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INFORMES TÉCNICOS MIDE UC / TECHNICAL REPORTS MIDE UC Centro de Medición MIDE UC / Measurement Center MIDE UC IT1601 La mirada de los profesores: debilidades que reconocen en su práctica y cómo proponen superarlas Un estudio de la reflexión pedagógica en docentes postulantes al Programa AEP 2014. Patricia Mahias, María Paz Maira, Carlos Portigliati, Mary Carla González, Beatriz Rodríguez, Héctor Cabezas. Santiago, marzo de 2016

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INFORMES TÉCNICOS MIDE UC / TECHNICAL REPORTS MIDE UC

Centro de Medición MIDE UC / Measurement Center MIDE UC

IT1601

La mirada de los profesores: debilidades que reconocen en su práctica y cómo proponen superarlas

Un estudio de la reflexión pedagógica en docentes postulantes al Programa AEP 2014.

Patricia Mahias, María Paz Maira, Carlos Portigliati, Mary Carla González, Beatriz Rodríguez, Héctor Cabezas.

Santiago, marzo de 2016

INDICE

INTRODUCCIÓN .............................................................................. 3

ANTECEDENTES DEL ESTUDIO ......................................................... 4

OBJETIVOS DEL ESTUDIO ................................................................ 7

METODOLOGÍA ............................................................................... 8

RESULTADOS ................................................................................ 14

CONCLUSIÓN: ............................................................................... 34

REFERENCIAS ............................................................................... 37

INTRODUCCIÓN

Desde el 2002 hasta 2015, el Programa de Asignación de Excelencia Pedagógica (AEP), del

Ministerio de Educación, ofreció a los profesores que enseñaban en aulas chilenas la

posibilidad de ser evaluados voluntariamente para certificar su calidad docente y obtener,

como reconocimiento, ciertos beneficios que los incentivaran a permanecer en la tarea de

la enseñanza1.

Como producto de los años de implementación de esta iniciativa pública, se reunió

abundante evidencia sobre el trabajo de los profesores postulantes relativos a diversos

ámbitos de su quehacer. Parte de esta evidencia involucra un aspecto que es considerado

central en el ejercicio docente: la práctica reflexiva y el análisis del propio desempeño,

que es una de las capacidades profesionales relevadas en los estándares que rigen la

profesión docente en Chile, contenidos en el Marco para la Buena Enseñanza (Mineduc,

2003); así como también, en otros cuerpos de estándares a nivel internacional (Danielson,

2013; Marzano, 2013; NBPTS, 2012; Ontario, 2006).

En un momento de profusa discusión sobre políticas docentes, este estudio ha querido

focalizarse en sistematizar y describir cuáles son aquellos aspectos que los docentes, al

reflexionar sobre su quehacer, son capaces de identificar como debilidades de su práctica

y cómo proponen superarlas; distinguiendo además, la calidad de la reflexión que se ve

demostrado en dicho análisis.

La relevancia de este estudio, radica en que puede aportar a la comprensión de la realidad

docente en nuestro país mediante un diagnóstico de sus necesidades, desde la

perspectiva de los propios profesores.

1 Para más información del Programa AEP, visitar pagina web www.aepmineduc.cl, o el libro

“Reconociendo el mérito docente”….

ANTECEDENTES DEL ESTUDIO

La importancia de reflexionar sobre la propia práctica

Existe bastante acuerdo respecto a que dentro de las competencias que un buen profesor

debe poseer está el que sea un profesional reflexivo, capaz de mejorar a través del análisis

de su práctica y de las acciones que es capaz de implementar a partir de ello. Este proceso

de acción-reflexión, en el que se va avanzando dinámicamente, es un eje clave del

desarrollo profesional (Danielson, 2013; Hatton y Smith, 1995; Marzano, 2013; Schön,

1998). De acuerdo con Schön (1992) es fundamental considerar al docente como un

agente activo, que posee tanto habilidades para solucionar problemas prácticos y operar

situaciones complejas, como para aprovechar los resultados de la evaluación de su trabajo

para reflexionar críticamente a propósito de sus fortalezas y debilidades. Desde aquí, el

análisis de la práctica educativa debe realizarse a través de los acontecimientos que

resultan de la interacción maestro-alumnos y alumnos-alumnos y para ello, es necesario

considerar a la práctica educativa como una actividad dinámica, reflexiva, que debe incluir

la intervención pedagógica ocurrida antes y después de los procesos interactivos en el

aula (Zabala, 2002).

En nuestro país, el Marco para la Buena Enseñanza (Mineduc, 2003), documento que

define lo que un profesor debiera conocer y saber hacer en su ejercicio profesional, le da

un significativo valor a este análisis profesional, al establecer como uno de sus estándares

la reflexión crítica y consciente del docente sobre aquello que ha ido desarrollando en el

aula y el impacto que sus decisiones han tenido en el aprendizaje de los estudiantes,

ejercicio que implica una mirada responsable y profunda del docente sobre su trabajo

diario.

Asimismo, diferentes estándares internacionales rescatan esta competencia del docente

como parte fundamental de su ejercicio profesional, sugiriendo que es la base del

desarrollo profesional docente y la mejora en los procesos de aprendizaje de los

estudiantes.

En esta línea, Danielson (2013) propone un Marco para la Enseñanza en el que sistematiza

aquellas responsabilidades docentes que han sido documentadas a través de estudios

empíricos y a partir de la investigación teórica sobre la promoción de la mejora de los

aprendizajes de los estudiantes, y releva en una de sus dimensiones, que una competencia

fundamental de la práctica docente es la reflexión que el profesor ha de realizar luego de

cada clase, analizando cada una de las decisiones que fueron tomadas, tanto en la

planificación como en la implementación de la clase, a la luz del impacto que estas

tuvieron en el aprendizaje de sus estudiantes, con el fin de identificar los aspectos a

mejorar y proponer acciones que conduzcan a mejorar la enseñanza y el aprendizaje.

Marzano (2013), por su parte, en un modelo de evaluación docente que define los

estándares de competencia de un buen profesor, exhibe como uno de los dominios a

evaluar la autorreflexión del docente, entendiéndola como un paso metacognitivo crucial

para su desarrollo profesional, y distingue en este proceso, la evaluación personal que el

profesor debe hacer sobre su propio desempeño a través de la identificación de fortalezas

y debilidades, así como del análisis de la efectividad de sus acciones, para luego trazar e

implementar un plan de desarrollo para su crecimiento profesional.

Los estándares de la práctica para la profesión docente, definidos en Ontario, Canadá

(Ontario College of Teachers, 2006), también rescatan como uno de los elementos

centrales de un buen docente, la capacidad de indagar, reflexionar y refinar la práctica

profesional, con el fin de satisfacer tanto las necesidades individuales como las colectivas

de sus estudiantes y relevan, a la vez, el hecho de que exista un compromiso con el

aprendizaje profesional continuo a partir de la reflexión sobre la propia práctica.

Evidencias sobre evaluación de la habilidad de reflexión pedagógica en Chile

En Chile, la evaluación de la reflexión pedagógica de los docentes, ha estado ligada a los

sistemas de evaluación docente nacionales, como parte de las evidencias sobre la práctica

que ambos sistemas han recogido a través de su instrumento de Portafolio.

