda su mala leche desparece en resignación.

— Ahí está Christian. Supongo que deberíamos sentarnos con él.—¡Qué auténtico respaldo! Supones .Las líneas alrededor de su boca se hacen más pronunciadas.—¿Qué pensaría Alfons?—me burlo, siguiendo el movimiento de la mirada de

mi hermana hacia su hombro. Christian, con el hombre que comió la cena, y Parkerestán sentados frente al otro al final de la mesa, bebiendo café.

Maldición. Incluso en la mañana, Christian y su perfección son imposibles deescaparse. Porque es tan atractivo, con sus mangas enrolladas hasta sus antebrazos y el sol bailando con rayos de claridad cruzando su ondulado cabello mientrashabla con sus compañeros. Y él tiene ese jeans otra vez.

Neandertal, después de todo.Si sólo tuviera una mala personalidad con semejante rostro.—No quiero hablar de Alfons.—Luego, recordando la última vez que dijo eso,

añade—. Por favor, Elsa. Ahí está esa declaración otra vez. La sonrisa de mi hermana se debilita,

enviando señales de advertencia que dice: peligro, procede bajo tu propio riesgo .La propiamente dicta que debería respetar su deseo, pero la hermana en mísimplemente no puede ignorar el dolor en la mirada de mi única hermana.

—¿Está todo bien entre ustedes?Cabello negro, como el mío, se mueve de lado a lado en una rápida sacudida.

Débiles transiciones se tambalean.¿Cuándo pasó eso? Apenas la semana pasada soporté una de las tranquilas

convicciones expresadas por Isabelle sobre lo segura que estaba que Alfons era sualma gemela. De hecho, esto no es nuevo, pero había sido en particular vehementeen su fe sobre su feliz para siempre. Por supuesto, le urgí con preocupación yapoyo, a pesar que su chico sea igual de interesante que una bolsa de papel mojada(y si también soy honesta, igual de listo que una). Pero Alfons parece poseer un buen corazón y ciertamente no parece un caza fortunas como para arrebatar unpaseo gratis de por vida. ¿Mi hermana normalmente precavida saltó hacia el armapara enganchar a su instructor de equitación después de conocerse todo un año?

Definitivamente. Pero Isabelle fue siempre tan feliz con Alfons, y la felicidad es algoque buscamos desesperadamente desde que nuestras vidas son dedicadas agarantizar la felicidad de otros. ¿Cómo fue de felizmente enamorada a estardispuesta a rehusar estar en contra del MMR en un espacio pequeño de tiempo?¿Al menos de no sacudir el bote?

Murmuro su nombre, pero una fuerte negación y un golpe en las costillasdetienen rápidamente que vaya más lejos con mis comentarios. Entonces ya noestá, sino cruzando la sala hacia su supuesto destino, sus rasgos perfectamente

Page 78: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 78/265

7

educados así no hay traicionados demonios ocultos. Sin embargo la conozco mejor.Normalmente no dejaría bajar su guardia en público, así que me deja pensar que enun fugaz momento su corazón debió ser mallugado y aplastado. Y es una difícilrealización para mi hermana, sabiendo que una vez algo debió sacudir la existenciade Isabelle y aceptando que ahí no hay nada que pueda hacer que simplementeapoyarla, si es siquiera para lo que me requiere.

Estoy por seguirla cuando escucho:— Ah, ahí estas, Elsa.Mi padre está parado detrás de mí, con una taza de café humeante en sus

manos.—Tu madre llamó hace unos minutos. Estaba muy disgustada porque no pudo

ponerse en contacto contigo esta mañana.—Me temo que debí dejar mi teléfono en modo vibrador.—Es una mentira,

mandé su llamada derecho al buzón de voz. No dormí lo suficiente, ni había bebidocafé como para semejante conversación.

Gruñe, probablemente deseando haber hecho lo mismo.—Tienes que llamarla después de tu reunión de esta mañana. Así tu hermana

se puede unir, de esa manera será mucho más fácil. Quiere discutir algunas cosasimportantes con ustedes.

Irritación me inunda y al mismo tiempo mi estómago se hunde.— Voy a estar fuera en una charla con el CM antes que el día inicie, y después

voy a tener una pequeña reunión con el Consejo Nórdico—me dice—, pero queríaalcanzarte para avanzar en algunas cosas importantes.—Echa un vistazo sobre mihombro—. Isabelle es de Aiboland y es una unión que estoy ansioso de apoyar, Elsa.

Así que es oficial, sin importar si mi hermana quiera o no.—Si pregunta tu opinión sin importar o no lo que pienses, ella y Aibolandhacen buena pareja, sé que puedo contar contigo para hacer lo que es mejor para lafamilia y Vattenguldia, ¿eh? Las relaciones entre nuestros países estuvierondistanciadas por demasiado tiempo.

Si nosotros estuviéramos a puertas cerradas, podría haberle dicho mi opiniónactual, pero como estamos en un lugar abierto, rodeados de gente, simplementeinclino mi cabeza. Pero, sí. No va a pasar. Tampoco va a pasar cuando mi madrepostergue el tema hasta más tarde.

—Hablaste con él anoche. ¿Crees que su consentimiento podría ser un

problema?Mis piernas se sienten como si se hubieran vuelto de madera.—¿Preguntas si creo que el gran duque heredero de Aiboland es un

participante entusiasta del MMR?Mi padre se ríe con naturalidad, como si supiera que no importa un poco lo

que Christian, o cualquiera de nosotros diga en realidad.

Page 79: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 79/265

7

—No tengo dudas que ese niño puede hacer lo mejor para mi país.—Toma mi brazo y me conduce hacia la entrada—. La duquesa está igual de emocionada poresta pareja como yo.

Ahora que estamos fuera de vista, digo:—¿Niño? Es mayor que yo.Solo me da una palmada afectiva en mi hombro.—Si es necesario, anímalo para que vea a tu hermana y a Vattenguldia como

algo positivo. Estoy seguro que no va a ser difícil para ti, no si quieres lo mejor paranuestra gente.

Nadie le rueda los ojos a su rey, ni siquiera cuando es tu padre. Pero Dios míosi no es difícil reprimir esa acción.

Mi padre toma un sorbo de su café, mirándome con atención.—Te arreglé un té con Mathieu después de tu reunión. Es mejor que le

dediques algo de tiempo todos los días para que te familiarices con él. Recuerda,

estamos hasta el viernes. Alguien debe haber pasado por detrás y alcanzarme por la cabeza con uno de

esos enormes martillos de Acmé, porque seguramente Su Serenísima Alteza no dijolo que me temo que dijo.

¿O sí?Nunca he rezado tanto para estar alucinando. Y aquí estoy, sintiéndome mal

por Isabelle y Christian, cuando mis propios demonios están aquí estableciéndose.—Tu madre y yo hemos tenidos muchas conversaciones productivas con sus

padres en las últimas semanas, y nos sentimos bastante convencidos que ustedes loharían estupendo —continúa mi padre, ajeno a cómo desgarró la tierra bajo mispies de madera—. Mathieu es un chico muy inteligente. Lleno de sólidas opiniones.—Juguetonamente toquetea mi barbilla, la seriedad gravada en su rostro y sustraicioneras palabras cubiertas de cualquier desenfado del momento—. ¿Suenafamiliar?

¿Semanas? ¿Ha estado discutiendo un acuerdo por mi mano en un arcaicomatrimonio arreglado durante semanas ?

Alguien llama a mi padre.—Bueno, infórmale a Isabelle que tiene una reunión para el té con Aiboland

esta tarde. Haz tu trabajo, Elsa.Una vez que se va, quiero mirar mi teléfono y revisar el calendario, sólo para

estar segura que estamos en el siglo XXI y no en la Edad Media.—¿Puedo ayudarle, Su Alteza?Parpadeo y encuentro a un sirviente parado ahí, su esmoquin impecable tan

temprano. Le ofrezco mi sonrisa real: calmada y compuesta, porque voy a estar jodida si le enseño a cualquiera en la otra habitación cuán sorprendida estoy.

— Voy a desayunar.

Page 80: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 80/265

8

Él me sostiene la puerta abierta; me fuerzo a avanzar, e ir otra vez al comedor.Isabelle debe, para mi sorpresa, haber sido detenida por una de las chicas deMonégasque y ahora está yendo hacia donde está Christian.

En el momento en que notan su aproximación, los tres hombres se levantan.Christian no puede dejar sus modales ni dos segundos. Puedes asumir, que en una

sala completamente llena de la realeza, podríamos dejar nuestros modales y noentrar en nuestros respectivos roles simplemente parándose porque una dama estállegando a la mesa.

Christian no fue muy caballeroso anoche. Está bien, es una mentira. Lo fue.Calentándome leche, por el amor de Dios.

Ante el pensamiento del príncipe encantador cocinando para mí, mi estúpidocorazón tartamudea contra mis costillas.

—¿Les importa si nos unimos?—Isabelle es toda elegancia, con su patentada ycoqueta sonrisa deslizándose en sus labios, tratando de brillar, solo para cruzar conun mohín coqueto en el que indudablemente se esforzó.

Antes que pueda alejarla para comentarle el problema de antes, losfascinantes ojos ámbar de Christian dejan el rostro de mi hermana paraobservarme. Como en un ridículo estereotipo, cuando nuestras miradas seencuentran, el aire de mis pulmones desaparece mágicamente hasta que ya no sé siestoy en la tierra, porque repentinamente todo el oxígeno se fue. Y es indigno,porque cosas como esas; reacciones por simplemente hacer contacto con la mirada,no existen realmente, ni siquiera si es tan extraordinario como la mía.

Estoy claramente exhausta por la falta de sueño, o estoy pillando el resfriadoque temía la otra noche, porque no hay otra explicación racional para que estémareada.

Por suerte, mira otra vez a mi hermana en espera.—Sería un placer. —Él le sonríe en respuesta, pero es radicalmente diferente ala deslumbrante sonrisa de anoche que iluminaba la oscura cocina. La de estamañana es una línea apretada; peor, no llega a sus ojos.

No creo que me guste esta sonrisa. No en él, no así. Pero prueba que elnombre príncipe encantador es bien merecido, por Christian saca con gracia la sillade mi hermana. De vuelta, ella golpea su plato contra la mesa. ¿Nuestra madre estáteniendo un ataque en alguna parte? Claramente está descuidando su trabajo paraimponernos conductas apropiadas, eso es seguro. Porque ésta no es la conductanormal de mi hermana. Ella es una dura galleta, pero normalmente es educada bajo su aspecto. Sé que esto es un infierno de experiencia, pero entre nosotras, midinero está en sus manos para actuar decentemente. Primero el patético intento decoqueteo, ¿y ahora tirar el plato? ¿Qué está pasando ahora?

Christian aguanta su volátil humor con calma.—Permíteme presentarle a mi hermano, Su Alteza el príncipe Lukas de

Aiboland. Lukas, esta es Elsa, princesa heredera de Vattenguldia y su hermana, laprincesa Isabelle.

Page 81: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 81/265

8

Lukas se inclina, pero no es ni de cerca tan nítido y agradable como suhermano. Sus marrones ojos se posan sobre mi hermana.

—Encantado, estoy seguro.Tampoco su acento es agradable.

Con elegancia, rodeo la mesa y coloco mi plato al lado del de Parker. Pero lasleyes de los Aibolandian y sus intentos de educación me siguen, sin dudar saco misilla también, así que agarro mi propio asiento y la deslizo de debajo de la mesa.

Parker se sorprende ante mi acción.—Permíteme. —Rápidamente saca la silla. Lo detengo.— A pesar de la opinión popular, soy totalmente capaz de sacar mi propia silla.

—Sin embargo mis palabras no son mordaces. Estoy bromeando y ellos se dancuenta de eso.

Lukas, quien no se esforzó en sacarme la silla, levanta su taza de café en unpequeño saludo, la sorpresa brillando en sus ojos.

El distintivo sonido del teléfono de mi hermana nos informa que nuestramadre, o su secretaria, han enviado un texto. Mi hermana se pone rígida y despuésse encoge, casi como si el tono le hubiera abofeteado en señal. Permanece de pie,esperando que el sonido cese… pero aunque la luz se debilita después en sus ojos,no se mueve.

Los hombres que comparten nuestra compañía se mueven incómodos, comosi supieran que las oscuras nubes vienen para llover durante la comida.

—¿Por qué no tomas asiento, Isabelle? —Cuando no contesta, cambio detácticas y señalo el espacio frente a nosotros—. Estos caballeros están a mitad de sucomida y no pueden continuar hasta que te sientes. ¿Quieres que se mueran de

hambre?El trance se rompe por mi broma, mi hermana claramente replica surespuesta pero no como se le pidió. Mientras los hombres se sientan, Christian una vez más atrapa mi atención y ahí está. Misión cumplida. No parece sorprendido quehaya dicho eso. Una pequeña luz volvió a su rostro y hay una pequeña curva en suslabios. Una pequeña franja de sus dientes aparece por unos pocos segundos.

Eso está mucho mejor. El malhumorado príncipe encantador no hace ningún bien.

Una de las delicadas manos de Isabelle descansa contra la piel expuesta bajosu manga. Un suspiro tembloroso se desliza de sus labios, ese sonido totalmente

forzado por una indeseada determinación.—Espero no haberte hecho esperar por tu comida mucho tiempo. ¿Puedesperdonarme? Quizá podemos buscar la manera de recompensártelo

En serio. ¿Qué está pasando aquí? ¿Alguien vino y absorbió su alma? Ellanunca diría semejante cosa.

La ligereza que Christian acaba de mostrar se ha ido.

Page 82: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 82/265

8

—De hecho —dice él en voz baja—, este es mi segundo plato, así que nonecesita preocuparse.

Quizá no lo estoy recordando correctamente. Quizá tomé mucho champánanoche, porque el hombre delante de mí no es el mismo con el que comí éclairs enla oscuridad de la cocina. Este suena robótico. ¿Robótico e irritado?

¡Qué par hacen!—¿Durmió bien anoche, Su Alteza?—me pregunta Parker.Me volteo, agradecida por el cambio.—Nada de “Su Alteza”, por favor. Siéntete libre de llamarme Elsa. Y para lo

que importa, no. Me voy a arriesgar a creer que ninguno de nosotros lo hizo.—Puedes decir eso otra vez—murmura Lukas.Mi pulso salta. ¿Christian habrá embellecido nuestro tiempo juntos con su

hermano?—¿El polvo también era central en los cuarteles?—le pregunta Lukas al

secretario—. Si anoche fue un indicador de lo que esta semana será, no sé si trajesuficientes condones.

Oh, entonces él se refiere a sí mismo.Mis mejillas arden, y Parker inquietamente cambia sus huevos de un lado a

otro del plato.—Puedo ir a la ciudad si usted quiere, Su Alteza.Christian simplemente suspira, negando.Isabelle dice repentina e inexpresivamente:—Christian, ¿cuáles son tus planes para hoy?Su atención se posa en su salsa, sorprendido de ser señalado.—Reuniones y reuniones, me temo.—Solo él puede sonar aliviado de decirle

eso, lo que es raro, considerando su comentario acerca de su itinerario anoche.Eso quiere decir que hizo un punto haciéndome saber que no estaba

interesado en tener una pareja en el MMR. Exclamé lo mismo, pero él y yo sabemosque nuestras opiniones no significan nada a la larga, especialmente a la luz del téque ya se programaron. Pero aquí está, sonando indiferente hacia mi glamorosahermana quien habitualmente aparece en revistas.

Mientras Parker corta un pedazo de jamón, dice:

—Sus horarios de hoy deben coincidir bastante.Isabelle está pálida por unos segundos.—No tengo mucho programado para hoy… — Ah, la gloria de ser el repuesto.—Lukas saca un frasco de su abrigo,

brindando por mi hermana.

Page 83: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 83/265

8

—Perdóneme, mi lady—continúa Parker—. Me refería al príncipe Christian ya la princesa Elsa. Creería que, como los herederos de sus respectivos tronos,podrán sentarse en muchas de las mismas reuniones de esta semana.

—Tiene sentido —digo—. Sin embargo dejé mi horario en mi habitación.—Misonrisa es débil—. Aún no he podido leer todo.— Y después, secamente digo—:

Como otras personas.Diversión parpadea en los ojos de Christian.—¿Por qué tu secretaria no está aquí contigo?Parece realmente interesado en mi respuesta.—¿Cómo sabes que no está?—Tengo mis fuentes.¿Averiguó sobre mí? Interesante. Me volteo hacia Parker.—Hola, fuente.

Parker simplemente se ríe.—Para contestar a tu pregunta, Charlotte dio a luz hace unas semanas. Ymientras que ella estaba dispuesta a venir, el nuevo hombre de su vida tenía ideasdiferentes, y con razón.—Pongo mi taza de café en la mesa—. Creo que teme queme voy a perder sin ella.

—Probablemente lo estás—murmura Isabelle.Es bueno ver que ahora el brillo de mi hermana está apareciendo otra vez.—¿Lo estás? —Christian una vez más está mirándome como si mi respuesta

fuera importante.—¿Lo estarías tú?—Realmente, sí. —No hay pista de vergüenza—. Parker realmente maneja

mucho de mi vida.—Su amistad es adorable—admito—. Mucho como una hermandad de viajes…

bueno, diría del pantalón, pero no tenemos una pareja para compartir mientrasestamos persiguiendo sueños y recuerdos en todo el mundo. Debo decir queCharlotte y yo somos el equivalente de lo que es su amistad, solamente que al estilode las damas. Imagina cuán acogedor sería estar los cuatro juntos; indefensosherederos dependientes de sus secretarios personales. Nació una comedia. O unreality show.

Christian se ríe ahora, así que Parker y Lukas también, pero es el príncipeheredero quien se filtra por mi piel, hasta mis músculos y huesos. Es la mismacontagiosa y maravillosa risaque oí anoche, como… como si él no tuviera miedo deabrazar la vida en lugar de aferrarse a ella como el resto de nosotros. A decir verdad, es desconcertante, porque hace solo cinco minutos, me estaba preguntandosi había imaginado esa parte de él.

Pero no. Aquí está. Christian con su muy contagiosa y asombrosa risa. Algodentro de mí se tensa. Palpita.

Page 84: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 84/265

8

El cuchillo de Isabelle traquetea contra su plato.—Es una lástima que Charlotte no esté aquí para controlar que digas esas

sórdidas cosas.—¿Sórdidas? ¿No oíste mi clarificación? Ya hemos dejado de compartir ropa.

—¿Hace cuánto la conoces?—pregunta Christian. Arranco un pedacito de la tostada.—Fuimos al mismo internado cuando éramos pequeñas, lo que

probablemente es el por qué me tolera bastante bien. Soy un gusto adquirido, como ves.

Mi hermana emite un bufido estrangulado.Christian se inclina hacia adelante.—Estoy sorprendido de oír eso. Asumí que todas las princesas corrían para

adquirir la virginidad de otros. ¿No es esa la conducta normal de un futuromonarca?

—¿Quieres decir correr salvajemente?—No puedo evitar bromear.—¿Qué es eso acerca de vírgenes?—pregunta Lukas—. Porque estoy muy

seguro que no hay ninguna aquí en la Cumbre. No después de lo que vi la otranoche.

Mi hermana mira su salsa como si su vida dependiera de ello.—Parker y yo también fuimos al mismo internado—me dice Christian,

ignorando a su hermano. Por lo menos no es escandaloso, lo que es refrescante—.Me pregunto si ese es el lugar de hoy para promover relaciones con un confiablesecretario personal.

Lukas toma otro trago de su frasco.—Sí, cuando ustedes se fueron y me dejaron en casa. No es un milagro que no

tenga secretario propio.Por un momento, nadie dice nada, no de frente a esa descarada amargura.

Rompo el silencio con:—Estoy segura que Charlotte lamenta a menudo el día que se sentó a mi lado

en la cena por primera vez. Ella no tenía idea de quién era. Solo pensó que era unasolitaria chica. Quien no cometía ningún error, lo era, pero… —Una traviesa sonrisalucha por aparecer en mi rostro—. Ella ciertamente obtiene más de lo que negoció.—Me volteo hacia Parker—. ¿Fue igual para ti? ¿Alguna vez deseaste encontrar una

perfecta amistad para cultivar con alguien que no fuera de la realeza?Parker está completamente sonrojado.—Uh… Christian se ríe otra vez.—Puedo contestar por él. Claro que sí.

Page 85: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 85/265

8

Nos sonreímos uno al otro, una gran sonrisa de suficiencia en ascenso en lasequinas de sus labios compartiendo regocijo. Estoy paralizada en cuanto admiro lasonrisa de este hombre.

—Elsa —dice Isabelle llanamente—. ¿Ese no es Mathieu en el buffet? Deberíasinvitarlo a sentarse contigo, considerando… —Su pausa es significativa. E irritante.

Porque casi podría jurar que estaba diciendo que no sacudiera el bote, ytampoco hay manera que esto esté bien.

Page 86: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 86/265

8

15Christian

a Loba regodeándose esta mañana fue asquerosa. Vaya par sorprendente elque fuimos anoche la princesa Isabelle de Vattenguldian y yo. Qué

hermosos serían nuestros bebés (porque “bebés feos son inaceptables”).Qué adorable sería Isabelle como consorte. Qué maravillosos serían los tratadoscomerciales entre Aiboland y Vattenguldian. Diría que había ido tan lejos comopara elegir patrones chinos para nosotros, excepto que ya existen y están en ungabinete en el palacio. Y luego envolvió todo esto con el pulcro lazo sobre cómo fuirequerido para una dulce charla con Isabelle en un pequeño té privado que estaríapreparado para nosotros después de mis reuniones. O incluso comprometerse enun pequeño deleite en la tarde si ambos estábamos dispuestos.

Con todo, la soga alrededor de mi cuello se apretó significativamente mientrasmi madre se revelaba en su rol de proxeneta real.

Lukas no dijo nada durante el discurso que La Loba forzó sobre nosotrosdonde dictaba todas nuestras acciones durante los próximos días. Mi rol, enresumen: no estoy jodido con lo que ella ve como un ventajoso emparejamiento.Estoy para llenar a Isabelle de atención y cortejarla con lo mejor de mishabilidades, incluso si debo seducirla. Estoy para prestar atención a lo que dice, a loque le gusta y a lo que hace. No importó ni un poco cuando informé a mi madre queno me sentía atraído por Isabelle, ni siquiera interesado en lo más mínimo enconocerla, mucho menos casarme con ella.

—¿Crees que me siento atraída por tu padre?—Fue su respuesta—. ¿O que esosiquiera estuvo bajo consideración?

Silenciosamente me desafió, y para toda la indignación y las palabras

hirviendo a fuego lento en mi interior, nada más salió de mi boca hasta que ellacerró la puerta tras de sí.Fue entonces cuando Lukas dijo:—Eres afortunado por haber pasado la mayor parte de tu vida lejos.—

Mientras se servía un vaso de coñac demasiado temprano.Rechacé la oferta de uno y, en lugar de cocerme en una burbujeante ira, le

permití a mi mente vagar de regreso a cierta princesa bebiendo leche tibia y

L

Page 87: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 87/265

8

comiendo éclairs en medio de la noche conmigo. Ahí no me había sentido como unprisionero en la horca. Hablar con Elsa era fácil.

Inesperado.Sentado en el desayuno, había estado medio inclinado a rogarle a Parker que

me reservara un vuelo a cualquier lado que no estuviera lleno de Isabelle y Lobas.Como si fuera una señal, justo cuando las palabras estaban listas para deslizarse, laprincesa en cuestión se materializó en la mesa y todas mis ideas de viaje cambiarona palabras maldecidas.

Pero entonces, Elsa vino también. Elsa y toda su descarada honestidad quehace palidecer a su hermana en comparación.

Durante diez fugaces minutos, me olvidé de las exigencias de mi madre ysimplemente me permití que la sorprendente facilidad de palabras fuera de un ladoa otro con la heredera al trono de Vattenguldian. No tiene miedo de burlarse de símisma, o de mí, o demonios, incluso de su hermana. Me sorprendió, y aun así mecomplació, cómo continuaba trayendo a Parker a la conversación, incluso aunque la

mayoría de los lores lo habrían considerado nada más que un fantasma en elperímetro.Mientras su ingenio me rodea, tontamente deseo poder mover el reloj hasta

las tres de la mañana, que es cuando logro ver a su verdadero ser. Porque cuandosonríe, todo lo demás alrededor de nosotros desaparece y todo lo que veo sonpequeñas líneas maravillosas que trazan las comisuras de su boca y arrugas quedecoran las esquinas de sus ojos.

Es una maldita sonrisa maravillosa y adictiva.—Elsa —dice Isabelle—. ¿No es ese Mathieu en el buffet? Deberías invitarlo a

sentarse contigo, considerando…

Y ahora la sonrisa se ha ido.Nuestra esquina de la mesa cae en silencio cuando la atención de Elsa se

aparta hacia donde Mat está de pie en el buffet con su hermana, Margaux. Nuncahe hablado personalmente con la heredera de una de las familias antiguas deSaboya, pero Mat siempre ha hablado favorablemente sobre su hermana mayor.

—Creo que ya tiene una compañera para comer —murmura Elsa a suhermana. Frunce el ceño. ¿Está celosa que él esté con alguien más? ¿Sabe que es suhermana?

Tengo en la punta de la lengua las palabras, para asegurarme que esa pequeñalínea fruncida en su frente desaparezca, pero entonces me recuerdo que no debería

importar si está o no frunciendo el ceño. O si quiere que Mat se nos una. O si lemolesta que esté con otra mujer.Isabelle contrarresta la observación de su hermana con… mierda, no lo sé.

Algo que suena bastante perra. Y entonces tiene esa terrible sonrisa como elinfierno puesta en su rostro de nuevo, toda amabilidad y tranquilidad ycompletamente forzada, como si fuera a preguntar educadamente sobre el clima ofuera a estallar como un volcán aquí en la mesa.

Page 88: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 88/265

8

Todas las instrucciones y amenazas de mi madre vienen rápidamente comouna ola de la que no puedo escapar demasiado tiempo. Pero demonios, si no voy aseguir intentándolo. Contra viento y marea, no quiero casarme con esta chica, sinimportar lo que La Loba diga.

—Creo que nuestra reunión está por empezar—le digo a Elsa—. Deberíamos

ir.Ella aleja su atención de Mat y me mira, como si no pudiera creer que hubiera

hablado de nosotros . Las cejas de Lukas se levantan. Parker también estámirándome extrañado; no puedo entender completamente si cree que estoyportándome raro o si me equivoqué por completo con la hora de la reunión. No leconté a ninguno lo de Elsa y yo encontrándonos anoche porque… me gustaba laidea que lo que sucedió fuera sólo entre nosotros. Nuestros secretos. Nuestra listade primeras veces. Nuestro pequeño club.

Y aun así, esta es también otra primera vez, porque normalmente le cuentotodo a Parker.

Me pasa mi portafolio de cuero llena de todo lo que podría necesitarposiblemente en una reunión dirigida a los problemas que jóvenes herederos a lacorona en el siglo veintiuno deben enfrentar. Como si fuéramos niños endesesperada necesidad de escolarización.

Me levanto; extrañamente aliviado cuando Elsa lo hace también.—¿Sin bolso?—pregunto mientras rodea la mesa.—Mierda. —Se sonroja y niega—. Quiero decir, maldición.—Un gran suspiro

se le escapa—. Lo dejé. Tendré que ir a buscarlo.Parker, quien se levantó al momento en que ella lo hizo, dice:—Su Alteza, estaría más que feliz que su bolso sea preparado y enviado a la

reunión de inmediato.Gracias a Dios por Parker.—No eres mi mayordomo.—Su sonrisa es irónica—. No hay necesidad que me

traigas nada. —Hace una pausa—. Además, no necesito tal formalidad, ¿recuerdas?—¿Tu mayordomo te trae muchas cosas?—pregunto. Ahí está. Me sonríe una vez más y todo parece estar bien en el mundo de

nuevo.—De hecho, no.—Deja que Parker vaya por tu bolso—digo—. Si no me equivoco, está a punto

de ser sometido a una reunión tan aburrida como la nuestra, sólo que es como unSeminario de Secretario Personal para Tontos. Esto le dará una razón parasaltárselo, al menos los primeros quince minutos.

Parker no discute en lo más mínimo.—Entonces, por supuesto —le dice—, por favor, encárgate de mi bolso. O al

menos, infórmale a Bittner que lo necesito.—¿Bittner? —interrogo.

Page 89: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 89/265

8

—El secretario personal de mi padre. Quien estoy bastante segura estácontento de no ser el mío. Estoy sorprendida que tu fuente no te contara de esotambién.

Lukas se queda dónde está, cuidando de su fresco. Va a estar borracho dentrode poco, sin duda buscando por otra conquista. A La Loba le encantará eso. Isabelle

se levanta, sin embargo no puedo descifrar la mirada en sus ojos. Aunque está bien.No me importa de todos modos.Mi soporte comienza ahora. Simplemente le asiento educadamente a la

elección de mi madre y le informo a mi hermano y a Parker que me veré con ellosdespués. Y luego guio a Elsa fuera, aliviado que no se estremezca cuando mi manoconecta con la parte baja de su espalda por el más breve de los instantes.

—Esta reunión —dice mientras consultamos un pequeño mapa que Parkerguardó—, es obscenamente estúpida. No puedo creer que, mientras nuestrospadres se sientan en reuniones que ayudan a formar las políticas de países,

tenemos que estar cuidando niños en alguna guardería de Herederos a la Corona.¿Por qué no me advertiste sobre esto? Alzó la mirada del mapa y la observo. Está usando un abrigo azul marino que

funciona bien como vestido, y se ve sofisticado y simple a la vez, como si hubierasido hecho a la medida exacta de su cuerpo…

Espera. ¿Qué estaba diciendo? Oh. Cierto. La tonta reunión de mierda a la que vamos. Como creo que me arrancaría la cabeza por adular su abrigo, le digo:

—Mis disculpas. Pensé que de verdad había mirado en el paquete. Measeguraré de mantenerte actualizada apropiadamente de aquí en adelante. Perotienes razón. Parece una maldita tortura.

Hace una mueca.— Ya es bastante malo que estemos aquí para ser… —Mientras giramos en una

apretada escalera de caracol, su voz se apaga cuando el emperador Japonésaparece—. Subastadas como doncellas medievales, pero el lado positivo es que almenos podremos unirnos a la mesa de los adultos, ¿sabes? Sólo que supongo queeso también es una farsa.

Ha dado completamente en el blanco.—Encuentro tu uso de doncella bastante sexista, Els.Una atónita, pero aun así complacida mirada, cruza su rostro cuando la llamo

así, una que definitivamente me gusta.Joder. Es el día dos, y ya estoy pensando cosas estúpidas.—Bueno, eres bastante delicado.—Mientras el humor danza en sus ojos, sus

labios se presionan en una dura línea, como si estuviera luchando contra algo. Noes la primera vez que lo ha hecho en la poca cantidad de tiempo que nos hemosconocido.

No es mi asunto, pero la pregunta sale de todos modos.

Page 90: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 90/265

9

—¿Por qué haces eso?—¿Hacer qué? ¿Insultarte? —Se inclina hacia atrás, mirándome de arriba

abajo—. Tengo la clara sensación que nadie, con excepción de tu hermano, jamásencuentra una falla en ti. Sólo estoy haciendo mi parte para mantenerte humilde.

¿Está diciendo que me encuentra perfecto? ¿O plagado de faltas? Estoyigualmente fascinado por ambos escenarios. Sin embargo tiene razón. Aparte de LaLoba y Lukas, nadie jamás se atreve a apuntar mis faltas.

—¿Debería estar insultado?Una socarrona sonrisa se traza en las comisuras de su boca.—Eso depende de ti. — Y luego sus labios se presionan juntos una vez más,

guardando lo que desesperadamente mantiene dentro.—Eso. — Apunto a su cara—. ¿Qué estas conteniendo?Sus ojos, de un azul oscuro tan expresivo, se abren significativamente. Y

entonces suspira profundamente.

—Mi madre insiste en que es impropio reírse en público. Sé que estoprobablemente será una total sorpresa para ti, pero intento tener algunos modales.

Mi propia risa se me escapa.—Me preguntaste si era virgen poco después que nos conocimos, ¿pero no te

ríes en público?Para mi sorpresa, unas manchas rosas cubren sus pálidas mejillas. Pero eso

no es lo peor; me calla cuando pasa por mi lado hacia un recoveco en la escalera. Elmovimiento me provee con una larga bocanada de su perfume. Maldición, huele bien.

—Bien. Me comporté como una bestia ayer. Ya admití eso.—Sus ojos trazanlas escaleras antes de fijarse en mí. Y es extraño, porque físicamente tengo queluchar contra un escalofrío cuando lo hace—. Simplemente no quería que megustaras. No al principio, de todos modos.

Justo cuando mi boca se abre, aclara:—O, ya sabes, te propusieras de nuevo.Está jugando conmigo. Recibes lo que das.—Nunca me he propuesto en primer lugar. O—añado, cuando se prepara para

discutir—, me he declarado.—Bien. No lo hiciste. Sólo estoy diciendo… Soy incapaz de evitar el paso que doy hacia adelante en el pequeño espacio.—Mira, no tienes que explicarme. Como dije anoche, tampoco estoy

emocionado de ser subastado.Una de sus cejas se arquea. Me gusta que no sea una de esas delgadas y

escalofriantes que parecen usadas por un niño grande.—¿Ni siquiera con mi hermana?

Page 91: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 91/265

9

El suelo bajo mis pies se vuelve suave e inestable. Supongo no estamos en unatregua, sino en un lugar donde estamos conversando como personas normales. Almenos, como asumo que la gente normal habla. Puedo admitir que no quieroperder eso. Pero por mucho que ella y su hermana se molesten la una a la otra en eldesayuno, también tienen una inevitable lealtad, así como Lukas y yo. No obstante,le digo con firmeza:

—Ni siquiera con tu hermana.¿Cómo podría siquiera pensar en su hermana cuando una Valkiria se para en

frente de mí?

Page 92: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 92/265

9

16Elsa

na puñalada irracional e inapropiada de placer aparece ante la convicciónde la suave voz de Christian. No está interesado en ella. No quiere ser un

peón en el MMR más de lo que yo quiero; no es que eso importe a largoplazo, pero aun así.El cargado silencio que llena el espacio alrededor de nosotros es tan denso,

tan tenso que no puedo evitar hacer algo más que romperlo.—Las probabilidades dicen que ustedes van a ser emparejados.— Así como tú y Mat.Es de mal gusto, pero mi nariz automáticamente se arruga.—No la guíes si no es lo que de verdad quieres.Es su turno de dejar salir una suave exhalación de frustración.

—Créeme, eso ni siquiera es una consideración.Me gustaría creer en su honestidad.—Mi hermana está en un momento vulnerable ahora. No necesita creer que

alguien fantasea con ella cuando… —El fantasma de una risa triste aparece—. Esosuena bastante adolescente, ¿verdad?

—Toda esta farsa se siente bastante adolescente—murmura, pasándose unamano por su oscuro cabello. Y entonces—: ¿Por qué no querías que yo te gustara,Els?

Abro mi boca para corregirlo, pero me interrumpe, sonriendo.

—Me refiero a gustarte como amigo, por supuesto.—No es que no quisiera que me gustaras, de por sí.—La urgencia porpatearme es fuerte. ¿Por qué sigo diciendo cosas ridículas alrededor de estehombre?—. Si eso tiene sentido. Lo que probablemente no tiene.—Estoy cavandoun hoyo más profundo, ¿verdad?—. Supongo que estoy a la defensiva.—Pobremente ondeo una mano entre nosotros. Cuando rozo su hombro, me apartocon una mirada estática—. Así como tú, y con razón.—Buen Dios, estoy delirandootra vez. Y mis dedos están cosquilleando, sólo por un simple roce contra su

U

Page 93: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 93/265

Page 94: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 94/265

9

Mi mirada vaga a su boca. Mi pulso se incrementa significativamente. El airealrededor de nosotros desaparece por completo.

—¿Por qué Chris?—Chris es familiar—dice, con voz baja, cálida y crepitante a la misma vez—.

Y… creo que quiero ser familiar contigo, Els. Es imposiblemente tonto siquiera considerar tal cosa, pero es exactamente lo

que quiero también.

Page 95: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 95/265

9

17Christian

ómo estuvo la reunión?La pregunta viene de mi hermano, quien

milagrosamente logró salir de la cama (él o alguien más,no estoy seguro) para unírsenos en el patio cerca de lapiscina.

—Dolorosa.Estoy siendo amable con mi descripción. La reunión de dos horas, la cual era

realmente acerca del heredero de la corona más antiguo lanzando su amarguraacerca de cómo su madre aún vive mientras él continúa envejeciendo, era nadamenos que un viaje al abismo. Allí no había discusiones concerniendo losproblemas de las leyes políticas de nuestros países, no había pista de alianzaspromovidas para la Cumbre. Diablos, ni siquiera tuvimos oportunidad demezclarnos con nuestros compañeros de la realeza que no habíamos tenido elplacer de conocer aún. Nadie más habló durante esas dos horas. Ni una solapersona. No puedo hablar por los demás, pero estaba preocupado que el bastardoestuviera empeñado en malversar toda la alegría que podríamos tener en nuestras vidas hasta que no fuéramos más que cáscaras desesperados por escapar.

—¿No había nada bueno en la reunión?Elsa.De hecho, sus ojos estuvieron brillando como el resto del grupo, y no

hablamos (porque Dios prohíba que alguien de nosotros diga una palabra), pero allícompartimos el sentimiento de solidaridad en nuestra miseria.

Me enfoqué más en ella que en el asunto que se hablaba. Cada movimiento,cada cambio, cada vez que cruzaba sus piernas, la notaba, aunque sólo fuera por elrabillo de mi ojo. Siendo honesto, seguí con la esperanza que corriera de la estúpidaconferencia a una nueva aunque sólo fuera para romper la tensión.

Cuando eso nunca pasó, me pregunté… ¿fui yo? ¿Había algo en míanimándola a ignorar el arraigado decoro en todos nosotros a una edad joven? ¿Porqué? ¿Qué clase de princesa se baja del riel así?

— ¿C

Page 96: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 96/265

9

Una exasperante y fascinante, eso seguro. He ido directamente al caos, porqueme siento emocionado que ella me esté enseñando estos verdaderos colores.Felizmente me quedo con su energía en este mar de aburrimiento.

Pero le digo a mi hermano y a mi mejor amigo:—Ni una maldita cosa.Lukas saca su frasco del bolsillo de su abrigo.—La Loba me dio más órdenes específicas mientras estuviste en tu aburrida

reunión.No sé qué es peor… El conocimiento que Elsa huele a vainilla tahitiana o algo

que ver con La Loba.—¿Quién es su objetivo?Él toma un largo trago antes de cerrar el frasco.—¿Puedes creer que la princesa heredera de Vattenguldia está en su lista? ¿La

misma del desayuno de esta mañana? Juro que, ella está jodidamente obsesionadacon esas chicas.

Pobre bastardo…¿Qué diablos? —Tuve la impresión que Su Alteza estaba entusiasmada con tu hermano

haciendo un progreso con la hermana menor—dice Parker.¿Elsa? ¿Y Lukas ? Jesús. No. De ninguna jodida manera. Hablando de aceite y

agua.—Ella dice que si mi hermano aquí presente no puede conseguir a la hermana,

voy a comprometerme después del heredero. Dice… —Pasa su mano por su cabello y mira alrededor del patio donde estamos sentados. Hay un par de personas a veinte metros, pero están fuera del rango auditivo—. Dice que obtendremos uno desus registros de envío, cueste lo que cueste. Romanticismo y toda esa mierda,¿verdad? —Una mueca se extiende por su rostro—. Pero esa es La Loba. No importasi jode a sus hijos, siempre y cuando la tinta de un acuerdo comercial sea legítima.

Parker me da una mirada significativa. Idiota. Le pregunto a mi hermano:—¿Elsa está en el tope de sus escogidas?—Secundaria. Pero quiere que trabaje —Hace comillas en el aire—, “ambos

ángulos”, por si acaso. —Su tono me indica que será un día frío en el infiernocuando él siga semejantes órdenes.

De todas maneras, digo llanamente:

—Mejor empiezas a buscar otras en la lista que La Loba hizo para ti.—¿Dudas de mis destrezas? Agarro su frasco y lo abro.—¿Destrezas? —Niego mientras tomo un sorbo. Es whisky; él cumplió su

promesa de encontrarnos cosas buenas—. ¿Siquiera escuchas las palabras que salende tu boca?

Me quita el frasco de mis manos una vez acabo.

Page 97: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 97/265

9

—¿Estás dudando que pueda aterrizar en la tierra de la chula de Vattenguldiasi tratara?

—La verdad —le digo, más enojado de lo que debería estar—. Sí. Y no seasirrespetuoso. No llamas a un futuro monarca chula, tampoco hablas acerca deaterrizarles .

Tiene gafas de sol, pero estoy seguro que me rodó los ojos. Y me doy cuentaun poco tarde que le hice una especie de reto. Bueno, mierda.

Parker me da otra mirada significativa.—Qué conveniente—dice mi hermano—. Allí está la chica de la que hablamos.Cruzando la piscina, espío a Elsa y a su hermana hablando con otras personas

en la terraza pasando por alto el área. Y eso me recuerda que tengo que irsupuestamente a tomar el té con Isabelle en un cuarto de hora. Fantástico.

Lukas se levanta, guardando su frasco en su bolsillo. Estaré muy jodido si vahacia allá. Así que digo en voz baja:

—Sienta tu culo a menos que estés preparado para darle a La Lobaexactamente lo que quiere.Se voltea, sus cejas se alzan por encima del oscuro plástico de sus gafas.Mantengo mi voz baja y complaciente, en caso que alguien nos escuche.—Nunca serás un buen soldado siguiendo órdenes. ¿Por qué hacer una

diferencia hoy? ¿Estás realmente preparado para pasar por esto? Maldición, Luk.Nunca pensé ver este día. Podrías también cortar tus bolas en cuadritos por ella.

Ahora está enojado… e incrédulo, porque ambos sabemos que si alguien siguelas órdenes de La Loba, es el príncipe perfecto.

—Tu siguiente reunión es en diez minutos, Chris—dice Parker suavemente—.Príncipe Lukas, creo que tienes una al mismo tiempo.

Asombrosamente, Lukas se sienta.—¿Qué mierda? No soy el heredero. El de repuesto no se supone que tenga

que ir a reuniones.Mat se acerca hasta donde Elsa e Isabelle están. ¿Ellos también tienen que

tomar el té?—Mis disculpas —dice Parker, lo que es una broma, porque Parker no

malinterpreta esa mierda. Nunca. Pero entonces, simplemente estaba manejando ami hermano antes, porque sabe tan bien como el resto de nosotros que el único

propósito esta semana es ser un semental a la venta—. Pensé que había escuchadodurante la orientación que había unas reuniones para… — Adelante. —Lukas se dobla contra el cojín de su tumbona—. Puedes

llamarme repuesto. Mierda. Parker, necesitas seriamente aclararte. La Loba no estápresente. Somos compañeros, ¿recuerdas? No necesitas tratarnos como sifuéramos…

Parker sonríe un poco.

