etnobotánica hoti
DESCRIPTION
Este trabajo, realizado por Egleé L. Zent (B.S., Universidad de Los Andes, 1985 , M.A., Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, 1991 , M.A., University of California 1994 ) es una monografía etnográfica de la Etnobotánica Hotì, un grupo de alrededor de 800 indígenas que ocupa la región de la Serranía de Maigualida de la Amazonía Venezolana. El grueso de sus datos provienen de un intenso y extenso trabajo de campo conducido entre los años de 1996 y 1999 en cuatro comunidades Hotì que presentan significativas diferencias ecológicas y culturales: Caño Iguana, Caño Mosquito, Caño Majagua y Kayamá.TRANSCRIPT
HOTI ETHNOBOTANY: EXPLORING THE INTERACTIONS BETWEEN
PLANTS AND PEOPLE IN THE VENEZUELAN AMAZON
by
EGLEE L. ZENT
Licenciatura, Universidad de Los Andes, 1985 Magíster Scientiarum, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, 1991
M.A., University of California 1994
A Dissertation Submitted to the Graduate Faculty
of The University of Georgia in Partial Fulfillment
of the
Requirements for the Degree
DOCTOR OF PHILOSOPHY
ATHENS, GEORGIA
1999
Etnobotánica Hotì: Explorando las interacciones entre la flora y el ser
humano del Amazonas Venezolano
Egleé L. Zent
B.S., Universidad de Los Andes, 1985 M.A., Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, 1991
M.A., University of California 1994
A Dissertation Submitted to the Graduate Faculty
of the University of Georgia in Partial Fulfillment
of the
Requirements for the Degree
DOCTOR OF PHILOSOPHY
ATHENS, GEORGIA
1999
© 1999
Eglee L. Zent
All Rights Reserved
Etnobotánica Hotì: Explorando las interacciones entre la flora y el ser
humano del Amazonas Venezolano
by
Egleé L. Zent
Aproved:
Approved:
Dr. Brent Berlin Major Profesor
Approved:
Dr. Frank Golley Dr. Carl Jordan Dr. Elois Ann Berlin Dr. Theodore Gragson
23 October 1999 Date
Para Stanford por todos los segundos en que la selva nos reveló uno...
iv
EGLEE L. ZENT Hotì: Ethnobotany: Exploring the interactions between plants and people in the Venezuelan
Amazon (Under the direction of O. BRENT BERLIN)
This study describes the ethnobotany of the Hotì, a group of about 800 Indians living in
the Serranía de Maigualida of the Venezuelan Amazon. Field research was conducted
between 1996 to 1999, mostly in four socioecologically different Hotì communities: Caño
Iguana, Caño Mosquito, Caño Majagua y Kayamá. The methodology includes quantitative and
qualitative approaches. The research had four main goals.
1. Initiate the documentation of the botanical diversity of a previous unknown region
of Venezuela. A total of 2340 botanical specimens were collected, of which
approximately 1500 have been determined botanically. Botanical inventories and
ecological measurements (density, dominance, frequency, and importance values)
were made in four one-hectare plots set up in different ecological areas, and on the
basis of this data different forest types were defined. A total of 59 families, 247
genera and 399 species were identified in the four plots.
2. Explore Hotì cultural ecology, one of the least known ethnic groups in Venezuela.
The subsistence ecology (foraging, hunting, fishing, horticulture) is described, with
particular emphasis on plant-people interactions, ideological and utilitarian aspects
of plant use, and the role of Hoti as ecological disturbance agents.
3. Test empirically theoretical proposals on the nature of ethnobiological
classifications. The Hotì ethnobotanical classification system is described and
analyzed in the light of current theory. The system exhibits well defined
ethnobotanical categories: Kingdom (unnamed), Life Form (10 taxa), Generic (565
taxa), Specific (509 taxa) and Varietal (5 taxa). The percentage of polytipic generic
taxa, (108) 23,6%, is in agreement with the 20% predicted by the theory.
4. Test the hypothesis that the Hotì, described as incipient horticulturalists, have less
extensive and less detailed knowledge of the plant world than more horticultural
lowland groups. Data from the ethnobotanical plot surveys in fact shows that the
Hotì possess a comparatively higher knowledge of their botanical surroundings in
comparison to other groups, thus falsifying the null hypothesis. The global use
percentages of the plot species are between 49% to 100%, corresponding to the
least (Kayama) and the most (Mosquito) traditional environments respectively.
INDEX WORDS: Ethnobotany, Amazon, Amazonian Botany, Venezuelan Amazon,
Amazonian Indians, Hoti, Joti, Venezuelan Indians, Ethnoecology,
Quantitative Ethnobotany, Amazonian Ethnobotany, Amazonian
Ethnoecology, Trekkers, Sierra de Maigualida, Guayana.
v
Agradecimientos.
Muchos momentos segmentados y continuos han pasado desde que este trabajo
apareció como posibilidad de vida por tres años. Innumerables gestos de apoyo se esconden
en la mayoría de palabras que expresan esta exploración de la selva y los hombres a través
de mí. Siento profunda gratitud traducida en vertiginosos descubrimientos a niveles
múltiples por más de una conciencia sensible que me tocó en este paisaje tempo-espacial que
no termina de despegarse de mi realidad consciente e inconsciente: llena el espacio que me
describe y define ahora y aquí.
Hotì, la palabra que resume mi vida de los tres años objetivos pasados aparece ahora
calada en mis huesos y verdad toda. Mucho más allá que circunscribir a un grupo de personas
únicas en toda la extensión de su significado, los Hotì recrearon en mí la dignidad humana
toda por el mero hecho de ser y estar diferentes a otros entes. La condición humana no
escondida compleja y sencilla, cruda y con poco adorno se repite en ecos casi primevales en
orgullo de ser hombre en la imagen Hotì que no termina de despegarse de mi aprehensión
despierta del ahora. Trascendiendo la gratitud objetiva y auténtica que siento hacia todos
los Hotì que colaboraron o interactuaron conmigo a lo largo de mi proyecto, incluyendo el
sustentamiento físico, la protección material y el no-desgarre espiritual, muchos de ello me
transmitieron la sutilidad de saberse hombre y nada más. Sigo aprendiendo en esta senda a
partir de ellos. Gracias a los Hotì por ser el único y más importante vehículo de acceso en
este trabajo de investigación a un mundo de interacciones botánicas y humanas que se
vi
interconecta con el cosmos mediante múltiples niveles. Gracias por haberme permitido otear
en algunos de esos niveles y aun sonreir ante lo absurdo de mis peticiones. Gracias por
permitir el crecimiento de esta exploración a lo largo de los días.
Stanford, mi compañero, amigo y maestro, estímulo y orientación ubicua en cada
sílaba de esta expresión científica y de aquel recorrido a un íntimo yo. Gracias. Tu presencia
marcó la diferencia entre materializar y pensar un proyecto de vida a través de una
investigación científica compleja dejando lugar a un recorrido sólo sensible mas allá de la
palabra, la culebra, el mosquito y las parcelas botánicas. Las discusiones teóricas y
metodológicas en la selva, a través de las madrugadas citadinas y sobre las pistas de
aterrizaje fueron leña presta a mi configuración de ideas pese y en virtud de las miles de
discrepancias que nos caracterizan. Gracias por dejarme adentrar en el mundo de los
números comulgando con las letras en una suerte de contrapunteo crónico. Gracias por tus
múltiples y continuas sugerencias, por compartir siempre ideas, opciones y posibilidades
teóricas, etnográficas o sencillamente logísticas. Gracias por no vacilar al exponer tus
certeras y agudas críticas gentiles. Gracias por contribuir extensamente a mi crecimiento
intelectual, por creer en mí como ser pensante y creativo. Aun, gracias por respetarme
siempre y en cada contexto.
Sin la cooperación, esfuerzo y buena voluntad de indígenas Piaroa y Yabarana este
trabajo jamás habría alcanzado la profundidad, intensidad y extensión que logró. Siento
gratitud especial hacia Basilio Márquez, Piaroa amigo y colaborador genuino, gracias por el
interés y la manera en que te incorporaste activamente a la generación de datos y la
resolución de problemas prácticos en el campo, desde buscar leña o el camino perdido hasta
permitir el acceso a través de los troncos tapando los caños o escalar lo más alto por aquella
vii
flor unicata en el dosel del bosque. Gracias por cuidarme siempre en la selva. Junto con
Basilio, otros Piaroa en especial Julio Márquez, Jesús Antonio Martínez, Felipe Mendoza,
Jesús Torres y Eugenio Pérez permitieron y facilitaron la eficacia de los desplazamientos y
el acceso a las localidades, las tareas de transporte, carga y colecta de muestras botánicas
y pusieron de manifiesto que sin los indígenas de la selva, ellos, es sencillamente imposible
ganar acceso efectivo a este ambiente. A ellos se suman los Yabarana Adrián Díaz, Canoso
Pérez, Hermes Díaz y Joel Pérez. Gracias a todos, incluyendo los buenos gestos y atenciones
de sus familias cuando regresábamos cansados y hambrientos a sus comunidades, luego de
los meses de trabajo al interior de la selva.
Un agradecimiento especial va también a los amigos de San Juan de Manapiare, que
aunque no participaron directamente en la colecta de datos o realización del trabajo de
investigación, brindaron su amistad y gesto de bienvenida, especialmente a Julia y Lila
Márquez sus padres e hijos, a Olmer y Norberta Díaz y sus hijos. María Elena González
además, nos alojo con mucha simpatía en su casa, donde podíamos disfrutar además de
interesantes conversaciones, de los servicios del único baño accesible luego de meses.
Gracias por permitirnos usar tu casa pese a que estabas ausente, lo aprecio genuinamente.
Gracias a la generosidad de Robert Storrie, al compartir sin reserva su base de
datos lingüísticos, se simplifico considerablemente mi introducción al aprendizaje de la
lengua Hotì. Su amistad y buen humor durante los meses que compartimos las caminatas en la
selva alegraron muchos eventos de aquellos días.
Deseo agradecer encarecidamente a Otto Huber, Nelda Dezzeo y Erika Wagner, por
la cuidadosa y critica revisión de algunos de los capítulos de este trabajo. Sus sugerencias
fueron incorporadas y bienvenidas. Con Otto y Erika además tengo una deuda intelectual que
viii
va mucho más allá de la elaboración de esta investigación y trasciende lecturas y estímulos
académicos, palabras y amistades, Gracias a ambos por siempre! Otto además me permitió
reproducir muy amablemente algunos de sus mapas más recientes
Dos de los mapas y las figuras 1 a 6, fueron dibujadas con muy buena voluntad y
eficiencia por Carlos Quintero, profesional y amigo con quien siempre he contado, gracias.
Con muy buena disposición y una sonrisa siempre, Pedro William Bello facilitó el transporte
personal y de las muestras, del equipo y los datos desde Puerto Ayacucho hasta sus destinos
finales. No solamente fue agradable viajar con el Sr. William dadas sus interesantes y
amenas conversaciones además de sus agudas observaciones sobre la selva y su gente, sino
que su colaboración fue incondicional. Muchas Gracias!
En el Ministerio del Ambiente de Puerto Ayacucho y en especial en el Herbario
“Julian Steyermark” no sólo las plantas colectadas y el equipo depositado fueron cuidados,
atendidos y bienvenidos en los múltiples recoridos de tránsito, sino nuestra presencia.
Gracias a todos por sus sonrisas y estímulos, reconocimientos y afecto de todas las
oportunidades en que interactuamos..
En el Herbario “V.M. Ovalles” se atendieron las muestras botánicas con dedicación y
muy buena voluntad. Siempre se encontró allí afecto y palabras de aliento. Gracias Stephen
tu sonrisa abierta ha generado mucho bienestar y publicaciones en la etnobotánica
venezolana.
La dedicación y genuino entusiasmo e interés de Angel Fernández, amigo y botánico,
al manipular y determinar la colección botánica, sin duda marcó la diferencia entre la
posibilidad de escribir y analizar los datos: tu trabajo de enorme esfuerzo de identificación
es invalorable, recibe mi mas sincera gratitud. Fred Stauffer, Otto Huber, Gerardo Aymar,
ix
Balentina Milano, Wilmer Carmona, C. Reyes, E. Melgueiro, J. Kuitt, J. Ramia, L. Dorr, y S.
Llamoza, gentilmente determinaron también algunas de los especímenes de la colección
botánica: Muchas Gracias.
Un agradecimiento especial va a mi tutor, Brent Berlin, su agudeza y certeza, sus
ideas y aseveraciones, han constituido estímulos presentes en mi búsqueda y exploración de
ideas. Gracias Brent por respetarme siempre como persona y como pensante. Gracias por tu
recepción y por el esfuerzo evidenciado en la lectura del manuscrito del aquel primer esbozo
de proyecto, discutido y ponderado. Gracias mil por la cuidadosa lectura de la versión de
este estudio que traje a Athens con la intención de terminar el doctorado, luego de una
ausencia y silencio básico de los tres años de campo. Gracias por recordarme luego de todos
esos meses! Mi gratitud honesta con el mismo peso y en esta línea de ideas, se hace
extensiva al resto de los miembros de mi comité, Elois Ann Berlin, Frank Golley, Ted Gragson
y Carl Jordan. Citados sin orden de prioridad sino más bien alfabéticamente! F. Golley y C.
Jordan además han constituido mas de lo que podría reconocer figuras de estimulo siempre
presente dados sus trabajos de campo pioneros en el Amazonas venezolano, puedo imaginar
las dificultades que superaron para llevar a cabo trabajos de investigación de calidad en un
ambiente inaccesible hace más de dos décadas. Ted Gragson además de haber trabajado
también en Venezuela y ya por ello representar un estímulo para mi investigación, no dejó de
contestar mis mensajes cada vez que lo contacté, Gracias Ted aprecio tu buena voluntad y
recepción. El seminario que atendí dictado por Ted Gragson y Carl Jordan en conjunto,
influyó permanentemente mi orientación y sin duda agradezco el esfuerzo de ambos por
contribuir a mi crecimiento intelectual. Durante horas las ricas y animadas discusiones que
mantuve con Frank Golley en los seminarios tutoriales que me brindó con una sonrisa y una
x
inagotable fuente de referencias e ideas (o degustando algún vegetal!), contribuyeron
indudablemente en mi formación y delineación de teorías, métodos, argumentos y
posibilidades de hacer investigación, Gracias Frank además por brindarme tu amistad y
apoyo. Una sonrisa y amistad muy lindos, he sentido también de Elois Ann Berlin, agradezco
su sensibilidad a mi estado y condición, su confianza y palabras de estímulo, sugerencias y
opiniones. Aunque nunca tome clases con Elois Ann, su trabajo en el Amazonas como mujer e
intelectual me estimularon en mas de una ocasión, Gracias! Junto con los miembros de mi
comité, Ron Carroll, Carol Hoffman y Albert Parker, profesores de la Universidad de
Georgia, son académicos que pese al poco tiempo en que asistí a esta institución me
proporcionaron instrumentos intelectuales que sin duda han dejado su huella en mí, además
de sus clases y seminarios me beneficié de su tiempo en discusiones al margen de las clases y
de sus investigaciones y amistad. A todos Muchas Gracias!
Gracias a las oraciones de mi Madre mi período de campo no registra eventos
desagradables o tristes: salvo un caso de malaria para el que se contó con el tratamiento
adecuado en la selva, salud y bienestar fueron constantes prácticamente todo el tiempo. Las
oraciones de la Teresita me sostuvieron en salud y alegría también durante la redacción e
investigación final de este estudio. Junto con mi Madre, mis hermanos y sobrinos me
estimularon siempre y me recibieron con mucho cariño cada vez que regresé de las
temporadas de campo. Francisco, Mirita, Chuy, Balín... Mi segunda familia, la que me adoptó al
contraer matrimonio también se mostró siempre muy cercana, solidaria, y cálida apoyando mi
trabajo, entre ellos debo mencionar en especial a Maureen and Tom, quienes durante los
últimos meses me han bienvenido en carino intelectual, material y espiritual. Todos ellos son
xi
parte de aquellos sólo sensible intangibles que siempre empujan a ser más en amor e
integridad. Muchas Gracias!
·Kali, mi hijo por nacer, que apareció en mi vida justo al emprender la redacción de
este trabajo, constituyó sin duda mi estímulo mayor para acelerar el paso anticipando su
bienvenida con amor. Gracias! tu presencia sin rostro en mi vientre aun demarcó una agenda
no prevista y me indicó el camino adecuado para terminar con felicidad esta etapa de mi vida.
Agradezco y reconozco a los agentes e instituciones de financiamiento y apoyo
logístico que materializaron este trabajo: National Science Foundation, Wenner-Gren,
Concejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas, e Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas. Sin la ayuda económica de estas instituciones jamás hubiese
podido llevar a cabo esta investigación.
EGLEE L. ZENT
Etnobotánica Hotì: Explorando las interacciones entre Plantas y Hombres del Amazonas
Venezolano
(Under the direction of BRENT BERLIN)
Este trabajo es una monografía etnográfica de la Etnobotánica Hotì, un grupo de alrededor de 800 indígenas que ocupa la región de la Serranía de Maigualida de la Amazonía Venezolana. El grueso de sus datos provienen de un intenso y extenso trabajo de campo conducido entre los años de 1996 y 1999 en cuatro comunidades Hotì que presentan significativas diferencias ecológicas y culturales: Caño Iguana, Caño Mosquito, Caño Majagua y Kayamá. La metodología contemplada en este trabajo de investigación incluye enfoques cuantitativos y cualitativos, siendo sus principales resultados los siguientes:
1. Inicia la documentación de la diversidad vegetal de un ambiente previamente desconocido desde el punto de vista botánico científico. Se colectaron 2340 muestras botánicas en alturas comprendidas entre 120 a 2000 m snm y en diferntes microambientes (cada uno con cinco o más especímenes repartidos en diferentes herbarios nacionales e internacionales), de las que se han determinado en el sistema botánico occidental 1510 hasta ahora. Se levantaron 4 parcelas florísticas de 1 hectárea cada una y ubicadas en microambientes ecológicos diversos que permitieron definir caracterizaciones de bosques diferentes (basi montano, montano, estacionalmente inundable, ecotono sabana-bosques, ombrófilos). Se proveen datos acerca de las densidades, dominancias y frecuencias de las especies ocurrentes en esas cuatro parcelas botánicas para arribar a sus valores de importancia. Un total de 59 familias, 247 géneros y 399 especies se han identificado hasta ahora ocurriendo en las cuatro hectáreas de parcelas botánicas. Se ofrecen también observaciones acerca de las dinámicas de los bosques asociadas a alteraciones naturales y humanas.
2. Explora el estilo de vida de los Hotì, el grupo étnico menos conocido y contactado en Venezuela. Se ofrece una detallada panorámica etnobotánica de la ecología de subsistencia de los Hotì incluyendo aspectos ideológicos y actividades de forrajeo, cacería, pesca, y horticultura, a partir de conocimientos y conductas de la interacción Hotì - ambiente. Se añaden análisis pertinentes en términos de sus contactos con las esferas bióticas, zoológicas y botánicas, en virtud de sus interacciones, manejos, conocimientos fenológicos y etológicos, a partir de sus estrategias y estilos de vida. Se exploran ejemplos representativos de las potencialidades de los Hotì como agentes ecológicos dinámicos en la configuración de los bosques de ocupación tradicional, se ofrecen también en un aparte del capítulo. En términos tanto ideológicos como utilitarios se explora cómo las plantas permean el estilo de vida Hotì al punto de convertirse en agentes activos centrales en la definición y reproducción biológica del ser Hotì.
3. Confronta empíricamente los postulados teóricos básicos de la Etnobiología cognitiva en términos de los sistemas clasificatorios etnobotánicos. Se presenta un análisis de las formas en que los Hotì organizan su realidad vegetal entorno, ponderando su correspondencia o no con la teoría sobre los principios básicos de categorización etnobiológica. Se exploran los aspectos básicos de identificación, nomenclatura y
clasificación botánica Hotì. El sistema de clasificación etnobotánico Hotì presenta las siguientes categorías clasificatorias bien definidas y consensualmente reportadas: Reino, Forma de Vida (9), Genérico (565), Específico (509) y Variedad (5). Los porcentajes de G politípicos (108), 23,6% están en acuerdo con el 20% predecible por la teoría. La hipótesis nula aparece verificada en tanto que los Hotì registran un conocimiento significativo de G y el número y distribución de E son análogos o superiores a los registrados para otros grupos étnicos similares del Amazonas y/o tierras bajas tropicales.
4. Falsifica la hipótesis de que los Hotì, descritos como un grupo humano relativamente nomádico, posee un conocimiento comparativamente pobre de su realidad vegetal entorno con respecto a grupos de tierras bajas fundamentalmente hortícolas. Se ofrece una síntesis del tratamiento cuantitativo de los datos etnobotánicos colectados entre 104 Hotì de diferentes sexos y edades a partir de entrevistas estructuradas en las 4 hectáreas de las 4 parcelas botánicas en las comunidades de estudio seleccionadas. Del tratamiento estadístico de estos datos se arriba a porcentajes consensuales de uso en diversas categorías definidas culturalmente. Los porcentajes de usos categóricos se compararon con aquellos publicados en estudios llevados a cabo entre 9 grupos étnicos siguiendo una metodología similar a la utilizada aquí. Los porcentajes de usos globales de las parcelas botánicas exploradas entre los Hotì oscilan entre 49% y 100%, aunque aspectos cualitativos ecológicos y culturales deben tomarse en cuenta al tratar de explicar estas cifras.
xii
Indice de Contenido
Dedicatoria ................................................................................................................................................ iv
Agradecimientos ........................................................................................................................................ v
Indice de Contenido ............................................................................................................................... xii
Indice de Tablas .................................................................................................................................... xv
Indice de Gráficos ................................................................................................................................ xix
Indice de Figuras ................................................................................................................................. xxii
Indice de Mapas .................................................................................................................................. xxiv
Capítulo I: Introducción .......................................................................................................................... 1
I.1 Area de Estudio poco conocida ........................................................................................................ 2
I.2 Cultura Amazónica poco conocida .................................................................................................... 4
I.3 Etnografía Etnobotánica ................................................................................................................... 5
I.4 Etnobotánica Cuantitativa ................................................................................................................. 6
I.5 Hipótesis ................................................................................................................................................ 9
I.6 Permisología ........................................................................................................................................ 10
I.7 Estudio de Campo .............................................................................................................................. 11
Capítulo II: Contextualización: Los Hotì y la Investigación ................................................... 23
II.1 Grupos étnicos en la Guayana venezolana …………………….................................………………………... 23
II.2 Denominación ……………………………………………………………………………………….................................…….... 24
II.3 Afiliación lingüística ………………………….................................………………………………………………………... 26
xiii
II.4 Agentes de contacto previos en la realidad Hotì ………..................................………………………. 29
II.5 Demografía ………………………………..................................……………………………………………………………….... 43
II.6 Tipos de Asentamiento …………...................................………………………………………………………………... 49
Capítulo III: Sierra de Maigualida: Ambiente Natural ………….............................………………… 73
III.1 Ubicación geográfica y aspectos paisajísticos …………....................................……………………….. 73
III.2 Clima: precipitación, temperatura y humedad ………....................................………………………….. 80
III.3 Vegetación: Aspectos Genéricos ………………....................................……………………………………...... 90
III.4 Vegetación: Aspectos Específicos …………....................................…………………………………………... 93
Capítulo IV: Etnografía Básica Hotì: Cultura de Subsistencia ………..............................…… 152
IV.1 Ideología ontológica …………………………………………………………….....................................……………….. 152
IV.2 Actividades de subsistencia ……………………………….....................................……………………………… 159
IV.3 Actividades de forraje o recolección …………......................................………………………………….. 166
IV.4 Cacería ………………………………….………………….....................................……………….………………………….... 212
IV.5 Pesca ………………………………………………….....................................………………….………………………………… 237
IV.6 Horticultura ………………………………….…....................................………………………………………………….... 244
Capítulo V: Etnobotánica descriptiva y cognitiva ……………………….............................…………….. 260
V.1 Teoría relevante para la discusión de la Etnobotánica Hotì ……....................................………. 260
V.2 Etnobotánica cognitiva Hotì ……………………………....................................…………………………………….. 268
V.3 Sistemas de clasificación botánicos Hotì: Categorías ……….....................................………….. 269
Capítulo VI: Etnobotánica cuantitativa …………………............................……………………………………... 321
VI.1 Etnobotánica Cuantitativa: Metodologías ………………………...................................…….…………….. 321
VI.2 Metodología Cuantitativa específica empleada …………………...................................……………. 327
VI.3 Resultados ………………………………………….............................................…………………………………………. 338
xiv
VI.4 Comparaciones pertinentes entre las cuatro comunidades................................................. 367
VI.5 Comparaciones pertinentes con otros grupos étnicos de tierras
bajas suramericanas ………………………………………………………………....................................…………………..... 379
Capítulo VII: Conclusiones …………………..............................…………………………………………………………… 391
Bibliografía ………………………………………..............................………………………………………………………………….. 400
Apéndices ................................................................................................................................................ 417
Apendice 1: Listado general de plantas ordenadas por Familia botánica .............………….….. 418
Apendice 2: Listado general de plantas ordenadas por Género botánico ……………………….…… 447
Apendice 3: Listado general de plantas ordenadas por Genérico Hotì ………………………….…… 472
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Caño Iguana ……………………………….…… 497
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Caño Mosquito …………………………….…. 500
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Caño Majagua …………………………….….. 504
Apendice 4a: Respuestas con el concenso más alto en Kayamá …………………………….………….... 509
Apéndice 5: Algunas fotografías que ilustran las actividades de los Hotì ………………...……… 514
xv
Indice de Tablas
Tabla I.1: Formato para colectar datos etnobotánicos : especímenes ....................................... 15
Tabla I.1: Formato para colectar datos etnobotánicos: personas .............................................. 16
Tabla N° II.1: Fonémas vocálicos ......................................................................................................... 27
Tabla N° II.2: Fonémas Consonantales ............................................................................................... 28
Tabla N° II.3: Censo de Comunidades Hotì para 1996 ................................................................... 44
Tabla N° II.4: Casos de Deceso Observados .................................................................................... 48
Tabla Nº II.5: Resumen de criterios selectivos de las comunidades de estudio ........................... 70
Tabla Nº II.6: Actividades de subsistencia prioritarias por asentamiento ................................. 71
Tabla Nº III.1: Calendario Anual de los Hotì ......................................................................................... 83
Tabla Nº III.2: Distribución de las Colecciones Botánicas por localidad .................................. 93
Tabla Nº III.3: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia por
especie, CI .......................................................................................................................................................... 99
Tabla Nº III.4: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia por
especies, MO .................................................................................................................................................... 109
Tabla Nº III.5: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia por
especie, MA ...................................................................................................................................................... 122
Tabla Nº III.6: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia por
especie, KA ....................................................................................................................................................... 136
xvi
Tabla N° III.7: Comparación cuantitativa de algunos parámetros de la vegetación de las parcelas
observadas ........................................................................................................................................ 147
Tabla N° IV.1: Algunas plantas utilizadas en el aseo personal y limpiezas ................................. 158
Tabla N° IV.2 Recursos vegetales comestibles oportunísticos colectados ..................................... 170
Tabla Nº IV.3 Lianas que alivian la sed y mitigan la fatiga en las caminatas ............................ 176
Tabla Nº IV.4 Hongos oportunísticos colectados ........................................................................... 177
Tabla N° IV.5: Recursos zoológicos oportunísticos colectados ........................................................ 177
Tabla N° IV.6: Valores Relevantes de tres especies colectadas por los Hotì en las parcelas
botánicas ............................................................................................................................................ 179
Tabla N° IV7: Algunos recursos bióticos colectados que estimulan expediciones .......................... 193
Tabla N° IV8: Algunos artefactos elaborados con maderas de plantas silvestres ................ 195
Tabla Nº IV.9: Algunas especies botánicas útiles .............................................................................. 206
Tabla NºIV.10: Animales de presa: Mamíferos cazados por los Hotì ....................................... 216
Tabla NºIV.11: Animales de presa: Aves cazadas por los Hotì ................................................. 217
Tabla Nº IV.12: Algunas especies botánicas utilizadas en la fabricación de artefactos de
cacería ............................................................................................................................................................... 224
Tabla Nº IV.13: Plantas inductoras de una cacería eficiente ........................................................ 234
Tabla Nº IV.14: Inventario parcial de peces capturados por los Hotì ..................................... 238
Tabla Nº IV.15: Plantas usadas en la Pesca como carnada o barbasco ..................................... 240
Tabla Nº IV.16: Parcelas de Muestreo en Conucos Hotì según Edad ...................................... 246
Tabla Nº IV.17: Parcelas de Muestreo en Conucos Hotì según Lugar ..................................... 246
Tabla N° IV.18: Inventario de los cultivos en conucos Hotì ....................................................... 248
Tabla Nº IV.19: Frecuencia de los cultígenos en 1 hectárea de conuco sembrado ................. 250
xvii
Tabla N° V.1: Caracteres definitorios de las FV Hotì .................................................................... 273
Tabla N° V.2: Distribución de G Monotípicos y Politípicos según FV ........................................ 289
Tabla N° V.3: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de
·táwáte ·yáì (Sloanea spp. Elaeocarpaceae) .................................................................................. 294
Tabla N° V.4: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de iye
·yáì (Trichilia spp., Meliaceae) ................................................................................................................ 294
Tabla N° V.5: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de
luwe ·yáì (Inga spp., Mimosaceae) .................................................................................................... 295
Tabla N° V.6: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de
báõu ·yáì (Protium spp., Burseraceae) ............................................................................................... 297
Tabla N° V.7: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de
we·kao ·yáì (Pourouma spp., Cecropiaceae) .......................................................................................... 298
Tabla Nº V.8: Distribución de taxa residuales según la categoría supeordinal del segundo
rango ................................................................................................................................................................... 305
Tabla Nº VI.1: Distribución de las entrevistas etnobotánicas en las parcelas botánicas según
la comunidad de estudio intensivo ............................................................................................................ 335
Tabla N° VI.2: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso,
CI ......................................................................................................................................................................... 340
Tabla N° VI.3: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso,
MO ....................................................................................................................................................................... 348
Tabla N° VI.4: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso,
MA ....................................................................................................................................................................... 355
xviii
Tabla N° VI.5: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso,
KA ........................................................................................................................................................................ 362
Tabla Nº VI.6: Correspondencia entre taxa Hotì y Botánicos ....................................................... 368
Tabla Nº VI.7: Matrix de frecuencia de especies compartidas entre las cuatro
parcelas .......................................................................................................................................................... 369
Tabla Nº VI.8: Población relativa de los grupos étnicos donde se han conducido estudios de
etnobotánica cuantitativa .......................................................................................................................... 380
Tabla Nº VI.9: Porcentaje de plantas usadas por algunos grupos de tierras bajas
suramericanas ......................................................................................................................................... 382
xix
Indice de Gráficos
Gráfico Nº II.1: Población Hotì 1982-1999 ............................................................................................ 45
Gráfico N° II.2: Dinámicas de Población en la Comunidad de Caño Mosquito Medio
1996-98 .. ............................................................................................................................................................ 57
Gráfico N° II.3: Dinámicas de Población en la Comunidad de Caño Majagua Medio
1996-98 ............................................................................................................................................................. 59
Gráfico N° II.4: Dinámicas de Población en la Comunidad de Caño Iguana 1996-98 ............... 63
Gráfico N° II.5: Dinámicas de Población en la Comunidad de San José de Kayamá
1996-98 ................................................................................................................................................................ 68
Gráfico Nº III.1: Promedios anuales de precipitación SJM, 1984-1998 ........................................ 81
Gráfico Nº III.2: Distribución mensual promedio de pluviosidad en SJ M 1984-1998 .............. 82
Gráfico N° III.3: Distribución mensual promedio de pluviosidad en el área Hotì
1997-1999 ............................................................................................................................................................ 83
Gráfico Nº III.4: Temperaturas Máximas y Mínimas Promedios en SJM, 1984-1995 .............. 85
Gráfico Nº III.5: Temperaturas Máximas y Mínimas Promedios en el área Hotì 1996-1999 ...86
Gráfico N° III.6: Humedad relativa promedio Mínima y Máxima en el área Hotì,
1996-1999 .. ........................................................................................................................................................ 88
Gráfico Nº III.7: Curva de Especies-Area en la parcela de Caño Iguana .................................... 102
Gráfico Nº III.8: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, CI .............. 104
Gráfico Nº III.9: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes ....... 105
xx
Gráfico Nº III.10: Curva de Especies en la parcela de Caño Mosquito ......................................... 114
Gráfico Nº III.11: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, MO ........... 116
Gráfico Nº III.12: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes ...... 118
Gráfico Nº III.13: Curva de Especies en la parcela de Caño Majagua ......................................... 127
Gráfico Nº III.14: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, MA........... 130
Gráfico Nº III.15: Area Basal Total en los 10,000 mts observados en los 25 cuadrantes .. 131
Gráfico Nº III.16: Curva de especies en la parcela de Kayamá ..................................................... 141
Gráfico Nº III.17: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, KA ........... 143
Gráfico N° III.18: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes ..... 145
Gráfico N° IV.1 : Frecuencia de plantas no comestibles en los conucos Hotì .......................... 251
Gráfico N° IV.2 : Frecuencia de plantas medicinales y/o inductoras de cacería en conucos
Hotì ..................................................................................................................................................................... 252
Gráfico Nº IV.3: Carbohidratos cultivados que presentan las mayores frecuencias en los
conucos Hotì ..................................................................................................................................................... 253
Gráfico Nº IV.4: Frecuencia de las gramíneas cultivadas en los conucos Hotì ....................... 254
Gráfico Nº IV.5: Frecuencia de los tubérculos cultivados en los conucos Hotì ...................... 255
Gráfico Nº IV.6: Frecuencia de frutales cultivados en los conucos Hotì ................................. 255
Gráfico N° IV7: Frecuencia de Musa paradisiaca y Carica papaya en conucos Hotì ............. 256
Gráfico Nº V.1:Distribución de taxa residuales ............................................................................. 306
Gráfico N° VI.1: Población total entrevistada en proporción absoluta a las categorías
demográficas involucradas, CI ........................................................................................................... 338
Gráfico N° VI.2: Población total entrevistada en proporción absoluta a las categorías
demográficas involucradas, MO.......................................................................................................... 347
xxi
Gráfico N° VI.3: Población total entrevistada en proporción absoluta a las categorías
demográficas involucradas, MA ......................................................................................................... 352
Gráfico N° VI.4: Población total entrevistada en KA en proporción absoluta a las categorías
demográficas involucradas, ..................................................................................................................... 360
Gráfico N° VI.5: Comparación de las Competencias de Conocimiento Etnobotánico Promedio
por Comunidad: Genérico, Específico y Nomenclatura ........................................................…...... 371
Gráfico N° VI.6: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en CI ........................ 374
Gráfico N° VI.7: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en KA ........................ 375
Gráfico N° VI.8: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en MA ...................... 375
Gráfico N° VI.9: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en MO ...................... 376
Gráfico N° VI.10: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico según sexo ............ 377
Gráfico N° VI.11: Competencia Etnobotánica en la Categoría Específico según sexo .......... 378
Gráfico N° VI.12: Competencia Etnobotánica en la Categoría Alimento según sexo ............ 379
xxii
Indice de Figuras
Figura N° 1: Diferentes Formas de Vida Hotì ................................................................................ 307
Figura N° 2: Términos Clasificatorios de tres etapas de vida de la Palma y su raíz ............ 308
Figura N° 3: Partes de la Flor ............................................................................................................ 309
Figura N° 4: Partes de la Fruta .......................................................................................................... 310
Figura N° 5: Partes de la Hoja ............................................................................................................ 311
Figura N° 6: Partes del Tallo .............................................................................................................. 312
Figura N° 7: Representación Gráfica de la serie de Contraste G ·táwáte ·yáì (Sloanea spp.)
Elaeocarpaceae ....................................................................................................................................... 313
Figura N° 8: Representación Gráfica de la serie de Contraste G báõu ·yáì (Protium spp.)
Burseraceae ................................................................................................................................................. 314
Figura Nº 9: Representación Diagramática del Sistema Clasificatorio Hotì .......................... 315
Figura Nº 10: Ilustración Taxonómica de un Genérico Politípico:
·táwáte ·yáì (Sloanea spp.) ................................................................................................................. 316
Figura Nº 11: Ilustración Taxonómica de un Genérico Politípico:
iye ·hyáì (Trichilia spp.) ...................................................................................................................... 317
Figura Nº 12: Ilustración Taxonómica de un Genérico Politípico:
luwe ·yáì (Inga spp.) .............................................................................................................................. 318
xxiii
Figura Nº 13: Ilustración Taxonómica de un Genérico Politípico:
(Protium spp.) .......................................................................................................................................... 319
Figura Nº 14: Ilustración Taxonómica de un Genérico Politípico:
we·káo ·yáì (Pourouma spp.) .............................................................................................................. 320
xxiv
Indice de Mapas
Mapa N° 1: Situación Relativa de la Guayana Venezolana .............................................................. 21
Mapa N° 2: Situación Relativa del Area de Ocupación Hotì señalando
las comunidades de estudio intensivo ................................................................................................. 22
Mapa Nº 3: Grupos Etnicos de la Guayana Venezolana .................................................................. 72
Mapa Nº 4: Sierra Maigualida ............................................................................................................ 149
Mapa Nº 5: Principales Ríos de la Guayana Venezolana ................................................................. 150
Mapa Nº 6: Sección de la Guayana Venezolana: Circum-Sierra Maigualida .............................. 151
1
Capítulo I -
Introducción:
Problemas de Investigación y condiciones de la colección de datos de campo Los estímulos básicos de este trabajo de investigación pueden resumirse en cuatro:
1. iniciar la documentación de la diversidad vegetal de un ambiente desconocido desde el
punto de vista botánico científico (Huber 1995a),
2. explorar el estilo de vida de los Hotì, el grupo étnico menos conocido y contactado en
Venezuela (Henley 1982);
3. confrontar empíricamente los postulados teóricos básicos de la Etnobiología cognitiva en
términos de los sistemas clasificatorios etnobotánicos sensu Berlin (1992) y
4. verificar la hipótesis de que los Hotì, descritos como un grupo humano relativamente
nomádico (trekkers), posee un conocimiento comparativamente pobre de su realidad
vegetal entorno con respecto a grupos de tierras bajas fundamentalmente hortícolas
(Balée 1994).
Las dos primeras motivaciones u objetivos, podrían denominarse de investigación básica
dada la carencia de información científica acerca de ellos, en tanto que los dos últimos se
insertan en los cuerpos teóricos fundamentales de la disciplina científica que abraza esta
investigación, la Etnobotánica. En términos generales, aunque sin implicar ordenes
prioritarios, la redacción de este trabajo se estructuró en cuatro capítulos que
corresponden a las cuatro motivaciones señaladas, salvo el siguiente capítulo (II), que
2
contextualiza al lector en términos de las condiciones de investigación y de la realidad Hotì
contemporánea.
I.1. Area de estudio poco conocida.
El escenario general donde se realizó esta investigación se denomina la Serranía de
Maigualida, al Noreste del Amazonas venezolano (véasen Mapas Nº 1, Nº 2, Nº 4, Nº 5 y Nº 6).
Más específicamente, el inicio del inventario botánico se llevó a cabo en la región que hemos
denominado Circum-Maigualida, es decir las áreas de la Serranía inferiores a 1100 m snm
(metros sobre el nivel del mar), donde mayormente tienen lugar las actividades humanas. Cabe
destacar no obstante, que existen excepciones significativas de explotación u extracción de
recursos vegetales que ocurren sobre esa elevación, las cuales también fueron objeto de
exploración.
La Serranía o Sierra Maigualida ha sido considerada por botánicos y ecólogos como una
de las áreas potencialmente más rica en biota y al mismo tiempo constituye una de las regiones
menos exploradas científicamente en Venezuela (Otto Huber, Angel Fernández, Paul Berry,
Nelda Dezzeo comunicación personal). En este sentido, las publicaciones más recientes acerca
de la flora global de la Guayana venezolana que incluye la Sierra Maigualida, registra descritas
9411 especies de plantas vasculares, determinadas en 1786 géneros y 230 familias (Berry et
al. 1995:161; MARNR 1998:29). Vale destacar que pese a los esfuerzos de las dos últimas
décadas, la región es aún poco conocida y tal vez un número significativo de plantas no se ha
descrito. Por otra parte, sólo tres familias (Brassicaceae, Crassulaceae y Plantaginaceae) no
son nativas o locales, encontrándose sólo 123 especies no nativas a la Guayana venezolana
(Berry et al. 1995:162). Estas cifras expresan un nivel muy bajo de invasión o introducción de
especies foráneas que a su vez es indicativo de poca alteración y una flora local
3
predominantemente intacta (Ibid). La Sierra Maigualida además, constituye el sistema
montañoso más largo y contínuo del Escudo Guayanés, lo que convierte a esta formación de
montaña como el Monumento Natural más grande de la Guayana Venezolana (Huber
1995b:200).
Desde los puntos de vista geológicos, geomorfológicos, ecológicos, botánicos, y
zoológicos, entre otros, la Serranía de Maigualida permanece desconocida para la comunidad
científica. De hecho fueron precisamente aseveraciones acerca del desconocimiento de la flora
local los factores determinantes que estimularon nuestro primer recorrido exploratorio por la
región. Salvo amplias categorizaciones de tipos de bosque deducidas a partir de fotos aéreas e
imágenes de satélite, poco del dominio vegetal de Maigualida era conocido.
Previo a este trabajo de campo, la historia de las exploraciones botánicas registradas
para la Sierra Maigualida se resumen a cinco recorridos restringidos a áreas con acceso aérea
y a las cimas de las montañas. No fue sino hasta 1988 que la región fue visitada por un
fitoecólogo, Otto Huber de la Fundación Instituto Botánico de Venezuela (FIBV) quien contó
con financiamiento de Edelca (Electricidad del Caroní, compañía del Gobierno venezolano).
Huber recorrió las cimas de Maigualida en helicóptero y colectó las primeras muestras
botánicas locales (Huber 1995a:122). Subsecuentemente, O. Huber y Paul Berry del Missouri
Botanical Garden, realizaron tres visitas más (Huber 1995c:93), entre finales de la década 80
e inicios de la 90, cuando colectaron muestras botánicas, desplazándose también con la ayuda
de helicópteros. Según Huber (1995:93c) puede considerarse que las cimas de Maigualida
están moderadamente exploradas. Finalmente, las laderas norte de la Sierra Maigualida fueron
visitadas en 1989 por dos botánicos venezolanos, Gerardo Aymard y Angel Fernández, de
Tecmin (Técnica Minera, subsidiaria de la Corporación Venezolana de Guayana, CVG). En su
4
recorrido Aymard y Fernández colectaron las primeras muestras botánicas locales aunque se
considera que el área fue mínimamente explorada (Huber 1995c:93). Han sido probablemente
el difícil acceso a la Sierra Maigualida (que además eleva) y los costos de financiamiento, las
razones que explican las pocas expediciones científicas a la zona que dan como resultado el que
se conozca tan poco de esta región (Huber 1995a:122). En conclusión, las únicas muestras
botánicas existentes de la región se depositaron en herbarios nacionales e internacionales las
cuales provenían de sondeos exploratorios efectuados vía aérea desplazándose con la ayuda de
helicópteros gubernamentales y realizadas en las elevaciones superiores de la Serranía
(alrededor de los 2000 m snm), es decir en las áreas de la provincia vegetal de los tepuy, las
singulares y antiguas montañas con topes aplanados de la Guayana venezolana (el término tepuy
fue adoptado por la comunidad científica siendo originalmente un vocablo indígena Pemón,
lengua de tronco Caribe). La riqueza vegetal del área a alturas inferiores, se infería dadas las
observaciones mencionadas anteriormente y se consideraba que un estudio de campo ampliaría
sin duda el conocimiento de la flora local, dado que hasta 1995 al menos, no existía información
florística de los densos bosques de la región Maigualida (Huber 1995a:123).
I.2 Cultura amazónica poco conocida.
El grupo étnico con el que se llevó a cabo esta investigación se conoce como los Hotì,
vocablo que traduce seres humanos. En general, los Hotì constituyen un pequeño grupo de
indígenas que ocupan las estribaciones y flancos de la Sierra de Maigualida, al norte y al sur, en
los Estados Amazonas y Bolívar, al sur de Venezuela (véanse Mapas Nº 2, Nº 3 y Nº 4). Los
indígenas Hotì son el grupo etnolingüístico menos conocido y contactado en Venezuela y para
algunos incluso en las tierras bajas Suramericanas (Henley 1982:23). La historia oral reporta
que en 1942 los Hotì fueron contactados por primera vez por lugareños mestizos criollos,
5
aunque la observación fue breve y frugal, se reportó que aun utilizaban instrumentos cortantes
de piedra (Coppens 1983:254). Contactos más frecuentes entre los Hotì y el exterior se
iniciaron ya a finales de la década de los sesenta.
Las afiliaciones culturales, lingüísticas y genéticas de los Hotì han sido tópicos de
debate, sin haberse establecido aun ninguna conclusión firme (cf. Guarisma y Coppens 1978;
Coppens 1983; Mattéi-Müller et al. 1997). En su gran mayoría, los Hotì son hablantes
monolingües aunque algunos pueden comunicarse en la lengua de tronco caribe del grupo étnico
aledaño, E'ñepa, y algunos pocos manejan un español básico. Existen muy pocas referencias
literarias acerca de los Hotì, y en su mayoría consisten en aseveraciones basadas en
observaciones poco sistemáticas, donde se los caracteriza como nomádicos y practicantes de
un estilo de vida descrito como cazadores-recolectores. Las relaciones entre los Hotì y su
ambiente, o aun, entre estos y otros grupos étnicos amazónicos no se ha registrado en la
literatura científica. El desconocimiento acerca de los Hotì se extiende incluso al mismo
Amazonas venezolano, donde tradiciones orales de indígenas como los Piaroa, Yabarana o
E'ñepa o de aquellos criollos rurales que escucharon acerca de ellos, los describen en términos
contradictorios. Así, la tradición oral define a los Hotì en una suerte de gradiente que se
extiende desde versiones cercanas a la literatura roussoniana donde los Hotì encarnarían bien
al buen salvaje, hasta aquellas percepciones que los tacha de salvajes, incontrolados o
incontinentes y prontos a defenderse con violencia de desconocidos. Muchas de estas
percepciones evidencian el desconocimiento que se posee de la cultura y la realidad Hotì.
I.3 Etnografía Etnobotánica.
Esta investigación se inserta en el corpus de la literatura etnobotánica desde dos
perspectivas, una imperativa descriptiva de etnografía etnobotánica Hotì, y otra, polémica de
6
verificación teórica. La exploración de ambas perspectivas provee elementos para la
verificación de las hipótesis.
La carencia de información acerca de los Hotì en general y de su relación con las
plantas específicamente, hace que el foco de investigación sea en primera instancia
etnográfico y se centre en las dinámicas culturales que integran el conocimiento botánico de
los Hotì con sus actividades diarias, incluyendo la descripción de las diferentes esferas de
integración hombre-plantas, tales como ideologías, usos, estrategias de manejo,
categorizaciones, nominaciones, y atributos perceptuales discriminatorios, entre otros. El
acercamiento al saber botánico Hotì se da desde los puntos de vista cualitativos y
cuantitativos, tanto conocimientos como conductas etnobotánicas Hotì se describirán aquí.
Central en este aparte, serán la verificación empírica y la descripción de las
categorías etnobotánicas Hotì, con respecto a sus correspondencias o divergencias con los
postulados de la Etnobiología, en especial los principios de clasificación y nomenclatura sensu
Berlin et al. (Berlin et al. 1966, 1973, 1974; Berlin 1972, 1973, 1976, 1992; Hunn 1976, 1982;
Bulmer 1967, 1970, 1974, 1979; Conklin 1954, 1962; Hays 1979, 1982, 1983; Kay 1971, 1975;
Atran 1985, 1987, 1990; Brown 1977, 1984, 1985).
I.4 Etnobotánica cuantitativa.
Se ha documentado a través de trabajos empíricos de clasificación etnobotánica
realizados en diferentes contextos etnográficos, que los sistemas de clasificación
etnobiológicos son complejos y comprehensivos (Brown 1985; Berlin 1992; Atran 1985; entre
otros). No obstante, se ha señalado que desde perspectivas comparativas los grupos humanos
cuyo sistema de subsistencia es agrícola poseen sistemas de nomenclatura y clasificación
más elaborados que aquellos grupos con tendencias menos agrícolas. La aseveración anterior
7
sugiere la exploración comparativa del conocimiento botánico poseído por grupos más
sedentarios versus aquellos con una orientación más nómada. Así, se ha afirmado que los grupos
con orientaciones predominantemente forrajeras poseen un conocimiento botánico menos
elaborado en el ámbito de las categorías genérico y específico expresado característicamente
en una politípia muy baja o ausente (Berlin 1992:131; Hunn y French 1984; Brown 1985) si se lo
compara con el de grupos horticultores (cf. Hunn y French 1984; Brown 1985). Se han
propuesto varias hipótesis para explicar esta diferencia, tales como: (1) bajas densidades de
población y altas movilidades de los grupos forrajeros (Hunn y French 1984); (2) contar con
una fuente de alimento alterna o con una suerte de garantía en contra de los riesgos
agrícolas, en caso de que los cultivos fallen (Brown 1985), (3) una mayor familiaridad con la
flora local en virtud de patrones de asentamiento más sedentarios (Balée 1994), y (4) aumento
de la biodiversidad local mediante la actividad humana (Logan y Dixon 1994). Pese a que se las
ha invocado repetidamente al interpretar las variaciones etnobotánicas entre los pueblos
neotropicales, ninguna de estas hipótesis propuestas, se han explorado adecuadamente. Los
Hotì constituyen un grupo atractivo para verificar esta hipótesis, ya que los datos etnográficos
sugieren que, a lo largo del continuo de estrategias de subsistencia de grupos de tierras bajas
neotropicales, exhiben un estilo de vida más cercano a aquellos descritos como cazadores-
recolectores.
En esta vena de ideas, se han señalado específicamente a los Hotì como potencialmente
representativos de grupos tendentes al nomadismo, cuyo patrón de movilidad se caracterizaría
por dedicar al menos seis meses al año a actividades de forrajeo (fundamentalmente caza y
recolección) lejos de un asentamiento base primordial relativamente permanente. Esta
conceptualización de patrón de movilidad e interacción ecológica se ha codificado como grupos
8
humanos trekking (Balée 1994:210). El aspecto a destacar aquí se refiere al postulado
hipotético de que los grupos trekking poseerían un conocimiento etnobotánico relativamente
pobre reflejado en la riqueza del vocabulario asignado a las plantas que a su vez redunda en un
menor despliegue en el ámbito de usos con respecto a aquellos grupos definidos como
primordialmente horticultores (Balée 1994:206). Es decir, en términos tanto utilitarios como
clasificatorios se predice que grupos humanos como los Hotì presentarán un menor
conocimiento de las plantas locales expresado ello en un número más bajo de plantas
reconocidas. Datos de grupos humanos descritos como trekking en las tierras bajas del Brasil
parecen reflejar un inventario de plantas mucho menor y, más importante aun, una mínima
subdiferenciación de genéricos con respecto a grupos hortícolas ocupando un área ecológica
similar (Balée 1994:210-215). La substancial carencia de politípicos a nivel genérico se explica
como resultado de procesos asociados directamente a los patrones de movilidad y subsistencia
de los grupos humanos en cuestión. Se proyecta, según este modelo hipotético una relación
directa y proporcional entre las siguientes variables: una mayor aprehensión y conocimiento de
la flora local, en tanto mayor sea el sedentarismo y las prácticas hortícolas de los grupos
observados.
La falsificación de la hipótesis esbozada tendría lugar al comparar datos etnobotánicos
Hotì con aquellos colectados entre otros grupos de tierras bajas suramericanos bajo
metodologías similares ponderables tales como los llevados a cabo por W. Balée entre los
Ka'apor (1994) y Tembe (Prance et al. 1987), o por B. Boom entre los E'ñepa (1990) y Chácobo
(1989). Ambos autores usaron métodos de la etnobotánica cuantitativa, y realizaron entrevistas
individuales en parcelas de 1 hectárea de bosque, metodologías a grosso modo seguidas en este
estudio (véase aparte 1.7.2a).
9
I.5 Hipótesis
La exploración de la superficialidad o profundidad del conocimiento botánico Hotì, en
términos de la falsificación de las hipótesis, demanda la exploración de dos tópicos
entrelazados, aun polémicos, tanto en el corpus teórico etnobotánico como en la cotidianidad
de los seres humanos en general. Estos se expresan además en dos niveles de análisis: (a) los
aspectos cognitivos relativos a la homogeneidad o divergencia para organizar la realidad
botánica en torno, o bien, ¿cómo ilustra la etnobotánica Hotì al confrontársela con los
principios de clasificación (etno)biológicos?, en especial , ¿cómo se expresan las categorías
genéricas y específicas en el sistema clasificatorio Hotì? (Berlin 1992; Balée 1994) y (b) los
aspectos utilitarios relativos a los porcentajes de plantas locales conocidas y utilizadas por
grupos de tierras bajas suramericanas en parcelas de bosque, o bien, ¿cómo y cuánto de su
ambiente botánico utilizan los Hotì al compararse porcentualmente las categorías utilitarias
exploradas entre otros grupos étnicos similares? (Baleé 1994).
Los datos comparativos para explorar la veracidad de las hipótesis provienen de
trabajos cuantitativos donde se aplicaron explícitamente metodologías análogas a las
empleadas en este trabajo.
En resumen, las hipótesis de trabajo se sintetizan de la siguiente manera:
H Los Hotì, un grupo étnico del Amazonas venezolano, posee un conocimiento botánico
relativamente pobre o menor al comparárselo con otros grupos amazónicos.
Ho Los Hotì, un grupo étnico del Amazonas venezolano, posee un conocimiento botánico
relativamente similar o mayor al comparárselo con otros grupos amazónicos.
10
I.6 Permisología.
El trabajo de campo se inicia antes de empezar la colección de datos o el estudio per
se. En 1996, la legislatura venezolana exigía de los investigadores involucrados en proyectos
de investigación en el Amazonas, al menos cinco permisos evaluados, procesados y renovados
anualmente por las instancias correspondientes de acuerdo a la naturaleza de los estudios. El
engorroso proceso se inicia con la solicitud de permiso a colectar muestras botánicas en la
Fundación Instituto Botánico de Venezuela (FIBV) dependiente del Jardín Botánico de
Venezuela bajo la jurisdicción del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales
Renovables (MARNR). Luego de al menos tres meses de espera y de resultar efectivo el
otorgamiento del permiso de colección botánica, se puede optar a solicitar el segundo
permiso en la División de Asuntos Indígenas (DAI) nivel nacional, dependencia del Ministerio
de Educación (ME). Al otorgarse ambos permisos a nivel nacional, las instancias regionales de
MARNR y ME deben apoyar o denegar los estudios propuestos. Por el MARNR corresponde al
Servicio Autónomo para el Desarrollo del Estado Amazonas (SADA) otorgar la tercera
aprobación, en tanto que la cuarta es prioridad de la ORAI (Oficina Regional de Asuntos
Indígenas). Finalmente, debe contarse con el permiso de la Gobernación del Estado
Amazonas (GEA), emitido paradójicamente por la Oficina de Turismo Regional (OTR). Todos
estos permisos deben ser aprobados por el Ministerio de la Defensa, a través del Regimiento
de la Guardia Nacional de Venezuela (GNV), sectorial Puerto Ayacucho, capital del Estado
Amazonas. La tramitación de la permisología puede tomar con facilidad un año, máxime
cuando las reglas del juego cambian a medio camino como sucedió en nuestro caso.
A finales de 1996, la cancillería venezolana se subscribió al Tratado de Cartagena,
comprometiéndose a preservar y conservar no sólo los recursos genéticos sino también los
11
denominados recursos intangibles, que incluyen el conocimiento (etno)botánico de los
miembros de las comunidades locales. Sin embargo, no fue sino hasta 1998 cuando se
legislaron y modificaron los términos de la permisología. De esta manera, los permisos de
colección botánica son actualmente emitidos por la Dirección de Vegetación, adscrita a la
Dirección General Sectorial de Información Ambiental, del MARNR y requiere de la
conformación por las dependencias de SADA, DAI, ORAI y de la ONG indígena conocida
como ORPIA (Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas). Conformaciones por
la OTR y GNV son muy recomendados también. Sin embargo, para obtener los permisos de
colección es imperativa actualmente, la tramitación del Contrato de Acceso a los Recursos
Genéticos, sin el cual los restantes permisos no son otorgados ni procesados. Obtener este
contrato es complejo y difícil, sólo sería justo añadir que gran parte de la legislación actual
venezolana pertinente está aun en revisión lo cual dilata el proceso usualmente mas allá de
los fondos de investigación disponibles.
El presente proyecto se condujo con todos los permisos vigentes en cualquier etapa
de su ejecución, aunque debe señalarse que la tramitación de la permisología, sin duda
restringió períodos de campo más prolongados.
I.7 Estudio de campo.
La investigación de campo se inició en Mayo de 1996 y finalizó en Febrero de 1999 de
los cuales un total de 20 meses se dedicaron a la colección de datos sistemáticamente, sin
incluir los períodos de traslados. Como se mencionó en el proyecto original, durante todas las
fases de trabajo de campo se contó con la compañía, colaboración, consejo y estimulo de mi
esposo, Stanford Zent, quien estaba llevando a cabo un proyecto paralelo y comprehensivo
entre los Hotì, titulado La Ecología del Comportamiento entre los Indígenas Hotì del
12
Amazonas Venezolano en relación a sus Prácticas de Recolección, Cacería, Agricultura y
Movilidad Espacial. En los apartes siguientes se especifican los períodos y naturaleza de las
fases de estudio de campo.
I.7.1. Fase Preliminar de Estudio de campo
En Agosto de 1994, se llevó a cabo una primera exploración del área Hotì de Caño
Mosquito y Caño Iguana. Durante los meses de Mayo a Agosto de 1996 se condujo una
exploración más intensiva y general de las poblaciones y territorios Hotì. Parte de esta
exploración se llevó a cabo con el estudiante de doctorado Robert Storrie de la Universidad
de Manchester, Inglaterra. Los fines de esta exploración pueden resumirse como sigue: (1)
evaluar las variaciones socio-ecológicas, (2) seleccionar la(s) comunidad(es) para el estudio
intensivo, y (3) alcanzar un primer acercamiento con el idioma Hotì. Durante esta
exploración, se visitaron, mapearon y registraron los asentamientos Hotì de las siguientes
regiones: Río Asita, Caño Iguana, Caño Majagua, y Caño Mosquito, Estado Amazonas; y Alto
Río Cuchivero y Caño Kayamá, Estado Bolívar, al sur del Orinoco en Venezuela. Con la ayuda
de instrumentos como el GPS se calcula que se caminaron alrededor de 500 km de área
considerada tradicionalmente Hotì. La mayoría de las asentamientos Hotì están distribuidos
de manera aislados unos de otros, variando el número de miembros que ocupan el mismo
asentamiento en un rango que va desde 4 personas hasta el asentamiento de la misión de
Kayamá que puede alcanzar en algunas épocas del año entre 200 a 300 Hotì. El Censo
Indígena de 1992 (OCEI 1993), reporta 643 Hotì distribuidos entre aproximadamente 25
comunidades, y el registro censal llevado a cabo en esta investigación alcanza a 750 Hotì.
Sobre la base de esta exploración se seleccionaron cuatro comunidades para el estudio
intensivo (véanse Mapas Nº 1 y Nº 2 al final de este capítulo): Caño Iguana, Caño Majagua
13
(Medio), caño Mosquito (Medio) en el Estado Amazonas y San José de Kayamá en el Estado
Bolívar. La selección pretende abarcar el rango observado de diversidad ecológica y social,
tales como diversificación de recursos naturales, de formaciones de bosques, de
concentración de población, de niveles y tipos de contactos interétnicos, etc. En el capítulo
dos se ofrece una descripción detallada de las diferencias y similitudes entre los cuatro
asentamientos.
I.7.2.Fases de Estudio de campo Intensivo
Los períodos de estudio de campo intensivo se extienden desde Enero a Abril de
1997 para la primera fase, desde Mayo a Septiembre de 1997 para la segunda fase, desde
Enero a Mayo de 1998 para la tercera fase, y desde Septiembre de 1998 a Febrero de 1999
para la última fase de colección de datos.
Vale destacar aquí la mayor dificultad encontrada en el campo en términos de
colección de datos: la comunicación con los Hotì en su propia lengua. Dado que estos son casi
en un 100% monolingües, los datos se registraron mayormente en Hotì, lenguaje complejo no
literario independiente. El registro de datos en lengua nativa, agudiza la precisión no
mediatizada por traducciones, pero obliga a una mayor inversión de tiempo en el aprendizaje
de la lengua del cual no estuvimos exentos. El aprendizaje de la lengua Hotì requirió de
inversiones diarias de dedicación desde el primer al último día de colección de datos. Sin
duda, al paso de los meses el nivel de comunicación e interacción entre los Hotì y el autor se
tradujo en más eficiente cuando se ganaba más habilidad en tal lengua. Una mayor
comunicación en Hotì redundó en un acercamiento más apropiado a la exploración del
conocimiento etnobotánico entre los Hotì, que permite considerar pocos márgenes de error
en la colección de datos atribuibles a una pobre comprensión de la lengua.
14
Los datos sobre el conocimiento botánico entre los Hotì, se colectaron mediante
métodos cualitativos y cuantitativos. Las técnicas cualitativas usadas abarcan básicamente,
entrevistas sistemáticas contextualizadas y no-contextualizadas, interacción social, observa-
ción participativa diaria, así como el registro de la elaboración de artefactos a partir de
plantas locales, además, se realizaron sistemáticamente colecciones (etno)botánicas generales.
Las técnicas cuantitativas se centraron en los estudios de las parcelas botánicas y las
entrevistas etnobotánicas realizadas en ellas, además de las observaciones focales de uso y
manejo de plantas. Ambos métodos beneficiaron la exploración en torno a la manera en que los
Hotì organizan y utilizan su dominio vegetal.
La descripción sintética de la colección sistemática de los datos de conocimiento
botánico entre los Hotì llevada a cabo a lo largo de las fases de trabajo de campo, puede
detallarse así: (1) se registró tanto el conocimiento general acumulativo de este grupo
étnico sobre las plantas de su medio como (2) la variación del conocimiento de diferentes
individuos de acuerdo a variables como sexo y edad, etc., además (3) se participó
directamente en actividades agrícolas, de colección y de cacería donde las plantas
representan papeles relevantes y (4) se registraron datos climáticos locales.
I.7.2a Colección de datos sobre el conocimiento general etnobotánico Hotì.
Con respecto al primer objetivo, se recolectaron un total de 2340 muestras (etno)
botánicas siempre acompañada de colaboradores Hotì, de las cuales el 75% (1755)
corresponden a muestras fértiles y un 25% (585) a muestras estériles dado que no se
encontró partes fértiles de los individuos colectados. Los números botánicos colectados se
depositaron en el Herbario “Víctor Manuel Ovalles” (MYF) de la Facultad de Farmacia de la
Universidad Central de Venezuela (UCV), Caracas, bajo el cuidado del curador Dr. Stephen
15
Tillett. Cada número consiste de al menos 5 especímenes botánicos, que además de MYF
están siendo depositados en dos herbarios regionales, el Herbario Julian Steyermark de
SADA-Amazonas, Puerto Ayacucho (TFA), Estado Amazonas, y el Herbario de la Universidad
de Guayana, Puerto Ordaz, Estado Bolívar, además del Herbario Nacional de Venezuela
(VEN), en Caracas. La información colectada para cada número botánico es florística,
ecológica y cultural (nombre local, determinación tentativa, altitud, coordenadas geográficas
donde se colectó determinadas con GPS, altura aproximada de la planta, hábitat, diámetro a
la altura de pecho [DAP], usos y técnicas de preparación, informante, fecha, etc.). Las tablas
a continuación grafican los formatos generales utilizados en la colección de este tipo de
datos, la especificidad de la planta colectada en ocasiones demandaba el registro de datos
únicos a la misma (e.g. plantas inductoras de la cacería, o distribuídas en áreas particulares
cercanas a la provincia tepuyana, etc.).
Tabla N°I.1: Formato para colectar datos etnobotánicos: especímen. Fecha Area
Localidad (nombre local) Posición Astronómica
Altitud Clima Suelo
Tipo de Vegetación Habitat general
Forma de Vida botánica sistemática Forma de Vida Hotì
Familia
Nombre Local Nombre Latín
Altura Diámetro Color: hojas flor fruto corteza raíz otros Descripción: Flor
Emergente Canopia Presencia Dominante Abundante Común Rara
16
Fruto Hojas Corteza Tendril Otros
Tabla N°I.2: Formato para colectar datos etnobotánicos: persona. Persona quien ofreció la información Usos
Nombre Parte usada
Edad aproximada Comestible (partes)
Sexo Medicinal
Tecnología Nativo de la localidad o no Construcción
¿Cuánto tiempo ha vivido allí? Mágica
Instrumento
Tecnología caza/pesca
Otros Procedimiento
Preparación
Proceso
Etapa de crecimiento ideal para colectar
Fitoindicadora
Otros
Se registró directamente además, el conocimiento y usos de los Hotì acerca de las
plantas mediante la observación participativa y numerosas entrevistas contextualizadas y
no-contextualizadas. Esto último se refiere a al menos dos tipos de entrevistas: (a) a la
primera actividad de colecta de datos emprendida y que consistió en solicitar a los Hotì que
mencionaran los nombres de todas y cada una de las plantas que pudiesen recordar (un rango
variable entre 77 y 209 plantas fueron mencionadas por los diferentes entrevistados en
eventos únicos). A un total de 15 Hotì de diferentes edad/sexo y asentados en las cuatro
comunidades seleccionadas, se los entrevistó de esta manera (las edades varían entre 9 y 55
17
años aproximadamente); y (b) a conversaciones sistemáticas donde la intención era
profundizar los criterios categóricos de clasificación, enfatizando la especificación de
atributos perceptuales, utilitarios o contextuales en la tarea de segregar el dominio vegetal
a través del continuum de agrupamientos codificados en lengua Hotì. Usualmente este tipo
de entrevistas se llevó a cabo en las viviendas Hotì, fuera del contexto botánico per se. El
considerar a estas entrevistas no-contextualizadas es sólo un ajuste metodológico, útil para
el analista, sin implicar que se indaga sobre el conocimiento botánico aparte de su realidad
cognitiva, sino más bien que no se exploro in extenso la percepción Hotì con respecto a la
dicotomía naturaleza versus cultura. Dado que tal dicotomía está codificada en la lengua
Hotì y que las plantas mencionadas o los referentes no estaban cerca de la percepción del
hablante, resulta honesto diferenciar este tipo de entrevistas de aquellas donde las plantas
se encuentran perceptualmente cercanas o están incluso siendo manipuladas.
Las entrevistas contextualizadas se realizaron junto con las colecciones botánicas y las
observaciones de actividades asociadas a las plantas. En general, se llevaron a cabo dos tipos
de entrevistas: (a) entrevista centrada en artefactos, que consiste de indagaciones acerca de
qué planta(s) se usan para fabricar un artefacto cultural particular, ello seguido de la colección
de la planta(s); y (b) entrevista de inventario, que implica la colección activa de especímenes
botánicos y la subsecuente entrevista indagando nombres, nociones ideológicas asociadas a la
planta, usos, etc. (Boom 1989:81). Se usaron procedimientos botánicos standard de
manipulación y colección de campo (Tillett 1995).
I.7.2b Colección de datos sobre variación del conocimiento botánico entre los Hotì.
Con respecto al segundo objetivo, se establecieron un total de cuatro parcelas
forestales de 1 hectárea cada una (20 m x 500 m), ubicadas respectivamente en cada una de
18
las cuatro localidades de estudio intensivo mencionadas antes. En estas 4 hectáreas, todos
los individuos mayores de 10 cm DAP fueron medidos, su altura se calculó y se los marcó con
rótulos numerados consecutivamente, además se tomaron muestras botánicas de todos ellos,
preferiblemente fértiles (incluye árboles, lianas y palmas básicamente). Estas parcelas están
ubicadas en tipos de bosques diferentes, por ello presentan diversas composiciones y
densidades de plantas madereras (Caño Iguana 355 individuos; San José de Kayamá 538;
Caño Mosquito 556; y Caño Majagua 563), observándose que comparten sólo entre 14% y
30% de las especies. Además de datos florísticos y fitoecológicos, las parcelas permitieron
el cumplimiento de uno de los objetivos centrales del trabajo, medir la variación de
conocimiento botánico de los Hotì a través de entrevistas etnobotánicas sistemáticas.
En las parcelas, se realizaron 104 entrevistas totales con Hotì de diferentes edades-
sexo cubriendo un amplio espectro de la población (infantil a adulta, desde 6 a 60 años
aproximadamente). A cada uno de los 104 Hotì se les preguntó acerca de todos los individuos
marcados en la respectiva parcela de la localidad donde se llevo a cabo la entrevista. Todas
las entrevistas se condujeron en lengua Hotì y el tiempo de duración de cada entrevista
varía entre 5 y 15 horas. Las entrevistas consistieron en solicitar la siguiente información
para cada individuo botánico, nombre genérico e indagar si se nominaba con un nombre
específico, forma de vida, usos y otra información cultural (ideológica por ejemplo) o
ecológica. En las comunidades más nucleadas de las misiones (KA y CI), los informantes no
fueron realmente seleccionados, diría mas bien que ellos decidieron participar y colaborar en
las entrevistas cuando durante visitas expresaban su deseo de cooperar al solicitárcelos.
Cada entrevista fue compensada con lo que cada Hotì demandase (bienes materiales puesto
que pocos conocen o manejan dinero). En las comunidades pequeñas (MA y MO), en cambio,
19
todos los individuos mayores de 6 años fueron entrevistados, incluso se solicitó en varias
oportunidades a Hotì de otras comunidades acercarse (usualmente a un día de camino) a la
parcela para realizar las entrevistas.
I.7.2c Datos acerca de las tareas de subsistencia Hotì relativas al manejo de plantas.
Con el objeto de determinar los componentes estructurales y procesuales del sistema
de cultivo agrícola de los Hotì se llevaron a cabo inventarios generales y censos de individuos
de plantas cultivadas en parcelas de muestreo de 100 m² en lotes agrícolas o conucos de
diferentes edades. Se inventariaron un total de 111 parcelas agrícolas en el mismo número de
conucos y se trazaron mapas de las áreas de extensión superficial de 30 conucos. Se
realizaron además 90 observaciones sistemáticas de diferentes Hotì realizando diversas
actividades de subsistencia en las que las plantas son centrales, tales como: recolección de
frutos silvestres, insectos o larvas, pesca donde la carnada la constituye frutos silvestres,
así como jornadas de cacería donde las plantas cumplen un papel más bien mágico o son
precisamente los frutos de determinados árboles los que atraen a los animales de cacería así
como a los Hotì que se acercan a tales plantas para cazar. Las tareas agrícolas, también
fueron objeto de observaciones sistemáticas, abarcando el rango de siembra, alporque y
cosecha en las diferentes estaciones anuales y regiones. Esta metodología implica
permanecer con los Hotì durante todo el día o el transcurso de tiempo que realizan la
actividad y registrar cada cinco minutos la actividad que se lleva a cabo.
I.7.2d Datos climáticos locales de las comunidades Hotì frecuentadas.
Se registraron datos locales de temperatura, humedad relativa y pluviosidad de 429
días en las áreas frecuentadas durante el trabajo de campo. Para ellos se contó con
termómetros de mínima/máxima, y que además estimaban la humedad relativa. Para la
20
colecta de lluvia se instaló un pluviómetro portátil. La lectura de datos consistió en una
actividad diaria al inicio de cada día.
23
Capítulo II –
Contextualización: los Hotì y la Investigación.
Este capítulo pretende ofrecer una panorámica global del contexto que circunda a los
Hotì. En términos generales, se bosqueja el lugar numérico proporcional de los Hotì en el
abanico de culturas en Venezuela, y se discuten las nominaciones dadas a este grupo étnico.
En términos más específicos, se ofrece una discusión acerca de los agentes de contacto
cultural con los Hotì, los aspectos demográficos de los que se dispone data y las tipologías
de asentamiento Hotì, en especial de aquellos asentamientos seleccionados para la
investigación intensiva.
II.1 Grupos étnicos en la Guayana venezolana.
Actualmente, Venezuela encierra dentro de sus bordes político administrativos a
aproximadamente 33 grupos étnicos diferenciados cultural y lingüísticamente, que alcanzan a
308.762 personas distribuidos en 10 de los 23 Estados en que se divide el país. Veinticinco de
esas etnias, han ocupado tradicionalmente áreas de la Guayana venezolana (véase Mapa Nº 3) de
los Estados Bolívar y Amazonas (divididos en tres troncos lingüísticos principales: Caribes:
Akawayo, E'ñepa, Kariña, Mapoyo, Pemón, Yabarana, y Ye'kwana; Arawako: Arawak, Baniva, Bare,
Kurripaco, Piapoko, Puinave, Uruak, Warekena, Yeral; y Sáliva: Mako, Piaroa, Saliva; además de
algunos grupos sin afiliación lingüística y considerados hasta ahora Independientes: Guajibo,
Hotì, Pume, Sanema, Sape, y Yanomami). Estos 25 grupos para 1992 sumaban una población
total de 72.938 personas o el 24% de la población indígena de todo el país (OCEI 1993:42), de
24
los cuales los Hotì constituían tan sólo el 0.9% es decir, 643 personas. En otros términos, los
Hotì constituían el 0.2%. de la población indígena total de Venezuela. Hasta este momento, no
se han trazado relaciones lingüísticas, culturales o genéticas entre los Hotì y ninguno de los
grupos mencionados. Es decir, para la ciencia etnográfica, los Hotì conforman un grupo humano
independiente. Se presenta a continuación un aporte al conocimiento etnográfico y a la historia
de contactos entre los Hotì.
II.2 Denominación.
El grupo étnico que nos ocupa es conocido en la escasa literatura sobre ellos y en la
tradición oral regional, bajo diferentes denominaciones. Al insertarse en la literatura científica,
el desconocimiento acerca de los Hotì, lleva a confundir a los investigadores sobre la
denominación adecuada o en sus efectos la autodenominación aplicada a ellos. La confusión
escala a proporciones al tratar de descifrar ¿de cuál grupo en realidad se trataba?, en términos
de aquellos mencionados por viajeros y exploradores presumiblemente ocupando el área
geográfica Hotì actual. Se pensó que los Hotì podrían corresponder a algún grupo no
contactado, tal vez a uno de los siguientes: Chicano, Shikana, Orechicano, Waruwarú,
Waruwadú, Yabarana monteros, Jajá, o ¿sería un nuevo grupo humano hasta ahora desconocido?
(Humboldt 1956:343; Codazzi 1841:272; Koch-Grünberg 1913:467; Wilbert 1963:125; Jangoux
1971:1; Coppens y Mitrani 1974:133; Coppens 1975:65; Coppens 1983:251). Trabajos de campo
preliminares permitieron definir tempranamente en la historia reciente de contactos con los
Hotì, que Chicano, Shikanos y Waruwaru, considerados como diferentes, correspondían en
realidad a los Hóti (Coppens y Mitrani 1974:133; Coppens 1983:252). Otras apelaciones con las
que se los ha conocido, son las siguientes Hodï, Joti, Jodi, Hotì, Yuana, y Yowana. Estos dos
últimos términos, considerados por los misioneros como autodenominaciones, podrían ser tal vez
25
las transcripciones iniciales del complejo término de parentesco afinal luwena, que podría
traducir usual pero no exclusivamente contemporáneo de ego con el que se intercambian bienes
(incluidas esposas potenciales) y servicios, además recibe un trato deferente especial. Al
parecer, los Hotì se conocen como Rua o Rue entre los Yabarana (Keogh 1995:47).
Se ha adoptado aquí la denominación Ho, que traduce hombre, siendo la forma Hotì
hombres, puesto que el plural de seres humanos y animales se construye en esta lengua con el
sufijo tì. Sin embargo, está nominación no es inclusiva de los seres humanos que integran ese
grupo étnico, por el contrario, no excluye a ningún ser humano. Si se los insta a
autodenominarse, se referirán a ellos mismos como lìõ Hotì, que traduce los verdaderos hombres
o los hombres tipo en términos de clasificación comparativa, aunque consideran a todos los
seres humanos como Hotì. No se registró ningún caso en que los Hotì se autodenominaran sin
solicitárselos explícitamente. A diferencia de muchas lenguas, la Hotì no codifica diferencias
aparentes entre los diversos grupos culturales. Ello no indica que los Hotì no aprecien las
diferencias entre ellos y otros grupos étnicos, las conocen y comentan. No obstante, reconocen
también múltiples diferencias entre los diversos grupos residenciales Hotì.
La autodefinición Hotì no constituye un criterio claro para segregarlos como grupo
étnico. La perspectiva interna de ¿quién constituye mi grupo o gente? es bastante restringida.
Así, los miembros identificados con ego constituyen mayormente su grupo de subsistencia y
residencia especial pero no exclusivamente si existen lazos de parentesco entre ellos y (aunque
no se podría afirmar que existe un patrón bien definido), especialmente la descendencia
paterna. Individuos que no cohabitan pueden en algunos casos considerarse gente de ego si
lazos de parentesco bien definidos se crearon durante las edades tempranas. Existen
divergencias significativas a esta última aseveración que impiden considerarla como regla. Sin
26
embargo, es desde la perspectiva externa que se construye la segregación de los Hotì como
grupo étnico global diferenciado.
Los criterios que privan aquí, para considerar a los Hotì como grupo étnico definido son
especialmente tres: (1) Lingüísticos, comparten la misma lengua inteligible para un grupo
determinado y limitado. (2) Culturales de subsistencia, poseen las mismas pautas de explotación,
manejo, extracción y conocimiento de la biota local, además construyen el mismo tipo de
viviendas y trazan patrones de asentamientos similares (véase capítulo IV) y (3) Culturales
conductuales, comparten las mismas o similares formas de comportamiento al interactuar entre
ellos o con foráneos (e.g. poca empatía hacia individuos débiles o enfermos, o aquellos torpes en
el movimiento por la selva, etc.), fabrican los mismos tipos de adornos y ropajes, utilizan los
mismos símbolos corporales de transición de edad infantil a adulta (como tapones nasales en
orificios practicados en el tabique superior de la nariz), verbalizan símbolos culturales análogos
como ontologías, etc.
II.3 Afiliación lingüística.
La afiliación lingüística de la lengua Hotì ha sido materia de debate debido a la
carencia de datos definitivos. Hasta ahora, al igual que el Yanomami, el Hotì se clasifica
como lengua independiente (Henley 1982:24).
Se ha sugerido una conexión genética entre las lenguas Hotì y Piaroa, dada la
frecuencia aparente de cognados (Jangoux 1971; Eibl-Eibesfeldt 1973; Guarisma 1974;
Coppens y Mitrani 1974; Durbin citado en Coppens 1983; Vilera 1985; Zent 1999). En apoyo
de este argumento, se han observado similaridades en aspectos sintácticos, semánticos y
morfológicos de ambas lenguas (Stanford Zent, comunicación personal). Otro hecho curioso,
27
es que los nombres en Hotì para muchas de las plantas de cultivo son muy similares a aquellos
en Piaroa (Ibid).
Se han señalado también otras potenciales afiliaciones lingüísticas, como con los
Yanomami (Mosonyi citado en Coppens 1983), con el tronco Caribe en especial con el
Yabarana (Wilbert 1963; Guarisma 1974), o más recientemente (Mattéi-Müller et al. 1999),
con los Makú, otro grupo sin afiliación lingüística hasta ahora, hablado por un grupo de
cazadores-recolectores asentados en la región del Vaupés de Colombia y Brasil,
alegadamente similar a los Hotì. En esta vena de ideas, otro lingüista, Marshall Durbin
(1977:34), sugiere que los Hotì constituyen un grupo étnico remanente cuyos ancestros
probablemente fueron uno de los habitantes originales de las Guayanas.
La afiliación de la lengua Hotì con la Piaroa, resulta sin duda la más sustentada por
las observaciones lingüísticas previas. No sólo ha sido sugerida por la mayoría de lingüistas
que han tenido acceso a vocablos Hotì, sino que cobra mas fuerza a la luz comparativa de
nuestra propia base de datos lingüísticos tanto en Piaroa como en Hotì (S. Zent comunicación
personal).
Según S. Zent, la lengua Hotì cuenta con 16 fonemas vocálicos y 14 consonantales. A
menos que se especifique lo contrario, los símbolos utilizados aquí para representar tales
fonemas se presentan en las tablas Nº II.1 y Nº II.2.
Tabla N° II.1: Fonemas vocálicos. no redondeado redondeado alto i iõ u uõ ì ìõ medio e eõ o oõ è èõ bajo á áõ ò òõ anterior central posterior
28
Tabla N° II.2: Fonemas consonantales.
bilabial alveolar palatal velar glotal Oclusiva oral - voz - asp t cË k + asp ·t ·cË ·k + voz b Fricativa + asp h Líquida - asp l + asp ·l Semivocal - asp w y + asp ·w ·y
Como se observa en la Tabla Nº II.1 la nasalización se representa con el signo “ õ “
sobre los fonémas vocálicos. Los sonidos de los fonémas son aproximadamente como se
especifica a continuación:
i como iris iõ como i nasalizada e como elixir eõ como e nasalizada è como hay en Inglés èõ como è nasalizada ì casi como but en Inglés ìõ como ì nasalizada u como columpio uõ como u nasalizada ò como bought en Inglés òõ como ò nasalizada o como óleo oõ como o nasalizada á como alambre áõ como mañana ·t como two en Inglés t como torta cõ como chayota ·cõ como church en Inglés ·k como cut en Inglés
29
k como kiko b como boca h como jalar ·w como Juan w como guamo II.4 Agentes de contacto previos en la realidad Hotì.
La historia de los Hotì es prácticamente desconocida. Además de su tradición oral, la
historia conocida de los Hotì data de su reciente contacto con la cultura occidental. Tal vez
debido al difícil acceso al área Hotì, tales contactos han tenido lugar en realidad en los
últimos 30 años. Pueden destacarse al menos cuatro agentes de contacto Hotì-cultura
occidental, que han causado efectos y traído consecuencias significativas para los Hotì: (1)
científicos, (2) misioneros, (3) grupos étnicos locales y (4) mineros indígenas y/o criollos. Tal
gama de contactos, aunque reciente, ha generado en el último lustro una suerte de gradiente
de acercamientos que se extiende desde jóvenes Hotì trasladados a ciudades venezolanas
para emprender estudios básicos, hasta algunos Hotì no contactados (algunos visitados por
nosotros). Pese a la complejidad de este rango, pueden destacarse elementos culturales Hotì
que declaran su especificidad y permanencia.
Antes de iniciar el discurso acerca de la especificidad de contactos Hotì-mundo no
Hotì, resulta pertinente una aclaratoria. Dado que el trabajo de campo de la presente
investigación no ha tenido por objeto observar los términos en los que se plantean las relaciones
entre Hotì y científicos, misioneros, otros indígenas o criollos, la colecta de datos no refleja
tan compleja realidad. Así, de manera explícita se quiere enfatizar aquí, la intención de no
expresar juicios de valor acerca de la polémica temática indígenas-mundo externo. Antes bien,
los aspectos a exponer son potencialmente pertinentes en tanto influencian, contribuyen,
afectan o no, la aprehensión del conocimiento botánico entre los Hotì.
30
II.4.1 Científicos.
En la literatura científica, la mención acerca de los Hotì, es por demás escasa. La
primera referencia conocida acerca de los Hotì aparece al inicio de este siglo, cuando
Theodore Koch-Grünberg (1913:468), denominándolos Waruwadu, los tilda de grupos salvajes
y hostiles ocupando las cuencas de los ríos Caura, Erebato y Ventuari. Koch-Grünberg jamás
vió o contactó a un solo Hotì, su información proviene de la tradición oral, probablemente de
sus guías indígenas Ye'kwana dada la nominación que da a los Hotì.
Todavía aun en la segunda parte de este siglo, los estudios etnográficos emprendidos
entre los Hotì se han caracterizado por ser breves y superficiales. Iniciándose en 1961, con
el arqueólogo José María Cruxent, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas
(IVIC), quien con ayuda de guías E'ñepa y Yek'wana, fue el primer científico occidental en
contactar a los Hotì del área del Alto Cuchivero, alrededor del río Kayamá (tributario del río
Ventuari, a su vez tributario del Orinoco), Estado Bolívar. Luego de una estadía de pocos
días, Cruxent escribe las primeras impresiones de los Hotì para la ciencia, aunque nunca las
publicó. De los sesenta, se conoce solamente una otra mención, que tuvo lugar en 1969 cuando
Jean-Paul Dumont (Jangoux 1971), quien conducía un estudio de campo entre los E'ñepa,
conoció en el río Zariapo (tributario del río Cuchivero) a dos mujeres Hotì cazadas con
hombres E'ñepa.
La década de los setenta en cambio, reúne el grueso de la literatura Hotì. Iniciándose
con la visita de Jacques Jangoux, fotógrafo belga con interés etnológico serio. Jangoux
contactó en dos oportunidades a los Hotì del Alto Cuchivero, un breve recorrido primero en
1970 y una visita de 23 días en 1971, cuando estuvo acompañado de Henry Corradini y María
Eugenia Villalón. Fruto de estos encuentros Jangoux produjo un interesante manuscrito
31
lamentablemente no publicado aun, que pese al corto período de observación, aporta valiosas
y precisas aseveraciones acerca de la forma de vida Hotì (1971). Henry Corradini, también
fotógrafo, luego de fallidos intentos logró contactar a los Hotì en 1971 y viajó en varias
oportunidades a su territorio de ocupación. Corradini escribe sus vívidas impresiones al
contacto con ellos (1973). También en la década de los setenta, tiene lugar la investigación
previa más extensa publicada entre los Hotì, conducida por Walter Coppens, antropólogo
belga quien los visitó en tres oportunidades durante las estaciones secas de los años 1972,
1973, y 1976 (Coppens 1983:249). Phillipe Mitrani, antropólogo francés, acompañó a Coppens
en los últimos dos recorridos, y conjuntamente publicaron un interesante reporte
etnográfico (1974). Aunque el trabajo de Coppens no es ni extenso ni intenso, constituye el
único material etnográfico accesible acerca de la subsistencia y cultura material Hotì,
especialmente la versión extensa de su artículo de 1983. El etólogo alemán Irenaus Eibl-
Eibesfeldt publicó en 1973 una descripción etnográfica de los Hotì del área del Caño Iguana,
que aporta precisas observaciones de primera mano. Una lista de palabras Hotì se publicó a
finales de los setenta (Guarisma y Coppens 1978). Dos estudios de pregrado ricos en datos
etnográficos y lingüísticos, se han conducido entre los Hotì, en ambos casos se trata de
estudiantes venezolanas de la Universidad Central de Venezuela (Guarisma 1974; Vilera
1985). Salvo este último trabajo acerca de la morfología de la lengua Hotì, la década de los
ochenta ofrece sólo una investigación adicional publicada entre los Hotì, aquella sobre
consideraciones corporales entre 24 individuos Hotì, llevada a cabo en la misión de Kayamá,
por la antropóloga venezolana Nalúa Silva Monterrey (1989).
Como protegidos del mundo académico, los Hotì permanecieron excluidos del corpus de la
literatura científica por una década. Diversas circunstancias, ajenas a los Hotì, han
32
volitivamente castrado o impedido la investigación científica entre este grupo étnico. Se
conocen al menos tres proyectos de estudios que nunca cumplieron su acometido original,
uno en la vena de la Ecología humana, otro enfocado en Antropología social etnográfica y el
otro orientado hacia la Antropología simbólica, propuestos por tres estudiantes
estadounidenses con la intención de llevar a cabo sus investigaciones de grado doctoral. El
estudiante del primer proyecto sufrió agresivos ataques aunque no físicos, por parte de un
antropólogo belga (con influencia política en la comunidad científica venezolana), que
degeneraron en dificultar el acceso a la permisología y como corolario a la investigación de
campo. Los involucrados en los otros dos proyectos, ventilaron sin cohibiciones sus criticas a
la Misión Católica, cuyo costo político derivó en la no cooperación de los misioneros hacia
ellos y sus proyectos. Como consecuencia, uno de los proyectos jamás se llevó a cabo y el
otro sufrió un cambio de orientación para convertirse en un estudio poco acabado basado en
pocas observaciones de campo intermitente. Pese a las limitaciones, el mayor aporte de este
último trabajo consiste en reflexiones acerca de la política, realidad, contradicciones y
ambigüedades de la presencia y percepción de agentes de poder occidental (misioneros,
antropólogos, etc.) con respecto a y en virtud de los indígenas tomando a los Hotì como
cebada de meditación, a ello se añaden algunas observaciones etnográficas poco sustentadas.
Significativamente algunos aspectos etnográficos Hotì se extrapolan exitosamente en éste
último trabajo (Keogh 1995).
La década de los noventa ha contado con cierto tráfico de científicos en el área Hotì. Al
presente proyecto y al mencionado antes, llevado a cabo por Stanford Zent, se suma el
proyecto del estudiante británico Robert Storrie, quien realizó trabajo de campo intensivo
entre los Hotì de la comunidad de Kayamá como parte de sus investigaciones de tesis de
33
doctorado. Sin embargo, los tres proyectos se encuentran en etapa de procesamiento de
datos y no se conocen aun resultados manuscritos o publicados de ninguno de ellos.
II.4.2 Misioneros.
En el área de ocupación tradicional Hotì, (co)existen dos misiones religiosas, separadas
por 100 km de distancia en línea recta, las cuales constituyen sin duda los vectores de
contactos más permanentes de los Hotì con el resto del mundo.
En Septiembre de 1969, dos misioneros protestantes de la Misión de las Nuevas Tribus
(MNT), Ron Bodin y Paul Dye, encuentran por primera vez a los Hotì. Advertidos por conversos
Piaroa de la presencia de un grupo humano desconocido alrededor, quienes habrían sido vistos
por otros Piaroa, ambos misioneros sobrevuelan inicialmente el área del Caño Iguana, Estado
Amazonas, (afluente del Asita a su vez afluente del Ventuari), y luego de detectar con
dificultad lo que parecían viviendas de palma deciden explorarlas en el terreno dos días mas
tarde, acompañados de ocho guías Piaroa (Bodin 1969; Dye 1970). Luego de remontar los ríos
Manapiare, Ventuari y Asita, el grupo sube por el Caño Iguana hasta donde permite la
navegación, la base del raudal grande. Acampan y caminan por dos días antes de encontrar
señales frescas de presencia humana y contactar a los Hotì por primera vez. Según estos
misioneros de contacto, la autodenominación del grupo es Yowana, nombre con el que se ha
seguido conociendo a la misión. Al primer encuentro siguió un recorrido de evaluación y
familiaridad con la lengua en el que participaron otros dos misioneros, dos parejas Piaroa y un
Makiritare (Bou 1970), por un lapso de unas dos semanas.
Finalmente, una pareja misionera estadounidense, Tom y Lila Blinco viajaron a la zona en
Marzo de 1971 y construyeron la primera estación de misión en las márgenes del Caño Iguana
sobre el raudal. En Septiembre de ese año, otra pareja misionera, los Kennedy se unieron a la
34
labor de crear la base física de la misión. Desde esa época hasta el presente la misión ha estado
ocupada de manera casi continua, tanto por misioneros estadounidenses como por Hotì, e
incluso en algunos períodos por E’ñepa. Con relación a esto último, se reporta que hacia 1974 un
grupo de 60 E’ñepa del Alto Cuchivero se estableció temporalmente en la misión desplazando
hacia el río Asita a la población Hotì local un par de meses mas tarde (Coppens 1983:298).
Eventualmente salvo una familia de 10 miembros, los E’ñepa regresarían a su territorio y los
Hotì se reasentarían en la misión.
Desde la primera visita a la MNT de Caño Iguana efectuada en Agosto de 1994,
observamos que la presencia de misioneros fluctúa a lo largo del año entre 2 a 21 individuos,
usualmente permanecen en el área dos familias o dos parejas. El flujo de recursos materiales
(aunque no su acceso) y la afluencia relativa de los misioneros, forman parte ya de la
familiaridad del ambiente Hotì local. La orientación global de la base MNT de Caño Iguana se
podría calificar de corte individualista, en virtud no sólo del flujo de materiales sino de la
interacción humana cotidiana, la división y/o compensación por los trabajos realizados.
Los misioneros dedican gran parte de su tiempo al aprendizaje a profundidad del idioma
Hotì. Una medida de dificultad de la lengua Hotì, ha sido expresada verbal y conductualmente
por los misioneros que residen actualmente en Caño Iguana. Solamente tres misioneros
consideraron a finales de 1996 poseer un suficiente conocimiento del Hotì que les permitiera
iniciar la actividad proselitista sistemática, antes de esa fecha, no se llevaron a cabo
predicaciones públicas. Solamente un misionero se considera con conocimientos suficientes de la
lengua para emprender la difícil tarea de iniciar la traducción de la Biblia al Hotì: declarado
como el objetivo principal de la MNT.
35
No obstante, la influencia de la base de Caño Iguana en los índices de mortalidad,
morbilidad y natalidad entre los Hotì a corto y largo plazo sin duda han dejado ya una huella. En
términos relativos y en comparación a los recursos con los que cuentan los indígenas del
Amazonas venezolano, los misioneros han ofrecido sistemáticamente una excelente atención
médico-sanitaria a los grupos Hotì que residen o se acercan a la misión con problemas de salud.
Esta observación aplica también a la Misión de San José de Kayamá, del Estado Bolívar.
Hacia 1983, misioneras católicas de la orden María Inmaculada o Hermanas de la Madre
Laura, mejor conocidas como Lauritas, fundan un asentamiento religioso en las márgenes del río
Kayamá. Una de las misioneras fundadoras, explicó que la misión inicialmente se fundó y orientó
exclusivamente hacia el grupo étnico E'ñepa, de filiación lingüística caribe, pues para este
momento desconocían la existencia de los Hotì. Es precisamente la atención médico-sanitaria el
factor determinante que estimuló un lustro más tarde que grupos Hotì se asentaran lentamente
en la misión, hasta el punto de haber desplazado en términos numéricos a los ocupantes
originarios dominantes, los E'ñepa. La coexistencia de dos grupos étnicos tan diferentes sin
duda moldea las dinámicas sociales de esta misión.
No más de cuatro hermanas residen de manera permanente en la misión desde su
fundación. Comparativamente las hermanas cuentan con pocos recursos materiales y la
distribución de los que poseen entre los indígenas es intencionalmente repartido con equidad
expresa, la orientación de esta misión es claramente colectivista y comunitaria.
Ninguna de las hermanas conoce la lengua Hotì, los argumentos causales que desde las
hermanas justifican su desconocimiento de la lengua comprenden al menos tres: (1) la fragilidad
de mantener un equilibrio social de convivencia pacífica entre los Hotì y los E'ñepa, que podría
romperse fácilmente si un mejor conocimiento de una de las dos lenguas es interpretado por los
36
indígenas como favoritismo; (2) en sintonía con el argumento anterior, la necesidad de crear un
área neutral representada por una cultura diferente, aquella portada por las hermanas, la
cultura latina puesto que todas las residentes son de nacionalidad colombiana o ecuatoriana; (3)
el imperativo político a largo plazo, de entrenar algunos Hotì en la lengua y cultura dominantes
envolventes, dado que uno de los objetivos abiertos de las misioneras consiste en incorporar
líderes Hotì al discurso indigenista, con ánimo de defender sus derechos, humanos y de
propiedad sobre la tierra. Desde la perspectiva de la misión, estos argumentos justifican el
entrenar algunos jóvenes Hotì en la lengua castellana y en la cultura venezolana. El uso de
jóvenes intérpretes traductores, que además, prestan un servicio como mediatizadores de la
actividad proselitista, activa en Kayamá desde alrededor de una década.
No existe contacto entre las dos misiones. Ambas no sólo se desconocen mutuamente
sino que la información que poseen de cada una está mediatizada por terceros, usualmente Hotì,
lo cual ha creado falsas imágenes de ambas, además de una cierta competitividad.
II.4.3 Grupos Etnicos locales.
El área cultural Hotì, está limitada actualmente por al menos cuatro grupos étnicos
bien diferenciados, tres de filiación lingüística caribe, los E'ñepa, los Ye'kwana y los
Yabarana y uno independiente lingüísticamente, los Piaroa. Los dos primeros bordean el
sector norte, noreste del territorio Hotì, mientras que los dos restantes se encuentran al
sur-suroeste de la zona Hotì. Jangoux (1971) señala un encuentro de indígenas Piaroa con
grupos desconocidos asentados en la cuenca del Caño Iguana, y otro encuentro de Yabaranas
con otro grupo desconocido cerca de las cabeceras del Caño Majagua ocurridos en 1969. En
ambos casos se especula que los contactados fuesen grupos Hotì, y probablemente no por
primera vez con indígenas Yabarana y Piaroa. Sin embargo, el que indígenas de ambos grupos
37
étnicos consideraran grupos desconocidos a los Hotì, implica de alguna manera que para
aquellos los Hotì no constituían grupos familiares para este momento histórico al menos.
Coppens y Mitrani (1974:134) señalan otro encuentro, esta vez en el Caño Iguana entre
Piaroa y dos hombres y una mujer que aquellos denominaron Waruwaru. Otro grupo Hotì del
Caño Majagua habría iniciado recorridos (a finales de la década sesenta), hasta el hato Yavi
(Río Parucito) con el fin de cambiar cerbatanas y collares por instrumentos de metal
cortantes o ropas occidentales (Ibid). La tradición oral Hotì reciente, registra variados
contactos con estos otros grupos étnicos aledaños a su área de ocupación tradicional, pero
la interacción más significativa parece haber tenido lugar con los E’ñepa.
Resulta pertinente aquí refrasear un evento significativo en la base de la fundación
de la comunidad de Kayamá. Gregorio, uno de los E’ñepa de mayor edad residente de esta
comunidad, afirma ser el producto de una unión Hotì (padre)-E’ñepa (madre), siendo además
el vástago primario de un episodio de asedio. La historia de Gregorio es confirmada por Hotì
y E’ñepa adultos y refleja un escenario potencial de dinámicas sociales probablemente
extintas pero de fecha relativamente reciente. Alrededor de 75-80 años atrás, según
Gregorio al calculo de su edad, un grupo belicoso de E’ñepa en busca de mujeres atacaría y
asediaría al grupo de su Madre E’ñepa, quien para ese momento no sería mayor que pre-
puber. La dureza del ataque obligaría la huida de casi la totalidad de la población E’ñepa.
Algunos migrarían al Sur, Amazonas adentro. Otros pocos sobrevivientes rezagados se
esconderían en las zonas aledañas al área de ataque, las sabanas marginales flanqueando el
río Kayamá. La Madre de Gregorio, habría corrido sola selva adentro hasta encontrarse con
un grupo diferente al de ella, Hotì, pero quienes la acogieron y adoptarían. Eventualmente un
hombre Hotì desposaría a la Madre de Gregorio, quien sería el producto de esta unión. Pese
38
a su origen bi-étnico, reflejado en su cualidad bilingüe, y a que Gregorio creció entre los
Hotì, su identidad étnica se orientó hacia la E’ñepa. Aun, ni él ni su Madre dejaron de
mantener relaciones con grupos E’ñepa, lo que estimuló que en su juventud temprana,
Gregorio (re)fundara el asentamiento original asediado de E’ñepa, con grupos E’ñepa.
Vale destacar dos elementos significativos de esta historia: la fundación de Kayamá
es desde su origen el producto de contactos bi-étnicos, y la dinámica de contactos Hotì-
E’ñepa es de vieja data, incluyendo los matrimonios entre ellos. De hecho, se observó en mas
de una ocasión la comunicación bilingüe entre miembros de uno y otro grupo, fenómeno
reportado también en la literatura (Jangoux 1971).
Se han reportado relaciones desiguales Hotì-E’ñepa (Coppens 1983; Silva 1989; H.
Corradini 1992 comunicación personal), fenómeno registrado al parecer en el apelativo
subestimador que dan los E’ñepa a los Hotì, Ongwa que traduce animal. Según esto, grupos de
E’ñepa mantendrían una posición de supremacía y dominación hacia los Hotì, en parte debido
a su mayor acceso a bienes materiales y/o occidentales. De mayor peso aún, tuvo lugar al
parecer hasta muy recientemente una cierta relación de dependencia económica signada por
el monopolio del conocimiento en la preparación del curare por parte de los E’ñepa. El curare
E’ñepa es famoso a lo largo de todo el área cultural Hotì. Los adultos de mayor edad
coincidían en afirmar que recordaban a sus padres realizar trayectos hacia comunidades
E’ñepa, especialmente aledaños a la región de Kayamá con el fin de hacer intercambios
comerciales, donde los dos ítems de demanda primaria lo constituían las cerbatanas (Hotì) y
el curare (E’ñepa). Actualmente algunos pocos jóvenes Hotì de Kayamá reportaron conocer
cómo fabricar el curare aunque al parecer esta habilidad se considera parte del dominio
E’ñepa. El contacto Hotì-E’ñepa en Kayamá va mas allá de meras interacciones: los Hotì de
39
Kayamá han adoptado elementos culturales E’ñepa que no se observaron en ninguna otra
comunidad Hotì, incluyendo festivales rituales y hasta el uso de sus vestimentas. Sin
embargo, la supremacía cultural E´ñepa en Kayamá, reflejada en relaciones desiguales,
parece actualmente disminuida dada la supremacía numérica de los Hotì en ese asentamiento.
Además de las dos reportadas por Dumont y de otra más reportada por Jangoux
(1971), se conocen dos uniones más contemporáneas entre Hotì (mujeres)-E’ñepa (hombres),
estas últimas en la comunidad E’ñepa de Culebra. En estos casos es significativo que los
hombres E’ñepa casados con mujeres Hotì ocupan posiciones marginales dentro de sus
comunidades, sus vástagos además se identifican como E’ñepa y jamás como Hotì, reflejando
la actitud de supremacía mencionada antes. Salvo en el caso de la Madre de Gregorio, todos
los conocidos tienen lugar entre mujeres Hotì con hombres E'ñepa.
Finalmente, cabe señalar a Guarisma (1974:3) como la única fuente que señala
contactos de intercambio comercial entre los Hotì y los Mapoyo, un grupo étnico casi extinto
ubicado al oeste del área de ocupación Hotì. Añade además que vio indígenas Mapoyo y
E'ñepa trasladarse al área Hotì en búsqueda de atención médica por parte de curanderos y
brujos Hotì.
II.4.4 Mineros
El contacto más frecuente entre Hotì-Yabarana, Hotì-Piaroa, y Hotì-Ye’kwana,
parece datar de fecha reciente según la tradición oral, siendo el resultado de la búsqueda de
minerales en la zona de ocupación tradicional Hotì por parte de miembros de los tres grupos
étnicos restantes. La existencia de un grupo interfluvial era sin embargo conocida, por estos
grupos. En la tradición oral Piaroa por ejemplo, los Hotì se conocen como Waruwaru, y se los
teme por considerarlos potentes brujos conocedores de males y virtudes extraídas a la biota
40
local. Algunos Piaroa conocidos se negaron rotundamente a acompañarnos al área de
ocupación Hotì y solo la idea de acercarse a los Hotì se consideró en extremo peligroso.
En la década que termina parecen haberse iniciado las incursiones de indígenas no
Hotì a las áreas de ocupación de éstos. Aunque superficiales, los contactos han, de alguna
manera, incrementado la conciencia de los Hotì acerca de sus diferencias y aquellas de
grupos similares. Las interacciones han tenido lugar en términos pacíficos y girando
alrededor de intercambios comerciales: bienes materiales por alimentos demandados por
Hotì - no Hotì respectivamente. Incursiones en sus territorios, han estimulado a algunos
Hotì a explorar las comunidades indígenas no Hotì, lo cual ha conducido a contactos más
permanentes y a la interesante adopción por parte de los Hotì de conductas y elementos
culturales no asociados a su tradición. Una significativa e incipiente adopción consiste en el
procesamiento de la yuca para convertirla en tortas de casave: una costumbre desconocida
para los Hotì y que lentamente algunas pocas (2) mujeres empiezan a adoptar. Otro ejemplo
lo constituye la construcción poco elaborada y al parecer reciente de canoas o curiaras
monóxilas, solamente talladas y no quemadas, inestables y destinadas a recorridos cortos
asociados a tareas de subsistencia (pesca, cacería).
Mas allá de los eventos particulares contemporáneos, no parece especulativo
considerar este tipo de interacciones entre grupos étnicos indígenas amazónicos como
ilustrativos del paso y traspaso, adopción y reformulación de prácticas consideradas
características de una tradición y que en realidad fluyen con mayor libertad que la
inflexibilidad expresada en rasgos culturales diagnósticos de un grupo étnico particular. Las
dinámicas de contacto contemporáneo pueden reflejar aquellas que han tenido lugar por
siglos de ocupación.
41
A las de grupos indígenas, se añaden aquellas interacciones con un grupo étnico local,
las poblaciones mestizas criollas, usualmente producto de uniones de uno o más grupos
indígenas locales.
San Juan de Manapiare (SJM) constituye el asentamiento criollo ubicado a mayor
proximidad del área de ocupación Hotì, al menos tres días de camino (en velocidad Hotì) o dos
en época de lluvia remontando los ríos (véase Mapa Nº 2). San Juan de Manapiare fue fundado
en 1945 por Melicio Pérez, un mestizo venezolano, acompañado de un pequeño grupo de criollos.
El pueblo está situado en planicies inundables estacionalmente de reputada fertilidad y desde
sus inicios ha atraído poblaciones provenientes de otras áreas. Hoy en día, el pueblo y sus áreas
circundantes, está ocupado por alrededor de 1000 personas (incluyendo áreas aledañas además
de la porción nucleada), de las cuales al menos un 65% lo constituyen indígenas de unas cinco
etnias, Piaroa, Ye’kwana, Yabarana, Hiwi y Baniwa. El 35% restante, la población criolla,
sostienen el poder económico y político, y demarcan de alguna manera las pautas sociales
dominantes. El acceso a SJM está restringido a las vías fluviales y aéreas, ya que las planicies
inundables han dejado frustrados más de un intento y proyecto de construcción y
mantenimiento de una carretera. Existe una trocha de tierra por la que vehículos de doble
tracción se han aventurado en dos oportunidades hasta donde se conoce, aunque dado lo arduo
del camino han decidido regresar por vía fluvial utilizando las gabarras de los comerciantes
locales. En recorridos de 4 a 9 días dependiendo de la profundidad de los ríos (Manapiare,
Orinoco) según a estación, las embarcaciones de SJM acceden a Puerto Ayacucho (PA), capital
del Estado Amazonas. Actualmente San Juan de Manapiare cuenta con acceso aéreo,
especialmente a través de pequeñas avionetas comerciales de 7 pasajeros que vuelan
diariamente desde Puerto Ayacucho, siendo la duración del vuelo 1 hora.
42
De fecha similar a la fundación de SJM, proviene el primer evento de tradición oral
acerca de los Hotì. Hacia 1941, Cruxent (1961) refiere que un indígena Hotì fue contactado por
dos lugareños criollos colectores de sarrapia (Dipteryx punctata), Enrique Nuñez y Alejandro
Nuñez, internados en la región circum-Maigulaida. Luego de una breve y frugal observación, los
criollos reportaron un grupo humano desconocido, los Hotì, viviendo en estado primitivo
reflejado por el uso de instrumentos cortantes de piedra (Coppens 1983:254). Otro frugal
encuentro tuvo lugar al parecer en 1942, cuando Tertuliano Bettancourt habría encontrado un
grupo de indígenas desconocidos en las márgenes del Caño Majagua usando hachas de piedra y
denominados por sus guías Yabarana Waruwaru (Coppens y Mitrani 1974:134), denominación con
la que aun hoy Piaroa y Yabarana nominan a los Hotì. Aunque no sean recordados por la tradición
oral o registrados en la literatura, no deben descartarse encuentros entre Hotì y foráneos
como las que pudieron darse con los colectores de sarrapia (Dipteryx punctata), pendare
(Couma macrocarpa), o balatá (Manilkara bidentata), con grupos de caza y/o mineros locales.
Vale señalar que se observaron troncos de árboles de pendare con signos de cicatrización en la
región de Mosquito, probablemente debido a la explotación de la resina.
De cualquier modo, no se conoce de otros contactos entre criollos- Hotì. Lo que resulta
innegable es la imagen, colorida y compleja, en la memoria colectiva criolla local acerca de los
Hotì. Tal vez desde esas fechas de contacto inicial, los Hotì crecieron en la imaginería popular
amazónica, rica ya en asombros y misterios. La idea de un grupo aislado viviendo en zonas de
difícil accesibilidad, primitivos, violentos o temerosos, según el vocero, ha permanecido en la
historia local, encarnada por los Hotì en espectro desde nobles salvajes a violentos primitivos.
Sin embargo, la realidad Hotì resultaba desconocida para los criollos locales hasta muy
recientemente, no más de un lustro, cuando pocos Hotì osados, exploraron e iniciaran una
43
suerte de contactos más permanentes con individuos de SJM, estimulados una vez que éstos
incursionaran en sus territorios.
Durante la última década, y motivado parcialmente por la recesión económica
venezolana, grupos de indígenas provenientes de otras áreas, así como criollos se han dedicado a
explorar sistemáticamente áreas no exploradas en búsqueda de minerales valiosos, oro
especialmente. Ello ha promovido la incursión de foráneos en el área de ocupación Hotì. Las
relaciones Hotì - criollos tal vez por ser recientes, están signadas por ser aun superficiales y
basadas en intercambios comerciales fundamentalmente. Los mineros que incursionan en
territorio Hotì solicitan en intercambio productos alimenticios de los Hotì, por bienes
occidentales que demandan los Hotì.
Los cuatro agentes de contacto con los Hotì descritos, fueron observados aunque no
estudiados a profundidad en este trabajo. Dada la relativamente reciente ocurrencia de los
fenómenos, los efectos significativos en la modulación de la cultura Hotì podrán trazarse sin
duda en el futuro con mayor precisión. Aquí sólo se los esboza.
II.5 Demografía.
Las primeras cifras demográficas de los Hotì provienen del momento de contacto en la
misión de Caño Iguana cuando la presencia de Hotì, aunque nomádica e impermanente, sumaba
30 personas (Dye 1970:4). Dos años más tarde, hacia 1972 se cuentan 99 Hotì en 10 viviendas
(Eibl-Eibesfeldt 1973). La población del Alto Cuchivero aledaña al río Kayamá sumaba 43
personas hacia 1974. Extrapolando estos datos a partir de aquellos provenientes de
observaciones de primera mano, se calculó inicialmente una población total Hotì de 300 a 400
personas (Coppens y Mitrani 1974:135; Guarisma y Coppens 1978:4; Coppens 1983:249) o de
300 a 500 personas (Guarisma 1974:2). El primer censo indígena en el que aparecen los Hotì
44
como etnia, registra un total de 398 personas (OCEI 1985:475). El Censo Indígena de 1992
(OCEI 1993:42), registra 643 Hotì distribuidos entre unas 25 comunidades aproximadamente.
Las siguientes secciones ofrecen un panorama demográfico con datos recabados durante
nuestro trabajo de campo desde Abril de 1996 a Febrero de 1999.
II.5.1 Población Total
Como se señalaba en la introducción de este trabajo, los primeros cuatro meses
exploratorios en el campo, se condujo un censo poblacional cartográfico. Los resultados del tal
censo, se presentan en el Mapa Nº 2 y en la tabla Nº II.3. Las comunidades en itálicas se
refieren a las aquellas seleccionadas para llevar a cabo el trabajo de campo intensivo.
Tabla N° II.3: Censo de Comunidades Hotì para 1996.
Estado Comunidad Ubicación Población Amazonas Asita 1 5°15.32N, 65°45.33W 4 Amazonas Asita 2 5°17.15N, 65°48.03W 5 Amazonas Caño Yakahu 5°15.70N, 65°48.35W 12 Amazonas Caño Iguana – Boca 5°16.03N, 65°40.09W 8 Amazonas Caño Iguana – Misión 5°28.17N, 65°29.87W 135 Amazonas Caño Iguana – Agua Arriba 5°29.31N, 65°29.50W 23 Amazonas Caño Majagua – Medio 5°21.00N, 65°45.74W 33 Amazonas Caño Majagua – Alto 5°25.99N, 65°39.83W 9 Amazonas Caño Mosquito – Bajo 5°40.86N, 65°43.29W 19 Amazonas Caño Mosquito – Medio 5°41.61N, 65°38.24W 9 Amazonas Caño Mosquito – Alto 5°43.84N, 65°32.71W 16 Amazonas Caño Banderita 5°35.75N, 65°44.00W (est) 12 (est.) Amazonas Caño Blanco 5°50.00N, 65°45.00W (est) 10 (est.) Bolívar San José de Kayamá 6°19.66N, 65°22.69W 200 Bolívar Circum-Kayamá varias coordenadas 206 Bolívar Alto Cuchivero – 1 5°47.17N, 65°22.52W 7 Bolívar Alto Cuchivero – 2 5°50.25N, 65°27.13W 13 Bolívar Alto Cuchivero – 3 6°03.00N, 65°25.80W (est) 9 (est.) Bolívar Chajuraña 5°16.80N, 64°51.00W (est) 20 (est.) Totales 750
Se observa que para 1996, se registraba una población total de 750 Hotì, ocupando
la región circum-Maigualida. Sin embargo, la alta movilidad de los Hotì, así como la
45
flexibilidad para agruparse, escindirse y formar nuevos reagrupamientos a lo largo del año,
hace difícil recalcular con precisión la población global.
Gráfico Nº II.1: Población Hotì 1982-1999.
En el gráfico Nº II.1 se ilustran los números totales de población registrados para
1982 y 1992 por los Censos oficiales conducidos por la Oficina Central de Información
venezolana (OCEI), y los totales de nuestras bases de datos. Si todas estas cifras se
tomaran como precisas y absolutas, la población Hotì se habría duplicado en quince años.
Algunas imprecisiones descartan al menos parcialmente este supuesto: 1) El censo de 1982
registra 220 Hotì en el Estado Amazonas y sólo 178 en el Estado Bolívar, aunque según la
tradición oral el corazón del área de ocupación original estaría ubicado en Bolívar y las
migraciones de los últimos 20 años tendrían lugar del Norte al Sur, de Bolívar a Amazonas. 2)
La inaccesibilidad del área de las cabeceras y afluentes del Río Cuchivero, donde se asume
existían números absolutos más grandes de Hotì probablemente no se censó debidamente
por lo que las cifras aparecen deprimidas. 3) La alta movilidad de los Hotì y el
desconocimiento cartográfico de la ubicación de los asentamientos subestimaron con
826750
643
398
0
850
1982 1992 1996 1999
46
probabilidad la cantidad absoluta de Hotì. Estos tres errores pueden haberse repetido tanto
en el censo de 1992 como en los que nosotros llevamos a cabo recientemente. Un fenómeno
innegable sin embargo, es que la población Hotì está en franco y pujante crecimiento.
II.5.2 Apreciaciones cualitativas acerca de la mortalidad, morbilidad y fertilidad entre los
Hotì.
No se poseen datos cuantitativos comprehensivos que reflejen las dinámicas de
crecimiento o decrecimiento poblacional, expectativas de vida, o las tasas de mortalidad,
fertilidad y morbilidad en la población Hotì. No obstante, se ofrecen aquí algunas
observaciones cualitativas en virtud de recrear una cierta imagen de acercamiento parcial,
que podría estimular futuros estudios de salud entre los Hotì.
Uno de los primeros aspectos en llamar nuestra atención durante la exploración
inicial, consistió en observar que la gran mayoría de la población Hotì es menor de 50 años de
edad aproximadamente. Asumimos que la expectativa de vida debe ser baja. La mención de
pérdida de neonatos e infantes es muy común entre las mujeres Hotì, reportando en muchas
ocasiones mas de un deceso de infante por historia de vida fértil. Especulamos que las tasas
de mortalidad infantil son altas, en especial en las áreas no beneficiadas por las misiones: las
únicas fuentes de atención de salud occidental ofrecidas a los Hotì. Se aprecia también, un
radio entre los sexos bastante desigual, observándose para algunos grupos etáreos
proporciones de hombres tres veces mas altas que las mujeres. No se descarta, aunque
resulte especulativo en este momento, la posibilidad de infanticidio femenino, fenómeno
también destacado en la literatura (Silva 1989:51). Un cierto control de la fertilidad
mediante el uso de diversas plantas podría ser también una posibilidad en términos de
47
regular los nacimientos (ver base de datos más adelante), aunque verbal y conductualmente
los Hotì parecen favorecer un mayor número de descendientes.
Durante el ciclo de tres años en que se visitó el área Hotì, se observaron patologías
frecuentes entre niños y adultos, asociados mayormente con enfermedades alóctonas
epidémicas, fundamentalmente con la malaria y la tuberculosis. Ambas enfermedades
parecen tener una alta incidencia entre los Hotì, en términos relativos al Amazonas
venezolano, según refieren estudios pilotos recientes del CAICET o Centro Amazónico de
Investigación y Control de Enfermedades Tropicales (según el médico tropical Gregorio
Sánchez comunicación personal). Otras patologías frecuentes entre los Hotì, las constituyen
los resfriados comunes, parasitósis, infecciones respiratorias y diarreas. Los efectos de
este tipo de afecciones, comunes en nuestro medio, pueden ser drásticos en una población
mayormente endógama, donde el pool genético se asume homogéneo o compartido y la
resistencia natural o anticuerpos a patologías epidémicas es mínima (cf. Black 1992). A esto
se suman, los bajos números totales relativos de población. Todas las categorías
demográficas se ven afectadas por estas patologías.
Se observaron severos casos de epidemias de resfriados comunes resultando en
casos fatales. Entre los niños, los casos fatales parecen ocurrir con mas frecuencia en los
cuadros de diarreas e infecciones estomacales (Hermana Rosa Amalia, Kayamá comunicación
personal). La tabla Nº II.4 ofrece una lista de los casos de decesos observados, debe
aclararse que debido a que no se contaba con un profesional de la medicina, las causas de
muerte aparente observadas provienen de aseveraciones de las misioneras que se
desempeñan como enfermeras o de conversaciones posteriores con profesionales de la
48
medicina describiéndose los síntomas observados. En cualquier caso, lo que pretende
reflejarse aquí es la frecuencia relativa de muertes en un período de tres años.
Tabla N° II.4: Casos de Deceso Observados.
Counidad Causa aparente Edad Estimada Sexo Caño Majagua-Alto Parasitosis severa 2 Femenino Caño Majagua-Medio Parasitosis severa 4 Femenino Caño Majagua-Medio Desconocida 50 Femenino Caño Majagua Medio Desconocido 50 Masculino Caño Majagua Medio Desconocido 3 Femenino Caño Yakahu Tuberculosis 57 Masculino Caño Mosquito-Bajo Malaria 27 Masculino Caño Mosquito-Medio ¿Tuberculosis? 50 Masculino Caño Mosquito-Medio Infección estomacal 3 Femenino Caño Mosquito-Medio ¿Diarrea? .1 Femenino Caño Iguana Desconocida 1 día de nacido Masculino Caño Iguana Desconocida 1 día de nacido Masculino Caño Iguana Desnutrición 1 Femenino Caño Iguana Malaria 20 Femenino Caño Iguana ¿Tuberculosis? 60 Femenino Circum-Kayamá Infección respiratoria 19 Femenino Circum-Kayamá Infección respiratoria 1 Masculino Circum-Kayamá Infección respiratoria 25 Masculino Circum-Kayamá Infección respiratoria 30 Femenino Kayamá Desconocida Al nacer Femenino
Todos, salvo dos de los casos de decesos registrados en la tabla Nº II.4, ocurrieron
lejos del área de influencia accesible a las misiones. En la misión de Caño Iguana se
registraron, de la misma madre y en un lapso de sólo 11 meses, dos muertes de infantes al día
de nacido, los misioneros no pudieron diagnosticar la causa de muerte. Estudios
demográficos serios probablemente arrojarían cifras significativas en las que las pequeñas
comunidades aisladas reflejaran estar afectadas seriamente por patologías alóctonas.
En términos globales, la población Hotì está en franco crecimiento. Especialmente
evidente resulta este fenómeno en las dos misiones donde la atención médica, los programas
de vacunación y nutrición, sin duda hacen decrecer significativamente los riesgos de
49
mortalidad. Se conoce de casos significativos por ejemplo, donde los misioneros han
transportado y costeado Hotì con cuadros graves de salud, o en sus efectos, aquellos que
requerían tratamientos específicos especializados no disponibles en las misiones.
Actualmente, pareciera que la sobrevivencia biológica de los Hotì depende en gran medida de
los recursos de atención médico-sanitaria disponibles y accesibles a los misioneros, quienes
llenan el vacío del Estado venezolano, el gran ausente en la realidad Hotì.
II.6 Tipos de Asentamiento.
La literatura etnográfica inicial, consistentemente informaba que los asentamientos
Hotì estaban integrados por pocos miembros en términos relativos (tradicionalmente de 5 a 30
miembros), caracterizados por ser aislados, dispersos, nómadas y situados en bosques altos
cerrados, difícilmente discernibles desde el aire y cercanos a pequeños cursos de agua (Bodin
1969:3; Dye 1970:4; Eibl-Eibesfeldt 1973:139; Coppens y Mitrani 1974:135-37; Guarisma y
Coppens 1978:4). La alta movilidad o el nomadismo se consideraba el resultado de la
dependencia en recursos silvestres estacionales (Jangoux 1971:2). Se mencionan dos tipos de
asentamientos genéricos en los que se distribuirían rotativa y flexiblemente los miembros de
una unidad grupal: permanentes y temporales (Ibid:7; Guarisma 1974:6-8; Coppens 1983:268).
Aunque no se había determinado el foco de su ecología de subsistencia, se consideraba el patrón
de asentamiento describiendo un modo de vida interfluvial, con una orientación terrestre por
excelencia signada por el desconocimiento de transportes fluviales (Jangoux 1971:27; Coppens y
Mitrani 1974:135; Coppens 1975:67). Los ríos profundos, se consideraban como infranqueables
para los Hotì, quienes habrían aprendido a hacer las primeras curiaras monóxilas a través de los
Piaroa trabajando en la MNT de Caño Iguana (Coppens y Mitrani 1974:138; Coppens 1983:281).
50
Los asentamientos Hotì observados (1994-1999) presentan un gradiente de
sedentarización que se extiende desde aquellos nucleados concentrando un número
relativamente alto de población (200-300) a asentamientos altamente nomádicos dispersos y
constituidos por solamente una pareja o una familia nuclear (2-3 personas). En este rango, las
posibilidades de asentamientos que tienen lugar no describen patrones de asentamientos per se,
antes bien, se produce una suerte muy flexible de ocupación del espacio estrechamente ligada a
la explotación, extracción y manejo de los recursos silvestres de distribución dispersa y de
naturaleza estacional. En un grado indeterminado pero signado por la flexibilidad también,
consideraciones sociales de parentesco cognático o afinal influencian el número y duración de
las unidades de asentamiento. En general, la orientación de vida Hotì determina su subsistencia
basada en el conocimiento ambiental.
Se define aquí, como asentamiento, el espacio físico caracterizado por atributos
ambientales y culturales ocupado por una unidad de asentamiento, o el grupo de individuos
Hotì que convive durante un período prolongado utilizando el (los) mismo(s) asentamiento(s).
La unidad de asentamiento tiene una duración mayor en el ambiente espacio-temporal que
aquella de sus miembros humanos individuales. Estos generalmente están unidos por lazos de
parentesco cognáticos y menos frecuentemente afinales. Escisiones, inmigraciones,
emigraciones, muertes o nacimientos de los miembros, modificaran la naturaleza compositiva
de las unidades de asentamiento. Los asentamientos ofrecen caracteres perceptuales de
ocupación análogos, sin implicar que las viviendas per se son homogéneas. En estos términos,
se observaron dos tipos usuales de asentamiento:
1. Asentamientos de relativa permanencia. A los que regresa la unidad de asentamiento con
frecuencia a lo largo de un ciclo anual y donde mantiene conucos (parcelas agrícolas) de
51
diversas edades. Parecieran ejercer la función de base, en tanto que la unidad de
asentamiento regresa allí sin periodos fijos o delimitados, luego de las múltiples salidas
de forrajeo o recorridos de explotación/exploración de recursos silvestres,
intercambios comerciales, búsqueda de medicinas, etc. La duración de estos recorridos,
así como la permanencia en las viviendas, son flexibles por excelencia y parecen estar
motivados por criterios ecológicos y sociales tales como: tipo y distribución de recurso
biótico a extraer, estación del año, éxito del intercambio comercial, encuentros con
otras unidades de asentamiento, etc. Las viviendas de relativa permanencia se
construyen usualmente con mayor solidez aunque pareciera existir una correlación
directa entre el tiempo aproximado de intención de uso y la duración real de las
construcciones de alrededor de cinco años. Los motivos que inciden en el abandono de
este tipo de asentamiento son variados, observamos que están relacionados a la muerte
de un miembro de la unidad de asentamiento, o bien al agotamiento relativo de recursos
aledaños.
2. Asentamientos temporales. A los que frecuenta la unidad de asentamiento por períodos
de duración y ocupación variables. Actúan como asientos receptáculos de la población
humana en tanto se extraen, manejan o explotan recursos silvestres, o bien, durante
reposos de una noche como pausa en recorridos a áreas distantes estimulados por
motivos culturales (intercambios comerciales, matrimonios, nacimientos, ritos de paso,
etc.). Los asentamientos temporales son reusados en múltiples oportunidades usual pero
no exclusivamente por la unidad de asentamiento que los construyó. Suelen consistir en
alpendes o viviendas de una sola vertiente elevadas con materiales a la mano
seleccionados sin criterios agudos de excelencia. El área del Alto Cuchivero está poblada
52
de estos pequeños asentamientos temporales entre los que circula una densidad humana
baja pero dinámica. La ocupación de asentamientos temporales está signada usualmente
por la escisión de la unidad de asentamiento en grupos pequeños (como familias
nucleares) al emprender recorridos de forrajeo o sociales.
La arquitectura Hotì es simple e impermanente, resulta claro que las viviendas se
levantan con la intención de que permanezcan activas por períodos de tiempo no superiores a un
par de años. El esfuerzo y energía invertidos en la construcción de casas no son intensos ni
extensos, y los materiales seleccionados generalmente están al alcance de la mano. Una
excepción significativa la constituyen las hojas de palma de báõláyá hiõ (Geonoma deversa∗),
preferidas por muchos constructores y cuya dispersión geográfica obliga a realizar
recorridos exclusivos para colectar, apilar y transportar este material algunas veces por
días de camino. Se observaron además tres especies arbóreas comunes al área Hotì que
parecen ser preferidas para levantar las viviendas: háõliõ hoõloõ ·yáì (Lecithys sp., Lecythidacea),
·weõleõwe õle õ ·yáì (Brownea coccinea), y ·tuõliwe õtì hele (Rinorea pubiflora). La mayoría de las
erecciones de las viviendas se inicia con una suerte de cobertizo o alpende de una vertiente o
una agua, a la que se añaden sucesiva pero dilatadamente, dos, tres y cuatro aguas. Aunque
todos los abrigos y viviendas Hotì conocidos se construyen con hojas de palmas y horcones de
troncos de árboles (véase Tabla IV.7 para una revisión de las especies usadas en la
arquitectura), se han observado al menos cuatro tipologías: dos de carácter relativo más
permanentes, una circular y la otra rectangular, además de los abrigos transitorios estacionales,
y abrigos nocturnos o sólo para pocos días. Las dimensiones promedio de las viviendas son
alrededor de 6 x 5 metros, aunque algunos abrigos no alcanzan más de 2 x 2 metros. Mas
∗ Los autores de las determinaciones botánicas se encuentran en los Apéndices.
53
recientemente pareciera que la influencia de la arquitectura E'ñepa y criolla ha ejercido alguna
influencia en las tipologías más tradicionales. Así, usualmente las paredes consistían de hojas de
palmas entretejidas hasta el suelo, actualmente pueden verse paredes de barro de corte
inacabado aunque más duraderas en el tiempo. En todos los casos, los claros abiertos en el
bosque o son inexistentes o de pequeñas dimensiones. En la construcción de la vivienda suelen
participar la mayoría de los miembros del asentamiento incluidos los niños en diversos grados de
colaboración.
Las cuatro comunidades a describir en los apartes siguientes, reflejan tipologías
representativas de las formas en que los Hotì interactúan y ocupan el ambiente, siendo estas
las comunidades seleccionadas para el estudio intensivo: Caño Mosquito Medio, Caño Majagua
Medio, Caño Iguana y San José de Kayamá. Tales localidades se señalan con letra cursiva en
la Tabla N° 1. Los Hotì de esos cuatro asentamientos representan a 400 individuos del total
general (53.3%). Sin embargo, colecciones botánicas, recorridos de campamento, además de
entrevistas etnobotánicas en las parcelas, se llevaron a cabo también entre individuos de
comunidades periféricas relativamente cercanas a las cuatro focales: diez pertenecientes a
Mosquito Bajo, seis a Mosquito Alto, dos a Majagua Alto, y cuatro a Caño Yakahu. La
muestra de este estudio entonces, abarca al 56.2% de la población (422 personas). Además
del tipo de asentamiento, criterios ecológicos y culturales constituyeron los criterios
selectivos de estas comunidades como se detalla a continuación (véanse Tablas Nº II.5 y Nº
II.6).
II.6.1 Caño Mosquito Medio (MO).
El área de Caño Mosquito tiene acceso (1) fluvial y (2) terrestre, desde SJM. (1)
Fluvial: Luego de remontar los Ríos Manapiare (afluente del Ventuari, a su vez afluente del
54
Orinoco) y Parucito (afluente del Manapiare), se empalma el Caño Mosquito (afluente del
Parucito) y luego de alrededor de 17 Km se entra al territorio de ocupación Hotì. Definimos
tres regiones ocupadas por comunidades dinámicas asentadas en esta área, Mosquito Bajo,
Medio y Alto. Un recorrido que en época de invierno toma 3 o 4 días de ascenso en curiara
(impulsado por un motor fuera de borda 15), se duplica en época de verano debido al bajo
nivel del agua de los cursos de río, y fundamentalmente por los frecuentes y continuos
troncos y bejucos que al caer sobre los cursos de agua bloquean el paso y deben ser
removidos o cortados. La ayuda de indígenas Piaroa y Yabarana fue esencial en todos los
recorridos fluviales que nos permitieron acceder a la región Hotì. En ocasiones, durante
horas debimos cooperar entre todos los pasajeros y tripulantes de la embarcación con el
objeto de alcanzar el área objeto del recorrido. (2) Terrestre: Caminando por al menos unos
ocho a nueve días a través de trochas de sabana, bosques de diversos tipos hasta alcanzar la
serranía donde se suceden montañas y cerros topográficamente irregulares de agudas
laderas. Puede caminarse en efecto sólo en el verano, inundaciones profundas en las sabanas
y parte de los bosques aledaños al Parucito, impiden acceder al Mosquito en invierno.
El área del caño Mosquito constituye sin duda la región donde se observaron las
formas de vida menos influenciadas por el mundo no- Hotì. Mosquito Bajo se visitó por
primera vez en Agosto de 1994 en un recorrido exploratorio. Como su nombre lo indica, el
sector está plagado de un número mayor que el soportable de mosquitos, jejenes y zancudos,
lo cual debilitó los atractivos para decidir seleccionar esta región para el estudio intensivo.
En Agosto de 1996, regresamos a la región de Mosquito Bajo, y al encontrar desierto el
asentamiento decidimos explorar otras regiones. Visitamos entonces comunidades bosque
adentro escalando la serranía, se conocieron así los cursos Medio y Alto del Caño Mosquito.
55
Aunque a lo largo de todo el trabajo se mantuvo contacto con los tres grupos, regionalmente
se seleccionó a Mosquito Medio (MO) para el estudio intensivo, en virtud de su ubicación
central a los dos otros grupos y debido a las mucho más agradables condiciones ambientales
generales.
MO constituye una pequeña comunidad independiente donde conviven sólo Hotì.
