la gestion de conflictos un campo emergente

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LA GESTIÓN DE CONFLICTOS: UN CAMPO EMERGENTE Josep Redorta Abogado-mediador Dr. en Psicología Social REDORTA, J. (2009) La gestión de conflictos: un campo emergente. Actas del XI Congreso Nacional de Psicología Social, Tarragona 2009. Publicación electrónica. ABSTRACT Se abordan las dificultades en la definición del conflicto. Se examinan las fuentes del conflicto y los elementos básicos que aparecen en la confrontación. Se acota el concepto y campo de acción de la gestión de conflictos con particular incidencia en el desarrollo de la mediación y la evolución en España. 1.- La problemática definición de conflicto Si nos referimos al conflicto en términos amplios puede ser relativamente fácil alcanzar un acuerdo en el concepto. Sin embargo, al intentar precisar nos damos cuenta inmediatamente de que estamos ante un constructo complejo. Moscovici (1981, 123-135) ha visto el conflicto embebido en la interacción, en los procesos de cambio y en la influencia afirmando: “Los procesos de influencia están directamente unidos con la producción y reabsorción de conflictos.” Este autor, un estudioso de los procesos de conflicto y consenso, ha sostenido también que “en 1

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  • LA GESTIN DE CONFLICTOS: UN CAMPO EMERGENTE

    Josep RedortaAbogado-mediadorDr. en Psicologa Social

    REDORTA, J. (2009)La gestin de conflictos: un campo emergente. Actas del XI Congreso Nacional de Psicologa Social, Tarragona 2009. Publicacin electrnica.

    ABSTRACT

    Se abordan las dificultades en la definicin del conflicto. Se examinan las fuentes del conflicto y los elementos bsicos que aparecen en la confrontacin. Se acota el concepto y campo de accin de la gestin de conflictos con particular incidencia en

    el desarrollo de la mediacin y la evolucin en Espaa.

    1.- La problemtica definicin de conflicto

    Si nos referimos al conflicto en trminos amplios puede ser

    relativamente fcil alcanzar un acuerdo en el concepto. Sin embargo,

    al intentar precisar nos damos cuenta inmediatamente de que

    estamos ante un constructo complejo.

    Moscovici (1981, 123-135) ha visto el conflicto embebido en la

    interaccin, en los procesos de cambio y en la influencia afirmando:

    Los procesos de influencia estn directamente unidos con la

    produccin y reabsorcin de conflictos. Este autor, un estudioso de

    los procesos de conflicto y consenso, ha sostenido tambin que en

    1

  • la medida en que los procesos de influencia social tienen lugar en el

    marco de una interaccin en la que cada miembro del grupo tiene

    buenas razones para reducir o resolver el conflicto o el desacuerdo,

    estos procesos aparecen estrechamente emparentados con un

    proceso de negociacin ( Moscovici, 1985, 82)

    Lewin (1973) en cita de E. Vendrell (1987, 13) afirm que el conflicto

    debe concebirse psicolgicamente como una situacin en la que

    fuerzas que se oponen de modo simultneo entre s y con igual

    intensidad, actan sobre un mismo individuo. Tambin conceptualiz

    el conflicto a partir de una tendencia y la intervencin de una fuerza

    inhibidora: en general sobreviene una situacin de conflicto cuando

    existe por un lado una tendencia a arriesgarse en una actividad

    (coger alimento) y de otro una fuerza opuesta a esta actividad.

    (Lewin, 1972) tambin en cita de E. Vendrell. Esta concepcin de Kurt

    Lewin, nos sita en el marco del conflicto intrapsquico en la medida

    que no clarifica si las fuerzas a que se refiere, pueden ser internas o

    externas al individuo. En todo caso, un dilema interno en la medida

    en que se transmite a la interaccin puede ser un conflicto, al menos,

    interpersonal.

    Deutsch (1973, 33) aclar que: el conflicto interno es una

    experiencia personal inevitable. Sostiene que un conflicto ocurre

    cada vez que una actividad incompatible ocurre. Que estas acciones

    se pueden originar en una persona, grupo o nacin. A continuacin,

    define lo que entiende por incompatibilidad afirmando que: una

    accin es incompatible con otra cuando previene, obstruye, interfiere,

    daa, o de alguna manera posteriormente la hace menos agradable o

    menos efectiva (p.10).

