el zurriago nº 16 - ateneodemadrid.com · de estado y del despacho, capitan general y gefe...

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.L° x6. 8 cuartot EL ZÚRRIACO. it Qu de jorros se van r.runindo!. ¿ Si habrd tempestad? La gloriosa de Bírbara santa * nos libre de mal. Venidy llegad &c: &c Santa Barbara bendita, -. que en el cielo estgs escrita con papely agua bendita: yen el ara de la cruz Fater noster,.. Amen Jesus. POLITICA? - Nada de eso. No estan ahora nuestras cabezas para poJitiquear. Atolondrados con os gritos de los exaltados, ni aun tenernos aliento para respirar. Que se reunen los sues— Iros: que pronto vendrán los nuestros: qu los nuestros no cejan: que daca el martillq: que torna el. martillo: que vuetve el marti— ¡lo: que todo se andará si la soga no se ro— pc: que á cada puerco le llega su n Mar tin, y otras cosas á este tenor, que. á todas horas estan diciendo.á grito pelado, nos ha cen ear con el credo en la boca, y corno se suele decir, con ei alma e? un hito; por que, vamos ciatos, el chasco no es para me nos. La bullanga que anda por esos pueblas de Dios contra los xciss. Sres. Secretarios

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.L° x6. 8 cuartot

EL ZÚRRIACO. it

Qu de jorros se van r.runindo!.¿ Si habrd tempestad?La gloriosa de Bírbara santa *

nos libre de mal.Venidy llegad &c: &c

Santa Barbara bendita, -.

que en el cielo estgs escritacon papely agua bendita:

yen el ara de la cruzFater noster,.. Amen Jesus.

POLITICA?- Nada de eso. No estan ahora nuestrascabezas para poJitiquear. Atolondrados conos gritos de los exaltados, ni aun tenernosaliento para respirar. Que se reunen los sues—Iros: que pronto vendrán los nuestros: qulos nuestros no cejan: que daca el martillq:que torna el. martillo: que vuetve el marti—¡lo: que todo se andará si la soga no se ro—pc: que á cada puerco le llega su n Martin, y otras cosas á este tenor, que. á todashoras estan diciendo.á grito pelado, nos hacen ear con el credo en la boca, y cornose suele decir, con ei alma e? un hito; porque, vamos ciatos, el chasco no es para menos. La bullanga que anda por esos pueblasde Dios contra los xciss. Sres. Secret arios

de estado y del despacho, capitan general ygefe superior poIiico de esta capital, ijo debehacernos mucho provecho, porque al fin yal cabo hemos sido acérrimos defensores desus eceucias. ¡ Ah! Si las cosas pudieranhaerse dos veces! Qu tontos hemos sido!En habiendo adoptado el sistema del imevodiario, qe aabay vitupera seun caen laspesas, y va nu7 prudente con el ruido de lsgente, no rendriamos sustos ni sobresaltos,iCorno ha de ser, ya no tiene remedio—Ahora lo qáe importa es guardar la pellica,porque nuestras cabezas ab son hechas áprueba de niartilló ; y si vienen los pkarosgorros en busca de.. Pobrecitos! j Pobrecitos l Po”recitos infeljçes si no encuentran ljguardilla! Qe haya mdres que. papeudolores par4 parir á tales hijos, y verlos des—pues en semejantes trabajos.! ¡Ah mundo,inundo que engañoso eres! ¡Ah fortun,fortuná, como .ensala y abates! —— Nuestrapeá s mitigaria tener esperanza de queel cQre de los gorros se acabaria si sus es—celen’cias dgesen de todó corazon .Señ’ør, qu6... inc pesa en el 4ima... prometo la en—

inienda. no pecaremos mas.., y otros aç—tos d. arrepentitniento; pero hi aun esta es—peranza nos queda, porque.. boiiitos ii—flos €on los taes gorros! ¡ á cada inst are :1i—cen que sps esçelencias on perjuros, á ma—nera de lospersas de nntafso! Vaya V. ádesixnpresionarlos, ni á esperar misericordia.

