CHORRILLO

CHORRILLO

A . B . dr OBARRIO .

A. B. U OBARRIO.9th Street and Herrera SquareCalle 9a y Plaza de Herrera .Julio

13. La ciudad se ampíió en tomo a ía franja canalera Un ejempío de ía venta de íoteen Eí Chorriíío (1914) .

14. La construcción de caminos de herradura y carretera que uniera ías provinciascon ía capitaí fue probíema de primer orden durante ía administración de Beíisa-rio Porras . Camino de David a Bugaba . Puente sobre ía Quebrada Cristóbaí (Pro-vincia de Chiriquí) .

Los primeros gobiernos de Manuel Amador Guerrero, JoséDomingo de Obaldía, Carlos A. Mendoza y Pablo Arosemena, sepreocuparon, ante todo, por las contiendas partidistas e hicieronmuy poco para superar aquéllas deficiencias. Un cambio radical enla fisonomía del país se percibe durante la administración de Belisa-rio Porras (1912-1916); labor que continuaría durante dos perío-dos presidenciales posteriores (1918-1920) y (1920-1924) .

Dignas de mención son las obras del Ferrocarril Nacional deChiriquí, el Asilo Bolívar, pavimentación de las calles de la ciu-dad de Panamá, el Museo Nacional, construcción de Telégrafos yTeléfonos, instalación de acueductos en el interior de la República,la celebración de la Primera Exposición Nacional, construccionesde caminos y carreteras en diversos puntos del país e imponentesedificios, entre las cuales se destacan el que alberga el Archivo Na-cional (1926), establecimientos de nuevos centras educativos comola escuela de Agricultura, promulgación de los Códigos Nacionalesy de instituciones como el Registro Civil, el Registro Público, elHospital Santo Tomás, etc. En suma, bajo las administraciones li-berales de Belisario Porras, nuestra nación alcanzó un gran avancematerial, pese a que los empréstitos con los Estadas Unidos jugaronun papel decisivo en la tarea de modernización que se impuso y conello se acentuó la sujeción económica hacia aquel país . Empero, elprogreso material desafortunadamente no marchó paralelo con lasinstituciones políticas y las estructuras socio-económicas . Losacontecimientos posteriores se encargaron de demostrarlo.

Dos documentas oficiales dan evidencia de la modernización aque se abocó Belisario Porras . Uno es su Mensaje, en el que hemossuprimido algunas partes para hacer hincapié en lo sustancial del mis-mo, mientras que el otro, es parte de la Memoria de Ladislao Sosa,que como Sub-Secretario de Fomento dio a conocer oficialmente .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

. . . . . . . . . . . . . .Honorables Diputados :

Merced a la nueva ley de correos y telégrafos se ha adelantadomucho en esos ramos, sobre todo en lo que concierne al primerode ellos. El progreso es más lento en cuanto al telégrafo, por larazón de que en éste no se ha podido establecer la unidad de man-do que es indispensable para el buen éxito en toda labor . Sinembargo, es digno de mención la reforma implicada en la adop-ción de un plan general de construcción de la red telegráfica de laRepública, plan que abarca desde el material que debe usarsehasta la forma en que ha de hacerse la construcción . Antes deahora se marchaba a la ventura, sin saber con precisión lo que se

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necesitaba y convenía hacerse, ni el costo de lo que se habíahecho. El alambre de la línea era de hierro y se hallaba oxidadocasi en su totalidad y los postes eran, con muy pocas excepcionesen alguna sección de madera que a cada paso era preciso reponer .La línea que se construye actualmente es para comunicacionestelegráficas y para comunicaciones telefónicas en todos los Distri-tos de la República y se compone de ocho alambres de cobre parael telegráfo y uno grueso del mismo metal para el teléfono conpostes de hierro sobre bases de concreto . Las ocho líneas de laPrimera Sección o sea de Panamá a San Carlos, están ya en Chame,y en la Segunda Sección, que abarca la provincia de Veraguas,hemos construido entre Santiago y Viguí, noventa kilómetros delínea telegráfica en cuya construcción se han empleado materialesde primera clase . Espero que el año entrante sea un hecho cum-plido la reconstrucción total del Telegráfo Nacional .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .En el ramo de Gobierno tengo que referirme de modo espe-

cial a tres instituciones nuevas que han sido creadas durante miAdministración : el Registro Civil, el Registro Público y los Archi-vos Nacionales . Las dos primeras están funcionando ya, despuésde vencer las dificultades que eran de preverse para el implanta-miento de reformas radicales como ésas en los sistemas tradicio-nales de nuestro país .

El registro del estado civil de las personas adolecía de no-tables deficiencias, causadas por la apatía de algunas autoridadesen recoger y transmitir los datos que la ley ha encomendado asu cuidado y la diligencia por el analfabetismo de los Corregidoresy por la falta de interés en el público, que ignora por lo común laimportancia de ese servicio y la utilidad que le ofrece para lasalvaguardia y efectividad a sus derechos civiles

Mayores progresos se han realizado en el Registro Públicoque tiene un objeto más fácil de apreciar, porque se vincula di-rectamente con los bienes y derechos reales de los asociados .

Muchas dificultades se han presentado para que sea unánimeen el público la aceptación de la nueva forma de registro y ellotiene por causa principal el que la Corte Suprema de justiciaviene sosteniendo indudablemente que los títulos que han deinscribirse hasta que están otorgados de conformidad con lasleyes que regían al tiempo de su confección, aunque carezcande los requisitos esenciales a toda inscripción, como medidas ylinderos.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Para la fundación de los Archivos Nacionales en la formavasta, protectora y expeditiva establecida por la ley de la Legis-lativa de 1912, ha dado al Gobierno los primeros pasos esco-giendo la persona que ha de organizarlos y enviándola a CostaRica y España a estudiar, por tiempo prudencial, los archivosde esos dos países que son conocidos como modelo de la insti-tución y cuyos métodos armonizan mejor con nuestras necesi-dades, por la identidad de raza e idiomas y por la comunidadde historia y educación que nos ligan a esos países . Los archivosquedaron organizados en los primeros meses del próximo año .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Entre las medidas de progreso de la actual Administración

ocupa puesto de honor la creación de un cuerpo de Abogados,escogidos entre los más notables del país, para que formen nuevoscódigos nacionales más en consonancia con los avances del De-recho en nuestro siglo y con la índole, las necesidades y costum-bres de la nación panameña. La Comisión creada trabaja conasiduidad y celo patrióticos dignos de mayor elogio y confío enque gran parte de su obra será sometida a vuestro examen en lassesiones legislativas del presente año .

Asunto es de la mayor importancia y que recomiendo muyseñaladamente a vuestro estudio, el estado en que se encuentrala vida municipal en varias secciones de la República . No sonpocos los Distritos que carecen de recursos para sostener unaadministración adecuada a la categoría que les reconoce la ley,para asegurar los derechos de los asociados y para satisfacerlas más apremiantes necesidades de bienestar y progreso . Elproblema es arduo, pero precisa buscarle de algún modo unasolución .

El ramo de Hacienda y Tesoro, uno de los más importantesde la Administración Pública, ya que sin él no pueden funcionarlos servicios nacionales, ha merecido especial atención de partede mi Gobierno .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

El reciente establecimiento de nuestra República no hapermitido aún la comisión de un cuerpo de leyes fiscales cien-tífico y en forma compendiada que corrija los defectos y llenelos vacíos que se notan en las leyes de Colombia, aceptados araíz de la independencia, y en los que después se han dictadoobedeciendo a circunstancias del momento, pero sin un planbien sistemado (sic) y sin derrotero fijo en los trascendentales

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asuntos que al Fisco se refieren . El Código que al presente seelabora sobre tan delicada materia está llamado a remediar dentrode poco los males apuntados .

La misma causa, esto es, el corto lapso de vida propia queha tenido la República de Panamá, ha ofrecido el inconvenientede no contar de momento con personal tan experto como fuerade desearse en el ramo de Hacienda . Se ha hecho mucho sin em-bargo en la mejora de sus condiciones, y tanto la práctica comoel estudio cuidadoso del nuevo Código vendrán a completar losconocimientos requeridos en dicho personal para obtener en últi-mo resultado un servicio eficiente y provechoso .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

El Tesoro Nacional, que al iniciarse mi Administración teníaen caja B/ .7,414.35, se hallaba abrumado por enorme deuda pro-veniente de contratos para el Instituto Nacional por valor deB/.218 .571 .00, saldos por sueldos a empleados públicos quemontaban a unos B/ .120.000 y varios préstamos de Bancos o departiculares haciendo un total de B/ .396 .726 .25 . Este saldo se hapagado ya, y el Tesoro con todo y mantener al día todos los servi-cios ordinarios y de atender a los crecidos gastos extraordinariosque ha acarreado la Exposición, la compra del soberbio edificiollamado "Administration Building", y de otros varios, la construc-ción de puentes y otras obras públicas, la fundación de la NuevaGorgona, y las múltiples mejoras y adelantos realizadosseha conservado en buena situación y en capacidad de hacer frentea esas cuantiosas erogaciones, exigidas por la necesidad, y aconse-jadas otras por el buen deseo de llevar adelante el programa pro-gresista que he tenido en mira desde el principio de mi Gobierno . .

De conformidad con el Decreto número 89 de 31 de diciem-bre de 1913, la Secretaría de Hacienda y Tesoro se divide en tressecciones, llamadas Primera, Segunda y de Contabilidad . La pri-mera comprende lo telacionado con el movimiento de empleados,organización y administración de rentas y contribuciones, arren-damiento y venta de lotes en Colón, Bocas del Toro y Almirante,fianzas de las personas responsables al Erario, arrendamiento deimpuestos y de edificios nacionales, importación de ganado, ytodo lo relativo a la parte administrativa del ramo .

La sección segunda tiene a su cargo todo lo concerniente a ladirección y custodia de los bienes nacionales, faros, muelles,moneda nacional y bancos : cuentas con el Gobierno de la Zonadel Canal y con el Gobierno de los Estados Unidos ; administraciónde tierras, catastros, recibos de destilación, consumo de agua y

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luz en los edificios públicos y explotación de riquezas nacionales .La sección de Contabilidad se ocupa en la inspección y

vigilancia de los oficios de recaudación y pago, del Presupuesto,del movimiento de caudales, del examen general de cuentas, liqui-dación y ordenación de gastos, pedidos al exterior y cuanto con-cierne a los fines de su creación .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

En la organización de las rentas solamente se ha alterado lade destilación y fabricación de aguardientes y licores, y hasta lafecha ha dado resultados favorables al Tesoro . Sobre este puntodeseo llamar muy especialmente vuestra atención : La renta dichase había arrendado hasta mi llegada al Poder por la suma deB/.110.000 anuales ; con el sistema de administración directa porel Gobierno, la misma renta dió en 1913 un producto líquido deB/.194.215,56, y en los primeros seis meses del presente año unproducto, también líquido de B/ .111 .027 .38, esto es, más en seismeses que lo antes daba durante todo el año

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

reforma importante con éxito verdaderamente satisfactorio . Esésta la creación de Avaluadores Oficiales para fijar el valor positivode las mercancías presentadas a examen, y evitar por ese medio losfraudes que antes se cometían depreciando arbitrariamente suvalor, con grave perjuicio de los intereses fiscales

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

de las negociaciones de mayor entidad comprendidas por elGobierno y que esta íntimamente ligadas con la construcciónde los ferrocarriles en el interiorMe refiero a la contrataciónde un empréstito de tres millones de dólares, exclusivamente desti-nados a convertir en realidad esas vías férreas, tan necesarias parael desarrollo del país .