    En 1986 Rubin, Pruitt y Hee (1994, 5) se preguntaban What is

    conflict? aportando a continuacin una definicin vlida, en su

    2

  • opinin: El conflicto significa diferencia de intereses percibida, o una

    creencia (belief) que las partes en sus aspiraciones normales no

    pueden alcanzar simultneamente. Con esta idea, el conflicto se

    manifiesta ya de forma general en la interaccin, en lo social,

    siempre ms all del individuo.

    Otra forma de aproximarse al conflicto es la Johan Galtung (1996,

    70) quien distingue disputa que define como relativa a dos

    personas o actores que persiguen el mismo objetivo que es escaso.

    Distingue tambin dilema que lo refiere a una persona o actor que

    persigue un objetivo incompatible. Sigue distinguiendo

    contradiccin para referirla a la dialctica entre un objetivo deseado

    y la forma o sistema elegido para alcanzarlo. Finalmente, conflicto

    se refiere a las actitudes y asunciones personales ms la conducta y

    las contradicciones en una trada slo abstrable tericamente y que

    tiene un nivel latente y otro manifiesto.

    Otros autores ofrecen su definicin apoyndose en algn aspecto muy

    destacado. As Freund (1983, 65) habla de: la intencin hostil a

    propsito de un derecho, D. Tjosvold (1998, 285) recoge una lnea

    de pensamiento que habla de: intereses opuestos relativos a

    recursos escasos con objetivos divergentes y frustracin. Lewicki,

    Weis y Lewin (1992, 211) efectuaron una revisin en la que vienen a

    sostener que ninguna definicin parece predominante dependiendo

    de los investigadores y de los mtodos de conceptualizacin de las

    diferencias.

    Eduardo Infante, de la Universidad de Sevilla, efectu un estudio

    sobre la definicin de conflicto en el perodo 1933 a 1996, hallando

    78 definiciones distintas y aplicando el denominado cluster analysis

    obtuvo interesantes conclusiones al respecto (Infante, 1998, 491). Se

    destaca que el conflicto es concebido mayoritariamente por los

    3

  • autores como un: proceso producto subjetivo- cognitivo que

    implica percepciones de metas incompatibles por parte de, al menos,

    dos individuos. Sin embargo, destaca que los conceptos de poder e

    interaccin, aparecieron poco en las definiciones, elementos que ya

    hemos visto como consustanciales al conflicto. A partir de lo hallado

    en la investigacin, Infante ofrece una nueva definicin de lo que

    debe entenderse por conflicto interpersonal: un proceso cognitivo-

    emocional en la que dos individuos perciben metas incompatibles

    dentro de su relacin de interdependencia y el deseo de resolver sus

    diferencias de poder."

    2.- Dificultades de la aproximacin psicosocial.

    An siendo la realidad del conflicto algo muy complejo, tanto en el

    sentido tcnico del trmino como hemos estado viendo, como en el

    sentido ms literal de la expresin, no por ello hemos de dejar de

    intentar comprenderlo y analizarlo. De hecho, la investigacin

    cientfica es lo que pretende, con las herramientas que tiene a mano

    en cada momento histrico.

    Acercarnos al conflicto para comprenderlo, para estudiarlo, para

    extraer de l conclusiones tiles para la ciencia supone efectuar un

    esfuerzo al menos en una doble direccin: de un lado entendiendo

    que el fenmeno no puede ser aprehendido si no es desde una visin

    multidisciplinar muy amplia y de otro, an acercndonos desde una

    disciplina concreta, que en nuestro caso es la psicologa social,

    atendiendo a que cualquier disciplina tiene a su vez un nivel de

    desarrollo especfico en un momento histrico determinado y sus

    propias contradicciones. El terico del pensamiento borroso Bart

    Kosko (1995, 123) cita a Bertrand Rusell para ilustrar esta idea y

    pone en su boca esta afirmacin: todo es vago en un grado en que

    no te das cuenta hasta que intentas precisarlo.

    4

  • Esto es, exactamente, lo que ocurre con el estudio de los conflictos.

