don jose ives limantour

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  • Ejemplar nm. __

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    ~J~ a~ ~. ~ rl/U--' {'M e::(' r All'~U/?"l ' L~~~

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    ~ ..

    . C/(~ ~

    Don Jos -Ives [imantoul"

  • Don Jos Ivcs limanloUI por un aprendiz de retratista

    Edicin privada de cien ejemplares numerados

  • ' k-k ,., ,t, d, ,*, ,., -, .a .-, ,t, .:t, ,:te .. ,ta .. ,t.. ,a a ,.,... t, ,-a ,

    'a '.1 l.' 'V' l. l. t. l.' '.1 e. l.' .. .... ... -S. 'V_ 'VI '.' ..... .. 'V' .,., '.1

    1

    E Xiste una escuela moderna que sostiene no hay que conceder importancia ni valer la historia

    ad 'l.ltsum puerorum que se ensea en los colegios, y que ms sirve y prueba ms el conocimiento de la tasa del inters y del precio del trigo en una poca determina-da, que la relacin de una gran batalla la de un ma-trimonio de prncipes. Si tal cosa es cierta, qu inters encierra el estudio de la historia de la hacienda rnexi-cana y las vicisitudes de ese ramo importantsimo en que se ha reflejado, como en espejo fidelsimo, el bienes-tar el malestar del pas!

    La leyenda de la riqueza mexicana, de esa riqueza inagotable que poda haber bastado " cubrir los presu-puestos de la pobre y hambrienta Europa y .. .. hacer la dicha del Asia agotada y venida menos de su pri-mitivo esplendor," esa leyenda fu para Mxico una t-nica de Neso que le corroy las carnes sin darle un da de vida. En las Memorias de Hacienda, inextricables sel-vas de papeles en que no hay orden, ni concierto, ni verdad, ni si tema preconcebido, ni orientacin ni nada, se puede ver lo que era el pas en los tiempos que si-

    -7-

  • guieron la emancipacin. })on Lorenzo de Zavaln ~e espantaba de la confusin innlensa de expedient s del desorden en las rentas, deudas, prstamos, adelantos y atrasos de los sueldos. Comisaras, aduanas y tesorera eran la inlagen del caos; no haba dinero; el erario es-taba cOlllprometido por los anticipos hechos; se deba sueldos al ejrcito y los empleados y era imposible dar un paso en tan tortuoso sendero sin exponerse n ue\ a y ms tremendas cadas ..... .

    En esas l\Iemorias se adivinan los convites de Santa Anna; el vino de veinte pesos botella; la nlinuta del banquete discutida como si fuera el plan de una batalla; los primores de una cocina sabia; la musa ronca de al-gn poetastro cantando la gloria y las grandezas d 1 r / -gilnen; los agiotistas ofreciendo dinero con el noventa por ciento de inters; el pronuncianliento espiando la pobreza y ofreciendo la abundancia; la agricultura p re-ciendo por sobra de impuestos y por falta de brazos; el maz catorce pesos la carga; el premio d 1 numerario un tipo desconocido antes; la riqueza territorial en ma-nos de las rdenes religiosas; los empleados pereci ndo de hambre; la escasez .) el despilfarro; el peculado .Y el ansia de no pagar; los nifios ignorantes; las costa ' in-;;;alu bres; el ejrcito desleal; todo, todo nuestro pa .. ado tornlentoso, aflictivo, lleno de miserias, de caida , de de-saeiertos y de hunlillaciones est all, en ese monUm de papeles viejos, ratonados, trunco y in cohesin. "Hoy, dice un curioso de la poca , e-, tanlO,' de buenas: con mo-t ivo del baile que el cOfHercio ofrecif> S. E. no .. han da-do una quincena de la diez y .. ei.' que no,' deben . Seala-r/ el da con piedra blanca, conlO he .. eal ado tanto on

  • pi edras negra.3." " ~i allnenos tuyi era , exclalDa un mi-ni tro, un producto senwnari o de cien n1i 1 peso , de cien mil pe o . eguros, podra pensar en la lnanera de suplir y mejorar las otras re nta~; pero este combate eterno pa-ra pro\'eer n, las necesidades diarias me in1pide pensar en nada que no sea la enlergencia del Illomento ......... "

    " ~o haba fondos, escribe Iturbide; los funcionarios p-1>1 ico no estaban pagados; no podan negociarse prsta-mo l'n el pa:3." " Las rentas pblicas han desaparecido, exclamaba el mi ni stro de Hacienda en mayo de 1829; no ha pod ido nacer el crdito en los momentos en que los temore hacen tesaurizar las exi stencias numerarias, y debili tndose este resorte de la fuerza social , se relajan los hon1bres, las co as, la resolucin, el valor y hasta las virtud es. Las renta.' del Estado se hallan destruidas, el erario vaco, la fu erza pblica. sin recursos ..... "

    Pero se ignoraba que la hacienda mexicana estaba contaminada de pecado original: la guerra de la in-dependencia haba destruido todas las fuentes legtin1as de riqueza y todo el plan hacendario que la colonia ha-ba experimentado con gran fruto. Restando brazos la agricultura y la luin era para obligar agricultores y Inineros engrosar las fil as de insurrectos y realistas, arruinando fbricas y plantos, causando un dficit ca-da da nlayor en las rentas pblicas, la nacin reci n ve-nida la luz tUYO que aceptar sin beneficio de inventa-rio una herencia de eterna ruina y de perpetuo inaca-bable apuro.

    El prin1er enenligo de la hacienda mexicana fue el doctrinarislllo. Haba que abolir todas las rentas que pro-porcionaban vida los gobiernos: ta por antiecon-

    - 9- 2

  • nlica ; aquella porque afectal,a ~() l u un ~rup d et rnn -nado' la de nl all porq ue entorp C'n t'l cO lnerci ex-terior-y la que haca dao al g iro del hllligo la ue l W )'-judicaba al con1padre al elect r al partidario. por-que no deban cobrarse. Los peri odi ~ t(L d e uno y otro bando desperdiciaban ti nta y papel pidiendo 10 u no:, ilin1itada y absoluta libertad en n onl1 re d e 1 ;:: S(~tiS I/IIIS y de las .L: J'i i"t n1aS de Bastiat: solicitando l o ~ o tro~ pro-teccin con tante y luaniatauora en n onl bre de la

    .

    industria del pa . Segn que el productor fu ra ami go enemigo el arancel se alzaba se re tringa , -. e em pt'-queeca se agrandaba: era n10do d aq u 1la pi el de zapa con que Balzac , in1 boliz6 la ,-ida humana' p ro , -ta piel no e taba curtida ni adobada , j no 11 na de snn-gre, palpitante y con. er,-ando todaya la inlpre~i n d 1 hermoso cuerpo que la haba lleyad o.

