"interaccionismo simbólico" hans joas

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"Interaccionismo simbólico" Hans Joas

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  • 5/14/2018 "Interaccionismo simb lico" Hans Joas

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    Los Nov E N T A

    a teoriasocial,hoy

    .Anthony C - - ; l J l ens,lon.ilhan r urner, otros

    UConsejo Nacionalpara laCultura y las A,tes Al ianzAEDIlORLU

    Los Nov E N T AC U LT UR A C R iT IC A D E N UE ST RO TIE M PO

    La teo ria social ha sufrido gran-des cam bios en los ultirnos quinceanos, cuyo resultado ha sido la pro-liferaci6n de distintos enfoques teo-ricos. Tradiciones de pensamientoanteriormente ignoradas 0 mal cono-cidas, como la fenomenologia, Iaherrneneutica y la teoria critica, hanadquirido mayor importancia. Ade-mas, se han revitalizado y examina-do con renovado interes tradicionesanteriores, como eI interaccionismosimbolico, eI estructuralismo, elpost-estructuralismo y eI marxismo.A estas hay que afiadir tendenciasmas recientes, entre las que se cuen-tan la etnometodologia, Ia teo ria deIa estructuraci6n y la "teoria de Iapraxis". Y, a pesar de la existenciade esta diversidad de tradiciones yes-cuelas de pensamiento en la teoriasocial, sigue habiendo algo parecidoa una "corriente principal", aunqueno sea muy pujante: el funcionalis-mo estructural parsoniano.Con el fin de presentar la varie-dad de punto de vista existentes,Anthony Giddens y Jonathan Tur-ner han reunido un distinguido gru-po de autores para ofrecer un exa-men sistematico de los cambios quese han producido en las dos ultimasdecadas, asi como una completa pa-norarnica de las tendencias de teoriasocial mas destacadas en la ac-tualidad.

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    INTERACCIONISMO SIMBOLICO 1Hans Joas

    Cuando la sociologia americana inicio su marcha triunfal por eImundo una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, no hacia mu-cho tiempo que ella misma habia pasado su propio punto de infle-xion historico, La cornbinacion de Lazarsfeld y Merton, como sedenomino al metodo sociologico despues de ese punto de inflexion(Shils: 1970), combinaba una sofisticada investigacion social empiricade orientacion cuantitativa con una teoria estructural-funcionalistadesvinculada de su contexto y origenes historico-filosoficos y redu-cida a una aplicacion de alcance medio, Esta cornbinacion se pre-sentaba como el epitome de todo cuanto tenia de valioso b herenciade los sociologos europeos clasicos, y como el modo de integrar estaherencia en el acervo teorico y en un metodo de adquisicion deconocimiento acumulativo y profesionalmente respaldado. Es indu-dable que para mantener la idencidad de la disciplina fue necesariopagar el elevado precio de suprimir aquellas tradiciones que dificil-mente podian integrarse en la nueva imagen de la sociologia. En estesentido, es sorprendente que a pesar de que Parsons luchara con lainterpretacion de Durkheim, Weber y Pareto durante cientos de pa-ginas en su primera gran obra, The Structure of SocialAction (1968a),en aquella discusion no solo presento una descripcion completamen-I Quisiera agradecerle a Anselm Strauss sus valiosos comentarios sobre este art icu-10 .

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    Interaccionismo simbolico 1 ] 3

    te inadecuada del idealismo aleman y del marxismo, sino que con-sideraba incluso que las tradiciones americanas de teo ria social ape-nas eran dignas de mencion, Literalmente, no .dedico una sola pala-bra a los logros de la filosofia social pragmatica de John De,;e_y yGeorge Herbert Mead, ni tamroco a los. hallazgos O?-eto~olo~lCOSpion eros de la escuela sociologica de Chicago y las Imphc~clOnesteoricas de sus investigaciones ernpiricas a gran escala. Las Ideas einvestigacion americanas, que no se juzgaban dignas de int~res en supais de origen, dificilrnente pod~an esperar encontra~ meJor. v=:miento fuera de los Estados Unidos, dado el generalizado escepu-cisrno eurocentrico 0 de izquierdas respecto al pensamiento america-no. Esto no qui ere decir que dicha tradicion se haya extinguido porcompleto. En numerosos subcampos de la sociologia, desde la in-vest igacion de la socializacion hasta la sociologia ~r~I_!1inaly u~banay la sociologia ocupacional, las obras de la. tra~hclOn de Chl~agodesempefian un importante papel y han contribuido a [a fecundidadde las investigaciones llevadas a cabo en estas areas. fragmentosdispersos de esta tradicion, tales como las ideas de Mead sobre el yoy sobre la adopcion de papeles, el teorema de Th?mas:>, sobre elcaracter efectivo de todos los componentes de una srtuacion que seconsideran reales, y el concepto fundamental del metodo biograficopertenecen al acervo estandar del conocimiento sociologico, Cierta-mente, rnuchos representantes de esta tradicion se encontrar?l!-, enrelativa soledad 0 tuvieron que adoptar el papel de una OpOSIClOnmas 0 menos leah> frente a la corriente sociologica principal. Enlos arios sesenta casi puede decirse que esta tradicion estuvo de moda,especialmente en la formulacion que Ie dio Herbert Blumer (1969).Pero se puso de moda en forma de confusa amalga?1a teorica conenfoques [enomenologicos y otros tipos de planteamientos que des-plazaron al denof!1inado enfo

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    114 La teoria social, hoymiento trata de legitimarse intentando hacer del conflicto metateo-rico entre nominalistas y realistas el hilo conductor que distinga larama de la tradicion que se origina con Peirce y Mead de aquellaque lleva desde James a Blumer pasando por Dewey 3. Por otraparte, estan los intentos de descubrir y extraer los supuestos macro-teoricos que siempre han estado implicitos en la investigacion con-creta llevada a cabo en esta tradicion e integrarlos en' un todo cohe-rente, una teoria del orden negociado, En los escritos mas recien-tes de los interaccionistas simbolicos tambien es posible encontrarindicios de que esta corriente se ocupa ahora de las ideas del estruc-turalismo y del post-estructuralismo (iPerinbanayagam: 1985).Con independencia de como se valoren estas diferentes escuelas,todas ellas indican que se esta intentando introducir en la discusionteorica general Ja herencia de la tradicion sociologica que tiene susrakes en la escuela de Chicago. Esto no es, en modo alguno, carac-teristico de dicha escuela. Durante muchas decadas la tradicion dela escuela de Chicago se mantuvo no tanto mediante la elaboracionde una teoria sistematica y su fundamentacion teorica como median-te la investigaci6n ejemplar y la transmision oral. Este hecho pudoconvertirse en un punto de referencia para la autointerpretacion delos interaccionitas simbolicos y para una exposicion de la historia deesta escuela de pensamiento (Rock: 1979). EI silencio de Parsons,por asi decirlo, le fue pagado con su misma moneda, Es dificil sabersi este autoaislamiento teorico se debia a una justificada desconfianzahacia la construccion analitica de la teoria, en contraste con el propioprograma del interaccionismo simbolico, consistente en formular unateoria empiricamente Iundamentada (Glaser y Strauss: 1967), 0 sim-plemente a la incapacidad de los teoricos de Chicago de oponer algode un alcance siquiera aproximadamente equivalente a enfoques teo-rica e historicamente comprehensives como los de Parsons 0los delmarxismo y la teoria critica.Las dificultades para revisar el interaccionismo simbolico se plan-tean desde esta perspectiva. En un primer nivel, definiremos el in-teraccionismo simbolico tal como generalmente se entiende. EI nom-bre de esta linea de investigacion sociologica y sociopsicologica fueacufiado en 1938 por Herbert Blumer (193'8). Su principal objeto deestudio son los procesos de interaccion - accion social que se ca-racteriza por una orientacion inmediatamente reciproca-, y las in-vestigaciones de estos procesos se basan en un particular concepto

    3 Vid. Lewis y Smith: 1980, Han aparecido varios cornentarios casi enteramentenegatives de este l ibro que cont ienen importantes tesis sobre la relaci6n entre e Ipragmatismo y la sociologia. Algunos de estos cornentarios son: Blumer: 1983; John-son y Picou: 1985; Miller: 1982; Rochberg-Halton: 1983,

