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ECCLESIA DIGITAL http://www.revistaecclesia.com Domingo 1 de agosto DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Plegaria Eucarística IV. Monición de entrada y acto penitencial: Como todos los domingos, Jesús resucitado nos reúne hoy de nuevo alrededor del altar, y nosotros nos acercamos a Él, para estar con Él, para que nos muestre su camino y nos ayude a ser de verdad seguidores suyos. Con devoción y humildad de fe, démonos cuenta de que vamos a celebrar los sagrados misterios, la Santa Misa, y que el Señor está en medio de nosotros para comunicarnos su Palabra y darnos su Cuerpo y su Sangre. Conscientes, pues, de nuestra debilidad, y necesitados de la misericordia divina, reconozcamos humildemente nuestros pecados. Tú que eres el defensor de los pobres. Tú que eres el refugio de los débiles. Tú que eres la esperanza de los pecadores. Gloria. Colecta: Ven, Señor, en ayuda de tus hijos, derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican y renueva y protege la obra de tus manos a favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo: Confesemos ahora nuestra fe, confesando la fe de toda la Iglesia. Oración de los fieles: Mientras buscamos los bienes de arriba, donde Cristo nos precede, oremos a Dios Padre, que es rico para todos los que lo invocan, por nosotros y por todos los hombres 1. Por la Iglesia; para que se muestre desprendida y así pueda decir a todos dónde está la verdadera riqueza. Roguemos al Señor. 2. Por las vocaciones sacerdotales; para que nunca nos falten sacerdotes que trabajen por la evangelización con coherencia, austeridad y sencillez. Roguemos al Señor. 3. Por los responsables de la economía; para que sepan crear riqueza y distribuirla justamente, de forma que a nadie le falte lo necesario para vivir con dignidad Roguemos al Señor. 4. Por los que corren el peligro de acumular riquezas para sí, como el rico de la parábola; para que comprendan que su vida no depende de sus bienes. Roguemos al Señor. 5. Por nosotros mismo; para que no caigamos en la tentación de la codicia, sepamos valorar los bienes terrenos con criterios evangélicos y aspiremos a los bienes de arriba. Roguemos al Señor. Dios nuestro, principio y fin de todas las cosas, que en Cristo, tu Hijo, nos has llamado a la posesión de tu reino, escucha nuestras oraciones y no permitas que, mientras nos esforzamos por someter la tierra, nos dejemos cautivar por el deseo de poseer los bienes terrenales, y nos olvidemos de buscar siempre y por encima de todo aquello que nos hace ricos a tus ojos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: A quienes has renovado con el pan del cielo, protégelos siempre con tu auxilio, Señor, y, ya que no cesas de reconfortarlos, haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendición solemne: - El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, os haga perfectos en todo bien, en virtud de la sangre de la alianza eterna, para que cumpláis su voluntad, realizando en vosotros lo que es de su agrado. - Y la bendición de Dios todopoderoso...

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Page 1: ECCLESIA DIGITAL – - El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, os haga perfectos en todo bien, en virtud de la sangre

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Domingo 1 de agosto DOMINGO XVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Plegaria Eucarística IV.

Monición de entrada y acto penitencial: Como todos los domingos, Jesús resucitado nos reúne hoy de nuevo alrededor del altar, y nosotros nos acercamos a Él, para estar con Él, para que nos muestre su camino y nos ayude a ser de verdad seguidores suyos. Con devoción y humildad de fe, démonos cuenta de que vamos a celebrar los sagrados misterios, la Santa Misa, y que el Señor está en medio de nosotros para comunicarnos su Palabra y darnos su Cuerpo y su Sangre. Conscientes, pues, de nuestra debilidad, y necesitados de la misericordia divina, reconozcamos humildemente nuestros pecados.

• Tú que eres el defensor de los pobres. • Tú que eres el refugio de los débiles. • Tú que eres la esperanza de los pecadores.

Gloria. Colecta: Ven, Señor, en ayuda de tus hijos, derrama tu bondad inagotable sobre los que te suplican y renueva y protege la obra de tus manos a favor de los que te alaban como creador y como guía. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo: Confesemos ahora nuestra fe, confesando la fe de toda la Iglesia. Oración de los fieles: Mientras buscamos los bienes de arriba, donde Cristo nos precede, oremos a Dios Padre, que es rico para todos los que lo invocan, por nosotros y por todos los hombres

1. Por la Iglesia; para que se muestre desprendida y así pueda decir a todos dónde está la verdadera riqueza. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales; para que nunca nos falten sacerdotes que trabajen por la evangelización con coherencia, austeridad y sencillez. Roguemos al Señor.

3. Por los responsables de la economía; para que sepan crear riqueza y distribuirla justamente, de forma que a nadie le falte lo necesario para vivir con dignidad Roguemos al Señor.

4. Por los que corren el peligro de acumular riquezas para sí, como el rico de la parábola; para que comprendan que su vida no depende de sus bienes. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros mismo; para que no caigamos en la tentación de la codicia, sepamos valorar los bienes terrenos con criterios evangélicos y aspiremos a los bienes de arriba. Roguemos al Señor.

Dios nuestro, principio y fin de todas las cosas, que en Cristo, tu Hijo, nos has llamado a la posesión de tu reino, escucha nuestras oraciones y no permitas que, mientras nos esforzamos por someter la tierra, nos dejemos cautivar por el deseo de poseer los bienes terrenales, y nos olvidemos de buscar siempre y por encima de todo aquello que nos hace ricos a tus ojos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: A quienes has renovado con el pan del cielo, protégelos siempre con tu auxilio, Señor, y, ya que no cesas de reconfortarlos, haz que sean dignos de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Bendición solemne:

- El Dios de la paz, que resucitó de entre los muertos al gran pastor de las ovejas, nuestro Señor Jesús, os haga perfectos en todo bien, en virtud de la sangre de la alianza eterna, para que cumpláis su voluntad, realizando en vosotros lo que es de su agrado.

- Y la bendición de Dios todopoderoso...

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Lunes 2 de agosto Misa de feria

Color verde. Misa de la semana XXV. Lecturas de feria. Prefacio común V. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Cada vez que nos reunimos en nombre de Jesús, Él viene a visitarnos. Nosotros somos su pueblo y Él está ahora en medio de nosotros, en medio de nuestra asamblea. Escuchemos atentamente sus palabras de vida eterna, conscientes de que Él mismo es el que nos habla, y acerquémonos hasta su mesa para recibir su Cuerpo y su Sangre. Pero antes de nada, abrámosle nuestro corazón y, desde el fondo de nuestro ser, pidámosle humildemente perdón por nuestros pecados.

• Tú, que eres el Mesías fiel y salvador • Tú que superas hasta las tentaciones de los amigos • Tú que esperas de nosotros una fe con obras

Colecta: Oh Dios, que has puesto la plenitud de la ley en el amor a Ti y al prójimo, concédenos cumplir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Supliquemos ahora con confianza a Jesucristo, que nos hizo partícipes de su Pascua e instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y resurrección.

1. Para que el Señor guarde a su Iglesia y la conduzca por los caminos de la verdad, haciendo testigos de su amor a todos los hombres. Roguemos al Señor.

2. Para que el Señor envíe a su Iglesia nuevas vocaciones que sean capaces de consagrarse a Él y a su servicio, y de promover una nueva y renovada evangelización. Roguemos al Señor.

3. Para que la gracia, que es fermento de comunión y de paz, congregue a todos los hombres de buena voluntad en torno a Cristo, el verdadero Dios y Señor. Roguemos al Señor.

4. Para que el Señor se apiade de los enfermos y agonizantes, alivie sus dolores, les dé su paz y les abra un día las puertas de su Reino. Roguemos al Señor.

5. Para que la intercesión de María nos alcance vivir en todo momento la verdad del Evangelio con fidelidad, alegría y entrega. Roguemos al Señor.

Señor Jesucristo, que en el sacrificio eucarístico das vida y sustento a todos tus fieles; escucha las oraciones que, unidos a toda la Iglesia te hemos presentado, y haz que alimentados con tu Cuerpo y tu Sangre perseveremos en tu luz y tu verdad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Poscomunión: Que tu auxilio, Señor, nos acompañe siempre a los que alimentas con tus sacramentos, para que por ellos y en nuestra propia vida recibamos los frutos de la redención. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Martes 3 de agosto Misa por el supremo gobernante de la nación

Color verde. Misas por diversas necesidades nº 19; resto semana XXIV. Lecturas de feria. Plegaria Eucarística V/c.

Monición de entrada y acto penitencial: En la Misa de hoy vamos a pedir de un modo especial por el Rey Juan Carlos I, Jefe de Estado y sumo gobernante de nuestra patria; y pedimos a Dios nuestro Señor que le conceda ejercer siempre su cargo con espíritu de servicio y amor a nuestro país y a todos sus ciudadanos. Y comencemos la celebración poniéndonos ante el Rey de cielos y tierra, Jesucristo, el Señor, y pidámosle perdón por nuestros pecados.

• Tú que no has rechazado sufrir por nosotros • Tú que eres el Mesías • Tú que nos salvas con tu muerte y resurrección

Colecta: Oh Dios, a quien está sometido todo poder humano: concede a tu siervo, nuestro rey Jun Carlos I, un próspero ejercicio de su mandato y haz que, buscando siempre obedecerte y agradarte, promocione y conserve el orden, la libertad y la paz del pueblo que se le ha confiado. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, en cuyas manos está nuestra vida y el destino de la humanidad, y pidámosle que escuche nuestra oración a favor del mundo entero.

1. Para que la Iglesia predique a lo largo y ancho de la tierra las riquezas insondables de Jesucristo y transmita a cada corazón su gracia salvadora. Roguemos al Señor.

2. Para que los sacerdotes y religiosos trabajen incansablemente en la pastoral vocacional por hacer nuevos discípulos de Cristo y para que Él haga fecunda la pesca de las redes echadas en su nombre. Roguemos al Señor.

3. Para que los que son depositarios del poder temporal sean promotores del orden y la paz y no olviden que Dios es el único Señor de la historia. Roguemos al Señor.

4. Para que los que han recibido mucho sepan compartir, y los que han recibido poco confíen en la providencia de Dios y reciban de Él y de sus hermanos lo que necesitan para vivir con dignidad. Roguemos al Señor.

