where is my mind

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Artículo del profesor Mike Wilson, de la PUC, que analiza los vínculos estructurales y onotológicos entre el sujeto y el espacio en la novela La ciudad ausente, de Ricardo Piglia.

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  • MTKRWTT,SON

    Where Is My Mind?Distribucin cognitiva en La ciudad

    ausente de Ricardo Piglia

    El objetivo de este artculo es analizar la relacin entre el sujeto posthumano yla ciudad antropomorfa en La ciudad ausente de Ricardo Piglia. El enfoqueprincipal del texto es el fenmeno de la distribucin cognitiva representada en lanovela a travs de Elena, la mujer cyborg creada por Macedonio Eernndez. Enel texto de Piglia, Macedonio conecta Elena a Buenos Aires. En consecuencia,la condicin intersticial del cyborg afecta los estados mentales y la volicin deBuenos Aires y sus habitantes. Esta perturbacin se distribuye por la urbe, dapaso a la inestabilidad ontolgica y formula una presencia subversiva que seopone al aparato opresivo.

    En su artculo. Between Geography and Philosophy: What DoesLt Mean to Be in the Place-World, Edward Casey afirma "there is noplace without self and no self without place" (684). Esta frase de Caseysintetiza una serie de argumentos que plantean una relacin estrechaentre habitante y habitat, propone que el sujeto est ontolgicamentevinculado al habitat en el que se ubica. Casey explica que los lugares yla identidad personal se entretejen al participar de fenmenos binariosque denomina ''outgoing' y ''incoming' (688)'. Outgoings^, refiere a lainsercin e intervencin del sujeto en un lugar determinado y incomingalude a la intervencin del lugar en el sujeto mismo. El intersticio quese produce como resultado de esta dinmica sera, segn Casey, el ha-bitus, y uno de los biproductos de esta colisin es el homo-geographicus,o sea el contraparte del espacio antrosomorfo; el habitante topomorfo.

    La conexin del sujeto al lugar, particularmente del espa-cio urbano, no solo se puede argumentar desde una perspectivaontolgicacomo lo hace Caseysino tambin se puede formular

    Revista de Estudios Hispnicos 45 (2011 )

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    desde una postura ms bien actualista, basndose en la interseccinpalpable entre el individuo y el lugar en el que habita y transita. Estemodelo es bastante simple y se refiere a la condicin de estar hard-wired a la ciudad. En esta instancia, empleo el trmino hard-wired ensu sentido ms amplio y lowtech. La conexin a la que me refiero no seextrae de la ciencia-ficcin sino de una simple realidad: el sujeto urbanoest fsicamente conectado a una multiplicidad de sistemas artificialesque funcionan como mecanismos de soporte vital. No hay necesidadde ir ms all de las caractersticas de una casa, departamento, tiendau oficina:

    urban structures can be conceptualized as a series of interconnectinglife-support systems. . . . The modern home, for example, has becomea complex exoskeleton for the human body with its provision of water,warmth, light and other essential needs. The home can be conceived as"prosthesis and prophylactic". . . . And beyond the boundaries of thehome itself we find a vast interlinked system of networks, pipes andwires that enable the modern city to function. (Gandy 28)

    A diferencia de Gasey, la cita de Matthew Gandy se enfoca en el inters-ticio fsico, que de cierto modo est acoplado al sujeto corporal. Lasconsecuencias del primer paradigma afectan la identidad ontolgica,perturbando y reformulando los estados mentales y las nociones queel sujeto tiene de la identidad personal. Lo postulado por Gandy seasemeja ms al concepto fsico del cyborg, en el cual un organismo seconecta literalmente a un mecanismo inorgnico.

    En La ciudad ausente de Ricardo Piglia, se manifiesta una fusinde ambas perspectivas. La novela de Piglia, al igual que los textos deGasey y Gandy, se preocupa de la relacin entre el sujeto orgnico y eltopos urbanoen este caso el topos es Buenos Aires. Sin embargo, nose limita a la conexin fsica entre el habitante y la ciudad como sopor-te vital, sino que extiende las consecuencias de esta interseccin a lasimplicaciones ontolgicas de la identidad personal. Incluso, perturbala nociones cartesianas del yo, reformula los modelos de las facultadescognitivas y desdibuja la inercia volitiva. A la vez, redistribuye los esta-dos mentales (qualia) por medio de prtesis fisiolgicas para luego im-plantar nudos independientes y capaces de revertir el flujo ontolgico;de sujeto>ciudad a ciudad>sujeto.

