la iglesia emergente

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LA IGLESIA EMERGENTEEdición en español publicada porEditorial Vida – 2009Miami, Florida

© 2009 por Dan Kimball

Originally published in the USA under the title: The Emerging Church © 2003 by Dan KimballPublished by permission of Zondervan, Grand Rapids, Michigan 49530

Traducción: David FuchsEdición: Silvia HimitianDiseño interior y adaptación cubierta: Cathy Spee RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS. A MENOS QUE SE INDIQUE LO CONTRARIO, EL TEXTO BÍBLICO SE TOMÓ DE LA SANTA BIBLIA NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL. © 1999 POR LA SOCIEDAD BÍBLICA INTERNACIONAL.

ISBN: 978-0-8297-5385-1

CATEGORÍA: Iglesia cristiana / Liderazgo

IMPRESO EN ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICAPRINTED IN THE UNITED STATES OF AMERICA

La misión de Editorial Vida es ser la compañía líder en comunicación cristiana que satisfaga las necesidades de las personas, con recursos cuyo contenido glorifi que a Jesucristo y promueva principios bíblicos.


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ContenidoContenido

Parte Parte

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Parte Parte

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Prólogo por Rick Warren 7Prólogo por Brian McLaren 9Agradecimientos 11Introducción 13

Primera parteDECONSTRUCCIÓN

Ministerio posmoderno, velas y café

1. El buscador post-cristiano, el anticristiano, y el anti-iglesia 212. Cómo me transformé de ser sensible al buscador a ser post-sensible al buscador 333. Comprender el pasado para entender el futuro 454. Más allá de la posmodernidad, las velas y lo espléndido 555. Más que una brecha generacional 676. Nacidos (budistas-cristianos-wiccas-musulmanes- heterosexuales-homosexuales) en los Estados Unidos 817. Me gusta Jesús, pero no me gustan los cristianos 958. ¿Qué es la «iglesia»? El segundo capítulo más importante de este libro 111

Segunda parteReconstrucción

Cristianismo de excelencia en la iglesia emergente

9. El dilema de los servicios sensibles a los buscadores 12310. ¿Qué es eso a lo que llamamos «servicio de adoración»? 135


11. El servicio sensible a los buscadores comparado con las reuniones de adoración post-buscadores 14512. Superar el temor a la enseñanza y la adoración multisensorial 15513. Crear un espacio sagrado para la adoración de excelencia 16114. Esperar lo espiritual, expresar lo artístico 17515. Crear reuniones de adoración experimental y multisensorial 19116. Predicación: Volver a ser narradores 21317. Predicar sin palabras 23118. Evangelización: Más allá de una oración para llegar al cielo 24719. Formación espiritual: Llegar a ser un cristiano de excelencia 26520. Liderazgo para la iglesia emergente 281

Epílogo personal: El camino no se detiene jamás 301Anexo A: Muestra de una reunión de adoración de excelencia 307Anexo B: Muestra de temas de enseñanza 311Anexo C: Recursos 317Notas 327Colaboradores 331


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“Cuídense de que nadie los cautive con la vana y en-gañosa fi losofía que sigue tradiciones humanas, la que va de acuerdo con los principios de este mundo y no conforme a Cristo».

Colosenses 2:8

IntroducciónIntroducción

¿Alguna vez has intentado escribir las palabras iglesia emergente y posmoderno en tu buscador fa-vorito de Internet? Yo lo hice. Fácilmente debo

haber pasado horas viendo los resultados en los cientos de sitios de iglesias, revistas electrónicas, grupos de discusión y blogs que muestran cómo Dios se está movili-zando entre los líderes emergentes alrededor de todo el mundo. Además de la computadora, revisé el catálogo de un distribuidor grande de libros que se encontraba so-bre mi escritorio y conté más de una docena de escritos nuevos que abordan el tema. Un interés genuino comienza a crecer con respecto a la forma en que la iglesia puede alcanzar a las generaciones emergentes en lo que algunos llaman un contexto posmoderno o post-cristiano. ¡Me siento absolutamente emocionado! Los líderes de la iglesia son conscientes de estos cambios en nuestra cultura y tienen claro que ya no se los puede ignorar. Es probable que lo que nos haya despabilado sea el nú-mero decreciente de personas de las generaciones más jóvenes que asisten a nuestras iglesias. Es posible que el Espíritu de Dios se esté moviendo entre nosotros, provocando un sentimiento de inconformidad para que la iglesia, tal y como la conocemos, cambie.