5. Para nosotros mismos, y los que han dejado este mundo y en vida se alimentaron del Cuerpo y la Sangre de Jesús, cantemos eternamente las alabanzas del Señor y le demos gracias invocando su nombre. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro; escucha nuestras súplicas y plegarias, manifiéstate a los que no te conocen y concédenos ser testigos de tu amor en medio del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Poscomunión: La acción de este sacramento, Señor, penetre en nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que sea su fuerza, no nuestro sentimiento, quien mueva nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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4 de agosto San Juan María Vianney, presbítero. MEMORIA OBLIGATORIA

Color blanco. Colecta propia; resto de la Misa por los sacerdotes (Diversas necesidades 6)).

Lecturas de feria. Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Juan María Vianney, el santo cura de Ars, sacerdote francés de comienzos del siglo diecinueve, cuya vida de gran austeridad y profundidad interior, su admirable celo pastoral, su trabajo agotador en el ministerio de la palabra y sus largas horas de confesionario impresionaron vivamente; siendo muchas las personas que acudía a pedirle consejo espiritual. Nosotros también estamos llamados, como San Juan María Vianney , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Colecta: Dios de poder y misericordia, que hiciste admirable a san Juan María, presbítero, por su celo pastoral; concédenos, mediante su ejemplo e intercesión, ganar para Cristo nuevos hermanos en el amor y poder alcanzar, juntamente con ellos, la gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Oremos a Dios Padre, en cuyas manos está nuestra vida y el destino de la humanidad, y pidámosle que escuche nuestra oración a favor del mundo entero.

1. Por la Iglesia, familia de Dios; para que, vivificada por el Espíritu Santo, viva la comunión de la fe, la esperanza y la caridad. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes de nuestras comunidades parroquiales; para que descubran el apasionante camino del Evangelio y consagren su vida al Señor. Roguemos al Señor.

3. Por nuestros gobernantes y políticos; para que con justicia y honestidad sirvan a la causa de la paz y del bien común. Roguemos al Señor.

4. Por las familias; para que sean hogares donde se cultive el amor y las relaciones interpersonales, donde se transmita la fe y los valores del Evangelio, donde se viva el amor a la vida y el respeto a los demás. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros; para que renovados por el amor de Cristo, que se nos da en alimento, seamos fermento de vida evangélica y testigos del amor de Dios, en la gran familia humana. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro; escucha nuestras súplicas y plegarias, manifiéstate a los que no te conocen y concédenos ser testigos de tu amor en medio del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor. Poscomunión: El sacrificio que te hemos ofrecido y la víctima santa que hemos comulgado, Señor, llenen de vida a tus sacerdotes y a tus fieles, para que, unidos a ti por un amor constante, puedan servirte dignamente. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Miércoles 5 de agosto Misa de la Virgen María, Templo del Señor

(memoria libre de la Dedicación de la Basílica de Santa María) Color blanco. Misas de la Virgen María nº 23. Lecturas de feria.

Prefacio propio. Plegaria Eucarística II. La gracia, el amor y la paz de Jesucristo, el Hijo de Dios y de María, estén con vosotros. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy veneramos la memoria de nuestra Señora, la Virgen María, a quien celebramos como Templo del Señor, pues recordamos la dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, erigida en el siglo cuarto; siendo así uno de los templos más antiguos consagrados a la Madre de Dios. Y ahora, nos ponemos en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía. Él nos ha reunido aquí como hijos suyos y nos dará, una vez más, la Palabra de vida y el Pan de Salvación. Reconozcamos ante Él que somos culpables y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestras faltas y que nos llene del don de su Espíritu Santo, el mismo Espíritu que fecundó las entrañas virginales de Santa María.

Yo confieso… Colecta: Oh Dios, que de modo inefable has edificado un templo santo para tu Hijo en el seno virginal de santa María, concédenos adorarte en el Espíritu Santo y en la verdad, siguiendo fielmente la gracia del Bautismo, para merecer convertirnos nosotros también en templos vivos de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con la seguridad de que Dios es fiel y de que su Hijo intercede por nosotros, oremos a nuestro Padre del cielo.

1. Por la Iglesia; para que evangelice al mundo teniendo una clara conciencia de las necesidades de los hombres de hoy y de la verdad que Jesucristo quiere transmitirles en las actuales circunstancias. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes; para que vivan como hijos de la luz, promuevan la pureza y vivan el amor verdadero, y no tengan miedo de seguir a Cristo radicalmente. Roguemos al Señor.

3. Por los responsables del gobierno en nuestra patria y en todo el mundo; para que la paz que viene de Dios los estimule a procurarla entre los pueblos fomentando la justicia, la cooperación internacional y el respeto a la dignidad de todo hombre. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren a causa del desamor y la violencia, la enfermedad o el vicio, la infidelidad o la traición; para que Jesucristo se les manifieste como consuelo, les dé su paz y los ayude a no desesperar, pues encontrarán hermanos que les ayuden y comprendan. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, discípulos del Señor y testigos de su amor; para que, alimentados con su Cuerpo y con su Sangre, demos testimonio de su verdad, obremos con transparencia y lealtad y tengamos como norma hacer el bien a cuantos lo necesitan. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, que sellaste una alianza de amor con tu pueblo en la Sangre de Jesucristo; acoge nuestras oraciones y haz que vivamos con alegría nuestra fe y esperanza. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con esta Eucaristía, haz, Señor, que te sirvamos con una conducta libre de pecado y, siguiendo el ejemplo de la Virgen María, te veneremos presente en nuestros hermanos y proclamemos con ella tu grandeza, alabándote sinceramente. Por Jesucristo nuestro Señor.

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6 de agosto La Transfiguración del Señor. FIESTA

Color blanco. Misa y lecturas propias de la fiesta (leccionario V). Gloria. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III.

La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con vosotros. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la fiesta de la Transfiguración del Señor; aquel momento en el que, en la montaña, ante Pedro, Santiago y Juan, se mostró lleno de la gloria de Dios; manifestando así con toda grandeza que el camino de la pasión y la muerte que iba a emprender es el único camino capaz de dar vida. Iniciemos pues, con alegría, esta celebración, invocando al Señor de la gloria, que nos salva de nuestra oscuridad y de nuestro pecado.

• Tú, el Hijo amado del Padre, su predilecto. • Tú, el Hijo del Hombre, que has recibido poder, honor y reino. • Tú, la luz que ilumina a todo hombre.

Gloria. Colecta: Oh Dios, que en la gloriosa Transfiguración de tu Unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los padres y prefiguraste maravillosamente nuestra perfecta adopción como hijos; concede a tus siervos que, escuchando la palabra de tu Hijo, el Amado, merezcamos ser un día coherederos de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Invoquemos ahora, hermanos, a Dios nuestro Padre, que al revelarnos la gloria de su Hijo amado nos muestra la esperanza a la que estamos llamados, y pidámosle que la manifieste a todos los hombres.

1. Para que Dios conceda a las Iglesias de Oriente y Occidente encontrar su gozo en el hecho de que la gloria del Señor resplandezca sobre ellas. Roguemos al Señor.

2. Para que surjan abundantes y santas vocaciones sacerdotales que nos enseñen a cumplir la voluntad de Dios y a amarnos unos a otros. Roguemos al Señor.

3. Para que Dios conceda a nuestros gobernantes trabajar con honestidad por la instauración de la paz, la justicia y el bien común. Roguemos al Señor.

4. Para que Dios fortalezca a los enfermos con la esperanza de que su condición humilde será transformada según el modelo de la condición gloriosa de Jesucristo. Roguemos al Señor.

5. Para que los que estamos reunidos en esta Eucaristía, al contemplar a Jesucristo glorioso, nos llenemos de su claridad y la llevemos a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.

Escucha nuestra oración, Dios todopoderoso y eterno, e ilumínanos con tu gracia para que vivamos siempre a la espera de la manifestación de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Poscomunión: Los celestiales alimentos que hemos recibido, Señor, nos transformen en imagen de tu Hijo, cuya claridad nos has querido manifestar en su gloriosa Transfiguración. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre el pueblo: Multiplica, Señor, sobre tus fieles la gracia del cielo, y así quienes te alaban con los labios te alaben también con el corazón y con la vida, y ya que cuanto somos es don tuyo sea también tuyo todo cuanto vivamos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Sábado 7 de agosto Misa de la Virgen María, imagen y Madre de la Iglesia (3) Color verde. Misas de la Virgen María nº 27. Lecturas de feria.

Prefacio propio. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Honramos hoy a la Virgen María, Madre de Dios, a quien el Señor ha bendecido más que a todas las mujeres de la tierra; y nos ponemos en presencia de Dios al comenzar la Eucaristía. Él nos ha reunido aquí como hijos suyos y nos dará, una vez más, la Palabra de vida y el Pan de Salvación. Reconozcamos ante Él que somos culpables y, por la intercesión de Santa María, la Virgen, refugio de pecadores, pidámosle perdón por nuestras faltas y que nos llene del don de su Espíritu Santo, el mismo Espíritu que fecundó las entrañas virginales de Santa María. Yo confieso… Colecta: Oh Dios, por tu poder y tu bondad la Virgen María, fruto excelso de la Redención, brilla como imagen purísima de la Iglesia. Concede a este pueblo tuyo que peregrina en la tierra que, fijos sus ojos en ella, siga fielmente a Cristo hasta que llegue a aquella plenitud de gloria que ya contempla con gozo en Santa María. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Alabemos ahora a Dios, que renueva su alianza con nosotros e inscribe su ley en nuestros corazones, y con confianza filial presentémosle nuestras intenciones.

1. Por la Iglesia; para que el Espíritu Santo la santifique constantemente y haga que todos encuentren en ella a Jesucristo y tengan sus mismos sentimientos. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales; para que el Señor no desoiga la urgente oración de su Iglesia que necesita obreros que trabajen en su viña y para que sean muchos y santos los que lo sigan por el ministerio sacerdotal, la vida consagrada o misionera. Roguemos al Señor.