    Interaccionisrno simbolico 115

    de interaccion que subraya el caracter simbolico de la accion social.EI caso prototipico es el de las relaciones sociales en las que la accionn,o adopta la forma de mera traduccion de reglas fijas en acciones,sino 6 ft el cas? en que I~sdefini~iones de las relaciones son propues-tas y establec~dascolectiva y reciprocamente. Por tanto, se consideraque las, relacI~messociales ?o quedan establecidas de una vez portodas, sino abiertas y sornetidas al continuo reconocimiento por par-te de los miembros de la comunidad.Ahora bien, seria totalmente inadecuado limitar un esbozo delir,lteraccionismo ,siI?bolico a su idea central y a las preferencias teo-ncas y metodologicas que surgen de ella. Las numerosas criticas alinteraccionisrno simbolico son por sf solas razon suficiente para quesea preciso ir mas alia de este primer nivel de presentacion. Talescrfticas suelen acusar al interaccionismo simbolico de limitarse a losfeno~enos de la,inmediatez interpersonal. Sin embargo, tambien sele c~~tlcael que ,Ignore las cuestiones relativas al poder y a la domi-nacion, y se Ie unputa que ve el complejo de las relaciones macro-sociales como el simple horizonte de la socialidad del universo vital,as! como una completa ignorancia de la dominaci6n de la naturalezapor la sociedad 0del hecho de que las condiciones sociales puedenllegar a ser autonornas con relacion a las acciones y orientaciones delos que participan en las acciones sociales. Si bien es cierto quemuchas de estas criticas pueden aplicarse, al menos de forma parcial,al programa d~ Herbert Blumer y a los sociologos que siguen eseprograma, es sm embargo dudoso que esten justif icadas cuando seconsi?era el ~onju~to ?,e la obra teorica y empirica producida poresta linea de mvesngacion,La verdadera importancia del interaccionismo simbolico y su po-tencial fecundidad teorica solo puede entenderse cuando se contrastac

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    11 6 La teo ria social, hoyPor consiguiente, una exposici6n de esta escuela interesada en susaspectos teorico-sistematicos tiene que tratar de desvelar y extraer laestructura subyacente de los supuestos compartidos por sus miem-bros en este segundo nivel de analisis, y debe hacerlo sin crear lafalsa impresi6n de que hubo una homogeneidad absoluta 0una es-tabilidad temporal en dicha escuela. Sin embargo, no es esta la difi-cultad principal. Esta res ide en el hecho de que la escuela de Chicago

    (que podrfa describirse como la combinaci6n de una filosofia prag-matica, de un intento de dar una orientaci6n politica reformista alas posibilidades de la democracia en condiciones de rapida indus-trializaci6n y urbanizaci6n, y de los esfuerzos por convertir la 50-ciologia en una ciencia empirica concediendo una gran importanciaa las fuentes precientificas del conocimiento empirico) no era nadamas que una realizaci6n parcial --desde el punto de vista te6rico--de las posibilidades inherentes a la filosofia social del pragmatismo.De aqui se deriva la necesidad de considerar nuestro asunto enun tercer nivel de estudio, en el que trataremos de reconstruir elpragmat ismo como fuente filosofica de la escuela de Chicago y de linteraccionismo simbolico, Esto no significa, por supuesto, que haya

    que atribuir una mayor importancia 0 una vigencia mas duradera ala elaboracion de conceptos Iilosoficos en cuanto tal. L9__g~q~-f!!_

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    118 La teor ia socia l, hoydel pragmatismo iba dirigida contra todo este rrograma. Loque e Ipragrnatico pone en duda es que la duda cartesiana tenga sentido.No podemos partir de la duda absoluta. Tenemos que comenzar con todoslos prejuicios que ya tenia cuando e~p~zamos a estudiar filosoffa. Unamaxima no puede desvanecer estos pre)UICIOS,pues son cosas que no se nosocurre que puedan ponerse en cuestion. De ahi que este escep~ic isrno inicia lsed. un mero autoengaiio, y no una duda verdadera; y nadie que siga elmetodo cartesiano estara ente ramente sati sfecho hasta que haya recuperadoformalmente todas aquellas creencias que habia adoptado formalmente [ ... ]Es cierto que una persona puede, en el curso de sus estudios, encontrarrazones para poner .en dud a 1 0 9ue ha~i~ comenzado creyendo; pero en talcaso duda porque tiene una razon posltlva para hacerlo, y no por causa dela maxima cartesiana . (Pei rce: 1934, pp. 156 Y siguientes.)

    Esta critic a de 1 0 1 duda cartesian a es cualquier cosa menos unadefensa de autoridades incuestionables frente a la pretension ernan-cipatoria del yo pensante; es, sin embargo, un alegato en favor dela dud a autentica, es decir, en favor de sujetar el conocimiento asituaciones que l 're~enten rroblemas reales. Se sust~tu):'e el conc~ptorector del cartesiamsmo, e del yo que duda en solitario, por la Ideade una busqueda cooperativa de la verdad a fin de enfrencarse conproblemas reales que surgen en el curso de la accion, Uno estariatentado de atribuir a esta transforrnacion la misrna importancia his-torica que se concede a la filosofia de Descartes.

    AI menos, las consecuencias de esta transformacion de la idearectora de la reflexion filosofica tienen un alcance extraordinaria-mente amplio. En efecto, queda transformada toda la relacion en to :conocimiento y realidad. El concepto de verdad ya no expresa unacorrecta representacion cognoscitiva de b realida~ (idea quecabria concebir metaforicamente como representacion [Abbtl-dung]), sino un aumento del poder para actuar en relacion con unentomo. Es necesario replantear ahora todos los niveles del conoci-miento, desde la percepcion sensorial hasta la autorreflexion, pasan-do por la deduccion logica de conclusiones. Charles Peirce comenzoa desarrollar este programa. William James 1 0 aplico a un gran nu-mero de problemas, principalmente de naturaleza religiosa 0 existen-cial. Llevado quiza de su deseo de demostrar la imposibilidad deencontrar soluciones universalmente validas a estos problemas, Ja-mes limite de forma decisiva, y por consiguiente debilito, la ideabasica del pragmatismo. A diferencia de Peirce, formulo el criteriade verdad en funcion de los resultados facti c os de la accion y no eofuncion de los resultados que, en general, cab r ia esperar que ocu-rrieran. En la psicologia de James se tomaba como punto de partidala pura corriente de experiencia consciente, no la accion, Sin ernbar-

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    go, desarrollo analisis extraordinariame~~e penetra~te~ qu~, mostr~-ban el caracter selective de la percepClOn y la distribucion de laatencion como funcion de los fines del sujeto. Peirce apenas ejercioinfluencia en los sociologos; los escritos de James S1, ~u~9ue.?eforma muy difusa, y se manifesto, s~bre .todo, e.n ~na sensl~lhzaclO.nrespecto a las sutilezas de las expenenclas subjetivas. La.lnfluenclade~~i~

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    su naturaleza es desconocida; y nos damos cuenta de la necesidad deuna reaccion como tal cuando no sabemos como debemos reaccio-nar. De acuerdo con esto, Mead definio 1 0 psiquico como aquellafase de la experiencia en la que somos inrnediatamente conscientesde impulsos en conflicto que despojan al objeto de su caracter deobjeto-estimulo, dejandonos en esa medida en una actitud de sub-jetividad; pero durante la cual un nuevo objeto-estimulo aparece porrazon de la actividad reconstructiva que se identifica con el sujeto"yo" [I] en cuanto distinto del objeto "mi" [me] (Mead: 1903, p.109).Es cierto que la critica de Dewey y Mead, al menos tal como lahemos presentado, se refiere a teorias que reducen la accion a unaconducta determinada por el ambiente. Sin embargo, el modele deaccion empleado en esta critica tambien muestra la modificacion delsignificado de la intencional idad en comparacion con aquellas teoriasque consideran que la accion es la realizacion de fines ya estableci-dos. En el pragrnatisrno, precisamente porque este considera todaslas operaciones psiquicas a la luz de su funcionalidad con respectoa la accion, no es posible sostener la idea de que determinar un fines un acto de concieneia per se que transcurre fuera de contextos deaccion, Antes bien, el determinar un fin solo puede ser el resultadode la reflexion acerca de las resistencias que encuentra la conductaorientada en diversas direcciones, Si se evidencia la imposibilidad deseguir simultaneamente todos losdiversos impulsos 'rectores 0 com-pulsiones de la accion, puede tener lugar la seleccion de un motivodorninante, que entonces, en cuanto fin, domina e I resto de los mo-tivos 0 solo permite que se realicen de modo subordinado,Sin embargo, 10 normal no es que se de tan clara orientacionrespecto a un fin. Por naturaleza, la accion solo es difusamente te-leologica. Incluso nuestra percepcion esta configurada por nuestrascapaeidades y posibilidades de accion. El actor solo limitara la va-riedad de sus impulses y sensibilidad a una linea de accion definidaorientada a un unico fin si se ve Iorzado por S I mismo 0 por otro.El interes de Dewey y Mead por e I juego infantil no se debia tini-camente a su deseo de llevar a cabo una reform a en la educacionsino tambien a que dicho juego les servia como modelo de accionen la que la presion orientada a la consecucion de fines inequivocosera muy eseasa. En sus analisis de la experimentacion desarrollaronuna definicion de la inteligencia creativa como superacion de losproblemas de la accion a traves de la invencion de nuevas posibili-dades de accion; esta capacidad para la invencion 0 creatividad, sinembargo, presupone la manipulacion consciente de la forma de ac-cion denominada juego, e I jugar con distintas alternativas de ac-cion. En este punto del desarrollo del pensamiento de Dewey y

