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129 Las sucesiones climáticas del Paleolítico final en el País Vasco. Ensayo de correlación (Successive climatic changes at the end of the palaeolithic period in the Basque Country. Correlation essay) Furundarena, José; Jiménez, José Manuel Eusko Ikaskuntza Mª Díaz de Haro, 11 -1º 48013 Bilbao Ante la dificultad existente para la creación de una cronoestratigrafía climática aplicable a las culturas paleolíticas, ya sea por la difícil correlación entre los diferentes indicadores o bien por la falta de cuantificación de las variaciones climáticas, hacemos una propuesta cuantitativa basada en el método corregido del paleontólogo H. Hokr. El método parte de cinco parámetros climáticos básicos de habitabilidad de las especies de mamíferos actuales y que posteriormente serán aplicados a las faunas recogidas en los registros arqueológicos. Palabras Clave: Reconstrucción climática. Paleoclima. Cronoestratigrafía. Correlación. Fauna. Hokr. Paleolítico Superior. País Vasco. Kultura paleolitikoetako klimaren kronoestratigrafia sortzeko zailtasunaren aurrean, dela adierazleen arteko korrelazio zailaga- tik dela aldaketa klimatikoen kuantifikaziorik ezagatik, proposamen kuantitatibo bat egiten dugu hemen, H. Hokr paleontologoaren metodo zuzenduan oinarriturik. Egungo ugaztun espezien bost bizigarritasun parametro klimatiko oinarrizkoetatik abiatzen da meto- doa; gero, parametro horiek erregistro arkeologikoetan bilduriko faunari aplikatuko zaizkio. Giltza-Hitzak: Klima berritzea. Paleoklima. Kronoestratigrafia. Korrelazioa. Fauna. Hokr. Goi Paleolitoa. Euskal Herria. Face à la difficulté de créer une chrono-stratigraphie climatique pour les cultures paléolithiques, que ce soit à cause de la dif- ficile corrélation entre les différents indicateurs ou bien à cause du manque de quantification des variations climatiques, nous fai- sons une proposition quantitative basée sur la méthode corrigée du Paléontologue H. Hokr. La méthode part de cinq paramètres cli- matiques de base d’habitabilité des espèces de mammifères actuels et qui, ensuite, sont appliqués aux faunes recueillies dans les registres archéologiques. Mots Clés: Reconstruction climatique. Paléoclima. Chrono-stratigraphie. Corrélation. Faune. Hokr. Paléolithique Supérieur. Pays Basque. XV Congreso de Estudios Vascos: Euskal zientzia eta kultura, eta sare telematikoak = Ciencia y cultura vasca, y redes telemáticas = Science et culture basque, et réseaux télématiques = Basque science and culture, and telematic networks (15. 2001. Donostia). – Donostia : Eusko Ikaskuntza, 2002. - P . 129-137. - ISBN: 84-8419-949-5.

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Las sucesiones climáticas del Paleolítico finalen el País Vasco. Ensayo de correlación(Successive climatic changes at the end of the palaeolithic period inthe Basque Country. Correlation essay)

Furundarena, José; Jiménez, José Manuel Eusko IkaskuntzaMª Díaz de Haro, 11 -1º48013 Bilbao

Ante la dificultad existente para la creación de una cronoestratigrafía climática aplicable a las culturas paleolíticas, ya sea porla difícil correlación entre los diferentes indicadores o bien por la falta de cuantificación de las variaciones climáticas, hacemos unapropuesta cuantitativa basada en el método corregido del paleontólogo H. Hokr. El método parte de cinco parámetros climáticosbásicos de habitabilidad de las especies de mamíferos actuales y que posteriormente serán aplicados a las faunas recogidas en losregistros arqueológicos.

Palabras Clave: Reconstrucción climática. Paleoclima. Cronoestratigrafía. Correlación. Fauna. Hokr. Paleolítico Superior. PaísVasco.