Debemos meditar sobre la cultura emergente, porque hay demasiado en juego. Creo con todo mi corazón que esta discusión sobre la cultura que cambia rápidamente y sobre la iglesia emer-gente debe llevarse a cabo. Mientras muchos de nosotros

Emergente

Adj. Que nace, sale y tiene principio de otra cosa.1


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nos encontrábamos preparando sermones y ocupados con los asuntos internos de nuestra iglesia, algo alarmante ha estado sucediendo afuera. Lo que en algún momento fue una nación cristiana con una perspectiva judeocristiana está convirtiéndose, a gran velocidad, en una nación post-cristiana, sin iglesia y sin ser alcanzada por el evangelio. Tom Clegg y Warren Bird, en su libro Lost in America [Perdidos en América] aseveran que la población que no participa de la iglesia en los Estados Unidos representa ahora el más grande campo de misión del mundo de habla inglesa y el quinto a nivel mundial.2

Existen nuevas generaciones que van surgiendo alre-dedor de nosotros y no cuentan con ninguna infl uencia cristiana. Así que deberíamos repensar todo lo que es-tamos llevando a cabo en nuestros ministerios.

Un peligro claro y tangible al leer este libro Con frecuencia participo de conversaciones en las que los individuos hacen preguntas como: «¿Qué clase de mú-sica atrae a la gente joven a nuestra iglesia?» o «¿Cuál es el modelo para iniciar un nuevo servicio de adoración con el fi n de alcanzar a las generaciones emergentes?» Muchos de estos interrogantes se enfocan en la metodo-logía del ministerio. Pero esa perspectiva plantea un peligro que es preci-so abordar en este libro: el riesgo de concentrarnos en la metodología del ministerio sin comprender ni tratar los asuntos fundamentales que son mucho más importan-tes. Permíteme mencionar tres presunciones a partir de las que escribiré.

1. No existe un modelo único para la iglesia emergente En lugar de afi rmar que existe solo un modelo de igle-sia emergente, debo decir que hay cientos y miles de modelos de iglesias emergentes. La modernidad probable-mente nos haya enseñado a buscar un modelo esencial al que imitar. Pero en el contexto posmoderno de la actua-lidad, eso no resulta tan simple. Sin embargo, podemos descubrir patrones contunden-tes que se desarrollan en las iglesias que establecen


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conexión con los corazones y mentes post-cristianos a todo lo largo y ancho de Norteamérica, al igual que en Inglaterra. Me referiré a algunos ejemplos en este li-bro. Pero por favor recuerda: no existe una manera de hacer las cosas que se ajuste a todos porque no podemos encasillar a la iglesia emergente, ya que hay iglesias grandes, iglesias pequeñas, iglesias caseras, iglesias multirraciales e interculturales, iglesias citadinas, rurales y suburbanas. Espero que no consideres este libro como un manual para lograr determinado modelo de iglesia, sino como un estímulo para ponerte a pensar en lo que Dios podría preferir que tú hicieras de manera única dentro de tu propio contexto.

2. La iglesia emergente es más un modo de pensar que un modelo He aprendido que los líderes emergentes tienen el mismo sentir. Se dan cuenta de que algo debe cambiar en nuestras iglesias evangélicas si queremos alcanzar y comprometer a la cultura emergente. Ellos son conscien-tes de que es preciso modifi car lo que pensamos acerca de la iglesia, en lugar de cambiar meramente nuestra forma de ministrar. Los líderes emergentes no temen quitarse los lentes del ministerio moderno con los que hemos vi-sualizado a «la iglesia» y colocarse unos nuevos para reexaminar todo lo que se está haciendo. La iglesia emergente no debe tratar simplemente de reemplazar la envoltura exterior de los ministerios, sino concentrarse en el núcleo de nuestro nuevo modelo de pensamiento.

3. La iglesia emergente mide el éxito desde la perspectiva misionera La iglesia moderna ha sido criticada por jactarse de que cuenta con las tres «P» (propiedades, presupuestos y personas) y por medir directa o indirectamente su éxito usando únicamente estos criterios. La iglesia emergente debe ser cuidadosa de no caer en la misma trampa. No podemos lograr el éxito únicamente porque comenzamos a usar velas, trabajos artísticos, la práctica de la lec-tio divina y laberintos de oración. El éxito es más que tener una reunión de adoración alternativa que resulte


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lo más llamativo del pueblo para atraer a cientos de personas jóvenes.

LA IGLESIA EMERGENTE DEBE REDEFINIR LA FORMA EN QUE MIDE EL ÉXITO: EL ÉXITO DEBERÍA ESTAR DADO POR LAS CARACTERÍSTICAS DE UN DISCÍPULO DE JESÚS CON LA MENTE DEL REINO, PRODUCTO DEL ESPÍRITU, EN LUGAR DE POR NUESTRAS METODOLOGÍAS, NÚMEROS, ESTRATE-GIAS, O LAS COSAS INNOVADORAS E INTERESANTES QUE ESTEMOS HACIENDO.

