educar para el éxito

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Educar para el éxito Germán Gómez Veas Consultor e Investigador en Educación [email protected] ¿ Cuál es el fundamento de la visión que este Gobierno tie- ne respecto de la finalidad del acto educativo? ¿Qué implica, para la máxima autoridad del Ministerio de Educación, la cali- dad educativa? ¿Qué diferencia- rá a un joven que haya cursado toda su enseñanza media bajo esta Administración, respecto de aquellos que la cursaron en la Administración anterior? Como a estas alturas al res- pecto solo hemos conocido refe- rencias episódicas y erráticas, se hace necesario exigir una cate- górica definición. ¿O acaso los Ministerios no deben compro- meter una descripción precisa de lo que creen y procuran en el corazón de su gestión? En una primera aproxima- ción, ¿qué opinará el ministro si le exponemos que parece nece- sario orientar los aprendizajes a que los jóvenes se relacionen adecuadamente con el éxito? ¿Estará de acuerdo con la idea de que la educación integral es complementaria con ser exitoso? ¿Molestará a sus oídos escuchar la proposición de que sería con- veniente educar para el éxito? Desde luego, no me refiero a la típica definición de éxito gravi- tante en los tiempos modernos, que en la práctica correlaciona los conceptos de riqueza mate- rial, fama y competencia, que tanto economistas como publi- cistas se han encargado de hacer prevalecer. Por el contrario, y más bien como contrapunto, aludo a lo que la Real Academia de la Lengua precisa. Ella subraya que éxito consiste en aquella “buena acep- tación que tiene alguien o algo”, delimitando el concepto como el “fin o terminación de un negocio o asunto”. Así, el éxito implica para una persona una actitud que se identifica con hacer bien las cosas y la conformidad íntima de haber procedido de la mejor for- ma posible para lograr lo que se había propuesto. En concreto, se es exitoso cuando se da el perfec- to balance entre el pleno esfuer- zo por hacer algo y la convicción posterior de haber hecho todo lo que estaba en la capacidad de hacer para lograr ese asunto. De esta forma es como lo compren- de el legendario y sobresaliente entrenador John Wooden: “El éxito es el estado de paz y sere- nidad interior alcanzado como consecuencia de la satisfacción de saber íntimamente que has hecho todo lo que estaba en tu mano para lograr el máximo de lo que eres capaz”. Wooden, considerado por la NCAA como el mejor direc- tor de baloncesto de la histo- ria, expresa, en mi parecer, con una claridad extraordinaria que ser exitoso es una condición de satisfacción íntima que depen- de finalmente, de la disciplina y honestidad con que cada perso- na abraza los diversos desafíos en los contextos que sean del caso. Claramente, el éxito no llega por azar. Es el resultado de un trabajo disciplinado, esforza- do, dedicado. En este aspecto, Howard Gardner sugiere que “una persona es disciplinada cuando desarrolla los hábitos que le permiten progresar de un modo sostenible y firme en el dominio de una habilidad, una destreza, un craft o un cono- cimiento” (Five Minds for the Future). En suma, y para saber a qué atenernos, ¿coincidirán las auto- ridades de esta Administración con el propósito subrayado acer- ca del acto educativo que cree- mos, debería acontecer dentro de las aulas?

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Los Ministerios deben comprometer una descripción precisa de lo que creen y procuran en el corazón de su gestión.

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  • www.ladiscusion.cl

    SBADO

    EDITORIAL3Sbado 28 de marzo de 2015

    LA DISCUSINDirector: Francisco Martinic Figueroa Representante legal: Daniel Seplveda H. Domicilio: 18 de septiembre 721 Fono: 422201 200 Propietario: Empresa Periodstica La Discusion S.A.

    Correo electrnico: [email protected] Sitio web: www.diarioladiscusion.cl Impresor: Impresora La Discusin S.A. Empresa Corporacin Universidad de Concepcin.