Respecto a los resultados obtenidos en el Sistema Nacional de Evaluación Docente, se

aprecia que la reflexión a partir de la evaluación que se solicita en el portafolio, donde los

docentes deben demostrar su capacidad para retroalimentar a sus alumnos y demostrar

que comprenden el efecto que tienen las decisiones pedagógicas del docente en los

aprendizajes logrados, es el aspecto con desempeño más bajo, dentro de los evaluados

con dicho instrumento (Herrada & Zapata, 2015).

En el caso de los resultados arrojados por el Programa AEP, (Rodríguez, Manzi, Peirano,

González & Bravo, 2014), aquellos indicadores que buscan explorar en la intencionalidad o

racionalidad pedagógica (Shulman, 1987), en el fundamento de las decisiones que el

docente toma en cualquiera de los momentos del proceso de enseñanza aprendizaje, se

aprecia que los docentes evaluados obtienen resultados significativamente bajos. Estos

resultados dan cuenta de que este es un ejercicio que no parece estar instalado como

parte del quehacer de nuestros profesores: las propuestas para mejorar la planificación

una vez implementada, el análisis de las actividades de aprendizaje en función de los

logros esperados una vez realizada la clase, el análisis de las propias acciones pedagógicas

incidentes en los resultados favorables y desfavorables de la unidad de aprendizaje,

obtienen un muy bajo resultado.

Así mismo, en los indicadores en los que los profesores deben reflexionar sobre su

práctica, se puede observar que la mayoría de los postulantes, aunque realizan un análisis

sobre su práctica pedagógica en el que identifican una fortaleza y una debilidad de su

quehacer docente, no señalan con suficiente claridad cómo esta fortaleza o debilidad se

manifiesta en su práctica, y no reconocen las consecuencias de los aciertos y desaciertos

de sus acciones en el ejercicio de su labor, demostrando que la calidad de la reflexión

realizada es más bien superficial.

Como una forma de enriquecer la información disponible sobre el análisis que los

docentes hacen de su propio trabajo, este estudio pone el foco en las principales

debilidades que los propios docentes postulantes al Programa AEP identifican sobre su

práctica, además de describir las medidas que sugieren para dar solución a las mismas. Se

pone así a disposición del público interesado en la realidad docente información relativa a

la percepción que los propios docentes tienen sobre su trabajo y sus necesidades y se

analiza la calidad analítica de esta reflexión.

OBJETIVOS DEL ESTUDIO Este estudio se propone como objetivos específicos:

1. Identificar y describir las debilidades que reportan los docentes postulantes a AEP

de los distintos ciclos de enseñanza o modalidad, sobre su propio ejercicio docente

y las medidas remediales que proponen para hacerles frente.

2. Caracterizar la reflexión de los postulantes a AEP al identificar debilidades de su

práctica y proponer medidas para superarlas.

3. Comparar el tipo de debilidades y medidas sugeridas por los profesores y la calidad

de la reflexión según variables profesionales (ciclo o modalidad en la que imparte

clases, dependencia del establecimiento en el que ejerce, años de experiencia,

tramo de acreditación obtenido en la postulación al Programa AEP, resultados en

Portafolio, resultados en Prueba).

METODOLOGÍA

Este es un estudio descriptivo comparativo, que combina una metodología cualitativa y

cuantitativa que se desarrolla en dos fases. En la primera fase, a partir de un análisis

cualitativo de respuestas de docentes postulantes al Programa AEP se levantaron

categorías que, en una segunda fase, fueron utilizadas para la codificación de respuestas

en una muestra mayor, con el fin de obtener los resultados comprometidos en los

objetivos del estudio.

La evidencia utilizada correspondió a respuestas que docentes postulantes al Programa

AEP del año 2014 entregaron como parte del desarrollo de su Portafolio, instrumento que

conforma la batería de evaluación del programa2, y que busca reunir evidencias sobre

distintos ámbitos del trabajo del profesor. Específicamente, este estudio toma en

consideración algunas preguntas del último módulo del Portafolio que apunta a la

reflexión que el profesor hace de su propia práctica “Producto 5: Reflexión pedagógica”

(ver figura 1)

Figura 1: Módulos que componen el Portafolio para la certificación del programa de Asignación de

Excelencia Pedagógica.

Los indicadores analizados fueron dos: 1) Análisis de la principal debilidad del quehacer

docente, y 2) Planteamiento de una medida pertinente para mejorar la práctica

pedagógica. Las preguntas específicas asociadas a estos indicadores, pueden observarse

en la siguiente tabla:

2 Además de elaborar el portafolio, los postulantes deben rendir una prueba de conocimientos disciplinarios

para completar su postulación.

PORTAFOLIO AEP

Producto 1: Planificación de una Unidad de Aprendizaje

Producto 2: Estrategia de Evaluación

Producto 3: Presentación de una clase filmada

Producto 4: Análisis de la clase filmada

Producto 5: Reflexión pedagógica

Indicadores estudiados: 1) Análisis de la principal debilidad

del quehacer docente.

2) Planteamiento de una medida

pertinente para mejorar la

práctica pedagógica.

Tabla Nº1: Preguntas del Portafolio incluidas en el estudio

Tipo de debilidad

5.4.1. Tomando en cuenta la experiencia que usted ha adquirido a lo largo de toda su práctica docente, realice el

siguiente análisis:

c) Señale cuál es la principal debilidad que puede distinguir en su quehacer.

d) Explique cómo se manifiesta esta debilidad dentro de su práctica.

Tipo de medida

5.4.2. Para solucionar la debilidad señalada:

a) Proponga una medida concreta y describa con precisión en qué consistiría.

b) Explique por qué esta medida contribuiría a remediar la debilidad mencionada anteriormente.

Para la primera fase del estudio, se seleccionaron aleatoriamente 80 casos, buscando

cubrir las diferentes asignaturas, niveles y modalidades de enseñanza. De este modo, la

muestra quedó conformada como se describe en la tabla N° 2.

Tabla Nº 2: Muestra utilizada para categorización de debilidades y medidas

CICLO O MODALIDAD NÚMERO DE CASOS

REVISADOS

Educación Parvularia 5

Educación Especial 9

Primer Ciclo de Enseñanza Básica 4

Segundo Ciclo de Enseñanza Básica 22

Educación Media 40

TOTAL 80

Se desarrolló una codificación abierta de estos casos, en donde dos codificadores, en

forma conjunta, fueron definiendo las categorías emergentes de las respuestas y, a través

de un proceso recursivo de análisis y comparación continua, fueron reagrupándolas hasta

establecer las categorías definitivas.

Este análisis dio lugar a 9 categorías de debilidad y 9 categorías de medida, dentro de las

cuales, a su vez, se identificaron subcategorías (ver tablas Nº3 y Nº4).

Tabla Nº3: Categorías y subcategorías de debilidad

TIPO DE DEBILIDAD DEFINICIÓN SUBCATEGORÍAS CÓDIGO

Estrategias de

enseñanza (D_EST)

Debilidades en el diseño o implementación de

estrategias metodológicas o didácticas

adecuadas, que atiendan a la diversidad de

estudiantes, o en el uso de recursos de

aprendizaje.

