the other side of love (forever love) -...
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Mew Rincone
Tamis11
Krispipe Mew Rincone
3lik Mais020291
Arifue Floresadri Evarg7 Jor
Strawberry! Armonia Paz
Yanii Mew Rincon Alee Foster
Morin Michelle♥
Eni
Mew Rincone
1Dlatin
El amor no es siempre dulzor y mariposas
.
Traducido por Mew Rincone
La primera vez que me di cuenta de que había tomado una decisión que iba a
cambiar mi vida para siempre fue cuando vi a Skylar. Había algo tan inocente e
inquietante sobre la mirada en sus ojos; me dijeron que conocían secretos del mundo
que yo sólo podía adivinar. Ella me miró intensamente y abiertamente, mientras
caminaba por la habitación, y me preocupaba que yo no fuera a gustarle. Me sentía
tenso mientras esperaba a que ella me evaluase. Pensé en que me gustaría que llegara a
conocerme y gustarle. Yo sabía que eso iba a hacer todo más fácil. Nunca conté con que
tuviéramos el vínculo que tenemos. Nunca conté con que mi corazón le perteneciera.
Nunca había sentido un amor como este antes.
Hay algunas personas que viven sus vidas con valor y determinación. Y luego hay
algunas que sucumben a sus emociones y se desmoronan cuando se encuentran con un
obstáculo. Siempre he tratado de vivir mi vida de la primera manera es la única manera
que sé cómo vivir. O, mejor dicho, lo era. Ahora no estoy tan seguro. El irme sin decir
adiós fue la cosa más difícil que he tenido que hacer. Y fue la más débil. Al crecer, todo el
mundo pensaba que mi hermano, Zane, era el fuerte; él era el mayor y el protector, pero
no veían el dolor en sus ojos como yo lo hacía. No conocían el rechazo que sintió cuando
nuestra madre se fue, el rechazo que creó un muro alrededor de su corazón más grueso
que los cofres en Fort Knox.
Dejarle había sido devastador, especialmente porque sabía que él tenía que pensar
que yo estaba muerto. Yo creía que nuca nada podría golpear mis sentimientos de culpa
e ira hasta el día de mi muerte. Pero estaba equivocado. Dejarla a ella había resultado ser
aún más devastador. Y el hecho de que no hubiera sido capaz de decirle adiós todavía
desgarraba mi corazón. Pero yo sabía que había sido lo mejor.
Traducido por Evarg7 Corregido por Armonía&paz
Noah, ¿tienes hambre? la voz de Lucky era suave cuando llamó a la puerta de mi
habitación, interrumpiendo mis pensamientos. Ella sonaba maternal y me reí por la
ironía de que cuidase de Zane y de mí.
Un poquitito dije y luego caminé hacia la puerta para abrirla . Buen día le
sonreí a su brillante cara, y ella me sonrió ampliamente. Sus mejillas estaban rosas y sus
ojos marrones destellaban por sus pestañas oscuras. Su pelo largo y oscuro estaba atado
en una cola de caballo y parecía fresca y hermosa . Ustedes dos lucen demasiado
hermosos para ser primera hora de la mañana Bromeé. Tiré de su pelo y se rió.
Ciertamente sabes cómo hacer feliz a una chica a primera hora de la mañana. Nos
haré el desayuno si quieres.
¿Zane está aquí? pregunté casualmente, sin querer responder su pregunta
antes de que tuviera una respuesta.
No Negó con la cabeza y mordió su labio . Tuvo que salir.
Ya veo Intenté suprimir un suspiro . ¿Entonces qué hay para desayunar?
Recapacitará Agarró mi mano y la apretó, mientras que sus grandes ojos
marrones me miraban con compasión . Todavía está herido. Pero lo superará.
Sí, al final lo superará y me perdonará Asentí. Sabía en mi corazón que él al
final estaría bien y eso me daba cierta cantidad de esperanza. Pero ella no lo haría. Eso lo
sabía con certeza. Ella siempre me odiaría por lo que había hecho… o lo que no había
hecho.
¿Qué quieres hacer hoy? Lucky me miró con esperanza . Pensé que
podríamos salir y…
Lo siento, pero tengo que ir a hablar con el Agente Especial Waldron Mentí con
la cara rígida. Se me había hecho tan fácil para mí ahora; mi ritmo cardíaco ni siquiera
se aceleraba, y los sentimientos de culpa eran mínimos.
¿Oh? Arrugó su nariz . Pensé que ese asunto ya se había terminado.
Lo ha hecho. Aparté la mirada . Sólo necesito ocuparme de algunas cosas.
Oh, está bien Se detuvo . Quizá cuando vuelvas podemos ir a revisar las cosas
del documental. Estoy segura de que Sidney debe estar preguntándose dónde estamos.
¿Quizá mañana? Respondí y luego le sonreí . No sé cuánto estaré fuera hoy.
Oh, bien Frunció el ceño y parecía querer preguntarme algo más.
Así que vamos a desayunar. Estoy bastante famélico ahora Corrí escaleras
abajo por delante de ella, sin querer que me hiciera más preguntas. Lucky me gustaba
mucho y no quería mentirle más de la cuenta. La observé cuando entró en la cocina
detrás de mí. Era una chica realmente bonita, y el embarazo parecía hacerla brillar. Con
sus grandes ojos marrones, cálidos y su largo cabello marrón, ya se había ganado un
lugar en mi corazón, porque era una buena persona, amaba a mi hermano y lo hacía
feliz. Había estado impactado cuando Zane me había dicho que estaba en una relación.
De hecho, podía, honestamente, decir que estaba más impactado por averiguar que Zane
tenía novia que él por averiguar que yo todavía estaba vivo. Okey, quizá no más
impactado, pero estaba bastante impactado. Pero Lucky era genial; era perfecta para mi
hermano. Había algo muy cálido y cariñoso en ella, y me encantaba su actitud sensata.
Ella obviamente adoraba a Zane, pero no aguantaba su mierda. Me recordaba un poco a
Skylar. Me congelé cuando su nombre cruzó por mi cabeza. Olvídala, Noah. Se acabó. No
tienes oportunidad de enderezar eso. Repetí mi mantra diario en la cabeza mientras
Lucky empezaba a preparar el desayuno.
Omelet con pimientos, cebollas y bacon, ¿okey?
¿Queso?
Tenemos cheddar y Swiss.
Vamos con el cheddar le sonreí y salté del taburete en el que estaba sentado
para ir a ayudarla . Yo haré las tostadas. ¿Pan blanco o de salvado?
Vamos con el pan de masa fermentada Se rió cuando yo buscaba por la cocina
el pan . Mira en la panera Apuntó al objeto de madera de pino sobre la encimera.
No tenía idea de que existiera algo como una panera Hice una cara de bobo,
saqué el pan y negué con la cabeza . Supongo que puedo decir que no estoy muy
domesticado.
Supongo que eso está en la familia Beaumont Se rió y me tendió un cuchillo
para que pudiera rebanar la barra de pan.
Bueno, ya sabes. Creciste rico con sirvientas y cocineros, y no puedes cocinar
nada.
Supongo que puede hacer tostadas y cereal Ella rompió algunos huevos y se
rió . Montones de rico cereal.
¿Luzco como que sobrevivo con cereal para ti? le guiñé un ojo y flexioné mis
músculos. Los ojos de Lucky brillaron apreciativamente mientras miraba a mis brazos y
pecho.
No, estás demasiado cuerpazo para eso.
¿Ya estás tratando de robarme a mi prometida, Noah? El lento arrastrar de las
palabras de Zane era ligero, pero pude oír la advertencia en su voz. Sofoqué una risa por
los celos en su cara. Era hilarante ver que mi hermano estaba tan centrado.
Zane Lucky corrió hacia él y le dio un rápido pico en los labios . Volviste Ella
sonaba feliz y observé mientras él le besaba la nariz antes de frotar su barriga de forma
intima.
No podía soportar estar lejos de ti Ronroneó él para ella, y me costó muchísimo
no pedir un test de ADN en ese mismo momento. ¿Qué le había pasado a mi
hermano? . ¿No tienes frío, hermano? Zane levantó una ceja y me echó un vistazo
por encima.
No Sonreí y seguí rebanando el pan. Supongo que era un poco presuntuoso de
mi parte caminar por ahí con los bóxers y sin nada arriba, pero, en realidad, no pensaba
que fuera un gran problema.
¿Qué estás planeando hoy?
Tengo algunas cosas que hacer Mantuve mi espalda hacia él e incliné mi cabeza
para mirarlo . ¿Quieres tostadas? Lo miré a los ojos y él me miró fijamente por unos
momentos sin hablar. Sabía que tenía preguntas para mí, pero no estaba listo para
responderlas todavía.
Sí, dos rebanadas Él siguió mirándome fijo, y supe que me estaba diciendo que
no iba a esperar mucho más para saber exactamente qué había estado pasando. Aunque
no estaba seguro de cómo proceder. Había muchísimo que no quería que supiera.
¿Y cuándo es tu siguiente cita con el doctor, Lucky?
No hasta dentro de dos semanas Troceaba la cebolla con cuidado mientras
hablaba , pero todo está yendo bien hasta ahora, así que eso es bueno.
No puedo creer que voy a ser tío Negué con la cabeza y luego miré a Zane . Y
seguro como el demonio que no puedo creer que vayas a ser papá.
Bueno, tendrás que cuidar tu boca una vez que los bebés vengan Me dio una
mirada y luego se rió.
Estoy seguro de que puedo librarme por decir demonio durante los primeros años
le sonreí , pero mantendré mis “mierda” y “joder” al mínimo.
Qué dulce de tu parte, hermano Me puso los ojos en blanco . Ya puedo decir
que serás el mejor tío del mundo.
Lo sabes.
Mi amiga Leeza vendrá de visita en unas semanas Lucky me miró, y podía ver
un sonrojo en su cara . Pensé que quizá ustedes podrían ir a comer un día. Porque
tenía la esperanza de que ambos sean padrinos.
Oh, ni en broma Leeza será la madrina de mi hijo La voz de Zane era alta . Y
tampoco la tendré como cuñada.
Zane La cara de Lucky estaba ahora de rojo intenso . No seas maleducado.
Sólo estoy siendo honesto Se encogió de hombros.
Creo que a Noah podría gustarle Lucky le hizo un mohín.
Creo que no Zane le dio una mirada . No tendré a una puta loca alrededor de
mi hermano.
¡Zane! Lucky lo golpeó en el pecho.
Todavía estoy aquí, chicos Levanté una mano . No hay necesidad de hablar de
mí como si no estuviera.
Bueno, nunca lo sabes Zane habló arrastrando las palabras, y yo lo ignoré . Un
día estás aquí y al siguiente te has ido.
Me encantaría conocer a tu amiga, Lucky, pero no estoy en el mercado de las citas
ahora mismo. Mi corazón no está verdaderamente abierto para amar a nadie más en
este momento Un dardo de dolor me atravesó el corazón y me aferré a la encimera con
fuerza.
¿Estás bien? Lucky me miró con preocupación.
Sí, estoy bien. Gracias Me alejé de ella y asentí. Tenía que estar bien. No había
nada más que pudiera hacer. Skylar se había ido de mi vida para siempre. Yo había
tomado esa decisión cuando me había apartado. Y ahora… ahora estaba fuera de esa vida,
y no había vuelta atrás. Incluso cuando esa vida se había sentido más real que todo lo que
había sentido antes. Ella se había metido y nunca se había ido.
Probablemente tuvo una premonición de lo que sería la vida si saliera con Leeza
Zane me palmeó el hombro y me dio su mirada de “tenemos que hablar pronto”.
Zane, eres horrible. Ella no es tan mala.
¿Ella no es tan mala? Su voz era incrédula . Es una víbora, y estoy seguro de
que se habría acostado conmigo si hubiera podido.
Ella no me haría eso a mí.
Lucky, ella lo hubiera hecho en un abrir y cerrar de ojos. Estaba muy pendiente de
mí. Quiero decir, vamos, ¿cómo podría resistirse?
Tonto Ella le pegó en el hombro y se rió . Sé que no ha sido la mejor amiga,
pero quiero darle otra oportunidad.
Eh.
Quiero decir, si no fuera porque ella me llevó a la fiesta, puede que no hubiéramos
estado juntos hoy.
Yo hubiera pensado en algo Zane se puso detrás de ella y envolvió sus brazos
alrededor de su cintura . No hay manera en fuera a dejarte fuera de mi vida Inclinó
su cabeza y hociqueó en su cuello, y observé mientras Lucky se retorció en sus brazos.
Ahora no gritó ella mientras él la apretaba desde atrás, tomé eso como una
señal para irme.
Hey, chicos, llámenme cuando esto esté listo Me reí y Lucky se sonrojó cuando
salí de la cocina y volví a subir las escaleras. Sonreí. Lucky no era la clase de chica con la
que pensé que Zane terminaría, y estaba encantado. Me había preocupado mucho de
que terminase con alguna reina de hielo que fuera despampanante, pero tuviera veneno
corriendo por sus venas. Gracias a Dios, él y yo habíamos escapado de las garras de
Angelique. Entré corriendo a mi habitación cuando oí mi teléfono sonar y lo agarré con
rapidez.
Hola.
¿Noah?
¿Sidney?
Sí. Soy yo Se detuvo y pude oír a Betty susurrando en el fondo . Zane me dijo
que estabas de vuelta, pero no estaba seguro. Perdona por el ruido de fondo. Betty quería
saber si estabas bien.
Que no se preocupe le sonreí al teléfono mientras escuchaba la voz de mi viejo
amigo . Dile que estoy bien.
Espero que se lo digas en persona pronto Sidney se rió por lo bajo . Apenas
puede creer que volviste de entre los muertos.
¿No se lo dijiste a Betty? Estaba impactado.
Me dijiste que no se lo dijera a nadie.
Pero asumí que se lo dirías a Betty.
Yo quería, pero a Betty le gusta hablar mucho. Tú conoces a las mujeres, no quería
arruinar todo.
Oh, Sidney Me senté en mi cama y cerré los ojos . Gracias.
Me alegra que estés vivo. Te he echado de menos.
Yo también te he echado de menos Me sentía emocional. Sidney Johnson se
había convertido en un padre para mí. Era la única persona que sabía la mayoría de mis
secretos. No había nadie que los supiera todos, pero él era el más cercano a saberlos.
Todavía tengo tus papeles habló bajito . ¿Se lo dirás a Zane?
Él no necesita saberlo También bajé mi voz.
Fue a Francia.
Lo oí.
Ella le dio la espalda.
Ella no debió haber hecho eso Estaba enfadado . Tendré que llamarla.
¿Estás seguro de que quieres hacer eso?
No, en realidad no Me recosté y me froté las sienes. Estaba empezando a tener
dolor de cabeza , pero necesito saber qué le dijo a él.
Deberías decírselo.
No Negué con la cabeza vehementemente . Está en un buen momento ahora.
No quiero arruinar eso.
Noah, sé que crees que lo proteges, pero tiene el derecho a saber. Y,
honestamente, no creo que vaya a dejarlo pasar. Tiene el derecho a saber la verdad de su
pasado.
Le diré algo Me aclaré la garganta . De todas formas, ¿cómo has estado? Oí que
Lucky ha estado trabajando en el documental contigo.
He estado bien. Mejor desde que Lucky y Zane han estado viniendo; me hicieron
no preocuparme mucho por ti. Lucky es una buena chica Sidney suspiró . Me gusta
mucho, es buena para tu hermano. Realmente lo ama.
Lo sé. Me alegra que la conociera.
¿Qué hay de ti? ¿Tienes a alguien?
No ya no.
¿Qué hay en dónde has estado escondido?
Salí. Nada demasiado serio mentiroso.
Todavía eres joven. Hay muchos peces en el mar.
Sí. No estoy muy preocupado.
¿Qué hay de la chica que me mencionaste cuando recién llegaste aquí? Sidney
habló lentamente . Con la que te dije que tengas cuidado.
Tenías razón al advertirme Suspiré profundamente . Las cosas se
complicaron. Su vida era complicada.
¿Eras tú una de sus complicaciones?
Me convertí en una de ellas Miré fijamente a la pared mientras hablaba . Mi
presencia terminó hiriendo a alguien.
Nada malo, espero.
Espero que no Bajé mi voz . Iba a pedírtelo más tarde, pero tengo que pedirte
que hables con tu hijo en mi nombre. El abogado familiar. Tengo algunas preguntas.
¿Estás en problemas?
No Negué con la cabeza mientras mordía mi labio . Todavía no.
Me asustas. ¿Por qué suenas como que estás a punto de abandonarnos otra vez,
Noah? Deberías estar feliz, acabas de volver.
Estoy de vuelta, pero no todo es lo mismo a como era antes, Sidney. Mi vida no se
detuvo cuando estuve fuera. La vida continuó para ti y para mí. Nuevas complicaciones
surgieron. Supongo que hay problemas que quedan sin resolver y otros que se
encuentran.
¿A dónde fuiste?
No puedo decirlo.
Quieres decir que no quieres decirlo.
Sí No había necesidad de mentirle a Sidney; él conocía el trato . Te hablaré de
ello más tarde. No quiero pensar en eso ahora.
Lucky me dio algunas buenas ideas para el documental. Es una loca de la historia,
como tú. Sabe mucho de los derechos civiles Sidney cambió de tema y sonreí. Siempre
sabía cómo leerme.
Estoy entusiasmado por oírlas.
Sí. Será bueno tener tu vida encarrilada Sidney se volvió a detener . Estoy
contento de que estés de vuelta, lo sabes.
Lo sé No pude no sonreírle al teléfono, incluso cuando sabía que no podía
verme . También estoy feliz de estar de vuelta Colgué y miré hacia arriba para ver a
Lucky mirándome fijamente en el umbral con una media sonrisa.
Hey, sólo quería hacerte saber que el desayuno está listo.
Gracias Asentí, permanecí sentado y ella entró a la habitación con duda.
¿Tienes a alguien a quien dejaste atrás? Se mordió su labio inferior y me miró a
los ojos con seriedad . Aparte de Zane, me refiero. ¿Dejaste a una novia atrás?
Nosotros asumimos que Angelique era la chica que estabas viendo, porque, ya sabes, tú
estabas devastado porque ella te dejó Hizo una cara . Gracias a Dios que eso no era
verdad. Pero, ¿había alguien más? Respiró profundamente cuando detuvo su diatriba y
me miró a los ojos inquisitivamente, pero ligeramente indecisa. Podía decir que sentía
que estaba espiando un poquito y no estaba segura de si debía pasar la línea.
No estaba viendo a nadie en serio cuando me fui Me encogí de hombros , pero
tienes razón, Angelique no era el amor de mi vida en ninguna forma.
Me pregunto por qué creyó que estabas tan enamorado de ella para quitarte la
vida Lucky frunció el ceño . Quiero decir, si no creía ese punto, todo se hubiera
arruinado.
Angelique creería que es un ángel del cielo si se lo dices Me reí . No tiene poca
confianza en sí misma.
Supongo que es verdad Lucky se sentó a mi lado . ¿Estás bien, Noah? Sé que
Zane ha estado un poco distante, y que en realidad no te hemos preguntado cómo lo
estás llevando. Hemos estado tan felices de verte vivo que verdaderamente no hemos
pensado en nada más. Pero supongo que has tenido una vida el último año o así, lejos de
aquí. Debe haber sido difícil empezar de cero y luego tener que irse.
No fue difícil Me levanté de un salto cuando mi estómago gruñó . Zane
siempre ha sido la primera persona en mis pensamientos, y nunca fue mi intención que
él pensara que estaba muerto todo este tiempo. No podía quedarme ahí cuando sabía
que Zane estaba ahí fuera con un hueco en su corazón.
Tú también eres la primera persona en su vida Lucky caminó conmigo hasta la
puerta . No sé si alguna vez he visto la luz en sus ojos que tuvo cuando volviste de entre
los muertos.
Ya no hablé sin demostrar emoción, y vi la cara de Lucky caer. Agarré sus
manos y la detuve en la parte superior de las escaleras . Mi hermano te ama, y no estoy
triste porque ahora seas su principal preocupación. Así es como debe ser. Así es como
debería ser el amor verdadero. Todavía soy su hermano y siempre me querrá, pero tú
eres la persona por la que vive Las palabras eran apasionadas en mis labios, y me reí
cuando me di cuenta de que Zane se haya dado cuenta antes que yo. Oh, la ironía de la
situación era fantástica. Dolía como si un cuchillo hubiera sido clavado en mi corazón y
fuera retorcido, y me quedé quieto por un momento mientras absorbía la pena
silenciosa y la pérdida que se asentó en mí.
Noah los ojos de Lucky destellaron con preocupación y me agarró de los
hombros cuando me volvía a concentrar en ella . Vamos a tener una charla. Quizá no
hoy y quizá no mañana, pero, algún día, vas a hablar conmigo. Porque lo peor que
puedes hacer es guardarte las preocupaciones para ti solo.
Está bien Asentí y luego sonreí . Gracias.
No te preocupes Me sonrió cuando mi estómago gruñó . Ahora, vamos a
conseguirte un poco de comida.
Traducido por Arifue & MewHiine Corregido por Yanii
—Aquí es donde va la gente cuando quiere desaparecer. —Ella no sonrió cuando me
miró lentamente y con atención—. Nadie más se muda a Palm Bonita.
—No me mude aquí por que quería desaparecer —me encogí de hombros y la mire a
los ojos con confianza. Me quede de pie en el pasillo y me pregunté quién era esta mujer
que acababa de caminar hacia mí de la nada.
—Tal vez tú no querías desaparecer, pero tenías que hacerlo.
Sus ojos me lanzaron un reto y yo escondí mi sorpresa. Era más inteligente de lo que
pensaba que sería. Pero para ser honesto, mis pensamientos no estaban basados en algo
más que como ella lucia. Parecía demasiado hermosa para ser lista. Supongo que una
feminista me mataría por decir eso, pero por otra parte, no lo diría en voz alta. Sabía que
mis pensamientos se basaban en mi propia masculinidad, pero en base a su aspecto pensé
que sería una cabeza hueca. Tenía el pelo largo rubio claro y grandes ojos azules tristes
que brillaban con una emoción similar a disgusto.
—Tal vez…
—Conozco a tipos como tú —rió y sacudió la cabeza—. Crees que me conoces por mi
apariencia, pero déjame decirte, señor, tu no sabes absolutamente nada de mi.
—Creo que eres tú la que lo tiene un poco torcido. Tú eres la que dice conocerme, no al
revés.
—No, yo solo estaba siendo honesta. Dije mis pensamientos en voz alta —se dio la
vuelta y caminó lejos de mí. Me apresuré a alcanzarla, sintiéndome confuso y molesto
conmigo mismo por comenzar ya con el pie izquierdo con alguien en mi nueva ciudad.
—Hey, espera. Lo siento. —La agarré sosteniéndola por su hombro y se estremeció,
mirándome mientras se alejaba rápidamente.
—No me toques.
—No quise asustarte —mis ojos se estrecharon, y esta vez la miré durante un período
de tiempo más largo. Estudié su rostro cuidadosamente esta vez; traté de mirar más allá de
la superficie de sus perfectos rasgos. Sus ojos se veían rojos e hinchados, como si hubiera
estado llorando mucho, y sus labios se veían agrietados bajo su brillo de labios. Sus pómulos
parecían demasiado pronunciados para su rostro y sus ropas colgaban de su cuerpo como
si fueran demasiado grandes. Ella estaba ya sea usando la ropa de alguien más ó había
perdido mucho peso recientemente.
—Tú no me asustaste.
—Así que, ¿por qué quieres desaparecer tú? —Le sonreí débilmente, y sus ojos
brillaron hacia mí, mirándome con desconfianza.
—¿Así que admites que viniste aquí para escapar?
—Estoy muerto —me reí, pero ninguna sonrisa cruzó mi cara.
—Yo también estoy muerta —asintió y se pasó las manos por el pelo. Ella había
entendido exactamente lo que yo quería decir.
—Soy Noah —extendí mi mano para estrechar la de ella—. Quiero decir, soy Mikey.
—Es mejor no usar ningún nombre —su apretón de manos era firme, pero sus dedos
se sentía suaves y fríos. Quería frotarlos entre los míos, para calentarla—. Es más seguro
de esa manera.
—¿Hace cuanto estas aquí?
—Tres meses —bajó la voz—. Y si fuera tú, no les haría a muchas personas de aquí
tantas preguntas. Muchos de nosotros no vinimos aquí para escapar de algo malo.
—¿Qué quieres decir? —Fruncí el ceño, no muy seguro de lo que ella quería decir.
—La mayoría de las personas en Palm Bonita son los malos. Ellos han venido a
desaparecer para no ser capturados.
—Oh… —apreté mis labios—. Bueno, eso quiere decir que nosotros los chico buenos
debemos mantenernos unidos.
—¿Quien dijo que yo fuese una de los buenos? —Ella levanto una ceja y camino lejos
de mí y de vuelta hacia el callejón—. Ten cuidado, Noah —Puso un dedo sobre sus labios—.
Ten mucho cuidado.
Me senté en el sofá, sosteniendo el teléfono, pensando en la primera vez que la
conocí, cuando Zane entró en la sala de estar. Se quedó mirándome fijamente por unos
momentos, y me reí.
—No me digas que el gato se comió tu lengua —sacudí mi cabeza—. Esta es la
primera vez que realmente te he visto quedarte parado y pensar antes de soltar lo que
fuera que querías decirme.
—Culpa a Lucky. —Él se echó a reír también, y se sentó en el sofá junto a mí.
—Más como que agradecerle.
—Eso también. —Sus ojos se arrugaron mientras pensaba en su prometida, y le
envidiaba la tranquilidad y la estabilidad que ella había traído a su vida. Yo quería eso
para mí, pero también quería asegurarme de que nada interrumpiera la nueva alegría
que Zane tenía en su vida.
—¿En que estabas pensando justo ahora? —El tono de Zane se volvió pensativo—.
Lucias muy lejos justo ahora.
—Estaba pensando sobre el día en que me mude a Palma Bonita.
—¿Palm Bonita? ¿Es allí donde estuviste? —Me miró—. ¿Eso es aquí en California?
Sacudí mi cabeza.
—No, es una pequeña ciudad en Florida, como una hora al sur de Orlando.
—Ya veo ¿Tú escogiste el área?
Negué con la cabeza y casi reí para mis adentros.
—El Agente Waldron sugirió que podría ser un buen lugar para mí ir y mentir al
mínimo ya que yo no quería convertirme una parte del programa de protección de
testigos.
—Espera ¿Qué? —Las cejas de Zane se fruncieron—. ¿De que estás hablando? Pensé
que estabas en el programa de protección de testigos
—Yo no estaba oficialmente en el programa de protección de testigos. —Me encogí
de hombros y desvié la mirada de él—. Una vez que estas dentro, no puedes salirte
realmente. Yo no estaba dispuesto a cerrar la puerta.
—¿Entonces lo hiciste por mí? —Los labios de Zane se apretaron—. Arriesgaste tú
seguridad por mí, y aun así no podías o no quisiste decirme cual era tú plan.
—No quiero pasar por esto de nuevo. —Dejé escapar un gran suspiro—. Ahora no,
por favor.
—Entonces, ¿qué paso el día que te mudaste a Palma Bonita?
—¿Honestamente? —reí—. Me pregunté qué diablos había hecho y quería llamar
par cancelar todo el asunto.
—¿Fue así de bueno, entonces? —Zane me dio una media sonrisa, yo todavía era su
hermano, y él todavía estaba preocupado por mis sentimientos más que a nada.
—Mejor. —Rodé mis ojos—. Palma Bonita es uno de esas pequeñas ciudades sucias
en ninguna parte donde ex jefes de pandillas y la mafia van a pasar sus días.
—Suena encantador
—Sí. Era un ajuste. —Mis pensamientos volvieron al edificio decrépito de
apartamentos en que me había encontrado a mí mismo viviendo. Estaba infestado de
cucarachas y ratas, incluso peor que eso era el olor. El hedor a huevos podridos y de
peces escondidos había llenado el complejo, y ninguna cantidad de spray o velas lo
habían disminuido.
—¿Quieres decirme algo más durante el almuerzo? —Zane me miró esperanzado y
asentí. Había muchas cosas que no podía decirle, pero sabía que él quería saber sobre
mi tiempo lejos. Y mientras lo mantuviera al mínimo, todo estaría bien.
—El cielo luce hermoso hoy. —Lucky entro en la sala de estar con algunas flores
recogidas recientemente y mi rostro se volvió en blanco—. ¿Estás bien?
—Si —me levanté de un salto—. Pensé que habías dicho algo más, eso es todo. —Le
di una débil sonrisa y noté que Lucky y Zane intercambiando una mirada de
preocupación—. Estoy bien, chicos.
—Nadie dijo que no lo estuvieras. —Zane agarro la mano de Lucky y la empujo hacia
él—. Noah y yo vamos a comer ¿Quieres venir?
—Si a Noah no le importa. —Ella me miró ansiosamente, y yo trataba de no reírme.
Era tan diferente al tipo de chica que yo había imaginado ver con Zane.
—No me importa, estoy bastante seguro que lo que sea que le diga a mi hermano, él
lo comparte contigo de todas maneras.
—Zane puede guardar un secreto. —Lucky se sonrojó, mientras mi hermano me
lanzo una mirada.
—Solo estoy bromeando chicos. Estoy bien. No espero que se escondan nada. Los
secretos arruinan las relaciones.
—Si, lo hacen. —Zane me dio una mirada significativa y me levanté de un salto y me
giré hacia las escaleras. Yo había caminado a esa trampa, y no quería permanecer
alrededor y sentir que la culpa dentro revelara información que no estaba listo para
compartir.
—Ustedes chicos escojan un lugar para almorzar, yo solo voy escaleras arriba a
alistar mis cosas.
—¿Qué cosas? —La voz de Zane era curiosa, y le sonreí a Lucky cuando lo apartó de
mí, susurrando algo acerca de querer su ayuda para elegir una cuna para los bebés.
***
—Hola, soy Robin y seré su mesera el día de hoy. ¿Puedo ofrecerles algún tipo de
bebida para comenzar? —La chica frente a mi era hermosa y yo no podía dejar de
admirar su cuerpo. Di una mirada sobre ella y me di cuenta de que me había atrapado
mientras la miraba de arriba a bajo y estaba lanzándome miradas. Cuando nuestros ojos
conectaron, sentí una chispa de reconocimiento en mi corazón. Nunca había visto a esta
chica antes, pero algo sobre ella había encendido una sensación de calidez en mi interior.
—Yo no estoy en el menú, por cierto. —La sonrisa cayó de su cara mientras ella me
hablaba y me preguntaba que había hecho para molestarla. Apartó la mirada y el
zumbido en mis oídos se desvaneció.
—No pensé que lo estuvieras. —Le fruncí el ceño en confusión.
—Bueno, la manera en la que me estas mirando me hizo pensar que tal vez tu
pensabas que algo más estaba en el menú.
—Umm ¿Bien? —Miré a Zane para ver si me había perdido algo. ¿Había dicho algo y
no me había dado cuenta, o esta chica solo estaba loca?
—No, no esta bien ¿Te gustaría que yo te mirara como si fueras un filete jugoso y yo
fuera un perro listo para saltar? —Su ceño se levantó y su expresión cambió a una de
excitación y anticipación, ella me miró despacio y se lamió los labios antes de que sus
ojos se clavaran en los míos—. No es un sentimiento agradable ¿Cierto? Ser tratado como
un pedazo de carne.
—En realidad, no me importaría. —Me reí y me incliné hacia ella—. En realidad
hace que me excite un poco.
—¡Noah!— La voz de Lucky sonaba sorprendida y negó hacia mí.
—Solo estoy siendo honesto —me encogí de hombros.
—Una típica reacción de macho. —Robin sacudió su cabeza y se volvió hacia
Lucky—. ¿Algo que pueda conseguirles, chicos?
—Queremos tres aguas, por favor, Robin. —Lucky sonrió hacia ella ampliamente y
todos permanecimos en silencio mientras se alejaba.
—De acuerdo ¿Soy yo o esa chica está loca? —Exclamé tan pronto como Robin
estuvo fuera del alcance del oído.
—Noah. —Lucky rió e hizo una pequeña cara—. Quiero decir, ella parece como si
hubiera tenido un mal día.
— Ella está loca. —Zane negó con la cabeza—. Como loca de manicomio.
—¿Verdad? ¿Qué era todo eso? —rodé mis ojos. —Pensé que ella iba a tomar un
cuchillo y clavármelo ¿Y por qué?
—Le diste un vistazo— Lucky me sonrió—. A algunas chicas no les gusta eso.
—La mire y aprecié su belleza. —Pensaba que los camareros debían tratar a sus
clientes como la realeza, no de este modo.
—¿Estás hablando sobre mí? —Robin elevó una ceja hacia mí, y nuestros ojos se
encontraron de nuevo. Ella tenía los más inusuales ojos color avellana; parecían cambiar
de marrón a verde para coincidir con su temperamento.
—¿Ves otra camarera en la vecindad?
—Prefiero ser llamada un servidor.
—¿Y?
—¡Noah! —La voz de Lucky sonaba consternada y la vi golpear a Zane en el
estomago para que él me dijera algo a mí. Lo miré y sus ojos brillaron hacia mí. Podía
decir que él pensaba que toda la situación era graciosísima.
—Esta bien, estoy acostumbrada a lidiar con niños ricos mimados que no respetan
la ayuda.
—¿Quiénes, que? —Fruncí el ceño hacia ella y tragué saliva mientras miraba sus
hermosos ojos brillantes. Era hermosa, y yo tenía un momento difícil en no sentirme
cautivado por ella. Su largo cabello negro colgaba hacia abajo de su espalda, y su piel
oliva bañada por el sol brillaba en la brillante luz del restaurante.
—Nada. —Ella suspiró y mordió su labio—. Me disculpo por mis palabras, ha sido
un largo día. —Apartó la mirada de mí y de vuelta a Lucky—. ¿Ustedes chicos ya saben lo
que van a ordenar?
—Vamos a compartir una hamburguesa de queso azul con papitas fritas grandes,
por favor. —Zane hablo rápidamente y Lucky le dio una mirada.
—¿Quién dijo que compartiremos cualquier cosa?
—Creí que querías….
—Ni siquiera me preguntaste si quería una hamburguesa de queso azul. —Lucky
miró a Robin—. Lo siento ¿Pero puedes darnos unos minutos?
—Creo que le gustas, hermano. —Zane me guiñó y yo sacudí mi cabeza.
—Seguro. —Robin le sonrió brevemente y me dio una mirada antes de alejarse de la
mesa.
—Apuesto que ella quiere llevarte a la parte de atrás…
—¡Zane! —La voz de Lucky era impaciente—. ¿Eso fue lo que pensaste de mi
cuando tu comenzaste a venir a Lou’s?—
—Por supuesto —él sonrió—. Sabía que querías hacerlo conmigo el primer día que
me conociste.
—Eres asqueroso. —Lucky lo golpeó en el brazo—. Más como que tú querías
hacerlo conmigo.
