el regimen escoces rectificado

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  • 7/28/2019 El Regimen Escoces Rectificado

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    El Rgimen Escocs RectificadoSu historia, orgenes y doctrina

    Por Ramn Mart Blanco

    Cuadernillos de estudios sobre MasoneraSeccin Estudios. Revista Hiram Abif

    El Rgimen Escocs Rectificado

    Su historia, orgenes y doctrina

    PorRamn Mart Blanco

    Editado por la Revista Hiram AbifEditado por la Revista Hiram AbifEditado por la Revista Hiram AbifEditado por la Revista Hiram AbifEditado por la Revista Hiram Abif

    edicin 2003edicin 2003edicin 2003edicin 2003edicin 2003

    Presentacin por el H:. Ricardo E. PPresentacin por el H:. Ricardo E. PPresentacin por el H:. Ricardo E. PPresentacin por el H:. Ricardo E. PPresentacin por el H:. Ricardo E. Po l o : .o l o : .o l o : .o l o : .o l o : .

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    El Rgimen Escocs RectificadoSu historia, orgenes y doctrina

    Por Ramn Mart Blanco

    Para una mejor comprensin del fenmeno Masone-ra, --si tomsemos como referencia la primera acepciondel tmino, (phainmenon, de phaino, aparecer): lo que de lascosas puede percibirse por los sentidos--, diramos que suexistencia posee caractersticas de singularidad, quehacen de ella una de las Instituciones humanas de lamayor complejidad a estudiarse.

    A travs de los siglos -sin exageracin alguna- la existen-cia de la Masonera ha despertado incgnitas tales, quean no se logra condensar una real dimensin de sucontenido. No asombra, entonces, que los mismos ma-sones encuentren serias dificultades en poder compren-derla. No cabe duda que la Masonera se advierte como

    una fuerza intelectual, que promueve controversias debi-do a sus particularidades.

    No es este el mbito de desarrollarlas. Ni el espacio ni eltiempo necesarios para ello. Pero s la intencin de sin-tetizar, a travs de la descripcin que Ramn Mart Blancohace del Rgimen Escocs Rectificado, algunos aspec-tos de la dicotoma que impera en los Augustos recintosde la Orden y que permiten advertirla.

    Desde fines del siglo XVIII a principios del siglo XX, se hadesarrollado en el seno de la Masonera, una tendencia,por no denominarla divisin, entre racionalistas y espiri-tualistas. Aunque decirlo as, con simplicidad, podra in-ducir a pensar en enfrentamientos, cosa que no es tal, si-no un posicionamiento con relacin al Hombre y su proyec-cin.

    Hay quienes sostienen que el origen de la Masoneraproviene de tiempos ancestrales. Otros que de las cor-poraciones de constructores, profesin que se remonta-ra a tiempos inmemoriales con sus enseanzas y se-cretos. Hay quienes la ubican en cultos iniciticos pantes-tas, y otros admiten sus orgenes en la historia que elpastor calvinista James Anderson, perge al tiempo deestablecer sus Constituciones. Y adems de cuanta ima-ginera procura hallar un origen aceptable, existen quie-nes sostienen que la Orden se enraiza en el ms purocristianismo, otorgndole un aspecto de Iniciacin Pri-mordial que, como el Rgimen Escocs Rectificado, sos-tiene es ofrecido para que sus miembros comprendan

    sobre el Rito, que su esencia no busca un renacimiento,sino una resurreccin. Sostiene el autor de este trabajoque ...El Rectificado presenta la particularidad destacable y

    probablemente nica de poseer un doctrina propia de la inicia-cin, explcitamente formulada y metdicamente enseada, grado

    por grado.

    Esto es significativo. Porque sucede que los dems Ri-tos tambin aplican por caso el mtodo simblico y susenseanzas poseen caractersticas similares en el as-pecto didctico, aunque sus alcances no sean los mis-mos. En este caso especial, el aspecto crstico del conte-nido, pues de entenderse taxativo tal concepto, la Maso-nera actual vera desvirtuados sus principios fraternos ysu triloga fundamental, que es la de Libertad, Igualdad yFraternidad. Pero no es el caso discutir esto, sino pre-

    sentar este trabajo que consigna con toda exactitud losalcances del Rgimen Escocs Rectificado.

    Refirindose al Hombre como ser creado por la Divini-dad, el Rgimen sostiene que ...Todas las relaciones entre

    Presentacin del tema:la misericordia divina y los culpables haban sido aniquiladas yla desgracia actual del hombre sera inexplicable, si esta miseri-cordia no hubiera empleadoun tonificante infinitamente podero-

    so para levantar al hombre de su funesta cada y colocarlo denuevo en el que era su primer destino

    Dice Mart Blanco que ...las sucesivas formas que adopt lainiciacin a lo largo de los tiempos -y la Masonera es una deellas- estuvieron en relacin con las vicisitudes temporales delhombre, que sin cesar se debate entre la cada y el arrepen-timiento. Y agrega ms adelante que ...Por este motivo, el

    Rito trata sobre el tema de la construccin del templo, de sudestruccin y su reconstruccin, que es la transposicin en el

    plano de la construccin del tema de la semejanza de imagen,sucesivamente perdida y despus recuperada, pues en ltima ins-tancia el templo no es otra cosa que el hombre.

    La sntesis en este trabajo es admirable. Dice su autorpara comprender en su magnitud el aspecto histricoque devino en la creacin del Rgimen, que en el sigloXVIII LaMasonerano estaba estructurada como hoyy la com-

    plejidad de las comunicaciones de nuestro mundo actual no era nitan siquiera entrevista. Mientras en Inglaterra la Gran Logia de

    Londres se debata entre dos corrientes masnicas o formas deentender la Masonera, encamadas por la Logia de los Antiguos

    y la de los Modernos, en la Europa continental la Masonera de lapocaestaba dividida en multitud de opciones y formas de enten-derla, que le asignaban finalidades de lo ms variopintas. Unosentendan las logias como reuniones alqumicas y queran ver alos Masones soplando el atanor; otros, los espiritistas, preten-dan convertir la Masonera en un mediode comunicacin con elms all. Otros discutan sobre si los Templarios existan antes

    de la Orden Masnica o si, por el contrario, la Masonera sehaba perpetuado por medio de ellos. Y agrega: ...En Alema-nia se daba el fenmeno del pietismo y la estricta observanciatemplaria que pretenda reinstaurar la Orden del Temple, pero

    sin medias tintas, es decir, reclamando a los distintos gobiernosde los pases donde sta haba existido, el dinero y patrimonioexpoliados en la poca de Felipe el Hermoso y del Papa ClementeV. En medio de esta confusin, un reducido grupo de masonesinquietos, entre los cuales se hallaba Willermoz, vean la necesi-dad de volver a dar sentido a la orden masnica.