Planificación EST_PLA

Metodología EST_MET

Recursos EST_REC

Diversidad EST_DIV

Gestión de la clase

(D_GES)

Dificultades para conducir los momentos

pedagógicos de la clase, administrar el tiempo

durante su desarrollo o activar la motivación

de los estudiantes.

Gestión del inicio GES_INI

Gestión del cierre GES_CIE

Gestión del tiempo GES_TPO

Motivación de los

estudiantes GES_MOT

Estrategias de

evaluación (D_EVA)

Debilidades en el diseño o aplicación de

instrumentos de evaluación pertinentes o en

el uso de los resultados de la evaluación para

retroalimentar a los estudiantes.

Validez de evaluaciones EVA_VAL

Diseño de las evaluaciones EVA_DIS

Variedad de evaluaciones EVA_VAR

Usos de la evaluación EVA_USO

Conocimiento

pedagógico o dominio

de asignatura (D_CTO)

Déficit a nivel del conocimiento sobre la

disciplina o asignatura o del currículum

nacional.

Asignatura CTO_ASI

Pedagógicos CTO_PED

Gestión de la

convivencia (D_CON)

Dificultad para gestionar la convivencia con los

estudiantes y establecer un clima de aula

apropiado para el aprendizaje.

Dominio de grupo CON_DOM

Relaciones

interpersonales CON_REL

Trabajo con otros

(D_TOT)

Dificultad para llevar a cabo un trabajo

colaborativo con colegas o para incorporar a la

familia o apoderados en las actividades.

Trabajo con la Familia TOT_FAM

Trabajo colaborativo TOT_COL

Trabajo con la comunidad TOT_COM

Características

personales (D_PER)

Debilidades asociadas a características

individuales, físicas, socioemocionales o

rasgos de personalidad que afectan

negativamente en el trabajo del profesor.

Estrategias PER_EST

Gestión PER_GES

Trabajo con otros PER_TOT

Convivencia PER_CON

Conocimiento PER_CTO

Organización PER_ORG

Evaluación PER_EVA

Personal PER_PER

Organización del

trabajo fuera del aula

(D_ORG)

Dificultades para organizar el trabajo

administrativo o profesional fuera del aula.

Debilidades externas

(D_EXT)

Dificultades que no son propias del docente,

sino de otros factores externos a él.

Tabla Nº4: Categorías y subcategorías de Medida

TIPO DE MEDIDA DEFINICIÓN SUBCATEGORÍAS CÓDIGO

Adecuación de la

práctica en el aula

(M_ADE)

Modificaciones que el propio docente propone

realizar en al diseño o desarrollo de la

enseñanza en el aula.

Planificación M_ADE_EST_PLA

Metodología M_ADE_EST_MET

NEE M_ADE_EST_NEE

Recursos de aprendizaje M_ADE_EST_REC

Diversidad M_ADE_EST_DIV

Inicio de la clase M_ADE_GES_INI

Cierre de la clase M_ADE_GES_CIE

Gestión del tiempo de

clase M_ADE_GES_TPO

Motivación de los

estudiantes M_ADE_GES_MOT

Adecuación de la

evaluación

(M_EVA)

Modificación de estrategia de evaluación, ya

sea cambios de instrumentos o instancias de

evaluación.

Capacitación

actualización o

perfeccionamiento

(M_CAP)

Asistencia a instancias de perfeccionamiento. Asignatura M_CAP_ASI

Pedagogía M_CAP_PED

Evaluación M_CAP_EVA

NEE M_CAP_NEE

Recursos tic´s M_CAP_TIC

Convivencia M_CAP_TIC

Cambios manejo

de convivencia en

aula

(M_CON)

Acciones destinadas a mantener la disciplina y

un clima de aula positivo. Dominio de grupo M_CON_DOM

Relaciones

interpersonales M_CON_REL

Trabajo con otros

M_TOT

Acciones de trabajo conjunto con los colegas,

familias u otros miembros dela comunidad

escolar.

Familia M_TOT_FAM

Trabajo colaborativo M_TOT_COL

Trabajo con la

comunidad

M_TOT_COM

Cambios a nivel

personal

(M_PER)

Acciones de desarrollo personal en el ámbito

socioemocional y acciones referidas a la mejora

de aspectos físicos (ej. Volumen de voz).

Cambios a nivel

psicológico. M_PER_PSI

Cambios en aspectos

físicos. M_PER_FIS

Cambios

organización del

trabajo fuera del

aula

(M_ORG)

Reorganización de trabajo fuera de aula o en

las horas no lectivas.

Medida externa

(M_EXT)

Medidas que explícitamente no dependen del

quehacer o la gestión del profesor (pedir

aumento de horas de la asignatura, solicitar

materiales al sostenedor, etc.)

Ausencia de

medida o Reflexión

sin acción

(M_RSA)

No propone medidas, solo entrega un discurso

declarativo sobre la importancia de remediar la

debilidad.

A lo largo del proceso de codificación abierta, fue posible evidenciar una gran variabilidad

en el grado de elaboración de las respuestas entregadas por los docentes, lo que motivó al

equipo investigador a incluir en el estudio una nueva variable relacionada con la calidad

de la reflexión. Para evaluar esta variable, se construyó una rúbrica con tres niveles de

desempeño: calidad de reflexión alta, calidad de reflexión mediana y calidad de reflexión

baja, cuya caracterización se puede ver en la tabla N°5.

Tabla N°5: Rúbrica de evaluación de Calidad de la Reflexión.

BAJA REFLEXIÓN MEDIANA REFLEXIÓN ALTA REFLEXIÓN

Respuestas de pobre elaboración

y en las que la fundamentación

entregada sobre el impacto de la

debilidad está ausente. La medida

planteada no es pertinente o no

es aplicable a la debilidad.

Respuestas en que los docente

identifican una debilidad y su

impacto, pero de modo

superficial o escueto y que

plantean una medida que se

relaciona con la debilidad, pero

resulta poco estratégica para

darle solución (al no apuntar a su

origen).

Respuestas en que los docentes

identifican una debilidad en su

quehacer, fundamentando su

impacto en la propia práctica y

proponen una medida estratégica

y consistente con la debilidad

señalada, que logra abordar

directamente el origen o causa de

la misma.

En la segunda fase del estudio, se desarrolló la codificación de las respuestas de 750

docentes postulantes el año 2014, considerando a postulantes de Educación Parvularia,

Primer Ciclo, Segundo Ciclo, Enseñanza Media, y Educación Especial. Para cada uno de

estos grupos, se seleccionaron aleatoriamente 150 casos. Fueron excluidos de la muestra

aquellos portafolios que contenían respuestas en blanco.

La codificación fue realizada por seis codificadores, y se contempló un porcentaje de doble

corrección del 20% para el caso de la codificación de categorías de debilidad y medida, y

un 100% para el caso de la codificación de calidad de la reflexión.