Revqlotean en nuestro magia todas estas

acosas, y de consiguiente tenemos las cabezas como oUa de grillos: y.., vernos visiones.Ya nos parece que la Isla gdita’a está enCarabanchel con an e4rcito de cuarenta milgorros mandados por Hércules en persona:ya nos ligurmos quelas. gorros de Sevilla,C6rdova, Granada, Málaga y dernas pue—los de Adaluca han voido por la postaJigera, y han establecido su cuartel generalen Valdemóro: ya creenos que los gorrasde la Corufia y dernas pueblos de Galicia hantomado los puntos de Soiosierra; y ya en finos persuadirnos en Jos delirios de puestra es—traviada inaginacion, que todp- esos gorrostornan el camino de Madrid... que vienen...qe avanzan.. qoe llegan.., que vencen...9ue cantan el trágala.. que gritan.., viva Rie.go... que poien en Uberta al prisionero delas platerías.. que agarran á los santos va—rnes que buscan... que .cruge el martillo...que los hacen trizas... y que spbre sus yesti—duras hechap suertes

T0d0 esto ya sabmos que no es masque una i!psion, y que al vez.., no lka—rá este caso; pero cono todo es p9sible enel mundo! ¡ Y corno nadie puede decir deesta agua no bberd !... ¿ Qpin nos arraneela pena? Sentimos lloramos y se ppjnenuestro tierno y sensible coruzon, en eri—nos de quedar privado muchas veces del usode la razori. a- Ahora mismo se van trastornando nuestras cabez:is y.... nos tendenio

rat%za arriba á descausar un ratito.

VARIEI1ADES.LÁS VISPR,& DE UNA. TRAGDTÁ.

Etcritas por IV[ót Soz, Poela China.Pesonas.

Yanki, Em’pradór de la China.Zascandil, su primer mandarin.

‘Un Cronel de las tropas Çliinas.Un criado del Emperador.

Et teatro rejírescuta una magnfica h.¡‘itacion del Palacio imperial de Pekin¡dornada al st’o Oriental. A Un ladoe ve 25a mesa sobra la qu’ estaneparci..dos zlarios ‘legajos de papeles, y, uzgralibro en folio sobre dios.

Yanki y’. el criado.Ya. Avisa áZascandii que aqui le aguardo.Cr. Vor al punto, señor, á obedeceros. vaseYa. ¡Qué cúmulo de strañas aventuras» Se agolpan sabre mí! ¡ Cuán sin Sosiego,

Cuán agitado ‘jesaoso’ vivo!• ‘ PosibJe e’s’ue el .renturoso tiempo

que, cual Dios mirado de los Chiura mi gusto ley’deaqueste imperió,Pata siempre ps6!Que para iehre

: He de vivir á ‘un’ ddigo sujeto!Yo precisado á obedecer las leyes

Que’ ha dictada á-su antoQ el mo pueb!antes al oir”ini voz se estrernecja 1

TPenosa situdcioñ! ‘Por qid lo cielos Pa’r’a mi reservaron este’ yugo

nunca conocieron mi abuelo!Ah! Cuando mis vasallos frvorosos

Inundaban d ore rodo el suelo

Por donde en m crayo pasaba. Pudiera imaginar que en algun tiempaEste pueblo obediente y tan sumisoM impusi&a sus leyes y decretos?¿ De donde ha procedido esta mudanza,Este aspecto imponente, este denuedoCon que el Chino se opone {a mis capriboaY me recuerda el duro juramento?Por todas partes franca y librementeDemuestra su pesar y descontentoAl mirar de sus leyes promulgadasAlgunas nfradcioncs que se han hechoLas provincias enteras se resistenA prestar obediepcia á mi gobierno;La.nacion toda acusa á mis ministros12e arbitrariQs , de déspotas y fieros;Y en el mismo Pekin. se manitiestaL execracion en gritos altaneros.¡ Terrible sujecion! cuante me oprimeDe aquestas circunstancias el recuerdo!Vço que me es dificil resignarmeA vivir en estado tan violento,Y que inc espera una perpetua luchiCon hombres que conocen sus derechas,Que han gustado el encanto de ser libtes1-Jan aprendido á serlo, y son gnerrerosEsta certeza causa mis pesares:Me asaltan sin cesar presentimientos...ideas de dolor..