    Basten estos prrafos de su trabajo, para mensurar losalcances de su proyeccin. Coincidamos en que cono-cer los aspectos del origen del Rgimen Escocs Recti-ficado, permitir a los masones esclarecidos entender

    las diversas corrientes de pensamiento que concluyenen la realidad actual de la Orden. Pues ocurre que lascrisis desarrolladas en el acontecer histrico de la Maso-nera, han sido propias de cada tiempo en el que el Hom-bre desarroll y desarrolla nuevas formas de pensamien-to, otras concepciones que se suman a los avances o re-trocesos cclicos y en especial, la visin Universal que vapergeando a medida que consolida una visin Univer-sal y Humanista.

    Resulta al menos triste, pensar que la idea de una Unidad Univer-sal de la Masonera se ve dificultada por lo teolgico y lo dogm-tico, por encima de lo racional cientfico y filosfico. Dice el autorrefirindose a la Masonera Regular, que ...una Obediencia Re-

    gular como sta, que exige y hace firmar a todos cuando ingresanen ella la fe, es decir, la creencia en Dios como Gran Arquitecto

    del Universo. Y es preciso decir aqu que, cuando la Masonerade Tradicinse refierea Dios se trata de un Dios revelado y no deuna vaga concepcin de Dios. Y esto debera meditrselo.

    porRicardo E. Polo : .

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    La mayora, cuando hemos llegado a la Gran Logia de

    Espaa, lo hemos hecho de la mano de algn amigo oconocido que, tambin en la mayora de los casos, haprocurado hacernos entrar en su logia. Otros, los me-nos, los que directamente han llamado a nuestraspuertas, han sido enviados a tal o cual logia siguiendodeterminados criterios, de modo que haber nacido enla orden masnica practicando tal o cual Rito (el quenos ha correspondido en funcin de la logia adondenos han enviado) es ms bien casual y no obedece aun acto motu proprio, fruto de una eleccin meditada.

    Esto es as, en primer lugar, en virtud de la confianzadepositada en la persona que nos introduce o nos harecibido y en segundo lugar, porque ni en las libreras

    espaolas ni en ninguna otra parte encontraremos in-formacin alguna que nos ayude a distinguir entre sis-temas o Ritos y, ni tan siquiera, que nos presente a laverdadera Masonera, la Masonera de Tradicin, laMasonera Regular, encarnada en nuestro pas por laGran Logia de Espaa a excepcin, claro est, de laliteratura antimasnica y de aquella otra destinada ahacer apologa de una concepcin de la Masoneraque casi nunca se ajusta a las concepciones propiasde la Masonera Regular, mucho ms comedida ensus escritos-.

    Ahora, desde la serenidad de vuestra condicin deMasones, tenis la posibilidad de conocer la existen-

    cia de otros Ritos, de otros sistemas, para que, gra-cias al conocimiento de las peculiaridades de esta di-versidad, lejos de separarnos, pueda unirnos an msestrechamente.

    En el seno de la Gran Logia de Espaa se practicanoficialmente tres Ritos: Emulacin, Escocs Antiguoy Aceptado y Rectificado. Pero por lo que s, existeadems en Andaluca una logia que practica el RitoSueco. La lista se ampla cuando miramos a otrasObediencias Regulares: Rito de York, Adonhiramita,Moderno o Francs, Schroeder, Zinnerdorf, etctera,entre los ms conocidos.

    En esta ocasin abordaremos el Rito Escocs Rec-tificado: su origen, su estructura, y daremos unas pin-celadas sobre su historia. Pero antes de empezar,conviene hacer una precisin: es un grave error com-parar unos Ritos con otros, buscando cul es mejor ycul peor. No hay uno mejor que otro, siempre y cuan-do estos Ritos sean tradicionales, es decir, se ajustena la tradicin y estn sometidos a unas constantesque configuran los elementos constitutivos del Rito,tales como el nmero, la orientacin, el tiempo, lacalificacin, la transmisin, el secreto, la impersonali-dad, la exactitud y justeza, y la muerte inicitica.

    En apariencia, no encontraremos en el Rectificadonada que no conozcamos de antemano, a excepcinde nuestro aspecto externo, que quiz sorprenda odivierta a algunos. Al incluir en nuestra indumentariaun sombrero de tres picos y llevar una espada al cinto,nuestro aspecto podra recordar al de espadachines

    de opereta;sinembargo,paranosotros estavestimenta

    conlleva una fuerte carga simblica.

    Deca que no dejaremos de ver en el Rectificado algoque no nos sea familiar, puesto que guarda grandessimilitudes en sus formas, es decir, en algunas de susceremonias, con Ritos que ya resultan conocidos.

    En este sentido no se aparta, al igual que otros Ritos,de la mstica del templo de Salomn: su construc-cin, destruccin y posterior reconstruccin por Zoro-babel, y la leyenda de Hiram.

    Si no fuera as, me atrevera a decir que no estaramoshablando de un Rito Masnico.

    Lo que si resulta destacable, y le imprime carcter, esque posee una doctrina propia, una enseanza que sedesgrana a lo largo de cada uno de sus distintos gra-dos o niveles. Ms adelante volveremos sobre el con-cepto de doctrina.

    En este punto es preciso hacer una pequea aclara-cin terminolgica. A lo largo de la exposicin se utili-zarn las palabras Rgimen y Rito, a pesar de que esfrecuente entre algunos Hermanos de este Rito usar-las indistintamente. Es un error. En modo alguno sonsinnimas. La nocin de Rito tiene que ver con la prc-tica ritual y con sus modalidades: composicin y des-

    composicin de la logia, ceremonias de los grados,etctera. La nocin de Rgimen engloba la organiza-cin en grados sucesivos (la escala de los grados) ylas autoridades que los rigen jerrquicamente.

    Por otro lado, difcilmente puede entenderse el Rectifi-cado si lo consideramos solamente en sus tres prime-ros grados, ya que como sistema masnico tiene lapeculiaridad de ser un conjunto perfectamente estruc-turado cuyas piezas encajan unas con otras con exac-titud, y tambin la de estar organizado a modo de cr-culos concntricos en los que el nivel inmediatamentesuperior entiende de los asuntos del inmediatamenteinferior.

    Una de las caractersticas que sorprende a quien noconoce a los Masones Rectificados es que existencuatro grados simblicos y no tres, aunque tambinhay que decir que no es el nico Rgimen al que lesucede esto. Por todo ello, presentaremos la OrdenRectificada de cuerpo entero, ya que conociendo eltodo se puede entender mejor la parte.