Puede describirse como un asentamiento de relativa permanencia, aunque en mas de una
oportunidad lo encontramos desierto, probablemente como una suerte de período de
transición al abandono del mismo estimulado por la muerte de uno de los hombres adultos de
la unidad de asentamiento. Según la tradición oral, la edad de los conucos y viviendas, se
estima que el asentamiento se ha ocupado intermitentemente desde al menos cinco (5) años,
aunque la unidad de asentamiento ha manipulado la región de MO por un período mas largo,
de al menos 20 años. En este sentido, el asentamiento previo de esta unidad de asentamiento
se encontraba alrededor de 4 km en línea recta al Norte del activo, el cual a su vez se
localiza a unos 3.5 Km del nuevo asentamiento permanente donde además se abrió ya un
pequeño conuco o sembradio de maíz. Los Hotì del área de Caño Mosquito, han mantenido
contactos aislados e intermitentes con otras etnias, entre ellos algunos pocos E'ñepa,
Yabarana, y Piaroa. Estos se han acercado al área Hotì en búsqueda de oro, dada la
presencia de pequeñas minas fluviales en pequeños cursos de agua a lo profundo de la
serranía. Los Hotì han visto a indígenas de otras etnias como potenciales comerciantes para
realizar trueques de bienes locales (alimentos, fuerza de trabajo como porteadores, etc.)
por industriales (ropa, ollas, cuchillos, perros, etc.). Los Hotì han iniciado recorridos hacia
las comunidades Yabarana y Piaroa desde hace pocos años, siendo impulsados por una suerte
56
de interés comercial y curiosidad. Resulta muy evidente sin embargo, que existe por parte de
los Hotì de MO, una explícita voluntad por mantenerse aislados e inaccesibles.
El asentamiento se ubica en un rango altitudinal de 400 a 450 m snm, en bosques
húmedos pre-montanos y montanos, semi-deciduos, y siempre verdes fundamentalmente
(véase capítulo III para la composición florística local). Mosquito Alto, describe bosques
similares a altitudes que van desde 450 a 1000 m snm. En tanto que Mosquito Bajo se
localiza en un rango altitudinal de 180 a 200 m snm, en bosques de galería a lo largo del curso
de agua, y bosques húmedo pre-montanos semi-deciduos y siempre verdes.
El gráfico Nº II.2 muestra las dinámicas de población en MO. Los ascensos y
descensos en las categorías etáreas se deben a movimientos poblacionales (inmigración,
emigración), nacimientos y muertes básicamente. Pese a que el rango poblacional de MO se
extendió de 9 a 13 personas solamente a lo largo de los tres años de observación, miembros
de comunidades periféricas, de Mosquito Bajo y Alto, asiduamente transitan por el área y
sus visitas podían extenderse semanas, en las que se intercambiaban bienes, servicio y muy
importante, información. MO está además situada en la ruta hacia las montañas donde se
colectan las cañas, materia prima para elaborar las cerbatanas denominadas wáláõ
(Arthrostylidium schomburgkii), instrumentos de caza por excelencia. Esta comunidad
parece ofrecer un patrón demográfico tradicional. También la movilidad de los residentes
permanentes de Mosquito Medio es alta, describiendo expediciones de forrajeo varios meses
al año, donde las familias nucleares se escinden y acampan solas por diversos períodos en las
múltiples viviendas temporales. En una comunidad tan pequeña, se observaron tres decesos y
cuatro nacimientos, incluyendo un par de gemelos.
57
Gráfico N° II.2: Dinámicas de Población en la Comunidad de Mosquito Medio 1996-98.
II.6.2 Caño Majagua Medio (MA).
El área de Caño Majagua tiene acceso (1) fluvial y (2) terrestre, desde SJM. (1)
Fluvial: El asentamiento se accede remontado los Ríos Manapiare y Parucito, hasta la
desembocadura del Caño Majagua en este último. Se asciende por este curso de agua
alrededor de 20 km hasta alcanzar el área de ocupación Hotì. En época de invierno el
recorrido tiene una duración relativa de dos días desde SJM, que en verano se duplica y
puede hasta triplicarse debido a la alta dinámica de árboles, arbustos y bejucos flanqueando
el curso de agua que caen con mucha frecuencia y bloquean el tránsito. En verano el caño es
muy superficial y gran parte del recorrido se debe arrastrar manualmente la curiara o canoa.
(2) Terrestre: La caminata terrestre puede tener una duración de 5 días desde SJM,
0
1
2
3
4
5
C a te g o r ía s E tá r e a s
Núm
ero
de In
divi
duos
1 9 9 6 1 9 9 8
1 9 9 6 2 0 1 3 2 0 1
1 9 9 8 4 1 2 2 2 1 0
0 -4 5 -9 1 5 -1 9 2 0 -2 4 2 5 -2 9 3 0 -3 4 4 5 -4 9
58
avanzando a través de sabanas, bosque de galerías y estacionalmente inundables. Puede
accederse caminando sólo en el verano, pues durante el invierno MA se convierte en una isla
virtual, aislada de los flancos sur suroeste, sureste.
En Agosto de 1996 se llevó a cabo la primera visita exploratoria a la región, y se
ubicaron los sectores ocupados por los Hotì en los cursos Altos y Bajos. Criterios logísticos
de acceso y número potencial de Hotì ocupando MA, estimularon su selección para el estudio
intensivo. MA constituye un asentamiento permanente relativo, es el receptáculo de una
comunidad Hotì independiente dinámica y flexible en cuanto a la composición de su unidad
de asentamiento. De acuerdo a las edades de los conucos, casas y al testimonio de sus
ocupantes actuales, la región ha sido ocupada de manera semi-continua por al menos unos seis
(6) años. El asentamiento permanente previo al actual, se localiza a unos 8 Km hacia el curso
Alto del Majagua.
Los Hotì de este asentamiento han mantenido contactos intermitentes y de relativa
frecuencia con otros grupos étnicos aledaños, originalmente sólo con los E'ñepa de la
comunidad de Culebra mencionada anteriormente y más recientemente con Yabarana y
Piaroa. Estos últimos, desde hace alrededor de una década han iniciado frecuentes visitas a
los cursos Alto y Bajo del Caño Majagua en búsqueda de oro a lo largo de pequeños afluentes
de este curso de agua. Los contactos interétnicos locales están signados por la dinámica
comercial: intercambio de bienes y servicios locales por industriales. Los miembros de la
unidad de asentamiento de MA parecen describir una actitud abierta de interés con el
mundo exterior. Incluso, pareciera que una relativa facilidad de acceso constituyese uno de
los criterios selectivos de la ubicación del asentamiento actual. A diferencia de MO, algunos
Hotì de MA conocen algunas pocas palabras en español y pueden comunicarse con los E'ñepa
59
aunque cada hablante utiliza su lengua materna, y los diálogos despliegan una hibridación muy
interesante de contrapunteo bilingüe, aun, inteligible para sus hablantes.
El asentamiento de MA está ubicado en bosques húmedos bajos, estacionalmente
inundables, semi-deciduos, y siempre verdes fundamentalmente, en un rango altitudinal de
180 a 210 m snm. Destacan, incluso para el ojo poco entrenado, la riqueza en recursos
faunísticos, potenciales animales de presa además de la diversidad de vida acuática.
Gráfico N° II.3: Dinámicas de Población en la Comunidad de Caño Majagua Medio
1996-98.
A lo largo del período de investigación, esta comunidad mostró una dinámica
remarcable. Durante la primera visita, individuos de comunidades periféricas (incluyendo una
pareja bi-étnica Hotì ella, E’ñepa él, y sus tres hijos), estaban residenciados temporalmente
allí, extrayendo y explotando recursos silvestres y cultivados, además de contribuyendo con
0
1
2
3
4
5
6
7
8
Categorías Etáreas
Núm
ero
de In
divi
duos
1996 1998
1996 5 6 7 3 3 3 2 2 1 0 1 0
1998 5 5 1 1 1 1 2 2 1 1 0 0
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-
60
las tareas de subsistencia e incluso plantando algunos cultivos (sobre los que conservan la
propiedad no restringida). Hotì de los cursos Alto y Bajo, además de algunos de la comunidad
de Caño Iguana, visitan MA con frecuencia. Las escisiones y reagrupamientos de grupos
periféricos parecen ilustrarse bien aquí. La movilidad de los residentes permanentes de esta
comunidad, si bien es frecuente, no parece seguir una suerte de ritmo o patrón estacional. El
rango numérico de miembros de esta unidad residencial se extendió de 20 a 33 personas
durante los tres años de estudio de campo. En este período se registraron cuatro muertes y
tres nacimientos.
II.6.3 Caño Iguana (CI).
El asentamiento de Caño Iguana cuenta con tres formas de acceso (1) aérea, (2)
fluvial y (3) terrestre, aunque la factibilidad de las dos últimas es difícil y ardua. (1) Aérea:
Mediante la costosa renta de avionetas-taxi desde Puerto Ayacucho. Aunque la Misión
cuenta con una pista de aterrizaje de 400 metros, pocos pilotos conocen la ruta y son
suficientemente arriesgados para decidir hacer el recorrido, que toma alrededor de 1 hora y
30 minutos. (2) Fluvial: Remontando los ríos Manapiare, y Ventuari con el fin de alcanzar a los
Caños Asita e Iguana, y caminar alrededor de 8 horas hasta la comunidad. Un recorrido que
en época de invierno toma unos 3 días desde SJM, y en verano dependerá, al igual que en los
casos anteriores de la profundidad de los cursos de agua y de los troncos que bloqueen el
tránsito. Dado que se observó una alta dinámica de los bosques que flanquean los cursos de
agua, el recorrido pueden incrementarse hasta una semana mas que en la época de lluvia.
Ambas vías de acceso demandan un costo poco accesible lo cual sin duda no ha estimulado
mucho tráfico foráneo, salvo aquel arropado por la MNT. (3) Terrestre: Desde SJM,
61
flanqueando los cursos de agua, aunque factible, la tradición oral no reporta esta como ruta
de transporte Hotì del pasado reciente.
El asentamiento de CI se visitó por primera vez en Agosto de 1994 vía fluvial en un
recorrido exploratorio. En subsecuentes recorridos iniciándose en Mayo de 1996, se
conocieron asentamientos fuera del área de influencia inmediata de CI de donde provenía
una parte substancial de los residentes actuales de esta comunidad. Unidades de
asentamientos de las que sus miembros habrían migrado a CI, también se conocieron a unos 4
o 5 días de camino serranía arriba, tan inaccesibles y aislados como han optado permanecer.
CI constituye una comunidad nucleada, declarada misión, como se mencionó, en 1971 y
ocupada desde mediados de la década de los 70 de manera continua. Los Hotì de este
asentamiento mantienen contacto directo con misioneros estadounidenses protestantes
fundamentalistas pertenecientes al grupo de las Misiones Nuevas Tribus (MNT). Coexiste
entre los Hotì, una sola familia E'ñepa asentada en la margen opuesta del Caño Iguana, sin
embargo sus interacciones con los Hotì parecen ser relativamente pocas aunque cordiales.
Excepto éstos, los Hotì de CI parecen no recordar en su historia oral, contactos con otros
grupos indígenas de la región. Recientemente, han tenido lugar encuentros entre algunos
Ye'kwana que han incursionado en territorio Hotì en expediciones de cacería, además de los
encuentros indirectos entre nuestros guías Piaroa y los Hotì de CI. Los Hotì de CI provienen
de diversos asentamientos, unidades de asentamiento y áreas de ocupación. Se mencionó
antes a la atención médico-sanitaria como uno de los mayores atractivos que estimuló la
nucleación de los Hotì, a ello se suma la ventaja de acceder con relativa facilidad a bienes
occidentales (fundamentalmente vendiendo la fuerza de trabajo a los misioneros quienes
exigen relativamente poco). El programa de alfabetización recientemente introducido
62
(mediados y finales de 1996) con clara orientación a la lectura de la Biblia constituye sin
duda un aliciente para atraer a la población Hotì, en tanto que estos se sienten
positivamente motivados por aprender a leer y a escribir.
Consolidados lazos de parentesco existen entre la mayoría de residentes de CI.
Pocas familias no integran las múltiples y complejas redes de parentesco cognático o afinal.
Aunque extrapolado de lo que se cree más tradicional observado en MO y MA, incluso las
salidas de forrajeo de dos a cinco días observadas, parecen dar continuidad a un cierta
unidad de asentamiento a la que se sumarían parientes afines, luwena.
CI yace al medio de bosques húmedos pre-montanos, semi-deciduos, y siempre verdes
fundamentalmente. Desde el aire, CI aparece como una diminuta lengüeta abierta en el
continuo verdor del bosque. Esta localizada en un rango altitudinal de 250 a 400 m snm.
La actividad proselitista como tal, y de manera sistemática se inició justo a mediados
de 1996. El proceso se inició con la instalación de una suerte de escuela donde se enseña a la
mayoría de Hotì a escribir y leer en su propia lengua como se mencionó. El fin último consiste
en capacitarlos para leer la Biblia, que se encuentra en su fase inicial de traducción. La
alfabetización rápidamente se ha convertido en una destreza muy apreciada por los Hotì.
Hacia 1997, alrededor de 40 Hotì (entre 12 y 40 años) podían considerarse alfabetas en su
lengua. Se inició entonces un estudio bíblico casi diario, impartiéndose una conferencia, una
grabación de la misma y un texto escrito acerca de los pasajes bíblicos discutidos. A cada
familia se le proporcionó un grabador manual para que escuchase día a día las enseñanzas
impartidas. Se sabe que a inicios de 1999, parte del Génesis y fragmentos del Nuevo
Testamento estaban ya traducidos al Hotì, aunque su acceso estaba restringido a la
63
comunidad nativa o a los misioneros de MNT, por lo que no se pudo adquirir los textos
traducidos.
Gráfico N° II.4: Dinámicas de Población en la Comunidad de Caño Iguana 1996-98.
La dinámica de las comunidades de misión en términos de movimientos poblacionales
aparece menos móvil en términos cualitativos, puesto que un número significativo de Hotì se
desplaza pero sólo por dos o tres días y con una frecuencia relativa de cada quince días para
dedicarse a actividades de forrajeo. Expediciones de campamento y recorridos distantes son
actualmente poco frecuentes al parecer, y de tener lugar coinciden con períodos en que las
actividades proselitistas les permiten a los Hotì desplazamientos de larga duración y
distantes. Sin embargo, la mayoría de la población, tanto de Caño Iguana como de San José
de Kayamá practican una alta movilidad. Miembros Hotì de comunidades periféricas o
0
5
10
15
20
25
30
35
Categorías Etáreas
Núm
ero
de In
divi
duos
1996 1998
1996 22 32 25 31 13 16 1 3 5 7 2 1
1998 29 33 27 20 22 15 7 6 9 5 1 1
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-
64
alejadas, suelen trasladarse a las misiones en busca de atención médica o con intenciones de
intercambiar bienes o solicitar esposas. Aunque también se conoce de comunidades que
explícitamente evitan contactos con las misiones. Se registraron 25 nacimientos y cuatro
decesos en el período de estudio en CI.
II.6.4 San José de Kayamá (KA).
El acceso al asentamiento de Kayamá es posible vía (1) aérea y (2) terrestre, ya que
pese a estar ubicado al margen del Río Kayamá, afluente derecho del Río Cuchivero, el acceso
fluvial es imposible debido a los peligrosos raudales que caracterizan a ambos ríos caudal
abajo. (1) Aéreo: El asentamiento cuenta con una pista de aterrizaje de 1,000 metros de
longitud que facilita el despegue y aterrizaje de aviones pequeños y avionetas, aunque el
costo de rentar los aero-taxi es prohibitivo para la mayoría. Como en CI, no existen vuelos
comerciales regulares a KA, pero a diferencia los MNT, las Lauritas no poseen medios
propios (avionetas) para desplazarse, por lo que el tráfico de aviones es considerablemente
menor aquí que en CI. (2) Terrestre: Los Hotì se desplazan por trochas a través de bosques
montanos y pre-montanos y luego de una semana de camino arriban a CI. No se conoce a
nadie que caminara desde KA hasta los asentamientos indígenas o criollos en ninguna de las
direcciones cardinales, salvo que se trate de comunidades Hotì. En este sentido, la
inaccesibilidad de KA traduce su aislamiento.
La primera visita exploratoria a KA se llevó a cabo en Abril de 1997. KA concentra el
número más alto de Hotì, la mayoría de los cuales provienen de diversos asentamientos,
unidades de asentamiento y regiones. KA constituye una comunidad nucleada numerosa y es
la única de las cuatro seleccionadas donde los Hotì coexisten con un número significativo de
miembros de otro grupo étnico, los E'ñepa, no sin carecer de conflictos y diferencias. La
65
coexistencia de estos dos grupos étnicos tan diferentes desde puntos de vista socioculturales,
económico-políticos, lingüísticos, y de vocación ecológica entre otros aspectos, ha sido por
demás compleja y difícil. A esto se añade el impacto sobre el ambiente en términos de estrés
de explotación y manejo de los recursos en especial sobre los animales de cacería. La tensión
ecológica ha alcanzado dinámicas sociales extremas, al punto de que recientemente en virtud de
constantes conflictos, los Hotì y los E'ñepa en magno encuentro decidieron delimitar las áreas
de uso e incluso tránsito de los miembros de cada grupo étnico. Esta estrategia, impide no sólo
la extracción, explotación y manejo de recursos naturales sino incluso el paso de Hotì a áreas
E'ñepa y viceversa. Lejos de solucionar los conflictos a largo plazo, la disconformidad de
miembros de ambos grupos se expresa al indicar que los mejores recursos se restringieron al
grupo del otro y no al del vocero.
Como se mencionó, San José de Kayamá fue declarada una comunidad de misión en la
década de los 80. El otro grupo humano substancialmente diferente a ellos con quienes los
Hotì de esta región han mantenido contacto directo, lo constituye la Misión Católica de la
orden religiosa Hermanas Misioneras de la Inmaculada, mejor conocidas como Lauritas
(Misioneras de la Hermana Laura). Según las Hermanas misioneras la población Hotì inició su
migración numerosa a Kayamá a inicios y mediados de los 90.
KA es el único asentamiento Hotì no localizado en el medio del bosque. Se ubica en
cambio, en un ecotono sabana-bosque, donde un parche de sabana de posible génesis
antropogénica, está rodeado de bosques semi-deciduos, y siempre verdes. El rango
altitudinal se extiende desde 320 a 400 m snm. KA, junto con MA descrito antes,
constituyen asentamientos que se cree no constituía áreas de ocupación permanente para la
etnia Hotì. Sin embargo, MA es un asentamiento ubicado en el bosque, en tanto que KA
66
aparece ecológicamente muy diferenciado como ecotono. Al ser un área no tradicionalmente
Hotì, KA describe formas de interactuar con el ambiente que de muchas maneras aun se
moldean en la cultura Hotì. Se sabe sin embargo, que los Hotì solían transitar el área de
Kayamá en recorridos comerciales, e incluso acampaban temporalmente cerca de las sabanas.
Sus asentamientos más permanentes en cambio, según la tradición oral se localizaban
flanqueando los linderos de la sabana o en los bosques mismos.
El proselitismo en KA se inició efectivamente unos 9 años atrás, a través de una
Iglesia y una escuela. La Iglesia funciona como centro aglutinador donde cada Domingo se
reúne gran parte de la población de ambas etnias con el fin de participar en servicios
religiosos. Traductores Hotì y E'ñepa proporcionan a la concurrencia su versión del
fenómeno bíblico discutido. Filtrado ya del español, el mensaje final aparece mediatizado por
valores culturales y locales. Se tuvo la impresión de que en realidad pocos de los
participantes aprehendían la complejidad de los rituales y significados religiosos.
Las hermanas han instalado desde hace una década, una escuela básica donde se
imparte enseñanza variada, fundamentalmente a niños y adolescentes. La enseñanza se
imparte en las lenguas Hotì o E'ñepa, ya que los estudiantes están separados por aula de
acuerdo a su etnia, aunque se enseña a leer y escribir en español solamente pues allí no se ha
desarrollado un alfabeto en lenguas nativas. Los maestros son jóvenes adultos aventajados
de ambos grupos étnicos que en algunos casos han salido a las ciudades patrocinados por las
Hermanas para adquirir entrenamientos básicos. Conocimientos básicos de español se
imparten también. Aunque la escuela no está reconocida por el Ministerio de Educación, está
asesorada por Fe y Alegría, un órgano educativo católico que en las zonas rurales e indígenas
tiene como fin último alfabetizar, consolidar a través de la formación integral los valores
67
cristianos, e impartir una ética de trabajo basada en el entrenamiento de oficios manuales
(carpintería, cestería, enfermería, etc.). Gran parte de la población menor de 30 años en
Kayamá ha participado formal o informalmente en las actividades de la escuela. Sin embargo,
se calcula que solamente unas 18 personas, en su mayoría varones, pueden seguir una
conversación en español y entender hasta cierto punto las dinámicas de la cultura externa
envolvente.
Tanto en KA como en CI, las actividades relacionadas a las escuelas absorben una
cantidad significativa del tiempo que previa a sus instalaciones, los Hotì dedicaban a las
tareas de subsistencia fundamentalmente. Como consecuencia, procesos acelerados de
cambio, se catalizan actualmente en ambas misiones a través de las escuelas.
Las dinámicas poblacionales de KA son complejas y dinámicas. La movilidad de los
Hotì es alta, en términos de la cantidad de individuos que se desplaza de o desde allí a áreas
periféricas, mayormente en actividades de forrajeo. En números aparentes aun mayores que
en Caño Iguana, Hotì de otros parajes acceden a Kayamá en búsqueda de atención médica,
bienes materiales (siendo el curare uno de los ítems con mayor demanda) y esposas. En
Kayamá se registraron 61 nuevos nacimientos y se conoce de cinco decesos.
Pese a la intención explícita aparente de ejercer una influencia mínima en la dinámica
social Hotì, las misiones de CI y KA ejercen significativas acciones catalizadoras en la cultura
Hotì. Dos de ellas resultan pertinentes en este discurso: la presión sobre los recursos al
estimular el cambio de tipos de asentamiento y el refuerzo de la orientación individualista (CI)
o comunitaria (KA), orientaciones que consideramos ajenas a la cultura Hotì. Sobre la escasez
de animales de caza se hablará en el capítulo cuarto.
68
Gráfico N° II.5: Dinámicas de Población en la Comunidad de Kayamá 1996-98.
La misión de CI mantiene una relación de compensación directa hacia los indígenas una
vez que estos prestan un servicio o llevan a cabo un trabajo para misioneros particulares o en
beneficio de toda la comunidad. El suministro de bienes además, se lleva a cabo en términos
individuales. Inicialmente el pago se efectuaba a través de bienes occidentales limitados
(cuchillo, machete, hacha, jabón, etc.) proporcionales al trabajo realizado. Mas recientemente,
los misioneros han previsto la posibilidad de que la sociedad envolvente pueda en un período
corto alcanzar a los Hotì, por lo que familiarizarlos con el dinero podría beneficiarlos. En ese
sentido los pagos por servicios se efectúan ahora en dinero monetario en bolívares, la
nominación del país que contiene a la cultura Hotì.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
Caqtegorías Etáreas
Núm
ero
de In
divi
duos
1996 1999
1996 51 27 38 19 23 17 4 7 4 3 3 4
1999 72 35 36 25 35 16 5 10 5 4 3 4
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24 25-29 30-34 35-39 40-44 45-49 50-54 55-
69
El resultado palpable de la orientación comunitaria en KA se expresa en la creación y
mantenimiento de una arboleda policultivada con frutales alóctonos en su mayoría. Desde hace
una década las Hermanas han venido introduciendo paulatinamente diversos cultivos que suplen
períodos de escasez y proveen de variaciones significativas a la dieta Hotì con consecuencias a
largo plazo en términos poblacionales. Los Hotì trabajan continua y colectivamente en el
mantenimiento de la arboleda, llegando incluso a regar manualmente los árboles plantados.
Verdaderas hordas de Hotì se aprestan a cuidar durante la sequía a la arboleda. Se observaron
en la arboleda más de 20 cultivos, la mayoría introducidos: Anacardiaceae: mango (Mangifera
indica L. Sp. Pl.), manga (Mangifera indica vrs. L. Sp. Pl), Anonaceae: anón (Annona reticulata L.),
guanábana (A. muricata L.), Lauraceae: aguacate (Persea americana Mill.), Mimosaceae: guama
(Inga spectabilis [Vahl] Willd.), Myrtaceae: guayaba (Psidium guajava L.), pomagas (Syzygium
malaccense [L.] Merr. & Perry), Rutaceae: grapefruit (Citrus paradisi Macfadyen), lima (C.
sinensis [L.] Osbeck), limón (C. aurantifolia Swingle.), limón francés (C. limón [L.] Burm. f.),
mandarina (C. reticulatus Blanco), naranja (C. aurantium L.), toronja (C. grandis [L.] Osbeck),
Sapindaceae: mamón (Melicoccus bijugatus Jacq.), Sapotaceae: níspero (Manilkara achras [Mill.]
Fosb.), y zapote (Pouteria sapota [Jacq.] H.E. Moore & Stearn). La Hermanas además, han
estimulado el cultivo a mayores escalas de la palma de pijiguao (Guilielma gasipaes [H.B.K.]
Bailey), la lechoza (Carica papaya L., Caricaceae), y el cambur (Musa paradisiaca L.).
Debe subrayarse no obstante, que el pujante crecimiento poblacional de la etnia Hotì es
consecuencia directa de la atención sanitaria de las misiones. Aun, las misiones junto con el
pueblo criollo de San Juan de Manapiare representan los vectores aculturativos primordiales
entre los Hotì. Sus efectos trascienden los objetivos de este estudio.
70
La tabla II.5 ofrece un resumen de los criterios de selección comparativos y
diferenciadores de las comunidades estudiadas intensivamente. Se asumió desde el inicio que
diferencias en los tipos de asentamiento, densidades de población, tipos de formación de
bosques y distribución-dispersión de recursos, aportarían elementos significativos
comparativos acerca del conocimiento botánico Hotì.
Tabla Nº II.5: Resumen de criterios selectivos de las comunidades de estudio. Caño Mosquito Caño Majagua Caño Iguana S J Kayamá Asentamiento seminómada semipermanente sedentario con
salidas de campamento
sedentario con salidas de campamento
Población dispersa aislada muy pequeña
dispersa semi-aislada pequeña
grande y nucleada grande nucleada y bi-étnica
Contactos infrecuente con etnias indígenas locales
intermitentes con etnias indígenas locales
constantes directos con misioneros estadounidenses Nuevas Tribus, virtualmente sin contacto con miembros de etnias locales
constantes directos con misioneros latinos Católicos y con E’ñepa
Bosque húmedos pre-montanos y montanos, semi-deciduos, y siempre verdes
húmedos bajos, estacionalmente inundables, semi-deciduos, y siempre verdes
húmedos pre-montantanos, semi-deciduos, y siempre verdes
semi-deciduos, y siempre verdes, ecotono sabana-bosque
Recursos dispersos terrestres interfluviales, caza de mamíferos, avifauna abundante
ribereños, muy abundantes animales de caza, palmas
ribereños, dispersos y escasos, pocos animales de caza
ribereños dispersos y
escasos baja densidad
de animales de caza
Luego de unos meses de trabajo de campo se pudo determinar además que las cuatro
comunidades diferían en términos de la prioridad de su orientación de subsistencia como se
observa en la tabla II.6.
71
Tabla II.6: Actividades de subsistencia prioritarias por asentamiento.
Caño Mosquito Caño Majagua Caño Iguana S J Kayamá Prioridad de actividades económicas
1. Caza 2. Colección 3. Horticultura
1. Caza y pesca 2. Colección 3. Horticultura
1. Horticultura 2. Colección 3. Caza 4. Pesca
1. Horticultura 2. Colección 3. Caza y pesca
73
Capítulo III
Sierra de Maigualida: Ambiente Natural.
Este capítulo expone en términos genéricos los aspectos ambientales más relevantes
del área de ocupación Hotì, la Serranía de Maigualida. Sin embargo, en virtud de la escasa o
nula bibliografía publicada sobre aspectos bióticos y abióticos específicos del área de
ocupación Hotì, el aporte fundamental de este capítulo consiste en puntualizar en especial
los aspectos para los que se poseen datos originales: climáticos y botánicos. Los datos
climáticos provienen a partir de los registros pluviométricos, de temperatura, y de humedad
recabados durante 429 días de observación. A estos se añaden los datos colectados por
Olmer Díaz, el funcionario del Ministerio del Ambiente en la estación pluviométrica de San
Juan de Manapiare, la más cercana al área de investigación. En tanto que los datos botánicos
cuantificables se colectaron en las cuatro hectáreas de las cuatro parcelas botánicas en las
comunidades Hotì de estudio intensivo. Se detalla también la metodología utilizada en el
trazado y colecta de datos en las parcelas.
III.1 Ubicación geográfica y aspectos paisajísticos.
La Sierra o Serranía Maigualida, forma parte del Macizo Guayanés. Constituye el límite
natural entre los Estados Amazonas y Bolívar, en la región meridional de Venezuela, al Norte
de América del Sur. Está ubicada al Sur del Orinoco y enmarcada por los meridianos 65 y 66º
de Longitud Oeste, y por los paralelos 5º y 6º de Latitud Norte. Maigualida está situada casi al
centro de lo que se ha llamado en la ordenación territorial, y desde puntos de vista
74
geomorfológicos y florísticos, la Región Guayana, que incluye además de los dos Estados
mencionados al Estado Delta Amacuro (véasen Mapas Nº1 y Nº 4). La superficie total del Estado
Amazonas es de 178.095 km² y la de Bolivar 238.000 km² es decir aproximadamente 45% del
territorio venezolano (916.445 km²). Esta vastedad territorial presenta una gran diversidad
biológica, geológica, topográfica, geomorfológica, y ecológica, a lo largo de todo el rango de
macro a micro escalas (regiones, paisajes, ecosistemas, comunidades, poblaciones, especies,
etc.). Sin embargo, lo que constituye estrictamente la selva o la floresta amazónica se ha
estimado alrededor de 38% (MARNR-CNUMAD 1992:21-22). Este porcentaje incluye las
diferentes tipologías de selvas continuas, además de las pequeñas porciones de sabanas
transicionales.
La Serranía Maigualida es una formación montañosa que alcanza su mayor altitud en el
Cerro Yudi que supera los 2400 m snm. La Maigualida se extiende por aproximadamente 300 km
de norte a sur y con una anchura promedio de 30 a 40 km (Huber 1995d:42), siendo su
superficie total de unos 7000 km² (véase Mapa Nº 4) . Aunque no se poseen estimados
numéricos, practicamente toda la extensión montañosa esta cubierta por bosques densos y
altos, excepto en las elevaciones superiores a los 2000 m snm donde domina la flora tepuyana
(Huber 1995d:42). Así, una significativa porción de este territorio corresponde a selvas
continuas (mayormente bosques pluviales, ribereños, premontanos, montanos, y de galería). En
las zonas de menor altitud, se observan además mosaicos de pequeñas formaciones
transicionales de matorrales, de sabanas graminosas inundables y no inundables, además de
formaciones de plantas acuáticas.
La Sierra Maigualida, incluyendo la Serranía Uasadi al Sur y la Serranía Nichare al
norte, constituye la principal cadena montañosa de la Guayana venezolana.
75
La bibliografía publicada sobre aspectos edafológicos, ecológicos y geomorfológicos de
la región, es genérica, y se refiere al área global del norte del Amazonas venezolano. No
existen trabajos científicos específicos en tales disciplinas sobre la Sierra Maigualida, lo que
se exprese aquí proviene de extrapolaciones sobre el área amazónica venezolana. Se pretende
aquí solamente proporcionar una imagen global del área de ocupación Hotì y enfatizar la
necesidad de estudios microambientales sobre el área en cuestión.
La Región de Guayana constituye el resultado de una historia petrotectónica muy larga
y compleja que describe una amplia variedad de formas litológicas. Los rasgos geológicos más
notables están signados por la antigüedad de sus rocas constituyentes y la relativa estabilidad
de las mismas desde el Precámbrico (> 109 años). Aquí los procesos de alteración y erosión
están bien avanzados y prácticamente no existen rocas que no estén desgastadas por estos
procesos (MARNR 1979:422; Mendoza et al. 1977:363-67; Huber 1988:597).
Geológicamente, las rocas de la Guayana venezolana, se originaron en el Precámbrico y
el Cámbrico. Se observan dos ciclos sedimentarios que tuvieron lugar en dos ciclos orogénicos
diferentes (MARNR 1983:26-28): el primero (2.3-2.1 Ga o billones de años) presenta unidades
metasedimentarias o formaciones plegadas, silificaciones y parcialmente metamorfizadas tales
como areniscas, cuarzos y esquistos verdes esparcidos con rocas volcánicas piroclásticas. En
tanto que el segundo ciclo sedimentario (1.8-1.3 Ga), muestra grandes formaciones tabulares
no plegadas, enteramente silicificadas y sin metamorfismo, comprendiendo rocas altamente
solidificadas del tipo areniscas, cuarzitas, y conglomerados depositados en ambientes fluviales,
deltaicos y costeros (Grupo Roraima). Este ciclo es responsable de la formación de los tepuyes.
Otra formación importante de este período, son los granitos anorogénicos (no tectónicos) que
cubren una extensa área y están asociados con muchas de las formaciones de serranías
76
guayanesas. El primer ciclo tectónico conocido como Pretransamazónico (2.5-2.3 Ga), está
caracterizado por la generación de las serranías intensamente fracturadas y tectonizadas que
sobrepasan los 2000 m snm, las rocas que se formaron durante este proceso orogénico
consisten en granitos tectonizados, gneiss, esquistos y migmatitas (Complejo Supamo). El
segundo ciclo conocido como Transamazónico (2.1-1.8 Ga) en cambio, generó grandes batolitos
graníticos con relieves más suaves y altitudes menores, las rocas que se formaron durante este
segundo proceso orogénico consisten principalmente de rocas ígneas intrusivas y extrusivas
compuestas de rocas de ácido volcánico y granitos moderadamente tectonizados (MARNR-
ORSTOM 1988:23-25). La Serranía de Maigualida es una formación característica y
desarrollada durante el primer ciclo tectónico.
El paisaje de la Sierra Maigualida es quebradizo y montañoso. Presenta laderas en
ascenso contínuo en lugar de muros verticales dada su geología granítica. La humedad parece
empeñada en modular el paisaje adentrándose en cualquiera de sus expresiones. Sobre los
2000 m snm aparecen los singulares tepuyes o montañas de tope aplanado, únicos en términos
geomorfológicos, vegetales y geográficos ya que su distribución está restringida a sectores de
la Guayana. El rango altitudinal que va desde 1000 a 2000 m snm acuna tipos de bosques
singulares, caracterizados por un sotobosque muy ralo o nulo, y la significativa dominancia de
algunas especies en parches o sectores de la montaña (e.g. Arundira spp., Lecythis spp.
Arthrostylidium spp., Eschweilera spp.), aunque el agua allí aparece relativamente escasa y
representada por pequeñas quebradas que surgen en su mayoría de aguas subterráneas. La
topografía se describe irregular unos metros más abajo (1000 a 500 m snm) y despliega una
serie de colinas estrechas consecutivas, dejando poco lugar a extensiones planas, tal como se
aprecia en la comunidad de Caño Mosquito, cortadas por quebradas que arrastran volumenes de
77
agua más significativos y se abren lugar en la densa selva hasta drenar como cursos de relativa
navegabilidad a altitudes inferiores (200-300 m snm). Abruptas caídas de agua puntean la
mayoría de los picos y picachos de las elevaciones superiores multiplicando y diversificándose
en numerosos cursos de agua. Algunos de estos, como el Caño Iguana alcanzan flujos regulares
que flanquean valles de colinas o bien drenan en áreas usualmente inundables en las estaciones
de lluvia como es el caso del Caño Majagua. No son poco frecuentes sin embargo, colinas más
suaves que dan paso a formaciones boscosas mas estables e incluso a ecotonos de sabana que
se abren en extensiones de llanuras limitadas por bosques de galerías donde se interdigita
especies propias de formaciones vegetales distintas (sabanas, bosques por ejemplo), siendo
característico de este paisaje el asentamiento de Kayamá.
La Sierra Maigualida está dominada por granitos moderadamente tectonizados, rocas
volcánicas piroclásticas ácidas con menor extensión, y regiones localizadas de gneiss
anfibolíticos y esquistos verdes metasedimentarios (MARNR-ORSTOM 1988:25, 95). La región
presenta altitudes desde 150 a 2400 m snm, e incluye varios paisajes tales como altiplanicies
rocosas y escarpadas (>1000 m), laderas montañosas, farallones y valles (400-1000 m),
penillanuras convexas y de media naranja (300-600 m), y llanuras de alteración (150-200 m)
(MARNR-ORSTOM 1988:27-29).
Un extenso y diversificado mosaico de cursos de agua y redes fluviales se extiende a
todo lo largo y ancho de la Sierra Maigualida, el cual puede constituir arterias de comunicación
y receptáculos de asentamientos humanos. El principal sistema de ríos que drena esta área
incluye a los ríos Cuchivero, Erebato, y Caura, en el lado del Estado Bolívar, que fluyen hacia el
norte en el Medio Orinoco, y los ríos Parucito y Asita, además de los Caños Iguana y Majagua
en el Estado Amazonas, que drenan hacia el sur en el Río Ventuari (véanse Mapas Nº 3 y Nº 5).
78
Vale mencionar que un número de ríos relativamente grandes se originan de hecho en la Sierra
Maigualida: Yudi, Cuyuwí, Chajura y Erebato al este, y Asita, Iguana y Ventuari al oeste y sur
(Huber 1995d:42). Sin embargo, son los cursos de agua de medios a pequeños los que atraen a
la población Hotì como potenciales lugares de asentamiento, y en o alrededor de los ríos
mencionados sólo se han observado viviendas temporales en las márgenes del Asita y aledaños
a los Caños Iguana y Majagua. Vale señalar además, que en su gran mayoría el sistema de ríos
señalado, no es navegable en las porciones relativamente cercanas a la zona de ocupación Hotì.
Todos estos ríos se consideran ríos de aguas claras, esto es, cursos fluviales de color
transparente a verdoso desprovistos de humus suspendido y aunque el contenido mineral puede
variar, es usualmente bajo en nutrientes y materia orgánica (Sioli 1984). No se conocen
estudios limnológicos específicos que pudiesen proporcionar datos descriptivos relevantes del
área fluvial en cuestión.
Los suelos del norte del Amazonas venezolano presentan una ausencia de bases, y una
predominancia de óxidos en las partículas finas. Se observa además una intensa remoción del
suelo por la erosión y una marcada acumulación de la materia orgánica (MARNR-ORSTOM
1988:31) traducida en acelerados procesos de descomposición. El tipo y calidad de suelo
consiste en el producto de la interacción entre el lecho de rocas aledaños, el clima y aquellos
suelos heredados de épocas anteriores cuando pudieron haber experimentado ciclos climáticos
diferentes (Schubert y Huber 1990:15; MARNR 1979:6). Tanto los granitos precámbricos,
como las rocas ácidas que predominan en el área de investigación, han estado sometidas
durante largos períodos a las condiciones extremas de temperaturas y humedades tropicales,
ocasionando intensos procesos de descomposición, erosión y sedimentación. Las fluctuaciones
climáticas entre períodos secos y húmedos son en parte responsables por la remoción de la
79
cubierta vegetal dejando expuestas secciones del suelo a las acciones eólicas y fluviales
(Schubert y Huber 1990:34). La carencia de elementos minerales nutrientes característica de
los suelos de la Guayana venezolana, acarrea la formación de suelos con muy baja capacidad de
intercambio catiónico (nutrientes solubles) y a las concentraciones de óxidos de hierro y
aluminio. Por una parte, los suelos presentan un bajo nivel de saturación de bases
intercambiables (baja fertilidad), y valores de pH en un rango que se extiende de ácido a
excesivamente ácido. Por otra parte, debido al relieve topográfico tan agudo en muchos
sectores de las regiones montañosas, los suelos aparecen más susceptibles a la erosión en
especial si se ven despojados de la cubierta vegetal (Zent 1992:142).
Los mapas de suelos del norte del Amazonas venezolano, presentan diferentes
tipologías (MARNR-ORSTOM 1988:47-49). Las zonas montañosas (con relieves quebradizos,
pendientes, laderas, farallones) están dominadas por granitos con oxisoles (suelos bien
drenados y estructurados, con texturas arcillosas, abundantes concreciones de hierro, muy
ácidos y pobres en nutrientes) y entisoles, formados por fuertes procesos erosivos (suelos
superficiales, arenosos con una alta acumulación de materia orgánica). Paradójicamente, estos
suelos pobres en nutrientes y erosionados al extremo, sostienen una alta biomasa vegetal
boscosa que se mantiene debido al ciclo directo de nutrientes (cf. Jordan 1982:11), pero se los
considera pobres desde un punto de vista agronómico. Las altas elevaciones de los tepuyes del
norte del Amazonas venezolano, presentan suelos clasificados oxisoles, ultisoles, entisoles,
histosoles e incipientes espodosoles. Otra vez, estos tipos de suelos son superficiales y pobres
en nutrientes. Las superficies con menos relieve o relativamente planas, presentan suelos del
tipo oxisol y ultisol básicamente. Estos se describen como bien desarrollados, profundos
80
desaturados de bases minerales y presentando un manto continuo de alteración ferralítica
(MARNR-ORSTOM 1988:49).
III.2 Clima: precipitación, temperatura y humedad.
La ubicación tropical de la Guayana venezolana hace que el clima esté caracterizado
por altos valores de precipitación, temperatura y humedad. Las variables que pueden hacer
variar este patrón genérico lo constituyen factores latitudinales, así como las diferencias en
relieve, la circulación atmosférica y las actividades humanas.
Dado que el régimen de temperaturas es relativamente constante a lo largo de todo el
año, la precipitación constituye el principal determinante de las estaciones en el neotrópico. El
macroclima de gran parte de la Región Guayana está definido según el sistema de Köppen como
Am es decir, húmedo tropical, con una estación seca de dos meses (definida como <75
mm/mes), aunque un régimen más seco corresponde a un incremento en latitud mientras que
condiciones más húmedas prevalecen con un incremento en altitud. Según el sistema de
Thornwaite, la región está clasificada como megatérmica (A’) y húmeda (B1-B4) con un pequeño
(r) o moderado (w) diferencial hídrico. Las excepciones a este esquema son una banda de
territorio alrededor de Puerto Ayacucho en el noroeste que se presenta con tres meses de
régimen seco, y un sector suroeste que corresponde a las cuencas de los ríos Atabapo-
Casiquiare-Negro que se presenta en cambio más húmedo y sin una estación seca propiamente
dicha. La Sierra Maigualida está localizada mucho más cerca del primer extremo al noroeste
de Puerto Ayacucho y por tanto se aproxima al régimen más seco. Según los mapas de
precipitación global de la región, el rango de pluviosidad para el sector Maigualida varia entre
1900-2600 mm/año, en tanto que los regímenes de humedad del suelo se describen como de
montaña údicos y perúdicos (MARNR-ORSTOM 1988:17-19).
81
El microclima del área de ocupación Hotì, se caracteriza por tener dos estaciones
marcadas por la ausencia o recurrencia relativa de lluvias. Los datos colectados durante los
años de 1984 a 1998 en San Juan de Manapiare (SJM) revelan un rango que va de 2022 a 3227
milímetros de pluviosidad promedio anual como se aprecia en el gráfico Nº III.1. En SJM
(población multiétnica ubicada al noreste del área Hotì, entre las coordenadas geográficas
5°14’ N, 66°10’ W, y a 140 m snm) se localiza la estación climática más cercana al área de
ocupación Hotì, ubicada a sólo 70 Km en línea recta de una comunidad Hotì seminómada en el
Caño Majagua Medio.
Gráfico Nº III.1: Promedios anuales de precipitación SJM, 1984-1998.
La ausencia de un patrón en un poco más de una década de registros pluviométricos es
evidente, pese a que los registros de pluviosidad son continuos y la distribución mensual
promedio esperada, o es al menos consistente con la caracterizada para las áreas bajas
neotropicales. Los años de 1986, 1992 y 1997 aparecen particularmente secos, en contraste
con los años más húmedos de 1988, 1995 y 1998. Los meses de Junio, Julio y Agosto
1990
2390
2790
3190
Años 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
mm 3013 2797 2238 2506 3227 2382 2851 2465 2022 2624 2384 3091 2972 2317 3043
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15
82
concentran la mayor cantidad de lluvia durante todos los ciclos anuales registrados, en tanto
que Diciembre, Enero y Febrero están caracterizados por la ausencia casi total de
precipitación.
Gráfico III.2: Distribución mensual promedio de pluviosidad en SJ M 1984-1998.
Durante los años de observación, en el área de ocupación Hotì (Enero de 1997 a
Febrero de 1999), se registró la lluvia caída con la ayuda de un pluviómetro portátil. Los datos
colectados describen un rango de pluviosidad anual de 2389 a 2724 mm La distribución
mensual de precipitación, como se aprecia en el Gráfico III.3, parece conformarse con los
rangos de distribución esperados para la Región Guayana. Los valores de desviación estándar
están en el rango de 27 mm para el mes de Enero a 292,7 mm para el mes de Mayo. Entre los
Hotì, la relativamente regular distribución de precipitación anual, está codificada en su lengua
con los vocablos tuoleõ (estación seca o verano), y oõ·kuleõ (estación de lluvia o invierno). Cada
mes además, está codificado o marcado por eventos ecológicos significativos relacionados a la
0
100
200
300
400
500
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
Meses
mm
83
aparición de algunos animales que ‘cantan’ a la lluvia o a la sequía, o simplemente expresan el
inicio o fin de cada estación como se aprecia en la Tabla III.1.
Tabla III.1: Calendario anual de los Hotì.
División anual temporal Hotì Glosas equivalentes aproximadas de los meses Hotì
tuo bái Enero o inicio de la estación seca k·ábálìõ Febrero o aparición del canto de las chicharras k·ába eboõ báidolìõ Marzo o apogeo del canto de las chicharras k·ábá báiye huidoláõ Abril o desvanecimiento del canto de las chicharras oku báidoláõ Mayo o inicio de la estación lluviosa oku k·ábáiye Junio o instalación plena de las lluvias òiju báidoláõ/ò eboõláõ (s) Julio o apogeo de las lluvia ò ebo báidoláõ/lebáõ du deláõ Agosto o época de colección del fruto de palma de pijiguao tuo báidoláõ/tábuõ du deláõ Septiembre o desvanecimiento de las lluvias tábuõ ijeká báidoláõ Octubre/Noviembre o época de cosecha del maíz cËo káõi Diciembre o aparición de los loros
Gráfico N°III.3: Distribución mensual promedio de pluviosidad en el área Hotì 1997-
1999.
Al compararse los valores pluviométricos del área Hotì presentados en el gráfico Nº
III.3 con aquellos del gráfico Nº III.2, se observa un patrón de distribución análogo durante
0
100
200
300
400
500
Meses
mm
Serie1 50,75 35,73 60,00 143,35 500,00 525,00 234,98 265,00 232,19 110,10 43,71
Ene Feb Mar Abr May Jun Ago Sep Oct Nov Dic
84
los meses de Diciembre a Marzo, en tanto que durante el mes de Abril se aprecia un
incremento de precipitaciones que para los meses de Mayo a Julio describe un marcado
ascenso en los valores pluviométricos. Estos, sin embargo, descienden y permanecen
relativamente constantes durante los meses de Agosto, Septiembre y Octubre. En el mes de
Noviembre, bajan las lluvias en frecuencia y cantidad como se aprecia en el gráfico Nº III.3.
Los principales caracteres térmicos del ambiente tropical pueden sintetizarse en tres:
una temperatura media anual relativamente alta ≥ 25 °C al nivel del mar, un pequeño rango
anual de temperatura (diferencia entre el mes más cálido y el mes más frío) ubicado en < 5 °C,
y un rango diurno de temperatura que excede el rango anual (Snow 1976:295). En el área de
ocupación Hotì, estas características generales parecen cumplirse.
Describiendo un patrón isotérmico anual característico del área baja neotropical, la
oscilación anual de temperatura mínima es poca, observándose una desviación estándar de 1,1º
a 2º C y un coeficiente de variación de 4,8º a 9,8º C durante los años de registros de 1984 a
1995 en la estación de SJM. El mes más caluroso se registra en Abril (20,6ºC), siendo Enero el
más frío (18,6ºC).
El proceso de precipitación (cubierta de nubes, agua depositada en los suelos,
evaporación, transpiración) interactúa con la temperatura causando un leve efecto de
enfriamiento durante los meses más húmedos. Así, la mínima absoluta registrada se produjo en
el mes de Julio de 1992, alcanzando un valor de 15,2 °C y coincidiendo con uno de los años de
mayor precipitación, en tanto que la mínima más alta se produjo en Abril de 1989 con un valor
de 22,2 °C.
Las temperaturas máximas promedios anuales de la estación de SJM presentan un
rango de desviación estándar que va de 0,5° a 1,1 °C, en tanto que el rango del coeficiente de
85
variación oscila entre 1,5° a 2,3 °C. La temperatura promedio máxima absoluta se registró en
Febrero de 1986 con un valor de 33, 7 °C y el menor para las máximas absolutas tuvo lugar en
Junio de 1985 con un valor de 30,3 °C, coincidiendo con las épocas en que los períodos de
sequía y lluvia están en su apogeo. El año más caluroso parece haber sido el de 1995, pero los
valores máximos como se puede apreciar varían mínimamente.
Gráfico III.4: Temperaturas Máximas y Mínimas Promedios en SJM, 1984-1995. En el área Hotì se registraron las temperaturas diariamente desde Mayo de 1996
hasta Febrero de 1999, con la ayuda de termómetros portátiles de mínimas y máximas en
grados centígrados, colocados a la sombra. Al igual que con los datos pluviométricos y de
humedad sin embargo, no se poseen datos durante los períodos de ausencia en el campo. Los
rangos de los valores de desviación estándar van de 0,14° a 1,7° C para las temperaturas
mínimas. La temperatura promedio mensual de mínima absoluta se registró en Marzo de 1997
°C
17,919,420,922,423,925,426,928,429,931,432,934,4
Años 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1992 1993 1994 1995
°C 19,3 19,7 19,2 18,1 19,4 21,1 20,0 19,0 19,5 19,6 20,3
°C 33,4 33,8 33,8 33,8 33,4 34,3 33,6 33,8 33,5 33,7 33,9
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11
86
con un valor de 19,9 °C, en tanto que el valor absoluto más alto entre las mínimas es de 22,6 °C
registrado en Junio de 1997.
Las temperaturas máximas absolutas en el área Hotì tienen un amplio rango de
variación oscilando entre 44° a 22 °C, en virtud de la localidad específica en la que se tomó el
dato. En este caso, los extremos están dados por Caño Majagua Medio y Caño Mosquito Medio,
siendo la altitud el factor influyente en esta diferenciación. Los valores de la desviación
estándar van de 0,5º a 5,1º. Las máximas promedios en el área Hotì se distribuyen anualmente
como se aprecia en el gráfico Nº III.5.
Gráfico Nº III.5: Temperaturas Máximas y Mínimas Promedios en el área Hotì 1996-
1999.
Puede apreciarse que los meses menos calurosos parecen ser aquellos donde la lluvia
tiene una frecuencia relativa mediana, es decir aquellos transicionales o que podrían indicar un
cierto patrón biestacional signado por dos picos y relacionado posiblemente al patrón del
20,0
23,0
26,0
29,0
32,0
35,0°C
°C 34,8 32,3 32,3 34,3 29,1 31,3 28,7 26,9 28,5 28,7 28,6 33,9
°C 20,3 21,2 21,1 22,5 22,3 21,9 22,1 21,7 21,9 22,1 21,1 21,8
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
87
movimiento de la convergencia intertropical. Esta se refiere al frente activo del canal
ecuatorial, es decir, un cinturón de baja presión superficial que se extiende latitudinalmente
entre las zonas de alta presión subtropical en ambos hemisferios. Tal frente se mueve hacia el
sur o al norte del ecuador siguiendo con atraso las posiciones de zenit del sol. En el lugar en
que se encuentran los frentes de baja presión con vientos de alta presión se produce una
actividad conectiva que da lugar a fuertes lluvias (Snow 1976:295-337), aquellas denominadas
localmente chubascos. La alta nubosidad durante los meses de lluvia cubriendo los cielos de las
selvas, sin duda contribuyen a mantener las temperaturas más bajas con respecto a la estación
seca.
La temperatura del suelo es análoga a la de la atmósfera, la cual tiene un efecto
directo sobre la evaporatranspiración potencial (ETP), que a su vez afecta la humedad del
suelo. La ETP es relativamente alta a todo lo largo de la región selvática de la Guayana
venezolana (125 mm de promedio mensual) pero disminuye a medida que aumenta la altitud
(MARNR-ORSTOM 1988:16-17). En aquellos meses en los que la precipitación es mayor a la
ETP, la humedad se acumula y almacena en el suelo y se irá disminuyendo cuando se presentan
los meses de sequía. Se han definido tres regímenes de suelo en virtud del agua acumulada en
los mismos (MARNR-ORSTOM 1988:17): (1) ústicos: característicos de climas donde ocurre
una verdadera estación seca, en áreas bajas circundantes a la Sierra Maigualida. Este tipo de
suelo puede encontrarse en las sabanas donde tienen lugar definidos ciclos de acumulación,
exceso, utilización y déficit de agua, lo que favorece el desgaste de las bases del suelo; (2)
údicos: comunes a los suelos de clima húmedo ecuatorial, generalmente bajo cubiertas de
selvas pluviales tropicales que favorecen las hidrólisis ferrosas. Esta categoría de suelo es
característica de gran parte de la Sierra Maigualida, y (3) perúdicos: aquellos donde un exceso
88
de agua de lluvia se hace presente durante todos los meses del año, lo cual favorece procesos
de acidificación. Este tipo de suelos podría encontrarse bajo cubiertas de vegetación
sometidas a la acumulación de agua de lluvia, en lugares topográficos abruptos de la Sierra
Maigualida.
Gráfico N° III.6: Humedad relativa promedio Mínima y Máxima en el área Hotì,
1996-1999.
No se poseen datos acerca de la humedad relativa del aire para áreas aledañas a las
zonas de ocupación Hotì, por lo que no se poseen parámetros comparativos. Al igual que la
temperatura, los valores de humedad se colectaron diariamente con la ayuda de un higrómetro
portátil de máxima-mínima colocado a la sombra, desde Mayo de 1996 a Febrero de 1999. En
términos generales, la humedad relativa en el área Hotì es alta, aunque los valores absolutos
registrados diariamente en las diversas localidades abarcan un rango altamente variable,
alcanzando una oscilación de valores máximos de la mínima entre 21% a 86% en período de
sequía y de lluvias en las comunidades de Caño Majagua Medio y Kayamá respectivamente. Los
valores promedios para la mínima de humedad relativa se grafican a continuación. Los valores
%
40,047,054,061,068,075,082,089,096,0
103,0
Serie1 47,1 53,7 45,6 51,7 72,4 65,3 80,7 76,1 74,5 78,6 54,8
Serie2 93,6 92,0 89,6 90,7 92,7 93,7 94,1 93,3 92,6 93,6 93,2
Ene Feb Mar Abr May Jun Ago Sep Oct Nov Dic
89
de la desviación estándar son significativos pues el rango describe el valor inferior en Marzo
con 3,9% justo al fin de la época seca y el valor superior en Abril con 23% al inicio de la época
de lluvia. Sin duda, en este caso al igual que para el resto de parámetros descritos aquí,
registros sistemáticos a largo plazo podrían reflejar más certeramente la realidad climática
del área Hotì. Lamentablemente se carece de ellos.
Los valores son consistentes con los esperados, las estaciones de más lluvia
corresponden con los valores de humedad atmosférica más alta, y los meses más secos
muestran valores inferiores. Vale destacar además, que la influencia de la altitud es evidente
también en este parámetro climático. Siendo los meses de sequía aquellos que experimentan
menor humedad atmosférica en las zonas de elevaciones inferiores. Este patrón se invierte
en las localidades situadas a mayores altitudes.
Los valores máximos absolutos de la humedad relativa, se observan coherentemente
en aquellas localidades ubicadas a mayor altitud y durante los meses de mayor frecuencia de
lluvias. El rango oscila entre 72% en Kayamá y 99% en el Alto Cuchivero (cerca de 1000 m
snm). Los valores de desviación estándar oscilan entre 0,07% durante el mes de Febrero y
5,4% durante el mes de Enero. En este caso la desviación de los valores máximos se
concentra enteramente en el período seco del año. Al observarse los valores de desviación
para el resto de los meses, se aprecia que la variación es muy pequeña, entre el 1-2%
sustentando la cualidad húmeda por excelencia del área amazónica. También refleja la
necesidad de colectar datos climáticos por períodos más largos de tiempo que sustenten
observaciones más sistemáticas y revelen posibles patrones.
En el gráfico Nº III.6 se observa un agudo descenso en los valores de humedad
relativa máxima durante el mes de Marzo, probablemente como resultado de que los datos
90
provienen de las cuatro localidades durante ese mes, alterando los valores medios en virtud
del diferencial microambiental.
III.3 Vegetación: Aspectos Genéricos.
La vegetación de la Sierra Maigualida es muy diversa. Según los mapas de vegetación y
la bibliografía genérica para Venezuela y el Sur del Orinoco y a una escala macro descriptiva,
se han incluido varias provincias fitogeográficas representadas en el área de ocupación Hotì
(Huber 1982; MARNR 1983; Huber y Alarcón 1988; Huber 1995; Huber y Riina 1997): (a) la
Región vegetal Amazonas-Hylaea, que constituye la vegetación base original y está presente
en gran parte de las formaciones selváticas en la cuenca del Amazonas y del área Hotì; (b) la
Región de los Llanos, representada por pequeñas formaciones de sabanas transicionales al
Norte (Alto Cuchivero, inmediaciones del Río Kayamá) y Sur del área Hotì (inmediaciones del
Caño Majagua Bajo); (c) la Región Guayana, que representa la gran mayoría de formaciones
selváticas al sur del Orinoco venezolano, incluyendo el área Hotì; (d) la Región Guayana Alta,
representada por bosques y arbustales de las zonas tepuyanas de los niveles altitudinales
inferiores y medios, los cuales salvo en muy pocas excepciones son visitados o frecuentados por
los Hotì; y (e) la Región Pantepui, que consiste en las comunidades de plantas herbáceas y
arbustivas características de las altas montañas (formación Roraima), presente en el área Hotì
en las cimas de las montañas de la Sierra Maigualida pero básicamente no visitadas por los
Hotì. En términos paisajísticos, aunque se carece de porcentajes numéricos, puede afirmarse
que la vegetación del área Hotì está dominada por selvas de diversos tipos en su gran parte de
la provincia de la Región Guayana (véase Mapa Nº 6).
A una escala micro descriptiva sin embargo, la región de la Sierra de Maigualida es muy
poco conocida desde el punto de vista botánico (Huber 1995a). La información publicada sobre
91
la flora de la zona, ha provenido fundamentalmente del mapa de macrovegetación de O. Huber
y C. Alarcón (1988). Sin embargo, se señala allí mismo que la Sierra Maigualida al norte del
sector Jáua-Maigualida, ha sido "aun poco explorada”. En éste mapa, se sugiere la presencia de
las siguientes formaciones en la Sierra Maigualida:
1. bosques ombrófilos sub-montanos, sub-siempreverdes, los cuales se extienden sobre las
vertientes occidentales de la Sierra Maigualida y en la Altiplanicie de la Sierra Parima,
mucho más al sur de la zona Hotì en el Estado Amazonas. No se posee información de la
Sierra Maigualida. En la Sierra Parima están presentes bosques medianos (15-25 m) con
dos estratos arbóreos densos, sotobosque relativamente abierto, pocas epífitas y lianas.
Están caracterizados por especies como las siguientes: Eschweilera roraimensis, Guarea
guidonia, Tapirira guianensis, Cordia nodosa, Miconia sp., Vochysia venezuelana, Protium
calanense.
2. bosques ombrófilos sub-montanos, siempreverdes, para los que se señala no poseer
información botánica.
3. bosques ombrófilos montanos, siempreverdes, para los que se dispone información de otros
sectores y no de la Sierra de Maigualida.
4. arbustales ombrófilos submontanos tepuyanos siempreverdes, para los que se dispone
información de otros sectores y no de la Sierra de Maigualida.
5. vegetación herbáceo arbustiva alto tepuyana, comunidades de densidad y altura muy
variable en el estrato herbáceo y el arbustivo, que alcanza hasta 3 m. Se ubican sobre los
1800 m snm y están presentes allí numerosas especies endémicas.
Las regiones circundantes o a elevaciones inferiores a los 500 m snm están
representadas además por bosques semi-deciduos y siempreverdes, y formaciones (descritas a
92
partir de fotos aéreas y lecturas de radar) como las siguientes: bosques alisos, ribereños y de
galería. Tales formaciones en términos muy generales se describen como de medios a altos y
densos, compuestos de dos estratos arbóreos y un sotobosque relativamente abierto, y
variando en estructura y composición de acuerdo a un gradiente altitudinal de basimontano a
montano (MARNR-ORSTOM 1988: 48-49; Huber y Alarcón 1988).
Hasta 1996, pocas exploraciones científicas botánicas se habían llevado a cabo en la
región circundando la Serranía de Maigualida debido a la relativa inaccesibilidad del terreno
así como de su topografía quebradiza. W. Coppens colectó pocas muestras botánicas durante
sus exploraciones a inicios de la década de los 70, pero según el curador del herbario donde las
depositó, el material es muy fragmentario para tener algún valor taxonómico (Stephen Tillett,
comunicación personal). Como se mencionó en el capítulo I, dos botánicos del grupo de la
Corporación Venezolana de Guayana TECMIN, realizaron exploraciones genéricas a las laderas
altas del norte de la Sierra Maigualida en 1989, pero sus resultados no han sido publicados.
Otto Huber ha recolectado muestras botánicas durante cuatro recorridos desde 1988 hasta
1995, pero especialmente en las cimas de las montañas y las regiones más elevadas de la Sierra
Maigualida. E. L. Zent y S. Zent realizaron una exploración etnobotánica preliminar en dos
comunidades Hotì en Agosto de 1994. La colección más extensa e intensa en el área de
ocupación Hotì de la Sierra Maigualida de la que se tenga noticia corresponde a la que sustenta
esta investigación, colectada por E. L. Zent y S. Zent y llevada a cabo desde Abril de 1996 a
Febrero de 1999, contando con 2340 números depositados en los Herbarios Ovalles (MYF) y
Nacional de Venezuela (VEN). La tabla Nº III.2 especifica los números colectados de acuerdo
a las localidades de estudio intensivo.
93
Tabla Nº III.2: Distribución de las Colecciones Botánicas por localidad
Lugar No. de Muestras Caño Iguana 663 Caño Majagua 612 Caño Mosquito 584 Kayamá 481 Total 2340 De ese total absoluto se han determinado hasta este momento 1510 números a nivel de
Familia, 1134 números a nivel de Género y 805 números a nivel de especie. Se considera que
para lo reciente de la colección un número significativo de muestras han logrado identificarse.
Vale señalar que algunos de los números son al parecer nuevos para la botánica occidental. En
los capítulos siguientes se mencionarán gran parte de los números colectados asociados a
contextos ecológicos o culturales significativos. En este capítulo la atención se centrará en los
datos cuantificables provenientes de parcelas botánicas trazadas en el área Hotì, puesto que
pueden aportar más que descripciones de la vegetación local, aseveraciones bien sustentadas
acerca de las regularidades observadas.
III.4 Vegetación: Aspectos Específicos.
En virtud de que el trazado de parcelas se ha convertido en un instrumento de
indudable utilidad tanto para inventariar las especies vegetales como para el conocimiento
cultural de regiones bien delimitadas, se lo seleccionó como herramienta metodológica. Tal
selección obedeció al intento por satisfacer los objetivos botánicos y etnobotánicos de este
trabajo, y se sustentó luego de entrevistas sostenidas con botánicos (Brian Boom del New
York Botanical Garden, Gerardo Aymard del Missouri Botanical Garden y la Universidad de los
Llanos Ezequiel Zamora) y etnobotánicos (William Balée de Tulane University, Stanford Zent
del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas) que previamente se habían
beneficiado de esta metodología de campo. Por otra parte, las ventajas de proporcionar datos
94
cuantificables que permiten avances cualitativos en el espectro analítico del área de
investigación, mediante la posibilidad de proporcionar datos comparables, precisos y
confiables, justifican plenamente la opción de las parcelas como método de estudio (Phillips y
Gentry 1993a, 1993b).
La metodología del trazado de las parcelas siguió los procedimientos estándar
aplicados por los fitoecólogos, botánicos y forestales. Consideraciones específicas acerca de la
forma y dimensiones de la parcela se tomaron en cuenta antes de emprender el trazado de las
parcelas. Según B. Boom (comunicación personal 1996; Boom 1989, 1990) la forma rectangular
en 20 x 500 m resulta conveniente y práctica en términos botánicos y etnobotánicos. Dado que
este investigador fue pionero en el uso de la metodología y además la aplicó en la Guayana
venezolana en un sector no muy alejado del área de investigación de este estudio, su opinión
resultaba valiosa y válida. Las dimensiones de 1 hectárea además, se han considerado
suficientes y apropiadas para arribar a una descripción adecuada y comprehensiva de la
vegetación local en las selvas tropicales amazonenses (Mori 1992; Boom 1989, 1990). A estas
consideraciones se añade que las investigaciones donde se han utilizado a las parcelas
(etno)botánicas como herramienta metodológica, han adoptado un tamaño estándar de 1 ha, lo
cual facilita la comparación de los datos, un objetivo de este estudio. La comparación se
extiende no sólo a estudios realizados por otros autores sino a las diferentes áreas de
ocupación Hotì, por lo que se trazaron cuatro parcelas de 20 x 500 m, en cuatro sectores de
selva alta frecuentados por los Hotì y sometidos a condiciones microambientales
aparentemente diferentes. Cada parcela de 1 ha esta conformada por 25 cuadrantes de 20 x
20 m o de 400 m² cada uno (un total de 10,000 m²). Los lugares específicos donde se decidió
trazar las parcelas fueron seleccionados con la ayuda de Hotì locales dispuestos a caminar por
95
el área y señalar las áreas frecuentadas y utilizadas por ellos. Los criterios específicos de
selección, fueron entonces inducidos de alguna manera por los habitantes locales. No obstante,
ciertos elementos de azar se incorporaron en la selección de las áreas: se solicitó a los Hotì su
ayuda pero sin criterio definido se decidió trazar pequeñas trochas en dirección a la
comunidad sin conocer con certitud que tipo de bosque se incluiría en la hectárea. Se consideró
también la distancia de la parcela con respecto a los asentamientos, que en todos los casos no
sobrepasaba más de 15 minutos, excepto en San José de Kayamá, donde se requería caminar
alrededor de 45 minutos desde el área nucleada de la misión hasta el sitio de la parcela. En
Kayamá, 7 Hotì hombres adultos nos condujeron hasta lo que consideraban bosque alto
frecuentado por ellos, unos meses más tarde se conocieron bosques similares mucho más
cercanos a la misión. Sin embargo, dadas las características de: (1) ecotono sabana-bosque de
Kayamá, (2) la intensificación de uso de la población numerosa y nucleada en este asentamiento
y en virtud de (3) que las viviendas de habitación Hotì se encuentran dispersas y en su mayoría
dentro de bosques de galería, aledañas a la misión (aunque a variadas distancias de la misma),
resultaba complejo acortar la distancia en términos globales para toda la población
potencialmente entrevistable.
Los artefactos de apoyo en el trazado de las parcelas consistieron en cintas métricas
de varias longitudes (100 m y 30 m) para medir las distancias de los cuadrantes y el largo total
de cada parcela, una cinta de diámetros para medir los diametros de los troncos a la altura de
pecho (DAP) de todos los individuos ≥ 10 cm., una brújula para controlar la dirección precisa en
ángulos de las líneas imaginarias de la parcela así como las pendientes relativas de los
cuadrantes, un clinómetro para calcular las alturas relativas de los individuos bajo observación
así como las pendientes relativas de los cuadrantes, un altímetro barométrico para registrar la
96
altitud y las pendientes relativas, banderas de polietileno naranja con bases de metal para
marcar los cuadrantes particulares, cintas de vinyl naranjas y amarillas para marcar los
individuos enumerados y localizarlos con relativa facilidad, rótulos oblongos de aluminio
numerados previamente para marcar de manera más permanente los individuos, asegurados con
clavos de acero inoxidable, y marcadores de cortezas anticontaminantes, machetes, pinzas
cegadoras y cuadernos de campo. Para corregir las dimensiones de los cuadrantes en virtud de
las pendientes particulares, se portaron tablas de valores que indican los ajustes a las
distancias a lo largo de las pendientes particulares de los cuadrantes (Peters 1996:255). Para
las colecciones botánicas se contaba además con podadoras, pinzas, cortadoras, sendas
prensas, alcohol al 90% de concentración, bolsas plásticas resistentes y tulas gruesas de
polietileno impermeables para almacenar y transportar las muestras. Se señalan a continuación
aspectos específicos de cada parcela (altitudes, valores de importancia, frecuencias,
dominancias, densidades, curvas de taxa etc.), en orden secuencial de acuerdo al orden
cronológico en el que se las trazó.
III.4.1 Caño Iguana (CI).
La parcela de CI fue la primera en trazarse. Se encuentra a sólo 10-15 minutos del
asentamiento. Su gran particularidad paisajística consiste en la inclinación de su pendiente.
De las cuatro parcelas, corresponde sin duda a la que presenta las laderas más agudas
extendiéndose el rango de pendiente de 10% a 75%, y la altitud desde 248 a 410 m snm.
Un total de 355 individuos resultaron ≥ 10 cm DAP, por lo que se los marcó, y se
colectaron muestras botánicas representativas de los individuos botánicos, en cuanto fue
posible fértiles. Treinta y seis familias 70 géneros y 107 especies se han logrado determinar
de ese total de individuos que incluyen además de árboles, lianas y palmas como formas de
97
vidas. Vale destacar que de 48 de esas especies identificadas a lo largo de la parcela están
representadas por sólo un individuo, en tanto que 19 de las especies están representadas por
dos individuos, otras 11 especies presentan densidades absolutas de tres individuos, ocho
especies ocurren cuatro veces, cinco en cinco oportunidades, dos especies están
representadas por 6 individuos, y tres especies por ocho. Es decir, 89% de las especies
presentan densidades absolutas inferiores a 10 individuos/ha, en un rango de densidades
relativas que se extiende de 0,28% a 2,25%. La mayor densidad absoluta corresponde a la
especie Brosimum alicastrum (Moraceae) representada por 19 individuos (5,35% de densidad
relativa). Las otras tres especies que concentran los porcentajes más altos son las siguientes,
Sloanea laxiflora (Elaeocarpacea) con 5,07% y 18 individuos, Pseudolmedia laevis (Moraceae)
con 4,51% y 16 individuos, y Coccoloba fallax (Polygonaceae) con 3,94% y 14 individuos. Estos
valores expresan diversidad de especie representados por uno o pocos individuos y dominancias
absolutas concentradas en pocas especies. En este sentido, 73% (78) de las especies describen
valores menores al 1% de densidad relativa en tanto que 14% (15 especies) se presenta con
valores menores a 2% y 6% (6 especies) están en el rango del 2%. Cinco especies presentan
valores de 3%, y sólo una del 4%.
Los mayores valores de dominancia relativa, calculadas a partir del área basal (ab)
(ab=π/4 x DAP²) están concentrados en dos especies fundamentalmente, Micropholis sp.
(Sapotaceae) con 16,97% aunque su densidad relativa es de 11 individuos (con una dominancia
absoluta de 560,52 dm²/ha) y nuevamente Brosimum alicastrum con la dominancia más alta
de 19,21% (y una dominancia absoluta de 634,31 dm²/ha). En general, las dominancias
relativas de la mayoría de las especies no alcanzan el 1%, con 84 especies (79% del total de
especies) con valores que van del 0,02 al 0,99%, lo cual apunta hacia un alto dinamismo o
98
instalación de nuevas especies. Otras 12 especies presentan valores de dominancia relativa
entre 1-2%, en tanto que cuatro especies tienen valores entre 2-3% y sólo una, Coccoloba
fallax tiene un valor expresado entre 3-4%. Los únicos dos valores mayores al 4,2%, son los
ya mencionados como los de la dominancia más alta, lo cual sin duda hace estas dos especies
conspicuas y representativas de la parcela de CI. Dichas especies están representadas por
individuos maduros (Micropholis sp. ostenta DAP en un rango de 53,8 a 115, 2 cm) y en
diversas etapas de maduración que dan probabilidades menores de riesgos de extinción local
(los DAP del Brosimum alicastrum van desde 10,9 a 111,7 cm). En términos genéricos, en CI
se observaron cuadrantes densos en troncos leñosos contrastando con aquellos ralos como se
observa en el gráfico Nº III.9 más adelante.
Los valores de frecuencia relativa no dejan de ser interesantes también, con 54
especies (50% del total) presentes en sólo 1 de los 25 cuadrantes, en tanto que otras 16
especies (15%) se presentan sólo en dos de los cuadrantes, y 14 especies más (13%) en tres
de los cuadrantes. Igualmente, sólo 6 especies ocurren en cuatro de los cuadrantes, y otras
cinco en cinco cuadrantes, tres especies en seis, dos especies en siete y tres en ocho
cuadrantes. Sólo 4 de las especies (3,7%) aparecen en el número más alto de cuadrantes:
tres especies en nueve y sólo una en diez de los 25 cuadrantes. Los valores más altos de la
frecuencia relativa están concentrados en el taxón Protium opacum (3,70%), en tanto que
tres especies, presentan el mismo porcentaje de frecuencia relativa, 3,33%. Siendo estos
nuevamente, Sloanea laxiflora, Micropholis sp. e Inga sp. 2 (Mimosaceae). La tabla Nº III.3
muestra los valores relevantes de las especies encontradas en la parcela de CI. Los autores de
las determinaciones botánicas aparecen citados en los Apéndices.
99
Tabla Nº III.3: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia
por especie, CI.
Nombre Botánico Flia Densidad
relativa Dominancia relativa
Frecuencia relativa
Valor de Importancia
Micropholis sp. SPT 3,10 19,21 3,33 8,55 Brosimum alicastrum MOR 5,35 16,97 2,96 8,43 Protium opacum BRS 3,38 3,95 3,70 3,68 Coccoloba fallax PLG 3,94 4,20 2,59 3,58 Sloanea laxiflora ELC 5,07 2,06 3,33 3,49 Inga sp. 2 MIM 2,82 2,30 3,33 2,82 Trichilia sp. MEL 3,10 3,12 2,22 2,81 Pseudolmedia laevis MOR 4,51 1,71 1,85 2,69 Urera caracasana URT 3,38 1,50 2,96 2,61 Eschweilera sp. LCY 2,82 1,38 2,96 2,39 STR sp. 2 STR 1,13 3,78 1,48 2,13 Bathysa bathysoides RUB 2,82 1,39 1,85 2,02 Protium spruceanum BRS 2,25 1,24 2,22 1,91 Socratea exorrhiza ARE 2,25 0,57 2,59 1,81 Erisma sp. VOC 1,13 2,94 1,11 1,73 Pouteria sp. SPT 2,25 0,68 2,22 1,72 Sloanea robusta ELC 1,41 1,26 1,85 1,51 Micropholis egensis SPT 0,28 3,66 0,37 1,44 Trichilia brachystachya MEL 1,69 0,34 1,85 1,29 Brownea coccinea CSL 1,69 0,20 1,85 1,25 Heisteria sp. OLC 1,13 1,35 1,11 1,20 Ecclinusa guianensis SPT 1,41 1,41 0,74 1,19 Trichilia mazanensis MEL 1,13 1,17 1,11 1,14 Sloanea sp. ELC 1,41 0,52 1,48 1,14 Apeiba intermedia TIL 0,56 2,03 0,74 1,11 Licania sp. 2 CHB 1,13 0,58 1,48 1,06 Cecropia angulata I.W. CEC 1,41 0,66 1,11 1,06 Virola sp. MYS 1,41 0,24 1,48 1,04 Caraipa sp. CLU 1,13 0,84 1,11 1,03 Inga sp. 6 MIM 0,85 0,99 1,11 0,98 Gustavia poeppigiana LCY 1,13 0,13 1,48 0,91 Guazuma ulmifolia STR 0,85 1,14 0,74 0,91 Inga sp. 4 MIM 1,13 0,17 1,11 0,80 Guazuma sp. STR 0,85 0,79 0,74 0,79 Iryanthera juruensis MYS 0,85 0,36 1,11 0,77 STR sp. 1 STR 0,85 0,31 1,11 0,75 Cordia sericicalyx BOR 0,85 0,29 1,11 0,75 Cecropia sp. 2 CEC 0,85 0,27 1,11 0,74 Amphirrhox sp. VIO 0,85 0,20 1,11 0,72 Euterpe catinga ARE 0,85 0,16 1,11 0,70 SAP sp. 1 SAP 0,85 0,13 1,11 0,69
100
Nombre Botánico Flia Densidad relativa
Dominancia relativa
Frecuencia relativa
Valor de Importancia
Inga sp. 1 MIM 0,56 1,13 0,37 0,69 Cecropia peltata CEC 0,85 0,35 0,74 0,65 Erisma uncinatum VOC 0,28 1,27 0,37 0,64 Apeiba tibourbou TIL 0,56 0,62 0,74 0,64 ANN sp. 1 ANN 0,28 0,13 1,48 0,63 Inga bourgoni MIM 0,56 0,43 0,74 0,58 EUP sp. 1 EUP 0,56 0,38 0,74 0,56 Trattinnickia sp. 2 BRS 0,56 0,38 0,74 0,56 Caryocar microcarpum CCR 0,28 0,95 0,37 0,54 Cecropia sp. 1 CEC 0,56 0,30 0,74 0,54 Guarea guidonia MEL 0,56 0,18 0,74 0,49 Clathrotropis sp. LEG 0,56 0,16 0,74 0,49 Ocotea sp. LAU 0,56 0,15 0,74 0,49 Spondias mombin ANA 0,56 0,52 0,37 0,49 Lecithys sp. LCY 0,56 0,12 0,74 0,48 Duguetia calycina ANN 0,56 0,10 0,74 0,47 Rollinia sp. ANN 0,56 0,09 0,74 0,47 LEG sp. 1 LEG 0,28 0,74 0,37 0,46 Mabea sp. EUP 0,56 0,42 0,37 0,45 LAU sp. 1 LAU 0,28 0,54 0,37 0,40 Coussapoa sp. CEC 0,56 0,24 0,37 0,39 Inga sp. 3 MIM 0,56 0,11 0,37 0,35 Trattinnickia sp. 1 BRS 0,56 0,11 0,37 0,35 Cupania americana SPT 0,28 0,38 0,37 0,34 Inga sp. 5 MIM 0,56 0,06 0,37 0,33 RHM sp. 1 RHM 0,28 0,34 0,37 0,33 Protium tenuifolium BRS 0,28 0,31 0,37 0,32 Warscewiczia sp. RUB 0,28 0,31 0,37 0,32 Lindackeria sp. FLC 0,28 0,29 0,37 0,31 Piper reticulatum PIP 0,28 0,22 0,37 0,29 Licania sp. 1 CHB 0,28 0,16 0,37 0,27 Brosimum lactescrus MOR 0,28 0,16 0,37 0,27 Luehea sp. TIL 0,28 0,14 0,37 0,26 Trattinnickia sp. 3 BRS 0,28 0,13 0,37 0,26 Cordia sp. BOR 0,28 0,12 0,37 0,26 Bathysa sp. RUB 0,28 0,12 0,37 0,26 Hirtella sp. CHB 0,28 0,12 0,37 0,26 Bauhinia sp. CSL 0,28 0,11 0,37 0,25 Myrcia sp. MRT 0,28 0,10 0,37 0,25 Pseudolmedia sp. MOR 0,28 0,09 0,37 0,25 Apeiba schomburgkii TIL 0,28 0,09 0,37 0,25 Pouteria venosa SPT 0,28 0,09 0,37 0,25 Talisia sp. SAP 0,28 0,08 0,37 0,25 MOR sp. 1 MOR 0,28 0,07 0,37 0,24 Sloanea oppositifolia ELC 0,28 0,07 0,37 0,24 Brosimum sp. MOR 0,28 0,06 0,37 0,24
101
Nombre Botánico Flia Densidad relativa
Dominancia relativa
Frecuencia relativa
Valor de Importancia
Allophyllus sp. SPT 0,28 0,06 0,37 0,24 Faramea occidentalis RUB 0,28 0,06 0,37 0,24 SPT sp. 1 SPT 0,28 0,05 0,37 0,24 Agonandra sp. OPI 0,28 0,05 0,37 0,23 CHB sp. 1 CHB 0,28 0,05 0,37 0,23 Casearia sp. FLC 0,28 0,04 0,37 0,23 Oenocarpus bacaba ARE 0,28 0,04 0,37 0,23 Helicostylis tomentosa MOR 0,28 0,04 0,37 0,23 BIG sp. 1 BIG 0,28 0,04 0,37 0,23 Cordia nodosa BOR 0,28 0,04 0,37 0,23 Protium sp. 1 BRS 0,28 0,04 0,37 0,23 Virola elongata MYS 0,28 0,03 0,37 0,23 Iryanthera sp. MYS 0,28 0,03 0,37 0,23 Rinorea pubiflora VIO 0,28 0,03 0,37 0,23 Raputia aromatica RUT 0,28 0,03 0,37 0,23 Trichilia inaequilatera MEL 0,28 0,03 0,37 0,23 Tapirira sp. ANA 0,28 0,03 0,37 0,23 Conceveiba guyanensis EUP 0,28 0,02 0,37 0,23 Chrysophyllum sp. SAP 0,28 0,02 0,37 0,23 Virola surinamensis MYS 0,28 0,02 0,37 0,23 100,00 100,00 100,00 100,00
No resulta una sorpresa que los valores de importancia señalen en los porcentajes
más altos, a las cinco especies mencionadas antes. La especie Micropholis sp. con el valor más
significativo (8,55%), está seguida por Brosimum alicastrum (8,43%), en tanto que con
porcentajes mucho menores se encuentran Protium sp. 2 (3,68%) y Coccoloba fallax (3,58%).
Tres de las cuatro familias botánicas más prominentes cuantitativamente en la parcela de CI
son tropicales por excelencia: Sapotaceae, Moraceae y Burseraceae, en tanto que las
Polygonaceae son cosmopolitanas pero con representantes tropicales significativos (e.g.
géneros como Symmeria y Triplaris).
Como puede apreciarse en el Gráfico III.7, que ilustra la curva de especies a lo largo
de los 25 cuadrantes, la diversidad de especies se incrementa constante pero
102
mermadamente a partir del séptimo cuadrante, ubicándose el aporte más significativo de
especies botánicas en términos numéricos, en los primeros cuadrantes.
Gráfico Nº III.7: Curva de Especies-Area en la parcela de Caño Iguana.
El bosque de la parcela de CI podría caracterizarse como ombrófilo submontano
siempreverde (cf. Huber y Alarcón 1988; Huber 1995; Huber y Riina 1997), referido a un
bosque de vegetación perennifolia con hojas de tamaño medio ancho e individuos de medio a
alto (15-30 m de altura), denso y presentando al menos dos estratos arbóreos, relativamente
pocas epífitas y un sotobosque algo denso. Algunos árboles además, pueden ser semideciduos
(e.g. Apeiba sp., Erisma sp.).
El dinamismo de los individuos de esta parcela puede ilustrarse con las siguientes
apreciaciones. Durante los dos años de observación periódica de la parcela, se registraron 31
fenómenos asociados a eventos de alteración que registraron la muerte de 17 individuos. Sólo
tres de estos individuos murieron por alteraciones humanas y los 14 restantes por alteraciones
naturales. En este último caso, los eventos más comunes consistieron en procesos de
desecación natural propios de la edad madura de los individuos en cuestión (e.g. Trichilia
0102030405060708090
100110
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Núm
ero
de e
spec
ies
103
mazanensis; Pouteria sp.), o bien, fuertes lluvias acompañadas de vientos que provocaron la
caída de los troncos desde el sistema de raíces la mayoría de las veces (e.g. Caraipa sp.,
Gustavia aff. poeppigiana, Sloanea laxiflora). Individuos que se desarrollaban sobre rocas
inestables, ubicados en vertientes muy inclinadas o cuyos sistemas de raíces estaban
pobremente desarrollados (e.g. Rollinia sp., Urera caracasana) fueron más afectados por las
alteraciones naturales. Los otros 14 individuos se vieron afectados por eventos de alteración
natural (procesos fluviales y eólicos) que causaban la mutilación de parte del ramaje, sistema
de raíces o dividían en dos los troncos principales de aquellos individuos involucrados (e.g. Inga
sp., Conceveiba guyanensis, Cecropia angulata, Iryanthera juruensis, Pseuldolmedia laevis).
Sin embargo, cuando en una primera observación se los consideró muertos, en una tercera o
cuarta observación luego de varios meses del evento alterador, el individuo retoñaba y
retomaba su ciclo vital con rapidez evidente: nuevas hojas, ramas, raíces y hasta flores
empezaban a mostrarse en algunas secciones de los individuos. En este caso, el evento natural
contribuye sin duda no sólo a la regeneración de los individuos afectados, sino a la dispersión
de semillas que eventualmente contribuirá al crecimiento de la población de la especie
involucrada. La caída de troncos o partes de los individuos, sin duda constituye un aporte de
nutrientes a las comunidades locales. Los tres casos de eventos de alteración humana
consistieron en individuos maduros: dos Protium sp. uno de 44,2 cm y el otro de 45,2 cm DAP
respectivamente y un Brosimum alicastrum de 86,3 cm DAP. Los tres árboles fueron
cortados a la altura del tronco principal (alrededor de 1 m sobre el suelo) para cosechar los
panales de miel que sus troncos sustentaban. El dinamismo, además, se ilustra en el siguiente
histograma, donde se observa la gran proporción de individuos jóvenes que se restablecen en
la parcela contrastando con los individuos maduros superiores a 40 cm DAP.
104
Gráfico Nº III.8: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, CI.
El área basal sin embargo, se aprecia mejor en términos de su distribución en los 25
cuadrantes. Se observan evidentes áreas densas en troncos y áreas ralas. El cuadrante 9 por
ejemplo, pese a que solamente incluye 12 individuos, ostenta la mayor área basal en virtud de
que tres de los árboles que lo componen tienen DAP considerables (dos Micropholis sp. de
111,4 y 100,3 cm DAP y una Tiliaceae, la Apeiba intermedia de 88,8 cm DAP). También en los
cuadrantes 14, 16, 23 y 24, se encontraron áreas basales totales significativas, debido
fundamentalmente a la presencia de árboles maduros en ellos. La especie Brosimum
alicastrum domina los cuadrantes 14 y 16, en tanto que Protium sp. (53,8 cm DAP), una
Sterculiaceae no determinada aun (92,3 cm DAP) y una Erisma sp. (94,5 cm DAP,
Vochysiacea), dominan el cuadrante 23. El cuadrante 24 en cambio, se ve dominado por seis
individuos de la especie Bathysa bathysoides (143,7 cm DAP global).
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
10010
,0-1
4,9
15,0
-19,
9
20,0
-24,
9
25,0
-29,
9
30,0
-34,
9
35,0
-39,
9
40,0
-44,
9
45,0
-49,
9
50,0
-54,
9
55,0
-59,
9
60,0
-69,
9
70,0
-79,
9
85,0
-89,
9
90,0
-99,
9
100,
0-12
4,9
DAP cm
Núm
ero
de In
divi
duos
105
Gráfico Nº III.9: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes.
El cuadrante 22 que cuenta con sólo seis individuos presenta una dominancia relativa
de 1463,25 dm²/ha, más del doble que el cuadrante 25 que ostenta la más baja dominancia
relativa (un total de 523,25 dm²/ha) pese a tener una densidad absoluta mayor (8
individuos). Algo similar sucede con el cuadrante 12, con 8 individuos y la mitad en valor
relativo en densidad (708,5 dm²/ha) con respecto al cuadrante 22. En estos casos no es sólo
la baja densidad de troncos presentes en los cuadrantes y sus bajos DAP (e.g. en la parcela
12 todos los individuos presentan diámetros menores a 23 cm), sino la irregularidad
microtopográfica local de las parcelas en cuestión, además de la presencia de enormes rocas
en sectores de la parcela que hacen nulo o inexistente al sotobosque y que impiden la
formación de un banco de semillas o el crecimiento de muchos individuos al ganar superficie
a suelos que potencialmente sustentarían individuos vegetales. Vale subrayar no obstante,
que al menos 5 individuos de Brosimum alicastrum con rangos de DAP de 33,7 a 111,7 cm se
desarrollaban exitosamente sobre enormes rocas rodeadas de un ralo o nulo sotobosque
aledaño. La baja densidad y dominancia relativas del cuadrante 8, que presenta sólo 7
0
1000
2000
3000
4000
5000
6000
7000
8000
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
dm2
106
individuos responde no solo a su relativamente baja área basal (808,75 dm²/ha) sino a la
probable afección de alteraciones en períodos anteriores a la observación. Se observa por
ejemplo, una suerte de claro en al menos 20 m² del cuadrante con presencia de un
sotobosque poco desarrollado. Se supone que la alteración en este caso fue natural y
consistió en erosión fluvial dada la pendiente microlocal. En el caso del cuadrante 17, tal
parece ser el caso, puesto que la mayoría de plantas que lo componen son de colonización
inicial, por ejemplo, están presentes allí tres Cecropia angulata (358,64 dm²/ha) y una
Cecropia sp. (38,87 dm²/ha), y tres Inga sp. (132,80 dm²/ha) jóvenes ya que dos presentan
DAP de sólo 10 cm y una de sólo 14 cm La suerte de ‘parches’ diferenciados presentes en CI
pareciera reflejar un bosque maduro dinámico y expuesto constantemente a alteraciones.
Los Hotì de CI insistían en que esta área de bosque no había sido nunca utilizada como
conucos o asentamientos de ningún tipo al menos hasta donde la memoria de su historia oral
era recordada.
II.4.2 Caño Mosquito (MO).
La parcela de MO fue la segunda en trazarse. Al igual que la anterior está situada a
sólo 10 minutos de camino del asentamiento Hotì, e igualmente en áreas de bosque alto y
montaña frecuentado por los Hotì. Tanto CI como MO además, son áreas bien
representativas de los ambientes naturales de asentamiento de este grupo humano. La forma
y dimensiones de la parcela de MO son consistentes con las cuatro parcelas trazadas:
rectangular y de 25 cuadrantes de 20 x 20 m cada una para un total de 1 ha (10,000 m²).
La particularidad paisajística de esta parcela, es que dos de sus cuadrantes están
atravesados por cursos de agua. El cuadrante tres incorpora un pequeño caño
semisubterráneo cuyas márgenes no superan un metro de ancho, ubicado en una suerte de
107
depresión de tres metros de profundidad. La topografía micro-local es bastante irregular
aunque la longitud de esta pequeña depresión que forma parte de la parcela no alcanza los
cinco metros. Los cuadrantes 11 y 12 están atravesados también por un caño de tamaño
mediano, cuyas márgenes alcanzan 17,5 m de ancho. La corriente rápida del curso de agua no
impide que esté flanqueado por una vegetación arbórea que toma riesgo de crecer incluso
sobre rocas dentro del caño mismo. Para acceder al caño mediano, debe descenderse cuatro
metros de altitud con respecto a la longitud del cuadrante correspondiente en la parcela. El
rango de altitud total a lo largo de la parcela va desde 417 a 480 m snm en la parte superior.
En este caso la pendiente no es muy significativa, dada solamente por un diferencial de 63 m.
Por otra parte, el ascenso es gradual y constante.
Un total de 556 individuos botánicos resultaron ≥ 10 cm DAP, los cuales se marcaron y
colectaron. Cuarenta y tres familias de la botánica sistemática, 139 géneros y 188 especies se
han logrado determinar en ese total de individuos botánicos que incluyen árboles, lianas y
palmas como formas de vidas. Debe destacarse que 15 de los individuos colectados de la
parcela no han logrado determinarse ni aun a nivel de familia botánica. Se los considera aquí
como especies no determinadas.
De las 188 especies, 116 (61%) presentan una densidad absoluta de sólo un individuo en
toda la parcela, en tanto que 25 (13%) tienen una densidad absoluta de dos, nueve especies
(5%) presentan densidades de tres, otras nueve especies (5%) tienen densidades absolutas de
cuatro, y otra vez nueve especies (5%) están representadas por sólo cinco individuos. Cuatro
especies presentan seis individuos, dos presentan siete, cuatro presentan ocho, una presenta
nueve y una presenta 10 individuos. Es decir 180 de las especies o 96% de las mismas
ocurrentes en la parcela, tienen una densidad absoluta ≤ 10 por ha. El 4% restante de las
108
especies (8) expresa en términos de densidad relativa entre 1,98% a 12,05%, o con densidades
absolutas de 11 a 67 individuos. La especie con la mayor densidad es de la familia Rubiacea,
Bathysa bathysoides, con 67 árboles, precedida por otro taxón con una alta densidad,
Micrandra siphonoides representado por 52 individuos (9,35%). Con una densidad absoluta
significativa menor, el taxón Sloanea sp. 1 (Elaeocarpacea) ocupa el tercer lugar con el valor
más alto, 2,88% (16 individuos), sucedido por tres especies con la misma densidad de 12
individuos (2,16% en densidad relativa), una Arecaceae, Socratea exorrhiza, una
Burseraceae Protium sp. 2, y una Cecropiaceae, Pourouma sp. 1. Con 11 individuos (1,98%)
ocurrentes se presentan dos especies, la Burseracea Protium sagotianum y la Moraceae
Pseudolmedia sp. 1.Con 10 individuos ocurrentes (1,80%) aparece la Elaeocarpaceae Sloanea
laxiflora. Sin embargo, el que casi el 62% de la parcela presente un sólo individuo por especies
sustenta su calidad de diversa botánicamente.
En términos de dominancia relativa, 169 especies presentan valores de menos del 1%,
en tanto que diez se encuentran en el rango de 1-2%, dos especies tienen dominancias relativas
entre 2-3%, y otras dos entre 3-4%. Es decir, 98% de las especies de la parcela presentan
densidades relativas bajas (<4%) con respecto al 2% restante (5 especies). La Sapotacea
Manilkara sp. presenta la dominancia más alta de 11,73%, pese a que su densidad absoluta es
sólo de seis individuos y su frecuencia de ocurrencias es en cuatro cuadrantes; es decir,
pocos individuos maduros dispersos con una dominancia absoluta significativa (485,6
dm²/ha). En segundo lugar está otra vez la Bathysa bathysoides que domina el escenario
local maderero con 9,98% (413,37 dm²/ha de dominancia absoluta), sucedida nuevamente
por la especie Micrandra siphonoides con 9,12% (dominancia absoluta de 377,56 dm²/ha). Un
sólo individuo de Parkia pendula (Leguminosae) con una dominancia absoluta de 293,16
109
dm²/ha ocupa el cuarto lugar más alto en dominancia relativa expresada en 7,98%; en tanto
que ocho individuos de Erisma sp. (Vochysiaceae), están en cuarto lugar con 4,43% (183,44
dm²/ha).
La ocurrencia en los 25 cuadrantes de 118 de las especies de la parcela (63%), es
solamente de un individuo por cuadrante. En tanto que otras 26 (14%) especies ocurren en
sólo dos cuadrantes, 11 (6%) en tres cuadrantes, 11 (6%) en cuatro cuadrantes, ocho (4%) en
cinco cuadrantes, cinco (3%) en seis de los cuadrantes, dos (1%) en siete cuadrantes, una
(0,5%) especie en ocho cuadrantes y una en nueve cuadrantes. Tres de las cuatro especies
restantes tienen una frecuencia absoluta de 10, y la especie con el valor más alto ocurre en
15 cuadrantes, siendo ésta una vez más, representado por Bathysa bathysoides con una
frecuencia relativa del 3,80%. Las tres especies que preceden a esta Rubiaceae son las
siguientes: la Arecacea Socratea exorrhiza, la Elaeocarpacea Sloanea sp. 1, y la
Euphorbiacea Micrandra siphonoides, todas con frecuencias relativas del 2,53%. En la tabla
Nº III.4 se presentan los valores relevantes de las especies presentes en la parcela de MO.
Los autores de las determinaciones botánicas se citan en los Apéndices.
Tabla Nº III.4: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia
por especies, MO.
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Bathysa bathysoides RUB 12,05 9,98 3,80 8,61 Micrandra siphonoides EUP 9,35 9,12 2,53 7,00 Manilkara sp. SPT 1,08 11,73 1,01 4,61 Erisma sp. VOC 1,44 4,43 1,77 2,55 Parkia pendula LEG 0,18 7,08 0,25 2,50 Sloanea sp. 1 ELC 2,88 1,12 2,53 2,18 Socratea exorrhiza ARE 2,16 0,42 2,53 1,70 Protium sp. 2 BRS 2,16 0,45 2,28 1,63 Sloanea laxiflora ELC 1,80 0,89 1,77 1,49 LEG sp. 1 LEG 0,54 3,08 0,76 1,46 Pseudolmedia sp. 1 MOR 1,98 0,79 1,52 1,43
110
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
LEG sp. 2 LEG 0,18 3,85 0,25 1,43 Pourouma minor CEC 1,26 0,99 2,03 1,42 Sloanea laurifolia ELC 1,62 1,38 1,27 1,42 Attalea maripa ARE 1,26 1,61 1,27 1,38 Protium sagotianum BRS 1,98 0,51 1,52 1,34 Pterocarpus rohrii LEG 0,54 2,61 0,76 1,30 Pseudolmedia laevis MOR 1,44 0,85 1,52 1,27 Pseudolmedia laevigata MOR 1,44 1,05 1,27 1,25 VOC sp. 2 VOC 0,54 2,35 0,76 1,22 Pourouma sp. 1 CEC 2,16 0,83 0,51 1,17 Mabea sp. 2 EUP 1,44 0,40 1,52 1,12 Brosimum sp. 1 MOR 1,08 0,29 1,52 0,96 Protium sp. 5 BRS 0,90 1,13 0,76 0,93 Caraipa densifolia CLU 0,90 0,53 1,27 0,90 Dacryodes sp. 1 BRS 0,90 0,52 1,27 0,90 MEL sp. 5 MEL 0,90 0,66 1,01 0,86 Sterculia sp. STR 1,08 0,20 1,27 0,85 Trichilia sp. 2 MEL 0,90 1,13 0,51 0,84 Brownea sp. CSL 1,08 0,16 1,27 0,84 Sloanea sp. 2 ELC 0,54 1,27 0,51 0,77 Inga bourgoni MIM 0,72 0,55 1,01 0,76 Inga sp. 1 MIM 0,90 0,19 1,01 0,70 CEC sp. 1 CEC 0,90 0,15 1,01 0,69 Lecithys sp. LCY 0,72 0,30 1,01 0,68 Protium crassipetalum BRS 0,90 0,34 0,76 0,67 Laetia sp. FLC 0,90 0,33 0,76 0,66 Raputia sp. RUT 0,72 0,22 1,01 0,65 Qualea sp. 1 VOC 0,18 1,50 0,25 0,65 Laetia procera FLC 0,54 0,89 0,51 0,64 Brosimum sp. 3 MOR 0,72 0,20 1,01 0,64 Trichilia sp. 1 MEL 0,72 0,19 1,01 0,64 Cedrela sp. MEL 0,72 0,16 1,01 0,63 Brownea coccinea CSL 0,72 0,11 1,01 0,61 Erisma uncinatum VOC 0,18 1,35 0,25 0,59 STR sp. 1 STR 0,72 0,29 0,76 0,59 Especie no determinada 9 0,18 1,24 0,25 0,56 Pourouma sp. 3 CEC 0,18 0,21 1,27 0,55 MYS sp. 1 MYS 0,72 0,11 0,76 0,53 Virola sp. 3 MYS 0,54 0,28 0,76 0,53 Cybianthus sp. MRS 0,54 0,43 0,51 0,49 Protium sp. 1 BRS 0,36 0,59 0,51 0,49 CSL sp. 1 CSL 0,54 0,14 0,76 0,48 MOR sp. 4 MOR 0,18 0,96 0,25 0,47 Pseudolmedia sp. 3 MOR 0,54 0,08 0,76 0,46 Spondias sp. ANA 0,18 0,90 0,25 0,45 FLC sp. 1 FLC 0,36 0,45 0,51 0,44
111
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Licania sp. 1 CHB 0,36 0,43 0,51 0,43 VOC sp. 1 VOC 0,36 0,39 0,51 0,42 Ficus sp. MOR 0,36 0,35 0,51 0,41 CEC sp. 3 CEC 0,36 0,57 0,25 0,39 Oenocarpus bacaba ARE 0,36 0,26 0,51 0,38 Caryocar microcarpum CCR 0,18 0,67 0,25 0,37 Styrax sp. STY 0,36 0,19 0,51 0,35 SPT sp. 3 SPT 0,36 0,19 0,51 0,35 STY sp. 1 STY 0,18 0,62 0,25 0,35 Especie no determinada 3 0,18 0,60 0,25 0,34 Licania sp. 2 CHB 0,18 0,56 0,25 0,33 Clitoria javitensis FAB 0,36 0,13 0,51 0,33 BRS sp. 2 BRS 0,36 0,12 0,51 0,33 Coussapoa sp. CEC 0,36 0,12 0,51 0,33 Coccoloba fallax PLG 0,18 0,55 0,25 0,33 Inga sp. 2 MIM 0,36 0,11 0,51 0,32 Sclerolobium sp. CSL 0,18 0,54 0,25 0,32 Miconia sp. MLS 0,36 0,09 0,51 0,32 Pinzona coriacea DLL 0,36 0,09 0,51 0,32 Virola elongata MYS 0,36 0,07 0,51 0,31 Iryanthera sp. 1 MYS 0,36 0,07 0,51 0,31 BRS sp. 1 BRS 0,36 0,06 0,51 0,31 MOR sp. 2 MOR 0,36 0,06 0,51 0,31 SPT sp. 1 SPT 0,36 0,06 0,51 0,31 Ocotea schomburgkiana LAU 0,36 0,06 0,51 0,31 Actinostemom amazonicum EUP 0,36 0,05 0,51 0,31 Protium sp. 6 BRS 0,18 0,45 0,25 0,29 Dacryodes sp. 2 BRS 0,18 0,43 0,25 0,29 STR sp. 2 STR 0,18 0,35 0,25 0,26 LEG sp. 4 LEG 0,18 0,35 0,25 0,26 SPT sp. 5 SPT 0,18 0,34 0,25 0,26 MOR sp. 6 MOR 0,18 0,33 0,25 0,26 MOR sp. 1 MOR 0,18 0,08 0,51 0,25 Luehea sp. TIL 0,18 0,32 0,25 0,25 Parinari sp. CHB 0,18 0,32 0,25 0,25 Pourouma sp. 2 CEC 0,36 0,13 0,25 0,25 Especie no determinada 4 0,18 0,29 0,25 0,24 MOR sp. 5 MOR 0,18 0,26 0,25 0,23 EUP sp. 1 EUP 0,36 0,08 0,25 0,23 Vochysia sp. VOC 0,18 0,25 0,25 0,23 LEG sp. 3 LEG 0,18 0,24 0,25 0,22 Phenakospermun guyannense SRZ 0,36 0,04 0,25 0,22 Licania cruegeriana CHB 0,18 0,21 0,25 0,21 Pseudolmedia sp. 2 MOR 0,18 0,20 0,25 0,21 Inga sp. 3 MIM 0,18 0,19 0,25 0,21 Brosimum utile MOR 0,18 0,15 0,25 0,19
112
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Vochysia surinamensis VOC 0,18 0,14 0,25 0,19 Mabea sp. 1 EUP 0,18 0,12 0,25 0,18 MYS sp. 2 MYS 0,18 0,12 0,25 0,18 Guazuma sp. STR 0,18 0,11 0,25 0,18 MEL sp. 1 MEL 0,18 0,11 0,25 0,18 Talisia sp. SAP 0,18 0,11 0,25 0,18 Lindackeria paludosa FLC 0,18 0,10 0,25 0,18 FLC sp. 2 FLC 0,18 0,10 0,25 0,18 Eschweilera sp. LCY 0,18 0,10 0,25 0,18 MEL sp. 2 MEL 0,18 0,09 0,25 0,18 Mezia includens MLP 0,18 0,09 0,25 0,18 Spondias mombin ANA 0,18 0,09 0,25 0,17 SPT sp. 2 SPT 0,18 0,09 0,25 0,17 Clusia sp. CLU 0,18 0,09 0,25 0,17 Odontonema sp. ACA 0,18 0,09 0,25 0,17 Especie no determinada 1 0,18 0,08 0,25 0,17 Iryanthera juruensis MYS 0,18 0,08 0,25 0,17 Especie no determinada 7 0,18 0,08 0,25 0,17 SAP sp. 1 SAP 0,18 0,07 0,25 0,17 CEC sp. 2 CEC 0,18 0,07 0,25 0,17 EUP sp. 2 EUP 0,18 0,07 0,25 0,17 RUB sp. 1 RUB 0,18 0,07 0,25 0,17 Toulicia sp. SAP 0,18 0,07 0,25 0,17 Micropholis sp. SAP 0,18 0,06 0,25 0,17 Trymatococcus sp. MOR 0,18 0,06 0,25 0,17 MRS sp. 1 MRS 0,18 0,06 0,25 0,17 Especie no determinada 6 0,18 0,06 0,25 0,16 Virola sp. 1 MYS 0,18 0,06 0,25 0,16 ELC sp. 1 ELC 0,18 0,06 0,25 0,16 Protium aracouchini BRS 0,18 0,06 0,25 0,16 Dipteryx sp. FAB 0,18 0,06 0,25 0,16 MEL sp. 3 MEL 0,18 0,06 0,25 0,16 Lindackeria sp. FLC 0,18 0,06 0,25 0,16 Brosimum sp. 2 MOR 0,18 0,05 0,25 0,16 Guarea sp. MEL 0,18 0,05 0,25 0,16 MRT sp. 2 MRT 0,18 0,05 0,25 0,16 Especie no determinada 14 0,18 0,05 0,25 0,16 Virola sebifera Aubl. MYS 0,18 0,05 0,25 0,16 Protium sp. 4 BRS 0,18 0,05 0,25 0,16 SPT sp. 6 SPT 0,18 0,05 0,25 0,16 Dacryodes peruviana BRS 0,18 0,04 0,25 0,16 Especie no determinada 13 0,18 0,04 0,25 0,16 ELC sp. 2 ELC 0,18 0,04 0,25 0,16 RUT sp. 1 RUT 0,18 0,04 0,25 0,16 Terminalia sp. CMB 0,18 0,04 0,25 0,16 SAP sp. 2 SAP 0,18 0,04 0,25 0,16
113
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Ocotea sp. LAU 0,18 0,04 0,25 0,16 Helicostylis sp. MOR 0,18 0,04 0,25 0,16 Sloanea sp. 3 ELC 0,18 0,04 0,25 0,16 MRT sp. 1 MRT 0,18 0,04 0,25 0,16 Chrysochlamys membranacea CLU 0,18 0,04 0,25 0,16 MOR sp. 3 MOR 0,18 0,04 0,25 0,16 Especie no determinada 8 0,18 0,03 0,25 0,16 Especie no determinada 10 0,18 0,03 0,25 0,16 Especie no determinada 12 0,18 0,03 0,25 0,16 LCY sp. 1 LCY 0,18 0,03 0,25 0,16 MLS sp. 1 MLS 0,18 0,03 0,25 0,15 Tephrosia sp. FAB 0,18 0,03 0,25 0,15 Especie no determinada 15 0,18 0,03 0,25 0,15 MEL sp. 4 MEL 0,18 0,03 0,25 0,15 Amphirrhox sp. VIO 0,18 0,03 0,25 0,15 Ardisia sp. MRS 0,18 0,03 0,25 0,15 Prionostemma sp. HCS 0,18 0,03 0,25 0,15 BRS sp. 3 BRS 0,18 0,03 0,25 0,15 Especie no determinada 5 0,18 0,03 0,25 0,15 Protium sp. 3 BRS 0,18 0,03 0,25 0,15 Astrocaryum gynacasthum ARE 0,18 0,03 0,25 0,15 Byrsonima sp. MLP 0,18 0,03 0,25 0,15 SPT sp. 4 SPT 0,18 0,02 0,25 0,15 OLC sp. 1 OLC 0,18 0,02 0,25 0,15 Especie no determinada 11 0,18 0,02 0,25 0,15 Qualea sp. 2 VOC 0,18 0,02 0,25 0,15 Aspidosperma sp. APO 0,18 0,02 0,25 0,15 Heisteria sp. OLC 0,18 0,02 0,25 0,15 LAU sp. 1 LAU 0,18 0,02 0,25 0,15 Matayba sp. SAP 0,18 0,02 0,25 0,15 Duguetia sp. ANN 0,18 0,02 0,25 0,15 Iryanthera sp. 2 MYS 0,18 0,02 0,25 0,15 Coussapoa asperifolia CEC 0,18 0,02 0,25 0,15 Especie no determinada 2 0,18 0,02 0,25 0,15 Abuta sp. MNS 0,18 0,02 0,25 0,15 Rinorea pubiflora VIO 0,18 0,02 0,25 0,15 Virola sp. 2 MYS 0,18 0,02 0,25 0,15 CHB sp. 1 CHB 0,18 0,02 0,25 0,15 HCS sp. 1 HCS 0,18 0,02 0,25 0,15 100,00 100,00 100,00 100,00 Los cuatro valores de importancia más altos se concentran en las especies ya
mencionadas, con el valor porcentual más elevado en la especie Bathysa bathysoides con
8,61%, sucedida por Micrandra siphonoides con 7%, Manilkara sp. con 4,61% y Erisma sp. con
114
2,55%. Dos de los géneros pertenecen a familias casi cosmopolitas. Estas dos familias son las
Euphorbiaceae que sin duda incluyen entre sus miembros géneros muy importantes para las
comunidades humanas no sólo a nivel de subsistencia (e.g. el caucho tan importante comercial
e históricamente) y las Rubiaceae, una de las familias más grandes y muy bien representada
en el noroeste amazónico (Schultes y Raffauf 1990:376) además de ser muy representativa
de los trópicos. Las otras dos especies forman parte de familias tropicales por excelencia,
Sapotaceae y Vochysiaceae. La cuenca del Amazonas constituye además, el centro de
distribución de las Vochysiaceae (Schultes y Raffauf 1990:467). Cabe comentar que el
significativamente alto valor de importancia de la Bathysa bathysoides, y en especial su alta
densidad y frecuencia hace ponderar si son factores microambientales (climáticos, edáficos,
topográficos) de este rango altitudinal los que favorecen el desarrollo exitoso de esta
especie.
En el caso de esta parcela, el incremento de especies es constante desde el primer al
último cuadrante, a razón de 1 a 18 especies por cuadrante. Este fenómeno hace considerar
que si las dimensiones de la parcela se incrementaran, el aumento de especies podría ser
proporcional. El gráfico Nº III.10 ilustra la curva de especies en la parcela de MO.
Gráfico Nº III.10: Curva de Especies en la parcela de Caño Mosquito.
0153045607590
105120135150165180195
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 c/u)
Núm
ero
de e
spec
ies
115
El bosque de la parcela de MO podría caracterizarse como ombrófilo submontano
siempreverde (cf. Huber y Riina 1997:82-84; Huber y Alarcón 1988), es decir, característico
de una vegetación perennifolia con hojas de tamaño mediano a ancho, con árboles de
medianos a altos (15-35 m de altura), densidad variable, presencia de ligneas, dos estratos
arbóreos, un sotobosque relativamente denso, con algunas especies arbóreas semideciduas
(e.g. Trichilia sp. Meliaceae, Pterocarpus rohrii sp. Bignoniaceae).
El dinamismo local puede ilustrarse con las siguientes apreciaciones. Durante los dos
años de observaciones se registraron sólo 16 individuos muertos, de los cuales uno sólo fue
talado, una Moraceae aun no determinada de 71,3 cm DAP (holoáká ·yáì). Esta alteración
humana estuvo motivada por un cazador, quien pretendía acceder a un animal de caza (buõ·kelo
Potos flavus) y ocasionó la muerte a varios individuos, en especial a una liana (Clitoria
javitensis, Fabacea) que crecía sobre el árbol talado. Plantas aledañas también cayeron bajo el
peso del tronco y murieron a consecuencia de ello (Protium crassipetalum. 17,6 cm DAP,
Burseracea, y Brownea sp. 10,7 cm DAP, Caesalpiniacea). Seis de los individuos crecían en la
margen del caño mediano que atraviesa el cuadrante 11 y fueron objeto de eventos naturales
de alteración fluvial que causaron sus muertes (dos individuos del género Mabea sp. 13,4 y
16,8 cm DAP, Euphorbiaceae; una Clusia sp. 21,3 cm DAP, Clusiaceae; una Pseuldolmedia sp.
11,3 cm DAP Moraceae; una Inga sp. Caesalpiniacea; y un árbol no identificado aun 13,5 cm
DAP). Una Rutaceae, Raputia sp. (11,5 cm DAP) fue objeto de presión eólica acompañada de
fuertes lluvias que erosionaron aun más su inestable sistema de raíces. La edad madura de
algunos individuos los hacia más vulnerables a eventos naturales que estimulaban su caída y
eventual muerte (e.g. Laetia procera 50,7 cm DAP, Flacourtiacea, Spondias sp. 69 cm DAP,
Anacardiacea). Vientos y lluvias son también responsables por la caída de algunos troncos
116
principales o ramajes considerables de al menos siete individuos aunque no causando su
muerte (e.g. Pterocarous rohrii, 57 cm DAP, Bignoniaceae; dos individuos del género Trichilia
sp. 22,5 y 55,7 cm DAP, Meliacea; Coussapoa sp. 19,6 cm DAP, y Pourouma sp. 11,3 cmDAP,
Cecropiaceae).
El dinamismo en términos de instalación exitosa y desarrollo de nuevos individuos se
aprecia cuantitativamente en el gráfico Nº III.11. Como se observa, los números absolutos
de individuos cuyos DAP es inferior a 40 cm indudablemente concentran la densidad absoluta
de la superficie del área observada, con 480 plantas (86%) y contrastan con las 76 plantas
restantes (14%), pese a que las áreas basales de estas últimas dominan indudablemente el
paisaje local.
Gráfico Nº III.11: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, MO.
Las dominancias relativas a lo largo de los 25 cuadrantes sin embargo, ofrecen la
posibilidad de apreciar más efectivamente la distribución del área basal total de la
superficie observada. El gráfico Nº III.12 describe cuadrantes muy densos y otros
0
50
100
150
200
10,0
-14,
9
15,0
-19,
9
20,0
-24,
9
25,0
-29,
9
30,0
-34,
9
35,0
-39,
9
40,0
-44,
9
45,0
-49,
9
50,0
-54,
9
55,0
-59,
9
60,0
-69,
9
70,0
-79,
9
80,0
-89,
9
90,0
-99,
9
125,
0-20
0,0
DAP cm
Núm
ero
de in
divi
duos
117
relativamente ralos, aunque en términos generales los troncos aparecen distribuidos
regularmente siendo sólo dos los cuadrantes que destacan significativamente.
El cuadrante 8, cuenta con 33 individuos en su mayoría arbóreos, la dominancia
absoluta de los cuatro Protium sp. (1374,74 dm²/ha), y de los tres Manilkara sp. (8506,55
dm²/ha), son sin duda los que describen la diferencia entre este y el resto de los
cuadrantes. El cuadrante 16 por otra parte, cuenta con 34 individuos, de los cuales las
Attalea maripa (525,9 dm²/ha Arecaceae), las Sloanea sp. (518,76 dm²/ha,
Elaeocarpaceae), la Parkia pendula (5883,35 dm²/ha) y las Bathysa sp. (222,93 dm²/ha)
explican la prominencia en área basal de éste cuadrante. Dos cuadrantes se distinguen por
sus bajos valores con respecto a la regularidad relativa de la distribución de áreas basales
en MO. El cuadrante 10 presenta el valor más bajo en área basal total (1060,86 dm²/ha), en
parte puesto que sólo contiene 17 individuos, una cifra en términos relativos baja con
respecto al resto de cuadrantes, además de que estos ostentas bajos DAP (el rango está
entre 10,4 y 29,5 cm). El cuadrante 4 por otra parte, presenta la densidad absoluta más
baja, con sólo 12 individuos aunque su área basal total es mayor a la del cuadrante 10
(1439,92 dm²/ha) puesto que el rango de DAP es más alto (10,5 a 37,5 cm). Estos dos
cuadrantes parecen haber estado sometidos a alguna alteración en el pasado antes de la
observación ya que el sotobosque es ralo microlocalmente.
Cabe señalar finalmente, que a diferencia de las tres localidades donde se ubican las
parcelas restantes, MO no está situado cerca de caños relativamente navegables. Por el
contrario, en MO se hacen presentes sólo caños pequeños no navegables de montaña en donde
pareciera observarse una suerte de gradiente de bosques siempre verdes a deciduos, similar a
CI aunque a mayor altitud.
118
Gráfico Nº III.12: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25 cuadrantes.
III.4.3 Caño Majagua (MA).
La parcela de MA fue la tercera en trazarse. Se la puede observar desde el
asentamiento mismo de la comunidad Hotì, ya que flanquea uno de sus costados. Constituye
una parcela particular desde el punto de vista ecológico y cultural. Desde este último
criterio, MA pareciera constituir un ambiente de ocupación alternativo y relativamente
reciente para la cultura Hotì:
1. MA está ubicada a la margen derecha del Caño Majagua, un caño de medianas
dimensiones (aproximadamente 10 a 30 m de ancho en márgenes) y estacionalmente
navegable, lo cual la particulariza al diferir del aparente tradicional patrón de
asentamiento, interfluvial y ubicado en caños pequeños no navegables,
2. Los fundadores de esta recientemente instalada comunidad migraron desde áreas de
montaña, en parte estimulados por la riqueza de recursos ribereños y tal vez dada la
0.00
2000.00
4000.00
6000.00
8000.00
10000.00
12000.00
14000.00
16000.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 c/u)
dm2
119
mayor cercanía a otras comunidades de distintos grupos étnicos (e.g. E’ñepa, Yabarana,
Piaroa, Criollos).
En ambos sentidos, los Hotì confrontan ambientes naturales y de contacto nuevos, al
parecer volitivamente y no forzados por agentes y factores externos. Desde el punto de vista
ecológico, MA representa el área de ocupación Hotì ubicada a la altura más baja,
extendiéndose el rango local de 130 a 175 m snm, donde la estacionalidad es sin duda mucho
más marcada que en las dos parcelas antes descritas. En este sentido, durante los meses de
lluvia, aproximadamente un 35% de la parcela permanece inundada a alrededor 1 m sobre la
superficie del suelo. En tanto que durante la sequía, el agua acumulada se deseca
progresivamente hasta el punto de que pareciera que localmente se experimentara una escasez
hídrica crítica. Los bosques aledaños a la comunidad de MA se ven sometidos a extremos
estacionales que requeriría la observación cuidadosa de variaciones anuales en un período
temporal largo. Durante los tres años de observación, no obstante, se sustenta el patrón de
extremos hídricos descrito, afectando a comunidades botánicas, zoológicas y humanas. No es
casualidad entonces, que los extremos absolutos más altos de temperatura y más bajos de
humedad relativa se registraran en MA (44 °C y 21% respectivamente). Los ciclos estacionales
de altas y bajas corrientes y caudales de agua de la arteria de agua principal, el Caño Majagua,
sin duda influyen y determinan muchos aspectos hídricos locales (e.g. evaporaciones,
transpiraciones, etc.), que sin duda afectan a las comunidades bióticas, incluyendo al hombre.
Bosques ribereños, inundables y estacionalmente inundables son comunes al paisaje local de
MA. Siendo esta su particularidad paisajística con respecto a las tres parcelas restantes.
La forma y dimensiones de la parcela de MA son nuevamente consistentes con las
cuatro parcelas trazadas: rectangular y de 25 cuadrantes de 20 x 20 m² cada una para un
120
total de 1 ha (10,000 m².). El rango altitudinal de la parcela varía poco, desde 138 a 173 m snm.
La pendiente no es significativa en este caso, ya que la parcela es básicamente plana.
Un total de 563 individuos botánicos resultaron ≥ 10 cm DAP, los cuales se marcaron y
colectaron. Cuarenta y una familias botánicas, 117 géneros y 164 especies se han logrado
determinar en ese total de individuos botánicos que incluyen árboles, lianas y muy
significativamente palmas como formas de vidas. Debe destacarse que 8 individuos colectados
de la parcela no han logrado determinarse ni aun a nivel de familia botánica. Se los considera
aquí como especies no determinadas.
De las 164 especies, 82 presentan densidades relativas de 0,18%, o están
representados por solamente un individuo, 33 especies tienen densidades relativas de 0,36%
ocurriendo dos individuos por especie en la parcela, 15 especies presentan tres individuos
(0,53% de densidad relativa), cuatro individuos ocurren en ocho especies (0,71% de densidad
relativa), seis especies presentan ocurrencias de cinco individuos (0,89% de densidad relativa),
cuatro especies presentan seis individuos botánicos (1,07% de densidad relativa), dos especies
presenta siete individuos (1,24% de densidad relativa), seis presentan ocho individuos (1,42%
de densidad relativa) y dos especies están representadas por 10 individuos (1,60% de densidad
relativa). Es decir, 96% (157) de las especies presentan bajas densidades relativas con
ocurrencias menores a 10 individuos. El 4% (7) restante de las especies presentan densidades
absolutas entre 11 y 59 individuos. Cabe destacar que de estas 7 especies, dos pertenecen a la
familia Arecaceae y dos a la familia Moraceae, lo cual hace a estas dos familias las más
representativas de MA. La densidad relativa más alta está concentrada en la Arecaceae
Oenocarpus bacaba con un valor del 10,48%, siendo precedida de la Moraceae Pseudolmedia
laevis con una densidad absoluta de 40 individuos y una relativa de 7,10%. Otra palma, la
121
Socratea exorrhiza ostenta la tercera densidad absoluta más alta con 29 individuos y 5,15%
de densidad relativa; en tanto que el cuarto lugar significativamente lo representa un género
que usualmente domina como colonizador, la Cecropiaceae Pourouma sp. con una densidad
absoluta de 28 individuos y una relativa de 4,97%. La Vochysiaceae Qualea paraensis, presenta
la quinta densidad absoluta más alta, con 22 individuos y 3,91% de densidad relativa, sucedida
por la Moraceae Helicostylis sp. con 15 individuos (2,66% de densidad relativa) y con 11
individuos por la Meliaceae Trichilia inaequilatera (1,95% de densidad relativa).
Los valores de dominancia relativa son significativos, en tanto que 84% (138) de las
especies presentan porcentajes menores al 1%. Otras 15 especies, presentan valores entre 1-
2%, otras cuatro tienen valores entre 2-3% y aun otras dos especies presentan dominancias
relativas entre 3-4%. Estas cifras apuntan hacia individuos con troncos de poco grosor, que
podría indicar instalación reciente de las plantas leñosas además de una dinámica significativa
del bosque en cuestión. Sólo cuatro especies (2,4%) dominan el escenario ligneo local. Los tres
valores de dominancia relativa más altos están presentes en las palmas. Las Arecaceae,
dominan sin duda esta parcela, la Attalea maripa con 7,37% presenta el valor más alto, en
segundo lugar está la Oenocarpus bacaba con 6,46%, sucedida de otra Attalea sp. con 5,69%.
En tanto que los cuarto y quinto valores más altos los ocupan dos arbóreas de la familia
Vochysiaceae, la Erisma uncinatum con 5,45% y la Qualea paraensis con 4,85%. Las
dominancias absolutas de estas cinco especies en sólo dos familias alcanza 931 dm²/ha, es
decir, el 30% del total de la parcela, dominando significativamente el paisaje de la flora local.
En términos de frecuencia, 91 de las especies (55%) ocurren en un sólo cuadrante de
los 25 que conforman la parcela, en tanto que 32 se presentan en dos de los cuadrantes, 16
ocurren en tres cuadrantes, 12 en cuatro cuadrantes y cinco en cinco cuadrantes. Sólo una
122
especie se presenta en siete de los 25 cuadrantes, e igualmente sólo una ocurre en ocho de los
cuadrantes. De esta manera, 96% del total de las especies tienen una ocurrencia baja, ≤ 8
cuadrantes. El 4% restante de las especies, es decir, 6 del total de especies, se presentan en
11 o 17 cuadrantes. Dos especies presentan los valores más altos: la Moraceae Pseudolmedia
laevis y la Arecaceae Oenocarpus bacaba, ambas presentes en 17 de los cuadrantes y con una
frecuencia relativa del 4,61%. Cuatro especies por otra parte ocurren en 11 de los cuadrantes,
expresando sus frecuencias relativas en 2,98%, tales especies son las siguientes: Socratea
exorrhiza, Pourouma sp., Helicostylis sp. y Qualea paraensis. No es casual entonces, que estas
especies correspondan con las familias que ostentan los valores de importancia más altos,
Arecacea (Oenocarpus bacaba con 7,18%, Attalea maripa con 3,26%, y Socratea exorrhiza con
3,04%), Cecropiaceae (Pourouma sp. con 3,51%), Moraceae (Pseudolmedia laevis con 5,22%, y
Helicostylis sp. con 2,36%), y Vochysiaceae (Qualea paraensis con 3,91% y Erisma uncinatum
con 2,47%). La tabla Nº III.5 presenta los valores relevantes de las 164 especies. Los autores
de las determinaciones botánicas se presentan en los Apéndices.
Tabla Nº III.5: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia
por especie, MA.
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Oenocarpus bacaba ARE 10,48 6,46 4,61 7,18 Pseudolmedia laevis MOR 7,10 3,93 4,61 5,22 Qualea paraensis VOC 3,91 4,85 2,98 3,91 Pourouma sp. CEC 4,97 2,58 2,98 3,51 Attalea maripa ARE 1,07 7,37 1,36 3,26 Socratea exorrhiza ARE 5,15 0,99 2,98 3,04 Erisma uncinatum VOC 0,89 5,45 1,08 2,47 Helicostylis sp. MOR 2,66 1,42 2,98 2,36 Attalea sp. ARE 1,07 5,69 0,27 2,34 Helicostylis tomentosa MOR 1,78 1,17 2,17 1,70 Trichilia inaequilatera MEL 1,95 1,25 1,08 1,43 Ceiba sp. 2 BOM 0,36 3,07 0,54 1,32 Brosimum sp. 1 MOR 1,24 1,83 0,81 1,30
123
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Licania apetala CHB 1,42 1,01 1,36 1,26 Protium sp. 4 BRS 1,42 0,40 1,90 1,24 Pterocarpus rohrii LEG 1,07 1,28 1,36 1,23 Ceiba sp. 1 BOM 0,36 2,74 0,54 1,21 Ficus sp. MOR 0,71 1,77 1,08 1,19 Vochysia sp. VOC 1,42 0,88 1,08 1,13 Trichilia mazanensis MEL 1,42 0,81 1,08 1,11 Euterpe precatoria ARE 1,78 0,44 1,08 1,10 Manilkara sp. SPT 0,53 1,90 0,81 1,08 Spondias mombin ANA 0,53 2,43 0,27 1,08 Protium sp. 2 BRS 1,42 0,34 1,36 1,04 Qualea sp. 4 VOC 0,89 1,02 1,08 1,00 Vochysia vismiifolia VOC 0,71 1,19 1,08 1,00 Brosimum guianense MOR 1,07 1,07 0,81 0,98 Vochysia ferruginea VOC 1,24 0,80 0,81 0,95 MOR sp. 3 MOR 0,36 1,89 0,54 0,93 Caryocar microcarpum CCR 0,18 2,21 0,27 0,89 Phenakospermum guyannense SRZ 1,42 0,26 0,81 0,83 Trattinnickia lawrancei BRS 0,36 1,60 0,54 0,83 Virola sp. MYS 0,89 0,20 1,36 0,82 LEG sp. 2 LEG 0,89 0,46 1,08 0,81 Aspidosperma marcgravianum APO 0,71 0,91 0,81 0,81 Heisteria sp. OLC 0,18 1,81 0,27 0,75 Crepidospermum rhoifolium BRS 0,89 0,19 1,08 0,72 Protium heptaphyllum BRS 0,71 0,36 1,08 0,72 Miconia sp. 1 MLS 0,89 0,18 1,08 0,72 LEG sp. 4 LEG 0,53 0,68 0,81 0,67 Calophyllum brasiliensi CLU 0,18 1,55 0,27 0,67 Pourouma melinonii CEC 0,53 0,61 0,81 0,65 Bellucia grossularioides MLS 0,53 0,47 0,81 0,60 Crepidospermum sp. BRS 0,71 0,21 0,81 0,58 Matayba sp. 1 SAP 0,71 0,17 0,81 0,56 Sloanea sp. ELC 0,36 0,79 0,54 0,56 Inga sp. 1 MIM 0,71 0,14 0,81 0,56 Protium sp. 1 BRS 0,36 0,77 0,54 0,55 Ecclinusa sp. SPT 0,53 0,82 0,27 0,54 MYS sp. 1 MYS 0,53 0,26 0,81 0,54 VOC sp. 2 VOC 0,53 0,24 0,81 0,53 Brosimum sp. 2 MOR 0,53 0,23 0,81 0,53 Trattinnickia sp. BRS 0,36 0,66 0,54 0,52 Lecithys sp. 2 LCY 0,53 0,17 0,81 0,51 Pourouma guianensis CEC 0,53 0,34 0,54 0,47 Ouratea castaneaefolia OCH 0,53 0,34 0,54 0,47 MRT sp. 2 MRT 0,53 0,31 0,54 0,46 Qualea sp. 2 VOC 0,36 0,46 0,54 0,45 RUT sp. 1 RUT 0,36 0,44 0,54 0,45
124
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Ladenbergia amazonensis RUB 0,53 0,52 0,27 0,44 Psidium sp. MRT 0,53 0,18 0,54 0,42 Caraipa sp. CLU 0,18 0,81 0,27 0,42 CSL sp. 1 CSL 0,36 0,35 0,54 0,42 Enterolobium schomburgkii MIM 0,36 0,29 0,54 0,40 Caryocar sp. 2 CCR 0,18 0,73 0,27 0,39 SAP sp. 1 SAP 0,36 0,27 0,54 0,39 Bactris sp. ARE 0,71 0,16 0,27 0,38 Bellucia sp. MLS 0,36 0,22 0,54 0,37 Pourouma cucura CEC 0,36 0,20 0,54 0,37 LEG sp. 1 LEG 0,36 0,19 0,54 0,36 Brosimum lactescens MOR 0,36 0,46 0,27 0,36 Virola elongata. MYS 0,36 0,18 0,54 0,36 Myrcia sp. MRT 0,36 0,18 0,54 0,36 Byrsonima sp. MLP 0,36 0,18 0,54 0,36 Matayba sp. 2 SAP 0,36 0,15 0,54 0,35 Couma macrocarpa APO 0,18 0,59 0,27 0,35 Sterculia pruriens STR 0,36 0,13 0,54 0,34 Iryanthera hostmannii MYS 0,36 0,13 0,54 0,34 Erythroxylum amazonicum ERX 0,36 0,12 0,54 0,34 LEG sp. 3 LEG 0,36 0,12 0,54 0,34 Casearia mariquitensis FLC 0,36 0,12 0,54 0,34 Abarema tupunba var. trapezifolia
MIM 0,18 0,55 0,27 0,33
Eschweilera parvifolia LCY 0,36 0,09 0,54 0,33 Macrolobium sp. CSL 0,36 0,09 0,54 0,33 Tapirira guianensis ANA 0,36 0,08 0,54 0,33 MRT sp. 1 MRT 0,36 0,35 0,27 0,32 Especie no determinada 6 0,18 0,52 0,27 0,32 Astrocaryum gynacanthum ARE 0,36 0,06 0,54 0,32 Dipteryx sp. FAB 0,18 0,45 0,27 0,30 Peritassa sp. HPC 0,18 0,38 0,27 0,28 Hirtella elongata CHB 0,36 0,18 0,27 0,27 MOR sp. 2 MOR 0,18 0,34 0,27 0,26 Swartzia sp. CSL 0,18 0,31 0,27 0,25 CHB sp. 2 CHB 0,18 0,29 0,27 0,25 Lecithys sp. 3 LCY 0,18 0,28 0,27 0,24 Eschweilera tenuifolia LCY 0,18 0,28 0,27 0,24 VOC sp. 4 VOC 0,36 0,10 0,27 0,24 MYS sp. 2 MYS 0,18 0,28 0,27 0,24 Trattinnickia burserifolia BRS 0,18 0,24 0,27 0,23 Tachigali guianensis CSL 0,18 0,21 0,27 0,22 Terminalia amazonia CMB 0,18 0,19 0,27 0,21 VOC sp. 1 VOC 0,18 0,19 0,27 0,21 Erisma sp. VOC 0,18 0,18 0,27 0,21 Parinari sp. CHB 0,18 0,17 0,27 0,21
125
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Brosimum potabile MOR 0,18 0,17 0,27 0,21 Qualea sp. 1 VOC 0,18 0,16 0,27 0,20 Lecithys sp. 1 LCY 0,18 0,15 0,27 0,20 aff. Adenanthera peregrina MIM 0,18 0,14 0,27 0,20 Especie no determinada 7 0,18 0,14 0,27 0,20 Micropholis sp. SAP 0,18 0,13 0,27 0,19 MEL sp. 1 MEL 0,18 0,12 0,27 0,19 Chrysophyllum argenteum subsp. auratu.