E;jtr Zascandil.Zcandil mo

Llega á ser, corno siempre, mi consueJoZa js pasible, Seior, que eternamente,

Shi que de siada sirvan ‘mis desvelos,Os he de ver cubierto de tristeza,Lleno de confusion abatimiento!Inútil ha de ser cuanto os he dicho

Pará tranquiIizaros!Hay de nuevoAlguna c&a que afiigiro pueda?

Dudai de mi leltad? ¿ Dodais del celiaCoti que ativó trabajá en libertarosDe’ la opresion del insoleme pueblo,Y haceros recobrar ls preeminenciasDe abs&uto monarca de este iñinerIo?’?jaiuas os harán fuera las aaóneCon que quise mil veces COflveflcerO%Deque mientras yo mande, no hay motivoDe temer el mas leve contratiempo,

‘ ie el plan de opimir á los rebeldesMarchará hasta llenar nuestros desees?

Yan. Ay Ztcandil! En vano te fatigasFu calmar las angustias de mi pecho.Aquese mismp plan es el orígenDe donde nacen todos mis torientos.Si yo, cual resolví, ffie soirietieraA la lr del destino, ni tecelos,Ni sinabore ahora probaria.Respetado y querido en el hbperio,Y pasando üua vIda deliciosa,No me a&rdára de ne estoy sujeto.Pero... malos amios me incitaronY entre ellos ti, quizás de los primeros,A ntr;’r en esa senda de peligros.Me pintasteis tan fácil el pfoyectbDe hacer nulo mi voto, que lograsteisNo hkiese oposicion á vuestro inteato.’

¡Cuánto me pesa ya! ¡Cuanto lié sufrid.Y sufro por oir vuestros consejos!

Zas. Perdonad, gran seior: núnca creyeraQe un terror infundado á tal estremoOs pudiera llevar, que me acusaseisPor buscar vuestra dicha con empeño.¿Qué es loquehaheis perdido por presarosAl pian que os propuieron vuestros siervos?¿No hahis vistO hasta ahora que las leyes,Esas severas leyes sitrefectoH quedado en la China, y vuestro gusto,En fueraa de mi a.fat y ini desvelo:ITa id como siempre obedecLo?¿No se va por momentos estendiendoVuestro poder, y no se acerca el diaEn que se rorupa para siempre el freno?Me pintais. una vida deliciosa

Que pudierais pasar en el sosiegoí¿ Qué ceguedad, señor, os arrebata?¿ Qué delicias pudierais prometeros,Precisado á vivir siempre ajustadoA tos caprichos del inddcil pueblo?’¿ Sin acçion para dar un soio pasoSin consultar la ley hecha al efecto?¡Qué desdicha! ¡Un monarc poderoso,Nacido para Dios de tantoS reinos,Tenerse que bajar humildementeA observar los mandaros del plebeyo!Nunca, señor, jamas mi fiel, cuidadoOs iibrar de tanto viiipendRefle,doaad el fin que me propongo,Y no me acarareis por lo qfie he he&.ho.

Yan. Ec.ucha, Zasc..iidi yo me.ntria

Si quiseri decZr ue no deteoA mi arbtrio vivir: cual todo hombre,Tengo pasiones y saciarl.qs quiero.stey acostumbrado desde niñoA ver obedecido en el momento,Cuanto mi fantasía meditaba,Y ya es preciso que me cause tedioToda eontradiccion d mis caprichos.Mas si ha querido sujetarme el cieloA leyes populares, si conozco

. Que es imposible deshacer lo hecho No he de acusarte de que inntilnsentc

Me haces mas infeliz con tus proyectos,Priván dome del plácido reposo;Causándoine temores y recelos,

‘Y obligándome á estar continuamenteEn guerra abierta con ini mismo :puebo?