    El Rgimen Escocs Rectificado

    El Rgimen Escocs Rectificado es un sistema ma-snico y caballeresco que fue creado en Francia du-rante el ltimo cuarto del siglo XVIII. El Rito EscocsRectificado conserva ntegramente en sus rituales todasu pureza, de acuerdo con el texto de su constitucinoriginal.

    El Rgimen Escocs Rectificado se estructura en dos

    El Rgimen Escocs RectificadoSu historia, orgenes y doctrina

    Por Ramn Mart Blanco

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    niveles o clases: la Masonera Simblica y la OrdenInterior. Clases que a su vez se subdividen en los gra-dos de Aprendiz, Compaero, Maestro y Maestro Es-cocs de San Andrs para la Masonera Simblica ylas dos etapas de Escudero Novicio y Caballero Bien-hechor de la Ciudad Santa (C.B.C.S.), que componenla Orden Interior.

    En la poca actual, y con el fin de adecuar esta parti-cular estructura de grados simblicos a lo estipuladopor las grandes Obediencias Regulares internaciona-les, que slo reconocen como simblicos los tres gra-dos de Aprendiz, Compaero yi Maestro, se resolvique en lo sucesivo esos tres primeros grados fueranadmitidos por la Obediencia Masnica que en cadapas ostente la Regularidad internacionalmente reco-nocida.Historia, origen y estructura del RER

    El Rgimen Escocs Rectificado se gest en Franciaentre 1774 y 1782 por obra de dos grupos de Masonesde Lyon y Estrasburgo, entre los cuales podemos ci-tar a Jean y Bernard de Turkheim y a Rodolphe Saltz-mann y sobre todo a Jean-Baptiste Willermoz(Lyon,1730-1824) quien fue su alma mater. La arquitecturadel Rgimen fue su obra, y l fue quien dio forma a ladoctrina que este Rito implica.

    Aunque, como se ha dicho, la Masonera Rectificadanaci en Francia, no puede considerarse un sistemamasnico ni un asunto exclusivamente francs. El Rec-tificado fue fruto de una necesidad sentida por mu-chos Masones de la Europa continental, de poner enorden y dar sentido a la Masonera existente en esapoca. Para situamos, debemos pensar que estamosen el siglo XVIII, siglo llamado de las luces y,yomeatrevera a decir tambin, de las sombras.

    La Masonera no estaba estructurada como hoy y lacomplejidad de las comunicaciones de nuestro mun-do actual no era ni tan siquiera entrevista. Mientras enInglaterra la Gran Logia de Londres se debata entredos corrientes masnicas o formas de entender laMasonera encamadas por la Logia de los Antiguos yla de los Modernos, en la Europa continental la Maso-nera de la poca estaba dividida en multitud de opcio-nes y formas de entenderla, que le asignaban finalida-des de lo ms variopintas.

    Unos entendan las logias como reuniones alqumicasy queran ver a los Masones soplando el atanor; otros,

    los espiritistas, pretendan convertir la Masonera enun medio de comunicacin con el ms all. Otros dis-cutan sobre si los Templarios existan antes de laOrden Masnica o si, por el contrario, la Masonera sehaba perpetuado por medio de ellos.

    En Alemania se daba el fenmeno del pietismo y laestricta observancia templaria que pretenda reinstau-rar la Orden del Temple, pero sin medias tintas, esdecir, reclamando a los distintos gobiernos de los pa-ses donde sta haba existido, el dinero y patrimonioexpoliados en la poca de Felipe el Hermoso y delPapa Clemente V. En medio de esta confusin, unreducido grupo de masones inquietos, entre los cua-

    les se hallaba Willermoz, vean la necesidad de volvera dar sentido a la orden masnica.

    Willermoz, por su condicin de mercero al por mayor

    y de sedero lions, provea a las principales casas delos prncipes europeos y comerciaba con ellas, y ensus viajes y cartas trataba asuntos tanto comercialescomo de sus trabajos masnicos, de los que la mayo-ra de losprncipesde la poca participaban. Willermozmantena tratos y correspondenciatanto conLaurenceDermott en Inglaterra, como con el duque de Brunswicky Lunebourg en Alemania, y fruto de esa relacin y de

    sus respectivas inquietudes, surgi la idea de reuniren una gran Asamblea general a representantes delas distintas tendencias, con el fin de debatir, estruc-turar y definir el verdadero objeto de la Masonera.

    Fernando, duque de Brunswick, se comprometi a or-ganizar dicha asamblea y, para su preparacin, dirigiuna carta a los ms insignes masones de la poca,plantendoles diversas cuestiones por resolver, paraque reflexionaran sobre ellas y encontraran posiblesrespuestas.

    De las diferentes respuestas que recibi a su encues-ta, destaca la de Jos de Maistre, masn, filsofo ypensador, y que se halla publicada en un librito titula-do La francmasonera. Memoria al Duque de Bruns-wick, publicado en Francia y cuyo texto ha traducidoel autor de este trabajo, que esperamos poder ver edi-tado algn da en Espaa. Pues bien, buena parte delas reflexiones contenidas en este libro pueden verseconvertidas en realidades en el actual Rgimen Recti-ficado.

    La Masonera Rectificada no es ms que un intento dedevolver a susorgenes tradicionales, de reorientar, derectificar -como dice su propio nombre- una Masone-ra que haba perdido el rumbo y el sentido. Si lo com-paramos con el homlogo ingls, no se aparta muchoen cuanto a las intenciones y motivos que llevaron alos masones ingleses en 1723 a constituir la logia deLondres, slo que unos cincuenta aos ms tarde y alotro lado del canal de la Mancha, distancia que, sinser grande, en el siglo XVIII resultaba insalvable.

    El Convento de Wilhelmsbad de 1782 es de trascen-dental importancia. Y no porque fuera el constitutivode este Rgimen, sino porque sent las bases a partirde las cuales otros sistemas masnicos, que las adop-taron total o parcialmente -como es el caso del RitoSueco o del Rito de Zinenndorf practicado en Alema-nia-, se desarrollarn por unos cauces que permitirnms tarde formar lo que hoy conocemos como la Ma-sonera Regular internacional, encabezada por la Gran

    Logia Unida de Inglaterra.

    Segunda Parte

    Despus de este breve repaso histrico que nos hasituado en el contexto en que se produjo su nacimien-to, podemos entrar en el detalle de los orgenes delRectificado.

    Desde el punto de vista formal, el Rgimen EscocsRectificado tiene tres orgenes; desde el punto de vis-ta espiritual, tiene dos fuentes o inspiraciones.