El empréstito ha sido contratado con el National City Bank,de New York, pero tiene que ser pagado en un plazo menor decincuenta años que fue el término que fijo la leyLa Repú-blica recibirá 97 por 100 neto del valor del empréstito y pagaráun interés de 5 por 100 al año a los acreedores, a quienes se garan-tiza el pago con los intereses que devengan los seis millones dedólares de la República, colocados en hipotecas de primera claseen la ciudad de New York .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . estas singulares ventajas obtenidas en la negociación

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del empréstito se explican, porque ella no es aislada sino que seconexiona con otra negociación con la misma sociedad propie-taria del National City Bank para establecer y organizar en Panamáun banco de emisión, giro y descuento, con capital de un millónde dólares, susceptible de aumento, conforme lo autoriza la ley19 de 1913 . El contrato ya discutido y aceptado por el Gobiernoque preside y los capitalistas referidos, se ajusta rigurosamentea los preceptos de la ley citada, sin otra diferencia que la intro-ducción de algunas claúsulas que tienen por objeto dar mayoresseguridades al público y convertir el Banco en un agente eficazpara el desarrollo industrial y económico del país .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .La creación de las Comisiones de Tierras ha tenido por objeto

la medida del área y de los ejidos de todas las ciudades y pueblosde la República, al mismo tiempo que el de examinar, remedir ycomprobar las propiedades de los particulares .

Las funciones del Agrimensor General como revisor de lostrabajos practicados por los Agrimensores oficiales y por los Inge-nieros de las Comisiones de Tierras, viene a completar la institu-ción .

No se os ocultarán los grandes beneficios que de tales ofi-cinas reportaran el país . Además de ayudar a la estadística territo-rial que por su medio podrá determinarse de una manera mate-mática, evitará poco a poco todas las dificultades relativas alímites que pudieran surgir de pueblo a pueblo, así como entrepueblos y particulares .

El conjunto de los trabajos de esas comisiones será tambiénun elemento valioso para formar el catastro general de la Repú-blica, base importantísima de la Administración Nacional .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Hemos realizado en el ramo de institución Pública cuando

ha sido posible, todo lo que permitieron nuestros recursos fis-cales, de acuerdo con la importancia cuasi sagrada que siemprehe atribuído a ese servicio administrativo . No hay pueblo nisiquiera caserío alguno de importancia donde no se haya esta-blecido una escuela, siempre que se ha comprobado la necesidadde ella, conforme a los principios que gobiernan esa materia .

Prueba tangible del progreso alcanzado en la instrucciónPública, os lo suministraran los datos siguientes : en octubre de1912 había en la República 323 escuelas, con una matrículade 15,000 alumnos de ambos sexos ; ese número asciende hoya 518 con el correlativo aumento de personal educando, que

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asciende hoy a 23,445 entre niños y jóvenes de ambos sexos,de los cuales corresponden 4,324 a la capital de la República .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Para facilitar tal labor, para encauzarla y hacerla duradera,

ha parecido necesario unificar antes los reglamentos, programasy planes de estudios en toda la República, sin lo cual los cálculosmás lisonjeros, los más halagadores ideales serían vanos, insequi-bles o especiosos (sic) . Una comisión especial, integrada por pro-fesores competentes, tiene a su cargo realizar ésa por sí mismarecomendable reforma, desde el punto de vista educativo, laque está llamada, por una parte, a poner término a la anarquía yal desorden que ha reinado en la mayoría de nuestras escuelas,donde cada cual ha venido enseñando lo que le viene en gana,y por otra, a imponer orientación determinada a la instrucciónpública toda en Panamá

Hay escuelas para adultos en varios puntos del país : desdejulio de 1914 funciona con regularidad, en Penonomé, una es-cuela comercial nocturna de esa clase, y últimamente se inaugu-raron tres primarias, en David, Penonomé y Bocas del Toro,además de la que existe en nuestra Capital, en la escuela devarones de Santa Ana, y de la Sección Comercial anexa al ins-tituto Nacional

Nuestra cultura artística, alentada durante las anterioresadministraciones únicamente por cl Conservatorio de Música yDeclamación, ha recibido un nuevo impulso, con la creación, enJulio del año pasado, de una Escuela de Pintura en la ciudad dePanamá .

Desde julio de 1913 funciona en esta misma capital la EscuelaProfesional de Mujeres, creada por la Ley 45 de 1910 .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Con verdadero júbilo puedo hablaros también de la fundación

reciente de una estación experimental de agricultura en las inme-diaciones de la antigua ciudad de Panamá

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

ejercer tantas obras y de índole tan variada que no puedo abar-carlas en los estrechos límites de un Mensaje

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

de 1913, obra que muchos consideran superior a los medios deque el país puede disponer, y por lo mismo de difícil o imposiblerealización, está virtualmente llevada a efecto, pues todos los

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contratos referentes a la construcción de edificios y todas lasobras sobre urbanización del terreno en que tiene su asiento hansido concluidos de manera satisfactoria .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Los terrenos para la Exposición, colocados en un punto de

condiciones altamente ventajosas para ser ocupados y convertidosen asiento de residencias o edificios comerciales, se adquirieronpor la módica suma de B/.45 .000 . Las obras de nivelación, cons-trucción de acueductos y desagues, de calles y de aceras, y decuanto forma la urbanización del lugar han costado B/ .220 .000y el gasto hecho en edificios, colecciones de animales, plantas,maderas, productos industriales y además, objetos destinadosa la exhibición, aún tomando en cuenta lo improvisto ascenderáa más de B/.485 .000 más, o sea un total de B/ .750 .000 . Contraesta erogación debe calcularse lo que el Tesoro recibiría oportu-namente para compensarla y para obtener además utilidades po-sitivas, a saber: El valor de los tres edificios construidos por elGobierno, que representan un costo de B/ .164.000, sin contarel terreno en que están ubicados, y que podrían venderse o de-dicarse al servicio de la Nación ; B/.50 .000 que reembolsan loscomerciantes por el edificio que para ellos se está construyendocon un costo ; y el valor de 200 .000 metros cuadrados de terrenourbanizado que al módico precio de B/ .7 .50 por metro dabaB/.1,500 .000, haciendo un total de B/ .1 .714.000, o sea un saldofavorable B/.914.000. Esto sin contar con lo que producirá laventa de billetes de entrada y el arrendamiento de puestos en ellocal de la Exposición, lo cual supera de seguro a las expensasde mantenimiento y operación del certámen .

El ferrocarril de Chiriquí es el principio de una serie de em-presas encaminadas al desarrollo de la riqueza en todas sus mani-festaciones en las distintas provincias del interior . El plan deconstrucción de un ferrocarril de esta ciudad a la de David, queal principio se creyó de realización fácil e inmediata no se hapodido poner en ejecución por razones de bastante peso, quehan obligado a sustituirle un sistema de ferrocarriles nacionalesen las provincias del interior.

El ferrocarril central compromete seriamente las facultadeseconómicas del país y exigiendo por otra parte para su debidoaprovechamiento ramales en distintas direcciones para traerlos productos- a la línea principal, se ha creído más juicioso co-menzar por los ferrocarriles de internación en construcción oen proyecto, que son de menor costo que el otro,, ya que la vía

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de agua a donde convergen es la más barata de las que puedenutilizarse .

Si para allanar los inconvenientes aportados se hubiera re-suelto construir el ferrocarril por la altura de la cordillera, envez de hacerlo por la costa, quedarían sin explotación los lugaresbajos, adaptados a cultivos especiales, que no pueden llevarse acabo en las altiplanicies . Con el sistema que se ha adoptado ahoratanto las tierras altas como las bajas daran el fruto apetecido, yel marcompletará cl servicio que correspondería a lalínea central de rieles .

Hay otra consideración de mucha importancia : el ferrocarrilque originalmente se proyecto tendrá, cuando se construya, quecruza la Zona del Canal y cl Canal mismo, y esto constituye obs-táculos fáciles de comprenderse y apreciarse en su verdadero valorcon el conocimiento de nuestra situación en todo lo que al Canalse refiere .

Preferido por estas razones el sistema de ferrocarriles de inter-nación, se celebró con la casa Hebard & Co . el contrato de lalínea llamada de Chiriquí, que va del Pedregal pasando por David,y luego se bifurca con dos terminales, uno en Boquete y otro deConcepción . Examinados científicamente los terrenos que van acruzar ambas líneas se comprende muy bien que pronto vendrá eldesenvolvimiento de esa rica región, y que los gastos de construc-ción serán reproducidos en época no lejana .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

El contrato celebrado con la United Fruit Co . para la ejecu-ción de ciertas obras en Almirante y en Bocas del Toro, compren-de el relleno del área de la ciudad de Almirante con su correspon-diente muro de retén a la orilla del mar y a los márgenes de laquebrada del Cedro : servicio científico para los desagues sanitariosde Almirante, y provisión de agua para el mismo lugar, así comoservicio de acueducto y alcantarillado en Bocas del Toro .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

El Mercado y Muelle de esta ciudad, así como el Muelle dePuerto Obaldía, en el litoral del Pacífico, están terminados yprestan los servicios que se elevan en mira al iniciarse los trabajosque con tan buen éxito se han realizado .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Se han construido cuatro kilómetros de carretera de esta

ciudad a Juan Díaz y se hizo sobre el río del mismo nombre unpuente de concreto armado, no de los mejores, si no el mejor dela República. En la provincia de Chiriquí se han construído

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también varios puentes y reparado otros, lo mismo que en Coclé,en la sección correspondiente al Distrito de Aguadulce ; se hanechado ya dos puentes en la carretera de Mensabé a Las Tablas,y los trabajos de esta última estan muy adelantados . En el mismolugar de Las Tablas se instaló una bomba a vapor para la extrac-ción del agua potable de consumo público y se instaló una tuberíade 1 .000 metros y de tres pulgadas de diámetro para la distribu-ción del líquido a los distintos barrios de la población . En fin, entodas las provincias se han llevado a cabo notables mejoras enedificios, puentes, alumbrado, acueductos, caminos, y otras re-formas de menor importancia, pero que por su número y por lautilidad que al país reportan os convencerán del insaciable empe-ño de mi Gobierno para hacer más favorable en todo sentido lasactuales condiciones de la República .

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .BELISARIO PORRAS

Mensaje dirigido por el Presidente de la República de Panamá a la Asamblea Nacionalal Inaugurar sus sesiones ordinarias el 1 de septiembre de 1914 . Tipografía Diario dePanamá . Panamá 1914 . 33 pp,

desde la fundación de la República hasta la fecha lasobras públicas realizadas no han respondido a un plan concebidoserena y prudentemente, a la luz de un cerebro limpio de prejui-cios y atento sólo al bien de la comunidad . La culpa no es dedeterminadas personas ni de una época precisa . Quizás reside ennuestra idiosincracia o en nuestro afán de dedicar a la políticanuestras mejores energías . Lo cierto del caso es que hoy, despuésde trece años de vida independiente, el Gobierno se encuentra enla mayor parte de los casos imposibilitado para llevar a cabo obrasde urgente necesidad, debido a la falta de materiales indispensablesy de las facilidades preliminares que precisan para llevarlas a tér-mino felizmente .

La construcción de una carretera en cualquiera de los pue-blos menores del interior de nuestra República, por ejemplo, re-quiere, en primer lugar, la conducción de trituradoras y aplanado-ras que, a su vez, deben ser conducidas en transportes especialesque no existen en la actualidad de propiedad nacional, y cuyoalquiler, cuando lo han requerido las circunstancias, ha resultadoen extremo costoso . Luego las buenas intenciones del Gobiernohan tropezado con la dificultad de puertos mal acondicionados,faltos de muelles o con muelles carentes de la maquinaria apropia-da para el desembarco de carga de gran peso, y ha sido preciso enmuchos casos desistir de la realización de una obra, por imposibi-lidad material para llevarla a cabo .

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Con todo lo expuesto anteriormente, la actual administra-ción ha hecho cuanto ha estado a su alcance para realizar elmayor número de obras públicas de urgente necesidad . Entreellas se destaca hermosamente el Ferrocarril de Chiriquí, quepuede enorgullecer a cualquier Gobierno y que marca una nuevaera en el capítulo de las iniciativas nacionales . De nada sirvieronlos obstáculos creados por los eternos retardadores del desenvol-vimiento del País ; de nada valieron, tampoco, las complicacionesbuscadas por los políticos de profesión ; el Ferrocarril de Chi-riquí es un hecho CJ .

