William Soto Santiago

Domingo, 10 de junio de 1990 Cayey, Puerto Rico

Este mensaje predicado por nuestro amado hermano William Soto Santiago,

Es distribuido gratuitamente.

“Y el Espíritu y la esposa dicen: Ven. Y el que oye diga: Ven. Y el que tiene sed venga; y el que

quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”

Apocalipsis 22:17

26 WILLIAM SOTO SANTIAGO Así que muchas gracias a todos ustedes por vuestra amable

atención. Y a nuestro hermano Bermúdez, dondequiera que se encuentre, si está escuchando en esta mañana, que Dios te bendiga mucho, Miguel, que Dios te guarde y te use poderosamente en el Reino de Dios, en la Edad de la Piedra angular, y a cada uno de ustedes, ministros de la Edad de la Piedra angular, les use poderosamente, haciendo llegar a través de ustedes el mensaje que corresponde para esta Edad de la Piedra angular, a cada uno de los hijos de Dios. Para eso han sido ustedes escogidos y colocados en el ministerio: para hacer que les llegue a todos los escogidos la Palabra, el Mensaje, en la forma pura en que ha salido en esta Edad de la Piedra angular, sin añadirle ni quitarle al mensaje.

Mi deseo es que Dios los use poderosamente, les ayude en todo, y sean ustedes de bendición para todos los escogidos que están colocados, y los que serán colocados en el Reino de Dios, en la Edad de la Piedra angular.

Dios continuará añadiendo a Su Iglesia, en la Edad de la Piedra angular, los que han de ser salvos, conforme a Su programa.

Dios les bendiga a todos en esta mañana, en esta ocasión, con todas las bendiciones de Dios correspondientes para este tiempo y para toda la eternidad.

Muchas gracias a todos por vuestra atención. Y con nosotros nuevamente el Rvdo. Mario Pérez Colón para continuar y concluir en esta ocasión.

``NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS.''

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 25 muere), pues él regresará y estará nuevamente con nosotros.

Así que hemos visto en esta mañana nuestro lugar en el Reino de Dios. Nuestro lugar en la Jerusalén celestial.

Dios nos continúe bendiciendo con todas las bendiciones prometidas para ese lugar. Dios nos ayude, Dios nos fortalezca y nos siga preparando con Su Palabra hablada para recibir la Transformación de nuestros cuerpos, y para recibir también a los muertos en Cristo (los que durmieron en las edades pasadas, y también algunos de los nuestros que ha partido, que ha dormido en este tiempo); que Dios nos prepare para recibirlos a ellos en este tiempo final.

Muchas gracias por vuestra amable atención. Y será hasta el próximo jueves, Dios mediante, que estaré nuevamente aquí en este lugar. A las ocho de la noche ya comenzará la transmisión.

Así que estaremos aquí como a las siete de la noche, haciendo todos los preparativos para esa transmisión telefónica a Colombia, Venezuela, Estados Unidos de Norteamérica, a Centroamérica y Suramérica, y también para cada uno de ustedes que estará aquí (los que puedan estar aquí, ya que no es un día de actividades normales; pero los que deseen estar, pues tienen la libertad de estar aquí el jueves). A las ocho de la noche comenzaremos la transmisión.

Así que estaremos aquí desde antes de las ocho. Y el viernes estaremos aquí a las seis de la tarde para la otra actividad. Y el sábado estaremos viajando rumbo a Colombia, luego a Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, y Brasil. Y luego del Brasil regresaremos nuevamente a Colombia para un recorrido por diferentes lugares de Colombia.

Así que ustedes irán conmigo, con sus oraciones, y en todas las formas que ustedes saben ir conmigo siempre, ustedes estarán conmigo. Yo los llevaré a todos ustedes en mi corazón, y me tendrán también con ustedes en sus corazones; y estarán orando por mí, lo cual necesito mucho para que Dios siempre ponga en mi corazón y en mi boca Su Palabra para todo Su pueblo en esta gloriosa Edad de la Piedra angular, en este glorioso lugar que nos ha tocado en el Reino de Dios.

24 WILLIAM SOTO SANTIAGO nuestro lugar en el Reino de Dios.

Y le damos gracias a Dios por este lugar tan hermoso en el Reino de Dios. El más importante, el más glorioso, el de mayor dignidad en el Cielo y en la Tierra.

Así que no tenemos palabras para expresar plenamente lo que significa este lugar y las personas de este lugar del Reino de Dios. Es lo más grande en el Cielo y en la Tierra. Por esa causa el Señor Jesucristo cumple Su segunda venida en el lugar más importante del Reino de Dios, en la Edad de la Piedra angular.

Y si es el lugar más importante, y El nos ha colocado en ese Lugar, entonces le damos gracias al Señor Jesucristo que nos ha llamado con el mensaje de gran voz de trompeta y nos ha colocado en ese lugar.

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS. Ese es nuestro lugar en el cielo. Dice que nos sentó con El en lugares celestiales en Cristo.

Así que nuestra posición, nuestro lugar, aquí en la Tierra es grande: es la Edad de la Piedra angular. En el Milenio será el más grande. En la Nueva Jerusalén que estará en la Tierra, será también el más importante, y en el Cielo es el más importante también. Es el lugar de la presencia de Dios. Es el lugar del Trono del Señor. Ese es nuestro lugar en el Reino de Dios. Y fuimos predestinados para ese lugar. No ha sido por fuerza humana, sino por Predestinación Divina, por elección Divina.

Así que le damos gracias a Dios por Su elección, le damos gracias a Dios porque nos predestinó para ocupar ese lugar, y nos mantenemos en nuestro lugar en el Reino de Dios, esperando a los muertos en Cristo que han de resucitar, y esperando la Transformación de nuestro cuerpo. No dejaremos nuestro lugar en el Reino de Dios, perseveraremos en el lugar que El ha predestinado para cada uno de nosotros: La Edad de la Piedra angular.

