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    BIBLIOTECA CLSICA GREDOS, 94 PLATN 't. U tJ:/> --:'.~,\ ~1,) .~

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    DILOGOSIV

    REPBLI C A

    INT RODUCCiN . TRADUCCiN Y SOTM

    ""CONRA DD W GERS LAN

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    EDITORIAL GREDOS

  • Asesor para la seccin IIriega: C.UUlS G.....ctA GUA.!..

    Segn las nor mas de la B. C. O., la trad uccin de este volumen ha sidorevisada por AlBERTO D EL P07-O ORTIZ.

    : EDITO RIAL GREDOS. S. A.Snchee Pacheco, 81, Madrid. Espaa. 1988.

    P R1MERA EDICi N, mayo de 1986.1." reimp resin, enero de 1988.

    Depsito Legal : M. 5251988.

    ISBN 84-249-1027-3.Impreso en Espaa . Printed in Spain.Grficas Cndur, S. A. , Snchez Pa checo, 81, Madrid, 1988. - 6162 .

    R EPBLICA

  • INTRODUCCIN

    l. LA COMPOSICN DE LA R EPUBLlCA.

    Muy probablemente la Repblica t sea la obra msimportante de Platn. En ella se nos presenta la teora

    t Traducimos por Repblica el t i tu lo griego Politeill. 1..0 hacernosno si n escrpulos, ya que lo que modername nte entendemos po r e re-pUblicu no gu arda prc ticamente relacin a lguna co n lo que Pla tnentiende por /K' li te (a. vocablo con el cual S" ,dicTe princi pa lme ntea un t ipo de organi:tacin politica que, en tre ot ra s cara ci e rtsncas. puede poseer la de .ser mon rquica. Proc".jemos asi, no o bstan te , porque,a l margen de no disponer de ningu na otra ,,:o;presin indiscutib lem enteeq uivalente. en el lector de habla hispa na est demas iado arra igadala tra d icin dd tit u lo RepUblica pa ra esta obra de Pla tn , como parapro:lo:nd",r modi fica rl a ahora s in riesgo de confus iones . Meno r toleran-cia em pero gua rd amos co n otra tradicin -la de ve rte r la pa labrapl is po r eciudad s-c-, ya que en tal caso no tenemos que vrnoslasco n un t itu lo (po r el m ismo mo tivo no traduci mos, de ntro de la obra,politd a po r e repubhc a s). De por si, en efecto, res ult a r ta e xtrao quese describieran las leyes y la constitucin pol iti

  • l. La estrucl f4ra de la obra

    A menudo ha n sido d ist in guidas cinco secciones enla composicin de la Repblica: u na integrad a s lo porel lib ro l . q ue const it uye un verdadero dilogo socr -

    All encont ramo s toda una concepcin antropolg ica dela cu al ha derivado no slo uno de los concep tos acercadel hombre que ms a rraigo ha n tenido en Occi dente.s ino tam bin un pu nto de partida pa ra la evolu cin dela ps icolog a . a la cual tambin aporta r icos retrat ospsicolgicos q ue configu ran los p rimeros in tentos te ri -cos de caracte rologa , Y no en lti mo trmino. ci er ta-mente, debemos colocar su teo ra de la educaci n y su

    _ _concepcin de la sociedad .Pinsese, por otra pa rte, que el tratamiento de ta l

    mu lt iplicidad tem tica no agota, ni con mucho, lo quePla tn ten a pa ra decirnos - ni s iqu ie ra en el momentomismo de la composicin de la ob ra- sobre cada un ode esos temas. como lo podemos deduci r de un some roexamen de lo que en o b ras anteriores haba dicho sobreesos tpicos, lo cual est a menudo implicado en laRepblica.

    Por estos motivos no resulta po sible da r cabida e nesta Introduccin a un estud io que pretendiera abar-ca roaun mu y sint ticamente. la tota lidad o siqui era unab uena parte de los pu nt os que me recen un a llamada d eate ncin al lect or. pa ra qu e se deten ga sob re ello s alenfrentar el lib ro. De es te modo, nos limitaremos a in-cluir aqu - a dems de algunas cons ideraciones sobrela composicin de la obra- ob reves estu d ios sob re tresde los principales temas que surgen en su lectu ra; y a notes de esos estud ios presenta re mo s u na sntesis del con-te nido. con el p ro psito de facilita r al lector pri ncip ia n-te el buen man ejo de u na ob ra de tales d imens iones,

    10 I I \ ,- DI LOGOS1'",t i"' tl -,metaf sica de las Ideas en algu nos de sus p rinc ipalesaspec tos, y. por primera vez, estratifica da mediante unajerarquizaci6n q ue coloc a a laIdea def Benen su c s-

    pIsfe~ -AlUel pe,!~amiento t ico de su juven tu d y madu-rez recibe fundamr:ntacrnn rnetaltsica, a t ravs de la mi s-ma Idea defBien. All se --enuncia por primera vez enGreci a una tcora de la cie~cia q ue , junto con su d esa-r rollo por Aris tt eles, influy decis ivamen te en la a xio-mtica euclidean a. Tambin po r p rimera vez se formu-lan all planteamientos teolgicos (recurde se qu e la p ri-mera aparicin litera ria que conocemos de l vocab lo thec-logia es la de Rep. 11 379a) y se bosqueja una preceptivaest tica que, como toda su propues ta pol tica , con ti nas iendo mo t ivo de pol mica toda va a fines del s iglo xx.

    E.noe. Maraln. P roblintos y Trtanot osj. y qu e inclu a ciudades tandi s tan tes en tre si 0;010

  • 12 DILOGOS INTRODUCCi N 13

    ca cuyo tema es la ju st icia; otra, compuesta por los li-b ros Il al IV, donde se t raza el proyecto poltico propia-mente dicho de Platn; un a te rcera que incl uye los li-bros V a VII, y que es la sec cin m s es trictamente filo-sfica de la obra; una cu ar ta qu e conforman los librosVIII y IX, en la que se exponen los d ive rsos tipos deconstituciones poltica s posibles, con su probable ori-gen y de senlace, y los tipos cor respond ientes de hom-bres que suponen; finalmente, la seccin que constituyeel libro X, can una su er te de apndice sob re la poesay un mito es catolgico que corrobora lo dicho acercade las recompens as que recibe el justo.

    Aunque la obra tiene unidad, se advierten cambiosde argumentacin, in terrupciones o regresos a pu ntosya tratados, de un modo tal, que sugie ren qu e Platnha sentido necesidad de tratar nuevamente algo o derecomenzar la obra s in suprimir lo anterior o de inte-rrumpir el t ratamiento de un punto pa ra aclarar otro,e tc. Entre los casos ms ll amativos podemos mencionarel evidente hiato entre los libros I y 11, tras el cual (conlas palabras crea haber puesto fin a la conversacn)se prosigue un dilogo qu e pareca concluido, pero connuevos interlocutores, que continan en es te papel has-ta el final de la obra. Al com ien zo del libro V se produ-ce una interrupcin de Adimanto, pero, a diferencia deotras interrupciones, sta no hace avanzar l a discusinanterior, sino que, a p ropsito de un punto apenas ro-zado an te s (la comunidad de mujeres y de nios), cons-tituye una digresin, que slo cede lugar lu ego ante laproblemtica filosfica ms imp or tan te de la obra. Eltema iniciado al final del libro IV (la descripcin de lostipos de organizaciones polticas) queda as relegado has-ta que se retoma al com ien zo del lib ro VII I. Finalmen-te, cu ando uno pensara, al trm ino del libro IX, queslo debera esperar a COnti n uacin un mi to escetol gi -ca , al com ienzo del X Platn vuelve sobre la poesa

    - de la que se haba ocupado ampliamente en 11-111- ,en una exposicin que no guarda re lacin con 10 queha antecedido ni con lo que le seguir.

    2. La cronologa absolu.ta

    Para explicar aunque sea parcialmente hechos comolos que acabamos de ejemplificar, se han elaborado cuan-do menos t res h iptesis: 1) ha habido. en vida de Pla-tn, dos ediciones de la Repblica: una que vio la luzno ms tarde del ao 390 a. C. y que comprenda el li-~ b ro I ntegro, lo esen cial de los actuales I1-IV, el co-

    mi enzo del V Yalgunas pginas relativas a la educacinsuperior, que hoy tenemos en los libros VI y VII ; Y u nasegu nda edicin, alrededor del 370, en la que el mate-rial fue reelaborado. quedando de la mane r a en que loconocemos hoy 'b"; 2) el libro I fue publicado como ob raindependiente, con el ttulo Trasimaco, al rededor de l 390,antes qu e el Gorgias, que signifi c una reelaboracin

    Lb i. En apoyo de esta tesi s se citan, bs icam ente: I} un testimoniode AULO GELIO, Noches Alkas XIV 3, donde nos dice que, cn su Cirope-d ia, Je no fonte se opuso a la Rep blica t ras haber ledo los apro xim a-damente dos libros que fueron divulgado s en pr imer lugar", y la com-probacin de J. Hi rmer de qu e. en la edicin an tigua de la Repb lica.compuesta de seis libros, los dos pr ime ros correspondan a al go msde tr es lib ro s de las ediciones actuales; 2) el r esumen que de la Re p-blica se crce h allar en las primeras pginas del Timeo, y que cont n-dr a s lo la resea de los libros II hast a mitad del V; 3) las alusionesdel Busiris de hcrates a las mismas part es de la obra. Pe ro cabe re -plicar a 1): el te stimo nio de Auln Gelio puede vale r mejor pa ra avala runa hip tes is com o la qu e n""otros preferimos; a 2}: ya R. HIRZEL (DerDia/og, 1, Leipxig. 1895, reimpr. 1963, p gs. 256257, no ta) demost rqu e en el Tmeo no se alude a la Repblica s ino a una conversacinficti cia; y C. Rittcr y A. Riva ud consolidaron est a demostracin; a 3):para lo tocante al Busiris, nos remitimos a la refu taci n que hace A.DIS {elntroducton a la Rpublique, Les Belle s Lenres, pgs. CXXVII I-CXXXIV).

  • 14 DI LOGOS INTRODUCCiN IS

    del tema - mejo r desa r rol lado-c. por lo cual Plat n op-t por integra r el Trasima co en una obra de m ayore salcances. que es la q ue ha llegado has ta nosotros; 3) laRep blica fue compuesta a lo la rgo de dos dc ada s apa rt ir , aproximadamen te. del 390; no necesari am ente la spa rt es concl u idas de la obra fueron ed itadas en segu idade se r escrit as. y su o rden ha sido el m ismo que conoce-mo s nosotros, con la excepcin d e que aparentemen telos lib ros VIII y IX fu eron compuestos a co ntinuacinde l IV. y s lo ms ta rde los VVII y el X.

    Es esta tercera hi p tesi s -que fue C. F. Hermanoel primero en sostene rla . en 1839, aunque no exacta-mente en los m ismos trminos en que aca bamos d eformu la ria- la que aqu acep tamos, dado q ue nos sirvepara ex plicar la s dificu lt ades que hemos vis to sin la pre-cariedad de las otras do s. La idea m s arriesgada quepresent a es la de qu e los libros V a VII fuero n re d ac ta-do s despus de los VUI y IX; Y aun no se tr ata de u naconjetura forzosa. Desarrollemos. pues, esta hi ptesi s.

