revista tn'- transmigración

Upload: revista-tn

Post on 14-Apr-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    1/16

    1

    Juan Rulo &YuriHerrera

    La leccindel Norte

    La transmigracinde la costumbre

    Encuentro conYuri Herrera

    Ojo & Odo

    Repisa

    Juan Carlos Hidalgo

    Rafel Tiburcio Garca

    Alfonso Valencia

    Timo Viejo /

    Martn Rangel

    Reseasaudiovisuales

    Reseasliterarias

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    2/16

    2 3

    Alfonso Valencia.Escritor. Ex- columnista del diario Plaza Jurez de Pachuca. En el 2008 con El libro de las cosasque no sucedieron gan el Premio Estatal de Poesa Efrn Rebolledo. En el 2012 con Teora de la precipitacin ganel Premio Estatal de cuento Ricardo Garibay. Fue becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgodurante 2011, en la categora J venes Creadores, en la disciplina de Letras, en el rea de Poesa. Escribe la columnaTbula Rasa en Milenio Diario.// Juan Carlos Hidalgo. Escritor. Ha publicado los libros: Suave como el peligro,Rutas para entrar y salir del Nirvana. Es colaborador de la revista Marvin. Edit el libro Morrisey y los atormen-tados Escribe la columna Las posibilidades del Odio en Milenio Diario// Juan Rivera. Pachuca, 1992. Escribi

    y dirigi el trabajo teatral La vida moderna (2007). En 2009 obtuvo la mencin honorca en el Concurso Preu-niversitario de Cuento Juan Rulfo de la Universidad Iberoamericana. Con El lecho del mar gan el Premio EstatalRicardo Garibay. Becario del curso de creacin literaria para jvenes 2011 captulo Monterrey, de la Fundacinpara las Letras Mexicanas. Actualmente realiza sus estudios de licenciatura en Casa Lamm// Javier A. Martn. Eseditor multimedia y entusiasta de la fotografa. Estudi letras en Puebla. Le gusta beber agua y respirar.//DanielCastillo del Razo. Nunca gate cuando era beb, estudi comunicacin y ha colaborado en distintas revistas. Tra-

    baja en una galera de arte y es columnista de la revista[tinte.ro]// Susana de la Torre Ponce de Len. GuadalajaraJalisco 1989. Sus primeros acercamientos al periodismo, las letras y el guion los tuvo en la preparatoria, dondeestudi Tcnico en Comunicacin, realizando tambin proyectos audiovisuales. Posteriormente realiz estudiosuniversitarios en realizacin de medios audiovisuales fungiendo como productora en la mayora de estos proyec-tos, as como en la parte del guion de algunos cortometrajes. Actualmente realiza sus estudios en losofa en la

    UdeG. //Ana Paula Guarneros Varela. Tlalnepantla de Baz, 1993. Estudia la Licenciatura en Letras Hispnicasen el ITESM. Ha participado con poesa y cuento en concursos como el XVI Premio de poesa Manuel Barbadillo yel Concurso Literario Ciudad Alfaro 2012. Actualmente forma parte del Consejo Editorial de la revista [tinte.ro]@2_Oclock.// @yineeteld Retrico, semitico, diseador editorial, ilustrador y prximo msico, en ese orden.

    // Editor Fantasma. Ha fundado sinnmero de proyectos editoriales, escribe en varias revistas digitales, preeremantener su anonimato porque le teme a la fama// Timo Viejo. Escriba. Fundador de las revistas El Comit 1973,Pneuma y[tinte.ro]. Le han publicado sus textos en revistas, blogs y peridicos. Toca el bajo y es director general deesta publicacin.// Eden M. Rodrguez. Naci en Mxico y por razones que ni l comprende como termin viviendoen Canad. Amante de la fotografa e iPhoneographer de antao, trabajo por el cual es incomprendido y exhibido endistintas partes del mundo. Padre de 4 y esposo. // Max Vera. Diseador grco. Ha participado en convenciones decomic, as como de ilustracin. Es parte del Colectivo Divagante de ilustracin conformado por artistas hidalguens-es.//Juan Martn Rangel Noguez. Pachuca, 1994. Estudia la licenciatura en Lengua y Literatura Hispnicas en laFFyL, UNAM. Ha publicado en la Antologa del XXVI Concurso Nacional de Creacin Literaria del ITESM. Participcomo invitado en el Ciclo de Escritores Hidalguenses dentro de la XXXII Feria Internacional del Libro Politcnica(2013). Es director editorial de la revista[tinter.ro]. twitter@enosderana.// Rafael Tiburcio Garca. Villahermosa,1981. Vive en Pachuca, Hidalgo. Es licenciado en Ciencias de la Educacin y actualmente cursa la maestra en Estu-dios Humansticos con enfoque en Literatura, en el Tecnolgico de Monterrey. Se ha desempeado como docente deprimaria, locutor, productor radiofnico y periodista. Durante 2010 escribi la novela Rabia/Ikari con el apoyo delFOECAH. De 2009 a 2010 public semanalmente la columna Idiosingracia en el diario El Independiente de Hidalgo.Ha publicado cuentos y poemas en antologas de Chile, Espaa y Mxico. Ha realizado radiodramas, reportajes,radio cultural y educativa y actualmente es conductor del podcast Indisciplina en la estacin Radio.CiudadPlastika.com twitter@juancorvus

    Colaboradores

    Director General

    Jefe de Redaccin

    Correccin de estilo

    Direccin de Fotografa

    Fotografa

    Coordinador Ilustracin

    Diseo Editorial

    Escritores Columnistas

    Marketing

    Contacto

    Timo Viejo

    Paula GuarnerosEduardo Lpez

    Abraham Carrasco

    Martn Rangel

    Arturo Islas

    Luis Francisco Martnez

    @yineeteld

    Daniel Castillo del RazoSusana de la Torre

    Luis Antonio Snchez

    [email protected]://www.tintero.in/

    El nombre [tinte.ro] est protegido bajo derechos de autor. Queda prohibido su uso o reproduccin total oparcial. La revista en formato digital est protegido bajo la licencia Creative Commons. [tinte.ro]Transmigracin. by [tinte.ro] is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraxsus respectivos autores, queda prohibida la reproduccin total o parcial de los mismos

    sin el permiso correspondiente.

    El MacLarens

    Volver para hacerlo de nuevo

    Timbrazo

    Juan Rulo & Yuri Herrera

    La leccin del Norte

    La transmigracinde la costumbre

    Encuentro con Yuri Herrera

    Max Vera

    Edn Rodrguez

    Ojo & OdoRepisa

    columnas

    dossier

    portafolio

    reseas

    cuento

    Daniel Castillo del Razo

    Susana de la Torre

    Juan Rivera

    Juan Carlos Hidalgo

    Alfonso Valencia

    Rafael Tiburcio Garca

    Timo Viejo & Martn Rangel

    Ilustracin

    Fotografa

    Transamrica y la transmigrain del SerExhala

    La transmigracin de los cuerposKant y los extraterrestres

    Ilustracin Portada y ContraportadaMax Vera

    46

    9

    101214

    16

    2324

    26 28

    La palabra transmigracin dene el paso del alma de un cuerpo

    a otro tras la muerte. Sin embargo; Yuri Herrera provoc, enuna junta de trabajo del consejo editorial, que ste concepto fue-ra destruido, maniatado y cuestionado en nuestra mente consu novela La Transmigracin de los Cuerpos. Nos planteamoscmo es el peregrinar de un concepto a otro, el paso del almaa otro plano e incluso la transmigracin dentro de un mismocuerpo.. sta fue la razn principal por la cual este nmero esun pequeo homenaje al escritor que es Yuri Herrera. Su talen-to es denido en los textos escritos por Juan Carlos Hidalgo,

    Alfonso Valencia y Rafael Tiburcio. En la pltica que tuvimoscon l, se descubren los principales ejes que lo llevan a cons-truir una prosa nica a partir de un lenguaje en el cual todonos pertenece. El editor fantasma nos muestra el abandono delalma por medio de la msica.

    Juan Rivera nos cuenta el caso de un hombre que al recibir una

    llamada toma el lugar de alguien ms. As como Daniel Castillodel Razo y Susana de la Torre, muestran el volver a empezardesde diversas perspectivas uno desde la losofa y otro desde

    la cotidianidad. En la seccin de Repisa, Martn Rangel y Javier

    A. Martin comparten con nosotros sus disertaciones sobre loslibros recomendados este bimestre. El concepto de transmigra-cin tambin abarca las imgenes compiladas en este nmero.En las ilustraciones de Max Vera se puede observar el cambio o

    el viaje de una realidad hasta la obra del ar tista. Edn M. Rodr-guez nos presenta la transmigracin dentro del mismo cuerpo;mismo caso de Ana Paula Guarneros quien describe ste proce-so en un transexual en la cual su cuerpo est en proceso para

    llegar a la perfeccin.Timo Viejo

    Editorial

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    3/16

    4 5

    Siempre he querido mi propio MacLarens. Desde hace un par de

    aos, una serie que no nombrar (seguramente muchos de ustedes la

    conocen), y se ha convertido en mi favorita, plantea escenarios en

    un pub neoyorquino, llamado MacLarens, que est ubicado justo de-

    bajo del edicio en el que se desarrolla g ran parte de la ccin. Ah, los

    cinco protagonistas de la serie beben cerveza diariamente, hablan de

    sexo, mujeres, y un largo etctera de tpicos. Afortunados ellos que ya

    tienen un lugar que de cierta manera les pertenece y acoge a la menor

    provocacin, un pequeo refugio.