SPT 0,18 0,12 0,27 0,19
Terminalia sp. CMB 0,18 0,12 0,27 0,19 Inga sp. 2 MIM 0,18 0,12 0,27 0,19 Licania cruegeriana CHB 0,18 0,11 0,27 0,19 EUP sp. 1 EUP 0,18 0,11 0,27 0,19 MRT sp. 3 MRT 0,18 0,10 0,27 0,18 Dioclea malacocarpa LEG 0,18 0,09 0,27 0,18 BRS sp. 1 BRS 0,18 0,09 0,27 0,18 MOR sp. 1 MOR 0,18 0,09 0,27 0,18 VOC sp. 3 VOC 0,18 0,09 0,27 0,18 Trichilia sp. MEL 0,18 0,08 0,27 0,18 Warscewiczia coccinea RUB 0,18 0,08 0,27 0,18 ANN sp. 1 ANN 0,18 0,08 0,27 0,18 MLS sp. 1 MLS 0,18 0,07 0,27 0,17 Caryocar sp. 1 CCR 0,18 0,07 0,27 0,17 Guatteria foliosa ANN 0,18 0,07 0,27 0,17 VOC sp. 5 VOC 0,18 0,07 0,27 0,17 RUB sp. 1 RUB 0,18 0,06 0,27 0,17 Coccoloba dugandiana PLG 0,18 0,06 0,27 0,17 APO sp. 1 APO 0,18 0,06 0,27 0,17 TIL sp. 1 TIL 0,18 0,06 0,27 0,17 Myrcia inaequiloba MRT 0,18 0,06 0,27 0,17 CHB sp. 1 CHB 0,18 0,05 0,27 0,17 STR sp. 1 STR 0,18 0,05 0,27 0,17 Matayba arborescens SAP 0,18 0,05 0,27 0,17 Ficus velutina MOR 0,18 0,05 0,27 0,16 Duguetia sp. ANN 0,18 0,04 0,27 0,16 Machaerium madeirense FAB 0,18 0,04 0,27 0,16 Sterculia sp. STR 0,18 0,04 0,27 0,16 Coussarea sp. RUB 0,18 0,04 0,27 0,16 Qualea sp. 3 VOC 0,18 0,04 0,27 0,16 Hirtella bullata CHB 0,18 0,04 0,27 0,16 SPT sp. 1 SPT 0,18 0,04 0,27 0,16 Miconia sp. 2 MLS 0,18 0,04 0,27 0,16 Lindackeria paludosa FLC 0,18 0,04 0,27 0,16 Abuta rufescens MNS 0,18 0,04 0,27 0,16 Especie no determinada 8 0,18 0,04 0,27 0,16 Swartzia grandifolia. CSL 0,18 0,03 0,27 0,16
126
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Miconia holosericea MLS 0,18 0,03 0,27 0,16 Clathrotropis sp. FAB 0,18 0,03 0,27 0,16 Machaerium kegelii FAB 0,18 0,03 0,27 0,16 Especie no determinada 3 0,18 0,03 0,27 0,16 Especie no determinada 5 0,18 0,03 0,27 0,16 Himatanthus articulatus APO 0,18 0,03 0,27 0,16 Especie no determinada 1 0,18 0,03 0,27 0,16 Especie no determinada 4 0,18 0,03 0,27 0,16 MOR sp. 4 MOR 0,18 0,03 0,27 0,16 Raputia sp. RUT 0,18 0,03 0,27 0,16 SAP sp. 2 SAP 0,18 0,03 0,27 0,16 Especie no determinada 2 0,18 0,03 0,27 0,16 Tocoyena sp. RUB 0,18 0,03 0,27 0,16 Protium sp. 3 BRS 0,18 0,03 0,27 0,16 Inga sp. 3 MIM 0,18 0,03 0,27 0,16 100.00 100.00 100.00 100.00
Las condiciones ecológicas locales parecieran condicionar significativamente la
dinámica de incremento de especies en la parcela de MA. En este sentido, el incremento es
constante pero no gradual como se observó en las otras dos parcelas descritas antes. Justo
a partir de la parcela 18, el incremento de especies es notorio, coincidiendo con el área de la
parcela sometida a inundaciones durante la época de lluvias. El fenómeno se expresa en
especies adaptadas de algún modo a condiciones hídricas extremas. Ello hace considerar, que
si las dimensiones de la parcela se incrementaran el aumento de especies sería muy
significativo, en tanto las áreas aledañas experimentan condiciones de luz y agua diversas a
las de este último sector de los cudrantes 18 al 25. El grafico Nº III.13 ilustra la curva de
especies en la parcela de MA.
127
Gráfico Nº III.13: Curva de Especies en la parcela de Caño Majagua.
La parcela de MA podría caracterizarse en al menos dos tipos generales de bosque.
Por una parte, los cuadrantes 1 a 17, parecen corresponder más apropiadamente a un bosque
ombrófilo tropical de baja altitud (cf. Huber y Alarcón 1988; Huber 1995; Huber y Riina
1997), exuberante aunque con una apreciable reducción de follaje durante la estación seca,
pluriestratificado y con un denso sotobosque rico en plantas arbustivas, con un número
significativo de individuos con DAP menores a 1 m, pero con árboles de hasta 40 m de altura,
algunos con raíces zancos o contrafuertes, y con una dominancia de palmeras. Algunas
especies que caracterizan esta parte de la parcela son las siguientes, Oenocarpus bacaba,
Socratea exorrhiza, Euterpe precatoria (Arecacea), Helicostylis tomentosa (Moraceae), y
Qualea paraensis (Vochysiaceae). Los cuadrantes 18 al 25, parecen caracterizar mejor a un
bosque ribereño siempreverde estacionalmente inundable (cf. Huber y Riina 1997:93; Huber
y Alarcón 1988), macrotérmico y con poca vegetación en el sotobosque que aparece de ralo a
medio, y estacionalmente inundable durante los meses de lluvia. Algunas especies
0102030405060708090
100110120130140150160170
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Núm
ero
de e
spec
ies
128
características de esta porción de la parcela son Spondias mombin (Anacardiacea), Ceiba sp.
(Bombacaceae), Trichilia inaequilatera (Meliaceae), Brosimum guianense (Moraceae) y Licania
apetala (Chrysobalanaceae).
Durante el período de observación de dos años, el dinamismo de los bosques de la
parcela de MA, además de estar condicionado por las presiones ambientales extremas
hídricas mencionadas fue objeto de una alteración humana en la que las condiciones térmicas
jugaron un rol fundamental. Durante los meses de sequía de 1998, parte de la comunidad
migró hacia otra localidad, dejando en manos de unos pocos las labores agrícolas de quema
asociadas a la instalación de un nuevo conuco. En este caso, se había talado lindando la
parcela de observación, donde se pretendía sembrar a inicios de las lluvias entrantes. Al
iniciar el fuego en el período clímax de la sequía, el denso follage seco decíduo acumulado en
el suelo incrementó la conectividad local y propició la dispersión rápida e incontrolada del
fuego hacia parte de la comunidad y parte de la parcela. Como resultado, 113 individuos de
los cuadrantes 3 al 15, y abarcando árboles, palmas y lianas sufrieron quemaduras totales o
parciales que ocasionaron la mutilación de muchos individuos y la muerte de algunos. Se
registraron vivos y regenerándose a 74 de los individuos quemados. En tanto que se cree que
20 habían muertos quemados y se mantenía en observación a los restantes 19 individuos ya
que al parecer iniciaban lentamente los procesos de regeneración. Se observó que todas las
palmas de Oenocarpus bacaba aparecen resistentes al fuego, y pese que las llamas
consumieron su follage completamente, estaban ya, a mediados de la estación lluviosa
regenerando nuevo tejido. Ni uno solo de los doce individuos de palma de esta especie
afectados por la alteración murió a consecuencia del fuego. No deja de llamar la atención la
resistencia o las estrategias de recuperación de las especies afectadas. En pocos meses,
129
individuos que se habían considerados muertos, estaban en realidad recuperándose de una
alteración severa. Ello hace especular acerca de la posibilidad de fuegos naturales o también
humanos que podrían haberse constituido en alteradores regulares de un ambiente en el que
la época de sequía sin duda plantea una suerte de extremo térmico crítico redundando en
carencia hídrica y aumento de follage seco potencial combustible que incrementa la
conectividad en eventos de fuego. En este sentido, eventos alteradores regulares podrían de
alguna manera haber estimulado estrategias de resistencia al fuego. Basta esperar nuevas
observaciones sistemáticas locales así como recontar en las próximas estaciones los
individuos que sobrevivieron y exitosamente se reinstalaron en la parcela para sustentar las
especulaciones mencionadas.
Parte de la dinámica forestal de la parcela incluyó también 12 individuos afectados
por alteraciones naturales, de los cuales uno murió a causa de un rayo durante una tormenta
nocturna (Helicostylis tomentosa 26,6 cm DAP), y otros tal vez debido a frágiles sistemas de
raíces cayeron naturalmente cediendo ante eventos naturales de fuertes lluvias y vientos
(i.e. tres Socratea exorrhiza 11,9 cm, 10,9 cm y 11,8 cm DAP, Oenocarpus bacaba 18,7 cm
DAP, Helicostylis sp. 16,2 cm DAP, Tapirira guianensis 12,7 cm DAP, Anacardiaceae,
Pourouma guianensis 15,4 cm DAP). Dos individuos de Oenocarpus bacaba (22,7 cm y 18,8 cm
DAP), fueron además objeto de talado humano voluntario con el fin de estimular a los
coleópteros de Rhynchophorus palmarum (Coleoptera: Curculionidae) a utilizar los troncos
como sus nidos puesto que eventualmente los Hotì los colectan y consumen. En esta parcela,
más que en las tres restantes, resulta evidente la afección de la conducta humana como
alteradora del ambiente.
130
El gran número de individuos jóvenes o con diámetros que indicarían reciente
instalación, es prueba del dinamismo de las especies vegetales en los bosques de esta
parcela, como se observa en el gráfico Nº III.14.
Gráfico Nº III.14: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, MA.
Como puede apreciarse, 90% de los individuos presentan DAP menores a 40 cm y sólo
1,5% presentan diámetros en los rangos de 80 a 120 cm, estas últimos en gran mayoría están
ubicados en el sector estacionalmente inundable de la parcela y algunos ostentan además
contrafuertes.
Nuevamente, se considera que las dominancias relativas a lo largo de los 25
cuadrantes, ofrecen la posibilidad de apreciar más efectivamente la distribución del área
basal total de la superficie observada. El gráfico Nº III.15, describe una cierta regularidad
en la distribución de áreas basales a lo largo de los cuadrantes. Sin embargo, destacan
cuadrantes muy densos y otros relativamente ralos. Como se desprende de previas
0
50
100
150
200
10,0
-14,
9
15,0
-19,
9
20,0
-24,
9
25,0
-29,
9
30,0
-34,
9
35,0
-39,
9
40,0
-44,
9
45,0
-49,
9
50,0
-54,
9
55,0
-59,
9
60,0
-69,
9
70,0
-79,
9
80,0
-89,
9
90,0
-99,
9
105,
0-11
9,9
DAP cm
Núm
ero
de in
divi
duos
131
observaciones, los cuadrantes del sector estacionalmente inundable ostentan troncos en
general gruesos. El cuadrante 22 por ejemplo, presenta 22 individuos, entre los que destacan
las Meliaceae Trichilia mazanensis (346,90 dm²/ha) y Trichilia inaequilatera (190,95
dm²/ha), la Bombacacea Ceiba sp. (2281,75 dm²/ha), la Chrysobalanacea Licania apetala
(306,25 dm²/ha) y la Moraceae Brosimum guianense (211,60 dm²/ha).
Gráfico Nº III.15: Area Basal Total en los 10,000 mts observados en los 25
cuadrantes.
0.00500.00
1000.001500.002000.002500.003000.003500.004000.004500.005000.005500.006000.006500.00
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
dm2
Tal vez por su proximidad inmediata al curso de agua del Caño Majagua, el cuadrante
1 con 24 individuos ostenta uno de los valores más altos en áreas basales, dominada por
individuos de Attalea maripa (4409,80 dm²/ha), Eschweilera aff. tenuifolia (217,73 dm²/ha
Lecytidaceae), Terminalia amazonia (146,34 dm²/ha Combretaceae), Socratea exorrhiza
(91,84 dm²/ha) entre otros especies. El cuadrante 5 por otra parte, es el que presenta el
valor más bajo en área basal, en parte porque tiene la densidad absoluta más baja de los
132
cuadrantes, 11 individuos, y además debido a que los mismos presentan diámetros delgados
(el rango va de 11,9 a 21,6 cm DAP).
III.4.4 Kayamá (KA).
La parcela de KA fue la última en trazarse. Esta comunidad, como se explica en otro
capítulo, está instalada en un ambiente natural al parecer no tradicionalmente ocupado ni
preferido por los Hotì. De las cuatro comunidades e igualmente parcelas, KA corresponde al
área natural menos esperada a estar ocupada por miembros de la cultura Hotì, ya que está
ubicada no en bosque alto cerrado, sino en un ecotono sabana-bosque. La comunidad toma su
nombre del Caño homónimo de Kayamá, parcialmente navegable, y conocido entre los Hotì
como wáõláõ hetò, o el caño de las cerbatanas ya que en las cabeceras del curso de agua
(boscosas) se desarrollan gramíneas (cf. Arthrostylidium schomburgkii, Poaceae) apropiadas
para elaborar las cerbatanas. Al igual que en MA, en KA la estacionalidad aparece muy
marcada, siendo los períodos secos (registrándose valores absolutos 37 °C de temperatura y
32% de humedad relativa mínima), y la estación lluviosa significativos (i.e. para el mes de Mayo
1997 se registran 369 mm de pluviosidad y 339 mm para Septiembre de 1998).
La gran particularidad paisajística de esta parcela es que en ella se encuentran
especies botánicas de ambos sistemas ecológicos (bosque y sabana). A diferencia de las tres
parcelas anteriormente descritas, la parcela de KA se encuentra a por lo menos 40 minutos
de camino desde el asentamiento nucleado de la misión y a diversas distancias (entre 10
minutos a 2 horas de distancia de caminata) de las viviendas de los Hotì. Al menos 20
minutos de caminata se hacen a través de la sabana circundante a la misión. El resto del
camino consiste en bosque bajo transicional y con evidentes huellas de intervención humana
regular. Este sector del asentamiento de KA, se corresponde con aquel considerado como
133
áreas de cacería y en dirección a la montaña o zona que conduce a los territorios de
ocupación tradicional todavía habitadas por grupos Hotì. El sitio de la parcela según los Hotì
no aparece significativamente diferente a los bosques de montaña tierra adentro de
ocupación tradicional. Siendo este el criterio por el que ellos seleccionaron el lugar de la
parcela.
El rango de altitud de la parcela varía mínimamente siendo el valor menor de 337 m
snm y el mayor 373 m snm. La pendiente en este caso no es significativa, siendo el
diferencial de sólo 36 m, y el ascenso poco pronunciado aunque progresivo. Sin embargo, en
tres sectores de la parcela, correspondientes a los cuadrantes 10, 13, 22, la topografía
microlocal desciende en 5, 4, y 9 m respectivamente para dar acceso a laderas laterales
comunes al paisaje regional. Los cuadrantes 17 al 21, considerados por los Hotì como be õ ileõwáõ
kwá, constituyen una suerte de micro sabana compuesta por árboles pequeños y arbustos,
hierbas y bejucos, dominada por Clusia sp. (Clusiaceae) en el tope de una pequeña colina
inserta en bosques de medios a altos. Las dimensiones y formas de la parcela son
consistentes con las tres descritas antes: rectangular y de 20 x 500 m con 25 cuadrantes de
20 m cada uno para un total de 1 ha. (10,000 m²).
Un total de 538 individuos resultaron ≥ 10 cm DAP, por lo que se los marcó, y se
colectaron muestras botánicas representativas de los mismos, en cuanto fue posible fértiles.
Cuarenta y cinco familias de la botánica sistemática, 128 géneros y 171 especies se han logrado
determinar en ese total de individuos botánicos que incluyen además de árboles, lianas y
palmas como formas de vidas. En este caso, cabe destacar la prominencia de las
estranguladoras (e.g. Ficus spp.), descritas también como lianas y que pueden tomar formas
arbóreas (independientes) o de bejuco en espiral (soportada sobre otro/s individuo/s). Las
134
estranguladoras están presentes también en las otras tres parcelas pero aquí son
particularmente conspicuas. Algunas plantas se determinaron sólo a nivel de familia y quince
individuos, además, no lograron determinarse ni aun a nivel de familia botánica. Pese a todo la
diversidad que puede apreciarse con las determinaciones en mano es alta.
Ochenta y cuatro de las 171 especies presentan una densidad absoluta de sólo un
individuo por especie, en tanto que 33 de las especies están representadas por dos
individuos, 15 especies se presentan en tres individuos cada una, 12 especies tienen
densidades absolutas de cuatro, tres especies están representadas por cinco individuos,
cinco por seis individuos, tres por siete individuos, cuatro presentan densidades absolutas de
ocho y una especie de nueve. Es decir, 93% de las especies tienen una presencia o
densidades absolutas < a 10 individuos por cada uno y 49% de los individuos representan a
una sola especie. Las 12 especies restantes, presentan densidades absolutas en un rango de
10 a 27 individuos. La densidad absoluta mayor la presenta Eschweilera sp. (Lecythidaceae)
con 27 individuos (5,16% de densidad relativa), sucedida por dos Clusiacae, Caraipa densifolia
con 20 (3,82% de densidad relativa) y Clusia sp. con 18 (3,83% de densidad relativa). El valor
más alto inmediato lo tiene una Polygonaceae, Coccoloba fallax, con 17 individuos (3,25% de
densidad relativa), sucedida por la Lecythidaceae Lecythis corrugata que presenta una
densidad absoluta de 15 individuos en la hectárea (2,87% de densidad relativa). Con 12
individuos cada una (2,29% de densidad relativa), están las especies Protium sp. 2
(Burseraceae), Iryanthera sp. (Myristicaceae) y Euterpe precatoria (Arecaceae). Con
respecto a las tres parcelas restantes, KA evidentemente ostenta una mayor diversidad de
especies y familias botánicas con densidades medias a altas.
135
Los valores de dominancia relativa reflejan una distribución significativa también, en
términos de diversidad, 146 de las especies presentan valores porcentuales menores al 1%, 16
de las especies tienen un porcentaje menor al 2%, en tanto que tres especies se ubican en
valores menores al 3%. De esta manera, 97% de las especies presentan tallos relativamente
pequeños y sólo el 3% (6) de las especies domina el escenario ligneo. El valor de la dominancia
relativa más alto está representado por la Clusiaceae Caraipa densifolia con el 10,53% (209,78
dm²/ha), reflejando no sólo una alta densidad absoluta sino también un número significativo de
los individuos de esta especie en edades maduras (en un rango de 23,1 a 71,3 cm DAP). La
segunda especie con la dominancia relativa más alta es Coccoloba fallax con el 6,64% (132,14
dm²/ha), seguido por Eschweilera sp. con 4,55% (90,53 dm²/ha), Attalea maripa con 3,83%
(76,36 dm²/ha) y Protium sp. 4 con el 3,65% (72,60 dm²/ha). Más diversa que las parcelas
restantes, se encuentran aquí cinco familias botánicas entre las que se distribuyen con valores
relativos medios a bajos la dominancia de la parcela: Clusiacea, Polygonaceae, Lecythidaceae,
Arecaceae, y Burseraceae. Las tres últimas familias mencionadas son tropicales por excelencia
en tanto que las dos primeras son casi cosmopolitanas.
La frecuencia relativa aparece diversa también. Noventa especies (53%) están
presentes en sólo uno de los 25 cuadrantes de la parcela (representando cada uno 0,26% de
la frecuencia relativa), otras 37 especies ocurren en sólo dos de las parcelas (0,52% de la
frecuencia relativa), en tanto que 13 especies más aparecen en tres de los cuadrantes
(0,78% de la frecuencia relativa), 10 están en cuatro de los cuadrantes (1,04% de la
frecuencia relativa), ocho están presentes en cinco cuadrantes (1,30% de la frecuencia
relativa) y otras cinco están en seis de los cuadrantes (1,56% de la frecuencia relativa).
Igualmente tres especies ocurren en siete cuadrantes (1,82% de la frecuencia relativa), y
136
sólo una especie aparece en ocho de los cuadrantes (2,08% de la frecuencia relativa). Son
sólo cuatro especies las que representan los valores de frecuencias absolutas superiores a 10
cuadrantes. Aunque estas cuatro especies concentran los porcentajes de las frecuencias
relativas en la parcela, los valores son bajos: con una ocurrencia en 11 de los cuadrantes
Eschweilera sp. ostenta el valor más alto de 2,86%, sucedida por tres especies con 10
individuos cada una (2,60% de frecuencia relativa), Protium sp. 2, Coccoloba fallax y Lecythis
corrugata. Los valores pertinentes de las especies presentes en KA se ofrecen en la tabla N
III.6. Los autores de las determinaciones botánicas se presentan en los Apéndices.
Tabla Nº III.6: Densidad, Dominancia, Frecuencia Relativas y Valores de Importancia
por especie, KA.
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Caraipa densifolia CLU 3,82 10,53 1,82 5,39 Eschweilera sp. LCY 5,16 4,55 2,86 4,19 Coccoloba fallax PLG 3,25 6,64 2,60 4,16 Lecythis corrugata LCY 2,87 2,81 2,60 2,76 Clusia sp. 2 CLU 3,44 2,29 1,04 2,26 Protium sp. 4 BRS 1,72 3,65 1,30 2,22 Protium sp. 2 BRS 2,29 1,54 2,60 2,15 Trichilia sp. MEL 2,10 1,94 2,08 2,04 LAU sp. 1 LAU 2,10 2,07 1,82 2,00 Attalea maripa ARE 1,15 3,83 0,78 1,92 Protium tenuifolium BRS 1,91 1,60 1,82 1,78 Euterpe precatoria ARE 2,29 0,84 1,56 1,57 Iryanthera sp. 1 MYS 2,29 1,01 1,30 1,54 Bathysa sp. RUB 1,53 1,17 1,56 1,42 Protium heptaphyllum BRS 1,53 1,11 1,56 1,40 CHB sp. 1 CHB 1,53 1,04 1,56 1,38 STR sp. 2 STR 0,38 3,21 0,52 1,37 Toulicia sp. SPT 1,91 0,78 1,30 1,33 Protium sp. 5 BRS 0,76 1,83 1,30 1,30 Schefflera morototoni ARL 1,34 1,20 1,30 1,28 Raputia aromatica RUT 1,53 1,15 1,04 1,24 Agonandra sp. OPI 0,96 1,21 1,30 1,16 Ecclinusa sp. SPT 0,76 1,66 1,04 1,16 Clathrotropis sp. FAB 1,15 0,70 1,30 1,05 Hirtella sp. CHB 0,96 0,81 1,30 1,02
137
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Protium sp. 1 BRS 1,34 0,89 0,78 1,00 Ouratea sp. OCH 1,15 0,54 1,30 1,00 Brownea sp. CSL 1,15 0,27 1,56 0,99 Pterocarpus rohrii LEG 0,57 1,56 0,78 0,97 Tapirira guianensis ANA 1,15 0,69 1,04 0,96 Piptocoma schomburgkii AST 1,34 0,71 0,78 0,94 LEG sp 2 LEG 0,76 0,92 1,04 0,91 Cedrela odorata MEL 0,38 1,77 0,52 0,89 Tetragastris sp. BRS 0,38 1,66 0,52 0,86 MOR sp. 1 MOR 0,96 0,41 1,04 0,80 Himatanthus sp. APO 0,76 0,52 1,04 0,78 Inga sp. 1 MIM 0,76 0,48 1,04 0,76 STR sp. 1 STR 0,76 0,47 1,04 0,76 Terminalia sp. CMB 0,38 1,36 0,52 0,76 MOR sp. 4 MOR 0,76 0,69 0,78 0,74 Licania sp. 2 CHB 0,57 0,83 0,78 0,73 Pouteria sp. SPT 0,57 0,71 0,78 0,69 RUT sp. 1 RUT 0,57 0,93 0,52 0,68 Actinostemon sp. EUP 0,76 0,65 0,52 0,65 LEG sp. 5 LEG 0,57 0,41 0,85 0,61 Tetragastris altissima BRS 0,57 0,96 0,26 0,60 VOC sp. 1 VOC 0,76 0,25 0,78 0,60 Parinari excelsa CHB 0,38 0,88 0,52 0,59 MOR sp. 2 MOR 0,76 0,23 0,78 0,59 MRT sp. 2 MRT 0,76 0,35 0,52 0,54 Virola sp. MYS 0,57 0,25 0,78 0,54 Ficus sp. MOR 0,57 0,23 0,78 0,53 MRT sp. 1 MRT 0,57 0,21 0,78 0,52 Inga bourgoni MIM 0,57 0,36 0,52 0,49 Terminalia amazonia CMB 0,38 0,53 0,52 0,48 Xylopia sp. ANN 0,38 0,50 0,52 0,47 Tachigali sp. CSL 0,38 0,45 0,52 0,45 Byrsonima sp. MLP 0,57 0,25 0,52 0,45 Especie no determinada 5 0,19 0,89 0,26 0,45 Vochysia glaberrima VOC 0,38 0,44 0,52 0,45 Matayba sp. 2 SAP 0,57 0,23 0,52 0,44 SPT sp.1 SPT 0,38 0,41 0,52 0,44 Matayba arborescens SAP 0,38 0,40 0,52 0,43 Mabea sp. 2 EUP 0,57 0,20 0,52 0,43 Guatteria sp. ANN 0,57 0,17 0,52 0,42 CSL sp. 1 CSL 0,38 0,35 0,52 0,42 Socratea exorrhiza ARE 0,57 0,14 0,52 0,41 Phenakospermun guyannense SRZ 0,76 0,21 0,26 0,41 Casearia sylvestris var. sylvestris
FLC 0,38 0,33 0,52 0,41
138
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
Attalea macrolepis ARE 0,19 0,74 0,26 0,40 Agonandra brasilensis OPI 0,38 0,28 0,52 0,39 Inga sp. 2 0,19 0,70 0,26 0,38 FLC sp. 1 FLC 0,38 0,23 0,52 0,38 BRS sp. 1 BRS 0,38 0,22 0,52 0,37 CHB sp. 2 CHB 0,38 0,20 0,52 0,37 Ouratea castaneifolia OCH 0,38 0,19 0,52 0,36 Raputia sp. RUT 0,38 0,19 0,52 0,36 Caraipa sp. CLU 0,38 0,18 0,52 0,36 Sclerolobium sp. CSL 0,38 0,16 0,52 0,35 Ecclinusa guianensis SPT 0,38 0,15 0,52 0,35 LEG sp. 3 LEG 0,38 0,15 0,52 0,35 Hirtella glandulosa CHB 0,38 0,14 0,52 0,35 Guarea sp. MEL 0,38 0,14 0,52 0,35 Parinari sp. 2 CHB 0,38 0,11 0,52 0,34 AST sp. 1 AST 0,38 0,11 0,52 0,34 PRT sp. 1 PRT 0,19 0,54 0,26 0,33 RUB sp 1 RUB 0,38 0,09 0,52 0,33 Especie no determinada 11 0,19 0,47 0,26 0,31 Iryanthera hostmannii MYS 0,19 0,41 0,26 0,29 Protium sp. 3 BRS 0,19 0,35 0,26 0,27 Duguetia calycina ANN 0,38 0,15 0,26 0,27 Parinari sp. 1 CHB 0,19 0,34 0,26 0,26 ANA sp. 2 ANA 0,19 0,34 0,26 0,26 Uncaria tomentosa RUB 0,38 0,14 0,26 0,26 RUB sp 3 RUB 0,38 0,14 0,26 0,26 Apeiba sp. TIL 0,19 0,30 0,26 0,25 CLU sp. 1 CLU 0,38 0,10 0,26 0,25 Himatanthus articulatus APO 0,19 0,28 0,26 0,24 Ocotea sp. LAU 0,19 0,27 0,26 0,24 Toulicia guianensis SPT 0,19 0,26 0,26 0,24 Clathrotropis macrocarpa FAB 0,19 0,21 0,26 0,22 Dilodendron bipinnatum SAP 0,19 0,20 0,26 0,22 MLP sp. 1 MLP 0,19 0,19 0,26 0,22 Tachigali guianense CSL 0,19 0,19 0,26 0,22 Especie no determinada 13 0,19 0,17 0,26 0,21 Iryanthera sp. 2 MYS 0,19 0,17 0,26 0,21 Smilax sp. SML 0,19 0,17 0,26 0,21 Erisma sp. VOC 0,19 0,17 0,26 0,21 Crepidospermum sp. BRS 0,19 0,16 0,26 0,20 Hirtella davisii CHB 0,19 0,16 0,26 0,20 LEG sp. 4 LEG 0,19 0,16 0,26 0,20 Ouratea polyantha OCH 0,19 0,15 0,26 0,20 POA sp. 1 POA 0,19 0,15 0,26 0,20 Apeiba schomburgkii TIL 0,19 0,15 0,26 0,20 Dilodendron sp. SAP 0,19 0,14 0,26 0,20
139
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
RUB sp 2 RUB 0,19 0,14 0,26 0,20 Especie no determinada 10 0,19 0,14 0,26 0,20 BRS sp. 2 BRS 0,19 0,14 0,26 0,20 Rollinia sp. ANN 0,19 0,13 0,26 0,19 Iryanthera juruensis MYS 0,19 0,13 0,26 0,19 Especie no determinada 8 0,19 0,13 0,26 0,19 Especie no determinada 14 0,19 0,12 0,26 0,19 Virola sebifera MYS 0,19 0,12 0,26 0,19 Pouteria caimito SPT 0,19 0,12 0,26 0,19 BOM sp. 1 BOM 0,19 0,11 0,26 0,19 Especie no determinada 7 0,19 0,11 0,26 0,19 Protium unifoliolatum BRS 0,19 0,10 0,26 0,18 Especie no determinada 1 0,19 0,10 0,26 0,18 MRT sp. 3 MRT 0,19 0,10 0,26 0,18 MOR sp. 3 MOR 0,19 0,10 0,26 0,18 Especie no determinada 4 0,19 0,09 0,26 0,18 Qualea sp. VOC 0,19 0,09 0,26 0,18 Guarea guidonia MEL 0,19 0,09 0,26 0,18 Especie no determinada 9 0,19 0,09 0,26 0,18 SAP sp. 1 SAP 0,19 0,09 0,26 0,18 LEG sp. 6 LEG 0,19 0,09 0,26 0,18 Mabea sp. 1 EUP 0,19 0,09 0,26 0,18 Cordia sp. BOR 0,19 0,09 0,26 0,18 Diospyros vestita EBN 0,19 0,08 0,26 0,18 ANA sp. 1 ANA 0,19 0,08 0,26 0,18 Cedrela sp. MEL 0,19 0,08 0,26 0,18 Especie no determinada 3 0,19 0,08 0,26 0,18 SPT sp.2 SPT 0,19 0,08 0,26 0,18 MLS sp. 1 MLS 0,19 0,07 0,26 0,18 Talisia sp. SPT 0,19 0,07 0,26 0,18 SAP sp. 2 SAP 0,19 0,07 0,26 0,17 Clusia sp. 1 CLU 0,19 0,07 0,26 0,17 Especie no determinada 15 0,19 0,07 0,26 0,17 MOR sp. 5 MOR 0,19 0,07 0,26 0,17 CLU sp. 2 CLU 0,19 0,06 0,26 0,17 Rinorea sp. VIO 0,19 0,06 0,26 0,17 Roupala montana PRT 0,19 0,06 0,26 0,17 Crepidospermum rhoifolium BRS 0,19 0,06 0,26 0,17 Lecythis sp. LCY 0,19 0,06 0,26 0,17 LEG sp 1 LEG 0,19 0,06 0,26 0,17 VOC sp. 2 VOC 0,19 0,06 0,26 0,17 Curatella americana DLL 0,19 0,06 0,26 0,17 Especie no determinada 6 0,19 0,06 0,26 0,17 MEL sp. 1 MEL 0,19 0,06 0,26 0,17 Isertia parviflora RUB 0,19 0,06 0,26 0,17 Matayba sp. 1 SAP 0,19 0,06 0,26 0,17
140
Nombre Botánico Flia Densidad Relativa
Dominancia Relativa
Frecuencia Relativa
Valor de Importancia
GUT sp. 1 GUT 0,19 0,05 0,26 0,17 Amphirrhox longifolia VIO 0,19 0,05 0,26 0,17 Amphirrhox sp. VIO 0,19 0,05 0,26 0,17 Licania sp. 1 CHB 0,19 0,05 0,26 0,17 Dipteryx sp. FAB 0,19 0,05 0,26 0,17 Brownea coccinea subsp. capitella
CSL 0,19 0,05 0,26 0,17
Vochysia sp. VOC 0,19 0,05 0,26 0,17 Especie no determinada 2 0,19 0,05 0,26 0,17 OPI sp. 1 OPI 0,19 0,05 0,26 0,17 Especie no determinada 12 0,19 0,04 0,26 0,16 100,00 100,00 100,00 100,00 Esperadamente, las cuatro especies que ostentan los valores de importancia más
altos son Caraipa densifolia (5,39%), Eschweilera sp. (4,19%), Coccoloba fallax (4,16%) y
Lecythis corrugata (2,76%). Las Lecythidaceae son muy significativas en esta parcela, donde
aparecen dos especies.
Pese a que la parcela de KA es tal vez la que ha logrado determinarse en la botánica
sistemática con la menor precisión, presenta el número más alto de familias, que si se tomara
ese como parámetro describiría la diversidad más alta de las cuatro parcelas. Probablemente
explicable en virtud de que interdigita especies de sabana y de bosque. Es interesante
observar el incremento de especies a lo largo de los cuadrantes como se aprecia en el gráfico
Nº III.16.
Hasta el cuadrante 10, el incremento es constante y significativo. En el cuadrante 11 se
añade sólo un taxón, y en los cuadrantes siguientes el incremento es de nuevo constante (de 2
a 10 especies por cuadrante) y en algunos cuadrantes muy significativo, como del 14 al 15.
141
Gráfico Nº III.16: Curva de especies en la parcela de Kayamá.
La parcela de KA podría caracterizarse a través de varios tipos de bosques. Por una
parte, los cuadrantes 1 al 16, se describe como bosque ombrófilo submontano
subsiempreverde (Huber y Riina 1997:86; Huber y Alarcón 1988), siendo de medio a alto (15-
25 m) denso y con dos estratos arbóreos, pocas epífitas y lianas, y un sotobosque bien
desarrollado y relativamente denso. Las especies más características son aquí, Caraipa
densifolia, Iryanthera sp., Eschweilera sp., Tetragastris altissima, Lecythis corrugata,
Coccoloba fallax, Protium sp., Trichilia sp., Toulicia sp., Tapirira guianensis, y Actinostemon
sp. En los cuadrantes 17 al 21, se interdigitan especies como las mencionadas con especies
transitorias o de sabana como Caraipa sp., Clusia sp., Curatella americana, Piptocoma
schomburgkii, Protium sp., Tachigali guianense, Ouratea sp., Bathysa sp., y Vochysia sp. Este
sector de la parcela pareciera describirse más apropiadamente como la expresión microlocal
del ecotono bosque-sabana mencionado al inicio. Es interesante señalar al margen, que
precisamente esta porción de la parcela desubicaba a los Hotì al solicitarles información
0153045607590
105120135150165180
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Núm
ero
de e
spec
ies
142
sobre las plantas, puesto que comprende plantas poco conocidas para los Hotì de
predominante orientación selvática. No es casualidad entonces que muchas de las
nominaciones dadas a estas plantas consistan de nombres compuestos donde se enfatiza su
condición de plantas de sabana (be õ ·táwì). Los cuadrantes restantes, del 22 al 25,
parecieran describir un bosque ombrófilo submontano siempreverde, entre medio y alto (25
a 35 m de altura) con un sotobosque de medio a ralo, pero con presencia significativa de
palmas Attalea maripa, Euterpe precatoria, Socratea exorrhiza, además de especies
arbóreas como Tapirira guianensis, Schefflera morototon, Protium heptaphyllum, Vochysia
glaberrima, Matayba arborescens, Eschweilera sp., y Raputia aromatica entre otras.
Durante el período de observación, la parcela de KA experimentó pérdida de
individuos que caían debido a la fuerza de eventos de alteración eólica y fluvial, o bien morían
por procesos de desecación. Fue precisamente la estación de lluvia de 1998 la que se hizo
sentir con mas fuerza. Un total de 38 individuos se vieron afectados por algún tipo de
alteración natural. Nueve de ellos cayeron parcialmente pero lograron regenerarse y se
recuperaron (e.g. Apeiba schomburgkii 19,3 cm DAP, Inga sp. 18,1 cm DAP, Iryanthera sp.
14,4 cm DAP, Toulicia sp. 15,8 cm DAP). Otros ocho individuos se desecaron rápidamente y al
final del período de observación aunque permanecían de pie habían muerto (e.g. dos
individuos de Clathrotropis sp. 17,5 cm y 16,2 cm DAP, Trichilia sp. 41,6 cm DAP, Schefflera
morototoni 13,2 cm DAP, Socratea exorrhiza 10,3 cm DAP, Bathysa sp. 31,8 cm DAP,
Tachigali sp. 28,5 cm DAP). Los 21 individuos restantes cayeron recientemente y al parecer
tenían poca o nula capacidad de regeneración; se los contó como perdidas o muertes de la
parcela (e.g. Inga sp. 17 cm DAP, Matayba arborescens 29, 7 cm DAP, Iryanthera sp. 16, 3
cm DAP, Ecclinusa guianensis 16,8 cm DAP, Caraipa densifolia 23,2 cm DAP, Ouratea
143
castaneifolia 18,6 cm DAP, dos individuos de Eschweilera sp. 12,8 cm y 27,8 cm DAP,
Actinostemon sp. 16,2 cm DAP, Crepidospermum rhoifolium 12,4 cm DAP, Protium
unifoliolatum 16,2 cm DAP, Guatteria sp. 11,4 cm DAP, Clusia sp. 16,9 cm DAP). Uno de los
individuos identificado como Tetragastris altissima de dimensiones locales significativas
(43,7 cm DAP y 22 m de alto) cayó estrepitosamente y llevó consigo cuatro individuos más de
la parcela (Apeiba sp. 27,5 cm DAP, Parinari sp. 29,4 cm DAP, Hirtella sp. 13,5 cm DAP,
Lecythis corrugata 34,9 cm DAP) y todos los árboles menores y arbustos alrededor causando
una suerte de apertura natural en el bosque cerrado. Estas aperturas sin duda facilitan la
instalación de especies colonizadoras a la par que liberan nutrientes en un suelo más bien
pobre, con probable alto contenido de bauxita desarrollado sobre el granito del Escudo
Guayanés (Schubert y Huber 1990).
Gráfico Nº III.17: Histograma de tamaño (DAP) de los individuos de la parcela, KA.
0
25
50
75
100
125
150
175
200
225
250
10,0
-14,
9
15,0
-19,
9
20,0
-24,
9
25,0
-29,
9
30,0
-34,
9
35,0
-39,
9
40,0
-44,
9
45,0
-49,
9
50,0
-54,
9
55,0
-59,
9
60,0
-69,
9
70,0
-79,
9
DAP cm
Núm
ero
de in
divi
duos
144
Un reflejo de la instalación exitosa de individuos jóvenes o con diámetros que
indicarían reciente desarrollo, es prueba del dinamismo de las especies vegetales en los
bosques de esta parcela, como se observa en el gráfico Nº III.17.Un gran número de
individuos, 494 (95%), presenta diámetros menores a 40 cm. En tanto que sólo 7 individuos
(1,3%) ostentan diámetros superiores a los 55 cm Esta es además, la única parcela en donde
ni un sólo individuo alcanza o supera el metro de diámetro. El bosque aparece ralo en
términos de áreas basales pese a que en densidades absolutas casi duplica a la parcela de CI.
Las dominancias relativas a lo largo de los 25 cuadrantes, sin duda permiten apreciar
más efectivamente la distribución del área basal total de la superficie observada en KA.
Como podría esperarse, los cuadrantes que consideramos de ecotono, en especial los 19, 20 y
18 presentan los valores más bajos en área basal de toda la parcela. Ello, no sólo debido a las
bajas densidades absolutas (7, 9 y 16 respectivamente) sino debido a que las plantas que los
integran presentan dominancias bajas, por ejemplo en el cuadrante 19, los individuos de
Clusia sp. alcanzan sólo 32,69 dm²/ha, y los de Byrsonima sp. sólo 30,35 dm²/ha. Individuos
del cuadrante 20 como los de Piptocoma schomburgkii presentan dominancias de 67,42
dm²/ha y los de Bathysa sp. de 26,01 dm²/ha. El cuadrante 18 pese a que casi dobla en
densidades a los dos anteriores, presenta también valores bajos como por ejemplo los
individuos de Ouratea sp. presentan 78,29 dm²/ha, los cinco de Clusia sp. llegan a 286,19
dm²/ha y los cuatro de Piptocoma schomburgkii suman 128,33 dm²/ha. Cabe destacar que
este sector de la parcela pareciera además estar sometido a un cierto estrés hídrico y se
presenta abierto con un desarrollo amplio de arbustos y hierbas. Los individuos arbóreos son
bajos (6-15 m a lo sumo) y están distribuidos de manera dispersa. Los otros dos cuadrantes
que merecen mención por sus bajos valores de áreas basales, son el 10 y el 13, ambos
145
ubicados en zonas de relativa pendiente local como se mencionaba al inicio, lo que hace
probable que la topografía irregular limite la instalación exitosa y prolongada de los
individuos botánicos. Ambos cuentan con 15 individuos, pero con diámetros pequeños. El
rango de DAP del cuadrante 10 va de 10 a 26,2 cm con un sólo individuo sobrepasando ese
rango Trichilia sp. con 41,6 cm El rango de DAP del cuadrante 13 va de 10,8 a 23 cm con
densidades absolutas de sólo un individuo por taxón excepto en el caso de los Protium sp. con
dos plantas.
Gráfico N° III.18: Area Basal Total en los 10,000 m observados en los 25
cuadrantes.
Los cuadrantes con los valores más altos, son también esperados, especialmente los
de la parte final de la parcela. El cuadrante 8 ostenta el área basal más significativa, pese a
que no presenta las densidades más altas. El aporte más significativo está dado por una
Sterculiaceae no determinada, posiblemente Sterculia pruriens con 1060,73 dm²/ha y los
Protium sp. con 778,76 dm²/ha. El cuadrante 12, presenta 24 individuos con DAP
0
600
1200
1800
2400
3000
3600
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25
Cuadrantes (20 x 20 m c/u)
Núm
ero
de in
divi
duos
146
significativos, siendo el más representativo la única Meliacea del cuadrante pero que aporta
el grueso del área basal, Cedrela odorata con 824,48 dm²/ha. El cuadrante 24, con 23
individuos se beneficia de una sola arbórea especialmente, una Sterculiaceae no determinada
pero que otra vez podría tratarse de Sterculia pruriens con 535,02 dm²/ha, el resto de las
plantas además ostenta valores de DAP no despreciables localmente, siendo el rango de 10,5
a 52,2 cm. El cuadrante 1 con 22 individuos toma el grueso de su área basal de las arbóreas
Caraipa densifolia con 2129,46 dm²/ha.
III.4.5 Una comparación pertinente entre las cuatro parcelas.
Como se ha podido apreciar hasta ahora, las parcelas individuales presentan
particularidades paisajísticas que las diferencian significativamente. En una suerte de
gradiente cualitativo, podría especularse que en virtud de factores ambientales y geográficos,
e.g. altitud y latitud, además de condiciones locales microambientales, los bosques de las
parcelas observadas van desde siempreverdes a semideciduos en este orden MO, CI, MA y KA.
Vale destacar a este respecto, que la marcada estacionalidad de MA y KA se atenúa
significativamente en MO y CI. Por ejemplo, la estación de sequía muy marcada en 1998 en MA
(gran cantidad de pérdida de follage de las plantas, resequedad del suelo, poco y bajo flujo de
corriente en los cursos de agua, etc.), aparecía poco perceptible en MO, donde los árboles
aparecían con abundante follage, los cursos de agua aunque disminuidos no al extremo como en
MA, los suelos además estaban húmedos aunque no anegados. En términos genéricos, los
factores que se consideran influyentes y que destacan en el paisaje de cada parcela, son la
aguda pendiente en CI, la humedad y el carácter submontano en MO, la cualidad ribereña y
estacionalmente inundable de MA, y la caracterización de ecotono en KA. Se considera sin
147
embargo, que estudios específicos geomorfológicos, edáficos, geológicos contribuirían muy
significativamente a sustentar o modificar algunas aseveraciones de este capítulo.
Una comparación pertinente para la que se poseen datos sustentables se presenta en la
tabla Nº III.7.
Tabla N° III.7: Comparación cuantitativa de algunos parámetros de la vegetación de las
parcelas observadas.
Familia Género Especie Densidad Total
Area Basal Total dm²
Area Basal Promedio
CI 36 70 107 355 82581,25 232,6 MO 43 139 188 556 102082,65 183,60 MA 41 117 164 563 71949,31 127,79 KA 45 128 171 538 49739,5 92,45 Total Absoluto
165 454 630 1997 - -
Total –no repetido
59 247 399 - - -
En términos de familia botánica, KA aparece más diversa y CI como menos diversa. En
el primer caso, es conocido que áreas donde se interdigitan sistemas ecológicos son
potencialmente más diversos. CI por su parte tiene la densidad absoluta más baja de las cuatro
parcelas, tal vez por sus agudas pendientes por lo que podría esperarse menor riqueza de
familias. El mayor número de géneros se presenta en MO y el menor nuevamente en CI.
Probablemente estas cifras reflejen más la cantidad de números botánicos determinados en
las diversas parcelas que la diversidad per se por lo que debe tomárselas con cautela. Sin
embargo, nuevamente el número más alto de especies está en MO. En términos de densidades,
MA y MO ostentan los valores más altos, aunque significativamente MO presenta las áreas
basales totales más altas seguida de la parcela con las densidades más bajas, CI. Esto último
apunta sin duda a la prominencia de los troncos de CI así como a la edad más madura del
148
bosque al parecer. Lo que se refleja consistentemente en las cifras de las áreas basales
promedio, con el valor más alto en CI, seguido de MO. Justo los dos ambientes naturales más
tradicionalmente ocupados por los Hotì.
152
Capítulo IV-
Etnografía Básica Hotì: Cultura de Subsistencia.
Este capítulo presenta una exposición genérica de los aspectos socioculturales de la
cultura Hotì en tanto sean relevantes para describir sus interacciones con la vegetación
circundante. Se inicia con una breve aproximación ontológica en la que especies vegetales
engendran a los hombres. La discusión se centra en los aspectos de la subsistencia cotidiana
de los Hotì (recolección, caza, pesca, agricultura), basada en los datos colectados durante el
trabajo de campo. Se ofrece además una panorámica de la cultura material Hotì donde la
materia prima son plantas. El foco descriptivo se ubica en las actividades más relevantes del
contacto Hotì-plantas, reflejando el lugar importante que éstas ocupan en la vida de los
Hotì.
IV.1 Ideología ontológica.
En términos ideológicos y materiales, macro-humanos y micro-humanos, la vegetación
circundante constituye un elemento siempre presente en la vida Hotì. La existencia misma
del hombre sobre la tierra desde tiempos originales se generó gracias a las plantas. La vida
individual Hotì, desde su nacimiento, directa o indirectamente está estrechamente ligada a
la flora de su ambiente. Las siguientes versiones ontológicas de la especie humana, fueron
verbalizadas por Hotì de Kayamá y Majagua Media, pero ni se denegaron o reconfirmaron por
Hotì de Mosquito o Iguana. Similar a la actitud de reticencia y privacidad mostrada por
miembros de muchas culturas del mundo, los Hotì aparecen mas bien reservados cuando
tópicos de su esfera ideológica se ventilan abiertamente. Vale señalar que no se pretende
153
aquí de ningún modo analizar la ideología ontológica Hotì, antes bien, solo se quiere poner de
manifiesto como las plantas abrazan diversas contextos de realidad.
cËo ai cortó una sección del árbol que suena, el ·tìõ·tìõboõ ·yáì y durmió con ella durante una semana. Regresó luego al árbol y de allí surgió el primer niño hombre. Al paso del tiempo todos los hombres que poblamos la tierra fuimos engendrados por el ·tìõ·tìõboõ ·yáì originalmente. Al crecer, el primer hombre desposó a la concha de ·kolowá hiõ, desde entonces cada hombre tiene un árbol que le pertenece durante toda su vida, cËo ai corta ese árbol cuando nacemos y es nuestro...pero el ·tìõ·tìõboõ ·yáì es la Madre de todos nosotros.
No sólo la naturaleza pseudo divina humana se pone de manifiesto en esta versión de
la creación del hombre: La estrecha interrelación Hotì-plantas se vierte de manera simbólica
en este mito de creación, reflejando mas allá de una ontología la dependencia real entre
dominios humanos y vegetales. Según esta versión, los hombres nacimos del ·tìõ·tìõboõ ·yáì,
árboles bastante distintivos en el paisaje vegetal Hotì, de dimensiones no despreciables y de
la familia Tiliaceae. Muestras botánicas denominadas ·tìõ·tìõboõ ·yáì por los Hotì han sido
determinadas siempre en el género Apeiba, pero en diferentes especies, A. intermedia∗, A.
tibourbou, A. schomburgkii. Los Hotì reconocen el polimorfismo de la Apeiba y marcan las
diferentes variedades de ·tìõ·tìõboõ ·yáì lexicalmente. En el mito de creación, el lìõ ·tìõ·tìõboõ o el
verdadero parece ser el autor de la especie humana. Esta Apeiba, además de actuar como el
receptáculo de una ideología ontológica compleja, es usada por los Hotì en diversas
actividades, su tronco se usa como como leña y su fruto se considera una suerte de peine de
los ancestros, aun para algunos su corteza podría emplearse como reconfortante benéfico.
Se hace evidente en este mito de creación, una suerte de pertenencia del hombre al reino
vegetal. La palma de ·koloõwá hiõ (Scheelea sp.), es muy apreciada por los Hotì, su utilidad se
∗ Los autores de las determinaciones botánicas se presentan en los Apéndices.
154
extiende a casi todas sus partes: con los cogollos de las hojas se fabrican cestas, con las
hojas se traman las techumbres de las viviendas y pueden elaborarse algunas cestas,
paravientos, aventadores, coronas y esteras también, con los pedicelos de las hojas y la
nervadura central de las mismas se tallan las flechas, los frutos son comestibles y muy
apreciados al punto de estimular salidas de campamento, la inflorescencia seca puede servir
como escoba, etc. Lo que en el mito se tradujo como concha sin embargo, constituye en
realidad la bráctea que protege la inflorescencia, utilizada por los Hotì como receptáculo de
alimentos.
Contrastando sin duda, con la creación dependiente en plantas silvestres, otro mito
de creación del hombre enfatiza la construcción humana basada en una de las especies más
cultivadas por los Hotì, Musa paradisiaca.
yowale creó al hombre a partir de las conchas de waõluõleõ que los animales todos al comer tiraban al piso de la selva. yowale colectaba y apilaba las conchas en lo profundo de la tierra donde estaba su casa. Tantas conchas se apilaron que llegaron a la superficie de la tierra, fue entonces que yowale moldeó al hombre...
yowale, el rabipelado (Didelphidae) pseudo divino en el contexto mitológico, habría
derivado al hombre del desecho vegetal cultivado, la cáscara del plátano (wáluõleõ). La
dicotómica ontología Hotì basada en la materia prima vegetal en ambos casos, contrasta a
nivel ideológico al recrear una vez más la clásica discusión cultura vrs. naturaleza. Ello se
materializa contemporáneamente con la identificación de individuos Hotì particulares con
una u otra versión. De acuerdo a esto, algunas líneas Hotì descenderían de la Apeiba en tanto
que otras de la Musa. Este género domesticado introducido del Sureste de Asia abria
penetrado la ideología Hotì en un período no mayor a 500 años, reflejando la agilidad de los
procesos culturales, significativos aunque no necesariamente milernarios para describir aun
155
grupo. La Musa está significativamente conformada por múltiples variedades, como la
Apeiba, enlazando de alguna manera la diversidad vegetal con la divergencia humana
generada.
Estas dos, no son las únicas especies botánicas que pueblan el mundo ideológico Hotì.
La relevancia de las plantas en el mundo de la explicación ontológica puede ilustrarse también
con otros dos árboles, curiosamente dos Caesalpineaceae, buõ·kè ·yáì [árbol de un tipo de
abeja]∗(Tachigali guianense) y buõye ·yáì (Hymenaea courbaril). Ambos habrían actuado como
los vehículos impulsadores de áõbiõyeõ, la luna, en su migración desde la tierra al cielo. Gracias
al vertiginoso crecimiento volitivo de estos árboles, áõbiõyeõ alcanza su sitial de luz nocturna
en la selva.
Las versiones ontológicas esbozadas aquí, no sólo interconectan efectivamente las
esferas sólo divinas, humanas, vegetales y animales, sino que las hacen perder sus límites
definitorios al enfatizar la interdependencia de ellas. Interdependencia materializada en el
mundo de todos los días.
En este sentido, ya en el quehacer cotidiano Hotì, el primer contacto hombre-planta
directo tiene lugar al nacer justamente. El padre del neonato, significativamente corta el
cordón umbilical (·uluwè) con una gramínea ·cËábo wiweõyo heõláõ [palo hueco blando blanco de
wiwe õyo](Guadua sp.), recibiendo su primer baño con una Piperacea, huluwè·ka leõ·káõlá hele
(Piper reticulatum). Así mismo, en la transición entre el mundo de las ideas y las conductas,
el padre excava un hueco en el tronco bajo de una Leguminosa, i·cËeká báõliyo õ ·yáì [árbol
duro/resistente de báõliyoõ ] (Pterocarpus rhorii), para enterrar la placenta (tito·we toto) al
∗ Cuando los lexemas Hotì son productivos, se ofrecen entre corchetes [ ] las glosas equivalentes en español.
156
día siguiente del nacimiento del bebé. La finalidad de esto es transponer de alguna manera
atributos de este árbol a la criatura con el fin de asegurar que ésta vivirá y crecerá muy
fuerte. El neonato y su padre, además deberían tomar un reconfortante baño e impregnarse
con la corteza y hojas de una planta aun no determinada, conocida entre los Hotì como cËo
báõláõ áhtikwèõ ·yáì [árbol silvestre de la trocha áhtikwè]. Durante cinco días luego del
nacimiento del bebé, los padres pueden consumir sólo alimentos de origen vegetal, aunque no
había gran consenso en esta prohibición en las diferentes comunidades. Baños con una o mas
especies vegetales y de carácter mágico-curativos durante el crecimiento del infante, o en
caso de que presente dolencias, se registraron y observaron con frecuencia (véase Tabla N°
IV.13 para las plantas benéficas). Desde la primera infancia hasta su muerte, el Hotì
mantendrá múltiples y constantes contactos con su universo vegetal entorno, los apartes
siguientes ilustran algunos de ellos.
Un ritual de transición significativo en el que intervienen las plantas, lo constituye el
paso de niño a adulto, marcado usualmente por el cambio del estado de solteria al
matrimonio. Tanto hombres como mujeres Hotì practican el uso de fragmentos ligneos en un
orificio interno que abren en el tabique de la nariz. El orificio se abre justo al marcar el paso
a la etapa adulta. La edad que marca el paso de niño a adulto varía significativamente entre
los diferentes Hotì con los que se conversó. En algunos casos al inicio de la pubertad (10-11
años) y en otros en la juventud temprana (19-20 años). Los hombres deben salir de cacería
solos por al menos cinco días. Las mujeres igualmente deben alejarse solas por un período
similar. Tal vez en ambos casos se simboliza la facultad de sobrevivencia en solitario. Al cabo
de esos días, la misma persona, o algún Hotì cercano cognática o afinalmente a la misma,
abrirán el orificio con la ayuda de una caña afilada, háõliõ luwiyo helaõ (Poacea) o más
157
usualmente con la vena central de ulu ·ko·ko [palma juvenil de cucurito](Attalea maripa). A
partir de ese momento, cada Hotì llevará oculto y de por vida un fragmento de madera de
unos .3 cm al interior de su nariz. Los pedazos ligneos preferidos provienen del árbol de la
Chrysobalanaceae, ·kwái·le ·táwì [árbol del mono capuchino] (Licania apetala), o de la
Moraceae wáõiyoõ ·yáì [árbol blando] (Pseudolmedia sp.), y los troncos ligneos de la palma de
háõliõ bá·te hiõ [seje pequeño] (Oenocarpus bacaba) también se mencionaron.
Este ritual de transición, esconde, sin embargo, significados más complejos y sirve a
propósitos intrincados no sólo con el marcamiento de etapas en la vida humana. Parte del
significado de este marcador físico permanente del enlace entre los dominios vegetal y
humano, se relaciona al menos a tres hechos más trascendentes: permitir el paso al mundo
después de la muerte, brindar la capacidad de comunicarse con los ancestros desaparecidos
físicamente al morir, y fortalecer la potencialidad de curar en caso de dolencias. La ausencia
del orificio nasal condena a la desaparición total del Hotì que no lo porte. El vínculo se
establece entre plantas, hombres y eternidad.
Se sabe que al morir un infante, la madre sobreviviente debe seguir una suerte de
ritos de purificación que incluyen baños consecutivos durante un mes con algunas plantas
silvestres, entre ellas la Melastomataceae háõli õõ� yowáõleõte hele (Aciotis sp.), las Piperaceae uli
le õ·káõláõ hele (Piper hostmannianum ), háõliõ leõ·káõláõ hele (P. piscatorium), una Rubiaceae
wáõi·tuku hele [palo de cabeza wáõi](Psychotria poeppigiana), una Sapindaceae uli ·tiõ·tiõ ·yáì
[árbol grande amargo/fuerte] (Micropholis sp.), una Solanaceae tokwáõwáõ hele (Cestrum
latifolium), una Urticaceae li õliõ ·yáì [árbol amargo/fuerte] (Urera caracasana) y dos
☼ háõliõ como modificador traduce ‘pequeño, chico’, siendo su antónimo o contraparte uli que traduce ‘grande’. En todo el texto, donde se encuentren estos modificadores aplica las traducciones dadas aquí.
158
Vochysiaceae ·káwìkè ·yáì (Erisma uncinatum) y háõliõ ·ti·ti ·yáì [árbol pequeño amargo/
fuerte] (Voshysia ferruginea). A estas se pueden añadir las señaladas en la tabla Nº IV.1∗. La
madre debe salir al bosque sola y realizar sus lavatorios en soledad también. Debe además
mantener ayunos durante ese mes, sin consumir carnes y solamente productos vegetales.
Estos ritos de purificación, tal vez se extienden a todos los parientes difuntos. Cantos por
cinco días se efectúan durante las noches/madrugadas si muere un adulto y por al menos
diez si se trata de infantes o niños difuntos. A esto se añade el abandono del asentamiento y
la refundación de uno nuevo.
Tabla N° IV.1: Algunas plantas utilizadas en el aseo personal y limpiezas.
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV Parte ANN Xylopia sp. háõliõ bu õ·li·li ·yáì árbol flor CMP háõliõ ·tìõkìõwèká hele hierba hoja tallo EUP Ricinus communis bálo· wehtolo ·yáì hierba hoja FAB Machaerium kegelii iye·telá ibuhu liana savia hoja LEG t·áile ·yáì árbol corteza MEL Trichilia quadrijuga háõliõ lìõ iye ·yáì árbol corteza
hoja MEL Trichilia mazanensis ·c Ëábo iye ·yáì árbol corteza
hoja MIM Enterolobium schomburgkii ·kwáyo oõleõká toto
·yáì árbol fruto hoja
MLP háõliõ ibuhu liana corteza MYS Iryanthera hostmannii bòõlò ·yáì árbol hoja RUB Bathysa bathysoides olábo ·yáì árbol corteza SRZ Phenakospermun guyannense ·káõláõwá hoho hierba savia STR Sterculia pruriens háõliõ lo·kwe ·yáì árbol hoja STR háõliõ ·tìlu hyá hierba hoja ZIN Heliconia sp. háõliõ ·tewá hyá árbol hoja háõliõ ·káõláõwá heõláõ árbol corteza háwá hele kwá musgo toda iõle õwá be õ kwá musgo toda le õláõ hele ·yáì árbol hoja ·te·te ·yáì arbusto hoja
∗ Los autores de las determinaciones botánicas de las plantas mencionadas en todas las tablas de este capítulo se presentan en los Apéndices.
159
IV.2 Actividades de subsistencia
La ecología de subsistencia Hotì, tiene una orientación signada por actividades de
forrajeo o recolección, cacería, pesca y agricultura. Gran parte de la dinámica de estos
renglones gira alrededor de la flora local. En términos materiales también, las tareas
cotidianas de los Hotì se desarrollan alrededor de las plantas.
La literatura etnográfica previa, describió a los Hotì como una cultura altamente
nómada dependiendo principalmente de la caza y recolección de recursos silvestres y
practicando únicamente una forma incipiente de horticultura (Corradini 1973; Coppens &
Mitrani 1974; Coppens 1983; Mattéi-Müller et. al. 1998). Probablemente las apreciaciones de
los autores previos estaban basadas en las actividades centrales de los Hotì durante el
período de la estación seca, la caza y la recolección modulada en meses de alta movilidad. En
este sentido, en el abanico de culturas de tierras bajas suramericanas, se clasificaba a los
Hotì como cazadores-recolectores (Balée 1994), aunque no se contara con investigaciones de
fondo que los definiera con mas precisión.
No obstante, las investigaciones más recientes han enfatizado el carácter
esencialmente mixto de los sistemas de subsistencia de las tierras bajas, siendo el resultado
de una mezcla de componentes silvestres y domesticados. Por ello, resulta más preciso hablar
de un continuum de estrategias de subsistencia que van desde aquellas más basadas en el
forraje a las que dependen más de la agricultura (Posey 1992; Sponsel 1989, 1996). S. Zent, en
un trabajo paralelo a éste, estudió la dinámica de integración, variación y cambio del sistema
económico mixto Hotì. El futuro análisis de sus datos cualitativos y cuantitativos (579 días de
observación de distribución de tiempo, 945 días de registros del consumo diferencial
específico de los recursos -pesados, identificados y 445 coordenadas de los sitios exactos de
160
extracción y manejo de recursos para determinar el significado espacial de la explotación de
recursos silvestres GPS) ofrecerá una ventana para comprender las dinámicas procesuales
desde la recolección a la producción de alimentos, así como definir con precisión los diferentes
tipos de asentamiento y movilidad logística practicada por los Hotì durante los diferentes
períodos estacionales. Debe esperarse aun el procesamiento de estas bases de datos para
contar con resultados más certeros. Las apreciaciones a continuación son cualitativas.
Los asentamientos interfluviales de los Hotì, así como sus estrategias de subsistencia
mixtas, describen flexibilidad en términos de la concentración o mayor dedicación a
actividades de recolección, cacería o pesca, densidades poblacionales, tamaño y permanencia
de los asentamientos, así como patrones de alta movilidad (e.g. para algunos grupos es su modo
de vida, en tanto que otros observan ritmos estacionales). La flexibilidad en la ecología de
subsistencia Hotì, se ilustra sugestivamente en la gran variabilidad observada en las prácticas
agrícolas. Algunos grupos familiares en especial de aquellos asentados en las misiones,
mantienen constantemente parcelas agrícolas y dedican al menos una hora al día (por grupo
familiar) a tareas relacionadas a la horticultura, en tanto que otros grupos familiares más
independientes, carecen de conucos activos y dependen para su subsistencia mayormente de
recursos silvestres. La variabilidad se extiende además al énfasis agrícola otorgado sobre uno
u otro cultivo, la selección de la cosecha principal, o la mínima o nula práctica de tareas
agrícolas por Hotì particulares. En este sentido los Hotì describen rangos de variabilidad
similares a los descritos para otros grupos amazónicos (Denevan 1971; Hames y Vickers 1983;
Posey y Balée 1989), subrayando empero diferencias significativas en virtud del amplio rango
de posibilidades en las que potencialmente se podrían caracterizar a los Hotì: algunos
definitivamente cazadores-recolectores y otros con tendencias más hortícolas, aunque
161
siempre y en todos los casos practicantes activos de salidas cotidianas de forrajeo. La
conceptualización de forrajeo se ha signado por una carencia e incosistencia de criterios claros
basada usualmente en una ambigüa dicotomía entre grupos forrajeros vs. agrícolas (Brosius
1991:123), dejando sin duda un amplio terreno definitorio. Una parcial y breve descripción a
grosso modo de tres subgrupos de Hotì contemporáneos ilustra la variable gama de tendencias
que coexisten tempo-espacialmente en la ecología de subsistencia Hotì.
1. Los grupos de asentamiento más independientes, por ejemplo los conocidos como áõbiye
holoáká Hotì compuesto por unos 25 miembros, y quienes se desplazan por el área del
Alto Cuchivero y Alto Mosquito, declaradamente no poseen parcelas agrícolas activas,
en tanto que practican el trueque de productos silvestres para acceder a
carbohidratos cultivados por otros subgrupos Hotì. Los áõbiye holoáká Hotì se
benefician además cotidianamente de los conucos maduros, “abandonados” o
interdigitados con la selva productos de procesos de regeneración, levantados otrora
por Hotì pertenecientes a otros subgrupos. Vale mencionar además que los áõbiye
holoáká Hotì practican también complejas formas de coherción culturalmente
estructuradas, tales como la venta o intercambio de mujeres adquiriendo así una
suerte de derecho a usufructuar productos agrícolas para los que no aportaron
contribución alguna (en términos de trabajo, semillas, etc.). Los subgrupos Hotì
análogos a los áõbiye holoáká Hotì, someramente descritos, constituyen un ejemplo
potencial etnográfico caracterizados mayormente como forrajeros dependientes a
cierto nivel de productos agrícolas. Esta observación comulga con conclusiones
polémicas en la literatura (Bailey et al. 1989:59; Bailey y Headland 1991:263) según las
que luego de explorar registros arqueológicos y etnográficos a nivel mundial, confiesan
162
que no han encontrado evidencias concluyentes de grupos forrajeros de selvas
tropicales que dependieran solamente de productos silvestres, y que sus modos de vida
no estuvieran en algún grado asociado a recursos domésticados por el hombre
independientemente de que tales grupos humanos intervinieran o no en el proceso de
producción de los recursos domésticos. En este sentido, se asevera que muchos de los
grupos humanos caracterizados en la literatura como sólo cazadores-recolectores
durante décadas, han empezado a ser considerados por los etnógrafos como el
producto de una suerte de adaptación cultural forzada por circunstancias históricas
(Bailey et al. 1989:72), pudiendo en ciertos casos consistir en una suerte de regresión
(Balée 1994:206) en la que grupos étnicos completamente agrícolas unos siglos o
décadas atrás optaron por estilos de vidas nomádicos en virtud de presiones externas
dramáticas (invasiones, cacería de esclavos, conflictos, etc.) o pudieron muy bien haber
practicado formas de agricultura incipiente mínimas (Headland 1987:466). Subgrupos
Hotì contemporáneos con tendencias nomádicas más extremas (a lo largo de todo el
año) pueden muy bien describirse en términos análogos a los Agta (Headland
1987:463), es decir, manteniendo una suerte de simbiósis con subgrupos de tendencias
más hortícolas que redunde en una forma de vida más eficiente en términos de
captación y uso de recursos, a través de intercambios culturalmente modulados.
Algunos autores están convencidos de que estrategias de subsistencia simbióticas, i.e.
complejos trueques e intercambios de recursos, han tenido lugar durante muchos
siglos entre grupos de cazadores-recolectores y hortícolas como una estrategia
adaptativa para explotar exitosamente los productos de la selva tropical (Headland y
Reid 1989:51). Otro ejemplo pertinente, lo constituye el subgrupo, ku·cËo Hotì del Alto
163
Mosquito, compuesto solamente por una familia nuclear (cinco hijos varones y los
padres). Este grupo practicó parte del año 1996 una subsistencia basada
fundamentalmente en productos silvestres (frutos de palma mayormente,
complementados con productos animales provenientes de la cacería), sustentando al
menos parcialmente la postura de que pequeños grupos nomádicos pueden y han
subsistido en la selva tropical solamente con recursos silvestres (cf. Endicott y
Bellwood 1991:151) dependiendo su ecología de subsistencia en un vasto conocimiento
ambiental así como en la libertad de movimiento en un territorio relativamente amplio
(cf. Stearman 1991:245). La diversidad de recursos silvestres comestibles conocidos y
explotados por los Hotì se hará evidente en los apartes que siguen en este capítulo.
Ello podría sustentar además, no sólo la posibilidad de una subsistencia Hotì forrajera
sino también, dejando abierto el cuestionamiento de si el consumo de recursos
agrícolas responde más al establecimiento forzado vital de relaciones simbióticas con
grupos agrícolas en virtud de la escasez ambiental a sustentar grupos humanos (cf.
Bailey y Headland 1991) o bien si constituye una suerte de alternativa volitiva adoptada
por los Hotì como estrategia de subsistencia para simplificar su acceso a
carbohidratos complejos (cf. Bahuchet et al. 1991:237).
2. Prácticas agrícolas incipientes se observaron también entre algunos subgrupos de Hotì
del área de Mosquito Bajo, quienes tomaban ventaja de claros naturales para sembrar
cultivos anuales. En este sentido, el subgrupo de báõ·teo Hotì, constituido por
alrededor de 13 personas, utiliza pequeñas áreas de bosque alteradas por eventos
naturales (como la caída de un árbol o bien los claros originados por los procesos de
erosión estacional causados por los cursos de aguas en bancos o márgenes de caños o
164
ríos en virtud de los cambios en la cantidad del flujo del agua), para cultivar productos
anuales como el maíz (Zea mays). De igual modo, áõbiyebáõ Hotì un subgrupo del Alto
Cuchivero compuesto por alrededor de 25 personas, toma ventaja de claros naturales
en las trochas y caminos para sembrar cultivos más permanentes como la batata
(Ipomea batata). En el caso del maíz, vale subrayar la evidente predilección y gusto de
los Hotì por este cultivo, tal como se apreciará más adelante en este capítulo (véase
aparte IV.6), reflejado en la alta densidad de este cultivo en conucos nuevos. A este
respecto, resulta sugestiva la reflexión acerca de la dependencia de grupos trekking en
productos silvestres asociados con el cultivo anual del maíz (Balée 1992:40). En el caso
del tubérculo, se ha documentado una suerte de protocultivo cuando grupos no
necesariamente agrícolas dejan porciones de los tubérculos en el terreno para que se
autopropaguen (Bahuchet et al. 1991:231; Landen citado por Bailey y Headland
1991:266), previendo no sólo la posibilidad de aventajarse de carbohidratos complejos
en recorridos de trekking sino además una fuente alternativa para potenciales períodos
de escasez de carbohidratos silvestres. En este sentido se observó al grupo de báõ·teo
Hotì aventajarse de una cosecha substancial de Attalea maripa durante una estación,
luego talar un tronco de esa palma, creando así un claro en el bosque donde se
cultivaron algunas plantas domesticadas (Zea mays, Nicotiana tabacum, Ipomea
batata). Durante la siguiente estación, el grupo se había establecido parcialmente
flanqueando este pequeño sembrío, pero no realizó tareas agrícolas. Aun durante el
tercer año, los miembros del grupo ampliaron el claro y sembraron más productos
domesticados en bajas densidades (Musa paradisiaca x, Dioscorea trifida, D. alata,
Cyperus spp.). Finalmente, algunos subgrupos Hotì, como aquellos con asentamientos de
165
relativa permanencia en la zona de Mosquito Alto, Majagua Alto y Majagua Bajo,
practican algunos años el tumbado de conucos y se dedican al cuido relativo (i.e. no
agúdo en comparación con grupos étnicos aledaños como los E’ñepa o Piaroa) de sus
cultivos por una fracción temporal limitada a pocos meses. Mantienen empero una
dinámica de nomadismo o trekking por varios meses durante el año (en la estación seca
se observó una constante salida de expediciones) y usualmente se aventajan de las
cosechas de sus propios conucos o conucos para los que no aportaron trabajo o semillas
directamente. El aventajamiento de cosechas ajenas, constituye una práctica alterna
flexible que responde a asociaciones o lazos culturales (parentesco cognático, ficticio,
etc.) que por el momento rebasa los límites de esta investigación a mayor profundidad.
Estos ejemplos no están en desacuerdo con la hipótesis de que grupos con tendencias
forrajeras contemporáneas podrían ilustrar más adecuadamente una suerte de
regresión a prácticas de tiempos pasados, describiendo patrones nomádicos por
porciones significativas del año (Balée 1994). Pero parece sustentar con propiedad
también, aseveraciones en las que la alta variabilidad temporal y espacial de los grupos
de tierras bajas tropicales en términos de sus estrategias de subsistencia a lo largo de
más de un ciclo anual no describe patrones simples de interacciones ambiente-hombre.
Por el contrario, se aprecia una suerte de flexibilidad modulada por la disponibilidad y
abundancia de recursos dispersos a lo largo de ciclos temporales que trascienden un
año.
3. Algunos subgrupos Hotì, aquellos asentados en las misiones en cambio, describirán sin
duda modos de vida mas relacionados a las prácticas agrícolas de grupos con
tendencias más hortícolas, en parte inducidos indirectamente por la sobre explotación
166
relativa de productos silvestres aledaños a las misiones dada la concentración de
población en un ambiente caracterizado por la dispersión y variabilidad de acceso a los
recursos silvestres. En resumen, los Hotì exhiben una dinámica signada por una suerte
de tendencias sedentarias-nomádicas a lo largo de un ciclo anual determinadas por las
demandas de trabajo en los conucos y la disponibilidad dispersa y variable de recursos
silvestres respectivamente. Cabe subrayar no obstante, que entre los Hotì, los conucos
están no sólo poco atendidos y trabajados, sino que además en períodos en que
demandaban mano de obra para garantizar la cosecha, se observó la preferencia de los
Hotì a emprender recorridos de forrajeo. Ello pareciera sustentar la percepción de los
Hotì como un grupo con tendencia mayormente forrajera.
Los ejemplos mencionados, reflejan sin duda una gama de caracterización de las
prácticas de ecología de subsistencia Hotì que se vería muy simplificada de asignarsele un
rótulo conceptual como cazadores-recolectores, horticultores, horticultores incipientes, etc.
La complejidad de la interacción y aprehensión ambiente-Hotì no estaría bien representada
solamente con una caracterización nominal. En este texto, se comulga más con una percepción
de los Hotì como cambiantes a lo largo de un continuum con ascendencia forrajera aunque
conocedores de prácticas agrícolas, y de ser necesaria una definición, en términos
conceptuales parecieran acercarse a aquella de grupo trekking (Balée 1994).
IV.3 Actividades de forraje o recolección.
En virtud de los dramáticos cambios que han podido tener lugar en las dinámicas de
movilidad entre los Hotì de las dos misiones, signadas por la nucleación y concentración de la
población, se considera como más representativas a MA y MO, las dos comunidades fuera de la
167
influencia foránea directa. Se asume aquí, que éstas últimas exhiben formas de vida más
cercanas a aquellas tradicionalmente practicadas por los Hotì.
El forrajeo o recolección, es una actividad codificada en la lengua Hotì con los términos
cËo báõlebì [salir/andar/caminar/explorar/explotar/curiosear/cazar/pescar/colectar en el
bosque]. Esta actividad está bien diferenciada como práctica de manejo y explotación en la
racionalidad Hotì. Así, central a la ecología de subsistencia Hotì, son sin duda las prácticas de
colección de recursos botánicos y zoológicos silvestres, los cuales son utilizados en una amplia y
diversa gama de contextos. Plantas y animales colectados se constituyen en importantes
recursos alimenticios, pero además pueden servir como la materia prima en la elaboración de
artefactos, medicinas, prácticas rituales o mágico-religiosas, cebo o atrayente para animales de
caza, decorativos, leña, canoas, puentes, etc.
A partir de los cinco años de edad aproximadamente, todos los miembros de una unidad
de asentamiento toman parte activa en las salidas de recolección. Estas pueden tener una
duración de unas pocas horas a meses, requiriendo en este caso, la erección de asentamientos
temporales. La frecuencia de la colección de recursos silvestres es prácticamente diaria y no es
necesariamente exclusiva, el forrajeo o recolección puede tener lugar en salidas de cacería,
durante recorridos a otras comunidades o en salidas destinadas a realizar actividades agrícolas
por ejemplo.
No se cuestiona la dependencia de los Hotì en la recolección de productos silvestres
para satisfacer algunas de sus necesidades. Sin duda alguna, la recolección de recursos
silvestre practicada por los Hotì está basada en su amplio conocimiento de la biota local, en
términos de la etología y fenología de animales y plantas respectivamente. Lo que resulta un
poco más difícil de determinar en cambio, es si la aparente dependencia humana en plantas y
168
animales no ha condicionado o estimulado respuestas de comportamientos dependientes en
algunas especies botánicas o zoológicas que han sido manipuladas por los Hotì desde hace
décadas o quizás siglos. En los apartes siguientes se ofrecen ejemplos que especulan alrededor
de esta posibilidad.
Resulta apropiado a la racionalidad Hotì y a la dinámica de las actividades de
subsistencia, dividir las actividades de forrajeo en las destinadas a colectar alimentos y
aquellas planificadas para recolectar recursos no-alimenticios.
IV.3.1 Recolección de Recursos Alimenticios.
El consumo de alimentos silvestres tiene una frecuencia diaria. La colección de
alimentos del bosque se ha considerado como la actividad a la que los Hotì dedican más tiempo
(Jangoux 1971:17; Coppens 1975:70), en tanto que se sugiere que 52% de los alimentos que
consumen provienen de la colección silvestre (Coppens 1975:76).
La colección de alimentos es una práctica flexible, llevada a cabo por miembros de
ambos sexos, en la que intervienen pocos artefactos elaborados para tal fin, a lo sumo andamios
para acceder a los recursos y cestas para depositar lo colectado. La periodicidad de las
colecciones depende de la disponibilidad de los recursos colectables alimenticios. No obstante,
en tanto que algunos alimentos silvestres se ponderan como tan importantes para estimular
expediciones de salida en su búsqueda, otros alimentos parecieran ser oportunísticos, de los que
se aprovechan los Hotì si se los encuentra a su paso aunque no se los buscó intencionalmente. En
este sentido, podría hablarse de alimentos silvestres en orden de prioridades o excelencia
desde la perspectiva Hotì. La calidad de oportunísticos, no descarta el gran conocimiento
fenoménico que de estos recursos alimenticios poseen los Hotì en términos de su
estacionalidad, períodos de fructificación o floración, etc. Antes bien, es precisamente este
169
conocimiento el que modula las estrategias de su aprovechamiento traducido en prácticas
sociales de movilidad y aprovisionamiento. De esta manera, períodos de escasez verán reforzada
la validez de los recursos que aquí denominamos oportunísticos.
La recolección de alimentos silvestres más común, es aquella centrada en frutas
arboríferas. Estas se colectan usualmente luego de trepar a los árboles fértiles con la ayuda de
una suerte de aro denominado huõdibì por los Hotì, que fija y sostiene las extremidades
inferiores del escalador al tronco, y al mismo tiempo le permite impulsarse en el ascenso o
descenso. Este aro se fabrica con la fibra de algunas especies vegetales, entre las que destacan
las siguientes: la Annonaceae lìõ ·kutile ·yáì (Guatteria foliosa), la Boraginaceae eloli ·yáì
(Cordia sericicalix), la Lecythidaceae báhtuõ hoõloõ ·yáì [árbol de hoõloõ de corteza gruesa/ancha]
(Lecythis corrugata subsp. rosea), la Moraceae totohu hyEï [árbol de ropaje/cordaje]
(Brosimum utile) y la Strelitziaceae ·káõláõwá ·wá·wá (Phenakospermun guyannense). Los frutos
colectados se depositan en cestas elaboradas para ese fin con hojas o cogollos de generalmente
tres palmas: háõliõ bá·te hiõ (Oenocarpus bacaba), ulu hiõ (Attalea maripa) y ·wá·wì hiõ (Euterpe
precatoria var. precatoria). También la colección de frutas arbóreas puede consistir
sencillamente en recoger los frutos maduros ya caídos sobre el terreno bajo la copa de los
árboles. Se observaron individuos de prácticamente todos los grupos etáreos y de ambos sexos
(incluidos en el rango de 5 a 60 años), colectar frutas arbóreas tanto trepándose a los árboles
como recogiendo los frutos del suelo.
En caso de que el diámetro y altura de los árboles exceda las dimensiones accesibles al
escalador en términos de la longitud de sus extremidades superiores, pueden construirse
suerte de andamios en las bases de los individuos botánicos involucrados que permitan el
ascenso y acceso a los recursos de las copas arbóreas. El trepar lianas o árboles vecinos no
170
obstante, constituye una alternativa más común. Se observó a hombres y mujeres en estas
actividades recolectoras, que por lo demás evidencian la habilidad y destreza de los Hotì en el
desempeño de las mismas.
Una práctica extendida también, consiste en cortar o talar ramas o troncos completos
de las plantas que ostenten los frutos a los que se desea acceder. Se observó solamente a los
hombres realizando este tipo de colección, que por lo demás actúan como creadores de claros
promoviendo el crecimiento de colonizadoras tempranas. El hombre es aquí un dinamizador del
bosque y no sólo un extractor de recursos (cf. López-Zent 1998; Barbour et. al. 1987).
A continuación se presenta la tabla Nº IV.2 que resume los recursos alimenticios
oportunísticos de origen vegetal recolectados por los Hotì. Un total de 254 especies Hotì
fueron consideradas por ellos comestibles, no todas han logrado determinarse en latín.
Tabla N° IV.2 Recursos vegetales comestibles oportunísticos colectados.
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV ANA Annacardium giganteum sp. uli eloli ·yáì árbol ANA Spondias mombin bo õ·toõ ·yáì árbol ANA Spondias sp. lìõ bo õ·we ·yáì árbol ANA Tapirira guianensis ·wáli iku u·kwá·toko ·yáì árbol ANA Thyrsodium spruceanum i·c Ëeká báõu ·yáì árbol ANN Duguetia calycina ·káliwe õkì ·yáì árbol ANN Rollinia sp. wáõiyoõ ·wáeká ·yáì árbol APO ·teõ·te õ wáõle õbáõ ·yáì árbol APO Couma macrocarpa ·kálibèõle õ ·yáì árbol APO Couma sp. i·c Ëeká wáõlebáõ ·yáì hele árbol APO Himatanthus articulatus uli ·tokolo ·yáì árbol ARA áwelá kwáták·á ibuhu bu tu epífita ARA Philodendron sp. ·káõ·káõtobá ibuju liana ARE ·wá·táwá ·ko·ko hi palma ARE háõli iluwè ·yáì palma ARE uli báõbáu hi õ palma ARE Astrocaryum cf. gynacanthum bá hiõ palma ARE Attalea sp. ·kolowá ·ko·ko palma ARE Bactris sp. uli bá hi õ palma ARE Euterpe precatoria var. precatoria ·wá·wì hiõ palma ARE Geonoma deversa báõláyá hi palma ARE Maulitia sp. táli hiõ árbol
171
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV ARE Maximiliana sp. áwáhto hi árbol ARE Socratea exorrhiza bu õli hiõ palma ARE Socratea sp. li·tuále hî palma ARL Schefflera morototoni álukè ·yáì árbol AST wáõyáõbukì liana BML iyeboko ·ko·ko epífita BML láõleke hu árbol BML Bromelia aff. goeldiana cËo láõleke hierba BML Bromelia sp. láõleke ·ko·ko árbol BOR Cordia nodosa háõli õ áhkukè ·yáì hele árbol BRS aff. Tetragrastis sp. wáõiyoõ yewi báõu árbol BRS Crepidospermum rhoifolium/Protium heptaphyllum
/P. crassipetalum/P. sagotianum/P. tenuifolium háõli õ báõu ·yáì árbol
BRS Crepidospermum rhoifolium ·wiõleõ ·yáì báõu árbol BRS Dacryodes peruviana áwelá ·lute ·yáì árbol BRS Dacryodes sp. 1 háõli õ ·lute árbol BRS Dacryodes sp. 2 uli ·lute ·yáì árbol BRS Dacryodes sp. 3 ·lute ·yáì árbol BRS Protium aracouchini áwelá báõlu árbol BRS Protium crassipetalum c Ëo iye ·yáì árbol BRS Protium sp. 1 wáõiyoõ bôu ·yáì árbol BRS Protium sp. 2 ·wiõleõ ·yáì árbol BRS Protium sp. 3 ·tuèlo báõu árbol BRS Protium sp. 4 hetò báõu ·yáì árbol BRS Protium sp. 5 i·c Ëeká yewi báõu ·yáì árbol BRS Protium sp. 6 uli bo õko báõu árbol BRS Protium sp. 7 uli lìõ báõu ·yáì árbol BRS Protium tenvifolium o·tewáká báõu ·yáì árbol BRS Tetragastris altissima/Protium opacum uli báõu ·yáì árbol BRS Tetragastris altissima /Protium tenvifolium yewi báõu ·yáì árbol BRS Trattinnickia burserifolia báõlu ·yáì árbol CCR Caryocar microcarpum lìõ ·káwále ·yáì árbol CCR Caryocar sp. tuoli ·káwále árbol CEC Cecropia sciadophylla uli we·tolo árbol CEC Pourouma cf. guianensis háõli õ we·káo ·yáì árbol CEC Pourouma cucura /P. melinonii subsp. melinonii uli we·káu ·yáì árbol CEC Pourouma guianensis subsp. guianensis ·tábu õ átehu árbol CEC Pourouma guianensis subsp. guianensis/Coussapoa sp. ·kwáte we·káu ·yáì árbol CEC Pourouma melinonii subsp. melinonii we·káo ·yáì árbol CEC Pourouma minor ·kwáõli õ hái liana CEC Pourouma sp. yuwáõká we·káo ·yáì árbol CHB hetò ·tuwobele õke õke õ ·yáì árbol CHB lìõ yowálá ·yáì árbol CHB Hirtella bullata ·wáõle õko õ ·táwì árbol CHB Hirtella davisii háõli õ weyá ·yáì árbol CHB Hirtella glandulosa weyá ·yáì árbol CHB Hirtella sp. 1 weyá ·yáì hele árbol CHB Hirtella sp. 2 háõli õ wáõle õko õ ·yáì árbol
172
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV CHB Licania aff. cruegeriana ·kwá ·táwì árbol CHB Parinari excelsa háõli õ yowálá ·yáì árbol CHB Parinari excelsa/Licania sp. ·tuwobeleõke õkeõ ·yáì árbol CHB SAP
Licania apetala var. aperta /Talisia sp.
·kwái·le ·táwì árbol
CLU Calophyllum brasiliensis ·kobáõ ·yáì árbol CLU Chrysochlamys membranacea áuhkuli hele árbol CLU Garcinia madruno holowáká ·táõwe õ ·yáì árbol CMB Terminalia amazonia uli ·tuõbi õlu ·yáì árbol COS Costus cf. spiralis ·luwilu ábo hierba COS Costus sp. 1 tuwewe luwilo helá hierba COS Costus sp. 2 uli luwilo heõláõ hierba COS Costus sp. 3 ·c Ëábo ·luwilu hierba CRC Carica sp. háõli õ ·kili wáyá árbol CRC Carica sp. c Ëo háli ·wáyá ·yáì árbol CSL Brownea coccinea subsp. capitella háõli õ ·we õle õwe õleõ ·yáì árbol CSL Hymenaea cf. courbaril bo õláõ báõye ·yáì árbol CSL Hymenaea cf. courbaril bu õye ·yáì árbol CSL Inga sp. háõli õ luwe árbol CSL Sclerolobium sp. áõláõwi õli õ ·yáì árbol CSL Tachigali guianense bu õ·kèõ ·yáì árbol EBN Diospyros pratermissa /D. vestita áõbi õyeõ ·táwì árbol EUP uli weyá ·yáì árbol EUP Mabea sp. ·tá·tákáiká ·yáì árbol EUP Mabea sp. uli oõle õko õ ·yáì árbol FAB i·c Ëeká ·táwì árbol FAB Dipteryx sp. wáõi ·yáì árbol GUT Garcinia sp. ·táõwe ·yáì árbol GUT Garcinia sp. hebá ·yáì árbol HCS ·kwái·le ibuhu liana HCS Orthomene sp. ·tábáõ hu liana HEL uli ·táwe heõláõ árbol HIP i·c Ëeká ibuhu liana LEG ·ki õle õ hu/yewo iye bá hu liana LEG Brownea sp. uli ·weõle õ·we õleõ ·yáì árbol LEG Erythryna sp. titibu ·yáì árbol MEL aff. Toulicia sp. ·c Ëábo iye ·yáì árbol MEL Carapa sp. uli báõláõtáiku ·yáì árbol MEL Guarea guidonia báõláõtáiku ·yáì árbol MEL Trichilia mazanensis uli iye ·yáì árbol MEL Trichilia pleeana áte holowáká iye ·yáì árbol MEL Trichilia quadrijuga háõli õ lìõ iye ·yáì árbol MEL Trichilia sp. iye ·yáì árbol MIM Inga sp. 1 hetò luwe ·yáì árbol MIM Inga bourgoni álikwete luwe ·yáì árbol MIM Inga edulis ili luwe ·yáì árbol MIM Inga edulis luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 2 bo õlo·ko luwe árbol
173
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV MIM Inga sp. 3 ·kwáõ·tìbò luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 4 báõyekáõlo õ luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 5 bulehtelo luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 6 e·kò luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 7 hebe luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 8 lìõ luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 9 li õbo õ luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 10 yá boõ·toõ luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 11 yelukye luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 10 bo õ·toõ luwe ·yáì árbol MIM Inga sp. 11 uli luwe ·yáì árbol MLP Bunchosia argentea áu·tu õleõko õ ·yáì arbusto MLP Byrsonima sp. be õ ·wilo ·yáì árbol MLP Byrsonima japurensis hetò ·wilo ·táwì árbol MLP Hiraea sp. le õwá ibuhu liana MLS Bellucia grossularioides uli be·to ·yáì árbol MLS Bellucia grossularioides/Miconia nervosa uli iõli õyo ·yáì árbol MLS Bellucia prossularioides uli ·kubèõto ·yáì árbol MLS Clidemia hirta i õli õyo hele arbusto MLS Miconia sp. háõli õ i õliõyo ·yáì arbolito MNS Orthomene schomburgkii ·wá·táwá ibuhu liana MOR ·wáibo ·yáì árbol MOR uli ·tìõ·tìõwèká árbol MOR Artocarpus altilis uli áyeyu ·yáì árbol MOR Brosimum alicastrum báõlile ·yáì árbol MOR Brosimum alicastrum subsp. bolivarense uli báõli ·yáì árbol MOR Brosimum guianense/B. lactescesn /B. potabile háõli õ ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol MOR Brosimum lactescesn ·c Ëábo ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol MOR Brosimum lactescrus ·tìõ·tìõwe õká ·yáì árbol MOR Clarisia ilicifolia báõli ·yáì árbol MOR Helicostylis sp. c Ëo wáõlebá ·yáì árbol MOR Helicostylis tomentosa wáõiyoõ wáõleõbáõ ·yáì árbol MOR Pseudolmedia laevigata ·wáleká kwá ·yáì árbol MOR Pseudolmedia laevigata / Protium sp. háõli õ wáõiyo õ ·yáì árbol MOR Pseudolmedia laevis ·kwái·le ·tìõ·tìõweõká ·yáì árbol MOR Pseuldolmedia laevis wáõiyoõ ·yáì árbol MOR Sorocea muriculata bu·tá hele árbol MOR Trymatococcus sp. ·kalile õláõbukè ·yáì árbol MRN Calathea inocephala ·tokwá hele hierba MRN Calathea sp. uli lìõ ·táwe ·yáì árbol MRN Ischnosiphon sp. háõli õ lileõ helá hierba MRS hetò ·tobá ·yáì liana MRT ·tìõkèwáká árbol MRT ·toõwèõko ·yáì árbol MRT báõbáu ·tìõ·tìõwo ·yáì árbol MRT hut·i ·teõkwá hierba MRT Myrcia aff. inaequiloba i õle õbá ·yáì árbol MRT Myrcia sp. i·c Ëeká ·táwì ·yáì árbol
174
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV MRT Psidium sp. hetò ·kwáyábá·yáì árbol MYS hetò ·toõwáõko õ áte ·yáì árbol MYS aff. Virola sebifera háõli õ áe·kwáõ ·yáì árbol MYS Ardisia sp. háõli õ ·toba hele árbol OCH uli cõie õko ·táwì hele árbol OLC Heisteria acuminata uluku hele árbol OLC Heisteria sp. háõli õ uluku ·yáì arbusto ONA Ludwigia sp. báõbáu ·táwì arbusto PAL Geonoma sp. háli õ be·tá heõlá palma PAL Geonoma sp. uli be·tá heõlá palma PIP Peperomia sp. ·káõ·káõto hu epífita PIP Photomorphe sp. uli le õ·káõlá hele hierba PLG ·kwò hierba PLG Coccoloba fallax ·tobá ·yáì árbol QII Quiina cruegeriana luwekì hele árbol RUB cËo ·tu·tiko ·yáì árbol RUB áõláõ ·yáì árbol RUB báõláwá ·yáì árbol RUB Isertia aff. parviflora ·kule·tìlìáte ·yáì árbol RUB Landebergia amazonensis uli ·kálibule ·táwì árbol RUB Randia sp./ Chomelia sp. bá hele árbol RUB LCY
Posoqueria latifolia /Gustavia aff. poeppigiana
áwáká ·yáì hele árbol
SAP c Ëo hu õle ·yáì árbol SAP hebá ibuhu liana SAP tuwiyu ·yáì árbol SAP Chrysophylum argenteum o õle õko õ ·yáì árbol SAP Cupania americana ho õloõ ·yáì árbol SAP Matayba sp. áhtikwèõ ·yáì árbol SAP Matayba arborescens ·toõlo õláõ ·yáì árbol SAP Matayba sp. 1 háõli õ ·toõlo õláõ ·yáì árbol SAP Matayba sp. 2 uli ·toõlo õláõ ·yáì árbol SAP Matayba sp. 3 lìõ ·toõlo õláõ ·yáì árbol SAP Micropholis egensis /Manilkara sp. ·káile ·yáì árbol SAP Paulinia pachycarpa. háõli õ áhkuli tu báõlá hu liana SAP Paulinia pachycarpa. áhkulitì báõláõ ibuhu liana SAP Paulinia sp. ákuli bukì hu liana SAP Pouteria aff. venosa ·káõyeõlá ·yáì árbol SAP Pseudima sp. i·c Ëeká toõlo õláõ ále ·táwì ·yáì árbol SAP Serjania sp. c Ëie õko hu liana SAP Talisia sp. bu õ ·táwì ·yáì árbol SOL Solanum sp. 1 bátèuõ hele árbol SOL Solanum sp. 2 li õbo õ kolo ·yáì árbol SOL Solanum sp. 3 uli ábáluweká ·yáì arbusto SOL Solanum sp. 4 uli bá ·yáì árbol SPT báõbáu ·káile ·yáì árbol SPT háõli õ ·táwì ·yáì árbol SPT Manilkara sp. háõli õ ·káile ·yáì árbol
175
Flia Nombre Botánico Nombre Ho FV SPT Pouteria caimilo tu õwèõláõ ·yáì árbol SPT Pouteria caimito tu õwèõlo ·yáì árbol SRZ Phenakospermun sp. ·káõláõwá ·wá·wá hierba STR aff. Sterculia pruriens háõli õ lo·kwe ·yáì árbol STR Guazuma sp. ·wiliõ ·wáeká ·yáì árbol STR Guazuma ulmifolia háõli õ ·waeka ·yáì árbol STR Guazuma ulmifolia ·wáeká ·yáì árbol STR Herrania lemniscata uli á·kuká ·yáì árbol STR Sterculia sp. 1 lo·kwe ·yáì árbol STR Sterculia sp. 1 uli lo·kwe ·yáì árbol STR Sterculia sp. 2 yuwáõká lo·kwe árbol STR Sterculia sp. 3 áhkukè ·yáì árbol TEO Clavija lancifolia ·kwái·le ·tu hele arbolito TEO Clavija lancifolia subsp. chermontiana ·káõ·káõto hele arbolito VIO ili õwe hi õ táõli palma VOC Erisma uncinatum ·kábule hele ·yáì árbol VOC Erisma uncinatum/ Qualea paraensis uli ·káwìle ·yáì árbol VOC Qualea paraensis uli ·le õbáõle ·yáì árbol VOC Vochysia vismiifolia uli yowálá ·yáì árbol ·ká·ká ·yáì árbol ·káile ibuhu liana ·káwìkè ·yáì árbol ·le·te hu liana ·woli ·táwì árbol bálo· ibuhu liana elá ·táwì árbol háõli õ ·kolo·kolo hu liana háõli õ ·kwáyo hele árbol háõli õ ·kweyoko hele árbol háõli õ ·toèko ·yáì árbol háõli õ ·toõto õto õ ·yáì árbol háõli õ kolo õte ·yáì árbol hetò ·táilo acuática hutibu hu liana i·kulu ·yáì árbol ibuè·ká helá epífita iye wuè·ká arbusto ·c Ëábo cËo bo õ·toõlo áye ·yáì árbol li õ·te õbá ibuhu liana uli ·tuõlu õwete ·yáì árbol uli ·wáibo ·yáì árbol yá ·totekáõloõ ·yáì árbol yáõu hyeï árbol
176
Aunque se observó a los Hotì consumir la mayoría de las plantas de la tabla Nº IV.2,
de algunas de ellas solo se posee el dato verbal que sustenta la calidad de comestible del
recurso vegetal en cuestión.
La mayoría de las partes de las plantas consumidas son los frutos, aunque en algunos
casos como la epífita ibuè·ká heõláõ, o el bejuco hebá ibuhu, o el árbol titibu ·yáì (Erythryna
sp.), es el tallo la parte que se consume. En el último caso, la corteza se ingiere cruda o en
una suerte de sopa junto con el fruto de la palma de ulu. La mayoría de estas comidas son de
campamentos, se mencionó en especial al fruto arbóreo de báõláwá ·yáì como un alimento de
campamento, y a la boõláõ báõye ·yáì como comida de los ancestros o de períodos de escasez, al
igual que el fruto de la palma de ·wá·wì hiõ (Eterpe precatoria). Las resinas de plantas como
uli leõ·káõlá hele (Piper sp.) y ·kálibèõleõ ·yáì (Couma macrocarpa) también se consumen
ocasionalmente, así como la inflorescencia de ·luwilu ábo heláõ (Costus sp.).
A esta lista de plantas deben añadirse aquellas que los Hotì utilizan en substitución
del agua, cuando en caminatas o campamentos no hay fuentes cercanas del líquido. Vale
destacar sin embargo, que la savia de las siguientes plantas (lianas en su mayoría), se
considera benéfica (i.e. medicinal, reconfortante, energética) para el organismo. Ello subraya
el carácter continuo entre la percepción de alimenticio y medicinal (cf. Etkin 1986, 1994).
Tabla Nº IV.3 Lianas que alivian la sed y mitigan la fatiga en las caminatas
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV BIG Schlegelia sp. áu ibu liana BIG báõli ibuhu/·tì·tiwola liana BIG Mussatia sp. wáõi ibuhu liana BIG Tanaecium sp. áu ibuhu liana CLU e·kawile hu liana CSL Clathrotropis brunnea ·c Ëábo ·yáì árbol DILL Davilla kunthii hyuwìli ibuhu liana DLL Doliocarpus dentatus subsp. latifolia tu õwèõlo ibuhu liana DILL Pinzona coriacea tuebe ibuhu liana
177
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV LEG Machaerium sp. iye·telá ibuhu liana PAS Pasiflora sp. ·tu·kwábáõleka hu liana SAP Matayba arborescens ·toõlo õláõ ·yáì árbol c Ëo wálule ibuhu liana hutibu hu liana Algunos hongos y animales también se colectan y consumen, siendo en algunos casos
altamente valorados por su sabor y textura. Entre ellos están los siguientes.
Tabla Nº IV.4 Hongos oportunísticos colectados
Flia Nombre Latín Nombre Ho Basidiomycetes Polyporus tenuicola ·kole áõ·ki õlo õ Basidiomycetes Mycena sp. ·tukuli áõ·kiõlo Ascomycetes Xylaria sp. háõli õ áõ·kiõlo Basidiomycetes Datronia caperata háõli õ áõ·kiõlo Basidiomycetes Agarical sp. háõli õ áõ·kiõlo Basidiomycetes Polyporus sp. lá·le áõ·ki õlo Basidiomycetes Polyporus tenuicola uli áõ·ki õlo õ Basidiomycetes Pleurotus sp. ulu áõ·ki õlo Tabla N° IV.5: Recursos zoológicos oportunísticos colectados
Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Atta sp. áìyu hormiga negra Fredius adpressus iye cangrejo de río Macrobrachium cf. atabapense camarón de agua dulce Hyla sp. duo wiwe rana bá·tukulu rana Hyla sp. uli wiwe rana Platemys platycephala i·cËeká o·ko morrocoy ulu bo ineo ineyo hormiga culona lá·kotì gusano áwá·to bo gusano de palma bá·to koloi sapito de monte inè ·ko·ko sapito cèdu termita alada háõli õiyu hormiga
Un orden de alimentos silvestres que pueden determinar expediciones en su búsqueda,
aparecen cuantitativamente reducidos en relación a los anteriores. En términos cualitativos y
178
procesuales en cambio, ofrecen sin duda, el terreno para especular acerca de posibles
interdependencias bidireccionales de las especies biológicas involucradas, no sólo la humana. Se
expondrán aquí cinco ejemplos de estas interacciones, sin sugerir que sean las únicas o las más
importantes.
1. Entrada la época de lluvias, los Hotì colectan la fruta arborífera de una Sapotaceae, del
wá·likye ·yáì (Ecclinusa guianensis). La fruta es de aspecto oval, de unos 3 a 5
centímetros (cm), de piel amarilla rojiza al madurar y de pulpa gomosa jugosa amarilla. Es
una fruta dulce de sabor muy agradable, que como el tronco expele un látex blanco
pegajoso. El período de fructificación no es muy extenso, pero estimula salidas de
colección por demás interesantes desde el punto de vista social y ecológico. En Mayo de
1998, se asistió a una dinámica salida de recolección de ese fruto en la que intervino un
número significativo de la población de Caño Iguana (37personas). Las asociaciones de los
individuos Hotì particulares para organizar la expedición de búsqueda del fruto así como
las prácticas involucradas en la recolección per se evidencian la importancia del suceso y
la probable antigüedad y complejidad de la práctica. Grupos cognáticos y afinales
compuestos de 3 a 7 personas (incluyendo infantes y ancianos) participaron en las colectas.
El fruto se colectó trepando los árboles, cortando ramas o troncos principales así como
recogiendo los frutos maduros del suelo directamente. La frecuencia de individuos Ecclinusa
guianensis parece reflejar un manejo humano de esta especie que trasciende la edad de la
mayoría de participantes en la colecta. Una descripción es pertinente aquí. El bosque alto
flanqueando la pequeña trocha muestra pocos y aislados individuos de esa especie, hasta que
se alcanza una región con trazas de alteración humana en donde la dominancia de Ecclinusa
guianensis opaca la frecuencia o presencia de cualquier otra especie. La frecuencia de este
179
árbol alcanza a 47 individuos en una hectárea lo cual contrasta significativamente con los
valores que se encontraron en las cuatro parcelas botánicas del área Hotì como se observa
en la tabla Nº IV.6.
Tabla N° IV.6: Valores Relevantes de tres especies colectadas por los Hotì en las
parcelas botánicas.
Densidad Absoluta
Densidad Relativa
Frecuencia Absoluta
Frequencia Relativa
Dominania Relativa
Valor de Importancia
Ecclinusa guianense
CI 5 1,41 2 0,74 1,41 1,19 MA 3 0,53 1 0,27 0,82 0,54 KA 2 0,38 2 0,52 1,66 1,16 Attalea maripa
MO 7 1,26 5 1,27 1,61 1,38 MA 6 1,07 5 1,36 7,36 3,26 KA 6 1,15 1 0,26 3,83 1,92 Oenocarpus bacaba
CI 1 0,28 1 0,37 0,04 0,23 MO 2 0,36 2 0,51 0,26 0,38 MA 59 10,48 17 4,61 6,46 7,18
Las frecuencias absolutas en las parcelas de bosque alto donde ocurre esta especie no
alcanza más de 5 individuos, contrastando con las 47 observadas en el área de colecta de los
Hotì de CI. Al comparar ambas frecuencias el argumento de manejo humano favoreciendo la
presencia de esta especie parece cobrar fuerza y sustentarse. Los individuos de este árbol
presentan diámetros a nivel del pecho (DAP) variables, en un rango que va desde los 7 a 109 cm
y de unos 5 a 21 metros (m) de altura aproximadamente, reflejando las diferentes edades y
exitosa colonización de los mismos. Dado que gran parte de lo cosechado se consume en el lugar
de colección, no es una sorpresa pensar que al crear claros y desechar las semillas (una vez
consumida la pulpa) allí mismo, los Hotì favorezcan la instalación de individuos de la especie en
180
cuestión. Si no volitivamente, de manera indirecta los Hotì contribuyen a la frecuencia local
más alta de este árbol: (1) incrementan los bancos de semilla de esta especie: al comer el fruto
y descartar la semilla justo donde se colecta; (2) dispersan las semillas regionalmente ya que
gran parte de lo cosechado se transporta a los asentamientos (temporales y permanentes),
donde nuevamente la semilla se desecha luego de ingerir la pulpa; (3) la tala de troncos
completos practicada sólo en individuos maduros, permite la creación de claros que
eventualmente favorecerá el crecimiento de nuevos individuos de la misma especie y
adventicias; (4) los troncos cortados facilitan la colecta de los frutos y mas importante aun, la
liberación de nutrientes que favorecerán a las plantas circundantes; (5) la remoción del ramaje
inclina a una suerte de práctica incluyendo el corte selectivo de ramas viejas (inclinadas por el
peso de los frutos) que al cortarse se dejan caer al terreno, favoreciendo el crecimiento de
ramas nuevas e (6) incrementando así los nutrientes disponibles para el mismo individuo e
individuos aledaños. En términos sociales, la práctica de colecta del wá·likye ·yáì (1) constituye
una suerte de festival colectivo que refuerza los lazos cohesivos entre miembros de las
unidades de asentamiento al asociarse en torno a una actividad compartida homogénea de
explotación y manejo; (2) actúa como ítem de intercambio social ya que al llegar a la comunidad
los frutos se distribuyen entre aquellos que no participaron en la colecta; (3) es una práctica de
socialización o entrenamiento para los miembros jóvenes del grupo que aprenden las sutilezas
del manejo de la especie en cuestión.
2. La Humiriaceae, háõliõ ·táwì áte ·yáì [árbol de la fruta pequeña] (Humiria balsamifera),
además de otra Sapotaceae, aun no identificada cuya fructificación ocurre en la época de
verano, se conoce entre los Hotì como tuwiyu ·yáì. Se observó que ambos frutos
estimulan campamentos compuestos por Hotì relacionados por lazos cognáticos y
181
afinales. Ambas especies crecen en bosques montanos y premontanos a altitudes que
pueden circundar los 700 m snm, de hecho el tuwiyu ·yáì se desarrolla sobre esa altitud
y se observa una mayor frecuencia de esa especie alrededor de 1000 m snm. Aunque no
se descarta, no se observó que se talasen los troncos de ambos árboles para cosechar la
fruta. Los individuos tuwiyu exhibían DAP de 77 cm y entre 25 y 30 m de alto y los de
háõliõ táwì ate oscilan entre 18 a 25 m y entre 16 a 55 cm DAP. El fruto, de tuwiyu tiene
alrededor de 3 cm, y una piel de verde a amarillo naranja dependiendo del estado de
madurez, la pulpa es amarillenta jugosa dulce y rodea a cuatro semillas oscuras, como
muchas sapotaceas, expele un látex blanco pegajoso. El fruto de háõliõ táwì áte es circular
y va de verde a violeta-negro de acuerdo al grado de madurez, siendo sólo alrededor de 1
cm de diámetro, su pulpa es dulce y agradable, fina y rodea a una sola semilla. Las
recolecciones observadas en este caso incluían el treparse a árboles aledaños y cortar
las ramas de los árboles para cosechar los frutos en cestas elaboradas para ello. Frutos
caídos en el suelo formaban en realidad el grueso de la cosecha, pues justo al madurar
caen naturalmente al estar listos para ser consumidos. Las consecuencias sociales y en
gran medida ecológicas mencionadas para el caso anterior son válidas en éstos casos. Sin
embargo, se considera que en estas especies la conducta de manejo más significativa de
los Hotì, es actuar como dispersadores de las semillas que transportan a otros sitios de
campamento y a la comunidad más permanente.
3. Las palmas ocupan un sitial especial en la gama de estrategias de manejo de las culturas de
tierras bajas en Suramérica. Los Hotì no son una excepción, como se observa en la tabla Nº
IV.7, al menos seis especies de palmas estimulan salidas de campamento. Colectar el fruto
de ulu hiõ (Attalea maripa) por ejemplo, fue el motivo de expediciones de campamento de
182
meses durante la estación de lluvia, es decir el asentamiento completo se ve afectado
por ulu hi õ, ya que impulsa el campamento de la época de lluvia. El fruto de ulu hiõ, mide
alrededor de 3 cm, la piel o concha tiene una consistencia dura ocre marrón que protege
a la pulpa de textura suave y color blanquecino. A diferencia de dos de los frutos
anteriores, que se consumen crudos básicamente, el ulu como el háõliõ táwì ate, puede
ingerirse crudo o preferiblemente cocinado. La cocción del fruto permite la elaboración
de jugos (hyuõ) o sopas (·tá·táõ). Las palmas de ulu alcanzan alrededor de 20-23 m de
altura y el rango de DAP es de 12 a 30 cm. Asentamientos temporales se levantan
cercanos a las palmas en fruta que usualmente exhiben una frecuencia relativa alta. La
presencia de stands de palmas en otras latitudes amazónicas se ha asociado
directamente al manejo humano (Posey 1989). Puede muy bien aquí suceder lo mismo ya
que los Hotì cosechan intensa y extensamente esta especie, siendo básicamente el único
alimento vegetal que consumen durante el período intenso de cosecha, puesto que es un
alimento estacional. A finales de Mayo de 1996 en el Alto Cuchivero, se observó una
familia nuclear Hotì compuesta por los padres y cinco hijos (de 1 a 13 años de edad
aproximadamente) acampando en la margen de un curso de agua. La presencia local
ribereña de palmas de ulu hi õ dominaba allí. Los altos apilados de conchas y semillas
relativamente frescas del fruto de esa palma ya consumidos y desechados, evidenciaba
que la familia habría estado durante al menos unas 3.5 a 4 semanas acampando en el lugar
y consumiendo mayormente ese fruto. Las técnicas de cosecha de ulu, repiten las
mencionadas en el aparte anterior, siendo las consecuencias ecológicas mencionadas
antes aplicables aquí también. En este caso, la frecuencia de Attalea maripa en el paisaje
selvático regional refleja los altos depósitos de semillas en el terreno, de los que sin
183
duda gran parte han sido depositados por los Hotì. Vale añadir, que de talarse
completamente la palma, usualmente se trata de individuos seniles que no fructificarán
ya más, siendo una de las motivaciones principales para la tala, la utilización de la hoja
como materia prima en la construcción de viviendas y cestas. Una variable social
significativa en la colecta de este fruto de palma, es que las salidas de campamento
involucran a las familias nucleares mayormente.
4. Involucrando esta vez al menos una especie de palma háõli õ bá·te hiõ (Oenocarpus bacaba),
además de especies animales, háõliõ bá·te háõ y uli bá·te háõ [gusano de seje] (Rhinostomus
barbirostris, Rhynchophorus palmarum), los Hotì practican un elaborado manejo de
recursos bióticos y estrategias sociales. Tal manejo, sólo podrá esbozarse aquí, dado que no
se lo estudió a profundidad. El Oenocarpus bacaba, es una palma erecta común en el paisaje
boscoso del territorio Hotì, alcanza alturas que oscilan entre 10 a 20 m y DAP entre 15 a
25 cm. El tallo del Oenocarpus bacaba es de dureza mediana a suave, la madera interna es
fibrosa y sus procesos de descomposición tienen lugar en ciclos temporales mas bien cortos.
Los insectos háõliõ bá·te háõ y uli bá·te háõ, son coleópteros (Curculionidae) comunes del
bosque neotropical, adaptados a depositar sus huevos en materia orgánica en
descomposición. Los Hotì conocen la etología de estos insectos y crean las condiciones
necesarias para su cría. A diferencia de la cosecha de frutas, determinada por la fenología
de cada especie e incluso en virtud de condiciones locales, la cosecha de háõliõ bát·ebo háõ y
uli bá·tebo háõ, depende de una combinación del conocimiento de la madurez de las palmas
así como de la acción humana, es decir, del momento en que se talen los troncos de la palma.
Así, los Hotì talan estas palmas luego de que la misma ya no fructificará más, el fruto es
cosechado y la palma está ya en su etapa de madurez improductiva. Dado que el fruto se
184
colecta y consume en el lugar de cosecha, las semillas se depositan en la base de los troncos,
estimulando el crecimiento de nuevas palmas. Parte de la cosecha sin embargo se transporta
a los abrigos y se cocina para su consumo. La tala de los individuos improductivos facilita el
crecimiento de nuevos individuos, los cuales se benefician de los nutrientes liberados por
aquellos. Como resultado, los stands de palmas de bá·te están conformados por individuos
de diversas edades y en diferentes etapas de madurez y producción. La cosecha de las
larvas de estos coleópteros, no está limitada a un período particular del año, su
disponibilidad puede potencialmente ser anual o permanente y otra vez depende del manejo
humano. Se observó la cosecha de larvas en especial en las regiones de Mosquito y Majagua.
Usualmente en superficies aproximadas de unos 20 m², se observaron de 2 a 4 palmas de la
especie de Oenocarpus bacaba taladas y yaciendo sobre el terreno en bosque cerrado. Los
Hotì suelen cortar los troncos de estas palmas y dejarlos iniciar el proceso de
descomposición natural que estimula que los coleópteros mencionados aprovechen las
condiciones ideales para depositar sus huevos, que crecerán por 3 o 4 meses alimentándose
de la fibra maderera de la palma. Luego de este período los Hotì cosechan las larvas y
ninfas y las comen de inmediato vivas crudas en el lugar de colección o bien las cocinan en
sus abrigos temporales o permanentes. Períodos más largos, resultarán inevitablemente en
pérdidas de la cosecha desde la perspectiva Hotì, y en un incremento en las poblaciones de
insectos adultos de este coleóptero. Los Hotì reportan una mortalidad relativa de las larvas
no cosechadas o liberadas de sus nichos dentro del tronco, indicando una suerte de límite
natural de éxito de sobrevivencia diferencial entre las larvas manipuladas. En cualquier caso
el resultado es de input ambiental. Esta práctica contribuye sin duda a la ingesta proteíca
de los Hotì, tal vez en períodos en los que la cacería no es muy alta. De esta manera,
185
constituye un recurso alimenticio que satisfacería los requerimientos proteícos y grasos en
períodos de escasez de otras fuentes comestibles. En este sentido, recientes estudios en el
Amazonas venezolano han encontrado que el Rhynchophorus palmarum tiene un contenido
proteíco de 7.33 g/100g superior al de la leche de vaca de 3.1 g/100g, su contenido de
grasas alcanza a 10.9, de cenizas 0.6 g, de carbohidratos 9.4 g, todo calculado para 100g
de larvas (Cerda et al. 1999). Su valor energético es de 165 Kcal/100g. La larva además,
es rica en Vitamina A (equivalente a 85.0 µg de retinol) nuevamente superior al de la
leche equivalente a 37 µg de retinol. Su contenido de vitamina E es particularmente alto
(9.82 mg/100g de peso fresco de alfa tocoferol), una cantidad de 100 g de larva asegura
el 100% de las necesidades diarias de este nutriente para un adulto humano (8 a 10
mg/per cápita/por día), y es rica además en 11 aminoácidos esenciales (véase Cerda et al.
1999). Se observaron cosechas de larvas muy recurrentes, al menos 3 veces por semana en
cada unidad de asentamiento. El territorio Hotì se encuentra literalmente cubierto por
palmas de Oenocarpus bacaba manejadas de esta manera. La frecuencia de esta especie
es localmente alta, especialmente en bosques premontanos y montano bajos (véase tabla
Nº IV.6); es remarcable además la adaptación al fuego de esta especie como se refería
en el capítulo anterior. Desde los puntos de vista ecológicos y sociales, las consecuencias
de esta estrategia son múltiples, se mencionan aquí las más evidentes: (1) la frecuencia y
dominancia local de las especies de palmas e insectos mencionados en sectores de los
bosques, así como su regulación demográfica en términos poblacionales, son consecuencia
de la conducta de los Hotì, quienes (2) basados en su conocimiento fenológico y etológico
de las especies involucradas toman ventaja de los productos alimenticios (además de
cosechar las hojas para usarlas como fibras en la construcción de techos y cestas) que
186
les acarrea la estrategia de manejo, lo cual a su vez (3) recrea una suerte de círculo
dependiente en las esferas zoológicas, botánicas y humanas. Podría especularse y hablar
aquí de procesos de pseudo-domesticación o codependencia, en cualquier caso la
complejidad del fenómeno no se limita a lo expuesto aquí. Similar al caso del wá·likye ·yáì,
se observa aquí la creación de stands casi monoespecíficos en sectores limitados del
bosque, la formación de claros donde especies adventicias virtualmente se desarrollarían y
el aporte de nutrientes liberados por los troncos de palmas tumbados. En términos de las
dinámicas de bosques regionales, la estrategia humana, sin duda practicada por siglos, debe
tomarse como variable central en la configuración florística global. En términos sociales,
este constituye además, uno de los pocos ejemplos en que la propiedad o usufructo de
recursos parecía tener relevancia entre los Hotì. No deja de asombrar que sea
precisamente un ejemplo donde el conocimiento preciso de la biota y su éxito de cosecha
demanden propiedad en una cultura consensual en la que los límites de propiedad son
imprecisos, e impermanentes en la mayoría de los contextos. Los stands de palma además
parecen ser heredables.
5. Un último y muy significativo ejemplo se ofrecerá aquí, la explotación, manejo y cosecha de
miel. La lengua Hotì registra polisémicamente un vocablo para las abejas y la miel: báõeláõ.
Durante el periodo de verano, el alimento silvestre preferido de los Hotì parece ser justo
báõeláõ. Ello en virtud, de la significativa cantidad de tiempo que dedican a la búsqueda de
abejas (Meliponinae) y al acarreo de su producto principal, la miel. Una vez más, el amplio y
complejo conocimiento que los Hotì exhiben acerca de la etología de estos hymenópteros y
de la fenología de las especies arbóreas, nidos de aquellos, sólo podría esbozarse aquí pues
este fenómeno se exploró sólo superficialmente. Sería ingenuo considerar que las asiduas o
187
diarias salidas al bosque de los Hotì en búsqueda de miel son aleatorias o exploratorias. En
época de verano o invierno, en caminatas por los bosques, los Hotì señalan a sus
acompañantes la presencia de diversas especies de abeja, discuten sus hábitos, hábitats y
calidades. La visualización o percepción de abejas en cualquier contexto, nunca pasa
desapercibida, todo lo contrario, demanda un comentario o moción. La cartografía cognitiva
de recursos silvestres en la mente Hotì sin duda dibuja sectorizaciones tempo-espaciales
con sitiales de importancia a la presencia de panales de abejas. La localización de nuevos
panales o aquellos existentes se añaden diariamente a los inventarios de este renglón y en la
época de verano, la exploración en realidad consiste en determinar el tamaño del panal y la
cantidad de miel potencialmente cosechada. Eventualmente, se exploran también los medios
más efectivos de acceder al producto. Las salidas están conformadas por familias
nucleares, parejas o grupos de pocos miembros asociados por lazos cognáticos y algunas
veces afinales. Los recorridos pueden durar pocas horas o días en los que se erigen
campamentos temporales y se ingiere miel hasta que se agota prácticamente el producto
localmente. Las técnicas de extracción son pocas y consistentes. Una vez localizado el panal
y ponderado la accesibilidad del mismo y la especie involucrada, se decide o bien (1) trepar
el árbol que lo contiene o un árbol aledaño (2) cortar el árbol donde se lo construyó, o (3)
excavar orificios en los troncos donde internamente yace el panal. En el primer caso, de ser
abejas mansas (Meliponia), se procede a golpear con estacas y/o machetes al panal en
cuestión para desprenderlo y cosechar la miel cuando aquel cae al terreno. Si se trata de
abejas africanizadas o bravas, se elaborará una suerte de toa con ramilletes de hojas de
palmas secas (usualmente de ulu) que se encenderá justo al iniciar el ascenso. Con esta toa
se quemarán parcialidades del panal al tiempo que se evita ser atacado por (no todas) la
188
mayoría de los hymenópteros enfurecidos. Se procederá igualmente a golpear el panal con el
fin de desprenderlo y cosechar la miel. En ocasiones, la altura de los árboles o el hecho de
que los panales habrían sido construidos por especies de abejas al interior de los troncos,
impedía que se los trepase. En tales caso, los Hotì decidían talar los troncos completamente
y colectar los panales, o proceder a excavar orificios al interior de la corteza donde se
habían depositado cantidades no despreciables de miel. En el verano de 1998, en una
expedición en el Alto Mosquito, se colectaron 10 kilogramos (kg) de miel utilizando la
técnica del trepado y la toa al tratarse de abejas con ponzoña nominadas á·tu báõeláõ. En
este caso, el árbol conocido como uli báõlu ·yáì (Trattinnickia lawrancei, Burseraceae)
servía de base al panal de abejas. Vale destacar que no fue esta la única oportunidad en
que se registró este tipo de abeja construyendo su panal sobre la misma especie
arbórea, apuntando tal vez hacia una asociación intraespecífica entre estos organismos.
Quizás las resinas de las burseraceas compuestas por terpenes característicos actúan
como repelentes de otros insectos que de alguna manera protegen a las abejas. Los Hotì
que nos acompañaban además, acotaron que el polen habría sido producido con la flor
pertenenciente al bu·ke ·yáì (Sclerolobium sp. Leguminosae). El proceso extractivo
consistió en los siguiente. Un joven Hotì trepó una liana aledaña al uli báõlu ·yáì llevando
consigo una toa encendida de hojas de ulu secas la que expuso por unos 4,5 minutos
directamente al panal, al salir las abejas del mismo, procedió a golpear el panal con una
estaca que también llevó consigo provocando su caída. Los tres Hotì que observaban
recogieron los trozos de panal que caían al suelo al tiempo que consumían parte de lo
cosechado. El proceso estractivo ocupó un poco menos de veinte minutos. La báõeláõ ·kálu o
cera se colectó también para fabricar antorchas con ella (báõeláõ boõko deke). Una hora más
189
tarde a unos 2 kilómetros al norte del sitio anterior, el mismo individuo colectó casi 5 kg de
miel al talar un tronco del árbol áõbi õye õ ·táwì [árbol de la luna] (Diospyros vestita,
Ebeneaceae) y excavar un orificio que puso al descubierto la miel depositada y oculta allí
por las abejas háõliõ báõeláõ esta vez (véanse fotos en el Apéndice Nº 5). Con delgados tallos
de individuos juveniles de báõláyá hi õ (Geonoma deversa), todos los miembros de la familia
extendida presentes (el trepador, su madre, la hermana de su madre y su pequeño
hermano) cosecharon la miel, al tiempo que ingerían porciones significativas de la misma
(pupas, cera, miel). El tallo de esta palma es suave y absorbente, los Hotì lo mastican por un
extremo moldeándolo en una suerte de cepillo y facilitar su uso al actuar como esponja y
agilizar la colección de miel al introducirlo en el orificio. El talado del árbol tomó menos de
cuarenta minutos siendo sólo un Hotì el talador, en tanto que el proceso extractivo
completo incluyendo talado y cosecha no alcanzó la hora. No toda la miel, polen y cera se
cosecharon aquí. Ambas medidas de peso no calculan la miel ingerida en el lugar de
extracción por los miembros de la familia que acompañaban al joven que colectó el producto,
probablemente no menor a 2 kg. En este caso, el papel fundamental de la percepción Hotì
jugó un rol esencial, más que la cartografía mental de los recursos, puesto que viajábamos
por una región alejada del área residencial del grupo con el que caminábamos. Debe
destacarse aquí la agudeza de la percepción Hotì puesto que al exterior del tronco y a 5 m
sobre el terreno la señal de la presencia de abejas consistía sólo en un minúsculo orificio no
mayor a 1 cm de diámetro. Una hora mas tarde durante la misma caminata, los Hotì
señalaron otro panal de abejas sobre el ·tuõbiõlu ·yáì (Terminalia amazonia, Combretaceae).
Los Hotì reconocen qué especies de abejas y en qué árboles específicos pueden anidar
aquellas. Pareciera en este sentido incluso, que los Hotì reconocen las especies de árboles
190
preferidas por determinadas especies de abejas para construir sus panales. Esto señalaría
sin duda potenciales procesos coevolutivos interespecíficos dignos de estudios intensivos a
profundidad. Se registraron 23 tipos de abeja según los Hotì nominadas por igual número
de vocablos, sin embargo no se colectaron muestras por lo que la correspondencia con
especies científicas no se podrá determinar (no se contó con los permisos de colección de
insectos requeridos por el Estado venezolano). Como mecanismos extractivos, se observó
que los Hotì no cosechan la totalidad de la miel encontrada promoviendo así la
reconstrucción de panal de abejas esperadamente en áreas aledañas. Los Hotì consumen la
miel, las abejas obreras jóvenes, las reinas y pupas, además de la cera. Con ésta además,
elaboran su antorcha nocturna por excelencia. Con los datos en mano, resulta difícil
ponderar el alcance de los efectos así como las consecuencias de las técnicas extractivas de
miel entre los Hotì. Puede alegarse sin duda, que la creación de claros en bosques cerrados
actúan como alteraciones medias que catapultan dinámicas en las comunidades y poblaciones
bióticas del lugar. De hecho, a lo largo de los caminos Hotì aparecen múltiples huellas de
eventos en los que se extrajo miel. Como se mencionó en el capítulo III, tres árboles de la
parcela botánica en CI fueron talados pues albergaban una cosecha jugosa de miel.
La creación sistemática de claros en sectores de bosque desde períodos temporales
remotos indeterminados, habría de tomarse en cuenta al considerar las variables que definen
las composiciones florísticas regionales del territorio Hotì. Sin embargo, estudios más
sistemáticos de estas prácticas de extracción y manejo, sin duda aportarían conclusiones
mucho más elaboradas y complejas que las expuestas aquí. Vale explorar tentativamente
algunas ideas entorno.
191
Las alteraciones ambientales (disturbances) definidas como eventos, relativamente
discrectos en períodos temporales, que interrumpen el flujo o continuidad de los
ecosistemas, comunidades o estructuras de poblaciones donde tienen lugar, además pueden
cambiar la disponibilidad de los recursos, del substrato o el ambiente físico (White y Pickett
1985:7). El concepto de alteraciones como partes integrales del sistema ecológico,
confronta la percepción de estabilidad o equilibrio ambiental (Botkin y Sobel 1975). Más
significativo aun, la conceptualización de alteración como un suceso creativo o impulsador de
dinámicas forestales no detrimentales, es relativamente nueva para la teoría, ideología y
ética ecológicas, siendo incluso actualmente una definición polémica (Hoopes y Harrison
1998). En la literatura se han considerado a las alteraciones como: (1) eventos que causan la
muerte a uno o más individuos, (2) sucesos que alteran la estructura y posiblemente la
composición de una comunidad biótica, o (3) fenómenos que liberan recursos previamente
utilizados, o que incrementan la disponibilidad de recursos para otros organismos (cf. Botkin
y Sobel 1975; Barbour et al. 1987; Petraitis et al. 1989; Botkin 1990; Pickett et al. 1992;
Odum 1993; Meffe y Carroll 1994). Las manipulaciones ambientales Hotì, constituyen sin duda
alteraciones ambientales de los tres tipos mencionados que transitan de múltiples maneras por
diferentes niveles, regionales, ecosistémicos, poblacionales, individuales, etc. Si se considera a
los Hotì como alteradores dinámicos del ambiente que ocupan, aunque resulte muy difícil
determinar el impacto global generado por su conducta ecológica (puesto que las alteraciones
son variables en tipo, intensidad, periodicidad, frecuencia, extensión y duración), creemos
que la presencia humana en la Serranía de Maigualida ha moldeado parte de su configuración.
En términos de escala, frecuencia e intensidad, de las alteraciones esta cuasi especulativa
conclusión adquiere interés (cf. Hoopes y Harrison 1998; Sutherland 1998).
192
La escala de las alteraciones Hotì, desde una perspectiva sincrónica o cinemática puede
considerarse pequeña, o a lo sumo, mediana (tala de uno o pocos árboles, creando claros de
unos 50-300 m² o conucos de unos 500 - 5,000 m² respectivamente). Sin embargo, desde
una perspectiva diacrónica o histórica la creación de parches de bosques pequeños de
diferentes edades sin duda tiene un impacto en los bancos de semillas, en las dinámicas de la
interdigitación de especies pioneras colonizadores y aquellas de bosques maduros, además de
la frecuencia o dominancia de determinadas especies. Si a la escala de las alteraciones se
añade la frecuencia de las mismas, la complejidad de los efectos resultantes es mayor. Los
intervalos de recurrencia de las alteraciones ambientales (días, años, horas, meses, etc.)
constituyen factores importantes en el desarrollo y resultado generado por los agentes de
cambio. La literatura ecológica considera tres puntos específicos de frecuencia de
alteraciones ambientales que se acoplan bien a la frecuencia fenoménica que experimentan
las áreas Hotì: (a) Sucesos de Alta frecuencia (intervalos cortos de recurrencia, 3-30 años)
en que los ambientes que los experimentan tienden a estar dominados por especies de
sucesión temprana (J). (b) Sucesos de Baja frecuencia (largos intervalos de recurrencia 50-
200 años) en que los ambientes que los experimentan tienden a estar dominados por especies
de sucesión tardía (K). (c) Sucesos de Media frecuencia (entre las dos aproximaciones de
años mencionadas antes, alrededor de 30-50). Estas últimas son particularmente
interesantes aquí, pues se han relacionado directamente con las proporciones más altas de
biodiversidad puesto que los ambientes que las experimentan tienden a estar compuestos de
una mezcla de especies J y K. Estas áreas se ven bien representadas en conucos
abandonados, o áreas de cacería. La intensidad de las alteraciones consiste en el grado de
impacto de los agentes que producen la alteración ambiental. La conducta ecológica Hotì es
193
característica de sucesos de baja intensidad, es decir, localizados y reversibles involucrados
en procesos donde no se requieren grandes gastos de energía.
