b. mulet ([email protected]), r. caramés, c. oliver,...
TRANSCRIPT
Desigualdad de género, diversidad cultural y educación multicultural. Inmigrantes
latinoamericanas en Mallorca.
B. Mulet ([email protected]), R. Caramés, C. Oliver, L. Lorenzana, B. Gelabert, F.
González y J. Ferrà.
Resumen
Se plantea la explicación de la imbricada relación sociocultural existente entre dos
conceptos sociológicos: género y diversidad cultural (y/o multiculturalidad). Género es un
concepto asumido por la sociología para expresar formas de desigualdad social y cultural
(Macionis, 2007, 308). Un concepto que, yendo más allá de lo masculino y femenino, se
refiere a los diversos aspectos socioculturales adscritos a las diferencias sociales.
Todo ello supone visibilizar: “… un importante avance en la teoría y en la práctica
feminista, ya que permite optar por un cambio en términos de igualdad de género. Ha
servido también para denunciar el sentido sexista y androcéntrico que prevalece en las
sociedades y en las academias occidentales, así como para dar pie a un análisis de género
en diferentes contextos socio-culturales y evidenciar que la desigualdad y la discriminación
de las mujeres es un hecho generalizado y universal, y que requiere cambios políticos a
nivel estructural”. (Strzelecka, E. K. 2009, 105) Así como poner de manifiesto el difícil
ensamblaje de las desigualdades de género en el marco de la diversidad cultural en un
contexto de multiculturalidad transnacional, para poder plantear la superación de
desigualdades por razones de género y de etnia. (Benhabib, S. 2006)
Vivimos en una sociedad que se expresa básicamente de manera dicotómica desde el punto
de vista de la especie humana (dos sexos complementarios para la reproducción): división
sexual del trabajo y culturas de género típicamente femeninas y masculinas, ámbitos de
actividad diferenciados, donde las mujeres se encuentran en situación de desigualdad en
recursos, poder y estatus en relación a los hombres en general. (Martínez, R. 1999, 131)
Se han llevado a cabo entrevistas a mujeres afro-ecuatorianas e indígenas, emigradas de
Latinoamérica hacia Mallorca, anotando sus respuestas en un cuestionario-guía
preestablecido. Éste fue contestado por 18 mujeres de origen étnico afro-ecuatoriano e
indígenas (Ecuador y Bolivia). Se ilustra el estudio con la recomposición intencionada de
las respuestas obtenidas para hacer la reconstrucción de un “bosquejo” de la historia de
vida tipo de una mujer afro-ecuatoriana emigrada a Mallorca.
Uno de los temas que más preocupa a las mujeres inmigrantes afroamericanas e indígenas
latinoamericanas es la socialización de los hijos, en la que resalta la educación escolar y
el arraigo en la sociedad de acogida, Mallorca. Se ha detectado la situación de
vulnerabilidad en la que se encuentran estas mujeres, hecho que las puede predisponer a la
exclusión social si se las estigmatiza socioculturalmente.
La situación de precariedad vivida se agrava con la crisis económica actual y el paro
como una de sus consecuencias. Al mismo tiempo con la amenaza de recortes en
políticas sociales, en educación de inmersión lingüística y en educación multicultural,
concentrando de forma irregular a los alumnos extranjeros. Hay centros educativos poco
respetuosos con la diversidad cultural, lo que fuerza la anómala distribución de hijos de
inmigrantes en algunos centros escolares.
Palabras clave: Inmigración, Diversidad cultural, Multiculturalidad, Educación
multicultural, Desigualdad étnica y género.
Introducción
Este artículo se enmarca dentro de la “globalización”, la multiculturalidad transnacional
junto con la diáspora latinoamericana y el hipotético “retorno forzoso”. Estas premisas nos
llevan a centrarnos en los temas de desigualdad de género y etnia, simultáneamente. Dada
la dimensión que han adquirido en Mallorca los fenómenos de la multiculturalidad y
grupos étnicos, nos hemos propuesto, desde la óptica de la Sociología, y con una
perspectiva multidisciplinar, analizar las características de la interrelación asimétrica de
desiguladad que viven el género y la etnia (mujeres negras o afroamericanas, indígenas
latinoamericanas).
El fenómeno de la multiculturalidad que aquí tratamos se refiere, básicamente, a las
minorías que aterrizan en una sociedad concreta provenientes de los movimientos
migratorios fruto de la globalización moderna. Contextos multiculturales donde se generan
desigualdades socioculturales y ambientes favorecedores de conflictividad, que a menudo
es silenciada. La sociedad de la globalización a nivel planetario se ha convertido en una
sociedad multicultural jerarquizada transnacional y transcultural. Como dice Saskia
Sassen: La migración internacional, tradicionalmente caracterizada y explicada a partir de
los factores de atracción y expulsión, adquiere nuevas dimensiones en el contexto de
globalización. Hoy, el aumento de la exportación organizada de mano de obra tanto legal
como ilegal añade una nueva dinámica, una dinámica de mercado. Las nuevas tendencias
para articular los movimientos migratorios internacionales con las condiciones
fundamentales de la globalización revelan la intersección de sistemas formales y de
prácticas concretas. Las dinámicas globales y des-nacionalizadas adquieren relevancia para
comprender los flujos migratorios actuales, entendidos como una forma de microestructura
de lo global en un marco local, más allá de la estructura del estado-nación, por lo que hay
que averiguar las nuevas formas de emigración transnacional. Reconocemos tres
tendencias en la articulación de los movimientos migratorios internacionales en el marco
de la globalización actual: a) la pobreza y el desempleo o subempleo son un factor de
expulsión; b) existen mecanismos que vinculan los países de origen con los receptores, al
tiempo que con las diversas formas de globalización económica; c) la exportación
organizada de mano de obra, ya sea legal o ilegal. (Sassen, 2007, 171-172).
Las referencias a la multiculturalidad y a la interculturalidad deben considerar la diversidad
cultural desde diferentes ámbitos. Desde el autóctono o territorial, lo que supone una
diversidad interna (culturas diversas en una misma comunidad), como sociedad local
autónoma y a la vez como sociedad de acogida de inmigración, y desde el ámbito global y
multinacional o transnacional, condicionada a la evolución de la "globalización". Las
desigualdades sociales y educativas se han de explicar, desde el concepto de
multiculturalidad, de clase social, de género y de etnia como conceptos constitutivos de
desigualdad que, a su vez, deben ser explicados globalmente; unas desigualdades socio-
culturales (multiculturales) donde, además de la discriminación por razones de género, la
minorización cultural tiene su incidencia.
Nos proponemos explicar el papel de la etnia en dos realidades o contextos sociales muy
diferenciados (Esmeralda/Ecuador versus Mallorca/España)1. La diáspora ecuatoriana y el
"retorno forzoso"2, del continuo de la emigración y la inmigración, así como de la vuelta
1 Esmeralda Provincia de 306.960 habitantes donde la mayoría de población se autodefine
como mestiza y afroamericana. Aunque se pueda afirmar que en todo Ecuador hay
población afroamericana, Esmeraldas y Valle Chota (Imbabura) son históricamente la que
se llevan la palma. Guayaquil y Quito, también tienen barrios con fuerte presencia afro.
Por otra parte, Mallorca (873.000 habitantes) una isla de las Illes Balears Provincia y
Comunidad Autónoma del Estado Español con lengua propia, la catalana, y con
especificidades culturales.
2 Entre 2009 y 2013 Illes Balears 795.
hacia su lugar de origen, provocado por el contexto de crisis generalizada, son cuestiones
que nos llevan a focalizar la atención en los temas de desigualdad de género y etnia
simultáneamente. La dimensión que han adquirido en Mallorca los fenómenos de
multiculturalidad y grupos étnicos nos lleva a analizar las características de la interrelación
asimétrica que viven las mujeres afro-ecuatorianas.
La cultura afroamericana en el marco de la sociedad de Ecuador tiene condición de
subalterna, aunque estén vigentes los movimientos de resistencia contra los efectos de la
colonización perpetuada y "post-colonial". La discriminación y la exclusión social y
cultural, sumergidas en la presión de la globalización y la glocalización (localización de la
globalización y globalización de lo local) perviven entre la transculturación y la
aculturación transnacional, una hibridación cultural o mestizaje internacional étnico
altamente asimétrico.
