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    2 ORGANIZNDONOS Por un Derecho Universal de Nuestros Pueblos

    En eecto, somos el continente ms desigual

    del mundo, con un 28,8% de la poblacin

    en la pobreza (167 millones de habitantes)

    y un 11% de indigentes (66 millones de

    personas). En 18 pases, el 10 por ciento

    ms rico recibe el 32 por ciento de los in-

    gresos totales, mientras que el 40 por ciento

    ms pobre obtiene el 15 por ciento. Y hayque agregar que prcticamente la mitad de

    los pobres y de los indigentes latinoamerica-

    nos son nios.

    Segn la CEPAL el empleo en Latinoamrica

    es poco, y precario: La persistencia del

    patrn de insercin de los ms pobres en el

    sector productivo tradicional se confrma al

    considerar que los ocupados en situacin

    de indigencia trabajan en su mayor parte

    por cuenta propia (un 43%) y que menos

    de un tercio (un 31%) lo hace como em-

    pleado. En cambio, en los dems grupos la

    categora predominante es precisamente la

    de empleado, que corresponde a un 50%

    de los pobres no indigentes, un 57% de los

    vulnerables y un 64% de los no vulnerables,

    lo cual indica que el empleo asalariado no

    protege a las personas de los riesgos de caer

    en la pobreza. Tambin en este aspecto es

    evidente la brecha de gnero, ya que entre

    las mujeres hay una proporcin ms elevada

    de trabajadoras amiliares sin remuneracin

    particularmente entre indigentes y pobres

    no indigentes y de ocupadas en el servicio

    domstico.

    Se trata de un escenario en el que, adems,

    en las ltimas dcadas, hemos tenido que

    asistir al desembarco de un tipo particular

    de saqueo y colonialismo, en el que una

    vctima principal ha sido tambin nuestra

    Pachamama, nuestros bienes comunes.

    Pueblos en Peligro, laMadre Tierra Tambin

    Entre 2003 y 2007 los proyectos mineros

    aumentaron en un 740% en nuestro con-tinente. Muchas de esas iniciativas son

    emprendimientos implicados en conictos

    ambientales importantes (185), que a-

    ectan a 268 comunidades1. Del total de los

    conictos ambientales que existen en todo

    el mundo y comparecen ante instituciones

    como el CIADI, el 60% suceden en Latinoa-

    mrica.

    Este escenario, agravado por proyectos

    empresariales ligados al monocultivo, los

    transgnicos, la utilizacin de agrotxicos y

    la desorestacin de enormes extensiones de

    tierra, confguran un panorama desolador en

    el presente y el uturo de nuestros pueblos.

    Paso a paso, el avance de este modelo de

    desarrollo genera un sinnmero de prob-

    lemticas en mbitos rurales y urbanos,

    desde la perspectiva de lo ambiental (en la

    contaminacin del agua, la prolieracin de

    basurales a cielo abierto, el calentamiento

    global, la desertifcacin, etc), pero tambin

    de lo relacionado con la violencia urbana, lapobreza y la consolidacin de un estilo de

    vida basados en un consumismo irracional

    que carece de toda sustentabilidad ambien-

    tal y comunitaria.

    Zonas enteras de nuestra Latinoamrica,

    adems, viven en estado de Guerra. A mer-

    ced del negocio global del narcotrfco, los

    paramilitares y la violencia institucional,

    se convierte a barrios y pueblos en campos

    cotidianos de batalla en donde entregan su

    destino millones de personas. Como dice elduro verso guatemalteco Balas van, balas

    vienen, y en el cuerpo se detienen.

    Sin embargo nuestros Pueblos sobreviven en

    los esquemas de este capitalismo en crisis,

    mientras tambin van recreando prcticas

    de sociabilidad que pueden prefgurar un

    horizonte dierente. No lo hacen casual-

    mente. Una honda corriente solidaria, an-

    cestral y colectiva viene al lugar de la herida

    a sanar, a recuperar y a construir una nueva

    oportunidad. En las ltimas dcadas, un

    nuevo tipo de procesos sociales viene cob-

    rando uerza y presencia en el territorio de

    nuestros barrios y ciudades. Los vinculadoscon la Cultura Viva Comunitaria.

    Latinoamrica,un desao que sigue sangrandoNuestra Latinoamrica vive momentos decisivos en lo relativo a los modelos de desarrollo y de Democra-cia que deberemos transitar durante estos comienzos del siglo XXI. Procesos populares y de ascenso demovimientos sociales en el marco de importantes experiencias institucionales de carcter progresista con-trastan con realidades sociales y ambientales que se mantienen, se proundizan, preocupan y matan.