Page 98: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 98/265

9

—¿Realeza?Mat guía a las hermanas Vattenguldian hasta las escaleras.—¿Quién más?—pregunto.Los dos parecen confundidos, así que añado:

—En la lista de La Loba.Lukas suspira pesadamente.—El verdadero objetivo es una prima de la realeza que llegó de España. La

Loba piensa que papá lo apreciará o algo. Como si estuviera ofreciendo algunaoferta de paz retorcida —se mofa—. Como si eso le importara a papá. Como sialguna vez fuera a pensar que algo bueno venga de esa farsa.

—Nosotros —le recuerdo en voz baja—. Él podría argumentar que discutió connosotros.

Lukas simplemente gruñe, cuidando su frasco.

—¿Has conocido a esa chica española?—pregunto—. Además, deja de llamarlaesa chica española . ¿Cómo se llama?—Maria-Elena, pero dice que prefiere Maria o Mari.Estoy impresionado que él sepa eso. Mi hermano no siempre es bueno

recordando nombres.—Para contestar a tu pregunta, sin embargo, sí, nos hemos juntado varias

veces. Es sexy.—Una pequeña sonrisa aparece—. Podría haber tenido, uh, unapequeña amistad con ella antes que supiera que es mi maldito compromiso. ¿Quéacerca de la chica Vattenguldian, Chris? ¿La que se quedó como un carámbano?¿Alguna esperanza ahí?

No. Desafortunadamente tampoco hay esperanza en esa chica, aunque podríatener un deseo diferente.Uno que ciertamente es un verdadero deseo irresponsable.

Page 99: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 99/265

9

18Elsa

ucho contra la urgencia de bostezar, pero es una batalla que estoyperdiendo. Así que intento bostezar con la boca cerrada, con mis ojos

ampliándose y añadiendo un asentimiento así no parezco estar tanaburrida como realmente estoy. Estoy cansada y funcionando con casi dos buenashoras de sueño.

Mat vuelve a colocar el libro que me mostró en el estante donde lo encontró.—¿No eres muy fan de lo clásico?El libro antiguo era acerca de finanzas.—¿De verdad es clásico?—Para alguien, quizá.Su taciturna sonrisa intenta persuadirme, pero todo lo que siento en respuesta

es mal humor. Las relaciones forzadas pueden hacerle eso a una dama, aun cuandoson hombres decentes como éste. Especialmente después que el padre de una lahaya forzado a pasar algollamado tiempo de “calidad” con el mencionado hombre.

—Haz tu trabajo. —Fue la respuesta de Su Serenísima Alteza cuando lopresioné sobre por qué no podía tomar el té con mi hermana en cambio. Pero no,ella está tomando el té con Christian y yo estoy aquí intentando hablar conMathieu.

Pero debemos al menos hablar un poco.—¿Exactamente cómo se llama dónde vives hoy día?—Mi familia está establecida en Francia, pero tiendo a viajar entre París,

Roma y Nueva York. Ah. Es cierto, dijo que vivió en los Estados Unidos.—¿Qué te gusta de Nueva York? Aún no lo he visitado, aunque me gustaría

algún día.—Es una ciudad muy brillante, llena de mucha vida.— Aburrimiento brilla en

sus ojos—. ¿Me hace un traidor a la Unión Europea decir que la prefiero antes que acualquiera de las grandes ciudades donde crecí?

L

Page 100: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 100/265

Page 101: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 101/265

10

que tuve? Nadie tenía permitido hablar. ¿Cómo funciona eso para la representaciónde Vattenguldia en el escenario mundial?

—¿Acaso tu padre ya ha dicho hacia quién se inclina?Miro el cielo nublado, parece que las nubes se van a abrir y a lloviznar un

poco. Pero no dejo de caminar. Me expondré a la lluvia mientras tenga espacio pararespirar. En el transcurso de los siguientes cinco minutos, le digo a Charlotte todoslos estúpidos detalles que pueden suceder en un día y medio. Escuchatranquilamente (aunque estoy segura que toma notas copiosas) mientras mepersuade a contarle la historia completa, aunque lo disfraza como un pedido.

Cuanto termino, dice:—Me inclino hacia Mathieu.— Y después, menos sagaz dice—: ¿Al menos te

gusta?—Supongo que es lo suficientemente bueno.—Eso difícilmente es una brillante recomendación, Elsa.

—¿Qué quieres que diga? ¿Que me sentí terriblemente enamorada de él en elmomento en que nos conocimos?—Suelto una risa forzada desde mi pecho—. Porfavor. Eso nunca pasa, especialmente en el MMR.

—Me enamoré de Josef en el momento que lo vi… La detengo. Para ser sensata, los recuerdos de Charlotte sobre cómo ella y su

marido se juntaron están distorsionados.—Escupiste tu bebida en su cara y lo llamaste idiota frente a todo el

restaurante. Después hablaste mierda de él durante dos días.—¡Por supuesto que no!Estoy decidida.—Fue tan malo que tuviste que pagarme un euro cada vez que decías su

nombre o lo llamabasidiota . Terminé con una considerable ganancia.—El punto es —gruñe—, que el amor a primera vista es una verdadera

posibilidad.—El amor a primera vista es una leyenda urbana. ¿Deseo a primera vista?

Puedo conceder que pueda existir. Pero ninguna pasó con Mat—le aseguro. ¿ConChristian? Oh sí—. Es un tipo decente, pero no hay chispa. Ninguna. Parece unhermano… o al menos, lo que me imagino que se siente un hermano.

—Oh, Elsa—dice suavemente—. Me pone tan triste.

—¿Creíste que había una posibilidad que viniera al Mercado de MatrimonioReal y encontrara el amor verdadero?—me mofo—. Nadie aquí es tan suertudo.—¿Y qué pasa con el príncipe encantador?Me detengo en medio de la calle.—No hay un príncipe encantador.—El hermoso compañero que conociste ayer…

Page 102: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 102/265

10

Argumento:—¿El mismo con que Su Serenísima Alteza espera que se case Isabelle?—Sin embargo, ¿piensas que eso suceda? ¿Qué pasa con el compromiso de

Isabelle y Alfons?

Me volteo hacia la casa principal y la observo.—Me temo que no hay más compromiso. Isabelle se rehúsa a hablar de Alfons,mucho menos de lo que la está molestando tanto, sin contar el MMR.

Es igual de sorpresivo para Charlotte como lo fue para mí.

Page 103: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 103/265

10

19Christian

racias a las malditas estrellas que la cena ha terminado. Isabelle cenó connosotros esta noche, al igual que María-Elena. La Loba estaba de muy

buen humor, deleitando a las dos damas con grandes historias de Aiboland y sus ingeniosos y encantadores hijos creciendo en un lugar tan idílico.Las damas fueron forzadas a soportar estas embellecidas historias transformadasen estatuas de madera todo el tiempo, y los obedientes hijos no estaban mejor.

No éramos los únicos en tal situación. Había herederos miserables yrepuestos, sentados en mesas similares, bajo el tenue resplandor de las lámparas decalor y luces de colores que nos rodeaban.

Después, cuando Isabelle se excusó para ir a empolvarse la nariz, fuidirectamente a su hermana. La penumbra coloreaba el rostro de Elsa querevoloteaba dentro y fuera de la vista, cada vez que alguien se giraba y hablaba conella, y no podía soportar la idea que fuera tan miserable como yo. Así que, mientrasracionalmente sabía que ir hacia ella era sin duda irracional en sí mismo, lo únicoen que podía fijarme era en cómo los únicos momentos de placer que había tenidoen California hasta el momento, habían sido en su compañía.

Incluso cuando estábamos combatiendo. Incluso cuando me reducía en unpasillo. Aunque no hiciésemos nada más que sentarnos uno junto al otro ensilencio.

Además. Ella era la primera en tentarme.Me pongo al día con ella al igual que con la pareja de monarcas con la que

había estado hablando para alejar a otra víctima.—Estoy decepcionado de ti. —Su adictivo perfume me deja mareado,

dificultando mis frívolas tentativas—. Aquí estas, actuando de manera civilizada.Esperaba que te volvieras loca.

La más inteligente y astuta sonrisa que he visto alguna vez, se me es ofrecida.—Creí que decidimos que sólo las vírgenes se vuelven locas esta semana.Río con ganas.—¿Estás finalmente admitiendo que no eres virgen?

G

Page 104: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 104/265

10

—Eres un sinvergüenza, y tienes el mundo nevado cuando se trata de tu verdadera personalidad. Sabes eso ¿verdad?

Simplemente sonríe tan amplio como yo lo estoy haciendo.—Sí. También siento que es mi deber admitir que un montón de gente se

vuelve loca, vírgenes o no. Es, al parecer, lo que hay que hacer.Puedo decir que quiere reírse mucho, pero todo lo que veo son sus labios

presionados juntos para aguantar sus jadeos ahogados.—Puedes reír conmigo. Te prometo que no me importa.—¿Sabes lo que importa?—Da un paso más cerca—. Cómo nuestros padres

nos miran.Mi jovialidad se desvanece mientras echo un vistazo discretamente en la

dirección que indica. Aunque el príncipe Gustav y La Loba están mezclados conalgunos de los otros soberanos del micro estado, su atención se centra de lleno ennosotros. Peor aún, es obvio que mi madre no está contenta que esté con esta chica Vattenguldian en lugar de la otra.

Mierda.—¿Te interesa un paseo?El alivio que brilla en los ojos de Elsa vale la despiadada conferencia que estoy

seguro recibiré más tarde. La guío por la multitud de personas, lejos de ladesaprobatoria supervisión de nuestros padres y hacia una zona mucho mástranquila, la menos poblada de los jardines.

Un profundo suspiro de alivio se desliza de sus labios.—Eres mi favorito en este momento.Mi pulso salta ante su declaración, al igual que mi pene. Maldita sea, ésta

mujer luce hermosa esta noche. Lleva un vestido negro de lentejuelas que merecuerda a algo del pasado, algo que pertenece a este lugar y su historia, y su belleza es igualmente etérea que la luz de la lámpara de alabastro que nos rodea.

Mientras aprecio la vista, me doy cuenta con toda claridad, lo atraído queestoy. Tan dolorosamente, y después de un tiempo sorprendentemente corto, másque cualquier otra mujer con la que me he encontrado.

Mi equilibrio desaparece rápidamente.Digo, esperando que simplemente suene divertido y no confundido por esta

revelación:

— Apuesto a que se lo dices a todos los compañeros que te alejan del MMR.Busca en su pequeña cartera de mano, que ha estado llevando y extrae una bola de papel.

—Hablando de eso, ¿has visto esto?La Valkiria está enojada. Interesante. Agarro la arrugada bola de su mano y

me inclino hacia una de las lámparas de globo cercanas.—Sea lo que sea, estoy bastante seguro que no es mi culpa.

Page 105: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 105/265

10

— Ah, ja, ja. —Suspira mientras despliego el lío arrugado—. No estabaasignando culpas. Simplemente anhelo a alguien con quien compartir miindignación.

En mis manos está un itinerario publicado recientemente, esbozando unacaminata hacia la salida del sol para los herederos de la corona. Fomentar las

relaciones más importantes y vínculos con sus compañeros engloriosa naturaleza , dice en negrita. Hay una imagen genérica de gente tomadade la mano que no conozco, y sonriendo como tontos maníacos paseando por unsendero. Esté preparado para escribir después un ensayo reflexivo que detalle losbeneficios de las fuertes relaciones entre miembros de la realeza moderna delsiglo XXI, para ser compartido en un almuerzo especial para los herederos .

—¿Es una broma?—pregunto.—Bittner me lo dio, también disculpándose. Así que estoy pensando que no.

Él no es el tipo de hacer bromas. ¿Parker no te dio el tuyo todavía?Parker probablemente echó un vistazo al estúpido papel y lo arrojó en el

recipiente de basura más cercano. Qué es exactamente lo que voy a hacer con lamisiva de Elsa. Reformo la bola en que la recibí y la meto en mi bolsillo.—No. Y si él es leal a mí, nunca lo hará.Se apoya contra una pared blanca.—¿Cuándo la Cumbre Decenal se convirtió en el equivalente de un

campamento de verano para los herederos?—Si ese es el caso, tal vez deberíamos cantar en la fogata y comer malvaviscos

asados.Toca con la punta de su calzado uno de los azulejos pintados por debajo de

nuestros pies.—¿Has estado alguna vez en un campamento de verano antes?—Eh, no, pero he visto las películas que los representan. Los malvaviscos

están frecuentemente involucrados.Se está divirtiendo.—¿Por qué, Christian? ¿Estás obsesionado con los malvaviscos?Escuchamos aplausos y vítores; nos asomamos alrededor de los arbustos en

los que estamos escondidos, en un esfuerzo por encontrar la fuente de la mismaalegría. Hay copas de champán levantadas en el aire y sonrisas en el rostro demuchos monarcas.

Se trata de una convergencia horriblemente aterradora.—¿Qué están haciendo?—murmura Elsa, entrecerrando los ojos mientras se

inclina hacia adelante.Pero no importa lo que está pasando con todos los demás. Estoy mucho más

centrado en esta mujer. Porque, seamos sinceros, esos aplausos no puedenprovenir nada bueno. Aquí no, al menos. No, en el MMR.

—¿Qué estabas preguntando?—pregunto.

Page 106: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 106/265

10

Su atención vuelve. Y tengo que admitir que me gusta mucho allí. Sus labios,los cuales están pintados en un realmente delicioso rojo esta noche, se curvan enuna sonrisa astuta. Este pequeño movimiento me hipnotiza.

—Estábamos hablando de tu obsesión evidente con los malvaviscos.Me pregunto cómo sería saborear esos labios rojos. Ella pensando en

malvaviscos. Me dan ganas de reír, aunque es malditamente casi imposible desviarmi mirada de su hermosa boca. ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puedo estar tanatraído por alguien después de una presentación hace dos días?

— A decir verdad —murmuro—, nunca he comido uno antes. Siempre meparecieron cuestionables.

Elsa casi se atraganta con la risa tratando de salir, y juro en este momento,que no quiero nada más que realmente oírla. Es mi último objetivo: Voy a escucharsu risa antes del final de la Cumbre.

—¿Qué es tan cuestionable sobre un malvavisco?Me encojo de hombros, sonriendo.—Es difícil de expresar.—Entonces tu ensayo serás infeliz. Si no puedes explicar por qué los

malvaviscos son sospechosos e indignos de tu afecto, ¿cómo serás capaz deargumentar la importancia que la familia real se mantenga unida?

—Como dudo que vaya a escribir tal composición, no será un problema enabsoluto.

Me sonríe, sus labios curvándose a un lado un poco más alto que el otro, y sesiente como si alguien se acercara y me golpeara en la parte posterior de mi cabeza.Maldita sea, esta mujer es sexy. ¿Qué si la beso? No estoy imaginando esta chispa

entre nosotros, ¿verdad?Meto mis manos en mis bolsillos.— Ya somos dos —me dice—. ¿Seremos los primeros? ¿Oponiéndonos al

hombre y rechazando estos ridículos ensayos?—Depende. —No parece notar que estoy totalmente encendido en este

momento, gracias a Dios—. ¿Te opusiste al hombre y te negaste a escribir untrabajo antes?

Ladea su cabeza mientras pretende pensar, su cabello largo y oscuroderramándose a través de un suave y desnudo hombro. Imágenes inundan mimente envolviendo ese hermoso cabello en mi puño mientras averiguo si sus labiosson tan deliciosos como parecen. Me veo obligado a recostarme contra la paredpara ocultar mi creciente atracción. Cristo. Recomponte, Chris . Nunca antes heestado tan físicamente fuera de control alrededor de una mujer. ¿Por qué ella? ¿Porqué ahora? ¿Por qué aquí, en el jodido MMR de todos los lugares?

—Por todo lo que sabes —dice—, lo hice terriblemente en la universidadporque le negué al hombre sus ensayos todo el tiempo.

Page 107: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 107/265

10

Levanto una de mis cejas significativamente. Por favor. Elsa ha traspasado lalínea tanto como yo con el paso de los años, de eso estoy seguro.

Rueda los ojos y suavemente le da un puntapié a mi zapato.—Bien. Nunca rechacé una asignación. Esta sería la primera vez que lo haga.

¿Estás en ello, o no?Un puño femenino es ofrecido. Choco el mío contra el de ella, maravillado

cómo este pequeño instante de piel contra piel se siente como un previo juegoerótico que va a enviarme a una ducha fría en un santiamén. Y por un momento,parece como si ella estuviese igual de afectada por este insignificante toque. Peroluego se aclara la garganta y dice a la ligera:

—Sabía que podía contar contigo.—Sin embargo todavía necesitamos una hora de las brujas en primer lugar.Se inclina y la vainilla tahitiana inunda mis sentidos. Es mi nuevo olor

favorito.

—Eso está en ti, Su Alteza. Nos encontré en primer lugar.—Para mañana —recalco.Uno de sus dedos traza la línea de mi cuello justo debajo de mi oreja hasta

debajo de mi barbilla. El aire en mi pecho se aquieta hasta que sus dedos me dejan.—Las tres de la mañana,es mañana.Soy un tonto, porque permito que una mano se curve alrededor de su cintura

por el más pequeño de los momentos, el tiempo suficiente para apretarsuavemente. Y ahora estoy el doble de encendido, como si fuera eso posible.

—Si vamos a desechar la caminata y el ensayo…

—Oh, estamos realmente resistiendo al hombre ahora. —Su voz esentrecortada y suave en medio de la charla más allá de los arbustos, sus ojososcureciéndose en el cálido resplandor de la luz de la lámpara—. ¿Tampoco vamosde excursión?

— Vamos a estar demasiado cansados para caminar después de estar hasta tantarde. Además, comienza a las cinco y media de la mañana, Els. ¿Cuántosherederos crees que en realidad van a hacerlo? Seguramente no vamos a ser los dosúnicos dormidos durante todo lo llamado diversión. Si fuera un hombre deapuestas, diría que nadie va a aparecer.

La veo respirar profundo antes de decir:

—Punto cedido. Continúa.— Así que lo primero es... seguir el rastro de la Pérgola y tener nuestracaminata durante la hora de las brujas.

Es su turno para levantar las cejas. Sabe que me estoy refiriendo a lo quealguna vez debe haber sido un magnífico sendero: una serie de antiguas parras yárboles frutales cubriendo la extensión de las pérgolas, cerca de un kilómetro en jardines alrededor del castillo que ahora son rústicos pero en encantadorabandono. Tracé la línea del sendero sobre el paseo hasta el castillo.

Page 108: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 108/265

10

—Nunca he hecho una excursión en mitad de la noche—agrego—. Será laprimera vez para mí.

—Dudo mucho que esto sea considerado una excursión. Las personasincursionaban la Pérgola todo el tiempo antes que se viniese abajo.

— Ahora solo estás siendo puntillosa. Alguien la llama, y por alguien, quiero decir Mat. ¿Cómo mierda nos

encontró?Pero entonces digo con tranquilidad:—Trae una botella de vino.—Hecho.

Page 109: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 109/265

10

2Elsa

o juro —dice Mat mientras se acerca a nosotros, con dos copasde champán en la mano—, si no lo supiera, creería que ustedes

dos se están escondiendo detrás de los arbustos.Doy un discreto paso lejos de Christian, dándome cuenta que podría parecercomo si estuviera prácticamente subiéndome sobre él. Sugrandiosidad me distraemucho.

—¿Puedes culparnos?—Sólo porque no me invitaron a unirme.—Me ofrece una de las copas—. Lo

siento, no tengo una para ti también, Christian. Pero pensé que una copa estaría bien, ya que la primera pareja oficial del MMR acaba de ser anunciada. Hurra,maldita aleluya.

Agarro la bebida, intentando desesperadamente reprimir el malicioso

estremecimiento que se me apodera. Estamos en el segundo día, ¿y un anuncio yaha sido hecho? Y entonces caigo en cuenta. Todos los aplausos y vítores de antesrepresentaban una grotesca celebración de victimas del MMR perdiendo susrespectivas libertadas cuando se trata de asuntos del corazón.

—¿Quiénes son las desafortunadas almas?—pregunta Christian.Mat toma un largo sorbo de champán.—Mi hermana y algún pobre idiota de la contingencia griega.No sé qué decir. Es obvio que Mat no está ni un poco feliz con este

emparejamiento.Christian deja salir un pequeño silbido.—¿Cómo está manejándolo?—De la única forma que tiene permitido: con la barbilla en alto y una sonrisa

en su rostro. —La mueca en la expresión de Mat es lo opuesto a lo que estádescribiendo mientras alza su copa—. Los chismes dicen que hay al menos otroanuncio para esta noche.

— L

Page 110: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 110/265

11

El pánico late en mi pecho, aun cuando asumo que no puede ser el mío. Aunque mi padre indicó su preferencia por Mat, no ha dicho nada todavía. Aún hayesperanzas, tan pequeñas como puedan ser.

Mi susurro apenas es escuchado.—Muy pronto.—¿Sabes quién?—pregunta Christian.—No, amigo. —Mat toma su champán—. Pero lo que sí sé es que la gran

duquesa ha solicitado tu presencia y la de tu hermano.Christian maldice en voz baja. Me sorprendo por su tranquila vehemencia y,

aún más, por la obvia simpatía tiñendo el rostro de Mat. ¿Temen que sea Christianquien esté en peligro de un anuncio?

El hombre en cuestión se detiene un momento para cuadrar sus hombros.—Entonces es mejor no tener a la gran duquesa esperando.No tiene sentido resistirse a la tentación de mirar mientras se aleja. Estoy

desconcertada por lo intranquilo que estaba, y esa es una sensación poco familiarpara mí, en especial cuando se trata de una persona que sólo he conocido por unpar de días.

—No lo envidio—dice Mat, también observando la partida de Christian.Bebo lentamente el champán que me dio. A pesar del frío que nos envuelve,

mi bebida está medio tibia.—¿Eh?Se pasa una mano por su cabello arenoso.—¿Qué tan bien conoces a la gran duquesa de Aiboland?

—Nada —admito—. ¿Por qué?Mat se inclina contra la pared, meneando el champán de su copa.—Sólo digamos que Su Alteza es formidable.Reflexiono sobre lo que sé acerca de la madre de Christian. Es inteligente,

elegante, bien educada y admirada por gran parte del mundo por el epítome de unamonarca moderna, incluso si es de un país pequeño.

—¿No podríamos decir eso de la mayoría de nuestros padres?—Supongo —dice en voz baja—. Y aun así, no envidio a mi amigo por su vida

familiar, inclusosi… —Sus hombros se hunden, su mirada se vuelve distante.

—¿Estás bien, Mat?La sonrisa que esboza sin duda es la misma que su hermana les mostró a los

demás hace quince minutos.—Sé que estaban escondiéndose y eso, pero acaban de sacar uno de los

helados más delicioso en apariencia. ¿Te apetece un poco?Preferiría meter una aguja de tejer en mi ojo que volver a la fiesta, pero como

la curiosidad me asalta, lo sigo hacia la mesa de postres.

Page 111: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 111/265

11

Minutos después, mientras estoy comiendo pequeñas cucharadas de helado,hago mi mejor esfuerzo para parecer que estoy escuchando atentamente la historiaque Mat me cuenta sobre él y su hermana cuando eran pequeños, pero mi atenciónestá en cualquier otro lado.

De acuerdo. Eso es una mentira… No la historia que él está contando, la cual

estoy segura es verdad, sino que mi atención está en cualquier cosa. Porque no loestá. Se encuentra específicamente concentrándose en un lugar.Christian e Isabelle se encuentran con mi padre y la gran duquesa, cerca de la

casa de huéspedes con vistas a las montañas. Están bebiendo champán, Isabelle se ve pálida y mi padre está muy complacido consigo mismo, es terrible.

¿Y Christian? Su sonrisa es tensa y forzada, todas las líneas practicadas queofrecen al ojo sin entrenar la suficiente educación. Su Serenísima Alteza debe creerque Christian disfruta placenteramente de lo que sea que estén hablando. Tal veztambién Isabelle. Pero yo, quien ha conocido a este príncipe por dos días enteros,puedo decir lo enojado y miserable que se encuentra, y esas eran dos emocionesque definitivamente no sentía cuando estábamos escondidos en los arbustos.

¿Tales líneas forzadas tensarían su rostro si estuviera yo de pie a su lado y nomi hermana? El pensamiento es optimista en su máxima expresión, ya que dejóespecialmente claro que no estaba interesado en un emparejamiento en el MMRmás que yo.

Oh, santo infierno.No puedo creer en el amor a primera vista, pero como le dije a Charlotte, la

lujuria a primera vista es muy real, muy válida. Porque, ¿cómo puedo explicar mirepentina obsesión con, de todas las cosas, Christian?

Vuelvo a sintonizar a Mat, preguntándome si mi sonrisa es igual a la de

Christian.—Fue agradable —murmura. No soy la única cuya atención a vagado, porqueobserva a su hermana de pie con el hombre que debe ser su nuevo prometido—. YMargaux estaba feliz. También yo. Es curioso cómo miramos hacia el pasado ydeseamos lo que una vez creímos que era un lugar común, y que, aun así, en larealidad es una rareza.

—Siempre miramos los recuerdos de manera diferente, ¿no?Es su turno de volver a enfocarse en mí. Una suave exhalación de risa sale de

entre sus labios.—El pasto siempre es más verde en otro lugar, supongo. Sólo se vuelve

desafortunado cuando tus pies descalzos han sentido tal pasto.Meto la cuchara en mi helado, sin estar segura de cómo responder

apropiadamente. Y ese es parte del problema… nunca sé que decirle a Mat. Le entrega su copa a un camarero antes de dar un paso más cerca.—Lo siento. Eso fue injusto de mi parte, descargar todo eso sobre ti. Ahora me siento peor.

Page 112: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 112/265

11

—Supongo que estoy nostálgico—continúa—, sabiendo que mi hermana y yoseremos obligados a finalmente dejar las esperanzas y el pasado atrás esta semana.Es una sensación asfixiante, ¿verdad?

Algo dentro de mí se suaviza ante la tierna melancolía que estoy segura que nopretendía que viera. Le doy mi copa a otro camarero que pasa.

—¿Alguna vez te has preguntado cómo sería si no hubieras nacido en larealeza? ¿No tener tales expectativas sobre tus hombros?

Su sonrisa es genuina, si no fría.—Todo el tiempo. Como tú, estoy segura.Maldición. Supongo que hay un poco de ganas de compartir después de todo.

Palabras que nunca habría pensado decirle salen:—Cuando era más joven, hablé con mis compañeros de clase sobre sus vidas y

todas las opciones que se les permitían. Incluso aquellos de familias adineradas ypoderosas todavía tenían muchas oportunidades ante ellos.—Los secretos que leestoy contando son susurrados entre las sonoras voces alrededor—. Empecé adarme cuenta de verdad que, aunque se me permiten muchas cosas que otros notienen o codician, todavía estoy atada a miles de expectativas por gente que niconozco. Y esas expectativas no siempre son las más fáciles para soportar, enespecial cuando la mirada pública es tan brillante.

Hay una suave exhalación de risa de nuevo, sólo que, ésta vez, es llenada conun indicio de alivio.

—Exactamente. —Y entonces algo más llena sus ojos… no tanto comocamaradería, sino un sentido de comprensión y compasión junto con un reciénencontrado respeto—. Sin embargo, eso es injusto de mi parte decirlo o pensarlo.Porque aunque mi legado familiar me sostiene con fuerza, no debe ser nadacomparado con lo que un trono todavía manda.

Lo observo ahora, todo él. Finalmente, noto el elegante chaleco negro que estáusando sobre una camisa gris plomiza, el pantalón de color carbón con rayas tenuesabrazando su delgada figura y los mocasines sin cordones que lo hacen recordarmea un crayola verde en una caja de azules. Y no puedo evitar preguntarme quién esMathieu de verdad.

Pero lo que sí sé es que sus palabras estuvieron cargadas con honestidad, sinimportar lo pesadas que hayan caído entre nosotros. Entonces, cuando avanza, conlos brazos abriéndose vacilantes, respiro profundamente y doy un paso dentro deellos para un breve abrazo. Y se siente bien. Seguro. Extremadamente fraternal.

Lo que no es exactamente lo que una desee sentir de su futuro esposo.

Page 113: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 113/265

11

21Christian

sabelle está hablando sin parar sobre caballos de nuevo. Solo que esta vez, elpríncipe Gustav y La Loba se han unido, así que entre los tres, he llenado mi

cuota de charla equina para todo un siglo.Mientras debaten… mierda, no sé, diferentes tipos de caballos, nopuedoevitar la desesperación que así es como mi vida seguirá en adelante. No tanto lo deescuchar acerca de animales que no me importan, sino que mi manipuladoramadre y mi potencial suegro estarán siempre aquí empujando vehemente unarelación que no quiero por mi garganta. Una gran parte de mí sólo quiere gritar:“Estoy harto, a la mierda el MMR y el resto de ustedes”, pero no lo hago. Ningunode los que estamos atrapados aquí lo hace. Y eso nos convierte en los mayorescobardes del mundo.

Sin embargo, me rebelo de la única forma que puedo en tal situación. Cada vez que Isabelle inadvertidamente se acerca, doy un paso hacia atrás. Cada vez quecoquetea irónicamente conmigo (sospecho sólo lo suficiente, como para apaciguara su padre), le contesto de forma fría aunque educada. Verdaderamente enojo a LaLoba, pero no me importa.

Isabelle no es horrible, para ser honesto. Educada, por no decir fría.Inteligente. Refinada. Bonita. Para muchos presos del MMR esto sería suficiente.Demonios, esto sería suficiente para muchas personas fuera de esta farsa en la queestoy atrapado. Pero el aplomo en mis huesos me dice que no es suficiente para mí.

Quiero más.Quiero la chispa, esa llama de combustible. Y sé que jamás la encontraré con

Isabelle.

I

Page 114: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 114/265

11

22Elsa

l camino de Pérgola es desigual en algunos puntos, en especial en laoscuridad de la noche, y no puedo ver apropiadamente para quedarme de

pie. Después del tercer tropezón, agarro los brazos de Christian en unesfuerzo por evitar que mi cara se estampe en una humillación abyecta. Mantenlo con clase y de la realeza, Elsa .Él se detiene para equilibrarme.—¿Estás bien?Le aseguro que estoy bien.—Juro que normalmente no soy tan descoordinada.Es difícil decirlo, pero en la oscuridad, parece que una sonrisa tira de sus

labios. Tal vez es mejor si no la veo, sin embargo. Esa boca, y la forma en que se

curva, es peligrosa.—No te preocupes. Descoordinada es una cosa que jamás pensé cuando setrata de describir a la princesa heredera de Vattenguldia.

Muero por reírme. En cambio, me muevo más cerca cuando una ráfaga de viento estremece mi equilibro.

—¿Mandona, brusca e inapropiada están en tu lista?Él sí se ríe.—Posiblemente inapropiada, pero lo digo en el mejor de los sentidos. Antes que pueda pedir una explicación, se aclara la garganta y suelta un brazo.

El brillo de su linterna ondea por el camino frente a nosotros.— Ya casi estamos.Me sorprende gratamente que no me suelte por completo. Una fuerte mano se

curva alrededor de mis dedos congelados.—¿Vamos?Es frío de una forma que Vattenguldia jamás es, pero su mano en la mía me

mantiene más cálida que si estuviéramos en una playa en las Bermudas.

E

Page 115: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 115/265

11

—Sabes demasiado sobre este lugar.Él toma mi broma con calma.—Parker me hizo leer durante el vuelo hasta aquí.Mis pies encuentran una roca y tropiezo de nuevo, pero esta vez, está justo

aquí para atraparme.El príncipe encantado ataca de nuevo.—¿Sabes qué?—dice Christian—. Olvida lo de ir hasta el final. Paremos aquí.—¿Lo primero contará? No atravesamos toda la Pérgola.Él se ríe.—No creo que eso fuera lo primero, ¿verdad? Simplemente quería pasar por el

camino. Hemos hecho eso, ¿no?Sostengo en alto una copa de vino imaginaria.—Entonces salud por tu primera vez.—Espera un segundo. —Se quita la mochila que ha estado cargando y la abre.

En la curva del resplandor de la linterna, lo veo sacar una manta, una botella de vino, un sacacorchos y dos vasos de papel.

—¡Trajiste vino!La manta se extiende bajo nosotros.—¿Por qué suenas tan sorprendida? Lo pediste, ¿no?Me uno a él en la manta, con las piernas cruzadas mientras me pasa el vaso.—¿Siempre haces lo que una mujer te dice?—Dios, no. Pero entonces, tampoco hago todo lo que un hombre me diga.Me pregunto qué haría si le digo que me bese. Apuesto que es fantástico

besando, del tipo que puede hacer que una chica se olvide de todo lo demás.Soy tan patética, soñando despierta con besar al príncipe encantado.Ser atraída por una persona, y todas las reacciones químicas que sacuden tu

cuerpo cuando estás en su presencia, puede ser tan malditamente inconveniente,en especial cuando es tu futuro cuñado.

Él destapa la botella y llena nuestros vasos.—Estás terriblemente callada. ¿Estás preocupada por los animales salvajes?Eso es suficiente para apartarme de las vívidas imágenes de nosotros

escondiéndonos en un cuarto solos, arrancándonos la ropa entre nosotros.—¿Hay animales salvajes por aquí?Me pasa un vaso.—¿No te hicieron leer sobre el lugar? El dueño original solía tener un

zoológico privado aquí.Casi suelto mi vino.

Page 116: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 116/265

Page 117: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 117/265

11

—Por supuesto. —Entonces me sorprende escoltándome hasta la puerta de mihabitación. Una vez allí, se inclina, con sus labios contra mi oreja—. Dulces sueños,Els.

Demasiadas cosas dentro de mí se aprietan y aletean. Tal vez es por laoscuridad envolviéndonos en este pequeño pasillo, tal vez es debido al vino, pero le

regreso el favor, con mis labios tan cerca de su oreja como estuvo del mío.—Dulces sueños, Christian.Su cabeza se mueve, y estamos ahí de pie, con nuestras mejillas rozándose una

a la otra, mientras lucho por controlar mi respiración. Y entonces, mientras aprietauna de mis manos, roza sus labios contra mi frente.

El beso es completamente inocente en el gran esquema de las cosas, y aun así,mis bragas prácticamente se derriten cayéndose de mi cuerpo.

Lentamente entro en mi habitación antes de hacer algo poco inteligente. Parami alivio, o tal vez para mi consternación, mi padre e Isabelle están roncando agusto. Rápidamente me pongo mi pijama, pero antes de deslizarme bajo las cobijas,mi teléfono vibra.

Gracias por huir locamente conmigo esta noche. Antes pensé que había mariposas, pero no son nada comparadas con las

ráfagas dentro de mi pecho mientras miro el mensaje de Christian.Debo escribir algo gracioso, algo liviano y divertido. Pero mis dedos tiemblan,

y mi corazón late con fuerza dentro de mi pecho. Todo mi ingenio me deja en unagloriosa deserción. Tal vez estoy verdaderamente privada del sueño, deliranteincluso, porque todo lo que puedo escribir es:

No puedo esperar a que huyamos locamente durante la siguientehora de brujas.

Gruño. Bromeamos sobre algo que suena muy a escuela secundaria, pero Diossanto, sólo nos envía de regreso a esos años, ¿verdad?

Oh, hombre. Lo tengo bastante mal por este príncipe.

Page 118: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 118/265

11

23Christian

arece que va a llover.Entrecierro los ojos antes los fondos grises oscurecidos

de nubes alineando el cielo. Elsa primero ha venido y se haido, y terminó separadamente. Ambos nos perdimos lacaminata matutina, pero también todos los demás, con excepción de un tristeheredero. Y ahora aquí estoy en la terraza norte, pasando por un desayunoobligatorio con Isabelle después de disfrutar unos malditos sueños bastante vívidos, aun así frustrantes, que protagonizó su hermana durante la pequeñacantidad de tiempo que en realidad dormí. Honestamente, preferiría estar de vueltaen mi cama soñando con Elsa, que hablando sobre el clima con Isabelle.

—Tal vez, sí.Una fría diversión apenas levanta las esquinas de su boca mientras alisa su

largo cabello sobre el hombro. Al menos, no habrá charlas sobre caballos estamañana, pero también podría estar viendo una pintura secarse, así de pocointeresado estoy en lo que sucede aquí.

—California es agradable—añade después de un largo momento.Me rasco mi nuca.—Sí, lo es.—Este es mi primer viaje a los Estados Unidos.—Levanta su taza de té, con el

meñique extendido—. Desearía poder ver más.¿Más? Quiero reírme ante tal optimismo. No habrá ningún avistamiento más

allá de las tierras. Ninguno de los locales, con excepción de aquellos que trabajanpara el consejo monárquico, son conscientes que los soberanos del mundo estánsiquiera en la región. Nuestros agentes de prensa nos tienen cumplidoramentetrabajando en nuestros países natales. Demonios, ni siquiera tenemos a nuestrosguardaespaldas aquí. Pero le digo a Isabelle:

—También yo. Alguien la llama; cuando se voltea para saludar con la mano, estoy feliz por el

momentáneo respiro. Me da más tiempo para soñar despierto con su hermana.

Page 119: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 119/265

Page 120: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 120/265

12

Al principio estoy desconcertada, pero entonces prácticamente me ahogo portoda la risa tratando de salir.

—¿No eres un fanático de los caballos?Él pretende estremecerse.

—Dios, no.Se siente precioso reír,de verdad reír, después de un par horas de miserables.—Tampoco yo.Su deslumbrante risa reaparece.—¿Cómo estuvo el tuyo?—Puedo verificar que Mat y yo no hablamos de caballos tampoco.Junta sus manos y las presiona, levantándolas.—Gracias al cielo por los milagros, ¿verdad?—El MMR es una bestia terrible. Las pequeñas charlas son lo peor.—

Entonces, mucho más amable—. Creo que te estás acercando a mi hermana.Isabelle no se refirió a él como un Neandertal esta mañana, ni tampoco emitió

ningún comentario puntual sobre la comida requerida con este príncipe. En sulugar, había un silencio resignado, un sentido del deber ya no atado verbalmentecon animosidad, lo que era desconcertante, dejándome pensar sobre unaaceptación que no pudo no haber estado ahí antes.

Mi observación borra la diversión del rostro de Christian aunque lentamente, y lamento haber dicho algo, porque maldito infierno, su risa es adictiva.

— Ah.

Muerdo mi labio. Lo miro, preguntándome si me equivoqué.—He hecho mi mejor esfuerzo para no confundirla, Els, aunque creo que tuhermana es una mujer adorable, yo… —Se pasa ambas manos por su cabello—. Nopuedo decir que me esté acercando a ella.

La lógica sugiere que he perdido la línea de la conversación. El deberargumenta que debo decir por qué Isabelle es la perfecta elección para ser su futuragran duquesa. La tradición me ruega que vaya y haga las paces con Mathieu, enlugar de en secreto deleitarme en los intentos de mi hermana miserablementeinfelices ante el prospecto de una relación con ella.

La tradición, estoy aprendiendo, no siempre es el camino más fácil de seguir.

Discretamente me aclaro la garganta.—Debes lamentar no proponerte a alguien antes de regresar a casa esta

semana.Su suave y tranquila sonrisa golpea con tanta amargura como sus últimas

palabras.—Como tú, supongo.

Page 121: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 121/265

12

¿Ya ha mencionado Isabelle su devoción hacia Alfons? No puedo romper laconfianza de mi hermana, pero si Christian debíasaber…

No. Algunas tradiciones deben permanecer, incluso si desearía que no.Extiendo la mano y con cuidado toco su brazo. Un delicioso calor se filtra a

través de las yemas de mis dedos.—Estoy segura que has sido muy claro con Isabelle, pero aun así te pediría que

fueras amable con ella.Su atención permanece en mis dedos; la seriedad tiñe tanto su rostro como su

tono.—¿Piensas que debería seguirle la corriente, así como al príncipe Gustav?—No —le aseguro. Qué extraño que no mencionara a la gran duquesa—.

Porque si lo hicieras, tendría que darte un buen rodillazo en las bolas. Ah. Ahí está esa sonrisa de nuevo. Bien.Entonces me golpea cómo la amenaza que hice bromeando podría

posiblemente ser malinterpretada como celos en lugar de una lealtad de hermanas. A este ritmo, pronto seré clasificada como uno de los miembros de la realeza menoselocuentes. Así que aclaro.

— Ya sabes, por destacar a mi hermana pequeña en todo.Su sonrisa crece.—Porque, obviamente, las hermanas ante… —Oh, infierno. La apropiada

elocuencia en serio me abandona. ¿Cuál es la palabra? Soy nerviosa por naturaleza.—¿Hay un equivalente femenino alamigos antes que chicas ? —Se ríe.Chasqueo mis dedos.

—¡Hermanas antes que hombres!Una ceja oscura se levanta, divertida.Otro chasquido sigue.—¡Chicas antes que penes!La deliciosa risa regresa con un estremecimiento que hace temblar sus

hombros.—Por el amor de todo lo que es bueno en el mundo, nunca digas eso de nuevo.Me recuesto contra la negra barandilla que recubre la pared exterior,

imitando su posición. En esta pequeña escalera, nuestros pies se sobreponen a losescalones.

—¿Estás escandalizado? Yo debería estarlo, estando a tan cerca de él.—¿Por qué debería?—dice—. No soy quien grita sobre penes, ¿verdad?Mis dedos trazan los baches de la pared de concreto mientras el humor llena

mi estómago.

Page 122: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 122/265

Page 123: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 123/265

12

Mi boca se abre, con una respuesta sarcástica en la punta de mi lengua,cuando él traza mi labio inferior con el mismo dedo que trazó mi sien. Otroescalofrío se escapa de mi cuerpo, uno cien veces más fuerte que el anterior.

Cuando Christian dice:—Els. —Mi nombre es más suave que los cantos de las aves afuera.Su cabeza se acerca más, con la atención enfocada donde su dedo descansa, y

pienso para mí misma,¿podría ser este momento real? Porque deseo mucho que losea.

Al demonio con la tradición.Nuestras respiraciones se mezclan, cálidas y entrecortadas en el silencio de la

escalera. Mis manos se mueven con mente propia, los dedos enredándose en elalgodón de su camisa.

Su corazón late tan fuerte como el mío, y refuerza mi resolución. Lo quiero. Aldemonio con la lógica.Yo. Quiero. Este. Hombre .

Nuestras bocas están tan cerca que creo que sus labios rozan el dedo que aúnsostiene mi delicada piel. Mi agarre en su camisa se aprieta mientras insto a sucuerpo a acercarse. Un suave quejido sale de él, uno que me muero por comer. Suotra mano se aferra a mi cintura, y es mi turno de gemir.