Se trata de destacar el difícil ensamblaje de las desigualdades de género en el marco de la
diversidad cultural, en un contexto de multiculturalidad transnacional desigualitaria, para
poder plantear la superación de desigualdades por razones de género y de etnia. Y esto
último en el sentido de democracia deliberativa que nos indica Seyla Benhabid, frente a los
dilemas multiculturales interpretados para fomentar una multiculturalidad igualitarista y
cooperativa. Hoy en día se presta una renovada atención, si no enteramente nueva, a la
constitución dialógica y narrativa de las identidades, a los discursos como prácticas de
deliberación, centradas en la negociación de sentidos compartidos por encima, no en
contra, de las divisiones multiculturales (Benhabib, S. 2002: 16).
1. Contexto socio-cultural migratorio. De un contexto de diáspora (negra e
indígena) a un contexto de sociedad receptora.
La realidad sociocultural de la sociedad de origen, Latinoamérica (Ecuador…), se
encuentra, respecto a la diversidad cultural, y a pesar de su pluralidad, en un claro
deterioro. De tal manera que los pueblos y nacionalidades están en un proceso paulatino de
aculturación (Aguirre, 2008) y proletarización, a pesar de los movimientos indigenistas y
afroamericanos que emergen en toda América Latina en general y en Ecuador en
particular, movimientos denominados como neo-indigenismo.
http://extranjeros.empleo.gob.es/es/Retorno_voluntario/datos/1._Retorno_voluntario_atenc ion_social_20-09-2013._CC.AA_y_provincias.pdf Ecuador 56/ Ayuda APRE
Nos referimos a un contexto de emigración desde Latinoamérica (Ecuador, Bolivia,…),
una sociedad con dificultades de desarrollo económico y social hacia una sociedad que, al
menos antes de la crisis actual, ofrecía un cierto bienestar capitalista, sin abismales
diferencias de estilos de vida y formas de comunicación. Un conjunto de factores, como el
lingüístico, el idioma español (aunque la lengua catalana es cooficial), el consumo y las
formas de relación familiar y de ocio no provocan una guetorización tan acentuada como
se daría en el caso de la población magrebí, instalada con anterioridad en diversas
poblaciones de Mallorca (Mulet y Caramés, 2013) y considerada como una comunidad
poco o nada modernizada y subdesarrollada.
En este contexto, aparecen entremezcladas cuestiones diversas como clase social,
exclusión social, racismo, xenofobia, explotación socioeconómica o precariedad laboral,
que se manifiestan en una sociedad conflictiva y contradictoria. Por una parte, se demanda
solidaridad y diversidad cultural y por otra, se promociona la discriminación etnocéntrica y
de clase, lo que provoca reacciones violentas de rechazo xenófobo racista.
Hablamos de un contexto subsumido, de transculturación, de hibridación asimétrica y
mestizaje de culturas, de estandarización de la cultura dominante y piramidal, de la
pérdida de identidades y de culturas que viven procesos de extinción y reacciones en contra
de este proceso y a favor de una recuperación identitaria. Hablamos de una diversidad
cultural hibridada, desnaturalizada y artificiosamente construida desde el poder ya sea
político o económico, en un marco de tensiones y procesos transnacionales de desigualdad
de poder, prestigio y recursos materiales (Hannerz, 1996).
Más aún, en un contexto de crisis donde las ofertas educativas cada vez son menos
inclusivas, con cada vez menos conciencia de la desigualdad étnica, división sexual del
trabajo y aumento de la discriminación sanitaria. Situación complicada que afecta a la
mayoría de inmigrantes ecuatorian@s en España, como indica Aminta Buenaño , al frente
de la Embajada de Madrid en aquellos instantes. (Villarruel, 2012).
Los derechos humanos denominados de segunda generación que han intentado superar
estas desigualdades en el ámbito de la salud, la educación y la cultura y que los Estados de
bienestar pretendían potenciar en un marco de igualación de oportunidades han quedado en
entredicho. Los derechos colectivos y de los pueblos (orden internacional favorable a los
derechos humanos, libre determinación de los pueblos, derechos del inmigrante a trabajar
en otros territorios en condiciones justas y dignas, medio ambiente sano) son los derechos
llamados de tercera generación (Valencia, 1998) y junto a los derechos de las minorías
(Valencia, 2001) que deben plasmarse en el contexto social concreto son ignorados o son
de dudosa aplicación, dentro de una estructura social excluyente y provocadora de
fenómenos como el racismo o la xenofobia que no siempre son reconocidos por los actores
o, incluso, son silenciados. (Zanfrini, 2007)
En el contexto escolar de la ciudad de Palma (capital de la isla de Mallorca), se pueden
ejemplificar varias situaciones, retratos sociológicos de varias minorías con diferencias
socioculturales entre ellas: inmigrantes magrebís, sur-saharianos, ibero-americanos y
diversos grupos de gitanos. Este entorno de cultura urbana también funciona en otros
municipios urbanos o rurales de la parte más tradicional de la isla; por lo que se puede
encontrar un nexo entre la problemática multicultural y la cuestión de la identidad cultural
en Mallorca. La capital actuaría como un ente metropolitano que ejerce su influencia en el
resto de la isla como máquina generadora de estilos y condiciones de vida.
2. El debilitamiento de las capas de población más vulnerables. Racismo y
xenofobia silenciados.
Desde una perspectiva de género, en el proceso migratorio ecuatoriano (origen de la
mayoría de las mujeres de este trabajo) destaca que antes de la marcada feminización de
dicha emigración, la preocupación había sido el fuerte impacto de la migración masculina
sobre la proporción de mujeres (madres, hijas, esposas, etc.) que se quedaba en Ecuador
(Herrera, y Martínez, 2002 y Pribilsky, 2004).
La preocupación fundamental era la tensión entre los procesos de autonomía y
fortalecimiento o empoderamiento de las mujeres ecuatorianas producida por las ausencias
masculinas, y los mecanismos de control social desplegados por las propias familias en
torno a la administración de las remesas dinerarias, a la par que de la sexualidad de las
esposas de los emigrados. Otro foco de interés giró sobre si la migración estaba
produciendo rupturas y desestructuración familiar, o más bien, la conformación de otro
tipo de familias, las llamadas “familias transnacionales” que mantenían tanto lazos
afectivos como mecanismos de toma de decisiones conjuntas sobre el futuro de las familias
(Herrera, y Martínez, 2002 y Pribilsky, 2004). Posteriormente y en un breve espacio de
tiempo, la migración hacia Europa dio un giro significativo hacia una fuerte feminización.
La perspectiva de género, diferenciando entre hombres y mujeres, permitió conjugar las
explicaciones económicas como principal motivo de la emigración con otro tipo de
factores como los conflictos familiares (Herrera, y Martínez, 2002), la violencia
doméstica (Camacho, y Hernández, 2005) y la discriminación étnica. (Ruiz, 2002).
Aunque se habla con profusión de diversidad cultural, multiculturalismo, interculturalidad
y convivencia, el fenómeno no acaba de ser entendido con la intensidad requerida en el
marco de “saneamiento” de la tentadora operación retorno, resultante de la prolongada
crisis de la sociedad actual. Es necesario profundizar en estos temas puesto que son parte
de nuestras realidades socio-culturales y educativas. Se silencian, se ocultan e incluso se
niegan las desigualdades socioculturales y económicas que provocan la necesidad de las
personas de buscar unas condiciones de vida mejores a través de la “glocalización”, la cual
desregula y “disuelve” su propia realidad, culpabilizando, incluso de los efectos de la crisis
económica, cultural, educativa y de servicios sociales a la inmigración.