    1 Datos del Obervatorio de Conictos Mineros de Amrica Latina (www.conictosmineros.net)

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    30.1% de los Presupuestos Nacionales para la Cultura Viva Comunitaria

    Cultura Viva Comunitaria:la Celebracin de la proximidad

    2 Aunque no existen relevamientos estatales o acadmicos de estas experiencias a escala continental, la estimacin surge de un estudio comparado en proceso, llevado adelan-te por nuestra Red, a partir de distintos registros de ONGs, emprendimientos, calendarios de festividades comunales y proyecciones existentes en los 21 pases de Latinoamrica ycon ms especicidad en Argentina, Colombia y Brasil de iniciativas culturales y comunicacionales de carcter comunitario en mbitos rurales y urbanos.

    3 Una imp ortante investigacin impulsada por la antroploga Regina Novaes respecto de la valoracin juvenil de las polticas estatales en el Brasil mostr al programa de Pun-tos de Cultura en los primeros lugares de aceptacin por parte de chicos y chicas de diversos sectores sociales. Los jvenes son, no slo en el Brasil, sino en toda Latinoamrica,amplios protagonistas de estas experiencias culturales comunitarias, al mism o tiempo que son los ms claramente perjudicados por la falta de propuestas educativas y culturalesen el territorio. Curiosa paradoja para la discusin poltica. Los jvenes protagonizan y valoran lo que ms necesitan para transfor mar su realidad, y lo que nuestros sistemas insti-tudos ms perversamente les niegan.

    4 En la ciu dad de Medelln, una primera clasicacin de las entidades de Cultura viva Comunitaria arrojaba las siguientes actividades: a) Arte para la transformacin social.Procesos que, desde diferentes lenguajes artsticos, procuran por una tica-esttica: ldica, poltica y social; con el propsi to de contribuir al buen vivir de las comunidades.b) Comunicacin viva comunitaria. Procesos de accin procultural desde los medios de comunicacin alternativos. c) Ciencia y tecnologa para todos. Procesos de creaciny apropiacin tecnolgica y cientca por y para las comunidades. d) Actos festivos para enriquecer la vida comunitaria. Procesos que promueven acciones festivas con claros

    contenidos formativos, culturales y comunitarios como carnavales, comparsas, recreacin barrial, festividades, etc. e) Vigas del patrimonio y la memoria de los pueblos. Pro-cesos que propenden por la proteccin de los patrimonios, materiales e inmateriales, culturales y naturales de las localidades, as como la salvaguarda de las memorias. f ) Letras

    y palabras para reinventar la realidad. Procesos orientados a la promocin de la lectura, la escritura y dems competencias lingsticas, en funcin del desarrollo de la creativi-dad. .g) Educacin para la vida y la cultura. Dinmicas que, sustentadas en metodologas de educacin po pular y otras anes, promueven el desarrollo local, la formacin delderes y la cultura solidaria, entre otros campos. Se incluyen adems acciones de desarrollo cultural comunitario en coordinacin con instituciones educativas. h) Etnoculturaspara el respeto y la convivencia. Dinmicas que promueven el reconocimiento y promocin de las identidades, los conocimientos tradicionales y/o ancestrales y el dilogoentre culturas diversas. i) Gestin y Mediacin Cultural para la comunidad. Procesos que enfocan su accin a la formacin de agentes de Cultura Viva Comunitaria y la inves-tigacin en temas urgentes relacionados con la cultura y la denicin de polticas pblicas en cultura.

    Existen en Latinoamrica ms de 1200002

    experiencias y organizaciones sociales de base

    territorial que trabajan en torno a la produc-

    cin y distribucin de bienes culturales en sus

    comunidades, sin fnes lucrativos e inscriptas

    en procesos de democratizacin y desarrollo

    local. Centros culturales, bibliotecas popula-

    res, agrupaciones de hip-hop, colectivos de

    muralismo, plstica en general, produccin

    audiovisual, grupos de teatro comunitario, arte

    callejero, circo, radios comunitarias y otras

    experiencias de comunicacin popular, res-

    cate de prcticas ancestrales y culturales, etc,

    movilizan a cerca de 200 millones de perso-

    nas anualmente en eventos, procesos sociales

    y estividades de carcter barrial y comunal.

    Se trata de un enmeno social y poltico que

    ha experimentado, en las ltimas dcadas, un

    crecimiento exponencial, dando origen a una

    tipologa especifca de iniciativas comunitarias

    signada por algunas caractersticas undamen-

    tales:

    a) su arraigo comunitario, gregario, a-miliar y cotidiano,

    b) su accin en el espacio pblico, en

    calles y plazas,c) su vinculacin con iniciativas deEconoma social y solidaria,

    d) un uerte protagonismo de mujeresy jvenes y adolescentes3,

    e) un ideario que basa sus acciones enla Cultura de Paz, el trabajo en Red,la Democracia Deliberativa, Participa-tiva y Comunitaria y el cuidado denuestro ambiente natural y bienes co-munes,

    ) una predisposicin positiva hacia lacreacin de estticas del mestizajey la pluralidad cultural

    g) una vocacin de transormacin ter-ritorial a travs de la intervencin enmbitos politicos locales y movimien-tos sociales y ciudadanos4.