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    Mead es claro que, en eo!!_trasE._e_~ e I planteamiento utilitaris!a~~or1a pragmj-tica de la__accionab~~ ,nu~vos ambitos d~_f_enomel];os alt~~po_q~~e~igeEl~lllterp~etaClon de los ya ~~.~l_dO~, .y . 1 0 hacede forma que no encuentra parangon en la crinca del utilitarisrnollevada a cabo por los clasicos de la sociologia.Consideremos ahora brevemente tres posibles objeciones al rno-delo pragmatico de la .accion. l:a critica de .que este. n:'0del.o limitael concepto de accion de modo instrumentalista 0 actrvtsta nene quehaber perdido plausibilidad al haber indicado arriba la importanciaque el juego y la creatividad ti~nen para el pragmarismo. La reh.tta-cion mas energica de esta critica puede encontrarse en los escntosde Dewey sobre estetica (Dewey: 1934), en los que se demuestraprecisamente la disposicion pasiva del sujeto a la expcrirnentacion yperfeccionamiento de la experiencia en relacion con el presente ..~araDewey, el pragmatismo era nada menos que un rnedio de ~nt1caraquellos aspectos de la vid~ america~a que hacen de la, aC,C1onunfin en S1misma y que conciben los fines de modo demasiado estre-cho y demasiado "practico ". (Dewey: 193 ~, p. 16). Por ~~nto~ laeleccion de la accioncorno el punto de partida de la reflexion filo-sofica no quiere decir que e 1 mundo se degrade a la categoria demero material a disposicion de las intenciones de los aetores; estaobjecion se basa aun en la dicotornia cartesian a, cuya superacion esjustamente 1 0 que esta en cuestion. Solo en la accio~ se nos revelala inrnediatez cualitativa del mundo y de nosotros rrusmos.Otra posible objecion es que en el modelo de accion pragmaticola conciencia se encuentra orientada al memento presente. Esta acu-sacion puede rebatirse seiialando la importancia central que tienenlos -habiros- en este modelo. Los actores no almacenan en su con-ciencia las soluciones a los problemas de la accion, sino que lasaplican a nuevas acciones, las cuales, c~mo rutinas, siguen su cursoajenas a la conciencia de los actores. Unicamente un nuevo problemaque plan tee la accion haec ineficaces las rutinas y los habiros- yrequiere nuevo aprendizaje.Un tercer problema, el mas diffcil para la filosofia social prag~matica, es que el rrrodelo de accion descrito es .tan general que msiquiera distingue la relacion del actor ,con los objetos de su e,~tornode la relaci6n del actor con sus semejantes, La translormacion delyo cartesiano en una comunidad constituida por la solu.cion colectivaa los problemas no paso de ser una Simple deciaracion. No cabeduda de que Peirce lagro vincular inmanentemente su Idea de lacomunidad critica de cientificos con su modelo teorico de accion alsostener que todo eonocimiento es me?iadoyo!, ,tos signos. Su te,or~ade los signos contiene, adem a s del objeto slg~l1f~cadoy la pecuhan-dad cualitativa de'! signif icante, una conciencia interpretatrva perte-

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    122 La teor ia social , hoyneciente a un sujeto que desea comunicar su intencion a otro 0a Slmismo 5.

    Peirce no pudo, sin embargo, ofrecer una verdadera teoria delsujeto que se cornunica consigo mismo 0 con otros. Cooley fueelprimero en expresar la necesidad de un pragrnatisrno 6 social 0sociologico y en desarrollar una teoria del yo y de su dependenciade grupos primarios. De todos modos, la elaboracion de su teorfaera todavia muy inconsistente, Cooley no fundamento la concienciasobre la accion de forma logicamente rigurosa, y formulo una teo riadel yo mas ernotiva que cognoscitiva. Este problema de lograr unanalisis pragrnatico de las situaciones de interaccion social y auto-rreflexion individual era el nexo crucial para unir la faosofia prag-matica con una sociologia y psicologia social antiutilitarisra. Muchomas que el propio Dewey, fue George Herbert Mead quien en suanalisis del origen de la comunicacion gestual y lingiiistica humanapenso a fondo el problema y le dio paso a paso una solucion, Alatribuirsele la solucion del problema, Mead se convirtio en la Figuraestrategicarnente central de la escuela de Chicago. Esto es cierto,independientemente de 10 solid a que fuera su solucion y de 10 pro-funda que fuera de hecho la recepcion de su pensamiento en la socio-logia.Seria incorrecto entender la contribucion de Mead 7 como unasimple inversion de la relacion entre el individuo y la colectividad-esta vez en favor de la colectividad. El verdadero significado desu logro consiste en el hecho de que cambio fundamentalmenteelplanteamiento del problema. Siguiendo plenamente el espiritu delpragmatismo, investigo el tipo de situaciones de accion en que unamayor atencion a los objetosdel entorno no es suficiente para ga-rantizar una continuacion exitosa de la accion. Mead pensaba en losproblemas de la accion interpersonal. En las situaciones sociales elpropio actor es una Fuente de estimudos para su cornpafiero. Porconsiguiente, tiene que pres tar atencion a sus propias formas de ac~tuar, pues estas provocan reaccionesen su compafiero y por tantose convierten en condiciones para [a continuacion de sus propiasacciones. En este tipo de situacion es funcionalmente necesaria no

    5 En Rochberg-Halton (1982) se encuentra una descripcion muy interesante delas diferencias entre la teor ia pragmat ica de los sign os y la teor ia est ructural ist a.6 Charles H. Cooley (< < Todavia est a por e 'l aborar un pragmati smo social , 0 quizadeberia decir sociologico), citado en Jandy (1942, p. 110). Sobre Cooley vid, Ila

    crftica de Mead en Mead (1930).7 Vid. Mead (1934) y Joas (1985a). Vid. Bodenhafer (1920-1), una irnpor tante t es is

    doctoral escrita bajo l~ influencia de Mead y que ayuda a entender la importanciaque tuvo para la sociologia conternporanea el cambio de perspectiva propuesto porMead.

    Interaccionismo simbolico 123solo la conciencia, sino tambien la autoconciencia. Con este analisisde la autorreflexion, Mead trataba de reconstruir pragmaricamenrela herencia del idealismo aleman.

    Mead desarrollo las condiciones de posibilidad de la autorrefle-xi on a partir de una teoria sobre los origenes de la cornunicacion ysocialidad especificamente humana. En una serie de articulos escritoshacia 1910, sento paso a paso los fundamentos de la teo r ia de' lainteraccion simbolicarnente mediada, Mead rnantiene que la trans-formacion de fases de la accion en signos gestuales posibilita que unactor reaccione ante sus propias acciones, permitiendole por 10 tantorepresentar con estas las de otros y que las reacciones virtuales deetros influyan anticipadamenre sobre sus propias acciones. El com-portamiento humano se orienta a las posibles reacciones de los de-mas: mediante simbolos se forman modelos de expectativas recipro-cas de conducta, modelos que, sin embargo,siempre estan integra-dos en el curso de la interaccion, de la verificacion de anticipaciones.. Son ?~ficientemen.te conocidos lo.s/resultados conceftuales de estainnovacion -las nociones de adopcion de papeles, de yo [self], delotro generalizado etc.-, y podemos omitir aqui una explicacionde estos. Para los propositos de la siguiente exposicion importa masel hecho de que Mead trato de extender su metodo al dominic delos problemas cognoscitivos. Basandose en este giro social del prag-matismo 8, ofrece una nueva interpretacion de la constitucion delobjeto fisico, de la imagen del cuerpo y de la temporalidad subjetiva,En su conjunto, estos fragmentos hacen posible entender la accioncomo conducta autocontrolada, y considerar un concepto de auto-control que no esta restringido instrumentalistamente, como el con-cepto pragrnatico de racionalidad,En particular, Mead establece las condiciones de la interaccionsimbolica y de la autorreflexion, Sus analisis estan guiados por unaconcepcion normativa ideal de la estructura del orden social, basadaprincipalrnente en un ideal de autogobierno democratico cornbinadocon las ideas de Peirce sobre la comunicacion libre e irrestricta den-tro de la comunidad cientifica. Sin embargo, en las partes teoricascentrales de su obra esta nocion tam poco se usa para elaborar unateoria social sociologicarnente uti], Este desarrollo suele mas bienencontrarse en sus articulos periodisticos sobre politica,Los escritos de John Dewey van mas lejos en este aspecto, espe'-cialmente la discus ion de su libro The Public and its Problems(1927) 9. ~lli Dewey defiende una teoria que toma el proceso de

    He discutido Ia constitucion de la imagen del cuerpo en Joas (1983).9 J?ado que la mayor parte de las exposiciones al uso del pragmati'smo no sonmuy utiles con respecto a las cuesuones de teoria politica y a las posibilidades de