Y el que perseverare hasta el final, éste será transformado, si está vivo; y si partió en el pasado, será resucitado. Así que el que perseverare hasta el final, el que perseverare todos los días de su vida, éste recibirá esa transformación si está vivo; pero si parte (si

NUESTRO LUGAR

EN EL REINO DE DIOS Por William Soto Santiago

Domingo, 10 de junio de 1990 Cayey, Puerto Rico

Muy buenos días, amados hermanos y amigos presentes, y

amigos que nos están escuchando en diferentes países a través de la línea telefónica. Un saludo para todos los hermanos y amigos de Venezuela, Colombia, México, Norteamérica y demás lugares que están en la línea telefónica. Es para mí un privilegio muy grande estar con todos ustedes en esta mañana para traer la Palabra de Dios.

Ya éste será el último domingo que estaré con ustedes aquí en Puerto Rico; porque ya el sábado estaré viajando en el recorrido que estaré dando por Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Brasil. Después regresaré a Colombia para un breve recorrido y luego vendré a Puerto Rico, donde continuaré las actividades desde este lugar; pero también estaré por la línea telefónica con ustedes aquí en Puerto Rico, directamente de los diferentes lugares en donde estaré. Así que en algunos domingos estaré con ustedes directamente por la línea telefónica.

Ahora, en esta ocasión, siendo el último domingo, también quiero anunciarles que el próximo jueves, el día 14 de junio, en el cual estaré cumpliendo años. (Según el calendario gentil estaré cumpliendo cincuenta años). Estaré a las ocho de la noche, hora de Puerto Rico; siete de la noche, hora de Colombia, aquí en este lugar para la transmisión telefónica.

Para otros países están todos también invitados. Los que deseen estar aquí, pueden estar aquí el próximo jueves, a las ocho de la noche, para esta transmisión telefónica. Así que estaré en un corto mensaje para toda la América Latina. Es un mensaje de cumpleaños, en el día que cumplo año.

Y luego el viernes próximo estaré nuevamente aquí, no para la transmisión de un mensaje, sino para la invitación que me han hecho para estar en una cena a las seis de la tarde. Estaré aquí con ustedes nuevamente. Ustedes también han sido invitados.

6 WILLIAM SOTO SANTIAGO Así que estaré con ustedes el viernes, y luego el sábado saldré

hacia Colombia, y luego a Ecuador, Perú, Chile, Bolivia y Brasil; y así estaré en un recorrido de dos meses llevando a cabo las actividades correspondientes para estos países que han sido colocados en el itinerario de ese recorrido.

Ahora, en esta mañana quiero leer una escritura, y se encuentra en el Libro del Apocalipsis, en el capítulo 3, verso 20 al 22. Dice:

``He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono; así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en Su trono.

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.'' Que Dios bendiga Su Palabra en nuestros corazones, y nos

permita entenderla. ``NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS.'' Sabiendo que somos el cuerpo místico del Señor Jesucristo;

sabiendo que hay una Jerusalén terrenal y una Jerusalén celestial, y sabiendo que somos esa Jerusalén celestial, somos los miembros de esa Jerusalén celestial, de ese monte de Sión espiritual, celestial, entonces nosotros estamos llamados a ocupar nuestro lugar en el Reino de Dios, en la Nueva Jerusalén, en la Jerusalén Celestial, en el monte de Sión espiritual, que es el cuerpo místico del Señor Jesucristo.

Es necesario ocupar el lugar correspondiente para el tiempo en que uno vive en el Reino de Dios; porque es en ese lugar en donde están las bendiciones de Dios para ese tiempo.

A través de las edades y dispensaciones, Dios ha enviado Sus mensajeros para llamar a Sus hijos al lugar que les corresponde en el Reino de Dios, en la Edad que les corresponde estar, vivir, en el Reino de Dios.

Cada hijo de Dios viene a este planeta Tierra ordenado, predestinado, por Dios, para ocupar la posición correspondiente en el Reino de Dios en la Edad que corresponde para ese tiempo. Porque ahí es que está la bendición de Dios para cada hijo de Dios, para cada escogido de Dios.

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 23 sirvamos al Señor Jesucristo, que es Rey de reyes y Señor de señores sentándose en Su Trono en la Edad de la Piedra angular.

Y nosotros juntamente con El sentados en Su Trono, dándole gracias al Señor, vivamos amándolo con Amor Divino y haciendo la obra que nos corresponde en Amor Divino, para obtener totalmente la Gran Victoria en el Amor Divino.

Las bendiciones de Dios son impartidas en la Edad de la Piedra angular; y desde ahí esas Bendiciones Divinas alcanzarán a muchos seres humanos; alcanzan a todos los escogidos que están en la Edad de la Piedra angular; alcanzarán también a los demás hijos de Dios, incluyendo 144,000 hebreos, y también incluyendo a los mártires, aquellos que murieron bajo Hitler, Eichmann, y demás dictadores que martirizaron a los judíos; y también alcanzará a las vírgenes fatuas, que durante la gran tribulación tendrán que dar sus vidas por este mensaje. Esa bendición de Edad de la Piedra angular alcanzará a todo hijo de Dios.

Así que esperamos que las bendiciones del Señor Jesucristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, alcancen a todos los hijos de Dios, comenzando por...

¿Por quién quiere usted que comiencen las bendiciones de Dios en este tiempo final? Y no es que seamos egoístas; es que sabemos que hemos sido escogidos y predestinados para recibir las bendiciones de Dios en este tiempo final; y hemos sido colocados en el lugar de las bendiciones de Dios, el lugar más importante del Reino de Dios, la Edad de la Piedra angular, la Edad gloriosa en la cual nosotros estamos viviendo.