    Por otro lado, estas experiencias enrentan,en todos nuestros pases, una realidad dicilen el plano de las politicas publicas y la leg-islacin institucional. En eecto, estasconstrucciones populares no estn contem-pladas adecuadamente en nuestras legisla-ciones, ni debidamente preservadas y orta-lecidas por las polticas pblicas vigentes ennuestros pases, habida cuenta de su enormepotencial en la construccin de relacionessociales ms equitativas, igualitarias, no vio-lentas y colaborativas. De hecho, una enormecantidad de estas iniciativas cobran uerza,intentan desarrollarse inructuosamente y se

    desintegran vctimas de la alta de recursos,la violencia, la indierencia del sistema es-tatal institudo y otros actores del contexto,perdindose de ese modo un sinnmero deproyectos que, de otra manera, podran con-fgurar el horizonte de, por ejemplo, muchosms miles de jvenes en nuestro continente.

    Estas experiencias son ya un importantedispositivo en la perspectiva de un modelode desarrollo local endgeno que logra su-perar los esquemas extractivistas y de pre-carizacin de nuestra clase trabajadora quehegemonizan hoy por hoy las economas denuestros pases, dotando al espacio pblicode una serie de capacidades articulandola economa local, impulsando estrategiasproductivas solidarias. La Cultura Viva Comu-

    nitaria es el corazn de muchos procesos dedesarrollo y participacin popular. Y en lo es-pecfcamente vinculado con las identidadesy los saberes comunitarios, confguran co-tidianamente un escenario privilegiado parauna prctica de la diversidad y el autorecono-cimiento de comunidades enteras.

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    4 ORGANIZNDONOS Por un Derecho Universal de Nuestros Pueblos

    Desde hace cerca de una dcada,un amplio conjunto deorganizaciones y redes vinculadasen el continente a temas como elArte y la Transormacin Social,el Teatro comunitario, la Comuni-cacin Popular, el DesarrolloLocal y la Ciudadana, la GestinCultural venimos explorando la per-

    spectiva de una propuesta integral queayude al reconocimiento social y pblico deesas cientos de miles de experiencias locales, y pueda generar las condiciones sociales, institucionalesy polticas para su ortalecimiento y sostenimiento. En ese camino, hemos llevado adelante una sistem-atizacin de los avances y las realidades en nuestro continente, tanto en sus aspectos ms graves, en lorelativo a necesidades e injusticias suridas por estos colectivos, como tambin de triunos, construccio-nes e indicadores de mayor solidez y prospectiva.

    Un proceso colectivo...

    y continental

    Experienciasy esperanzasFue en ese trayecto que recuperamos ges-

    tiones locales paradigmticas en cuanto

    a polticas pblicas y a herramientas pro-

    gramticas destacadas por parte de Estados

    y Gobiernos, como, por ejemplo, en el caso

    de los Puntos de Cultura en el Brasil y

    casos como el de procesos desatados en las

    Alcaldas de Medelln y Bogot en Colom-

    bia, o las gestiones en Lima, Per y en otros

    pases de Latinoamrica.

    Este proceso ha sido la base de la creacin

    colectiva de la Plataorma Puente Cultura

    Viva Comunitaria, red de organizaciones

    y redes de base colaborativa que ha con-

    tribuido al logro de distintos avances en

    realidades nacionales y regionales como el

    Anteproyecto de Norma Legislativa del Par-lamento del Mercosur5 de apoyo a los Pun-

    tos de Cultura, la inclusin de esta agenda

    en el marco del Congreso Iberoamericano de

    Cultura, avances institucionales y legislacio-

    nes de apoyo a la Cultura Viva Comunitaria

    en Colombia, Costa Rica, Brasil, Argentina y

    Per y la implementacin de programas de

    apoyo eectivo por parte de los Gobiernos en

    esos pases, presencia eectiva de las cam-

    paas en los 21 pases de Latinoamrica,

    adems de un amplio abanico de iniciativas

    temticas y acciones continentales, como la

    Semana Continental por la Cultura Viva Co-

    munitaria que culmin en la Cumbre de los

    Pueblos en el marco de Rio +20 y que di-

    undi la consigna de Cultura + Naturaleza

    es Cultura Viva. La movilizacin impulsada

    por la Plataorma Puente Cultura Viva Co-

    munitaria ha sido protagnica del nacimien-

    to de colectivos nacionales multisectoriales

    de lucha por la Cultura Comunitaria en

    pases como Brasil (Movimiento Social delas Culturas), Argentina (Pueblo Hace Cul-

    tura), Per (Plataorma Cultura Viva, Somos

    Cultura) y Colombia (Cultura Viva Comuni-

    taria), adems de espacios regionales en

    Centroamrica y el Caribe.