3. Por nuestro mundo; para que avance por el camino de la paz, la concordia y el entendimiento, y todos trabajemos hasta que impere la justicia que Cristo nos mereció con el precio de su Sangre redentora. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren el horror de la guerra, el miedo y la angustia, el hambre y la desesperación; para que la esperanza en los cielos nuevos y en la tierra nueva los sostenga y para que se vean libres de sus sufrimientos. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros mismos; para que, siguiendo con fidelidad a Cristo y dándole lo que somos y tenemos, aparezcamos irreprochables ante el Padre y gocemos eternamente de su felicidad. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que renovaste con tu pueblo una alianza nueva y eterna y pusiste en nuestras vidas el sello de tu pertenencia, grabado con la Sangre de tu Hijo; escucha nuestras oraciones, y haz que con nuestra vida proclamemos que Tú eres nuestro salvador. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Concede, Señor, a tu Iglesia que, fortalecida con este sacramento, recorra con entusiasmo los caminos del Evangelio, hasta que pueda alcanzar la gozosa visión de la paz, de la que ya goza para siempre la Virgen María, tu humilde sierva. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Domingo 8 de agosto DOMINGO XIX DEL TIEMPO ORDINARIO

Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Prefacio dominical I. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Un domingo más nos congrega el amor del Señor para celebrar el Santo Sacrificio de la Misa; ese alto en el camino en el que el Señor sale a nuestro encuentro y nos ayuda a mirar con ojos de fe, nos alienta en nuestras decisiones y nos ayuda a caminar. Abramos, pues, nuestro corazón a la misericordia del Señor al comenzar estos santos misterios y, pidiéndole perdón por nuestros pecados, dejémonos penetrar de la presencia de su Espíritu Santo.

• Tú que eres nuestra esperanza. • Tu que nos liberas de nuestros pecados. • Tú que eres nuestra fe.

Gloria. Colecta: Dios todopoderoso y eterno, a quien podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por nuestro Señor Jesucristo Credo: Confesemos ahora todos juntos nuestra fe en el Dios de la vida y del amor, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Oración de los fieles: Presentemos ahora nuestras peticiones a Dios, nuestro Padre, que siempre nos escucha, y pidámosle que manifieste su bondad a sus hijos que le suplicamos.

1. Por la Iglesia, llamada a vivir en la provisionalidad de este mundo, en constante tensión hacia el futuro, a la espera del Señor. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales al servicio de nuestra Iglesia diocesana. Roguemos al Señor.

3. Por los que pasan la vida en la inconsciencia, sin sentido de responsabilidad. Roguemos al Señor.

4. Por los que alertan en la sociedad a vivir con sensatez y con moderación. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, que hemos oído la advertencia “estad preparados, como los que aguardan, en vela”. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que los corazones de tus fieles se inflamen en la fe que impulsó a nuestro padre Abraham a vivir como extranjero en la tierra que le prometiste; que también esperemos el regreso de tu Hijo, como el criado a quien el Señor encuentra en vela, en el momento de su llegada, para que podamos así ser acogidos por Cristo en el banquete eterno. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: La comunión en tus sacramentos nos salve, Señor, y nos afiance en la luz de tu verdad. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

- El Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os afiance y os conserve fuertes y constantes en la fe.

- Y la bendición de Dios todopoderoso...

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Lunes 9 de agosto Santa Teresa Benedicta de la Cruz, religiosa, patrona de Europa. FIESTA

Color rojo. Misa propia (v. apéndice del calendario litúrgico). Gloria. Lecturas de feria. Prefacio de mártires. Plegaria Eucarística III.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la fiesta de santa Teresa Benedicta de la Cruz; judía conversa, religiosa carmelita y filósofa, quien murió en el campo de exterminio nazi de Auschwitz, en Polonia, durante la segunda guerra mundial, y a quien el Papa Juan Pablo II proclamó patrona de Europa. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Yo confieso. Gloria. Colecta: Dios de nuestros padres, que guiaste a tu mártir santa Teresa Benedicto al conocimiento de tu Hijo crucificado y a imitarle hasta la muerte; concédenos por su intercesión, que todos los hombres reconozcan en Cristo a su Salvador y, por medio de Él, puedan contemplarte para siempre. Él, que vive y reina. Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que en su misericordia ha hecho fuertes a los mártires en la hora del tormento, y con fe, presentémosle nuestras súplicas.

1. Para que los miembros del a Iglesia, alentados por el ejemplo de los santos mártires, vivamos con entusiasmo y entrega nuestra fe. Roguemos al Señor.

2. Para que la sangre de los mártires, semilla de nuevos cristianos, sea también abono de abundantes y santas vocaciones sacerdotales y religiosas para nuestra diócesis. Roguemos al Señor.

3. Para que los gobernantes de nuestro país sirvan a la causa de la justicia, la paz y el bien común, evitando todo tipo de barbarie y racismo. Roguemos al Señor.

4. Para que los que padecen por cualquier causa, los que son perseguidos por su fe en Jesucristo, los que son privados de sus justos derechos, experimenten, por la intercesión de los mártires, la fortaleza que necesitan para no desesperar. Roguemos al Señor.

5. Para que todos nosotros, al celebrar la gloria de los mártires de Cristo, nos decidamos a vivir nuestros compromisos con ilusión, entrega y generosidad. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que fortaleces nuestra debilidad y que nos das cuanto necesitamos para permanecer unidos a Ti; escucha nuestras oraciones y haz que, a imitación de santa Teresa Benedicto, permanezcamos fieles a tu amor frente a todo tipo de amenazas. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Concede, Padre misericordioso, que los frutos celestiales del árbol de la Cruz fortalezcan los corazones de quienes veneramos la memoria de santa Teresa Benedicta, para que unidos fielmente a Cristo en la tierra, merezcamos comer del árbol de la vida en el paraíso. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Martes 10 de agosto San Lorenzo, diácono y mártir. FIESTA

Color rojo. Misa y lecturas propias de la fiesta (leccionario V). Gloria. Prefacio de mártires. Plegaria Eucarística III.

Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la fiesta de san Lorenzo, diácono de la Iglesia de Roma, nacido en Huesca, y mártir de Jesucristo durante la persecución del emperador Valeriano en el siglo tercero; quien estuvo al servicio de la comunidad en la celebración de la Eucaristía y en la dedicación a los más pobres; cuyo recuerdo nos une hoy a aquel gran número de cristianos que en los primeros tiempos fueron testigos de Jesucristo hasta derramar su sangre. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Yo confieso. Gloria Colecta: Oh Dios, san Lorenzo, encendido en tu amor, brilló en fidelidad a tu servicio y fue glorioso en su martirio; concédenos amar lo que él amó y practicar lo que enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Hermanos, oremos a Dios Padre que da la fortaleza a los que se la piden y sostiene a sus hijos en la hora de la prueba y, por intercesión de san Lorenzo, pidámosle que su bendición alcance a la humanidad entera.

1. Para que todos los cristianos, imitando a san Lorenzo, se sientan libres de las ataduras de las riquezas y sepan reconocer en los pobres el tesoro más grande de la Iglesia. Roguemos al Señor.

2. Para que nunca falten ministros ordenados, sacerdotes y diáconos, que llenos de espíritu de sabiduría, sean buenos administradores de los misterios de Dios y no se limiten a anunciar el Evangelio, sino que lo escuchen también en su corazón. Roguemos al Señor.

3. Para que quienes tienen el poder en el mundo, estimulados por el testimonio cristianos, vivan al servicio de la justicia y alejen las situaciones de miseria y subdesarrollo. Roguemos al Señor.

4. Para que quienes se sienten probados o son perseguidos por el nombre de Cristo, consigan la fuerza que hizo vencer a los mártires en su combate. Roguemos al Señor.

5. Para que el testimonio de los mártires fortalezca nuestra fe y dé vigor a nuestra vida cristiana. Roguemos al Señor.

Señor, Dios todopoderoso, que socorres nuestra debilidad con el ejemplo de la fortaleza de san Lorenzo, escucha nuestra oración y haz que, participando en la pasión de tu Hijo, alcancemos la gloria de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con el don sagrado, te suplicamos, Señor, que aumente en nosotros los frutos de la salvación este humilde servicio que te ofrecemos en la festividad de san Lorenzo. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre el pueblo: Señor, que se alegren tus fieles porque Tú glorificas a los miembros del Cuerpo de tu Hijo; y, pues devotamente celebran la memoria de los santos, concédeles gozar un día con ellos de tu gloria eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Miércoles 11 de agosto Santa Clara de Asís, virgen. MEMORIA OBLIGATORIA

Color blanco. Colecta propia; resto semana XXVII. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Conmemoramos hoy a santa Clara, quien, siguiendo las huellas de su paisano, san Francisco de Asís, promovió la vida contemplativa monacal, siguiendo frente a todas las adversidades aquel camino de renovación evangélica que tenía en el amor y la pobreza sus grandes bases. Nosotros también estamos llamados, como Santa Clara , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Oh Dios, que infundiste en santa Clara al amor a la pobreza, concédenos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza de espíritu, merezcamos llegar a contemplarte en el reino celestial. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Como hijos de Dios, como propiedad suya, macados con el Sello del Espíritu Santo que nos hace discípulos de Cristo, oremos con confianza.

1. Para que la Iglesia, presente en todo el mundo, sea dispensadora de la gracia de Dios que todo lo renueva, purifica y santifica. Roguemos al Señor.

2. Para que, con prontitud y docilidad, los jóvenes escuchen la llamada del Señor y lo sigan, superando las resistencias, tentaciones y dificultades que les ofrece nuestra sociedad. Roguemos al Señor.

3. Para que los pueblos trabajen por desterrar la miseria, el desempleo, la ignorancia, la indiferencia y la discriminación de las personas a causa de su raza, religión o condición social. Roguemos al Señor.

4. Para que las familias sean hogares donde se transmita la vivencia profunda del Evangelio, se respete la vida y se acoja al Señor que las visita para fortalecerlas en el amor, la fidelidad y la concordia. Roguemos al Señor.

5. Para que esta Eucaristía alimente nuestra fe, sostenga nuestra esperanza y haga que nuestra caridad esté siempre encendida por el fuego de su Espíritu Santo. Roguemos al Señor.

Oh Dios, tu gloria cubre la tierra y tu mano poderosa salva a los oprimidos en la hora del peligro; manifiesta tu poder, escucha nuestras oraciones y haz que un día gocemos contigo y con los santos de la vida eterna de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Concédenos, Señor todopoderoso, que de tal manera saciemos nuestra hambre y nuestra sed en estos sacramentos, que nos transformemos en lo que hemos recibido. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Jueves 12 de agosto Misa votiva de la Sagrada Eucaristía

Color blanco. Misa del día del Corpus. Lecturas de feria. Prefacio II de la Santísima Eucaristía. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Nuevamente, Jesús nos invita a acercarnos al altar, la mesa fraterna del amor, para celebrar el banquete de la Eucaristía escuchando su palabra y alimentándonos con su Cuerpo y su Sangre.

