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TERCERA EPOCA.-NÜM. 1.842 Madrid.—Domingo áO de Junio de 1^6 AÑO XXXVI ti É^'L O'f E'RTA'S: Y ^ ! FUNDADO POÚ D. JOSÉ CARMONA Y JIIyÍENEZ O Madrid: un mes, 3 rs.—Provincias: úri iri- , piestre adelantado, 12 rs.; 18 en el extranje- _o; 20 en las Antillas y 30 en Filipin^a.—Se suscribe éñ todas las Administraciones de Loterías.—Las reclamaciones se dirigen al Director del periódico, Alcalá, lOí, segun- do derecha.—Un número suelto 25 céntimos. Este periódico obsequia á sus süscritpres cb'h Úé i*eg-a- los mensuales, importantes SO ^ii*os, y regala á los abonados de provincias <iue"ib pidan la lista completa de; Ips'números premiados en todos los sorteos de la < Lotería Nacional. PUNTOS DE SUSCRICION: En esta.corte calle de Alcalá núm. 101, segundo derecha, én las principales librerías cíe tóádrid y pro- •vincias y en el Almacén de papel Carrera dé San Jerórimo, púm. 2.—L?i correspondenciáL debe dirigirse al Administrador, D. Eugenio Fernández de la Rosa. ::8EccíQF TÁUEOMAOÁ ÁNGEL, PASTOR .,,,.,,.,.,, ,. Todavía recordamos con gusto la corrida ve riflcada en nuestro Circo taurino el domiiígo 13 del actual, en la cual vimos por primera vez en esta temporada torear de capa y de mulata. Án- gel Pastor nos demostró que sabe imitar, al reti- rado en Villamantilla. Como Cayetano hubiera lanceado, así toreó Ángel al sexto toro de dicha corrida. Sin embargo, si el maestro hubiera pre- senciado los lances de su discípulo Pastor, le habría reprendido por una de las dos navarras, pues no es así como e! arte manda que se ejecu- ten las suertes de este género. Es imposible que un lance á la navarra dado como el segundo que ejecutó él aplaudido diestro, resulte bueno. Con la muleta, tenemos que aplaudir mucho á Ángel. Aquellos pases consumados, lo mismo con la izquierda que con la derecha, dados estos ültirnos én la querencia en las tablas que el toro tenía, no se ven hoy. La manera de cambiar de mano y toda la faena que hizo, es bastante para adquirir el nombre de buen torero. ¡Lástima grande es que en el momento preciso de arran- car á matar no imitase á Salvador Frascuelo en lo único qué tiene este diestro de envidiable! Hay que confesarlo: Salvador, desde el momen- to de liar, es más que todos los que hoy toreali: aquel modo de arrnarsé y desde corto inclinar el cuerpo y arrancar sin hacer enmienda ningu- na con los pies, sólo en Frascuelo lo vemos. Co- pie Ángel en esto á Salvador como copia torean- do de capa y muleta á Cayetano, y tendremos en Pastor el mejor espada de esta época. La añción proclama hoy á Lagartijo como el primero toreando. Si este diestro y Ángel Pastor se arrancaran á matar en corto y sin enmiendas, Salvador quedaría.anulado. Frascuelo no torea: veinte años lleva de matador, y no le hemos visto torear un. toro bien; en cambio le vimos matar muchos de una manera sin igual. ÍJ«!5?i*íí!a v e r i f i c a d a e l d í a S© ale Slay® Para jardines y florea, Valencia. Para niñas boniías, Tarragoria. Y el que no esté conforme conmigó, será por- que no asistió á la corría ó porqué no tiene buen gusto. No había más que mirar aquellos palcos don- de se veían caritas de sielo entre mantillas espa- ñolas. Pero lo que más llamó la aíeneién del ptüjliéÓ fué la entrada en un palco de cuatro niñ-ás cómo cuatro soles vistiendo de majas, á tiempo que la brillante música de San Quintín ejecutaba unas preciosas pialagueñas. Nutrido aplauso resonó en toda la Plaza, ,, ¡Bravo por las barbianas bonitas, por los ta- rraconenses y por los forasteros que nos han honrado con su presencia! ün entusiasta saludó para todos. Pero basta de digresiones, qué dan lás tres y media, y mi amigo D. Miguel Coma, mueehaopa alante, asoma su fila por la Presidencia, y veo á los chicos disponios en la puerta de salida. Qü© Dios ponga tiento en sus., pies. El Presidente hace la sefial fcon el blanco mo- qiiéfo, y simulado el despejo, cruza él redondel la apuesta cuadrilla que dirigen los síínpáticbl diestros Lagartijo y Punteróí. Un joven de nacionalidad sueca; que no lia visto nunca corridas, y á quien ha llegado la fama del diestro, no cesa do preguntarme quién es Lagartijo. Mientras yo satisfacía su pregunta, el golilla alzaba del suelo la llave, y un vecino nos inun- daba de manzanilla, oprimiendo la panza á una bota repleta de aquel líquido. Suenan los clarines, señales qué, acompaña?-' dos de tambores, se ofreció á dar la banda; abren la puerta del toril y aparece en Plaza íá énseñS de la ganadería de D. Félix Gómez, de Colmériat*,' morada y blanca, sobro la espalda de Tambor, núm. 37, que fué el primer bichd', retinto oscuro, cornidelaníero, de pies y de em- puje. •; •• / Tres palillos tomó de Veintiundit (P.) á caíh- bio dé un desecho de la remonta con su corres- pondiente batacazo, estando Lagartijo oportuno en el quite. Felipe puso dos varas buenas siS seasasstiaasgffi^BiisgKaBEiíaaaKiEfcarjaaia^ , — 8 — ... Picadores: D. losé María Duran, del Puerto de San- ta María; D. Pablo de la Cruz, de Sanlúcar de Barra-\ meda; D. Miguel Martínez, del Puerto de Santa María; ' í). Antonio de Lomos, de Alcalá de Guadaira, y don 1 José de Osuna, de Tocina: picarán los cuatro prime- \ ros, descansando uno, quedando el último de reserva / para un caso inesperado. í Matador: D. Rafael Pérez cíe Guzmán, natural y ve- \ ciño de Córdoba, el que estoqueará los ocho toros, '• acompañándole como auxiliadores Antonio y Luis Ruiz, de Sevilla; y si hubiese un caso fortuito seguirán la función los antedichos, pues no ha habido otro ca- ballero aficionado para matar. , ^ ' No habiendo sido posible reunir cuadrilla de ban- derilleros, se han escogido entre los mejores profeso- res, siendo uno de ellos Antonio Rué (conocido por Nieves), que dará la puntilla. .^ Banderilleros: F. Busíamante (Pichoco), Antonio Montano (el Fraile de la Carretería), Juan Yust, Vicen- te Parolo, Antonio Rué (Nieves) y Antonio González.- (el Confuso). ApIí4S"aesósí En una curiosa colección de revistas escritas con letra anticuada uesue Sevilla, sin fecha ni firma de su autor, que guarda en la corte el ilustre descendiente de Colón, hállanse, entre las de 1830, dos que desde luego excitaron mi curiosidad. Es la una el juicio re- ferente á la salida en aquella Plaza del luego célebre. Francisco Montes, y otra la que á continuación se ex- presa, ambas escritas con alguna acritud y sobrada exigencia, puesto que compara, al describir el mane- jo de muleta de aquél, con el método empleado (arras- trándola por el suelo) por Francisco Ezpeleta, torero a.docenado y oscuro, y ésta con una severidad, poca indulgencia'^y aun saña, como de su contenido puede verse y juzgarse. Redactada por persona cuya com- petencia no piíede negarse, ni el conocimiento del persona] de entonces, la hemos atribuido, por conver- \ •5 — Don José Pérez y Caballero, presbítero, doctor en sa- grada Teología, rector y cura propio de la iglesia parroquial de San Juan y omnia sanetorum de esta ciudad, certifico: Que en el libro de bautismos de la misma, al folio treinta y dos, se halla la siguiente PARTIDA En la ciudad de Córdoba, en primero de Abril de mil ochocientos y dos años, yo, el rector interino de esta iglesia parroquial de San Juan de los Caballeros y omnia sanetorum de esta dicha ciudad, bauticé solem- nemente á un niño que nació dicho día á las cuatro de la mañana, al cual puse por nombre Rafael Antonio Luis Francisco de Paula Teodoro de las Angustias, hijo legítimo de los muy ilustres Sres. D. Enrique de Guzmán el Bueno, bautizado en esta de Todos Santos habrá treinta y cuatro años, y de la señora doña ^•la- ría de los Dolores Fernández de Córdoba, bautizada en la parroquia de San Andrés de esta misma ciudad ha- brá veinticinco años, casados en la dicha de San An- drés y velados en la de la Magdalena de la misma ha- brá cuatro años: fué madrina la señora doña María de las Angustias Aguilar Fernández de Córdoba, á quien avisé el parentesco espiritual y demás obligaciones que contrajo, siendo testigos D. Francisco Fajardo, capitán de regimiento de húsares; D. Andrés Rodrí- guez y D. Bernardo Lorenzana, vecinos de Córdoba, de que doy fe y lo firmé.—Josef de Góngora y Valle. La anterior partida está conforme con su original á que me remito. Córdoba nueve de Octubre de mil ochocientos ochenta.—Dr. José Pérez Caballero.