    En cuanto a la estructura y simbolismo tanto masnicocomo caballeresco, los tres orgenes del Rgimen sonstos:

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    1. La Masonera francesa de la poca, con su pro-liferacin de los grados ms diversos (Willermoz losconoca todos y practic muchos de ellos) y que unavez depurada, seria estructurada hacia 1786-1787 enun Sistema que llevara ms tarde el nombre de Ritofrancs, con sus tres grados y cuatro rdenes; sinolvidar los diversos grados cuya combinacin consti-

    tuy lo que se ha venido a llamar escocismo. Dan-do por sentado qu la nocin Rectificada de es-cocismo no tiene nada que ver con el concepto que,por ejemplo, se tiene actualmente en la Masoneraespaola. En este aspecto, y entendindolo como enel contexto presente, es preciso subrayar que el Rgi-men Escocs Rectificado tiene de Escocs solo elnombre, y no guarda ninguna semejanza con el siste-ma de grados filosficos por todos conocido, es-tructurado en 33 grados, aunque, sin embargo, guardaen s mismo todos los elementos de la tradicin Esco-cesa.

    2. El Sistema propio de Martnez de Pasqually -perso-naje enigmtico aunque inspirado, al que tantoWillermoz como Louis-Claude de Saint-Martin reco-nocieron siempre como a su Maestro- se denominabala Orden de los CaballerosMasones Elegidos Coensdel Universo.

    3. La Estricta Observancia, tambin denominada Ma-sonera rectificada o Reformada de Dresde, siste-ma alemn en que el aspecto caballeresco primabaabsolutamente sobre el aspecto masnico, y que pre-tenda ser, no ya la heredera, sino ir mucho ms all yreinstaurar la antigua Orden del Temple abolida en1312. Por otra parte, dos son las fuentes espirituales:

    La doctrina esotrica de Martnez de Pasqually, cuyocontenido esencial versa sobre el origen primero, lacondicin actual y el destino ltimo del ser humano ydel universo.

    La tradicin cristiana indivisible, nutrida por las ense-anzas de los Padres de la Iglesia.

    A pesar de lo que algunos hayan afirmado, estas dosdoctrinas no slo no se contradicen, sino que se co-rroboran mutuamente. Todos nuestros textos manifies-tan una perfecta ortodoxia y, a la vista del conjunto delasdistintas confesionescristianas existentes,demues-tra que el Rgimen Rectificado, lejos de dividir a loscristianos, los congrega.

    Partiendo de ah, Willermoz ha dado a su Sistema oRgimen una arquitectura concntrica, organizndoloen tres clases sucesivas cada vez ms interiores aligual que ms secretas, siendo desconocida cada cla-se interior por la que le era exterior.

    Por otra parte, ha dotado al recorrido Inicitico desa-rrollado de grado en grado de una enseanza doctrinalprogresivamente ms precisa y explcita, gracias a lasinstrucciones que forman parte integrante del ritualde cada grado.

    Esta concepcin del conjunto -arquitectura del Rgi-

    men y doctrina- fue oficialmente aprobada en dos eta-pas. Primeramente a nivel francs, por el Convento delas Galias, celebrado en Lyon (entre noviembre y di-ciembre de 1778) el cual aprob, entre otros, el Cdi-

    go masnico de las logias reunidas y rectificadas y elCdigo de la Orden de los Caballeros Bienhechoresde la Ciudad Santa, de donde proceden los textosconstitucionales particulares todava en vigor en nues-tro Rgimen. Luego, a nivel europeo, por el Conventode Wilhelmsbad, en Alemania (agosto-septiembre de1782), celebrado bajo la presidencia del duqueFerdinandde Brunswick-Lunebourg y delprncipe Char-

    les de Hesse, a la sazn principales dirigentes de laEstricta Observancia, quienes se adhirieron a lo queen esa poca se dio en llamar la Reforma de Lyon.

    En su estructura original, el Rgimen Escocs Rec-tificado implicaba tres clases, como en la actualidad,dos ostensibles y una secreta:

    1. La clase simblica u Orden masnica, en lacual se confera y llevaba a cabo la iniciacinmasnica.Esta clase estaba subdividida en cuatro grados (comoen la actualidad):

    Los grados practicados en las logias de San Juan,tambin llamadas logias azules a causa del color desus decorados, y el grado de Maestro Escocs deSan Andrs, practicado en las logias de San Andrs ologias Escocesas, llamadas logias verdes por las mis-mas razones.

    Sin este cuarto grado, la iniciacin masnica quedaincompleta. La ceremonia de recepcin a este gradorecapitula y culmina el contenido Inicitico y doctrinalde los que le preceden, dando al conjunto una totalcoherencia. Al nuevo Maestro Escocs de San An-drs le es dado a contemplar todo lo que puede espe-rar hasta alcanzar su reintegracin en la Jerusalnceleste, objetivo de la iniciacin masnica.

    Estos cuatro grados estaban fundamentados en la re-construccin interior del ser interno por el conocimien-to de la fe y la prctica asidua de las virtudes cristia-nas.

    Una vez que el Maestro Escocs de San Andrs damuestras de haber alcanzado el de realizacin espiri-tual que prueba que, efectivamente ha llevado a cabosu iniciacin masnica, puede tener acceso a la Or-den Interior.

    2. La Orden Interior; que es una Orden de caballeracristiana en ningn modo asimilable a un Sistema dealtos grados ni a los grados filosficos.

    Se compona de dos etapas:

    * Una primera etapa preparatoria y transitoriaqueeslade Escudero Novicio. La calidad de Escude-ro Novicio se confiere gracias a la ceremonia de inves-tidura. Esta calidad es, sin embargo, revocable. El Es-cudero Novicio tiene como nica tarea prepararse, almenosdurante el plazo de un ao, para convertirse enCaballero; pero si durante este periodo de tiempo nomuestra la preparacin requerida puede, e inclusodebe, segn lo dispuesto en el cdigo de los C.B.C.S.,ser devuelto a su condicin de Maestro Escocs deSan Andrs.

    * La segunda etapa es la de Caballero Bienhe-chor de la Ciudad Santa (en sigla C.B.C.S). Esta eta-pa no es un grado, sino una calidad que es conferida

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    mediante la ceremonia de armamento.

    El Caballero tiene el deber de obrar activamente en laOrden y en el mundo para poner en prctica las ense-anzas morales, religiosas y doctrinales recibidas enlas logias de San Juan y San Andrs. Logias que noabandona y en donde debe, ahora ms que nunca,dedicarse al servicio de sus Hermanos y al de todos

    los seres humanos, en particular mediante el ejerciciode la beneficencia.