    Fue a lo largo de este proceso que la Plata-

    orma Puente Cultura Viva Comunitaria dio

    orma a una de las consignas undamentales

    de la necesidad de su extensin, que es

    la lucha por la asignacin del 0.1% de los

    Presupuestos Nacionales al ortalecimiento

    y el sostenimiento de las experiencias cul-

    turales comunitarias de nuestro continente.

    En eecto, si bien la UNESCO recomiendala aplicacin del 1% de los Presupuestos

    Nacionales a las areas dedicadas a la Cul-

    tura, no hay explcitas defniciones institu-

    cionales en mbitos multilaterales estatales

    vinculadas al apoyo de las organizaciones

    y procesos de Cultura Viva Comunitaria,

    salvo recomendaciones y declaraciones de

    tipo valorativo, que distan de ser postulados

    concretos.

    El proclamado derecho universal a la

    diversidad cultural tiene espacios pri-

    marios de realizacin eectiva, como

    son los hogares y las experiencias cul-

    turales comunitarias de la poblacin.

    Omitir a estas experiencias en el diseo

    de las Polticas Pblicas Estatales Cul-

    turales constituye un ocultamiento, una

    negacin y una injusticia.

    La ausencia de estas importantes defnicio-

    nes en los niveles de planifcacin de Polti-

    cas Publicas ha motivado, entre otros moti-

    vos, la creacin colectiva de este proceso de

    movilizacin continental que hemos llamadoPlataorma Puente Cultura Viva Comunitaria.

    5 Tanto el texto del anteproyecto de Norma legislativa del Parlamento del Mercosur como las conclusiones del IV Congreso Iberoamericano de Cultura, as como informacin y

    otros documentos y avances continentales estn disponibles en el sitio web www.culturavivacomunitaria.org

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    50.1% de los Presupuestos Nacionales para la Cultura Viva Comunitaria

    Nuestro 1er CongresoLatinoamericano deCultura Viva ComunitariaSi bien el desarrollo de la iniciativa de la

    Plataorma Puente Cultura Viva Comunitaria

    no puede explicarse sino por el desplieg-

    ue de cientos de organizaciones y redes a

    lo largo de las ltimas dcadas, si pueden

    reconocerse hitos muy importantes, como la

    participacin en el Foro Social Mundial en

    Belem a principios del ao 2009 y en Porto

    Alegre en 2010, el Encuentro de Redes de

    Latinoamrica- Plataorma Puente- 100 Or-

    ganizaciones Culturalesrealizado en Medel-

    ln en el ao 2010, la intervencin en el ao

    2011 en el IV Congreso Iberoamericano de

    Cultura del Coralandes de Organizaciones

    Culturales Comunitarias y la realizacin de la

    Semana Continental por la Cultura Viva Co-

    munitaria6 durante el ao 2012, junto con

    la realizacin de la Caravana por la Vida que

    lleg a la Cumbre de los Pueblos en Rio+20

    Este despliegue continental, que ha permiti-do desarrollar acciones en toda Latinoamri-ca ha generado un algo grado de movilizacinsocial que necesita, sin embargo, de mayoresgrados de planifcacin colectiva, articu-lacin, intercambio y coordinacin.

    Es por ello que la Plataorma Puente CulturaViva Comunitaria se plante la realizacin deeste 1er Congreso Latinoamericano de Cul-tura Viva Comunitaria, como un hecho polti-co colectivo que permita dar mayor sustentoa las iniciativas que buscan, a lo largo y a loancho de todo el continente, dotar de mayorapoyo institucional y reconocimiento social alos miles de colectivos que desarrollan estasactividades en barrios y poblaciones de Lati-noamrica.

    Para ello se plante generar un mbito par-

    ticipativo en el que puedan estar representa-

    das:

    a) Organizaciones y procesos de

    Cultura Viva Comunitaria de los

    21 pases de Latinoamrica

    b) Reerentes de Redes Conti-

    nentales impulsoras de la inicia-tiva (Red Latinoamericana de Arte

    para la Transormacin Social,

    Red Latinoamericana de Teatro

    en Comunidad, ALACP Articu-

    lacion Latinoamericana Cultura y

    Poltica- ALER Asociacin Lati-

    noamericana de Educacin Ra-

    dionica, entre otras)

    c) Reerentes de todos los colec-

    tivos nacionales de impulso de la

    Cultura Viva Comunitaria

    d) Legisladores y reerentes del

    mbito estatal y gubernamental

    comprometidos con la iniciativa

    en los distintos pases

    e) Invitados de otros movimientos

    sociales y culturales latinoameri-

    canos ambientales, populares y

    comunitarios.