[J Y como la rueda del progreso tiene alas y nose detiene, a vuestro estudio se encuentra hoy el proyecto de unnuevo ramal de ese ferrocarril, que cuenta con la simpatía yhasta con el apoyo del Gobierno de los Estados Unidos .

Viene en segundo lugar entre las obras felizmente terminadasbajo mi dirección, la urbanización y edificación de parte muy con-siderable de los terrenos de El Hatillo, donde tuvo lugar la primeraExposición Nacional que ha celebrado la República . Terminadoaquel certamen, el Gobierno, de acuerdo con ideas anteriores, pro-cedió a hacer en algunos de los edificios existentes allí las reformasnecesarias para dedicarlos a otros fines de urgente necesidad enotros ramos de la administración, y así podréis ver, por ejemplo,que el edificio que en la Exposición sirvió de Pabellón de Enseñan-za, ha sido convertido en Asilo para inválidos y huérfanos, a finde que pudiera reemplazar al antiguo Asilo de Bolívar, que ocupa-ba un local ya insuficiente para sus necesidades cada día mayorese inadecuado para mantenerlo en el estado sanitario que debeser la primera condición en un establecimiento de esa índole . Enel antigua Pabellón del Comercio se trabaja activamente a fin deque en el curso de este mes pueda recibir en su recinto a la EscuelaNormal de Institutoras, que también ocupa actualmente un edi-ficio mal acondicionado, enclavado en el centro de la ciudad, faltode luz y ventilación y que causa mensualmente al Erario una fuer-te erogación por el alquiler de varias casas adyacentes, medidaésta impuesta por el crecimiento progresivo de ese establecimientode enseñanza . Es de esperarse que el personal de Maestras y dealumnas de la Escuela Normal ganará notablemente con esetraslado a uno de los sitios más bellos de la ciudad, y en un localamplio, abierto a toda luz y a toda brisa .

No es tampoco obra de poca importancia la reconstruccióndel antiguo edificio del Canal, adquirido hace algún tiempo porcompra hecha al Gobierno de los Estados Unidos y cuya termina-

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ción toca ya a su fin . Allí serán convenientemente instaladas enlos altos del edificio algunas oficinas nacionales, entre otras, laSecretaría de Instrucción Pública que hoy ocupa local exiguo eimpropio de su categoría y de su índole . En la parte baja de eseedificio se instalarán la Oficina de Telégrafos y la AdministraciónGeneral de Correos, tan bien acondicionada y tan bien dotada detodo lo que requieren las necesidades modernas en una oficinade su clase, que puede decirse sin temor de errar que ella será unade las mejores oficinas postales de la América del Sur .

Sería largo o superfluo enumerar aquí todo lo hecho en elramo de Fomento en estos últimos tiempos ; pero baste decirosque en la Capital se ha construido un hermoso edificio para laImprenta Nacional y otros para depósito de inflamables ; se hanhecho importantísimas reformas en el Cuartel de Policía y se haprocedido a la construcción de nueve calles y a la reconstrucciónde otras, encontrándose entre estas últimas la de Calidonia y elcamino de las Sabanas . En las cercanías de la ciudad se han cons-truido también varios edificios que constituyen la Escuela deAgricultura y se han hecho gestiones con la oficina de Sanidadpara la erección de un nuevo crematorio montado de acuerdocon todas las exigencias modernas .

En el interior de la República se ha dotado a algunas pobla-ciones de edificios públicos, se han construido algunos puentes yse han hecho los trabajos preliminares para la colocación de otros .En algunos lugares se han construido acueductos y en otros sehan hecho pozos profundos para la provisión de agua, que antes sedificultaba grandemente. En fin, Honorables Diputados, que estaSecretaría, apoyada muy eficazmente por el Excmo . señor Presi-dente de la República ha propendido por todos los medios que hanestado a su alcance a la realización de las aspiraciones nacionalesdentro de lo que corresponde al servicio de Fomento y ObrasPúblicas C2 .Memoria que el Sub-Secretario de Fomento Encargado del Despacho, presenta a laAsamblea Nacional, en sus sesiones ordinarias de 1916 . Tipografía Moderna . Panamá,1916 . pp I-V .

LAS INTERVENCIONES NORTEAMERICANAS EN LAINICIACION REPUBLICANA

PRESENTACION

Al advenir la independencia, la vida istmeña se caracterizó,entre otras cosas, por la inestabilidad política, situación que alentóen gran parte las intervenciones norteamericanas en las primeras dé-

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15. Despliegue de fuerzas de la Policía Montada Norteamericana en la Zona del Canal .

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16 fa protección de la ciudad se hizo a base de soldados norteamericanos cuyo "paternalis-mo ofendió muchas veces la dignidad nacional .

cadas de la República, amparadas en el artículo 136 de la Constitu-ción de 1904, y en las cláusulas I y VII del Tratado Hay-Bunau Va-rilla de 1903, ya apuntadas ; pues, al igual que en el siglo dieci-nueve, Panamá volvió a ser escenario de las luchas partidistas por laocupación del solio presidencial, con el agravante de que en no po-cas ocasiones los propios políticos panameños solicitaron dichas in-tervenciones, cuando ello convenía a sus intereses electoreros. Así

ocurrió en las contiendas electorales de 1906, 1908, 1912, 1916,1918, 1920, 1924, y 1928.

Pero el leit motiv de las intervenciones norteamericanas no secircunscribió a las contiendas partidistas, sino también se nutrió dela política arbitraria hacia Panamá y de la interpretación unilateraldel Tratado de 1903, que nos colocó bajo la férula del Coloso delNorte. La Orden Ejecutiva que declaraba la Zona del Canal abiertaal comercio mundial en 1904 y la desintegración del Ejército en elmismo año a raíz del frustrado golpe de Estado del General Este-ban Huertas; el desarme forzoso de la Policía en 1916, la ocupación• las Provincias de Panamá, Colón y Chiriquí en 1918, la imposi-ción del Fallo White con motivo de la controversia de límites conCosta Rica tres años más tarde y otros sucesos ya señalados, sonejemplos inequívocos y palpables de la política imperialista de losEstados Unidos de Norteamérica en el Istmo . Como más adelanteveremos, a lo anterior cabe agregar, la intervención ignominiosa delejército norteamericano en octubre de 1925, a solicitud del gobier-no panameño, para aplastar el movimiento inquilinario, así como laparticipación decisiva del ciudadano estadounidense Richard O .Marsh en la rebelión de Tule en aquel año .

Con la aprobación del Tratado de 1936, en virtud de la polí-tica del "buen vecino" de Franklin Delano Roosevelt, y la posición• los demás países del Continente en pro del principio de no in-tervención -plasmado en numerosas conferencias panamericanas-quedaron eliminadas las clausulas I y VII del Convenio de 1903,mediante la cual los Estados Unidos garantizaban la independencia• Panamá y el mantenimiento del orden público en las ciudadesterminales, que constituyeron el `pretexto legal" de las numerosasintervenciones en las primeras décadas de la República ; y si bienello no significó el fin de la ingerencia yanqui en nuestros asuntos,al menos cerró un capítulo bochornoso, en el que la nación pana-meña estuvo sujeta a los dictamenes directos del Departamento deEstado.

Mientras algunos grupos de panameños aprobaron la interven-ción, desde muy temprano otros la condenaron, por lo mismo,ejemplifican esta situación, la Resolución y el Memorandum que acontinuación insertamos.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

RESOLUCIONAprobada unánimemente por el Consejo Municipalde Chiriquí Grande en sesión extraordinaria del díanueve de junio de mil novecientos seis .

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El Consejo Municipal del Distrito de Chiriquí Grande,

CONSIDERANDO10 Que por el No . 29 de The Central American Expresa, periódi-

co que se edita en la Capital de la Provincia, se ha tenidoconocimiento en esta Corporación de la proposición aproba-da por el Concejo Municipal del Distrito de Panamá en lacual dicho Cuerpo extralimitando sus funciones Constitu-cionales y Leyes, solicita nada menos que la intervención deuna Nación extraña en las próximas elecciones que debenverificarse en el país .

20 Que ese proceder aparte de que constituye una usurpaciónde facultades que no tiene, cual es la de RepresentaciónNacional en el exterior, tiende a vulnerar la Soberanía delpaís en todo lo relativo a sus intereses, y

30 Que los intereses permanentes de las naciones no debenposponerse a intereses transitorios de círculos políticos máso menos exaltados que en momentos de Elecciones solo sepreocupan por el triunfo de su respectiva parcialidad .

RESUELVEProtestar en nombre de sus comitentes de una manera solem-ne contra tan antipatriótica proposición del mencionadoConcejo Municipal de Panamá .Envíese copia de esta Resolución al Excelentísimo SeñorPresidente de la República, por conducto del Señor Secre-tario de Gobierno y Relaciones Exteriores y públiquese .

El Presidente (Fdo .) Alejandro Ardines - El Secretario (Fdo)- E . Racine - Es copia - El Secretario - E. Racine

Alcance al número 6 del Semanario "La Unión" . Bocas del Toro,19 de junio de 1906 (hoja suelta s.f.)

MEMORANDUMque Ricardo Arias y Pablo Arosemena, en representación de

elementos imparciales e independientes, presentan alEncargado de Negocios de los Estados Unidos

en Panamá .P-Según Ley 89 de 1904, el día 30 de este mes y el 7 de

Julio próximo deben verificarse las elecciones populares paramiembros de los Consejos Municipales y Diputados a la Asam-blea Nacional, respectivamente . Los trabajos preparatorios de

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tales elecciones se llevaban a cabo con toda tranquilidad y ordenhasta el día de la muerte del Presidente Valdés .

II-Fallecido éste, se encargó del Poder Ejecutivo elPrimer Designado, Doctor Ciro L . Urriola, quien en el cortotiempo que tiene de estar al frente del Gobierno ha ejecutadovarios actos contrarios a la Constitución y a las leyes, cuales sonlas destituciones del Gerente del Banco Nacional y del ProcuradorGeneral de la Nación y la suspensión de las elecciones mencionadas .

III.-No hay disposición constitucional que faculte al PoderEjecutivo para suspender las elecciones ; por el contrario, existenpreceptos claros y precisos que lo obligan a velar porque se reali-cen .

El artículo 54 de la Constitución Nacional dice así :"La Asamblea Nacional de Panamá se reunirá, sin necesidad

de convocatoria, en la capital de la Republica cada dos años, eldía l o. de Septiembre" .

Y el artículo 73 se expresa de este modo :"Son atribuciones del Presidente de la República :

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .4o-Cuidar de que la Asamblea Nacional se reúna el día

señalado por la Constitución, o por la resolución o decreto en quehaya sido convocada a sesiones extraordinarias, dando con opor-tunidad las disposiciones convenientes para que los Diputadosreciban los auxilios de marcha que les señala la ley" .

IV.-El Decreto número 80, de fecha de ayer, por mediodel cual el Poder Ejecutivo ha suspendido las elecciones, es viola-torio de la Constitución, no sólo porque infringe las disposicionesde que trata el punto anterior, sino porque crea una situacióntiránica y despótica con la supresión del Poder Legislativo, quees el representante de la soberanía nacional . Gobierno democráticosin Congreso es algo que no concibe la mente humana, a la luz delas instituciones modernas y de las leyes que nos rigen .

V.-Los fundamentos del citado decreto son absolutamen-te ilegales . La Ley 61, de 20 de Noviembre de 1917, sólo facultaal Poder Ejecutivo para tomar las medidas que sean necesariaspara la prosecución de la guerra, para la defensa del territoriopanameño y del Canal de Panamá, y para la protección y seguridadde los intereses comunes a la República y a los Estados Unidos deAmérica. Con la suspensión de las elecciones no se contribuye enforma alguna a la prosecución de la guerra, no se defiende el terri-torio panameño y el Canal de Panamá, ni se aseguran o protegenlos intereses de Panamá y los Estados Unidos . Sólo obedece al

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proposito de perpetuarse en el Poder por medios ilegítimos losmismos que la han decretado .

