aw december 2014 spanish

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Yo fui leprosa 20 Creador Nuestro Dios 26 Frente a nuestros miedos 27 RUSIA HECHO Publicación internacional de los adventistas del séptimo día Vol. 10 No. 12 EN

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AW December 2014 spanish

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Yo fuileprosa

20

CreadorNuestro Dios26 Frente a nuestros

miedos27

RUSIAHECHO

P u b l i c a c i ó n i n t e r n a c i o n a l d e l o s a d v e n t i s t a s d e l s é p t i m o d í a

Vol. 10 No. 12

EN

Publicado por la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Vol . 10 No. 12

spanish.adventistworld.orgwww.adventistworld.org: Disponible en línea en once idiomas

N O T A D E T A P A

16 Hecho en Rusia Andrew McChesney

Ante el colapso del comunismo, la ex Unión Soviética estaba hambrienta de publicaciones cristianas. Gracias a la relación con la Review and Herald, esa hambre comenzó a ser satisfecha.

10 P A N O R A M A M U N D I A L

Confiemos en el Todopoderoso Ted N. C. Wilson Avancemos a pesar de los obstáculos.

12 D E V O C I O N A L

El escritorio Olen Netteburg ¿Falso o Verdadero?: Dios nos necesita.

14 C R E E N C I A S

F U N D A M E N T A L E S

Juntos Callie Williams Dios nos llama a ser parte de algo que

nos trasciende.

20 V I D A A D V E N T I S T A

Yo fui leprosa Grace Lee La lepra puede curarse.

24 H E R E N C I A A D V E N T I S T A

Elena White como nunca ha sido vista

Andrew McChesney Se halla una nueva fotografía, casi cien

años después de que fue tomada.

22 E S P Í R I T U

D E P R O F E C Í A

Un mensaje navideño para los menores

26 R E S P U E S T A A

P R E G U N T A S B Í B L I C A S

Nuestro Dios Creador

27 E S T U D I O B Í B L I C O

Frente a nuestros miedos

28 I N T E R C A M B I O

D E I D E A S

D E P A R T A M E N T O S

3 I N F O R M E M U N D I A L

3 Informe de noticias

9 S A L U D M U N D I A L

Respire libremente

T a p a i l u s T r a d a p o r s e r g e y e l k i n2 Adventist World | Diciembre 2014

I N F O R M E M U N D I A L

D E P A R T A M E N T O S

■ Los líderes adventistas aprobaron tentativamente las revisiones propuestas de las declaraciones de creencias fundamentales de la iglesia, después de dos días de discusiones que, según Stele, presidente de la comisión de revisión, ayudaron a crear un mejor producto.

Los delegados al Concilio Anual, una de las principales reuniones administrativas de la iglesia, respaldaron el 13 de octubre pasado la última de las revisiones propuestas a las 28 Creencias Fundamentales por un voto de 202-2, con tres abstenciones. Acordaron enviarlas al Congreso de la Asociación General para una discusión y voto final en julio próximo.

Ninguna de las revisiones cambia alguna de las creencias, y muchas simplemente actualizan y mejoran el texto, aseguró a los delegados Ted N. C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, al comienzo de la discusión: «No quiero que se crea que estamos cambiando nuestras creencias. Simplemente estamos ajustando la redacción para que sea más clara y útil».

El guía del parque esperó hasta que el grupo de excursionistas urbanos

lo alcanzara por la senda del cañón. Entonces, en lugar de dirigir nuestra atención hacia los impresionantes acantilados que se erguían sobre nosotros o al río que se abría paso allá en el valle, señaló tan solo un racimo de helechos que sobresalía de la pared de roca unos diez metros más arriba.

«Acaso se pregunten –dijo con una sonrisa– de dónde sacan agua esos helechos para sobrevivir en una pared de roca en medio del desierto. ¿Alguna idea?»

Todos fuimos inteligentes y nos quedamos callados, porque la verdad es que era imposible que lo supiéramos.

«Los hidrólogos nos dicen que la única fuente de agua que mantiene a esos exube-rantes helechos en la roca es la lluvia que cayó cientos de metros más arriba, en la parte amesetada de la montaña, hace unos veinte años. Al agua le llevó dos décadas filtrarse setecientos metros a través de la piedra caliza hasta llevar el alimento que permite el crecimiento de los helechos».

Y ahora fue mi turno de sonreír porque, en cierto sentido, ya conocía la historia. También yo he sido bendecido al observar las maneras en que Dios alimenta y refresca una parte de su causa mundial por la gracia otorgada años o aun décadas atrás. En su misericordia, las bendiciones jamás pierden su valor, aun cuando la persona o el ministerio que las recibe ya ha desaparecido de escena.

Al leer la nota de tapa de este mes, que relata cómo el ministerio más histórico de publicaciones adventistas llegó a ser la fuente del florecimiento de otro semejante, lo invito a agradecer al Padre una vez más porque en su plan, nada se desperdicia. La lluvia con la cual nos bendice seguirá bendiciendo a otros si le permitimos que sigan fluyendo las corrientes de su gracia.

La gracia y el tiempo

BAJO LA LUPA: Artur A. Stele, presidente de la comisión de revisión, explica las revisiones a las 28 Creencias Fundamentales el pasado 12 de octubre de 2014, durante el Concilio Anual de la Asociación General.

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Creencias Fundamentales

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Las revisiones marcan un hito en la historia de las Creencias Fundamentales, que casi no se han tocado desde 1980.

Andrew McChesney, Editor de noticias, Adventist World

actualizan varias

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El Concilio Anual 2014 había planificado una discusión y votación para el 12 de octubre, pero más de veinte comentarios de los delegados pusieron nuevamente a trabajar a la comisión de revisión. Al día siguiente, todas menos una de las revisiones propuestas fueron aprobadas por una votación de 179-15, con cinco abstenciones. «Creo que fue un proceso sumamente útil –dijo Stele, director del Instituto de Investigaciones Bíblicas–. Después de que presentamos el borrador, se hicieron unas cuantas sugerencias […]. Creo que ahora tene-mos un mejor producto que antes».

Esta revisión marca un hito en la historia. Cuando fueron redactadas por primera vez en 1980 eran 27. Con excepción de una adición (la número 11, «Crecimiento en Cristo») en 2005, han permanecido sin cambios hasta ahora.

Las revisiones –entre otras «El sábado» (No 20), «El bautismo» (No 15), y «La naturaleza del hombre» (No 7), que ahora se convertirá en «La natura-leza del ser humano»– introducen un lenguaje inclusivo respecto del género, en lugares donde la enseñanza bíblica alude claramente tanto a los hombres como a las mujeres.

La mayor discusión se centró en objeciones al remplazo de las palabras «santos hombres de Dios» por «santas personas de Dios» (No 1 «Las Sagradas Escrituras»). La comisión de revisión, por sugerencia del evangelista Mark Finley, cambió la frase por «los escrito-res inspirados», y así fue aprobada.

Stele dijo que no veía problemas en el cambio, porque las objeciones de los delegados pueden haber sido cuestión de conciencia. La frase original «santos hombres de Dios» proviene de 2 Pedro 1:20, 21, donde el original griego usa un lenguaje inclusivo.

«Crecieron con una redacción que, sentían, era una citación directa de las Escrituras, por lo que sintieron que se

compuesta por cuatro miembros para ocuparse de «La creación», y les pidió que al mismo tiempo revisaran las demás, por si era necesario hacer ajustes. Los otros miembros de la comisión son Ángel Rodríguez, exdirector del Instituto de Investigaciones Bíblicas, y Gerhard Pfandl, exdirector asociado de la misma entidad.

La primera acción de la comisión fue invitar a los miembros de iglesia de todo el mundo para que enviaran sugerencias durante un año, un paso que no forma parte del protocolo pero que, dijo Stele, resultó valioso.

«Por supuesto, no pudimos incorpo-rar todas las sugerencias porque algunas resultaban contradictorias –añadió Stele–. Lo que sugería un grupo, era lo que otro pedía que no se hiciera».

Stele dijo que la comisión utilizó un conjunto de cinco criterios para determinar qué sugerencia incluir:

■ Incluir sugerencias que profundicen la declaración, pero no demasiado.

■ No es posible incluir todas las ideas en todas las secciones; hay que ver el documento como un todo.

■ Aceptar ideas que no estén en el documento pero que deberían ser incorporadas.

■ Aceptar buenas sugerencias que abrevien el documento.

■ Desechar las sugerencias que parezcan promover objetivos personales.

La comisión incorporó entonces las

estaba cambiando las Escrituras –dijo Bill Knott, miembro de la comisión de revisión y editor de Adventist Review y Adventist World, al celebrar el resultado final–. La solución creativa ofrecida por Mark Finley ilustra cuán valioso es que el pueblo de Dios se una para pensar de qué manera expresar mejor su creencia en la importancia y autoridad de las Escrituras».

Historia de las revisionesEl proceso de revisión se inició con

un voto tomado durante el Congreso de la Asociación General 2010, que buscó armonizar la Creencia Fundamental No 6, «La creación», con una declaración aprobada por el Concilio Anual 2004. La declaración del concilio enfatiza que la Tierra fue creada en seis días literales hace unos miles de años, dos cuestiones que los evolucionistas han puesto bajo la lupa y que no son mencionadas en la actual declaración.

Sin embargo, no es simple cambiar una creencia fundamental. Cuando se añadió una (totalizando 28) en 2005, los delegados aprobaron un protocolo que requiere al menos dos años de trabajo en todos los niveles de la Iglesia Adventista antes de que los cambios sean analizados en el Congreso de la Asociación General.

Con esto en mente, la Asociación General, que supervisa la iglesia mun-dial, designó una comisión de revisión

DELEGADOS ATENTOS: Parte de los presentes que asistieron al Concilio Anual 2014 en el auditorio principal de la sede central de la Asociación General en Silver Spring (Maryland, EE. UU.).

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sugerencias que creyó útiles –Stele dijo que recibió unas doscientas cartas– en un borrador que envió a las Divisiones, Uniones, Asociaciones e instituciones para que hicieran sus aportes.

El Concilio Anual aprobó el primer borrador en 2013. Después de pasar por diversos consejos y departamentos de la Asociación General, en el Concilio Anual de octubre se presentó el segundo borrador.

Una mirada a algunas de las revisiones

Una revisión destacada a la No 18, «El don de profecía», clarifica que no se debería dar el mismo peso a los escritos de Elena White que a la Biblia.

La nueva redacción votada por el Concilio Anual expresa: «Las Escrituras testifican de que uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una marca de identificación de la iglesia remanente, y creemos que fue manifestado en el ministerio de Elena White. Sus escritos tienen autoridad profética y brindan consuelo, orientación, instrucción y corrección a la iglesia. También dejan en claro que la Biblia es la norma por la cual se debe probar toda enseñanza y experiencia».

Una adición a la No 23, «El matri-monio y la familia», identifica por pri-mera vez a los solteros como miembros de la familia.

«Creo que el resultado fue muy bueno –dijo Pfandl, miembro de la comisión de revisión–. Los delegados reconocieron que cumplimos con la estipulación dada de enmendar pero no escribir el texto nuevamente».

Puede consultar un bosquejo con los cambios en la redacción de las 28 Creencias Fundamentales (en inglés) en: adventistreview.org/assets/public/news/ 2014-10/FUNDAMENTAL_BELIEFS_ STATEMENT-last_version.pdf.

archivista de la Iglesia Adventista, que compila los datos.

Si no se hubiera realizado esa audi-toría, la feligresía hoy alcanzaría los 25 millones.

Otra triste estadística muestra que en los últimos cuarenta años, se han bauti-zado 31,8 millones de personas, mientras que 11,4 millones han sido borrados o han desaparecido. La cifra no incluye a los fallecidos. Muchos de los que se fue-ron, lo hicieron porque la iglesia no los cuidó en forma apropiada, dijo Ng.

En un ejemplo reciente, los adven-tistas bautizados en 2005 después de una campaña en una pequeña aldea del norte de India, se convirtieron nueva-mente al hinduismo en agosto pasado. El incidente, que llegó a los titulares de los medios de la India, creó temores entre los cristianos de que hubiera conversiones forzosas, algo ilegal en el país. Sin embargo, un equipo enviado a la aldea de Asroi descubrió que desde que se bautizaron en 2005, las treinta y tres personas habían recibido muy poco apoyo de los líderes, al mismo tiempo que eran buscados insistentemente por activistas hindúes. Solo unas seis personas quedaron ahora en los libros de la iglesia.

Los líderes de la División Sudasiática, que incluye a la India, han reflexionado sobre la situación después de semejante pérdida. «Necesitamos cuidar de manera especial a los nuevos, y ayudarlos a cimentarse en la Palabra», dijo T. Kurian,

■ La feligresía de la Iglesia Adventista llegó a los 18,1 millones de miembros por primera vez en su historia, pero G. T. Ng, secretario de la Iglesia Adventista mundial, no ve motivos para celebrar.

Ng expresó su consternación por las graves pérdidas. «Es fácil bautizarlos, pero es mucho más difícil retenerlos», dijo en una entrevista.

«La retención debería estar del mismo lado de la moneda, pero los bautismos resultan más atractivos: “¡Miren a cuán-tos he bautizado! –dijo–. ¡La retención de miembros no me reporta ningún bene-ficio!”. Por eso, tenemos graves pérdidas, aunque no se habla mucho del tema».

Ng, sin embargo, se refirió específi-camente al problema el 12 de octubre cuando presentó su informe anual ante los delegados al Concilio Anual.

El número de miembros creció un 1,5 por ciento hasta alcanzar 18.143.745 de miembros, en comparación con los 17.881.491 del año pasado. Por décimo año consecutivo, se unieron a la iglesia más de un millón de personas –1.091.222 para ser exactos–, pero al mismo tiempo, un récord de 828.968 personas fueron borradas de los registros por razones de fallecimiento, abandono de la iglesia o paradero desconocido.