Aunque la alta diversidad y especiación en los trópicos no se ha explicado exitosamente
(Pianka 1966), una explicación sugestiva las considera como una función de las complejas
interacciones bióticas (competencia, predación, mutualismo, etc.) interactuando con los
sucesos de alteraciones (Waide y Lugo 1992), tales como los descritos entre los Hotì, que a
su vez están entretejidos con prácticas predatorias y de dispersión, análogas a aquellas de
las especies no humanas. Si a esta tentativa idea se añade que más del 75% de las semillas
de los bosques tropicales son dispersadas por animales (Janzen y Vázquez-Yanes 1991),
entonces, las prácticas de dispersión, explotación (caza, recolección, etc.) y el conocimiento
de la biología de las semillas entre los Hotì son también relevantes o parcialmente
responsables de la composición de los bosques que ocupan.
Tabla N° IV.7: Algunos recursos bióticos colectados que estimulan expediciones.
FL Nombre Latín Nombre Ho FV Parte ARE Attalea sp. áõwáhto hi õ palma Fruto ARE Bactris gasipae le õbáõ hi õ palma Fruto ARE Oenocarpus bacaba háõli õ bá·te hõi palma Fruto SPT tuwiyu ·yáì árbol Fruto SPT Ecclinusa guianensis wá·likye ·yáì árbol Fruto CUR Rhinostomus barbirostris háõli õ bá·te ha coleóptero Larva CUR Rhynchophorus palmarum uli bá·te ha coleóptero Larva HYM Meliponinae báõeláõ insecto Miel
IV.3.2 Recolección de Recursos No Alimenticios
Los recursos de esta macro categoría incluyen las materias primas vegetales, en la
construcción de abrigos o viviendas, la elaboración de artefactos domésticos o aquellos que
facilitan el transporte (curiaras, puentes), para preparar medicinas, para actuar como cebos o
venenos para animales de caza o pesca, y para servir como combustible o leña. Las siguientes
194
tablas constituyen el vehículo más eficiente para sintetizar la información de aquellas especies
que facilitan la subsistencia Hotì.
La cultura material Hotì es sencilla y más bien escasa. Salvo los instrumentos de metal
cortantes y las ollas de aluminio, hilos y anzuelos de pescar, todos los instrumentos de
subsistencia utilizados por los Hotì son elaborados con recursos locales. Especialmente a
partir de los troncos de los árboles, hojas y cogollos de palmas, resinas y cañas.
IV.3.2.1 Artefactos de troncos de árboles.
La cultura material utilitaria Hotì depende en gran parte de los recursos madereros
circundantes. De madera se elaboran los utensilios de cocina, los telares, los pequeños
maderos para prender el fuego que actúan a modo de fósforos portátiles, y las pequeñas
canoas de fabricación muy rudimentarias e inestables, que evidencian su inexperiencia en la
navegación fluvial, entre otros artefactos. Las maderas se seleccionan por sus caracteres en
virtud del artefacto a elaborar. Maderas suaves se prefieren para tallar espátulas, cucharas,
ollas, etc., aquellas de atributos livianos y resistentes se preferirán para probar suerte en la
navegación (sin duda una categoría en experimentación aun).
La tabla Nº IV.8 resume algunas (118) de las especies botánicas mas usadas en esta
categoría utilitaria, a las que se añaden aquellas utilizadas en la construcción de viviendas. Una
cantidad significativa de especies arbóreas (301), se mencionó como viga u horcón en la
construcción de abrigos, viviendas, residencias temporales y relativamente permanentes. El
carácter impermanente de las viviendas Hotì, en virtud de su carácter seminomádico se refleja
en el empleo indiscriminado de materiales constructivos. Los criterios de selección son escasos
o nulos, y es mas bien la disponibilidad inmediata y cercana de vigas derechas la que determina
la selección final de la mayoría de las especies involucradas en la erección de viviendas.
195
Tabla N° IV.8: Algunos artefactos elaborados con maderas de plantas silvestres,
agujas (ag), asa de hachas (ah), arquitectura o construcción de viviendas vigas u
horcones (aq), viviendas temporales (at), bateas (bt), canoas (ca), cucharas
removedores (cr), espátulas (es), estaca de machacar en el pilón (em), extractor de
jugo de caña (ex), fermentador de bebida tradicional (fc), kit de hacer fuego (fu),
instrumentos musicales: cuatros (im), mesas (ms), huso de hilar algodón (hu), ollas (ol),
puentes (pe), pilones (pn), platos (pt), puertas (pr), rayos (ry), receptáculos (rc), remos
(rm), sillas (sl), taburetes (tb), telar (tl).
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso ACA Odontonema bracteolatum ·tìõ·tìõwe õká ·yáì árbol ah aq ACA Odontonema bracteolatum uli ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol ah ANA láliwuõe ·táwì árbol aq ANA Annacardium giganteum uli eloli ·yáì árbol aq ANA Spondias sp. háõliõ boõ·we ·yáì árbol aq ANA Spondias sp. lìõ bo õ·we ·yáì árbol aq ANA Tapirira guianensis ·wáli iku u·kwá·toko ·yáì árbol ca ANA Tapirira guianensis iyebuleláõko õ ·yáì árbol aq ANN cËátì ·kutile ·yáì árbol aq ANN Anaxagorea sp. cËo ·kutile ·yáì árbol aq ANN Duguetia calycina ·káliwe õkì ·yáì árbol aq ANN Duguetia sp. háõliõ ·kutile ·yáì árbol aq ANN Guatteria aff. foliosa lìõ ·kutile ·yáì árbol aq ANN Rollinia sp. wáõiyo õ ·wáeká ·yáì árbol at APO Bonafousia sananho ·teõ·te õ wáõle õbáõ ·yáì árbol aq APO Bonafousia sp. wáõle õbáõ ·yáì árbol aq APO Couma macrocarpa ·kálibèõle õ ·yáì árbol aq pn rc tb APO Himatanthus articulatus uli ·tokolo ·yáì árbol pn ms ARE Bactris sp. uli bá hi palma ag rm ARE Euterpe precatoria ·wá·wì hi õ palma ms tb ARE Socratea exorrhiza bu õli hi õ palma aq fu hu ol pr ph ry tl ARL Schefflera morofotoni báõlule ·yáì árbol ca cr rm ol rc AST Piptocoma schomburgkii báliyeká ·yáì árbol aq AST Piptocoma schomburgkii háõliõ uluku ·yáì árbol ah rm em BIG Jacaranda copaia wòli õ ·yáì árbol aq BIX Cochlospermum orinoscence ·tábálí ·yáì árbol aq im BOM Ceiba sp. toto ·tábáli ·yáì árbol aq BOM Ceiba sp. lìõ ·tábáli ·yáì árbol ah bt cr es fc pn rm BOM Ceiba sp. li õbo õ ·tábáli ·yáì árbol fc bt BOM Ceiba sp. uli ·tábáli ·yáì árbol ca fc BOM Pseudo bombax toto ·tábáli ·yáì árbol ca ol rc
196
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso BOR Cordia nodosa á·kukè ·yáì hele árbol aq BOR Cordia sericicalix eloli ·yáì árbol aq BRS báõláõláõ ·yáì árbol aq BRS Dacryiodes sp. háõliõ ·lute árbol aq BRS Dacryodes peruviana áwelá ·lute ·yáì árbol ah aq ca BRS Dacryodes sp. uli ·lute ·yáì árbol aq BRS Dacryodes sp. uli ·lute ·yáì árbol ah BRS Protium aracouchini áwelá báõlu ·yáì árbol aq BRS Protium crassipetalum cËo iye ·yáì árbol aq BRS Protium crassipetalum/P.
sagotianum /P. tenuifolium /Crepidospermum rhoifolium
háõliõ báõu ·yáì árbol aq
BRS Protium heptaphyllum bo õko báõlu árbol aq BRS Protium heptaphyllum bo õko ·yáì árbol aq BRS Protium opacum uli báõu ·yáì árbol aq es pc pn BRS Protium sp. hetò báõu ·yáì árbol aq BRS Protium sp. i·c Ëeká báõu ·yáì árbol aq BRS Protium sp. uli bo õko ·yáì árbol ah aq BRS Protium sp. uli bo õko báõu ·yáì árbol ah aq BRS Protium tenvifolium o·tewáká báõu ·yáì árbol aq BRS Protium tenvifolium yewi báõu ·yáì árbol aq BRS Trattinnickia burserifolia
/Protium heptaphyllum háõliõ báõlu ·yáì árbol aq
BRS Trattinnickia burserifolia báõlu ·yáì árbol ah cr rm em BRS Trattinnickia lawrancei var.
boliviana uli báõlu ·yáì árbol aq
CCR Caryocar microcarpum ·káwále ·yáì árbol aq ca CCR Caryocar sp. hetò ·káwále ·yáì árbol aq CEC Cecropia angulata háõliõ we·tolo ·yáì árbol es pe CEC Cecropia sciadophylla uli we·tolo ·yáì árbol at es CEC Coussapoa sp. ·kwáõtì we·káu ·yáì árbol aq es CEC Pourouma cucura uli we·káu ·yáì árbol aq es CEC Pourouma guianensis subsp.
guianensis háõliõ we·káo ·yáì árbol ah cr ol pn
CEC Pourouma melinonii subsp. melinonii
uli we·káo ·yáì árbol cr ex fu
CEC Pourouma minor ·kwáli ·yáì árbol ah aq fu CEC Pourouma sp. uli ·kwáyo we·káo árbol cr fu CEC Pourouma sp. yuwáõká we·káo ·yáì árbol cr CHB Hirtella bullata ·wáõle õko õ ·táwì árbol aq pt rc CHB Hirtella cf. resinosa/H. aff.
friandra/H. glandulosa weyá ·yáì hele arbusto aq
CHB Hirtella davisii háõliõ weyá ·yáì árbol ah aq rm tl CHB Hirtella elongata cõáká ·táwì ·yáì árbol aq CHB Licania aff. canegeriana háõliõ yowálá ·yáì árbol aq CHB Licania aff. cruegeriana ·kwá ·táwì árbol aq CHB Licania apetala var. aperta ·kwái·le ·táwì árbol aq rm CHB Licania cruegeriana háõliõ ·wáõ hyeï árbol tl
197
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso CHB Licania sp. ·tuwobeleõkeõke ·yáì árbol ah rm em CHB Licania sp. háõliõ uluku árbol ah aq em CHB Parinari excelsa ·tuwobeleõkeõke õ ·yáì árbol ah aq rm CHB Parinari sp. wáõiyo õ yowálá árbol ah CLU Calophyllum brasiliensis ·kobáõ ·yáì/·táwì árbol aq ca CLU Caraipa densifolia ·kwiwi ·yáì árbol aq em pn rc CLU Chrysochlamys membranacea áu·kuli hele árbol aq CLU Chrysoclamis sp. háõliõ áhkuli ·yáì árbol aq CLU Clusia sp. ·kwáõ·tìbò telelá hu liana aq CLU Clusia sp. hetò telelá árbol aq CLU Garcinia madruno holowáká ·táõweõ ·yáì árbol aq CLU Vismia cayenensis titikì hele árbol aq CMB Terminalia amazonia ·tuõbi õlu ·yáì árbol aq ca em pr CSL Brownea coccinea subsp.
capitella ·weõleõweõle õ ·yáì árbol ah aq em
CSL Clathrotropis brunnea ·c Ëábo ·táwì hele árbol aq CSL Himatanthus sp. ·tokolo ·yáì árbol aq CSL Maccolodium sp. háõliõ báõlò ·táwì árbol aq CSL Sclerolobium sp. áõláõwiõli õ ·yáì árbol aq CSL Senna bacillaris háõliõ báõbei árbol aq CSL Swartzia grandifolia. ·kwá·kwáli ·yáì árbol aq CSL Tachigali guianensis lìõ háõliõ bu õ·kì ·yáì árbol aq CSL Tachigali sp. uli ·kwáli ·yáì árbol bt ca CSL Tachigali sp. uli ·kwáli ·yáì árbol at EBN Diospyros vestita áõbiõyeõ ·táwì árbol aq ELC Sloanea laurifolia uli ·táwáte ·yáì árbol aq ELC Sloanea laxiflora ·táwáte ·yáì árbol aq ELC Sloanea laxiflora /S. laurifolia háõliõ ·táwáte ·yáì árbol aq em pn rc ELC Sloanea robusta uli lotáõu ·yáì árbol ah aq em ELC Sloanea sp. háõliõ lotáu ·yáì árbol aq ELC Sloanea sp. lotáõu ·yáì árbol aq ERX Erythroxilum sp. wálicõiáõlá ·yáì árbol aq EUP ·kwáõkeyábo ·yáì árbol aq EUP Conceveiba guianensis háõliõ ·wáibo árbol aq EUP Conceveiba guyanensis/Sagotia
sp. ·káõbáõyáõ ·yáì árbol aq
EUP Conceveiba sp. ·wáibo ·yáì árbol pr EUP Hirtella sp. uli weyá ·yáì árbol ah aq rm EUP Mabea sp. háõliõ wáõleõko õ ·yáì árbol aq EUP Mabea sp. ·tuwìli ·yáì árbol aq ca EUP Mabea sp. ·kálileõláõbuke õ ·yáì árbol aq EUP Mabea sp. ·tá·tákáiká ·yáì árbol aq EUP Mabea sp. uli wáõle õko õ ·yáì árbol aq tl EUP Micrandra aff. siphonoides ·káõbáõyá kwèõ ·yáì árbol aq FAB Dipteryx sp. ·tuõbi õlu ·yáì árbol aq FAB Tephrosia sinapou bo õ·toõ biõ·li·li hele arbusto aq FLC Casearia sylvestris var.
sylvestris ·kule·tìlìáte ·yáì árbol aq
198
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso FLC Laetia procera háõliõ holowá·ká hele árbol aq ah FLC Lindackeria paludosa ·káõyeõlá ·yáì árbol ah aq tl FLC Lindackeria sp. háõliõ ·tote ·yáì árbol ah aq ol rc GEN Coutoubea ramosa háõliõ ·táwì hele árbol aq GUT Garcinia sp. hebá ·yáì árbol ol rc ah LAU uli uluku ·yáì árbol aq LAU Ocotea schomburgkiana háõliõ uluku ·yáì árbol ah aq rm em LCY Eschweilera aff. tenvifolia
/Lecithys sp. hetò ho õlo õ ·yáì árbol aq pr
LCY Eshwcilera sp. ·wáõle·te ho õloõ ·yáì árbol aq LCY Gustavia aff. poeppigiana áwáká ·yáì árbol at LCY Lecithys sp. uli hoõlo õ ·yáì árbol aq LCY Lecythis corrugata báhtu õ ho õlo õ ·yáì árbol ah aq em es rm LCY Lecytis cf. corrugata ho õlo õ ·yáì árbol aq LEG ·tábu õ hetò árbol ah LEG háõliõ ·kwiyo ·yáì árbol ca rm LEG lìõ ·kwiyo ·yáì árbol ca rm LEG ·wòli ·yáì árbol fc cr LEG cËo kwáõ ·yáì árbol ah aq LEG háõliõ ále ·táwì árbol aq LEG weyá ·te·te ·yáì árbol aq LEG i·c Ëeká ábie· ·táwì árbol ah LEG i·c Ëeká ábie· ·táwì árbol aq LEG uli kwi õyo ·yáì árbol pn LEG uli wuá árbol aq LEG weõlo õwe õlo õ ·yáì árbol at LEG Inga sp. ·kwáõ·tìbò luwe ·yáì árbol ah LEG Inga sp. bo õlo·ko luwe ·yáì árbol ah LEG Inga sp. hebe luwe ·yáì árbol ah LEG Inga sp. uli luwe ·yáì árbol ah LEG Pterocarpus rohrii i·c Ëeká báõliyo õ ·yáì árbol aq LEG Pterocarpus rohrii báõliyo õ ·yáì árbol aq LEG Sclerolobium sp. lìõ cËo buõ·kì ·yáì árbol at MEL ·káli ·táwì ·yáì árbol rm ah MEL cËo táwì árbol aq MEL Carapa sp. uli báõláõtáiku ·yáì árbol ah aq MEL Cedrela odorata li·tu ·yáì árbol ah aq ca cr fc im ms pr
rm sl MEL Cedrela sp. li·tu i·cËeká ·táwì árbol ca MEL Guarea guidonia báõláõtáiku ·yáì árbol aq MEL Trichilia inaequilatera hetò iye ·yáì árbol ah aq rm MEL Trichilia mazanensis áte holowáká iye ·yáì árbol ah aq rc pn MEL Trichilia sp. lìõ iye ·yáì árbol aq MIM Abarema jupunba var.
trapezifolia ·kábì luwe ·yáì árbol aq
MIM Enterolobium schomburgkii wáõiyo õ wáõleká to õtoõ ·yáì árbol aq MIM Enterolobium schomburgkii ·kwáyo oõleõká toto ·yáì árbol aq ca MIM Inga bourgoni báõyekáõlo õ luwe ·yáì árbol aq
199
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso MIM Inga bourgoni. luwe ·yáì árbol aq MIM Inga edulis hili luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. háõliõ luwe ·yáì árbol ah aq MIM Inga sp. ehkò luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. áe luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. bo õ·toõ luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. bo õlo·ko luwe árbol aq MIM Inga sp. hebe luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. ·kwáõ·tìbò luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. lìõ luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. uli luwe ·yáì árbol aq MIM Inga sp. yelukye luwe ·yáì árbol aq MLP lìõ ·táwì ·yáì árbol aq MLP Bunchosia argentea áu·tu õle õkoõ ·yáì árbol aq MLP Byrsonima sp. yowálá ·yáì árbol aq MLS Bellucia grossularioides uli be·to ·yáì árbol aq MLS Bellucia sp. ·kubèõto·yáì árbol aq MLS Miconia nervosa uli i õliõyo hele arbusto aq MLS Miconia sp. háõliõ i õli õyo hele árbol aq MOR báõláwá ·táwì árbol aq MOR tuõwèõlo ·yáì árbol aq MOR háõliõ ·kálileõláõbukè ·yáì árbol ah aq MOR háõliõ tuwìli ·yáì árbol ca pr MOR i·c Ëeká ·ti·ti ·yáì árbol aq MOR uli ·tuõbi õlu ·yáì árbol aq MOR ·wáibo ·yáì árbol aq MOR Brosimum aff. utile totohu ·yáì árbol aq MOR Brosimum alicastrum báõlile ·yáì árbol aq MOR Brosimum alicastrum subsp.
bolivarense uli báõli ·yáì árbol aq
MOR Brosimum guianense ·kwái·le ·táwì árbol ah aq MOR Brosimum lactescesn ·c Ëábo ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol aq MOR Brosimum lactescrus ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol aq MOR Brosimum potabile
/Pseudolmedia laevis háõliõ ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol aq
MOR Brosimum sp. toto ·yáì árbol aq MOR Brosimum sp. hetò ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol aq MOR Clarisia ilicifolia uli bu·tá hele árbol ah MOR Ficus sp. háõliõ ·ti·ti ·yáì árbol ah aq MOR Ficus sp. uli telelá hu liana cr em MOR Helicostylis tomentosa
/Helicostylis tomentosa / Trymatococcus sp.
wáõiyo õ wáõle õbáõ ·yáì aq cr em es
MOR Pseudolmedia laevigata ·wáleká kwá ·yáì árbol aq MOR Pseudolmedia laevis háõliõ wáõiyo õ ·yáì árbol at MOR Pseudolmedia laevis ·kwái·le ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol aq MOR Pseuldomedia laevis uli wáõiyo õ ·yáì árbol aq MOR Trymatococcus sp. ·kalile õláõbukè ·yáì árbol aq
200
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso MRN Monotagma laxum láõláõ ·yáì árbol ah aq MRS Ardisia sp. cËo ·kwáõláõlkáõ hele árbol aq MRS Cybianthus sp. háõliõ tu õwèõláõ ·yáì árbol aq MRS Iryanthera hostmannii háõliõ báõlò ·táwì árbol aq MRT ·toõwèõko ·yáì árbol ah aq MRT hebá ·yáì árbol aq ca MRT Myrcia sp. i·c Ëeká ·táwì ·yáì árbol aq MRT Myrcia sp. iõle õbá ·yáì árbol aq MRT Psidium sp. ·teõ·te õwáõláõ ·yáì árbol aq ah rm MRT Psidium sp. ·tote·káõlo õ ·yáì árbol ah aq rm MRT Psidium sp. hetò ·kwáyábá·yáì árbol aq MYS háõliõ hiuuli ·yáì árbol ah aq MYS hetò ·toõwáõko ·yáì árbol ah MYS Iryanthera aff. juruensis háõliõ iye ·yáì árbol aq MYS Virola elongata / V. sebifera háõliõ áe·kwáõ ·yáì árbol ca ol MYS Virola elongata./V.
surinamensis uli áe·kwáõ ·yáì árbol aq
OCH Ouratea castaneaefolia i·c Ëeká hôlô ·yáì árbol aq OCH Ouratea castaneifolia /
Ouratea aff. polyantha cËie õko ·táwì árbol aq
OLC Heisteria sp. háõliõ cõo uluku ·yáì árbol ca em OLC Heisteria acuminata / H.
spruceana uluku hele árbol ah aq em
OLC Heisteria spruceana. uli uluku ·yáì árbol ca ah bt ONA Ludwigia sp. báõbáu ·táwì arbusto aq OPI Agonandra sp. áuleõ ·táwì árbol aq PLG Coccoloba fallax ·tobá ·yáì árbol aq PRT Roupala montana ·kubá ·yáì árbol aq ca rm pr ms RHM lu õ·tiyebo ·yáì árbol aq RUB cËo ·tu·tiko ·yáì árbol aq RUB Bathysa bathysoides olábo ·yáì árbol ah aq em rm pr RUB Bathysa sp. ·wiõlo ·yáì árbol ah aq RUB Coussarea sp. hetò ile õbá ·yáì árbol aq RUB Faramea occidentalis subsp.
occidentalis var. meridionalis ·kábále ·yáì árbol aq
RUB Hamelia patens bu tuèla kábu arbusto aq RUB Landebergia amazonensis uli ·kálibule ·táwì árbol aq RUB Paliconea sp. iye ·yáì árbol ah RUB Posoqueria latifolia áwáká ·yáì hele árbol aq RUB Psychotria poeppigiana ·wòli ·tuyo arbusto aq RUB Randia sp. bá hele árbol aq RUB Tocoyena sp. háõliõ i õle õbá ·yáì árbol aq RUB Warscewiczia coccinea. tuõwèõláõ ·táwì ·yáì árbol aq RUB Warscewiczia sp. báliyeká ·táwì ·yáì árbol ah RUT Raputia aromatica háõliõ báliyeká hele árbol ah RUT Zanthoxilum amapense uli bá ·yáì árbol aq ca SAP Allophyllus sp. tuõwèõláõ ·yáì árbol ah aq SAP Cupania americana oõláõu ·yáì árbol aq
201
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso SAP Matayba arborescens uli ·toõlo õláõ ·yáì árbol ah aq rm em SAP Matayba sp. háõliõ ·yáì árbol aq SAP Micropholis uli ·tiõ·tiõ ·yáì árbol aq SAP Micropholis egensis ·káile ·yáì árbol aq ca em SAP Pouteria aff. venosa ·káõyeõlá ·yáì árbol aq SAP Pseudima sp. i·c Ëeká toõlo õláõ ále ·táwì ·yáì árbol aq SAP Talisia sp. ·kwái·le ·táwì árbol at SAP Talisia sp. bu õ ·táwì ·yáì árbol aq SAP Toulicia guianensis bo õ·wáilo ·yáì árbol ah aq rm tl SOL Cestrum latifolium ·tokwáwá hele árbol aq SPT báõbáu ·káile ·yáì árbol aq SPT háõliõ ·káile ·yáì árbol aq SPT yeluweká háõli õ ·káile árbol ah aq SPT Ecclinusa guianensi wá·likye ·yáì árbol aq SPT Ecclinusa guianensis wálikye ·yáì árbol cr SPT Manilkara sp. uli ·káile ·yáì árbol aq pn em SPT Matayba sp. á·tikwèõ ·yáì árbol ah aq SPT Matayba sp. háõliõ ·toõlo õláõ ·yáì árbol aq SPT Pouteria caimilo tuõwèõláõ ·yáì árbol ah at ms tl STR ·táwì bá hele árbol aq STR Guazuma ulmifolia háõliõ ·wáeká ·yáì árbol aq STR Sterculia pruriens háõliõ lo·kwe ·yáì árbol ah aq ca STR Sterculia sp. uli lo·kwe ·yáì árbol aq STR Sterculia sp. uli lo·kwe ·yáì árbol ca ah STY Styrax sp. tuõwèõláõ ·yáì árbol aq TIL Apeiba intermedia/A.
tibourbou /A. schomburgkii ·tìõ·tìõbo õ ·yáì árbol aq ca fc im ms ry
TIL Luehea sp. ·káõbáõyáõ táwï árbol aq ULM Trema micrantha háõliõ ·weõle õwe õle õ hele árbol ah VIO Amphirrhox longifolia i·kwotì ·táwì árbol ah at pe VIO Rinorea pubiflora. var.
pubiflora ·tuõliweõtì ·yáì árbol ah aq es tl
VOC Erisma uncinatum ·káwìle ·yáì árbol ah aq rm VOC Qualea aff. dinizii helá/báliyeká árbol aq VOC Qualea aff. dinizii hebá ·yáì árbol aq VOC Qualea paraensis uli ·lábo ·yáì árbol aq ca rm VOC Qualea paraensis uli ·le õbáõle ·yáì árbol aq VOC Vochysia ferruginea ·ti·ti ·yáì árbol ca pn rc VOC Vochysia sp. ·lábo ·yáì árbol ah VOC Vochysia surinamensis /Qualea
paraensis cËo ·lábo ·yáì árbol aq
VOC Vochysia vismiifolia. uli yowálá ·yáì árbol aq VOC Voshysia ferruginea háõliõ ·ti·ti ·yáì árbol aq áiyáiyáite·ká ·yáì árbol ah aq ákáh ·táwì árbol aq báõlá ·táwì árbol aq báõláhká ·yáì árbol aq cËo báõláõ áhtikwèõ ·yáì árbol aq
202
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso háõliõ helá ·yáì árbol aq háõliõ hetò wáõiyoõ ·yáì árbol aq háõliõ ·toõto õto õ ·yáì árbol aq hetò báõláõtáiku ·yáì árbol aq hetò eloli ·yáì árbol aq hetò tuluete ·yáì árbol aq hetò ·tuwobele õkeõke õ ·yáì árbol aq ·woli ·táwì árbol aq hebá ·yáì árbol aq i·kulu hyeï árbol aq ·c Ëábo cõo bo õ·toõlo áye ·yáì árbol aq ·c Ëábo yowálá ·yáì árbol aq ·kwá·kiálá ·táwì ·yáì árbol aq ·kwáõyákeyábo áláwili ·yáì árbol aq ·leilá i·c Ëeká ·táwì árbol aq holowáká ·yáì árbol aq ·táõbu õ áte ·yáì árbol aq ·tokwe ·yáì árbol aq uli ·tote ·yáì árbol ol rc pn uli ábiye ·táwì árbol aq uli áye holowáká árbol aq uli ·tuõlu õwete ·yáì árbol aq yá ·totekáõlo õ ·yáì árbol aq pref. yá·kiewáõyo õ ·yáì árbol aq yelikuete kwe ·yáì árbol aq yuì árbol aq yowò ·yáì árbol aq ca yuwáõká lo·kwe árbol aq
Aunque se mencionan algunas especies utilizadas en la fabricación de puentes, en
realidad cualquier árbol creciendo en los bancos de cursos de ríos infranqueables se talaran
con la idea de que sirvan de pasaje temporal. Los puentes además, consisten solamente de
troncos horizontales a lo ancho de los cursos de agua, a lo sumo pueden añadirseles suertes
de pasa manos elaborados con bejucos o estacas a la mano, no parece existir otro criterio
para seleccionar las plantas-puente que la disponibilidad cercana a la necesidad de crear el
conducto. En especial aquellos emergentes o con grosores de troncos mayores a 40 cm de
diámetro, se tendrán como opciones de puentes temporales.
203
Las fermentadoras de bebidas no son otra cosa que suertes de canoas de tamaños
más reducidos, consisten en troncos ahuecados donde se depositan por varios días los sumos
de plátano, batata o yuca. Las bebidas fermentadas resultantes, no parecen presentar
grados alcohólicos altos, y usualmente se preparan con fines sociales, aunque debe
destacarse que el calendario festivo Hotì aparece ralo y escaso, excepto en Kayamá, donde
parecen haber adoptado, aunque en forma modificada, algunas de las costumbres
ceremoniales de los E’ñepá.
IV.3.2.2 Uso de cortezas de árboles, fibras, resinas y semillas para elaborar artefactos.
Muchas plantas son empleadas con fines curativos, mágicos, reconfortantes o
preventivos. Una compleja práctica asociada con baños, inhalaciones o penetraciones directas
de partes de las plantas en las fosas nasales, se asocia con bienestar holístico. Las
afecciones corporales tangibles y aquellas no tangibles pueden aliviarse, mitigarse o
desaparecer mediante el uso de una o más cortezas. Este tipo de conocimiento se exploró
con cautela, y no se pretende aquí exponer mas de lo necesario para ilustrar una porción de
la esfera de interacciones de los Hotì con su dominio vegetal. Dado lo precario del estado
legal internacional en torno a la protección de los derechos de los indígenas y su saber
medicinal ancestral (Posey 1996), se prefiere no profundizar en este tópico hasta que los
Hotì mismos decidan hasta donde están dispuestos a hacer público su saber. La tabla Nº
IV.9 menciona algunas (171) de las plantas reportadas como benéficas por los Hotì.
Las cortezas y fibras de árboles, lianas y palmas silvestres, se utilizan para múltiples
propósitos. Por ejemplo, se observaron dos tipos de chinchorros, aquellos elaborados de
algodón una fibra cultivada y los elaborados con las cortezas fibrosas de algunos árboles
como la Lecythidaceae báhtuõ hoõloõ ·yáì [árbol de corteza gruesa/resistente](Lecythis
204
corrugata), la Moraceae toto ·yáì [árbol de ropaje/cordaje](Brosimum sp.) o uli we·tolo ·yáì
(Cecropia sciadophylla, Cecropiaceae). Estos últimos se utilizan especialmente durante las
expediciones o campamentos temporales y se desechan con facilidad. Los usan también las
mujeres durante el período. Algunas cortezas se utilizan como tintes para colorear las
vasijas, calabazas y contenedores de alimentos.
Las fibras de múltiples lianas se utilizan como amarres para una gran variedad de
usos, y las fibras provenientes de las palmas son la materia prima por excelencia en la
fabricación de cestas, coronas festivas, esteras, paravientos y aventadores. Igualmente, con
las fibras de la corteza de algunos árboles y la cocción de la cera de abeja, o las resinas de
árboles como las Burseraceae, áwelá báõlu ·yáì [árbol de ‘espíritus’ con resina de teñir los
cuerpos] (Protium aracouchini), háõliõ boõko ·yáì [árbol pequeño con resina que ilumina] (P.
heptaphyllum), uli báõu ·yáì [árbol grande de ‘espíritus’](P. opacum), háõliõ báõu ·yáì [árbol
pequeño de ‘espíritus’] (P. sagotianum/P. heptaphyllum/Crepidospermum rhoifolium), la
Moraceae wáõiyoõ ·táwì ·yáì [árbol de madera suave] (Pseuldolmedia laevis) y la Sapotaceae
wá·likye ·yáì (Ecclinusa guianensis), los Hotì fabrican sus antorchas de iluminación nocturna.
Las fibras de la estranguladora ·láláká hu (Clusia sp. Clusiaceae), pueden utilizarse para
fabricar aventadores o abanicos.
Cabe mencionar también aquí el uso de espatas de palmas para fabricar vasijas
receptáculos de alimentos, especialmente miel y frutas. Las especies comunmente utilizadas
son bu õli hiõ (Socratea exorrhiza), ulu hiõ (Attalea maripa), y ·kolowá hi õ (Attalea sp.).
Algunas resinas y semillas se utilizan además como pintura corporal, con fines no sólo
estéticos sino preventivos. Entre los Hotì, la protección contra seres potencialmente
peligrosos o dañinos puede alcanzarse al pintarse las extremidades, el pecho y
205
ocasionalmente el rostro. Resinas como las mencionadas en la tabla Nº IV.10, alejan animales,
hombres de este y otros mundos, y ancestros que podrían ocasionar daños.
También algunas cañas se utilizan cotidianamente. Hacia la década de los setenta se
registró que los Hotì usaban cuchillos de bambú (Eibl-Eibesfeldt 1973), actualmente algunos
Hotì reconocen la especie usada en el pasado como cuchillo y claman que grupos no contactados
de Hotì los utilizan aun. Se observó, sin embargo, que el uso de las bambusoides como
artefactos cortantes se restringe al corte del cordón umbilical como se mencionó, y al eventual
corte del cabello. En este caso se utilizan las hojas y la fibra de la caña. Aprovechando los
entrenudos de las cañas, se elaboran las flautas, los carcaj y pequeños receptáculos donde se
transportan resinas, tabaco para mascar, semillas, y brasas de fuego envueltas en la fibra de
tábáli ·yáì (Ceiba sp.), especialmente en épocas de lluvia cuando podría ser difícil encender el
fuego. El tocar las flautas constituye un hábito muy distintivo entre los Hotì, las que
usualmente portan y tocan durante sus actividades diarias con gran fascinación y habilidad. Con
aquellas bambusoides sin entrenudos o con espacios internudos extensos se fabrican las
cerbatanas, sobre las que se hablará más adelante.
Con las semillas de algunas plantas silvestres se elaboran mostacillas, adornos muy
preciados por hombres y mujeres Hotì. Con las fibras de la Socratea exorrhiza, además se
ensartaban las cuentas tradicionales en el pasado. Aun, el fruto de las Apeiba spp., puede
utilizarse como peine. Frutos de lianas se usan también para fabricar juguetes. En tanto que las
hojas de algunas plantas se utilizan como relajantes al mezclárselas tostadas con hojas de
tabaco. Las hojas de algunos monocotos fundamentalmente, se utilizan para cerrar las cestas
donde se transportan alimentos u otros ítems colectados, también con ellas se envuelven
alimentos (peces, miel, gusanos, cangrejos, larvas, etc.), tabaco y resinas para transportarse y
206
almacenarse. Las hojas de muchas plantas se utilizan también en las techumbres de las
viviendas, abrigos y residencias.
La tabla Nº IV.9 lista las especies donde cañas, cortezas, fibras, mostacillas y
resinas se utilizan mas frecuentemente.
Tabla Nº IV.9: Algunas especies botánicas útiles: fibras de múltiples usos, amarres
ataduras y cuerdas incluyendo fijación de vigas en viviendas (ac), antorchas (at),
benéficas (be), cuchillo de los ancestros (ca), cerbatanas (cb), corte del cabello (cc),
cestas (ce), chinchorros (ch), correas y cinturones (cr), carcaj (cj), corte de cordón
umbilical (cu), cedazos y coladores de jugos (cz), envolver alimentos, tabaco o resinas y
cerrar cestas (ea), escobas (eb), esteras (et), flautas (fa), juguetes (ju), mostacilla
(mo), pinturas de textiles de los ancestros (pa), portabebé (pb), pinturas de calabazas
y contenedores de alimentos (pc), peines (pe), ropas de los ancestros (ra), receptáculos
y contenedores (re), resinas protectoras y estéticas (rp), sostenedores al trepar
árboles (ta), mezcladas con tabaco (tb), techumbres de viviendas y residencias (te), y
toallas sanitarias femeninas para el período (tf).
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso ACA Odontonema bracteolatum ·tìõ·tìõwe õká hele arbusto be AMA le õle bá hu hierba rp AMA Alternanthera sp. uli áli·tuyo árbol be ANA Anaxagorea sp. báõháwá ·yáì árbol ac be tf ANA báõláõláõ ·yáì árbol ac be ANN Guatteria sp. ·kutile ·yáì árbol ac be cr ra ANN Guatteria aff. foliosa c Ëátì ·kutile ·yáì árbol ac cr ce ANN c Ëo ·kutile ·yáì árbol cr ac pb ta ANN Duguetia sp. háõli õ ·kutile ·yáì árbol ac ce tf ANN háõli õ cõátì ·kutile ·yáì árbol ac ra ce ANN Anaxagorea sp. lìõ ·kutile ·yáì árbol ac ce cr pb ra ANN Rollinia sp. wáõiyoõ ·wáeká ·yáì árbol ac ra ce APO Bonafousia sp. c Ëo lábì ·yáì árbol be APO Aspidosperma marcgravianu háõli õ lìõ ·ti·ti ·yáì árbol be APO Himatanthus articulatus lìõ ·toõko õlo õ ·yáì árbol rp APO Couma macrocarpa uli ·kálibèõle ·yáì árbol be pn
207
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso ARA ·káyá hu epífita be ARA ·kielo õ hu hierba ea ARA tuwewe báõlu ·ko·ko hierba be rp ARE Attalea sp. áwáhto hi árbol ac cr ce pb ARE Socratea exorrhiza bu õli hi õ palma ce ARE Oenocarpus bacaba háõli õ báte hi õ palma ce ARE Euterpe precatoria var.
precatoria háõli õ we·tolo ·yáì palma ce
ARE Mauritia flexuosa táli hiõ árbol ce eb ARE Attalea maripa ulu hi õ palma ac ce cr et pb AST háõli õ ·tìõkìõwèká hele hierba be BIG ·kwáõyuweõ ibuhu liana ac be cr BIG Tanaecium sp. áu ibuhu liana ac be cr BIG Mussatia sp. ·wáõ/áu ibuhu liana ac be BIG ·cËábo ibuhu liana be BIG wáõi ibuhu liana be BIG wáõiyoõ ibuhu liana ac be BIX Bixa sp. c Ëo hetò ·kulilu ·yáì arbusto pa rp BML iyeboko ·ko·ko epífita be BML uli ibáko ·ko·ko epífita at BOM álikwete t·ábáli ·yáì árbol mo BOM titibu ·yáì árbol be BOM Ceiba sp. toto ·tábáli ·yáì árbol ac cr ra sl BOR Cordia sericicalix eloli ·yáì árbol ac ce ch BOR hetò eloli ·yáì árbol ac cr ce BRS Protium aracouchini áwelá báõlu ·yáì árbol ju rp BRS báõláõláõ ·yáì árbol rp BRS Trattinnickia burserifolia báõlu ·yáì árbol rp BRS Protium crassipetalum / P.
heptaphyllum háõli õ báõlu ·yáì árbol pc rp
BRS Protium tenvifolium o·tewáká báõu ·yáì árbol be rp BRS Trattinnickia lawrancei var.
boliviana uli báõlu ·yáì árbol rp
BRS wáõiyoõ bôu ·yáì árbol be rp CCR Caryocar microcarpum ·káwále ·yáì árbol be CEC Coussapoa sp. báõeláõ uyu we·ká hu liana be CEC Cecropia angulata háõli õ we·tolo ·yáì árbol ch de ac CEC Coussapoa sp. hetò telelá hu liana ac CHB Hirtella glandulosa Spreng. weyá ·yáì árbol ju tl CLU Chrysochlamys membranacea áuhkuli hele árbol be CLU e·káwile hu liana be CLU Vismia cayenensis titikì hele árbol be CMB Terminalia amazonia ·tuõbi õlu ·yáì árbol be tb CNA Canna indica ·li õbe õlá wái ·wá·wá hierba mo CNN Connarus sp. hetò bileõ báõu ibuhu liana be CNV Ipomea sp. c Ëo iye toto liana be CRC Carica sp. háõli õ ·kili wáyá árbol be CSL Senna obtusifolia ábuwibìká hele arbusto be
208
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso CSL Bauhinia sp. ·wáõleká hu ibuhu liana be CSL Hymenaea cf. courbaril bu õye ·yáì árbol be CUC hiliwe ibuhu liana be CYC Dicranopygium aff. imeriense bá·ti õle õ ·ko·ko herb be CYP ·káláwiõle õ ·ko·ko hierba be CYP háõli õ ·káõláõwá hoho be DILL Davilla kunthii hyuwìli ibuhu liana be DLL Davilla kunthii ·kule ibuhu árbol be DLL Doliocarpus dentatus subsp.
latifolia tu õwèõlo ibuhu liana ac
ELC Sloanea laxiflora ·táwáte ·yáì árbol ac ELC Sloanea sp. háõli õ lotáu ·yáì árbol ac ELC Sloanea robusta uli lotáõu ·yáì árbol be EUP Ricinus communis háõli õ we·tolo ·yáì árbol be EUP ·cËábo ·tiõ·tiõ ·yáì árbol be EUP Mabea sp. tuwìli ·yáì árbol be rp FAB Clitoria javitensis áwáhto ibuhu/bátulèhu liana ac be FAB Mucuna sp. áwelá bule ibuhu liana ju FAB Tephrosia sinapou bo õ·toõ bi õ·li·li hele arbusto be GSN Besleria affinis lá·te hele árbol be GUT ·kwáõ·tìbò telelá hu liana rp GUT Garcinia sp. ·táwe ·yáì árbol rp HAE Xiphidium sp. ·tái·kwálei hierba be HCS Prionostemma sp. ·kwáyo hu árbol ac HLC ·tábu ·tu ·ko·ko hierba ce ac HLC Heliconia sp. ·tábu ·tu hileõ heõláõ hierba ea HLC Heliconia sp. 1 ·tewá hyá ·wá·wá hierba ea HLC Heliconia sp. ·to·ko heõláõ hierba ea HLC Heliconia sp. 2 ·tokwo hele hierba ea HLC ·wáõi·tuku he õláõ hierba be HLC Heliconia sp. 4 bokotì wáõwáõ hierba ea HLC Heliconia sp. háõli õ bilè hierba ce ea HLC Heliconia sp. 3 uli ·táwe heõláõ árbol ea HLC Heliconia sp. wáõlule ibì ·tewá ·wá·wá hierba ea HPC Peritassa sp. ·wáleká ibuhu liana be HPC ibuhu bu liana be HPC i·c Ëeká hetò iluhu liana ac LAU Ocotea sp. ·kubuwáká hele hierba be LCY ·kwá·ulebo ihtiyebo hierba be LCY álikwete t·ábáli ·yáì árbol ce ac LCY Eshwcilera sp. ·wáõle·te ho õlo õ ·yáì árbol ac ra tf LCY Lecythis sp. bá·táwuõ hoõlo õ árbol ac cr ra LCY c Ëo ho õlo õ árbol ac cr LCY Eshwcilera sp./Lecythis sp. háõli õ ho õlo õ ·yáì árbol ac at ce ch cr ra tf LCY Lecythis sp. háõli õ ho õlo õ ·yáì árbol at LCY Eschweilera aff. tenvifolia hetò hoõloõ ·yáì árbol at LCY Lecithis sp. hetò hoõloõ ·yáì árbol ac ra cr LCY Lecythis cf. corrugata ho õlo õ ·yáì árbol ac ra ce at ch
209
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso LCY i·c Ëeká hôlô ·yáì árbol ce ac ra LCY ·cËábo ·káláyá ·yáì árbol ac ra ce LCY Eschweilera sp. ·cËábo ·káláyá ·yáì árbol at LCY Lecithis sp. uli ho õlo ·yáì árbol ac ra cr LEG ·káõ·káõto hyá epífita be LEG ·kábì luwe ·yáì árbol be LEG ·kwiyo/·tuwáõ ibuhu liana mo rj LEG Dioclea malacocarpa ·oleá·te ibuhu ·yáì liana ac be LEG ·tìõ·tìõ ·yáì árbol be LEG aff. Canavaha sp. ·ti·tiwá ibuhu liana be LEG ·tuõè ibuhu liana ac LEG ·tuõweõ ibuhu liana mo LEG Bauhinia sp. ·wáleká hu liana be LEG Ormosia coccinea c Ëo i·c Ëeká ·kwáõláõlká ·yáì árbol mo LEG Ormosia sp. c Ëo láõ·táõi/ cõo ·kwáõláõlká liana mo an LEG Machaerium sp. iye·telá ibuhu liana be LEG Erythryna sp. titibu ·yáì árbol be LEG uli kwi õyo ·yáì árbol mo LIL ·tuku báõluwè hierba be LIL háõli õ bèõ· tu hierba be LOG Strychnos sp. báõláwá wáilutï hu liana ac MEL Trichilia mazanensis áte holowáká iye ·yáì árbol be MEL háõli õ iyebuleláõko õ ·yáì árbol be MEL Trichilia quadrijuga háõli õ lìõ iye ·yáì árbol be MEL Trichilia inaequilatera hetò iye ·yáì árbol be MEL Trichilia inaequilatera hetò iye ·yáì árbol be MEL tu õwèõlo õ ibuhu liana be MIM Inga sp. bo õ·toõ luwe ·yáì árbol pc MIM Inga sp. ehkò luwe ·yáì árbol pc MIM Inga edulis hili luwe ·yáì árbol rp MLP háõli õ ibuhu liana be MLP Hiraea sp. le õwá ibuhu liana ac MLP Mezia includens uli wáõi bu hu liana ac cr ce MLS ·kule ·tukuli hele árbol be MLS c Ëo ·tikiwili áye hierba be MLS Miconia sp. háõli õ i õli õyo hele árbol be MLS Miconia nervosa uli i õli õyo ·yáì arbusto be pc MLV Hibiscus abelmoschus i·kobáõ luwe arbusto rp MNM Siparuna sp. ·kubuwáká hele árbol be MNM Siparuna sp. ·tukuõye hele árbol be MNM Siparuna sp. beõ wá·ká áye arbusto be MNS Orthomene schomburgkii ·wáõtáõbáõ hu liana ac MOR Brosimum guianense háõli õ ·tìõ·tìõwèká ·yáì árbol be MOR Ficus sp. háõli õ ·ti·ti ·yáì árbol be MOR i·c Ëeká ·ti·ti ·yáì árbol be MOR Brosimum sp. toto ·yáì árbol ac ra MOR Brosimum aff. utile toto hu ·yáì árbol at MOR Helicostylis tomentosa wáõleõbá ·yáì árbol cr ce
210
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso MRC Norantea sp. c Ëo ibuhu liana ac MRN Calatea lutea ·kábulu ·wá·wá wáitewá hierba be ea MRN ·lewì hyá hierba tb ea MRN Ischnosiphon arouma ·tábu ·tu he õláõ hierba ch ac MRN Hylaenthe sp. ·toko hyá/ìle hyá hierba ce ea et MRN Ischnosiphon sp. háõli õ lileõ helá hierba ce cz ea MRN Ischnosiphon sp. i·c Ëeká lileõ helá hierba ce cz MRN Monotagma laxum láõláõ hyá hierba tb MRN luwáõbo ·toko wáõwáõ hierba ea MRS Ardisia sp. ·kwáõláõlká ·táwì árbol mo MRS Ardisia sp. c Ëo ·kwáõláõlká hele árbol mo MRT Myrcia fallax ·kwiyele hele árbol pc MRT Psidium sp. hetò ·kwáyábá·yáì árbol be MYS Iryanthera hostmannii báõlo ·táwì ·yáì árbol be MYS Virola elongata /V. sebifera háõli õ áe·kwáõ ·yáì árbol be MYS Virola elongata uli áe·kwèõ ·yáì árbol be OPI Agonandra sp. áule õ ·táwì árbol pc PIP Piper piscatorum áwálì hele hierba be PIP Piper piscatorum báõyábáõláõ e·tá hierba be PIP Piper hostmannianum e·káká hele arbusto be PIP Piper sp. háõli õ báõyekáõ hele arbusto be PIP Piper sp. huluwè·ká leõ·káõlá arbusto be PIP Piper sp. le õ·káõlá arbusto be PIP Photomorphe sp. uli le õ·káõlá hele hierba be PLG áwelá tu hele árbol be POA Arthrostylidium schomburgkii ·wáõláõ ·yáì he õláõ caña fa cb cj re POA Arthrostylidium sp. ·wáõláõ i õli õ ·táwibo ·yáì caña cb cj fa re POA Arthrostylidium sp. biye õ heõlá caña cc re POA Olyra micrantha háõli õ ·táwibo caña fa POA háõli õ ·táwibo helá caña be fa cj re POA hi õliõle õ leõbolá káwá hierba be rp POA Cymbopogon sp. ·cËábo wiweõyo he õláõ caña ca cu POA Arundinaria sp. lìõ ·wáõlá ·yáì caña cb cj fa re POA Arundinaria sp. luwáõbo heõláõ caña be POA luwáõbo hele hierba be QII Quiina cruegeriana luwekì hele árbol be RUB Geophila cordifolia ·ki õ·kile tú hierba be RUB Geophila repens ·kyáwelá ibuhu hierba be RUB Uncaria tomentosa álikwete bá ibuhu liana be RUB Jsertia sp. ·tìõ·tìõwe õká hele hierba be RUB ·tikiwili herb be RUB Psychotria poeppigiana ·wòõi·tuku hele árbol be RUB Hamelia patens bu tuèlá kábu arbusto be RUB hetò ·tiyebo hele arbusto be RUB Psychotria poeppigiana wáõi ·tuku hele hierba be RUT Raputia aromatica bálie·ká ·yáì árbol ju SAP Pouteria aff. venosa ·káõyeõlá ·yáì árbol ac be SAP Pouteria venosa ·káõyeõlá ·yáì árbol at
211
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso SAP Paulinia pachycarpa ákuli bukì hu liana be SAP Serjania sp. c Ëie õko hu liana ac SAP iyebuleláõko õ hele hierba be SAP Micropholis sp. uli ·tiõ·ti õ ·yáì árbol be SML Smilax sp. bá ibuhu liana be SOL Cestrum latifolium Lam. ·tokwáwá árbol be SOL ·tuõle·ká/·ti·tikì ále ·yáì arbusto be SOL háõli õ ·te õ·teõwáõláõ ·yáì arbusto be SOL Solanum sp. ibuhu wáõi liana be SOL Solanum sp. li õbo õ kolo ·yáì árbol be SPT ·kwáyo ·táwì árbol be SPT Ecclinusa guianensis wá·likye ·yáì árbol rp SRZ Phenakospermun sp. ·káõláõwá ·wá·wá hierba be STR Sterculia pruriens ·tokwá hele árbol ac ce at STR Guazuma ulmifolia ·wáeká ·yáì árbol ac cr ce STR Sterculia pruriens c Ëo lo·kwe ·yáì árbol ac ra cr ch pb STR c Ëo wáeká ·yáì árbol ac ce pb STR Guazuma sp. háõli õ ·wáeká ·yáì árbol ac ce ch STR Sterculia pruriens háõli õ lo·kwe ·yáì árbol ac be ce cr pb ra STR Sterculia sp. uli lo·kwe ·yáì árbol ac be cr TIL Apeiba intermedia/A.
tibourbou /A. schomburgkii ·tìõ·tìõbo õ ·yáì árbol ac ce ch pe ra rp
TIL Apeiba sp. yuwáõká ·tìõ·tìõbo õ ·yáì árbol be pe URT Urera caracasana lìõlìõ ·yáì árbol be VIO Amphirrhox longifolia i·kwotì ·táwì árbol be VIT c Ëo li·lu hu liana be VOC Voshysia sp. ·ti·ti ·yáì árbol be VRB i·c Ëeká ibuhu liana ac ZIN Heliconia sp. ·tábu ·tu hileõ heõláõ árbol ce ea ZIN tuwewe buleláõ ·ko·ko hierba be Ascomycetes ·kwáyo wáõyá hongo be ·káõ·káõto hu epífita ac cr be ta ·káõláõwi õle ibuhu liana ac be ·káwìle ili ·yáì árbol be ·káyá áye hierba be ·ki õ·kiletì ibuhu liana be ·kwáõi õte hu liana be ·kwá·kiálá ·táwì ·yáì árbol be ·kwá·táõláõtì hele liana be ·kwái·le ibuhu liana be ·láte ibuhu liana be ·le·te hu liana be ·táu·ku cõo lá·te árbol be ·tuõwèlá báõluwe hierba rp ·wòõi·tiõkwèõ hu árbol be báõli ibuhu/·tì·tiwolá liana ac be cr ta bu·tá hele liana be c Ëo báõláõ áhtikwèõ ·yáì árbol be
212
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso c Ëo cõá·ká álá ·yáì árbol be c Ëo hetò láõhte hierba be c Ëo le õwáõ hyá hierba be e·káká ·yáì ibuhu epífita be háõli õ ·tákálá hierba be háõli õ ·tuliwèká hele arbusto be háõli õ bo õ·we ·yáì árbol be háõli õ oláitì ·táwì hele árbol be háõli õ oleikï hu liana ac be háõli õwá ibuhu árbol ac be hetò bá ·yáì árbol be hetò lá·te hele arbusto be hutibu hu liana be i·kwo·tuku ·yáì hierba be i·kwolète hierba be i·tì ikilo bá helá hierba be ibo·to liana ju ibu káyá helá epífita be i·c Ëeká ibuhu liana ac be iye to õbo õbá ibuhu liana ac kwáhtubo ibuhu liana be lìõ á·tikwèõ ·yáì árbol be lìõlá ·wá·wá hierba ea uli ·káile ibuhu liana be uli ibuhu liana ac ra cr uli wáõle õkoõ hu liana be cr ac uli wáilo hu liana ac cr wáõyo õ i õli õbo õ ibuhu liana ac cr wáõyo õ láye·tubì ibuhu liana ac we õláõoli uluku ·yáì árbol be we õlo õ ·yáì árbol ac cr pb yeì ibuhu liana ac yuwáõká ibuhu liana be yuwáõká lo·kwe árbol ac cr pb IV.4 Cacería
Los animales son parte del ambiente cultural de los Hotì. No sólo aquellos
explícitamente buscados para ser consumidos sino aquellos considerados domésticos,
aparecen en una suerte de continuum semejante al hombre. La esfera animal está codificada
en la lengua Hotì con el vocablo clasificador háõ, en singular y háõtì para el plural. El plural de
animales específicos se construye añadiendo la partícula tì incluyendo el plural de hombres
213
(Hotì). Al ambiente Hotì se han añadido pocos animales alóctonos, fundamentalmente perros
y gallinas. En una ocasión se observó un gato en MA proveniente de una comunidad E'ñepa
pero no sobrevivió mucho tiempo. Los misioneros de CI trataron de introducir chivos con el
fin de socializar a los Hotì en una alternativa de fuente proteíca dada la escasez
contemporánea de animales de presa en virtud de la concentración poblacional. El buen
intencionado experimento de los chivos fracasó, sin embargo, pues ni los Hotì se adaptaron a
ellos, ni los chivos a la selva tropical húmeda o a mantenerse alejados de los conucos.
Además, al parecer los chivos consumieron algunas plantas tóxicas para sus sistemas que les
aceleró su desaparición. Cinco vacas de la variedad zebus fueron donadas a las Hermanas de
Kayamá quienes las han mantenido, reproducido mínimamente y beneficiado en ocasiones
especiales, cuando distribuida entre toda la comunidad se ha consumido la carne de este
ganado. Aparte de estos casos, el paisaje faunístico Hotì cuenta con la abundante fauna
autóctona, siendo los más notorios insectos, reptiles, mamíferos, y aves.
Los animales parecieran cumplir más de una función implícita en las dinámicas sociales
Hotì. Pueden fungir como suerte de mascotas, presas, juguetes, piezas vivas de
entrenamiento en la socialización de los niños acerca de los hábitos de la especie en cuestión
y materializaciones de ideologías y ontologías particulares. En la cotidianidad Hotì, los
animales además, parecen ser los receptáculos favoritos de las manifestaciones de agresión
de los Hotì de cualquier edad. Este singular fenómeno es llamativo en virtud de que los Hotì
son pacíficos y poco conflictivos en su mayor parte.
Uno de los primeros aspectos en llamar la atención de los visitantes a los
asentamientos Hotì es precisamente la cantidad de animales silvestres conviviendo en las
habitaciones Hotì como mascotas. Aves, monos, mamíferos de la selva si se atrapan infantes,
214
crecerán como parte del asentamiento, y se transportarán como un enser más si la unidad de
asentamiento decide moverse a otro lugar. Estos animales, muchas veces los vástagos de
aquellos cazados para el consumo, se consideran también ítems de intercambio comercial. El
conocimiento acerca de los animales se inicia a muy temprana edad. Los niños Hotì tan pronto
aprenden a caminar se familiarizan perceptual y táctilmente con la fauna alrededor:
practicando juegos con ellos, diseccionándolos, y criándolos como mascotas. Estas mascotas
sin embargo, no se consumen sí han sido parte del asentamiento ni siquiera cuando por alguna
razón mueren. Son los animales de afuera, del bosque (cËo báõ háõtì, ·táu·ku kwá báõ háõtì) los
aptos para consumo humano.
El grueso del aporte proteíco entre los Hotì, proviene de los animales terrestres o
aéreos que cazan para consumo, aunque no debe minimizarse aquel de origen acuático. Más
que en cualquier otro renglón, el éxito en la cacería pone de manifiesto el preciso
conocimiento etológico evidente en los Hotì. Hábitos de conducta (anidación, alimentación,
etc.), hábitats, frecuencia, dimorfismos sexuales y edades de los animales entre otros
aspectos, son tópicos comunes de conversación entre los Hotì.
Los Hotì cazan comunmente en pareja. Hombres y mujeres se adiestran en el arte de
la caza desde muy jóvenes. Puede generalizarse que la cacería constituye una actividad
practicada mayormente por los hombres Hotì aunque el compañero de caza es usualmente la
pareja o esposa del cazador. Se observó además a algunas mujeres Hotì activamente
involucradas en la caza, prosecución y atrape de animales de presa (especialmente
Agoutidae). Estas mujeres, por consiguiente poseían artefactos de caza, especialmente
lanzas.
215
La socialización en torno a los animales de presa, se inicia alrededor de los 5 o 6 años
cuando los niños de ambos sexos se aprestan a contribuir a las tareas de producción y
consumo de la unidad de asentamiento. Corresponde a los adultos, no exclusivamente a los
padres, impartir la enseñanza informal del arte de la cacería. Los niños aprenden por
observación a fabricar sus propios artefactos de cacería: lanzas y dardos, réplicas
proporcionalmente pequeñas de aquellas construidas por los cazadores adultos. Estos
fabrican para los niños cortas cerbatanas con la materia prima apropiada. Alrededor de los 7
u 8 años los niños se atreven ya a iniciar salidas sin adultos en las que portan consigo sus
armas de caza y en efecto agudizan con pequeños animales sus habilidades de tiro y
estrategias de atrape. Favoritos para la práctica son las lagartijas, tuteques, colibríes, y
pájaros pequeños. También suelen practicar un juego de tiro involucrando un aro y una estaca
suaves (Jangoux 1971:29; Coppens 1983:292). El aro se fabrica con una sección de liana
flexible atada con bejucos y a modo de rueda uno de los niños la hace circular en tanto que
otro intenta traspasar el aro con una estaca suave. Afinando en el juego el tiro, los niños
imaginan que en lugar del vaho del aro, aciertan a animales de presa. El fruto de una
Cluseaceae, un pequeño árbol conocido como á·kuli hele [árbol del picure] (Chrysochlamis
membranacea), es usado regularmente por niños y adolescentes para practicar y en efecto
cazar aves y roedores pequeños. Ya en la adolescencia temprana, los Hotì precisan sus
habilidades de caza al acompañar a los cazadores adultos en las expediciones y salidas de
cacería. Alrededor de los 15 a 16 años los adolescentes Hotì pueden ser cazadores de gran
habilidad y efectividad.
Los animales predilectos al paladar y conducta de asedio de caza entre los Hotì,
parecen ser las diversas especies de monos locales. Implícitamente, las salidas de cacería
216
real se asocian con la caza de monos, en especial con Ateles belzebuth belzebuth. En las
comunidades de MA y MO, los números relativos de poblaciones de Cebidae son altos, y las
salidas de cacería suelen ser exitosas. Usualmente más de un individuo de Cebidae se caza al
mismo tiempo. La tabla Nº IV.10 lista las 43 especies de mamíferos que los Hotì cazaron en
el período de observación.
Tabla Nº IV.10: Animales de presa: Mamíferos cazados por los Hotì.
Familia Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Agoutidae Agouti paca ·tiketo kwá i õli õ ákuli lapa Agoutidae Dasyprocta agouti ijiõdoláõ cõá·tì ákuli lapa culo rojo Bradypodidae Bradypus tridactylus yèõtì pereza de tres dedos Bradypodidae Choloepus didactylus ·kwáõláõ yèõtì pereza de dos dedos Cebidae Alouatta seniculus li õboõ mono araguato Cebidae Aotus sp. háõli õ bu õ·kelo õ/bu õ·kìkì mono de noche Cebidae Ateles belzebuth belzebuth uli ·kwáyo mono araña Cebidae Cebus albifrons háõli õ ·kwáyo mono capuchino Cebidae Cebus olivaceus háõli õ ·kwáyo mono capuchino Cebidae Chiropotes satanus ·kwai·le mono barbudo Cebidae Saimiri sciureus ·ki õ·kiõ tití Cervidae Mazama americana tu õwèõlo õ kwáhtubo venado matacán rojizo Cervidae Mazama gouazoubira ·c Ëábo kwáhtubo venado matacán gris Dasypodidae Cabassous unicinctus kwáhtubo oõ·koõ cachicamito Dasypodidae Dasypus kappleri háõli õ o õ·ko õ cachicamo guayanés Dasypodidae Dasypus novemcintus háõli õ o õ·ko õ cachicamo montañero Dasypodidae Priodontes maximus uli oõ·koõ cachicamo gigante Dasypodidae Platemys platycephala i·cËeká ohko morrocoy Dasyprotidae Dasyprocta leporina c Ëá·tì ákuli picure Didelphidae Didelphis marsupialis tu õwèõlo yowále rabipelao Didelphidae Marmosops parvidens bu õ·ke õlo yowále comadreja Didelphidae Micoureus cinereus háõli õ yowale comadrejita Echimyidae Echimys armatus heme wáõyoõ rata de palo Echimyidae Proechimys steerei hetò wáõyo õ rata de caño Erethizontidae Coendou melanurus háõli õ heme puercuespín Erethizontidae Coendou prehensilis uli heme puercuespín Hydrochaeridae Hydrochaeris hydrochaeris hetò yewo chigüire Muridae Neacomys sp. uli wáõyo õ ratón de monte Muridae Oligoryzomys sp. tu õwèõlo wáõyo õ rata de árbol Muridae Oryzomys sp. háõli õ wáõyo õ rata de monte Muridae Rhipidomys mastacalis ·kutile wáõyo õ rata de mata Mustelidae Eira barbara ·tákáláõ hurón Mustelidae Pteronura brasiliensis láõluõ nutria Myrmecophagidae Cyclopes didactylus háõli õ bo õko perico ligero Myrmecophagidae Myrmecophaga tridactyla buli bo õko oso hormiguero
217
Familia Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Myrmecophagidae Tamandua tetradactyla háõli õ bo õko osito melero Procyonidae Bassaricyon gabbii toto ·te·te olingo Procyonidae Nasua nasua ·táwo
·ká·wiye/wálikyeláõ coatí común
Procyonidae Potos flavus uli bu õ·ke õlo cuchicuchi Sciuridae Sciurus aestuans háõli ·káli ardilla guayanesa Sciuridae Sciurus igniventris uli ·káõli ardilla rojiza Tapiridae Tapirus terrestris uli yewo/·wáyáõli danta Tayassuidae Tayassu pecari uli ·ká·wiye báquiro cachete blanco Tayassuidae Tayassu tajacu háõli õ ·ká·wiye chácharo
Las segundas presas preferidas parecen ser las aves. Un número alto de pájaros de
difícil determinación científica fue cazado por los Hotì durante nuestro trabajo de campo.
La cacería de aves tiene una frecuencia diaria. Muchas capturas de la avifauna se conducen
oportunísticamente cuando se realizan otras actividades. Aunque se observó sólo en una
oportunidad a un adolescente elaborar una trampa de cacería para aves con hilos de ·toõèõ
(Ananas ananasoide Bromeliaceae), se han reportado trampas de aves pequeñas elaboradas
con bejucos indeterminados (Jangoux 1971:19). Los pájaros cazados con más frecuencia y
predilección aparecen en la tabla Nº IV.11. Corresponden 53 aves de 20 familias de la
sistemática biológica. Las determinaciones latinas provienen de W. Phelps y R. Meyer (1978),
siendo los mismos Hotì quienes señalaban e identificaban en las ilustraciones los pájaros
cazados. Dado que no se tomaron muestras de la avifauna, sin duda este listado es
incompleto.
Tabla NºIV.11: Animales de presa: Aves cazadas por los Hotì.
Familia Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Apodidae Cypseloides cherriei háõli õ ·wiloõto õ vencejo cuatro ojos Apodidae C. cryptus uli jelo õwáõito vencejo castaño Caprimulgidae Lurocalis semitorquatus ·towáõeyu aguaitacamino semiacollarado Columbidae Columba cayennensis báõuwiwáõ paloma colorada Columbidae Geotrygon montana háõli õ bòõlòõ paloma cara roja Columbidae Leptotila verreauxi háõli õ báõlo palomita Cracidae Crax alector uli ·woli paují culo blanco Cracidae Mitu tomentosa hetò ·woli paují culo colorado
218
Familia Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Cracidae Ortalis ruficauda háõli õ koõ·toõ guacharaca Cracidae Penelope jacquacu ko õ·toõ úquira Cracidae Pipile pipile lìõ ·kwiõ pava rajadora Cuculidae Neomorphus rufipennis uli ·wáõwiwá pájaro báquiro Icteridae Gymnostinops yuracares lìõ ko õlo õtoõ conoto pico encarnado Icteridae Icterus chrysocephalus ·ko õlo õtiwe turpial moriche Icteridae Psarocolius decumanus háõli õ koõlo õto õ conoto negro Icteridae P. viridis uli ko õlo õto õ conoto verde Phalacrocoracidae Phalacrocorax olivaceus hetò ·kwiõ cotúa olivacea Phasianidae Colinus cristatus háõli õ weyo perdíz encrestada Phasianidae Odontophorus gujanensis ·kìkìle perdiz colorada Picidae Picumnus spilogaster ·káõláwiõle õ i·te telegrafista Picidae Campephilus
melanoleucos báõlule õleõ carpintero real
Psittacidae Ara amazonica ·káõi õ loro guaro Psittacidae A.ararauna háõli õ ·káõbáõyá guacamaya amarilla Psittacidae A. chloroptera uli ·káõbáõyá guacamaya roja Psittacidae A. macao lìõ ·káõbáõyá guacamaya bandera Psittacidae A. militaris hebáõ guacamaya verde Psittacidae A. nobilis ·káyá guacamaya enana Psittacidae A. ochrocephala uli ·tawaila loro real Psittacidae Pionites melanocephala ·kile·káõ loro cabezinegra Psittacidae Pionus menstruus ·káõi õ cotorra cabeziazul Psophiidae Psophia crepitans háõli õ ·wòli grulla Ramphastidae Aulacorhynchus salcatus áõbe õláõ cõie õko pico de esmeralda Ramphastidae Pteroglossus flovirostris háõli õ cõieõko tucán pico amarillo Ramphastidae P. pluricinctus ·weõle õwe õle õ cËie õko tilingo multibandeado Ramphastidae P. torquatus ki õli õ tilingo acollarado Ramphastidae Ramphastos cuvieri uli cõie õko piapoco pico curvo Ramphastidae R. vitellinus ·wáõlibáõ cõieõko tucán picuo Rupicolidae Rupicola rupicola ·kábeõlo gallito de las rocas Scolopacidae Bartramia longicauda ·wá·wìlá tibi-tibe Tersinidae Tersina viridis ·kwái·le i·te azulejo golondrina Tinamidae Crypturellus obsoletus háõli õ weyo poncha montañera Tinamidae C. soui báõlo kwá weyo ponchita Tinamidae C. variegatus ·ku·kuleõ gallineta cuero Tinamidae Tinamus guttatus ·táõwì há gallineta chica Tinamidae T. major uli weyo gallina azul Tinamidae T. major áwáli weyo gallineta de monte Trochilidae ·tukuli colibrí Troglodytidae Campylorhynchus
nuchalis háõli õ ·káli·te cucarachero chocorocoy
Trogonidae Pharomachrus antisianus báõlu·kò·kò quetzal coliblanco Trogonidae Trogon melanurus háõli õ wáõiyo õ
báõlu·kò·kò sorocúa colinegra
Trogonidae T. viridis wáõiyoõ báõlu·kò·kò
sorocúa coliblanco
Tyrannidae Colonia colonus ·wìle atrapamoscas coludo
219
Familia Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Tyrannidae Arundinicola
leucocephala ·tuwìèõ atrapamoscas duende
IV.4.1 Plantas y animales interactúando en las estrategias humanas.
Los artefactos esenciales básicos de cacería Hotì, se fabrican con plantas (a). El
escenario físico natural fundamental donde los Hotì buscan a sus presas son también plantas
(b). El conocimiento sobre la historia natural y cultural del arte de cazar animales de presa
involucra en la mayoría de los casos a las plantas (c).
IV.4.1a Artefactos de cacería.
El equipo de caza principal lo constituyen (1) la ·wáõláõ o cerbatana, (2) los wáeye hele o
dardos, (3) la báõláõwá o curare y (4) el luõkuwi o la lanza. No se observó el uso de arcos y
flechas, aunque algunos Hotì los conocen y podrían fabricarlos, con la planta o õle õ·ká li·ti bá ·yáì.
La lengua Hotì además, registra un vocablo para arco, lebèõláõ.
1. La cerbatana parece ser el artefacto de caza primordial y más característico de la cultura
Hotì. La Arthrostylidium schomburgkii, constituye la gramínea que se utiliza como materia
prima para fabricar la cerbatana, la cual sirve también como ítem primordial de
intercambio con grupos étnicos vecinos como los Piaroa o E’ñepa (Dumont 1978:180). Esta
gramínea constituye una caña que puede alcanzar 8 m de altura, con DAP homogéneos de
alrededor de 2.5 cm Observa distribuciones geográficas muy restringidas, usualmente al
pasar los bosques montanos e iniciar la provincia vegetal tepuyana alrededor de los 2000 m
snm. Se conocen al menos tres áreas dentro de la zona de ocupación Hotì donde crece
exitosamente Arthrostylidium schomburgkii. Expediciones exclusivamente orientadas a
colectar cantidades que suplan las demandas del cazador, para uso propio e intercambio,
se organizan cada estación de verano. Las dinámicas sociales involucradas en este tipo de
220
salidas incluyen a familias nucleares, parejas de matrimonios o jóvenes adolescentes. La
ruta se pasea a través de lo que consideramos el núcleo territorial tradicional Hotì,
ocupado actualmente por asentamientos poco contactados. Intercambios de bienes,
informaciones y servicios más allá de la colección de la planta, tienen lugar entre los
grupos provenientes de todas las áreas Hotì y aquellos regionales a ·wáõláõ ile õwá o la
montaña de Arthrostylidium schomburgkii, literalmente el centro geográfico del universo
Hotì. En el verano de 1998 participamos en una expedición de búsqueda de esta especie.
Se observaron colectas donde los atados de cañas pesaban más de 20 kg recién
cortadas. Los Hotì no esperan llegar a sus asentamientos para iniciar el proceso de
fabricación de las cerbatanas (véanse fotos en el Apéndice Nº 5). Al acampar, luego del
día de caminata de regreso a sus asentamientos, los Hotì encienden fogones de llamas
generosas e inician el cuidadoso secado de cada caña. Este involucra acercar la caña a la
llama por pocos segundos y girarla vertiginosamente enderezando porciones que no
aparezcan tan perfectas para desviar los dardos a las presas destinadas. El peso de los
atados puede reducirse a la mitad luego de una semana de camino en la que cada noche se
repite el procedimiento de secado. Las cerbatanas Hotì miden alrededor de 3 m, constan
de una boquilla, un apuntador y dos cañas, una interna delgada y una externa más gruesa
y resistente. La longitud bien derecha de ambas cañas, constituye el criterio de
selección prioritario. Otros criterios importantes son la textura, flexibilidad y porosidad
de los troncos adecuados para la fabricación de las cerbatanas. La boquilla de las
cerbatanas se elabora con pocas especies, entre ellas se prefieren tres árboles de
maderas suaves para la talla y livianas, el áu·kuli hele [palo de picure] (Chrysoclamis
membranacea, Cluseaceae), el báõlule ·yáì (Schefflera morofotoni, Araliaeceae), y el
221
·kálibèõleõ ·yáì (Couma macrocarpa, Apocynaceae). La limpieza, lijado y acabado de la
fabricación de la cerbatana se facilita con hojas coriáceas de texturas de lijas, tales
como aquellas de los árboles háõliõ we·káo ·yáì (Pourouma guianensis subsp. guianensis,
Cecropiaceae) un adventicio, o ·kuli kuli ·yáì (Curatella americana, Dilleniaceae), éste
último propio de las sabanas, también puede usarse el musgo w·áõláõ hele kwáõ
[literalmente para dentro del palo de la cerbatana].
2. Los dardos se elaboran con las venas centrales y los pecíolos de las hojas de cuatro especies
de palmas, el ulu ·ko·ko (Attalea maripa), ·kolowá ·ko·ko (Scheelea sp.), háõliõ bá·te ko·ko
(Oenocarpus bacaba) y táli ·ko·ko (Maulitia flexuosa). En todos los casos, se prefieren
individuos jóvenes que aun no han desarrollado troncos, en cambio se seleccionan hojas
maduras de dureza a la vez consistente y flexible. Para impulsar y dirigir el dardo, los Hotì
utilizan la fibra de aspecto algodonoso del fruto arbóreo de una Bombacaceae, el lìõ ·tábáli
·yáì (Ceiba sp.), la cual ajustan al dardo con saliva. Esta especie arbórea constituye una
emergente solitaria regional, conspícua en la flora local. Puede alcanzar unos 30 m de altura
y contar con DAP entre 20 y 95 cm. La distribución de esta ceiba está restringida a algunos
micro-ambientes, por lo que la colecta de este fruto puede muy bien estimular expediciones
en su búsqueda. Se observó miembros de una familia extendida acampando a cinco días de
camino de su asentamiento de relativa permanencia, en búsqueda de tal fibra, ·tábáli bu. La
elaboración de los dardos constituye una tarea relajante que usualmente se efectúa al
tiempo que se conversa, descansa en el chinchorro o incluso en caminatas de regreso a rutas
aledañas al asentamiento. Esta tarea que pareciera sencilla, consiste en tallar a su mínimo
grosor porciones flexibles de la fibra vegetal de unos 30-35 cm, en las que uno de los
extremos se apuntala filosamente para untarse con curare posteriormente. Algunos
222
fracasos de caza se atribuían a la fabricación descuidada de dardos. Los dardos se
depositan y transportan en aljabas o carcajs elaborados con cañas (Guadua sp. Poaceae).
3. El curare, o anestésico mortal para los animales de presa, se fabrica con una liana de
distribución geográfica bastante restringida, la báõláwá hu (Strychnos sp.). Esta
Loganiaceae crece en áreas de colinas en bosques húmedos premontanos que presenten
altos promedios de precipitación anual. Los individuos jóvenes son los preferidos para hacer
el curare, aunque la planta puede extenderse unos 20 a 25 m y alrededor de 5-15 cm DAP.
El conocimiento de la elaboración del curare parece ser muy preciado y poco compartido,
casí recluido en secreto. Muchos Hotì adultos reconocían no conocer como se elabora este
crucial veneno de cacería y aseguraban que al igual que sus padres y abuelos, hoy en día ellos
solían intercambiar bienes y servicios por curare con los E'ñepa del Alto Cuchivero. Otros
Hotì adultos, referían que habrían experimentado en la fabricación del curare sin éxito, ya
que la pasta resultante no mataría a sus presas. Lianas de poca calidad aledañas a sus áreas
de asentamiento se consideran la variable responsable de tal fracaso. En este sentido,
pareciera que tanto la fitogeografía de la liana como la poca distribución del conocimiento
para elaborar correctamente el curare determina la poca frecuencia con el que se ve a la
báõláwá asociada con las actividades Hotì, excepto como producto final. En MA, ambas
condiciones se cumplen: la liana crece a unas 4 horas de camino del asentamiento y uno de
los miembros de la unidad de asentamiento conoce los secretos de la elaboración del curare.
En Julio de 1997 fuimos afortunados al poder observar todo el proceso de la fabricación del
curare en MA, desde la colección de los troncos de Strychnos hasta su uso exitoso en
salidas de cacería. El proceso tiene lugar en condiciones de aseo excepcionales en el
contexto Hotì. Los instrumentos que se utilizan, son preferiblemente exclusivos para el
223
proceso en cuestión. Todo el proceso fue observado por el pequeño hijo del joven cazador
como una suerte de preludio a la socialización del niño. Luego de raspar con un afilado
cuchillo la delgada corteza externa de los tallos de báõláwá, se los cocinó durante siete días
a las brasas sin llamas (se conoce de otro cazador en KA que aseveró que cocinaba la báõláwá
por nueve días). La cocción se efectúa muy lentamente y también con sumo cuidado y
paciencia se agita la preparación con una cuchara de madera elaborada con una
Melastomataceae local, el arbolito háõliõ iõliõyo ·yáì (Miconia. aff. holosericea). El sexto día, se
añadió a la espesa mezcla negra porciones de curare usado en el pasado, que según el
cazador Hotì, contenían plantas de distribución geográfica lejana desconocidas. No se
insistió en obtener nombres precisos ni identificaciones de ellas, en virtud del carácter mas
bien privado de todo el proceso. En CI sin embargo, en Febrero de 1997, se había colectado
un bejuco que localmente nominaron báõláwá hu (Tibouchina geitneriana, Melastomatacea).
La Tibouchina geitneriana, es una pequeña planta de tronco ligneo flexible colectado en
bosque premontano a casi 500 m snm, no más alto que 4 m. Verbalmente se mencionó a
individuos jóvenes de ésta especie como utilizados en la elaboración del curare, y podría
especularse que probablemente fue una de las plantas contentivas de los alcaloides
vegetales que incluyó el cazador de MA. La tabla Nº IV.12 presenta además otras plantas
que se consideraron entraban como parte de la preparación del curare. Finalizada la cocción,
el producto final se deposita en pequeñas vasijas de barro elaboradas para ese fin, y se las
cierra con fracciones de hojas de monocotos (Heliconia sp. usualmente). Estas vasijas se
mantienen amarradas sobre el fogón directamente, y se cree que de esa manera no se
evapora la efectividad del veneno.
224
4. Aves y monos son objetos de cacerías mediante la tríada expuesta anteriormente,
cerbatana, dardos y curare. Roedores y mamíferos de mayor tamaño y baja densidad se
atrapan con la ayuda de lanzas. Las lanzas se elaboran preferiblemente con el delgado
tronco de ·kutile ·yáì (Guatteria foliosa, Anonaceae), o con hetò ·toõwáõko ·yáì
probablemente una Myrtaceae. Las puntas de las lanzas se fabrican con machetes que se
lijan por ambos lados y se desprenden del asa. Hacia la década setenta, se reportó que
las puntas de hierro estaban substituyendo a aquellas elaboradas con bambú (Coppens y
Mitrani 1974:137). Aunque no se especifica la especie, suponemos que los autores se
refieren a alguna de las gramíneas señaladas antes o bien cañas de distribución común
adventicias como el háõliõ ·táwibo (Olyra micrantha, Poaceae).
Tabla Nº IV.12: Algunas especies botánicas utilizadas en la fabricación de artefactos
de cacería: arco (ac), atrae animales de presa (ap), suerte de balas para cazar
animales pequeños o practicar la puntería (ba), boquilla de cerbatana (bc), cerbatana
(ce), curare elaborado por los ancestros (ca), dardos (da), elaboración de curare (cu),
elaboración de horquetas de práctica de tiro (ho), limpieza-inductora de la cerbatana
(ic), lanzas (la), trampas de aves (tr).
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso ACA Odontonema bracteolatum ·tìõkèwáká hele la ANN báõlowá ·yáì árbol ca ANN Duguetia sp. ·kutile ·yáì árbol la APO Couma macrocarpa ·kálibèõle õ ·yáì árbol bc APO Himatanthus articulatus lìõ ·toõkoõlo õ ·yáì árbol bc la ARE Astrocaryum sp. hòtá bá hiõ palma ac tr ARE Attalea maripa ulu hiõ árbol da cu ARE Attalea sp. ·kolowá ·ko·ko palma da ARE Euterpe precatoria ·wá·wì hi õ palma ac ba ARE Attalea sp. áwáhto hiõ palma da ARE Socratea exorrhiza bu õli hi õ palma la ARL Schefflera morofotoni ·báluleõõ ·yáì árbol bc BOM Ceiba sp. li õbo õ ·tábáli ·yáì árbol da BOM Ceiba sp. uli ·tábáli ·yáì árbol da
225
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Uso BRS Tetragastris altissima uli báõu ·yáì árbol la CEC Pourouma sp. háõli õ we·káo ·yáì árbol ic CHB Hirtella bullata ·wáõle õko õ ·táwì árbol cu CHB Parinari excelsa ·tuwobeleõke õke õ ·yáì árbol la CLU Chrysoclamis membranacea o·kuli ·yáì árbol ba bc ic ELC Sloanea robusta uli lotáõu ·yáì árbol ic GRM Arthrostylidium schomburgkii. lìõ ·wáõlá ·yáì caña ce GRM Arundinaria sp. ·wáõláõ i õli õ ·táwibo ·yáì caña ce HCS Prionostemma sp. ·kwáyo hu árbol ap LCY Lecythis corrugata báhtu õ ho õlo õ ·yáì árbol tr LEG o õle õ·ká li·ti bá ·yáì árbol ac LEG Brownea coccinea uli ·weõle õ·we õle õ ·yáì árbol la LEG Pterocarpus rohrii i·c Ëeká báõliyo õ ·yáì árbol ac LOG Strychnos sp. báõláwá hu liana cu MLS Miconia sp. háõli õ i õli õyo hele árbol ap MLS Tibouchina geitneriana báõláwá hu liana cu MOR Brosimum sp. háõli õ báõli õ ·yáì árbol la MYS hetò ·toõwáõko õ árbol la MYS Virola elongata uli áe·kwèõ ·yáì árbol la OCH Ouratea castaneifolia c Ëie õko ·táwì ·yáì árbol la PLG Coccoloba fallax ·tobá ·yáì árbol la POA Arthrostylidium sp. ·wáõlá ·yáì caña ce SPT Ecclinusa guianensis wá·likye ·yáì árbol ac STR Sterculia pruriens háõli õ lo·kwe ·yáì árbol cu VOC Voshysia ferruginea háõli õ ·ti·ti ·yáì árbol la á ibuhu liana ho ·ká·ká ·yáì árbol ap c õo leõwáõ ·tuku hu tuábá hierba ic wáõiyo õ i õli õboõ ·yáì árbol ba IV.4.1b Caza entre los árboles.
Las cacerías tienen lugar en el medio del bosque, cerca o lejos de los asentamientos.
Los recorridos de cacería se inician mayormente antes del amanecer, cuando la silueta de las
presas puede aprehenderse si la percepción es aguda. Las rutas de cacería varían en
términos específicos dependiendo del cazador. Se escuchó acerca de rutas de cacería
exclusivas de tal o cual cazador, aunque se observó en la práctica que no sólo quien abrió la
ruta la utilizaba para ese propósito, sino parientes o individuos afiliados afinalmente a aquel.
Se procura la caza con una frecuencia casi diaria en los asentamientos no nucleados y
cada 5 a 6 días en las comunidades de misión. En las primeras, distancias variables de 1 a 5
226
kilómetros (km) garantizaban éxitos de caza. Los alrededores de las misiones en cambio, han
sido sobre explotadas en términos de presas, y sencillamente no sólo las densidades sino las
presencias de algunos animales son escasas o nulas a distancias de 7 o 8 km de las mismas.
Las salidas de cacería pueden ser solitarias o colectivas. Las salidas de caza en
solitario no parecen muy frecuentes, en tanto que aquellas que involucran parejas de esposos
aparecen más comunes. En muchas ocasiones los hombres salen de cacería con sus esposas.
En octubre de 1998, en MO participamos en salidas de cacería de Cebidae, junto a un
hombre joven y su adolescente esposa quien había dado a luz a una niña sólo tres días antes.
La caza se iniciaba alrededor de las 5 a.m. Las rutas de cacería estaban determinadas por el
tipo de árboles cuyas frutas proveían alimento potencial a los monos. Los árboles en fruto, al
atraer a los animales ofrecían cebos ideales que aventajaban al cazador facilitándole la
búsqueda de presas. La joven pareja actuaba en equipo, ella señalaba presas potenciales a él,
en tanto que recogía, acarreaba y limpiaba los animales cazados (además de cargar a su
neonata). El cazador, portando la parafernalia que acompaña a la cerbatana, se movía sigiloso
a paso rápido sin producir sonidos ajenos al bosque que alertaría a sus presas. Al final de la
jornada, entre los dos trasladaban hasta el asentamiento lo cazado. Todos los recorridos con
esta pareja fueron exitosos en términos de la producción de alimentos de caza.
Las cacerías colectivas incorporan tantos participantes como la estrategia de caza
demande en virtud de la presa seleccionada para el acoso, además de los perros que vivan en
el asentamiento. El acoso de animales constituye una tarea en equipo. Mujeres y
adolescentes menores se dedican a la tarea de orientar al animal mediante ruidos, gestos o
persecuciones hacia donde lo esperan los hombres adultos prestos a atacarlos con sus lanzas.
Los perros atinan a dirigir al grupo hacia la dirección y ruta donde su olfato le indica que
227
pueden encontrarse las presas potenciales. La Piperaceae, báõyáõbáõlè ehtáõ (Piper piscatorum)
puede utilizarse para asear a los perros de cacería, a la par que elimina alegadamente pulgas,
garrapatas y otras plagas que afecten a estos mamíferos domésticos.
Los Hotì sienten gran aprecio por los perros de caza, aunque no se evidencie en el
trato cotidiano que les dispensan. Los perros son de aparente adquisición reciente (Coppens
1983:266). Gran parte del tiempo se los ata con cuerdas dentro de una de las habitaciones y
se los deja salir sólo un par de veces al día. En salidas de caza colectivas sin embargo, los
perros son centrales.
En el verano de 1997 en MA, se observaron una serie de salidas de caza, encabezados
por una joven pareja su infante de 7 meses, el padre del joven, el cuñado de éste y su hijo de
6 años, además del perro del asentamiento. Se planificaba cazar á·kuli (Agouti paca
Agoutidae). Todos los adultos portaban lanzas y al niño se le facilitó una estaca afilada. Las
plantas aquí actuaban como fitoindicadoras de los nidos potenciales de las presas. En este
sentido pudieron comportarse algunos árboles emergentes prominentes con sistemas de
raíces significativos como el ·káwále ·yáì (Caryocar microcarpum, Caryocareacea) o también
el sugestivo áu·kuli hele [palo del picure] (Chrysochlamys membranacea) denominado a partir
de su presa. A unos 4 km del asentamiento, localizadas las guaridas de los roedores, se
procedió a asediarlos: cubrieron todas las salidas subterráneas del nido y se elaboraron
sendas antorchas con hojas secas de las palmas de ulu hiõ (Attalea maripa) y báõláyá hi õ
(Geonoma deversa). Con las antorchas, se sofocó y atrapó a los animales.
También como fitoindicadora o más propiamente señuelo de aves y hombres, puede
citarse al álukè ·yáì (Schefflera morototoni). La ubicación de esta Araliaceae, constituyó el
objetivo de una salida de cacería, de dos cazadores adultos en Diciembre de 1998. Alrededor
228
de las 4 a.m. se inició el recorrido río arriba, para detenernos unos 15 minutos antes de
romper el alba y a 5 km del asentamiento en la base del álukè ·yáì. Uno de los cazadores
trepó sigiloso el árbol vecino a aquel, conocido como háõliõ bá·tuõleõ ·yáì (Clathrotropis aff.
glaucophylla, Leguminosae). El otro reposó a la espera de las aves que vendrían a comer del
fruto de álukè ·yáì. Pese a que unas dos docenas de aves se posaron en las ramas de dicho
árbol, en esa oportunidad la caza no fue muy jugosa al fallar repetidamente el tiro los
cazadores. En otro evento, un experto cazador construyó una suerte de andamio con estacas
de la palma de ulu (Attalea maripa) sobre otro individuo de la misma especie arbórea y cerca
del amanecer esperó sigiloso el arribo de las aves para comer los frutos de la planta. Con la
ayuda de su cerbatana, en alrededor de dos horas había cazado 5 Cracidae de buen tamaño
las cuales ayudado por su esposa trasladó al asentamiento (S. Zent comunicación personal).
Pequeños albergues cercanos a árboles en fruto y actuando como suerte de
escondites, son usuales también como estrategias de caza. En estos casos, el cazador oculto
en el albergue imitará sonidos de animales o aguardará silente la aparición de las presas para
aprehenderlos. En CI en el verano de 1999, un par de jóvenes cazadores erigieron en un
conuco viejo abandonado un recinto con hojas de ·káõláõwá hiõ (Phenakospermun guyannense,
Strelitziaceae) y ulu hi õ (Attalea maripa). El albergue temporal estaba bajo la sombra de un
árbol adventicio, el ·wáeká ·yáì (Guazuma ulmifolia, Sterculiaceae). Los jóvenes se ocultaron
en el albergue y aguardaron hasta que algunas aves se acercaron a comer la fruta del árbol para
probar suerte y capturarlas. Aunque la caza resultó sólo relativamente exitosa dada la
inexperiencia de los jóvenes, la estrategia sin duda es efectiva.
Sin embargo, las salidas de cacería colectivas por excelencia incorporan a todos o a
la gran mayoría de miembros de la unidad de asentamiento, incluyendo mujeres y
229
adolescentes jóvenes. Estas usualmente consisten en cacerías con lanza y se centran en el
acoso de mamíferos de gran tamaño, típicamente Hydrochaeridae o Tapiridae. Se tuvo
oportunidad de observar el regreso exitoso de la caza de un uli yewo (Tapirus terrestris) de
más de 160 kg y de escuchar las historias asociadas a su captura, pero no se ha participado
nunca en estas expediciones consideradas peligrosas para los inexpertos. Ocho de los
catorce miembros mayores de 12 años en este asentamiento, participaron en esta salida de
caza.
IV.4.1c Plantas inductoras de cacería.
El 95% de las plantas colectadas, fueron consideradas por uno o más Hotì, como
alimento de animales. Los Hotì señalaron con precisión que frutas, hojas, semillas, cortezas o
raíces constituyen alimentos para animales específicos. Las plantas poveen la estructura física
del bosque, no sólo son autótrofas, sustentan la vida en la selva a través de proveer alimentos
básicos a los heterótrofos sino que además estimulan los complejos procesos ecológicos de
evaporación, transpiración y precipitación, entre otros. Además de hechos objetivos evidentes
cuantificables asociados a la presencia de vida en la selva, las plantas son receptáculos
primarios de complejas ideologías que vinculan de manera efectiva y desde fechas imprecisas
las esferas botánicas, zoológicas y humanas. En este sentido, un carácter único a la cultura Hotì
lo constituyen sin duda sus prácticas inductoras de una cacería exitosa.
Una serie de especies botánicas Hotì fueron consideradas inductoras de fuerzas no
perceptibles que facilitaban y agudizaban las habilidades del cazador en torno a la captura de
las presas. Cortezas de árboles, hongos y hojas de algunas especies botánicas, actuarían
efectivamente en el intento por explicitar los no perceptibles y sólo someramente
aprehensibles vínculos concatenadores de causa-efecto entre las esferas de animales, plantas y
230
hombres. Baños (áu iõbì), inhalaciones de porciones vegetales completas introducidas en las
fosas nasales (áu woõi) y lavados parciales del cuerpo del cazador (áu dìlì) con una o varias
especies botánicas, ganarían su favor en el intento por atraer los animales. Una suerte de ritual
cargado de respeto y más allá de la mera réplica o explicación racional tiene lugar en la esfera
humana al hacer explícita conductualmente los valores y poderes de las otras dos esferas
bióticas. El uso de plantas se practica el día anterior o el mismo día de la salida de cacería. La
gran mayoría de las plantas utilizadas son silvestres. Sin embargo, sólo se conocen siete
especies de plantas inductoras cultivadas, la aromática Amarantaceae ·wòli tuku hyá [hoja de
cabeza de pava] (Alternanthera sp.), de típicas amplias hojas la Araceae áliõluõ ·tukì ·wá·wá
(Caladium sp.), una hierba arbustiva de un poco mas que un metro, de olor pungente y tallo
suculento perteneciente a la familia de las Capparidaceae, ·kwáyo báõlo áye [hoja de mono
capuchino del camino](Cleome sp.), una Cyperaceae uli ·káõláõwiõle õ ·ko·ko (Cyperus sp.) de típico
tallo oscuro triangular, otra hierba, la Iridaceae conocida como ·ko·ko lìtìbiõbì (Eleutherine
bulbosa) de flores blancas escaposas y la conocida Zingiberaceae buleinèõ ·ko·ko (Zingiber
sp.). Sin embargo, el grueso de las plantas inductoras son silvestres.
La apelación de llamado al éxito de captura, puede estar asociado a una suerte de
rituales depuratorios. En este sentido, el cazador habría perdido su certeza al tiro y su buena
venia con los animales al haber transgredido límites en alguna de las esferas bióticas. Una de
esas transgresiones consiste en la manipulación inadecuada del wáõyáõ, un órgano aglutinador de
algún tipo de poder que salpica a hombres y plantas en el continuum vital de la selva. El wáõyáõ
probablemente sea un tipo de secreción biliar. No todos los animales poseen wáõyáõ. Aunque el
wáõyáõ exhibe una localización específica en el cuerpo de los animales, no se lo ubica en el mismo
sitio de un animal a otro. El wáõyáõ recibe un tratamiento especial durante el corte y la limpieza
231
del cuerpo del animal cazado, previo a la cocción. Sumo cuidado en la manipulación y entierro del
wáõyáõ debe observar quien lo palpa. Según el animal cazado, el wáõyáõ debe enterrarse cerca o no
del fogón o del asentamiento o en el medio del bosque. La contraparte aglutinadora de la esfera
vegetal tampoco tiene una localización consistente y varía de acuerdo a la planta involucrada. En
algunas plantas, se concentra mayormente en las cortezas y rizomas de algunas de ella, aunque
en otras, sean las hojas los agentes activos que catalizan y catapultan la acción deseada. Las
esferas botánicas, zoológicas y humanas parecen en este caso formar una tríada que abre
paréntesis en las dinámicas de interacción de las tres esferas. En cierto sentido, la dependencia
humana en plantas y animales se refuerza en este ejemplo significativo: el acceso a la proteína
animal estaría facilitado por la aprehensión de bioagentes vegetales que penetran físicamente al
hombre.
Los sueños ocupan sin duda un lugar prominente en las salidas de caza. Igualmente los
cantos nocturnos y aquellos entonados antes de que brote el alba están también relacionados a
las prácticas de cacería. Atinan además a un concepto de belleza expresado en el arte de cazar
ensartado en una compleja serie de fenómenos: uso de plantas específicas, cantos de tonadas
para animales específicos variando en virtud de cazadores específicos en momentos espacio-
temporales limitados. Usualmente se canta a los animales del bosque el día anterior o el mismo
día de la salida de caza. Generalmente el cazador afina su voz, e intermitente pero
prolongadamente (entre 1 y 3 horas) canta en voz fuerte y dicción acelerada tonadas que
propiciarán el éxito de caza. En ocasiones se expresan en contrapunteos difíciles de aprehender
entre dos o mas cazadores. En cualquier caso la rapidez con la que se concatenan los fonémas
hace muy complejo e impreciso cualquier intento por traducir a nuestros términos significados
más precisos.
232
En Octubre de 1998, se apreciaron las prácticas acopladas de cantos y plantas
inductoras, en una salida de cacería de Cebidae. Por espacio de 40 minutos las tonadas de
cantos de cacería se escucharon en la oscuridad previa al amanecer. Minutos previos al alba, un
joven cazador, su esposa y su hija infante de 15 días, remontaron los cerros aledaños en busca
de presas. Casi imperceptiblemente, el cazador, sin detener su acelerado paso de ascenso tomó
un par de hojas de un individuo joven de uli ·kwáyo ·tu hele [palo de cabeza de marimonda]
(Clavija lancifolia, Theophrastaceae), las estrujo entre sus dedos e introdujo porciones de
ellas en sus fosas nasales. Re-emprendió apresurado el ascenso y diez minutos mas tarde se
detuvo para tomar tres hojas jóvenes de háõliõ ·tiõ·tiõ ·yáì [árbol de corteza amarga pequeño]
(Voshysia ferruginea, Vochysiaceae), nuevamente las estrujo en sus manos e introdujo
porciones de la mezcla en sus fosas nasales, frotó además el exterior de su nariz con el
resto de la mezcla. Seguimos el camino en ruta de cacería y treinta y tres minutos más tarde
caía la primera presa uli ·káõbáõyá (Ara chloroptera, Psittacidae). Este individuo, formaba
parte de una pequeña banda de 7 aves quienes posaban ruidosas sobre el árbol de áwelá ·lute
·yáì (Dacryodes peruviana, Burseraceae), y se alimentaban de sus abundantes frutos. La
pareja entonces se detuvo a colectar e ingerir frutos de la misma especie por mas de dos
horas. Posteriormente se retomó el camino de caza, y solamente 95 minutos más tarde el
cazador había atrapado tres presas de uli ·kwáyo (Ateles belzebuth belzebuth, Cebidae). La
cosecha consistió de un individuo macho, una hembra y su cría, quienes formaban parte de un
grupo de alrededor de 10 monos de la misma especie que alborotados se alimentaban con la
fruta de ·wilo ·yáì (Rubiaceae no determinada aun). Luego de armar los 12 kg
correspondientes a los monos capturados como cargas sujetadas con cortezas de háõliõ ·tokwa
233
hele (Brosimum sp., Moraceae) se emprendió el regreso al asentamiento. El objeto de la
salida se había cumplido efectivamente.
Plantas inductoras del éxito en el asedio a los mamíferos más grandes intervienen en
prácticas asociadas al ambiente abiótico también. Esta actividad se codifica en la lengua Hotì
como ilõ·tile, y consiste en lo siguiente. El atinar a cruzarse con la huella dejada por uli yewo
[danta] (Tapirus terrestris), propicia el entierro bajo la misma de una mezcla de al menos dos
plantas preparadas en el lugar. En Diciembre de 1998 en MA, durante un recorrido de asedio, un
cazador joven habría visto la huella de un par de días de una danta, lo cual lo inclinó a extraer
cuidadosamente de su pequeño ·táwibo (caña usada a modo envase, Guadua sp., Poaceae),
rizomas de dos plantas: uli ·kálibèõle ·ko·ko (Cyperus sp.) y ·tuèõbe buleiõliõ ·ko·ko (Calathea
inocephala, Marantaceae). Esta última desprende un intenso y agradable aroma de su
amarillo-naranja rizoma, en tanto que el rizoma blanco del Cyperus se caracteriza por un
fuerte olor y sabor ácidos. El joven cazador procedió a rallar porciones de ambos rizomas
utilizando las espinas de las raíces aéreas de la palma buõli hi õ (Socratea exorrhiza) y luego de
mezclarlas las enterró bajó la huella del animal. La mezcla fue cubierta entonces con pedazos
de troncos en putrefacción para ser cubierta con hojas y estacas flexibles de unos 20 cm de
·tuõliwe õtì hele (Rinorea pubiflora, Violaceae). La captura de una danta unos pocos días más
tarde puede o no celebrarse a través de esta práctica para nuestra racionalidad científica.
Es palpable en cambio, que el asentamiento contó con carne por más de una semana luego de
ahumarla constantemente. El ahumar alimentos es una actividad culinaria poco frecuente, se
aplica con la intención de preservar los alimentos de origen animal (pescados y carnes). Las
otras prácticas de cocina frecuentes consisten en cocer hervidos o azar directamente sobre
el fuego los alimentos.
234
La efectividad real de estos ejemplos hace preguntarse ¿Dónde se traza la línea que
separa el conocimiento general pancultural objetivo de aquel subjetivo relativista cultural?
Una respuesta racional puede yacer en la explicación de los hábitos de cacería Hotì.
Prácticas similares entre los Machigenga del Amazonas peruano se han reportado
recientemente, aunque involucrando plantas cultivadas de la familia de las Cyperaceae
(Shepard 1997, 1998). Cuando los cazadores Machiguenga utilizan los Cyperus spp. cultivados
con el objeto de agudizar sus habilidades de caza, en realidad parecen responder a los
efectos de bioquímicos de algunos componentes de esas plantas. Hongos de la familia
Claviceps, (la misma a la que pertenecen los receptores del LSD) infectan comúnmente a los
Cyperus cultivados, impregnando sus raíces de alcaloides. Estos son los responsables de las
propiedades medicinales atribuidas a los Cyperus. Las plantas silvestres utilizadas por los
Hotì podrían tal vez exhibir comportamientos fitoquímicos análogos.
La selección de plantas inductoras depende del cazador y el animal que se pretenda
capturar. Se observaron consistencias entre la verbalización de especies botánicas efectivas
para capturar únicos y animales específicos. Otras plantas, en cambio parecían actuar como
generalizadoras y son efectivas para cazar un amplio rango de animales de presas. La tabla Nº
IV.13 lista algunas de las especies mencionadas como inductoras más consistentemente.
Tabla Nº IV.13: Plantas inductoras de una cacería eficiente.
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV Basidiomycetes uli ·kwáyo wáiõye áõ·kiõlo hongo ANA Tapirira guianensis ·wáli iku u·kwá·toko ·yáì árbol APO Couma sp. i·cËeká wáõlebáõ ·yáì hele árbol ARA áwelá kwáták·á ibuhu bu tu epífita ARE ·wá·táwá ·ko·ko hiõ plama ARE Euterpe precatoria ·wá·wì hiõ palma AST Piptocoma schomburgkii háõli õ uluku ·yáì árbol BIG wáõ ibuhu liana BRS Brosimum sp. háõli õ báõli õyoõ ·yáì árbol BRS Dacryodes sp. uli lude ·yáì árbol
235
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV BRS Protium crassipetalum háõli õ iye ·yáì árbol BRS Protium sp. háõli õ báõu ·yáì árbol BRS Protium sp. ·wiõleõ ·yáì árbol CCR Caryocar microcarpum lìõ ·káwále ·yáì árbol CEC Cecropia sciadophylla uli we·tolo ·yáì árbol CHB weyo ·táwì hele árbol CHB Hirtella glandulosa weyá ·yáì árbol CHB Licania apetala var. aperta ·kwái·le ·táwì árbol CMB Terminalia amazonia ·tuõbi õlu ·yáì árbol CPP Cleome sp. ·kwáyo báõlo áye hierba CRC Carica sp. c Ëo ·wáyá ·yáì árbol CRC Carica sp. háõli õ ·kili wáyá árbol CSL Tachigali sp. bu õ·kì ·yáì árbol CYP Cyperus sp. ·káláwiõle õ ·ko·ko hierba EBN Diospyros pratermissa / D. vestita áõbi õyeõ ·táwì árbol ERX Erythroxilum sp. wálicËiáõlá ·yáì árbol EUP Conceveiba guianensis háõli õ ·wáibo ·yáì árbol EUP Micrandra aff. siphonoides ·káõbáõyá kwèõto õ ·yáì árbol EUP Sagotia sp. ·káõbáõyáõ ·táwì ·yáì árbol FLC wòli ·yáì árbol LAU c Ëo uluku ·yáì árbol LCY Gustavia aff. poeppigiana. áwáká ·yáì árbol LEG ·ki õle õ hu liana LEG uli bu õ·ke õlo ·yáì árbol LEG uli ·teõ·te õ ·yáì árbol LEG uli wuá árbol LEG ·ká·wiye ·táwì arbusto LEG Dioclea malacocarpa ·oleá·te ibuhu ·yáì liana LEG Machaerium sp. iye·telá ibuhu liana MEL ·káli ·táwì ·yáì árbol MEL Carapa sp. uli báõláõtáiku ·yáì árbol MEL Guarea guidonea háõli õ báõláõtáiku ·yáì árbol MEL Guarea guidonea báõláõtáiku ·yáì árbol MEL Trichilia mazanensis uli iye ·yáì árbol MEL Trichilia quadrijuga háõli õ lìõ iye ·yáì árbol MLS ·kule ·tukuli hele arbusto MOR Brosimum guianense uli ·kwái·le ·táwì árbol MYS Iryanthera aff. juruensis háõli õ iye ·yáì árbol OCH Ouratea castaneifolia ·ole·te álábibi ·yáì árbol OCH Ouratea polyantha c Ëie õko ·táwì ·yáì árbol PIP Piper sp. áwálì hele hierba PIP Piper sp. háõli õ báõyekáõ hele shrub POA báõluwe hoho hierba POA Cymbopogon citratus ehwá báõluè hyá hierba SAP Micropholis egensis ·káile ·yáì árbol SAP Micropholis sp. uli ·tiõ·ti õ ·yáì árbol SAP Talisia sp. háõli õ ·kwái·le ·táwì árbol SPT háõli õ ·káile ·yáì árbol
236
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV SPT Ecclinusa guianensis wálikye ·yáì árbol SPT Manilkara sp. uli ·káile ·yáì árbol SPT Pouteria caimilo tu õwèõláõ ·yáì árbol STY Styrax sp. tu õwèõláõ ·yáì árbol TEO Clavija lancifolia ·kwáyo ·tu hele árbol TIL Luehea sp. ·káõbáõyá ·táwì árbol VIO Amphirrhox longifolia ·tiyebo ·yáì hele árbol VOC Erisma uncinatum uli ·káwìle ·yáì árbol VOC Qualea paraensis /Vochysia aff.
vismiifolia ·káõbáõyáõ ·táwì ·yáì árbol
VOC Voshysia sp. ·ti·ti ·yáì árbol ZIN tuwebe buleláõ ·ko·ko hierba c Ëo õ cËák õ áõláõ ·yáì árbol háõli õ ·kwáõyo ·yáì árbol báõlá ·táwì árbol bálo· káhwiye ·táwì arbusto be õ ·tawìõle hierba c Ëáõká ká ·yáì hele árbol c Ëo láõ·te arbusto ·tìõkèwáká hele arbusto tuwewe káli ·yáì árbol háõli õ á·kuli tu báõlá hu liana háõli õ á·kuli ·yáì árbol háõli õ ·kweyoko hele árbol hetò ba ·yáì árbol ·wá leõ·káõlá hele arbusto ·c Ëábo áõláõwiõli õ ·yáì árbol ·káwìkè ·yáì árbol ·ká·wiye ·táwì ·yáì árbol ·kwá·kiálá ·táwì ·yáì árbol ·kwáyo wáõyá hongo ·kwáyo iõli õ bu liana ·kwi leõ·káõlá áye hierba ·kwi bule·tiyebo ·yáì árbol ·kwi leõ·káõlá hele/áye hierba kìbòõlòkòtì ·táwì árbol ·tokwe ·yáì árbol uli bi õ·li·li ·yáì árbol uli ·kwáyo báõlu liquen uli ·kwáyo beõ e·te helecho uli lo·kwe árbol weõláõoli uluku ·yáì árbol ·wòli ibuhu bu liana ·wòli tuku hyá hierba yewi bo õ ·ko·ko hierba
237
Los perros cazadores, también son objeto de tratamientos deferentes inductores
con plantas. Así, con la denominada báõ·cËáõwa hele (Piper reticulatum, Piperaceae), se los baña
antes de la caza. Se cuenta con información de primera mano (S. Zent comunicación personal
observado en MA y reconfirmado en CI) que señala que la materia vegetal en proceso de
digestión que habría ingerido el uli yewo (Tapirus terrestris) antes de ser cazado, y que se
extrae de sus intestinos, se utiliza exclusivamente para bañar a los perros de caza. Este
baño se ejecuta inmediatamente después de extraer los intestinos en el lugar donde se
capturó la presa. En ambos casos, el fin último es agudizar las habilidades de caza del canino.
IV.5 Pesca
La pesca se ha considerado como el "renglón ecológico menos significativo" (Coppens
1975:68), evidenciado ser el menos productivo de aquellos practicados por los Hotì (Coppens:
1983:266) y el que contribuye menos al aporte dietético de este grupo (Coppens 1975:76).
Nuestras observaciones de campo, evidencian sin embargo, que la pesca puede constituir
estacionalmente el renglón más explotado y el que aporta la mayoría o la totalidad de los
recursos alimenticios. Al igual que sucede con los productos de recolección, cacería e incluso
agrícolas, los acuáticos exhiben períodos de alta y baja explotación y manejo. En la ecología
de subsistencia Hotì, es en realidad la distribución espacio-temporal de los recursos
silvestres la que determina la estrategia a seguir. No en balde puede argumentarse que la
sobrevivencia de los Hotì depende de un agudo conocimiento ambiental en términos bióticos
y abióticos.
Dada la tendencia interfluvial de los Hotì, los cursos de agua aledaños a sus
asentamientos suelen ser relativamente pequeños por lo que la ictiofauna que sustentan
ostentará tamaños proporcionales. Sin embargo, el número relativo de las poblaciones de
238
animales acuáticos, parece ser suficiente para satisfacer las necesidades dietéticas de los
asentamientos Hotì. De hecho, cuando las presas animales de caza son escasas o nulas
pareciera optarse por una opción que con menor esfuerzo y casi siempre redundará en
cosechas: la pesca.
Además de un número de peces (véase tabla Nº IV.14) para los que lamentablemente
no se cuenta con todas las determinaciones científicas, los Hotì capturan ·káliõláõ háõ
(temblador, Electrophorus electricus), iye háõ (cangrejo de río, Fredius adpressus), áuleõ háõ
(baba, Paleosuchus trigonatus) y báõ·lálá háõ (camarón de agua dulce, Macrobrachium cf.
atabapense) capturados en pequeños caños en MO. En términos de frecuencia, las salidas de
pesca se practicaron mayormente en MA, en relativa igual proporción en las misiones y en
menor medida en MO. También en la práctica de la pesca, se pone de manifiesto el vasto
conocimiento ambiental, biótico y abiótico de los Hotì.
Tabla Nº IV.14: Inventario parcial de peces capturados por los Hotì.
Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Bryconamericus sp. háõli õ bo õ·toõ Callichthys callithtys ·lewáõ bo õ·toõ Hoplerythrinus unitaeniatus
·c Ëábo ·kubáõ há
Lithogenes sp. áõbi õyeõ bo õ·to õ bagre Pygocentrus cariba ·kwáe·le boõ·toõ caribe Serrasalmus sp. háõli õ ·kwái·le boõ·toõ caribito ábiõyeõ bo õ·to õ bagre uli ábiõyeõ bo õ·to õ bagre
La pesca puede practicarse en solitario o en salidas colectivas en las que participan
niños, adolescentes y adultos de ambos sexos. En ambos está signada por la flexibilidad,
tanto en términos de la duración de las salidas, como el lugar escogido para la pesca. A este
puede accederse caminando o utilizando las pequeñas canoas monóxilas mencionadas antes.
239
En algunas ocasiones incluso, las salidas de pesca colectivas están teñidas de un sabor
festivo de campamento jovial, relajado y exploratorio.
La literatura etnográfica inicial, reporta como artefactos de pesca anzuelos de metal
e hilos elaborados con fibras vegetales inespecificadas (Jangoux 1971:20). Esta fibra
vegetal posiblemente se refiera a la bromelia cultivada, denominada toõè (Ananas ananasoide)
mencionada unos años más tarde por Coppens (1975:73). La fibra de toõè se ha ido
substituyendo paulatinamente por el hilo de nylon obtenido como bien de intercambio
comercial. Los peces pueden capturarse también manualmente con la ayuda de cuchillos y
elaborando suerte de paredes de piedras que recrean pozos en pequeños caños de una
profundidad no mayor a 40 cm Se observó además el uso de lanzas de puntas de hierro más
estrechas que las destinadas a la caza de animales terrestres, elaboradas con individuos
jóvenes de ·weõleõwe õle õ ·yáì (Brownea coccinea subsp. capitella). Esta Caesalpianeacea ofrece
dureza y flexibilidad, criterios considerados necesarios para lograr una pesca efectiva. A
diferencia de la mayoría de grupos amazónicos en Venezuela (cf. Guánchez y Romero 1998)
no se observó el uso de trampas armadas como cestas de hojas de palmas. Se observó en
cambio el uso del tronco de la palma buõli hiõ (Socratea exorrhiza) en el proceso inicial de
descomposición como una suerte de atrayente de peces y cangrejos a modo de trampa. Con
frecuencia se encuentra esta especie flanqueando caños y ríos. El tronco fibroso de esta
especie al descomponerse y colocarse dentro de los cursos de agua permite el flujo relativo
de la misma y de la ictiofauna. Los animales al entrar al tronco a ingerir su fibra, pueden con
facilidad atascarse y quedar atrapados allí. Es entonces cuando los Hotì los cosechan.
Las prácticas de pesca incluyen el uso de plantas. Muchos frutos vegetales se utilizan
asiduamente como cebos o carnadas (véase Nº IV.15) pero además, pueden servir como
240
adormecedores o venenos de barbasco. Coppens (1975:73) reporta el uso de nueces
inespecificadas utilizadas como venenos en los caños para pescar. Se registró el uso de dos
especies silvestres como barbascos, una Sapindacea arbórea y una liana de las Leguminosas,
posiblemente Lonchocarpus sp. Aunque poco frecuentes, las expediciones de pesca con
barbasco involucran sin distingos hombres y mujeres de todas las categorías etáreas que
deseen participar. El fruto arbóreo de bi õ·li·li hele (Dilodendron bipinnatum), se coloca en
huecos cercanos a los pequeños caños donde se pretende depositarlos. Se los tritura con la
ayuda de instrumentos cortantes o simplemente con las manos. Se depositan en cestas
elaboradas con las hojas de las palmas mencionadas antes y se sumergen en el agua
repetidamente. Pocos minutos más tarde, el agua enturbecida y baja en oxígeno desorienta y
adormece a los peces los cuales se atrapan con relativa facilidad. Algunos miembros del
grupo de pesca aguardan unos metros aguas abajo por los pescados adormecidos o escapando
del efecto apóxico de la fruta. Se puede elaborar una suerte de pared de piedras para
limitar el flujo del agua y facilitar la captura de los peces. La corteza del Dilodendron
bipinnatum, se declara además como inductora efectiva de una pesca exitosa, si el pescador
introduce en sus fosas nasales porciones rasgadas de la misma. La frecuencia del uso de
barbasco observado, es bastante baja sin embargo.
Tabla Nº IV.15: Plantas usadas en la Pesca como carnada (c) o barbasco (b).
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV ACA Odontonema bracteolatum ·tìõ·tìõweõká hele arbusto c ARA Philodendron sp. ·káõ·káõto hyá epífita c ARE Astrocaryum gynacanthum háõli õ báhî palma c ARE Bactris sp. uli bá hiõ palma c ARE Euterpe catinga var. catinga ·wá·wì hi õ palma c ARE Socratea exorrhiza bu õli hiõ palma c BOM Ceiba sp. uli ·tábáli ·yáì árbol c BOR Cordia nodosa á·kukè ·yáì hele árbol c BRS Crepidospermum rhoifolium/Protium sp. háõli õ báõu ·yáì árbol c BRS Protium sp. i·c Ëeká báõu ·yáì árbol c
241
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV BRS Protium tenuifolium báõu ·yáì árbol c CCR Caryocar microcarpum ·káwále ·yáì árbol b CHB we õloõ ·yáì árbol c CHB Hirtella sp. weyá ·yáì hele árbol c CHB Licania apetala var. aperta ·kwái·le ·táwì árbol c CLU e·káwile hu liana c CLU Caraipa densifolia ·kwiwi ·yáì árbol c CLU Chrysochlamys membranacea áu·kuli hele árbol c CLU Clusia sp. ·láláká hu liana c CMB Terminalia amazonia ·tuõbi õlu ·yáì árbol c CMM Tradescantia zanonia háõli õ cõo lu·ilu bejuco c CSL Brownea coccinea ·wáeká hele árbol c CSL Brownea coccinea subsp. capitella ·weõle õwe õleõ hele árbol c CSL Maccolodium sp. háõli õ báõlò ·táwì árbol c CSL Swartzia grandifolia ·kwá·kwáli ·yáì árbol c EBN Diospyros pratermissa/ D. vestita áõbi õyeõ ·táwì árbol c ELC Sloanea laxiflora háõli õ ·táwáte ·yáì árbol c ELC Sloanea robusta uli lotáõu ·yáì árbol c ELC Sloanea sp. lotáõu ·yáì árbol c ERX Erythroxilum sp. wálicõiáõlá ·yáì árbol c EUP ·kwáõkeyábo ·yáì árbol c EUP Croton cuneatus lìõ hetò ·káláwe árbol c EUP Mabea sp. ·kálileõláõbuke õ ·yáì árbol c EUP Mabea sp. uli wáõleõko õ ·yáì árbol c EUP Micrandra aff. siphonoides ·káõbáõyá kwèõ ·yáì árbol c FAB Tephrosia sinapou bo õ·toõ bi õ·li·li hele arbusto c FLC Casearia sylvestris var. sylvestris ·kule·tìlìáte ·yáì árbol c FLC Laetia procera háõli õ holowá·ká hele árbol c LAU Ocotea schomburgkiana háõli õ uluku ·yáì árbol c LCY álikwete t·ábáli ·yáì árbol c LCY Eshwcilera sp. ·wáõle·te ho õlo õ ·yáì árbol c LCY Lecythis corrugata ho õlo õ ·yáì árbol c LEG ho õlo õ ·yáì árbol c LEG háõli õ ále ·táwì árbol c LEG hetò báõluwe ·yáì árbol c LEG háõli õ ·wáõli õ ·yáì árbol c LEG Deguelia sp. báõ·tu õle õ hu liana b LEG Erythryna sp. titibu ·yáì árbol c LEG Lonchocarpus sp. háõli õ báõ·tuõleõ árbol b LEG Machaerium sp. iye·telá ibuhu liana c LEG Pterocaropus rohrii báõliyo õ ·yáì árbol c LOG Strychnos sp. hetò báõláwá hu liana c MEL Guarea guidonea háõli õ báõláõtáiku ·yáì árbol c MEL Trichilia inaequilatera hetò iye to liana c MIM Acacia glomerosa bá ·yáì ìeyá árbol c MIM Inga edulis luwe ·yáì árbol c MIM Inga sp. bo õ·toõ luwe ·yáì árbol c MIM Inga sp. hetò uli luwe ·yáì árbol c
242
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV MLP Byrsonima japurensis hetò ·wilo ·táwì árbol c MLS Bellucia grossularioides uli i õli õyo ·yáì árbol c MLS Miconia sp. háõli õ i õli õyo hele árbol c MOR áte tuwáõleoteká ·yáì árbol c MOR lìõ o õleõko õ ·yáì árbol c MOR Ficus sp. telelá ·yáì árbol c MOR Ficus sp. uli telelá hu liana c MOR Ficus velutina háõli õ telelá hu liana c MOR Helicostylis tomentosa wáõiyo õ wáõle õbáõ ·yáì árbol c MRS Cybianthus sp. háõli õ tu õwèõláõ ·yáì árbol c MRT Myrcia sp. i õleõbá ·yáì árbol c MRT Psidium sp. ·teõ·te õwáõláõ ·yáì árbol c MRT Psidium sp. yuwáõká ·yáì árbol c MYS Iryanthera hostmannii báõlo ·táwì ·yáì árbol c MYS Virola elongata uli áe·kèõ ·yáì árbol c MYS Virola sebifera háõli õ áe·kwáõ ·yáì árbol c OCH Ouratea castaneifolia c Ëieõko ·táwì árbol c ORC ·táwì wáõwáõlìõ báõ hu epífita c PIP Piper piscatorum áwálì hele hierba b PIP Piper sp. báõjáwá hele hierba b RUB áõláõ ·yáì árbol c RUB Bathysa bathysoides olábo ·yáì árbol c RUB Hamelia patens leõláõ hele ·yáì árbol c RUB Tocoyena sp. háõli õ i õle õbá ·yáì árbol c RUT Raputia aromatica báliyeká ·yáì árbol c SAP tuwiyu ·yáì árbol c SAP Dilodendron bipinnatum bu õ·li·li ·yáì árbol b SAP Dilodendron bipinnatum uli bi õ·li·li ·yáì árbol b SAP Pouteria aff. venosa u·to ·káõyeõlá ·yáì árbol c SAP Talisia retusa ·táwì árbol c SOL Cestrum latifolium ·tokwáwá árbol c SRZ Sterculia pruriens háõli õ lo·kwe ·yáì árbol c STR Herrania lemniscata uli á·kuká ·yáì árbol c STR Sterculia sp. lo·kwe ·yáì árbol c STY Styrax guianensis hetò uluku hele arbusto c TIL Vasivara alchorneoides hetò ·wáeká ·yáì árbol c VIT Cissus sp. bo õ·toõ ibuhu liana c VOC Qualea paraensis c Ëo lábì ·yáì árbol c ·tokwá hele árbol c ekwoli ·yáì árbol c háõli õ e·kelo ·yáì árbol c háõli õ hetò ·káláwe arbusto c háli ·wáli ·yáì árbol c i·kulu ·yáì árbol c i õleõbiye ·yáì árbol c ·ku·te ibuhu liana c ·kwáõyákeyábo áláwili ·yáì árbol c ·kyáwelá ibuhu hierba c
243
Flia Nombre Latín Nombre Ho FV uli áye káláilá árbol c uli ·tuõlu õwete ·yáì árbol c
Una frecuencia mayor parece tener el empleo de los tallos y las raíces de báõ·tuõle õ hu
(Lonchocarpus spp.) como adormecedores de peces en los caños. En el verano de 1998, se
visitaron tres asentamientos temporales erigidos con el objeto de aprovechar la presencia
de Lonchocarpus sp. flanqueando caños donde el agua fluía rápida pero no profundamente.
Asociadas con las pescas con anzuelo se encuentran las búsquedas de cangrejos
ocultos bajo las piedras de los cursos de agua de flujo rápido. En una jornada de sólo 3 horas
intercaladas con baños y juegos, 2 adolescentes Hotì capturaron en Febrero de 1999, casi
dos kilos de cangrejos de río.
No menos divertidas desde la perspectiva Hotì, aparecen las salidas al atardecer
destinadas a capturar babas (Paleosuchus trigonatus). Usualmente dos o tres adultos
planifican el recorrido luego de que algún miembro avistó uno de estos animales. Una salida
exitosa de un cazador antes de romper el alba en MO, produjo casi 16 kg de carne de
Paleosuchus trigonatus.
Algo riesgosas en cambio, se consideran las capturas de tembladores. En este caso,
el conocimiento de hábitos y hábitats de este animal resultan fundamentales para garantizar
la captura del mismo. Es especialmente la época de verano la favorecida para atrapar
tembladores, usualmente aprovechando la desecación de las lagunas que se forman en los
bosques inundables estacionalmente. La desecación de parches de las lagunas estacionales,
interrumpen la continuidad del flujo del agua, dejando un panorama de pequeños pozos
aislados unos de otro, donde se concentran la ictiofauna que no logró salir a tiempo a los
cursos de agua continuos mayores. Los pescadores salen al amanecer armados con lanzas, y
244
especialmente estacas afiladas de más de una especie vegetal, tales como ·tuwobeleõkeõkeõ
·yáì (Parinari excelsa, Chrysobalanaceae), báliyeká ·yáì [árbol de corteza quebradiza]
(Raputia aromatica, Rutaceae) e i·cËeká ·táwì [árbol de madera muy dura] (Qualea paraensis).
Una vez en los pozos acosan y lanzan a los tembladores que luchan por desprenderse de las
afiladas armas. Usualmente extraen del agua aun vivos a los animales y forcejean con ellos
hasta debilitarlos golpeándoles la cabeza con otra estaca. Se observó comúnmente arrojar el
wáõyáõ de los tembladores al caño, luego de extraerlo de la cabeza del animal donde peces
pequeños lo ingirieron. Los tembladores pueden pesar hasta 11 kg y proveen de lípidos y
proteínas abundantes. La frecuencia de la ingesta de tembladores durante el verano puede
ser casi diaria en localidades como MA.
Algunas plantas inductoras se consideran garantes de una cosecha de peces efectiva.
Fundamentalmente, cortezas asociadas con baños y lavados de partes del cuerpo de los
pescadores. Las cortezas de dos árboles, una conspicua Mimosaceae de unos 27 m de alto y
40 cm DAP, ·kwáyo oõleõká toto ·yáì [árbol del lóbulo de la oreja del mono capuchino]
(Enterolobium schomburgkii) y una espinosa Rutaceae de tronco blanquecino, ·tuèbe bá ·yáì
[árbol de espinas rojas] se registraron como inductoras.
IV.6 Horticultura.
La etnografía Hotì inicial ofrecía un panorama algo contradictorio acerca de las
tendencias agrícolas entre los Hotì. Algunas descripciones de sus habilidades hortícolas, los
definían como cultivadores incipientes y en algunos casos se reportan sus conucos como poco
atendidos y de tamaño pequeño (Dye 1970:4; Eibl-Eibesfeldt 1973;Corradini 1973:43; Guarisma
1974:17; María Eugenia Villalón comunicación personal). Otras referencias consideraban que
poseían diversos y variados conucos policultivados, plantados con tubérculos, cereales y árboles
245
por alrededor de dos años, luego de los cuales los Hotì conducirían cosechas esporádicas e
intermitentes (Coppens 1975:68-70). La incertitud acerca del sistema agrícola Hotì alcanzaba
también a dilucidar qué cultígeno constituía el más frecuentemente cultivado y consumido por
los Hotì. En reportes de contacto, se menciona al maíz como el preferido (Bodin 1969; Bou
1970; Guarisma 1974). Otras versiones registran a las variedades de Musa paradisiaca como
primordiales en la dieta y prácticas agrícolas Hotì (Jangoux 1971; Coppens 1975), en virtud de
que durante un muestreo de 30 días realizado durante la estación seca, se consumió Musa en
70% de las comidas observadas (Coppens 1975).
Respuestas parciales a estas incertitudes estimularon nuestra exploración del manejo y
conocimiento de los Hotì acerca de las plantas cultivadas. Las aseveraciones siguientes acerca
del conocimiento hortícola Hotì, están basadas en tres categorías de datos: (1) observaciones
de seguimiento sistemáticas de las actividades agrícolas practicadas a lo largo de un ciclo anual,
incluyendo 45 observaciones de foco y registro de actividades del observado cada cinco
minutos; (2) la medición y mapeo de 30 conucos; e (3) inventarios de cultivos en 111 parcelas de
100 m², estos dos últimos tipos de datos se levantaron en conucos de diferentes edades y
localidades junto con S. Zent. El muestreo de las parcelas de 100 m², se determinó al azar,
utilizando un método simple, se colocaron en una bolsa números discretos y sin observarlos se
los tomaba de la bolsa, siendo estos los grados de la brújula hacia los que se orientaría la
parcela, es decir el ángulo de la misma, además de la distancia de penetración. Se delimitaban
los 100 m² con la cinta de medir y estacas cortadas para ese fin y se procedía a inventariar
todos los cultivos independientemente de su tamaño, edad o grado de fertilidad. Las tablas Nº
IV.16 y Nº IV.17 resumen el número de parcelas en conuco levantadas según la edad y localidad.
246
Tabla Nº IV.16: Parcelas de Muestreo en Conucos Hotì según Edad
Edades No. De parcelas 0 25 1 22 2 25 3 19 >4 20 Totales 111 Tabla Nº IV.17: Parcelas de Muestreo en Conucos Hotì según Lugar. Lugar No. De parcelas Caño Iguana 60 Caño Majagua 24 Caño Mosquito 21 Alto Cuchivero 6 Totales 111
Debe subrayarse al inicio de esta exposición que no todos los grupos, familias o Hotì
individuales poseen o levantan conucos o parcelas agrícolas. Observándose además, un rango
diverso de posibilidades entre aquellos Hotì que practican la agricultura como se describirá
parcialmente en este capítulo.
Los conucos Hotì son típicamente policultivados y presentan extensiones
superficiales variables, entre .3 a 1 hectárea. El sistema agrícola practicado es el de tala y
quema característico del Neotrópico. Los instrumentos de labranza son generalizados, es
decir aquellos que se utilizan para una gran variedad de tareas: machetes, cuchillos, y
estacas de muchas especies de maderas resistentes. Plantas como la Sterculiaceae ·wáe·ká
·yáì (Guazuma ulmifolia ), actúan como fitoindicadoras de buenas tierras para el cultivo.
Durante los meses de Noviembre-Diciembre, y luego de seleccionar la porción de tierra para
abrir el nuevo conuco, los Hotì talan por un par de días los arbustos, arboretos, bejucos y
plantas pequeñas. Unos días más tarde se talan los árboles grandes. Esta actividad puede
aglutinar en trabajo cooperativo a todos o la mayoría de los hombres adolescentes y adultos
247
de las comunidades de MA y MO. Las asociaciones de intercambio de mano de obra son muy
variables. Usualmente los varones de una familia nuclear trabajaran juntos. Los miembros de
una familia extendida en cambio, pueden o no asociarse para los trabajos agrícolas. En la
misión de CI las alianzas para cooperar en la tala de conucos nuevos, implican complejos lazos
por afinidad que parecen no exhibir patrones de vínculos o asociación. Antes del inicio de la
estación lluviosa alrededor de finales de Febrero o durante la primera quincena de Marzo,
seca ya la materia orgánica talada, se procede a quemarla. La quema puede iniciarse y
controlarse por mujeres y hombres indistintamente. Algunas plantas muy apreciadas por su
alta combustibilidad y tal vez por el tipo de nutrientes que liberan son háõliõ we·tolo ·yáì
(Pourouma guianensis subsp. guianensis, Cecropiacea), háõliõ iye (Trichilia brachystachya,
Meliaceae), uli iye (Trichilia mazanensis), boõko báõlu ·yáì [árbol de la resina resina que ilumina
y pinta] (Trattinnickia burserifolia, Burseracea), háõliõ telelá hu (Coussapoa spp., Moraceae),
la hierba compuesta ·káõláõwiõle táwì hele ·yáì, y la liana de las Olacaceas holokáli ibuhu.
Durante las semanas siguientes se procede a la siembra, niños, adolescentes y adultos de
ambos sexos participan con ánimo festivo en esta actividad. No sólo aquellos que participaron
en la tala y quema, siembran en los conucos nuevos. Sin embargo, parece reconocerse
propiedad sobre los individuos plantados aunque se practique gran flexibilidad para cosechar
de conucos propios y ajenos. Un fenómeno curioso y complejo pertinente a las practicas de
distribución de recursos que trasciende las complejidades de aquellas relativas a la
producción de los mismos.
La distancia de los conucos con respecto a los asentamientos permanentes y
temporales, exhibe un rango muy variable. Se observaron viviendas insertas en conucos y
248
también se caminó alrededor de seis kilómetros hasta el conuco mas cercano de un
asentamiento permanente flanqueado por selvas estacionalmente inundables.
Se registraron 50 cultivos en los inventarios llevados a cabo en los conucos Hotì.
Tabla N° IV.18: Inventario de los cultivos en conucos Hotì.