    En el siglo XVIII exista, adems, una clase secre-ta, la de la Profesin. Los Caballeros que la compo-nan se dividan en dos categoras: los Profesos y losGrandes Profesos, reunidos en un Colegio metropoli-tano.

    stos, aunque comprometidos de manera total con laOrden, no ejercan, en tanto que componentes de esaclase secreta, funcin de responsabilidad o direc-cin administrativa alguna, ya que estas ltimas erancompetencia nicamente de la Orden Interior. LosProfesos y Grandes Profesos se dedicaban, median-te el estudio y la meditacin,a profundizar en la doctrinaexpuesta en los textos (instrucciones secretas)conservados por el Colegio metropolitano, y estabanencargados de vivificar la Orden, tanto por sus conoci-mientos como por su ejemplo de vida. Esta clase al

    parecer ha desaparecido, o si acaso existe, prosiguecomo por otro lado lo haca en su origen, con una exis-tencia muy discreta.

    Segn las decisiones adoptadas en el Convento delas Galias y luego confirmadas por el Convento deWilhelmsbad, el Rgimen Escocs Rectificado -des-marcndose as de la Estricta Observancia- renunciaa una filiacin histrica con la Orden del Temple, aun-que conserva una filiacin espiritual con ella, ilustradapor la adopcin, en este mismo Convento, de la deno-minacin de Caballeros Bienhechores de la CiudadSanta. Con ello se haca referencia a los pobrescaballeros de Cristo de los orgenes de la Orden delTemple, y no a la Orden rica y poderosa en que sussucesores la convirtieron a lo largo del tiempo y hastasu disolucin.

    Por su filiacin espiritual, el Rgimen Escocs Recti-ficado reivindica para s, al igualquela Orden del Tem-ple, la doble cualidad caballeresca y religiosa. Estadoble cualidad, que aparece ya desarrollada a lo largode los grados masnicos y se plenamente por el ar-

    mamento, no es para emplear solamente en el mundode los siglos XII o XVIII, sino que es atemporal y losmedios para llevarla a cabo, cuya naturaleza es esen-cial, permanecen inmutables, dado que consisten enla puesta en practica cotidiana y universal de las virtu-des teologales de la fe, la esperanza y la caridad. seexpresa en los deberes impuestos, no ya solamente alos C.B.C.S., sino tambin al Masn Rectificado, des-de el mismo grado de aprendiz, como son la defensade la santa religin cristiana y el ejercicio de la bene-ficencia hacia todos los seres humanos y en particu-lar hacia los ms dbiles y desvalidos.

    Conclusin

    El Rgimen Escocs Rectificado tiene por finalidadmantener y fortificar, no solamente en la Orden Inte-rior, sino tambin en las logias masnicas, los princi-

    pios sobre los que se sustenta, a saber:

    * La fidelidad a la religin cristiana, fundamentada enla fe en la Santa Trinidad.

    * La adhesin a los principios y tradiciones, tantomasnicas como caballerescas, del Rgimen, que setraducen en profundizar en la fe cristiana y en el estu-

    dio de la doctrina esotrica cristiana, enseada en laOrden.

    * El perfeccionamiento propio por medio de la prcti-ca de las virtudes cristianas, con el fin de vencer laspasiones, corregir los defectos y progresar por la vade la realizacin espiritual.

    * La dedicacin a la patria y al servicio de los dems.

    * La prctica constante de una beneficencia activa yesclarecida hacia todos los seres humanos, sea cualsea su raza, nacionalidad, situacin, religin y susopiniones polticas o filosficas.

    En definitiva, la realizacin espiritual que el RgimenEscocs Rectificado propone como objetivo a susmiembros, proporcionndoles los medios para conse-guirlo, es la de volver a ser seres humanos verdade-ros, templos de Dios, Uno en tres Personas.

    Hay una condicin sine qua non -como habr podidoapreciarse- para poder pertenecer a una logia Rectifi-cada, y es la condicin de cristiano. Esta no es unacondicin restrictiva, sino de puro sentido comn, yaque si no se exige de antemano a todo aqul que en-tre, ms tarde se encontrar que, conforme vaya avan-zando en su carrera masnica, todas las enseanzasque reciba estarn basadas en las virtudes que la reli-gin ensea, de acuerdo con la tradicin cristiana. Yse utiliza la palabra cristiana en su ms amplia acep-cin: catlica, anglicana, cristiana ortodoxa, protes-tante...

    Esta es, pues, la principal regla del juego: slo cris-tianos o personas dispuestas a llegar a serIo de bue-na fe.

    Bien mirado, este requisito tan importante no debieraser un gran obstculo en unaObediencia Regular comosta, que exige y hace firmar a todos cuando ingresanen ella la fe, es decir, la creencia en Dios como Gran

    Arquitecto del Universo. Y es preciso decir aqu que,

    cuando la Masonera de Tradicin se refiere a Dios setrata de un Dios revelado y no de una vaga concepcinde Dios.

    Por otra parte, tanto la Masonera operativa como laespeculativa ha sido originalmente, y contina sin-dolo, cristiana. No es el nico sistema que para acce-der a l exija esta condicin: el Rito Sueco y el Rito deZinnendorf practicado en el seno de las GrandesLogias Federadas de Alemania, lo exigen tambin.

    Otra cosa es que, a lo largo del tiempo, y por razonesque alargaran excesivamente su exposicin aqu, laMasonera haya sufrido un proceso de descristiani-

    zacin, sin perder no obstante la exigencia de la fe enun Dios revelado para poder ingresar en una Obedien-cia Regular, como es el caso de la Gran Logia de Es-paa. Quien albergue alguna duda al respecto slo

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    tiene que revisar alguna de las Old Charges. (2).Sidealgo se puede tachar a la Masonera Rectificada es dehaber permanecido fiel a la Tradicin.

    Antes haca referencia a la doctrina Rectificada comoun rasgo que nos singulariza. Para explicar con preci-sin qu es propiamente la doctrina Rectificada, nosbasaremos en la exposicin que sobre este mismo

    tema hizo Jean-Franois Var, historiador, Masn Rec-tificado y miembro de las logias de estudios Villard deHonnecourt y Quatuor Coronati, cuando en ocasinparecida intentaba explicar a un auditorio de Herma-nos franceses en qu consiste el Rectificado.

    Tercera Parte y ltima

    Doctrina e iniciacin

    Deca asi:

    Antes de continuar, me gustara aclarar un falso pro-

    blema. Hay masones, me los encuentro a diario y entodo caso cada vez que trato del tema, que se ofus-can cuando oyen mencionar la existencia de una doc-trina en la Masonera, e incluso se niegan vehemente-mente a aceptar tal idea. Lo que ocurre es que estosbuenos Hermanos desconocen el verdadero significa-do de este trmino, que confunden errneamente conel dogma. Veamos, qu quiere decir la palabra doc-trina?