Se trata de problemáticas que van más allá del papel de la escuela en el marco de la
socialización intercultural o de la diversidad cultural. En Mallorca, el hecho de quedarse
más mujeres ecuatorianas que hombres provoca que la socialización formal se complete en
el ámbito familiar por el papel de las mujeres exclusivamente, petrificándose así la función
cultural que se les asigna y que ellas asumen como culturalmente “lo correcto”. Y,
justamente, la continuidad de estas mujeres en Mallorca, muy probablemente, vendrá
explicada también por la responsabilidad que se les ha asignado: el cuidado y educación de
los hijos e hijas en edad escolar (infancia y adolescencia) de la población “autóctona”
mallorquina y de la perfecta simbiosis de este rol con la interiorización por parte de las
mujeres de este “compromiso” de cuidadora.
Por otra parte, vemos que se producen brotes de racismo o xenofobia, a la par que el
desempleo aumenta significativamente. Se han producido conflictos incontrolados en el
barrio de Son Gotleu. En la misma dirección pero en sentido contrario, dichas rupturas se
hacen más pronunciadas cuando desde la población autóctona se interpreta, en no pocas
ocasiones, que los culpables del aumento del paro y aumento de la pobreza vividos como
perjudiciales para los intereses de los “autóctonos” y capas subalternas “pre establecidas”,
incluso también de población inmigrante anterior, son los migrantes que están dispuestos a
ocupar puestos de trabajo con menos compensaciones económicas, esto es, como mano de
obra aún más barata.
El racismo silenciado o soterrado también está instalado en la posición de las culturas
subalternas y minorías étnicas en situación de desventaja y de guetización o de segregación
más o menos forzada por las dinámicas de la realidad, y no por imposiciones legales. (Van
Dijk, 2003). Al amparo de una aparente cohesión social, predominan en estas comunidades
fórmulas de adaptación o de integración desde el asimilacionismo institucional paternalista
y de la cultural civil. Así pues, a través de los intercambios comportamentales o de relación
micro-sociales que viven en su día a día, se van adaptando y van interiorizando
características de la sociedad receptora, por tanto se re-socializan (Zanfrini, 2007).
Jordi Garreta (2003) nos recuerda que el concepto de integración se formula como
evolución de los conceptos de asimilación y aculturación. De tal manera que los migrantes
se inician en la sociedad de acogida a través de la asimilación –que sucede cuando los
miembros del grupo dominante incorporan a los de un grupo minoritario-; continúan con la
aculturación –que tiene lugar cuando, al entrar en contacto un grupo humano con otro
receptor, se desarrolla un proceso de adopción de nuevas pautas culturales. La integración
incorpora a lo anterior la idea de adaptación mutua. Por lo que deberían procurarse otras
dinámicas de acogida que pudiesen desarrollar convivencias más inclusivas y respetuosas
con los derechos humanos. (Garreta, 2003).
Focalizando nuestra atención en un caso de muerte en el barrio de Son Gotleu de Mallorca,
nos encontramos con la noticia del 29 de agosto de 2011, en la que se daba cuenta del
conflicto violento entre gitanos y nigerianos. La virulencia del conflicto se vio
incrementada de manera especial el lunes siguiente, cuando el colectivo africano salió a la
calle y se encaró a la Policía pidiendo justicia por la muerte de uno de sus compatriotas que
se había caído desde un piso y que murió aquella misma madrugada del 29 de agosto de
2011 (Guardiola, 2011).
A menudo, es difícil discernir si el racismo que aflora está más en los medios de
comunicación de masas que divulgan los hechos que en las personas que protagonizan los
acontecimientos, por los tintes de agresividad y violencia de su lenguaje. Por ejemplo, en
la anterior noticia se retroalimentan los imaginarios del racismo (hacia la raza gitana y la
negritud del nigeriano muerto detallada) que no facilitan la convivencia pacífica, ni
siquiera con la ayuda de las “fuerzas del orden público”, lo que desemboca en una tensión
contenida después de una noche de altercados. (EFE, 29/08/2011).
Esto nos lleva a considerar que en las políticas sociales sobre la inmigración en las islas en
general y, en concreto, en Mallorca, se producen muchas insuficiencias, entre otras, la
conflictividad no resuelta, o resuelta con superficialidad de manera electoralista y
paternalista. Consecuentemente, la población inmigrada es llevada a situaciones límite de
significativa guetización de grupos de población magrebí, latinoamericana, de Europa del
este, subsaharian@s... Los datos sobre la concentración (hacinamiento) de inmigrantes
extracomunitarios en algunas barriadas de Palma son reveladores. Así pues, casi uno de
cada tres extranjeros extracomunitarios empadronados en la ciudad reside en tan sólo
cuatro barriadas (Pere Garau, Bons Aires, Foners y Son Gotleu) de las ochenta y ocho
existentes en Palma. Y en la primera y la última se encuentra empadronado el 20 % de las
personas originarias de países no pertenecientes a la Comunidad Europea, aún más Son
Gotleu representa una barriada habitada mayoritariamente por inmigrantes
extracomunitarios. (Capó, 2012:11).
El retorno voluntario de inmigrantes sin recursos se paralizó por falta de fondos y no por
falta de demanda. Así lo asegura Cruz Roja, en consonancia con la Organización
Internacional de Migraciones (OIM), quien absorbe a nivel estatal la mayoría de los
retornos voluntarios subvencionados por el Gobierno. La demanda se ha visto
incrementada significativamente desde el inicio de la crisis. Andra Gulei, directora de
Inclusión Social y Cooperación Internacional de Cruz Roja Baleares, afirma que desde
mediados del mes de abril de 2012, se ha parado el programa de retorno por falta de
recursos; se espera contar con más financiación para poder reiniciarlo.
Al igual que sucede en el resto del estado, la paralización del programa no va precedida de
una falta de interés por parte de los inmigrantes, sino de todo lo contrario. Los datos hablan
por sí solos: en tres meses y medio, Cruz Roja Islas Baleares - la única entidad que
gestiona ayudas de retorno voluntario en el archipiélago- ha tramitado el retorno de 153
personas (de las cuales se han podido marchar 95) pero todavía quedan 138 pendientes, en
lista de espera. Estas cifras son muy superiores a las de 2008, cuando se inició la crisis (año
en el que se marcharon 76 personas). Según Andra Gulei: "Se ha pasado de 3 casos al mes
a más de 50 mensuales [y] desde 2008 se ha producido un importante aumento de las
solicitudes [que ha sido] especialmente acusado en 2009, cuando el programa funcionaba
bien a lo largo de todo el año, y sigue habiendo una alta demanda de retorno, hasta la
fecha" (Gulei, A: 25/05/2012).
La prolongación de la crisis a lo largo del tiempo ha propiciado también un cambio en las
naciones del retorno. Las personas que iniciaron sus demandas para la vuelta eran de
ciudadanía boliviana (últimas en llegar y que, por tanto, no habían tenido tiempo de
regularizar su situación). Posteriormente, el interés en el retorno se extendió a ciudadan@s
de Ecuador, Argentina, Uruguay -también Bolivia- y en menor medida de Brasil,
Colombia, Venezuela y Chile”. (Cortés, 2012).
La Embajadora de Ecuador en Madrid Aminta Buenaño,3 preocupada por las decisiones del
Gobierno español, tras la medida de dejar sin tarjeta sanitaria a las personas en situación
irregular y, contestando a la pregunta de "¿se van los ecuatorianos de España?", dirige al
Ministerio de Exteriores sus preocupaciones, sin el propósito de intervenir en cuestiones
internas del país anfitrión, según Aminta “ (…) en España hay una cantidad numerosa de
ecuatorianos, más de medio millón, que están contribuyendo, que son sostén económico
del país, y a los que esta medida -la retirada de la tarjeta sanitaria- les afecta.
Especialmente quise incidir en que me preocupaba la cuestión de los irregulares, no gente
que viene a España contraviniendo leyes, sino aquellas personas con irregularidad
sobrevenida por culpa de la crisis" (Fort, 2012, 25/05/2012).
En dicha entrevista, la embajadora de Ecuador también recordaba que a multitud de
familias ecuatorianas les han afectado los desahucios de viviendas practicados por los
bancos. Al tiempo, la profundidad de la crisis del Estado de bienestar en España viene
agravando las situaciones vitales de todos y, en especial, del colectivo de inmigrantes en
situación irregular o sin papeles, destacando algunas muertes producidas por falta de
asistencia sanitaria. El actual Govern Balear ha restablecido la tarjeta sanitaria a dichos
inmigrantes.