FLA Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Uso AMA Alternanthera spp. ·wòli tuku hyá Caza Inductora ANA Mangifera indica báõ·ko mango Alimento ARA Caladium sp. u·ku áte Alimento ARA Caladium sp. áli õlu õ ·tukì Medicina/Caza
Inductora ARA Xanthosoma spp. ·tuwáõ bèõ ocumo Alimento ARA Xanthosoma spp. ·tuèlo õ bèõ ocumo chino Alimento ARA Xanthosoma
sagittifolium uli bèõ ocumo Alimento
ARE Bactris gasipaes ·lebáõ pijiguao Alimento BIG Lagenaria siceraria ·lábo totumo Platos BIX Bixa orellana ·kulilu onoto Teñir BML Ananas comosus ·láõláõ hu piña Alimento BML Ananas ananasoides to õèõ curagua Fibras CEC Pourrouma
cecropiaefolia we·káu lìdì hái cocura Alimento
CNV Ipomea batata iye batata Alimento CPP Cleome sp. ·kwáyo báõlo áye Caza Inductora CRC Carica papaya wáyá lechosa Alimento CUC Cucurbita moschata ·kute hu auyama Alimento CUC Cucurbita spp. ·lu õwyeõ ·tu calabaza Platos CUC bátiyá hu patilla Alimento CUC Fevillea spp. ·lábo hu totumo Platos CYP Cyperus spp. háõli õ ·káõláõwiõle Medicina/Alimento CYP Cyperus spp. ·káõláõwi õle Alimento/Medicina CYP Cyperus spp. uli ·káõláõwi õle Caza Inductora DSC Dioscorea trífida háõli õ ·wále mapuey Alimento DSC Dioscorea alata uli ·wále ñame Alimento EUP Manihot esculenta áõle õ yuca Alimento FAB Phaseolus vulgaris. ·tuõè iboto frijoles Alimento GRA Saccharum officinarum ·káõláõlá caña Alimento GRM Oryza sativa á·lo arroz Alimento GRM Coix lachryma-jobi ·kwáõláõlkáõ hele lágrimas de San
Pedro Mostacilla
GRM Zea mays ·tábu õ maíz Alimento IRI Eleutherine bulbosa ·ko·ko lìtìbiõbì Caza Inductora LAU Persea americana áwá ·yáì aguacate Alimento LEG lá·tái cuentas de semilla Mostacilla LEG Inga edulis lue guama Alimento LEG Arachis hypogaea báõli maní Alimento
249
FLA Nombre Latín Nombre Ho Nombre Español Uso MLV Gossypium barbadense ·lewá algodón Textil MLV Hibiscus abelmoschus i·kobáluwe Alimento MRN Calathea inocephala ·tuèõbe bulei õli õ ·ko·ko Caza Inductora MRN Maranta ruiziana kwò tubérculo Alimento MRN Calathea latifolia ·táweõ tubérculo Alimento MRT Psidium guajava ·kwáyaba guayaba Alimento MUS Musa paradisiaca x he·tálá cambur Alimento MUS Musa paradisiaca x wáõlule plátano Alimento PAP Cajanus cajan lìõtìõ hawa Alimento POA Cymbopogon citratus áiye leb õoláõ limoncillo Medicina RUT Citrus limon libo õ limón francés Alimento SOL Nicotiana Tabacum hèáli õ ·káwái tabaco Medicinal SOL Nicotiana Tabacum ·káwái tabaco Medicinal SOL Capsicum frutescens lá·te ají Aliño VIT lilu hu Alimento ZIN Zingiber officinale ·tuèõbe bule i õli õ ·ko·ko jengibre Medicina/Caza
Inductora ·tikiwili Medicina i·ko báõlu Medicina Algunas plantas listadas son de obvia introducción reciente, como el arroz, el
limoncillo y la cocura cuyas semillas fueron traídas por los misioneros de CI y se dispersaron
por asentamientos circundantes. También los misioneros, esta vez de KA y CI introdujeron el
limón. Uno de los resultados de los contactos recientes de los Hotì de MA con comunidades
indígenas Piaroa, Ye'kwana y Yabarana es la introducción de semillas de patilla. Muy
apreciada por los Hotì pues es especialmente refrescante en el período de sequía o verano.
La fecha de posible introducción de la Musa sp. es en cambio desconocida, pero se asume una
incorporación a la cultura Hotì remota, dada la importancia de estos cultígenos en la misma.
La liana conocida como lilu hu, es considerada comida de los ancestros, y se refiere a ella
como alimento de período de escasez o hambrunas. Su frecuencia en los conucos es mínima o
nula y además se la asocia con poderes mágicos de algunos individuos a los que se respeta o
teme así como también con poderes de los ancestros materializados en esa planta.
250
La frecuencia de los cultivos distribuidos de acuerdo a la edad de los conucos, y
calculados para una hectárea, se presenta en la tabla Nº IV.19 y en los gráficos siguientes.
Tabla Nº IV.19 : Frecuencia de los cultígenos en 1 hectárea de conuco sembrado.
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año Zea mays 10568 559 168 53 0 Dioscorea alata 2728 964 980 326 320 Manihot esculenta 2104 2818 2848 3274 670 Nicotiana Tabacum 1140 364 28 32 0 Dioscorea trifida 932 1032 276 195 295 Musa paradisiaca 716 1555 1756 2063 2000 Oryza sativa 692 0 0 0 0 Carica papaya 512 177 156 205 490 Xanthosoma sagittifolium 440 527 376 521 670 Ipomea batata 220 173 68 53 45 Saccharum officinarum 120 2395 884 221 10 Gossypium barbadense 88 359 172 163 25 Cyperus spp. 48 223 12 0 0 Maranta ruiziana 48 18 44 16 35 Cyperus spp. 32 86 0 0 0 Phaseolus spp. 16 0 0 0 0 Ananas ananasoides 8 59 104 5 100 ekumolue/idutæhæbudæ 8 5 0 0 0 Cyperus spp. 4 136 60 0 0 Ananas comosus 4 64 16 5 55 Cucurbita moschata 4 9 0 0 0 Citrus durantifolia 4 5 0 0 0 Caladium sp 4 0 0 0 0 Zingiber officinale 0 218 16 58 0 Inga edulis 0 23 24 11 145 Capsicum frutescens 0 9 44 0 5 Bactris gasipaes 0 9 0 5 40 nætai 0 9 0 0 0 Bixa orellana 0 5 8 0 5 Alternanthera spp. 0 5 0 11 5 Psidium guajava 0 5 0 0 0 Mangifera indica 0 0 8 0 0 Persea americana 0 0 8 0 0 Arachis hypogaea 0 0 0 0 50 Calathea latifolia 0 0 0 5 0 Las plantas cultivadas no comestibles representan minorías en los conucos Hotì.
Contrastando en términos numéricos con las plantas silvestres utilizadas para elaborar
artefactos, aquellas cultivadas y representativas en términos de frecuencia, son solamente
tres, representadas a continuación junto con el tabaco de uso recreacional, medicinal y ritual.
251
Este último presenta una alta frecuencia durante el año de apertura de siembra del conuco pero
la reduce drástica y significativamente a partir del primer año del conuco. El algodón en cambio,
repunta en el primer año y se mantiene relativamente estable por los años siguientes. El onoto y
la curagua no exhiben grandes oscilaciones durante los años activos del conuco representados
en el gráfico Nº IV.1.
Gráfico N° IV.1: Frecuencia de plantas no comestibles en los conucos Hotì.
0
200
400
600
800
1000
1200
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Ananas ananasoides Bixa orellana Gossypium barbadense Nicotiana tabacum
También las plantas medicinales y aquellas inductoras de la cacería aparecen
minimizadas cuantitativamente con respecto a aquellas silvestres usadas para los mismos fines.
Sólo siete especies reconocidas mostraron una frecuencia en los conucos policultivados.
Los Cyperus spp. presentan su pico de presencia en el primer año pero al igual que el
ascenso, el descenso de frecuencia es drástico. Otro pico se observa al tercer año.
Maíz (Zea mays), batata (Ipomea batata), plátano-cambur (Musa paradisiaca x), ñame
(Dioscorea spp.), y yuca (Manihot esculenta), exhiben las mayores frecuencias. Cuantitativa y
cualitativamente constituyen los carbohidratos primordiales en la dieta Hotì. La ingesta de
252
estos carbohidratos está determinada por la disponibilidad de los productos durante las
diversas épocas del año. Así por ejemplo, el maíz se consume en Agosto y hasta Octubre
fundamentalmente, y las dos especies de ñame conforman el grueso de la ingesta de
carbohidratos de Diciembre a Febrero. El mayor consumo de batata parece tener lugar de Mayo
a Julio. La yuca en cambio, al parecer se consume durante los meses de lluvia de Marzo a Mayo,
aunque en realidad no se observó un período en que la ingesta de este cultígeno pareciera
maximizarse. El conjunto plátano-banana se consumen durante todo el año, incluso
transportando los frutos en las expediciones como carbohidrato de refuerzo durante los
campamentos temporales.
Gráfico N° IV.2: Frecuencia de plantas medicinales y/o inductoras de cacería en conucos
Hotì.
La sucesión de cultivos en los conucos Hotì es dinámica aunque consistente. Como
puede apreciarse en la gráfica a continuación, el maíz constituye el cultivo preferido al abrirse
0
50
100
150
200
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Núm
ero
de In
divi
duos
Alternanthera spp. Caladium sp Cyperus spp.Cyperus spp. Cyperus spp. ekumolue/idutæhæbudæZingiber officinale
253
el conuco durante su primer año, aunque su frecuencia disminuye drásticamente durante el
segundo año para ser casi nula los años siguientes. Al maíz lo sustituyen en proporciones casi
análogas los tubérculos y los plátanos-bananas en orden de frecuencias. En el grupo de los
tubérculos, el comportamiento de la yuca es disimilar en tanto que su frecuencia cae
significativamente a partir del cuarto año. Los Hotì cultivan sólo yuca dulce, y junto con los
Yanomami constituyen el único grupo amazónico venezolano que no basa su dieta de
carbohidratos en la ingesta de yuca procesada en forma de pan o casabe. Aunque reciente e
incipientemente algunas mujeres de grupos Hotì están aprendiendo la compleja (y demandante
en términos de trabajo) tarea de procesar la yuca.
Gráfico Nº IV.3 : Carbohidratos cultivados que presentan las mayores frecuencias en
conucos Hotì.
Comúnmente nuevos conucos se anexan a conucos de uno o dos años al talar y quemar
porciones de las periferias de éstos. Un abanico de plantas de diversas edades sectorizadas
materializa esta habitual práctica agrícola. Por ejemplo, las gramíneas son cultivos de los
conucos nuevos y jóvenes, en tanto que sus frecuencias son nulas a partir del segundo año. El
0
2000
4000
6000
8000
10000
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Núm
ero
de in
divi
duos
Dioscorea alata Dioscorea trifida Ipomea batataManihot esculenta Musa paradisiaca Zea mays
254
maíz constituye un alimento muy preciado, que generalmente cubre en una porción mayor a la
mitad de la superficie sembrada de un conuco nuevo. Los cultivos de arroz se registraron
mayormente en CI y durante la primera siembra del conuco. Aunque de reciente
introducción, es un cultivo muy apreciado por el paladar Hotì. Las cañas se siembran
especialmente luego del primer año del conuco y usualmente se cosechan para ser consumidos
en el mismo lugar de labranza, aunque pueden llevarse una o dos estacas al asentamiento. Una
vez cosechadas, las cañas se replantan en el mismo lugar de donde se extrajeron.
Gráfico Nº IV.4: Frecuencia de las gramíneas cultivadas en los conucos Hotì.
A partir del segundo año y hasta el cuarto, los tubérculos exhiben frecuencias más
altas y constantes. La D. alata reduce su frecuencia significativamente durante el primer año
en tanto que Manihot esculenta se siembra y resiembra paulatinamente hasta el tercer año y
luego deja de atendérselo. Los tubérculos exhiben frecuencias relativamente constantes.
La frecuencia de los frutales en cambio, se incrementa a medida que el conuco
empieza a interdigitarse con la flora silvestre local. A partir del tercer año, destaca la
frecuencia en asenso de Inga sp., Bactris gasipae y Ananas comosus.
0
2000
4000
6000
8000
10000
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Núm
ero
de In
divi
duos
Oryza sativa Saccharum officinarum Zea mays
255
Gráfico Nº IV.5: Frecuencia de los tubérculos cultivados en los conucos Hotì.
Gráfico Nº IV.6: Frecuencia de frutales cultivados en los conucos Hotì.
La mayoría de conucos viejos están interdigitados con plantas de sucesión y
colonización temprana tales como Heliconia spp., Cecropia spp., Phenakospermun guianense,
0
500
1000
1500
2000
2500
3000
3500
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Núm
ero
de In
divi
duos
Dioscorea alata Dioscorea trifida Ipomea batataManihot esculenta Maranta ruiziana Xanthosoma sagittifolium
0
2040
60
80
100120
140
160
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Núm
ero
de In
divi
duos
Bactris gasipaes Inga edulis Persea americanaAnanas comosus Capsicum frutescens
256
además de algunas Musa spp., Carica sp. De hecho como se observa en la gráfica siguiente,
estas dos últimas especies incrementan sus frecuencias paulatina pero constantemente.
Gráfico N° IV.7: Frecuencia de Musa paradisiaca y Carica papaya en conucos Hotì.
Tanto las papayas como los bananos de diversas variedades se consumen prácticamente
durante todo el año. En especial el grupo plátanos-bananas ocupan sin duda un lugar central
en la cultura Hotì, la cual ciertamente describiría otros rasgos si este cultígeno no
estuviese presente.
Las plantas de Musa sp. producen frutos cosechables luego de 9 o 10 meses de haberse
cultivado y pueden ser productivas y activamente cosechadas por mas de tres años. Una vez
que la planta ha producido frutos, los Hotì cortan el pseudo tallo para liberar nutrientes y
hacer más accesible la luz a los vástagos o cogollos emergentes que rodean la base de la misma.
De esta manera, la producción de Musa sp. se extiende indefinidamente, por una segunda,
tercera, cuarta cosecha y probablemente muchas más. Alternativamente, los cogollos se
extraen y transplantan a nuevos conucos o localidades. Incluso luego de que los conucos se
0
500
1000
1500
2000
2500
0 año 1 año 2 año 3 año 4 año
Núm
ero
de In
divi
duos
Carica papaya Musa paradisiaca
257
abandonan y desatienden completamente, las plantas de plátanos-bananos continúan
produciendo en muchos casos interdigitadas con palmas como la Bactris gasipaes de lenta
maduración.
La prominencia de los bananos en la dieta Hotì, podría expresar divergencias en los
patrones de asentamiento con respecto a grupos étnicos que basan su ingesta de
carbohidratos en la yuca (cf. Beckerman 1993). Aunque el banano es más productivo en
términos de tierra y trabajo que la yuca (Smole 1989:125; Beckerman 1985), esta última
constituye un cultivo más estable y confiable en virtud de sus propiedades de almacenamiento
y preservación tanto en estado natural como procesada (Schwerin 1985). Los bananos en
cambio tienen una producción fluctuante y poseen una capacidad mínima o nula de
almacenamiento y preservación. Mientras la yuca es generalista y se adapta a condiciones
extremas de suelos, el banano requiere condiciones más específicas y restringidas: no toleran
suelos arenosos superficiales o de consistencias duras, y no se desarrollan bien en suelos
anegadizos o escasamente irrigados por lo que las tierras aptas para su cultivo tienen una
distribución limitada (Beckerman 1993). El procesamiento de la yuca como pan o casabe por
otra parte, implica de alguna manera un mayor sedentarismo y fuerza de trabajo, en tanto que
el banano demanda comparativamente bajos requerimientos de trabajo en proporción a su
productividad. Ello se traduce en mayor tiempo para dedicarse a otras actividades tales como
el forrajeo, más restringido en un régimen basado en la yuca.
Los Hotì se benefician e integran activamente a las dinámicas florísticas de los
bosques, también a través de actividades hortícolas. Claros naturales causados por caídas de
árboles en bosques ya sea cercanos o aislados de los asentamientos, se aprovechan
efectivamente para cultivarlos. Se observaron diversas variedades de plantas de Musa
258
paradisiaca, Ipomea batata, Dioscorea alata, D.trifida, Carica papaya, Bactris gasipaes,
Cucurbita moschata y Mangifera indica, cultivadas en pequeños claros naturales. Hábitos
ecológicos como estos abonan el terreno para reconsiderar las clasificaciones de grupos
como agricultores o forrajeros en esencia.
En este sentido, la alta movilidad Hotì no parece considerar al azar la disposición de
los conucos, la localización de los asentamientos y la variada distribución espacio temporal de
los recursos silvestres. Se asiste en este hábito de ecología de subsistencia a una suerte de
acoplo a lo largo del ciclo anual. Expediciones de recolección de productos forestales se
complementan con la recolección de alimentos cultivados pocos o muchos años atrás. Se
asistió por ejemplo, en el verano de 1998 en el Alto Cuchivero a la colección de racimos de
Musa paradisiaca en un conuco abandonado a unos dos días de camino del asentamiento
permanente. Este conuco había sido cultivado por el padre de nuestro guía (un joven de 18
años aproximadamente) tantos años atrás que este no podía recordarlo. Pequeños conucos
flanqueando cursos de agua y aprovechando fenómenos de erosión natural, se registraron en
Mosquito Alto y Bajo también. En estos casos, pareciera que la conveniencia de contar con
recursos alimenticios a medio camino de rutas de extracción y manejo de recursos
silvestres, estimula la siembra de áreas de otra manera ocupadas por plantas adventicias. El
encuentro con uno de estos conucos, pese a que no se hubiese participado en talas, quemas o
cultivos de los mismos, no cohibe a los caminantes a cosechar los productos. En otros
términos, aunque se reconoce la propiedad ajena del conuco, los recursos son tácitamente del
que los cosecha. En mas de una ocasión en caminatas por la selva nos beneficiamos de estos
parches de cultura inesperados en el continuum silvestre.
259
Este tipo de ejemplos probablemente explica la confusión registrada por Coppens
(1983:195) acerca de la presencia de Musa sp. silvestre en el territorio tradicional Hotì. Las
probabilidades de encontrarse con individuos silvestres de este cultígeno introducido en
áreas Hotì creemos que son muy bajas o nulas a la luz de nuestras bases de datos.
Argumentos acerca de un posible origen americano de la Musa sp. han sido polémicamente
discutidos en la literatura (Cook 1904; Poponoe 1914) incluso del Amazonas venezolano
(Smole 1976, 1980, 1989). Más recientemente, la presencia de restos fósiles del Eoceno
medio (43 millones de años atrás) al Noroeste de los Estados Unidos ha replanteado la
fitogeografía de la Musaceae (Manchester y Kress 1993) pero sin alcanzar conclusiones
definitivas. Sin embargo, datos que sustenten irrefutablemente el origen y expansión de la
Musa spp. en América son inexistentes o inconclusos.
Si se asume como correcta la hipótesis de que la Musa spp. se introdujo al continente
americano, con la llegada del colonizador europeo, debería asumirse también que esta especie
pareciera haber evolucionado junto con los Hotì en una dimensión temporal ecológica. Es decir,
sólo desde hace 500 años la Musa sp. se incorporó como cultígeno y fue cobrando relevancia
al punto de describir una porción significativa de la ecología de subsistencia e ideología Hotì
al extremo de considerársela gestadora del hombre. ¿Asumimos entonces que los rasgos
culturales considerados más definitorios de un grupo étnico no son necesariamente de fecha
antigua? Resulta claro empero, que los plátanos-bananos representan más que productos
comestibles, complejos culturales a la base de la cultura Hotì.
Capítulo V –
Etnobotánica descriptiva y cognitiva.
Este capítulo consiste en una exposición genérica de la naturaleza de la relación de los
Hotì con su universo botánico incluyendo la esfera de los aspectos de la clasificación, la
nomenclatura y la identificación de las plantas por parte de los Hotì. Se ofrece una discusión
específica de las categorías etnobotánicas Hotì, incluyendo sus aspectos clasificatorios,
taxonómicos, lingüísticos y atributos discriminatorios. Se pretende responder a las
interrogantes básicas de ¿Cuántas especies etnobotánicas reconocen los Hotì y cómo las
organizan? y si los datos colectados, ¿sustentan o no los principios teóricos de clasificación
de la etnobotánica cognitiva (sensu Berlin et al. 1966, 1973; Berlin 1992)?. Se señalan
también las coincidencias y/o excepciones observadas entre los Hotì en su aprehensión del
mundo vegetal.
V.1 Teoría relevante para la discusión de la Etnobotánica Hotì.
En el cuerpo de la teoría etnobiológica durante los últimos treinta años, se han
registrado significativas regularidades con respecto a la forma en que los seres humanos
organizamos las bioformas de los ambientes locales. Inicialmente se propusieron un número
de principios teóricos de clasificación etnobiológica (Berlin et al 1973, 1974) y más
recientemente se los revisó a la luz de nuevos datos (Berlin 1992). La idea central que
subyace a tales principios consiste en que los sistemas de clasificación etnobiológicos
evidencian recurrencias estructurales condicionadas por tres elementos: (1) los seres
humanos estamos capacitados para apreciar a las bioformas (i.e. plantas, animales, hongos,
etc.) de manera similar, aunque de manera inconsciente, estamos dotados de mecanismos
similares de aprehensión perceptual y cognitiva; se excluyen así aspectos relativistas o
culturales de las ordenaciones genéricas elaboradas por los grupos humanos; (2) las
características naturales de la biota local (diversidad, morfología, conducta, etc.) juegan un
papel central en la configuración de las clasificaciones etnobiológicas (Berlin 1992:8-9). (3)
para otros autores, sin embargo, el sitial funcional o utilitario que ocupen los organismos
biológicos dentro de contextos culturales específicos constituye un factor que condiciona
significativamente las tendencias universales de clasificación etnobiológicas (Hunn 1982;
Randall 1984). Gran parte de la teoría etnobiológica se ha dedicado a definir y debatir las
polémicas y complejas dinámicas en que interactúan y se interelacionan estos tres macro-
condicionantes.
La organización conceptual del universo botánico por parte de la mente humana, se ha
revisado bajo tres aspectos fundamentales: (1) categorización o clasificación, es decir,
aquellos principios que subyacen a las ordenaciones de las plantas y cuáles son las
estructuras de las mismas; (2) nominación o nomenclatura, es decir, aquellos principios
lingüísticos que se relacionan a los nombres de las plantas de un sistema particular,
incluyendo las características del vocabulario y las especificidades culturales pertinentes; y
(3) aprehensión perceptual o identificación, es decir, aquellos procesos psicológicos que
posibilitan el reconocimiento de plantas particulares (Berlin 1973:260-262). Estos tres
aspectos interactúan dinámicamente y sólo se dividen en términos analíticos, aun cuando sus
límites pueden ser imperceptibles y arbitrarios. Estas áreas se han referido en la literatura
teórica etnobotánica, a los criterios taxonómicos, lingüísticos y psicológicos que deben
observarse en una investigación empírica para definir más adecuadamente a un segregado
(Hays 1983:608-609).
En este sentido, se considera que todas las palabras o nombres participan de alguna
manera en algún sistema clasificatorio. Tanto más aun perceptos (objetos u eventos
aprehendidos perceptualmente o a través de los sentidos) de la biota natural y de áreas
naturales circunscritas conocidas y utilizadas por grupos humanos específicos. Dado que las
clasificaciones consisten en agrupar perceptos en virtud de la similitud de atributos que
ostenten generando clases o conceptos idénticos, la clasificación se concibe como un proceso
y un resultado final (Berlin 1992). El proceso clasificatorio del universo vegetal circundante
a un grupo humano aun cuando particular, exhibirá predeciblemente según la teoría
etnobiológica categorías relacionales o internas comparables y análogas a gran parte de las
culturas del mundo (Brown 1985). Tales categorías universales, estarán sin embargo,
signadas por atributos, caracteres, condiciones y propiedades específicas relativas a la
cultura observada en cuestión. Estructuras universales se considera que se expresan a
través de constructos culturales clasificatorios particulares. A su vez, sistemas
clasificatorios específicos pueden satisfacer intereses particulares tales como funcionales,
contextuales o ideológicos (Berlin 1992). En otros términos, el corpus teórico que se expone,
considera a los rasgos perceptuales como aquellos criterios centrales panhumanos que
generarán las clasificaciones biológicas generales. Estas actúan como cartografías cognitivas
donde transita y acrece la información de un dominio particular. Nueva información es
susceptible de ser incorporada, modificada y recreada a partir del sistema existente.
Al otorgar carácter panhumano o universal a los ordenamientos de la biota, se
explícitaron algunos principios estructurales de clasificación etnobiológica (Berlin et al.
1974:25-28, 1966:273-4; Berlin 1973:259-263; 1972:51-3), que generaron diversas criticas y
múltiples discusiones en virtud de aparentes inconsistencias, excepciones, contradicciones u
carencia de explicaciones (Gal 1973:206; Hunn 1973:120-3, 1976:508-509, 1982:830,
1987:147-8; Bulmer 1970:1085, 1974:11, 1979:21-24; Ellen 1975:202, 1978:346-8, 1979:348;
Dougherty 1978:7; Randall 1976:543, 1987:143-4; Brown M. 1976:77; Healey 1978/79:380;
Rudder 1978/9:350-1; Hays 1979:489; Casson 1981:269; Boster 1981:215; Atran 1985:306-7,
1987:300). Como resultado de los diálogos teóricos y a partir de nuevos cuerpos de datos, los
principios etnobiológicos han sido objeto de cuidadosas revisiones y actualizaciones,
recapitulándose en siete para la categorización y cinco para la nomenclatura etnobiológica
(Berlin 1992:21-35).
Berlin resume sus principios de categorización de la siguiente manera (1992:32-34): los
sistemas de clasificación etnobiológica (1) reconocerán conceptualmente sólo a una porción de
la flora o fauna existentes, la cual corresponderá a las especies locales más distintivas
biológicamente; (2) están basados fundamentalmente en las afinidades observadas por la
mente humana entre los taxa mismos independientemente de los significados culturales que
pudiesen ostentar; (3) están organizados conceptualmente en una estructura jerárquica
superficial; (4) los taxa reconocidos estarán distribuidos entre cuatro a seis rangos
etnobiológicos universales (reino, forma de vida, intermedio, genérico, específico y variedad)
mutuamente exclusivos, donde los taxa de cada rango compartirán grados similares de
variación interna y estarán separados entre ellos por espacios perceptuales relativos; (5) los
taxa de cada rango exhiben marcadas similitudes en cuanto a sus números relativos y sus
rangos biológicos al comparárselos en diferentes sistemas clasificatorios; (6) los taxa de los
rangos genérico y específico muestran una estructura interna donde algunos miembros se
consideran como prototipos del taxón en tanto que otros son menos típicos de la categoría en
cuestión; y (7) la gran mayoría de taxa etnobiológicos corresponderán en contenido con
aquellos reconocidos independientemente por la Botánica y Zoología sistemáticas, teniendo
lugar la correspondencia más alta entre los taxa del rango genérico, en tanto que una
correspondencia frecuente se observará entre Familias y taxa del rango intermedio, además,
los taxa de los rangos forma de vida y subgenérico presentarán la correspondencia más baja
con taxa reconocidos por la Biología Sistemática. Los principios de nomenclatura están
resumidos como sigue: (8) los taxa de los rangos reino e intermedio generalmente no se
nominan, existe un cuerpo de datos creciente de que algunos taxa de forma de vida constituyan
también categorías cubiertas innominadas; (9) los nombres de plantas y animales exhiben
estructuras lexicales de uno o dos tipos universales, denominados nombres primarios (de tres
tipos: simples, productivos e improductivos) y secundarios (tienen lugar en series de
contrastes), los cuales se reconocen a través de criterios lingüísticos, semánticos y
taxonómicos; (10) se observa una relación específica entre los nombres de los taxa y su rango,
así las formas de vida y los genéricos están denominados con nombres primarios y los
subgenéricos con nombres secundarios; (11) si los subgenéricos se nominan a través de
nombres primarios usualmente aunque no siempre cumplen dos condiciones, (a) ocurren cuando
el nombre del subgenérico prototípico es polisémico con su genérico superordinal, puede
además enfatizarse con la presencia de una glosa que traduce 'genuino' o 'ideal' o (b) ocurre
cuando genéricos no prototípicos se refieren a taxa subgenéricos de gran importancia cultural;
(12) la nomenclatura etnobiológica aparece semánticamente activa ya que los constituyentes
lingüísticos de nombres de plantas y animales a menudo aluden metafóricamente a rasgos
morfológicos, conductuales o ecológicos que están asociados significativamente con sus
referentes biológicos (Berlin 1992:34-35).
Los principios de clasificación etnobiológica han sido empíricamente verificados en
culturas con orientaciones ecológicas diversas en gran parte del mundo (Brown 1984). Dado
que los principios son de índole comprehensiva, cabe expandirse en algunos de sus elementos
teóricos implícitos. Así, las categorías clasificatorias de la biota local se consideran
mayormente organizadas en estructuras taxonómicas jerárquicas en las que se perciben al
menos dos niveles de abstracción de los taxa o clases: semántico y estructural. El primero
consiste en la asociación entre la realidad conceptual (la clase y sus interrelaciones de
inclusión con otras clases del sistema) y el referente (la clase y su realidad material). La
estructura taxonómica en cambio, es la entidad lógica formal que subyace a las
clasificaciones particulares (Kay 1971:868). Los principios formales de la estructura
taxonómica están explícitamente delimitados, siendo el concepto que los genera la definición
de taxón/taxa: a) constituyen series finitas de taxa y b) están sustentadas por la relación de
inclusión estricta de la que deriva la relación de precedencia inmediata (Kay 1971:868-869).
Ambos componentes deben satisfacer dos axiomas, incluir en la serie finita de taxa un
miembro generador del dominio (i.e. reino, plantas) y permitir el fraccionamiento de las series
en subseries estrictamente delimitadas. Los taxa que no permitan fraccionamiento pero que
pertenezcan a una subserie son considerados terminales. Los axiomas además, derivan la noción
de contraste (Kay, 1971: 877-8) o asociaciones relativas posicionales entre los diferentes taxa.
La teoría reconoce contrastes de inclusión, directos, indirectos, y terminales. El énfasis aquí
está centrado en el principio de inclusión estricta de los taxa o a sus posiciones fijas por lo que
la relación de cualquier taxón en la serie a cualquier otro taxón es directamente transitiva y
transferible a cualquier otro taxón que ocupe la misma posición estructural al segundo. En este
sentido, no todos los taxa terminales se presentan al mismo nivel jerárquico, ni aun todos los
taxa ocupando el mismo nivel se encuentran en la misma serie de contraste.
Las discusiones del efecto de los macro-condicionantes mencionados antes, salpica a
elementos teóricos mas específicos como aquellos que sustentan la realidad misma de los
agrupamientos biológicos así como a la naturaleza de los rangos etnobiológicos. En términos
sintéticos los argumentos cuestionan si las clasificaciones bióticas son arbitrarias,
artificiales, basadas en consideraciones utilitarias o naturales. La realidad de los referentes
per se o de sus potenciales locus en las mentes humanas que confieren o aprehenden
ordenamientos específicos de la biota local, constituye uno de los puntos álgidos en las
discusiones teóricas etnobiológicas. En efecto, tales discusiones parecieran en ocasiones
trascender el ámbito meramente teórico y rozar efectivamente el filosófico. No se pretende
aquí parafrasear o retomar los extensos y confrontativos argumentos, discusiones y debates
acerca de la ontología, la naturaleza, las motivaciones intelectuales, los sitiales
epistemológicos y biológicos, la funcionalidad y los bordes delimitadores (límites de intención
y extensión) de los rangos y las categorías etnobiológicas (cf. Atran 1985, 1990, 1997;
Berlin 1992; Brown 1977, 1984; Bulmer 1970, 1974; Ellen 1993; Hunn 1976, 1982; Randall
1982, 1987; Zent y Zent 1999). En este trabajo se asume válida la consideración de los
rangos como agrupamientos de taxa etnobiológicos delimitados distintivamente a diferentes
niveles de realidades psicológicas y biológicas, de acuerdo a grados de variación internos
(comparables o similares) dentro de una misma categoría, y grados de separación externos,
entre las diferentes categorías (Berlin 1976; 1992). Se defiende la realidad de los rangos
como no arbitraria ni constituyendo un dispositivo de catalogación sobrepuesto a los datos
por el analista (Ibid). La noción de rango, central en la mayoría de formulaciones de orden
cognitivo etnobiológico, se asume análoga a los de la Sistemática Biológica en la que los taxa
son mutuamente exclusivos aunque si ocupan el mismo rango etnobiológico, pueden ocupar el
mismo nivel en una estructura taxonómica particular (Berlin et al 1973:215; cf. Atran
1993:53).
Cabe explicitar también algunos elementos de los principios nomenclaturales. Según
éstos, la nomenclatura etnobiológica representa un sistema panhumano en estructura para
nominar plantas y animales. Las estructuras lingüísticas de las nominaciones de la biota ofrecen
claves que permiten establecer el status cognitivo de los organismos particulares aludidos en
los sistemas clasificatorios (Berlin et al. 1973: 216, 1974:27; Healey, 1978/79:362). En este
sentido, la profundidad o el número de relaciones verticales en una estructura taxonómica es
variable, y puede definirse tomando en cuenta no sólo criterios formales sino semánticos y
nomenclaturales. Así, desde los trabajos pioneros etnobotánicos (Conklin, 1955; 1962:120-137;
1968:99-108), se destacaron las dimensiones de contraste semánticas, de sintáxis y de
inclusividad de las unidades lingüísticas que nominaban clases o agrupamientos de acuerdo al
número de sus constituyentes lexicales (uno, dos, tres, etc.). Las unidades lexicales
nominativas de los segregados se consideraron lexemas simples o unitarios (un constituyente) o
complejos (más de un constituyente). Tanto los lexemas simples como los complejos, pueden
ser además, productivos o improductivos. Una nominación posterior para la misma noción
(Berlin et al, 1973:217) habla de lexemas primarios (un constituyente), y secundarios (dos o
más constituyentes), o bien de nombres primarios o secundarios (Berlin 1992:27).
Los nombres primarios pueden ser simples o compuestos. Semánticamente y en virtud
del nivel de abstracción interpretativa que permitan pueden ser analizables-productivos, es
decir aquellos nombres transparentes o que reflejan a sus referentes o primarios no
analizables-improductivos aquellos que no señalan categorías superordinales a los referentes
en cuestión, o no los describen. Los nombres secundarios son compuestos, y al igual que los
primarios productivos se identifican en que uno de los constituyentes indica una categoría
superordinal de segregados pero se presentan solamente en series de contraste (Berlin et al,
1974:28; 1973:217). Un nombre secundario se refiere entonces a un modificador del nombre
primario o de la secuencia completa.
V.2 Etnobotánica cognitiva Hotì.
En términos generales los sistemas de clasificación etnobotánicos Hotì no presentan
grandes contradicciones con respecto a la teoría global etnobotánica expuesta. Los
elementos teóricos que se señalaron proveen una suerte de esquema a la descripción de la
estructura de las categorías etnobotánicas observadas entre los Hotì. Las categorías
consensualmente ocurrentes sin cuestionamiento en los sistemas de clasificación Hotì son las
siguientes: Reino, Forma de Vida, Genérico, Específico y Variedad. Los datos sustentan
también el uso de una categoría intermedia potencial, aunque sólo algunos de los Hotì
entrevistados lo reconocían así. Se trata de un término que agrupa a las leguminosas, há, que
en este caso se refiere a la forma singular de los frutos de legumbre característicos de este
grupo de plantas. Sin duda es necesario explorar más los alcances de esta categoría en
trabajos futuros.
Las categorías etnobotánicas Hotì mencionadas, sustentan, en términos generales,
los planteamientos que predice la teoría etnobiológica. Sin embargo, dado que la lengua Hotì
es clasificatoria será necesario a nivel teórico proponer algunas formulaciones anexas. Se
presenta a continuación una descripción de las categorías etnobotánicas Hotì atendiendo a
sus particularidades categóricas y nomenclaturales.
V.3 Sistemas de clasificación botánicos Hotì: Categorías.
Reino Vegetal.
El dominio vegetal está sin duda bien discriminado y diferenciado en la racionalidad
Hotì. Como predice la teoría etnobiológica, la macrocategoría de mayor inclusividad
equivalente al reino vegetal o al nombre primario plantas, no está codificado por lexema
alguno en la lengua Hotì. Cabe acotar no obstante, que algunos pocos Hotì mencionaron al
vocablo ·táwì como equivalente al español plantas, pero el acuerdo entre un número
significativo de Hotì es muy bajo o nulo, lo cual inclina a cuestionar seriamente la validez de
ese término como la categoría de mayor inclusividad clasificatoria. La traducción más
apropiada de ·tawì es 'árbol'. Dado que en el ambiente selvático, los árboles constituyen sin
duda la forma de vida más prominente, podría especularse que el término ·tawì podría estar
ampliando su alcance conceptual y eventualmente expandir sus referentes a todo el dominio
vegetal Hotì. Actualmente el mayor consenso observado entre los Hotì señala que la
categoría de mayor inclusividad, reino vegetal, aparece cubierta, aunque no por ello
indefinida. Algunos marcadores lingüísticos sustentan que la clase conceptual incodificada
'planta' está bien delimitada en la mentalidad Hotì. Plantas, animales y hombres, las esferas
de seres vivos o que describen ciclos de vida (engendramiento, nacimiento, desarrollo,
crecimiento, reproducción y muerte) empíricamente verificado y experimentado por los
Hotì, son objetos de codificaciones y apelaciones colectivas diferenciadas en la lengua Hotì,
especialmente para marcar sus esencias y sus extinciones. El marcador de la esencia animal o
su clasificador es el vocablo háõ en singular y háõtì en plural. Los hombres como se mencionó
en el capítulo II, se nominan ho en singular o hotì para el plural de donde deriva nuestra
designación de este grupo étnico. Las plantas en cambio carecen de un marcador exclusivo y
comparten el marcador clasificatorio de los ítems u objetos inanimados hái. No obstante,
para que no se dude de la concepción Hotì de las plantas como integrantes de la esfera
animada o vital, se registra un significativo marcador de la extinción o muerte de las plantas.
Así, el término empleado hacia aquellos individuos botánicos muertos, o en proceso de
descomposición es ·wálilìõde hái (en singular) confrontado con el término empleado por los
Hotì para referirse a animales o personas muertas biõyèlilìõ (en singular). El plural general de
hombres o animales se construye con el sufijo tì, en tanto que el plural de las plantas se
expresa con términos más complejos como áiwá, el cual se emplearía también si se refiriesen
a objetos inanimados en general. Podría especularse en este sentido, que la lengua Hotì
codifica en grados de espacios clasificatorios una auto percepción más cercana de los
hombres a los animales en virtud de su capacidad de movilidad probablemente a lo que se
añade el paralelismo de las etapas fenológicas de un ciclo de vida normal. Los conceptos de
padres (ái) e hijos (iliõ), en cambio, se aplican a plantas, animales y hombres, es decir a los
seres vivos.
Evidencia indirecta que sustenta la incuestionabilidad de la percepción Hotì al
segregar al dominio vegetal puede alegarse también. En este sentido, al solicitarse a niños,
adolescentes o adultos Hotì de ambos sexo salir a colectar plantas, no se registró un sólo
ejemplo en el que éstos sugiriesen la colecta de individuos que la percepción de la Biología
Sistemática no considerase plantas también.
Forma de Vida (FV).
Los Hotì reconocen explícitamente al menos diez categorías etnobotánicas que
ocupan el segundo rango de mayor inclusividad, las cuales se nominan con los siguientes
términos*: ·yáì [árbol, planta de tallo ligneo madura], hele [arbolito, arbusto, palo, planta de
tallo ligneo joven o esencialmente pequeña), ibuhu (liana, bejuco leñoso o herbáceo], hiõ [palma
madura], hyáõ [hierba, planta erecta o rastrera de tallo suave no ligneo, hoja], ·wá·wá [planta
acaulescente o etapa de algunas plantas como las palmas], ·koõ·ko õ [planta acaulescente, o
etapa de algunas plantas como las palmas, incluye rosáceas], toto [hierba o bejuco rastreros,
cespitosos o no], ·te·te [plantas cespitosas rastreras o trepadoras de tallos no ligneos,
herbáceas] , y heláõ [plantas de tallos suaves erectos, usualmente semiligneos, huecos]. Se
considera aquí que aunque estas categorías cumplen las predicciones enunciadas en la teoría
etnobotánica para determinar las FV, no todas ellas deberían considerarse FV. Así, la teoría
etnobiológica predice que la categoría FV, estará caracterizada taxonómicamente por ser el
∗ Entre corchetes [ ], se ofrecen en español los equivalentes aproximados de los clasificadores
Hotì con la salvedad de que en algunos casos la explicación adecuada en extenso debe leerse en el aparte correspondiente.
segundo rango de mayor inclusividad, será desde el punto de vista biológico ampliamente
politípica aunque comprenderá relativamente pocos morfotipos. Las FV se reconocerán
perceptualmente mediante un pequeño número de caracteres biológicos, que pueden
sobreponerse a los sistemas científicos o nativos. Además, lingüísticamente las FV estarán
nominadas por lexemas primarios. Todas las categorías mencionadas se consideran
taxonómicamente ocupando el segundo rango de mayor inclusividad con respecto a los
referentes en cuestión y al sistema mismo. Son igualmente biológicamente politípicas, se las
reconoce perceptualmente gracias a la abstracción de pocos atributos y se nominan mediante
nombres primarios. No obstante, algunas de ellas violan un supuesto teórico implícito y
fundamental de la teoría etnobiológica.
El supuesto semántico de corte aristotélico implícito en la teoría etnobotánica y que
subyace a la concepción misma de las FV sostiene la presencia de una esencia original de los
referentes botánicos (cf. Atran 1990, Berlin 1992). En este sentido, la segregación o
abstracción de perceptos particulares en una determinada categoría no demandará que estos
posean todos y cada uno de los caracteres o atributos que se asumen definitorios de la clase
en cuestión. Antes bien, individuos con deformidades o carencias innatas no prototípicos de
su categoría mantendrán su membrecía pese a las mismas en virtud de su esencia natural (i.e.
troncos inclinados o torcidos, animales sin extremidades, etc.). Individuos juveniles o
inmaduros que no han alcanzado su aspecto más característico portan sin embargo un
carácter esencial que potencialmente puede desarrollarse y percibirse como definitorio de la
clase misma. Una revisión más detallada de cada una de las categorías altamente inclusivas
de los sistemas de clasificación Hotì mencionadas, evidencia que al menos cinco de ellas
(hele, hyá, ·wá·wá, ·koõ·koõ, toto), apelan a referentes específicos en un momento histórico
determinado de la fenología del individuo botánico a segregar y no a su esencia per se. Es
precisamente este aspecto cambiante en el tiempo el que provee de cierta inestabilidad
teórica a algunas de las categorías Hotì que de otra manera bien podrían considerarse FV. La
tabla V.1 resume los caracteres definitorios más relevantes de cada FV y se describen
enseguida los límites y alcances de las diez categorías mencionadas.
Tabla Nº V.1: Caracteres definitorios de las FV Hotì.
FV Caracteres/dimensiones ·yáì [árbol]
tallo ligneo-madera interna/planta erecta/madura/usualmente > 3 m de altura/gran diversidad de follaje
hele [arbolito/arbusto]
tallo ligneo/planta erecta/inmadura o esencialmente baja < 3m/gran diversidad de follaje
ibuhu [liana/bejuco]
tallo ligneo o herbáceo/madura o inmadura/trepadora/altura o longitud no son caracteres definitorios/escasas o nulas hojas
hiõ [palma]
tallo ligneo suave/planta erecta/madura/usualmente > 3 m/hojas usualmente amplias flexibles
hyáõ [hierba/hoja]
tallo suave herbáceo/madura o inmadura/usualmente erecta/rastrera en ocasiones/usualmente < 1m de altura/diversidad de hojas
·wá·wá [planta acaulescente]
sin tallo visible/forma suerte de macollas múltiples/madura o inmadura/altura no carácter definitorio/pencas/espatas/pecíolos prominentes
·ko·ko [planta acaulescente]
sin tallo visible/forma suerte de macollas múltiples/erecta/madura /usualmente > 1 m/hojas prominentes/pencas
toto [hierba/bejuco]
tallo flexible herbáceo/rastrera o trepadora/ cespitosa o no/ madura /altura no definitoria/diversidad de hojas usualmente aovadas
·te·te [hierba/bejuco]
tallo flexible herbáceo/rastrera trepadora o cespitosa/madura/altura o longitud no definitoria/ hojas aovadas/cultivada usualmente
heláõ [hierba erecta]
tallo hueco o con fibra muy suave acuosa no lignea o semilignea /usalmente > 1 m/diversidad de hojas
El vocablo ·yáì (en singular) o su plural á·táì, podría traducirse como materia lignea
arbórea de dura consistencia, actúa como un clasificador de árboles o individuos que
potencialmente se desarrollarán como formas arbóreas. Los atributos perceptuales
característicos son individuos que ostenten troncos madereros independientemente de la
textura o dureza, acompañados de hojarascas diversas en sus copas densas o ralas, frutos y
flores característicos a los múltiples géneros ·yáì. Plantas categorizadas como ·yáì alcanzan
usualmente las mayores alturas en el espacio vegetal Hotì, siendo emergentes (> 30 m), o
impidiendo en continuum el paso del sol o la vista del cielo desde el sotobosque (un rango
aproximado se iniciaría a partir de los 5 m). La condición politípica de ·yáì se genera a partir
de la diversidad genérica que abraza más que de la diversidad morfológica que incluye. Sin
duda ·yáì categoriza a aquellas formas botánicas más frecuentes, numerosas y evidentes en
el paisaje vegetal selvático cotidiano a los Hotì. El clasificador ·yáì sin embargo, aparece
contrastado con el sustantivo ·tawì que traduce árbol, y que puede substituir al primero.
Ambos vocablos son conceptualmente equivalentes y transferibles al apelar referentes que
describan árboles o que potencialmente se desarrollarán como tales. Es significativo además
que en muchas ocasiones se enfatiza la categorización de referentes arbóreos utilizando los
dos vocablos consecutivamente. Cuando un individuo arbóreo fenece o aparece virtualmente
muerto, pierde su condición o esencia de ·yáì y se lo apela con otros clasificadores, se lo
denominará ·ká·ká si aun conserva su postura vertical erguida, o bo si cayó sobre el suelo y
yace en posición horizontal. Un individuo arbóreo que en virtud de eventos de alteraciones
naturales o humanas pierda su copa y conserve solamente parte del tronco erguido se apelará
también como ·ká·ká aunque usual y eventualmente renazca, en cuyo caso recobrará su
esencia de ·yáì. De no renacer no se lo considerará ·yáì aunque permanezca por años
erguido. El apelativo ·yáì es singular y puede además referirse a todo el individuo o a sólo
una parte del mismo: su corteza interna maderera es la que esencialmente materializa el
·yáì. La forma derivativa de ·yáì, ·táukuè traduce bosque aunque más apropiadamente 'bajo
los árboles'. A la corteza externa se la apela con otro nombre biõhi, y se le atribuyen
caracteres diferentes a ·yáì.
Individuos arbóreos jóvenes o inmaduros se clasifican como hele en singular (ále·to
en plural), aun cuando está categoría sea polisémica y apele a formas arbustivas, herbáceas
erectas, arbolitos o ramajes lígneos, incluyendo algunos helechos. Se consideran atributos de
hele, formas botánicas con troncos delgados (i.e. alrededor de > 10 cm. DAP) alargados y
erectos, independientemente de sus texturas o durezas, que ostenten ramajes tendientes a
ser ralos más que abundantes, con frutos y flores característicos de los géneros
particulares. Las plantas consideradas hele suelen alcanzar de pocos centímetros a pocos
metros de elevación (en un rango aproximado de .3 a 4 m), y nunca adquieren la dureza del
·yáì. El carácter politípico de hele generado a partir de la diversidad morfológica que incluye
la categoría, complica la delimitación formal o conceptual de la misma. A ellos se añade la
polisemia de hele, que se extiende a cualquier fragmento lígneo o no, alargado y
relativamente recto, incorporando formas no vivas inorgánicas ajenas a la cultura Hotì y que
en muchos casos están apenas percibiéndose por primera vez (i.e wáì deká hái hele
‘lapiceros’, áõkuõ deká hái hele ‘antena de radio’, boõktoõ dokwe i·cËeka hele ‘arpón de pesca’,
etc.). Individuos botánicos característicos de la categoría hele lo constituyen las Piper spp.
que aunque semilígneas son erectas, alargadas y rectas.
La FV más estable sin duda en los sistemas clasificatorios Hotì es la denominada
ibuhu (en singular) o en su forma diminutiva hu. Estos dos vocablos son intercambiables
observándose en efecto un uso más frecuente de la forma hu, siendo menos común el plural
ebo·to. Atributos perceptuales característicos de ibuhu, lo constituyen individuos que
presenten troncos flexibles que se amoldan o escalan a otras formas de vida vegetal, en
espiral o erectos independientemente de sus texturas o durezas, que ostentan muy pocas o
ninguna hojarasca por largos sectores de sus ramajes. Plantas consideradas ibuhu pueden
tener longitudes de pocos centímetros hasta varios metros (.10 a 45 m podría ser un rango
aproximado). Se consideran ibuhu todos los individuos botánicos que desarrollen formas de
bejucos o lianas, formas de vida esencialmente tropicales. A diferencia de la forma arbórea
un ibuhu no pierde su esencia apelativa clasificatoria bajo ningún estado o según las etapas
de su ciclo de vida. El diminutivo hu en cambio goza de una muy extensa polisemia. Se
consideraran hu artefactos de amarre de cualquier origen, orgánico o inorgánico, (i.e. ·ká·ká
hu ‘hilo de pescar de plástico o de curagua’, nuwe káwáì hu ‘cuerda de amarre de las vigas de
las viviendas fabricados con lianas flexibles’, etc.). También será hu cualquier objeto natural
o no de forma redondeada o esférica, como muchos frutos de plantas y relativamente
grandes (> 4 cm), como las ollas o las pelotas de jugar observadas en las misiones, ambas se
denominan sólo hu. La polisemia de este apelativo se extiende a un verbo, así, hu traduce
‘cazar’, 'soplar', o 'disparar la cerbatana'.
La FV hiõ (en singular) ofrece una suerte de inestabilidad clasificatoria, rica no
obstante en información fenológica a partir del juego de varios vocablos. Se considerarán hiõ
a la palma de preferencia madura o que ha desarrollado alguna forma de sostén
individualizado lígneo; la forma plural se expresa como á·tái con sólo un fonema diferente al
plural de árbol. El cogollo de palma apenas brotando de la semilla se considera hyá y no
todavía hiõ. Este mismo clasificador se da a la mayoría de plantas en ese estado, recién
iniciando la transformación de semilla a individuo botánico, o apenas separándose de la forma
embriónica. No obstante, serán hyá también aquellas formas botánicas típicas de familias
como la Cyclanthaceae de típicas hojas bífidas, Commelinaceae de amplias hojas ovales, o
semejantes, hierbas erectas con poco o mínimo follaje, muchos de los helechos, algunas
epífitas o parásitas, así como formas acuáticas poco comunes, conocidas o diferenciadas. El
clasificador hyá podría traducir con cierta aproximación ‘hoja’ en singular, o bien áiye en
plural 'hojas', aunque podría alegarse que es polisémico con esta traducción e incorpora como
clasificador aquellas formas botánicas más bien residuales en el espacio clasificatorio Hotì.
Esto es, formas botánicas que en virtud de su poca frecuencia en el universo botánico o de
su escasa importancia cultural no se incluyen en ninguna de las otras formas de vida
conocidas. En efecto, motivos bioculturales agrupan formas botánicas que no parecen tener
muchos atributos en común. Indudablemente, los aspectos mencionados hacen compleja la
delimitación de la categoría al punto de dudar de su status de FV.
Continuando la categorización de los individuos que potencialmente alcancen la forma
hiõ, se observa que un individuo de palma inmaduro e iniciando su crecimiento, se considera
esencialmente como ·koõ·koõ (en singular y kwinì en plural), aunque si se los incita los Hotì
reconocerán que potencialmente podría alcanzar la forma hiõ. El aspecto en macolla es
característico del ·ko·ko, por lo que plantas de la familia Bromeliaceae, y algunas Asteraceae
(como las Espeletia spp.) o incluso de algunas epífitas, que se desarrollan como rosetas
usualmente acaules, se categorizan con ese apelativo. El aspecto de individuos de palmas
recién iniciando su crecimiento bien se asemeja a el de estos últimos descritos, por ello los
Hotì los consideran a todos ·ko·ko (o un término alternativo mucho menos frecuente y
producto de modificaciones fonéticas según el ambiente donde se utilice, hoho, o en su
expresión plural huwe). No obstante, luego de sobrevivir su etapa inicial, un individuo de
palma juvenil iniciará el erguimiento de su tronco y empezará a individualizar su hojarasca, en
esta etapa aun inmadura, sus formas se apelarán ·wá·wá. Este clasificador se adjudica de
preferencia a individuos como los descritos aunque algunos Hotì, si se los insta a hacerlo,
reconocerían que podrían clasificarse también como hiõ. No es voluntariamente, sin embargo
que los Hotì clasifican a las palmas juveniles como hiõ, en vista de que no constituye el
clasificador culturalmente apropiado. Serán considerados ·wá·wá individuos usualmente
monocaules, de tronco suave y acuoso, frondas u hojarasca en el tope y ausencia de ramaje
colateral. Plantas características de esta categoría se materializan en géneros tropicales de
las familias botánicas de los monocotos como Heliconeacea, Musaceae, o Strelitziaceae. A
diferencia de las categorías mencionadas antes, las que categorizan a las palmas no
presentan polisemia, son antes bien, términos restringidos a la actividad clasificatoria. La
forma no nasalizada del clasificador ·wá·wá, actúa como una suerte de complemento del
sustantivo hele, aunque con menor frecuencia de uso. Se subraya de alguna manera así, la
precisión de los clasificadores con respecto a los referentes perceptualmente aprehendidos,
así como la facilidad con la que los que aprenden la lengua Hotì confundan a los clasificadores
y sus usos apropiados.
Cuando individuos de palmas alcanzan la madurez son considerados consensualmente
hiõ. En estos casos ostentarán además de troncos de maderas suaves y frondas de verde y
glabra hojarasca en la copa, frutos y flores en racimos o corimbos protegidos generalmente
por espatas.
Desde su nacimiento hasta su etapa madura, el mismo individuo de palma puede
incluirse en cuatro categorías diferentes en virtud del espacio temporal fenológico en que se
encuentre. En efecto, el dinamismo del sistema clasificatorio Hotì incorpora eventos
estáticos en el tiempo fenológico del individuo clasificado en cuestión. Indirectamente se
consideran así los virtuales desaparecimientos de los individuos categorizados además de
información factual de los mismos. Por otra parte, tres de tales categorías se interdigitan
con diversas formas de vida vegetal ocurrentes en el espacio vegetal Hotì y que abrazan
morfologías análogas a aquellas características de un punto histórico en el desarrollo de la
palma clasificada. Dada la importancia cultural utilitaria de las palmas, no sorprende la
complejidad y dinamismo de sus categorizaciones. Pareciera además, que las lenguas donde el
uso de clasificadores permea el universo perceptual de ítems y organismos transitarán sin
contradicción al categorizar formas orgánicas e inorgánicas.
Vale recordar en este sentido, un punto de vista alternativo al conceptualizar las
clasificaciones etnobiológicas. Así, Bulmer propone un modelo de etnoclasificación ecológico
integral que enfatiza la importancia de la especificidad de los ambientes culturales y
naturales para determinar el espacio taxonómico (Bulmer 1974:11-2). Las categorías
equivalentes a las FV de Berlin, son concebidas por Bulmer como ampliamente variables en
configuración puesto que criterios perceptuales y culturales se usan al construir las
categorías: los criterios generativos de las categorías no producen patrones panculturales ya
que dependen de rangos ecoculturales variables y numerosos (Bulmer 1974:20, 1967:6). Los
taxa de alta inclusividad (FV) son para Bulmer lógicamente natural pero no siempre
biológicamente naturales (Bulmer 1970:1087; cf. Hunn 1987). Cabe mencionar en esta línea
de ideas, un estudio etnobotánico en el Amazonas peruano, donde se concluye que los
clasificadores lingüísticos parecieran corresponder a categorías culturales y no naturales
(Shepard 1998). Bien podría ocurrir lo mismo entre los Hotì.
En esta vena de ideas, un dinamismo clasificatorio ilustrativo tiene lugar en ejemplos
de plantas cultivadas, aquellas que producen los tubérculos de diversos tipos conocidos como
iye (Ipomea batata) y wáõleõ (Dioscorea alata, D. trifida), además de la gramínea introducida
áõ·lo (Oriza sativa). Estos géneros Hotì se clasifican al inicio de su crecimiento o en su etapa
embrionaria, como ibuhu y más comunmente sólo como hu, aunque algunos Hotì no
consideraban a este un clasificador apropiado para los cultivos mencionados. Cuando pueden
segregarse individuos en su etapa juvenil se los clasifica como ·lo·lo (singular). La expresión
característica de la madurez de estas plantas herbáceas rastreras consiste en extenderse y
cubrir extensiones significativas de los conucos, que en este caso gozan de intensa y directa
luz solar. Una vez alcanzada esta etapa, los Hotì dejan de clasificarlas como hu y las
consideran con mayor propiedad como toto (plural). Se conoce solamente de un otro ejemplo
donde se utiliza este clasificador, en una Ipomea considerada silvestre por los Hotì.
El dinamismo clasificatorio estimulado por la diversidad morfológica en virtud de la
etapa fenológica del organismo clasificado sustenta en estos casos, el considerar como
criterio clasificador subyacente implícito el percepto o aspecto cambiente mas que la
esencia del categorizado.
Un clasificador restringido a pocos morfotipos es el denominado ·te·te que
constituye una expresión plural exclusivamente sin equivalente conceptual en singular. Se
consideran individuos ·te·te, aquellos herbáceos erectos que colonicen o se extiendan por
porciones de terreno, tales como algunos géneros de las familias Poaceae y Cyperacea.
Usualmente se registro este clasificador asociado con plantas de sabana o invadiendo áreas
recientemente intervenidas. Vale destacar aquí un clasificador polisémico y exclusivo de
estas dos familias mencionadas, se trata del vocablo kieloõ que es al mismo tiempo el nombre
genérico (siendo muchas veces el único dado a tales referentes botánicos) de la mayoría de
Cyperaceae silvestres observadas y puede tratarse como un clasificador también plural sin
equivalente conceptual en singular.
Una FV bien delimitada lo constituye en cambio, la denominada heláõ (en singular) o en
su expresión plural, áláiyáõ. Esta categoría incorporará a individuos caracterizados por
presentar troncos de dureza suave a mediana, acuosos o secos pero huecos en ambos casos,
son además lisos. De no ser huecos los troncos, el clasificador apropiado dejará de ser heláõ y
deberá usarse hele alternativamente. Plantas consideradas heláõ son típicamente géneros de
la familia Poaceae de las bambusoides (Arundinaria, Arthrostylidium, Guadua, Zea) o los
Costus de la Zingiberacea. Atributos relativos a la hojarasca u otros caracteres de los
organismos involucrados son irrelevantes para definir individuos heláõ. La categoría heláõ sin
embargo, puede referirse también a sólo una etapa en el ciclo de vida de un referente
botánico. Las bambusoides preferidas en la elaboración de cerbatanas por ejemplo, desde el
inicio de su crecimiento hasta su etapa juvenil es considerada heláõ, una vez que alcanza la
etapa madura, la caña endurece en cierta medida su tallo y puede alcanzar alturas de 10 m.
En esta etapa, pierden su cualidad de heláõ y se clasifican como ·yáì, pese a que conservan su
tronco hueco. La interacción de atributos interdigitados en las etapas vitales de los
referentes otra vez aquí estimulan la conducta clasificatoria cambiante.
Se ilustra a continuación las diferentes nominaciones de las partes de las plantas, así
como también ejemplos ideales o prototípicos de algunas de las categorías de alta inclusión
del segundo rango (véase figuras V.1 a V.6). Se ofrecen además representaciones
diagramáticas ramificadas para ilustrar algunas taxonomías del sistema clasificatorio Hotì
(véase figuras V.7 a V.13).
Genérico (G).
La categoría G del sistema clasificatorio de la flora local Hotì, constituye una suerte
de columna vertebral del mismo y en este sentido, coincide con las predicciones teóricas.
Según la teoría, la categoría G, se considera el núcleo del sistema clasificatorio, constituye
comúnmente la categoría más numerosa y es la primera reconocida por los niños, lo cual
evidencia la naturalidad y sencillez con la que se discriminan los genéricos. Los G ocupan
generalmente el tercer rango en el sistema clasificatorio, se nominan por nombres primarios
y la mayoría son monotípicos. Los G de Berlin, son el equivalente conceptual de los speciemes
(S) de Bulmer, definidos como las mínimas discontinuidades naturales perceptibles con
facilidad. Bulmer considera los S biológicamente naturales (Bulmer 1970:1081, 1967:7;
Bulmer 1974:21), y sostiene que se los segrega sobre la base de múltiples criterios
definitorios: morfológicos, conductuales, hábitats, conspicuidad biológica, etc. (1970:1072,
1078; 1967:8). Aunque los criterios perceptuales morfológicos son sin duda los más
relevantes entre los Hotì para segregar a los referentes botánicos, determinados hábitats y
la dominancia local de plantas específicas contribuyen en la identificación de las mismas.
Una posición diferente pero complementaria a la taxonómica consiste en el modelo
perceptual procesual flexible de clasificación etnobiológica donde las categorías FV y G se
distinguen esencialmente por procesos perceptuales diferentes: deducción e inducción
respectivamente (Hunn 1976). Las FV son deductivas ya que son monotéticas o definidas por
pocos rasgos abstractos, son además arbitrarias, de propósito especial y artificiales desde
el punto de vista biológico. Los G implican inducciones pues son politéticos, constituyen
patrones generados (gestalt o imagen global) a partir de la concatenación de múltiples
atributos concretos. Los G son de propósito general y naturales en un sentido lógico. La
elaboración de este modelo (Randall y Hunn 1984), sostiene que criterios ecológicos
(biodiversidad local) y funcionales (usos), además de los perceptuales (morfología, conducta)
son responsables en la construcción de las categorías biológicas altamente inclusivas (i.e.
comparables a la FV de Berlin), por ello, constituyen constructos culturalmente
idiosincráticos. Se considera aquí que procesos análogos se expresan en los ordenamientos
de la flora local por parte de los Hotì.
El número total de G conocidos provienen de tres tipos diferentes de procesos de
registros de datos:
1. De las colecciones botánicas. Se colectaron 2340 números botánicos durante todo el
trabajo de campo (1996-1999), de los cuales se registraron un total de 565 G Hotì
diferenciados no repetidos.
2. De las codificaciones de nombres. Las cuales provienen a partir de las 104 entrevistas en
las parcelas botánicas de las cuatro localidades y totalizan 387 nombres considerados G
por los Hotì, sin incluir sinónimos o repeticiones. Dada la metodología utilizada estas
codificaciones se refieren a individuos cuyo DAP es mayor a 10 cm., por tanto los G de
menor tamaño están excluidos aquí.
3. De las listas de asociación libre. Estas se llevaron a cabo durante las primeras semanas
del trabajo de campo y consistieron en solicitar a 15 Hotì de diferentes edad/sexo
asentados en las cuatro comunidades seleccionadas, los nombres de todas y cada una de
las plantas que pudiesen recordar. Se generan de aquí, un total de 209 G, aunque de esta
última cifra solamente tres G no pudieron colectarse o apreciarse los referentes
botánicos.
Se considera que la fuente más precisa y confiable, además de incluir a referentes
botánicos de todo el espectro morfológico, es la que proviene de las colecciones botánicas.
La cifra de 565 G, está dentro del rango de los quinientos como el límite o umbral superior
de taxa genéricos nativos nominados en los dominios orgánicos de plantas o animales (Berlin
1992:97). El número de G del sistema clasificador botánico Hotì podría entrar en
contradicción con la teoría etnobotánica de corte evolucionista si se los considera con una
tendencia mas forrajera que agrícola. La propuesta evolucionista (Brown 1985:45) observa
una correlación positiva entre el número total de taxa etnobotánicos y modo de subsistencia
de un grupo étnico determinado, aunque no contase con cuerpos de datos o estudios
sistemáticos comparativos y ponderables entre grupos forrajeros y hortícolas ocupando
áreas ecológicas similares (Berlin 1992:99). El número de G reportado aquí para los Hotì
proviene sin duda de bases de datos sistemáticas y debe considerarse al reanalizar la
propuesta evolucionista. Parte de la revisión además, debe probablemente reconsiderar los
modos de subsistencia como rótulos prioritarios y entenderlos más como procesos dinámicos
en los que la tendencia o énfasis de subsistencia ecológica dependerá de múltiples factores y
no sólo culturales. Tales factores en muchas ocasiones además, escaparán a variables o
procesos fundamentalmente socio-culturales. En este sentido, el caracterizar a los grupos
étnicos como hortícolas o forrajeros simplifica un complejo continuum de interrelaciones
culturales-ambientales. Los G reconocidos por los Hotì, sin duda reflejan además la
diversidad y riqueza ecológica de la Serranía de Maigualida.
A diferencia de las FV que se aprehenden perceptualmente como imágenes globales, los
G se reconocen y nominan perceptualmente por una serie de rasgos diagnósticos que de
mayor a menor prioridad se describen a continuación. Si se trata de plantas lígneas, la
corteza o tallo de los referentes botánicos parece ser el primer atributo y/o parte de los
mismos, que los Hotì observan al identificarlos. Si la mera observación no provee una
identificación adecuada, los Hotì cortan parte de la corteza externa de la planta y la huelen
o aprecian la presencia o ausencia de latex, resinas o coloraciones específicas. Si aun no se
logra dar una nominación satisfactoria, los Hotì observan si el referente presenta flores o
frutos. De no apreciarse partes fértiles se identificará a las plantas a partir de la
observación de las hojas, usualmente secas y yaciendo en la superficie del suelo. En el caso
de plantas herbáceas, los atributos primarios de identificación parecen ser las hojas, en
términos de coloraciones, venaciones y olores específicos. Algunos referentes como géneros
de las familias Bromeliaceae, y Cyperaceae, pueden identificarse a partir de la excavación de
rizomas y sus diferentes coloraciones, texturas y olores. El contexto ecológico donde se
desarrolle una planta específica puede eventualmente dar claves significativas para
identificar un referente botánico.
Los G reconocidos por los Hotì están nominados mayormente por nombres primarios
simples, improductivos y productivos. Los nombres primarios simples improductivos se
ejemplifican con vocablos como los siguientes: áõláõwiõli õ ·yáì (Schlerolobium spp.,
Caesalpineacea), liõ·tu ·yáì (Cedrela odorata, Meliaceae) ·káõye õlá hele (Lindackeria paludosa,
Flacourtiacea), iye·telá ibuhu (Machaerium kegelii, Fabaceae), ·káõláõwá ·wá·wá
(Phenakospermun guianense, Strelitziaceae) y ·tewá hyá (Heliconia psittavorum,
Heliconiacea). Los nombres productivos se expresan con vocablos como los siguientes, de
acuerdo a caracteres ecológicos, morfológicos o utilitarios: cËá·ká ·táwì ·yáì [árbol típico de
río abajo, no de montaña] (Hirtella elongata, Chrysobalanaceae), hetò ·táwì [árbol típico de
márgenes de ríos o corrientes de agua] (Brownea spp., Leguminosae) be õ ·táwì [árbol típico
de sabana] (Curatella americana, Dilleniaceae),·kwáyo hu [liana del mono] (Prionostemma spp.,
Hippocastanaceae), i·cËeká ·táwì [árbol duro] (Qualea paraensis, Vochysiaceae), tuõwèõláõ ·yáì
[árbol rojo] (Pouteria caimilo, Sapotaceae), leõiláõ hyá [planta acaule baja] (Monotagma laxum,
Marantaceae), ·cËábo ·yáì [árbol blanco] (Clathrotropis brunnea, Caesalpineaceae), báliyeká
·táwì ·yáì [árbol de corteza quebradiza resquebrajable] (Piptocoma schomburgkii,
Asteraceae), cËie õko ·táwì [árbol de la guacamaya] (Ouratea castaneifolia, Ochnaceae), boõko
·yáì [árbol que ilumina, con cuya resina se fabrican antorchas] (Protium heptaphyllum,
Burseracea), e·ko báõluè ·ko·ko [planta en macolla que se utiliza para teñir el cuerpo humano y
alejar culebras peligrosas] (Cymbopogon citratus, Poaceae), ábuwibìká hele [palo delgado con
el que se asean o bañan los seres humanos con fines benéficos] (Senna obtusifolia,
Caesalpineaceae), áu·kuli hele [arbolito del picure] (Chrysochlamis membranacea,
Clusiaceae), ·kule·tìlìáte ·yáì [árbol que provee excelente leña] (Raputia aromatica,
Rutaceae).
La tabla N° V.2 al final de este aparte, ofrece una síntesis numérica de la distribución de
G de acuerdo a la categoría de alta inclusividad del segundo rango del sistema clasificatorio
a la que los Hotì los asignaron.
Berlin (1992:168) observa que una porción de G determinada empíricamente, no
estará incluida taxonómicamente dentro de los rangos FV, es decir un número de G son
bioformas conceptualmente no afiliadas a las FV. Resulta significativo que en el sistema de
clasificación Hotì todos los referentes botánicos explorados se clasifican de alguna manera.
Cabe subrayar en este sentido que la totalidad de entes orgánicos y objetos inorgánicos
sobre los que se exploró este aspecto clasificatorio, son objeto de algún tipo de
ordenamiento o clasificación codificado en la lengua a través de morfemas clasificatorios. La
racionalidad subyacente a las tipologías morfológicas segregadas bajo el mismo clasificador
nominal puede resultar muy confusa para el que se inicia en la lengua Hotì. Por ejemplo, todas
las legumbres o frutos de las leguminosas, se consideran há (en singular y ueyá en plural), y
también se clasifican con ese morfema a los tubérculos de la batata (iye há), al maíz (·tábuõ
há), al plátano (·wálule há), al cambur o banana (hetálá há), y al chinchorro (diye há). Desde
puntos de vistas sólo perceptuales, no parecieran existir muchos atributos análogos entre
estos grupos de referentes. Para la percepción cultural Hotì sin embargo, tales referentes
están asociados y son miembros de la misma clase.
Del total de 565 G, un 23,6% son politípicos, i.e. incluyen taxa de rangos menores en
series de contrastes, cifra que no entra en contradicción con el 80% aproximado de
monotipos que predice la teoría etnobotánica (Berlin 1992:23). Así, un total de 108 G son
politípicos e incluyen al menos un par de taxa específicos.
Específico (E).
Un total de 509 E, se totalizaron a partir del registro de datos más confiable y
comprehensivo con el que se cuenta: los números botánicos colectados. Los límites y alcances
de la categoría E en el sistema de clasificación etnobotánico Hotì siguen los postulados de la
teoría. De esta manera, la categoría E se expresa en términos de series de contraste de
pocos miembros incluidos en un G tipo, y se diferencian perceptualmente a partir de la
abstracción de pocos atributos. Los E generalmente ocupan el cuarto rango del sistema
clasificatorio, se nominan mediante lexemas compuestos o secundarios y si conforman series
de más de tres miembros suelen tener gran importancia cultural y corresponden
generalmente a las variedades o sub-especies científicas. Si se considera a los Hotì como
una sociedad con tendencias predominante forrajera, los datos registrados acerca de su
sistema de clasificación etnobotánico contradice la teoría. Cuantitativa y cualitativamente,
las E del sistema clasificatorio Hotì contradicen la aseveración de que las sociedades
forrajeras carecen del rango específico o presentan un desarrollo pobre del mismo (Berlin
1992:33). Como se aprecia en la tabla Nº V.2, el número de G politípico es significativo y
sustenta la indudable relevancia de la categoría E en el sistema de clasificación botánico
Hotì. Cabe destacar que las series de contraste están conformada por más de dos E en
ejemplos significativos, como se observará cualitativamente en los ejemplos a describir, y se
segregan sobre la base de caracteres bien definidos que corresponden a grupos de plantas
consideradas también especies en la Botánica Sistemática.
Tabla N° V.2: Distribución de G monotípicos y politípicos según FV.
Genérico Monoespecífico
Genérico Politípico
Total Global
·yáì 156 79 235 ibuhu 130 3 133 hele 60 8 68 hyá 33 2 35 ·ko·ko 27 1 28 heláõ 19 7 26 ·wá·wá 15 4 19 hiõ 13 2 15 toto 3 1 4 ·te·te 1 1 2 Total 457 108 565
Dado que resultaría tedioso e inútil describir los E de los 145 G politípicos, se
ofrecen aquí ejemplos representativos que ilustran bien ambas categorías. A continuación se
presentan cinco ejemplos de G que incluyen entre tres y trece E. Vale destacar que la
mayoría de series de contrastes incorporan alrededor de 2 o 3 E coincidiendo una vez más
con lo que predice la teoría (Berlin 1992:122), aunque también tienen lugar series con más
miembros como se ilustra acá. Aunque se describen sólo algunas de ellas, las series con más
de tres miembros, parecen ostentar una gran importancia cultural y ecológica por lo que se
consideró significativo describirlos con más detalle. Los atributos diferenciales y
definitorios de cada E, provienen del análisis de aseveraciones sistemáticas emitidas por
Hotì adultos de ambos sexos, a los que se solicitó explícitamente que señalaran los aspectos
que hacían análogos o diferentes a los referentes clasificados bajo la misma categoría
superordinal y que formaban parte de una serie de contraste. Estos cuatro ejemplos además,
corresponden significativamente con géneros y especies de la Botánica Sistemática. Dos de
los ejemplos, Inga spp. y Protium spp., están entre las series de contrastes de plantas
silvestres con los mayores números absolutos de especies Hotì. Todos los ejemplos
corresponden a plantas que son cultural y ecológicamente significativas.
El primer ejemplo presentado ofrece una típica tríada de referentes botánicos
asociados en una serie de contrastes en virtud de atributos definidos por el tamaño y color
de algunas de sus partes (véase figura V.7). Las descripciones basadas en el atributo color,
deben considerarse en virtud del rango de colores codificados en la lengua Hotì, solamente
los siguientes: ·cËábo ‘blanco, amarillo, cremas y tonalidades claras’, wále·te ‘negro, marrón,
gris y tonalidades oscuras’, luõ·tibo ‘verde, azul y tonalidades en todo ese espectro primático’
y tuõwèõlo o tueõbe ‘rojo y tonalidades anaranjadas, moradas, rojizas a lo largo de ese espectro
primático’. Se registró en dos oportunidades el uso del vocablo yáká para referirse al
amarillo pero la mayoría de Hotì con quien trató de usarse este vocablo no lo reconocía en
ese ámbito semántico. En este sentido, la descripción de partes de plantas basadas en la
coloración de las mismas debe reinterpretarse a la luz del contexto cultural expresivo Hotì.
El ·táwáte ·yáì constituye un ejemplo representativo ya que resulta relativamente
frecuente en los sistemas de ordenamiento botánico Hotì encontrar grupos de plantas donde
las series de contrastes sean sólo de dos o tres E. En este sentido sigue los enunciados que
predice la teoría. El G tipo, o categoría superordinal, está nominado por nombres compuestos
y aparece en este caso marcado con el morfema lìõ que traduce 'verdadero, genuino, tipo'.
Los otros dos miembros de la serie de contraste están nominados también por nombres
compuestos marcados por morfemas que describen el tamaño de una de las partes del
referente botánico, el fruto, marcado por háõliõ ‘pequeño’ y uli ‘grande’. En este caso la
correspondencia con el sistema de clasificación botánico para dos de los ejemplos es de 2:1,
ya que el mismo taxón Hotì presenta correspondencias con dos nombres latinos que además
son las mismas especies botánicas en cada caso. Es decir, las determinaciones latinas de
Sloanea laurifolia y S. laxiflora se aplicaron a los dos taxa Hotì, y además se cuenta con
determinaciones realizadas en más de un referente. El caso del prototipico en cambio
presenta una correspondencia de 1:1. El ·táwáte ·yáì consiste en un grupo de árboles con una
frecuencia dominante en pedazos continuos de la selva contrastando con ausencia de
individuos en otros sectores. Es decir, es una especie gregaria utilizada por los Hotì en la
construcción de viviendas y como leña durante las expediciones.
En el segundo caso, de la Trichilia spp. pareciera que los tres atributos primordiales
en la segregación de las diferentes especies lo constituyen el tamaño, el hábitat y la corteza
de los referentes botánicos. Estos son considerados plantas centrales en la esfera de entes
benéficos e inductores efectivos de la cacería. En las zonas de bosques de montañas o
colinas resulta altamente probable encontrar algún individuo de esta especie. La Botánica
Sistemática calcula que en el Neotrópico ocurren alrededor de 70 especies de Trichilia
(Gentry 1993:613). En este ejemplo, el G tipo consensualmente parece ser el lìõ háõliõ iye ·yáì
[el genuino, verdadero iye pequeño], con una correspondencia de 2:1, es decir al taxón Hotì
se lo determinó en dos especies botánicas, curiosamente una de las determinaciones coincide
con el único género (Iryanthera) que en la serie no se determinó como Trichilia.. En tres de
los siete específicos Hotì, la correspondencia con las especies de la Botánica Sistemática, es
de 1:1. El caso del háõliõ iye ·yáì merece mención, ya que al menos cuatro especies del género
Trichilia fueron nominadas por los Hotì bajo esos lexemas. Este nombre compuesto alude al
tamaño de una parte del árbol y al referente mismo en relación a los miembros restantes de
la serie (pequeño) de contraste. Los otros cuatro nombres compuestos, se refieren al
hábitat predilecto de la especie nominada hetò ‘aledaño a márgenes, bancos de caños o
cursos de ríos’, al tamaño y textura del fruto áte holowáká iye ·yáì ‘grande, rugoso y con
suerte de abultamientos en la concha', al color de la corteza ·c Ëábo ‘blanca’, o a su cualidad
de verdaderamente silvestre, fuera del ámbito potencialmente domesticable, cËo iye ·yáì. El
primer miembro de la serie de contraste listado en la tabla, está nominado por un lexema
compuesto improductivo aunque el morfema báõláõtaiku se refiere al nombre G simple de otro
referente botánico y podría referirse a cierta semejanza global entre ambos grupos de
plantas.
En el tercer ejemplo tabulado, el caso de las Inga spp. lamentablemente no se cuenta
aun con determinaciones a nivel de especie para la mayoría de los especímenes en gran parte
debido a la gran diversidad de este género. De hecho, se han registrado alrededor de 350
especies de Inga para las zonas neotropicales (Gentry 1993:519), lo cual dificulta
determinaciones confiables. Los atributos Hotì diferenciales más relevantes parecen ser de
nuevo el tamaño, los hábitats predilectos de los referentes en cuestión, así como la textura,
consistencia y porosidad de las cortezas. La diversidad de este grupo de plantas, permite
predecir con alta probabilidad la ocurrencia de alguna(s) de estas especies en los contextos
silvestres inmediatos y mediatos que se transiten en un lapso de treinta minutos. En otras
palabras, la frecuencia de estas Mimosaceae es alta en el área de ocupación Hotì. Las Inga
son en su mayoría comestibles, proveen de una madera apreciada como leña y de algunas
especies se utilizan las cortezas como tintes para pintar las calabazas o recipientes de
alimentos. Algunas especies de Inga además, entra en la esfera de inductoras de cacería
efectiva. Se han señalado también por los Hotì como indicadores de suelos fértiles o ricos
en nutrientes, lo cual no sorprende al ser leguminosas. Lingüísticamente, todos los miembros
de la serie de contraste se nominan a través de nombres compuestos, aludiendo a caracteres
ecológicos: hetò ‘aledaño a cursos de agua’, o debido a la preferencia de ciertos animales a
alimentarse o beneficiarse del ‘árbol en cuestión marcado por morfemas como los siguientes,
boõktoõ luwe ‘guamo del pez’, ·kwáõtìbò luwe ‘guamo del venado’, liõboõ luwe‘guamo del mono
araguato’ ejko luwe ‘guamo de la culebra’; morfológicos: álikwete luwe ‘guamo de legumbre
corta pequeña’, hebeõ luwe ‘guamo de frutos abundantes en racimos’, uli luwe ‘guamo de
legumbres grandes’. El primer nombre de la lista además, describe en su nominación a un
término de parentesco, aludiendo metafóricamente a la relevancia como miembro de la serie
de contraste: áe ‘término aplicado a los hombres maduros de mayor edad, puede traducirse
como padre de mi padre o sencillamente hombre mayor respetable’. En este caso el grupo de
árboles denominados áe luwe son altos y anchos al madurar. El miembro de la serie
considerado al parecer tipo, se marca consistentemente con el morfema lìõ ‘verdadero, real
tipo’, como sucede con otras series de contraste. Dos nombres compuestos no aparecen
transparentes en su significado semántico, yelukye luwe y buõle·telo luwe. En los datos se
observan unos pocos casos de subdiferenciación, pero hasta que no se cuente con
identificaciones del especialista del género Inga spp. no podrían hacerse pronunciaciones
significativas acerca de la correspondencia entre los taxa Hotì y los latinos.
Tabla N° V.3: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de ·táwáte ·yáì (Sloanea spp. Elaeocarpaceae) Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza háõli õ ·táwáde ·yáì Sloanea laurifolia/
S. laxiflora alto selvático
montañoso vertientes
suave verde pequeña
duro espinoso verde rojo pequeño
pequeña blanca
suave roja sin resina
uli ·táwáde ·yáì Sloanea laxiflora/
S. laurifolia muy alto selvático vertientes coriácea verde
grande duro espinoso verde grande
pequeña blanca
rugoso negro sin resina
lìõ ·táwáde ·yáì Sloanea opposifolia mediano
delgado selvático suave verde
larga suave espinoso verde rojo
pequeña blanca
rugoso rojo negro sin resina
Tabla N° V.4: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de iye ·yáì (Trichilia spp., Meliaceae). Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza báõláõtaiku iye ·yáì Trichilia mazanensis pequeño selvático anegadizo pequeña
verde
pequeño verde pequeña blanca
blanca sin resinas
háõli õ iye ·yáì Trichilia brachystachya/ T.
inaequilatera/T. pallida/T. pleeana
alto selvático colinas pequeña suave verde
pequeño verde gustoso
pequeña blanca
blanca blanda sin resinas
hetò iye ·yáì Trichilia inaequilatera muy alto bancos y márgenes
de corrientes de agua áreas anegadizas
pequeña suave verde
grande verde gustoso
pequeña blanca
blanca blanda sin resina
uli iye/áte holowáká iye ·yáì
Trichilia mazanensis/ T. pleeana/T. inaequilatera
muy alto emergente
selvático colinas grande suave verde
grande verde gustoso
pequeña blanca
verde blanda sin resina
294
Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza ·c Ëábo iye ·yáì Trichilia inaequilatera
T. pleeana muy alto selvático montañoso
vertientes grande suave verde
pequeño verde gustoso
grande blanca verde blanda sin resina
c Ëo iye ·yáì Trichilia micrantha alto selvático montañoso pequeña
suave verde casi suculenta
pequeño verde pequeña verde pedicelo rojizo
naranja marrón resina aromática
lìõ háõli õ iye ·yáì Trichilia quadrijuga/
Iryanthera juruensis alto selvático vertientes grande suave
verde pequeño verde gustoso
pequeña blanca
blanca sin resina
Tabla N° V.5: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de luwe ·yáì (Inga spp., Mimosaceae).
Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza áe luwe ·yáì Inga sp. muy alto selvático
vertientes montaña
pequeña verde suave
corta suave verde grande blanca roja rugosa sin resina
ejko luwe ·yáì Inga sp. alto selvático
vertientes montaña
pequeña verde suave
corta suave verde pequeña blanca verde rugosa sin resina
háõli õ luwe ·yáì Inga bourgoni mediano selvático colinas grande verde
coriácea corta suave blanca
pequeña blanca negra rugosa sin resina
hetò luwe ·yáì Inga sp. pequeño selvático áreas
anegadizas márgenes de corrientes de agua
pequeña verde suave
corta suave verde grande roja roja rugosa sin resina
hili/hebe õ luwe ·yáì
Inga edulis pequeño selvático colinas pequeña verde coriácea
corta dura verde grande blanca verde rugosa sin resina
295
Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza álikwete/ báõyekáõlo õ luwe ·yáì
Inga bourgoni pequeño selvático vertientes colinas
pequeña verde coriácea
corta dura verde pequeña blanca verde rugosa latex blanco
bo õkto õ/bo õlo·ko luwe ·yáì
Inga sp. alto selvático áreas anegadizas márgenes de corrientes de agua
grande verde suave
corta suave verde pequeña roja roja rugosa resina roja
lìõ luwe ·yáì Inga bourgoni
I. edulis alto selvático
vertientes montaña
grande verde suave
corta suave blanca
grande blanca negra rugosa sin resina
uli luwe ·yáì Inga edulis muy alto selvático
vertientes montaña
pequeña verde coriácea
corta suave verde grande blanca negra rugosa sin resina
yelukye luwe ·yáì Inga sp. muy alto selvático
vertientes grande verde suave
corta suave verde pequeña blanca verde rugosa resina roja
·kwáõ·tìbò luwe ·yáì
Inga sp. mediano selvático vertientes colinas
grande verde coriácea
corta suave verde pequeña blanca blanca suavesin resina
bu õle·telo luwe ·yáì
Inga sp. mediano selvático colinas pequeña verde suave
corta suave blanco
pequeña blanca negra rugosa sin resina
liõbo õ luwe ·yáì Inga sp. pequeño áreas intervenidas
selvático colinas grande verde tomentosa
corta tomentoso verde
pequeña roja negra rugosa sin resina
296
Tabla N° V.6: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de báõu ·yáì (Protium spp., Burseraceae). Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza uli/yewi báõu ·yáì Protium tenuifolium / P.
cuneatum/P. opacum/ P. heptaphyllum/ Tetragastris altissima
muy alto ancho
selvático montañoso vertientes
grande verde lisa
grande verde gustoso
pequeña blanca
blanca rugosa suave resina pegajosa amargtransparente
ha õli õ/o·tewáká/ ·wi õle õ/·tuèlo báõu ·yáì
Protium crassipetalum P. tenuifolium /P. heptaphyllum/P. sagotianum/P. cuneatum Crepidospermum rhoifolium
alto selvático montañoso vertientes
pequeña verde lisa
pequeño rojo gustoso
pequeña blanca
roja rugosa suaresina olorosa transparente
i·c Ëeká báõu ·yáì Protium aracouchini alto ancho selvático pequeña
verde rugosa pequeño verde gustoso
pequeña roja roja rugosa durresina pegajosatransparente amarga
lìõ báõu ·yáì Protium spp. alto delgado selvático lejos de
cursos acuáticos grande larga verde lisa
pequeño rojo gustoso
pequeña blanca
blanca lisa suavresina transparente
áwelá báõu/báõlu ·yáì
Protium spruceanum/P. aracouchini
alto ancho selvático márgenes de cursos acuáticos
pequeña verde suave
pequeño verde poco gustoso
pequeña blanca
blanca rugosa dura transparente amarga
wále·te báõu ·yáì Protium heptaphyllum alto ancho selvático grande verde suave
grande blanco grande blanca blanca rugosa suave resina olorosa amargablanca
hetò báõu ·yáì Protium unifoliolatum mediano selvático márgenes
de cursos acuáticos
pequeña verde rugosa dura
grande rojo intenso gustoso
pequeña blanca
marrón rugosa resina indiferenciada
·c Ëábo báõu ·yáì Protium sp. mediano selvático pequeña
verde rugosa dura
grande rojo pequeña blanca
marrón clara rugosa aromática habitada por hormigas
297
Tabla N° V.7: Atributos perceptuales característicos diferenciados entre las especies de we·kao ·yáì (Pourouma spp., Cecropiaceae). Nombre Ho Nombre Latín Tamaño Hábitat Hoja Fruto Flor Corteza háõli õ we·káo ·yáì Pourouma guianensis subsp.
guianensis/P. minor alto selvático
montañas áreas intervenidas
grande verde coriácea
pequeño negro gustoso
pequeña negra
blanca rugosa suave sin resina
·kwáõtì we·káo ·yáì Porouma bicolor subsp. bicolor alto selvático
vertientes montañas
grande verde coriácea
grande blanco gustoso
pequeña negra
negra rugosa suave sin resina
·kwète/·kwáte we·káo ·yáì
Pourouma melinonii/ P. guianensis
alto selvático vertientes montañas
grande verde rugosa coriácea
pequeño negro gustoso
grande blanca
blanca rugosa suave resina negra
uli/kwayo/ we·káo ·yáì
Pourouma cucura /P. melinonii subsp. melinonii
alto selvático montañas áreas intervenidas
grande verde coriácea
grande negro gustoso
grande blanca
blanca rugosa suave sin resina
yuwáõká we·káo ·yáì Pourouma spp. alto selvático
montañas áreas intervenidas
grande verde cáustica coriácea
pequeño negro gustoso
pequeña negra
negra rugosa suave sin resina
we·káo lìdi hái ·yáì Pourouma cecropiaefolia mediano cultivado grande verde
coriácea grande negro gustoso
pequeña blanca
blanca suave sin resina
298
299
El cuarto ejemplo presentado, constituye una de las series de contraste más
interesantes en el sistema de clasificación botánico Hotì (véase figura V.8). Dado que los
referentes botánicos denominados báõu por los Hotì están representados en las parcelas
botánicas donde se llevaron a cabo las entrevistas, el comportamiento clasificatorio de los
Hotì con respecto a este grupo de plantas pudo apreciarse con detenimiento. Así por
ejemplo, en el registro sólo verbal de nombres otorgados a las plantas consideradas báõu, se
cuentan 13 nombres compuestos diferentes, excluyendo los sinónimos y las repeticiones. Sin
embargo, el consenso entre los diferentes Hotì entrevistados sugiere en realidad la
ocurrencia factual de sólo siete E Hotì además del prototipo marcado. La mitad de los
nombres compuestos expresados por los diferentes individuos consisten en una suerte de
combinación de los nombres con el consenso más alto y aquellos de otra serie de contraste
con el que solía relacionarse o confundirse el báõu, y cuyo G tipo se denomina báõlu ·yáì
(Trattinnickia spp.). De hecho, uno de los E más representativos de este último grupo se
considera miembro de la serie de contraste de báõu, al punto de ser sinónimo con uno de los
miembros de dicha serie: áwelá báõu ·yáì que puede alternar nominalmente con la designación
báõlu ·yáì. Sin duda, estas dos series de contraste presentaban dificultades apareciendo
confusas y oscuras para la mayoría de Hotì entrevistados, en especial a los más jóvenes. No
en valde, la mayoría de las E Hotì en la serie de contraste báõu, presentan una
correspondencia de subdiferenciación de hasta 1:6 G Hotì a géneros de la Botánica
Sistemática como se observa en la E haõliõ báõu ·yáì, denominada por algunos como o·tewáká
báõu ·yáì, ·wiõleõ báõu ·yáì o ·tuèlo báõu ·yáì. Esta E parece ser además la considerada tipo por
los Hotì. El haõliõ báõu ·yáì está determinado en dos géneros botánicos sistemáticos, aunque
300
aparece explícitamente un miembro de la serie de contraste nominado como lìõ báõu ·yáì
[genuino, verdadero báõu], conductualmente es al háõli õ báõu ·yáì al que se da prioridad. En el
caso del uli báõu ·yáì llamado también yewi báõu ·yáì, la correspondencia abarca también dos
géneros botánicos, siendo el segundo ejemplo del grupo báõu que describa este fenómeno. En
ambos caso sin embargo se trata de miembros de la familia botánica Burseraceae. Las
plantas nominadas báõu ocupan un lugar significativo cultural y ecológicamente. Entre los usos
más frecuentes se pueden mencionar los siguientes. La resina de algunas de ellas constituyen
la materia prima por excelencia utilizada para teñir y proteger el cuerpo humano de alimañas
percibidas o no culebras, espíritus, jaguares, ancestros, etc.). Con la resina seca además, se
preparan una suerte de antorchas que provee de luz nocturna. Las frutas de la mayoría de
ellas son comestibles y apreciadas por los seres humanos. Son plantas además con una
ocurrencia segmentada pero frecuente en los bosques montanos y premontanos, así, se han
registrado alrededor de 90 especies de Protium pantropicalmente (Gentry 1993:302). Como
se aprecia en la tabulación de datos, los atributos discriminatorios perceptuales primordiales
parecen ser las consistencias y coloraciones de las resinas y cortezas, los hábitats
predilectos por los referentes particulares y los frutos. Desde el punto de vista lingüístico,
todos los miembros de la serie de contraste están nominados por nombres compuestos
productivos, en virtud del tamaño de su fruto, háõliõ y uli ‘pequeño y ‘grande’ respectivamente,
de la consistencia de su resina y corteza, i·cËeká ‘duro robusto’, o·tewáká ‘blando aceitoso’,
del color de su corteza wále·te ‘negro’, de acuerdo a su asociación cultural a otros entes,
yewi ‘felino silvestre peligroso’, áwelá ‘espíritus invisibles o metamorfoseados que pululan y
transitan la selva, se les atribuye poderes sobrenaturales e infieren en las actividades
301
humanas’, de acuerdo a su habitat predilecto hetò báõu ·yáì ‘de río o áreas anegadizas,
pantanosas’ o bien por el color de su corteza ·cabËo báõu ·yáì.
El último ejemplo tabulado se refiere a un grupo de plantas usualmente asociado con
áreas intervenidas o frecuentemente alteradas. Los atributos diferenciales significativos de
las E, son en este caso los diversos aspectos de cortezas, resinas y hojas. Este grupo de
plantas ostenta una correspondencia de 1:2 en la mayoría de sus referentes con respecto al
sistema botánico occidental, en dos casos la correspondencia es de 1:1. El uli we·káo ·yáì
también nominado ·kwáyo we·káo ·yáì, aparece subdiferenciado con una relación de 1:2, y
parece ser el G tipo Hotì. El género botánico Pourouma es neotropical y ha registrado 25
especies (Gentry 1993:628). Culturalmente este G tiene un amplio rango de usos,
extendiéndose desde el uso de sus troncos para tallar utensilios culinarios o remos, hasta
considerarse un alimento gustoso y abundante. Las raíces de algunos we·káo ·yáì, se
consideran benéficas y sus hojas pueden actuar como abanicos o cobertores en las viviendas
temporales. Algunas E ostentan hojas coriáceas utilizadas como lijas efectivas.
Lingüísticamente, todos los miembros de la serie de contraste están nominados por nombres
compuestos y excepto en un caso ·kwáõtì, son productivos y transparentes a significados
culturales. Así, se nominan en virtud del tamaño, háõliõ y uli ‘pequeño y ‘grande’
respectivamente, o del uso y consistencia de las hojas, ·kwáte ‘hojas coriáceas de
consistencia dura usadas como lija’, o bien por su condición de cultivada como en el último
caso we·káo lìdi hái ·yáì, ocasionalmente denominado ·cËábo bá Hotì we·káo ·yáì [árbol de
we·káo de la gente de piel clara] en virtud de que los misioneros introdujeron las semillas o
302
incluso ·labi we·káo ·yáì especificando al misionero que les proporcionó eventualmente la
semilla para el cultivo.
Cabe también mencionar las correspondencias observadas entre los taxa Hotì con
respecto a aquellos de la botánica sistemática. Del total de G Hotì determinados en la
botánica sistemática, 285 presentan una correspondencia de 1:1 (58.8%), es decir una
especie botánica corresponde a un genérico Hotì; 114 G Hotì presentan una correspondencia
de 2 ó +:1 (23.5%), es decir varias especies botánica corresponden a un genérico Hotì; y 85
G Hotì presentan una correspondencia de 2 ó +:1 (17.56%),es decir, varios genéricos Hotì
fueron determinados en una especie botánica. Algunos ejemplos ilustrativos son los
siguientes, a la especie botánica Amphirrhox longifolia de las Violaceae, los Hotì pueden
denominar por al menos tres nombres: i·kotì ·táwì, ·cËábo hele o ·tiebo ·yáì , reconociendo
en cada caso que son E Hotì diferenciados, siendo la correspondencia 3:1. El Brosimum
guianense una Moraceae, es categorizado por los Hotì en dos grupos, el E háõli õ ·tìtìõweõká
·yáì, y el G ·kwáihle ·táwì, observándose una correspondencia de 2:1. Tal correspondencia
se observa también en la liana lignea de la Dilleniaceae Davilla kunthii, que los Hotì incluyen
en dos G, ·kule ibuhu y ·yuwèõli ibuhu. Dado que aun no se han determinado todos los números
de la colección botánica, estas aseveraciones con respecto a la correspondencia Hotì y
sistema botánico occidental debe considerarse inconcluso (véase Tabla Nº VI.6).
Variedad (V).
Esta categoría constituye la menos representada cualitativa y cuantitativamente en
el sistema de clasificación etnobotánico Hotì. La teoría predice que la mayoría de V se
refieren a plantas cultivadas, entre los Hotì se registraron sólo 5 V, de las cuales 2
303
corresponden a plantas silvestres y 3 a plantas cultivadas. Debe aclararse sin embargo, que
el status cognitivo de las V silvestres, no ofrece acuerdo consensual y puede tratarse de
una elaboración nomenclatural para enfatizar atributos perceptuales del referente en
cuestión, que en realidad apelan a un momento histórico en el desarrollo del mismo. Según la
teoría, las V se presentarán en series de contrastes de pocos miembros y estarán incluidas
en taxa superordinales de la categoría E, ocuparan el último rango del sistema clasificatorio,
por lo que serán taxa terminales. Las V pueden coincidir con subespecies del sistema
botánico occidental. Todos estos supuestos teóricos se cumplen en el sistema clasificatorio
botánico Hotì.
El ejemplo de las V silvestres incluyen dos taxa: háõliõ hetò wáõiyoõ ·yáì (Pseuldolmedia sp.)
y uli hetò wáõiyoõ ·yáì (Pseuldolmedia sp.), taxa subordinales de la E háõliõ wáõiyoõ ·yáì
(Pseuldolmedia laevis). El atributo diferencial que se señala es el tamaño del referente
botánico dado que los morfemas háõli y uli traducen ‘pequeño’ y ‘grande’ respectivamente
como se menciona en otro lugar.
La ocurrencia de las V cultivadas conocidas esta sustentada por aseveraciones
consensuales entre los Hotì adultos y niños consultados y se refieren a tipos de ñame grande
(Dioscorea sp.): uli ·cËábo wáõle toto, uli wale·te wáõle toto y uli duèõbe wáõle toto. El atributo
que se destaca aquí, es el color del tubérculo, dado que ·cËábo, wale·te y duèõbe traducen
‘blanco’, 'negro' y ‘rojo’ respectivamente.
Categorías Residuales (R).
Finalmente, es menester señalar a las categorías residuales, o aquellos taxa que por
desconocimiento del Hotì entrevistado, por la poca frecuencia del referente botánico en
304
cuestión, por la poca conspiscuidad biológica del grupo de plantas a clasificar o por su poca o
nula importancia cultural, son considerados simplemente como miembros de los taxa de alta
inclusividad o del segundo rango del sistema clasificatorio. Se presenta en la tabla Nº V.8
una síntesis de la información cuantitativa de los taxa residuales colectados. Es decir, la
información proviene de la base de datos contentiva de la información sobre todas las
plantas colectadas. Se considera esta información la más confiable dado que se trató de
colectar todos los G y E botánicos locales posibles, incluyendo aquellos desconocidos para los
Hotì.
Los 47 taxa residuales fueron nominados solamente a través del taxón de mayor
inclusividad al que se los consideraba subordinados. Cabe destacar que las determinaciones
de la botánica sistemática disponibles no coinciden con ningún otro referente botánico de la
colección, lo cual constituye un sustentamiento indirecto de que las categorías consideradas
residuales parece no estar nominadas o clasificadas como otro organismo vegetal, sino que en
realidad son desconocidas o ignoradas. Así por ejemplo, la categoría residual ibuhu y sus
variantes por tamaño (háõliõ, uli), o énfasis de cualidad silvestre (coõ), se han determinado en
las familias Asteraceae (en especies como Lycoceris triplinervia, Mikania amazonica,
Lycoceris sp.), Bignoniaceae (Cydista sp., Mansoa sp.), Loranthaceae (Phoradendron
crassifolium, Phoradendron sp.), Marcgraviaceae (Norantea guianensis), Passifloraceae
(Passiflora spp.), Rubiaceae (Manettia spp.), y Solanaceae (Solanum spp.). Los ·táwì hele se
han determinado en las familias Acanthaceae (Aphelandra fasciculata, Aphelandra spp.,
Ruellia malaca), y Rubiaceae (Chomelia sp., Isertia sp.). En la categoría residual coõ ·táwì, se
han determinado las familias Asteraceae (Piptocoma schomburgkii, Piptocoma spp.),
305
Malpighiaceae (Byrsonima spp.) y Rubiaceae (Hoffmannia spp., Paliconea spp.). En tanto que
en la categoría coõ ·táwì ·yáì se determinaron las familias Sapotaceae (Micropholis spp.), y
Vochysiaceae (Vochysia glaberrima). En la categoría residual háõli õ ·táwì hele se determinaron
tres familias botánicas, Euphorbiacea (Acalypha sp.), Gentianaceae (Coutoubea ramosa,
Coutoubea sp.), y Sapotaceae (Matayba spp.). El árbol clasificado como ·táwì ·yáì es una
Rubiaceae. La mayoría de estas once familias son comunes o frecuentes localmente, por lo
que su denominación puede obedecer a poco interés cultural en los taxa residuales, o pueden
no tener usos específicos o importantes o bien, no son perceptualmente conspícuos.
Tabla Nº V.8: Distribución de taxa residuales según la categoría supeordinal del
segundo rango.
Categoría supeordinal Número de taxa
ibuhu 13 háõliõ ibuhu 3 uli ibuhu 2 coõ ibuhu 2 ·táwì hele 7 ·tawì ·yáì 1 coõ ·táwì 6 coõ ·táwì ·yáì 4 háõliõ ·táwì hele 7 ·yáì 1 hyá 1 47
La tabla Nº V.8 no incluye ocho individuos de los que se posee referentes botánicos
colectado, que ni siquiera fueron clasificados en el segundo rango y simplemente se dijo no
306
haberlos visto antes (wede hái). Estos individuos han sido determinados en las familias
Cactaceae (Epiphyllum phyllanthus), Cyclanthaceae (Dicranopygium spp.), Euphorbiaceae
(Acalypha macrostachya), Papilionaceae, Portulacaceae y Solanaceae. Resulta significativo
que al menos cuatro de estas familias no parece tener una frecuencia muy alta localmente.
Tal vez por ello, se explique parcialmente el desconocimiento de los Hotì acerca de estos
grupos de plantas no nominados.
Gráfico N° V.1: Distribución de taxa residuales.
0
2
4
6
8
10
12
14
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11ibuhu ·táwì hele háõliõ ·táwì cËo ·táwì ·yáì háõliõ ibuhu uli ibuhu cËo ibuhu ·táwì ·yáì hyá [liana] [árbol] [arbolito] [árbol silvestre] [liana pequeña] [liana grande] [liana silvestre] [árbol maderero][hierba/hoja]
313
Figura Nº V.7: Representación gráfica de la serie de contraste del G ·táwáte ·yáì (Sloanea sp. Elaeocarpaceae).
uli ·táwáte háõliõ
·táwáte
lìõ ·táwáte
G
·táwáte ·yáì S. laxifolia
S. opposifolia
S. laurifolia
314
Figura Nº V.8: Representación gráfica de la serie de contraste del G báõu ·yáì, (Protium sp., Burseraceae).
uli báõu
háõliõ báõu
wále·te báõu
i·c Ëeká báõu
áwelá báõu
lìõ báõu
P. tenuifolium, P. opacum, Tetragastris
P. heptaphyllum
P. spruceanum Protium sp.
P. acacouchini
P. crassipetalum, P. tenuifolium, P.heptaphyllum, P. sagotianum, Crepidospermum rhoifolium
G
báõu ·yáì
Categoría Innominada
·yáì hele ibuhu hiõ hyáõ ·wá·wá ·ko·ko toto ·te·te heláõ G1 G2.. G235 G1 G2..G68 G1…G133 G1…G15 G1…..G35 G1 G2 G19 G1 ..G28 G1… G4 G1 G2 G1 G2…..G26 E1 E2 E7 E1 E2 E1 E2 …..E3 E1 E2 E1 E2 E1……E20 E1 E2 E1 E2 E3 E1 E2 …………E5 V1........V3 V1............ V3 Figura V.9: Representación diagramática del sistema clasificatorio Hotì.
315
·táwáte ·yáì
háõliõ ·táwáte ·yáì uli ·táwáte ·yáì lì ·táwáte ·yáì [árbol de fruta pequeña] [árbol de fruta grande] [árbol prototipo/verdadero de fruta] Sloanea laurifolia S. laxiflora S. opposifolia Figura V.10: Ilustración Taxonómica de un Genérico politípico: ·táwáte ·yáì.
316
iye ·yáì
báõláõtaiku iye ·yáì háõliõ iye ·yáì hetò iye ·yáì áte holowáká iye ·yáì jabo iye ·yáì [árbol pequeño de iye] [árbol iye del río] [árbol de iye de fruto abultado] [árbol de iye blanco] Trichilia sp. T. brachystachya T. inaequilatera T. mazanensis T. quadrijuga (prototipo) Figura V.11: Ilustración Taxonómica de un Genérico politípico: iye ·yáì.
317
luwe ·yáì
áe luwe ejko luwe háõliõ luwe hetò luwe hebeõ luwe álikwete luwe boõkto õ luwe lì luwe uli luwe yelukye luwe ·kwáõ·tìbò luwe buõle·telo luwe liõboõ luwe
[guamo ancho][g. de culebra][g. pequeño][g. de río][g. de racimo] [g. corto] [ g. de pez] [g. prototipo] [g. grande] [g. de venado] [g. de araguato] Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga bourgoni Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Inga sp. Figura V.12: Ilustración Taxonómica de un Genérico politípico: luwe ·yáì.
318
báõu ·yáì
yewi báõu ·yáì o õt·ewáká báõu ·yáì ijeká báõu ·yáì lì báõu ·yáì áõwelá báõu ·yáì wále·te báõu ·yáì [árbol de perro de báõu] [árbol aceitoso de báõu] [árbol duro de báõu] [árbol verdadero/prototipo de báõu][árbol de espiritu báõu] [árbol negro de báõu]
Protium tenuifolium P. crassipetalum P. aracouchini Protium sp. P. spruceanum P. heptaphyllum Tetragrastris altissima P. heptaphyllum P. sagotianum Crepidospermum rhoifolium Figura V.13: Ilustración Taxonómica de un Genérico politípico: báõu ·yáì.
319
we·káo ·yáì
háõliõ we·káo ·yáì ·kwáõtì we·káo ·yáì ·kwète we·káo ·yáì kwáyo we·káo ·yáì yuwáõká we·káo ·yáì [árbol de we·káo fruto pequeño] [árbol de we·káo hojas rugosas] [árbol de we·káo del mono capuchino] [árbol de we·káo de olor
desagradable] Pourouma guianensis sbsp. guianensis P. minor P. melinonii P. cucura Pourouma sp. P. melinonii sbsp. melinonii (prototipo) Figura V.14: Ilustración Taxonómica de un Genérico politípico: we·káo ·yáì.
320
321
Capítulo VI -
Etnobotánica cuantitativa
Este capítulo pretende verificar cuantitativamente la hipótesis de estudio, y
ponderar el conocimiento botánico intra e interétnico de los Hotì comparativamente. Se
ofrece una exposición de las diferentes metodologías utilizadas, contrastándolas donde sea
pertinente con los métodos cuantitativos publicados en la literatura etnobotánica. Se
detalla la naturaleza de la metodología en las entrevistas estructuradas sistemáticas
llevadas a cabo entre 104 Hotì en las cuatro parcelas botánicas, y en los análisis de
consenso y de regresión linear empleados. También se describe la distribución de las
entrevistas entre las diferentes comunidades y categorías demográficas. Además, se
discuten los resultados obtenidos, los grados de consenso y desacuerdos entre los Hotì, y
se exponen comparativamente diferencias y semejanzas en algunos aspectos ecológicos y
culturales observados entre las cuatro comunidades-parcelas botánicas. Finalmente, se
comparan los resultados obtenidos con aquellos de bases de datos análogas publicadas en la
literatura etnobotánica.
VI.1 Etnobotánica Cuantitativa: Metodologías.
Las críticas acerca de las debilidades de la etnobotánica dado su énfasis cualitativo y
poco uso de los métodos estadísticos, así como de la cuasi nula intención de replicar estudios
particulares, se han hecho eco desde la primera elaboración del tópico en los albores de la
disciplina (Kroeber 1920). Los cuestionamientos en torno a la omisión de cuantificar o ponderar
numéricamente la naturaleza de las variables en torno al conocimiento etnobotánico, se han
322
extendido a múltiples esferas del ámbito ecléctico de la Etnobotánica. Es precisamente este
carácter ecléctico de la Etnobotánica, una ventaja y una desventaja al unísono. Ello refleja
tanto su flexibilidad para incorporar propuestas teórico metodológicas de diversas áreas del
quehacer científico, como su absorción para amortiguar críticas generadas de intereses e
intenciones a veces conflictivos entre los etnobotánicos entrenados en diferentes prácticas
científicas (Antropología, Botánica, Ecología, Farmacias, etc.). Los voceros más significativos
en el tópico expuesto aquí provienen fundamentalmente de la Antropología y la Fitoecología.
La necesidad de estudios cuantitativos en la etnobotánica de corte antropológico se
dejo sentir más evidentemente en el debate acerca de la validez de extrapolar corpus de data
y conclusiones consecuentes desde uno o pocos informantes a todo el grupo étnico al que
pertenecen los interlocutores entrevistados (Gardner 1976). La suposición explícita e implícita
de la uniformidad cultural en torno al conocimiento de un dominio aparece inválida (Hays 1976,
1979; Boster 1981; Boster y D’Andrade 1989). En especial cuando se infiere una suerte de
homogeneidad conceptual entre todos los miembros de una comunidad en niveles cognitivos
(sistemas de clasificación y aprehensión del conocimiento; Brown M 1976), contextuales
(asociados en términos prácticos a usos, situaciones y ambientes ecológicos o económicos; Ellen
1975, 1978, 1979, 1986, Gal 1973; Rudder 1978/9), o perceptuales (identificaciones de los
referentes a partir de ciertos atributos; Bulmer 1967, 1974; Stross 1973). Esta crítica se ha
incorporado en la literatura con rótulos propios: Variación del informante o el informante
omnisciente, y sus voceros más sonoros, han hecho explícita la importancia de subrayar la
ontología de la diversidad del conocimiento entre los miembros de un grupo humano que
comparte la misma cultura, así como la distribución y mecanismos de aprehensión del mismo. Se
ha considerado como posibilidad exploratoria de la variabilidad probada de conocimiento, el
323
cuantificar la información en términos de incorporar tantos miembros de una cultura como sea
posible, provenientes de diferentes categorías demográficas y socio-estructurales, a partir de
contextos exploratorios comparables. No es casualidad, que los etnobotánicos con un sólido
entrenamiento antropológico centren sus investigaciones en el ser humano, es decir,
entendiendo a éste como la variable independiente.
Teóricos provenientes en cambio, del área de la Fitoecología, cuestionan la carencia de
hipótesis verificables así como la poca atención o ausencia de enfoques ecológicos dinámicos e
interactivos en los estudios de culturas y plantas (Prance 1991). No es sorprendente entonces,
que los etnobotánicos entrenados en botánica o ecología consideren a la plantas como la
variable independiente en el amplio espectro de interacciones hombre-reino vegetal. En esta
perspectiva, los fitoecólogos han señalado como crucial el cuantificar los estudios
etnobotánicos en virtud de constituirlos en poderosos instrumentos en el diseño de planes de
conservación además de precisar numéricamente la dependencia que las comunidades humanas
locales mantengan sobre los recursos vegetales específicos (Prance et al. 1987; Prance 1991;
Phillips et al. 1994; Begossi 1996). La gran debilidad de la etnobotánica cualitativa, consiste
desde esta visión, en satisfacer solamente fines descriptivos, cognitivos, o ideológicos que
aunque importantes, carecen de aplicabilidad real. La intencionalidad subyacente de los
proyectos de investigación con estas dimensiones, usualmente trasciende a la interacción
planta-hombre y pretende influir a largo plazo en procesos políticos, de manejo o conservación
de áreas bioculturales particulares. Esta orientación de investigación científica tiene una
tradición mucho más reciente que la antropológica.
No es gratuito, entonces, que las metodologías propuestas pretendan conformar lo
máximo posible los fines subyacentes de los actores científicos que las han propuesto e
324
instrumentado en sus propias investigaciones. Esto no niega el también evidente carácter
ecléctico que se ha ido desarrollando y cada vez incrementa más la propia definición
etnobotánica, en las metodologías propuestas. En este sentido ya desde la década de los
setenta, estudios conducidos por antropólogos empezaron a incorporar respuestas a estas
fragilidades teórico-metodológicas (Carneiro 1978; Ford 1978). Aunque incipientes y en
proceso exploratorio, las propuestas iniciales de pioneros como Robert Carneiro, sentaron las
bases de metodologías más refinadas aplicadas a investigaciones etnobotánicas donde el
énfasis se centra explícitamente en la cuantificación de los datos o en el encarecimiento
numérico de los aspectos asociados a las interrelaciones hombre-planta y que se desarrollaron
a partir de la década de los ochenta. En términos sintéticos, a través de métodos matemáticos
o estadísticos aplicados a enfoques de etnobotánica cuantitativa, se han desarrollado
1. inventarios etno-botánicos en parcelas de muestreo a partir de entrevistas con múltiples
informantes donde se determinan proporciones de usos y categorías de usos humanos
aplicados a porciones delimitadas del bosque en especies botánicas definidas (Boom 1985,
1986, 1987; Balée 1986, 1987, 1994; Prance et al. 1987; Pinedo-Vázquez et al. 1990;
Stoffle et al. 1990; Bennett 1992; Kayner y Duryea 1992; Bruni et al. 1997; Bernstein et
al. 1997; Lizarralde 1997; Mutchnick y McCarthy 1997; Baez et al. 1999),
2. cálculos de valores de uso de taxa vegetales indexados por informante o taxa, algunos con
énfasis en plantas medicinales (Adu-Tutu et al. 1979; Friedman et al. 1986; Johns et al.
1990; Moerman 1991; Bonet et al. 1992; Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et al. 1994;
Voeks 1996; Caniago y Siebert 1998),
3. medidas acerca del significado de las actividades espaciales, de input y output de plantas
particulares (Zent 1996; Gragson 1995), y
325
4. análisis de consenso de la capacidad para nombrar y usar una planta en poblaciones
específicas (Zent 1999).
Otra metodología etnobotánica cuantitativa pero de cariz emic a diferencia de las
metodologías listadas arriba, que presentan perfiles mas bien etic, se ofrece en el trabajo de
Turner (1988). El objetivo explícito de esta última, es alcanzar un Indice de Conspicuidad
Cultural (ICS) que pese a sus limitaciones le permita una tasación válida de la importancia
relativa de un etnotaxón. No obstante, el índice ignora parámetros tan importantes, también
excluidos por la mayoría de estudios mencionados (cf. Adu-Tutu et al. 1979; Boom 1985,
1986, 1987; Prance et al. 1987; Bennett 1992; Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et al.
1994; Bernstein et al. 1997), como la distribución de conocimiento entre los miembros de la
comunidad (variación de conocimiento entre los individuos) lo cual es central para entender la
importancia cultural de los etnotaxa. Por otra parte, al igual que Prance et al. se asignan
arbitrariamente valores numéricos para los taxa (de baja a alta importancia cultural (1 a 5)
lo cual descalifica la relatividad del lugar de las plantas en las diferentes culturas donde se
explora la interacción hombre-planta.
No se pretende aquí discutir cada una de las metodologías implementadas en la
etnobotánica cuantitativa, aunque cabe destacar que se considera que pese a sus limitaciones
las mismas han resultado más efectivas que los métodos solamente cualitativos y que sin duda
han contribuido a la rigurosidad de la etnobotánica en su definición como ciencia. No obstante,
la cuantificación es indudablemente limitante para aprehender espectros incuantificables y
centrales en el amplio ámbito de posibilidades de interrelaciones de las esferas humanas y
vegetales. Se considera que una ponderada interacción de enfoques donde comulguen con igual
326
peso métodos cualitativos y cuantitativos valida y enriquece la naturaleza de los datos y el
acercamiento al conocimiento global etnobotánico.
En síntesis, las metodologías de lo que se ha dado en llamar etnobotánica cuantitativa
(Prance et al. 1987), consisten en términos generales en una orientación de investigación
relativamente nueva dentro de la Etnobotánica, que intenta estudiar empíricamente las
relaciones hombres-plantas, permitiendo manejos estadísticos de los datos. Los estudios de
campo de este tipo han enfatizado una integración interdisciplinaria de metodologías
abarcando antropológicas (entrevistas y observaciones), botánicas (colección de especímenes
y determinaciones taxonómicas), y forestales (censos florísticos en cuadrantes de
muestreo). El enfoque cuantitativo representa una ventaja sobre los enfoques cualitativos y
compilatorios tradicionales de la etnobotánica, ya que provee datos mucho más precisos y
confiables, presenta un mayor potencial comparativo de resultados a través de diferentes
regiones culturales y ecológicas, permite operaciones analíticas estadísticas más rigurosas
además de una mayor posibilidad de replicar estudios y verificar hipótesis. Datos numéricos
de ese tipo, permitirán en este estudio, verificar cuantitativamente y comparativamente la
hipótesis planteada al inicio.
La etnobotánica cuantitativa constituye también un poderoso instrumento para
planes de conservación ya que es capaz de producir definiciones numéricas precisas de
patrones de explotación y manejos de plantas, de los usos que las comunidades locales hagan
de los recursos vegetales específicos y la abundancia y distribución espacio-temporal de
tipos de plantas. Así, metodologías cuantitativas pueden dar respuesta a interrogantes como
los siguientes: ¿cuánto de la diversidad vegetal es conocido y usado por la gente?, ¿qué
especies presentan los valores de uso más altos?, ¿qué familias botánicas presentan los
327
valores de uso más altos?, ¿qué comunidades de plantas presentan los valores de uso más
altos de acuerdo a las diferentes clases de significados culturales?, ¿cuán útil es una área
determinada de bosque (en términos de la proporción de plantas útiles)? Tales respuestas
provienen de resultados como los siguientes: la proporción de plantas culturalmente
conocidas dentro de un área de bosque, la proporción de plantas culturalmente útiles dentro
de un área determinada de bosque, las frecuencias, dominancias y medidas de importancia de
diferentes taxa botánicos, y las frecuencia, dominancia y medidas de importancia de
diferentes categorías de uso.
Algunas de estas interrogantes ocuparon el capítulo III y se discutieron antes, otras son
objeto de esta sección y los resultados se expondrán en los apartes siguientes. A
continuación se especifica la metodología implementada aquí.
VI.2 Metodología Cuantitativa específica empleada.
Una combinación de cuatro métodos se implementaron en el desarrollo de esta parte
de la investigación etnobotánica entre los Hotì:
1. levantamiento de cuatro parcelas botánicas de una hectárea cada una en cada una de las
cuatro comunidades de estudio intensivo,
2. entrevistas estructuradas con 104 Hotì de diferentes edades y sexos en las cuatro
comunidades de estudio intensivo,
3. análisis de consenso del informante con la ayuda de programas estadísticos de
computación diseñados específicamente para ello, y
4. técnicas de estadística descriptiva (cálculos de medias, desviaciones estándares,
histogramas comparativos, etc.) e interpretativa (análisis de regresión linear, gráficos
de dispersión, etc.).
328
La efectiva interacción de estas cuatro metodologías había sido probada previamente en
un proyecto piloto entre grupos de Piaroa en el Amazonas venezolano (Zent 1995). Ello
estimuló la replicación de las mismas metodologías en ámbitos ecoculturales más amplios.
VI.2.1 Parcelas de muestreo.
Dado a que las parcelas se describieron ya en el capítulo III, aquí se recuerdan
solamente algunos de sus aspectos. Las cuatro parcelas botánicas son de 20 m x 500 m
(10,000 m²). En estas cuatro hectáreas, todos los individuos botánicos ≥10 cm DAP fueron
medidos, se calculó su altura y se los marcó con rótulos permanentes numerados
consecutivamente, además se tomaron muestras botánicas de ellos, preferiblemente fértiles
(incluye árboles, lianas y palmas básicamente) a lo largo del período de trabajo de campo. Los
fines generales de las parcelas en términos de las interacciones plantas-Hotì, son los
siguientes: (1) alcanzar índices numéricos de categorías de taxa asociados a los uso de las
plantas manipuladas y conocidas por los Hotì, (2) observar la distribución de conocimiento
botánico entre Hotì de diferentes categorías sociales (edad y sexo), ambientes naturales y
culturales (3) ponderar la edad aproximada en que se aprehende el conocimiento botánico
entre los Hotì y (4) proveer el esquema replicable para comparar los gradientes de
conocimiento y uso entre los Hotì y grupos étnicos similares donde existen bases de datos
análogas.
En este sentido, las parcelas de muestreo se insertan en la tradición cuantitativa de la
etnobotánica iniciada en la década de los ochenta. Las parcelas han constituido instrumentos
metodológicos muy implementados en la etnobotánica cuantitativa, aunque se generaron en
tradiciones de investigación fitoecológicas. Los dos estudios etnobotánicos de parcelas que
han influido en cierta manera el diseño metodológico de este trabajo son los dos siguientes.
329
El primer grupo de investigadores etnobotánicos en aplicar la metodología de parcelas
florísticas parece haber sido un equipo de antropólogos y botánicos afiliados al New York
Botanical Garden (Boom 1987, 1989; Balée 1986, 1987; Prance et al. 1987). Estos trazaron
parcelas sistemáticas de 1 hectárea para explorar el uso de plantas por parte de indígenas
amazonenses. La pregunta básica a responder consistía en especificar y comparar
exactamente cuanto de la diversidad vegetal de las selvas Amazónicas era utilizada por los
diferentes grupos indígenas (Prance et al. 1987). Más recientemente, botánicos del
Missouri Botanical Garden utilizando parcelas de muestreo, compararon los usos que grupos
de mestizos dan a siete tipos (6.1 ha) de bosque florísticamente diferenciados en el
Amazonas peruano (Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et al. 1994). El objetivo final de
este trabajo era alcanzar índices de valores de uso comparativos con fines de conservación
a largo plazo. Ambos estudios parecen limitar sus alcances en términos de las
potencialidades metodológicas que ofrecen las parcelas de muestreo y en particular,
asociadas a las entrevistas estructuradas.
Prance et al. por ejemplo, en realidad estructuraron sus entrevistas en base a números
de colección botánica y no realizaron entrevistas individualizadas donde los indígenas
estaban expuestos perceptualmente a los individuos botánicos vivos. Ello puede ser una
limitante para identificar correctamente a las plantas muestreadas o para asignar
adecuadamente el inventario de usos particulares. Los individuos vivos además, actúan como
factuales mnemotécnicos en miembros de culturas que rutinariamente interactúan en el
bosque entre las plantas. Sin embargo permite todavía comparaciones estadísticas
significativas dentro de un cierto margen de error. Al igual que en estudios etnobotánicos
similares más recientes (Bernstein 1997), pareciera que tampoco se aventajan de las
330
potencialidades de estar físicamente en la selva y que ofrece la metodología de parcelas de
muestreo, dado que se entrevistan pocos indígenas locales y como en el caso de Phillips et al.
no se conducen entrevistas sistemáticas completas. Es decir, gran parte de los datos
etnobotánicos (80%) se colectaron a través de "relaxed walk-in-the-woods" (Phillips y
Gentry 1993b:18), concentrándose sólo en algunos y no todos los individuos botánicos
marcados en la parcela de muestreo. Esta limitante, cuestionaría seriamente la validez de
comparaciones estadísticas significativas.
El estudio etnobotánico entre los Hotì en cambio, se aventaja de las parcelas de
muestreo al emplearlas como un ámbito común que permite cotejar el conocimiento de un
número significativo de informantes acerca del mismo referente botánico y bajo las mismas
condiciones contextuales en todos los casos.
VI.2.2 Entrevistas estructuradas.
Las entrevistas estructuradas consistieron en solicitar verbalmente a un grupo de
Hotì la misma información a través de la misma serie de preguntas. El método es
transparente desde el punto de vista cuantitativo (Zent 1999) en virtud de que las
respuestas pueden someterse a tratamientos estadísticos sin mayores manipulaciones o
codificaciones (Martin 1995). Este tipo de actividad indagatoria proviene de la tradición
metodológica lingüística y ha sido ampliamente usado en la etnobotánica (Berlin et al. 1974).
Se han destacado tres tipos de esquemas de preguntas fundamentales, aquellas dicotómicas
(del tipo verdadero/falso), las de selección múltiple, o aquellas de llenar el espacio
interrogatorio (Martin 1995). Son al parecer las de este último tipo las que proveen de las
mayores probabilidades de consenso y ser correcta (Romney et al. 1986).
331
Las entrevistas estructuradas conducidas en las parcelas de muestreo entre los
Hotì, se condujeron todas en lengua Hotì y estaban estructuradas en dos partes. Una
primera parte en la que se indagaban datos personales del Hotì a entrevistar: lugar de
nacimiento, historia aproximada de residencia, cuándo llegó a la comunidad actual de
residencia, datos familiares y adicionalmente se trataba de calcular la edad del mismo a
través de datos indirectos (tales como historia de fertilidad para el caso de los adultos,
número de hermanos y posición relativa del entrevistado con respecto a ellos para los
adolescentes sin hijos o los niños, y los registros de nacimientos a partir de las bases de
datos de los misioneros). La segunda parte de la entrevista, comprendía la indagación de los
datos etnobotánicos per se. En una primera instancia, se señalaba la planta marcada al Hotì y
se le solicitaba el nombre de la misma: hibì teke/tekáe ·kwe ·yáì/hu tá. Los siguientes
esquemas de preguntas estructuradas relativas a los usos específicos del referente botánico
en cuestión, sucedían a la primera interrogación:
1. hibì teke bò tá - '¿tiene algún uso, cuál?'
2. ·kwòõ teke bò tá - '¿la gente come esta planta?'
3. cËo háõtì ·kwòõ teke bò tá - '¿los animales silvestres comen esta planta?’
4. ·kwè cËo háõtì ·kwòõ teke bò tá - '¿qué animales silvestres la comen?’ En esta pregunta
pretendía asegurarse de que el entrevistado cubriera al menos cuatro amplias categorías
de animales: aves, monos, peces y roedores. De esta manera, si el entrevistado no
mencionaba voluntariamente animales representativos de estas categorías se le
preguntaba directamente si esos animales representativos consumían la planta en
cuestión. Dado que la lengua Hotì no codifica estas categorías se indagaba directamente
sobre animales representativos: á·kuli [picure] (Agouti paca)·kwòõ teke bò tá, ·káli
332
[ardilla] (Sciurus spp.)·kwòõ teke bò tá, liõboõ [mono araguato] (Alouatta seniculus)·kwòõ
teke bò tá, uli ·kwáyo [mono marimonda/araña] (Ateles belzebuth belzebuth) ·kwòõ teke
bò tá, boõkto [peces en general]·kwòõ teke bò tá, ·kwái·le boõkto [pez caribe] (Pygocentrus
cariba) ·kwòõ teke bò tá, ·kwii [paují culo blanco] (Crax alector) ·kwòõ teke bò tá, ·woli
[pava de monte o rajadora] (Pipile pipile) ·kwòõ teke bò tá, , , etc.
5. áu ibì teke bò tá - '¿es benéfica?’
6. áu woi teke bò tá o bien áu ·kwòõ teke bò tá - '¿es inductora de cacería?'
7. ·kule hele/itì teke bò tá - ‘¿se utiliza como leña?’
8. luõwe hele/baì teke bò tá - ‘¿se utiliza en la construcción de viviendas, es horcón?’
9. toto teke bò tá - ‘¿la corteza se utiliza como fibra para hacer ropas?’ De ser afirmativa
la respuesta se interrogaba específicamente que tipo de artefactos se elaboraban a
partir de la corteza, tales como: boko toto teke bò tá - ‘¿se utiliza en la fabricación de
antorchas como envolvente?’, icËu toto teke bò tá - ‘¿se fabrican cinturones con la
corteza?’ áuõ toto teke bò tá - ‘¿las mujeres lo utilizan como toalla sanitaria durante la
menstruación?’ hutibì báì teke bò tá - ‘¿se fabrican impulsadores para trepara árboles
con la corteza?’ láõláõ álu õ teke bò tá - ‘¿las amarras y asas de las cestas se fabrican con la
corteza?’, etc.
10. báõeláõ bu ·lu·lu teke bò tá - ‘¿las abejas succionan el néctar de las flores de esta
planta?’ wáõlebá bu ·lu·lu teke bò tá - ‘¿las mariposas succionan el néctar de las flores
de esta planta?’ ·tukuli bu ·lu·lu teke bò tá - ‘¿los colibríes succionan el néctar de las
flores de esta planta?’ o bien ‘¿qué insectos se alimentan de dicha planta? (abejas,
avispas, termitas, mariposas, etc.).
333
11. áu ·táwì báì teke bò tá o áu ·táwì háõ teke bò tá - ‘¿con el tronco de esta planta se
elaboran curiaras?’
12. si el entrevistado voluntariamente no añadía categorías de usos menos frecuentes o
aquellas que involucran sólo plantas específicas, la última pregunta comprendía una serie
de indagaciones que exploraban si la planta en cuestión se empleaba en tales usos como
los siguientes: totá hu teke bò tá - ‘¿con el tronco se fabrican pilones?’, tote ·káloõ teke
bò tá - ‘¿las partes madereras se utilizan como asas de las hachas?’, uliká e·te báì teke
bò tá - ‘¿se fabrican puertas con esta planta?’, áu tìlì teke bò tá - ‘¿esta planta se
utiliza como jabón o para el aseo, limpieza personal?’, boõkto be õ teke bò tá - ‘¿esta planta
se utiliza como barbasco?’, boõko hiu teke bò tá - ‘¿la resina se utiliza para fabricar
antorchas?’, báõ·lue ·láõ·láõ teke bò tá - ‘¿la resina se utiliza como pintura corporal?, bi õhi
ká ·wáitá· tu/tuwi teke bò tá - ‘¿la corteza se utiliza para teñir calabazas?, ·láõláõ lu·luwe
báì teke bò tá - ‘¿se fabrican cestas con la fibra de esta planta?’, áu ·táwì e·te báì teke
bò tá - ‘¿se fabrican remos o canaletes con esta planta?, wáõlule o/ò hi teke bò tá - ‘¿se
elaboran rayos como para preparar el plátano con esta planta?’, áiye ·kwete ·wáláõ
báì/tilì teke bò tá - ‘¿la hoja se utiliza como lija en la fabricación o limpieza de
cerbatanas?, ·kwáõláõká báì teke bò tá - ‘¿se fabrica mostacilla con esta planta?, lukuwi
báì teke bò tá - ‘¿se fabrican lanzas con esta planta?, toto e·te báì teke bò tá - ‘¿se
utiliza en la fabricación de telares?, etc.
Debe destacarse que las preguntas dirigidas a indagar la utilidad de los referentes en
cuestión, corresponden a categorías utilitarias Hotì, y salvo en el caso de la última pregunta
que incluye diversas categorías, corresponden a un(os) vocablo(s) Hotì específico. Es decir,
el uso está claramente codificado en la lengua Hotì.
334
A todos los Hotì entrevistados se les solicitó la misma información a través de la misma
serie de preguntas y acerca de todas las plantas marcadas en cada una de las parcelas. No
hubo una sola entrevista iniciada que no se finalizara, ni plantas excluidas del
cuestionamiento planificado. Es decir, las 355 plantas de CI, las 538 de KA, las 556 de MO y
las 563 de MA fueron los objetos sobre los que giraron las 104 entrevistas etnobotánicas en
las parcelas de muestreo. Todas las entrevistas se realizaron individualmente, salvo en los
casos en que las mujeres con infantes o niños muy pequeños los traían consigo y además los
cargaban sobre su cuerpo durante todo el recorrido de la entrevista en la parcela de
muestreo. Estos niños sin embargo, no intervenían para nada en la indagación de la
información etnobotánica, siendo en su mayoría infantes que apenas se iniciaban en la lengua
Hotì. El rango de duración de las entrevistas varía entre 5 y 15 horas debido a varios
factores. Fundamentalmente, las entrevistas se prolongaban en virtud del conocimiento del
entrevistado acerca de las plantas o de la información que estaba dispuesto a compartir. Si
el Hotì entrevistado aparecía receloso o tímido, el período de calentamiento o relajamiento
inicial podía prolongarse con respecto a aquellos más confiados y habladores. También
influían la agudeza o rapidez con la que el Hotì entrevistado aprehendía la dinámica de la
entrevista, su velocidad para contestar a las preguntas y la rapidez con la que se entendían
en lengua Hotì las respuestas determinadas. Por ejemplo, al inicio las entrevistas se
realizaban mas pausadamente en tanto que el oído se acostumbraba al dialecto del Hotì
entrevistado y a medida que se adquiría un mejor manejo de la lengua. Para 1998, las
entrevistas tenían lugar en un espacio temporal mucho más abreviado, aunque con aquellos
Hotì muy conocedores de las plantas podía extenderse varias horas mas con relación a los
335
menos conocedores o a algunos niños. En la Tabla Nº VI.1 se detalla el perfil de las
entrevistas llevadas a cabo en las diferentes comunidades.