    De un lado existe toda una ciencia en construccin llmese

    conflictologa como pretende la revista del mismo nombre, que

    afirma en su nmero n 1 de abril de 2.000 que Conflictologa es un

    trmino muy claro. Etimolgicamente quiere decir ciencia o

    conocimiento del conflicto, sinnimo de lo que internacionalmente se

    reconoce como Resolucin de Conflictos (Vinyamata, 2000, 3);

    llmese Anlisis y Resolucin de Conflictos como pretende Alzate

    (1998, 16). O bien, reconocindola por un constructo que nos parece

    ms cercano al estado actual del avance de la ciencia y que es

    Conflict Theory en su expresin inglesa.

    Otros autores, como Schellenberg (1982, 7) reflejando el estado de la

    cuestin, se preguntaron en su da si no estamos ante una nueva

    disciplina dado que sus practicantes y estudiosos proceden de

    diversos campos disciplinares y an no han perdido su propio origen.

    La respuesta a esta cuestin es afirmativa para Burton, Mitchell,

    Berkovitch y Banks en opinin de Ramn Alzate (1998, 19).

    Del conflicto existe una visin mucho ms amplia que la psicosocial,

    por ejemplo la utilizada en ciberntica para referirse a conflictos

    entre sistemas, en fsica para referirse a fuerzas en conflicto, en

    geologa para explicar determinados fenmenos, en etologa hablando

    de los animales en conflicto, etc., lo que esto evidencia es la

    amplitud del campo en que nos movemos. As pues, adoptar una

    nica perspectiva supone una autolimitacin, que siempre debe ser

    tenida en cuenta en la interpretacin de datos, pero que al mismo

    tiempo tiene la ventaja de tener clara la forma en que nos acercamos

    al conflicto.

    5

  • Sin embargo, siquiera una nica perspectiva sigue siendo

    excesivamente amplia para abordar un tema que es totalmente

    transversal. Fiske, Kitayama, Markus y Nisbett (1998) elaboraron un

    modelo para comprender mejor el paso de la realidad colectiva a la

    accin diaria. En el mismo se parte de la realidad colectiva que se

    canaliza a travs de procesos psicosociales (lenguaje, sistema legal,

    etc.) para focalizarse todo en los mundos individuales (escuela, casa,

    lugar de trabajo, etc.) lo que a su vez origina nuevas estructuras

    psicolgicas que son las que definen en ltimo trmino la accin.

    Para comprender mejor esta accin resultante desde la perspectiva

    psicosocial nos ha sido til reubicar la disciplina a partir de las ideas

    de Munn, F. (1996, 23-37) expuestas en su obra Entre el individuo

    y la sociedad y cuyo subttulo marcos y teoras actuales sobre el

    comportamiento interpersonal ya nos orienta sobre su utilidad para

    el fin propuesto. El autor parte de la estructura epistemolgica de la

    psicologa social como ciencia sustantiva estableciendo los niveles de

    formalizacin de la misma y su mismo contenido.

    De todo esto se deduce fcilmente que si el conflicto ya es

    inabordable desde una nica perspectiva disciplinar, cuando

    intentamos siquiera hacerlo desde la psicologa social, conscientes de

    las limitaciones que vamos a encontrar, sucede que esta disciplina

    tiene ya dificultades intrnsecas en su desarrollo terico y que

    adems se halla ntimamente relacionada con otras ciencias. Es pues

    preciso asumir algunos riesgos tericos.

    3.- Algunos grandes marcos de anlisis

    Para darnos una mayor idea de la complejidad de la tarea baste

    considerar algunos de los grandes marcos de anlisis, de los diversos

    posibles, en la lnea que nos hemos impuesto. Y es que no existe una

    6

  • teora general del conflicto, si bien algunos autores sostienen la

    necesidad de su existencia, por ejemplo Alzate (1998, 17) quien

    afirma: creo que es necesaria una teora general del conflicto no slo

    para que nos ayude a explicar, predecir y tratar algunos elementos

    del comportamiento humano, sino porque adems constituye la base

    para la comprensin de los conflictos particulares.

    Frente a las dudas, propias del momento en que se est

    construyendo una nueva disciplina, slo cabe recordar la importante

    contribucin al campo del estudio de los conflictos que ha tenido y

    tiene la psicologa. Vale la pena recordar que algunos grandes marcos

    de anlisis del conflicto pueden ser construidos desde aportaciones

    muy significativas. Examinemos el siguiente cuadro:

    ALGUNOS GRANDES PROCESOS BSICOS

    DE CONFLICTO

    AUTOR TIPO DE CONFLICTO PROCESO RESULTANTE

    FREUDConflicto entre el deseo y la prohibicin.