    El lib ro I no debe haber sido co mpues to antes delao 390: en esto concordamos con las dos hiptesis querechazamos; su es t ruct ura. en efecto, no es la mi smaqu e la de los primeros dilogos llamados socr ricos s:n i siqu iera puede dec irse q ue sea est r ictame nt e apo r ti-co , pues to qu e la refutacin de la tes is formulada porScrates apa rece slo a l co m ienzo del lib ro 11. en formade objecion es. Es d iffc il es ta blece r s i Platn lo co m pu-so como int rod uccin a la obra, contando ya con un pla npa ra toda e lla , o s i lo escrib i pe nsando en ed itarlo in -de pendientemen te. Noso tro s nos ind inamos po r una con-jetu ra en cierto modo in te rmedia: Platn hab ra ten idoel propsi to, al es cr ibi r este p rim er lib ro, de componerun a obra de una exte nsin no mayor que el Gorgas so-bre la just icia, sob re la cual ya ten a en m ente, al term i-nar el lib ro 1, objeciones como la s qu e al co mienzo de l11 formulan Glaucn y Adimanto, y rp licas a stas co -

    me las que les hace en el lib ro IX, pasan do por unaca racterizacin de la jus t icia similar a la que traza a lfinal del IV (aunque p robab lemente sin la concepcinde un a lma t ripartita. que parece corresponder a a lg nmom e nto pos terio r a l Fedn). De este mod o , los lib ro s11 al IV hab r a n implicado un a dob le innovacin co nrespec to a l plan inicial de la obra: la tes is d el a lma tri-part ita, po r un lado. y, sob re to do , la idea de busca re n la sociedad u n concepto de jus t icia v lido tambinpa ra el individuo, idea que permite impu lsa r la inda ga-cin acerca del mejor Es tado posible, y qu e implica fo r-ja r un proyecto poltico. Ambas concepciones, po r tan-to , surgiran poste riormente al p r imer viaje a Italia ya Sicilia (388/387) y a la co mpo sicin del Fedo n y d elBanquet e (ca. 385), unos cinco afia s despus de esc ri-to el lib ro I. Estas co njetu ras no implican nece saria-me n te una ed icin separada de estas partes de la ob ra ;au nque, si confiramo s en el te ~!imonio de Aula Oe-Iio 1'", cabra pensa r que, co n lo ya red ac tado, ha podi-do tener luga r, s i no una edicin en sen tido es t r ic to.si u na difusin ent re los miembros de la Academ ia yo tros a migos de Platn sufici ente como para qu e el co n-tenido de los libros I-IV fuera ya conoc ido en peq ueosci rc ulas de Aten as. Sobre la ba se de tales conjetu rasnos a t rever-amos a decir que . cuando Plat n escrib ilos lib ros 11 a IV, mod ific sus ta ncialmente el plan quetena para la ob ra, ya que sta pas a proponer unaut opia pol t ica , y segu ramente Platn pens ento ncesun desarro llo ms all del lib ro IV, que incluyera ladescr ipc in d e la s diversas forma s de gobiern o y de lost ipos humano s corres pondientes , y u n final m itolgico-escat olgico a la manera en qu e lo ha ba hecho en elGorgias y en el Fedn. De est e m odo, la compos icind e los lib ro s VIII y IX no hab ra tardado en segu ir a

    11., ef. nota an te rio r.

  • 16 DILOGOS INTRODUCCIN 17

    la de los U-IV. En cambio, la de los V a VII tieneque h aber sido poste rior a los aos 379/377, ya que- como Wilamuwilz fue el prime ro en advertir- en VII540a-b Platn afirma que el filsofo t iene acceso a laIdea de l Bien pasados los cincuenta aos de edad, afir-macin que obviamente no habra hecho si l mismono estuviera en esa situacin. Y esa referencia al cono-cimiento de la Idea del Bien es imp re scind ible no slopara la alegora de la caverna, sino tambin pura la delsol; y sin duda el lib ro V guarda uni dad con los VI-VII,a l menos desde el planteamiento de la ex igencia de sa-ber s i la organizacin polt ica propuesta es posible ycmo; lo cual conduce a la caracterizacin del filsofoy al tema de su educacin. Ciertamente, no podemoscalcular los aos que han podid o separar a esta partede la obra de la s an teriores ya que no nos atrevemosa proponer fec has para la composicin de los libros Ilal IV, y por consiguiente tampoco de los libros VIII yIX. En cambio, po demos afirmar que fue en la dcadade los setenta cuando se redact la parte filosficamen-te ms importante de la obra (los libros V al VII), yseguramen te an tes de finalizar dicha dcada se comple-t la ob ra co n el libro X, en don de se an tep uso al mitode El', probablemente ya planeado antes, un nuevo ata-que a la po esa. Por las palabras de Pla tn (econsidcroqu e h emos fundado el Estado de un modo enteramentecorrecto al no acepta r de n inguna manera la poesaimitativa A vosotros os 10 puedo decir, pues no irisa acusarme ante los poet as trgicoa) se tiene la imp re-si n de que, despus de la d ifu sin de los libros IIVa que aludira Aulo Oel o, poetas o intelectuales reac-cionaron ante las crt icas que Platn haba hecho a lapoesa en los lib ros II-IlI. Platn ha debido percibir, atravs de esas reacciones, deb ili dades en sus argumen-tos, yeso explcarta que considerara necesario ed co-

    nar ms pagmas an sobre el tema, ahora desde unaperspectiva ontolgica .

    Por consiguiente, la composicin de la Repblica hade bi do extenderse a lo largo de un perodo de quinceo veinte aos : a partir ap roximadamente de l 390 a. C.hasta no mucho antes del 370.

    3. La cronologa relativa

    Mucho ms simple para nosotros se presenta el pro-blema de estab lecer la cronologa de la Repblica enrelacin con otras obras del Corpus Platonicum, porqueal p resente existe casi unanimidad respecto a su ub ica-cin dentro de ste. En efecto, si tomamos en cuentalas cronologas propuestas por veinticinco o treinta delos ms importantes platonistas e historiadores de lafilosofa griega, veremos que entre ellos reina unanimi-dad en co nsiderar, como anteriores a la Repblica. to-dos los escritos llam ados juveniles y algunos de ma-d urez como el Fed n, y, como posteriores, el Parmni-des, Teeteto, Sofista, Poltico, Plebo, Timeo, Critias y Le-yes (aunque difieran en el orden de estos escritos devejez). Pa ra la casi totalidad, tambin el Fedro es poste-rior; las excepciones a esto son Gomperz (1902), Shorey(1933) y Guthrie (1975). Para la inm ensa mayora, el Euti-demo, Crtilo y Banquete (junto con el Fedn) son ante-riores : el Crtilo es posterior slo pa ra Gomperz. Corn-ford (1927), Shorey y Guthrie (1978), m ientras el Ban-quete es posterior s lo para Cornford (qu ien es el nicoen tener tambin por posteriores el Men xeno y el Euti-demo) y para Cr ombie (1962). Es to muestra que s lo enlos casos del Fedro y de l Crtilo hay mayor discusin,y aun as, slo entre una minora de investigadores. Porcierto que en esto hablamos de Rep. U-X, ya que en cuan-to a la composicin, muy anterior, del libro I no hay

    94. - 2

  • 18 DILOGOS INTRODUCCIN 19

    co nsenso. Noso t ros creemos qu e s te ha precedido alGorg ias y. por cons igu iente, al Me nn y a los di logosde madurez, en lo cua l co incidim os co n qu ienes lo con-ciben como obra sepa ra da, pero no lo anteponemos anin gn otro d ilogo juvenil, por la dis~inta com posicina que nos he mos referido. Por consiguiente, podramospro poner un ordenam iento de esta ndole:

    l .o Di logos de juvent ud (incluyendo el Menxeno, no Go r-gias n i Men ,,)

    2. Rep. I3.0 Gorgia.s. Menn4. Eu tidemo, Crtilo . Banque te, Fedn (no necesa riamen-

    te en este o rde n)S, Rep. U-X6. Fed ro7.0 Dilogos de vejez.

    4. Los per sonajes y 5U pa rticipaci n en el dilogo

    La Rep blica es un d ilogo q ue tiene la pa rt iculari-dad de no int roduci r d ire ctamente en escena a los per-sonajes que ma nt ienen la conve rsacin a lo la rgo de laob ra, sino de p re senta r primeramente un narrador: Es -ta modalida d la compa rte con otros escritos plat nicos,como Cn n ides, Lisis, Protgoras, Eutidem o, Fedn, Ban-quete, Teeteto y Parm nides. Pero a d iferencia de losc ua t ro d i logo s men cionados en lt imo t rmino, el re-la tor es el p ro pio Scrates , pro tagon ista de la obra. Tarn-b i n se d ife rencia del Prot goras y Eutidemo en que.en es tos esc ri tos, Sc rate s comienza , en un ca so , con-ve rsando con u n amigo. en el o tro con Crit n, a qu ienesse d irige lu ego el rela to. Como en Crmides y Protgoras, en Rep. I. Scra tes es in ici alme nte el nico persona-je , po r lo qu e debe ent ende r se que diri ge su rela to di -rectamente a l lector. Este p roc ed im iento no ha vuelto

    a ser usado por Platn. Los libros JI-X estn an udadosal pr imero , de modo que forman parte del rel a to inicia-do en s te .

    A pa r tir del enc uent ro , que narra Scrates , ent re s-te y Polema rca, se s ita la escen a en casa del a ncianoCfalo. pad re de Polemarca. q ue era un met eco -o sea,un ex t ranjero con reside ncia permanente en Aten as-e-que habitaba en El Pireo, pu erto de Atenas, donde seconce nt raba la mayor parte de los me teco s ded icado sa l come rci o o a la ind ustri a. El t rozo filosfico inicia lde la obra no s lo pre senta conversando co n Scra tesacerca de la vejez, en sa broso di logo imitado ms tarode po r Cice r n. En el mo mento en que Scrates ponenfasis sob re el concepto de justicia, Cfalo se ret ir ade escena y es sus ti tu ido como in te rlocutor po r Po leomarco. Pero la man sa aceptacin por s te de las obje-ciones de Sc rates. qu e lo hacen con tradecirse, desatanla ira de Tras rnaco, quien ir ru m pe en escena de u namanera que hace pe nsar en el momento en qu e, en elGorgias 48t h , Ca licles desaloja del papel de inte rlocu -tor a Polo . Como all Calicles , Tra stm aco asu me el pun-to de vis ta de un sofist a oligrquico q ue jus tifica la leyde l m s fue rt e. Presumiblemente se tra ta d el maest rode orator ia que es crit icado en el Fed ro. Pronto Tras -maco es am ansado por Scrat es y termina re s ignadoa su derro ta . Al trmino del libro I desaparece comoin te rlocu tor, au nque no s lo pe rmanece presente, si noqu e su punto de vista es tenido en cuen ta ms de u navez en las argume ntaciones en p ro y en co nt ra (cf . 11358a-e, 367-368, V 4S0a-b, VI 498c, VIII 545a , IX 590d).Hay otro pe rsonaje que interviene fu gazmente en el li-bro 1, Ch tofon te , quien lo hace en favor de Tr a stmaco.y que en la vida real ha de sempead o un pa pel po lticoen Aten as, especialmente en la r evi sin co ns titucionaldel ao 411. En el libro 1 son mencionados tambi n Ni-c rato - h ijo de l general Nicias-c-, Lisias y Eut idemo

  • 20 DILOGOS IN TRODUCCI N 21

    -c hermenos de Polemarco-c . un discpulo del orado r Is-crates. Carmntides, y los herm anos mayores de Pla-tn, Glaucn y Adimanto; pe ro n inguno de ellos tomaparte en la convers acin. No obstante, a partir del libroII Glaucn y Adimanto s convierten en los nicos in-terlocutores de Scrates. Al comienzo de e se libro, lafuerza de sus arg umen tos y el consiguien te desconcier-to ficticio de Scrates nos recuerdan las ltimas ob je-ciones de Simias y Cebes , en Fed n 84c-9Ic . Pero luegoq uedan reducidos al papel de interlocutores que, consu asentimiento. permiten a la argumentacin avanzar0 , con la manifestacin de su incomprensin {eno en-tiendo, S crates), da n lugar a una aclaracin impor-tante. Son notables tambin algunas int ervenciones su -yas en las que Platn, tras decir con so lemnidad algorel evante , se vale de ellos para expre sar una ch a pli-nesca autoirona (p. ej., en VI 509c: jPor Apolo! [Ou elevacin demonfaca!]. A di ferencia de los dilogos ju-veniles - incluyendo ahora ent re ellos Rep. 1- , los in-terlocutores de Scrates no quedan confundidos por laa rgume nt acin de ste , sino que ponen su buena fe enin te nta r comprender la s ense anzas que los acercan ala verdad .

    n. RESUMEN DEL CONTENIDO DE LA REPBLICA

    Lrea o

    32Sc Discusin preliminar sobre la vejezCfa lo: el carc te r , no la vejez, es la ca usa de los ma-

    les de que se que jan los ancianos: la riqueza puede ayu-dar a l ho mbre sensato a ser justo .

    33 lc Ceuo: la justi cia es la devolucin de lo que se debeScrates: pero se puede devolv er lo que se debe con

    ju sti cia o no .

    332d Polemarca.' es el beneficio a amigos y perjuicio a enem igosScrates : pero si se perjudica a un caba llo; se le vuelve

    peor respecto de su excelencia (aretl); dado que la jus t i-cia es la exce lenci a del hom bre, al perjudicar a un hom-bre se lo vuel ve ms injusto, y as! se harta justici a pro-duciendo injust icia.