Ningún escogido de Dios se saldrá de ese lugar, de esa posición. Por eso cada escogido alcanzará la Bendición Divina en toda su plenitud, alcanzará la bendición divina con todo lo que significa la bendición divina correspondiente para este tiempo final; y así obtendremos el cuerpo eterno, cada escogido obtendrá su teofanía, la cual se encarnará y estará manifestada en cada escogido. Ese cuerpo teofánico de la Sexta Dimensión morará en el cuerpo eterno que ha de tener cada escogido. Y entonces todos seremos a imagen y semejanza del Señor Jesucristo. Así que podemos ver

22 WILLIAM SOTO SANTIAGO humanos, de hijos de Dios, que han reconocido su lugar en el Reino de Dios, en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, entonces podemos decir: ``El Rapto, la Traslación de los escogidos, está a la mano; la Resurrección de los muertos está a la mano también; la Transformación de nuestros cuerpos está a la mano en nuestro día, en nuestra Edad, la Edad de la Piedra angular, la Edad del Trono del Señor Jesucristo.''

La Edad del Trono del Señor Jesucristo es nuestro lugar en el Reino de Dios. ¿Y cuál de ustedes había pensado veinte años atrás, que el lugar suyo, la posición suya, en el Reino de Dios, sería en la Edad del Trono del Señor Jesucristo; y que esa sería también su posición en el Milenio y en la eternidad? Nunca nos habíamos imaginado tal cosa.

Pero solamente podemos decir una cosa: ``Las cuerdas nos han caído en lugares deleitosos (la Edad de la Piedra angular), y grande es la Heredad que nos ha tocado.''

La Heredad de los escogidos de este tiempo final es la Heredad más grande de todas. Recuerden ustedes que en la heredad de los hijos de Dios en el Antiguo Testamento, se pronunciaba la bendición, y unos recibían una bendición más grande que otros.

Y la bendición más grande de todas las bendiciones para los hijos de Dios está en la Edad de la Piedra angular. Por eso ocupamos nuestro lugar en el Reino de Dios, nuestro lugar en la Jerusalén celestial.

Así que en la Jerusalén celestial tenemos un lugar, una posición tan alta, tan grande, tan sublime y tan noble, que ninguna otra persona puede alcanzarla. “Y nosotros no la hemos alcanzado porque hayamos hecho algo por nuestra propia cuenta para alcanzarla, sino porque fuimos predestinados por Dios para esa posición.” A alguien le tenía que tocar. Y por gracia divina, por elección divina, nos tocó a nosotros.

Los últimos son los primeros en el Reino de Dios, porque son los que se colocan, se sientan en la Edad de la Piedra angular, la Edad del Trono del Señor Jesucristo.

Así que manteniéndonos en nuestro lugar, en nuestra posición,

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 7 A través de las Edades y dispensaciones del pasado,

encontramos que Dios ha llamado a Sus hijos a un mensaje. El mensaje correspondiente para ese tiempo, para esa edad y para esa dispensación. Fuera de ese mensaje, la bendición divina no puede alcanzar a los hijos de Dios.

Así como en el tiempo de Noé, la bendición de Dios estaba en Noé y en el mensaje de Noé. Fuera del mensaje de Noé, las personas no podían alcanzar la misericordia de Dios ni la bendición de Dios. Solamente el juicio divino estaba al alcance de las personas que estaban fuera del programa divino correspondiente para aquel tiempo.

Las personas que estaban fuera del lugar correspondiente en el Reino de Dios, estaban al alcance de los juicios divinos; pero los que estaban en el mensaje de Noé, se encontraban viviendo en la edad correspondiente para aquel tiempo, y alcanzaron la misericordia divina, entraron al arca y se salvaron, y aun los animales también alcanzaron la misericordia divina, porque entraron al arca, el cual era nada menos que el Programa Divino correspondiente para aquel tiempo.

Eso nos muestra que cada hijo de Dios en su edad y dispensación está llamado a ocupar su lugar en el Reino de Dios, en la edad correspondiente para ese tiempo, para así recibir la Bendición Divina, que es lo que cada hijo de Dios desea en su vida.

Ahora, a través de las edades hemos visto cómo Dios se ha manifestado por medio de cada mensajero, de cada profeta, que El ha enviado para cada edad y para cada dispensación. Lo hemos visto a través de Moisés, lo hemos visto a través de cada uno de los profetas de Dios; lo vimos manifestado también en Juan el Bautista, el cual con su mensaje preparó a un pueblo para recibir al Señor en Su primera venida. Y luego vimos a Dios manifestado, en toda Su plenitud en carne humana, en Jesús de Nazaret.

El Señor Jesucristo es nada menos que la Revelación Divina en carne humana del Creador de los cielos y de la Tierra. Es Emmanuel, que traducido es ``Dios con nosotros.''

Y toda persona que vio esa manifestación Divina y recibió ese

8 WILLIAM SOTO SANTIAGO mensaje, y siguió al Señor Jesucristo, en su tiempo entró a la edad correspondiente para aquella ocasión, entró a la Edad de la Piedra angular, que es el Señor Jesucristo en Su primera venida, y pudieron recibir las bendiciones de Dios establecidas para aquella edad y para aquella dispensación que estaba comenzando.

Ellos podían ver la Palabra profética mesiánica, la Palabra que fue hablada de la primera venida del Mesías, cumplida en la persona del Señor Jesucristo. Y esa era la bendición más grande que una persona podía recibir en aquel tiempo.

Esa era una bendición y bienaventuranza tan grande, que el Señor Jesucristo dijo: ``Bienaventurados vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen. Porque muchos de los profetas y de los justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron, y oír lo que oís, y no lo oyeron; mas bienaventurados vuestros ojos porque ven, y vuestros oídos, porque oyen...''

