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MEXICO DE exICO AUTONOMA VOLUMEN XIII e NUMERU -l MEXICO, DICIEMBRE DE 1955 E .r EM l' L i\ R $ 2.0D NACIONAL UNIVERSIDAD LA POR PUELICADA EL CINE, INSTRUMENTO DE POESIA -Foto Yvon Beaugier Luis Buiíuel- "el fillll es COIIIO '11110 sim·,.t!o,ciólI illI'olulltaria del su.eilo" SUMARIO: El cine, ·instrulllento de poesía, por Luis Buiíuel e La feria de los díos e Anaquel, por Francisco Monterde e T,'eJ' poemas, por Ernesto l\lejia Sánchez e El mundo elegante, por Armando Ayala Anguiano e El suplicante, por Sergio M agaiía y Emilio Carballido e Política y verdad, por Pierre Mendes-Franee e ¿Qu"'¡'a {/ pasar 1'11 Paiústán?, por Héctor Adhayarardhan e El ·idil·io salvaje de José Otilón, por Octaviano Valdés e El jardín apaáble, Ventura Doreste e Los artistas plásticos lIIexicanos -" Ru.bén. Daría, por Antonio Oliver Belmas e Artes Plásticas, por Jorge Olmo e J1lÍsica, por Jesús Bal y Cay e Cine, por J. M. Carcía Ascot e Teatl'o, por José Luis Tbáiíez e Bibliotcca .4l11rricoIIO¡, por Ernesto Mejía Sánchez e Libros, por Guillermo Suere, Juan García POllee, Alberto Ronifar- Víctor Flores Olea y Rugo Rodríguez-Alcalá e Dibujos, de Andrée Burg-, l<afael Coronel, José Cava y ErllIardo. H ACE CINCO AÑOS, en los té1'lILÚlOS que . él 'mismo describe, Luis Buiíuel fue ·invitado a presentar una ponencia en cier- ta 1111esa Redonda sobre temas cinemato- gráficos. HuraFío como pocos, requirió un paciente esfuerzo lograr s'n interven- ción. Mas no hubo poder humano capaz de arrancarle, para 1Ina ulterior publica- ción, las cuartillas que P01' fin somet·ió al debate general. Lo que nnnca supo Buiíllel es que una grabadora de sonido registró con clandestina fidelidad cada una de sus palabras; ardid mediante el cual pudo re- construirse la ponenc'ia e'n cuestión, cwyo original debe dormir por ahora en algúl/. archivo lleno de telarUlias. (¡Qué digo! ¡ eamo si fuera posible i'maginar al crea- dor de El perro andaluz ordenando su,s papeles en archivos! Dormi1'á, corrijo, en algún miste1'ioso basu1'ero.) Confieso la responsabilidad de semejante abuso. Pero no sólo no me arrepiento del despojo, sino que, despnés de largas WIIsideracio- nes, he decidido consumarlo plenamente. Buen revolucionario, Buiíuel qu.errá per- donar este acto criminal, violatorio de sus derechos y que sienta un pésimo preccdl''Il- te en los menesteres periodísticos. En todo caso, estoy dispuesto a asumir los event 110- les riesgos. 1. G, T. E L GRUPO de jóvenes que forman la Dirección de Difusión Cultural se acercó a para pedirme una con- ferencia. Aunque agradecí debidamente la distinción de que me hacían objeto, mi respuesta fue negativa: aparte de que no poseo ninguna de. las que requiere un conferenCIante, un pu- dor especial de hablar en pubhco. mente, el que diserta .atrae la atenclon colectiva de sus oyentes, sintiéndose blan- co de sus miradas. En mi caso, no puedo evitar una cierta confusión ante el temor de que puedan creerme un dig,amos. exhibicionista. Aunque esta Idea 111Ia so- bre el conferenciante pueda ser exagerada o falsa, el hecho de sentirla como verda- dera me obligó a suplicar que mi periodo de exhibición fuera lo más corto posible, y propuse la constitución de una Redonda, en la que unos cuantos amigos. pertenecie?tes a distintas ar- tísticas e mtelectuales, pudIeramas dISCU- tir en familia alguno de los problema;; que atañen al llamado séptimo se acordó que el tema fuera el de el cme como expresión artística':, o más concre- tamente, como instrumento de poesía, con todo lo que esta .palabra pueda contener de sentido libertador, de sub"ersión de la realidad, de umbral al l11undo maravilloso del subconsciente, de inconformidad con la estrecha sociedad que rodea. Ba dicho Octavio Paz: "Bilsta que un hombre encadenado cierre sus ojos para que pueda hacer estallar el H1J..mclo", y yo, Por Luis BUÑUEL parafraseando, agrego: bastaría que el párpado blanco de la pantalla pudiera re- flejar la luz que le es propia para que hi- ciera saltar el Universo. Mas por el 1110- mento podemos dormir tranquilos, pues la luz cinematográfica está convenientemente dosificada y encadenada. En niguna de las artes tradicionales existe una despro- porsión tan grande entre posibilidad y realización como en el cine. Por actuar