Josep Capó (2012a), informa que Pere Garau y Son Gotleu hacen acopio del 20% de los
habitantes extracomunitarios, y Bons Aires y Foners superan a Son Gotleu en el número de
personas extranjeras empadronadas:
Pere Garau es la barriada con un mayor número de extranjeros, con 9.042 personas de un
total de 27.874 habitantes. 1.873 proceden de países comunitarios y 7.169 del resto [3900
varones y 3.269 mujeres].
Le sigue Bons Aires, con 4.045 censados nacidos fuera de España, 1.674 procedentes de
Comunidad Europea y 2.371 de países extracomunitarios. Foners es la tercera zona de la
ciudad con más extranjeros empadronados.
3 Aminta Buenaño ex-embajadora de Ecuador en España entre 2011 y 2013, también escritora ecuatoriana,
entre otras de la obra ha publicado: Mujeres divinas (2006) Báez Editores, Guayaquil, en que trata el tema de género y la discriminación de la mujer ecuatoriana.
Son Gotleu ocupa el cuarto puesto en cuanto al número de inmigrantes, con 3.697 personas
sobre el total de 9.518 habitantes empadronados. En este caso hay una claro predominio de
personas procedentes de países extracomunitarios, sólo 300 han nacido en algún país de la
Comunidad Europea.
A Son Gotleu le siguen en cuanto a personas extranjeras: Son Cotoner, la Plaça de Toros el
Arenal y Camp Redó. (Josep Capó, 2012: 11)
El fuerte descenso de la inmigración hace que Mallorca sea la isla de las Illes Balears de
menor crecimiento de población, a pesar de que las Islas en su conjunto mantengan un
ligero crecimiento. Este hecho se conjuga con una dificultad añadida y es que la población
envejece de manera paulatina (Guijarro, 2011). El éxodo de los hombres latinoamericanos
es amplio mientras que el regreso es menor en las mujeres, puesto que éstas se dedican al
sector de los servicios como cuidado de personas mayores, desarrollo de tareas domésticas,
de limpieza en hostelería, etc. De una población de 869.067 habitantes 71.121 son mujeres
extranjeras (INE, 2012). La principal entrada de inmigrantes a las islas procede del Este,
básicamente de Rumanía y de Bulgaria. Guijarro (2011) matiza que mientras el regreso se
produce entre latinoamericanos varones porque ha disminuido drásticamente el trabajo en
la construcción llevado a cabo por ellos, la permanencia de las mujeres es más consistente
porque éstas se ocupan del cuidado de ancianos y trabajos domésticos, economía social en
general, en lo que influye también la mayor implicación de la mujeres en la socialización y
cuidado de los hijos (uno de los temas en el que se auto-reafirman las mujeres de nuestras
entrevistas).
Josep Capó (2012b) da cuenta del descenso de población inmigrada censada (1 de enero de
2012). Se computan las disminuciones de aquellas poblaciones provenientes de Ecuador en
1.725 habitantes menos, de Argentina en 744 habitantes menos, de Colombia en 701
habitantes menos; cifras que explican la menor presencia de la inmigración en el sistema
educativo.
Los efectos de la crisis generalizada se dejan notar en educación, coincidiendo con el
contexto de éxodo de la inmigración, desde 2008. Más concretamente, si se analiza la
demanda educativa de los colectivos de inmigrados, resultan patentes los intereses
conservadores ante la posible corrección de las desigualdades educativas. Los planes de
retorno de la inmigración habían comenzado en el año 2003, pero la mayoría de los
inmigrantes se han ido apuntando a ellos lentamente, después de 2008. En las Illes Balears
el retroceso de la inmigración proveniente de Latinoamérica es claro y además vemos que
mientras que en 2010 habitaban 13.152 ecuatoria@s en las islas, en el 2011 las habitaban
11.977 ecuatoria@s. (Guijarro, 2012). Este estancamiento a pesar de la persistente crisis,
pone de manifiesto la reticencia al retorno derivada de la preocupación de las mujeres
inmigrantes por la futura educación de sus hijos e hijas.
3. La Desigualdad de género y la mujer inmigrante Latinoamericana.
Las desigualdades se pueden esquematizar en el marco teórico de la estructura y
estratificación sociales y según clase, género y etnia. Aquí incidimos en la cuestión de la
desigualdad de género y etnia, donde la mujer queda en situación de discriminación y,
como parte de la división social del trabajo, es candidata a la exclusión social. La sociedad
que nos ocupa está estructurada jerárquicamente en estratos y clases sociales con una
herencia patriarcal, lo que hace que se generen diversas formas de desigualdad:
discriminación social y cultural, marginación exclusión económica y social, pobreza, en
términos de clasismo y discriminación étnica con connotaciones racistas.
4
Los factores de desigualdad se pueden presentar como una trilogía interrelacionada.
Género y etnia pueden coincidir en reflejar las nuevas formas de exclusión social y
cultural. Asistimos a:
A) Fractura y diferenciación de clase en términos jerárquicos. Acceso desigual a los
recursos y riqueza. Estratificación Social des-igualadora en una dinámica de cambio
individualista. Conflicto de intereses de clase.
4 Este es un esquema ampliado del que figura en B. Mulet y R. *Caramés (2014) p. 87.
4.
Divisió n del trabajo ( ocupació n ( ) pr ecariedad y discriminació n étnica .
Racismo, xenofo bia. Exclusió n social, étnica y minori zació n cultural.
Cultura androcé y patriarcal ntrica. Disc riminatoria para la mujer .
Superar en lo posible el riesgo de sociali zació n en favor de la reproducció n de la s desigualdades ( sociales y educativa s) ( Familia, escuela, medio s de comunicació n , internet,
contextos social e s).
Estructura social estratificada para explicar les desigualdade s sociocultural e s. Partimos del concepto
Cla se social, element o básico para explicar la estratificación s Ocial, pero son precisas las
desigualdades de género y etnia.
Etnia (raza) (In migració n y minorías cultural e s). Discriminació n étnica o de grup o é tnico.
Género ( sexo . ) Discriminació n de la mujer .
Divisió n del trabajo ( ocupació n sexista ) femini ( zació n y discriminació n sexista).
Cabe potenciar una convivencia inter - étnica en la sociedad , barri o y escuela con connotaciones interculturales . Implementar
política s in clusivas en la escue la.
Cabe potenciar la coeducació n real en la familia y en la escue la. Socialización igualitaria en todos
los nivele s que permita la dinámica social, y forz ar los ca mbio s de rol e s.
B) Continúa el tradicional predominio de los hombres. Posiciones de dominación de
los hombres y de dependencia de las mujeres": Patriarcado. División sexual del trabajo /
cuestión de las mal denominadas "semiprofesiones”.
C) En términos de etnia, continúa el sistema cultural etnocéntrico. Supremacía
civilizatoria de las formas de vida occidentales del norte. Jerarquización cultural en
detrimento de las subculturas subalternas y minorizadas. Multiculturalidad transculturada
(globalizada jerárquicamente e hibridizada). Efectos de la discriminación cultural en la
comunidad en el barrio, en la escuela, en la familia, en los contextos más inmediatos.
A pesar de los movimientos de resistencia contra los efectos de la colonización perpetuada,
la cultura afro en el marco de la sociedad de Ecuador tiene condición de subalterna. La
discriminación y la exclusión social y cultural, sumergidas en la presión de la globalización
y la glocalización, perviven entre la transculturación y la aculturación. No es un proceso
dado por la modernidad reciente, sino que tiene connotaciones históricas, aunque sea en
una cultura étnicamente comprendida, comprensiva; por lo que va más allá de las
continuidades que se establecen en las transacciones entre lo local y lo global. Esto es así
porque se da bajo la influencia de la estructuración hegemónica de las sociedades donde el
capital cultural es un mecanismo de reproducción capitalista. (García Canclini, 2001)
En Mallorca, se asiste a un aumento significativo de la población latinoamericana, con la
correspondiente demanda de servicios, especialmente de educación y sanidad, lo que
origina brotes de xenofobia y conflictividad. Hay que recordar que Mallorca a partir de
hasta los años 60 (boom turístico) pasa de ser una sociedad de emigración a transformarse
en una sociedad receptora, primero de inmigración proveniente de la Península Ibérica, y a
finales del siglo XX y principios del XXI de inmigración extra-comunitaria (norteafricana,
subsahariana, Europa del este y latinoamericana: ecuatoriana, argentina, colombiana)
Este tipo de discriminación debe entenderse como un hecho social y cultural fruto de los
contextos socioculturales vividos según la cultura (y subculturas), y no como un fenómeno
natural ineludible. Aunque en el sistema social y escolar se hayan dado pasos para superar
situaciones de discriminación, en la sociedad en general, y especialmente en las más
capitalistas, el tema de la igualdad se considera un tema menor.