¿Qué estaban viendo ellos? Ellos estaban viendo las promesas mesiánicas materializadas en carne humana en la persona del Señor Jesucristo. ¿Y qué estaban escuchando ellos? Ellos estaban escuchando al Señor Jesucristo predicándoles la Palabra prometida para aquel tiempo, y mostrándoles que estaba cumplida esa promesa de la primera venida del Mesías. Ellos estaban escuchando al Señor Jesucristo en Su mensaje del año de la ``Buena Voluntad'' del Señor.

Y fue una bienaventuranza grande poderlo ver y poderlo escuchar en Su primera venida. Porque ellos habían ocupado su lugar en el Reino de Dios, ellos habían ocupado su lugar en la Edad de la Piedra angular, en la Edad de la primera venida del Hijo del Hombre; por lo tanto, ellos tenían las bendiciones de Dios prometidas para aquel tiempo. Sus ojos fueron abiertos a las promesas divinas correspondientes para aquel tiempo, para aquella edad, en el Reino de Dios.

Y ninguna persona puede entrar al Reino de Dios sin estar en la Edad correspondiente para el tiempo en que vive, porque ahí es que ocurre ese nuevo nacimiento para esa persona. Esa persona tiene que nacer en esa edad o dispensación por la Palabra hablada, por creación divina. El Espíritu de Dios utilizando esa Palabra produce

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 21 angular; y para Juicio Divino de todos los que están fuera del Trono del Señor Jesucristo.

Así que la bendición está en el Trono del Señor; y para los que están fuera, del Trono sale el Juicio Divino siendo hablado, proclamado, en el mensaje del día de venganza del Dios nuestro; para lo cual el ministerio de los dos Olivos, de Moisés y Elías, estará ministrando en la Edad de la Piedra angular, estará revelando, hablando, esa Palabra. Y luego los seres humanos estarán viendo que esa Palabra hablada se estará materializando, porque será la Palabra de Dios colocada en la boca del Angel del Señor Jesucristo para materializarse todo lo que sea hablado.

Así como se materializó todo lo que Moisés habló: las bendiciones que habló para el pueblo hebreo, y también se materializaron los juicios divinos que habló para el reino gentil del faraón.

Así que las bendiciones habladas en la Edad de la Piedra angular desde el Trono del Señor Jesucristo, bajo el ministerio de Moisés y Elías, serán materializadas en cada uno de los escogidos. Y los Juicios Divinos que serán hablados, también serán materializados, cumplidos, en y sobre el reino de los gentiles. Esa es la Espada que sale de la boca del Señor Jesucristo en Su segunda venida. Es la Palabra que sale de Su boca, la cual El coloca en Su Angel mensajero, al cual le encomienda todos Sus bienes.

Y nosotros, juntamente con el Angel del Señor Jesucristo, trabajamos en la Edad de la Piedra angular, en el Reino de Dios, en la posición, en el lugar que nos corresponde a nosotros. Y nuestro trabajo en el Señor no es en vano. Porque nuestras obras, nuestros trabajos, con nosotros seguirán por toda la eternidad.

Así que trabajamos a la segura, reconociendo nuestra posición, nuestro lugar en el Reino de Dios, en el cuerpo místico del Señor Jesucristo.

Fue dicho en una ocasión por el Séptimo Mensajero: ``Cuando la Novia reconozca su posición, entonces vendrá el Rapto. Así será algún día.''

Y cuando podemos ver un grupo de personas, de seres

20 WILLIAM SOTO SANTIAGO Trono, el Trono del Señor Jesucristo.

Y todo esto se va a reflejar en todo ese Programa Divino que vamos a ver en la profecía bíblica, y luego vamos a verlo materializado durante el Milenio y por toda la eternidad.

La Edad de la Piedra angular, la Edad de la cima del Monte de Sión, la Edad del Trono del Señor Jesucristo, es nuestro lugar en el Reino de Dios. Siendo nuestro lugar en el Reino de Dios, usted y yo estamos representados en el Trono de Dios.

El ministerio de la Edad de la Piedra angular está representado en el Trono de Dios. Allí están Miguel y Gabriel, estos dos arcángeles, que representan el ministerio de la Edad de la Piedra angular.

Por esa causa usted encuentra en el Libro y profecía de Daniel, en el capítulo 12, que dice: ``Y en aquel tiempo se levantará Miguel (el arcángel), el cual está por los hijos de tu pueblo.'' Y así sigue diciendo las cosas que acontecerán.

Porque en la Edad de la Piedra angular se lleva a cabo una manifestación directamente del Trono de Dios.

Y por cuanto en el tiempo final, durante la Gran Tribulación, no se encontrará al Señor Jesucristo sentado en el Trono del Padre como Cordero de Dios, por cuanto se levantó y se convirtió en el León de la tribu de Judá. Dejando el ministerio de Cordero de Dios pasó al ministerio de León de la tribu de Judá...

Encontramos entonces que del Trono de Dios sale la manifestación del Juicio Divino que caerá sobre la raza humana. Por eso salen relámpagos, truenos, voces, y un terremoto. Todo esto está hablando del Juicio Divino sobre la raza humana; porque todo eso sale del Trono de Dios.

Y por cuanto sale del Trono de Dios, entonces se refleja en el Trono del Señor Jesucristo, en la Edad de la Piedra angular, y desde la Edad de la Piedra angular se revela, se da a conocer todo lo que desde el Trono de Dios es manifestado.

En palabras más claras: de Trono a Trono se lleva a cabo una gran obra divina, una obra de bendición para todos los escogidos que están en el Trono del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 9 ese nuevo nacimiento, un nacimiento espiritual, que tiene que ver con su teofanía, tiene que ver con otra dimensión.