Kultura paleolitikoetako klimaren kronoestratigrafia sortzeko zailtasunaren aurrean, dela adierazleen arteko korrelazio zailaga-tik dela aldaketa klimatikoen kuantifikaziorik ezagatik, proposamen kuantitatibo bat egiten dugu hemen, H. Hokr paleontologoarenmetodo zuzenduan oinarriturik. Egungo ugaztun espezien bost bizigarritasun parametro klimatiko oinarrizkoetatik abiatzen da meto-doa; gero, parametro horiek erregistro arkeologikoetan bilduriko faunari aplikatuko zaizkio.

Giltza-Hitzak: Klima berritzea. Paleoklima. Kronoestratigrafia. Korrelazioa. Fauna. Hokr. Goi Paleolitoa. Euskal Herria.

Face à la difficulté de créer une chrono-stratigraphie climatique pour les cultures paléolithiques, que ce soit à cause de la dif-ficile corrélation entre les différents indicateurs ou bien à cause du manque de quantification des variations climatiques, nous fai-sons une proposition quantitative basée sur la méthode corrigée du Paléontologue H. Hokr. La méthode part de cinq paramètres cli-matiques de base d’habitabilité des espèces de mammifères actuels et qui, ensuite, sont appliqués aux faunes recueillies dans lesregistres archéologiques.

Mots Clés: Reconstruction climatique. Paléoclima. Chrono-stratigraphie. Corrélation. Faune. Hokr. Paléolithique Supérieur. PaysBasque.

XV Congreso de Estudios Vascos: Euskal zientzia eta kultura, eta sare telematikoak = Ciencia y cultura vasca, y redes telemáticas =Science et culture basque, et réseaux télématiques = Basque science and culture, and telematic networks (15. 2001. Donostia). –Donostia : Eusko Ikaskuntza, 2002. - P. 129-137. - ISBN: 84-8419-949-5.

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1. INTRODUCCIÓN

La creación de una cronoestratigrafía climáticapara las culturas paleolíticas tropieza con seriasdificultades que podrían resumirse en dos grandesbloques.

Por una parte la correlación entre las distintasmuestras que contienen indicadores climáticos,disponiendo cada uno de dichos indicadores de supropio método de análisis. Fundamentalmenteestarían aquí comprendidos los datos referentes ala temperatura global, a partir de isótopos de oxí-geno en los fondos marinos; los polínicos proce-dentes de lagos y turberas terrestres y, por último,los datos geológicos, los faunísticos y también lospolínicos de los yacimientos arqueológicos.

La correlación entre estas secuencias vienedada por su distinto carácter (faunas, polen y sedi-mentos geológicos en tierra; foraminíferos e isóto-pos de oxígeno en los sedimentos marinos) y ensus distintos grados de continuidad sedimentaria.

La atribución a períodos contemporáneos devariaciones mensurables en diferentes muestrasde los citados métodos es muy compleja. Es muyfrecuente la correlación entre el aumento de latemperatura global del planeta, en las muestrasisotópicas, y los picos derivados de los máximosde polen arbóreo procedentes de las turberas ylagos. Nadie pone en duda que un aumento en laconcentración de O18, isótopo pesado del oxígeno,indica un enfriamiento. Sin embargo no es posibledecir lo mismo de un aumento de polen arbóreo,que podría estar indicando un incremento de lahumedad por disminución de la temperatura (unclaro ejemplo de ello lo tendríamos en los bosquesque rodean el área de Moscú con respecto a laestepa ucraniana que es más cálida). En cuanto alos sedimentos arqueológicos, su falta de continui-dad supone un handicap difícil de superar.

El segundo gran problema incide en la faltade datos “cuantitativos” de las variaciones climá-ticas expresadas por los anteriores métodos. Nin-guno de los métodos uti l izados permite lareconstrucción de las condiciones climáticas con-cretas de una región del planeta. El método isotó-pico sólo nos muestra temperaturas globales. Sinembargo dos áreas con diferentes climas puedentener temperaturas medias anuales muy simila-res y los análisis polínicos son en, este sentido,tan poco precisos como los anteriores ya que úni-camente nos ofrecen taxones en el ámbito degénero o familia y variaciones en el tipo de cober-tura vegetal (arbórea, arbustiva o herbácea) paraun área pequeña. Ahora bien, géneros y familiasidénticas pueden tener especies con necesidadesecológicas y climáticas muy diferentes y por otrolado, al estar la cobertura forestal limitada por latemperatura (áreas tundroides y alpinas) y por lahumedad (áreas estépicas y desérticas) resultaríamuy difícil conocer las condiciones reales delclima que originó la vegetación inferida de unacolumna polínica.