    Como el n1inisterio de hacienda yena ,el' no Ull pu .. to que r quiriera preparacin y ~tudi o . , in o una granj era que r compensaba lo sen-i cio del com} il1 (' 11 (:' que haba ayudado la hora oe la reyu elta. pa~aron por ese d e pa ho la nl insign e;:: nl ediana y ha ;:: tn] a m ( :--d esa tro a nulidade". )1inistro hu bo qu e d cono ' ran la cuatro realas; nlini tros q ue n ce. itaran con\'encer:-: exp rinlentaln1 ente n1idi endo tela y ('nta. de que la "ara y el m etro se correspondan en tal proporci(m ; 111i-

    ni~tro que "e lin1itaran firnlar lo que le presentaba n lo ~ ofi ciales 111ayores y que pasa ran en un a admirah] " incon ci(-'ncia por la ... antesalas del departa m nto. 'All con P alacios" " Yean P alacios" eran l a~ mu l till a~ de un ex c 1 nte '- nj eto qu e tUYO en SlL nla no:-: la 'a rt era po r un per odo hastante largo ...... S n ec ~ it (, liCl1icl a r la

    -10-

  • dptICla in g lt':-;a (-'n lH-J-2 y no 'e encont)'c',
  • yei n tici nco por ciento del i 111 por e d 1 pre"';ll pll ,too 1.,1 gobierno poda. o ten er ~e ; cuando el d ehci el1t ra 'u-perior . la cuarta parte de lo q ue ~e ga ~ ta La. Y 1.' 11 a la re\ olucin de tru) endo la riqueza p Lli c:a y la p ri\"C1da. in1pidiendo la recaudacin de inlpu e .;;t o~, ~e ( r rep:al1cl o provincias enteras la obedienc:ia del gol ie1'no y derri-bando lo eXl tente por un fennleno n1 que polti co, mecnico: por la fuerza de la inercia.

    Entonces e necesitaba recurrir lo.;; r rll edio~ heroi-cos, . los remedio dese .. perados lo ~ grandes rel11 di o .. ; pero estos re:5ultaban ieDlpre DluchslllO peore~ que la ms terrible enfermedad: lo lJ egocio,,- (como :.; llamaba por alltfra~is las n1 tenebrosa combina-ciones usuraria , del rni .. n10 nlodo que se apellidaba hellr-volas las Furias y ben~ficCl s la hl.chi ceras) los neoocio. - el din e1'o de los otros, corno dijo qui en lo sabla- 11 ~ 1 ~ tan en la entrega de una cantidad corta. lo rll ' corta posible, en dinero en gnero ,y de otra en pa p le cambio de rdene que las aduanas martima. haban de recibir en yez de numerario. El negocio era ll1 ej or mientras m.s insignificante fuera la cantidad de din ero entregada, y peor i haba que tefaccio ll((/' , :-; de 'ir ,

  • ('ra mnyor. ( 'it'rta (, fal~a la l li~t() l'i a de lo pa::::tele del ao tnillta y oc}o. la Yt'rdad tS iu e los alit'ngenas eran

    l1ut' .~ tr() azut\."; 10.' mini .... tros dip} U1l15t ico repartan tiro entre quienes mi raban de mala n1anera su caballos; gol peaban los func i onari o ~ del pa ::::; in trud ucan gne-ro. de con trabando; fa\Oorean pica rcHav ca1ifi cada~, co-mo la del bellaco padre "JI01' n; protegan reclan1aciones como la de aquel .Jarneson, que pidi ~50,()OO por haber dado un consejo al n1inistro; r0111praban crditos para hacerlos ingresar la con \OelJc: iones y hacan el papel de Tenori O ' y d e "JI at;.lL10ros de 111en ti l'ij i Ilas, para reti-rarse sus pase declnrando entre n1eneos d e cabeza y g tos de e~cnda l o, que 10 nlex icanos n o t enan reme-dio; que eran in capaces de sacramento; que los que no eran ignorante eran lnal \a

  • dinero, era n1enester ten r trabajo organizado; que para ten l' trabajo organizado, e re tuera capital: que para tener capital , era preci o tener crd 1 to y q u panl ten r crdito, urga conquistar la paz l rculo \'icio o del cual no era po ible salir ni alejarse un punto~ Paz y crdit : en eso estribaban las esperanza3 de nuestra redencin , y no era posible obtenerlas 111ientra no se nlodificaran sustancialnlente las condicione del 111edio,

    Vino entonces la guerra de Refornla , q ue ~ e diferen-cia de cuantas hemos tenido en que fueron su razn le ser no, COl110 se crea erroneamente, el pred0111illlO de una confesi0n determinada, el deseo de en1anci par la ~ conciencias el de in1plantar un i:;tenla lJoltico e ... pe-cial, sino el afn de una distribucin lnejor de la pro-piedad estancada y paral izada, el de eo de biene tar, en una palabra, la mantenencia de cuerpo, que hn ba dado el viejo Juan Ruiz conlO uno de los ll1\'il es de todas la acciones humanas , .. ,

    Por qu no aprovech la Refonnft los 111illones de la desamortizaci n, para sacar al pa

  • El ro1 re ~IaxillJilian o, que ~p con. ag r r. ga tar en c:oc: lH's, libreas, \. i 11 O~, c:uad ros y ren~i 011 e las n1i llona-

    da~ qu e la labia de )I. FouId sac( de las h((s de luine de las porterRs franc e. as, 1\Iaxillliliano no hizo n1 que ah on lar el abismo, aumentar el desorden y contribuir la desn10ralir,acin. 1\I. Langlais, que no tard en con-vencerse de que no era posible obtener aqu nada que no fuera peor de lo que haba, pereci al engolfarse en el pilago de papeles que formaban la lamentable historia de nuestra hacienda, .y dej la tarea un meXJcano del llls subido lul'ito, que despus de luchar al lado de J ul'ez durante la guerra, volva ha-cerl e po ible la existencia en los tielupos de paz. Pocas, pero importantes en SUlno grado, fueron las reformas que logr hacer efectivas el sellor don Jos l\lara Iglesias, ti ue al fi n se ret ir tarn bin enfernlo y si n fuerzas ...... .