El procedimiento para asegurar la consistencia entre los integrantes del equipo de

codificadores fue el siguiente: se llevó a cabo en una primera instancia una capacitación al

equipo de codificadores, seguida por ejercicios de codificación independiente de un

conjunto de evidencias que luego fueron comparadas para evaluar el grado de acuerdo

logrado. En los casos en que no hubo consistencia en la categoría asignada por los

diferentes evaluadores, la evidencia, fue revisada y discutida en conjunto para acordar

criterios y definir la categoría final en la que quedaría codificada. Este procedimiento se

llevó a cabo con una muestra de 24 de los casos que habían sido utilizados para la

codificación abierta en la primera fase del estudio.

Una vez finalizada esta etapa, los seis codificadores revisaron las evidencias restantes y

aquellos casos en los que no hubo acuerdo entre los codificadores, fueron corregidos por

un tercer evaluador, estableciendo como codificación final, aquella en la que existía

acuerdo entre dos de los revisores.

Análisis de datos

Una vez finalizada la codificación, se llevaron a cabo análisis descriptivos con el fin de

reportar la frecuencia de aparición de los diferentes tipos de debilidad y medida y la

distribución del nivel de reflexión demostrado en las respuestas. Adicionalmente, se

desarrollaron análisis comparativos segmentando la muestra por: ciclo o modalidad en la

que se desempeña el postulante, dependencia, años de experiencia, tramo de

acreditación obtenido en la postulación al programa, resultado en el Portafolio, resultado

en la Prueba. Se llevaron a cabo pruebas de Chi cuadrado para evaluar la significación

estadística de las asociaciones encontradas entre las variables.

Cuadro Nº1: Ejemplo de dificultad en Estrategias de Enseñanza, subcategoría Recursos. “Mi principal debilidad tiene que ver con incorporar dentro de mis clases el uso de recursos lúdicos y

concretos como juegos o materiales de carácter lúdico, como puzzles o geoplanos, para captar el interés de

los niños y niñas. Incorporar este tipo de recursos en mis planificaciones serviría para trabajar con mis

alumnos con déficit atencional con hiperactividad, y realizar una clase más dinámica (…) Además, los

podría incorporar en trabajos grupales para un trabajo autónomo o en equipo de los alumnos. Así mi rol se

convertiría en facilitador del proceso de aprendizaje” (Respuesta docente de Educación Parvularia).

RESULTADOS

Las principales debilidades percibidas por los docentes

Figura 2: Tipos de debilidad que los docentes perciben sobre su práctica (N=749)

Ante la pregunta relacionada con identificar en el quehacer propio del profesor una

debilidad que impacte en su práctica pedagógica (ver Figura 2), la categoría que agrupa la

proporción mayor de las respuestas (28%), es la relacionada con el uso de estrategias de

enseñanza; vale decir, falencias en la implementación de estrategias metodológicas o

didácticas, dificultades para trabajar con la diversidad, falencias en el uso de recursos o

dificultades para llevar a cabo el proceso de diseño de la enseñanza (un ejemplo de este

tipo de respuestas, se presenta en el cuadro Nº1).

Cuadro Nº3: Ejemplo de dificultad en la Gestión de la clase, subcategoría Cierre. “Estimo mal el tiempo de clase, dejo temas sin

cierre, me sorprende el toque del timbre sin

finalizar la clase. Trato de comenzar la clase en el

horario dispuesto, evitando intervenciones de

terceros, para lograr un ambiente propicio para

desarrollar aprendizajes, pero me detengo, repito

ejercicios, prácticas, trato de sumar a la mayor

parte de estudiantes al desarrollo de la clase (…).

La clase la tengo que finalizar por el sonido del

timbre, eso trae consigo que no exista cierre, que

no pueda haber reflexión, trato de minimizar este

problema al inicio de la siguiente clase, lo que

implica que la planificación no se cumpla y que

esta situación en el tiempo repercuta en el

aprendizaje de los estudiantes.” (Respuesta de docente Lenguaje Segundo Ciclo).

En segundo lugar, en un 18% de los casos, los docentes hacen referencia a características

personales como debilidad, por ejemplo, “ser muy exigente”, “ser muy ansioso”, “ser poco

empático”, entre otros. Las subcategorías asociadas a este tipo de debilidad, se relacionan

con el ámbito del quehacer docente que se ve afectado por la característica personal

identificada (el cuadro Nº 2 presenta un ejemplo de este tipo de respuestas).

En una proporción similar, aparecen las

respuestas que plantean que la mayor debilidad

se evidencia en la gestión de la clase (17%), en

ellas se encuentran referencias a la dificultad

para administrar el tiempo o para manejar los

diferentes momentos pedagógicos de la clase, o

bien, con la dificultad para promover la

motivación de los estudiantes (vea un ejemplo

de este tipo de respuestas en el cuadro Nº

cuadro 3).

Las debilidades que se reportan con menor frecuencia son aquellas relacionadas con

dificultades para mantener un buen clima de aula dentro de la clase (5% de los casos) o

con problemas para organizar el trabajo fuera del aula (2% de los casos). Finalmente, es

importante señalar la existencia de un 4% de casos de docentes cuyas respuestas se

centran en análisis de debilidades externas

(presentes en sus estudiantes, apoderados

o en el establecimiento en que se

desempeña), que no refieren a su propio

desempeño.

Distribución de debilidades a nivel de

subcategorías

Al hacer un mayor acercamiento a las

subcategorías de debilidades reportadas

por los docentes evaluados, es posible

precisar el ámbito en el que los docentes

perciben que se evidencia su debilidad. Se

revisará la distribución de las

subcategorías asociadas a las tres categorías de debilidad más numerosas: Estrategias de

enseñanza, características personales y gestión de la clase.

Cuadro Nº2: Ejemplo de dificultad en en el ámbito personal, subcategoría Gestión de la clase. “Soy muy estructurada. Si los alumnos

llevan una dinámica de la clase

diferente a la que yo había planificado,

intervengo para que esta vuelva a ese

rumbo. No me arriesgo, ni observo la

nueva dinámica que podría

desarrollarse” (Respuesta de docente Ciencias Sociales, Educación Media).

-Mayores déficit percibidos a nivel de las estrategias metodológicas:

Dentro de los casos de docentes que reportaron debilidades en la implementación de

estrategias de enseñanza en la clase (Figura 3), la mayor proporción de éstas se relacionan

con una dificultad para el uso de metodologías de enseñanza, admitiendo por ejemplo, el

utilizar siempre el mismo tipo de metodología, no hacer preguntas que promuevan

habilidades de pensamiento de orden superior y el escaso desarrollo de actividades

prácticas, entre otras. Dentro de este mismo grupo, cerca de una cuarta parte señala

problemas con el uso de recursos, un 20% reporta dificultades para planificar o diseñar la

enseñanza y un 10% plantea dificultades para trabajar con la diversidad dentro del aula.

Figura 3: Subcategoría de debilidades asociadas a implementación de estrategias de enseñanza en la clase

(N=209).

-Mayores déficit percibidos a nivel de características personales:

En cuanto a las debilidades asociadas a características personales (Figura 4), un 37% de los

postulantes no ubica el impacto de tales dificultades en el ejercicio profesional, sino que

aluden a consecuencias directas sobre su vida personal, mientras que casi una cuarta

parte de estos casos refiere que estas debilidades han tenido repercusiones en términos

de la implementación de estrategias de enseñanza. Cerca de un 20% de estos casos asocia

la dificultad personal con la capacidad de gestionar la clase y en menor proporción con las

restantes categorías.

