la rebelion de los brujos - louis pauwells jacques bergier.pdf

8/18/2019 LA REBELION DE LOS BRUJOS - LOUIS PAUWELLS JACQUES BERGIER.pdf

1/807


2/807

LOUIS PAUWELLS

JACQUES BERGIERLA REBELION DELOS BRUJOS


3/807

Prólogo

Nuestra civilización, como todcivilización, es un complot. Numerosadivinidades minúsculas, cuyo poder sólproviene de nuestro consentimiento e

no discutirlas, desvían nuestra miraddel rostro fantástico de la realidad. Ecomplot tiende a ocultarnos que hay otrmundo en el mundo en que vivimos, otro hombre es el hombre que somosHabría que romper el pacto, hacersbárbaro. Y, ante todo, ser realista. E

decir, partir del principio de que lrealidad es desconocida. Sempleásemos libremente loconocimientos de que disponemos; s


4/807

estableciésemos entre éstos relacionenesperadas; si acogiésemos los hecho

sin prejuicios antiguos o modernos; s

nos comportásemos, en fin, entre loproductos del saber con una mentalidanueva, ignorante de los hábitoestablecidos y afanosa de comprenderveríamos a cada instante surgir lfantástico al mismo tiempo que lrealidad.

En el fondo, esta actitud es lpropia de la Ciencia, la cual no esolamente la que la tradicióuniversitaria del siglo XIX

amparándose en el racionalismo, acabpor imponer, sino más bien todo lo qua inteligencia puede escudriñar, tant

fuera como dentro de nosotros mismos


5/807

sin desdeñar lo desacostumbrado, siexcluir lo que parece escapar a lanormas. Es imposible preve

exactamente lo que será el conocimienten tiempos venideros, y si éste no sapoyará en conceptos que ahordesdeñamos y cuya importancia habrádescubierto nuestros descendientes, ascomo su papel oculto en nuestrapersonas y en el Universo al qu

entonces interrogaremos.Las inteligencias son como loparacaídas: sólo funcionan cuando estáabiertos. Nuestro objetivo consiste e

provocar una apertura al máximo, sobrodo para abordar los campos de la

ciencias humanas, donde la conspiracióes más tenaz. Haciéndolo así, no


6/807

encontramos situados en un mundo tamaravilloso, dúctil y extenso, como edel físico, el del astrónomo o el de

matemático. Hay una continuidad. Eestupendo. El hombre, su pasado, sfuturo, todo esto oculta también ucomplejo invisible, habla de infinitocanta la música de las esferas. Los quse ahogan, se aburren o se desesperan eel seno de tantas rarezas sublimes y d

antos enigmas resplandecientes, tieneun corazón ignorante y una inteligencicarente de amor. ¡Ah! ¡El mundo es tabello -dice un personaje de Claudel- qu

endría que haber en él alguien que fuescapaz de no dormir!

Naturalmente, nuestra manera dhacer no carece de peligros y d


7/807

nconvenientes, agravados por nuestradeficiencias. Planteamos numerosahipótesis arriesgadas, revolvemos un

polvareda de hechos malditos, hurgamoentre un fárrago de errores y de sueñospara descubrir algunas verdades nuevapero zafias. Sin embargo, ocurre a veceque, partiendo de señales dudosas, sabren direcciones hasta entoncensospechadas y realmente útiles. A

nuestro modo de ver, y aunque hayamorabajado con todo el cuidado y con toda seriedad de que éramos capaces, l

esencial reside en el deseo de una visió

ampliada, en el amor a las realidadefantásticas que demuestran el empeñdel hombre y del mundo a realizarse eoda su plenitud. Parafraseando al baró


8/807

de Gleichen, podemos decir: Lendencia a lo maravilloso, innata eodos los hombres; nuestra afició

particular a lo imposible; nuestrdesprecio por lo que ya se sabe; nuestrrespeto a lo que se ignora: he aqunuestros móviles.

Somos hombres modestos. Siembargo, creemos tener derecho presentar esta obra mal pergeñada com

un «Manual de embellecimiento de lvida». El amable lector, al aprender emplear este Manual, descubrirá, apropio tiempo, y aunque antes carecies

de su alegría natural, la importancia da existencia. Y también su emoción

desde el momento en que se despierte scuriosidad. Y sabrá que el ejercicio d


9/807

a curiosidad transforma la vida en unaventura poética.

Un amigo mío, fabricante d

absoluto, ejerce su profesión en una grapropiedad del mediodía de Francia. Eabsoluto es la esencia extremadamentconcentrada de una flor, que entra en lelaboración de diversos perfumes. Mamigo destila absoluto de jazmínBonachón y artista por naturaleza

nventó, para sus visitantes, un parqucuyos senderos están alfombrados dplantas que uno aplasta al caminarevantando de este modo oleadas de u

perfume perfectamente clasificadoMacizos de flores se extienden a lsombra de los árboles. En los lugares ddescanso, hay copas y cubos co


10/807

botellas de champaña, el hielo de locuales es renovado por los jardineros

osotros quisiéramos que este Manua

convirtiese la vida intelectual de suectores en un viaje a través de loiempos humanos, pasados y venideros

parecido en cierto modo a un paseo poaquel parque y evocador de un anfitrióque fabrica absoluto y sortilegios.

Otro amigo mío es pediatra. Piens

que la toxicosis de los recién nacidoscon frecuencia mortal, es en realidad usuicidio, una inhibición psicofisiológicoriginada por el pánico a la soledad. E

efecto, nosotros acostamos boca arribal bebé, entre tablas o barrotes, bajo uecho vacío. Apenas ha sentido el calo

del pecho materno y recibido la mirad


11/807

de la madre, y ya lo colocamos en lposición de los muertos. Cierto que, anacer, se ha desprendido de la madre

Pero lo que se ha desprendido debe sereanudado. Mi amigo patentó una cunnclinada, que elimina el aislamiento

hace que el niño sienta constantementa presencia de la madre y de las cosa

de la vida. No importa que este inventreproduzca tradiciones primitivas, s

con él se pueden evitar angustias y, veces, muertes. De la misma manera queste médico intenta beneficiar a loniños, nosotros quisiéramos que est

Manual ayudase a las mentes a librarsde los barrotes, de las tablas, del techvacío; evitarles el veneno de lseparación, y devolverles al calor de


12/807

mundo.Un propósito muy ambicioso. Per

as poderosas mentes críticas y fría

pueden perdonárnoslo sin temor. Apenasi amenaza su terreno; no es más que unambición nacida del amor.

El poeta ruso Valerio Brusovcontemporáneo de la Revolución dOctubre, testigo del fin de un mundo

del comienzo de otro, se hacía, allá poel año 1920, esta pregunta:«Los principios de culturas ta

diferentes y tan dispersas en el espaci

como las del mar Egeo, Egiptoabilonia, etruscas, India, mayasacífico, muestran parecidos que nueden explicarse únicamente por l


13/807

asimilación o las imitaciones. Por esthabría que buscar, en el fondo de laculturas que creemos más antiguas

una influencia única que explique sunotables analogías. Habría que buscarmás allá de las fronteras de l

ntigüedad, una X, un mundo dcultura que aún ignoramos y que pusen marcha el motor que conocemos

os egipcios, los babilonios, lo

riegos y los romanos fueron nuestromaestros. Pero, ¿quiénes fueron lomaestros de nuestros maestros?»

Los descubrimientos acumuladoen los últimos cincuenta años han hechretroceder enormemente en el pasado lhistoria de los hombres y de la


14/807

civilizaciones, y eso ha justificado aúmás la pregunta de Brusov. Este libro nda respuesta a esta pregunta, pero pon

de manifiesto el interés por ella e indicvarias direcciones posibles dnvestigación.

Es un trabajo de aficionados. Persentimos la necesidad de emprenderloen la esperanza de que algún día sconstituya un grupo mejor equipado par

proseguirlo. Aquella noble cuestión hestado, hasta hoy, pésimamente ubicadaen los camaranchones de loespecialistas, o en los asilos d

alienados. Nosotros hemos tratado drescatarla de los locos o los embusteroque alegan revelaciones ocultas, y darrancarla al desprecio o a la inquietu


15/807

racunda de los arqueólogos. LArqueología, observó recientemente ucorresponsal del New York Heral

Tribune, es, más que una ciencia, unvendetta. Se trata, más que nada, dvengarse del descubridor que no hencontrado nada por sí mismo. Hay quexcavar, aunque sea mal visto por lograndes, por los hacedores de teoríasPero a condición de no descubrir, a

mismo tiempo, alguna idea no aceptadsobre la historia humana.Desplazar el paraíso en el tiempo

es lo mismo que cambiar de sitio e

mobiliario. Los tradicionalistas añorael ayer. Los progresistas cuentan con emañana. Pero todos están de acuerdo eque nuestros antepasados, vestidos d


16/807

hojas y de pieles, golpearoestúpidamente las piedras durantmilenios esperando que saltara l

chispa. También convienen en la idea dque todas las civilizaciones somortales. En cambio, nadie se atreve pensar que, en el decurso de millones daños, la inteligencia y la pericihumanas pudieron conocer otroapogeos. No amamos la libertad ni e

nfinito. Nos aferramos a udeterminismo angosto y queremos que eiempo de la inteligencia humana ocup

solamente una parte diminuta del tiemp

de la creación. Si somos espiritualistasconsideramos al hombre como un animaque recibió el don de concebir lnfinito y lo eterno…, pero desde hac


17/807

poquísimo tiempo. Si somomaterialistas, pensamos que el hombres un producto de la Historia…, pero d

una Historia muy reciente. Tampocfigura en las convenciones la idea dque no todas las civilizaciones hanecesariamente de perecer. Sin embargonada sabemos de ellos. Sabemodemasiado poco para establecer una leyDescubrimos algunas civilizaciones qu

parecen haber resplandecido durantmilenios. Pero jamás nos permitimohacer la justa observación de que ciertacivilizaciones, a las que llamamo

primitivas, pero que siguen existienden el día de hoy, tienen todas laapariencias de la inmortalidad. En fin, sa Humanidad, en el transcurso d


18/807

edades extinguidas, trató repetidas vecede subir los peldaños que conducen una altísima civilización inmortal,

resbaló, y cayó, ¿por qué no podemoestar nosotros en camino de conseguir lescalada, de construir la civilizacióque conocerá la inmortalidad en lTierra y en los cielos? Esta preguntoptimista hará sonreír a muchos, puehoy está de moda el desdén, e

«catastrofismo» zumbón. Pero, eprimer lugar, la moda es lo que pasa dmoda. Y, en segundo término, sería unestupidez detenerse en una posada ta

mezquina en el curso de un viaje taargo y tan hermoso en el tiempo.