A pesar de que la escuela se presenta a menudo como una institución no discriminatoria
por motivos sociales, en realidad se puede ver como una institución que reproduce o refleja
las divisiones sociales preexistentes. Isabel Romero señala que la sociedad patriarcal se
fundamenta en la división sexual del trabajo: las mujeres asumen los trabajos del hogar y el
cuidado de los hijos, mientras que los hombres el trabajo productivo (Romero, E. junio
1989: 14-15) Esta división sexual del trabajo doméstico se traduce en el exterior en el
empleo por parte de la mujer en aquellos trabajos más directamente vinculados a las tareas
domésticas y a la función de servicio y cuidado de los demás. El trabajo de la mujer en el
sector turístico, en lugares como camarera de pisos y tareas de limpieza afines, constituye
una prolongación de la actividad doméstica familiar.
Para las inmigrantes ecuatorianas, afroamericanas, indígenas y mestizas una de las
principales preocupaciones actuales que se detectan (a través de los cuestionarios
contestados por ellas) es el trabajo y la situación económica en general, para ellas mismas
y sus hijos/as. Este motivo estuvo ya en el origen de su emigración desde Ecuador,
provocada principalmente por dos aspectos: su situación económica, que sin ser de
marginalidad era crítica, y problemas personales como, por ejemplo, separaciones
matrimoniales.
Otra de sus preocupaciones fundamentales tiene que ver con la educación de los hijos y con
la “escuela” en particular, puesto que es uno de los principales medios sociales que les
vincula con la cultura de la sociedad de acogida. En este sentido, detectan dificultades de
relación educativa y de adaptación a un nuevo sistema escolar. En general los colectivos
inmigrantes son los que menos pueden movilizar los recursos necesarios para conseguir
logros escolares. Su cifra de abandono escolar es muy superior a la de los colectivos de
personas autóctonas. (Castel, 2010). El sistema educativo ha abandonado los objetivos de
derecho universal de la educación para la igualdad de oportunidades y ha implantado un
progresivo deterioro de la escuela pública. (Mulet, 2004)
La reproducción de desigualdades ocupacionales en el caso del género y de la inmigración,
viene marcada por el aumento de la feminización de los flujos inmigratorios, ya sea por
reagrupamiento familiar, ya sea por la iniciativa personal de la mujer. Esto incide
directamente en que los trabajos remunerados de las mujeres inmigrantes mayoritariamente
sean el cuidado de niños y personas enfermas, el servicio doméstico, limpieza de hoteles o
edificios y agricultura, es decir, ocupaciones precarizadas (Carbonell, 2012)
Esta situación conlleva para las mujeres ecuatorianas, afroamericanas y autóctonas que una
de sus principales preocupaciones (según sus respuestas en las entrevistas) sea su trabajo y
situación económica en general, para ellas mismas y para sus hijos/as. Se observa en sus
respuestas el deambular de sentimientos encontrados y contrapuestos de identidades
compartidas, que condiciona convivir, unas veces, según su idiosincrático estilo de vida y
otras, según el de la sociedad en que han de vivir, la de acogida.
Culturalmente hablando, Emilia, por ejemplo, sí recuerda la Marimba5, que reconoce como
música negra de Esmeraldas, pero como un elemento de su pasado no recuperado,
“olvidado” tras su paso por las formas de vida urbanas de Guayaquil o Quito. También
influye en este “olvido” su voluntad de adaptarse a las características de vida colectiva de
Palma, con todas las limitaciones que supone para una mujer afroamericana de Ecuador
incorporarse a una sociedad tan distante y tan distinta. Afirma que si no has pasado esta
barrera, puede ocurrir que retornes a la vida de Esmeraldas por imposibilidad de
“aclimatarte a otro tipo de bullicio ambiental” que no ofrecen estas aglomeraciones
urbanas.
Respecto de la situación del origen y su motivo de emigración se puede resumir en la
siguiente respuesta que ha dado: "El motivo de venir a Mallorca es porque mis hijos tengan
a través de mi trabajo, aquí, una educación y que culminen sus carreras, para que tengan un
futuro en mi país Ecuador ya que ellos están allí "(La entrevistada, aunque es enfermera,
trabajaba en un supermercado y retornó a Ecuador en 2011, por motivos familiares; uno de
ellos, al contrario de otras mujeres que no se deciden por el retorno, es el mejor encaje de
su hijo en el sistema escolar de Ecuador).
La cuestión de la identidad afroecuatoriana se puede resumir con las palabras de la
entrevistada recogidas: «La historia del pueblo negro del Ecuador ha sido una historia de
negación, ocultamiento, minimización, sumado a esto el racismo que por su parte sirve de
justificativo al propio colonialismo… Es lo que sucedió con el pueblo negro, su historia, su
cultura, su esencia de seres humanos se ha nutrido permanentemente de relaciones
violentas de negación al derecho de la diversidad, de la existencia como pueblo…». Es
decir: pobreza, marginalidad y exclusión social, económica y cultural, efectos de una
situación colonial que necesita de una reconstrucción de identidad, según manifiesta José
Chalá (2001).
4. Mujer afroamericana ecuatoriana como inmigrante minoritaria.
5 Música de la marimba proviene de Esmeraldas, y recibe su nombre por el uso prominente
de marimbas, junto con los tambores y otros instrumentos específicos para esta región,
como el bombo, el cununo y el wasa.
Para las inmigrantes la distribución de oportunidades no es equitativa. Este es un derecho
ligado a tener un trabajo y una vivienda digna, lo que en muchas ocasiones no se cumple,
en especial en momentos de crisis como el actual, en el que las hipotecas sobre las
viviendas son un lastre para muchas familias con trabajos precarios, o en paro.
El origen y la motivación de emigrar son diversos, pero suele predominar, de entre todas
las causas, la de alcanzar un nivel de vida mejor para ellas y su familia. También se señalan
la salida o “liberación” de las mujeres de las “garras” familiares, en un mundo donde el
papel del hombre es superior en la estructura jerarquizada del patriarcado, culpabilizándose
a la mujer del desarraigo familiar.
El salto se da, normalmente, hacia Guayaquil o Quito. Dos zonas urbanas con barrios de
población negra diferenciada de Esmeralda, que tiene connotaciones de sociedad rural y
pesquera. Recuérdese que l@s afroamericanas recalaron inicialmente en Esmeraldas y el
Valle del Chota, pero en determinadas épocas emigraron a Guayaquil y Quito. Algunas de
las personas entrevistadas de origen afro son de Guayaquil.
Otra situación vital, que se trabaja en este estudio, queda resumida a través de las palabras
de una mujer negra con estudios primarios nacida en Esmeralda, de 37 años, con dos hijas,
cabeza de familia monoparental y con vivienda de su propiedad en Mallorca: "Mi llegada a
Mallorca fue motivada para buscar una estabilidad económica que me permitiera un futuro
mejor que el que podía tener en mi país. Pasado el tiempo he conseguido un trabajo
permanente (ha tenido que dejar este trabajo dedicado a la limpieza por un accidente
laboral aunque, después de haberse ido al paro, vuelve a trabajar con contrato
relativamente estable en una empresa de limpieza) y una estabilidad media. A pesar de que
el trabajo es duro y me llena de renuncias y sacrificios (según aseveraciones y vivencias de
Emilia) y de una sensación de cansancio constante, mantengo muchos ánimos para
continuar luchando". Los otros trabajos que esta persona ha venido desempeñando están
relacionados con el cuidado de personas mayores o enfermas, según informa Emilia G.