VI .-Alterado como está el orden constitucional, supuestoque ya no funcionan regularmente los Poderes Públicos, es elcaso de que los Estados Unidos proceda a restablecerlo, previ-niéndole al Gobierno de Panamá el deber en que está de verificarlas elecciones en las fechas que la ley señala . El artículo 136de la Constitución faculta ampliamente al Gobierno Americanopara ello, y tanto sus intereses como los nuestros así lo exigen,pues de no encontrar un remedio pacífico pata los males queamenazan al país, el Gobierno se convertirá en una dictadurainsoportable, que necesariamente originará conflictos y violencias .Los actos de la fuerza encontrarán la resistencia y serán repelidosdel mismo modo . La acción del Gobierno de los Estados Unidosen este asunto es tanto más necesaria cuanto menores son losmedios de defensa que el país puede emplear, Las revolucioneshan sido proscritas de nuestro suelo, pero a falta de ellas debehaber y hay realmente otro recurso, cual es, el de la intervencióndel Gobierno Americano .

VII.-Aunque en el país hay completa tranquilidad, si seteme a turbación del orden público, nosotros propondríamos queel Gobierno de los Estados Unidos, como una garantía de legali-dad y de orden, vigilara las elecciones, tal como lo ha hecho enocasiones anteriores.

VIII.-Por las consideraciones que dejamos expuestas, supli-camos a usted, señor Encargado de Negocios, se sirva transmitira su Gobierno nuestra más enérgica protesta por el atentado queha cometido el de Panamá al suspender las elecciones y hacerllegar hasta él nuestra solicitud para que se restablezca el imperiode la Constitución y de las Leyes, así como para que, si lo consi-dera oportuno, ordene la vigilancia de las elecciones .

Panamá, junio 21 de 1918 .(Fdo.) Ricardo Arias

(Fdo.) Pablo ArosemenaLa Estrella de Panamá, 27 de junio de 1918 p . 14

EL DESARME DE LA POLICIA NACIONAL : CIVILIDAD EINTERVENCIONISMOPRESENTACION

Cuando en 1904, a instancias de los Gobiernos de Panamá ylos Estados Unidos, se suprimió el ejército nacional, un cuerpo depolicia asumió la responsabilidad de mantener el orden público en el

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17. Nuestro Cuerpo de Policía en 1906 .

nuevo Estado. Sin embargo, desde muy temprano, las continuaspugnas que se suscitaron entre esta entidad armada y civiles con losmarinos, soldados y demás ciudadanos norteamericanos, entorpe-cieron las relaciones contractuales de los dos países .

Entre aquellos sucesos se destacaron los de junio de 1906,septiembre de 1908 y julio de 1912. Aunque ambas naciones seculparon mutuamente por los desórdenes, Norteamérica, al atribuirlos incidentes a la policía panameña, exigió indemnizaciones parasus compatriotas e invocó el artículo 136 de nuestra primera Cons-titución, que le permitía intervenir en los asuntos internos de Pa-namá. Pero, fue durante la primera administración del Dr . Belisa-rio Porras (octubre de 1912 a octubre de 1916) en que tal estadode cosas llegó a un punto álgido .

Los disturbios del carnaval de febrero de 1914 y del viernesSanto de abril en el mismo año, permitieron a los Estados Unidosencontrar la ocasión propicia para requerir, cuatro meses más tar-de, por intermedio del Ministro de Relaciones Exteriores Wm . Jen-nings Price, la eliminación de las armas de largo alcance en manosde la policía nacional. Ante los reparos v explicaciones dadas porPanamá se mantuvo la situación en statu quo hasta enero de 1916,cuando la fuerza policial panameña se hizo presente en un incen-dio, con las susodichas armas . De esta forma, el 9 de mayo, el Mi-nistro Price envió un ultimátum al Secretario de Relaciones Exte-

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1g . "Soldados, Marinos que vienen y van. . ." según Korsi . Una escena de los "Marines"enseñoreados de la Avenida Central .

riores de Panamá, Ernesto T. Lefevre, reiterando la posición nor-teamericana. El 13 del mismo mes, las autoridades panameñas,luego de convocar a una Junta de Notables representada por lasdistintas facciones del país para discutir el caso, decidieron aceptarbajo protesta la petición estadounidense .

Esta decisión de Panamá, permitió que en 1918 los EstadosUnidos intervinieran y ocuparan las provincias de Chiriquí y Vera-guas. Además, en 192!, al surgir la controversia limítrofe con Cos-ta Rica por la región de Coto, encontró a la República sin un mate-rial bélico para enfrentarse a tal circunstancia .

Los documentos que a continuación presentamos, reflejannotoriamente no sólo la actitud norteamericana en cuanto a desar-mar a toda costa a la policía panameña, sino también las rivalida-des políticas internas de nuestro país, las que, sin duda, facilitarontal género de acontecimientos. En tal sentido es significativa y re-levante la carta protesta de Ernesto T. Lefevre, cuyo contenido re-vela el malestar oficial, aunado con el sentir popular .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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19- Pero les intervenciones no sólo se sintieron en lo ciudades terminales y huta llegarona proclamar la ley y a ocupar Veraguas, Chiriquí. Una escena de los soldados norte-americanos en David .

Tópico de ardientes comentarios que conmovió de distintasmaneras el sentimiento público y que puso de relieve hasta dondellegan las inconsecuencias de las pasiones partidaristas en el paísfué el desarme de la Policía Nacional de sus armas de largo alcan-ce, llevado a cabo en Mayo último por sugestiones de las autori-dades de la Zona del Canal y propuesta a nuestro Gobierno porel de los Estados Unidos de América, por medio de su Represen-tante Diplomático acreditado en esta capital .

La exigencia fué tanto más intempestiva cuanto parecíasobre el tema haberse llegado a una solución definitiva desde elmes de Noviembre de 1915 cuando, tratado el asunto en nuestraCancillería, se estimó que el Representante de los Estados Unidosy el Gobierno de ese país habían aceptado las razones expuestaspor el Gobierno panameño para mantener armada de rifles laPolicía Nacional y conformándose con las seguridades de queno se abusaría de ellos en ninguna circunstancia, ni menos seemplearían en las ocurrencias de riñas y tumultos en que tomaranparte, como elementos alteradores del orden, soldados del ejércitoy ciudadanos de los Estados Unidos . Anteriores disturbios ocurri-dos en Panamá y Colón durante las administraciones pasadas y elllamado del VIERNES SANTO en esta última ciudad el día 2 deAbril de 1915 entre soldados y ciudadanos americanos con laPolicía y ciudadanos panameños, habían dado tema a las gestiones

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del Ministro, señor W.J . Price, para proponer desde Octubre deeste año el desarme de nuestro Cuerpo de seguridad, culpándolode responsabilidad en aquellos sucesos de sangre, en los cualesactuó en cumplimiento de los deberes que les son peculiares ; yaconsejando también el uso de armas cortas, en forma de pistolas,palos y cadenas para el servicio .

Nuestra Cancillería rebatió los fundamentos de la solicitudamericana con argumentaciones entre las cuales figuraba la muypoderosa de que habiendo eliminado el Gobierno panameño lafuerza militar en el año de 1904, tocaba desde entonces al Cuerpode Policía, que recibía instrucción con e' necesario manejo de lasarmas, presentar paradas en las revistas mensuales del Cuerpo ; con-currir a ciertos actos oficiales que se cumplen en días de fiestasnacionales ; hacer la guardia de honor en el Palacio de la Presiden-cia de la República ; la de prevención en los Cuarteles, y las devigilancia en el Presidio cárceles ; las custodias de los presos desti-nados a los trabajos públicos y formar, por último y ocasional-mente, las fuerzas perseguidoras de los reos prófugos . Parecíacon estas razones, que no tuvieron réplica, terminada aquellagestión, cuando de nuevo, el 9 de Mayo, volvió el Representanteamericano sobre el asunto en forma tan perentoria, que su soli-citud tenía todo el carácter de un ultimatum, en presencia delcual el Gobierno consideró de su deber conocer la opinión delpaís, expresada por el conducto de ciudadanos prominentes detodos los partidos y facciones políticas, para resolver la conductaque debía adoptar en asunto de tanta gravedad como era el deprivar a la Fuerza Pública de sus elementos emblemáticos. Laopinión manifestada en la reunión, que se verificó en el salón desesiones de la Asamblea Nacional el 13 de ese mes, fué, segúnla expresión de la gran mayoría de los concurrentes, la de aceptarla exigencia del Gobierno americano, consignando formal protesta,para evitar así procedimientos ulteriores que pudieran lastimaraún más el decoro nacional . El Gobierno, respaldado así poropinión tan insospechable como la que salió del seno de aquellareunión de notables, accedió al deseo del Gobierno americano .El asunto era grave, pero llegó a ser sensible cuando, suponiendoque él produciría la alzada patriótica del sentimiento nacionalen unánime censura contra el acto que se proponía, resultó quefué tomado como cuestión de partido y las opiniones al respectose dividieron para estimar distintamente la actitud del Gobiernode los Estados Unidos, siendo doloroso en la emergencia ver con-signadas en las columnas de los periódicos de oposición al Go-

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bierno las frases de encomio por el acto que sometía al país auna dura humillación y el escuchar los aplausos que tal medidaarrancó a parte considerable del público nacional, cegado por lapasión política .

No tuvo el desarme de la Policía Nacional la forma trágicay sensacional que esperaban los partidarios de la medida . Acor-dados los detalles de él por el Secretario de Relaciones Exterioresy el suscrito con el Ministro Price y los Generales G . W. Goethalsy Clarence R. Edwards, se enviaron a Nueva York a la consigna-ción del Cónsul de Panamá en ese puerto, para su venta :

Ochocientos noventa y dos rifles antiguos sistema Grass,cuarenta y nueve rifles reformados sistema Remington, que erael total del armamento de la República descontados 390 riflesRemington que se conservaron para la Policía de las Provincias,ya que la exigencia respecto de armas de largo alcance se referíaúnicamente a las ciudades de Panamá y Colón donde han ocurridolos choques lamentables con los soldados y ciudadanos de losEstados Unidos .

La policía de estas dos ciudades se encuentra hoy armada derevólveres sistema Colt y la Guardia de presos se hace con cara-binas especiales, iguales a las que usa para el mismo objeto lapolicía de la Zona del Canal .

Memoria que el Secretario de portado en el despacho de Gobierno y justicia presentaala Asamblea Nacional de 1916 . h.p . Diario de Panamá, Panamá, 1916 .

Señor Ministro :Honda sorpresa ha producido en el ánimo de su Excelencia

el Presidente de la República y de los miembros todos de suGabinete, la inesperada comunicación de Vuestra ExcelenciaNo . 304 de fecha 9 de los corrientes, en que de manera categóricay terminante exige Vuestra Excelencia, en nombre de su Go-bierno, el inmediato desarme del Cuerpo de Policía Nacionalen las ciudades de Panamá y Colón .

Tal sorpresa se explica fácilmente al considerar lo injusti-ficado de la solicitud y la manera excesivamente dura como seha hecho, inexplicable para el Gobierno de Panamá, mediandocomo median las más cordiales y sinceras relaciones entre los dosGobiernos, y después de las razones y explicaciones que se dierona Vuestra Excelencia por la Cancillería a mi cargo cuando porprimera vez hizo Vuestra Excelencia tal solicitud, razones yexplicaciones que se juzgaron convincentes y que parecieron

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serlo en vista del silencio que sobre ellas guardó Vuestra Excelen-cia desde el día 12 de noviembre de 1915, fecha de la última notarelativa a este asunto, y en vista del desistimiento por un períodode siete meses de la petición que ahora renueva Vuestra Excelencia .Después de los sucesos del 4 de julio de 1912 y del 2 de abril de1915 en Colón, que según manifiesta Vuestra Excelencia, sirven defundamento a su Gobierno para exigir el desarme de la PolicíaNacional en las ciudades de Panamá y Colón, ningún caso nuevoha ocurrido que permita abrigar el temor de que dicho cuerpo seaun elemento peligroso . Las relaciones entre nuestra Policía y lade la Zona del Canal son lo más cordiales y benéficas por la coo-peración que se prestan y mi Gobierno puede afirmar enfática-mente que desde la fecha en que se pusieron en vigor los acuerdosque rigen hoy sobre el modo cómo deben visitar las ciudades dePanamá y Colón los soldados y marinos de los Estados Unidos,ningún conflicto ha ocurrido entre ellos y nuestra Policía .