    338c Trasim aco: es lo que conviene al ms fuerteScrates: pero as como un mdico dispo ne no 10 qu e

    le conviene a l sino lo que co nvie ne al enfermo, el go-bernante debe d isponer 10 que conviene a los gobern a-dos. Cada a r te aporta un be neficio pa r ti cu la r: e! de! m - d co. la sal ud, el del me rcenario el sa lario. Si el mdicogana di ne ro a l cu rar, no se ben eficia con el arte md icosino con el arte del mercenario qu e a ade al suyo. Asel que gob ierna no obtiene ningn beneficio de su arte,sino de uno adiciona l.

    348c Trusmaco: la injusticia es excelencia y sabidura ,--Scrates: pe ro en cu alquier arte el sabio no trata de

    aventajar a o tro que lo conoce , sino al qu e lo desconoce .y el justo no quiere aventajar al ju sto, sino al no-justo .Por lo tan to es el ju sto quien se parece al sabio y bueno,no el injusto.

    352d La justicia es la excelencia del almaCada cosa tien e una funcin (rgon) que slo ella cum-

    ple o que e lla es la qu", la cum ple mejor. Las fu ncionesdel alma son atender, deliberar, etc., y su e xcelencia esla justicia, de modo que el alma justa cum plir su fun -cin y vivir bien, no as el alma injusta .

    LIBRO II

    357a Glaucn: la justicia no es vista com o un bien en s mismo .Bienes que deseamos po r s mismos, q ue deseamos

    po r sus consecue ncias y que deseamos por a mbas cosas .La justicia es co locada por la ma yo ra en la segunda cla-se, como al go en s mismo penoso, y s610 deseable porsu s consecuencias.

  • 22 DI LOGOS INTROD UCCi N 23

    LIHRO IJI

    398c Pautas para las m elodasComu las armonas han de adaptarse al tex to, no se-

    r n que ju mbrosas ni re lajantes: las nicas ace ptables sonla doria y la frigia. No se ne ces ita rn instr umentos demuchos son idos.

    379a Pautas para hablar de Dios (peri theologias) en los textosHay que representa r a Dios ta l como es: bue no , y por

    ende qu e no pue de se r ca usa del ma l. No h a de pe rmi t ir-se qu e los poe ta s p resenten a dioses haciendo mal o transoformndose : lo exce lente no es suscepti ble de modifica-cin; tampoco mint iendo, pues la verdade ra me n tir a esodiada por dioses y hombres, y la mentira en pa labras,que es til a los hombres , no se r a til pa ra un dio s,

    Igim nasia y la medicina i

    Debe camb iar el r gimen de vida de los atletas acta- Iles. q ue du ermen demas ia do ; se excluir el pescado y Ila carne he rvida, pe ro sin estar pendi ente del r gimen. ISlo los ricos, q ue no cumplen una fu ncin en la soce-

    Pautas para los ritmosSlo de ben per mitir se los r-itmos qu e sean p ro p ios

    de un modo de vivir o rdena do y valeroso; el pie y lameloda debe n adecu arse al te xto y no viceversa.

    386a Pautas para hablar de los hombres en los tex tosLos po etas no deben presentar a los hroe s lamen-

    tndose po r la mu erte; ta mpoco como pres as de risaso e nsalzan do la buena mesa .

    392c Pautas para la diccin de la poesaLa narracin pu ede ser si mp le (d it ir am bos), por me-

    dio de imit aci n (tr agedi a, come dia) o po r ambas co sa sa la vez (p ica) . Los guardianes no de ben ha cer imita cio-nes, ya qu e cada u no es apto pa ra una sola ta rea , Perosi imitan, deben imitar slo ca racteres vali en tes, mode-ni dos , piadosos , etc . Usar n el t ipo m ixto de narrat iva,con u na parte breve d e imitacin .

    39ge

    403c La

    358e Glaucn: la justicia no es cu ltivada voluntariamenteLos hombres sufren ms al ser vctim as de inju sti-

    cias que lo que disfrutan al cometerlas ; por eso la ju stl-ca consiste en un a cuerdo p ar a no su frir ni co me te rin justicias. Slo cult iva la ju st icia el qu e es impo tentepa ra comet er injust icia. Mito de Glges.

    362d Adimanto: es preferible la injusticia a la jus ticiaCuando los in ju stos so n ricos pueden repara r c ua l-

    quie r delito y librarse de los mal es del ms all. Inclusose p uede per suad ir a los d ioses.

    368a Sc rates : nacim ien to del Estado sano ....:-:,..Se bus car la justicia en el Estado (plis) prime ra-

    mente, y luego en el ind ividuo . E l Es tado n ace cuandoel individuo no se autoabast ec c sino que necesita de otros.por lo cua l se a socia con los de ms, Es tas necesidadesson: 1) de alimentacin, 2) de vivienda :Y 3) de vestim en -ta . Los expe r tos en cada act ividad produci r n pa ra to-dos los dems, reci biendo a ca mb io los productos qu enecesi tan. Se llevar un a vid a au stera .

    ~ 372d Trnsito hacia el Esta do enferm oGlaUCn: un a sociedad de cerdos no se r a di stin ta.

    Scrates : pues en tonces habr que aadir cocineros, m-d ico s, msicos, mo distas, cte. Se r un Es tado enfe r moo lujoso, cuyo te rritorio debe agr andarse a costa del ve-cino : o r igen de la gue r ra y de l ejrci to . El ejrcit o debeser profesional.

    374e Cualidades que deben tene r los militaresSern selecc ionados como militares o gua rdianes los

    que posean agu de za, rapidez , fue rza y va len ta ; de be nser mans os co n sus compatriotas y feroces con sus e ne-miga s.

    ~ 376c La edu cacin de los guardianes. La msica: los tex tosHay que re cha zar la mayor-a de los m itos de Home-

    ro y Hesodo, que presentan a los dioses co mo c rim in a-les o combatiendo entre si.

  • LII' RO IV

    419a La feli cidad de /0. c1Q ~e goberna nte y la socie dadAdima nto: los gobernantes, teniendo todo en su rna-

    no pa ra ser dichosos , no podr n as! d isfrutar como losde otros Estados. Sc rates: no debe mos mi ra r a la feli ci-dad de los gua rd ia nes , sino a la de tod a la soc iedad.

    ,dad, pueden pasa rse el tiempo con los mdicos; el a rte-sano no t ie ne tie mpo pa ra tra tamiento s la r gos.

    410b Poder educat ivo de la gim nasia y la msicaI Ambas ed ucan el al ma: la gim nas ia, su lado fogoso

    (lhymoeidsA y si se combina con msica, q ue cuhivala du lzura, p rod uce, en luga r de la fu e rza bruta, lavale ntla.

    412b Pruebas de los etmdidatos a gobernantesLos q ue go b iernen se r n los que tengan la conviccin

    (dg ma) de que lo qu e debe n hace r es siempre lo quem s co nvenga al Es tado. Tres clases de pruebas: 1) en-ca rga r los de ta reas que facili ten su o lvido de esa convic-cin: 2) impone rles t ra bajos. s ufri mientos y competen-cias, y 3} lleva rlos a luga re s te r ro r fico s y luego a otrosplacenteros.

    .4 14 Mito de las clasesTod os los ciudadanos han sido criados y educados

    por la t ierra, que es su madre y nod riza; po r ta nto, to-dos son hermanos en tre si . Pero en la co mpos icin deunos (guard ianes gobe rnantes) en tr el oro, en la de: ot ros(aux il ia res) la plata y en la de o tros (lab radores y artesa-nos) el b ro nce y el h ie r ro . Puede darse el cas o de queun hombre de oro genere uno de bronce, y que uno dehie rro genere :1 uno de oro; e n todos los ca sos ha y q uellevarlos a l sec tor qu e les corresponde.

    . 416a Comunidad de los guardianesPa ra ser como perros de reba o, no como lobos q ue

    devo re n a las ovej as , los guard ianes no de be n conta r conbienes pr ivados, salvo de pr imera nece sidad , y ha rn suscomidas e n com n.

    25INTRODUCCiN

    437b

    421d La pobreta y la riqueza de los ciu dadanosNo debe haber gente rica ni pob re , ya que, si es r ica ,

    no se ocupar de su tra bajo . y si es pob re , no pod rrealizarlo b ien. Y s i en una gue r ra se co mbate contraun Est ado en q ue ha y r icos y po bres, se les ofrece ra stos la fo rt una de los ricos a ca m bio de su alianza,ya qu e en este Es tado no in teresa la riq ueza .

    427d Las partes de la excelencia en el ESIUdoPara sa be r si se hall a la jus tici a en el Es tado, basta-

    r con e xa mina r s i es tn presentes las o tras tres pa r tesde la e xcelencia : la sabid urla (sophia' la moderaci n(sphrosjtle) y la velenua (andrea). El Estado es sa biono por el conocimie nto de alguna c uestin particular,sino por el de su totalidad. que es el apropiado parala vigilancia q ue est presente en los guardiane s. El Es"tado es valiente si lo es aquella parte suya que va a lague rra por su causa. El Estado es moderado cuando go-bernantes y gobernados coi ncide n en qu in es deben go-bernar: a sl la me jor parte gobierna a la peor.

    432b La ju sticia en el Eedo biel'! fundado/ Es lo qu e res ta para que el Estado a lca nce la exce-

    lenci a: consiste en que cada uno haga lo qu e le co rres-ponde e n el Es ta do.

    436a lS partes del a fm Estn prese ntes e n e l ind ividu o las mismas clase s

    que en el Estado ? Ha blamos de gneros d is ti ntos , cua n-do dec imos q ue por med io de uno a prende mos, po r o trosomos fogoso s y po r otro a nhel a mos place res?

    436c El princip io de con t radiccinUna misma cos a no prod uce ni pad ece efectos COI)-

    rra r os en e l mismo se nt ido. co n respecto a lo mismoy a l mismo tiem po; no debemos confundirn os c uandouna cosa pa rece una y resulta mltiple.

    LDs po nes del olma (continuaci n)Si alguien. t iene sed, es de bido a la pa rt e irracion al '

    (O/gislol1) y apetitiva tepithymetik n]del alma , pero puedeno q ue re r bebe r a causa del razonamiento tlogism s]: La

    /' .(, ,1

    .

    .

    DILO GO S24

  • 26 DI LOGOS INTRODUCCtN 27

    ,~ )

    fogosidad (thymsj pasa a veces por se mejante a la a pe-t iti va, pe ro cua ndo uno se en coleriza con tra los propiosdeseos se ve que no es a s ; tampoco se ident ifi ca conla parte rac iona l (Iogist ik nj, ya qu e uno puede entus ias-ma rse ir racionalmente y ser lla mad o a l orden por la ra-zn. Por tanto, son t re s gneros d is tint os .

    44lc Funciones dt las partes del almo.Asl como el Es tado es justo cuando las tres clases

    hace n cada una lo suyo, lo mis mo con el individ uo: alraciocinio cor res ponde mandar y a la fogosidad se r suserv ido r y a liado . El individuo es valiente cu an do la fo-gosidad se a lie ne a 10 prescri to por la razn, es sabiopo r la parte racional y es mod era do por la a mistad yco ncordia de estas partes en tr e s t.

    U BRO V

    451d Natura leza y tareas de la mujerEn c ua nto a la naturaleza d ifiere n ent re si un hom -

    bre ca rpintero y otro mdico, no un hombre mdico yLUla mujer md ica: las dotes natu rale s estn similarmcnrcdls t rib uid us en el hom bre y la muj er; sl o difiere n enqu e la muje r es ms dbil. Por lo ta nto las mujeres de-be n rea liza r la s mismas ta reas que los hombres y reci -bir la misma educacin,

    457e Comunidad de mujeres y de ni fiosNinguna m ujer coha bita r en privado con un hom-

    bre ; las mu je res sern co mu nes a 100 0S los hom bres .Por partici par de las mismas tareas, llega rn a la uninsexua l; se cele brarn mat rimonios sagrados entre los me-jo res gua rdia nes y las mejo res gua rdianes. Los hijos se-rn com unes y no sabrn quines son sus pad res; su edu-cacin se r confiada a magistrados, se pa rndose a losmejurt"S.

    . 462a Car cter comunitario de la soci edadEl mayo r ma l pa ra el Es tado es lo que lo d ivide y

    el ma yo r bien lo que lo une . Po r ende , debe habe r unacomunidad de placer y do lor: todos los ci udadanos de-

    be n pode r regocijarse y ent ris tecerse po r las mismas co-sas (po r decir todos 'mio ' a lo mismo).