Uno de los períodos para los que se tiene másinformación corresponde a la fase final del Tardi-glacial, la tradicional sucesión Bölling – Dryas II –Alleröd. Ésta ha sido muy discutida tanto en loreferente a su presencia mensurable en distintosmarcadores climáticos como a su simple existen-cia. Algunos autores (WOILLARD 1975; JOHNSENet al. 1992; ALLEY et al. 1993) aunque no nieganla existencia de la sucesión en sí misma, conside-ran muy problemática su identificación. Otros (LEH-NAN y KEIGWIN 1992) piensan que Dryas II podríatratarse de un período de enfriamiento dentro deAlleröd, poniendo en duda su carácter de interesta-dio. También los hay para quienes Bölling o Dryas IIsimplemente no existen, tratándose de algunos delos muchos picos fríos del último interestadio delTardiglacial (SANCHEZ GOÑI 1996).

Con el fin de intentar paliar estos defectosintentaremos una correlación cuantitativa de variosyacimientos cantábricos, principalmente del Paísvasco, con niveles arqueológicos correspondientesa dichos períodos.

2. EL MÉTODO DE HOKR CORREGIDO

En 1951 el paleontólogo checo Z. Hokr llevó acabo un intento de cuantificación climática prehis-tórica partiendo de las faunas recogidas en losyacimientos arqueológicos. Su método consiste ensuperponer las áreas de hábitat actuales de losungulados y carnívoros a mapas climáticos. Esta-bleció cuatro rangos climáticos:

– Temperaturas máximas y mínimas anuales.

– Número de días con temperaturas superioresa 10ºC.

– Número de días con temperaturas superioresa 5ºC.

– Precipitaciones anuales totales.

De esta manera para cada especie actual seobtuvieron los datos dentro de los cuales los ani-males podían vivir. Posteriormente tomó los datosde todas las especies presentes en un nivel arque-ológico y les aplicó esos límites máximo y mínimo.

Este método tiene un defecto fundamental yaque no permite, a partir de los datos obtenidos,determinar un clima que delimite un ecosistemaconcreto.

Sin embargo los ecosistemas actuales estánesencialmente definidos por unos márgenes climá-ticos. Estos márgenes serían básicamente:

– Límites máximo y mínimo de la temperaturaen el mes más cálido (por ejemplo en la estepaeurasiática serían 25ºC máx. y 18ºC mín.).

– Temperatura máxima y mínima en el mes másfrío (en el caso de la estepa 0ºC máx. y –25ºC mín.).

Furundarena, José; Jiménez, José Manuel

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– Número de días con temperaturas mediasinferiores a 0ºC, que delimitarían el invierno (en laestepa oscila dicho número entre 240 días y 120).

– Número de días con temperaturas superioresa 10ºC, período sin heladas (entre 200 y 30 díaspara la estepa).

– Precipitaciones anuales totales (entre 600 mmy 250 mm en la estepa).

Nuestro método parte del conocimiento de loslímites climáticos máximos y mínimos para loscinco rangos utilizados y dentro de los cuales pue-den vivir las especies de mamíferos eurasiáticosactualmente, las mismas que aparecen en el regis-tro arqueológico del Tardiglacial.