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MEXICODE

• •exICO

AUTONOMA

VOLUMEN XIII e NUMERU -l

MEXICO, DICIEMBRE DE 1955

E .r E M l' L i\ R $ 2.0D

NACIONALUNIVERSIDADLAPORPUELICADA

EL CINE, INSTRUMENTO DE POESIA

-Foto Yvon BeaugierLuis Buiíuel- "el fillll es COIIIO '11110 sim·,.t!o,ciólI illI'olulltaria del su.eilo"

SUMARIO: El cine, ·instrulllento de poesía, por Luis Buiíuel e La feria de los díos eAnaquel, por Francisco Monterde e T,'eJ' poemas, por Ernesto l\lejia Sánchez e El mundoelegante, por Armando Ayala Anguiano e El suplicante, por Sergio M agaiía y EmilioCarballido e Política y verdad, por Pierre Mendes-Franee e ¿Qu"'¡'a {/ pasar 1'11 Paiústán?,por Héctor Adhayarardhan e El ·idil·io salvaje de _~1al1l1el José Otilón, por Octaviano Valdés eEl jardín apaáble, po~ Ventura Doreste e Los artistas plásticos lIIexicanos -" Ru.bén. Daría,por Antonio Oliver Belmas e Artes Plásticas, por Jorge Olmo e J1lÍsica, por Jesús Bal y

Cay e Cine, por J. M. Carcía Ascot e Teatl'o, por José Luis Tbáiíez e Bibliotcca .4l11rricoIIO¡,por Ernesto Mejía Sánchez e Libros, por Guillermo Suere, Juan García POllee, AlbertoRonifar- ~l!iío, Víctor Flores Olea y Rugo Rodríguez-Alcalá e Dibujos, de Andrée Burg-,

l<afael Coronel, José Cava y Ll!i~ ErllIardo. ~

H ACE CINCO AÑOS, en los té1'lILÚlOS que. él 'mismo describe, Luis Buiíuel fue

·invitado a presentar una ponencia en cier­ta 1111esa Redonda sobre temas cinemato­gráficos. HuraFío como pocos, requirió unpaciente esfuerzo lograr s'n interven­ción. Mas no hubo poder humano capazde arrancarle, para 1Ina ulterior publica­ción, las cuartillas que P01' fin somet·ió aldebate general. Lo que nnnca supo Buiílleles que una grabadora de sonido registrócon clandestina fidelidad cada una de suspalabras; ardid mediante el cual pudo re­construirse la ponenc'ia e'n cuestión, cwyooriginal debe dormir por ahora en algúl/.archivo lleno de telarUlias. (¡Qué digo!¡eamo si fuera posible i'maginar al crea­dor de El perro andaluz ordenando su,spapeles en archivos! Dormi1'á, corrijo, enalgún miste1'ioso basu1'ero.) Confieso laresponsabilidad de semejante abuso. Perono sólo no me arrepiento del despojo,sino que, despnés de largas WIIsideracio­nes, he decidido consumarlo plenamente.Buen revolucionario, Buiíuel qu.errá per­donar este acto criminal, violatorio de susderechos y que sienta un pésimo preccdl''Il­te en los menesteres periodísticos. En todocaso, estoy dispuesto a asumir los event110­

les riesgos.1. G, T.