    Entonces vino un luchador que estaba cubierto con la triple coraza del primer navegante: era austero como un puritano y trabajador como un benedictino; se con-taba que escriba un tonlO por semana, que velaba h3s-ta la media noche, que llevaba publicados no s cun-tos libros de letra luenuda, una verdadera biblioteca en que habia rns ciencia y ms habilidad que en todo cuan-to se conoca de los derns autores ...... Por qu, pues, don lHatas Romero, resultaba tan lnaltratado, tan ve-jado, tan insu ltado? La prensa le satirizaba; el Congre-o de atendia sus propuestas; los pensionistas le aborre-

    cian y los contribuyentes llegaron quemarle en efigie: era el hombre ms impopular que hubiera habido en l\l-xico de de la independencia al ao setenta del siglo pasa-do.

    -15-

  • Como para ju tificar la fama de 1116n tru que le ha-ba precedido, su primera oura fue un trabajo 111( ll'~truoso: el ttulo, conlO aq uel del doctor N" are. , contien tanta lectura COlTIO un prlogo, la introduccin como un libro, el libro corno una biblioteca; produce el efecto que le produjeron al capitn Gulliver, en Brobdignac, la." espigas de trigo C01110 encinas, los deda1e como cubos y los jilgueros conlO pavos. Yo no s de nadie que se ha-ya echado cuestas ese trabajo colosal, y creo C]ue si se les propusiera la lectura como connlutacin de p na , lo n1s en1pedernidos criminales yacilaran y concluirian por pedir que se les yolviera sus celdas. Y el trabajo de la lectura no consiste slo en la exten in: el estilo es tan crespo y enmaraado, tan lleno de rocallosidades, tan apretado de superfetaciones de idea, que parece le brotan escarnas cada perodo. Puede deci r e de "e e. -tilo lo que el ms ilustre de los crtico francese dice del de algn filsofo de la poca dA la Re tau raci6n: el autor debe de haber tenido muy firn1e la cabeza, cuan-do no la perdi leyndose s lui n10.

    Pero don l\Iatla Ronlero, adelu. de er inteligente, laborioso, fuerte y ano de cuerpo y aln1a, po.~ea algo que le haca un hom bre necesario: tena juicio, era hon-radsin10 y no se de anin1aba por ob tculo .. Trabaj 6 sin descanso y sin reCOlTIpenSa, pero tu vo la amargura de que ninguna de sus n1edidas fuera aceptada, ninguna de sus iniciativas comprendida, ninguna de us oplnlOne ' considerada por quien poda serlo. Querindolo no , don l\Iatas vin o el' el justo kantiano, seguro y ti rme slo en el cunlplimiento del deber metaf ico ......

    La re\ol ucin de Tuxtepec haba tri u n fado; II vaba -1 0-

  • ocho ao. en l podr y haba trado la paz, pero an no haba conqu;taclo el crdito; para SO era menestr probarle. lo extranjeros que la naci6n calavera y de-rrochadora de lo ' antiguos tielnpos se haba transforma-d en la nacin seria y honrada que deseaba le hicieran i tio los pueblos bien aceptadns y correct03; que el don

    Juan de Jlaara, que haba gastado su hacienda en va-nidade y fe tin~, era l oon Juan de ~Iaara que levan-taba a .. i] o al arrepentimiento y al bien obrar.

    Entollce e reconoci la deuda, se contrataron en1prs-titos \ . emprendi el c~l1nino que se pensaba haba de cond ucir la nleta deseada; pero el da meno pensado, m uerto el 111i 11 istro que guiaba aq uella situacin, se vi6 qU , e viva de prestado, que no haba tal prospridad financiera y que estbulnos al borde de un abisrno .... .

    El general Daz debe de haberse irritado contra aquel sistema de mentiras, de cont81uporizaciones, de distin-gos y de medias medidas; llam al viejo don l\Iatas, que corno los profetas hebreos rUlniaba desde Washing-ton anatemas clidos con10 las lgrinlas y amargos co-1110 el acbar; y don 1Iatas V10 armado de sus nlne-ro , de . us datos, de sus clculos y de sus d81nostracio-nes, y con , u furia de puritano y con su impetuosidad de hom bre honrado y con su fuerza de sqruatter de.shizo el cas-tillo de naipes y de nuevo se march sus soledades n1e-nos hurao, menos hosco, n1enos agrio que otras veces ... Haba comprendido que l\Ixico estaba ya en sazn pa-ra probar el manjar acre pero substancioso de la verdad (que lo alimenta los fuertes) y que no haba para que tenerle sumido en el sopor que producen los narc-tico , ni consolarle con las vanas alucinaciones que aca-rrean las solanaceas.

    -17- 3

  • 11. 'Bien , Se lij o el pas' ya con zCo torla la ex ten5i l')J) dl'

    D1i de~ racia; ya ~ q Ut de na la n1e han \-a l id m 1~ ~a-'ri ficios : ya s que no tienen fin ni t f rInill O lni ~ pena:--: pero t (d irigi ndose al Caudillo que le ha guiado al tra -Y~ del desierto y q ue le ha de lle\-ar la t PITa prIJIlW-tida ) t puedes hallar el f enledio. t l pu de.;; curar con hierro y con fuego e ~tas horribl es llagas que no ~e ch-jan manejar con aceite ni con blsan1o:3: Cl! ra me. cl ra me ...... -:\Iira que mi mal e de muerte ..... . ,.

    y Porfiri o Daz, que haba pennan cid .;;el'en( y fir-me dirigi la mirada su derre lor y pre en t() un llOl11 -b r e o o o o o .Era un hon1bre de treinta y o h a~. culto

    ~

    como un in g l educado en Etoll. lll'ban y com did .