    (lucha por el deber)

    REPRESIN. DEFENSAS.

    DARWIN

    Conflicto entre el sujeto y el medio.

    (lucha por existir)

    DIFERENCIACIN ADAPTACIN

    MARXConflicto entre clases sociales.

    (lucha por la igualdad)

    ESTRATIFICACIN SOCIAL. JERARQUIA.COMPARACIN SOCIAL.

    PIAGETConflicto en la toma de decisiones experienciales.

    (lucha por ser)

    RESOLUCIN DE DILEMAS.APRENDIZAJE.

    7

  • Aunque estos no sean los nicos procesos de conflicto (su valor es

    aqu indicativo), s configuran grandes formas de aproximarse al

    conflicto o, si se quiere, a algunos de los grandes conflictos a los que

    los humanos nos enfrentamos.

    4.- Las fuentes del conflicto

    Preguntarse por las fuentes del conflicto es adentrarse primero en la

    filosofa, la religin y cuantas opiniones existen que pretendan dar

    cuenta de a que razn responde el ser humano. En tanto que somos

    incapaces de respondernos respecto al conflicto central, es decir el

    existencial, el de que somos y que significado tiene la vida, se hace

    difcil identificar los orgenes de los conflictos.

    En 1987 Vicens Fisas (1987, 178-179) efectu un resumen amplio al

    respecto. Este autor al analizar las distintas escuelas que tratan de

    explicar el conflicto sostiene que sus puntos de vista son totalmente

    insuficientes para dar cuenta del fenmeno conflicto. Una forma

    prctica de resumir las visiones existentes histricamente sera la

    siguiente realizada por Wher en cita Hocker y Wilmot (1985, 6):

    a) El conflicto y la lucha son innatos en todos los animales incluyendo

    al hombre.

    b) El conflicto se origina en la naturaleza de las sociedades y depende

    de cmo se han estructurado.

    c) El conflicto es una aberracin, una disfuncin de los sistemas

    sociales.

    d) El conflicto ocurre porque es funcional para el sistema social.

    e) El conflicto ocurre porque se persiguen objetivos incompatibles.

    f) El conflicto es consecuencia de la pobre comunicacin, mala

    percepcin, defectuosa socializacin y otros procesos inconscientes.

    8

  • g) El conflicto es un proceso que pasa en todas las sociedades y en

    todas existe una regulacin del mismo.

    Sin embargo, aunque parece que todas estas visiones contienen algo

    de verdad, ste es uno de los temas ciertamente delicados por su

    complejidad. Es por ello que hemos acudido a Hobbes. Es decir,

    hemos acudido a una opinin de siglos atrs que probablemente siga

    siendo vlida: en la naturaleza del hombre encontramos tres causas

    principales de disensin. la primera es la competencia. En segundo

    lugar, la desconfianza; y en tercer lugar, la gloria. (Hobbes,

    1648/1999, 115). A esto reduca Hobbes las grandes fuentes del

    conflicto.

    Y, por referirnos ahora a un autor moderno, Fisher (2000, 169) al

    hablar de las fuentes del conflicto intergrupal, con cita de Katz, cita

    las diferencias econmicas, divergencias en valores y en el poder

    como fuentes bsicas de los conflictos. A todo esto aade el propio

    autor las diferencias en las necesidades humanas. No obstante,

    Fisher en 1994 (Vide Fisher, Kopelman y Scheider, 1994, 109) que los

    siete elementos de una situacin de conflicto son los intereses, las

    opciones para satisfacerlos, la legitimidad, la relacin entre las

    partes, la comunicacin, los compromisos potenciales y las

    alternativas a la solucin negociada. Un resumen de utilidad podra

    ser el siguiente cuadro elaborado a partir de las ideas de estos

    autores y que hemos adaptado en funcin de nuestra revisin y

    experiencia emprica.

    9

  • ELEMENTOS BSICOS QUE

    APARECEN EN LA CONFRONTACIN

    PODER NECESIDADES VALORES INTERESES PERCEPCIN Y COMUNICACIN

    Capacidadde

    Coaccin

    Bsquedade

    Satisfactores

    CreenciasCentrales

    ObjetivosDeseados

    Interpretaciny

    Expresin

    Este cuadro no agota las fuentes del conflicto, pero tiene la ventaja

    de su simplicidad y de recoger con carcter general los elementos en

    que se ubican las ms importantes.