Quid efectos hasta ahora han producidoTüs planes todos? R&na un descontentoGeneral en1a China : en todas pntesSe nialdice altamente mi gobierno:Iriitdos los ánimos se aprstanA una esplosion fatal para el imperio;Mira sobre esa mesa mil escritosQue demuestran las iras de ios pueblos,:En Çanton, en Nankin y otras provinciasSe han desobedecido mis decretos;Y ya por donde quiera se repiteQue los Chinos á todo estaD dispuestosAntes que consentir sigan mandandoZascandii y sus malos comañ•eros.

amo: lo sóbeis : y á todo tranceOs he de conservar en vOetros puestos

Pero aqusto demnestr claranente,Que sujetarse al yugo es lo mas cuerdo;Y que seguir tu plan es peligrosoPues ya no es facil engañar al pueblo.

asc. Ivie causára sorpresa el escucharosSi cada din con igual empeñoNo me hicieseis las mismas reflexiones;Mas, de cuanto decis, nada me es nuevo.¿ Es posible, señor, que de este modoA. sucumbir os demostreis dispuesto,Cuando ningun peligro os amenaza,Cuando os espera el triunfo mas completo¿ Os asustan las voces impotentesDe una corta porcion de hombres inquietos.& quienes acallar es lo mas facil ?

Yn. AcaUarlos! y c6ino? Zasc, Por los medios,Y con la fuerza que nos dan leyesQue el!os mismos juraron otro tiempo.Por ellas, de nombrar vuestros ministro!A vuestra voluittad teneis derecho,Sin que exista poder que á esto se opongaAun cuando el que nomreis fuere un per

verso.Castigar de un ministro los delitosTan solo es dado á la Asamblea del Pueblo;sta no está reunida; y no lo estando,Nadie está autorizado en el imperioA juzgar nuestros hechos esto soloHace nuestra defensa en todo tiempo.He procurado cunda esta doctrinaPor diaristas comprados al efecto;Vuestros amigos y los hombres sanosCon incansable afan van repitiendo

xoAl ignorante vulgo que esos vUes -

Facciosos que se oponeiial gobierno,Traen la patria en los labias, y anarqníaGuerra y deolacion dentro del pecho.Que es preciso ayudar á los que mandan,A sostener la ley que este es el medioDe salvas la nacion de los desastresEn que quieren sumirla los perverot.Tatnbieji ¡naFlosamente hemos sabidoEsparcir el rumor de que el proyecto.De los rebeldes es daros la muerteEstos-ardides hansurtido efcct.oLa inmensa lnayormn de la ChinaEstá ya decidida á sosteneros?Qué pues, hay que terner?.Qud Itos detene?Señor, el tiern,o urge: si perderlo, -

Mi consejo tornad, y en e! instanteDeclarad enemigos del imperio,Rebeldes y traidores á las leyesA los que no obedecen al gobiernoEn Centon y en Nankin qae marche tropaA ujetar1os; sufran todo el pesoDe vuestra iridignacion ,. y de este modoServirán para siempre de escarmiento.Conseguido este triunfo, no habrá cosaQue se oponga despues á nuestro intento;El pueblo cal1ar atemorizadoY qual merece lo gobernaremos.

Enlra el criado.Cr. Un Coronel, Señor, pretende hablaros.Za. ¿ Y sabes para qnd Cr. Trae unos pliegos,

Y viene de Nankin. Za. Dile que ahoraEstá eL Emperador bastante enfermo

IiY no se deja ver qne espere un pecoEn mi secretaría y hablaremos.Sin duda trae representacknes (A Yanki)Que os han de fastidiar con sir contesto:Corque bueno será que yoos liberteDe este rato penoso. Yank. No: yo quieroFI estado saber de esos paises.IIazle,entrar. Vase el criado.