¿Cómo deberíamos medir el éxito de la iglesia emer-gente? Fijándonos en lo que nuestras prácticas producenen el llamado Pueblo de Dios cuando es enviado a vivir en misión en su comunidad como sal y luz (Mateo 5:13-16.) Analizando si la gente de nuestra iglesia toma seriamente la justicia social y el cuidado a los nece-sitados como parte de la misión. Jesús lo hizo. Debemos medir el éxito buscando las mismas características que el Espíritu de Dios elogió en la iglesia misionera emer-gente de los tesalonicenses del primer siglo: «De esta manera se constituyeron en ejemplo para todos los cre-yentes de Macedonia y de Acaya. Partiendo de ustedes, el mensaje del Señor se ha proclamado no solo en Macedonia y en Acaya sino en todo lugar ... Ellos mismos cuentan de lo bien que ustedes nos recibieron, y de cómo se con-virtieron a Dios dejando los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar del cielo a Jesús, su Hijo a quien resucitó, que nos libra del castigo venidero» (1 Tesalonicenses 1:7-10.) La iglesia emergente de los tesalonicenses fue alaba-da porque su misión y mensaje «se oyeron» cuando su fe era «proclamada en todo lugar» (1:8.) Pablo les ense-ñó que en su vida diaria es necesario que «se ganen el respeto de los que no son creyentes» (4:12.) Debido a esa reputación y al enfoque misionero, muchos llegaron a conocer a Jesús y «se convirtieron a Dios dejando los ídolos» (1:9.) Los tesalonicenses experimentaban la in-tensidad de la misión y el amor en su iglesia (4:9-10.) Ellos se tomaron muy seriamente la vida santa y pura (4:1-7.) Bajo esos parámetros debemos juzgar el éxito. Escribo estas palabras con gran preocupación perso-nal. A menudo he participado de conversaciones con otros líderes ministeriales en las que cada uno de nosotros


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nos entusiasmamos y emocionamos por todas las cosas que hemos estado poniendo a prueba en nuestros ministe-rios e iglesias emergentes. Hablamos sobre fi lósofos y los nuevos conocimientos teológicos, conversamos sobre nuestros delirantes eventos de adoración en Inglate-rra, dialogamos sobre la adoración experimental y en ocasiones criticamos lo que la modernidad le ha hecho a la iglesia. Pero lo que, lamentablemente, muy a menudo falta en nuestros debates es hablar sobre las caracte-rísticas tan estimadas en la iglesia tesalonicense. Por eso te sugiero que al leer este libro, te preguntes cómo puede usarlo el Espíritu de Dios para producir en nues-tra iglesia características como las que vemos en la de los tesalonicenses. He divido el libro en dos partes. Espero que te re-sistas a la tentación de pasar directamente a la segunda parte (en la que deambularemos por algunos temas mi-nisteriales prácticos) ya que la primera parte resulta fundamental. Si no entendemos las causas que generan los síntomas, nuestro tratamiento podría ser meramente cosmético y falto de efi cacia. En la segunda parte nos abocaremos a repensar el liderazgo, la formación espiritual, la misión de la iglesia y la evangelización. También veremos cómo va-rias iglesias a través de la nación están cambiando sus servicios de adoración para satisfacer las necesidades de la cultura emergente.

Primera parte

Establecer los antecedentes para comprender la necesidad de un cambio. Si no comprendemos la primera parte,

la segunda será solo algo superficial.

Deconstrucción

Segunda parte

Ideas prácticas para implementar en la iglesia y los ministerios.

Reconstrucción

Fundamentos


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Que nuestros corazones latan con fuerza al pensar la manera en que nuestras iglesias pueden ser conocidas por su amor, por las oraciones, por cómo hablan de Jesús, en lugar de ser solo conocidas por un estilo de predi-cación, de música o de expresión artística. La iglesia emergente se refi ere al Espíritu de Dios produciendo discípulos misioneros de Jesús con la mente del Reino, sin que importe la metodología que se utilice. La igle-sia emergente tiene que ver con el amor y la fe en un mundo post-cristiano. La iglesia emergente se refi ere a Jesús. Permíteme presentarte a un amigo mío llamado Sky, que es un típico representante de las generaciones emergen-tes. Al dar vuelta a la página, en el siguiente capítu-lo, escucharás su historia.

Lo que aprecio de este libro es que lo que leemos provie-ne de alguien práctico. He te-nido el privilegio de trabajar con Dan por muchos años y lo he visto vivir, aprender y poner en práctica lo que es-cribe. Él no es simplemente un teórico.