    5.- El concepto de gestin de conflictos

    Hablar de gestin de conflictos es situarnos en la traduccin de la

    expresin inglesa conflict management. Es entrar en un campo

    donde las definiciones no concuerdan y donde a menudo se habla de

    conflict resolution para referirnos a la misma cosa. As por ejemplo

    en una revisin del tema reciente efectuada por Jeong, H. (1999,

    390) se afirma: no hay una definicin precisa del concepto de

    gestin y resolucin de conflictos.

    10

  • Un importante esfuerzo en este campo de la definicin es preciso

    reconocerle a Douglas H. Yarn (1999). Su reciente Dictionary of

    Conflict Resolution publicado en 1999 significa una muy importante

    contribucin al campo de las definiciones y al sentido que hay que

    atribuir a los conceptos. Otra importante contribucin a este campo

    viene de la mano de Deutsch y Coleman (2000) quienes en el ao

    2.000 han compilado en U.S.A. el primer Handbook of Conflict

    Resolution: theory and practice donde se repasa en detalle, a travs

    de los trabajos de distintos autores, el estado actual del desarrollo del

    campo de la gestin de conflictos.

    El concepto de gestin de conflictos debe ser examinado desde la

    perspectiva de la intervencin. Sea o no sea resolucin de conflictos,

    lo que nos interesa es que hacer en situaciones concretas desde el

    punto de vista de quien es llamado, sin hallarse involucrado en el

    mismo, para manejar ese conflicto. O, tambin, en la perspectiva de

    como manejar ms eficientemente los conflictos en los que nos

    hallamos implicados.

    Podemos afirmar que, en lneas esenciales, la intervencin en

    conflictos sigue la pauta que ya resumiera Moore (1995, 30) en la

    siguiente figura:

    11

  • CONTINUO DE MTODOS DE ADMINISTRACIN Y

    RESOLUCIN DE CONFLICTOS

    Como puede verse claramente, en un continuo entre la evitacin del

    conflicto y su resolucin por medio de la violencia, se sitan las ms

    importantes figuras en resolucin o gestin de conflictos. Y, aunque

    en el ejemplo de Moore slo se citan especficamente hasta ocho

    figuras o formas de intervencin en resolucin de conflictos (como la

    negociacin o la mediacin), la O.N.U. tiene reconocidas hasta 19

    figuras distintas muchas de las cuales son combinaciones de las

    principales citadas por Moore.

    6.- La mediacin

    No obstante, lo que deseamos destacar es la idea que en el mbito

    de la gestin de conflictos la clave central de todo, el arco de la

    bveda, es lo que se ha llamado por Six (1997, 17): el mbito de

    12

  • intervencin del tercero. En resumen, y siguiendo la doctrina jurdica

    podemos afirmar que existen dos grandes lneas de intervencin en

    conflictos:

    a) La heterocomposicin

    Cuya idea central reside en que un tercero toma una decisin

    respecto a como resolver el conflicto: un juez, un rbitro, el rey, el

    jefe de la tribu, etc. Supuesto en el que se supone que este tercero

    tiene capacidad de decisin y de ejecutar lo decidido.

    b) La autocomposicin

    Supuesto en que son las partes las que arreglan entre ellas sus

    diferencias y si interviene un tercero, ste no tiene capacidad

    decisoria sino capacidad de influencia limitada.

    De entre las figuras de particular inters en el campo de la

    autocomposicin de los conflictos la negociacin y la mediacin

    aparecen como de las ms importantes. Aunque Yarn (1999, 274)

    cita hasta siete definiciones distintas y hace mltiples matizaciones,

    la idea se comprende mejor si nos remitimos a la funcin del

    mediador. No obstante, deseamos destacar que la mediacin como

    tcnica de resolucin de conflictos funciona apoyada sobre dos

    grandes ejes el poder y confianza.

    Se pretende que las partes en conflicto utilicen al mximo su propio

    poder y sus recursos y que el mediador se mantenga en lo posible

    neutral e imparcial, esto hace que se piense que mientras las partes

    son propietarias de su conflicto, el mediador lo es del proceso de

    resolucin de acuerdo con esas mismas partes.