    ) Reerentes del espacio aca-

    dmico, Centros de Estudios yUniversidades del continente

    g) Grupos de jvenes, organizacio-

    nes y colectivos participantes de

    las distintas actividades publicas.

    De algn modo entonces, el 1er Congreso

    Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria

    surge como una iniciativa que busca:

    - Generar un espacio de intercambio y articu-

    lacin entre experiencias y redes de la Cul-

    tura Viva Comunitaria en todo el continente,

    a travs de mecanismos que combinen el

    debate presencial pero tambin la sistem-

    atizacin y circulacin colaborativa de los sa-

    beres producidos en el continente por estos

    procesos.

    - Impulsar mbitos de recuperacin y or-

    talecimiento de iniciativas legislativas y de

    Poltica Pblica Estatal en relacin al sosten-

    imiento de experiencias culturales comuni-

    tarias y su reconocimiento en las estructuras

    de Gobierno, Acadmicas y de incidencia en

    la vida cotidiana de las comunidades.

    - Ampliar la visibilidad pblica de la tarea y

    el desarrollo de la actividad llevada adelante

    por las experiencias culturales comunitarias

    de toda Latinoamrica, en sus dimensiones

    sociales, flosfcas, educativas, econmicas

    y estticas

    - Generar las estrategias y los equipos de tra-

    bajo que garanticen un trabajo sistemtico

    dirigido hacia el logro de Polticas nacionales

    y regionales de apoyo a la Cultura Comuni-

    taria, en particular de la asignacin del 0.1%

    de los Presupuestos Nacionales.

    - Recuperar y ortalecer colectivamente el

    sustrato simblico, mstico, espiritual, est-

    tico, ancestral y poltico de los valores de la

    Cultura Viva Comunitaria en sus diversas ex-

    presiones, ya sea en mbitos rurales y/o ur-

    banos, en un esquema celebrativo integral y

    latinoamericano.

    6 Para ms informacin puede visitarse el sitio web www.culturavivacomunitaria.org

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    6 ORGANIZNDONOS Por un Derecho Universal de Nuestros Pueblos

    Es desde esta clave que entende-

    mos que es necesario avanzar en

    un esquema organizativo que per-

    mita un desarrollo procesual de

    estas iniciativas en todo el con-

    tinente. Se hace imprescindible

    un mbito colectivo en el que las

    acciones y procesos lanzados eneste Congreso puedan ser anima-

    dos, visibilizados, y potenciados

    segn el escenario social, poltico

    e institucional de cada uno de

    nuestros pases.

    Es por ello que estamos plante-

    ando, como unas de las perspec-

    tivas importantes en este Con-

    greso, el desao de la creacin

    del Consejo Latinoamericano por

    la Cultura Viva Comunitaria, que,

    asumiendo tareas especfcas, y

    de acuerdo a una metodologa

    colaborativa y abierta, pueda per-

    mitir mayores niveles de efcacia

    en la accin, democratizacin

    de las inormaciones, acceso a

    las herramientas organizativas

    y un procesamiento integral del

    camino que vayamos recorriendo,

    en la realizacin de las acciones

    que surgen en el marco de la

    Plataorma Puente Cultura Viva

    Comunitaria, el amplio espacio

    multiactoral que ha permitido los

    avances que compartimos hasta

    hoy.

    El Consejo Latinoamericano por

    la Cultura Viva Comunitaria podradoptar esquemas organizativos

    que le permitan generar reer-

    encias nacionales, regionales y

    locales, as como instancias de

    coordinacin a nivel continental,

    en una estrategia que asuma

    los desaos ormulados en este

    Congreso y se plantee metas es-

    pecfcas en el corto y el mediano

    plazo para realizarlos.

    Organizarnos mejor:

    hacia el Consejo

    Latinoamericanopor la Cultura VivaComunitaria

    Pueblos Originarios:

    orientados a establecer uncontacto uido con las experi-encias culturales comunitariasprotagonizadas por agrupacio-nes de Pueblos Originarios

    Colectividades y Tradiciones:

    hacia el vnculo con iniciativasligadas a la recuperacin deidentidades, tradiciones y sa-beres comunitarios de distintosorgenes

    Polticas Publicas Estatales deCultura Viva Comunitaria:

    en la relacin con reerentes e

    instituciones que desplieganprogramas o polticas pblicasinspiradas en la visin de laCultura Viva Comunitaria

    Legislaciones Nacionales yRegionales:

    estableciendo puentes con losrentes, partidos polticos oagrupaciones que impulsan ini-ciativas en el plano legislativo.