    Sin embargo, la utopa de obtener una segunda casa de recreacin queda

    bastante lejos cuando, en primer lugar, no vives a dos metros de un bar y

    en segundo, no has vivido toda tu vida en una metrpoli tipo New York y de

    repente llegas a una ciudad nueva.

    Por difcil que parezca, mudarte a un nuevo lugar implica una se-

    rie de procesos sociales bastantes complejos, que no se superan fcil-

    mente y que nos hacen recordar las reglas ms bsicas de conviven-

    cia y socializacin. Lo difcil es ponerlas en accin. Es como en la

    primaria: buscas los lugares ms cool, con la gente ms cool, esperas en-

    cajar, hacer amigos. Es como estar en bsqueda de tu propio MacLarens.

    El problema viene cuando vas a los lugares ms interesantes esperando

    encontrar alguna mente solitaria como la tuya que necesite compaa y

    nada. Nadie por aqu, nadie por all: eres nuevo en la ciudad, dale tiempo

    para que te muestre sus mejores ejemplares.

    El McLarensDaniel Castillo del Razo

    Afortunados ellos que ya tienen un lugar

    que de cierta manera les pertenece y

    acoge a la menor provocacin,

    un pequeo refugio.

    Cada n de semana esperas salir por ah, encontrar amigos, unirte a

    un grupito, acabar en una esta pica, algo interesante. Vaya sorpresa!,

    nadie en lo absoluto repara en tu presencia, nadie. Tal vez no ibas tan bien

    vestido o no le expresaste una sonrisa a la chica adecuada, en el momento

    oportuno, y no obtuviste nada. Dos meses desde tu llegada, tres, cuatro.

    Todos en su mundo, y t esperas que la ciudad se muestre benvola y te

    ponga en el camino a personas que se conviertan en tus amigos.

    En el inter, andas de vagabundo por ah.

    Eres un ser errante frente a un montn de gente que va por la rutina y

    a la que no le importa en absoluto andar haciendo amigos. Qu va!, ya

    tienen los suyos y no necesitan ms. La intencin de tener mi propio Ma-cLarens se ha ido difuminando con el tiempo, y la verdad es que ya no me

    importa demasiado.

    Desde que llegu a la ciudad en donde vivo desde hace como nueve

    meses, intent hacer crecer mi crculo de amistades y de contactos y

    de todo, naturalmente. Fueron tantas veces las que la misma ciudad

    me neg el chance que, cuando desist de la idea, el MacLarens lleg

    solito. Lo interesante es que por fin entend que el pub de mis sueos

    se poda sustituir por muchas otras locaciones comunes y corrientes:

    el caf de la esquina, el metro, un parque, y que la compaa no era

    necesaria.

    Los pocos amigos que en este tiempo he hecho ni siquiera son de la ciudad

    en donde vivo. Lo interesante es que en las conversaciones que hemos tenido,

    tambin se encontraban en busca de su propio MacLarens.

    A todo esto, lo nico que buscaba comunicarles, mis estimados amigos, es

    que a pesar de que lo busqu innita y tercamente, ya entend que el lugar

    que llegu buscando a esta ciudad exista desde h ace mucho, al menos en

    mi cabeza, y que no h ay necesidad de mendigarlo en locaciones equivoca-

    das. Deseo vivir el ahora, con lo que tengo, con los que tengo, y dejar de

    andarme inventado escenarios de series gringas, eso mero.

    Deseo vivir el ahora, con lo que tengo,con los que tengo, y dejar de andarme

    inventado escenarios de series gringas,eso mero.

    columnas columnas

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    4/16

    6 7

    Existi un lsofo en la Antigua Atenas, al que solo conocemos a

    travs de su discpulo ms apegado; un hombre que fue juzgado y muerto

    por alterar la mentalidad y conciencia de los jvenes. De l, todos conoce-

    mos su frase ms clebre: Yo solo s que no s nada. Pero antes de morir,

    Scrates dara un ltimo d iscurso despus escrito por Platn en el Fedn,

    de mayor importancia. El sabio griego habla, en l, del alma y de su tran-

    scendencia: Es indudable que hay un regreso a la vida, que los vivos nacen

    de los muertos, que las almas de los muertos existen, que las almas buenas

    libran bien, y que las almas malas libran mal. A saber, si fuimos buenas

    personas, tuvimos virtudes, dimos y enseamos a los dems, nuestra alma

    viajar para despus parar en un ave, por ejemplo. Pero si fuimos personas

    ruines, lo ms seguro es que nuestra alma termine transformada en el alma

    de un gusano.

    Volver para hacerlode nuevo

    Qu pasara si, segn el ser humano

    que has sido por tus virtudes y aciertos,as como por tus defectos y errores,

    fueras seleccionado para volver a viviren cierto tipo de cuerpo y espcimen?

    Susana de la Torre

    Sera injusto decir que sta es la teora de Scrates sobre el alma,

    porque no lo es en absoluto. Lo que en verdad importa en este argumento

    recae en la forma en la que l cree que se debe percibir nuestro entorno:

    el cmo conocer y aprender. El lsofo se deende en su apologa diciendo

    que los seres humanos poseemos estos procesos a causa de la reminiscen-

    cia, que aprendemos porque lo hicimos antes. Y es que en realidad todo

    lo que se nos ensea lo reconocemos, se nos muestra algo un color, una

    imagen, algn valor y lo recordamos porque nuestra alma ya estuvo ah,

    vivi, muri, dio la vuelta y cay de nuevo en nosotros. Estar siempre

    dando vueltas, cayendo y volviendo a caer, lo que al momento de llevar

    a cabo el proceso de aprendizaje le ocasiona un recuerdo. En esto, pre-

    cisamente, consiste la reminiscencia: el alma aprendi, recuerda y vuelve

    a aprender; repitindolo por siempre. sta es una de las muchas pruebas

    que Scrates da sobre el tema en lo que Platn llam El Fedn o Del alma.

    El alma transmuta a otros cuerpos, aprende en ellos y habita en otros para

    recordar. El alma no muere. Scrates es tajante en esto: el alma vive, se

    extingue, gira y da vueltas hasta volver a ocupar un cuerpo. Todo ya se

    vivi y se volver a vivir.

    Tambin hubo un lsofo alemn que arm, sin tapujos, Dios ha

    muerto, y es dentro de esta misma obra, que Friedrich Nietzsche habla

    del Eterno retorno. Se dice, claro, que el pensador tom dicha premisa

    del estoicismo el cual arma que el mundo, en una repeticin, muere

    para volver a crearse a partir de donde muri: nace del fuego, muere del

    fuego y vuelve a ese fuego para nacer de nuevo. A este acto, los esticos

    lo llamaban conagacin. Ellos dieron a entender que la vida era una

    constante espiral, que todo se hara de nuevo en el mismo espacio y en

    el mismo tiempo, de nuevo y para siempre, no en forma de ciclo sino de

    espiral. En el caso estico pueden presentarse ms variantes que en lo que

    Nietzsche llam El eterno retorno.

    Los primeros dan lugar a nuevas combinaciones alma-

    cuerpo: una forma ms parecida a la versin socrtica antes mencionada;

    no obstante, para la nietzscheana direccin del alma el viaje es lineal, en

    esta posicin el alma vuelve al mismo hombre. ste vuelve a vivir una

    y otra vez lo vivido en el tiempo y forma en el que lo vivi, sin solucin

    evidente. Ya en obras anteriores a la ms celebrada, Nietzsche menciona

    este proceso innito del hombre en la Gaya ciencia, incluso arma que los

    sentimientos, pensamientos, errores y aciertos de este hombre a causa

    del repetir sern los mismos, sin posibilidad de cambio!, de igual forma

    en As habl Zaratustra, donde lo plantea con mayor amplitud.

    columnas columnas

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    5/16

    8 9

    Quiz la diferencia radica en la forma en la que estn

    escritas ambas obras: en la segunda existe el enigmtico

    personaje Zaratustra, que lleva a cabo el planteamiento del

    alemn en su concepto de El eterno retorno, dejando en

    claro que ste estar estrictamente ligado al superhombre

    (denicin altamente mencionada por el lsofo). Zaratustra

    vive bajo esta concepcin del tiempo y en algn punto

    queda sorprendido de tal manera que cae en una especie

    de trance, del cual despierta a los siete das para despus

    darse cuenta de que est viviendo en este eterno retorno, ya

    que regresa a vivir lo mismo. En estudios ms avanzados seha llegado a la disyuntiva de saber si el alemn en realidad

    crea que esa era la forma en la que se desarrollaba el tiempo

    o si estaba llegando a un tipo de concepto moral. Durante

    el transcurso de la obra, el concepto del eterno retorno se

    enlaza al superhombre de una manera interesante, y es que a

    partir de retornar y de ser maestro del volver a lo mismo el

    hombre ser capaz de reconocer dnde est el error: llegar

    as a la superacin de l mismo. Slo dndose cuenta de

    que es capaz de convertirse en ms despus de haber sido

    menos (se ejemplica con el mono) se dar el nacimiento del

    superhombre.