    como un parL iense, ri co conlO un nababo. aust r y rgi-d o como una operacin aritn1ti ca. _ . _

    P ero el pa frunci el ceo : ;.cn10 i: a lu ella hora en que se n ecesitaba deu o ~-\.lberto Jlagl10 lu e tra:,mutara 11 metale preciosos los guijarr05 de} camin o. el un Jl i-das que con yi rtiera en oro cuan to tocara. aq u Ila ho-ra de crisi tremenda se } e pre ... en ta ba C0 111 0 sah -ador un rico que deba de t ener l a ~ lacn1s le t d s lo ~ ri co

    . .) ) } m eXIcano ...... \.. ue sp marc 1ara. q II ~e mar'hara Europa ejercer de ~01'f "U (di (' ( . ga~tar } pi n lie r n -dimiento de sus capitales co~teando funcion e::: religi ..:a:-: en la -:\Iagdalena atisfaciendo capricho de bailarina. y haciendo el papel de 'a~ t( r0/1ti'f' ; que no.;; dejara con nuevtro ahogo con nuestro apuros con nu ~ tro __ do-lores con nue .... tras mi. erias, con nuestra.' pena~: q lIe no le pidiera nada su patria como nada le piden los otros ricos su ... colega~ ' que se contenta ra con un ttulo P Oll -tificio yano y r111 bombante y que . e limitara ex la-

    - 1&-

  • mar, como lo. deln s qu e este pas e~taba dejado de la mallO de Dio ' incapacitado de remedio, sin u~ar si-qui era de la dulce filosofa de aquel cura que encontra-ba bueno i Dios cuando se coma las gachas tiernas y 'abrosas ... . . .

    Pero aqu, dond e lus ricos de abolengo, por rudeza, por necedad, por estrechez de espritu no han hecho na-da , no han sido nada, no sirven para nada, un rico, don .J os Ives Limantour iba ayudar grandement~ la sa1-yacin del pas. Quin era Linlantour?

    Era di putado, era profesor de economa poltica, se haba dado conocer por algunos trabajos econ6micos que indicaban discrecin y buen i uicio; no se saba rns de 61. Lleg sonriente y sereno al puesto que haban ilustrado Lerdo con su atnplitud de 1niras; Igle~ius con su instruccin colosal; Prieto con su honradez; y que ha-ban deslustrado tantos otros con su avaricia, su igno-rancia, su picarda y su desorden .....

    El puesto no era envidiable en verdad: acababan de perderse las cosechas; el metal blanco, que por los feli-ces das que nos visit el barn de Humboldt era el rey, por lo nlenos el virrey del universo, empezaba ba-jar de un modo alarmante: cada peso vala como sesen-ta y cinco centavos, y el dinero, por lo menos en una de sus forulas, dejaba de ser el poderoso caballero que ha-ba ensalzado el satrico ........ Si esto se aadan la de-presin industrial, la ausencia de numerario y el rnales-tar que se experimentaba en todas las esferas, se com-prender por qu fue recibido el nuevo Secretario de Ha-cienda con sonrisas de escepticismo, de conmiseracin y hasta de burla.

    -19-

  • No acfalos in ipientes, como d t'c a el pedantt>, S IIHl hOlnbres il u tres encaneci clo~ en los nego i ~ , re onWll-daban Limantour una n ueva ~ u pen in de pngo~. "A proveche usted, le d cn la bu na acog'idn q lI e tell-

    dr~ esa providencia por parte de la opinin pl bl ica y libre al pas de esa carga de Si sifo que acabar por l1W-tarle." "Convierta usted, le decan otros nue tnr obli-gaciones oro en obligaciones plata; de plata e la nlon e-da del pas y nosotr03 no tenenlO la cul pa d que e deprecie en el extranjero. "

    La cuestin de la plata se \ 01 vi de actualidad y ~abias ignorantes tenan . gala di scurrir obre la alza la cada del metal blanco, como la marqu' a ' d 1 ti lll-po de Lui XVI hablaban del cornpte-rcudu y de la ~ medidas de Necker. Quin quera que se acuara Ull pe-so monstruo, an1algamado de cobre, pl ata y oro, para que si un componente bajaba subiera el otro y si ~te descenda subiera el contrario; qui n que e fabri cara un peso internacional para el uso excl u 'i vo dl' los pa-ses hi pano-americanas-algo conlO la u ni n latina ca-sera;-quin trataba de que ... e dejara de 'omprar g(\IH'-ros de fuera, retrotrayndono. lo feli e . tiempo ' U(' Xlot1') quin, por fin, que le impu.'iramos los x-tranjeros, manl~ rnili turi, la adopcin de nu e tro ' inm '-orable peso de plata, despreciado::; por artera. ' de '11('-migos que nos queran mal.

    Todo el mundo hablaba , todo el Inundo e .. cril>a, to-do el Inundo c0111entaba, y ante aquella ola d di .. para-te~, de negra tinta y de odio an m negro, .:610 P ' )'-n1aneca inconn10\'ible un hornbr : aquel contra qui '11 iban lo ti ros a 1 uel que era objeto de la .. ti ra.. aq lIvl

    -20-

  • quiell iban (' nd e rezado~ lo C'on .. e jo : oa, tral ajaba, au-lll entalm lo in greso:-i.Y haca se \" era conoma. " . ....

    P ero ni crea nadie en las eCOn0111a (B ulne lleg6 (;Olll pararlas la po ada .. , que en1 piezan co tando cin-cuenta entavo y acaban \'ali endo :uinientos pesos por noche) ni la econonlas pueden hacerse ms a ll de cierto J111ite: en la ociedades modernas, la privacin de cierto ga 'to que significan cultura, nl0ralidad, au-mento de la vida humana, seguridad de la persona y de ll:-; intere. e~, no se pueden suprimer ni disminuir sin q U 1::' el pueblo que tul haga se ex ponga un boycot re -pecto de la deln elltidades que gozan de la vida civi-lizada ......

    Al ao iguiellte 'oh, sorpresa! los gasto se haelan CO IJ ab 01 uta regularidad, resultaba posible aadir cier-tos extras la desnledrada n1in uta de la cOluida nacio-nal , se equi li braban los presupuesto, se cerraba el ejer-cicio fiscal con un excedente considerable, y nuestro pa-pel, que haba fluctuado en las bolsas extranjeras por 1110do alarmante. ganaba un lugar que nunca haba te-nido y q 11e no han llegado con eguir despus para su \'alore la otras repblicas hispano-americanas.