    Consultemos un buen diccionario de lafn. Doctrinasignifica:

    1. enseanza, formacin terica;

    2. arte, ciencia, teora, mtodo.

    La palabra doctrina est en relacin etimolgica conel verbo doceo, ensear. La doctrina es lo que esenseado por un doctor, un maestro, un profesor, aaquella persona que, gracias a ello, se va a convertiren doctus, instruido, en sabio. Ahora bien, cmo ac-ta la Masonera? Es evidente que por va de la inicia-cin, pero al mismo tiempo por va de la enseanza.Toda la Masonera est integrada de enseanzas. Y es-

    pecialmente la Masonera Rectificada, en la que estaenseanza es, en cierto modo, el hilo conductor quegua a sus miembros a lo largo de su recorridoInicitico. La enseanza aqu dispensada tiene una

    naturaleza particular.

    Los diversos sistemas o Ritos masnicos no son mez-quinos en enseanzas en forma de advertencias yconsejos relativos al comportamiento moral, social ya veces religioso de sus miembros: un ejemplo tpicode esto son las exhortaciones del Rito de Emulacin.Naturalmente que tambin en el Rectificado se en-cuentra esto. Pero hay otra cosa ms.

    El Rectificado presenta la particularidad destacable yprobablemente nica de poseer un doctrina propia dela iniciacin, explcitamenteformulada y metdicamen-te enseada, grado por grado. De este modo, al mis-

    mo tiempo que hace que sus miembros avancen porla va de la iniciacin, les imparte una enseanza te-rica en forma de discurso pedaggico relacionado conesta misma iniciacin.

    Esta enseanza se da en las Instrucciones redacta-das ne varietur, que jalonan los sucesivos grados yque estn incluidas en los Ritos de estos ltimos. Ysu lectura es indispensable, pues de otra manera,cmo podra informarse de esta doctrina que se ex-

    pone, primero conociendo su existencia, y despus,de forma progresiva, asimilara? Prescindir de esta lec-tura equivaldra, para un profesor de un colegio o insti-

    tuto a ignorar los programas de estudios y explicar asus alumnos lo primero que se le ocurriera.

    Es tambin del todo esencial, que esta doctrina -lejosde ser simplemente un objeto de curiosidad retros-

    pectiva, una especie de rareza- tenga para cada unode nosotros un inters directo y siempre actual.En efecto, esta enseanza sobre la naturaleza y lahistoria de la iniciacin es indisociable con una ense-anza sobre la naturaleza del hombre y de su historia-quedando bien claro que esta historia que narra elRgimen no es la de los hechos de la civilizacin, porejemplo, la historia de la arquitectura o del arte de lageometra, como en las Old Charges o incluso enlas Constituciones de Anderson-; es la de su condi-cin, por utilizar una expresin de Andr Malraux, esdecir, con ms exactitud, las peripecias que han afec-tado a esta condicin a causa y como consecuenciade mutaciones registradas en el ser mismo del hom-bre. En una palabra, es una historia ontolgica, unahistoria metafsica, al mismo tiempo que fsica.

    Desde que las ideas de Ren Gunon han afectadoincluso a aquellos que no las han ledo, esto pareceevidente. Pero, creedme, en el siglo XVIII era una pri-micia, como diran hoy los periodistas.

    No hay duda que cualquier hombre impregnado de lacultura cristiana est imbuido por la idea de la caldadel hombre, transmitida por la religin juda a la cris-tiana, puesto que de esto se trata. Pero creo no equi-vocarme al afirmar que era la primera vez que unanecesaria relacin quedaba establecida entre la cadadel hombre y la elaboracin del proceso Inicitico.

    Las cuatro enseanzas de la doctrina rectificada

    Cul es la enseanza de lo que, para abreviar, llama-remos la Doctrina Rectificada?

    Primero: El ser humano ha sido creado a imagen ysemejanza divinas, y en el estado primitivo glorioso,que le era propio, gozaba de la inmortalidad y de la

    beatitud perfecta porque estaba en comunin directay constante con el Creador, en unidad con l, segnafirman nuestros textos. Esto es lo que expresa eladjetivo glorioso, que hay que interpretar en el ampliosentido con que aparece en las Escrituras, en dondela gloria pone de manifiesto la presencia inmediata yluminosa de Dios. (Dicho sea de paso, en Masonera,la palabra gloria tiene este sentido: para todo masn,trabajar a la Gloria del Gran Arquitecto del Universoes trabajar en presencia del Dios Creador.)

    El primer hombre, revestido con la luz divina, es decir,participando de las virtudes y poderes que estn en laesencia divina (lo que la teologa cristiana oriental lla-

    ma las energas increadas), participando sin ser lmismo (esto es muy importante) de la esencia divina,tena como destino ser el rey de este universo creado

    por Dios.

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    Segundo: Este hombre, por decisin de su libre vo-luntad, se ha desviado y separado de su Creador, y hacado. Y, en consecuencia, ha perdido la semejanzadivina. Sin embargo, la imagen divina subsiste en linalterada, porque la huella de Dios es inalterable.

    Esta imagen est deformada, se ha convertido en algo

    anmalo, y esto es lo que simboliza el paso de Orien-te a Occidente, de la luz a las tinieblas, de la unidada la multiplicidad: Adn expulsado de ese lugar de luzy de paz total (pax profunda) que era el Paraso terres-tre; bien entendi que el Paraso terrestre no era enrealidad un lugar, sino un estado del ser.

    Este hombre, separado de su origen, que es Dios, desu verdadero Oriente, es llamado por Willermoz, porinfluencia de Martnez de Pasqually, el hombre en pri-vacin. Y se trata de una privacin absoluta. Esto con-lleva un doble castigo, castigo exigido por la justiciadivina, pero al que se ha condenado el mismo hom-bre.

    El primero es que el hombre no est en unidadcon Dios, en comunicacin inmediata y constante conl. Es lo que nuestros textos designan como la muer-te intelectual, teniendo en cuenta que en el lenguajede la poca, intelectual quera decir espiritual, incor-

    poral; nosotros diramos ahora que el hombre cadoest en estado de muerte espiritual.

    Pero ha sufrido adems un segundo castigo. La muta-cin ontolgica radical que la cada delhombre ha pro-vocado en l se manifiesta tambin por el hecho deque el cuerpo glorioso de que estaba inicialmente re-vestido, cuerpo de luz, cuerpo espiritual, habra dichoHenry Corbin, se ha transformado en un cuerpo demateria sujeto a la corrupcin y a la muerte.