El tema de este libro no es muoriginal. Ha sido utilizado por mucho


19/807

autores desde la publicación de Eretorno de los brujos y de la revist

lanéte, fundada por nosotros. Si

embargo, hemos creído necesarireanudarlo a nuestro modo, a fin dimpiar nuestro propio terreno. No e

fácil levantar, Como recomendabietzsche, «una barrera alrededor de l

propia doctrina para impedir que entreos cerdos». Él mismo, desde su tumba

debió darse cuenta de esto. También epreciso arrojar muchos cubos de agua barrer furiosamente. Es lo que vamos hacer nosotros a lo largo de esta

páginas. En ocasiones, podemos resultaun poco enfadosos, por exceso daplicación. Saltaos sin remilgos locapítulos pesados, hojead, navegad


20/807

vuestro antojo; lo esencial está en eespíritu, no en la letra.

Mientras escribíamos esta obra

descubrimos, no sin cierta satisfaccióna existencia de un enésimo hijo de E

retorno de los brujos. Era un libritpopular, pero bastante documentadopublicado en 1968 por la editora oficiade Moscú. Su autor, AlejandrGorbovsky, estudiaba la hipótesis d

civilizaciones avanzadas en las edadeantediluvianas. Por encima de todo, nosatisfizo el prólogo. Había sidredactado por un investigador oficial, e

profesor Fedorov, doctor en cienciahistóricas. Oscilando entre eescepticismo y la seducción, decíFedorov:


21/807

« Los poetas y los escépticos sogualmente indispensables para l

nvestigación. Forman uncombinación necesaria. El libro dlejandro Gorbovsky es importantorque plantea un problema esencia

de la historia de los hombres. Si eautor y los que piensan como él tienerazón, podrán explicarse hechos hast

ahora inexplicables. Este librconstituye una noble empresa. El autoha querido poner al alcance de u

úblico muy vasto una grande y

enerosa idea, una nueva visióhistórica. Y lo ha conseguido. Muchoectores leerán esta obra con un interé

rayano en el apasionamiento: com


22/807

o.»

Nuestra satisfacción fu

acompañada de un poco de disgusto apensar que, seguramente, no habría usolo universitario francés de ciertrenombre que nos apoyase de igua

modo. Cierto que fue un disgusto ligeropues nos hallábamos en los momentos eos que iban a aparecer en las parede

de la Sorbona inscripciones como éstas«Profesores, ¡queréis hacernoviejos!» y «¡La Imaginación al poder!›

Nuestro «Manual d

embellecimiento de la vida» scompondrá, si Dios nos concede upoco más de tiempo, de cincvolúmenes.


23/807

El hombre eterno es un ensayo una fantasía sobre el tema de lacivilizaciones desaparecidas.

El hombre infinito tratará de lcondición sobrehumana.

El hombre en la cruz, de loriesgos y oportunidades de estcivilización; de la apuesta sobre laprobabilidades.

El hombre comprometido, de

contacto con inteligencias diferentes, eos cielos y aquí abajo. El hombre y los dioses del futur

desarrollará la idea de que e

probablemente imposible crear un mitnuevo, pero que el advenimiento dsemejante mito es indispensable.


24/807

Desde hace diez años, hemoestado reuniendo la documentaciónecesaria para la composición de est

Manual. En lo que atañe a este primevolumen, y aparte de centenares dcorresponsales de todo el mundo a loque hemos expresado nuestragradecimiento, damos especialmentas gracias a Paul Émile Victor, directo

de las expediciones polares francesas

que realizó, a petición nuestra, uestudio sobre el enigma de los mapas dPiri Reis, y nos autorizó a reproducirlaquí; a nuestro amigo y colaborador e

lanéte, Aimé Michel, que nos permitiutilizar su artículo sobre los trabajos dLeroi Gourhan y el arte de las cavernasasí como varias notas sobre la ciencia


25/807

os ingenieros de la Antigüedad, y Madame Freddy Bémont, profesoauxiliar de la Facultad de Letras

Ciencias Humanas de Nanterre, que noayudó particularmente en la redaccióde los capítulos sobre Numinor, laciudades de Catal Huyuk y el Imperio dDédalo.

Este Manual no aspira a uncategoría científica. Lo prudente, inclus

a escala planetaria, es limitar el propiámbito. Nuestro ámbito es la poesíaPero la poesía -como también la Cienci saca lo que puede de todas partes, co

el fin de producir un bien mayor. LCiencia busca la verdad, o al menos lntenta sinceramente. La poesía busca l

maravilloso, o al menos lo intenta co


26/807

gual sinceridad. Y quizás hay algo dverdad en lo maravilloso. Ahora bien, salguien, abusando de la autorida

científica -la cual, que yo sepa, no tienpor misión desesperar al hombre- mdice: «nada maravilloso puedencontrarse en este mundo», me negarobstinadamente a prestarle oídos. Comis pobres medios, y con toda mi pasióproseguiré mi búsqueda. Y si n

encuentro nada maravilloso en esta vidadiré, al despedirme de ella, que mi almestaba embotada

y mi inteligencia ciega, no que n

hubiese nada que encontrar.

L. P. 1970.


27/807

EL HOMBRE ETERNO


28/807

PRIMERA PARTE

VIAJE DE RECREO A LAETERNIDAD


29/807

CAPÍTULO I

DUDAS SOBRE LA EVOLUCIÓN

Tomo el té con Sir Julian. - Lreligión de los abuelos. - Un conflictasado a pérdidas y ganancias. - E

enojo de Cuvier. - Los triunfos de

ransformismo. - Bergson inventa «empulso vital». - Un mito bie

alimentado. - El maridaje de la idea devolución con la idea de progreso. - U«ismo» al que hay que vigilar. - Loapuros de la Biología. - Donde loautores tienen otro delirio, per

moderado. - El escurridizo prime


30/807

hombre. - La hipótesis de una formestable. - Una doctrina no aceptada: ehumanismo.

En el vestíbulo del «AtheneuClub», frecuentado por ancianocaballeros que son honra y prez de l

nteligencia anglosajona, pueden versdos grandes retratos: el de Darwin, y ede su amigo Thomas Henry Huxley

pintor, naturalista y filósofo deevolucionismo.Una hermosa tarde de junio d

1963, me hallé tomando el té, en l

biblioteca del Club, con el nieto de unde los dos fundadores de la religióevolucionista. Porque, efectivamente, srata de una religión. El nieto no andab


31/807

equivocado al afirmarlo.Yo dije a Julian Huxley:- Sir Julian, usted publicó, en 1928

una obra titulada Religión sievelación. Su idea se abrió camino. E

1958, treinta años después de spublicación, este libro alcanzó una gradifusión en edición popular. Y en eCongreso de Chicago, a raíz decentenario de la obra de Darwin, hiz

usted una declaración que tuvo enormresonancia. «La visión evolucionista dijo- nos permite distinguir las líneagenerales de la nueva religión que, co

oda seguridad, surgirá para responder as necesidades de la próxima era.

¿Podemos estar realmente seguros?- Sí -me respondió Sir Julian-. E


32/807

mundo la espera. La Humanidadiscierne, más o menos claramente, quhay algo como una religión a punto d

manifestarse. O, más bien (si excluyo Dios o una finalidad divina), usentimiento exaltado de relación con eodo. Las ciencias están ya lo bastant

desarrolladas para que su convergencipueda producir una nueva imagen deUniverso. Por eso, el proceso d

evolución, en la persona del hombreempieza a tomar conciencia de smismo.

- Una conciencia cuasi-religios

del proceso evolutivo, ¿no es así?- Oh, muchos amigos míos pone

objeciones al término religión… Peroen fin… Ya sabe usted que incluso lo


33/807

sistemas que se dicen materialistascomo el marxismo, tienen aspectoípicamente religiosos…

Decididamente, pensaba yomientras mojaba una magdalena en el téasí como los franceses son anarquistamoderados, los ingleses son místicorazonables. He aquí un Teilharagnóstico. Está visto que, en estmomento y a este lado del canal de l

Mancha, sopla un viento de religiosidasobre la frente de los viejos honorables científicos. Tal vez estádescubriendo, en este tiempo d

nquietud, con su sólido y discretorgullo, que sus abuelos darwinistapropusieron efectivamente al mundo un

nueva forma de religión.