Tabla Nº VI.1: Distribución de las entrevistas etnobotánicas en las parcelas botánicas
según la comunidad de estudio intensivo.
Lugar Número de Entrevistas Masculino Femenina Totales Caño Iguana 16 16 32 Caño Majagua 12 8 20 Caño Mosquito 11 9 20 Kayamá 16 16 32 104 Como se mencionaba en otro lugar, la selección de los entrevistados consistió en un
proceso muy flexible y espontáneo, análogo a la mayoría de actividades sociales Hotì. En las
comunidades independientes, MA y MO, se entrevistó la totalidad de la población
entrevistable (excluyendo niños < 6 años), e incluso se invitó a participar en las entrevistas
en la parcelas de muestreo, a algunos miembros Hotì de comunidades aledañas (miembros de
otras 6 comunidades a 5-7 horas de camino de la parcela). La alta densidad poblacional
concentrada en las misiones, en cambio, exigió que se preparase un censo segregado por
categorías demográficas aproximadas, para calcular las proporciones adecuadas y
representativas de cada grupo etáreo que se pretendía entrevistar. En este sentido, se
decidió entrevistar 16 personas en cada grupo sexual y de manera flexible se solicitó a las
personas que cotidianamente visitaban nuestra pequeña residencia a que participaran en las
entrevistas. En realidad, en muy pocas ocasiones los Hotì se negaron a participar en las
mismas, y en todos los casos de negativas los Hotì particulares tenían justificadas razones
para no desear pasar tantas horas en la selva respondiendo a preguntas sin sentidos tal vez
desde su perspectiva. En un par de ocasiones por ejemplo, dos mujeres estaban
336
embarazadas, una incluso a pocos días de dar a luz. En cualquier caso, quiere subrayarse que
se contó con muy buena disposición a colaborar en las entrevistas así como las colecciones en
las parcelas de la gran mayoría de los Hotì. Ello simplificó considerablemente una actividad
nada sencilla en términos de esfuerzo físico e intelectual. Todas las entrevistas fueron
compensadas con bienes materiales de acuerdo a lo que el entrevistado solicitaba. Se
muestran a continuación gráficos demográficos comparativos de las proporciones de
población entrevistada. En CI y MO la gran mayoría de las entrevistas se condujo en 1997, en
tanto que en KA, y MA, la mayoría de las entrevistas tuvieron lugar en el año 1998, aunque
33% de las entrevistas de MO se realizaron en 1998 también. Sin embargo, se tomará el año
en que se condujo cada entrevista particular como el central para ubicar las categorías
etáreas de cada entrevistado.
VI.2.3 Análisis de consenso.
Las entrevistas estructuradas se codificaron y transcribieron en diversas bases de
datos, con la finalidad de realizar análisis matemáticos de los perfiles de acuerdo y
desacuerdo entre los informantes acerca de la información etnobotánica indagada. El análisis
de consenso del informante puede usarse para desvelar la información acerca de la validez
cultural de las respuestas dadas por los informantes así como la distribución del
conocimiento cultural dentro de la comunidad. El análisis de consenso que se ha utilizado en
este estudio, se conforma con el desarrollado por K. Romney, S. Weller y W. Batchelder
(1986, 1987), es decir, consiste en un modelo matemático diseñado para medir patrones de
acuerdo o desacuerdo entre los informantes acerca de un tópico cultural determinado. Los
datos colectados y analizados a través de este método, proveerán un estimado confiable del
337
conocimiento de cada informante y un estimado de la respuesta correcta para las preguntas
efectuadas a los entrevistados (Romney et al. 1987:163).
El programa específico que se utilizó para el análisis de consenso se denomina
Anthropac escrito por Stephen Borgatti (1996a, 1997) y basado en las fórmulas
matemáticas desarrolladas por Romney et al. (1986, 1987). Este permite alcanzar una
estimación numérica del conocimiento individual de un entrevistado expresado como nivel de
competencia, en tanto sus respuestas están de acuerdo o en desacuerdo con la selección de
consenso del grupo completo entrevistado. Por otra parte, el modelo ofrece un estimado
estadístico confiable de las respuestas correctas midiendo la distribución de acuerdo entre
los informantes. Usualmente la respuesta correcta coincide con la respuesta más popular,
pero no siempre es así. Además, el programa aplica una noción probabilística de respuesta
correcta, la cual es una función de la dispersión de respuestas a una pregunta particular, a la
que se agrega la probidad de conocimiento de los informantes en relación a todas las
respuestas emitidas (Borgatti 1996b; Zent 1999).
VI.2.4 Estadística Descriptiva e Interpretativa.
Los histogramas ilustran gráficamente parámetros comparativos de los valores de
consenso entre las cuatro comunidades donde se entrevistaron a los Hotì así como las
analogías o diferencias entre hombres y mujeres.
El análisis de regresión lineal se ha convertido en un instrumento usual en el análisis
de datos sociales, en virtud de su capacidad de especificar la correlación y dependencia
entre dos o más variables. En este estudio se emplea el análisis de regresión lineal con el fin
de verificar la posible relación entre los niveles de competencia del conocimiento
etnobotánico y variables sociales como la edad, sexo, etc.
338
VI.3 Resultados.
VI.3.1 Resultados: CI.
En la parcela de CI se entrevistaron 16 mujeres y 16 hombres en edades
comprendidas entre 6 y 47 años. En el gráfico Nº VI.1 puede apreciarse el perfil de la
población que participó en las entrevistas con respecto a la población total.
Gráfico N° VI.1: Población total entrevistada en proporción absoluta a las categorías
demográficas involucradas, CI.
Un 23% de la población participó en las entrevistas de la parcela de CI. El rango de
número de personas entrevistadas en cada categoría va de 1 a 4. Sin embargo, como se
0 5 10 15 20
05-09 f
05-09 m
10-14 f
10-14 m
15-19 f
15-19 m
20-24 f
20-24 m
25-29 f
25-29 m
30-34 f
30-34 m
35-39 f
35-39 m
40-+ f
40-+ m
Población Entrevistada Población Total
339
aprecia en el gráfico, las categorías masculinas en los grupos de edad infantil, adolescente y
jóvenes comprenden el grueso de la población total. Aunque comparativamente como lo
indicará el análisis de los datos más adelante, la muestra de población entrevistada es
representativa de la población total y de las categorías etáreas. Puede apreciarse al margen
además, que la población de CI está creciendo rápidamente, y que la mayor parte de la
población no alcanza los 30 años. El perfil demográfico describe una clara pirámide.
A partir de un total de 355 tallos o individuos botánicos de la parcela de CI, el
acuerdo entre los 32 Hotì entrevistados nominó 98 taxa de menor inclusividad (genéricos o
específicos) Hotì definidos y diferenciados. Hasta ahora se han determinado 36 familias y
107 especies botánicas en esos 355 individuos. Aunque en la mayoría de los casos se observa
una correspondencia de 1:1 entre taxa científicos y Hotì, se aprecia también un pequeño
porcentaje de sub y sobrediferenciación (véase Tabla Nº VI.6 para la cuantificación de las
correspondencias). En este sentido cinco taxa Hotì aparecen subdiferenciados, pues se han
determinado en dos especies botánicas cada uno, aunque en todos los casos en el mismo
genero: háõliõ báõu ·yáì (Protium tenuifolium/P. spruceanum, Burseracea), uli áe·kwèõ ·yáì
(Virola elongata/V. surinamensis Mirysticacea), háõli õ ·táwáte ·yáì (Sloanea laxiflora/S.
opposifolia Elaeocarpaceae), ·tìõ·tìõbo ·yáì (Apeiba intermedia/A. tibourbou Tiliaceae) y háõli õ
we·tolo (Cecropia angulata/C. peltata Cecropiaceae). Por otra parte, ocho taxa Hotì
diferentes, aparecen sobrediferenciados pues se han determinado dos taxa Hotì en la misma
especie científica: báõli ·yáì y uli báõli ·yáì (Brosimum alicastrum Moraceae), wá·likyeláõ ·yáì y
·cËábo ·yáì (Clathrotropis spp. Leguminosae), bálo uluku y háõliõ uluku (Ocotea spp. Lauraceae),
y también sucede el mismo fenómeno en los taxa háõliõ wáõiyoõ ·yáì y uli wáõiyoõ ·yáì
(Pseudolmedia laevis Moraceae). Es interesante destacar que en estos casos específicos, la
340
segregación Hotì se hace en base al tamaño de partes de las plantas, como la fruta en el
ejemplo de la Moraceae del ejemplo al final, o el hábitat que consideran preferido por la
planta en cuestión y su tamaño como en el caso de las Lauraceae. Cuarenta y cuatro
categorías Hotì incluyen o nominan a sólo un individuo botánico, las 54 categorías restantes
incluyen entre 2 y 19 individuos botánicos, siendo el taxa Hotì más numeroso en densidad
absoluta el háõliõ ·táwáte ·yáì.
Se discuten a continuación los resultados porcentuales de uso calculados a partir de
las respuestas estimadas como correctas por los programas estadísticos de consenso. En el
Apéndice 4a, pueden apreciarse las respuestas que presentan el consenso más alto luego de
correr los programas estadísticos (a nivel de taxa Hotì). Se incluyen además las
determinaciones científicas logradas hasta ahora, de las que se discutió en detalle en el
capítulo III y no se mencionan por ello aquí.
Los valores absolutos y porcentuales de los tallos y los taxa de CI se aprecian en la
tabla Nº VI.2.
Tabla N° VI.2: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso, CI.
Tallos Taxa Individuos Confiabilidad % Individuos Confiabilidad % Alimento de Colibrí, Mariposas, Abejas, etc.
·tukuli, wálebáõ báõeláõ bu ·lu·lu
351 .629 98,8 95 .447 96,9
Alimento Animal cõo háõtì kwáõ 326 .986 91,8 87 .978 88,7 Construcción de viviendas
lu õwe hele 318 .941 89,5 89 .926 90,8
Leña ·kule hele 316 .965 89,0 90 .949 91,8 Alimento Humano kwáõ teke 184 .973 51,8 44 .966 44,9 Corteza, Fibra: ropas, cuerdas, etc.
toto deke 47 .992 13,2 13 .989 13,2
Misceláneos/Varios 28 .916 7,89 6 .930 6,12 Benéfica áu ibì teke 7 .983 1,97 5 .983 5,10 Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 3 .989 0,85 2 .989 2,04 Inductora de cacería áu woi teke 1 .985 0,28 1 .985 1,02
341
Al ponderarse las series de valores taxa:tallo, se observa que en la mayoría de las
categorías los porcentajes se mantienen análogos. Las categorías donde se observan cambios
de valores significativos son Alimento humano, de 52% a 44%, Benéfica, de 2% a 5%, Canoas,
de 1% a 2% e Inductora de 0,28% a 1%.
Resulta muy significativo en cambio, ponderar los valores de confiabilidad atribuidos
por el programa de consenso a las diferentes respuestas de las categorías utilitarias. El
valor en términos absolutos más alto, ostenta también la confiabilidad más baja: alimento de
colibrí, mariposa y abeja. Esta pregunta de alguna manera indicaría la potencialidad de estos
animales a polinizar determinadas plantas. Sin embargo, el acuerdo entre los Hotì
entrevistados es bajo, al punto de ser poco significativo en el caso de los taxa. Se
requerirían mayores indagaciones o más precisas para poder concluir algo significativo. Las
nueve restantes categorías de uso sin excepción y tanto para tallos como taxas, ostentan
valores de confiabilidad bien altos y significativos. Ello indica según la interpretación del
consenso estadístico que las categorías están culturalmente bien definidas y aceptadas. Por
otra parte, la categoría construcción de viviendas aparece con un número absoluto alto de
plantas aludidas efectivas para ese fin. Sin embargo, pese al alto porcentaje que ostenta la
categoría, el tratamiento estadístico advierte sólo en este caso que el modelo de consenso
no se cumple pues los valores son muy bajos y el acuerdo dudoso. Aunque un porcentaje tan
alto de individuos se consideran apropiados para construir viviendas es necesario añadir al
dato cuantitativo el dato cualitativo a partir de las observaciones. Así, se puede aludir a la
alta movilidad tradicional de los Hotì y la poca atención relativa que se da conductualmente a
la potencial duración de las viviendas, para explicar la poca discriminación de plantas
madereras o lianas de amarre al erigir una residencia, temporal o de relativa permanencia. En
342
este sentido, como se señaló ya en otro lugar, la impermanencia volitiva dada a sus
residencias, parece caracterizar a la arquitectura tradicional que los Hotì elaboran. En
períodos de campamento, cualquier tallo que parece soportar el chinchorro es útil y entra en
la construcción de una residencia. Igualmente, hojas de múltiples Araceae, Musaceae,
Sterlitziaceae, y Arecaceae pueden ser parte de las techumbres. En general los criterios
observados repetidamente al levantar una vivienda parecían simples, hojas anchas en el caso
de las techumbres y resistencia potencial en el caso de lianas o arbóreas. La duración no
parecía entrar en consideración. El dato numérico en este caso, un alto valor absoluto y
porcentual, deriva junto a datos cualitativos en una interpretación inicial de la percepción
espacio-temporal Hotì.
Algo similar sucede con el alto valor que describe a las plantas lígneas consideradas
combustible. Aunque los Hotì entrevistados agregaban en sus aseveraciones adjetivos que
indicaban mayor o menor eficacia de la planta en cuestión para ser usada como leña (i.e.
maderos que producen poco o mucho humo, aquellos que se consumen lentamente y proveen
de calor por más tiempo, aquellos resinosos, etc.), en períodos de movilidad los maderos
secos de muchas especies pueden eventualmente satisfacer las necesidades temporales de
hacer fuego. La dinámica local de bosques es tan alta sin embargo, que las densidades
poblacionales contemporáneas del asentamiento no demandan, todavía, la tala de maderos con
fines de servir como leña. Arboles naturalmente caídos o partes de los mismos, surten como
combustible eventual. Tampoco se observaron búsquedas de leña a lugares muy alejados de
las residencias. Aun, la colecta de leña es una tarea continua y de cada día, generalmente
llevada a cabo por mujeres y niños.
343
La categoría utilitaria con el segundo valor más alto es sin duda parte de la
cotidianeidad Hotì: la verbalización de qué constituyen o qué están consumiendo los animales
en determinado sector espacio-temporal del ambiente Hotì es uno de los tópicos de
conversación preferido y usual de los miembros de este grupo. Pareciera poco significativo,
pero como se comentó en otro lugar, las plantas no sólo constituyen el alimento de muchos
animales, sino además son receptáculo de nidos o abrigos de animales de cacería. Más
importante aun, las plantas conforman uno de los eslabones reales en la cadena de
interacciones ecoculturales, bióticas y abióticas de la realidad Hotì y sin duda sustentan de
múltiples maneras la existencia misma de éstos. Como fitoindicadoras, las plantas de la
parcela orientan al cazador hacia fuentes potenciales de proteína y en este sentido se
considera que son muy importantes. No en valde, existe un alto acuerdo entre los Hotì
entrevistados acerca de qué plantas sirven de alimento a qué animales específicos que las
consumen. Es por ello que eliminar categoría alimento de animales como válida en los estudios
de etnobotánica cuantitativa como sugieren Prance et al. (1987) se considera errado: elimina
una rica oportunidad de aprehender la perspectiva de integración conductual ecológica en las
esferas hombre-plantas-animales.
En términos de entender la utilidad de una porción de territorio Hotì, los valores que
definen la utilidad de los tallos aparecen más ventajosos. Por ejemplo, en una hectárea de
terreno, sólo tres plantas ocurren como potencialmente utilizable para tallar una curiara,
correspondiendo a sólo dos taxa Hotì. En términos de la dispersión de los recursos estos
valores resultan significativos en tanto que los valores por taxa probablemente reflejen con
más precisión el uso por taxa que los Hotì dan a las plantas mayores a 10 cm DAP ocurrentes
en este sector de su área de ocupación en la parcela de CI.
344
Un 45% de los taxa son considerados como alimento humano con un alto acuerdo
cultural por parte de la muestra de Hotì entrevistados. Dada la condición forrajera de los
Hotì, esta cifra es reveladora, puesto que podría apuntar hacia la potencialidad de bosques
de esta categoría a suplir de necesidades alimenticias parciales y estacionales a poblaciones
humanas. Esto podría constituir un argumento parcial para confrontar la hipótesis (cf. Baily y
Headland 1991) acerca de que la selva tropical no tiene los recursos para soportar a los
grupos humanos a tiempo completo. Se ha observado entre los Hotì una dependencia
estacional casi total de recursos forestales, tales como frutos de algunas plantas (i.e.
Oenonocarpus sp., Attalea spp.).
Un porcentaje de casi la mitad de los taxa de la parcela como alimento humano podría
sustentar la hipótesis de que muchos más recursos vegetales son potencialmente consumidos
efectivamente. Sin embargo, estudios integrados fenológicos y ecológicos podrían responder
más apropiadamente este argumento hipotético.
La corteza de trece taxa son consistentemente utilizadas como fibras, cuerdas,
ropas, cinturones, portabebé, toallas sanitarias, etc. En términos relativos es un número alto,
más aún si su frecuencia en tallos no es despreciable. Un individuo Hotì no requiere
búsquedas muy minuciosas para encontrarse con una planta que pueda suplir esas
necesidades.
Dos categorías que apuntan indudablemente a conocimientos particularizados,
especializados hasta cierto punto, e individualizados, son las benéficas y las inductoras. Los
rangos de confiabilidad son altos, sin embargo un escrutinio más cuidadoso del tratamiento
estadístico revela que los porcentajes de plantas usadas en esos dos renglones culturales, se
elevan significativamente si se añaden aquellos taxa considerados efectivos como benéficos
345
o inductores por mas de 11 de los Hotì entrevistados (un tercio del total entrevistado). En
este sentido, el porcentaje de las benéficas se incrementa a 10.2%, y el de las inductoras a
11.2%. Resulta evidente que para algunas categorías demográficas este tipo de conocimiento
no forma parte de su aprehensión o entrenamiento cultural (i.e. niños, adolescentes
femeninas). El análisis de consenso también confirma esta conclusión, ya que indica que este
cuerpo de conocimiento no es consensual al mostrar una carencia de acuerdo y además que
ninguna planta se considera medicinal o inductora por estándares consensuales estrictos.
Por otra parte, es revelador que subgrupos o miembros de una familia extendida Hotì
consideren algunas plantas como inductoras en tanto que miembros de las mismas categorías
demográficas que estos pero de otras regiones del territorio de ocupación Hotì o de otras
familias extendidas sencillamente consideraban imposible otorgar a los mismos referentes
tal utilidad efectiva. A ellos se añade, el que muchas de las plantas integrantes de estos
renglones utilitarios son usualmente formas de vida no lígneas, o no alcanzan DAP de 10 cm
(i.e. herbáceas, bejucos no gruesos, acuáticas, epífitas, e incluso hongos). Estas
consideraciones sustentan aseverar que la metodología utilizada para arribar a una noción
cultural de estos dos renglones utilitarios no aparece del todo adecuada. Por una parte,
ambas categorías parecen formar parte de un tipo de conocimiento especial para el que los
instrumentos estadísticos permiten un acercamiento pero no resultan completamente
eficientes en términos de interpretación certera. Por ejemplo, un total absoluto de 109 taxa
Hotì se consideraron como inductoras en las colecciones botánicas generales. Si este número
de taxa se hubiese sometido a entrevistas consensuales controladas el número absoluto
hubiese descendido notablemente, dada la aparente preferencia de algunos a usar en
exclusiva plantas con ese fin. Este razonamiento sustenta además, un aspecto que se
346
pretende subrayar aquí: la naturaleza dinámica de la aprehensión del conocimiento botánico.
En este sentido, las plantas potencialmente benéficas parecen experimentar un grado de
experimentación constante. En las colecciones genéricas, 180 taxa Hotì se consideraron
benéficos aun, al rechequear con diversos informantes algunos pocos taxa se notó que la
información era poco conocida y compartida. Debe aclararse además, que este tópico no se lo
exploró a profundidad voluntariamente ya que diversas consideraciones éticas aparecen
irresolutas en la etnobotánica legal contemporánea y se ha preferido diferir para el futuro
tópicos de esta categoría.
VI.3.2 Resultados: MO.
En la parcela de MO se entrevistaron 20 Hotì provenientes de tres asentamientos
distintos, pese a que el asentamiento donde se situó la parcela contaba con una población
entrevistable de sólo ocho personas. Algunos Hotì ocupando áreas aledañas a alrededor de 5-10
horas de camino, con buena disposición aceptaron la invitación a participar en las entrevistas y
se acercaron hasta MO. Siete Hotì provenientes de Mosquito Bajo y cinco Hotì de Mosquito Alto
(nomádicos sin asentamiento declarado) tanto hombres como mujeres fueron entrevistados.
Debe subrayarse que el área de Mosquito parece constituir el núcleo de ocupación tradicional
Hotì. En este sentido, los asentamientos son pequeños en números absolutos, cambiantes y
muy movibles. Por otra parte, aunque no se poseen datos demográficos a largo plazo, los
perfiles que se poseen a través de conversaciones y observaciones directas indican que la
mortalidad y la morbilidad son significativos para una población reducida.
Las categorías demográficas que no se representan en el gráfico Nº VI.2 indican
ausencia de población en las mismas. Los dos extremos en el rango de edades son notables.
Por ejemplo, en ninguna de las zonas de Mosquito contactadas se registraron niños entre 6 y 9
años potencialmente entrevistables. Este vacío en el cuerpo de datos podría resultar muy
significativo en tanto que no puede apreciarse la edad potencial en la que se inicia la
347
aprehensión del conocimiento botánico. Puede observarse parte de su evolución e incremento
pero sin duda se enriquecería la perspectiva de poseerse datos con niños Hotì. La población
infantil constituye el grupo etáreo más vulnerable y experimenta pérdidas constantes. Por otra
parte, tampoco se registraron Hotì adultos maduros o ancianos, ya que al parecer su expectativa
de vida alcanza su climax alrededor de los 45 años.
Gráfico N° VI.2: Población total entrevistada en proporción absoluta a las categorías
demográficas involucradas, MO.
A partir de 556 individuos de la parcela, el consenso de los Hotì entrevistados
permitió cuantificar un total de 143 taxa de menor inclusividad o terminales (genéricos o
específicos) Hotì. Hasta ahora se han determinado 43 familias y 188 especies botánicas en
el universo de 556 individuos. En la mayoría de los casos la correspondencia entre taxa
científicos y Hotì es de 1:1 (véase Tabla Nº VI.6 para la cuantificación de las
correspondencias), sin embargo, se observan también significativos ejemplos de sub y sobre
diferenciación. Cuatro casos de subdiferenciación observados en MO son los siguientes: háõliõ
báõu ·yáì (Protium crassipetalum/P.sagotianum Burseraceae), háõliõ wáõiyo õ ·yáì (Pseudolmedia
0 1 2 3
10-14 m
15-19 f
15-19 m
20-24 m
25-29 f
25-29 m
30-34 m
40-+ f
40-+ m
Población Total Población Entrevistada
348
laevis/P.laevigata Moraceae), háõliõ ·tawate ·yáì (Sloanea laurifolia/S. laxiflora
Elaeocarpaceae), háõliõ áekwá ·yáì (Virola elongata/V. sebifera Mirysticacea). Ocho taxa
Hotì, aparentemente representan casos de sobrediferenciación, pues dos o hasta tres de
ellos se han determinado en aparentemente la misma especie científica: háõliõ olabo ·yáì, uli
olabo ·yáì y olabo ·yáì (Bathysa bathysoides Rubiaceae), háõliõ hoõloõáká ·yáì y háõliõ ·táwìáte
·yáì (Laetia procera Flacourtiaceae), uli báõu ·yáì, háõliõ báõu ·yáì y lu·te ·yáì (Protium
crassipetalum, Burseraceae).
La tabla Nº VI.3 presenta los resultados porcentuales de uso calculados a partir de
las respuestas estimadas como correctas por los programas estadísticos de consenso. En el
Apéndice 4b, pueden apreciarse las respuestas con el consenso más alto a nivel de taxa. Se
incluyen también las determinaciones científicas logradas hasta ahora.
Tabla N° VI.3: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso, MO. Tallos Taxa Individuos Confiabilidad % Individuos Confiabilidad % Construcción de viviendas
lu õwe hele 547 .951 98,38 140 .923 97,9
Alimento de Colibrí, Mariposas, Abejas, etc.
·tukuli, wálebáõ báõeláõ bu ·lu·lu
536 .959 96,40 140 .948 97,9
Alimento Animal c õo háõtì kwáõ 464 .941 83,45 126 .921 88,1 Leña ·kule hele 459 .929 82,55 127 .894 88,8 Alimento Humano kwáõ teke 160 .983 28,78 37 .970 25,9 Misceláneos/Varios 102 .613 18,35 14 .660 9,79 Corteza, Fibra: ropas, cuerdas, etc.
toto deke 26 .998 4,68 9 .996 6,29
Benéfica áu ibì teke 5 .974 0,90 1 .975 0,7 Inductora de cacería áu woi teke 3 .976 0,54 3 .981 2,1 Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 0 .995 0 0 .994 0
Los porcentajes varían para todas las categorías utilitarias entre los dos parámetros
de tallos a taxa, aunque no significativamente en la mayoría de los casos, siendo el más
349
notorio los usos misceláneos. Como se aprecia en la tabla, los grados de confiabilidad son
bastante altos en todos excepto un caso: el de usos múltiples misceláneos. Para este grupo,
esta categoría no aparece culturalmente bien definida según el programa estadístico. El poco
acuerdo en esta categoría viene dado al parecer por la inclinación de algunos Hotì a vocalizar
mucho más sus respuestas que otros, que a su vez podría estar relacionado al mayor
conocimiento de algunos de ellos.
Dos categorías de usos ostentan los porcentajes más altos: las plantas utilizadas
para construir viviendas y aquellas cuyas flores especialmente se asocian como alimento de
mariposas, abejas, y colibrís. Esta última, paradójicamente no presentaba acuerdo cultural
en CI y ostenta acá uno de los consensos más altos.
Consistente con las apreciaciones acerca de la impermanencia volitiva de la
arquitectura Hotì expresadas en el aparte anterior para CI, aparece también aquí en MO un
alto número de plantas empleadas para erigir las viviendas. Vale enfatizar que en toda la
región de Mosquito y el Alto Cuchivero, se observaron múltiples viviendas temporales o
estacionales de campamento esparcidas con frecuencia relativa y levantadas literalmente
con los materiales más accesibles al lugar seleccionado para hacer el asentamiento. Suelen
medir alrededor de 2 x 2 m² aunque sin duda las dimensiones dependen del tamaño del grupo
que acampará en el albergue temporal. Por ejemplo, cinco de los Hotì que participaron en las
entrevistas formaban parte de un grupo de 15 personas, altamente nomádico que
alegadamente no poseía conucos por lo que una parte significativa de los alimentos que
consumía provenían del forrajeo. Se observó que el tiempo invertido por este grupo para
levantar un asentamiento temporal no alcanzaba tres horas y los criterios para seleccionar
los materiales parecían consistentes al mínimo esfuerzo para acceder a ellos. En general, no
350
se abren claros en el bosque o se talan árboles mayores de alrededor de 15 cm. DAP para
hacer el asentamiento y construir las viviendas. Estas últimas no podrían divisarse desde el
cielo pues el continuo de bosque alto no se interrumpe para albergar las residencias, las
cuales pueden utilizarse en múltiples ocasiones cuando se las re-moldea eventualmente.
Generalmente sin embargo, los albergues Hotì se incorporan al suelo y forman parte de los
nutrientes accesibles localmente pocos meses después, pues la dinámica de descomposición
es alta y al estar desatendidos y deshabitados su permanencia erecta es breve.
Un número considerable de plantas sirven como alimento de animales y como leña, en
tanto que sólo 26% de los taxa se consideran alimento humano. Pareciera que los bosques de
este sector presentan frecuencias y densidades absolutas inferiores en plantas alimenticias
para los hombres que CI. Una especulación preliminar explicaría parcialmente el nomadismo
local por una presencia menor en recursos vegetales comestibles. Igualmente, sólo 6% de los
taxa se utiliza como fibra para elaborar cuerdas, sostenedores, cinturones, etc. Un
porcentaje que apunta hacia la dispersión de plantas de esta categoría de uso. El porcentaje
nulo, aquel obtenido por la categoría de uso, troncos tallados como canoas, resulta
culturalmente significativo ya que los Hotì de esta región no practican la navegación y sólo
muy incipientemente algunos de ellos del sector Mosquito Bajo parecen introducirse en el
arte de tallar curiaras en virtud de su contacto con otros grupos étnicos. Los Hotì de
Mosquito Medio y Alto en cambio, se mueven lejos de las áreas de los caños potencialmente
navegables y parecen tener poco o nulo conocimiento sobre plantas aptas para la navegación.
No es de extrañar que ninguna arbórea resultara consensualmente considerada como canoa
potencial.
351
La categoría de plantas benéficas representada sólo por cinco individuos en el
parámetro tallos, que en realidad definen sólo un taxa Hotì, aparece minimizada con el 1%.
Sin embargo, al considerar los taxa que más de siete Hotì entrevistados (un tercio del total
entrevistado) consideraron como benéficas, el porcentaje se eleva a 8% con 11 taxa
benéficos (representados por 26 individuos en la parcela). Lo expresado al respecto para CI
es válido aquí en MO: los datos tanto cuantitativos como cualitativos apuntan hacia una
suerte de especialización o particularización de este tipo de conocimiento asociado al
parecer con la edad. Por tanto, el tratamiento cuantificado estadístico con la técnica de
análisis de consenso resulta insuficiente para explorar esta categoría utilitaria, pese que el
grado de confiabilidad es alto. Las plantas inductoras aun más, reflejan la individualidad de
este conocimiento de cacería. Se observa aquí nuevamente que subgrupos del universo
entrevistado apuntaban como inductoras plantas que miembros de otro subgrupo desconocían
o consideraban ineficientes. Nuevamente, la categoría de plantas inductoras parece
aprehenderse más comprehensivamente haciendo comulgar enfoques cualitativos y
cuantitativos. Los adolescentes masculinos del subgrupo nomádico de Mosquito Alto tendían
a señalar como benéficas aquellas que sus padres habían nominado en ese uso. Resulta
revelador a ese respecto que al tomar en cuenta las respuestas de plantas consideradas
benéficas por siete o más de los Hotì entrevistados el porcentaje se eleva de 2% a 5% con
siete taxa y un total de 35 individuos (6,29%).
VI.3.3 Resultados: MA.
La población potencialmente entrevistable de MA resulto de 15 personas, sin
embargo una pareja de Majagua Alto visitó el asentamiento de MA en un par de
oportunidades y fue posible entrevistarlos. Igualmente, tres jóvenes de Asita Alto visitaron
352
MA al menos en una oportunidad y accedieron a participar en las entrevistas. El total de
entrevistas en MA es así de 20 personas, incluyendo al menos 1 Hotì en todas las categorías
etáreas excepto el grupo masculino de 24 a 29 años puesto que ningún Hotì en esa categoría
se hizo presente durante el trabajo de campo.
Gráfico N° VI.3: Población total entrevistada en MA en proporción absoluta a las
categorías demográficas involucradas.
La población entrevistada pertenece a un rango de edades de 8 a 52 años. También
aquí como en las dos comunidades mencionadas antes, la población es en general joven. Tanto
en MA como en MO, la participación de Hotì de comunidades aledañas en las entrevistas
hace que algunas categorías excedan a la población total del asentamiento donde se
0 1 2 3 4
05-09 f
05-09 m
10-14 f
10-14 m
15-19 f
15-19 m
20-24 f
20-24 m
25-29 f
30-34 m
30-34 f
35-39 m
40-+ f
40-+ m
Población Total Población Entrevistada
353
establecieron las parcelas y además, abarquen categorías demográficas inexistentes en el
mismo.
A partir de un total de 563 individuos de la parcela de MA, el consenso entre los
entrevistados resultó en 132 taxa de menor inclusividad o terminales (genéricos o
específicos) Hotì, determinados hasta ahora en 41 familias y 164 especies botánicas. En la
mayoría de los casos la correspondencia de taxa científicos y Hotì es de 1:1 (véase Tabla Nº
VI.6 para la cuantificación de las correspondencias), pero también se registran ejemplos
significativos de sub y sobrediferenciación. Ejemplos representativos de subdiferenciación
son los siguientes: uli báõluõ ·yáì (Trattinnickia burserifolia/T. lawrancei Burseraceae), y hetò
iye ·yáì (Trichilia inaequilatera/T. mazanensis Meliaceae). Algunas sobrediferenciaciones en
MA, incluyen al menos 17 taxa Hotì como las siguientes: uli iliõo ·yáì y uli kubáõtoõ ·yáì
(Bellucia grossularioides Melastomatacea), hetò ho õloõ ·yáì y hetò ·tì·tìwáõká ·yáì (Brosimum
lactescens Moraceae), hetò iye ·yáì y hetò bálieká ·yáì (Casearia mariquitensis
Flacourtiaceae), kwáe·le ·táwì, hetò ile õbáõ ·yáì y i·cËeká ·táwì (Licania apetala
Chrysobalanaceae), ·cËieko ·táwì y hoõloõ ·yáì (Ouratea castaneaefolia Ochnaceae), uli báõu y
háõliõ báõu (Protium heptaphyllum Burseraceae), ·kábuõle ·yáì, uli lábìõ ·yáì, cËo ·táwì, i·cËeká
·táwì y lábìõ ·yáì (Qualea paraensis Vochysiaceae).
A continuación se presentan en forma tabulada, los resultados porcentuales de uso
calculados a partir de las respuestas estimadas como correctas por los programas
estadísticos de consenso. En el Apéndice 4c, se encuentran las respuestas con el consenso
más alto a nivel taxa. Se incluyen además las determinaciones científicas logradas hasta
ahora.
354
La categoría utilitaria con el grado de confiabilidad más bajo, leña, presenta
dificultades al programa consensual que advierte sólo en este caso para MA, que el modelo
no se cumple y que con probabilidad la dispersión y desacuerdo de los informantes pareciera
indicar que culturalmente la categoría es ambigua. Tal advertencia se da sólo en el parámetro
tallo, y no entre los taxa lo cual sustenta ambigüedad relativa asociada al desconocimiento
del informante. Desde un punto de vista cualitativo en cambio, pareciera que la
discriminación entre la efectividad de los maderos leñosos es nula o poca, en especial entre
algunas clases demográficas como adolescentes y jóvenes masculinos. Para las niñas, las
adolescentes y las jóvenes femeninas la efectividad de la leña puede en cambio ser un tópico
de discusión agúdo: maderos suaves o duros, de consumo al fuego inmediato o prolongado,
livianos o pesados, de mayor o menor efectividad en términos de transporte y duración, etc.
Esto apunta sin duda a una cierta especialización del conocimiento en una categoría que en
muchos estudios se considera solo de sentido común (cf. Prance et. al. 1987), aunque
contradictoriamente a “leña”, como categoría de uso cotidiana debe tomarse como parámetro
esencial en estudios con intenciones conservacionistas. Máxime si alternativas de fuego para
la cocción de alimentos o abrigo son localmente inexistentes. Es por ello que se considera que
la exclusión de la categoría leña o combustible pareciera errado, lo cual se sustenta por una
parte por la ambigüedad cultural afirmada por el programa estadístico de consenso y por la
otra, por las prácticas de uso asociadas a la efectividad de los individuos leñosos como
combustible y a la indudable especialización de este tipo de conocimiento.
La categoría utilitaria con el porcentaje más alto corresponde también con la que
presenta uno de los grados de confiabilidad más bajos: néctar de las flores succionado por
mariposas, abejas y colibrís. Al igual que en CI en MA, esta categoría no parece estar muy
355
bien definida culturalmente. Vale destacar no obstante que los Hotì mismos segregaron esta
categoría utilitaria durante las entrevistas iniciales por lo que su inclusión en el inventario de
preguntas es culturalmente justificado y aceptado.
Las animadas discusiones acerca de las preferencias alimenticias de los animales, de
las plantas como fitoindicadoras para localizar presas, y la estacionalidad de la fructificación
y floración de determinadas especies vegetales con relación a su consumo a particulares
animales, sustenta cualitativamente los alto porcentajes y grados de confiabilidad
expresados por la categoría alimento de animales. Se considera que eliminar esta última del
análisis dada su prominencia cuantitativa, resta valor a la dinámica de interacciones
ecológicas que tiene lugar entre las esferas vegetales, zoológicas y humanas. Desde niños los
Hotì aprehenden esta realidad de la que puede depender su permanencia sino cultural,
biológica.
Tabla N° VI.4: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso,
MA.
Tallos Taxa Individuos Confiabilidad % Individuos Confiabilidad % Alimento de Colibrí, Mariposas, Abejas, etc.
·tukuli, wálebáõ báõeláõ bu ·lu·lu
549 .870 97,51
129 .859 97,7
Construcción de viviendas
lu õwe hele 529 .930 93,96
118 .877 89,4
Alimento Animal c õo háõtì kwáõ 524 .958 93,1 123 .911 93,18 Leña ·kule hele 512 .836 90,9
4 118 .852 89,4
Alimento Humano kwáõ teke 292 .980 51,87
33 .970 25
Misceláneos/Varios 121 .908 21,49
10 .880 7,58
Benéfica áu ibì teke 31 .981 5,51 5 .980 3,79 Corteza, Fibra: ropas, cuerdas, etc.
toto deke 21 .997 3,73 6 .992 4,55
Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 2 .995 0,36 2 .988 1,52 Inductora de cacería áu woi teke 0 .986 0,00 0 .986 0
356
La única categoría utilitaria donde los porcentajes disminuyen significativamente
entre los parámetros tallos y taxa, esta dada por alimento humano. Ello apunta hacia pocos
taxa con densidades absolutas altas consumidos por los seres humanos, siendo prominentes
aquí las palmas. Así, sólo un 25% de los taxa de la parcela, representados por 292 individuos
(52%) son alimento humano. Se considera aquí, que más que la diversidad indudablemente la
densidad de Arecaceae útiles al ser humano contribuyen a hacer atractivo este espacio como
asentamiento relativamente permanente. Como se señaló en otro lugar, las palmas son formas
de vida asociadas a las culturas humanas. Las cinco especies de palmas presentes en MA
suman un total de 110 individuos es decir, 20% del total de la densidad absoluta de MA (en
un rango de 12 individuos entre las dos Attalea spp. a 59 para la Oenocarpus bacaba). Todas
son alimento humano preferido culturalmente, al punto de que en las localidades donde la
densidad de palmas es nula o baja, la frecuencia de recorridos de campamentos en búsqueda
de frutos de palmas es alta y constante. Las prácticas Hotì de forrajeo asociadas a la
colecta de frutos está directamente relacionada a la potencial importancia de los grupos
humanos nomádicos como dispersadores de semillas y por tanto responsables indirectos de
las altas densidades de algunas especies localmente. En esta parcela, se observó en cuatro
oportunidades colecta significativa de frutos de palmas, además de que como se señaló en
otro lugar, se cortaron los tallos de dos individuos para estimular que coleópteros
comestibles crearan sus nidos en los maderos talados en descomposición. En este sentido, el
porcentaje comparativamente bajo de alimento humano para MA con respecto a CI (45%) y
análogo con relación a MO (26%), apunta más hacia diferenciaciones ecológicas en términos
de densidades de plantas alimenticias pero no necesariamente descarta la importancia de
pocas especies con altas densidades absolutas que parece ser el caso en la parcela de MA.
357
Las palmas son responsables también del descenso porcentual para la categoría
miscelánea entre los parámetros de tallo (21,5%) a taxa (8%). Ello, en virtud de que las
espatas, hojas, vainas de las hojas, cogollos, etc. de las Arecaceae son utilizadas en múltiples
casos: para elaborar recipientes, platos, bolsas, cestas, amarres, coronas, etc. Artefactos
elaborados por todos los miembros de la comunidad incluidos los niños. No en valde, las
palmas constituyen la forma de vida con el consenso más alto entre todos los informantes de
las cuatro áreas de estudio: salvo en los casos de sinónimo no se registró una sola respuesta
ambivalente o en desacuerdo con la mayoría al tratarse de palmas. La conspícuidad
perceptual de las palmas, aunado a su gran utilidad hace de ellas la categoría que ostenta el
consenso total entre los 104 Hotì entrevistados. Ello no descarta que a mayor edad los Hotì
conozcan más acerca de los usos de las Arecaceae, pero la asociación entre forma:
identificación: uso potencial se da con mucha facilidad entre los Hotì más jóvenes que
participaron en las entrevistas. Es decir, las palmas no plantean dificultades de
identificación, categorización (morfológica, utilitaria, ecológica) para los niños.
En esta parcela de tierras bajas inundables, sólo 21 individuos clasificados en seis
taxa Hotì, se consideran útiles como fibras para ropajes, amarres, etc. Es notable el
contraste en términos de densidades absolutas entre individuos considerados fibrosos entre
MA y KA por ejemplo. Ello apunta a diferencias de hábitats predilectos para las especies (i.e.
Lecythidaceae en su mayoría) así usadas. Para los Hotì plantea el uso de fibras de menor
calidad o la búsqueda de fibras a elevaciones superiores a horas de camino de la comunidad.
La poca frecuencia de fibrosas en MA sin embargo, no hace que este conocimiento se vea
empobrecido, por el contrario los grados de consenso y confiabilidad son altos para la
categoría entre todos los Hotì entrevistados.
358
Los 20 Hotì entrevistados en MA coincidieron con un alto consenso, en afirmar que
sólo dos individuos en dos taxa Hotì son potencialmente apropiados para tallar sus troncos
como canoas. Nuevamente, pareciera aquí que la densidad de plantas usadas como curiara es
baja. Ello podría indicar por una parte poco conocimiento cultural de troncos adecuados como
canoas así como preferencia de hábitats no ribereños o inundables de las especies
consideradas útiles para el fin en cuestión. Resulta curioso sin embargo, que una de las
diferencias de MA con respecto a las comunidades discutidas antes, es precisamente que los
miembros de MA se inician en el conocimiento de la navegación. Las curiaras elaboradas en
MA son muy inestables e incipientemente talladas, de unos 4 m de longitud y aun sin ser
abiertas con el uso del fuego como hacen otros grupos (i.e. Ye’kwana, Piaroa, etc.). Además,
se destinan a viajes cortos: sólo a cruzar las márgenes de los cursos de agua, o a recorridos
cercanos de pesca o para acceder a lugares de cacería o forrajeo. No podría ni siquiera en
MA considerarse a los Hotì como navegantes, el proceso de aprendizaje a la navegación se
está iniciando ahora en virtud de sus contactos con otros grupos étnicos.
Las plantas benéficas tienen una frecuencia de 31 tallos en sólo cinco taxa Hotì, es
decir 4%. Nuevamente este porcentaje apunta a conocimientos especializados, y se
incrementa sólo mínimamente a 40 tallos y 6 taxa o 5% al incluir en el consenso aquellas
plantas en las que siete o más Hotì estuvieron de acuerdo en señalar como benéficas. Las
plantas inductoras de cacería en cambio, si aparecen significativas al considerar el consenso
de siete o más Hotì y no de los 20 entrevistados solamente. Como se aprecia en la tabla,
ningún tallo o taxa fueron consensualmente considerados efectivos para inducir la cacería, es
decir 0%. Sin embargo los números revelan que el conocimiento está segregado más hacia los
hombres de todas las categorías y en especial adolescentes y hombres jóvenes, a ellos se
359
añaden algunas mujeres adultas. Este subgrupo del universo entrevistado (≥7) señala 26
tallos y 4 taxa como plantas inductoras, es decir un 3%.
VI.3.4 Resultados: KA.
En KA se entrevistaron 16 hombres y 16 mujeres, en un rango de edades de 9 a 59
años. También aquí como en CI resulta evidente que la población está en franco crecimiento.
El rango de individuos entrevistados en cada categoría demográfica va de 0 a 4. Dado que el
proceso de poblamiento de KA ha experimentado una suerte de aglutinamiento dinámico de
Hotì provenientes de diversas áreas, el universo muestreado es mucho más diverso que el de
las tres comunidades mencionadas antes. Incluso, dos miembros de los grupos de montaña,
más tradicionales, se acercaron a KA eventualmente y se tuvo la oportunidad de
entrevistarlos.
Un 18% de la población entrevistable de KA participó en las entrevistas en la parcela.
También aquí como en CI la población masculina joven domina cuantitativamente el número
global. En la categoría infantil femenino, no pudo entrevistarse ninguna niña, y sólo un niño de
nueve años pudo entrevistarse. Aunque en ningún momento durante nuestro trabajo de campo
se suscitaron conflictos, un hombre adulto que había sido entrevistado y que ocupa una
posición influyente en la comunidad nos sugirió amablemente que no resultaba conveniente
entrevistar a niños de ningún sexo menores de 11 años. Las razones que estimularon está
decisión son confusas y no se pretende especular acerca de las motivaciones subyacentes
que indujeron tal sugerencia que por supuesto fue respetada. Cabe señalar sin embargo, que
esta actitud contrasta agudamente con la independencia con la que se mueven los niños de las
restantes comunidades con quienes estuvimos en contacto. Una anécdota es ilustrativa del
contraste de fenómenos. En la comunidad independiente de MA, al inicio del trabajo de
360
campo, se solicitó permiso a la madre de un niño de unos 8 años para colectar plantas con él.
La respuesta de la madre fue significativa puesto que me subrayó que dado que mi intención
era colectar plantas con el niño debía solicitar permiso al niño mismo y no a ella. Este
fenómeno se repitió en muchos contextos, hasta que nos convencimos de que los niños Hotì
disfrutan de cierta autonomía e independencia al margen de sus padres o adultos de su
unidad de residencia.
Gráfico N° VI.4: Población total entrevistada en KA en proporción absoluta a las
categorías demográficas involucradas.
En la comunidad nucleada de misión de KA, en cambio, sin duda procesos de
transformación de la estructura social y poder han marcado nuevas conductas. Las razones
0 5 10 15 20 25
05-09 f
05-09 m
10-14 f
10-14 m
15-19 f
15-19 m
20-24 f
20-24 m
25-29 f
25-29 m
30-34 f
30-34 m
35-39 f
35-39 m
40-+ f
40-+ m
Población Entrevistada Población Total
361
verbalmente alegadas para preferir que no se llevasen los niños a las entrevistas parecen
poco convincentes: (1) se prefería que no les diésemos a los niños ninguna compensación o
bien occidental, pues éstos se los comerían y (2) se prefería que los niños asistiesen a la
escuela y no faltasen ningún día. Probablemente el control del flujo de bienes occidentales
entre la población joven, subyace a la absurda idea de que los niños podrían comerse un
cuchillo por ejemplo. Tal vez una forma de expresar control sea evitando el deseo de los
niños por adquirir bienes poco accesibles a ellos. Creemos además que nos expresamos con
poca habilidad ante las misioneras al solicitar que un niño al día nos acompañase a la parcela
para conducir la entrevista. Siendo las misioneras quienes transmitieron el mensaje al Hotì
adulto que nos sugirió no entrevistar a los niños. En cualquier caso, algunos niños querían ser
entrevistados pero preferimos no alterar la decisión de un Hotì adulto y causar
contradicciones y conflictos. Es lamentable que precisamente en una comunidad nucleada
donde los cambios acerca de la transmisión del conocimiento botánico podían ilustrarse muy
bien, no se cuente con los datos que permitan observar el proceso en marcha. Todas las otras
categorías demográficas aparecen bien representadas con respecto al resto de la población
total.
A partir de 538 individuos botánicos de la parcela, el consenso de los 32 Hotì
entrevistados en KA permitió cuantificar a 122 taxa de menor inclusividad o terminales
(genéricos o específicos) Hotì, que hasta ahora han logrado determinarse en 45 familias y
171 especies botánicas. La mayoría de los genéricos o específicos Hotì, presentan una
correspondencia de 1:1 con respecto a los taxa científicos (véase Tabla Nº VI.6 para la
cuantificación de las correspondencias). Los ejemplos de sub y sobrediferenciación son sin
embargo significativos también. Ejemplos de subdiferenciación son los siguientes: i·cËeká
362
·táwì y háõliõ iõli õo ·yáì (Casearia sylvestris Flacourtiaceae), wáliõláõ ·táwì y le õ·teu ·yáì
(Clathrotropis sp. Fabaceae), ·tuwobe õleõ·ke·ke ·yáì y leõbáõle õ ·yáì (Parinari excelsa
Chrysobalanaceae). Algunas sobrediferenciaciones son las siguientes: ·cËieko ·táwì (Ouratea
polyantha / O. castaneifolia Ochnaceae), weyáõ ·yáì (Hirtella davisii/H. glandulosa
Chrysobalanaceae), háõliõ i õliõo ·yáì (Piptocoma schomburgkii Asteraceae/Casearia sylvestris
Flacourtiaceae).
Las parcelas botánicas mencionadas antes están ubicadas muy cerca a las unidades de
asentamiento, entre 5 y 15 minutos de camino, excepto KA, donde las unidades de residencia
se han levantado cercanas a la misión. El área seleccionada para levantar la parcela de
muestreo en KA fue sugerida por un grupo de Hotì adultos, quienes nos guiaron hasta el área
de bosque consideraban describía mejor su concepto de ·táuku o bosque alto. En CI, MA y MO,
también se siguió la sugerencia de los Hotì para levantar la parcela en áreas considerados
verdadero bosque por ellos.
La tabla Nº VI.5 resume los resultados porcentuales de uso calculados a partir de las
respuestas estimadas como correctas por los programas estadísticos de consenso. En el
Apéndice 4d, se encuentran las respuestas con el consenso más alto a nivel de taxa. Se
incluyen además las determinaciones científicas logradas hasta ahora.
Tabla N° VI.5: Valores absolutos y porcentuales consensuales por categorías de uso, KA. Tallos Taxa Individuos Confiabilidad % Individuos Confiabilidad % Alimento de Colibrí, Mariposas, Abejas, etc.
·tukuli, wálebáõ báõeláõ bu ·lu·lu
513 .954 98,09
118 .951 96,7
Alimento Animal c õo háõtì kwáõ 451 .965 86,23
91 .941 74,6
Leña ·kule hele 443 .945 84,70
103 .918 84,4
Construcción de lu õwe hele 364 .914 69,6 24 .872 19,7
363
Tallos Taxa viviendas 0 Alimento Humano kwáõ teke 161 .981 30,7
8 31 .978 25,4
Misceláneos/Varios 69 .848 13,19 11 .857 9,02 Corteza, Fibra: ropas, cuerdas, etc.
toto deke 59 .996 11,28 9 .994 7,38
Benéfica áu ibì teke 37 .982 7,07 8 .980 6,56 Inductora de cacería áu woi teke 13 .989 2,49 4 .987 3,28 Canoas/Curiaras áu ·táwì teke 4 .999 0,76 2 .998 1,64
Los grados de consenso de KA son altos para todas las categorías de uso. Sin embargo,
los valores de KA son reveladores, en tanto que consiste en una comunidad Hotì relativamente
recién instalada en un ambiente natural menos conocido que la selva alta, donde se suelen
levantar los asentamientos tradicionales. Como se discutió en otro lugar, KA constituye un
ecotono sabana-bosque al que los Hotì parecen haberse sentido atraídos más por razones
socio-culturales de contacto que por motivaciones ecológicas. Así la misión ha estimulado la
concentración de Hotì de diferentes microambientes en KA, al punto de que constituye el
asentamiento más numeroso de Hotì conocido. La concentración de poblaciones seminómadas
acostumbradas a explotar, manejar y consumir una gran diversidad de recursos vegetales y
zoológicos trae consecuencias inevitables de presión sobre el ambiente al punto de sobre-
explotar, degradar e incluso extinguir localmente especies animales o vegetales. Esta presión
ambiental aunada al nuevo ambiente cultural de contacto (grupos E'ñepa y criollo) ha sin duda
generado estrategias humanas de explotación nuevas a la cultura Hotì misma. En este sentido,
se esperaba que los valores resultantes de las entrevistas en KA expresaran mayor variación y
menor conocimiento de la esfera botánica que aquel expresado por miembros de las tres
comunidades anteriormente mencionadas.
364
En este orden de ideas, en KA, dos de las categorías de uso, construcción de viviendas
y misceláneas, se expresaron en el programa de consenso como 'violando el modelo estadístico
en tanto que la condición de que los informantes provengan de la misma base cultural, no se
cumplía'. Este resultado se hace expreso tanto en tallos como en taxa. Es por demás
interesante hacer notar que la variación de respuestas se expresaba en ambigüedad ante una
realidad botánica nueva: plantas del ecotono, en especial de los cuadrantes 17 al 21 de la
parcela, desubicaban al Hotì en cuestión quien usualmente reproducía un nombre genérico para
nominarlas tal como i·cËeká ·táwì (árbol de madera dura), beõ ·táwì (árbol de sabana), o bien cËo
·táwì (árbol silvestre), al punto de que la respuesta estimada como correcta según el programa
en algunos casos es uno de estos vocablos. En otras ocasiones se admitía que eran plantas
desconocidas no vistas antes (wede má ibuhu/·yáì/hele). No obstante, los poco Hotì
conocedores quienes acordaron en usos y nombres análogos ostentan la respuesta correcta
aunque bajo consenso.
En el caso de las plantas de construcción, llama la atención que sea justo esta
comunidad, la más nucleada y en donde la influencia de la arquitectura E'ñepa ha dejado su
huella evidente, un porcentaje comparativamente bajo de plantas se consideraran adecuadas
para erigir viviendas. Los porcentajes de uso en CI, MO, y MA para la arquitectura no bajan en
ningún caso a menos del 89%, tanto para tallos como para taxa, en KA en cambio el valor
porcentual en el caso de tallos alcanza 69,7% gracias a las palmas y sólo al 19,7% a nivel de
taxa (24). Sin duda no sólo factores ecológicos pueden alegarse para explicar la diferencia
porcentual sino especialmente factores dinámicos de cambio cultural. Desde el punto de vista
fitoecológico, podría decirse, que muchos de los tallos de los cuadrantes de ecotono ostentan
plantas poco adecuadas para la construcción, por lo que unos 55 tallos (11%) podrían restarse al
365
porcentaje global de uso. Sin embargo pareciera que el factor cultural es más significativo aquí
como argumento explicativo: la arquitectura E'ñepa sin duda sólida y volitivamente erigida para
albergar y proteger por períodos largos a una población humana relativamente numerosa (i.e.
80 o más personas) a influido determinantemente tanto en los criterios selectivos de los
materiales constructivos como en la tipología misma de las viviendas Hotì. Vale destacar que
sólo en KA se observaron residencias con intención de permanencia real y destinada a alojar
mas de 50 personas al mismo tiempo. La influencia E'ñepa es incuestionable en términos de
solidez también, así morfológica, funcional y espacio-temporalmente, la arquitectura Hotì ha
adoptado elementos de la E'ñepa al punto de diferenciarla substancialmente de los tres
asentamientos restantes.
La ambigüedad cultural en el caso de los usos variados se explica tal vez por factores
de cambio también: usos más tradicionales que han pasado a desuso fueron mencionados por
algunos Hotì (i.e. kit para prender el fuego, mostacilla silvestre, etc.), otros usos alternos eran
desconocidos por Hotì jóvenes (fabricación de puentes temporales, agujas, etc.), además,
algunos usos al parecer han sido adoptados de los otros grupos y poco conocidos por algunos
(i.e. construcción de instrumentos de cuerdas sin tradición aparente entre los Hotì, mesas,
etc.). Resulta elocuente entonces que la respuesta estadística advierta que se miden variables
que no corresponden con la unicidad cultural acordada para hacer efectivo al modelo de
consenso. A ello se añade el hecho significativo de que Kayamá concentra, desde hace
recientemente, poblaciones de diversos subgrupos Hotì provenientes de diversas áreas de
ocupación tradicional.
Con acuerdos y porcentajes altos, están representadas las categorías de alimentos a
animales. La importancia de las plantas como fitoindicadoras y sostenedoras de las poblaciones
366
zoológicas locales se expresa bien en términos cuantitativos y cualitativos ya que en más de
una ocasión se observó la importancia de la verbalización y socialización de esta categoría
utilitaria en el entrenamiento a los niños acerca de su entorno natural.
Plantas usadas como leña, conforman la categoría de uso con el tercer porcentaje más
alto. Se revelan aquí otra vez al parecer pocos criterios discriminadores de efectividad de uso
por una parte, y por otra la no inmediatez de acceso al recurso como en las tres comunidades
restantes en virtud de la concentración poblacional mencionada antes.
Los porcentajes de plantas consumidas por los seres humanos aparecen análogos a
aquellos de MO. En KA, alrededor de 25,4% taxa y 161 individuos en términos absolutos fueron
declarados como alimento humano, siendo en este caso plantas dispersas con frutos sin
aparentes densidades muy altas. Es en cambio más significativo aquí el porcentaje de plantas
fibrosas en términos absolutos, 59 individuos en sólo 9 taxa (7,3%) y un conocimiento
ampliamente compartido por los 32 Hotì entrevistados por lo que expresa un alto grado de
confiabilidad. Con igual grado de consenso aparecen las plantas destinadas a ser talladas como
canoas, con sólo 4 individuos repartidos en 2 taxa Hotì. Vale mencionar que se contaron 27
curiaras Hotì en una oportunidad en KA, todas talladas de árboles locales y aunque incipiente
aun en técnica de acabado aparecían mejor elaboradas que aquellas observadas en CI o MA.
Pareciera aquí, nuevamente, que la influencia de los E'ñepa (un grupo étnico de sabana no dado
a la navegación pero con una historia de contactos interétnicos más larga, compleja y dinámica
que la Hotì) es determinante. Las canoas Hotì de KA, se utilizan especialmente en recorridos
cortos en el Río Kayamá, y su afluente el Caño Moya, el cual sólo en porciones permite la
navegación puesto que esparcidos y fuertes raudales impiden el paso de embarcaciones a lo
largo de todo el año. Los Hotì navegan por pequeños trechos del río, en recorridos de pesca,
367
cacería, búsqueda de leña, o para cosechar en la arboleda mencionada en un capítulo anterior.
Lo significativo aquí, es que la densidad de plantas aptas para curiara en las cuatro parcelas de
estudio es muy baja, no supera los 4 individuos en ninguna de ellas. Un total de 27 curiaras,
implica sin duda una suerte de intensificación de uso en esta categoría de uso en potencial
desmedro crítico de especies particulares consideradas apropiadas para ese fin. Aunque
especulativamente, vale preguntarse si aquellas especies con la máxima efectividad de uso
como curiara no han sido objeto de procesos de extinción parcial o total regional en virtud de
intensificación de usos humanos tal como se reporta para la Amazonia peruana por ejemplo (cf.
Vickers 1988). En este caso, el parámetro de tallos parece ser más revelador que el de taxa si
se pretenden sugerir medidas de conservación biocultural.
Las categorías de plantas benéficas e inductoras, aparecen consistentes con los
resultados de las tres parcelas comentadas antes, aunque con porcentajes mucho más altos tal
vez en virtud de las densidades de algunas plantas con un alto consenso de uso (i.e. áte
holowáká iye ·yáì, háõliõ iye, káláõwá hiõ). Las benéficas duplican literalmente sus números
absolutos de taxa al añadir las respuestas en las que 11 o mas Hotì acordaron en señalarlas
como tal (un tercio del total entrevistado), sumando así un total de 16 (13,3%) taxa y 67
individuos en toda la parcela (12,8%). Caso parecido se observa entre las plantas inductoras,
con 9 taxa (7,5%) y 32 individuos (6,1%) al tomar en cuenta el consenso de 10 o mas Hotì al
respecto. Nuevamente la particularidad e individualidad de ese tipo de conocimiento se
expresa en términos numéricos.
VI.4 Comparaciones pertinentes entre las cuatro comunidades.
En la tabla Nº VI.6, resulta significativo observar los valores porcentuales de las
correspondencias de los taxa genéricos Hotì con el consenso más alto y las especies
368
botánicas entre las plantas de cada una de las parcelas. El rango de correspondencia de 1:1
se extiende desde 76% a 92% dejando poca duda de que existe una significativa similitud
entre los perceptos Hotì y aquellos botánicos en cuanto a las diferenciaciones explícitas de
las mínimas discontinuidades naturales de la realidad vegetal entorno. Debe subrayarse son
embargo que las interpretaciones de esta tabla Nº VI.6, descansan en el número de
determinaciones botánicas alcanzadas hasta ahora.
Tabla Nº VI.6: Correspondencia entre taxa Hotì y Botánicos.
Localidad Total 1:1 Subdiferenciación Sobrediferenciación CI 107 94 – 87.9% 8 – 7.5% 5 – 4.7% MO 188 172 – 91.5% 7 – 3.7% 9 – 4.8% MA 164 125 – 76.2% 14 – 8.5% 25 – 15.2% KA 171 140 – 81.9% 10 – 5.9% 21 – 12.3%
La subdiferenciación (la correspondencia de una especie botánica con varios genéricos
Hotì), presentan porcentajes más bien análogos y relativamente bajos, solo en Majagua
aparece significativa, lo cual puede reflejar una mayor cobertura de determinaciones
botánicas que un fenómeno relacionado al sistema clasificatorio Hotì. Sin embargo, podría
también estar asociado a la particularidad de la flora local en virtud de que los Hotì no han
ocupado por mucho tiempo este sector de la Amzonia venezolana. La sobrediferenciación (la
correspondencia de varias especies botánicas con un sólo genérico Hotì), significativamente
presenta los porcentajes más bajos en las dos localidades asentadas en los ambientes
naturales de ocupación más tradicional: Iguana y Mosquito, en tanto que se triplica en las otras
dos localidades, Majagua y Kayamá. Este fenómeno podría explicarse además en términos de la
diversidad local a nivel de especies más que géneros botánicos (por ejemplo, diversas Clusia
369
spp., Costus spp., Ficus spp. entre otros géneros con presencia local conspicua), diferenciados
sobre la base de pocos caracteres reconocidas y segregadas por los Hotì.
Se calculó además la matriz de taxa botánicos compartidos entre las cuatro parcelas
botánicas para arribar a una cierta medida de la diversidad de especies sometidas a la
comparación del conocimiento etnobotánico. Como se observa en la tabla Nº VI.7 los
porcentajes de especies botánicas compartidas están en el rango de 14 a 33%, lo cual indica sin
duda una alta diversidad local en el área de ocupación Hotì. Por otra parte, señala que los taxa
a comparar no son muy numerosos en términos absolutos si las comparaciones se restringen a
ponderaciones de 1:1 entre las mismas especies en las cuatro parcelas.
Tabla Nº VI.7: Matrix de frecuencia de especies compartidas entre las cuatro parcelas.
C. Iguana C. Mosquito C. Majagua Kayamá C. Iguana 107 (100%) 35 (33%) 23 (21%) 32 (30%) C. Mosquito 35 (19%) 188 (100%) 38 (20%) 38 (20%) C. Majagua 23 (14%) 38 (23%) 164 (100%) 33 (20%) Kayamá 32 (19%) 38 (22%) 33 (22%) 171 (100%)
Puede observarse también, una media de alrededor del 20% de taxa compartidos en las
cuatro parcelas, dejando una diversidad del 80% local. Aunque en todos los casos se trata de
sino de las mismas o similares provincias vegetales. Es decir de una flora relativamente
comparable. Estas cifras están sometidas a revisión una vez que se obtengan mas
determinaciones científicas de la colección de muestras de las parcelas.
Otro orden de comparaciones entre las cuatro comunidades se expone a continuación.
Haciendo uso de programas estadísticos (Systat, Anthropac), se calcularon los promedios y las
desviaciones estándares de la competencia de conocimiento etnobotánico en las categorías
Genérico (Gen), Específico (Esp) y las diferencias nomenclaturales (Nom) expresadas por los
370
Hotì entrevistados en las cuatro comunidades. Las categorías Genérico y Específico se
explicaron en el capítulo anterior, debe aclararse sin embargo que se realizaron algunas
equivalencias en virtud de sinónimos expresados por los entrevistados, por ejemplo, el
Brosimum alicastrum se denominó como báõliõle ·yáì o como cËá·õká ·yáì utilizándose ambos
nombres de manera intercambiable. Es decir, los Hotì reconocen que ese árbol posee por lo
menos dos nominaciones en su lengua. Un ejemplo representativo para la categoría Específico
lo constituyen los lexemas uli báõu ·yáì y yewi báõu ·yáì, siendo nuevamente ambos lexemas
compuestos intercambiables para referirse al mismo árbol (Protium sp.). La categoría
reconocida como Nomenclatura se refiere a la forma lexémica precisa utilizada por los
entrevistados. En este sentido, el último ejemplo mencionado aunque equivalente a nivel
cognitivo del específico particular, las formas lexémicas particulares son distintas y se las
trata como tal en la categoría nomenclatura. Así, a través de las 104 entrevistas, el contacto
cotidiano y las colecciones genéricas, además de los listados de asociación libre se pudo
determinar con un alto grado de confianza aquellas expresiones de sinónimos en el universo
botánico explorado.
Como se aprecia en el gráfico Nº VI.5, el consenso más alto se presenta en CI en todos
los niveles, así a nivel Genérico se observa .78, en el Específico .67 y en el Nomenclatural .55.
Los promedios parecen indicar que algunos individuos poseen conocimientos muy altos en tanto
que otros entrevistados poseen conocimientos botánicos pobres en términos de consenso. La
desviación estándar en esta comunidad es también la más grande, lo que implica una mayor
variación en las respuestas, especialmente en la Nomenclatura con .18, en tanto que Genérico y
Específico el valor de variación es de .15. El segundo nivel de consenso más alto se registró en
la comunidad de KA, que presenta valores de .7 a nivel Genérico, de .6 para Específico y de .54
371
para la Nomenclatura. En tercer lugar con el consenso más alto está MO, con valores de .69
para Genérico, .53 para Específico y .44 para Nomenclatura. En el último lugar de consenso
resultó la comunidad de MA, con valores de .61 para Genérico, .5 para Específico y .42 para
Nomenclatura. Las cifras parecen corresponder con las formas de asentamiento nucleado que
facilitan un paso de información constante en los caso de las comunidades de CI y KA.
Gráfico N° VI.5: Comparación de las Competencias de Conocimiento Etnobotánico
Promedio por Comunidad: Genérico, Específico y Nomenclatura.
Debe destacarse además, que los niveles de consenso reflejan tipos de asentamientos
en el espacio ambiental. En este sentido la comunidad de MA que constituye un ambiente de
ocupación o colonización más reciente (i.e. no tradicional) y disperso, registra niveles de
consenso bajos. A ello se añade el que los Hotì entrevistados en MA provienen de al menos
tres asentamientos dispersos por el curso del Majagua. En tanto que KA aunque corresponde
también a un ambiente natural (y cultural) nuevo o no tradicional aunque nucleado observa
Nom
Nom
NomEsp
Gen
Esp
Gen
Nom
Esp
GenEsp
Gen
0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
0.9
CI MO MA KA
Com
pete
ncia
Etn
obot
ánic
a P
rom
edio
Ave. SD
372
niveles de consenso más altos. La comunidad de MO por otra parte, está situada en lo que sería
el núcleo de ocupación ambiental tradicional pero además describe formas de uso del ambiente
dispersas, lo cual se refleja en valores consensuales más bien bajos. A esto debe añadirse el
hecho de que en MO participaron en las entrevistas grupos de Hotì provenientes de al menos
tres asentamientos dispersos por el área de Mosquito.
Las variables de, asentamiento nucleado o disperso por una parte y su asociación a un
ambiente de ocupación reciente o tradicional por la otra, parecen influir en la gama de
variación de valores de consenso observadas entre las cuatro comunidades. De esta manera, CI
corresponde a un asentamiento nucleado en un ambiente tradicional, KA a un asentamiento
también nucleado pero en un ambiente nuevo de ocupación no tradicional, MO en cambio,
constituye un asentamiento tradicional en ambos sentidos, es disperso y se levanta en un
ambiente natural de ocupación característicamente Hotì y MA finalmente describe un
asentamiento disperso en un ambiente natural nuevo o no tradicional. La nucleación de la
población en un ambiente tradicional parece afectar positivamente al consenso etnobotánico
facilitando potencialmente los contactos y paso de información (efectuar actividades que
afectan los grados de socialización como salidas comunitarias). En cambio, la ocupación de
ambientes no tradicionales pareciera afectar negativamente a los grados de consenso
etnobotánicos.
La variable edad también aparece significativa en la aprehensión del conocimiento
botánico. Puede observarse un suerte de patrón en la mayoría de las categorías estudiadas, en
especial en aquellas de Genérico, Específico y Alimento Humano. Debe subrayarse sin embargo,
la presencia de dos excepciones significativas donde el patrón a discutir a continuación no se
observa: las categorías que pertenecen a ámbitos de conocimiento especializado, benéficas o
373
medicinales y aquella de plantas inductoras de una cacería eficiente. En estos últimos casos,
pareciera que el método estadístico señala sin duda que no existe consenso entre los
informantes o que la distribución de este conocimiento está segregada a pocos Hotì
independientemente del sexo. Los datos cualitativos provenientes de la colección general de
plantas sustentan esta aseveración, puesto que 109 plantas se consideraron inductoras en
tanto que 171 se señalaron como medicinales, por uno, dos o tres informantes a lo sumo. Las
plantas de usos especializados además, suelen ser hierbas, bejucos o juveniles que no entran en
el estudio de las parcelas debido a que sus tallos no son ligneos o nunca alcanzan diámetros
superiores a los 10 cm a la altura de pecho. Tal vez debido a una mayor concentración de
agentes bioactivos en plantas herbáceas, arbustivas, bejucos o juveniles.
Se ha seleccionado la categoría Genérico para ilustrar el proceso de adquisición de
conocimiento etnobotánico no especializado entre los entrevistados en las cuatro comunidades,
aunque cualquiera de las otras categorías (excepto las dos destacadas en el párrafo anterior)
ilustraría de forma similar el proceso en cuestión (véase gráficos Nº VI.6 a VI.9).
En CI se observa un claro incremento de información botánica desde la niñez hasta la
adolescencia mayor alrededor de los 18-19 años (p = .00), a partir de esta edad pareciera que
los Hotì adultos entrevistados aquí, tanto hombres como mujeres, arriban a una suerte de tasa
compartida de sabiduría botánica (p = .224).
Este patrón parece observarse nuevamente en la comunidad de KA como se aprecia en
el gráfico Nº VI.7. Vale subrayar aquí, no obstante, que la edad del universo de los 32 Hotì
entrevistados no alcanza menos de 9 años, en tanto que en CI pudo entrevistarse a niños de
sólo 6 años. La adquisición de conocimiento parece alcanzar una suerte de climax alrededor de
374
los 18 a 20 años (p = .039), y luego de esa edad se aprecia que el saber botánico de los
entrevistados es análogo, independientemente del sexo (p = .526).
Gráfico N° VI.6: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en CI.
En la comunidad de MA el patrón se repite entre los 20 Hotì entrevistados,
observándose nuevamente que se alcanza el climax de saber etnobotánico alrededor de los 18-
20 años (p = .003). El leve descenso observado en los valores medios de conocimiento botánico
para adultos parece estar relacionada nuevamente al hecho de que la comunidad de Majagua
está ubicada en un ambiente natural no tradicional para los Hotì, aunque esto no es
estrictamente significativo (p = .55). Plantas ribereñas o de áreas estacionalmente inundables
probablemente resultan poco conocidas para muchos adultos, en tanto que los más jóvenes
inician un acercamiento a una flora nueva que se expresa también en el gráfico Nº VI.8.
0102030405060708090
100
0 10 20 30 40 50
Edad
Gra
do d
e C
ompe
tenc
ia -
Gén
ero
375
Gráfico N° VI.7: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en KA.
Gráfico N° VI.8: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en MA.
Un fenómeno diferente se aprecia en la comunidad de MO, donde se conjugan tipos de
asentamiento y ambientes naturales más tradicionales a la cultura Hotì. En este caso, aparece
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
0 10 20 30 40 50 60 70
Edad
Gra
do d
e C
ompe
tenc
ia -
Gén
ero
0
10
20
30
40
50
60
70
80
0 10 20 30 40 50 60
Edad
Gra
do d
e C
ompe
tenc
ia -
Gen
éric
o
376
evidente que los jóvenes Hotì adquieren el grueso de su conocimiento a una edad mucho más
temprana que en las restantes tres comunidades. Resulta evidente aquí que ya desde
aproximadamente 10 años de edad, los Hotì poseen un conocimiento de la flora local análoga a
aquel del de los adultos y no se observa una tendencia significativa de variación en el
conocimiento según la edad, ni entre el grupo de menores de 20 años (p = .253) ni entre
aquellos mayores de esa edad (p = .296).
La variación de conocimiento botánico entre hombres y mujeres aparece leve o con
poca variación en la mayoría de las categorías, se ilustran a continuación comparativamente
tres categorías: Genérico, Específico y Alimento Humano.
Gráfico N° VI.9: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico en MO.
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
5 15 25 35 45 55
Edad
Gra
do d
e C
ompe
tenc
ia -
Gen
éric
o
377
Gráfico N° VI.10: Competencia Etnobotánica en la Categoría Genérico según sexo.
La mínima variación entre las aseveraciones etnobotánicas emitidas por hombres y
mujeres se observa en KA (con un valor de apenas 1,25 a favor de las mujeres) y la máxima en
MA (con 16,08 a favor de los hombres), en tanto que en MO la diferencia se expresa en un
valor de 11,35 y en CI con 5,75 ambos a favor de los hombres. Estas cifras indican que los
hombres conocen un poco más de las plantas a nivel Genérico excepto en KA donde al parecer
la nucleación puede estar ejerciendo un efecto positivo en el conocimiento de las mujeres. Se
observa además que la desviación estándar es más alta entre las mujeres lo cual indica una
mayor consistencia entre las respuestas emitidas por el grupo masculino.
En la categoría Específico, la variación entre los sexos se expresa sólo en tres de las
comunidades, puesto que en KA el grado de competencia es el mismo (60,19) aunque la
desviación estándar es mas alta entre los hombres (15,12 versus 8,31). La máxima variación se
observa en la comunidad de MA otra vez (con un valor de 13,54 a favor de los hombres),
seguida de MO (con 7,95 a favor de los hombres) y luego CI (con 5,69 a favor de los hombres
MF
M FM
F
M
F
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
CI KA MA MO
Com
pete
ncia
- G
enér
ico
378
nuevamente). Se observa aquí el mismo patrón que en el caso de la variable Genérico y
posiblemente se requieran estudios más específicos para explicar mejor este fenómeno.
Gráfico N° VI.11: Competencia Etnobotánica en la Categoría Específico según sexo.
En el caso de la variable de uso Alimento Humano, se observa una tendencia de
variación en las cuatro comunidades, menos pronunciada en KA (con un valor de 3,5 a favor de
los hombres) y más acentuada en MA nuevamente (con 11,7 a favor del grupo masculino). El
mismo patrón se repite con MO (9,71) y CI (8,81) ocupando los lugares centrales en la variación
del conocimiento de la categoría en cuestión. En este caso, sin embargo la variación de CI es
mayor con respecto a las otras dos variables. La desviación estándar más acentuada se
presenta en MA (7,69) también, en tanto que en MO es prácticamente nula (,35), en CI es poca
(4,17) y en KA aun menor (3,1). Hombres y mujeres adquieren el conocimiento sobre plantas
alimenticias humanas, pero los datos en mano indican que el grupo masculino conoce un poco
más sobre este tipo de uso botánico.
MF
M FM
F
M
F
0
10
20
30
40
50
60
70
80
CI KA MA MO
Com
pete
ncia
- Es
pecí
fico
379
Gráfico N° VI.12: Competencia Etnobotánica en la Categoría Alimento según sexo.
VI.5 Comparaciones pertinentes con otros grupos étnicos de tierras bajas suramericanas.
Como se mencionaba al inicio de este capítulo, la tradición literaria y factual de la
etnobotánica cuantitativa es reciente, publicándose los primeros resultados basados en una
metodología similar a la empleada aquí, en 1987 (Prance et. al.). Pese a todo, sólo se conocen
nueve trabajos comparables con éste estudio. Desde el punto de vista geoecológico, todos ellos
se han llevado a cabo en las tierras bajas suramericanas, y excepto el estudio realizado entre
los Barí (Lizarralde 1997) todos se han desarrollado en la Amazonia. En términos
metodológicos, todos los trabajos se llevaron a cabo sobre una hectárea de bosque conocido y
utilizado por grupos indígenas locales, a los cuales se entrevistó acerca de las plantas
contenidas en esa hectárea que presenten valores ≥ 10 cm. DAP. En términos fitoecológicos,
se compararon los datos acerca de las familias y géneros botánicos presentes en las hectáreas
de bosque de tales estudios y se los encontró comparables también. En tanto que la gran
mayoría de familias son tropicales para todas las parcelas estudiadas, muchas de las especies y
M
F
MF
M
F
M
F
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
CI KA MA MO
Com
pete
ncia
- Al
imen
to H
uman
o
380
géneros son las mismas. Esto no implica que cada hectárea no presente variaciones, u especies
únicas de distribución local o regional, sencillamente destaca que no se están comparando
grupos de plantas muy diferenciados, sino de las mismas o similares provincias vegetales. Por
otra parte, las poblaciones humanas entrevistadas, corresponden a grupos étnica y
lingüísticamente diferenciados con historias significativas de ocupación en las áreas donde se
trazaron las parcelas. En general, constituyen además grupos humanos con bajos números
relativos absolutos, siendo la única excepción significativa los Quijos Quichua y Shuar.
Igualmente, todos excepto este último grupo, mantienen una amplia gama de grados de
acercamiento a culturas no indígenas, y además están activamente involucrados en una ecología
de comportamiento de subsistencia, con poca o nula dependencia de los mercados occidentales
para su reproducción y existencia. Los Quijos Quichua y Shuar por otra parte, se cuentan
entre los grupos más organizados de la Amazonia y mantienen diversos grados de importancia
comercial a menor, mediana y larga escala con la cultura occidental (cf. Bennett 1992:600).
Tabla Nº VI.8: Población relativa de los grupos étnicos donde se han conducido estudios
de etnobotánica cuantitativa.
Grupo Étnico Población aproximada Panare 2,000 Chácobo 400 Tembé 156 Ka'apor 500 Waimiri Atroari 450 Quijos Quechua 60,000 Shuar 40,000 Barí 2,650 Hotì 826
Como puede observarse en la tabla Nº VI.8, exceptuando a los Quijo Quichua y Shuar,
el rango de las poblaciones estudiadas va de menos de 200 personas con los Tembé a casi 3000
381
con los Barí. Es decir poblaciones relativamente pequeñas en números absolutos. Como es usual
entre las poblaciones de tierras bajas suramericanas, las densidades poblacionales varían en
virtud de la concentración o dispersión de la población en cuestión, aunque los asentamientos
no son en general mayores a unas 500 a 600 personas.
A continuación se presentan en forma tabulada los resultados porcentuales de usos
globales y por categorías en cada uno de los estudios a comparar, el número de Hotì y el tipo
de entrevista realizado se añaden como parámetros comparativos también.
Debe aclararse que en todos los casos excepto en el de los Barí, los porcentajes de usos
globales no incluyen a las categorías de Alimento animal (incluyendo alimento de abejas), ni
Leña. Es decir, esas categorías se excluyen de la cuenta de usos globales dado que según
algunos autores se considera que todas las plantas servirían para esos fines (cf. Prance et. al.
1987), por otra parte, la validez de las categorías de usos definidas en los trabajos, se ha visto
cuestionada. Aunque en el caso de los Hotì, los usos están codificados en su lengua, Prance et
al. advierten de la posibilidad metodológica de imponer categorías de usos occidentales a las
poblaciones con las que se trabaja. Se considera aquí que tales categorías de usos son válidas
en términos culturales y ecológicos (más aun sí se tienen fines conservacionistas como Prance
et al. declaran), pero se las excluye para hacer los parámetros comparativos más aceptables y
adecuados con los estudios publicados. Un guión en la tabla Nº VI.9 indica que no se reporta la
información en la publicación especificada. El tipo de entrevista asignada con el número 1, se
refiere a sí la entrevista se condujo con la ayuda de especímenes botánicos y
descontextualizada de la parcela o el entorno del bosque; es decir se presentaba al
entrevistado el especímen botánico y se le solicitaba información sobre el nombre y usos de la
planta de la que el entrevistado suponía que provenía la muestra botánica.
382
Tabla Nº VI.9: Porcentaje de plantas usadas por algunos grupos de tierras bajas suramericanas.
Chác
obo
(Pra
nce
et. al.
1987
)
Tembé
(Pr
ance
et
. al.
1987
)
Ka'a
por
(Pra
nce
et. al.
1987
)
Pana
re (Pr
ance
et
. al.
1987
)
Pana
re-I
I (B
oom 1
990)
Waimiri/Atr
ori
(Milliken
199
2)
Quijo
s Q
uich
ua/S
huar
(B
enne
tt
1992
)
Barí-I
(L
izar
ralde
1997
) Ba
rí-I
I (L
izar
ralde
1997
)
Hotì CI
HotìM
O
Hotì M
A
Hotì KA
Nº especies 94 119 99 70 44 200 225 93 102 107 188 164 171 % uso 79 61 77 49 52 79 91 56 62 96 100 94 49 Alimento Humano 40 22 34 34 - 27 23 30 32 45 26 25 25 Alimento Animal - - - - - - - 85 89 89 88 93 75 Leña - - - - - - 24 52 50 92 88 89 85 Construcción 17 30 20 3 - 32 77 34 31 90 98 89 20 Medicinal/ Benéfica
35 11 21 7 - 15 7 3 3 10 8 5 7
Comercial 1 5 2 4 - 0 - 4 4 0 0 0 0 Misceláneos 19 25 28 4 - 31 11 17 16 6 10 8 9 Inductoras - - - - - - - - - 11 5 3 3 Cordaje/ Ropaje
- - - - - - - - - 13 6 5 7
Curiara - - - - - - - - - 2 0 2 2 Alimento de abejas, etc. - - - - - - - - - 97 98 98 97 Nº Indígenas entrevistados
- - - - - 7 - 13 13 32 20 20 32
Tipo de entrevista 1 1 1 1 1 1/2F - 2 2 2 2 2 2
382
383
El tipo de entrevista asignado con el número 2 se refiere a que la entrevista se llevó a cabo
en el contexto del bosque mismo y con el referente botánico vivo; es decir, se solicitaba al
entrevistado a recorrer la parcela botánica y a proporcionar información sobre los individuos
botánicos marcados. Es probable en este sentido, que datos provenientes de los diferentes tipos
de entrevistas no sean del todo comprables como aquellos que provengan de la misma rutina
metodológica.El primer parámetro comparativo está dado por el número de especies en términos
absolutos involucradas en los estudios. El rango se extiende de 70 para los Panare a 225 para los
Quijo Quichoa, con una media de 129 especies. Estas cifras sin duda reflejan la riqueza de la
diversidad florística local y probablemente los valores podrían variar de tratarse de diferentes taxa
botánicos, en diversas áreas ecológicas o con diversos patrones de usos humanos. Se considera
que factores de hábitos de usos culturales por regiones sin duda ofrecerían porcentajes de usos
diferentes (i.e. áreas de conucos muy viejos reportarían porcentajes de usos diferentes a bosques
montanos con poca alteración, etc.). En las publicaciones comparadas, se asume que todas las
parcelas están ubicadas en áreas de bosques altos con pocas alteraciones significativas, es decir
en bosques maduros.
El porcentaje de usos globales constituye el segundo parámetro comparativo, el cual
se extiende en el rango de 49% a 100%, con una media del 75%. Si se toma éste como el
único porcentaje comparativo, la hipótesis inicial acerca del conocimiento de los Hotì en
términos de usos sobre las plantas de su ambiente, estaría cuantitativamente probada: los
porcentajes de usos globales de las cuatro hectáreas Hotì no dejan ninguna duda de la
diversidad de usos y sus altos porcentajes, tanto en tallos como en taxa y en cuatro
ambientes microecológicos diversos. A ello se añade sustancialmente, el hecho de que el
parámetro fue verificado entre 104 Hotì de ambos sexos y de un rango de edades desde 6 a
60 años.
En esta vena de ideas, debe subrayarse, que el parámetro de usos globales está, sin
duda, influenciado por el número de indígenas que participó en las entrevistas en cuestión de
384
los estudios mencionados, y si las mismas se condujeron a través de la parcela o con la ayuda
de especímenes botánicos. El número y la naturaleza (grupos de edad/sexo) de los indígenas
entrevistados, lamentablemente es pocas veces especificado en las publicaciones por lo que
este parámetro comparativo pierde algo de su profundidad y significado. En otros casos, sólo
algunas de las categorías demográficas se entrevistaron. Como es bien conocido, algunos usos
son sin duda del dominio de algunas clases etáreas (i.e. los usos medicinales pueden constituir
conocimientos especializados de hombres o mujeres de ciertas edades, o la leña al ser
usualmente colectada y manipulada por niños o mujeres pueden reportar porcentajes que
distorcionan el conocimiento y eficiencia real de las plantas en cuestión, etc.), las cuales al
estar excluidas de las entrevistas etnobotánicas minimizan la posibilidad de obtener datos
que reflejen la realidad acerca de usos particulares.
La relevancia de la variación ecológica en términos no sólo de la diversidad de la flora
local, sino de las historias de ocupación particulares de cada grupo étnico en cuestión
constituye otra variable crucial en la ponderación de usos a un espacio vegetal dado. Tal
relevancia resulta muy evidente al ponderar los porcentajes de usos globales de las parcelas
de KA y MO por ejemplo. En KA, los Hotì confrontan paradójicamente una riqueza florística
diversa expresada en 45 familias del ecotono sabana-bosque pero de la que conocen usos
para sólo 49% de los individuos de la parcela. Significativamente es exactamente el mismo
porcentaje de uso resultante en la parcela estudiada entre los Panare en una ambiente
natural similar, 49%. Como se recordará, los Panare, autodenominados E’ñepa y conocidos más
adecuadamente bajo tal nominación, según la historia oral han ocupado tradicionalmente el
área de Kayamá, de hecho tal vocablo toponímico proviene de la lengua de ascendencia Caribe
E’ñepa. El término Hotì para Kayamá es wáõláõ hetò o el curso de agua de las cerbatanas,
385
cabeceras arriba. El significado cultural del área para los Hotì parece estar codificado en su
lengua, una región a la que se accedía en búsqueda de la materia prima para elaborar las
cerbatanas. Esta interpretación se sustenta con el testimonio oral, puesto que al parecer el
área de Kayamá fue tradicionalmente usado y visitado en expediciones de intercambio pero
no ocupada por los Hotì. Por una parte, el porcentaje de uso global de 49% para KA y la
parcela de los E’ñepa, es el más bajo no sólo para los Hotì en comparación con las tres
parcelas restantes sino para los 9 grupos étnicos explorados. Esto sustentaría una
explicación parcial a la significativa diferencia porcentual de estas dos parcelas y las
restantes, dada una realidad florística donde muchas de las plantas ofrecen pocos atractivos
utilitarios para los grupos humanos. Una explicación más comprehensiva sin embargo, debería
incluir la historia de ocupación reciente de los Hotì del sector del ecotono de Kayamá y su
poco conocimiento de muchas de las especies locales, en contraste por ejemplo con la parcela
de MO, el corazón de la zona tradicional Hotì con un 100% de uso (excluyendo alimento
animal y leña). Resulta evidente en este ejemplo la importancia de estudios comparativos
desde perspectivas culturales y ecológicas intra-grupo étnico. Los porcentajes de uso
globales y por categorías no se explicarían adecuadamente de no haberse trazado la parcela
de MO y contrastarse efectivamente con aquella de KA. En este sentido, aparece
empíricamente recomendable llevar a cabo entrevistas en parcelas botánicas con diversas
condiciones ecológicas (cf. Phillips y Gentry 1993a, 1993b; Phillips et. al. 1994). Si es posible
en períodos de tiempo de largo plazo para observar dinámicas en las esferas culturales y
ecológicas.
El porcentaje de uso con el segundo valor más bajo, lo ostenta la parcela I de los Barí
con sólo el 56%. En este caso factores microecológicos locales (i.e. altas densidades y
386
dominancias absolutas de taxa particulares con poco uso para los seres humanos) además del
número y naturaleza de categoría etárea de los Barí entrevistados podrían influenciar los
porcentajes. Los extremos de porcentajes de usos globales mas altos, están sin duda
influenciados por usos donde criterios discriminatorios de efectividad se ven minimizados
(i.e. plantas usadas para la construcción de viviendas), como entre los Hotì MO y MA.
El siguiente parámetro, Alimento Humano, se ha definido como una de las categorías
menos ambiguas culturalmente y bien codificada en las lenguas indígenas (Prance et al. 1987).
El rango porcentual se extiende de 23% a 45% para este uso, con un promedio de 30%. En
este parámetro, los porcentajes resultantes en las cuatro parcelas Hotì, están bajo (25%-
26%) o mucho mas allá (45%) del promedio de las trece parcelas. La diversidad ecológica,
pareciera actuar como la variable independiente en este parámetro, más que el conocimiento
de los Hotì sobre usos alimenticios de la flora local. Es interesante destacar que en ningún
caso la mitad de los taxa de una parcela son considerados alimentos humanos, lo cual
sustentaría la defensa de la hipótesis no utilitaria acerca de la aprehensión del conocimiento
cultural (cf. Lévy-Strauss 1966; Berlin 1975; Hunn 1976).
En cuanto a los Alimentos de Animales, aunque excluidos de los porcentajes globales,
aparecen sin duda y esperadamente ostentando altos porcentajes en un rango del 75% al
89% para los siete valores con los que se cuentan cifras. Aunque en ningún caso se arriba al
100% como predecían algunos autores (cf. Prance et al. 1987:297), la potencialidad de este
tipo de datos se apreciaría más genuinamente de deslindarse cuáles especies zoológicas
consumen cuáles especies botánicas. Podría con ello ponderarse especies generalizadoras o
especializadas, además de explicar densidades de especies, e incluso potencialidades de
dispersión y coevolución de tanto animales como plantas locales. Fue precisamente esta parte
387
de la intencionalidad al incluir la categoría alimento de abejas, colibrís o mariposas en la
secuencia de preguntas, sugerido por la insistencia de algunos Hotì a señalar qué plantas
eran preferidas por estos tres animales.
Los valores de la categoría Leña, aunque también excluidos del total porcentual
global son reveladores, variando en un rango del 6% al 92%. El amplio rango porcentual
apunta a una discriminación real de los indígenas hacia las plantas usadas como combustibles
y aunque en este caso el porcentaje más alto está cercano al 100%, todavía los indígenas
excluyen especies no aptas para este uso, lo cual invalida la predicción de Prance et al.
(1987).
El parámetro comparativo de plantas usadas en la arquitectura señala
indiscutiblemente criterios de selección culturales y factores de limitación determinados
por la disponibilidad de los materiales adecuados para la arquitectura. El rango porcentual
oscila entre 3% y 98%, con un promedio de 43%. El porcentaje con el valor mas bajo se
presenta entre los E’ñepa (Panare), asentados en ambientes de sabana o a lo sumo de ecotono
sabana-bosque, en los que probablemente la presencia y densidad de plantas
arquitectónicamente viables es baja o nula. El valor porcentual más alto por otra parte, se
presenta entre los Hotì de MO quienes, como ya se señaló, exhiben pocos o ningún criterio
de selección de materiales en la erección de sus viviendas. El caso de MO, constituye un
elocuente ejemplo en el que valores altos pueden simplificar y falsificar el significado de las
cifras: números altos no implican necesariamente mayor conocimiento o manejo de recursos
vegetales. Los valores porcentuales medios en cambio, parecieran expresar criterios
selectivos más rigurosos emitidos por grupos étnicos (i.e. Waimiri, Barí), donde las
residencias se erigen con intenciones de permanencia por lo que las resistencias,
388
durabilidades, durezas y dimensiones de los materiales de construcción privan sobre la
facilidad de acceso a los mismos. La calidad de las viviendas además, intensifican la
impermeabilidad y protección contra los elementos climáticos y bióticos (insectos, reptiles,
etc.).
El siguiente parámetro comparativo consiste en una categoría utilitaria por demás
compleja, en por lo menos aspectos conceptuales culturales, éticos y legales, por mencionar
algunos. Se ha señalado que entre muchos grupos indígenas no existe una clara delimitación
entre plantas buenas, reconfortantes, animadoras, mágicas, o sencillamente buenas para el
cuerpo y el espíritu (cf. Etkin 1994; Johns y Kimanani 1991; Johns et al. 1990). Generalmente
además, no se registran términos equivalentes a medicina con la connotación occidental. Sin
embargo, las publicaciones etnobotánicas y etnofarmacológicas suelen considerar como
prioritarias y relevantes a las plantas medicinales (cf. Bennett 1992; Voeks 1996) y
encuentran analogías entre la percepción indígena y la occidental. Entre los Hotì por ejemplo,
los términos que definirían una condición de bienestar, belleza, salud y limpieza están
codificados a través de los mismos vocablos tiháõ (tì) báõ háõ. De forma análoga, los
mecanismos para recuperar o mantener un estado de bienestar, al igual que la obtención de
éxito en la cacería se designan con el mismo vocablo áu woi/áu ìbì/áu kwáõ. Estos ejemplos,
no caracterizan una realidad única a los Hotì, y la complejidad conceptual que abrazan
deberían tomarse seriamente en cualquier estudio de corte etnomedicinal y
etnofarmacológico, incluyendo la percepción étnica del cuerpo humano (cf. López-Zent 1993).
Los debates éticos y legales asociados a las etno-prospecciones medicinales son por demás
complicados a nivel mundial y rebasan los alcances de este trabajo (cf. Cunningham 1993;
Posey 1996).
389
Los porcentajes de las plantas consideradas medicinales (benéficas en el caso de los
Hotì) en las parcelas de estudio, oscilan en un rango de 3% a 35%, con un promedio de 12%.
en virtud de intentar categorizar con más propiedad a las plantas benéficas, a los
porcentajes obtenidos en las parcelas de los Hotì, deberían añadirse además aquellos
resultantes para la categoría de plantas inductoras, siendo los valores porcentuales más
adecuados: 21%, 13%, 8% y 10%, para CI, MO, MA y KA respectivamente. Siendo las plantas
medicinales uno de los criterios considerados como indicadores de un conocimiento
etnobotánico pobre, vale destacar que estas cifras consensuales, colocan a los Hotì en un
sitial significativo sobre y bajo el promedio de usos medicinales en las 13 parcelas
comparadas. Las plantas medicinales o benéficas entre los Hotì, no obstante, constituyen la
objetuación de un conocimiento especializado para el que las técnicas cuantitativas (conteo
de consenso), no resultan completamente adecuadas, pese a todo, los porcentajes favorecen
el argumento de que los Hotì son buenos conocedores de su ambiente vegetal y sustentan la
hipótesis nula.
El último parámetro a comparar involucra a la categoría misceláneos o varios, que
incluye usos como elaboración de bateas para fermentar bebidas, pilones, tintes, cordajes,
ropajes, etc. El rango porcentual de esta multi-categoría oscila entre 4% y 48%, con un
promedio de 20%. Esta categoría parece ser la menos bien definida en términos
comparativos ya que incluye un abanico de posibilidades utilitarias que probablemente se
exploraron con menor rigurosidad, comparabilidad o sistematicidad entre las 13 parcelas. Por
ejemplo, grupos como los Quijos Quichua no considerarán relevantes plantas fibrosas para
elaborar cinturones o ropajes, fundamental para los Hotì; usos particulares de grupos no
compartidos o relictuales-extintos entre las diversas étnias entrevistadas, como los arcos
390
poco conocidos pero no utilizados ni elaborados por los Hotì aunque si por los Barí y en
desuso o extinción por los Quijos. Cabe mencionar en este contexto también, a las curiaras o
canoas, consideradas como comerciales entre los Chacobo, Tembé, Ka’apor, E’ñepa (Panare),
en tanto que para los Hotì, aun no participantes de la red de intercambio comercial
monetario occidental, tales vehículos de transporte son elaborados de forma rudimentaria y
temporal sin fines comerciales en lo absoluto.
391
Capítulo VII:
Conclusiones.
En la Introducción de este trabajo se indicaron cuatro estímulos u objetivos de
investigación. A continuación se ofrece una suerte de síntesis resultantes en la que se
ponderan los aportes alcanzados en cada uno de tales objetivos.
1. Iniciar la documentación de la diversidad vegetal de un ambiente desconocido desde
el punto de vista botánico. El capítulo III sintetiza el esfuerzo de la documentación
de la flora del área circum-Maigualida en términos cuantitativos. Se ofrecen allí, las
caracterizaciones florísticas de cuatro hectáreas de bosques (40,000 m²) ubicadas
en microambientes ecológicos diversos (basi montanos, montanos, estacionalmente
inundables, ecotonos sabana-bosques, sometidos a regímenes de lluvia con intensidad
variable donde las condiciones climáticas aparecen determinadas por la altitud y la
latidud). Se proveen datos acerca de las densidades, dominancias y frecuencias de
las especies ocurrentes en esas cuatro parcelas botánicas para arribar a sus valores
de importancia. Un total de 59 familias, 247 géneros y 399 especies se han
identificado hasta ahora ocurriendo en las cuatro hectáreas de parcelas botánicas
(véase tabla Nº III.7). Se observa que las familias más relevantes son tropicales en
esencia, variando en especificidad para las cuatro parcelas botánicas. A este
conjunto de datos de parcelas, se añaden un total de 2340 números de muestras
botánicas (cada uno con cinco o más especímenes repartidos en diferentes herbarios
392
nacionales e internacionales) colectados a diferentes elevaciones y microambientes
de la Serranía de Maigualida, de las que se han determinado en el sistema botánico
occidental 1510 hasta ahora. El proceso de determinación botánica continúa no
obstante. Estas muestras se colectaron en un rango altitudinal de 120 a 2000 m snm,
aunque la mayoría de ellas provienen de un rango promedio altitudinal de 250 a 600 m
snm. Se agregan a estos aportes observaciones cualitativas acerca de las dinámicas
de los bosques asociadas a alteraciones naturales y humanas. Los capítulos IV a VI
además proveen determinaciones botánicas asociadas a los usos, ideologías y
caracterizaciones del grupo humano que habita esos ambientes naturales. Se
considera que el objetivo en cuestión se cumplió e incluso rebasó las expectativas
originalmente albergadas.
2. Explorar el estilo de vida de los Hotì, el grupo étnico menos conocido y contactado
en Venezuela. El capítulo IV ofrece una detallada descripción etnográfica
etnobotánica de la ecología de subsistencia de los Hotì. Tanto conocimientos como
conductas de la interacción Hotì - ambiente, se exploran aquí. A ello se añaden
análisis pertinentes en términos de sus contactos con las esferas bióticas, zoológicas
y botánicas, en virtud de sus interacciones, manejos, conocimientos fenológicos y
etológicos, a partir de sus estrategias y estilos de vida. Se proveen determinaciones
específicas de plantas y animales asociados a las conductas de extracción,
explotación y manejo de los Hotì. Ejemplos representativos de las potencialidades de
los Hotì como agentes ecológicos dinámicos en la configuración de los bosques de
ocupación tradicional, se ofrecen también en un aparte del capítulo. Además, se
393
exploran cuidadosamente los parámetros básicos de comportamiento ecológico de
subsistencia asociados al estilo de vida Hotì: recolección o forrajeo, cacería, pesca,
agricultura, a los que se añade su cultura material. En términos tanto ideológicos
como utilitarios se explora cómo las plantas permean el estilo de vida Hotì al punto
de convertirse en agentes activos centrales en la definición y reproducción biológica
del ser Hotì. Vale señalar que el aporte sintético del estilo de vida Hotì proviene de
observaciones directas conducidas durante 20 meses de trabajo de campo
(distribuidos entre Mayo de 1996 a Febrero de 1999), entre Hotì de diversos grados
de aculturación y contacto, siendo el rango cualitativo desde Hotì que jamás habían
visto otros humanos no indígenas hasta aquellos que conocen la capital de Venezuela y
manejan un español básico. Pese a todo, los Hotì describen un estilo de vida bastante
similar en todas las comunidades contactadas y pareciera que el proceso de cambio a
partir de sus contactos con agentes de la cultura occidental (científicos, misioneros,
mineros, criollos etc.) apenas se inicia considerablemente. En términos demográficos
no hay duda de que la población está en franco crecimiento debido
fundamentalmente a las opciones de acceso a atención médico-sanitarias ofrecidas
por las misiones. Se considera que el segundo objetivo se cumplió a cabalidad.
3. Confrontar empíricamente los postulados básicos clasificatorios de la Etnobiología
cognitiva. El capítulo V presenta una descripción analítica de las formas en que los
Hotì organizan su realidad vegetal entorno. A este respecto se confrontan los
postulados de la teoría etnobiológica en cuanto a los principios básicos de
categorización con las categorías Hotì encontradas. En este sentido se exploran los
394
aspectos básicos de identificación, nomenclatura y clasificación botánica Hotì. Se
observa que el sistema de clasificación etnobotánico Hotì no plantea grandes
contradicciones con la teoría expuesta, presentando las siguientes categorías
clasificatorias bien definidas y consensualmente reportadas: Reino, Forma de Vida,
Genérico, Específico y Variedad. Diez FV, 565 G, 509 E y 5 V, además de un Reino
Vegetal innominado sustentan lo esperado por la teoría etnobiológica. Son
representativos también los porcentajes de G politípicos (108), 23,6% en acuerdo
con el 20% predecible por la teoría. La hipótesis nula aparece verificada en tanto que
los Hotì registran un conocimiento significativo de G y el número y distribución de E
son análogos o superiores a los registrados para otros grupos étnicos similares del
Amazonas y/o tierras bajas tropicales. En este orden de ideas, se define la
naturaleza de cada categoría, incluyendo sus alcances y limitaciones como definido
por los Hotì. Se sugiere sin embargo, que en virtud de que la lengua Hotì constituye
una lengua clasificatoria, podrían añadirse elementos teóricos a los postulados
generales etnobiológicos. Los criterios de definición e identificación de los taxa
particulares se discuten e ilustran también. Desde el punto de vista cognitivo
expresado en la clasificación botánica, el sistema Hotì no aparece como menos
empobrecido o riguroso por tanto los datos de esta sección sustentan la hipótesis
nula. Se exploran las correspondencias de los taxa Hotì con respecto a aquellos de la
Botánica Sistemática, y aunque en la mayoría de los casos pareciera existir una
correspondencia de 1:1 entre ambos sistemas, se ofrecen ejemplos significativos de
sub y sobrediferenciacion de los taxa Hotì con respecto a los sistemáticos. Del total
395
de G Hotì determinados en la botánica sistemática, 285 presentan una
correspondencia de 1:1 (58.8%), es decir una especie botánica corresponde a un
genérico Hotì; 114 G Hotì presentan una correspondencia de 2 ó +:1 (23.5%), es decir
varias especies botánica corresponden a un genérico Hotì; y 85 G Hotì presentan una
correspondencia de 2 ó +:1 (17.56%),es decir, varios genéricos Hotì fueron
determinados en una especie botánica. Se considera cumplido el objetivo tres.
4. Verificar la hipótesis de que los Hotì poseen un conocimiento empobrecido de su
realidad vegetal entorno. En el capítulo IV se presenta una discusión acerca del
carácter dinámico de la ecología de subsistencia Hotì, en el que se destaca la gran
variabilidad en términos de tendencias forrajeras a agrícolas, y/o nomádicas a
sedentarias describiendo una gama extensa de posibilidades caracterizadoras para
los grupos e individuos Hotì particulares. El capítulo VI ofrece una síntesis del
tratamiento cuantitativo de los datos etnobotánicos colectados entre 104 Hotì de
ambos sexos (de niños a adultos) a partir de entrevistas estructuradas en las 4
hectáreas de las 4 parcelas botánicas en las comunidades de estudio seleccionadas.
Del tratamiento estadístico de estos datos se arriba a porcentajes consensuales de
uso en diversas categorías definidas culturalmente. Los porcentajes de usos
categóricos se compararon con aquellos publicados en estudios llevados a cabo entre
9 grupos étnicos siguiendo una metodología similar a la utilizada aquí. Los datos
cuantitativos resultantes sustentan sin lugar a dudas la hipótesis nula: “Los Hotì, un
grupo étnico del Amazonas venezolano, poseen un conocimiento botánico similar o
mayor al comparárselos con otros grupos amazónicos”. Los porcentajes de usos
396
globales de las parcelas botánicas exploradas entre los Hotì oscilan entre 49% y
100%, aunque aspectos cualitativos ecológicos y culturales deben tomarse en cuenta
al tratar de explicar estas cifras. Así por ejemplo, la diversidad florística local de
cada parcela influida por factores microecológicos climáticos afecta el porcentaje de
uso en términos de las densidades y frecuencias relativas de las especies e
individuos botánicos ocurrentes. Esta diversidad botánica y el conocimiento que los
Hotì expresan (verbal y conductualmente) de ella, debe asociarse a las historias de
ocupación local del espacio por parte de los Hotì. En este sentido el área de ecotono
sabana-bosque de Kayamá aparece como subutilizada por los Hotì tal vez no sólo por
una baja densidad y frecuencia de plantas conocidas y usadas por los Hotì, sino
porque constituye un ambiente natural (y cultural) nuevo para los Hotì, quienes
apenas hace una década empezaron a incursionar en estos sectores. Se considera que
el último objetivo se cumplió mucho más allá de lo esperado.
Resulta imperativo aclarar que se considera que las tipologías de los grupos humanos
basadas en caracterizaciones globales (i.e. Hortícolas, Cazadores-recolectores, Nómadas,
Sedentarios, etc.), aunque pueden haber resultado útiles, aparecen ahora como simplificando
una realidad más compleja, a la luz de contactos más continuos, prolongados y profundos con
los grupos humanos amazónicos. En este sentido, los Hotì parecieran intensificar estacional y
regionalmente algunas estrategias de subsistencia a lo largo de un ciclo anual. Por ejemplo,
las observaciones etnográficas previas a éste estudio entre los Hotì, se realizaron durante
la estación seca, cuando los Hot tì suelen intensificar los recorridos de forrajeo de
campamento, por lo que se los caracterizó como cazadores-recolectores en la literatura.
397
Aunque se estaría de acuerdo en afirmar que los Hotì parecieran describir una cierta
predilección forrajera, en donde la cacería y recolección de recursos silvestres juegan roles
relevantes, no se pretende minimizar a las actividades de pesca o agrícolas que cobran
frecuencia e importancia en ciertos períodos del año. En síntesis, observaciones sistemáticas
a lo largo de períodos temporales que cubran por lo menos un ciclo anual pueden permitir
entender con mayor propiedad los estilos de vida de un determinado grupo étnico.
Observaciones casuales y por períodos cortos suelen acentuar lo que es representativo de
una estación determinada y simplificar caracterizaciones que apuntan a realidades mucho
más complejas.
Vale destacar que en términos ideológicos, utilitarios y cognitivos, desde
perspectivas cualitativas y cuantitativas, y utilizando enfoques de registros vberbales y
conductuales, se ha demostrado que los Hotì conocen y manejan de maneras muy complejas
su ambiente florístico. Este trabajo aparece como una suerte de introducción sistemática en
el esfuerzo por entender y explicar las interacciones de un grupo humano en cierto sentido
relictual dada su unicidad cultural y estilo de vida. Es por ello que trabajos posteriores
intentarán explorar a mayor profundidad las interacciones Hotì-ambiente natural con
intenciones de sugerir suertes de fórmulas de conservación ecológica-cultural de la Serranía
de Maigualida.
En este orden de ideas, mientras el propósito inmediato de la presente investigación
consistió en documentar los aspectos cualitativos y cuantitativos de las relaciones de los
Hotì con su ambiente vegetal, el fin último y a muy largo plazo de la investigación de ecología
humana entre los Hotì consistirá en proporcionar una sólida base de datos empírica que
398
pueda usarse para ofrecer recomendaciones específicas sustentadas con relación a la
creación de una forma de reserva cuyo propósito sería conservar la integridad biocultural de
la región circum-Maigualida. Tales recomendaciones estarán basadas en la medición y
descripción empíricas de los requerimientos etnobotánicos y territoriales de los Hotì, para
la conservación biocultural de la región circum-Maigualida y estarán puestas a la disposición
del Ministerio del Ambiente y Recursos Renovables (MARNR) así como a la División de
Asuntos Indígenas (DAI) del Ministerio de Educación, entes éstos con los que se mantuvo
cooperación y contacto desde el inicio de ésta investigación y bajo cuya jurisdicción recaería
el diseño y puesta en práctica de áreas de conservación biocultural.
El foco en conservación de esta investigación, responde a comentarios de algunos
biólogos (Wilson 1988) y antropólogos (Sponsel 1995) de que la investigación básica en sus
campos de estudio respectivos debería estar mas involucrada con la tarea de defender la
diversidad natural y cultural por todo el mundo. La vasta región circum-Maigualida
actualmente no está protegida por ninguna legislación de base conservacionista ni por
zonificaciones de tierra de restricción de uso, con la excepción de aquellas áreas ubicadas a
alturas superiores a los 800 m snm, que han sido designadas Monumentos Naturales y
ubicadas bajo la jurisdicción del Instituto de Parques Nacionales (Inparques). No obstante,
la mayoría de las zonas de ocupación de hecho están fuera de este cinturón protectivo. De
esta manera, gran parte de la biota regional así como las poblaciones indígenas están
completamente desprotegidas de las ahora frecuentes incursiones foráneas, incluyendo a las
enfermedades infecciosas importadas (especialmente malaria y tuberculosis).
399
La necesidad de proteger a la población y cultura Hotì es especialmente aguda
debido al tamaño relativamente pequeño de su población, a su vulnerabilidad biogenética,
aislamiento epidemiológico hasta muy recientemente y a su todavía bastante intacta cultura
selvática aborígen. Además, los Hotì pueden ser considerados como un grupo muy especial
desde un punto de vista conservacionista, pues indudablemente constituyen el grupo menos
aculturado y occidentalizado además del grupo culturalmente más independiente que aun
existe en Venezuela. Hasta ahora, los Hotì han logrado mantener vivo un estilo de vida
considerablemente nómada y de forrajeo, el cual fue una vez muy prevalente a lo largo de los
trópicos húmedos, pero ahora ha casi desaparecido. Siendo los Hotì una suerte de grupo
relictual y habiéndose observado como algunos de ellos prefieren permanecer aislados, se
considera imperativa la existencia de leyes que los protejan en este sentido.
400
Bibliografía.
Adu-Tutu, M., Y. Afful, K. Asante-Appiah, Diana Lieberman, J.B. Hall y M. Elvin-Lewis 1979. Chewing Stick Usage in Southern Ghana. Economic Botany 33(3): 320-328. Atran, S., P. Estin, J. Coley y D. Medin. 1997 geeric Species and Basic Levels: Essence and Appearence in Folk Biology. Journal of Ethnobiology. 17(1):17-43. Atran, S. 1994 Core domain versus scientific theories: Evidence from systematics and Itza-Maya folkbiology. En L. A. Hirschfeld y S.A. Gelman Mapping the Mind: Domain specificity in cognition and culture. Cambridge University Press. pp. 316-340. Atran, S. 1990 Cognitive Foundations of Natural History. London: Cambridge University Press Atran, S. 1987 The Essence of Folkbiology: A Reply to Randall and Hunn. American Anthropologist. 89(1):149-151. Atran, S. 1985 The Nature of Folk-Botanical Life-forms. American Anthropologist. 87(2):298-315. Baez, D., M. Ricardi, J. Gaviria y J. Estrada. 1999 Contribución a la etnofarmacología de los páramos venezolanos. Ciencia. 7(1):23-32. Bahuchet, Serge, Doyle McKey e Igor de Garine. 1991 Wild Yams Revisited: Is Independence from Agriculture Possible for Rain Forest Hunter-gatherers? Human Ecology. 19(2):213-243. Bailey, Robert y Thomas Headland. 1991 The Tropical Rain Forest: Is it a Productive Environment for Human Foragers? Human Ecology. 19(2):261-285. Bailey, Robert, Genevieve Head, Mark Jenike, Bruce Owen, Robert Rechtman, y Elzbieta Zechenter. 1989 Hunting and Gathering in Tropical Rain Forest: Is It Possible? American Anthropologist. 91(1):59-82. Balée, W. 1994 Footprints of the Forest: Ka'apor Ethnobotany - the Historical Ecology of Plant Utilization by an Amazonian People. New York: Columbia University Press.
401
Balée, W. 1989 The Culture of Amazonian Forests. En D.A. Posey y W. Balée (eds.) Resource Management in Amazonia: Indigenous and Folk Strategies. Advances in Economic Botany, Volume 7. Bronx, New York: The New York Botanical Garden. Balée, W. 1987 A etnobotânica quantitativa dos indios Tembé (Rio Gurupi, Para). Boletin do Museu Goeldi, Botânica 3:29-50. Balée, W. 1986 Análise preliminor de inventário florestale a etnobotânica Ka´apor (Maranhão). Boletin do Museu Goeldi, Botânica 2:141-167. Balik, M. 1990 Ethnobotany and the identification of therapeutic agents from the rainforest. American Botanical Council. 229:22-31. Barbour, Michael., Jack Burk y Wanna Pitts. 1987 Terrestrial Plant Ecology. Menlo Park, California: The Benjamin/Cummings Publishing Company, Inc. 634 p. Beckerman, S. 1985 Swidden in Amazonia and the Amazon Rim. En B. Turner II y S. Brush (eds) Comparative Farming Systems. New York: The Guilford Prees. pp. 55-94. Beckerman, S. 1993 Major Patterns in Indigenous Amazonian Subsistence. En C.M. Hladik, A. Hladik, O. Linares, H. Pagezy, A. Semple y M. Hadley (eds). Tropical Forests, People and Food. Man and the Biosphere Series. Vol. 13. Paris: UNESCO. pp. 411-424. Begossi, Alpina. 1996 Use of Ecological Methods in Ethnobotany: Diversity Indices. Economic Botany. 50(39:280-289. Bennett, B.C. 1992. Plants and people of the Amazonian rainforests. Bioscience 42:599-607. Berlin, B. 1972 Speculations on the growth of ethnobotanical nomenclature. Journal of language and society. I:51-86. Berlin, B. 1973 The Relation of Folk Systematics to Biological Classification and Nomenclature. Annual Review of Ecology and Systematics 4:259-71. Berlin, B. 1976 The concept of Rank in Ethnobiological Classification: Some Evidence from Aguaruna Folk Botany. American Ethnologist. 3:381-99 Berlin, B. 1984 Contributions of Native American collectors to the ethnobotany of the Neotropics. En G. Prance y J. Kallunki (eds) Ethnobotany in the Neotropics. Advances in Economic Botany. Bronx, N.Y.: New York Botanical Graden, vol. I. pp. 24-33. Berlin, B. 1992 Ethnobiological Classification. Princeton, New Jersey: Princeton University Press.
402
Berlin, B. y Berlin, E. 1983 Adaptation and Ethnozoological Classification: Theoretical Implications of Animal Resources and Diet of the Aguaruna and Huambisa. En Hames, R. y Vickers, W. (eds.) Adaptive Responses of Native Amazonians. New York: Academic Press. pp. 301-325. Berlin, B., D.E. Breedlove, y P.H. Raven. 1973 General Principles of Classification and Nomenclature in Folk Biology. American Anthropologst. 76:327-29. Berlin, Brent, D.E. Breedlove, y P.H. Raven. 1974 Principles of Tzeltal Plant Classifications. New York and London: Academis Press. Berlin, Brent, D.E. Breedlove, y P.H. Raven. 1966 Folk Taxonomies and Biological Classification. Science. 154:273-75. Bernstein J.H., R. Ellen, y B. Bin Antaran 1997. The Use of Plot Surveys for the Study of Ethnobotanical Knowledge: A Brunei Dusun Example. Journal of Ethnobiology 17(1):69-96. Berry, Paul, Bruce Holst y Kay Yatskievych (eds). 1995 Flora of the Venezuelan Guayana, Volume 1: Introduction. St. Louis: Missouri Botanical Garden. Berry, Paul, Otto Huber y Bruce Holst. 1995 Floristic Analysis and Phytogeography. En Berry, Paul, Bruce Holst y Kay Yatskievych (eds). Flora of the Venezuelan Guayana, Volume 1: Introduction. St. Louis: Missouri Botanical Garden. p. 161-191. Black, Francis. 1992 Why did they die? Science. 258:1739-1740. Bodin, Ron. 1969 Finding Brown Gold. 27(12): 7,9. Bonet, M. Ängels, César Blanchá y Joan Vallés Xirau. 1992 Ethnobotanical study in River Tenes Valley (Catalonia, Iberian Peninsula). Journal of Ethnopharmacology. 37:205-212. Boom, B. 1990 Useful Plants of the Panare Indians of the Venezuelan Guayana. En G.T. Prance y M.J. Balick (eds.) New Directions in the Study of Plants and People: Research Contributions from the Institute of Economic Botany. Advances in Economic Botany. Vol. 8. Bronx, New York: The New York Botanical Garden. pp. 57-76. Boom, B. 1989 Use of Plant Resources by the Chácobo. En D. Posey y W. Balée (eds) Resource Management in Amazonia: Indigenous and Folk Strategies. Advances in Economic Botany. Vol. 7. New York: the New York Botanical Garden. pp. 79-96. Boom, B. 1987. Ethnobotany of the Chácobo Indians, Beri, Bolivia. Advances in Economic Botany 4:1-68.
403
Borgatti, S.P. 1997 Anthropac 4.0. Natick, MA: Analytic Technologies. Borgatti, S.P. 1996a Anthropac 4.0. Reference Manual. Natick, MA: Analytic Technologies. 166 p. Borgatti, S.P. 1996b Anthropac 4.0. Methods Guide. Natick, MA: Analytic Technologies. 47 p. Boster, J. 1981 How the exceptions prove the rule: An Analysis of informant disagreement in Aguaruna manioc identification. PhD. Dissertation. University of California. Berkeley. 260p. Boster, J. y R. D'Andrade. 1989 Natural and Human Sources of Cross-Cultural Agreement in Ornithological Classification. American Anthropologist. 91(1):132-142. Botkin, D.B. 1990 Discordant Harmonies: A New Ecology for the Twenty First Century. New York: Oxford University Press. Botkin, D.B. y M.J. Sobel. 1975 Stability in time-varying ecosystems. American Naturalist. 109:625-646. Bou, James. 1970 Found ... But Lost Brown Gold. 28(3):6-7. Brosius, J. Peter. 1991 Foraging in the Tropical Rain Forest: the case of the Penan of Sarawak, East Malasya (Borneo). Human Ecology.19(2):123-150. Brown, Cecil. 1985 Language and Living Things: Uniformities in Folk Classification and Naming. New Brunswick. N.J.: Rutgers University Press. Brown, C. 1984 Language and Living things. Rutgers University Press. New Jersey. 306p. Brown, C. 1977 Folk Biological Life Forms: Their Universality and Evolution. American Anthropologist. 79:317-342. Brown, M. F. 1976 Patterns of Variability in two folk systems of classification. Michigan Discussions in Anthropology. 2:76-90. Bruni, A., M. Ballero y F. Poli. 1997 Quantiative ethnopharmacological study of the Campidano Valley and Urzulei district, Sardinia, Italy. Journal of Ethnopharmacology. 57:97-124. Bulmer, R. 1967 Why is the Cassowary not a bird? Man 2:5-25. Bulmer, R. 1970 Wich came first, the chicken or the egg-head?. En Povillon y Maranda (eds) Echanges et communications. The Hague/Paris. pp.1069-1091.
404
Bulmer, R. 1974 Folk Biology in the New Guinea Highlands. Social Science Information. 13(4/5):9-28. Bulmer, R. 1979 Mystical and Mundane in Kalam Classification of Birds. En Ellen y Reason (eds.) Classifications in their Social Context. London: Academic Press. pp. 57-80. Caniago, I. y S. Siebert. 1998 Medicinal plants ecology, knowledge and conservation in Kalimantan, Indonesian, Economic Botany. 52(3):229-250. Carneiro, R.1978 The Knowledge and Use of Rain Forest Trees by the Kuikuru Indians of Central Brazil. En R.I. Ford (ed) The Nature and Status of Ethnobotany. Anthropological Papers of the Museum of Anthropology, University of Michigan, No. 67. Ann Arbor: University of Michigan Press. pp. 210-216. Casson, R. 1981 Extended and transferred meaning. En R. Casson (ed) Language, Culture and Cognition. New York: MacMillan Publishing Co.pp. 181-187. Cerda, H., R. Martínez, N. Briceño, L. Pizzoferrato, D. Hermoso y M. Paoletti. 1999 Cría, Análisis Nutricional y Sensorial del Picudo del Cocotero Rhynchophorus Palmarum (Coleoptera: Curculionidae), Insecto de la dieta tradicional Indígena Amazónica. Ecotrópicos. (En prensa) Codazzi, A. 1841 Resúmen de la Geografía de Venezuela. Paris: H. Fournier. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo 1992 (CNUMAD) 1992 Convenio sobre la Diversidad Biológica. Cumbre de la Tierra, Río de Janeiro, Brasil, 3 al 14 de junio, 1992. Conklin, Harold C. 1968 Some aspects of ethnographic research in Ifugao. Transactions New York Academy of Sciences. 30:99-121. Conklin, Harold C. 1962 Lexicographical Treatment of Folk Taxonomies. En Problems in Lexicography. Indiana University, Research Center in Anthropology, Folklore and Linguistics. Publications 21. F.W. Householder y Sol Saporta (eds) Bloomington. pp. 119-141. Conklin, Harold C. 1961 The study of Shifthing Cultivation. Current Anthropology. 2(1):27-50. Conklin, Harold C. 1955 Hanunóo colors categories. S & A 11: 339-344. Conklin, Harold C. 1954 The Relation of Hanunóo Culture to the Plant World. PhD. dissertation, Yale University.
405
Colchester, M. 1984 Rethinking Stone Age Economics: Some Speculations Concerning the Pre-Columbian Yanomama Economy. Human Ecology. 12(3):291-313. Cook, O. 1904 Food Plants of Ancient America. Annual Report of the Board of Regents of the Smithsonian Institute. For the year 1903. Washington: Smithsonian Institute. pp. 481-497. Coppens, W. 1975 Contribución al estudio de las actividades de subsistencia de los Hotis del río Kaima. Boletín Indigenista Venezolano. nueva época XVI(12):65-78. Coppens, W. 1983 Los Hoti. En W. Coppens (ed) Los Aborígenes de Venezuela. Vol. II. Caracas: Fundación La Salle/Monte Avila Editores. Coppens, W. y P. Mitrani. 1974 Les Indiens Hoti: compte rendu de missions. L'Homme XIV(3-4):131-142. Corradini, H. 1973 Los Indios Chicanos Venezuela Misionera. XXXV(405): 6-9; (406):42-44; (407):88-91. Cruxent, J.M. 1961 Los Shikana del río Kaima. Manuscrito. Cunningham, A.B. 1993 Ethics, Ethnobiological Research, and Biodiversity. Switzerland: WWWF International Publication. Curtis, J.T. 1962 Plant Ecology workbook. Minneapolis, MN: Burgess. Dougherty, J.W.D. 1978 Salience and Relativity in Classification. American Ethnologist. 5(1):66-80. Denevan, W. 1971 Campa Subsistence in the Gran Pajonal, Eastern Peru. Geographical Review. 61:496-518. Durbin, Marshall. 1977 A survey of the Carib Language Family. In Ellen Basso (ed). Carib-speaking Indians: culture, society and language. Tucson: University of Arizona Press. pp. 23-38. Dye, P. 1970 Yowana contact. Brown Gold 28(8):3-5, and 15. Eibl-Eibesfeldt, Irenäus. 1973 Die Waruwádu (Yuwana), ein kurzlich entdeckter, noch unerforschter Indianerstamm Venezuelas. Anthropos 68(1-2):137-144. Ellen, R.F. 1986 Ethnobiology, Cognition, and the Structure of Prehension: Some General Theoretical Notes. Journal of Ethnobiology. 6:83-98.
406
Ellen, R. 1979 Omniscience and ignorance: Variation in Nuaulu knowledge, identification and classification of animals. Language in Society. 8:337-364. Ellen, R. 1978 Nuaulu Settlement and Ecology: An Approach to the Environmental Relations of an Eastern Indonesian Community. Verhandelingen van het koninklisk Instituut voor Taal,-land. Volkenkunde N°83. Martinus Nijhoff, The Hague. Ellen, R. 1975 Variable constructs in Nuaulu zoological classification. Social Science Information. 14(3/4):201-28. Emmons, Louise y François Feer. 1990 Neotropical Rainforest Mammals: A Field Guide. Chicago y London: he University of Chicago Press. 281 pp. Endicott, Kirk y Peter Bellwood. 1991 The possibility of Independent Foraging in the Rain Forest of Peninsular Malaysia. Human Ecology.19(2):151-185. Etkin, N. (ed) 1994 Eating on the Wild Side. Tucson & London: The University of Arizona Press. Etkin, N. 1986 Multidisciplinary Perspectives in the Interpretation of Plants used in Indigenous Medicine and Diet. En N. Etkin (ed) Plants in In Indigenous Medicine and Diet: Biobehavioral Approaches. New York: Redgrave Publishing Company. pp. 2-29. Etkin, N. (ed) 1986 Plants in In Indigenous Medicine and Diet: Biobehavioral Approaches. New York: Redgrave Publishing Company. Ford, R. I. 1978 Ethnobotany: Historical Diversity and Synthesis. En R.I. Ford (ed.) The Nature and Status of Ethnobotany. Anthropological Papers of the Museum of Anthropology, University of Michigan, No. 67. Ann Arbor: University of Michigan Press, pp. 33-49. Friedman, J., Z. Yaniv, A. Dafni, y D. Palewitch 1986 A Preliminary Classification of the Healing Potential of Medicinal Plants based on a Rational Analysis of an Ethnopharmacological Field Survey among Bedouins in the Negev Desert, Israel. Journal of Ethnopharmacology 16:275-287. Gal, S. 1973 Inter-Informant Variability in an Ethnozoological Taxonomy. Anthropological Linguistics. 15(4):203-219. Gardner, P.M. 1976 Birds, words, and requiem for the omniscient informant. American Ethnologist. 3(3):446-68. Gentry, A. 1993 A Field Guide to the families and genera of woody plant of South America (Colombia, Ecuador, Peru). Washington D.C.: Conservation International. 895 pp.
407
Gragson, T. 1995 Pumé Exploitation of Mauritia flexuosa (Palmae) in the Llanos of Venezuela Journal of Ethnobiology. 15(2):177-188. Guánchez, F. y G. Romero. 1998 Palms and Amerindian Fishing in Amazonas State, Venezuela. Principes 43(3):125-135. Guarisma, V. 1974 Los Hoti: introducción etno-lingüística. Tesis de Licenciatura. Caracas: Universidad Central de Venezuela. Guarisma, V. y W. Coppens. 1978 Vocabulario Hoti. Antropológica. 49:3-27. Hames, Raymond. y William Vickers. 1983 Introduction. En Hames, R. y Vickers, W. (eds.) Adaptive Responses of Native Amazonians. New York: Academic Press.pp. 1-26. Hays, T. 1983 Ndumba Folk Biology and General Principles of Ethnobotanical Classification and Nomenclature. American Anthropologist. 85(3):592-611. Hays, T. 1982 Utilitarian/adaptationist explanations of folk biological classification: some cautionary notes. Journal of Ethnobiology. 2(1):89-94. Hays, T. 1979 Plant Classification and Nomenclature in Ndumba, Papua New Guinea Highlands. Ethnology. XVIII 3(3):253-70. Hays, T. 1976 An empirical method for the identification of covert categories in Ethnobiology. American Ethnologist. 3(3):489-507. Headland, Thomas y Lawrence A. Reid. 1989 Hunter-Gatherers and their Neighbors from Prehistory to the Present. Current Anthropology. 30(1):43-66. Headland, Thomas. 1987 The wild yam question: How well could independent hunter-gatherers live in a tropical rainforest ecosystem? Human Ecology. 15:463-491. Healey, C. 1978/79 Taxonomic Rigidity in Biological Folk Classification, Some examples from the Maring of New Guinea. Ethnomedizin. 3/4:361-384. Henley, P. 1982 The Panare. Tradition and change on the Amazonian frontier. New Haven: Yale University Press. Hill, K. and H. Kaplan. 1989 Population and dry-season subsistence strategies of the recently contacted Yora of Perú. National Geographic Research. 5(3):317-334.
408
Hoopes Martha F. y Susan Harrison. 1998 Metapopulation, source-sink and disturbance dynamics. En W. Sutherland (ed) Conservation Science and Action. Oxford: Blackwell Science Ltd. p. 125-151. Huber, O. 1995a Vegetation. En Paul Berry, Bruce Holst y Kay Yatskievych (eds). Flora of the Venezuelan Guayana, Volume 1: Introduction. St. Louis: Missouri Botanical Garden. pp. 122-125, 128-130. Huber, O. 1995b Conservation of the Venezuelan Guayana. En Paul Berry, Bruce Holst y Kay Yatskievych (eds). Flora of the Venezuelan Guayana, Volume 1: Introduction. St. Louis: Missouri Botanical Garden. pp. 193-218. Huber, O. 1995c History of Botanical Exploration. En Paul Berry, Bruce Holst y Kay Yatskievych (eds). Flora of the Venezuelan Guayana, Volume 1: Introduction. St. Louis: Missouri Botanical Garden. pp. 63-95. Huber, O. 1995d Geographical and Physical Features. En Paul Berry, Bruce Holst y Kay Yatskievych (eds). Flora of the Venezuelan Guayana, Volume 1: Introduction. St. Louis: Missouri Botanical Garden. pp. 1-61. Huber, O. 1982 Esbozo de las Formaciones Vegetales del Territorio Federal Amazonas. Caracas: Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables. Dirección General Sectorial de Información e Investigación del Ambiente, Dirección de Suelos, Vegetación y Fauna. erie Informe Técnico DDSIIA/11/103/, 36 p. Huber, O. 1988 Guayana Highlands Versus Guayana Lowlands, A Reappraisal. Taxon 37(3): 595-614. Huber, O. y C. Alarcón. 1988 Mapa de vegetación de Venezuela. 1:2.000.000. Caracas: Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, The Nature Conservancy. Huber, O. y R. Riina. 1997 Glosario Fitoecológico de las Américas. América del Sur: Paises hispanoparlantes. Vol. 1. Caracas: Fundación Instituto Botánico de Venezuela/UNESCO. Huber, O. y S. Zent. 1995 Indigenous People and Vegetation in the Venezuelan Guayana: Some Ecological Considerations. Scientia Guaianæ. 5:37-64. Humboldt, A. 1956 Viaje a las Regiones Equinocciales del Nuevo Continente. Volumen 4. Traducido por L. Alvarado. Caracas: Ediciones del Ministerio de Educación. Hunn, E. 1975 A measure of the degree of correspondence of Folk to Scientific Biological Classification. American Ethnologist. 2(2):309-29.