    De suerte que, condenado a la muerte espiritual, loest tambin a la muerte corporal.

    En este estado y a partir de ahora, el hombre se en-cuentra dotado de una doble naturaleza: su naturale-za espiritual, gracias a la cual contina siendo imagende Dios, y que ha conservado; y la naturaleza animalcorporal, que le ha valido su cada y que le asemeja alos animales terrestres.

    Y es vctima por ello de horribles tormentos. Comoser espiritual, aspirante por su propia naturaleza a la

    unidad con Dios, sufre indeciblemente por su rupturacon l. Como ser animal, se ha convertido en el es-clavo de sus sensaciones y necesidades fsicas y en

    juguete de las fuerzas y elementos materiales. En fin,como ser dual, a la vez espiritual y animal, est des-garrado y como descuartizado por el antagonismo en-tre las aspiraciones y tendencias contrarias de susdos naturalezas.

    Trgica es, pues, la condicin del ser humano.

    Tercero: Sin embargo, el Rgimen Rectificado nos en-sea que esta privacin absoluta, que se ha converti-do, segn la justicia divina, en definitiva, no lo ser en

    realidad a causa de la entrada en juego de la miseri-cordia o clemencia divina, la cual aparece en el ins-tante en que el hombre se arrepiente. Ahora bien, arre-

    pentirse es volver a encontrarse a s mismo, es recu-

    perarse, desviarse de las tinieblas y hacer frente denuevo a Oriente, en donde se encuentra la Luz. Es

    ponerse en situacin de ascender a sus fuentes, a suorigen.

    En ese momento es cuando el trabajo de iniciacin esverdaderamente posible. Pues la iniciacin es uno delos medios utilizados por la misericordia divina -y esto,

    desde el mismo instante de la cada- para permitir alhombre recuperar su estado original restableciendoen l la semejanza a la imagen divina, restaurando enl la conformidad del tipo al prototipo, del hombre aDios.Nuestros textos son, en este punto, absolutamenteestrictos: Si el hombre se hubiera conservado en la

    pureza de su primer origen, la iniciacin no habra exis-tido para l, y la verdad se mostrara sin ocultarse a sumirada, puesto que l habra nacido para contemplar-la y rendirle un continuo homenaje (...)

    La Francmasonera bien meditada os hace pensar, sinpausa y por todos los medios posibles, en vuestrapropia naturaleza esencial.(...)

    Constantemente busca la forma de captar las ocasio-nes de hacer que conozcis el origen del hombre, su

    primitivo destino, su cada, los males consiguientes ylos recursos que la bondad divina ha puesto a su al-cance para vencerlos (...)

    Por esta razn se afirma insistentemente que el ver-dadero y nico objeto de las iniciaciones es preparar alos iniciados para descubrir el nico camino que pue-de conducir al ser humano a su estado primitivo y de-volverle los derechos perdidos. Esta afirmacin podra

    parangonarse con aquella otra, de Louis-Claude deSaint Martin (discpulo, al igual que Willermoz, deMartnez de Pasqually) segn la cual el objeto de lainiciacin es anular la distancia que hay entre la Luz yel hombre, o acercarle a su origen, reponindole en elmismo estado en el que se hallaba en un principio.

    Ahora puede comprenderse bien en qu consiste estaunin necesaria entre la cada del hombre y la inicia-cin a la que nos referamos con anterioridad. La ini-ciacin es una consecuencia de la cada; consecuen-cia no fatal, sino providencial; no obligada, sino de-seada por la misericordia divina para contrarrestar lacada y anular sus efectos.

    Es un auxilio de la Providencia al ser humano, que no

    le ha faltado nunca a lo largo de su historia, y por estarazn las sucesivas formas que adopt la iniciacin alo largo de los tiempos -y la Masonera es una de ellas-estuvieron en relacin con las vicisitudes temporalesdel hombre, que sin cesar se debate entre la cada yel arrepentimiento.

    Puede comprenderse tambin, al mismo tiempo, noslo la utilidad sino la necesidad de una enseanzaconexa con la iniciacin. Tiene como fin hacer que elhombre tome conciencia, por un lado, de su estado

    presente y, por otro, de su estado primigenio, y quepuede volver a recuperar. El objetivo es evidente: pro-ducir en el hombre -en el iniciado- un cambio de esta-

    do de conciencia, de modo que permita hacer posibleel cambio de estado del ser que debe realizar el tra-bajo Inicitico. Ambos, estado de conciencia y esta-do del ser, estn ligados.

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    ste y no otro es el sentido de la propuesta de Josephde Maistre en su Memoria al Duque de Brunswick:

    El gran objetivo de la Masonera ser la ciencia delhombre.

    Si se leen ahora, con la perspectiva que acabamos de

    trazar, los Ritos de los grados sucesivos del Rgimeny las instrucciones que comportan, se descubrir quela accin ritual se desarrolla a la vez simultneamentey con continuidad, tanto de grado en grado como en elinterior de cada grado, y esto desde el de aprendiz, entres planos en constante correspondencia: pasado,presente y futuro; el origen y destino primitivos delhombre, su estado actual, sus objetivos ltimos; elhombre primitivo glorioso, el hombre presente decep-cionado y el hombre futuro restituido en su gloria.

    Por este motivo, el Rito trata sobre el tema de la cons-truccin del templo, de su destruccin y su recons-truccin, que es la transposicin en el plano de la cons-truccin del tema de la semejanza de imagen, sucesi-vamente perdida y despus recuperada, pues en lti-ma instancia el templo no es otra cosa que el hombre.

    Etapa tras etapa, de acuerdo con una progresin pe-daggica perfectamente dispuesta, las instruccionesimparten una enseanza cada vez un poco ms eleva-da y simultneamente recuerda, profundizando en ella,la enseanza impartida anteriormente.

    Pero que nadie se engae, pues todo est indicadodesde el principio. De este modo, a aquel que an noesun aprendiz, sino un candidato sometido a las prue-bas previas a su recepcin, se le da la primera mxi-ma de la Orden, mxima que tendr que meditar du-rante toda su vida:

    El hombre es la imagen inmortalde Dios, pero, quinpodr reconocerla si l mismo la desfigura?