Y así es canalizado el individuo en el Orden Divino de la perfecta voluntad de Dios, para venir a esta Tierra los hijos de Dios.

Por cuanto no nació primeramente por el Orden Divino aquí en la Tierra, sino por la unión de un hombre y de una mujer, entonces es necesario que nazca por el Orden Divino, por la Palabra creadora, y así nazca en el Reino de Dios y en la Edad que le corresponde; y así comience su trayectoria correctamente, para luego obtener un cuerpo eterno y vivir eternamente, un cuerpo que vendrá por creación divina en este tiempo final.

Es necesario ocupar el lugar, la posición que le corresponde a cada hijo de Dios en cada edad y en cada dispensación.

Han pasado ya siete etapas o edades de la Iglesia gentil. En cada una Dios envió un ángel mensajero, un profeta mensajero con el mensaje del Señor Jesucristo para cada edad.

Y a través de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil se ha estado llevando a cabo el nuevo nacimiento de los hijos de Dios en el Reino de Dios.

Y cada uno de los hijos de Dios en cada edad fue llamado por el mensaje de cada edad, por la trompeta de cada edad; y así nació en cada edad cada hijo de Dios y ocupó su lugar, su posición, junto al mensajero de cada edad.

Y cuando han pasado esas siete etapas o edades de la Iglesia gentil, en donde Dios estuvo llamando un pueblo para Su nombre de en medio de los gentiles, luego nos encontramos en el fin del tiempo en donde comienza una nueva dispensación con la Edad de la Piedra angular, que es la segunda venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles.

La Edad de la Piedra angular es la Edad de las grandes promesas de la Resurrección de los muertos y de la Transformación de los vivos en Cristo. Es la Edad de la gran voz de trompeta que llama y junta a todos los escogidos. Es la edad de la trompeta final que antecede a la Resurrección de los muertos y a la Transformación de los vivos. Es la Edad que llama y junta en el Reino de Dios, en la

10 WILLIAM SOTO SANTIAGO etapa correspondiente, a todos los hijos de Dios, para que reciban la bendición Divina que corresponde al tiempo final, para que reciban la gloriosa bendición de la segunda venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, y así puedan recibir la bendición de la primogenitura, puedan recibir todos los derechos que les corresponden como hijos primogénitos de Dios, puedan recibir la inmortalidad, la vida eterna; puedan regresar a la vida eterna, de la cual cayeron los hijos de Dios allá en el Huerto del Edén.

En este tiempo final, en la Edad de la Piedra angular, en esta tercera dispensación que ha comenzado, los hijos de Dios son restaurados a todo lo que se perdió en la caída. Por esa causa le es restaurado el Título de Propiedad a todos los hijos de Dios en este tiempo final.

Ese Título de Propiedad o Libro de la Redención que perdió Adán y que pasó a las manos de Su Dueño original (Dios), y que luego es abierto en el Cielo por el Señor Jesucristo (que es el Cordero de Dios, y también el León de la tribu de Judá), es traído a la Tierra en Apocalipsis capítulo 10.

¿Para qué es traído a la Tierra? para ser restaurado a la raza humana, para ser entregado al Angel mensajero del Señor Jesucristo, quien en el tiempo final se estará manifestando, estará en la Edad de la Piedra angular trayéndole a los escogidos el mensaje de la trompeta final, el mensaje de la gran voz de trompeta, y juntando así a todos los escogidos para la restauración de los hijos de Dios a la vida eterna.

Estamos viviendo en el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos, en donde Dios está llamando a todos Sus hijos, Sus escogidos, escritos en el libro de la vida del Cordero, para ser restaurados a todo lo que se perdió en la caída.

Así que los hijos de Dios regresarán a su posición original, regresarán a la vida eterna con un cuerpo eterno y con un espíritu teofánico eterno, para vivir por toda la eternidad a imagen y semejanza del Señor Jesucristo.

Estamos viviendo en el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos, y por esa causa Dios está llamando a todos los

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 19 nosotros en este tiempo final. Ese es nuestro lugar en el Reino de Dios, en esa Jerusalén Celestial.

Por esa causa, usted que vive en la Edad de la Piedra angular acá, está representado en el Cielo en el Trono de Dios, en el lugar más importante del Cielo. Y por eso acá en la Tierra también ocupa el lugar más importante, la Edad más importante, la Edad de la Piedra angular.

Es tan grande y tan importante ese lugar, que en ese Monte que estará sobre la Tierra, esa Jerusalén nueva que estará en el territorio de Israel, en Jerusalén, allí estaremos nosotros en la posición más importante de ese Monte, de esa ciudad. Estaremos en la parte más alta de esa ciudad, en donde estará el Trono del Señor Jesucristo.

Así que esto es tan grande, es tan sublime, es tan importante, para cada uno de nosotros y para Dios, que El reservó esta posición para los hijos de Dios de este tiempo final.

Así que algunas personas pueden pensar: ``Pero esa posición debe ser para el apóstol San Pablo, que vino primero en la primera edad.''

Bueno, lo que pasa es que la Escritura dice: ``Los postreros serán primeros, y los primeros serán postreros.''

Ahora, vean ustedes una cosa: Los seres humanos miran de abajo para arriba, pero Dios mira de arriba para abajo. Dios envió primero en la primera edad a San Pablo, y fue el primero que llegó. Y las personas lo podrán colocar como el primero, y ponerlo en la cima; pero está abajo, aunque es el primero.

Dios sigue enviando Sus mensajeros, y así se va formando ese Cuerpo Místico, ese Monte Espiritual, el Monte de Sión, esa ciudad. Y cuando llega a lo último, envía al último mensajero con los escogidos de esa Edad de la Piedra angular. Y aunque para los de la Tierra, los que miran de abajo hacia arriba, éstos son los últimos que llegaron, pero cuando Dios mira de arriba hacia abajo, éstos son los primeros que El ve; éstos son los más cerca de Dios.