    El alma viaja muchos lo han dicho en los sueos, en

    el sexo, despus de la muerte. Nos gusta creer que trasciende,

    que no se queda ah. La losofa responde de muchas maneras

    a estas preguntas. Qu pasa despus?, a dnde vamos?,

    qu nos pasa? Scrates cree que podramos transmutar a un

    ave, aprender cosas de ave; Nietzsche, que volvemos a vivir en

    nuestro cuerpo y pasar nuevamente por lo mismo. Cualquiera

    que sea nuestra concepcin del viaje si estamos de acuerdo

    con el ateniense o con el alemn depende del enfoque. Quiz

    sea que preferimos creer en espirales interminables antes que

    concebirnos con un principio y un nal. Transmuta el alma

    porque as queremos que sea, aunque sea en un gusano. Seguir

    as sera mejor que terminar para siempre de viajar.

    Hola, hola, Robertito. Estoy desnuda,tocndome y pensando en ti dijo la vozal otro lado del telfono.La espalda se me congel de re-pente. Sin despegar mi rostro delauricular, me asom al comedorpara comprobar que mi esposa ylos invitados seguan con los re-

    latos vacacionales y las risas desiempre; al parecer, el viaje del ve-rano pasado me daba unos minu-tos de tranquilidad en la cocina.

    Ay, Roberto, si tan slola interrumpi un gemido largo yprofundo, y luego prosigui A veceste acuerdas de m?Quise colgar framente, sin res-ponder una sola palabra. No haynada ms hermoso que la voz deuna fea, me dije para darme valor

    y cortar la llamada y regresar a lamesa. No te rindas con el odo. Peroesa voz era tan suave y sensual que

    jur tenerla a mi lado y sentir el ca-lor de su aliento.

    La verdad es que no, nunca lo hago.

    Eres malvado, seor hoy-no-quiero-jugar. Pero te voy a dar una oportu-nidad ms. S que te ests haciendoel difcil, exactamente como me gusta,verdad?

    Camin nervioso portoda la cocina; el cordn del tel-fono de pared se fue enredandoentre los electrodomsticos y losmuebles del desayunador hasta

    que se tens por completo.Entonces tuve que andar de regresotodo el recorrido para deshacer la te-laraa de cable, y al nal >

    me encontr recargado contra lapared dudando: colgar o respon der.

    Verdad, Roberto? insisti luego deun silencio.

    Desde el comedor llega-ron los ecos que celebraban otrahistoria de un viaje muy contado,

    y con ellos tambin arrib a mi

    mente una verdad absoluta: Medan hueva los invitados, me dahueva mi esposa, me da hueva lacena, me da hueva mi vida.

    S, claro que s dije como una apues-ta a que no sera atrapado por nadie.

    Esas cuatro palabras bastaronpara que mi interlocutora se des-atara en frases cachondas y engimoteos de placer, como si depronto estuviramos juntos y lapenetrara por n, despus de unainterminable sucesin de besos.Mis monoslabos se convertanpara ella (quiz por la interferen-cia) en porras que la exhortabana estimular cada vez ms su cuer-po, y sus manos se multiplicabanpara llevar a cabo esa funcin,adems de coger el telfono y tirarde su cabello (como confes que legustaba). El calor de aquel polo dela llamada comenzaba a ltrar-se por el cable y la bocina hastael mo, por lo que tuve que tomarasiento y desabotonar el cuello demi camisa. Sus gritos llegaron aun tono agudo que anunci el or-gasmo que se acercaba, e iban ala par, en un duelo de pasin, conlos mos que retumbaban en mis

    adentros. >

    Luego de un par de semanas deinactividad, la ereccin me llegde sorpresa.El lenguaje provocador fue reem-plazado por fuertes respiracio-nes. Nos tomamos el tiempo quequisimos para recuperarnos; ella,sin preocuparse del recibo telef-nico; yo, sin prisas de volver conmi esposa y los invitados.

    S un caballero y despdete correc-tamente, Roberto me aconsej conternura.Adis.S un canalla y cuelga como siempre,Roberto me aconsej con travesura.

    En eso, lentamente, teniendomis hesitaciones, llev el au-ricular hasta la base y colguexcitado y confundido. Lo exci-tado se deba a que jams en mi

    vida h aba m anten ido un a con -versac in tan sexua l, ni s iquie-ra en la cama. Lo confundidotena que ver con el hecho deque mi nombre no es Roberto.

    Timbrazo

    Me dan hueva los invitados, me da hueva mi esposa,me da hueva la cena, me da hueva mi vida.

    Juan Rivera

    s

    UV

    columnas cuento

    ilustracin: Max Vera

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    6/16

    10 11

    Juan Rulfo&Yuri HerreraJuan Carlos Hidalgo

    Publicado en su columna Las posibilidades del odio. Diario Milenio el 26 de Mayo del 2013

    Suele haber una discusin sempiterna acerca de

    lo que constituye a una buena novela o sobre loselementos que distinguen a un escritor relevantedel gnero. Hay quienes destacan el tipo de histo-rias que se cuentan, otros se decantan por la com-plejidad en la estructura y unos cuantos ms por loatractivo de la prosa misma. Debate interminable.Se requierede una peculiar combinacin de cadaparte para que una novela se logre.

    Aun as me interesa destacar aquello que dis-tingue a Yuri Herrera. Son muy pocos los que comol ponen especial nfasis en trabajar fundamental-mente con el idioma espaol. Este hidalguense esun orfebre del lenguaje. Y es que antes incluso quehallar el tono que debe llevar lo que se propone con-tar lo que hace es elegir las palabras que lo atraen;las busca, tropieza con ellas, las tiene>

    presentes y en todo caso si no existen como las

    necesita pues las inventa.

    Para Yuri el lenguaje se comparte como un servivo. Muta, evoluciona; no se mantiene exentode transformaciones radicales, perversiones,desgastes o progresos. El lenguaje no puede man-tenerse inmutable. Es una herramienta para el usohumano que con tanto manoseo cambia constante-mente. Ese es su destino inevitable.

    Y es una decisin del escritor evidenciar tal pro-ceso. A n de cuentas, las palabras son partculas

    elementales para sus experimentos. Es un aspectoque no pasa desapercibido. Por ello quisiera com-partirles un fragmento de un texto del bolivianoEdmundo Paz Soldn en el que explicita claramentela manera en que Herrera trabaja:

    Hace un par de aos entr al cuarto en el que se quedaba YuriHerrera en mi casa -haba venido a Ithaca a dar una charla-- ylo encontr sentado rente a la computadora. Una lista de pala-

    bras apareca en la pantalla. Me dijo que era una de sus maneras

    de componer una novela. No a travs de la organizacin de latrama, que eso vena despus, sino escogiendo primero cules eran

    las palabras que quera usar. Una vez que tena una constelacinadecuada, con ciertos centros de gravedad -jarchar, en Seales

    que precedern al fn del mundo--, todo se haca ms cil.Posiblemente Yuri no me deca la verdad, pero quise creerle.

    Era la explicacin adecuada para entender su obra, que hacedel trabajo minucioso con el lenguaje una potica.

    En lo personal, me qued claro que desde Tra-

    bajos del reino tenamos delante a un estilista.A un cazador de palabras que sale a atraparlas pordoquier, aunque se suele insistir en que sus parajesfavoritos son cantinas, tugurios y otros espacios ba-rriobajeros. Puede que as sea, pero en La transmi-gracin de los cuerpos ya no se circunscribe al nortede la repblica ni a la franja fronteriza. Esta historiatranscurre en una ciudad sin nombre que puede sermuchas dentro de s misma. Aunque seremos los pa-chuqueos quienes tendamos un nexo con lo que seconoce como El corredor de las caricias, por citar unejemplo.

    En la novela que nos ocupa esa ciudad est paraliza-da por una epidemia desconocida que va invadindolotodo. Hay una tensin casi de estado de sitio en la quese tienen que mover los personajes para resolver un en-tuerto que ha dejado en familias contrincantes a respec-tivos muertos ajenos a los que hay que devolver.

    Se cuenta que en una gira promocional europea, unapersona que presentaba a Yuri a la prensa lo reco-mendaba como un Juan Rulfo para el siglo XXI. Cuan-do nuestro hombre se dio cuenta le dijo a la mujer quedejara de hacerlo, que era una aseveracin desmesu-rada, a lo que ella respondi: -es para que te pongas atrabajar-.

    Debemos de reconocer que aquella especialista noestaba equivocada. De las tres novelas de Herreraest es la que ms ecos rulanos despierta. Hay una

    urbe casi fantasma habitada por gente que se ha acos-tumbrado a la muerte y al agregado de la violencia yla corrupcin como forma de subsistencia. Tan es asque el texto se dice: Su bronca la arreglamos aquentre nos, el secreto ese lo guardamos aqu entrenos, la multa la rebajamos aqu >

    entre nos, la coartada la inventamos aqu entre

    nos; la transa es providencia.