34/807

Pensé en Haldane, otrdescendiente de un noble linaje dntelectuales ingleses.

También él acariciaba ideas dreligión sin revelación. Me habíescrito:

«Hay que prever la posibilidad dque nazca una nueva religión, cuycredo esté de acuerdo con e

ensamiento moderno, o, má

exactamente, con el pensamiento de leneración precedente. Hoy, podemoencontrar huellas de este credo en larases de espiritualistas eminentes, e

el dogma económico del partidcomunista y en los escritos de los qucreen en la evolución creadora.»

Los que «creen»…


35/807

Observaba a Sir Julian, qurevolvía tranquilamente el té con scuchara. Aquel hombre no había cesad

de acumular honores y riesgos. Era umonumento levantado sobre la estrechfrontera entre la generalización idealist la prudencia académica, entre e

misticismo de su hermano Aldous y edeterminismo de su abuelo. Después, mpensamiento se desvió a su turbulent

colega Haldane, que había escogidambién una noble e incómoda actitudHabía sido comunista, y terminaba unbrillante y poco conforme carrer

estudiando en la India la fisiología dos yoguis en éxtasis. ¡Esos endiablado grandes ingleses…!

Seguía una cadena de viejo


36/807

caballeros. Me parecía estar viendo abuen maestro de la psicosíntesis, eprofesor Assagioli, en su pequeñ

despacho de Roma. «Existe actualmentun hecho muy importante y significativdecía- y es la espera de una gra

renovación religiosa…»Todas estas conversacione

uvieron lugar antes de que las capitalede Europa viesen surgir una juventud

a vez revolucionaria y antiprogresistaávida de cosas sagradas, mística salvaje, con su música sacra al revés sus rebeldías parecidas a mímica

itúrgicas. Tal vez tengo algo dmédium. O quizá, simplemente, por tenemenos años que mis grandes inglesesera más sensible que ellos al futuro. Est


37/807

renovación religiosa se producirá pensaba yo-; esto es seguro. Pero, ¿nsaltará hecho pedazos el dogm

evolucionista, que sirvió de puente a doo tres generaciones para cruzar loperíodos de eclipse de Dios? Haldane Huxley retrocedían, captados eravelling hacia atrás, en s

conmovedora actitud de papaítobonachones inclinados sobre e

porvenir: «¿Los que creen en levolución creadora?» Bueno, esto habíque observarlo desde cerca, con dudasobre el cómo y el porqué. Yo, com

buen hijo que era, me había aferrado este dogma. Un dogma que tal vez iba fundirse, a disolverse, como mi bollo ea taza de té.


38/807

Nuestros abuelos habían decretada muerte de Dios. Pero la Trinida

resistió el golpe. Sólo cambiaron lapalabras. El Padre se convirtió en lEvolución; el Hijo, en el Progreso; eEspíritu Santo, en la Historia.

Matad al Padre de una vez parsiempre. Es decir, poned en duda lEvolución. Entonces, la noción d

Progreso fallará por su base; perderá svalor de absoluto; se despojará de snaturaleza casi religiosa. Y, econsecuencia, la Historia dejará de se

necesariamente ascendente. Hela aqudesprovista de mesianismo, reducida pura crónica. Quizá sea éste everdadero paisaje, que permanecí


39/807

oculto detrás de los tabúes. ¿Un paisajfrío? Sin duda alguna. Un paisaje paradultos libres, salidos de la tibieza de l

matriz. Naturalmente, hay que tratar co

precaución y respeto a los partidarios da evolución. Durante el siglo pasado

sostuvieron un duro combate. «Diocreó todos los seres vivos, cada unsegún su especie», afirma el Génesis. L

Tecnología tradicional concuerda con lvisión platónica: la Naturaleza es lencarnación de los ideales, y la idea dcaballo existió antes que el caballo

diseñada desde toda la eternidad en locielos espirituales. Concuerda con lfijeza del sentido común y del lenguajeHace menos de cien años, un obisp


40/807

anglicano exclamaba: «¡No! ¡Nada devolución! ¡Dios creó efectivamente eseis días el mundo, comprendidos lo

ósiles!» El «proceso de los monos» dDayton, Estados Unidos, donde spersiguió a unos profesores por habeenseñado el transformismo, sólo data d1926. En la actualidad, la Iglesia haceptado los datos fundamentales de lAntropología, no sin guardarse de la

endencias teilhardianas a una «religióde la evolución», bastante próxima, a fide cuentas, a la de Huxley. Después dun análisis neodarwinista de l

evolución anatómica del hombre en ecurso de las edades geológicas, leemoo siguiente en un diccionario dendencia cristiana:


41/807

«Los descubrimientos de fósilehumanos que datan de las últimas edade

geológicas, es decir, del terciario y dediluviano, suministran la prueba de quel cuerpo humano participó en levolución de conjunto del mundo vivo

El cuerpo humano, en su forma actual, ea última prolongación de este proces

evolutivo. Los conocimientos actuale

de la Ciencia permiten situar un pocantes de la época de transición que llevdel terciario al diluviano, es decir, hacaproximadamente un millón de años, e

momento decisivo en quediferenciándose de un cuerpo animamuy parecido al suyo, el cuerpo humanhizo su aparición en su forma actual. Fu


42/807

en este momento cuando, después de unarga evolución del mundo animal

vegetal, el ser de carne y de espíritu

lamado hombre, nació del acto creadode Dios y pudo iniciar el camino de spropio devenir.»

La Iglesia moderna acepta, puesque el cuerpo del hombre es producto da evolución. En cuanto al alma

mantiene su posición. En ciert

momento, en la cadena dransformaciones, aparece un animal quse nos asemeja en gran maneraEntonces, interviene Dios: ése lo haré

mi imagen; demos el soplo decisivo y u«devenir propio» a esa criaturprivilegiada.

Como vemos, el conflicto entr


43/807


44/807

ensayo: La evolución de la evolución.Esta idea de evolución dab

náuseas a Cuvier, el cual, empero

contribuyó mucho a su futuro al fundar lPaleontología. Cuvier pensaba podereconstruir cualquier animal partiendde un huesecillo. Esto era apostar pouna arquitectura natural de las especiespor una especie de «número áureo» dediplodoco o de la jirafa, por uno

deales arquitectónicos que eransformismo hacía pastososentremezclados en una papilla evolutivaLa multiplicación de las especies, l

desaparición de ciertas formas de vidaa aparición de otras formas, ¿son frut

de los proyectos de algún graarquitecto? En cambio, el transformism


45/807

veía un sólido encadenamiento dcausas y de efectos. Las especies sengendran según las ingeniosa

necesidades naturales. El finalismo dLamarck, y también el de GeoffroySaint-Hilaire, presuponen una acciódeterminante del medio. Los seres vivose transforman porque el mediambiente y las condiciones de vida leobligan a hacerlo. La adaptación es l

causa determinante. Ella da patas a lograndes reptiles, y calienta su sangrcuando se retiran las aguas. Una rama dsu descendencia se hace pájaro: bajo l

nfluencia del medio, cada vez máoxigenado, los flecos membranosos sconvierten en plumas. La Zoología, lBotánica y la naciente Biologí


46/807

abrigaban grandes dudas al respectoPor ejemplo, no se acababa dcomprender por qué el lino y el cáñam

podían adoptar formas muy distintas eun medio idéntico. -No se comprendícómo las especies que, segúdemostraba la observación, se resistíaa mezclarse para producir híbridoshubiesen podido copular entre ellas dun modo tan extraño, en tiempos en qu

no existían los zoólogos. A pesar dodo, el transformismo era bastantsatisfactorio para la inteligencia. Ascomo el hombre inventa utensilios, l

función crea el órgano. El caracol sprovee de cuernos, de la misma manerque el ciego se suministra un bastón; y lirafa estira el cuello para alcanzar lo


47/807

dátiles. Pero Fabre se preguntaba cómhabían vivido las abejas antes daprender a confeccionar la mie

«Lamarck -escribió Cuvier, a quieaquél tachaba de loco- esdesgraciadamente, uno de esos sabioque no han podido resistirse a mezclaconceptos fantásticos a los verdaderodescubrimientos con los quenriquecieron nuestros conocimientos

La teoría de la evolución es un grande hermoso edificio que, desgraciadamentese apoya sobre cimientos imaginarios.»

Sin embargo, la teoría acabarí

mponiéndose. En efecto: no se podínegar que hubiese una historia cambiantdel ser vivo. Pero, ¿se apoyaba esthistoria en alguna clase d


48/807

determinismo? No se podía tener lseguridad de que el transformismamarckiano fuese la explicació

acertada. Pero sí era seguro que habíque buscar en el sentido de uencadenamiento de causas y efectos. Sdudamos de que el efecto sigue a lcausa, y de que las causas producenecesariamente efectos, la Ciencia dejde ser metódica y pierde su objetivo

Como observa Emmanuel Berl: « Eransformismo tenía un triunfo muyirme para los sabios: extendía e

campo de aplicación del determinism

(…) Esta evolución les parecía comuna declaración de los derechos dedeterminismo sobre la Zoología y l

otánica (…) Las especies animale


49/807

son otros tantos efectos, y estos efectorovienen de causas que la Cienciodrá descubrir a lo largo de lo

siglos, aunque no encuentre la causrimera, que no forma parte de s

campo de estudio. Esto eabsolutamente indispensable; no hacalta nada más.»