Y cuando El desciende sobre ese Monte, El desciende sobre la cúspide de ese Monte. Así que lo más alto es la Edad de la Piedra angular, la Cima del Monte de Sión, en donde Dios establece Su

18 WILLIAM SOTO SANTIAGO viviremos eternamente. Todo esto está prometido para este tiempo final en la Edad de la Piedra angular, que es el lugar que nos corresponde en el Reino de Dios.

Así que estamos viviendo la Edad más gloriosa de todas las edades. Estamos viviendo en la etapa del Reino de Dios que nos llevará de regreso a la vida eterna, nos regresará a la vida eterna.

Así que todos los hijos de Dios han sido llamados en este tiempo final por el Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, con el mensaje de Gran Voz de Trompeta, con el mensaje de la trompeta final, con el mensaje de la trompeta de Dios por medio de Su Angel mensajero, al cual puso su Señor sobre todos Sus bienes.

Así que hemos sido llamados, convocados, para ocupar nuestro lugar en el Reino de Dios. Y cada uno de nosotros conocemos nuestro lugar, conocemos nuestra posición en el Reino de Dios, en la Jerusalén Celestial, en el cuerpo místico del Señor Jesucristo. Por esa causa estamos esperando nuestra Transformación. Y por esa causa estamos esperando a los muertos en Cristo que resuciten y aparezcan en esta Edad de la Piedra angular a cada uno de nosotros que vivimos en esta Edad de la Piedra angular.

``NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS.'' Este es el lugar más grande, más importante, más sublime, en el Reino de Dios. Y éste es el lugar que ocuparemos también durante el Milenio y por toda la eternidad. El lugar que deseó la madre de Juan y Jacobo para estos hijos buenos, obedientes y seguidores del Mesías, seguidores del Señor Jesucristo en Su primera venida.

Los padres de hijos que siguen el Programa Divino para el tiempo en que viven, desean para sus hijos las bendiciones más grandes que hay en el Reino de Dios.

Lo que aconteció con la madre de Juan y Santiago (Jacobo), por lo cual no le fue concedida esa petición, es porque no estaba en disposición de ser otorgada esa posición en aquel tiempo; porque esa posición había sido predestinada para el tiempo final, para el Siervo fiel y prudente con todos los escogidos que seguirían Su mensaje en este tiempo final.

Así que lo que ella deseó para sus hijos, nos ha tocado a

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 11 escogidos, a todos Sus primogénitos, a ocupar su lugar en el Reino de Dios.

Estamos viviendo en el tiempo de la Edad de la Piedra angular, estamos viviendo en una nueva dispensación, la Dispensación del Reino. Estamos viviendo en un tiempo tan grande y glorioso que Dios está llamando a todos Sus hijos para que ocupen su posición en el Reino de Dios, para que ocupen su posición en el cuerpo místico del Señor Jesucristo.

¿Y cuál es la posición correcta en el Reino de Dios en este tiempo? La Edad de la Piedra angular, que es la Edad de la segunda venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles llamando con gran voz de trompeta, con esa trompeta final, a todos los escogidos; para producir la Resurrección de los muertos y la Transformación de nosotros que estamos vivos en este tiempo final.

Nuestro lugar en el Reino de Dios, nuestro lugar en esa Nueva Jerusalén, la Jerusalén celestial, ese Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, es la Edad de la Piedra angular.

Y la Edad de la Piedra angular es el lugar del Trono del Señor Jesucristo, en donde El coloca a todos los vencedores juntamente con el Angel mensajero de la Edad de la Piedra angular, el cual vence en este tiempo final.

El Angel mensajero del Señor Jesucristo es el siervo fiel y prudente que puso su Señor sobre Su Casa. Su Cuerpo Místico es Su Casa. Su Iglesia es Su Casa. La Jerusalén celestial es Su Casa... El cual puso su Señor sobre Su casa para que le dé el alimento espiritual a tiempo.

``Bienaventurado aquel siervo que cuando su Señor venga le halle haciendo así.'' Le halle dando el alimento espiritual correspondiente para la venida del Señor, le halle dándole el mensaje de la segunda venida del Señor con Sus ángeles, le halle dándole el mensaje de gran voz de trompeta a todos los hijos de Dios, lo encuentre llamando y juntando a todos los escogidos en la Edad de la Piedra angular, y alimentándolos con el maná escondido, con el mensaje de la segunda venida del Señor Jesucristo con Sus ángeles, el cual estuvo escondido para las siete etapas o edades de la

12 WILLIAM SOTO SANTIAGO Iglesia gentil.

Porque en ninguna de las siete etapas o edades de la Iglesia gentil correspondió el mensaje de la segunda venida del Señor; porque el mensaje de la segunda venida del Señor con Sus ángeles corresponde a la Edad de la Piedra angular, que es la Edad de la venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles. La Edad de la Piedra no cortada de manos, que viene en este tiempo final.

Por lo tanto, el siervo fiel y prudente que en el tiempo final es encontrado dando ese mensaje de la segunda venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles, de la segunda venida de Cristo como León de la tribu de Judá, dándole ese Alimento a todos los hijos de Dios para nuestro regreso a la vida eterna...

Dijo el Señor: ``Bienaventurado aquel siervo, que cuando su Señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.'' Y se cumple ahí la promesa: ``Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en Su trono.''

Cuando el Señor Jesucristo murió en la Cruz del Calvario, y descendió al infierno, y luego pasó al Paraíso, para luego resucitar el Domingo de Resurrección, y cuarenta días después ascendió al cielo, victorioso, y se sentó en el Trono del Padre en el lugar de Intercesión en el cielo... Y así como el Señor Jesucristo venció y ascendió al cielo, y se sentó con Su Padre en Su Trono, así El hará con el que venciere.