Algunas de las pérdidas reflejan el plan de las iglesias locales de auditar sus libros para borrar los nombres de los miembros que no pueden ser contac-tados y que se han ausentado durante mucho tiempo, dijo David Trim, el

Preocupa la«grave pérdida» de miembros

El secretario de la Asociación General dice que las pérdidas son tan importantes como el crecimiento

Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist World

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 5

I N F O R M E M U N D I A L

director de Comunicación de la División Sudasiática.

Ng defendió la práctica de contar a los miembros, y dijo que no podía compararse con el censo del Antiguo Testamento que ordenó el rey David en Israel, por lo que fue castigado. Las ac-ciones de David, dijo, fueron una exhi-bición de arrogancia y orgullo. «Cuando contamos a los miembros, tenemos que contar con humildad», expresó. El cóm-puto, dijo, es simplemente «un informe sobre lo que ha hecho el Señor».

Ng profundizó este punto en la en-trevista, al referirse a tres de las parábo-las de Jesús en Lucas 15. «No hay nada intrínsecamente malo en contar –dijo–. En las tres parábolas Jesús también contó. La mujer contó las diez monedas y halló que había perdido una. El pastor contó las noventa y nueve ovejas. El padre perdió un hijo. De manera que no hay nada malo en ello».

Ng dijo que los relatos misioneros suelen terminar en tono positivo y dejar la impresión de que la obra tuvo éxito. Pero las estadísticas muestran la otra cara de la moneda: gran parte del mundo no ha tenido la oportunidad de saber de la primera venida de Cristo, y mucho menos de la segunda.

El secretario agregó que la iglesia está presente en 230 países, pero que hay otros 22 países sin ningún adven-tista. También puede ser que un deter-minado país tenga muchos miembros, pero que siga teniendo importantes grupos, sin un solo adventista. En Kenia, muchos de los ochocientos mil miembros provienen de dos grupos lingüísticos, mientras que hay otros cuarenta grupos casi no alcanzados. Lo mismo sucede en Tailandia, donde la mayoría de los miembros proviene de grupos minoritarios.

«Por ello, esto no significa que una vez que se entra a un país, la obra está terminada –dijo Ng–. ¡Todo lo contrario!»

dinero para trabajar en el campo, nece-sitan controlar el número de personas en las oficinas de la Asociación, Unión y División –dijo Lemon en una entre-vista al margen del Concilio Anual–. Los alentamos a añadir pastores y empleados en la vanguardia de la obra, y no solo en niveles administrativos», expresó.

Lemon hizo ese llamado a los líderes de la iglesia el 13 de octubre, al presentar su informe ante el Concilio Anual. También brindó un pantallazo del estado financiero de la iglesia mundial, mostrando que se recibieron 2390 millones de dólares en diezmos, un incremento del 3,54 por ciento por sobre los 2310 millones de 2012. De ese total, la Asociación General recibió el año pasado casi 150 millones de dólares, una cantidad similar a la que ha recibi-do desde 2011.

CUESTIÓN DE DINERO: Robert E. Lemon, tesorero de la Asociación General, presenta su informe anual, el 13 de octubre de 2014.

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■ En 1995, la Asociación General, el principal organismo administrativo de la Iglesia Adventista, tenía 282 emplea-dos. Hoy día, tiene 287, un incremento de solo cinco empleados.

Sin embargo, la Iglesia Adventista no es la misma. En esos dieciocho años, la feligresía creció de 8,8 a 18,1 millones de miembros, mientras que las Divisiones mundiales pasaron de once a trece; el número de Uniones, de 94 a 132; y el número de Asociaciones y Misiones, de 459 a 626.

Robert Lemon, tesorero de la Asociación General, dijo que el estric-to control sobre la contratación de administradores es un modelo para todos los niveles de la iglesia, e instó a los líderes para que sigan el ejemplo de la Asociación General.

«El mensaje que tengo para los líderes es que si quieren tener éxito y

contraten pastores,Se insta a los líderes para que

no administradoresEl tesorero señala la estricta disciplina financiera de la Asociación General como modelo a emular

Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist World

6 Adventist World | Diciembre 2014

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Lemon recordó al Concilio Anual cuán ajustadas estuvieron las finanzas para la Asociación General durante los comienzos de la década de 1990, y la manera en que tuvieron que hacerse ajustes en las asignaciones y reducir el número de empleados.

Desde entonces la Asociación Gene-ral ha contratado según las necesidades, como por ejemplo la directora del nuevo departamento de Ministerios del Niño, pero cada adición sale de otra parte del presupuesto. Si un departa-mento quiere añadir una persona o servicio adicional, tiene que haber una reducción en algún lado. Para optimizar costos, casi todos los líderes de la Aso-ciación General ahora comparten una secretaria en lugar de tener una para cada uno.

Lemon dijo que el principal objetivo de la Asociación General es mantener el suficiente capital operativo para tener una operación financiera saludable y cubrir los gastos diarios, para destinar todo el superávit de fondos al fin del año para proyectos especiales. Esas prácticas –según destacó– han permi-tido que se absorban los efectos de la crisis financiera de 2008-09, y están ayudando a soportar las fluctuaciones constantes de las monedas extranjeras.

La Asociación General también ha podido brindar sustanciales sumas de dinero para proyectos especiales, lo que incluye las iniciativas de compartir a Jesús en la Ventana 10/40, un territorio que abarca al Norte de África, Oriente Medio y Asia. Lemon dijo que los gastos en la Ventana 10/40 son similares al presupuesto de una División.

Asimismo hizo un llamado a los líderes para que practiquen la disciplina financiera. «Si quieren tener la capaci-dad de responder inmediatamente de la manera en que lo hacemos con los proyectos especiales, no pueden seguir añadiendo más y más empleados», dijo.

directivas de las Divisiones, según lo consideren apropiado en sus territorios, hagan provisión para ordenar a las mu-jeres al ministerio evangélico? Sí o no».

Los delegados respaldaron la con-sulta y una declaración de tres páginas adjunta, redactada por los líderes de la Asociación General y las Divisiones, por una votación de 243-44, con tres abstenciones.

«Quiero agradecerles por el espíritu amable con el cual se desarrolló este encuentro –dijo Ted N. C. Wilson, pre-sidente de la Asociación General, mo-mentos después de que los resultados de la votación aparecieran en la pantalla–. Esperamos la misma actitud en el Congreso de la Asociación General».

Wilson también pidió a los líderes de la iglesia que adhieran a la decisión que tome el Congreso de la Asociación General sobre la ordenación de la mujer, no importa cuál sea. «Prometo seguir lo que se vote en el Congreso de la Asociación General –dijo–. Les pido que hagan lo mismo».

Lea la declaración aprobada el 14 de octubre por los delegados (en inglés) en www.adventistreview.org/assets/public/news/2014-10/statement.pdf.

■ Los delegados al Concilio Anual acordaron pedir al Congreso de la Asociación General del año próximo, que vote si cada División puede decidir por su cuenta ordenar a las mujeres. Muchos expresaron el anhelo de que la decisión final, no importa cuál sea, permita que la iglesia se dedique más plenamente a la misión de proclamar el pronto regreso de Cristo.

El pasado 14 de octubre, después de seis horas de presentaciones y discusión, los delegados al Concilio Anual, un im-portante encuentro administrativo de la iglesia, aprobaron por amplia mayoría una solicitud de someter la consulta al Congreso de la Asociación General 2015. De aprobarse, el voto autorizaría a que cada una de las trece Divisiones de la Iglesia Adventista ordene a las muje-res en su territorio si así lo desea.

La pregunta que será presentada a los delegados al Congreso de la Aso-ciación General de julio próximo es: «Después de estudiar con oración sobre la ordenación a partir de la Biblia, los escritos de Elena White, y los informes de las comisiones de estudio y después de analizar con detenimiento lo que es mejor para que la iglesia cumpla su misión, ¿es aceptable que las juntas

ordenación de la mujerConsulta sobre

es enviada alCongreso de la AG

Los delegados votan después de seis horas de amables discusiones

Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist World

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 7

■ Preparar un breve bosquejo del sermón, dejando espacios en blanco para que los niños los completen. El pastor puede anunciar: «Esta es la respuesta».

«De esta manera, los niños estarán participando del sermón –dijo Koh–. Tenemos que aprender a predicar ser-mones que incluyan a los niños».

Koh está compilando una guía prác-tica sobre cómo predicar sermones que incluyan a los menores.

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CELEBRAR LA NIÑEZ: Linda Mein Lin Koh, directora de Ministerios del Niño, posa con un grupo de niños de la Universidad Adventista de Lukanga (República Democrática del Congo).

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■ Linda Mei Lin Koh se ha propuesto capacitar a los pastores adventistas para que prediquen sermones que atraigan a los niños. Koh, que es direc-tora del departamento de Ministerios del Niño de la Iglesia Adventista mun-dial, dijo que puede demandar un poco más de trabajo, pero que esto resultará en niños que sientan entusiasmo por Dios y la iglesia.

«Los pastores no han sido capacita-dos para predicar este tipo de sermones, y casi todos predican teniendo en mente solo a los adultos –dijo en una entre-vista–. Por ello, unos consejos de cómo hacer esfuerzos conscientes para que los niños piensen en la predicación, puede hacer mucho por ellos».

Koh, dijo que hay cuatro maneras de incluir a los oyentes jóvenes:

■ Asignar versículos bíblicos a los niños de antemano, y llamarlos por nombre para que lean los pasajes desde sus asientos.

■ Hacer preguntas bíblicas simples desde el púlpito y pedir a los niños que levanten la mano para responderlas.

■ Comenzar el sermón señalando un versículo de la Biblia, y pedir a los niños que cuenten cuántas veces es mencionado en el sermón.

Oriunda de Singapur, Koh tiene cinco nietos; ha trabajado como directora de Ministerios del Niño por diecinueve años, y muchos deben recordar una serie de devocionales para niños que escribió para la última Semana de Oración, y que aparecieron en la Adventist Review.

Al describir a los niñitos más pequeños que aún no van a la escuela Koh dijo que pueden ser incluidos en el culto con un relato.

Los escolares y adolescentes, sin embargo, ya pueden dejar de lado sus juguetes y libros y pueden involucrarse en muchas otras actividades de la igle-sia, tales como los momentos de ala-banza, las partes musicales, las lecturas bíblicas, la recolección de ofrendas y los proyectos de servicio comunitario de la iglesia. «Es un estilo de vida, y no se debe esperar que hagan algo cuando alcancen cierta edad». Si participan del sermón y otras actividades de la iglesia desde pequeños, llegan a ser adultos compasivos con corazones orientados hacia la misión. Concluyó diciendo: «Los misioneros y líderes del mañana, comienzan con los niños de hoy».

con la iglesia

Cómo hacer para quelos niños se entusiasmen

Andrew McChesney, editor de noticias, Adventist World

La directora de Ministerios del Niño dice que el secreto es involucrar a los niños en el sermón.

8 Adventist World | Diciembre 2014

S A L U D M U N D I A L

Peter N. Landless y Allan R. Handysides

A pesar de que el número de fumadores ha disminuido en muchos países, el número

general de fumadores sigue en aumento. Llama a la reflexión pensar que hasta fines de 2010, el tabaco estaba provocando seis millones de muertes por año, y aun hoy sigue siendo una de las principales causas de muertes evitables.

Para reducir esta terrible estadística, se necesitan dos cosas: en primer lugar, esforzarse por evitar que la gente co-mience a fumar; en segundo, desarrollar e implementar iniciativas efectivas que ayuden a que la gente deje el hábito.

Desde fines de la década de 1950, la Iglesia Adventista ha participado activamente en programas para dejar de fumar. El doctor J. Wayne McFarland y el capellán Elman Folkenberg desarro-llaron el «Plan para dejar de fumar en cinco días» y fueron pioneros de una de las primeras iniciativas en terapia de grupo sistemática para dejar de fumar. El primero de estos planes fue condu-cido a comienzos de la década de 1960, poco antes de que Luther Terry, princi-pal responsable de salud de los Estados Unidos, publicara un informe en el que relacionaba el hábito de fumar con el cáncer de pulmón en los hombres. En 1984, el programa fue modificado y pasó a llamarse «Respire libremente», introduciéndosele cambios y mejoras significativas. Ese programa, que fue revisado una vez más y ahora se presen-ta en formato electrónico, es conocido

de establecer áreas para fumadores en nuestras iglesias. ¡Nunca hemos sugeri-do esto! Lo que se ha recomendado es que las iglesias designen áreas especí-ficas para fumadores fuera del edificio. Los miembros tienen que alentar a los que están tratando de dejar de fumar pero aún no están libres de la adicción, para que igualmente asistan a la iglesia y aprovechen el poder que Cristo ha prometido para vencer hábitos pro-fundamente arraigados. Es importante que la iglesia reciba bien a todos los que buscan la plenitud del cuerpo, la mente y el espíritu.

Tenemos la maravillosa oportunidad de alcanzar a nuestras comunidades con el ministerio abarcador de salud, y de ayudar a los esclavos de la adicción a la nicotina. Mientras usamos el método de Cristo, que implica mezclarnos, sim-patizar y satisfacer las necesidades de la gente, podemos orar para que abracen su gracia y salvación, que es ofrecida libremente a todas las personas.

Tenemos las herramientas; entonces, usémoslas. ■

como «Respire libremente 2».La versión anterior duraba treinta

días y resultó exitosa en diversos países. Se han conservado muchos de sus principios básicos, pero se agregaron también muchos detalles. Al igual que su antecesora, la nueva versión cuenta con detalladas investigaciones, presentando fundamentos científicos que buscan ayudar a que los fumadores abandonen el hábito. También usa la interrogación motivacional para que los fumadores vean la necesidad de dejar el hábito y no reincidir. Se ha incluido el uso de la intervención y asistencia farmacológica para situaciones en las que el profesional de salud a cargo del adicto lo considere necesario.

Uno de los principales objetivos del programa es promover relaciones positivas que son fundamentales para alcanzar buenos resultados. Se brinda un énfasis importante en el estilo de vida (lo que incluye el ejercicio físico), la alimentación sana y los sistemas positivos de apoyo por parte de la familia, amigos e individuos significati-vos para el fumador.