El transformismo lamarckianfracasa, pero Darwin reconcilia est

noción con la idea general devolución… proponiendo unexplicación mecanicista a lransformación de las especies. S

acumulan mutaciones insensibles, y laturaleza escoge, en función de l

selección. Pero, ¿con qué prodigiosuego de casualidades consiguió l


50/807

aturaleza crear un órgano tan perfectcomo el ojo de los vertebradosuperiores? Darwin confesaba que n

podía pensar en esto sin que lacometiese la fiebre. Por lo demás, erun intelectual carente de fanatismoprodigiosamente abierto y aventureroque hacía, sólo por ver, lo que élamaba «experimentos idiotas», comocar la trompeta a unas enredaderas. Y

Wallace, tan abierto como él, fue upionero de la Parapsicología. Pero nas mutaciones insensibles, ni la

mutaciones bruscas de De Vries

conseguirán justificar el principio dselección natural y, en suma, devolución planificada. ¡Extraña historia del reptil, cuando empezó a salirl


51/807

una punta microscópica de ala! ¡Y máextraña aún, si una alita pequeña verdadera le salió de un solo golpe

Qué prodigiosas coincidencias dcasualidades las que, a través dmutaciones insensibles, condujeron a uórgano tan perfectamente elaboradcomo el ojo del tigre! ¡Y qué formidablproducción de monstruos enfermizoscon las bruscas mutaciones! ¿Cóm

puede actuar la selección natural eestas condiciones?«Firmemente resueltos a no pone

en duda la evolución -escribe Berl

Bergson y toda la ciencia de su tiempreconocen que no tienen la menor idede los mecanismos por medio de locuales se produce esta evolución. E


52/807

golpe teatral más estupendo es lconclusión de Bergson: ya que npodemos explicar la evolución de lo

fenómenos, es necesario y suficientexplicar los fenómenos por la evoluciónAtribuir a ésta un poder creador, u"impulso vital" que empuje a los sereevolutivos, aunque no encontremos eéste rastros de aquélla. Si ncomprendemos cómo pudo formar l

evolución el ojo del hombre, razón dmás para decir: la evolución ha formadeste ojo. Huelgan los mecanismodeterminantes, puesto que la evolució

determina por sí sola.

»Al padre Teilhard le bastará coseguir este camino real; lo encontr


53/807

razado por entero.»Por un extrañmovimiento de regreso, la evoluciónque antaño se decía hija de

determinismo y pretendía proceder dél y ser su consecuencia necesaria, svuelve contra él, lo niega, reniega de écon un desdén que muy pronto nsiquiera tratará de disimular. Nafirma que los efectos tengan causasno quiere afirmarlo. Lo esencial es qu

corrobora y confirma el progreso, urogreso de la Naturaleza hacia lnteligencia, de la Historia hacia lusticia, de la Humanidad hacia l

Sobrehumano.»El transformismo, que, quiérase

no, está en la base de la idea devolución, es abandonado com


54/807

mecanismo coherente, comencadenamiento de casualidades. Existuna causa final, que produce efectos a l

argo de la historia de los seres vivosEs un determinismo invertido, y lofenómenos inexplicables de la evolucióse explican por el solo Hecho de quson resacas del futuro.

Y, si la genética descarga un golpmortal al transformismo, no por ell

destruye la idea de evolucióascendente. Porque esta idea ha pasaddel nivel de la explicación científica anivel de mito necesario para un

civilización.La teoría de los cromosomas d

Weisman y las leyes de Mendedestruyeron las tesis sobre la


55/807


56/807

a Ciencia no es solamente la verdadsino la verdad más la esperanza; lesperanza de ser causa, de pode

modificar y mejorar la naturaleza dehombre por un cambio del medio que dal transformismo la posibilidad dejercer sus virtudes. Cierto que era uncrueldad inútil enviar a los sabios a lmuerte. Pero aquellos materialistas nenían suficiente confianza en el mito. N

siquiera hubiese sido necesario esilencio. El mito de la evolucióascendente vive muy bien y engorda coas contradicciones, que le sirven d

suero.Los transformistas de principio

del siglo XIX consideraban más qusuficiente el haber sustituido el arbitri


57/807

del Creador por una hipótesis qumplicaba cierto determinismo. No s

pronunciaban sobre un sentid

cualquiera de la evolución. Las causaengendraban efectos, la acción demedio y la selección natural hacían quse modificasen las especies, las formade vida se desplegaban, obedeciendo necesidades implacables, desde lamiba hasta el hombre. Se guardaba

muy mucho de pronunciarse sobre uncuestión que, por lo demás, les habríparecido desprovista de espíritcientífico: ¿tiene la evolución u

sentido? El transformismo no erpesimista ni optimista. Se negaba a dauna intención y una dirección a ufenómeno natural. En esto, se avení


58/807

bastante bien con el espíritu de la épocaque mantenía un equilibrio bastantdesmañado entre la esperanza y l

desesperación, con una ligerpreferencia por la lucidez amarga. JuliVerne era contemporáneo de unofilósofos que profetizaban eApocalipsis, y Baudelaire exclamaba«¡El mundo se acaba!» Por otra parte, lFísica de la época tiene negra la color

La entropía generalizada condena aUniverso a la extinción. Nietzschencuentra, en el determinismo qupreside la evolución de las especies

algo con que alimentar su visión trágicaSe pasma sombriamente ante la durezmplacable de la selección natural y a

ver aparecer el hombre sobre u


59/807

nmenso cementerio de especieenterradas. Los biólogos, que «no vieroa Dios en sus probetas», se encogería

de hombros, bajo su levita negra, si sasignase un sentido cualquiera a lofenómenos naturales. Sólo lodeterminismos fisicoquímicos se hallaen juego. Y los propios psicólogos scolocan a su lado: la inteligencia y lavirtudes son productos, como el alcoho

el azúcar. En cuanto al hombredesciende del mono. El propio verbexcluye toda idea de una ascensiócualquiera del ser vivo, de un

dirección positiva del «impulso vital»El Génesis nos hacía nacer del polvo nos decía que volveríamos a él. Edogma afirmaba que éramos barr


60/807

animado por Dios. No somos estproducto de la voluntad del Señor, sinosimplemente, un primate que evolucion

por el juego de causalidades ciegas fue arrojado a una Naturaleza que niene ningún fin y que, por lo demás, est

condenada a la extinción por lermodinámica.

Si, por una extraordinari

circunstancia, los descubrimientos de lgenética moderna se hubiesen realizadantes del advenimiento de lcivilización industrial, los partidario

del fijismo habrían llevado la mejoparte. Como dice acertadamentEmmanuel Berl, estos descubrimientohabrían «entusiasmado a los filósofo


61/807

más obsesionados por lo Eterno, mándiferentes a la Duración». No s

habría hablado de «impulso vital», n

con mayor razón, de “evoluciócreadora”.

Los principios de majestuosnmutabilidad de la Naturaleza habríariunfado, y toda nuestra visión del se

vivo, de la historia del hombre y susociedades, de nuestra propi

civilización, se habría modificado.Pero, mientras tanto, la idea devolución se había emparejado con ldea de progreso. Con la civilizació

ndustrial y sus primeros espectaculares logros, se extinguió econcepto de que la edad de oro habíquedado atrás. La máquina de vapor y l


62/807

electricidad desplazaban el paraísdesde atrás hacia delante. Íbamos «triunfar sobre la Naturaleza»,

cambiar las cosas y, por consiguiente, cambiar el hombre. El transformismvolvía a recobrar el pelo de la dehesaa industria, que transformaba el medioransformaría la Humanidad. La «march

hacia delante» es «irreversible». «Emposible detener el progreso»; l

Humanidad puede confiar en descubriun sentido a la Historia.Hegel elabora la metafísica de

progreso, y Marx, su antropología. E

mpulso fáustico que se desarrolla en lfábrica y en el laboratorio enlaza con emítico «impulso vital», y es este últimmito el que dará carácter de absoluto


63/807


64/807


65/807


66/807

el tiempo de los hijos del tiempoSurgimos al fin, y tomamos por nuestrcuenta las riendas de la evolución

nosotros, que hasta entonces habíamoestado ligados a una lenta evolución da materia, a un tímido avance, sofocant terrorífico, sometido a la mordedur

de las inclemencias químicas, de loorganismos nocivos que vegetaban eas encharcadas aguas del Devónico.

A partir de entonces, tenemos lseguridad de que el progreso estustificado por la evolución y de que l

Historia tiene, en consecuencia, u

carácter mesiánico. Pero debemoconsiderar si esta certeza deriva de lomperativos de nuestra civilizacióndustrial y técnica, más que de un


67/807

realidad científicamente reveladaEmmanuel Berl tiene muchísima razócuando habla, a este respecto, «de l

presión ejercida (sobre los defensorede la evolución creadora) por lcivilización que les rodea». Es éstasigue diciendo, «la que, sin duda algunaconfiere a las ideas de evolución y dprogreso un valor que no guardproporción con los fenómeno

efectivamente comprobados. Es ellquien orienta las investigaciones en esentido conveniente, anulando laprevenciones contra palabras qu

significan e insinúan mucho más de lque expresan; la que incita a confundiuna teoría, verosímil pero discutiblecomo todas las teorías, con un conjunt


68/807

de hechos establecidos. Estos hechopueden revelar situaciones pretéritassucesiones, causalidades; pero n

pueden, evidentemente, revelafinalidades y, menos aún, el sentidúltimo de unos procesos que no hafinalizado y cuyo término emprevisible.