    Comunicacin:

    que impulse las herramientasy medios necesarios para una

    adecuada comunicacin entrelos colectivos y organizacionesinvolucradas en las dierentescampaas

    Formacin:

    que vertebre las herramientasy actividades pertinentes paraomentar la capacitacin, el de-bate y la autoormacin en lasdistintas experiencias y redes.

    Gnero y Cultura VivaComunitaria:

    que establezca polticas perma-

    nentes de accin conjunta conlas experiencias que vinculenla cultura viva comunitaria conlas luchas por la igualdad degnero y de las identidadessexuales.

    Economa Social:

    que explore y ortalezca larelacin entre las experienciasde cultura viva comunitaria ylos procesos de economas nocapitalistas en el continente.

    Bienes Comunes y Hbitat:

    que detecte y afance losprocesos de encuentro entrelas luchas ambientales y porun desarrollo respetuoso denuestros bienes comunes ylas iniciativas de cultura vivacomunitaria.

    Universidades y Centros deEstudios:

    que genere los intercambiosnecesarios y las herramientaspara el reconocimiento y la in-stalacin en el campo acadmi-co de los debates y contenidosque dan sustento a las prcti-cas de Cultura Viva Comunitariaen todo el continente.

    Movimientos Sociales:

    que trabaje sobre los acuerdosy los debates necesarios paraun dilogo entre las experien-cias y redes de la Cultura Viva

    Comunitaria con el resto de losMovimientos populares latino-americanos en las dierentestemticas que los convocan.

    Lenguajes y nuevas disciplinasen Cultura Viva Comunitaria :

    implica la apertura de equiposde trabajo que puedan impulsarmbitos de ortalecimiento detodo lo relativo a sectores comoArtes escnicas en Comuni-dad- Teatro, Circo, Arte Calle-jero, Intervenciones, etc./ Cine,televisin y artes audiovisuales/Cultura Digital/ Literatura y

    Poesa/ Ediciones GrfcasComunitarias/ Cultura Digital/Nuevas Tecnologas/Plastica,Muralismo/ Culturas Juveniles,y tantos otros campos de cre-acin y experimentacin.

    Un desao comn:los CONGRESOS NACIONALES DE

    CULTURA VIVA COMUNITARIADel mismo modo, surge como un desao concreto la organizacin

    de los CONGRESOS NACIONALES DE CULTURA VIVA COMUNI-

    TARIA, en todos los pases de Latinoamrica, durante los aos

    2014 y 2015, que permitan vertebrar articulaciones entre los

    movimientos, redes y colectivos que, en cada pas, asuman la

    tarea de instalar la perspectiva de este derecho universal y colec-

    tivo, en el trnsito hacia posteriores encuentros latinoamericanos

    en las dierentes regiones de nuestro continente.

    Los CONGRESOS NACIONALES DE CULTURA VIVA COMUNITA-

    RIA ayudarn a crear la sinergia necesaria entre las miles de ex-

    periencias territoriales de cada pas con el resto de los movimien-

    tos sociales, las instancias acadmicas, las iniciativas de carcterinstitucional y gubernamental, de manera de abrir el espacio

    necesario para un reconocimiento eectivo de estos procesos en

    cada territorio.

    Multiplicidades,Mestizajes,

    Caminos...Este Consejo Latinoamericano por la Cultura VivaComunitaria debe recuperar lo resuelto colectiva-mente y orientar acciones especfcas hacia reassensibles y estratgicas de la tarea que debedesplegarse. En este sentido, es imprescindibleimpulsar acciones en estos sectores:

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    70.1% de los Presupuestos Nacionales para la Cultura Viva Comunitaria

    La Declaracin Universal de los Derechos Hu-

    manos, el Pacto Internacional de Derechos

    Econmicos, Sociales y Culturales, la Conven-

    cin Americana sobre Derechos Humanos, su

    protocolo adicional en materia de Derechos

    Econmicos, Sociales y Culturales (Protocolo de

    San Salvador), el Convenio de la OIT, la Declara-

    cin sobre la diversidad cultural y la Declaracin

    de la ONU sobre Pueblos Indgenas, la Conven-

    cin sobre los Derechos del Nio, Convencin

    para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural

    Inmaterial de UNESCO y la Declaracin Univer-

    sal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural

    reconocen la participacin en la vida cultural y

    artstica de la comunidad como derechos unda-

    mentales de todas las personas.

    En especial, la Declaracin Universal de la

    UNESCO sobre la Diversidad Cultural (2 de

    noviembre de 2001), en su artculo 4 afrma

    que la deensa de la diversidad cultural es un

    imperativo tico, inseparable del respeto de la

    dignidad de la persona humana. Ella supone el

    compromiso de respetar los derechos humanos

    y las libertades undamentales, en particular

    los derechos de las personas que pertenecen a

    minoras y los de los pueblos indgenas.