Casi todos los fumadores son cons-cientes de que fumar es dañino y causa muchas enfermedades. En efecto, es increíble que se permita vender tabaco, dado que es el único artículo de acceso fácil que mata al cincuenta por ciento de quienes lo usan.

Usted ha hecho una importante pre-gunta sobre la supuesta recomendación

He escuchado informes de que el programa «Respire libremente» ha sido revisado. ¿Fuma la gente tanto como antes? También me asombró escuchar que existiría un plan de ofrecer zonas para fumadores en las iglesias. ¿Puede por favor aclarar este tema?

Respire libremente

Peter N. Landless es cardiólogo nuclear certificado y director del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

Allan R. Handysides es ginecólogo certificado y exdirector del Departamento de Ministerios de Salud de la Asociación General.

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Vol. 10 No. 12 | Adventist World 9

P A N O R A M A M U N D I A L

Nota del editor: El siguiente mensaje fue extraído del sermón que predicó Ted N.C. Wilson, presidente de la Iglesia Adventista mundial, el sábado 11 de octubre, durante el Concilio Anual 2014 en Silver Spring (Maryland, EE. UU.). Si desea leer el sermón completo (en inglés), visite: www.adventistreview.org/church-news/‘god’s-prophetic-movement,-message,-and-mission-and-their- attempted-neutralization-by-the-devil’

Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando

a quien devorar. Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo» (1 Ped. 5:8, 9).

Los adventistas afirmamos sin dudar que Dios nos ha dado una misión especial para estas horas finales de la historia del mundo, y el diablo está furioso. Lo vemos vívidamente en el libro de Apocalipsis […]. El capítulo 13 bosqueja el doble plan satánico de guerra para destruir al pueblo de Dios del tiempo del fin […]. Apocalipsis 14 revela la contraofensiva divina: el pueblo remanente muestra su carácter y proclama el llamado divino final para el mundo, que son los mensajes de los tres ángeles.

Satanás busca dividirSi se proclamara como Dios espera,

la poderosa verdad de estos singulares mensajes quebrantaría por completo los engaños de Satanás […]. No es de asombrar, entonces, que el enemigo está haciendo todo lo que puede para influir sobre el territorio que reclama como suyo […].

Aunque la persecución a gran escala por cierto llegará, en el presente Satanás procura trabajar desde adentro; debi-litar a la iglesia mediante la disensión, la discordia y la conformidad con el mundo. «Satanás siempre está tratando de dividir la fe y los corazones del pueblo de Dios. Sabe bien que la unión es la fuerza de la iglesia, y la división su debilidad. Es […] esencial que todos los

Nuestra única esperanzaNuestra única esperanza es una

fe duradera en la Palabra de Dios, la confianza en los consejos inspirados, la oración ferviente y la conducción del Espíritu Santo. Sin esta brújula celestial, caeremos por cierto en las distracciones satánicas […]. En nuestro intento por conocer la voluntad de Dios mediante el estudio de su Palabra, no debemos introducir interpretaciones extrañas y emplear la gimnasia interpretativa para sacar conclusiones que no se hacen evidentes a partir de la lectura simple de la Palabra […]. «El lenguaje de la Biblia debe explicarse de acuerdo con su significado manifiesto, a no ser que se trate de un símbolo o figura».2

El tiempo en este mundo es breve. Pronto terminará el tiempo de gracia. Necesitamos prepararnos para ver a

seguidores de Cristo comprendan los ardides de Satanás y con un frente uni-do enfrenten sus ataques y lo venzan. Necesitan hacer esfuerzos continuos para avanzar juntos aun si esto les requiere algún sacrificio».1

Satanás también procura neutralizar nuestros esfuerzos mediante las diversio-nes seculares […] y los malos hábitos de salud […]. Usa el escepticismo respecto de la veracidad del registro bíblico […]. Trata de producir controversias sobre la doctrina bíblica, para desviar nuestra testificación evangélica, haciéndonos desconfiar y pelear entre nosotros […].

Se nos advierte que al fin del tiempo, Satanás inspirará a individuos para que prediquen que la reforma en la iglesia consiste en dejar de lado nuestras doc-trinas distintivas para facilitar que otros se nos unan […].

ConfiemosTodopoderoso

en el

f o T o g r a f í a : a n s e l o l i v e r

«

10 Adventist World | Diciembre 2014

Dios cara a cara arrepintiéndonos y abandonando el pecado […]. Solo mediante la confianza total en Cristo, su justicia y poder, alcanzaremos la victoria. En esta guerra espiritual, la victoria solo está en Cristo.

La guerra es realLa guerra es sumamente real. Los

ataques del enemigo no son solo teóricos, y no podemos soportarlos sin la fuerza continua de Dios.

Permítanme compartir algunas experiencias recientes de mi propia familia. Tenemos tres hijas maravillosas, tres yernos y ocho estupendos nietos. Muchos de ustedes conocen a Edward, nuestro nietito de dos años, hijo de nuestra hija mayor Emilie y su esposo Kameron. Acaso escucharon la lucha de Edward con el cáncer durante los

Tenemos un Dios todopoderoso que vencerá todos los obstáculos que nos arrojen Satanás y su hueste maligna. Si caemos a los pies de Cristo y abando-namos el pecado, buscamos el perdón y pedimos su poder para resistir los ardides del enemigo, Dios nos dará el poder ilimitado del cielo para vivir una vida renovada […].

Ahora que el diablo procura neutra-lizar a los adventistas, no es momento de quedarnos parados; mediante el poder del Espíritu Santo, los invito a ponerse de parte de la verdad divina. Lleven adelante con valor el mensaje de Dios. El Señor quiere que sean proclamadas las verdades distintivas del mensaje adven-tista. Aléjense de todo aquello que soca-ve nuestro mensaje u opaque nuestras creencias distintivas. Que el diablo no lo tiente a fusionarse con la multitud, o a ser «políticamente correcto». No pro-clame un cristianismo «genérico», o un «Cristo de gracia barata», que no llame a proclamar las verdades distintivas de la Biblia en todo el mundo. Esa es la razón misma por la cual se organizó la Iglesia Adventista […].3

Hermanos, ¡Jesús viene pronto! Al aproximarnos a ese maravilloso día del regreso de Cristo, los intentos del diablo de neutralizar la Palabra de Dios serán completamente derrotados por el poder divino y su mensaje bíblico eterno de amor y verdad. El diablo pierde; ¡Dios gana! Ese es el mensaje final del Gran Conflicto, y es nuestro privilegio permi-tir que Dios nos use en este último gran esfuerzo espiritual de llevar la verdad de Cristo a cada ser humano del planeta, para «Alcanzar al mundo» mediante el poder incomparable de Dios. ■

1 Testimonios para la iglesia, t. 3, p. 478.2 El conflicto de los siglos, p. 584.3 Véase Testimonios para los ministros, p. 470.

últimos ocho meses. Aunque alabamos a Dios porque ahora está libre de la enfermedad, aún sufre de diversos pro-blemas neurológicos, porque desarrolló anticuerpos al cáncer que ahora le están atacando el cerebro. Agradecemos a Dios porque Edward está respondiendo positivamente al tratamiento, pero aún es incierto hasta qué punto podrá recuperarse.

Algunos también saben que el bebé de quince meses de Elizabeth, nuestra segunda hija, y su esposo David, ha sido diagnosticado con una extraña mutación genética; es tan rara que, en el mundo, solo otras dos personas la han tenido. El pequeño James es tan precioso que sufrimos al darnos cuenta de la gravedad de su situación y el peligro que esto presenta para su futuro bienestar […].

Y hasta hace tres semanas, nuestra tercera hija Catherine, y su esposo Bob, estaban esperando su tercer hijo, cuan-do perdieron el bebé […]. Después del parto prematuro a los cuatro meses, ella pudo tener el cuerpecito perfectamente formado en su mano. Cuando el Señor regrese, el hijito de Catherine será colocado en sus manos, y podrá crecer en el cielo.

En el último año, el diablo ha procurado neutralizar a cada una de nuestras tres preciosas hijas, sus familias y a nosotros como sus padres. Pero no tendrá éxito. Dios está en control, y él saldrá victorioso […].

Hermanos y hermanas, ninguno de nosotros está exento de los ataques del enemigo, que busca neutralizar nuestra obra por el Señor. Estamos juntos en esto. Hay muchos que enfrentan cosas mucho peores que las que ha sufrido mi familia. Solo podemos mantenernos firmes, confiando plenamente que el poder de Dios nos sustentará y nos ayudará a ser más semejantes a él.

No hay tiempo que perderNo podemos correr el riesgo de per-

der el tiempo. Necesitamos mantener la conexión con Cristo en todo momento para combatir los engaños del enemigo.

ConfiemosTodopoderoso

Ted N. C. Wilson

Ted N.C. Wilson es presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 11

D E V O C I O N A L

Olen Netteburg

En cierto momento había desapa-recido mucho dinero. Dos administra-dores fueron despedidos, y asumieron dos nuevos sin experiencia en la obra hospitalaria. Como había faltado dine-ro, comencé a poner mi firma en cada gasto y cada recibo, liquidar sueldos y reunirme con el doble de personas.

■ ■ ■

Necesito un lugar donde pasar va-rias horas al día respondiendo mensajes electrónicos y trabajando en la compu-tadora. Necesito un lugar para pensar,

para escuchar la voz de Dios, para estudiar y crecer laboral y espiritual-mente. Cuando trabajo en el hospital, los pacientes y el personal me buscan constantemente. Cuando trabajo en mi casa, en la mesa grande de la cocina, mis hijos quieren jugar.

Necesito una oficina.Mi esposa tuvo la idea de transfor-

mar el dormitorio de visitas, y Jamie, nuestro excelente voluntario de mante-nimiento, me fabricó un escritorio. En realidad, encontró una vieja estructura

12 Adventist World | Diciembre 2014

El Hospital Adventista de Bere (Chad) suele ser un lugar alocado. Un día nos dedicamos a salvar

cinco o seis vidas, y al día siguiente tengo que despedir a alguien por estafa.

Cada semana, hay decenas de per-sonas que siguen vivas gracias a nuestra labor: bebés que nacen por cesárea, niños tratados por malaria, una mujer que se quebró el fémur pero que, gra-cias al tratamiento, tendrá una vida útil. Llevamos a cabo una obra destacada en circunstancias sumamente primitivas, y con escasos equipos modernos. (No tenemos una máquina de rayos-X; y ni pensar en tomógrafos o resonadores magnéticos). Todo es obra de personas capaces y, por encima de todo, de la bendición divina sobre nuestros débiles esfuerzos.

Pero entonces, descubrimos que un empleado no da el medicamento o no hace el análisis necesario si la familia no le pasa un pago a él. ¡Y eso es obra del diablo!

Nos encontramos en la vanguardia del gran conflicto.

■ ■ ■

Mi supuesta tarea es ser gerente general de esta institución de setenta camas, además de asesor de otros cinco hospitales a cargo de Adventist Health International. Soy el administrador más reacio. No me gusta la política. Como jefe, no soy bueno para las relaciones in-terpersonales. No soy lo suficientemente organizado, ni tengo la motivación su-ficiente. Y trabajo de más. Cada día veo pacientes pediátricos y adultos. Además, recibo consultas radiológicas, consultas privadas y, por supuesto, me dedico a lo mío: la medicina de emergencias.

Y soy el jefe. Dirijo reuniones, recolecto fondos, resuelvo disputas entre el personal, trato de crear rela-ciones con funcionarios del gobierno, encuentro voluntarios… ¡es más, usted podría ser uno!

¿Recuerdan además que hay otros cinco hospitales?

El

de madera y la cubrió con un buen tro-zo de contrachapado. Finalmente, le lijó los bordes. Ahora solo faltaba pintarlo.

Por ello, mi hijo Lyol y yo lo pinta-mos. O al menos lo intentamos.

Lyol tomó un pincel mediano y me dio uno sumamente pequeño. Entonces comenzó a volcar un poco de pintura sobre el escritorio. De tanto en tanto, desparramaba la pintura, de la manera más torpe imaginable.

Aunque estaba en gran desventaja por el ínfimo tamaño de mi pincel y mi deseo de no usarlo tan solo para salpi-car el escritorio, logré seguir al ritmo de mi hijo desde mi lado del mueble. Le ayudé a pintar los bordes. Cuando estábamos terminando, alcé el cubo de pintura para que pudiera cubrir el último extremo. Cada vez que sumergía su pincel, Lyol dejaba la mitad de la pintura en mi mano. Decidió entonces que sería bueno pintar la base que sostenía la nueva tabla, por lo que la salpicó de pintura.

Entonces, se cansó de sus labores.Se apartó de su obra maestra. Yo

también me alejé del escritorio y miré a mi hijito de cinco años, tratando de determinar quién tenía más pintura, si el escritorio o su piel. Declaró que su obra era buena, y corrió a jugar afuera, aunque antes logré restregarlo con un paño empapado en gasolina para qui-tarle la pintura.

Mientras él jugaba en el patio a unos metros de mí, traté de limpiar un poco lo que había hecho. Procuré remover la pintura de los lugares donde se había amontonado, y extenderla a otros que

no estaban pintados. Cubrí los bordes con pintura. Terminé la base.

Me convencí de que yo solo podría haber hecho un mejor trabajo, y haber-lo hecho más rápido. Pero disfruté de hacerlo con él. Disfruté también de ver cómo aprendía a hacer algo nuevo.

■ ■ ■

Eso sucedió ayer. Hoy trasladé el escritorio a mi oficina. Ahora tiene las huellas de mis hijos. ¿Está compuesto por partes de la mejor calidad? No. ¿Es la calidad artesanal del escritorio lo que lo hace valioso? De ninguna manera. A pesar de todo, es para mí el mejor escritorio del mundo. ¿Por qué? Porque mi hijo y yo dedicamos tiempo a pintarlo juntos. Lo hicimos juntos. Es nuestro proyecto.

