1 1 l l ll l t 1 l 1 t i 1 \? 7. · l<r 1• ' fu · J lina V ll jo c: las tierra gallegas? l tn \l \' l11 t ( stutnl r ' (J\ ) u ria ol t n r las p rt n n ia del

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1 u r h l l \ ., h ., l (I ) N itab h blar n el pr fe or.

PART A I CTIV TY

l

onal y publica

1

l 1 1 u1 nt t t

, '

1 0)

5)

1 1 nu r 1

u nti na d

11 r 1 u 1 irr fl ivam nte,

· a1

r t a p rad habia un res-

t ur n n d fo a la puerta y una gran yitrina ilumin da a trave de la cual e veia, en

n1 1 un r plandor rojizo, como los pollos r an a fuego len to, en artados en un as a­

r ue giraba, chorreando grue a gotas de

rad gra a . e a rio la puerta y un caballero alto, gordo,

enfunda o en grueso sobretodo, salio; se detuvo

en la puerta mirando al cielo, subiose el cuello

el abrigo y echo a andar. En ese momenta lo

io Lucas Ramirez; no lo habia visto salir del

20) re taurante ino que se dio vuelta al sentir pasos

en la acera. e le ocurrio una idea: preguntar

a e e senor que venia tan de pri a, por lo que buscaba. El transitar por ahi indicaba que tal vez

vivia en la misma calle o en las inmediaciones y

f25 ) bien pudiera er que conociera a su amigo. Con un gesto sencillo, con el gesto que

cualquiera hace al detener a una persona para

preguntarle algo, lo detuvo. El caballero se paro

en seco y lo miro de arriba abajo, con mirada

(30) interrogadora, y lo vio tan miserable, tan vaci­lante, tan de hecho, que cuando Lucas Ramirez

empezo a decir: - en r, por favor ...

in dejarl terminar la frase, contesto:

(35) m no, am1go .. . e de abr cho el obretodo y por la abertura

meti ' la mano en direccion a un bolsillo, de

d nde rec gi ' alguna monedas y en la mano

que Luca Ramirez habia extendido y abierto

(40) para detenerlo, la dejo caer con voluptuosidad,

diciendo:

, 1 apari nci engaflan.

- 't me, companero.

y fue, abrochandose rapidamente el bretodo.

Luca Ramirez se quedo como si hubiera reci- (45)

bido una bofetada sin motivo alguno y estuvo un instante sin saber que hacer, que pensar ni que decir. Despues le dio rabia, y se volvio como para Hamar a aquel hombre, pero el otro iba ya a media cuadra de distancia y si lo hubiera lla- (SO)

mado no habria vuelto la cabeza; tal vez habria pensado: "iQue mendigo fastidioso! Le di casi todo el sencillo que llevaba y todavia me llama':

1. ~Donde estaba Lucas al empezar la narracion? (A) En un restaurante elegante (B) En la cas a de un amigo (C) En el pueblo de su familia (D) En un lugar poco familiar

2. ~Como se dio cuenta Lucas de la presencia del hombre? (A) Lo vio cuando entraba al restaurante. (B) Oyo que caminaba por la call e. (C) Lo vio cuando el hombre lo saluda. (D) Enfrent6 al hombre cara a cara.

3. ~Que esperaba Lucas al dirigirse al senor? (A) Que le ayudara a encontrar a alguien (B) Que lo in vi tara a comer en el

restaurante (C) Que lo llevara a su casa (D) Que le diera el dinero que necesitaba

4. ~Por que reaccion6 un poco brusco el caba­llero al ver a Lucas? (A) Por la apariencia de Lucas (B) Por la mirada de Lucas (C) Por haber reconocido su cara (D) Por haberse senti do insultado

52 AP PA I H I Preparing for the Language and Culture Examination

-- ~- - • - - -- - -· ~ - -~- -- - - -

7. l

l 1l lll r U<\11 l l 1 u ~. \ s trat I d

l

l r r 1111 nt . - i tin r .

l H u ll ' ·1t a.

u bu 'inti hun1illa

ar n r

u

m un1 l 1 [lin a 48]?