    '469b La e .~c1avi lUd y las luc has en tre griegosLos gr iegos nu ha rn escl a vos a otros griegos, sino

    s lo a los b rbaros. En las gue rras ent re griegos no sedespoja r a los cad veres, e",ce pto de sus a rmas, y s tasno se rn ofrendadas e n los te mplos ; no dep redarn losca mpos ni ince nd ia r n las casas de los vencidos.

    47lc Glaucn: es posib le que tal orgal'lh ac" pol tica exista?Sc rates: se ha indagado qu es la jus t icia y el hom -

    bre jus to para proponerlos como parad igmas para nues-tros ac tos, no pa ra dem ost ra r q ue su exis tencia es pos]-b lc. La prax is alc a nza siempre menos la verdad q ue laspa labras. Ms bie n ha y que dem ostrar c mo se puedefu nda r el Estad o ms prx imo al desc rito . La cond icines que los filsofos rei nen e n los Estados o los gobe r-nantes filosofen.

    474b El fil sofoLos q ue a ma n a lgo lo a ma n en su to tal ida d y no

    en una pa rte; a s! e l 'a mante de la sabid ura ' tphiloso-p /w s) es aqu d que gus ta de lodo estudio , siu ha rta rsenunca. Pero hay que d istingui r el 'verdad ero fil sofo' delqu e es 'parecido a un filsofo '.

    4-:;;;:-'ws fil sofos ., las IdeasLo Bello, lo Justo. lo Bueno y tod as (as Ideas son

    una ca da una, pe ro, a l aparece r en comunin con accio-nes, cue rpos y unas con ot ra s, cada una pa rece mlri-p le . Los ve rdade ros filsofos, a d iferen cia de los parec-dos a filso fos, no confunden la Idea con las cosas q ue

    ,. _ de ella pa rti ci pan.476J'0 E I ob jeto del conocimiento y el ob je to de la opinin

    ) El que co noce , co noce algo que es (n), no puede co-nocer lo que no es (m I! n~ A lo que es co r respo nde elconocimie nto cie nt fico l!J!ilJ_~mZ). a lo que 110 es corres-po nde la igno ran cia . 'remben el q ue opina debe o pina rsobre algo y no sobre lo q ue no es , pero la opi nin {d-xa) es algo ms oscuro qu e e l conocimiento y ms claro

  • 28 OJUKO QS INTRODUCCtN 29

    UB'-O VIl

    {f;17b', Alegor(a de la cavernal' La cave rna es el mb ito visib le en que vivimos y el.-/ fue go en e lla es el so l: afuera est el m bito in teligible,

    las Idea s, y el sol es. la Idea del Bien. El a rte de volve rel a lma desde las tinieb las hacia la luz es la cd u_cadon,

    que la ignorancia, y por ende co rresponde a a lgo n te r-medio ent re lo qu e es y lo que no es: la multiplicidad ,p. ej ., de cosa s bellas es a lgo in ter medi o entre la esencia(ousa) y el no ser ( lO mr ei",aij. Los que gustan de e llason amantes de la opinin (phi1do:loi~ no filsofos .

    ;'1LIBRO VI

    j4863 El alma filosfica

    E l a lma filosfica susp ira sie mpre po r la tota li da dInt egra de lo d ivino y de lo humano. Desde tempranoes justa y mansa , bien dot a da de memo ri a y facilidadde aprender.

    487d Dificultade s del eje rcicio de la ve rdade ra [ilosotaCuando las cua lidades del a lma filosfica [valenta ,

    moderacin , e tc .) se nutren mal, ar ra ncan a l alma de lafilosofa . Los que corrompen a los filosfos no son lossofi stas sino los acusadores de stos, que son los msgra ndes sofistas: la multi tu d en la asamblea , teatro, e tc.Los sofis ta s no ense an pr ivadamente o tra cosa que lasconvicciones que la multi tud se fo rja cuando se congre-ga . Son muy pocos los que tratan dignamente con la fi-losofa , y, a l no ver nada sano en la pol tica, se alejande s ta.

    497a La iu ve ntud y la filosofaCuando los adolescen tes abordan la filoso fa, a l lle-

    gar a su parte ms drcn . la relativa a los conceptosabs tractos (ro pe ri tous Igous). la a bandonan. En la ado-lescencia hay que da r les una educacin apropiada a laeda d, y, slo cuando la fuerza co rpora l decli na , hace rl osocuparse de la filosofa .

    49ge posibili dad de pers uadir a la m u l tiludLa multilud est mal dispue sta con la filosofla por-

    que nunca ha visto un filosfo como el descrito, perose I ~ puede persuadi r de que lo dic ho es verdad.

    502c El ob jeto del estudio su.premoHay que pro bar a los guardianes en la prct ica de

    los es tudios superiores, pa ra ve r si son capaces de lle-

    506,

    S09d

    ga r hasta el objet o del estud io supremo, la Idea del Bien,que es algo su pe rior a la just icia.

    Aft!gorla del solLas cosas m lt iples son vistas , las Ideas pensadas.

    Lo que es el sol en el mbito visib le respecto a la vist ay de lo que se ve, es la Idea de l Bien en el mbi to inteli -gible (noEts Ipos) respecto del in telect o (nmi s) y de loque se intelige, o sea, de las Idea s. Asl como el sol e po r-ta a las cosas vis ibles la propiedad de se r vistas y tamobin su vida , as! la Idea del Bien confie re a las Idea sel pode r de se r conocidas pero adems el extsnr (I naiJy la esencia (ouso.', aunque el la mism.. no sea esencias ino que est ms all de la esencia .

    Al egod a de la lneaDividida una linea en dos secciones des igua les , y

  • 30 DILOGOS INTRODUCCtN 31

    522c

    526c

    528a

    52Se

    530d

    G

    , los gobernantes, una vez ed ucados de ese modo, debengobernar.

    Es tudios dcl Jilsofo: 1) uritmrico.Para escapar a l mbito de l devenir (gnesis) y capaa r

    la esencia el gua rd in debe estud ia r a ri tmtica , que ele-va el a lma y la obliga a d iscu r rir (dialgesthai) sobre losNmeros en st.

    2) geometr a plan aAunque los ge met r-as hablan de 'cuadrar' , 'a plicar',

    e tc., como si sus d iscursos ap unta ran a la praxis, la geo-met r-a se dir-ige a l conoc imiento de lo que es sie mpre.

    3) estereometriaEl estudio de l s lido en si mismo ha s ido emprendi-

    do hasta ahora dbilmente; el Estado de be promoverlo.4} astronomla

    No hay que ocuparse de ella con la vista , ni aunquese mire hacia arriba, sino con la inteligencia: los astrosque se ven slo sirven como ejemplos pa ra el es tud iode los que no se ven, en s u veloc ida d, figu ra y re lac ionesverdadera s.

    5) armon aLo mismo en el caso de la teora matem t ica de la

    msica: a part ir de los aco rdes que se oyen hay que ele .va rsc a l exa men de los nmeros a rmnicos y de los q ueno lo son, lo cual es ti l pa ra la bsqueda de lo Belloy lo Bueno.

    La Dialct ica, estudio sup remolos estudios an teriores s lo so n un pre ludio a la d ia-

    lc tica, que s lo pueden a lcanza r los ca paces de da r yrec ibir razn de la esencia . Ta l como el pri sionero llegaa l trmino de lo visib le cuando puede ver el so l, el d ia.lctico arriba al trmino de lo inteligible cuando COIrtempla la Idea del Bien. El mtodo dial

  • 32 DILOGOS INTROD UCCi N 33

    571a El hom bre ti rnicoEn el hijo del hombre democ r- tic o hay deseos repri-

    midos, que, a m s de innecesa r ios , son con trarios a todanorma; los forjado res de t iranos es timulan s tos ; asilasopinione-s mora les anteriores so n some tidas por otras que,cuando es t inte riormente regido de modo democr t ico,s lo se liberaban durante el s ueo; no se a rred rar antecrimen alguno.

    576b Primera prueba de la superioridad del justo sobre el injustoEl hom bre ti rn ico es el ms inju sto y, si llega a go-

    berna r so lo mucho tiempo, es el ms desdichado: es elque menos hace lo que quie re ; es t forzado a la adula-cin y al se rv ilismo.

    580d Segunda pru ebaSeg n la parte del a lma que predomine, hay t res ti-

    pos de hombres: el filsofo. el ambicioso y ti amantedel luc ro. Su byacentes a cada uoo de estos tipos hayt res clases de place res. El filso fo es el que mayor expe-riencia t iene en estas tres cla ses. Por lo tanto, su modode vida es el ms agradable .

    en este r gimen, con la fogos idad, es el deseo de im po-ners e y se r vene rado.

    548d El hombre timocrt icoAjeno a las Musas. ama el poder y los honore s, de

    jove n desdea la riqueza , mas no de adulto . Es hij o d eun padre bueno que vive en un Estado mal organ izado.y que a lienta en l lo raciona l. Pero su ma dre y cr iadoscult ivan en l lo a pe tit ivo, pues anhelan tener ms ri-qu eza y poder y cr it ica n a s u padre . En es te confl ictollega a un compromiso. y cede el gobi ern o de si a lofogoso .

    550c La o igarquiaRgimen basado en la la sacin de fort una s; e n l mano

    da n Jos r icos . Surgen porque los homb re s q ue an s iabanhono res te rminan por volverse amigos de la riqueza yllevar a los ricos al gobiemo. So n en realidad dos Esta-dos: uno de los ri cos y uno de los pob re s .

    t 5533 El hombre oligrquicoEl hijo del hombre t imoc r tico primero imita a s u pa-d re , pero, a l verlo luego procesado y privado de su for-tu na, deja de lado la amhicin y fogosidad que preva le-cian en su a lma y se vuelve hacia el luc ro. Su parte ra-cional s lo mira cmo ac recentar su riqueza. Repr imelos desees de placer pa ra no gas ta r su fortuna.~ 555b La dem ocracia

    Su rge cuando los pobres ven que los gobernant es o li-g rqu icos no va len nada y que s lo gobiernan por de bi-lidad . En este rigimen a bunda la libertad de pa lah ra yde hace r cada uno lo que le da la gana.

    -558

  • 34 DI LOGOS INT ROOUCCI N 35

    Ij

    583b Tercera pruebaEl es tado en que no se .sufre es intermedio en tre el

    placer y el do lor . Pe ro cuando se ignora el verdaderoplac er se loma po r placer la ces acin del do lor. Cuandoel a lma sigue a la pa rl e filos fica , cad a una de las par-tes hace lo que le corresponde y obtiene los placeresqu e le son propios. El hombre tirn ico, e n ca mbio, su-mete la pa rle ra ciona l a la apetitiva. Po r ende, el ti r anovive del modo ms des agradable y el rey de l ms agru-dable. El tirano est alejado del verdadero placer en unacantida d que es el t ri ple de l tri ple.

    588b Lo. ju st icia es ms ventajosa qu e la injusticiaEl que comete injust icia esclaviza lo mejor de s , y,

    si la ocu lta y no la expa. se vuelve ms perverso.

    L IBRO X

    595a La poesa imitativa alejada de la verdad ) ,Hay muchas ca mas, pero una sola Idea de Ca ma, mi-

    randa a la cual el ,ar tesano fabrica las 'camas mltiples:y a su vez el pintor"hace,(.o ~~a, ,,cama, aunque no una ca-ma real. Hay , pues, tres ca mas: 1) la que exist e en lana tu raleza y que es creada por el 'p roductor de na tur-a-lezas' (phytourgs), o sea , Dios; 2) la qu e hace el a rtesanotd rn iou rg s}, o sea, el ca rpintero; 3) la que hace el pinotor, que es el imitado r. Y no la im ita como es, sino co mole parece segn de dnde la mire . Lo mismo los poe tas:son imitadores de imgenes de la excelenci a, sin ac ce-der a la ve rdad.

    62c La poesa cultiva la parte in fe rio r del almaUna misma magnitud pa rece d istinta segn de dnde

    se la vea, perturbando as! a l a lma . A esta perturbacinse opone la parte rac ional, que es , por lo ta nto, dist intay super-ior a la par te perturbada. En es ta y utras luc hasinteriores de l alma , la poesa colabora con la pa r te infe-rior , que es la p re fer ida po r los poetas para imitar.