Por ello, ahora me siento a trabajar en mi escritorio. Pienso en la montaña de tareas que tendré durante el día. Me siento estresado. Pienso en cuán tosco es mi trabajo.

Y me doy cuenta de algo.En este hospital y los hospitales de

la iglesia en la región, también tengo un pincel. Y estoy desparramando pintura por todos lados, de cualquier manera. En algunos lugares hay demasiada pintura. En otros, la pintura aún no ha llegado. Me olvido. No presto atención a los detalles. Pinto partes que no debería pintar. He comenzado a pintar algunas cosas, y me estoy ago-tando antes de terminarlas. Me estoy ensuciando. Y hasta estoy salpicando de pintura a quien sostiene el cubo.

Allí está parado, observando, contentándose con mirar cómo doy lo

mejor de mí, que es una miseria. Con paciencia, me permite continuar con mis patéticos esfuerzos. Ve cómo me ensucio. Nota todos los lugares que pasé por alto. Se da cuenta qué desparejo pinto, y cómo me meto en increíbles problemas. Me observa pintar partes que estaban bien sin pintura, y ve cuán agotado quedo. Con paciencia, hace lo mejor para restregarme con gasolina hasta que quedo limpio.

Entonces, con paciencia suprema, toma el irrisorio pincel que le he dejado y comienza a cubrir los lugares que dejé sin pintar. Termina lo que yo no pude hacer. Suaviza las asperezas. Sin quejarse jamás, lleva sobre sus manos las manchas de pintura producto de mi torpeza, errores y descuidos. Y observa y sonríe.

Sin mí, él podría haber hecho un trabajo mejor, y mucho más rápido. ¿Pero saben qué? Escogió hacerlo con otra persona. ¿Y saben qué? ¡Me escogió a mí!

Y cuando se sienta a trabajar en su escritorio, piensa en pasar tiempo conmigo. Piensa en mis pequeños y pobres esfuerzos, mientras trabajo con-centrado entresacando la lengua. Ve las imperfecciones de mi trabajo, que son sumamente evidentes. Pasa los dedos sobre los lugares donde me equivoqué, o donde se esforzó por borrar mis errores.

Y sonríe, diciéndose: «Es mi escrito-rio favorito. Lo hice con mi hijo». ■

Disfruté de hacerlo con él. Disfruté también de ver cómo aprendía a hacer algo nuevo.

Olen Netteburg es médico misionero (y reacio administrador) en el Hospital Adentista de

Bere (Chad). Este artículo es una adaptación de una entrada en el blog que comparte con su esposa Danae, que también es médica. Under de Mango Trees (Bajo los mangos) puede consultarse (en inglés) en www.missionarydoctors.blogspot.com.

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 13

C R E E N C I A S F U N D A M E N T A L E S

Crecí en un hogar adventista, y allí el sábado siempre era un día especial. Dejábamos de lado los libros de la escuela, cenábamos juntos, y disfrutábamos

del compañerismo cálido y de la iglesia. Aparte de una que otra reunión de oración, para mí, una niña de diez años, la iglesia era un club de fin de semana. El pastor nos alimentaba espiritualmente, y mi función era escuchar atentamente el culto. Saludaba cortésmente a cualquier visita ocasional, y el resto era tan solo rutina.

Después de terminar la escuela secundaria, vi que mis amigos, uno a uno, abandonaban la iglesia. Yo seguí asistien-do, pero también luché con las implicaciones de hacerlo. Si soy tan solo una de dieciocho millones, ¿importa realmente si asisto a la iglesia? Estoy feliz de haberme quedado para cono-cer la respuesta. Mediante la participación en mi iglesia local y en iglesias de diversos lugares del mundo, la verdad probada en la experiencia me ayudó a comprender la significación bíblica de la verdad.

1Compuesta por individuosAlgunos creen que la iglesia es un edificio, una comple-

jidad de política y liderazgo o, inclusive, una entidad en sí misma. Por el contrario, la iglesia es usted. Soy yo. Nosotros como individuos conformamos la iglesia. Así como un cuerpo de agua está compuesto por gotas, el cuerpo de Cristo está compuesto por ti y por mí. Sin las gotas, no existe el océano; sin las personas, no hay iglesia.

Una iglesia a menudo cuenta con un edificio para los cultos, pero el edificio no es una iglesia. Cuando creemos que es una estructura inanimada, confinamos la iglesia a una actividad para los fines de semana, y no la vemos como nuestra identidad. Asimismo, cuando la objetivamos en una realidad en sí misma (por ejemplo, la iglesia dijo esto, la iglesia cometió este error, la iglesia es responsable por esto),

eludimos nuestra responsabilidad y, por lo tanto, olvidamos que nosotros, la iglesia, somos la esposa de Cristo.

Es verdad que no nos elevaremos más que nuestros líderes, pero es igualmente cierto que los miembros deter-minan la temperatura de la iglesia. Elena White escribió que «ninguna iglesia puede progresar en santidad si sus miembros no buscan ardientemente la verdad como si fuera un tesoro escondido».1 No dice que es el pastor, la junta o los laicos: dice que son los miembros. La iglesia misma no puede avanzar si nosotros no avanzamos personalmente con Cristo.

2 Llamados al servicioCuando Jesús dejó esta tierra, nos dio la más grande de

todas comisiones: «Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones» (Mat. 28:19). Los discípulos buscaron cumplir esto con toda su fuerza. Predicaron, sanaron a las personas y hasta distribuyeron alimentos para satisfacer las necesidades físicas (Hech. 3:11-13; 3:7; 6:1-7). Su ejemplo nos enseña que no depende del pastor o del equipo de liderazgo hacer evangelis-mo y ganar almas para Cristo; alcanzar a otros incluye a todos los discípulos.

¿Cómo deberíamos servir? Elena White escribió: «El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacer-les bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces les decía: “Seguidme”».2 Lo que hizo Jesús fue satisfacer la necesidad de las personas, no importa cuáles fueran.

En 1 Corintios 12, Pablo analiza la unidad en la diversi-dad que tiene y debería tener el cuerpo de Cristo. Si todos fueran predicadores, ¿quién saludaría a la entrada? Si todos se ocuparan de la amplificación, ¿quién atendería a los po-bres y traería comida para el almuerzo de la iglesia? «Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuera oído, ¿dónde estaría el olfato?» (vers. 17). Al trabajar juntos,

Jamás existió el plan que la iglesia fuera un club de fin de semana

N Ú M E R O 1 2Callie Williams

14 Adventist World | Diciembre 2014

tenemos que usar los diversos dones de Dios para servir y atraer a otros hacia él.

3 Diseñados para la comuniónSe nos advierte que no olvidemos de congregarnos

(Heb. 10:25). La naturaleza humana es propensa a evitar la vulnerabilidad, a mostrar una fachada. Como resultado, dentro de la iglesia, muchos se quejan de que hay hipocresía. En lugar de ser un hospital para los enfermos, nos hemos convertido en una exhibición de falsos santos.

En Hechos 2:42, Lucas escoge una palabra específica para la comunión de la iglesia primitiva: koinōnia. No es una compañía casual, sino un compañerismo íntimo, uno que incluye una sana vulnerabilidad y bondad y amor mutuos. No hay registro de que los miembros de iglesia sean perfectos,3 lo que significa que se aman a pesar de todo. Esto es motivo de

seguridad mutua, y produce la satisfacción del cielo.El escritor cristiano Timothy Keller expresa de manera

hermosa la necesidad de esta verdadera comunión cristiana: «Ser amado sin que nos conozcan es consolador pero superfi-cial. Ser conocido sin que nos amen es nuestro mayor temor. Pero ser plenamente conocido y amado de verdad se parece mucho al amor de Dios. Es lo que más necesitamos. Nos libera de los pretextos, nos humilla para liberarnos de nuestra justicia propia, y nos fortifica para enfrentar cualquier dificul-tad que aparezca en el camino».4

4 Un lugar de crecimientoUna tribu de nativos americanos tenía una sola regla

para hablar durante las reuniones generales: el que criticaba una determinada cosa, también tenía que proponer una mejora. Muchos de nosotros nos hemos esforzado a la hora de criticar la iglesia, pasando desde lo que hace el presidente de la Asociación General hasta las «terribles» técnicas misio-neras, y lo que el pastor debería haber predicado el último sábado. No obstante, cuando señalamos los yerros de otros, ¿nos ofrecemos de todo corazón para satisfacer las necesida-des que se presentan?

¿Por qué escogió Dios a Israel como su pueblo? ¿Por qué nos ha llamado a ser parte de su iglesia? Cuando Dios habló a Moisés sobre sus planes para los israelitas, dijo: «He descendido para librarlos de manos de los egipcios y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel» (Éxo. 3:8). Dios no solo los libró de la esclavitud, sino que los llevó a un nuevo hogar maravilloso.

Lo mismo sucede con nosotros: Dios desea sacarnos de nuestra condición pecaminosa a la medida plena del carácter de Cristo, y quiere que lo hagamos juntos. Como el hierro afila el hierro, y como una brasa calienta a la otra, la iglesia es el lugar para crecer juntos en Cristo. ■

1 Elena White, El conflicto inminente, p. 21.2 Elena White, El ministerio de curación, p. 143.3 La epístola a los Corintios habría de ocuparse de refutar este mito.4 Timothy Keller y Kathy Keller, The Meaning of Marriage (London: Hodder and Stoughton, 2011), p. 101.

En lugar de ser un hospital para los enfermos, nos hemos convertido en una exhibición de falsos santos .

La iglesia

Callie Williams es directora misionera de R3 Missions. Vive con su familia en Maryland (EE. UU.), donde también está estudiando para ser profesora de inglés.

La iglesia es la comunidad de creyentes que confiesa

a Cristo Jesús como Señor y Salvador. Como continua-

dores del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento, se

nos invita a salir del mundo. Nos reunimos para adorar,

confraternizar, instruirnos en la Palabra, celebrar la Cena

del Señor, servir a la humanidad y proclamar el evangelio

a todo el mundo. La iglesia recibe su autoridad de Cristo,

que es el Verbo encarnado, y de las Escrituras, que son

la Palabra escrita. La iglesia es la familia de Dios: adop-

tados por Él como hijos e hijas, sus miembros viven sobre

la base del nuevo pacto. La iglesia es el cuerpo de Cristo,

una comunidad de fe de la que Cristo mismo es la Cabeza.

La iglesia es la esposa por la cual Cristo murió para san-

tificarla y purificarla. En su regreso triunfante, Cristo se

presentará a sí mismo una iglesia gloriosa compuesta por

los fieles de todas las edades adquiridos por su

sangre, sin mancha o arruga, sino santa y sin mácula.

(Gén. 12:3; Hech. 7:38; Efe. 4:11-15; 3:8-11; Mat. 28:19, 20;

16:13-20; 18:18; Efe. 2:19-22; 1:22, 23; 5:23-27; Col. 1:17, 18).

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 15

N O TA D E TA PA

Un equipo de tiradores estaban apostados en lugares estratégicos y perros detectores de bombas

guardaban la Asociación Publicadora Review and Herald, en Hagerstown (Maryland, EE. UU.). Decenas de empleados aguardaban, expectantes, en el vestíbulo de la entrada principal.

Entonces, el helicóptero descendió sobre el césped. En su interior viajaban Konstantin Karchov, principal funcio-nario de asuntos religiosos de la Unión Soviética, y su anfitrión, Neal Wilson, presidente de la Asociación General.

Momentos después, Karchov ingresó al edificio ante el aplauso de los emplea-dos. Sonreía ampliamente y juntaba las manos en señal de gratitud, según se ve en un inédito rodaje de los archivos de la Review and Herald.

Harold «Bud» Otis Jr., presidente de la Review and Herald al momento de esa visita en octubre de 1986, aún se emociona cuando recuerda la reacción de Karchov ante las prensas en plena actividad. «Estábamos imprimiendo la Adventist Review a un ritmo de treinta mil ejemplares por hora –dijo Otis en una entrevista grabada en 2013– y él me tocó en el hombro, y me dijo: “Tienen que venir a Rusia y construir una casa editora como esta”».

Y la Iglesia Adventista así lo hizo.Son historias como estas las que

cimentan la Asociación Publicadora Review and Herald como una fuerza destacada dentro de la Iglesia Adventista, aun en esta nueva era como editora sin sus propias instalaciones, algo que sucede por primera vez desde la década de 1850.

La Asociación General, que es dueña de la Review and Herald, y la junta de la casa editora, decidieron en junio pasado cerrar la planta impresora de Hagerstown después de años de pérdidas. La Asociación General seguirá siendo dueña de la propiedad intelectual y publicará bajo ese sello editorial muchos de sus libros y demás publicaciones (lo que incluye la Adventist Review y Adventist World) en la Pacific Press, la otra importante casa editora adven-tista en los Estados Unidos.

«La Review and Herald ha estado proclamando la verdad adventista por muchos años, y estamos sumamente agradecidos por esa herencia, que segui-rá existiendo», dijo Ted N. C. Wilson, actual presidente de la Asociación Gene-ral, cuyo padre fue anfitrión del funcio-nario soviético en la visita mencionada. «Nos sentimos muy agradecidos por el servicio dedicado de los empleados de la Review and Herald a lo largo de los años –dijo Wilson–. Muchas personas estarán en el cielo gracias a sus labores».

El cierre de los talleres de impresión fue una gran decepción para los em-pleados de la Review and Herald, mu-chos de los cuales habían trabajado allí durante décadas. En diversas entrevistas por teléfono y correo electrónico, los actuales y exempleados se refirieron con pasión al anhelo de que siguiera abierta. A pesar de ello, nadie habló con animo-sidad contra la iglesia. Por el contrario, sus rostros se iluminaron al compartir historias sobre la función que jugó la Review and Herald en la proclamación del pronto regreso de Cristo.

«El poder de la prensa invita a la reflexión –dijo Mark B. Thomas, pre-sidente de la Review de 2010 a 2014 y empleado de larga data–. Trabajar para la Review and Herald nos hacía sentir que éramos la élite de las editoriales».