CHIP INGRAM


19191919

Primera parte Primera parte

DECONSTRUCCIÓNDECONSTRUCCIÓN

Ministerio posmoderno,Ministerio posmoderno,velas y cafévelas y café


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“

CapítuloCapítulo 11El buscador post-cristiano, El buscador post-cristiano, el anticristiano, el anticristiano, y el anti- iglesiay el anti- iglesia

No todos los que deambulan están perdidos». J. R. R Tolkien

«Hola. Mi nombre es Sky y no soy cristiano». Sky, de veinticuatro años de edad, subió al escena-rio durante nuestro servicio de adoración el domingo por la noche y se paró cerca de mí. Sky era un pensador creativo, artístico e inteligente que se había graduado en fotografía en la Universidad de California en Santa Cruz. Tenía una personalidad introvertida y estaba un poco nervioso, pero audazmente se paró a mi lado vesti-do en su atuendo retro de poliéster, estilo Santa Cruz, haciendo despliegue de sus grandes y amplias patillas (las que personalmente admiraba.) Le acerqué un micró-fono y él comenzó a contar su historia con una declara-ción simple y directa: «Hola. Mi nombre es Sky y no soy cristiano». Pude sentir la ola de sorpresa que provenía del audi-torio cuando él pronunció estas palabras. Sospecho que muchos esperaban escuchar a Sky narrar el testimonio de cómo Jesús había cambiado su vida. Pero aquella noche habíamos estado hablando sobre la importancia de tener verdaderas amistades con aquellos que no asisten a la iglesia. Yo había explicado que Jesús pasaba tiempo con pecadores no religiosos (Mateo 9:10.) ¿Qué mejor mane-ra de enseñar sobre este tema, decidí, que escuchar la perspectiva de alguien que no cree en la fe cristiana? Alguien que en realidad podría ser considerado un peca-dor no religioso. Sky se paró frente a algunos cientos de sus pares y les contó por qué no era cristiano. Sus razones, la-


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mentablemente, eran eco de aquellas que yo ya había es-cuchado y continúo escuchando una y otra vez cuando se aborda el tema del cristianismo con gente que pertenece a la generación emergente.

«El cristianismo es una religión organizada y hecha por el hombre». Sky habló de cómo había sido criado en un hogar no religioso. Sus padres, que se habían divorciado cuando él era niño, nunca lo habían alentado a asistir a la iglesia. De hecho, ellos más bien desconfi aban de los cristianos y habían rechazado a la iglesia. Mientras Sky crecía, sus padres le enseñaron a pensar por sí mismo de manera inteligente, y sus propias observaciones lo llevaron a considerar que el cristianismo era una reli-gión organizada y hecha por el hombre, repleta de reglas humanas que se basaban en opiniones y posturas políti-cas.

«Los cristianos son gente de mente estrecha y crítica». Por todo lo que él había experimentado, Sky sentía que la mayoría de los cristianos eran cerrados y crí-ticos. Ya sea que se hablara de preferencias sexua-les, éticas o morales, los cristianos siempre estaban prestos para señalar cómo el resto estaba equivocado y ellos en lo cierto. Él dejó claramente establecido que consideraba muy necio que la iglesia en esta era se aferrara a opiniones dogmáticas. Estaba convencido de que los cristianos eran pensadores muy poco profundos porque creían ser los únicos que poseían las respuestas verdaderas.

«Los cristianos son arrogantes al pensar que solo ellos tienen la única religión verdadera». Sky expuso, desde su punto de vista, que todas las religiones y las perspectivas deberían ser consideradas igualmente valiosas y hermosas. Él sentía que la crí-tica y la condenación que los cristianos infringían a los no creyentes era dañina e inexcusable. Sostuvo que consideraba realmente arrogante el pensamiento de que


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solo los cristianos poseen la única religión verdadera y conocen el único camino hacia Dios. Por todas esas razones, él testimonió que no solo rechazaba al cris-tianismo, sino que realmente sentía repulsión por esta religión. Aunque se describió como una persona muy espi-ritual, dejó en claro que el cristianismo era una de las últimas religiones que consideraría seguir. Sky ofreció su perspectiva a los cristianos que se encontraban allí esa noche como una advertencia para que no cometieran esas equivocaciones al interactuar con otros como él. Pero la historia de Sky todavía no había llegado a su fi n.

Alguna gente «muy diferente e inusual» Hace poco tiempo, dos años después de aquella noche en que él había dado su «antitestimonio», Sky se acercó a mí frente a sus pares una vez más, otro domingo por la noche. Como la primera vez, Sky habló por el micrófono, pero en esta ocasión estábamos sumergidos hasta la cin-tura en el bautisterio. En esta oportunidad, en lugar de explicar por qué no era cristiano y las razones por las que no creía, Sky declaró apasionadamente: «Amo a Jesús y quiero servirlo con toda mi vida». Aunque todavía su apariencia era la misma, con sus llamativas y grandes patillas (solo que ya no usaba su acostumbrada ropa de poliéster en el bautisterio), este era un Sky bastante diferente de aquel que se había pa-rado en el escenario dos años atrás. Yo podía sentir su pasión cuando narraba lo que había ocurrido en su vida. Incluso tuvo que dejar de hablar por un breve instante porque la voz se le quebró por la emoción. La historia de Sky no hablaba de ninguna clase de trauma mayor, tampoco había tocado fondo en algún área de su vida. Él simplemente narró la historia de cómo conoció a alguien en su lugar de trabajo que le presentó a unos pocos cristianos que eran lo que él llamo gente «muy diferente e inusual». Sky contó que mientras iba conociendo a estos par-ticulares cristianos, se fueron haciendo amigos. Por primera vez él había visto en verdad a Jesús en la gente que decía seguirlo. Sky dijo que él no creía que exis-


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tiera un grupo de cristianos con los que pudiera rela-cionarse de verdad. También contó que la manera en que ellos le mostraban su amistad y vivían vidas consagradas a Jesús frente a él, a pesar de conocer lo que él creía, lo hicieron pensar. Sky aseguró que fue justamente eso lo que hizo que, de manera regular, asistiera al lugar al que ellos iban los domingos a la noche para adorar.

