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REVISTA PERSPECTIVA EDUCATIVA No. 3. Junio, 2002. ISSN 0122-8358
REVISTA PERSPECTIVA EDUCATIVA No. 3. Junio, 2002. ISSN 0122-8358
Facultad de Ciencias de la Educacin de la Universidad del Tolima
Rector Jess Ramn Rivera Bulla
Directora Sandra Amaya de Pujana
Editor Libardo Vargas Celemn
Consejo Editorial Nidia Chaparro Cuervo
Carmen Alicia Martnez
Santiago Gonzles Orozco
Alberto Moreno Gonzlez
Corrector de Estilo Pedro Mara Leguzamo
Carlos Alfonso Quimbayo
Diseo y Diagramacin Freddy Rojas
Impresin El Poira Editores
Universidad del Tolima - Facultad de Ciencias de la Educacin - Email: [email protected]
B. Santa Elena - A.A. 546 - Tel. 266 83 70 Fax 264 48 69 - Ibagu, Colombia
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REVISTA PERSPECTIVA EDUCATIVA No. 3. Junio, 2002. ISSN 0122-8358
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Facultad de Ciencias de la Educacin de la Universidad del Tolima
CONTENIDO
AVANCES DE INVESTIGACIN
El portafolio de enseanza como herramienta y texto para la reflexin pedaggica Lucila Castro Quitora
Quines son los profesores de Primaria de la ciudad de Ibagu? Liliana Margarita del Basto de Prez, Aurora Garay de Olaya y Jairo Clavijo
El Grupo Interdisciplinario y la construccin de currculos desde la investigacin Clara Luca Pradilla Torres y Madeleine Olivella Fernndez
Leer, escribir y exponer para reproducir o producir conocimientos Santiago Gonzlez Orozco
REFLEXIONES PEDAGGICAS
Algunas reflexiones en torno a los contextos de la enseanza de la Literatura en la Educacin Bsica Jorge Elicer Castro Lima
El currculo y la inteligencia emocional Libia Consuelo Oviedo de Reyes y Graciela Guzmn Osorio
Al rescate del ensayo literario Un ensayo... Profesor? Libardo Vargas Celemn
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Krishnamurti y las tareas fundamentales de la educacin Marco Hely Guo
Habilidad comunicativa en Lengua Extranjera: un acto de revisin metodolgica y proceso investigativo Alberto Fajardo Castaeda
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REVISTA PERSPECTIVA EDUCATIVA No. 3. Junio, 2002. ISSN 0122-8358
EDITORIAL
La Facultad de Ciencias de la Educacin de la Universidad del Tolima se ha propuesto
mejorar de manera permanente la calidad acadmica de sus programas, con miras a
posicionarlos en el contexto nacional. Dos de las acciones prioritarias, para el objetivo
descrito, son las relacionadas con la divulgacin de la produccin intelectual generada por
las investigaciones y reflexiones de sus docentes, y la creacin de vnculos entre el
talento humano adscrito a las licenciaturas y la comunidad nacional e internacional de
investigadores en educacin, pedagoga y didctica de las diferentes disciplinas.
En el logro de los derroteros expuestos, la funcin de la Revista Perspectiva Educativa cobra vital importancia, toda vez que se constituir en medio de divulgacin y en sitio de
encuentro entre autores y lectores, razones por dems vlidas para hacer entrega de la
misma en medio impreso, y a travs del sitio web de la Universidad.
El Comit Editorial invita a los lectores a asumir una actitud participativa ingresando al
sitio web http://www.ut.edu.co/fce/perspectiva/ y escribiendo al correo electrnico
[email protected] para compartir con nosotros sus apreciaciones y crticas debidamente
argumentadas que, a la vez, creen vnculos generadores de una futura construccin de
redes sobre temas de investigacin en educacin.
En esta oportunidad, los autores exponen, en ocho artculos, los avances de sus
investigaciones, experiencias de aula y reflexiones pedaggicas, con el propsito de
validar sus aportes o de replantearlos, a partir de los juicios de valor emitidos por quienes
conforman la comunidad educativa.
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REVISTA PERSPECTIVA EDUCATIVA No. 3. Junio, 2002. ISSN 0122-8358
EL PORTAFOLIO DE ENSEANZA COMO HERRAMIENTA Y TEXTO PARA LA REFLEXIN PEDAGGICA
Lucila Castro Quitora Profesora Titular, Departamento de Psicopedagoga
El uso del portafolio de enseanza, no solamente como herramienta didctica, sino
tambin como estrategia para promover aprendizajes significativos a travs de la
reflexin, ha cobrado importancia en los diferentes niveles escolares y en diferentes reas
del conocimiento. Experiencias de su utilizacin han sido descritas, evaluadas e
investigadas en diferentes escenarios educativos, sealando algunos resultados efectivos
en el desarrollo de competencias pedaggicas de l@s docentes y evidenciando efectos
positivos en los procesos de desarrollo profesoral y de conciencia crtica acerca de la
docencia.
En el presente artculo se narra una experiencia de aplicacin del portafolio de enseanza
en el desarrollo de un seminario de pedagoga realizado con estudiantes vinculados a
programas de formacin docente, a nivel de pregrado, en la Universidad del Tolima. A
travs de la narracin se encuentran implcitas las diferentes etapas que se han cumplido
para la puesta en marcha del proyecto. Se sealan igualmente los antecedentes del
inters en desarrollar la accin mencionada, se establecen ciertos fundamentos tericos
que sustentan el uso del portafolio del docente, y se describen algunos resultados
parciales de su utilizacin.
Es necesario diferenciar de antemano dos tipos de portafolio: el del estudiante y el del
docente. En el proyecto de aula titulado "El portafolio: una estrategia didctica para
promover la reflexin en la prctica docente universitaria", que actualmente se ejecuta en
la Universidad del Tolima, se estn desarrollando paralelamente los dos tipos de portafolio
y se realiza evaluacin sobre los mismos. Sin embargo, en este artculo solamente se
hace referencia al portafolio del docente.
A comienzos de la dcada de los noventa, comenc a or el trmino "portafolio escolar" o
"portafolio del estudiante" en encuentros pedaggicos y reuniones de docentes, eventos
en los cuales se haca mencin a la utilizacin del portafolio en la enseanza sin mayor
profundidad e inters. Experiment "en carne propia" el portafolio estudiantil en 1996, en
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un curso de ingls intensivo en la Universidad de Northern Arizona (Estados Unidos) pues
como requisito de acreditacin del curso mencionado se deba presentar un portafolio.
El hecho de evidenciar, a travs del portafolio, los logros alcanzados durante el curso, me
colocaron en una posicin de indagacin acerca de las investigaciones y los fundamentos
tericos del portafolio del estudiante como herramienta de aprendizaje y desarrollo de
procesos de metacognicin. Efectivamente, el primer aprendizaje consisti en comprender
que, en educacin, un portafolio (1) es una coleccin de evidencias que, no solamente
resumen el trabajo acadmico, sino que explicitan procesos de aprendizaje personal,
describen procesos metacognitivos individuales y grupales, presentan juicios de
evaluacin acerca del desempeo integral, valoran el logro de objetivos y el desarrollo de
competencias y establecen metas futuras de desarrollo personal y profesional.
Con este nuevo referente conceptual modifiqu ideas previas en las que consideraba
errneamente que un portafolio era simple y llanamente una coleccin de los trabajos del
estudiante. Igualmente comprend que adelantar un portafolio es una actividad que
demanda esfuerzo, organizacin, tiempo, compromiso y reflexin permanente. Entend
tambin que, como herramienta cognitiva, en el sentido de Vygotsky (2), el portafolio es
un mediador para comprender procesos personales conscientes que transforman el
funcionamiento y los esquemas mentales, promueven procesos de autonoma cognitiva, y
desarrollan cambios de orden valorativo y social.
Despus de esta experiencia inicial, en el desarrollo de los estudios de Maestra en
Liderazgo Educativo, deb nuevamente desarrollar, a lo largo de mi formacin de
posgrado, otro portafolio, el cual constituy uno de los requisitos acadmicos que la
Universidad de Northern Arizona considera obligatorio para la obtencin del ttulo antes
mencionado. Con cierta sorpresa me inform que la elaboracin de portafolios de
docentes es una prctica muy popular en las escuelas de formacin de maestros en un
buen nmero de universidades norteamericanas.
Por lo general en las maestras en el rea de educacin se exige como requisito de grado
un portafolio, que se implementa y desarrolla a lo largo del perodo de estudios. Por
ejemplo, en julio de 1998, el Departamento de Educacin del Estado de Florida promulg
la regla 6-5 la cual demanda que las personas enroladas en programas de licenciatura en
educacin deben demostrar el logro de los estndares que permiten evidenciar el dominio
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de conocimientos pedaggicos y habilidades y destrezas docentes. En tal sentido, las
universidades de Florida han implementado la utilizacin del portafolio como una
herramienta que muestra el logro y los resultados de la formacin de docentes.
Desde mis propias vivencias, considero que el empleo del portafolio estudiantil constituy
una experiencia de aprendizaje significativo porque, en el sentido de Ausubel, Novak y
Hanesian (3), pude ser una aprendiz autnoma, independiente, con capacidades de
autorregulacin y capaz de aprender a aprender.