Dispongámonos pues, a celebrar la Eucaristía y, en silencio, pongámonos ante Dios y reconozcamos humildemente nuestros pecados.

• Tú que eres alimento para los débiles • Tú que eres Pan partido para dar vida al mundo • Tú que vives entre nosotros y nos reúnes en el amor

Colecta: Oh Dios, que en este Sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, te pedimos nos concedas venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas. Oración de los fieles: Confiando en la cercanía y en el amor del Señor, que es fiel y escucha nuestras oraciones cuando, desde nuestra necesidad, le invocamos con fe, le presentamos ahora nuestras súplicas confiadas.

1. Para que el Señor conceda al Papa N., a nuestro Obispo N., y a todos los sacerdotes y religiosos de nuestra diócesis corresponder con fidelidad, santidad de vida y gratitud al ministerio que Él mismo les ha confiado. Roguemos al Señor.

2. Para que los jóvenes se abran al mensaje del Evangelio, descubran la inconfundible voz del Maestro que los llama a su seguimiento para extender el Reino de los cielos y lo sigan. Roguemos al Señor.

3. Para que toda la humanidad goce de paz, justicia y amor, para que cesen los odios y rencores, las divisiones y sectarismos, y para que el Reino de Dios sea una realidad entre todos los hombres. Roguemos al Señor.

4. Para que los que sufren la muerte o el alejamiento de sus seres queridos experimenten el consuelo del Señor, y para que Él fortalezca a los que se ven tentados, dé esperanza a los agonizantes y la vida eterna a todos los difuntos. Roguemos al Señor.

5. Para que Jesús nos conceda vivir en el amor y el servicio a los hermanos. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, que estás siempre dispuesto a perdonar a tus hijos que repetidas veces abandonan la casa paterna; mira compadecido nuestra pobreza, atiende nuestras súplicas y haz que podamos presentarte la ofrenda de nuestras vidas habiendo hecho realidad en ellas el perdón, la reconciliación y el amor sincero a nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: La comunión de tu Cuerpo y Sangre, Señor, signo del banquete del reino que hemos gustado en nuestra vida mortal, nos llene del gozo eterno de tu divinidad. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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Viernes 13 de agosto Misa votiva de la Pasión del Señor

Color verde. Misa del Martes Santo. Lecturas de feria. Prefacio I de la Pasión. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy tendremos en la celebración de la Misa un recuerdo especial hacia la Pasión de Jesucristo, el Señor, quien, por amor a nosotros, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

Sin embargo, también somos conscientes de que con nuestra forma de vida no correspondemos a ese amor que el ha demostrado que nos tiene; por eso, comencemos la celebración de la Eucaristía pidiendo perdón por nuestros pecados.

• Tú que tomaste nuestros pecados en tu cuerpo para destruirlos en la cruz. • Tú que padeciste por nosotros, para que sigamos tus huellas. • Tú que, cargado con nuestros pecados, subiste al leño, para que nosotros, muertos al

pecado, vivamos para la justicia. Colecta: Dios todopoderoso, mira la fragilidad de nuestra naturaleza, y levanta nuestra débil esperanza con la fuerza de la pasión de tu Hijo. Él que vive y reina contigo.

Oración de los fieles: Con toda confianza oremos a Dios, que por medio de la Sangre de su Hijo selló su alianza eterna con su pueblo.

1. Para que la Iglesia transmita con ilusión y entusiasmo el mensaje de salvación y vida que ha recibido de Jesús Salvador. Roguemos al Señor.

2. Para que María, la Mujer Nueva, la Virgen fiel, la Madre de Jesús, anime a los sacerdotes y religiosos en su vocación y dé valor a los jóvenes que son llamados para seguir a su Hijo. Roguemos al Señor.

3. Para que el amor de Dios suscite en nuestras vidas y en las de todos los gobernantes y hombres del mundo un deseo continuo por construir una sociedad más fraterna y un mundo cada vez más habitable. Roguemos al Señor.

4. Para que el hombre, haciendo uso de su libertad, promueva una vida más fraterna y solidaria y contribuya al progreso de la sociedad, respetando a sus hermanos y cuidando los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.

5. Para que al celebrar esta Eucaristía, llenos el Espíritu de Jesús resucitado, vivamos alabándolo con nuestras vidas. Roguemos al Señor.

Escucha nuestras oraciones, Señor, renueva a tu Iglesia en el amor, recréala con tu Espíritu y concédenos estrenar cada día con ilusión la eterna novedad de tu amor ilimitado y fiel. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Ven, Señor, y protege con amor solícito al pueblo que has santificado en esta celebración, para que conserve siempre los dones que ha recibido de tu misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Sábado 14 de agosto San Maximilano María Kolbe, presbítero y mártir. MEMORIA

Color rojo. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de los santos mártires. Plegaria Eucarística II.

• Las Misas que se celebren por la tarde, deberán ser de la Vigilia de la Asunción. Monición de entrada y acto penitencial: Recordamos hoy a san Maximiliano María Kolbe, sacerdote franciscano polaco; quien durante algunos años fue misionero en el Japón, y fundador de las escuelas de la Inmaculada para la educación de la juventud. A su vuelta a Polonia, durante la segunda guerra mundial, fue detenido por las fuerzas nazis, e internado en el campo de exterminio de Auschwitz; entregando allí su vida a cambio de un diezmado padre de familia condenado a muerte; por lo cual, el Papa Juan Pablo II lo consideró como un mártir. A nosotros, se nos pide que seamos también testigos de Cristo en nuestra vida por medio de la fe y de las buenas obras. Sin embargo, constantemente fallamos en este cometido. Por ello, al comenzar la celebración de los sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados y pidamos humildemente perdón a Dios por ellos. Yo confieso… Colecta: Oh Dios, que al mártir san Maximiliano María, apóstol de la virgen Inmaculada, le llenaste de celo por las almas y de amor al prójimo; concédenos, por su intercesión, trabajar generosamente por tu gloria en el servicio de los hombres y poder asemejarnos a tu Hijo, hasta la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Invoquemos ahora con confianza al Señor, dueño de la vida, para que haga que todos los que habitamos esta tierra vivamos como hermanos y nos respetemos mutuamente.

1. Para que la Iglesia, a través de cada uno de sus pastores, sea cercana y comprensiva con los hombres de nuestro tiempo, con sus inquietudes y angustias, y como madre dé respuesta a sus interrogantes acogiéndolos como el mismo Jesús. Roguemos al Señor.

2. Para que quienes se preparan para los sacramentos del Orden y del Matrimonio y a la profesión religiosa, aviven su deseo de amar hasta las últimas consecuencias la misión que el Señor les quiere encomendar, y siempre hay quienes quieran seguir el mismo camino. Roguemos al Señor.

3. Para que los gobernantes de todo el mundo promuevan una vida más fraterna y solidaria, y contribuyan al progreso de la sociedad, respetando a sus hermanos y cuidando los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.

4. Para que los enfermos y cuantos sufren a causa del egoísmo y el desamor de sus hermanos, los que padecen la soledad o los horrores de la guerra, encuentren una mano amiga que los ayude a mantener la esperanza, a creer en el amor de Dios y a permanecer unidos a Cristo paciente. Roguemos al Señor.

5. Para que quienes nos hemos dado cita para celebrar nuestra fe, vivamos con ilusión y alegría nuestro encuentro personal con Jesucristo en la escucha de su Palabra y en la fracción del Pan. Roguemos al Señor.

Dios y Padre bueno, acuérdate de tu misericordia, no tengas en cuenta nuestros pecados, escucha nuestras súplicas y concédenos un corazón y un espíritu nuevo para amarte cada día con amor nuevo, puro y generoso. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Señor, encendernos con aquel fuego de amor que recibió de este banquete san Maximiliano María. Por Jesucristo nuestro Señor.

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15 de agosto La Asunción de la Virgen María a los cielos. SOLEMNIDAD

Color blanco. Misa y lecturas propias de la solemnidad (leccionario V). Gloria. Credo. Prefacio propio. Plegaria Eucarística III. Bendición solemne de Santa María Virgen.

El amor y la gracia de Jesucristo, el Hijo de Dios y de María, esté con vosotros. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy nos hemos reunido para contemplar a la Santísima Virgen María, Madre de Cristo y Madre nuestra asunta a los cielos, glorificada con Dios y compartiendo la vida nueva de su Hijo Jesucristo, como una luz de esperanza para cada uno de nosotros y para toda la humanidad; pues en ella vemos realizada la salvación, la felicidad, la vida que deseamos para todos; ya que contemplando a María asunta en cuerpo y alma a los cielos, nos damos cuenta de la fuerza inagotable del amor de Dios para con la humanidad. Comencemos pues, la Eucaristía, dando gracias a Dios, que ha obrado maravillas en María, y la ha llamado a compartir para siempre su vida. Por ello, alegres y esperanzados, nos ponemos en la presencia de Dios, y conscientes de nuestra pequeñez y debilidad, nos confesamos culpables de nuestros pecados, invocando la ayuda de nuestra Señora, la Virgen María, refugio de pecadores, para que interceda por nosotros. Yo confieso... Gloria cantado. Colecta: Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos, te rogamos, que aspirando siempre a las realidades divinas lleguemos a participar con ella de su misma gloria en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Oremos, hermanos, a Dios nuestro Padre, que en el día de hoy a querido ensalzar a la Virgen María por encima de los coros de ángeles y de santos, y pidámosle que, por su intercesión, escuche nuestras súplicas y plegarias.

1. Para que toda la Iglesia, unida a la gloriosa y santa Virgen María, Madre de Dios, proclame la grandeza del Señor y se alegre en Dios, su Salvador. Roguemos al Señor.

2. Para que los jóvenes de nuestra diócesis descubran a Dios presente en sus vidas, imiten los ejemplos de vida de santa María, y muchos de ellos se decidan a entregar su vida a Dios en el ministerio sacerdotal. Roguemos al Señor.

3. Para que la misericordia del Señor llegue a sus fieles de generación en generación, y todos los pueblos de la tierra feliciten a aquella en la cual Dios ha hecho obras grandes . Roguemos al Señor.

4. Para que el Señor, con las proezas de su brazo, conceda su auxilio a los ancianos y enfermos, y los difuntos alcancen el don de la vida eterna. Roguemos al Señor.