Forzado a estar en la presencia de creyentes que adoraban Parado en el bautisterio, Sky agradeció aquella no-che a todos los presentes por haber jugado un papel im-portante en su decisión. Él explicó que ellos eran los primeros cristianos que había visto adorando a Dios de manera espiritual. Les dijo cuánto le había impactado asistir los domingos por la noche y ver a la gente de su edad cantar canciones de gozo a Dios, adorándolo de rodillas y tomando a Jesús muy seriamente. Nunca se había dado cuenta de que los cristianos buscaban y en-contraban a Dios de esa forma. Para él, ver esto era bastante inusual y no se parecía a nada que hubiese ex-perimentado antes, tanto que se sintió forzado a seguir viniendo. Él dijo que era asediado por las imágenes de la gente adorando, así que regresó una y otra vez. Sky relató que después de un tiempo, un domingo por la noche, cuando invitamos a la gente a sentarse en silen-cio, refl exionar y orar, él tomó una decisión. A Sky le gustaban los momentos de silencio y búsqueda en el servi-cio de adoración. Aquella noche, mientras se encontraba sentado, se dio cuenta de que quería conocer al Jesús que estaba experimentando a través de sus amigos los domingos por la noche en los servicios de adoración. Él narró cómo inclinó su cabeza, juntó sus manos y oró (cito aquí, pa-labra por palabra, a Sky): «Señor, no comprendo todo lo que signifi ca seguirte, pero he visto la obra de tu poder en otras personas y siento tu presencia. Quiero que seas mi Salvador y el centro de mi vida». Sky contó que más adelante descubrió que en ese mismo instante, mientras él oraba, sus amigos estaban todos sentados a su alrededor rogando intensamente por él.


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La historia de Sky no termina con una oración de salvación para entrar al cielo Sentados en una de las primeras fi las, aquella noche en que Sky habló desde el bautisterio, se encontraban su mamá y su papá. Aunque ninguno de ellos era cristiano, vinieron a ver el bautismo de su hijo, sabiendo cuánto signifi caba para él. Cerca de sus padres, se encontraban Rod y Connie Clendenen, los líderes del estudio bíblico semanal y mentores espirituales de Sky. Rod tiene ochen-ta años, y con su esposa Connie, abren su hogar cada miércoles por la noche para liderar un grupo que bordea los veinte años, en un estudio profundo de varios libros de la Biblia. Rod y Connie se han vuelto parte importan-te de la vida de Sky, aunque él y ellos están separados por generaciones. Sky sintió que mientras exploraba el cristianismo, necesitaba estudiar seriamente la Biblia. De hecho, había realizado el compromiso de leer toda la Biblia antes de su bautismo. Eso le llevó aproximada-mente dos años, pero lo cumplió. En la actualidad, Sky ayuda a liderar su estudio bíblico ocasionalmente, y es un apasionado por alinear su vida con las enseñanzas de Jesús. Constantemente, Sky permite a otros no creyentes ver cómo Dios ha transformado su vida, y tiene en claro no dejarse consumir demasiado por las actividades de «la iglesia» para que otros que lo necesitan puedan ver a Jesús en él.

Evangelización para un buscador post-cristiano, anticristiano, anti-iglesia Después de que Sky fue bautizado esa noche, la gente aplaudió y alabó a Dios con gran entusiasmo. Un joven no creyente con fuertes perspectivas anti-iglesia y anticristianas había sido transformado en un devoto se-guidor y discípulo de Jesús. Y había sucedido bastante lejos de la moderna receta «sensible al buscador» uti-lizada para el crecimiento de una iglesia. Hay dos maneras de comprender el término sensible al buscador. El uso que yo hago del término en este libro puede ser confuso si no se lo interpreta correctamente. En un sentido, todos nosotros deberíamos ser sensibles


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a los buscadores, en el sentido de estar atentos a aque-llos que tienen una búsqueda espiritual como un estilo de vida. Jesús fue muy sensible a los que lo buscaban y nosotros también deberíamos serlo. Pero el hecho es que al término sensible al buscador también se lo reconoce como una metodología de ministerio, en particular con un cierto tipo de servicio de adoración. Este segundo sentido es básicamente al que yo me refi ero cuando uti-lizo el término en este libro. ¿Confundido? Fijémonos en algunas defi niciones.