    68c La inmortalidad de l almaEl ma l de una cosa es lo q ue la cor rom pe. Pero los

    males de l alma (la inju sti cia, la coba rda , etc.] no la des-truyen . Nunca la pe rvers in de una cosa des truye a ot ra.sino slo la propia perversin. De modo que si los ma lespropios del alma no la pueden des truir, menos an po-drn los ma les propios del cuerpo, que son ajenos al al-ma. y si el alma no perece n i a causa de un ma l propioni de uno ajeno, es inmortal.

    612b Ias recompensas del justoI Aunque la justicia vale en s misma y no po r sus con-I sec ue ncias, goza de la mejor reputacin entre los diosesI y hombres; pues a los dioses no se les escapa qu in esjusto y qu in inju sto. Y si e! justo es amado por lus dio -

    ses , le sucede lo mejor, en vida o t ras la muerte. Lo mis-.1me con los hom bres: 'ta rde o tempran o reconoce n la jus-lh t ici a de! justo. j t-"".{r ,~-j ......- v~

    614b Mito de ErTras mo rir, las a lmas son juzgadas y, segn eso, pe -

    san mil a os de cas tigo bajo t ierra o. mil de delei tes ene! ciclo . Y al prepararse pa ra ren acer, no cs eleg ida ca -da alma por el demonio que gua a su des tino, sino queellas mismas escogen sus de mon ios. Deben elegir ent remo dos de vida mu y distinto s, y luego su demonio debeconducir su ejecucin. En la eleccin pesan los hbitosde la vida an ter ior . En es tos modos de vida no hay nin-gn rasgo del al ma , porque s ta cam bia segn el mo dode vida eleg ido: en eso rad ica su r iesgo .

    1Il. TRES TEMAS DE LA R EPBLlCA

    1. La teoria de las Ideas y los conceptos universales,

    Que la teor a de las Ideas h a surgido a pa r t ir de unaproblemtica moral de origen socrtico, ya fue indica-

  • 36 Dl.LOGOS INT RODUCCi N 37

    I

    do po r primera vez po r Arist teles, en testimonios, porlo dem s. dudosos (Met. 1 6, 987 b Y XIII 4, 1078b), pe roen ese pun to conf irmad os por los dilogos juven iles dePla tn . En stos, se des taca, frente ai'-telat ivismo impe-~n la Atenasdel -;iil~ -v-a:-C.: la b squeda -de--unpatrn sup raind ivid ua l Que"pueda dar normas a los' ac-tosrScrates simbolizaba este pa trn supratnd tvdual "enefApol~ -dl fico que re sponda a las consu lt as de in-d ivid uos y de gob iernos sob re lo que deba hacerse. Enefecto, la pregunta sobre qu es la valentta (Laques 19Od),la moderacin (Cnnide s 159a), la pied ad (E u tifrn Sd),ct c.. que tambi n Jenofon te pone en boca de Scrates,aparece como genuiname n te socr ti ca, y no remi te a unu niversa l abstract o, como lo en tend i Arist teles , sinoms bien a la realidad divina , en comunica cin con lacu al -en el reco noc m tento de la propia ignorancia )'en el acata miento de los mand at os d ivinos- se gene rala cua lidad mo ral de nuestros act os, con lo cua l Dio sviene a ser la fuente de la perfeccin o excelencia (a re-u humana. "

    Ciertamente, en los dilogos ju veniles, Platn no di -ce que sea divina , y muy pl>cas veces que sea rea lidadtousia: Eut. l l a, Hipias Mayor 3D2c), pero s in s ist e enq ue se tra ta de un patrn sup ra in dividual. y as no acep-ta que el interlocuto r con teste con la mera refe renciaa u na ins tancia part icular como valenta e s pe rrnane-cer en el pu esto enfre ntndose a l enem igo, sin huir - (Laques 190e), piadoso es lo qu e aho ra hago (Eut. Sd},"bello es una virgen bell a (H ip. Ma. 288a). No por e soes e n Pla tn u n concepto u niver sal, ni siq u ie ra a l elabo-rar sob re esa ba se la teora de las Ideas l .

    1 Cf. C. RlY.>S, P/a/a '$ Theory al 1detl5 (2." c:d., Oxforn . 19 53), pgi-na 225 , y la critica d e R. S. BWCK e n Pla /o s Phaedo (L.mdl"

  • 38 DILOGOS INTROIJ UCCIN 39

    ,

    doso en s, podramos decir parafraseando una termt-nologa posterior en Platn .

    Claro que all opera tambin otro tipo de ejemplari-dad, que tiene que ver con el lenguaje y su poder de no-minador. En efecto, Eutifrn dice que su accin es'piadosa', mientras Melero afirma que la conducta deScrates es 'impa'; y se tra ta de poner coto a este arbi-trario uso del lenguaje, que constituye uno de los pila-res del relativismo sofista. Por e so dice Platn: Ens -ame qu es la forma es pecfica (ida) misma [de 10piadoso], a fin de que, dirigiendo la mirada hacia ellay s irvindome de ella como paradigma, pu eda yo decirque es piadoso aquello que sea de esa ndole en lo quet o cualquier otro hace (6e). Pues es t c la ro que niEuti frn ni Meleto, a l usar trminos como 'piadoso' e' impo' , dirigen su mirada a un patrn supra ndivtdualque fu ncione,..como paradigma. Y que es to no es una

    ,\

    in stancia genera l a universal ya 10 dice el uso del voca-blo 'pa radigma'. Se t rata del paradigma del leng uaje c o-rrecto, pero es paradigma del leng u aje porque antes loes de la conducta moral.

    Cabe objetar que aqu, de todos modos, estamos frenote a al go universal; pues no se trata de una universali-dad fo rmada a partir de ac tos como los de Eu t ifrn ,pero s de una formada a partir de ac to s como los deScra te s y de todos aquellos - por pocos que sean- queactan teniendo lo p iadoso en s como paradigma. Peronaturalm ente slo es pos ib le saber cules son los actosrealmente piadosos una vez conocido 10 piadoso, y noal revs . (Y de todas maneras lo piadoso es s iempre tras-cendente a los actos piadosos , ya que no es una in stan-cia resultante de ellos sino su modelo.) Hay, pues , unlen guaje corre cto y un lenguaje ncorrectof El Ienguajecorrecto es e l que atiende a la realidad {ous a; e f. Crti-[o ' 388b-c) .~-' . "

    Contra r iame nte a lo que nosotros esperar amos, s inembargo, al llega r a su teor a de las Ideas, en Fed ny Rl?:pblica, Platn se inclina por una concepcin me-

    n~ socr-tica l del lenguaje: h ay muchas cosas bellas,muchas buen as, y as, con cada multiplicidad, decimosque existen y las distingu imos con el lengu aje (Rep.VI S7b). De este modo, Platn se atiene ahora al usocom n del lenguaje, y mentando una universalidad for-mada a partir de cosa s no realmente piadosas, justas,e tc .. sino simplemente cosas a las cuales damos el nom-b re de piadosas, justas , et c., au nque a veces no nosparezcan piadosas, ni justas, e tc . A qu se debe estecamb io en el pensamiento p latnico? Precisamente "; (nacimien to de la teor a de las Ideas, anu da da al surg- .miento de una p roblemtica ,epis temolgic a .

    Cmo se conoce 10 piadoso en s, lo bell en s? SiI la mayora de la gente confu nde lo bello con la s cosas

    bellas y 10 piadoso con los actos pi adosos, es porque

    )la va cognosci tiva hacia lo bello y lo piadoso no es lami sma que la que conduce a las cosas bellas y piadosas ,y sin duda ms difcil. Pero a es tos objetos en s pode-mos acceder con la inte ligenci a (n'os), mi iras que 10.

  • 40 DILOGOS INTRODUCCI~ 4 1

    de a una superioridad ontolgi ca: son lo que es real-mente [to nMs n), lo qu e es plename nte (l pan tel s6n) y. en fin , lo n ico que merece el nombre de ..reali-dad . o esencia s (OI~StJ). La realida d de los objetos -o pi-nables - no es negada, pero !> f dev aluada: se hallan enun mbito intermedio entre el se r y el no ser, en tre la

    f rea lidad y la nad a: son 10 que se gene ra y lo que deviene1 (para ambo s casos ro gignmenon), y n unca alcan zan a. \ se r verdaderamen te, po r lo cual , ms qu e el nomb re de

    realidad .., merecen el de deven ir o gnesis . (gn e-sis). Adem s. los objetos in tel ig ib les re ciben la de no-minacin de . 10 divino e in mo rtal - (nom bres ya de lopeiron de Anaximanrl ro en 12 B 3). m ientra s los .o p~nables s const ituyen . 10 huma no y morta l - 4.

    Es as unto d e d iscusin si Pla tn si tu a es to s dosti pos de ob jetos en mundos di st intos , los opinables enes te y los in teli gibles en el ms all. Plat n mi smo nun-ca habla de dos mundos distintos a l referi rse a ambosti pos de obje tos: en Rep. VI-VII cont ras ta u n m b itoin teli gib le (no t n lpon) con u no ..vis ible - u - opna-ble ,. ); ciertamente en el Fed ro 247c menciona un ..m-b ito su p racclestial (hyperourimion lpon) como mora-da de la realid ad qu e realmen te es , pero den t ro deun mito. Y dent ro de ot ro en el Fedn 74a-76c dice queel hom b re h a adqu ir ido el conoci mien to de las Ide asante s de na cer, cuando an no pese ta cuerpo 6: u na ex-plicacin del ca rcter a prior i -esto es , ind ependi en te

    Sanos pcnnitido aqur mezclar la diferenciacifl del Fed" 8Qabldonde, en rigor, no se habla de lo 'opina ble' sino de lo 'no-inteligible',G"~ En re alida d Platn nun ca hab la del mbit o opinable, pero enla alegoria de la linea divide s ta en una seccin int el igib le . y enolra _opinable (VI 510a, VII 534cl.

    Hemos intent ado un a de smi to log il.acin de eso) pasajes en19 1>8 , en El . Fed" . de Platn (3. " cd., Buenos Aires, Eudcba, 1983),p g s. 63 y si go

    de la experiencia sens ible- d el conoc imient o intelec-tual. a la qu e nun ca ms volvi a recu rrir. En camb io,en su p ropia desmitologizacin de la cav erna, Platn di-ce q ue, u na vez arribado el fi lso fo al mbito in teligibley contemplada la Idea del Bien, se le forza r a deseen-der jun to a los pri s jon ero s , en lu ga r de lo que aho rahace, es to es, qu ed arse contempln dola, come si ya envida es tuviera resid iendo en la Is la de los Benaventura-dos (Rep. VII 517b-519d).

    Ahora bien, no seria ext rao q ue , en es te giro dad oen la madu~ez a su concepcin de la juven tud , haya in-fl uido el contacto pro fundo que con la matemt ica hate nido presu mib lemente a t ravs de Arqu itas e n su via -je a Ita lia . Po rq ue ind udablemente los objetos rnatem-neo s le ofrec an tod a una es fera extramora l a la qu epoda tener acceso con -el intelect o, y que no poda deri -va r de la m u lt iplicida d sensible , Cuando pensamo s elcu ad ra do ma temt ico , lo pe nsamo s perfecto, de u n mo-do que no ha llamos en ningn objeto cuad ra do exis te n-te ni en el mejor cuad rado que d ibujamos; o para dec ir-10 con ot ro ejem plo q ue Platn po ne antes que el delcuadrado, el conocim iento que tenemos de la igu ald admatemtica no proviene de cosas conc re tas que vemo scomo iguales (leos , p ied ras, e tc.] , s ino de lo Igu al ensi, a lo cual deben aqu llas que se las llame 'iguales ' ,Las cosas e n s i (o eIdea s , como se suele denom ina r loqu~- e~ h v"erdadera realida d pa ra el Plat n madu ro ,que s igue usando los trmi nos id a y etdos, pe ro no yacomo eforma espec fica e] incluyen ahora, pues, objeto smatemticos, adems de valores morales. Pero; u na vezam pliado de ese modo su mb ito, encontrndose en lascosas en si lo que se at iende para de nomina r a las cosasconcreta s, ya resu ltaba inevi tab le extende r poco a pocoese mi smo carcte r a todos los obje tos des ignados enel lenguaje (med iante adje t ivos, sus tantivo s o verbos).As en el Fed n se hab la de la Gran deza, la Sa lud , la

  • 42 OI LOGOS INT ROl>UCC l6N 43

    Fuerza (65e), la Unidad y la Dualidad (lOlc), etc. En Rep.X 596ab se aaden Ideas de artefactos , como la Mesay la Cama; y en la revi sin crit ica del Parm nides senos informa que Platn ha tenido dudas en aceptar Ideasta les como las de Hom bre, Fuego y Agua. y ha tendidoa rec haza r Ideas de Pel o, Basu ra y Fango ( J30c), peroque deb a marchar en esa di reccin.