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TERCERA EPOCA.-NÜM. 1.842 Madrid.—Domingo áO de Junio de 1^6 AÑO XXXVI

ti É^'L O'f E'RTA'S: Y ^ ! FUNDADO POÚ D. JOSÉ CARMONA Y JIIyÍENEZ

O

Madrid: un mes, 3 rs.—Provincias: úri iri-, piestre adelantado, 12 rs.; 18 en el extranje-_o; 20 en las Antillas y 30 en Filipin^a.—Se suscribe éñ todas las Administraciones de Loterías.—Las reclamaciones se dirigen al Director del periódico, Alcalá, lOí, segun­do derecha.—Un número suelto 25 céntimos.

Este periódico obsequia á sus süscritpres cb'h Úé i*eg-a-los mensuales, importantes SO ^ i i*os , y regala á los abonados de provincias <iue"ib pidan la lista completa de; Ips'números premiados en todos los sorteos de la

< Lotería Nacional.

PUNTOS DE SUSCRICION: En esta.corte calle de Alcalá núm. 101, segundo derecha, én las principales librerías cíe tóádrid y pro-•vincias y en el Almacén de papel Carrera dé San Jerórimo, púm. 2.—L?i correspondenciáL debe dirigirse al Administrador, D. Eugenio Fernández de la Rosa.

::8EccíQF TÁUEOMAOÁ Á N G E L , P A S T O R .,,,.,,.,.,, ,.

Todavía recordamos con gusto la corrida ve riflcada en nuestro Circo taurino el domiiígo 13 del actual, en la cual vimos por primera vez en esta temporada torear de capa y de mulata. Án­gel Pastor nos demostró que sabe imitar, al reti­rado en Villamantilla. Como Cayetano hubiera lanceado, así toreó Ángel al sexto toro de dicha corrida. Sin embargo, si el maestro hubiera pre­senciado los lances de su discípulo Pastor, le habría reprendido por una de las dos navarras, pues no es así como e! arte manda que se ejecu­ten las suertes de este género. Es imposible que un lance á la navarra dado como el segundo que ejecutó él aplaudido diestro, resulte bueno.

Con la muleta, tenemos que aplaudir mucho á Ángel. Aquellos pases consumados, lo mismo con la izquierda que con la derecha, dados estos ültirnos én la querencia en las tablas que el toro tenía, no se ven hoy. La manera de cambiar de mano y toda la faena que hizo, es bastante para adquirir el nombre de buen torero. ¡Lástima grande es que en el momento preciso de arran­car á matar no imitase á Salvador Frascuelo en lo único qué tiene este diestro de envidiable! Hay que confesarlo: Salvador, desde el momen­to de liar, es más que todos los que hoy toreali: aquel modo de arrnarsé y desde corto inclinar el cuerpo y arrancar sin hacer enmienda ningu­

na con los pies, sólo en Frascuelo lo vemos. Co­pie Ángel en esto á Salvador como copia torean­do de capa y muleta á Cayetano, y tendremos en Pastor el mejor espada de esta época.

La añción proclama hoy á Lagartijo como el primero toreando. Si este diestro y Ángel Pastor se arrancaran á matar en corto y sin enmiendas, Salvador quedaría.anulado. Frascuelo no torea: veinte años lleva de matador, y no le hemos visto torear un. toro bien; en cambio le vimos matar muchos de una manera sin igual.