    La confianza se construye desde la voluntariedad con que las partes

    entran en el proceso de gestin del conflicto, hasta la confidencialidad

    13

  • que se otorga a lo tratado en el proceso o a la propia expectativa de

    la actividad que se reputa del mediador.

    La mediacin puede ser vista como un proceso de desbloqueo de un

    conflicto a travs de la intervencin de un tercero que se remite a la

    propia capacidad de las partes para hallar la solucin de sus

    dificultades. Sin embargo, todos los mediadores experimentados y la

    misma investigacin han dado importancia crucial y creciente a un

    aspecto del problema: el anlisis del conflicto. Es decir, la

    composicin de lugar que se hace el mediador respecto de lo que est

    ocurriendo.

    El siguiente cuadro refleja los fundamentos de la mediacin:

    FUNDAMENTOS DE LA MEDIACIN

    14

    FUNDAMENTOS

    PODER

    CONFIANZA

    Empowerment(entre las partes)

    Imparcialidad y Neutralidad(hacia las partes)

    Voluntariedad

    Confidencialidad

    Proactividad

  • 7.- Visin general de la evolucin del campo de la gestin de

    conflictos

    El campo de la resolucin de conflictos es un campo en la ms

    absoluta emergencia de forma que es preciso plantearse si no

    estamos ante un nuevo movimiento social. De hecho, en 1.993, Peter

    Adler, publica un libro en Estados Unidos bajo el significativo ttulo de

    The future of Alternative Dispute Resolution: reflections on ADR as

    a Social Movement.

    En cualquier caso, nos estamos refiriendo a nuestra cultura ms

    prxima, la de los pases occidentales para dar cuenta de un

    movimiento que afecta a toda Amrica, a toda Europa con especial

    incidencia de manera reciente en los Pases del Este y a Australia.

    Las incidencias en la cultura oriental y africana son muy poco

    conocidas, aunque s es cierto que la mediacin se conoce y se

    practica tambin en estas reas de forma muy vinculada a diversas

    culturas autctonas. No slo la mediacin. Tambin el arbitraje es

    particularmente til y desarrollado en estas reas y podemos decir

    que casi siempre es una funcin del poder. En todos lados el poder

    dirime conflictos y cuando no existe una estructura judicial

    determinada, al menos tal como nosotros la conocemos, an es ms

    cierta esta afirmacin.

    Finalmente, la mediacin ha podido observarse en los primates, tal y

    como refleja Waal (1989, 237) por lo que, en conclusin, estamos

    ante formas de intervencin en los conflictos que tienen carcter

    universal y un cierto enraizamiento en la naturaleza ms profunda.

    Sin embargo, s es cierto que todo esto no empieza a tener una

    incidencia y un desarrollo renovado hasta los ltimos veinte aos.

    Seguimos el anlisis de Singer (1996, 11-29) para dar cuenta del

    15

  • proceso en los Estados Unidos donde se inicia este movimiento tal y

    como hoy lo venimos conociendo. De acuerdo a esta autora, los

    mtodos de que disponan los norteamericanos para resolver sus

    conflictos estn sufriendo una silenciosa revolucin. No slo se estn

    implementando sistemas para resolver conflictos al margen de los

    tribunales, sino tambin para complementar o reemplazar la funcin

    de stos en determinados asuntos.

    Para darse cuenta de la importancia de esto, Singer (1996, 11) cita a

    Tocqueville que escribi hace 150 aos: en los Estados Unidos no

    existe apenas una cuestin poltica que no se dirima antes o despus

    en los tribunales. Pero, no slo las cuestiones polticas estn tan

    influidas, la misma cultura de los mass media nos da una idea clara

    de la importancia que en la vida social tiene el derecho y su forma de

    intervenir en las situaciones de conflicto.

    Pero, el sentido prctico de los norteamericanos les ha llevado a

    cuestionarse este sistema. Cita la autora a Derek Bok, decano de la

    facultad de derecho de Harvard, para sealar hacia: un sistema

    judicial sembrado de las esperanzas defraudadas de aquellos que lo

    encuentran demasiado difcil de comprender, demasiado quijotesco

    para imponer respeto y demasiado caro para resultar prctico

    (Singer, 1996, 16).

    Ante esta situacin, es lgico que el conjunto de prcticas que traten

    de resolver conflictos por otras vas se desarrolle fuertemente. Las

    siglas Alternative Dispute Resolution (ADR) hacen fortuna en todo el

    pas y se expanden hacia fuera con fuerza inusitada. Hoy afectan a

    todos los rdenes sociales: la familia, la escuela, la vida comercial, el

    barrio, la salud, etc. y va ganando ms adeptos.