Por tales razones la actitud del Gobierno de Vuestra Exce-lencia es absolutamente inexplicable, y estudiado el incidentedesde el punto de vista de las relaciones internacionales y contrac-tuales que existen entre los dos países, tal actitud es tambiéninjustificable .

En efecto, siendo Panamá una nación soberana e indepen-diente el Gobierno de los Estados Unidos no tiene derecho paradecidir si este país puede o no tener una fuerza nacional armadade rifles de largo alcance . El decidir tal punto es una cuestión depolítica interna del país y su solución definitiva le correspondeúnicamente a nuestra Asamblea Nacional, de conformidad con elinciso 12 del artículo de nuestra Constitución .

Vuestra Excelencia me ha manifestado en alguna ocasiónque el Gobierno de los Estados Unidos tiene facultad, según elúltimo aparte del artículo VII del Tratado del Canal para tomara su cargo la Policía en las ciudades de Panamá y Colón : Es éstala ocasión de reiterar a Vuestra Excelencia que el Gobierno dePanamá rechaza definitiva y solemnemente tal interpretación delTratado de 1903 .

El aparte referido establece que, en caso de que al Gobiernode Panamá le sea imposible mantener el orden público en dichasciudades, a juicio del Gobierno de los Estados Unidos, éste podrámantenerlo . Se trata, pues, del mantenimiento del orden públicoque consiste en el funcionamiento tranquilo de los altos poderesnacionales, y el objeto claro y visible es que el Gobierno Nacionalque reside en la ciudad de Panamá está en capacidad de defen-

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derse de rebeliones o de revoluciones, aún en el caso extremo deque fuera impotente para reprimir éstas . Tal facultad, por otraparte, está considerada en el Tratado como una función transito-ria y no permanente, pues sería absurdo admitir que dos paísescelebraran un tratado por el cual uno de ellos se obliga solemne-mente a garantizar la independencia y la soberanía del otro yque en el mismo documento se consigne otra cláusula que des-conoce la garantía y sirve para destruir en cualquier momentola independencia y la soberanía garantizada .

No es fácil al Gobierno de Panamá penetrar el verdaderomóvil que ha guiado al Gobierno Americano para ponerlo en lacrítica situación de consentir en el desarme de la Policía enlas ciudades de Panamá y Colón, acto reñido con todo principiode justicia y que sorprende más en los presentes momentos enque el jefe del Gabinete Americano acaba de proclamar la igual-dad de los Estados en la sede internacional, y por ser ejecutadopor el Gobierno de un país que tiene fama de ser justiciero yrespetuoso de todos los derechos y cuando ocupa el sillón presi-dencial en que se sentaron Washington y Lincoln, un estadistaque es a un mismo tiempo un filósofo y en cuyas obras campeael más acendrado amor a la justicia .

Mi Gobierno considera ofensiva para la dignidad nacional lasolicitud de desarme de nuestro Cuerpo de Policía en las ciudadesde Panamá y Colón y conceptúa que no han sido siquiera aprecia-das y menos correspondidas sus repetidas y valiosas pruebas desimpatía y lealtad al pueblo americano . No ha habido una solaocasión, sea ésta la oportunidad de decirlo de manera categórica,en que al país se le haya hecho una solicitud por el Gobiernode los Estados Unidos sin ser inmediatamente complacido. Con-cesiones de tierras y aguas ; expedición de leyes especiales, entreellas las que dispone el castigo de los que enganchan obrerosdel Canal de Panamá, medidas de sanidad, de comunicacionesinalámbricas, de inmigración o seguridad, cuartel para patrols,cuanto ha pedido le ha sido otorgado, y, en cambio de ésto,hemos visto cómo cada día se ejerce mayor coacción sobre elpaís, haciendo competencia ruinosa a nuestro comercio con loscomisariatos y con ello obstaculizando el desenvolvimiento denuestras industrias, mezclándose en el manejo de nuestras finan-zas y tratando a menudo de ejercer control en nuestros actos desoberanos, sin que nuestras protestas hayan sido nunca escucha-das, pues parece como que hubiera empeño por parte de unpoderoso país de cien millones de habitantes en deprimir y hu-

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millar a una modesta República de sólo quinientas mil almas .El sentimiento nacional ha sido herido vivamente . No es la

República de Panamá poderosa, no tiene la suprema razón quehoy priva en el mundo para defenderse, y sólo le toca hacer loque a todos los débiles : doblegarse bajo el peso que no puederesistir, dejar que se cumpla el injustificable deseo del Gobiernode Vuestra Excelencia, más no sin que el Gobierno panameñopresente ahora su más solemne y formal protesta por la exigen-cia y por el modo de llevarla a cabo, que considera como violatoriode su soberanía" .Memoria de Relaciones Exteriores, 1916 . Nota de E. T. Lefevre a Wm Jennigs Price ;P. P. 183-184,

NUESTROS PROBLEMAS FRONTERIZOS :LA GUERRA DE COTOPRESENTACION

Luego de su separación de Colombia, a la República de Pa-namá le correspondió continuar la intrincada controversia limítro-fe con Costa Rica. Las fronteras entre esta República y Colombiase sometieron al arbitraje del Presidente de Francia, quien dictó ellaudo Loubet en 1900, el cual no satisfizo plenamente aquella na-ción, por lo que, desde muy temprano, se reiniciaron negociacionescon Panamá independiente, a fin de buscarle solución al problema .

20.Oficiales del Ejército de la Campaña de Coto en compañía del Dr . Eusebio A. Morales .

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En el proceso de entendimiento de los países litigantes, Nor-teamérica mostró especial interés al ofrecer sus "buenos oficios"para mediar en el asunto, a fin de proteger a las grandes compañíasbananeras. Así, el 17 de marzo de 1910,se firmó el Convenio An-derson-Porras, que determinaba que Panamá y Costa Rica acepta-ban el arbitraje estadounidense

El 12 de septiembre de 1914, el Presidente de la Corte Supre-ma de Justicia de los Estados Unidos Edward D . White, emitió unfallo abiertamente favorable a Costa Rica, por el que Panamá de-mostró su disconformidad . Empero, la situación se mantuvo está-tica hasta el 21 de febrero de 1921, cuando tropas costarricensesinvadieron a Pueblo Nuevo de Coto, en la Provincia de Chiriquí,área objeto de la disensión fronteriza. Tal acontecimiento llevóa la confrontación armada y a pesar de que Panamá se encontrabaen desventaja militar, (recuérdese que cinco años atrás, por imposi-ción norteamericana, el Poder Ejecutivo desarmó la Policía Nacio-nal) logró recuperar el territorio ocupado.

Sin embargo, los Estados Unidos, constituidos en garantes delFallo White, presionaron a Panamá a ceder Coto . Así, para agosto,el Departamento de Estado envió un ultimátum' al Gobierno pana-meño y para hacerlo cumplir empleó medidas de coerción . Ante

a v/, *

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.21. Entrada triunfal de los Vencedores de Coto en Panamá. Frente a la Presidencia de laRepública.

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estas circunstancias a Panamá no le quedó otra alternativa que so-meterse, bajo protesta, a la petición norteamericana . Con todo, latirantez por la región disputada continuó y no fue sino hasta dosdécadas más tarde, en 1941, cuando los gobiernos de Panamá yCosta Rica finalmente llegaron a zanjar el conflicto limítrofe conel Tratado Arias-Calderón, en el que no fue necesaria la interven-ción estadounidense.

Los textos que presentamos ilustran momentos decisivos deese período de nuestra historia, como son : el Decreto del Presiden-te Belisario Porras declarando turbado el orden público en Panamá,a raíz de la ocupación de Coto, y su proclama anunciando el Esta-do de Guerra ; y la nota protesta ya clásica de Narciso Garay ennuestras luchas reivindicatorias, en las que se demuestra la patrióti-ca posición panameña ante los actos de fuerza del Coloso del Nor-te .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

El Presidente de la Repúblicaen uso de facultades constitucionales, y considerando

lo . Que el territorio nacional ha sido invadido y una secciónde la provincia de Chiriquí ocupada por fuerzas militares de laRepública de Costa Rica ;

2o . Que semejante acto de inmotivada agresión debe serresistido por el país entero y el invasor expulsado del territorionacional ;

3o . Que es preciso tomar las medidas de defensa y depreparación militar previstas para estos casos en la ConstituciónNacional .

DECRETA:Artículo 1 . Declárase turbado el orden público en todo el

territorio nacional y suspendidos, por consiguiente, los derechosindividuales a que se refiere el artículo 47 de la Constitución .

Artículo 2 . Llámase al servicio militar a todos lospanameños desde los 18 años hasta los 40 años de edad . Losllamados al servicio se inscribirán en las alcaldías de sus respectivosdistritos para recibir la instrucción militar que el Gobierno creaconveniente .

Artículo 3 . El Cuerpo de Policía Nacional queda convertidoen cuerpo militar bajo el mando de los jefes que el Gobiernodesigne y sujeto a las disciplina estricta de las leyes militares .

Artículo 4. Mientras la Policía se halla en servicio militar , elservicio de policía se prestará en cada población por el Cuerpo de

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Bomberos y los voluntarios inscritos conforme al articulo 2 .Artículo 5 . De acuerdo con el artículo 47 de la

Constitución convócase la Asamblea a sesiones extraordinariasdesde el lo, hasta el 10 de marzo entrante, para darle cuenta deesta medida y someterle a su consideración la legislación que exigela actual emergencia" .Revista Lotería . Vol . VII, No . 82 . 11 época. Septiembre 1967 pp. 133-134 .

PROCLAMA DEL PRESIDENTE BELISARIO PORRASConciudadanos: En momentos en que nos preparábamos para

iniciar las obras públicas que con tanto interés viene reclamando elpaís, una agresión inesperada del Gobierno de Costa Rica no obligaa dejar los instrumentos de trabajo para presentarnos a defender alsuelo patrio de la humillación que ha pretendido inferirle alGobierno de un pueblo con el que hemos venido cultivando lasmejores relaciones .

Ese Gobierno ha querido poner a prueba nuestra dignidad denación soberana e independiente y a pesar de lo insólito del ataquey de nuestra falta de medios para hacer la guerra nos haencontrado listos a no omitir sacrificios para mantener nuestrabandera en regiones que nos pertenecen desde tiemposinmemoriables .

Invocando un fallo arbitral repudiado por nosotros, elGobierno de Costa Rica ha desalojado a nuestras autoridades en elcorregimiento de Coto, del cual ha tomado posesión . Debemosrepeler la fuerza con la fuerza. Yo espero que en este momentosupremo no borren las diferencias de partido y unidos todosmostremos que sabemos ser panameños y nos imponemos a todogénero de sacrificios para mantener la dignidad nacional .

Revista Lotería Vol. VII, No . 82. 2o época. Septiembre,1962 P. 133 .

MANIFIESTO A LA NACIONCuando en el mes de febrero del presente año Costa Rica in-

vadió el territorio nacional de manera alevosa y sin más anteceden-te diplomático inmediato que una misión de cordialidad y fraterni-dad encabezada por un Plenipotenciario, la República de Panamá,inerme pero llena de dignidad, se levantó como un solo hombrepara rechazar al invasor y en tres acciones de guerra castigó su au-dacia, lo redujo a la impotencia y después, llena de nobleza, cuidó

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de sus heridos, halagó sus prisioneros y les dio la libertad a todos .Los Estados Unidos de América se ofrecieron como mediado-

res en el conflicto y aceptada por Panamá la mediación, las hostili-dades quedaron suspendidas y comenzaron las gestiones diplomá-ticas. El Gobierno Nacional, representado en Washington por el Se-cretario de Gobierno y justicia hizo numerosas y enérgicas argu-mentaciones ante la Cancillería americana, para demostrar cuán in-justificada era la actitud de Costa Rica tanto desde el punto de vis-ta del derecho como desde el punto de vista del hecho incalificablede la invasión militar, sin que la precediera una amenaza, una ad-vertencia , una reclamación, una demanda siquiera, después de seisaños de silencio, transcurridos desde las últimas notas canjeadasdespués de que Panamá proclamó la nulidad del Fallo White .