Sensible al buscador como un estilo de vidaSer sensible al que busca como un estilo de

vida signifi ca que somos sensibles a los busca-dores espirituales en todo lo que hacemos. Esto puede aplicarse a nuestras conversaciones con aquellos que están buscando o puede referirse a cómo diseñamos cualquier estilo de servicio de adoración. En este sentido, no es un estilo o metodología de adoración; es un estilo de vida que se relaciona con el ser sensibles a los bus-cadores de fe.

Sensible al buscador como un estilo de adoraciónActualmente en nuestra cultura, cuando al-

guien habla de un enfoque o un servicio de ado-ración sensible al buscador, en muchas ocasio-nes se está refi riendo a una metodología o estilo de ministrar, a una estrategia de diseñar el mi-nisterio para atraer a aquellos que consideran la iglesia como algo irrelevante o aburrido. A menudo, eso implica remover lo que podría ser considerado como piedras de tropiezo religiosas o despliegues de espiritualidad (como por ejem-plo, adoración extendida, símbolos religiosos, tiempos de oración largos y liturgia), de tal manera que los buscadores1 se puedan relacionar con el ambiente y ser transformados por el men-saje de Jesús. Generalmente los servicios sen-sibles a los buscadores funcionan como puntos


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de entrada a la iglesia, mientras que la iglesia ofrece enseñanzas y una adoración más profundas en otra reunión y en otro escenario. A esto es a lo que básicamente me refi ero cuando uso el término sensible al buscador en este libro.

Sky no llegó a conocer a Jesús y a ser parte de una iglesia gracias a una obra de teatro bien ensayada, a una muy pulida prédica de cuatro puntos, a una progra-mación impecable o a nuevos asientos acolchados. No comenzó a asistir porque nosotros nos reuniéramos en una iglesia bien iluminada, contemporánea, brillante y alegre, de la que habíamos retirado los símbolos reli-giosos, los vidrios catedrales y la atmósfera de iglesia para hacer que los buscadores se sintieran más cómodos. Él no se acercó porque nosotros usáramos música secu-lar en las reuniones de la iglesia para que él pudiera identifi carse con ella o porque recortáramos el tiempo de adoración al mínimo por temor a que alguien como Sky se aburriera. De hecho, Sky experimentó casi lo opuesto. ¡Ser sensible al buscador no es un estilo de adora-ción! Podría mostrarte cientos de estilos diferentes que se utilizan en las iglesias sensibles a los busca-dores, incluyendo servicios para buscadores surfi stas, servicios para buscadores vaqueros, servicios para bus-cadores artistas, servicios para buscadores étnicos, servicios para buscadores litúrgicos y servicios para buscadores posmodernos. Eso es porque no todos los bus-cadores son iguales. Cuando él asistió a la reunión de adoración de sus nuevos amigos, experimentó más bien un enfoque «post-sensible al buscador», al ministerio y a los servicios de adoración. Este enfoque realmente no tiene nada nue-vo; de hecho, simplemente es una vuelta a una básica y natural forma de «excelencia cristiana».

Post-sensible al buscadorEs preciso regresar a una forma natural de ex-celencia cristiana, que se enfoque sin excusas en la vida de los discípulos de Jesús en el Reino. Una reunión de adoración post-sensible

Ser sensible al modo de pen-sar de los no creyentes es una actitud bíblica (1 Corin-tios 14:23) ejemplifi cada tanto por Jesús como por Pablo. Amar a los perdidos es sufi ciente para intentar relacionarnos con ellos en su nivel (lo que quiera que esto implique) para que Je-sús pueda salvarlos. En un mundo posmoderno, cons-truir ese puente será trabajo difícil, pero este libro puede mostrarte cómo hacerlo. Em-pieza por no esperar que los no creyentes actúen, piensen o sientan como los creyentes hasta que lo sean.

RICK WARREN

Excelencia

Adj. De alta cali-dad; cualidad de excelente.


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al buscador promueve en lugar de esconder, des-pliega ampliamente la espiritualidad (adoración extendida, símbolos religiosos, liturgia, tiem-pos de oración extensos, lectura y uso amplio de la Escritura), de tal forma que la gente pueda experimentar y ser transformada por el mensaje de Jesús. Este enfoque, sin embargo, se lleva a cabo con una renovada y aun así «sensible» vida, ya que se dan instrucciones claras y una explicación regular para ayudar a los buscado-res a comprender los términos teológicos y los ejercicios espirituales.