Este proceso implic la capacidad de reflexionar sobre las formas en que acto y controlo
mi propio proceso de aprendizaje mediante el uso de estrategias flexibles y apropiadas
que he podido transferir y adoptar a nuevas situaciones. Las ideas anteriores estn
altamente relacionadas con el concepto de metacognicin propuesto por Flavell (4), en el
cual se incluye una variedad de acciones tales como: el conocimiento que se tiene del
propio conocimiento, las experiencias que fundamentan los conocimientos, las metas y
tareas de los aprendices y las estrategias personales de aprendizaje. Es, en este sentido,
que considero al portafolio como una herramienta que promueve procesos de
metacognicin.
COMPRENDIENDO DESDE LA INDAGACIN
Despus de estas experiencias emprend la tarea permanente de informarme acerca de
estudios de investigacin focalizados en el uso del portafolio. Algunas investigaciones que
analic presentaron datos confiables que me indujeron a imaginar posibilidades de
utilizacin futura del portafolio en los cursos que en el futuro debera orientar. No cito en
este artculo esas referencias porque considero que indagaciones recientes ofrecen una
visin ms amplia de alternativas ms actualizadas en el uso del portafolio del docente,
por esta razn solamente me referir a tres investigaciones en particular.
El primer estudio, adelantado por Wildy y Wallace (5) describe el impacto del uso del
portafolio en el desarrollo profesional de directivos de centros docentes. Este estudio
seal que los participantes, rectores, jefes de departamento y asistentes de
administracin, entre otros, utilizaron portafolios profesionales bsicamente con cuatro
propsitos: evidenciar mejoramiento en sus prcticas laborales, organizar las funciones y
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actividades laborales, conservar registros de logros obtenidos, y coleccionar muestras del
trabajo ejecutado.
La investigacin tambin indic que los participantes en el estudio sealaron como
dificultades en la adopcin del portafolio los siguientes factores: tensiones entre teora y
prctica, conflictos entre la esfera de lo pblico y la esfera de lo privado, presiones entre
la naturaleza prctica del trabajo de los administrativos y la naturaleza reflexiva del
portafolio, diferencias entre las concepciones de portafolio como producto y portafolio
como proceso, y tirantez entre condescendencia y preferencia. A pesar de algunos
problemas de logstica y de prcticas culturales, esta investigacin seal que el portafolio
tiene un alto potencial para promover el desarrollo del conocimiento profesional y de las
prcticas laborales de administradores educativos.
El segundo trabajo de investigacin, ejecutado por Smith y Tillema (6), acentu los
resultados favorables del uso del portafolio como instrumento para apoyar el crecimiento
profesional a largo plazo. En el estudio, se analizaron los diferentes beneficios que el uso
continuo y sostenido del portafolio puede aportar a los educadores. En el estudio se
elucidaron algunas funciones del portafolio, las cuales se relacionaron directamente tanto
con el desarrollo profesional y la certificacin de crditos para el escalafn docente, como
con la determinacin de las condiciones de su uso. Los resultados de este trabajo
investigativo permitieron concluir que, aunque el portafolio es utilizado bsicamente con el
objetivo de documentar el trabajo docente, tiene un alto potencial para reflejar
competencias de enseanza en situaciones en las que se emplea como instrumento para
autoevaluacin y autovaloracin de desempeo profesional.
La tercera experiencia educativa fue realizada en Mxico (7), sealando la utilidad y
dificultades del uso del portafolio del maestro, indicando que ste representa una
alternativa emergente para evaluar la eficiencia de la prctica docente. En esencia, este
estudio consider el portafolio como un elemento integrador entre teora y prctica, que
"ayuda a los maestros a cumplir con su misin, con sus metas y a lograr aprendizajes ms
consistentes de acuerdo a la filosofa y los objetivos institucionales y de la comunidad".
El anlisis de estos casos y de los referentes tericos resumidos en anteriores prrafos
me permiti alguna claridad terica y la comprensin de los principios didcticos en los
cuales se fundamenta la utilizacin del portafolio en escenarios y contextos educativos.
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En esta bsqueda de referencias encontr un nuevo uso del portafolio como evidencia de
la labor docente en el libro "El portafolio de enseanza" (8). Por la lectura de se texto
comprend que el portafolio del docente tiene significados y usos diferentes al portafolio
del estudiante. A travs de la lectura del libro mencionado ampli mis ideas anteriores y
comprend que, para un docente, el portafolio no ofrece nicamente una exigencia en
algunas universidades norteamericanas, una de ellas la Universidad de Michigan, para
ingresar o ascender en el escalafn profesoral, sino que tambin se convierte en una
herramienta para promover la reflexin pedaggica en las prcticas cotidianas de la
docencia y en una opcin para promover el desarrollo docente.
El libro de Seldin (9) fue clave en mi bsqueda para comprender las perspectivas que el
portafolio del docente, o portafolio de enseanza ofrece a los educadores. Su lectura
ampli una gama de posibilidades que anteriormente no haba contemplado, entre ellas,
el uso del portafolio como medio para evaluar el desempeo profesional, como requisito
para ingresar o ascender en el escalafn docente, como un medio para analizar algunos
elementos que favorecen o dificultan la docencia, y la ms importante, para promover
procesos de cambio que pueden incidir en el mejoramiento de las prcticas pedaggicas
cotidianas en el aula y en las instituciones educativas.
Para Seldin (10), un portafolio de enseanza podra usarse con los fines de recolectar
datos que ofrezcan informacin suficiente sobre la calidad de la enseanza de un docente
en situaciones en las que se requiera evaluar el desempeo profesoral y para promover la
reflexin acerca de las debilidades y fortalezas de la accin de ensear.
Un aspecto que estim limitante en las consideraciones del autor en mencin, es la idea
de establecer mediante el uso del portafolio la efectividad de las prcticas docentes. Creo
que en el caso nuestro, esta finalidad pragmtica del portafolio de enseanza debe ir ms
all del concepto de efectividad y de lo mero funcional. De acuerdo con Doolittle (11), un
portafolio profesional es construido por los profesores para destacar y demostrar sus
conocimientos y habilidades docentes y para proveer medios para la reflexin en la accin
como una oportunidad para criticar el propio trabajo y evaluar la efectividad de la
enseanza y de la interaccin con estudiantes y pares acadmicos.
Adems del portafolio de enseanza, los profesores universitarios pueden preparar
portafolios profesionales en los cuales presenten, adems de la informacin usual en sus
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curriculum vitae, evidencias de sus caractersticas docentes y sus compromisos
comunitarios. De acuerdo con Bullis (12) un portafolio profesional puede contener:
Actividades comunitarias desarrolladas por el docente
Experiencias de trabajo en el aula
Experiencias en docencia
Actividades extracurriculares
Habilidades especiales del docente
Fundamentada en las consideraciones de Bullis y de otros autores, considero que el
portafolio puede y debe ser un instrumento posibilitador de reflexiones pedaggicas que
permiten entender en profundidad la complejidad de la enseanza, la relacin profesor-
conocimiento, la interaccin profesor-estudiante, los usos de poder en el aula, los
procesos metacognitivos, y el desarrollo de la idoneidad profesional del docente y los
fundamentos de la formacin integral de los estudiantes, entre otros. En este sentido el
portafolio es un texto que narra la historia de una accin con fundamento en una teora
didctica contextualizada. Como texto, las historias de l@s docentes son, como afirma
Goodson (13), una parte de un contexto ms amplio de relaciones sociales, prioridades, y
provisiones. Desde mi experiencia considero que las historias que se narran del saln de
clase son, como arguye el autor anteriormente citado, una manera autocrtica de volver
pblico el mundo privado del aula.
Igualmente asumo que el uso del portafolio de enseanza es herramienta y texto para la
reflexin crtica. Creo que el portafolio como texto para la reflexin pedaggica, ofrece
posibilidades para la lectura crtica y la comprensin de las prcticas cotidianas al interior
del aula y de la institucin educativa. La reflexin, como lo estima Brookfield (14), nace de
la necesidad de romper el crculo rutinario de las prcticas ingenuas y acrticas de
enseanza. Segn el autor antes mencionado, reflexionar crticamente es una tarea
inherentemente ideolgica que est moralmente fundamentada en la responsabilidad
social de los agentes educativos y en las relaciones de justicia y equidad. Se asume de
esta forma que la reflexin crtica es eminentemente una labor democrtica por cuanto
contribuye, en trminos pedaggicos, a crear las condiciones "bajo las cuales cada
persona es respetada, valorada y escuchada".
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Finalmente aprecio el uso del portafolio de enseanza como una oportunidad de hacer
explcitos, con mi propia voz, los sentidos que subyacen en las acciones que diariamente
realizo como docente de educacin superior en el mundo ntimo del aula y que pueden
cobrar sentido tanto para m como para otros docentes motivados en la empresa de
innovar creativa, reflexiva y crticamente la rutina escolar.
PLANEANDO DESDE LA INSEGURIDAD
Al reincorporarme a mis actividades laborales en la Universidad del Tolima, despus de
mi comisin de estudios, comenc a implementar, muy tmidamente por cierto, el uso de
portafolios en algunos de los cursos que orient en los aos 1999 y 2000, tanto en los
programas presenciales como en los programas a distancia. Luego de estas experiencias
aisladas decid emprender la tarea de implementar un proyecto de aula en el que los
procesos de enseanza y aprendizaje estuvieran centrados en el portafolio del docente y
el portafolio del estudiante como herramienta metacognitiva.
Durante el lapso mencionado, quienes fueron mis estudiantes evaluaron positivamente la
experiencia del portafolio y sus respuestas me animaron para adelantar, con mayor rigor,
un proyecto de aula que permitiese evidenciar los procesos metacognitivos de los
participantes en el seminario de pedagoga. Decid emprender esta accin en el ao 2001,
cuando solicit que en mi asignacin acadmica se me responsabilizara de la direccin
del Seminario de Pedagoga, que se cursa, por regla general, en el ltimo semestre de las
licenciaturas en educacin.