»No conocemos, ni podemoconocer, el desenlace de los combate

que la vida entabla contra sí misma ycontra la materia inanimada. Lobiólogos no podían prever la bombatómica, ni saben qué nuevos viru

odrán, mariana, diezmar nuestrespecie. Su evolucionismo implica

ues, un acto de fe; un acto de fe que nsiquiera se apoya en una revelación y


69/807

que se hace aún más difícil desde emomento en que excluimos lransmisión de los caractere

adquiridos. Al profesar eevolucionismo, creen dominar y dirigia Sociología, cuando en realidad n

hacen más que someterse a ella. Puees la Sociología, y no la Biología, lque presta a la evolución el prestigio yel atractivo que ejerce sobre nosotros

s el progreso del hombre, y no el das especies animales y vegetales, eque rige nuestro trabajo y nuestradeas.

»Y, si nos sentimos inclinados pensar que todo va de mejor a mejor eel mundo, es porque vemos aumentar epoder que el hombre ejerce sobre él


70/807

Montaigne se burlaría de esta ideaPero, se mire como se mire, en lactualidad todos saldríamos ganando s

considerásemos la evolución con mayodesconfianza y si empleásemos estpalabra con más cautela y con mayorigor. El evolucionismo se volvió contrel determinismo, después de habersconfundido con él; se volvió devoto, sno ortodoxo, después de haber sid

ardientemente librepensador. ¿Cómsaber a qué causas servirá mañana? Nsiquiera podemos afirmar que asegure ebienestar de sus adeptos: los poetas no

enseñaron, hace mucho tiempo, que spuede torturar con la esperanza, y lohistoriadores, que los jefes de lopueblos pueden hacer más atroz la vid


71/807

presente, en nombre del porvenir mejoque les prometen. Las peores tiranías shacen excusables, e incluso se justifican

cuando damos por cierto que el mundosometido a una fatalidad dichosacamina hacia un estado paradisíaco. Spase lo que pase, todo tiende al bien, emal deja de existir; una enormcarnicería no detendría el curso de levolución; algunos pueden inclus

alardear de que la aceleraría y de quuna pequeña sangría de novecientomillones de hombres facilitaría a losupervivientes, el acceso a la socieda

sin ciases a la que aspira el socialismode la misma manera, los nazis sactaban de que, eliminando las razanferiores, harían más rápido y seguro e


72/807

uego bienhechor de la selección naturaEl evolucionismo no está más exento ddelirio que todos los otros "ismos"

ncluso es preciso vigilarlo de cercasobre todo si se quiere defenderlo».

A decir verdad, no me sient

nclinado -y tampoco Bergier- «defender el evolucionismo». ¿Y si levolución fuese como una de esa

muñecas debajo de cuya falda apareceotras varias muñequitas enteramentformadas? ¿Si hubiese habido, poejemplo, varias apariencias del hombre

varias tentativas hermanas de dominaa Naturaleza? ¿No habría entonces, e

esta creencia positiva, un optimismo quno iría acompañado de la fe en u


73/807

«impulso vital» ascendente, ni derechazo de todo el pasado de lCreación en una oscuridad fangosa

Habría habido varias tentativas, y lactual sería la buena. Naturalmenteambién esta idea es delirante. Pero e

retroceso incesante, durante los últimoaños, del campo de observación de lhistoria humana, proporciona buenopuntos de apoyo a este delirio.

Los biólogos modernos -adviertAndré Bouthoui en su obra Variaciones mutaciones sociales- se inclinan a creeque, durante el último períod

geológico, la Naturaleza dejó de creanuevas especies animales. Cuénot (Levolución biológica) calcula que, hacunos quinientos millones de años


74/807

después de la aparición de los pájarosel verbo creador de la Naturalezpareció agotarse. Ninguna estructur

nueva surgió después de los primates del hombre.

Y, no obstante, parece que no varia densidad media de radiación, qu

nada cambió sensiblemente en nuestrmedio físico. Entonces, ¿qué pensar da evolución como proceso continuo

«Las observaciones de la Biologímoderna -sigue advirtiendo Bouthoulhacen dudosa la aparición de mutacioneque den origen a especies nuevas.

Morgan sometió a ciertos insectos a loratamientos más variados, comprendid

el bombardeo con rayocorrespondientes a las condicione


75/807

físicas de las épocas geológicas máantiguas, sin obtener resultadoprobatorios.

Sin embargo, la especie humanmodifica, en muy pocos siglos, suposibilidades de acción, sus modos dexistencia. Aquí, para no perder el hildel evolucionismo (confundido enuestras mentes con la noción dprogreso), recuperamos acrobáticament

a idea de las mutaciones, declarandque «la creación de las máquinas y das técnicas constituye verdadera

mutaciones biológicas de la especi

humana», y que, si la evolucióascendente no ha afectado al homo egeneral, sí que ha influido en el homsapiens y en sus sociedades. Como si l


76/807

aturaleza, bruscamente fatigada, o levolución progresiva, al sufrir unavería, hubiesen delegado sus funcione

en el homo sapiens. Y, en nuestrempeño de ser evolucionistas a pesar dodo, volvemos al puro y simple acto d

fe de un Padre de la Iglesia, saClemente de Alejandría: «Una vedefinitivamente terminada la Creaciónel hombre fue encargado de regir lo

destinos de la Naturaleza.»A menos, que, en nuestra búsquedde huellas de una evolución, laencontrásemos efectivamente. Pero ést

debería actuar exclusivamente en ehombre. Y, en este caso, tendríamos quhacernos a la idea de que el hombre euna criatura excepcional, perteneciente


77/807

una especie privilegiada; de que ehombre es objeto y producto ddeterminadas fuerzas: «Alguno

biólogos opinan en la actualidad quas mutaciones espontáneas

visiblemente terminadas en laespecies animales, sigue

roduciéndose en el encéfalo humanorincipalmente en las zonas corticales

de suerte que las modificaciones de la

mentalidades no serían más que easpecto psicosociológico de aquellamutaciones espontáneas, de origemisterioso y tal vez cósmico

(Bouthoul). Situados en estaperspectivas, contrarias a la teorígeneral de la evolución, no tendríamomás remedio que declarar que el hombr


78/807

es un animal fuera de serie, quconstituye una forma viva ajena aproceso global. He aquí una declaració

que nos sentirnos fuertemente tentados hacer, por nuestra cuenta y riesgo. Puebien, dejémonos tentar. Planteadas asas cosas, tenemos que añadir que es

forma viva, que escapa al procesgeneral, podría muy bien aparecer, no afinal de una lenta evolución, sino d

manera acelerada, y cada vez que lresulta posible. En la historia de nuestrplaneta, el hombre pudo aparecer variaveces durante los millones de años qu

quedaron atrás. De suerte queconsiderado a la escala de nuestravidas y de la duración de nuestracivilizaciones, podríamos decir que e


79/807

hombre es eterno. Esta hipótesis no emística. No presupone un Dios testarud vigilante, que crea al hombre cada ve

que las condiciones se lo permiten. Euna hipótesis natural. Así como el azano interviene en la química, tampocnfluiría en la evolución. Así com

existen moléculas estables, habría amenos una forma de vida, el hombreque se manifestaría con constancia, cad

vez que se presentase la ocasión; qupasaría por muchas vicisitudesavatares, altibajos, degeneraciones y euna eterna tentativa de realizarse; co

plenitud.Cada nuevo descubrimiento hac

retroceder la fecha de nacimiento deprimer hombre. En setiembre de 1969


80/807

un congreso de antropólogos paleontólogos, reunidos en la sedparisiense de la UNESCO, rechaza l

dea de que el hombre de Neandertafuese nuestro antepasado, y admite quehace más de dos millones de añosexistía un, hombre que confeccionabútiles y practicaba un culto a lomuertos. Pero esto resulta ynsuficiente. Las excavaciones del Cha

revelan una Humanidad cuya antigüedase remonta a seis millones de años. Estpista podría seguir indefinidamente hacernos pensar que, a nuestra escala

hablar del primer hombre es lo mismque hablar del extremo del Universo.

No pretendemos lanzar la idea dque el nacimiento del hombre podría se


81/807

sincrónico de la formación de la vidsobre la Tierra, hace más de tres mimillones de años. Pero es posible que

en diez millones de años, surgiese lespecie humana, desapareciese a causde ciertos cataclismos y volviese aparecer, de

.la misma manera qu

renace la vida en las islas convertidaen improductivas por erupcionevolcánicas.