    Eso justica la existencia de El alfaqueque, un

    negociador, un solucionador de problemas turbios.Siempre al servicio de la clase pudiente y actuandocon extrema discrecin. El problema que tiene en-tre manos es equiparable al shakespearo dilema deRomeo y Julieta ocurriendo en uno de los crculosdel inerno de Dante. Slo que en vez de Virgilio,

    nuestro acompaante sera Dashiell Hammet unode los padres de la novela negra e inuencia innega-

    ble de Yuri, dicho por l mismo-.

    Quisiera despedirme retomando un pasaje de una

    nota aparecida en una importante revista electr-nica espaola y en la que podemos darnos cuentadel impacto que produce la narrativa de Herrerams all de nuestro entorno cultural:

    Leyendo las primeras pginas de la celebrada La transmigra-cin de los cuerpos (Peririca), llenas de modismos, coloquialis-mos y jerga mexicana, tuve la misma sensacin de la primeravez que vi Amores perros (2000): mi cabeza era un gran signode interrogacin seguido de uno, igual de grande, de admiracin;

    me costaba entender lo que decan pero la uerza de sus imge-nes/ de la prosa era tal que no poda dejarde mirar/ de leer.

    Celebremos pues el presente de un escritor en todaley, que aprendiendo de Rulfo a aprehender todasesas voces que esparcen nuestros vicios y pasio-nes, nuestras lias y fobias. Slo nosotros sabemos

    crear neurosis y delirios propios, porque como di-jera Yuri: Esa epidemia no declarada es el miedo que notenemos los unos a los otros, el recelo, el odio.

    Lpera, torzn, avoraz, desmuertadero,

    briagadales, desbalagadas, comolevar,

    primerodiosar, muyamabliar,

    buenosdiar, nalgasmeadas...

    dossier dossier

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    7/16

    12 13

    La leccin del NorteAlfonso Valencia

    Publicado en su columna Tabula Rasa del diario Milenio el 25 de Mayo del 2013

    En el 2005, Rafael Lemus acus, en un artcu-lo de Letras Libres titulado Balas de salva, aEduardo Antonio Parra, Federico Campbell ylmer Mendoza (entre otros) de, ms o menos,aprovecharse del narco para erigir una literaturaintrascendente. El narco no es novelable: pararecrearlo se necesitan antinovelas, escribe, yacusa que ninguno de los autores norteos cuen-ta con recursos para la tarea. Acrimina, apunta

    y sent encia: la narc ocultura como una moda quedene el quehacer artstico del norte, la impa-ciencia de los escritores por retratar y no expli-car ni denunciar el fenmeno, abusar del narco,escribir acerca de l y terminar haciendo una

    versin domesticable , en tonos pastel. El texto,intencionalmente polmico, deja abierta la posi-

    bilidad de un a nueva esttica literaria que, par apoder llamarse autnticamente narcoliteratura,aborde el narco sin hablar del narco. O algo as.

    Luego lleg Yuri Herrera (Actopan, 1970), cuyaprimera novela, Trabajos del reino, ganadora delPremio Binacional de Novela Border of Worlds,publicada en 2005 por el Fondo Editorial Tier-ra Adentro y reeditada en 2008 por Perifrica,transform las perspectivas de la novela del nar-co mediante la transgresin: arrancndola de suslugares y sus nombres.

    Yuri Herrera construy su universo literario en elno-lugar, en la ciudad sin nombre que, aunque sabe-mos fronteriza, bien puede ser cualquier ciudad.Del mismo modo, sus personajes, cuyos nombresse reducen a sus roles arquetpicos (El Artista, ElRey), habitan la frontera entre lo real y lo cticio,

    van de la identicacin a la mera creacin literaria.

    Su ciudad es cualquier ciudad ya que casi todastienen un Palacio: ese estilo de mansin erigida conel poder y en el lujo ostentoso de la maa (que puede

    ser el narcotrco o no, en realidad no importa), y

    sus habitantes son aquellos que ostentan el podermediante la intimidacin y aquellos son sometidoso se enfrentan a l con los medios a su alcance. Laobra de Yuri es dual: retrata nuestra realidad (vio-lenta, viciosa) y la universaliza: la novela de Yuritrata y no, al mismo tiempo, del narco mexicanofronterizo: lo hace de manera tan desnuda y certera

    que deja de ser un fenmeno meramente local.No es gratuito, entonces, que acadmicos de

    Italia y Alemania hayan celebrado y abordadocrticamente su obra, por ejemplo.

    I

    Los personajes de las novelas de Yuri Herrerason capaces de conciliar y conectar el mundo y susrealidades opuestas mediante el lenguaje: son to-dos ellos poseedores de competencias lingsticasextraordinarias en sus propios contextos: Lobo, elprotagonista de Trabajos del reino, accede y se en-frenta al poder de un capo del narcotrco median-te la palabra, mediante la composicin de corridos.Lobo, msico de cantina, se convierte en El Artistaen la corte de El Rey, quien lo deja acceder al Pa-lacio por su talento para trascender historias me-

    diante la palabra. Lobo es un artista de la palabra,versicador ms que msico excelente.

    Makina, la protagonista de Seales que precede-rn al n del mundo (Perifrica, 2010), es traducto-ra, punto de encuentro entre tres culturas (la ind-gena, la mexicana y la estadounidense).

    Posiblemente la novela del narco (y sus variantes) quedeen la historia de la literatura como un captulo que obedecia su contexto (si es que en algn momento lo superamos):a la obligacin de escribir y tratar lo que se vive. Ancdota

    local de un fenmeno que tiene sus lugares y personajes bienubicados, bien delimitados: destinados a la muerte cuando lafuente se agote (si es que se agota). De todas esas obras, que

    ya son bastan tes, las de Yuri tienen lo necesario p ara

    quedarse: la concrecin y exactitud de las palabras justas.

    La leccin del norte vino a ensernosla

    un hidalguense. Chingn.

    El conocimiento de sus lenguajes le permiteconocer realidades distintas y opuestas, y moverse

    y conciliar a sus habitantes.

    Finalmente, El Alfaqueque, protagonista de Latransmigracin de los cuerpos (Perifrica, 2013),ltima novela de Herrera, es consciente del poderconciliador, persuasivo y manipulador de su ver-

    bo: es el punto de encuentro entre dos familiasrivales, dos visiones completamente distintas dela realidad. La intervencin de su palabra tiene

    el poder de contener la violencia. Mediador entrejefes que dominan a travs de la violencia, El Al-faqueque se empodera entre ellos con la palabra: supoder radica en que sabe qu, cmo y cundo decir,exactamente, lo que tenga que ser dicho.

    II

    III

    dossier dossier

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    8/16

    14 15

    a transmigracin de la costumbreRafael Tiburcio Garca

    Yuri Herrera (2013). La transmigracin de los cuerpos. Cceres, Espaa: Editorial Perifrica.

    Cuando asist a la presentacin de La transmi-

    gracin de los cuerpos tuve la ocurrencia de lle-var T rabajos del reino para que Yuri Herrera ladedicara tambin. Pregunt mi nombre para es-cribir en el ejemplar de La transmigracin, se lodije y pareci recordarlo de Facebook o por ah.Impertinente, solt algn dato intil sobre micurrculum y la entrevista acab abruptamente.Quiz en ese momento cumpla ciertos compro-misos editoriales o simplemente no estaba dehumor, el caso es que tom Trabajos mostrandocierta nostalgia, pero tambin cierto desdn,dijo algo as como Es la primera edicin y melo devolvi. Un libro con dedicatoria, no dos.Qu fue lo que ocurri ah? Es simple, hasta

    hilarante: si yo fuera uno de sus personajes mehabra asesinado.

    Suelen compararlo con Rulfo. Crticos, colegas,lectores nacionales y extranjeros sueltan el lugarcomn Recuerda a Rulfo, y luego el paliativoGuardando las distancias. La comparacin suelelimitarse a su articio con el lenguaje, el de un arte-sano, no, ms bien el de un joyero. Pero sus temas ypersonajes tambin evocan a otro grande.Carlos Fuentes, sin el tema de lo fantstico,parece una era domada por Herrera cuyos per -sonajes oscilan de trotadores de cantinas hastaduros que cuadran al mundo. Las relaciones queteje entre nichos sociales establecen un discur-so en torno al poder denido por jerarquas que

    asientan, ridos y brutales, sus microcosmosnarrativos, Makina hablaba las tres [lenguas], yen las tres saba callarse nos dice en Seales queprecedern al n del mundo; rasgos, la jerarqua

    y el abolengo poniendo a cada uno en su lugar,que estn presente en sus novelas, pero tambinen los cuentos anteriores a ellas, quiz porqueel mundo a veces funciona as.

    Mediante costumbres.