Inici el proyecto de portafolio teniendo siempre presente en alma y cuerpo, como dira mi
madre, el consejo de Freire (15) de "no permita que el miedo o la dificultad lo paralice".
De antemano supe que adelantar el proyecto en condiciones de precarios recursos
financieros y solicitando el acompaamiento de mis colegas del departamento de
Psicopedagoga no sera una tarea fcil. Someterse a la idea de tener acompaantes-
visitantes en el aula era una meta nacida de la osada y de la curiosidad.
Atreverse a adelantar un proyecto nuevo con "testigos" raya en el lmite de lo temerario
por cuanto se estn poniendo en riesgo la seguridad de lo que se sabe o se pretende
saber y la comodidad de ensear acrticamente. De igual modo, la curiosidad por
entender al fin de cuentas quien soy yo como docente universitaria constitua una
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amenaza frente a aquello que crea sabido de m misma, a aquello que daba por cierto a
travs de mi larga experiencia docente, y a las posibilidades que podra abrir en la
formacin de nuestros futuros educadores. Asum, contando nuevamente con Freire que
"Uno de los errores ms terribles que podemos cometer mientras estudiamos, como
alumnos o maestros, es retroceder frente al primer obstculo con que nos enfrentamos.
Es el de no asumir la responsabilidad que nos impone la tarea de estudiar, como se
impone cualquier otra tarea a quien deba realizarla" (16). En consideracin a lo anterior, y
con cierta terquedad personal tpica, decid seguir adelante en mi propsito.
Desde luego entend que el proyecto de portafolio era de por s un proceso en el que se
dara "una sucesin de dolor y placer, de sensacin de victoria, de derrota, de dudas y
alegra" (17) y con esta idea en mente decid disear, ejecutar, evaluar, y tomar
decisiones con respecto al uso del portafolio de enseanza como un proyecto factible de
desarrollar.
Tomando como norte algunas ideas de Freire, asum cuatro principios bsicos para
fundamentar mi proyecto, a saber:
1. El educador es el sujeto de su prctica, competindole a l crearla y recrearla.
2. La formacin del educador debe instrumentarlo para que l cree y recree su prctica a
travs de la reflexin sobre lo cotidiano.
3. La formacin del educador debe ser constante, sistematizada, porque la prctica se
hace y se rehace.
4. La prctica pedaggica requiere la comprensin de la propia gnesis del
conocimiento, o sea, de cmo se da el proceso de conocer. (18)
Bajo estas circunstancias, y con fundamento en los referentes tericos sucintamente
descritos anteriormente, dise, present, y recib aprobacin de adelantar el proyecto de
portafolio en el primer semestre acadmico del presente ao.
DISEANDO DESDE LA POSIBILIDAD
Inici el proyecto con la idea de implementar el uso del portafolio estudiantil y el portafolio
del docente; el primero como herramienta didctica y el segundo como texto para narrar
mi proceso de desempeo docente y evaluar los resultados de la experiencia.
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Desde el punto de vista didctico, consider que el portafolio estudiantil en este proyecto
es una herramienta de enseanza centrada en los procesos de aprendizaje que sirve de
recurso mediador en el desarrollo de procesos metacognitivos. En el sentido vygotskiano,
el portafolio como herramienta es un elemento facilitador de procesos de auto-reflexin y
potenciador de desarrollo humano integral.
Desde mi perspectiva de docente, igualmente asum el portafolio profesional como una
herramienta de auto-reflexin que, al servir como texto, se convierte en recurso para auto-
evaluar mi desempeo profesional, para reflexionar crticamente acerca de mi desempeo
en el aula, y para valorar el impacto del portafolio en mi proceso de identificacin como
docente universitaria.
En estas dos dimensiones, docente-estudiante, consider que el portafolio es una
evidencia tangible del desarrollo personal y profesional, el cual, hipotetic, permitir
introducir cambios significativos tendientes a lograr una mayor calidad en los procesos de
enseanza y aprendizaje. Al implementar el uso del portafolio de enseanza fij de
antemano los siguientes objetivos:
Convertir mi prctica de enseanza en objeto de reflexin crtica, entendiendo sta
como un medio para comprender quien soy como docente en un proceso de
innovacin pedaggica que se fundamenta en los principios de la didctica
constructivista.
Reflexionar crticamente acerca del uso del portafolio en la docencia universitaria con
el fin de evaluar y valorar esta innovacin educativa
Fundamentar, a travs de la conjuncin entre teora y prctica, la experiencia del
portafolio de enseanza con el fin de establecer la viabilidad de extender el uso mismo
en las asignaturas de Educacin y Pedagoga que debern cursar los estudiantes de
las nuevas licenciaturas de la Facultad de Educacin de la Universidad del Tolima.
Indiqu en el proyecto que el portafolio de enseanza contendr los siguientes puntos:
Mi hoja de vida
Declaracin de los principios de mi filosofa educativa.
Programa del seminario de pedagoga.
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Acuerdo pedaggico.
Planeacin el curso.
Muestras de los trabajos de los alumnos.
Formatos utilizados para la evaluacin del proyecto de aula, realizada por colegas, o
por miembros del comit de evaluacin docente, o por la jefatura de departamento.
Muestras de las entradas al diario de prctica docente realizado por los estudiantes.
Cassettes grabados en clase.
Muestras de algunos ejercicios desarrollados y materiales empleados en el desarrollo
del proyecto de aula.
Algunos registros hechos en el cuaderno acompaante.
Narraciones de ancdotas de aula sucedidas en el desarrollo del seminario.
Compilacin de reflexiones sobre el desarrollo del portafolio estudiantil.
Resultados de actividades de autoevaluacin, coevaluacin y heteroevaluacin.
Anlisis de los resultados de evaluacin y recomendaciones
Consider que la evaluacin debe ser un proceso permanente y democrtico, en el cual
deberan participar los estudiantes participantes en el seminario, los colegas del
Departamento de Psicopedagoga que voluntariamente asistiesen, y por miembros del
comit de evaluacin docente de la Facultad de Educacin. Se propusieron en el proyecto
algunos formatos para registrar y documentar la informacin referente a la evaluacin.
CONSTRUYENDO A PARTIR DE LA REFLEXIN
Antes de culminar el semestre acadmico se puede presentar un corto informe de avance,
el cual se fundamenta en datos de algunos ejercicios de autoevaluacin y en informacin
suministrada por los participantes tanto en el cuaderno acompaante como en el
portafolio del estudiante.
Concuerdo con Schn (19) que en esta experiencia del portafolio de enseanza, el
proceso de reflexin en la accin se ha convertido en una actividad de re-aprendizajes
significativos que me han permitido:
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Concentrar la atencin sobre la interaccin en curso como un objeto de reflexin en s
mismo.
Describir e interesarse por el propio conocimiento en la accin que, en gran medida
uno posee de un modo tcito.
Reflexionar sobre cmo el otro comprende aquellas cuestiones fundamentales que el
tutor [docente] desea transmitir y el alumno quiere aprender.
Comprobar lo que uno ha comprendido acerca del conocimiento en la accin y el
planteamiento de la interaccin del otro; comprobar lo que el otro ha aprovechado de
los propios intentos por comunicar de uno.
Reflexionar sobre las teoras interpersonales implcitas que se han instalado en el
proceso de comunicacin.
La planeacin rigurosa de las actividades de enseanza y la correspondiente reflexin
crtica me han permitido establecer algunos criterios orientadores de mi prctica
pedaggica. He logrado establecer los criterios caractersticos de la docencia que
Schefler, citado por Noddings (20), a saber: el criterio de intencionalidad, el criterio de
razn, y el criterio de forma.
Considerando el primer criterio estimo que actualmente tengo mayor conciencia acerca de
los objetivos de mis prcticas de enseanza y he podido promover procesos de reflexin
crtica que me han permitido analizar cada una de las metas explcitas de mi enseanza.
De igual manera, soy conciente de algunas intencionalidades educativas que subyacen en
mis prcticas pedaggicas que sin embargo, no estn explcitamente establecidas en el
Seminario de Pedagoga. En atencin al criterio de razn he entendido que problematizar
el uso del portafolio de enseanza es un medio para lograr reflexin crtica acerca de mis
acciones diarias en el aula. De acuerdo con la anterior idea que la prctica reflexiva me ha
permitido de alguna manera entender que, como establece Freire (21), estoy
"....percibiendo, crticamente, cmo estoy [siendo] en el mundo, en el qu y con el que
[estoy]".
Atendiendo a los criterios de forma he iniciado un proceso de reflexin tica en un aspecto
que considero tridimensional: la concordancia y coherencia entre fines y medios, los
principios que regulan mi prctica docente y las consecuencias de mi accin educativa.
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Algunos de los dilemas que he enfrentado y algunas reflexiones que han orientado los
procesos de tomas de decisin en el aula, los he registrado en mi portafolio. Estoy
empezando a revisar en profundidad las relaciones de poder que se evidencian en las
interacciones diarias en el saln de clase y estoy convencida de la necesidad de realizar
investigacin pedaggica sobre el uso del portafolio de enseanza.