Panamá había declarado oficialmente desde octubre de 1914,inmediatamente después de proferido el Fallo White, que éste eranulo por exceso de jurisdicción, desde luego que llamado el Arbitroa interpretar el Laudo Loubet, lo que hizo fue declararlo nulo y te-nerlo por no existente . Y esta proposición jurídica no es fruto deun patriotismo ciego, sino consecuencia clara de los principios delderecho internacional . Por eso hemos visto que la han sostenidotambién con su gran prestigio científico juristas tan eminentescomo el profesor cubano Dr. Antonio S . de Bustamante, el profe-sor chileno Ricardo Montaner Bello y los reputados jurisconsultosamericanos William Nelson Cronwell, Edward Bruce Hill y WilliamJ . Dulles .

El Gobierno mediador no se dio por convencido sin embargoy en nota de fecha 2 de mayo de 1921 que tenía carácter de ULTI-MATUM notificó al Gobierno de la República que la cuestión de lí-mites con Costa Rica debía ser arreglada conforme al fallo White,que Panamá debía proceder a entregar en seguida a Costa Rica laregión que ocupaba del lado del Pacífico conforme al statu quo yque si esto no se hacía dentro de un plazo razonable, "el Gobiernode los Estados Unidos se verá obligado a PROCEDER DEL MODOQUE FUERA NECESARIO con el objeto de asegurar que se traspa-sara de manera apropiada el ejercicio de la jurisdicción" .

La cuestión asumía, pues, otra faz, porque el Gobierno me-diador no solamente se arrogaba la facultad de dictaminar sobre lavalidez de un laudo en el cual ese Gobierno no había sido ni parteni juez, sino que se convertía de hecho en ejecutor de una senten-cia internacional por ser a su juicio correcta, y nos amenazaba conmedidas coercitivas para su ejecución, dejándonos en la tortura dela incertidumbre, pues nunca ha declarado el Gobierno americano

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cuáles iban a ser esas medidas de coerción que se proponía emplearcontra Panamá .

En estas circunstancias el Gobierno Nacional decidió hacerun supremo esfuerzo diplomático para el efecto de obtener una so-lución honrosa y satisfactoria del doble conflicto que la actitud delGobierno americano planteaba: la controversia de fronteras conCosta Rica y la divergencia con los Estados Unidos, a causa de lasfacultades que esta Nación se atribuía con el propósito de obligar-nos a aceptar contra nuestra voluntad un laudo jurídicamente ine-ficaz . Para consumar tal esfuerzo el Gobierno decidió enviar aWashington en misión especial al Secretario de Relaciones Exterio-res y decidió además enviar al Sur cuatro misiones plenipotencia-rias acreditadas ante las Repúblicas de Argentina, Brasil, Chile y elPerú, las cuatro potencias latinoamericanas que mantienen embaja-das en Washington .

El objeto de estas misiones era el de dar a conocer a aquellospueblos hermanos los fundamentos de la actitud que había asumi-do Panamá en esta emergencia, actitud que no era la de una na-ción rebelde al principio del arbitraje, como se empeñaba en de-mostrar propaganda malévola e interesada, sino que era por elcontrario la de una nación que proclamaba precisamente los princi-pios fundamentales de esa institución jurídica, salvaguardia de lospueblos débiles . También se proponía el Gobierno con el envío deesas misiones, el lograr que las cuatro potencias latinoamericanas,por medio de sus respectivas embajadas en Washington coadyuva-ran con sus buenos oficios y en la forma que les fuera dable, a lalabor que se encomendaba al Canciller de la República . Estas mi-siones fueron confiadas a cuatro ilustrados compatriotas que hicie-ron cuantos esfuerzos pudieron en desempeño de su cometido y enconjunto los resultados obtenidos fueron satisfactorios y corres-pondieron en mayor o menor grado a los anhelos del Gobierno .

El Secretario de Relaciones Exteriores en Washington comen-zó su labor presentando nuevamente un resumen conciso pero com-pleto de los argumentos con que Panamá justifica su actitud ; masno logró obtener que el Departamento de Estado americano se die-ra por convencido. Alentado por el mismo Departamento para queentrara en negociaciones directas con el representante de Costa Ri-ca, inició con éste conferencias tendientes a llegar a un arreglo di-recto, pero bien pronto se vio que Costa Rica no mostraba inten-ción sincera de llegar a una transacción honrosa sino a la imposi-ción de sus pretensiones extremas ; los tales arreglos no tenían porobjeto en la mente de Costa Rica, sino poner en práctica los medios

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de llegar a la ejecución del fallo repudiado por nosotros . Fue nece-sario en consecuencia, desechar toda esperanza de arreglo directocon Costa Rica y se rompieron las negociaciones entabladas .

Como los Estados Unidos al convertirse en ejecutores delfallo White venían a crear con Panamá un conflicto diplomáticoque sólo podía resolverse o por el medio pacífico del arbitraje opor medio de la fuerza, Panamá invitó a los Estados Unidos a quesometieran a la Corte de justicia de La Haya la controversia exis-tente entre los dos países . Pero los Estados Unidos rehusaron elarbitraje, declarando que ellos no eran parte en el conflicto . En-tonces Panamá, teniendo en cuenta que Costa Rica es miembro dela Liga de las Naciones y que ha firmado además la Convención deArbitraje de La Haya, la invitó a someter la actual diferencia al me-dio civilizado del arbitraje, pero Costa Rica, por un lado temerosasin duda de someterse a un arbitraje que a ser expresión de la justi-cia le habría sido adverso, y por otro lado alentada por la actitudinflexible de los Estados Unidos de atenerse al fallo White comoúnica solución posible del asunto, rehusó también el arbitraje .

Por nota de fecha de 5 de agosto el Gobierno de los EstadosUnidos trasmitió al Secretario de Gobierno, encargado de la Carterade Relaciones Exteriores, la demanda hecha por el Gobierno deCosta Rica, de que el Presidente de Panamá nombrara un miembrode la Comisión demarcadora que estableció el Convenio ArbitralAnderson-Porras, a efecto de que procediera a llevar a cabo la de-marcación de la frontera internacional desde Punta Burica hastaCerro Pando . El encargado de la Cancillería respondió que siendonulo el fallo White, había caducado la Convención arbitral que ledio vida ; que, por tanto, la demanda de Costa Rica era improceden-te y que en consecuencia Panamá proclamaba una vez más su dere-cho a seguir ejerciendo jurisdicción sobre los territorios que ocupa-ba de conformidad con el statu quo, mientras la cuestión de fronte-ras no se arreglara en forma que tenga eficacia jurídica, emanada dela voluntad soberana de las dos naciones interesadas .

El día 19 de los corrientes una nueva nota del Departamentode Estado, trasmitida por el señor Ministro americano, declarabaque en vista de que había transcurrido ya el plazo razonable de quehacía mención en su nota de fecha 2 de mayo, sin que Panamá hu-biese tomado las medidas que allí se le exigían, el Gobierno de losEstados Unidos no se sentía obligado a sugerir al de Costa Rica quedemorara por más tiempo el asumir jurisdicción sobre el territorioque adjudicó a aquella nación el Laudo Loubet . Al mismo tiemponotificaba a Panamá que Costa Rica iba a proceder inmediatamente

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a tomar posesión de dicho territorio .El Gobierno panameño consideró de su deber asumir la mis-

ma actitud levantada en que se colocó cuando el conflicto armadoestalló la primera vez, con tanta mayor razón cuanto que la nota noera terminante respecto a darle los Estados Unidos a Costa Ricaapoyo militar para el logro de sus aspiraciones . Por tanto el Secreta-rio de Gobierno y Relaciones Exteriores, en conferencia celebradacon el señor Ministro Americano, manifestó a éste la voluntad y ladecisión de Panamá de rechazar por la fuerza de las armas la anun-ciada toma de posesión por Costa Rica . Agregó dicho Secretarioque deseaba una manifestación terminante sobre el particular, yaque los Estados Unidos habían manifestado en el mes de abril queno permitirían hostilidades entre Panamá y Costa Rica y porcuanto Panamá no quería colocarse en la actitud insensata deprovocar un conflicto armado con los Estados Unidos . ElGobierno dio en seguida, mientras llegaba la respuesta, las órdenesconducentes para tenerlo todo preparado para la defensa armadadel honor nacional en caso necesario .

La respuesta del Gobierno americano llegó el día 23 y en ellase nos hacía saber de manera inequívoca y terminante que los Es-tados Unidos no permitirían abrir hostilidades contra Costa Ricacon el objeto de oponerse a la toma de posesión por parte de ésta .Tal declaración vino, además, reforzada con noticias oficiales pro-cedentes de Washington, de haber sido despachado de Filadelfia, abordo del acorazado `Pennsylvania' un fuerte destacamento de ma-rinos, con equipo de campaña completo, que venían al Istmo conel fin ostensible de respaldar la actitud de los Estados Unidos. Anteestos hechos que revelan que el conflicto ha quedado resuelto porla fuerza y no pudiendo Panamá contrarrestar en manera alguna elinmenso poder militar, naval, económico y político de los EstadosUnidos de América, Panamá se ve impotente para resistir por las ar-mas la ofensa que Costa Rica le irroga, y considerando inútil sacri-ficar los pocos representantes de la soberanía nacional que se en-cuentran en la población de Coto, e innecesario igualmente expo-ner a los ultrajes del invasor la bandera panameña que allí flameóvictoriosa sobre nuestros enemigos cuando pudimos batirnos conellos, ha resuelto abandonar esa población antes de que entren allílas tropas de Costa Rica, respaldadas por la poderosa nación cuyoapoyo han tenido en este conflicto .

El Gobierno tiene conciencia de que ha hecho todos los es-fuerzos, ha expuesto todos los argumentos, ha movido todos los re-sortes, ha puesto en juego todos los recursos, ha realizado todos los

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afanes, ha sufrido todas las angustias y ha consumado todos los sa-crificios posibles para obtener una solución satisfactoria de esta cri-sis. Pero nada ha hecho variar la actitud inflexible de los EstadosUnidos y la única satisfacción del Gobierno es haber presenciado elmagnífico espíritu de nacionalismo, el valor y la entereza que elpueblo panameño ha puesto en evidencia durante todo el conflicto .

Panamá protesta ante el mundo por el acto de fuerza que seha llevado a cabo contra ella y se reserva la facultad de ocupar en laforma y en el tiempo que crea oportunos los territorios que le fue-ron adjudicados por el Laudo Loubet, así como también la de ha-cer efectivos los derechos nacidos del acto sin precedentes por me-dio del cual Costa Rica ha violado el statu quo existente entre lasdos naciones, ha violado las reglas y prácticas que se estilan entrepueblos civilizados, ha violado el pacto de la Liga de las Nacionesy ha violado, por último, el espíritu de solidaridad y confraternidadque debe existir entre, los países latino-americanos .

Panamá, 24 de agosto de 1921 .El Presidente de la República,BELISARIO PORRAS .El Secretario de Gobierno y justicia, Encargado del Despa-

cho de Relaciones Exteriores .RICARDO J. ALFARO.El Secretario de Hacienda y Tesoro,EUSEBIO A. MORALES .

El Secretario de Instrucción Pública,JEPTHA B. DUNCAN .

El Secretario de Fomento y obras Públicas,MANUEL QUINTERO V.

Belisario Porras, El Tratado del Canal y la lucha por nuestra plena soberanía . impresora Panamá, S . A. pp.99.104.