  • Distribucin cognitiva en La ciudad ausente 681

    Distribucin cognitiva

    La distribucin cognitiva es un fenmeno complejo que se hadebatido dentro del campo de la ciencia cognitiva y la teora posthuma-na. Este concepto consiste en la idea de poder distribuir la conscienciay los estados mentales pertinentes a travs de un sistema que permitapercibir y recolectar conocimiento remotamente (Hayles 3, 288-90)^Abordando el tema desde una perspectiva sujeto/espacial. Candy afirmalo siguiente sobre la distribucin cognitiva:

    new forms of "distributed cognition" are creating a more integratedrather than individuated system of sensory perception that directlychallenges the established trajectory of modern consciousness and ex-perience. . . . the notion of "distributed cognition" . . . blurs the boun-dary between sentience and non-sentience, and between bodies andmachines, and results in a digitized ontology that delimits rather thanextends the possibilities for the reconfiguration of urban experience. . . . With distributed cognition the built space of the city has not onlybecome part of the human body but has begun to impinge upon theprocess of thought itself (34)'

    Estableciendo puntos de contacto con las ideas de Hayles y Candy, enel contexto de la filosofa de la mente, hablar de distribucin cognitivainvolucra la fragmentacin y reparticin del qualia, resultando en unproceso de cognicin que puede funcionar simultneamente desde ubi-caciones remotas, incluso, contempla la posibilidad de cierta autonomacualitativa, o sea, el potencial de independizarse del husped fuente.

    Quizs el mayor desafo que enfrenta la nocin de una cons-ciencia protsica y repartida ms all de la subjetividad anclada en elsujeto orgnico, es lo que se denomina formalmente como el "problemadificil de la filosofa". Este problema se enfoca en la dificultad que pre-senta comprender la causalidad de los estados mentales, particularmentelas fuentes del qualia y la volicin, o en trminos wittgensteineanos,dnde est el pensador detrs del pensamiento? Segn un grupo pro-minente de filsofos contemporneos que se autodenomina "NuevosMisterianos", el enigma de la consciencia no puede ni podr ser resueltoporque la subjetividad es un estado mental inescapable, el yo es virtual-mente prisionero de la condicin solipsista de la mente y no permiteexperimentar los quales externos al yo cartesiano"*. Asimismo, el proble-ma de la subjetividad es acompaado por otro; el aislamiento interno.

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    Este ltimo complejiza el modelo porque no permite acceso a un yosubyacentesi es que lo hay. Dado que al explorar lo introspectible, elsujeto inevitablemente se encuentra obstaculizado por una barrera auto-reponedora de pensamientos, el concepto mismo del yo cae presa delescepticismo^ O sea, la nocin de la "auto-consciencia" no es precisa,ms bien, el sujeto es consciente de estados mentales (sin embargo, node los orgenes de estos) por lo cual el "yo" es una condicin errnea-mente adjudicada. El filsofo austriaco, Ludwig Wittgenstein, ilustraeste concepto al proponer el siguiente juego lingstico: "Instead of sa-ying T think' or T have an ache' one might say Tt thinks' (like Tt rains'),and in place of T have an ache', 'There is an ache here'" (Ambrose 21).

    A la vez, considerando la naturaleza abstracta del problema di-fcil de la filosofa, cabe sealar que hay aproximaciones ms empricasa estos temas. Estas se pueden observar en los recientes estudios neuro-lgicos sobre la problemtica de los estados de consciencia y el qualia.En este contexto, el trabajo de neurobilogos como Ghristof Koch yFrancis Grick es de inters particular; Koch y Grick han buscado y ex-plorado lo que se denomina Gorrelatos Neuronales de la Gonsciencia(GNG). Ambos comenzaron aproximndose a la pregunta de si las neu-ronas generan la conciencia en el cerebro. "ste era un tema de dominioexclusivo de filsofos, y quizs la aportacin ms importante de Gricky Koch en este campo fue el proponer un cambio de paradigma paraestudiar la conciencia con un formato ms cientfico" (Quian 48). Gricky Koch desarrollaron una serie de experimentos con el fin de mapear laexperiencia de la consciencia en el cerebro. Para esto, emplearon reso-nancia magntica funcional fMRI para tratar de localizar la ubicacinde actividad neuronal ante un estmulo consciente. El objetivo de estascartografas cerebrales era intentar establecer GNGs (ver Koch). Sinembargo, aunque estos experimentos han producido resultados inte-resantes relativos a la percepcin y cognicin, an no es posible cerrarla brecha entre la causalidad del estado de consciencia y los fenmenosneuronales: los Misterianos apuntan al debate dualista/monista, mentevs. cerebro. An ms radical es la postura de que quizs los fenmenosobservables en el cerebro no solo no son GNGs, sino que la conscienciamisma se reduce a un epifenmeno:

    this leads to the awkward notion that perhaps consciousness doesnothing, and other oddities point the same way. For example, think

  • Distribucin cognitiva en La ciudad ausente 683

    about people catching cricket balls, playing table tennis, or interruptingfast-flowing conversations. These quick actions all seem to be doneconsciously, but is it the consciousness itself that makes them happen?In fact . . . such actions happen too fast, and they are coordinated byparts of the brain that appear not to be involved in conscious experien-ce. (Blackmore 15)*^

    Aunque estos esfuerzos empricos tienen sus limitaciones (por ahora),permiten generar y visualizar cartografas vinculadas a la cognicin ycmo el estmulo de sta se distribuye dentro de la fisonoma cerebralde manera casi rizomtica. Los experimentos de Crick y Koch refiaerzanla idea de que el teatro cartesiano y el homnculo son falsos, que segnsus observaciones, no existe una singularidad cerebral en el cual se ubicael yo (ver Blackmore, 17-21).

    Este mismo intersticio de la cognicin, qualia, estados volitivosy autonoma ontolgica permea La ciudad ausente. Sin embargo, Pigliano se detiene ah, estos fenmenos de distribucin cognitiva no solo na-vegan los lmites de la pregunta difcil de la filosofa, tambin adoptanla funcin de una prtesis que se enlaza a la ciudad misma y redefineel vnculo sujeto-ciudad/ciudad-sujeto delineado por Casey y Candy.

    Control-remoto y volicin

    Antes de interiorizarme en La ciudad ausente, quiero rescatarun texto que de cierta forma funciona como un apndice de la novelade Piglia. En el prlogo de la adaptacin al cmic de La ciudad ausente,Piglia cuenta una ancdota apcrifa que ms adelante recicla en lasprimeras pginas de El ltimo lector. Relata la historia de un fotgrafoque vive en el barrio Flores y que en el altillo de su casa, oculta una re-presentacin en miniatura de Buenos Aires. Al avanzar la narracin, serevela que desde la privacidad de su propia casa, el hombre es capaz demodificar la ciudad externa al alterar las estructuras de la maqueta. Osea, desde la aparente profilaxis espacial de la clandestinidad, el fotgra-fo es capaz de terraformar la urbe. De este modo se pone en evidenciala porosidad y jerarqua ontolgica entre un espacio y otro, y a la vez elespacio profilctico se manifiesta unidireccionalmente; funciona comoun aislante del panptico externo, sin embargo, es capaz de distribuirsu volicin hacia afuera y as reformular la fisonoma de Buenos Aires.Este fenmeno hace que el narrador cuestione la jerarqua misma de larepresentacin urbana, al enunciar:

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    "[Lo] que sufre la rplicalos pequeos derrumbes y las lluvias queanegan los barrios bajosse hacen reales en Buenos Aires. . . . La rpli-ca, he pensado entonces, es la ciudad en la que vivo y la otraausentey escondida en el barrio Floreses la ciudad real. (12)

    Ms an, lo atestiguado por el narrador sugiere que Buenos Aires esen s una extensin cognitiva y antropomorfa del fotgrafo y que larplica en el altillo es una mquina sinptica que funciona como unaprtesis por el cual l distribuye su volicin y estados de qualia, o sea,sensaciones cualitativas pertenecientes a la subjetividad de un estado deconsciencia (Searle 8).