—Por supuesto. —él rió—. Te vi haciendo el Cha Cha Cha y yo estaba enganchado.
—Yo estaba aprendiendo pasos de salsa. —Lucky miró hacia él indulgentemente.
—Si, lo que sea. —Zane la empujo hacia él y la besó—. No me importa que pasos
estuvieras haciendo, todo lo que sabia era que deseaba ser el único con que lo estuvieras
haciendo.
—Así que querías que te llevara atrás e hiciera mi perverso camino contigo.
—Me hubiera encantado —él sonrió.
—¿Qué sobre tú cita?
—¿Qué pasa con ella? —Él rió de nuevo besándola en la nariz—. Ahora, ¿Qué es eso
de no querer compartir la hamburguesa de queso azul? Creí que las amabas.
—Las amo y podemos compartir, pero no puedes solo disponer, ordenar y esperar
que yo vaya a estar de acuerdo con ello sin preguntarme primero.
—¿Estas bromeando? —Los ojos de Zane se abrieron y habló despacio—. Tú quieres
compartir y quieres la hamburguesa de queso azul, pero despachaste a Robin porque
quieres hacerte la difícil.
—No estoy siendo difícil. —Lucky rodó los ojos—. Quiero que preguntes…
—De acuerdo, de acuerdo. —Zane levantó las manos y puso cara de cachorro
mientras la cortaba—. Lo entiendo.
—¿Chicos, terminaron? —Los interrumpí—. Siento que Robin va a tener un infarto
si no ordenamos y nos vamos de aquí pronto.
—Ella parece un poco intensa. —Lucky dio una risita y puso una cara.
—Hey chicos, ¿Están listos? —Robin caminó de regreso a la mesa y dejó caer una
cesta de pan—. Pensé que ustedes podrían tener algunos rollos franceses de la casa.
—Te lo dije, ella te desea. —Zane articuló hacia mi trate de no reír—. Deberías
invitarla a salir.
—¿Invitarla a salir para hacer que? ¿Matarme?
—Invítala a salir en una C-I-T-A.
—Si, seguro. —Hice una mueca—. Eso nunca va a pasar.
—Tengo una amiga que tú tal vez… —Lucky comenzó y Zane le dio una mirada—.
De acuerdo, de acuerdo. Leza está fuera. —Medio suspiró y me dio una sonrisa—. Así
que ¿Qué clase de chica te gusta Noah?
—Una que no quiera asesinarme. —Bromeé, pero no pude reírme. Mi mente se
deslizo de nuevo a Palma Bonita y Skylar. Todavía podía ver el dolor en sus ojos en
nuestro último encuentro. Nunca olvidaré nuestra última conversación.
—¿Me quieres? —Sus palabras fueron suaves pero afiladas, mientras sus ojos se
quedaron en los míos con intensidad.
—Te quiero —dije simple y honestamente.
—Entonces llévame contigo— había suplicado y sus ojos estaban húmedos.
—No puedo hacer eso —sacudí mi cabeza y me alejé de ella.
—Te odio —suspiró, y luego pasó empujándome y corrió lejos de mí. No había
tratado de detenerla, incluso aunque quisiera hacerlo. Quería correr detrás de ella y
rogarle que entendiera mi decisión no era una que quisiera hacer. Era lo único que tenia
que hacer. Pero sabia que en su mundo, no hacia diferencia. Rompí su corazón y la
traicioné, como cualquier otro hombre. Y yo solo me alejé. Esa era la cosa con el amor: a
veces, no importa cuan duro quieras estar con alguien y cuidar de ellos, había obstáculos
que estaban más allá de tu control. Algunas veces tenias que saber cuando alejarte.
—Noah, ¿estás bien? —Lucky se inclinó sobre la mesa y me apretó la mano. Levanté
la vista hacia ella y parpadeé un par de veces para orientarme—. Te alejaste por un
momento.
—Lo siento —dije débilmente, todo el humor ido de mi tono—. Sólo estaba
recordando a alguien.
—¿Alguien especial? —Tanto Lucky como Zane me miraron con expresiones
curiosas, y yo estuve a punto de responder cuando Robin volvió a la mesa. Esperé hasta
que ella hubiera tomado nuestros pedidos antes de continuar.
—Una chica que conocí durante mi ausencia —sacudí la cabeza—. El día que
llegué, en realidad.
—¿Vas a contarnos sobre ella y Palma Bonita? —Lucky se mordió el labio inferior y
me miró inquisitivamente, esperando que yo estuviera dispuesto a dar algunas
respuestas.
—Palma Bonita es una de esas ciudades que uno se imagina cuando se piensa en las
viejas películas del Lejano Oeste —miré hacia ella cuando empecé a hablar—. Es ese
pequeño pueblo que parece estar atrapado en la década de 1940. Hay un aire de terror y
de anarquía en la ciudad. A nadie le importan las reglas, sin embargo, nadie quiere ser
visto como alguien que no se preocupa por las reglas. Las personas que se trasladan a
Palma Bonita son la escoria del país.
—Tú te mudaste allí y no lo eres... —Lucky empezó y me sonrió con tristeza.
—No soy un santo, pero tienes razón, no encajo con las otras personas que han
hecho de Palma Bonita su hogar. Y ellos podían decirlo —suspiré mientras me acordaba
de mis muchas interacciones mordaces con la gente de Palma Bonita—. Pero conocí a
alguien bastante pronto, y ella fue una luz brillante en un pueblo muy oscuro. Una ciudad
que se hizo más oscura porque yo estaba en un mal punto en mi vida —miré hacia
Zane—. Todavía no estoy seguro de si tomé la decisión correcta al hacer lo que hice, pero
lo hecho, hecho está. No puedo cambiarlo.
—Si eso es una disculpa, es bastante débil, Noah. —Zane alzó las cejas hacia mí y yo
sabía que todavía no me había perdonado.
—No es una disculpa. Sólo estoy diciendo que yo estaba en un mal lugar cuando
llegué a Palma Bonita. No estaba seguro de cuánto tiempo tendría que permanecer allí, y
fue una experiencia extraña tener que desaparecer. —Mis ojos se pusieron vidriosos
mientras hablaba y pensaba en la soledad y el aburrimiento que ocupaba mi mente en
los primeros meses—. De todas formas, conocí alguien y ella me dio un poco de
esperanza y vida. Nos hicimos amigos y muy rápidamente nos hicimos más que eso.
Pero ella no era quien yo pensaba que era.
—Un lobo con piel de cordero, ¿eh?
—No —negué con la cabeza—. Ella era un lobo con piel de lobo —me reí con
amargura—. Ella no trató ni escondió quién era. Fui yo el idiota en pensar que era
alguien diferente.
—¿Pero te enamoraste? —Lucky me interrumpió con un tono curioso—. Te
enamoraste en Palma Bonita, ¿verdad?
—Se podría decir eso. Yo prefiero decir que mi corazón fue capturado —me aclaré
la garganta y le di una sonrisa triste—. Porque, ¿qué es el amor realmente? ¿Qué quiere
decir? ¿De qué importa si no puedes ayudar a aquellos que quieres?
—No puedes cambiar a nadie. No, si no quieren ser cambiados —Lucky extendió la
mano y agarró de nuevo mi mano y la apretó—. Sabes eso, ¿verdad Noah?
—Lo hago —acaricié su mano dentro de la mía y le di una sonrisa de
agradecimiento—. Eres maravillosa, lo sabes, ¿verdad?
—Espera un momento, hermano. —Zane me lanzó una mirada—. Puede que
seamos familia, pero no coquetees con mi chica.
—Mi nombre es Lucky. —Ella rodó los ojos, pero la vi llevar la otra mano hacia abajo
y apretar su muslo—. No “mi chica.”
—Trátala como se debe o puede que tengas un poco de competencia. —Le guiñé un
ojo a Lucky mientras hablaba y sus ojos brillaron hacía mí.
—¿Quieres ser un padre para mis hijos? —Zane me sonrió—. No me importa si
quieres tomar el cambiar los pañales.
—Creo que cuando amas a alguien y tienes un buen corazón, no debería importar
quiénes son los padres biológicos. —Mi tono se puso muy serio—. Así que sí, si llega el
cago, yo podría amar a tus hijos como los míos propios muy fácilmente y cuidaría de
ellos como si fuesen míos.
—Whoa, un momento. —Los ojos de Zane se estrecharon—. Parece como si ya le
hubieras dado a esto algún pensamiento.
—No, no en realidad. Simplemente creo que la gente en general debería ser más
cariñosa. Y que yo podría ser fácilmente un padre para los hijos de otro hombre; tal vez
incluso un mejor padre que el padre biológico—. Le sonreí débilmente y luego
continué—. ¿Por qué no podemos ser todos abiertos y cariñosos con todo el mundo?
—Buen punto. —Zane se aclaró la garganta—. Estaba esperando que dijeras algo
así, porque realmente me gustaría saber lo que sabes de mamá y por qué ella me ignoró
en París.
—Yo...
—No quiero ninguna respuesta de mierda tuya, Noah —su voz se elevó y su tono
cambió—. Ya he esperado lo suficiente para conseguir algunas respuestas.
—¡Zane! —Lucky lo amonestó y sacudió la cabeza con preocupación.
—No, para de dar la cara por él. Eres mi prometida. Deberías estar apoyándome.
Quiero saber lo que está pasando. Quiero saber por qué mamá se fue y cuánto tiempo
Noah ha sabido la verdad. Ya he terminado con los secretos en esta familia —se apartó de
Lucky y me miró fijamente—. Me debes algunas respuestas, Noah. No unas malditas
reflexiones filosóficas sobre la vida y la familia. Me importa una mierda sobre cómo
serían las cosas en tu mundo ideal. Quiero saber la verdad sobre nuestro muy no-ideal
mundo real, y quiero saberla ahora.
Nos miramos el uno al otro durante unos momentos y yo no estaba seguro de qué
decir. No quería decirle la verdad. Sabía que le dañaría mucho más de lo que lo hacia
mantener el secreto. Incluso si eso me hacía el chico malo. Incluso si eso significaba que
él me odiara por un poco más de tiempo. No quería arriesgarme a ir a través de todos
esos años de dolor y rechazo de nuevo. Todavía podía recordar el dolor en sus ojos
cuando alguien le preguntaba dónde estaba su mamá. Todavía lo podía ver cuando era un
niño llorando en su cama cuando pensaba que no había nadie alrededor. Todavía podía
ver la esperanza en sus ojos cuando sonaba el timbre y todavía pensaba que nuestra
madre iba a regresar. Y aún podía recordar el enojado, amargado hombre que no podía
superar el hecho de que nos habían abandonado. El hombre que había jurado que nunca
se enamoraría, que nunca quedaría atrapado en esa trampa. Y mientras le miraba desde
el otro lado de la mesa con Lucky, su hermosa novia maravillosa, a la que se le estaba
empezando a notar el embarazo tanto en el estómago como en la cara, y vi el amor
abierto y fácil que sentía por ella, yo sabía que no podía arriesgar eso. No podía
arriesgarse a que volviera de nuevo a su viejo yo.
—Así que dime, Noah. ¿Cuál es el gran secreto que has estado tratando de mantener
para ti mismo?
—Hey, perdón, chicos. —Robin se acercó a la mesa con una expresión un poco
avergonzada—. ¿Pueden bajar un poco la voz? —Me miró con una expresión de
curiosidad.
—Lo siento. —Asentí con la cabeza mientras miraba hacia ella con una expresión
en blanco mientras intentaba dar una pequeña sonrisa hacia mí. Yo no estaba de humor
para sus juegos de frío o caliente. Estaba harto de las chicas y sus juegos. No importa lo
bonitas que fueran.
—Siento lo de antes. Creo que estaba un poco... —Ella se sonrojó mientras me
murmuraba y yo hice un gesto con mi mano.
—Olvídalo. Realmente no importa. Sólo tráenos la cuenta, por favor.
—¿Hay algo más que quieran? Ni siquiera han pedido sus...
—Sólo la cuenta, por favor. — Nos miramos el uno al otro por un momento y ella
asintió. —Claro, ya regreso. —Se alejó y la miré caminar hasta el mostrador para
imprimir el recibo. Tenía un aire alrededor de ella que era un poco misterioso e
intrigante. No podía poner mi dedo en ello, pero era única y de alguna forma a su
manera se había infiltrado en mi ya hacinada mente.
—No pienses que se ha terminado. —Zane se inclinó hacia mí y me susurró en voz
baja—. Es posible que hayas sido salvado por la camarera esta vez, pero la próxima vez
no serás tan afortunado.
—Dame un descanso, Zane —suspiré—. Por favor, sólo dame un descanso. ¿Está
bien? —Saqué algunos billetes de veinte y los puse sobre la mesa antes de saltar fuera del
asiento—. Caminaré de regreso a casa, los veo luego. —Corrí fuera de la mesa y vi a
Robin dar la vuelta y mirarme cuando me levanté. Me di la vuelta para darle las gracias
mientras salía, pero una sensación extraña me llenó cuando hicimos contacto visual, y
me sentí nervioso e incómodo. Asentí y murmuré un rápido “gracias” antes de
escabullirme fuera del restaurante y caminar por la calle. Necesitaba pensar y planificar.
Yo sabía que Zane no iba a dejarlo estar. Y también sabía que no podía permitir que
supiera la verdad. Pero no quería perderle a él también. No después de Skylar; el dolor
que quedaba en mi corazón desde que la dejé aún era casi demasiado para soportar.
—Hey —llamé a la puerta del despacho y entré sin esperar a que Zane me diera
permiso—. ¿Qué estás haciendo?
—Equilibrando la chequera. —Zane se encogió de hombros mientras me miraba
desde su mesa.
—Suena divertido.
—Sí, es un paquete de alegría. Casi tan divertido como la desaparición de una
pequeña ciudad de Florida.
—Sí, eso sería muy divertido.
—Estoy sorprendido de que hayas vuelto, con eso de que tu gran amor sigue
estando allí y todo eso.
—El sarcasmo no te queda.
—Siento que pienses eso —se volvió de nuevo a su ordenador—. Estoy un poco
ocupado.
—¿Eso es una indirecta para que me vaya?
—No voy a detenerte si sales por la puerta. —Empezó a tipiar las teclas delante de él
y me acerqué a la mesa.
— Hey —me senté en la silla de caoba oscura.
—¿Sí? —Me miró con irritación.
—¿En serio? —rodé los ojos hacia él—. ¿Vamos a jugar a este juego?
—No sé de lo que estás hablando.
—Sé que estás enojado conmigo. Entiendo eso. No esperaba que me perdonaras
cuando regresé. Pero esto este extraño y grosero sarcasmo, esto no es lo que
esperaba. Grítame si es lo que debes hacer, incrépame, lo que sea. Sólo no me trates
como a una persona cualquiera a la que no conoces y que no te gusta.
—Pero realmente no te conozco, ¿verdad? —Él frunció el ceño—. Y no es que
confíes en mí o te importen mis sentimientos. No me dijiste que estabas trabajando
para el FBI, no vas a decirme sobre nuestra madre. Quiero decir, vamos, Noah, ¿qué clase
de hermanos somos?
Mis respiración se cortó al oír sus palabras y miré a sus ardientes ojos con mi
corazón palpitando.
—¿Crees que fue fácil para mí simplemente irme sin decírtelo? ¿Crees que aquello
no me mantenía despierto por las noches? ¿Crees que no quise llamarte cada una de las
mañanas y todas las noches? Eso jodidamente me mató, Zane. Quería decírtelo.
—¿Entonces por qué no lo hiciste? Se lo dijiste a los demás. ¿Sabes lo mucho que me
dolió eso?
—No sé por qué ella te dijo lo que le dije —dije con rabia— Yo...
—¿Quién es ella? —Zane frunció el ceño—. Yo estaba hablando de Sidney.
— Oh. —Mierda. —Eso es lo que quise decir...
—No, no lo es. ¿Quién es ella? ¿A quién más se lo dijiste? —Zane me miró con una
expresión de asombro y de incredulidad—. Sé que no estamos hablando de la señora
Johnson, pero ¿quién más hay? Espera —la expresión de Zane cambió a ira cuando se
dio cuenta—. ¿Estás hablando de mamá? ¿Se lo dijiste a mamá?
Mi cara se puso roja y él me miró con confusión.
—¿Así que has estado en contacto con ella? ¿Hasta el punto de contarle sobre
dejarme?
—No es así —sacudí mi cabeza y mi tono fue sombrío.
—¿Cómo es entonces, Noah?
—¿Alguna vez has amado a alguien tanto que te has ido porque esa es la única cosa
que puedes hacer para protegerle?
—¿Qué? —Me miró con confusión—. ¿De qué estás hablando?
—Cuando me fui, todo lo que podía hacer era pensar en ti. Sabía que estarías
devastado. Nosotros éramos lo único que teníamos. Y siempre miraste por mí toda mi
vida. Has sido el mejor hermano mayor. Y siempre has tratado de protegerme. Aún
cuando yo no necesitaba protección. Bien, yo tenía que protegerte a ti también.
—No me estabas protegiendo al dejarme y hacerme pensar que estabas muerto, y
seguro que no me estás protegiendo al no decirme lo de mamá. No soy un bebé, Noah.
No necesito que me sostengas la mano mientras me quitas la tirita. Jodidamente
arráncala y deja que escueza.
—El ir a Palma Bonita sin decirte nada fue una de las cosas más difíciles que he
tenido que hacer en mi vida. Yo no estaba saltando y cantando canciones, deleitándome
ante el hecho de que había empujado la venda sobre tus ojos. Pero no podía hacer nada.
Mataron a gente, Zane. Yo era joven y tonto, y tal vez lo manejé mal, pero cuando el
Agente Waldron me dijo que era la única solución, le creí. Tuve que renunciar a todo.
Cuando me mudé, no tenía nada y nadie con quien hablar.
—Lo siento —los ojos de Zane parecían sombríos—. No puedo profesar saber lo
que fue.
—Fue muy difícil. Hubo algunos días en los que ni siquiera salía de la cama porque
no me importaba. Yo estaba en aquel limbo. No tenía a donde ir, nada que hacer, nadie
con quien hablar.
—¿Cómo conseguiste salir de aquello?
—Un día, conocí a alguien. Ella supo de inmediato que yo no era como la mayoría de
las otras personas en la ciudad.
—¿La chica de la que te enamoraste? —Zane me interrogó, y un dardo de dolor
atravesó mi corazón.
—La chica que rompió mi corazón en pedazos —negué con la cabeza—. Estamos
impotentes, ya sabes, cuando se trata de amor. No importa el tipo de amor que sea.
Puedes amar a alguien total y completamente como a una esposa, una madre, una
hermana, una hija, un amigo. Pero nada de eso importa. Al final del día, no importa si
quieres hacer las cosas bien y cuidar de alguien. A veces hay factores externos que
harán todo lo posible para detenerte de hacer algo bien.
—¿Así que esta mujer que conociste? ¿Ella es la que te dio esperanza? ¿Alguien te
impidió estar con ella?
—Pensé que era una víctima cuando la conocí. Pensé que estaba escondiéndose de
un ex abusivo. La primera vez que la conocí, ella me dijo que tuviera cuidado en la
ciudad. Me dijo que había un montón de gente mala. Debería haber tomado su palabra.
Ella me advirtió desde el principio.
—¿Alguien te ha hecho daño? —Zane apretó el puño.
—No físicamente —sacudí la cabeza y cerré los ojos mientras llegaban los
recuerdos de mis primeros días en Palma Bonita. La segunda vez que la había visto, ella
había estado en la tienda de comestibles, estudiando las etiquetas de la leche. »—Te
recomiendo la leche entera —le sonreí mientras caminaba hacia ella —. A la gente le
gusta recomendar las de dos por ciento o de uno por ciento debido a que tienen menos
grasa, pero la leche entera es mucho mejor para los huesos. —Me había mirado
fijamente durante un minuto sin hablar antes de agarrar una botella de uno por ciento—
. Veo que tomas bien los consejos. —Continué con una sonrisa rápida y agarré una
botella de leche entera.
»—No te pedí ningún consejo —sus ojos me sonrieron—. Yo tomo mis propias
decisiones. —Se alejó de mí y fue hasta el pasillo de las verduras. Por alguna razón, la
seguí y tomé algunos plátanos mientras ella tomaba algunas manzanas. Me miró y negó
con la cabeza antes de caminar hacia mí—. ¿Pensé que te dije que tuvieras cuidado en
esta ciudad? —Su voz fue baja y miró alrededor de la tienda para ver si había alguien que
nos estuviera mirando antes de hablar.
»—No tomo bien los consejos, tampoco —le sonreí, y ella se rió. Esta vez la risa tocó
sus ojos y todo su rostro se transformó en belleza mientras me sonreía con genuino
humor.
»—¿Quieres venir a cenar esta noche? —Me preguntó a la ligera como si no fuera
gran cosa, y yo había aceptado con entusiasmo y alegría, sin saber que esa invitación iba
a cambiar mi vida entera. Un cartón de leche había cambiado mi vida.
—Noah, ¿estás bien? —La voz de Zane interrumpió mis pensamientos y yo asentí.
—Sí, sí. Lo siento —suspiré. —. Sólo estaba recordando el día que ella me dejó
entrar en su vida.
—¿Todavía la echas de menos? —Sus ojos buscaron los míos.
—No, no la echo de menos —sacudí la cabeza con honestidad.
—Pero todavía piensas mucho en ella. — Él no estaba haciendo una pregunta, pero
aún así asentí.
—Todo en mi vida cambió cuando la conocí y ella me metió en su vida. Yo ya no era
el muchacho transformándose en hombre. Me convertí en el hombre —hablé con
convicción—. Ella me hizo un hombre.
—Eso es algo bueno, ¿no? —Zane me miró pensativamente—. Lucky me hizo
darme cuenta de que todavía me comportaba como un niño una gran parte del tiempo.
Sacó el hombre en mí; todo lo que quiero hacer es amarla y protegerla. Eso es para lo
que estamos hechos, ya sabes. Para cuidar de nuestras mujeres y amarlas de la mejor
manera que podamos.
—Me alegro de que Lucky haya traído el amor de nuevo a tu vida —le respondí con
honestidad—. La familia es muy importante. Me alegro de que hayas añadido a alguien
más en nuestro pequeño grupo.
—Nos perdimos sobre un montón de cosas, ¿no? —Zane suspiró—. Ninguna
madre, ningún padre con los que hablar. Ningún amor real. No teníamos nada. Me
sorprende que hayamos salido tan bien.
—Siempre nos tendremos el uno al otro —agarré su brazo y lo apreté con fuerza.
—Eso es todo cuanto se puede pedir, ¿no? —Él asintió lentamente—. Tener una
familia que realmente nos ame y nos acepte.
—Eso es todo lo que importa —estuve de acuerdo—. Has hecho una buena elección
con Lucky, es increíble y ya la quiero como si fuera una parte de la familia.
—Sí, he sido bendecido —sus ojos brillaban de emoción—. Me alegro de que la
quieras; ella ya es la parte central de nuestra familia. Te quiere como a un hermano,
sabes. Realmente te ama y se preocupa por ti. Es curioso que ni siquiera estén
emparentados, pero siempre habla y se preocupa por ti.
—Supongo que no tienes que estar emparentado con sangre para amar a alguien
como a un miembro de tu familia —lo miré fijamente, con los ojos en llamas—. A veces
se meten en tu corazón y se convierten en una parte de ti. Y cuando alguien se convierte
en una parte de ti, se convierten automáticamente en tu familia.
Traducido por Arifue Corregido por Mew Rincone
—No puedes decirle a nadie.
—Solo necesito decírselo a mi hermano. —hice una mueca —. Él es impulsivo, pero es
digno de confianza. Él no le dirá a nadie. Ni siquiera nuestro padre.
—No. —El agente especial Waldron sacudió la cabeza—. Si vamos a ir más lejos con
esto, no puedes decirle a nadie.
—No puedo solo irme y no decirle. — Mi corazón se quedó inmóvil—. Eso lo matara.
Soy todo lo que tiene.
—Eso es con lo que contamos. —Él me miro con los ojos en blanco—. No puedes
decirle.
—No lo entiendes. Siempre hemos sido nosotros. No tuvimos una madre, a nuestro
padre no le importábamos y Zane, bueno, él ya está cerrado. No puedo solo irme y no
dejarle saber. Él no dejara de buscarme.
—Entonces tú morirás. —Él asintió y sacó un bloc—. Esa probablemente sea la mejor
idea de todos modos.
—¿Morir? —Me encogí de nuevo y me estremecí—. No creo que Braydon sepa que
escuche algo. ¿Crees que vayan a dar un golpe contra mí?
— No quiero decir que Sánchez vaya a matarte. —Él me miró y suspiró—. Quiero
decir que voy a fingir tu muerte. Hay que motivar a tu hermano para que nos ayude.
—¿Qué quiere decir?
— Quiero decir, él está en el grupo también. Él conoce a Braydon, Angelique, y los
otros. Yo me le acerco en el funeral, a ver si me puede ayudar.
—No quiero que lo involucres. —Negué con la cabeza—. Si necesitas ayuda, yo puedo
hacerlo.
—No —Él sacudió la cabeza con vehemencia—. Ellos sospecharan de ti con
demasiada facilidad. Necesitamos a alguien más.
—No quiero a Zane envuelto en esto—Me puse de pie—. Lo siento, pero ya no estoy
interesado en ayudar más.
—Detente —Su voz ordeno, y me detuve mientras caminaba hacia la puerta—. No es
seguro para ti o cualquier otra persona. Tenemos que llegar a estos chicos, Noah. Yo sé que
sabes lo peligrosos que son. Es por eso que viniste a nosotros.
—No puedo solo desaparecer, sin embargo.
—No va a ser para siempre. —Suspiró—. Vamos a tener que hacerte desaparecer en
una pequeña ciudad que conozco. Mantén la calma y estarás a salvo. A menos que cambies
de opinión sobre protección de testigos.
—No, no me voy para siempre —Me mordí el labio—. No entiendo por qué no puedes
llamar a Zane y pedirle que venga ahora. Podemos decirle al plan. Él todavía podrá
ayudarnos.
—No —Él negó con la cabeza—. No puedo arriesgarme a que se resbale. Si él cree que
estás muerto, y piensa que Braydon es responsable, él hará mucho más. Va a ir en busca de
la verdad. Necesitamos eso.
—No sabes lo que él vaya hacer.
—Estamos bastante seguros. —Él me sonrió, con los labios apretados, y miró las
carpetas en su escritorio. Vi una con mi nombre y debajo de ella vi una etiqueta que decía
"Zane Beaumont." Me estremecí cuando me di cuenta de que ellos debían de habernos
estado investigando a los dos.
—Entonces ¿Qué hay en los archivos? —Asentí hacia su escritorio con el ceño
fruncido.
—Todo lo que existe fuera de sus mentes. —Se encogió de hombros—. Me gusta saber
con quién estoy tratando.
—Eso explica el archivo sobre mí, pero no sobre Zane.
—¿Qué puedo decir? Tuve la sensación de que iba a ser útil.
—Yo no quiero irme sin decírselo a mi hermano —Negué con la cabeza—. No puedo
hacerle eso a él. No puedo involucrarlo en algo tan profundo sin que él conozca la verdad.
—No tienes elección Noah. A veces, cuando se ama a alguien, lo mejor que puedes
hacer es mantenerlo en la oscuridad. Amar a alguien no siempre significa decirles todo.
Significa saber cuándo es mejor mantener la boca cerrada y cuándo es mejor abrirla. Y es
tiempo de que la mantengas cerrada—eso es, si amas a tu hermano tanto como dices
hacerlo.
—Aun quiero saber sobre mamá —Zane aclaro su garganta—. No voy a insistir en
este momento, pero todavía quiero saber —su voz era ligera.
—Has cambiado. —Incliné mi cabeza y lo estudié—. Estás más tranquilo de lo que
eras antes. Yo estaba esperando que me hicieras una llave para obtener una respuesta.
—Eso vendrá si no me das una respuesta mañana. —Él me sonrió.
—No lo mantengo para mi mismo porque quiera. Confía en mí. —Hice una
mueca—. Justo como no me fui y no te dije porque quisiera de mantenerte en la
oscuridad.
—¿Cómo pudiste hacerlo? —Él me miró con los ojos heridos—. Yo nunca haría eso.
Nunca podría simplemente irme y hacerte pensar que estaba muerto.
—No quería solo marcharme—Suspiré—. Siempre hemos sido nosotros. Rogué
para poder decirte. Pero el Agente Especial Waldron me convenció de que era para tú
beneficio el que no te dijera.
—Se que no lo hiciste para lastimarme —Él se sentó en mi cama y jugó con sus
dedos—. No me odies, pero estoy un poco contento de que no me lo contaras. Sé que
suena retorcido. Y no puedo creer que esté diciendo esto, pero si no fuera porque te
fuiste, nunca habría conocido a Lucky. Y no sé lo que mi vida sería si yo no la tuviera en
mi vida. ¿Sueno como un completo idiota? —Él me miró con una sonrisa torcida—. ¿Soy
el peor hermano del mundo?
—No —Me reí alegremente—. De hecho, te hace humano y muy honesto.
—Yo la amo mucho, sabes. —Él hizo una mueca—. Me duele estar lejos de ella. Como
si sintiera un dolor físico. Es una locura.
—Eso es amor. Proporciona tanta alegría como dolor.
—Ella realmente te lastimo ¿No es así?
—No de la manera en que piensas —Me paseé frente a la cama—. Es gracioso,
nuestros papeles se han invertido. Yo solía ser el que creía en los finales felices, y tú eras
el que tenía el alma torturada.
—¿Tienes el alma torturada? ¿Qué pasó con los arco iris y mierda que brotaba de ti
cuándo éramos pequeños?
—Estaba viviendo en un sueño. El amor no siempre es maravilloso y florido. Puede
ser profundo, oscuro, y perseverante. Se trata de aceptar lo malo con lo bueno. Se trata de
todo lo que damos, recibimos, y olvidamos. Todos conocemos el lado bueno del amor
mientras brilla luminosamente para que todos lo vean. Pero el otro lado del amor, la otra
cara puede ser un lugar apartado y solitario. Ahora lo sé.
—¿Alguna vez vas a decirme lo que ella hizo para hacerte tan amargado?
—¿Quién? —Levanté la vista hacia él con una sonrisa sombría—. ¿Cuál de ellas?
—¿Hay más de una mujer que haya roto tú corazón?
—Ha habido más de una mujer que me ha hecho dudar de la raza humana. —
Caminé hacia el armario para que Zane no pudiera ver mi cara—. Pero no nos
enfoquemos en eso. Prefiero escuchar como Lucky te ha hecho creer en el amor. Y
después quiero ir y abrazarla fuerte y preguntarle si puede presentarme a su Dios.
—¿Su Dios? —La voz de Zane sonaba confusa, me volteé y le di una sonrisa.
—El Dios que les permitió a ustedes dos experimentar la belleza de la vida y el amor.
—Estoy preocupado por ti, Noah. —Se levantó de un salto y se acercó a mí
lentamente antes de parar y pasarse las manos por el pelo—. Suenas como si te hubieras
convertido en Platón o en Aristóteles o algo así.
—Prefiero pensar en mi mismo como en Camus. —Sonreí.
—¿Camus?
—Albert Camus. —Negué con la cabeza— Oh, gran hermano mío. Sabía que yo era
más inteligente que tu.
—Todavía puedo vencerte, lo sabes. —Zane rió y camino hacia la puerta—. Ven a
hablar conmigo cuando estés listo para hacerlo. —Él se detuvo en la puerta y miró de
vuelta hacia mí—. Sobre lo que sea. No voy a insistirte sobre mamá. Aprendí como ser
paciente este último año.
—Gracias —Asentí agradecidamente—. Lo hare.
—Le diré a Lucky que se contenga también.
—Está bien. —Sacudí mi cabeza—. Sé que ella solo se preocupa por ti. No quiero
que ella piense que soy alguna clase de idiota. Fue realmente difícil ¿sabes?, alejarme de
ti y no ser capaz de decirte. Todo en mi vida parecía insignificante hasta ese punto.
Ahora solo quiero un comienzo nuevo. Quiero comenzar una nueva vida, una en la que
no estar obsesionado con los recuerdos de lo que pasó desde que me fui.
—Hare todo lo que pueda para ayudarte —Él hizo una pausa y me miro—. Ella se
preocupa por ti, como bien tú sabes. Si ella pregunta o retrocede, es porque ella quiere
ser parte de tu vida.
—Lo sé. Desearía haberla conocido primero. —Bromeé y él se regreso y me golpeó
ligeramente en el hombro.
—Me alegro que no lo hicieras. —Él rió sus ojos brillando—. No estoy seguro de que
la tuviera si hubiese tenido que competir contigo.
—Deberíamos ir a improvisar —dije, sintiéndome ligero. Había extrañado a Zane,
realmente lo extrañe, y solo deseaba estar alrededor de él y disfrutar de su compañía sin
la presión de tener una conversación seria.
—¿Quieres? —Zane levanto a mirada y sonrió—. Sin los Beatles, sin embargo.
—Trato hecho. —Asentí y aparté mi cara de él. Un pinchazo de dolor se disparó a
través de mí mientras recordaba que siempre trataba de hacerlo tocar y escuchar a los
Beatles. Eso era el único vínculo con nuestra madre, y quería recordar cada pequeña
cosa de ella. Había tratado muy duro para llegar Zane y librarlo de su amargura y dolor.
Cuando era un niño, yo sabía que algún día ella iba a venir de nuevo a nosotros. Yo lo
había sabido en mi corazón. Ella nos amaba más que a su vida misma. ¿Qué madre no
ama a sus hijos? Algo malo tenía que haber sucedido para que ella nos abandonara.
—Eso fue fácil.
Me miró con una pregunta en sus ojos. Yo sabía lo que él quería saber. Tenía tantas
preguntas y yo realmente no tenia respuestas satisfactorias. Estaba en una situación
difícil, una de la que no sabía cómo salir. Ya sea guardar la verdad para mi mismo o
contarle todo lo que sabía. Con el tiempo él se resentirá y me odiara de cualquier
manera. Pero prefiero que me odie a que vaya a odiarse así mismo.
Yo sabía lo que era odiarse a sí mismo y no quería que él sufriera el mismo dolor
auto-infligido en el que yo estaba. No si él no tenía que hacerlo.
Traducido por Floresadri & 3lik@ Corregido por Eni
—Deseo poder verte todos los días —Skylar jugaba con mis dedos—. Y eso que
vivimos en el mismo edificio.
—Eso estaría bien. —Asentí con la cabeza y acaricié su cabello, un sentimiento de
amor pasaba sobre mí. Me quedé mirando su cara y me pregunté por la sensación que me
llenó cuando la vi. Nunca había experimentado este sentimiento de protección. Me
asustaba y me preocupaba que nos estuviéramos acercándonos mucho.
—Deberías mudarte a mi casa—Me miró esperanzada y negué con la cabeza.
—No lo creo —Me reí.
—¿Por qué no?
—Porque tengo que vivir en mi departamento.
—Pero ya duermes en mi casa. Podrías solo dormir siempre allí y nunca irte.