En realidad, más adelante supe por Sky que si le hubié-ramos ofrecido las cosas que típicamente se asocian con un servicio sensible al buscador, no habría estado inte-resado. Si él se iba a tomar el tiempo de ir a la igle-sia, me dijo, deseaba experimentar un auténtico evento espiritual en el que pudiera ver si Dios en realidad estaba vivo y era adorado. Si al asistir al servicio al que iban sus amigos cristianos hubiera descubierto que habíamos retirado las cruces y cualquier cosa que se viera religiosa, que no abríamos la Biblia y teníamos tiempos de oración y cánticos acotados, él habría senti-do que los cristianos estábamos más bien avergonzados o tratando de esconder lo que creíamos. A él, esa actitud le hubiera resultado hipócrita y lo hubiera distanciado de la iglesia.

MUCHAS DE LAS COSAS QUE RETIRAMOS DE NUESTRAS IGLESIAS EN GENERACIONES ANTERIORES POR CONSIDERARLAS PIEDRAS DE TROPIEZO PARA LOS BUSCADORES, SON AHORA LAS MISMAS COSAS QUE LES RESULTAN ATRACTIVAS A LAS GENERACIONES EMERGENTES.

¡Qué irónico! Muchas de las cosas que alguna vez me esforcé por eliminar con el fi n de ser sensible a aquellos que buscan, y de ese modo evitar ofender o confundir a alguien con inquietudes espirituales como Sky, fueron exactamente las cosas que a él le resul-taron determinantes a la hora de tomar la decisión de


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convertirse. Para Sky, un enfoque sensible al buscador(como estilo de adoración, no como estilo de vida) hu-biera sido un completo fracaso y posiblemente le hubiese resultado perjudicial. Sky proviene de una generación que creció en una cultura post-cristiana cambiante, una cultura diferente de aquella de las generaciones que crecieron cuando el movimiento sensible al buscador se inició. Necesitamos reconocer que debemos avanzar hacia una era post-sensible al buscador. Por ningún concepto descarto el valor del estilo mi-nisterial sensible al buscador. Sé por experiencia que Dios lo ha usado de maneras fenomenales y que continúa usándolo. Pero nuestra cultura está cambiando. Las ge-neraciones previas crecieron experimentando la iglesia como algo aburrido y sin signifi cado, por eso el mode-lo sensible al buscador se esforzó por introducir a la iglesia como algo relevante, contemporáneo y personal. Pero las generaciones emergentes están siendo criadas sin ninguna experiencia de iglesia, ni buena ni mala. Como en el caso de Sky, la primera vez que fue a la iglesia, deseaba una experiencia espiritual y trascen-dental. Retirar abiertamente lo espiritual le hubiera parecido algo muy extraño.

La iglesia emergente existe en un mundo post-sensible al buscador En los siguientes capítulos, sabremos más sobre lo que llevó a que Sky se convirtiera y lo que hizo que se acercara a sus amigos cristianos y a los servicios de adoración a los que ellos asistían. Veremos qué es lo que los individuos de las generaciones emergentes en-cuentran atractivo (y qué no les resulta tan atractivo) sobre la fe cristiana y la iglesia actual. La historia de Sky no es un episodio aislado; por toda Norteamérica escucho relatos similares una y otra vez. Creo que la antigua postura de Sky sobre el cristianismo se está convirtiendo rápidamente en la norma. Si aún no has es-cuchado opiniones de este tipo, te aseguro que es solo cuestión de tiempo. Creo que hay muchos Skys en tu comu-nidad local, probablemente más de los que te das cuenta.


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Pero la buena noticia es que se encuentran espiritual-mente abiertos. Creo que estamos en un punto en la historia de la iglesia en el que es preciso repensar algunas de nues-tras conjeturas y examinar ciertas suposiciones sobre la iglesia y el ministerio. Como lo abordaremos en los siguientes capítulos, la iglesia emergente surge en un mundo que cambia rápidamente. Por ello necesitamos mo-difi car la manera en que llevamos a cabo nuestro minis-terio.

Una nueva ola de cambio En tiempos recientes, la ola de cambio llegó a la iglesia con el movimiento sensible al buscador. Ahora, otra ola de cambio está arribando a nuestra orilla. Esto no debería sorprendernos. El tiempo pasa, nacen nuevas generaciones, la cultura cambia; por consiguiente, la iglesia debe cambiar también. Vemos el ejemplo de esto en la historia de la iglesia antigua, tanto en lo que se refi ere a la iglesia europea como a la iglesia norteamericana. Muchos denominan al cambio que ahora estamos experimentando como traspaso de la era moderna a la era posmoderna. Otros lo identifi can como el pasaje de una cultura cristiana a una post-cristiana. Sky y otros como él probablemente no le pondrían ningún nombre y ni siquiera les gustaría ser etiquetados como post-algo. Sin embargo, las generaciones emergentes defi nitivamente son conformadas por la cultura, probablemente mucho más de lo que ellas o nosotros nos damos cuenta. La clase de cambio de la que hablo no solo se refi ere a lo que sucede en el servicio de la iglesia, con la música o con la estrategia del grupo pequeño. Estos son temas superfi ciales. En realidad, es una transformación revolucionaria que afecta casi todo lo que hacemos, in-cluso lo que viene a nuestras mentes cuando decimos la palabra iglesia.