    Por otra parte, la Regla Masnica que se entrega atodos los Aprendices para que la estudien, les advier-te:

    Si las lecciones que la Orden te ofrece para facilitarteel camino de la verdad y la felicidad se graban profun-damente en tu alma [...]; si las mximas saludables,que marcan, por as decirlo, cada paso que des en tucarrera masnica, se vuelven tus propios principios y

    la regla invariable de tus acciones, Oh Hermano mo(...)!, cumplirs con tu sublime destino, recobrars esasemejanza divina, que formaba parte del hombre ensu estado de inocencia, que es el objetivo del Cristia-nismo, y del cual la iniciacin Masnica hace su obje-to principal.

    Se podr comprender ahora, por tanto, hasta qu pun-to es grave escatimar las instrucciones fundamenta-les que la Orden nos da.

    Cuarto: Existe una cuarta enseanza, que es la msesencial de todas. Puede el hombre operar por smismo este restablecimiento, esta reintegracin en

    su estado primitivo y en los derechos que ha perdido?No, en absoluto. Sera, por su parte, hacerse culpablede una empresa orgullosa similar a la que provoc sucada original.

    Esta reintegracin, es decir, esta vuelta a la integridadprimera, exige la mediacin de un ser que, a la mane-ra del hombre, est dotado de una doble naturaleza,de una parte espiritual y de otra corporal. Sin embar-go, a diferencia del hombre actual, cuyas dos natura-lezas estn corrompidas por la cada, estn las dosen ese ser, en estado de pureza, de inocencia y de

    perfeccin gloriosa como lo estaban inicialmente en elhombre.

    Se entender ahora de quin se trata y quin es aquela quien nuestros textos llamanel Divino Mediador. Ellosson, en lo relativo a su identidad, perfectamente cla-ros:[...) Todas las relaciones entre la misericordia divina ylos culpables haban sido aniquiladas y la desgraciaactual del hombre sera inexplicable si esta misericor-dia no hubiera empleado un tonificante infinitamente

    poderoso para levantar al hombre de su funesta caday colocarlo de nuevo en el que era su primer destino.

    No se ignorar cul ha sido este tonificante. En efec-to, y quin otro que no un ser que no sea Dios, queparticipe de su esencia, poda encadenar el poder deaqul que haba subyugado al hombre?

    Inmediatamente despus del crimen del hombre, esteagente poderoso acudi a manifestar su accin victo-riosa sobre los culpables en el templo universal; lamanifest especialmente en el tiempo en favor de laposteridad del hombre y para vergenza de su enemi-go, uniendo su divinidad a la humanidad; en fin, no ce-sa de manifestarla en todos los rincones del universo.

    He aqu, mi querido hermano, los auxilios divinos yeficaces que el hombre, a travs de su arrepentimien-to, transmite a su posteridad y de los que nadie puedeparticipar si no acta en nombre y en unidad con este

    Agente, reconciliador universal.

    He aqu por qu, al trmino de la iniciacin masnica,lo que el Rgimen Rectificado ofrece para que lo con-templen sus miembros, no es un renacimiento, sinouna resurreccin.

    (Un inciso. Desvelar al trmino de la iniciacin la resu-rreccin de Cristo no es exclusivo del Rgimen Rectifica-do; esto se encuentra tambin en otros sistemas, tanto enlos franceses como en el ingls. La particularidad de este

    Rgimen se halla, en cambio, en incluirlo en una pers-

    pectiva metafsica y ontolgica coherente, fuerte y apli-cable en concreto al ser humano.)

    He aqu tambin por qu, una vez llegado a este pun-to, el templo sucesivamente construido, destruido yreconstruido desaparece, como desapareci el tem-plo de Salomn, y por qu la meta final es la JerusalnCeleste, la CiudadSantadonde ya no haytemplopues,como se dice en el Apocalipsis (21-22), el Seor To-dopoderoso es el Templo, as como el Cordero.

    En efecto, no lo olvidemos, el templo que nos concier-ne verdaderamente es el ser humano. La meta ltimadel ser humano es la identificacin con el templo no

    hecho por la mano del hombre: el Cristo resucitado.

    Finalmente, sta es la razn por la que la Orden escristiana, y no est solamente impregnada de un vago

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    cristianismo. Por ello slo puede admitir a cristianos,es decir, a personas que profesan la fe de Cristo. Estaseleccin, o esta eleccin -como se prefiera- no obe-dece a ningn otro motivo ms que a la necesidadmetafsica mencionada anteriormente.Porque la iniciacin tal y como la concibe Willermoz,segn las enseanzas de Martnez, y que nos ha le-gado, no funciona ni puede funcionar de otra manera;

    y, por utilizar un pasaje ya citado, constituye un auxi-lio divino y eficaz en el que nadie puede participar sinoacta ennombre y en unidad con este Agenterecon-ciliador universal que es el Cristo.

    Ahora bien, cmo se puede actuar en nombre y enunidad con Cristo si no se tiene fe en l?

    ste es el esoterismo cristiano que viven los maso-nes Rectificados. He aqu cmo entiende la iniciacinel Rgimen Rectificado desde hace ms de dos si-glos, y que pone en prctica. Por supuesto que meadhiero a esta concepcin, y por ello soy masn Rec-tificado y, ahora, no ya por casualidad sino por convic-cin. Evidentemente, no se pretende hacer aqu deello un modelo universal, un molde al que todos losmasones deban adaptarse obligatoriamente, y no ig-noramos las dificultades que ello pueda representarpara los no cristianos.

    Dificultades que no se deben sobrestimar, ya que, porotra parte, y al fin y al cabo, el Rgimen solamentelegisla para sus miembros, y todos son libres de en-

    trar en l o no. Este ha sido siempre el caso desde lapoca de Willermozhasta nuestros das. Pero, si seentra en l, es bueno saber a qu atenerse.

    Lo que s se puede afirmar, por experiencia propia, esque esta doctrina de la iniciacin masnica, intrnse-camente ligada a la naturaleza y destino del hombre,en perfecto acuerdo con el Cristianismo que le es con-

    natural, permite a quien se adhiere a ella vivir la pleni-tud del proceso Inicitico en la plenitud de la fe. Y estaarmona perfecta es fuente de grandes alegras.

    NOTAS:

    (1). Cdigo Masnico de las Logias Reunidas y Recti-ficadas y el Cdigo General de los Reglamentos de laOrden de los Caballeros Bienhechores de la CiudadSanta, C.B.C.S.), de 1778.

    (2). Tenemos la suerte de disponer en castellano deltexto del manuscrito Regius, que data de 1390. Tra-duccin del R. H. Santiago Ansaldo publicada en elLibro de Trabajos de 1996-1997 de la Logia de Estu-dios e Investigaciones Duque de Wharton, N. 18.

    Artculo publicado en el Libro de Trabajos de laLogia de Estudios e Investigaciones Duque deWharton 1998-1999, ArolaEditors, Tarragona, 1999.

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