—No estoy seguro de que eso funcione tan bien. —Le sonreí con tristeza. No le quería
decir que se estaba haciendo cada vez más difícil ir a su casa. Incluso algunos días me
aterraba ir, pero quería asegurarme de que ella estuviera bien, así que, apestaba.
—Un día podremos vivir juntos. —Asintió para sí misma—. Y puedes cuidarme.
—¿Te gustaría que así fuera? —Me reí de su expresión ansiosa.
—Me encantaría. —Saltó de arriba abajo. —Seria la chica más feliz del mundo. La
más feliz. No habría ninguna otra chica más feliz que yo.
—¿Quieres jugar a algo? —Señalé con la cabeza los juegos en la mesa. Necesitaba
cambiar de tema. De repente, me sentía abrumado por la emoción y ya no podía seguir
con la conversación. Me sentía como si la dejaba pensar que sus sueños eran posibles. No
sabía cómo explicarle que eso nunca pasaría. Nunca podría suceder. No importaba lo
mucho que lo quisiera. Ella tenía a su propia familia que se iba a asegurar que nunca
pasara. A ellos no les importaba lastimarla. Y no podía hacer nada porque ya había
revelado mucha información. Había sido estúpido y dicho mucho y sabía que si decía lo que
estaba pasando, pondría a Zane en peligro.
—Supongo que sí. —Ella se sentó y jugó con su cabello. Sus ojos se apartaron de mí y
se quedó mirando el suelo con una mirada vacía. No tenía idea de lo que estaba pensando,
pero tuve un par de ideas y se me rompió el corazón verla con tanto dolor. Pero no había
nada que pudiera hacer para apartarlo. Y eso me rompió el corazón en mil pedazos.
—¿Estás nervioso? —Lucky se volvió hacia mí cuando nos detuvimos en la entrada
de los Johnson.
—Se siente un poco como una primera cita —Me reí—. Tengo mariposas en el
estómago que se mueren por salir.
—No sabía que los chicos se pusieran así también —dijo, y luego se rio conmigo.
—Oh, confía en mí. Tenemos nervios, vale.
—¿Te preocupa lo que dirán? —Lucky me dio una mirada de preocupación—. Estoy
segura de que sólo van a estar felices de verte. Y Sidney sabía que no estabas muerto de
verdad, por lo que no debería estar enojado contigo, ¿verdad?
—Él no se va a enojar por eso. No se va a enojar por nada, de verdad. Sé que está
decepcionado por no decirle a Zane todo acerca de, bueno, ya sabes, pero él no está
enojado conmigo. Él entiende —Salté del auto—. Sidney es como un padre para mí, un
padre y un mejor amigo. Es difícil de explicar.
—No, lo entiendo. Es un buen tipo —Lucky asintió—. Estoy muy encariñada con él.
—Me siento como si fuera un alma gemela ¿sabes? —Miré sus sinceros ojos
marrones y pude ver porqué mi hermano la quería tanto—. Él ha estado en el infierno y
de regreso en su vida y no está ni un poco amargado. Quiero aprender de él. Este
documental ha servido como una experiencia educativa y de aprendizaje en más de un
sentido.
—Me dan ganas de llorar cuando me cuenta por todo lo que pasó. —Lucky me dio
una sonrisa débil y había lágrimas en sus ojos—. No entiendo cómo la gente puede odiar
a los demás tanto.
—Creo que fue el miedo más que el odio. —Pensé por un momento—. O el miedo
que hierve a fuego lento y se convierte en odio. Realmente no entiendo cómo la gente
puede hacer daño a los demás, sin ser afectados ellos mismos. Se debe ser una persona
muy insensible para lastimar a alguien que se ama. —Mis palabras salieron cuando me
di cuenta de que había conseguido salir del tema.
—Sí —Lucky me miró con ojos interrogantes—. El odio es una emoción extraña. Y
lo que hace que las personas hagan. Ni siquiera podría imaginar no tener acceso a la
escuela o a los profesores. Simplemente parece indescriptible.
—O ser repudiado y atormentado sin piedad día a día —Seguí sus pensamientos—.
A pesar de que hoy le ocurre a muchos niños. Demasiados niños son abusados mental,
emocional y físicamente.
—Lo sé, supongo que todos ellos son simplemente matones. —Lucky parecía
disgustada—. La gente puede ser muy desagradable a veces.
—Sí. Sólo cambian los objetivos. —Suspiré y traté de aclarar mis pensamientos.
Ahora no era el momento para empezar a pensar en Palm Bonita—. Pero no hay que
vivir sobre la tristeza en estos momentos. A pesar de que me has dado una buena idea.
Tal vez podamos trabajar en un video que hable de las similitudes entre el racismo
durante los tiempos de la integración y la intimidación en las escuelas de hoy en día los
Estados Unidos.
—Esa es una idea brillante. —Los ojos de Lucky brillaban de emoción—. Ni siquiera
había pensado en eso, pero suena como una premisa increíble. —Se acercó y me agarró
la mano y la apretó—. Estoy tan contenta de que hayas vuelto, Noah.
—Yo…
—¿Ustedes van a estar en mi jardín delantero todo el día? —La voz de Sidney
retumbó por la puerta delantera, y me sonrió mientras me volvía hacia él.
—Oh, Dios, Noah. —Betty Johnson salió desde detrás de su marido y se precipitó
hacia mí para darme un abrazo—. No lo creería hasta que te viera con mis propios ojos.
—Me sostuvo cerca y podía oler el aroma del splash después de la ducha que usaba. La
abracé con fuerza y le di un beso en la mejilla.
—Te extrañé, Betty.
—Qué sin vergüenza, muchacho. —Negó con la cabeza y me dio una palmada en el
brazo—. Nos tenías a todos tan preocupados y molestos. —Sus palabras eran fuertes,
pero podía ver el amor que brillaba a través de sus ojos mientras me miraba.
—Lo siento. —Bajé mi cabeza avergonzado—. Sabes que no quería hacer daño a
nadie.
—Lo sé, ahora a entrar y a tomar un poco de té y galletas. —Betty me agarró del
brazo y me llevó a la puerta—. Lucky, querida, como siempre es un placer verte. Te ves
positivamente radiante. Estoy muy emocionada por ti y Zane. Cuando Sídney me dijo
que finalmente entró en razón y te lo propuso, alabé al Señor. A pesar de que, sigo
pensando que serías perfecta para nuestro Noah.
—¡Betty! —Sídney la amonestó y me reí con facilidad.
—Estoy de acuerdo, Betty. Lucky es la segunda chica más perfecta para mí, después
de ti. Por desgracia, las dos están tomadas.
—Oh, Noah. Ssshhhh. —Ella negó con la cabeza, pero podía ver la pequeña sonrisa
en su rostro, y me mostró que estaba feliz con mis palabras.
—¿Estás hablándole dulcemente a mi esposa, muchacho? —Sídney me dio una
palmadita en la espalda y le brillaron los ojos—. ¿Sabes que ella es una mujer casada?
—No puedo hacer nada si ella te deja por mí. —Le sonreí, y mi corazón se llenó de
afecto por él cuando me dio una sonrisa maliciosa.
—Tómala, estarías haciéndome un favor.
Estoy segura que Zane se sentiría de la misma manera. —Lucky rió—. Estaría
muy feliz de alejarme.
—Ese chico mataría a Noah si él te pusiera una mano encima —gruñó Sídney—.
Acabo de recibir a mi hijo de vuelta. No estoy dispuesto a perderlo de nuevo tan
rápidamente.
—Ja, ja. Yo tampoco. —Lucky me apretó el brazo antes de seguir a Betty en la
cocina. —Los voy a dejar solos por un rato mientras voy a ayudar a Betty en la cocina.
—Es bueno verte. —Sidney me dio un gran abrazo y estudió mi rostro—. Te ves
diferente. —Asintió como si estuviera de acuerdo con un comentario que alguien había
hecho—. Te ves como un hombre que ha estado en el borde del mundo y de regreso.
—¿En serio? —Sonreí a medias—. Aunque me siento como que he estado al borde
del infierno.
—Te he echado de menos. —Se sentó en un sofá, agarrando los brazos, y mi corazón
se hundió cuando me di cuenta de lo mucho más delgado que parecía. Su cabello también
era completamente gris, y cuando lo miré, me di cuenta de que había envejecido
considerablemente. Me sentí triste por haberme perdido un año de su vida, un año era
un período largo de tiempo.
—Te extrañé también. Gracias por mantener mi secreto.
—Fue muy difícil. No voy a mentir. Tu hermano se veía muy mal. Si no fuera porque
Lucky estaba allí para él, no estoy seguro de que habría sido capaz de mantener tu
secreto.
—Lo habría entendido si hubieras sentido la necesidad de decírselo. No era justo
para ti tener esa carga.
—Tuve el honor de que confiaras en mí lo suficiente como para decírmelo.
—Eres es uno de mis mejores amigos. —Hablé con honestidad—. Pensé mucho en
ti cuando no estaba.
—Entonces, ¿cómo fue Palm Beach? —Sidney me dio una amplia sonrisa y sus
ojos bailaron con alegría.
—Sabes, me gustaría haber estado en Palm Beach. —Me reí—. Y tú vas a seguir con
ello hasta que te diga dónde estaba, ¿eh? Estaba en una ciudad que se llama Palm Bonita,
y créeme, Palm Bonita no es una ciudad que hubiera destacado en Lifestyles of the Rich &
Famous.1 —Me estremecí al recordarlo—. Aunque podría haber sido el escenario de
Twilight Zone. 2
—¿Tan genial? —Negó con la cabeza y sonrió antes de que su expresión se tornara
más seria. Me miró de arriba abajo poco a poco y luego volvió a hablar—. Puedo decir
que fue duro. Tus ojos cuentan una historia diferente ahora.
—¿Lo hacen? —Lo miré con sorpresa—. No sabía que mis ojos contaban una
historia, y punto —le dije y entonces se rió.
—Sí. —Sidney se sentó y estiró las piernas con cuidado—. Cuando nos conocimos
por primera vez, tus ojos estaban llenos de esperanza, admiración y tristeza. A pesar de
que la tristeza era para mí y mi historia. Fuiste sensible ante lo que había pasado.
Estabas lleno de compasión y sinceridad, pero era por mi historia. Ahora que la tristeza
1 Serie de televisión estadounidense que se emitió en la sindicación 1984-1995.
2 Serie de televisión estadounidense especializada en el género de la ciencia ficción, la fantasía y el terror.
brilla a través de ti como si también hubiera tocado tu alma. Tus ojos tienen un tinte de
desolación, así, como si tu corazón se ha resquebrajado un poco. Estás triste ahora. Has
visto otra tristeza, creo que esa tristeza ha impactado tu vida. —Me miró de soslayo, y se
quedó en silencio por un momento mientras evaluaba mi cara de nuevo.
—Guau, eres bueno —dije un poco incómodo por la facilidad con que había sido
capaz de leerme. Miré a un lado de la habitación y estudié las fotografías de la familia en la
mesa—. Nunca me dijiste que eras un psíquico.
—He pasado por un dolor indescriptible. No hablo mucho de eso porque el pasado
es el pasado, pero el dolor es real. Desgarrador dolor, que nunca te abandona. Y una vez
que has pasado por ello, puedes decir cuando alguien más lo ha hecho. —Su voz era
ligera, pero intensa—. ¿Sabías que cuando tenía quince años, mi hermano salió con una
chica blanca? Una muchacha rubia joven y bonita. Era una buena chica. Muy dulce.
Solían ir al cine. Bueno, un día unos chicos de barrio de su escuela se enteraron y le
dijeron a mi hermano que se mantuviera alejado de ella. Mi hermano no escuchó.
Estábamos en el norte, ya sabes. No pensábamos que teníamos que preocuparnos como
en el sur. En el sur, no habríamos mirado siquiera una chica blanca. Pues bien, a esos
chicos, no les gustó la respuesta de mi hermano. Una noche después de que él acompañó
a Ellen a su casa, ese era su nombre, fue asaltado por cinco chicos. Lo dejaron negro y
azul. Su nariz estaba sangrando, su labio estaba roto, y llegamos a descubrir más tarde
que tenía un par de costillas rotas. Bueno, mi hermano no quería hacer ningún alboroto.
No quería meter a nadie en problemas. Más tarde nos enteramos de que el hermano de
Ellen participó en el asalto.
—Oh, lo siento. Eso es terrible.
—Mi hermano perdió la visión en su ojo izquierdo, y Ellen se casó con uno de los
chicos que se metió con mi hermano. —La voz de Sidney era triste—. Nunca pude
entender cómo la gente puede ser tan odiosa y vil. Ese fue el incidente que rompió mi
confianza en el ser humano y su bondad innata. La gente no es nada buena. Eso es lo
que tienes que entender. Algunas personas son simplemente malas. No hay ninguna
razón para ello. Van a romper tu corazón una vez que te das cuenta de eso. Te has dado
cuenta de eso ahora. Has sido testigo de la crueldad que existe en algunos seres
humanos. Puedo verlo en tu alma.
—Lo he hecho. —Asentí con la cabeza lentamente y me di cuenta de lo bien que
había expresado el dolor que sé que sentía. Una vez más me quedé asombrado por la
precisión de Sidney en su evaluación y su capacidad de ver en mi alma y corazón—. Eres
bueno.
—Ojalá no lo fuera. —Me sonrió con tristeza—. Si había una persona que deseaba
que nunca experimentara la crueldad de los seres humanos entre sí, eras tú, mi hijo. Tu
menos que nadie debería tener que sentir y ser testigo de la maldad en el mundo. Para ti
todo debería ser luz, mi muchacho. Tú fuiste el que me hizo creer en la bondad de nuevo.
—Y soy un buen blanquito. —Le sonreí, conmovido por sus palabras y se rió.
—No es nada que tenga que ver con el color. Hay buenos hombres blancos y buenos
hombres negros. Y hay malos hombres blancos y malos hombres negros. Se trata de la
persona que hay dentro. No se puede juzgar en el exterior. —Me miró a los ojos—. Pero
sé que lo sabes.
—Desearía que todos lo hicieran.
—Viene a la mayoría de nosotros tarde o temprano. —Sidney se encogió de
hombros—. Para algunos en el lecho de muerte. Pero viene. Tengo la suerte de que te
conocí. O podría haber pasado el resto de mis días pensando que todos los hombres
blancos eran el diablo.
—O el diablo encarnado. —Le sonreí, y se rió entre dientes.
—Así que dime lo que te tiene con el aspecto de que tu mundo se ha terminado.
—No me veo tan mal, ¿verdad? —Hice una mueca, y él negó con la cabeza.
—Para la mayoría del mundo, estoy seguro que te ves muy bien. Tal vez mejor que
bien. Pero para aquellos como nosotros que te aman, te ves perdido.
—Conocí a alguien en Palm Bonita. Le hice una mueca—. Loco, ¿no? Era
hermosa, atrevida y empezamos a salir y al principio todo fue perfecto.
—¿Qué cambió?
—No era la persona que creí que era.
—¿Rompió tu corazón?
—Sí. Asentí con la cabeza—. No de la manera que piensas, por supuesto. —
Suspiré y me mordí el labio antes de continuar—: Nunca había estado enamorado. O
debería decir, sentido amor. Siempre tuve a Zane y lo amaba, pero nunca tuve otra
persona que ocupara ese lugar en mi corazón. Y en Palm Bonita eso cambió. Sentía un
gran amor y de infarto, y tenía que alejarme, me estaba aplastando. Y no había nada que
pudiera hacer. Nunca me sentí tan desesperado.
—¿No hay nada que puedas hacer?
—No legalmente.
—Es por eso que querías que me comunicara con mi hijo, ¿eh? Tienes un gran
corazón. —Sidney me miró, y se quedó pensativo. Tuve la sensación de que entendía mis
vagos comentarios mejor que yo. Era extraño que él siempre parecía entender lo que
estaba pensando o diciendo sin que yo fuera muy claro.
—Los grandes corazones no siempre se consiguen en todas partes.
—Nadie es perfecto, Noah. —Se inclinó hacia mí—. Y no todos tienen un gran
corazón. Eres es la excepción y no la regla, a pesar de que me gustaría que no fuera
cierto. —Hizo una pausa y me miró—. Pero no eres Dios, Noah. No puedes proteger a
todos.
—¿Quieres que le diga a Zane. Suspiré.
—Tiene derecho a saber. Simplemente no puedes ocultárselo.
—Simplemente no lo entiendes. Creo que estará devastado si se entera de la verdad.
Al crecer, tenía tantos problemas y tanto odio hacia nuestra madre. Y simplemente no
quiero ver que se vea envuelto en otro tipo de dolor innecesario.
—No puedes no decirle porque tienes miedo de cómo le vaya a afectar. Él es un chico
grande.
—No quiero que se sienta de manera diferente acerca de mí, tampoco. Le hice una
mueca—. Sé que estoy siendo egoísta, pero no quiero que nuestra relación cambie.
—No es tu culpa, Noah. Él no te culpará.
—Lo cambiará todo.
—No cambiará nada.
—Es una vida, cambiando piezas de información. —Tomé una respiración profunda.
—¿Has hablado con tu madre?
—No. —Negué con la cabeza. —No puedo respetarla por lo que hizo.
—¿No puedes perdonarla?
—Ella no quiso tener nada que ver con Zane. —Casi susurré las palabras—. No sé
cómo pudo distanciarse de esa manera.
—El amor es una cosa divertida.
—No puedo aceptarlo. —Sacudí mi cabeza con vehemencia—. He sido testigo de
primera mano de la devastación que viene por no ser querido.
—Es una cosa cruel para hacerle a un niño.
—No perderé a dos personas por ese tipo de devastación. No quiero ser testigo de
dos personas con el corazón roto por el dolor y el rechazo de dos personas que deberían
amarlos. —Me levanté de un salto cuando vi a Lucky y a Betty acercarse a la puerta—.
¿Necesitan ayuda, señoras?
—Estamos bien, gracias. —Lucky me sonrió agradecida mientras entraba a la
habitación. Puso la tetera sobre la mesa y Betty la siguió detrás con una bandeja llena de
tazas y platillos. Abrió la boca rápidamente y se frotó el vientre con asombro y me miró
con una expresión de preocupación.
—¿Está todo bien?
—Sí, genial. Creo que sentí a los bebés patear por primera vez. Ven. —Me hizo un
gesto hacia ella y me cogió la mano y la puso sobre su estómago—. Vamos a ver si lo
vuelven a hacer. —Me quedé allí esperando por unos momentos, pero no pasó nada.
Solté su estómago, un poco decepcionado, y Sidney me dio una mirada.
—Es algo bueno que los bebés no patearan de nuevo, sabes cuán decepcionado su
papá hubiera estado si hubiera escuchado la noticia.
—Me mataría. —Me reí—. Después de todo lo que ha pasado, esto sería la gota que
derramara el vaso.
—No quieres eso. Betty sirvió el té y me entregó una taza—. No cuando acabas de
comenzar de nuevo.
—Zane no es tan loco. Lucky meneó la cabeza ante la oferta de una taza de té—.
Tomaré agua, gracias, Betty.
—No lo está. Pero es un momento especial. Estoy seguro de que le gustaría ser el
primero en sentir patear a sus bebés.
—Si. Lucky se sonrojó—. Acerca de eso, creo que me equivoqué. Ella se rió—.
Creo que fue un gas.
—¿En serio? Me reí cuando una marea roja cubrió su rostro.
—Sí. —Asintió con la cabeza—. Creo que es demasiado pronto para que los bebés
den patadas. Tendré que consultar con el médico. Estoy bastante segura de lo que sentí
no era una patada. —Gimió—. No le digas a Zane, por favor. Nunca me dejará pasar esta.
—Está bien. Le sonreí y le revolví el cabello—. Me debes una.
—Ahora, niños, ¿hablamos de nuestro documental? ¿Todos los sistemas van ahora?
Sidney nos interrumpió y levantó una ceja—. Le he dicho a mi familia acerca de esta
película, y todo Chicago está esperando ver a mi feo rostro en la pantalla.
—No eres feo, Sidney — protestó Lucky mientras Betty rodaba los ojos.
—No caigas en su juego, Lucky. Ella se sentó a mi lado y me dio un plato con un
surtido de galletas. Tomé un pedazo de torta y ella asintió con la cabeza alentándome a
tomar otra rebanada—. Eres un chico en crecimiento, Noah. Otro pedazo de torta no se
te quedará en tus caderas como lo hará en las mías.
—¿Y yo qué? Sidney frunció el ceño y se inclinó hacia adelante para tomar una
galleta.
—No necesitas ninguna galleta. Betty lo miró—. Piensa en tu colesterol. Sabes lo
que dijo el doctor Rothstein.
—El Dr. Rothstein no lo sabe todo. Sidney se sentó y me miró con una cara de
bueno, esto es una mierda.
—Sabe más que tú —lo regañó Betty—. Y te dijo que te mantuvieras alejado de las
galletas, pasteles, frituras…
—Sí, sí. —Se giró hacia mí—. Entonces, estaba pensando que sería genial si
presentaras a mi otra esposa también.
—¿Perdón? —Lo miré con confusión.
—Pensé que podrías incluir a mi otra esposa en el documental.
—¿Qué otra mujer? Miré a Betty, que estaba murmurando en voz baja.
—Con la que me voy a casar una vez que me divorcie de Betty por no permitirme
comer las cosas que me gustan. Sidney echó a reír, y Betty sacudió la cabeza.
—Juro, Sidney Johnson, que eres como un niño pequeño.
—Bueno, ¿qué puedes esperar si sigues con la maternidad? Rodó los ojos.
—No haría de madre si actuaras como una persona de tu edad y escucharas al
doctor.
—Los doctores no siempre lo hacen bien. ¿No te conté la vez que le cortaron la
pierna derecha a Louis en vez de la izquierda porque el doctor leyó mal el historial?
Ahora, en lugar de tener una sola pierna, no tiene ninguna. ¿Y de quién es la culpa?
Sidney elevó la voz—. No de Louis. Te lo aseguro.
—Bueno, la culpa es de Louis que dejó que su diabetes empeorara para necesitar
que le cortaran una pierna —respondió Betty de nuevo con una mirada severa, y Lucky
y yo intercambiamos una rápida sonrisa ante sus bromas. Decidí interrumpir la
conversación porque tenía la sensación de que sólo iba aumentar si no lo hacía.
—Así que, estaba pensando que el enfoque del documental podría ser acerca de la
identidad. —Me detuve y me di cuenta que todo el mundo me estaba mirando con
interés—. En un principio, el objetivo de este documental iba a ser sobre la raza y el
movimiento de derechos civiles, pero he estado pensando y quiero ampliar nuestra
materia. Seamos honestos, nuestra audiencia actual es limitada. La raza es un tema
delicado, y no todo el mundo puede identificarse. O bien, seamos sinceros, no todo el
mundo quiere relacionarse. Quiero que la gente entienda que estamos todos juntos en
esto. Todos tenemos problemas relacionados con la pobreza y la identidad y todos la
hemos enfrentado de manera diferente.
—Sin embargo, tú realmente no has tenido problemas de pobreza. Lucky me miró
seriamente—. Y no quiero embrutecer el documental, eso podría hacer que la gente se
sienta incómoda. Seamos realistas aquí, los afroamericanos han tenido la peor
experiencia de asimilación en los Estados Unidos.
—Pero eso no quiere decir que los demás no tienen también sus propios problemas.
Como seres humanos, inherentemente nos preocupamos por otras personas. Está en
nuestra naturaleza. Pero nos importa más lo que nos afecta en nuestra vida cotidiana, y
nuestras familias. Así que si podemos crear una obra que hable de las experiencias
reales que la gente ha tenido en relación a la identidad, entonces podemos llegar a más
gente.
—Supongo que no entiendo. ¿De qué problemas de identidad estás hablando? Sé que
no vas a hablar acerca de los problemas de ser un hombre blanco. —Lucky hizo una
mueca y su voz era fuerte y obstinada—. Porque todos sabemos que lo mejor que
puedes ser en la vida es un hombre blanco.
—Algunos dirían que una mujer blanca. —Incliné la cabeza y la miré fijamente—.
¿No controla ella al hombre blanco?
—Las mujeres en general son vistas como inferiores a los hombres. —La voz de
Lucky sonaba nerviosa—. Somos vistas como objetos sexuales o domésticas. Los
hombres no nos toman en serio. No del todo. Y no todas las mujeres blancas tienen el
poder. ¿Qué pasa con las mujeres que no son tan atractivas, o que crecen en ambientes
pobres, o qué pasa con aquellas que son lesbianas?
—Exactamente mi punto. Hay muchos denominadores en la historia de todos. Sí, es
cierto. Tú tomas a un hombre blanco al azar y un hombre negro al azar y es muy
probable que el hombre blanco haya tenido más ventajas en su vida. Pero no es cierto
para todos. Nacer blanco no garantiza nada en la vida. Nacer blanco, masculino, y con el
apellido Kennedy o Windsor pueden significar otra cosa. Pero la mayoría de nosotros no
encajamos en ese molde.
—No quiero centrar un documental histórico sobre la difícil situación de los
hombres blancos. —Lucky me miró con decepción, y levanté mi mano.
—Creo que me estás malentendido. Miré a Sidney y a Betty, ambos estaban con
una mirada de interés en sus rostros. Les sonreí agradecido, contento de que no parecían
tan molestos cuando Lucky hizo ante mi sugerencia.
—Aquí está la cosa. No quiero que esto se enfoque sobre el negro o el blanco.
Quiero que se base en esto. Esta es la trayectoria de vida de ciertas personas. No quiero
decirle a la gente esta es la historia de todos los negros americanos, o la historia de todos
los blancos americanos. Quiero que la gente piense, “Guau, esto es una historia de gran
alcance, y esta es la forma en que se conecta con mi vida”. Quiero que la gente mire su
vida cotidiana y se dé cuenta de lo mucho que tienen en común con la gente que nunca
se les ocurriría que tendrían algo en común. No quiero que esto sea un cuento negro de
los negros. No quiero que la gente diga: “Bueno, la segregación ha terminado, y eso está
el pasado. Somos pasados ahora”. No es cierto. Y no es justo. Quiero que la gente vea
esto como una historia acerca de los seres humanos y como nuestras identidades están
constituidas por las cosas que no importan. Nuestra raza no importa, nuestro género no
importa, nuestras líneas de sangre no importan. Debemos amar y tratar a los demás por
igual. Al final del día, tenemos que ver más allá de estas cosas. Tenemos que entender
que el amor, el verdadero amor, el amor que debemos sentir por los demás no es o no
debería basarse en cosas más allá de nuestro control. —Mi voz sonaba fuerte y
enfurecida cuando terminé de hablar y me senté un poco hacia atrás avergonzado por lo
apasionado que soné cuando estaba hablando—. Lo siento, ustedes pueden estar en
desacuerdo conmigo. Sólo quería decir lo que pensaba.
—Me gustan tus ideas. —Lucky me sonrió—. Creo que tienes razón. Vamos a llegar
a un público más amplio, y no vamos a alienar a tantas personas.
—Gracias. —Me volví hacia Sidney y Betty para ver lo que ellos pensaban. Contuve
la respiración, ya que estaba un poco preocupado de fueran a molestarse conmigo. Miré
a Betty primero y ella me dio una cálida sonrisa. Sus ojos brillaban de emoción hacía mí
y me dio unas palmaditas en la rodilla como si tratara de consolarme por los
sentimientos ocultos que ella sabía que estaban tratando de escapar.
—Has madurado. —La voz de Sidney era grave y baja—. Recuerdo al muchacho que
caminaba a través de mi puerta de entrada, tan indignado por la injusticia por la que
había pasado, por la que muchos negros han tenido que pasar. El niño que sintió mi
dolor, pero no entendía absolutamente la dinámica de esa historia. Y ahora eres un
hombre, y tienes tu propia historia, una que quieres contar, y estoy dolido por ti por
dentro. Pero detrás de ese dolor está el orgullo. Estoy orgulloso de ti, hijo mío. Estoy
orgulloso del hombre en que te estás convirtiendo. Estaba orgulloso del chico que eras.
Pero estoy orgulloso del hombre en que te estás convirtiendo también. Eso sí, no dejes
que lo que te haya pasado te destruya. Te queremos, y todos estamos aquí para ti cuando
estés listo para hablar de ello. —Sidney se sentó lentamente—. Y les digo a todos una
cosa, una cosa que llega a colación en toda esta conversación. Mi vida cambió el día que
dejé de verme como un hombre negro en primer lugar. Me veo como un hombre y un
marido. Mi carrera, clasificada a través de los ojos de los demás, no compensa lo que soy.
Si alguien decide tener miedo de mí, o me mira por debajo, o piensa que soy ignorante, o
inferior, bueno, eso es cosa de ellos. Eso es entre ellos y su Dios. No entro en esos
estereotipos nunca más. No soy un criminal y no soy inferior. Soy negro y estoy
malditamente orgulloso, pero eso no define mi vida. No dejaré que el miedo controle lo
que los demás piensen o sientan por mí. Me ha tomado mucho llegar a este lugar. Mi
identidad siempre ha sido la de un hombre negro y lo que eso significa para mí y para
todo el mundo que me rodea. Ahora mi identidad es la de un amante, esposo y padre. —
Se rió—. Aunque, no me mal interpreten. He llegado hasta hace poco a esa conclusión.
Pero he estado enojado y molesto por mucho tiempo. Me di cuenta de que Dios no quería
que llevara esa carga por más tiempo.
—Eso no es una cosa fácil de hacer. —Mi estómago se retorció mientras pensaba en
Skylar y la carga que llevaba conmigo todos los días.
—No es fácil, pero a veces dejar ir y perdonar a los demás y a ti mismo es la única
manera de salir adelante en la vida. —Sidney me miró a los ojos—. Siempre hay más vida
que vivir, y a veces sólo hay que vivirla. No quieres despertar y tener ochenta años y
lamentar el camino que tomaste.
—Sí. —Asentí y bajé la mirada—. Es que no es tan fácil seguir adelante. Sobre todo
cuando sabes que la otra persona sigue viviendo en ese lugar, en ese dolor, y no hay nada
que puedas hacer para detenerlo.
—Siempre hay algo que puedes hacer. Sidney levantó la vista y me miró
fijamente—. Sólo tienes que pensar en ello con un poco más de esfuerzo. Pero siempre
hay algo que puedas hacer.
—Eso es verdad. —Asentí y suspiré. Había una cosa que podía hacer, pero si lo
hacía, existía la posibilidad de que pudiera ir a la cárcel por el resto de mi vida. Y peor
aún que existía la posibilidad de hacerle más daño a Skylar.
Traducido por Mais020291 Corregido por Alee Foster
— ¿No vas a besarme? —Ella me sonrió, con un brillo diabólico en sus ojos azules—.
Ya hemos tenido dos citas.
—No quería asumir nada. —Le sonreí y estudié sus provocativos y rojos labios—.
Supongo que debo leer mejor las señales.
— ¿Las señales?
— Tu provocativo lápiz labial rojo. —Reí.
— ¿Rojo provocativo? —se inclinó cerca de mí y corrió sus dedos por mi pecho.
—No es que te esté llamando una puta.
—Claro que no —Presionó ligeramente sus senos contra mi pecho—. Me estarías
pagando si fuera una puta, y yo estaría demandándote para que me pagues
anticipadamente.
— ¿Pagarte anticipadamente eh? —reí—. ¿Estás intentando llevarte todo mi dinero?
—Depende de cuánto dinero tengas—. Susurró contra mis labios—. Por cierto, aún
estoy esperando.
—Supongo que si quieres un beso no debo decepcionarte.
—No lo sugiero para nada. —Sus brazos envolvieron mi cintura y me empujó hacia
ella. Sentí endurecerse el bulto en mis pantalones contra su estómago, y supongo que ella
también lo sintió porque vi su sonrisa y lamió sus labios.
—Aunque, por suerte el beso no te decepcionará —le bromeé antes de inclinarla hacia
abajo y trazar mi lengua por su labio inferior, antes de hundir mis dientes en este.
—No creo que me decepciones. —Soltó con voz ronca antes de alzar sus manos hacia
mi rostro y correrlas a través de mi pelo—. Para nada. —Respiró contra mis labios antes de
estirarse y presionar sus senos contra mi pecho y besarme apasionadamente. Su lengua
estaba en mi boca antes que supiera que estaba sucediendo y sabía mentolado, misterioso
paraíso. Le devolví el beso con fervor, mordisqueando su lengua mientras sus manos
exploraban su espalda. Sentí sus manos entrar debajo de mi camisa, y arañando mi espalda
mientras se hundía en mí. Mis manos encontraron su camino hacia la parte de adelante de
su top, y gentilmente acaricié su estómago mientras mis dedos hacían su trabajo hacia su
sostén. Jadeó mientras gentilmente apreté su pezón, y sentí sus dedos haciendo su camino
hacia mi cinturón, el cual inmediatamente desabotonó. Sus labios hicieron círculos en mi
lengua y succionaron ligeramente, mientras mis dedos circulaban mi ahora
extremadamente dura erección. La empujé hacia mí ligeramente mientras sentía la
emoción del sexo por mi cuerpo. Mis dedos se deslizaron debajo de su sostén, y sentí su
cuerpo derretirse en el mío mientras trazaban la curva de su seno.
—Vuelve adentro—. Ronroneó mientras alzaba la mirada hacia mí.
— ¿Estás segura? —sostuve sus brazos hacia arriba y la presioné contra la puerta, así
podía sentir la longitud de mi dureza contra ella.
—Te quiero dentro de mí, así que sí, estoy segura —Se lamió los labios lentamente y
seductoramente.
—Ya veo—. Reí, de pronto sintiéndome como un pez fuera del agua.
—Yo no juego, Noah. Sé que yo quiero lo que tú quieres —Su rostro se endureció un
poco—. La pregunta es, ¿estás a la altura de esto?
—Siempre lo estoy —le gruñí, sin gustarme cómo ella estaba retando mi
masculinidad. Había algo sobre ella que me ponía al borde. Estaba atraído e intrigado por
ella, pero a una parte de mí ni siquiera le gustaba.
—Entonces ven adentro—. Agarró mi brazo y me empujó hacia el apartamento—. Te
dije que tengas cuidado del enorme lobo malo.
—No soy cobarde —La miré fijamente—. No vas a derrumbar mi casa.
—Yo no estaría tan segura de eso. —Se rió mientras me jalaba hacia su habitación y
se quitaba su top. La miré fijamente mientras casualmente se quitó su sostén y me lo lanzó
al rostro—. No juegues con fuego a menos que estés preparado para ser quemado —Se
cayó en la cama y alzó la mirada hacia mí a través de sus ojos velados. Ignoré sus palabras
y salté a la cama, quitándome de una sacudida la camisa y lanzándola al suelo. Me sostuvo
por un lado de mí y me empujó hacia mi espalda, antes de quitarme mis pantalones y los
suyos en un rápido movimiento. Su boca estaba balanceándose hacia arriba y hacia abajo
en mi erección durante un momento, y gruñí mientras jalaba su pelo, sin sentir nada más
que el empujón de un casi orgasmo. Mis ojos se abrieron de golpe mientras escuché los
sonidos de pasos, y jadeé mientras vi los ojos de alguien observándonos a través de la
puerta.