«La explicación darviniana de lransformación de las especies pomutaciones lentas y graduales es, en lactualidad, difícilmente aceptable. Un

propiedad que no ha tenido tiempo dafirmarse, que sólo existe en estadembrionario, tiene muy poca

probabilidades de alcanzar jamás e


82/807

estado adulto: con frecuencia, no es máque un obstáculo en la lucha por la vida, por esta propia circunstancia, est

condenada a desaparecer. ¿Cómo pudoen estas condiciones, desarrollarse, faspor fase, esa totalidad constituida por user completamente nuevo?» Ésta es lpregunta que se formula un biólogcomo Heinrich Schirmbeck. Siembargo, y fundándose en los resultado

suministrados por la Antropología, ponfuera de duda que el hombre, «elementde la Naturaleza, tiene un pasadbiológico cuyas raíces se hincan en u

conjunto de formas animalepreliminares». Al propio tiempo, otrosabios al tropezar con la imposibilidade explicar evolutivamente la génesi


83/807

del hombre, no han vacilado en dar urodeo para salvar el obstáculo, en aislaal hombre del resto del universo y e

atribuirle, desde el principio, un devenipropio. Así, Edgar Dacqué, en vez dconsiderar al hombre como la forma máreciente de una larga evolución, afirmque es el «primogénito» de la creacióncuyo centro ocupa. Según Dacqué, ehombre sería el ser primerament

concebido en el decurso de todos loiempos, y toda la creación habríproliferado alrededor de este modelnicial.

Nuestra hipótesis parece, erelación con aquélla, un poco menofantástica. Presupone una forma de videstable, que aparece y desaparece segú


84/807

coincidan o no las condicionenecesarias, que se manifiesta, sextingue y reaparece en el decurso d

os tiempos. ¿Es esto un «verdaderdelirio utópico», como el de DacquéEn todo caso, y habida cuenta de que ecurso de los tiempos «humanos» sprolonga sin cesar ante nuestros ojos medida que progresa la investigacióantropológica, tenemos perfecto derech

a buscar explicaciones distintas de ladel evolucionismo.

En 1856, cuando se descubriero

os primeros fragmentos del esqueletde! hombre de Neandertal, no faltaroexpertos que declarasen que el hombrno se remontaba a tiempos tan remotos


85/807

que se trataba de restos de un salvaje de un idiota. Pero, desde hace un siglose han exhumado en muchos lugares de

mundo restos de hombres fosilizados de hombres-monos, sin que sea fácifrente a formas ora indescifrables, orhumanas, establecer filiaciones y trazaun árbol genealógico. El neandertalianoque tallaba los finos útiles de la épocmusteriense, que construía sepulturas

se comunicaba con el lenguaje de loconocimientos técnicos, se nos presentactualmente como un momento de lhistoria humana (cincuenta mil año

atrás) incomprensiblemente suspendiden la noche de los tiempos. Parece comuna aberración, fruto de cruzamientoentre un homo habilis infinitamente má


86/807

antiguo, o de un homo sapiens yaparecido, y los pitecántropos, unvariedad de cruce, como el hombre d

Solo, en Java.El doctor Leakey, que, desde hac

más de cuarenta años, realizexcavaciones en África Orientadescubrió en Kenya, en 1948, vestigiode uno de los primeros eslabones de lcadena que pudo dar origen a lo

primates y al hombre, vestigios cuyantigüedad se estima de unos cuarenta veinticinco millones de años. En 1959el doctor Leakey descubrió el tip

homínido más antiguo de los conocidohasta entonces, el zinjántropaustralopiteco, que había morado eOlduvai, Tanzania, hace de 180.000


87/807

800.000 años. En 1962, descubrió ekenyapiteco, cuya antigüedad se remonta unos cincuenta millones de años y qu

parece situarse también en la línea dos antepasados homínidos. En 1963

pensó que un nuevo descubrimientefectuado en Olduvai, el del homhabilis, ponía en tela de juicio todas laeorías existentes sobre el origen de

hombre.

«El descubrimiento de una criaturque presentaba rasgos tan parecidos os humanos y que vivió hace un milló

ochocientos mil años, constituyó, por s

solo, una revolución -escribió MadamYvonne Rebevrol en Le Mondecomentando el Congreso de lUNESCO-. Hasta entonces, la línea d


88/807

os homínidos avanzaba desde eantiquísimo australopiteco hasta el homsapiens (es decir, el hombre de hoy) qu

se suponía aparecido hace solamentunos 25.000 años. La evolución estabalonada por el pitecántropo nada por eitecántropo, más tardío y evolucionad

que el australopiteco, y por el hombrde Neandertal, más primitivo que ehomo sapiens. Pero he aquí que aparec

una nueva criatura, tan antigua como loaustralopitecos, pero que muestrchocantes analogías con el homsapiens. Según el doctor Leakey, es e

homo habilis nuestro único antepasadomientras que los otros homínidos no somás que ramas defectuosas que nuvieron descendencia. E


89/807

australopiteco, el pitecántropo y ehomo habilis aparecieron al mismiempo, pero solo el homo habilis fu

punto de partida de la fructíferevolución que condujo al homo sapiensPor lo demás, hay que observar que, ediferentes lugares, pero principalmenten Gran Bretaña, Francia, Alemania Hungría, se han encontrado cráneofósiles cuyas características hace

pensar en el hombre actual, pero quproceden de yacimientos muy antiguosRecientemente, en el yacimiento del ríOmo (Etiopía), se han descubierto do

cráneos muy "modernos" pero tambiéantiquísimos. Esta dispersión de tiposumamente evolucionados presuponeevidentemente, una dispersión anterio


90/807

del tronco, del homo habilis. (…)»Sin embargo, el doctor Leake

sigue opinando que el hombre "nació" e

a zona que comprende el ÁfricOriental, Arabia y el oeste de la India.

En la India, ha sido descubierto umono fósil, el ramapiteco, más recientpero bastante parecido al kenyapiteco, yse ha puesto también de manifiesto unndustria primitiva. Mr. Leakey est

convencido de que unas excavacionesistemáticas en la India o en Arabiresultarían extraordinariamentfructíferas, puesto que el África orienta

muestra incesantemente su riqueza efósiles. Después de los yacimientos dTanzania y de Kenya, Etiopía reveló edel río Omo. La latitud y las altura


91/807

escalonadas en estas regiones fueroextraordinariamente favorables a laparición y a la evolución de lo

homínidos primitivos. Sus tierravolcánicas son ideales para lconservación, de los fósiles: Cuanto máse busca, más se encuentra. En fechmuy reciente, Mr. Leakey descubrió, eOlduval, un cráneo de homo habilis quparece completo o poco menos (L

onde, 19 de agosto de 1969). Edoctor Leakey mostró un dientencontrado en territorio kenyano, al sudel lago Rodolfo: este diente parec

haber pertenecido a un homínido quvivía hace ocho millones de años.»

Sin embargo, Leakey opina que ehomo sapiens sólo pudo aparece


92/807


93/807

que, «cuanto más se busca, más sencuentra». Un homo habilis de variomillones de años. Un homo sapiens d

cien mil años; y algunas suposicioneconstantemente puestas en tela de juicioflotando en este océano del tiempoPero, si vivieron homínidos hace más docho millones de años, se derrumba leoría clásica de la evolución. Y, si e

hombre pensante existe desde hace cie

mil años, tenemos lógicamente derecha preguntarnos si es posible aceptaranquilamente la idea de que sól

adquirió luces y poder en los último

siglos, de que hubo un único momentprivilegiado en esta larga aventura, umomento comprendido en la últimquingentésima parte del tiempo humano


94/807

surgido, a su vez, de una noche oscurde ocho millones de años.

Y si, como opina Leakey, el hom

sapiens aparece con la magia, es decircon el intento de dominar el mundvisible por medio de fuerzas invisiblespodemos considerar nuestros dos siglode tecnología como una de las formaasumidas por la prolongada búsquedmágica, entre las muchas que s

desarrollaron, con éxito o sin él, en edecurso de tiempos inmemoriales. Estmanera de ver la cuestión es, en todcaso, menos fantástica que la maner

convencional que presupone dos siglode revelación en cien mil años detargo y, en resumidas cuentas, u

extraordinario racismo temporal.


95/807

Es curioso que combinemos coanta satisfacción la idea de que l

última quingentésima parte del tiemp

humano nos ha convertido en señores doda la Humanidad pensante, con la ide

evolucionista que liga nuestra ascensióal oscuro proceso general de lo vivienteque hacía salir al reptil de su légamo, a la química ciega que, añadiendo dopequeños balones a su débil cerebro

daba origen a los hemisferiocerebrales. Quizá sería útil para lmente, al menos a modo de ejercicioconsiderar las actitudes inversas

situarnos menos excepcionalmente en lhistoria humana y más excepcionalmenten la historia de lo viviente; pensar quel hombre podría ser una forma estable


96/807

capaz de manifestarse en repetidaocasiones, con éxitos o catástrofes. Estantirracismo temporal y el sentimient

de que la Humanidad podría ser, en lTierra y en el Universo, una forma demergencia estable, un punto final de laenergías, la plasmación del eternempeño del ser en manifestarse, podrínfluir en la civilización, en la socieda en la moral. Que el hombre má

humilde sea un objeto de valoncalculable. Que la totalidad de loiempos humanos sea considerada con l

mayor predisposición al respeto, a l

admiración y al asombro. Si rebuscamoen el almacén de las doctrinas nadmitidas, encontramos una bastantadecuada: el humanismo.


97/807

CAPíTULO II

EL DESLIZAMIENTO DE LOS CONTINENTES

Una mirada infantil al mapa demundo. - Es un rompecabezas. - La idede Wegener. - Le dan la razón treint

años después. - Breve digresión sobrel paleomagnetismo. - Einstein prologa obra de Hapgood. - Cómo sroduciría el deslizamiento de lo

continentes. - Una teoría nueva: eondo de los océanos se mueve. Unaalabras sobre la Atlántida. - ¿Qué fu

a Antártida? - Un sueño de Hapgood.