    HUMOR

    Otra mirada

    Efemrides

    Educar para el xitoGermn Gmez VeasConsultor e Investigador en [email protected]

    !n los temas vinculados con los agronegocios, de acuerdo a lo que vaticinan expertos chilenos y extranjeros, en menos de tres dcadas seremos testigos de un cambio fascinante, ya que cada vez ms las plan-tas se utilizarn como biorreactores y no solo produci-rn alimentos (protenas, hidratos de carbono o fibras), sino variadas formas de energa, enzimas industriales, plsticos o medicinas. Ser capaz la futura Regin del uble de subirse a este carro y tener una nueva generacin de industrias? Ser capaz de dar ese salto a la industrializacin de lo rural, con nuevos productos ms abundantes, ms baratos, de mayor calidad y con mucho menos impacto sobre el medio ambiente? Seremos capaces de desa-rrollar una industria verde que utilice energas lim-pias y renovables? Parece increblemente difcil todo lo anterior, mientras la agenda poltica y social nos siga golpeando la puerta todos los das: corrupcin empresarial y poltica, cats-trofes naturales, pobreza, desigualdad y violencia. Y lo mismo ocurre con la agenda ambiental que reclama soluciones al cambio climtico, la creciente erosin y al problema de acceso al agua. La gravedad y necesario tratamiento de esos puntos no est en duda, pero ello no puede anular la capacidad de nuestros lderes de visualizar el futuro e impedir que el desarrollo sustentable trascienda el anlisis y se instale dentro de la agenda local del poder pblico y privado, poniendo en el centro de la escena la capacidad que todos deberamos tener para adaptarnos a este nuevo paradigma En tal sentido, la creacin de la Regin del uble es una oportunidad enorme para dar un giro y establecer una carta de navegacin que proyecte nuestro futuro sobre

    las bases de una nueva economa, ms verde y susten-table. Es deber entonces de las actuales autoridades promover la necesaria discusin en torno a una estrategia de desa-rrollo que convoque a la clase poltica, a la sociedad civil en su conjunto y por supuesto a los empresarios que a fin de cuentas son los responsables de asumir riesgos, capa-cidad de inversin y creatividad frente a los desafos de este nuevo perodo. La sustentabilidad es un requisito para el desarrollo, de hecho no sera desarrollo si no fuera sustentable. Pero ser necesario superar mitos y postu-ras ideolgicas y estar dispuestos a atreverse, invertir en nuevos proyectos, innovar en materia de mercado labo-ral, con flexibilidad y capacitacin continua y principal-mente descentralizando y desconcentrando el poder. Replicar lo que ha hecho Concepcin con Chilln sera -adems de un error- la peor de las contradicciones. En cuanto a la innovacin, si bien es un tema que emerge en la agenda y existen ya algunas capacidades instala-das en las universidades de Concepcin y del Bo Bo, lo mismo que en el INIA, todava estamos lejos de regiones que realmente han avanzado en esta rea. De hecho, este tema es clave y uno de los grandes desafos de la nueva regin, pues hoy el capital humano ms preparado no encuentra verdaderos espacios para continuar cre-ciendo y en forma importante emigra a Concepcin o a Santiago, volviendo nuevamente a dificultar la necesaria ruptura del crculo vicioso de la falta de oportunidades.Con ms de 500 mil habitantes y un potencial recono-cido en el mbito agroalimentario, La Regin del uble necesita una estrategia de desarrollo sustentable que debe prepararnos para la transformacin de nuestros paradigmas productivos y la aparicin de las industrias verdes. Sera partir con el pie derecho.

    La creacin de la Regin del uble es una oportunidad enorme para dar un giro y establecer una carta de navegacin que proyecte nuestro futuro sobre las bases de una nueva economa, ms verde y sustentable.

    Nueva regin, nueva economa

    D biles son las seales de recu-peracin en el mercado de cr-ditos del sector bancario, concluye una encuesta que das atrs publi-c el Banco Central y que permite inferir que la estrategia asumida por el sistema financiero respondera a una coyuntura de fortalecimiento del consumo interno, que induce a una mayor demanda por crditos de consumo. Bajo ese esquema se enca-recer significativamente el acceso al crdito y, consecuentemente, favorecer las rentas que genera la industria financiera en el pas.

    La otra cara de la moneda -mucho menos auspiciosa- la vivirn los prestatarios quienes, al verse impo-sibilitado en ampliar su margen de endeudamiento en el sistema tradi-cional para enfrentar sus problemas de liquidez de corto plazo, debern buscar fuentes alternativas de finan-ciamiento, cuyo costo es significati-vamente mayor a la oferta bancaria, pero con menos restricciones para proveer liquidez. Negocio redondo si se considera que la alta concentra-cin de los grupos econmicos en el pas aumenta la probabilidad de que las rentas de esos deudores vayan a parar a los mismos bolsillos.