Al demonio con mi padre, su madre, y el MMR.Estoy a punto de lanzar la precaución al viento cuando mi nombre es

pronunciado de nuevo, más fuerte y desde el piso de abajo, y por alguien más.Santo infierno. Es Mat de entre todas las personas.Las manos de Christian caen y se aparta hasta que su espalda choca con la

pared. Arrugas estropean su camisa donde lo agarré, unas por las que me sientomuy posesiva.

Hice eso. Me gustaría hacer más.Mat aparece, con sus zapatillas deportivas chillando en los escalones de

piedra. Una rápida mirada a Christian, quien está pasándose una mano por sucabello, precede.

—¿Qué están haciendo aquí?Casi besándonos , pienso estúpidamente.Christian tiene más tacto que eso, cuando dice:—Escondiéndonos de nuevo. ¿Qué hay de ti?Si Mat nota lo tensa que la voz de su amigo es, no lo demuestra. Él se deja caer

en el escalón por encima de nosotros, una mano que no quiero viene a descansar enmi hombro.

—Han abierto la piscina exterior para la tarde, y el príncipe Gustav… —Traga,obviamente incómodo—. Sugirió que te encontrara para que disfrutáramos denadar juntos.

Page 124: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 124/265

Page 125: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 125/265

12

—Qué encantador. Toda una horda de vagos reales desnudos en un lugar. ¿Lastonterías no tendrían un día de campo con eso?

La princesa Isabelle de Vattenguldia, quedándose firme a su estilo.—Eso dije —añade en una extraña pero aun así determinada voz—. Estoy

dentro. Porque el cielo sabe que necesitamos algo de entretenimiento aquí. Ahora he escuchado todo. ¿Mi reservada hermana quiere nadar desnuda con

extraños y conocidos? ¿Qué demonios?—Uno de los daneses envió a su hombre en busca de un poco de decente licor

para la reunión. Oh, y cualquier teléfono o cámara que lleven se promete queterminaran en la parte más profunda. —Mat inclina su mano contra la pared, justodonde Christian estuvo hace unos minutos, inclinándose a mi lado como sifuéramos oficialmente una pareja.

Intento imaginar a Mat desnudo. Aunque no hay duda que es hermoso, tododelgado, con músculos esculpidos, ningún cosquilleo acompaña la visión.

El calor emanando de su cuerpo incluso se siente diferente al de Christian.—¿Quién dio esta idea?—pregunta Christian.Soy una masoquista, porque una vez más, imágenes deeste hombre desnudo

revolotean por mi mente, provocando demasiados hormigueos para contar. Metemo que me estoy sonrojando, pero no puedo evitarlo. Presenciar a Christiandesnudo debe ser una experiencia religiosa. Nunca mejor dicho.

Dios, me iré al infierno por eso.Mat recita los nombres de los instigadores, y solidifica mi resolución que no

hay posibilidad que mi ser desnudo se unirá a ellos en esa piscina a media noche. Asumo el típico rol de mi hermana mientras visualizo los titulares cubriendo

tal velada: Realeza desnuda se ahoga en la famosa piscina de Neptuno . Seguidopor: Los reportes toxicológicos indican extrema ebriedad .Isabelle da un paso más cerca de Christian. Veo cómo la incomodidad tensa

sus músculos, pero es demasiado educado para alejarse de ella como sé que quierehacerlo. Tanto como yo deseo hacerlo con Mat inclinándose hacia mí. Entonces ellame sorprende, cuando sombríamente extiende la mano para apartar el cabello desus ojos como deseé hacerlo minutos antes.

Nunca he querido pegarle en la mano a mi hermana tanto como ahora.Mientras Mat e Isabelle discuten los detalles sabidos de la expedición de nado

desnudo, me obligo a recordar que mi hermana claramente aún está conmocionadapor lo que sea que sucedió con Alfons. Normalmente nunca participaría en unaactividad como nadar desnuda o siquiera pararse voluntariamente muy cerca de unhombre elegido por nuestros padres en lugar de su corazón.

Sin embargo esa es la cosa. Este no es sólo un hombre. Es alguien con quiennuestros padres quieren que se case. Un hombre muy guapo, divertido, encantadorque preferiría de verdad que ella no le pusiera las manos encima porque soy losuficientemente egoísta para ser la única que desee hacer todo el tanteo. Quiero

Page 126: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 126/265

12

decir tocar. No…demonios, ¿a quién engaño? Quiero decir completamente…tantear .

Miro subrepticiamente a Christian; su mirada está perdida mientras mira unade las paredes. Está escuchándolos tanto como yo.

Intento imaginar cómo sería la vida con Christian como mi cuñado. Yentonces me imagino encontrando donde sea que los daneses pusieran esas buenas bebidas para pedir un poco, porque es una cosa terrible visionar a Christian eIsabelle juntos.

Antes de apartar la mirada, su atención vuelve a mí. Nuestras miradas seencuentran en esta pequeña escalera, ya que estamos atrapados entre nuestrossupuestos intentos, y… estámirándome de nuevo, como si fuéramos las únicas dospersonas en todo el castillo, un punto de enfoque en el tiempo y espacio que cargala moléculas y átomos en todo mi cuerpo.

Es una mirada que no puedo negar que me encanta. Y es una lástima, porqueno es mío para amar.

Page 127: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 127/265

Page 128: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 128/265

12

26Elsa

a reunión de los países Nórdicos celebrada en la biblioteca, es bastanteproductiva, especialmente a la luz que no había discusiones relativas al

MMR, de manera que allí mismo la hace la mejor reunión en la que habíaestado en California. Por otra parte, a nosotros los herederos finalmente se nospermite hablar, y eso hace que mi ego pueda ser capaz de sacar a la luz mis causas.

Mientras que el rey de Suecia analiza los temas económicos claves queenfrentan los países escandinavos, así como la afluencia de migrantes que cruzannuestras fronteras, mi atención se desplaza de nuevo a la escalera. Su Majestad nosanima a buscar tierra y vivienda para ofrecer a los migrantes, y surge un acaloradodebate. Estoy climatizada también, pero por razones completamente diferentes. Sélo que quiero para esta noche. Simplemente tengo que trabajar en el coraje paraadmitírselo a Christian.

L

Page 129: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 129/265

12

27Christian

a escalera está benditamente vacía, así que Elsa desciende uno de losescalones.

—Me niego a bañarme desnuda con los otros.Me alivio en el escalón justo debajo de ella, tratando de no recordar

que, hace apenas un poco más de dos horas, estábamos casi besándonos en estemismo lugar.

—Entonces no lo haremos.Luce asombrada, luego aliviada, entonces culpable que esté tan terriblemente

complacida que diga esto.—Eres libre de ir, por supuesto.¿Ha perdido sus sentidos? Isabelle estará allí. Una desnuda Isabelle. Así que,

demonios no. A menos que haya una orden directa junto a una sincera amenazaemitida por la gran duquesa, no hay manera que esté en ese grupo esta noche.Porque, gracias. Estoy encantado de saber que he sido un suficiente buenmuchacho como para ganar tal salida.

Lamento que no me haya regalado su sonrisa ya. Está bailando en sus ojos,seduciéndome de una manera que nunca habría imaginado.

—Sin ánimo de ofender —dice—. Pero no me gusta la idea de estarcompletamente desnuda delante de un montón de virtuales extraños.

No puedo dejar de bromear.—Somos Europeos, Els. Somos famosos por nuestras playas de topless.— A

pesar que la idea de ella desnudándose en frente de los demás me dan ganas deestampar mi puño en la pared de hormigón al lado de nosotros.—No en los países Escandinavos. Y suena como que esta noche requiere algo

más que sacarse un top.—Podrías mantener tus bragas puestas, ya sabes.Ella gime.

L

Page 130: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 130/265

Page 131: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 131/265

13

28Elsa

o puedes estar hablando en serio.— Y sin embargo—le digo a Isabelle—. Lo estoy.Ella baja su cepillo para el cabello.

—Sabes cómo se verá una vez que la palabra llegue a Su Serenísima Alteza. Élera el más insistente en que pasaras el tiempo en la piscina con Mathieu.

Nuestro padre está abajo en la sala de la Asamblea, discutiendo asuntosimportantes, y yo en nuestra habitación con mi hermana, explicándome a mímisma que no quiero nadar desnuda. Corrección, nadar desnuda con las masas.Pero no, no puedo dejar que Isabelle sepa que estoy más que bien en nadar en mitraje de cumpleaños con Christian, o al menos, espero estarlo. Sólo la idea de éldesnudo y yo desnuda en la misma habitación tiene a mis piernas cruzándose.

—Lo dices como si fuera un punto de venta.Se quita el vestido de buen gusto que llevaba para la cena y cócteles y lo arroja

en una silla cercana.—Debería serlo. A pesar de todo su recato en público, mi hermana ha sido cualquier cosa

menos tímida alrededor de mí, porque se saca su sujetador y sus bragas que seunen a su vestido en su búsqueda por algo nuevo para usar.

—No habrá nada de qué preocuparse si Su Serenísima Alteza sigue siendoignorante de toda la situación.

Se esfuerza por sacar su juego de bragas y sujetador de encaje negro de su

maleta y se lo pone.—Te sorprenderás de lo rápido que viajan las palabras en este lugar.—Dudo que los otros alardearán a los ancianos sobre sus desnudas e

intoxicadas aventuras en la piscina que han sido prohibidos de usar, y muchomenos acusar como niños pequeños a quienes no participan. Hablando de eso—digo a la ligera, pero significativa—. Estoy bastante sorprendida que estés tanansiosa por participar.

— N

Page 132: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 132/265

13

—Es de esperar. — Ajusta su sujetador—. Realmente deberías ir, Elsa. Ahoraque he tenido tiempo de pensar en ello, Mathieu es bastante agradable a la vista.Piensa en cuán… útil podría ser conseguir un adelanto de lo que está por venir.

Casi me ahogo con su significado apenas velado, a pesar que no he tomadouna copa. Fuera de ella indicando que un desnudo Mat me podría tentar más que

uno vestido, puedo admitir eso, aunque es apuesto, no me siento atraída por Maten absoluto, y verlo en toda su gloria desnuda no va a cambiar eso. No, en vez deeso estoy atraída a la única persona queno puedo tener.

Y sin embargo, contemplando nuestra cita tardía en la noche, un pequeñorebelde ardor argumenta que tengo a Christian.

Sólo que no en la forma en que pienso que lo quiero.Un suéter y jeans ceñidos son puestos.—Ésta sería la oportunidad perfecta para que ustedes pasen más tiempo

juntos —continúa Isabelle—. Llegar a conocerse, antes que caiga la inevitablehacha.

¿No me había visto obligada a hacer eso ya?— Ah, sí. ¿En que estaba pensando?—medito, tocando cuidadosamente mi

barbilla—. Un grupo nadando desnudos es el momento perfecto para realmentellegar a conocerse unos a otros. Por favor, no te ofendas cuando te digo que losesfuerzos hacia el cumplimiento de los deseos de nuestros padres para animarmeen una farsa relación son menos que estelares. Y, honestamente, Isabelle. ¿Por quéla lencería cara? Te la vas a sacar de todos modos. Nadie ordenará tu pila de ropa siestás toda en la piscina.

—Christian estará allí —dice rotundamente—. Y no puedo dejar que pienseque no siempre busco lucir bien. O que noestoy… —Su trago es audible, su rostrose contrae—… tratando.

Soy una estafadora, porque no alcanzo a decirle que Christian estará ausentecomo yo. Al primero, nosotros finalmente teniendo esas tazas de chocolate caliente juntos, será trasladado a un momento anterior para acomodar mi tonta petición. Ala medianoche, estaremos en la cocina en lugar de estar desnudos con el resto delos solterones.

Sin embargo mi hermana tiene un buen punto. ¿Estoy usando ropa interiorlinda en este momento? Tacha eso. No deseo nada lindo. Quiero estar sexy. ¿Mis bragas y sujetador siquiera coinciden? Cuando Isabelle se aleja, me escapo paradarle un vistazo a mi vestido. Seda rosa y encaje, y números de cordón,

afortunadamente coinciden entre sí.Gracias a Dios.

Page 133: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 133/265

13

29Christian

a Loba o bien estará encima de alguien o estará demasiado bombardeada fuera de su mente como para notarlo—dice Lukas

mientras hace estallar las cimas de las cervezas que introdujo decontrabando en nuestra habitación—. Así que no tienes que preocuparte por el príncipe perfecto esta noche.

—Créeme —digo secamente—, es la última cosa en mi mente. Pero noimporta, de todos modos. No voy a estar en la piscina con el resto de ustedes.

Me pasa una de las cervezas; es débil y pálida, pero mejor de lo que La Lobanos proporcionó.

—Lo que significa que estarás en otro lugar, ¿verdad?Joder sí, lo haré.—¿Con Parker?—Había ese evento para los secretarios privados esta noche, ¿recuerdas? Lo

más probable es que esté en su cama, desmayado por la cantidad de alcoholconsumido.

Pero Lukas es un perro con un hueso.—Está bien, hermano. Estamos sólo nosotros ahora mismo. ¿A dónde diablos

vas a escabullirte en la oscuridad de la noche?Tomo un gran sorbo de la botella.—Me sorprende que lo notes. La mayoría de las veces ni siquiera estás aquí.Él sonríe, sentándose en una de las sillas.—No soy el príncipe perfecto . —Entonces carraspea, ampliando su sonrisa—.

No evites la pregunta, Chris. ¿Al menos has conectado con algunas de las chicas?Bebo otro sorbo y me inclino hacia delante, colocando la botella entre mis

piernas.—¿Es eso lo que estás haciendo, Luk? ¿Conectar?

— L

Page 134: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 134/265

13

—Si tengo que ser parte de esta farsa, también podría disfrutar de mí mismo.—Gira su bebida en mi dirección—. Estás evitando de nuevo.

Una parte de mí no quiere decirle nada, porque no es de su incumbencia. Perotampoco hay manera que alguna vez vuelva a La Loba, así como Lukas tiene lamisma cantidad de charlas íntima como yo.

—Bien. He estado pasando tiempo con alguien.Se da una palmada en la rodilla. Parece enojado.—Es esa chica de Vattenguldia, ¿no?¿De verdad soy tan transparente?—En realidad —digo lentamente—, sí.—Joder, ¿estás bromeando? ¿Has perdido la cabeza? ¿Por qué en el mundo

conectaste con ella?Estoy sorprendido por el nivel de disgusto en su voz. Tampoco me vengo

abajo con la forma en que lo hace sonar como si estoy tomando una horribleelección cuando ya sé lo complicado de la situación. Pero es mi error por cometer. Yahora estoy enojado con mi hermano, porque nadie va a difamar a Elsa en mipresencia. Nadie .

—¿Discúlpame?Niega.—No puedo creer que hayas cedido tan rápidamente a las demandas de La

Loba. ¿No fuiste tú quien insistió en tomar una posición? Antes que pueda decir algo, continúa:— Admito que la Vattenguldiana es agradable a la vista, pero Jesús, Chris.

Hubiera jurado que no querías nada con ella. Cuando están juntos, actúas como sitiene una enfermedad contagiosa. ¿Y ahora estás conectando con ella? ¿Qué te da?Está hablando de Isabelle. Afortunadamente, no tengo que meterle algo de

sentido.—Estamos hablando de tu culo. ¿Cuándo te di alguna indicación que me

interesa esa mujer?Parpadea en confusión.—No estoy conectando con Isabelle, y si tengo mi camino, nunca lo haré. Para

ser honesto, no estoy conectando con nadie, al menos no de la manera que estáspensando.

Agita una mano frente a él.—Espera. ¿Estás conectando con su hermana? ¿La heredera?Eso me recuerda. Pronto voy a ver a Elsa desnuda. Mi pantalón aumenta con

demasiada presión, obligándome a moverme en mi asiento. Estar encendido todo eltiempo no es un estado muy cómodo para estar.

—¿No me oyes? No, no estoyconectando con ella.

Page 135: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 135/265

13

Aunque me gustaría estarlo. Y la sola idea me hace moverme en mi asientouna vez más.

—Déjame ver si lo entiendo. ¿Estás escabulléndote en medio de la noche para pasar el tiempo con esta mujer?

Estoy molesto por cuan inquietante y confuso es esto.—Tiene un nombre, Luk. Es Elsa. Ahora sus ojos se abren.—¿Qué significa pasar tiempo juntos si incluso significa, no follar entre sí? Voy a contestarle, pero me golpea. Realmente me golpea. Significa más que

simplemente desearla. Creo... no sé... oh, maldita sea. Me estoy enamorando deella, ¿no?

Mierda .—Porque, si ustedes simplemente están follando, entiendo. Bueno, sí. Ella es

demasiado sexy. Pero es también tu equivalente y heredera a otro trono.Y tu futuracuñada. ¿Estás deliberadamente intentando enojar a La Loba? ¿Es esto una especiede juego para ver lo lejos que puedes empujarla antes de retroceder? Debido a queno hay manera que los apruebe “pasando el rato”. No cuando podría estropear susplanes.

Quizá debería hacerlo entrar en razón después de todo.—En primer lugar, todo lo que sucede entre Elsa y yo no tiene nada, y repito,

nada que ver con La Loba. Y en segundo lugar, me importa una mierda si aprueba ono de quien soy amigo… y mucho menos si se estropea su plan maestro.

Él se burla.—¿Has estado a escondidas en medio de la noche como un adolescente con

sangre caliente para pasar el rato con tuamiga ?—No voy a escondidas. Y no hemos ocultado el hecho que nos conocemos o

pasamos tiempo juntos.—Sentado en tus aburridas reuniones es una cosa—argumenta—. Pero hacer

lo que estás haciendo en medio de la noche es otra. ¿Qué mierda están haciendo,Chris?

Es suficiente para detenerme.—No lo sé—le digo a mi hermano en voz baja—. Realmente no lo sé. Pero sea

lo que sea, no quiero parar.

Él deja su cerveza durante un largo momento antes de beber un sorbo.—Te gusta esta mujer. Quiero decir, Elsa.Mi forzada risa es tranquila. Amarga.— Algo así.—¿Sabes si ella siente lo mismo?

Page 136: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 136/265

13

—¿Importa? Teniendo en cuenta, como has señalado, ¿que lo más probable esque se me obligue a casarme con su hermana?

—Claro que sí, sí—dice en voz baja.Me sorprende que diga esto. Y me siento un pésimo hermano que lo juzgó mal

con demasiada frecuencia.Bebo otra larga calada de mi cerveza caliente.—No la he besado.—Otra amarga risa—. Me estoy enamorando de ella y ni

siquiera la he besado. ¿Cómo es eso de jodido, Luk? Maldición, me siento como unaespecie de adolescente ahora. No sé nunca más lo que está arriba y lo que estáabajo.

Él no sabe qué más decir. Está bien. Yo tampoco.

Page 137: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 137/265

13

3Elsa

l reflejo de las lámparas de alabastro brilla como oro caliente contra elagua fresca de zafiro, y con auténticos azulejos dorados esparcidos por

toda la habitación; el efecto es mágico. La mayoría de nuestroscompañeros están enamorados de la piscina exterior, y con razón. Es realmentemagnífico. ¿Pero ésta de aquí, debajo de las canchas de tenis?

Esta es la que más me atrae como una sirena.Toda la habitación está cubierta de cobalto y mosaicos de oro junto a estatuas

de mármol, dejándome debatiendo si estoy en California o en la antigua Roma. Hayun efecto líquido, frágil y vacilante, como si las palabras por sí solas podríansalpicar a la basura en un sueño.

En pasos silenciosos, me acerco a donde Christian se apoya contra las barandas turísticas negras que rodean el borde de la piscina.

—Este lugar—murmura—, es realmente un portal en el tiempo.Me concentro en una plataforma de buceo que tenemos ante nosotros,

resplandeciendo con mosaicos de sirena de oro. Es divertido para él decir tal cosa,teniendo en cuenta que esta piscina es un bebé en comparación con los palaciosdonde él y yo residimos. Y, sin embargo, tiene toda la razón.

Mis palabras son tan silenciosas como las suyas.—Es perfectamente encantadora.Él me da un codazo en mi hombro.—Lástima que no pensamos en traer chocolate caliente con nosotros.

Bebimos dos tazas cada uno, por lo que cada palabra pronunciada entre síahora es dulce y chocolatada. Nunca, nunca he disfrutado de chocolate calientetanto como lo hice esta noche.

—Por RFCers—digo—, tenemos pobres habilidades de planificación.Se balancea hacia atrás sobre sus talones.—Hablando de eso, ¿estás lista para tu primera vez, Els?

E

Page 138: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 138/265

13

No , pienso, porque ahora que he tenido el tiempo para pensar en lo quevamos a hacer, me doy cuenta que es posiblemente la peor idea que he tenido .Pero me niego a decirle eso.

—Claro. Agarra las toallas en bucle alrededor de la barandilla y serpentea hasta el otro

lado de la piscina, donde un trampolín blanco sobresale a través del agua profunda.Una pequeña puerta negra se desengancha, lo que nos permite el acceso negado atantos. Voy después de él, directamente a la orilla de la piscina, donde los escalonesde mármol conducen a un azul vidrioso. Me saco mis zapatos desconchados, ysumerjo mis dedos del pie.

El agua está fría. Frígida, para ser más exactos.—¿Veredicto?Miro a Christian, amando cómo su suéter azul marino le hace parecer que

pertenece a esta habitación.—Perfecto.Él sonríe, fingiendo estremecerse. Estuve a punto de estremecerme también,

al pensar en lo que estamos a punto de hacer. No tanto por el estremecimiento,sino por el escalofrío de la anticipación.

Nos recostamos en las decoradas paredes, donde las estatuas custodian lapiscina, para descubrir un nicho mucho más superficial y escaleras gemelas queascienden a la plataforma de buceo. Él apunta a uno de los lados.

—Hay vestuarios atrás.Una de mis manos barre ante nosotros.—La piscina está helada. La noche es fría. ¿Estás realmente deseando entrar

en un vestuario frío y prolongar la tortura?Él finge sorpresa.—¡Dijiste que el agua estaba perfecta!Mis manos se asientan sobre mis caderas.—No tenemos que hacer esto, ya sabes. Arqueo una ceja arriba.Las toallas se dejan caer cerca de una de las escaleras.—No tienes nada que demostrarme.

—No creo que se trate de demostrar algo. Pensé que esto era acerca deprimicias.—Mi punto sigue en pie.—¿Me encuentras una mojigata?Se ríe, y juro que las aguas que nos rodean ondulan en respuesta.—Esa es una de las últimas cosas que jamás podría llamarte.

Page 139: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 139/265

13

Debo estar horrorizada. Avergonzada por lo menos. Pero de su parte, estosuena como un hermoso cumplido.

—Simplemente estaba mencionando que no tienes nada que demostrar anadie, y mucho menos a mí. Si no te sientes cómoda saltando completamentedesnuda en una piscina fría, entonces sin duda no tienes que hacerlo. Todavía

tendremos nuestra experiencia de chocolate caliente para calificar la noche comoun éxito.—Eso fue sólo una primera tuya. ¿Acaso la FCR permite una nueva primera

vez a cada miembro sólo durante la hora de las brujas?—Toco mi barbilla—. Tal vezeres tú quién tiene dudas, y para salvar la cara, es más fácil culparme.

Aunque, la verdad, nunca he estado más nerviosa en toda mi vida. He estadodelante de las cámaras y las multitudes y sé el peso de las expectativas y lascoronas. Sin embargo, aquí estoy, en la oscuridad de la noche, con grillos siendo losúnicos ruidos que se oyen fuera de nuestras voces, y mis rodillas estánpeligrosamente cerca de temblar.

—No creo que sea tratada con cloro. Alejo mi mirada de los mosaicos brillando desde el fondo de las superficialesaguas en la habitación junto a nosotros, volviendo a encontrarme con él. Y ahora,otro tesoro de oro en la sala aparece; sus ojos ámbar brillan igual deimpresionantes como las luces doradas que nos rodean.

—Supongo que eso significa que es mejor no orinar en la piscina.—¿Tiendes a menudo a hacer pis en las piscinas, Els?Me quito una sandalia y se la tiro. La esquiva fácilmente.—Está bien. — Aplaude—. No orines. Tampoco tragues.

Arrugo la nariz.—¿Tiendes a menudo a beber agua de la piscina, Chris?Él se detiene, con los ojos abiertos, y se me ocurre que es la primera vez que

me he referido a él como algo más que su nombre completo, a pesar de sus días depetición. Y, sin embargo, al hacerlo se siente íntimo y natural y familiar, todo almismo tiempo.

Chris a su Els.Pero luego se recupera y me tira uno de sus zapatos. Esquivo justo a tiempo

para ver que se hunde en el agua.—Bueno, ahora que lo has hecho—le digo, ya instalada en la parte inferior—.

Tenemos que ir, incluso si es sólo para salvar tu zapato.—La esquina de mi boca sealza.

Él se ríe de nuevo.—Ningún final patético. Nos vamos en grande o vamos como perdedores a

casa. Apuesto a que va en grande .

Page 140: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 140/265

14

Gracias a Dios la luz es tenue aquí. Me aclaro la garganta y me muevo hacia laplataforma de salto por encima de nosotros.

—Si vamos a hacerlo, debe ser desde allá arriba.Él ladea la cabeza y lo estudia.

—¿Tres metros, tal vez? Asiento.— Y la piscina es de tres metros de profundidad. Los dedos del pie tocan el

fondo antes que salgamos.La diversión es un aspecto tan atractivo en él.—Siento que tenemos dieciséis años, desafiando a nuestros padres.Su diversión crece.—Hemos renunciado a nuestra edad adulta esta semana, ¿recuerdas?Golpeo mi frente.—Correcto. Por supuesto. — Y luego, porque no puedo ayudarme—. ¿Hiciste

esto a los dieciséis años?Se muerde el labio. Es otra deliciosa mirada.—Quince, en realidad. En el Lago de Como. Lukas y yo conocimos a algunas

chicas locales y decidimos que sería divertido.—¿Lo fue?—Los guardaespaldas nos encontraron casi de inmediato. La Lo… —Es su

turno para aclararse la garganta. Su siguiente sonrisa es triste—. Mi madre noestaba contenta. Afortunadamente no hay imágenes, y se quedaron fuera de la

prensa. —Él saca su otro zapato—. ¿Qué hay de ti?Sigo su ejemplo.— Ah, ahora aquí está el momento en que se enteran que soy realmente una

mojigata: una verdadera virgen a punto de inmersión.Saca su suéter por su cabeza, dejando al descubierto una camiseta blanca

aferrada a sus músculos bien definidos.—Entonces, ¿lo que estás diciendo es que eres una virgen de veintiocho años

de edad corriendo furiosamente? Alejo mi mirada de su pecho y me concentro en desabrocharme la chaqueta.

—Por desgracia, al menos en este caso, lo soy.—¿Y lo que realmente estamos haciendo es hacer estallar tu cereza estanoche?

Oh Dios. Estamos en un refrigerador, y estoy sudando hasta por los codos,estoy tan sobrecalentada.

—Expúlsalo o cállate ya, ¿no?

Page 141: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 141/265

14

Agarra el borde de su camiseta con una mano y la saca. Jadeo, aterrorizada deperder lo poco de decoro que poseo.

—Sin embargo, sin mirar a escondidas.Hace una pausa, camisa a media altura. Tratando de no comerme con los ojos

lo que parece ser los abdominales más perfectos que he visto en un hombre es unahazaña difícil, por cierto.

—¿Cómo esperas que lleguemos hasta la parte superior de la plataforma?—Sin cerrar los ojos en las escaleras.—Santo infierno, me siento como nuestra

virgen proverbial corriendo furiosamente en este momento—. Oh olvídalo. Porfavor continúa.

Y lo hace. Y me pregunto por qué lo creí frío esta noche.Me lanza una de las toallas; la atrapo antes que toque el agua. Christian está

inusualmente tranquilo, incluso serio. No puedo determinar si esto es bueno o

malo, nuestras bromas, como el cortante o coqueto, ya que ha llegado a ser,siempre me deja la sensación que hemos sido amigos durante años en lugar demeros días.

Justo antes de hacer una total tonta de mí misma por mirarlo fijamente,Christian vaga a las escaleras que conducen a la parte derecha de la plataforma de buceo.

—¿Nos vemos abajo?Me saca de mi ensueño el tiempo suficiente para asentir y voy hacia la

escalera de la izquierda.Por todas sus protestas, Christian es el caballero en que me fijé ese primer día.

Al otro lado de las escaleras, se dio la vuelta, así que sé que no puede vermedesvistiéndome. Y me devuelve el favor, ya que estoy segura que va a ser capaz deseguir adelante esta noche, si todo lo que hago es mirar boquiabierta a su cuerpodemasiado perfecto. Una vez que el aire frío besa mi piel desnuda, me envuelvo latoalla.

—¿Las damas primero?—llama desde el otro lado.Tomo su atrevimiento. Subo por las escaleras lentamente, debatiendo con

cada pulsación de pie contra el mosaico si en realidad estoy soñando.Cuando llego a la cima, encuentro la espalda desnuda de Christian mientras se

sienta en la base de su lado de la escalera. Un indicio de la curva de su trasero es visible, y la visión me recalienta. Bien podría ser una de las estatuas en esta sala, éles demasiado pintoresco.

Christian y su maldita grandiosidad.¿Qué pensaría de mí si bajara a su lado y tomara mi tiempo mientras trazaba

los magníficos planos de esos músculos?—¿Estás bien?—pregunta, inclinando la cabeza lo justo para ver la plataforma

de buceo—. ¿Preferirías que vaya primero?

Page 142: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 142/265

14

Le aseguro que estoy bien. Lanzo la toalla; aterriza a meros centímetros del borde del agua. Y luego salto.

Page 143: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 143/265

14

31Christian

diestro mi atención en una estatua cercana, mientras el sonido de sus piesque suben las escaleras llena mis oídos, tratando desesperadamente de no

fijarme en Elsa desnuda. Gracias a Dios el agua está helada, porque estoyrealmente preocupado que note cuan excitado estoy.Suena un chapoteo, y luego un grito ahogado, seguido por el inicio de suaves

risitas. Deseo que se deje ir y se permita reír. Quiero decir, infierno, irrumpimos enuna piscina en medio de la noche y no hay nadie alrededor. Les pagué al guardia deseguridad y a su perro durante la siguiente hora más o menos. Si quiere reír, no hayrazón por la que no debería.

Es la primera vez que me muero por la vivencia: la primera vez que ríaplenamente en mi presencia. Aunque, para ser honesto, me preocupa que el día quelo haga, no vaya a ser capaz de controlarme a su alrededor. La risa de Elsa esprobablemente uno de los sonidos más eróticos en todo el universo.

Como si necesitara otra razón para encontrar a esta mujer deseable.—¿Vienes? —grita. Suena como si sus dientes estuvieran castañeando, me

pone ansioso entrar allí tan rápido como sea posible para que pueda entrar en calorcon mi cuerpo.

Soy claramente un masoquista.Subo las escaleras, deseando que mi pene se calme ya. Debido a que Els está

desnuda en esa piscina, y voy a estar allí pronto también, a pesar que habrá milesde galones de agua entre nosotros, estaremos desnudos juntos por primera vez.

Llego a la parte superior de la plataforma de buceo y la localizo a través de la

piscina, que cuelga sobre el borde. Vislumbro su brillante culo desnudo a través delagua iluminada mientras se enfrenta a la dirección opuesta, y joder, si pensaba queestaba bien antes, no es nada en comparación con ahora.

Cuando salto, me maravillo de cuan irónico es mientras literalmente estoycayendo.

No estaba bromeando acerca del agua. Joder, está congelada, gracias a Dios.Todo el aire sale helado directamente de mi pecho cuando salgo a la superficie, junto a mis hormonas en ebullición. Podría haber una piscina entera de modelos de

A

Page 144: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 144/265

14

ropa interior desnuda y todavía estaría blando, porque esto es tan brutal como unazambullida polar.

Pero entonces Els le da la espalda a la pared y me sonríe. Y milagrosamente,mi pene sacude de nuevo a la vida, porque ahora tengo una brillante visión de suspechos justo debajo de la línea de agua.

—Fría, ¿verdad?No está lo suficientemente fría, al parecer.Nado más acercándome, mis dientes castañeando, así que no digo o hago algo

imprudente. Me aseguro de mantener una cantidad adecuada de espacio entrenosotros cuando me agarro de la cornisa.

Esta divertida. Y joder, tan preciosa que apenas puedo manejarlo.—¿Cómo se siente hacer saltar tu cereza?—Por favor, Dios, deja que asuma

que el temblor en mi voz se deba al agua fría en lugar de a cómo la visión de ella meestá afectando. Es una pregunta tonta la que he hecho, incluso hasta estúpida, perotengo que mantener las cosas iguales entre nosotros, incluso si he girado unaesquina a la que sé que no puedo volver una vez que salgamos de California.

—Frío. —Hay que arranque de risa otra vez que muere en el silencio de lapiscina—. Y como estoy en un baño. Un baño terriblemente frío punzante.

—¿El baño de inmersión no está a la altura de tus expectativas?El agua a su alrededor se arremolina mientras se sumerge.— Al contrario. —Sus ojos se encuentran con los míos, y en la luz de la

lámpara, son del mismo azul que el agua y las baldosas.Estoy perdido, al cien por cien perdido, y con mucho gusto.—¿Y tú?—pregunta—. ¿Cómo se compara esto con el Lago de Como?Nunca jamás he anhelado besar a una mujer más que en este momento. Me

estoy congelando el culo, hemos roto un hito histórico, y hay una posibilidad quepodamos quedar atrapados, y todo lo que quiero hacer es sujetarla entre mis brazos y presionar mi boca contra la suya hasta que ambos olvidemos nuestros títulos,seguido de incontables horas aprendiendo cada centímetro de su cuerpo.

Mejor , debo decirle. Mucho mejor. La mejor experiencia nadando desnudode mi vida . Pero lo que digo es:

—Eh. Era el Lago de Como, ¿sabes?Me salpica agua. Se la regreso, ganando un erótico jadeo.

Mierda. Estoy volviéndome loco ahora mismo.Me sumerjo, permitiendo que la helada agua me dé algo de sentido. Y

entonces me nado hasta la pared y me deslizo hacia el otro lado, manteniendo miexcitación bajo el agua, hasta que llego a mi destino.

Daría casi todo lo que tengo por ser capaz de volver atrás el reloj y conocer aesta mujer en cualquier otro lugar. Pero no puedo. Nuestra introducción se produjoal inicio de la mierda del MMR, que es una sentencia de muerte automática para

Page 145: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 145/265

14

cualquier relación. Además, La Loba parece empeñada en casarme con su hermana, y Elsa debe supuestamente estar con Mat, a pesar que me hace rabiar de formaincontrolable.

Me despeino el cabello mojado de la frente y miro el techo. No hay maneraque pueda casarme con Isabelle. Me volveré loco. Las reuniones familiares serían

una tortura. Tiene que haber una forma de salir de esto. ¡No puedo responder así aesta mujer y casarme con su maldita hermana!Detrás de mí escucho suaves salpicaduras. Elsa se me une en este lado de la

piscina. Y deja poco espacio entre nuestros cuerpos, porque cuando está en susesfuerzos por pararse, los dedos de sus pies conectan con mi pierna.

Ella habla. Habla de… no tengo idea. Cosas que quiero escuchar, porque sonde ella y cada maldita cosa sobre Elsa es fascinante. Al igual que la forma en quetiene un par de pecas justo debajo de la clavícula que se asemejan a unamordedura. Son tan entrañables que quiero ligeramente morderla lo suficientepara hacerla retorcerse.

Hago lo que puedo por mantener mis ojos en los de ella, aun cuando nuestroscuerpos gravitan más y más cerca, hasta que estamos a tan sólo milímetros dedistancia. Un frotar aquí, un codazo allí, con los brazos apretados más a menudo, yme estoy muriendo mil y dos veces, porque estoy desesperado por mantenerme losuficiente lejos para que no descubra que tengo el peor caso, literal y figurado, de bolas azules que un hombre puede tener. Pero de vez en cuando, mira lejos o cierralos ojos mientras habla, y mi atención se desplaza por la suave columna de su cuellohasta el indicio de sus pechos y aún más profundo.

Se supone que debo casarme con su hermana.—¿Cómo vamos a hacer esto?—me pregunta.

Mi voz se vuelve ronca.—¿Hacer qué?—Salir de esta piscina. Vamos a tener hipotermia, ya sabes.Puedo pensar en una manera muy buena para mantenernos calientes.Miro hacia la derecha a un conjunto de escalones de mármol que conducen

fuera de la piscina.—Puedes simplemente nadar hacia la parte menos profunda y salir por ti

misma.Ofrezco mi espalda cuando elige la ruta menos profunda. Cierro los ojos y

avanzo en el agua, obligándome a pensar en La Loba y el papeleo y otras cosasdesagradables, como casarme con Isabelle o el infierno, incluso tocando a lahermana de Elsa. Castañean mis dientes sin control; temo que mis labios sean decolor azul. Pero me preocupa que la mujer detrás de mí esté peor, porque el sonidode sus dientes castañeando hace eco en toda la habitación.

Abrazarla es correcto, ¿no? Los amigos se abrazan. Infierno, la vi a ella y aMat abrazados una vez (y por el amor de todo lo que es bueno en el mundo, quehaya sido sólo esa vez), y estoy bastante seguro que ella no siente absolutamente

Page 146: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 146/265

Page 147: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 147/265

14

32Elsa

o.—¿Disculpa? Aspiro una bocanada de aire para calmarme y repito,

tan claro como puedo, mientras aterrorizada ellos tiran piedras sobre su propiotejado.

—No.Mi padre se mueve en su silla, sus dedos formando una torre delante de su

boca mientras me estudia. Desde el teléfono que tiene en su regazo, en altavoz, mimadre grita:

—¿Qué es lo que ella acaba de decir? Aprieto mis manos firmemente en mi regazo para esconder el creciente

temblor que amenaza con sacudir todo mi cuerpo.—Me está pidiendo que me case conalguien… — Ah —interrumpe mi padre con suavidad—. En esto radica el malentendido.

No estoy preguntando, Elsa, estoy ordenando. Y así lo hizo, aquí en la mañana de nuestro último día en California.Te

casarás con Mathiu. Se hará en un breve plazo .Cavo más profundo para acumular coraje.—No lo amo.La voz de mi madre silva a través de la distancia.

—¿ Amarlo ? —se burla—. ¿Eres una niña o la futura heredera de Vattenguldia?¿Qué tiene que ver el amor con tu deber al trono y la familia?Mi padre es incluso más franco.—Tu madre y yo no estamos enamorados, y Vattenguldia es mucho más

influyente hoy de lo que ha sido en siglos. Es nuestro deber asegurar que éste siguesiendo el caso.

Mi madre ni siquiera se ofende con su valoración de su relación.

— N

Page 148: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 148/265

14

— Y aun así, todavía queda trabajo que hacer para ayudar a que Vattenguldiase introduzca más en el mercado mundial. Parte de eso está adquiriendo unaporción de las finanzas de Chambéry. Tú mejor que nadie sabes que necesitamosmás capital para expandir nuestro rol en los mercados de registro de envío.

— Y aumentar nuestra visibilidad en el mercado mundial del turismo—añade

mi madre rápidamente.Normalmente, mi boca estaría cerrada para estos momentos. Argumentando

su sentido, especialmente desde que mi padre se ha puesto significativamenterígido, estrechando sus ojos como los tendones de su cuello en tensión. Estáabsolutamente serio acerca de lo que se está hablando, y desde la experiencia, séque una vez que alcanza este lugar en una discusión, no hay más espacio para ello.

Su mente está hecha como la de mi madre. Así que aquí está la mía.—Los matrimonios concertados son una noción anticuada. Muchos miembros

de la realeza se casan con quien ellos quieren sin destruir sus países.—Le prestas mucha atención a los medios de comunicación.—Los dedos de

Su Serenísima Alteza golpean ligeramente el brazo de madera de la silla cuando mimadre dice:

—La mayoría de esos matrimonios fueron concertados mediantenegociaciones a puertas cerradas. La política y la necesidad han sido siempre lasfuerzas conductoras en un relación real, lo quieras reconocer o no.

Ira y desesperación corren por mis venas.—Matt ni siquiera tiene un país… —Los Chambérys son cuatro veces más ricos que nosotros. Son influyentes en

toda EU. Una unión entre tú y Mathieu permitirá a Vattenguldia acceder a fondos yrelaciones nunca antes vistas.Mi padre añade a los razonamientos de mi madre.—Los que también ayudarán a establecer innovadoras infraestructuras

tecnológicas en nuestras flotas de envío, asegurar que nuestros registros son losmás cotizados en el mundo.

—Seguramente no necesitamos de su dinero. Las arcas de Vattenguldia son...Mi madre interrumpe:—Políticamente, nosotros estamos en una escala mucho más pequeña que

nuestros homólogos nórdicos. Me gustaría que seamos un destino solicitado enmuchos frentes. Los registros de envío son sólo el principio.

Lanzo mis cartas.—¿Y si me niego?Mi padre rápidamente me desafía.—Entonces lamentablemente me aseguraré que nunca lleves la corona.

Page 149: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 149/265

14

Puntos de rabia corren por mi sangre. No puedo creer que él incluso estédispuesto a tal cosa.

—¡Vattenguldia es un principado constitucional! Mi salida de la cadena desucesión tomaría un acto parlamentario.

—¿Crees que sólo discutí esto con anterioridad a la Cumbre, Elsa? El primerministro y las facciones gobernantes en el Parlamento están todos de acuerdo. Vattenguldia debe ir hacia delante para crecer junto con el resto del mundo. Tras buscar candidatos llegamos a la conclusión que el príncipe Mathieu y los fondos dela familia Chambéry son los que mejor se adaptan.

Estoy horrorizada. Tontamente no tenía idea que esto había llegado tan lejos.—Parece que ustedes se llevan bien.Mathieu es… —Mi padre ladea la cabeza—

. Único y un poco áspero pero tengo fe en que caerá en línea y hará lo que esnecesario.

Me obligo a decir las siguientes palabras:—¿E Isabelle?—Los términos de su compromiso ya han sido decididos.Estoy mal del estómago. La otra noche, fui a bañarme desnuda con Christian y

nuestro tiempo juntos fue una de las experiencias más mágicas y bonitas que hetenido en toda mi vida. Después, floté hacia mi habitación, mi mano en la suya,después de un largo abrazo en la sala que me dejó deseando aquél beso que casi nosdamos ese mismo día. Me relajé en la cama, al lado de mi hermana, sufriendo porhoras mientras imaginé todos los qué si y podría haber sido , desesperada poraliviar el dolor que trajo quererle aun sabiendo que no había manera que pudierahacerlo en una habitación compartida abiertamente con mi familia.

Y ahora hoy, aprendo progresivamente que no van a haber másqué si, y , o peros , por no hablar de los esquivosquizás . Christian e Isabelle se van a casar.