—Espera —la aparté a un lado, entrando en pánico—. Creo que acabo de ver a
alguien.
—Oh —Me miró con sorpresa—. No te preocupes por eso.
— ¿Estás segura? —Le fruncí el ceño—. Había alguien observándonos.
—Ella es una loca —Se encogió de hombros antes de volver a mí—. Me desharé de ella
pronto.
—¿Quién es…? —empecé, pero me detuve mientras sentía venir el clímax. Me recosté
de nuevo en la cama, disfrutando de la dulce sensación de liberación, pero no pude dejar de
sentir la incomodidad por todo mi cuerpo. ¿Quién era la chica que nos había estado
observando a través de la puerta, y por qué me estaba sintiendo como si estuviera
cometiendo el error más grande de mi vida?
Correr ayudaba a aclarar mi mente. Me gustaba correr por millas y millas y tararear
canciones de hip hop mientras me pongo a pensar en lo que sea que esté pasando por
mi mente. Muchas personas corren para perder peso o para entrenar para una maratón
que junte dinero para una buena causa. Yo corro por mí. Corro para aclarar mi mente de
todas las preguntas sin respuesta. Corro para hablarle a Dios. No estoy seguro de cuando
empecé a tener estas conversaciones con Él. Nunca he sido particularmente religioso.
No crecí yendo a la iglesia o leyendo la Biblia. No puedo decirte los nombres de los
apóstoles o los evangelios, pero de alguna manera había desarrollado una relación con
Dios. Creo que mis conversaciones empezaron mi primera noche en Palm Bonita. Y
mientras nunca había escuchado una voz hablándome, siempre sentí como si me
escucharan mientras corría. No podía dejar de pensar en lo que Sidney me había dicho
el día de ayer. Sabía, en mis pensamientos más profundos y verdaderos, que no
necesitaba dejar que la culpa me baje la energía. Pero me consumía cuando las luces se
apagaban y estaba solo en mi cama, completamente solo. En todo lo que podía pensar era
en Skylar y la mirada en sus ojos cuando se daba cuenta que yo no era su salvador. Ella
me había rogado que la llevara lejos de Palm Bonita, y yo tuve que decir que no. Ella no
sabía que lo había intentado. Que había roto mi cerebro intentando pensar en una forma
de salvarla de la vida en la que se encontraba. Ella había llorado. Grandes lágrimas llenas
de tristeza y miedo. Aún podía ver la mirada en sus ojos cuando habíamos tenido esa
última conversación. Era exactamente la misma que la primera vez que la había visto. La
mirada embrujada de ojos grandes estaba impresa en mi mente. Ahora, mientras corría,
mis conversaciones con Dios eran hambrientas, y no importa cuántas millas corriera,
aún nunca sentía que se hubiese aclarado totalmente mi mente.
—Bueno, hey, ahí acosador —Una voz cortó mis pensamientos y miré al otro lado
con irritación. Estuve sorprendido de ver un rostro familiar cerca de mí. Era la chica
presumida del restaurante. Gruñí por dentro mientras asentí hacia ella. Realmente no
quería lidiar con la mesera y sus problemas ahora mismo. Tampoco quería pensar
sobre los destellos que sentía cuando la miraba a los ojos—. ¿Ningún hola? —Sonrió ante
mí, bromeando, y yo le di una sonrisa débil de vuelta.
—Me gusta correr en silencio —dije finalmente, y ella miró mis audífonos con una
mirada afilada.
—No sabía que esa música country era silenciosa.
—No sabía que Jay-Z3 era una estrella de música country.
—Ajá, así que estás escuchando música. —Me dio una mirada de “Te atrapé” y
ahogué un suspiro e incrementé el paso de mis pies. Ella me sonrió e incrementó su
paso también—. ¿Intentando escaparte de mí?
—Mira, no te conozco —Se encogió de hombros y le fruncí el ceño—. Nos
conocimos una vez, y francamente fuiste un poco perra. No estoy seguro de por qué
realmente te importaría hablar conmigo ahora —dije duramente, molesto que de alguna
forma estuviera feliz por dentro de verla.
—Siento lo del otro día —Hizo una mueca—. Estaba con una mala actitud. Había sido
un largo día. Gracias por no decirle a mi jefe.
—Sí —Mantuve mi rostro estático—. No hay problema.
— ¿No quieres saber qué sucedió?
—No realmente.
—Oh —Se mordió el labio inferior y noté que me miraba dudosa—. Supongo que
debo dejarte correr solo ahora —Su voz sonaba un poco insegura y me di cuenta que
3 Rapero, productor, empresario y ocasionalmente actor estadounidense. Es uno de los artistas de hip-hop
más exitosos económicamente en Estados Unidos y mundialmente.
probablemente no estaba acostumbrada a ser descartada por los hombres. Incluso entre
todas las chicas calientes en Los Ángeles, una chica tan linda como ella obtendría un
montón de atención.
—Te veo por ahí —Asentí y continué corriendo.
—¡Auch! —gritó, y yo me detuve para mirar atrás. Estaba tumbada en el concreto,
boca abajo, con las palmas rasguñadas y una rodilla sangrando.
— ¿Estás bien? —suspiré y corrí hacia ella para ayudarla a levantarse.
—Me tropecé —Se levantó lentamente y suspiró.
—¿Con qué? —Miré a la superficie plana del pavimento sin poder creerlo.
—Con mis propios pies —Se sonrojó y miró a otro lado—. Gracias por la ayuda,
ahora puedes continuar con tu propio camino —Apartó sus manos de mí y de pronto me
sentí despojado ante la pérdida de su toque.
—Mira, no quise ser rudo —suspiré—. Ha sido una larga semana.
—Está bien —Me sonrió estrechamente—. No sé por qué esperaba que fueras
amistoso conmigo. Como dijiste, no me conoces, y la única vez que nos conocimos no
fui exactamente linda.
—Sí, no lo fuiste —Hice una mueca y reí.
—Lo siento por eso.
—Está bien —Estiré mi mano hacia ella—. Empecemos de nuevo. Soy Noah, Noah
Beaumont.
—Robin —Sonrió y sacudió mi mano firmemente—. Robin Cartwright.
— ¿Sin domar?4
— ¿Cómo dices?
—Nada, solo un mal chiste —Gruñí para mí mismo—. Es lindo volver a conocerte,
Robin.
—También a ti, Noah. —Me sonrió, y sus ojos marrones brillaron. La miré fijamente
4 Puede referirse a una de las novelas de William Shakespeare, “The Taming of the Shrew” (“La fierecilla
domada”) y Robin Hood. Es como una comparativa entre ambas, porque él dice “No shrew?”.
mientras parecían cambiar colores justo en frente de mí. Compartir una sonrisa con
Robin despertó algo en mí, e intenté ignorar las agitaciones de interés que invadían mi
cuerpo.
—¿Estás bien para correr o necesitas ayuda para llevarte a tu auto o algo?
—Estoy bien —Reí—. Soy un poco torpe. Estaré bien.
—Debes cuidar mejor de ti.
—Sí, Papá. —Rodó sus ojos y reí. Había escuchado que Lucky le decía algo similar a
Zane más temprano cuando él le había dicho que sea cuidadosa mientras ella estaba
aspirando las escaleras. Supongo que el instinto paternal estaba vivo y bien en Zane y en
mí.
—No estoy intentando decir que no cuidaras mejor de ti misma. —Tartamudeé con
mis propias palabras mientras ella estaba ahí de pie, con sus manos en sus caderas y una
mirada de asombro en sus ojos.
—Estoy contenta de escuchar eso —Me sonrió y empezó a reír—. ¿Quién diría que
un chico tan guapo como tú podría ser tan raro?
—¿Crees que soy guapo? —sonreí con una sonrisa de alegría. Una oleada de placer
me llenó mientras la miraba fijamente.
—También dije que eras raro.
—Raro es lindo—Le di una sonrisa de lado y saqué la lengua—. No me ofendo con
raro. Pero si tomo placer al escuchar guapo. Guapo es incluso mejor que lindo. No
puedes comprar ser guapo. Ni siquiera en Beverly Hills.
—Eres un tonto. —Sacudió su cabeza, riendo.
—Un raro y guapo tonto —Sostuve mis manos en el aire—. Sueno como un
ganador.
—Eres incorregible.
—Pero aún sigo siendo guapo—Le sonreí, todas las preocupaciones se habían ido de
mi mente. Estaba disfrutando más de lo que había disfrutado cualquier cosa en mucho
tiempo.
Robin rodó sus ojos y se inclinó hacia adelante, acariciando suavemente mi pecho.
Mi respiración se cortó ante su toque y la miré fijamente, preguntándome si ella había
sentido el mismo destello de electricidad.
—Tenías un poco de pelusa en tu camisa —Ofreció una explicación por su toque y
retrocedió con una ligera mirada de desconcierto en sus ojos.
—Gracias por quitarla. —Tócame de nuevo. Quería rogarle que presione sus manos
contra mí de nuevo. Su toque había iniciado algo en mí. Sus dedos me habían hecho
sentir algo profundo dentro de mí, donde estaba oscuro y frío. Su toque había creado
calidez.
—Normalmente no hago esto, ¿pero te gustaría salir a tomar alguna bebida
alcoholizada esta noche? —rió como una niña y bajó sus ojos.
— ¿Bebida alcoholizada? —retrocedí un paso.
—Sí, ya sabes. Tú pides un whiskey o un gin tonic, y yo me pido un White Russian5 o
un Sex on the Beach6 — Me sonrió sin esfuerzo.
—Lo siento—. Sacudí mi cabeza—. Tengo planes.
—Ya veo. —Sonrió tristemente—. Todos los buenos chicos están pillados.
—No estoy saliendo con nadie—Mi voz sonó dura y ella alzó la mirada hacia mí con
una expresión curiosa—. Lo siento, acabo de terminar una relación—Suavicé mi voz.
—Está bien. He pasado por eso—Se encogió de hombros—. Y he sido mucho más
pesada contigo, así que no necesitas disculparte.
—Bueno, probablemente deba irme —Mi corazón estaba latiendo rápidamente y mi
cuerpo estaba empezando a sentirse cálido en confusión—. Necesito terminar de correr
antes de convertirme en un haragán.
—Sí, no quieres convertirte en un haragán. —Sus ojos me observaron de arriba y
abajo, y no escondió el hecho que estaba impresionada por mi forma muscular. Intenté
ignorar los sentimientos de placer que se alzaron en mí ante su obvio interés. No daba
lugar a empezar a salir.
—Me gusta que te preocupes por mí —Empecé a trotar en el lugar—. Pero debo
5 En español se llama Ruso Blanco, es un cóctel preparado con vodka, licor con sabor a café y nata liquida que se puede sustituir con leche o leche condensada. 6 Es un cóctel con múltiples variaciones. Con base a vodka, licor de melocotón, zumo de naranja y zumo de arándanos. O, con base de vodka, Chambord, Midori, zuño de piña y zumo de arándanos.
irme ahora.
—¿Tienes tu movil?
—Sí, ¿por qué?
—Toma mi número. En caso cambies de idea y quieras tomar algo—Sonrió—. E
incluso te pagaré la primera ronda.
—¿Cómo un hombre podría decirle que no a eso? —le sonreí y le entregue mi
teléfono.
—No lo sé. ¿Cómo un hombre puede decirle que no a eso? —me sonrió con picardía
y luego me devolvió mi movil.
—¡Sólo un tonto diría que no! —Deslicé el movil de nuevo en mi bolsillo—. Y me
atrevo a decir que yo soy ese tonto.
—Bueno, los tontos pueden cambiar sus caminos—Dudó antes de continuar —.
Espero que no creas que esté yendo muy rápido. Sólo me siento realmente mal sobre
cómo actué en el restaurante. Soy nueva en Los Ángeles y soy la típica estudiante de
drama que quiere ser una actriz y hacerlo en grande, y bueno, solo estoy intentando
conocer gente nueva. Y no dormirme en el camino a la cima, aunque parece que todo lo
que los productores quieren hacer es ver lo lejos que llegaría en el sofá del casting—. Se
detuvo y golpeó su mano contra su boca—. No es que quieras saber algo sobre eso—
Suspiró—. Lo siento de nuevo. Comparto demasiado.
—Entonces ya encajas en Los Ángeles—. Le di una sonrisa tranquilizadora y estudié
su rostro. Me gustaba así, no tan confiada y ligeramente fuera de su elemento. Me hacía
sentir como si tuviéramos algo en común—. Acá compartimos demasiado. Es un
problema que tenemos. Es como si todos pensamos que nuestras vidas son una película
y queremos que todos entiendan cada parte de ella. Música angsty7 de Paramore. —Reí y
ella se unió a mí, mientras corría sus manos a través de su cabello.
—Aunque realmente no has compartido mucho conmigo—Apretó sus labios—.
Apenas conozco tu nombre.
—Eso es porque no vivo mi vida como si fuera una película—Miré al suelo por un
momento antes de volver la mirada y notar un destello de remordimiento en su rostro—.
7 Música que habla del entendimiento de las personas, especialmente los adolescentes. Que habla de la
soledad, de estar solo en el mundo, habla de personas que sienten igual, que comparten tu pena.
Pero realmente, debo irme. Te daré una llamada en algún momento. —Le mentí.
—Eso sería genial—Asintió y apartó la mirada—. Te veo más tarde Noah.
—Sí.
Corrí lejos de ella con rapidez, de pronto sintiéndome solo mientras la dejaba.
Mientras llegaba a la esquina, volví la vista atrás rápidamente para obtener una última
mirada de ella y la vi aún de pie en el mismo lugar, observando el mismo espacio en
frente de ella. Mi corazón sintió un espasmo de dolor por ella mientras me preguntaba en
qué estaba pensando. Parte de mí quería correr de regreso a ella y averiguar qué estaba
pasando en su vida. Quería saber dónde había crecido, a qué universidad había ido, por
qué quería ser actriz, qué clase de actriz quería ser. Quería decirle que era mucho mejor
que esa estudiante típica de drama que viene a Los Ángeles, para hacerla grande. Que
tenía carisma y carácter. Era alguien a quién no olvidabas fácilmente. Era alguien que yo
no olvidaría fácilmente. Aunque apenas la conocía.
Pero en lugar de eso, continué corriendo lejos de ella. No podía ayudarla o salvarla.
No era justo traerla en la continua confusión de mi vida. No cuando aún tenía mucho sin
resolver. No cuando mi corazón aún tenía un hueco del tamaño del Mississippi. Recordé
lo que Sidney había dicho sobre continuar en la vida y hacer un nuevo comienzo. Pero
una parte de mí no quería olvidar. Una parte de mí aún esperaba que todo aún pudiese
funcionar. Y mientras aún tuviera esperanza, no era justo traer a alguien más en mi vida.
Sin importar cuántas veces mi estómago saltara al pensar en ella.
Traducido por MewHiine
Corregido por Morin
—Quiero que sólo seamos nosotros, Noah. Sé que amas a Zane y él significa algo
para mí. Pero sólo quiero que seamos nosotros. Puedes mudarte aquí, a Francia, y
podemos compensar todos los años que hemos perdido —acarició el costado de mi cara
mientras me miraba con los ojos muy abiertos.
—No puedo hacer eso. —Negué con la cabeza, tratando de mantener mi rabia a raya.
—Sé un buen chico con tu mamá.
—Perdiste el derecho a ese título el día te alejaste de mí y de Zane.
—Ya te lo he explicado, Noah. Tu padre casi me rompió. Tenía que escapar —se quedó
sin aliento—. He pensado en ti todos los días desde que me fui.
— ¿Cómo puedes haber dejado de amarlo? —Estudié su rostro con amargura— . ¿Qué
clase de persona eres?
—La conexión simplemente no fue...
—Solías apartarlo sólo a él—la interrumpí en tono acusador —. Incluso le pediste que
cuidara de mí.
—Siempre fue un niño de carácter fuerte y protector. Yo sabía que iba a llegar a ser
un hombre asertivo. Quería asegurarme de que estuvieran atendidos.
—La mayoría de las personas son atendidos por sus padres.
—Tu padre nunca me amó —agarró mis manos y me miró con ojos suplicantes—. Yo
no podía soportarlo. Quise llevarte conmigo, pero sabía que él no me dejaría.
— Pero ¿qué pasa con Zane? ¿No le amas también?
—A mi manera —me miró con tristeza, sus ojos suplicando que yo entendiera.
—No puedo creer que no amaras a tu propio hijo.
—Él nunca fue mi hijo.
—Me estoy cansando de esperar, Lucky —la voz de Zane era fuerte cuando me
deslicé por la puerta principal. Podía oír su voz en pleno auge desde la cocina y me
detuve, no queriendo interrumpir lo que sonaba como un momento de tensión.
—La paciencia es una virtud —La voz de Lucky era más suave pero me di cuenta de
que ella lo sentía por él—. Dale tiempo.
—Es difícil. Simplemente quiero saber. ¿Por qué no me lo dice? —Parecía
frustrado—. No estoy tratando de ser un imbécil. Quiero entender. Quiero decir, entiendo
que él piensa que me está protegiendo, pero mierda, quiero saber qué demonios está
pasando. Ella es mi mamá también. Él no puede mantener esta mierda para sí mismo.
—Obviamente es importante para él —Lucky hizo una pausa—. Estoy preocupada
por él, Zane. La semana pasada cuando estábamos donde los Johnsons, parecía muy
triste y solo. Sé que no crees que deberíamos tratar de presentarle a nadie, pero creo que
tiene que salir de eso. Yo sé que es tu hermano y lo amas, y sé que estás frustrado y
quieres respuestas, pero tal vez deberías pensar en cómo esto le ha afectado. Ha sido
duro para ti, sí, muy duro. Pero tú me tienes a mí ahora. Pero, ¿qué tiene Noah? ¿Quién
tiene a Noah? Él está llevando todas estas cargas por sí mismo. No puede ser fácil para él
—La voz de Lucky se rompió—. En realidad estoy muy preocupada por él —su voz fue
bajando y no pude oír lo que estaba diciendo.
Apoyé mi frente contra la puerta y me fruncí el ceño a mí mismo. Ellos estaban
preocupados por mí, y Zane estaba poniéndose irritable, lo cual yo esperaba. Él nunca
había sido especialmente paciente cuando estábamos creciendo y, francamente, me
sorprendió que aún no me hubiera amenazado para más información. Pero fue Lucky
quien rompió mi corazón. Al escuchar la preocupación y desesperación en su voz
mientras hablaba sobre su preocupación por mí. Yo no quería que sintiera lástima por
mí o preocupación. Sabía que no era seguro para ella estresarse durante su embarazo.
Sabía que no había estado haciendo un gran trabajo escondiendo mis emociones o mi
semi-depresión, pero no me había dado cuenta de que había estado haciendo un trabajo
tan mierda como estaba haciendo. Sabía que tenía que hacer algo para hacerles creer
que me estaba moviendo en mi vida. Tomé mi teléfono y lentamente salí de la casa para
hacer una llamada.
—¿Hola? — su voz era suave y el cuestionando.
— Hey, es Noah.
— Hey.
— El chico que conociste en el restaurante y haciendo footing el otro...
—Sé quién eres —se rió—. ¿Qué pasa?
—No has colgado. — Sonreí al teléfono.
— ¿Esperabas que lo hiciera? —se echó a reír—. Sé que fui un poco bruja el primer
día que nos conocimos, pero te di mi número. No al revés.
— Así que me estaba preguntando... ¿te gustaría venir a cenar una noche? —las
palabras salieron corriendo de mi boca antes de que pudiera detenerlas.
—¿Eso es código para “ven y tengamos sexo”?
—No, no. Lo siento, quise decir venir a cenar con mi hermano, su novia y conmigo.
—Presentarse y conocerse en la primera cita.
— Bueno, no es una cita. Quiero decir, argh. —Gemí al teléfono—. Lo siento, apesto
en éste tipo de cosas.
—Apestas más de lo que pensé que lo harías.
—Espero que eso no sea malo.
—¿Estabas en una relación larga o algo así?
— No realmente. Pero he estado en algunas malas — suspiré y cambié de tema—.
Pero tú no quieres hablar de eso.
—Sí, ni siquiera hemos tenido una cita todavía. No quiero estar hablando ya sobre
relaciones del pasado.
— ¿Así que te gustaría venir? Para cenar, quiero decir. Nada más —me aclaré la
garganta y sacudí la cabeza ante mí mismo—. Quiero decir, no es una llamada para ligar
o algo así. No es que no seas lo suficientemente buena para una llamada para ligar. Es
que no pretendo que sea una llamada para ligar. Sólo una reunión amistosa.
—Sabía que eras torpe —se echó a reír—. Pero no me di cuenta de cuánto de torpe.
—Honestamente de verdad no así de malo —caminé hacia atrás y adelante,
disfrutando de nuestra conversación—. Creo que acabas de poner de manifiesto el
adolescente en mí.
—¿Eras un adolescente nerd delgaducho? —se echó a reír —. ¿Y te transformas en
un pedazo musculoso?
—En realidad no —me reí—. Siempre he sido un pedazo.
—Eso es lo que pensé. Entonces ¿por qué tan torpe conmigo?
—Tal vez es porque eres especial —respondí con honestidad y Robin se quedó
callada—. No me refiero a especial especial, sólo a que eres una buena persona.
—No tenemos que hacer esto —habló pensativamente y poco a poco—. No es una
buena idea.
—¿Qué no es una buena idea? —Estaba preocupado y un poco enojado con sus
palabras—. Sólo es una cena.
—Nunca es sólo una cena —suspiró—. Pareces un problema, Noah Beaumont. No
necesito más problemas en mi vida.
—Sólo quiero que seamos amigos —hablé a toda prisa en el teléfono, sintiendo un
poco de pánico. ¿Y si ella decidía no venir a cenar? No había pensado en esa posibilidad.
—No creo que sepas lo que quieres —hizo una pausa—. No hay nada malo en ello.
Es sólo que no sé si pueda ser la persona que te ayuda a averiguarlo.
—No hay nada que averiguar —agarré el teléfono con fuerza—. Por favor, ven a
cenar. Será divertido.
—¿Tienes novia?
—¡No! Por supuesto que no. —Sacudí la cabeza con vehemencia y luego me detuve
cuando me di cuenta de que no podía verme.
—¿Rompiste con ella o ella rompió contigo?
—Fue mutuo. —Mi voz era de dolor mientras hablaba. No quería volver a vivir los
recuerdos de mi tiempo en Palm Bonita con ella.
—¿Todavía te preocupas por ella? —hizo una pausa—. Pregunta estúpida. Puedo
decir que lo haces.
— ¿Qué? —Fruncí el ceño —. ¿De qué estás hablando?
—Está bien si piensas que estoy loca o soy intensa —habló por el teléfono
apresuradamente—. Supongo que lo soy un poco. Además de ser una bruja y un poco
neurótica. Pero no puedo entrar en una relación o situación de noviazgo con alguien que
aún está tocado por su ex.
—Sólo he llamado para pedirte cenar —no podía dejar de reír—. No para casarnos.
—Creo que estaría bien hacer nuevos amigos—dijo lentamente—. Si estás seguro
de que no te importa tener una amiga que podría estar dentro de un manicomio.
— Vas a encajar perfectamente —sonreí, repentinamente feliz de que estuviéramos
de nuevo en marcha—. ¿Podría ser esta noche?
—¿Esta noche? —parecía sorprendida—. No estoy segura.
—¿Por favor? —Cerré los ojos y me imaginé su rostro—. Sería bueno volver a verte
—le dije con sinceridad.
—Bueno, ya que lo has pedido tan amablemente —dijo riendo—. Me encantaría.
—Genial. ¿Quieres que te recoja?
—Puedo ir yo. ¿Dónde vives?
—Los Feliz.
—Oh, de lujo.
—¿Qué hay de ti?
— Los Feliz también.
— Oh, bueno, supongo que es de lujo, también.
—No estoy segura de que se pueda llamar complejo de lujo al apartamento en el
que vivo. Tal vez un vertedero de lujo.
—Bueno, yo vivo con mi hermano, y aunque su casa no es un tugurio, no puedo
afirmar que sea mío.
—Tengo ganas de verlo.
—Yo tengo ganas de verte a ti —casi susurré en el teléfono, aturdido. Sorprendido
de que estuviera disfrutando tanto de la conversación y estaba ansioso por volver a verla.
No había pensado que pudiera sentir algo por alguien de nuevo con tantas
preocupaciones en mi mente. Una parte de mí estaba avergonzado de que estuviera
permitiendo la luz y la felicidad entrar en mi vida mientras que Skylar todavía estaba
atrapada en la oscuridad. Negué con la cabeza para detener que los pensamientos tristes
se arrastraran y tomaran el control.
—Bueno, si eres un buen chico, puede que incluso consigas un beso de buenas
noches —bromeó conmigo felizmente.
—Entonces voy a tener que ser muy bueno.
—¿Noah? — Zane abrió la puerta y me miró hablando por teléfono. — Me pareció
oír a alguien fuera. ¿Estás bien?
— Si —asentí con la cabeza—. Entro enseguida. Estoy al teléfono.
Me miró con una mirada casi acusatoria y de repente me di cuenta de que él
pensaba que yo estaba al teléfono con mamá— Una amiga nueva mía viene a cenar esta
noche. Sólo estamos haciendo los planes —le expliqué, y la cautela en sus ojos se
desvaneció.
—Oh, está bien —dio un paso atrás—. Voy a estar en la cocina.
—Te veo en un minuto —esperé a que se fuera de nuevo antes de continuar—. Lo
siento, Robin, era mi hermano.
—Está bien. Debería ponerme en marcha de todos modos. Envíame por SMS la
dirección de tu casa y la hora que tengo que estar allí y te veré esta noche.
—Me parece bien.
—¿Llevo algo?
—Sólo a ti misma.
Me quedé fuera por unos minutos después de colgáramos los teléfonos para ordenar
mis pensamientos. Al principio había llamado a Robin para calmar los temores y
preocupaciones de Lucky, pero ahora estaba genuinamente emocionado porque ella
viniera a cenar. Más emocionado de lo que debería estar, pero no estaba realmente
sorprendido. Me había sentido atraído por ella la primera vez que la había visto. Y ahora
que había empezado a conocerla, estaba aún más atraído por ella. Me gustó su
honestidad e ingenio. Me gustó la forma en que ella me retó y que no tenía miedo de
decir lo que sentía. No parecía como si fuera una chica que se anduviera con juegos. Lo
que ves es lo que hay. Y parecía una buena persona. Mi corazón dio un vuelco al pensar
en Robin y los sentimientos que ya se estaban desarrollando dentro de mí. Yo tenía
miedo. Me había equivocado una vez antes. Había permitido que el sexo manipulara mi
mente y ahora estaba pagando el precio final. —No son iguales —murmuré para mí
mismo. No quería compararlas, pero ya estaba dudando de mis instintos. ¿Qué es lo que
realmente sabía sobre Robin? ¿Estaba permitiendo que el sexo me guiara de nuevo? Me
había equivocado antes. Mucho. Y ahora no sabía qué pensar. Mientras estaba allí
parado, pensé en el momento en Palm Bonita cuando me di cuenta de que tal vez ella
eran las malas noticias sobre las que ella me había estado advirtiendo todo ese tiempo.
—¿Vienes? —había agarrado mi mano y me llevó a la pequeña habitación detrás de
ella. —No creo que esta sea una buena idea—murmuré, pero la seguí dentro—.
Vámonos —vi como abría los cajones y sacaba prendas de vestir y las metía en su bolso—.
Vámonos —dije esta vez más fuerte, esperando que ella sintiera mi desagrado y la
urgencia con la que me quería ir—. Esto no está bien.
—Creíste que estaba bien cuando pensaste que íbamos a tener sexo aquí —rodó los
ojos—. ¿Así que estás bien con tener sexo en la casa de un extraño, pero no con pedirle
prestadas cosas?
—No estás pidiendo prestado nada. Estás robando —agarré su brazo y tiré de ella
hacia mí—. Pensé que sería un poco pervertido hacer el amor en casa de un extraño, lo
admito. Pero ha sido una mala idea. Vámonos.
—Espera, déjame ver primero lo que tiene en el armario —se apartó de mí, y su voz
era dura—. He oído que tiene un bolso de Chanel en alguna parte —tiró la ropa en el suelo
y luego la oí dar un profundo suspiro mientras metía algo en su bolso—. El Louis Vuitton
será —se volvió hacia mí con una mirada seductora—. Ahora, si quieres echar un polvo,
soy toda tuya —Yo la miré con horror y lujuria mientras se quitaba la blusa y luego tiraba
su sostén mientras caminaba hacia mí—. Tómame, Noah.
—No, no. No puedo. —Resistí el impulso de agarrarla y echarme sobre ella.
—Sabes que quieres —presionó sus labios contra los míos agresivamente y yo me
aparté con desagrado.
—No. Vámonos.
—Fóllame, imbécil, o le diré al Señor y la Señora Smith que entraste aquí.
—¿Qué? —La miré con incredulidad.
—Estoy bromeando —dio un paso atrás y se puso la blusa de nuevo—. Vamos. —Y
entonces salió por la puerta de atrás, con la misma facilidad con la que habíamos
entrado—. ¿Qué quieres hacer ahora?
—Creo que me voy a ir a casa —me alejé de ella sin mirarla a los ojos. Me sentí
disgustado conmigo mismo, y no podía alejar la sensación de horror agitándose que se
filtraba por mis venas. Lo que habíamos hecho no había sido sexy o divertido. Había sido
invasivo y espeluznante. ¿En quién me estaba convirtiendo? Esto no era lo que era yo. Pero
ahora estaba empezando a preguntarse quién era.
—Noah —gritó detrás de mí y yo me volví para mirarla despacio, tratando de ignorar
los sentimientos encontrados que se apresuraban a través de mí cara—. Recuerda lo que te
dije antes —me miró con frialdad mientras sostenía un dedo sobre sus labios. Me aparté de
ella y me alejé rápidamente con el corazón palpitante. No sabía qué pensar ni qué decir,
pero, de repente, quería estar en cualquier lugar menos en Palm Bonita. Esa noche tuve
insomnio y lo único en lo que podía pensar era en lo decepcionado que Zane estaría
conmigo. Así que acudí a mi alijo de dinero en efectivo y deslicé 5.000 dólares en un sobre
y lo dejé en el buzón de los Smith. Darles el dinero ayudó a calmar un poco mi culpa, pero
aún así me sentí incómodo. Ese fue el día en que me di cuenta de que tenía un lado
malvado. Y me asusté de sí me había equivocado en todo con ella.
—¿Vienes dentro, Noah? —Lucky abrió la puerta y se asomó con una sonrisa.
—Sí, lo siento. Sólo me he distraído.
—Entonces, ¿qué es eso que he oído de una cita para cenar? —Su voz estaba
emocionada y feliz, y sabía que al menos había conseguido hacer una cosa bien.
—¿Recuerdas la camarera en el restaurante?
—¿Esa que no te gustaba?
— Sí —me reí—. Bueno, ella viene a cenar esta noche.
—¡Esta noche! —Su mandíbula se abrió y pude ver un millón de preguntas en sus
ojos—. Ven adentro, tenemos que decidir qué vamos a cocinar.
—Estoy seguro de que lo que sea que hagas va estar bueno —la seguí dentro hasta
la cocina.
—¿Lo que sea que decida cocinar? —Se rió y negó con la cabeza—. Ustedes,
hermanos Beaumont son realmente incorregibles —deslizó su brazo hacia el mío y me
sonrió—. No hay manera de que yo vaya a cocinar toda la cena de esta noche. Pero te
ayudaré.
—Por favor, Lucky —le di una sonrisa suplicante y ella negó con la cabeza.
—Nop. De todas formas, será más romántico si tú preparas la mayor parte. ¿Verdad,
Zane? —ella lo miró y el rodó los ojos.
—No tengo ni idea —Él se encogió de hombros—. No me importa quien haga la
comida, siempre y cuando su sabor sea bueno.
—Zane —Lucky le frunció el ceño—. Entonces supongo que no quieres que cocine
más.
—No, no, no. Eso no es lo que quise decir —él dio marcha atrás rápidamente y yo
me reí.
—Ahora, ahora, niños. No hay necesidad de pelearse. —Miré hacia Lucky y vi la
alegría en sus ojos cuando me sonrió.
—¿Qué tal carne?
— Eso suena bien.
— ¿No será vegetariana, verdad? —De repente frunció el ceño.
—No tengo ni idea —me encogí de hombros—. ¿Debo llamarla y preguntarle?
—No, no —frunció los labios—. Estoy segura de que si lo fuera lo habría dicho.
—¿Quién es ella? —Zane nos interrumpió con una mirada confusa— ¿De quién
están hablando?
—Robin —Lucky y yo dijimos al mismo tiempo y nos echamos a reír.
— ¿Y quién es Robin? —Zane parecía tan confundido, y yo le atrapé mirando a la
unión de mi brazo con el de Lucky.
—La chica del restaurante de la semana pasada. —Lucky se separó de mí y se
acercó y le dio un gran beso y puso sus brazos alrededor de su cuello—. Había pensado
que la recordarías, por la forma en que ibas a por ella.
—¿Del restaurante? —Él le devolvió el beso y pasó las manos por su espalda—. Oh,
¿la perra? —Me miró con sorpresa—. Sé que bromeé y te dije que te deseaba, pero
estaba bromeando, hermano, no tienes que seguir con esto.
—Yo totalmente la invité a salir porque tú me dijiste que ella me deseaba —rodé los
ojos hacia él y luego miré a Lucky—. ¿Cómo hizo para conseguirte? Pareces una chica
demasiado inteligente para haberte enamorado del idiota de mi hermano.
—Cuida tu boca —Zane me sonrió—. Ella reconoció a un chico impresionante
cuando lo vio.
—¿Lo hice? — Lucky parpadeó—. ¿Dónde está?
—¿Ves lo que has hecho ahora, Noah? —Le hizo cosquillas Lucky y ella gritó
mientras trataba de alejarse de él.
—Para —gritó mientras se reía—. Tengo que ayudar a Noah.
—¿Ves que lo te espera? —Zane tiró Lucky hacia él y la sostuvo entre brazos y la
besó en la cabeza.
— No se ve tan mal.
—No está tan mal. Ella no está mal. Creo que voy a quedármela.
—¿De verdad, Zane Beaumont? —Ella lo miró a los ojos.
—Uh oh. Mejor los dejo chicos, antes de que ella decida cancelar la boda —Zane hizo
una mueca y yo me reí.
— ¿Ya han fijado una fecha?
—No. — Lucky meneó la cabeza—. No puedo decidir si deberíamos casarnos antes
o después del nacimiento de los bebés.
—Yo digo que volemos a Las Vegas mañana y acabemos de una vez. —Zane sonrió.
—Podríamos tener una serenata de Elvis.
—Claro, ¿por qué no? —Lucky rodó los ojos—. Idiota —murmuró en voz baja y me
guiñó un ojo—. Ahora vamos a hablar de la cena. ¿Qué tal un bistec, patatas con hierbas
asada y una ensalada grande?