5. Para que Cristo, el rey que ha coronado a María como reina, cuando entregue la creación al Padre, nos conceda, como a María, la posesión del reino preparado desde la creación del mundo. Roguemos al Señor.

Dios y Padre nuestro, que constituiste a la Madre de tu Hijo Madre y Reina nuestra, escucha nuestra oración y haz que, ayudados por la intercesión de María, vivamos en constante actitud de servicio a nuestros hermanos mientras esperamos tu llegada en gloria y participemos un día de la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Después de recibir los sacramentos que nos salvan, te rogamos, Señor, que, por intercesión de santa María Virgen, que ha subido a los cielos, lleguemos a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

– El Dios que en su providencia amorosa quiso salvar al género humano por el fruto bendito del seno de la Virgen María, os colme de sus bendiciones.

– Que os acompañe siempre la protección de la Virgen, por quien habéis recibido al autor de la vida.

– Y a todos vosotros, reunidos hoy para celebrar con devoción esta solemnidad de la Asunción, el Señor os conceda la alegría del Espíritu y los bienes de su reino. Amén.

– Y la bendición de Dios todopoderoso....

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Lunes 16 de agosto Misa votiva de los santos Ángeles

Color verde. Misas votivas nº 9. Lecturas de feria. Prefacio de los santos ángeles. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a celebrar la Eucaristía en honor de los santos Ángeles Custodios. La Sagrada Escritura nos presenta a los ángeles como mensajeros de Dios, que Él mismo envía para dar a conocer al hombre sus designios. La tradición cristiana también los venera como protectores nuestros durante el tiempo de nuestra peregrinación por este mundo. Celebrándolos a ellos, celebramos al mismo Dios que acompaña nuestro camino y vela por nosotros. Unidos pues, a los santos Ángeles, alabemos y glorifiquemos hoy el amor de Dios y, en silencio, pidámosle perdón por nuestros pecados. Yo confieso.... Colecta: Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios de los ángeles y los hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos que te asisten continuamente en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Deseosos de vivir la invitación que el Señor nos hace a amarlo con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, y de amar a nuestros hermanos como a nosotros mismos, supliquémosle que nos dé su Espíritu y escuche cuanto con fe le pedimos para nosotros y para el mundo entero.

1. Por el Papa N., los Obispos, los presbíteros y diáconos; para que sean incansables en la proclamación del Evangelio y muestren a todos los caminos de la salvación. Roguemos al Señor.

2. Por los que son llamados a seguir más de cerca a Jesús; para que como María experimenten la fuerza del Espíritu, y dejándolo todo le sigan. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes de todos los pueblos; para que ejerzan su autoridad como un servicio, y contribuyan a la justa distribución de los bienes de la tierra. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren sin fe, los que son marginados por su pobreza, los que están desesperados, los refugiados, encuentren a Dios a través de la presencia cercana y amiga de los cristianos. Roguemos al Señor.

5. Por los que celebramos a Jesús, nuestro Redentor: para que con espíritu de fe acojamos su Palabra y seamos portadores de consuelo, alegría y esperanza para cuantos nos rodean. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos llamas a vivir en la plenitud del amor y que nos das tu Espíritu santificador para buscarte con sincero corazón; compadécete de tu Iglesia, atiende nuestras oraciones y haz que, amándote a Ti sobre todas las cosas, te sirvamos generosamente en nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Que nos fortalezca, Señor, el pan celestial con que nos has alimentado, para que caminemos seguros por la senda de la salvación, bajo la fiel custodia de tus ángeles. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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Martes 17 de agosto Misa por los familiares y amigos

Color verde. Misas por diversas necesidades nº 44. Lecturas de feria. Prefacio común V . Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Reunidos en la mesa del Señor, dispongámonos a celebrar la Eucaristía, sacramento de la comunión con Jesús y los hermanos, que hoy ofrecemos de un modo especial por nuestros familiares y amigos, poniéndonos en la presencia de Cristo, que es el Redentor que perdona nuestros pecados y nos da un corazón bueno y humilde, pidiéndole que tenga misericordia de nosotros.

• Tú que llamaste a los Doce para que fueran tus amigos. • Tú que viviste con María y José en el seno de una familia. • Tú que nos mandas honrar a nuestros familiares.

Colecta: Señor, Dios nuestro, que, por la gracia del Espíritu Santo, has infundido los dones de la caridad en el corazón de tus fieles; concede a nuestros familiares y amigos por quienes te rogamos, la salud del cuerpo y del alma, para que te amen con todas sus fuerzas y realicen con generoso corazón todo lo que es agradable a tus ojos. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Presentemos ahora nuestras súplicas confiadas a Dios Padre, que nos llama a poseer su Reino, y que manifiesta su poder en la debilidad y la pobreza.

1. Para que Jesucristo, que vivió de la voluntad del Padre, conceda a cuantos gobiernan su Iglesia sus mismos sentimientos. Roguemos al Señor.

2. Para que todos los jóvenes, imitando la santidad de María vivan en disponibilidad generosa la llamada de Dios, y hagan de sus vidas una entrega radical al Evangelio y a sus hermanos. Roguemos al Señor.

3. Para que cuantos han recibido la misión de gobernar a nuestro pueblo no se dejen seducir por el pecado y sirvan al bien común con eficacia y honestidad. Roguemos al Señor.

4. Para que los que sufren sin fe, los que son marginados por su pobreza, los que están desesperados, los refugiados, encuentren a Dios a través de la presencia cercana y amiga de los cristianos. Roguemos al Señor.

5. Para que Cristo, presente en esta mesa eucarística, nos dé un corazón dispuesto a amar a nuestros hermanos, especialmente a los más pobres y necesitados. Roguemos al Señor.

Señor Dios, mira compadecido nuestras súplicas y haz que nuestros corazones se abran a tu verdad para buscarte sólo a Ti, y heredar un día tu vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Después de recibir este santo sacramento, te rogamos, Señor, que concedas a nuestros familiares y amigos tu perdón, tu consuelo y tu amparo constante, para que todos nosotros, sirviéndote con un mismo corazón, podamos llegar a contemplar tu rostro en las alegrías del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Miércoles 18 de agosto Misa de feria

Color verde. Misa de la semana XXVIII. Lecturas de feria. Prefacio común VI. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Siempre que nos reunimos para celebrar la Eucaristía, se alza ante nosotros la Palabra de Dios. Ella nos anuncia la salvación, pero nos exige también una obediencia incondicional y pone al descubierto nuestras miserias. De ahí que no siempre queramos escuchar o sólo queramos escuchar lo que nos conviene. Por eso, antes de acercarnos a la mesa de la Eucaristía, pidamos perdón a Dios por no ser fieles a su Palabra.

• Tú que has conocido el abandono, la traición y la ingratitud • Tú que has vencido al pecado en tu propia carne • Tú que has dado tu vida en rescate por todos

Colecta: Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos preceda y nos acompañe, de manera que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Reconociendo nuestra pobreza, presentemos nuestras intenciones a Dios Padre, a quien le seducen la pobreza y la humildad.

1. Para que la Iglesia, pueblo elegido de Dios, purificada por la Sangre de Cristo, sea fiel dispensadora del perdón que Él nos mereció con su muerte en la cruz. Roguemos al Señor.

2. Para que en la Iglesia nunca falten pastores según el corazón de Dios. Roguemos al Señor.

3. Para que nuestros gobernantes, optando por valores nobles, forjen un presente más humano y un porvenir pacífico y sereno. Roguemos al Señor.

4. Para que los que no tienen trabajo, los que se sienten marginados, solos o abandonados, descubran a Jesús que, por medio de los cristianos, se compadece de ellos y quiere auxiliarlos. Roguemos al Señor.

5. Para que todos nosotros, fijos los ojos en Jesús, seamos capaces de leer con los ojos de Dios los signos de nuestra historia y podamos descubrir en ella su plan de salvación. Roguemos al Señor.

Oh Dios, Tú eres grande y muy digno de alabanza, grande es tu poder y tu sabiduría no tiene medida; escucha las oraciones de tus criaturas y haz que desde nuestra pequeñez te alabemos en nombre de toda la creación con espíritu humilde y corazón confiado. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Dios soberano, te pedimos humildemente que, así como nos alimentas con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos hagas participar de su naturaleza divina. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Jueves 19 de agosto Misa por las vocaciones a las sagradas órdenes

Color verde. Misas por diversas necesidades nº 9. Lecturas de feria. Plegaria Eucarística V/b.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy vamos a pedir la Eucaristía de un modo muy especial por las vocaciones sacerdotales. Es una gran necesidad de la Iglesia, y de un modo especial, de nuestra Iglesia particular, que necesita muchos sacerdotes para llevar a cabo la nueva evangelización de nuestro pueblo. Dispongámonos, por tanto, al comenzar estos sagrados misterios, a recibir el amor de Dios abriendo nuestros corazones para que los renueve, reconociendo con humildad que somos pecadores.

• Tú que nos llamas a seguirte • Tú que nunca abandonas a tu rebaño • Tú que estás presente en tu Iglesia

Colecta: Oh Dios, que quisiste dar pastores a tu pueblo, derrama sobre tu Iglesia el Espíritu de piedad y de fortaleza, que suscite dignos ministros de tu altar y los haga testigos valientes y humildes de tu Evangelio. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Acudamos al Dios santo y justo que nos congrega alrededor de su mesa, nos colma de su gracia y nos da un corazón nuevo, y presentémosle nuestras plegarias.

1. Para que la nueva evangelización haga que la Iglesia manifieste con sencillez y cercanía la misericordia infinita de Dios, especialmente a los débiles y necesitados. Roguemos al Señor.

2. Para que al Pueblo de Dios no le falten pastores que con generosidad y comprensión repartan el pan de la Palabra y el Cuerpo del Señor. Roguemos al Señor.

3. Para que la palabra de Dios, viva y eficaz, llegue al corazón de nuestros gobernantes, los transforme y los haga comprometerse en la búsqueda sincera de la paz, la justicia y el bienestar. Roguemos al Señor.

4. Para que Jesús que supo compadecerse de los ignorantes, de los extraviados, enfermos y angustiados, conceda hoy a todos ellos la esperanza y la salvación. Roguemos al Señor.