Y yo me casaré con Mat. Mierda. Joder. Santo infierno. Joder . No hay suficientes malas palabras para

describir lo que siento.—No creas que no me he dado cuenta que tú y el de Isabelle han pasado

mucho tiempo juntos esta semana. —La temperatura de la habitación baja con elsonido de su voz—. Espero que utilices esa relación para solidificar su aceptación deuna unión con tu hermana.

El infierno que lo haré.

—Los planes se han programado para ti y Mathieu de reuniros en París en varias semanas para organizar varias citas públicas para estimular los rumores dela prensa. Después, él viajará a Vattenguldia con el fin de perseguirte oficialmentedurante el siguiente mes.

A mis oídos, la voz de mi madre imita a las campanas que en antañoanunciaban la llegada de la Muerte Negra.

Page 150: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 150/265

15

—La secretaria de prensa de los Chambéry está en contacto con nuestraoficina, no necesitas preocuparte con los detalles. Solamente se adorable para losfotógrafos y recuerda que te encanta este hombre.

Me gusta Mat, sí.Gustar . Y mi hermana se va a casar con el hombre del que estoy enamorada, y de

alguna manera, le debo hablar de ello.Me dirijo a desayunar después que mi padre se va. Estoy vestida con un

vestido, medias de nylon que aborrezco y dolorosos tacones. Mi cabello está en unadesordenada cola de caballo. Mi maquillaje es sutil pero impecable. Soy el ejemplodel cuadro perfecto de una princesa moderna, cuando en realidad no soy nada másque una propiedad controlada.

Cuando entro al comedor me encuentro a Isabelle sentada con Christian,Lukas, Maria-Elena, Mat y su hermana. Parker no está donde le pueda ver. Debidoa la habitación llena de gente, hay un pequeño espacio entre mi hermana y el chicoque está destinado, y vuelvo a unas pocas horas antes, cuando mi cuerpo estaba

presionado al suyo, y ese fue uno de los mejores malditos sentimientos en el mundoentero.Pronto, cuando nos abracemos, será como hermano y hermana. Y todos mis

abrazos como los de anoche, si esos milagrosamente pasan, estarán reservadospara el hombre que está sentado en el lado opuesto a Christian en la mesa, el queestá de espaldas a mí.

No sé por qué estoy tan disgustada. Tan devastada. Christian y yo nuncapodríamos haber sido nada, de ninguna manera, teniendo en cuenta nuestros rolesen nuestros países. No es que él quisiera, a pesar de la atracción; dejó muy claroque no tenía ningún interés en buscar a alguien en el MMR. Además, fui la quetrazó la línea en la arena primero. Guarda tus propuestas y proposiciones paraotra persona , le dije.

Y aun así él es lo único en lo que puedo pensar. Todo lo que creo que puedodesear.

Le pido al mozo unos huevos revueltos, a pesar que la idea de ponerlos en mi boca me revuelve el estómago. Entonces lo pongo en una tostada con la esperanzaque calme mis nauseas, porque una obediente princesa no vomita por todos loscomedores.

Cierro los ojos y aspiro una bocanada de aire. Puedo hacer esto. Haré lo quedebo hacer. Haré lo que me dicen. Mi vida es una vida de servicio. La tradicióntriunfa sobre las emociones.

He perdido oficialmente mi amor por la tradición.Una mano se apoya en mi hombro; mis ojos se abren para encontrar a

Christian a mi lado, con un plato medio lleno en su mano.Indudablemente como los míos, muchas emociones enredadas nublan sus

ojos.—No estaba seguro que fueras a bajar a desayunar o no.

Page 151: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 151/265

15

Me quedan 24 horas para dejar California. Lo que debo hacer es sonreírdistantemente. Desvelando lo que hemos acordado entre los dos y andodirectamente hacia Mat. Y sin embargo, mientras miro esos ojos ámbar que mehipnotizaron en más de una ocasión, me doy cuenta que todo lo que quería hacerera pasar cada minuto de mis últimas horas aquí con Su Alteza, el gran duqueheredero Christian de Aiboland. Incluso si es un puro tormento hacerlo.

Incluso si lo hacemos como solo amigos.Incluso si nosotros no volvemos a ser nada más.—Su Serenísima Alteza solicitó una reunión—murmuro. Por encima de su

hombro espío a mi hermana, sus cejas se fruncen mientras nos estudia. Lukastambién nos está mirando pero más pensativo. Agradecidamente, no parece comosi Mat o su hermana se hayan enterado de mi llegada—. Por eso mi tardanza.

A petición, un mozo desliza una lonja de jamón en el plato de Christiancuando todavía tiene un trozo.

—¿Está todo bien?Mi patético intento de sonrisa es más parecido a un gorgoteo.—Era un asunto de corona.Él baja su plato despacio. Y exhala silenciosamente.—He tenido esa reunión ésta mañana.Quiero tirar la porcelana de mi mano contra la pared y ver satisfactoriamente

cómo se rompe en mil pedazos.Christian deja de mirar atrás a la mesa que dejó, cuando dice:—Tenemos una hora más o menos hasta nuestra próxima reunión. Demos un

paseo. Tomemos algo de aire fresco. A no ser que prefieras sentarte y comer.No hay ninguna duda, le dejo mi plato a un ayudante de camarero cercano. Y

después salimos por la puerta sin decir nada.

Minutos después, vagamos hacia un patio de baldosas detrás de las casas deinvitados, una con dos fuentes. El aire fresco y crujiente es silencioso, el vientosusurra a través de las palmeras y los robles y los cantos de los pájaros son losúnicos sonidos que se atreven a desafiar el delicado silencio.

Miro la primera fuente por la que pasamos. Hay una chica de oro encima delmármol, oliendo una rosa. La segunda fuente es un poco diferente; La chica se

inclina hacia delante besando una rana en la palma de su mano.Sé su historia. Desafortunadamente, mi final no será tan feliz como el suyo.Christian va hacia un asiento tallado en la pared en frente de la princesa y de

su rana príncipe. El espacio que deja entre nosotros cuando nos sentamos esminúsculo comparado al que dejó entre él y mi hermana apenas diez minutosantes.

— Así que.

Page 152: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 152/265

15

Mi palabra es tan calmada como la suya.— Así quePero es tan reacio a hablar de su encuentro con su madre como yo por decreto

de mis padres. En su lugar, pregunta, un atisbo de sonrisa traviesa curva sus labios.

—¿Te has recuperado?Oh. ¿Quizás estaba equivocada?—Uh… —Del frío—aclara—. Estabas en una piscina fría en la oscuridad de la noche.

Me preocupé por ti después de eso. Agradecida por cómo su esfuerzo de hacer esto lo más normal posible afloja

las líneas alrededor de mi boca.—Podría haberme acercado más a mi hermana por calor, pero fui

profundamente empujada a mi lado de la cama con el conocimiento que mis pieseran bloques de hielo.

Rió, todo rico, caliente y meloso, incitando a tener una imaginación de él, enla cama de mi hermana, teniendo las mismas emociones.

Es una cosa terrible de imaginar.—Soy afortunado, no comparto cama con Lukas. Uno o los dos probablemente

terminarían con un ojo morado y dolor de espalda por dormir en el suelo.—Estaba sorprendida de verle esta mañana—admito—. Es más escurridizo de

lo que parece.Una pícara sonrisa pícara aparece.—Luk subió incluso más tarde que yo, luciendo como si hubiera estado en la

fiesta del siglo.— Ah. Qué interesante. ¿A quién piensas que se estaba retozando a esa hora

tan tardía?—Creo que la mejor pregunta es, ¿con quiénno se ha retozado?—Conmigo.—Sonrío brillantemente—. Y tú. Nuestras cabriolas eran limitadas

a una muy exclusiva fiesta de dos.—¿Eso era lo que estábamos haciendo? ¿Estábamos retozando?Nos enamoramos, pienso. Maravillosa, miserable, trágica, preciosamente

enamorados. O al menos, yo lo estaba. Pero digo:

—Por supuesto. Tú y yo somos retozadores profesionales. Agridulces destellos de diversión en sus ojos.—Pensé que lo nuestro era correr furiosamente.—Eso también. —Toco gentilmente el dorso de su mano—. Corremos

furiosamente y retozamos.Su sonrisa se ablanda.

Page 153: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 153/265

15

—Solo el uno con el otro, creo. Nosotros retozamos mejor el uno con el otro.—¿Entonces hagamos un trato? ¿Prometámonos entonces que cuando llegue

el momento, solo debemos hacerlo juntos?—Mis palabras son la luz, como mi tono,pero una parte se desmorona, sabiendo que lo que en broma solicito nunca llegaráa ser.

La gravedad invade su rostro mientras se desplaza sobre el asiento, nuestrasrodillas rozándose entre sí. Estoy atrapada en su mirada, inmóvil con su piernapresionando la mía.

—Es una promesa, puedo hacerlo fácilmente.Sigo siendo la princesa de oro delante de nosotros, cuando él lentamente,

empuja con suavidad los cabellos sueltos de mi cola de caballo detrás de mis orejas.El tacto de sus dedos, ligero como la brisa contra mis mejillas, me deja caliente ydesesperada.

—¿Estrechamos manos?—susurro.El músculo dentro de mi pecho cesa su ritmo cuando él niega. Me mira y

luego, como si se estuviera deshaciendo todos mis átomos dejándome expuesta y vulnerable.

Pero después se inclina, sus labios acariciando una de las esquinas de mi boca y después la otra.

—Los mejores acuerdos—murmura, sus palabras tan suaves como las mías—,son sellados con un beso.

Solo consistía en nada más que terminaciones nerviosas cuando reclama supromesa. Mis labios hormiguean, mi corazón martillea, y las lágrimas pican en misojos cerrados.

—Tienes mi promesa de vuelta.Él inclina la cabeza, su boca presiona contra mi sien antes de descansar sufrente contra la mía.

— Voy a mantenerlo para ti, Els.

Page 154: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 154/265

15

33Christian

ebo centrarme en lo que se está discutiendo, pero es imposible. Se tratade… mierda, creo que el rol de los monarcas modernos en los gobiernos

constitucionales, lo que en realidad es algo en lo que estoy muyinteresado. Tengo un montón de opiniones sobre el asunto, pero mi atención estádispersa. Ha estado dispersa durante toda la semana.

Quince minutos antes de bajar a desayunar, La Loba me llevó aparte. Dijo:—Se ha decidido oficialmente, Christian. Vas a casarte con la chica

Vattenguldiana.Por un increíblemente fantástico, pequeño e idiota momento pensé que se

refería a la mujer con la que he pasado todas las noches esta semana. Pero entoncesla realidad se hundió. No Elsa. Nunca Elsa.

Se refería a Isabelle.

Estaba tan enojado que le dije que no había ninguna jodida manera que mecasara con esa mujer. A cambio, La Loba me informó en el tono más glacial que heoído, en términos muy claros, que sin duda lo haría. Términos que incluían elfuturo de Parker, el de Lukas, incluso el de mi padre. Cómo ellos serían dejados sindinero o exiliados, en el caso de mi secretario.

Al final, yo estaba inmovilizado, porque no había una maldita cosa quepudiera decir que cambiara la opinión de La Loba. Así que la insulté, sólo paratenerla riéndose en mi cara.

— Voy a reunirme hoy con el príncipe Gustav—continuó, como si no hubieraacabado malditamente de chantajearme—. Ya hemos acordado la mayor parte de

los detalles, pero por ahora, tú debes iniciar un cortejo público con la chica queculminará en un compromiso al finalizar el año.—Una sonrisa victoriosa superó sutensa cara—. Ahí está tu concesión, Christian. Tienes hasta Navidad para que tecrezcan un par de bolas y hagas lo que se necesita por Aioboland.

Le dije:— Vete a la mierda.Sus ojos se abrieron.

D

Page 155: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 155/265

15

Así que aclaré:— Vete a la mierda, Su Alteza.En respuesta, me golpeó fuerte. Sólo llevó su huesuda mano hacia atrás y me

abofeteó con tanta fuerza que mis dientes vibraron y vi estrellas. Y luego retiró sumano una vez más, pero la agarré ante que tocara mi cara.

—Me golpeas de nuevo—le dije—, y podría olvidar que soy tu hijo. Así que aquí estoy, en otra reunión, preguntándome si mi mejilla va a tener un

morado. En serio, ¿cuán jodidamente humillante sería? Porque los hombres de miedad y situación no suelen recibir una bofetada de sus madres. Pero peor aún, meestoy preguntando cómo voy a casarme con la hermana de la única mujer que haconsumido alguna vez mis pensamientos, y cómo voy a ser capaz de dar un pasoatrás y verla casarse con un hombre que llamo amigo.

La he conocido por cuatro días. Tomó sólo cuatro días enamorarme despuésde años de ni siquiera acercarme.

Después de la reunión, Parker me sigue. Él va metódicamente sobre miitinerario para el resto del día, y después por el siguiente par de días una vez quesalgamos para California, pero mi atención se apartó tan fácilmente de él como lohizo con el gran duque de Luxemburgo una hora antes.

Él está discutiendo la renovación del hospital mientras estoy de gira enNorslœ cuando digo:

—La Loba dictó su decreto oficial hoy.Parker se queda quieto inmediatamente. Abre y cierra su boca un par de veces

antes de decir:—¿La nueva gran duquesa heredera de Aioboland será la princesa Isabel de

Vattenguldia?No puedo admitirlo. No lo haré.Le informo que tengo que dar un paseo. Él quiere seguirme, pero le aseguro

que no tengo necesidad de un cuidador.Necesito salir jodidamente de aquí ya.

Page 156: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 156/265

Page 157: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 157/265

15

Su mandíbula se aprieta, pero no dice nada.— Ya es bastante malo que estemos en esta espantosa situación—continúo—.

¡Pero saber que ocultas algo es desesperante!Sus palabras ahora son acaloradas.

—Es curioso, tampoco puedo asegurar que te hayas abierto.—No escondo ni una maldita cosa. No quiero casarme contigo . Ya está. Hasido dicho. ¿Puedes hacer lo mismo?

Su cuerpo vibra con la frustración, pero una vez más, mantiene la amargura ylos secretos en su interior. Estamos en un callejón sin salida por un buen minutoantes que me dé cuenta que no dará marcha atrás.

Rechino los dientes cuando digo:—Esto es realmente hermoso, ¿no es así? El litoral, quiero decir.Se muestra cauteloso.

—Sí, por supuesto que lo es.— Vattenguldia también es pintoresco, sólo que de manera muy diferente aesto. —Pisoteo la punta de un zapato contra los azulejos pintados intercalados entrelos de terracota bajo nuestros pies—. Somos más crudamente hermosos. —Me volteo brevemente hacia él. Sus manos están metidas en sus bolsillos mientras semece hacia atrás y adelante sobre sus talones—. ¿Alguna vez antes has estado tan alnorte?

Su respuesta está llena de tensión.—No he tenido ese placer aún.—Los inviernos son fríos. Los días son largos.—Mi sonrisa es fina como el

papel—. La gente es terca.— Al igual que su princesa. Terca, quiero decir.No es lo suficientemente terca, al parecer.—Se trata de un pequeño país. —Soy todo negocio ahora—. Uno de los micro

estados más pequeños del mundo. Somos prácticamente inexistentes en el granesquema del planeta.

—Un pequeño país es mejor que ningún país, ¿correcto?La hostilidad en sus palabras me envía un paso atrás. Y entonces, como

despertando lentamente, me doy cuenta por qué la familia de Mat tiene tantasganas de conectar con la mía.

La tierra es la tierra, un trono es un trono. Éstas son las cosas que a losChambérys le han sido negadas durante cientos de años, desde que su pequeño paísfue tragado entero por dos más grandes y fueron depuestos.

Ellos tienen dinero, nosotros tenemos tierras.Qué romántico.Qué tradicional.

Page 158: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 158/265

15

35Elsa

uestra última cena en California fue una pesadilla. Los asientos fueroncuidadosamente dispuestos para reflejar las nuevas alianzas entre

familias, y todo el patio rodeando la piscina Neptuno estaba lleno consombríos y afectados herederos cuyas vidas ahora no son más que elementos denegociación.

Nuestra larga franja de mesa contaba con tres familias: la mía, la de Mat, y lade Christian. Isabelle estaba callada y tensa mientras comía. Mat estaba tan pasivoagresivo como yo. Lukas estaba obligado a cenar con el contingente español en unamesa cercana; tanto él como la chica con la que estaba sentado parecían como sifueran a enfrentarse al pelotón de fusilamiento. Christian se volvió robótico denuevo, pura cortesía y modales, mientras que nada de su calor natural llenaba niuna sola sílaba pronunciada.

Nuestros padres, ¿sin embargo? Animados y de buen humor. ¿Y por qué no loestarían, habiendo asegurado sus ganancias políticas que deseaban mediante lafirma del futuro de sus hijos adultos?

Y ahora aquí estoy, bailando con Mat bajo las estrellas, tratando de notemblar cuando su mano agarra la mía. Desearía sentir algo por él, cualquier cosa,pero no hay nada. Ni mariposas. Ni cosquilleos. Ni arrebatos o apretones o partesfemeninas bailando.

Nada más que ira y resentimiento.—No comiste mucho esta noche.Sus intentos de civilidad chirriaban contra mis nervios en carne viva.

—Me temo que tomé unas galletas a la hora del té esta tarde y me encontré sinmucho apetito para esta noche.Siento, en lugar de ver, su suspiro.—Hasta hoy, pensaba que habíamos estado volviéndonos amigos, o al menos

conocidos. Algunos aquí no pueden reclamar ni siquiera eso.

N

Page 159: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 159/265

15

Ahora me siento mal porque suena extrañamente abatido sobre todo esto. Noestoy siendo justa con él; esto no fue su idea, después de todo. Él es tanto un peóncomo yo lo soy. Y aun así, me burlo:

— Amigos. Correcto.—Mejor eso que extraños.Lo miro directo a los ojos. En muchos sentidos, este hombre que tiene tanta

tristeza reflejándose sigue siendo un desconocido. Mientras charlábamos durantela semana, no me sentía como si loconociera . No tengo ni idea qué hace molestar aMat o incluso la forma en que bebe su café.

—Supongo que lo es—le concedo a regañadientes.—Créeme, estoy muy consciente de cómo te sientes acerca de casarte

conmigo. Después de todo, es como nos conocimos, ¿recuerdas? Nos unimos a larebelde alianza juntos…

Lo interrumpo.

—Mucho bien que nos hizo.—Todo lo que estoy tratando de decir es que podría haber sido peor. Los dos

podríamos haber sido… emparejados con gente con la que no podríamos inclusoser capaces de hablar.—Traga duro.

La ironía de esto no se me escapa. ¿No había lamentado en numerosasocasiones acerca de desear una pareja con la que al menos pudiera hablar?

—No voy a mentir y clamar que estoy locamente enamorado de ti, Elsa. Locreas o no, te respeto demasiado como para eso. Sé que tampoco estás enamoradade mí. Pero teniendo en cuenta la situación en la que estamos, preferiría al menoscomportarme de forma civilizada. ¿Crees que esto podría ser posible para ti

también?Mi animosidad es demasiado fuerte.—¿Has estado enamorado?Su mirada se aparta, pero no antes que vea el cambio.—Sí.Hay una silenciosa desesperación en él, una coloreada con melancolía, teñida

de pesar. Y no puedo evitar preguntarme quien es la persona en cuestión, y por quépuedo casi sentir la angustia de este hombre.

—¿Aún lo estás?

Sin una pausa, ignora mi pregunta y pregunta en su lugar:—¿Y tú?Mantengo mi enfoque en el hombre delante de mí, y no por encima de su

hombro, hacia donde sé que mi hermana y su pronto-a-ser esposo están bailando.—Sí. Y esa es la dolorosa honestidad si alguna vez hubo tal cosa, sin embargo, es

igual de estúpida, porque he conocido al hombre sosteniendo a mi hermana en sus

Page 160: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 160/265

16

brazos menos de una semana completa. La misma cantidad de tiempo que heconocido a Mat.

Maldita Charlotte por tener razón.La canción termina; Mat me libera, sólo para poner su mano en la parte baja

de mi espalda mientras me dirige hacia el lado de la piscina. Pero antes de llegarallí, Isabelle y Christian se reúnen con nosotros, y mi estómago brinca ante el ruborrosa en sus mejillas.

Y luego Christian pregunta si puede tener el siguiente baile conmigo. Y como la masoquista que soy, digo que sí.

Page 161: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 161/265

16

36Christian

sabelle charló acerca de los caballos de nuevo. ¿Es este mi futuro? ¿Una vida que gira en torno a los equinos?

La cena fue un infierno. La comida más horrible que he tenido. LaLoba se regodeó todo el tiempo; cada mirada deliberadamente arrojada en midirección era otra bofetada metafórica a la cara.

Me negaba a proporcionarle un solo momento de satisfacción con algún signode reacción, aunque mis manos estaban cerradas en puños debajo de la mesa. Esuna cosa terrible desear pegarle a la propia madre de uno, pero esa rabia ydesesperación se construyó durante toda la comida.

Y entonces me vi obligado a bailar con Isabelle después. Y balbuceaba sobresus malditos caballosotra vez hasta que quería decirle que se callara. No ayudó queElsa estaba apenas a seis metros de distancia, bailando con Mat. Y que sus malditos brazos estaban alrededor de ella. Y que ella era miserable, a pesar que podía decirque estaba haciendo lo posible por aparecer desafectada y en control.

Así que cuando la canción terminó, y finalmente fui capaz de jodidamenteapartarme de Isabelle, le pedí a su hermana bailar a pesar que era una terrible idea.Porque cuando miro a Elsa ahora, nuestros cuerpos balanceándose junto a lacantante principal y la banda tocando en la terraza con vistas a la piscina, mepregunto, ¿cómo voy a vivir toda mi vida sin besarla ni una vez? Realmente besarla,donde memorizo su boca y ella la mía. ¿Cómo nunca voy a hacer el amor con ella?Ni follar, ni sexo… sino algo más significativo. O ¿nunca despertar a su lado en lamañana? O ¿experimentar ninguna de las cosas, mundanas o extraordinarias, quequiero hacer con ella? ¿A ella?

—¿Crees que es posible que podamos salir de esta fiesta, directo por elcamino, y desaparecer antes que alguien sepa lo que está pasando?—me pregunta.Pero hay humor allí también.

Me quejo en voz baja.—No me tientes.—¿A qué hora vuelas mañana?No lo suficientemente pronto y sin embargo, muy pronto, todo a la vez.

I

Page 162: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 162/265

16

—Ocho de la mañana. ¿Y tú?—Cinco y media de la mañana. Mi padre claramente está loco. Estamos

volando al aeropuerto de Los Ángeles con Lichtenstein, y al parecer él es unmadrugador.

Pedacitos minúsculos de feo pánico agarran el músculo en mi pecho. Eso estáa sólo ocho horas de distancia. Ocho horas antes que Elsa aborde un avión y vuelelejos de mí.

—Sé de muy buena fuente—continúa—, que hay pastel en la cocina, un tipoespecífico de la región, enviado por un pueblo local, pero considerado demasiadorústico para la gala de esta noche.

—¿Eres parte de una red de información secreta de pasteles, Els?Sonríe, y eso me golpea más fuerte que la mano de mi madre de esta mañana.—Naturalmente. Aquí está lo primero que quiero esta noche: deberíamos

probar algo antes de irnos. Después de todo, ¿no es el pastel una experienciaestadounidense por excelencia?

—Creo que es específicamente el pastel de manzana el que es la verdaderaparte de América.

Murmura:—Ja-ja.Continúo, sin inmutarme:—Dudo que el pastel local del que has oído sea de manzana. Qué delicioso.

Tenemos un pastel misterioso en nuestras manos.Se presiona suavemente contra mí, como si me estuviera empujando. Y me

río, porque la mirada de divertida frustración que me permite ver es tan adorable.—¿Estás jugando?—¿Qué implicaría esta misión del pastel? ¿Debería vestirme toda de negro?—Deslizarnos furtivamente en la cocina, por supuesto. Pero eso es algo viejo

para ti y para mí. Tenemos que comer tanto pastel como podamos sin vomitardespués. —Las comisuras de sus labios disimuladamente se curvan—. A menos queestés buscando a tu femenina, discúlpame, figuravaronil .

Finjo indignación.— Apuesto a que puedo comer debajo de la mesa.Maldita sea, su sonrisa es preciosa.—Si me uno a ti en esta misión, ¿se me permitirá unirme a RIP?Libera una ligera risa, y siento este pequeño suspiro todo el camino hasta mis

huesos, y pantalón.—¿RIP como en Red de Información de Pastel? Ciertamente. Recibirás todos

los beneficios aplicados a los miembros de pleno derecho, incluyendo laoportunidad de comer los mejores pasteles en el planeta.

Page 163: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 163/265

16

Me gustaría comérmela .—El guardia de seguridad está haciendo una buena cantidad conmigo esta

semana, ¿verdad? Voy a tener que pagarle otra visita—le digo.Se sonroja, y sólo la vista hace que mi pantalón sea aún más incómodo. Para

el momento en que la canción termina, estoy tan peligrosamente encendido que esun milagro que aún pueda caminar.

Page 164: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 164/265

16

37Elsa

stamos solos en la espaciosa cocina, apoyados contra una de las islas deacero inoxidable. Christian ha colocado farolillos de aspecto antiguo para

iluminar el lugar donde nos hicimos más que extraños; el suave brillo da ala habitación un semblante mágico y brumoso.—¿Cómo le llamas a éstas?—Toco con mi tenedor las bayas que se salen del

trozo de pastel en mi plato.Él tenía razón. No había ni un pedazo de tarta de manzana que se pudiera

encontrar por ningún sitio.Christian levanta la tapa de la caja de galletas y la inclina hacia mí.—Olallieberries.—¿Es eso siquiera una palabra real?

Se ríe, y me incomoda el sonido. Es maravilloso, rico, sexy e injusto paracualquier mujer a su alrededor, incluyéndome. Y ese es el problema, porque noestoy segura cómo poder resistir a Christian y todos sus encantadores y adictivosgrandiosidades.

—Está aquí en la caja—dice—, así que estoy pensando que sí.Me centro de nuevo en el pastel que está frente a mí, porque nada bueno

puede venir de fijarse en la perfecta sonrisa de Christian o en aguantar el impulsode acercarse a la calidez que flota de su cuerpo, oh es tan fuerte ahora. O elpensamiento de él y mi hermana, charlando en la cocina a las tres de la mañana,atiborrándose de dulces, me hace querer romper cada plato que pueda encontrar.

—Cualquiera puede inventarse una palabra. —Meto una gran cucharada depastel en mi boca—. Farfleggle.

Mientras sórdidas imágenes vienen salvajemente a mi cabeza, doy gracias queChristian esté demasiado ocupado cortándose otro trozo de pastel y no se da cuentade mis sonrosadas mejillas.

—¿Disculpa?Trago y respiro hondo, deseando poder abanicarme ya.

E

Page 165: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 165/265

16

—Farfleggle. Me la he inventado. ¿Ves? Se puede hacer.Sonríe con esto; es patentemente ridículo lo atractivo que lo encuentro ahora

mismo, todo tranquilo, gracioso y encantador mientras se está atiborrando depastel a mitad de la noche en una cocina vacía.

¿Por qué tuve que seguir hablando con él esta semana? ¿Por qué tenía él queser tan jodidamente maravillo y fácil de estar? ¿Mi propio príncipe azul se ha hechorealidad?

Un tenedor de plata me está apuntando, cargado de bayas y pasteldespedazándose.

—¿Qué significa?—No tiene por qué significar algo. Es una palabra inventada. Ese es mi punto.Se muerde el labio mientras lo considera, y suprimo mi urgencia de tocar su

boca. Sus labios están manchados con un poco de jugo de baya, y soy débil en estemomento para negar que nada me gustaría más que poder lamérselos paralimpiarlos.

No tengo duda que las mujeres que han tenido la suerte suficiente de sentiresa maravillosa boca se pierdan en el tiempo o se desmayen o se sientan volar ocualquiera de las otras descripciones banales que la gente lee en los libros, porqueesa boca promete mucho, mucho.

Creo que podría odiar a mi hermana por todos los besos que recibirá de estehombre.

—Pero la cosa es—continúa diciendo, forzándome a mirar de su boca a susojos—, que olallieberry significa algo. Es un tipo de baya. Su existencia en eldiccionario lo garantiza.

Estoy soñando despierta con besarlo. Él está pensando en etimologías, lo cuales bueno. Uno de nosotros debe permanecer enfocado con lo que tenemos entremanos.

Mientras como otro bocado de pastel, busco una definición apropiada para lagloriosamente ridícula palabra. Y de repente me viene.

Farfleggle: un nombre; princesa a la cual se le caen las bragas cada vez quecierto príncipe de Aibolandia la mira .

Lo que le digo es:—Farfleggle: un nombre que significa príncipe que es adicto a las

organizaciones secretas.Esa absurda sonrisa suya resurge, y ahora estoy más que solo revolviéndome;

estoy excitada y dolorida y enfocada en su pecadora boca otra vez.— Así que, ¿estás diciendo que soy un farfleggle?No. Yo lo soy . Rezo para que mi sonrisa sea graciosa.—De nada.

Page 166: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 166/265

16

La mirada perpleja en su cara me hace ser incapaz de aguantar más. Toda larisa que me ha estado buscando estos días ahora explota y sale, como champagneagitado para una celebración.

Río. Sonrío y río y me desternillo. Me duelen los costados. Mi madre estaríahorrorizada.

La sonrisa de Christian lentamente va desapareciendo hasta que se me quedamirando fijamente como si fuera nada más que una extraña que ha irrumpido en lacocina y ha robado su pastel.

¿Tenía razón mi madre después de todo? ¿Es este comportamiento tan de malgusto? Toda mi frivolidad se disipa en torpeza y doy otro gran mordisco de pastelde olallieberry demasiado grande.

Su pecho sube y baja lentamente, su atención está en mí de una maneradesconcertante. Porque casi ni me está mirando, me estámirando , y no tengo ideade lo que significa. No es la primera vez que lo ha hecho de una manera tansignificativa, pero incluso ahora, después de varios días sumergiéndome en todas

las cosas de Christian, no soy capaz de traducir lo que esconden sus ojos.Lo que significa, naturalmente, que debo meterme otro trozo de pastel en la boca, tratando de ignorar inútilmente cómo desearía estar metiéndome otra cosaen la boca en vez de esto.

Después de un interminable momento, murmura:—No es justo cuando ríes así.Intento no atragantarme mientras el bocado gigante de pastel que he

engullido tan rápido sufre para bajar rápido por mi garganta.—Perdona si te he ofendido, Chris.

Él niega, tendiendo una mano de forma desdeñosa.—No. No es eso.Intento parecer relajada. Sofocar el daño que su rechazo me crea.—Nunca me dijiste que quisieras que tu primera vez fuera esta noche.Me horroriza verlo ponerse tan rígido. Me alarma incluso cuando se aparta del

brillo, la isla metálica, su pastel y el tenedor de repente olvidados.—Me tengo que ir. Antes de incluso poder formar una palabra, se acerca a la puerta. ¿Qué acaba

de pasar? Hemos estado comiendo pastel, bromeando y riendo, lo cual me había

dicho antes que quería oír, ¿y ahora siente que se tiene que ir?¿Tiene sentido que haya podido notar cómo mis sentimientos hacia él hancambiado y qué ya no los puedo controlar?

No quiero que se vaya. Aún no. No cuando nuestro tiempo juntos es tanpreciosamente limitado. En dos horas desde ahora, estaré en un avión, y la próxima vez que lo vea puede ser que sea su boda.

Page 167: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 167/265

16

Sólo cuando alcanza la puerta, se detiene de repente. Sus manos golpean elmarco de la puerta, el sonido retumbando en la tranquila cocina.

Quiero desaparecer cuando mi voz tiembla al decir su nombre.Entonces Christian da marcha atrás cruzando la cocina, volviendo a mí, sus

ojos serios, afligidos y calientes a la vez, y honestamente no tengo ni idea qué hacer.O decir. No tengo la más remota idea de si está enfadado o tomándome el pelo oalguna otra variante emoción, y es…innatural . Porque todo después del primer díaha sido natural, así que esto es inaceptable.

Pero entonces él me besa. Por fin .

Page 168: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 168/265

16

38Christian

ír su risa fue mi pena de muerte. O mejor, no necesariamentemi pena demuerte, pero si rompió todas esas malditas protecciones y resistencia que

he intentado mantener contra Elsa y sus encantos estos últimos días. Surisa fue un regalo, toda caliente y burbujeante y preciosa, y se estrelló contra mí,tomando todas mis células hasta que lo único que sentía fue alegría.

Me gusta esta princesa. Me gusta mucho. Me da miedo que sea más que eso,que me esté enamorando de ella. Y esto me tiene completamente aterrado. A losdos se nos ha ordenado casarnos con personas a las que no amamos. Hoy, dehecho.

Pero ya me he cansado de tratar de convencerme que no siento nada por Elsa,o que todo lo que siento no es más que amistad o incluso lujuria. No quiero solo suamistad. La quiero a ella . Así que aquí estamos, y mis labios están tocando lossuyos por primera vez, y Dios todopoderoso, es absurdamente deliciosa, todapicante, dulce y ácida como las bayas. Pero también es más que eso. Mientrasprofundizo el beso, no tengo ni idea de cómo explicar a qué sabe Elsa, aunquenunca la hubiera probado antes. Tomo su nuca, mi otra mano fluye hacia la parte baja de su espalda así la puedo acercar más, y doy gracias a todo lo bueno que hayen el mundo, se acerca de buena gana, la fuerza de su beso se iguala al mío.

Es el sentimiento más embriagador en el maldito mundo entero.Nos estamos besando, narices chocando como dos adolescentes

experimentando por primera vez, pero es más que mis labios en los suyos. No lopuedo explicar, pero mi corazón está latiendo aceleradamente, más rápido quenunca que haya besado a una mujer.

Me pongo duro al instante. Esta mujer, no importa lo que haga, me ponecomo ninguna otra.—Este es mi primero —murmuro contra su boca—. Este es el primero que he

querido toda la semana.Cualquier control que pudiera tener desaparece rápido de la cocina cuando

sus dedos se meten por debajo de mi camisa para poder apretarse más. Gimo, y ellatambién, y estos sonidos me hacen apretarla más contra la isla hasta que temo que

O

Page 169: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 169/265

16

me voy a correr en el maldito pantalón como un idiota en su primera vez. Estoy queardo, duro y caliente y dolorido y deseando nada más que quitarle la ropa, hacerque haga lo mismo conmigo, y tirar todos los pasteles de la isla para poder subircon ella y poder tomar mi tiempo memorizando cada centímetro de su cuerpo.

La cosas se están desenfrenando, lenguas probándose y acariciándose, manos

sacando las camisas y los suéter, bocas buscando cuellos y clavículas, y juraría queel suelo bajo nosotros desaparece completamente y soy parte de uno de esos clichésa los que siempre he desdeñado, porque estoy malditamente flotando en el aire.

Necesito entrar en ella. Ahora.Desabrocha mi cinturón, baja mi cremallera. Casi pierdo el control cuando me

toca.Mientras estoy desabrochando su sujetador, algo suena estrepitosamente

cerca.Nos separamos de una sacudida, nuestros pies forzados a volver a la tierra.

Hay una criada mirándonos fijamente, con la boca abierta por la sorpresa. Maldita sea .Elsa agarra su camisa de un manotazo y se voltea, metiéndosela por dentro.La mujer hace una reverencia, dejando la bandeja que se le cayó al suelo

donde quedó.—Disculpen mi interrupción, Su uh… Altezas. No me di cuenta que la cocina

estaba… ocupada. Yo… Yo puedo…Solo estaba agarrando algo… Pero puedo…Losdejaré a los dos… para… uh…

La manera en que balbucea todo esto lo hace parecer tan cutre, cuando por finestaba besando y tocando a esta magnífica sirena parece ser que era el equivalente

a lo que hacen muchos de los otros herederos follando como conejos en losarmarios cuando creen que nadie les está escuchando o mirando, en vez de laexperiencia mágica que realmente era.

Nunca he querido gritarle a un sirviente como si me llevaran los diablos, peroestoy bastante tentado ahora mismo.

—Está bien. —La sonrisa de Elsa es indulgente y regia, su voz es firmemientras da un paso adelante, arreglándose el cabello como si nada de lo que acabade pasar le afectara—. Estábamos solamente disfrutando de un pedazo de pastel amedia noche.

Si no estuviera tan enfadado, hasta me reiría, porque está claro que la

sirvienta entiende por pastel otro significado, especialmente cuando sus ojos sefijan en mi parte frontal, bueno, mierda, todavía tengo la bragueta bajada. Y luegoestoy incluso más incrédulo e incómodo cuando sigue mirando fijamente hasta queme veo forzado a aclarar mi garganta.

Y, bueno, meto la camisa y subo la cremallera de mi pantalón.Esto es suficiente para despertarla del trance en el que estaba. Sus mejillas se

tintan de rojo oscuro y tartamudea algo incoherente. Elsa se acobarda con un

Page 170: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 170/265

17

bombardeo de palabras, empalideciendo como si la acabaran de pillar con la manodentro de la lata de galletas.

Fantástico. Malditamente fantástico.La sirvienta rápidamente recoge la bandeja y la deja en una de las islas. Antes

que nadie diga otra palabra, la puerta se cierra de un portazo cuando la mujer seretira.

Y entonces Elsa se voltea, sus ojos están abiertos, brillantes y preocupados. Yesta imagen, de todas las otras cosas que podría haber visto, me estremece.

Murmuro su nombre cuando todo está tranquilo otra vez, ésta simple palabrade dos silabas lleva tantas emociones que no tengo maldita idea qué más decir.¿Porque qué le dice uno a la persona que le ha consumido completamente elcorazón y la mente en cuatro días? La quiero. Desesperadamente. Me dijo el primerdía que no quería nada romántico conmigo y me han ordenado que me case con suhermana, pero besé a Elsa de todas maneras. Esta mujer, esta princesa…esdiferente. Diferente y adorable y preciosa y ocurrente y deseable. Es una Valkiria,

ha llegado para llevarse mi corazón. ¿Y ese beso? No hay nada para compararlo. Hasido diferente, como es ella. Ha sido lomejor . Así que no puedo evitar decir sunombre de nuevo, las sílabas suplican entendimiento y hago una plegaria mudapara que se sienta de la misma manera, porque también me ha besado de vuelta.

Sus ojos se cierran solo un poco, inspira hondamente, sus dedos descansancontra sus labios hinchados. Y luego recoge la caja del pastel del suelo y la deja enla isla.

—Me estoy marchando dentro de unas horas. Lo mismo que tú.La sonrisa que me ofrece me parte por la mitad. No es la sonrisa que he tenido

el placer de evidenciar en secreto por unos cuantos días. Esta es la que le da a

cualquiera. La que le da a Mat.Esta es la sonrisa tras la que se esconde. Mierda. La estoy perdiendo inclusoantes que tuviera la oportunidad de tenerla.

—El pastel estaba bueno, ¿verdad?Mi voz es ronca.—Sí.Sus ojos están brillantes.—Eres oficialmente un miembro del PIN, Christian.Que jodan al PIN. PIN no es nada sin Elsa. Ni tampoco lo es el FCR.Parpadea y mira hacia otro lado, un suave intento de risa sale de ella. Ahora

que he oído su auténtica risa, esta nunca me gustará. Era hermosa, generosa,caliente y adictiva, exactamente como ella.

¿Este fantasma? Esta no es ella. Está desapareciendo frente a mis ojos.—Has sido una mala influencia—murmura, y juraría, que el corazón se me

acaba de salir del pecho. Pero luego dice—: De las mejores, de hecho. Me alegrohaber compartido tantos primeros contigo esta semana.

Page 171: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 171/265

17

Hay tanto que le quiero decir. Le quiero decir que ésta ha sido la semana delos primeros para mí también. La primera vez que me he sentido de esta manera.Que quiero estar ahí para todos los primeros de su vida. O por lo menos tener laoportunidad de ver si todos nuestros primeros deberíamos estar juntos.

Se separa de la isla, acercándose. Una mano temblorosa sube para acariciar

suavemente mi rostro.— Yo era fuerte, lo sabes.Casi no me salen las palabras.—¿Qué?—Tú. —La Valkiria se inclina, su cabeza descansando brevemente contra mí

antes de ponerse de puntillas y dejar un suave beso en mi mejilla. Y luego otro mástriste en el borde de mi boca.

—¿Qué vamos a hacer, Christian?No tengo idea. Y es tan jodidamente injusto aceptarlo.

Recibo otro beso, esta vez en los labios. Pero es demasiado corto. Essolamente la insinuación de un beso. Quiero más.

La quiero.—Probablemente deberíamos dormir un poco. Tenemos que levantarnos

dentro de un ratito. Duerme en el avión , pienso. No te vayas .—Gracias por esta semana —dice, como si me diera lastima y solo estuviera

aquí porque estoy aburrido y no tengo nada más que hacer—. Siempre guardarééstas memorias.

Ofrece una mano entre nosotros; la miro con horror. Lo va a hacer. Realmenteva a hacer esto . Me va a estrechar la mano, darme las buenas noches, y luego se iráa Vattenguldia, y yo me iré a Aiboland, y… y… nosotros, ¿voy a volver a mi vida talcomo era antes?

¿Y casarme con su hermana?Que se jodan. No. No . Así no puede ser como termine nuestra historia.—Fue bueno llegar a conocerte finalmente, Christian.—Retrocedo ante su

formalidad—. Te deseo muchos éxitos. Al menos podremos asegurar que nuestrospaíses tendrán siempre un aliado en el otro, especialmente en el CM, una vez quelos dos hayamos asumido nuestros respectivos tronos.

Un aliado… y malditos parientes. No hay derecho. Maldita sea, sencillamenteno hay derecho.—¿Qué le pasó a Chris?—Ni siquiera me da vergüenza que mi voz se quiebre.Una lágrima traza un sendero a través de su mejilla, y me duele como nada

más. Elsa niega, forzando un hondo suspiro. Y luego extiende su mano una vezmás.

Page 172: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 172/265

17

Cuando nuestras palmas y dedos se unen, la sensación es casi tan íntimacomo nuestro beso de hace unos minutos. Piel contra piel, toque con toque. Susdedos se curvan sobre los míos y los míos sobre los suyos. El deseo incendia una vez más mi riego sanguíneo.

No quiero dejarla ir, todavía no, pero eso no importa ni aquí ni allí, porque si

ella necesita irse de lo que sea que obliga a mis pulmones a encogerse y a micorazón a latir dolorosamente, entonces está en su derecho.Porque no importa cómo me siento yo de todas formas, no puedo tenerla. Es

una princesa heredera; yo soy un gran duque heredero. Nunca sería permitido.Nunca podríamos tenernos el uno al otro, no para siempre, no sin uno de nosotrosabdicando nuestros derechos a nuestros respectivos tronos. ¿Quién sería elreemplazo? ¿Lukas? ¿Isabelle?