Si tomamos como ejemplo el lirón gris (Glisglis), éste nunca habita hoy áreas con más de20ºC de media en el mes más cálido y tampoco lohace en aquellos lugares que están por debajo delos 15ºC. Sus límites para el mes más frío son 5ºCy –10ºC. El número de días que vive con tempera-turas superiores a 10ºC es de 300 máximo y de130 mínimo. El número de días con temperaturasinferiores a 0ºC es 130 máximo y mínimo 10. Pue-den vivir en regiones con precipitaciones muyaltas, entorno a los 3000mm anuales, pero nuncacon precipitaciones inferiores a 500mm anuales.Una vez sabido esto, observamos los niveles 3 y 2de la cueva de Erralla (Zestoa, Gipuzkoa) que sonde estructura sedimentaria similar y adscritos cul-turalmente al Magdaleniense superior/final. Sudatación por C14 gira en torno al ±12.310 BP y lasespecies presentes son,

– macromamíferos: Cervus elaphus, Capreoluscapreolus, Rupicapra rupicapra, Capra pyrenaica,Mustela nivalis, Mustela erminea, Lepus europaeus,Lepus timidus

– micromamíferos: Talpa europaea, Sorex ara-neus, Crocidura russula, Neomys fodiens, Glis glis,Clehrionomys glareolus, Pitymis subterraneus, Micro-tus agrestis/arvalis, Microtus oeconomus, Myotismyotis

La combinación de estas especies nos daunos límites climáticos dentro de los que puedenhabitar todas ellas.

Máxima MínimaTemperatura media en elmes más cálido 18ºC 16ºCTemperatura media en elmes más frío -5ºC -5ºCNúmero de días con temp.inferiores a 0ºC 80 80Número de días con temp.superiores a 10ºC 180 150Precipitaciones anuales totales 2.000 500

Con los datos existentes en la actualidad anali-zaremos las faunas de los yacimientos cantábricos

de La Riera (Asturias), Rascaño (Cantabria), Lami-nak II (Bizkaia), Ekain (Gipuzkoa) y Erralla (Gipuz-koa). La razón para ello es la abundancia deespecies, principalmente de micromamíferos, cuyapresencia es menos probable que se haya debidoa acciones antrópicas.

En todo caso debemos hacer una serie de salve-dades. Los datos que se van a manejar son en elmejor de los casos incompletos y en ocasiones inse-guros cronológicamente. No pretendemos mostrarun modelo de la evolución climática del Tardiglacialen el País Vasco sino, más bien, una muestra de lascaracterísticas del método propuesto.

En lo referente a los datos cronoestratigráfi-cos, seguiremos las opiniones de los especialistasen la materia así como las consideraciones másextendidas sobre cronología absoluta y cultural. Asímismo hemos querido contextualizar el País Vascocon otros dos yacimientos de la Región Cantábrica,La Riera y Rascaño.

La Riera

Los niveles 21 a 23 de La Riera son de difícilatribución. Con una datación por C14 de 10.340 BPserían azilienses. El arpón bilateral del nivel 24(Magdaleniense final) datado por C14 en 10.890BP y la fechación de los niveles anteriores en12.620±300 BP, lo sitúan en Dryas II. Los niveles25, 26 y 27 poseen fechas muy complejas,10.630±120 BP, 12.270±400 BP y 14.760±400 BP. Su posición entre el nivel 24, Magdale-niense final, y el 28, Aziliense con un arpón plano,los situarían convencionalmente entre Alleröd yDryas III.

Rascaño

De este yacimiento se ha considerado su nivel 2atribuido por su industria al Magdaleniense superior,fechado por C14 en el 12.896±137 BP y12.282±164 BP, y que a grandes rasgos se sitúa enBölling transición a Dryas II (HOYOS 1994). El nivel1, con material aziliense y fechas de 10.558±140BP y 10.486±90 BP, correspondería a Dryas III.

Laminak II

El nivel II del yacimiento de Laminak II (Berria-tua, Bizkaia) es considerado como Aziliense, conuna fecha en el subnivel 4 entorno 11.700±140 BP(Alleröd) y los subniveles 7 a 9 serían contemporá-neos o ligeramente anteriores (Dryas II). Su nivel Ilecho 2, datado en 10.380±140 BP, a Dryas III.

Ekain

El nivel VI de Ekain (Deba, Gipuzkoa) datado en12.050±190 BP y considerado Magdaleniensesuperior se incluiría en la transición Dryas II –

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Alleröd (DUPRÉ 1988). Mientras que los niveles III,IV y V, con un arpón plano en el III y fecha del nivelIV de 9.460±185 BP, en Dryas III – Preboreal.