—Yo puedo hacer la ensalada —me reí—, o la carne a la parrilla. No tengo ni idea de
cómo hacer las patatas con hierbas asadas.
— ¿Así que te gusta Robin? —Lucky me miró con curiosidad—. ¿Mucho?
—Lucky, acaba de conocer a la chica. Dale la oportunidad de conocerla antes de que
tengamos una boda doble.
—Creo que me gusta —asentí con la cabeza lentamente—. Por lo menos, lo que
conozco de ella hasta el momento parece bastante bien.
—¿Así que esta puede ser la primera de muchas citas? —Lucky parecía
emocionada—. ¿A lo mejor podamos ir a una cita doble en algún momento pronto?
—Reduce la velocidad —me reí, y vi como Zane me miró como diciendo “te lo dije”
—. Vamos a pasar por esta cena primero.
—Ella es muy hermosa. —Lucky me miró fijamente—. Quiero decir, fue un poco
salvaje, pero es hermosa.
—Ella me pidió disculpas —los vi mirarme con sorpresa—. La vi el otro día cuando
yo estaba corriendo. Ella es simpática, más que ese día en el restaurante.
—Así son los camareros en estos días. Ellos piensan que pueden hablarte de la
forma en que quieran —Zane rió mientras Lucky le golpeaba en el brazo—. Pero yo no
lo haría de ninguna otra manera.
—Burro. —Lucky meneó la cabeza hacia él—. Pero me alegra que te guste. Creo
que parece bastante agradable.
— Si. Creo que estoy dispuesto a darle una oportunidad. Ver a dónde va. — Me
sorprendieron las palabras que salían de mi boca. No me había dado cuenta hasta ese
momento que realmente estaba interesado en ver cómo ha iría todo—. Creo que es el
momento de seguir adelante con mi vida. —Le sonreí a ambos brevemente—. Ahora,
¿empezamos a cocinar?
— Sí, Zane ve a buscar la... —Lucky empezó a hablar, pero la distrajo el sonido de mi
teléfono.
—Disculpa —saqué mi teléfono de mi bolsillo—. Espero que Robin no esté llamando
para cancelar —bromeé y luego miré la pantalla. Toda la sangre se drenó de mi cara
cuando vi el nombre parpadeando en mi teléfono. Era Skylar. Mi corazón se detuvo por
un momento mientras miraba fijamente el teléfono. Preguntas corrieron por mi cerebro
en lo que me apresuraba fuera de la cocina para contestar la llamada.
—Hola —susurré en el teléfono, todos los pensamientos sobre Robin rodando fuera
de mi mente—. Skylar, ¿eres tú?
Traducido por krispipe Corregido por Morin
—Skylar —dije de nuevo, pero entonces oí un chasquido y hubo un silencio en el
otro lado. Inmediatamente intenté llamar al número de nuevo, pero sólo sonaba y
sonaba sin ir al correo de voz—. Maldita sea —maldije en voz baja. Mi estómago estaba
en nudos y no estaba seguro de cómo iba a continuar con la noche. Era como si la vida no
quisiera que siga adelante por el momento. Tal vez no había sido una buena idea invitar
a Robin a cenar. Había sido una invitación impetuosa y ahora estaba lamentándolo.
Intenté llamar al número de nuevo y casi tiré mi teléfono a través del cuarto cuando ella
no respondió. Estaba preocupado. Sabía que no me iba a llamar a menos que fuera
importante. A menos que fuera un montaje. Cerré los ojos y me apoyé contra la pared,
sin saber qué hacer. Una parte de mí pensaba que sólo debía tomar un avión a Orlando y
luego conducir a Palm Bonita y hacer lo que pudiera para llegar a Skylar.
—Noah. —Zane salió de la cocina y me miró con preocupación en su rostro—.
¿Estás bien? ¿Quién era?
—Estoy bien —Le di una sonrisa débil y comencé a alejarme de él.
—¿Era mamá?—Su voz sonaba enojada, y sacudí la cabeza mientras seguía
caminando—. ¿Era mamá?—Su voz era más fuerte mientras seguí detrás de mí.
—No—Me di la vuelta y lo miré a los ojos—. No, no lo era.
—¿Ella tiene tu número, sin embargo?
—Sí—No podía mentirle, a pesar de que quería.
—¿Y ella te llama?—Sus ojos parecían tristes y yo no quería tener esta conversación
ahora, pero estaba enojado y molesto.
—Sí, ella me llama. Pero no voy a hablar con ella más.
—Bueno, me alegro de que tengas esa opción—Me miró enojado y confundido—
.Vas a tener que perdonarme si estoy siendo un idiota aquí, pero, ¿qué carajo está
pasando? Realmente no entiendo. Nuestra madre no me dice una mierda, incluso cuando
vuelo al otro lado de mundo para verla. Sin embargo, ¿te llama todos los viernes y te dice
lo mucho que te ama?
—Esa no era ella —Sacudí la cabeza—. Y ella no me llama a menudo. No me ha
llamado en un tiempo. No la he visto ni hablado con ella en más de un año.
—¿Por qué no? Tú eres el hermano que siempre quiso encontrarla. ¿Por qué no
crear una gran reunión familiar ya que me muestre que tenías razón todo el tiempo y
mi querida mamá está de vuelta?
—Tal vez me equivoqué. Quizás era mejor para nosotros no encontrarla —Lo miró a
los ojos, dispuesto a que viera y entendiera dónde venía yo—. No sabe el significado del
bien y el mal, Zane. No sabe lo que es verdadero amor. Estábamos mejor sin ella. Nos
tenemos el uno al otro.
—Bueno, ella claramente te quiere a ti y a su nuevo hijo. ¿Qué soy yo? ¿Grasa de
cerdo?—Caminó hacia la puerta principal—. No puedo hacer esto ahora. Voy a salir.
—Espera —Toqué su hombro—. No seas así.
—¿Por qué no?—Mi miró y se sacó mi mano de encima—. Claramente no estás de
ánimo para una conversación.
—Lo siento —Tomé una gran respiración—. Y estoy muy confundido en este
momento. Me vendría bien tu apoyo en estos momentos.
—¿Qué pasa?—Se congeló y me miró con una expresión de preocupación—. ¿Estás
enfermo?
Sacudí la cabeza, incapaz de hablar, mientras él me miraba con amor extremo y
preocupación. Mi corazón se hinchó por el hombre que era mi hermano y mejor amigo.
El hombre que se preocupaba por mí, incluso cuando él estaba herido en el interior. El
hombre que sabía que haría cualquier cosa por mí; en realidad, había hecho todo por
mí. Y sabía que podía tomar la salida fácil. Sabía que el camino más fácil podía ser el
mejor para mí, pero le rompería el corazón y no podía hacer eso.
—¿Eres gay? —continuó—. ¿Es por eso que estás confundido? Sabes que te amaré
sin importar qué, ¿verdad? Le dije a Lucky que no te presionara para que consiguieras
una novia. Lo siento, hermano, nunca lo supuse de ti…
—Zane, no soy gay —Me reí y sacudí la cabeza, divertido—. Aunque aprecio tu
apoyo si lo fuera.
—Estaba a punto de decir, mi radar gay está totalmente apagado —Se rió conmigo, y
por unos pocos momentos habíamos tenido una camaradería fácil.
—Conocí a alguien en Palm Bonita. Ya te lo dije —Hice una pausa—. Pero es mucho
más complicado de lo que te conté.
—Oh, mierda —Los ojos de Zane se agrandaron—. ¿La dejaste embarazada?
—No —Rodé los ojos—. Y para ser justos, eso es una pregunta graciosa viniendo de
ti.
—¿Eh?—Me miró fijamente y luego se echó a reír—. Bueno, ya sabes. Soy el
hermano mayor. Está bien si cometo errores.
—Oí eso, Zane —gritó la voz de Lucky detrás de nosotros—. Es bueno saber que
nuestros bebés son un error.
—No quise decir eso —Zane me hizo una mueca y luego miró a Lucky con ojos
suplicantes—. Sabes que te amo a ti y a nuestros bebés —continuó y Lucky gimió, y me
sonrió.
—Uh huh.
—Eso fue solo un momento de metedura de pata.
—¡Quieres decir un momento-que-no-debería-haber-sido-oído-por-la-prometida!—
Caminó hacia él y le pegó en el hombro—. Tienes suerte de que no me voy a enojar con
ese comentario.
—¿No?—Él le sonrió felizmente.
—No —Ella me sonrió—. Pero sólo porque Noah está tratando de decirte algo y no le
has dado la oportunidad de sacarlo.
—Pero tú eres la que sigues hablando —Él frunció el ceño—. No yo.
—Tú estás hablando justo ahora.
—Pero tú estás hablando justo ahora también.
—Pero sólo continúas hablando, a pesar de saber que Noah está esperando.
—Así como tú —Él le sacó la lengua y ella se inclinó para darle un beso—.No
empieces algo que no puedes continuar —le susurró mientras sus brazos la rodearon y
gruñí hacia ellos.
—Ustedes dos necesitan conseguir una habitación —Sacudí la cabeza y Lucky se
desenredó de Zane y se acercó a mí.
—No, justo ahora no. Ustedes tienen que ir y hablar sobre lo que te está molestando
—Ella me empujó hacia Zane— Vayan a la sala de estar. Voy a preparar la cena.
—Pero, ¿qué pasa con la ensalada?
—La harás la próxima vez —Me sonrió suavemente—. Y créeme, te tomo la palabra.
—¿Estás segura?
—Estoy segura —Sonrió de nuevo antes de volver a la cocina y mi corazón se llenó
con aún más amor por ella. Era extraño que sólo la hubiera conocido durante unas pocas
semanas, porque ya se sentía como mi familia.
—Espera —La llamé y se dio la vuelta con una mirada de sorpresa.
—¿Sí?
—Quiero que vengas a la sala de estar también. Quiero contarle a los dos lo que tengo
que decir —Miré hacia ellos atrás y adelante y sentí oleadas de felicidad y celos
inundándome cuando vi a Lucky y Zane intercambiar una mirada de amor y alegría.
—¿En serió? ¿Estás seguro? No tienes que contarme.
—Eres mi familia ahora, Lucky. Quiero que lo sepas. Además, estoy seguro de que
Zane te lo diría de todas formas.
—No, él nunca rompería tu confianza —protestó Lucky, pero levanté mi mano para
detenerla.
—No me importa si lo hace. No contigo. Eres la mujer que ama, la madre de sus
niños no nacidos, por Dios, eres la madre de mi sobrina y sobrino. Quiero que él te lo
diga. No deberías tener secretos. No con la persona que amas. No con tu compañero de
vida.
—Suenas como si estuvieras hablando por experiencia, hermano —me cuestionó
Zane y suspiré y caminé a la sala de estar con ellos y todos nos sentamos. Tomé una
respiración profunda antes de comenzar. Sostuve mi teléfono y comencé—. La llamada
telefónica que recibí hace un momento era de una chica llamada Skylar. Es una chica que
conocí en Palm Bonita. Es la chica en la que no puedo dejar de pensar. La chica que me
hace desear poder mover montañas—. Me detuve y les di una sonrisa triste—. La chica
que me hizo darme cuenta de que el amor y la familia no se basan en líneas de sangre y
no siempre es bonito. También es la chica que me odia con todo su corazón. —Miré al
suelo y entonces respiré hondo. Mi corazón latía tan rápido que pensé que iba a tener un
ataque al corazón. Sentía como que no podía respirar y el dolor en mi pecho podría
acabar con mi vida antes de que tuviera la oportunidad de hacer algo significativo.
—¿Qué pasó en Palm Bonita, Noah?—La expresión de Zane era tan suave como su
tono y me pregunté, cómo podía pasar de enojado a preocupado en cuestión de minutos.
—Cuando llegué a Palm Bonita, conocía a una chica. Ella era excitante y sin
preocupaciones y nos metimos en una relación bastante rápido —suspiré—. No era algo
que yo hubiera previsto o querido, pero estaba enojado por la situación en la que estaba,
y estaba extrañándote a ti y a mi vida. Necesitaba algo para alejar el tiempo y el dolor. Ella
me ofreció consuelo, dentro y fuera de la cama. Y aproveché la oportunidad de escapar,
mental y físicamente, de todo lo que estaba pasando. —Hice una pausa para asegurarme
de que no iba demasiado rápido—. Pero ella no era quien yo pensaba que era.
—¿No lo era?—Presionó Lucky tras un largo silencio.
—No —Sacudí la cabeza.
—¿Cómo es eso?—Los ojos de Lucky estaban muy abiertos.
—Por un lado, ella estaba casada —Vi la boca de Lucky abrirse y Zane me dio una
mirada divertida—. No vivía con el marido ni nada. En realidad estaba en Palm Bonita
porque quería alejarse de él.
—Eso no es tan malo, entonces —Lucky me dio una mirada alentadora—. Sí
pensabas que iba a divorciarse.
—Ni siquiera supe que estaba casada hasta el final —Me encogí de hombros—. A
pesar de que todas las señales estaban allí.
—¿Es por eso que rompiste?—preguntó Lucky de nuevo y entonces mordió su
labio—. Perdón, no fue mi intención entender que…
—No tienes que disculparte por nada —Le di una sonrisa tranquilizadora—. Pero
no, eso no es porque nos separamos. Me di cuenta de que ella no era la persona que yo
pensaba.
—¿Por qué te mintió sobre estar casada?
—No. Pensarías que sería eso, ¿no?—Me reí de mí mismo, no creyendo que
realmente estaba hablando de todo.
—Entonces, ¿qué fue?—La voz de Zane era impaciente y contuve una carcajada.
Confié en que mi hermano quería llegar a la parte carnosa de la historia de inmediato.
—Había esta chica, otra chica en la ciudad. Bueno, ella y yo nos hicimos amigos. Más
que amigos, y desarrollé sentimientos por ella —Hice una pausa, no seguro de cómo
continuar con la historia—. Bueno, a la chica con la que estaba saliendo no le gustó eso.
Y trató a la chica nueva mal —Sabía que estaba siendo demasiado vago, pero por alguna
razón, no quería contarles todo sobre nuestra relación. Estaba demasiado cercano y
demasiado doloroso.
—¿Así que engañaste a tu novia?—Lucky me miró con decepción.
—Él no pudo engañarla si estaba casada —Zane la miró y sentí una oleada de amor
hacia él por defenderme.
—No la engañé —dije enfáticamente—. De hecho, seguimos saliendo. Pensé que
podía convencerla para que tratara a la otra chica mejor. Pero fracasó. Y me di cuenta de
que había echado todo a perder —Cerré los ojos mientras pensaba en los ojos de Skylar
cuando se dio cuenta de que yo no iba a ser su salvador. Que no importaba lo mucho que
quería ser el que la salvara de su vida, no podía. Pensé que el corazón de ambos se
rompió ese día. Y no había nada que pudiéramos hacer para cambiar los hechos. Fue
difícil para ella aceptarlo porque aún tenía fe y creía en los milagros. Pero yo sabía que
no iba a haber un milagro; no habría separación del Mar Rojo. Yo no era Moisés.
—¿Estás bien, Noah?—La voz de Lucky sonaba preocupada, y abrí los ojos
lentamente. Los contemplé en el sofá, acurrucados en el brazo del otro, y los envidié.
Envidié cómo de perfecta era su vida y la suerte que tenían de haberse encontrado el uno
al otro. Qué sencillo había sido todo para ellos. Era como pensaba que iba a ser mi vida.
—Todavía recuerdo el día que me di cuenta que amaba a Skylar —Hablé sin hacer
contacto visual con cualquiera de ellos—. Habíamos ido al parque y ella quería ir a los
columpios, y por supuesto, quería que yo me balanceara también. Me había reído, por
supuesto, porque había un montón de niños pequeños y me sentí como un canalla
ocupando uno de los columpios, pero la alegría en su rostro disipó cualquier sentimiento
de preocupación o inquietud. Por supuesto, sólo me quedé en el columpio durante unos
minutos porque todavía me sentía un poco cohibido. Un hombre hecho y derecho y
balanceándose en un columpio en el medio del día no es lindo.
—Suena bastante adorable para mí —Lucky sonrió y le devolví la sonrisa antes de
continuar hablando.
—Por lo tanto, decidí empujarla, para que pudiera ir más y más alto. Y ella se echó a
reír con deleite. Y se soltó y puso sus manos en el aire y chilló que se sentía como si
estuviera volando. Y me reí y le dije que me hubiera gustado poder volar. Y me miró de
vuelta y me dijo. “Cada vez que estoy contigo, me siento como que estoy volando”.
Dejé de hablar mientras mi garganta se secaba. Todavía podía imaginar la alegría y
honestidad abiertas en sus ojos mientras me sonreía, una sonrisa puramente feliz, llena
de amor y confianza—. Y le dije que cada vez que estaba con ella, yo sentía que podía
volar —Dejé de hablar mientras las emociones se apoderaban de mí—. Fue un momento
perfecto y me di cuenta de que el amor te puede golpear en las formas más inesperadas.
—Si todavía amas a Skylar, quizá puedes intentar salir con ella todavía —Lucky
sonaba esperanzada.
—¿Qué?—La miré con confusión—.No creo que lo entiendas. Skylar es…
—No lo presiones, Lucky —Me interrumpió Zane—. Obviamente quiere avanzar de
lo que pasó en Palm Bonita. No estoy tratando de ser grosero, pero me parece como que
esa relación era una de esas montañas rusas y llenas de baches.
—Pero el verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida —Lucky lo fulminó con
la mirada y se alejó de él en su asiento.
—¿Quién lo dice?—Zane sacudió la cabeza—. Él obviamente está tratando de seguir
adelante. Quizá deberías…
—Todavía estoy aquí, chicos —Me aclaré la garganta, no queriendo hablar más del
tema. No tenía la energía de explicarles que habían entendido mal lo que estaba diciendo.
—. Pero sí, el punto de contaros esto es para explicar por qué estoy todavía un poco
emocional sobre todo. Especialmente con la llamada de Skylar.
—¿Todavía quieres tener la cena de esta noche? ¿Con Robin?—Lucky saltó y se
acercó a mí—. Puedes cancelar y echarme la culpa a mí, si quieres.
—No —Me levanté de un salto—. Todavía quiero venir. Ustedes tienen razón. Tengo
que seguir adelante. Necesito volver a enfocarme.
—Sí, por favor. Necesito respuestas en algún momento de este año —Zane me miró
mientras caminaba hacia Lucky y frotó su hombro. Ella lo miró y le dio una sonrisa de
disculpa; en unos pocos segundos estaban tomados de la mano.
—Dale un descanso, Zane —suspiró Lucky.
—Lo estoy intentando —Él suspiró también, y los miré a los ojos con una sonrisa
triste.
—Ustedes son afortunados de tenerse el uno al otro. Recuerden eso siempre.
—¿Has oído eso, Lucky?—Zane sonrió y la tomó en sus brazos—. Eres afortunada
de tenerme. —La besó en la frente mientras ella rodaba los ojos hacia él—. Pero en
realidad soy yo el afortunado. Soy el verdadero ganador. Te encontré, de alguna manera
te engañé para que te enamoraras de mí, y ahora estás atascada conmigo para siempre.
—Oh, chico —Ella se estremeció y se echó a reír mientras él golpeó su trasero.
—Eres mi amor para siempre y nunca te soltaré.
—¿Ni siquiera cuando me duche? —Ella le sonrió y movió las cejas y él deslizó su
mano por su espalda.
—Especialmente cuando te duches —Le sonrió antes de inclinarse para besarla en
los labios. Me quedé mirándolos, todavía un poco sorprendido de ver a mi hermano
previamente frío y sin emociones actuando como una especie de Romeo.
—Lo siento, Noah —Lucky se apartó del abrazo de Zane sonrojada—. Zane
simplemente se deja llevar.
—Creo que sé cómo sucedieron los bebés —Me reí y ella se sonrojó aún más.
—¡Noah!—Zane me guiñó un ojo, mientras fingía una voz de desaprobación.
—Lo siento —Guiñé hacia él y me estiré—. Voy a dejar a los tortolitos solos e ir
arriba —Salí de la habitación y traté de ignorar el pozo vacío de desesperación en mi
estómago. Me iluminé ante la idea de Robin uniéndose a nosotros para la cena. Una parte
de mí estaba llena de emoción mientras pensaba en conocerla mejor. Pero luego pensé
en Skylar y su llamaba telefónica y toda emoción me dejó. En cambió estaba lleno de
culpa y preocupación y no estaba seguro de si esos sentimientos me dejarían nunca.
—La cena fue maravillosa. Gracias, Lucky —Robin se lamió los labios, y todos nos
reímos de su obvio disfrute de la comida—. No he tenido una buena comida en un largo
tiempo.
—Bueno, ya sabes, nosotros los camareros tenemos que permanecer juntos —
Lucky rió y se levantó—. Ahora, para el postre. Zane, ayúdame con los platos, por favor.
—¿Eh?—Él la miró y ella le lanzó una mirada antes de que se levantara también—.
Oh, por supuesto.
Él me hizo una mueca— Parece que mis tareas diarias ya han comenzado.
—Zane Beaumont, ayudarme a limpiar la mesa una vez no cuenta como tareas
diarias —La voz de Lucky era divertida y exasperada al mismo tiempo.
—Bueno, ya me hiciste hacer una carrera a por comestibles.
—Zane, fuiste a buscar cerveza y te pedí que me trajeras helado. Eso no es una
carrera por comestibles.
—Parece que ella te ganó, Zane —Robin rió mientras los observaba bromear y se
volvió hacia mí, sus ojos chispeantes—. ¿Es así todos los días?
—Sip —Le sonreí—. Siento que soy parte hombre, parte juez. Bueno, quizá no juez.
Más como mediador.
—Y yo que pensaba que eras el lobo feroz. —Robin se inclinó hacia mí con
coquetería.
—Puedo serlo si quieres que lo sea —Me incliné hacia ella.
—Oh, mierda, por favor, dime que no sueno como un idiota —Zane se estremeció y
Lucky lo empujó hacia la cocina con una mirada de disculpa.
—Son realmente lindos —Robin sonrió mientras ellos salían de la habitación.
—Sí —Estuve de acuerdo—. Son el uno para el otro.
—Debe ser agradable vivir con una pareja tan obviamente enamorada —Inclinó la
cabeza y me miró a los ojos—. Un ejemplo de vida real de que el verdadero amor puede y
existe.
—Cuando no es molesto como el infierno —Hice una mueca—. Hablando en serio,
no podría estar más feliz por mi hermano. Encontró una joya.
—No puedo creer que ella era camarera.
—Creo que hay algo en los hombres de mi familia siendo atraídos por la ayuda —
Moví mis cejas y luego gemí cuando me di cuenta de lo que había dicho—. Oh, Dios mío,
no quise decir lo que salió.
—Está bien —Se rió de mi expresión de terror—. No te voy a arrancar la cabeza.
Esta vez.
—Me alegro de oír eso —Me pasé las manos por el pelo y me senté—. Parece que
tengo un don para meter la pata.
—Bueno, tienes una boca muy bonita —Se quedó mirando mis labios y quería
agarrarla y tirar de ella hacia mí y besarla con fuerza. Había sido cautivado por Robin tan
pronto como ella había atravesado la puerta con su vestido negro ceñido. Estaba
demasiado vestida para la cena pero se veía sexy como el infierno. No me dolió que
también oliera divino. La forma en que comió también fue excitante y me pregunté si
estaba tratando de seducirme. Mis entrañas se sentían pesadas y duras y gemí ante cómo
típicamente masculino era yo. En todo en lo que podía pensar era en meterla en mi
cama. Y la última vez que había seguido las necesidades de mi cuerpo, me había
quemado gravemente.
—He escuchado eso antes —murmuré, sin pensar, y ella se rió.
—Modesto, ¿no, Noah?
—Maldita sea. Soy un idiota —Me levanté de un salto y tiré de ella arriba conmigo—.
Lo siento, estoy distraído por tu belleza. Déjame compensarte.
—¿Cómo te gustaría compensarme?—Levantó una ceja—. Y por favor, no me digas
en el dormitorio o saldré por la puerta.
—Bueno, ahí va ese plan —La atraje hacia mí y la miré a los ojos con una mirada
traviesa. Mis brazos rodearon su cintura y traje su cuerpo contra el mío para que
pudiera sentir lo excitado que estaba—. Pero supongo que te voy a permitir que me
decepciones.
—Tu cuerpo es duro —Ella tragó saliva y miró arriba. Sus manos estaban en mis
brazos y flexioné mis músculos para ella—. Quiero decir que tus brazos son duros. Tus
músculos, ya sabes. Nada más. Es duro. Sabes a qué me refiero —Su rostro se enrojeció
y dejó de hablar por un momento—. Mierda, creo que me has contagiado.
—¿En serio?—Contuve una sonrisa —. ¿Soy duro y te contagié?—Moví la cabeza
más cerca de la de ella y susurré contra sus labios—. ¿No crees que eso es un poco
demasiado para una primera cita?
El rostro de Robin estaba de un rojo brillante, y trató de alejarse de mí con la
vergüenza. La mantuve firmemente presionada contra mí y entonces me incliné y la
besé. Cuando mis labios tocaron los suyos, sentí una sacudida de electricidad pasar a
través de nosotros y sus ojos se abrieron en shock mientras yo deslicé mi lengua
rudamente en su boca y tomé su culo para acercarla aún más a mí. Me reí cuando sentí
sus dientes mordisquear mi labio inferior, y entonces gemí mientras sus dedos se
metieron en la parte de atrás de mi camisa y corría las uñas arriba y debajo de mi
espalda. Robin apretó sus pechos contra mi pecho y lo único que quería hacer era rasgar
su camisa y luego tirar su sujetador a través del cuarto antes de chupar sus pezones. Me
sentí febril mientras nos besábamos y me sentí de repente desprovisto cuando ella se
apartó de mí con una mirada renuente.
—Lo siento —Apartó la vista de mí—. Como dije antes, no estoy en el menú esta
noche. Si eso te decepciona, puedo irme —Su tono se volvió un poco nervioso y sentí el
humor entre nosotros cambiar.
—Oye —Agarré su barbilla y la obligué a mirarme—. Estás sacando conclusiones de
nuevo.
—¿Perdón?—Me miró y se apartó y me pregunté cómo las mujeres eran capaces de
cambiar su estado de ánimo tan rápidamente.
—Estás actuando como lo hiciste en el restaurante. Estás juzgándome a mí y a mis
acciones y basando tus palabras en emociones que están corriendo a través de ti. Esas
emociones no son la causa de lo que he dicho o hecho. No te he dado ninguna razón para
pensar que todo lo que quiero de ti es sexo.
—Nunca dije que eso sea todo lo que quieres —farfulló, sus pestañas parpadeando
rápidamente—. Nunca dije eso en absoluto.
—Eso es lo que pensaste y diste a entender que simplemente ibas a irte —Agarré
sus manos y la atraje hacia mí de nuevo. Esta vez no la acerqué tanto como para sentir la
dureza en mis pantalones—. No voy a mentir y decir que no me siento atraído por ti. No
voy a decirte que no quiero hacerte el amor. No sería un hombre heterosexual normal si
no lo hiciera. Pero eso no es todo lo que quiero de ti. Y no era lo que estaba insinuando.
Cuando me levanté de la mesa, iba a preguntarte si querías bailar. Y no un baile erótico o
un striptease. Sólo un baile regular con dos personas normales que se encuentran en la
primera cita y llegan a conocerse el uno al otro.
—¿Querías bailar?—Robin hizo una mueca—. Oí eso correctamente, ¿verdad? ¿Has
dicho que quieres bailar?
—Sí —Asentí y sonreí. Me aparté de ella, conté hasta tres en mi cabeza y procedí a
bailar el vals alrededor de la habitación solo. Robin me miró con asombro en sus ojos
cuando me deslicé por la habitación, y continué con mis movimientos, fingiendo bajar y
girar a mi compañero invisible antes de encontrar mi camino de regreso frente a ella y
agacharme en un arco lento y bajo. Cuando me enderecé, los ojos de Robin me
observaban alegremente y aplaudía con entusiasmo, sonriendo mientras yo fingía
pavonearme ante su adoración y alabanza.
—Otra vez, otra vez —Ella se echó a reír y sacudí la cabeza.
—No, a menos que tenga una compañera.
—No soy una buena bailarina de salón —Hizo una mueca—. Soy más del tipo de
chica de agacharme.
—¿Agacharte?
—Ya sabes, hip hop —Rió e hizo un movimiento de baile donde sacudió sus caderas
mientras se movía hacia abajo hasta el suelo. Observé, fascinado, mientras ella movía su
cuerpo rítmicamente, y todo lo que podía pensar era en ella moviéndose de esa manera
encima de mí. Se enderezó y me miró con curiosidad mientras me quedé allí mirando
fijamente, sin hablar.
No sabía qué decir. La quería. Sentí una conexión con ella que nunca había sentido
antes, pero no tenía nada que ofrecerle. Todavía estaba en el limbo; todo en mi vida
estaba en proceso de cambio. No era lo suficientemente bueno para ella. No sería justo
para ella tratar de iniciar una relación. No importaba que mi corazón cantara cuando me
sonreía con esa mirada feliz, pero incierta en sus ojos. No importaba que oyera pájaros
cantar cuando decía mi nombre. No importaba que cuando estaba con ella empezara a
sentirme vivo de nuevo.
—Sabes lo que es el hip-hop, ¿verdad?—preguntó con incertidumbre y asentí,
todavía incapaz de hablar. Estaba paralizado por su belleza y el frágil aire a su alrededor.
Robin ofrecía un buen espectáculo confiado, pero me di cuenta de que había mucho más
para ella que el exterior que me estaba mostrando. Algo me decía que en el interior,
estaba hecha de cristal e iba a romperse si hacía un movimiento en falso.
—Sí, sí. Lo sé —Finalmente hablé y di un paso atrás—. Me lancé sobre eso un par de
veces— Le guiñé un ojo y se echó a reír mientras pescaba mi pequeña broma.
—Gracias por invitarme a cenar —Apartó la vista de mí, y sabía que podía sentir la
torpeza repentina entre nosotros. No sabía qué decirle. Hace cinco minutos estábamos
enrollándonos, entonces estábamos discutiendo y luego nos reíamos y ahora estábamos
en ese espacio extraño que aparece entre dos personas que no están seguras de lo que la
otra persona está pensando.
—Estoy contento de que hayas podido venir —Asentí, todos los pensamientos de
baile desaparecidos de mi mente—. ¿Te gustaría quedarte para el postre?
—¡Debería irme!—Sacudió la cabeza y vi un atisbo de una emoción cercana al
miedo en sus ojos—. Tengo que practicar mi monólogo para una audición —explicó—.
Pero ha sido realmente maravilloso.
—Deberíamos hacerlo de nuevo —Le sonreí, pero nuestros ojos no conectaron.
Habíamos perdido ese momento especial y ahora estábamos actuando como dos
personas que apenas se conocían y que no querían estar más cerca.
—Sí. Por supuesto, hazles saber a Zane y Lucky que me lo pasé muy bien y que les
agradezco por la maravillosa cena.
—Gracias por traer el vino —Asentí y caminé con ella a la puerta principal. Una
parte de mí estaba empujándome a mí mismo a decir algo, a no dejar que la noche
termine así. Había sido una buena noche. Teníamos una conexión. Sabía que ella tenía
que sentirlo también. Me pregunté que estaba reteniéndola. ¿Cuál era su historia?
Quería saber todo de ella. Quería que recupere su confianza en los hombres. Dejarle
saber que no tenía que estar a la defensiva todo el tiempo. No éramos todos malos.
Quería abrazarla y dejar que su calor me inundara para no sentirme frío y solitario. En
su lugar abrí la puerta de entrada y le di una gran sonrisa—. Buena suerte con la
audición.
—Gracias —Asintió y jugueteó con las llaves del coche mientras caminaba fuera de
la puerta.
—Te llamaré —Mentí mientras ella me sonrió débilmente y se alejó rápidamente.
Cerré la puerta lentamente y caí hacia atrás, sin saber qué le había pasado a nuestra fácil
compenetración. Era como si los dos hubiéramos intuido que teníamos química, pero
ninguno estaba interesado en seguir adelante con ella. Pero era más que eso: era como si
los dos estuviéramos interesados pero estábamos demasiado asustados para hacer nada
al respecto.
—Hey, ¿dónde está Robin?—Lucky salió del comedor y miró alrededor.
—Se fue.
—¿Se fue?—Lucky frunció el ceño—. Acabo de poner la tarta de manzana sobre la
mesa. Incluso hice helado casero en el robot de cocina que Zane me consiguió.
—Lo siento, tenía que irse —Caminé hacia ella y tomé su brazo en el mío—. Pero
puedo comer el suyo y el mío si quieres.
—No entiendo por qué se fue —Lucky me miró con los ojos entrecerrados—Ustedes
dos se estaban llevando muy bien, ¿Qué pasó?
—Creo que los dos nos dimos cuenta de que tal vez es mejor para nosotros no ir por
ese camino.
—¿Qué camino?—La voz de Lucky se elevó y sonaba molesta—. Esta fue apenas la
primera cita. Nadie les está pidiendo que se casen, solo conocerse el uno al otro. Comer
algún pastel.
—No es así de simple —Me froté los ojos, de repente sintiéndome muy cansado—.
Creo que los dos sentimos una conexión y creo que a los dos nos da miedo. No estoy en
posición de iniciar una nueva relación, Lucky. No quiero hacerle daño.
—¿Por qué no estás en una posición?—suspiró—. ¿Quieres volver con la chica con
la que saliste en Palm Bonita?
—No.
—¿Entonces qué? Estás de vuelta aquí ahora, Noah. No estás en Palm Bonita ya.
Tienes que seguir adelante con tu vida. No puedes vivir en el pasado. Esto es ahora. Esto
es nuevo. Esto se llama avanzar. Nada bueno te pasa si te quedas estancado. —Ella me
agarró de los hombros y me miró profundamente a los ojos—. Confía en mí, tienes que
tomar una decisión, Noah. Puedes dejar que el pasado te persiga. Puedes guardar todos
los secretos que quieras, pero con el tiempo vas a tener que ponerte al día contigo.
Finalmente eso será demasiado. No permitas que eso suceda. Tienes que vivir para ti
ahora. Tienes que vivir para el ahora. Deja de controlar el dolor y empujar a la gente. Un
día vas a despertar y no va a haber nadie esperando ya.
Ella me besó en la mejilla y luego se alejó de mí. Me quedé contemplando sus
palabras. Tenía razón. Tenía que avanzar. Pero sabía que no podía avanzar sin hacer
todo correcto. Tenía que intentar una vez más conseguir a Skylar. Mi conciencia no me lo
perdonaría si no lo hacía.
Traducido por Jor Corregido por Strawberry!
―Zane, ¿crees que ahora mismo, en este preciso momento, mamá está mirando a las
estrellas, y así pensando en nosotros? ―Miré a mi hermano mientras nos tumbamos sobre
nuestras espaldas y nos quedamos mirando el cielo.
―No.