El Angel mensajero del Señor Jesucristo, al vencer, lo encontramos arriba en la Edad de la Piedra angular, la Edad del Trono del Señor Jesucristo, lo encontramos sentado con el Señor Jesucristo en Su Trono, en la manifestación del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá.

Cuando el Señor Jesucristo ascendió al cielo, se sentó en el Trono del Padre como Cordero de Dios y como Sumo Sacerdote, haciendo intercesión por cada uno de los escogidos. Pero en el Trono del Señor Jesucristo se lleva a cabo la manifestación gloriosa del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores. Y de esa manera se lleva a cabo el

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 17 que José en el reino del faraón, excepto Faraón mismo.

Así que en el Trono del Señor Jesucristo El ha prometido colocar al vencedor, al que venciere; y nadie estará más arriba de él, sino Aquél que lo colocó en el Trono.

Por esa causa encontramos, a través de la Palabra profética en Apocalipsis y en Zacarías, el ministerio del Angel del Señor Jesucristo manifestado como el ministerio de Moisés y el ministerio de Elías.

Es el ministerio que es adoptado en el tiempo final, es el ministerio que trae la revelación apocalíptica a los hijos de Dios para que puedan recibir la transformación de sus cuerpos, es el ministerio que trae esa Gran Voz de Trompeta con esa revelación apocalíptica. El Angel mensajero del Señor Jesucristo es el mismo que le trajo la revelación apocalíptica a Juan el Discípulo amado, en ese cuerpo teofánico.

Y luego en el tiempo final, cuando ese espíritu teofánico de profeta se hace carne, se manifiesta a través de carne humana, le trae esa revelación apocalíptica a todos los escogidos, dándoles así la fe para la transformación, la fe para el rapto, la fe para que cada hijo de Dios ocupe su lugar en el Reino de Dios.

Por esa causa encontramos que nada acontecerá si no es por la Palabra del Señor en la boca de Su Siervo fiel y prudente, en donde El coloca el mensaje de Gran Voz de Trompeta, con el cual es producida la Resurrección de los muertos y la Transformación de los vivos; con el cual es llamado cada escogido y juntado en la Edad de la Piedra angular en este tiempo final.

Este es el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos. Es el tiempo en donde Dios adopta en Su Reino a Su Angel mensajero de la Edad de la Piedra angular, y también adopta a todos los escogidos que son colocados en el lugar correspondiente para este tiempo en el Reino de Dios.

Ahí en la Edad de la Piedra angular viene la adopción de todos los hijos de Dios, los que estamos vivos y los que partieron en el pasado. Todos seremos adoptados en el Reino de Dios como hijos e hijas de Dios con cuerpos eternos y espíritus teofánicos eternos, y

16 WILLIAM SOTO SANTIAGO estemos colocados en el Trono del Señor, sentados en ese lugar celestial con Cristo Jesús en Su venida.

Y durante el Milenio reinemos con el Señor Jesucristo, y ocuparemos la posición más alta, más elevada, más sublime, en el Reino de Dios, en el Reino del Señor Jesucristo, durante el Milenio y por toda la eternidad.

La madre de Santiago y Juan, en una ocasión, pensando en el Reino del Señor Jesucristo sobre la Tierra, pensó lo mejor para sus hijos, como toda madre piensa lo mejor para sus hijos. Y ella le hizo una petición al Señor Jesucristo: Ella le pidió al Señor Jesucristo lo más grande que le podía pedir. Ella le dijo: ``Yo deseo que en Tu Reino cada uno de mis hijos se sienten a Tu lado. Uno a Tu derecha y otro a Tu izquierda.''

Porque a la derecha y a la izquierda del Señor Jesucristo está el ministerio de los dos Querubines actualizados, está el ministerio de los dos Olivos, el ministerio de Moisés y de Elías. Ese fue el ministerio que la madre de Juan y Jacobo deseaba para sus hijos.

Y el Señor Jesucristo les dijo: ``¿Ustedes pueden beber la copa que Yo he de beber? Y ellos dijeron: Sí podemos. ¿Pueden morir por la misma muerte que Yo he de morir? Ellos dijeron: Sí podemos. El les dijo: Todo esto, a la verdad, ustedes lo pueden hacer; pero el sentarse a mi Derecha y a mi Izquierda no es mío darlo, sino a aquéllos a quienes es ordenado. Al que venciere, Yo le daré que se siente conmigo en mi Trono.''

Así que el deseo de la madre de Juan y Jacobo era que se sentaran con el Señor en Su Trono, a Su Derecha y a Su Izquierda, eso significa teniendo la posición, la herencia, del Siervo fiel y prudente, al cual el Señor puso sobre todos Sus bienes.

Sentarse en el Trono con el Señor Jesucristo es lo más grande que una persona puede recibir, puede heredar, en el Reino de Dios. Porque viene a ser administrador de todos los bienes del Señor. Sobre todos Sus bienes le pondrá su Señor. Será adoptado, colocado en el Trono del Señor como fue colocado José en el Trono del faraón para administrar todos los bienes del faraón. Y dice que nada se hacía si no por la palabra de José. Y no había nadie más grande

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 13 reclamo de todo lo que el Señor redimió con Su Sangre preciosa en la Cruz del Calvario, y que por dos mil años estuvo haciendo intercesión en el Trono del Padre.

Así que podemos ver que esta manifestación del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, en el tiempo final, con el Título de Propiedad abierto para entregarlo a cada hijo de Dios por medio del mensaje que El le otorga a Su Angel mensajero...