ÍJ«!5?i*íí!a v e r i f i c a d a e l d í a S© ale Slay®

Para jardines y florea, Valencia. Para niñas boniías, Tarragoria.

Y el que no esté conforme conmigó, será por­que no asistió á la corría ó porqué no tiene buen gusto.

No había más que mirar aquellos palcos don­de se veían caritas de sielo entre mantillas espa­ñolas.

Pero lo que más llamó la aíeneién del ptüjliéÓ fué la entrada en un palco de cuatro niñ-ás cómo cuatro soles vistiendo de majas, á tiempo que la brillante música de San Quintín ejecutaba unas preciosas pialagueñas. Nutrido aplauso resonó en toda la Plaza, ,, ¡Bravo por las barbianas bonitas, por los ta­rraconenses y por los forasteros que nos han

honrado con su presencia! ün entusiasta saludó para todos.

Pero basta de digresiones, qué dan lás tres y media, y mi amigo D. Miguel Coma, mueehaopa alante, asoma su fila por la Presidencia, y veo á los chicos disponios en la puerta de salida. Qü© Dios ponga tiento en sus., pies.

El Presidente hace la sefial fcon el blanco mo-qiiéfo, y simulado el despejo, cruza él redondel la apuesta cuadrilla que dirigen los síínpáticbl diestros Lagartijo y Punteróí.

Un joven de nacionalidad sueca; que no lia visto nunca corridas, y á quien ha llegado la fama del diestro, no cesa do preguntarme quién es Lagartijo.

Mientras yo satisfacía su pregunta, el golilla alzaba del suelo la llave, y un vecino nos inun­daba de manzanilla, oprimiendo la panza á una bota repleta de aquel líquido.

Suenan los clarines, señales qué, acompaña?-' dos de tambores, se ofreció á dar la banda; abren la puerta del toril y aparece en Plaza íá énseñS de la ganadería de D. Félix Gómez, de Colmériat*,' morada y blanca, sobro la espalda de

Tambor, núm. 37, que fué el primer bichd', retinto oscuro, cornidelaníero, de pies y de em­puje. •; •• /

Tres palillos tomó de Veintiundit (P.) á caíh-bio dé un desecho de la remonta con su corres­pondiente batacazo, estando Lagartijo oportuno en el quite. Felipe puso dos varas buenas siS

seasasstiaasgffi^BiisgKaBEiíaaaKiEfcarjaaia^

, — 8 — „ . . . Picadores: D. losé María Duran, del Puerto de San­

ta María; D. Pablo de la Cruz, de Sanlúcar de Ba r r a - \ meda; D. Miguel Martínez, del Puerto de Santa María; ' í). Antonio de Lomos, de Alcalá de Guadaira, y don 1 José de Osuna, de Tocina: picarán los cuatro prime- \ ros, descansando uno, quedando el último de reserva / para un caso inesperado. í

Matador: D. Rafael Pérez cíe Guzmán, natural y ve- \ ciño de Córdoba, el que estoqueará los ocho toros, '• acompañándole como auxiliadores Antonio y Luis Ruiz, de Sevilla; y si hubiese un caso fortuito seguirán la función los antedichos, pues no ha habido otro ca­ballero aficionado para matar. , ^ '

No habiendo sido posible reunir cuadrilla de ban­derilleros, se han escogido entre los mejores profeso­res, siendo uno de ellos Antonio Rué (conocido por Nieves), que dará la puntilla. .̂

Banderilleros: F. Busíamante (Pichoco), Antonio Montano (el Fraile de la Carretería), Juan Yust, Vicen­te Parolo, Antonio Rué (Nieves) y Antonio González.-(el Confuso).

ApIí4S"aesósí

En una curiosa colección de revistas escritas con letra anticuada uesue Sevilla, sin fecha ni firma de su autor, que guarda en la corte el ilustre descendiente de Colón, hállanse, entre las de 1830, dos que desde luego excitaron mi curiosidad. Es la una el juicio re­ferente á la salida en aquella Plaza del luego célebre. Francisco Montes, y otra la que á continuación se ex­presa, ambas escritas con alguna acritud y sobrada exigencia, puesto que compara, al describir el mane­jo de muleta de aquél, con el método empleado (arras­trándola por el suelo) por Francisco Ezpeleta, torero a.docenado y oscuro, y ésta con una severidad, poca indulgencia'^y aun saña, como de su contenido puede verse y juzgarse. Redactada por persona cuya com­petencia no piíede negarse, ni el conocimiento del persona] de entonces, la hemos atribuido, por conver-

\

• •5 —

Don José Pérez y Caballero, presbítero, doctor en sa­grada Teología, rector y cura propio de la iglesia parroquial de San Juan y omnia sanetorum de esta ciudad, certifico: Que en el libro de bautismos de la misma, al folio treinta y dos, se halla la siguiente

PARTIDA

En la ciudad de Córdoba, en primero de Abril de mil ochocientos y dos años, yo, el rector interino de esta iglesia parroquial de San Juan de los Caballeros y omnia sanetorum de esta dicha ciudad, bauticé solem­nemente á un niño que nació dicho día á las cuatro de la mañana, al cual puse por nombre Rafael Antonio Luis Francisco de Paula Teodoro de las Angustias, hijo legítimo de los muy ilustres Sres. D. Enrique de Guzmán el Bueno, bautizado en esta de Todos Santos habrá treinta y cuatro años, y de la señora doña ^•la-ría de los Dolores Fernández de Córdoba, bautizada en la parroquia de San Andrés de esta misma ciudad ha­brá veinticinco años, casados en la dicha de San An­drés y velados en la de la Magdalena de la misma ha­brá cuatro años: fué madrina la señora doña María de las Angustias Aguilar Fernández de Córdoba, á quien avisé el parentesco espiritual y demás obligaciones que contrajo, siendo testigos D. Francisco Fajardo, capitán de regimiento de húsares; D. Andrés Rodrí­guez y D. Bernardo Lorenzana, vecinos de Córdoba, de que doy fe y lo firmé.—Josef de Góngora y Valle.

La anterior partida está conforme con su original á que me remito. Córdoba nueve de Octubre de mil ochocientos ochenta.—Dr. José Pérez Caballero.