    Est "ancdota" de Piglia establece un nexo explcito con Laciudad ausente y es, en parte, una miniaturizacin de la distribucincognitiva que se manifiesta en la novela. Los merodeos del protagonis-ta. Junior, tambin resultan en la re-cognicin de una ciudad oculta,una ciudad ausente que no permite la cristalizacin ontolgica y que secaracteriza por estar en flujo, permutada por las historias apcrifas pro-ducidas por una mquina clandestina. Piglia inicialmente se aproxima alconcepto de la urbe como mquina sinptica de re-cognicin por mediode un pastiche epistemolgico; tal como encontramos la arquitecturagenealgica de Arlt, tambin est la fascinacin borgeana y cabalsticapor la relacin entre el lenguaje y la manifestacin de lo tangible aligual que las preocupaciones wittgensteineanas por el alcance de loarticulable. En este paisaje urbano, donde el intertexto en s funcionacomo aparato cognitivo. Junior investiga la existencia e impacto de unamquina creada por Macedonio Fernndez.

    En la novela, Macedonio no slo es un escritor, sino tambinun inventor que busca crear una mquina que cuenta historias. Des-pus de la trgica muerte de su esposa, Elena, decide crear un cyborg,y conecta (de una forma no especificada) la mquina al cadver deElena. El cyborg es ms que simplemente una mquina automatizada,es una entidad autoconsciente de su propia condicin, tal como Elenalo enuncia: "Estoy muerta, l [Macedonio] me traslad aqu, soy unamquina" (79). De este gnesis cyberpunk, la mquina Elena alimentay se alimenta de Buenos Aires hasta que ambos incorporan al otro ensu identidad. Aqu vemos como la ciudad sincroniza con las observa-ciones de Gandy, est acoplada a lo orgnico, es una prtesis de Elenay vice-versa.

  • Disthudn coffTvz en La ciudad ausente 685

    Buenos Aires posthumano

    Un elemento clave de la ciudad antropomorfa es descubiertopor accidente al efectuarse la investigacin de Junior. Al deambularpor la ciudad y explorar las grabaciones clandestinas producidas porElena, Junior detecta la presencia de los "nudos blancos", una suerte dealmacn fisiolgico de la memoria: "los nudos blancos, [son] la materiaviva donde se han grabado las palabras," y son descifrables, "Hay queactuar sobre la memoria. . . . Existen zonas de condensacin, nudosblancos, es posible desatarlos, abrirlos" (116, 71). En la fisonoma deElena, los nudos blancos se localizan en "los huesos del crneo" (154).En el caso de Buenos Aires, los nudos blancos estn presentes en lascalles tal como lo narra una de las historias de la mquina: "El relato sellamaba Los nudos blancos. Una historia explosiva, las ramificaciones pa-ranoicas de la vida en la ciudad. Por eso hay tanto control, pens Junior,estn tratando de borrar lo que se graba en la calle" (65). Estos nudosdistribuidos por la ciudad estn descritos en trminos orgnicos, comosi fueran una suerte de wet-ware; mecanismos de cognicin orgnicosque perciben y adquieren un grado autonoma.

    Este modelo no es un sistema aislado en la novela, sino que aligual que en la historia del fotgrafo en el barrio Flores, Piglia insertapistas que reiteran la ubicuidad de la distribucin cognitiva. En su libro.Cyborgs in Latin America, Andrew Brown seala la repeticin de para-digmas microcsmicos que reiteran un loop de la cognicin repartida.Brown destaca La nena; una de las historias intercaladas en La ciudadausente. Deja claro la condicin protsica de los estados mentales dela nena: "a girl who possibly suffers from autism percieves the worldthrough her experience with the spinning fans in her room and is des-cribed as 'una mquina lgica conectada a una interfase equivicada'"(25). Lo que distingue los casos del fotgrafo y la nena del caso de lamquina de Macedonio se halla en el sistema rizomtico de Elena quetrasciende la simple distribucin de qualia; los nudos blancos parecieranser ncleos de cognicin cuasi-autnoma implantados en Buenos Aires,o sea son una extensin de Elena, sin embargo, tambin son una pr-tesis de la urbe, y en algn intersticio, son agentes volitivos con inerciahacia la autonoma.