409
Hunn, E. 1976 Toward a Perceptual Model of Folk Biological Classification. American Ethnologists. 3:508-24. Hunn, E. 1982 The Utilitarian Factor in Folk Biological Classification. American Anthropologist 84:830-47. Hunn, E. 1987 Science and Common Sense: A Reply to Atran. American Anthropologist. 89(1):146-149. Hunn, E. and D. French 1984 Alternatives to Taxonomic Hierarchy: The Sahaptin Case. Journal of Ethnobiology. 4(1):73-92. Irvine, D. 1989 Succession Management and Resource Distribution in an Amazonian Rain Forest. En D. Posey y W. Balée (eds) Resource Management in Amazonia: Indigenous and Folk Strategies. Advances in Economic Botany. Vol. 7. New York: the New York Botanical Garden. pp. 223-237. Jangoux, Jacques. 1971Observations on the Hoti Indians of Venezuela. Manuscrito Janzen D. y C. Vázquez-Yanes. 1991 Aspects of Tropical seed ecology of relevance to Tropical forested wildlands. En A. Gómez-Pompa, A.T. C. Whitmore y M. Hadley (eds) Rain Forest Regeneration and Management. Man and the Biosphere Series, vol. 6. Paris: UNESCO. pp. 137-154. Johns, T., E. Mhoro, P. Sanaya y E.K. Kimanani. 1994 Herbal emedies of the Ngorongoro District, Tanzania: a quantitative appraisal. Economic Botany. 48:90-94. Johns, T., J. O. Kokwaro y E. K. Kimanani. 1990. Herbal Remedies of the Luo of Siaya District, Kenya: Establishing Quantitative Criteria for Consensus. Economic Botany 44(3): 369-381. Jordan, C. 1982 Rich Forest Poor Soil. Garden. January/February. Kay, P. 1971 Taxonomy and semantic contrast. Language. 47(4):866-887. Kay, P. 1975 A Model-Theoretic Approach to Folk Taxonomy. Social Science Inform. 14:151-66. Keogh, Frederick K. 1995 Where Rocks Grow and God has Shoes: Reflections and Shifting Realities in the Venezuelan Amazon. PhD Dissertation. University of Michigan. 454 p. Koch-Grunberg, Theodore. 1913/1981 Del Roraima al Orinoco. Observaciones de un viaje hecho por Theodor Koch-Grünberg por el Norte de Brasil y Venezuela durante los años 1911-1913. Caracas: Ernesto Armitano Editor. Tomo I.
410
Kroeber, A. 1920 Review of uses of plants by the Indians f the Missouri River region by Melvin Gilmore. American Anthropologist. 22:384-425. Lévi-Strauss, C. 1966 The savage Mind. London: Weidenfeld and Nicolson. Linares, O. 1998 Mamíferos de Venezuela. Caracas: Sociedad Conservacionista Audubon de Venezuela. 691 p. Lizarralde, M. 1997 Perception, Knowledge and Use of the Rainforest: Ethnobotany of the Barí of Venezuela. PhD Dissertation University of California, Berkeley.235 pp. Lizarralde, R 1985 Mapa Etnográfico de Venezuela y Zonas Adyacentes. 2nda Edición. Caracas. Logan, Michael y Anna Dixon. 1994 Agriculture and the Acquisition of Medicinal Plant Knowledge. In Nina Etkin (ed). Eating on the Wild Side. Tucson: The University of Arizona Press. López-Zent, E. 1993 Plants and People of the Venezuelan Páramos. Antropológica. 79:17-42. López-Zent, E. 1998 A Creative Perspective of Environmental Impacts by Native Amazonian Human Populations. Interciencia. 23(4):232-240. Manchester, S. and W. Kress 1993 Fossil Bananas (Musaceae): Ensete oregonense sp. Nov. from the Eocene of Western North America and its Phytogeographic significance. American Journal of Botany. 80(11): 1264-1272. MARNR 1983 Sistemas Ambientales Venezolanos. Región Guayana Territorio Federal Amazonas. Dirección General Sectorial de Planificación y Ordenación del Ambiente. Serie VII, Estudios Regionales, Documento N� II, Código VII-II. Caracas: MARNR, vol I. pp. 26-35 y 368-502. MARNR-CNUMAD 1992 Conferencia de las Naciones Unias sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo 1992. Informe Nacional de Venezuela. MARNR. Caracas: Servicio Aurónomo de Geografía y Cartografía Nacional. 162 p. MARNR-ORSTOM 1988 Atlas del Inventario de Tierras del Territorio Federal Amazonas. Caracas: MARNR-DGSIIA. Martin, G. 1995. Ethnobotany: a methods manual. London: Chapman & Hall. Mattéi-Müller, M., P. Henley y H. Reid. 1997 Relaciones entre los Hodï de Venezuela y los Makú de Brasil y Colombia. Nuevo enfoque referente a la clasificacion de las lenguas Makú. En Z.
411
Zucchi and S. Vidal (eds) Historia y Etnicidad en el Noroeste Amazonico. Mérida: Consejo de Publicaciones de la Universidad de Los Andes. Meffe, Gary y C. Ronald Carroll. 1994 Principles of Conservation Biology. Sunderland, Massachusettes: Sinauer Associates, Inc. Publishers. 600 p. Meilleur, B.A. 1994 In Search of "Keystone Societies". En N.L. Etkin (ed.) Eating on the Wild Side: the Pharmacologic, Ecologic, and Social Implications of Using Noncultigens. Tucson: The University of Arizona Press. pp. 259-279. Mendoza, Vicente, Luis Moreno, Fernando Barrios, Duggar Rivas, Jesús Martínez, Pedro Lira, Gustavo Sardi y Santosh Gosh. 1977 Geología de la parte Norte del Territorio Federal Amazonas, Venezuela. V Congreso Geológico Venezolano. Caracas, 19-23 de Noviembre. pp. 363-404. Milliken, William, Robert P. Miller, Sharon R. Pollard y Elisa V. Wandelli. 1992 The Ethnobotany of the Waimiri Atroari of Brazil. Kew: Royal Botanical Gardens. Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (MARNR) 1979 Atlas de la Región Sur. Dirección General de Información e Investigación del Ambiente. Caracas: MARNR, pp. 6-59. Moerman, D.E. 1991 The Medicinal Flora of Native North America: An Analysis. Journal of Ethnopharmacology 31:1-42. Mutchnick, P. y B. McCarthy. 1997 An ethnobotanical analysis of the tree species common to the subtropical moist forest of the Petén, Guatemala. Economic Botany. 51(2):158-183. Odum, E. 1993 Ecology and our Endangered Life-Support System. Sunderland, Massachusettes: Sinauer Associates, Inc. Publishers. Secon Edition. 301 p. Odum, E. 1969 The Strategy of Ecosystem Development. Science. 164:262-70. Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI) 1985 Censo Indígena de Venezuela. Caracas: OCEI. Oficina Central de Estadística e Informática (OCEI) 1993 Censo Indígena de Venezuela. Caracas: OCEI. Peters C.M. 1996 Beyond Nomenclature and Use: A Review of Ecological Methods for Ethnobotanists. Advances in Economic Botany 10:241-276.
412
Petraitis, P.S., R.E. Latham y R.A. Niesenbaum. 1989 The maintenance of species diversity by disturbance. Quarterly Review of Biology. 64:418-464. Phelps Jr., W.H. y R. Meyer de Schauensee 1979 Una Guía de las Aves de Venezuela. Caracas: Graficas Armitano, C.A. Phillips, O. 1996 Some Quantitative Methods for Analizing Ethnobotanical Knowledge. En M. Alexiades (ed) Selected Guidelines for Ethnobotanical Research: A Field Manual. New York: New York Botabnical Garden. pp. 171-197. Phillips, O. y A. Gentry. 1993a The useful plants of Tambopata, Perú: I. Statistical Hypothesis Tests with a New Quantitative Technique. Economic Botany. 47(1):15-32. Phillips, O. y A. Gentry. 1993b The useful plants of Tambopata, Perú: II. Additional Hypothesis Testing in Quantitative Ethnobotany. Economic Botany. 47(1):33-43. Phillips, O., A. Gentry, C. Reynel, P. Wilkin, and C. Gálvez-Durand. 1994 Quantitative Ethnobotany and Amazonian Conservation. Conservation Biology. 8(1): 225-248. Phillips, O., Hall, P., Gentry, A., Sawyer, S. and Vásquez, R. 1994 Dynamics and species richness of tropical forests. Proceedings of the National Academy of Sciences USA. 91:2805-2809. Pianka, E.1966 Latitudinal gradients in species diversity: a review of concepts. American Naturalist. 100:33-46. Pickett, S.T., V.T. Parker, y P.L. Fiedler. 1992 The new paradigm in ecology: Implications for Conservation Biology above the species level. En P.L. Fiedler y S.K. Jain (eds.) Conservation Biology: The Theory and Practice of Nature Conservation Preservation and Management. New York: Chapman and Hall. p. 65-88. Pinedo-Vázquez, M., M. Zarin, P. Jipp y J. Chota-Inuma. 1990 Use values of tree species in a communal forest reserve in northeast Perú. Conservation Biology. 4:405-416. Plotkin, M.J. 1988 Ethnobotany and conservation in the Guianas: the Indians of Southern Suriname. In Almeda F. y C. Pringle (eds.) Tropical Rainforests: Diversity and Conservation. San Francisco: California Academy of Sciences. pp. 87-109. Poponoe, P. 1914 Origen of the Banana. Journal of Heredity. 5:273-280 Posey, D. 1992 Interpreting and Applying the "Reality" of Indigenous Concepts: What Is Necessary to Learn from the Natives? In In K. Redford and C. Padoch (eds). Conservation of Neotropical Forests. New York: Columbia University Press. pp. 21-34.
413
Posey, D. 1984 A preliminary report on Diversified Management of Tropical Forest by the Kayapó Indians of the Brazilian Amazon. Advances in Economic Botany 1:112-26. Posey, D. 1981 Ethnoentomology of the Kayapó Indians of Central Brazil. Journal of Ethnobiology 1(1):165-174. Posey, D.A. y W. Balée (eds.) 1989 Resource Management in Amazonia: Indigenous and Folk Strategies. Advances in Economy Botany, Vol. 7. Bronx, New York: The New York Botanical Garden. Posey, Darrell y Graham Dutfield. 1996 Beyond Intellectual Property: Toward Traditional Resource Rights for Indigenous Peoples and Local Communities. Ottawa, Canada: International Development Research Centre. 303 p. Prance, G. 1991 What is ethnobotany today? Journal of Ethnopharacology. 32:209-216. Prance, G., W. Balée, B. Boom y R. Carneiro. 1987 Quantitative Ethnobotany and the Case for Conservation in Amazonia. Conservation Biology. 1(4):296-310. Randall, R. 1987 The Nature of Highly Inclusive Folk-Botanical Categories. American Anthropologist. 89(1):143-146. Randall, R. 1976 How tall is a taxonomic tree? some evidence of dwarfism. American Ethnologist. 3(3):543-55. Randall, R. y E. Hunn. 1984 1984 Do life-forms evolve or do uses for life? some doubts about Brown's universal hypotheses. American Ethnologist. 11(2):329-49. Romney, K., S. Weller y W. Batchelder 1986 Culture as Consensus: A Theory of Culture and Informant Accuracy. American Anthropologist 88(2):313-338. Romney, K., S. Weller y W. Batchelder 1987 Recent Applications of Cultural Consensus Theory. American Behavioral Scientist 31(2):163-177. Rudder, J. 1978/79 Classification of the Natural World among the Yolngu, Northern Territory, Australia. Ethnomedizin. 3/4:349-360. Schubertt, C. y O. Huber. 1990 The Gran Sabana: Panorama of a Region. Caracas: Lagoven Booklets. Schultes, R. E. y R.F. Raffauf. 1990 The Healing Forest. Medicinal and Toxic Plants of the Northwest Amazonia. Historical, Ethno & Economic Botany Series. Vol. 2. Portland: Discorides Press.
414
Schwerin, K. 1985 Food crops in the Tropics. En D.J. Cattle y K. Schwerin (eds) Food Energy in Tropical Ecosystems. New York: Gordon and Breach Science Publishers. pp. 255-285. Shepard, G. 1997 Noun Classification and Ethnozoological Classification in Machiguenga, an Arawakan Language of the Peruvian Amazon. The Journal of Amazonian Languages. 1(1):29-57. Shepard, G. 1998 Gift of the Haroy Eagle, Hunting Medicines of the Machiguenga. South American Explorer. 51, Spring, pp. 9-11 and 21. Silva, N. 1989 Consideraciones sobre la Forma Corporal de Hotis y Panares. Boletín Antropológico. 45-62. Sioli, Harold. 1984 The Amazon and its main affluents: hydrography, morphology of the river courses and river types. En H. Sioli (ed) The Amazon Limnology and Landscape Ecology of Mighty Tropical River and its Basin. Dordrecht: Dr. W. Junk Publishers. pp. 127-165. Smole, W. 1976 The Yanoama Indians: A Cultural Geography. Austin and London: University of Texas Press. 272 pp. Smole, W. 1980 Musa cultivation in pre-Columbian South America. En J. Parsons y W. Davidson (eds). Geoscience and Man. Historical Geography of Latin America. Lousiana State University School of Geoscience, Baton Rouge. vol. XXI. pp. 47-50. Smole, W. 1989 Yanomama Horticulture in the Parima Highlands of Venezuela and Brazil. En D. Posey y W. Balée (eds) Resource Management in Amazonia: Indigenous and Folk Strategies. Advances in Economic Botany Vol. 7. New York: The New York Botanical Garden. pp. 115-128. Snow, J.W. 1976 The Climate of Northern South America. En Werner Schwerdtfeger (ed) World Survey of Climatology. Climates of Central and South America. Amsterdam-Oxford-New York: Elsevier Scientific Publishing Co. , vol. 12, chapter 6, pp. 295-403. Sponsel, L. (ed) 1996 IndigenousPeoples and the Future of Amazonia: An Ecological of an Endangered World. Tucson & London: The University of Arizona Press.312 pp. Sponsel, L. 1989 Foraging and Farming: A Necesary Complementarity in Amazonia? En S. Kent (ed) Farmers as Hunters. New York: Cambridge University Press. pp. 37-45. Stearman, Allyn M. 1991 Making a living in the Tropical Forest: Yuquí Foragers in the Bolivian Amazon. Human Ecology.19(2):245-260.
415
Stoffle, R., D. Halmo, M. Evans y J. Olmsted. 1990 Calculating the Cultural Significance of American Indians plants: Paiute and Shosshone Ethnobotany at Yuca Mountain, Nevada. American Anthropologist. 92:416-432. Sutherland, William J. 1998 Managing habitats and species. En W. Sutherland (ed) Conservation Science and Action. Oxford: Blackwell Science Ltd. p. 202-219. Tillet, Stephen. 1995 Guía introductoria de Etnobotánica. Caracas: Facultad de Farmacia, Universidad Central de Venezuela. Toledo, V., A. Batis, R. Becerra, E. Martínez y C. Ramos. 1995 La selva útil: Etnobotánica cuantitativa de los grupos indígenas del trópico húmedo de México. Interciencia. 20(4):177-187. Turner, N. 1988 "The Importance of a Rose": Evaluating the Cultural Significance of Plants in Thompson and Lillooet interior Salish. American Anthropologist. 90:272-290. Unruh, J. y J. Alcorn. 1998 Relative Dominance of the Useful Component in Young Managed Fallows. Advances in Economic Botany. 5:47-52. Vickers, W. 1988 Game Depletion Hypothesis of Amazonian Adaptation: Data from a Native Community. Science. 239:1521-1522. Vilera, D. 1985 Introducción morfológica de la lengua Hoti. Tesis de Licenciatura, Escuela de Antropología, Universidad Central de Venezuela, Caracas. Voeks, R.A. 1996 Tropical Forest Healers and Habitat Preference. Economic Botany. 50(4):381-400. Waide, R. y A. Lugo 1992 A Research Persective on Disturbance and Recovery of a Tropical Montane Forest. En . J. Goldammer (ed) Tropical Forest in Transition. Switzerland: Birkhäuser Verlag Basel. pp. 173-190. White, P.S. y S.T.A. Pickett. 1985 Natural Disturbance and Patch Dynamics: An Introduction. En S.T.A. Pickett y P.S. White (eds) The Ecology of Natural Disturbance and Patch Dynamics. New York: Academic Press. p. 3-13. Wilbert, J. 1963 Indios de la Región Orinoco-Ventuari. Instituto Caribe de Antropología y Sociología. Fundación La Salle de Ciencias Naturales. Monografía Nº8. Caracas: Editorial Sucre.
416
Zent, S. 1992 Historical and Ethnographic Ecology of the Upper Cuao River Wo~th i~ha~: Clues for an Interpretation of Native Guianese Social Organization. PhD Dissertation Columbia University, New York. xii + 478 pp. Zent, S. 1995 Clasificación, Explotación y Composición de Bosques Secundarios en el Alto Río Cuao, Estado Amazonas, Venezuela. Scientia Guaianæ. 5:79-113. Zent, S. 1996 Behavioral Orientations toward Ethnobotanical Quantification. En M. Alexiades (ed) Selected Guidelines for Ethnobotanical Research: A Field Manual. Bronx, New York: New York Botanical Garden. pp. 199-239. Zent, S. 1999 The Quandary of Conserving Ethnoecological Knowledge: A Piaroa Example. En T. Gragson y B. Blount (eds.) Ethnoecology: Knowledge, Resources, Rights. University of Georgia Press. Zent, E. y S. Zent. 1999 Is the Frailejon a Life Form or an Unaffiliated Generic?: Examining the Rank of an Endemic Páramo Plant. Journal of Ethnobiology (en prensa).
417
Apéndices
418
Apéndice Nº 1: Listado general de plantas ordenadas por Familia botánica. FLIA Latin Name Ho Name Acanthacea Aphelandra cf. fasciculata Wasshaousen iyetèlá, báut·e Aphelandra pulcherrima (Jacq.) HBK biõ·li·li ·yáì hele Aphelandra scabra (Vahl) Smith ·tìõkèwáká hele Justicia pectoralis Jacq. áõbiõyeõ, yewi Odontonema bracteolatum (Jacq.) Kuntze ·tìõ·tìõweõká ·yáì Ruellia malaca Leonard. ·tuõbiõeõte hele Ruellia malaca Leonard. ·táwì ·yáì, hele Mendoncia hirsuta (P. & E.) Nees leõwá ibuhu Amaranthaceae bá hu, cËËo/bá hu, le›le Alternanthera sp. ·wái·ká hele/·weleõweleõ hele Alternanthera sp. áli·tuyo, uli Alternanthera sp. ·wòli tuku hyá Cyathula achyranthoides (HBK) Moq. totowibì káwá Anacardiaceae báõláõláõ ·yáì ·wiwe ·táwì ·yáì /láliwue õ Anacardium giganteum Hanc. eloli ·yáì, uli Anaxagorea sp. báõháwá ·yáì Mangifera indica L. Sp. Pl. báõ·ko Spondias sp. boõ·we ·yáì Spondias mombin L. boõ·toõ ·yáì Spondias mombin L. boõ·we ·yáì, lìõ Spondias mombin L. boõ·we ·yáì, uli Tapirira guianensis Aublet iyebuleláõko ·yáì Tapirira guianensis Aublet ·wòli iku u·kwá·toko ·yáì Thyrsodium spruceanum Benth. báõu ·yáì, i·cËeká Annonacea báõlowá ·yáì Anaxagorea sp. ·kutile ·yáì, lìõ cf. Guatteria schomburgkiana Mart. báliyeká ·táwì ·yáì 3 Duguetia calycina Benoist. ·káliwèõkì ·yáì Duguetia sp. ·kutile ·yáì, háõliõ Guatteria aff. foliosa Benth. ·kutile ·yáì, lìõ Rollinia sp. ·wáeká ·yáì, wáõiyoõ Xylopia frutescens Aublet biõ·li·li ·yáì, háõliõ Apocynaceae Aspidosperma marcgravianum Woodson ·ti·ti ·yáì, háõliõ Aspidosperma marcgravianum Woodson ·ti·ti ·yáì, háõliõ lìõ Aspidosperma marcgravianum Woodson ·tìõ·tì ·yáì, uli Bonafousia sananho (R. & P.) Margraff wáõlebáõ ·yáì hele, i·c Ëeká Bonafousia sananho (R. & P.) Markgr. wáõleõbáõ ·yáì, ·teõ·teõ Bonafousia sp. wáõleõbá ·yáì hele
419
FLIA Latin Name Ho Name Couma macrocarpa Barbosa Rodriguez ·kálibèõleõ ·yáì Couma macrocarpa Barbosa Rodríguez ·kálibèõle ·yáì, uli Himatanthus aff. articulatus (Vahl) Woodson ·tokolo ·yáì Himatanthus articulatus (Vahl) Woods. ·toõkoõloõ ·yáì, lìõ Himatanthus articulatus (Vahl) Woodson ·tokolo ·yáì, uli Araceae báõlu ·ko·ko, tuwewe c Ëieõloõ hu e·lo to·ku ·ko·ko/e·lo tu ·ko·ko le·lo áye/helá, hetò ·kwáták·á ibuhu bu tu, áwelá /á·tebo ·táwì ·káyá hu ·káõ·káõtobá ibuhu ·tuõwè bèõ· Caladium sp. u·ku áte Caladium sp. áli õluõ ·tukì Caladium/Xanthosoma sp. áte, i·kò Montsera sp. leõ·wá Ibuhu Philodendron sp. ·káõ·káõto hyá Xanthosoma sagittifolium (L.) Schott uli bèõ Xanthosoma sp. bèõ ·tu Xanthosoma spp. ·tuwáõ bèõ Xanthosoma spp. ·tuèloõ bèõ Araliaceae
Schefflera morofotoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. & Frodin
báõlule ·yáì
Schefflera morototoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. & Frodin
álukè ·yáì
Arecaceae bá hiõ, ·koláli bátáli õ hiõ báõbáu hiõ, uli iluwe, háli õ ·wá·táwá ·ko·ko hiõ Astrocaryum cf. gynacanthum Martius bá hiõ Astrocaryum gynacasthum Martius bá hiõ , háõliõ Astrocaryum gynacathum Martius bátáli hiõ, háõliõ Attalea macrolepis áwáhto hiõ Attalea sp. ·kolowá hiõ/·ko·ko Attalea maripa Aublet (Mart.) ulu hiõ Bactris sp. bá hiõ, uli Bactris gasipaes ·lebáõ Euterpe catinga Wallace var. catinga ·wá·wì hiõ Euterpe precatoria Mart. var. precatoria ·wá·wì hiõ Geonoma sp. betá heõlá, háõli õ õ Geonoma sp. be·tá heõláõ, uli Geonoma deversa (Pait.) Kunth báõláyá hiõ Maulitia sp. ·táõli hiõ
420
FLIA Latin Name Ho Name Oenocarpus cf. bacaba Martius báte hiõ, háõliõ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl buõli hiõ Socratea exorrhiza (Mart.) Wendl li·tuále hî Asteraceae wáõyáõbukì Lycoceris triplinervia Less. ibuhu Mikania amazonica Baker ibuhu Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski i·c Ëeká ·táwì ·yáì Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski uluku ·yáì, háõliõ Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski ·táwì ·yáì, cËo Piptocoma schomburgkii (Sch. Bip.) Pruski ·táwì ·yáì, cËo Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski báliyeká ·táwì ·yáì 1 Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski uluku ·yáì, háõliõ Rolandra fryticosa (L.) Kuntze iõliõyo hele ·yáì, háõliõ ·káõláõwiõle táwì hele ·yáì Bignoniaceae ·c Ëábo ibuhu ibuhu wáõiyoõ ibuhu ·kwáõyubu ibuhu ·kwáõyuweõ ibuhu
Jacaranda copaia (Aubl.) D.Don sub sp. spectabilis (Mart.ex DC.) Gentry
bu·kwe ·yáì, lìõ
Jacaranda copaia (Aublet) D. Don ·wòli ·yáì Lagenaria siceraria ·lábo Mussatia sp. ·wáõ ibuhu Schlegelia sp. ·wáõ ibuhu Tanaecium sp. áu ibuhu Bixaceae Bixa sp. ·kulilu hele, hetò Bixa sp. ·kulilu ·yáì, cËo hetò Bixa orellana L. ·kulilu hele Cochlospermum orinoscence (HBK) Stued. ·tábálí ·yáì Bromeliaceae boko ·ko·ko, háõliõ áye buõ·kì ·yáì, lìõ c Ëo bá helá õ, ibu/iyeboko ·ko·ko ibáko ·ko·ko, uli iyebáõ·ko ·ko·ko liõ ibá·kwá/uli ·teluáõ /·tukuli hyá, uli láõleke hu ·tu·kuá ·ko·ko, uli ·tuõliweõtì Aechmaea cf. bromeliifolia (Rudge) Baker bè·ko hyá ·ko·ko, iye Ananas ananasoides L. toõèõ Ananas comosus (L.) Merr ·láõláõ hu Bromelia aff. goeldiana L.B. Smith láõleke, cËo
421
FLIA Latin Name Ho Name Bombacaceae titibu ·yáì Ceiba pentandra (L.) Gaertn. ·tábáli ·yáì, uli Ceiba sp. ·tábáli ·yáì, liõboõ Ceiba sp. ·tábáli ·yáì, lìõ Ceiba/Pseudo bombax sp. ·tábáli ·yáì, toto Boraginaceae Cordia nodosa Lam. kolo ·yáì, liõboõ Cordia nodosa Lam. ábáluweká ·yáì, uli Cordia nodosa Lam. á·kukè ·yáì hele, háõli õ Cordia nodosa Lam. á·kukè ·yáì hele Cordia sericicalix A.D.C. eloli hele ·yáì Burseraceae bôu ·yáì, wáõiyoõ báõlu, bo õko ·tuwèto ·yáì Brosimum sp. báõli, háõliõ Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. báõlu ·yáì, háõliõ Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. báõu, ·wiõleõ ·yáì Dacrydium sp. bu·tá hele ·yáì Dacryodes sp. ·lute ·yáì Dacryodes sp. ·lute ·yáì, uli Dacryodes sp. ·lute, háõliõ Dacryodes peruviana (Loes.) Lam. báõu ·yáì, uli Dacryodes peruviana (Lors.) Lam. ·lute ·yáì, áwelá Protium sp. báõu ·yáì, i cËeká yewi Protium sp. báõu, háõliõ/·tuèlo Protium sp. báõu, wáõiyoõ yewi Protium sp. wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Protium aff. cuneatum Swart. báõu ·yáì, uli Protium aff. spruceanum (Benth.) Engl. báõlu ·yáì, áwelá Protium aracouchini (Aubl.) March. báõlu ·yáì, áwelá Protium aracouchini (Aublet) Marchand báõu ·yáì, i·cËeká Protium crassipetalum Cuatrec. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium crassipetalum Cuatrec. iye ·yáì, cËo Protium cuneatum Sandwith báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium cuneatum Swart. báõu ·yáì Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõlu ·yáì, háõliõ Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand boõko ·yáì Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand boõko ·yáì, háõliõ Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõu ·yáì, uli lìõ Protium opacum Swart báõu ·yáì, uli Protium opacum Swart. báõu ·yáì Protium sagotianum Marchand báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium sagotianum Marchand ·táwáte ·yáì, háõliõ Protium sp. boõko báõu, uli Protium sp. boõko, uli
422
FLIA Latin Name Ho Name Protium sp. buõ ·táwì ·yáì Protium sp. báõu ·yáì, ·cËábo Protium tenuifolium (Engl.) Engl. báõu ·yáì Protium tenuifolium (Engl.) Engl. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium tenuifolium (Engl.) Engl. uluku ·yáì, háõliõ Protium tenuifolium (Engler) Engler báõu ·yáì, o·tewáká Protium tenuifolium (Engler) Engler báõu ·yáì, yewi Protium unifoliolatum Engl. áõle ·táwì ·yáì Protium unifoliolatum Engl. báõu ·yáì, hetò Protium unifoliolatum Engl. ·wiõleõ ·yáì Pseudolmedia laevigata (R & P.) Trec wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Tetragastris altissima (Aubl.) Swart báõu ·yáì, uli Trattinnickia burserifolia Aublet telelá hu, háõliõ Trattinnickia burserifolia Mart. báõlu ·yáì, háõli Trattinnickia burserifolia Martius báõlu ·yáì
Trattinnickia lawrancei Standl. ex Swart var. boliviana Swart.
báõlu ·yáì, uli
Cactaceae Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw sin nombre local Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw. ·táwì ibuhu Caryocaraceae Caryocar sp. ·káwále ·yáì, hetò Caryocar microcarpum Ducke ·káwále ·yáì Caryocar microcarpum Ducke ·káwále ·yáì, lìõ Cecropiaceae we·káu ·yáì, áye ·kuwète Cecropia angulata I.W. Bailey we·tolo ·yáì, háõli õ Cecropia peltata L. we·tolo ·yáì, háõli õ Cecropia sciadophylla Martius we·tolo ·yáì, uli Coussapoa asperifolia Trécul. telelá hu, uli Coussapoa asperifolia Trécul. we·ká hu, báõeláõ uyu Pourouma sp. we·káo, uli ·kwáyo Pourouma bicolor Mart. supsp. bicolor we·káu ·yáì, ·kwáõtì Pourouma cecropiiafolia Mart., Reise Bras we·káu lìdì hái Pourouma cucura Standley & Cuatrecasas we·káo ·yáì, uli Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis we·káo ·yáì, háõliõ Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis we·káu ·yáì, ·kwáte Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis ·tábuõ átehu/uli ·táwì lìõ Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii we·káo ·yáì Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii we·káo ·yáì, uli Pourouma minor Benoist we·káo ·yáì, háõliõ Pourouma minor Benoist ·kwáli ·yáì Pourouma sp. we·káo ·yáì, yuwáõká Chrysobalanaceae uluku ·yáì, háõliõ c Ëo weyo ·táwì hele Hirtella aff. friandra Sw. weyá ·yáì
423
FLIA Latin Name Ho Name Hirtella bullata Bentham ·wáõleõkoõ ·yáì Hirtella davisii Sandwith weyá ·yáì, uli Hirtella elongata Mart. & Zucc. c Ëá·ká ·yáì hele Hirtella elongata Mart. & Zucc. háõliõ c Ëá·ká ·táwì Hirtella glandulosa Spreng. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Hirtella glandulosa Spreng. weyá ·yáì Hirtella glandulosa Spreng. ·kwálweyá ·yáì, beõ Hirtella hispidula Miq. weyá ·yáì Hirtella sp. ileõbá ·yáì, hetò Licania sp. uluku ·yáì, háõliõ Licania aff. canegeriana Urban yowálá ·yáì, háõliõ Licania aff. cruegeriana Urban ·kwá ·táwì
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
c Ëá·ká ·yáì hele
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance u·kulu ·yáì
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
·kwái·le ·tu hele
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
·káile ·yáì táwì
Licania apetala (Meyer) Fritsch ·kwái·le ·tu hele Licania densiflora Kleinh. ·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì Licania sp. uluku ·yáì Licania sp. yowálá ·yáì, uli Parinari excelsa Sabine yowálá ·yáì, háõliõ Parinari excelsa Sabine ·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì Clusiaceae e·káwile hu ·tì·kwáiye ibuhu Calophyllum brasiliensis ·kobáõ ·yáì/·táwì Caraipa densifolia Martius weõloõweõlo õ ·yáì Caraipa densifolia Martius ·kwiwi ·yáì Caraipa densifolia Martius ·kwiwi ·yáì, háõliõ Chrysochlamis membranacea Triana& Planchon á·kuli ·yáì Clusia aff. rosea L. ·láláká hu Clusia sp. telelá hu Clusia sp. telelá hu, uli Clusia sp. telelá hu, ·kwáõ·tìbò Garcinia madruno (HBK) Hammel ·táõweõ ·yáì, holowáká Lucia grandifolia telelá hu Vismia cayenensis (Jacq.) Pers. titikì hele Combretaceae Terminalia amazonia (Gmel) Exell ·tuõbiõlu ·yáì Terminalia amazonia (J. Gmelin) Exell ·tuõbiõlu ·yáì, uli Commelinaceae Tradescantia zanonia (L.) Sw. lu·ilu, háõliõ c Ëo Tradescantia zanonia (L.) Sw. ·káyá, háõliõ Cannaceae
424
FLIA Latin Name Ho Name Canna indica L. ·wáI ·wá·wá, ·liõbeõlá Connaraceae Connarus sp. báõu ibuhu, hetò bile õ Convolvulaceae Ipomea sp. iye toto, c Ëo Ipomea batata (L.) Lam. iye toto Costaceae Costus arabicus L. ·luwilu, ·c Ëábo Costus cf. spiralis ·luwilu heõláõ Costus sp. luwilo helá, tuwewe Costus sp. luwilo he õláõ, uli Capparaceae Cleome sp. báõlo áye, ·kwáyo Caricaceae Carica sp. ·wáyá ·yáì, cËo Carica papaya Mill, Gard. wáyá Carica sp. ·wáyá, háõliõ ·kili Caesalpiniaceae Bauhinia guianensis Aublet wáõleõkáõõ hu Bauhinia guianensis Aublet ·wáõleká hu ibuhu Brownea coccinea Jacq. ·weõleõweõleõ ·yáì Brownea coccinea Jacq. ·wáeká ·yáì
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini
·weõleõweõleõ ·yáì
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini
·weõleõweõleõ ·yáì, háõli õ
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) V. & A.
·weõleõ·weõle õ ·yáì, uli
Brownea coccinea Jacquin ·tobá hele, háõliõ Clathrotropis brunnea Amshoff ·c Ëábo ·yáì Hymenaea cf. courbaril boõláõ báõye ·yáì Maccolodium sp. bòõlò ·táwì, háõli õ Sclerolobium sp. áõláõwiõliõ ·yáì Senna bacillaris (L. f.) Irwin & Barneby báõ·báõi ·yáì Senna obtusifolia (L.) I. & B. ábuwibìká hele Swartzia grandifolia Bong. ex Benth. ·kwá·kwáli ·yáì Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend buõ·kì ·yáì, lìõ háõliõ Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend. buõ·ká ·yáì Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend. buõ·kì ·yáì Tachigali sp. ·kwáli ·yáì, uli Cucurbitaceae bátiyá hu hiliwe ibuhu lilu hu Cucumis melo L. ·láõbo ·to·to
425
FLIA Latin Name Ho Name
Cucurbita moschata (Duch. ex Lam.) Duch. ex Poir.
·kute
Cucurbita sp. luõwie·tu hu Fevillea spp. ·lábo hu Cyclanthaceae Dicranopigium aff. yacu-sisa Harling bá·tiõleõ ·ko·ko Dicranopygium aff. imeriense Harling oibute Evodianthus funifer (Poit.) Lindm. sub sp. funifer ·tiõleõ hyá, uli Cyperaceae ·káláwiõleõ ·ko·ko ·káõláõwiõleõ helá/hoho, hetò ·káõláõwá heõláõ, uli Cyperus sp. c Ëeõloõ, háõliõ Cyperus laxus Lam. c Ëieõlo, uli Cyperus luzulae (L.) Retz. c Ëieõlo, uli Cyperus odoratus L. c Ëieõlo, uli Cyperus sp. ·káõláõwiõle, uli Cyperus spp. háõliõ ·káõláõwiõle Cyperus spp. ·káõláõwiõle Rhynchospora sp. ·káõláõwiõleõ, háõliõ Dilleniaceae Davilla Kunthii Sy. Hil. hyuwìli ibuhu Pinzona coriacea Mart. & Zucc. ·tuõèbe ibuhu Curatella americana L. beõ ·táwì Curatella americana L. ·kuli kuli ·yáì Davilla kunthii St. Hil. yue·ká ibuhu/kule ibuhu Davilla kunthii St. Hil. ·kule ibuhu
Doliocarpus dentatus (AubL.) Standley sub sp. latifolia kubitzki
tuõwèõlo ibuhu/tuebe ibuhu
Dioscoreaceae Dioscorea alata L. Sp. ·wále uli Dioscorea trífida L. wáõle õ, háõliõ Ebenaceae
Diospyros pratermissa Sandwith/ D. vestita Benoist
áõbiõyeõ ·táwì
Diospyros vestita Benoist áõbiõyeõ ·táwì Elaeocarpaceae Sloanea guianensis (Aubl.) Benth. ·tote hele ·yáì, háõliõ Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ·táwáte ·yáì, háõliõ Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ·táwáte ·yáì, uli Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì, uli Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ·tote ·yáì, uli Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ·táwáte ·yáì, háõliõ Sloanea opposifolia Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì, lìõ Sloanea robusta Uitten lotáõu ·yáì, uli
426
FLIA Latin Name Ho Name Sloanea sp ·káõbáõyáõ ·táwì Sloanea sp. lotáõu ·yáì Erythroxylaceae Erythoxylum amazonicum Peyr. i·c Ëeká ·táwì ·yáì Erythroxilum sp. wálicËiáõláõ ·táwì hele Euphorbiaceae báõ háwá, bálo· kwá/boõuõ hele, kwá wálicËiáõláõ ·táwì ·tìõ·tìõ ·yáì, ·cËábo Acalypha cuneata Poepp. táwì, háõliõ Acalypha macrostachya Jacq. sin nombre local Acalypha sp. áõbiõyeõweká hele, uli Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. tuõwèõláõ ·yáì, háõliõ 1 Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. uyuwè·ká hu Actinostemon sp. weyá ·yáì Actinostemon sp. weyá ·yáì, cËo Alchornea discolor Poepp. káláilá ·yáì, uli áye Aparisthmium cordatum (Juss.) Baill. c Ëá·ká ·yáì hele, háõliõ Conceveiba guianensis Aublet ·kwáõ·keyábo ·yáì Conceveiba guianensis Aublet ·káõbáõyáõ ·táwì/·wáibo Conceveiba guianensis Aublet ·toõtoõtoõ ·yáì, háõliõ Conceveiba guyanensis Aubl. ·káõbáõyáõ ·táwì Croton cuneatus KL. ·káláwe, lìõ hetò Euphorbia sp. tá, ibuhu Hieronyma oblonga (Tul.) M.Arg. tuõwèõlo ·táwì hele Mabea sp. tuwìli ·yáì Mabea sp. ·káli iõleõbá ·yáì Mabea sp. ·kálileõláõbukè ·yáì Mabea sp. wáõleõkoõ hu, uli Mabea sp. ·tá·tákáiká ·yáì Manihot esculenta Crantz áleõ hele Maprounea guianensis Aublet álikwete ·yáì Micrandra cf. siphonioides Bentham ·káõbáõyá ·kwèõto ·yáì Ricinus communis L. we·tolo ·yáì, háõli õ Ricinus communis L. we·tolo, bálo· Fabaceae Clathrotropis aff. glaucophylla Cowan báõ·tuõleõ, háõliõ Clathrotropis brunnes Amshoff ·wáõliõláõ ·táwì Clathrotropis macrocarpa Ducke ·le·te ·yáì Clathrotropis sp. ·tìõ·tìõ ·yáì Clitoria javitensis (HBK) Bentham bátulè hu Desmodium sp. ·tuèbo hyá Dipteryx sp. ·wái ·yáì Erythryna sp. titibu ·yáì Faramea stenopelata Mart. luõ·tiyebo ·yáì Machaerium kegelii Meisner iye·telá ibuhu Machaerium madeirense Pittier iye·telá ibuhu ·yáì Machaerium madeirense Pittier lowekáto ibuhu
427
FLIA Latin Name Ho Name Mucuna urens (L.) Medik. bule ibuhu, áwelá Phaseolus vulgaris L. ·tuõè iboto Tephrosia sinapou (Buchoz) A. Chev. biõ·li·li hele, boõ·toõ Flacourtiaceae Casearia aff. sylvestris Sw. ·kule ·táwì Casearia mariquitensis HBK báliyeká ·táwì ·yáì 5 Casearia mariquitensis HBK báõbáu ·táwì ·yáì Casearia sp. c Ëieõko ·táwì ·yáì Casearia sylvestris Sw. var. sylvestris ·kule·tìlìáte ·yáì Cesearia mariquitensis HBK c Ëieõko ·táwì hele, uli Laetia procera (Poepp.) Eichler holowáká ·yáì, háõliõ 1 Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. holowáká ·yáì, háõliõ 2 Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. ·káõyeõlá õ ·yáì Lindackeria paludosa (Bentham) Gilg ·káõbáõyáõ ·táwì Gentianaceae Coutoubea ramosa Aublet ·táwì ·yáì, háõliõ Gesneriaceae Besleria affinis Morton lá·te hele Chrysothemis sp. le·wá ·wá·wá Chrysothemis dichroa Leeuwenberg ·táu·ku cËo lá·te Guttiferae Garcinia sp. ·táwe ·yáì/ hebá Haemodoraceae Xiphidium coeruleum Aubl. ·káwái, buõ ·toè Xiphidium coeruleum Aublet ·tái·kwálei Xiphidium coeruleum Aublet. ·tuwekì wáõwá, boõ ·yáì Hippocrateaceae iluhu, IcËeká hetò aff. Peritassa sp. ·wáõleõkoõ hu cf. Prionostemma sp. ·kwáyo hu Cheiloclinium cognatum (Miers.) A.C. Smith i·c Ëeká ·táwì ·yáì i·c Ëeká ibuhu Helliconiaceae áwelá hyá wáõwáõ ·táwe heõláõ, uli ·wáõI·tuku heõláõ Heliconia sp. bokotì wáõwáõ Heliconia sp. bá·kátìwe helá, hetò Heliconia sp. ·tewá helá, háõliõ/bilá helá, háõliõ Heliconia sp. ·tewá hyá háõli õ ·tuku helá, háõliõ/·tuku helá, háõliõ Heliconia sp. ·tewá ·wá·wá, wáõlule ibì Heliconia sp. ·tábu ·tu hileõ he õláõ Heliconia sp. ·tìõ·tìõwá helá, háõliõ Heliconia cf. acuminata ·tewá hyá ·wá·wá
428
FLIA Latin Name Ho Name Heliconia cf. caribaea ·tewá hyá ·wá·wá Heliconia hirsuta L.f bohkètu hyá Heliconia psittacorum L.F. ·tewá hyá ·wá·wá Heliconia sp. bilè, háõliõ Heliconia sp. ·to·ko heõláõ Humiriaceae Humiria balsamifera Aubl. ·táwìáte ·yáì, lìõ Iridaceae Eleutherine bulbosa (Miller) Urban ·ko·ko lìtìbiõbì Eleutherine bulbosa (Miller) Urban ·ko·ko lìtìbiõbì Lauraceae uluku ·yáì, cËo Ocotea aff. sanariapensis Lasser ·kubuwáká ·yáì hele Ocotea schomburgkiana (Nees) Mez uluku ·yáì, háõliõ Persea americana Mill. áõwáõkáte ·yáì/áõwáõ ·yáì Rhodostemonodaphne Kunthiana (Nees)Rohmer uluku ·yáì, uli Lecythidaceae áli·ká ·tábáleõ hoõloõ, c Ëo ·káláyá ·yáì, ·c Ëábo Eschweilera aff. pedicellata (Rich.) Mori hoõloõ ·yáì, háõliõ Eschweilera aff. tenuifolia (Berg) Miers hoõloõ ·yáì, hetò Eschweilera parvifolia Mart. ex A.P.D.C. hoõloõ ·yáì, háõliõ Eschweilera parvifolia Martius ex A. DC. ·c Ëábo ·yáì Eshwcilera sp. hoõloõ ·yáì, ·wáõle·te Gustavia aff. poeppigiana Berg áwáká ·yáì Lecithys sp. hoõloõ ·yáì, hetò Lecithys sp. hoõloõ, uli
Lecythis corrugata Poiteau sub sp. rosea (Spruce ex Berg.) Mori
hoõloõ ·yáì, báhtuõ
Lecytis cf. corrugata Poiteau hoõloõ ·yáì Leguminosae be·toloáyoõ ·yáì, cËo buõye ·yáì buõ·keõlo ·yáì, uli báõbei, háõliõ báõluwe ·yáì, hetò háõliõ ·wáliõ ·yáì lowetáe ibuhu lá·táI áõbiõyeõ ·táwì, i·cËeká áõle ·táwì, háõliõ ·kiõleõ hu/bá hu, yewo iye ·kwiyo hu ·kwiõyo ·yáì, uli ·kwáõ, c Ëo
429
FLIA Latin Name Ho Name ·ká·wiye ·táwì ·teõ·teõ ·yáì, uli ·te·te ·yáì, weyá ·tiõ·tiõwo kwábo háwá ·táwì, beõ ·tuõè ibuhu ·táile ·yáì ·wuá, uli ·wáõ ·yáì ·wòli ·yáì, háõli õ Arachis hypogaea báõli hyá Brownea sp. báõbáu ·táwì, hetò Canavaha sp. wuèká bi·uálte ibuhu, ili/·ti·tiwá ibuhu Dioclea malacocarpa Ducke ·oleá·te ibuhu ·yáì Dipteryx sp. ·tuõbiõlu ·yáì Ormosia coccinea Jacks ·kwáõláõlká ·yáì, c Ëo i·c Ëeká Parkia sp. buõ·keõlo ·yáì, ·kwáyo Pterocarpus rohrii Vahl báõliyo ·táwì ·yáì, i·cËeká Pterocarpus rohrii Vahl báõliyoõ ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl báõliõyo ·yáì, háõliõ Pterocarpus rohrii Vahl báõliõyo ·yáì, uli Liliaceae báõluwè, ·tuku bèõ· tu, háõli õ ·tuyeõte ·tuliwètì tuku ·ko·ko, háõli õ Loganiaceae Strychnos sp. báõláwá hu Strychnos sp. báõláwá hu, hetò Strychnos sp. ·wáilutì hu, báõláwá Loranthaceae ·kwáõiõte hu ibuhu Phoradendron crassifolium (DC) Eichl. ibuhu Meliaceae iyebuleláõkoõ ·yáì, háõliõ ·kwá·ulebo ihtiyebo ·káli ·táwì ·yáì aff. Toulicia sp. iye ·yáì, ·cËábo Carapa sp. báõláõtáiku ·yáì, uli Cedrela sp. li·tu ·táwì, i·cËeká Cedrela odorata L. li·tu ·yáì Guarea guidonia (L.) Sleumer báõláõtáiku ·yáì Guarea guidonia (L.) Sleumer báõláõtáiku ·yáì, háõliõ Mouriri grandiflora DC. ·tuwè·ká Trichilia sp. iye, holowáká uli Trichilia sp. ·kwiwi ·yáì Trichilia brachystachya Kl. iye ·yáì, háõliõ Trichilia inaequilatera Penn. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, ·cËábo
430
FLIA Latin Name Ho Name Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, hetò Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, háõliõ Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, uli Trichilia mazanensis Macbride iye ·yáì, báõláõtáiku Trichilia mazanensis Macbride iye ·yáì, uli Trichilia micrantha Bentham iye ·yáì, cËo Trichilia pallida Sw. iye ·yáì, háõliõ Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, háõliõ Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, uli Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, áte holowáká Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, ·cËábo Trichilia quadrijuga Kunth iye ·yáì, háõliõ lìõ Trichilia spp. iye ·yáì, lìõ Mimosaceae
Abarema jupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim.
luwe ·yáì, ·kábì
Acacia glomerosa Bentham bá ·yáì aff. Adenanthera peregrina (L.) Sperg. ·kwáyo oõleõká toto ·yáì Anadenanthera peregrina (L.) Speg. ·kwáyo wále·ká ·toto ·yáì Enterolobium schomburgkii Bentham wáõleká toõtoõ ·yáì, wáõiyoõ Enterolobium schomburgkii Bentham ·kwáyo oõleõká toto ·yáì Inga sp. luwe ·yáì, boõ·toõ Inga sp. luwe ·yáì, bulehtelo Inga sp. luwe ·yáì, e·kò Inga sp. luwe ·yáì, hebe Inga sp. luwe ·yáì, hetò Inga sp. luwe ·yáì, hetò uli Inga sp. luwe ·yáì, liõboõ Inga sp. luwe ·yáì, uli Inga sp. luwe ·yáì, yelukye Inga sp. luwe ·yáì, yá boõ·toõ Inga sp. luwe ·yáì, áe Inga sp. luwe ·yáì, ·kwáõ·tìbò Inga sp. luwe ·yáì, ·kábì Inga sp. luwe, boõlo·ko Inga bourgoni (AubL.) DC. luwe ·yáì, báõyekáõloõ Inga bourgoni (AubL.) DC. luwe ·yáì, háõli õ Inga bourgoni (Aublet) DC. luwe ·yáì, lìõ Inga bourgoni (Aublet) DC. luwe ·yáì, álikwete Inga edulis Martius lue, lávi, ·yáì Inga edulis Martius luwe ·yáì Inga edulis Martius luwe ·yáì, hili Inga edulis Martius luwe ·yáì, lìõ Inga edulis Martius luwe ·yáì, uli Malpighiaceae háõli ibuhu
431
FLIA Latin Name Ho Name ·kuõte·ká ibuhu, yewo Bunchosia argentea (Jacq.) áu·tuõleõkoõ ·yáì Byrsonima sp. ·wilo ·yáì, beõ Byrsonima japurensis Adr. Juss. ·wilo ·táwì, hetò Byrsonima sp. yowálá ·yáì Gossypium barbadense L. leõwá hele Mezia includens (Benth.) Cuatrec. ·wáõI bu hu, uli Melastomataceae ·tikuli, ·kule ·tukuli hele, kule Aciotis purpurascens (Aqubl.) Triana háõliõ yowálete Bellucia grossularioides (L.) Triana be·to ·yáì, uli Bellucia grossularioides (L.) Triana iõliõyo ·yáì, uli Bellucia grossularioides (L.) Triana ·kubèõto·yáì Bellucia prossularioides (L.) Triana ·kubèõto ·yáì, uli Clidemia hirta (L.) Don iõliõyo hele ·yáì Miconia aff. elata (Sw.) DC. iõliõyo ·yáì, cËo Miconia aff. holosericea (L.)Triana iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Miconia Aff. holosericea (L.)Triana i·te ·táwì ·yáì Miconia holosericea (L.) A. DC. iõliõyo ·yáì, cËo Miconia matthaei Naudin iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Miconia nervosa (Smith) Triana iõliõyo ·yáì, uli Miconia sp. iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Miconia spp. iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. báõláwá hu Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. iõliõyo hele ·yáì Malvaceae Abelmoschus moschatus Medic. báõlu, i·ko Hibiscus abelmoschus L. luwe, I·kobáõ Wissadula sp. ·tuõwibì· káwá/·tubiõ·tele káwá Monimiaceae Siparuna guianensis Aublet wá·ká áye, beõ Siparuna guianensis Aublet ·kubuwáká ·yáì hele Siparuna guianensis Aublet ·tukuõye hele Menispermaceae ·tábáli ibuhu, uli Abuta rufescens Aublet i·c Ëeká ibuhu
Orthomene schomburgkii (Miers) Barneby & Krukoff
·wá·táwá ibuhu
Orthomene sp. ·tábáõ hu Moraceae i·c Ëeká ·táwì ·yáì oõleõkoõ ·yáì, lìõ tuwáõleoteká ·yáì, áte ·láláká ·yáì, háõliõ ·ti·ti ·yáì, i·cËeká
432
FLIA Latin Name Ho Name ·wáibo ·yáì Artocarpus altilis (Parkinson) Fosberg áyeyu ·yáì, uli
Brosimium alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C.Berg
báõli ·yáì
Brosimum sp. i·c Ëeká ·táwì ·yáì Brosimum aff. utile (Kunth) Pittier totohu ·yáì Brosimum alicastrum Sw. báõlile ·yáì
Brosimum alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C. Berg
báõli ·yáì, uli
Brosimum alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C. Berg
báõlile ·yáì
Brosimum guianense (Aubl.) Huber ·kwái·le ·tu hele Brosimum guianense (Aubl.) Huber ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Brosimum lactescens (S. Moore) C.C. Berg ·tìõ·tìõweõká ·yáì Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg ·tìõ·tìõwèká ·yáì, ·cËábo Brosimum potabile Ducke ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Brosimum sp. ·tìõ·tìõwèká ·yáì, hetò Brosimum sp. ·tìõ·tìõwèká ·yáì, háõliõ Brosimum utile (HBK) Pittier toto ·yáì Brosimum utile (HBK) Pittier tuwìli ·yáì, háõliõ Brosmimum lactescens (S.Moore) C.C.Berg wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Brosmimum utile (HBK) Pittier lotáu ·yáì, háõliõ Brosmimum utile (HBK) Pittier telelá hu, hetò Clarisia ilicifolia (Spreng.) Lanj. & Rossb. bu·tá hele, uli Clarisia ilicifolia (Spreng.) Lanj. & Rossb. báõli ·yáì Coussapoa asperifolia Trécul telelá hu, háõliõ Ficus sp. telelá hu, báõeláõ Ficus sp. telelá hu, uli Ficus aff. velutina Willd. telelá hu, háõliõ Ficus paraensis (Miq.) Miq. telelá hu, háõliõ Ficus paraensis (Miq.) Miq. telelá ·táwì ·yáì Ficus sp. telelá hu Ficus sp. ·ti·ti ·yáì, háõliõ Helicostylis tomentosa (P. & E.) Rusby wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Helicostylis tomentosa (P. & E.) Rusby ·kálileõláõbukè ·yáì
Helicostylis tomentosa (Poepp. & Endlicher) Rusby
wáõleõbá ·yáì hele
Helicostylis tomentosa (Poepp. & Endlicher) Rusby
wáõleõbáõ ·yáì, wáõiyoõ
Pseudolmedia laevigata Tréc. ·wáleká kwá ·yáì Pseudolmedia laevis (R & P.) Macbride telelá hu, háõliõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride bo hele, lìõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride weyá ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride wáõiyo ·yáì, uli Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride ·tìõ·tìõweõká ·yáì, ·kwái·le Pseuldolmedia laevis (R. & P.) Macbride ·kwáõliõyo õ ·yáì Sorocea muriculata Miquel bu·tá hele ·yáì Marcgraviaceae
433
FLIA Latin Name Ho Name Norantea guianensis Aublet c Ëo ibuhu Maranthaceae luwáõbo ·toko wáõwáõ ·kábulu hyá ·wá·wá ·lewì hyá Calathea lutea (Aubl.) G. Mey ·kábulu ·wá·wá wáitewá Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy &
Nicholson ·tuèõbe buleiõli õ ·ko·ko
Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy & Nicholson
·tokwo hele
Calathea latifolia (Link) Klotzsch ·táõ·weõ ·wá·wá Calathea latifolia (Willd. ex Link) Klotzsch ·táõweõ, háõliõ Hylaenthe sp. ·tu·kwo ·wá·wá/·toko hyá/ìle hyá/ìle hyá Ischnosiphon sp. lile õ helá, háõliõ Ischnosiphon sp. lile õ helá, i·c Ëeká Ischnosiphon arouma (AubL.) Koern. ·tábu ·tu ·ko·ko/·tábu ·tu heõláõ Maranta aff. ruiziana Koern. ·kwá ·ko·o Maranta arundinacea L. ·kwò Monotagma laxum (Poepp. & EndL.) K. Schum. láõláõ hyá Myrsinaceae ·tobá ·yáì, hetò Ardisia sp. ·kwáõláõlkáõ hele, cõo Cybianthus sp. tuõwèõláõ ·yáì, háõliõ 2 Stylogyne longifolia (Mart. ex Miq.)Mez ·tokwá hele Myrtaceae i·c Ëeká ·táwì ·yáì ·toõwèõko ·yáì ·tìõ·tìõwo ·yáì, báõbáu aff. Psidium submetrale Sw. ·teõkwá, hutli Myrcia aff. fallax (Rich.) DC. ·kwiyele ·yáì Myrcia aff. inaequiloba (DC.) Legrand iõleõbá ·yáì Psidium acutangulum DC. ·kwáyábá ·yáì, hetò Psidium guajava L. ·kwáyábá ·yáì Psidium sp. yuwáõká ·yáì Psidium sp. ·teõ·teõwáõláõ ·yáì Psidium sp. ·tote·káõloõ ·yáì Musacea Musa paradisiaca x L. he·tálá ·wá·wá Musa paradisiaca x L. wáõlule ·wá·wá Myristicaceae hiuuli, háõliõ aff. Virola sebifera Aubl. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. báõlo ·táwì ·yáì Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. báõlákáliwáká ·yáì Iryanthera juruensis Warb. uluku ·yáì Iryanthera juruensis Warb. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ
434
FLIA Latin Name Ho Name Iryanthera juruensis Warb. áe·kwèõ ·yáì, uli Iryanthera juruensis Warb. ·ti·ti ·yáì Iryanthera juruensis Warburg iye ·yáì, háõliõ lìõ Virola elongata (Benth.) Warb. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ Virola elongata (Bentham) Warburg báõláká ·yáì, háõliõ Virola surinamensis (Rob.) Warburg uli ·kwáyo hele Ochnaceae Ouratea aff. polyantha (Tr. & Pl.) Engler c Ëieõko ·táwì ·yáì Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler c Ëieõko ·táwì ·yáì Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler hôlô ·yáì, i cËeká Ouratea castaneifolia (DC.) Engler áõláõwiõliõ ·yáì, ·ole·te Olacaceae holokáli ibuhu Heisteria acuminata (H. & B.) Engler uluku ·yáì Heisteria acuminata (H. & B.) Engler uluku ·yáì, háõliõ Heisteria spruceana Engl. uluku ·yáì Onagraceae Ludwigia sp. báõbáu ·táwì, hetò Opiliaceae aff. Agonandra brasilensis Miers ex Bentham áuleõ ·táwì Agonandra brasilensis Miers. ex Bentham ábáluweká ·yáì Agonandra brasilensis Miers ex Bentham boõ·we ·yáì, háõliõ Orchidaceae báõ hu, ·táwì wáõwáõlìõ ilewá, tu ·wá·wá ·táwì Papilionaceae Cajanus cajan (L.) Millps. lìõtìõ háwá Passifloraceae ·kukule ibuhu ·kwá·tekibá ·táwì ·tu·kwábáõleká hu ·tìõ·káõbeõká hu ibuhu ·tìõ·kèõbeõ wu teká Passiflora quadriglandulosa Rodschied. ·ku·káõbi õkábu Passiflora sp. ibuhu Passiflora sp. oyolháie·tu ibuhu Phytolaccaceae Phytolacca rivinioides Kunth & Bouché ·tokwáwá hele Piperaceae leõ·káõlá hele, háõliõ Peperomia sp. ·káõ·káõto hu Photomorphe umbellata (L.) leõ·káõlá hele, uli
435
FLIA Latin Name Ho Name Piper hispidium Sw. leõ·káõláõ hele Piper hostmannianum (Miq.) C.D.C. e·káká hele Piper lequale Vahl. leõ·káõláõ hele Piper piscatorium Trelease & Yuncker bá·cËáwá hele/áwáli hele Piper piscatorum Trelease & Yuncker báõyábáõláõ e·tá Piper piscatorum Trelease & Yuncker áwálì hyá Piper reticulatum L. leõ·káõláõ hele Piper sp. báõyekáõ hele, háõliõ Piper sp. háõliõ báõyá·ká hele Piper sp. leõ·káõlá hele, uli Piper sp. leõ·káõlá, huluwè·ká Polygonaceae ·c Ëábo ibuhu ·tu hele, áwelá Coccoloba dugandiana Fernández beõ ·táwì Coccoloba fallax Lindau ·tobá ·yáì Poaceae báõluwe hoho c Ëieõloõ luwiyo helá, háõliõ luwáõbo hele luwáõbo heõláõ wiweõyo helá õ, ·c Ëábo õ ·káõláõláõ hele ·táwibo helá õ, áwelá Andropogon bicornis L. c Ëieõlo, uli Arthrostylidium schomburgkii ·wáõlá ·yáì, lìõ Arthrostylidium schomburgkii ·wáõláõ ·yáì heõláõ Arthrostylidium sp. ·wáõláõ hele kwá Arthrostylidium sp. ·wáõláõ iõli õ ·táwibo ·yáì Arthrostylidium sp. ·wáõláõ iõli õbo ·ko·ko Coix lachryma-jobi L. ·kwáõláõlkáõ hele Cymbopogon citratus (DC) Stapf báõluè hyá, ehwá Cymbopogon citratus (DC.) Starf. leõbolá káwá, hiõliõleõ Elytrostachys sp. ·táwibo helá õ, háõliõ Guadua sp. ·táwibo helá õ, háõliõ Guadua sp. biyeõ he õlá Olyra micrantha HBK ·táwibo helá õ, háõliõ Olyra micrantha HBK ·táwibo helá õ, háõliõ Olyra sp. c Ëieloõ Oryza sativa áõ·loõ Saccharum officinarum ·káláõláõ helá õ Zea mays ·tábuõ Proteaceae Roupala montana Aublet ·kubá ·yáì Quiinaceae Quiina cruegeriana Grisebach luwekì hele
436
FLIA Latin Name Ho Name Rubiaceae I·cËeká ibuhu iye tá·uile iõliõwebu/wiláká bu wáõiyoõ ·táwì ·yáì ·lábo ·yáì, lìõ ·tikiwili ·yáì ·tiyebo hele, hetò ·tu·tiko ·yáì, cËo ·wáõI ·táwì hele ·yáì Amaiova corymbosa HBK. I·cËeká ·yáì, háõliõ Bathisa bathysoides (Steyerm.) Delprete bá ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete olábu ·yáì, uli Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete olábu ·yáì, háõliõ Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete ·wiõloõ ·yáì
Faramea occidentalis (L.) A. Rich. sub sp. occidentalis var. meridionalis Steyerm.
·kábále ·yáì
Faramea occidentalis (L.) Rich. ·kábule hele, háõliõ Genipa americana L. var. caruto (HBK) K.Schum áõláõ ·yáì Geophila cordifolia Miquel ·kiõ·kile ·tu ái hyá Geophila repens (L.) J.M. Johston ·kyáwelá ibuhu Hamelia patens Jacq. bu tuèlá kábu Hamelia patens Jacq. i·te ·kwá, ·táwì hele Hamelia patens Jacq. leõláõ ·táwì hele Isertia aff. parviflora Vahl ·kule·tìlìáte ·yáì Jsertia sp. ·tìõ·tìõweõká ·yáì Ladenbergia amazonensis Ducke tute·ká ·yáì, háõliõ Landebergia amazonensis Ducke ·kálibule ·táwì, uli Paliconea sp. ye hele Paliconea sp. ·táwì ·yáì, cËo Palicourea sp. háõliõ tièõbo ·yáì hele Posoqueria latifolia (Rudge) Roem. & Schultes áwáká ·yáì Psychotria lupulina Bentham ·tiyebo ·yáì Psychotria poeppigiana M. Arg. ·wòli ·tuyo Psychotria poeppigiana M. Arg. ·wáõI·tuku hele Randia armata (Sw.) DC. bá ·yáì Rudgea cornifolia (HBK) Standl. ·tiyebo ·yáì hele, háõli õ Tocoyena sp. iõleõbá ·yáì, háõliõ Uncaria tomentosa (Willd.) DC. bá ibuhu, álikwete Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch báliyeká ·táwì ·yáì 4 Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch. tuõwèõláõ ·yáì 1 Rutaceae bá ·yáì, tuebe Citrus limón (L.) Burm. f. liboõ Raputia aromatia Aublet ·c Ëábo ·yáì Raputia aromatica Aublet báliyeká ·táwì ·yáì 2 Raputia aromatica Aublet báliyeká ·yáì, áye Raputia aromatica Aublet ·kule·tìlìáte ·yáì
437
FLIA Latin Name Ho Name
Zanthoxilum aff. amapense (B. de Alburquerque) P. Waterman
bá ·yáì, uli
Zanthoxylum sp. bá ·yáì Sapindaceae hebá ibuhu huõle ·yáì, cËo Allophyllus sp. iye ·yáì, hetò Cupania americana L. oláõuõ ·yáì, Cupania scrobiculata L.C. Rich báõu ·yáì, hetò Cupania scrobiculata L.C.Rich. iyebuleláõko ·yáì Dilodendron bipinnatum Radlk. biõ·li·li ·yáì hele Matayba sp. ·toõloõláõ ·yáì, lìõ Matayba aff. elegans Radlk. ·toõloõláõ ·yáì, uli Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. áõle ·táwì ·yáì, i·cËeká toõloõláõ Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. ·kule·tìlìáte ·yáì Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. ·toõloõláõ ·yáì Matayba guianensis Aublet ·toõloõláõ ·yáì Matayba purgans Poepp. & Endl. ·táwì ·yáì, háõliõ Matayba sp. á·tikwèõ ·yáì Micropholis egensis (A.D.C) Pierre ·káile ·yáì táwì Micropholis sp ·tìõ·tì ·yáì, uli Paulinia pachycarpa Benth. áhkulitì báõláõ ibuhu Paullinia leiocarpa Grisebach c Ëieõko ibuhu Serjania sp. c Ëieõko ibuhu Talisia sp. buõ ·táwì ·yáì Talisia sp. ·kwái·le ·tu hele Talisia retusa Cowan ·tu ·táwì ·yáì, buõ Toulicia guianensis Aublet boõ·wáilo ·yáì Toulicia pulvinata Radlk. boõ·wáilo ·yáì Selaginellaceae Selaginela sp. bá ibuhu, hetò yowálá Selaginela sp. c Ëieõko heõláõ, hetò Smilacacea Smilax sp. bá ibuhu Solanaceae bá ·yáì, háõliõ ibuhu ibuhu toõáõletá hele, háõliõ weyo ibuhu, uli áõle ·yáì, ·ti·tikì ·kwá háwá wáwá, hetò ·teõ·teõwáõláõ ·yáì, háõliõ ·wòli ibuhu bu Capsicum frutescens L. lá·te Cestrum latifolium Lam. ·tokwáwá hele Nicotiana sp. ·káwái, háõliõ
438
FLIA Latin Name Ho Name Nicotiana tabacum L. ·káwáI Solanum sp. bátèuõ hele Solanum sp. ibuhu weí Sapotaceae ·kwáyo ·táwì ·káile ·yáì, c Ëo háõliõ ·káile ·yáì, háõliõ ·káile, báõbáu ·kálibuleláõkoõ hele ·yáì Chrysophyllum argenteum Jacq. ·wáõleõkoõ ·yáì
Chrysophyllum argenteum Jacq. sub sp. auratum (Miq.) Penn.
wáõleõkoõ ·yáì, háõliõ
Chrysophyllum argenteum Jacquin wáõleõkoõ hu, uli Chrysophyllum sanguinolentum (Pierre) Baehni tuwiyu ·yáì Chrysophylum argenteum Jacq. oõleõkoõ ·yáì Ecclinusa guianensis Eyma wá·likye ·yáì Ecclinusa sp. ·káwìle ·yáì Manilkara sp. ·káile ·yáì, uli Pouteria caimilo (R. & P.) Radlkofer tuõwèõláõ ·yáì 1 Pouteria venosa (Mart.) Baehni á·kuli ·yáì , háõliõ
Pouteria venosa (Mart.) Baehni sub sp. amazonica Penn.
·káõyeõlá õ ·yáì
Sterculiaceae ·tìlu hyá, háõliõ aff. Sterculia pruriens (AubL.) Schum, lo·kwe ·yáì, háõliõ Guazuma ulmifolia Lam. ·wáeká ·yáì Guazuma ulmifolia Lam. ·wáeká ·yáì, háõliõ Herrania lemniscata (Schomb.) Schult. á·kukè ·yáì, uli Sterculia sp. lo·kwe hyeî Sterculia pruriens (AubL.) Schum. lo·kwe ·yáì, cËo Sterculia pruriens (AubL.) Schum. ·tokwo hele Sterculia sp. lo·kwe ·yáì, háõliõ Strelitziaceae
Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq. ·kábáyá ·wá·wá
Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq.
·káõláõwá hoho/hyá/·wá·wá
Styracaceae Styrax sp. tuõwèõláõ ·yáì 2 Theophrastaceae Clavija lancifolia Desf. ·kwái·le ·tu hele Clavija lancifolia Desf. ·toboõ·te hele, ·kwáyo
Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana (Standl.) Ståhl
·kwáyo ·tu hele
Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana (StandL.) Ståhl
·káõ·káõto hu
Tiliaceae
439
FLIA Latin Name Ho Name Apeiba intermedia Uitt. ·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba schomburgkii Szyszyl. ·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba sp. ·tìõ·tìõboõ, yuwáõká Apeiba tibourbou Aublet ·tìõ·tìõbo ·yáì Luehea sp. ·káõbáõyáõ ·táwì Vasivara alchorneoides Baillon ·wáeká ·yáì, hetò Ulmaceae Trema micrantha (L.) Blume tekwè hele Trema micrantha (L.) Blume ·weõleõweõleõ ·yáì Trema micrantha (L.) Blume ·wáeká ·yáì Trema micrantha (L.) Blume ·wáeká ·yáì, háõliõ Urticaceae Urera caracasana (JACQ.) Griseb. lìõlìõ ·yáì Violaceae iliõwe hi õ táõli Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng i·kwotì ·táwì Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng. ·c Ëábo ·yáì Amphirrhox longifolia (St. HiL.) Sprenp. ·tiyebo ·yáì Leonia cynosa Martius koloõte ·yáì, háõliõ Leonia cynosa Martius ·kweyoko hele, háõliõ Leonia cynosa Martius ·tote ·yáì, uli
Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague & Sandw. var. pubiflora
·tuõliweõtì hele
Vitaceae lilu hu li·lu hu, cËo Cissus erosa L.C. Rich eloli ibuhu Cissus sp. boõ·toõ ibuhu Cissus sp. yuwáòláká ibuhu Vochysiaceae Erisma uncinatum Warm. ·yáì Erisma uncinatum Warm. ·kábule ·yáì Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, lìõ Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, uli Erisma uncinatum Warm. ·lá·bè ·yáì Erisma uncinatum Warm. s.l. ·lábo ·yáì, uli Qualea aff. dinizii Ducke hebá Qualea paraensis Ducke ·c Ëábo ·yáì Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì ·yáì Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, cËo Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, cËo uli Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, uli Qualea paraensis Ducke i·c Ëeká ·táwì ·yáì Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì, cËo
440
FLIA Latin Name Ho Name Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì, háõliõ Qualea paraensis Ducke ·káwìle ·yáì, uli Qualea paraensis Ducke ·káõbáõyáõ ·táwì Qualea paraensis Ducke ·leõbáõle ·yáì, uli Qualea paraensis Ducke ·táwì, cËo i·c Ëeká Vochysia aff. vismiifolia Spruce ex Warm. ·káõbáõyáõ ·táwì Vochysia ferruginea Martius ·kwiwi ·yáì Vochysia glaberrima Warm. lábì ·yáì Vochysia glaberrima Warm. ·táwì ·yáì, cËo Vochysia sp. hábu ·yáì, cËo Vochysia surinamensis Staflew lábì ·yáì, cËo Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. yowálá ·yáì, uli Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. ·táwì ·yáì, cËo Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. ·táwì ·yáì, lìõ Voshysia ferruginea Martius ·ti·ti ·yáì, háõliõ Voshysia glaberrima Warm. ·wiõloõ ·yáì, cËo uli Verbenaceae i·c Ëeká ibuhu Zingiberaceae buleláõ ·ko·ko, tuwewe ·ká·wiye áye, báõlálá Zingiber officinale Roscoe ·tuèõbe bule iõli õ· ko·ko ·cábo ·yáì, bálo· lá·e ·yáì, bálo· ·káwáká hele ·tìõ·tiwá ibuhu beõ e·te heõláõ, uli ·kwáyo/háõliõ heláõ beõ ·kwá háwá ·ko·ko/hele beõ ·táwìõle be·tá heõláõ bile õ helá, hetò biõ·li·li ·yáì, uli biõ·wètì hele boõ ·ko·ko boõ ·ko·ko, yewi boõ·toõlo áye ·yáì boõ·toõlo áye ·yáì, ·cËábo c Ëo bu, ibuhu buleláõ ·ko·ko bule·tiyebo hele bule·tiyebo ·yáì, ·kwi buõ·keõlo ·yáì bu·kwe, cËo bá helá õ, I·tì ikilo bá hiõ, uli hetò bá hu ·táwì bá hu, ilibu bá ibuhu bá ·yáì, hetò
441
FLIA Latin Name Ho Name bá ·yáì, ibuhu báliyeká hele, háõliõ báliyeká ·yáì, uli bálo· ibuhu bálõáõkáõ hele, háõliõ báte hiõ báõibo ·yáì, ·tuõwò báõkoõ ·yáì báõli ibuhu báõlu, uli ·kwáyo báõluwe, ·tuõwèlá báõláwá ·táwì báõláõtáiku ·yáì, hetò báõlá·ká ·yáì báõtiõyá hu báõu ibuhu báõyo·kwõáõ ibuhu báõ·báõi ·yáì báõ·tukáilá, uli áye báõ·tuõleõ hu báõ·táwì ·yáì bòõlò ·táwì c Ëieõko heõláõ c Ëieõloõ/yelito, ·le õ c Ëáõká ká ·yáì hele ekwoli ·yáì elokáli hu/tuiek‡ hu eloli ·yáì, hetò elá ·táwì e·kelo ·yáì e·kelo ·yáì, háõliõ e·káká ·yáì ibuhu háõliõ tuyute ·yáì háõliõ eláõ ·yáì háõliõ káláwá heláõ hebá ·yáì helá ·yáì helá ·yáì, háõliõ hetálá ·wá·wá hiuuli holowáká ·yáì holowáká, uli áye holowákáh ·yáì, áye hoõloõ, bá·táwuõ hu, ákuli bukì hulu, i·kwo hutibu hu huõle ·yáì hyá háleá, uli áye háõliõ ·yáì
442
FLIA Latin Name Ho Name háõliõwá ibuhu ibo·toõ ibuhu uli ibuè·ká helá ibáko ·ko·ko iye to hu, hetò iye ·yáì, háõliõ iõleõbiye ·yáì iõleõwá kwá, beõ iõliõbo ·yáì, wáõiyoõ iõliõboõ ibuhu, wáõyoõ iõliõboõ ibuhu, wáõyoõ i·kulu ·yáì i·kwolète i·kòtì ·táwì i·te bu, ·kwá·k·ibo i·to telebá helá kolo ·yáì kwá·tubo ibuhu káláilá ·yáì kìbòõlòkòtì ·táwì ·yáì leõláõ ·teõ·teõ leõwáõ hyá, cËo leõwáõ ·tuku hu tuábá, cËo leõ·káõlá hele, ·wá leõ·káõlá hele/áye, ·kwi lile õ helá lo·kwe ·yáì, uli lo·kwe, yuwáõká luwiyo helá lábì ·yáì láye·tubì ibuhu, wáõyoõ láõláõ ·yáì lá·te, hetò/uli lá·tái, cËo lìõlá ·wá·wá oleikì hu, háõliõ olábu, beõ oláitì ·táwì hele, háõliõ oõleõ·ká li·ti bá ·yáì oõ·koõ ·tu·ku áye toletá bu hele, beõ toõboõbá ibuhu, iye tutuebweteká ·yáì, áte tuwò ibuhu, háõliõ tìteká hu ibuhu uluku ·yáì, i·cËeká uluku ·yáì, weõláõoli weyáyi hele weyo Ibuhu weõloõ ·yáì
443
FLIA Latin Name Ho Name we·tolo ·yáì wiweõyo heõlá wiõleõ ·yáì, háõliõ wuáè·kì, iye wálebá ·yáì, cËo wálule, c Ëo wáõiyoõ ·yáì, háõliõ hetò wáõleõ wáõleõ, átetá wále·te wáõleõbáõ hele, hetò wáõleõkoõ ·yáì, uli wáõli õláõ ·yáì wáõlule ·wá·wá yewo icõubu hu yeì ibuhu yeì ·yáì yowálá ·yáì, ·cËábo yowálá ·yáì, lìõ yowálá, iõli õlá hele yowálá, wáõiyoõ yowò ·yáì yuì yá hu yáõu hyeï yá·kiewáõyoõ ·yáì á ibuhu áe·kwáõ ·yáì áiyáiyáite·ká ·yáì ákáh ·táwì ále, ·ti·ti bá áte ·táwì ·yáì áu kobá ·yáì áwelá ·yáì õ/bá hiõ áwáhto hu áwáká ·yáì, uli áõbiõyeõ ·táwì, uli áõle beõ bu hele, báliyeká áõle bu hele, ·tuwèto beõ áõlá ·yáì, cËo c Ëá·ká áõlá ·yáì, háõliõ áõláõl·tá koõkoõ áõláõwiõliõ ·yáì, ·cËábo áõláõwiõliõ ·yáì, ·kwáõyákeyábo áõláõwiõliõ, i·c Ëeká á·kuli tu báõlá hu, háõliõ á·tikwèõ ·yáì, cËo báõláõ á·tikwèõ ·yáì, lìõ ·kiõ·kiletì ibuhu ·kolo·kolo hu, háõliõ ·ko·ko ·tu báõ háwá/·we·we tá, báõbáu ·kutile ·yáì
444
FLIA Latin Name Ho Name ·kutile ·yáì, cËo ·kutile ·yáì, cËátì ·kutile ·yáì, háõliõ c Ëátì ·kuõbiekáhi hele ·kuõbiekáhi hele, yewo ·ku·te ibuhu ·kwe ·yáì, yelikuete ·kwiyo ·yáì ·kwiyo ·yáì, háõliõ ·kwiyo ·yáì, lìõ ·kwá bu, hetò/bu, báõbáu ·kwái·le ibuhu ·kwái·le ·táwì ·yáì ·kwáláká áye, áwelá ·kwáyo hele, háõli õ ·kwáõkeyábo ·yáì, háõliõ ·kwáõliõ hái ·kwáõláõká ·táwì ·kwá·kiálá ·táwì ·yáì ·kwá·táõláõtì hele ·kábule, c Ëo ·kábulu hele ·káile ibuhu ·káile ibuhu, uli ·káile, yeluweká ·káile, yeluweká háõliõ ·káiyá hu ·káli ·yáì, tuwewe ·kálibule ·táwì ·kálileõláõbukè ·yáì, háõliõ ·káliwèõkì, báõbáu/·káliwekì, c Ëo ·káliwèõkì ·yáì, uli ·káláwe ·káláwe, háõliõ hetò ·káláyá ·yáì ·káwibu káwá/báõláõkì ·káwále ·táwì, tuoli ·káwìkè ·yáì ·káwìle iõliõ ·yáì ·káwìle ·táwì hele, háõliõ ·káyá heláõ, ibu ·káyá áye ·káõláõwiõle ibuhu ·káõláõwá áláte/helá/hoho, háõliõ ·káõyeõlá õ ·yáì ·káõyeõlá õ ·yáì, u·to ·káõ·káõto ·yáì ·ká·ká ·yáì ·ká·wiye ·táwì, bálo· ·ká·wiye ·táwì, hetò ·leilá i·c Ëe·ká ·táwì
445
FLIA Latin Name Ho Name ·leõbáõ hiõ ·leõbáõle ·yáì ·le·te hu ·lute hele, hetò ·lábo ·yáì ·láõ·láõ hu ·láõ·te, cËo ·lá·hte, cËo hetò ·lá·te ibuhu ·lá·táI ·lá·tái, áwelá ·telo·wè tábá ibuhu, báõláõ kwá ·teõbá ibuhu ·teõbá ibuhu, liõ ·teõ·teõ ·yáì ·tikiwili hyá ·tikiwili áye/hele, cËo ·tobá ibuhu ·tokwe ·yáì ·tote ·yáì ·totekáõloõ ·yáì, yá ·totìlì teká hu ·towèko ·yáì, háõliõ ·toõloõlá õ ·yáì, háõliõ ·toõwáõko ·yáì, hetò ·tu iõliõbu, wòli ·tuku hyá/heõlá, liõboõ õ ·tuku ·yáì, i·kwo ·tuliwèká hele, háõliõ/·tuyeõte hele, háõliõ ·tuliõ ·yáì ·tuliõ ·yáì, háõliõ/ilewá ·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì, hetò ·tuyeõte hele ·tuõluõwete ·yáì ·tuõluõwete ·yáì, uli ·tuõluõwete, hetò ·tu·tiko ·yáì ·tu·tiko ·yáì, báõbáu/·tu·tikì ·yáì, háõli õ ·twáõ ibuhu ·tábuõ hele ·tábuõ hetò ·tábáli ·yáì, cËo ·tábáli ·yáì, álikwete ·táilo, hetò ·tákálá, háõliõ ·táwe ·yáì, uli lìõ ·táwibo helá õ ·táwì ·wá·wá wou·kì/·ká·káto ·táwì ·ko·ko ·táwì ·yáì, hetò ·táõbuõ áte ·yáì ·táõilo hyá, báõbáu
446
FLIA Latin Name Ho Name ·tìõweõká hele, háõliõ ·tìõ·kèõbeõ hu ·tìõ·tìõ ibuhu /we›lo› ibuhu ·tìõ·tìõwèká ·yáì, uli ·tì·tiwolá hu ·wilo ibuhu, háõliõ ·wiõ·wiõtì hele ·wáeká ·yáì, cËo ·wáeká ·yáì, ·wiliõ ·wáI ·wá·wá ·wáibo ·yáì, uli ·wáilo hu, uli ·wáli ·yáì ·wáyo ibuhu ·wáyá ·yáì ·wáyá ·yáì, cËo háõliõ ·wáõ ibuhu, wáõiyoõ/yuwáõká ibuhu ·wáõI·tiõkwèõ hu ·wáõle·te ibuhu ·wáõyá, ·kwáyo
447
Apéndice Nº 2: Listado general de plantas ordenadas por Género botánico. Latin Name FLIA Ho Name AMA bá hu, cËËo/bá hu, le›le ANA báõláõláõ ·yáì ANA ·wiwe ·táwì ·yáì /láliwue õ ANN báõlowá ·yáì ARA báõlu ·ko·ko, tuwewe ARA c Ëieõloõ hu ARA e·lo to·ku ·ko·ko/e·lo tu ·ko·ko ARA le·lo áye/helá, hetò ARA ·kwáták·á ibuhu bu tu, áwelá /á·tebo ·táwì ARA ·káyá hu ARA ·káõ·káõtobá ibuhu ARA ·tuõwè bèõ· ARE bá hiõ, ·koláli ARE bátáli õ hiõ ARE báõbáu hiõ, uli ARE iluwe, háli õ ARE ·wá·táwá ·ko·ko hiõ AST wáõyáõbukì BIG ·c Ëábo ibuhu BIG ibuhu BIG wáõiyoõ ibuhu BIG ·kwáõyubu ibuhu BIG ·kwáõyuweõ ibuhu BML boko ·ko·ko, háõliõ áye BML buõ·kì ·yáì, lìõ c Ëo BML bá helá õ, ibu/iyeboko ·ko·ko BML ibáko ·ko·ko, uli BML iyebáõ·ko ·ko·ko BML liõ ibá·kwá/uli ·teluáõ /·tukuli hyá, uli BML láõleke hu BML ·tu·kuá ·ko·ko, uli ·tuõliweõtì BOM titibu ·yáì BRS bôu ·yáì, wáõiyoõ BRS báõlu, bo õko BRS ·tuwèto ·yáì CEC we·káu ·yáì, áye ·kuwète CHB uluku ·yáì, háõliõ c Ëo CHB weyo ·táwì hele CLU e·káwile hu CLU ·tì·kwáiye ibuhu CMP ·káõláõwiõle táwì hele ·yáì CUC bátiyá hu CUC hiliwe ibuhu CUC lilu hu CYP ·káláwiõleõ ·ko·ko CYP ·káõláõwiõleõ helá/hoho, hetò CYP ·káõláõwá heõláõ, uli EUP báõ háwá, bálo· kwá/boõuõ hele, kwá
448
Latin Name FLIA Ho Name EUP wálicËiáõláõ ·táwì EUP ·tìõ·tìõ ·yáì, ·cËábo HCS i·c Ëeká ibuhu HLC áwelá hyá wáõwáõ HLC ·táwe heõláõ, uli HLC ·wáõI·tuku heõláõ HSC iluhu, IcËeká hetò LAU uluku ·yáì, cËo LCY áli·ká ·tábáleõ LCY hoõloõ, c Ëo LCY ·káláyá ·yáì, ·c Ëábo LEG be·toloáyoõ ·yáì, cËo LEG buõye ·yáì LEG buõ·keõlo ·yáì, uli LEG báõbei, háõliõ LEG báõluwe ·yáì, hetò LEG háõliõ ·wáliõ ·yáì LEG lowetáe ibuhu LEG lá·táI LEG áõbiõyeõ ·táwì, i·cËeká LEG áõle ·táwì, háõliõ LEG ·kiõleõ hu/bá hu, yewo iye LEG ·kwiyo hu LEG ·kwiõyo ·yáì, uli LEG ·kwáõ, c Ëo LEG ·ká·wiye ·táwì LEG ·teõ·teõ ·yáì, uli LEG ·te·te ·yáì, weyá LEG ·tiõ·tiõwo kwábo háwá ·táwì, beõ LEG ·tuõè ibuhu LEG ·táile ·yáì LEG ·wuá, uli LEG ·wáõ ·yáì LEG ·wòli ·yáì, háõli õ LIL báõluwè, ·tuku LIL bèõ· tu, háõli õ LIL ·tuyeõte ·tuliwètì tuku ·ko·ko, háõli õ LOR ·kwáõiõte hu ibuhu MEL iyebuleláõkoõ ·yáì, háõliõ MEL ·kwá·ulebo ihtiyebo MEL ·káli ·táwì ·yáì MLP háõli ibuhu MLP ·kuõte·ká ibuhu, yewo MLS ·tikuli, ·kule MLS ·tukuli hele, kule MNS ·tábáli ibuhu, uli MOR i·c Ëeká ·táwì ·yáì MOR oõleõkoõ ·yáì, lìõ MOR tuwáõleoteká ·yáì, áte MOR ·láláká ·yáì, háõliõ MOR ·ti·ti ·yáì, i·cËeká
449
Latin Name FLIA Ho Name MOR ·wáibo ·yáì MRN luwáõbo ·toko wáõwáõ MRN ·kábulu hyá ·wá·wá MRN ·lewì hyá MRS ·tobá ·yáì, hetò MRT i·c Ëeká ·táwì ·yáì MRT ·toõwèõko ·yáì MRT ·tìõ·tìõwo ·yáì, báõbáu MYS hiuuli, háõliõ OLC holokáli ibuhu ORC báõ hu, ·táwì wáõwáõlìõ ORC ilewá, tu ·wá·wá ·táwì PAS ·kukule ibuhu PAS ·kwá·tekibá ·táwì PAS ·tu·kwábáõleká hu PAS ·tìõ·káõbeõká hu ibuhu PAS ·tìõ·kèõbeõ wu teká PIP leõ·káõlá hele, háõliõ PLG ·c Ëábo ibuhu PLG ·tu hele, áwelá POA báõluwe hoho POA c Ëieõloõ POA luwiyo helá, háõliõ POA luwáõbo hele POA luwáõbo heõláõ POA wiweõyo helá õ, ·c Ëábo õ POA ·káõláõláõ hele POA ·táwibo helá õ, áwelá RUB I·cËeká ibuhu RUB iye tá·uile RUB iõliõwebu/wiláká bu RUB wáõiyoõ ·táwì ·yáì RUB ·lábo ·yáì, lìõ RUB ·tikiwili ·yáì RUB ·tiyebo hele, hetò RUB ·tu·tiko ·yáì, cËo RUB ·wáõI ·táwì hele ·yáì RUT bá ·yáì, tuebe SAP hebá ibuhu SAP huõle ·yáì, cËo SOL bá ·yáì, háõliõ SOL ibuhu SOL ibuhu SOL toõáõletá hele, háõliõ SOL weyo ibuhu, uli SOL áõle ·yáì, ·ti·tikì SOL ·kwá háwá wáwá, hetò SOL ·teõ·teõwáõláõ ·yáì, háõliõ SOL ·wòli ibuhu bu SPT ·kwáyo ·táwì SPT ·káile ·yáì, c Ëo háõliõ
450
Latin Name FLIA Ho Name SPT ·káile ·yáì, háõliõ SPT ·káile, báõbáu SPT ·kálibuleláõkoõ hele ·yáì STR ·tìlu hyá, háõliõ VIO iliõwe hi õ táõli VIT lilu hu VIT li·lu hu, cËo VRB i·c Ëeká ibuhu ZIN buleláõ ·ko·ko, tuwewe ZIN ·ká·wiye áye, báõlálá Abarema jupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM
luwe ·yáì, ·kábì
Abelmoschus moschatus Medic. MLV báõlu, i·ko Abuta rufescens Aublet MNS i·c Ëeká ibuhu Acacia glomerosa Bentham MIM bá ·yáì Acalypha cuneata Poepp. EUP táwì, háõliõ Acalypha macrostachya Jacq. EUP sin nombre local Acalypha sp. EUP áõbiõyeõweká hele, uli Aciotis purpurascens (Aqubl.) Triana MLS háõliõ yowálete Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. EUP tuõwèõláõ ·yáì, háõliõ 1 Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. EUP uyuwè·ká hu Actinostemon sp. EUP weyá ·yáì Actinostemon sp. EUP weyá ·yáì, cËo Aechmaea cf. bromeliifolia (Rudge) Baker BML bè·ko hyá ·ko·ko, iye aff. Adenanthera peregrina (L.) Sperg. MIM ·kwáyo oõleõká toto ·yáì aff. Agonandra brasilensis Miers ex Bentham OPI áuleõ ·táwì aff. Peritassa sp. HSC ·wáõleõkoõ hu aff. Psidium submetrale Sw. MRT ·teõkwá, hutli aff. Sterculia pruriens (AubL.) Schum, STR lo·kwe ·yáì, háõliõ aff. Toulicia sp. MEL iye ·yáì, ·cËábo aff. Virola sebifera Aubl. MYS áe·kwáõ ·yáì, háõliõ Agonandra brasilensis Miers ex Bentham OPI boõ·we ·yáì, háõliõ Agonandra brasilensis Miers. ex Bentham OPI ábáluweká ·yáì Alchornea discolor Poepp. EUP káláilá ·yáì, uli áye Allophyllus sp. SAP iye ·yáì, hetò Alternanthera sp. AMA ·wái·ká hele/·weleõweleõ hele Alternanthera sp. AMA áli·tuyo, uli Alternanthera sp. AMA ·wòli tuku hyá Amaiova corymbosa HBK. RUB I·cËeká ·yáì, háõliõ Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng VIO i·kwotì ·táwì Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng. VIO ·c Ëábo ·yáì Amphirrhox longifolia (St. HiL.) Sprenp. VIO ·tiyebo ·yáì Anacardium giganteum Hanc. ANA eloli ·yáì, uli Anadenanthera peregrina (L.) Speg. MIM ·kwáyo wále·ká ·toto ·yáì Ananas ananasoides L. BML toõèõ Ananas comosus (L.) Merr BML ·láõláõ hu Anaxagorea sp. ANA báõháwá ·yáì Anaxagorea sp. ANN ·kutile ·yáì, lìõ Andropogon bicornis L. POA c Ëieõlo, uli Aparisthmium cordatum (Juss.) Baill. EUP c Ëá·ká ·yáì hele, háõliõ Apeiba intermedia Uitt. TIL ·tìõ·tìõbo ·yáì
451
Latin Name FLIA Ho Name Apeiba schomburgkii Szyszyl. TIL ·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba sp. TIL ·tìõ·tìõboõ, yuwáõká Apeiba tibourbou Aublet TIL ·tìõ·tìõbo ·yáì Aphelandra cf. fasciculata Wasshaousen ACA iyetèlá, báut·e Aphelandra pulcherrima (Jacq.) HBK ACA biõ·li·li ·yáì hele Aphelandra scabra (Vahl) Smith ACA ·tìõkèwáká hele Arachis hypogaea LEG báõli hyá Ardisia sp. MRS ·kwáõláõlkáõ hele, cõo Arthrostylidium schomburgkii POA ·wáõlá ·yáì, lìõ Arthrostylidium schomburgkii POA ·wáõláõ ·yáì heõláõ Arthrostylidium sp. POA ·wáõláõ hele kwá Arthrostylidium sp. POA ·wáõláõ iõli õ ·táwibo ·yáì Arthrostylidium sp. POA ·wáõláõ iõli õbo ·ko·ko Artocarpus altilis (Parkinson) Fosberg MOR áyeyu ·yáì, uli Aspidosperma marcgravianum Woodson APO ·ti·ti ·yáì, háõliõ Aspidosperma marcgravianum Woodson APO ·ti·ti ·yáì, háõliõ lìõ Aspidosperma marcgravianum Woodson APO ·tìõ·tì ·yáì, uli Astrocaryum cf. gynacanthum Martius ARE bá hiõ Astrocaryum gynacasthum Martius ARE bá hiõ , háõliõ Astrocaryum gynacathum Martius ARE bátáli hiõ, háõliõ Attalea sp. ARE áwáhto hiõ Attalea sp. ARE ·kolowá hiõ/·ko·ko Attalea maripa Aublet (Mart.) ARE ulu hiõ Bactris sp. ARE bá hiõ, uli Bactris gasipaes ARE ·lebáõ Bathisa bathysoides (Steyerm.) Delprete RUB bá ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete RUB olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete RUB olábu ·yáì, uli Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete RUB olábu ·yáì, háõliõ Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete RUB ·wiõloõ ·yáì Bauhinia guianensis Aublet CSL wáõleõkáõõ hu Bauhinia guianensis Aublet CSL ·wáõleká hu ibuhu Bellucia grossularioides (L.) Triana MLS be·to ·yáì, uli Bellucia grossularioides (L.) Triana MLS iõliõyo ·yáì, uli Bellucia grossularioides (L.) Triana MLS ·kubèõto·yáì Bellucia prossularioides (L.) Triana MLS ·kubèõto ·yáì, uli Besleria affinis Morton GSN lá·te hele Bixa sp. BIX ·kulilu hele, hetò Bixa sp. BIX ·kulilu ·yáì, cËo hetò Bixa orellana L. BIX ·kulilu hele Bonafousia sananho (R. & P.) Margraff APO wáõlebáõ ·yáì hele, i·c Ëeká Bonafousia sananho (R. & P.) Markgr. APO wáõleõbáõ ·yáì, ·teõ·teõ Bonafousia sp. APO wáõleõbá ·yáì hele Bromelia aff. goeldiana L.B. Smith BML láõleke, cËo Brosimium alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C.Berg MOR
báõli ·yáì
Brosimum sp. BRS báõli, háõliõ Brosimum sp. MOR i·c Ëeká ·táwì ·yáì Brosimum aff. utile (Kunth) Pittier MOR totohu ·yáì Brosimum alicastrum Sw. MOR báõlile ·yáì Brosimum alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C. MOR báõli ·yáì, uli
452
Latin Name FLIA Ho Name Berg Brosimum alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C. Berg MOR
báõlile ·yáì
Brosimum guianense (Aubl.) Huber MOR ·kwái·le ·tu hele Brosimum guianense (Aubl.) Huber MOR ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Brosimum lactescens (S. Moore) C.C. Berg MOR ·tìõ·tìõweõká ·yáì Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg MOR ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg MOR ·tìõ·tìõwèká ·yáì, ·cËábo Brosimum potabile Ducke MOR ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Brosimum sp. MOR ·tìõ·tìõwèká ·yáì, hetò Brosimum sp. MOR ·tìõ·tìõwèká ·yáì, háõliõ Brosimum utile (HBK) Pittier MOR toto ·yáì Brosimum utile (HBK) Pittier MOR tuwìli ·yáì, háõliõ Brosmimum lactescens (S.Moore) C.C.Berg MOR wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Brosmimum utile (HBK) Pittier MOR lotáu ·yáì, háõliõ Brosmimum utile (HBK) Pittier MOR telelá hu, hetò Brownea sp. LEG báõbáu ·táwì, hetò Brownea coccinea Jacq. CSL ·weõleõweõleõ ·yáì Brownea coccinea Jacq. CSL ·wáeká ·yáì Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini CSL
·weõleõweõleõ ·yáì
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini CSL
·weõleõweõleõ ·yáì, háõli õ
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) V. & A. CSL ·weõleõ·weõle õ ·yáì, uli Brownea coccinea Jacquin CSL ·tobá hele, háõliõ Bunchosia argentea (Jacq.) MLP áu·tuõleõkoõ ·yáì Byrsonima sp. MLP ·wilo ·yáì, beõ Byrsonima japurensis Adr. Juss. MLP ·wilo ·táwì, hetò Byrsonima sp. MLP yowálá ·yáì Cajanus cajan (L.) Millps. PAP lìõtìõ háwá Caladium sp. ARA u·ku áte Caladium sp. ARA áli õluõ ·tukì Caladium/Xanthosoma sp. ARA áte, i·kò Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy & Nicholson MRN ·tokwo hele Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy & Nicholson MRN ·tuèõbe buleiõli õ ·ko·ko Calathea latifolia (Link) Klotzsch MRN ·táõ·weõ ·wá·wá Calathea latifolia (Willd. ex Link) Klotzsch MRN ·táõweõ, háõliõ Calathea lutea (Aubl.) G. Mey MRN ·kábulu ·wá·wá wáitewá Calophyllum brasiliensis CLU ·kobáõ ·yáì/·táwì Canavaha sp. LEG wuèká bi·uálte ibuhu, ili/·ti·tiwá ibuhu Canna indica L. CNA ·wáI ·wá·wá, ·liõbeõlá Capsicum frutescens L. SOL lá·te Caraipa densifolia Martius CLU weõloõweõlo õ ·yáì Caraipa densifolia Martius CLU ·kwiwi ·yáì Caraipa densifolia Martius CLU ·kwiwi ·yáì, háõliõ Carapa sp. MEL báõláõtáiku ·yáì, uli Carica sp. CRC ·wáyá ·yáì, cËo Carica papaya Mill, Gard. CRC wáyá Carica sp. CRC ·wáyá, háõliõ ·kili Caryocar sp. CCR ·káwále ·yáì, hetò Caryocar microcarpum Ducke CCR ·káwále ·yáì Caryocar microcarpum Ducke CCR ·káwále ·yáì, lìõ
453
Latin Name FLIA Ho Name Casearia aff. sylvestris Sw. FLC ·kule ·táwì Casearia mariquitensis HBK FLC báliyeká ·táwì ·yáì 5 Casearia mariquitensis HBK FLC báõbáu ·táwì ·yáì Casearia sp. FLC c Ëieõko ·táwì ·yáì Casearia sylvestris Sw. var. sylvestris FLC ·kule·tìlìáte ·yáì Cecropia angulata I.W. Bailey CEC we·tolo ·yáì, háõli õ Cecropia peltata L. CEC we·tolo ·yáì, háõli õ Cecropia sciadophylla Martius CEC we·tolo ·yáì, uli Cedrela sp. MEL li·tu ·táwì, i·cËeká Cedrela odorata L. MEL li·tu ·yáì Ceiba pentandra (L.) Gaertn. BOM ·tábáli ·yáì, uli Ceiba sp. BOM ·tábáli ·yáì, liõboõ Ceiba sp. BOM ·tábáli ·yáì, lìõ Ceiba/Pseudo bombax sp. BOM ·tábáli ·yáì, toto Cesearia mariquitensis HBK FLC c Ëieõko ·táwì hele, uli Cestrum latifolium Lam. SOL ·tokwáwá hele cf. Guatteria schomburgkiana Mart. ANN báliyeká ·táwì ·yáì 3 cf. Prionostemma sp. HCS ·kwáyo hu Cheiloclinium cognatum (Miers.) A.C. Smith HCS i·c Ëeká ·táwì ·yáì Chrysochlamis membranacea Triana& Planchon CLU á·kuli ·yáì Chrysophyllum argenteum Jacq. SPT ·wáõleõkoõ ·yáì Chrysophyllum argenteum Jacq. sub sp. auratum (Miq.) Penn. SPT
wáõleõkoõ ·yáì, háõliõ
Chrysophyllum argenteum Jacquin SPT wáõleõkoõ hu, uli Chrysophyllum sanguinolentum (Pierre) Baehni SPT tuwiyu ·yáì Chrysophylum argenteum Jacq. SPT oõleõkoõ ·yáì Chrysothemis sp. GSN le·wá ·wá·wá Chrysothemis dichroa Leeuwenberg GSN ·táu·ku cËo lá·te Cissus erosa L.C. Rich VIT eloli ibuhu Cissus sp. VIT boõ·toõ ibuhu Cissus sp. VIT yuwáòláká ibuhu Citrus limón (L.) Burm. f. RUT liboõ Clarisia ilicifolia (Spreng.) Lanj. & Rossb. MOR bu·tá hele, uli Clarisia ilicifolia (Spreng.) Lanj. & Rossb. MOR báõli ·yáì Clathrotropis aff. glaucophylla Cowan FAB báõ·tuõleõ, háõliõ Clathrotropis brunnea Amshoff CSL ·c Ëábo ·yáì Clathrotropis brunnes Amshoff FAB ·wáõliõláõ ·táwì Clathrotropis macrocarpa Ducke FAB ·le·te ·yáì Clathrotropis sp. FAB ·tìõ·tìõ ·yáì Clavija lancifolia Desf. TEO ·kwái·le ·tu hele Clavija lancifolia Desf. TEO ·toboõ·te hele, ·kwáyo Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana (Standl.) Ståhl TEO
·kwáyo ·tu hele
Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana (StandL.) Ståhl TEO
·káõ·káõto hu
Cleome sp. CPP báõlo áye, ·kwáyo Clidemia hirta (L.) Don MLS iõliõyo hele ·yáì Clitoria javitensis (HBK) Bentham FAB bátulè hu Clusia aff. rosea L. CLU ·láláká hu Clusia sp. CLU telelá hu Clusia sp. CLU telelá hu, uli Clusia sp. CLU telelá hu, ·kwáõ·tìbò
454
Latin Name FLIA Ho Name Coccoloba dugandiana Fernández PLG beõ ·táwì Coccoloba fallax Lindau PLG ·tobá ·yáì Cochlospermum orinoscence (HBK) Stued. BIX ·tábálí ·yáì Coix lachryma-jobi L. POA ·kwáõláõlkáõ hele Conceveiba guianensis Aublet EUP ·kwáõ·keyábo ·yáì Conceveiba guianensis Aublet EUP ·káõbáõyáõ ·táwì/·wáibo Conceveiba guianensis Aublet EUP ·toõtoõtoõ ·yáì, háõliõ Conceveiba guyanensis Aubl. EUP ·káõbáõyáõ ·táwì Connarus sp. CNN báõu ibuhu, hetò bile õ Cordia nodosa Lam. BOR kolo ·yáì, liõboõ Cordia nodosa Lam. BOR ábáluweká ·yáì, uli Cordia nodosa Lam. BOR á·kukè ·yáì hele, háõli õ Cordia nodosa Lam. BOR á·kukè ·yáì hele Cordia sericicalix A.D.C. BOR eloli hele ·yáì Costus arabicus L. COS ·luwilu, ·c Ëábo Costus cf. spiralis COS ·luwilu heõláõ Costus sp. COS luwilo helá, tuwewe Costus sp. COS luwilo he õláõ, uli Couma macrocarpa Barbosa Rodriguez APO ·kálibèõleõ ·yáì Couma macrocarpa Barbosa Rodríguez APO ·kálibèõle ·yáì, uli Coussapoa asperifolia Trécul MOR telelá hu, háõliõ Coussapoa asperifolia Trécul. CEC telelá hu, uli Coussapoa asperifolia Trécul. CEC we·ká hu, báõeláõ uyu Coutoubea ramosa Aublet GEN ·táwì ·yáì, háõliõ Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. BRS báõlu ·yáì, háõliõ Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. BRS báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl. BRS báõu, ·wiõleõ ·yáì Croton cuneatus KL. EUP ·káláwe, lìõ hetò Cucumis melo L. CUC ·láõbo ·to·to Cucurbita moschata (Duch. ex Lam.) Duch. ex Poir. CUC ·kute Cucurbita sp. CUC luõwie·tu hu Cupania americana L. SAP oláõuõ ·yáì, Cupania scrobiculata L.C. Rich SAP báõu ·yáì, hetò Cupania scrobiculata L.C.Rich. SAP iyebuleláõko ·yáì Curatella americana L. DLL beõ ·táwì Curatella americana L. DLL ·kuli kuli ·yáì Cyathula achyranthoides (HBK) Moq. AMA totowibì káwá Cybianthus sp. MRS tuõwèõláõ ·yáì, háõliõ 2 Cymbopogon citratus (DC) Stapf POA báõluè hyá, ehwá Cymbopogon citratus (DC.) Starf. POA leõbolá káwá, hiõliõleõ Cyperus sp. CYP c Ëeõloõ, háõliõ Cyperus laxus Lam. CYP c Ëieõlo, uli Cyperus luzulae (L.) Retz. CYP c Ëieõlo, uli Cyperus odoratus L. CYP c Ëieõlo, uli Cyperus sp. CYP ·káõláõwiõle, uli Cyperus spp. CYP háõliõ ·káõláõwiõle Cyperus spp. CYP ·káõláõwiõle Dacrydium sp. BRS bu·tá hele ·yáì Dacryodes sp. BRS ·lute ·yáì Dacryodes sp. BRS ·lute ·yáì, uli Dacryodes sp. BRS ·lute, háõliõ
455
Latin Name FLIA Ho Name Dacryodes peruviana (Loes.) Lam. BRS báõu ·yáì, uli Dacryodes peruviana (Lors.) Lam. BRS ·lute ·yáì, áwelá Davilla kunthii St. Hil. DLL yue·ká ibuhu/kule ibuhu Davilla kunthii St. Hil. DLL ·kule ibuhu Davilla Kunthii Sy. Hil. DILL hyuwìli ibuhu Desmodium sp. FAB ·tuèbo hyá Dicranopigium aff. yacu-sisa Harling CYC bá·tiõleõ ·ko·ko Dicranopygium aff. imeriense Harling CYC oibute Dilodendron bipinnatum Radlk. SAP biõ·li·li ·yáì hele Dioclea malacocarpa Ducke LEG ·oleá·te ibuhu ·yáì Dioscorea alata L. Sp. DSC ·wále uli Dioscorea trífida L. DSC wáõle õ, háõliõ Diospyros pratermissa Sandwith/ D. vestita Benoist EBN áõbiõyeõ ·táwì Diospyros vestita Benoist EBN áõbiõyeõ ·táwì Dipteryx sp. FAB ·wái ·yáì Dipteryx sp. LEG ·tuõbiõlu ·yáì Doliocarpus dentatus (AubL.) Standley sub sp. latifolia kubitzki DLL
tuõwèõlo ibuhu/tuebe ibuhu
Duguetia calycina Benoist. ANN ·káliwèõkì ·yáì Duguetia sp. ANN ·kutile ·yáì, háõliõ Ecclinusa guianensis Eyma SPT wá·likye ·yáì Ecclinusa sp. SAP ·káwìle ·yáì Eleutherine bulbosa (Miller) Urban IRI ·ko·ko lìtìbiõbì Eleutherine bulbosa (Miller) Urban IRI ·ko·ko lìtìbiõbì Elytrostachys sp. POA ·táwibo helá õ, háõliõ Enterolobium schomburgkii Bentham MIM wáõleká toõtoõ ·yáì, wáõiyoõ Enterolobium schomburgkii Bentham MIM ·kwáyo oõleõká toto ·yáì Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw CAC sin nombre local Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw. CAC ·táwì ibuhu Erisma uncinatum Warm. VOC ·yáì Erisma uncinatum Warm. VOC ·kábule ·yáì Erisma uncinatum Warm. VOC ·káwìle ·yáì Erisma uncinatum Warm. VOC ·káwìle ·yáì, lìõ Erisma uncinatum Warm. VOC ·káwìle ·yáì, uli Erisma uncinatum Warm. VOC ·lá·bè ·yáì Erisma uncinatum Warm. s.l. VOC ·lábo ·yáì, uli Erythoxylum amazonicum Peyr. ERX i·c Ëeká ·táwì ·yáì Erythroxilum sp. ERX wálicËiáõláõ ·táwì hele Erythryna sp. FAB titibu ·yáì Eschweilera aff. pedicellata (Rich.) Mori LCY hoõloõ ·yáì, háõliõ Eschweilera aff. tenuifolia (Berg) Miers LCY hoõloõ ·yáì, hetò Eschweilera parvifolia Mart. ex A.P.D.C. LCY hoõloõ ·yáì, háõliõ Eschweilera parvifolia Martius ex A. DC. LCY ·c Ëábo ·yáì Eshwcilera sp. LCY hoõloõ ·yáì, ·wáõle·te Euphorbia sp. EUP tá, ibuhu Euterpe catinga Wallace var. catinga ARE ·wá·wì hiõ Euterpe precatoria Mart. var. precatoria ARE ·wá·wì hiõ Evodianthus funifer (Poit.) Lindm. sub sp. funifer CYC ·tiõleõ hyá, uli Faramea occidentalis (L.) A. Rich. sub sp. occidentalis var. meridionalis Steyerm. RUB
·kábále ·yáì
Faramea occidentalis (L.) Rich. RUB ·kábule hele, háõliõ
456
Latin Name FLIA Ho Name Faramea stenopelata Mart. FAB luõ·tiyebo ·yáì Fevillea spp. CUC ·lábo hu Ficus sp. MOR telelá hu, báõeláõ Ficus sp. MOR telelá hu, uli Ficus aff. velutina Willd. MOR telelá hu, háõliõ Ficus paraensis (Miq.) Miq. MOR telelá hu, háõliõ Ficus paraensis (Miq.) Miq. MOR telelá ·táwì ·yáì Ficus sp. MOR telelá hu Ficus sp. MOR ·ti·ti ·yáì, háõliõ Garcinia sp. GUT ·táwe ·yáì/ hebá Garcinia madruno (HBK) Hammel CLU ·táõweõ ·yáì, holowáká Genipa americana L. var. caruto (HBK) K.Schum RUB áõláõ ·yáì Geonoma sp. ARE betá heõlá, háõli õ õ Geonoma sp. ARE be·tá heõláõ, uli Geonoma deversa (Pait.) Kunth ARE báõláyá hiõ Geophila cordifolia Miquel RUB ·kiõ·kile ·tu ái hyá Geophila repens (L.) J.M. Johston RUB ·kyáwelá ibuhu Gossypium barbadense L. MLP leõwá hele Guadua sp. POA ·táwibo helá õ, háõliõ Guadua sp. POA biyeõ he õlá Guarea guidonia (L.) Sleumer MEL báõláõtáiku ·yáì Guarea guidonia (L.) Sleumer MEL báõláõtáiku ·yáì, háõliõ Guatteria aff. foliosa Benth. ANN ·kutile ·yáì, lìõ Guazuma ulmifolia Lam. STR ·wáeká ·yáì Guazuma ulmifolia Lam. STR ·wáeká ·yáì, háõliõ Gustavia aff. poeppigiana Berg LCY áwáká ·yáì Hamelia patens Jacq. RUB bu tuèlá kábu Hamelia patens Jacq. RUB i·te ·kwá, ·táwì hele Hamelia patens Jacq. RUB leõláõ ·táwì hele Heisteria acuminata (H. & B.) Engler OLC uluku ·yáì Heisteria acuminata (H. & B.) Engler OLC uluku ·yáì, háõliõ Heisteria spruceana Engl. OLC uluku ·yáì Heliconia sp. HLC bokotì wáõwáõ Heliconia sp. HLC bá·kátìwe helá, hetò Heliconia sp. HLC ·tewá helá, háõliõ/bilá helá, háõliõ Heliconia sp. HLC ·tewá hyá háõli õ ·tuku helá, háõliõ/·tuku helá, háõliõ Heliconia sp. HLC ·tewá ·wá·wá, wáõlule ibì Heliconia sp. HLC ·tábu ·tu hileõ he õláõ Heliconia sp. HLC ·tìõ·tìõwá helá, háõliõ Heliconia cf. acuminata HLC ·tewá hyá ·wá·wá Heliconia cf. caribaea HLC ·tewá hyá ·wá·wá Heliconia hirsuta L.f HLC bohkètu hyá Heliconia psittacorum L.F. HLC ·tewá hyá ·wá·wá Heliconia sp. HLC bilè, háõliõ Heliconia sp. HLC ·to·ko heõláõ Helicostylis tomentosa (P. & E.) Rusby MOR wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Helicostylis tomentosa (P. & E.) Rusby MOR ·kálileõláõbukè ·yáì Helicostylis tomentosa (Poepp. & Endlicher) Rusby MOR wáõleõbá ·yáì hele Helicostylis tomentosa (Poepp. & Endlicher) Rusby MOR wáõleõbáõ ·yáì, wáõiyoõ Herrania lemniscata (Schomb.) Schult. STR á·kukè ·yáì, uli Hibiscus abelmoschus L. MLV luwe, I·kobáõ
457
Latin Name FLIA Ho Name Hieronyma oblonga (Tul.) M.Arg. EUP tuõwèõlo ·táwì hele Himatanthus aff. articulatus (Vahl) Woodson APO ·tokolo ·yáì Himatanthus articulatus (Vahl) Woods. APO ·toõkoõloõ ·yáì, lìõ Himatanthus articulatus (Vahl) Woodson APO ·tokolo ·yáì, uli Hirtella aff. friandra Sw. CHB weyá ·yáì Hirtella bullata Bentham CHB ·wáõleõkoõ ·yáì Hirtella davisii Sandwith CHB weyá ·yáì, uli Hirtella elongata Mart. & Zucc. CHB c Ëá·ká ·yáì hele Hirtella elongata Mart. & Zucc. CHB háõliõ c Ëá·ká ·táwì Hirtella glandulosa Spreng. CHB báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Hirtella glandulosa Spreng. CHB weyá ·yáì Hirtella glandulosa Spreng. CHB ·kwálweyá ·yáì, beõ Hirtella hispidula Miq. CHB weyá ·yáì Hirtella sp. CHB ileõbá ·yáì, hetò Humiria balsamifera Aubl. HUM ·táwìáte ·yáì, lìõ Hylaenthe sp. MRN ·tu·kwo ·wá·wá/·toko hyá/ìle hyá/ìle hyá Hymenaea cf. courbaril CSL boõláõ báõye ·yáì Inga sp. MIM luwe ·yáì, boõ·toõ Inga sp. MIM luwe ·yáì, bulehtelo Inga sp. MIM luwe ·yáì, e·kò Inga sp. MIM luwe ·yáì, hebe Inga sp. MIM luwe ·yáì, hetò Inga sp. MIM luwe ·yáì, hetò uli Inga sp. MIM luwe ·yáì, liõboõ Inga sp. MIM luwe ·yáì, uli Inga sp. MIM luwe ·yáì, yelukye Inga sp. MIM luwe ·yáì, yá boõ·toõ Inga sp. MIM luwe ·yáì, áe Inga sp. MIM luwe ·yáì, ·kwáõ·tìbò Inga sp. MIM luwe ·yáì, ·kábì Inga sp. MIM luwe, boõlo·ko Inga bourgoni (AubL.) DC. MIM luwe ·yáì, báõyekáõloõ Inga bourgoni (AubL.) DC. MIM luwe ·yáì, háõli õ Inga bourgoni (Aublet) DC. MIM luwe ·yáì, lìõ Inga bourgoni (Aublet) DC. MIM luwe ·yáì, álikwete Inga edulis Martius MIM lue, lávi, ·yáì Inga edulis Martius MIM luwe ·yáì Inga edulis Martius MIM luwe ·yáì, hili Inga edulis Martius MIM luwe ·yáì, lìõ Inga edulis Martius MIM luwe ·yáì, uli Ipomea sp. CNV iye toto, c Ëo Ipomea batata (L.) Lam. CNV iye toto Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. MYS báõlo ·táwì ·yáì Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. MYS báõlákáliwáká ·yáì Iryanthera juruensis Warb. MYS uluku ·yáì Iryanthera juruensis Warb. MYS áe·kwáõ ·yáì, háõliõ Iryanthera juruensis Warb. MYS áe·kwèõ ·yáì, uli Iryanthera juruensis Warb. MYS ·ti·ti ·yáì Iryanthera juruensis Warburg MYS iye ·yáì, háõliõ lìõ Ischnosiphon sp. MRN lile õ helá, háõliõ Ischnosiphon sp. MRN lile õ helá, i·c Ëeká
458
Latin Name FLIA Ho Name Ischnosiphon arouma (AubL.) Koern. MRN ·tábu ·tu ·ko·ko/·tábu ·tu heõláõ Isertia aff. parviflora Vahl RUB ·kule·tìlìáte ·yáì Jacaranda copaia (Aubl.) D.Don sub sp. spectabilis (Mart.ex DC.) Gentry BIG
bu·kwe ·yáì, lìõ
Jacaranda copaia (Aublet) D. Don BIG ·wòli ·yáì Jsertia sp. RUB ·tìõ·tìõweõká ·yáì Justicia pectoralis Jacq. ACA áõbiõyeõ, yewi Ladenbergia amazonensis Ducke RUB tute·ká ·yáì, háõliõ Laetia procera (Poepp.) Eichler FLC holowáká ·yáì, háõliõ 1 Lagenaria siceraria BIG ·lábo Landebergia amazonensis Ducke RUB ·kálibule ·táwì, uli Lecithys sp. LCY hoõloõ ·yáì, hetò Lecithys sp. LCY hoõloõ, uli Lecythis corrugata Poiteau sub sp. rosea (Spruce ex Berg.) Mori LCY
hoõloõ ·yáì, báhtuõ
Lecytis cf. corrugata Poiteau LCY hoõloõ ·yáì Leonia cynosa Martius VIO koloõte ·yáì, háõliõ Leonia cynosa Martius VIO ·kweyoko hele, háõliõ Leonia cynosa Martius VIO ·tote ·yáì, uli Licania sp. CHB uluku ·yáì, háõliõ Licania aff. canegeriana Urban CHB yowálá ·yáì, háõliõ Licania aff. cruegeriana Urban CHB ·kwá ·táwì Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance CHB
c Ëá·ká ·yáì hele
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance CHB u·kulu ·yáì Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance CHB
·kwái·le ·tu hele
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance CHB
·káile ·yáì táwì
Licania apetala (Meyer) Fritsch CHB ·kwái·le ·tu hele Licania densiflora Kleinh. CHB ·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì Licania sp. CHB uluku ·yáì Licania sp. CHB yowálá ·yáì, uli Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. FLC holowáká ·yáì, háõliõ 2 Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. FLC ·káõyeõlá õ ·yáì Lindackeria paludosa (Bentham) Gilg FLC ·káõbáõyáõ ·táwì Lucia grandifolia CLU telelá hu Ludwigia sp. ONA báõbáu ·táwì, hetò Luehea sp. TIL ·káõbáõyáõ ·táwì Lycoceris triplinervia Less. AST ibuhu Mabea sp. EUP tuwìli ·yáì Mabea sp. EUP ·káli iõleõbá ·yáì Mabea sp. EUP ·kálileõláõbukè ·yáì Mabea sp. EUP wáõleõkoõ hu, uli Mabea sp. EUP ·tá·tákáiká ·yáì Maccolodium sp. CSL bòõlò ·táwì, háõli õ Machaerium kegelii Meisner FAB iye·telá ibuhu Machaerium madeirense Pittier FAB iye·telá ibuhu ·yáì Machaerium madeirense Pittier FAB lowekáto ibuhu Mangifera indica L. Sp. Pl. ANA báõ·ko Manihot esculenta Crantz EUP áleõ hele Manilkara sp. SPT ·káile ·yáì, uli
459
Latin Name FLIA Ho Name Maprounea guianensis Aublet EUP álikwete ·yáì Maranta aff. ruiziana Koern. MRN ·kwá ·ko·o Maranta arundinacea L. MRN ·kwò Matayba sp. SAP ·toõloõláõ ·yáì, lìõ Matayba aff. elegans Radlk. SAP ·toõloõláõ ·yáì, uli Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. SAP áõle ·táwì ·yáì, i·cËeká toõloõláõ Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. SAP ·kule·tìlìáte ·yáì Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. SAP ·toõloõláõ ·yáì Matayba guianensis Aublet SAP ·toõloõláõ ·yáì Matayba purgans Poepp. & Endl. SAP ·táwì ·yáì, háõliõ Matayba sp. SAP á·tikwèõ ·yáì Maulitia sp. ARE ·táõli hiõ Mendoncia hirsuta (P. & E.) Nees MEN leõwá ibuhu Mezia includens (Benth.) Cuatrec. MLP ·wáõI bu hu, uli Miconia aff. elata (Sw.) DC. MLS iõliõyo ·yáì, cËo Miconia aff. holosericea (L.)Triana MLS iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Miconia Aff. holosericea (L.)Triana MLS i·te ·táwì ·yáì Miconia holosericea (L.) A. DC. MLS iõliõyo ·yáì, cËo Miconia matthaei Naudin MLS iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Miconia nervosa (Smith) Triana MLS iõliõyo ·yáì, uli Miconia sp. MLS iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Miconia spp. MLS iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Micrandra cf. siphonioides Bentham EUP ·káõbáõyá ·kwèõto ·yáì Micropholis egensis (A.D.C) Pierre SAP ·káile ·yáì táwì Micropholis sp SAP ·tìõ·tì ·yáì, uli Mikania amazonica Baker AST ibuhu Monotagma laxum (Poepp. & EndL.) K. Schum. MRN láõláõ hyá Montsera sp. ARA leõ·wá Ibuhu Mouriri grandiflora DC. MEL ·tuwè·ká Mucuna urens (L.) Medik. FAB bule ibuhu, áwelá Musa paradisiaca x L. MUS he·tálá ·wá·wá Musa paradisiaca x L. MUS wáõlule ·wá·wá Mussatia sp. BIG ·wáõ ibuhu Myrcia aff. fallax (Rich.) DC. MRT ·kwiyele ·yáì Myrcia aff. inaequiloba (DC.) Legrand MRT iõleõbá ·yáì Nicotiana sp. SOL ·káwái, háõliõ Nicotiana tabacum L. SOL ·káwáI Norantea guianensis Aublet MRC c Ëo ibuhu Ocotea aff. sanariapensis Lasser LAU ·kubuwáká ·yáì hele Ocotea schomburgkiana (Nees) Mez LAU uluku ·yáì, háõliõ Odontonema bracteolatum (Jacq.) Kuntze ACA ·tìõ·tìõweõká ·yáì Oenocarpus cf. bacaba Martius ARE báte hiõ, háõliõ Olyra micrantha HBK POA ·táwibo helá õ, háõliõ Olyra micrantha HBK POA ·táwibo helá õ, háõliõ Olyra sp. POA c Ëieloõ Ormosia coccinea Jacks LEG ·kwáõláõlká ·yáì, c Ëo i·c Ëeká Orthomene schomburgkii (Miers) Barneby & Krukoff MNS ·wá·táwá ibuhu Orthomene sp. MNS ·tábáõ hu Oryza sativa POA áõ·loõ Ouratea aff. polyantha (Tr. & Pl.) Engler OCH c Ëieõko ·táwì ·yáì Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler OCH c Ëieõko ·táwì ·yáì
460
Latin Name FLIA Ho Name Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler OCH hôlô ·yáì, i cËeká Ouratea castaneifolia (DC.) Engler OCH áõláõwiõliõ ·yáì, ·ole·te Paliconea sp. RUB ye hele Paliconea sp. RUB ·táwì ·yáì, cËo Palicourea sp. RUB háõliõ tièõbo ·yáì hele Parinari excelsa Sabine CHB yowálá ·yáì, háõliõ Parinari excelsa Sabine CHB ·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì Parkia sp. LEG buõ·keõlo ·yáì, ·kwáyo Passiflora quadriglandulosa Rodschied. PAS ·ku·káõbi õkábu Passiflora sp. PAS ibuhu Passiflora sp. PAS oyolháie·tu ibuhu Paulinia pachycarpa Benth. SAP áhkulitì báõláõ ibuhu Paullinia leiocarpa Grisebach SAP c Ëieõko ibuhu Peperomia sp. PIP ·káõ·káõto hu Persea americana Mill. LAU áõwáõkáte ·yáì/áõwáõ ·yáì Phaseolus vulgaris L. FAB ·tuõè iboto Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq. SRZ ·kábáyá ·wá·wá Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq. SRZ ·káõláõwá hoho/hyá/·wá·wá Philodendron sp. ARA ·káõ·káõto hyá Phoradendron crassifolium (DC) Eichl. LOR ibuhu Photomorphe umbellata (L.) PIP leõ·káõlá hele, uli Phytolacca rivinioides Kunth & Bouché PHT ·tokwáwá hele Pinzona coriacea Mart. & Zucc. DILL ·tuõèbe ibuhu Piper hispidium Sw. PIP leõ·káõláõ hele Piper hostmannianum (Miq.) C.D.C. PIP e·káká hele Piper lequale Vahl. PIP leõ·káõláõ hele Piper piscatorium Trelease & Yuncker PIP bá·cËáwá hele/áwáli hele Piper piscatorum Trelease & Yuncker PIP báõyábáõláõ e·tá Piper piscatorum Trelease & Yuncker PIP áwálì hyá Piper reticulatum L. PIP leõ·káõláõ hele Piper sp. PIP báõyekáõ hele, háõliõ Piper sp. PIP háõliõ báõyá·ká hele Piper sp. PIP leõ·káõlá hele, uli Piper sp. PIP leõ·káõlá, huluwè·ká Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski AST i·c Ëeká ·táwì ·yáì Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski AST uluku ·yáì, háõliõ Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski AST ·táwì ·yáì, cËo Piptocoma schomburgkii (Sch. Bip.) Pruski AST ·táwì ·yáì, cËo Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski AST báliyeká ·táwì ·yáì 1 Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski AST uluku ·yáì, háõliõ Posoqueria latifolia (Rudge) Roem. & Schultes RUB áwáká ·yáì Pourouma sp. CEC we·káo, uli ·kwáyo Pourouma bicolor Mart. supsp. bicolor CEC we·káu ·yáì, ·kwáõtì Pourouma cecropiiafolia Mart., Reise Bras CEC we·káu lìdì hái Pourouma cucura Standley & Cuatrecasas CEC we·káo ·yáì, uli Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis CEC we·káo ·yáì, háõliõ Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis CEC we·káu ·yáì, ·kwáte Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis CEC ·tábuõ átehu/uli ·táwì lìõ Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii CEC we·káo ·yáì Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii CEC we·káo ·yáì, uli Pourouma minor Benoist CEC we·káo ·yáì, háõliõ
461
Latin Name FLIA Ho Name Pourouma minor Benoist CEC ·kwáli ·yáì Pourouma sp. CEC we·káo ·yáì, yuwáõká Pouteria caimilo (R. & P.) Radlkofer SPT tuõwèõláõ ·yáì 1 Pouteria venosa (Mart.) Baehni SPT á·kuli ·yáì , háõliõ Pouteria venosa (Mart.) Baehni sub sp. amazonica Penn. SPT ·káõyeõlá õ ·yáì Protium sp. BRS báõu ·yáì, i cËeká yewi Protium sp. BRS báõu, háõliõ/·tuèlo Protium sp. BRS báõu, wáõiyoõ yewi Protium sp. BRS wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Protium aff. cuneatum Swart. BRS báõu ·yáì, uli Protium aff. spruceanum (Benth.) Engl. BRS báõlu ·yáì, áwelá Protium aracouchini (Aubl.) March. BRS báõlu ·yáì, áwelá Protium aracouchini (Aublet) Marchand BRS báõu ·yáì, i·cËeká Protium crassipetalum Cuatrec. BRS báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium crassipetalum Cuatrec. BRS iye ·yáì, cËo Protium cuneatum Sandwith BRS báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium cuneatum Swart. BRS báõu ·yáì Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS báõlu ·yáì, háõliõ Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS boõko ·yáì Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS boõko ·yáì, háõliõ Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS báõu ·yáì, uli lìõ Protium opacum Swart BRS báõu ·yáì, uli Protium opacum Swart. BRS báõu ·yáì Protium sagotianum Marchand BRS báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium sagotianum Marchand BRS ·táwáte ·yáì, háõliõ Protium sp. BRS boõko báõu, uli Protium sp. BRS boõko, uli Protium sp. BRS buõ ·táwì ·yáì Protium sp. BRS báõu ·yáì, ·cËábo Protium tenuifolium (Engl.) Engl. BRS báõu ·yáì Protium tenuifolium (Engl.) Engl. BRS báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Protium tenuifolium (Engl.) Engl. BRS uluku ·yáì, háõliõ Protium tenuifolium (Engler) Engler BRS báõu ·yáì, o·tewáká Protium tenuifolium (Engler) Engler BRS báõu ·yáì, yewi Protium unifoliolatum Engl. BRS báõu ·yáì, hetò Protium unifoliolatum Engl. BRS áõle ·táwì ·yáì Protium unifoliolatum Engl. BRS ·wiõleõ ·yáì Pseudolmedia laevigata (R & P.) Trec BRS wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Pseudolmedia laevigata Tréc. MOR ·wáleká kwá ·yáì Pseudolmedia laevis (R & P.) Macbride MOR telelá hu, háõliõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR bo hele, lìõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR weyá ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR wáõiyo ·yáì, uli Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR wáõiyoõ ·yáì, háõliõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR ·tìõ·tìõweõká ·yáì, ·kwái·le Pseuldolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR ·kwáõliõyo õ ·yáì Psidium acutangulum DC. MRT ·kwáyábá ·yáì, hetò Psidium guajava L. MRT ·kwáyábá ·yáì Psidium sp. MRT yuwáõká ·yáì
462
Latin Name FLIA Ho Name Psidium sp. MRT ·teõ·teõwáõláõ ·yáì Psidium sp. MRT ·tote·káõloõ ·yáì Psychotria lupulina Bentham RUB ·tiyebo ·yáì Psychotria poeppigiana M. Arg. RUB ·wáõI·tuku hele Psychotria poeppigiana M. Arg. RUB ·wòli ·tuyo Pterocarpus rohrii Vahl LEG báõliyo ·táwì ·yáì, i·cËeká Pterocarpus rohrii Vahl LEG báõliyoõ ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG báõliõyo ·yáì, háõliõ Pterocarpus rohrii Vahl LEG báõliõyo ·yáì, uli Qualea aff. dinizii Ducke VOC hebá Qualea paraensis Ducke VOC ·c Ëábo ·yáì Qualea paraensis Ducke VOC buõ ·táwì ·yáì Qualea paraensis Ducke VOC buõ ·táwì, cËo Qualea paraensis Ducke VOC buõ ·táwì, cËo uli Qualea paraensis Ducke VOC buõ ·táwì, uli Qualea paraensis Ducke VOC i·c Ëeká ·táwì ·yáì Qualea paraensis Ducke VOC lábì ·yáì Qualea paraensis Ducke VOC lábì ·yáì, cËo Qualea paraensis Ducke VOC lábì ·yáì, háõliõ Qualea paraensis Ducke VOC ·káwìle ·yáì, uli Qualea paraensis Ducke VOC ·káõbáõyáõ ·táwì Qualea paraensis Ducke VOC ·leõbáõle ·yáì, uli Qualea paraensis Ducke VOC ·táwì, cËo i·c Ëeká Quiina cruegeriana Grisebach QII luwekì hele Randia armata (Sw.) DC. RUB bá ·yáì Raputia aromatia Aublet RUT ·c Ëábo ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT báliyeká ·táwì ·yáì 2 Raputia aromatica Aublet RUT báliyeká ·yáì, áye Raputia aromatica Aublet RUT ·kule·tìlìáte ·yáì Rhodostemonodaphne Kunthiana (Nees)Rohmer LAU uluku ·yáì, uli Rhynchospora sp. CYP ·káõláõwiõleõ, háõliõ Ricinus communis L. EUP we·tolo ·yáì, háõli õ Ricinus communis L. EUP we·tolo, bálo· Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague & Sandw. var. pubiflora VIO
·tuõliweõtì hele
Rolandra fryticosa (L.) Kuntze AST iõliõyo hele ·yáì, háõliõ Rollinia sp. ANN ·wáeká ·yáì, wáõiyoõ Roupala montana Aublet PRT ·kubá ·yáì Rudgea cornifolia (HBK) Standl. RUB ·tiyebo ·yáì hele, háõli õ Ruellia malaca Leonard. ACA ·tuõbiõeõte hele Ruellia malaca Leonard. ACA ·táwì ·yáì, hele Saccharum officinarum POA ·káláõláõ helá õ Schefflera morofotoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. & Frodin ARAL báõlule ·yáì Schefflera morototoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. & Frodin ARAL álukè ·yáì Schlegelia sp. BIG ·wáõ ibuhu Sclerolobium sp. CSL áõláõwiõliõ ·yáì Selaginela sp. SEL bá ibuhu, hetò yowálá Selaginela sp. SEL c Ëieõko heõláõ, hetò Senna bacillaris (L. f.) Irwin & Barneby CSL báõ·báõi ·yáì Senna obtusifolia (L.) I. & B. CSL ábuwibìká hele Serjania sp. SAP c Ëieõko ibuhu
463
Latin Name FLIA Ho Name Siparuna guianensis Aublet MNM wá·ká áye, beõ Siparuna guianensis Aublet MNM ·kubuwáká ·yáì hele Siparuna guianensis Aublet MNM ·tukuõye hele Sloanea guianensis (Aubl.) Benth. ELC ·tote hele ·yáì, háõliõ Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ELC ·táwáte ·yáì, háõliõ Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ELC ·táwáte ·yáì, uli Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ELC ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ELC ·táwáte ·yáì, uli Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ELC ·tote ·yáì, uli Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ELC ·táwáte ·yáì, háõliõ Sloanea opposifolia Spruce ex Benth. ELC ·táwáte ·yáì, lìõ Sloanea robusta Uitten ELC lotáõu ·yáì, uli Sloanea sp ELC ·káõbáõyáõ ·táwì Sloanea sp. ELC lotáõu ·yáì Smilax sp. SML bá ibuhu Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE buõli hiõ Socratea exorrhiza (Mart.) Wendl ARE li·tuále hî Solanum sp. SOL bátèuõ hele Solanum sp. SOL ibuhu weí Sorocea muriculata Miquel MOR bu·tá hele ·yáì Spondias sp. ANA boõ·we ·yáì Spondias mombin L. ANA boõ·toõ ·yáì Spondias mombin L. ANA boõ·we ·yáì, lìõ Spondias mombin L. ANA boõ·we ·yáì, uli Sterculia sp. STR lo·kwe hyeî Sterculia pruriens (AubL.) Schum. STR lo·kwe ·yáì, cËo Sterculia pruriens (AubL.) Schum. STR ·tokwo hele Sterculia sp. STR lo·kwe ·yáì, háõliõ Strychnos sp. LOG báõláwá hu Strychnos sp. LOG báõláwá hu, hetò Strychnos sp. LOG ·wáilutì hu, báõláwá Stylogyne longifolia (Mart. ex Miq.)Mez MYS ·tokwá hele Styrax sp. STY tuõwèõláõ ·yáì 2 Swartzia grandifolia Bong. ex Benth. CSL ·kwá·kwáli ·yáì Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend CSL buõ·kì ·yáì, lìõ háõliõ Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend. CSL buõ·ká ·yáì Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend. CSL buõ·kì ·yáì Tachigali sp. CSL ·kwáli ·yáì, uli Talisia sp. SAP buõ ·táwì ·yáì Talisia sp. SAP ·kwái·le ·tu hele Talisia retusa Cowan SAP ·tu ·táwì ·yáì, buõ Tanaecium sp. BIG áu ibuhu Tapirira guianensis Aublet ANA iyebuleláõko ·yáì Tapirira guianensis Aublet ANA ·wòli iku u·kwá·toko ·yáì Tephrosia sinapou (Buchoz) A. Chev. FAB biõ·li·li hele, boõ·toõ Terminalia amazonia (Gmel) Exell CMB ·tuõbiõlu ·yáì Terminalia amazonia (J. Gmelin) Exell CMB ·tuõbiõlu ·yáì, uli Tetragastris altissima (Aubl.) Swart BRS báõu ·yáì, uli Thyrsodium spruceanum Benth. ANA báõu ·yáì, i·cËeká Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. MLS báõláwá hu Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. MLS iõliõyo hele ·yáì
464
Latin Name FLIA Ho Name Tocoyena sp. RUB iõleõbá ·yáì, háõliõ Toulicia guianensis Aublet SAP boõ·wáilo ·yáì Toulicia pulvinata Radlk. SAP boõ·wáilo ·yáì Tradescantia zanonia (L.) Sw. CMM lu·ilu, háõliõ c Ëo Tradescantia zanonia (L.) Sw. CMM ·káyá, háõliõ Trattinnickia burserifolia Aublet BRS telelá hu, háõliõ Trattinnickia burserifolia Mart. BRS báõlu ·yáì, háõli Trattinnickia burserifolia Martius BRS báõlu ·yáì Trattinnickia lawrancei Standl. ex Swart var. boliviana Swart. BRS
báõlu ·yáì, uli
Trema micrantha (L.) Blume ULM tekwè hele Trema micrantha (L.) Blume ULM ·weõleõweõleõ ·yáì Trema micrantha (L.) Blume ULM ·wáeká ·yáì Trema micrantha (L.) Blume ULM ·wáeká ·yáì, háõliõ Trichilia sp. MEL iye, holowáká uli Trichilia sp. MEL ·kwiwi ·yáì Trichilia brachystachya Kl. MEL iye ·yáì, háõliõ Trichilia inaequilatera Penn. MEL báõu ·yáì ·táwì, háõliõ Trichilia inaequilatera Penn. MEL iye ·yáì, ·cËábo Trichilia inaequilatera Penn. MEL iye ·yáì, hetò Trichilia inaequilatera Penn. MEL iye ·yáì, háõliõ Trichilia inaequilatera Penn. MEL iye ·yáì, uli Trichilia mazanensis Macbride MEL iye ·yáì, báõláõtáiku Trichilia mazanensis Macbride MEL iye ·yáì, uli Trichilia micrantha Bentham MEL iye ·yáì, cËo Trichilia pallida Sw. MEL iye ·yáì, háõliõ Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. MEL iye ·yáì, ·cËábo Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. MEL iye ·yáì Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. MEL iye ·yáì, háõliõ Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. MEL iye ·yáì, uli Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. MEL iye ·yáì, áte holowáká Trichilia quadrijuga Kunth MEL iye ·yáì, háõliõ lìõ Trichilia spp. MEL iye ·yáì, lìõ Uncaria tomentosa (Willd.) DC. RUB bá ibuhu, álikwete Urera caracasana (JACQ.) Griseb. URT lìõlìõ ·yáì Vasivara alchorneoides Baillon TIL ·wáeká ·yáì, hetò Virola elongata (Benth.) Warb. MYS áe·kwáõ ·yáì, háõliõ Virola elongata (Bentham) Warburg MYS báõláká ·yáì, háõliõ Virola surinamensis (Rob.) Warburg MYS uli ·kwáyo hele Vismia cayenensis (Jacq.) Pers. CLU titikì hele Vochysia aff. vismiifolia Spruce ex Warm. VOC ·káõbáõyáõ ·táwì Vochysia ferruginea Martius VOC ·kwiwi ·yáì Vochysia glaberrima Warm. VOC lábì ·yáì Vochysia glaberrima Warm. VOC ·táwì ·yáì, cËo Vochysia sp. VOC hábu ·yáì, cËo Vochysia surinamensis Staflew VOC lábì ·yáì, cËo Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. VOC yowálá ·yáì, uli Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. VOC ·táwì ·yáì, cËo Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. VOC ·táwì ·yáì, lìõ Voshysia ferruginea Martius VOC ·ti·ti ·yáì, háõliõ Voshysia glaberrima Warm. VOC ·wiõloõ ·yáì, cËo uli
465
Latin Name FLIA Ho Name Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch RUB báliyeká ·táwì ·yáì 4 Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch. RUB tuõwèõláõ ·yáì 1 Wissadula sp. MLV ·tuõwibì· káwá/·tubiõ·tele káwá Xanthosoma sagittifolium (L.) Schott ARA uli bèõ Xanthosoma sp. ARA bèõ ·tu Xanthosoma spp. ARA ·tuwáõ bèõ Xanthosoma spp. ARA ·tuèloõ bèõ Xiphidium coeruleum Aubl. HAE ·káwái, buõ ·toè Xiphidium coeruleum Aublet HAE ·tái·kwálei Xiphidium coeruleum Aublet. HAE ·tuwekì wáõwá, boõ ·yáì Xylopia frutescens Aublet ANN biõ·li·li ·yáì, háõliõ Zanthoxilum aff. amapense (B. de Alburquerque) P. Waterman RUT
bá ·yáì, uli
Zanthoxylum sp. RUT bá ·yáì Zea mays POA ·tábuõ Zingiber officinale Roscoe ZIN ·tuèõbe bule iõli õ· ko·ko ·cábo ·yáì, bálo· lá·e ·yáì, bálo· ·káwáká hele ·tìõ·tiwá ibuhu beõ e·te heõláõ, uli ·kwáyo/háõliõ heláõ beõ ·kwá háwá ·ko·ko/hele beõ ·táwìõle be·tá heõláõ bile õ helá, hetò biõ·li·li ·yáì, uli biõ·wètì hele boõ ·ko·ko boõ ·ko·ko, yewi boõ·toõlo áye ·yáì boõ·toõlo áye ·yáì, ·cËábo c Ëo bu, ibuhu buleláõ ·ko·ko bule·tiyebo hele bule·tiyebo ·yáì, ·kwi buõ·keõlo ·yáì bu·kwe, cËo bá helá õ, I·tì ikilo bá hiõ, uli hetò bá hu ·táwì bá hu, ilibu bá ibuhu bá ·yáì, hetò bá ·yáì, ibuhu báliyeká hele, háõliõ báliyeká ·yáì, uli bálo· ibuhu bálõáõkáõ hele, háõliõ báte hiõ báõibo ·yáì, ·tuõwò báõkoõ ·yáì báõli ibuhu
466
Latin Name FLIA Ho Name báõlu, uli ·kwáyo báõluwe, ·tuõwèlá báõláwá ·táwì báõláõtáiku ·yáì, hetò báõlá·ká ·yáì báõtiõyá hu báõu ibuhu báõyo·kwõáõ ibuhu báõ·báõi ·yáì báõ·tukáilá, uli áye báõ·tuõleõ hu báõ·táwì ·yáì bòõlò ·táwì c Ëieõko heõláõ c Ëieõloõ/yelito, ·le õ c Ëáõká ká ·yáì hele ekwoli ·yáì elokáli hu/tuiek‡ hu eloli ·yáì, hetò elá ·táwì e·kelo ·yáì e·kelo ·yáì, háõliõ e·káká ·yáì ibuhu háõliõ tuyute ·yáì háõliõ eláõ ·yáì háõliõ káláwá heláõ hebá ·yáì helá ·yáì helá ·yáì, háõliõ hetálá ·wá·wá hiuuli holowáká ·yáì holowáká, uli áye holowákáh ·yáì, áye hoõloõ, bá·táwuõ hu, ákuli bukì hulu, i·kwo hutibu hu huõle ·yáì hyá háleá, uli áye háõliõ ·yáì háõliõwá ibuhu ibo·toõ ibuhu uli ibuè·ká helá ibáko ·ko·ko iye to hu, hetò iye ·yáì, háõliõ iõleõbiye ·yáì iõleõwá kwá, beõ
467
Latin Name FLIA Ho Name iõliõbo ·yáì, wáõiyoõ iõliõboõ ibuhu, wáõyoõ iõliõboõ ibuhu, wáõyoõ i·kulu ·yáì i·kwolète i·kòtì ·táwì i·te bu, ·kwá·k·ibo i·to telebá helá kolo ·yáì kwá·tubo ibuhu káláilá ·yáì kìbòõlòkòtì ·táwì ·yáì leõláõ ·teõ·teõ leõwáõ hyá, cËo leõwáõ ·tuku hu tuábá, cËo leõ·káõlá hele, ·wá leõ·káõlá hele/áye, ·kwi lile õ helá lo·kwe ·yáì, uli lo·kwe, yuwáõká luwiyo helá lábì ·yáì láye·tubì ibuhu, wáõyoõ láõláõ ·yáì lá·te, hetò/uli lá·tái, cËo lìõlá ·wá·wá oleikì hu, háõliõ olábu, beõ oláitì ·táwì hele, háõliõ oõleõ·ká li·ti bá ·yáì oõ·koõ ·tu·ku áye toletá bu hele, beõ toõboõbá ibuhu, iye tutuebweteká ·yáì, áte tuwò ibuhu, háõliõ tìteká hu ibuhu uluku ·yáì, i·cËeká uluku ·yáì, weõláõoli weyáyi hele weyo Ibuhu weõloõ ·yáì we·tolo ·yáì wiweõyo heõlá wiõleõ ·yáì, háõliõ wuáè·kì, iye wálebá ·yáì, cËo wálule, c Ëo wáõiyoõ ·yáì, háõliõ hetò wáõleõ wáõleõ, átetá wále·te
468
Latin Name FLIA Ho Name wáõleõbáõ hele, hetò wáõleõkoõ ·yáì, uli wáõli õláõ ·yáì wáõlule ·wá·wá yewo icõubu hu yeì ibuhu yeì ·yáì yowálá ·yáì, ·cËábo yowálá ·yáì, lìõ yowálá, iõli õlá hele yowálá, wáõiyoõ yowò ·yáì yuì yá hu yáõu hyeï yá·kiewáõyoõ ·yáì á ibuhu áe·kwáõ ·yáì áiyáiyáite·ká ·yáì ákáh ·táwì ále, ·ti·ti bá áte ·táwì ·yáì áu kobá ·yáì áwelá ·yáì õ/bá hiõ áwáhto hu áwáká ·yáì, uli áõbiõyeõ ·táwì, uli áõle beõ bu hele, báliyeká áõle bu hele, ·tuwèto beõ áõlá ·yáì, cËo c Ëá·ká áõlá ·yáì, háõliõ áõláõl·tá koõkoõ áõláõwiõliõ ·yáì, ·cËábo áõláõwiõliõ ·yáì, ·kwáõyákeyábo áõláõwiõliõ, i·c Ëeká á·kuli tu báõlá hu, háõliõ á·tikwèõ ·yáì, cËo báõláõ á·tikwèõ ·yáì, lìõ ·kiõ·kiletì ibuhu ·kolo·kolo hu, háõliõ ·ko·ko ·tu báõ háwá/·we·we tá, báõbáu ·kutile ·yáì ·kutile ·yáì, cËo ·kutile ·yáì, cËátì ·kutile ·yáì, háõliõ c Ëátì ·kuõbiekáhi hele ·kuõbiekáhi hele, yewo ·ku·te ibuhu ·kwe ·yáì, yelikuete ·kwiyo ·yáì ·kwiyo ·yáì, háõliõ
469
Latin Name FLIA Ho Name ·kwiyo ·yáì, lìõ ·kwá bu, hetò/bu, báõbáu ·kwái·le ibuhu ·kwái·le ·táwì ·yáì ·kwáláká áye, áwelá ·kwáyo hele, háõli õ ·kwáõkeyábo ·yáì, háõliõ ·kwáõliõ hái ·kwáõláõká ·táwì ·kwá·kiálá ·táwì ·yáì ·kwá·táõláõtì hele ·kábule, c Ëo ·kábulu hele ·káile ibuhu ·káile ibuhu, uli ·káile, yeluweká ·káile, yeluweká háõliõ ·káiyá hu ·káli ·yáì, tuwewe ·kálibule ·táwì ·kálileõláõbukè ·yáì, háõliõ ·káliwèõkì, báõbáu/·káliwekì, cËo ·káliwèõkì ·yáì, uli ·káláwe ·káláwe, háõliõ hetò ·káláyá ·yáì ·káwibu káwá/báõláõkì ·káwále ·táwì, tuoli ·káwìkè ·yáì ·káwìle iõliõ ·yáì ·káwìle ·táwì hele, háõliõ ·káyá heláõ, ibu ·káyá áye ·káõláõwiõle ibuhu ·káõláõwá áláte/helá/hoho, háõliõ ·káõyeõlá õ ·yáì ·káõyeõlá õ ·yáì, u·to ·káõ·káõto ·yáì ·ká·ká ·yáì ·ká·wiye ·táwì, bálo· ·ká·wiye ·táwì, hetò ·leilá i·c Ëe·ká ·táwì ·leõbáõ hiõ ·leõbáõle ·yáì ·le·te hu ·lute hele, hetò ·lábo ·yáì ·láõ·láõ hu ·láõ·te, cËo ·lá·hte, cËo hetò ·lá·te ibuhu
470
Latin Name FLIA Ho Name ·lá·táI ·lá·tái, áwelá ·telo·wè tábá ibuhu, báõláõ kwá ·teõbá ibuhu ·teõbá ibuhu, liõ ·teõ·teõ ·yáì ·tikiwili hyá ·tikiwili áye/hele, cËo ·tobá ibuhu ·tokwe ·yáì ·tote ·yáì ·totekáõloõ ·yáì, yá ·totìlì teká hu ·towèko ·yáì, háõliõ ·toõloõlá õ ·yáì, háõliõ ·toõwáõko ·yáì, hetò ·tu iõliõbu, wòli ·tuku hyá/heõlá, liõboõ õ ·tuku ·yáì, i·kwo ·tuliwèká hele, háõliõ/·tuyeõte hele, háõliõ ·tuliõ ·yáì ·tuliõ ·yáì, háõliõ/ilewá ·tuwobeleõkeõkeõ ·yáì, hetò ·tuyeõte hele ·tuõluõwete ·yáì ·tuõluõwete ·yáì, uli ·tuõluõwete, hetò ·tu·tiko ·yáì ·tu·tiko ·yáì, báõbáu/·tu·tikì ·yáì, háõli õ ·twáõ ibuhu ·tábuõ hele ·tábuõ hetò ·tábáli ·yáì, cËo ·tábáli ·yáì, álikwete ·táilo, hetò ·tákálá, háõliõ ·táwe ·yáì, uli lìõ ·táwibo helá õ ·táwì ·wá·wá wou·kì/·ká·káto ·táwì ·ko·ko ·táwì ·yáì, hetò ·táõbuõ áte ·yáì ·táõilo hyá, báõbáu ·tìõweõká hele, háõliõ ·tìõ·kèõbeõ hu ·tìõ·tìõ ibuhu /we›lo› ibuhu ·tìõ·tìõwèká ·yáì, uli ·tì·tiwolá hu ·wilo ibuhu, háõliõ ·wiõ·wiõtì hele ·wáeká ·yáì, cËo ·wáeká ·yáì, ·wiliõ
471
Latin Name FLIA Ho Name ·wáI ·wá·wá ·wáibo ·yáì, uli ·wáilo hu, uli ·wáli ·yáì ·wáyo ibuhu ·wáyá ·yáì ·wáyá ·yáì, cËo háõliõ ·wáõ ibuhu, wáõiyoõ/yuwáõká ibuhu ·wáõI·tiõkwèõ hu ·wáõle·te ibuhu ·wáõyá, ·kwáyo
472
Apéndice Nº 3: Listado general de plantas ordenadas por Genérico Hotì. Ho Name FLIA Latin Name ·cËábo ibuhu BIG ·cËábo ibuhu PLG ·cËábo ·yáì CSL Clathrotropis brunnea Amshoff ·cËábo ·yáì RUT Raputia aromatia Aublet ·cËábo ·yáì VIO Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng. ·cËábo ·yáì VOC Qualea paraensis Ducke ·cËábo ·yáì LCY Eschweilera parvifolia Martius ex A. DC. ·cábo ·yáì, bálo· lá·e ·yáì, bálo·
·kábáyá ·wá·wá SRZ Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq.