    De aqu re s u lta com prensib le que Pla tn preste aho-ra mayor atenci n a l lenguaje vu lgar y acepte que seaa partir de ste que se da la referencia hacia Ideas. pues-lo que el en sanchamien to del mbito de Ideas se ha o ri -ginado en el exame n de l lengu aje o rdina rio, y ya no res-ponde, co mo antes, a un idea lismo p uramente t ico.

    / De cua lq u ie r manera, la s Idea s no son, ta mpoco aho-ra, conceptos un iversal es h ipos tasiados -como creyAri st tel es-e, resu lt an tes de una in ducci n practicadaen todas las cosas que reciben el m ismo nombre. Nose lle ga a la Idea del Cuadrado buscando caracterst i-cas comun es a todos los cuadrados que vemos, sino, ala inve rsa, se di buja n cuadrados m ira nd o al Cuadra doen s, y lo mismo con todos los objetos de la naturale zay los fabricados por el hombre 1. E s decir, se confie re

    ~.

    ca r cter t ico a todo el deveni r, que adquiere as uns igno--ma rcadamcn te teleolgico. Para explicar esto yp roveer dcuna mayor unid ad al mb ito de la s Idea s,Platn des taca de ent re e llas la del Bien, que hasta e n-tonces s lo hab a tenido ca rcte r moral , y que pasa aostenta r una posicin metaf sicamente privilegiada. Enel Ped n se ha blaba d e . 10 bueno co mn a todas la scos as (98a), .10 bueno y necesario que en ve rdad co-necta y conserva todo (99c). De aqu se pasa a la Ide a

    1 N tese la diferencia ent re . Ia Cama en si ~ de Rep. X y el Crn-lo 389a-

  • 44 OILOGOS INTRODUCCi N 45

    ser y de la ese ncia . Sob re los mo dos de co nocer u noy ot ro mb ito no se ext iende all Plat n, s ino que le bas-la con la ca ra cte r izac in genera l de que la vis ta en uncaso y el in telecto (nos) en el otro son los podere s urganos del conoc imiento.

    La situa cin camb ia en la a legora de la lnea . l alnea es t d ivid ida en dos seccio nes y cada un a de stasen dos subseccones. a cada un a de las cu a les corres-ponde un mod o de co nocimiento: inteligencia . pensa-mien to d isc ursivo {d i no ia], en el mb ito inteli gibl e,c reenci a {pist is] y conjetura (ei kasa) en el mbito v is i-ble. y en c uan to a l m bito in te ligible . omos habla r enl de ciencias como la s Ma tem t icas y la Dia lc tica . yde hecho e l prop sit o primordial de la alegora pa recese r la delim itacin de la Dialct ica respec to de las Ma-temticas. Est e propsito reapa rece en la al egora dela caverna , aunque all el motivo central resulta se r pe-daggico y pol t ico.

    Las inte rpretaciones ontolog iaantes de la alegora dela linea ti enden a co ns idera r a la s dos secciones y cua-tro subsecciones de s tas como po bladas por d istinta sclases de seres, la segu nda de las cua les corresponderlaa las en tid ades matemt icas inte rm edias a ludidas porAr istteles en diversos pa sajes, como, po r ejemp lo, M et.1 6, 987b: a l iado de las cosas se ns ibles y d e las Ide a s,[Plat n] a firma que ex is ten las cosas matemt icas (la m a-Iht m alikJ, d ife rent es , por un lad o, de la s cosa s sens i-bles , en q ue son ete rna s e inm viles , y, po r otro, de lasIdea s, en cuanto son una pluralidad de cosas semejan-te s, mien tra s qu e para cada cosa ha y un a so la Idea .Esta in terp ret acin - so stenida ent re otros por JamesAdam- no se apoy a, cierta men te, en n ingu na ex presinpl atn ica referida a la seg unda subsecc in de la lne a,s ino bsi cament e en dos hech os: 1) el de que en la terce-ra subs cccin se habla de los animales qu e viven e nnuest ro derred o r, as f co mo todo lo qu e crece, y tambin

    el gnero nt egro de cos as fa bricadas po r el ho mbre ..(5 IOa), es decir, de objetos o seres, y 2) el de que el pen-sa m ien to discu rsivo (dinoia). p ro pio de la segu nda su b-seccin, es ca racter izad o como a lgo inte rmedio en tre lao pin in y la in teligencia .. (511d) 8.

    Abara bien, el ca rc te r de intermed io .. que Pla tna s igna a un modo de conocim iento como la di no a nope rm ite de ningn mod o inferir q ue el obje to re spect i-vo sea una ent idad intermed ia ent re los objetos de losot ro dos mod os, sino slo que configura un enfoque epis-te mo lgicamente di st in to. Es c ierto que Plat n da ejem-plos de objetos de co nocimiento 'de la te rce ra subsec-ci n, a sa ber, los sere s vivos)' lo s a rt efac tos, y los dela cuarta subsecci n, las sombras de los objetos de late rcera y sus reflejos , o sea, las imgenes. Pero a l pa -sa r a la seccin inteligible habl a de un mod o d istinto :en una pa r te lo se a, en la segu nda subsccui n], el al-':-ma, si rvindose de la s cosas antes imitadas como si fu e-ran imgenes , se ve forzada a indagar .a pa r tir de su-pu es to s, ma rcha ndo no hasta un principio s ino haciaun a conclusin; en la ot ra pa rte [esto es , en la prime rasubsecc nl, avanza has ta un p rincip io no-supues to par-t ien do de un su pues to, y sin recurrir a imgenes - a d i-ferencia del o tro caso-, efec tua ndo el camino con Ideasmi smas y por medio de Ideas .. (5 IOb). Como no se men-ciona n obje to s especf icos de cada subseccin de la pa r-te inte ligib le, el tex to da lu gar para qu e se int erp ret e,con Natorp , q ue las hypothese s o sup uestos sea n Idea sy sta s cor responda n por lo tanto a la seg u nd a subsec-cin; o b ien, con Kurt van Fritz, a qu e el princi piono-sup uesto sean las Ideas y stas cor respon dan a la

    I Cf. AJM.M, The Rep ublic, Fl, Ap ndice 1 al Ibrc VII, pgs. 159-163.Una d iscusin de es te tp ico se halla en H. CHE RNISS, The Riddle 01,Ile Early ACIldemy, B"rkeley, 1945, pgs. 75-78. Cf. tambin Roes, l'la10'S l 'hn ,ry o f ld eas, pgs. 59-67, y J . E. R AV EN, PlalO's Thougll1 in theMaki>w , Cam bridge, 1965, pgs. 155 y sigs.

  • 46 DILOGOS INTR ODUCC IN 47

    primera subseccin (y los objetos de la segunda seranimgenes de los de la primera), afirmacin qu e por cie r-to no hace Platn) 9,

    Que el "principio no-supuesto no sea todas las Ideas,sino slo una, la del Bien, no 10 di ce so lamente el singu-lar. sino el pasaje epis temolg ico de la alegora de lacaverna, VII 533b534a, que es el exacto equ ivalen te delo dicho en la de la ln ea, como lo atestiguan los trmi-nos usados : supuestos, "pr incip io, Dial ctica, d arcue nta, etc. En cuanto a los supuestos". el mismo Pla-tn suministra ejemp los : lo impar y lo par, las figurasy tres clases de n gulos (SlOe). Pues bien, estas cosasson para Platn cosas en s, Ideas, aunque el matemti-co no se percate ni le interese. El matemtico habla delcuadrado y de la diago nal que dibuja, dice Platn, peropiensa en el Cuadrado en s y la Diagonal en s (510d- e),o bi en en lo s Nmeros en s (VII 526d); no los piensa,po r cierto, como cosas en s, sino, sin preocuparse porsu status ontolgico, por el cuadrado perfecto y la dia-gonal perfecta, a los cuales el cuadr ado y la diagonaldibujados imitan defectuosamente. La palabra nypothe-ss, su pues to, indica siempre en Plat n un ocultamien-to , un enmasca ramiento de algo, en es te caso de la Idea,bien que el matemt ico no est ocultndola consciente-me nte . Po r eso dice Platn que el matemt ico no puededa r cuenta de ella, o sea, exp licarl a, fundamentar la.

    En qu consiste la explicacin o fundamentacin quePla tn reclama? Se trata de dar cu enta del ser pe r-

    9 P. NnoRP , Platons l deentchre, 3. cd ., Darmstad t, 1961 , pginas192 193, K URT VON FRIT]., Platon, Theaeiet und die antike Mathematik,2. ' e d., Da rms tadl, 1969 . pgs. SS y sigo Hemos of reci do u na discusi nms detallada en el trabaj La in fluencia de Pla tn y Aris t tele s e nla axi omtica euclideana ~, en Nova Tellus 2, Mxic o (en p rensa).Sobre el e r ro r d e in terp reta r lo s objet o s de la dinoia como im genesde los objetos del nos, d . H. C Il E RNISS, not a a PLUTARCO. Moralia 1002a(XlII I, p gs. 4041 de Loeh), y . Lafra nce on Doxa, en Dialogue XXII, ,1983, p g. 143 Y nota 12.

    fectas estas co sas en s que el matemt ico ignora. Es tose logra a la luz de la Idea del Bien, que no es otr acosa que el principio de perfeccin de las Id eas. Poreje mplo, el filsofo examina el c rc u lo perfecto (es de -cir, par te de un supuesto, 51b) que el matemticonecesita concebir pa ra operar con l, y ha lla una grandiferencia entre el crculo perfecto y los crculos queel m atemtico dibuja, as como una relacin de causali-dad entre aqul y stos: el c rculo perfecto es aquellopor lo cual llamamos 'crculos' a los c rculos que dib u-jamos, aquello por 10 cu al stos son crculos, y por esoes co ns idera do el Crcu lo en s, la Idea de Crculo. Es teproc edim iento se repite ante los d ivers os supuestos ,por lo cual afirma Platn que el a scen so d ia lct ico sepractica con Ideas mismas y por medio de Ideas (51Ob).De esta manera el mtodo d ia lctico ... marcha cance-lando los su pues to s (VII 533c), o sea desenmascarandostos, ha sta que finalmente, al arribar al Bien, fuentede la perfeccin de la s Ideas, se tornan inteli giblesjun to a l (VI Slld); o sea, el filsofo puede dar cuentade ellos.

    Por consiguiente, en la segunda subscccin . el penosamien to discursivo o din oia se en frenta a las Ideas,tal como hace el intelecto o nos en la primera: la di -noa es un pensamiento menos claro que el nous, y que,po r lo tanto, no advier te que se tra ta de Ideas; por elloPlatn enti ende qu e para la di no ia las Id eas no sonIdeas sino supuestos . La Dialctica usa 'e l nous y ac-cede as al fundamento epist emolgico de las Idea s deobj et os matemticos. De este mo do, la Dialctica es lacie ncia de la s cie ncias , o mejor (dado que en l tima ins-tancia Platn prefiere reservar el trmino ciencia pa -ra la Dia l cti ca), es la ciencia que fundamenta a la ma-te mt ica. Natu ralmente, es te pa pel epistem olgico noes el nico que cabe a la Dia lctica, pero es el que Pla-t n le confiere en la alegora d e la ln ea .

  • 48 DILOGOS INTRODUCCIN 49

    \

    3, Platn y el totalitarismo

    Aunque la parte filosficamente ms importante dela Rep blica es la qu e versa sobre el filsofo y su edu-cacin y sob re la filosofa y su objeto, las Ideas, se tra-ta de una ob ra bsicamente destinada a presentar u nproyecto poltico para una sociedad mejor. Este proyec-to nu nca fue llevado a la prctica, pero ha tenido u nasingu la r fortuna en la h istoria del pen samiento: ha sidoim itado, discutido, elogiado y combatido, disfrutandoen sus lnea s generales de una permanente actualidadqu e no ha s ido reconocida a ningn otro filsofo . Es tose debe. sin du da, a la cons tante bsqueda de form aspolt ica s q ue ha caracterizado a l hombre a lo largo detan to s siglos. Y esa razn exp lic a, tal vez, que el exa-men de la propuesta platnica haya sido a menudo efec-tuado de una manera ah istrica, desgajndola del con-te xto hi strico en qu e fuera forjada, y t ransportndolaal del mo mento de dicho examen; lo cual es legt im o,si lo que se trata es d e analizar su ap licabilidad, pe romalinterpreta la concepcin platnica en su verdaderosignificado .