Y aun así… Hay tanto en mí que quiere decir que se jodan y arriesgarme.—También fue bueno conocerte—miento. Fue mucho más que bueno. Fue la

oportunidad de ser feliz durante circunstancias realmente mierdosas.Se separa primero, rompiendo el hechizo como si fuéramos extraños más que

personas que justo acaban de compartir un pastel y se han besado como si nuestras vidas dependieran de ello. A cambio, obligo a mi cintura a doblarse hacia adelante,una de mis manos cruza mi pecho para cubrir mi corazón.

Joder, duele de verdad. Duele como darle un puñetazo a una lata. Y luego, antes de enderezarme, ella se ha ido.

Page 173: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 173/265

17

39Elsa

a semana fue mejor de lo que pensé, considerando.—Isabellecoloca su revista sobre su regazo, sus manos puestas

remilgadamente sobre la brillante cubierta—. ¿No estás deacuerdo?Requiere más que un poco de esfuerzo para no gritar, con groserías y todo:

“¿Estás jodidamente bromeando?” en medio del pequeño jet privado en el queactualmente estamos. En su lugar, digo tan calmadamente como uno puede cuandoestá mentalmente cayendo a pedazos:

—Tuvo sus puntos altos y bajos.Ella mira a donde nuestro padre se encuentra; él y Bittner están en una

profunda discusión. Bajando la voz, dice:—Le envié un mensaje a Alfons antes de irnos. Le dije que necesitábamos

hablar.Cierro la carpeta que he intentado leer con la esperanza de mantener alguna

apariencia de sanidad en este miserablemente largo viaje y la coloco a un lado. Noestaba ayudando. Y esta conversación tampoco.

Mis palabras son como madera.—Creí que ustedes dos estaban saliendo.Su cabeza se inclina, una brillante cortina oscura de cabello balanceándose.—Él no quería que me fuera esta semana. Discutimos terriblemente acerca de

eso. Quería que nos fugáramos a Ginebra en su lugar.

Y ahora se abre, cuando todo ha sido dicho y hecho. Y aún no me encuentropreocupándome mucho por su drama personal. No cuando mi corazón sedesintegró esta mañana dentro de mi pecho.

—¿Te arrepientes de no ir?—¿A Ginebra?—Dobla las puntas de su cabello, cepillando las hebras de ida

vuelta a través de la línea de su barbilla. Cuando asiento, suspira—. Estoy enconflicto ahora mismo, Elsa.

— L

Page 174: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 174/265

Page 175: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 175/265

17

4Christian

a Loba está disfrutando de su victoria ahora mismo. Junto con lasnumerosas copas de su preciado coñac bebidas durante el transcurso del

vuelo a casa, también está drogada gracias a las varias pastillas de lascuales no me importa saber el nombre. Por suerte, vaga a una de las habitacionesdel avión, seguida muy de cerca por una de las asistentes de vuelo, por lo queestaremos tranquilos por al menos una hora o algo así.

Casi todos, incluyendo a Parker, duermen con la esperanza de evitar ladescompensación horaria. Pero mi hermano y yo estamos demasiado agitados parahacer lo mismo.

—¿Crees que sería de mala educación si llamara a la prensa para que esté en lapista cuando lleguemos a casa?—murmura Lukas. Ha sacado su petaca, gracias aDios llena con vodka en lugar de coñac—. Porque enmarcaría una toma de Su Alteza golpeando el pavimento con su rostro, presumiendo durante toda la caída. Yluego enviaría una a cada miembro de la familia como un regalo de Navidad.

Nuestros puños chocan uno contra el otro. Alegremente recibiría esos regalos.—Quizás incluso podríamos cambiar su retrato oficial con él. Y entonces

Aiboland realmente podría verla por la arpía que es.La mayoría de los hijos poseen alguna clase de amor por su madre, y... quizás

nosotros lo tenemos en algún lado, pero no está en ningún lugar cerca de lasuperficie.

— Aunque, honestamente, ésta semana fue una jodida pesadilla, Chris.—Lukas gira su cabeza. Está sorprendentemente sobrio, considerando la cantidad dealcohol (corrección, coñac) a bordo en el avión y su petaca—. Degradante como elinfierno. Este es el siglo veintiuno, no el decimoquinto.

Mi amargura no conoce límites.— Al menos tú no acabaste con una directiva.—Como el infierno que no lo hice. Fue uno de esos tratos de último minuto.

Anoche, cuando estabas haciendo quién mierda sabe qué con quienquiera que sea,La Loba me localizó y me dijo que ahora soy oficialmente el futuro prometido deesa chica española.

L

Page 176: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 176/265

17

—Mierda. Lo siento, Luk. Creí que te gustaba Maria-Elena.—Ese no es el punto y lo sabes. La Loba y yo discutimos, sin embargo. Le dije

que no había manera que me obligara a casarme con una chica que no elegí, y… Y su mejilla está un poco hinchada hoy también.

— Va a tener que arrastrar físicamente mi culo por el pasillo— jura con rudeza.—Eso nos hace dos.Otro choque de puños entre hermanos.—Hablando de eso, ¿qué sucedió entre Elsa y tú?Todo, quiero decirle… y aun así, no lo suficiente. —La besé esta mañana. ¿Eso cuenta?—Depende. ¿Sacudió tu mundo?Hizo más que eso, admito, sorprendiéndome incluso a mí mismo. Lo cambió

todo.Se inclina hacia adelante, rostro serio, voz baja.—¿Qué vas a hacer?Soy honesto.—Que me condenen si lo sé.

No hay prensa cuando aterrizamos, sólo un par de autos elegantes escondidosen la oscuridad para llevarnos de vuelta al palacio. Lukas y yo nos negamos a viajarcon La Loba, bajo el pretexto de permitirle volver a casa sin ningún retraso. Esto leparece bien, aunque ha bajado un poco de su estado drogado y ha vuelto a sucomportamiento habitual, lo que la tiene mofándose de nosotros en todo momento.

—Los veré en algunas horas.—Parker toma su maleta. El auto del bastardoafortunado se encuentra en el aeropuerto, así que es capaz de escaparrápidamente—. Sólo quiero llegar a casa y ducharme, revisar mi correo.

Aprieto su hombro mientras el auto de mi madre arranca.—Tómate el día libre. Todo lo que necesitemos discutir o hacer puede esperar

hasta que el inevitable jet lag desaparezca.Para probar mi punto, bosteza pero no discute. Le aseguro que mi objetivo es

ir a casa y dormir el resto del día y la noche, así estaré listo para la reunión demañana por la mañana con un grupo de presidentes sindicales.

Dentro del auto, mientras Lukas discute con el conductor acerca de música,saco mi teléfono y le quito el modo avión para leer la extensa lista de mensajes ynotificaciones esperando por mí.

Uno se destaca del resto: Pastel de manzana… ¿vale la pena buscarlo o no? Sí, maldita sea. Sí.

Page 177: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 177/265

17

Le digo:Las cosas buenas siempre lo valen. Lukas me mira, con las cejas alzadas. Articulo Elsa . Sus pulgares arriba son

sorprendentemente bienvenidos.

Eso es lo que creía. Pero pensé que no haría daño obtener laopinión de un compañero miembro de PIN/FCR al respecto.Esa será nuestra próxima primera vez, le escribo. Olvida las moras.

Nuestra misión es encontrar un pastel de manzana juntos.Retengo mi respiración. Me pregunto si, en base a lo que ha sucedido entre

nosotros, lo que tenemos por delante, retrocederá por mi atrevimiento. En todos tus años en América, ¿nunca comiste pastel de

manzana?He pasado de la furia y la depresión directamente al flirteo.Por desgracia, no lo hice.Lukas se inclina hacia adelante, intrigado. Lo empujo de vuelta a su lado.—Bueno, bueno —Una sonrisa comemierda curva sus labios—, ¿no es esto

interesante? ¿Es el pastel un juego previo del que no soy consciente?— Vete a la mierda —digo, pero estoy demasiado malditamente feliz para

sonar lo suficiente contundente.Elsa escribe:

Me decepcionas.Mis dedos se mueven rápidamente por la pantalla táctil.

Ambos somos vírgenes en cuanto al pastel de manzana, corriendosalvajemente por nuestros respectivos países. Debemos estallarnuestras cerezas al mismo tiempo.

Tus juegos de palabras son terribles, Chris. ¿No querrás decir queestallaremos nuestras manzanas? ¿O debería decir extraer el corazónde nuestras manzanas? Olvídalo. También soy horrible en los juegosde palabras.

Me ha llamado Chris otra vez. Maldita sea, me gusta el sonido de eso.Nadie es perfecto, Els.Pero ella lo es. Para mí, es absolutamente perfecta.

La presión en mi pecho se alivia cuando agrega: No lo comas sin mí. Vamos a tontear con pasteles otra vez. ¿Lo

prometes?Es una promesa que hago alegremente, sin dudar.—Creo —reflexiona Lukas—, que necesitas ir a estallar esa cereza más

temprano que tarde.

Page 178: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 178/265

17

Deslizo mi teléfono en mi bolsillo.— Vete al infierno.Se ríe.—¿Es así como normalmente interactúas?

Guardo el teléfono.—Espiar la correspondencia de otro es un mal hábito.—Todos los buenos miembros de la realeza lo hacen.—Codea mis costillas—.

Sin embargo, ¿es así cómo lo haces?—Ella es… no es como las demás —admito.—¿Quieres decir que no se desmaya por el príncipe perfecto?—Realmente quieres que te golpee, ¿no es así?—Déjame preguntarte esto. —Se recuesta contra el asiento de cuero—.

¿Realmente crees que estarás bien con sólo ser su cuñado?Giro mi cabeza y miro fuera por la ventana. Aiboland es frío y claro más allá

del vidrio escarchado, el sol de la mañana surge mientras hace su camino a travésde las nubes cubriendo nuestra isla.

—Me gustaría creer —continúa—, que si alguna vez tengo el placer deenamorarme de alguien, no renunciaría a ella, ni siquiera si La Loba así loordenara.

Más fácil para él de decir que de hacer, considerando nuestras circunstancias.Pero las palabras de mi hermano permanecen un tiempo después que

regresamos al palacio y me ocupo de algunas cuestiones urgentes antes de poderprepararme para perderme en la cama hasta la mañana siguiente. Es un conceptoromántico, sacrificar todo por otra persona. Pero Lukas no va a heredar el trono.No tiene las mismas expectativas que yo pesando sobre mis hombros. Ignora lasamenazas de La Loba no sólo hacia mí, sino hacia él, nuestro padre… inclusoParker.

Soy egoísta, pero no sé si lo soytanto. Y aun así, no sé si estoy dispuesto a dejar ir a Elsa. No es que la tenga, no es

que seamos algo o, infiernos, siquiera la posibilidad de ser algo, pero… Soy adicto. Y no estoy listo para perder lo que me hace sentir.

Page 179: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 179/265

17

41Christian

ukas murmura bajo su aliento:—No otra vez. Alzo la vista de mi cerveza negra para encontrar a lady Autumn Horn

af Björksund pavoneándose hacia nosotros. Lleva un ajustado vestido blanco quegrita discoteca en lugar de pub, especialmente este, el cual es tan discreto como unopuede conseguir en Norslœ.

—Si no te conociera mejor—digo—, podría interpretar tu hostilidad hacia Autumn como interés renovado.

—Quizás debas interpretar mi pie en tu culo.—Bueno, bueno —coquetea Autumn, una vez que alcanza la mesa en la que

estamos—. Sino es Su Serenísima Alteza, el gran duque heredero de Aiboland,sentado en Sven's Pig and Roast, viéndose saludable como un caballo. Y pensar quela nación temía que te hubieras caído de la faz del planeta o, al menos, muerto detuberculosis o algo similar.

Lo dice a la ligera, pero es obvio que tiene curiosidad sobre el por quédesaparecí. Me pongo de pie.

—Debido a una enfermedad fui forzado a cancelar todos mis compromisos.Mis disculpas por cualquier inconveniente.

Es la historia que Parker se aseguró de hacer circular para explicar el viaje.Sin embargo, no soy el verdadero foco de atención de Autumn. Se vuelve hacia mihermano y dice:

—Mira quién está aquí.Él alza su vaso, negándose a seguir la exigencia del decoro de ponerse en pie.— Autumn.No estoy demasiado interesado en la dama en cuestión uniéndose a nosotros,

pero no parece haber una manera de buen gusto de decirle que se largue. Así quehago un gesto hacia una de las sillas en nuestra mesa; deja su bolso de cuentas yambos nos sentamos.

Page 180: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 180/265

18

—¿Se ha recuperado, Su Alteza?Lukas me golpea debajo de la mesa, por lo que toso y golpeo mi pecho un

poco.—Estoy mucho mejor, gracias.

Ella alza una delgada mano, haciendo señas a una camarera.—Es gracioso, pero no te vi por ahí la semana pasada tampoco, Luk.—Susojos se estrechan sobre él—. ¿También estabas enfermo? ¿O quizás retozandodesnudo y ebrio una vez más?

—Caímos como dominós.—Las mentiras ruedan directamente de su lengua—.Toda la familia, a excepción de Su Serenísima Alteza. Uno de nosotros se enfermó,luego el siguiente... antes que lo supiéramos, la totalidad fuimos confinados a lacama, vomitando como si no hubiera un mañana.

Una ceja delgada se eleva mientras lo estudia fríamente, su boca torciéndosecon disgusto.

Es su turno de fingir toser, claramente sobreactuando y de ese modoatrayendo la atención de aquellos a nuestro alrededor.— Aún lo siento en mis pulmones.Mi teléfono suena. Lo deslizo fuera de mi bolsillo para encontrar:

El chocolate caliente no sabe igual en Vattenguldia que enCalifornia. Extraño, ¿verdad?

Empujo mi silla hacia atrás y les digo:—Debo tomar una llamada.Lukas me dispara dagas, pero lo ignoro. Luego voy a la parte trasera del

pequeño pub y me dirijo al área de la cocina. Sven, el cocinero propietario, emiteun saludo. Sostengo mi teléfono en alto y rápidamente se pasea hacia afuera por undescanso.

Marco el número de Elsa. Mi dedo ha dolido todo el día por hacer eso, perosabía que ella, como yo, probablemente estaba abrumada con reuniones ycompromisos. Nos habíamos ido por una semana, así que si su agenda era en algocomo la mía, había mucho con lo que ponerse al día.

Responde al segundo tono y, lo juro, casi me derrito en un maldito charco enmedio de la pequeña cocina de Sven cuando escucho su voz.

Jesús. Lo tengo tan, tan mal por esta mujer.

—¿Estás bebiendo chocolate caliente sin mí?Una pequeña risa flota a través del auricular, y es un regalo… un realmente

erótico, jodidamente increíble regalo.—Charlotte preparó un poco esta tarde mientras estábamos interrogándonos.

¿Quién era yo para negarme?—Un miembro de la SRBCC, eso eres.

Page 181: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 181/265

18

Se queda pensativa por un largo tiempo, lo que sólo hace mi sonrisa másgrande. Finalmente, el suave chasquido de dedos suena.

—¿La Sociedad Real del Bebedor de Chocolate Caliente?—Bebedores —corrijo—. Porque las sociedades deben tener más de un

miembro.Soy recompensado con más de esa jodidamente fantástica risa y me deja

adolorido por subirme a un avión sólo para poder oírla en persona.—¿Entiendo que no estás bebiendo chocolate caliente?—Por desgracia, estoy bebiendo cerveza negra esta noche. Lukas y yo estamos

en un pub favorito. ¿Qué estás haciendo, además de beber chocolate caliente sinmí?

—Extrañándote —dice.Nunca en mi vida mi pecho se sintió como si hubiera reventado, huesos y

músculos arrancados, por lo que el órgano que me mantiene vivo es dejado tan

absoluta y completamente desnudo. Pero me siento de ese modo ahora,escuchando la vulnerabilidad en la voz de Elsa cuando me dice, por primera vez, loque significo para ella.

Siempre se ha sabido… asumido, aunque nunca dicho. ¿Porque ella y yo?Encajamos inmediatamente. Estábamos en la misma página. Somos almasgemelas.

Me extraña.Me inclino contra la puerta que se dirige al callejón trasero, mis ojos

cerrándose. Si sólo ella estuviera aquí frente a mí. O yo allí, ante ella.—También te extraño, Els.

Page 182: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 182/265

18

42Elsa

uando Charlotte dice:—Estás siendo totalmente estúpida. —Es el momento que elige el

bebé para escupir lo que parece ser requesón sobre su camiseta dealgodón.Encantador.Charlotte planeó venir al palacio para nuestra sesión informativa esta

mañana, pero estaba ansiosa y necesitada de una excursión, especialmente despuésque mi madre me acorralase como un zorro en el gallinero durante el desayuno conun organizador de bodas. Olvida eso. Un par de organizadores, porque hay doshijas a las que se muere por casar. Ha estado así toda la semana desde que regreséa Vattenguldia. Una. Semana. Infernal. Y Su Serenísima Alteza ya está en modoplaneador de bodas en toda regla.

Así que aquí estoy, preguntándome por qué exactamente es aquí a donde huí,porque mirar un vómito individual sobre otro, madre o no, es algo realmenterepulsivo de ver.

—De todos modos, estoy hablando de ti. —Charlotte gesticula con uncuestionable paño húmedo. A un recientemente feliz Dickie, con una nauseabundalinda voz, murmura—: Tú no, precioso.

Alejo el trapo.—¿Cómo estoy siendo estúpida? He estado aquí menos de un cuarto de hora y

todo sobre lo que hemos discutido fue el tiempo y el horario de siestas de Dickie. Acaricia al bebé con la nariz mientras, a la vez, le da golpecitos en la espalda.—Estás lloriqueando.—Estoy casi segura que no estoy lloriqueando.—¿Lo estoy?De acuerdo, tal vez lo esté, sólo un poquito. Pero como acabo de pasar una

hora atrapada con mi madre, una cada vez más agitada Isabelle y un par deorganizadores de boda, además de la tensa llamada telefónica de Mat, Charlottetiene suerte que lloriquee en vez de estar furiosa.

C

Page 183: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 183/265

18

Aunque tiene razón, maldita. Temo que voy a vomitar, mientras extraño conintensidad al gran duque heredero de Aiboland

—Lo estás—comenta con calma—. Y es estúpido.Sólo porque tenga razón no quiere decir que deba caer tan fácil en sus hábiles

y astutas manos.—Estos sándwiches están deliciosos, Lottie.El bebé eructa sonoramente. De acuerdo, es un Casanova.Charlotte deja de darle golpecitos.—Sé que mis malditos sándwiches están deliciosos. Me refiero a tu príncipe

azul.Claramente no es algo que una dama hace, pero meto el resto del bocado de

corteza de pepino y crema de queso en mi boca.—Él do ez mi Brincibe Adul.

Ahora está claro que mi secretaria personal no tiene intención de repasar miitinerario para la próxima semana. Estoy siendo interrogada.Charlotte me tira el trapo manchado de vómito, no lo esquivo con suficiente

rapidez, porque un pequeño trozo blanco se desliza por mi jean. Mirosignificativamente a mi mejor amiga.

No me hace ningún caso.Dickie eructa una vez más, lo que se gana una caricia de su entrometida

madre.—Te he conocido desde hace tiempo y he resistido siendo tu amiga a través de

relación desafortunada tras relación desafortunada.

—Oye ahora.—Te lo estoy diciendo, nunca antes he visto que te gustase tanto un hombre.

Estabas tan... alegre, supongo, cada vez que hablé contigo cuando estabas enCalifornia, o contenta para ser tú. Y ahora estás angustiada.

—¿Angustiada? —Dejo salir un fuerte resoplido embarazoso—. Difícilmente.—Es su turno para darme una mirada significativa.

Esa es la cuestión con la amistad verdadera. No hay que ofrecer secretos paraque intuitivamente noten que pasa algo. Hace tiempo que Charlotte cultivó suhabilidad de leer mis emociones como un libro abierto.

—Eres una estúpida y no tengo idea por qué estoy aquí, dejando que tumiserable hijo me vomite encima mientras esparces mentiras sobre mi persona.

Su sonrisa es serena.—Ciertamente, Dickie hizo eso. Y se llama esputar.Me acomodo más lejos en el sobrecargado sillón floral, refunfuñando:—Eso está aclarado.

Page 184: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 184/265

18

—Lo que estoy diciendo es que te gusta. Y creo que eso te asusta muchísimo,especialmente cuando estás forzada a casarte con algún hombre por el que nosientes nada.

Sí, otra válida afirmación. Me aterrorizan las poderosas emociones que sientohacia Christian.

—De acuerdo. Me gusta. ¿Feliz?— Aunque creo que es más que gustar, ¿no es así?—Jesús, Lottie. ¿No es suficientemente malo que me hagas admitir que me

gusta?—Es un buen comienzo.Pasa sobre Dickie así puede servirnos nuevas tazas de té. El bebé y yo

iniciamos una lucha de miradas, entrecierro los ojos, él los abre y, me atrevo adecir, es divertido.

— Ahora —continúa Charlotte—, tenemos que trabajar en que admitas que

estás enamorada de él.Balbuceo débilmente:—Lo conozco desde hace menos de un mes.—Cubrimos eso, Elsa. El amor a primera vista es una cosa poderosa.—¿Recuerdas? También lo es la lujuria a primera vista.Suspira audiblemente.Pierdo la lucha de miradas, apartándola primero, así puedo poner los ojos en

blanco a mi mejor amiga. Dickie lo celebra al añadir babas a su esputo en mipantalón. No trato de limpiarlo, porque estoy segura que encontrará otro fluido

corporal que incorporar a su colección antes que se termine la visita. Así que lopongo en el pliegue de mi codo y lo balanceo suavemente hasta que gorjeaalegremente.

—¿Cuántas veces tengo que decirlo? Christian fue muy claro en no querer unarelación.

—Como lo fuiste tú, creo.—Exacto.—Concretamente, no quiere una relación con Isabelle.Emito otro gruñido inapropiado de una dama.

—Justo concretamente como tú no quieres una relación con Mathieu.Intento no vomitar. Hoy, gracias a Dickie, hay suficiente vómito en la

habitación.— Además, algo pasó entre ustedes.Me quedo callada. No hay modo de negarlo. De todos modos, sabe toda la

sórdida historia. Me derrumbé dos días después de volver a casa y se lo conté,incapaz de seguir manteniéndolo para mí.

Page 185: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 185/265

18

—¿Ya has hablado con Isabelle?—Como vivimos en el mismo palacio, hablamos todos los días.—Listilla. Quiero decir si has discutido con ella sobre cómo tú y su muy

pronto prometido han...

—Esa no es una conversación que esté entusiasmada por tener. ¿Cómoinforma uno a su hermana de esas cosas?—Si va a casarse con él...Me encojo más fuerte de lo que me gustaría, haciendo que el bebé se agite en

mis brazos.—Merece saber lo que pasó entre ustedes. A fin que las vacaciones no sean

extrañas.Discusión o no, la extrañeza está asegurada.—¿Qué hay del príncipe Mathieu?

—¿Qué con él?—¿Han discutido algo de esto?—He hecho mi opinión bastante clara sobre el tema.Junta los labios y elige sus palabras.—Entonces, ¿qué harán?—¿Mat y yo?—Tú y Christian—corrige amablemente. Apoyo la cabeza en el sillón floreado.—¿Qué pasa con eso? Va a casarse con mi hermana.—Me detengo—. Más

importante, es un heredero a gran duque.—Deseo levantarme y pasear, pero Dickieelige este mismo momento para cerrar los ojos lentamente. Susurro furiosamente—: Soy una princesa heredera.

—Esos son hechos conocidos.Tengo que luchar contra la urgencia de llorar cuando digo:—Nunca se permitiría.—Es imposible que lo sepas hasta que lo preguntes. Alzo la mirada al candelabro y las vigas de madera sobre nosotros durante

varios segundos mientras el bebé en mis brazos babea alegremente en su sueño. Yluego me abro y le cuento la verdad que ha estado golpeando mi puerta casi cadasegundo desde que me di cuenta qué siento realmente por Christian.

—Uno de nosotros tendría que abdicar a su corona para estar con el otro. Noes como si simplemente pudiésemos anexionar nuestros países. Estar con Christian viene con consecuencias que son más terribles que simplemente desobedecer losedictos de nuestros soberanos. Uno de nosotros ya no podría ser lo que siemprehemos sido, para lo que hemos sido criados. ¿Cómo podríamos elegir a quiénrenuncia a eso? ¿Cuál de nosotros estaría dispuesto a eso? Mi hermana, como bien

Page 186: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 186/265

18

sabes, ha anunciado, en privado y repetidamente, que no está interesada en eltrono. Su hermano es un conocido mujeriego que... bueno, admito que no loconozco mucho, pero tampoco dio la impresión de estar entusiasmado con eltrabajo. —Trago saliva con fuerza—. E, incluso si decidiésemos cuál abdicaría,¿quién le explicaría a su monarca y país que deberían encontrar otro herederoporque el amor triunfa sobre los deberes y compromisos de toda la vida?—Mássuavemente digo—: Condicionado, por supuesto, porque sienta lo mismo por míque yo por él.

La voz de mi amiga es suave y comprensiva.—Entonces, después de todo, sí que has pensado en ello. Ahora estoy sorbiendo por la nariz. Maldita Charlotte y su necesidad de

empujar siempre las verdades emocionales hasta que desisto. Y maldito Christianpor ser... bueno, Christian. ¿Por qué tuvo que ser tan maravilloso? ¿Por qué nopodía ser aburrido o arrogante e insufrible, como muchos otros hombresprivilegiados que conozco? Pero no. Tuvo que revelarse como mi fantásticopríncipe azul, haciendo que me cuestione lo que había planeado para mi vida.

La urgencia de llorar tira de las esquinas de mis ojos y el corazón endurecidode mi pecho. Pero en vez de darle rienda suelta como deseo, beso la cima de lacabeza de Dickie y miro a su madre.

Puede que aborrezca la tradición, pero parece salir victoriosa una vez más.—De acuerdo—dice amablemente Charlotte—. Sólo quiero que seas feliz, Elsa.

Eso es todo. Apoyo la mejilla contra la cabeza del bebé.—Si realmente deseas mi felicidad, entonces me traerás algo con lo que

limpiar los fluidos corporales de tu hijo. Dios, Lottie. Es increíblemente adorable,pero puede hacer un desastre. Estoy empapada.

Page 187: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 187/265

18

43Christian

i padre cierra la boca de golpe. También Lukas. En realidad, yotambién. Los hombres languidecemos en absoluto y en miserable

silencio mientras La Loba expone la agenda para las próximas semanas. Voy a cortejar a Isabelle del modo más extravagante y obscenamente público.Lukas, acompañado de nuestro padre, va a viajar a España para hacer lo mismo,aunque menos flagrantemente, mientras La Loba no quiere el foco fuera de su muyllamada “pareja de poder”.

— Acuéstense con ellas pronto—nos comenta a mi hermano y a mí en unmolesto tono de negocios—. Estoy segura que no se tomará ninguna cuestión decontrol de natalidad de antemano. Cuanto antes haya herederos, mejor.

No le importa que Isabelle o Maria-Elena puedan no querer que las lleven a lacama, a La Loba no se le ocurre que manipular el control de natalidad es vil y uncrimen.

Cada cierto tiempo, mi padre me mira a los ojos. Su rostro está marcado conpesar y disculpa, como si las maquinaciones de su mujer fuesen su culpa. Aun así,no lo culpo... lo culpo por no defendernos.

Demonios, también me culpo, y a mi hermano. Deberíamos plantarnos ydecirle que no a La Loba.

Somos cobardes y eso es patético.Mi teléfono vibra en mi bolsillo. Estoy esperanzado que sea Elsa, pero

mientras mi madre explica con todo lujo de detalles cómo va a ser mi próximocompromiso, no puedo tomarlo.

Cuando La Loba acaba y camina hacia la puerta, para ir y hacer lo que sea quehagan las lobas después de devorar a sus cachorros, me encuentro levantándome.Me tiemblan las extremidades de rabia, mis manos de miedo, pero cuando el lazoalrededor de mi cuello se ha apretado significativamente, siento que tengo poco queperder en este momento.

—Deseo —le digo—, que en realidad tuviese una madre a la que le importasesu familia, o le importase otra cosa que ella misma. Eres despreciable.

M

Page 188: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 188/265

18

Tal vez, después de todo, no soy un cobarde.No responde. Ni siquiera cuando Lukas también se levanta y muestra un poco

de carácter.

Una hora después, mientras Parker y yo estamos trabajando en mi oficina, midía pasa de asqueroso a completamente terrible. Isabelle llama.Estoy tentado a dejarla ir al correo de voz, como hice con sus últimos intentos

de llamarme los pasados días. No puedo soportar hablar con ella, pretendiendosimplemente que quiero hacer cualquier cosa con ella, en vez de con su hermana.No puedo soportarlo ahora mismo, pero ante la urgencia de Parker, finalmenterespondo el teléfono.

—Tal vez, si ambos hablan... —sugiere. Y todo lo que puedo pensar es:bastardo optimista .

Una vez que saludo, soy recibido con:

— Ya era maldita hora de que contestases el teléfono, Christian.Mientras que su hermana puede que ocasionalmente diga esas malas

palabras, nunca he escuchado a Isabelle maldecir antes. Es un sonido extraño.—Esto...—No tengo tiempo para nuestra típica cháchara insípida, pero hay varias

cosas que sacar a relucir para acelerar. Hablaré y escucharás. Ahora mismo, suena espantosamente similar a Elsa... y, de mala gana, estoy

impresionado por ello.—Tienes mi atención.

—Sólo para ser claros, no soy una maldita idiota. Soy bastante consciente quepasó algo entre mi hermana y tú en California.El instinto golpea.—Eso no es de tu...—Tal vez no lo sepa exactamente, pero soy consciente que tuvo que pasar algo.

Elsa... —Suspira malhumorada—. Déjame comenzar por el principio. Estoycomprometida, Christian.

Mi respuesta es brusca:—No, aún no lo estás.

Ni nunca, si me salgo con la mía.Isabelle deja escapar una risa triste y cansada.—Lo estoy y lo he estado desde hace tiempo.—Explícate.— Acepté casarme con mi entrenador ecuestre el año pasado. Elsa conocía la

relación, pero no mis padres. Me alentó a informar a Su Serenísima Alteza, pero...—Otro suave e irritado resoplido de risa—. Cada intento de sacar el tema fue

Page 189: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 189/265

18

obstaculizado por el creciente entusiasmo de mis padres sobre la historia familiar,la gloria y los matrimonios ventajosos. Tal vez, eso me hace una cobarde, pero mifalta de acciones no es importante. Lo que sucede es que Alfons, mi prometido, y yotuvimos una desagradable pelea antes de la Cumbre. No quería que fuese, pero mispadres decretaron que debía acompañar a mi padre y a mi hermana, como algúntipo de arreglo en los tratos con Aiboland. Para resumir la historia, fui chantajeada.

—¿Está todo bien?—susurra Parker cuando me siento de golpe.Levanto un dedo mientras Isabelle continúa asombrándome.—Elsa y nuestro padre pelearon repetidamente sobre la Cumbre. Me imaginé

que como él no se rendiría a sus caprichos, a ella, la heredera que normalmente seaferra a las tradiciones, ninguna objeción que yo tuviese sería diferente. Y esto seprobó cuando fui informada que, si rechazaba continuar con los deseos de mispadres y no conseguía el necesario pacto comercial y el respaldo financiero quecodician para mi país, dejarían de apoyarme financieramente. Por lo tanto, aceptéentrar en el Mercado Matrimonial Real lo más elegantemente posible. Sólo...—Suspiró—. Christian, me duele decir esto, pero no somos convenientes. Para nada.

Bueno, no bromea.— Yo...—Pareces un hombre decente, pero no hay chispas entre nosotros. No

tenemos nada en común. Habiendo visto a mis padres pasar por los gestos de unmatrimonio sin amor y hostil, me niego a tener ese tipo de vida. Además, estoyenamorada de alguien y tú no quieres hacerlo, dinero o no.

Hablando de estar sorprendido. ¿Estaba aburrida de mí?— Ahora mismo estoy en Geneva. Alfons y yo nos hemos fugado para casarnos,

vamos a estar casados antes que esta noche se acabe. La pobreza y el amor es unfuturo que prefiero mucho más que la riqueza y un tedioso marido.

Estoy sin palabras. Radical, fantástica y estúpidamente sin palabras. Y pensarque estaba lamentando lo absolutamente asquerosa que era mi vida hace unosminutos.

—Obviamente, mi familia no lo sabe. Le dejé una carta a Elsa, pero está en unacto de caridad. Así que lo sabrá esta noche. Esta es la cuestión, Christian. Estoysegura que mi hermana está enamorada de ti. Si no me equivoco, lo estás de ella.

No vacilo.—Lo estoy.

—Los observé bailar la última noche de la Cumbre. Nunca había visto a Elsamirar a nadie del modo en que te miraba. Como si fueses su príncipe azul hechopersona. Y pasé el suficiente tiempo contigo para saber que nunca miraste a nadiedel modo que lo hiciste con ella. Ambos desaparecieron toda la noche cuando elresto estábamos acostados, bebiendo hasta el estupor y/o lamentando nuestrosdestinos. Todo el mundo en el castillo sabía que se estaban enamorando. Todo elmundo. Quiero decir, ¿cuántas veces fueron atrapadosescondiéndose juntos?

Page 190: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 190/265

19

Por un momento, temo estar soñando, porque por primera vez en nuestrarelación, estoy completamente atrapado por lo que esta mujer dice.

—Elsa ha sido miserable desde que regresó a casa. Reservada. Resentida.Espetando a todo el mundo. Estalló una bomba en el palacio cuando nuestra madretrajo organizadores de boda. Elsa, simplemente, es espeluznante cada vez que el

pobre Mathieu llama. Va a verlo la próxima semana en París. Madre insiste en quetiene que poner su rostro de juego y pretender estar enamorada de él a la luzpública. Piensa que eso traerá atención y atractivo a Vattenguldia. ¿Una heredera ala corona, enamorándose de un príncipe sin tierras en la ciudad de la luz? SuSerenísima Alteza está apostando que las revistas de moda tendrán un festín consemejante cuento de hadas. Espera que persista en las lenguas de todo el mundo.

Estaré maldito si dejo que alguien que no sea yo le dé a Elsa un cuento dehadas.

—Me gustaría decir que siento que no nos casemos, Christian, pero... comoestoy delirantemente enamorada de mi prometido, no rebajaré lo que sentimos eluno por el otro con esa mentira. Pero si sientes algo hacia mi hermana, porpequeño que sea, te recomiendo ir a París la próxima semana. Detén a Elsa decometer el mayor error de su vida. Será una fantástica reina, no lo dudo, pero nodebería ser a expensas de su propia felicidad.—Hace una pausa—. Tampoco tengoninguna duda que nuestros padres la chantajearán.

Incluso aunque estoy lidiando con una situación similar, me hierve la sangreante el pensamiento de alguien forzando a Elsa. ¿Qué demonios está mal connuestros padres? ¿Con la realeza en el mundo?

—Lo siento—le digo a Isabelle.Un tono enfadado llena sus palabras:

—¿Te niegas a ir a París?—Demonios sí, voy a ir.— A la mierda La Loba—. Estoy pidiendo perdón porlo equivocado que estaba contigo. Fui un auténtico idiota. Pero tienes razón... noencajamos. Para nada.

—La gente a menudo me juzga mal. Te deseo suerte, Christian. Sólo pensé quemerecías saber todo esto, porque en una hora o así, cuando Su Serenísima Altezacomprenda lo que he hecho, la mierda se va a salir de control.

Un hombre al fondo le susurra algo en alemán. Creo que:Ya es hora demoverse, mi dulce potra .

Bueno, ¿no son la pareja perfecta?

—Oh, y, ¿Christian?—¿Sí?— Alfons investigó el palacio para mí mientras estaba en California. Después

de nuestro primer desayuno juntos, inmediatamente tuve un discreto ataque depánico y le llamé, suplicándole que me perdonase, estudió la cuestión cuandoestaba demasiado lejos para investigar. Indudablemente, cometí traición pero...tenía que saber por qué mis padres estaban tan desesperados para que Elsa y yo

Page 191: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 191/265

19

tuviésemos parejas tan ventajosas. Tenía que ser más que simplemente una mayorcodicia por las rutas marítimas e intrigante caza de turistas.—Se escuchó unaudible suspiro a través de la línea—. Su Serenísima Alteza ha estado cerca de llevara la bancarrota las finanzas de la familia Vasa. Ignoro los detalles, pero está claroque mi padre es conocedor del problema. Debemos asumir que es el por qué estántan desesperados por el dinero de Mathieu... y el tuyo. No tiene nada que ver conmodernizar tecnológicamente las infraestructuras o nuestros registros de buques.Una rápida llamada a un amigo me ha informado que el Parlamento ya tiene esocubierto. Todo se trata de prevenir un escándalo.

Estoy enfurecido. Con lo respetado que es en la EU, ¿Gustav está dispuesto a vender a sus propias hijas porque su esposa malgastó su dinero? ¿Quién hace eso?

Elsa se merece algo mejor. Demonios, también Isabelle.— Ayuda a mi hermana a conseguir la munición suficiente para hacer estallar a

nuestros padres —me comenta Isabelle—. Dale un beso de mi parte y dile quellamaré en unas semanas una vez que me asiente en Alemania con la familia de Alfons.

Cuelgo el teléfono y me giro hacia Parker, dejo salir un bajo silbido de mislabios.

Pregunta desconcertado:—¿De qué iba todo eso?Esperanza, creo. Maldita esperanza resplandeciente.Le doy un golpecito en el hombro, sonriendo como un idiota. No estoy tan

hundido como estaba hace una hora.—Espero que estés preparado para quedarte hasta tarde, porque tenemos

planes que hacer.

Page 192: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 192/265

19

44Elsa

l palacio se encuentra en un alboroto. Isabelle se armó de coraje y se hamarchado para correr tras su final de cuento de hadas.

Querida Elsa, la vida es demasiado corta para pasarla desdichaday atrapada en un matrimonio sin amor. Veintiséis años de ver uno en marcha meha demostrado eso, como estoy segura que lo será para ti. Por lo tanto, Alfons yyo nos hemos fugado. Lo amo demasiado como para dejarlo ir. Es egoísta por mi parte, ¿no? Y, sin embargo, es la única verdad que estoy dispuesta a aceptar .

Te suplico que tampoco tengas miedo de aceptar tus verdades…

especialmente aquellas del corazón .Tuya, Isabelle Mi hermana no respetó las normas de nuestros padres y resolvió vivir la vida

de la manera que quiere, y con quien decida compartirla. Estoy envidiosa, para serhonesta. Y tan sorprendida por este cambio que ni siquiera sé qué decir, perochocaría los cinco con Isabelle si estuviera de pie delante de mí.

Su Serenísima Alteza se enciende en furia por los acontecimientos del día,convocando a todos los miembros del personal con cualquier contacto regular conmi hermana con el fin de interrogarlos personalmente hasta que muchos salenllorando. ¿Les informó Isabelle de sus planes? ¿Fueron cómplices al ocultar surelación escandalosa con el instructor de equitación?

Aparte de un desafortunado guardia de seguridad admitiendo que vio el autode Alfons irse en medio de la noche, nadie tenía nada de importancia que agregar a

la discusión.Después de varias horas de torturar al empleado, mi madre despidió a todo elmundo para que solo la familia permaneciera en la oficina de mi padre.

—¿Cómo pudo hacer esto Isabelle?—dice enfurecida—. ¿No entiende lasconsecuencias de sus acciones?

Demasiado bien , reflexiono en silencio.

E

Page 193: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 193/265

19

Mi madre continúa, sus palabras tan vehementes que saliva poco atractivadecora sus labios.

—Debe ser encontrada antes que demasiado daño pueda ser hecho. ¿Quépensará la gran duquesa —o hará— cuando se entere de esto? Si la noticia sale.—Sedetiene. Ve a mi padre, su rostro palidece significativamente—. Debemos

asegurarnos que nadie en el palacio contacte a la prensa.—Todo el personal ha firmado un acuerdo de confidencialidad—les recuerdo

amablemente.La nota que Isabelle dejó es analizada posteriormente hasta que la tinta se

desvanece por la manipulación. También soy interrogada, aunque en menor grado,finalmente les confieso a mis padres que sabía de la relación entre mi hermana y suinstructor de equitación y que la apruebo.

Esta admisión casi envía a Su Serenísima Alteza con convulsiones.El palacio es puesto bajo llave. Los teléfonos son confiscados de cada

miembro del personal, dejando radios de dos direcciones como las únicas vías decomunicación fuera de la línea telefónica general fuertemente vigilada. En unataque total de paranoia, incluso mi propio teléfono es confiscado, a pesar de miinsistencia que nunca traicionaría a mi hermana con los medios de comunicación.

Mis argumentos ahora caen en oídos sordos. Todo en lo que mis padrespueden fijarse en es cómo eludir la llegada del circo mediático.

Su Serenísima Alteza ordena a Bittner contactar a un investigador privadodiscreto para rastrear el paradero de Isabelle. Contra viento y marea, el objetivo demis padres es arrastrar de alguna manera a mi hermana de nuevo a Vattenguldia yhacerla entrar en razón, o al menos encontrar una manera adecuada para dar vuelta la situación antes que la noticia llegue a oídos de la gran duquesa de

Aiboland.Bueno, después de la medianoche, al salir de la oficina de mi padre, escucho ami madre susurrar:

—¿Qué vamos a hacer, Gustav? Sin Aiboland, nosotros… —Silencio. —Su Serenísima Alteza no es suave cuando él la interrumpe—.

Todavía está el acuerdo con los Chambérys.—Su voz se levanta—. ¿Elsa? Asegúratede cerrar la puerta detrás de ti.

Lo hago conforme a lo solicitado, pero sus palabras rondan mi cabeza por elresto de la noche.

Estoy nerviosa de lo preocupada que mi madre realmente sonaba.

—Tengo un itinerario establecido para que podamos recorrer todos losmejores sitios de París.

—Esta no será mi primera visita—le informo a Mat. Sé que doy la impresiónde ser bastante perra, pero la sola idea de representar el papel de complaciente yembelesada novia, me da ganas de tirarme por la ventana, especialmente con elpeso de la valentía de mi hermana.

Page 194: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 194/265

19

Sus palabras son inalterables, a través de la llamada del teléfono fijo.—Pero, ¿has estado allí con una persona que lo sepa antes?—Es divertido, te recuerdo muy claramente diciéndome que te imaginabas

como un neoyorquino hoy en día.

Uno de los ayudantes de mi madre está al otro lado de la habitación, tratandotorpemente de fundirse en el papel pintado y las pinturas en lugar de escuchar aescondidas como le instruyeron. Debe asegurarse que no mencione el escándalo denuestra familia.