    Me interesa destacar este asunto menos es-pectacular, ms propio de un alumno refundidoen estudios comparativos que de un intrpido y

    valemadrista ensayador de con exiones. Desde l aprimera vez que le a Herrera llam mi atencinel desarrollo costumbrista que presenta en sunarrativa. En La transmigracin deja de lado laorfebrera alegrica que magnic sus dos nove -las anteriores para traernos un experimento cen-trado en las palabras, en los signicantes, pero

    tambin en la visin costumbrista de una ciudad.La Ciudadcita es a la vez tema y personaje queposibilita el desarrollo de la trama que tejen el Al-faqueque, el Delfn, la Ingobernable y las demscriaturas que pueblan las pginas. La ciudad ha-

    bla usando nuestras mismas frase s y sus reexio-nes ms altas golpean en medio de hechos sim-ples en torno a los personajes:

    Todos valemos lo mismo, no importasi crees en yerba ardiente, en pjarosjariosos, en libros enterrados, en la

    lana, en el verbo o en la verga, todostenemos un espacio aqu. No, qu, lsaba: la regla era Me vale madre

    lo que hagas, noms no te me quedesviendo, cabrn.

    En la dcada de los sesenta tericos como Green-blatt postularon que la literatura no reeja pasiva-mente la Historia sino que interviene en ella desdeel momento en que la representa. La mimesis vaacompaada de intercambios culturales colectivosque el lector se apropia, de modo que la literaturano se concibe como un mbito separado de la prc-tica social. Sin profundizar en estos pormenorestericos, la ciudad de Herrera nos presenta este in-tercambio que a cuentagotas revela algunas de lasmaneras y conductas que tienen quienes viven enella, a la par que despliega esa joyera semntica

    que mencionbamos antes:

    Herrera es un joyero, toma materiales concentra-dos, caros en s mismos, palabras y frases del slangpopular llenas de fuerza autnoma, y les asignaformas caprichosas que sin embargo el usuario -nal carga con naturalidad, como si fueran hechaspara ellos, como si fueran hechos por los lectoresmismos. Es el poder del contexto. Todo xito es unmalentendido.

    Los intercambios entre texto y sociedad se mul-tiplican a travs del tiempo. La creacin escritaadquiere legitimidad y, al mismo tiempo, se con-

    vierte e n materia arqueol gica del por venir:

    El hecho es que esta novela, quiz sin platerse-lo, propone convertirnos en objeto histrico. Estesecreto velado en torno a lo que somos los conciu-dadanos, puesto en evidencia mediante rasgos decostumbres y relaciones jerrquicas, es lo que ubi-

    ca a La transmigracin de los cuerpos en el mismonivel altamente lrico y alegrico de sus dos novelasanteriores, a pesar de que sus temas ms super -ciales y su articio lingstico parecen enfocar

    nuestra atencin lectora en otros aspectos.

    As hablamos en la ciudadcita y mientras a nosotrosno nos sorprende ver en papel frases como Tienesla boca atascada de razn, para un lector extranjerodebe ser un festn cultural, una nueva complicidad.

    Parte de su xito se debe a que recuerda puntual-mente a los grandes maestros, Rulfo y Fuentes, s,tambin Arreola, Ibarguengoitia, pero su voz siguesiendo personal. Una apuesta estilstica importantees navegarv a contracorriente en plena eradel intertexto.

    Hubo otras pocas de la ciudad enque la gente se mora a carretadas,

    pero en ese entonces era por tuberculo-sis a sueldo o por derrumbes a destajo,

    normal. Quiz porque la vida eracorta, la gente de la ciudad habaaprendido a no meterse en lo que

    hicieran los otros [...] Quiz tambinpor eso eran tan aectos a las buenasormas, buenosdiar y comolevar y

    primerodiosar y muyamabliar todo elda, para poner distancia.

    se acerc a darle un beso, y cuando es-taba a punto de hacerlo se volvi haciaun lado y estornud en la parte inter-na del brazo. / A lo mejor en el uturo

    la gente ya no se acordara de cmo ueque todos empezaron a hacerlo as, envez de taparse la nariz con las manos.Tena que llegar un susto de a deveraspara que algunos gestos prendieran yluego quedaran como cicatrices queparecen siempre haber estado ah.

    dossier dossier

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    9/16

    16 17

    Por Timo Viejo y Martn Rangel.

    Yuri Herrera es un escritor que caminalas calles de las ciudades donde

    ha vivido. l ha manifestadoque se alimenta de ellas

    para despus recrearlas en sus novelas.Le ocupa lo cotidiano, y esto se percibe

    cuando uno lee sus novelas.

    Yuri puede llegar a ser unpersonaje enigmtico: a l, se rumora,

    suelen incomodarle las charlascon otros escritores. Preere estar

    con sus amigos o haciendo otras cosas.Sus obras se han caracterizado

    por el uso que le da a las palabras.

    entrevista entrevista

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    10/16

    18 19

    Te consideras Flaubertiano alindicar que estas en bsquedade la palabra justa. En miopinin sera la frase justa,

    porque sta le da rapidez, hacede tu obra algo de lectura gil

    y presente.Cul es el comple-mento o qu es lo que aade

    Yuri Herrera una vez queencuentra la palabra justa?

    Bueno, cuando hablo de la

    palabra justa, no hablo de la

    palabra justa como una palabra

    que ya est existiendo pegada

    a cada objeto, situacin, emo-

    cin o sujeto, sino ms bien la

    palabra justa que de algn modo

    reeje lo que te est sucediendo

    frente al mundo sensible. Es

    un acto creativo, no un mero

    hallazgo azaroso y, cuando deci-

    mos la palabra justa, no slo nos

    referimos a una sola palabra,

    sustantivo o adjetivo sino a la

    manera en que reconstruimos

    el mundo desde nuestra sen-

    sibilidad, nuestros fantasmas,

    nuestros anhelos y desde nues-

    tros miedos.

    En Seales que precedernal n del mundo utiilizas confrecuencia el verbo jarchar,que, como has dicho en ante-riores entrevistas, se derivade las jarchas (formas lricas

    primitiv as de nuestra lengua).Por el mismo rumbo, tu per-sonaje del Alfaqueque tiene suantecedente explcito en el al-faqueque que se hace presenteen la obra alfons. Por qu esimportante para ti retomarestos aspectos de la tradicinmedieval en nuestro idioma?Dnde ubicas su relacin connuestra situacin actual?

    Lo primero que dira es que sedebe asumir que toda la herencialingstica de los distintos pases

    y distintas pocas nos pertenece,y que podemos echar mano de

    ella. Eso no implica dar la es-palda a tu propia tradicin, sinoenriquecerla. Entonces, una delas cosas que me han llamado laatencin una de las mayores co-sas que me han llamado de la lit-eratura medieval es, entre otrasrazones, que fue una poca (unalarga poca) en la cual se produ-

    jeron muchas bases de lo que esnuestro mundo actual; cuandose empez a entender la formade relacionarse con ciertas in-stituciones, cuando empezaron acodicarse algunas lenguas. Estoes signicativo >

    ahora que vivimos en una pocaen la cual pareciera que estamosen un cambio permanente.

    Volver a la edad media en ese sen-tido creo que nos pone los pies enla tierra.

    Alfonso Valencia asegura quela leccin de la literatura delnorte la llegaste a dar t, un hi-dalguense, al marcar en tu obrauna gran distancia respecto de latintura periodstica imperanteen el gnero.Crees que el empleo de

    person ajes arquet picos yla omisin de referenciashistricas y geogrficas dotaa tu trabajo de mayoruniversalidad?

    No automticamente, sera de-

    masiado fcil decir que por nousar referencias culturales de tupoca ya ests haciendo algo quepuede ser ledo en cualquier po-ca y lugar.Lo que yo digo es esto: si nosotrosescribiramos de vampiros ado-lescentes, de hobbits o de hroesdecimonnicos, siempre estara-mos escribiendo de nuestra po-ca, nos guste o no. No tenemosremedio, y no es que tenga unafobia a las referencias cultura-les ni ninguna cosa as, sino quepienso su utilidad y no darla porhecho.

    Un ejemplo es el concepto de transmigracin quel ha utilizado para escribir su reciente novelaLa transmigracin de los cuerpos. All manejaste concepto en tensin, lo opone a la teora quesupone que el alma inmaterial viaja.

    Herrera dice que los cuerpos muertos viajano cambian de posicin dentro de un lugar fsico,dentro de nuestro imaginario, e incluso dentrode nuestra mente. As es el uso que l le da a losconceptos y a las palabras, quiz hallemos aqula esencia de lo que le ha dado a sus obrastal peculiaridad.

    entrevista entrevista

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    11/16

    20 21

    Cuando es necesario lo incluyo,pero de cualquier manera en laforma que construyes tu lengua-

    je en los problemas que a ti tepreocupan, de algn modo te re-eres a tu tiempo, a tus pares, tereeres a lo que te ha tocado. Asha funcionado para m; no es tan-to pensando en la universalidad oen el tiempo que te ha tocado es-cribir tu literatura porque la ver-dad no tenemos ningn controlsobre eso

    En la novela Los trabajos del rei-no, el tema principal es la rela-cin del arte con el poder.Qu opinas del cacicazgo que

    parece dominar el mbito de lasletras en un lugar como Hidalgo,que fue tierra de caciques?Crees que eso se reproduceen la literatura?