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EL ENANO

consecuencias. Juan de l&s Gallos le^ndiñú un pinchazo sin consecuencias para el jaóo, saltan­do Tambor-por la barrera de sol. # | /

Vuelto al palenque, Manuel puso' una buena vara en los medios que le valió palmas.

Cambiada la suerte, Juan Molina y Manene to­maron los palos, y con el ritual de costumbre en los actos de alternativa, los entregaron á Pana­dero y Valladolid.

El primero, después de una salida falsa por quedarse el bicho en la suerte á consecuencia de haberle rematado en varas, puso un par bueno á la media vuelta, repitiendo con otro igual; y Va­lladolid uno de frente y otro ál sesgo. (Palmas á lóS'cñícoS.) •

y tomando los trastos Lagartijo, púsolos en manos de Punteret, diciéndole (yo no lo oí, pero lo supongo): «Con un poco de fortuna y un náita de canguelo, llegarás á la meta.y> - • Ello es que el CIMCO, que vestía botella y oro, después de dirigirse á la Presidencia y espetar uno de aquellos brindis tan comunes en los fas­tos toreriles, encaróse con el bicho, y previos cinco naturales, tres con-la mano de cobrar y uno cambiado, le largó un pinchazo en hueso; cuatro naturales y otro pinchazo sin soltar; uno con la derecha y una estocada delantera á un tiempo dejó intitil para el servicio, á Tambor. El puntille­ro a l a segunda.

Relojero, núm. 17, albardao, bien armado, de pies y libras como su hermano, y voluntario, fué el segundo de la tarde. • 'Tuvo un encuentro con Alaban (P.), saltando

al callejón por la puerta de arrastre. Tomó des­pués siete varas de los piqueros con pérdida del arpa por parte de Juan, con su correspondiente caída; Punteret al quite.

Deshecha la ceremonia, quiero decir, devuel­ta la galantería por la troupe de Punteret á la de Lagartijo, puso Manene un buen par de frente á toro parado; Juan Molina uno en la misma forma, repitiendo Manene con otro de sobaquillo.

Lagartijo, que vestía grana y oro, recibió los trastos de manos de Punteret, y después de brin­dar por Tarragona, por los forasteros y por la presieneia, fué á encontrar á Relojero. Con cuatro naturales, dos derecha y dos cambiados, conclu­ya con el bicho de un bajonazo. (Pitos.)

Y entró Fogonero, núm. 25, list^ii, hif n pues­to, de pies, libras y poder.

• En;;la salida se encontró con los tres varilar­gueros, recibiendo de Calderón (Manuel) un ga­rrochazo que le rajó el pellejo más de un palmo: suerte que fué trasera, que si no, se queda allí el bicho.

El público, como es justo, se indignó de tama­ño escándalo, y la Presidencia hubiera obrado muy acertadamente con imponer una fuerte mul­ta á aquel desollador. ,

El toro saltó por la puerta del toril. Y á pro­pósito de saltos:'fué tan vigoroso el del toro an­terior en el lado de la sombra, que pasó la valla sin tocar en ella lós'pies, dando con el testuz en el cable superior de alambres que corre frente á los asientos de barrera, como si intentara besar á los señores del cuerpo facultativo q\iQ los ocu­paban, y cuyos sombreros se emanciparon de la cabeza al ver tan cerca la del cornúpeto. ' '

A pesar de aquel garrochazo, el toro se cre­ció, tomando una vara buena de José á cambio del arenque y de quedar estereotipado en la ba­rrera; dos de Juan de los Gallos con pérdida de su guitarra, y dos de Vintiundit (P.) con caída y cese perpetuo de la cabalgadura. •

La Plaza parecía un herradero. El público pe­día caballos.

Los picadores tomaron asco á Fogonero por mor de que les sondara el cuerpecito. Así, sólo tomó otra puya y pasó á banderillas.

Guerrita dejó un buen par de frente á toro pa­rado y otro de frente en las tablas, y Manene me­dio al cuarteo y uno á la media vuelta, después de una salida falsa. ^

Lagartijo empleó la siguiente faena: tres natu­rales, tres con la derecha, dos redondos, dos cambiados y media estocada buena en su sitio; dos naturales y otra media estocada á toro para­do y tres intentos de descabello sin resultado. El toro se echó, y concluyó con ól el puntillero á la segunda.

Fué un gran toro, pero mu desgraeiao. Limpio el anillo, salió abanto y contrario Cal­

derero, núm. 34, oscuro, cornidelantero, bjzco del izquierdo y astillado del derecho y con po­der. Tomó tres varas de Paco y tres de Felipe

I con un arre á la enfermería, y dos de José Cal­

derón, perdiendo el suyo. (Escándalo mayúscu­lo. •¡Caballooos!) Felipe puso una vara con tunabo y pérdida del jaco; su hermano otra y pérdida de la alimaña que montaba, y Juan tres sin conse­cuencias para la suya. Lagartijo y Punteret opor­tunos en los quites.

Panadero adornó el morrillo con un par ai cuarteo orejero y otro de frente, después de tres salidas falsas; y Valladolid hace dos salidas fal­sas para poner par y medio á la media vuelta.

Punteret pasó con dos naturales y dos con la derecha para un pinchazo en hueso; uno natural á la querencia de un caballo y una estocada buena en su sitio. fUtia amiga le regala una pe­taca.) " ' ' • •• • ' ' "

Terminada la lidia de este toro, se armó una de gofetás en el tendido de sombra, entre un mono sabio y un espectador; pero el jollin no llegó, ni con mucho, á las que se repartieron en la exredacción del diario carlista local la noche en que murió de un ataque de sindineritis, oca­sionado por la carencia de sinderesitis.

Sortijo, núm. 29, era el quinto, colorado claro, meleno, astillado del derecho. Hizo, como su an­tecesor, la salida contraria; pero de estas salidas contrarias no se culpe al toro, sino á un mono que desde la puei'ta le llamaba con un pañuelo hacia aquellado. .

Al principio huyó á la caballería; pero en cuanto probó el hierro se fué creciendo, hasta el extremo de que cada entrada costaba un tumbo á los de arriba, y hacía víctimas á los de abajo.

Seis veces entró á los picadores, mandando cinco sardinas al desolladero de Francolí. Pun­teret muy bien en los quites.