8. l u I I alabra indi a Ia mi rna id a que la pala-bra ( .. 1 n ill [lin a ]? (A E 1 tn di am n t (B) a m n da ( ) L argam nto (D) I p lvo

9. l ' m nos pre enta el narrador a Lucas al final

del fragmento? (A) Optimista (B) Aliviado (C) Engaiiado (D) Indignado

P. r I

, 1

1

ti

111 u

l 1t n 1·1 fu 1 ·1 u r b

Y a un fr

n qu r

t r . uand

tr lad , e a-

1 ntado

fijam nte.

in rn . La lmera alta fria

l ·i nt . De de la muerte de la

la Lu-i h i a lgazado mucho· u

h tan t mado el c lor del marfil viejo.

u ad habia querido llevar elo

er 1 e habia negado en forma

( s r ue - agrego- e taba preparando

·iaj rna im ortante. 0 quiso dar rna

le . En realidad no hacia nada, no dibu-

.a no pintaba, no leia casi no comia, parecia

n 'i ·ir. u hora se iban frente al cuadro,

(20) mirando la tela. A yece no se daba cuenta de

ue en el cuarto no habia luz; del crepusculo

aba a la o curidad a la noche, sentado,

inmo il hablando en oz baj a o in hablar. ora

dio uenta de que a ni iquiera habia arian-

(25) e en la tela. na manana de ago to como a las diez, Ana

agitadi ima llam6 a ora por telefono. Dijo que

pa aba algo mu raro. ora llego a la casa en

meno de ' einte m inuto ; era un dia lluvioso y 3G frio. ubi6 al cuarto de Lucio eguida por Ana,

que lloraba grande lagrima silencio as. Entro.

Lucio no e taba. La cama, de hecha, con ervaba

aun la huella el calor de u cuerpo. El cuadro,

c m 1empre, bre el caballete , apoyada

(35) c ntra la tela, ra i la muleta la manta.

n air e traii irreal habia in a dido la habi-

taci ' n. d tab a c m iempre, per nada

ra igual. nt nc ra mir ' 1 cuadr n t '

un ambi : la n ana d 1 prim r pi habi id

(40) c rrada ya n ia la m n d li di im

5 p I Pr p ring t r th Langu g nd ultur

qu la abri p na . Alg rna habia variad :

1 pu rta la hermetica pu rta c rrada, e taba

ntr bi rta. ra upo t davia c nfu a per

ine orabl ment , qu Luci habia iniciad el

VlaJe. (45)

adie ol io a verlo y, ano de pue , cuando

vendieron la ca a de Belgrano, advirtieron que el

uadro tambien habia de aparecido. La mule­

ta ) la manta, lo lapice lo oleo ) lo dibujo todo, e taban en el cuarto donde habia vivido (SO)

Lucio.

1. l Que pen o Ana cuando fue a 11 arle el almuerzo a Lu io? (A) Que Lucio a habia almorzado (B) Que habia otra per on a con el (C) Que ora la habia oido entrar (D) Que u pre en cia no era bien en ida

2. lQue upo Ana una vez que entro al cuarto? (A) Que ora ya habia llegado (B) Que Lucio no la podia er (C) Que la oce venian de otr uart (D) Que olamente habia una per on a en 1

cuarto

3. lPor que 0 qui o Lucio ir al ampo? (A) Porque pen aba ir a otro lugar (B) Porqu ora lo mole tab a (C) Porque el campo led agr d b (D) Porque el iaje lo can ab much

4. Por lade crip ion del narrador lqu ' p d -mo dedu ir obre Lucio? (A) Qu e taba b ion d (B) Que e taba ati £ h (C) Que tab n j d u dr (D) Que tab a tumbr d 1 u r

n1inati n

ll i1 u ntl

7- ]?