Para concluir, creo que el proyecto de portafolio es el resultado de la unin de voluntades,
entre las cuales quiero citar en primer lugar a mis estudiantes. Ellos han logrado, como
escribi una profesora visitante "encarretarse con el cuento de la pedagoga",
comprometerse con un proyecto nuevo, tolerar mi impaciencia, cumplir las demandas
acadmicas, y demostrar, como alguien escribi en el cuaderno acompaante que, "vale
la pena ser maestro".
En segundo lugar, el hecho de contar con la aprobacin de los colegas del Departamento
de Psicopedagoga y con el asentimiento del Consejo de la Facultad de Educacin me dio
cierta seguridad en el proyecto y el reconocimiento de tiempo para adelantar las
actividades del mismo.
De igual forma, las observaciones, recomendaciones y anlisis de l@s profesor@s
visitantes y los docentes evaluadores que han acudido al aula respondiendo a la invitacin
de conocer el proyecto han constituido un elemento motivador que fortalece los procesos
de reflexin crtica.
Considero que fui ingenua al establecer el tiempo que cre necesario para el desarrollo el
proyecto pues en la prctica la actividad demand una alta dedicacin horaria para
atender estudiantes, coevaluar y evaluar portafolios estudiantiles y dar cumplimiento en
los contenidos del portafolio de enseanza. Otro aspecto del proyecto que considero
necesario revisar es el costo del mismo.
Creo que la experiencia de este proyecto adquirir mayor validez a travs de un estudio
de investigacin futuro que ofrezca mayores posibilidades de anlisis. Finalmente,
considero que el hecho de atreverme a narrar la experiencia de este proyecto es una
manera de utilizar mi propia voz, creyendo en Freire cuando asever que los seres
humanos "no se hacen en el silencio, sino en la palabra, en el trabajo, en la accin, en la
reflexin" (22).
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BIBLIOGRAFA
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CITAS
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2. WERTSCH, Jame, V. Vygotsky y la formacin social de la mente. Buenos Aires:
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3. AUSUBEL, David, NOVAK, Joseph, D., HANESIAN, Helen. Educational Psychology: A
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5. WILDY, Hellen, Wallace, John. Professionalism, portfolios and the development of
School leaders. En School Leadership & Management, Vol 18, No, 1, feb 1, 1998, 123-
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6. SMITH, Kari, TILLEMA Harm. Long-term influences of portfolios on professional
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7. MACRIS, Daphne y PAPPATHEODOROUS, Dionisia. El portafolio del maestro:
herramienta para la profesionalizacin de la labor docente. Ponencia presentada en el IV
Congreso Estatal de Investigacin Educativa, Culiacn, Sinaloa, Mxico, 2001.
8. SELDIN, Peter. The teaching portfolio: A practical guide to improve performance and
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10. Ibd., p. 3.
11. Ibd., p. 1.
12. BULLIS, Kevin, W. Developing a professional portfolio. Madison: University of
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13. GOODSON, Ivor. Studying teachers' lives: an emergent field of inquiry. En Ivor
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14. BROOKFIELD, Stephen D. Becoming a critically reflective teacher. San Francisco:
Jossey-Bass, 1995, p. 27. ISBN 0-7879-031-8.
15. FREIRE, Paulo. Cartas a quien pretende ensear. Mxico: Siglo XXI, 1997, 3. ed , p.
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16. Ibd., p. 45.
17. Ibd., p. 45.
18. FREIRE, Paulo. La educacin en la ciudad. Mxico: Siglo XXI, 1997, p. 92, ISBN: 968-
23-2102-6.
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19. SCHN, Donald. La formacin de profesionales reflexivos. Barcelona: Paids, 1992,
p. 130. ISBN: 84-7509-730-8.
20. NODDINGS, Nel. Philosophy of education. Boulder, CO: Westview Press, 1995, p. 46.
ISBN: 0-8133-8429-X.
21. FREIRE, Paulo. Pedagoga del oprimido. Mxico: 1998, 25 ed. Siglo XXI, p. 90 ISBN:
968-23-0236-6.
22. Ibd., p. 100.
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LEER, ESCRIBIR Y EXPONER PARA REPRODUCIR O PRODUCIR CONOCIMIENTOS (1)
Santiago Gonzlez Orozco Facultad de Ciencias de la Educacin
Universidad del Tolima
En este ensayo se sugieren caractersticas de las previas tradicionales y de los Trabajos
de Grado que los hagan lo suficientemente distintos como para que no siempre las
previas sean el nico y mejor ejercicio de escritura que sirva de preparacin para escribir
un Trabajo de Grado. Aunque el nfasis se hace en la escritura, no se desconoce el papel
de otros elementos que son comunes a estos dos objetos, por ejemplo, la presencia de la
pregunta: en el caso de las previas las preguntas son dadas al alumno; en el caso de un
Trabajo de Grado hay que plantearlas y resolverlas con ayuda del director. Tampoco
parece que las previas sean la mejor manera de aprender a hacer preguntas.
1. Vamos a suponer que exponer un documento es consecuencia y es inseparable de
otras dos actividades: leer y escribir sobre tal documento. As, en nuestro caso, decir
"exponer", tambin es decir " leer y escribir". Para precisar un poco la manera como se
relacionan los elementos de esta terna, digamos, por ejemplo, que para hacer ms
completa la comprensin de lo que se lee, hay que escribir y exponer sobre lo ledo, y
para perfeccionar un texto escrito no slo vale la pena releerlo sino exponerlo.
2. Exponer puede obedecer a distintas finalidades y en cada caso se establecen distintas
relaciones con el leer y el escribir. Distinguiremos leer, escribir y exponer para presentar
una previa, para la formacin profesional (en nuestro caso, para la formacin de
Licenciados en Matemticas), para elaborar un Trabajo de Grado y para preparar o
realizar un Proyecto de Investigacin.
Veamos una caracterstica de leer, escribir y exponer asociadas a cada uno de los
anteriores propsitos.
2.1. Presentar una previa.
a. Tiempo de preparacin. Con una o dos trasnochadas bastar para que quede
preparada. Se suele suponer una proporcin directa como la siguiente: a mayor
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trasnocho, mayor nota. Si la evaluacin no es aprobada, se le dificultar entender al
estudiante que pueda ser posible que despus de "tanto esfuerzo" (ms de
memorizacin que de comprensin), se obtenga un resultado tan lamentable.
b. Memoria de corto plazo. Lo aprendido o memorizado se puede olvidar dos o tres das
despus de la previa. En la siguiente evaluacin, que generalmente poco o nada tiene
que ver con la anterior, se aprender o memorizar lo pertinente para ella; se vuelve a
olvidar y se repite el ciclo.
c. Entender y memorizar. No se es consciente de que hay que entender lo que se
expone (o de que, incluso una previa o una exposicin no son nicamente ejercicios
de memorizacin sino que tambin pueden serlo de comprensin de un tema; que
memorizar es un apoyo, sobre todo, para la comprensin). Se considera que bastar
memorizar para luego repetir lo ledo, en la previa o en la exposicin. No interesar
que el auditorio entienda, bastar que el profesor no ponga muchos reparos a lo
expuesto o a lo escrito en la previa.
d. Auditorio. El auditorio es el profesor, es decir, se expone al profesor, no al curso.
e. Escribir para entender y entender para escribir. La previa (o la exposicin) no es otro
medio para entender ms o mejor el tema que se evala (En el caso de las previas o
de las exposiciones para calificar, la actividad de escritura se podr reducir a subrayar
o resaltar en el documento o a transcribir lo que hay que recordar. No es usual, por
ejemplo, plantear preguntas al texto, proponer respuestas propias, sentar el propio
punto de vista con respecto a una idea central o interpretacin del autor, relacionar lo
ledo con inquietudes o problemas previos que se buscan entender,...).
2.2. Formacin como Licenciados en Matemticas. Una exposicin brinda la oportunidad
a los alumnos para simular que son profesores, es decir, es una oportunidad para hacer
cosas que a uno le gustara o debe hacer como profesor. Durante este ejercicio de
simulacin un alumno puede practicar y perfeccionar habilidades (2) de cualquier profesor
como:
a. Presencia y aprendizaje. Saber quien asisti a clase y quien no sin necesidad de
llamar a lista. Esta habilidad no slo permite ganar tiempo cuando en un curso hay
entre 20-50 alumnos sino tambin, por ejemplo, recordarle a los presentes de todo lo
que se pierden cuando no asisten a clase.
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b. Aprender en la diversidad. Mantener el "control del grupo", es decir, dentro de las
limitaciones del tiempo de cada clase, dar la oportunidad a varios puntos de vista y
buscar elaborar uno mejor que los dems.
c. Preguntar para aprender. Hacer y hacerse preguntas para saber qu y cmo se
entiende lo que se lee, escribe o expone.
d. Ambiente agradable de estudio. Por ejemplo, hacer la letra en el tablero a un tamao
apropiado para que el auditorio la pueda leer; hablar en un tono adecuado para ser
escuchado por todos,...
e. El curso como auditorio. Exponer a todo el saln y no solamente al profesor.
f. Estudiar la disciplina. Entender, al nivel propio, lo que se expone.
g. Centrar la atencin del auditorio. Por ejemplo, recordar al auditorio elementos
centrales de la sesin anterior al continuar con la exposicin.
h. Honradez intelectual. Decir quin es el autor, ttulo del documento y hacer una
presentacin general y rpida del material que se expone. Si se va a ocupar
solamente de una parte del material, si lo va a exponer en un orden distinto al del
autor,..., entonces advierte al auditorio del sesgo personal que le va a dar a la
exposicin.
i. Entrar y salir de un mbito. Preparar y presentar ejemplos, no-ejemplos y
contraejemplos, si es posible, de su propia cosecha.
j. Leer, escribir y exponer para entender. Exponer no solamente para hacer saber al
auditorio qu y cmo entendi uno mismo y para a ayudar a otros a entender sino
tambin para entender an ms el tema que se expone (Por ejemplo, el auditorio
puede proponer preguntas y respuestas que al expositor no se le ocurrieron durante la
preparacin o la exposicin).