EL GRUPO de jóvenes que forman laDirección de Difusión Cultural seacercó a mí para pedirme una con­

ferencia. Aunque agradecí debidamentela distinción de que me hacían objeto,mi respuesta fue negativa: aparte de queno poseo ninguna de. las cu~lidades querequiere un conferenCIante, ~Iel:to un pu­dor especial de hablar en pubhco. Fa~~l­mente, el que diserta .atrae la atencloncolectiva de sus oyentes, sintiéndose blan­co de sus miradas. En mi caso, no puedoevitar una cierta confusión ante el temorde que puedan creerme un p~co, dig,amos.exhibicionista. Aunque esta Idea 111Ia so­bre el conferenciante pueda ser exageradao falsa, el hecho de sentirla como verda­dera me obligó a suplicar que mi periodode exhibición fuera lo más corto posible,y propuse la constitución de una ~1esa

Redonda, en la que unos cuantos amigos.pertenecie?tes a distintas ~~tividade~ ar­tísticas e mtelectuales, pudIeramas dISCU­tir en familia alguno de los problema;;que atañen al llamado séptimo al:~e: ~sí,se acordó que el tema fuera el de el cmecomo expresión artística':, o más concre­tamente, como instrumento de poesía, contodo lo que esta .palabra pueda contenerde sentido libertador, de sub"ersión de larealidad, de umbral al l11undo maravillosodel subconsciente, de inconformidad conla estrecha sociedad que 1l0~ rodea.

Ba dicho Octavio Paz: "Bilsta que unhombre encadenado cierre sus ojos paraque pueda hacer estallar el H1J..mclo", y yo,

Por Luis BUÑUEL

parafraseando, agrego: bastaría que elpárpado blanco de la pantalla pudiera re­flejar la luz que le es propia para que hi­ciera saltar el Universo. Mas por el 1110-

mento podemos dormir tranquilos, pues laluz cinematográfica está convenientementedosificada y encadenada. En niguna delas artes tradicionales existe una despro­porsión tan grande entre posibilidad yrealización como en el cine. Por actuar

2UNIVERSIDAD DE MEXICO

"REVISTA UNIVERSIDAD DE MEXrCO"

REVISTA UNIVERSIDAD DE MEXICO

PATROCINADORES

suscrIpCIones

:\ 110 sea ieliz ,'11 su hogar y se uusllueuna amiga para distraerse, a la que final­mente abandonará para reunirse con suabnegada esposa, es algo moral y edifi­cante, sin duda, pero 1I0S deja completa­mente illdiferentes.

A veces la esencia cinematográfica bro­ta insólitamente de un film anodino, deuna comedia bufa o de un burdo folletín.Man Ray ha dicho en una frase llena designificación: "los peores films que hayapodido ver, aquellos que me hacen dor­mi r profundamente, contienen siemprecinco minutos maravillosos, y los mejo­res, los más celebrados, cuentan solamen­te con cinco minutos que valgan la pena;o sea, que tanto los buenos como los ma­los films, y por encima y a pesar de lasintenciones de sus realizadores, la poesíacinematográfica propugna por salir a lasuperficie y manifestarse.

El cine es un arma maravi;l" y peli­grosa, si la maneja un espíritu hure. Esel mejor instrumento para expresar elll1undo de los sueños, de las emocione;:,elel instinto. El mecanismo productor deimágenes cinematográficas, por su mane­ra de funcionar, es, entre todos los me­dios de expresión humana, el que más separece al ele la mente elel hombre, o me­jor aún. el que mejor imita el funciona­miento de la mente en estado de sneño. Elfilm es como una simulación involuntariadel sueño. B. Branius nos hace observarque la noche paulatina que invaele la sa­la equivale al cerrar los ojos: entoncescomienza en la pantalla. y en rl homhre.la incursión por la noche de la inconciell­cia; las imágenes, como en el sueño. apa­recen y desaparecen a través de disolv('n­cias y obscurecimientos; el tiempo y elespacio se hacen flexibles, se encoge"y alargan a voluntad; el orden cronoló­gico y los valores relativos de duración noresponden ya a la realidad; la acción eleun círculo es transcurrir, en UIIOS minu­tos o en varios siglos; los movimiento:;aceleran los retardos.