«Dios lo planeó así»Thomas fue testigo de la visita de

Karchov en ocasión de una visita de doce días a los Estados Unidos, que también incluyó encuentros con líderes de otras religiones en Nueva York y Atlanta. Fue la primera visita de ese tipo en la historia entre Estados Unidos y la Unión Soviética.

«Fue interesante, porque el Servicio Secreto estaba por todos lados –dijo Thomas durante una entrevista–. Había tiradores apostados en el edificio, y pe-rros entrenados. Teníamos un helipuer-to, pero no se le permitió descender allí porque muy cerca pasa una autopista».

En el vuelo de regreso a la ciudad de Washington, Karchov le recordó a Otis, quien iba a su lado, su deseo de instalar una casa publicadora en Rusia.

Una experiencia extraordinariaAndrew Mc Chesney, editor de noticias, Adventist World

a M e n o s q u e s e i n d i q u e l o c o n T r a r i o , l a s f o T o g r a f í a s s o n p o r c o r T e s í a d e l a r e v i e w a n d h e r a l d .16 Adventist World | Diciembre 2014

«Durante el viaje a Washington, bosquejó el plan para que se hiciera realidad», dijo Otis en una entrevista telefónica. Desde el mismo comienzo, él y yo nos entendimos muy bien. Por cierto, así lo planeó Dios».

Otis decidió viajar a la Unión Soviética después del invierno. Pero Karchov lo presionó para que fuera

antes, por lo que junto con su esposa Rose volaron a Moscú en enero de 1987. Otis dijo que Karchov comenzó a devolver multiplicada la amabilidad que había recibido en la Review and Herald. «Nos esperó en el aeropuerto y nos hizo ingresar al país por la vía diplomática. Nos trató como si fuéramos de la realeza. Me dio dos semanas para recorrer el país, predicando en iglesias adventistas en zonas que desde 1917 no habían recibido ningún pastor desde la Asociación General».

Orígenes de la Review and Herald

Las raíces de la Review and Herald se remontan a 1849, cuando Jaime White, uno de los fundadores de la Iglesia Adven-tista, lanzó en los Estados Unidos una publicación periódica titulada The Present Truth (La verdad presente), la antecesora de la Adventist Review. Un año después, lanzó una segunda publicación titulada The Ad-vent Review, y pronto combinó las dos en la Second Advent Review and Sabbath Herald que se convirtió en The Advent Review and Sabbath Herald un año después. En

1852, White pasó a imprimir la publicación por su cuenta en una pe-queña prensa.

En esos días no había leyes que re-conocieran las organizaciones sin fines de lucro, por lo que White era dueño de toda la operación. Los primeros adven-tistas se mostraban recelosos de organi-

zar formalmente la iglesia, pero también se dieron cuenta de que si algo le sucedía a White, podían perderlo todo. Por ello, acordaron constituir una casa editora, que nombraron Asociación Publicadora Adventista y luego llegó a ser conocida como la Review and Herald. La primera casa editora y la revista eran en esencia la misma entidad, y se considera que la publicación fue responsable de mante-ner y cohesionar el movimiento adven-tista antes de 1863, cuando se organizó oficialmente como iglesia.

«Durante casi toda nuestra historia, la publicación de la iglesia estuvo indisolublemente unida a la casa editora y a la iglesia –dijo William Johnsson, editor de la Adventist Review entre 1982 y 2006–. La Review estaba al frente a la hora de unir al pueblo adventista en esperanza, doctrina y misión».

Gerald Wheeler, un aficionado a la historia y experimentado editor de la casa, dijo que la publicación tuvo una función de construcción comunitaria similar a la de los medios sociales de la actualidad. «Era el Facebook de la época –dijo Wheeler en una entrevista donde también estaba su esposa, la prolífica escritora adventista Penny Wheeler–. La iglesia estaba compuesta por miembros aislados que diferían del resto de la gente. La Review brindaba una manera de comunicarse entre sí. Allí podían expresar sus decepciones, temores, frus-traciones y soledad».

«Esto se hace visible al leer las cartas al editor», dijo Penny Estes Wheeler.

La Adventist Review comenzó a sepa-rarse de la Review and Herald en 1982, cuando la casa editora salió del complejo que compartía con la Asociación General en Takoma Park (Maryland) y se trasladó a Hagerstown. Sin embargo, las oficinas editoriales de la publicación permane-cieron en la sede central de la Asociación General, que ahora se encuentra en Silver Spring (Maryland).

En años recientes, la Adventist Review y su hermana más joven, Adventist World, han representado un significativo veinticinco por ciento de las ventas anuales de la Review and

Una experiencia extraordinaria

VISITANTE SOVIÉTICO: Konstantin Kharchov, de traje gris, recorre las instalaciones de la Review and Herald en Hagerstown (Maryland, EE. UU.), con Neal C. Wilson (derecha en la foto central), y Harold «Bud» Otis (izquierda), en octubre de 1986.

Andrew Mc Chesney, editor de noticias, Adventist World

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 17

N O TA D E TA PA

Herald. En 2015, la Pacific Press comen-zará a imprimir ambas publicaciones.

«La misión de la Adventist Review avanza sin cambios aun cuando la Review and Herald está dejando de imprimir», según información propor-cionada por Bill Knott, editor of Adventist Review y Adventist World.

Una biblioteca de libros amadosLa casa publicadora emergió más

tarde de la sombra de la revista, y hoy acaso sea más conocida por encargarse de uno de los proyectos más costosos y complejos de la historia de las publica-ciones adventistas: los populares diez tomos de Las bellas historias de la Biblia, de Arthur Maxwell. Estos libros, publi-cados entre 1953 y 1957, relatan más de cuatrocientas historias que abarcan desde el Génesis al Apocalipsis. Fue un proyecto sumamente destacado, porque la Review and Herald decidió incluir ilustraciones a todo color en casi todas las páginas. La iniciativa requería cientos de ilustraciones en su mayor parte a cargo de los artistas Harry Anderson y Russell Harlan, y muchas, muchas horas de preparativos previos en esa era predigital.

Fue una inversión enorme para la época, y según Thomas sumó decenas de miles de dólares que podría haber llevado a la bancarrota emprendimien-tos similares. Aun hoy, muchos editores adventistas no se animarían a iniciar semejante proyecto, dijo Kim Peckham, director de comunicaciones corporati-vas de la Review and Herald.

«La casa editora de Filipinas, por ejemplo, no podía afrontar esa inver-sión. Por ello, les dimos los derechos de publicación. Y lo mismo hicimos con la Pacific Press», dijo Peckham.

La Asociación Publicadora Pacific Press, también fundada por Jaime White, es apenas más reciente que la Review and Herald. Se inició en Oakland (California) en 1874, y permaneció en la zona durante más de un siglo, antes de mudarse a Tampa (Idaho) en 1984.

«La Review fue la casa matriz –dijo Peckham–. Así es como comenzó».

También comentó que en su apogeo la Review and Herald publicaba treinta mil juegos de Las bellas historias por año, y la Pacific Press producía un número similar. Otros quince mil juegos eran impresos por la Asociación Publicadora Southern, una casa editora de la iglesia que se fusionó con la Review and Herald en 1980.

La Review and Herald también inició otros grandes proyectos, tales como los siete tomos del Comentario bíblico adventista (entre 1953 y 1957), editado por el experimentado editor adventista F. D. Nichol, e incorporan-do el trabajo erudito de decenas de teólogos adventistas. Magabooks, una colección de libros publicados en formato de revista para que los estudiantes vendieran y pudieran así obtener recursos para pagar sus estudios, lanzó en 1986 una versión abreviada del libro Palabras de vida del gran Maestro, de Elena White, bajo el título Maestro del amor, con una tirada inicial de trescientos mil ejemplares.

En 2009, la Review and Herald ayudó a energizar la distribución de libros para compartir al lanzar una edición económica de El gran conflicto, de Elena White, un proyecto en-cabezado por el laico adventista Jack Henderson. La producción del libro costó la increíble suma de solo 60 centavos, y la Review and Herald ofreció enviar un ejemplar por correo en los Estados Unidos por 1,10 dólares. Así, despachó más de dos millones de ejemplares.

El Proyecto El Gran Conflicto también despertó el interés de Ted N. C. Wilson, actual presidente de la Asocia-ción General, quien desafió a la Review

Arriba La Review and Herald en Battle Creek (Míchigan, EE. UU.), a fines del siglo XIX. Abajo El departamento de arte en pleno trabajo.

INICIATIVA GLOBAL: Jack Henderson, un laico de Carolina del Norte (EE. UU.) planificó compartir el libro El conflicto de los siglos con todos los hogares de Estados Unidos. Dio así lugar a una iniciativa mundial, por la cual la iglesia distribuyó 142 millones de ejemplares entre 2012 y 2013.

NUEVA IMAGEN: Artur

Stele muestra ejemplares de

Vzaimoponima-niye, una revista que revolucionó la imagen de los

adventistas en la Unión Soviética.

r o n q u i c k

a n d r e w M c c h e s n e y

18 Adventist World | Diciembre 2014

and Herald y a otras casas editoras adventistas del mundo para que distri-buyeran cien millones de ejemplares de este libro. Finalmente se repartieron 142 millones de ediciones completas y abreviadas de la obra, lo que incluye veinte millones de descargas electrónicas.

De regreso a la Unión SoviéticaDurante su primera visita a Moscú,

Otis le dijo a Karchov que los pastores adventistas locales carecían de libros y capacitación. En pocos meses, las auto-ridades soviéticas ofrecieron a la Iglesia Adventista una escuela derruida para establecer un seminario, en los terrenos donde hoy se alza la Universidad Adventista de Zaoksky.

Otis habló con encomio de Karchov, diciendo: «Tenía el mayor respeto por la iglesia, y nos trató como si fuéramos diplomáticos de primera categoría».

La casa editora adventista «Fuente de vida» abrió sus puertas en 1992 en los terrenos de Zaokszy, produciendo libros en una prensa que Otis adquirió de un sueco que había querido publicar Biblias en ruso pero que había quebra-do. El valor de venta se había fijado en los tres millones de dólares. «Lo llamé y le dije: “Mire, no tengo ni un millón, pero hablemos” –dijo Otis–. Y así lo hicimos. Entonces le dije: “No tengo ni medio millón, pero hablemos”. Final-mente, la tercera vez, le dije: “Mire, si usted la empaca y la envía a Zaoksky, le daré trescientos mil dólares en efectivo”. Y aceptó».

«Esa prensa sigue funcionando», dijo Otis, quien fue presidente de la Review and Herald entre 1978 y 1988 y más tarde asesor de la Asociación Gene-ral para asuntos soviéticos y rusos.

Otis, que ahora tiene setenta y seis años, aún viaja a Rusia y se reúne con Karchov, que ya tiene ochenta. El año pasado se encontraron en Zaoksky, a dos horas de Moscú, donde funcionan la Universidad adventista y también la pu-blicadora. El sábado por la tarde compar-tieron experiencias con los estudiantes.

La contribución de la Review and Herald fue mucho más allá del lanza-

miento de la casa publicadora en Rusia, dijo Artur Stele, uno de los vicepresi-dentes de la Asociación General, que vivió por muchos años en la ex Unión Soviética. También publicó una revista en ruso poco después de la visita de Karchov y, con su beneplácito, la dis-tribuyó en 1987 en la Unión Soviética. La colorida publicación, de excelente calidad, se llamaba Vzaimoponimaniye (Comprensión mutua): Una mirada a los adventistas de la Unión Soviética y los Estados Unidos, y presentaba el ad-ventismo al pueblo soviético. En 1988, la Review and Herald lanzó un segundo número, en esa ocasión dedicado a las familias y los niños.

«Ya en 1987 la Review and Herald comenzó a crear en la gente el deseo de tener publicaciones de alta calidad –dijo Stele, quien durante años ha trabajado estrechamente con las publicaciones adventistas de Rusia (Stele fue rector del Seminario Teológico de Zaoksky y pre-sidente de la División Euroasiática)–. Estas dos publicaciones revolucionaron la imagen de los adventistas en la Unión Soviética, preparando el camino para que se otorgara el permiso de abrir la casa editora en Zaoksky».

Un legado de confianzaAunque la visita soviética fue un

momento destacado, no fue la única vez que el Servicio Secreto visitó la Review and Herald. Los guardias de alta seguridad se apostaron una vez más a comienzos de la siguiente década, durante una visita de Samson Kisekka, un adventista que fue vicepresidente de Uganda.

«En esa época trabajaba en publici-dad –dijo Thomas–. Una vez más, me seguían los del Servicio Secreto y los perros entrenados».

Kisekka, un médico de profesión, realizó varios viajes a los Estados Unidos por esos años. Esto hizo que la Review and Herald enviara a África enormes cargamentos de números especiales de la revista Message (El mensaje), dedicada a temas tales como el sida y las drogas. «En ese entonces, los

números especiales alcanzaron las tira-das más grandes de cualquier número especial en la historia de la Review. Eran revistas que buscaban enfrentar la crisis del sida en los Estados Unidos y en África», dijo Delbert Baker, uno de los vicepresidentes de la Asociación General y exeditor de la revista.

La Review and Herald también contribuyó con otros países, donando equipos y enviando su personal para iniciar operaciones locales. Por ejemplo, en 1989, Keith Alexander, el jefe de en-cuadernación, voló a Sudamérica para instalar un servicio similar en la casa editora adventista de Guyana.

Howard Scoggins, que fue director de publicaciones de la División Euroa-siática entre 1996 y 2000, dijo que la Review and Herald fue un regalo del cielo durante su tiempo allí. «Necesitaba manuscritos, necesitaba permisos, pero no tenía dinero –dijo Scoggins–. Apelé a la Review y dije: “Señores, necesito esos libros. Les pagaré regalías, pero por favor, no me los cobren”».

La Review and Herald condonó numerosos aranceles y ayudó de otras maneras, permitiendo que Scoggins avanzara con rapidez. Él, que antes había trabajado en publicaciones adventistas de África y Oriente Medio, más tarde se incorporó a la Review and Herald en Hagerstown, donde se jubiló como vicepresidente de promoción a comienzos de 2014.