Ya se lo predije al Empresario de caballos, que si á su presencia respondían los bichos con los hechos, no le arrendaba las ganancias. Mi» vaticinios se han cumplido.

Juan Molina adornó el morrillo de Sortija con un par bueno de frente y otro superior ses­gado, y Guerrita uno quebrando en la cabeza y otro de frente. (Palmas á los chicos.)

Lagartijo, deseoso de dar mulé t Sortijo de la manera digna que se merecía, preparóle para matarle con un pase con la derecha, dos natura­les y dos cambiados, resultando una media esto­cada buena porque el toro se escupió; un pase

TEMBADA DE i830

• PRIMERA S U I D A EN PÚBLÍGO

EN LA PLAZA DE LA MAESTRANZA DE SEVILLA

DEL

CA!].y.LE[lO \ LIDIADOR CORDOBÉS '

D. RAFAEL PEBEZ DE GÜZMM EL 8UEf!0 TENIENTE DE CABALLERÍA DEL REGIMIENTO DEL PRÍNCIPE

A L A SAZÓN DE GUARNICIÓN Y SERVICIO EN DICHA CIUDAD

ACUARTELADO EN EL DE LA PUERTA DE LA CARNE

PLAZA » E TOROS » S SEVILL/t •

El Rey Nuestro Señor (Q. D. G.) tiene concedidas varias corridas de toros á beneficio de los pobres pre­sos de las cárceles de esta ciudad, y en uso de este real privilegio, la real Asociación del Buen Pastor ha .señalado la tarde del 23 dé Agosto (si el tiempo lo per­mite) para celebrar una de ellas, la cual se explicará, por ser de otro orden y circunstancias que las co­munes.

Mandará y presidirá la Plaza el Excmo. Sr. D. José Manuel de Arj ona, Asistente de Sevilla.

Se lidiarán ocho toros de las vacadas y con las di­visas siguientes: Cuatro de D. Pedro de Vera y Delga­do, con negra, y cuatro de D. Jos^ María Duran, coa plateada»

£«**=- ̂ '-asjsss^Esgt"»*"*' 3séí«v>.&í»!t'3*í» -¡¿A-twy

natural, otro derecha, dos altos y una magnífica estocada á un tlempo/'dieron al traste con la fie­ra. (La mar de palmas, cigarros y la oreja.)

Unicamente'en estejtoro dio pruebas Lagartijo de la justa fama adquirida.;¡Bien por los maes­tros!

Quitados los cinco cadáveres de la arena, sa­lió el último de la tarde.

Respondía al nombro AQ Ranchero, núm. 21, y era colorado, corniaUo, y como lodos, de lámina y libras, , , , '

• Saludó por cíernére á Calderón, " ^ ; Destrozándole el calzón. J !

Hace tiempo que los caballos que montan los ' Calderones reciben así la muerte, porque vuel-, "ven siempre lajera al bicho. ' .. i

Después de la bronca merecida, y por aquello de la negra honrilla, Pepe puso cinco varas, per­diendo tres pencos y besando el suelo. Vintiun-dit (P.) pone tres varas, pagando con dos sardi­nas para

/•;;.'•','., El caldero : i^,::.<;^'i a M; Del ranchero.

Uno de los caballos, al sentirse herido, despi­dió al ginete por la cabeza sin consecuencias. Violentamente desbocado, dio contra la barrera, rompiendo las tablas y yendo de segundo cho-. que sobre el muro de la contrabarrera, donde se estrelló.

Juan probó fortuna dos veces, perdiendo el arre. • ;•• .̂ ••••̂ :."'.'••> -- ' •-• '' • ' • ' • : • •

Punteret estuvo trabajador en este toro, ca­peándole con seis verónicas y una navarra que le valieron aplausos. ; • ;;.

Guerrita, al dar un recorte, perdió la percali-iia,^y per.'5eguido por el toro, hubiera sido alcan­zado sin el oportuno capote de Punteret.

Dos puj'^azos más recibió de los piqueros, mandando el Presidente el cambio de suerte.

Gran parte del público protestó, pidiendo ca­ballos; pero no tenía razón para ello, pues si al­guna vez anduvo acertado el Presidente, fué en esta ocasión. Unos zulús arrojaron botellas (va­cías se entiende) al redondel. Efectos del trase­gado líquido que entonces hervía en sus estó­magos.

Panadero y Punteret clavaron cinco ó seis pa­res; pero el tumulto rae impidió prestar atención para poder reseñarlos bien.

Punteret, al dar un pase natural, perdió el te­lón, que fué quitado de la ,c,a??eza d§l toro por Valladolid,

Dio después dos naturales, dos con la derecha y un pinchazo; uno en redondo y una estocada tendida con honores de golletazo finiquitaron con líancheroj la corrida. ..:; . - .

RESUMEN Los toros de D. Félix Gómez, superiores. Se

portaron retebién, estando muy bien criados. Todos nobles en los tres tercios, excepto el pri­mero, que estaba algo huido en los dos últimos por haberse abusado de las picas.

Lagartijo, trabajando por fuerza y hecho un novillero en la muerte de su primer toro, pues se tiró desde lejos, resultando la estocada un bajo-nazo; regular en el segundo; maestro y como de­bía estar siempre, en el tercero. En el descabello, desacertado.

Punteret, trabajador y sin jactancia en el ca­pote, pero en la suerte suprema está incierto y movido. Se ve que tiene voluntad y corazón, y con estas dotes puede llegar á lo que aspira á ser: un matador de cartel.

Los banderilleros, bien, sobresaliendo Gue­rrita y Molina.

Los picadores de Lagartijo, peor es menmí/o; los Alaban, regulares.

En la dirección de la Plaza hubo de todo, y el servicio bueno, notándose el aturullamiento de la falta de costumbre.

Caballos muertos, 19 en el redondel y dos en la enfermería.

La Presidencia No pudo estar peor;

y cuand® otra vez presida, le advertimos por su bien

que busque otro asesor ' -": - ^ si no quiere chamusquina. ' ' '

Y perdonen las bersas, porque la cosa no se presta para versos.

La entrada, un lleno. Se calculan en unos 13.000 los concurrentes: muchasjem&ras.

Termino estas líneas felicitando á D. Félix Gómez por su ganado, y á la Taurina por su acierto.