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    accion colectiva como su punto de partida. Esta accion encuentraproblemas y lleva a consecuencias no deseadas 0 imprevistas que lacolect ividad que actua debe asimilar reflexivamente. Dentro de~~ar-co de las normas de la comunidad, las consecuencias de la aCCIOnseperciben, interpretan, evaluan y se tienen en cuenta para la p:ep~ra-cion de futuras acciones; y no solo actuan de este modo las mstI.tu-ciones a las que se han asignado especificarnente estas tareas, sinotodos los individuos y colectividades afectados por las conse.cuen-cias. En este proceso de interpretar y evaluar las consecuencias dela accion colectiva la comunicacion entre todos los afectados desern-pefia un papel esencial; todos los interesados estan motivados paraparticipar en esa cornunicacion, para manifestar .que ~e enc~~ntranafectados por las consecuencias. Por tanto, la filosofia politics deDewey no toma como punto de partida U ? antagonismo en.t;e losindividuos y el estado, smo los ~roblemas mte~no~ ?e la aCCl,ondelgrupo. Tanto el estado independiente como el. i ndividuo aut?no~ose constituyen en el publico (en cuanto comunidad ~e comumca~I,onintegrada por todos los afectados por las consecuencias de tal accion)fundado en la comunidad de accion,En este modelo teorico, la comunicacion dirigida a la resolucionde rroblemas de in.teres c?lectivo ~e convierte en un.a condicia~ ese.n-cia del orden social. ASI entendido, el orden social no reqUlere launanimidad de los miembros de la sociedad; la comunicacion hu-mana vincula 1aunicidad individual y el reconoeimiento y uso co~-partido 0 universa l de los sis temas sirnbolicos. La fi losofia politicade Dewey tam bien critica la tradicia~ de pens~m.iento hobbesiana,q~e .interpreta laoaccion social como impuesta urucamente por me-diacion de autondades externas.Por ultimo, ( ':Lprogr~ 9 t C De~ey, . igual que las_anteriQres~~-fk~ione? d~~ool~y, se_oJ?onen ~2'pl~!t~IE( ':nte a ~na na_t~ra_l!z~-cion ael mercado~y a los mtentos d_e_pre~en_tarlocom_o m~callismoamorregulado_f,_ cap

    10 Sobre este punto v id . el exce lente a rt icu lo de Janowi tz (1957-6).II Sobre la sociologia americana temprana vid, Hinkle: 1963; 1980. Sobre la in-

    dependencia de la sociologia americana r especto a los te6ricos sociales eu ropeos cla-sicos, vid . Suthe rl and: 1978.

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    126 La teo r ia social , hoyAunque no es identico para cad a estudio, es sin embargo posibledescubrir este marco teorico general implic ito de caracter pragmat ico-aJ cual, sin embargo, no se Ie dio una fundamentaci6n metateoricaexplicita-> en los teoremas individuales sustantivos de la escuela deChicago.Tan erronea como esta critica es la idea de que la escuela deChicago estaba unicarnente interesada en llevar a cabo reformas so-ciales, 0 la creencia de que la naturaleza especifica de esta escuelaconsistia en un reformismo social protestante mas 0menos secula-rizado 12. Tambien en este aspecto podria hablarsede una situacionintermedia en la historia de la ciencia social: una posicion entre lanula profesionalizaci6n de las ciencias sociales y su total profesio-nalizaci6n. Todas las figuras esenciales de la escuela de Chicago seoponian a una investigacion social desprovista de criterios profes io-nales y cuyo imico objetivo fuera el de crear conciencia publica dela existencia y gravedad de los problemas sociales. Ademas, eranclaramente conscientes de que aunque la profesionalizacion de lasciencias sociales tenia que basarse en metodos de investigacion masexactos y en un marco de referencia universalista -en oposicion almero reformismo->- tampoco deberia renunciar oons\s.tir a todos losimperatives extraciennficos. Finalmente, y por 1 0 que respecta alcaracter cristiano de la escuela de Chicago, es evidente que tal ca-racter esta ausente del pensamiento y escritos de figuras tan impor-tantes como Thomas y Mead. Tampoco es razonable hablar de unamera forma de cristianismo secularizado a la vista del extremadoantipuritanisrno de muchos de los miembros de la escuela.Un tercer malentendido considera que la escuela de Chicago esel resultado epigonal del estudio de los escritos de pensadores euro-peos y de la apropiacion de sus ideas. Es sin duda cierto que, sobretodo el pensamiento aleman -tal como se manifesto en la transici6ndel hist~ricismo ~ laosociol?gia (representada por, Dilthe,Y, Wi?d~l-band, Rickert, Tonnies y Simmelj-s- y la etnologia y psicologia et-nica (Volkerpsychologie) alernanas -que trataban de explicar la vidacultural de naciones 0 pueblos- influyeron en la formaci6n de rnu-chas figuras importantes de la escuela, Se presto gran atencion a lasteorias sociol6gicas de Durkheim, Tonnies y Simme!. Exisrian, enparticular, afinidades entre miembros de esta escuela y Simmel, tantomas considerando que Simrnel trataba de encontrar un concepto desociedad que no la redujera a una mera agregaci6n de individuos nila reificara en una entidad enteramente transcendente a estos D. Sin

    12 Incluso en los escr itos muy recientes de auto res de p rimera fil'a pueden encon-trarse malas inter pretaciones de este tipo: v id. Tenbruk: 1985; Vidich y Lyman: 1985.

    13 Sobre la recepcion de Sirnmel en los Estados Unidos, vid. el amplio estudiode Levine et ai. (1975-6) .

    Interaccionismo sirnbolico 127embargo, es del todo err6neo considerar que las ideas de la escuelade Chicago derivan del pensamiento de Sirnrnel, 0suponer siquierauna superioridad general del pensamiento socio16gico europeo enaquella epoca, Si es correcta la tesis de que el marco te6rico de lae,~c..l!_elae ~hicag2._!i~_ne_~u ori.gen_en I'.lJil9soti~,~

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    de la sociedad americana, de la Universidad de Chicago y de lavinculacion politica de la sociologia ~~e:icana teI?prana a. su socie-dad durante el periodo en que se. ongmo, es decir, a corrnenzos delos noventa y en los arios posteno~es .. E n est~ ren~~o los EstadosUnidos atravesaban una fase de rapida industrializacion y urbaniza-cion 16. La afluencia de inmigrantes era enorme; en su mayor parteprovenian de tradiciones culturales muy distintas .a la protestante.La disolucion de la estructura de los Estados Unidos, sumamentedescentralizada politica y econ6micamente, junto con los simulra-neos cam bios econornicos per se sentaron las ba.ses de una .profundamodificaci6n de la estructura de clases de la sociedad amencana. Unaspecto de este cambio que re9uiere eSI?ecial men~i?n es el surgi-miento de una nueva clase media protesional. Polfricamente, estoscambios fueron acompariados de numerosos intentos por lograr re-formas sociales, intentos que Ie valieron a esta epoca el nombre deera yrogresiva. Un objetivo comun a dichos intentos de reform afue e de conserver los ideales dernocraticos de autonornia politicade las comunidades locales bajo las nuevas condiciones de hegemo-nia de las grandes empresas y del gobierno federal. central en lasociedad americana; esto se consigui6 dando a los ideales de laspequerias comunidades locales una forma apropiada a las nuevas co-munidades urbanas. Chicago fue uno de los centros de estas ernpre-sas reformistas. Los intelectuales de la escuela de Chicago tenian unaestrecha relaci6n personal con muchos de e~tos intentos, y en granmedida la conservaron incluso durante el periodo conservador de losarios veinte. Por consiguiente, los temas principales de la escuela deChicago eran los problemas de ciudad mod~rI_la, especialme~t,e delpropio Chicago. Estes intereses explican cast Slempre la eleccion delos temas de sus estudios sociol6gicos.Las condiciones institucionales de la Universidad de Chicago,recientemente fundada, favorecieron la orientacion hacia la investi-gaci6n y la interdisciplinaridad. En esta unive~sidad~ la ~~rmacj?n .delos estudiantes graduados se centraba en la mvesngacion, y Ia m-fraestructura estaba pensada para una inve~tigaci6n cooperativa. Lafundaci6n de una revis ta cientifica, el American J o ur na l o f S oc io lo gy ,en 1895, y la pubjicacion de los libros de texto de Tho~as, .Park yBurgess apoyaron el trabajo de los sociologos de ~a Umverstdad deChicago. En esta universidad la sociologia no se VlO e~ l~ necesidadde luchar por su existencia contra el foder: de las disciplinas masantiguas, en especial la econornia politic a, sino que, en condlctonesmucho mas favorables que en ningun otro lugar, pudo centrar ple-