5. Para que todos nosotros sepamos abrirnos desde la Eucaristía a la fuerza transformadora de Jesús. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que nos creaste a tu imagen y semejanza y nos llamas a conocerte y amarte; escucha nuestras plegarias y danos tu sabiduría para disfrutar de tu verdad y de tu Espíritu para vivir en ella. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados a tu mesa, Señor, te rogamos que, por este sacramento de amor, germinen las semillas que generosamente esparciste en el campo de tu Iglesia, para que sean cada vez más numerosos los que elijan el camino de servirte en los hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Viernes 20 de agosto San Bernardo, abad. MEMORIA OBLIGATORIA.

Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de las santas. vírgenes y religiosos . Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Bernardo, abad del monasterio del Císter, en Francia, y doctor de la Iglesia, considerado como el segundo fundador de la orden del Císter, que gracias a su carisma sobrevivió y se propagó rápidamente. Nosotros también estamos llamados, como San Bernardo , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Colecta: Señor, Dios nuestro, tú hiciste del abad san Bernardo inflamado en el celo de tu casa, una lámpara ardiente y luminosa en medio de tu Iglesia; concédenos, por su intercesión, participar de su ferviente espíritu y caminar siempre como hijos de la luz. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Pidamos ahora a Dios nuestro Padre que nos infunda su Espíritu para vivir el mandamiento del amor y que escuche las oraciones que, en nombre de todos los hombres y mujeres del mundo, le presentamos.

1. Para que el Espíritu de Jesucristo purifique a la Iglesia y la conduzca por caminos cada vez más evangélicos. Roguemos al Señor.

2. Para que la apremiante llamada del Maestro resuene en el corazón de los jóvenes y le respondan con generosidad. Roguemos al Señor.

3. Para que a ejemplo de Jesús que vivió en obediencia al Padre, los gobernantes de las naciones sometan sus decisiones a las normas de justicia, moral y respeto queridas por Dios para los hombres. Roguemos al Señor.

4. Para que Jesucristo, Señor de la historia, una a las familias rotas, atraiga a los que se alejaron de Él y manifieste su amor a los que lo rechazan o persiguen. Roguemos al Señor.

5. Para que nosotros, y todos los que celebran a Jesucristo en la Eucaristía, vivamos según su Espíritu y seamos artífices de la nueva evangelización. Roguemos al Señor.

Dios del amor y de la vida, que nos diste tu Espíritu Santo, consuelo y guía; escucha nuestras oraciones en favor del mundo entero y concédenos vivir en el amor y aguardar vigilantes la llegada de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: El alimento que hemos recibido, Señor, produzca en nosotros su fruto, para que, instruidos por la doctrina de san Bernardo y confortados por su ejemplo, nos dejemos arrebatar por el amor de tu Palabra hecha carne. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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Sábado 21 de agosto San Pío X, Papa. MEMORIA OBLIGATORIA Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria.

Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II. Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de san Pío X, a quien el señor puso al frente de su Iglesia como sucesor del apóstol Pedro tras haber sido párroco, obispo de Mantua y Patriarca de Venecia; y que fue ante todo y sobre todo un pastor que buscó la renovación interior de la Iglesia, promoviendo la lectura atenta y piadosa de la Sagrada Escritura, la participación activa y consciente en la liturgia, la comunión frecuente y la acción responsable de los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia. Nosotros también estamos llamados, como San Pío décimo , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Señor, Dios nuestro, que, para defender la fe católica e instaurar todas las cosas en Cristo, colmaste al papa san Pío décimo de sabiduría divina y fortaleza apostólica; concédenos que, siguiendo su ejemplo y su doctrina, podamos alcanzar la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Antes de presentar el pan y el vino que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, supliquemos al Padre que acepte nuestras vida y oraciones y las del mundo entero.

1. Por la Iglesia y por todos los cristianos; para que seamos uno en Cristo y el mundo crea. Roguemos al Señor.

2. Por los jóvenes que el Señor llama a consagrar su vida; para que sean generosos y sirvan al Evangelio con convicción. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes de las naciones; para que trabajen por el bien común y defiendan los valores permanentes del hombre: la justicia, el derecho, la paz y la igualdad. Roguemos al Señor.

4. Por los enfermos, los agonizantes, los tristes y todos los que sufren; para que encuentren en Jesucristo paciente un consuelo y alcancen un día el premio de su gloria. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros; para que alimentados con el Cuerpo y Sangre de Jesús, vivamos diariamente lo que celebramos en la Eucaristía. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, las oraciones de tu pueblo, bendícelo con tu mano generosa, y haz que viviendo de tu misericordia avancemos por caminos de caridad y reconciliación, contigo y con nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Al celebrar la fiesta del papa san Pío, te rogamos, Señor, Dios nuestro, que por la eficacia de la mesa celestial seamos constantes en la fe y vivamos concordes en tu amor. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Domingo 22 de agosto DOMINGO XXI DEL TIEMPO ORDINARIO

Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Plegaria Eucarística V/d.

Monición de entrada y acto penitencial: Un domingo más el Señor nos reúne, con todos los cristianos del mundo, alrededor de su mesa, en una asamblea que nos hace desear la unidad con todos los hombres, y que nos anima a seguir los pasos de Jesús para llegar a sentarnos en la mesa del Reino de Dios. Comencemos, pues, la celebración dejando que sea el mismo Jesús quien la presida y actúe en nuestras vidas, y reconozcámonos pecadores y, humildemente, pidamos la misericordia del Señor.

• Tú que nos muestras el camino de la vida. • Tú que amas a todos los hombres. • Tú que estás cerca de los pecadores.

Gloria. Colecta: Oh Dios, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo, inspira a tu pueblo el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo: Como Pedro y como los apóstoles, manifestamos ahora nosotros nuestra fe en Jesús, el Hijo de Dios, que nos enseña el camino hacia el Reino. Oración de los fieles: Invoquemos ahora a Dios Padre, que nos congrega en la unidad de su amor, y que nos ama como a hijos muy amados, y presentémosle nuestras peticiones.

1. Por la Iglesia; para que no pierda el sentido de su catolicidad, y no caiga en la tentación de identificarse con ningún grupo. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales; para que siempre haya en nuestra diócesis el número suficiente de sacerdotes que anuncien la Buena Noticia de Jesús. Roguemos al Señor.

3. Por todas las naciones del mundo; para que procuren siempre la paz, fruto de la justicia. Roguemos al Señor.

4. Por todos los que viven al margen de la Iglesia; para que descubran en ella la presencia de Cristo salvador y no sufran escándalo por nuestros pecados. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, aquí reunidos, que comemos y bebemos sentados a la mesa del Señor; para que, esforzándonos en entrar por la puerta estrecha, seamos admitidos en el banquete del reino glorioso. Roguemos al Señor.

Señor Dios nuestro, que invitas a los hombres a entrar por la puerta estrecha de la cruz hacia el gozoso banquete de tu reino, escucha nuestras oraciones y danos la fuerza de tu Espíritu, para que, siguiendo las huellas de tu Hijo, tengamos parte en la mesa festiva de su gloria. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te pedimos, Señor, que lleves en nosotros a su plenitud la obra salvadora de tu misericordia; condúcenos a perfección tan alta y mantennos en ella de tal forma que en todo sepamos agradarte. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

- Jesucristo, el Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha dado el consuelo de una gran esperanza, os afiance internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas.

- Y la bendición de Dios todopoderoso...

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Lunes 23 de agosto Misa de feria

Color verde. Misa de la semana XXIX. Lecturas de feria. Prefacio común VII. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Un día más hemos sido convocados para recibir la luz de la palabra de Dios y la fuerza de su alimento, para que no cejemos en nuestro empeño de renovar el mundo. Renovemos ahora nuestra vida, al comenzar la Eucaristía, pidiendo perdón al Señor por nuestros pecados.

• Tú que te has entregado en manos de los hombres • Tú que te has hecho el servidor de todos • Tú que has resucitado al tercer día

Colecta: Dios todopoderoso y eterno, te pedimos entregarnos a Ti con fidelidad y servirte con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Celebrando nuestra fe en Dios, que abre las puertas del Reino de los cielos a todo ser humano, supliquémosle confiadamente.

1. Por la Iglesia; para que cumpliendo el mandato de Jesucristo de anunciar el Evangelio hasta los confines del mundo, atraiga a su seno a todos los que buscan a Dios aun sin saberlo. Roguemos al Señor.

2. Por los que aspiran a altos ideales; para que no desoigan la llamada del Señor que los llama a seguirlo por el camino de la sabiduría y la entrega. Roguemos al Señor.

3. Por nuestros gobernantes y por los que están al frente de la política, la economía y el bienestar social: par que el Señor les revele su justicia y ellos promuevan con eficacia la solidaridad y la convivencia. Roguemos al Señor.

4. Por nuestro mundo azotado por el odio y la violencia; para que Jesús le conceda paz y justicia, y para que los cristianos seamos fermento de unidad y testigos del amor. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros; para que la celebración de esta Eucaristía aumente nuestro deseo de extender el Evangelio, para que todos los hombres confiesen a Jesús, fuera y esperanza de la humanidad. Roguemos al Señor.

Señor y Dios nuestro, que nos llamas a vivir con sencillez y humildad y que sales a nuestro encuentro con tu gracia, muéstranos tu bondad; escucha nuestras oraciones y concédenos buscar tu voluntad y vivirla sin ostentación ni vanidades. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: La participación frecuente en esta Eucaristía nos sea provechosa, Señor, para que disfrutemos de tus beneficios en la tierra y crezca nuestro conocimiento de los bienes del cielo. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Martes 24 de agosto San Bartolomé, apóstol. FIESTA

Color rojo. Misa y lecturas propias de la fiesta (leccionario V). Gloria. Prefacio I de los santos apóstoles. Plegaria Eucarística III.

Que el amor y la paz de Jesucristo, el Señor, estén con todos vosotros. Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la fiesta del apóstol san Bartolomé, uno de aquellos Doce hombres a quienes el Señor eligió para que estuvieran con Él, y a quienes después envió a predicar el Evangelio por todo el mundo conocido; el cual recibió, de boca del mismo Cristo, la alabanza de ser un hombre honrado y un israelita sin engaño ni doblez. Con gozo, reafirmemos hoy nuestra fe en Jesús, la fe que nos ha llegado por el testimonio de los apóstoles, la fe que también nosotros estamos llamados a vivir y anunciar. Y para mejor hacerlo, comencemos la celebración de la Eucaristía reconociendo que nuestra fe y nuestras obras no siempre van unidas, que a menudo cometemos fallos en la vida y que nuestro apostolado cristiano deja mucho que desear. Por eso, con humildad y sencillez, pedimos perdón a Dios por nuestros pecados.