Zasc. No creyera que mi celoOs disgostara... Yank. No: deningnfl modo;Mas estoy tan ansioso, tan inquietoCon los nuevos sucesos, que de todos

$us pormenores informarme anhelo..Éntra el Coronel con un escrito en la mano. Hace una profznda reverencia al Em—perada? y dice

La ciudad de Nankin y su provinciaCansadas de sufrir el duró pesoDe la arbitrariedad de unas ministrosQue mirando las leyes con desprecio,La libertad de la nactoti oprimenCon un descaro de que no lusy ejemplo,A decitos señor, aqui me enviaQue precisadas á guardar sus fuerosY hhiendo prometido para siempreA todos las tiranOs odio eterno,No pueden sufrir mas á es canallaQue quiete esclavizar todo el iinperiOY por este papel á suplicarosLlegan que despojeis de sus empleOSAl traidor Zascandil y sus colegas.Bien podeis conocer, Señor escelso,En esto mismo, de los NankinenseS

Fi patrio inor, al G6dio el atct.Ellos detestan los infratoresDe las leyes que os ligan con el pueblo;Y con una energía de hombres libresJuran no obedecer á los perversosQue á la patria y á vos buscad la muerte,Señor, oid su voz cual padre tiernoLanzad de vuestro lado esos infamesY sereis adorado en el imperio.

Y. Responde, Zascandil. Z. Esos clamoresQue llamais de Nankin, solo son ecoDe una infame gavilla de rebeldesHenchidos de ambicion, de vicios llenos.

son de una faccion quedisfrzad0Con el amor al bien su vil deseoSolo aspira á envolver al pueblo ChinoEn la anarquía. D6nde estan los hechosQue puedan demostrar que los ministrosAtacan á las leyes? Esponedios.

Cor. ¡Y con tal impudencia habeis osadoHaqerme esa pregunta ?... Tengo á meno$Contestaros á ella. FI mundo todoFt informado de vuestros excesos,Y vuestra iniquidad es conocidaDel último habitante de estos reinos.Recorred nuestra historia dede el diEn que llegasteis’ á tan alto tuesto:Leed las muchas representacionesQue ¡as provincias al monarcahan hecho:Pr do quiera bailareis consignadosVuestra maldad, el execrable empeñaDe destruir las libertades patrias,Ya al digno ciudadano persiguiendo,

Ya premiiuidol traidor yi decretandoLa violacion de todos los derechosDei pueblo soberano, sin que hayaUno que haynis tratado con respeto.En fin toda la China ya os conoco -,

Por sus malvados opresores fieros:Ve en.vosotrcs sus viles enemigosY mira como oprobio obedeceros. -

En vano repetís que es solamenteHijo de una faccion este denuedo;Capitales, ciudades populosas,L2s mayores provincias del imperio,Tropas, corporaciones respetables,EJ sexo femenil, en fin, el Pueblo,Eceptuadoel relajado Bonzo,El que la libertad mira con ceño,

- Y el escrior venal y corrompido,Todos, todos levantan á los cielosSus manos suplicando fervorosos,Caigan tales ministros al averno.Ved aqui la faccion: La nacion China.Pero.... nó o acorri6da conocerlo.Siethpre será ‘faccion para vosotrosToda contradicion á vuestro intesito.

,Ah!... Cuando al hombre libre los tiranoaN hafl llamado faccioso! En todo tiempo

Los-azotes del sórdido egoismoHan sido aborrecidos del perverso.Mas... os lo digo; aunque tan solo fueraCorta faccion la que cOfl tal empeño.Reclama laobaervanca de las leyesY del crímen y el vicio el ecarwicflto,.De esa faççion heróiça las acie

‘4Bendijeran los siglos veriidetos ,

Y la eterna justicia, invariable,Apoyara us nobles sentimientos.Perdonad, gran señor, que fl vuestra vistaMuestre mi indignacion ácia ese kieroDoméstico enemigo que pretendeEnvolveros en tuales sin renedio.