Tiene la nacionalidad española y dispone de una red de amistades que le dulcifican su día a
día. Además, una de sus hijas estudia en un instituto de Secundaria, lo que le “obliga” a
continuar en la isla. Su preocupación más importante es hasta qué punto le va afectar la
crisis, ya que tiene una hermana en el paro y también a una de sus hijas, además de la
hipoteca de su casa. El tener la posibilidad de comprar una vivienda le facilitó la salida del
barrio de Son Gotleu, en un momento en que este significaba un contexto de gran
conflictividad interétnica. Así pues, el paro es una de las preocupaciones y uno de los
mayores problemas que planean sobre las vidas de estas personas.
Otra de las mujeres entrevistadas del mismo círculo familiar de Emilia y con características
similares y también ex-habitante de Son Gotleu, pasa por momentos difíciles al estar en
paro y en cierta manera es criminalizada. Es una mujer afroecuatoriana de 34 años con dos
hijos y una situación familiar complicada derivada de la precariedad del paro que comparte
con otras personas que componen en estos momentos su grupo convivencial (su hermana
con dos hijos y su hija mayor sin trabajo o con trabajos esporádicos en precario).
Sabe de situaciones extremas y de retorno de las que informa de la siguiente manera:
“conozco algunas personas que han retornado por falta de trabajo y no poder pagar la
vivienda ni mantener el hogar ni a los hijos”. Se manifiesta muy preocupada por la
situación de los hijos: “Cuando se retorna con hijos pequeños o adolescentes que han
nacido y crecido aquí, en Mallorca, es muy difícil que se adapten a la vida de allá. Les
afecta mucho el cambio. Es casi lo mismo cuando ocurre viceversa de allá a aquí. Lleva un
proceso para integrarlos otra vez porque todo cambia”. Esta persona vive con la
preocupación constante de la amenaza de la precariedad y el paro, cuestión extensible a
otras personas componentes del grupo familiar.
En muchos casos su miedo a pertenecer a determinados colectivos (población
afroamericana, indígena y mestiza) aboca a estas personas inmigradas a su minorización.
En conjunto, las personas indígenas se definen como mestizas, no como indígenas
ecuatorianas, igual que los hombres. La mayoría de estas mujeres actúan como cabezas de
familia. Sus actividades de ocio se limitan a un círculo reducido de familiares y amistades,
una red que les hace más llevadera la estancia en la isla, y les favorece también la
búsqueda de trabajo cuando se encuentran en el paro. Las mujeres ecuatorianas
entrevistadas son conscientes de la amplitud de la crisis vivida por la economía balear, pero
no siempre de que ésta afecta más a las capas de población que ellas representan a través
de inestabilidad y precariedad laboral, y dificultades para pagar las hipotecas. Las
entrevistadas manifiestan que conocen a personas que han regresado a Ecuador por la crisis
y que han disminuido drásticamente los reagrupamientos familiares, así como las
solicitudes de nacionalidad española (González, 2013: 16)
Culturalmente su nivel de catalán es bajo, dato reconocido por todas las mujeres
entrevistadas, incluso cuando su nivel educativo alcanza títulos universitarios como
Enfermería o Administración de empresa (en esta muestra 2 de 16). El resto de mujeres
tenían estudios primarios y secundarios. En todo caso, su preocupación primordial es
mantener el trabajo para sostener a su familia y los estudios de sus hijos e hijas. Hasta
donde sabemos, la mayoría no llega a 800 € al mes, cuando no están en el paro. Con estos
ingresos deben afrontar los gastos de alquiler o hipoteca y el sustento y educación de sus
hijos.
También viven otras formas de presión discriminatoria que pueden afectar negativamente a
la convivencia de esta población inmigrada, por ejemplo existen casos que rozan el
racismo y la exclusión en el ámbito sanitario, tal y como relató Parrón (mujer de origen
ecuatoriano con nacionalidad española) que se dio cuenta de que la habían borrado de la
base de datos “…En otro centro de Palma,… porque su apellido era de origen indígena".
Tuvo que acudir al Ib-Salut a reclamar y luego regresar al centro de salud "con un papel
que acreditaba que estaba asegurada"; quedando arreglado en poco tiempo. (Ferriol, 2012).
Podría suponer una ayuda para la incorporación correcta de los inmigrantes y su progresiva
“integración” o acogida, el aprendizaje de la lengua catalana, como herramienta de
cohesión social e instrumento de incorporación para que se reconociesen como ciudadanos
de pleno derecho. En este sentido, las políticas educativas de tipo lingüístico, del anterior
gobierno en la Comunidad Autónoma eran de franco retroceso por ejercer el poder una
fuerza política que impulsó una ley educativa uniformista, asimilacionista, centralista,
clasista y conservadora, incluso internacional. Además, por otro lado, se está favoreciendo
la escuela concertada y privada a costa de la pública que es en donde se produce la
concentración de hij@s de inmigrantes (Wert, 2012).
Este aspecto lingüístico ya lo tienen formalmente resuelto la mayoría de hijos de estas
personas afroamericanas pero ellas no, que ven la cuestión de la lengua como una
dificultad, no como una forma de incorporación cultural y social a la sociedad de acogida,
en un sentido de interculturalidad. A pesar de lo dicho, bastantes personas de las
entrevistadas manifiestan un conocimiento básico de la lengua propia de las islas y más
profundo en sus hij@s, lo que podría llegar a ser un factor de cohesión sociocultural en un
futuro próximo.
5. Mujeres de etnia quechua de Bolivia y mestizas de Colombia en Mallorca.
Dos mujeres, 56 y de 38 años, ambas de Cochabamba (Bolivia) y de etnia quechua. La
mayor viuda y separada de un segundo matrimonio, y la menor casada. La mayor sólo fue
3 años a la escuela pues su padre “no la quería mandar”. La más joven inició estudios
medios que no concluyó.
El año de llegada a Mallorca es 2005 para ambas. La mayor reside en Porreres y la menor
en Palma. Residen en una vivienda alquilada. La mayor la comparte con una hija con su
bebé, y un hijo adolescente; y la más joven con su marido y dos hijas y, en principio, sólo
los fines de semana se les unen dos chicas.
Las razones que las impulsaron a salir del país son el trabajo y las condiciones de vida para
la más joven, y rabia y decepción por la separación del marido que la había abandonado
por otra mujer, para la mayor. En Bolivia regentaba un local de comestibles-bar que dejó al
cargo de su hermana así como los hijos menores. Con el tiempo se fue trayendo estos hijos.
La razón de venir a Mallorca para ambas es tener familiares. La situación administrativa de
ambas es regular.
Ambas trabajan y están aseguradas. La mayor cuida una enferma de Alzheimer en Algaida
y la más joven limpia en una casa y los domingos cuida de la mujer de Algaida.
Ambas tienen hijos. La mayor cinco, de 35, 31, 25, 21 y 16 años; siendo la de 21 y el de 16
quienes residen actualmente con ella. El de 25 vino pero regresó a Bolivia donde tenía la
novia. Los dos mayores residen en Mallorca con sus propias familias.
La más joven tiene dos hijas, de 9 y 11 años y acuden al CEIP Escuela Graduada de Palma.
El hijo adolescente de la mayor cursa un CFGM en Felanitx.
Ambas mantienen contacto con la escuela, en el primer caso, y con el instituto, en el
segundo. Ninguna de las dos participa en actividades de tiempo libre.
En cuanto al conocimiento de la cultura de Mallorca, la que vive en la ciudad, la más
joven, apenas la conoce. La mayor, que vive y trabaja en pueblos, conoce sobre todo la
comida. Tienen un conocimiento muy básico del catalán: un mínimo de comprensión oral y
escrita.
La crisis no les ha afectado particularmente, pero al marido de la más joven sí. La mayor
apunta que la bajada del euro sí le ha afectado. La situación del marido de la más joven es
un claro ejemplo de precariedad asociada a la inmigración y la consecuente indefensión y
vulnerabilidad. Quien les ha ayudado para moverse adecuadamente en la defensa de sus
derechos ha sido el jefe de la mujer más joven. La mayor dice no conocer a gente que haya
retornado, pero la más joven sí.