NOTA-PROTESTA

Washington, Agosto 24 de 1921 .Excelentísimo señor :

Tengo el honor de acusar recibo de las muy importantes co-municaciones que se ha servido dirigirme Vuestra Excelencia confechas 18 y 23 de los corrientes .

En la primera de ellas transcribe Vuestra Excelencia el textodel despacho que Su Excelencia el Ministro de los Estados Unidos

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en Panamá recibió instrucciones de comunicar a mi Gobierno el18 del actual a propósito de la determinación del Gobierno delos Estados Unidos de no seguir interponiendo su mediación amis-tosa entre Panamá y Costa Rica en el sentido de obtener de CostaRica que demorara por más tiempo la toma de posesión de los te-rritorios del Pacífico que le adjudicó una parte del laudo proferidopor el Presidente de Francia el 11 de Septiembre de 1900 . Esa co-municación ha visto la luz pública en diferentes diarios de esta capi-tal y su contenido es universalmente conocido .

En la segunda nota transcribe Vuestra Excelencia el texto dela respuesta que ha dado el Gobierno de los Estados Unidos a la a-claración solicitada por mi Gobierno en relación con la comunica-ción anterior sobre si debía entender que el Gobierno de los Esta-dos Unidos se apartaba del conflicto y dejaba a Panamá en libertadde entenderse con Costa Rica en el terreno de las armas o si, por elcontrario, ese Gobierno estaba dispuesto a impedir de todos modosque se renovaran las hostilidades entre Panamá y Costa Rica . Esarespuesta también pertenece ya al dominio público y sería super-fluo reproducir aquí su contenido .

Simultáneamente con estos despachos, es público y notorioque el Gobierno de Vuestra Excelencia ha enviado a Panamá un ba-tallón de marinos con el propósito de mantenerse listo a desembar-car en el territorio en disputa en caso de que Panamá intentedefenderse del despojo que contra ella se va a consumar,imponiéndole así, por medios coercitivos, la orden perentoria queel Gobierno de los Estados Unidos le ha impartido de que acepte,mal de su grado, la mitad meridional del Laudo Loubet, sin previoamojonamiento y sin haberse resuelto previamente por un tribunalimparcial y competente si la República está obligada o no acumplir en forma fragmentaria un laudo arbitral que desde elprimer momento estuvo dispuesta -y lo está todavía- a cumpliren su totalidad .

En vista de las comunicaciones arriba citadas y de la demos-tración de fuerza que las respalda, mi Gobierno ha resuelto retirarsus autoridades del territorio en litigio y cortar la comunicación te-lefónica que existe entre las poblaciones de Coto y Progreso. Alnotificar a Vuestra Excelencia esta resolución que razones de fuer-za mayor le imponen a mi Gobierno, Vuestra Excelencia me ha depermitir que la acompañe de algunas consideraciones pertinentes .

La Misión Especial que el Excelentísimo señor Presidente dela República de Panamá me dio el encargo de desempeñar ante elGobierno de Vuestra Excelencia, ha sido ante todo una misión de

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amistad, de paz y de panamericanismo . Desde la primera audien-cia que Vuestra Excelencia se dignó concederme en su Despacho,le puse de manifiesto que la situación difícil porque atraviesan enestos momentos las relaciones entre nuestros dos países era el cam-po más propicio para que aquellos sentimientos de buena voluntady solidaridad continental pudieran ejercitarse y hacer obra fecun-da . Me esforcé por llevar al ánimo de Vuestra Excelencia la con-vicción de que una solución violenta de las diferencias legales quemediaban entre Panamá y Costa Rica tendría consecuencias acasomás funestas para los Estados Unidos que para Panamá, porque elespectáculo del débil oprimido suscita siempre las simpatías de lasalmas nobles y los corazones generosos, en tanto que el gesto durodel fuerte despierta aversión y odiosidad . Hice ver a Vuestra Ex-celencia que países tan estrechamente vinculados entre sí comolos nuestros, debían convivir en un ambiente de cordialidad y buenentendimiento, y que someter a mi país a una imposición en un liti-gio de fronteras en que los Estados Unidos no eran parte, sería unatentado contra la soberanía y dignidad de Panamá, que ese pue-blo, amigo de los Estados Unidos, no olvidaría jamás . Mis llamadosvehementes a la moderación, al empleo de medios pacíficos y lega-les para resolver el conflicto : arbitraje, arreglo directo, mediaciónde potencias continentales imparciales y desinteresadas, etc ., se ins-piraron en el más sincero y mejor intencionado propósito de preser-varle a esta gran democracia americana del Norte, la simpatía y labuena voluntad de un pueblo de cuya lealtad ha recibido pruebasseñaladas el Gobierno de los Estados Unidos. Casi todas esas razo-nes y otras destinadas a poner de relieve que una solución basadaen la fuerza sería contraria a los propósitos de pacificación centro-americana que persigue el Gobierno de los Estados Unidos, porquesembraría entre los dos pueblos limítrofes los gérmenes de un odioinextinguible, fueron consignadas en el Memorándum que tuve elhonor de someter a la consideración de Vuestra Excelencia en junioúltimo .

Pero Vuestra Excelencia se ha mostrado inaccesible a esas su-gestiones pacifistas y ha preferido precipitar el desenlace colocandoen la balanza del conflicto el poder militar o naval de los EstadosUnidos e inclinándola a favor de Costa Rica y en contra de Panamá .

El tiempo es el mejor juez de los actos de los hombres y delos pueblos . El dirá si los medios conciliadores y amistosos reco-mendados por esta Misión respondían o no a una noción clara de laverdadera naturaleza del conflicto y a los anhelos de paz, tranquili-dad y trabajo que se hacen sentir hoy en esa región del Istmo .

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En presencia de la actitud inequívoca asumida por el Depar-tamento de Estado de los Estados Unidos, Panamá se ve obligada asometerse a su duro . destino ; pero en su misma debilidad encuentraenergías suficientes para clamar al Cielo contra la injusticia y laviolencia a que se la sujeta, y para declarar que mientras palpitencorazones panameños en el mundo, conservará viva la herida pro-funda inferida a su dignidad y a su altivez y mirará con ansiedadhacia el porvenir en espera de esa justicia redentora que hoy se ledeniega, pero que llegará para ella algún día por inexorable desig-nio de Dios .

Los actos que ejecuta el Gobierno de Costa Rica amparadopor el de los Estados Unidos, serán impotentes para matar o debi-litar el derecho de Panamá a seguir ocupando el territorio paname-ño del statu quo fronterizo mientras las objeciones legales que haformulado contra la validez del Fallo White no sean examinadas yresueltas por jueces imparciales y desinteresados ; y los hechos deque va a ser teatro el territorio disputado del Pacífico sólo demues-tran que en el estado actual del mundo, la fuerza rige todavía las re-laciones de los Estados y que los derechos de los pueblos sólo valenen razón directa de los rifles, ametralladoras y cañones con quecuenten para respaldarlos .

El Gobierno de los Estados Unidos, asumiendo poderes queno le confiere el Tratado del Canal, ni las leyes ni la Constituciónde Panamá, ha actuado como tribunal judicial en este conflicto ydecidido sin pedimento de parte que las excepciones alegadas porPanamá contra la validez del Fallo White son infundadas .

El Gobierno de los Estados Unidos interpretando a su arbi-trio y extensivamente el Tratado del Canal, y prescindiendo delderecho que tiene la otra parte contratante a interpretar el Tratadode que es signataria, le señala límites a la República de Panamá sinla intervención ni el consentimiento de ésta .

El Gobierno de los Estados Unidos, por último, dando unpaso de grandísimas consecuencias para el porvenir de la causa delarbitraje, acaba de constituirse en Poder Ejecutivo internacionalcompeliendo a otras soberanías al cumplimiento de los fallos arbi-trales .

Mi Gobierno considera estos hechos como otros tantos exce-sos de poder que afectan hondamente la independencia y soberaníade la Nación Panameña, y de la manera más formal y solemne pro-testa contra ellos ante el Gobierno de Vuestra Excelencia .

No obstante los hechos cumplidos y la natural depresión queellos han dejado en el ánimo de esta Misión, su confianza en el es-

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píritu de justicia del pueblo de los Estados Unidos permanece in-quebrantable ; y esa fé profunda no habría flaqueado un instanteaún cuando del seno de esta gran democracia no hubieran surgidoaun, como han surgido ya, voces favorables a la causa de Panamá,voces que mañana se harán más perceptibles, encauzando la co-rriente de la opinión pública y determinando el acto reparador quemi país se promete en un porvenir más o menos cercano .

Al abandonar el suelo de los Estados Unidos, permítameVuestra Excelencia que le manifieste una vez más mi reconocimien-to por sus cortesías y deferencias durante el desempeño de mi Mi-sión, y le reitere al mismo tiempo las seguridades de mi más altay distinguida consideración,

NARCISO GARAY .

Secretarla de Relaciones Exteriores: Controversia de Límites entre Panamá y Costa Rica.Tomo 11 . Panamá, Imprenta NacIonal, 1921, pp 477 . 480 .

LA REBELION DE TULE : RETORNO A LO AUTOCTONO,INFLUENCIA FORANEA Y CONVIVENCIA NACIONAL

PRESENTACION

La necesidad de incorporar los diferentes grupos aborígenes alos patrones económico-político-culturales del Estado, se presentóprácticamente desde los albores de nuestra vida republicana Asídesde el punto de vista oficial se consideró que: "De todas las co-

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23. Bandera de la República de Tule .

22. El gran Saguila Simral Colman, jefe de la revolución indígena de 1925, que creó laRepública de Tule .

munidades indígenas comprendidas dentro del territorio de la re-pública y a la que debe presentarse mayor atención es a la de lacosta de San Blas, por su población, por su riqueza en productos detoda especie y por estar llamada a un próspero porvenir' :

Evidentemente, tal interés también estaba encaminado a con-trarrestar la marcada influencia de Colombia en aquella región ypara ello se utilizó, en un principio, la penetración religiosa Enefecto, en noviembre de 1906 se fundó en la capital del país unaEscuela Indígena, y al año siguiente se encomendó al misionero ca-tólico de origen español, Leonardo Gassó la labor de "civilizar ycristianizar" a los indios de San Blas .

El 31 de Diciembre de 1908, la Asamblea Nacional aprobó la`ley sobre civilización de Indígenas"y en Junio de 1909 se estable-ció el poblado de Puerto Obaldía con un destacamento de policíade frontera Las anteriores disposiciones incrementaron la latentehostilidad de los naturales, pues consideraban que se violaban sustradiciones y costumbres .

Para 1913 se permitió la afluencia en la comarca de misione-ros bautistas como Anne Coope, lo que exacerbarla los sentimien-tos adversos de los nativos hacia las autoridades gubernamentales .

En marzo de 1915 se creó la Circunscripción de San Blas, fi-jando sus límites y reglamentando su administración . Así mismose contemplaron disposiciones para establecer centros coloniales,con sus correspondientes adjudicaciones territoriales y fuerzas pú-blicas de guarnición . Al mes siguiente quedó erigida la intendenciaen Porvenir y se crearon otros puestos de vigilancia . Tales medi-das provocaron desmanes de toda índole por parte de las fuerzas depolicía contra los aborígenes. De esta manera, en abril de 1921, enRío Azúcar, ocurrieron confrontaciones armadas entre ambos ban-dos .

Pese al divisionismo imperante en los indígenas, provocadopor la penetración religiosa y del gobierno, la tensa situación eraoportuna para provocar un movimiento de mayor envergadura . Talestado de cosas fue aprovechado por el norteamericano Richard O .Marsh, quien instigó a los cunas a proclamar su separación de Pana-má, mediante el `Acta de Independencia de la República de Tuledel 12 de Febrero de 1925' ; -que trascribimos íntegramente-, ydiez días más tarde llevar a efecto una sangrienta rebelión en la ma-yor parte de las islas del Archipiélago, con el trágico saldo del 27muertos.