    Pro to tpi co de esta situacin es el lib ro de Karl Pop-pe r The Open Society an d lts E nem ies '0 , publicadotras la segun da guerra mundial con el convencimien tode qu e a partir de en ton ces la civilizaci n occidenta ltenia delante de s un futuro de progreso y prosperi-dad, con tal de que su piera contrar restar a las fuerzastot alita r ias que se op ondrian a ta l avance h istrico, cu-yos principales n menes serian Platn y Ma rx ''. Elli-

    IQ Nos ref",riremos a la 4. ' ed icin de 1962, Londres. Rou tledge& Kegan Pau l (hy traduccin es paola: La sociedad abierta y sus ene -mig as, Ba rcelona-Bueno s Aires. 1981).

    . t Como se ha hecho not ar, en ms de un punto la cr-tica de Pop ope r a Pla tn coincide con las de dos dest acados marxist as britnicos:Benj ..m in Farrington y Geo rge Thcmson,

    bro desat una larga polm ica en el mbito de los es tu-dios platnico s, a pesar de no se r su autor un heleni stani un es tudioso de la filosofa griega - razn por la cu alel p r imer volumen de la obra, consagrado a Pla tn, es tplagado de errores m etodolgicos y de concepto- o Laexp lic acin de tal resonancia pue de estar, ms que enel hecho de que Popper gozara de prest ig io internacio-nal en la espec ialidad de filosofa de la ciencia, en otrohecho: el de que de a lguna manera parece haber tocadotpicos que, dentro de la obra de Platn, puede n susci-tar la du da de lectores de distintos niv eles y que at aea he lenis ta s ms a ll de su propia es fera. Es por estemo tivo por lo que haremos aqu a lgunas someras refle-xiones sobre tres de es os tpicos, prescindiendo de to-da referencia a los esquemas y supuestos de que partePopper " .

    a) EL PRIVIL EGIO DE LA CLASE SUPERIOR . - La Rep bli-ca presenta, en realidad, dos utopas: el Estado sano(JI 369a-372 e) y el Es tado lujoso o afie brado (372een adelante), segn se atienda slo a las necesidades ele-mentales del hombre o se busque el placer m s all destas. En el primero nicamente hay ofi cio s manualesy comerciales, en el ms absolu to igu alitari smo y sinque siquiera Platn hab le de gob ierno, porIo cu al sl opodemos suponer un orden natura l. Con la bsque dade satis fac cin de de seos superfluos se com plica la vi-da interna de la plis y nace la guerra, y con ello lan ecesidad de un gobie rno y de un ejrcito, y a su vezde all la a paricin de una clase gobernante y de unaclase milit ar. Lo que de cid e esta d ivis in es el pr incipio

    12 Hemo s analiza do al gunos de eso s supuestos en Violen eja y es.In

  • 50 DILOGOS INTRODU CCI N 5 1

    de q ue cada ind ividuo es apto po r naturaleza para reali-zar u na sola ta rea , que rige tam bin y sobre lodo pa ralos ofic ios man ua les y comerciales, aunque stos so nenglobados en una nica tercera clase. deb ido al esfuerzode Platn por hacer coincid ir las pa r tes de la soc ieda dcon las del al ma. que so n: la raciona l. la fogosa y laapet it iva . Es to lleva incl uso a sust itu ir a los la brad o-res y a rtesanos , como integrantes de la terce ra cl ase.e n In 4 15a . por los negociantes, en IV 434c, es deci r.converti r los en un a clase no-productiva: lo cual concue r-da mu cho ms con la t r ipa n icin del alma. ya que lap r imera clase gobierna mediante la razn, y la segundacombate med iante la fogos idad, mientra s los la brad o-res y a rtesanos no cum plen su funcin mediante los ape-titos, y s, en cambio, los negociantes (ya q ue la apetitt-vidad de la tercera clase es vista por Platn bsicamen-te como eaf n de lucro " cf. IX 58 tb-c). De este modo,la div isin es no toriamente ps icologis ta; pa ra poder h a-b la r de cl ases . en se nt ido mod erno, t endramos q uehall ar, si no grupos socoecon micos como aris tocracia,bu rguesa y proletaria do, a l menos sec tores de r icos ypobres, o a l menos de opresores y op rimidos.

    Pero el caso es que Plat n excluye en su proyectopoltico que haya ricos o po b res (IV 42 Id-422a) y ta m-bi n que ex ista un a clase privi legiada (IV 420b, VII 5 19css .), e impone a la cla se gobe rn a nte un a vida ascticay comu nita r ia , s in b ienes privados sa lvo los de p rime ranecesidad (111 4 16d ss. ). de mane ra que, no por cont arcon la fue rza se asemeja rn a lobo s en lu ga r de a pe-rros [gua rd ianes] ... a amos salvaj es en lugar de a asi s-tent es be nefactores (I Il 416a-b) ". Mal, pu es, podran

    IJ Popp er arg uye que la cla se gobemante posee el privilegi o dela educacin; pero l mismo reconoce que Plat n

  • 52 DIALOGOS I NTRODUCCiN 53

    ve y llanamen te, que el Estado es justo si el gobernantegobierna, el trabajador trabaja y el esclavo si rve comoesclavo (pg. 90, subrayado de Popper). Pe ro en qu se basa es ta afi rmacin? En 11 369d-371c, Pla tn enume-ra cu idadosamen te los tipos de individuos que son ne-ces arios en el Estado sano : lab radores, albailes ,tejedores, zapateros y otro s artesanos que cu idan de ves-tir el cuerpo, carpinteros , herreros y otros artesanos quefabrican herramientas, boyeros, pastores y cu idadoresde los diversos tipos de ganado, servidores a cargo dela importacin y exportacin de bienes, marinos, mer-caderes, comerciantes y asalariados con "fuerza COf-poral suficientemente para las tareas pesadas. En elEstado en fermo " se aaden toda clase de cazadorese imitadore s, poetas, rapsodas, actores, bail a rines, em -presarios. pedagogos, nodrizas, institutrices, modistas,peluqueros , confi teros, cocineros, mdicos y mili tares(373b -374c) . En ninguna parte se me ncionan esclavos.

    En un im portante ensayo sobre el tema, Gregory Vlas-tos declara, frente a una rplica - similar a la nuestra-de John w ild: esto es formalmente cierto: Platn nohabla de esclavos como constituyendo una de las t r esmere o eid de la pl is. Pero Wild no cuenta con la posi-b ilidad de que Platn podra admitir esclavos en la so-ciedad sin pensar en ell os como una parte propia dela polis 1\ Y luego de analizar a lgu nos p asajes conque Popper (pg. 47 y pg. 224 n . 29) arguye en favordel esclavismo en Pla tn , Vlastos encuentra s lo un pa-saje que podra ser aducido en tal senti do, aunque hayas ido pasa do por alto por los acusadores de Pla t n, yslo ci tado po r uno de su s abogados, Ronald Lev inson:el de IV 433d 1": lo que co n su p re sencia hace al E s-

    13 Does Slavcry exist in Plaro's Republic? (Ensayo de 1968 in-cluido en ['Ialunic S tudies, Princ cton, 1973. pg. 141).

    '" Ibid., pg. 145. Aunque. en la 4. ' edici6n. POPP':R ha aad idouna rpli ca extensa contra LEV INSO N (qu ien le haba consagrado un Ji-

    tado bue no consis te, tanto en el nio como en la muje r ,en el esclavo como en el libre y en el artesano, en elgobernante como en el gobernado, en que cada u no h a-ga lo suyo, sin mezclarse en lo s as untos de los dems .

    Aqu no nos parece cuestin de discutir. como hacenLevnson y Vla stos, si Pla tn se olvi da de que esthab la ndo del Es tado id eal y se refiere, por un momen-to, a la soc iedad de su tiempo. A nuestro juicio se trata,ms bien, de si lo que se qu iere saber es si Pla tn incl u-y o no esclavos en su propues ta poltica , o bien siPlatn era ant i-esclavista. Porqu e a 10 segundo h ay quere sponder con una negativa tajante: Pla tn no fue unaexcepcin a su tiempo , al menos en ese senti do, aunqueen otros (p. e., en lo referen te a la mujer) s lo hayasido. Pero tambi n lo p r ime ro debe ser con tes tado na-gativa mente: es obvio que si Platn hubiera con templa-do la exi s tencia de es clavos en su polis, ha b ra pensadoen u na act ividad qu e realizaran aunque slo fuera lade h acer tareas pesada s, que descarga en los asala ria-dos. En la econom a de Atenas los es clavos desem-peaban u n im por tante papel, evidente a cu alquiera ten iense : por qu prescindi Platn de ellos en la eco-noma de su plis? Sin duda, porque no existe una acti-vidad propia por naturaleza de los es clavos (el se rvircomo escla vos es el m odo en que Popper elu de el pro-b lema o lo ign ora ; y que reempl azaran a los hombreslib res en la s acti vid ades propias de s tos habra sidoincompatible con el ca rcter racional del proyecto po l-t ico platn ico 17).

    b ro ente ro , In Deens e o/ Plato. Cambridge. Mass., 1953), tampoco en -(' lrlces ha a tendido a l pasaje que casi viene a concordar con sus pro-pias palabn . s.

    17 Por lo de m s. pu esto que la esclavitud exista efe ctivamente enGrecia. no se ve en qu se esta ri a oponiendo Platn a la historia. Delinfec undo m ovimie nto anti-esclavista_ a l qu e Popper confie re rele-vancia, no tenemos ms que nfimos tes timonios de esa poca.

  • 54 DlAL.OGOS INTRODUCCiN 55

    e) LA CENSURA DE LA eoesn. - Aunque este punto noes tra tado por Popper - quien alude a l slo de paso-,consideramos de importancia detenemos muy b revemen-te en l, por cuanto const ituye la piedra del escnda lopara muchos de los lectores de la Repblica, y es s induda el ms d ifcil de los tres a los que aqu pasamosrevista.

    Nuestra exp eriencia moderna de gob iernos totalita-rios nos hace proclives a identi ficar la censura slo alldon de est institucionalizarla, y a pasar por alto, empe-ro, el poder censor en sus fo rmas veladas, como cuand ose nos reco r ta una info rmacin o se escamotea una rea-lidad; formas veladas que, en la s ltimas dcadas, hancomenzado a ser des enmascaradas por soc ilogos, psi-clogos y filsofos en lo que a los modern os mass-mediaconcierne. Alguna vez habr que aplicar ese procedimien-to a la historia griega .

    Platn, por cierto, gusta de la poesa y lo confie sa ;pe ro , con mayor clari da d an que Jen fanes y Herdoto,sabe que Homero ha educado a toda Greci a, en cuant oa creencias religiosas y prcticas morales. Probablemen-te ignora que Homero ha entrado en la historia gr iegacon la rep res in de la relig in y de la mitologa popula-re s - y ha callado, esto s Platn 10 sabe , las referenciasconsiguientes a Demter y a Dioniso-, pero tiene bienpresente que Scrates - y antes que l Anaxgoras. Pro-tgora s y Eu rp ides- ha cado vctima de una intole -rancia ideolgica amparada en Hornero. La extensa sec-cin II 377b-III 402c cons tit uye un mi nucioso examende los pos ib les elementos que, en Homero y otros poe-tas la, habran mot iva do lo qu e Platn entiende com o

    13 Extendi do tambin a ritmos y mel od as. Res pecto de la prohi-bicin de in novacin en m sica. VU STOS -san. ct., pg. 145, n. 18-se ala que exist a una conviccin gene ra lizada de que la moral ate-n iense se haba det erioraJo tra s las guerras Mdi cas. y que Platn

    deformacin religios a y moral de los atenienses . Queel examen sea correcto o no, aqu impor ta poco, porquelo que querernos de tectar es su actitud, que tiende alib erar a los gobern antes de su Es tado ideal de las ata-du ras ideolgica s qu e la t radicin potica impl antabaen la menta lidad de sus contem porneo s. Na tu ralmen-te, no jus tificamos ese t ipo de censu ra. Pero, si se tratade llegar a la verdad , re clamamos equidad: si se juzgaa Platn, que se ha ga lo mismo con Homero.