    Junior arma la topologa inestable de Buenos Aires al avan-zar por sus calles y simultneamente alimentarse de las grabaciones

  • 686 Mike Wilson

    subversivas de la mquina. Por medio de este ejercicio, descubre quela ciudad cyborg no slo posee la habilidad antropomorfa de grabarmemorias, sino tambin posee la aptitud humana de tergiversar y dedifundir lo apcrifo, alejndola de la existencia fra y objetiva de unamquina inerte. Esta distribucin cognitiva desjerarquiza y subordinala idea de la ciudad organicista que se define por la presencia topolgicade centros de poder y gradacin. Al formularse una ciudad cyborg. Laciudad ausente propone un Buenos Aires claramente posthumano en elsentido de que libera la volicin y los estados de qualia de las barrerasilusorias que son producto de la materialidad del cuerpo orgnico y dela dependencia inhabilitante y solipsista del yo cartesiano. La jerarquaorganicista es suplantada por un rizoma neurlgico, los orgenes ontol-gicos se disuelven en un bucle y, tal como lo seala Junior, la identidadde Buenos Aires, de sus habitantes y de la mquina Elena se reparte porla ciudad en nudos, en tejidos amorfos y remotos. Esta cartografa neu-rolgica es inestable e impredecible, producto de la reescritura apcrifa.En su texto. Cyborg Urbanization, Candy destaca la transformacinepistemolgica de la ciudad contempornea al abandonar el modeloorganicista: "The brain or 'thinking space' of the city persists yet is dis-persed through innumerable nodes and networks" (31). Es por mediode esta descentralizacin neurolgica de la urbe que se manifiesta laciudad como prtesis del sujeto.

    Es por esto que las historias apcrifas del cyborg son capacesde una metstasis y as convertirse en un movimiento undergroundque subvierte las confabulaciones autoritarias del Estado. Es aqudonde surge el complot (o en este caso contra-complot) como agentevolitivo, manifestndose por medio de relatos grabados en cintas ydifundidos clandestinamente desde su punto de origenla mquinade Macedonio. Es as que la mquina revela el Buenos Aires oculto, la"ciudad ausente", el nomeno de la urbe. Idelber Avelar describe esteproceso:

    La mquina de Macedonio tambin metaforiza la posibilidad decrear nuevas historias, pero entendindose "crear" y "nuevas" en susacepciones ms antirromnticas posibles. Se manejan combinaciones,barajamiento de viejos relatos, plagios, narrativas apcrifas . . . Lashistorias pasean por la ciudad y recomponen el paisaje; circulan, entranen guerra.

  • Distribucin cognitiva en La ciudad ausente 687

    Sin embargo, la mquina de Macedonio no es el nico complot en fuer-za; el complot del Estado tambin busca crear historias pero sus motivosson de ocultar la ciudad ausente, desdibujar la presencia de la realidadproducida por el cyborg de Macedonio, y crea sus propias transmuta-ciones. De esta lucha emerge una dialctica siniestra de voluntades quereformula la ciudad:

    El Estado argentino es telpata, sus servicios de inteligencia captanla mente ajena. Se infiltran en el pensamiento de las bases. Pero lafacultad teleptica tiene un inconveniente grave. No puede seleccionar,recibe cualquier informacin, es demasiado sensible a los pensamientosmarginales de las personas, lo que los viejos psiclogos llamaban elinconsciente. Ante el exceso de datos, amplan el radio de represin. Lamquina ha logrado infiltrarse en sus redes, ya no distinguen la historiacierta de la versiones falsas. (63)

    Esta batalla de historias subvierte la identidad de la ciudad, tanto elEstado como la mquina Elena estn ontolgicamente hard-wired a lamemoria e identidad de la urbe cyborg, permutando constantemente sugeografa y fracturando su existencia cronolgica, haciendo de ella unaversin de Buenos Aires en constante estado anacrnico.

    Estas paranoias y complots son para Piglia, claramente realida-des subyacentes que, en el caso de La ciudad ausente luchan una contraotra; la mquina que produce historias es el origen del contra-complot,luchando contra el complot del Estado, o sea la conspiracin polticaque obra desde lo oculto. En su texto. De la ciudad futura a la ciudadausente: la textualizacin de Buenos Aires, Sergio Waisman profundizael complot propuesto por Piglia y formula una triangulacin entrela antropomorfsis de la ciudad, la maquinizacin de Elena y lamanifestacin de ambasla novela:

    En La ciudad ausente, Buenos Aires "goes underground". . . . Junior, elperiodista investigador de La ciudad ausente, hace dos viajes: uno porlos circuitos clandestinos de Buenos Aires, el otro por los cuentos de lamquina Elena, quien se encuentra en el Museo, centro de la novela yde la ciudadaunque hablar de centro sea algo equvoco, ya que ni lanovela ni la ciudad contienen una cartografa fija. Esta incertidumbre(o inestabilidad) formal se refieja en el hecho de que, si bien las refe-rencias geogrficas y literarias suelen ser verdicas, tanto la novela comola ciudad, por momentos, parecen vaciarse de estructura, como si seconvirtieran en esqueletos de una novela / ciudad fragmentada.