2.3. Para realizar un Trabajo de Grado (o un Proyecto de Investigacin). Como un Trabajo
de Grado consta de Problemas y Objetivos, Marco terico, Marco metodolgico,
Proyeccin y Conclusin, Bibliografa y Anexos, entonces al exponer, leer y escribir sobre
un documento se aspira, por ejemplo, a:
a. Buscar problemas y objetivos que puedan servir para el Trabajo.
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b. Identificar y definir nociones que al hacer parte del marco terico, puedan servir para
estudiar uno o varios de los problemas propuestos.
c. Bosquejar muestras, instrumentos, categoras y unidades de anlisis para obtener,
organizar e interpretar la informacin necesaria para uno o varios de los problemas
propuestos.
d. Elaborar una bibliografa bsica y complementaria adecuada a uno o varios de los
problemas propuestos.
e. El autor de este ensayo no slo fue formado con el tipo de previas de las que aqu se
describen algunas caractersticas, sino que durante su vida docente las ha utilizado en
la formacin de sus alumnos; pero ahora ha convertido este viejo y popular
instrumento de evaluacin en objeto de estudio, no slo para intentar reconocer
limitaciones y facetas positivas de l, sino tambin para explorar consecuencias que
podra tener, por ejemplo, en la formacin de profesores de Matemticas y de
Investigadores en Educacin Matemtica.
A continuacin se volver sobre funciones tradicionales de las previas, se mencionarn
otros propsitos y se concluir con posibles maneras como incidiran en el significado de
nociones capitales para cualquier profesional de la educacin.
3.1. Usualmente una previa le permite al profesor saber algo sobre cuestiones como las
siguientes:
a. Qu tanto los alumnos han conseguido repetir lo que l ha dicho o escrito en el tablero
o que est escrito en el texto gua.
b. Qu tanta atencin prestaron los alumnos mientras el profesor haca sus
exposiciones.
c. Si alumnos toman apuntes y los revisan antes de las previas.
d. Si resolvieron la gua de ejercicios que sirve de orientacin para la previa.
Pero, sin que profesor ni alumno nos demos cuenta, tambin sirve para ensearle al
alumno que quien hace las preguntas es el profesor y no el alumno; que un alumno
generalmente da repuestas, no hace preguntas (3).
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3.2. Adems de decidir, entre otras cosas, si un alumno aprueba o no un curso, una
previa tambin puede servir para saber acerca del alumno:
a. Cmo est estudiando el objeto que trata de entender, por ejemplo, qu preguntas le
est haciendo?
b. Qu ha entendido del objeto que se estudia, por ejemplo, cmo lo est definiendo
(qu caractersticas bsicas mnimas esta reconociendo); en qu situaciones
cotidianas lo reconoce; con cules objetos ya estudiados lo relaciona, lo considera un
caso particular o ms general; qu conjeturas puede elaborar; que ejemplos y contra
ejemplos puede proponer;...?
c. En este momento, qu tipo de problemas relacionados con el objeto est en
condiciones de plantear y resolver?
d. Cules son en este momento los errores y dificultades ms frecuentes? Detrs de
ellos hay algn obstculo (epistemlogico y/o didctico)?
e. Qu teoremas puede entender, demostrar?
f. Qu puede escribir, leer y exponer sobre el objeto?
g. Puede organizar una red de ideas acerca de lo que trata la disciplina, que estudia
(por ejemplo, cuales son sus principales objetos, resultados, conjeturas, teoremas,
mtodos, autores y por qu no, un mnimo bsico de informacin histrica y
filosfica)?
3.3. Entender una previa como uno de los momentos en los que, mediante la escritura los
alumnos y el profesor se pregunta:
QU S acerca de este objeto? (ver las preguntas en 3.2)
CMO lo estoy estudiando?(Por ejemplo, qu leo, qu escribo, qu expongo, qu
pregunto, qu errores cometo, qu conjeturo, qu demuestro,...?)
POR QU lo estoy estudiando? (Por ejemplo, para conseguir una buena nota, una
comprensin propia?) (4)
Tambin requerira otra manera de entender, por ejemplo,
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La clase: momento para aprender y perfeccionar, generalmente hablando, escribiendo, manipulando y jugando, distintos estilos de estudio de un objeto;
El profesor: persona que por formacin, experiencia y responsabilidad busca, dentro y fuera del aula de clase, su propio estilo de estudio y no slo lidera el aprendizaje y la
confrontacin con, al menos, el autor de un texto gua, sino tambin y sobre todo, con y
entre sus alumnos;
El saln de clase: lugar de confrontacin y aprendizaje de los mejores estilos de estudio de un objeto.
El alumno: persona que aprende, dentro y fuera del aula de clase, los mejores estilos de estudio de los objetos disciplinares, pedaggicos y ticos necesarios para su formacin
profesional y ciudadana.
La presencia de alguien "de afuera" dentro del saln (no slo como un experto, tambin
como memoria o historia de estilos de estudio de un objeto), puede ser de gran ayuda en
el aula, por ejemplo, es posible que un curso de un semestre se dedique a entender el
estilo de estudio del autor de un libro pero, consciente y premeditadamente, se puede
desarrollar de tal manera que este ejercicio de reproduccin de conocimiento contribuya a que el auditorio aprenda a producir y perfeccionar su propio estilo de estudio
de un objeto.
Pero, es posible establecer una relacin con un tercero, distinto al profesor y los alumnos,
que los conduzca, sin saberlo el profesor, a una trampa fcil de caer pero difcil de salir:
vivir la ilusin que se est aprendiendo, que como se hace es la nica y la mejor manera
y, adems, que se est haciendo muy bien.
Para escapar de esta "trampa simblica" o para reconocer que se est en ella, hay que
tomar conciencia de que, por ejemplo, una Carrera profesional no puede reducirse
exclusivamente a estudiar una serie de temas tratados por autores (eminentes, clsicos o
de actualidad), sin que alumnos y profesores no lleguen a darse cuenta de que estn
tratando distintos estilos de estudio de un objeto, sin saber en qu y cmo se distinguen el
uno del otro y terminando su carrera sin tener su propio estilo de estudio de objetos
especficos de su carrera y, adems, por la manera como se estudiaron, sin poder dar
cuenta del estilo de estudio de los autores explorados en cada semestre.
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Escoger un autor es elegir, entre muchos, un "estilo de estudio" de un objeto.
En un aula de clase debera existir inicial, consciente y provisionalmente, como
mnimo, una confrontacin entre el estilo de estudio del profesor y el del autor de un
texto gua; poco a poco, se buscar que vayan terciando, no tanto otros autores sino,
sobre todo, cada alumno con el nivel en que se encuentre su propio estilo de estudio
(podrn irrumpir otros autores; ojal que la presencia de ellos obedezca a que los
alumnos o el profesor tratan de entenderlos pero como un ejercicio intelectual para
forjarse sus propios estilos de un objeto).
3.4. La previas como presencia de un tipo de escritura en el estudio de un objeto, no slo
se hace dentro del aula de clase, hay poca oportunidad para la creatividad y est sujeta a tiempos mnimos y estrictos sino que, generalmente, las preguntas no las hace el
alumno y las respuestas, salvo matices, ya las ha dado o sugerido, en clases anteriores,
el profesor o el autor del libro de texto, y adems, hay que entregar el escrito "totalmente
en limpio", es decir, con ideas completas y acabadas. En esta clase de escritos se
enfatiza lo explcito (5): el lector (el profesor) no debe agregar nada importante a lo escrito
por el autor (el alumno); la ausencia de una idea importante es sinnimo de error, falta de
estudio y olvido u omisin imperdonable; cualquier ausencia de este tipo se castiga
disminuyendo la nota de la previa.
Cuando, dentro de sus estilos de estudio, sta es la nica actividad de escritura de los
alumnos o del profesor (o una parecida, incluso fuera del aula), se corre el riesgo de
presentar una imagen inadecuada, por ejemplo, de la escritura, del conocimiento
matemtico y de su aprendizaje, porque dentro de estas restricciones casi no hay derecho
a equivocarse, tampoco hay casi tiempo para corregir, revisar, ensayar caminos nuevos,
para desarrollar una idea ni volver a empezar lo escrito.
Junto a esta modalidad "por fuera del tiempo", (para criaturas sobrehumanas), hay otras
modalidades de escritura "dentro del tiempo" (para criaturas humanas) en las que no slo
se aprende escribiendo y se escribe para aprender, sino que este tipo de escritura se
puede convertir en una actividad intelectual gratificante, adems de presentar otra imagen
de cmo se escribe, cmo se aprende y cmo se hace conocimiento matemtico,
pedaggico y tico.