    1819. Lord Cochrane se apodera del puerto peruano de Huacho.

    1822. El Senado estadounidense reconoce la independencia de los pases latinoamericanos, entre ellos Chile.

    1891. Nace en Chilln el agricultor, diputado y filntropo Armando Martn Villalobos. Tras el terremoto de Chilln en 1939, l y su familia donaron los terrenos y dinero para la construccin de la Catedral y del Hospital de Chilln.

    Hace 50 aos La resolucin adoptada por la municipalidad de instalar dos andariveles en las Termas Minerales de Chilln convierte a ese balneario como centro nacional e internacional para el fomento de los deportes de invierno

    Hace 25 aos En la etapa de terminaciones se encuentra la construccin del desvo de la Carretera Panamericana al poniente de nuestra ciudad, el cual deber quedar habilitado el transito pblico en el mes de abril.

    Problemas

    - Yo creo que la culpa es el color de la camiseta...

    Menor acceso a crditos

    Cul es el fundamento de la visin que este Gobierno tie-ne respecto de la finalidad del acto educativo? Qu implica, para la mxima autoridad del Ministerio de Educacin, la cali-dad educativa? Qu diferencia-r a un joven que haya cursado toda su enseanza media bajo esta Administracin, respecto de aquellos que la cursaron en la Administracin anterior?

    Como a estas alturas al res-pecto solo hemos conocido refe-rencias episdicas y errticas, se hace necesario exigir una cate-grica definicin. O acaso los Ministerios no deben compro-meter una descripcin precisa de lo que creen y procuran en el corazn de su gestin?

    En una primera aproxima-cin, qu opinar el ministro si le exponemos que parece nece-sario orientar los aprendizajes a que los jvenes se relacionen adecuadamente con el xito? Estar de acuerdo con la idea de que la educacin integral es complementaria con ser exitoso?

    Molestar a sus odos escuchar la proposicin de que sera con-veniente educar para el xito?

    Desde luego, no me refiero a la tpica definicin de xito gravi-tante en los tiempos modernos, que en la prctica correlaciona los conceptos de riqueza mate-rial, fama y competencia, que tanto economistas como publi-cistas se han encargado de hacer prevalecer.

    Por el contrario, y ms bien como contrapunto, aludo a lo que la Real Academia de la Lengua precisa. Ella subraya que xito consiste en aquella buena acep-tacin que tiene alguien o algo, delimitando el concepto como el fin o terminacin de un negocio o asunto. As, el xito implica para una persona una actitud que se identifica con hacer bien las cosas y la conformidad ntima de haber procedido de la mejor for-ma posible para lograr lo que se haba propuesto. En concreto, se es exitoso cuando se da el perfec-to balance entre el pleno esfuer-zo por hacer algo y la conviccin posterior de haber hecho todo lo que estaba en la capacidad de hacer para lograr ese asunto. De esta forma es como lo compren-de el legendario y sobresaliente entrenador John Wooden: El xito es el estado de paz y sere-

    nidad interior alcanzado como consecuencia de la satisfaccin de saber ntimamente que has hecho todo lo que estaba en tu mano para lograr el mximo de lo que eres capaz.

    Wooden, considerado por la NCAA como el mejor direc-tor de baloncesto de la histo-ria, expresa, en mi parecer, con una claridad extraordinaria que ser exitoso es una condicin de satisfaccin ntima que depen-de finalmente, de la disciplina y honestidad con que cada perso-na abraza los diversos desafos en los contextos que sean del caso.

    Claramente, el xito no llega por azar. Es el resultado de un trabajo disciplinado, esforza-do, dedicado. En este aspecto, Howard Gardner sugiere que una persona es disciplinada cuando desarrolla los hbitos que le permiten progresar de un modo sostenible y firme en el dominio de una habilidad, una destreza, un craft o un cono-cimiento (Five Minds for the Future).

    En suma, y para saber a qu atenernos, coincidirn las auto-ridades de esta Administracin con el propsito subrayado acer-ca del acto educativo que cree-mos, debera acontecer dentro de las aulas?