―Creo que ella sí lo está. Creo que está, muy probablemente, a la espera de una estrella
fugaz para poder pedir un deseo. Y está deseando que pueda encontrarse con nosotros y
volver a nosotros, y sofocarnos con abrazos y besos. ―Hablé con nostalgia, y traté de
ignorar las lágrimas que se estaban introduciendo en las esquinas de mis ojos. A los diez
años, yo todavía no había perfeccionado el arte de no llorar cuando me sentía triste. No
como Zane lo hizo. Él nunca mostró ninguna emoción.
―Entonces eres un imbécil. ―Zane se volvió hacia mí con el ceño fruncido.
―¿Qué es un im-bé-cil? ―le pregunté, sin entender lo que quería decir.
―Nada, Noah. Sólo cállate.
―Me alegro de que papá nos dejara ir de camping este fin de semana ―continué con
entusiasmo.
―Papá no nos dejó hacer nada ―suspiró Zane—. Y no estamos acampando, idiota.
Estamos acostados en sábanas, en el jardín trasero. No tenemos tiendas de campaña o
sacos de dormir, una hoguera, a nadie contándonos historias de miedo. Sólo somos
nosotros acostados aquí, en una sábana sucia, mirando a algunas estrellas que apenas
podemos ver debido a toda la contaminación.
―Sin embargo, todavía es divertido ―estiré la mano y apreté la suya―. Me alegro de
que seamos sólo nosotros. Somos como dos guerreros, mirando hacia el cielo de la noche a
la espera de que el sol salga y nos lleve en nuestro próximo viaje.
―Sí ―suspiró él, pero me sonrió―. Somos dos guerreros.
―Soy Conan ―gruñí en el aire y grité―. Soy Conan, así que, es mejor que nadie se
meta conmigo o con mi hermano Zane.
―Shhhhh ―Zane puso su mano sucia sobre mi boca―. Cállate. Si papá nos oye aquí
fuera, estaremos en problemas.
―Creí que habías dicho que él dijo que estaba bien. ―Lo miré con confusión y bostezó.
―Sólo tienes que ir a dormir, Noah, estás cansado. ―Zane negó con la cabeza y se echó
hacia atrás, mirando a las estrellas. Estuve en silencio por un momento, pero todavía no
estaba lo suficientemente cansado como para ir a dormir.
―Nosotros siempre seremos hermanos, ¿verdad, Zane? ―hablé a la ligera, asustado de
que iba a molestarlo de nuevo.
―¿De qué estás hablando? ―Se dio la vuelta y me miró con su ceño fruncido de
hermano mayor.
―Tú no me dejarás, ¿verdad? ―me mordí el labio inferior y abrí los ojos muy amplios,
por lo que ninguna lágrima cayó. Yo quería ser un niño grande. Yo no quería que Zane se
burlase de mí y que me llamara un bebé―. ¿Tú no va a desaparecer como mamá?
Él no dijo nada por un momento, mientras yacía ahí mirándome. Entonces él se
acercó, me abrazó y me susurró al oído. ―Yo soy tu hermano mayor. Nunca vas a
deshacerte de mí.
―¿Nunca? ― le pregunté esperanzado.
―Nunca ―él me soltó y me miró fijamente―. Somos aves de una sola pluma, Noah.
Podríamos ser la misma persona. Tenemos exactamente la misma sangre corriendo por
nuestras venas. Somos familia. Somos todo lo que tenemos. Nunca te dejaré. Estás
atascado conmigo.
―Eso sí, intenta no comerte todos mis dulces ―me recosté y sonreí ampliamente. Todo
bien en mi mundo, de nuevo―. Puede que seamos hermanos y podemos tener la misma
sangre, pero todos mis dulces siguen siendo míos.
―Voy a pensar en ello ―él se rió y se echó hacia atrás, antes de apuntar a algo
rápidamente en el cielo―. Mira, Noah. Hay una estrella fugaz. Hay una estrella fugaz.
Rápido, pide un deseo.
Los dos cerramos los ojos y murmuramos nuestros deseos. Deseé que nunca fuera a
tener que pasar un día sin Zane a mi lado. Y luego abrí los ojos. ―¿Qué es lo que deseaste,
Zane?
―No puedo decirlo ―murmuró, y su voz sonaba ronca.
―Dime ―supliqué―. Por favor.
―No te lo puedo decir, Noah. Si te lo digo, no se hará realidad.
Pasé la semana siguiente haciendo planes para el documental y tratando de llamar
Skylar, de vuelta. Desafortunadamente, su número de teléfono fue desconectado y ahora
no tenía otra manera de ponerme en contacto con ella. Bueno, tenía una manera, pero
yo sabía que nada bueno podía venir de ir por ese camino. Así que, me lancé a mi
trabajo y traté de evitar Zane y Lucky lo máximo posible. Yo no quería hacer frente a sus
preguntas o preocupaciones. Sabía que tenían buenas intenciones y sabía que Zane sólo
quería algunas respuestas, pero yo todavía no estaba seguro de cómo iba a lidiar con
todo. Asimismo, no había hablado con Robin tampoco, a pesar de que había estado
pensando en ella todos los días desde la cena. Yo quería llamarla tan desesperadamente,
pero no sabía qué decir. "Hey, creo que me gustas. Sé que quiero besarte y hacerte el
amor. Pero estoy un poco jodido en la cabeza ahora mismo, y tengo miedo de que vaya a
hacerte daño y te rompas como cristal hecho añicos”.
Así que no la llame, pero cada noche vi su cara persiguiéndome en mis sueños. Sin
embargo, no me aterraba ir a la cama, ya no. No cuando sabía que iba a tener visiones
de ella y sus ojos verde-marrón espumoso en ellos, provocándome. Había decidido por
fin a hacerle una llamada, cuando recibí una llamada de un número desconocido. Skylar
inmediatamente se metió en mi mente y contesté el teléfono con impaciencia.
―Hola. ―Me quedé sin aliento, asustado de que la otra persona fuera a colgar.
―Noah, ¿mon chéri?
―¿Mamá? ―Caminé hacia la puerta de mi habitación y la cerré antes de volver a
sentarme en mi cama.
―Noah ―su voz sonaba emocional―. No me has llamado.
―No he tenido nada que decir.
―He oído que estás de vuelta en Los Ángeles.
―¿Cómo lo sabes?
―Tu padre. ―Su voz era ligera y con dolor.
―¿Hablaste con él? ―Fruncí el ceño. No tenía ni idea de que había estado en contacto
con mi padre.
―Oui. Quiero decir, sí ―suspiró.— Sus dos últimos cheques han llegado tarde. Tuve
que llamarlo para asegurarme de que no iba a dejar de proporcionarme mis medios para
vivir.
―¿Te refieres al dinero del soborno? ―le dije con frialdad, en el teléfono.
―No es así, Noah. Necesito este dinero. Es la forma en que vivimos.
―¿Qué quieres? ―le dije con impaciencia, porque no quería hablar con ella.
―Tu padre dice que no ha sabido nada de ti desde que has vuelto.
―No se ha apresurado para verme ―me reí con amargura―. Uno pensaría que
querría ver a su hijo muerto vuelto de la tumba.
―Noah, eso no es justo.
―¿Tu estas dando la cara por él? ―le dije con incredulidad―. Pensé que lo odiabas.
―Yo lo odio ―suspiró―, pero sigue siendo tu padre.
―Es mi padre sólo a modo de título por mis genes ―me burlé―. Él no es mi familia.
Él no se preocupa por mí.
―Pero yo me preocupo por ti, Noah. Quiero verte. ¿Vas a venir a visitar a tu mamá
en París?
―¿Quieres que vaya solo, o es para que lleve a Zane y su prometida Lucky conmigo?
―Ni siquiera sé quién es esta persona Lucky ―su voz sonaba molesta y vacante―.
¿Por qué iba yo a querer verla? Quiero ver a mi hijo.
―Conociste a Lucky cuando fue a París con Zane ―mi voz era dura―. Y sí, sé que
fingiste que no sabías quién era. ¿Cómo pudiste hacer eso?
―Fue por tu seguridad, mí querido niño. Yo no quería equivocarme accidentalmente
y decirles que todavía estabas vivo. Tú me dijiste que era imperativo que no le dijera a
nadie. Absolutamente a nadie, dijiste. Sólo estaba haciendo lo que pediste.
―Yo no dije que finjas que no reconoces a tu propio hijo ―grité, enojado de que ella
pudiera ser tan tonta―. ¿Qué clase de madre eres?
―Él no es mi hijo, Noah ―su voz estaba enojada―. Tú eres mi hijo. Tú eres mi amor.
Tú eres al que he echado de menos todos los días. Tú eres mi sangre.
―Tú criaste a Zane también ―grité con ganas de golpear algo duro―. Él cree que
eres su madre. Tiene buenos recuerdos de ti.
―¡Es una mentira! ―exclamó―. No voy a vivir en la mentira nunca más. Todo era
demasiado. Mi vida era una mentira. No podía soportarlo. No quiero vivir en la mentira
nunca más.
―Tú le dijiste que me cuidara. Le dijiste que sea un buen hermano mayor y que me
proteja ―hablé palabras que ni yo siquiera sabía en qué estaba pensando―.
Simplemente no tiene sentido.
―Él siempre vio por ti ―suspiró―. Yo sabía, desde el día en que naciste, que él te
protegería con su vida. Estabas más seguro con él que conmigo. Tuve la depresión
posparto, y no podía pensar con claridad. Tenía miedo de hacerte daño. Y nunca habría
sido capaz de vivir conmigo misma si te hubiera herido, mi precioso hijo.
―Así que confiabas y lo amabas lo suficiente para que cuide de mí cuando te fuiste.
Él era un niño, mamá. Él no te hizo nada a ti.
―Era demasiado parecido a tu padre ―su voz tembló―. Él se parecía a tu padre. Era
demasiado para mí. Cada vez que lo miraba, sentía una mezcla de emociones. Yo quería
amarlo. A mi manera, he tratado de amarlo. Simplemente no pude amarlo como te amo a
ti, hijo mío. Por favor, ven a París a visitarme. Te echo de menos. Quiero verte.
Perdóname, Noah. Perdóname por haberte dejado. Perdóname por ser una madre
mediocre. Por favor entiende que nunca he dejado de quererte. Tú siempre has estado en
mi corazón, al igual que la sangre que bombea a través de mis venas.
―Zane es mi familia. Es mi turno protegerlo ahora ―mi voz era fría, mientras
hablaba por el teléfono―. No voy a ir a visitarte. No voy a romperle el corazón.
―Dile, Noah ―gritó ella―. Hay que decirle la verdad.
―No ―sacudí la cabeza con vehemencia―. Lo mataría.
―Merece saber la verdad. No puedes ocultársela. No es justo jugar a ser Dios.
―No fue justo cuando te fuiste y nos dejaste con el corazón roto. No quiero que
pase por eso otra vez.
―No es mi culpa. Te lo ruego, Noah. Por favor, ven a verme.
―Si no puedes amar a mi hermano por tu cuenta, entonces no me puedes amar
―hablé lentamente―. Adiós, madre. ―Colgué el teléfono y lo apagué, y me senté en la
cama mirando fijamente al espacio. Unos minutos después, oí un golpe en la puerta y lo
ignoré.
―¿Noah? ―Lucky abrió la puerta lentamente, y asomó la cabeza. Se quedó allí
vacilando―. ¿Puedo pasar?
―Ahora no. ―Aparté la vista de ella, deseando que se vaya. No quería hablar con
nadie en ese momento.
―Tenemos que ir donde los Johnson ahora ―entró ella en la habitación―. Nos están
esperando.
―Mierda, olvidé que era hoy ―suspiré y me levanté de un salto, todavía evitando su
mirada―. Está bien, vamos.
―Noah, espera. ―Se mordió el labio y se acercó a mí. Ella tenía lágrimas en los ojos y
mientras estudiaba su rostro, pude ver que parecía angustiada.
―Oh, Dios mío, Lucky. ¿Qué pasa? ―estudié su rostro con ansiedad. Preocupación
por ella me consumía―. ¿Son los bebés?
―No ―sollozó ella, y lágrimas corrían de sus ojos―. No son los bebés…
―¿Qué pasa, Lucky? Oh, Dios mío, ¿es Zane? ¿Qué le pasó a mi hermano?
―No es Zane. ―Empezó a llorar aún más y la miré fijamente, sin esperanza.
―¿Qué es, Lucky? ¿Qué pasa? Oh, Dios mío, no estás dejando a mi hermano,
¿verdad? ―El pavor y el miedo me llenaban ante la posibilidad. Si Lucky dejaba a Zane, él
quedaría devastado por el resto de su vida. Yo sabía que no había manera de que alguna
vez superara la pérdida de Lucky.
―No ―me dio una pequeña sonrisa―.Por supuesto que no voy a dejarlo. Yo lo amo.
―Lucky, me estás matando aquí. ¿Qué pasa? ―sacudí la cabeza con exasperación―.
¿Por qué lloras?
―No quise escuchar ―sollozó ella―. He venido a llamar a tu puerta para decirte que
ya era hora de irnos, pero te escuché gritar, así que decidí esperar hasta que bajaras el
teléfono y escuché lo que dijiste.
―¿Qué? ―Me quedé inmóvil.
―Escuché lo que dijiste, Noah. ―Sus ojos me miraron salvajemente y con tristeza.
―No sé lo que quieres decir. ―Sacudí la cabeza y aparté la mirada de ella.
―Es verdad, ¿no es así? ―se sentó en la cama y se secó los ojos con su manga―.
Supongo que tiene sentido. Quiero decir, en realidad no, pero cuadra.
―No sé por qué... ―hice una pausa, mientras ella me miraba con sus grandes ojos
marrones llenos de amor y preocupación por mí―. Está bien, es cierto ―suspiré―. Zane
y yo no tenemos la misma madre.
Traducido por Floresadri Corregido por Michelle♡
—Se lo tienes que decir —Las lagrimas de Lucky se han secado en el camino a
donde los Johnsons—. No te puedes guardar esto. No es sano para ti y no es bueno para
Zane tampoco. El necesita saber la verdad.
—No quiero romper su corazón. —Negué con la cabeza—. Tienes que guardar el
secreto.
—Noah —suspiró—. No sé si puedo guardar esto a él.
—Déjame hacer esto a mi manera. —La miré, pidiendo una última oportunidad—.
Por favor.
—El va a estar donde los Johnsons —Tomó una profunda respiración—. Tenemos
una sorpresa para ti. Lo siento.
—Oh, no —La miré con miedo—. ¿Qué has hecho?
—Lo siento, Noah, pero Zane fue y recogió a Robin. Ella estará probablemente con
los Johnsons también.
—¿Qué? —le grité—. ¿Por qué harías eso?
—Has estado tan solo esta semana. Sé que ustedes tienen cierta atracción y convencí
a Zane de que estabas interesado en traerla esta tarde. Lo siento.
—Mierda, no puedo creer que hicieras eso —Apreté mis puños—. No te necesito
interviniendo en mi vida amorosa, Lucky.
—Lo siento —Me miró con grandes ojos—. Cometí un error. Pensé que estaba
ayudando. No me di cuenta, bueno, tu sabes. No me di cuenta de que tú has pasado por
tantas cosas.
—No tengo nada que decirle a Robin, Lucky. Si quiero hablar con ella, le hubiera
hablado y pedido una cita.
—No te creo —Negó con su cabeza—. Estas asustado, Noah. No sé qué te hizo esa
chica en Palma Bonita, pero tú no le debes nada. Ella desapareció. Tú eres un buen chico
y mereces algo mejor.
—No extraño a la chica con la que salí —suspire—. Estas equivocada. Es más
complicado de lo que tú crees.
—Bueno, tal vez si no lo mantienes todo para ti mismo sabría por qué estás todavía
colgado de Skylar, que francamente suena como un poco de puta.
—No tienes ni idea de lo que estás hablando, Lucky. —Sacudí la cabeza y salí del
coche. —No tienes ni idea.
—Lo siento, Noah. Sólo estoy tratando de ayudar.
—No lo entiendes, Lucky. No me puedes ayudar. No soy Zane, no me puedes salvar.
—Negué con la cabeza y luego bajé la voz cuando vi la expresión de dolor en su rostro—.
Mira, sé que estás tratando de ayudar. Pero esto no es algo que se puede arreglar. —Tomé
su mano—. Tal vez en otra vida, en otro mundo. —Me encogí de hombros mientras la
miraba a la cara—. Como he dicho antes, Zane ganó el premio gordo cuando te encontró,
Lucky. Si él no te hubiera encontrado primero, yo habría hecho mi movimiento para
conseguirte para mí. —Me reí al ver la expresión de asombro en su rostro—. No te
preocupes, no estoy tratando de robarte. Sólo quiero que sepas que yo te aprecio más de
lo que sabes. Pero no se puede solucionar este problema, Lucky, y no me puedes arreglar.
—Entiendo —Me apretó la mano—. Pero hay una chica ahí que podría ser parte de
ese proceso. Y yo no quiero que la pierdas, debido a tus demonios.
—No te darás por vencida, ¿verdad? —Sacudí mi cabeza exasperado.
—No, no lo haré. No sobre eso y no sobre otra cosa. Dile a Zane la verdad, por favor,
Noah —me susurró—. No lo romperás. Te lo prometo. El merece saber. El esta mas
herido ahora de lo que podrías saber.
—Tú no sabes nada, Lucky. —La miré con expresión tensa—. Hay más en la historia.
—Díselo, Noah —dijo con firmeza—. No tienes porque protegerlo.
—El es mi hermano. Es mi trabajo —argumenté.
—No, Noah. Tu trabajo es amarlo y ser honesto con él. Siempre. No importa que tan
duro o difícil sea. Tienes que ser honesto con él. No lo puedes proteger de la verdad—
toma una profunda respiración—porqué la verdad tiene el hábito de salir a luz. Y tú no
quieres que se entere por otra persona, ¿Verdad?
Sacudí mi cabeza, y me di cuenta de que ella tenía razón. No había manera de que
yo pudiera mantener este secreto de Zane para siempre. Él lo descubriría
eventualmente, y si se enteraba por alguien más, se molestará conmigo por siempre.
Sabía que Lucky estaba en lo correcto. Tenía que decirle. Incluso si significaba lastimarlo
de nuevo. Odiaba hacer esto, pero sabía que nuestra relación nunca se quedaría sin
tensión, si yo no se lo contaba todo.
—Hola, ustedes dos —Sidney abrió la puerta y nos saludó—. No estaba seguro si lo
iban a hacer.
—Solo estaba hablando con Noah, lo siento Sidney —Le da un rápido beso en la
mejilla—. ¿Cómo estás?
—Bien. Tu encantador prometido y su amiga están adentro —Sidney sonrió y cerró
la puerta tras de nosotros—. Sin embargo, creo que ella es más amiga de Noah ¿No?
—Eres tan astuto, Sidney. —Lucky le sonrió y caminaron tomados del brazo. Tomé
una profunda respiración para estabilizar mis nervios. De repente tuve más nervios en
mi estomago y me di cuenta que estaba emocionado por ver a Robin.
—Hola, Noah —Betty corrió hacia mí y me dio un abrazo—. Simplemente no puedo
superar verte.
—Te he extrañado también, Betty.
—Chico, ¿Sabes cuantas lágrimas he derramado por ti? —ella niegó con su cabeza y
se estremeció—. Pero bien está lo que bien acaba.
—Sí. —Le sonreí cálidamente y le di un gran beso en la mejilla. Sentí los pelos de mi
nuca erizarse cuando escuché pasos dentro del cuarto. Me di vuelta lentamente y vi a
Robin parada allí, mirándome con timidez—. Hola.
—Hola —respondió y me dio una rápida sonrisa.
—Es bueno verte.
—A ti también. —Sus ojos buscaron los míos, y antes de que supiera lo que estaba
haciendo, caminé hacia ella, la atraje a mis brazos y le di un beso eso en los labios. —
Vaya, hola a ti, también —Se rió, con un poco de rubor.
—Espero que eso este bien.
—Está más que bien —Ríe y se toca los labios—. Sabes a chocolate.
—Buenas papilas gustativas. —Sonrió—. Tome chocolate caliente antes de venir.
Lucky me dio uno antes de dejar la casa para calmar mis nervios.
—Eso no suena demasiado bueno. —Me miró con curiosidad.
—No es tan bueno. —Suspiré—. Pero ahora estoy mejor. ¿Cómo te fue en la
prueba? —Cambie el tema y ella mueve la cabeza y hace una mueca
—Solo digamos que no estoy interesada en pintar mi cabello de purpura y conseguir
implantes 48DDD para un papel.
—¿No lo estás? —Me reí, y me volví cuando me di cuenta de que todos en la sala nos
miraban.
—Oye, hermano —Zane me guiñó un ojo—.Tal vez puedas guardar las líneas de
chat-up de esta noche.
—Yo no... —Lo miré—. ¿Qué estás haciendo aquí?
—Vine a ver lo que está pasando con el documental. —Se encogió de hombros—.
Además, tenía una entrega especial para hacer. Puedes agradecerme más adelante.
—Gracias, Papá Noel —Rodé mis ojos y luego volví a Robin rápidamente—. No es
que estoy diciendo que seas mi presente o nada. Confía en mí.
—Uh, gracias, supongo. —Se rió e hizo una mueca—. Sé que lo más probable es
pensar que estoy loca y que soy rápida de encender, pero realmente no soy como los
fuegos artificiales. No tienes que ser tan cuidadoso a mí alrededor.
—Creo que preferiría se mas cuidadoso que ahora. —Sonrió.
—Me parece bien.
—Así que ¿Alguien quiere te o galletas? —Betty tomó su tetera—. Acabo de hervir
algo de agua, así que todavía está caliente.
—Betty, dale a los chicos algunas galletas. No todos quieren té —le respondió Sidney
y ella lo miró.
—Yo quiero algo de té, gracias Betty.
—Claro que quieres, Noah. —Sidney me sonrió—. Vamos a sentarnos todos. Tengo
huesos viejos, ya sabes.
—Tienes todo viejo, Sidney Johnson. —Betty me pasó un plato de galletas—. Deja
que los chicos se relajen un poco antes de que los pongas a trabajar.
—Está bien —le sonreí—. Estoy muy emocionado de hablar de lo que he estado
trabajando. —Seguí a Sidney al sofá y me senté. Se inclinó hacia mí y me dio una mirada
severa. —¿Le dijiste a tu hermano la verdad todavía?
—No —Negué con la cabeza—. Pronto.
—Todavía tengo sus papeles. —Se echó hacia atrás—. Hazme saber cuando los
quieras.
—Los hare saber —asentí.
—Entonces, ¿quién es la chica? —continuó Sidney y asintió con la cabeza hacia
Robin, que estaba de pie junto a Lucky y riéndose de algo—. Ella es muy bonita.
—No es más que una amiga.
—Parece que fue más que una amiga para mí. —Miró su anillo de bodas—. Quiero
decir, sólo he estado casado por unos pocos cientos de años. No sé mucho acerca de amor
y esas cosas.
—Sidney —lo amonestó—. No la quiero —le susurré en voz baja para asegurarme
de que nadie más podía oírnos—. Apenas la conozco. Apenas fuimos a una casi-cita.
—Ella te llega sin embargo. —Me miró pensativamente—. Tienes oportunidad con
ella también.
—Ella es frágil. —Suspiré.
—Sí. Me alegro de que lo veas. Ella tiene un exterior duro. Pero es una cáscara que
se rompe fácilmente. Ella tiene una historia, esa. Ten cuidado de no romper su corazón.
—Yo nunca haría eso —repliqué, enojado que él pensara que yo era capaz de una
cosa así.
—Necesitas terminar tu negocio fuera en Palma Bonita antes de empezar a salir
con alguien nuevo. —Me miró a los ojos con seriedad—. Es un negocio serio en el que
estás involucrado, Noah. Tienes que tener cuidado.
—Soy cuidadoso —suspiré—. ¿Has hablado con tu hijo?
—Sí. —Asintió con la cabeza—. Él es un abogado de familia en Illinois, sin embargo.
Él dijo que no está familiarizado con el sistema de tribunales de familia en Florida.
—Pero, ¿tenía algún consejo? —Lo miré con tristeza. Yo había llamado a Sidney a
principios de semana y lo llene en la situación con Skylar porque había necesitado hablar
con alguien acerca de ello. Me sentí culpable por no decirle a Zane, pero no estaba
dispuesto a contarle todo sin entrar en lo que había pasado con mi madre.
—Él dijo que sólo debes renunciar a ella. Nunca vas a tenerla. Ella nunca va a ser
tuya. —Sidney me miró con tristeza—. Dijo que es admirable lo mucho que la amas, pero
no se puede cambiar los hechos.
—¿Así que él piensa que yo debería renunciar? —Estaba enojado—. Ella contaba
conmigo.
—No eres Dios, Noah. No puedes hacer milagros.
—Puedo intentarlo.
—Y es por eso que te amo, hijo. —Asintió con la cabeza—. No te rindas, no importa
lo difícil de las probabilidades. El mundo necesita más hombres como tú.
—No he hecho nada todavía.
Tienes un corazón puro. —Me dio unas palmaditas espalda—. Eso es suficiente.
—Voy a decirle a Zane —solté, cambiando de tema—. Creo que voy a decirle. Tiene
derecho a saber.
—Eso es lo que he estado diciendo.
—Él va a ser devastado. —Cerré los ojos.
—Todavía tiene una familia maravillosa. —Los ojos de Sidney ardieron—. Todos
estamos siendo una gran familia.
—Lo sé. —Le sonreí agradecido—. Tú eres el abuelo que nunca tuvimos.
—¿Quieres que esté allí cuando le digas?
—No. —Negué con la cabeza—. Tengo que hacer esto solo.
—Llévalo a mi estudio. —Sidney asintió con el pensamiento—. El archivo que me
diste está en mi escritorio, segundo cajón de la derecha.
—No sé si debería mostrarlo. —Hice una pausa—. Estaba a punto de decirle lo de
mamá.
—Dile todo, Noah. No lo guardes más.
—Está bien. —Me levanté de un salto y corrí hacia Zane. —Oye, hermano. ¿Crees
que podemos hablar un momento?
—Uh, ¿seguro? —Me miró con curiosidad y miró hacia Lucky, quien asintió con la
cabeza hacia mí con una sonrisa rápida.
—Sidney dijo que podemos ir a su estudio.
—Está bien, entonces. —Dejó la taza y el plato y me siguió con el estudio. Cerré la
puerta tras él y me senté—. ¿Qué es esto, entonces? No estás molesto porque traje a
Robin, ¿verdad? Le dije a Lucky que no era una buena idea.
—No, no estoy molesto. —Le sonreí suavemente—. Me alegro de que la hayas
traído. Ella es una buena chica, y tal vez podamos empezar de nuevo. Desde el principio.
—No sabía que tenías que empezar de nuevo. —Me dio una mirada—. O, ¿estás
siendo demasiado dramático?
—Quiero hablar sobre mamá. —lo corte, poco interesado en esa conversación.
—Oh. —Su rostro se puso serio cuando se dio cuenta de la gravedad de nuestra
conversación.
—Antes de ir a Palma Bonita, contraté a un detective privado. Quería ayudar a
averiguar lo qué pasó con mamá.
—Nunca pudiste renunciar a ella. —Se rió, pero la sonrisa no llegó a sus ojos. Sus
hombros parecían tensos y podía ver la tensión en su rostro.
—Sí. No podría. —Suspiré—. Siempre he sido un glotón para el castigo.
—Por lo tanto, ¿Contrataste a un detective?
—Sí —Asentí con la cabeza—. Le di toda la información que tenía, que no era
mucho, pero era capaz de encontrar algunas pistas. Ya ves, ella estaba en el sistema.
—¿Ella era un criminal? —Zane miró sorprendido.
—No, ella estaba en el sistema de inmigración. Solicitó una visa cuando se mudó a
los Estados.
—¿Ella no era estadounidense? —Zane se sentó de nuevo en la confusión.
—No ella era, o más bien es, de Francia. Se trasladó a Estados Unidos para ser una
au pair8. Estaba interesada en ser actriz, así que es por eso que eligió California. Pensó
que iba a conocer a algún actor o director caliente y entrar en las películas.
—Oh. —Frunció el ceño—. ¿Cómo sabes eso?
—Lo siento, me estoy adelantando. Así que contraté al detective, y la encontró en un
par de bases de datos. Vio la solicitud de visa y algunos registros mentales sellados.
—¿Registros mentales?
—Me refiero a los registros de pacientes de un instituto mental.
—¿Ella estaba en un instituto mental? —Los ojos de Zane se ampliaron—. Oh, Dios,
no me digas que hemos heredado algún gen loco de ella. Eso es todo lo que necesito.
—No —Negué con la cabeza—. Creo que ella sufría de depresión, tal vez bipolaridad
también. Realmente no lo sé.
—¿Así que ella nos dejó porque estaba deprimida?
—No —Negué con la cabeza—. Ella tenía depresión posparto y tenía miedo de
que fuera a hacernos daño. Creo que ella estaba cerca de una crisis nerviosa. Y, bueno,
no ayudó que ella estuviera con papá.
—Supongo que no. —Zane se pasó los dedos por el pelo—. Siempre me he
preguntado si estaba deprimida o algo. Supongo que nunca me di cuenta de que eso
haría a alguien dejar a sus dos hijos. Así que, ¿El detective te contó todo esto?
—No, él me dio la información de contacto de un hombre al que había enumerado
en su solicitud de visa en Francia. Resulta que ella había enumerado a su padre en la
solicitud y que aún vivía en esa dirección.
—¿Cómo lo sabes? —Frunció el ceño—. Oh, ¿Fue cuando regresaste a Francia?
—Sí —Asentí—. Traté de hablar contigo acerca de todo, pero simplemente no
8 Au pair, es una palabra francesa, usada para denominar a la persona acogida temporalmente por una
familia a cambio de un trabajo auxiliar, como cuidar a los niños; suele convivir con la familia receptora como un miembro más, y recibe una pequeña remuneración; en la mayoría de los casos son estudiantes.
estabas interesado y no quería forzar la conversación hasta que yo supiera exactamente
lo que había sucedido. Estaba tan emocionado, ya sabes. Pensé que iba a ser capaz de
organizar una reunión de la familia feliz.
—Eso no funcionó. —Zane me dio una sonrisa irónica.
—Sí, no lo hizo—suspiré—. Pero todo se volvió loco de repente. Fui a México en ese
viaje de fin de semana con Angelique y Braydon, y llamé al FBI, y luego me fui en otro
viaje a Francia y me encontré con ella y mi cerebro estaba inundado con demasiada
información. Estaba enojado, y triste, y enfadado y asustado y no sabía si iba a venir o ir.
—Así que solo desapareciste sin decir nada. —Zane me miró con una expresión de
enojo—. Nunca pensé eras de los que salen corriendo.
—Pensé que te estaba protegiendo —Suspiré—. No sé por qué…
—¿Por qué ella fingió que no me conocía? —Me cortó Zane—. ¿Y por qué ella
todavía te llamó? No tiene sentido para mí.
—Ella no es tu madre —aquello brotó hacia fuera y esperé a que explotara.
—¿De qué estás hablando? —Zane frunció el ceño—. Por supuesto que es mi
mamá. Si ella es tu madre, ella es mi mamá. Somos hermanos, duh.
—Ella no es tu madre biológica, Zane. —Miré fijamente a sus ojos y él me devolvió
la mirada con una expresión salvaje—. Ella era tu au pair cuando eras un bebé. Dormía
con papá, y comenzaron una relación. Lo que él puede estar en una relación. Y entonces
ella quedó embarazada de mí y ella pensó que lo había hecho. Pero el todavía la trataba
como la au pair.
—¿Quién es mi madre, entonces? —Zane parecía un zombi mientras hablaba
lentamente—. ¿Dónde está mi mamá?
Tomé una respiración profunda antes de continuar. Esta era la parte por la que
estaba horrorizado. —Ella está muerta, Zane. Murió debido a complicaciones durante el
parto.
—¿Quieres decir mi parto? —Zane parecía aturdido—. ¿Ella murió porque me tuvo?
—Se echó hacia atrás y cerró los ojos, apretó los puños y pude ver que su pecho subía y
bajaba.
—No fue tu culpa, Zane. Vi los registros. Tenía una condición pre-existente que los
médicos perdieron. Habría muerto si ella te tuviera o no.
—Yo maté a mi madre. Y tú no eres mi hermano. —Él se echó a reír
histéricamente—. ¿Tienes otra sorpresa para mí? ¿Soy realmente de Plutón? ¿Vas a
decirme que Lucky es un producto de mi imaginación?
—Zane —dije su nombre en voz alta y con autoridad—. Por favor. No quería
decírtelo porque me daba miedo perderte. Pero no se puede perder, Zane. Nada de esto es
tu culpa.
—¿Cómo no decírmelo, Noah? —Se levantó de su silla—. ¿Cómo pudiste mantener
esto de mí?
—Tenía miedo. —Me levanté de un salto—. No quiero que te hagan daño. Yo no
quiero que tomes el camino equivocado.
—¿Tomar cuál camino equivocado? Quiero decir, ¿Por qué iba yo a tomar el camino
equivocado? No soy quien pensé. Toda mi vida ha sido una mentira. —Él iba y venía—.
Ni siquiera sé lo que soy.
—Sabes que sigues siendo mi hermano mayor —dije lentamente—. Sabes que
sigues siendo el hombre que salió de su manera de averiguar lo que me pasó, y que
saliste con mil millones de chicas en busca de venganza por mi asesinato. Sigues siendo
el tipo que me prometió que estaría a mi lado cada día de mi vida. ¿Recuerdas el día en
que pretendíamos ir a acampar en el patio trasero y me dijiste que mientras que ambos
viviéramos, yo siempre te tendría a ti?
—Creo que recuerdo haber dicho algo acerca de nosotros siendo lo mismo porque
teníamos la misma sangre corriendo por nuestras venas. Y eso era una mentira. —Se
apartó de mí—. Ni siquiera sé de donde pertenece la mitad de mi linaje. Ni siquiera sé
quién soy realmente.
—La sangre no nos hizo una familia, Zane. Nosotros nos hicimos una familia.
Nuestro amor y el afecto eterno y cuidarse el uno al otro, nos convierte en una familia.
El hecho de que haríamos cualquier cosa el uno por el otro nos hace una familia. Sigues
siendo mi hermano, Zane. Mi hermano carnal. No me importa si sólo compartimos la
mitad de una línea de sangre. —Mi voz se elevó mientras hablaba con él, y él se volvió
hacia mí con lágrimas en los ojos.
—Lo siento —Asintió con la cabeza—. No quiero dar a entender otra cosa.
—Tengo algo para ti. —Me acerqué a archivador de Sidney, abrí el segundo cajón y
saque una carpeta y se la entregué a Zane—. Esto es para ti. —Miré cuando abrió
lentamente con una expresión cansada—. Es todo lo que pude averiguar sobre tu madre
biológica y su familia.
—Oh. —Volvió a sentarse de nuevo con la carpeta en su regazo y lo sostuvo en sus
manos con cuidado.