    NOTA SOBRE LA TRADUCCION

    Para la presente traduccin no s atenemos bsicamen-te a las ed iciones de James Adam y John Bu rnet, ambasde 1902. Pr c ti camente en todas las divergencia s queestas dos ediciones pres entan entre s, nos h emo s deci-dido po r la s lecturas de Adam . En las escas as ocasionesen qu e nos apartamos de Adam -c-casi todas en el libroIV- , de jamos constancia del hecho en no tas al pie depgina .

    BIBLIOGRAFIA

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    sospechaba que es to en buena par te se deb a a las innovaciones enmsica.

  • 56 DILOGOS

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  • 58 DILOGOS REPl1HU CA 1 59

    Entonces Po lemarcodijo:- Conje tu ro, Scrates, que emprendis la marcha ha -

    cia la d ud ad .- Pues no ha s co njetu rado m al -cont est.-y b ie n. no ves cuntos so mo s nosotros?- Claro qu e si.- En tal caso, o bi en os volv is ms fuer tes q ue no-

    sot ros, o b ien permaneceri s aqu.- S in embargo. resta u na posibilidad - repliq u-:

    la de q ue o s persuadamos de que es necesa rio dejamosmarchar.

    - Y podra is convencem os, si no os escuchamos ? '- De ni ngn m od o - respond i Glaucn .- Entonces haceos a la idea de que no os escuchamos.A eso aadi Adimanto :

    J2S d -Pero realmen te no sabis que, a l caer la tarde.hab r carrera de antorchas a caballo en honor de ladiosa?

    - A ca ballo? Eso s i q ue es nuevo -exclam- . Loscompetidore s mantendrn las an torch as a caballo y selas pasa rn unos a ot ros ? A ese modo te refieres?

    - As es -contest Po lemarco- . Y de spus celebra-r n un fest iva l nocturno, que es digno de verse. Unavez que cene mos. pues, sa ld remos y prese nciaremos elfes t iva l. y a llf nos hemos de reu n ir con mu chos jvene s

    b y di aloga remos. Ouedaos y dejad de lad o cualquier o t racosa.

    y Glaucn d ijo :- Pienso q ue tend remos que queda rn os.- S i eso piensa s, conve nd r que as lo hagamo s.Fu imos entonces a casa de Polemarca , y all nos en-

    cont ramos con sus h ermanos Lis ias y E u tidemo, as co-mo tambi n con Trasmaco de Ca lcedon ia, Carm nti desde Pean ia y Clitofonte, hij o de Ar istno mo . En la casaes ta ba tambin Cfa lo, el pa dre de Polemarca, quien m e

    e pareci m uy ave je ntado , pu es haca mucho ti empo q ue

    no lo vela. Est aba sentado en u n sill n p rovisto de un aa lmohada para reclinar la cabeza , en la que lleva ba u naco rona , da do-que acababa de hacer u n sacr ificio en elatrio. Y no sot ro s nos sen tamos a su lado; haba a ll. enefec to, a lgu nos as ientos colocados en crcu lo. E n cuan-to Cfalo me vio, me sa lud co n estas pa lab ras:

    - Oh Scrates , no es frecuente qu e bajes a l Pireo avernos. No ob st an te, tend r a q ue ser frecue nt e. Porq ues i yo tuviera an fu erza s como pa ra cam ina r con faci li-dad hacia la ciudad. no sera necesario que vinie ras hastaaqu , s ino q ue nosotros Iramos a tu casa. Pero ahora deres t qu ien de be venir aqu con mayor asidui da d. Yes b ue no que sepas que. cu anto m s se es fu man pa ram i los placere s del cuerpo. tanto ms crecen los deseo sy placeres en lo q ue hace a la conversacin. No se t ratade que deje s de reunirte con estos jvenes. s ino de queta mb in ve ngas aqu co n nosot ro s. como viejos amigo s.

    A lo cual repuse :- Por cie rt o, Cfalo. que me e s grato di alog ar con

    los m s ancianos. pue s me parece necesa rio enterarme fpo r ellos. como gen te q ue ya ha avanzado po r un cam i-no que tambin nosotros tal vez debamos reco rre r. s ies un cam ino escab roso y difcil , o bi en fc il y tran si ta-b le. Y en pa r ti cular me agradara co nocer q u te pa recea t i - dado q ue te ha llas en tal edad- lo q ue los poetasllaman 'um bral de la vejez' J: s i lo declaras como lapa rte pe nosa de la vida . o de q u ot ro mod o.

    - Por Zeus, Scra tes - exclam Cfalo-e, te d ir cul 329es m i pa rece r. Con fr ecuencia nos reu nimo s a lgunos qu etenemos prct icamente la m isma edad. como para pre-se rva r e l a nt iguo proverbio 4; y al es tar jun tos . la me-

    yo~ la de nosotro s se la menta, echa ndo de menos los pla-

    ) cr. iada XXI 60, XXIV 487. Segun l e y ADAM. es el proverbio citado en el Fedro 240c: _el

    que nene ci erta edad se com pad ece cid que tit:n., la m isma edad .

  • 60 DILOGOS REPBLICA I 6 1

    ._,

    ce res de la juvent ud y re memorando tan to lo s goces se-xuales co mo las borrache ras y fest ines, y otras cosa sde ndole s imilar, y se ir ri ta n como si se vieran priva-dos de grandes bienes. con los cua les hab an vivido bien,m ient ras aho ra ni s iq u iera les pa rece que viven. Algu-

    b nos se quejan tambin del t ra to ir respe tuoso que, debi-do a su vejez. reci ben de sus fa miliares, y en base aesto declaman contra la vejez como causa de cuanto smales padecen. Pero a m , Scrates. me parece q ue ell ostoman por causa lo q ue no es causa ; pues s i sa fu erala causa, tambin yo habra padecido por efecto de lavejez las m ismas cosas, y del m ismo modo todos cuan-tos han llegado a esa etapa de la vida. Pu es bien. yomismo me he encont rado co n otros para qu ienes las co-sas no so n as . Por ejemplo, cierta vez estaba junto alpoeta Sfocles cu ando al guien le pregunt: _Cmo

    e eres, Sfocles, en relacin con los placeres sexuales ?Eres capaz aun de acostarte co n una muje r?- Y l res-pondi: Cu ida tu lenguaje, hombre; me he liberado deello tan agradablemente como si me hubiera liberadode un a mo loco y salvaje. En ese momento lo que d ijome pareci mu y be llo , y ahora ms a1Il; pues en lo to-ca nt e a esas cosas, en la vejez se pro duce mucha pazy libe rt ad . Cuando los apetitos cesan en su vehemenciay a flojen su te ns in, se real iza po r comple to lo que dice

    d Sfoc les: no s desembarazamos de mu lt itudes de a mose nloquecidos. Pe ro respecto de tales q uejas y de lo queconcierne al trato de los fa milia res, hay u na so la causa,Sc ra tes, y que no e s la vej ez sino el ca rcte r de lo shomb re s. En efec to, s i son mode rados y tolerantes, tam -bin la vejez es u na molest ia mesu rad a; en caso co n-t ra r io, Scrates, ta nt o la vejez como la ju ventud resul-tarn d ifci les a quien as sea.

    y yo, adm irado de las cosas qu e hab a dicho Cfalo,q uera que con t inuara h ab lando, de modo que lo in ci t,d icindole :

    -Cfa lo, creo qu e, cuando hablas, muc hos no te da- er n su a p robacin, si no que conside rarn q ue a t i tees fci l sobrellevar la vejez, no en razn de tu ca r cter,s ino en razn de poseer abu ndan te for tuna ; pues pa ralos r icos, se dice, ex is ten mu chos mod os de cons o la rse.

    - Lo qu e d ices es cie r to - respond i--: no da rn suaprobacin. y razn tie nen, aunque no ta n ta como c reen.Pero aq u viene al caso la frase de Tem ts tocles. a qu ieninju ri aba un ser ifio y le deca que no deba su renomb re B Oaa s mismo s ino a su pa tr ia . Te mstoc les le re spond i:..Ni yo me hara famoso si fuera de Snfo. n i t aunquefueras de Atenas s ' . Es ta frase viene bien para aque llosque no son ri cos y pasan penosamente la vejez, porqueni e l hombre razonable soportara con mucha facilidaduna vejez en la pobreza , ni el insensato se volver a aesa edad tolerante por ser rico.

    - Dime, Cfalo - le pregunt- : has heredado la ma-yo r parte de lo que posees o la has acrec entado t ?

    -Qu ieres sabe r, Scrates , qu es lo qu e he acre-ce ntado yo ? - d ijo a su vez Cfalo-. En cuestin de bhacer d inero he resultado intermedie ent re m i ab ueloy mi padre. En efecto, mi abuelo, CU}'O mismo nombrellevo yo, he re d una fortuna poco ms o menos s im ila ra la q ue poseo actualmente, y au ment su ca ntidad muochas veces; en camb io, mi pad re, li san ias , la d isminuya una cant idad inferio r a la actual. En cuan to a m, es-tar co nte n to s i no la dejo a mis hijos men o r en cant i-dad, sino s iqu ie ra un poco mayo r qu e la que hered.

    - El mo tivo por el cual te lo pregu ntaba - d ije-,e s el de q ue me pareca q ue no amabas dema siad o

    ~ Parf r as is de lo que cuenta HERllOro en VIII 125: cua ndo Te-mstoclcs re gres de Lacedemon ia, Timdemo de Afidn as prete ndiinsultarl e di cien do que los honores que habla recib ido en L",ced~mllnin no eran para l sino pa ra Atenas. Ternl sl ocles le n "plic: eTlenesr azn: si yo hubiera sido de Belbina no se me habrfa honrado enlrelos es partanos, ni a ti, hombre , aunq ue fueras de Atenas .

  • 62 Ill LOGOS RE PBLICA I 63

    e las riquezas. y as obran por lo general los qu e no lashan adqu ir ido por s i m ism os. Los que la s han ad quiri -do , en ca mbio. se apegan a e llas dob lem ente que losde m s. Por u n lado, en efec to. tal como los poe tas a ma na sus poe ma s y los pad res a sus h ijos. a n loga mentelos que se ha n enriquecido ponen su ce lo en las riq ue-zas, como oh ra de ellos: y por otro lado, como los de-m s. por la ut ilidad que les prestan. Son gent e di fci lde tratar. por no estar di spues tos a habla r b ien de nadaque no sea el din ero.

    - Es ve rdad -dijo Cfalo .d -Sin duda - anad- . Pero d ime an algo ms: c ul

    es el mayor benefi cio que crees habe r obtenido de po-scer una gran fortuna?

    - Algo con lo cual. s i 10 digo. no persuad ir a muchagente - re spondi. Pues debes saber, Sc rates, que, enaquellos m omentos en que se avecina el pensa mientode que va a mo ri r, a uno le ent ra miedo y preocupacinpor cosas que antes no teni a en me n te. As, pues, losmitos q ue se na rran acerca de los que va n al Hades ,en el sent ido de q ue a ll debe ex piar su cu lpa el q ueha sido injus to aq u l, an tes movan a ri sa , pero ento nces~ atormen tan a l alma con el temor de que sean ciertos .

    y uno mism o, sea po r la debilidad provocada por la ve -jez, o bien por hall a rse ms prximo al Had es, pe rcibemejor los m ito s. En esos momen tos u no se llena de te-mores y de scon fianzas, y se aboca a reflexiona r y exa-mina r s i ha comet ido algu na injust ic ia contra a lgui en .As , el que descub re en si mismo muchos actos injustos,fr ecuen temente se despi erta de los sueos as us tado, co-mo los nios, y vive e n u na des dichada expectativa . En

    33111 cam bio, a l q ue sa be qu e no ha hecho nada injust o leacompaa siemp re una ag rad ab le es pe ra nza, una buena'nod riza de la vejez', co mo d ice Pndaro. Pues en efecto,Scrat es, bell ament e ha dic ho s te que a aquel qu e hapa sado la vida ju st a y piadosame n te,

    10 acompaa, alimentando su cora zn ,lUl a buena esperanza, nodriza de la veiei ,la cua l me jor guael verstil juicio de los mortales 6 .

    Algo admira b leme n te bien d icho . Es en este re spectoque cons ide ro de mucho valor la posesin de las rique-zas, no para cualqu ier hombre, s ino pa ra el se nsa to . En befecto, la posesin de riquezas co n tribuye en gra n pa r tea no engaar n i ment ir involuntariamente, as co mo ano ade udar sacri ficios a un d ios o d inero a un hombre,y, po r consigu iente, a no mar charse co n temores haci ael Hades. Las ri quezas, por supues to, tienen m