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En este caso, la escritura se realiza, generalmente, por fuera del aula de clase, el tiempo no se cuenta en minutos sino en meses, el escrito puede incluir preguntas y respuestas
propias, y se puede entregar la profundizacin que logr hacerse de una de las facetas
del objeto. En esta modalidad de escritura se sigue enfatizando lo explcito entre el autor
(el alumno) y el lector (el profesor), pero decidir qu explcitar y qu dejar implcito en un
texto matemtico es algo que, profesor y alumno, saben que se aprende, por esto, cada
escrito no agotar los detalles ni las facetas del objeto sino que ser otro momento ms
en la elaboracin del estilo de estudio del objeto por parte del alumno. Como parte del
aprendizaje, ser inevitable el error (no solo en forma de ausencia de algunas ideas
principales sino tambin como presencia de ideas secundarias o principales que todava
hay que precisar, relacionar de manera distinta o intentar nuevos significados).As, por
ejemplo, en vez de sancin cuantitativa, el escrito se devuelve a su autor y se le ofrece
ms tiempo y oportunidades de confrontacin en clase para que, reescribiendo el material
anterior, revise y mejore su estilo de estudio.
Esta otra relacin con el tiempo, flexible y autnoma, ofrece la oportunidad al escritor
(profesor o alumno) de experimentar, entender y tratar de una manera totalmente distinta,
por ejemplo,
El error: sabe que "es humano equivocarse" y que si se equivoca puede hacer, l mismo, las correcciones que considere pertinentes;
Reversar: puede revisar apartes de lo escrito, de atrs o de adelante, hasta que considere que lo escrito recoge adecuadamente las ideas que el autor quiere expresar;
Ahondar: dentro de los lmites de tiempo, puede profundizar una o ms ideas;
Revisar: puede descartar no slo ideas iniciales sino que puede iniciar nuevas versiones de lo escrito porque al ir escribiendo se va entendiendo de otra manera el objeto de
estudio, y as, las primeras ideas escritas se pueden, de una vez, cambiar por otras que
tengan en cuenta lo nuevo que se acaba de entender;
Estructurar: puede presentar el escrito no como un listado de ideas o inquietudes, no siempre relacionadas entre s, sino como, por ejemplo, un ensayo, un artculo, un folleto o
un libro.
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Las previas, como nica actividad de escritura sobre un objeto, dan la ilusin a
profesores y alumnos que s se est escribiendo y aprendiendo sobre el objeto, y adems,
que s esta aprendiendo a escribir!
4. Conclusin. A pesar de hacer referencia a estudiantes y profesores de Matemticas, se
espera que estas reflexiones acerca de las previas, sobre todo como ejercicios de
escritura y no tanto como instrumentos de evaluacin, sean de inters no slo para
estudiantes y profesores de otras disciplinas, y en particular para quienes se forman y
forman profesores; que tambin contribuyan a entender que un aula de clase es un objeto
social lo suficientemente complejo para que se crea que cambios en cualquiera de sus
componentes se pueden lograr de un momento para otro, por medio de decretos o
modificando el nombre de nociones o tradiciones pedaggicas (6), sin explicitar tanto
significados, propsitos y consecuencias de prcticas ya establecidas de produccin y
reproduccin de conocimientos y creencias como los significados, propsitos y
consecuencias de las nuevas prcticas a realizar.
En este escrito se sugiere que en un aula de clase existen nexos entre modalidades de
escritura como las previas y los trabajos de grado que puede resultar arriesgado pensar
que es posible modificar una modalidad de escritura sin afectar las dems; incluso, no hay
por qu descartar que al incidir en una modalidad de escritura posiblemente tambin se
exigirn cambios, por ejemplo, en modalidades tradicionales de lectura y de exposicin,
no slo de los alumnos sino, sobretodo, de los profesores.
CITAS
1. Para el caso de un Licenciado en Matemticas, suponemos que este conocimiento es
de tres tipos: disciplinar, pedaggico y tico (valores profesionales y ciudadanos). La
Revista Educacin y Pedagoga. No. 28, Medelln. Universidad de Antioquia. Vol., XII,
sep. - dic. 2000, est dedicado al tema tica y pedagoga.
2. Estas habilidades serian de tipo disciplinar, pedaggico y tico.
3. Parece que de tanto hacer previas, primero como alumnos y despus como profesores,
terminamos considerando obvio, indudable e inmodificable, que en una previa nicamente
hay que pedirle al estudiante respuestas y nunca que l proponga preguntas. Si son
pocas las oportunidades que un estudiante tiene para plantear preguntas por escrito, no
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hay por qu extraarnos, posteriormente, de sus dificultades para delimitar un problema
en un Trabajo de Grado.
4. Esta terna de preguntas acerca de un objeto, QU?, CMO?, y POR QU?, la
llamaremos "Estilo de estudio" de un objeto. Esta es una manera de manifestar dentro y
fuera del aula, la terna: disciplina, pedagoga y tica.
5. Vamos a convenir que un escrito, cientfico o no, permite establecer distintos tipos de
relaciones entre el autor y el lector. Cuando el autor le dice casi todo al lector, por
ejemplo, cuando priman las preguntas, respuestas y significados del autor sobre los del
lector, diremos que se establece una relacin explcita entre el autor y el lector; cuando
las ausencias fundamentales del escrito las completa el lector con sus propias preguntas,
respuestas y significados, diremos que el autor establece una relacin implcita con el
lector. Cada tipo de escrito posee no slo cierto equilibrio entre lo implcito y lo explcito
sino que este equilibrio hay que aprenderlo si se quiere que el escrito sea reconocido de
un tipo y no de otro.
6. En cuanto resistencia al cambio y a la introduccin de nuevos instrumentos y tipos de
representacin, basta mencionar, no los medios audiovisuales, la calculadora y el
computador, sino los materiales didcticos y el juego en la enseanza de las Matemticas
en todos los niveles educativos.
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EL CURRCULO Y LA INTELIGENCIA EMOCIONAL
Libia Consuelo Oviedo de Reyes
Graciela Guzmn Osorio Profesoras
Facultad de Ciencias de la Educacin
Universidad del Tolima
La escuela, desde los primeros niveles, ha enfatizado el desarrollo de la razn,
fomentando principalmente las habilidades matemticas y lingsticas y la acumulacin de
informaciones, pero no ha preparado a los estudiantes para manejar y reconocer las
propias emociones y las de los dems, lo cul ha impedido en algunos casos el xito
personal, acadmico, social y profesional.
El nfasis dado por el sistema educativo a los aprendizajes cognitivos, desligados de los
procesos emocionales, ha hecho que, si no se aplican y asimilan, en pocos das
desaparezcan del cerebro. Es que el desarrollo mental y cognitivo depende de las
emociones. No se olvidan aquellos aprendizajes que han dejado huella, que de una forma
u otra han impactado emocionalmente. Adems, la emocin gua el desarrollo social. Por
lo tanto, se hace necesario propiciar de manera simultnea el desenvolvimiento tanto de
la inteligencia racional como la inteligencia emocional.
No se puede aprender cuando no se quiere aprender, ya que las actitudes juegan un
papel importante en el procesamiento de la informacin y la construccin del
conocimiento. En muchas oportunidades se encuentran estudiantes que presentan
dificultades para procesar informacin y construir conocimientos en un campo especfico,
de tal forma que no pueden plantear y solucionar problemas dentro de esa rea del
conocimiento, debido a actitudes intelectuales negativas que bloquean tales procesos. Se
atribuye como una causa de esas dificultades la actitud negativa generada por la falta de
aptitud. Sin embargo, Villarini (1) considera que la falta de capacidad para lograr
determinados aprendizajes, no es causa sino resultado del proceso histrico-social del
estudiante que lo ha llevado a desarrollar unas actitudes que limitan el desenvolvimiento
de aptitudes hacia esas reas del conocimiento.
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Ahora bien, los procesos educativos tradicionalmente se han desarrollado en funcin de
modelos pedaggicos que han respondido a diferentes preguntas: Qu fines se propone
la educacin? Qu contenidos debe manejar? Cmo debe desarrollarlos? Cundo y
cmo evaluarlos? Cul es el tipo de relacin profesor - alumno ms conveniente? Estas
preguntas siempre se han respondido desde lo cognitivo.
Si consideramos lo expuesto por Villarini, tendramos que pensar que las actitudes
condicionan el desarrollo de la aptitud o capacidad para construir informacin y construir
conocimiento. As las cosas, sera importante poder suprimir, modificar o controlar las
actitudes negativas y generar las positivas para lograr una mejor capacidad de asimilacin
por parte de los estudiantes: "orientar la enseanza al desarrollo del pensamiento, es
decir, el desarrollo de la capacidad para procesar informacin y construir conocimiento de
modo reflexivo y crtico requiere, el que, cultivemos en nuestros estudiantes
simultneamente el desarrollo de conceptos, destrezas y actitudes intelectuales" (2).
De acuerdo con lo anteriormente sealado, se hace necesario dar nuevas respuestas a
las mencionadas preguntas, de tal forma que los estudiantes, adems de lograr el manejo
de contenidos disciplinares, logren su desarrollo integral incluyendo su inteligencia
emocional. Hostos (1953), citado por Villarine, "conocemos por medio de nuestras
facultades, y nuestras facultades estn de tan ntimo modo ligadas entre s, que lo que es
conocer para las unas es sentir para las otras y querer para las restantes; y a veces la
voluntad es sentimiento y conocimiento y frecuentemente el sentimiento suple o completa
e ilumina la facultad que conoce y a la que realiza". No se puede aprender cuando no se
quiere aprender. Es necesaria una tensin afectiva en relacin con el ambiente educativo
y con la relacin maestro alumno.
Dado lo anterior, en estos momentos, se hace prioritario estudiar y analizar los currculos
vigentes en todas las instituciones de educacin, de tal forma que se puedan detectar los
procesos pedaggicos que estn favoreciendo o entorpeciendo el desarrollo integral de
los alumnos y por consiguiente su inteligencia emocional.