Scoggins dijo que la experiencia rusa le enseñó que la Review and Herald ofrece algo especial a las numerosas casas editoras del mundo que necesitan manuscritos: la confianza de que tienen un contenido de alta calidad que vale la pena traducir y republicar.

«Cuando ven la pequeña R del logo-tipo, saben que pueden abrir el libro y leerlo con confianza», concluyó. ■

Andrew McChesney es editor de noticias de ADVENTIST WORLD.

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 19

No sabía que estaba infectada. En efecto, pensé que estaba en mejores condiciones que la

mayoría de la gente, y que no necesitaba ningún tratamiento. Dios me llevó entonces a atender a otros leprosos para mostrarme que en realidad, yo necesitaba ser curada de la lepra del egoísmo.

En febrero de 2013, el Señor me dio la maravillosa oportunidad de trabajar como voluntaria en una de las seiscientas colonias para leprosos de la China. El país tiene un total de unas 240 mil personas abandonadas, en su mayor parte ancianos, que sufren de lepra. Esta gente necesita no solo ayuda física sino espiritual. Son personas que tienen que oír las buenas nuevas de Cristo.

Un coreano de 81 años llamado Kim Jin To inició en 2006 un ministerio para leprosos. Llegó a la China después de trabajar diecisiete años por los leprosos de Corea y, antes de ello, cinco años por los ciegos de Japón. Unos noventa

voluntarios de diversos países parti-cipan actualmente en esta obra. Los voluntarios viven en nueve colonias diferentes, donde se esfuerzan por satis-facer las necesidades físicas de la gente del lugar. A medida que estas se ven satisfechas, los corazones de la gente se abren en forma natural al mensaje del Salvador de sus benefactores.

«¿Es posible contagiarse?»La pregunta que me hacen más

a menudo es: «¿No tiene miedo de contagiarse de lepra?» La respuesta es negativa. Gracias a la medicina moderna, la lepra es una enfermedad fácilmente curable, y la gente que vive en las colonias ha sido tratada y ya no puede contagiar a otros. A pesar de ello, como muchos estuvieron infectados por años antes de recibir el tratamiento apropiado, los residentes suelen sufrir las secuelas de la enfermedad. Tienen que soportar diversas lesiones y disca-

Lecciones de una colonia para leprosos en la China

leprosaYo fui Grace Lee

pacidades físicas. Muchos son ciegos, lisiados, están desfigurados, o les faltan dedos, manos y piernas.

La característica más perjudicial de la lepra, sin embargo, es la incapa-cidad de sentir. Por ejemplo, mientras cocinan, algunos no notan que se están quemando la mano con agua hirviendo. Cuando los curamos, nos dicen que no les duele, por más que la herida sea extensa y profunda.

Lepra espiritualPoco después de comenzar mi

servicio voluntario en China, leí una cita de Elena White que dice: «La lepra del egoísmo ha entrado en la iglesia. El Señor Jesucristo sanará a la iglesia de esta terrible enfermedad si ella quiere ser curada. El remedio se encuentra en el capítulo 58 de Isaías».1

Entonces lo entendí. ¡Yo era leprosa! Por fuera parecía «normal», pero mi corazón estaba entumecido, y me encon-

Arriba POR LOS NECESITADOS: Grace Lee posa con un residente de la colonia para leprosos.

V I D A A D V E N T I S T A

f o T o g r a f í a s : c o r T e s í a d e l a a u T o r a20 Adventist World | Diciembre 2014

traba en decadencia espiritual por causa de mi egoísmo y pecado. No había com-prendido verdaderamente mi condición, y había estado viviendo sin el amor de Cristo en el corazón. Había estado ignorando a los sufrientes y afligidos, que estaban muriendo sin conocer a Cristo.

Dios me mostró que era como el sacerdote y el levita de la parábola del buen samaritano (véase Luc. 10:25-37). Esos dignatarios creían que gozaban de salud espiritual porque asistían cada sábado a la sinagoga, ingerían alimentos puros y conocían bien las Escrituras. No obstante, dijo Jesús, estaban quebran-tando los principios mismos de la Ley de Dios: el amor a Dios y al prójimo (véase Mat. 22:37-40).

Es el momentoAhora es momento de arrepentirnos

y dejar de lado nuestro egoísmo y pecados, para que podamos ser trans-formados y reflejar el carácter de Cristo.

Como lo expresó Lucas en el libro de los Hechos, necesitamos arrepentirnos y convertirnos, «para que sean borrados [nuestros] pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de con-suelo, y él envíe a Jesucristo, que [nos] fue antes anunciado» (3:19, 20).

«Vi que nadie podrá participar del “refrigerio” a menos que haya vencido todas las tentaciones y triunfado del orgullo, el egoísmo, el amor al mundo y toda palabra y obra malas. Por lo tanto, debemos acercarnos más y más al Señor y buscar anhelosamente la preparación ne-cesaria que nos habilite para permanecer firmes en la batalla en el día del Señor».2

Agradezco tanto que Dios me llevó a la China para hacerme ver que yo sufría la lepra del egoísmo, y que necesitaba ser sanada por él. En verdad, el Espíritu Santo está obrando en esas colonias. Hasta el momento, 677 personas han aceptado a Cristo como su Salvador y han sido bautizadas, y

muchas otras se están preparando para el bautismo, pidiéndole a Jesús que los limpie del pecado y los capacite para vivir una vida renovada en él.

Estos hermanos y hermanas no ven las horas de que Cristo venga. ¿Y qué decir de nosotros? Mi gran deseo es que, cuando el Señor regrese, tanto nosotros como los leprosos de las colonias de la China podamos alabarlo con gozo, no solo por sanarnos de la lepra física sino también de toda afec-ción espiritual. ■

1 Elena White, Consejos sobre mayordomía cristiana, p. 90.2 Elena White, Primeros escritos, p. 71.

Izquierda COMPASIÓN SINCERA: La voluntaria Grace Lee, de la mano con una anciana que vive en una de las colonias para leprosos de la China.

FELIZ CON CRISTO: Estudiar la Biblia produce gozo.

Arriba ESTUDIO DE LA BIBLIA: Más de seiscientos residentes de la colonia para leprosos han aprendido de Jesús y lo han aceptado como su Salvador.

ORAR JUNTOS: Grace Lee dedica unos momentos para orar con uno de los residentes de la colonia.

Grace Lee, graduada de la Universidad Adventista Southern en Tennessee (EE. UU.), ha sido desde

2013 voluntaria del ministerio laico adventista a los leprosos.

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 21

E S P Í R I T U D E P R O F E C Í A

Por mucho tiempo se ha celebrado el 25 de diciembre para conmemorar el día del nacimiento de Jesús. Mi propósito en este artículo no es afirmar si es apropiado

o no celebrar el acontecimiento en ese día, sino meditar en la niñez y la vida del Salvador. Quiero llamar la atención de los niños a la humildad del Redentor al venir al mundo.

Todo el cielo estaba interesado en el gran acontecimiento del advenimiento de Cristo al mundo. Mensajeros celestiales vinieron para anunciar el nacimiento del tantas veces pro-metido y esperado Salvador a los humildes pastores que de noche cuidaban sus rebaños en las llanuras de Belén. Cuando el Salvador nació, la primera manifestación que llamó la atención de los pastores fue la luz brillante que irrumpió en medio de las estrellas y los llenó de admiración […].

Los atónitos pastores apenas podían comprender el precioso mensaje que les habían traído los ángeles y, cuando esa luz esplendente desapareció, se dijeron unos a otros: «Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresura-damente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño».

Se llenaron de gozo; no podían guardar para sí el conocimiento precioso de la venida del Redentor. Por ello, con alegre entusiasmo contaron a todos los que encontraron las maravillas que habían visto y oído. Todos los que las oyeron, relataron a otros la maravillosa experiencia de los pastores, y muchos se asombraron y regocijaron, porque creyeron las palabras pronunciadas por los mensajeros celestiales. Glorificando y alabando a Dios, los pastores regresaron a sus rebaños en las llanuras de Belén […].

Un grupo especialLos que aman a Dios deberían sentir un

profundo interés en los niños y jóvenes. A ellos, Dios puede revelarles su verdad y salvación. Jesús llama a los pequeños que creen en él; los corderitos de su manada. Siente un amor e interés especial por ellos. Jesús ha dicho: «Dejad a los niños venir a mí y no se lo impidáis [que nadie obstruya que los niños puedan venir a mí], porque de los tales es el reino de los cielos». Jesús ha pasado por las mismas

mensajenavideño

para los

Elena G. White

Un

22 Adventist World | Diciembre 2014

pruebas y angustias de la niñez. Conoce las penas de los jóvenes. Por su Santo Espíritu, está atrayendo hacia sí los corazones de los niños, aunque Satanás trabaja para mantenerlos lejos del Señor.

La ofrenda más preciosa que pueden dar los niños a Jesús es la frescura de su niñez. Cuando los niños busquen al Señor con todo su corazón, lo hallarán. En esos primeros años los afectos son ardientes, y el corazón es más susceptible de mejorar. Todo lo que se ve y oye impresiona las mentes

juveniles. Los rostros observados, las palabras pronunciadas y las acciones realizadas no son los libros menos importantes que leen los jóvenes, porque todos tienen una influencia decidida sobre la mente, el corazón y el carácter.

Entonces, ¡cuán importante es que los niños vayan a Jesús en sus primeros años y lleguen a ser corderos de su rebaño! ¡Cuán importante es que los miembros de más edad, por precepto y ejemplo, los guíen a Jesús, quien quita el pecado del mundo, y quien puede guardarlos por su divina gracia de la ruina que provoca el mal! Cuanto mejor conozcan a Jesús, más lo amarán y podrán hacer lo que es agradable a sus ojos. Dios ha santificado a la niñez, por-que dio a su Hijo unigénito para que viniera a este mundo como niño.

¡Qué amor sin igual ha manifestado Cristo por el mundo caído! Si los ángeles cantaron porque el Salvador nació en Belén, ¿no repetirán nuestros corazones la alegre melodía: «Gloria a Dios en las alturas, en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres»? Aunque no sabemos exactamente qué día nació Jesús, debemos honrar este

sagrado acontecimiento. Que Dios no permita que haya al-guien tan estrecho de mente que pase por alto este día porque no sabe con certeza la fecha exacta.

Hagamos todo lo posible para que las mentes de los niños se concentren en las cosas que resultan preciosas para todos los que aman a Jesús. Enseñémosles que Cristo vino al mundo para brindar esperanza, consuelo, paz y felicidad para todos.

Todos necesitan responderLos ángeles quedaron maravillados ante el gran amor

de Cristo, que lo llevó a sufrir y morir en el Calvario para rescatar a la humanidad del poder de Satanás. La obra de redención maravilla a los ángeles del cielo. ¿Por qué entonces nosotros, a quienes se nos ha provisto una salvación tan grande, nos mostramos tan indiferentes, tan fríos y tan carentes de amor?

Niños, podéis hacer cosas para Cristo que le serán plenamente aceptables. Podéis traer vuestros pequeños dones y ofrendas a Cristo. Los sabios, que fueron guiados por la estrella hasta el lugar donde estaba el niñito, llevaron ofrendas de oro, incienso y mirra. Cuando hallaron al Prometido, lo adoraron. Niños, acaso os preguntéis: «¿Qué presentes puedo dar a Jesús?» Podéis darle vuestro corazón. ¿Qué ofrenda es tan sagrada como el templo del alma purifi-cado de la contaminación del pecado? Jesús está llamando a la puerta de vuestro corazón; ¿le permitiréis entrar? Él dice: «Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo».

¿Permitiréis que Jesús entre en vuestros corazones? ¿Limpiaréis la basura y le abriréis la puerta, para recibir de buena gana y con alegría al huésped celestial? Si permitís la entrada del Salvador, ya no necesitaré rogaros que traigáis vuestras ofrendas de agradecimiento a Dios. Estaréis tan agradecidos, que no podréis dejar de presentar vuestros dones a los pies de Cristo. Que todos los corazones respon-dan con abundante gozo excelso ante el don inestimable del Hijo de Dios. ■

navideño Si los ángeles cantaron porque el Salvador nació en Belén, ¿no repetirán nuestros corazones la alegre melodía «Gloria a Dios en las alturas, en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres ?

El texto ha sido extraído del artículo «Christmas Address to the Young», publicado en la Review and Herald el 17 de diciembre de 1889. Los adventistas creemos que Elena White (1827-1915) ejerció el don bíblico de profecía durante más de setenta años de ministerio público.

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 23

Una fotografía hasta ahora desconocida de Elena White, una de las fundadoras de la Iglesia

Adventista, ha aparecido entre vetustos documentos de un médico adventista que falleció en 1966 en California.

La fotografía de 1905, que muestra a Elena White caminando al aire libre con su hijo Guillermo y su esposa May, es la primera fotografía de ella que ha aparecido en décadas, y su descubri-miento resulta de especial interés para los estudiosos porque ofrece una rara vislumbre sobre su vida diaria.

«Jamás la había visto de esta forma –dijo James R. Nix, director del Patri-

monio White, la institución de la iglesia que supervisa los escritos de White–. Esa fotografía es significativa por su informalidad. Siento que podría acer-carme y decirle: “Qué bueno verla”».

Se conocen solo unas cincuenta fotografías de Elena White, de las que casi todas fueron tomadas en un estudio u otra situación formal. Pero en esta ella aparece caminando delante de una

tienda, quizá durante el Congreso de la Asociación General en Takoma Park (Maryland, EE. UU.) en mayo de 1905, cuando tenía setenta y siete años. Luce un sombrero eduardiano y una bufanda con motivos florales, y se aferra al brazo de su hijo Guillermo, su principal asistente editorial y gerente de edición. En la otra mano lleva un gran diario, como el que usaba para escribir cartas

RARO HALLAZGO: Elena White camina en la primavera de 1905 delante de una tienda, con su hijo Guillermo y su esposa May.