    S, creo que en la literatura se re-producen muchas de las prcti-cas de poder que se dan en otroscampos en el pas: el autoritaris-mo, el culto de la personalidad, la

    verticalidad, pero creo que esoha cambiado de forma acelerada.Una de las razones para que estosuceda es la irrupcin de las nue-

    vas tecnologas; si antes noso-tros tenamos el campo literariomexicano divido en dos grupos >

    de poder los que se agrupabanen torno a la revista Nexos y losque se agrupaban en torno a larevista Vuelta, las nuevas ge-neraciones no requieren de esosgrupos de inuencia para legiti-mar su trabajo. Por un lado pue-den publicarse a s mismos enla red y es cierto que, si bien notiene el mismo impacto que te-na antes ser publicado por laseditoriales ms importantes, yaes una grieta dentro de eso; porotro lado est la desaparicin delos grandes popes que de algnmodo representaban esa cultura

    vertical: ya no estn Fuentes, Paz,Monsivis; con todo el bien quele hicieron al campo literario, almismo tiempo determinaron unacierta manera de relacionarse, deencontrar tu espacio dentro dela literatura nacional. Creo quenunca dejar de haber grupos depoder, o gente que quiera contro-lar qu se publica o cmo se publi-ca o cmo se lea algo, pero ya noes tan sencillo como hace tiempo.

    Entonces tu opinin hacia losnuevos espacios independienteses que hay un nuevo auge frentea los gigantes editoriales. >

    No s si decir un auge sea dema-siado optimista, lo cierto es queexisten otras opciones. Yo conoz-co gente que ni siquiera ha man-dado sus manuscritos a las edito-riales sino que directamente lo hahecho a travs de Amazon o queellos han encontrado pequeoseditores y los sacan. Eso te segui-r poniendo en el margen, pero yano signica la inexistencia. No lollamara un auge que este deter-minando el campo editorial, perosi hay nuevas posibilidades.

    Los ojos de la, dirigida haciael pblico infantil, podra seruna historia que se desarrolle

    paralela al ten or de tu triloga ?

    De hecho, ese libro me lo pidieronen Sexto Piso. Me solicitaron algopara nios que tuviera que vercon la violencia, en ese sentidotendra que ver con los otros doslibros, con lo que ellos considera-

    ban mis preocupaciones; de algnmodo (la historia de La), est dia-logando con ellos en otro registro,con otro tipo de desarrollo del per-sonaje, pero se relaciona con lasotras dos. No podra haber evitadolas cosas de las que ya haba habla-do antes.

    En tus obras, es constante elsealar a los muertos comoalgo sin valor. Crees que es -temos pasando por un procesode insensibilizacin ante lamuerte y la violencia?

    Bueno, no debera ser as. Hoyes cuando tenemos ms infor-macin que nunca en la his-toria. Cualquier persona con unaparato en su mano puede accedera gran parte del conocimientoproducido a lo largo de los si-glos. Da la impresin de no sersuciente para sensibilizarnosfrente a lo que est sucediendo,frente al signicado de las cosasms terribles que pasan cotidia-namente. No estoy seguro de sinos hemos vuelto ms insen-sibles o de si no hemos repara-do en lo insensibles que somosahora que estamos tan interco-nectados. En otros momentostal vez simplemente cada cualse quedaba en su casa y no leimportaba lo que suceda, noso-tros no reparbamos en lo queotros pensaban, si tal vez com-partamos una cierta solidari-dad. Hoy esta marea de informa-cin tambin contiene nuestraindiferencia ante muchsimosproblemas. No creo que haya uncambio fundamental en la natu-raleza humana, sino que hoy esms fcil >

    Yo empec a escribir desde muychavo, antes de mis 20 aos.

    Las primeras cosas que escrib,las publiqu en Pachuca en unpar de peridicos y revistas que

    ya desparecieron. En mis 20 aosy parte de mis 30, me pas en-viando mis cuentitos a premios yeditoriales, siempre me rechaza-

    ban. A veces me enojaba, a vecesme entristeca pero nunca medesanim. Nunca pens que ha-

    ba errado mi camino. Siemprepens que quera seguir escri-

    biendo y eso es lo que se me haquedado como una de las reglasms importantes del ocio: si vasa escribir, vas a escribir. No debespreocuparte por las becas, edito-riales o por tener buenos comen-tarios. S, es importantela autocrtica, >

    darnos cuenta de ciertas cosasque nos molestan de la naturale-za humana.

    Entre los escritores contem-porneos mexicanos, lmerMendoza es un exponente en suobra de la situacin actual del

    pas. Dentro de 30 aos su obrapodra empezar a clasicarsecomo histrica o que retrata ala sociedad en cierto perodohistrico de Mxico. Cmo ve

    Yuri Herrera sus novelas den-tro de 30 aos?

    No, pues no s (sonre). En pri-mer lugar, yo espero seguir vivodentro de 30 aos y no estarpreocupndome sobre mi obrapasada, sino seguir escribiendoen ese momento. Creo que es unpoco absurdo pensar en tu legadocuando apenas estas empezandoa trabajar. Es absurdo pensar enqu generacin vas a quedar enlos libros de historia de la literatu-ra cuando lo que tienes que haceres seguir aprendiendo a escribir

    bien, entonces yo no s. Esperaraque mis libros, lentamente comoha sido hasta ahora, sigan encon-trando lectores pero no aspiro atener un control sobre cundo ycmo sern ledos.

    pero lo ms importante es que ttengas la voluntad y la certeza de

    que tienes algo importante pordecir. Es por eso que agradezcohaber publicado tan tarde. Ya seme haba pasado la ansiedad, lapreocupacin por no ser famoso,es por eso que slo me quedo lacostumbre de seguir escribiendo

    y seguir intentando. Qu hubie-ra pasado si yo hubiera publicadoms joven? No tengo idea! Es de-cir, a lo mejor me hubiera enva-necido y me hubiera preocupadode ms, a lo mejor hubiera publi-cado ms de lo que he publicado,quin sabe?

    Olvidando eso del pasar del tiem-po; si tu obra ms reciente, Latransmigracin de los cuerpos,se recordara como un lienzo quimagen te gustara que mostra-ra?

    Eso depende de cada lector. Unaimagen que a m me gusta cmoest resuelta en la novela escuando, hacia el nal, el Alfaque-que carga el cuerpo de la Muesaliendo de la casa para llevarlocon su familia. Tambin supongoque funciona la imagen de la ciu-dad abandonada, en pnico, conla gente paranoica encerrada.

    Eres un escritor afortunadopuesto que has conse guid olectores a nivel mundial.Tambin has dicho que tar-darte en publicar te ayud encierta manera a madurar Qusupones qu hubiera pasado entu carrera si hubieras publica-do ms joven?

    Esto lo he dicho antes. Aunque yoya estuviera ansioso de publicar,como todos a los 20 aos: pensa-

    ba que ya tena algo que valiera lapena de ser ledo. Siempre existedesde joven la ansiedad por esapequea famita. >

    Alguna ocasin mencionaste quela Biblia era una de tus lecturas

    cotidianas o de consulta. Qu teha enseado o qu tomas de ella ala hora de construir tus historias?

    Mira, (se dirige hacia su mochilay saca su Kindle) saqu esto porte quiero ensear que no lo utilizopara libros nuevos que me intere-se leer, sino para aquellos otrosque leo constantemente. TengoMoby Dick, El Quijote, La Biblia, LaDivina Comedia, libros a los quese puede volver todo el tiempo yque ,como todos los buenos libros,siempre les vas a encontrar nue-

    vas connotaciones. La Biblia porser una serie de libros escritos alo largo de mucho tiempo por va-rios autores

    Las preguntas rpidas.1. Mujeres desde siempre2. El Perro mis dos perros3. Escribir disciplina4. Pachuca caminar5. Fotografa archivo Casasola6. UNAM libros y pachanga

    entrevista entrevista

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    12/16

    22 23

    es un libro extremadamentecomplejo; por eso, y por la ma-teria de la que est hablando.Nosotros frecuentemente traba-

    jamos con arquetipos salidos deestos libros antiqusimos de laliteratura griega y de los librossagrados. Siempre lo digo a man-era de chiste, pero un poco en se-rio: me interesa mucho la Bibliaporque est llena de sexo y vio-lencia en especial el viejo testa-mento. Pero es mucho ms queeso, es la problematizacin delsexo y la violencia. Esto es lo quehace a los fundamentalistas re-ligiosos tan patticos. Ven librostan complejos y ricos como uninstructivo. Entonces, digamos,cuando te preguntan cules sonlas inuencias dentro de tu obra,uno responde conforme a sus de-seos: Yo quisiera que San Juan oShakespeare fueran mis inuen-cias, pero eso no se tiene tan cla-ro a la hora de estar escribiendo.

    Qu esperas de la literatura hi-dalguense? A quin conoces?A quin sigues?

    Hay muchas cosas interesanteshacindose. No me voy a acordarde todos los nombres. Cuandosacbamos la revista el perro, dela gente publicada, la mayora erahidalguense. En la actualidad tedir de los que ya se ha hablado:

    Agustn Cadena, Karla Olvera,Enrique Olmos.