Erralla

Los niveles III y II de Erralla (Zestoa, Gipuzkoa)tienen pocos restos arqueológicos, consideradosentre Magdaleniense final – Aziliense, 12.310±130BP, Dryas II o Alleröd.

A partir de aquí podríamos hacer la siguientedivisión:

PREBOREAL Ekain III-IV-V

DRYAS III Rascaño I, Laminak II I (1,2)

ALLERÖD La Riera 25-28, Laminak II II (3,5), Erralla II-III

DRYAS II La Riera 21-24, Laminak II II (7,9), Ekain VI

BÖLLING Rascaño 2

Si con estos elementos realizásemos una inter-sección para los cinco rangos climáticos propues-tos anteriormente el resultado sería:

BÖLLING

R1 20ºC/18ºC R2 -3ºC/-10ºCR3 130 días/80 díasR4 180 días/130 díasR5 2000mm/500mm

DRYAS II

R1 18ºC R2 -10ºC/-13ºCR3 180 díasR4 120 días/100 díasR5 600mm/400mm

ALLERÖD

R1 20ºC/18ºCR2 -5ºCR3 80 díasR4 180 días/150 díasR5 2000mm/500mm

DRYAS III

R1 20ºC/18ºCR2 -5ºC/-10ºCR3 130 días/80 díasR4 180 días/130 díasR5 2000mm/400mm

PREBOREAL

R1 20ºC/18ºCR2 -3ºC/-5ºCR3 90 días/80 díasR4 180 días/150 díasR5 2000mm/500mm

Estos datos nos permiten incluir sus elemen-tos máximos y mínimos dentro de climas actuales

con una salvedad, ninguno de los climas de esteperíodo permitía, para el Cantábrico y por debajode los 400 m de altitud, la existencia de ecosiste-mas forestales ya que todos los diagramas políni-cos recogen un bajísimo nivel de polen arbóreo,siempre inferior al 40% y por lo general más bajo.

Para los datos referidos a Bölling la únicaregión actual sin vegetación forestal que se incluyedentro de estas características es la de Kursk, con20ºC en el mes más cálido, –8ºC en el más frío,con más de cuatro meses con temperaturas infe-riores a 0ºC, 170-160 días con temperaturas supe-riores a 10ºC y entre 550 mm y 530 mm deprecipitaciones anuales, en plena estepa arboladacon Quercus robur, Corylus avellana, Pinus sylvestrisy praderas de gramíneas y ciperáceas, dependien-do sus variaciones del tipo de suelo, proximidad alagua, exposición al sol, entre otras (BERG 1959,GEORGE 1967).

Para Dryas II, las características del área coin-ciden, a excepción de la temperatura en el mesmás frío, con los territorios siberianos del altoAngora, a orillas del lago Baikal en Irkutsk. Allí elinvierno tiene una duración de seis meses, cuatromeses libres de heladas, entre 18ºC y 19ºC en elmes más cálido y 400 mm de precipitacionesanuales totales. Las temperaturas en el mes másfrío en esta área son de –16ºC a –18ºC. La vegeta-ción corresponde a una estepa con pino silvestre.El hecho de que la temperatura en el área cantábri-ca sea como mínimo de –13ºC podría dar respues-ta a la aparición de pequeñas cantidades deQuercus y Corylus, ya que ambas especies puedenvivir en el resto de las condiciones citadas perojamás aparecen en áreas con temperaturas en elmes más frío inferiores a –15ºC (BERG 1959,GEORGE 1967).

En Alleröd las condiciones coincidirían con lasde Zhitomir, en la antigua URSS. Área con unasprecipitaciones anuales de 500-550 mm, 20ºC enel mes más cálido y –5ºC en el más frío, con seismeses libres de heladas y tres meses escasos connieve. Este territorio está situado en el límite entrela estepa arbolada y el bosque mixto de pinos yabetos, con roble, arce, carpe, tilo y fresno, apare-ciendo en cualquier depresión inundada. El hayedo,que no aparece en esta área, está sin embargo amenos de 200 km, en Moldavia y Bielorrusia(BERG 1959, GEORGE 1967).