Además, no se me permite salir de los terrenos del palacio sin un escolta.Temen que también vaya a huir y, sinceramente, es terriblemente insultante.Un sonido de resignado lamento llena mis oídos.—Elsa, lo estoy intentando aquí. Sé que esto no es ideal para cualquiera de

nosotros, pero es importante que al menos lointentemos . ¿Verdad?Realmente, sí, pero no de la manera que él sugiere.Me deslizo por la puerta abierta al balcón en mi oficina. Está lloviznando:

fresco, suaves gotas acribillan la tierra rocosa y el mar gris, embravecido. Bajo mi voz, arriesgando la ira de mi madre en un intento desesperado.

—Mi hermana se fugó.Hay un momento de silencio sorpresivo entre nosotros.—¿Con Christian?—Con su instructor de equitación.—Le relato lo básico de la situación, al final,

creo que él está igual de envidioso e impresionado como lo yo por las agallas deIsabelle.

Una mirada discreta detrás de mí muestra al asistente con la nariz pegada enun libro, pareciendo totalmente inconsciente que lo que acabo de hacer esexactamente a lo que fue enviado para asegurarse que no ocurriera.

Sigo mi desobediencia con un trozo de brutal honestidad.—Mat, agradezco tus esfuerzos. Lo hago. Pero, simplemente no puedo

pretender que estoy locamente enamorada por nada de esto. Me gustas, lo haces,pero…

— Ya establecimos que ninguno de nosotros está enamorado el uno del otro.—Se aclara la garganta—. Me estás diciendo lo que ya sé.

—Si esto no es lo que ninguno de nosotros quiere, entonces… —No importa lo que yo quiero, Elsa. Ya no es así.Hay una discreta desesperación, una ira que es casi tangible a través de la

distancia.—¿Qué significa eso?—Quiere decir… —Una fuerte exhalación es expulsada—. Que a veces, tienes

que hacer lo que es mejor para los demás, en lugar de para ti mismo.

Page 195: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 195/265

19

La tristeza en su voz me desconcierta, al igual que la resignación que llevacada palabra como si se tratara de una lucha.

—¿Es eso lo que estás haciendo?Él argumenta.

—¿No es lo que ambos estamos haciendo?—Entonces… —Lo siento. Realmente lo siento. Pero no puedo retractarme de este acuerdo.

Ojalá pudiera, pero tengo las manos atadas.Ningún tipo de cuestionamiento desde ese punto en adelante sobre revelar

alguna pista en cuanto a lo que él alude. Estoy perturbada por la insinuación detrásde sus palabras mucho después que termina nuestra llamada. Hay algo queevidentemente me estoy perdiendo, algo que no está diciéndome, lo cual no esdemasiado sorprendente. Él y yo no somos los mejores amigos que compartimosnuestras más profundas y oscuras esperanzas y sueños entre sí. No somos almasgemelas.

Pero parece que nosotros estamos, sin embargo, en el mismo barco.El MMR nos forzó a ambos a esta situación. Simplemente nunca se me

ocurrió que tal vez alguno de nosotros podía estar más forzado que el otro.Rápidamente marcho a espiar a mi madre.—Quiero llamar a mi secretaria personal.Es exasperante que deba incluso emitir una solicitud así.La mujer saca un trozo de papel de su maletín y lo estudia. Un rubor se desliza

hasta su cuello, por delante de su nuevo collar.

—Lady Charlotte está en la lista de personas que Su Serenísima Altezaaprueba llamar, Su Alteza. Permítanme marcar el número por usted.Mis dientes rechinan con tanta fuerza que estoy segura que he gastado el

esmalte. Mis padres han perdido la maldita razón.Cuando Charlotte responde, avanzo poco a poco hacia el balcón de nuevo,

bajando la voz una vez más, así la ayudante no puede escucharme correctamente.—¿Todavía no has tenido noticias del P.I. que contrataste para investigar a

Mathieu?—Debería tener un informe en una semana o algo así—dice ella—. Solicité que

fuera minucioso.—Consíguelo cuanto antes.Porque tal vez mi hermana tiene un muy buen punto.

Page 196: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 196/265

19

45Christian

res días después de la llamada telefónica de Isabelle, soy convocado a laoficina de la gran duquesa. Y una vez allí, necesito de todo mi autocontrol

para no reírme en su rostro con exceso de bótox. Porque en el momentoque la veo, toda tensa y estirada mientras su furia intenta tomar forma aunquepermanezca aterradoramente anodina, sé que ella lo sabe.

Le debo a Isabelle una bebida. Una caja entera, incluso.Hace una señal a su secretario personal para que salga y espera hasta que la

puerta hace clic detrás de él antes de hablar.—Recibí una llamada telefónica del príncipe Gustav esta mañana que era

mayormente… —Dobla sus manos huesudas delante de ella; los nudillos están blancos por el disgusto—. Decepcionante.

La leve curiosidad es una emoción muy difícil de producir cuando todo lo que

quiero hacer es gritar con regocijo: “¡Chúpate esa, Loba!” mientras levanto el dedomedio a la madre y soberana.Este es un maldito fantástico momento.Enfurruña el rostro mientras me dice lo que ya sé. Echa humo cuando se

lamenta de la pérdida de conexiones aseguradas con Vattenguldia. Está furiosacuando pinta a Isabelle como una débil y patética excusa para un miembro de larealeza. Cuando ha terminado de echar espuma por la boca, no le doy lo que quiere,o demonios, incluso lo que espera de mí. No demuestro ninguna indignación, nipuedo compartir la alegría que viene de escuchar que sus planes se han ido a lamierda. Me limito a asentir para reconocer que he escuchado sus palabras y luegoespero ser despedido.

Ya no tiene nada con lo que chantajearme. Mi padre, mi hermano… inclusoParker, están actualmente a salvo por ahora. Sólo tengo que asegurarme que sigasiendo así.

Justo cuando estoy por salir de la habitación, dice:—Christian, acciones como la de Isabelle no serán toleradas en esta casa.Me vuelvo hacia ella, asegurando que mi rostro esté en blanco.

T

Page 197: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 197/265

19

—Si tú o Lukas se atreven a desobedecerme, o mancillar nuestra estirpecasándose fuera de lo que apruebo, lamentarán el día que nacieron en esta ilustrefamilia.

Estoy de muy buen humor para ser tan mezquino. Le daré un pequeño regalode despedida. La puerta se abre completamente. Su secretario personal está en su

escritorio y hay algunos otros ayudantes merodeando.—Demasiado tarde, Su Alteza. Ya me arrepiento de estar en esta llamada

ilustre familia. Creo que cualquiera lo haría, cuando tienen una madre como tú.Ninguna corona vale la pena esta pesadilla.

Finalmente, esbozo una sonrisa que ha estado persiguiéndome mientras suindignado gruñido acompaña mi partida. Esto es música para mis oídos.

Page 198: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 198/265

19

46Elsa

hora que tu hermana ha arruinado su vida —está diciendo mimadre—. Esperamos que tú mantengas las tradiciones

familiares de Vasa y hagas a nuestra familia orgullosa.Está supervisando mi equipaje para París. Esto es algo que normalmente haceCharlotte, pero después de la partida de Isabelle y mis argumentos expresados,parece que Su Serenísima Alteza no confía en mí para empacar adecuadamentepara el viaje. Peor aún, Charlotte ni siquiera vino. La asistente personal de mimadre, una mujer tímida sin siquiera sentido del humor llamada Greta, tendrá esehonor. Supongo que podría ser peor, mi madre podría venir, pero hay varioscompromisos locales que no puede abandonar.

Estoy oficialmente en la edad media, en el infierno de una princesa encerradaen una torre.

—¿Estás bromeando? —le pregunto desde el sillón al que he sido relegada.Greta, recién saliendo del armario con un montón de vestidos y abrigos, seestremece por mi fuerte crítica—. No, en serio. ¿Estás jodidamente bromeando?

Mi nombre es una advertencia en los labios rojo sangre de Su Serenísima Alteza.

Estoy más allá de enojada y su desaprobación no hace nada para detener ellenguaje grosero que aborrece que salga de mi boca.

Desde hace días, todo lo que he escuchado de mis padres y soberanos es: Llega a París; asegúrate que la prensa crea que la historia de amor es real ymágica . En respuesta, una vez más informé a Mat que no quería que nos casemos.De plano le pregunté si estaba siendo chantajeado por nuestra unión. Todo lo queconseguí fue un revelador silencio. Bueno, silencio y un suspiro que llenó mi oídocon una alarmante cantidad de angustiada resignación.

La ansiedad se arrastra sobre mi piel. No puedo creer que esto estésucediendo. Esto está pasando realmente.

—¿Por qué deseas tanto que me case con este hombre?—Greta se apresura denuevo al armario mientras le grito a la mujer que me dio a luz—. ¿Qué clase demadre le hace esto a su propia carne y sangre?

— A

Page 199: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 199/265

19

Quiero respuestas de alguien.Cualquiera. La mujer de cuya mirada estoy a merced se pone de pie, alisando su pantalón.—Una desesperada.Es suficiente para menguar mi arrogancia. ¿Desesperada? ¿Desesperada por

qué? ¿Los actualizados sistemas tecnológicos para nuestras flotas de embarque? Lamayor parte del comercio de Vattenguldia viene de las corporaciones con sede enotras tierras volando bajo nuestras banderas por una cuota generalmente muchomenor que en sus países de origen. Nuestras flotas de envío personales sonminúsculas.

¿Por qué están tan interesados en la actualización de algunas docenas de barcos?

—¿Por qué desesperada? —Me meto en su espacio personal. Campanas deadvertencia resuenan en mis oídos—. Háblame, madre. Tal vez juntas, podamosencontrar una solución a cualquier problema que te preocupa si simplemente…

Se da la vuelta y sale de mi apartamento antes de terminar mi pregunta, perono antes que emita una ácida orden a Greta para asegurarse que reciba unaadecuada noche de descanso antes de partir a París en la mañana.

Me marcho a mi escritorio y saco una hoja de papel. Luego le escribo unacarta a Charlotte, exigiendo que le pregunte a Josef sobre la tecnología deembarque… y compartir la suciedad que ha desenterrado de la familia y la situaciónde Mat.

Voy a tener mis respuestas de una manera u otra. Debo hacerlo.

Page 200: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 200/265

20

47Christian

stás seguro acerca de esto?Lukas desliza una cerveza en mi dirección, sus

oscuros ojos inusualmente difíciles de leer, pero esoestá bien. Sé lo que mi hermano menor estápreguntando, cuáles son las verdaderas preguntas detrás de las simples cincopalabras todavía no ponderadas. Sobre todo, sé exactamente cómo se siente alrespecto, aunque francamente no va a decirlo.

Sólo somos nosotros dos en este momento. Parker ya está en la planta baja,esperando por mí, pero tenía que asegurarme de hablar con mi hermano antes desubir al avión.

La cerveza es fuerte y espumosa, como la prefiero. Dejo que el toque deamargura baje por mi garganta antes de responderle.

—Sí, lo estoy.Él asiente lentamente. Apoyo el vaso.—¿Hubo algún problema?La cerveza de mi hermano permanece intacta.—Nada que te pueda contar. Pero, podemos confiar en Gunnar. Él es… poco

convencional, pero hace su trabajo.Es mi turno de asentir.—Mantenme actualizado. Quiero todo en su lugar, por si acaso… Sólo en caso que La Loba se entere de la traición familiar.Luk sopla una fuerte respiración. Luego él me ofrece su puño. Golpeo mi puño

contra el suyo, y luego me pongo de pie para marcharme.

— ¿E

Page 201: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 201/265

20

48Elsa

reta durmió todo el camino hasta el aeropuerto de Roissy, lo que estaba bien para mí. Probablemente era bueno para ella también, considerando

la extrema toxicidad de mi humor. Sus Serenísimas Altezas en realidadme acompañaron al aeropuerto para asegurarse personalmente que abordaranuestro jet privado. Hubo un par de tensos momentos en los que temí que fueran asubir las escaleras a mi lado. En cambio, mi padre dijo en voz baja:

—Sé que estas disgustada por la situación… —Estoy más que disgustada.—Fue la voz más fría que alguna vez había usado

con él antes. En ese momento, no sentí como si estuviera hablando con mi padre.En muchas formas, no sentí como si estuviera hablando a mi soberano.

Estaba comunicándome con un carcelero.—Hay momentos en la vida de cada soberano que son menos por el bienestar

de nosotros mismos y más por el bien común, Elsa.—Su Alteza, le digo esto con todo el respeto que una heredera a la corona tiene

por su señor padre, pero a menos que esté aquí para informarme que valora mi vida y mis decisiones como individuo y como su hija más que como una pieza demueble que puede usar para su agenda personal, entonces prefiero subirme a eseavión, así puedo ir a prostituirme con el hombre rico que ha elegido para mí.

Eso lo enfureció, lo que era completamente aceptable. Estaba bastanteenojada yo misma.

Durante años, admiré a mi padre. No es perfecto, ni de cerca. Pero es unpríncipe en su mayoría bueno y popular que ama inmensamente a Vattenguldia.

Me esforcé por ser como él, para ser también un faro de esperanza y servicio anuestra monarquía constitucional. Y ahora… ahora ya no sé qué pensar y, muchomenos, qué sentir hacia él o mi madre.

Los Chambérys me reservaron habitaciones en uno de los más lujosos hotelesde todo París. Mi habitación es hermosa y opulenta, para estar seguros, pero la belleza no significa nada si viene a expensas de la pérdida de la libertad personal.

Afortunadamente, Greta se queda en un cuarto diferente en un pisocompletamente diferente. Creo que ambas estamos aliviadas por tales

G

Page 202: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 202/265

20

disposiciones. Es una mujer agradable, pero no es una niñera. Y no debería serlo,por el amor de Dios. Es la secretaria personal de la reina de Vattenguldia. No hayrazón para que deba estar cerniéndose sobre la princesa heredera como si, una vezque aparte la mirada, podría estar metiéndome drogas o bailando desnuda sobre la barra de un bar.

—¿Hay algo más que pueda conseguirle esta noche, mi lady? ¿Tal vez serviciode habitación?Mis ojos permanecen en la asombrosa vista de la Torre Eiffel en la distancia

cuando le hago saber a Greta que estoy cansada y sólo quiero dormir.—No dude en llamar si cambia de opinión—dice—. Oh, y hay unos preciosos

regalos para usted en una de las mesas de la sala de estar.Espero por el clic de la puerta como señal de su partida antes de vagar para

ver de qué está hablando.Un gran arreglo de flores por parte de Mat espera… o mejor dicho, de partede

los Chambérys. Bienvenida a Francia , dice la tarjeta. No vemos la hora deconocerte.

Es suficiente para hacerme querer destrozar cada una de las preciosas flores. Al lado de las flores, hay una canasta de bienvenida del hotel, llena de frutas,

chocolates, vino y varias otras delicias que tontamente piensan que me tentaran acreer que acabo de entrar en el cielo.

La amargura se triplica.Estoy a punto de ir a tomar un baño cuando veo otro objeto sobre la mesa.

Discretamente escondida entre las flores y la canasta, hay una pequeña caja con unlazo azul alrededor, sin ninguna nota adjunta.

Con cuidado, desenvuelvo el lazo y miro dentro de la caja. Dentro hay unSmartphone, con un nota amarilla pegada encima que me dice que lo encienda.Estoy lo suficientemente intrigada como para hacerlo.El teléfono es sencillo. No hay más aplicaciones que las que vienen con el

modelo base, nada que indique de una forma u otra de qué se trata todo esto. Giroel delgado rectángulo sobre mi mano, pero no tiene marca.

Abro la lista de contactos… ajá. Hay un número programado, perteneciente ala letra C con un número que conozco muy bien. Y sólo verlo me hace querer llorar y reír a la vez.

El oxígeno fluye a mi sangre cuando un dedo tembloroso toca el botón dellamar. Entonces… sonando. Sólo que el timbre en mi oído también está en algúnlugar cerca.

Y viene de más allá de la puerta de mi cuarto del hotel.Pierdo el equilibrio en mis tacones altos, todo el aire en mis pulmones se

disipa hasta que me siento liviana y voy corriendo hacia la puerta. Así que tienesentido cuando su dolorosa voz familiar, filtrándose a través del plástico y del metalen mi mano tan profunda en mi oído y mi alma, me desvela.

Page 203: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 203/265

20

Un duro pellizco en mi brazo me prueba la lucidez y entonces la maravillosa yarrebatadora: esperanza. Porque la voz de Christian se filtra a través de la maderapintada separándome del pasillo.

Me pongo de puntillas, mirando a través del pequeño agujero dorado. Ahí,milagrosamente, maravillosamente, está el hombre de mis sueños. Christian está

de pie fuera de esta cárcel de mala muerte de suite, con una sombra de barba, vestido en una camiseta de franela, jeans y una gorra de béisbol… como… como sifuera alguien más aparte del príncipe. Como si fuera simplemente Christian, viniendo a ver a Elsa, y no el gran duque heredero de Aiboland subrepticiamente visitando de incógnito la suite de la princesa heredera de Vattenguldia en el George V a las once de la noche.

— Abre la puerta, Els—murmura calmadamente… no en el teléfono, sino a mí,como si supiera que mis ojos están ya desvistiéndolo.

Eso hago. Al momento en que los límites que nos separaban finalmente desaparecen,

todas las expertas palabras discutidas durante dos miserables semanas eligen buscar mejores fines. Sólo estamos él y yo y, la verdad, no hay nada más queimporte. Ni mis padres, ni los suyos, ni Mat, ni nada.

Mis dedos encuentran el camino a su camisa, girándose levemente contra elalgodón gris tenue, hasta que cae preso del indudable magnetismo entre nosotrostan fuerte como lo he hecho. Entra en la habitación mientras simultáneamentepatea la puerta cerrándola, enviando una disparada emoción por mi espalda y luego bajando, transformando mi cuerpo en un cable caliente y vivo, listo para prenderseen llamas. Sus ojos, tan asombrosa y expresivamente ámbares esta noche, se abren y oscurecen a la misma vez. Deseo, alivio y una cantidad dolorosamente hermosade preocupación, se reflejan en mí y me emocionan como ninguna otra miradapodría.

Su voz es ronca y sexy cuando murmura mi nombre. Es pura lujuria, hechasólo para mí, así que es imposible, en serio, resistirse a trazar gentilmente esosdeliciosos labios con uno de mis dedos. ¿Cómo puede mi nombre, alguna vez creídocomo aburrido y pasado de moda, sonar tan absolutamente sensual saliendo de su boca?

Él está aquí. Yo estoy aquí. Estamos juntos.No hay mucho qué hablar ahora. Supongo. Pero las únicas palabras que

puedo reunir, las únicas que importan son:—Bésame.—Pensé —dice en esa preciosa voz con acento suya—, que jamás lo pedirías.Oh, oh, este hombre sabe cómo besar , reflexiono soñadoramente cuando los

labios de Christian encuentran los míos. Son juguetones, suaves roces de deseo quedisparan un terremoto masivo en medio de mi pecho y un tsunami de humedad enmis bragas. El deseo se mezcla dolorosamente con el éxtasis y, a través de la nieblade dicha que llena la suite en la que estamos, entiendo esto: Nunca me he sentidode esta forma con ninguna persona antes . Nunca. Ni con Nils, ni con Theo, o

Page 204: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 204/265

20

ninguno de los otros hombres con quienes he tenido intimidad. Los quise, sí, perofue como simplemente beber un vaso de agua, comparado con ser un alma perdidaen el desierto, frenética por saciar su sed.

Entierro mis manos entre su abundante cabello negro con el fin de acercarlomás, admirando lo suaves y sedosas que son las hebras. Mechones sueltos de rizos

alrededor de mis dedos, y soy recompensada con un hermoso y sexy sonido que seorigina profundamente en su pecho.Hablando de… Suelto su adorable cabello, prometiendo volver pronto, así puedo deslizar

lentamente la camisa por sus esbeltos hombros. Mis dedos ligeramente trazan eldescenso por sus brazos hasta que se estremece levemente bajo mi toque. Sí , nopuedo evitar pensar codiciosamente. Y luego,más .

Luego sigue su camisa y, Dios Todopoderoso, su esculpido pecho duro ydelgado que pondría en vergüenza a cualquier actor de Hollywood, está aquí paraque lo toque. Otro pensamiento viene, uno feroz y fuerte:mío .

Soy empujada contra la puerta, la misma por la que acaba de entrar, ymientras se presiona contra mí, estoy encantada de saber que está tan excitadocomo lo estoy por él. Es embriagador saber que este hombre está duro porque seencuentra conmigo. Tocándome. Besándome. Una fuerte pierna se desliza entre lasmías, extendiéndome ampliamente contra la puerta, y estoy jadeando, estoy muydesesperada por tenerlo. Mi nombre es susurrado de nuevo y, si no estuvieramojada, lo habría estado con esas sensuales y lánguidas sílabas saliendo de su boca.

Y pensar que alguna vez creí que rechazarlo era una buena idea.Sus dedos imitan mi acción de antes, ligeramente trazando las líneas de mis

brazos, levantando cada vello de mi cuerpo cuando un escalofrío estalla. Pasando

mis codos, subiendo por mis hombros para trazar mi clavícula y, entonces, bajandohasta que ligeramente roza mis pezones.Oh, santo cielo, estoy peligrosamente cerca de gemir de deseo y necesidad.

Hazlo de nuevo .Pero no tengo que decirlo, porque hace exactamente lo que quiero… pequeñas

y suaves caricias y movimientos que me tienen retorciéndome contra la puerta. Su boca, cálida y embriagadora, encuentra mi cuello; descargas de luz vandirectamente a cada núcleo cuando succiona oh, tan suave.

No sobreviviré a esto. Temo que simplemente me voy a disolver justo aquí yahora.

Mientras sus dientes rozan mi lóbulo, sus dedos se mueven para desatar elcinturón de tela alrededor de mi cintura. Mis manos se mueven detrás de nosotros,hacia el cerrojo de la puerta. Se echa hacia atrás, curioso, y, por un triste y preciosomomento, me río.

—¿Ya te he perdido? —Su cabeza baja hacia la mía, con la nariz rozando lacurva de mi mejilla—. Estas distraída y riéndote… no es que no ame ese sonido, essólo que…

Page 205: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 205/265

20

Acuno su mejilla, mordiendo su labio inferior.—Nadie tiene permitido interrumpir esta vez. No podemos confiar en que otra

sartén no se caiga y arruine el momento. Por lo tanto, antes que pierda mi mentepor completo, la puerta debe asegurarse.

Llega más arriba que el pomo de la puerta. Un siseo tranquilo de metal contrametal me informa que podemos seguir.

—¿Els?—¿Chris?Su sonrisa es cegadora.—Estoy listo para ayudarte a perder la cabeza. Bésame ahora.Felizmente obedezco.Después de una eternidad, una hora o incluso sólo un minuto, Christian tiene

los pequeños botones recorriendo la longitud de mi vestido desabrochados. Loslados están abiertos, dejándome vulnerable ante su ardiente mirada.

Veo las líneas de su garganta cuando traga.—¿Sin sujetador?Niego, el cabello negro derramándose a lo largo de mis hombros.—Dios. —Sus grandes manos acunan con delicadeza los costados de mis

senos. Y en voz aún más baja—: Jesús. —Los pulgares a ambos lados trazan lossensibles pezones y me muerdo el labio para evitar gemir demasiado fuerte.

Una mano momentáneamente deja mi seno para ahuecar mi rostro,animándome a mirarlo.

—No más esconderse.La confusión que debe haberse reflejado en mis ojos lo hace añadir:—No quiero que contengas quién eres conmigo. No aquí, ni ahora, ni nunca.

No de nuevo. Si quieres gritar, gemir, reírte o algo como eso cuando te toco,entonces hazlo. Porque te prometo que es algo que quiero oír.

Para probar su punto, un gemido se me escapa justo en el momento en que su boca se posa sobre mi seno. Estoy mareada y delirante y todavía rogando para quetodo esto sea real.

—He soñado contigo, sabes—murmura—. Mi nombre saliendo de tu preciosa boca cuando te haga correr una y otra y otra vez. He fantaseado con eso desde hacesemanas. Cuando estoy en una reunión… —Sus labios encuentran los míos denuevo, lamiendo las comisuras hasta que felizmente permito que su lengua entre—.En un evento de caridad… —Otro beso, esta vez más ardiente y más largo que elúltimo, dejándome retorciéndome contra su pierna—. Una cena… —Su bocaencuentra mi cuello de nuevo, succionando con más fuerza que antes—. En todoslados. En todo lo que podía pensar era en ti y lo muchísimo que te deseo. Cuánto tehe deseado así. —Más calmado—. Nunca he querido a nadie de la forma en que tequiero a ti, Els.

Page 206: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 206/265

20

Su boca viaja aún más abajo, hasta que regresa a uno de mis adoloridos senos.Pero su lengua juguetea, sólo moviéndose brevemente a lo largo de la punta de unpezón.

—Necesito saber… ¿Soy el único pensando y deseando estas cosas?—Dios, no.—Mi voz apenas es audible. Es un ladrón que no sólo ha robado mi

corazón sino también mi aliento.En realidad, jamás he dicho las dos palabras clamando en mi interior a nadie

antes. Ni a Nils, ni siquiera a mis padres o a mi hermana.Lentamente, desliza el vestido por mis hombros y luego acuna mi rostro.—Sé que lo que estoy haciendo ahora es egoísta. El primer día que nos

conocimos, eras mu y clara sobre que no querías… Mis dedos se presionan contra sus labios.—No te conocía entonces. Si hubiera sabido… —No puedo evitar reírme de

nuevo—. Probablemente hubiera destrozado tu ropa justo allí en mitad de ese

pasillo. Proponiéndome a ti.Presiona un beso contra mis labios.—Eso hubiera sido incómodo, ¿no crees?—Incómodo y, sin embargo, una excelente idea.—Me alegra que dijeras lo que dijiste, sin embargo. Porque me dio la

oportunidad de llegar a conocerte.— Aparta un mechón de cabello de mi rostro,poniéndolo detrás de mi oreja—. Y Els, fue una de las mejores cosas que alguna vezme ha sucedido.

La alegría que siento ahora mismo es estremecedora.

— A mí también.—Probablemente te estás preguntando cómo supe que estarías aquí… —Charlotte —digo brillantemente. Amo a Charlotte.—Sí, en parte por Charlotte, pero también porque Isabelle me llamó el día que

se fugó y me hizo una pregunta muy importante.¿Mi hermana?—¿Qué…? —Me preguntó si estaba enamorado de ti. Le dije que sí.El tiempo se detiene. Lenta y brillantemente, y todo lo que hay ahora en este

momento, es aquí con este hombre.—También me dijo que trajera mi culo a París, porque estaba bastante segura

que estás enamorada de mí también.¿Cuándo Isabelle se volvió tan sabia?—¿Tú crees?— Espero .

Page 207: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 207/265

20

Todos las palabras llenan los átomos que me forman, se encuentran atoradasen la mantequilla de maní que milagrosamente parece estar revistiendo migarganta. Porque… porque abrirse a uno mismo con alguien así es algo de lo que note puedes retractar. Una vez que las palabras salgan, estarán afuera para siempre.Pueden ser perdidas, ignoradas u olvidadas, pero jamás retractadas.

Pero mientras miro esos ojos que sí, de hecho, amo, cualquier pregunta de sipodría o no alguna vez negar lo que siento por este hombre es respondidafirmemente y en voz alta. Así que, en lugar de enamorarme y caer en picado en laincertidumbre y, sin embargo, segura de repente, abro mis brazos ampliamente ysigo la corriente. Le digo:

—Sí, lo sabes. Estoy absoluta y completamente enamorada de ti.También estoy completamente enamorada de la mirada en su rostro ahora

mismo, ya que Christian, quien siempre ha sido demasiado y mucho más, pareceestar también enamorado de mí.

Demonios, sí que me gusta su grandiosidad.

—Qué bueno escuchar eso —dice suavemente—. O esto podría haber sidodesesperadamente incómodo.Estoy riéndome de nuevo, y ahora me está mirando como si tan sólo fuera

Elsa y él sólo es Christian, y somos simplemente dos personas locamenteenamoradas y no estamos sujetos a coronas, países y deberes. Un pequeño deseo esenviado, uno silencioso, rogando a todo lo que es bueno en el mundo que permita aeste hombre siempre mirarme así.

La risa se desvanece hasta que estamos estudiándonos el uno al otro, elsilencio acompañándonos en la habitación del hotel. El reloj pasa y la gentealrededor de la ciudad duerme, y en algún lugar alrededor del mundo otros

despiertan, trabajan y viven sus vidas. Pero aquí, en este cuarto, las palabras jamásdichas en voz alta antes se hunden suavemente en la piel del otro, hundiéndosedirectamente a través de músculos y hueso hasta que aterrizan limpiamente en elalma. Las vidas reglamentadas y ordenadas que siempre hemos conocido yencontrado cómodas son irrevocablemente alteradas.

Me besa de nuevo, lenta y cuidadosamente, la barba raspando a lo largo de lapiel suave, justo lo suficiente para recordarme que esto es real, él es real, y nuestraspalabras y sentimientos están oficialmente afuera y no pueden ser retractadas. Sinimportar qué más suceda, sin importar lo que el día siguiente o los que siguen nostraigan, lo que sentimos finalmente está registrado en el censo de nuestras vidas.

Nunca me he sentido más correcta y segura de algo en toda mi existencia.—Te deseo, Els.—Mis labios cosquillean con sus palabras susurradas—. Dios,

te quiero más que a nada. Pero si quieres esperar, podemos… El espacio entre nosotros se amplía, incluso si son pocos milímetros. Me niego

a permitir que la distancia nos separe ya.—Si no me haces el amor esta noche—le digo, con la voz clara, nítida y real—.

Nunca te hablaré de nuevo.

Page 208: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 208/265

20

Su endurecida longitud se sacude con fuerza contra mi pierna, así que estiro lamano y desabotono su pantalón. Un largo y lento siseo sale a través de él cuando mimano se desliza más allá de su ropa interior (oh, misericordioso cielo, es roja y sexycomo el infierno) y se envuelve alrededor de cada parte que necesito dentro. Sólotuve una breve sensación en la cocina del castillo, ¿pero ahora? Ahora estoy listapara explorar por completo a Christian. Excepto… que lo quiero tanto dentrode míque puedo saborearlo.

Quiero saborearlo.—Els… Amo cuando me llama así. Nadie más en todo el mundo lo hace así. Nadie

más tiene el derecho a hacerlo. Sólo él. Siempre será suyo.—Quítate el pantalón, Christian.Una divertida ceja se levanta, así que aclaro.—Quítate todo.

Casi babeo mientras lo veo desnudarse. Una aguda uve y un fino camino de vello va a una de las vistas más espectaculares que jamás he visto en un hombre, yla urgencia de caer de rodillas se apodera porque Christian desnudo, comosospeché, es casi una experiencia religiosa.

Camina hacia mí, pasando la mano por mi vientre hasta que acuna el espacioentre mis piernas. Ráfagas de fuego pasan por mi cuerpo.

—Tu turno. —Un desconocido y atormentado gemido sale de mis labiosmientras pasa sus dedos de adelante a atrás—. Ya estás mojada, ¿verdad? Tanmojada —añade, sonriendo como si le hubiera entregado el mejor regalo delmundo—, que has empapado todas tus bragas.

Normalmente, eso me avergonzaría como el infierno, pero no esta noche. Nocon él. Porque estoy increíblemente mojada, y todo es por lo que siento por él y esono es nada —nada — de lo que pueda avergonzarme.

Se inclina, con la nariz peligrosamente cerca de mi ombligo. Los dedoslentamente se enganchan a los lados de mis bragas y gimo una vez más, esta vez sunombre, mis manos moviéndose para agarrar sus hombros.

—Tranquila, tigresa. —Sus dedos trazan el borde de la piel justo debajo deldelgado elástico que sostiene mis bragas—. Como no estamos nadando desnudos engrupo, no creo que necesites esto, ¿verdad?

Dios, no.

Se ríe y lentamente mira mi rostro.—Me alegra ver que estás de acuerdo. Pero antes que vayamos más lejos,

debes saber que tengo planeado tomarme mi tiempo esta noche. Necesito aprendercada cosa que hay que saber sobre tu cuerpo o enloqueceré.

La diversión atraviesa la neblina de lujuria.—¿Necesitas?

Page 209: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 209/265

20

Un beso es presionado en la base de la seda transparente, enviando otradescarga de intensidad a través de mi centro.

—Sí. Necesito .Jadeo con cada beso subsecuente.

—Parece… terriblemente… —La seda baja más, permitiendo que un besoaterrice sobre la piel desnuda—. Dramático.—Es más como honesto. Demonios, Els. Hueles divino.Tampoco estoy avergonzada por esto. Me estoy sintiendo bastante dramática

por mi cuenta.Finalmente, me quita mis bragas, arrojándolas sobre su hombro. Por largos

momentos, se queda quieto y estudia mi cuerpo desnudo. Y entonces mi cabezagolpea la puerta cuando sus sedosos dedos encuentran mi punto de placer.Silenciosas y fervientes oraciones son respondidas porque sus labios siguen sudedo, y ahora estoy más que jadeando. Estoy gritando su nombre. Estoy gritandosu nombre y no he tenido un orgasmo todavía, aunque estoy peligrosamente cercapor un solo primer toque.

Se pone de pie, levantando mis brazos sobre mi cabeza.—Confía en mí—susurra. Me pruebo cuando me besa, una experiencia que

siempre me he negado antes, segura que sería desagradable. Pero estabaequivocada, porque ahora mismo, ¿con él? Es increíblemente excitante.

Antes que pueda tomar aire, se arrodilla de nuevo, abriendo mis piernas una vez más. Mis caderas se mueven hacia su boca; y soy recompensada con uno, yluego dos dedos deslizándose hábilmente dentro.

No sé cómo voy a seguir de pie. Mis rodillas están muy cerca de rendirse

ahora mismo. Voy a prenderme en llamas como una vela humana y entonces mederretiré hasta que no quede nada porque seguramente ninguna persona podríasentir tanto y, literal y físicamente, no entrar en combustión.

Un ruido suena al otro lado de la puerta, de ruedas y platos moviéndose, ypasos. Y aun así, Christian succiona, lame y juguetea. Sin importarle que alguienme escuche, chillo y grito y hago todas esas cosas que él quiere escuchar… noporque haya pedido por ellas, sino porque sabe precisamente cómo sacarlas. Ycuando honestamente no sé si puedo soportarlo más, me da un último e intensolametón.

Me rompo en ciento—no miles— de pequeños pedazos, todos con su nombre y el mío, juntos.

Page 210: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 210/265

2

49Christian

o le doy a Elsa el tiempo para recuperarse de lo que espero sea el primerode varios orgasmos esta noche. Está en mis brazos y la llevo a través de la

suite, abriendo de una patada la puerta del dormitorio. Y entoncesestamos en la cama, que es donde realmente se merecía estar en primer lugar, y laestoy besando… no con dulzura, como en realidad debería, sino acaloradamente,con reverencia, como si realmente no tuviera otra opción.

En muchas maneras, supongo que no. Desde el momento en que me encontrécon ella en un pasillo estrecho en California, ha poseído mi corazón y en realidadsólo se siente como si lo tuviera de nuevo cuando está conmigo. Es aterrador estafalta de control que amenaza con llevarme lejos de mis responsabilidades cada vezque siquiera pienso en ella. Las responsabilidades con las que nací, que provienenmás que de la familia, del valor de un país entero de gente que espera que asuma eltrono. Christian, para Aiboland, representa el presente y el futuro. Los periódicos a

menudo hablan de cómo el país desesperadamente tiene que precipitarse al siglo veintiuno. Pienso en la gente que conocí en tiendas de comestibles. Oacontecimientos de caridad. O en las calles. O en todas partes, en realidad.

Nadie piensa en lo que necesito. No es que espere eso, es pura arrogancia. Mi vida es una de servicio. Aiboland viene antes que Christian, ¿verdad? Siempre vaantes que mis propios deseos y necesidades.

Pero entonces conocí a esta mujer y me hizo, por primera vez en mi vida,querer algo más de lo que tengo. Así que la estoy besando en serio, como si tuvieraque hacerlo porque es mi aire, mi luz del sol, mi calor, mi propia sangre en las venas. Como si fuera la razón por la que el músculo en mi pecho late tan fuerte yrápido, porque es ella. Me hace sentir como si pudiera ser algo más que lo que todoel mundo necesita y eso es más embriagador que cualquier droga o bebida en elmundo. Estar aquí con Elsa, a la que acabo de saborear y escuchar mi nombresaliendo de sus labios mientras se deshacía en mis manos... Es la mejor malditasensación que alguna vez he sentido.

Pero me estoy adelantando. Me he comprometido a tomarme mi tiempo estanoche.

N

Page 211: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 211/265

2

Me aparto de mala gana, mirándola en la pálida luz de la lámpara, la forma enque su oscuro cabello se extiende alrededor de su cabeza como ondas caóticas portodo el blanco y esponjoso edredón. Mirando sus vidriosos ojos, el líquido deseomezclándose en sus irises. A sus labios hinchados. Es verdaderamente una valkiriao, por lo menos, algo voluble y temporal, porque seguramente esto no puede serreal. Ella no puede ser real. Ésta es una más de las muchas fantasías que heconstruido en torno a esta mujer durante las últimas semanas, ¿verdad?

Su mano acuna mi mejilla; sus labios rozan los míos.—¿Estás bien?Es un puño alrededor de mi corazón. Sí, quiero decirle. Sí . Sin embargo, las

palabras se me atascan, no porque tenga miedo de decirlas, sino porque esdemasiado difícil ofrecer algo coherente ahora. Así que, en su lugar, la beso. Larga,ardiente y significativamente. Y entonces, lentamente empiezo a memorizar elmapa del cuerpo de Elsa con mis manos y boca. Antes que siquiera me dé cuenta delo que está sucediendo, se desliza debajo de mí hasta que estoy dentro de ella, tanprofundo que todo lo que puedo hacer es jadear y luego gemir. Es tan cálida yapretada, y es como si acabase de morir y he ido al cielo, tan absolutamenteempalagoso como suena eso, porque ninguna otra vez que he estado con una mujerha sido tan intenso.

Había esperado que esto sucediera esta noche. Había sido el mejor de losdeseos, como soplar las velas de una tarta de cumpleaños. Todo lo que habíaesperado, sin embargo, si tenía suerte, era verla. Si el destino se ponía de mi lado,esperaba decirle mis sentimientos, tan malditamente aterrador como era. Perohabía sido prácticamente un deseo de un sueño húmedo el encontrarme alguna vezdentro de ella.

Pero aquí estamos, y es mejor de lo que esperaba.Se inclina y me besa, toda lengua lánguida, y tengo que obligarme a no

explotar al instante antes de incluso moverme. Pero entonces se levanta y baja yestoy seguro que mis ojos se ponen en blanco. Agarro su culo, la abrazo con fuerza y nos hago rodar para así estar encima. Su maravillosa y tentadora boca se abre,¿para discutir, tal vez?, acerca del cambio en posición, pero tanto como adoropelear con esta mujer, la beso en su lugar. La beso una vez más como debo, porquesiento la necesidad de hacerlo hasta mis huesos y luego más allá, hasta los átomos ymoléculas del interior. Habrá un montón de tiempo para dejarla montarme másadelante. Felizmente seré masilla en sus manos. Pero ahora, para esta primera vez,quiero durar más de un simple minuto.

Salgo lentamente de ella hasta que estoy casi fuera; lloriquea suavemente confrustración. Entro de nuevo, una y otra vez a un ritmo constante que la tieneretorciéndose y jadeando y susurrando mi nombre con una voz suplicante queningún hombre que no sea yo oirá de nuevo. Es uno de los sonidos más brillantesque he tenido alguna vez el placer de escuchar, esta ronca vocalización de dossílabas que he resentido durante mucho tiempo. Pero ahora que vienen de ella, esdiferente. Al igual que nuestros cuerpos se unen en el mejor baile que he tenidoalguna vez, nunca he estado más feliz de tener tal nombre.

Page 212: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 212/265

2

No tengo idea de cuánto tiempo le toma correrse una segunda vez. Demasiado pronto , pienso aturdido, cuando su cuerpo se aprieta y luego tieneespasmos alrededor, pero entonces estoy agradecido de liberarme en lo que sólopuedo entender como el más malditamente asombroso orgasmo que alguna vezsentí y toda la atención de mi vida se concentra fuertemente en sólo esta mujer y loque me hace sentir.

Page 213: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 213/265

2

5Elsa

a brillante luz del sol se filtra en la habitación del hotel, desorientándome.Un teléfono está sonando, y creo que también hay alguien llamando a la

puerta. Estoy adolorida y todavía oh-tan-cansada, pero entonces un cálido y desnudo cuerpo junto a mí me recuerda todas las horas que pasé practicando elsexo más alucinante de toda mi vida.

Christian está aquí de verdad.El silencio permanece en la suite, y paso estos momentos suaves y nebulosos

simplemente estudiándolo. Es adorable cuando duerme, de una manera tan juvenil: oscuras pestañas cayendo contra sus mejillas, el cabello desordenado en sufrente y suaves y largas respiraciones susurrando desde su pecho.

Mi propio pecho se aprieta en respuesta. Por primera vez en mucho tiempo,no me siento más libre, porque ese concepto es simplemente un sueño imposiblepara una persona de la realeza obligada con su deber y su país, sino relajada. Feliz.No... Es más que eso. Satisfecha .

Aparto algunos mechones color chocolate de sus ojos y me muevo, no losuficiente como para despertarlo, pero sí como para acercarme más. Su pechodesnudo subiendo y bajando me hechiza.

En algún lugar cercano, suena un teléfono nuevamente; unos fuertes golpescontra una puerta rompen la confusa quietud del momento.

—¿Su Alteza?—El golpeteo se vuelve frenético—. ¡Su Alteza!Christian despierta sobresaltado, yendo a tientas como si se hubiese quedado

dormido y debería haber estado ya en algún sitio, y fallo miserablemente en no

notar cuánto bajan las sábanas contra su pelvis.¡Rico! Y también: Más, por favor .Su voz es ronca.—¿Qué hora es? La hora de tener más sexo .—No tengo la menor idea.

L

Page 214: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 214/265

2

—¿Quién diablos está tocando tu puerta tan temprano?—Probablemente —digo con sarcasmo—, espías de mi madre.Gime y se da la vuelta para envolverme con un brazo. Me deslizo hacia el calor

de la cama que compartimos, sonriendo como una idiota.