Por y para eso, esta ponencia consta de tres partes: en la primera se plantea una
definicin del concepto inteligencia emocional, en la segunda se definen currculo y procesos pedaggicos y en la tercera se hace un anlisis sobre la interaccin entre
currculo, procesos pedaggicos e inteligencia emocional.
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1. Qu es la inteligencia emocional?
Antes de entrar a plantear una definicin de inteligencia emocional es necesario recordar
algunas definiciones que le precedieron como son las definiciones sobre inteligencia y
emocin. Veamos:
En 1905, se public la primera escala que meda la inteligencia y que haba sido diseada
por Binet y Simon. Basndose en los resultados de esta prueba Binet desarroll el
concepto de edad mental. Mas adelante, en 1916, Therman hace una revisin de la
escala e introduce el concepto de C.I. para indicar el valor numrico de la inteligencia y
establece la puntuacin de 100 para las personas con inteligencia promedio.
Este concepto de inteligencia como coeficiente intelectual que la define como "la medida
obtenida a partir de la relacin entre edad mental, evaluada por medio de test y la edad
cronolgica" imper por mucho tiempo en la psicologa; mas adelante Gardner, discrimina
diferentes tipos de inteligencia alejndose del concepto de coeficiente intelectual y
considera que no hay una nica y uniforme forma de aprender. La gran mayora de las
personas poseen un gran espectro de inteligencias; cada una tiene caractersticas propias
para aprender y define la inteligencia como "la capacidad para resolver problemas de la
vida, para generar nuevos problemas para resolver y la habilidad para elaborar productos
u ofrecer un servicio que es de un gran valor en un determinado contexto comunitario o
cultural" (3). Las identifica como: inteligencia lingstica, inteligencia visual y espacial,
inteligencia natural, inteligencia lgica y matemtica, inteligencia kinestsica, inteligencia
musical, inteligencia intrapersonal e inteligencia interpersonal.
Por su parte, las emociones son resultado de muchos procesos simultneos, todos los
cules influyen en las emociones que se exteriorizan. Al ir creciendo el nmero de
estmulos capaces de desencadenarlas, tambin aumenta la gama de emociones que se
pueden expresar. Gran parte de esto ocurre simplemente porque la capacidad de
conectar las experiencias va aumentando a la par que el individuo va logrando su
desarrollo. En la medida en que el pensamiento precede a determinada respuesta
emocional, la capacidad de la persona para expresarla se vincula al desarrollo de sus
capacidades cognoscitivas. Sin embargo, algunas emociones van a depender de
intrincadas representaciones mentales de las relaciones del sujeto con el ambiente social.
Por su parte podemos definir la emocin como "un estado complejo del organismo,
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generalmente caracterizado por un elevado estado de alerta y sentimiento personal" (4).
Otros la definen como "Un estado animado del organismo marcado por muchos cambios
fisiolgicos" (5); tambin se la puede definir como "Una sensacin compleja,
psicosomtica, de sentirse involucrado o afectado en una situacin por un algo indefinido
en trminos de atraccin o repulsin".
A partir de las definiciones anteriores de inteligencia y emocin, algunos autores
empezaron a hablar de inteligencia emocional; Salovey y Mayer en 1990 (6) fueron los
primeros en definirla como "un subconjunto de la inteligencia social que comprende la
capacidad de controlar sentimientos y emociones propias, as como los sentimientos y
emociones de los dems; de discriminar entre ellos y utilizar esta informacin para guiar
nuestros pensamientos y nuestras emociones". A su vez Goleman dice que "es la
capacidad de reconocer y manejar nuestras propias emociones y sentimientos, y las de
los dems, orientndolas para guiar nuestro pensamiento, conocimiento y acciones hacia
el logro de objetivos" (7).
Est compuesta por cinco aptitudes bsicas: el conocimiento de s mismo, la
autorregulacin, la motivacin, la empata y las habilidades sociales y tres tipos de
habilidades, cada una de las cuales cumple funciones muy especficas: emocionales,
cognoscitivas y conductuales. Miguel de Zubira (8) dice que "la inteligencia emocional es
la posibilidad de comprehender, conocer, amar y compartir el mundo de la subjetividad o
sea el mundo de las obras de los seres humanos es decir sus pensamientos, sus ideas,
sus lenguajes".
En Colombia, el Instituto Merani ha sido pionero en las investigaciones sobre inteligencia
emocional.
2. QU SON LOS PROCESOS CURRICULARES Y PEDAGGICOS?
Uno de los problemas a los que se han visto enfrentados los pedagogos en los diferentes
momentos es establecer la proporcin que les corresponde a las ciencias "duras" en la
organizacin curricular y la que le corresponde a las ciencias "blandas" (valores,
sentimientos, emociones). Hoy estamos de acuerdo en que se hace necesario un sano
equilibrio en la distribucin del currculo en el que se supere la dicotoma razn y emocin,
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para llegar as a la formacin de un individuo armnico que pueda contribuir al desarrollo
de una sociedad ms justa y equitativa.
La posibilidad que ha dado la Ley General de Educacin para que la escuela se piense a
s misma, se contextualice e identifique sus propias necesidades y problemas, est
permitiendo la construccin de currculos acordes tanto con la cultura universal como con
la cultura local. Slo que al estar la escuela fuertemente influida por tendencias
tradicionales y conductistas, se sigue dando nfasis al rendimiento acadmico y al
desarrollo de capacidades instrumentales. El tema de los valores, el desarrollo de
habilidades interpersonales, el desarrollo afectivo, siguen siendo pasados por alto y los
programas curriculares continan centrados en la transmisin de informacin. Reconocer
que el conocimiento bsico va ms all del pensamiento lgico, la lectoescritura y el
acercamiento a la tecnologa, es el primer paso para impregnar el currculo de inteligencia
emocional. De acuerdo con Pedro Galvis Leal, "capacidades como la percepcin social,
tener confianza en s mismo, saber hacer amigos, tomar decisiones y, en trminos de la
tica aristotlica, ser feliz, son talentos que una educacin alternativa puede desarrollar"
(9).
De esta forma, hacemos evidente lo que antes era el "reino del currculo oculto" nada
mejor que las claves para el desarrollo humano para que docentes, padres, y alumnos
"asuman la tarea que les corresponde en la formacin de una sociedad ms justa desde
la escuela y la familia" (10).
Ubicado el joven o el nio con sus mltiples inteligencias, en contextos tan dismiles como
los que pueden ubicarse en los distintas regiones de nuestro pas, resultan intiles e
inoperantes los currculos nicos, e inflexibles. Por ello, es necesario llegar a la
construccin de currculos ms contextualizados en los que sea posible una mayor
coherencia entre el currculo y el currculo en la accin. Se hace necesario un sano
equilibrio en la distribucin del currculo en el que se supere la dicotoma razn y emocin
para llegar as a la formacin de un individuo armnico que pueda contribuir al desarrollo
de una sociedad ms justa y equitativa.
Como elemento fundamental dentro del currculo estn los procesos pedaggicos. El
Ministerio de Educacin Nacional los define "como las diferentes acciones que la escuela,
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los maestros, los estudiantes y la comunidad realizan para construir el conocimiento,
relacionarse entre s y avanzar hacia el desarrollo integral" (11).
A travs de ellos los estudiantes comprenden que el conocimiento es una construccin
permanente y no una verdad acabada; deben aprender a ser sujetos autnomos,
dinmicos, creativos, crticos y comprometidos con la comprensin y la transformacin de
la realidad, aspectos relacionados ntimamente con las aptitudes bsicas de la inteligencia
emocional.
Estos procesos deben permitir tambin que los estudiantes pongan en prctica los
conocimientos y valores en su vida cotidiana y que construyan cada da mejores formas
de convivir y de defender los principios de la democracia.
3. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LOS PROCESOS PEDAGGICOS Y CURRICULARES
Como lo revelan estudios acerca de la calidad de la educacin en Colombia, la escuela ha
estado ms preocupada por los logros acadmicos que por el desarrollo integral de los
educandos, lo cual involucra el desarrollo social, moral, tico y esttico de los nuevos
ciudadanos del mundo. Sin embargo, Laurence Shapiro (12) considera que no debera ser
as ya que es mucho lo que se puede hacer por desarrollar la inteligencia emocional de
los estudiantes ya que dicha inteligencia est ms abierta a la influencia de los padres, la
escuela y la sociedad en general.
El gran reto de la escuela hoy, y su nueva forma de educar, es respetar las diferencias de
sus educandos y reconocer que cada ser humano tiene habilidades distintas; por lo tanto,
hay que construir escuelas que piensen en habilidades diferentes a las de leer y escribir;
escuelas que le den respuestas reales a las necesidades de los estudiantes y que
respeten las diferencias.
Tambin es necesario que la institucin educativa se interese en la solucin de
problemas. La vida en sociedad implica capacidad para solucionar los problemas que se
dan en la convivencia por eso se plantea actualmente una pedagoga emocional
preocupada por los valores y la convivencia. Es importante rescatar los rituales a travs
de los cuales se enseaba anteriormente; por ejemplo, es necesario ensear que
cualquier objetivo se logra trabajando con esfuerzo y paso a paso, lo cual implica
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constancia, perseverancia, paciencia; y que cada da se deben realizar ciertas actividades
y se deben respetar los espacios y los momentos que se han asignado para ello.