Figura 4: Subcategoría de debilidades asociadas a características personales (N=134).

-Mayores déficit percibidos a nivel de gestión del aula:

Finalmente, las debilidades referidas a la gestión de la clase (Figura 5) se relacionan

principalmente con dificultades para administrar el tiempo de las clases y cumplir con las

actividades de la clase planificada. En un 30% de este grupo de respuestas el problema de

administración de tiempo se focaliza en la limitación para implementar de manera

correcta los momentos de inicio o cierre de la clase. En una proporción menor, se

evidencian respuestas que refieren a la percepción de dificultades para lograr la

motivación de los estudiantes dentro de la clase.

Figura 5: Subcategoría de debilidades asociadas a la gestión de la clase (N=127).

Las principales medidas propuestas para mejorar la debilidad percibida

Figura 6: Tipos de medidas propuestas para superar la dificultad percibida por los docentes (N=746).

En cuanto al tipo de medida que proponen los docentes para solucionar la debilidad

detectada (Figura 6), un 41% de los casos propone realizar adecuaciones a la práctica en

aula, apuntando a la implementación de acciones que no han sido ejecutadas con

anterioridad. Estas adecuaciones de la práctica están dirigidas a modificaciones

metodológicas, cambios en el diseño de la enseñanza, ajuste de los recursos utilizados o

cambios en la gestión de la clase (un ejemplo de este tipo de respuestas se presenta en el

cuadro Nº4).

Cuadro Nº4: Ejemplo de medida Adecuación de la práctica” Síntesis debilidad propuesta: “centrar la planificación de la clase y el desarrollo de actividades en el trabajo que yo desarrollaré (…) y no en el trabajo que realizarán mis alumnos.”

Medida: “Para poder fortalecer mi debilidad (…) comenzaré planificando mis próximas clases a

partir de problemas abiertos, (…) aplicar un problema en que el estudiante tenga que verse

enfrentado a una situación nueva, desafiante y que sea totalmente accesible según sus

conocimientos previos y luego que ellos mismos sean los que desarrollen la clase, realizando

observaciones, argumentando sus resultados, discutiendo sobre sus desarrollos, todo esto lo debo

moderar constantemente” Respuesta de docente de Matemática, Enseñanza Media.

En segundo lugar, en casi una quinta parte de las respuestas, se plantean acciones que

involucran el trabajar con otros como medida para solucionar la debilidad y, en una

proporción levemente menor, se plantea como solución el asistir a instancias de

perfeccionamiento (18%) (ejemplos de este tipo de respuestas se presentan en los

cuadros Nº5 y Nº6, respectivamente).

En proporciones menores, que oscilan entre un 5% y un 3%, es posible encontrar medidas

cuya implementación no depende de la gestión del profesor (medidas externas), y

modificaciones a nivel de características personales, convivencia, organización del trabajo

fuera del aula y evaluación. Un 2% de los casos no sugiere medidas concretas, sino que

solo da cuenta de un discurso sobre la importancia de llevar a cabo un cambio.

Distribución de debilidades a nivel de subcategorías

Al analizar en detalle cuáles son las subcategorías de medida que proponen los docentes,

es posible apreciar los focos específicos hacia los cuales la medida o acción está dirigida.

Se revisarán las subcategorías de los tres tipos de medida más numerosos: Adecuación de

la práctica, Trabajo con otros y Capacitación.

-Tipos de adecuaciones a la práctica sugeridos como medida:

Cuadro Nº5: Ejemplo de medida de Trabajo con Otros. Síntesis debilidad propuesta: “Me siento insegura en el trabajo en el aula común (…), nuestra participación en el aula es silenciosa y sujeta a la disposición de la docente de aula (…)”. Medida: “Una medida serían los estudios de casos; estos

se pueden presentar, calendarizar y organizar dentro de

las reflexiones docentes y llevarlas a cabo en los

tiempos de planificación de los equipos de aula, con

invitación de otros profesores y profesionales que

trabajan con el estudiante , llegando a comprender una

realidad más completa del niño en general. En este

ejercicio se pueden ofrecer los ajustes de acuerdo al

diagnóstico del estudiante, sus NEE y a las

características de la asignatura; además se podría

aprovechar de comprender el aporte y el por qué de la

educación diferencial dentro de las escuela.” (Respuesta de docente especialista en TEL - Trastornos Específicos del Lenguaje).

Cuadro Nº6: Ejemplo de medida Capacitación o Perfeccionamiento. Síntesis debilidad propuesta: “Manejo disminuido de contenido a nivel de lenguaje, ciencias naturales y ciencias sociales”. Medida: “La medida concreta, dice relación

con la realización constante de estudios, de

hecho, me encuentro cursando el Programa

de Segunda Titulación en Enseñanza General

Básica de la Universidad (…), con lo cual

pretendo nivelar la disminución de contenido

con la cual me encuentro, para hacer hincapié

en aquellas asignaturas con falencias.

Además de ello, la idea es estar

preparándome constantemente en manejo de

contenido y estrategias para mejorar mi

quehacer pedagógico”. (Respuesta de docente especialista en DEA – Dificultades específicas del aprendizaje).

Respecto a la categoría de adecuación a las prácticas de aula (Figura 7), la mayor

proporción de casos sugiere hacer modificaciones a nivel de la planificación (37%) y en

una magnitud muy similar, se proponen cambios en la metodología o didáctica utilizada

en clases (36%). Luego, con un 13%, aparecen los casos en los que la adecuación está

orientada a la gestión del tiempo de la clase y solo un 10% propone como medida

implementar recursos nuevos.

Figura 7: Subcategoría de medidas asociadas a adecuaciones de la práctica (N=307).

-Tipos de medida que involucran el trabajo con otros:

Respecto a quienes plantearon medidas que involucran el trabajo con otros (Figura 8), es

posible observar que una gran proporción de los postulantes (78%) propone potenciar el

trabajo colaborativo con miembros del establecimiento, en general pares o equipo

directivo. Por otro lado, una quinta parte de los docentes de este grupo propone

potenciar el trabajo con las familias y menos de un 2% sugiere trabajar con el resto de la

comunidad.

Figura 8: Subcategoría de medidas asociadas al trabajo con otros (N=142).

-Tipos de capacitación sugeridos como medida:

La formación asociada a evaluación y a conocimientos de una determinada disciplina son

las más requeridas (Figura 9). Le siguen la capacitación en Tics y aquellos

perfeccionamientos en conocimientos pedagógicos generales.

Figura 9: Subcategoría de medidas asociadas a capacitación (N=132).

La calidad de la reflexión de las respuestas de los docentes

Al analizar las respuestas según la calidad de la reflexión (Figura 10), es posible observar

que casi la mitad de ellas (47%) corresponde a un nivel de reflexión bajo; es decir,

respuestas de pobre elaboración y en las que la fundamentación entregada sobre el

impacto de la debilidad está ausente. También se encuentran en este nivel respuestas en

las que la medida planteada no es pertinente o no es aplicable a la debilidad.3 (vea un

ejemplo de este tipo de respuestas en el cuadro Nº7).