—Hola.También sonríe.—Hola.Nuestros labios se unen, suaves y tranquilos, y mientras todo desaparece, un

seductor y glorioso pensamiento se eleva a la superficie:esto es real . Bam-bam, bam-bam-bam .—¡Su alteza!—Christian se aparta, su nariz rozando la mía.—Probablemente deberías responder eso.Nunca me habría imaginado que fuera posible, pero su voz mañanera es diez

veces más sexy que la normal, su acento mucho más perceptible en este estado desueño.Un suspiro de disgusto entra y sale. No quiero hacer frente a cualquier

realidad que no sea esta.Besa mi hombro.— Ve a averiguar lo que quiere ésta espía. Cuanto antes lo hagas, más pronto

podremos deshacernos de ella.Odio que tenga razón. Y odio que tenga que salir de una cama caliente,

acogedora, con un hombre delicioso y desnudo, sólo para poder asegurarle a unamujer de sesenta años de edad que no he huido. De mala gana me deslizo de lacama y en una bata, todo el tiempo muy consciente de los ojos ardientes deChristian sobre mí. Echo mi cabello hacia atrás y digo:

—Si siguesmirándome así, no voy a ser capaz de abrir la puerta.Su sonrisa es deliciosamente traviesa.Entonces, el ruido y el tintineo de las llaves contra el metal, me obligan a

correr hacia la puerta. Se abre justo cuando alcanzo el pomo, sobresaltándome yhaciéndome apretar mi bata. De pie en el umbral están no sólo el conserje del hotel y Greta, sino también Mat con su teléfono pegado a la oreja.

Mi calendario mental hace ding-ding con: desayuno-almuerzo con Mat . Ytambién: la razón por la cual estoy en París .

—¿Estás bien?—exclama al mismo tiempo que el conserje tartamudea:—Su Alteza, por favor, perdone mi precipitada entrada, pero cuando nadie

pudo localizarla durante un tiempo, se nos aconsejó que comprobásemos su bienestar.

Y Greta retuerce las manos, gimiendo:—¡Estuve tan preocupada esta mañana, Su Alteza! No contestaba al teléfono.

Page 215: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 215/265

2

El almuerzo estaba programado a las once. ¿Dormimos hasta tan tarde? Aprieto más mi bata y ofrezco una sonrisa comprensiva al nervioso grupo.—Les agradezco su preocupación. Simplemente me quedé dormida.El conserje hace una reverencia y rápidamente se excusa. Ni Mat ni Greta ven

adecuado seguir su ejemplo, sin embargo. La secretaria personal de mi madre sigueretorciendo sus manos, como si le preocupara que fuera a desaparecer justo delantede ella, y Mat está más ofendido de lo que lo he visto alguna vez. Las líneas detensión arrugan su frente y un morado oscuro mancha la piel delicada bajo susojos. Da un paso más allá del umbral, metiendo su teléfono en su bolsillo.

No tengo duda que no está feliz por estar aquí. Si tuviera que elegir unadescripción más concisa, insistiría en completamente miserable.

Greta va directamente hacia mi dormitorio, sin duda para preparar mi ropapara… espera.Greta se dirige a la habitación .

—¡Espera! —grito. Se congela, las preguntas llenando sus ojos—. ¿Teimportaría traerme café? — Abre su boca, por lo que agrego—: No del hotel.— Ahorame mira como si me hubiese vuelto loca. Y entiendo el razonamiento; este es unexcelente hotel. El café probablemente sea más que excelente también.

Sin convicción, agrego:—Quizás... ¿verdadero café? ¿De una cafetería?Sus oscuros ojos revolotean de acá para allá entre Mat y yo antes de relajarse

en ridícula aceptación. Sin embargo, hace una reverencia y se marcha de la suite,cerrando la puerta detrás de ella.

Mat pregunta:—¿Te sientes enferma? Estás un poco roja.Para probar su punto, el calor se arrastra hasta mi cuello; Mat claramente se

da cuenta, porque sus ojos trazan el camino demasiado bajo para ser cómodo. Si bien no hay nada que llamaría interés allí, no estoy segura de si me gusta o insultaque su enfoque permanezca demasiado tiempo en la uve de mi bata. Junto la telacon tanta fuerza que se ajusta a mi forma.

Agito dos dedos delante de mi rostro.—Ojos aquí arriba.Suspira y hace lo que le pido. Incluso se sonroja un poco.—Mis disculpas.

—Tal vez debería estar preguntándote cómo te sientes. Algo que suena peligrosamente cerca de un sollozo y una risa sale del príncipe

sin tierras de pie delante de mí.—¿Honestamente? Está siendo una mañana de mierda. Cuando no

apareciste...Un incómodo silencio cae entre nosotros durante largos momentos mientras

nos miramos con recelo. Y es irracional, pero un poco de culpa se burla de mí,

Page 216: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 216/265

2

considerando que en mi dormitorio hay un hombre del que estoy enamorada y, en vez de estar con él, me encuentro aquí obligada a estar con un hombre con el quetodo el mundo piensa que debo casarme

Me aclaro la garganta.—Tenemos que hablar.Suelta otro suspiro, uno de irritación mezclado con tristeza. Y luego se tapa

los ojos con una mano y se da la vuelta, negando.El incómodo silencio se convierte en insoportable quietud. Estoy lista para

expresar mis preocupaciones con más fuerza cuando respira profundamente,endereza la espalda y, una vez más, me enfrenta.

La frustración se refleja de nuevo en mí.—Te ruego que dejes ir toda discusión. No puedo... ¿Esto va a ser así, cada vez

que nos veamos vamos a atacarnos así? ¿Es este nuestro futuro? ¿Una gran peleatras otra? Sé que no quieres casarte conmigo. Lo has dejado perfectamente claro. Sideseas discutir sobre ello un poco más... hazlo con los que en realidad tienen voz enel asunto.

Es suficiente para provocarme.—¿Quién podría ser?Se pasa la mano por el cabello. No dice nada.—Mat. —Toco su hombro, llamando su atención—. Háblame. Tal vez juntos,

podemos encontrar una salida… Las siguientes palabras salen como una explosión.—Detente. Sólo… estoy tratando, ¿de acuerdo? Estoyhaciendo mi mejor

esfuerzo con ésta increíblemente situación de mierda. Necesito que también lointentes. Especialmente cuando nos observan.

—¿Cuándo quién nos observa? ¿Las mismas personas que tienen voz en esteasunto?

Se aleja, mis dedos deslizándose de su hombro mientras se aclara la garganta.—Obviamente, el almuerzo ya no es una opción. Y creo que, debido a cómo

nos estamos sintiendo, deberíamos saltarnos la comida también. Con suerte, mispadres lo entenderán. Vamos a intentarlo de nuevo en la cena de esta noche. Voy aenviar un auto para recogerte a las ocho.

—Habla conmigo—ruego, pero no tengo otra opción—. Hay algo que no estoy

entendiendo en este momento. No me dejes en la oscuridad.Cuando camina a través de la puerta, un triste y pequeño gesto negativoprecede a:

—Nos vemos esta noche, Elsa.

Page 217: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 217/265

2

51Christian

or un breve momento y poco caritativo, desprecio a mi antiguo amigo,incluso mientras unas alertas rojas parpadean en mi mente durante la

breve conversación entre Mat y Elsa. Algo no está bien aquí, y aunqueconozco parte de la historia detrás del por qué el príncipe Gustav tiene tanto interésen asegurarse que Elsa obtenga el nombre de los Chambéry por matrimonio, meparece que debe haber una razón bastante mala por el lado de Mat también.

Elsa reaparece en la entrada, su luminoso rostro refleja todas laspreocupaciones que están creciendo dentro de mí.

—¿Has oído algo de eso? Aparto las mantas y palmeo el espacio vacío junto a mí.—Sí.Se desliza en la cama.—Oculta algo. Estoy segura.—Llevas demasiada ropa puesta. Y sí, estoy de acuerdo sobre Mat.Cuando sus manos vagan a la cinta de su bata, su cabeza se inclina a un lado

de una forma que casi me distrae de lo que necesitamos hablar.—Ustedes son amigos, ¿correcto? ¿Tienes alguna idea de lo que podría ser?

¿Por qué insiste en que debo pretender cuando ellos, quienesquiera que sean, esténobservando?

—Déjame hacer esto.—Mis hábiles dedos desatan el nudo y deslizan la batade seda por sus hombros, todo en dos segundos. A medida que los rayos de la luz

del sol que se filtran por las cortinas de gasa caen sobre ella, me maravillo antecómo mis pulmones se olvidan instintivamente de funcionar a menudo cuandoestoy con esta mujer.

Me fuerzo a concentrarme en el problema que tenemos entre manos.—¿Qué te ha contado sobre su pasado?Toma la iniciativa de lanzar la bata al otro lado de la cama al suelo.—Probablemente tanto como le he contado yo: casi nada.

P

Page 218: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 218/265

2

Planto un beso en un hombro pálido y suave.—¿No se intercambió nada durante esos tés que compartieron?Una mano vaga a mi muslo.—¿Qué compartían mi hermana y tú durante los suyos?

—Ni una maldita cosa. —No. Eso es injusto por mi parte. Lo aclaro—: Enrealidad, compartió una excesiva cantidad sobre caballos y el tiempo.Una suave risa me envuelve, instantáneamente dejándome queriendo mucho

más.—Punto hecho. ¿Estabas diciendo? ¿Sobre el pasado de Mat? ¿Algo sobre lo

que aparentemente no sé nada?Mis labios trazan la curva con pendiente donde se encuentran su cuello y sus

hombros. Ah, sí. Estábamos hablando sobre Mat.—Cuando vivíamos en América, estuvo con una mujer llamada Kim.

Suspira suavemente, inclinándose hacia mí, pero en el momento en que mispalabras se registran, la pierdo. Elsa se echa hacia atrás, con el labio inferior entresus dientes una vez más.

—¿Cuándo rompieron?Cuando le digo que no tengo ni idea, presiona:—¿Es americana? Asiento.—Lo último que he oído, la familia de él no sabía sobre ella.Da una palmada en la cama.

—Me dijo que había estado enamorado antes.— Ah, así que compartían.Una mano desdeñosa se sacude entre nosotros.—No hubo detalles aparte que había estado enamorado antes. A esto debe ser

a lo que se estaba refiriendo. —Mira alrededor—. Le pedí a Charlotte queinvestigase su pasado, pero todavía tengo que saber de ella, gracias a la supervisiónde Su Serenísima Alteza.

—La relación de Mat con Kim no era de dominio público—interfiero—. Tomómuchas medidas para mantenerlo oculto.

— Aun así lo sabías.—Bueno, había un número selecto de nosotros que lo sabíamos, sí. No era sinembargo como si fuera a soltar sus secretos a la prensa. Lo tuve difícil paraasegurarme de mantener mis propios asuntos bajo llave. Dicho esto, Mat era muyprotector con Kim. No quería que la prensa siguiese sus movimientos como hacencon tantos otros con los que los de nuestro tipo se involucran.

Asimila todo esto en silencio.

Page 219: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 219/265

2

—¿La conocías? Asiento.—Te habría gustado, considerando todo.—¿Por qué no se lo dijo nunca a su familia? ¿Es porque es americana?

Escojo mis palabras con cuidado; sin importar qué, esta sigue no siendo mihistoria para que la cuente.—Parcialmente. También tuvo mucho que ver con el hecho que Kim venía de

un barrio extremadamente violento lleno de crimen. Dos de sus hermanos están en bandas; uno de los cuales se halla, o se encontraba en su momento, en la cárcel, elotro ha estado entrando y saliendo de prisión durante años. Esa no era el tipo de vida que Kim quería, sin embargo. Trabajó duro para convertirse en médico. Habíamiedo real por parte de ambos, creo, que la familia de él no lo aprobase. Y la de ellatambién.

—¿Iban en serio?

Recorro una mano por su vientre, deteniéndome sólo momentáneamente enla poca profunda hendidura antes de dirigirme más hacia el sur.—Esa era mi impresión, sí. Ella estaba loca por él.—Es duro de hacer, pero

mis dedos se detienen—. Els. Hay mucho sobre lo que tenemos que hablar. Haycosas que necesitas…

Una mano se posa sobre mis labios. La otra empuja a mis dedos para que sesigan moviendo.

—Creo —dice lentamente—, ¿que tal vez podemos hablar sobre esto en unmomento?

—Pero… Cuando me besa, mis hormonas se niegan a permitirme hacer nada que no

sea lo que ella quiere. Nos juntamos entonces, todo feroces y suaves al mismotiempo, con las bocas fusionándose y las manos vagando y finalmente estoy dentrode ella una vez más, moviéndome y sintiendo y viviendo y muriendo, todo a la vez.

Cuando la siguiente serie de golpes suenan en la puerta, Elsa lanza sus manosal aire y deja escapar un pequeño grito de frustración.

Asumiendo que es la secretaria que se unió al viaje de mala gana, le recuerdo:—Para ser justos, se ha tomado un fantásticamente largo tiempo para

encontrar café. Deben de haber veinte cafeterías, todas en un radio de dosmanzanas del hotel. —Por supuesto, era porque pensaba que Elsa y Mat estaban juntos, pero aun así.

La mujer promete. Puedo trabajar con eso.Presiona un beso contra mi clavícula antes de salir de la cama.—¿Qué vamos a hacer, Chris? No puedo enviarla por café cada vez que quiera

entrar.

Page 220: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 220/265

22

Maldita sea, me gusta cuando me llama así. Ese simple mote, tan común,suena muy perfecto cuando viene de su boca.

Me deslizo de debajo de las sábanas.—Desde el día que te conocí, he estado sobornando a una persona o a otra

para asegurar que nuestro tiempo juntos no sea interrumpido. ¿Qué hace que estamujer sea diferente?

Simplemente me mira fijamente durante unos cuantos segundos antes deromper a reír con una de sus eróticas risas.

—¿Vas a sobornar a la secretaria personal de mi madre?—Bien podría hacerlo. Ve a dejarle entrar. Al menos tengo que ponerme

pantalones para que no huya con terror.Consigo una sonrisa descarada y un firme cachete en el culo.—Se quedaría alrededor para mirar. Eso te lo garantizo. ¿No recuerdas cuánto

tiempo estuvo admirándote la sirvienta en California?

Page 221: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 221/265

22

52Elsa

reta lleva tres cafés, lo que es irónicamente ideal.—¿Su Alteza ya se fue?—Mira alrededor de la habitación, como si

temiera que Mat pudiera saltar de detrás de las cortinas.—Sí. — Apunto hacia una silla—. Por favor acompáñame a tomar

uno de los cafés por lo que debes haber ido a Niza.Ella palidece.—Oh, Su Alteza, por f avor acepte mi más profunda disculpa. Yo… Suspiro. La pobre Greta no reconocería un chiste si la golpeara en la cabeza.—No es necesario que te disculpes. Fue simplemente una broma. Entiendo

por qué sentiste que debías tomarte tu tiempo, incluso si fue totalmenteinnecesario. Por favor toma asiento.

Su trasero apenas y toca la tela cuando Christian sale de la habitación,luciendo tan delicioso en su camiseta y jeans que me babeo justo al lado de la pobreGreta.

Mientras se sienta a mi lado, pienso:mío .Una mano está extendida; ella la toma con cautela, los ojos se amplían yendo

de un lado a otro entre los dos, primero con confusión y después con alarma.Me encanta que esta mujer hable tan claro con la mirada, y que mi madre no

haya extirpado todas las emociones de ella.—Greta, me gustaría presentarte a Su Alteza, el gran duque heredero de

Aiboland. Para hacer corta la larga historia, él es mi novio, Christian.La pobre cosita colapsa de nuevo en la silla, incluso mientras lucha por

levantarse y hacer una reverencia ante él.—Es un placer conocerlo, Su Alteza.—Sólo que no suena como un placer en

absoluto. Suena como si estuviera al borde de un ataque cardiaco.Christian, por su lado, no muestra ninguna reacción con el concepto que

lancé.

G

Page 222: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 222/265

22

—El placer es todo mío, Greta. He escuchado cosas maravillosas sobre ti departe de Elsa.

Creo que nuestros ojos tienen una conversación ante eso.—Sé que debe ser una sorpresa encontrarme aquí cuando naturalmente

estaban esperando otro a príncipe —continúa, las palabras llenas de un encantadorsentido de camaradería que prácticamente deshace a Greta—, pero voy a dejar estomuy claro para usted. Todos somos muy conscientes por qué se le ha enviado aParís en lugar de Charlotte.

¿Así es? O mejor dicho, ¿lo es también?—Somos conscientes que mi presencia la coloca en una terrible posición.

¿Delatas a una mujer adulta ante sus padres autoritarios, sean soberanos o no, oconfías en tu princesa hereditaria para saber qué es lo mejor para ella misma?–Ensancha esa sonrisa demasiado hermosa—. Greta. No puedes decirme quedisfrutas asumiendo el papel de una niñera. Seguramente no fue esto para lo quefirmaste cuando aceptaste la posición de asistente personal para Su Serenísima

Alteza.Las palabras que pronuncia son, posiblemente, duras, sin embargo se emitende una forma que suenan simpáticamente amigable como si fuera un intento defavor. No he tenido el placer de ver a Christian en el trabajo antes jugando su papel.La mayoría de nuestras reuniones en California nos mantuvieron amordazadosdetrás del velo de las instrucciones, y aquellos con los que se nos permitió hablarfueron simplemente oportunidades para recitar las líneas oficiales que nuestrospadres nos dieron. Pero aquí, ¿en la habitación del hotel?

Maldición, estoy tan atraída. No es que no lo estuviera hace tan sólo dosminutos atrás, pero su abrumador encanto y diplomacia sólo aumentan su factorgrandiosidad.

—Pero… pero… —Greta está tartamudeando.Él continúa suavemente:—Obviamente, te aseguramos que valdrá la pena mientras contengas tu

lengua.Greta se queda inmóvil, sus manos estrujándose en su regazo. Y por un

momento, el miedo asoma su fea cabeza. ¿Podrá resistir? No puedo arriesgarlo.—Greta, has trabajado para mi madre por años. Sabes que se está

comportando de manera irracional con la fuga de la princesa Isabelle. Te pediría tucomprensión por lo ridículo que es lo que…

Pero no está escuchándome. Está enfocada en Christian.—¿Cuánto vale mi tiempo?Él sonríe de nuevo, prácticamente rezumando carisma.— Vale demasiado.

Page 223: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 223/265

Page 224: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 224/265

Page 225: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 225/265

22

—Que palabras más contundentes. Es un tipo bastante agradable . Justo loque cada hombre quiere escuchar cuando una hermosa mujer lo describe.—Élreclama su teléfono, con los dedos volando a lo largo de la pantalla táctil. Bajo lamirada para ver el nombre de Parker.

—Nota que no dije quetú fueras agradable.

Él levanta la mirada brevemente, sonriendo.—Oh, pero lo soy. Sólo espero que de una forma diferente a la de Mat, al

menos cuando se trata de ti.—¿Buscando halagos, Su Alteza?El teléfono timbra en su mano a la misma vez que se ríe.—Mi punto es, él es más cómodo en lugar de emocionante, si es que eso tiene

sentido.La mueca de dolor fingida de Christian es cómica.—¿Agradable y cómodo?—Nos abrazamos; fue similar a abrazar a un hermano. O al menos, lo que

asumo que se sentiría. Tal vez más como un abuelo o un tío. O un simple conocido.Sus dedos tocan la pantalla.—Gracias a Dios el pobre Mat no está aquí escuchar a su persona ser

difamada.—¿Preferirías que estuviera atraída por él?—Ciertamente no. — Y entonces—. Vi ese abrazo. Fue una experiencia bastante

desagradable de presenciar.Estoy encantada.—Por qué, Chris. ¿Estás admitiendo que estuviste celoso del agradable,

fraternal y cómodo Mat?El teléfono timbra de nuevo. Él sonríe mientras admite:—Sólo que ellos quieren sus brazos alrededor de ti, no los míos. Estaba

bastante seguro que no estabas atraída por él en lo más mínimo.Gentilmente le golpeo el hombro.—Qué ego tienes.Simplemente se encoge de hombros, sonriendo.

—Tú y yo nos abrazamos, a menos que lo olvidaras. Después de nadardesnudos.—No he olvidado ni una cosa, en especial cómo ciertamente no se sintió de

hermanos. O —dice con cautela—, en mi caso, de hermanas. Hablando de eso, ¿losabrazos de Isabelle eran fraternales?

—No sabría decirlo. No nos abrazamos, pero sí bailé con ella una vez.–Suhombro empuja al mío—. ¿Eso cuenta?

Page 226: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 226/265

22

Presiono una mano en mis labios para evitar reírme.—Nada de eso, Els. Si quieres reírte, ríete.—Besa la comisura de mi boca—.

Me encanta tu risa, ya sabes.Una frágil sonrisa florece en mi pecho.

—¿Sí?Él roza sus labios a lo largo de mi mejilla, susurrando en mi oreja.—Mucho. Creo que es mi cosa favorita para escuchar.El teléfono timbra una vez más, así que le lanzo una mirada de reojo.—Sólo un minuto más. Estoy coordinando con Parker ahora mimo. Él está en

este momento en la suite en el piso debajo de nosotros.—Escribe con una mano; laotra pasa ligeramente por mi pierna desnuda, bajo la seda de mi bata—. Listo paraayudarnos a detener la Operación: MMR que comienza por completo.

—Gracias a Dios. No puedo imaginarme haciendo algo más con Mat queabrazarlo. ¿Besarlo?—Un pequeño jadeo se abre paso cuando sus dedos trazan mimuslo interno—. ¿Por no hablar de tener relaciones sexuales? —Pretendoestremecerme para ocultar los verdaderos temblores de placer saliendo a lasuperficie por su ligero toque—. Cualquier niño entre él y yo tendría que ser creadoen un laboratorio, eso es seguro.

El teléfono finalmente es dejado en una cercana mesa.—Por el amor de Dios, Els. No hablemos de Mat y tú teniendo sexo. Fraternal

o no, imaginarlo sólo me volvería loco.Estoy riéndome de nuevo, y es tan irreal como cualquier cosa que he

experimentado alguna vez, mientras estamos planeando explotar mi vida ordenada.También estoy inclinándome para presionar mis labios contra la base de su

garganta. Huele tan delicioso esta mañana, un toque de colonia y Christian,mezclado con un poco de almizcle del residuo permanente de nuestras horas juntos.

—Entonces, imaginémonos teniendo sexo—murmuro contra su cálida piel—.Mejor aún, tal vez debería hacer el hecho, y entonces no habría necesidad deimaginar nada.

Agarra mis caderas, con los dedos enterrándose en la suave seda de mi bata.—Parker y Charlotte van a estar aquí tan pronto como él la recoja en el

aeropuerto. Hay cosas que debemos discutir antes que lleguen.

Me encuentro sonriendo ante la aspereza de su voz, y por la creciente durezapresionándose contra mi muslo.—Seguramente estarán en el tráfico en su camino desde el aeropuerto.Él gruñe cuando a propósito me muevo en su regazo con el fin de desabotonar

su pantalón, sus palabras tartamudeando, sus ojos se oscurecen. Y entoncesdesaparecen cuando mi boca encuentra a la suya.

Page 227: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 227/265

22

53Christian

harlotte entra en la habitación, un vendaval con la fuerza de un huracán deenergía mezclada con perfume en polvo, seguida de un Parker aturdido.

—Me disculpo por la tardanza —le dice la rubia escultural a Elsa,tirando una maleta, un maletín, un abrigo y una bufanda al suelo—. Pero este deaquí —dobla un pulgar detrás de ella—, conduce como si tuviera noventa años.

Parker se vuelve de un agradable tono de “maldita mi vida”, pobre cabrón. Ledoy una palmada en el hombro mientras las señoritas se abrazan.

—¿Has traído la documentación?Desliza la correa de su bolsa de mensajero de su hombro y palmea el cálido

cuero.—Como hace poco que he descubierto que venías—está diciendo Elsa—, no

hay necesidad de disculparse.Los ojos brillantes de Charlotte me miran. Estoy seguro que quiere

censurarme, pero sus modales deben tomar el control. Una reverencia precede a:—Me siento honrada de conocerle al fin, Su Alteza.Elsa dice:—Nada de Su Alteza por tu parte tampoco. —Se vuelve hacia mí,

prácticamente retándome a llevarle la contraria por la informalidad.No me molesto en confesar que hice varios intentos con Charlotte al teléfono

sobre esto mismo.—¿Dónde está Dickie?—pregunta Elsa—. ¿Le has dejado atrás?—Obviamente. Está en buenas manos, entre Josef, la niñera y mi madre,

estará bien. De todas formas, sólo estoy aquí por la duración de tu viaje, que esdonde debería haber estado en primer lugar. Lo que me recuerda—mira alrededorde la suite—, ¿dónde está Greta?

—Christian le ha pagado para que vaya a hacer turismo y de compras.—Elsadirige a Charlotte hacia la sala de estar—. Si tenemos suerte, no la volveremos a ver.

C

Page 228: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 228/265

22

Por Dios, Lottie. Qué novedad es esta, el no tener que gritarnos la una a la otra sólopara poder oírnos.

Parker se aclara la garganta.—Si tengo que tomar mi vuelo, necesito irme en los siguientes minutos.

—¿Tienes todo lo que necesitas?—le pregunto. Asiente.—Espera, ¿a dónde va Parker?—se manifiesta Elsa desde su lugar en el sofá.—Dios mío, Su Alteza—dice Charlotte—, ¿no le ha contado a Elsa nada?Pedí informalidad, ¿no?—Para ser justos —dice Elsa—, estábamos distraídos. No ha habido tiempo

adecuado para hablar.—Hemos hablado—señalo.Parker tose, Charlotte apenas pone los ojos en blanco.—El tiempo es esencial, Elsa. Sólo estarás en París durante tres días. Si

nuestro plan va a funcionar, debemos utilizar cada momento disponible paranosotros.

Sin embargo me encanta que Els se niegue a ser sermoneada.—Entonces por supuesto, hablemos, empezando por a dónde va Parker.— A Nueva York—le digo.Elsa chasquea los dedos.—Mat vive parte del año en Nueva York.— Y Kim vive ahí todo el tiempo—le ofrezco.—¿Parker va a viajar hasta Nueva York para hablar con la novia de Mat? O,

¿posible ex novia?—Mira entre nosotros—. Mi tiempo encerrada en la torre en casame ha puesto en desventaja sobre los detalles aquí.

— Alguien debe verificar una sospecha que tengo—dice Charlotte—. Y, comoParker ha conocido realmente a esta Kim, es mejor que vaya él.

—¿Qué tipo de sospecha?—Es adorable cómo suena totalmente sospechosapor esto ella misma.

Asiento a Parker; él extrae un sobre de su bolsa. Se la pasa a Elsa, quien revisalos contenidos.

Su boca cae abierta, las fotos se desparraman en su regazo.—¿Está embarazada?Miro las fotos también, con una roca hundiéndose en el fondo de mi

estómago. Mat, ¿en qué diablos te has metido?—Ciertamente eso parece, ¿no?—pregunta Charlotte—. Por lo tanto, Parker

tiene que charlar con la señorita.Los azules ojos de Elsa encuentran los míos.

Page 229: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 229/265

22

—Pensaba que no sabías si seguían juntos o no.— Ah, así que al menos algo han discutido—suelta Charlotte.Ignoro el golpe.—No lo sé—le aseguro a Elsa—. Como parece, Mat no está hablando mucho

ahora mismo excepto lo que sus padres le están ordenando que diga, debemos irdirectos a la fuente. No hay ningún número de teléfono asociado a KimberlyJohnson en Brooklyn, pero el investigador privado que Charlotte contrató la haseguido hasta un apartamento que actualmente está bajo vigilancia por alguien queno es nuestro hombre.

—¿Quién más la está espiando?—le pregunta Elsa a Charlotte.—Hombres que tienen lazos conocidos a una familia del crimen italiana.—

Charlotte hace una pausa—. Lo cual complica mucho las cosas.Elsa está sorprendida.—¿Estos criminales tienen conexión con los hermanos de Kim?

—Desafortunadamente —dice Charlotte—, eso en la actualidad sigue siendoun misterio. Nuestro hombre lo está investigando, pero obviamente, debe moversecon cuidado.

Elsa piensa en esto.— Así que todos han estado jugando a espías mientras yo he estado encerrada.

—Una ligera sonrisa curva sus labios—. ¿Quién de ustedes es Holmes, y quién es Watson?

— Yo soy Holmes —dice Charlotte firmemente—. Y seguramente Watsontambién. Estos dos son los policías de Keystone.

—Está bien. Parker va a encontrar a Kim.—Los dedos de Elsa encuentran losmíos—. ¿Cuál es el plan desde ahí? ¿Simplemente le preguntará a la mujer quién esel padre del bebé?

—Más o menos—dice Parker en voz baja—. Aunque espero hacerlo con mástacto.

—¿Y si admite que es de Mat?—Entonces —le digo a Elsa—, la va a poner al teléfono conmigo, y voy a

insistir para que se suba a un avión con Parker y venga directamente a París. Sitodo va como lo planeado, estarán en un vuelo de vuelta a las seis horas deaterrizar.

—¿Luego qué? ¿La intimidamos para que admita esto a quién… mis padres?¿A los de Mat?—Nada de intimidar —le asegura Charlotte—. Considera esto lógicamente,

Elsa. Si tus sospechas son correctas sobre que el príncipe Mathieu también estásiendo forzado en este arreglo, será terriblemente duro para permanecer leal ycumplir los deseos de sus padres cuando el supuesto amor de su vida, embarazadacon su hijo, esté delante de él.

Elsa se levanta del sofá, enfurecida.

Page 230: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 230/265

23

—¿Crees que él lo sabe? Porque no puedo entender cómo o por qué se casaríaconmigo si espera un hijo con esta mujer. Claro, no le conozco tan bien, ¡peronunca me ha parecido el tipo de persona que abandonaría ese compromiso!

Voy a donde está, tomando posesión de sus manos.—No lo sabremos hasta que le preguntemos.—Llámale.—Su voz tiembla—. Trae su maldito culo hasta aquí ahora mismo.—¿Y decirle qué?—pregunta Charlotte desde el sofá—. ¿Sospechamos que la

mujer con la que todavía puedes o no estar saliendo está embarazada con tu hijo?¿Qué dices? ¿Y si nos equivocamos? ¿Y si rompieron hace mucho, y este es el hijode otro? —Niega—. ¿Y si su ruptura fue amarga, y ninguno quiere tener nada que ver con el otro? La mejor forma de actuar es esperar hasta que Parker tenga unaconversación con la mujer en cuestión primero.

—¡Estamos hablando de mi vida!Las manos de Elsa agarran las mías, la rabia y la frustración suben por su

cuello en rubores. Nunca la había escuchado con tanta ira antes.—También es la vida de Kim—le recuerdo suavemente—. Y la de Mat.Sus ojos azules brillantes se miran.—¿Y la tuya?Pregunta esto bruscamente. Le devuelvo una respuesta igual:— Y la mía.Su cólera disminuye, sólo un poco. Y luego asiente, resuelta.—Parker, entonces es mejor que te vayas. El resto de ustedes, quiero oír y leer

todo lo que tengan sobre la mala gestión de mis padres de las finanzas de la familia.

Ya es hora.

Page 231: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 231/265

23

54Elsa

espués que Parker se va, Charlotte presenta todo lo que ella y Josef handescubierto referente a la crisis financiar de mi familia.

Vattenguldia es una monarquía constitucional, lo que quiere decirque la familia real es más bien simbólica que en poder absoluto. Sin embargo mipadre es popular e influyente, más que su padre, y su padre anterior a este. Elparlamento hace caso a la monarquía de Vattenguldia no porque es lo que seespera, sino más bien porque sus soberanos tienden a tener el bienestar del puebloal corazón. Es decir, que nuestra línea familiar ha sido siempre ridículamente rica.Fuera de lo que los contribuyentes en nuestro principado pagan para nuestrosustento, también poseemos una amplia cartera de valores del estado real,propiedades en empresas tecnológicas y una inmensa colección de arte. Lasacciones y los bonos pueden superar la riqueza de mi madre pero el dineroconcedido a nosotros por los contribuyentes no lo hace. Cegada por su visión por

una Vattenguldia mejor, ella dirigió una secreta inversión en lo que volvió a ser unesquema Ponzi, todo en su busca de transformarse en el Mónaco del Norte.Millones de dólares que los contribuyentes confiaron en nosotros para usar

con inteligencia habían desaparecido.De manera realista, puedo entender por qué mis padres están frenéticos.

Soberanos o no, es difícil y vergonzoso explicar al pueblo por qué el dinero quellegó de sus bolsillos desapareció y lo más probable nunca será recuperado. Amenos que se liquide el contenido del palacio, hay una pequeña esperanza dereemplazar el dinero antes que el escándalo destruya el principado. En Vattenguldia, nadie está exento a las auditorias, ni siquiera la casa real. Entonces,¿qué hicieron mis padres, para ganar unos fáciles euros (o varios millones) paraellos mismos?

Decidieron casar a su hija con un rico destituido de la realeza a cambio detraerlos de vuelta por la puerta de la realeza.

Charlotte está en la otra habitación, al teléfono con Josef y Dickie. Estámurmurando en el receptor, preguntando al infante si se lo está pasando bien con

D

Page 232: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 232/265

23

su padre. Lo sé porque siento que el hotel entero puede escuchar la conversación aligual que yo.

—¡El bebé no es sordo, Lottie!—grito.Christian se levanta de la cama y cierra de golpe la puerta.

—Tampoco lo es Charlotte.—Podría ser. —Me pongo los pendientes de esmeraldas de la familia que mipadre me regaló en mi decimosexto cumpleaños. Su valor, si se venderían, ¿podríaser valioso para la deuda que mis padres tienen con Vattenguldia?—. Más pareceque lo es. Por muy dulce que sea Dickie, tiene un par de pulmones como nadie. Mepregunto si Charlotte incluso sigue coherente.

Él pregunta dónde había colgado Charlotte mi vestido para esta noche. Es unapieza clásica de elegante seda, fuera de las pasarelas.

—Me gusta ese vestido. Pero además, tienes una asombrosa habilidad de vertehermosa en todo lo que vistes.

Mis rodillas se aflojan.—Puedo inventarme una excusa, lo sabes. Mat ya cree que no me encuentro

bien. —Irritación estalla ante simple pensamiento.Christian saca el vestido de la percha.—Mat no es el villano aquí, Els, sin importar cómo se siente en este momento.

Si nuestras sospechas son correctas, él está simplemente tan atrapado ymanipulado como hemos estado nosotros.

Pongo mi bata en la cama y tomo el vestido que me ofrece. Su mirada esexcitada cuando me mira deslizar la seda sobre mi cabeza.

—Mira si puedes conseguir hablar con él esta noche—dice Christian—. Aescondidas en caso que realmente los vigilen.

Me giro, tirando mi cabello por encima de mi hombro.—¿Me subes la cremallera?Dedos rozan mi espalda, primero arriba de la base del nacimiento de mi

cabello y después abajo donde mi espalda se une a mis partes bajas. Un beso en miomoplato antes que la cremallera sea subida lentamente. Y deseo que fueraChristian con quien cenara esta noche y nadie más.

—¿Tú y Charlotte tendrán una fiesta de pijamas mientras estoy fuera?Un beso fugaz encuentra su camino en la piel bajo mi oreja antes de echarme

el cabello hacia atrás.—Oh, seguramente. Seguida de una pelea de almohadas.Me giro.—Cuidado. Es despiadada con las almohadas. Una vez cuando éramos niñas

tuve un ojo morado por media semana, gracias a su increíblemente fuerte puntería.— Anotado. —Manos rozan mis brazos—. A pesar de todo, intenta disfrutar

esta noche. Recuerda, Mat es fraternal, amable y agradable.

Page 233: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 233/265

23

Estoy en las puntas de mis pies, una mano curvándose alrededor de su cuello.—¿Me recoges después?Su boca baja tan cerca de la mía que respiramos el mismo aire.—¿Estás segura que es una buena idea?

—No. Pero me gustaría que lo hicieras de todas formas.

Mat se ve bien, como Mat en esteroides cuando finalmente llego alrestaurante. Está vestido en una tajante camisa a cuadros y una arreglada pajarita,acompañados de un jersey gris aparentemente gastado a la vista y pantalón grisfino oscuro que parece pintado. Su cabello está revuelto, su descuidada barbilla ysus gafas están un poco dobladas. No puedo negarlo, Mat es un atractivo ysofisticado príncipe.

Murmullos en voz baja llenan el restaurante cuando soy conducida hacia lamesa en la cual él ya está sentado. Mis movimientos traen pequeños destellos de

luz. Mi guardaespaldas hace una rápido escaneo de la sala antes de meterse detrás,al lado de la escolta de Mat. Mientras me acerco, él se levanta, ofreciéndome lo queestoy segura que es una sonrisa de bienvenida. Es más melancólico que cálido, sinembargo. Tenso.

Lo sabe , no puedo dejar de pensar. Sabe que ahí fuera hay una mujer, una queama, o por lo menos, una a la que quiso profundamente. Y sabe tan bien como yoque esta mujer no soy yo, ni nunca lo seré.

Nos abrazamos en bienvenida, seguido de besos al aire. Cuando nossentamos, un camarero aparece para abrir una botella de vino ya enfriándose allado nuestro. Mat me dice:

—Te ves muy bonita esta noche, Elsa. Acepto una copa del camarero.—Estaba contemplando lo elegante que luces tú esta noche.Mat se ríe.—¿Es por las gafas?—Eso también. Es un bonito aspecto, uno adecuado para ti.—Para un

príncipe que se enamoró de un médico, rebelándose contra los estereotipos.Mat finge una mueca. Levanto una ceja en modo de pregunta así que aclara:—Bonito es apuñalador para el ego.La necesidad de soltar la risa es fuerte mientras las palabras de Christian me

vuelven a la memoria.—¿Primero elegante, después bonito?—Niego, divertida—. Y pensar que la

gente viene a escuchar mi fluidez elocuente en discursos.Una risa retumba de su garganta y es un sorprendente alivio ver un poco de

genuina tranquilidad en su rostro.

Page 234: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 234/265

23

—No he tenido muchos discursos aparte de esos del colegio. Supongo que estoes una ventaja de ser parte de una familia depuesta.

Una, pienso en mis adentros, desesperada para volver a un trono.—¿Has disfrutado yendo a una universidad en América?

Sombras de regreso quitan la pizca de humor que se había permitido sentir.—Muchísimo.— Aleja la mirada, hacia la ventana que da a la calle de París—.Tú has ido a Oxford en Inglaterra, ¿verdad?

Muy buen cambio de tema Mat.—Sí.Frota el rastrojo en su mejilla.—Incluso he pensado volver y conseguir mi doctorado.Sorbo mi vino lentamente, el líquido amarillo bajando por mi garganta.—¿En América?Suspira en una ráfaga de desprecio a sí mismo junto a una negación.—Tenía la esperanza, pero… Trazo la boca de mi copa hasta que se escucha suavemente.—Pero se espera que te cases conmigo y te mudes a Vattenguldia.—Elsa… Recojo mi carta de menú y la abro.—No he comido en este restaurante. También estoy enamorada

desesperadamente de otra persona. —Una sonrisa alegremente por encima delcuero negro—. ¿Qué me recomiendas pedir esta noche?

La copa de vino se queda inmóvil en sus labios una vez que mis palabras,como aire escapando de un globo, espetan entre nosotros.

—Me inclino hacia el pescado, si de verdad quieres saber. Es una cosaescandinava, estando rodeados de tanta agua.

El vaso encuentra su camino de vuelta a la mesa. Aclara su garganta antes dedecir en voz baja:

—Estoy bastante consciente de esto.Pero sé que no hace referencia a mis preferencias culinarias.—¿Lo estás?Con los ojos cerrados detrás de sus gafas, las manos agarrando el borde del

lino que cubre la mesa.—Sí. —Su voz es ronca—. No soy ciego, lo sabes. Lo vi sucediendo. Todos lo

saben, incluido yo.—¿Y aun…?

Page 235: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 235/265

23

—Mis manos están atadas. —Tanta rabia y remordimiento llena sus ojoscuando los vuelve a abrir—. ¿Crees que me gusta la idea de hacer esto a un amigo?

—¿A qué amigo te refieres?—pregunto a la ligera—. ¿Yo o él?—Tienes que entender…

Me inclino hacia adelante, indignada. Olvida fingir esta noche. No me importani un ápice de la furia de mi madre en casa una vez descubra que no he jugadoadorando al pronto-va-ser-mi-prometido durante la cena.

—No entiendo, porque te niegas a informármelo al igual que por qué estáscontinuando con esta farsa. ¿Estamos siendo vigilados?

El camarero reaparece, con una cesta de pan en su mano. Mat rápidamentepide para ambos lubina asada, enviando al hombre a sus asuntos otra vez.

—Me niego a hablar estas cosas en medio de un repleto restaurante. Nocuando hay… ojos y oídos.

—Muy bien. ¿Dónde deberíamos hablarlo?

Niega.—De todas formas no importa. Hablar no va cambiar el resultado.—No estoy de acuerdo.Me mira, rigidez alineando las comisuras de su boca, frustración seguramente

cosquilleando la punta de su lengua, pero justo cuando pienso que va a continuarargumentando, apenas suspira.

—Me gustas —le digo—. Créetelo o no,lo hago . Y pienso que bajo diferentescircunstancias, podríamos posiblemente ser estupendos amigos. Espero que un díalo seamos. Pero nada de esto ocurrirá mientras los dos escondamos cosas el uno delotro.

Sus labios se presionan juntos mientras masajea su frente.— Aquí, empiezo yo. Recientemente he descubierto por qué se me había

ordenado casarme contigo. Es un total anticuado motivo, me temo. Me casarécontigo por dinero. Un montón, por lo que puedo decirte.—Doblo mis manos—. Ahora. Tú turno.

Durante largos segundos, temo que se va a rehusar a contestar. Oficialmentele he desafiado, en silencio por supuesto, pero también le he dejado saber que nome echaría atrás. Sin importar lo que pase entre Christian y yo, no puedo seguircasándome con un hombre que no amo.

Estoy terminando mi copa de vino cuando murmura:—Mis razones son menos sabrosas. Estoy haciendo esto porque, si no lo hago,alguien que significa mucho para mí va sufrir, y no puedo permitir eso.

Está hablando de Kim. Debe ser eso.—Mat… —Si quieres ir más lejos hablando, muy bien. Eso vamos a hacer.—Se quita

sus gafas y frota el puente de su nariz—. Pero no esta noche. No eres la única cuyo

Page 236: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 236/265

Page 237: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 237/265

23

55Christian

uedo hablar con franqueza?Charlotte ha, en todo caso, sólo hablado

francamente conmigo desde nuestra primera llamada deteléfono.—Por supuesto. No soy de los que rompen la tradición—digo.— Y sin embargo, lo eres.—Sus ojos se estrechan—. O por lo menos, lo estás

considerando.No digo nada. Por mucho que respete e incluso me agrade la secretaria

personal de Elsa, tranquilizar a Charlotte de la sinceridad de mis sentimientoshacia su empleadora no está en la cima de mis prioridades para esta noche.