—Tu abuelo murió en la Segunda Guerra Mundial. Era un héroe de guerra —
Empecé a hablar cuando me di cuenta de que Zane estaba demasiado aturdido para ver el
archivo a sí mismo—. Y tu abuela era una enfermera. Ella nunca volvió a casarse. Trajo a
tu madre por sí misma, incluso la apoyó a través de la universidad. Tu madre era
profesora. —Él me miró, y pude ver lágrimas en sus ojos mientras hablaba—. Enseñó
preescolar. Ella los amaba y ellos la amaban. Hay dos fotos de la clase en la carpeta.
Puedes ver qué aspecto tenía. Ella era hermosa. Era mayor que papá por once años. —
Los ojos de Zane se abrieron de sorpresa y me reí—. Lo sé. Me sorprendió también.
—¿Ella era mayor que papá? —habló por fin Zane, abrió la carpeta. Vi como se fue a
través de los documentos y fotografías con impaciencia, sosteniendo con cuidado y
estudiándolos con atención—. Ella era hermosa. —Se quedó mirando una de las fotos y
me sonrió—. Se ve como si fuera una mujer amorosa. Como si hubiera sido una buena
madre.
—Ella estaba muy emocionada de tenerte —continué—. El detective encontró
muchas personas que trabajaban con ella. Todos dijeron que estaba tan emocionada de
tener un hijo propio. Se jactó ante todos que ella iba a llamarte Zane porque era su
pequeño hombre fuerte. Solía decir a todos que cuando la pateabas pensaba que ibas a
romper a través de su estómago.
—Eso no es lo que le hizo daño, ¿verdad? —La expresión de Zane se volvió sombría
de nuevo y casi me maldecía a mí mismo.
—No, no fue por eso. Ella te amaba tanto, Zane. Tú eras el niño que ella había
estado esperando toda su vida. —Tomé una respiración profunda y continué—: Ella
eligió su vida en vez de la tuya.
—¿Qué? —Zane parecía confundido.
—Cuando se puso de parto, los médicos le dijeron que podían tratar de salvarla o
podrían tratar de salvarte. Y ella no lo dudó. Ella te eligió. Ella tenía una condición
preexistente y supo que iba a morir de todos modos. Así que ella eligió tu vida. Quería
que vivieras más que nada. —Tomé una respiración profunda—. Y se supone que hay
una carta.
¿Una carta?
—No sé dónde está. —Le di una mirada de disculpa—. Ni siquiera sé si es verdad,
pero el detective hablo con alguien que trabajaba en el hospital cuando murió. Era una
recepcionista o algo. Dijo que tu madre te dejó una carta.
—¿Por qué no me dijiste nada de esto antes, Noah?
—Porque tenía miedo de cómo ibas a reaccionar —respondí con honestidad—.
Estabas en un lugar malo, amargo, hermano. No estaba seguro de que serías capaz de
manejarlo todo.
—Entiendo —Me dio una pequeña sonrisa—. Estaba en un mal lugar. Pero ahora
que tengo a Lucky, me siento como si nada pudiera hacerme daño. Estoy muy dolido y
molesto, pero entiendo tus razones para mantenerlo en secreto, Noah.
—Te quiero, Zane.
—Yo también te quiero, hermano. —Se levantó y me dio un gran abrazo de oso
antes de retroceder—. Y ahora, si me disculpas. Quiero ir a buscar a Lucky y contarle
todo. —Se rió mientras negaba con la cabeza—. No puedo creer que me haya convertido
en este hombre.
Me reí también en acuerdo con él. —No puedo creerlo tampoco.
Traducido por Evarg7 & Traducido por Mais020291 Corregido por Michelle♡
—Quiero ir a Aruba. —Se sentó a la mesa y me miró con cara exigente.
—No puedo irme de Palm Bonita. —Suspiré, irritado por volver a tener esta
conversación.
—Quiero irme de vacaciones. Esta mierda es aburrida. —Me miró enfadada—. Nadie
en Aruba te conocerá ni le importará quién eres.
—Lo siento, pero no puedo ir.
—¿De qué me sirves?
—Pensé que te gustaba mi compañía. —Me aparté de ella incapaz de mirarla. No
estaba seguro de en quién se estaba convirtiendo ella, o quizá sólo no había sabido quién
realmente era cuando empezamos a salir.
—Noah, no es que no me guste tu compañía. Es que me gustaría más si fuéramos a
Aruba. —Continuó pintándose las uñas y las sostuvo delante de mí—. ¿Qué piensas? —Miré
a la pintura de uñas rojo intenso de sus uñas pensé que el color era apropiado. Sus dedos
parecían haber sido hundidas en sangre y, en verdad, así era como empezaba a pensar de
ella. Era una chupasangre, sólo interesada en sus propias necesidades. El hecho era que ya
la habría dejado si no hubiera otras cosas que considerar, otras circunstancias que lo
dificultaban. Era difícil para mí apartarme de ella cuando sabía que posiblemente estaría
poniendo en peligro a alguien más.
—Luce bien. —Fingí una sonrisa y me alejé—. Si quieres ser una prostituta o una
vampira —dije en voz baja.
—¿Qué fue eso? —Su voz era estridente y la miré con una cara inexpresiva.
—¿Qué es qué?
—¿Qué acabas de decir? —Sus ojos se entrecerraron al mirarme fríamente y casi me
estremecí al mirarla. No había felicidad ni alegría en su espíritu. Parecía rota. Rota y
distante.
—Nada, sólo que desearía poder llevarte a Aruba.
—Lo que sea. —Se pasó el pelo sobre sus hombros—. Pensaré en algo yo misma o con
la ayuda de alguien más.
—¿A qué te refieres? —Fruncí el ceño—. No vas a robar otra vez.
—Actúas como si fuera algo malo. —Se puso de pie y caminó hacia mí—. Actúas como
si no me hubieras dejado sola en la casa de ese extraño después de que robásemos la bolsa.
—Nosotros no robamos nada. —Tomé un paso para alejarme de ella, sintiendo mí
temperatura corporal elevarse. Era cada vez más difícil para mí disfrazar mis
sentimientos.
—Nadie creería que no estabas conmigo dentro. ¿No estabas en la casa conmigo? —
Se rió malévolamente y pasó su dedo índice por todo mi frente hasta mi ingle, que se quedó
sin moverse. Levantó la mirada con un mohín—. Hubo un día en que todo lo que tenía que
hacer era tocarte y te llamaría la atención.
—No estoy de humor. —Aparté la mirada de ella.
—¿Ya no me encuentras atractiva? —Su tono cambió a uno de pena y dolor, y la miré.
Parecía distraída, pero no estaba seguro de si era porque estaba genuinamente triste
porque yo me estaba alejando o sólo porque sus tretas femeninas no funcionarían.
—Eres hermosa. —La miré fijamente y respondí con honestidad.
—No quería ser así, ¿sabes? —Sus ojos estaban abiertos y tenían un toque de
desolación—. Es sólo que he pasado por mucho en mi vida. Cada día sencillamente me
pongo en modo supervivencia. Sólo estoy tratando de arreglármelas. Sólo quiero ser libre.
—Las lágrimas se derramaban de sus ojos—. Sólo quiero salir de aquí y ser libre.
—Sé que sí. —Sujeté su mano y la apreté con compasión, y por un momento
estábamos otra vez unidos en nuestra tristeza.
—Espero que hoy no haya estado demasiado lleno de bombones. —Hice una mueca
mientras entraba en el coche con Robin—. Apuesto a que estás deseando no haber
venido a la casa de los Johnsons hoy.
—En absoluto. —Se rió—. Aunque ha sido uno de esos días del tipo Los días de
nuestras vidas.
—Hay mucha información familiar para que te enteres de una sola vez. —No pude
evitar reírme mientras salíamos del camino de entrada de la casa de los Johnsons—. No
me sorprendería si nunca quisieras volver a verme.
—Si eso es todo lo que tienes, entonces tu vida no es nada comparada con la mía. —
Me sonrió abiertamente, pero vi un matiz de verdad y tristeza en sus ojos—. Pero, sólo
por dejar las cosas claras: no, no quiero no volver a verte. En realidad estoy contenta de
que Zane y Lucky intervinieran.
—Yo también. —Me volví a reír—. Aunque no les digas eso. No quiero que piensen
que pueden intentar dictar mi vida, pero definitivamente me ayudaron aquí.
Especialmente, después de la otra noche.
—¿Qué pasó entonces? —Me miró con curiosidad.
—No estoy seguro. —La miré—. Tuve el presentimiento de que ninguno de los dos
estamos listos para estar en cierto lugar.
—Sí, quizá. —Se sentó con la espalda apoyada en el respaldo y miró por la ventana—
. Supongo que ambos estamos tratando de no hundirnos.
—¿Te gustaría ir a ver una película conmigo? —dije rápidamente antes de que
pudiera pensarlo mucho—. También puedo llevarte a casa si lo prefieres.
—¿Qué hay de tu hermano? ¿No quieres estar con él?
—Creo que él prefiere estar con Lucky ahora mismo. —Le sonreí, feliz de ver que
era la clase de mujer que pensaba en otros antes que en sí misma—. Estoy seguro de
que hablaremos más mañana. Una vez que tenga tiempo de superar el shock inicial,
estoy seguro de que tendrá muchas más preguntas.
—Fue valiente por tu parte decírselo en la casa de los Johnsons. —Su voz era ligera y
no estaba juzgando, lo que aprecié—. ¿No temías que él perdiera el control y que se
descargue contigo?
—Sí. —Me reí—. Pero Sidney es como mi familia. Sabe prácticamente todo. Es el
que me ayudó a encontrar a un detective privado. Es el que ha estado fastidiándome para
que se lo diga a Zane. Sé que suena loco, pero siempre supe que quería a Sidney
alrededor cuando se lo dijera a Zane. Es como mi sistema de apoyo. ¿Te sueno como un
total rarito ahora mismo?
—No, por supuesto que no. —Se estiró y apretó mi brazo—. Él parece muy
agradable y también su esposa. Antes de que tú y Lucky llegaran. Estaba hablando con
ellos y mostraron real interés, genuino, en mí. Fue como si supieran exactamente qué
decir para hacerme sentir mejor.
—Es un don que tienen. —Le sonreí cálidamente, contento de que se hayan
gustado—. Es como si pudieran mirar en tu alma y las preocupaciones que tienes y te
tranquilizan con sus palabras y cuidados.
—Sí. —Asentí—. Cuando Sidney me habla, siento que subiera de dónde vengo y
cuáles eran mis sueños y obstáculos. Fue raro. —Su voz se hizo más baja—. Es difícil
conocer gente a quienes les importas tan genuinamente. Quienes quieren saber tu
historia, en vez de sólo hablar de ellos mismos.
—Sí, sí, eso es.
—¿Y estabas en protección de testigos? —Cambió de tema—. ¿Cómo no supe eso?
Es una locura.
—Técnicamente no estaba en protección de testigos. —Me reí—. Pero sí, estaba
ayudando al FBI y a la DEA con un caso y tuve que desaparecer.
—Está bien, retiro mi comentario anterior. Tu vida no es como Los días de nuestras
vidas, es más como Misión imposible.
—No tan así. Todo lo que tenía que hacer era esconderme en un pueblito de Florida.
Fue Zane quien, en verdad, llegó al fondo del caso.
—Aunque debió haber sido difícil dejar tu familia.
—Fue una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mi vida. —Me
encontré a mí mismo conduciendo de vuelta hasta la casa de Zane en lugar de hasta el
cine—. El día en que me di cuenta de que había fingido mi propia muerte y que mi
hermano creía que estaba muerto, es todavía irreal para mí.
—¿Qué hizo que siguieras con eso?
—El agente que estaba a cargo del caso me dijo que, a menos que obedeciera,
probablemente vendrían por mí y por mi familia, lo que, honestamente, dudaba. Pero
luego dijo: «Piensa en todas las otras vidas inocentes que podrías haber salvado. Las
vidas que se vieron metidas en el fuego cruzado. Eran traficantes, no les importaba a
quién hacían daño». Y ahí fue cuando sabía que tenía que hacerlo. El Agente Especial
Waldron me había mostrado fotografías de muchas de las personas que ellos creían
habían sido asesinadas por el cártel y eran más de veinte niños. No quería que se
añadan nuevas caras a esa pila.
—Guau. —Los ojos de Robin se abrieron más—. Eres realmente altruista. Ahora me
haces sentir mal por descargarme contra ti dos veces.
—Sólo hice lo que cualquiera con consciencia hubiera hecho. —Me encogí de
hombros—. Y estoy bastante seguro de que te descargarás conmigo otra vez, en algún
momento. Puedo ser irritante, pregúntale a Zane. —Me reí.
—¿A dónde vamos? —Miró por la ventana mientras se reía.
—Imaginé que podríamos mirar una película —Me detuve—, pero en casa, si no es
demasiado presuntuoso. No respondiste antes y pensé que estoy podría ser agradable.
Podemos relajarnos, reírnos un poco y estas cómodos.
—Me suena bien. —Me sonrió ampliamente—. ¿Estás seguro de que no
molestaremos a Zane ni a Lucky?
—Bueno, aquí está la otra parte. —Le hice un mohín—. Esperaba que pudiéramos
verla en mi habitación. Sé lo que estás pensando, pero no es porque quiero dormir
contigo. Tengo una cama tamaño king así que ni siquiera nos tocaremos. Sólo pensé que
nos daría un poco más de intimidad si ya están en casa, o si vienen a casa mientras la
estamos mirando.
—No te preocupes, Noah. —Se rió por lo bajo—. Entiendo.
—Fiu. —Entré en el camino de entrada—. No quería que pensaras que éste era otro
movimiento seductor. Y que todo lo que quería de ti era una noche de sexo caliente.
—No me recuerdes esa última conversación —gimió ella—. Me sorprende que no
creas que soy bipolar.
—¿No lo eres? —Fingí sorpresa y me golpeó el hombro antes de que ambos
saliéramos del coche.
—Gracioso. —Se rió—. Aunque supongo que lo merecía.
—Entremos. —Camino hacia su lado del coche y le agarro la mano. Cuando nos
tocamos, sentí otra sacudida pasar por mí y sonreí para mis adentros sabiendo que la
conexión que había visto previamente todavía estaba ahí.
—¿Y vas a contarme más sobre tu tiempo en Florida? ¿A dónde fuiste? —Robin
levantó la mirada hacia mí con una cara feliz y sentí mi corazón empezar a golpetear.
¿Cómo podía decirle todo lo que había pasado en Palm Bonita? Era todo tan complicado y
descorazonador. No quería que cargase con toda esa información. No el mismo día que
averiguaba todo sobre el drama de mi familia. Casi parecía demasiado. No quería
perderla justo cuando estaba logrando conocerla por una sobredosis de información. No
cuando finalmente estaba logrando un nuevo comienzo con ella. Además, no sabía cómo
contarle lo de Skylar. No sabía si lo entendería.
—No hay mucho que decir —dije tranquilamente—. Me quedé en un pueblito
llamado Palm Bonita y básicamente me senté por ahí y esperé hasta que fui capaz de
volver a casa.
—Oh, eso apesta. —Le dio a mi abrazo un apretón—. Debió haber sido muy
aburrido. ¿Hiciste amigos?
—No realmente. —Negué con la cabeza—. Estaba solo la mayoría del tiempo.
—Aww, eso es horrible. ¿Cómo era la gente? ¿Te preguntaron de dónde venías? —
Sus ojos están entusiasmados—. Apuesto a que estaban todos curiosos por quién eras.
—En verdad, no. —Lo que era verdad. La gente en Palm Bonita no hacía preguntas
porque tampoco querían que nadie se las haga.
—¿Y qué hiciste? —Parecía confundida—. ¿Sólo sentarte y mirar la TV?
—Miré mucho la TV —Asentí—. No mucho más. De verdad que no tenía amigos, así
que estaba solo bastante tiempo.
—¿Y… —Se detuvo—, ninguna dama especial? —Sus ojos miraban a los míos
inquisitivamente, y mi estómago se removió.
—No verdaderamente —mentí, sintiéndome horrible mientras lo hacía. Pero sabía
que Robin no quería saber sobre mi relación en Palm Bonita. No quería oír sobre todos
los lugares en que habíamos tenido sexo y cómo me perdí a mí mismo en la relación
porque me enamoré.
—Oh, guau —Se rió—. Lamento las veinte preguntas.
—Está bien. ¿Qué hay de ti? ¿Cuándo fue tu última cita? —le pregunté, honestamente
queriendo saber la respuesta, pero también queriendo apartar el foco de la conversación
de mí.
—Justo antes de mudarme a Los Ángeles —Me sonrió débilmente—. ¿Qué película
vamos a mirar? —Se apartó de mí y miró a algunas de los cuadros que Zane tenía
colgadas en la pared—. Éstas son geniales.
—Sí. —Asentí—. Fueron pintadas por niños con cáncer.
—Oh, eso es triste.
—El cáncer es una enfermedad horrible —coincidí—. Zane hace todo lo que puede
para apoyar la investigación del cáncer. Dona mucho dinero a diferentes hospitales. —
Me detuve—. Pero, honestamente, creo que la mejor parte es que va y visita a los niños y
les habla y juega con ellos, y apoya sus visiones de futuro.
—Guau, eso es asombroso.
—Sí. Él es bastante genial. —Asentí y me sentí cálido por dentro cuando me di
cuenta una vez más de lo bendecido que era por tenerlo como hermano.
—¿Quieres algo de comer o beber antes de que subamos?
—¿Tienes vino? —Se rió—. ¿O chocolate?
—Creo que tenemos ambos. Y fresas, si quieres un poco.
—Eso suena delicioso. —Me siguió a la cocina y le tendí dos copas de vino y una caja
de Quality Street que encontré en la alacena. Zane tenía una adicción a los chocolates
ingleses y siempre ordenaba cajas al por mayor. Agarré una botella de vino, un
sacacorchos y algunas fresas del refrigerador.
—Está bien, todo listo. Démonos un banquete. —Robin me siguió escalera arriba,
entramos a mi habitación y pusimos todos los bienes en la mesita de noche junto a mi
cama—. Siéntete libre de quitarte los zapatos y relajarte. —Le sonrío cuando ella sólo se
queda ahí de pie. Me sonríe, se quita los zapatos y se quita su suéter. Me quedo ahí,
mirando su torso mientras endereza su ropa, e intentó evitar mirar fijamente sus
pechos cuando me hacen señas para que me acerque desde su fino top.
—Supongo que nos sentaremos en la cama también. —Me sonrió irónicamente
mientras se sentaba en la cama y se apoyaba en el cabezal.
—Sí, pareces cómoda. —Abro la botella de vino y la miro mientras se recuesta.
—Es una cama cómoda. —Me sonríe—. He echado de menos estar en una cama
cómoda.
—Siéntete libre de dormir en la mía cada vez que te apetezca. —Gemí tan pronto
como me di cuenta de lo que dije—. Y me refiero a dormir, nada de sexo ni nada.
—Vas a hacerme pensar que me salieron verrugas o algo —Se rió cohibida—. Me
sigues diciendo que no estás interesado en dormir conmigo.
—Oh, no pienses eso. Me encantaría dormir contigo —Me detuve—. Quiero decir,
cuando estés lista. Cuando el momento sea el adecuado. No tengo que dormir contigo
pronto.
—De acuerdo —Palmeó el lugar junto a ella en la cama—. Lo agradezco. Bien,
¿dónde está mi vino y chocolate?
—Un poco mandona, ¿eh? —Me reí y le tendí una copa antes de sentarme junto a
ella y abrir la caja de chocolates—. Aquí vamos.
—Oh, nunca he probado éstos antes. ¿Son ricos?
—¿Son ricos? ¿Es una broma? —La miré con ojos muy abiertos—. Bueno, Quality
Street son los mejores chocolates del mundo.
—En el mundo, ¿eh? —Se inclinó hacia mí y pude ver sus pupilas dilatarse cuando
nuestros muslos se tocaron.
—Sí, los mejores en el mundo. —Metí la mano en la caja y saqué un envoltorio
rosa—. Prueba éste primero, es mi favorito.
—¿Qué es?
—Dulce de leche cubierto con una fina capa de chocolate con leche.
—Oh, Dios, eso sueña divino.
—Lo es. —Abrí el envoltorio y le di un mordisquito—. Lo siento, no pude resistirme.
—Sonrió ampliamente mientras masticaba el dulce en mi boca—. Aquí tienes. —
Levanté mi mano hasta su boca y la alimenté con la otra mitad del chocolate. Abrió su
boca y comió el chocolate lentamente, con sus ojos ligeros mientras disfrutaba del dulce.
—Ése estaba rico. —Asintió—. Muy rico.
—¿A si? —Me incliné hacia ella y lamí una sobra de chocolate que estaba en su labio
inferior—. Me gusta más cómo sabe en ti. —Tiré de su labio inferior y ella gimió antes de
acercase más a mí y aplastar sus labios con los míos. Su lengua se metió en mi boca y la
lamí, disfrutando del sabor a chocolate en su boca. La besé con fuerza y se alejó de mí
rápidamente. Retrocedí veloz, preocupado por haberla cagado otra vez, pero absorbió
rápidamente mis miedos.
—Copa de vino todavía en mi mano —jadeó y puso la copa en mi mesita de noche.
—Ups. —Me reí cuando me di cuenta de que yo también sostenía mi copa de vino y
un poco de él se había derramado en la cama. Me incliné y puse mi copa junto a la de ella
y luego me recosté otra vez—. ¿Miramos la película ahora?
—Claro. —Asintió y se recostó junto a mí. Su cuerpo estaba alineado directamente
junto al mío, y nuestros costados se estaban tocando enteramente. Podía ver su pecho
subir y bajar, y también podía ver la parte baja de su estómago porque su top se había
subido un poquito. Me tomó todo mi autocontrol no estirar mi mano para acariciar su
estómago y luego sus pechos.
—¿Qué películas te gustan? —pregunté con desinterés, tratando de calmarme.
—Honestamente, me encantan los thrillers. —Se giró sobre su lado para estar frente
a mí—. Sé que la mayoría de los hombres esperan que a todas las mujeres les gusten la
de romance, pero me encantan los thrillers.
—Lo thrillers son geniales. ¿Cuál es tu favorita?
—Primal Fear —respondió enseguida—. Me encantan Richard Gere y Edward
Norton, y creo que ambos están geniales en esa película.
—Creo que la recuerdo vagamente. —Me reí.
—Es genial. Tienes que mirara.
—Supongo que podríamos mirarla ahora. Veré si está en Netflix.
—No. —Sacudió su cabeza—. No lo creo.
—¿Oh? ¿Por qué no? —pregunté sorprendido.
—Bueno, cuando lo veas, quiero que lo veas completo. —Rió.
—¿Eh? —Estaba confundido.
—No creo que lleguemos al final de la película. —Corrió sus dedos por mi pecho—. Y
no quiero que te pierdas el final. Es una muy buena peli.
—Oh. —Mi corazón hizo un ruido ante sus palabras, y sentí crecer mi erección
mientras sus dedos continuaban su largo camino hacia la parte alta de mi torso.
—¿A menos que, por supuesto, creas que seas capaz de ver toda la película?
—No puedo decir que pueda lograrlo —respondí honestamente, trazando la línea
alrededor de su ombligo. Ella se estremeció ligeramente ante mi toque y coloqué mi
mano debajo de su top, acariciando su estómago antes de hacer mi camino hacia su
sostén. Observé cuidadosamente su rostro para asegurarme de que no estaba incómoda
con todo lo que estaba sucediendo. Me sonrió y se acercó a mí, antes de mover su mano
debajo de mi camisa y acariciar el vello de mi pecho.
—Es muy suave —exhaló y luego jadeó mientras mis dedos acunaban su seno
derecho sobre su sostén.
—Gracias. —Me incliné y la besé de nuevo. Se apartó de mí ligeramente,
deteniéndose por un momento, y luego se quitó su top. Miré fijamente su hermoso
cuerpo y luego me quité la camisa. Ambos nos quedamos ahí sentados por unos
momentos, mirándonos, y luego deslicé una de sus tiras del sostén. Ella se recostó ahí,
sin emoción, y me observó deslizar la otra tira del sostén. Luego me coloqué detrás de
ella y abrí el broche; el sostén cayó en la cama. Era incapaz de mantener mis manos lejos
de ella, así que me estiré y sacudí sus senos en mi mano, moldeándolos a mi palma antes
de suavemente apretar sus pezones. Cerró sus ojos y un suave gemido escapó de su boca
mientras jugaba con sus duros pezones. Tomé su pezón izquierdo en mi boca y lo chupé
mientras mi mano derecha jugaba con su otro pezón.
—Oh, Noah —jadeó mientras mis dientes la lamían. Yacía plana en la cama y abrió
ligeramente sus piernas.
—¿Sí, señora? —Le sonreí travieso y besé el valle entre sus senos antes de dejar que
mi lengua explore la línea que llevaba a su ombligo. Hice mi camino con besos hacia lo
alto de sus pantalones antes de detenerme y alzar la mirada hacia ella para asegurarme
de que estaba bien que proceda.
—Supongo que no vamos a empezar pronto la película. —Me dio una tímida sonrisa
y meneó su parte baja en la cama. Lo tomé como una señal para seguir y lentamente
desabroché sus pantalones y los deslicé por sus piernas. Estaba usando ropa interior de
encaje negro; bajé mis labios hacia su tobillo, subiendo con besos por su pierna y luego
hacia el muslo interno. Expandió sus piernas y yo continué besando su muslo interno
hasta que mis labios estuvieron al centro de ella. Se retorció debajo de mí y chupé su
clítoris a través de su ropa interior. Pude oler y probar su lujuria desenfrenada, y me hizo
sentir lujurioso con poder y más caliente que nunca. Seguí besando hacia lo alto de sus
bragas y empecé a retirarlas con mis dientes. Ella alzó la parte baja de su cuerpo para
facilitarme la tarea y terminé usando mis manos porque estaba muy impaciente como
para esperar más tiempo. Antes de que ella supiera qué estaba sucediendo, mi boca
estaba de vuelta en mitad de su feminidad y la exploré ansioso con mi lengua antes de
chupar su palpitante clítoris. Se retorció debajo de mí mientras se mojaba y sentí su
orgasmo apenas deslicé mi lengua dentro de ella.
—¡Oh, Noah! —gritó mientras mi lengua se deslizaba adentro y afuera de ella, sentí
sus manos en mi cabello, empujando mi rostro cerca de su sexo así podía sentirme más
dentro. La lamí ansioso y con pasión, disfrutando de la sensación de ella retorciéndose
contra mi rostro. Podía sentir mi erección empujar contra mis pantalones casi
incómodamente y estaba ansioso por liberarme pronto.
—Sí, Robin. —Sonreí mientras volvía a besarla en los labios. Ella envolvió sus
piernas alrededor de mí mientras la besaba apasionadamente, dejándola probar sus
propios jugos. Desabotonó mis pantalones, me alcé para quitármelos junto con mi bóxer,
rápidamente. Ella jadeó mientras miró fijamente mi erección, dura y orgullosa,
sobresaliente ante ella. Estaba orgulloso de mi pene y me recosté en la cama a su lado,
dejando que mi dureza rosara rudamente contra su muslo interno y cerca de su abertura.
Rodó sobre mí así quedó recostada encima de mí. Se posicionó sobre mi dureza y
empezó a moverse adelante y hacia atrás sin dejar que entre dentro de ella. Gruñí
mientras jugaba conmigo y la empujé hacia abajo así podía jugar con sus senos
mientras ella me atormentaba. Nuestros ojos se conectaron y busqué sus manos así cada
parte de nuestro cuerpo estaba conectado mientras bromeábamos entre nosotros. Gruñí
cuando empezó a moverse de atrás hacia adelante en mí con más fuerza, y más fuerza, y
agarré sus caderas para que se detuviera. Sabía que no sería capaz de detenerme de
entrar en ella si continuaba con esta rutina.
—Detente —gruñí mientras la alzaba de mí y saltaba fuera de la cama. Caminé hacia
mi billetera y la abrí, rezando que aún tuviera un par de condones ahí. Casi me desmayo
de alivio cuando vi dos paquetes y los cogí rápidamente. Lancé un paquete en la mesa de
noche y regresé a la cama con el otro. Robin me observaba con un velo de deseo
nublando sus ojos y rápidamente abrí el paquete y me coloqué el condón. —¿Estás
segura? —Me posicioné sobre ella, no queriendo seguir a menos de que ella estuviera
lista.
—No lo sé. —Se mordió el labio y alzó la mirada hacia mí con una expresión
confundida—. Quiero, pero parece muy pronto.
Intenté no gruñir mientras colapsaba en la cama a su lado y le daba una sonrisa
suave. —Está bien. Podemos ir a tu tiempo. Como dije antes, esto no se trata de sexo
para mí.
—Lo sé. Eres un dulce. —Se volteó para observarme e intenté lo más que pude para
mantener mis ojos en su rostro y no en su cuerpo desnudo.
—¿Por qué? Gracias. —Aparté su cabello lejos de sus ojos—. Tienes ojos hermosos,
¿lo sabías? Cambian de verde a marrón, y de marrón a verde, y me cazan cada vez que los
veo.
—Algunas personas lo llaman color avellana.
—Oh, pero no sólo son avellana. Son más fascinantes que solo avellana regular. —
Mis dedos trazaron sus labios y sostuvo su aliento mientras clavé mi dedo en su boca.
Lentamente lo succionó y gruñí mientras sentí que mi pene se ponía duro de nuevo.
Quité mi dedo de su boca lentamente y me recosté de nuevo, cerrando los ojos. —Lo
siento —murmuré—. Necesitamos detenernos por un momento o voy a explotar.
—¿Pequeño Noah, quieres decir? —Rió y sentí sus senos sobre mi pecho mientras
se inclinaba sobre mí.
—¿A quién llamas pequeño? —gruñí y abrí mis ojos, la empujé contra su espalda—.
Quiero que sepas que el Noah grande está listo para jugar.
—Pero lo puse en tiempo de espera. —Se rió de mí y sostuve sus manos en alto por
su cabeza. Bajé la mirada hacia ella, y mi corazón se detuvo en mi garganta mientras vi
total inocencia y confianza en sus ojos.
—Nadie pone al Gran Noah en la esquina—. Le guiñé el ojo y ella gruñó.
—Por favor, dime que no estás citando mal a Dirty Dancing9.
—¿O qué? —Solté sus muñecas y moví mis manos por sus senos, dejando que mis
dedos rocen gentilmente sus pezones mientras los apretaba.
9 Baile Caliente en español, es una película de género romántico con números de baile estrenada en 1987.
—O nada. —Exhaló ante mí y se retorció. Luego se alzó y me empujó debajo de ella,
así mi cuerpo estuvo presionado firmemente contra el de ella—. Cógeme, Noah.
—¿Estás segura? —Miré en sus ojos para asegurarme que no estaba diciendo las
palabras solo por presión.
—Nunca he estado más segura de algo en mi vida. —Rió, cogiendo mi pene y
posicionándose entre mis piernas.
—No quiero que pienses que todo se trata de sexo. —Empujé la punta de mi pene en
su abertura y me detuve. —¿Estás segura?
—Oh, caramba, Noah. Sólo hazlo —gimió y empujó mi parte baja, apretando sus
piernas alrededor de mi cintura así mi pene se hundía en ella. Ambos jadeamos mientras
me deslicé dentro de ella, y un destello de electricidad pasó sobre nosotros. Me moví
lentamente al principio, amando la sensación de ella apretada a mí. Se sentía caliente y
apretada. Tuve que controlarme de no venirme muy rápido. Robin sacudió su cadera
debajo de mí e incrementé mi velocidad, golpeando dentro y fuera de ella tan rápido que
podía sentir mis bolas balanceándose contra ella con cada embestida.
—Tócame —gimió mientras me movía dentro y fuera. Sus ojos estaban brillantes
con deseo—. Necesito que me toques al mismo tiempo. Por favor —gruñó y me di
cuenta que quería que acaricie su clítoris mientras embestía dentro y fuera. Ajusté mi
posición así sus piernas estaban sobre mis hombros y me las ingenié para
manualmente estimularla con mi pulgar mientras mi pene se hundía dentro de ella.
—¡Oh, sí. Oh, mi Dios, sí! —gritó y cerró sus ojos mientras sentí formarse mi clímax
y acaricié su clítoris con más fuerza así podía asegurarme que no me venía antes que
ella. —¡Oh, Noah! —gritó en voz alta y sus ojos se abrieron mientras entró en clímax. Su
cuerpo se meneó contra mí y contra las sábanas, sus senos se balancearon arriba y
abajo mientras giraba contra mí. Gritó mientras se venía y me hundí en ella con más
fuerza dos veces más antes de explotar dentro. Nos miramos mientras nos veníamos
juntos y colapsé encima de ella, mi pene aún dentro mientras ambos terminábamos al
mismo tiempo. Le di un largo beso duro y rodé a mi lado. Rápidamente me quité el
condón y lo boté en el basurero al otro lado de la cama.
—Eres increíble. —Me incliné y empujé a Robin en mis brazos—. Eso fue increíble.
—Gracia. —Alzó su mirada hacia mí, con aprensión—. No sé qué decir. Nunca había
tenido un orgasmo como ese.
—¿En serio? —Sonreí, feliz ante su admisión.
—En serio. —Rió—. Creo que me hubiera venido incluso si no acariciabas mi
clítoris.
—¿Necesitas ser tocada para venirte? —Incliné mi cabeza hacia un lado y corrí mis
dedos por su estómago, hacia su vagina.
—Sí. Bueno, nunca me he venido sin estimulación manual.
—Oh. Eso es penoso. —Llegué hasta abajo y acaricié su clítoris, ella gimió.
—Oh, no —chilló y apretó sus piernas contra mi mano—. No estoy segura que
pueda soportar otro orgasmo pronto.
—¿Oh? —Reí y deslicé un dedo dentro de ella—. ¿Estás segura?
—Noah. —Cerró sus ojos—. Eres malvado, ¿lo sabías?
—No. —Removí mi dedo y la observé mirándome con sus ojos abiertos mientras lo
ponía en mi boca y lo chupaba—. Sabes delicioso.
—No puedo creer que ya estás poniéndote duro. —Miró hacia mi pene, que ya
estaba poniéndose rígido de nuevo, colocó sus dedos alrededor del tallo—. No esperaba
que fueras tan dotado.
—¿Fui muy grande para ti? —Alcé una ceja y ella rió.
—No. —Sacudió su cabeza—. Se sintió perfectamente bien.
—Sí, lo fue —gruñí mientras sentí sus dedos moverme arriba y abajo por mi
longitud—. No empieces algo que no vas a poder continuar.
—¿O —se detuvo y rodó sobre su espalda—, qué?
—No vas a dejarme aquí así, ¿verdad? —gruñí—. El Gran Noah está listo para jugar
de nuevo.
—Bueno, pequeño Robin necesita un descanso más largo. —Rió.
—¿Qué tal una puerta trasera, Robin?
—¿Puerta trasera? —Me miró confundida y luego sacudió su cabeza ante mí—. ¿En
serio?
—¿Alguna vez lo has hecho? —Le sonreí—. No deberías golpear lo que no sabes.