    Por extensin, aplicando tambin estos prin-

    cipios a expresiones culturales provenientes de

    comunidades urbanas, suburbanas y/o rurales,

    el Pacto Internacional de Derechos Econmicos,

    Sociales y Culturas (UNESCO) afrma que7los

    derechos culturales son parte integrante de los

    derechos humanos y, al igual que los dems, son

    universales, indivisibles e interdependientes. Su

    promocin y respeto cabales son esenciales para

    mantener la dignidad humana y para la interac-

    cin social positiva de individuos y comunidades

    en un mundo caracterizado por la diversidad y la

    pluralidad cultural.

    De este modo, el derecho de toda persona a par-ticipar en la vida cultural se encuentra ntima-

    mente relacionado con los otros derechos cul-

    turales consagrados en el articulo 15 del mismo,

    como el derecho a gozar de los benefcios del

    progreso cientfco y sus aplicaciones (art. 15,

    prr.1 b); el derecho de toda persona a benefci-

    arse de la proteccin de los intereses morales y

    materiales que le correspondan por razn de las

    producciones cientfcas, literarias o artsticas de

    que sea autora (art. 15, prr. 1c), y el derecho

    a la indispensable libertad para la investig-

    acin cientfca y la actividad creadora (art. 15,

    prr.3). El derecho de toda persona a participar

    en la vida cultural est tambin intrnsecamente

    vinculado al derecho a la educacin (arts. 13

    y 14), por medio de la cual los individuos y las

    comunidades transmiten sus valores, religin,

    costumbres, lenguas y otras reerencias cultura-

    les, y que contribuye a propiciar un ambiente

    de comprensin mutua y respeto de los valores

    culturales.

    El derecho a participar en la vida cultural es

    tambin interdependiente de otros derechos

    enunciados en el Pacto, como el derecho de

    todos los pueblos a la libre determinacin

    (art.1)y el derecho a un nivel de vida adecuado

    (art.11). El derecho de toda persona a participar

    en la vida cultural est reconocido tambin en

    el prrao 1 del Articulo 27 de la Declaracin

    Universal de los Derechos Humanos: Toda per-

    sona tiene derecho a tomar parte libremente en

    la vida cultural de la comunidad. Otros instru-

    mentos internacionales se referen al derecho a

    participar, en condiciones de igualdad, en las

    actividades culturales8; al derecho a partici-

    par en todos los aspectos de la vida cultural9;al derecho a participar plenamente en la vida

    cultural y artstica10; al derecho de acceso a

    la vida cultural y participacin en ella11; y al

    derecho a participar, en igualdad de condicio-

    nes que los dems, en la vida cultural12. Con-

    tienen tambin importantes disposiciones a este

    respecto instrumentos relativos a los derechos

    civiles y polticos13; a los derechos de las perso-

    nas pertenecientes a minoras a disrutar de su

    propia cultura, a proesar y practicar su propia

    religin y a utilizar su propio idioma, en privado

    y en pblico14; y a participar eectivamente en

    la vida cultural15; a los derechos colectivos de

    los pueblos indgenas a sus instituciones cul-

    turales, tierras ancestrales, recursos naturales

    y conocimientos tradicionales16, y al derecho al

    desarrollo17.

    Es importante sealar que la expresin toda

    persona se refere tanto al sujeto individual

    como al sujeto colectivo. En otras palabras, una

    persona puede ejercer los derechos culturales:

    a) individualmente,

    b) en asociacin con otras; o

    c) dentro de una comunidad o grupo18.

    En este sentido, y desde esta perspectiva es que

    la tarea de las diversas organizaciones cultura-

    les comunitarias que existen en el territorio de

    nuestro pas se revela como el espacio primario

    de la realizacin de estos derechos individuales

    y colectivos ampliamente undamentados en el

    plano de la vida cultural.

    En eecto, expresiones comunitarias de arte y

    cultura popular tradicional, Centros Culturales,

    Bibliotecas Populares, Colectivos de Plstica

    o Muralismo, Agrupaciones de Danza Clsica,

    Moderna o olclrica, Medios Comunitarios de

    Comunicacin, expresiones de la Cultura Juve-

    nil o espacios dedicados a la Cultura Digital, al

    Teatro Comunitario, al Circo Social y a diversas

    ormas de produccin y distribucin de bienes

    culturales en el mbito comunitario, ya sea en

    contextos urbanos, suburbanos o rurales, se

    constituyen de este modo en construcciones

    desarrolladas por la ciudadana en el ejerci-

    cio de sus derechos culturales, muchas veces

    sin un adecuado reconocimiento histrico dela importancia de su tarea en lo relativo a la

    construccin de identidades, valores y prcticas

    solidarias no slo en el terreno de lo artstico y

    lo comunicacional, sino en la dimensin de una

    Democracia Participativa y Comunitaria y una

    Economa solidaria y colaborativa a nivel local.