) . . 1 fl

r 1 ~ u an i r n ? 1 t r ·1 1

·1ta i ir t·

r 1 ut r 11 1 m r p r 11 d ra

7. r n 1 uadro cuando entr6 en el

u u 1 1 h bia ambiado u Lu i par ia en el ahora u la pu rta n el cuadro e taba completa­

m nt c rrada (D) Que lo colore en el cuadro le dab an otra

per pectiva

8. Un lector quisiera saber mas sobre el final del cuento. l Cual de las siguientes preguntas proba­blemente tendria en mente? (A) lCuanto habran pagado por los cuadros? (B) lQuien habria comprado la casa de Lucio? (C) lQue le habria pasado a Lucio? (D) l Por que estarian las posesiones de Lucio a

la venta?

PART A I ACTIVITY 24 I M ·pte Ch

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Ir1t1 i I

1 uJtdial

1 n ' tit 1 r l r 1111 r p, r n 1 v r i ' n digital d l p ri ' di argentino Larin. t i 1 t t n l \ s l r l·1 t 'r ~ r d, d.

Vt J . · v ritos Ayuda

lr I I Recarg r Buscar 4/~

Detener Favorito

1 p ra la tercera edad

L1 ea r prim ra v z n la historia habra en el mundo mas ancianos que niflos.

(5 ar

in u nta aii en 1 Argentina un cuarto de la poblacion tendra mas de ochenta. El d dupli ' la 1 ngevidad promedio. lLogro tambien una mejor calidad de vida para la

((t era d d"? i tiene cubiertas necesidades minimas, sorprendentemente la respuesta

Di r inv tigacione , entre ellas una realizada por Laura Carstensen para el Centro Stanford L ng idad, y otra por Oscar Franco para la Universidad de Cambridge en Gran Bretaiia, sugie­

r n que la persona mayores de cincuenta y cinco aiios suelen sentir mas alegria y gratitud, menos r ' s y depre ion, y aceptan lo momentos de tristeza con mayor naturalidad que los jovenes. Los

(1 O) tudi fueron realizados en Estados Unidos y en Gran Bretaiia y podriamos preguntarnos si se obtendrian lo mi mo resultados en la Argentina. Sin embargo, permiten cuestionar el estereotipo de que la vejez esta asociada inevitablemente con un incremento del malestar y con un deterioro de la calidad de vida.

Cuando nos damo cuenta de que ya no tenemos to4o el tiempo por delante, vemos las priori-(15) dade con rna claridad. Intensificamos los placeres por saberlos finitos y ya no pretendemos que el

mundo se adapte a nuestra expectativas. Los adultos mayores cambian su definicion de felicidad y la a ocian menos con la excitacion que con la serenidad. En el dia a dia se sienten mas satisfechos que los jovenes. Recuerdan con particular interes las imagenes positivas, son mejores ala hora de resolver conflictos, e tan mas abiertos a la reconciliacion y sienten mas emociones mixtas, como

(20) cuando se llora sonriendo junto a un amigo. Los j ovenes suelen explorar, arriesgan para aprender, tienen mas citas a ciegas y aventuras que

los conducen a lugare inciertos. Cuando creemo que hay toda una vida por delante, somos menos selectivos. Los adultos mayo­

res e concentran en lo que juzgan importante y no quieren desperdiciar el tiempo. (25) ar ten en ugiere que los que tienen entre 60 y 80 aiios estan en el Acto IV de las cinco partes

de u exi tencia. L tere tipos de la tercera edad no guardan relacion con lo que muestran los estudios obser-

vaci nal , n I que no predominan los ancianos que aiioran el pasado ni las mujeres acompleja-

da p r u arruga . (30) a v j z puede reclamar un e pacio que supere los prejuicios y la imagen de discapacidad y

decad ncia. i 1 afi n han pa ad n vano, los adultos mayo res aprenden a tomarse la vida con filosofia.

1 arte d vivir r qui r d habilidad y experiencia, y los aiios suelen favorecer esta perspectiva.

56 AP PA I H I Pr paring for the Language and Culture Examination