    Error cornn -todos nues tros ministros de hacienda haba , ido el 'reer que cuanto se gastara en el pas tenla q lIe alir del pre~upuesto ord i l1ario de egresos: su byencio-nes ferrocarriles, saneamiento d e ciudade , canalizacin .Y 11leiora de puerto ,construccin de hospitales y manico-mio, ereccin de n10numento pblicos, todo, todo se qu ra Racar del debilitado presu pue ~to de egresos. Qu re ultaba de all? Una cosa: que ni e levantaran lo rnonumentos ni se pagara los acreedores del Esta-do, ni se llegaran . concl ui r las obra de recreo y orna-

    -21-

  • to, ni se pagara neldo los en1 pl eado , ni hubiera ti 11' ta para lo oficina, ni e hi ciera nada cabal ni en for-ma. Limantonr destruy esa anon1ala di ponipnoo la contratacin de emprstitos d estinado" pagar Os (jas-tos extraordinarios: as, ni se d esmelllbra el pre upll e~to, ni se hace pagar las generaciones en cuya pOCH .' e ejecutan esa~ obras, el importe de lo que gozarn los qu vengan despus. Los jacobinos, que hace mucho ti n1-po d esempeaban en nuestro organislllo social el papel que des(~mpean en el organi smo hl.lln ano los rgano desaparecidos sin funcin , como el apndi ce intes ti-nal, e espantaron al saber que se contrataban nueyo. emprstitos; pero esos r ezagado d e Ay utla q u de ~eguro habran hecho pagar Dafne el inlporte d e la pe-ras que producira el peral qu e pl antaba y cuyo~ fruto~ saborearan sus nietos, no fu eron odos 1 or nad ie en el

    ,-pals.

    E x istan aqu papeles de todos lo' colores, de todos los orgenes, de todas las denomin aciones, y cranando todo los r ditos imaginables; el em pr tito d :\ 8H, el em-prRtito de 90, el en1prstito de 93, el en1p r tito de Te-huantepec, la deuda in terior consolidada ele ;) P6, la deuda flotante, los certifi cado d e alcance y m. d di ez clases de bonos por subyenciones ferrocarril es forma-ban un laberinto en que no bastaban toda la ci 'ncia ni toda la habilidad d el mundo para orientar e.

    Limantour tu'. o un rasgo genial: e propu. o trazar l lmite entre nuestra nueva orientacin econm ica, en-tre la estrecha y caduca ley de i\loi ss y la am plia y .. al-yadora de Cristo , entre el ~lxico in sol \'ente y el ~I x ico con crdito, introducir el orden y la unidad entf(J

    -22-

  • tan ta~ co .. ~. inconexa. Por las leye de 6 de septienl-ure de ] 804 tod o. ' aquellos crditos, todos aquellos bo-nos, todos nqu eJ]o ' papele , todo aquel embrollo con ex-cepci6n de los bono oro de 1888, 90 .Y 93 Y de los de Tehuantepec quedaron unificados con ventaja para la naci61l , que p~ga rditos lnucho menores y sabe cunto, cmo y quin debe. El 30 de junio de 1896 qued cp-rrado el ciclo vergonzoso, triste, degradante innoble de nu e~ tra hi toria y relegadas al olvido las humilla-ciont's de 11 ue tro pasado. La prescri pcin acab con to-das la rec lamaciones que antes no haban sido presen-tadas, que presentadas no habnn podido ser compro-})ada . .

    Todava m : ilnportaba descargar al pais de una par-te de lo que anualmente pagaba por rditos de su deuda en oro, haci endo tangibles al mismo ti8mpo las ventajas del crdito de que disfrutbamos. Aprovechando una coyuntura por extremo favorable, el seor Limantour se traslad al extranjero y logr, tras habilsimas ges-tione , que los cuatro emprstitos de 1888, 1890, 1893 Y el de Teh uan tepec se unificasen y convirtiesen en un 5 pg amortizable que nos eoloc de derecho entre los pueblos que por su crdito y solidez pagan corto rdito por sus deud~s, libert de hi poteca al ferrocarril de Te-huantepec y dej sin gravmenes muchas y muy sanea-das rentas Flfectadas por los arreglos anteriores.

    La operacin tu vo el siguiente resultado: "Al cerrarse el plazo para la con versin de los cuatro

    emprstitos oro al precio de 99, sealado los nuevos ttulos 5 pg , result que, pesar de que los banqueros solo tomaron en fiflne, de conformidad con el contrato, f: 13.000.000 del nuevo emprstito, se presentaron con-

    - -23-

  • yersin f:15.000 ,000 de ttul o an ti guos , de los eua les f:2.300,O( fueron de bonos hipotecari os del ferrocarril de Tehuantepec de ;) pg y adelnels '3 ub~c ribi ron se ...... f:2.000 ,OOO en efecti \'0 Resultado tan brillante pu-:n los banqueros en la di syuntiva de ue\"o1\'er al pLli co el excedente de ttulos sobre f 13.000,00 tOll1ados en fi l'-me de levantar la opcin por los f0.700 ,000 re tantes para realizar la conversin total de los cuatro enlpr6 ~ titos." "Los banqueros optaron por e~te lltiIno extremo que puso de resalto el gran crcli'l:o que disfrutaba la na-cin. Hay que advertir que los ttulos de la opci6n COt'-taron ms caros los banqueros, y que leyantando la opcin renunciaron las grandes per~ pec ti \'as de Ye11-del' ms tarde al p blico los ttu los cOl'respond ientes mejor precio del fijado par1- la con Yer~i(Hl ...... ,

    y los hombre~ que e~to lograron , Daz y Lilnantollr, el uno con su inmenso gen io poltico, el otro con su i 11-menso genio hacendario, eran lus que haban ~abido resistir todas las sugestiones, deshacer todo~ l o~ espejismo, conser\'arse serenos y fu ertes en u ' ~endos papeles, cOlnprendiendo y haciendo comprender todo el mundo que lo que cuadra lnejor hombre, ' y pue-blos es la honrooez,-la honradez la cual ~ dan por aadidura la prosperidad y el crdito ......