Esperando con afán Agostó, se despide hasta entonces

• ' TROPEZONES.

: T O R « S » E » ¡ 9 K A U R 1 K »

Coi*i>i<Ia extit°aoi>4lmai'la á beiicflcSn tSel I9os>|»ltal I*i>aviaclai

d e e s t a c o r t e . v e r l ü e a d a l»oy í9}® d e J u n i o

Se lidiaron ocho toros, cuatro de la ganade­ría del Excmo. Sr. Duque de Veragua, vecino de Madrid, y cuatro de la de D. Eduardo Ibarra, de Sevilla.

La Plaza estaba adornada con colgaduras, y el servicio de la corrida y banderillas fué de gala.

Las moñas fueron regalo de las damas que á continuación se expresan:

Serma. Sra. Infanta Doña María Eulalia. Excma. Junta de Damas de Honor y Mérito. Excma. Sra. Doña Angela Vidal de Sagasta. Excma. Sra. Duquesa viuda de Medinaceli. Excma. Sra. Duquesa de Osuna. Excma. Sra. Duquesa del Infantado, Excma. Sra. Duquesa de Santurce. • Excma. Sra. Marquesa de Bedmar y de Villa-

nueva de las Torres. Espadas: Francisco Arjona Reyes (Currito),

Salvador Sánchez (Frascuelo), José Sánchez del Campo (Caraancha) y Luis Mazzantini, con sus cuadrillas.

A las cuatro en punto se presentó en su paleo el presidente, Sr. Miranda Delgado, y con un lle­no completo, hicieron el paseo las cuadrillas, precedidas de cinco alguaciles, y abierto el toril saltó á la arena el primero de Veragua llamado Hortelano, berrendo en jabonero, y bien puesto.

Tomó seis varas de los de tanda, dándoles cinco caídas y matando dos caballos.

El Presidente, antes de tiempo, mandó variar la suerte, por lo que se cargó una buena silba. Hipólito cuelga dos pares al cuarteo y Almendro medio.

Currito, de azul y oro, trastea divinamente con seis naturales, seis cambiados y cuatro de­recha para una estocada en las tablas atravesa­da, un pinchazo saliendo acosado y perdiendo el trapo y una corta y buena cambiando los te­rrenos.

El toro, bueno en todas las suertes. El segundo ,de Ibarra, atendía por Callejo, y

era negro con bragas, y bien puesto. De Cirilo recibió cuatro caricias, á cambio de

una caída, y tres de Canales con caída y caballo muerto. A los quites. Cara bien y Frascuelo.

Ostión prende un buen par de lujo al cuarteo, y otro ídem caído Pulguitá, repitiendo Ostión con uno sesgando, bajo.

Salvador, de lila y oro, pasa á Callejo con dos altos, uno cambiado, tres naturales, cuatro de­recha y se pasa sin herir; más paáes, quedando en uno desarmado, y atiza un pinchazo en hue­so y una estocada delantera y tendida, saliendo siempre por delante.

El toro noble, bravo y pegajoso. Y salió el tercero, de Veragua, luciendo una

magnífica moña que se le cayó á poco. Se llamaba Amapolo, colorao, ojinegro, bien

; puesto, gordísimo. Un buen toro. • Arremetió á Agujetas tres veces por dos caí­das y dos jacos, á Colita dos matándole igual

' número de arañas, á Fuentes una con su caída y quedar de infantería y á Chuchi dos derribán-

; dolé en ambas y destrozando el arre. Manuel Campos, tras salir en falso, cuelga

dos pares de sobaquillo, y Currinche otros dos.

Caraancha, de granate y oro, da 20 pases de todos géneros porque encontró al toro aplomado y tomando la querencia de los caballos. Después de una larga brega, atiza una estocada perpen dicular y al lado de la muerte, dando las tablas.

Despejado el redondel, salió el cuarto de apo­do Castillejo, negro, carantoño, de condición bravo y voluntario.

Se acercó á Colita cuatro veces dándole una caída, á Agujetas tres por dos tumbos y un ca­ballo y al Chuchi una sin consecuencias,

Barbi clava un buen par cuarteando, y otro ídem; Galea se pasa una vez, y deja medio malo, repitiendo con otro ídem, orejero.

Mazzantini, de celeste y oro, trastea con cua­tro altos, seis derecha y uno de pecho intentado para una estocada baja en las tablas. (Palmas y pitos.) El espada arrancó bien á matar.

El quinto, llamado Chendarrne, fué negro zaino y cornidelantero. Volvió la cara.

De refilón y obligado, tomó del Chiichi una vara, y de Fuentes tres, á cambio de un caballo,

Primito deja un par caído al cuarteo y medio orejero, y Almendro medio, todos al cuarteo.

Currito preparó á su contrario con tres natu­rales, dos cambiados y dos con la derecha para un pinchazo bajo sin soltar, media estocada también baja, dos pinchazos más y media algo caída.

Era el sexto de Veragua, negro zaino, de hermosa lámina, quedo y algo vuelto,de cuerna. Se llamaba Zurdo y tenía poder, pero poca vo­luntad.

Tomó tres varas del Chuchi por-tres caídas y un caballo, del Sastre otras tres con iguales per­cances: de Canales una por un tumbo y otra de Cirilo sin consecuencias. , ,; ;;,

Pulga, adorna á la res con un par de lujo, al cuarteo, y otro & media vuelta, y Ostión, medio en los lomos y uno sesgando, bueno. El toro difícil en esta suerte.

Salvador da doce pases con la derecha y cua­tro altos; se pasa cinco veces sin herir y larga un pinchazo á paso de banderillas, otro á medía vuelta, otro á la carrera, otro al revuelo, un in­tento de descabello y luego otro, ,i . :

El puntillero lo mató á la primera. Por Borreguero atendía el sétima de Ibarra,

negro en cárdeno, asíiblanco, bien puesto. Sacó moña.

Sastre mojados veces, cae ambas y pierde un jamelgo. Cirilo tres por dos tumbas y una Fuentes. El toro tardo. En quites Frascuelo y Mazzantini.

Pedro Campos, sale en falso cuatro veces, agarrando un par, de sobaquillo, y medio más, y Currinche uno, al relance.

Caraancha, con zaragata, trastea con cuatro naturales, cinco telón, cuatro cambiados, su-fliendo un desarme para un meto y saca, bajo; dos pinchazos más, y otro mete y saca. (Silva).