El cine parece haberse inventaelo paraexpresar la vida subconsciente, que' -canprofundamente penetra, por sus raices, lapoesía; sin embargo casi nunca se le em­plea para esos fines. Entre las tendenciasmodernas del cine, la más conocida es lallamada neorrealista. Sus films presentanante los ojos elel espectador trozos de lavida real, con personajes tomados de lacalle e incluso con edificios e interioresauténticos. Salvo excepciones, y cito muyespecialmente Ladrón de bicicletas, no hahecho nada el neorrealismo para que re­salte en sus films lo que es propio delcine, quiero decir, el misterio y lo fantás­tico. ¿ De qué nos sirve todo ese ropajede vista si las situaciones, los móviles queaniman a los personajes, sus reacciones,los argumentos mismos están calcados dela literatura más sentimental y con formis­ta? La única aportación interesante quenos ha traído, no el neorrealismo, sino Za­vattini personalmente, es la elevación alrango de categoría dramática del acto ano­dino. En Humberto D., una de las pelícu­las más interesantes que ha producido elneorrealismo, una criada de servicio, du­rante todo un rollo, o sea durante diez mi­nutos, realiza actos que hasta hace pocohubieran podido parecer indignos de lapantalla. Vernos entrar a la sirvienta a la

(Pasa a la página 15)

$ 2.00" 20.00

Dls. 4.00

Precio del ejemplar:Suscripción anual:Extranjero:

ABBOT LABORATORIES, DE MÉXICO, S. A.­nANCO NACIONAL DE COMERCIO EXTERIORS. A.-CALIDRA, S. A.-UNIÓN NACIONA¡DE PRODUCTORES DE AZÚCAR, S. A.-CO~'I­

PAÑÍA MEXICANA DE AVIACIÓN, S. A.-­FERROCARRILES NACIONALES DE MÉXICO,S. A.-FINANCIERA NACIONAL AZ-UCARERA,S. A. -INGENIEROS CIVILES ASOCIADOS, S.A.- (lCA) .-INSTITUTO MEXICANO DELSEGURO SOCIAL.-LOTERÍA NACIONAL PARALA ASISTENCIA PÚBLlCA.-NACIONAL FI­NANCIERA, S. A.-PETRÓLEOS MEXICANOS.FÁBRICA DE CHOCOLATE "LA AZTECA, S. A."

Franquicia postal por acuerdo presidencialdel 10 de octubre de 1945, publicado en elD. Oí. del 28 de noviembre del mismo año.

Jefe de Redacción:Juan Martín.

La Revista no se hace responsable de loso:-iginales que no hayan sido solicitados.

T oda correspondencia debe dirigirse a:

Coordinador:Heltriqne Conzález Casanova.

Director:Jaime Carcía Te'Tés.

Torre de la Rectoría, 10~ pISO,

Ciudad Universitaria, México 20, D. F.

Secretario General:Doctor Efrén C. del Pozo.

Rector:Doctor Nabar Carrillo.

UNIVERSIDAD NACIONh:J.DE MEXICO

agentes

de

Revista

Esta

no tiene

las alegrías, tristezas o augustias de tudala sociedad, y por tanto las suyas pru­pias. La falta de trabajo, la inseguridadele la vida, el temor a la guerra, la injus­ticia social, etc., son cosas que, por afec­tar a todos los hombres de hoy, afectantambién al espectador; pero que el señor

de una manera directa sobre el espectador,presentándole seres Y cosas concretas;por aislarlo, gracias al. ~ilencio, a la os­curidad, de lo que pudleramos llamar suhabitad psíquico, el cinc es capaz de ar.r,e­batarlo como ninguna otra expreslOnhumana. Pero como ninguna otra es capazde embrutecerlo. Por desgracia, la granmayoría de los cines actuales parece notener más misión que ésa: las pantallashacen gala del vacío moral e int~le~tualen que prospera el cine, que se It~11lta aimitar la novela o el teatro, con la dIferen­cia de que sus medios son menos ricospara expresar psi.coloeías.; reJ?iten hastael infinito las mismas hlstonas que secansó de contar el siglo diecinueve y queaún se siguen repitiendo en la novela con­temporánea.