Además, a continuación, presentamos la carta que el Secreta-rio de Gobierno y Justicia, Jefe de operaciones de la costa de San

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24. Negociadores de paz en porvenir . De izquierda a derecha : Cap . Francisco Benítez, Ofi-cial no identificado, Andrés Mojica, Coronel Ricardo Arango, Dr . Ricardo Morales, Dr .Carlos L . López, Secretario de Gobierno y Justicia, Dr . Wen de Hake y Capitán Correa (delArchivo de Raquel A . de Orillac) .

25. Los Indios Cunas de San Blas recuerdan anualmente su rebelión de 1925 conrepresentaciones y marchas populares.

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Blas, Carlos L. López, dirigió al Presidente de la República RodolfoChiari, donde le expone las causas de la rebelión y el Acta o conve-nio de Paz entre los indios y las altas autoridades de Panamá, conla testificación del Ministro de los EE. UU., John R. South. Dichoconvenio no se cumplió a cabalidad por el Gobierno, por lo que sehizo necesaria la expedición de La Ley de Reserva del 12 de Di-ciembre de 1930.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .Porvenir, Marzo 2 de 1925 .

SeñorDon Rodolfo ChiariPanamáEstimado Amigo :

Con la presente le envío unas comunicaciones que le dirigen aUd. la mayor parte de los caciques rebeldes . De ellas se deduce queellos no desean pelear y quieren someterse a las autoridades pana-meñas . Se las remito para que Ud . indique si debo ser yo quiendebe provocar una conferencia o Ud . mismo lo sugiere a Mr . Southpara que éste la provoque. Deseo asimismo que Ud . me diga por i-nalámbrico lo que el Consejo de Gabinete decida acerca de la formacómo debe efectuarse el sometimiento y las condiciones que debe-mos exigir a los sometidos, algunas de las cuales me permití indicar-le en la carta que llevó D. Pancho Ossa .

Es indudable que los indios no han sido tratados por las auto-ridades de la Colonia en la forma que aconseja el buen sentido, da-das las condiciones primitivas en que ellos, o la mayor parte deellos, se encuentra en la actualidad . El Dr. Porras se equivocó debuena fé cuando se dispuso que se obligara a los indios a romperbruscamente con sus costumbres seculares, a fin de que hicieranvida civilizada . Era lo indicado permitirles que siguieran viviendo amanera, usando sus vestidos, primitivos y sus adornos de siempre, acondición de que respetaran las autoridades panameñas y no impi-dieran que los indios medio civilizados se fueran adaptando a nues-tras costumbres . Desgraciadamente no se hizo así : se dispuso arran-carles de golpe lo que era obra de siglos, y ahora se cosechan losfrutos de ese error .

Estos infelices han visto con dolor que se les destruyeran laspalmeras de sus poblados para hacer calles, que se les impidieratener puercos y gallinas en soltura en ellos ; que se les obligara aseparar sus viviendas como medidas sanitarias, que se tratara dehacer que llevaran otros vestidos que los que llevaron sus ante-pasados, así como los adornos y pendientes conque suelen enga-

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lanarse y que a ellos, como es natural, les parece muy bien . Y si aesto se agrega la influencia que, hombres como Marsh, la misioneraCook y otras extranjeras maestras de escuela que ha habido y haypor esta región, ha podido ejercer en un terreno propi-cio, en donde existía en germen un vago, pero acariciado deseo derebelarse contra lo que ellos consideran como una profanación yuna maldad de las autoridades que tales cosas les exigían, tendre-mos que a todos estos hombres les ha parecido muy lógico, y muypuesto en razón matar a todas sus autoridades, destruír la obra queellos llevaban a cabo, y volver por lo que ellos llaman los fueros desu soberanía .

Es necesario, pues, que el Gobierno y el pueblo de Panamátengan en cuenta todas estas circunstancias,no para perdonar, perosí para aminorar la sanción que debe recaer sobre pueblos víctimasde su ignorancia, de su fanatismo, de las insidias e instigaciones deextranjeros perniciosos y de las medidas o disposiciones inconsul-tas de nuestros gobernantes .

Yo me atrevo a aconsejar que si los indios se someten y ofre-cen respetar nuestras autoridades, entregan las armas, todas las ar-mas de combate que tienen, ponen a disposición de los tribunales alos jefes e instigadores de la revuelta, el Gobierno debe a su vezofrecerles un trato más en armonía con sus costumbres y el cambiode ciertas autoridades, que, con razón o sin ella, consideran comolos autores directos de todos sus males y de todas sus inquietudes .

Pese Ud., y pesen los demás miembros del Gobierno estas ra-zones que dejo expuestas, hijas de mi propia observación y de losdatos que he logrado obtener por estos lugares y decidan lo que lajusticia y la razón indican .

En todo caso, y como lo más probable es que no haya com-bates serios con los indios, puesto que demuestran rehuirlos, meparece indicado que se vaya suspendiendo el envío de mayoresfuerzas a acá, que podrán resultar innecesarias, hasta que Ud . puedaentenderse con el Ministro Americano, y decida el Gobierno, en de-finitiva la manera cómo vamos a proceder. Insisto, en que aún enel caso de que hubiera que combatir, con las fuerzas que hay aquíy muy poca más, si acaso fuere necesaria, así como los demás ele-mentos que pedí a Ud., basta y sobra para inflingirles un severo cas-tigo a las tribus que quisieran continuar en rebelión .

Aconsejo también que se haga todo lo posible por obtenerque la Misionera Miss Cook y otras maestras de esa nacionalidadque hacen propaganda subversiva entre los indios, salgan cuanto an-tes de esta región . Mientras esos extranjeros continúen por estos

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lugares, será tarea inútil tratar de traer a los indios a la obedienciapor medios pacíficos .

Arango, Morales, Benítez y todos los demás miembros de laexpedición retoman su cordial saludo, y hacen votos por su felici-dad .

De Ud . Affmo. amigo y seguro servidor,(fdo) . CARLOS L . LOPEZ .

ACTAde la reunión de indígenas celebrada en El Porvenir el 3 de Marzode 1925 .

En el Porvenir, cabecera de la Intendencia de San Blas estan-do presentes el Secretarlo de Gobierno y justicia, investido del ca-rácter de jefe de Operaciones en la Circunscripción y el Secretariode Relaciones Exteriores, como comisionado especial del Gobiernode la República, comparecieron los jefes Indios que se enumeran alfinal de este documento acompañados de algunas mujeres y variosindígenas y acompañados también por su Excelencia, Dr . John Ro-bert South, Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario delos Estados Unidos como testigo de la conferencia que a solicitudde dichos indios había sido acordada a fin de procurar los mediospacíficos para llegar a una solución del conflicto creado por la re-belión de algunas tribus indígenas de esta jurisdicción, se procedióal acto en la siguiente forma :

El Secretarlo de Gobierno y Justicia les repitió que esa es late Narciso Navas excitó a dichos indios a someterse pacíficamentea la autoridad del gobierno de la República, manifestándoles que elGobierno tenía el propósito de corregir cualesquiera motivos dequeja que ellos pudieran tener, por actos pasados de algunas autori-dades de la Intendencia y los excitaba a volver a la vida pacífica ytranquila .

Los jefes Indios por su orden, expusieron sus quejas y mani-festaron que ellos habían venido a esta conferencia animados de in-tenciones pacíficas y que esperaban que el Gobierno en lo sucesivorespetaría sus costumbres y establecería un orden de cosas que losprotegiera en sus derechos y en sus personas .

El Secretario de Gobierno y justicia les repitió que esa es laresolución del Gobierno y que ellos deben tener confianza en queesa solución, será realizada . Que para ello es necesario ante todoque ellos vuelvan a la autoridad del Gobierno de la República secomprometan a respetar sus leyes y muy principalmente a respetar

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las opiniones de los otros indios que pedieran pensar de un mododiferente que ellos, pues de otra manera resultaría entre ellos mis-mos, la guerra civil cosa que el Gobierno de la República tendríaque impedir en cumplimiento de su deber . El Secretario de Gobier-no y Justicia agregó que así como el Gobierno de la República leshace los ofrecimientos que anteceden con absoluta sinceridad tie-ne que esperar que el sometimiento de ellos y su propósito de viviren paz sea también sincero .

El Secretario de Relaciones Exteriores le manifestó a los in-dios que él había venido expresamente en su carácter de miembrodel Gabinete y de representante del Excelentísimo Señor Presiden-te de la República con el fin de ayudarles en todo lo que fuera ne-cesario para llegar a una solución y a darles en unión del Secretariode Gobierno y Justicia, las seguridades de que sus quejas serían a-tendidas y que se evitará en lo sucesivo la repetición de los abusosque motivan sus quejas .

El indígena Charlie Penn, quien es intérprete inglés les expli-có a los indios con signos inequívocos su entendimiento y acepta-ción en virtud de lo cual se redujo la conversación que antecede alas siguientes cláusulas :

lo. Los jefes indios que se expresarán al final de esta acta sesometen en su propio nombre y en nombre de sus pueblos respecti-vos a la autoridad y a las leyes de la República de Panamá y ofrecende una manera formal y solemne no ejecutar nuevos actos de vio-lencia, volviendo a su vida pacífica y deponiendo toda actitud derebeldía .

2o. Prometen devolver las armas y otros efectos que hayansido tomados por ellos de los edificios del Gobierno y de particula-res ; a devolver las armas pertenecientes a la policía y las armas deprecisión que tengan en su poder .

3o. El Gobierno de Panamá les permitirá a conservar las esco-petas de cacería que ellos posean . A los que comprueban de unamanera satisfactoria que se les ha quitado sus escopetas o indiquendonde se hallan éstas se les devolverán .

4o. El Gobierno pondrá las autoridades que sean necesariaspara representar su autoridad y para conservar el orden en aquelloslugares en donde sea indispensable y en lo general permitirá a losindios conservar el orden entre ellos mismos bajo la inteligenciaexpresa de que lo hacen debidamente y con el debido respetocomo ciudadanos de la República de Panamá a los derechos de losdemás conciudadanos .

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So . El Gobierno no tiene el propósito de imponer a los indiosel establecimiento de escuelas .

6o. El Gobierno de Panamá protegerá a los indios en sus usosy costumbres y les asegura la misma protección y los mismos dere-chos de que gozan los demás ciudadanos de la República ; que asícomo el Gobierno les hace este ofrecimiento ellos a su vez se obli-gan bajo compromiso formal a respetar los derechos de todos losindividuos de su misma raza que deseen adoptar y seguir usos y cos-tumbres diferentes y deseen además gozar de los beneficios de lainstrucción que el Gobierno imparte gratuitamente a todos loshabitantes de la República.

Para constancia se consigna al pié de esta acta las firmas delos Secretarios de Estado que en ella han intervenido y firman ade-más el Juez Superior de la República, el Fiscal del Juzgado Superiory como los indios no saben escribir en su mayor parte se anotan susnombres al lado de los cuales ellos han marcado una señal de asen-timiento firmado, como testigos el Intérprete señor Narciso Navasy el Excelentísimo Dr . South en su carácter de testigo como se dejaexpresado, en Porvenir a los cuatro días del mes de marzo de milnovecientos veinticinco .

El Secretario de Gobierno y justicia, jefe de Operacionessobre la Costa de San Blas,

(fdo). CARLOS L. LOPEZ .El Secretario de Relaciones Exteriores,

(fdo). H. F. ALFARO .

(fdo) . J. F. DE LA OSSA.

(fdo). CIRILO J. MARTINEZ .

Jefe de CartíJefe de Río de AzúcarJefe de UrgandíJefe de TigreJefe de NarganáJefe de Mila TuxoJefe de NapaganáJefe de TicantiquíJefe de Arri TupúJefe de Cartí TantupuJefe de Playón ChicoJefe de Cartí Tupili

El Juez Superior de la República,

El Fiscal del juzgado Superior,

Olvinaiqueña,Ycuainiquina,Ycuayopipina,Ycuayoliquiqui,Monitipiquina,Sam,Chack,Guaba Chú,Manicliquiña,YcuantiquiñaNiga,Tirín,

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