El octavo se llamó Papilas, cotorro, cerna-lón. Luis le da tres lances movidos. El toro man -so: volvió la cara.

Del Sastre tomó dos varas por una caída y un caballo; de Fuentes dos con porrazo y jaco di­funto, y de Agujetas una con las mismas conse­cuencias.

Lo banderillean Galea y Barbl con cuatro pa­res y muere á manos de Mazzantini de un pin­chazo y una buena, después de brindar al señor Duque de Fernán-Nuñez,

, , RESUMEN

Los toros de Veragua regulares, distinguién­dose el segundo de esta ganadería.

Los de Ibarra también regularos, sobresa­liendo algo el primero de su vacada.

De los espadas, curro bien en el primero pa­sando; hirió mal. En el segundo nada.

Salvador en en el primero regular nada mas; en el sesto desconfiado. El toro se tapaba á la muerte. Caraancha, en su primero, mediano; en el segundo, malísimo.

Mazzantini, en su primero, se tiró bien pero hirió mal. En el segundo, bueno.

De los picadores, el Sastre. De los banderilleros. Ostión. Caballos muertos, 18.

" toEíís SN n rmm m SÁITA ÍÜIU

verlEcada el día ^S de Sá-ayo «le f®S«i ' ' ' (Coatlnnaciúu)

Lolo clava un par ea el buelo, otro á la inedia vuelta y otro cíe frente peor; y Sevillano se estre­na con ün par en ¡os brazuelos.

Marinero se dirige con los trastos, y antes de 'íóiítiar sus disposiciolies parte e! toro como un l-ayo tras un peón, pero remata con aquél tan bruscamente, que Antonio pierde/el trapo antes

'de llegar á las tablas, no acertando con el estri-'b'o, y aunque se echó de cabeza al callejón, el biciio tuvo tiempo de hacer un desavío. Antonio, átih no repuesto, dá cuatro pases naturales, tres (jon ia derecha y una corta á volapié, quedándo­l e sin muleta; ocho pases más, sufriendo una colada, y una corta al revuelo; y por úTtuño, un Volapié bien setlaiado y hasta lo.-y dedos, pero ti­rándose desde lejos.

•' Quinto, del Duque, negro, feo de cuerna y bas-íb; Bravo, pero bland') al castigo, y con muchos •pies. • Salguero le iárgó dos puyazos por ün potro Üifúnto': al quite líer;no.sitla. i^arrado dos, cayeii-'Üo mal: Julián superior al quite. Moreno cuatro 'por dos batacazos y dos jacos para las mulillas: fté'rmosílla en sú auxilio.

Bienvenida, tras dos salidas falsas, clava un "íjar de palos éá su sitio ál cuarteo, y Príniiío co­locados pares ló tóismo, pasándose un vez,

líé^rmosilla comienza con ocho pases natura­les, dos de pecho y dos por alto, y á volapié lar­ga una estocada trasera y atravesada; ocílo pa­ses y se pasa sin herir; catorce más con "un des-ítrníe, y termina, aunque á gran distancia, con un volapié hondo bien sefialádó. (Aplausos oyó feermósilla.)

Sexto, de Veragua, negro mulato, bragado, dé '^i'an tamafio y bonita lámina, fino, bravo aun­que tardo, de pies y codicioso. Cómo no le casti­gasen, á la muerte llegó con patas y queriendo • i f e g e r ; •'•'; ' ' • • ' • ' • •

Bolamente cuatro varas le pusieron, pagando "éón otras íáuías caídas á los piqueros (una de la­tiguillo á Salguero) y haciendo tres bajas en la cuadra: á los quites Herínosilla., • Julián deja dos pares al cuarteo, y Málaver

'otro ló íhisíiio. " • ' ' Marinero, que durante la lidia de este tóró lia-

títá permaxiecido entre barreras por resentirse 'de una herida antigua en una pierna, sale á en­tendérselas con el mismo. Conviene advertir qué el tero estaba de cuidado y logró hacerse el amo. •Antonio tendió el trapo con la derecha unas cua­tro veces sin rematar, y á la carrera y huyendo atizó una corta atravesada, otra baja, otra ídem y nada más, porque desde barreras un banderi­llero atravesó los ijares de la res. (Pitos al ma­tador.} , ;

RESUMEN \ •''•' Los toros del Duque han dejado su nombre

bien puesto. A más de ostentar finura y lámina como pocos, han sido bravos, de cabeza y cum-tíliendo en todas las suertes.

Los de Surga liánse hermanado en la lucha, y si se quiere, hasta ha sobresalido uno de ellos. ¡Qué buenos niozos, y qué valientes! Pero es cla­ro: ni éstos ni aquéllos han podido lucir lo has­tiante, porque con las cuadrillas que los han tra­bajado no podía suceder otra cosa. Los picado­res ios consentían, los chicos los mareaban y los espadas no sabían por dónde andaban. En fin, que tenemos desgracia: cuando el ganado da jue­go, la gente no hace más que estorbar; y cuando la gente vale y puede cumplir, salen tales bue­yes, que es un primor la lidia.

Entremos con los matadores. En prirher tér­mino tenemos áHermosilla, que por ser más an­tiguo ha llevado hoy la batuta. Manuel, todos lo sabemos, es un matador do vergüenza, trabaja­dor, modesto y valiente; pero no está á la misma altura en cuanto á conocimiento y recursos, y de ahí el que rara vez se le vea igu^d en una corri­da. A la prueba: HermosiUa esta tarde ha brega-

EL ENANO

do ^in descanso, y más de una vez ha oído pal­mas; pero sus buenos dedeos se han estrellado á la hora de estoquear.

Su primer toro fué entero á la muerte; pero ¿qué podía importarle esto, si se mantenía senci­llo y con pocas patas? Manuel abusó del trapo, y conío no se confió al meter el brazo, pinchó á más y mejor: no obstante, el público le animó aplaudiéndole.