    . Cada tanto tengo la oportunidadde leer algunos otros, a veces mellegan, otras veces me los ense-an. He tenido la oportunidadde dar talleres en la Fundacin

    Arturo Herrera Cabaas y puedoleer cosas que se han hecho re-cientemente. Lo que yo veo es quehay gente como ustedes que esttrabajando mucho y estn crean-do nuevos espacios (y eso que nohaba mencionado a otros comoDaniel Fragoso, Juan Carlos Hi-dalgo ya con trayectoria; tam-

    bin est Alfonso Valencia, DiegoCastillo, Julia Castillo muchsimagente). Creo que en Mxico seest haciendo buena literatura yque, gracias a la apertura de estosnuevos espacios y a que tal vez seha ganado conanza entre escri-tores jvenes, que antes nos fal-taba, para publicar, para debatir,pronto veremos a ms gente (deHidalgo) que publique su trabajofuera de aqu.

    Qu consejos le daras a al-guien que quisiera comenzar aescribir?

    Esto tiene que ver con lo ms bsi-co y es lo que se dira en cualquierotro ocio: Qu es lo que se ledira a un jugador de futbol? Puesque se ponga a entrenar, y que sino le sale bien pegarle a un balncon el empeine, pues que lo hagamil >

    veces hasta que le salga bien yque tenga la suciente humildadde aprender de los que lo sabenhacer bien; esto funciona en to-dos los ocios y en la literatura.Tambin hay que leer buena li-teratura: no tenemos ningunanecesidad de estar perdiendoel tiempo cuando tenemos msobras maestras que vida; podra-mos slo leer obras maestras ynunca acabaramos, lo cual esuna maravilla. No es deprimen-te que no hayamos ledo muchascosas buenas, es maravilloso queestn ah todava y que las poda-mos leer. Esto no signica quetengamos que leer cosas viejas,hay obras maestras que estn pu-

    blicndose el da de hoy. Hay queleer buena literatura, hay que es-cribir mucho. Lo que yo dira parapoder lograr el ocio es que hayque equilibrar dos cosas: por unlado ser sucientemente autocr-tico para reconocer cuando no te

    estn saliendo bien las cosas, ypor otro ser lo sucientementenecio, a pesar de las crticas de losotros y de las tuyas, para persistiren un proyecto personal y en algoque te hace distinto a los dems.Es muy difcil porque a veces sepuede caer en la auto-denigra-cin o la auto-celebracin. Creoque en la medida en que uno pue-da hacer un balance entre estosdos aspectos, ser cuando se sepaque va uno por buen camino.

    Max Vera

    Madre coneja (2012)Plumones sobre cartoncillo

    Be strong (2013)Plumones y tinta china sobre opalina

    Amigo duende(2013)Plumones y tinta china sobre opalina

    Really? (2013)Tinta china sobre opalina

    portafolio entrevista

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    13/16

    24 25portafolio portafolio

    EdnHome-made Monsters

    Rodrguez1 (2013)Tcnica Mixta 3 (2013)Tcnica Mixta

    2 (2013)Tcnica Mixta

    4 (2013)Tcnica Mixta

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    14/16

    26 27

    24 de julio de 2013. En Jamaica una mujer es ase-sinada porque sus semejantes no estn de acuerdocon que su sexo y gnero sean incongruentes. EnTransamrica (2005) sucede algo similar que, en lopersonal, me llev a un solo cuestionamiento: Ques lo que en la actualidad hace hombre o mujer aun ser humano? La cinta presenta la historia dela transformacin fsica de Stanley Schupak hastaconvertirse en Sabrina Claire Osbourne (FelicityHuffman). La pelcula habla de un proceso psicol-gico, tambin dene la necesidad de Bree, o Sabri-na, por completar el cambio a travs de un procedi-miento quirrgico para modicarsus genitales.

    Transamrica puede ser un lme que retrata elconstructo social existente o puede llegar a ser nouna crtica sino la cruda exposicin de un estereoti-po latente de rechazo, misoginia y homofobia. Insti-tuciones como la familia, la escuela y los medios nohan logrado que, a pesar de las luchas y exigenciasde la comunidad LGBT, se conozca o deje de igno-rarse la diferencia entre sexo-gnero y el derechode un ser humano a elegir libremente lo que hace ono con su cuerpo.

    En la sociedad que vivimos se ha llegado a un pun-to en el que el exterior es lo que dene la conducta,las relaciones y modo de vida que una persona debeo no tener. El alma y la mente de cualquier indivi-duo pasan a segundo trmino. Sabrina se crea unaidentidad nueva que surge a partir del miedo de noser aceptada por su hijo en problemas (Kevin Ze-gers) quien espera un padre, no un freak, menti-roso que no es mujer y rechaza ser hombre. Lallegada de Toby genera un desajuste en los planesde Bree, su ciruga y en la decisin que ha toma-do para ser una mujer por completo. Sabrina em-prende un viaje con destino a Los ngeles en com-paa de su hijo. Su psicloga le aconseja no dejarproblemas al aire que acepte el hecho de que ella

    y Stanley son uno mismo antes de poder alcanzarel ltimo peldao de su metamorfosis.

    Al parecer, para Sabrina todo se vuelve difcil al te-ner que recurrir a su familia, quienes se rehsan>

    a aceptar lo que su hijo ha hecho con su cuerpo. Enuna conversacin con la familia, la madre de Breele dice No te hagas esto, por favor. Extrao a mihijo a lo que Sabrina responde Mam, t nuncatuviste un hijo. Es difcil entender el porqu de lanegacin y la dicultad de su madre para aceptar

    que su hijo, en verdad, siempre se ha consideradomujer: el proceso quirrgico y hormonal al que seest sometiendo slo es un paso ms para llevara trmino las caractersticas fsicas que a su naci-miento no le fueron dadas.

    La psique de Bree es la de una mujer: el cuerpo quetiene no le corresponde, as que lo moldea junto consu rol social: Mi cuerpo puede ser un trabajo en pro-ceso, pero no hay nada de malo con mi alma. En larelacin con Toby, funge como consejera y como pro-tector, siente el deber de proveer lo necesario para suhijo. Le ofrece una casa, un hogar. Toby lo malinter-preta y cuando nalmente Bree se siente con la con-anza para decirle que ella es su padre, l reacciona

    violento, la golpea y se va. Ya sea por compromiso opor decisin, su ser oscila entre padre-madre y hom-

    bre-mujer.

    Caminamos junto a ustedes le dice un transexualmasculino o a Toby cuando el crey haber visto a unhombre desde un principio. Esta es la verdad, untranshombre es, a n de cuentas, un hombre y una

    transmujer es una mujer. Transamrica trata, sinxito, de dar a conocer la transmigracin de la psi-que o el conicto que existe cuando hay una ruptu-ra entre la sexualidad de un individuo y su gnero.Cae en lugares comunes y expone a los transexua-les desde una perspectiva cissexual, hasta ciertopunto llena de prejuicios.

    Mi cuerpo puede serun trabajo en proceso,

    pero no hay nadade malo con mi alma

    I got a pone call last night from a juvenileinmate of the New York prison system.He claimed to be Stanleys sonNo third-person[] My son

    (Ana Paula Guarneros)

    Transamrica y la transmigracinde la psique.

    &

    La primera ocasin que o Exhala fue en mi laptop,un amigo me lo haba recomendado. De inici mepareci vano, cerr el reproductor y promet darleuna segunda oportunidad ms tarde. sta, sucediunas semanas despus: no pude prestarle atencinmientras corra, por consecuencia, tampoco pudeterminar de ejercitarme. Me sent en la banquetapara escucharlo, entonces tuve claro que Exhala esmsica para interpretarse.

    Exhala forma parte de un lbum doble (Inhala/Exhala), del netlabel Breathe Compilations, con elcual celebran su quinto aniversario. Este sello dis-cogrco, sin becas ni apoyos institucionales, pre-senta el trabajo indito de varios artistas, en sumayora mexicanos, radicados en diversas partesdel mundo. Ellos, al ser parte de un netlabel, tienenla clara idea de que el arte no debe comercializarse,

    sino difundirse y compartirse. Sus discos estn re-gistrados bajo Creative Commons, una licencia quepermite la descarga legal y gratuita. Produccionescomo esta son una opcin para la difusin musicalen esta poca, en la cual, la gran mayora de la po-

    blacin est habituada a que toda descarga por in-ternet es ilcita.

    La msica se ha cohesionado con el trabajo visual;en el caso de Exhala se complementa con ocho foto-grafas acertadas a la temtica, y que son el adita-mento ideal de los 12 temas que lo conforman. Eneste punto, se resalta la creatividad de Constela-cin de lucirnagas de >

    Dmaso Prez y Paisajes agretes del artista visualRal Burgos por su congruencia entre imagen ymeloda.

    Podra denir Exhala como una traduccin al

    lenguaje auditivo de las emociones que encierra elalma. Inicia con Water Crystals, su meloda te in-troduce en una realidad distinta en los primerossegundos; es el momento brusco antes de desdoblartu ser para salir del mundo y dirigirte a la seguri-dad del tuyo; la suavidad de sus notas te transpor-tan a una cueva imaginaria donde puedes refugiar-te. With a cloud above your head, te hace despertardentro del sueo, las cuerdas que adornan la can-cin le dan una textura de calma que se adueade tu cuerpo para despus alebrestarla con pistascomo Parklife y conuir en lo onrico en canciones

    como Sleeping Society.