    16 La mejo r exposicion historica del trasfondo sociohistorico de los desarroJlosaqui mencionados es la de Wiebe (1967).

    Interaccionisrno simbolico 129namente su atenci6n intelectual en ellas, y dedicarse a demarcarsecon respecto a estas 17. Esraba estrecharnente relacionada con la et -nologia, la filosofia y la teoria de la educacion (en las personas ypensarniento de Mead y Dewey), y con la economia institucionalistay antimarginalista de Thorste in Veblen.Los fundadores de la Universidad de Chicago en sentido estricto,a excepcion de Albion Small, han quedado hoy olvidados, y su im-portancia te6rica es nula. Podemos definir a Small como una com-binaci6n de sociologo de sistemas especulativo e iniciador adrni-nistrativo de la investigaci6n sociol6gica empirica. Su propia posi-cion te6rica, que segun parece no lleg6 a convertirse en el hilo con-ductor de la investigacion sociol6gica ernpirica de la Universidad deChicago, puede denominarse utilitarismo colectivo, es decir, erauna teorfa que explicaba la vida social mediante los procesos engen-drados por el conflicto entre grupos de intereses. De todos modos,enfrentado a la fuerza de las ideas pragmacicas, este enfoque teniapocas posibilidades de imponerse. E!l.!~2bra de Wil lia!p h~f,fbo-mas, uno de los pri.!D~ros_gr~9uad9_s_~1~':!._n.iv_qsi9~d de < ; ; : h ! S ~ g 2 '~fl,1~_~rde iflg,:~s6 en su aculta.9, se f~ri6 ~LpJ:i_m~.~

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    130 La teoria social, hoypragmaticos. En la introduccion a su Source Book for Social Origins(1909), se concedio ya una posicion teorica central al modelo deaccion de los habitos. Cuando, enfrentados a un estimulo desa-costumbrado, los habitos se rompen, solo puede superarse el estadode cosas que constituye una crisis mediante una operacion conscien-te, (~atenci6n) por parte, de~ sujeto, operacion que origina nuevoshabitos de conducta. ASI mismo, opone e l concepto de control atodos los dernas conceptos fundamentales entonces en uso, tales comoimitacion, conflicto , coercion, contrato y conciencia de tipo [con-ciousness of kindJ.Thomas subrayaba, mas claramente que los filosofos pragmati-cos, el caracter cultural de los habitos de conducta y la integracionen una colectividad de las iniciativas individuales: el nivel culturaldel grupo limita la capacidad intelectual de enfrentamiento y adap-tacion a las crisis (Thomas: 1909, p. 20). La cultura, tal como Tho-mas la entendia , abarca los mas variados recursos materiales , tecnicosy cognoscitivos de una comunidad. Metodologicamente, esta orien-tacion lleva a buscar procedimientos que hagan posible reconstruirla dinamica del tratamiento subjetivo de los problemas de la accion.Pero para Thomas esto no significa la observaci6n part icipativa 0elanalisis del proceso de interaccion, sino la recopilacion e interpreta-cion de materiales significat ivos pa~a.las perspectivas subjetivas .delos actores. En contraste con la maxima formulada por Durkheimen Las reglas del metoda sociol6gico, los hechos sociales no han deexplicarse unicamente mediante otros hechos socia les. De este modo,no se aplican fundamentalmente procedimientos de analisis estadis-tico; en vez de esto, ha de admitirse que las percepciones individua-les y las nuevas creaciones de los individuos son el nexo que mediaentre los hechos sociales. Por consiguiente, en los estudios sociolo-gicos se hara uso de materiales cercanos al ideal de auto-presentacionautobiografica y, por tanto, pr6ximos a la unidad narrativa de laexistencia humana. Por estas razones, para Thomas y para toda laescuela de Chicago, la demarcaci6n de su pensamiento e investiga-cion respecto de la psi~ologia no dese~peii.aba un papel ;a? impor-tante como el que tenia para Durkheim, EI modelo teo nco de lapsicologia social evitaba la identificaci6n de la psicologia con el in-dividualismo atomista que estaban combatiendo.La respuesta subjetiva a la transformaci6n de una sociedad tra-dicional en una sociedad moderna fue el tema de investigaci6n enel que mas avanzaron las reflexiones de Thomas, en una combina-cion de teoria e investigacion cientffica que muchas veces, como sesabe, no era consistente. En los inicios de su carrera Thomas cornen-z6 a interesarse por los problemas de los negros americanos, de losjudios socialistas y de los inmigrantes de divers as nacionalidades en

    Interaccionisrno simbolico 13 1

    los Estados Unidos (Bressler: 1952). Su estudio mas extenso trata delos inmigrantes polacos (Thomas y Znaniecki: 1956), y fue recono-cido como una de las obras paradigrnacicas de la escuela de Chicago.A este estudio siguieron otros que trataban de los problemas queafectaban a los inmigrantes y otras obras sobre temas relacionadoscon la adaptacion social, entre las que se cuenta un estudio sobre laprostitucion juvenil (Park y Miller: 1921 19; Thomas: 1923); sin em-bargo, no hizo progresos teoricos verdaderamente significativos.EI modelo te6rico de Thomas, tal como. fue presentado princi-palmente en las observaciones metodol6gicas preliminares a The Po-lish Peasant (1926) Yen otras partes de ese estudio, amplia el modelode accion pragmatico en dos aspectos: en primer lugar, el modelose hace mas concreto desde un punto sociol6gico; en segundo lugar,se arnplia para incluir la acci6n colectiva. Se hace concreto en tanto - 1 1que la operaci6n subjetiva de definir una situacion se estudia con \mayor exactitud. Las orientaciones de conducta aceptadas se consi-deran el resultado de definiciones de situaciones que previamentehan tenido exito, Con el concepto de actitud, estas definiciones seformulan por referencia a la acci6n y se distinguen de la psicologiade la conciencia, Se presta atencion a la funci6n social de quiendefine las situaciones. Es claro que estas definiciones siernpre con-tienen un elemento de riesgo. No tienen necesariamente que con-formar un sistema unitario y coherente, 0que cubrir con la mismaexactitud todas las situaciones. Surgen continuamente situacionespara las que no bastan las definiciones de situaciones ya establecidas.Thomas afirma que es posible dividir los motivos de la acci6n en \ \cuatro clases. Estas son: el deseo de nuevas experiencias, el deseo dedorninar una situacion, el deseo de reconocimiento social y el deseode tener certeza de la identidad,Este esbozo de una teorfa de la rnotivacion muestra que Thomashabia superado las nociones de la psicologfa del instinto sin aceptarlas expl icaciones propuestas por los psicoanalis tas, explicaciones queconsideraba monocausales. Su teoria incluye motivos que estan masalla de la autoconservacion material 0 la persecuci6n egofsta de in-tereses individuales, y es sumamente similar a la psicologfa huma-nista- desarrollada posteriorrnente. Contribuyo a la teoria de la per-sonalidad con su concepto de organizaci6n de la vida, 0confer-maci6n subjetiva del cursu de [a vida. Aplicando esta categorfa dis-tingui6 tres tipos de personalidad: el filisteo, con una rfgida orien-taci6n de su vida; el bohemio, que no tiene una estructura decaracter coherente; y, finalmente, con una clara valoraci6n positiva,

    19 Es b ien sabido que esta obra fue pracricamente escrita po r Thomas.

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    la personalidad creativa, que es capaz de guiar sisternaticamente supropio desarrollo.La ampliacion del modelo de accion pragmatico para incluir laaccion colectiva cambia la concepcion de la desintegraci6n de lasorientaciories 0 sociedades tradicionales, Desde esta nueva pers-pectiva, la desorganizaci6n y la crisis presentan siempre una opor-tunidad para la reorganizaci6n creativa. Thomas no era un pesimistacultural que no veta en la era moderna nada mas que la desintegra-cion de la comunidad, No creta en la oposicion rigid a entre ins-tituciones fuertes y perdida an6mica de la orientaci6n; mas bien, suinteres se centraba en los procesos colectivos que producen la for-macion de nuevas instituciones. Para el, la estabilidad de las insti-tuciones del grupo no es, por tanto, un simple equilibrio dinarnicode procesos de desorganizaci6n y reorganizaci6n (Thomas y Zna-niecki: ]926, p. 1130).Esta concepcion de la sociedad y la historia hizo depasse las ca-tegorias historicas bipolares que habfan ejercido tanta influencia enlos comienzos de la sociologia. Ya no se oponia la comunidad a lasociedad, la solidaridad rnecanica a la organica; estas oposiciones sereemplazaron por procesos continuos de desintegraci6n institucio-nal, de formaci6n exitosa 0 fallida de nuevas instituciones. Ya no eranecesario negar la importancia para las sociedades modernas de corn-ponentes cruciales de sociedades anteriores, como la familia y lapertenencia a grupos etnicos. Que duda cabe de que estos elementoshan cambiado, pero su importancia no tiene por que haber dismi-nuido, La relacion entre accion individual y colectiva 0entre desor-ganizaci6n y reorganizaci6n individual y colectiva no se trataba in~tencionadamente de forma funcionalista; es decir, en condiciones dedesorganizaci6n social tam bien existen oportunidades para la reor-ganizacion individual. En su investigaci6n empirica sobre los inmi-grantes polacos, Thomas se dedico a investigar las diferentes fasesdel critico proceso de adaptaci6n sufrido por estos inmigrantes uti-lizando materiales empiricos adecuados a cada una de las fases (Mad-ge: 1962,. pp. 52-87). Trazo una descripcion de la sociedad campesinapolaca basandose en cartas, descripcion que mostraba esa sociedaddesde aspectos extraordinariamente diversos. La desintegracion deesta sociedad con la extension del capitalismo industrial y los pri-meros esfuerzos por reorganizarse se documentaron con articulostornados de los periodicos polacos. La desorganizaci6n personal delos inmigrantes se presento con ayuda de un amplio material auto-biografico, La informacion sobre la desorganizaci6n social de la cul-tura de los inmigrantes en los Estados Unidos se recogi6 de informesde tribunales y parroquias. De este modo, a pesar de todos los pro-blemas de la relaci6n entre la teoria y la investigaci6n empirica, se