• Tú que fortaleces a tu Iglesia con el testimonio de los apóstoles. • Tú que por medio de los apóstoles nos has hecho llegar tu Buena Noticia. • Tú que resucitado de entre los muertos eres vida para todos los que te siguen.

Gloria. Colecta: Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, apóstol, se entregó sinceramente a tu Hijo y concédenos, por sus ruegos, que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Fundamentados en la fe de los apóstoles y de los mártires, oremos a Dios nuestro Padre por la intercesión del apóstol san Bartolomé.

1. Por la Santa Iglesia de Dios; para que, con la fuerza del Espíritu, la fe que fue plantada por los apóstoles germine, arraigue y crezca en todas las comunidades cristianas. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; para que Dios llame a muchos a confesar con su vida que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y a seguirlo con la entrega total de su persona. Roguemos al Señor.

3. Por los que tienen poder de decisión en la marcha de la sociedad; para que no ahorren esfuerzos por hacerla cada vez más justa, fraterna y solidaria. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren tentaciones o abatimiento; para que, al escuchar el anuncio evangélico transmitido por los apóstoles, vean renacer en su espíritu la alegría cristiana. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros; para que edificados sobre el cimiento de los apóstoles, vivamos como conciudadanos santos y como miembros de la familia de Dios. Roguemos al Señor.

Escucha, Señor, nuestra oración y derrama sobre nosotros la abundancia de tus dones, para que, fortalecidos por las enseñanzas apostólicas y ayudados por la intercesión de san Bartolomé, no dudemos nunca de que recibiremos los bienes que te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: En la fiesta de tu apóstol san Bartolomé hemos recibido, Señor, la prenda de la eterna salvación; te pedimos que sea para nosotros auxilio de la vida presente y de la futura. Por Jesucristo nuestro Señor. Oración sobre el pueblo: Vuelve, Señor, hacia ti el corazón de tu pueblo; y Tú que le concedes tan grandes intercesores no dejes de orientarle con tu continua protección. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Miércoles 25 de agosto San José de Calasanz, presbítero.

Color blanco. Colecta propia; resto semana XXX. Lecturas de feria. Prefacio I de los santos . Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Recordamos hoy a san José de Calasanz, sacerdote aragonés, fundador de las escuelas pías para la educación de la juventud necesitada; quien pasó gran parte de su vida en Roma, donde reclutó a los primeros miembros de su congregación, conocida como los escolapios, poniendo así en marcha sus primeras escuelas en las barriadas más pobres de la ciudad eterna; escuelas que se han ido extendiendo por todo el mundo, llegando a nuestros días, y prestando un gran servicio a la Iglesia y a la sociedad. Nosotros también estamos llamados, como San José de Calasanz, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Señor, Dios nuestro, que has enriquecido a san José de Calasanz, presbítero, con tanta caridad y paciencia, para que pudiera entregarse sin descanso a la formación humana y cristiana de los niños; concédenos, te rogamos, imitar siempre en su servicio a la verdad al que veneramos hoy como maestro de sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Con plena confianza oremos a nuestro Padre Dios y, ya que Él es el único Dios verdadero, pidámosle que escuche lo que le pedimos para nuestro mundo cansado, dolorido y angustiado.

1. Para la Iglesia siembre generosamente la Palabra, reparta sin medida la gracia que recibe de Dios y acoja en su seno a todos los hombres y mujeres que buscan la verdad y el bien. Roguemos al Señor.

2. Para que Dios conceda a la Iglesia vocaciones que vivan para alabarlo y extender su Reino. Roguemos al Señor.

3. Para que los gobernantes y los responsables de la paz en el mundo encuentren caminos justos y eficaces para construirla y no se cansen de hacer y buscar el bien. Roguemos al Señor.

4. Para que quienes viven en la hartura y el confort, en la indiferencia y el egoísmo, se les manifieste el Dios de la vida que los invita a desinstalarse y les ofrece una vida nueva. Roguemos al Señor.

5. Para que todos nosotros, congregados en la unidad por el Espíritu de Jesucristo, reconozcamos las obras de Dios y proclamemos su poder y su bondad. Roguemos al Señor.

Señor y Padre nuestro, atiende compasivo las oraciones que desde nuestra pequeñez te hemos presentado y haz que nos dejemos evangelizar por la palabra de tu Hijo, que vive y reina por los siglos de los siglos. Poscomunión: Lleva a su término en nosotros, Señor, lo que significan estos sacramentos, para que un día poseamos plenamente cuanto celebramos ahora en estos ritos sagrados. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Jueves 26 de agosto Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, virgen. MEMORIA OBLIGATORIA

Color blanco. Misa propia. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes y religiosos . Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy conmemoramos a santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, fundadora de la congregación de las Hermanitas de los Ancianos desamparados, que tanto bien han hecho y hacen a las personas mayores; y que fue una mujer admirable por su dedicación a los ancianos enfermos y abandonados hasta el momento de su muerte. Nosotros también estamos llamados, como Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Colecta: Oh Dios, que has guiado a la virgen santa Teresa de Jesús Jornet a la perfecta caridad en el cuidado de los ancianos; concédenos, a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo, para ser testimonio de su amor. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Presentemos al Padre, que nos llama a participar de su vida por medio de Jesucristo, nuestra oración y pidámosle que sea Él nuestro Rey y nuestro garante, el Pastor de nuestras vidas.

1. Por la Iglesia; para que sea signo de esperanza en un mundo herido por la violencia, la secularización y el hedonismo. Roguemos al Señor.

2. Por las comunidades cristianas; para que el Señor suscite en ellas nuevas vocaciones que le glorifiquen y a los que ya lo siguen, les conceda sentirse dichosos en su entrega. Roguemos al Señor.

3. Por nuestros gobernantes; para que obren con criterios de justicia y verdad, para que acaben con la corrupción y la estafa y den serenidad y garantías a todos los hombres de nuestra patria. Roguemos al Señor.

4. Por quienes no tienen trabajo, están enfermos o se sienten solos; para que encuentren en los cristianos ayuda y solidaridad, y por su cercanía conozcan a Cristo y experimenten su salvación. Roguemos al Señor.

5. Por todos los que participamos de la Eucaristía; par a que con espíritu humilde y corazón pobre, reconozcamos su salvación y se la supliquemos, para nosotros y para todo el mundo. Roguemos al Señor.

Dios y Padre nuestro, la prueba de que somos hijos tuyos es que enviaste el Espíritu de tu Hijo a nuestros corazones para que nos haga llamarte Abba; escucha nuestras súplicas filiales y concédenos vivir según este Espíritu y no ahogar nunca el fuego de su amor. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con el sacramento de salvación, te rogamos, Dios de misericordia, que, imitando la caridad de santa Teresa, seamos un día partícipes de su gloria. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Viernes 27 de agosto Santa Mónica. MEMORIA OBLIGATORIA

Colecta propia; resto semana XXXI. Lecturas de feria. Prefacio II de los santos . Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Celebramos hoy la memoria de santa Mónica, mujer sencilla y humilde, madre de san Agustín, el gran pensador, la cual, a fuerza de oraciones y lágrimas alcanzó la conversión de su marido y de su hijo. Nosotros también estamos llamados, como Santa Mónica , a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados. Yo confieso… Colecta: Oh Dios, consuelo de los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas de santa Mónica que impetraban la conversión de su hijo Agustín; concédenos, por intercesión de madre e hijo, llorar nuestros pecados y alcanzar la gracia de tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Sabiendo que la fuerza de Dios triunfa sobre nuestra debilidad, acudamos al Señor y pidámosle que mire con misericordia los sufrimientos, anhelos y esperanzas de todos los hombres.

1. Por la Iglesia; para que con constancia y valentía anuncie el Reino de Dios y aguarde con paciencia los frutos que el Señor, a su tiempo y a su modo quiere darle. Roguemos al Señor.

2. Por las familias y grupos cristianos; para que en las exigencias de su vida de fe sientan el desafío de Jesús a seguirlo más de cerca y para que los jóvenes comprendan que la firmeza en la causa del Evangelio es un camino de felicidad. Roguemos al Señor.

3. Por los responsables de las naciones, los empresarios, los que están al frente de las fuerzas armadas y por los que tienen responsabilidades de gobierno en el mundo; para que renuncien a cualquier interés egoísta y trabajen por la justicia y la paz. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren la guerra, el exilio, la división de sus familias o cualquier sufrimiento físico o moral; para que se sientan confortados por Cristo que intercede por ellos ante el Padre. Roguemos al Señor.

5. Por los que celebramos la Eucaristía; para que la semilla del Evangelio dé frutos de santidad en nuestras vidas y seamos capaces de construir una nueva sociedad. Roguemos al Señor.

Dios Padre todopoderoso, que revelaste tu poder en el anonadamiento voluntario y en la resurrección gloriosa de tu Hijo; mira nuestras oraciones y concédenos lo que con fe te hemos pedido, para que cuando Él vuelva, nos halle preparados para el momento definitivo. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te rogamos, Señor, que aumente en nosotros la acción de tu poder, para que, alimentados con estos sacramentos, tu gracia nos disponga a recibir las promesas con que los enriqueces. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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28 de agosto San Agustín, obispo y doctor. MEMORIA OBLIGATORIA

Color blanco. Misa propia y lecturas de feria. Prefacio de los santos Pastores. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Hoy celebramos la memoria de san Agustín, el gran obispo de Hipona, en el norte de África, en la primera mitad del siglo quinto; quien, convertido a la fe en Cristo, tras largos años de búsqueda, recibió el Bautismo, y se dedicó al estudio y a la oración, mereciendo el título de Padre de la Iglesia por la profundidad de su doctrina y la solidez de su fe; pues sus reflexiones teológicas, las confesiones personales, los comentarios homiléticos y sus catequesis, recogidas en su vasta obra literaria, han influido poderosamente en la fe de la Iglesia a lo largo del correr de los siglos. Nosotros también estamos llamados, como San Agustín, a la santidad de vida; sin embargo, fallamos a menudo en nuestro camino hacia ella. Por eso, iniciamos la celebración de los sagrados misterios de la Eucaristía pidiendo perdón a Dios por nuestros pecados.