    7 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales- 43 perodo de sesiones- Ginebra, noviembre de 2009

    8 Convencin Internacional sobre la Eliminacin de todas las formas de Discriminacin Racial, art.5, apartado e) vi)

    9 Convencin Internacional sobre la eliminacin de todas las formas de Discriminacin hacia la Mujer, art. 13, apartado c)

    10 Convencin sobre los Derechos del Nio, art.31, prr.2

    11 Convencin Internacional so bre la proteccin de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, art.45, prr. 1 g

    12 Convencin sobre los derechos de las personas con discapacidad, ar t.30, parr. 1

    13 En particular, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, arts. 17, 18, 19, 21 y 22

    14 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos, art.27

    15 Declaracin sobre los derechos de las personas pertenecientes a minoras nacionales o tnicas, religiosas y lingusticas, art.2, prrs 1 y 2

    16 Declaracin de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indgenas, en particular los artculos 5, 8, 10 a 13 y ss.

    17 Declaracin de las Naciones Unidas sobre el derecho al desarrrollo (resolucin 41/128 de la Asamblea General, art.1.

    18 Comit de Derechos Econmicos, Sociales y Culturales- 43 perodo de sesiones- Ginebra, noviembre de 2009

    Un Derecho Universal

    de nuestros Pueblos!

  • 7/30/2019 Diario CVC.pdf

    8/8

    8 ORGANIZNDONOS Por un Derecho Universal de Nuestros Pueblos

    La Cultura Viva Comunitaria es la

    expresin de una vocacin pre-sente en nuestros Pueblos. La deno delegar en otros poderes lageneracin de las emociones, labelleza, el aprendizaje colectivo,el disrute del espacio pblico, elhumor, la memoria y su relacincon lo cotidiano. Este ha sido elpoder que nos permiti resistir,sobrevivir y estar siendo comoPueblos. Asumir esto como para-digma en la construccin de unaNueva Sociabilidad, es el desaoque recorre nuestras comuni-dades. Constituye un movimiento

    que puede abrir una cantera

    infnita de abordajes colectivospara problemas graves que nosatraviesan como sociedad.

    Por eso la perspectiva de insta-lar en los debates de la PolticaPblica y Estatal Latinoamericanael desao de asignar a la CulturaViva Comunitaria el 0,1% de losPresupuestos nacionales no esuna defnicin que agote sus po-tencialidades y sus dimensionesen la gestin de lo instituciona-lizado y lo ormal, en la adminis-tracin de recursos monetarios.

    Por el contrario, el debate de este

    tema implica asumir que, rentea los males de la exclusin, ladepredacin de los bienes co-munes y la violencia, la urgenciacon la que debemos empezar areconocer y potenciar las accionesque realizan nuestros Pueblosen el terreno de la produccincultural es un paso obligado paracualquier perspectiva de solucindesde la democratizacin ciuda-dana.

    Millones de jvenes, adultos yabuelos de nuestra Latinoamrica

    experimentan hoy la Cultura Viva

    Comunitaria como una de lasmaneras de procesar la realidady transormarla. Como solemosdecir en estos das: un antasmavestido de payaso recorre Latinoa-mrica, el antasma de la CulturaViva Comunitaria.

    El esuerzo de reconocerla, visi-bilizarla y ortalecerla quizs sea,adems de una oportunidad nicade celebracin de lo prximo, unade las claves de la realizacin deese otro Mundo Posible que conheroica insistencia viene anun-ciando el Pueblo Latinoamericano.

    Por un Derecho Universalde nuestros Pueblos!

    Encuentro de Redes y Organizaciones:Construyendo una estrategia para el fortalecimiento de laCultura Viva Comunitaria en Latinoamrica

    Jornadas con Legisladores y Funcionarios:Hacia la creacin de legislacin y Polticas Pblicas de apoyo a la

    Cultura Viva Comunitaria en Latinoamrica

    Crculos de Visin - Grupos de Trabajo

    Av. Villazn 1995 Monoblock Central

    Por una CAMPAA CONTINENTAL para el 0.1%de los Presupuestos Nacionales para laCultura Viva Comunitaria

    Por un PARLAMENTO LATINOAMERICANOde la Cultura Viva Comunitaria

    Por una POLTICA PBLICA de Diversidad Cultural yde Apoyo a la Cultura Viva Comunitaria en BOLIVIA

    [email protected] esteb

    oletninformativofueproducidopor:

    ElCulebrnTimbalPuebloHaceCultura