    16

  • De Estados Unidos, se extiende a Canad y Latinoamrica.

    Inicindose a mediados de los aos ochenta la importacin de estas

    tcnicas en Europa Occidental, primero a travs de Canad donde la

    cultura francesa influye en el aculturamiento ms prximo de la

    mediacin como tcnica, formndose los primeros mediadores.

    Luego, se expande por los pases de habla inglesa y posteriormente

    por Amrica del Sur, con especial relevancia en Argentina, donde el

    sistema judicial estaba en aquel entonces ya en franca quiebra, al

    decir de algunos juristas argentinos.

    Podemos pues situar el origen del movimiento en los Estados Unidos

    y por oposicin al sistema judicial, con una rpida expansin por todo

    el mundo y todos los mbitos de la vida social.

    8.- Evolucin en Espaa

    El autor public en 1.996, con datos referidos a 1.995, un trabajo

    (Redorta, 1.996) sobre este tema y a cuyas fuentes y anlisis nos

    referimos en este apartado. En cualquier caso, de manera ahora

    resumida, se planteaba en este estudio si estbamos ante una moda

    o algo ms profundo y cual podra ser la situacin de futuro a partir

    de la situacin de aquel momento.

    Se repasaba la incidencia de la Recomendacin del Consejo de Europa

    R86(12) con el fin de que los pases miembros potenciaran el uso de

    vas conciliatorias. Un estudio efectuado por el Instituto Suizo de

    Derecho Comparado, validando la mediacin como tcnica, algunas

    opiniones cualificadas francesas y particularmente el cambio de

    17

  • contexto que ya se intua a favor de la mediacin. En concreto se

    destacaba:

    a) La aceleracin de procesos sociales

    b) La multiplicacin de conflictos

    c) La inadecuacin de la respuesta judicial clsica

    d) La defensa de la privacidad como valor

    e) La incidencia de la complejidad

    A ttulo de ejemplo, se citaba que en 1.995 la voz mediacin no

    exista en la biblioteca del Colegio de Abogados de Barcelona, con

    700 aos de antigedad y 300.000 volmenes.

    Sin embargo, luego de repasar aspectos tales como la mediacin

    institucional y su fracaso relativo, el uso multiforme de figuras de

    ADR en la prctica existente, el colapso judicial y la emergencia de

    nuevas experiencias as como la ausencia de mediadores, se

    destacaban aquellas experiencias de futuro como el Programa de

    Mediacin en Justicia Juvenil de Catalunya, el Tribunal Laboral de

    Catalunya o el movimiento Elkarri ya en el Pas vasco y tambin el

    estado de la investigacin, prcticamente muy limitada a Santiago y

    Oviedo.

    No obstante, se anunciaba que estamos ante una nueva profesin y

    que los cambios seran muy inmediatos y acordes con los nuevos

    valores que la mediacin vena a aportar al sistema de resolucin de

    conflictos.

    Estos ltimos cinco aos han trado a Espaa un desarrollo notable de

    la mediacin. Baste decir que, actualmente y en toda Espaa, hay 18

    universidades que estn haciendo formacin de postgrado. Se estn

    abriendo centros de prctica particularmente en el campo de la

    18

  • familia, donde se ha regulado en diversas regiones autonmicas la

    figura legal. Diversas profesiones: trabajo social, psicologa,

    pedagoga, sociologa, ciencias polticas y derecho, en especial se

    estn interesando por el tema e iniciando un proceso de debate y

    formacin respecto a como incorporar esta tcnica. Asimismo, se han

    organizado algunos congresos para debatir de forma multidisciplinar

    el desarrollo de este campo.

    Para captar con mayor rapidez la idea de que existe un amplio

    movimiento tendente a cambiar un determinado estado de cosas, es

    bueno de entrada referirnos a los datos publicados por el Centro de

    Investigaciones Sociolgicas en el ao 1.998 (C.I.S, 1998). De

    acuerdo a esta fuente, slo un 10% de espaoles opinan que la

    justicia va bien. El resto entre regular, mal y muy mal, considerando

    que entre mal y muy mal el porcentaje es del 57%.