En Dryas III se repetirían las condiciones deBölling, es decir, una estepa arbolada con especiescaducifolias y coníferas.

Por último, durante el Preboreal sucedería lomismo que en Alleröd, con praderas arboladas apunto de convertirse en bosques caducifolios yabundantes coníferas en aquellos terrenos máspobres o rocosos.

Furundarena, José; Jiménez, José Manuel

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3. LA CORRELACIÓN

Durante mucho tiempo se ha sostenido laimposibilidad de encontrar fluctuaciones climáti-cas en el área cantábrica a partir de los análisispolínicos. Los análisis realizados en cuevas noparecían indicar mas que leves aumentos en elvolumen de polen arbóreo para los momentosmás cálidos. Ninguno era suficiente como parareflejar una variación climática. Los cambios devegetación mostrados por la secuencia de la tur-bera francesa de Grande Pile (Fig. 1) solamenteindicaban un incremento en el polen arbóreo, sig-nificativo en la fase final del Tardiglacial (Neo-Würm) y, tras un leve descenso (Dryas III), el pasoal Holoceno en la secuencia Preboreal-Boreal-Atlántico (WOILLARD 1975). Esta secuencia secorrelacionaba con las secuencias marinas conlas que mostraba una gran similitud gráfica.

Las secuencias marinas y las polínicas, comoGrande Pile o Les Echets, son secuencias de sedi-mentación lenta, que abarcan períodos de tiempomuy amplios, de decenas de miles de años (enGrande Pile unos 125.000 años). Las secuenciasmás cortas, con sedimentación rápida, muestranfluctuaciones que quedan enmascaradas en lasanteriores. De esta forma en las secuencias políni-cas de Grands Pres IIa, en el Alto Saona (en losVosgos), o la belga de Konnerzvenn I (Fig. 2 y 3), sepueden seguir las fluctuaciones claras del polenarbóreo (WOILLARD 1975). De la misma manera enlas secuencias de foraminíferos marinos de losfondos de Troll 3.1 en Noruega y V23–81 en Irlanda(Fig. 4 y 5) se advierte una clara sucesión desdeabajo hacia arriba del foraminífero polar N. pachy-derma. Desde la base le sigue unareducción–calentamiento con fechas de radiocar-bono que en su mayoría coinciden con el Bölling delos yacimientos cantábricos. Tras un pico frío,Dryas II, con dataciones más complejas de seguir,un calentamiento fechado en V23–81 entre11.460±170 BP y 10.770±180 BP, tras él unenfriamiento, Dryas III, fechado entre 11.160±120BP y 10.510±120 BP en Troll 3.1 y entre10.880±90 BP y 9.830±200 BP en V23–81 y vol-ver a calentarse con el comienzo del Holoceno(LEHNAN y KEIGWIN 1992).

Para concluir, los datos deducidos en este estudionos han servido a modo de bosquejo para que,mediante el análisis climático de las faunas según elmétodo de Hokr corregido, podamos aproximarnos asu correlación con datos polínicos y de sedimentosmarinos, así como cuantificar dichas variaciones. Deesta manera creemos que es posible dar un paso ade-lante para el conocimiento de las condiciones climáti-cas en las que tuvieron que desenvolverse laspoblaciones prehistóricas en un momento concreto.

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Figura 1. Diagrama polínico de la turbera de Grande Pile II (WOILLARD 1975).

Furundarena, José; Jiménez, José Manuel

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Figura 2. Diagrama polínico de la turbera de Grands Pres IIa (WOILLARD 1975).

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Figura 3. Diagrama polínico de la turbera de Konnerzvenn I (WOILLARD 1975).

Furundarena, José; Jiménez, José Manuel

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Figura 4. Variaciones del foraminífero N. pachyderma en los sondeos de Troll 3.1 y V23–81 (LEHNAN y KEIGWIN 1992).

Figura 5. Situación de los sondeos de sedimentos marinos de Troll 3.1 y de V23–81 (LEHNAN y KEIGWIN 1992).

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