—Creo que, aunque Elsa nunca te hubiera conocido, se resistiría a casarse conalguien que apenas conoce, ni hablar que no ama. Ella y su padre tuvieron variaspeleas sobre esto durante los meses previos a la Cumbre Decenal. Estoy segura queeres consciente que es terca…

—Eso es decir poco—murmuro.— Y quiere lo mejor para su país. Vattenguldia la adora.—Como deberían.Charlotte coloca los papeles que ha estado leyendo sobre la mesa y se vuelve

para enfrentarme por completo.—Sería una gran pena para nuestro país si la perdiéramos.Tomo mi gorra de béisbol y me dirijo hacia la puerta.—Lo sería, ¿no?

Elsa emerge del restaurante entre destellos de luz y rostros curiosos deseososde ver no uno, sino dos hermosos jóvenes de la realeza juntos. Esboza su regiasonrisa, la que es paciente y amable. Mat está justo allí, junto a ella, con la mano enla parte baja de su espalda.

— ¿

Page 238: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 238/265

Page 239: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 239/265

23

La deseo. Aquí. En este auto.Como si me pudiera oír, Elsa se inclina hacia atrás y desabrocha su vestido-

abrigo. Mi boca se seca, mi polla se convierte en piedra.Sólo lleva un sujetador de encaje y apenas unas bragas debajo.

—¿Fuiste a la cena en tan sólo un abrigo?—Deslizo la lana suave por sushombros antes de trazar la longitud de sus brazos en mi camino hacia sus pechos—.¿Qué pasó con el vestido con el que te ayudé?

Una deslumbrante y maravillosa risa escapa de ella, dejándome aún másembriagado de felicidad.

—Como accediste a recogerme, decidí que el vestido era innecesario. Mecambié poco antes de irme. ¿No lo viste colgado en el dormitorio?

Presiono un beso en la base de su garganta y chupo suavemente; inclina lacabeza hacia atrás para que el cabello largo pueda extenderse a través de los dedosque desenganchan hábilmente el cierre del sujetador. Lo quito suavemente,dejándolo caer sobre el asiento de al lado.

Maldita sea, me encantan sus pechos.Bajo y hago girar la punta de mi lengua alrededor de un pezón; gime en

silencio, apretando sus dedos sobre mis hombros. La froto contra mí, disfrutandode la sensación de mi polla contra el pequeño trozo de seda que todavía llevapuesto. Paso mis dientes por el capullo endurecido antes de reclamar su boca denuevo para un ardiente beso que me tiene desesperado por estar dentro de ella.

Me quita la camiseta por la cabeza, arrojándola detrás de ella.Engancho mis dedos en los lados de sus bragas. Se inclina hacia delante y

susurra en mi oreja:

—Rómpelas. Vivo para servir a esta mujer.Su jadeo me inflama. Trazo la línea a lo largo del interior de la pierna, desde la

cadera hasta donde ya está mojada. Otro jadeo escapa de Elsa cuando mis dedosgiran alrededor del sensible manojo de nervios entre sus piernas, otro cuandodeslizo un dedo profundo en su interior.

El auto desacelera de nuevo. No me importa la razón, debido a que se estámeciendo contra mi mano, la cabeza echada hacia atrás, y creo que estaría bien conel mundo explotando a nuestro alrededor mientras pueda verla así.

Busca a tientas el botón y la cremallera de mis jeans, las palabras roncas, elllamado de una sirena al que no puedo negarme.

—Te necesito. Ahora.Quito mis dedos de ella mientras saca mi polla dura como una roca. Doblo

hacia abajo los lados de mis jeans, quitándomelos tanto como puedo antes d queella caiga justo encima de mí.

Y entonces me monta, justo como quería hacer anoche. Me pierdo todo salvoa ella mientras el auto acelera, viviendo y muriendo por cada empuje y gemido.

Page 240: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 240/265

24

56Elsa

so —le digo a Christian mientras me inclino para darle un beso—, fue también una primera vez para mí. Sexo en el auto,

quiero decir.Una bocina resuena en el exterior. Salto y luego río. Estoy riéndome … y esabsolutamente maravilloso hacerlo.

Sus manos acunan mi rostro.—Para mí también —murmura.Miro a su sudoroso y hermoso rostro.—¿Nunca antes has tenido sexo en un auto? Encuentro eso... sorprendente.Se mueve, recordándome que todavía está ajustado y cálido dentro de mí.—No en un auto en movimiento. Así que sí, esto fue una primera vez para mí

también.Otra bocina resuena a medida que disminuimos la velocidad hasta

detenernos. No podemos estar lejos del hotel ahora.Extiendo la mano y reclamo mi sujetador.—¿El sexo en un auto en movimiento es mucho mejor que en uno

estacionado? Aparta mis manos cuando intento abrochar mi sujetador para hacerlo él.—Oh, con toda seguridad. —Una mano se curva en mi espalda, así puede

inclinarnos hacia adelante y tomar mi abrigo y camisa.

Le pongo la camiseta lentamente por su cabeza, alisando el algodón suave bajo mis dedos.—Me alegro.No dice nada mientras desliza suavemente mis brazos en los del abrigo antes

de abotonarlo. El auto traquetea hacia adelante. De mala gana, me levanto de suregazo para dejar que se suba los jeans. Sin embargo, soy la que los abotona y subela cremallera.

— E

Page 241: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 241/265

Page 242: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 242/265

24

57Christian

a Loba, de acuerdo con Lukas, está echando humo por su incapacidadpara encontrarme.

—Mierda, hermano, si vienes a casa, prepárate para ser encerrado.¿Tenemos mazmorras? Porque estoy seguro que es exactamente donde te va aponer. La Loba está convencida que éste es otro Isabellegate.

Elsa está dormida en la otra habitación, pero una llamada de Parker pocodespués que sus ojos se cerraran me ha mantenido despierto.

Kim estaba dispuesta a hablar conmigo.Mientras que la conversación propiamente dicha fue corta, puse las cosas tan

claramente como pude para ella. Lloró en silencio, pero estaba enfadada también.—Odio a la maldita familia de Mat—dijo, y me encogí ante su vehemencia. Es

una buena chica, una agradable (a pesar de mis burlas a Elsa sobre lo lamentableque es la palabra agradable), y no es justo que su vida, ya plagada de turbulencias,cambiara aún más porque tuvo los medios para enamorarse de alguien de sangrereal.

—¿Estás dispuesta a venir a París?—pregunté. Vaciló, insegura acerca de lo que pensaría Mat. Pero entonces, la resolución

de acero que había visto antes en su carácter, dio un paso al frente.— Voy a estar allí tan pronto como sea posible, Christian. Y ahora, aquí estoy, recibiendo una llamada telefónica de mi hermano,

discutiendo de otra familia real que merece odio.

—¿Le diste la carta?—cuestiono. Había dejado una, por si acaso.—¡Diablos, no! ¿Me hace el peor hijo del planeta admitir que la he ocultado

porque verla retorcerse es mi pasatiempo favorito?—Eres el que está actualmente frente al pelotón de fusilamiento—señalo—.

No yo.—Sólo porque estás en la maldita Francia en lugar de Aiboland. En el

momento en que tus pies toquen nuestro rocoso suelo, vas a estar frente al pelotón

L

Page 243: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 243/265

24

y luego la horca y después, probablemente, serás desmembrado, entonces La Lobapuede coserte de nuevo para convertirte en una marioneta que pueda controlar.Será Rasputin en todos los aspectos otra vez. ¿Cuánto tiempo crees que este viaje va a tomar? Porque no sé cuánto tiempo puedo cubrir tu espalda antes que sueltena los perros.

—¿No quieres decir lobos? Además, Rasputin nunca fue colgado odesmembrado.—Jodido nerd de historia. Mi punto es, Chris. La Loba está determinada a

encontrarte. Ahora, responde a la maldita pregunta.—Si tengo suerte, el mayor problema estará solucionado al anochecer. O, al

menos, parcialmente resuelto.Se mofa, pero me desea suerte. Se lo agradezco, porque necesito toda la

maldita buena suerte que pueda conseguir.

Charlotte se fue al aeropuerto a buscar a Parker y a Kim, dejándonos a Elsa y amí para confrontar a Mat. Cuando la mujer que amo abre la puerta, me acuerdo deuna vez que el príncipe Chambéry y yo fuimos a navegar con amigos una tarde definales de verano en Nueva Inglaterra. Fue un momento fantástico, con montonesde cervezas frías que beber y algunos malditos ojos entrometidos. No éramos de larealeza en ese barco. Sólo unos amigos pasando un buen rato.

Espero que también podamos superar esto como amigos.No está demasiado sorprendido de verme una vez que Elsa lo lleva a la sala de

estar de la suite. Extiende una mano a modo de saludo. La tomodespreocupadamente. Cuando dice:

— A pesar de todo, es bueno verte.—Le creo.Elsa se sienta junto a mí en el sofá. Mat elige una silla frente a nosotros.

Lamento que esto se parezca a un interrogatorio, pero como mi hermano señaló, eltiempo es esencial. Le pregunto a mi viejo amigo:

—¿Qué está pasando? Algo que suena demasiado cercano a una risa, pero que no contiene el

suficiente humor, sale de él.—Sé que tú y Lukas creen que me sacan ventaja en tener la peor madre del

mundo —dice—, pero les aseguro que les gano. Mis padres...—Niega. Suelta una brusca exhalación—. Digamos que no se tomaron bien descubrir que su único hijo

estaba ansioso por pasar su vida con lo que apodaronbasura del gueto . Ni la ideaque su línea de sangre sea con el tiempo mancillada por los hijos concebidos conuna mujer quien, a sus aceptables ojos, no es más que un perro callejero.

—Jesús. — Y luego, enojado porque tales juicios pudieran hacerse sobre unapersona antes incluso de conocerla, digo—: Que les jodan. No saben una mierdasobre Kim.

—Dije la misma cosa, y continuaron con una prolija amenaza contra los suyos,con la promesa que harían la vida de Kim y de su familia un infierno si no me

Page 244: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 244/265

24

marchaba y me casaba con alguien de su propia elección. Alguien que va a ayudar arecuperar la gloria de los Chambéry.

El color abandona el rostro de Elsa. A pesar de las amenazas del príncipeGustav, al menos nunca ha tenido que escuchar esto.

—Después que mi familia perdió el poder, se volvieron... digamos,amables con aquellos cuyas carreras no siempre eran legítimas. Esa relación ha continuadoa lo largo de los años y ha demostrado ser de beneficio mutuo de maneras con lasque no les aburriré, pero es suficiente decir que, cada vez que los Chambérys tienenun problema con el que necesitan tratar, se llama a estos asociados.

Las piezas del rompecabezas se deslizan en su lugar. Kim está bajo vigilanciadebido a los Chambérys.

—¿Lo sabe Kim?—inquiero.Niega.—Simplemente le dijeque lo desaprobaban. No quería preocuparla… ya tiene

demasiado sobre sus hombros, gracias a su propia familia.Beso el dorso de la mano de Els antes de levantarme.—Creo que esto exige algunas bebidas. Sin embargo me temo que estamos

limitados aquí. ¿Está bien un whisky?Mat asiente. Elsa le insta a continuar.— Verán, cuando mis padres descubrieron que estaba saliendo con alguien que

no habían aprobado, se enfurecieron. Me dijeron que pusiera fin a nuestra relaciónde inmediato. Me opuse. Los matones que usa mi familia con demasiada frecuenciafueron enviados a dar una paliza a los hermanos de Kim.

Casi se me cae el pesado vaso que estoy sosteniendo.En dirección a Elsa, dice:—Su familia está asociada muy cercanamente a la violencia, así que eso

sucediendo, en su territorio, nada menos fue intensamente aterrador.La mujer que amo está horrorizada. Yo también.— Antes que pudiera asimilar lo que estaba ocurriendo, también enviaron a

alguien por Kim.—Traga saliva—. Pasó unos días en el hospital, creyendo que fueagredida por una banda rival en lugar de la mafia.

Le doy a Mat el whisky, inseguro qué decir en este punto.—Me aseguraron que la próxima vez que los asociados de mis padres fueran

enviados, no serían tan generosos. —Toma un largo trago del líquido ámbar,haciendo una mueca cuando desciende—. Les creí. A pesar que rompí con ella, le dia uno de sus hermanos dinero para conseguirle un lugar seguro.—Se recuesta en lasilla, la derrota llenando su rostro—. Eso fue hace cinco meses.

—¿Has hablado con ella? —pregunta en voz baja—. ¿La has visto desdeentonces?

Page 245: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 245/265

Page 246: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 246/265

24

58Elsa

o puedo aceptar éstos—dice Mat.La más absoluta ridiculez. Volviéndome hacia

Kim, tomo su mano.—No es ni de cerca suficiente, pero es un

comienzo.Su oscuro cabello rizado se balancea sobre sus hombros mientras se queda

mirando los pendientes de esmeraldas en su mano. Pero es claramente másinteligente que Mat, porque sus dedos se cierran alrededor de las piedras preciosas.

—Gracias.Durante la última hora, discutimos en detalle qué hacer con nuestra situación

increíblemente compleja. La gran duquesa de Aiboland desea una manera departicipar en los beneficios de los registros de envío de Vattenguldia. Mis padresrequieren de efectivo, mucho de éste. Los Chambérys codician la tierra y un trono.Ninguno ha preguntado alguna vez qué es lo que nosotros, los herederos e hijos,queremos. Pero ahora que estamos todos juntos en una exquisita suite en París,muchos de nosotros decidimos finalmente tomar el control de nuestros propiosdestinos.

En primer lugar, Christian y yo ayudaremos a Mat y Kim a esconderse. No eslo ideal, pero van a estar juntos, que es lo que ambos dicen que quieren. Parkerafirma que, gracias a los informes de nuestro investigador privado, fue capaz deencontrar un camino en su edificio que evitó que los notaran… mejor aún, fueroncapaces de salir de la misma manera. Kim hizo una llamada a su familia, usando elteléfono de Charlotte, rogándoles que fueran esconderse de inmediato. Ni Christianni yo tenemos grandes cantidades de dinero en efectivo con nosotros, pero tengolos pendientes de esmeraldas para empezar. Tan rencoroso como esto puede ser enel momento, realmente preferiría que Mat y Kim tuvieran el dinero más que mispadres.

Parker y Charlotte se ocupan de la estrategia, organizando vuelos y elalojamiento para los futuros padres. No será fácil; los Chambérys siguen siendo

— N

Page 247: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 247/265

24

influyentes en Francia e Italia, y Nueva York obviamente está descartado, ya quesería uno de los primeros lugares revisados en la búsqueda de un príncipe perdido.

Ninguno de nosotros tiene todas las respuestas… sólo la determinación tras loque es correcto.

—Sabes —murmura Christian mientras los destinos alternativos se discuten—,tal vez deberíamos empezar un nuevo club. La SRLA.

Doy golpecitos en mi barbilla mientras considero esto.—¿La Sociedad Real Lujuriosa Amorosa?Se ríe antes de besar el lugar justo debajo de mi oreja.—Me decepcionas. La Sociedad Real Libertadora.—Libertadora es una palabra singular, ya sabes. Sería la SRL.Sus brazos se envuelven a mi alrededor, y si bien son cálidos y confortables y

agradables, están muy lejos de ser fraternales, gracias a Dios.

—Semántica.—Primero Isabelle, ahora Mat. —Me río contra su camisa—. Fugarse se haconvertido en una epidemia entre los miembros más jóvenes de la realeza deEuropa.

Minutos más tarde, Mat deambula hacia donde estamos, las manos metidasen los bolsillos.

— Vas salirte con la suya, Su Alteza. No vamos a casarnos después de todo.Mi sonrisa aparece a la velocidad de la luz.— Así es como consigo salirme con la mía.

Kim se nos une; sus manos se enlazan, como imanes que no pueden resistirseel uno al otro. Él es tierno cuando la insta a sentarse y descansar, sólo para tenerlarecordándole que las mujeres han tenido bebés desde los albores de la humanidad y va a sentarse cuando esté en el avión. Además, argumenta, es doctora y sabríamás que un genio matemático como él.

Christian estaba en lo cierto. Me gusta esta Kim.Mat me pregunta, líneas tenues arrugando su frente:—¿El príncipe Gustav y la princesa Sofía estarán molestos al no conseguir su

parte de la fortuna de los Chambéry?Indudablemente. Pero eso no debería importarle en lo más mínimo a Mat.

—Hicieron su cama, y ahora deben acostarse en ella. En el momento en queustedes dos dejen París, programaré una agradable y larga conversación con SusSerenísimas Altezas sobre tal cosa.

—Te deseo suerte —me dice. Cuando nos abrazamos por última vez, se siente bien, porque los abrazos cálidos y fraternales son perfectos para los amigos.

Page 248: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 248/265

24

59Christian

a en contra de cada fibra de mi ser dejar que Elsa aborde un jet conGreta, sin mí, pero sé que debe hacerse.

No puedo luchar las batallas de Elsa más de lo que puede luchar lasmías.Parker y Charlotte sacaron a Kim del hotel, con Mat saliendo públicamente

antes de desaparecer en París. Ninguna nota fue dejada, Mat temía que si siquieramencionaba a Kim por su nombre, su familia sería inmediatamente ubicada. Lomejor era irse sin una palabra y con el menor rastro posible. Volaron directamentea Escocia para casarse, pero más allá de eso, Elsa y yo permanecimos en laoscuridad.

—Será más seguro de esa manera—razonó Mat—. Elsa podrá declarar una verdadera y plausible negación.

Lo llevé a un lado, preguntando si era posible o no que Elsa se convirtiera enel blanco de la ira de los Chambérys. Fue inflexible con que no lo sería… por esto, ysi una palabra salía, arruinaría cualquier posibilidad futura para la familia deencontrar su camino de regreso al poder.

Aun así, una conversación entre Elsa, Parker, Charlotte y yo ocurrió. Losguardaespaldas de la mujer que amo serían puestos en estado de alerta; setomarían las precauciones necesarias para garantizar su continua seguridad. Esanoche, cuando los Chambérys se dieron cuenta que Mat no se reportaría, como serequería, una serie de llamadas se hicieron a la policía, Interpol, e incluso a Elsa.Me vi obligado a retirarme a la habitación que había alquilado para Parker,inquieto sobre dejarla atrás para hacer frente a su ira, pero por una vez, la prensanos hizo un favor.

Las fotografías salieron, demostrando que él abandonó el hotel a principios dela tarde, vivo y con una sonrisa en su rostro.

Elsa fue rápidamente convocada a casa ni siquiera una hora después que elaviso de la desaparición de Mat llegó al palacio. Greta reapareció, llevando varias

Page 249: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 249/265

Page 250: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 250/265

25

6Elsa

l periódico más importante de Vattenguldia es puesto de golpe delante demí, haciendo sonar mi taza de té en la mesa del desayuno. Una foto de Mat

y yo, dentro del restaurante en París, me mira amenazante. Ninguno de losdos parece ni remotamente feliz de estar allí, lo que tiene mucho sentido teniendoen cuenta que no lo éramos.

La Princesa Elsa Miserable En París , grita el titular. Lástima que no me vieron una hora después que esa foto fue tomada, cuando era cualquier cosa menosmiserable en la parte trasera de una limusina.

Otro periódico cae sobre el primero. El Príncipe Mathieu Desaparecido Después de Acogedora Cita Con La Princesa Elsa . Un tercero es añadido a la pila:Una angustiada Princesa Elsa Se Apresura a Casa Tras La Desaparición de Enamorado.

Uno de los largos dedos de mi madre golpea contra la prensa.—¡Esto es una pesadilla pública!—Cuan deliciosamente irónico es esto viniendo de ti de todas las personas.—

Mi voz es francamente helada cuando fríamente levanto la mirada hacia mi madre.Un sonido de sobresaltado desagrado sale de mi padre desde el otro extremo

de la mesa. Su frente es una serie de valles profundos mientras me mira fijamentedesde el borde de su periódico.

Coloco mis manos en mi regazo. Enderezo mi espalda y mantengo mi cabezaen alto. Soy la princesa heredera de Vattenguldia. Puedo y haré esto. Pedí lapresencia de ambos en el desayuno sólo para que pudiéramos tener esta charla.

—Sé lo que hiciste.—Hago señas para que mi madre se siente. Y entonces, measeguro de tener contacto visual con mi padre—. Lo queambos han hecho. Y hoyestoy aquí para decirles que me niego a permitir que ustedes malvendan mi vida, lade Isabelle y nuestra felicidad para encubrir su mala gestión de los fondos de loscontribuyentes.

Todo el color y el fuego se escapan de mi madre mientras se deja caer en unasilla.

E

Page 251: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 251/265

25

—Los esquemas de Ponzi son tan horteras, madre. Como lo es perderaproximadamente cinco millones de euros que el público espera que sean utilizadossabiamente. —De debajo de la mesa, saco una carpeta que traje conmigo quecontiene todo lo que Josef, Charlotte, y Parker descubrieron sobre las pobresinversiones de mi madre—. Dime. ¿Cuánto te prometieron los Chambérys a cambiode mi mano? ¿O incluso la gran duquesa? ¿Era en conjunto lo suficiente paraasegurar que nadie supiera lo que se ha hecho?

Su Serenísima Alteza Sofía de Vattenguldia está, por primera vez en muchotiempo, falta completamente de palabras.

—¡Cómo te atreves a hablarle a tu princesa de esa manera!Mi corazón da un vuelco aterrorizado cuando me encuentro con los ojos de mi

padre. El rostro de mi madre puede estar blanco, pero el del príncipe Gustav estárojo de furia.

—Me gustaría pensar que tú, de todas las personas, estarías igualmenteindignado por lo que ha ocurrido—le digo a mi soberano—. Como miembro de la

familia gobernante Vasa, estoy consternada por cuánto dinero, ganado pornuestros ciudadanos trabajando duro, fue tan tontamente tirado en un momentoen que gran parte del mundo está en crisis económica.

—Olvidas tu lugar—espeta él.Cuan equivocado está.—Estoy en deuda con este gran país, y su bienestar está a la vanguardia de mi

mente cuando considero esta situación. Como futura soberana de Vattenguldia, no voy a permitirme ser usada para encubrir algo tan atroz.

El periódico en las manos del príncipe es doblado cuidadosamente y colocadoal lado de su plato. Sus labios se afinan, hay ira en sus ojos, pero también hay algomás que eso.

Me atrevo a esperar que sea orgullo.La sorpresa deja paso a las silenciosas lágrimas de mi madre.—No lo entiendes —susurra—. La prensa nos crucificará. Puede que haya

convocatorias para la disolución de la corona.—Casi garantizado. —Mi tono se suaviza, pero sólo un poco—. Dicho esto,

estoy dispuesta a trabajar con ustedes para encontrar una solución para reemplazarlos fondos, pero me niego a ser la moneda de cambio que esperaban. Considero quees el mayor pecado hacia nuestros ciudadanos… hacia esos que confían en nosotros.¿Revelar que los queridos monarcas venden a sus hijas por dinero y que una huyópara escapar de tal destino? ¿O confesar sus errores, hacer lo mejor paraexplicarlos y prometer hacer todo lo que esté a su alcance para recuperar laconfianza de Vattenguldia al rectificar la situación?

El silencio en la habitación es doloroso. Una parte quiere gritarles, preguntarpor qué la segunda opción no fue considerada, por qué Isabelle y yo éramos tanfáciles de usar como su manera de salir de este lío.

Page 252: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 252/265

25

Pero no lo hago. Una enorme pelea no resolvería nada en este momento.Ninguno de mis padres está pensando con claridad. Soy la princesa heredera y,maldición, mejor que actúe como tal.

Mi país me necesita y voy a estar aquí para ellos, incluso si sus soberanosactuales no lo están.

—Hay un montón de arte y muchas antigüedades en almacenamiento quepodrían ser discretamente subastados o, mejor aún, dados a los museos del país enlugar del pago. Tal vez este sea el impulso para que nuestra familia mire a nuestrolugar en la sociedad Vattenguldiana y determinar cómo podemos racionalizar loscostos de la monarquía.

Mi padre me mira fijamente durante un largo momento que casi hace rompermi columna limpiamente por la mitad. Pero luego asiente y reclama su periódico.

Al día siguiente, entro en la oficina de Su Alteza bajo petición. Bittner está ahí,trabajando junto a mi padre.

—¿Pediste verme, padre?Bittner se excusa. Creo que, después de lo que pasó ayer en el desayuno, sabe

bien que no debe quedarse para más bombas de Elsa.— Antes de entrar en ello de nuevo, Elsa, me pregunto si has oído hablar de tu

hermana —cuestiona mi padre.Esta es la primera vez que uno de mis padres ha pensado en preguntar.—De manera indirecta, sí. Es la que descubrió la razón detrás de por qué

estaban tan interesados en que asistiéramos a la Cumbre este año. O más bien, ella y su nuevo marido lo hicieron.

Está tan sorprendido como yo lo estuve por esta noticia.—Tenía la impresión que su compañero no era demasiado brillante.— Al parecer, es más inteligente de lo que cualquiera de nosotros le daba

crédito.Isabelle también.Su Serenísima Alteza se queda callado por un largo momento.—Estoy aliviado al oír que te contactó.—En realidad, no lo hizo. Llamó a alguien más quien me transmitió la

información.Sus gruesas cejas se alzan.—¿Y quién podría ser ese?Me deslizo en la antigua silla frente a su escritorio.—El príncipe Christian de Aiboland.La sorpresa destella en su rostro.

Page 253: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 253/265

25

—Pero pensé que no estaba interesada en él. Dijo que era aburrido como elcésped y me rogó que no la casara con alguien que le haría la vida imposible.

Oh, Isabelle. Si mi hermana estuviera aquí, la abrazaría hasta que no pudierarespirar.

—No eran adecuados el uno para el otro, eso es cierto. Y, sólo para que quedeclaro, él no es aburrido en lo más mínimo.—Reúno mi valor, a pesar que laincertidumbre se cierne—. Lo contactó, sin embargo, ya que es consciente de lamagnitud de nuestros sentimientos el uno hacia el otro, y asumió correctamenteque él me informaría de lo que ella sospechaba.

Finalmente, otro padre está quedándose sin palabras.— Ayer, indiqué mi voluntad de ayudar a capear el temporal que está

cerniéndose sobre los Vasas. Incluso voy a estar allí en la conferencia de prensacontigo, que Bittner ha programado para mañana. Todo lo que pido es que estésabierto a lo que voy a discutir y que puedas encontrarlo dentro de tu corazón paramostrarme que el príncipe y padre que he admirado durante mucho tiempo todavía

está aquí.Su mueca de malestar es dolorosamente visible, como lo es el pesar que marcasu rostro.

—Planearon casarme con un príncipe depuesto con la esperanza de ganarpara ustedes mismos un bonito euro…

Arrepentimiento o no, mi nombre es una advertencia en sus labios.Sigo, no obstante.—Para muchos, eso sería imperdonable.No se disculpa, ni yo lo esperaba.

— Y, sin embargo—digo—, todavía estoy aquí, pidiendo tu ayuda.Sus labios se fruncen y muchos largos segundos se extienden entre nosotros.

Por último, murmura:—Considérame intrigado.—El hombre del que me he enamorado, el que está enamorado de mí, es un

gran duque heredero, preparado para heredar el trono de su país.Mientras asimila mi declaración, sus juntos dedos golpean contra su barbilla.—¿Es la gran duquesa de Aiboland consciente de esta relación?—Si no lo es aún, lo será en breve.—O así lo proclamó Christian cuando nos

fuimos. Como nunca me ha dado ninguna razón para dudar, sin embargo, este no va a ser el momento en que empiece a hacerlo.La silla de mi padre cruje mientras se inclina hacia adelante.—Quieres saber si tal unión es factible.—Sí.Gruñe.

Page 254: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 254/265

25

—Y pensar que encontraste la situación de Chambéry… desagradable. —Susdedos regresan a su escritorio, delineando ligeramente un patrón—. ¿Dices que loamas?

—Sí.Sostiene un bloc de notas, junto con una pluma. Se coloca las gafas, una vez

más, sobre su nariz. Espero pacientemente mientras la tinta fluye a través delpergamino, deseando tener el descaro de inclinarme y leer sus palabras.

Cuando termina, la pluma es colocada en una ordenada línea paralela a susnotas.

—Te espero en la conferencia.Es tan bueno que me voy a preparar justo ahora. Tenemos un largo camino

hacia la recuperación de la confianza en nuestra familia, y hay mucho que tiene quehacerse para ayudar a asegurar que el legado Vasa no esté completamentedestruido en los anales de la historia Vattenguldiana. Pero en este momento, estoylo bastante contenta para confiar, o al menos esperar, que la solución seainminente, y aceptar que tal vez, sólo tal vez, mis padres y yo podemos trabajar através de esto y reconstruir la reputación de nuestra familia, juntos.

Page 255: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 255/265

Page 256: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 256/265

25

monarquías en el mundo, junto con el escándalo de Vattenguldia. Lo lancé justo aun lado de ella—. Ya he terminado de ser tu príncipe perfecto.

Y después, la primera llamada de Gustav llegó. Y luego muchas más llamadassubsiguientes en las siguientes semanas, seguido de más llamadas de sus asociadosen el Consejo Monárquico. Era, y todavía soy, cuidadoso como el infierno con sus

intenciones, pero es un comienzo. Así que aquí estoy, con el corazón en la garganta mientras voy hacia el auto

esperando. El secretario personal de Gustav me espera, la puerta ya está abierta.Mientras me deslizo en los ricos asientos de cuero negro, recibo un mensaje deCharlotte, junto con una foto de Elsa sosteniendo a Dickie. La boca del muchachoestá completamente abierta, con los puños apretados mientras grita en silenciodesde mi pantalla. No puedo evitar reír al ver la expresión en el rostro de Elsa.

—¿Puedo preguntar cómo estuvo su vuelo, Su Alteza?—inquiere Bittner desdeel asiento delantero.

—Sin incidentes.—Le envío a Charlotte un texto rápido en respuesta y, luego,

uno a Parker, que se quedó atrás con el fin de ayudar a Lukas a hacer frente a losasuntos pendientes que estoy pasando por alto—. Y mucho más corto de lo que fuea California en abril.

Se ríe cortésmente y continuamos el resto del camino en silencio.Momentos después, un palacio rosa ribeteado en blanco entra a la vista. No es

el Castillo de Hearst, pero es encantador en su propio sentido. Los Vasas hangobernado sobre este punto de referencia por casi cuatrocientos años y, a pesar delas tribulaciones actuales, tengo una ligera sospecha que su linaje continuaráhaciéndolo durante algún tiempo. Gustav y Sofía pueden no estar ganandocualquier encuesta de popularidad, pero seguro que Elsa sí.

Una vez que giramos, encuentro al príncipe Gustav esperando por la entradalateral. Después de bajar del auto, el príncipe asediado da una palmada en mihombro.

—Es bueno verte, Christian.—Gracias, Su Alteza.No toma ofensa ante mi negativa a ofrecer el mismo saludo a cambio. En

cambio, dice suavemente:—¿Confío en que todo está en orden?Silencio el impulso de reír con amargura. Pero eso no es justo. Estoy aquí y

eso es lo que cuenta.—Tanto como lo puede estar, señor. Varios miembros del personal recogen mi equipaje del auto.—La gran duquesa puede ser difícil a veces—dice el príncipe Gustav mientras

nos dirigimos al palacio—. Me gustaría decir que va a entrar en razón, pero tú y yosabemos que las posibilidades de eso no son del tipo a las que deberíamos estarapostando.

Page 257: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 257/265

25

Y, sin embargo, estoy en paz con eso en estos días.—Cambiar no es siempre lo más fácil—admito.Pero a veces es exactamente lo que se necesita.—¿Qué es eso?—Le hace un gesto a la caja que sostengo dentro de mis manos.

—El cumplimiento de una promesa que le hice a su hija—digo.No presiona más.—Tuve varias llamadas con el Consejo Monárquico esta semana—dice—. Me

gustaría poder dar a cualquiera de los dos respuestas y soluciones en estemomento, pero...

—Pero la tradición gana.Su sonrisa es tensa.—Como lo acabas de decir, el cambio no es lo más fácil. En vidas como la

nuestra, la tradición es a menudo la ley. Dicho esto, muchos en el CM no son

totalmente indiferentes a tu difícil situación. Las discusiones se tendrán, Christian.Más allá de eso, no puedo garantizar nada más, al menos en este momento.—Unamano me da una palmada en el hombro una vez más—. Excepto asegurarte queElsa tiene mi apoyo.

La distancia nubla sus ojos, ya que sin duda refleja sus malas decisiones conrespecto al año pasado, cuando se trata de esa hija, o de la otra, que sus accionesalejaron.

El cambio no es sin duda lo más fácil.

Page 258: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 258/265

25

62Elsa

uando el olor de la mantequilla quemada sale de la sartén, lanzo lacuchara de madera al otro lado de la habitación. A pesar de la insistencia

de Charlotte, la cocina no es una herramienta útil para la relajación.—¿Es una primera vez, Els?Me giro en la vasta cocina del palacio para encontrar al gran duque heredero

de Aiboland apoyado contra la puerta, sosteniendo una caja cuadrada.Debo estar soñando. Debido a que Christian se supone está en Aiboland,

asistiendo a una ceremonia de inauguración de una nueva escuela.Mis rodillas tiemblan mientras lo miro fijamente. Mis manos no tienen idea

qué hacer. A todo lo que soy capaz de dar voz es su nombre. Sólo su nombre, quesostiene un millar de preguntas y esperanzas a la vez dentro de dos sílabas.

Tres meses . No nos hemos visto el uno al otro en persona, fuera de Skype, enpoco más de noventa días. Nuestro tiempo físico ha sido peligrosamente corto y,sin embargo... durante los últimos noventa días, los sentimientos que poseo por élhan crecido exponencialmente, así como el temor que el futuro que deseamospodría no igualar en crecimiento.

El amor de mi vida rompe el contacto visual, no sin antes regalarme una desus sonrisas demasiado divinas, amplia, con aire satisfecho, hermosa y deliciosa,dejándome con ganas de lanzarme a sus brazos y lamer la comisura de su boca.

—La pobre cuchara. ¿Qué te hizo?—Quemar la mantequilla —digo—. Y no, no es la primera vez. Quemé los dos

últimos intentos de esta estúpida receta.—Me refiero a tirarla.—¡Oh! Pues bien, sí. Me contuve hasta ahora.Cruza la cocina hacia donde estoy. Mi corazón se acelera en mi pecho y se une

a la maratón que sé va a estar corriendo por la capital hoy. Hay una posibilidad realque esté a punto de desmayarme, lo que sería muy desafortunado, porque laesperanza está destellando en mi torrente sanguíneo como fuegos artificiales en uncielo perfecto.

C

Page 259: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 259/265

25

—No me dijiste que habías tomado la cocina como una afición—dice a laligera.

—No nos contamos todo. Por ejemplo, fallaste al informarme que venías a Vattenguldia.

—¿Y arruinar la sorpresa?—Chasquea—. Creo que no.Extiende la caja; el interior es una tarta. Lo miro, mi boca dolorida por

estirarse ampliamente.—¿Manzana?— Ya era hora que finalmente jugueteáramos con una tarta. PIN ha sido

demasiado silencioso últimamente para mi gusto.Gimo ante su juego de palabras mientras deslizo la tarta sobre el mostrador.

Luego me extiendo y presiono mis palmas contra su cálido pecho.—¿Acaso la gran duquesa no te tenía bajo llave?—Fue muy Rapunzelístico, con seguridad— bromea—. Y pensar que no has

venido y trepado por mi cabello para salvarme de mi torre. Tuve que escapar yencontrar un pastelero, todo eso yo solito.

Alzo una ceja.—Bien —dice—. Parker salió y me la compró. Es un compañero útil para tener

alrededor.Me río. Al verlo aquí, en mi cocina, después de tanto tiempo, sin embargo...

Mientras que mis sentimientos por él nunca han flaqueado, ni siquiera en lo másinsignificante, también soy muy consciente que, siendo realistas, estamos en unpunto muerto. Ya ninguno está obligado a casarse en contra de nuestra voluntad,pero la tradición se cierne en los kilómetros entre nosotros. Vattenguldia estuvo, ysigue estando, en crisis, que requiere a sus miembros de la realeza estar siempreatentos a los ojos del público. Aiboland se acerca a las bodas de plata de la granduquesa. Hay poco tiempo para ser egoísta y dar la espalda a nuestroscompromisos.

Pero aquí está. En mi cocina. En Vattenguldia.Me encanta ver a este hombre en las cocinas. Acuna mi rostro.—Te extrañé, Els. Tarta aparte, he venido aquí hoy porque necesitaba decirte

eso.

Amor, dulce, hermoso amor por este hombre entrelaza cada célula de micuerpo.—También te extrañé. —Las diminutas hadas dentro de mi pecho comienzan

su baile—. Y me alegro de verte, ¿pero pensé que estabas supervisando unaceremonia hoy?

Se inclina hacia delante, con su boca encontrando la mía. Saboreo este beso ylo siento todo el camino hasta los dedos de los pies.

Page 260: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 260/265

Page 261: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 261/265

26

63Christian

ira, aquí está el secreto: te elijo.Sus ojos azules, tan maravillosos e increíblemente

expresivos, parpadean con confusión. Me hipnotizan tanfácilmente hoy como la primera noche cuando mepreguntó si era virgen. Y lo era, me doy cuenta ahora. No en el sentido literal, sinometafórico, porque nunca había amado de verdad a nadie como amo a esta mujer.

—No sé lo que el futuro nos depare.—Mi voz es constante. Calmada. Segura—.No sé si el CM alguna vez aceptará que una princesa heredera y un gran duqueheredero se casen. Pero he decidido que no importa. Te escojo a ti.

—¿Qué significa eso?—Significa que, si bien tengo la esperanza que algún día el CM y el mundo en

general acepte que estemos juntos, estoy cansado de esperar. Tres meses es mucho

tiempo para no ver tu rostro en persona, Els.—Sí, bien, extrañé tu rostro también—dice—. Pero, ¿quésignifica ?Nuestras manos se entrelazan.—Significa que estoy aquí. Todavía tenemos una batalla con el CM y nuestros

respectivos parlamentos, si llega a eso, pero bueno o malo, estoy aquí. Vattenguldiate necesita en este momento. Déjame ser alguien en quien te apoyes en estemomento de crisis.

Sus palabras apenas se oyen.—¿Vas a abdicar?

—¿Oficialmente?—pregunto. Asiente, así que lo aclaro—: No he renunciadoformalmente. ¿Extraoficialmente? —Sonrío—. Lukas y yo tuvimos algunasdiscusiones largas sobre lo que sucederá si el CM no nos permite a ambosconservar nuestros títulos. Estuvo de acuerdo en tomar mi lugar, siempre y cuandose llegue a eso.

—No puedo permitir que hagas eso.—Traga—. Eres el gran duque heredero. Aiboland te necesita, sobre todo después del gobierno de La Loba.

Page 262: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 262/265

26

Me encanta que piense eso. Sabe acerca de la duplicidad de mi madre. Peromás importante, me encanta que crea en mí.

— Aiboland no está en crisis. Vattenguldia sí. Y no estoy dispuesto a esperarpara tomar una decisión. Te amo, Els. Quiero estar contigo. Espero que tambiénquieras estar conmigo.

—¿Estás loco? —pregunta. Pero esa hermosa sonrisa suya regresa—. Porsupuesto que quiero estar contigo.

—Entonces está decidido. Estoy aquí. Incluso podría ser una buenadistracción para el público, tú y yo en nuestros desafortunados estados. Tus padresquerían un cuento de hadas, ¿verdad? ¿Uno público? Además. Soy rico,¿recuerdas? Muy, muy rico. Y tengo todas estas agradables cuentas de banco, que lagran duquesa no puede tocar, con dinero que no tiene nada que ver con la corona.

Una ceja se arquea.—Ni siquiera sabes si quiero que te quedes.Buen Dios, amo su descaro.—Esperaba que migrandiosidad te influiría en persona.Jadea con indignación fingida.—Dicho esto, si quieres que me vaya...—Señalo detrás de nosotros, dando un

paso atrás.Me acerca.—Maldito tu grandiosidad —murmura—. Además, ¿nunca vas a permitirme

olvidar eso?—¿Qué, admitir que crees que tengo ciertagrandiosidad mística?

Ahí está su risa erótica.—No vas a ninguna parte, Chris.—Excelente. Ahora que tenemos eso resu… —Oh, está lejos de estar resuelto.—La determinación llena sus ojos—. Contra

viento y marea, me niego a permitirte abdicar. Si tenemos que ser los quetraigamos al CM al siglo XXI a patadas o gritos, entonces eso es exactamente lo queharemos. Tú y yo no deberíamos tener que elegir entre el amor y el deber. Latradición está maldita. Hay espacio para ambos. ¿Por qué no podríamos regir deforma conjunta ambos países?

También amo su optimismo. En realidad, amo todo lo relacionado con estamujer.

La amo.Respiro profundamente y le digo lo que he pensado desde hace semanas.—Hasta entonces, tengo una primera vez que poner sobre la mesa de

discusión.—¿Oh?

Page 263: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 263/265

26

Mis manos se enroscan alrededor de su cintura.— Vamos a perder el control y retozar juntos de aquí en adelante.Sus ojos se abren de manera significativa mientras absorbe lo que quiero

decir.

—Realmente eres el maldito príncipe azul, ¿verdad?—No —digo—. Soy Chris, un tipo que pasa a estar ridículamente enamoradode una chica llamada Els.—Porque eso es a lo que se reduce todo, de verdad. Lascoronas y tronos y obligaciones son importantes, sí.

Pero lo mismo ocurre con esto.Me pregunta en voz baja:—Todos los mejores acuerdos se sellan con un beso, ¿verdad?Sonrío por el recuerdo.—Oh, por supuesto.

En una cocina a trece mil kilómetros de distancia de la que compartimosnuestro primer beso, mi boca toca la suya con una dulce promesa. Nosencontramos en medio de ese puente que hemos buscado durante meses y luegocruzamos al otro lado.

Y entonces, después de muchos besos y la apertura de una botella de champánde celebración, finalmente compartimos una primera tarta de manzana, justo comotodos los buenos elementos del FCR deberían hacer cuando han acordado pasar sus vidas juntos.

Las nuevas tradiciones, estoy aprendiendo, a veces pueden ser inclusomejores que las anteriores.

Fin

Page 264: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 264/265

26

Sobre la autoraHeather Lyons es conocida por escribir

historias de amor épicas y sinceras a menudo con untoque fantástico. De novelas Young Adult a New Adult, una cosa en común en todos sus libros es elemotivo y a veces desgarrador, romance. Además deescribir, también ha sido arqueóloga y profesora. Ella,su marido y sus hijos viven en el soleado sur deCalifornia y hoy en día están intentando recorrertodas las tiendas de cupcakes que ella puedaencontrar.

Page 265: Royal Marriage Market - Heather Lyons

8/19/2019 Royal Marriage Market - Heather Lyons

http://slidepdf.com/reader/full/royal-marriage-market-heather-lyons 265/265