Esta manifestación del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, la revela al público, la revela a todos los hijos de Dios en la Edad de la Piedra angular, el Angel del Señor Jesucristo sentado en el Trono con el Señor Jesucristo; y colocando ahí a todos los hijos de Dios. Así está ocupando el Angel del Señor Jesucristo, juntamente con cada uno de los escogidos, su lugar en el Reino de Dios. Ese es nuestro lugar en el Reino de Dios.

El lugar más grande, más importante, más sublime del Reino de Dios, es el Trono del Señor Jesucristo como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores. El está manifestando ese lugar y está colocando a cada uno de Sus hijos en ese lugar, porque es el lugar que nos corresponde en este tiempo final para recibir todas las bendiciones divinas, todas las bendiciones de la primogenitura, a la cual nosotros somos herederos.

Ninguna persona de los que han partido podrá recibir la Resurrección, ni la Transformación los que están vivos, a menos que no sea por la trompeta final que escuchan en este tiempo final, la cual suena en la Edad de la Piedra angular. Esa es la voz del Hijo de Dios en este tiempo final, la cual llama a todos los hijos de Dios que están en el Paraíso, y los que están aquí en esta dimensión terrenal.

Estamos viviendo en el tiempo más grande y glorioso de todos los tiempos, estamos viviendo en el tiempo de la Edad de la Piedra angular, estamos viviendo en el Reino de Dios en la etapa más gloriosa de todas las etapas.

Y somos llamados en el Reino de Dios a ocupar nuestra posición. Nuestra posición es la Edad de la Piedra angular, la Edad de la segunda venida del Hijo del Hombre, en donde es revelado el Gran Misterio de la segunda venida del Señor Jesucristo con Sus

14 WILLIAM SOTO SANTIAGO ángeles.

Estamos viviendo en la Edad en donde el Gran Misterio del Séptimo Sello, que es la segunda venida del Señor, es abierto al público que se encuentra en la Edad de la Piedra angular; como fue abierto al público que se encontraba en la edad de la Piedra angular de la primera venida del Señor; allá fue abierto el gran misterio de la primera venida del Señor. Los que estaban fuera de esa edad no pudieron ver la primera venida del Señor como el cumplimiento de las promesas mesiánicas como Cordero de Dios para quitar el pecado del mundo.

Y los que no estén en su posición en el lugar correspondiente para este tiempo, la Edad de la Piedra angular, no podrán ver el Gran Misterio del Séptimo Sello, el Gran Misterio de la segunda venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles llamando con gran voz de trompeta, con esa trompeta final, a todos los escogidos, a la Edad de la Piedra angular, para recibir las bendiciones Divinas, las bendiciones de la primogenitura, las bendiciones que nos regresan a la vida eterna, de donde la raza humana cayó en la caída en el Huerto del Edén.

El Libro sellado con siete sellos es restaurado a la raza humana. Ese Libro que es sellado con siete sellos y abierto en el cielo es traído a la Tierra a la Edad de la Piedra angular. Ese es el Libro de la Redención, el Título de Propiedad, para nuestro regreso a la vida eterna.

Por esa causa hemos sido llamados y juntados en el lugar más importante, en la Edad de la Piedra angular. Ese es el lugar correspondiente para este tiempo en el Reino de Dios. Y todos los escogidos que en este tiempo son llamados en la Edad de la Piedra angular y a la Edad de la Piedra angular, los cuales ocupan esa posición aquí en el Reino de Dios, también lo ocuparán allá durante el Milenio, y también lo ocuparán en la Nueva Jerusalén aquí en la Tierra, cuando esté establecida en la eternidad.

Ese será nuestro lugar en el Reino de Dios. Ese es nuestro lugar en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, en Su Iglesia. Ese es nuestro lugar en el Templo espiritual del Señor Jesucristo, es el

NUESTRO LUGAR EN EL REINO DE DIOS 15 Lugar Santísimo de ese Templo espiritual, bajo el ministerio de los dos Querubines, que representan el ministerio de Moisés y Elías en el cuerpo místico del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra angular.

Estamos viviendo en el tiempo en que hemos sido colocados en el lugar más prominente, más importante, del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Hemos sido colocados en la parte más alta del Monte de Sión, del Monte espiritual del Señor Jesucristo. Hemos sido colocados en la cima del monte de Sión; y ésta es la promesa para el Monte de Sión: ``Y vendrá a Sión el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad.''

Ahora, vean que la promesa de la segunda venida del Señor es para ese monte espiritual, el Monte de Sión, el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Y es en la Cima del Monte de Sión en donde El cumple Su segunda venida con Sus Angeles, con el ministerio de Moisés y Elías. Y ahí son convocados y colocados todos los escogidos con el mensaje, con el llamado de trompeta final, o gran voz de trompeta, en este tiempo final, para nuestro regreso a la vida eterna.

Pronto estaremos nosotros en la forma en que usted y yo teníamos que venir, conforme al Programa original de Dios. Teníamos que venir a la Tierra por Creación Divina; pero pasamos eso por alto al no pasar por la Sexta Dimensión para tomar el espíritu teofánico y vivir en él, y luego tomar el cuerpo físico creado por Dios; y por esa causa nos encontramos en cuerpos mortales, corruptibles, con espíritus del mundo, en la permisiva voluntad de Dios. Pero estamos de regreso a la vida eterna.

Y por esa causa hemos sido llamados y convocados en este tiempo final a la Edad de la Piedra angular, que es nuestro lugar en el Reino de Dios, es nuestro lugar en la Jerusalén celestial, es nuestro lugar en el Monte de Sión, es nuestro lugar en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.

El lugar más importante de todos es el lugar del Trono del Señor Jesucristo, para que cada escogido suba a ese lugar, y juntamente con el Angel mensajero de la Edad de la Piedra angular