  • 688 Mike Wilson

    Waisman explicita el fenmeno del espacio enigmtico y destaca lacondicin antropoide al desdibujar los lmites entre la mquina Elenay Buenos Aires. El cyborg antropoide desestabiliza la topografa de laciudad. A diferencia del fotgrafo y su rplica en el barrio Flores, el casode La ciudad ausente no es asimtrico ni autoritario. La mquina Elenano ejerce volicin sobre Buenos Aires, ni viceversa, sino se establece lasimbiosis de la insercin e intervencin ontolgica {incoming y outgoingdescrita por Casey que permuta y reformula a ambos. Los nudos blan-cos de ambos se contaminan mutuamente; en el caso de la mquinaElena la transformacin es gradual, "La primera obra, haba dichoMacedonio, anticipa todas las que siguen. Queramos una mquinade traducir y tenemos una mquina transformadora de historias" (41).

    Buenos Aires, en cambio, al asimilar y participar del cyborg,pierde sus coordenadas geogrficas y cronolgicas, dinamizndose detal forma que sufre un desprendimiento del topos al aproximarse a loantropoidal. Junior descubre que Buenos Aires no se limita a ser unaextensin protsica y antropomorfa de Elena y del citadino, sino quetambin se produce un reflujo ontolgico, una suerte de endo-coloni-zacin y se regresa al punto de Casey, "there is no place without self andno self without place". El protagonista comprende que el habitante es,a la vez, una extensin de la ciudad, es topos, es Buenos Aires.

    Junior resulta ser un detective a la deriva, sus objetivos inicialesson subordinados por el vaco producido por un enigma epistemol-gicamente inalcanzable. Ante el acoplamiento palpable entre la ciudady el sujeto, tal como lo describe Gandy, y el intersticio ontolgicodelineado por Casey, Junior busca comprender las consecuencias de ladistribucin cognitiva; la nocin del origen cualitativo, de la volicin yla inestabilidad de Buenos Aires. Tal como Lnnrot en La muerte y labrjula de Borges, Junior proyecta sus merodeos hacia una ciudad fitu-ra que seguir siendo una prtesis de su propia identidad. Comprendeque Buenos Aires es un criptograma que puede ir descifrando, pero quejams le ceder una solucin, que Buenos Aires no se cristaliza, que lanocin de "verdad" est siendo subvertida continuamente y que el ha-bitante en s, como extensin de Buenos 7\ires y vise-versa, tambin esapcrifo. La cartografa de la ciudad se encuentra en un bucle regresivode inestabilidad, y si existe alguna medida de xito en las lneas trazadaspor Junior, se encuentra en la navegacin de las fronteras cognitivas, en

  • Distribucin cognitiva en La ciudad ausente 689

    la fruicin de un negativo epistmico, llegar a las orillas de lo inefable yabandonarse con inercia hacia lo metafsico. El resto, citando al filsofoaustriaco, permanece en silencio.

    PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATLICA DE CHILE

    NOTAS

    ' Edward Gasey distingue espacio de lugar. El primero lo describe como un "volumetricvoid in which things (including human beings) are positioned", mientras que lugar serefiere a "the immediate environment of my lived bodyan arena of action that is atonce physical and historical, social and cultural" (683).

    ^ En la actualidad, el ejemplo ms claro que se aproxima a este concepto se puede ob-servar en el internet, particularmente en las redes sociales. En estos sistemas, el usuarioes representado remotamente por uno o varios avatares. Las redes sociales incorporanmecanismos de percepcin, o sea aplicaciones que se encargan de "percibir", almacenary transmitir informacin de manera vicaria para el usuario.

    ' Matthew Gandy public su artculo "Gyborg Urbanization" en la revista InternationalJournal of Urban and Regional Research en el contexto de las teoras de urbanizacin.Tal como se observa en el caso de Gasey, que aborda el tema desde la interdisciplinaentre la Geografa y la Filosofa, la mirada de Gandy apoya la idea de que la proble-mtica de la distribucin cognitiva no es de dominio exclusivo (como, por ejemplo,perteneciente a la teora posthumana o a la filosofa de la mente), sino que es abordabledesde diversas disciplinas.