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    escribio una impresionante obra sociologies pionera a la que aunhoy se debe considerar un clasico.Durante algun tiempo William Thomas fue el sociologo m a s im-portante de la escuela de Chicago. Cuando en 1918 fue expulsadode su Universidad a causa de una conspiracion motivada por suinconforrnismo politico y moral, fue sucedido como lider oficiosode la escuela por un hombre al que el propio Thomas habia traidoa Chicago unos pocos afios antes y que, antes incluso de que seconocieran, habia desarrollado una fuerte afinidad con las orienta-ciones de Thomas y con los temas de su pensamiento e investiga-cion: Robert Park. Hasta mediados de los aiios treinta Park fue lafigura mas influyente de la escuela. Su importancia es mayor inclusoque la de Thomas, tanto mas cuanto que se ejercio a traves de susnumerosos estudiantes y de la realizaci6n de proyectos de investi-gaci6n, y no solo mediante sus propios estudios.A la luz de los numerosos giros de su vida, que no le llevaron ala catedra hasta pas ados los cincuenta afios de edad, casi parece comosi hubiera sido predestinado al papel que desempefio en la Univer-sidad de Chicago 20. Siendo estudiante estuvo bajo la decisiva in-

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    13 4 La teoria social, hoyy su compromiso con los negros americanos estaban animados poruna profunda avidez de experiencias que trascendian los estrechoslimites culturales y morales del parroquial entomo protestante deAmerica. Mientras que entre la mayoria de los intelectuales progre-sistas de aquel periodo apenas puede encontrarse conciencia de laterrible condicion de los negros en los Estados Unidos, Park obser-vo que la la existencia de una poblacion de raza negra requeria unareflexion sobre la posibilidad del control social y la democraciaen condiciones de heterogeneidad cultural, reflexion prioritaria Iren-te a la cuestion de la integracion de los nuevos inmigrantes en lasociedad americana. Finalmente, en su tesis alemana Park habia apli-cado el concepto de democracia de Dewey como concepto formalen el sentido de Simmel. Con esto, Park consiguio dos cosas. Desdeel punto de vista de la teo r ia de la accion, se evidencio que el pro-blema de alcanzar un consenso creative tenia una importancia fun-damental, y se mostro, en contra de las pretensiones de los psico-logos de masas europeos, que existe una posible racionalidad en losprocesos de toma de decision colectivos. Pero el uso que hizo Parkdel concepto de Dewey ofrecio ademas una alternativa a la teo r iabipolar de la transformacion historica con sus categorias opuestas decomunidad y sociedad, Esta altemativa era la transformacion delas comunidades tradicionales 0 bien en sociedades de masas 0 bienen sociedades dernocraticamente integradas. Park tenia un intensointeres por las posibilidades creativas de las masas y de la discusionpublica.Esto hace comprensible que para ella conducta colectiva de laque surgen y que transform a estas instituciones se convirtiera en elverdadero objeto de la sociologia. En e] gran manual introductorioescrito por Park y Burgess (1921) -la biblia verde de los socio-logos american os del periodo de entreguerras- la sociologia se de-finia como la ciencia de la conducta colectiva. Esto no quiere decir,por supuesto, que la acci6n individual deba ignorarse 0excluirse delambito de la sociologia, sino que ha de entenderse que su orienta-ci6n se constituye colectivarnente.Para Park la sociedad no se enfrenta al individuo como un meroagente de represi6n, coercion u obligaci6n. Tambien se experirnentacomo fuente de inspiracion, de expansion del yo y de liberacion yfortalecimiento de energias personales ocultas. La condici6n para laacci6n colectiva es la existencia de representaciones colectivas, quese constituyen en la comunicacion. Tal enfoque tiene que centrarse,por consiguiente, en las diferentes formas de constitucion de estasre~n;sentaciones cole~t!~as,

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    grarlos para producir una teoria coherente y unificada de la socie-dad. La falta de claridad te6rica de Park produjo aqui la mera com-binaci6n de una macrosociologia de orientaci6n democratica con hi-p6tesis subyacentes relativas a la competencia y a la lucha por laexistencia, que se consideran naturales. No se logr6 una teoria quereconciliara econornia y sociedad. La escision entre las dos vert ientesde la teo r ia de Park se super6 con hipotesis evolucionistas sobre latransformacion gradual del ambito de la sociedad no planificado ycompetit ivo en elsector democraticarnente autodeterminado: la evo-luci6n de la sociedad ha consistido en la progresiva extension delcontrol sobre la naturaleza y en la substitucion del orden naturalpor un orden moral (Park y Burgess: 1921, p. 511). Esta concep-cion implicita tarnbien distorsiona la idea de la historia natural- y,en pa,rticul~r, influye en el famoso modelo de fases- del desarrollode las relaciones entre razas, desarrollo que va desde la competen-cia, pasando por el conflicto, a la acomodacion- mutua y, fi-nalmente, a la asimilacion, Park y sus discipulos no aplicaron estasideas como un tipo ideals de proceso, sino como un modele de-terminista, Es evidente que como tal modelo es facilmente criticable,bien sea indicando los elementos etnocentricos del modo en que seconsideran deterrninados fen6menos de urbanizacion, bien sea sefia-lando aquellos casos en los que el curso de desarrollo de las rela-ciones entre razas tiene un resultado enteramente distinto al de laasimilaci6n 24. Park, sin embargo, utilizaba el caracter deterministade sus modelos con motivo de una polemica contra la rebelion delos negros americanos y contra los intelectuales reformistas que ac-tuaban por cuenta de otros.Es obvio, por tanto, que no puede pretenderse que Park y susdiscipulos consiguieran transformar el pragmatismo en una teo riasatisfactoria de la sociedad. Poco era 1 0 que tenia que decir su en-foque sobre cuestiones fundamentales que una teoria ha de contestaren el siglo xx , tales como el desarrollo de las relaciones entre clases,la burocracia 0 las relaciones internacionales. Sin embargo, si con-siguieron elaborar un flexible marco de referencia de orientacionte6rica lmacrosociologica p.a~a los mult iples ~studios ernpir icos delos fenomenos de la vida cotidiana en la gran ciudad rnoderna (ame-ricana). Durante los aiios veinte y treinta se llevo a cabo una canti-dad tal de estudios de este tipo que todavia hoy resulta irnpresio-nante. Algunos de ellos se hicieron celebres por S!!S metodos y des-cubrimientos, como por ejemplo el estudio de ~els Andersoril The

    - - . . . . . . . . . . . . . . - ~24 Pa ra una critica del cic io de la s relac ione sentre raz as, vid. en Cahnman (1978)la breve expos icion de [os ultimos anos de la vida de Park despues de que abandonara

    Chicago.

    Interaccionisrno simbolico 137Hobo (1923), la investigacion de Frederick Trasher sobre las bandasde delincuentes juveniles (1927) 0 la biografia de un delincuentejuvenil de Clifford Shaw (1930). Los primeros estudios sociologicossobre los problemas de los negros americanos llevados a cabo porsoci6logos negros tienen su origen en la escuela de Park. En todosestos casos es sorprendente la enorme diferencia que habia entre supercepcion de los fen6menos sociales y el punto de vista de la dasemedia -fuese moralista 0 reformista-. Park y sus estudiantes pro-dujeron un mosaico de estudios de la vida metropolitana replete dedescripciones de primera mano de calidad casi Iiteraria; pero esto noera, ciertamente, una ciencia social que progresara metodicamentemediante la contrastacion de hip6tesis 0 la generalizaci6n te6rica.Aunque no es posible discutir aqui en detalle la obra de otrospensadores importantes de este periodo de la escuela de Chicago,debemos mencionar al menos algunos de ellos. El mas importantees el amigo y colaborador de Park Ernest Burgess, cuya sociologiaurbana tendia, sin duda, a un determinismo aun mayor que el dePark. Burgess subsurnio inequivocamente la esfera econ6mica en elmodelo ecol6gico, y fue uno de quienes propusieron la famosa teo riade circulos concentricos de desarrollo urbano, teo ria basada en elcaso de Chicago. Este autor hizo una importante contribuci6n a lasociologia de la familia, en la que introdujo la concepcion de lafamilia como unidad procesual de personalidades en interacci6n; sinembargo, los intrurnentos metodol6gicos no correspondian a esteprogram a, y se daba por supuesta la existencia de un desarrollo evo-lut ivo unilineal de la familia desde la inst itucion al compafierismo-(Bogue: 1974). Ellsworth Faris (1937), defendi6 ideas esenciales dela filosofia social pragmatica en numerosos articulos breves y en suinfluyente magisterio; adernas, aplico estas ideas de forma muy ori-ginal a la cri tic a del reduccionismo conductista r de las pretensionesde la psicologia de los instintos, Louis Wirth 2 , autor influyente afinales de los afios treinta y en los cuarenta, estudio el ghetto judiosiguiendo en todo los metodos defendidos por Park; por otra parte,sin embargo, propuso una teoria de la gran ciudad que, de formadel todo opuesta al enfoque caracteristico de la escuela de Park,interpretaba la vida en la gran ciudad de acuerdo con el modelo dela sustituci6n de los lazos cornunitarios por las relaciones sociales,No es este el lugar indicado para especular sobre las razones deltan debatido colapso de la escuela de Chicago en la decada de los

    25 Vid . Wir th (1964 ; 1969) ; e l volumen anter ior incluye e l celebre y controvertidoensayo Urbanism as a Way of Life (1964, pp. 60-83), publicado por vez primeraen 1938 (Wir th : 1938) .