La más joven considera que la crisis ha afectado a la educación por los recortes en
substituciones del profesorado. La mayor no considera haya afectado, si bien apunta que la
educación del hijo no va bien. Ambas echaron de menos su tierra en el inicio, pero ahora
ya no. La mayor siente nostalgia del entretenimiento que comportaba su trabajo en el bar-
tienda en Bolivia. Cuando va a Bolivia echa de menos lo de aquí. Piensan que aquí hay
más orden, se vive mejor y existe la posibilidad de una mejor educación para los hijos.
En relación a las mujeres de Colombia (Cali), viven en Palma y se definen como mestizas.
Tienen 33 y 40 años y ambas están separadas. Llegaron a Mallorca en 2000, la primera, y
2008, la segunda. Ambas estudiaron bachiller.
La más joven actúa como cabeza de familia. Convive, en son Gotleu, con sus dos hijos (18
años y 6 años) y, desde la crisis, también con su hermana, cuñado, madre y sobrinos, en
una vivienda en régimen de alquiler. Su hijo de 18 años, vino con ella en el año 2000. Ha
estudiado hasta 4º de ESO en un instituto en la Indioteria, antes fue a un colegio público,
Felipe Bauza. La hija de 6 años estudia en un colegio concertado, Francisco de Asís.
Siempre ha estado muy pendiente de la educación de sus hijos. Salió de su país “porque sí”
le apeteció venir porque aquí vivía la familia de su ex -marido y estaban bien. En
situación regular, trabaja de forma legal en una empresa de limpieza.
La mayor convive con una amiga, en es Rafal en una vivienda en régimen de alquiler.
Primero vivió en pareja, pero se separó. Su hija de 22 años, vive de forma independiente
en Colombia y estudia Pedagogía. Salió de su país porque quería algo mejor para su hija.
En situación regular, trabaja de forma legal como camarera de hotel.
Aunque incorporadas a la sociedad mallorquina, no conocen el catalán. Se sienten
adaptadas a las características de la vida de Mallorca y no piensan en el regreso a su país.
Les gusta mucho la isla y la playa. Ambas cuentan con red social.
6. Síntesis demográfica de las Islas.
El repunte demográfico en el territorio balear ha sido espectacular estos últimos años,
debido a los flujos migratorios. En el año 2006 se superó por primera vez el millón de
habitantes y crecimiento siguió hasta alcanzar el pico en el año 2012. Esta ha sido la
evolución de la población de las islas estos últimos años:
Tabla: población extranjera por año e incremento
Año Población Variación 6
1996 760.379 -
1998 796483 4,74%
2000 845.630 11,21%
2002 916.968 20’59%
2004 955.045 25,60%
2006 1.001.062 31,65%
2008 1.072.844 41,09%
2010 1.106.049 45,46%
2012 1.119.439 47,22%
2014 1.103.442 45,11%
2015 1.104.479 45,25%
Fuente: INE
La llegada masiva de inmigrantes a las Illes Balears es el principal causante de su
incremento poblacional, veamos su comportamiento estos años:
Tabla: número de inmigrantes extranjeros inscritos en el padrón 1998-2015
Año Población extranjera % sobre el total de la
población
1998 38.236 4,8%
1999 45.054 5,48%
2000 54.759 6,47%
2002 99.744 10,87%
Año Población extranjera % sobre el total de la
población
6 Variaciones respecto a 1996.
2004 131.423 13,76%
2006 167.751 16,75%
2008 223.036 20,78%
2010 242.256 21,90%
2012 242.570 21,66%
2014 203.112 18,40%
2015 192.518 17,43%
Fuente: IBESTAT
Vemos, en los datos disponibles en IBESTAT, que la variación porcentual en incremento
de población que ha sufrido las Illes Balears está relacionada con la llegada de inmigrantes.
El número de inmigrantes residentes en las islas ha retrocedido estos últimos años,
seguramente por el retorno de un buen número de ellos a sus países de origen.
La mayoría de inmigrantes que residen en las islas son de procedencia europea; el segundo
contingente de personas llegadas a nuestra tierra lo forman los americanos, siendo los
africanos los terceros. Veamos la procedencia de los extranjeros, en el año 2015:
Tabla: grandes zonas de procedencia de inmigrantes extranjeros inscritos en el padrón, 2015
Total 192518
Europa 28 99.952
Resto Europa 5964
África 33954
América del norte 1707
América central 4544
América del sur 35203
Total 192518
Asia 10956
Oceanía 237
no consta y apátridas 1
Fuente: IBESTAT
Veamos ahora la distribución de la población extranjera en las islas, comparándola con la
población extranjera a nivel nacional:
Tabla: grandes zonas de procedencia de inmigrantes extranjeros Illes Balears - España
Illes Balears España
2015
2015
Total 192.516 100% 5.891.208 100%
Unión Europea 99.952 51'91% 1.981.218 33'63%
Resto Europa 5.964 3'09% 296.820 5'03%
África 33.954 17'63% 972.835 16'51%
América del norte 1.707 0'88% 97.827 1'66%
América central 4.544 2'36% 379.107 6'43%
América del sur 35.202 18'28% 1.798.192 30'52%
Asia 10.956 5'69% 357.413 6'06%
Oceanía 237 0'12% 7.796 0'13%
Fuente: IBESTAT y INE
Vemos que en la distribución de población extranjera hay diferencias entre los territorios.
El peso de la población europea es mucho mayor en las Illes Balears que en el resto del
territorio estatal, un 51,91% en las islas y un 33,63% en el estado, aunque en ambos son el
grupo mayoritario.
El peso de la población americana es menor en las Illes Balears que el resto del Estado.
Dobla la población americana que vive en la península, respecto a las islas; triplica la
población de centroamericana que vive en el estado, frente a la de las islas; y en referencia
a la población sudamericana las cifran distan mucho una de otra: en las islas, esta
población llega al 18,28% y en el estado al 30,52%.
Conclusiones:
1. Para superar estas situaciones de desigualdad se necesita voluntad política, una
mentalidad solidaria y un paulatino cambio de los poderes económicos, en el
sentido de no explotar al más débil. El medio que las acoge debería considerar su
aportación sociocultural, favorecerles así una convivencia social y participación
política democrática.
2. Las identidades culturales, siempre dignas de consideración, lo son más en el
mundo postmoderno aculturador, por ello se debe fomentar la necesaria solidaridad
y el respeto entre las culturas de acogida y las desplazadas de su, hasta el momento,
realidad territorial, no simbólica, ya que ésta quizá reviva en paralelo en todos y
cada uno del resto de sus días. Aceptar mutuamente todo ello puede constituir una
fuente de enriquecimiento para todas las partes.
3. El contexto de Mallorca, subsidiaria de la sociedad del bienestar, fomenta la
dependencia económica de grandes organizaciones multinacionales y financieras,
lo que provoca una jerarquización económica, social y cultural muy fuerte
instauradora de una dinámica especulativa en todos estos diferentes ámbitos.
4. Una sociedad que en pocos años ha pasado de ser fundamentalmente rural, por
tanto, tradicional, a eminentemente urbana y que vive un proceso de reurbanización
total; lo que implica un fuerte doble proceso de aculturación y transculturación
asimétrico, en el marco de una cultura postmoderna y mediática.
5. Analizamos procesos que afectan a los fenómenos de erosión de la identidad
cultural desde el punto de vista de cultura minoritaria, sin un estado-nación y del
bienestar que democratice los derechos culturales de las minorías. El rebrote de
actitudes políticas, culturales y educativas uniformadoras y centralistas no tiende a
favorecer el esplendor del arco iris de la diversidad cultural e interculturalidad.
6. Se hace hincapié en las dificultades para incorporar culturalmente a las minorías
étnicas no comunitarias. Por tanto, urge una apertura cultural no asimilacionista y
multicultural o intercultural, culturalmente abierta que facilite la convivencia de
una ciudadanía interétnica.