Su segundo bicho no traía cosa particular: se querenció sobre un caballo muerto, y esto fué todo; y j^a que el matador no saljía corno sacarlo de allí, hubiéramos preferido que clavasen á aquél liña banderilla desde la barrera, ó un cien­to, antes que sufrir resignado tanto amago de pa­ses, tanta indecisión, tanta contradanza y tanto desacierto. •

En su último, si no estuvo tamJ)óco feliz, al menos acabó presto: en resumen, qué Hermosi­Ua debió matar pronto y con igual facilidad sus tres toros, y que no los comprendió, ni la mule­ta en sus manos tuvo el uso que requería. En la dirección del redondel, nulo completamente: un escándalo la lidia.

Marinero es muchacho que vale, y mata aún frente á frente, es decir, con guapeza y concien­cia; pero esta tarde ha tenido el santo de espal­das, al extremo de que nos ha dado unos sustos de los cuales todavía estamos acordándonos. A éstos, sin duda, achacamos el desconcierto de que ha dado rnuestras, apenas notado en su pri­mer toro, al cual despachó muy regularmente; más pronunciado en su segundo, que ya se portó mal, é incalificable en el último. En quites tam­poco estuvo lo trabajador que otras veces.

Los picadores, valía más no hablar, porque parecía que todos iban á una. Ni entraban por derecho, ni castigaban: apenas mojaban, ya es­taban en el suelo con el caballo asesinado.

Los muchachos han corrido en tropel, dejan­do las capas en el suelo á lo mejor. Con los pa­los, desgraciados, y sólo merece palmas un par del Primito. • : ; . : •

El servicio de caballos, bueno, muriendo 16. La Presidencia, desacertada. La entrada; délas mejores, contándose 11.600

personas de pago. AJgún producto ha quedado a la Sociedad, y esto debía ardmaria á nuevas cgrridas, con buen ganado y buenos diestros, pues así sería,segura una soberbia utilidad, y la población también recogería el frulo, que buena falta hace.

l í ! , CORiUír-^PÜNSAL.

. ,NOTICI,AS TAÜEINAS Los toros de Veragua lidiados en la corrida

que tuvo lugar en Córdoba,el dofniñgo 13 del corriente, no correspondieron á lá fáriia de está ganadería.

Lagartijo quedó bien, demostrando una vez más su maestría. Aíató sus tres toros de tres es­tocadas y dos pinchazos. En quites y banderillas, como él sólo sabe hacerlo.

Mázzantini estuvo también muy bueno, y dio fin de los tres bichos, que le correspondieron dé tres estocadas y un pinchazo: en la brega y con las banderillas, superior.

La corrida verificada en dicha ciudad el lunes 14 del actual, fué muy buena.

Los toros de Salfillo quedaron bien en todos los tercios de la lidia, y mataron 12 caballos.

Rafael y Mázzantini ganaron muchas palmas. El primero estuvo admirable en sus tres toros, siendo objeto de una de esas ovaciono^ grandes. Mázzantini, muy bueno también.

Las noticias que tenemos del diestro Rafael Ramos (el Meló), son satisfactorias. Se éspérá que obtenga uña curación completa de la cogida que sufrió en Málaga el día 6 del actual. Múchó lo celebraremos. '

La Empresa de la Plaza de Valencia se propo­ne dar una serie de novilladas, para las cuales adquirirá reses de varios ganaderos, con quie­nes está en tratos.

En la novillada que tuvo lugar en Tarragona el 12 del corriente, fué muy aplaudido el simpá­tico diestro Tomás Parrondo (el Manchao), al que le fueron regalados dos toros á petición del público.

Los toros, de D. Raimundo Díaz, salieron buenos y mataron cuatro ca'-'allos.

En cónniemóración de la festividad del' sariío patrono de Tolosa, San Juan Bautista, se celebra­rán en aquella Plaza doá corridas de toros, en los días 24 y 27, lidiándose en cada una cuatro de D. Raimundo Díaz por la cuadrilla de Valen­tín Martín, figurando como sobi^esaliente Joseíto,

Las corridas de San Fermín, según noticias que fiene El Liberal Navarro, están organizadas del modo siguiente:

Ganaderías: cuatro toros de los íSres.'Lizaso Hermanos, de Tudela; cuatro de la señora viuda de Zalduendo, de Caparroso; cuatro del seüor D. Pedro Galo de Elorz, de Peralta; Cuatro de la señora viuda de D. Raimundo Díaz, de Funes; seis del seüor conde de Espoz y Mina (antes Ca-rriquiri), de Pamplona, y seis del Sr. D. Juan An­tonio Mazpule, de Colmenar Viejo.

Las corridas irán por el orden siguiente: día7, primera, toros de dos ganaderías navarras; día 8, segunda, toros también de dos vacadas; día 9, tercera, toros de Espoz y Alina; día 10, cua-ro toros, uno de cada ganadería, dos rejoneados por José Rodríguez (Tabardillo), y los otros dos lidiados y muertos por los sobresalientes Gue-rriía y Mojino, que con sus compañeros de cua­drilla ayudarán al rejoneador y lidiarán lo.? otros dos bichos.

Los espadas son Lagartijo y Caraancha,..,!;;.

Han visitado esta Redacción en la presenta semana nuestros apreciables colegas La Unión Mercantil, de Málaga, y El Estoque, dé Sevilla.

Devolveremos gustosos él saludo, quedando establecido el caínbio.

En la corrida de toros que se celebrará en .Aranjuez el día 29 del corriente se lidiarán seis bichos de Veragua, que serán estoqueados iJor los afamados diestros Lagartijo y Güerriía; '

Según nos comunica nuestro Corresponsal, los toros de Montero lidiados el domnngo 13 en Villafranca de los Barros fueron buenos, no ha­biendo asistido el público que se esperaba por la mala construcción de la Plaza. Murieron 14 ca­ballos, únicos que había dispuestos para la co­rrida.

El Marinero quedó bien; Campó, superior.

A. "La Lidia» ÍIP Fí'asesielo. — Leída; SU carta párticalár. Dice V. que escribimos á nues­tra manera. Tiene V. razón: buenas cosas escri­biríamos si lo hiciésemos como La Lidia. No.s llarna V. ignorantes, diciendo que no sabemos «leer.» Compañero, muchas gracias; pero es im -propio dé ün periódico culto contestar razones con una sinrazón.

Cortada la discusión de un modo brusco, ó sea á la manera de La Lidia, nos concretaremos sólo á insertar ló que del semanario de los colo-rinep (como le llaman'/ Nueoo Quiebro, de YA-lencia), digan y publiquen nuestros colegas de provincias. .

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