Una fotografía hasta ahora desconocida de la pionera adventista ofrece una rara vislumbre sobre su vida diaria.

f o T o g r a f í a p o r c o r T e s í a d e r o n g r a y b i l l .

comoElena White nunca ha sido vistaAndrew Mc Chesney

24 Adventist World | Diciembre 2014

H E R E N C I A A D V E N T I S T A

y sermones manuscritos, y que el Patrimonio White ahora almacena cuidadosamente en una bóveda ignífuga. De un extremo sobresale un trozo de papel blanco. «Imagino que está diri-giéndose a hablar en la reunión, y que en el diario lleva sus notas», dijo Nix.

La idea de que White está caminando a presentar un tema se ve apoyada por los quevedos que porta sobre la nariz. Se sabe que White usaba lentes de lectura, por lo que quizá se los puso en ese fresco día de mayo para leer un mensaje. Esta es tan solo la segunda fotografía que se conoce de ella con lentes.

El porqué de la tiendaTim L. Poirier, archivista en el

Patrimonio White y quien ha investigado la fotografía, inicialmente creyó que la otra mujer es Sara McEnterfer, enferme-ra de White, quien a menudo la acom-pañaba en sus viajes fuera de California, donde vivía en ese momento. Pero al compararla con otras fotografías, se dio cuenta de que es su nuera May. Poirier también descubrió que la enfermera había caído enferma antes del Congreso de la Asociación General, y que May White había hecho arreglos para dejar a Sara y a los niños al cuidado de familiares –en California– para así poder acompañar a su suegra y su esposo en el viaje al este.

Poirier agrega: «Las tiendas y el terreno de la fotografía coinciden con lo que sabemos del congreso llevado a cabo en la ubicación actual de la Uni-versidad Adventista de Washington, en Takoma Park (Maryland)».

El Congreso de la Asociación General fue llevado a cabo en una gran tienda que se había levantado en el flamante Colegio de Capacitación de Washington (hoy Universidad Adven-tista de Washington). La Asociación General, el organismo que administra la Iglesia Adventista, se había mudado desde Battle Creek (Míchigan) a fines de 1903. Allí alquilaban instalaciones en las cercanías de Washington D.C., junto con la Asociación Publicadora Review and Herald, según información dada

todas las fotografías que se conocen de White –a quien reconoció inmediata-mente– entendió la rareza del hallazgo. «Es maravilloso hallar una fotografía desconocida a esta altura», dijo.

La fotografía mide 8,9 por 8,9 cen-tímetros, pero es extraordinariamente nítida, dijo Graybill. «Me asombra la claridad, los detalles, y me encantó ese sombrero», dijo. En la otra fotografía donde aparece con la cabeza cubierta, White estaba usando un sombrero distinto.

El 1º de octubre, Graybill alertó al Patrimonio White sobre el descubrimiento.

«Mi fotografía favorita de Elena White»

El hallazgo acrecienta la esperanza de que aparezcan otras fotografías de White. Nix, director del Patrimonio White, insta a quienes tengan conexiones de larga data con la Iglesia Adventista para que revisen viejos álbumes fami-liares y cajas de fotografías para ver si contienen imágenes de White o de otros pioneros adventistas.

Nix dijo que es interesante leer histo-rias sobre los pioneros adventistas, pero también verlos, en particular en imágenes informales que ayudan a que la gente se identifique mejor con ellos como perso-nas reales. «Hasta que vi esa fotografía, imaginaba mentalmente a Elena White vestida tan solo de marrón oscuro o negro después de la muerte de su esposo en 1881», dijo Nix.

«Verla usar un pañuelo colorido alrededor del cuello, sus lentes de lectura y en sus manos las notas del tema a pre-sentar, le ha dado vida de maneras que ningún otra fotografía ha logrado –dijo–. Solo me he enterado de la existencia de la fotografía hace poco más de una semana, pero ya se ha convertido en mi fotografía favorita de Elena White». ■

por Ronald D. Graybill, un historiador adventista jubilado.

Los delegados vivían en tiendas. Elena White se alojó en una habitación y un estudio de la flamante residencia para varones, mientras que su hijo y nuera compartieron una tercera habita-ción, dijo Graybill.

Han pasado años desde la última vez que se descubrió una fotografía desconocida de White. Nix estima que la última fotografía habrá sido hallada hace cincuenta o sesenta años, y aclara que esta fotografía de 1905 es la primera que aparece en los cuarenta y dos años que ha trabajado en el Patrimonio White.

Orígenes de la fotografía desconocida

No está claro quién tomó esta fotografía. Una candidata probable es su dueña original, Harriet «Hattie» Allee Trott, una viuda de solo 27 años que en 1905 trabajaba como secretaria de la Review and Herald. Trott, una ávida fotógrafa, más tarde se mudó a California para trabajar como secretaria de registros del Colegio de Evangelistas Médicos (hoy la Universidad de Loma Linda), y en 1921 contrajo matrimonio con el graduando médico Leslie Trott. La fotografía se halló entre otros docu-mentos de Trott.

Harriet Allee Trott falleció en 1958, ocho años antes que su esposo, que trabajó en el Centro Médico Adventista White Memorial en Los Ángeles, nombrado en honor a Elena White. Mientras acomodaba papeles viejos, Jacqueline Leslie Trott-Bally, una bisnieta de los Trott que vive en Los Ángeles, encontró la fotografía de White en una carpeta con el nombre «Fotografías de la familia de Harriet», dijo Graybill, a quién ella contactó des-pués del hallazgo. Ella ya había estado trabajando con Graybill para donar algunos de los documentos de su bisabuelo a su alma máter, la Universi-dad de Loma Linda.

Graybill, cuyas propias investiga-ciones incluyen una presentación sobre

nunca ha sido vista

Andrew McChesney es editor de noticias de ADVENTIST WORLD.

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 25

R E S P U E S T A S A P R E G U N T A S B Í B L I C A S

Esta es una pregunta sim-ple para la cual sin embargo,

no existe una respuesta simple. Usted pregunta por la

razón o motivación divina para crear. Mi impresión es que la Biblia no

brinda una respuesta explícita a su pregunta. Por ello, lo único que nos queda es examinar qué dice

la Biblia sobre Dios, y tratar de extrapolar de allí una posible respuesta a su pregunta. Analizaré que Dios es amor, que es el Creador, y su creatividad.

1. Dios es amor: La respuesta más común a su pregunta es que Dios creó porque es amor (1 Juan 4:8, 16). No obs-tante, esa simple declaración no responde por completo la pregunta. Simplemente dice que el amor de Dios lo motivó a crear, sin informarnos por qué el amor quiso expresarse en el acto de creación. En efecto, podría sugerir que, dado que el amor no brinda una razón, no existe razón para la creación. Esta respuesta podría llegar a implicar que la creación es irracional y sin propósito. Para evitar ese problema, se ha afirmado que el amor de Dios lo instó o motivó a crear, quizá porque quería expandir los objetos de su amor fuera del círculo de las relaciones trinitarias. Esto responde el «por qué» de la creación, pero despierta nuevas preguntas. ¿Por qué Dios quiso extender el círculo del amor? ¿Satisfacía esto un anhelo divino dentro de la Deidad? Debo decirle, sin embargo, que esta respuesta esconde un problema.

La respuesta sugiere que el amor que caracterizó a los miembros de la Deidad por la eternidad carecía de plenitud de expresión. Esa necesidad tenía que ser satisfecha mediante la creación de otras criaturas a las cuales pudiera manifestar la plenitud de su amor. Sin embargo, el problema real de esta solución es que el amor de Dios jamás se dirige a sí mismo; el amor divino siempre busca el beneficio o el bien de los demás. Si al crear Dios estaba satisfaciendo una necesidad personal, entonces la creación fue una expresión de egoísmo, no de amor. Por cierto, no estamos sugiriendo que la creación tiene que quedar separada del amor divino. La pregunta es cómo relacionar a las dos de manera constructiva.

2. Dios es Creador: Lo primero que nos dice la Biblia de Dios es que es el Creador (Gén. 1:1). Este título suele ser com-prendido como una función divina: la creación es vista como una expresión de su poder. Y así es. No obstante, de por sí, indi-ca que Dios hizo algo que no había hecho antes, a saber, llegó a ser el Creador. La pregunta obvia es: ¿Quién era antes de crear? Sé que todo esto es sumamente especulativo. Es mejor cernirse al testimonio bíblico. La Biblia interpreta el título de «Creador» no simplemente como lo que Dios ha hecho sino como lo que es (Jer. 10:12; Prov. 3:19; Apoc. 4:11). Antes de comenzar a crear, la sabiduría divina estaba con él (Prov. 8:22-31). Por lo tanto, la capacidad divina de crear es inseparable de sus atributos divinos, de lo que Dios es realmente en sí mismo. La creatividad divina es parte de la esencia de Dios.

3. La creatividad de Dios: Aquel que nos dotó de creati-vidad al crearnos a su imagen es también creatividad. Pienso que la creatividad jamás estuvo ausente. Su papel de Creador está firmemente arraigado en su creatividad. Mediante ella, se expresa la sabiduría divina. En efecto, está en la naturaleza de Dios tanto crear como amar. Dios creó porque es parte de su mismo ser expresarse en actos creadores, y no porque tuviera alguna necesidad especial que satisfacer. La creación es significativa y tiene un propósito definido porque es parte de la naturaleza divina crear como una expresión de su libertad y de su naturaleza creadora, amante y poderosa.

Dado que la creatividad divina es una expresión de amor, lo que Dios crea es bueno (Gén. 1:31). Esto significa que su creatividad está sumergida en su exclusiva preocupación por el bien y el beneficio exclusivos de su creación. La creación no le agrega nada a Dios (Hech. 17:25), pero revela a sus inteligentes criaturas y delante de todo el cosmos las glorias del carácter divino. ■

Dios CreadorNuestro

Ángel Manuel Rodríguez fue director del Instituto de Investigaciones Bíblicas de la Asociación General. Ahora jubilado, vive en Texas (EE. UU.).

¿Por qué Dios creó?

26 Adventist World | Diciembre 2014

E S T U D I O B Í B L I C O

Saludos desde Irlanda. Escribo esta lección de Adventist World desde la hermosa ciudad de Dublín. Anoche, durante la sección de preguntas y respuestas de nuestra

campaña de evangelización, alguien me dijo: «Pastor, aunque soy cristiano, me da mucho miedo pensar en la venida de Cristo. ¿Puede ayudarme?»

Hay varias razones para sentir miedo al pensar en el regre-so de Cristo. Muchos cristianos sienten que no están prepa-rados para su venida. Otros sienten que su vida espiritual es débil, y que no podrán soportar la crisis a la que se encamina este mundo. Acaso están preocupados por algún pecado personal específico. La pregunta fundamental es: ¿Cómo aguardar la venida de Cristo con gozo y confianza? La lección de este mes ofrece algunas respuestas.

1 ¿Qué consejo dio Jesús a la iglesia de Esmirna cuando esta enfrentó momentos de angustia y persecución? ¿Qué promesa les dio el Señor? Lea Apocalipsis 2:10.La iglesia de Esmirna es la segunda de las iglesias históricas del Apocalipsis. Los creyentes de esa iglesia experimentaron una terrible persecución durante diez años, iniciada por el emperador Diocleciano (303 al 313 d.C.). Jesús prometió a su pueblo que la persecución no duraría para siempre. Al mirar por la fe más allá de la persecución a la «corona de vida», el temor dio lugar a la esperanza. En el presente, mirar más allá también puede darnos aliento.

2 Aunque en ocasiones sentimos miedo, ¿cómo podemos ser libres del temor paralizante? Lea la respuesta esperanzadora de 1 Juan 4:18, 19.Experimentar en forma personal el amor de Dios nos libra del temor devastador que a veces nos controla. Creer que Dios nos ama y quiere solo lo mejor para nosotros, hace toda la diferencia. Si nos enfocamos en nuestras incompetencias y debilidades, nos llenaremos de miedo. Pero si nos enfocamos en Jesús y su amor, rebosaremos de esperanza.

3 ¿Por qué algunos sienten temor cuando piensan en la venida de Cristo? ¿Cuál es la alternativa? Note el contraste en estos dos textos: Lucas 21:25-28 y Hebreos 12:1, 2.

4 ¿Cuál es el mensaje de aliento que da Cristo a cada persona que siente temor al pensar en el regreso de Cristo? Lea Isaías 35:3, 4.No tenemos que sentir temor por el regreso de Cristo, porque él viene a salvarnos. El gran anhelo de Cristo es llevarnos a vivir con él para siempre (Juan 14:1-3).

5 ¿Qué alternativa a la preocupación y el temor nos da Jesús? Lea Mateo 6:33, 34 con detenimiento y note dos cosas: en primer lugar, lo que el Señor nos aconseja que hagamos; en segundo, lo que nos aconseja que no hagamos.

6 ¿Hay algún temor que sea bueno? Lea los siguientes textos e identifique tres cosas que logra un «temor» saludable: Salmos 19:9; Eclesiastés 12:13, 14; Apocalipsis 14:7.«Temer a Dios» es tomar a Dios en serio, respetarlo y hon-rarlo. Temer o respetar a Dios es el comienzo de la sabiduría; nos da dirección. Este profundo respeto por Dios nos lleva a tomar en serio sus órdenes y darle gloria en nuestra vida. Si nos enfocamos en las realidades eternas, miramos a Jesús y descansamos en su amor, podremos vencer el temor parali-zante y nos regociajermos en su gracia. ■

Mark A. Finley

Frentea nuestros

f o T o g r a f í a : g e r d a l T M a n n

mıedos

Vol. 10 No. 12 | Adventist World 27

Russell creció cerca de la granja donde creció mi madre.

Después de que Russell regresó de Corea, practicó la medicina en los Esta-dos Unidos. Llevó a mi madre también, para que ayudara a cuidar sus propios hijos. Mis padres se conocieron en un congreso y Russell fue el pastor que los casó. Veintisiete años después, nos casó a mi esposo y a mí en la misma iglesia.