7. También urge la superación de la actual precarización del trabajo y la
discriminación por razones de género y etnia, en general y en particular con las
minorías inmigradas desprotegidas. Es preciso desarraigar la precarización
ocupacional, la pobreza, la guetización sociocultural, la desigualdad por género,
etc., de las capas más desprotegidas de la inmigración.
8. La situación de precariedad vivida se profundiza con la amenaza de la crisis y el
paro, con la amenaza de recortes en políticas sociales, en educación de inmersión
lingüística, de educación multicultural, de concentración irregular de alumnos
extranjeros, porque hay centros educativos poco respetuosos con la diversidad
cultural, lo que fuerza la anómala distribución de hijos de inmigrantes en algunos
centros escolares.
9. Los rebrotes de racismo suave y contenido que afectan directamente a las etnias
minoritarias, entre ellas las mujeres ecuatorianas “indígenas” y negras, tienen
consecuencias negativas para la vida familiar y para su socialización en la cultura
de acogida. Es un racismo que se manifiesta a través de lo que se denomina
violencia suave, violencia que se establece en relaciones de poder desiguales entre
los miembros sociales en una estructura social jerarquizada.
10. Uno de los temas que más preocupa a la mujeres inmigrantes afroamericanas e
indígenas ecuatorianas es la socialización de los hijos, destacando el efecto del
agente escolar y su arraigo en la sociedad de acogida, Mallorca. Se ha detectado la
vulnerabilidad que tienen estas mujeres en el sentido de que pueden llegar a ser
firmes candidatas a la exclusión social si se las estigmatiza socioculturalmente.
11. Con la crisis que se vive en Europa, en general, y en la Isla de Mallorca en
particular, es decir, con la crisis del Estado del bienestar, se aumenta la desatención
social de las capas más vulnerables de la sociedad, entre ellas la mujer inmigrada y
su familia. Consecuencia de ello, es que están en una situación que las hace
vulnerables de ser excluidas socialmente, tanto por su etnia y cultura como por ser
mujeres.
Referencias:
Aguirre Mendoza, Z. (2008). Diversidad Étnica-Cultural del Ecuador.
//www.monografias.com/trabajos91/diversidad-etnica-y-cultural-del ecuador/
Benhabib, S. (2002). The Claims of Culture: Equality and Diversity in the global era. Princeton, Princeton University Press.
Camacho, G. y Hernández, K. (2005). Cambió mi vida. Migración femenina: percepciones e impactos. Quito, Ecuador: CEPLAES-UNIFEM.
Castells, M. y Subirtats, M. (2007). Mujeres y Hombres. Madrid: Edit. Alianza.
Capó, J. (2012a). Diario de Palma. Inmigrantes por barrios. En Diario de Mallorca de 2
de Marzo de 2012.
Capó, J. (2012b). Palma pierde población por segundo año consecutivo por el retorno de
inmigrantes. Diario de Mallorca de 10 de febrero.
Caramés, R. y Mulet, B. (2013). La emigración de mujeres africanas del Ecuador hacia
Mallorca y su relación con el sistema educativo. Libro de Actas Congreso de la CIMIE. Tarragona. (pp. 522-534)
Carbonell, S. (2012). Los trabajadores extranjeros cobran un 32 % menos en las Islas que
los españoles. Diario Última Hora de 23 de Enero,
Castel, R. (2010). La Discriminación negativa. ¿Ciudadanos o indígena? Barcelona:
Hacer.
Cortés, R. (2012). El retorno voluntario se paraliza pese a mantenerse la demanda.
Baleares sin fronteras. (25/05/2012).
Chalá, J. (2001). Comentarios presentados en el Taller Afro sobre etnoeducación,
Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 27 de marzo de. Centro Cultural
Afroecuatoriano. (2001) “Propuesta etnoeducativa”. Palenque, 20:1, marzo, 2-3.
EFE/Palma (2011). Tres detenidos por altercados raciales en Palma de Mallorca.
29/08/2011.//www.abc.es/20110829/espana/abci-tres-detenidos-altercados-
raciales201108291021.html
Ferriol, R. (2012). “Los inmigrantes son borrados de la base de datos de salud, según las
ONG’s”. //www.diariodemallorca.es/mallorca/2012/07/06/inmigrantes
Fort, M. (2012). Entrevista a Aminta Buenaño. La Vanguardia, 25/05/2012.
//www.lavanguardia.com/politica/20120525/54298063430/aminita-buenano-
entrevistaecuatorianos-tarjeta-sanitaria.html
Garcia Canclini, N. (2001). Culturas híbridas. Estrategias para entrar y salir de la
modernidad. Barcelona: Paidós.
Garreta, J. (2003). La integración sociocultural de las minorías étnicas (gitanos e
inmigrantes). Barcelona: Anthropos.
González, M. (2013). Inmigración. Efectos de la crisis econòmica. Diario Ultima Hora, 11
de febrero, (pp. 16)
Guardiola, M. (2011). Conflicto en Son Gotleu. 4 de Septiembre. diariodemallorca.es/ conflicto-son-gotleu.../700334
Guijarro, F. (2011). La crisis y el desempleo en la inmigración hacen que 18 municipios
isleños pierdan habitantes. Diario de Mallorca de 20 de diciembre.
Guijarro, Fernando (2012) La población llegada de Latinoamerica se ha reducido en más de 4.000 personas en un año. Diario de Mallorca.de 14 de Enero.
Baleares sin fronsteras. Entrevista Adra Gulei, (2012). 25/05/2012. www.balearessinfronteras.com/noticia.
Hannerz, U. (1996). Conexiones transnacionales: cultura, gente, lugares. Valencia. Edit.
Cátedra.
Herrera, G. y Martínez, A. (2002). Género y migración en la región Sur. Informe de
investigación. Quito, Ecuador: FLACSO.
Herrera, G. Carrillo, M.C., Torres, A. (editoras) (2005). La migración ecuatoriana transnacionalismo, redes e identidades. Quito, Ecuador: FLACSO,
INE (2012). Padrón a 1 de enero de 2012. Instituto Nacional de Estadística, Madrid.
Mulet, B. (2004). El reformismo Neoliberal i neocentralista de l’Estat Espanyol en l’era de
‘globalización’. En Bartomeu Mulet (Editor) Sociología de la educación: cultura y
práctica escolar. Palma: Publicacions de la Universitat de les Illes Balears.
Mulet, B. (coord.) (2003). “Globalització, cultura, socialització i identitat. Crisi d’identitat
en una societat en conflicte”. En Globalizació i Ciències socials. Límits i dilemes. Palma:
Publicacions de la Universitat de le Illes Balears.
Mulet, B. (coord.). (2013). Diversitat, gènere I ètnia en el marc de la globalització i la
immigració. Palma: Edicions de la Universitat de les Illes Balears.
Pribilsky, J. (2001). Nervios and Modern Childhood. Migration and Shifting contexts of
child life in the Ecuadorian Andes. Childhood, vol. 8 (2), 251-273.
Ruiz, M. C. (2002). Ni sueño ni pesadilla: diversidad y paradojas en el proceso
migratorio. ICONOS, No. 14, agosto, 88-100.
Sassen, S. (2007). Una sociología de la globalización. Madrid: Edit. Katz,
Valencia, H. (1998). Los derechos humanos. Madrid: Acento.
Valencia H. (2001). Los derechos humanos. Madrid: Acento.
Van Dijk, T. A. (2003). Dominación étnica y racismo discursivo en España y América
Latina. Barcelona: Gedisa.
Villarruel, P. (2012). Aminta Buenaño rinde cuentas tras un año al frente de la Embajada
en España. Diario El Universo. www.eluniverso.com/2012/12/20/1/1360/aminta-buenanorinde-cuentas-tras-un-ano-frente-embajada-espana.html
Walsh, C. García, J. (2002). El pensar del emergente movimiento afroecuatoriano:
Reflexiones (des)de un proceso. En Daniel Mato (comp.),: Estudios y otras prácticas
intelectuales latinoamericanas en cultura y poder. Caracas, Venezuela: CLACSO.
Wert, J. I. (2013). Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa. 3/12/2012 MEC.
www.normalitzacio.cat/adjunts/documents/esborranyWert.pd
Zanfrini, L. (2007). Convivencia interétnica. Madrid: Alianza.