Figura 10: Calidad de la reflexión observado en las respuestas de los docentes (N=750).

En una proporción bastante similar (45%), aparecen respuestas de mediana reflexión; es

decir, aquellas en las que los docente identifican una debilidad y su impacto, pero de

3 La descripción de los niveles de la calidad de la reflexión, se presentan en la tabla Nº 5.

Cuadro Nº 7: Ejemplo de respuesta calidad de reflexión Baja: Debilidad: “Intolerancia. El no adecuar escala de notas a un mínimo que creo debieron todos alcanzar con las actividades

propuestas“.

Medida: “Aumentar la empatía. (…) adecuar la escala de notas tomando en cuenta las necesidades personales de por

qué no desarrollan una actividad o no responden como yo quiero una pregunta determinada”. (Respuesta de docente de Biología, Enseñanza Media).

modo superficial o escueto y que plantean una medida que se relaciona con la debilidad,

pero que, al no apuntar al origen de la debilidad, resulta poco estratégica para darle

solución (ver ejemplo de este tipo de respuestas en el cuadro Nº8).

Solo un 8% de las respuestas demuestran un grado de elaboración y análisis crítico mayor

y se consideraron de calidad de reflexión alta. En estas respuestas los docentes

identifican una debilidad en su quehacer, fundamentando su impacto en la propia

práctica y proponen una medida estratégica y consistente con la debilidad señalada, que

logra abordar directamente el origen o causa de la misma.

Cuadro Nº 8: Ejemplo de respuesta de calidad de reflexión Media: Debilidad: “Generalmente utilizo las mismas estrategias y el mismo tipo de material. Una de mis principales debilidades

es que generalmente trabajo con mis alumnos guías de ejercicios comprensión de lectura, de esta manera a

veces no considero las individualidades de cada alumno, ya que sabemos que no todos los estudiantes

aprenden de la misma manera (…) “.

Medida: “Trabajar una variedad de actividades y estrategias con diferentes materiales más motivadores (uso de

tecnologías). Al poder buscar distintas alternativas para realizar mis actividades enfocadas a que los alumnos

puedan motivarse; por ejemplo utilizar las tecnologías como recurso de apoyo para el desarrollo de los

aprendizajes utilizando esta herramienta en las clases; de esta manera acercar a los alumnos a la lectura no solo

utilizando guía de comprensión. (…)”. (Respuesta de docente de Biología, Enseñanza Media).

Cuadro Nº 9: Ejemplo de respuesta de calidad de reflexión Alta: Debilidad: “Entre las debilidades que puedo identificar en mi práctica docente es la falta de herramientas suficientes

para evaluar a los estudiantes. Si bien la gran mayoría de las evaluaciones que realizo se basan en criterios

de observación, estos criterios se pueden ver influenciados por diversas situaciones personales en relación

al trabajo que realizan los estudiantes.(…) En muchas ocasiones, estudiantes que no trabajan mucho en las

actividades de aprendizaje obtienen mejores resultados (en cuanto a calificación) que aquellos que han

hecho un trabajo sistemático (…). Esto hace que aquellos estudiantes con mayores habilidades se vean

“beneficiados” con los resultados únicamente por que sus capacidades lo permiten y no porque hayan

realizado un trabajo sistemático o constante o simplemente hayan hecho un esfuerzo considerable por

aprender. En este sentido, no he tenido la posibilidad de capacitarme acorde a las necesidades propias de

este tipo de evaluaciones, ya que no existen muchas para el sector en el cual yo trabajo y (…) en el caso de

la educación física generalmente debemos estar adaptando materiales que no corresponden a la realidad y a

las habilidades que nosotros buscamos desarrollar y potenciar en los estudiantes. (…) “.

Medida: “Si bien estoy buscando constantemente distintos tipos de instrumentos de evaluación, es necesaria una

buena capacitación y actualización respecto a este ámbito. (…) Es por esto que una medida concreta para

mejorar esta debilidad es capacitarme específicamente en evaluación en educación física, buscando

aquellas instancias en las cuales se pueda cuantificar y validar el trabajo realizado durante el proceso y no

solo el resultado que se obtiene en una actividad de evaluación específica. Esta capacitación me serviría

para poder crear instrumentos que se adapten a las distintas necesidades y me permita evaluar todas las

habilidades y también cómo han evolucionado los estudiantes durante el proceso de enseñanza-

aprendizaje”. (Respuesta de docente de Educación Física, Enseñanza Media).

Resultados comparativos

Además de los análisis descriptivos expuestos, se quiso indagar en las diferencias que

pudiesen apreciarse en las debilidades, medidas y calidad de reflexión, según distintas

variables de interés. Estas fueron: ciclo de enseñanza o modalidad en la que se

desempeñan los docentes, dependencia del establecimiento en el cual trabajan, años de

experiencia profesional, tramo de acreditación en el que quedaron ubicados en su

postulación al programa AEP y resultado obtenido, tanto en el Portafolio AEP, como en la

Prueba de conocimientos disciplinarios.

Se señalan a continuación aquellos casos en que los resultados presentaron una

asociación estadísticamente significativa entre las variables dependientes e

independientes.

Asociaciones según ciclo o modalidad en la que se desempeña el profesor

Analizando las respuestas por ciclo o modalidad (Figura 11), se identificaron algunas

asociaciones significativas con el tipo de debilidad reportada: los docentes de Enseñanza

Media son los que en menor proporción señalan dificultades en relación al conocimiento

disciplinario o pedagógico (3%). Por su parte, los docentes del área de Educación Especial

distinguen, con mayor frecuencia que los demás que sus debilidades se relacionan con el

trabajo colaborativo (11%), así como también, aluden a debilidades externas (8%)

relacionadas con el establecimiento en que trabajan, con el sistema educativo del país,

con los estudiantes y familias a las que atienden, entre otras. Este mismo grupo, además,

es el que en menor medida percibe que su debilidad se relaciona con la implementación

de estrategias de enseñanza (20%) o con la gestión de la clase (9%). Finalmente, es

importante señalar que los docentes de Segundo Ciclo son quienes menos declaran tener

dificultades en el trabajo con otros (3%). Estas proporciones son estadísticamente

significativas (χ2(32, N=749)=48,077, p<.05).

Figura 11: Tipos de debilidad reportadas según ciclo o modalidad (N=749).

En cuanto a la medida sugerida para abordar la debilidad identificada (Figura 12), se

observa que los docentes de Educación Media proponen en una proporción mayor que el

resto del grupo (49%), adecuaciones a su práctica y son quienes menos (12%) plantean la

capacitación como un medio para solucionar sus dificultades. Los docentes de Educación

Especial, por otra parte, proponen con mayor frecuencia acciones que involucran el

trabajar con otros (30%), y son quienes menos sugieren como medida la adecuación de su

práctica en aula (27%). Respecto a los docentes de Segundo Ciclo, son quienes menos

proponen el trabajo con otros como medida para dar respuesta a la debilidad identificada

(12%), y en cambio, son quienes entregan más respuestas que no contienen una medida,

sino solo una declaración de la importancia del cambio (5%). Por último, es importante

señalar que los docentes de Primer Ciclo son quienes menos sugieren medidas a nivel

personal para remediar su dificultad (1%). Estas proporciones son estadísticamente

significativas (χ2(32, N=746)=58,828, p<.05).