·káwáká hele ·kwáyo wále·ká ·toto ·yáì MIM Anadenanthera peregrina (L.) Speg. áli·ká ·tábáleõ LCY ·tìõ·tiwá ibuhu ·tuwè·ká MEL Mouriri grandiflora DC. ·wái ·yáì FAB Dipteryx sp. ·wái·ká hele/·weleõweleõ hele AMA Alternanthera sp. ·yáì VOC Erisma uncinatum Warm. báõ·báõi ·yáì CSL Senna bacillaris (L. f.) Irwin & Barneby bá·cËáwá hele/áwáli hele PIP Piper piscatorium Trelease & Yuncker báõli, háõli õ BRS Brosimum sp. báõlu ·yáì, háõli BRS Trattinnickia burserifolia Mart.
báõlu ·yáì, háõliõ BRS Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl.
báõlu ·yáì, háõliõ BRS Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand betá heõlá, háõliõ õ ARE Geonoma sp. beõ e·te heõláõ, uli ·kwáyo/háõliõ heláõ beõ ·kwá háwá ·ko·ko/hele beõ ·táwì DLL Curatella americana L. beõ ·táwì PLG Coccoloba dugandiana Fernández beõ ·táwìõle be·to ·yáì, uli MLS Bellucia grossularioides (L.) Triana be·toloáyoõ ·yáì, cËo LEG be·tá heõláõ be·tá heõláõ, uli ARE Geonoma sp. bile õ helá, hetò bilè, háõliõ HLC Heliconia sp. biyeõ heõlá POA Guadua sp. biõ·li·li hele, boõ·toõ FAB Tephrosia sinapou (Buchoz) A. Chev. biõ·li·li ·yáì hele ACA Aphelandra pulcherrima (Jacq.) HBK biõ·li·li ·yáì hele SAP Dilodendron bipinnatum Radlk. biõ·li·li ·yáì, háõliõ ANN Xylopia frutescens Aublet biõ·li·li ·yáì, uli biõ·wètì hele bo hele, lìõ MOR Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride bohkètu hyá HLC Heliconia hirsuta L.f boko ·ko·ko, háõliõ áye BML bokotì wáõwáõ HLC Heliconia sp. bôu ·yáì, wáõiyoõ BRS
473
Ho Name FLIA Latin Name boõ ·ko·ko boõ ·ko·ko, yewi boõko báõu, uli BRS Protium sp. boõko ·yáì BRS Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand boõko ·yáì, háõliõ BRS Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand boõko, uli BRS Protium sp. boõláõ báõye ·yáì CSL Hymenaea cf. courbaril boõ·toõ ibuhu VIT Cissus sp. boõ·toõ ·yáì ANA Spondias mombin L. boõ·toõlo áye ·yáì boõ·toõlo áye ·yáì, ·cËábo cËo boõ·we ·yáì ANA Spondias sp. boõ·we ·yáì, háõliõ OPI Agonandra brasilensis Miers ex Bentham boõ·we ·yáì, lìõ ANA Spondias mombin L. boõ·we ·yáì, uli ANA Spondias mombin L. boõ·wáilo ·yáì SAP Toulicia guianensis Aublet boõ·wáilo ·yáì SAP Toulicia pulvinata Radlk. bu tuèlá kábu RUB Hamelia patens Jacq. bu, ibuhu bule ibuhu, áwelá FAB Mucuna urens (L.) Medik. buleláõ ·ko·ko buleláõ ·ko·ko, tuwewe ZIN bule·tiyebo hele bule·tiyebo ·yáì, ·kwi buõ ·táwì ·yáì BRS Protium sp. buõ ·táwì ·yáì SAP Talisia sp. buõ ·táwì ·yáì VOC Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, cËo VOC Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, cËo uli VOC Qualea paraensis Ducke buõ ·táwì, uli VOC Qualea paraensis Ducke buõli hiõ ARE Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl buõye ·yáì LEG buõ·keõlo ·yáì buõ·keõlo ·yáì, uli LEG buõ·keõlo ·yáì, ·kwáyo LEG Parkia sp. buõ·ká ·yáì
CSL Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend.
buõ·kì ·yáì CSL
Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend.
buõ·kì ·yáì, lìõ cËo BML buõ·kì ·yáì, lìõ háõliõ
CSL Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend
bu·kwe ·yáì, lìõ BIG
Jacaranda copaia (Aubl.) D.Don sub sp. spectabilis (Mart.ex DC.) Gentry
bu·kwe, cËo bu·tá hele ·yáì BRS Dacrydium sp. bu·tá hele ·yáì MOR Sorocea muriculata Miquel bu·tá hele, uli MOR Clarisia ilicifolia (Spreng.) Lanj. & Rossb. bá helá õ, ibu/iyeboko ·ko·ko BML bá helá õ, I·tì ikilo bá hiõ ARE Astrocaryum cf. gynacanthum Martius bá hiõ , háõliõ ARE Astrocaryum gynacasthum Martius
474
Ho Name FLIA Latin Name bá hiõ, uli ARE Bactris sp. bá hiõ, uli hetò bá hiõ, ·koláli ARE bá hu ·táwì bá hu, cËËo/bá hu, le›le AMA bá hu, ilibu bá ibuhu bá ibuhu SML Smilax sp. bá ibuhu, hetò yowálá SEL Selaginela sp. bá ibuhu, álikwete RUB Uncaria tomentosa (Willd.) DC. bá ·yáì MIM Acacia glomerosa Bentham bá ·yáì RUB Bathisa bathysoides (Steyerm.) Delprete bá ·yáì RUB Randia armata (Sw.) DC. bá ·yáì RUT Zanthoxylum sp. bá ·yáì, hetò bá ·yáì, háõli õ SOL bá ·yáì, ibuhu bá ·yáì, tuebe RUT bá ·yáì, uli
RUT Zanthoxilum aff. amapense (B. de Alburquerque) P. Waterman
báliyeká hele, háõliõ báliyeká ·táwì ·yáì 1
AST Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski
báliyeká ·táwì ·yáì 2 RUT Raputia aromatica Aublet báliyeká ·táwì ·yáì 3 ANN cf. Guatteria schomburgkiana Mart. báliyeká ·táwì ·yáì 4 RUB Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch báliyeká ·táwì ·yáì 5 FLC Casearia mariquitensis HBK báliyeká ·yáì, uli báliyeká ·yáì, áye RUT Raputia aromatica Aublet bálo· ibuhu bálõáõkáõ hele, háõliõ báte hi õ báte hi õ, háõli õ ARE Oenocarpus cf. bacaba Martius bátiyá hu CUC bátulè hu FAB Clitoria javitensis (HBK) Bentham bátáli hiõ, háõli õ ARE Astrocaryum gynacathum Martius bátáli õ hiõ ARE bátèuõ hele SOL Solanum sp. báõ hu, ·táwì wáõwáõlìõ ORC báõ háwá, bálo· kwá/boõuõ hele, kwá EUP báõbei, háõliõ LEG báõbáu hiõ, uli ARE báõbáu ·táwì ·yáì FLC Casearia mariquitensis HBK báõbáu ·táwì, hetò LEG Brownea sp. báõbáu ·táwì, hetò ONA Ludwigia sp. báõháwá ·yáì ANA Anaxagorea sp. báõibo ·yáì, ·tuõwò báõkoõ ·yáì báõli hyá LEG Arachis hypogaea báõli ibuhu báõli ·yáì
MOR Brosimium alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C.Berg
475
Ho Name FLIA Latin Name báõli ·yáì MOR Clarisia ilicifolia (Spreng.) Lanj. & Rossb. báõli ·yáì, uli
MOR Brosimum alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C. Berg
báõlile ·yáì MOR Brosimum alicastrum Sw. báõlile ·yáì
MOR Brosimum alicastrum Sw. sub sp. bolivarense (Pittier) C.C. Berg
báõliyo ·táwì ·yáì, i·cËeká LEG Pterocarpus rohrii Vahl báõliyoõ ·yáì LEG Pterocarpus rohrii Vahl báõli õyo ·yáì, háõliõ LEG Pterocarpus rohrii Vahl báõli õyo ·yáì, uli LEG Pterocarpus rohrii Vahl báõlo áye, ·kwáyo CPP Cleome sp. báõlo ·táwì ·yáì MYS Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. báõlowá ·yáì ANN báõlu ·ko·ko, tuwewe ARA báõlu ·yáì BRS Trattinnickia burserifolia Martius báõlu ·yáì, uli
BRS Trattinnickia lawrancei Standl. ex Swart var. boliviana Swart.
báõlu ·yáì, áwelá BRS Protium aff. spruceanum (Benth.) Engl. báõlu ·yáì, áwelá BRS Protium aracouchini (Aubl.) March. báõlu, boõko BRS báõlu, i·ko MLV Abelmoschus moschatus Medic. báõlu, uli ·kwáyo báõlule ·yáì
ARAL Schefflera morofotoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. & Frodin
báõluwe hoho POA báõluwe ·yáì, hetò LEG báõluwe, ·tuõwèlá báõluwè, ·tuku LIL báõluè hyá, ehwá POA Cymbopogon citratus (DC) Stapf báõláká ·yáì, háõli õ MYS Virola elongata (Bentham) Warburg báõlákáliwáká ·yáì MYS Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. báõláwá hu LOG Strychnos sp. báõláwá hu MLS Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. báõláwá hu, hetò LOG Strychnos sp. báõláwá ·táwì báõláyá hiõ ARE Geonoma deversa (Pait.) Kunth báõláõláõ ·yáì ANA báõláõtáiku ·yáì MEL Guarea guidonia (L.) Sleumer báõláõtáiku ·yáì, hetò báõláõtáiku ·yáì, háõliõ MEL Guarea guidonia (L.) Sleumer báõláõtáiku ·yáì, uli MEL Carapa sp. báõlá·ká ·yáì báõtiõyá hu báõu ibuhu báõu ibuhu, hetò bileõ CNN Connarus sp. báõu ·yáì BRS Protium cuneatum Swart. báõu ·yáì BRS Protium opacum Swart. báõu ·yáì BRS Protium tenuifolium (Engl.) Engl. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ
BRS Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl.
báõu ·yáì ·táwì, háõliõ BRS Protium crassipetalum Cuatrec. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ BRS Protium cuneatum Sandwith
476
Ho Name FLIA Latin Name báõu ·yáì ·táwì, háõliõ BRS Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõu ·yáì ·táwì, háõliõ BRS Protium sagotianum Marchand báõu ·yáì ·táwì, háõliõ BRS Protium tenuifolium (Engl.) Engl. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ CHB Hirtella glandulosa Spreng. báõu ·yáì ·táwì, háõliõ MEL Trichilia inaequilatera Penn. báõu ·yáì, ·cËábo BRS Protium sp. báõu ·yáì, hetò BRS Protium unifoliolatum Engl. báõu ·yáì, hetò SAP Cupania scrobiculata L.C. Rich báõu ·yáì, i cËeká yewi BRS Protium sp. báõu ·yáì, i·cËeká ANA Thyrsodium spruceanum Benth. báõu ·yáì, i·cËeká BRS Protium aracouchini (Aublet) Marchand báõu ·yáì, o·tewáká BRS Protium tenuifolium (Engler) Engler báõu ·yáì, uli BRS Dacryodes peruviana (Loes.) Lam. báõu ·yáì, uli BRS Protium aff. cuneatum Swart. báõu ·yáì, uli BRS Protium opacum Swart báõu ·yáì, uli BRS Tetragastris altissima (Aubl.) Swart báõu ·yáì, uli lìõ BRS Protium heptaphyllum (Aubl.) Marchand báõu ·yáì, yewi BRS Protium tenuifolium (Engler) Engler báõu, háõliõ/·tuèlo BRS Protium sp. báõu, wáõiyoõ yewi BRS Protium sp. báõu, ·wiõleõ ·yáì
BRS Crepidospermum rhoifolium (Benth.) Tr. & Pl.
báõyekáõ hele, háõli õ PIP Piper sp. báõyo·kwõáõ ibuhu báõyábáõláõ e·tá PIP Piper piscatorum Trelease & Yuncker báõ·báõi ·yáì báõ·ko ANA Mangifera indica L. Sp. Pl. báõ·tukáilá, uli áye báõ·tuõleõ hu báõ·tuõleõ, háõliõ FAB Clathrotropis aff. glaucophylla Cowan báõ·táwì ·yáì bá·kátìwe helá, hetò HLC Heliconia sp. bá·tiõleõ ·ko·ko CYC Dicranopigium aff. yacu-sisa Harling bèõ ·tu ARA Xanthosoma sp. bèõ· tu, háõliõ LIL bè·ko hyá ·ko·ko, iye BML Aechmaea cf. bromeliifolia (Rudge) Baker bòõlò ·táwì bòõlò ·táwì, háõliõ CSL Maccolodium sp. c Ëeõlo õ, háõliõ CYP Cyperus sp. c Ëieloõ POA Olyra sp. c Ëieõko heõláõ c Ëieõko heõláõ, hetò SEL Selaginela sp. c Ëieõko ibuhu SAP Paullinia leiocarpa Grisebach c Ëieõko ibuhu SAP Serjania sp. c Ëieõko ·táwì hele, uli FLC Cesearia mariquitensis HBK c Ëieõko ·táwì ·yáì FLC Casearia sp. c Ëieõko ·táwì ·yáì OCH Ouratea aff. polyantha (Tr. & Pl.) Engler c Ëieõko ·táwì ·yáì OCH Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler c Ëieõlo, uli CYP Cyperus laxus Lam. c Ëieõlo, uli CYP Cyperus luzulae (L.) Retz. c Ëieõlo, uli CYP Cyperus odoratus L.
477
Ho Name FLIA Latin Name c Ëieõlo, uli POA Andropogon bicornis L. c Ëieõloõ POA c Ëieõloõ hu ARA c Ëieõloõ/yelito, ·le õ c Ëo ibuhu MRC Norantea guianensis Aublet c Ëá·ká ·yáì hele, háõli õ EUP Aparisthmium cordatum (Juss.) Baill. c Ëá·ká ·yáì hele CHB Hirtella elongata Mart. & Zucc. c Ëá·ká ·yáì hele
CHB Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
c Ëáõká ká ·yáì hele ekwoli ·yáì elokáli hu/tuiek‡ hu eloli hele ·yáì BOR Cordia sericicalix A.D.C. eloli ibuhu VIT Cissus erosa L.C. Rich eloli ·yáì, hetò eloli ·yáì, uli ANA Anacardium giganteum Hanc. elá ·táwì e·kelo ·yáì e·kelo ·yáì, háõliõ e·káká hele PIP Piper hostmannianum (Miq.) C.D.C. e·káká ·yáì ibuhu e·káwile hu CLU e·lo to·ku ·ko·ko/e·lo tu ·ko·ko ARA háõli õ c Ëá·ká ·táwì CHB Hirtella elongata Mart. & Zucc. háõli õ tuyute ·yáì háõli õ yowálete MLS Aciotis purpurascens (Aqubl.) Triana háõli õ ·wáliõ ·yáì LEG háõli õ báõyá·ká hele PIP Piper sp. háõli õ eláõ ·yáì háõli õ káláwá heláõ háõli õ tièõbo ·yáì hele RUB Palicourea sp. hebá VOC Qualea aff. dinizii Ducke hebá ibuhu SAP hebá ·yáì helá ·yáì helá ·yáì, háõliõ hetálá ·wá·wá he·tálá ·wá·wá MUS Musa paradisiaca x L. hiliwe ibuhu CUC hiuuli hiuuli, háõli õ MYS hôlô ·yáì, i cËeká OCH Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler holokáli ibuhu OLC holowáká ·yáì holowáká ·yáì, háõliõ 1 FLC Laetia procera (Poepp.) Eichler holowáká ·yáì, háõliõ 2 FLC Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. holowáká, uli áye holowákáh ·yáì, áye hoõloõ ·yáì LCY Lecytis cf. corrugata Poiteau hoõloõ ·yáì, báhtuõ
LCY Lecythis corrugata Poiteau sub sp. rosea (Spruce ex Berg.) Mori
478
Ho Name FLIA Latin Name hoõloõ ·yáì, hetò LCY Eschweilera aff. tenuifolia (Berg) Miers hoõloõ ·yáì, hetò LCY Lecithys sp. hoõloõ ·yáì, háõli õ LCY Eschweilera aff. pedicellata (Rich.) Mori hoõloõ ·yáì, háõli õ LCY Eschweilera parvifolia Mart. ex A.P.D.C. hoõloõ ·yáì, ·wáõle·te LCY Eshwcilera sp. hoõloõ, bá·táwuõ hoõloõ, c Ëo LCY hoõloõ, uli LCY Lecithys sp. hu, ákuli bukì hulu, i·kwo hutibu hu huõle ·yáì huõle ·yáì, cËo SAP hyuwìli ibuhu DILL Davilla Kunthii Sy. Hil. hyá hábu ·yáì, cËo VOC Vochysia sp. háleá, uli áye háõli ibuhu MLP háõli õ ·káõláõwiõle CYP Cyperus spp. háõli õ ·yáì háõli õwá ibuhu i·c Ëeká ·táwì ·yáì AST Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski i·c Ëeká ·táwì ·yáì ERX Erythoxylum amazonicum Peyr. i·c Ëeká ·táwì ·yáì HCS Cheiloclinium cognatum (Miers.) A.C. Smith i·c Ëeká ·táwì ·yáì MOR i·c Ëeká ·táwì ·yáì MOR Brosimum sp. i·c Ëeká ·táwì ·yáì MRT i·c Ëeká ·táwì ·yáì VOC Qualea paraensis Ducke i·c Ëeká ibuhu HCS i·c Ëeká ibuhu MNS Abuta rufescens Aublet I·cËeká ibuhu RUB i·c Ëeká ibuhu VRB I·cËeká ·yáì, háõliõ RUB Amaiova corymbosa HBK. i·te ·kwá, ·táwì hele RUB Hamelia patens Jacq. ibo·toõ ibuhu AST Lycoceris triplinervia Less. ibuhu AST Mikania amazonica Baker ibuhu BIG ibuhu LOR Phoradendron crassifolium (DC) Eichl. ibuhu PAS Passiflora sp. ibuhu SOL ibuhu SOL ibuhu uli ibuhu weí SOL Solanum sp. ibuè·ká helá ibáko ·ko·ko ibáko ·ko·ko, uli BML ilewá, tu ·wá·wá ·táwì ORC ileõbá ·yáì, hetò CHB Hirtella sp. iliõwe hiõ táõli VIO iluhu, Ic Ëeká hetò HSC
479
Ho Name FLIA Latin Name iluwe, háliõ ARE iye ·yáì, ·cËábo MEL aff. Toulicia sp. iye ·yáì, ·cËábo MEL Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye to hu, hetò iye toto CNV Ipomea batata (L.) Lam. iye toto, cËo CNV Ipomea sp. iye tá·uile RUB iye ·yáì MEL Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, ·cËábo MEL Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, báõláõtáiku MEL Trichilia mazanensis Macbride iye ·yáì, cËo BRS Protium crassipetalum Cuatrec. iye ·yáì, cËo MEL Trichilia micrantha Bentham iye ·yáì, hetò MEL Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, hetò SAP Allophyllus sp. iye ·yáì, háõliõ iye ·yáì, háõliõ MEL Trichilia brachystachya Kl. iye ·yáì, háõliõ MEL Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, háõliõ MEL Trichilia pallida Sw. iye ·yáì, háõliõ MEL Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, háõliõ lìõ MEL Trichilia quadrijuga Kunth iye ·yáì, háõliõ lìõ MYS Iryanthera juruensis Warburg iye ·yáì, lìõ MEL Trichilia spp. iye ·yáì, uli MEL Trichilia inaequilatera Penn. iye ·yáì, uli MEL Trichilia mazanensis Macbride iye ·yáì, uli MEL Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye ·yáì, áte holowáká MEL Trichilia pleeana (A.Juss.) C.DC. iye, holowáká uli MEL Trichilia sp. iyebáõ·ko ·ko·ko BML iyebuleláõko ·yáì ANA Tapirira guianensis Aublet iyebuleláõko ·yáì SAP Cupania scrobiculata L.C.Rich. iyebuleláõkoõ ·yáì, háõliõ MEL iyetèlá, báut·e ACA Aphelandra cf. fasciculata Wasshaousen iye·telá ibuhu FAB Machaerium kegelii Meisner iye·telá ibuhu ·yáì FAB Machaerium madeirense Pittier iõleõbiye ·yáì iõleõbá ·yáì MRT Myrcia aff. inaequiloba (DC.) Legrand iõleõbá ·yáì, háõliõ RUB Tocoyena sp. iõleõwá kwá, beõ iõliõbo ·yáì, wáõiyoõ iõliõboõ ibuhu, wáõyoõ iõliõboõ ibuhu, wáõyoõ iõliõwebu/wiláká bu RUB iõliõyo hele ·yáì MLS Clidemia hirta (L.) Don iõliõyo hele ·yáì MLS Tibouchina geitneriana (Schltdl.) Cogn. iõliõyo hele ·yáì, háõliõ AST Rolandra fryticosa (L.) Kuntze iõliõyo hele ·yáì, háõliõ MLS Miconia aff. holosericea (L.)Triana iõliõyo hele ·yáì, háõliõ MLS Miconia matthaei Naudin iõliõyo hele ·yáì, háõliõ MLS Miconia sp. iõliõyo hele ·yáì, háõliõ MLS Miconia spp. iõliõyo ·yáì, cËo MLS Miconia aff. elata (Sw.) DC. iõliõyo ·yáì, cËo MLS Miconia holosericea (L.) A. DC.
480
Ho Name FLIA Latin Name iõliõyo ·yáì, uli MLS Bellucia grossularioides (L.) Triana iõliõyo ·yáì, uli MLS Miconia nervosa (Smith) Triana i·kulu ·yáì i·kwolète i·kwotì ·táwì VIO Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng i·kòtì ·táwì i·te bu, ·kwá·k·ibo i·te ·táwì ·yáì MLS Miconia Aff. holosericea (L.)Triana i·to telebá helá kolo ·yáì kolo ·yáì, li õboõ BOR Cordia nodosa Lam. kolo õte ·yáì, háõliõ VIO Leonia cynosa Martius kwá·tubo ibuhu káláilá ·yáì káláilá ·yáì, uli áye EUP Alchornea discolor Poepp. kìbòõlòkòtì ·táwì ·yáì leõbolá káwá, hiõliõleõ POA Cymbopogon citratus (DC.) Starf. leõláõ ·teõ·teõ leõláõ ·táwì hele RUB Hamelia patens Jacq. leõwá hele MLP Gossypium barbadense L. leõwá ibuhu MEN Mendoncia hirsuta (P. & E.) Nees leõwáõ hyá, cËo leõwáõ ·tuku hu tuábá, cËo leõ·káõlá hele, háõli õ PIP leõ·káõlá hele, uli PIP Photomorphe umbellata (L.) leõ·káõlá hele, uli PIP Piper sp. leõ·káõlá hele, ·wá leõ·káõlá hele/áye, ·kwi leõ·káõlá, huluwè·ká PIP Piper sp. leõ·káõláõ hele PIP Piper hispidium Sw. leõ·káõláõ hele PIP Piper lequale Vahl. leõ·káõláõ hele PIP Piper reticulatum L. leõ·wá Ibuhu ARA Montsera sp. le·lo áye/helá, hetò ARA le·wá ·wá·wá GSN Chrysothemis sp. libo õ RUT Citrus limón (L.) Burm. f. lile õ helá lile õ helá, háõliõ MRN Ischnosiphon sp. lile õ helá, i·c Ëeká MRN Ischnosiphon sp. lilu hu CUC lilu hu VIT liõ ibá·kwá/uli ·teluáõ /·tukuli hyá, uli BML li·lu hu, c Ëo VIT li·tu ·táwì, i·cËeká MEL Cedrela sp. li·tu ·yáì MEL Cedrela odorata L. li·tuále hî ARE Socratea exorrhiza (Mart.) Wendl lotáu ·yáì, háõliõ MOR Brosmimum utile (HBK) Pittier lotáõu ·yáì ELC Sloanea sp. lotáõu ·yáì, uli ELC Sloanea robusta Uitten lowekáto ibuhu FAB Machaerium madeirense Pittier lowetáe ibuhu LEG
481
Ho Name FLIA Latin Name lo·kwe hyeî STR Sterculia sp. lo·kwe ·yáì, cËo STR Sterculia pruriens (AubL.) Schum. lo·kwe ·yáì, háõliõ STR aff. Sterculia pruriens (AubL.) Schum, lo·kwe ·yáì, háõliõ STR Sterculia sp. lo·kwe ·yáì, uli lo·kwe, yuwáõká lue, lávi, ·yáì MIM Inga edulis Martius luwe ·yáì MIM Inga edulis Martius luwe ·yáì, boõ·toõ MIM Inga sp. luwe ·yáì, bulehtelo MIM Inga sp. luwe ·yáì, báõyekáõloõ MIM Inga bourgoni (AubL.) DC. luwe ·yáì, e·kò MIM Inga sp. luwe ·yáì, hebe MIM Inga sp. luwe ·yáì, hetò MIM Inga sp. luwe ·yáì, hetò uli MIM Inga sp. luwe ·yáì, hili MIM Inga edulis Martius luwe ·yáì, háõliõ MIM Inga bourgoni (AubL.) DC. luwe ·yáì, liõboõ MIM Inga sp. luwe ·yáì, lìõ MIM Inga bourgoni (Aublet) DC. luwe ·yáì, lìõ MIM Inga edulis Martius luwe ·yáì, uli MIM Inga sp. luwe ·yáì, uli MIM Inga edulis Martius luwe ·yáì, yelukye MIM Inga sp. luwe ·yáì, yá boõ·toõ MIM Inga sp. luwe ·yáì, áe MIM Inga sp. luwe ·yáì, álikwete MIM Inga bourgoni (Aublet) DC. luwe ·yáì, ·kwáõ·tìbò MIM Inga sp. luwe ·yáì, ·kábì
MIM
Abarema jupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim.
luwe ·yáì, ·kábì MIM Inga sp. luwe, boõlo·ko MIM Inga sp. luwe, I·kobáõ MLV Hibiscus abelmoschus L. luwekì hele QII Quiina cruegeriana Grisebach luwilo helá, tuwewe COS Costus sp. luwilo heõláõ, uli COS Costus sp. luwiyo helá luwiyo helá, háõli õ POA luwáõbo hele POA luwáõbo heõláõ POA luwáõbo ·toko wáõwáõ MRN luõwie·tu hu CUC Cucurbita sp. luõ·tiyebo ·yáì FAB Faramea stenopelata Mart. lu·ilu, háõliõ c Ëo CMM Tradescantia zanonia (L.) Sw. lábì ·yáì lábì ·yáì VOC Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì VOC Vochysia glaberrima Warm. lábì ·yáì, cËo VOC Qualea paraensis Ducke lábì ·yáì, cËo VOC Vochysia surinamensis Staflew lábì ·yáì, háõliõ VOC Qualea paraensis Ducke láye·tubì ibuhu, wáõyoõ
482
Ho Name FLIA Latin Name láõleke hu BML láõleke, c Ëo BML Bromelia aff. goeldiana L.B. Smith láõláõ hyá
MRN Monotagma laxum (Poepp. & EndL.) K. Schum.
láõláõ ·yáì lá·te SOL Capsicum frutescens L. lá·te hele GSN Besleria affinis Morton lá·te, hetò/uli lá·táI LEG lá·tái, cËo lìõlá ·wá·wá lìõlìõ ·yáì URT Urera caracasana (JACQ.) Griseb. lìõtìõ háwá PAP Cajanus cajan (L.) Millps. oibute CYC Dicranopygium aff. imeriense Harling oleikì hu, háõliõ olábo ·yáì RUB Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete olábu ·yáì, háõliõ RUB Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete olábu ·yáì, uli RUB Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete olábu, beõ oláitì ·táwì hele, háõliõ oláõuõ ·yáì, SAP Cupania americana L. oyolháie·tu ibuhu PAS Passiflora sp. oõleõkoõ ·yáì SPT Chrysophylum argenteum Jacq. oõleõkoõ ·yáì, lìõ MOR oõleõ·ká li·ti bá ·yáì oõ·koõ ·tu·ku áye sin nombre local CAC Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw sin nombre local EUP Acalypha macrostachya Jacq. tekwè hele ULM Trema micrantha (L.) Blume telelá hu CLU Clusia sp. telelá hu CLU Lucia grandifolia telelá hu MOR Ficus sp. telelá hu, báõeláõ MOR Ficus sp. telelá hu, hetò MOR Brosmimum utile (HBK) Pittier telelá hu, háõliõ BRS Trattinnickia burserifolia Aublet telelá hu, háõliõ MOR Coussapoa asperifolia Trécul telelá hu, háõliõ MOR Ficus aff. velutina Willd. telelá hu, háõliõ MOR Ficus paraensis (Miq.) Miq. telelá hu, háõliõ MOR Pseudolmedia laevis (R & P.) Macbride telelá hu, uli CEC Coussapoa asperifolia Trécul. telelá hu, uli CLU Clusia sp. telelá hu, uli MOR Ficus sp. telelá hu, ·kwáõ·tìbò CLU Clusia sp. telelá ·táwì ·yáì MOR Ficus paraensis (Miq.) Miq. titibu ·yáì BOM titibu ·yáì FAB Erythryna sp. titikì hele CLU Vismia cayenensis (Jacq.) Pers. toletá bu hele, beõ toto ·yáì MOR Brosimum utile (HBK) Pittier totohu ·yáì MOR Brosimum aff. utile (Kunth) Pittier totowibì káwá AMA Cyathula achyranthoides (HBK) Moq.
483
Ho Name FLIA Latin Name toõboõbá ibuhu, iye toõáõletá hele, háõliõ SOL toõèõ BML Ananas ananasoides L. tute·ká ·yáì, háõliõ RUB Ladenbergia amazonensis Ducke tutuebweteká ·yáì, áte tuwiyu ·yáì
SPT Chrysophyllum sanguinolentum (Pierre) Baehni
tuwáõleoteká ·yáì, áte MOR tuwìli ·yáì EUP Mabea sp. tuwìli ·yáì, háõli õ MOR Brosimum utile (HBK) Pittier tuwò ibuhu, háõliõ tuõwèõlo ibuhu/tuebe ibuhu
DLL Doliocarpus dentatus (AubL.) Standley sub sp. latifolia kubitzki
tuõwèõlo ·táwì hele EUP Hieronyma oblonga (Tul.) M.Arg. tuõwèõláõ ·yáì, háõli õ 1 EUP Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. tuõwèõláõ ·yáì, háõli õ 2 MRS Cybianthus sp. tuõwèõláõ ·yáì 1 RUB Warscewiczia coccinea (Vahl) Klotzsch. tuõwèõláõ ·yáì 1 SPT Pouteria caimilo (R. & P.) Radlkofer tuõwèõláõ ·yáì 2 STY Styrax sp. tá, ibuhu EUP Euphorbia sp. táwì, háõliõ EUP Acalypha cuneata Poepp. tìteká hu ibuhu
u·kulu ·yáì CHB Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
uli bèõ ARA Xanthosoma sagittifolium (L.) Schott uli ·kwáyo hele MYS Virola surinamensis (Rob.) Warburg ulu hiõ ARE Attalea maripa Aublet (Mart.) uluku ·yáì CHB Licania sp. uluku ·yáì MYS Iryanthera juruensis Warb. uluku ·yáì OLC Heisteria acuminata (H. & B.) Engler uluku ·yáì OLC Heisteria spruceana Engl. uluku ·yáì, cËo LAU uluku ·yáì, háõliõ AST Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski uluku ·yáì, háõliõ
AST Piptocoma schomburgkii (Schultz. Bip.) Pruski
uluku ·yáì, háõliõ BRS Protium tenuifolium (Engl.) Engl. uluku ·yáì, háõliõ CHB Licania sp. uluku ·yáì, háõliõ LAU Ocotea schomburgkiana (Nees) Mez uluku ·yáì, háõliõ OLC Heisteria acuminata (H. & B.) Engler uluku ·yáì, háõliõ c Ëo CHB uluku ·yáì, i·cËeká uluku ·yáì, uli
LAU Rhodostemonodaphne Kunthiana (Nees)Rohmer
uluku ·yáì, weõláõoli uyuwè·ká hu EUP Actinostemom amazonicum Pax & Hoff. u·ku áte ARA Caladium sp. weyáyi hele weyo ·táwì hele CHB weyo Ibuhu weyo ibuhu, uli SOL weyá ·yáì CHB Hirtella aff. friandra Sw. weyá ·yáì CHB Hirtella glandulosa Spreng.
484
Ho Name FLIA Latin Name weyá ·yáì CHB Hirtella hispidula Miq. weyá ·yáì EUP Actinostemon sp. weyá ·yáì MOR Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride weyá ·yáì, cËo EUP Actinostemon sp. weyá ·yáì, uli CHB Hirtella davisii Sandwith weõloõ ·yáì weõloõweõlo õ ·yáì CLU Caraipa densifolia Martius we·ká hu, báõeláõ uyu CEC Coussapoa asperifolia Trécul. we·káo ·yáì
CEC Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii
we·káo ·yáì, háõliõ CEC
Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis
we·káo ·yáì, háõliõ CEC Pourouma minor Benoist we·káo ·yáì, uli CEC Pourouma cucura Standley & Cuatrecasas we·káo ·yáì, uli
CEC Pourouma melinonii Benoist sub sp. melinonii
we·káo ·yáì, yuwáõká CEC Pourouma sp. we·káo, uli ·kwáyo CEC Pourouma sp. we·káu lìdì hái CEC Pourouma cecropiiafolia Mart., Reise Bras we·káu ·yáì, áye ·kuwète CEC we·káu ·yáì, ·kwáte
CEC Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis
we·káu ·yáì, ·kwáõtì CEC Pourouma bicolor Mart. supsp. bicolor we·tolo ·yáì we·tolo ·yáì, háõliõ CEC Cecropia angulata I.W. Bailey we·tolo ·yáì, háõliõ CEC Cecropia peltata L. we·tolo ·yáì, háõliõ EUP Ricinus communis L. we·tolo ·yáì, uli CEC Cecropia sciadophylla Martius we·tolo, bálo· EUP Ricinus communis L. wiweõyo helá õ, ·c Ëábo õ POA wiweõyo he õlá wiõleõ ·yáì, háõliõ wuáè·kì, iye wuèká bi·uálte ibuhu, ili/·ti·tiwá ibuhu LEG Canavaha sp. wá·likye ·yáì SPT Ecclinusa guianensis Eyma wálebá ·yáì, cËo wálicËiáõláõ ·táwì EUP wálicËiáõláõ ·táwì hele ERX Erythroxilum sp. wálule, c Ëo wáyá CRC Carica papaya Mill, Gard. wáõiyo ·yáì, uli MOR Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride wáõiyoõ ibuhu BIG wáõiyoõ ·táwì ·yáì RUB wáõiyoõ ·yáì, háõli õ BRS Protium sp. wáõiyoõ ·yáì, háõli õ BRS Pseudolmedia laevigata (R & P.) Trec wáõiyoõ ·yáì, háõli õ MOR Brosmimum lactescens (S.Moore) C.C.Berg wáõiyoõ ·yáì, háõli õ MOR Helicostylis tomentosa (P. & E.) Rusby wáõiyoõ ·yáì, háõli õ MOR Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride wáõiyoõ ·yáì, háõli õ hetò wáõle õ, háõliõ DSC Dioscorea trífida L. wáõlebáõ ·yáì hele, i·c Ëeká APO Bonafousia sananho (R. & P.) Margraff wáõleká toõtoõ ·yáì, wáõiyoõ MIM Enterolobium schomburgkii Bentham
485
Ho Name FLIA Latin Name wáõleõ wáõleõ, átetá wále·te wáõleõbá ·yáì hele APO Bonafousia sp. wáõleõbá ·yáì hele
MOR Helicostylis tomentosa (Poepp. & Endlicher) Rusby
wáõleõbáõ hele, hetò wáõleõbáõ ·yáì, wáõiyoõ
MOR Helicostylis tomentosa (Poepp. & Endlicher) Rusby
wáõleõbáõ ·yáì, ·teõ·teõ APO Bonafousia sananho (R. & P.) Markgr. wáõleõkáõõ hu CSL Bauhinia guianensis Aublet wáõleõkoõ hu, uli EUP Mabea sp. wáõleõkoõ hu, uli SPT Chrysophyllum argenteum Jacquin wáõleõkoõ ·yáì, háõliõ
SPT
Chrysophyllum argenteum Jacq. sub sp. auratum (Miq.) Penn.
wáõleõkoõ ·yáì, uli wáõliõláõ ·yáì wáõlule ·wá·wá wáõlule ·wá·wá MUS Musa paradisiaca x L. wáõyáõbukì AST wá·ká áye, beõ MNM Siparuna guianensis Aublet ye hele RUB Paliconea sp. yewo ic õubu hu yeì ibuhu yeì ·yáì yowálá ·yáì MLP Byrsonima sp. yowálá ·yáì, ·cËábo yowálá ·yáì, háõliõ CHB Licania aff. canegeriana Urban yowálá ·yáì, háõliõ CHB Parinari excelsa Sabine yowálá ·yáì, lìõ yowálá ·yáì, uli CHB Licania sp. yowálá ·yáì, uli VOC Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. yowálá, iõliõlá hele yowálá, wáõiyoõ yowò ·yáì yue·ká ibuhu/kule ibuhu DLL Davilla kunthii St. Hil. yuwáòláká ibuhu VIT Cissus sp. yuwáõká ·yáì MRT Psidium sp. yuì yá hu yáõu hyeï yá·kiewáõyoõ ·yáì á ibuhu ábuwibìká hele CSL Senna obtusifolia (L.) I. & B. ábáluweká ·yáì OPI Agonandra brasilensis Miers. ex Bentham ábáluweká ·yáì, uli BOR Cordia nodosa Lam. áe·kwáõ ·yáì áe·kwáõ ·yáì, háõliõ MYS aff. Virola sebifera Aubl. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ MYS Iryanthera juruensis Warb. áe·kwáõ ·yáì, háõliõ MYS Virola elongata (Benth.) Warb. áe·kwèõ ·yáì, uli MYS Iryanthera juruensis Warb. áhkulitì báõláõ ibuhu SAP Paulinia pachycarpa Benth.
486
Ho Name FLIA Latin Name áiyáiyáite·ká ·yáì ákáh ·táwì ále, ·ti·ti bá áleõ hele EUP Manihot esculenta Crantz álikwete ·yáì EUP Maprounea guianensis Aublet áliõluõ ·tukì ARA Caladium sp. áli·tuyo, uli AMA Alternanthera sp. álukè ·yáì
ARAL Schefflera morototoni (Aubl.) Maquire, Steyerm. & Frodin
áte ·táwì ·yáì áte, i·kò ARA Caladium/Xanthosoma sp. áu ibuhu BIG Tanaecium sp. áu kobá ·yáì áuleõ ·táwì OPI aff. Agonandra brasilensis Miers ex Benthamáu·tuõleõkoõ ·yáì MLP Bunchosia argentea (Jacq.) áwelá hyá wáõwáõ HLC áwelá ·yáì õ/bá hiõ áwáhto hiõ ARE Attalea sp. áwáhto hu áwáká ·yáì LCY Gustavia aff. poeppigiana Berg áwáká ·yáì
RUB Posoqueria latifolia (Rudge) Roem. & Schultes
áwáká ·yáì, uli áwálì hyá PIP Piper piscatorum Trelease & Yuncker áyeyu ·yáì, uli MOR Artocarpus altilis (Parkinson) Fosberg áõbiõyeõ ·táwì
EBN Diospyros pratermissa Sandwith/ D. vestita Benoist
áõbiõyeõ ·táwì EBN Diospyros vestita Benoist áõbiõyeõ ·táwì, i·cËeká LEG áõbiõyeõ ·táwì, uli áõbiõyeõ, yewi ACA Justicia pectoralis Jacq. áõbiõyeõweká hele, uli EUP Acalypha sp. áõle beõ bu hele, báliyeká áõle bu hele, ·tuwèto beõ áõle ·táwì ·yáì BRS Protium unifoliolatum Engl. áõle ·táwì ·yáì, i·c Ëeká toõloõláõ SAP Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. áõle ·táwì, háõli õ LEG áõle ·yáì, ·ti·tikì SOL áõlá ·yáì, cËo cËá·ká áõlá ·yáì, háõliõ áõláõ ·yáì
RUB Genipa americana L. var. caruto (HBK) K.Schum
áõláõl·tá koõkoõ áõláõwiõliõ ·yáì CSL Sclerolobium sp. áõláõwiõliõ ·yáì, ·cËábo áõláõwiõliõ ·yáì, ·kwáõyákeyábo áõláõwiõliõ ·yáì, ·ole·te OCH Ouratea castaneifolia (DC.) Engler áõláõwiõliõ, i·c Ëeká áõwáõkáte ·yáì/áõwáõ ·yáì LAU Persea americana Mill. áõ·loõ POA Oryza sativa á·kukè ·yáì hele, háõliõ BOR Cordia nodosa Lam. á·kukè ·yáì hele BOR Cordia nodosa Lam.
487
Ho Name FLIA Latin Name á·kukè ·yáì, uli STR Herrania lemniscata (Schomb.) Schult. á·kuli tu báõlá hu, háõliõ á·kuli ·yáì
CLU Chrysochlamis membranacea Triana& Planchon
á·kuli ·yáì , háõliõ SPT Pouteria venosa (Mart.) Baehni á·tikwèõ ·yáì SAP Matayba sp. á·tikwèõ ·yáì, cËo báõláõ á·tikwèõ ·yáì, lìõ ·ki õleõ hu/bá hu, yewo iye LEG ·ki õ·kile ·tu ái hyá RUB Geophila cordifolia Miquel ·ki õ·kiletì ibuhu ·kobáõ ·yáì/·táwì CLU Calophyllum brasiliensis ·kolowá hiõ/·ko·ko ARE Attalea sp. ·kolo·kolo hu, háõliõ ·ko·ko lìtìbiõbì IRI Eleutherine bulbosa (Miller) Urban ·ko·ko lìtìbiõbì IRI Eleutherine bulbosa (Miller) Urban ·ko·ko ·tu báõ háwá/·we·we tá, báõbáu ·kubuwáká ·yáì hele LAU Ocotea aff. sanariapensis Lasser ·kubuwáká ·yáì hele MNM Siparuna guianensis Aublet ·kubá ·yáì PRT Roupala montana Aublet ·kubèõto ·yáì, uli MLS Bellucia prossularioides (L.) Triana ·kubèõto·yáì MLS Bellucia grossularioides (L.) Triana ·kukule ibuhu PAS ·kule ibuhu DLL Davilla kunthii St. Hil. ·kule ·táwì FLC Casearia aff. sylvestris Sw. ·kule·tìlìáte ·yáì FLC Casearia sylvestris Sw. var. sylvestris ·kule·tìlìáte ·yáì RUB Isertia aff. parviflora Vahl ·kule·tìlìáte ·yáì RUT Raputia aromatica Aublet ·kule·tìlìáte ·yáì SAP Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. ·kuli kuli ·yáì DLL Curatella americana L. ·kulilu hele BIX Bixa orellana L. ·kulilu hele, hetò BIX Bixa sp. ·kulilu ·yáì, cËo hetò BIX Bixa sp. ·kute
CUC Cucurbita moschata (Duch. ex Lam.) Duch. ex Poir.
·kutile ·yáì ·kutile ·yáì, cËo ·kutile ·yáì, cËátì ·kutile ·yáì, háõliõ ANN Duguetia sp. ·kutile ·yáì, háõliõ c Ëátì ·kutile ·yáì, lìõ ANN Anaxagorea sp. ·kutile ·yáì, lìõ ANN Guatteria aff. foliosa Benth. ·kuõbiekáhi hele ·kuõbiekáhi hele, yewo ·kuõte·ká ibuhu, yewo MLP ·ku·káõbiõkábu PAS Passiflora quadriglandulosa Rodschied. ·ku·te ibuhu ·kwe ·yáì, yelikuete ·kweyoko hele, háõliõ VIO Leonia cynosa Martius ·kwiwi ·yáì CLU Caraipa densifolia Martius ·kwiwi ·yáì MEL Trichilia sp.
488
Ho Name FLIA Latin Name ·kwiwi ·yáì VOC Vochysia ferruginea Martius ·kwiwi ·yáì, háõliõ CLU Caraipa densifolia Martius ·kwiyele ·yáì MRT Myrcia aff. fallax (Rich.) DC. ·kwiyo hu LEG ·kwiyo ·yáì ·kwiyo ·yáì, háõliõ ·kwiyo ·yáì, lìõ ·kwiõyo ·yáì, uli LEG ·kwá bu, hetò/bu, báõbáu ·kwá háwá wáwá, hetò SOL ·kwá ·ko·o MRN Maranta aff. ruiziana Koern. ·kwá ·táwì CHB Licania aff. cruegeriana Urban ·kwái·le ibuhu ·kwái·le ·tu hele
CHB Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
·kwái·le ·tu hele CHB Licania apetala (Meyer) Fritsch ·kwái·le ·tu hele MOR Brosimum guianense (Aubl.) Huber ·kwái·le ·tu hele SAP Talisia sp. ·kwái·le ·tu hele TEO Clavija lancifolia Desf. ·kwái·le ·táwì ·yáì ·kwáli ·yáì CEC Pourouma minor Benoist ·kwáli ·yáì, uli CSL Tachigali sp. ·kwálweyá ·yáì, beõ CHB Hirtella glandulosa Spreng. ·kwáláká áye, áwelá ·kwáták·á ibuhu bu tu, áwelá /á·tebo ·táwì ARA ·kwáyo hele, háõliõ ·kwáyo hu HCS cf. Prionostemma sp. ·kwáyo o õleõká toto ·yáì MIM aff. Adenanthera peregrina (L.) Sperg. ·kwáyo o õleõká toto ·yáì MIM Enterolobium schomburgkii Bentham ·kwáyo ·tu hele
TEO Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana (Standl.) Ståhl
·kwáyo ·táwì SPT ·kwáyábá ·yáì MRT Psidium guajava L. ·kwáyábá ·yáì, hetò MRT Psidium acutangulum DC. ·kwáõ, c Ëo LEG ·kwáõiõte hu ibuhu LOR ·kwáõkeyábo ·yáì, háõliõ ·kwáõliõ hái ·kwáõliõyo õ ·yáì MOR Pseuldolmedia laevis (R. & P.) Macbride ·kwáõláõká ·táwì ·kwáõláõlká ·yáì, c Ëo i·c Ëeká LEG Ormosia coccinea Jacks ·kwáõláõlkáõ hele POA Coix lachryma-jobi L. ·kwáõláõlkáõ hele, cõo MRS Ardisia sp. ·kwáõyubu ibuhu BIG ·kwáõyuweõ ibuhu BIG ·kwáõ·keyábo ·yáì EUP Conceveiba guianensis Aublet ·kwá·kiálá ·táwì ·yáì ·kwá·kwáli ·yáì CSL Swartzia grandifolia Bong. ex Benth. ·kwá·tekibá ·táwì PAS ·kwá·táõláõtì hele ·kwá·ulebo ihtiyebo MEL
489
Ho Name FLIA Latin Name ·kwò MRN Maranta arundinacea L. ·kyáwelá ibuhu RUB Geophila repens (L.) J.M. Johston ·kábule hele, háõliõ RUB Faramea occidentalis (L.) Rich. ·kábule ·yáì VOC Erisma uncinatum Warm. ·kábule, cËo ·kábulu hele ·kábulu hyá ·wá·wá MRN ·kábulu ·wá·wá wáitewá MRN Calathea lutea (Aubl.) G. Mey ·kábále ·yáì
RUB Faramea occidentalis (L.) A. Rich. sub sp. occidentalis var. meridionalis Steyerm.
·káile ibuhu ·káile ibuhu, uli ·káile ·yáì táwì
CHB Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance
·káile ·yáì táwì SAP Micropholis egensis (A.D.C) Pierre ·káile ·yáì, c Ëo háõli õ SPT ·káile ·yáì, háõliõ SPT ·káile ·yáì, uli SPT Manilkara sp. ·káile, báõbáu SPT ·káile, yeluweká ·káile, yeluweká háõliõ ·káiyá hu ·káli iõleõbá ·yáì EUP Mabea sp. ·káli ·táwì ·yáì MEL ·káli ·yáì, tuwewe ·kálibule ·táwì ·kálibule ·táwì, uli RUB Landebergia amazonensis Ducke ·kálibuleláõkoõ hele ·yáì SPT ·kálibèõle ·yáì, uli APO Couma macrocarpa Barbosa Rodríguez ·kálibèõleõ ·yáì APO Couma macrocarpa Barbosa Rodriguez ·kálileõláõbukè ·yáì EUP Mabea sp. ·kálileõláõbukè ·yáì MOR Helicostylis tomentosa (P. & E.) Rusby ·kálileõláõbukè ·yáì, háõliõ ·káliwèõkì, báõbáu/·káliwekì, cËo ·káliwèõkì ·yáì ANN Duguetia calycina Benoist. ·káliwèõkì ·yáì, uli ·káláwe ·káláwe, háõliõ hetò ·káláwe, lìõ hetò EUP Croton cuneatus KL. ·káláwiõleõ ·ko·ko CYP ·káláyá ·yáì ·káláyá ·yáì, ·c Ëábo LCY ·káláõláõ helá õ POA Saccharum officinarum ·káwibu káwá/báõláõkì ·káwáI SOL Nicotiana tabacum L. ·káwái, buõ ·toè HAE Xiphidium coeruleum Aubl. ·káwái, háõliõ SOL Nicotiana sp. ·káwále ·táwì, tuoli ·káwále ·yáì CCR Caryocar microcarpum Ducke ·káwále ·yáì, hetò CCR Caryocar sp. ·káwále ·yáì, lìõ CCR Caryocar microcarpum Ducke
490
Ho Name FLIA Latin Name ·káwìkè ·yáì ·káwìle iõliõ ·yáì ·káwìle ·táwì hele, háõliõ ·káwìle ·yáì SAP Ecclinusa sp. ·káwìle ·yáì VOC Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, lìõ VOC Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, uli VOC Erisma uncinatum Warm. ·káwìle ·yáì, uli VOC Qualea paraensis Ducke ·káyá heláõ, ibu ·káyá hu ARA ·káyá áye ·káyá, háõli õ CMM Tradescantia zanonia (L.) Sw. ·káõbáõyá ·kwèõto ·yáì EUP Micrandra cf. siphonioides Bentham ·káõbáõyáõ ·táwì ELC Sloanea sp ·káõbáõyáõ ·táwì EUP Conceveiba guyanensis Aubl. ·káõbáõyáõ ·táwì FLC Lindackeria paludosa (Bentham) Gilg ·káõbáõyáõ ·táwì TIL Luehea sp. ·káõbáõyáõ ·táwì VOC Qualea paraensis Ducke ·káõbáõyáõ ·táwì VOC Vochysia aff. vismiifolia Spruce ex Warm. ·káõbáõyáõ ·táwì/·wáibo EUP Conceveiba guianensis Aublet ·káõláõláõ hele POA ·káõláõwiõle CYP Cyperus spp. ·káõláõwiõle ibuhu ·káõláõwiõle táwì hele ·yáì CMP ·káõláõwiõle, uli CYP Cyperus sp. ·káõláõwiõleõ helá/hoho, hetò CYP ·káõláõwiõleõ, háõli õ CYP Rhynchospora sp. ·káõláõwá heõláõ, uli CYP ·káõláõwá hoho/hyá/·wá·wá
SRZ Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq.
·káõláõwá áláte/helá/hoho, háõliõ ·káõyeõlá õ ·yáì ·káõyeõlá õ ·yáì FLC Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. ·káõyeõlá õ ·yáì
SPT Pouteria venosa (Mart.) Baehni sub sp. amazonica Penn.
·káõyeõlá õ ·yáì, u·to ·káõ·káõto hu PIP Peperomia sp. ·káõ·káõto hu
TEO Clavija lancifolia Desf. sub sp. chermontiana (StandL.) Ståhl
·káõ·káõto hyá ARA Philodendron sp. ·káõ·káõto ·yáì ·káõ·káõtobá ibuhu ARA ·ká·ká ·yáì ·ká·wiye áye, báõlálá ZIN ·ká·wiye ·táwì LEG ·ká·wiye ·táwì, bálo· ·ká·wiye ·táwì, hetò ·lebáõ ARE Bactris gasipaes ·leilá i·c Ëe·ká ·táwì ·lewì hyá MRN ·leõbáõ hiõ ·leõbáõle ·yáì
491
Ho Name FLIA Latin Name ·leõbáõle ·yáì, uli VOC Qualea paraensis Ducke ·le·te hu ·le·te ·yáì FAB Clathrotropis macrocarpa Ducke ·lute hele, hetò ·lute ·yáì BRS Dacryodes sp. ·lute ·yáì, uli BRS Dacryodes sp. ·lute ·yáì, áwelá BRS Dacryodes peruviana (Lors.) Lam. ·lute, háõliõ BRS Dacryodes sp. ·luwilu heõláõ COS Costus cf. spiralis ·luwilu, ·c Ëábo COS Costus arabicus L. ·lábo BIG Lagenaria siceraria ·lábo hu CUC Fevillea spp. ·lábo ·yáì ·lábo ·yáì, lìõ RUB ·lábo ·yáì, uli VOC Erisma uncinatum Warm. s.l. ·láláká hu CLU Clusia aff. rosea L. ·láláká ·yáì, háõliõ MOR ·láõbo ·to·to CUC Cucumis melo L. ·láõláõ hu BML Ananas comosus (L.) Merr ·láõ·láõ hu ·láõ·te, cËo ·lá·bè ·yáì VOC Erisma uncinatum Warm. ·lá·hte, cËo hetò ·lá·te ibuhu ·lá·táI ·lá·tái, áwelá ·oleá·te ibuhu ·yáì LEG Dioclea malacocarpa Ducke ·telo·wè tábá ibuhu, báõláõ kwá ·tewá helá, háõli õ/bilá helá, háõliõ HLC Heliconia sp. ·tewá hyá háõliõ ·tuku helá, háõliõ/·tuku helá, háõliõ HLC Heliconia sp. ·tewá hyá ·wá·wá HLC Heliconia cf. acuminata ·tewá hyá ·wá·wá HLC Heliconia cf. caribaea ·tewá hyá ·wá·wá HLC Heliconia psittacorum L.F. ·tewá ·wá·wá, wáõlule ibì HLC Heliconia sp. ·teõbá ibuhu ·teõbá ibuhu, liõ ·teõkwá, hutli MRT aff. Psidium submetrale Sw. ·teõ·teõ ·yáì ·teõ·teõ ·yáì, uli LEG ·teõ·teõwáõláõ ·yáì MRT Psidium sp. ·teõ·teõwáõláõ ·yáì, háõliõ SOL ·te·te ·yáì, weyá LEG ·tikiwili hyá ·tikiwili áye/hele, cËo ·tikiwili ·yáì RUB ·tikuli, ·kule MLS ·tiyebo hele, hetò RUB ·tiyebo ·yáì RUB Psychotria lupulina Bentham ·tiyebo ·yáì VIO Amphirrhox longifolia (St. HiL.) Sprenp. ·tiyebo ·yáì hele, háõliõ RUB Rudgea cornifolia (HBK) Standl. ·tiõleõ hyá, uli CYC Evodianthus funifer (Poit.) Lindm. sub sp.
492
Ho Name FLIA Latin Name funifer
·tiõ·tiõwo kwábo háwá ·táwì, beõ LEG ·ti·ti ·yáì MYS Iryanthera juruensis Warb. ·ti·ti ·yáì, háõliõ APO Aspidosperma marcgravianum Woodson ·ti·ti ·yáì, háõliõ MOR Ficus sp. ·ti·ti ·yáì, háõliõ VOC Voshysia ferruginea Martius ·ti·ti ·yáì, háõliõ lìõ APO Aspidosperma marcgravianum Woodson ·ti·ti ·yáì, i·cËeká MOR ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ MOR Brosimum guianense (Aubl.) Huber ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ MOR Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ MOR Brosimum potabile Ducke ·tï·tïwèká ·yáì, háõliõ MOR Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride ·toboõ·te hele, ·kwáyo TEO Clavija lancifolia Desf. ·tobá hele, háõliõ CSL Brownea coccinea Jacquin ·tobá ibuhu ·tobá ·yáì PLG Coccoloba fallax Lindau ·tobá ·yáì, hetò MRS ·tokolo ·yáì APO Himatanthus aff. articulatus (Vahl) Woodson·tokolo ·yáì, uli APO Himatanthus articulatus (Vahl) Woodson ·tokwe ·yáì ·tokwo hele
MRN Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy & Nicholson
·tokwo hele STR Sterculia pruriens (AubL.) Schum. ·tokwá hele MYS Stylogyne longifolia (Mart. ex Miq.)Mez ·tokwáwá hele PHT Phytolacca rivinioides Kunth & Bouché ·tokwáwá hele SOL Cestrum latifolium Lam. ·tote hele ·yáì, háõliõ ELC Sloanea guianensis (Aubl.) Benth. ·tote ·yáì ·tote ·yáì, uli ELC Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ·tote ·yáì, uli VIO Leonia cynosa Martius ·totekáõloõ ·yáì, yá ·tote·káõloõ ·yáì MRT Psidium sp. ·totìlì teká hu ·towèko ·yáì, háõliõ ·toõkoõloõ ·yáì, lìõ APO Himatanthus articulatus (Vahl) Woods. ·toõloõlá õ ·yáì, háõliõ ·toõloõláõ ·yáì SAP Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. ·toõloõláõ ·yáì SAP Matayba guianensis Aublet ·toõloõláõ ·yáì, lìõ SAP Matayba sp. ·toõloõláõ ·yáì, uli SAP Matayba aff. elegans Radlk. ·toõtoõtoõ ·yáì, háõliõ EUP Conceveiba guianensis Aublet ·toõwáõko ·yáì, hetò ·toõwèõko ·yáì MRT ·to·ko heõláõ HLC Heliconia sp. ·tu hele, áwelá PLG ·tu iõliõbu, wòli ·tu ·táwì ·yáì, buõ SAP Talisia retusa Cowan ·tuku hyá/heõlá, liõboõ õ ·tuku ·yáì, i·kwo ·tukuli hele, kule MLS ·tukuõye hele MNM Siparuna guianensis Aublet
493
Ho Name FLIA Latin Name ·tuliwèká hele, háõliõ/·tuyeõte hele, háõliõ ·tuliõ ·yáì ·tuliõ ·yáì, háõliõ/ilewá ·tuwekì wáõwá, boõ ·yáì HAE Xiphidium coeruleum Aublet. ·tuwobeleõke õkeõ ·yáì CHB Licania densiflora Kleinh. ·tuwobeleõke õkeõ ·yáì CHB Parinari excelsa Sabine ·tuwobeleõke õkeõ ·yáì, hetò ·tuwáõ bèõ ARA Xanthosoma spp. ·tuwèto ·yáì BRS ·tuyeõte hele ·tuyeõte ·tuliwètì tuku ·ko·ko, háõliõ LIL ·tuèbo hyá FAB Desmodium sp. ·tuèloõ bèõ ARA Xanthosoma spp. ·tuèõbe bule i õliõ· ko·ko ZIN Zingiber officinale Roscoe ·tuèõbe buleiõli õ ·ko·ko MRN Calathea inocephala (Kuntze) Kennedy &
Nicholson ·tuõbiõeõte hele ACA Ruellia malaca Leonard. ·tuõbiõlu ·yáì CMB Terminalia amazonia (Gmel) Exell ·tuõbiõlu ·yáì LEG Dipteryx sp. ·tuõbiõlu ·yáì, uli CMB Terminalia amazonia (J. Gmelin) Exell ·tuõliweõtì hele
VIO Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague & Sandw. var. pubiflora
·tuõluõwete ·yáì ·tuõluõwete ·yáì, uli ·tuõluõwete, hetò ·tuõwibì· káwá/·tubiõ·tele káwá MLV Wissadula sp. ·tuõwè bèõ· ARA ·tuõè iboto FAB Phaseolus vulgaris L. ·tuõè ibuhu LEG ·tuõèbe ibuhu DILL Pinzona coriacea Mart. & Zucc. ·tu·kuá ·ko·ko, uli ·tuõliweõtì BML ·tu·kwo ·wá·wá/·toko hyá/ìle hyá/ìle hyá MRN Hylaenthe sp. ·tu·kwábáõleká hu PAS ·tu·tiko ·yáì ·tu·tiko ·yáì, báõbáu/·tu·tikì ·yáì, háõliõ ·tu·tiko ·yáì, cËo RUB ·twáõ ibuhu ·tábu ·tu hile õ heõláõ HLC Heliconia sp. ·tábu ·tu ·ko·ko/·tábu ·tu heõláõ MRN Ischnosiphon arouma (AubL.) Koern. ·tábuõ POA Zea mays ·tábuõ hele ·tábuõ hetò ·tábuõ átehu/uli ·táwì lìõ
CEC Pourouma guianensis Aubl. sub sp. guianensis
·tábáli ibuhu, uli MNS ·tábálí ·yáì BIX Cochlospermum orinoscence (HBK) Stued. ·tábáli ·yáì, cËo ·tábáli ·yáì, liõboõ BOM Ceiba sp. ·tábáli ·yáì, lìõ BOM Ceiba sp. ·tábáli ·yáì, toto BOM Ceiba/Pseudo bombax sp. ·tábáli ·yáì, uli BOM Ceiba pentandra (L.) Gaertn. ·tábáli ·yáì, álikwete
494
Ho Name FLIA Latin Name ·tábáõ hu MNS Orthomene sp. ·táile ·yáì LEG ·táilo, hetò ·tái·kwálei HAE Xiphidium coeruleum Aublet ·tákálá, háõliõ ·táu·ku cËo lá·te GSN Chrysothemis dichroa Leeuwenberg ·táwìáte ·yáì, lìõ HUM Humiria balsamifera Aubl. ·táwe heõláõ, uli HLC ·táwe ·yáì, uli lìõ ·táwe ·yáì/ hebá GUT Garcinia sp. ·táwibo helá õ ·táwibo helá õ, háõliõ POA Elytrostachys sp. ·táwibo helá õ, háõliõ POA Guadua sp. ·táwibo helá õ, háõliõ POA Olyra micrantha HBK ·táwibo helá õ, háõliõ POA Olyra micrantha HBK ·táwibo helá õ, áwelá POA ·táwáte ·yáì ELC Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì, háõliõ BRS Protium sagotianum Marchand ·táwáte ·yáì, háõliõ ELC Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ·táwáte ·yáì, háõliõ ELC Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ·táwáte ·yáì, uli ELC Sloanea laurifolia (Benth.) Benth. ·táwáte ·yáì, uli ELC Sloanea laxiflora Spruce ex Benth. ·táwáte ·yáì, lìõ ELC Sloanea opposifolia Spruce ex Benth. ·táwì ibuhu CAC Epiphyllum phyllanthus (L.) Haw. ·táwì ·wá·wá wou·kì/·ká·káto ·táwì ·ko·ko ·táwì ·yáì, cËo AST Piptocoma schomburgki (Sch.-Bip.) Pruski ·táwì ·yáì, cËo AST Piptocoma schomburgkii (Sch. Bip.) Pruski ·táwì ·yáì, cËo RUB Paliconea sp. ·táwì ·yáì, cËo VOC Vochysia glaberrima Warm. ·táwì ·yáì, cËo VOC Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. ·táwì ·yáì, hele ACA Ruellia malaca Leonard. ·táwì ·yáì, hetò ·táwì ·yáì, háõli õ GEN Coutoubea ramosa Aublet ·táwì ·yáì, háõli õ SAP Matayba purgans Poepp. & Endl. ·táwì ·yáì, lìõ VOC Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm. ·táwì, cËo i·c Ëeká VOC Qualea paraensis Ducke ·táõbuõ áte ·yáì ·táõilo hyá, báõbáu ·táõli hiõ ARE Maulitia sp. ·táõweõ ·yáì, holowáká CLU Garcinia madruno (HBK) Hammel ·táõweõ, háõliõ MRN Calathea latifolia (Willd. ex Link) Klotzsch ·táõ·weõ ·wá·wá MRN Calathea latifolia (Link) Klotzsch ·tá·tákáiká ·yáì EUP Mabea sp. ·tìlu hyá, háõliõ STR ·tìõkèwáká hele ACA Aphelandra scabra (Vahl) Smith ·tìõweõká hele, háõliõ ·tìõ·káõbeõká hu ibuhu PAS ·tìõ·kèõbeõ hu ·tìõ·kèõbeõ wu teká PAS ·tìõ·tì ·yáì, uli APO Aspidosperma marcgravianum Woodson ·tìõ·tì ·yáì, uli SAP Micropholis sp
495
Ho Name FLIA Latin Name ·tìõ·tìõ ibuhu /we›lo› ibuhu ·tìõ·tìõ ·yáì FAB Clathrotropis sp. ·tìõ·tìõ ·yáì, ·cËábo EUP ·tìõ·tìõbo ·yáì TIL Apeiba intermedia Uitt. ·tìõ·tìõbo ·yáì TIL Apeiba schomburgkii Szyszyl. ·tìõ·tìõbo ·yáì TIL Apeiba tibourbou Aublet ·tìõ·tìõboõ, yuwáõká TIL Apeiba sp. ·tìõ·tìõweõká ·yáì ACA Odontonema bracteolatum (Jacq.) Kuntze ·tìõ·tìõweõká ·yáì MOR Brosimum lactescens (S. Moore) C.C. Berg ·tìõ·tìõweõká ·yáì RUB Jsertia sp. ·tìõ·tìõweõká ·yáì, ·kwái·le MOR Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride ·tìõ·tìõwo ·yáì, báõbáu MRT ·tìõ·tìõwá helá, háõliõ HLC Heliconia sp. ·tìõ·tìõwèká ·yáì, ·cËábo MOR Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg ·tìõ·tìõwèká ·yáì, hetò MOR Brosimum sp. ·tìõ·tìõwèká ·yáì, háõliõ MOR Brosimum sp. ·tìõ·tìõwèká ·yáì, uli ·tì·kwáiye ibuhu CLU ·tì·tiwolá hu ·weõleõweõleõ ·yáì CSL Brownea coccinea Jacq. ·weõleõweõleõ ·yáì
CSL
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini
·weõleõweõleõ ·yáì ULM Trema micrantha (L.) Blume ·weõleõweõleõ ·yáì, háõliõ
CSL
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini
·weõleõ·weõle õ ·yáì, uli CSL
Brownea coccinea Jacq. sub sp. capitella (Jacq.) V. & A.
·wilo ibuhu, háõliõ ·wilo ·táwì, hetò MLP Byrsonima japurensis Adr. Juss. ·wilo ·yáì, beõ MLP Byrsonima sp. ·wiwe ·táwì ·yáì /láliwueõ ANA ·wiõleõ ·yáì BRS Protium unifoliolatum Engl. ·wiõloõ ·yáì RUB Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete ·wiõloõ ·yáì, cËo uli VOC Voshysia glaberrima Warm. ·wiõ·wiõtì hele ·wuá, uli LEG ·wáeká ·yáì CSL Brownea coccinea Jacq. ·wáeká ·yáì STR Guazuma ulmifolia Lam. ·wáeká ·yáì ULM Trema micrantha (L.) Blume ·wáeká ·yáì, cËo ·wáeká ·yáì, hetò TIL Vasivara alchorneoides Baillon ·wáeká ·yáì, háõliõ STR Guazuma ulmifolia Lam. ·wáeká ·yáì, háõliõ ULM Trema micrantha (L.) Blume ·wáeká ·yáì, wáõiyoõ ANN Rollinia sp. ·wáeká ·yáì, ·wiliõ ·wáI ·wá·wá ·wáI ·wá·wá, ·liõbeõlá CNA Canna indica L. ·wáibo ·yáì MOR ·wáibo ·yáì, uli ·wáilo hu, uli
496
Ho Name FLIA Latin Name ·wáilutì hu, báõláwá LOG Strychnos sp. ·wále uli DSC Dioscorea alata L. Sp. ·wáleká kwá ·yáì MOR Pseudolmedia laevigata Tréc. ·wáli ·yáì ·wáyo ibuhu ·wáyá ·yáì ·wáyá ·yáì, cËo CRC Carica sp. ·wáyá ·yáì, cËo háõliõ ·wáyá, háõli õ ·kili CRC Carica sp. ·wáõ ibuhu BIG Mussatia sp. ·wáõ ibuhu BIG Schlegelia sp. ·wáõ ibuhu, wáõiyoõ/yuwáõká ibuhu ·wáõ ·yáì LEG ·wáõI bu hu, uli MLP Mezia includens (Benth.) Cuatrec. ·wáõI ·táwì hele ·yáì RUB ·wáõI·tiõkwèõ hu ·wáõI·tuku hele RUB Psychotria poeppigiana M. Arg. ·wáõI·tuku he õláõ HLC ·wáõleká hu ibuhu CSL Bauhinia guianensis Aublet ·wáõleõkoõ hu HSC aff. Peritassa sp. ·wáõleõkoõ ·yáì CHB Hirtella bullata Bentham ·wáõleõkoõ ·yáì SPT Chrysophyllum argenteum Jacq. ·wáõle·te ibuhu ·wáõliõláõ ·táwì FAB Clathrotropis brunnes Amshoff ·wáõlá ·yáì, lìõ POA Arthrostylidium schomburgkii ·wáõláõ hele kwá POA Arthrostylidium sp. ·wáõláõ iõliõ ·táwibo ·yáì POA Arthrostylidium sp. ·wáõláõ iõliõbo ·ko·ko POA Arthrostylidium sp. ·wáõláõ ·yáì heõláõ POA Arthrostylidium schomburgkii ·wáõyá, ·kwáyo ·wá·táwá ibuhu
MNS Orthomene schomburgkii (Miers) Barneby & Krukoff
·wá·táwá ·ko·ko hiõ ARE ·wá·wì hi õ ARE Euterpe catinga Wallace var. catinga ·wá·wì hi õ ARE Euterpe precatoria Mart. var. precatoria ·wòli ibuhu bu SOL ·wòli iku u·kwá·toko ·yáì ANA Tapirira guianensis Aublet ·wòli tuku hyá AMA Alternanthera sp. ·wòli ·tuyo RUB Psychotria poeppigiana M. Arg. ·wòli ·yáì BIG Jacaranda copaia (Aublet) D. Don ·wòli ·yáì, háõliõ LEG
Apéndice Nº 4a: Respuestas con el consenso más alto en Caño Iguana. Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10báõli õyo ·yáì Brosimum alicastrum Sw. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0oláõu õ ·yáì Cupania americana L. SPT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·to bá·yáì Coccoloba fallax Lindau PLG 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0eloli ·yáì Cordia sericicalix A.D.C. BOR 0 1 0 0 1 0 1 1 0 0báõláõtáiku ·yáì Guarea guidonia (L.) Sleumer MEL 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli bo õ·we ·yáì Spondias mombin L. ANA 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0bule·telo luwe Inga sp. 1 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ lotáõu ·yáì Sloanea sp. ELC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uluku ·yáì Heisteria sp. OLC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli lo·kwe ·yáì STR sp. 2 STR 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0álikwete luwe ·yáì Inga bourgoni (Aubl.) DC. MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ báõlu ·yáì Trattinickia sp. 1 BRS 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tiyebo ·yáì Amphirrhox sp. VIO 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi ·wáeká ·yáì Guazuma ulmifolia Lam. STR 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0háõl õi ho õlo õ ·yáì Eschweilera sp. LCY 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0háõli õ lo·kwe ·yáì STR sp. 1 STR 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0
háõli õ báõu ·yáì Protium tenuifolium (Engl.) Engl./Protium aff. spruceanum (Benth.) Engl. BRS 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·wá·wì hi õ Euterpe catinga Wallace var. catinga ARE 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0háõli õ luwe Inga sp. 2 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tu õliwe õtì hele Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague & Sandw. var. pubiflora VIO 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0iyebuleláõko ·yáì Tapirira sp. ANA 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli we·tolo ·yáì Cecropia sp. 1 CEC 1 1 0 0 0 0 1 1 0 0c Ëo ·tiyebo ·yáì RHM sp. 1 RHM 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0á·kukè ·yáì Cordia nodosa Lam. BOR 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0uli lotáõu ·yáì Sloanea robusta Vitt. ELC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0báõlu ·yáì Trattinickia sp. 2 BRS 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1háõl õi õ uluku ·yáì Ocotea sp. LAU 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káliwe õkì ·yáì Duguetia calycina Benoist. ANN 1 1 0 0 1 1 0 0 0 0bá·te h õi Oenocarpus cf. bacaba ARE 1 1 0 0 1 1 0 0 0 1
·káwále ·yáì Caryocar microcarpum Ducke CCR 1 1 0 0 0 1 0 1 1 0uli iye Conceveiba guyanensis Aubl. EUP 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
497
Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10háõli õ ·káile ·yáì SPT sp. 1 SPT 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tìõkèwáká ·yáì Brosimum lactescrus (S. Moore) C.C. Berg MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tuwobele õke õke õ ·yáì Licania sp. CHB 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·wáõleká hu Bauhinia sp. CSL 0 0 1 0 1 1 0 1 0 0uli iye Trichilia mazanensis Macbride MEL 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·káile ·yáì Micropholis egensis (A.D.C) Pierre SPT 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0wálicõiáõláõ ·táwì Clathrotropis sp. LEG 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli áe·kwáõ ·yáì Virola elongata (Benth.) Warb./V. surinamensis (Rob.) Warburg MYS 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ we·káo ·yáì Coussapoa sp. CEC 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·we õle õwe õle õ ·yáì MOR sp. 1 MOR 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwái·le ·táwì ·yáì Talisia sp. SAP 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Benth./S. opposifolia Spruce ex Benth. ELC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
le õ·káõláõ hele Piper reticulatum L. PIP 0 0 0 0 0 1 0 0 0 0·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba intermedia Uitt./Apeiba tibourbou Aublet TIL 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0wáõiyo õ ·wáeká ·yáì Rollinia sp. ANN 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0bu õli hi õ Socratea exorrhiza (Mart.) Wendl. ARE 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1i õle õbá ·yáì Myrcia sp. MRT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli báõliõyo ·yáì Brosimum alicastrum Sw. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ iye ·yáì Trichilia brachystachya Kl. MEL 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0weyá ·yáì Hirtella sp. CHB 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·we õle õweõle õ ·yáì Brownea coccinea Jacq. CSL 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káõye õlá ·yáì Pouteria aff. venosa (Martius) Baehni SPT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0áwáká ·yáì Gustavia aff. poeppigiana Berg. LCY 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·kábule ·yáì Faramea occidentalis (L.) A. Rich. subsp. occidentalis var. meridionalis Steyerm. RUB 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
báõu ·yáì Protium crenatum Sandwith BRS 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·c Ëábo/·c Ëábolá ·yáì Clathrotropis sp. LEG 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáõ·keyábo ·yáì EUP sp. 1 EUP 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli áe·kwá ·yáì Iryanthera juruensis Warb. MYS 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ wáõiyo õ ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbr. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwái·le ·táwì ·yáì Licania sp. 1 CHB 1 1 0 1 1 1 0 1 0 0báliyeká ·táwì ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0wáõle õkoõ ·yáì Chrysophylum sp. SAP 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·wáõ ibuhu BIG sp. 1 BIG 0 0 1 0 1 1 0 1 0 0uli ho õloõ ·yáì Lecithys sp. LCY 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0bálo/háõl õi we·tolo ·yáì Cecropia angulata I.W. Bailey/Cecropia peltata L. CEC 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0hebe luwe ·yáì Inga sp. 3 MIM 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0uli·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba schomburgkii Szyszyl. TIL 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0ili luwe·yáì Inga sp. 4 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõl/ileká ·wáeká ·yáì Guazuma sp. STR 1 1 0 0 1 1 1 1 0 0uli uluku ·yáì LAU sp. 1 LAU 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káwìle ·yáì Erisma uncinatum Ward. VOC 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0weyo ·táwì CHB sp. 1 CHB 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiyo õ wáõle õbá ·yáì Helicostylis tomentosa (P. & E..) Macbride MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kutile ·yáì ANN sp. 1 ANN 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0wá·likye ·yáì Ecclinusa guianensis Eyma SPT 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0tu õwèõláõ ·yáì Warscewiczia sp. RUB 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0holowáká ·yáì Lindackeria sp. FLC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ /c Ëo áõláõwi õliõ ·yáì Allophyllus sp. SPT 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0hetò eloli ·yáì Cordia sp. BOR 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·to õlo õláõ ·yáì Casearia sp. FLC 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káwìkè ·yáì SAP sp. 1 SAP 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0bá ·yáì Bathysa sp. RUB 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0wáõiyowelotì ·yáì LEG sp. 1 LEG 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1·kwiwi ·yáì Caraipa sp. CLU 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káõbáõyáõ ·táwì Luehea sp. TIL 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0lìõlìõ ·yáì Urera caracasana (JACQ.) Griseb. URT 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0bo õ·to luwe·yáì Inga sp. 5 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0tuwìli ·yáì Mabea sp. EUP 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0lìõ luwe ·yáì Inga sp. 6 MIM 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0c Ëo ·ti õ·ti õ ·yáì Iryanthera sp. MYS 0 1 1 0 1 1 0 1 0 1báõlo uluku ·yáì Ocotea sp. LAU 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0c Ëo ·láliwe õkì ·yáì Duguetia sp. ANN 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli wáõiyo õ ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbr. MOR 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0ábáluweká ·yáì Agonandra sp. OPI 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyerm.) Delprete RUB 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1uli báõu ·yáì Protium opacum Swart. BRS 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10c Ëábo iye ·yáì Trichilia inaequilatera Penn. MEL 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0 44 87 5 1 89 90 13 95 2 6
% 44.90 88.7
8 5.10 1.0290.8
2 91.84 13.2796.9
4 2.04 6.12 Apéndice Nº 4b: Respuestas con el consenso más alto en Caño Mosquito. Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10i·c Ëe·ká ibuhu Abuta sp. MNS 73 73 73 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0lu õ·tiyebo ·yáì Amphirrhoxsp. VIO 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáõláõká ·táwì/báliyeká wáõiyoõ ·yáì Ardisia sp. MRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0c Ëo ·ti õ·ti õ ·yáì Aspidosperma sp. APO 1 3 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ bá hi õ Astrocaryum gynacasthum Martius ARE 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 0uluhi õ Attalea maripa ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1háõl õi olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete RUB 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1uli olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete RUB 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1olábo ·yáì Bathysa bathysoides (Steyem.) Delprete RUB 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1háõli õ toto ·yáì Brosimum sp. 1 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0háõli õ báõlile ·yáì Brosimum sp. 2 BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0toto ·yáì Brosimum aff. utile (Kunth) Pittie. MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0uli ·tìõkèwáká ·yáì Brosimum sp. 3 MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi/ i·cËeká báõlile ·yáì Brownea sp. CSL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0yowálá ·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwiwi ·yáì Caraipa densifolia Martius CLU 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 1·kwi õyo ·yáì Caraipa densifolia Martius CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli ·kwiwi ·yáì Caraipa densifolia Martius CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1uli ·káwále ·yáì Caryocar microcarpum Ducke CCR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli we·káo ·yáì CEC sp. 2 CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0i·c Ëeká ·táwì Cederla sp. MEL 70 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
á·kuli tuèláõ ·yáì Chrysochlamys membranacea Triana & Planchon CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
áwáhto hu Clitoria javitensis (HBK) Bentham FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·toba·yáì Coccoloba fallax Lindau PLG 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tìõ·káõbe õká ibuhu / háõli õ telelá Coussapoa sp. CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
500
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10háõl õi telelá hu Coussapoa sp. CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0tu õwèõlá ·táwì Cybianthus sp. MRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ ·lute ·yáì Dacryodes peruviana (Lors.) Lam. BRS 1 2 2 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·lute ·yáì Dacryodes sp. 1 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·lute ·yáì Dacryodes sp. 2 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·wáõ hu Dipteryx sp. FAB 2 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kutile ·yáì Duguetia sp. ANN 1 1 1 0 0 0 0 1 1 1 1 0 0háõli õ ·tote ·yáì ELC sp. 1 ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kábule ·yáì Erisma sp. VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli káwìle ·yáì Erisma sp. VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ho õlo õ ·yáì Eschweilera sp. LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0tuwìli ·yáì Especie no determinada 1 1 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáõ·keyábo ·yáì Especie no determinada 10 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ tu õwèõláõ ·yáì Especie no determinada 11 1 2 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi li·lo ·yáì Especie no determinada 12 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ ·wòli ·yáì Especie no determinada 13 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0tu õwèõlo õ ·yáì Especie no determinada 15 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ /wáõiyo õ báliyeká ·yáì Especie no determinada 2 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0i·c Ëeká helá ·yáì Especie no determinada 3 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0helá ·yáì Especie no determinada 4 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·táwìáte ·yáì Especie no determinada 6 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·ko·ko Especie no determinada 9 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ tuwìli ·yáì EUP sp. 1 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli telelá hu Ficus sp. MOR 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli báõláõtáiku ·yáì Guarea sp. MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli/ wáõiyo õ ·wáeká ·yáì Guazuma sp. STR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiyo õ wáõle õbá ·yáì Helicostylis sp. MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0álikwete luwe·yáì Inga bourgoni (Aublet) D.C. MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0ili luwe·yáì Inga sp. 3 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ luwe ·yáì Inga sp. 2 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0bo õlo·ko luwe ·yáì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0bo õlo·ko luwe ·yáì/ bo õlo·ko táwì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0c Ëo iye ·yáì Iryanthera sp. 2 MYS 2 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ holowáká ·yáì Laetia procera (Poepp.) Eichler FLC 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 0 0 1háõl õi holowáká i·c Ëeká ·yáì Laetia procera (Poepp.) Eichler FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiyo õ to õto õ ·yáì LCY sp. 1 LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0bá·tu ho õlo õ ·yáì Lecithys sp. LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10wewelo ·háì LEG sp. 1 LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiwáilo õ ·yáì LEG sp. 1 LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli wáõ ·yáì LEG sp. 2 LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwi õyo ·yáì LEG sp. 3 LEG 1 70 2 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiyo õ ·táile ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 5 3 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiyo õ yowálá ·yáì Licania aff. cruegeriana Urban CHB 1 1 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi uluku ·yáì Licania sp. 1 CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0áiye holowáká ·yáì Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. FLC 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli lotáõu ·yáì Lindackeria sp. FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káõbáõyáõ ·táwì Luehea sp. TIL 1 1 1 0 1 0 1 1 1 0 1 0 0uli tuwìli ·yáì Mabea sp. 1 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi·kálileõláõbukè ·yáì Mabea sp. 2 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kálileõláõbukè ·yáì Mabea sp. 2 EUP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·káile ·yáì Manilkara sp. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi ·to õlo õláõ ·yáì Matayba sp. SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ /wáõiyo õ iye ·yáì MEL sp. 4 MEL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ibuhu Mezia includens (Benth.) Cuatrec. MLP 2 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0háõli i õli õyo ·yáì Miconia sp. MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káõbáõyáõ kwè·táwì Micrandra siphonoides Bentham MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·káile ·yáì Micropholis sp. SAP 1 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli iõli õyo ·yáì MLS sp. 1 MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0holowáká ·yáì MOR sp. 4 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·to õwèõko ·yáì MOR sp. 6 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·c Ëábo·yáì MRT sp. 1 MRT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·to õwèõko ·yáì MRT sp. 2 MRT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli iláõbá ·yáì MYS sp. 2 MYS 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0báõláõ uluku ·yáì Ocotea schomburgkiana (Nees) Mez LAU 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0háõli õ ·tìõkèwáká hele Odontonema sp. ACA 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ bá·te h õi Oenocarpus bacaba ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1lìõ bá·te h õi Oenocarpus bacaba ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1·tuwobele õke õkeõ ·yáì Parinari sp. CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáyobu õ·kelo ·táwì Parkia pendula LEG 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 0 1
·káõláõwá·wá·wá Phenakospermun guyannense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq. SRZ 1 1 1 1 1 0 0 1 0 1 1 0 0
tu õwèõlo ibuhu Pinzona coriacea Mart. & Zucc. DLL 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0wáõiyo õ /áiye ·kwete we·káo ·yáì Porouma sp. 3 CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1háõli õ we·káo ·yáì Pourouma sp. 1 CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10uli we·káo ·yáì Pourouma sp. 2 CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli we·káo ·yáì Pourouma sp. 1 CEC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáiyo ibuhu Prionostemma sp. HCS 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0áwelá báõlu·yáì Protium aracouchini (Aubl.) March. BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1uli báõu ·yáì Protium crassipetalum Cuatrec. BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ báõu ·yáì Protium crassipetalum Cuatrec. BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0lu·te ·yáì Protium crassipetalum Cuatrec. BRS 1 3 2 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ táwáte ·yáì Protium sagotianum Marchand BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ bo õko ·yáì Protium sp. 3 BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi wáõiyo õ ·yáì Pseudolmedia laevigata Tréc. MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0wáõiyo õ ·yáì Pseuldolmedia sp. 3 MOR 2 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli wáõiyo õ ·yáì Pseuldomedia sp. 2 MOR 1 2 2 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0c Ëo lábì ·yáì Qualea sp. 2 VOC 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0báliyeká ·táwì ·yáì Raputia sp. RUT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tu õliweõtì hele Rinorea pubiflora (Benth.) Sprague & Sandw. var. pubiflora VIO 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ báliyeká ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0i·c õe·ká áõláõwi õliõ ·yáì Sclerolobium sp. CSL 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi /i·cËeká ·táwáte ·yáì Sloanea laxiflora Spruce ex Bentham ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·táwáte ·yáì Sloanea sp. 2 ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·c Ëábo ·ti õ·ti õ ·yáì Sloanea sp. 3 ELC 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·táwáte ·yáì Sloanea sp. 1 ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0bu õli hi õ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1c Ëo bo õ·we ·yáì Spondias mombin L. ANA 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0uli bo õ·we ·yáì Spondias sp. ANA 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0c Ëo ·táwì SPT sp. 3 SPT 69 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáyo ·táwì SPT sp. 4 SPT 1 2 2 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0uli tu õwèõlo ·táwì hele SPT sp. 5 SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0yeluweká ·káile SPT sp. 6 SPT 2 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ lo·kwe ·yáì Sterculia sp. STR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0uli lo·kwe ·yáì STR sp. 2 STR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0c Ëo tu õwèõláõ ·yáì Styrax sp. STY 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0i·c õe·ká báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli/i·c õe·ká báõli õyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwái·le ·táwì ·yáì Talisia sp. SAP 1 1 1 1 1 0 1 1 1 0 1 0 0lìõ bi õ·li·li ·yáì Tephrosia sp. FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
Nombre Ho Nombre Latín Flia Cg Cs Cn U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10i·c õe·ká /háõliõ·tu õbi õlu ·yáì Terminalia sp. CMB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0bo õ·wáilo ·yáì Toulicia sp. SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli iye Trichilia sp. 2 MEL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli iye Trichilia sp. 1 MEL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli áe·kwáõ ·yáì Virola elongata (Bentham) Warburg MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli áe·kwáõ ·yáì Virola sp. 3 MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0bál õáõkáõ hele Virola sp. 1 MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lábì ·yáì VOC sp. 1 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0c Ëo lábì ·yáì/wáõiyo õ lábì ·yáì Vochysia surinamensis Staflew VOC 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0 37 126 1 3 140 127 9 140 0 14
25.8788.1
1 0.70 2.10 97.9088.8
1 6.29 97.90 0.00 9.79 Apéndice Nº 4c: Respuestas con el consenso más alto en Caño Majagua. Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·kábì luwe ·yáì
Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·tábá hu Abuta rufescens Aublet MNS 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0·to õko õlo õ ·yáì APO sp. 1 APO/EUP 1 76 3 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0uli bá/báõbáu ·táwì ·yáì bá Astrocaryum gynacanthum Mart. ARE 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0ulu Attalea maripa ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1·kolowá hi õ Attalea sp. ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1hetò bá/ báõbáubá/uli Bactris sp. ARE 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0uli ·kubèõto·yáì Bellucia grossularioides (L.) Triana MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kubèõto·yáì Bellucia grossularioides (L.) Triana MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ ·kubèõto·yáì Bellucia sp. MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli iõli õyo ·yáì Bellucia sp./B. grossularioides (L.) Triana/Miconia sp. MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tìõkèwáká ·yáì Brosimum potabile Ducke MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ·tìõkèwáká ·yáì Brosimum sp. 1 MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli·tìõkèwáká ·yáì Brosimum sp. 1 MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0báõbáu ·táwì Brosimum sp. 1 MOR 1 2 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
504
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·kábì luwe ·yáì
Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·yáì ·tìõkèwáká·yáì hetò ·tìõkèwáká·yáì
Brosimum sp./B. guianense (Aubl.) Huber/B. lactescesn (S. Moore) C. C. Berg/Lecithys sp.
MOR/LCY/ CHB 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ ·kwi õyo ·yáì BRS sp. 1 BRS 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0yowálá ·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli yowálá ·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·kubá Calophyllum brasiliensis CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0háõli ·kábule ·yáì Caraipa sp./Erisma sp. CLU/VOC 1 3 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ ·káwále ·yáì Caryocar microcarpum Ducke CCR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·káwále ·yáì ili Caryocar sp. 1 CCR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0herò ·káwále ·yáì Caryocar sp. 2 CCR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0hetò báliyeká ·yáì Casearia mariquitensis HBK FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·tábáli Ceiba sp. 2 BOM 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 1toto ·tábáli ·yáì Ceiba sp. 1 BOM 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0li õbo õ ·tábáli Ceiba sp. 2 BOM 1 69 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0c Ëo ·kwáõ ·táwì CHB sp. 1 CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáõle õko õ ·yáì Chrysophyllum argenteum Jacq. subsp. auratum (Miq.) Penn. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ wálikielá ·táwì Clathrotropis sp. FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli ·kálibèõle ·yáì Couma macrocarpa Barbosa Rodríguez APO 1 2 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1hetò i õle õbá ·yáì Coussarea sp. RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0báõláõláõ ·yáì Dipteryx sp. FAB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wá·likye ·yáì Ecclinusa sp. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáyo o õle õká toto ·yáì
Enterolobium schomburgkii Bentham/aff. Adenanthera peregrina (L.) Sperg. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
wáekyálá Erythoxylum amazonicum Peyr. ERX 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·kábì luwe ·yáì
Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·táwì lìõ/hetò ho õlo õ ·yáì Eschweilera aff. tenvifolia (Berg) Miers LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
hetò ho õlo õ ·yáì Eschweilera parvifolia Mart. ex A.P.D.C./Lecithys sp./Brosimum lactescesn (S. Moore) C. C. Berg LCY/MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0
báõiláõ ·táwì Especie no determinada 1 1 3 3 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli bá Especie no determinada 4 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0·wá·wì hi õ Euterpe precatoria var. precatoria ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 0uli telelá hu Ficus aff. velutina Willd. MOR 1 2 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0·c Ëáto·kutile ·yáì Guatteria aff. foliosa Benth./'Duguetia sp. ANN 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0uli uluku ·yáì Heisteria sp. OLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 1 0wáõiyo õ wáõle õbá ·yáì
Helicostylis sp./H. tomentosa (Poepp. & Endlicher) Macbride MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·to õko õlo õ ·yáì Himatanthus articulatus (Vahl) Woods. APO 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ weyá ·yáì Hirtella bullata Bentham CHB 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0weyá ·yáì Hirtella elongata Mart. & Zucc. CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli luwe·yáì Inga sp. 2 MIM 1 2 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0bo õ·to luwe ·yáì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0luwe ·yáì Inga sp. 3 MIM 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0báõláõ ·yáì Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. MYS 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0báliyeká ·yáì Ladenbergia amazonensis Ducke RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ ·káwìle ·yáì Landebergia amazonensis Ducke RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ho õlo õ ·yáì Lecithys sp. 2//Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler LCY/OCH 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0c Ëo ·kwi õyo ·yáì LEG sp. 1 LEG 1 69 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0i·c õe·ká /bû ·táwì LEG sp. 3 LEG 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1lìõ ·kwi õyo ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 69 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwi õyo ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 69 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0yewo ibuhu Dioclea malacocarpa Ducke LEG 2 2 2 0 0 1 0 0 0 0 0 0 0tu õwèõlo ·táwì Licania aff. canegeriana Urban CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·kwái·le ·táwì ·yáì
Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.)Prance/Brosimum guianense (Aubl.) Huber CHB/MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·c Ëeká ·táwì Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.)Prance/Qualea paraensis Ducke/Myrcia sp.
CHB/VOC/ MRT/RUB 70 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·kábì luwe ·yáì
Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ báliyeká ·yáì Lindackeria paludosa (Benth.) Gilg. FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
c Ëo táwì
Maccolodium sp.//Vochysia vismiifolia Spruce ex Warm./Qualea paraensis (Ducke)/Erythroxilum sp. /Coccoloba dugandiana Fernández
CSL/VOC/ ERX/PLG 69 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli bá ibuhu Machaerium kegelii Meisner FAB 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0iye·telá ibuhu Machaerium madeirense Pittier FAB 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0uli ·káile ·yáì Manilkara sp. SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ ·to õlo õláõ ·yáì Matayba sp. 2 SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli ·to õlo õláõ ·yáì Matayba sp. 1/Matayba arborescens (Aubl.) Radlk. SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0i õle õbá ·yáì MEL sp. 1 MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ i õliõyo ·yáì Miconia sp. 1/Miconia holosericea (L.) A. DC. MLS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
uli ·tìõ·tìõ ·yáì Micropholis sp. SAP/MOR/ SPT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
toto ·yáì MOR sp. 1 MOR 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tu õlu õwete ·yáì MRT sp. 3 MRT 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli i õle õbá/hetò i õle õbá ·yáì
Myrcia aff. inaequiloba (DC.) Legrand/Licania apetala (E. Meyer) Fritsch var. aperta (Benth.) Prance MRT/CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·to õwèõko ·yáì MYS sp. 1 MYS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ bá·te h õi Oenocarpus bacaba ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1·c Ëie õko ·táwì ·yáì Ouratea castaneaefolia (DC.) Engler OCH 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tuwobele õke õkeõ ·yáì Parinari sp.` CHB 1 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0i·c Ëeká hu Peritassa sp. HPC 73 73 73 0 1 0 0 0 0 0 0 0 0·káõláõwá ·wá·wá
Phenakospermun guianense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq. SRZ 1 1 1 1 1 1 0 1 0 1 0 0 0
·kwáõtì/háõli õ we·káo ·yáì Pourouma guianensis Aublet subsp. guianensis CEC 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0uli we·káo ·yáìPourouma sp. CEC 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli báõlu ·yáì Protium sp. 1 BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0hetò báõu ·yáì Protium sp. 3 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ báõu ·yáì Protium sp. 2 BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli báõu ·yáì Protium sp. 4/P. aff. heptaphyllum (Aubl.) March. BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli lìõ báõu ·yáì Protium sp./P. heptaphyllum (Aubl.) Marchand BRS 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·kábì luwe ·yáì
Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ wáõiyo õ ·táwì ·yáì Pseudolmedia laevis (R. & P.) Macbride MOR 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·te õ·te õwáõláõ ·yáìPsidium sp. MRT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0káwìle ·yáì Qualea paraensis Ducke VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli káwìle ·yáì Qualea paraensis Ducke/Erisma uncinatum Warm. VOC 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0hetálá ·wá·wá Qualea sp. 2 VOC 1 69 69 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0hebá ·yáì Qualea sp. 1 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli lábì ·yáì Qualea sp. 4/Qualea paraensis Ducke VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·c Ëábo·yáì ·táwì Raputia sp. RUT 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·tu õlu õwete ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 2 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0hetò ·tu õlu õwete ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ á·tikwèõ ·yáì SAP sp. 1 SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·káwìkè ·yáì SAP sp. 1 SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·to õlo õláõ ·yáì SAP sp. 2 SAP 1 70 70 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ lotáõu ·yáì Sloanea sp. ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli lotáõu ·yáì Sloanea sp. ELC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0bu õli hi õ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 1bo õ·we ·yáì Spondias mombin L. ANA 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõl õi lo·kwe ·yáì Sterculia sp./Sterculia pruriens (Aubl.) Schum. STR 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0bá ·yáì STR sp. 1 STR 1 1 2 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0·kwáli·kwáli ·yáì Swartzia sp./Swartzia grandifolia Bong. ex Benth. CSL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ báõli õyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0i·c õe·ká báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0báõli õyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli báõliõyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 2 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ báõli õyo ·yáìPterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ/ háõli õ bo õ·we ·yáì Tachigali guianensis (Benth.) Zarucchi & Herend CSL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0·c Ëábo·to õlo õláõ ·yáì Tapirira guianensis Aublet ANA 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·kábì luwe ·yáì
Abarema tupunba (Willd.) Britt. & Killip. var. trapezifolia (Vahl) Barn. & Grim. MIM 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
lìõ ·tu õbi õlu ·yáì Terminalia amazonia (Gmel) Exell CMB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõli õ ·tu õbi õlu ·yáì Terminalia sp. CMB 1 1 2 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0c Ëo ·tìõ·tìõbo ·yáìTIL sp. 1 TIL 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0·c Ëábo iláõbá ·yáì Tocoyena sp. RUB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0uli báõlu ·yáì Trattinnickia sp./T. burserifolia Mart. BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
lìõ báõlu ·yáì Trattinnickia sp./T. lawrancei Standl. ex Swart var. boliviana Swart. BRS 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1
hetò/báõbáu iye ·táwì ·yáì Trichilia mazanensis Macbride MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
hetò iye Trichilia mazanensis Macbride/T. inaequilatera Penn./Casearia mariquitensis HBK MEL/FLC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
·c Ëábo iye ·yáì Trichilia sp. MEL 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0háõl õi áe·kwáõ ·yáì Virola sp./Virola elongata (Benth.) Warb. MYS 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 0c Ëo lábì ·yáì VOC sp. 1 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0hebá ·yáì VOC sp. 5 VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lìõ lábì/uli lábì ·yáì Vochysia sp./Qualea paraensis Ducke VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0lábì ·yáì Voshysia ferruginea Martius VOC 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ tìõ·tìõ ·yáì Voshysia sp. VOC/MOR/ APO 1 1 1 0 1 1 0 1 1 0 1 0 1
33 123 5 0 118 118 6 129 2 10 25 93.2 3.8 0 89.4 89.4 4.5 97.7 1.5 7.58 Apéndice Nº 4d: Respuestas con el consenso más alto en Kayamá. Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10
ábáluweká ·yáì Agonandra brasilensis//Raputia aromatica Aublet OPI//RUT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áule õ ·táwì Agonandra sp. OPI 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0lu õ·tiyebo ·yáì Amphirrhox longifolia (St. Hil.) Spreng VIO 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0õ·tiyebo ·yáì Amphirrhox sp. VIO 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0
iyebuleláõko ·yáì ANA sp. 1 ANA//MEL//RUB//SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
509
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·tìõ·tìõbo ·yáì Apeiba sp./Apeiba schomburgkii Szyszyl. TIL 1 1 1 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0áwá·to hi õ Attalea macrolepis ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1ulu Attalea maripa (Aubl.) Mart. ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1·tábáli ·yáì BOM sp. 1 BOM 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0
·we õle õwe õle õ ·yáì Brownea sp./Brownea coccinea Jacq. subsp. capitella (Jacq.) Velázq. & Agostini CSL 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
áõle ·táwì ·yáì BRS sp. 1 BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0wáõiyo õ báõu ·yáì BRS sp. 2 BRS 1 5 7 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0be õ ·wi õlo ·yáì Byrsonima sp. MLP 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0·kwiwi ·yáì Caraipa sp./Caraipa densifolia Mart. CLU 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 1li·tu ·yáì Cedrela sp./Cedrela odorata L. MEL 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 1 1·wáõle õko õ ·yáì CHB sp. 1 CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0wálikielá ·táwì Clathrotropis sp. FAB 1 2 1 0 1 0 1 0 1 0 1 0 0wáõli õláõ ·yáì ·táwì Clathrotropis sp. FAB 1 2 1 0 1 0 1 0 1 0 1 0 0
·le·te ·yáì Clathrotropis sp./Clathrotropis macrocarpa Ducke FAB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·tikiwili ·yáì CLU sp. 1 CLU 1 1 1 0 1 1 0 0 0 0 1 0 0láõláõká ·yáì Clusia sp. 1 CLU 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõli telelá ·yáì Clusia sp. 2 CLU 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0·toba·yáì Coccoloba fallax Lindau PLG 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0eloli ·yáì Cordia sp. BOR 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
yuweká báõu ·yáì Crepidospermum rhoifolium (Benth) Tr. & Pl. BRS 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·wi õle õ ·yáì ·táwì Crepidospermum sp. BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 1·c Ëáboáõláõwi õli õ ·yáì CSL sp. 1 CSL 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0·kuli kuli ·yáì Curatella americana L. DLL 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0áõbi õye õ ·táwì Diospyros vestita Benoist EBN 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0·wáõi ·yáì Dipteryx sp. FAB 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0·káliwe õkì ·yáì Duguetia calycina Benoist. ANN 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0wá·likye ·yáì Ecclinusa sp./Ecclinusa guianensis Eyma MOR/SPT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0c Ëo lábì ·yáì Erisma sp./Qualea sp. VOC 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõli ho õlo õ ·yáì Eschweilera sp./Lecythis sp. LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0c Ëo áõláõwi õli õ ·yáì Especie no determinada 11 1 1 1 0 1 0 0·wáõle·te hu Especie no determinada 2 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0uli ·kwáyo·yáì Especie no determinada 3 1 1 1 0 1 0 0háõli õ i·kulu ·yáì Especie no determinada 4 1 1 1 0 1 0 0kìbòõlòkòtì ·táwì ·yáì Especie no determinada 5 1 1 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10i·kulu ·yáì Especie no determinada 6 1 1 1 0 1 0 0iye·telá ibuhu Especie no determinada 7 1 1 1 0 1 0 0háõli ·kwáõ·keyábo ·yáì Especie no determinada 8 1 1 1 0 1 0 0·kule·kuli ·táwì Especie no determinada 9 1 1 1 0 1 0 0·wá·wì hi õ Euterpe precatoria Mart. ARE 1 1 1 0 1 0 0 1 0 0 1 0 0háõli õ telelá hu Ficus sp. MOR 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0báõláõtáiku ·yáì Guarea sp./Guarea guidonia (L.) Sleumer MEL 1 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0·c Ëátì ·kutile ·yáì Guatteria sp. ANN//MRT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0·táõwe ·yáì GUT sp. 1 GUT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·to õko õlo õ ·yáì Himatanthus sp./Himatanthus articulatus (Vahl) Woods. APO 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
weyá ·yáì
Hirtella sp./Hirtella davisii Sandwith/Hirtella glandulosa Spreng./Actinostemon sp. CHB//EUP 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
báõyekáõlo õ luwe ·yáìInga bourgoni (Aublet) MIM 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0áe luwe ·yáì Inga sp. 1 MIM 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0ili luwe ·yáì Inga sp. 2 MIM 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
báõlo ·táwì ·yáì Iryanthera sp./Iryanthera hostmannii (Benth.) Warb. MYS 1 1 1 0 1 1 0 0 1 0 1 0 0
háõli iye ·yáì Iryanthera sp./Iryanthera juruensis Warburg MYS 1 1 1 1 1 1 0 0 1 0 1 0 0
·kule·tìlìáte ·yáì Isertia aff. parviflora Vahl//Raputia sp./Raputia aromatica Aublet RUB//RUT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
uli uluku ·yáì LAU sp. 1 LAU 1 1 1 0 1 0 0 0 0 0 1 0 0bá·tu/·tuèõbe ho õlo õ ·yáì Lecythis corrugata Poiteau LCY 1 1 1 0 1 0 0 1 1 1 1 0 0álebá ibuhu LEG sp. 1 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 0háõli ·wáli õ ·yáì LEG sp. 2 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0háõli õ ·wáli ·yáì LEG sp. 2 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0·kwiyo ·yáì LEG sp. 3 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 1háõli ·wá ·yáì LEG sp. 4 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0bo õ·to o õle õi·ká tito ·yáì LEG sp. 6 LEG 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0·kwái·le ·táwì ·yáì Licania sp./Bathysa sp. CHB//RUB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0·tuwobele õke õkeõ ·yáì
Licania sp./Parinari sp./Parinari excelsa Sabine CHB 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
i·c Ëeká ·táwì Mabea sp.//Casearia aff. sylvestris Sw. EUP//FLC//MOR//MRT 70 70 70 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10háõli õ ·to õlo õláõ ·yáì Matayba arborescens Aublet SAP 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0á·tikwèõ ·yáì Matayba sp. 1 SAP 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0uli ·to õlo õláõ ·yáì Matayba sp. 2 SAP 1 2 2 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0áu·tu õle õko õ ·yáì MLP sp. 1 MLP 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0i õliõyo ·yáì MLS sp. 1/POA sp. 1 MLS//POA 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0áiyáiyáite·ká ·yáì MOR sp. 1 MOR 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõli wáõiyo õ ·yáì MOR sp. 5 MOR 1 1 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 0háõli õ i·cËeká ·táwì MRT sp. 1 MRT 70 70 70 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0·kwiyele ·yáì MRT sp. 2 MRT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0háõli ábáluweká ·yáì OPI sp. 1 OPI 2 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0·c Ëie õko ·táwì ·yáì Ouratea sp. OCH 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·c Ëie õko ·táwì ·yáì Ouratea sp./Ouratea aff. polyantha (Tr. & Pl.) Engler OCH 1 1 1 0 1 0 1 1 1 0 1 0 0
lìõ ·le õbáõle ·yáì Parinari sp. 2 CHB 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0·le õbáõle ·yáì Parinari sp. 2/Parinari excelsa Sabine CHB 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·káõláõwá ·wá·wá Phenakospermun guianense (L.C. Rich.) Endl. ex Miq. SRZ 1 1 1 1 1 1 0 1 0 1 0 0 0
háõli õ i õliõyo ·yáì
Piptocoma schomburgkii (Sch. Bip.) Pruski//Casearia sylvestris Sw. var. sylvestris
AST/FLC//MLP 2 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
tu õwèõláõ ·yáì Pouteria sp./Pouteria caimilo (R. & P.) Radlkofer SPT 1 1 1 1 1 0 0 1 1 0 1 0 0
háõli õ báõu ·yáì Protium aff. tenvifolium (Engler) Engler//Talisia sp. BRS//SPT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
bo õko ·yáì ·táwì Protium heptaphyllum (Aubl.) March. BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 1háõl õi bo õko ·yáì Protium heptaphyllum (Aubl.) March. BRS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 1·tuwèto ·yáì Protium sp. 3 BRS 2 2 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
uli báõu ·yáì Protium sp. 4/Protium tenvifolium (Engler) Engler ANA/BRS 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0
yewi báõu ·yáì Protium sp. 5/Tetragastris sp./Tetragastris altissima (Aubl.) Swart BRS 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 1
háõli õ uluku ·yáì Protium unifoliolatum/Ocotea sp..//Vochysia sp.
BRS//LAU//MOR//VOC 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áu ·kubá ·yáì PRT sp. 1 PRT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 1 0báõli õyo ·yáì Pterocarpus rohrii Vahl LEG 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0áõláõwi õli õ ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0áiye báliyeká ·yáì Raputia aromatica Aublet RUT 2 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0·tu õliweõtì hele Rinorea sp. VIO 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 1 0 0wáõiyo õ ·wáeká ·yáì Rollinia sp. ANN 1 1 1 1 1 0 0 0 1 1 1 0 0
Nombre Ho Nombre Latín Flia CG CN CS U1 U2 U3 U4 U5 U6 U7 U8 U9 U10·wi õlo ·yáì Roupala montana Aublet PRT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0báliyeká ·yáì RUB sp. 1 RUB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0uli bá ·yáì RUT sp. 1 RUT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0·káõye õlá ·yáì SAP sp. 2 SAP 1 1 1 0 1 0 0 1 1 0 1 0 0
bálu õle õ ·yáì Schefflera morototon (Aublet) Maguire, Steyerm. & Frodin ARL 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
áláõbo áõláõwi õli õ ·yáì Sclerolobium sp. CSL 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0uli bá hu Smilax sp. SML 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0bu õli hi õ Socratea exorrhiza (Mart.) H. Wendl ARE 1 1 1 1 1 0 0 1 0 0 1 0 1·káile ·yáì SPT sp. 1 SPT 1 1 1 1 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõli ·káile ·yáì SPT sp. 1 SPT 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõl õi lo·kwe ·yáì STR sp. 1 STR 1 1 1 0 1 0 0 0 0 1 1 0 0uli lo·kwe ·yáì STR sp. 2 STR 1 1 1 1 1 0 0 0 0 1 1 0 0
bo õ·we ·yáì Tachigali sp./Tachigali guianense (Benth) Zarucc. CSL 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·wòli iku u·kwá·toko ·yáì Tapirira guianensis Aublet ANA 1 1 1 1 1 0 1 0 1 0 1 0 0háõli ·tu õbi õlu ·yáì Terminalia sp. CMB 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0
·tu õbi õlu ·yáì Terminalia sp./Terminalia amazonia (Gmel) Exell CMB 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0
bo õ·wáilo ·yáì Toulicia sp./Toulicia guianensis Aublet SPT 1 1 1 0 0 0 0 0 1 0 1 0 0áte holowáká iye yáì Trichilia sp. MEL 1 1 1 1 1 1 0 1 1 0 1 0 0álikwete bá hu Uncaria tomentosa (Willd.) DC. RUB 1 1 1 0 0 1 0 0 0 0 1 0 0háõli áe·kwáõ ·yáì Virola sp./Virola sebifera Aubl. MYS 1 1 1 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0lábì ·yáì Vochysia glaberrima Warm. VOC 2 6 2 0 1 0 0 0 1 0 1 0 0háõli õ bi õ·li·l ·yáì Xylopia sp. ANN 1 1 1 0 1 0 0 0 1 1 1 0 0
bi õ·li·li/we·we Xylopia sp.//Dilodendron bipinnatum Radlk. ANN//SAP 1 1 1 0 0 0 0 0 0 0 1 0 1
31 91 8 4 24 103 9 118 2 11 25.4 74.6 6.56 3.28 19.7 84.4 7.38 96.7 1.64 9.02
514
Apéndice NO 5: Algunas fotografías que ilustran las actividades de los Hotì. Leyenda de las Fotografías. 1. Comunidad de Caño Mosquito 2. Comunidad de Caño Majagua 3. Vista aérea de la Comunidad de Caño Iguana 4. Vista aérea de la Comunidad de San José de Kayamá 5. Mujeres tejiendo cestas para depositar las cosechas, Caño Mosquito Medio. 6. Acampando al colectar cucurito, Alto Cuchivero 7. Cosechan miel, Alto Cuchivero. 8. Recolectando gusanos de seje, Caño Mosquito Medio. 9. Larva del Gusano de seje. 10. Extrayendo el gusano de seje, Caño Majagua Medio. 11. Tejiendo un guayuco de mujer, Medio Caño Mosquito 12. Extracto de compuestos que intervienen en la elaboración del curare, Caño Majagua 13. Elaborando cerbatanas, Alto Cuchivero 14. Elaborando curare, Caño Majagua 15. Regresando de una cacería exitosa: guacamayas y marimondas, Caño Mosquito Medio. 16. El resultado exitoso de una salida de pesca, Caño Mosquito 17. Cazando picures, Caño Majagua 18. Stanford Zent sosteniendo un Mono Araguato, Caño Majagua 19. Egleé López Zent navegando hasta la boca de Caño Mosquito
1. Mosquito 2. Majagua
3. Iguana4. Kayamá
Attalea maripa5. 6.
8. 9. 10.
Oenocarpus bacaba /Rhynchophoruspalmarum
Trattinnickia lawrancei Tachigali guianense Meliponinae
7.
11. Norantea guianensisGossypium barbadense
14. Heliconia hirsuta/Heliconiasp.
12. Strychnos sp./Miconia. aff. holosericea /Tibouchinageitneriana
13. Arthrostylidiumschomburgkii
16. Paleosuchus trigonatus
15. Ara chloroptera
17.Agouti paca
18. lib õ / Alouatta seniculus
19. Adios tierra Hoti …
Egleé L. Zent, Adviser Brent Berlin I finished up my PhD in 1999 having focused my dissertation research on the Hotì Ethnobotany (Hotì Ethnobotany: Exploring the interactions between plants and people in the Venezuelan Amazon, UGa). The Hotì are a group of about 800 Indians living in the Serranía de Maigualida of the Venezuelan Amazon, I lived and collected data among them between 1996 to 1999, mostly in four socioecologically different Hotì communities. The methodology included quantitative and qualitative approaches and my research had four main goals: 1. Initiate the documentation of the botanical diversity of a previous unknown region of Venezuela. A total of 2340 botanical specimens were collected, of which 1500 have been determined botanically. Botanical inventories and ecological measurements were made in four one-hectare plots set up in different ecological areas, and on the basis of this data different forest types were defined. A total of 59 families, 247 genera and 399 species were identified in the four plots; 2. Explore Hotì cultural ecology, one of the least known ethnic groups in Venezuela. The subsistence ecology (foraging, hunting, fishing, horticulture) is described, with particular emphasis on plant-people interactions, ideological and utilitarian aspects of plant use, and the role of Hoti as ecological disturbance agents; 3. Test empirically theoretical proposals on the nature of ethnobiological classifications. The Hotì ethnobotanical classification system is described and analyzed in the light of current theory. The system exhibits well defined ethnobotanical categories: Kingdom (unnamed), Life Form (10 taxa), Generic (565 taxa), Specific (509 taxa) and Varietal (5 taxa). The percentage of polytipic generic taxa, (108) 23,6%, is in agreement with the 20% predicted by the theory; 4. Test the hypothesis that the Hotì, described as incipient horticulturalists, have less extensive and less detailed knowledge of the plant world than more horticultural lowland groups. Data from the ethnobotanical plot surveys in fact shows that the Hotì possess a comparatively higher knowledge of their botanical surroundings in comparison to other groups, thus falsifying the null hypothesis. The global use percentages of the plot species are between 49% to 100%, corresponding to the least (Kayama) and the most (Mosquito) traditional environments respectively. Currently I am a postdoc in the Human Ecology Laboratory at the Venezuelan Institution for Scientific Research (IVIC: Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas). I am committed to the Hotì beyond academic goals. Thus, the main project of our Laboratory nowadays is centered in the ethnogeography and self demarcation of the Hotì territory, including the training of voluntary Hotì in the use of GPS, computers (programs as ArcView and data bases) and a proper alphabet of their language, as well as the collection of ideological data related to their world/nature perceptions.