La inteligencia emocional "slo se podr desarrollar en un buen ambiente emocional del
aula de clase, porque este es determinante en la generacin de los comportamientos de
los alumnos. As, una situacin fra, autocrtica y dominada por el maestro, generar
comportamientos similares en los estudiantes" (13).
Anderson (14), considera que la mayor responsabilidad es del maestro en la creacin del
ambiente emocional del aula, pues con sus actitudes puede lograr una mayor
participacin o desmotivacin hacia el proceso de aprendizaje, as como una empata o
rechazo hacia el maestro mismo.
Snchez Hidalgo (15), al respecto dice que la disciplina en el aula es el producto de las
relaciones humanas existentes: el ambiente amistosos estimula la confianza y la
espontaneidad; el alumno que se siente respetado, desarrolla su individualidad y participa
voluntariamente en las actividades grupales; por el contrario, un ambiente donde imperan
la amenaza y el miedo, elimina el desarrollo social y favorece la aparicin de actitudes
dependientes por parte de los alumnos. El verdadero maestro delega parte de su
autoridad en los alumnos y estimula la iniciativa de ellos, acepta tambin que los
estudiantes por bien orientados que estn a veces incurren en conductas indeseables.
Respecto a la influencia del docente en la formacin de los estados emocionales de los
alumnos, Corman (16) asegura que segn predominen las actividades negativas o
positivas en la personalidad del maestro, esas mismas actitudes se desarrollan en los
alumnos. Los educadores negativos, ven el mal en todas las cosas y se esfuerzan por
coartar y presionar a los alumnos. Por el contrario, los educadores positivos, facilitan el
desenvolvimiento de fuerzas vitales en los estudiantes, los ayudan a crear una
personalidad vigorosa. Ponen siempre imgenes de vida positiva. Cuando el estudiante
siente temor ante una situacin o tiene duda de sus propias capacidades, con su
comportamiento, buscan darle confianza. Permanentemente crean en el aula un ambiente
de seguridad psicolgica a travs de las actitudes.
Rogers (17) considera que existen tres cualidades en los maestros que son
fundamentales en la creacin de un ambiente emocional en el aula, y son:
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Autenticidad en la relacin profesor-alumno, el profesor tiene conciencia de sus
experiencias, es capaz de vivirlas y comunicarlas; va al encuentro del alumno de una
manera directa y personal estableciendo una relacin persona a persona.
Aprecio por su estudiante, aceptarlo y tenerle confianza. Significa que se debe valorar
al estudiante como persona que posee una serie de capacidades, sentimientos y
pensamientos; adems debe creer en su deseo de progreso.
Comprensin emptica, esto es, ponerse en el lugar del otro, tratar de ver el mundo
desde el punto de vista del alumno.
La influencia de estas tres actitudes en el aula de clase ha sido probada con una serie de
investigaciones. Tausch (18) demostr que la personalidad del maestro es fundamental
en el desarrollo y progreso de los alumnos. Encontr que muchos maestros que tenan
conocimientos cientficos acerca de cmo tratar a sus estudiantes, no podan poner en
prctica dichas enseanzas, pues su personalidad se lo impeda; as por ejemplo, a pesar
de saber que la enseanza en pequeos grupos es mejor que la frontal, no la utilizan
porque hay algo dentro de ellos que se lo impide; otros, a pesar de conocer la importancia
de adecuar el lenguaje al tipo de auditorio, continan usando un lenguaje demasiado
sofisticado y elevado para las caractersticas cognoscitivas de sus alumnos.
Tausch, trabaj con las siguientes actitudes:
Escuchar comprensivamente la realidad anmica del alumno por parte del maestro;
esto implica que se preocupa por escuchar con sensibilidad y se pregunta: Qu
significa esta experiencia para ellos? Qu significa su lenguaje no verbal? De esta
manera se mete en la piel del alumno y sabe lo que l quiere decir, as tenga
dificultades para expresarlo.
Preocupacin respetuosa del maestro por el alumno, en la medida en que el maestro
se respeta a s mismo, est en capacidad de respetar a sus estudiantes. Los
considera personas con los mismos derechos y la misma dignidad? Los trata de la
misma manera que deseara ser tratado por ellos? Los dirige? Se siente como
experto? o Los ayuda a que aprendan a decidir por s mismos? Les da cercana y
calor humano?
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Naturalidad del maestro, ser natural est en relacin directa con la autoestimacin y la
seguridad interior. Si se libera al maestro de sus apariencias, de su rol, ya no se
esconde detrs de la fachada: se atreve a darse tal como es.
Los resultados de las investigaciones mostraron que los alumnos que tenan maestros
que posean esas tres caractersticas obtuvieron mejores resultados en matemticas y
lengua materna, mostraron mayor creatividad, faltaron menos a clase, causaron menos
problemas disciplinarios, modificaron positivamente su imagen, se hallaron ms
satisfechos con su cuerpo, fueron ms autnomos e independientes, tuvieron mejor
relacin con sus maestros, e hicieron ms preguntas.
En el aula de clase se pudo comprobar que el maestro aceptaba la confrontacin, tan
necesaria para el buen desenvolvimiento del proceso de aprendizaje, no buscaba cambiar
a sus estudiantes, sino ayudarlos a crecer como personas, facilitaba el desarrollo
cognoscitivo y utilizaba una expresin lingstica ms comprensible.
Los efectos positivos se irradian tambin fuera del aula, ya que facilita la comunicacin
con los padres de familia, quienes deben ser parte activa del proceso; fomenta el
intercambio de alumnos, desarrollando en ellos la cooperacin y la ayuda mutua; tambin
ensea la mejor forma de manejar y racionalizar las actividades durante el tiempo libre.
Segn Leo Buscaglia (19), todo docente debera ser como un puente que se tiende de
una orilla a otra de un ro para que sus alumnos puedan cruzarlo; el puente tiene como
finalidad aproximar las dos orillas de un ro, en la misma forma el maestro con sus
actitudes debe convertirse en un puente para que sus estudiantes puedan acercarse al
conocimiento de s mismos, de su mundo y de la verdad.
La teora psicoanaltica tambin plantea que la falta de xito en los aprendizajes se puede
deber, adems de las causas imputables a las formas de organizar los sistemas de
enseanza, al estado emocional del alumno, que puede agravarse o minimizarse por el
tratamiento escolar recibido. Para el psicoanlisis, la comprensin como proceso
fundamental para el logro del aprendizaje aumenta si el individuo puede llegar a discernir
los propios procesos inconscientes, trabajando para ello de manera adecuada. Esto
significa un logro para la parte intelectual. En este sentido, tener en cuenta los
conocimientos previos (preconceptos) creados en la vida cotidiana del alumnado con una
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carga considerable de afectividad facilita la correccin de los errores conceptuales y
favorece la comprensin. Esta teora estudia por qu se produce el olvido y lo considera
resultado de la represin, lo que explica, junto con las formas de ensear, la tendencia del
alumnado a olvidar lo que se le ha enseado en el curso anterior
Otro aspecto importante que debe rescatar una educacin que desee desarrollar la
inteligencia emocional es el de los procesos de participacin de la comunidad educativa.
El maestro tiene dos formas de encarar el desarrollo de los procesos pedaggicos. Una
es decidiendo de acuerdo a su criterio sobre aquellos aspectos que seran ms
convenientes para el desarrollo integral de sus alumnos y otra sera que en un dilogo
permanente con la comunidad organice las acciones pedaggicas teniendo como norte
las necesidades del entorno. Esta segunda forma garantiza que la educacin de
respuesta real a las necesidades de la comunidad.
Dentro de los procesos de participacin tambin es importante la forma como se
solucionan los conflictos en la institucin, porque esto permite que los alumnos vayan
logrando habilidades sociales en el manejo del conflicto, lo cual forma parte de la
inteligencia emocional. En la escuela como una microsociedad en la que estn presentes
todas las relaciones sociales se presentan conflictos que pueden ser solucionados
directamente por el maestro o ser discutidos y analizados por los implicados en los
mismos. Cuando los docentes propician las actitudes de participacin, el ambiente del
aula de clase es una buena muestra de dichos procesos, ya que los estudiantes tienen la
posibilidad de poner en juego sus conocimientos, de discutir, argumentar, de construir
cooperativamente el conocimiento y sto va ayudando a que ell@s logren un mejor
conocimiento de s mism@s, una mejor autorregulacin, una mayor motivacin y una
buena empata. Todas, aptitudes bsicas de la inteligencia emocional.
Por consiguiente, un proceso pedaggico y un currculo con perspectiva emocional debe
tener en cuenta entre otros los siguientes aspectos:
Involucrar las emociones en el proceso de enseanza-aprendizaje, porque es
necesario corporizar la informacin. Es importante hacer una sensibilizacin frente a la
nueva informacin y que el aprendz se conmueva ante ella; pero desafortunadamente
cuando el estudiante se inquieta la "disciplina escolar" pretende aquietarlo para que
pueda aprender, olvidando que cada persona tiene su propio estilo cognitivo y que
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puede aprender escribiendo, tocando, oyendo, viendo o integrando las diferentes
sensaciones. Estas condiciones permiten que el estudiante establezca una relacin
afectiva con el conocimiento lo que favorece su aprendizaje significativo. En muchas
ocasiones esta relacin afectiva con el conocimiento se ha realizado en forma
negativa. Tambin es necesario que se salga definitivamente de la fragmentacin,
pensando qu es lo que los alumnos deben aprender y cmo se deben estructurar los aprendizajes para lograr excelentes resultados. Susan Kovalik (20) dise un modelo
que integra los avances de la neurociencia en el p