N=150

N=150

N=150

N=149

N=150

Figura 12: Tipos de medida propuestas según ciclo o modalidad (N=746).

Al observar la calidad de la reflexión por ciclos o modalidades (Figura 13), se observa que

en el grupo de Educación Especial existe una mayor proporción de respuestas de nivel alto

(15%), mientras que en Educación Parvularia este tipo de respuestas se presenta de

manera más escasa (4%). Estas proporciones son estadísticamente significativas (χ2(8,

N=750)=16,899, p<.05).

Figura 13: Distribución del nivel de reflexión según ciclo o modalidad (N=750).

N=150

N=149

N=149

N=148

N=150

Asociaciones según dependencia del establecimiento educacional en el que trabaja

No fue posible identificar asociaciones estadísticamente significativas entre las debilidades

planteadas por los docentes, y la dependencia del establecimiento de los que provienen

(Figura 14). Sin embargo, sí se encontraron respecto al tipo de medida sugerida para dar

respuesta a tales dificultades (Figura 15): mientras que los docentes de establecimientos

particulares subvencionados tienden a proponer más frecuentemente la adecuación de la

práctica (50%) como medida, los docentes de establecimientos municipalizados sugieren

como remediales, principalmente, el trabajo con otros (24%) o la participación en

instancias de perfeccionamiento (25%). Estas proporciones son estadísticamente

significativas (χ2(8, N=746)=51,441, p<.01).

Figura 14: Tipos de debilidad reportadas según dependencia del establecimiento en que se desempeña el

postulante (N=749).

Figura 15: Tipos de medida propuestas según dependencia del establecimiento en que se desempeña el

postulante (N=746).

N=422

N=327

N=420

N=326

Respecto de la calidad de la reflexión (Figura 16), se aprecian las siguientes asociaciones

significativas con la dependencia: las respuestas de nivel medio de los postulantes que se

desempeñan en establecimientos particulares subvencionados se presentan en mayor

proporción (48%) que en los de establecimientos municipales (40%); mientras que en

estos la proporción de respuestas de nivel alto fue mayor (12%) a la de aquellos (5%).

Estas proporciones son estadísticamente significativas (χ2(2, N=750)=12,184, p<.05).

Figura 16: Distribución de la calidad de la reflexión mostrada por los postulantes según la dependencia del

establecimiento en el que se desempeña (N=750).

Asociaciones según años de experiencia del docente

En lo que refiere a los años de experiencia de los docentes postulantes, no se observaron

asociaciones estadísticamente significativas entre esta variable y la distribución de los

tipos de debilidad detectados, los tipos de medida propuestos y la calidad de la reflexión

demostrada en las respuestas. Las figuras 17, 18 y 19, muestran estas distribuciones.

Figura 17: Tipos de debilidades detectadas según años de experiencia (N=749).

Figura 18: Tipos de medidas propuestas según años de experiencia (N=746).

N=84

N=103

N=182

N=380

N=83

N=103

N=182

N=378

Figura 19: Calidad de la reflexión de las respuestas según años de experiencia (N=750).

Asociaciones según tramo de acreditación obtenido en el Programa AEP

Al comparar las distribuciones según el tramo de acreditación en el que quedaron

evaluados los postulantes, no se observaron asociaciones estadísticamente significativas

entre estos grupos y los tipos de debilidad identificados (Figura 20).

Figura 20: Distribución de los tipos de debilidad reportadas según el tramo en que se acreditan los

postulantes (N=749).

N=381

N=182

N=103

N=84

N=70

N=240

N=253

N=186

Sin embargo, sí se pudieron apreciar algunas asociaciones relevantes referidas al tipo de

medida propuesta para dar respuesta a la dificultad reportada (Figura 21): los docentes

del tramo II, con menor frecuencia sugieren medidas que tengan relación con el ámbito

personal (2%) y además, las respuestas en las que no se plantea una acción concreta para

abordar la debilidad son más escasas (1%). Por otra parte, los docentes no acreditados

plantean, con mayor frecuencia, medidas que apuntan a la modificación de características

personales (11%), o bien, plantean medidas que no dependen de su propia gestión (8%).

Estas proporciones son estadísticamente significativas (χ2(24, N=746)=46,933, p<.05).

Figura 21: Distribución de los tipos de medida propuestas según el tramo en que se acreditan los postulantes

(N=746).

Respecto de la calidad de reflexión de las respuestas (Figura 22), fue en el grupo de no

acreditados donde hubo mayor proporción de respuestas de bajo nivel (66%), mientras

que fue en el tramo II donde, con mayor frecuencia, se observaron respuestas de nivel

medio (50%) y alto (12%). Estas proporciones son estadísticamente significativas (χ2(6,

N=750)=42,226, p<.05).

N=70

N=251

N=239

N=186

Figura 22: Distribución de la calidad de la reflexión según el tramo en que se acreditan los postulantes

(N=750).

Asociaciones según resultados en Portafolio y Prueba

Al comparar la calidad de la reflexión de las respuestas según resultados en Portafolio

(Figura 23), se evidencia que en el nivel logrado (A+B), hay más respuestas con un nivel de

reflexión alto y medio, proporciones que disminuyen a medida que se pasa al tramo C y D

donde predominan las respuestas con una calidad de reflexión baja. Estas proporciones

son estadísticamente significativas (χ2(6, N=750)=40,829, p<.05). Al hacer análisis

correlacionales, la relación es estadísticamente significativa (rs=.22, p<.01).

Figura 23: Distribución de la calidad de la reflexión según resultados en Portafolio (N=750).

N=70

N=254

N=240

N=186

N=390

N=336

N=24

Finalmente, al comparar el nivel de reflexión de las respuestas según resultados en Prueba

(Figura 24), se evidencia que en los mejores tramos (A + B) existen más respuestas con un

nivel de reflexión mediano, mientras que en los tramos C y D la proporción de respuestas

de baja calidad es mayor.

Estas proporciones son estadísticamente significativas (χ2(6, N=750)=27,652, p<.05). Al

hacer análisis correlacionales, la relación es estadísticamente significativa (rs=.18, p<.01).

Figura 24: Distribución de la calidad de la reflexión según resultados en Prueba (N=750).

N=477

N=240

N=33

SÍNTESIS Y DISCUSIÓN:

La principal debilidad: las estrategias para enseñar

Los resultados de este estudio aportan información útil para orientar el diseño de

acciones de apoyo a la docencia, tanto a nivel de sistema educativo, como al interior de

las escuelas. El hallazgo respecto a que las mayores debilidades percibidas refieren a las

estrategias pedagógicas; principalmente a las metodologías de enseñanza, y en relación al

uso de recursos de aprendizaje, sugiere la necesidad de explorar en las particularidades

que el proceso de enseñanza aprendizaje de las distintas asignaturas, ciclos y

modalidades, ofrece como desafío al trabajo docente, de modo de focalizar y optimizar los

apoyos que pueden ofrecerse a los docentes.