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    138 La teorf a socia l, hoytreinta 26. En eI contexto del presente articulo no nos interesan lo sdetalles de la historia de la socio logia, sino las vicisitudes poster ioresde fa teo r ia pragrnatica: ~c6mo aborda esta teoria lo s nuevos pro-blemas, y c6mo trata los antiguos e irresueltos? ~Que ocurri6 conella despues del reflujo del optimismo progresista de los fundadoresde la teo r ia respecto a las posiblidades de reforma? ~Que paso conel dualismo de l orden moral/orden bi6tico?

    Se acostumbra aver la principal continuaci6n de esta tradici6nen los esc~itos programaticos sobre psicologia socia l de Herber t Blu-mer. Por ~mportantes que estos sean, constituyen sin embargo unabase exces ivarnente restringida para exarninar la continuaci6n de esta~rad~ci6n. Por tal motivo, aqui concederemos igua1 importancia a lainspiradora obra de Everett Hughes. En los escritos de estos dosautores podemos estudiar dos formas de tratar los problemas que sehabian planteado. I.La obra. de Herb~rt Bl';l~er, con sus meritos y deficiencias, hatenido una ImP'?rtancla decisiva para la autocomprension de las pos-ten ores generaclOnes de representantes del interaccionismo sirnbol i-co. Despues de escribir una tesis en la que examinaba los metodosde la psicologia social, Blumer se dio a conocer en la decada de lostreinta por dos obras en particular (Blumer: 1928; 1939). Examinede forma extremadarnente crf tica la relaci6n entre teoria e investiga-

    cion ~mp~r-ica en el es t~dio de los campesinos polacos d.e Thomas yZnaOlec~l; y en un articulo para un manual en e 1 que sistematizabalas prerrusas de la tradicion de la escuela de Chicago invento e 1 nom-bre de

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    140 La teori a soc ia l, hoypara e l analisis [ructifero de la realidad ernpirica, posibilidades quese desarrollaron ulteriormente, tanto dentro del paradigma del inte-raccionismo simbolico como fuera de este, en fa teoria de los gruposde referencia. Al mismo tiernpo, sin embargo, esta aplicacion res-trictiva del concepto de conciencia colectiva tambien sup one la per-dida del concepto de sociedad como orden social y politico unitario,Como la de Park, la obra de Hughes contiene un gran numerode trabajos breves y solo unos pocos estudios extensos. Su impor-tancia estriba en su capacidad para mantener un punto de vista con-sistente al tiempo que permanece fiel a la realidad empirica, y enconseguir que sus discipulos apliquen eficazmente en sus investiga-ciones esa perspectiva, Tambien fueron significativos sus esfuerzospor interesar a otros investigadores en el estudio de las institucionescomo totalidades vivas y en el estudio de la competencia entre gru-pos etnicos, Sin embargo, 1 0 mas importante son sus estudios sobresociologia ocupacional. No es sorprendente que la sociologia ocu-pacional atrajera la at encion de los continuadores de la tradicion dela escuela de Chicago, que estaban interesados en emplear de formafructffera en la investigacion ernpirica sus ideas sobre la estructuradel orden social; pues las ocupaciones son modelos de actividadesespecializadas de acuerdo con una division del trabajo en la que semanifiesta con particular claridad la rnediacion por parte de interesesdiversos, correlaciones de fuerzas y procesos de negociacion de unaestructura que solo en apariencia se deriva de imposiciones objetivas.Hughes centro su atencion en las profesiones liberales, aquellasocupaciones que requieren forrnacion universitaria, pues el mayormargen que ofrecen para que los individuos configuren su propiotrabajo evidencia el rasgo esencial de la division del trabajo predichopor la teoria, a saber, que no esta determinada ni tecnologica, niecologica, ni normativamente, y que solo puede entenderse por re-ferencia a la accion de los individuos 0 grupos ocupacionales perti-nentes. Como Hughes no se planteaba la cuestion de una comunidadmacrosocial institucionalizada, no tuvo dificultad en hacer de lasprofesiones el objeto de su reflexion e investigaci6n sin albergarcreencia alguna respecto a su autojustif icacion. Examine crit icamentelas ideologias de diferentes tipos de profesiones como medios deliberarse del control y alcanzar un status e1evado. Estaba interesadoen las tecnicas y tacticas empleadas para evitar tare as no deseables ypara ocultar los errores a subordinados y clientes. Por consiguiente,el hecho de que centrara su atencion en profesiones en las que lasrfgidas pautas normativas externas tienen escasa importancia, y enlas que quienes las ejercen se yen obligados a crear- sus propiosroles, no se debe de ninguna manera a una actitud acritica hacia laideologia de estas profesiones. En el transcurso de la investigacion

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    de Hughes tambien se efectuaron estudios de ~entros de ~rabajoindustrial. En estas investigaciones el punto crucial era que, inclusobajo las condiciones mas restrictivas, lao,actividad. ocupacional nopodia entend

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    142 La teo r ia soc ia l, hoytotalmente el estilo empirico de la tradicion de Chicago: en conjuntose desarrollo por medio de estudios de casos especificos ternatica-mente limitados mas que mediante la mera elaboracion de conceptos.El origen de este enfoque puede situarse en el punto en el que lainvestigacion de las profesiones (fundamentalmente los estudios dehospitales) realizada por miembros de la escuela condulo a una pers-pectiva original de la sociologia de las organizaciones 3 . Dicha pers-pectiva fue inicialmente la reaccion a un proceso de cambio: el in-cremento de los tipos de profesionales que ejercen sus actividadesprofesionales en organizaciones complejas desvio el interes desde lasprofesiones- hacia las organizaciones profesionales. En el analisisdel hospital como ejemplo tipico de esta clase de organizacion semostraron inadecuados los modelos de los tipos racionalista-buro-cratico y funcionalista de la sociologia de las organizaciones. Desdeel principio, las estructuras de division del trabajo en los hospitalesdemostraron ser bastante indefinidas, sus objetivos inespecificos, ysus norrnas equivocas, EI funcionamiento de una organizacion se-mejante solo es posible gracias a un proceso continuo de acuerdostacitos, .disposiciones .o fi~~osas y decis!ones oficiales respect? ~ la=v=s= de la orgamzacwn en su conjunto y la forma de divisiondel trabajo, proceso en el que participan los diversos grupos profe-sionales afectados, los sectores de los grupos rrofesionales y losindividuos. De aqui se dedujo el principio genera postulado por estasociologia de las organizaciones: las organizaciones han de entender-se como sistemas de negociacion continua.Segun esta teo ria, las organizaciones no son formaciones estruc-turadas por reglas normativas univocas; las acciones ejecutadas enellas no estan determinadas por la simple aplicacion de prescr~ecio-nes 0 principios sin ninguna intervencion por parte del yo [ s e l f J delactor. La reflexion y el dialogo son precisos no solo para la trans-forrnacion de las reglas y normas, sino tambien para su rnanteni-miento y reproduccion, La existencia de las organizaciones dependede su continua reconstitucion en la accion; se reproducen en lasacciones y por medio de elias. Los objetivos y estrategias de lasorganizaciones estan sujetos a controversia; el acuerdo puede adop-tar formas muy diversas, incluso la del entrecruzamiento de objeti-vos intencional 0 tolerado conscientemente y la de la pluralidad deobjetivos. Todo acuerdo tiene un caracter condicional y transitorio.Los propios actores tienen teorias, tomadas de su experiencia coti-diana, acerca de la naturaleza, el alcance y el resultado probable de

    . 30 Stra~ss et al. (1963) y Bucher y Stelling (1'969) son ejernplos de esc tipo dernvesngacion.