No importa cuanto cambien la cultura o el ministerio de la iglesia, Jesús nunca cambia Es probable que estés pensando: «Me gustaría ver a las generaciones emergentes alcanzadas, pero ¿cómo ra-

Encuentro que aquí, en la Costa Este, donde la mayoría de las iglesias evangélicas están orientadas hacia la de-recha religiosa, mientras que la mayor parte de las perso-nas que no asiste a la iglesia es demócrata liberal, el nivel de ansiedad que produce vi-sitar una iglesia es tan alto que la gente sencillamente no lo hace, a menos que real-mente esté buscando a Dios. Pienso que lo que les importa a la hora de visitar una igle-sia, es encontrar buscadores auténticos y sinceros (gente que busca el Reino y la jus-ticia de Dios, mi defi nición favorita de los creyentes), y un servicio que sea rico, signifi cativo, misterioso y aun así, comprensible y ase-quible. En otras palabras, el camino de la fe necesita un guía y una señalización cla-ra. Si el servicio es bizarro, extraño, engañoso, forzado o inaccesible, esas caracterís-ticas minarán la credibilidad del mensaje. Uno de nues-tros desafíos es lograr que nuestros símbolos (rituales y otros elementos religiosos) resulten comprensibles para la gente nueva, de forma tal que puedan unirse al signifi -cado de los símbolos. Dicho de otra manera, necesitamos explorar alguna alternativa para (1) la utilización de sím-


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yos puedo mantenerme al día con todas las olas de cam-bios culturales?» En medio de la ansiedad, recuerda que aunque la metodología del ministerio, la iglesia y la cultura cambien, Jesús nunca cambia. «Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos» (Hebreos 13:8.) Él es el mismo Jesús hoy que aquel que se presentó a Pablo camino a Damasco. Es el mismo Jesús de cuando Martín Lutero clavó sus noventa y cinco tesis en la Iglesia del Castillo de Wittenberg. Es el mismo Jesús de cuando el Siglo de las Luces estaba en su furor. Mundo moderno, mundo posmoderno, mundo post-posmoderno, Jesús nunca cambia. Él es la razón y el centro de todo lo que hace-mos. Él es nuestra ancla, sin importar hacia dónde nos lleve la marea. No debemos olvidar que el cambio cultural no sorpren-de a Jesús. No creo que Jesús al mirar hacia la tierra diga: «¡Oh, no! No esperaba este giro posmoderno. ¿Qué haremos ahora?» Podemos encontrar gran consuelo en el hecho de que estamos experimentando meramente un pe-ríodo de la historia y que desde la perspectiva de la eternidad eso no es más que un eco en la pantalla. Sin embargo, se trata de una realidad y los líderes de las iglesias emergentes debemos estudiar la historia del mundo y de la iglesia de tal manera que podamos obtener una perspectiva en medio de la situación.

Volver a la excelencia cristiana En el mundo actual las generaciones emergentes no tienen asidero ni ninguna verdad a la que aferrarse. Así que cuando ellos escuchan y experimentan por primera vez a Jesús como una verdad y un ancla, la esperanza por el futuro se vuelve increíblemente optimista. Cuando la iglesia emergente regrese a una más pura y excelente forma de cristianismo, veremos un crecimiento explosivo muy parecido al de la iglesia primitiva. Estas nuevas olas de cambio cultural pueden traer la más grande opor-tunidad que hayamos tenido en un largo tiempo de ver a muchos buscadores anti-iglesia, anticristianos y post-cristianos, como Sky, conocer al Jesús eterno.

bolos que no tengan sentido para la gente y (2) deshacer-nos de los símbolos; (3) usar símbolos y encontrar mane-ras de hacerlos interesantes, atractivos y permeables a la gente no familiarizada con ellos.

BRIAN MCLAREN


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PENSAMIENTOS EMERGENTESPENSAMIENTOS EMERGENTES

1. ¿Conoces a gente como Sky? ¿Dirías que sus críticas a la iglesia y a los cristianos son las mismas que las que hacen las generaciones emergentes, o son otras?

2. Si no conoces a nadie como Sky, ¿crees que la gente como él no existe en tu comunidad o que tú simplemen-te no estás en los círculos correctos como para co-nocerlos? ¿De qué manera podrías conocer gente como él en tu localidad o área?

3. Si alguien como Sky visitara tu iglesia ahora, ¿qué cosas consideras que le gustarían? ¿Qué otras crees que confi rmarían sus preconceptos sobre el cristia-nismo?

4. ¿Estás preocupado o emocionado por los cambios en la cultura? ¿Por qué? Si te sientes más ansioso que emocionado, ¿cómo podrías encontrar consuelo en el hecho de que, aunque la cultura cambie, Jesús siempre es el mismo?


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