98/807

Viajemos en trineo, con Paul- rnilVictor, por los senderos del tiempo.

Vestigios de materia orgánicfueron descubiertos en dos fragmentode Luna traídos por sus primeroexploradores. ¿Son estos vestigios d

origen genuino? ¿O fueron incorporadopor los propios cosmonautas, a pesar dodas las precauciones? Aún sabemo

muy poco sobre la composición dnuestro satélite. ¿Por qué la atmósferde Marte no ha de contener nitrógeno, sse cree observar amoníaco en ella? Ha

muchas preguntas sin respuesta. Lanformaciones son escasas

fragmentarias. Pero, ¿lo sabemos todsobre la Tierra en que habitamos? N


99/807

mucho menos. Sus profundidades noson en gran parte desconocidas. Shistoria sigue siendo enigmática.

Contemplad un mapa del mundo¿Es un rompecabezas cuyos pedazofueron separados? La costa oriental das Américas parece haberse despegad

de la costa occidental de Europa África. ¿Se habrá separado poco a pocohasta el punto ¿le convertir un estrech

en ese Atlántico de 4.800 kilómetros danchura?¿Y el océano índico? ¿Y no parece

África del Sur, Madagascar, la Antártid

Australia pedazos de un rompecabezaa la deriva? Hace ya mucho tiempo, logeólogos se vieron sorprendidos por lasemejanzas de formaciones rocosa


100/807

descubiertas en frica del Sur, eDekkán, Madagascar y el Brasil, algunos de ellos formularon la hipótesi

de un continente primitivo: eGondwana. Los primeros estudios de lgeología antártica les incitaron a atribuiuna parte del continente austral aGondwana. En diciembre de 1969, sdescubrió en la Antártida (MonteAlejandra) el cráneo de un listrosauro

Éste es un reptil que se supone que vivia principios del período secundariohace 230 millones de años. Fósileanálogos habían sido encontrados e

África del Sur y en Australia. Existesimilitudes evidentes entre las florafósiles de la Antártida, de África deSur, de Australia y de América del Sur


101/807

Y el carbón de la Antártida procede dfósiles de grandes árboles que hacepensar en un clima ecuatorial.

En 1914, un alemán, el geofísico meteorólogo Alfred Wegener, lanzó unhipótesis global. Según su teoría, todaas tierras formaban al principio un sol

bloque. Después, debieron producirsdislocaciones, en épocas diversas, cada continente marchó a la deriva

Wegener murió en 1930, durante unexpedición a Groenlandia. Y su tesicayó en el descrédito.

«Yo mismo empecé mi

nvestigaciones con la intención ddemostrar que la teoría de Wegener erabsurda», declaró en 1969 Patrick MHurley, profesor de geología del MIT


102/807

Pero, ante el cúmulo de hechorecientemente descubiertos, reconocique el sabio alemán tenía razón en l

esencial: los continentes cambian dsitio.

En efecto, a partir de 1950, unnueva serie de elementos devolvió sfuerza a la idea de la movilidad de lcorteza terrestre y del deslizamiento dos continentes.

Vamos a verlo. Y que se noperdone el tecnicismo de esta brevexposición.

El paleomagnetismo es el estudide la dirección y la intensidad demagnetismo de las rocas. La importancide esta magnetización estriba en que est


103/807

orientada en el sentido del campmagnético terrestre en la época deenfriamiento. En la roca sedimentaria s

halla, pues, contenida la indicación de lorientación del campo magnético de lTierra en un período dado.

Al proseguir en Europa loestudios sobre formaciones rocosacada vez más antiguas, se descubrió quecuanto más viejas son las rocas, nos da

posiciones del polo magnético máalejadas de la del polo geográficactual. Ciertas rocas de haccuatrocientos millones de años nos da

un polo situado en el ecuador. Así, puesos polos, o los continentes, ha

cambiado de sitio.El estudio de las rocas de un


104/807


105/807

ierras del hemisferio Sur se separaromás que las del hemisferio Boreal.

Las direcciones de magnetizació

omadas de piedras sedimcntarias dAfrica Central sitúan el. polo Sur en lRepública Sudafricana. Datos análogoobservados en Australia sitúan aquemismo polo, en igual período, en lparte meridional de Australia. Si estandicaciones proporcionadas por Áfric

Australia sobre la posición del polSur, hace trescientos millones de añosson exactas, Australia debía encontrarssituada, en aquel entonces, un poco a

orte y junto a la costa este de Áfricdel Sur. Eso confirmaría la teoría dque, hace trescientos millones de añosas tierras formaban una sola masa.


106/807

La tesis de Wegener fue adoptadpor Charles H. Hapgood, con much

resonancia, y sostenida por AlberEinstein, abierto siempre a las ideanuevas. En 1958, Einstein prologó lobra de Hapgood, en estos términos:

«Frecuentemente recibcomunicaciones de personas que deseaconsultarme sobre sus ideas inéditas

nútil decir que raras veces poseen estadeas el menor valor científico. Siembargo, la primera comunicación qurecibí de Monsieur Hapgood m

electrizó. Su idea es original, musencilla, y, si puede apartar nuevapruebas a su argumentación, de gramportancia para todo lo relativo a l


107/807

historia de la superficie de la Tierra.»Numerosos datos experimentale

ndican que, en todos los puntos de l

superficie de la Tierra donde puederealizarse estudios con mediosuficientes, se producen numeroso

cambios de clima, aparentementsúbitos. Según Hapgood, esto eexplicable: la corteza externa de l"Tierra, prácticamente rígida, sufriría d

vez en cuando considerabledesplazamientos sobre las capanternas, viscosas, plásticas y tal ve

fluidas. Tales desplazamientos puede

producirse como efecto de fuerzarelativamente débiles ejercidas sobre lcorteza y procedentes del movimiento d

rotación de la Tierra, el cual tiende, a s


108/807

vez, a alterar el eje de rotación.»En una región polar, el hielo s

deposita de manera continua, pero no s

distribuye simétricamente alrededor depolo. La rotación de la Tierra actúsobre estas masas de hielo de manerrregular y produce un movimiento d

acción centrífuga. que se transmite a lcorteza rígida de la Tierra. Estmovimiento centrífugo, que aument

constantemente, puede haber provocadoal alcanzar cierta fuerza, udeslizamiento de la corteza terrestrsobre el resto del cuerpo de la Tierra

que acercaría las regiones polares aecuador.

»Es indudable el trecho de que lcorteza terrestre es lo bastante resistent


109/807

para no hundirse bajo el peso de lohielos. La cuestión estriba, ahora, esaber si esta corteza terrestre pued

efectivamente deslizarse sobre las capanternas.

›El autor no se ha limitado a unsimple exposición de esta ideaPresenta, de manera a la vez prudente completa, un materiaextraordinariamente rico que confirm

su teoría. Yo creo que esta idesorprendente, y aun apasionante, mereca mayor atención de todos los que s

ocupan de los problemas de l

evolución de la Tierra.»Quisiera añadir, para terminar

una observación que acudió a mi mentmientras escribía estas líneas: Si l


110/807

corteza de la Tierra puede desplazarscon tanta facilidad, esto presupone quas masas rígidas de la superfici

errestre tienen que estar distribuidas dmanera que no originen una inercicentrífuga lo bastante importante parprovocar el deslizamiento. Pienso qusería posible comprobar esta deducciónal menos de un modo aproximado. Eodo caso, este movimiento centrífug

debe de ser más débil que el producidpor las masas de hielo depositadas.»

El prólogo de Einstein atrajo l

atención sobre la idea de la movilidade los continentes.

Hapgood admite la existencia, baja corteza terrestre, de una capa viscos


111/807

sobre la que se deslizarían locontinentes, como icebergs sobre eagua. En realidad, gracias a indicio

ndirectos, y gracias a la sismografiacreemos saber que el grueso de la Tierrestá compuesto de este modo:

* Una corteza exterior, de 3kilómetros de profundidad, que sadelgaza hasta 11 kilómetros debajo dos océanos.

* El «manto», región que va desda parte inferior de la corteza hasta unprofundidad de 2.900 kilómetros y quse compone de una zona rígida de 10

kilómetros (litosfera), una zonparcialmente en estado de fusión, dvarios centenares de kilómetroastenosfera), y una zona de rigide


112/807

considerable (mesosfera).* El centro, cuya temperatura s

calcula en 6.000 grados centígrados

mientras que, en su límite con el mantoes probablemente de 4.000 grados. Ecalor de la litosfera es constante, permás elevado a lo largo de una franjestrecha en el fondo de los océanos, qurecibe el nombre de cadena mediooceanica.

Otra característica de los fondosubmarinos: una línea de depresionealrededor de la Tierra, con una anchur

de varias decenas de kilómetros profundidades de 7.000 a 8.000 metros que es centro de gran activida

sísmica.


113/807

Se trata, en general, de un modelsupuesto. No disponemos de medialguno para ver la sección de la Tierra

ni se ha efectuado ningún sonderealmente profundo. Nuestrconocimiento del interior del Globo espues, muy imperfecto y en gran parthipotético. Si algún sistema nos permitun día «radiografiar» la Tierrasabremos si Hapgood tiene razón.