    Qu lejano vemos ahora la convellcion ,lo permi-sos del al godn , las licencias para la extraccin de me-tales preciosos y todo nuestro pa aclo finan ciero! Y ~in elllbargo, cun presente debemos tenerl e no para detu r-parle dest empladalnente, sino para consagrar todo el agradecimiento que le debemo el lo h ombres qu e no.' han trado al estado d ahora.

    - :24-

  • Desde el doctor )Iora hasta don Guillermo PrietD, to-dos los hon1 brcs de la escuela liberal mexicana haban troll ado contra la existt->ncia de las aduanas interiores. No se neces ita ser \jejo para recordar aquellas garitas, aq uellos guardas y aquel1a~ recaudaciones que haban venido . substituir al castillo feudal de la edad Inedia. Cuando t->l pobre call1 inallte llegaba mojado por la lIu-\'ia, apaleado por los ladrones, despeado por las piedras de los fe-mentidos calninos, llevando consigo toda su ha-cienda como el cnicl), apareca (personificacin necesa-ria del espritu colond, todava no extinto) el guarda-ga rita altivo, grosero, regan, montado en un vil ro-cn , armado de una legislacin que mal ao para la le-gislacin vdica, y cargaba con el pobre arriero hasta la moderna torre del homenaje. A11 se le exigan los pa-ses, g'U.Ja8, tornaguas, excepciones y eontra-excepcione.s que pudieran amparar el trnsito del pobre cargamento; se registraba ste al derecho y al revs pinchndole, tan tendole, abrindole y deshacindole y cuando, adre-de sin saberlo, resultaba violada alguna de las leyes, circulares, dec}'(:\tos, bandos, reglamentos, aclaraciones, interpretaciones y distingos de los cien mil aplicables al caso, el arriero mojado, ' despeado y apaleado se vea en la obligacin de satisfacer dobles, tri pIes cudruples derechos, cuando no- de ir la crcel responder del es-pantoso d(~lito de traficar usando de la libertad jacobina, tan parecida la libertad del monlogo ele Fgaro ..... .

    El artculo 124 de la Constitucin quedaba como una bella mentira para el pas y como un horrible remordi-miento para todos los gobiernos. Congresos iban y con-gresos venan y la prometida abolicin de las alcabalas

    -25- 4

  • quedaba tan pronletida como Silem pI'. ~las III l)'l'nern 1 Daz, qu alcanzaba in esfu erzo ninguno que todos lo~ ideales por l perseguidos y todo~ los sa
  • ella (le la s tarea~ de] s(:'or Linlantour, tan pronto corno pudo deshaeer~e de los lazos con que le suj etaba la ley de la necesidad , fu e procurar el rescate de las ca-sas de rnoneda. Como rel iqul del gobierno colonial y como resultado de nuestra vieja y antes no re111ediada pobreza, 10._ gobiern os todo se haban visto obligados , arH'ndar (qu euf(:' nismo tan bien trado!) la casas de mon =>da , que con tituan uno de nue tros principales re-eur 'os. P ero, suceda que apenas e t.aba punto de expi-rar (:'1 trmino del arri(:'ndo los negociantes se prebeJ~taban ante nuestros lnalldatarios, no haciendo desfilar :-i U vera todos los imperios y todos los tesorus del mun-do, como Satans ante Jess, sino unos cuantos miles de peso , que caan en las arcas del tesoro como las pri-meras gotas de agua en la tierra sedienta; y la a'tn~ sa-cru, fa.nu~s era tanta, que nunca se lleg saber que se rechazaran aquellas proposiciones que significaban uno. cuantos das de holgura carnbio de muchos afios de humillacin , de descrdito y de ruina.

    El seor Li mantour con voe6 los arrendatario y leS propuso la rescisin de los contratos vigentes, q lle esta-ban hechos con todos los requisitos y seguridades que habra exigido el ms concienzudo de los tinterillos. Cerdearon los usureros, insisti el ministro amenaznda-les con poner el asunto en manos de los tribunales, y al fin , no sin protestas, se allanaron dejar la vctinla que haban explotado por dcadas enteras. A pudo Liman-tour sacar aquella riqusima fuente de productos de las manos de los judos, que deben de haberla d~jado salir con el dolor con que el 111 al o uele abandonar la presa que

    -2i-

  • consideraba segura. llerced rl e~ te paso logr nlllll'-tro reducir el nnlero d las casa::": el 11l0neda . di:'l11i-Huir los derechos de arnonedaci(m. dar un a ran impul-so la nlinera y hacer t'ntrar al te oro pbli coalgunl~':-; millone ' que solan queJar e en los bol i3 ill o~ de los C011-tratistas.

    El pas pidi al moyilnien to que 11e\ al poder a 1 gl~ neral Daz, la expansin de sus intere es nlateriale-- y el amplio uso del derecho que le a ista para entnri3t' al lado de los otros pueblos cultos el participar de la \'e11 -tajas de la ciyilizacin. La fuente se hallaba seca, la ca-era estaba tomada de orn la yegetacin cercana ca-reca de bro y de yigor; pero se abri la e, pita yel agua entro regurgitando por los tubos, subi por las grgola~ de yiejo tallado, ascendi por el aire en chorros agudo~ como puilale::, cual si tratara de dardear al cielo, y \Ja-j esparciendo el yigor y la yida II derr lor ......... , Ya no haba quien quisiese poner el desi rto en trt' la debilidad y la fuerza; ya no haba quien tt'miera el la cultura; ya haba quien creye e que la poltica l1W-jor consista no en el ai lamiento, in o en la difu {n, Entonces yinipron las peticiones para el e"tabl e i III ien-to de lneas de ferrocarril, se construyeron la prim ra:-;, pero el pas peda ms, ms sin cesar. porque su ed no se extingua con una poca del agua que haba elllpeza-do fertilizar el suelo cercano al manan tia!. ... . La pri-nlera administracin del general Daz, la del general Gonzlez .Y to'das la del actual Pre iden te que \'i n ieron de pus, fueron esencialnlente constructora:' de ferroca-rriles' se daban concesiones quien la peda, rara cllal-