    Mornings, nos evoca a grupos como The Knife conuna mayor atmosfera. Tercer Oido e Indian Sum-mer transgreden y nos dirigen hacia la versatili-dad inclasicable de nuestra psique. Ondine, es por

    mucho lo mejor del lbum, ya que retoma la pieza:

    Tesorero de la noche: tres poemas para piano sobreAloysius Bertrand compuesta por Maurice Ravel.La cancin inicia con un extracto del poema hom-nimo escrito por Bertrand, recitado por una suave

    voz femenina, que con slo el primer verso Ecou-te! Ecoute! Cest moi, cest Ondine, nos atrapa

    en el momento del xtasis ms sobrio que hemosde experimentar. Es tambin la puerta a la recta -nal del lbum donde Music for when you are verytired evoca el cansancio emocional o espiritual delcual muchos padecemos. Breathing In, I Smile, nosdespide con un melanclica oportunidad de inhalarnuestras emociones para reinventarlo todo en elmomento de exhalar.

    El disco se puede descargar

    en la siguiente direccin:

    http://breathecompilations.

    org/v-a-exhala/

    (Editor Fantasma)

    Exhala

    reseas reseas

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    15/16

    28 29

    Sabemos quin es Yuri Herrera: uno delos escritores ms ledos y elogiados de sugeneracin. Sabemos de su obra: publicadaen Espaa, leda en c asi toda Hispanoam-rica, y comparada por su maestra en eluso del idioma con la de Rulfo. Ambas si-tuaciones alcanzan su conrmacin y cl-max en la ms reciente novela del hidal-guense: La transmigracin de los cuerpos(Perifrica, 2013). En este libro, Herrera

    vuelve a desmarcarse de la tradicin queparece dictar el canon de la literatura detintes norteos en nuestro pas: violenciaa desmesura, tratamiento periodstico deltema del narco, entre otros. >

    En un pas al borde del colapso, como loes Mxico, viene muy a cuento --o ensa-

    yo-- hablar de distopas y corrientes apo-calpticas, como lo hace el autor Juan Pa-

    blo Anaya, quien con su libro de ensayosKant y los extraterrestres sita al lec-tor frente a un juego borgiano no exentode referencias multiculturales: de Kant aMaussn; Ridley Scott, Herman Melville,autores cticios, coloquios literarios im-probables y teoras desorbitadas pueblanesta narracin que sirve, como el propioautor lo arma, para despojar de ese halo

    doctoral que suelen acompaar las discu-siones loscas de la academia.

    Por ejemplo, en Cancin de amor paraun androide, Juan Pablo Anaya divagaacerca del sueo del maquinismo, la bio-mecnica, y los recuerdos implantados apartir de la cinta Blade Runner (1982).Estos postulados, que en apariencia sonformales, le sirve para introducir un per-sonaje cticio que sera una especie de al-

    ter ego del ensayista, un joven investiga-dor que desarrolla ensayos a partir de unainvestigacin exhaustiva.

    Hasta aqu todo sera cierto si no es por-que gran parte de los autores y estudiosque cita hay que decir que no todos sonfalsos. Y es esto mismo lo que le da una di-mensin literaria profunda a este texto,que recuerda a Borges y sus Ficciones. As,en el primer captulo asistimos a las re-exiones que suscita el amor del investi-gador por otro personaje esta vez de unapelcula lo que le sirve para descubrirque la identidad se funda en una facultad

    bastante frgil: la memoria. >

    de tintes norteos en nuestro pas: violen-cia a desmesura, tratamiento periodsticodel tema del narco, entre otros

    En La transmigracin el autor se apar-ta explcitamente de este segundo lastre,pues decide situar su trama lejos de todareferencia histrica o geogrca. Esta

    lejana dota a la novela de una univer-salidad que permite lecturas desde situa-ciones dismiles a la nuestra como pas,es decir, toma de la problemtica nacionalque ha sido, a su vez, problemtica de to-dos los tiempos lo nicamente esencial. >

    La idea se conrma cuando los labios car-mn de la bella androide Rachel sugieren:I cant rely on my memories (no puedoconar en mis recuerdos). Este que es un

    tema que ya ha hecho correr mucha tinta,no se queda en la sobada crtica al carc-ter falso de la memoria o a la distorsinde la identidad a partir de las emocionesespurias. El tpico de la pelcula es el pre-texto para ahondar en lo que llama ungesto post-replicante, a saber, la estrate-gia para volver a experimentar y repensarlos recuerdos que conforman la identidad.

    En el captulo Ahab en el divn, el na-rrador, que es el mismo personaje delprimer ensayo, nos habla del profesor

    Acha-Benavides, quien le dio clases de li-teratura norteamericana, y al cual, el na-rrador principal dedica este captulo en unsupuesto homenaje pstumo. El homenajea Anbal Acha se basa en su dramticaexistencia al perder un hijo, y su obsesincon la novela Moby Dick, a partir de la cual

    elabora una desquiciada teora que buscaidenticar posibles relaciones entre obje-tos culturales.

    Es gracias a estas aebradas hiptesis

    que el lector vislumbra que de la novelaMoby Dick a las pelculas Tiburn y Orca:La ballena asesina slo hay un paso, esas como Acha-Benavides se da a la tarea,como el furioso capitn Ahab, de identi-car cmo la cultura de masas puede tor-narse un pastiche que echa mano de lahistoria del arte para convertirla en unareserva de retazos con potencial signica-do emotivo. >

    La palabra frente al caos

    Un gnero hibrido

    En una ciudad delirante, sin nombre,que es azotada por una extraa epidemia,cada instante cuenta. La transmigracines una novela que parece escrita al mar-gen devorador de una epidemia: el autorno se da el lujo de desperdiciar ningn re-curso, sino que cada cosa est acomodadaen su preciso sitio.

    El camino que recorre el autor en este librose asemeja a aquel que andara un poeta al

    buscar hallar para cada cosa una manerade nombrarla por vez primera. En esta >

    travesa recorrida en pos de la precisindel lenguaje, es posible dar cuenta de laimportancia del verbo portado por el Al-faqueque, personaje principal como herra-mienta mediadora entre dos partes en dis-puta.

    La palabra es para Herrera una oportuni-dad para enfrentarse al mundo y reconstru-irlo; para hacer frente al caos y reordenarlo.

    Pablo Anaya hace un guio a La RazaCsmica de Jos Vasconcelos cuando pos-tula un sistema de reencarnaciones cul-turales con tendencia a volverse cada vezms decadente. Este captulo es, en par-ticular, interesante porque se desarrollaa partir de un juego de espejos, historiassimilares pero invertidas, que evocan elesperpento de Valle Incln.

    El tercer captulo lleva al lector a una di-mensin literalmente fuera de este mundo,al aludir a la obra de Kant Historia generalde la naturaleza y teora del cielo (1755),en la que el entonces incipiente lsofo

    alemn no duda en imaginar escenarioshipotticos sobre las caractersticas fsi-cas y morales de los extraterrestres, ba-sado en el lugar de sus planetas con surelacin al sol. A partir de esta obra, y deun supuesto hallazgo en una biblioteca delIPN, el personaje del joven investigadornos introduce a un desquiciado debate entorno al papel del Hombre en el Universo

    y la postura que deber tomar cuando seencuentre frente a esa alteridad lmite querepresentan los aliengenas.

    Si bien para Kant el negro csmico deluniverso se abre de forma inconmensura-

    ble gracias a la demostracin que hicieraIsaac Newton de las teoras de Coprnico,para Chinchilla y Badoglio los personajesde este nuevo ensayo el encuentro conuna nueva especie fomentar la herman-dad de la raza, pues este hecho produciraun asombro generalizado que unira a lasnaciones. >

    Ambos autores, parafrasean a Heideggeral destacar la postura del ser-en-el-mun-do-ante-extraterrestres, que har, segnarman, que el sustantivo humanidad

    vuelva a ser el fundamento de la morala travs de un gran ejrcito que enfren-tar a los extraterrestres. Sin embargo, elavistamiento de ovnis no ser posible sinese grupo autodenominado Los Vigilan-tes, que en la gura del alucinado mayor,

    Jaime Maussn, encuentra a su capitn.

    El ejercicio de observar el cielo en buscade objetos no identicados se vuelve la me-tfora del carcter contingente e nmo

    del ser humano en el Universo y un pre-texto para la melancola. La pintura Elcaminante sobre el mar de nubes (1815),del alemn Caspar David Friedrich, sirvea Anaya para hablar sobre el carcter pro-fundamente melanclico que encierra elacto de contemplar un paisaje (el vigilan-te), donde la naturaleza alude al enigmade lo divino.

    Este marco tan potico y socarrn no estexento del anhelo (deseo) y la amenazaque conlleva la otredad, encarnada en lagura-enigma de los ovnis y la herman-dad que podran provocar entre la razahumana al hacer su sorpresiva aparicintrastocando denitivamente el paisaje ter-restre. As el autor traza una ruta crticaen clave de irona sobre la idiosincrasiadel ser-en-el-mundo-meditico a partir dela relacin con sus objetos culturales y susanhelos-expectativas con respecto a laotredad.

    Martn Rangel

    Javier A. Martn

    reseas reseas

  • 7/27/2019 revista tn'- transmigracin

    16/16

    Agosto/Septiembre 2013