Zas Siempre pensaba yo que de ese modaSe espresara un rebelde; con efecto.La faccion destructora del EstadoOculta su ambician bajo ese velo.Fingissolo querer que los ministrosAbandonen sus sillas, ¡Qué preresto!Por fprtnna son ya bien çonocidosVuestros malvados pérfidos proyeçtos.Aspirais á dejar abandonadoA vuestro emperador de sus afectos,Y entregarlo á fiicciosps anarquistasQue vayan su poder disminuyendo,Para lograr al fin volcar él tronoY entablar otra forma de gobierno.

Car. ¡Atróz acusacion! Resorte infameQue habeis esado para envilecernos,Pero que, conocido, ya es inútil,No es al monarca á quien detesta el pueblo.No: no... jamas. Sus súbditos le aman,Y en prucba de su amor estan resueltosA librarlo de harpias infernalesQue quieren prepararle un fin funesto.Variar el gobierno! ¿ D6nde euiste

tJna prueba siquiera de ese intento?Zas. En ese libro se conservan todas.Cor. ¡ Dppreciable invencion! ¡Falso misterio!

‘5Ese libro está en blanco, miserable.Si en él stan escritos tales hechos¿Por qué no lo monstrais, y dceste modoAcaflais la inquietud de todo el pueblo?1las qu habeis de monstrar? i solamenteLo hab.eis forndo para contenemosE impedir que pro’iga el entusiasmoCon que los chinos quieren deponeros.

7. El pueblo debe... C. Siempre sus deberesTeneis presente, nunca sus derechos.Fi pueblo debe conservar sus leyes,Y no sufr bajo nin.guu aspectoAl feroz despotismo, ya lo ejerzaUno solo, ya siete, ya doscientos.

Yan. Escuchad, muy rnal puede coinbinarseQue: cQnservar sus leys quiera el puebloCon esa resistencia á obedecerlas,Con esa oposicion á mis decretos.¿ Sabeh que de nombrar á mis ministrosTengo por esas leyes el derecho?

Lar. Perdonad, gran señor, que librementeMe decida esta ve á resonderos, 7Tambien deredio la nacion teniaDe deponemos en diversos tiemposY hacer su eLnperador á’ otro cualquiera,Y por sn mismo bien dej6 de hacerlo.A par d los derechos los deberesCaminar deben de comun acuerdo.Si podeis elegir vuestTos ministtosTambien la ley os manda que sugetosQue á la nacion inspiren confianza,Nombris para destinos tan escelsbs.Ninguna ley autorizaros puede

i6A conservar mnTstrosran perversos.

Zas. Ya sois molesto: nadie os ha pedidoNos .lleneis la cabeza de consejos.Marchad pues y decid á los rebeldesQue el monarca reprueba sus escesos,Y que bien pronto tropas en apoyoe las sagradas leyes del imperioIrán á refrenar su loco orgdlo.

Cor. ¡Eso decis! ¡Qud ceguedad! ¡Oh cielos!¡ Oh patria, cara patria! ¡ Cuántos malesTe prepara este infame ministerio!Señor, abrid los ojos Demostraos (A YaríkiPadre de un pueblo que os adora ciego;Evitad los peligros que le amaganLlenando sus jusrÍsimos desos.

Yan.’ Si hubieren delinquido mis ministros;Representad á la asamblea del pueblo.

Cor. ¿ Y entretanto ne aquesta se reuneQue l patria perezca sufriremos?

Ym. Hacer guardar Irs leyes he jurado,cor. Y guárdarlas tamnbien al mismo tiempo.Zas. Ea marchad al punto. Cor. Sí:yomarcho;

Pero bien pronto me vereis de nuevoAcompañado de los hombres libres

,A destrozar los ominosos hierrosDe que al emperador habeis cargado

Tan. Marchad pues, y temed tui justó cfio.Z. ¡Oh príncipe invencibl& C. ¡Oh desgraciddo,víctima de traidores lisonjeros!

- Cae el telon.- MADR-ID.

1nprnta, calle de Atocha, esquina á la deSan Eugenio. iSas.

A cargo de do;i J Fernandez.