    -2 -

  • ljui r ln l'a, ('on anchura yarial)lc, . in ."ubyencll1, con sul)\'encif>n cn)} , i tente en dinero, en yales d ti erras na-cionales, en bonos al seis por ciento, con derecho de re-yer i(m de la \'a al pas en plazo d e cincuenta, de ochen-ta , de nOYellta y nueye ao~. l\ls d e ciento cincuenta 111i-ll ones de pesos lle\'all recibido las enl presas de ferrocarri-leF3 y por lo luellOS la mitad de lo cuat rocientos lllill one ' (\ \.1 e debe el pas se han aplicado la con. truccin de \'as frreas: ha ido conven iente tal cosa? S, y nlil \'ece ' s. Por los ferrocarriles enlpezanlos formar parte de la h\.1111anidad que yi\'e y trabaja; por los ferrocarriles hi-ci mo fructferos desiertos en que lo Ee escuchaba el alarido del illdio leyantisco y por los ferrocarriles aca-hanlos con el caudillaje inlpidiendo que se levantaran contra el gobierno nacional la hora que les viniera en Jlli ente , el general descontento, el gobernador intrigan-te, el cacique suspicaz y el alubicioso de cualquier lina-je () denomiuacin. Los ferrocarriles nos han redimido, nos han enriquecido, nos han civilizado y han hecho la unidad nlexicana.

    Pero pasados los prilneros aos haba que poner coto aquel afn de subvenciones. El seor Limantour, des-pus de reflexionarlo larga y maduramente, present en consejo de ministro una sesuda exposicin sobre el caso, en que se contentan estos puntos principales: subven-cionar slo lneas que unan el centro del pas con Guay-lnas Topolobam po, con l\Ianzanillo, Acapulco Zi-h uatanejo, fin de tener COlTI unicaciones directas con el oceno Pacfico; la que acerque ~Ixico Guatemala y la que ponga en contacto l"Ixico y Tampico; se-falar reglas para la cad ucidad, para la concesin de

    -2'1-

  • nueva"' lneas, y para lndca rrlllllbo y 10
  • pre entlnento del 8ei"ior Lnwntoll r, la 0r raci{)\) ha-bra quedado concl uida en fa \'or de
  • han afirmado todava ln el (' rdito de la nacin , y cu-yo servicio de rd ito:::;, lo mi smo que el de anlortizaci(m , es de esperarse fund adan1ente que se haga, en gran par-te, con las utilidades pecuniarias que proporcione al Go-bierno el capital in vertido en la compra de ttulos de ferrocarri l. "

    Si los ministros de nuestra epoca anrquica hubie-ran odo hablar de las hazaas de Linlantour, quizs pen-saran que se trataba de un cuento lisonjero pero abso-lutamente de. tituido de verdad, que el autor de ta-le prodigios era un soplador lo Nicols Flan1el, hbil para transmutar en oro los metales ms viles.

    Tras el rescate de las lneas frreas vinieron la contra-tacin de obligaciones del Tesoro con 4~ pg de inters, y por 18.500,000 dlares, y la de un emprstito por ...... 40.000,000 de dlares en condiciones excepcionalmente favorables; pero tales cosas eran slo manera de pre-liminares de la obra ms importante y fundamental que pudiera acometer ministro alguno.

    A principios de 1903 se averigu que el gobierno co-misionaba don Enrique C. Creel para que tratara el asunto monetario ante el gobierno de los Estados Uni-dos. Engaados muchos con el fantas1a de los benefi-cios que nos traa la baja de la plata, y seguros de que ni leyes ni gobiernos conseguiran nada cont-ra hechos econmicos incontrastables, creyeron que 110 alcanza-ra eco ni trascendencia la comisin de que se encargaba al seor Creel.

    Qu iba hacerse, decan todos, cuando estaba comprobado que la produccin anual de plata exceda

    -33-[)

  • con 111ucho u co nSU lno; cuando lo~ golJit'rn ... el 1-15 naciones lns fuerte y ri ca:-: haban d monetizado el

    ~

    n1etal hlanco y no iran seguralnente de~hac l' oTandt':-: y profunda combinaciones por c0111placer un pn:-: qUl' no les inlportaba cosa?

    Pero, Limantour pl'il11erO y despu" su. :-:ahio" cola-boradores, no queran tanto: contentaron con dl'-n10strar que e taba en el inters dI-' lo ~:ran le ... pUt'-blos r gularizar sus compras de plata para l) pro-d ucir bruscas yariacione en el p~'ecio de e~te metal; COIl darle la moneda un valor fijo en oro para lo efuto:, del cambio exterior; y con proba r cientfi ca lnente qllt la produccin de plata haba aumentado nHl} poc de~de 189;) mientra que el con un10 ~ haha el yado al niyel de la produccin- lo cual haba de traer una alza en el valor del m etal hlanco, y lo que es n1 an, una reaccin en el criterio d e los gobierno y de lo ~ CO Il()-mistas acerca del por\'enir de e e 111 ed io d cambio, qUl' pronto ha de reconqui ::tar su \'al or en 1 111e1" ado .Y ~1I poder adqui . iti\'o con10 moneda,

    ,C1110 ~ e lnanejaron Linlantour y ~u anl1go.' para (:0 11-1110 ver y conyencer prin1el'O al Presid nt le lo E .. tado,' Unidos y la en1peratriz de China, \' luego to lo lo. hOlnbres de e tado, ecollOl11 ista:-:, gobernant ' te:-:ta: co ro-nada ... , lit rato:-: y e peculadore eu ropeo~, ha. ta ha 'erlt :-: c n \'en ir n aq u 1 plan tan encillo y un t e:-:: tan i not'! 1 )i-fc:il ... era relatarlo en poca:-:: ln ea:-::: pero 110 e:-: qu e ('n' 1, que fu Europa encabezando ]a conlsit.m debe de ha-ber entido, cuando .... e acoga con tan1afio,' honore: l:-, l' presentan te' del Jl f xi co antai1 0 befado {. in 'ultadq, lo

    -3-1-

  • ql1 sin ti(, el cisn de .\Il dersen al eleyarse por los aire " bt'llo , galano y D1ajestuo 'o despups de haber sido visto nada IU c ue como u n pato feo, a:3troso y desarrapado.