    Interaccionismo simbolico 143los procesos de negociacion. Si esto puede afirmarse incluso de or-ganizaciones relativamente formales, tanto mas puede aplicarse alcaso de formaciones sociales con una organizacion menos rigida, Porconsiguiente, no es la investigacion de las estructuras estaticas, sino1a reconstruccion de los procesos reciprocos de definicion que seextienden a 1 0 largo del tiempo y del espacio 1 0 que se convierte enel tema cental de una sociologia de la organizacion que trata de sercompatible con las premisas del interaccionisrno sirnbolico respectoa la psicologia social y a la teo r ia de la personalidad, y que intentarecuperar de este modo la posibilidad de alcanzar un objetivo masamplio: la transformacion del pragmatismo dentro de la sociologia.Esta sociologia de las organizaciones no es, indudablernente, masque un primer paso en esa direccion. No se trata solo de que seafirme la importancia de los procesos de negociacion en las organi-zaciones formales frente a una comprension incorrecta de su formasocial; mucho mayor alcance tiene la tesis de que casi todos los tiposde orden social son mal interpretados si no se tiene en cuenta lafuncion de los procesos de negociacion. Tales procesos pueden en-contrarse siempre que no prevalezcan ni el consenso absoluto ni lamera fuerza, y el consenso perfecto y la pura fuerza son casos limitesde la vida social, no prototipos de esta (vid. Maines y Charlton:1985, p. 295).La aplicacion de esta idea, sin embargo, puede tomar direccionesdiferentes. Por ejemplo, podemos tratar de distinguir las diferentesdimensiones de los procesos de negociacion para aumentar la sensi-bilidad hacia ellos en estudios ernpiricos. En su libro Negotiations(1979), Anselm Strauss ha intentado elaborar un esquema conceptualde este tipo,. aunq':le en muchos aspec~os sea todav~a muy prelim!-nar 31. Las dirnensiones que enumera incluyen el numero de partl-cipantes, su experiencia relevante, y si estan hablando solo por ellosmismos 0 en representacion de colectividades. Sefiala a continuacionque las negociaciones pueden ser recurrentes 0 no recurrentes, y quepueden repetirse a intervales regulares 0 estar ordenadas en secuen-cias determinadas. Ademas, la diferencia de poder entre los actoresparticipantes es significativa. Otras dimensiones son la importanciaque tiene la negociaci6n para los participantes, y si tiene 0 no lamisma importancia para todos elIos; el que la negociaci6n sea ob-servada por terceros; el numero y complejidad de los objetos de lanegociacion; y las al ternativas que los participantes en la negociaciontienen aparte de la imposicion de decisiones consensuadas, es decir,en caso de que la negociaci6n se rornpa.

    31 Vid. adernas Maines y Charlton (1985); vid. exposiciones de tipo general enF ine (1984) y Maines (1977) .

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    Esta enumeracion hace evidente que este enfoque no trata deafirmar la existencia de una consensualidad ideal respecto a las re-gulaciones s?~iales, consensua~idad en la que _elpo?er, el confl!~toy las imposiciones ~structurale.s, no desempenan nmgun~ fu~clOn.Esto seria una mala mterpretaclOn muy grave. Se trata. mas ~~en dedemostrar como el propio actor debe t?m~r. en consideracion .losresultados de acciones anteriores, tanto individual como colectiva-mente, tanto desde la perspectiva del consenso como desde el puntode vista del conflicto, y que esta asimilacion y valoracion tiene lugaren condiciones estructurales que, a su vez, pueden remontarse aprocesos de negociacion anteriores ya resultados deseados 0 nodeseados de las acciones. .En principio, el estudio de las dimensiones ?e los procesos denegociacion es neutro con respect.': a la esfera s.':Clal en ~aqu.e se danestos procesos, asf como en rel.aclOn .a la cuesnon de~ significado .deestas dimensiones para el funcionamiento de las sociedades. La.m-elusion de otros objetos de investigacion (ademas de la organiza-cion profesional y la subsiguiente arnpliacion gradual de la ca~a-cidad de analisis macrosociologico del enfoque del orden negoCla-do seria, pues, la segunda direccion en que se ha desarrollado esteenfoque. .,. "Este objetivo es cornpartido por estudios de onentaCl~n muydistinta, El curso de la toma de decisiones politicas, por ejemplo,ofrece claramente un ambito para este tipo de investigacion (Hall:1972). Eliot Freidson (1975-6) no estudia unicamente la dete~ina-cion formal y sustantiva de las relaciones entre grupos profesionalesen las instituciones existentes, sino tam bien la constitucion de laestructura de las profesiones y del sistema social de division delrrabajo en general. Algunos investigadores, por ejemplo Harvey F.~r-berman (1975) Y Norman Denzin (1977b), han centrado su atencionen determinados fenornenos del mercado, y han mostrado que estosson incomprensibles sin la m~diacion de procesos d~ negociacion.Gary Alan Fine y Sherry 1 Kleinman (1983) han arnpliado el campode atencion del interaccionismo sirnbolico mas alia de los grupos yorganizaciones pequerias hasta aba.r~ar r~d.es rersonales, a cuya in-vestigacion han hecho una aportacion ongma . .Una caracteristica cornun a todas estas empresas dispersas es quehan producido estudios macrosociologicos 0 contribuciones ~eoric~sfragmentarias sin caer en la naturalizacion de los procesos mvesti-gados en un orden biotico. Insisten, mas que la teoria dernocraticade la filosofia pragrnatica, .no solo ,e~ el alcan~e no~ma~l,vo, smotambien en la enorme capacidad emplflca de u.n~mvestigacion de l?srasgos de la vida social rnanifestados en con~lclOnes de demo~raCl~.Sin embargo, en su mayor parte estos estudios no son todavia mas

    Interaccionismo simbolico 145que miniaturas, no gran des descripciones del periodo actual que tra-ten cuestiones politicas e historicas de importancia. No obstante, seha traspasado el umbral que conduce hacia una teo ria de la sociedaden su conjunto y a la cornprension de formas de integracion socialtales como el mercado, en el que se institucionaliza la independenciade las decisiones colectivas. Sin embargo, no es posible seguir pro-gresando en esta direccion sin que sea libre una confrontacion conlas grandes escuelas teoricas en estes temas. Pero es justamente aestas escuelas a quienes proponen un reto teorico los fundamentosfi losoficos establecidos por el pragmatismo, su elaborada psicologiasocial y sofist icada microsociologia, asi como los principios basicosdel entoque del orden negociado.

    III. Una valoracionNo podemos formular una valoracion sucinta de los frutos teo-ricos de laescuela sociologica que deriva del pragmatismo, ni unacontrastacion de esta escuela con el resto de las corrientes sociolo-gicas actuales mas importantes, sin Iimitar a unas pocas cuestionesfundamentales los multiples problemas abordados por las teorias yla investigacion del resto de las escuelas rivales. A este respecto, lapropuesta mas convincente la enc~ntramos en la tradicion parsonia-na. De acuerdo con ella, las cuesnones que consntuyen los proble-mas rnetateoricos centrales e inevitables de la sociologfa son las re-Iativas a la accion y al orden social como serie ordenada de accio-nes 32. Estos problemas son metateoricos porque no se refieren aldesarrollo de teorias especiales empfricamente demostrables relativasa ciertos domini os de fenomenos, sino a cuestiones referentes a ladefinicion y descripcion conceptual del dominio de la sociologia 0de las ciencias sociales en general. Puede decirse que estas cuesnonesson inevitables porque, aunque no toda teoria sociologica se ocupa

    explici tarnente de elIas, ninguna puede trabajar sin sostener.al menosimpliciramente hipotesis relativas a la naturaleza de fa accion y delorden social. En este sentido, la reflexion metateorica evidencia deforma mas 0 menos clara estas hipotesis implicitas y exige su fun-damentacion. Si se acepta esta definicion de status logico de la teoriade la accion y del orden social, podemos servimos de estos dosplanes para comparar la realidad del P!agmat.ismo y sus posibilida-des inherentes con escuelas de pensamlento rivales 0 complementa-nas.

    32 En Alexander (1982) puede encontrarse la descr ipci6n m a s clara de esta posicion.

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    Como he.!llg~e~p. .'l.~to~~_ria: _pragl_llatic~e ~

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    148 La teoria social, hoycategorias de la conducta colectiva y. el movimient.o ~?cial, de ladeterminacion de las estructuras mediante la negociacion, y de lademocracia como tipo de orden social. Sin embargo, f :~cuenteme!1tese han elaborado estas cuestiones en forma de ernpmsmo cualita-t ivo en la investigaci6n de objetos de escasa relevancia macrosocio-16gica. La riqueza analit ica del interaccionismo simbolico, por tanto,no ha sido todavia utilizada para efectuar un diagn6stico politico dela epoca actual, un diagn6stico que tome en consideracion .el d~sa-rrollo y contexto historicos de la epoca, Esto debe cambiar Sl latradici6n del interaccionismo sirnbolico desea volver a desernpefiarel papel que tuvo en sus comienzos la Iilosofia social del pragmacis-mo con relaci6n a su propio presente.

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