    * John Searle, Thomas Nagel, Noam Ghomsky, Golin McGinn, entre otros.

    ' En el siglo XVII el filsofo escocs, David Hume, expres este mismo escepticismosobre la percepcin de un yo subyacente en su ensayo "On Personal Identity":

    For my part, when I enter most intimately into what I call myself, Ialways stumble on some particular perception or other, of heat or cold,light or shade, love or hatred, pain or pleasure. I never can catch myselfat any time without a perception, and never can observe any thing butthe perception. When my perceptions are remov'd for any time, as bysound sleep; so long am I insensible of myself, and may truly be saidnot to exist. And were all my perceptions remov'd by death, and cou'd Ineither think, nor feel, nor see, nor love, nor hate after the dissolutionof my body, I shou'd be entirely annihilated, nor do I conceive what isfarther requisite to make me a perfect non-entity. (438, nfasis suyo)

  • 690 Mike Wilson

    '' En 1985 Benjamin Libet revela los resultados de un experimento en el que registrauna demora entre la aparicin de fenmenos cerebrales sintomticos de conscienciade un supuesto evento voluntario y el acto fsico. Concluye que la volicin no esconsciente. Este resultado apoyara la idea de que la consciencia es un epifenmenoque no tiene utilidad en el contexto de la volicin.

    OBRAS CITADAS

    Ambrose, Alice, ed. Wittgenstein's Lectures, Cambridge, 1932-1935: From the Notesof Alice Ambrose and Margaret Macdonald. Oxford: Basil Blackwell, 1979.Impreso.

    Avelar, Idelber. "Alegoras de lo apcrifo: Ricardo Piglia, duelo y traduccin". Valoracinmltiple de Ricardo Piglia. Ed. Jorge Fornet. Havana: Casa de las Americas,2002. 37-52. Tulane U. Red. 20 Feb. 2011.

    Blackmore, Susan. Consciousness. New York: Sterling, 2010. Impreso.Brown, J. Andrew. Cyborgs in Latin America. New York: Palgrave Macillan, 2010.

    Impreso.Casey, Edward. "Between Geography and Philosophy: What Does It Mean to Be in

    the Place-World?" Annals of the Association of American Geographers 91.4(2001): 683-93. Impreso.

    Gandy, Matthew. "Cyborg Urbanization: Complexity and Monstrosity in the Con-temporary City". International Journal of Urban and Regional Research 29.\(2005): 26-49. Impreso.

    Hayles, N. Katherine. How We Became Posthuman: Virtual Bodies in Cybernetics, Lite-rature, and Informatics. Chicago: U of Chicago P, 1999. Impreso.

    Hume, David. A Treatise of Human Nature. Tomo 1. Oxford UP: New York, 2001.Impreso.

    Koch, Christof. The Quest for Consciousness: A Neurobiological Approach. Englewood:Roberts and Co., 2004. Impreso.

    Piglia, Ricardo. La ciudad ausente. Buenos Aires: Seix Barrai, 1992. Impreso.. El ltimo lector. Barcelona: Anagrama, 2005. Impreso.

    Piglia, Ricardo, Pablo de Santis and Luis Scafati. La ciudad ausente: la novela grficaBuenos Aires: Ediciones Ocano Argentina; Temas Grupo Editorial, 2000.Impreso.

    Quian Quiroga, R. "Las neuronas de la conciencia". Ciencia Cognitiva: Revista Elec-trnica de Divulgacin 2.2 (2008): 47-49. Red. 15 Mar. 2011.

    Searle, John. The Mystery of Consciousness. New York: New York Review of Books,1997. Impreso.

    Waisman, Sergio. "De la ciudad futura a la ciudad ausente: la textualizacin de BuenosAires", dberletras 9 (2003). Red. 20 Feb. 2011.

  • Distribucin cognitiva en La ciudad ausente 691

    Palabras claves: Piglia, Cognicin, La ciudad ausente. Posthumano, Cyborg, Ciudad,Buenos Aires.

    Fecha de recepcin: 21 febrero 2011Fecha de aceptacin: 3 abril 2011

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