En segundo término, se declaran dificultades a nivel individual; es decir, características

personales, rasgos de carácter, que estarían dificultando la tarea. En la misma medida, los

docentes reportan debilidades a nivel de la gestión del desarrollo de la clase y la

administración del tiempo durante la misma, lo que se expresa en una tensión entre abrir

la participación a los estudiantes y cumplir con las actividades planificadas, manteniendo

el control del tiempo.

Respecto de la adecuada gestión del tiempo educativo, está establecida su relación con

los logros de aprendizaje de los estudiantes (Bellei, 2009; Martinic y Vergara, 2007;

Martinic y Villalta, 2015), y si bien las políticas públicas de las últimas décadas en nuestro

país han favorecido el incremento de las horas de clases (Tenti, 2010; Valenzuela, 2006), la

autocrítica de los docentes sobre su capacidad para conducir el desarrollo de la clase con

efectividad y flexibilidad, confirma que hay desafíos pendientes en el fortalecimiento del

rol del docente como líder pedagógico de sus estudiantes, permitiendo que las reformas

alcancen por fin el interior de la sala de clases.

Una proporción menor identifica dentro de sus debilidades el dominio de la disciplina o

materia que enseñan.

Estas percepciones son consistentes con lo reportado por otros estudios en profesores

chilenos, en los cuales estos declaran contar con pocas herramientas teóricas y técnicas

para desplegar prácticas motivadoras e innovadoras; revelan dificultades por responder a

la estructura de la clase y aisladamente reconocen carencias de dominio disciplinar (CIDE,

2012). También coincide con los hallazgos de la reciente encuesta Voces Docentes, según

la cual los profesores chilenos consideran que los mayores requerimientos para los

docentes en ejercicio con problemas de desempeño, son el apoyo didáctico y el manejo

de aula (Centro de Políticas Públicas UC, 2015).

En cuanto a los remediales, llama la atención que el tipo de medida más frecuentemente

propuesta (Adecuación de la práctica, 41%) refiera a acciones que el propio docente

sugiere implementar. Esto podría asociarse a atributos como autogestión o autonomía en

la solución de sus problemas; pero por otra parte, sugiere preguntas respecto al motivo

por el cual no se han ejecutado hasta ahora estos cambios y por tanto, sobre la

factibilidad de llevarlos a cabo.

Un quinto de los docentes menciona medidas que implican acciones de trabajo

colaborativo (mayormente con colegas), para hacer frente a las debilidades. Otro quinto

señala acciones de capacitación o perfeccionamiento. Ambos tipos de medidas, que

suponen el apoyo de terceros, son sugeridas dos veces más por los profesores de

establecimientos municipales, que por los provenientes de establecimientos particulares

subvencionados, en los que la adecuación de la práctica es la propuesta predominante.

El que la dependencia del establecimiento al que los docentes pertenecen no tenga

relación con las debilidades identificadas, pero sí con el tipo de la medida sugerida, da

indicios de diferencias en la cultura docente asociada a las distintas dependencias y las

herramientas que se perciben como disponibles, y sugiere que en los establecimientos

municipalizados podría estar dándose mayor valor a instancias como el trabajo

colaborativo y las capacitaciones, para el perfeccionamiento docente. De acuerdo a estos

resultados, parece necesario reforzar el trabajo de comunidades de aprendizaje dentro de

los establecimientos otorgando más espacios y recursos institucionales que permitan

avanzar hacia mejorar la práctica de los docentes.

Uno de los segmentos que escapa a la distribución de debilidades y medidas descrita, es el

grupo de docentes de educación especial. Para ellas, la principal preocupación refiere al

trabajo con el equipo de aula y no a las estrategias de enseñanza. Esto puede responder a

la complejidad de la transición que están experimentando estas profesionales en su rol,

definido desde una política que situaba su trabajo predominantemente en aula de

recursos con un abordaje individual de los estudiantes con necesidades educativas

especiales, a una que promueve su inserción en el aula, con un trabajo de apoyo que

incluye al curso completo, para favorecer la inclusión (y no la segregación) de los

estudiantes atendidos.

La calidad de la reflexión: se confirma el desafío.

Tal como ya se señaló, los resultados de este estudio dan cuenta de una reflexión sobre la

práctica docente de limitada calidad, y guardan coherencia con los observados en la

evaluación docente nacional, en la cual la reflexión es una de las dimensiones del

Portafolio con más bajos resultados (Herrada & Zapata, 2015); así como con lo reportado

a partir de los resultados del resto del Portafolio AEP (Rodríguez et al, 2015).

Se aprecia un porcentaje más alto de respuestas de buena calidad de reflexión en las

educadoras diferenciales, pero aún en este grupo predominan respuestas que denotan un

análisis de la práctica más bien genérico y superficial, que no revela comprensión del

impacto que las acciones docentes tienen en el proceso de enseñanza aprendizaje

conducido por el profesor, o bien, cuyas medidas remediales no dan cuenta del origen y la

profundidad del problema detectado.

El hecho de que el grupo estudiado - postulantes voluntarios a un programa de

reconocimiento de la excelencia pedagógica, que cuentan con cuatro meses para trabajar

en su portafolio - presente estos resultados, demuestra que no basta con disponer de

tiempo y oportunidad para lograr buenos niveles de reflexión, y releva la necesidad de

disponer de dispositivos e instancias de desarrollo profesional docente enfocadas

especialmente a instalar capacidades reflexivas en los docentes.

Esta idea se ve avalada por los resultados encontrados respecto de la asociación de la

calidad de reflexión de las respuestas y los tramos de acreditación en los que quedan

ubicados los docentes producto de la postulación a AEP: aquellos profesores que no

fueron acreditados demostraron un nivel de reflexión predominantemente bajo, mientras

que aquellos que fueron acreditados en los tramos superiores, entregaron respuestas de

calidad media o alta, lo que se repite a nivel de los resultados obtenidos por los

postulantes en los diferentes instrumentos del Programa (prueba y portafolio)

evidenciándose el mismo comportamiento. Desde aquí, se podría suponer que los

docentes cuyo desempeño general es mejor, presentan capacidades de análisis crítico de

su práctica, que puede estar sustentando a su vez un mayor desarrollo profesional.

Llama también la atención que en la muestra estudiada la calidad de la reflexión no

encuentre asociación con los tramos de experiencia profesional al que pertenecen los

profesores. Esto sugiere que los años de ejercicio profesional no son un factor que por sí

mismo conduzca a mejores niveles de reflexión y que esta capacidad requiere

competencias que deben ser promovidas y trabajadas intencionadamente en los

profesores; modeladas y guiadas en la formación inicial, y luego practicadas y reforzadas

en el ejercicio profesional.

El contexto inédito de cambios que se abren a propósito de la ley de carrera docente es

una oportunidad invaluable para afrontar este desafío: el rol de los mentores puede

resultar clave para promover instancias de modelamiento y ejercitación de la práctica

reflexiva; también el uso que puede darse a las horas no lectivas para constituir genuinas

comunidades de aprendizaje, en que las instancias de reflexión conjunta y guiada en las

escuelas se encuentren efectivamente calendarizadas y debidamente resguardadas dentro

de las tareas docentes.

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