    Un 75% de los espaoles preferiran llegar a un acuerdo aunque

    tuvieran que ceder. De hecho, nicamente un 16% pondra un asunto

    en manos de un abogado.

    Ante una situacin como la descrita por los escuetos hechos, lo que

    parece evidente es que existe una demanda social de cambio. Para

    aclarar ms este punto vamos a servirnos de las palabras de una

    reconocida jurista: Manuela Carmena, magistrada y miembro del

    Consejo General del Poder Judicial, que en 1.997 public el libro

    Crnica de un desorden, notas para reinventar la Justicia. Dice

    Carmena (1997, 17): Que duda cabe que todo lo relativo a la

    Justicia est hoy en tela de juicio. La Justicia es uno de los aspectos

    del poder que menos ha evolucionado a lo largo de la historia. Es

    lgico, por tanto, que nuestro mundo complejo, nuevo, diverso- la

    ponga constantemente en cuestin. Y, sigue afirmando (p. 29): La

    sociedad actual nada tiene que ver con la del siglo XIX que se refleja

    19

  • en las grandes leyes procesales. Y, luego, ms adelante (p.132):

    Todo el ordenamiento jurdico est tan desplazado de la realidad,

    que resulta difcil encontrar en l un instrumento til para la

    resolucin de los conflictos entre los derechos y los deberes. Ese

    arbitraje en que, al fin y a cabo, consiste la intervencin de un

    tercero, queda ahogado por el cmulo de burocracia y rutina a que

    estamos acostumbrados y que nos ha hecho olvidar el mvil utilitario

    del Derecho.

    Dicho en nuestras palabras, el orden jurdico, el que venimos

    conociendo, se apoya en grandes leyes del siglo XIX, sin que el siglo

    XX haya sido capaz de rectificar su inercia. El siglo XXI tiene

    planteados otros retos muy analizados por Manuel Castells (1999) en

    su triloga La era de la informacion a la que nos remitimos. Si

    esto es de esta manera, es pausible que pueda surgir algo

    alternativo a lo existente. El autor ya analiz ante el I Congreso

    Internacional de Mediacin Familiar en Barcelona (Redorta 1999, 212-

    220), el proceso de cambio en la profesin de la abogaca, la crisis

    de modelos, las relaciones entre mediacin y sistema judicial, los

    roles posibles del abogado ante este nuevo fenmeno, su relacin con

    otras figuras de resolucin de conflictos, las ventajas de la mediacin

    respecto del litigio, el anlisis de Gottheil (1996) respecto a los

    nuevos valores que aporta la mediacin a la resolucin de conflictos y

    la importancia de las nuevas habilidades exigidas a los profesionales

    con detalle de las mismas.

    El breve resumen de todo lo all expresado es que estamos ante un

    panorama catico del servicio de la Administracin de Justicia, ante

    un mundo no ya cambiante, sino cambiado y que se est extendiendo

    un movimiento de reflexin y accin con ideas propias.

    Las caractersticas esenciales de este movimiento entiendo que son:

    20

  • a) Rapidez de implementacin

    Aunque los usuarios finales an desconocen excesivamente el

    campo de la gestin de conflictos, cada vez se abren nuevas reas

    de intervencin, nuevas expectativcas y proyectos.

    b) Ausencia de polticas globales

    No se han implementado campaas de orientacin a los usuarios

    futuros de servicios, ni existe actualmente en la Administracin

    una idea mnimamente clara de que hacer ante el fenmeno.

    c) Multidisciplinariedad

    El fenmeno afecta a todas la profesiones de ayuda y an las

    vinculadas a la actividad econmica particularmente en el campo

    de la gestin.

    d) Proceso convergente con otros pases

    La incidencia de recomendaciones de la Unin Europea

    favoreciendo la implentacin de la mediacin, la facilidad de

    informacin que proporcionan las nuevas tecnologas y las propias

    tendencias social hacen que estemos ante un cada vez ms

    fenmeno global y ms extenso.

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    ALGUNOS GRANDES PROCESOS BSICOSDE CONFLICTOTIPO DE CONFLICTOPROCESO RESULTANTEELEMENTOS BSICOS QUEAPARECEN EN LA CONFRONTACINPODERNECESIDADESCONTINUO DE MTODOS DE ADMINISTRACIN YRESOLUCIN DE CONFLICTOSFUNDAMENTOS DE LA MEDIACIN