Sin embargo, y aunque hubiese dabandonarse su teoría, la tesis dedeslizamiento de los continentes tuvo u

valioso retoño en la explicacióofrecida en 1963 por dos profesoreamericanos: Hess (de Princeton) y Díede la «Experimental Science Servic


114/807

Administration»). Hess y Díez piensaque, bajo la arruga medio-oceánicaexisten levantamientos en el manto de l

Tierra.Se formaría una nueva cortez

sobre la cima de esta línea de crestasmientras que la antigua corteza seríabsorbida por las depresiones marinasDe este modo, el fondo del océanosituado entre las cadenas y la

depresiones, se desplazaríprogresivamente.Si a uno le resulta difíci

maginarse este mecanismo de expansió

del fondo de los mares, puede utilizar lsiguiente analogía: basta imaginar dode esas cintas móviles que se utilizapara el transporte, colocadas de mod


115/807

que sus extremos estén a la mismaltura, pero girando en sentido contrarioEl espacio que las separa representa l

arruga medio-oceánica, y sus bordeopuestos, el lado más próximo a ladepresiones. Se colocan bloques dpiedra sobre cada cinta, en el lado de lcresta, y se pone la instalación emarcha.

La idea de la expansión de lo

fondos submarinos es relativamentreciente. Si obtuviésemos indicios eeste campo, aquélla constituiría uno dos elementos más sólidos de la larg

cadena de pruebas que tienden demostrar la movilidad de la cortezerrestre.

Si se crea una nueva corteza a


116/807

nivel de las cadenas, es preciso que lcorteza más antigua se destruya, ealguna parte, a fin de que la Tierr

conserve siempre la misma superficieSegún la hipótesis de la expansión dos fondos submarinos, esta corteza s

destruye en el emplazamiento de ladepresiones oceánicas.

En lo que respecta a la violencia a la frecuencia de los temblores d

ierra, el sistema de depresioneoceánicas es la zona más activa deGlobo. En estas regiones, los terremotoson corrientes e importantes. Además, e

en aquellas depresiones donde ocurreos seísmos más profundos qu

conocemos, y que se producen a unprofundidad de 700 kilómetros. Lo


117/807

emblores de tierra asociados a la red ddepresiones se extienden en un planque forma un ángulo de unos 30 grado

con el de la cuenca oceánica. Algunoerremotos se producen debajo de la

depresiones.En la actualidad, no faltan prueba

de la expansión de los fondosubmarinos y de la movilidad de lcorteza terrestre. Además, cierto

estudios sísmicos nos permiten captar lque ocurre en nuestros días en lsuperficie de la Tierra.

Aparte de esto, si los continentes s

desplazan al mismo tiempo que el fonddel océano, parece inevitable que dos más masas continentales acabaráentrando en colisión.


118/807

La arruga medio-oceánica tiencontacto, en dos puntos, con una mascontinental: el golfo de California y e

mar Rojo. En ambos casos, esto acarreuna gran actividad tectónica. El maRojo se formó a consecuencia de lseparación de la península de Arabidel continente africano. Según pareceCalifornia se está despegando a lo largde la fisura de San Andrés, a razón d

cinco centímetros por año. Si continúel movimiento actual, dentro de unomillones de años California se habrconvertido en

una isla.En la actualidad, no conocemos l

naturaleza exacta del movimiento demanto. Tenemos que esperar el resultad


119/807

de los estudios en curso. En todo casoa manifestación de estas fuerzas afect

profundamente a la raza humana, y s

comprensión abre nuevas y fantásticahipótesis sobre el pasado y el futuro.

La explicación de Hess y Díez, po

a expansión de los fondos submarinosparece preferible a la tesis de Hapgoodque presupone la existencia de una cap

viscosa sobre la cual navegaría lcorteza terrestre. Según hemoobservado, la temperatura de la lindentre el centro y el manto es de 4.00

grados centígrados. No se comprendque esta temperatura pudiese provocaa formación de una viscosidad qu

permitiese el rápido deslizamiento d


120/807

os continentes. Sin embargo, ígnoramomuchas cosas sobre las propiedades da materia a temperaturas altas

combinadas con presioneconsiderables.

Según Hapgood, el hecho de que shayan encontrado fósiles tropicales en lAntártida demuestra que hubo una épocen que este continente estuvo situado eel ecuador, y que se desplaz

posteriormente. Hace diez o quince miaños, la Antártida se encontraba unocuatro mil kilómetros más al Norte. Sclima era templado. Entonces, po

causas desconocidas, empezó una erglacial. El hielo se acumuló al principien los polos, para alcanzar después lazonas templadas. Por efecto de la


121/807

fuerzas centrífugas producidas por lodos centros de gravedad de locasquetes polares, la corteza terrestr

empezó a deslizarse; la bahía de Hudso Quebec se desplazaron 4.00

kilómetros hacia el Sur; Siberia, hacia eorte, y la Àntártida, hacia el Sur. E

unos cuantos miles de años, la Antártidlegó al polo Sur, adquiriendo su clim

actual.

Es esta cifra de sólo diez o quincmil años lo que la mayoría de logeólogos se niegan a admitir. Siembargo, el deshielo fue muy súbito e

América, geológicamente hablandunos miles de años como máximo), y l

mismo ocurrió con la congelación dSiberia.


122/807


123/807

permítasenos un inciso. Por nuestrparte, compartimos de buen grado lesis rusa, según la cual la Atlántida n

fue un continente, sino la isla Theracolonia cretense del Mediterráneodestruida por la explosión del volcáSantorín, unos 3.000 años antes dJesucristo.

Pero volvamos a Hapgood. Uno ssiente inclinado a conjeturar, con él, qu

existió una civilización en Antártida, que otras civilizaciones tuvieroconocimiento de este continente antedel período glacial que había d

provocar su relativamente bruscdesplazamiento. Tal vez duermevestigios bajo los hielos. Y podemopreguntarnos si, por las mismas razones


124/807

no se albergarán también, en el extremorte, otros rastros de civilizacione

enterradas bajo los hielos d

Groenlandia, país que tal vez guardrelación con las leyendas de Thule, dHiperbórea y de Numinor.

¿Y cuál sería la vida de lohombres, en un continente a la deriva, ecurso de dislocación? La latitucambiaba con los siglos. Los terremoto

eran continuos; se transformaba el climaas perturbaciones meteorológicadebieron de ser espantosas. A la luz dales hipótesis, ¿no convendría examina

de nuevo las leyendas y las tradicionenórdicas? «Hay algo irresistiblementromántico -escribe Hapgood- en el temde las civilizaciones desaparecidas, d


125/807

as ciudades destruidas, de lodescubrimientos olvidados. Es como sa mente del hombre se deslizase a l

argo de los senderos del tiempo. Pareccomo si, en alguna parte, en un recodde uno de estos senderos, tuviesen quaparecer bruscamente ampliaperspectivas: maravillosas ciudades quun día fueron florecientes, parextinguirse después, en el mundo y en e

recuerdo.» Y, en el vago presentimientde un eterno retorno de las cosasmientras pensamos en la suerte dnuestro propio mundo actual, nuestr

alma escucha las palabras dShakespeare: «Llegará un día en que, lmismo que el edificio sin cimientos desta visión, las torres coronadas d


126/807

nubes, los magníficos palacios, loemplos solemnes, este propio Globnmenso y todo lo que contiene, s

disolverán sin dejar más rastro dbrumas en el horizonte que la fiestnmaterial que acaba d

desvanecerse…»Y es que un asombros

descubrimiento había de confirmar, a loojos de Hapgood, su tesis sobre l

Antártida. Nos referimos a la célebrcuestión de los mapas de Piri Reis.Esta cuestión, señalada por ve

primera en Francia por Paul-Émil

Victor, jefe de las expediciones polarefrancesas, fue evocada por nosotros eEl retorno de los brujos. A esto siguiuna abundante literatura, dudosa en s


127/807

mayor parte. La obra del propiHapgood, Mapas de los antiguomares; las sesiones celebradas en 195

en la Universidad de GeorgetownWashington, sobre el tema «Nuevos antiguos descubrimientos en lAntártida», y algunos otros trabajoscorroboraron y profundizaron, ya que nresolvieron, el enigma planteado poaquellos mapas. En julio de 1966

pedimos a Paul-Émile Victor quescribiese, para Planète, su opinión sus informaciones sobre el misterio dPiri Reis. Habida cuenta de que lo

estudios actuales no han superado eartículo que él nos mandó a la sazón, noparece útil reproducirlo aquí. «En epresente artículo -escribió Paul-Émil


128/807

Victor-, no vacilamos en seguir ecamino de las hipótesis audaces. Pernsistimos en el hecho de que no se trat

de nada más. Los verdaderos sabios sopoetas y hombres de imaginación. Siellos, la Ciencia no existiría. Los otroson como contables o tenderos dultramarinos que no descubren nada. Poo demás, ¡qué aburrida sería la vida sia imaginación!»

Si bien os parece, tomad el trinede Victor y realizad una excursión poos «senderos del tiempo».


129/807

CAPÍTULO III

HISTORIA DE UNOS MAPAS IMPOSIBLES

Este capítulo es reproducción dun artículo de Paul-Émile Victor. - Domapas del mundo en el museo Topkap

Curioso relato de Piri Reis sobrCristóbal Colón. - La sorpresa d

rlington H. Mallery. - ¡Mapas dantes de la glaciación! - En Historiahay que esperar sorpresas tan grandecomo en física nuclear. - Ln

la rebelion de los brujos - louis pauwells jacques bergier.pdf

Documents