Para entonces era octogenario, y fuimos el último matrimonio de los muchos que celebró. Mientras aguar-daba para entrar a la iglesia, Russell le contó a mi esposo de un matrimonio que había casado en su automóvil, mientras los llevaba al hospital para el parto. Siempre tenía una historia intere-sante de sus aventuras.

Sección para fumadoresEscribo en respuesta al artículo de A. McChesney titulado «Iglesia Adventista lanza “Respire Libremente 2”, un nuevo plan para dejar de fumar» (Septiembre 2014). En el artículo D. Handysides ex-presa que es su «objetivo […] que cada una de nuestras iglesias alcance el punto donde haya secciones para fumadores fuera del templo», y agrega que esto garantiza que los fumadores se sientan cómodos en la iglesia.

Me impresionó negativamente leer esto, pero decidí consultarlo con mi hermana, que no es adventista, dado que suele acompañarme a la iglesia cuando viene a visitarme. Mi hermana se describe como «adicta total a la nicotina», y esto es lo que dijo: «[La Iglesia Adventista] tiene que ver con la conexión entre mente, cuerpo y espíritu. No puedo creer que siquiera

lo tengan en cuenta. No necesitan llegar a ese extremo para que la gente venga a la iglesia».

Debo aclarar que mi hermana se siente muy cómoda en la iglesia, y los miembros siempre la han tratado muy bien, le han brindado su apoyo y han orado habitualmente con ella. No nece-sitamos un área para no fumadores en las iglesias. Simplemente necesitamos amar y apoyar a los fumadores que nos visitan.

Anya McLartyMildura, Victoria, Australia

¡Gracias por su carta! Más adelante, Handysides explica que se refiere «más a un cambio de actitud, a que permitamos que los fumadores se acerquen a la iglesia sin sentirse juzgados». Parece que su hermana se ha visto bendecida por una congregación que se ajusta a esa descripción. –Los editores.

Más información sobre la historiaEn el número de Septiembre 2014, se cuenta la historia del doctor Riley Russell (véase «Hace 106 años»). Fue el primer misionero adventista en Corea. Su madre y mi abuelo eran hermanos.

Cartas

Sé que Dios está obrando maravillas. Mi nieta de tres meses está ciega, y los doctores dicen que no pueden hacer nada. ¡Les pido que oren!

Simone, Jamaica

Por favor, oren por mi hermano que tiene diabetes. Está muy deprimido y también necesita sanidad física.

Sheila, EE. UU.

Oren por mi familia, porque necesitamos ser controlados por el Espíritu de Dios.

Mwamba, Malaui

Oren por favor por la situación del Ébola, y por nuestra iglesia en los países afectados.

Remsee, Liberia

Por favor, oren para que el Espíritu Santo obre en mi vida. Oren también por mi familia.

Leonardo, Brasil

Dios aún usa a personas que, como yo, sienten el deseo ferviente de ser instrumentos en sus manos para llevar el mensaje a los que aún no lo conocen .

–Marcelo Sapia, Misiones, Argentina

I N T E R C A M B I O D E I D E A S

agradecimientosPedidosy

28 Adventist World | Diciembre 2014

Pautas para las cartas: Envíelas por favor a [email protected]. Las cartas tienen que ser claras, con una extensión máxima de cien palabras. Incluya el nombre del artículo y la fecha de publicación. Coloque también su nombre, el pueblo o ciudad, el estado o provincia y el país desde donde nos escribe. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todas las cartas serán publicadas.

Russell tenía una voz resonante, y cada vez que me veía en el hospital donde yo estaba estudiando enfermería, decía: «¡Ahí está una de mis nenas!» Yo me quería esconder bajo la alfombra. Llamaba «nenes» a todos los niños que habían nacido bajo sus servicios. Él también llevó a mi tía Nada a donde él vivía, para que estudiara. Nada llegó a ser enfermera, y fue mi inspiración para que yo también lo fuera.

Hay un interesante libro escrito sobre su vida titulado It Came in Handy (Resultó muy útil), de Stella Parker Peterson. A Russell le encantaría saber que mi nieta ahora enseña en Corea.

Laura Ann MatthewsIndependence, Oregón, Estados

Unidos

La congestión de tráfico y El conflicto de los siglosGracias, W. Müller, por compartir su experiencia en el artículo «La conges-tión de tráfico y El conflicto de los siglos» (Mayo 2014). Dios la usó como herra-mienta para alcanzar a la gente con el libro El conflicto de los siglos.

Gracias a Adventist World, por-que Dios aún usa a personas que, como yo, sienten el deseo ferviente de ser instrumentos en sus manos para llevar el mensaje a los que aún no lo conocen.

¡Muchas gracias!Marcelo SapiaMisiones, Argentina

Oraciones y alabanzas: Envíe sus pedidos de oración y agradecimientos por las oraciones contestadas a [email protected]. Sea breve y conciso; dígalo en cincuenta palabras o menos. Los envíos serán editados por razones de espacio y claridad. No todos serán publicados. Incluya por favor su nombre y su país. También puede enviar sus pedidos por fax a: 1-301-680-6638; o por correo a ADVENTIST WORLD, 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600 U.S.A.

Desde 2008 he tenido éxito en el col-portaje, pero durante los dos últimos años, he experimentado un gran descenso de ventas. Solo yo me encargo de proveer para mis hijos, y ahora no me alcanza. Oren por favor por mí, y

también por varios miembros de iglesia que están enfermos.

Boitumelo, Sudáfrica

Por favor, oren para que mi familia regrese a Cristo. Les pido también que oren por mi hija, que sufre de esclerosis.

Sara, EE. UU.

Un viaje juntos explorando toda la BibliaDios nos habla mediante su Palabra. Únase a otros creyentes de más de 180 países que están leyendo un capítulo de la Biblia por día. Para descargar la Guía de lectura diaria de la Biblia, visite RevivedbyHisWord.org, o apúntese para recibir el capítulo diario de la Biblia por correo electrónico. Para participar de esta iniciativa, comience aquí:

1º DE ENERO DE 2015 • lucas 17

por laRevividos Palabra

Los cristianos han estado conmemorando el nacimiento de Cristo por casi mil setecientos años. Las siguientes tradiciones han formado parte de las celebraciones:

■ En Bolivia se celebra en Nochebuena la Misa de Gallo, que simboliza la tradición de que un gallo fue el primero en anunciar el nacimiento de Cristo.

■ En Polonia, son comunes los adornos en forma de arañas, debido a la leyenda de que una araña tejió una manta para el niño Jesús.

■ Papá Noel está basado en una persona real llamada Nicolás de Mira, que nació en Patara (Turquía) en el siglo IV d. C.

■ Algunos dicen que la primera persona en decorar un árbol para honrar el nacimiento de Cristo fue el reformador protestante Martín Lutero, quien se emocionó al ver la belleza de las estrellas que brillaban por entre las ramas de un abeto.

■ Las manzanas son los primeros adornos navideños cristianos. En la Edad Media los actores usaban las manzanas para obras de teatro que representaban la creación y la caída de Adán y Eva.

Fuente: facts.randomhistory.com/Christmas-facts.html

Para recordar su

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Vol. 10 No. 12 | Adventist World 29

I N T E R C A M B I O D E I D E A S

La fe cree lo increíble,

ve lo invisible,

recibe lo imposible.

– Marcela Rodríguez, Mendoza, Argentina

Hace 99 años

Más sol, mejor sueño

Un simple

30 Adventist World | Diciembre 2014

William Ambrose Spicer nació en Freeborn (Minnesota, EE. UU.), el 19 de diciembre de 1865. Sus padres eran

bautistas del séptimo día. Después de hacerse adventista, trabajó en el sanatorio de Battle Creek como muchacho de

los recados. Tiempo después fue secretario del jefe médico, el doctor John Harvey Kellogg.

Como joven de poco más de veinte años, Spicer fue a Inglaterra con Stephen Nelson Haskell y trabajó durante un tiempo como parte del equipo editorial de The Present Truth (La verdad presente). En 1893, ayudó a estable-cer la Misión de Solusi en Matabeleland (Zimbabue), en 4900 hectáreas obte-nidas de Cecil Rhodes, por entonces primer ministro de la Colonia del Cabo.

En 1898 Spicer fue a la India. Un año después fue nombrado editor del Oriental Watchman y, por un tiempo, fue el único ministro ordenado en ese país. La Universidad Adventista Spicer lleva ese nombre en su honor.

Spicer fue secretario de la Asociación General durante la presidencia de Arthur Grosvenor Daniells (1903-1922). A su vez, Daniells más tarde fue secretario durante los primeros cuatro años en que Spicer fue presidente de la Asociación General (1922-1930). Spicer escribió varios libros e inspiró confianza entre los adventistas por sus hábitos simples y destacados informes misioneros.

Un reciente estudio muestra que las personas que trabajan en oficinas sin luz solar directa duermen un promedio de 47 minutos menos que los que trabajan en oficinas con ventanas. La exposición a la luz natural puede ayudar a sincronizar los ritmos circa-dianos, mejorando la producción de melatonina, la hormona del sueño. Si usted quiere contrarrestar el efecto adverso de la falta de sol pase media hora afuera durante el receso del almuerzo.

Fuente: Northwestern University/Men’s Health

El número de robots industriales vendidos en 2013 (un doce por ciento más que en 2012). Uno de cada cinco está en China. Japón es el país con mayor número de robots industriales (300 mil).

Fuente: Federación Internacional de Robótica/The Rotarian

pensamiento

«He aquí, vengo pronto . . .»Nuestra misión es elevar a Cristo, uniendo a los adventistas de todo el mundo en creencias, misión, vida y esperanza.

EditorADVENTIST WORLD es una publicación internacional de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, editada por la Asociación General y la División de Asia-Pacífico Norte de la Iglesia Adventista.

Editor ejecutivo Bill Knott

Editor asociado Claude Richli

Gerente editor internacional Pyung Duk Chun

Junta editora Ted N. C. Wilson, presidente; Benjamin D. Schoun, vice- presidente; Bill Knott, secretario; Lisa Beardsley-Hardy; Daniel R. Jackson; Robert Lemon; Geoffrey Mbwana; G. T. Ng; Daisy Orion; Juan Prestol; Michael Ryan; Ella S. Simmons; Mark Thomas; Karnik Doukmetzian, asesor legal.

Comisión coordinadora de ADVENTIST WORLD Jairyong Lee, chair; Akeri Suzuki, Kenneth Osborn, Guimo Sung, Pyung Duk Chun, Suk Hee Han

Editores de Silver Spring, Maryland, EE.UU. Lael Caesar, Gerald A. Klingbeil (editores asociados), Sandra Blackmer, Stephen Chavez, Wilona Karimabadi, Kimberly Luste Maran, Andrew McChesney

Editores de Seúl, Corea Pyung Duk Chun, Jae Man Park, Hyo Jun Kim

Editor en línea Carlos Medley

Directora de operacionesMerle Poirier

Editores invitadosMark A. Finley, John M. Fowler

Consultor E. Edward Zinke

Gerente financiera Rachel J. Child

Asistente administrativa Marvene Thorpe-Baptiste

Junta administrativaJayriong Lee, presidente; Bill Knott, secretario; P. D. Chun, Karnik Doukmetzian, Suk Hee Han, Kenneth Osborn, Juan Prestol, Claude Richli, Akeri Suzuki, Exoficio: Robert Lemon, G. T. Ng, Ted N. C. Wilson

Dirección y diseño gráfico Jeff Dever, Brett Meliti

Consultores Ted N. C. Wilson, Robert E. Lemon, G. T. Ng, Guillermo E. Biaggi, Lowell C. Cooper, Daniel R. Jackson, Raafat Kamal, Geoffrey Mbwana, Armando Miranda, Pardon K. Mwansa, Michael L. Ryan, Blasious M. Ruguri, Benjamin D. Schoun, Ella S. Simmons, Alberto C. Gulfan, Jr., Erton Köhler, Jairyong Lee, Israel Leito, John Rathinaraj, Paul S. Ratsara, Barry Oliver, Bruno Vertallier, Gilbert Wari

A los colaboradores: Aceptamos el envío de manuscritos no solicitados. Dirija toda correspondencia a 12501 Old Columbia Pike, Silver Spring, MD 20904-6600, EE.UU. Número de fax de la oficina editorial: 1 (301) 680-6638

E-mail: [email protected] Web: http://www.adventistworld.org/

A menos que se indique lo contrario, todas las referencias bíblicas pertenecen a la versión Reina Valera. Revisión 1995.

ADVENTIST WORLD es publicada todos los meses e impresa simultáneamente en Alemania, Argentina, Australia, Austria, Brasil, Corea, Estados Unidos e Indonesia.

Vol. 10, No. 12

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Vol. 10 No. 12 | Adventist World 31

RESPUESTA: Mzuzu (Malaui), donde los Conquistadores visitan la Escuela Secundaria para Niñas Rafiki para compartir impresos con las estudiantes.

lOS ÚlTIMOSAfganistán, Pakistán y Nigeria son los únicos países del mundo donde aún existe la poliomielitis. Los conflictos armados y la intolerancia étnica y religiosa parecen ser los mayores obstáculos para terminar de erradicar esa enfermedad.

Fuente: The Rotarian

¡Démosles las llaves!

Imagine que los jóvenes adventistastransforman por completo el mundo por Cristo

planifican la misión (¡al menos el 75 por ciento de las comisiones regionales de planificación de las ofrendas tendrán entre 5 y 25 años!)

escogen, organizan e implementan proyectos comunitarios transformadores

Su Ofrenda del Congreso de la Asociación General 2015 puede financiar miles de proyectos misioneros jóvenes en diversas partes del mundo.

Creatividad. Energía. Visión.

Fechas de las oFrendas*13 de diciembre de 2014

11 de abril de 20154 de julio de 2015 (recolectada solo en el Congreso de la Asociación General en San Antonio)

11 de julio de 2015

*Por favor, revise el cronograma de ofrendas locales en gcsessionoffering.org