• Tú que eres la fuente de agua viva • Tú que eres la luz que ilumina en las tinieblas • Tú que eres la auténtica sabiduría escondida

Colecta: Renueva, Señor, en tu Iglesia el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín, para que, penetrados de ese mismo espíritu, tengamos sed de ti, fuente de la verdadera sabiduría, y te busquemos como creador del amor supremo. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Presentemos ahora en el altar de Dios los gozos y las fatigas de todos los hombres y pidámosle que envíe sobre cada uno su gracia y su ayuda.

1. Por la Iglesia, extendida por todo el mundo; para que a pesar de las dificultades manifieste con espíritu positivo y cercano la presencia de Dios en medio de su pueblo. Roguemos al Señor.

2. Por las familias; para que eduquen a sus hijos en los valores del Evangelio y para que de ellas surjan nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Roguemos al Señor.

3. Por los que gobiernan las naciones de todo el mundo; para que dejen de lado cualquier interés egoísta y se empeñen en la búsqueda del bien común no ahorrando esfuerzos para garantizar la paz y la justicia. Roguemos al Señor.

4. Por las familias destruidas, por los jóvenes atrapados por la droga, por los que viven esclavos del vicio y del pecado; para que descubran el amor de Dios que en Jesús los salvó y les ofrece un nuevo estilo de vida. Roguemos al Señor.

5. Por los que estamos celebrando nuestra fe; para que, alimentados del Cuerpo y Sangre de Cristo, estemos preparados cuando venga a buscarnos. Roguemos al Señor.

Señor, que enviaste a tu Hijo al mundo para revelarnos tu sabiduría y para manifestar en la debilidad tu fuerza y tu gloria; atiende, por los méritos de su pasión y muerte, nuestras súplicas filiales y permítenos anunciar tu nombre a los que aún no te conocen. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Te rogamos. Señor, que nos santifique la participación en la mesa de Cristo para que, hechos miembros suyos, seamos lo que recibimos. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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Domingo 29 de agosto DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO

Color verde. Misa y lecturas propias del domingo. Gloria. Credo. Prefacio dominical II. Plegaria Eucarística III.

Monición de entrada y acto penitencial: De nuevo nos hemos acercado a la iglesia en el día del Señor para escuchar la voz de Jesús que nos orienta y llama para estar con Él, el mediador de la Nueva Alianza. Hagámoslo con humildad y amor de unos hacia otros y sobre todo, humillémonos ante Dios, que es santo, reconociéndonos pecadores y pidiéndole que perdone nuestras faltas de soberbia y orgullo.

• Tú que ofreces al pecador la gran misericordia del Padre. • Tú que siendo Dios te humillaste en la cruz. • Tú que ensalzas a los que se humillan.

Gloria. Colecta: Dios todopoderoso, de quien procede todo bien, siembra en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo. Credo: Confesemos ahora todos juntos nuestra fe en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, en la unidad de la Iglesia. Oración de los fieles: Con sencillez y humildad de corazón, presentemos nuestras necesidades y las del mundo entero a Dios Padre, que abre sus puertas a los desvalidos.

1. Por la Iglesia y por cada uno de los cristianos, para que vivamos y actuemos siempre con humildad, sencillez y modestia, mostrando así nuestra fe con un testimonio coherente en nuestra vida. Roguemos al Señor.

2. Por las familias cristianas; para que sean hogar donde puedan nacer futuras vocaciones hacia la vida religiosa y el ministerio sacerdotal. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes de todo el mundo; para que todos los que ejercen cargos de responsabilidad trabajen sin descanso por la promoción de los que están en los últimos puestos de la sociedad. Roguemos al Señor.

4. Por los pobres y los necesitados, para que desaparezcan las diferencias injustas y logremos una mayor nivelación social. Roguemos al Señor.

5. Por nosotros, para que nos amemos unos a otros con obras y de verdad, sin exigir nada a cambio. Roguemos al Señor.

Dios nuestro, que invitas a pobres y pecadores al banquete alegre de la nueva alianza, escucha nuestras oraciones y haz que sepamos honrar a tu Hijo en los enfermos y en los humildes, a fin de que, alrededor de tu mesa, nos reconozcamos mutuamente como hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Saciados con el Pan del cielo, te pedimos, Señor, que el amor con que nos alimentas fortalezca nuestros corazones y nos mueva a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor. Bendición solemne:

- Jesucristo, el Señor, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado tanto y nos ha dado el consuelo de una gran esperanza, os afiance internamente y os dé fuerza para toda clase de palabras y de obras buenas.

- Y la bendición de Dios todopoderoso...

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Lunes 30 de agosto Misa por los padres, parientes y bienhechores difuntos

Color verde o morado. Misas de difuntos IV/14. Lecturas de feria. Prefacio IV de difuntos. Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Siguiendo la piadosa y venerable costumbre de la Iglesia de rezar por las almas del purgatorio, ofrecemos hoy a Dios nuestro Señor el Sacrificio de la Eucaristía por el eterno descanso de los fieles difuntos, pidiendo de un modo especial por nuestros familiares y amigos que ya no están en este mundo, para que gocen todos ellos de la luz y de la felicidad que no tienen fin. Y para celebrar dignamente estos sagrados misterios, pidamos perdón a Dios por nuestros pecados.

• Tú que lloraste ante la tumba de Lázaro. • Tú que resucitaste al hijo de la viuda de Naim. • Tú que eres la vida y la esperanza de los que creen en Ti.

Colecta: Oh Dios, que concedes el perdón de los pecados y quieres la salvación de los hombres, por intercesión de santa María, la Virgen, y de todos los santos, concede a nuestros hermanos, parientes y bienhechores que han salido ya de este mundo, alcanzar la eterna bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Acudamos a Dios, que manifiesta su poder y su sabiduría en la pobreza y la humildad, y supliquémosle que escuche lo que en nombre de nuestros hermanos los hombres queremos pedirle.

1. Por la Iglesia; para que el Señor le conceda anunciar desde la vida sencilla, abierta y fraternal lo que Dios tiene preparado para sus hijos. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones sacerdotales; para que Jesús, que llamó a los que quiso, haga resonar su invitación en el corazón de los jóvenes y éstos le sigan con generosidad y sin condiciones. Roguemos al Señor.

3. Por nuestros gobernantes; para que el Señor infunda en ellos sentimientos de honestidad, anhelos de paz y voluntad para promover la justicia. Roguemos al Señor.

4. Por los que sufren la marginación, la enfermedad, el hambre, la guerra, el atropello a su dignidad; para que sean protegidos por leyes justas y acogidos con respeto por todos. Roguemos al Señor.

5. Por los que hemos recibido el don de la fe y celebramos a Jesucristo, luz de nuestras vidas; para que con su claridad penetremos en el conocimiento y amor de Dios y lo transmitamos a nuestros hermanos. Roguemos al Señor.

Oh Dios, que enviaste tu Espíritu consolador a la Iglesia reunida en oración el día de Pentecostés; envía ese mismo Espíritu sobre las oraciones que acabamos de confiarte, para que nuestra fe no se apoye en la sabiduría y la fuerza de los hombres, sino en el poder de tu Palabra y en la fuerza de tu gracia. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Dios de poder y misericordia, haz que, por la eficacia de este sacrificio de alabanza que te hemos ofrecido, las almas de nuestros hermanos, parientes y bienhechores, purificadas de todo pecado alcancen la felicidad eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.

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Martes 31 de agosto San Ramón Nonato, presbítero

Color blanco. Colecta del común de pastores (religiosos); resto semana XXXII. Lecturas de feria. Prefacio de las santas vírgenes y religiosos . Plegaria Eucarística II.

Monición de entrada y acto penitencial: Veneramos hoy la memoria de san Ramón Nonato, quien, después de ingresar en la orden de la Merced, se dedicó a la remisión de los cautivos, llegando a quedarse como rehén cuando faltaba el dinero. La tradición cuenta que, en el momento de morir, a falta de sacerdote mientras iba de camino a Roma, a recibir el capelo cardenalicio, el mismo Cristo le administró el viático, premiando así su gran amor a la Eucaristía. Ahora, al comenzar la celebración de la Eucaristía, reconozcamos en silencio nuestros pecados, y pidamos al Señor que tenga piedad de nosotros y que convierta nuestro corazón, para que, como san Ramón Nonato, sepamos amarle de verdad.

• Tú que quieres que te sigamos • Tú que sabes bien lo que tenemos • Tú que necesitas nuestras manos

Colecta: Oh Dios, que has hecho admirable el celo de tu confesor san Ramón Nonato en la liberación de los fieles del poder de los paganos; concédenos por su intercesión que, libres de los lazos del pecado, obremos con libertad de espíritu lo que te es grato. Por nuestro Señor Jesucristo. Oración de los fieles: Acudamos ahora confiadamente a Dios nuestro Padre, que por su Espíritu nos ha revelado a Cristo, la Palabra de la vida y en Él nos ofrece la salvación eterna.

1. Por el Papa N., por nuestro Obispo N. y por todos los sacerdotes; para que fomenten la comunión, respeten la pluralidad y aviven el entusiasmo por el anuncio del Evangelio en todas las comunidades cristianas. Roguemos al Señor.

2. Por las vocaciones; para que María, estrella de la evangelización, anime a los jóvenes en su compromiso con el Evangelio y en el seguimiento de Jesús pobre, virgen y obediente. Roguemos al Señor.

3. Por los gobernantes de todos los pueblos de la tierra; para que respeten los derechos humanos, terminen con la injusticia y la paz sea una realidad. Roguemos al Señor.

4. Por los que han abandonado su fe; por los que viven en la indiferencia, por los que no encuentran sentido a sus vidas; para que animados por el Espíritu de Jesucristo no retrasen su retorno a la casa del Padre. Roguemos al Señor.

5. Por todos nosotros; para que esta celebración del banquete pascual de Cristo aumente nuestra fe, robustezca nuestra caridad y nos haga esperar la llegada a la tierra prometida: el cielo. Roguemos al Señor.

Inclina, Padre, tu oído a nuestras súplicas y danos un corazón dócil a tus inspiraciones, para que viviendo como hombres y mujeres espirituales, adelantemos la llegada de tu Reino. Por Jesucristo nuestro Señor. Poscomunión: Alimentados con esta Eucaristía, te hacemos presente, Señor, nuestra acción de gracias, implorando de tu misericordia que el Espíritu Santo mantenga siempre vivo el amor a la verdad en quienes han recibido la fuerza de lo alto. Por Jesucristo, nuestro Señor.