    LUt'go vino la ('Olnisi(m -:\Ionetaria, que trabaj

  • tablas de logarittnos de Callet. No hay tal. Poca g n-te existen en ~lxico nl culta, 111;1S di~cretas) mls anlplianlente dotadas en todo gnero de di ciplinas que este hombre sereno y equilibrado que par ce un rbol lozano y sien1pre verde por cuyo ranlaje corriera la sa-via con igual vigor, con el n1isnlo ritnlo, con idntica intensidad. No hay manifestacin cientfica art tica literaria poltica que no siga con surno inler::; e te gran curioso, que lo mismo busca y ama las noticia~ so-bre descubrimientos recientes, que la msica 6 la litera-tura 6 las teoras nuevas acerca de 'eso que llalnun ra-zn de estado y modos de gobierno."

    Alto, plido, delgado, elegante, parece (continuando la comparacin con el rbol) tallado en el tronco de un cedro airoso y fino. El rostro lo tiene severo, p ro los ojos expresan bondad y sencillez. La cabeza es fu erte, la frente ancha, la barba bien dibujada, la voz grata y serena-serena sobre todo, COlTIO si tu viera fornlada ya, acerca de hombres y cosas, una opinin difcil de calll-biarse. Cuando habla en la tribuna se mueve sobria y reposadamente, y lo que escribe, aparte de .tar \'iviii-cado por la mdula de len de las ciencia exactas, f~icas y naturales, est expresado con prinl0r y ] gancia.

    Cuantos le tratan le reconocen un def cto: u frial-dad, su dominio absoluto sobre los refl ejos, al grado que su rostro nunca llegar trai cionar la elnocin que le domina. Tanto mejor; para administrar no e necesita d nerviosos ni de imaginati ,TOS; bao ta con gente~ -eria. que busquen el bien y la yerdad por las endas honra-das, y Linlantour es e 0, la honradez, el mtodo, la re-flexin y el e tudio.

    -J6-

  • E. te hombre que, dueilo de una fortuna privada gu )e hara pa.'ar por acaudalado en cualquier lugar del mundo, se ded ica labrar la prosperidad de su pa ; que duplicara y cuadruplicara sus caudales si aplicara hacerl es aurnentar slo un poco del em pello que aplica para engrandecer la hacienda pblica; que por la dicha y el crdito de ~Ixico ha expuesto el bienestar y la salud , no es un gran patriota? no es un gran altruista? no encierra en su aparente frialdad un espritu vivo, ar-di ente y entusiasta, como las tunlbas etruscas suelen en-cerrar un a lmpara perenne que no se consume con el transcurso del tiempo, ni se apaga con el soplo de las rachas de aire, porque lleva en el interior un alnento

    lnaravillo~o, que no puede extinguirse nunca? Quizs repudiar mis elogios el seor Limantour; pa-

    ra su significacin vendran mejor las frases autorizadas de uno de sus pares-un Creel, un Macedo, un Casass, un Pineda,-y no las expresiones de un simple es-critor sin atisbos cientficos; pero yo, que por costumbre busco en las obras humanas algo que las seale indi-vidualice, en la de este creador de riqueza veo algo que me la hace interesantsima: veo obra de arte, veo obra una, veo obra sinttica y transformadora, de tal modo, que sus trabajos se me figuran un poema en que sube el inters desde el principio al fin, un ejrcito en correc-ta formacin que obra conforme un plan alto, delibe-rado y sabio.

    Por eso he buscado la oportunidad de estudiar un hombre en quien considero no un simple removedor de caudales, sino algo de eso que constituye la inspiracin en el poeta, el fuego en el orador, la intuicin en el ge-

    -37-

  • neral y n 1 ahio la fa cu ltad dt' il1\'\. 'ntar. El t!1.'1l1O. (H~al o n nI);l. palabra ,

    1 1 I. El pa.::, que no s() lo atepta. :,in que:.1 lmira y lwndi-

    ce la obra del general Daz. e t "pguro de qu e la ha rornpl 111entao granel. h rrn su y

  • la laLor que cO J'respond Sll hora y la tarea que aguar-da de ,'u per.'ona de. puC>. ' del innH~ll.-' O trabajo que lleva t>j 'tU tado.

    ( 'ierto peridico dijo en mese pasados, qu un re-lJorle,. in terrog al seor Linlantollr ol)re cmo haba podido hac r tantas cosa .Y atender tantos asuntos .Y tan di ver o ; y que el interrogado conte, t6: " iendo mi-n j"tro catorce aos."

    Ti ene razn 111il vece el seilor Limantour; i]e hu-biera tocado el' ministro en una de esas organizaciones parlanlentaria en que los ministerios se mudan cada tre mese.' y en que nada se puede ya no plantear, pero ni iqu iera en ayar con fruto, nada habra hecho, ni empezado, ni siquiera acometido. La obra genial, una y maravillosa pertenece, pues, al seor Limantour; pe-ro el amplio concurso, la ayuda generosa, el apoyo fran-co, leal y si n aln baj es ha sido del Gra1. Daz, que siente en su nlano la. pulsacin de la mano del pueblo, y que hace lo que el pueblo quiere necesita.

    y lVlxico tiene tal confianza en su j efe, que no pue-do menos de traer cuento un rasgo de la historia del primer Napolen. En 1814, despus de las terribles de-rrotas que la coali cin infligi al Csar , ste reuni en Fontaill ebleau toda su vieja guardia. Le hizo presen-te lo apretado de la situacin , la necesidad de correr Par y la confianza que tena en sus colaboradores. Cuando el "corso de rala cabellera" esperaba un vtor, los vieu:c tlp la Ivieille, aq uellos "gruones que solan re-zongar, pero que iban sien1pre tras de su j efe" que-

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  • daron silencio os y sin movinliento. El Emperad r, inquieto y sorprendido pregunt entonce: 'l" ng ra-zn?" Todos gritaron una voz: 'Yiya el En1p rad r ........ A Pars. A Paris! " "Haban p rrnanecido calla os dice el historiador del gran ej~rcito, porque juzgaban intil responderle su capitn lo que l saba bien: qu siempre estaran su lado ...... " Y ~lxico, aunqu veces no responda~ est siempre al lado de su caudillo.

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