Una persona medianamente culta a1:ro­jaría con desdén el libro que contuvIesealg-uno de los argumentos que. nos relatanlas más grandes películas. S111 embargo,sentada cómodamente en la sala a obs-­curas deslumbrada por la luz y el mo­vimi~nto que ejercen ~n poder ca?i hi~­nótico sobre ella, atralda por el mteresdel rostro humano y los cambios fulgu:rantes del lugar, esa misma persona casIculta, acepta plácidamente los tópicos másdesprestigiados.

El espectador de cine, en virtud de esaclase o de esa especie de inhibición hipna­gógica pierde un porcentaje elevado desus facultades intelectivas. Pondré 1111

ejemplo concreto: la película ~itl~lada De­tective StMY o Antesala del mfzerno. Laestructuración de su argumento es perfec­ta el director magnífico, los actores ex­tr~ordinarios, la ;ealización genial, etc..etc. Pues bíen, todo ese talento, todo esesavoir [aire, toda la complicación que su­pone la máquina del film, fue puesta alservicio de una historia estúpida, nota­ble por su bajeza moral. Me viene a ]amente aquella máquina extraordinaria delOpus 11, aparato gigantesco, fabricadocon el mejor acero, de mil eng~'anajes

complicados, tubos, manómetros, cuadran­tes exacto como un reloj, imponente co­m; un transatlántico, que serviría única­mente para timbrar la correspondenci'l.

El misterio, elemento esencial de todaobra de arte, falta por lo general en laspelículas. Ya tienen buen cuidado auto­res, directores y productores de no tur­bar nuestra tranquilidad abriendo la ven­tana maravillosa de la pantalla al mundoliberador de la poesía. Prefieren reflejaren aquélla los temas que. pudier~n s.ercontinuación de nuestra Vida ordlllana,repetir mil veces el mismo drama, hace:'­nos olvidar las penosas horas del trabajOcotidiano. Y todo eso, como es natural,bien sancionado por la moral consuetudi­naria, por la censura gubernamental e in­ternacional, por la religión. presidido porel buen gusto y aderezado con humorblanco y otros pwsaicos imperativos dela realidad.

Si deseamos ver buen cine raramentelo encontraremos en las grandes produc­ciones, o en aquellas otras que vienensancionadas por la crítica y el consensode los públicos. La historia particular, eldrama privado de un individuo, creo queno puede interesar a nadie digno de vivren su época; si el espectador se hace par­tícipe de las alegrías, tristezas o angus­tias de algún personaje de la pantal1a,de--­berá ser porque ve reflejadas en aquél

Frisos y estatuas que florecían en el noroeste de la India y Pakistán entre los siglos 1 v YTI

UNIVERSIDAD DE MEXICO

He aquí, según parece, el significadode la Ley Marcial. El presidente Mirza haafirmado públicamente que su régimenno es un breve interregno. El Ejércitio, alemprender la tarea de creación en la queha fracasado tan ruidosamente la orto­doxia política, se constituye en la últimaesperanza de independencia y perdurabi­lidad que le queda al país. Pero es lásti­ma: los soldados del general Ayub no sonlos de Cromwell. Más se asemejan a lachusma asalariada de Nuri que a las "es­cuadras férreas" de N asser o Kassem.Por eso no será difícil que Mirza o Ayubcompartan la suerte de Nuri. Un régi­men de terror podrá evitar la corrupcióny reb/ajar los precios de las subsistenciaspor una temporada, pero donde se estrellóla Liga Musulmana, en su carencia devisión política nacional, habrá de estre­llarse el ejército del general Ayub, queestá subvencionado por el extranjero. Lasmejores armas de importación no bastana capitalizar políticamente las intencionesmercenarias, y la belicosidad petulante nopuede ocupar el lugar del programa degobierno.

Al encomendar al Ejército una misiónpolítica, los Mirzas y los Ayubs han pe­netrado en terrenos mucho más peligro­sos de lo que ellos creen. Las fuerzasvivas no son de temer cuando operan conarmas descargadas. Pero en las avanza­das del pensamiento el fogueo resulta irre­sistible. El Ejército pakistano se bate

hoy en frentes dond~ las armas na pue­den medirse con las ideas, donde la muer­te tiene que ceder a la propagación de lavida. En esas situaciones, los generaleshan perdido el mando. Los oficiales jó­venes y los soldados rasos desprecian alos Nuris y se vuelven a los Cromweilsy a los N assers. Los triun fas de N asserya han causado profunda impresión enla joven oficialidad. A medida que vayareconociéndose como humillante el lugarasignado a Pakistán en el conflicto de laspotencias, a Iiledida que aumente la re­sistencia al dominio punjabí y con ellala unidad nacional de sindhis y bengalíes,irá estremeciéndose la estructura armadade Pakistán y se irá preparando el te­rreno para la aparición de un N asser ode una "Guardia de Hierro" al estilo deCromwell. La situación que trataron deresolver Mirza y Ayub al desencadenaral Ejército contra los partidos políticos,pasará intacta a manos del Ejército mis­mo. Los antiguos secuaces del imperialis­mo no han aprendido nada desde su exal­tación al gobierno de estados indepen­dientes. No han aprendido que una veziniciada la marcha de un puebio no haypoder humano que le impida llegar a sudestino. Y donde se carece de partidospolíticos que guíen esa marcha, es elEjército, o cualquier otra institución,quien debe adelanta ¡"se y ofrecer la orien­tación necesa ria.

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EL CINE,

INSTRUMENTO

DE POESIA

(7 'ie'Je de la página 2)cocina, encender su fogón, poner Hna ollaa calentar, echar repetidas veces Hn jarrode agua a una línea de hOl"migas que avan­za en formación india hacia las viancbs,dar el termómetro a un viejo que se sien­te febril, etc., etc. A pesa r de 10 triviJIde estas situaciones, esas maniobras sesiguen con interés y hasta con suspenso.

El neorrealismo ha introducido en laexpresión cinematográfica algunos ele­mentos que enriquecen su lenguaje, peronada más. La realidad neorrealista es in­completa, oficial; sobre todo, razonable;pero la poesía, el misterio, lo que com­pleta y amplía la realidad tangente, fal taen absoluto en sus producciones. Confun­de la fantasía irónica con lo fantástico yel humor negro.

"Lo más admirable de lo fantástico, hadicho Andre Bretón, es que lo fantásticono existe, todo es rea1." Hablando con'e! propio Zavattini hace algún tiempo, ex­pl"esaba mi inconformidad con el neorrea­lismo: estábamos comiendo juntos, y elprimer ejemplo que se me ocurrió fue elvaso de vino en el que me hallaba bebien­do. Para un neorrealista, le dije, un va30es un vaso y nada más que eso: veremoscomo lo sacan del armario, lo llenan de be­bida, lo llevan a lavar a la cocina en don­de lo rompe la criada, la cual podrá serdespedida de la casa o no, etc. Pero esemismo vaso contemplado por distintosl~ombres puede ser mil cosas distintas,porque cada uno de ellos carga ele afec­ti\'ielad lo que contempla, y ninguno lo vetal como es, sino C01110 sUS deseos y suestado de ánimo quieren verlo. Yo pro­pugno por un cine que me haga ver esaclase de vasos, porque ese cine me daráuna visión integral de la realidad, acre­centará mi conocimiento de las cosas yde los seres y me abrirá el 111undo ma ra­\'illoso de 10 desconocido, de lo que nopuedo leer en la prensa diaria ni encorl­tl"ar en la calle.

N o crean por cuanto llevo dicho, quesólo propugno por un cine dedicado ex­clusivamente a la expresión de lo fanü5­tico y del misterio, por Hn cine escapista,que desdeñoso de nuestra realidad coti­diana pretendiera sumergirnos en el mun­do inconsciente del sueño. Aunque I1lUY

brevemente, he indicado hace poco la im­portancia capital que le doy al film quetrate sobre los problemas fundamentalesdel hombre actual, no considerado aisla­damente, como caso particular, sino ensus relaciones con los demás hombre~.

Hago mías las palabras de Emers, quedefine así la función de un novelista (lé:l­se para el caso, la de un creador cinema­tográfico): "el novelista habrá cumplidohonradamente cuando, a través de una[intura fiel de las relaciones sociales au­ténticas. destruya las funciones conven­cionales sobre la naturaleza de dichas re­lacione;;, quebrante el optimismo del mun­do burgués y obligue a eludar al lector dela perennidad del orden existente, inclu­so aunque no nos señale directamente unaconclusión, incluso aunque no tome par­tido sensiblemente".