—De hecho, lo intenté una vez. Y no fui una gran fan de ello.
—Probablemente él no sabía qué estaba haciendo.
—¿Y tú sí?
—Te acabo de dar el mejor orgasmo de tu vida, ¿verdad?
—Nunca dije eso. —Se sonrojó y reí mientras mordisqueaba su pezón, al mismo
tiempo que dejaba que mis dedos jueguen con su otro pezón.
—Creo que lo dijiste. —Le hice una mueca—. Pero está bien, ese también fue más o
menos el mejor orgasmo que tuve.
—¿En serio? —Se vio sorprendida—. ¿Y a qué te refieres con más o menos?
—Bueno, solo he tenido un orgasmo una sola vez, así que no estoy seguro. —Reí
mientras ella me empujaba contra mi espalda y rodaba para colocarse encima de mí.
—Bueno, supongo que debo probártelo. —Bajó la mirada hacia mí con ojos
brillantes, y reí mientras trazaba sus senos a lo largo de mi rostro, permitiendo que sus
pezones rocen contra mis labios. Intenté capturar uno en mi boca, pero ella se apartó
rápidamente.
—Oh, no lo harás. Ahora estoy en control. —Se sentó y cambió de posiciones así se
sentó a horcajadas de mí.
—Me gusta una mujer que esté a cargo.
—¿De verdad? —Trazó sus dedos a lo largo de mis pezones y los apretó con fuerza
antes de moverlos por lo bajo de mi estómago.
—Sí. —Reí y me recosté, feliz de permitirle llevarme en su viaje sexual.
—Bien. —Se movió hacia adelante y luego se movió hacia atrás rápidamente, y
antes qué sepa qué estaba sucediendo, sentí mi pene deslizándose dentro de ella.
—Oh. —Me estiré sobre la mesa de noche para coger el otro condón, pero ella
sacudió su cabeza.
—Está bien. Estoy tomando píldoras. —Lentamente se movió hacia atrás y adelante
en mí, y la sensación de su piel desnuda contra la mía me hizo ponerme duro con mayor
rapidez—. Quiero sentirte todo de ti dentro de mí.
—Mierda. —Mi cuerpo se tensó mientras se balanceaba arriba y abajo en mí y
meneaba sus caderas adelante y atrás. Se estaba moviendo tan rápido que me estaba
deslizando adentro y afuera de ella sin esfuerzo. Podía sentir cada sensación incluso más
profunda mientras se movía arriba y abajo. Sentí mi pene insertarse tan profundo dentro
de ella que casi sentí que se estaba volviendo parte de mí. Sabía que también estaba
golpeando el lugar correcto porque ella había cerrado sus ojos y estaba gimiendo
mientras incrementaba la velocidad. Su cabello estaba volando por todos lados y sus
senos estaban balanceándose arriba y abajo con abandono, mientras me cabalgaba. Me
levanté y apreté sus pezones mientras me cabalgaba y sentí su clímax unos segundos
después. Esta vez ella incrementó la velocidad, me encontré a mí mismo en el clímax
dentro de ella unos segundos después. Colapsó arriba de mí y cogí su rostro y la besé
duro.
—Probaste tu punto —murmuré contra sus labios—. Ese fue el mejor orgasmo de
mi vida.
—También probaste tu punto —susurró contra mis labios—. Ese fue el primer
orgasmo con solo penetración.
—Hay muchos más por venir. —Aparté su cabello lejos de su rostro y la miré
fijamente—. Eres tan hermosa, Robin.
—Tú tampoco estás mal. —Rodó sobre su lado y sonrió—. Ahora si estoy lista para
ver esa película.
—Estoy listo para una siesta rápida—. Reí y ella sacudió su cabeza.
—Típico hombre.
—Conocernos es amarnos —repliqué rápidamente y reí mientras ella me sacó la
lengua. Salté fuera de la cama, cogí el control remoto y se lo lancé—. Aquí tienes. Siéntete
libre de escoger un canal. Voy al baño. Ya regreso.
—De acuerdo. —Sonrió y se mordió el labio.
—¿Todo bien?
—¿Tienes alguna camiseta que pueda usar? —Miró hacia su cuerpo desnudo—. Me
siento un poco incómoda recostada aquí desnuda.
—No me importa que te quedes desnuda. —Lamí mis labios y luego reí mientras ella
rodaba sus ojos—. Espera. —Caminé hacia el ropero, cogí una camiseta y se la lancé. La
atrapó y se la puso rápidamente.
—Gracias. —Sonrió. Me quedé sin aliento mientras me quedé mirando fijamente a
Robin y me daba cuenta de la camiseta que le había dado. Era la misma que había usado
todo el tiempo en Palm Bonita. Era la misma camiseta que ella había utilizado después de
que habíamos hecho el amor. Sentí mi corazón golpear mientras me daba cuenta que
ahora estaba pensando en ella mientras estaba con Robin. Y ni siquiera le había contado
a Robin de ella. Cerré mis ojos brevemente, no queriendo pensar en ella en este
momento. Este era un comienzo especial para Robin y yo. No quería que el pasado nos
arruine. Tenía que vivir el presente ahora. Tenía un futuro real con Robin. No quería
estropearlo.
—¿Estás bien? —Robin me miró ansiosamente.
—Sí. —Asentí—. Lo siento, esa camiseta me recordó de mis tiempos en Palm Bonita.
—Oh. —Miró hacia el gráfico de una palmera solitaria y el texto “Ningún hombre
está solo en Palm Bonita”—. ¿Obtuviste esto mientras estuviste ahí?
—Sí. Un amigo me la dio. —Me volteé—. Ya regreso. Solo necesito ir al baño. — Me
apresuré hacia el baño y cerré la puerta, coloqué un poco de agua en mi rostro
sonrojado. —Idiota estúpido —murmuré para mí mismo—. ¿Por qué simplemente no le
dices que está usando la camiseta que te dio tu ex? ¿La misma camiseta que ella usaba
después que la cogías sin sentido?
—¿Estás bien, Noah? —Robin tocó la puerta del baño y me congelé. ¿Qué tanta bulla
había hecho?
—Sí, ya salgo—. Me lavé las manos y salí del baño. Observé el rostro preocupado de
Robin—. ¿Qué anda mal?
—Parece como si te hubieras puesto triste. —Alzó la mirada hacia mí con rostro
preocupado—. Supongo que tienes malos recuerdos de tu tiempo en Palm Bonita, ¿eh?
—Supongo —balbuceé, deseando cambiar de tema sin saber por qué.
—¿Cómo era? —Caminó de regreso a la cama conmigo y nos sentamos—. Entiendo
si no quieres hablar de ello, pero me encantaría escuchar más sobre eso.
—Era un pequeño pueblo. —Suspiré y me recosté en la cama—. Estaba lleno de
criminales. Un montón de gente mala.
—Caray, ¿qué tan malos eran?
—Muy malos. —Me encogí de hombros—. Asesinos, ladrones, evasores de
impuestos. Cualquiera que quería alejarse de la sociedad en general y no quería ser
encontrada en Palm Bonita.
—Eww, eso suena horrible. Ahora entiendo por qué tienes malos recuerdos del
lugar. ¿Había gente buena?
—Solo hubo una. —Empecé y mis ojos se alzaron ante el recuerdo de Skylar—. De
todos los que conocí, solo hubo una persona que era un ángel con un corazón de oro.
—¿Una chica? —El tono de Robin fue ligero, pero sus ojos me miraron con un
profundo interés.
—Sí. Era mi pequeña princesa. —Miré fijamente a Robin y suspiré—. Era una
hermosa luz en ese pueblo de oscuridad.
—No sabía que tuviste a alguien especial ahí.
—Lo siento. —Sacudí mi cabeza—. No quise hablar sobre esto. No es algo en lo que
me guste hablar.
—¿La extrañas? —El tono de Robin sonó celoso, y sentí que me llenó la
preocupación.
—No hablemos de ello. —Cogí sus manos—. Solo pensemos en nosotros. —La
empujé contra mi pecho y acaricié su cabeza, pero en todo lo que podía pensar era, “¿Y
si tengo éxito en traer a Skylar a Los Ángeles? ¿Qué le voy a decir a Robin?”
Traducido por 3lik@ Corregido por tamis11
¿Cuál es tu helado favorito? Skylar me sonrió mientras lamía su cono de helado
con impaciencia. Creo que el mío es chocolate, pero también me encanta el cheesecake
de fresa y menta con choco chispas. Ah, y de vainilla Ella se rió . Supongo que me
encantan muchos de ellos.
Creo que el mío sería el de ron con pasas. Sonreí a la alegría en sus ojos, y sentí
una oleada de felicidad en el interior. Fue una rara ocasión verla tan feliz.
¿Qué es ron con pasas?
No es un sabor popular Me reí Y no es lo que debes comer.
¿Por qué no? Ella frunció el ceño . Quiero probarlo
Tiene alto contenido de alcohol.
Me gusta el alcohol . Ella se lamió los labios y yo le negué con la cabeza, tratando
de ocultar la tristeza en mi mirada.
El alcohol es malo Agarré su mano . Ven, vamos a los bolos.
Nunca fui a los bolos antes Hizo una pausa para morder con los dientes una gran
porción de galleta de su cono . ¿Es difícil?
¿Nunca fuiste a los bolos antes? Olvidé ocultar mi sorpresa y la vi reaccionar a mi
declaración. Se veía un poco triste y preocupada y quería abofetearme a mí mismo por
hacerla sentir mal. No te preocupes, no es difícil y puedo enseñarte.
Deberías ser maestro. Ella me sonrió, feliz de nuevo.
No creo que sería un buen maestro. Tú eres la única a la que me gustaría
enseñar.
Eso es porque soy tu favorita ella asintió alegremente . Y tú eres el mío.
Me alegro de oír eso.
Eres mi persona más favorita de todos Los ojos de Skylar estaban muy abiertos
mientras me miraba con su bello inocente rostro . No quiero que te vayas.
No quiero irme, tampoco me mordí el labio y miré hacia otro lado, sin saber
cómo decirle que un día iba a tener que irme.
Prométeme que nunca me dejaras. Sus ojos estaban serios mientras decía las
palabras de manera tan simple.
No sé si puedo prometer eso Me detuve y la miré . Sabes que te quiero mucho,
pero no sé si pueda prometerte nunca marcharme.
Si te vas, tienes que llevarme contigo Ella tragó saliva y empezó a respirar
rápidamente . Tienes que hacerlo. Lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos y
rápidamente se volvieron húmedos . Tú no puedes dejarme aquí.
No hablemos de eso ahora, Skylar la atraje hacia mí y la abracé con fuerza.
No puedes dejarme, Noah. Por favor, no me dejes nunca. Prométemelo susurró
mientras la abrazaba y sentí que mi corazón se congela con el sonido de su voz al rogarme.
Quería decirle que nunca iba a irme, pero sabía que era una promesa que no podía
cumplir.
Te levantaste temprano Lucky entró en la cocina, mientras estaba haciendo
café. . ¿Te acostaste temprano?
En realidad no le sonreí y me giré hacia la cafetera francesa. Gemí cuando vi a
Zane entrar a la cocina detrás de ella. Él me miró de arriba abajo y frunció el ceño ante
mi cuerpo medio desnudo. Todo lo que llevaba puesto era un par de boxer y yo sabía que
no estaba contento de verme de esa forma en su cocina.
Buenos días, Noah. ¿Estabas caliente anoche? Zane me dio una mirada y yo
negué con la cabeza.
No, no en realidad.
¿Qué hiciste anoche? Lucky habló, obviamente sintiendo que Zane iba a
continuar para seguir con mi aparente pasiva agresividad.
Vimos una película sonreí, pensando en todo el sexo caliente, antes y después
de la película . ¿Qué hay de ustedes dos?
Zane y yo fuimos a Santa Mónica a una exposición de arte, y luego tuvimos una
cena en un nuevo lugar italiano y charlamos.
¿Estás bien? Miré a Zane buscando ver si todavía estaba molesto.
Estoy sorprendentemente bien Él me hizo un gesto tranquilizador . Y no te
preocupes, no estoy enojado contigo.
¿No lo estás? Lo miré con sorpresa y él se rió.
Sorprendido, ¿verdad? Él se encogió de hombros. —Entiendo por qué no
quieres decirme. No voy a reprochártelo. Lo más probable es que tampoco te lo hubiera
dicho.
Entonces, ¿seguimos siendo hermanos?
Trata de alejarte de mí se me acercó y me dio una palmada en el hombro . Y
por favor, pásame una taza de café.
Oh, lo siento, sólo hice lo suficiente para dos personas.
¿Cierto? Uno para mí y otro para ti. Lucky no puede tener cafeína en estos
momentos.
Bueno, en realidad la otra taza no es para ti.
¿Eh? Me miró con confusión . ¿Vas a beberte dos tazas de café?
No sacudí la cabeza y me mordí el labio . La otra taza de café es para...
Mi la voz de Robin se escuchó mientras entraba a la cocina luciendo sexy como
el infierno con tan sólo mi camisa . Buenos días a todos ella sonrió y me miró con
timidez.
Buenos días, preciosa me acerqué y le dio un gran beso. Ella envolvió sus
brazos alrededor de mí y me besó de vuelta, presionando su pecho contra el mío. Fue en
ese momento que me di cuenta de que estaba desnuda debajo de la camisa. Me di vuelta y
ambos Zane y Lucky me miraban con expresiones sorprendidos.
Hey, Robin se quedó la noche anterior les sonreí a ambos y vi como Zane
miraba el apreciado cuerpo de Robin.
Hey, ¿podemos tener una charla, Noah? Lucky medio sonrió y con medio ceño.
Siento no preguntar si podía tener un invitado le hice una mueca.
No seas tonto Lucky sacudió la cabeza . Esta es tu casa, puedes tener a quién
quieras.
Estamos seguros de que no importa Zane me sonrió y Lucky lo golpeó en el
brazo y lo miró. No estés celosa, cariño.
No estoy celosa, idiota Lucky se sonrojó y me sentí mal por no poder alejar de
ella inadvertidamente el monstro de los celos.
¿Podemos hablar después de haya tenido una ducha, Lucky? Me acerqué a ella y
le di un beso en la mejilla.
Sí ella me sonrió y negó con la cabeza antes de mirar a Robin . Es bueno
verte, Robin.
A ti también, Lucky Robin le devolvió la sonrisa y se acercó a mí . ¿El café está
listo? Estoy a punto de volver a dormir.
Bueno, si el café no te despierta. Sé algo que si lo hará.
¿En serio? Ronroneó.
En serio Me incliné hacia ella.
¿Y qué podría ser? Ella se inclinó hacia mí y sentí que mi cuerpo se calentaba.
Bueno, consistiría en...
Chicos, todavía están en la cocina Zane se aclaró la garganta y agarró el brazo de
Lucky . Aunque creo que Lucky y yo desayunaremos fuera.
Oh, lo siento. No tienen que hacer eso Robin se sonrojó y sacudió la cabeza .
Por favor no se vayan por mi culpa.
No hay problema. Le daré a Lucky un descanso de cocinar Zane frotó la espalda
de Lucky y ella se apoyó en el hueco de su brazo . Ustedes pueden venir también, si
quieren.
Eso suena muy bien Robin respondió al mismo tiempo que empecé a sacudir la
cabeza.
Bueno, creo que podemos ir dije de mala gana. Yo no quería salir de la casa.
Sólo quería volver a la cama y deleitarme con Robin un poco más.
Tú no quieres mantenerme en el dormitorio, ¿cierto, Noah? Robin levantó una
ceja y Lucky se rió.
Tú dile ella se rió.
Por supuesto que no besé a Robin de nuevo . Tenemos un montón de tiempo
para comer y luego volver a la habitación.
Noah tanto Robin y Lucky me miraban mientras Zane se reía.
No quise decir eso puse mis manos en alto. Estaba acorralado con esa
declaración.
¿En serio? Robin me miró con una sonrisa retorcida. No veo a nadie que te
saque de esquina.
Bueno, tu sabes me reí. Soy un chico, nos pasa todo el tiempo.
Por supuesto Robin se rió y se alejó de mí. Voy a ir a la ducha. Me encantaría ir
a desayunar. Tengo que ir a trabajar al mediodía.
Oh, no gemí. Yo quería pasar el día contigo.
Lo siento ella sonrió dulcemente. Tengo que ganar dinero, y ayer acepté
después de que Zane entrara en el restaurante la semana pasada diciendo que realmente
necesitaba venir a verte.
Me preguntaba cómo Zane lo resolvió ayer me reí. Me alegra oír que no fue
demasiado complicado.
Creo que me voy a la ducha también Lucky sonrió. ¿Subimos, Robin?
Vamos hagámoslo Robin se inclinó y me dio un beso largo y profundo antes de
salir de la cocina. La vi caminar hacia fuera y después me giré hacia Zane que me estaba
dando una mirada perpleja.
¿Qué es tan gracioso? Le rodé los ojos.
Te ves como si estuvieras enamorado.
¿Enamorado? ¿Quién dice eso? Me reí y bebí un poco de mi café mientras mi
corazón latía con fuerza.
Yo dije eso él se rió. Y confía en mí, reconozco a un enamorado cuando lo veo.
Zane, todo chico se ve enamorado después de una noche de buen sexo.
Eres un perro sucio él me guiñó un ojo—. Supongo que has estado en la
sequía, ¿eh?
Tuve sexo en Palm Bonita me reí y sacudí la cabeza. Sin embargo esta no es una
conversación que quiero tener.
Bueno, ambos sabemos que somos Beaumonts él se rió. Podemos echar un
polvo en cualquier lugar.
No se trata de sexo sacudí la cabeza y rodé los ojos. Y si Lucky te escuchara
ahora te mataría y luego te abandonaría.
¿Cuál es el punto de abandonarme si estoy muerto? Él se rió, pero luego sus
ojos se oscurecieron y se pusieron serios. Hablando en serio, espero que sepas lo que
estás haciendo. Sexo es genial, pero Robin parece que ella no es el tipo de chica que sólo
tiene sexo casual.
No me estoy aprovechando de ella, Zane.
Sé que no eres ese tipo de persona, pero ya sabes, sólo ten cuidado. Sé que las
cosas son complicadas contigo.
Nada es complicado mentí.
¿Sabe de la otra chica?
¿Qué otra chica? Fingí ignorancia.
¿Con la que salías en Palm Bonita?
Rompimos, Zane.
Pero todavía hay cosas sin resolver allí. Te lo puedo decir.
No quiero hablar de esto ahora negué con la cabeza. Lo tengo controlado.
Claro que sí suspiró. Puedes tener el atractivo sexual Beaumont, pero también
tienes la habilidad Beaumont de estropearlo con las chicas.
Tienes a Lucky
Sólo porque los dioses estaban conmigo él se rió. Juro que debo haber hecho
algo bien en mi vida.
Eres un buen chico, hermano dije en serio. Ella tiene suerte de tenerte
también.
A veces no sé si soy lo suficientemente bueno para ella. De repente se veía inseguro
de sí mismo. Yo la amo tanto, Noah. No sabía que el amor podía ser así. Aún me reprimo
a veces. Ella es todo para mí. Ella es mi vida. Estoy tan feliz. Puedes darle las gracias por
no matarte ni ayer ni hoy, por cierto. Ella me pone los pies en la tierra y me hace sentir
todo de una manera que nunca supe era posible.
No sé qué decir me quedé mirándolo. Estoy tan feliz por ti. Has encontrado una
felicidad que elude a muchos de nosotros.
Encontrarás algo así también Zane se detuvo y estaba a punto de hablar de
nuevo cuando mi teléfono comenzó a sonar.
Un momento agarré mi teléfono y mi corazón se detuvo cuando vi el número de
Skylar en el identificador de llamadas. Hola hablé en el teléfono suavemente. Hubo
silencio en el otro lado. Hola. Skylar ¿estás ahí? Contuve la respiración mientras
esperaba a que ella respondiera.
Hola una voz me susurró y sentí que el sudor explotaría en mi rostro.
―¿Skylar?
Sí murmuró.
Oh, Dios mío, Skylar, ¿estás bien? Hablé en el teléfono rápidamente preocupado
de que ella fuera a colgarme otra vez. Vi un movimiento por el rabillo de mi ojo y me di
cuenta de que aún estaba en la cocina con Zane. Él me miraba con una expresión
preocupada en sus ojos y me di la vuelta. No podía tratar con él ahora mismo. Tenía que
concentrarme en Skylar.
¿Noah?
Sí, ángel. Soy yo. Dejé escapar un profundo suspiro. ¿Estás bien?
Se hizo silencio al otro lado del teléfono y que yo escuché como sollozos y me quedé
helado cuando mi mano sostenía con fuerza el teléfono.
¿Qué pasa? Mi voz se elevó ligeramente . Dime lo que está mal, Skylar.
Tú me dejaste ella sollozó, esta vez sin ocultar sus lágrimas.
Yo no...
No dijiste adiós dijo sollozando en el teléfono . Te extraño, Noah
No quería hacerlo más difícil dije lentamente, sin saber qué decir. Tomé el
camino de los cobardes. Todo se puso tan mal y no tuve más remedio, y sabía que tenía
que marcharme.
Te amo gritó más fuerte. Me dijiste que cuando las personas se aman, que
siempre están ahí para el otro.
Siempre estoy aquí para ti susurré en el teléfono. Siempre estoy aquí para ti,
Skylar.
Me duele el brazo ella dejó de sollozar y su voz se hizo más suave. Tengo que ir
a acostarme, porque me duele el brazo.
¿Qué hay de malo en ello?
Me lo fracturé suspiró. Me lo fracturé cuando me golpeé con la silla.
Oh, Dios mío cerré los ojos. No te golpeaste con la silla, ¿verdad?
Me golpeé con una silla dura y se fracturó porque soy torpe. Ella dijo las palabras
que le habían obligado a decir.
Skylar, dime la verdad, por favor. ¿Qué te pasó en el brazo?
No te importa susurró. Tú me dejaste.
Skylar, por favor me dolía el corazón por ella.
Tengo que ir a acostarme ahora ella bostezó. Estoy cansada.
¿No dormiste anoche? Es de mañana, Sky.
Estuve despierta vigilando ella volvió a bostezar. Tengo sueño y mi brazo me
duele.
Skylar, pon a Mónica en el teléfono hablé rápidamente.
No ella sonaba asustada.
Por favor, pon a Monica en el teléfono le rogué, rogando que hiciera lo que le
pedía. Pero entonces escuché un chasquido y me di cuenta de que ella había colgado. Me
quedé con el teléfono junto a la oreja durante al menos un minuto antes de intentar
llamar de nuevo. Esta vez, el teléfono fue directamente al correo de voz, y yo supe que
ella lo había apagado. Me quedé allí por un momento en un pánico total, no estaba
seguro de qué hacer, cuando Zane habló.
¿Qué está pasando, Noah? Zane me miraba con una expresión preocupada.
¿Sobre qué era esa llamada?
Nada negué con la cabeza, sin saber cómo explicarle la situación. Una teoría
empezaba a formarse en mi mente y entre menos sabía él mejor. Si él no sabía nada,
entonces la policía no podía acusarlo de ser cómplice de mi plan.
Noah no voy a preguntarlo otra vez. ¿Sobre qué era? Zane me miraba con
una expresión furiosa. Seguro que no sonaba como si nada. Parecía que era mucho más
que nada. ¿Quién es esta Skylar y qué tiene que ver contigo?
Ella no tiene nada que ver conmigo lo miré, mi corazón aún palpitaba. Todo lo
que podía pensar era en lo pequeña que había sonado su voz. Y su brazo. ¿Qué le había
sucedido a su brazo? Estaba bastante seguro de que todo lo que había ocurrido no había
sido un accidente. Tenía que sacarla de Palm Bonita incluso si eso significaba que
teníamos que huir.
Noah Zane agarró mis hombros sosteniéndolos para que lo mirara a los ojos.
¿Estás en problemas?
No. No lo estoy sacudí la cabeza e intenté una sonrisa. Necesitaba evitar la
situación o él iba a seguir insistiendo. Y yo no quería decirle nada. Una parte de mi
corazón se estaba desgarrando cuando me di cuenta de que una vez más tendría que
dejarlo sin decirle lo que estaba pasando. No podía arriesgarme que supiera la verdad.
Está bien suspiró. No me lo digas ahora. Espero que sepas lo que estás
haciendo. Tienes una chica arriba, en tu ducha y otra que te llama por teléfono y tengo la
sensación de que no es una buena idea estar jugando con las dos. Él negó con la cabeza y
salió de la cocina y me quedé congelado. Casi me había olvidado de Robin. Si llevo a cabo
mi plan, eso significaría el fin para ella y para mí y cualquier posible relación. No puedo
esperar a que ella entienda mi vínculo con Skylar. Ni siquiera iba a tratar de explicárselo.
Contraje mis sentimientos cuando me di cuenta de que iba a perder la oportunidad de
ver lo que podría haber sido. No puedo detenerme en una relación que ni siquiera había
sucedido aún. No puedo lamentarme del futuro que no sería. No si quería salvar a Skylar.
Saqué mi teléfono para llamar a Sidney, para ver si su hijo había encontrado alguna
fisura en la ley para permitir que yo lleve a cabo mi plan sin llegar a ser un fugitivo. El
teléfono fue al buzón de voz y colgué sin dejar un mensaje.
Noah, ¿todavía aquí? Lucky volvió a entrar en la cocina, su cabello largo y
mojado colgaba por la espalda. Me dio una mirada de preocupación ¿Todo bien?
Supongo que Zane se precipitó para informarte sobre la llamada.
No, por supuesto que no ella se sonrojó y yo sabía que estaba mintiendo.
Lucky, no quiero hablar de ello negué con la cabeza . Voy a ducharme.
Espera un segundo ella me llamó cuando salía de la habitación. Si estás
enamorado de otra persona, no es justo seguir viendo a Robin. No es justo en absoluto.
Robin me gusta mucho. No estoy usándola me di la vuelta y la miré con ojos
sombríos. Tenemos una relación muy especial.
¿Tan especial como la relación que tienes con Skylar?
Eso no es justo. Como te he dicho antes, no tienes idea de lo que estás hablando.
Entonces dime, Noah. Cuéntanos. Déjanos entrar a Zane y a mí. Podemos ser
capaces de ayudarte a arreglarlo todo.
Lucky, me encantaría decirte más que a nada. Pero es demasiado arriesgado
negué con la cabeza. No quiero que ninguno de los dos se meta en problemas. Es que...
me interrumpí cuando el rostro de Lucky se volvió aún más preocupado. Lo siento,
menos sepas en este momento es mejor para ambos.
No vas a hacer nada estúpido, ¿verdad?
Yo siempre hago algo estúpido suspiré y le di una media sonrisa. Gracias por tu
preocupación, Lucky, pero me ocuparé de todo.
Está bien ella suspiró y miró hacia otro lado. Hey, ¿me prestas el teléfono
rápidamente? Quiero probar la aplicación de Facetime con mi teléfono. ¿Sólo mientras
estás en el baño?
Supongo. Le entregué mi teléfono a regañadientes. Si Sidney me llama, no
contestes. Le volveré a llamar más tarde.
Está bien, seguro sonrió y tomó el teléfono. Oh, espera, ¿puedes desbloquearlo
para mí, por favor?
Supongo que sí suspiré mientras marcaba los números para darle acceso a mi
teléfono. Por alguna razón pienso que ella no estaba siendo honesta sobre el deseo de
jugar con el Facetime, pero realmente no sabía para qué otra cosa le gustaría mi
teléfono. Te veré en unos minutos.
Tómate tu tiempo ella se apartó de mí y abrió la nevera y me dirigí de nuevo a
las escaleras lentamente. Me sentía culpable de volver arriba con Robin, fingiendo que
todo era lo mismo que había sido hace unos minutos. Sentí las náuseas que subían las
escaleras. La noche anterior había sido una de las mejores noches de mi vida. Hacer el
amor con Robin había despertado algo en mí que no sabía que existía. Me había sentido
realmente vivo por primera vez en mi vida, pero ahora que nunca sería capaz de
explorar esa relación.
Hey Robin me miró mientras abría la puerta. Estaba sentada en mi cama,
envuelta en una toalla blanca peinándose. Pensé que habías desaparecido.
Lo siento, tenía una llamada y luego tuve una charla con Zane.
¿Se encuentra bien?
Sí me acerqué al armario para evitar mirarla. Una parte de mí ya dolía mientras
la miraba fijamente. Él está bien.
Supongo que debes haber sido un gran shock para él. No puedo imaginar
descubrir que mi madre no era mi madre y que mi verdadera madre había muerto.
Si saqué una camisa y jeans. La vida puede ser una perra a veces.
Eso es verdad su voz era suave y me devolvió la mirada. Estaba mirando hacia el
espacio con una mirada pensativa en su rostro.
¿Qué hay de ti? ¿Dónde están tus padres?
No sé me miró con una sonrisa irónica. Mis padres adoptivos están en Ohio,
pero no tengo ni idea de donde están mis verdaderos padres.
No sabía que eras adoptada.
Yo no fui adoptada ella hizo una mueca. Sólo acogida. Estuve con cinco familias
diferentes hasta los trece años y luego me quedé con la misma familia hasta la mayoría de
edad. Eso debe haber sido duro. Me acerqué a ella y me senté en la cama junto a ella. Lo
siento.
—No es tu culpa—ella se encogió de hombros. Cuanto mayor me hago más me doy
cuenta de lo mierda que algunas familias pueden ser. Así que tal vez tuve suerte. Uno de
mis padres adoptivos me dijo que mi padre solía golpear a mi madre y ella lo mató. No sé
si eso es verdad, pero estoy segura de eso pero para alguien lo es.
—Yo no entiendo a la gente a veces—apreté los puños. O los hombres que golpean a
mujeres y niños. O la mujer que lastimar niños.
—El abuso es horrible—Robin asintió y me miró rápidamente. Y no, yo tuve la
suerte de nunca haber sido objeto de abusos.
Gracias a Dios.
Sí, tuve suerte de que mi última familia de acogida había dos padres que realmente
les importaba. No lo eran sólo por el cheque de pago.
¿Los consideras tu familia?
—Si—ella hizo una pausa y luego me miró con los ojos húmedos. Ellos me amaban.
Ellos me apoyaron. Se ocuparon de mí. No me importa que no sean mi sangre. Aún los
amo con todo mi corazón.
El amor no sólo está en la familia en la se nace. La atraje hacia mí. A veces
formamos familias con personas con las que nunca esperarías.
— Alguna vez—ella empezó a hablar, pero me acerqué y la besé, sin querer pensar
en nada más. Lo único que importaba ahora era que estábamos juntos y éramos pareja.
Todo lo que quería era sentir sus labios bajo los míos mientras la besaba. Escuché su
gemido y suspiro y yo no podía parar de quitarle la toalla y deslizar mis boxer al mismo
tiempo.
—Oh, Noah—ella gimió, mientras mi mano ahuecaba su pecho y la apretaba. La
atraje hacia abajo conmigo a la cama y dejé que mi cuerpo disfrutara de la sensación de
su piel desnuda contra la mía. Tenemos que ir a desayunar.
—Te necesito—gemí mientras seguía besándola y acariciándola. Necesito sentirme
dentro de ti.
—Estabas dentro de mí toda la noche y esta mañana también—.
—Bueno, mi cuerpo necesita sentirte de nuevo. Tengo sed y sólo tú puedes saciar
mi necesidad.
—Oh, Noah—ella rió.
¿No me quieres también?
—Sí, te quiero.
¿Qué quieres?
—Quiero sentirte dentro de mí, calentándome internamente. Quiero sentir nuestros
cuerpos convertirse en uno— susurró en mi oído, y empujé mi erección a su lado, para
que pudiera sentir la urgencia de mi necesidad.
—Quiero follarte, Robin. Quiero hacerte mía—gemí mientras empujaba sus pechos
hasta mi pecho y me presionaba sobre ella, abriendo sus piernas y envolviéndolas
alrededor de mi cintura.
—Tómame, Noah. Tómame. Ella gimió y luego gritó cuando entré en ella rudamente.
La embestí duro y rápido. Esto no era una mierda romántica para demostrarle lo mucho
que apreciaba su cuerpo. Esta era una dura, ruda, follada primitiva, para permitirnos a
ambos, tanto como para conectar y liberar nuestras pasiones juntas. Esto era para
hacerle saber lo que mis palabras no podrían decirle. Esto era para que ella recuerde
cuando ya no esté aquí. Era egoísta de mi parte, pero quiero que sea mi rostro en que
ella piense cuando esté sola en su cama. Yo quiero que ella recuerde la sensación de mí
entrando y saliendo de ella cuando esté lista para venirse. Tenía que asegurarme de que
nunca me olvidé.
***
—Ustedes se tomaron su tiempo—Me muero de hambre. Lucky me dio una mirada
cuando al fin bajamos las escaleras.
—Lo siento, Robin me estaba ayudando a tallarme la espalda.
—Claro que lo estaba— Zane me frunció el ceño y caminó hacia la puerta principal.
Vamos a comer.
—¿Él está bien?—Robin me articuló mientras caminábamos mano a mano a la
puerta.
—Él siempre está de mal humor cuando tiene hambre— le sonreí y traté de ignorar
los sentimientos de culpa que se habían introducido en mi estómago.
—¿Vas a pasar la noche en mi casa?—Robin me miró con una mirada anticipatoria.
Sé que puede parecer un poco rápido, pero esperaba que pudieras venir esta noche,
para que vieras mi lugar.
—Yo, eh, no estoy... balbuceé sin saber qué decir.
—Está bien si no quieres—parecía decepcionada. Siempre puedes venir en otro
momento.
No es que yo no quiera. Nos metimos en el coche y ella se alejó de mí en el asiento
trasero. Tengo algo que hacer esta noche, pero puedo cancelar y llegar esta noche.
—No tienes que hacer eso—sus ojos se iluminaron, pero aún parecía un poco
insegura. Entiendo que si no puedes hacerlo.
—No, no. Quiero ir—me moví hacia ella, para poder sentir su calor contra mí. Será
divertido. Además, llegaré a bautizar una nueva cama.
—¿Es por eso que quieres ir?—ella se echó a reír, pero yo podía ver que ella estaba
feliz de que yo fuera. ¿Qué estás haciendo, Noah? me grité a mí mismo por dentro. No
tenía ni idea de por qué seguía manteniendo esta relación cuando estaba probablemente
dejando Los Angeles para siempre en un par de días. No quería perpetuar una mentira o
hacer que Robin me odie, pero no sabía cómo decirle que no. No cuando lo único que
quería hacer era ver su sonrisa y tenerla a mi lado.
—¿Están bien con un sitio de panqueques? —Lucky me devolvió la mirada y sus
ojos eran de desaprobación.
—Me parece muy bien—asentí y Robin se lamió los labios. Creo que Robin está
bien con eso también.
—Oh, recuérdame devolverte el teléfono cuando lleguemos allí—Lucky mencionó
casualmente y vi a Zane dándole una mirada rápida.
—Si—mi estómago se revolvió al pensar en la última llamada de teléfono y todo lo
que yo pensaba hacer se vino de nuevo sobre mí. —¿Sidney llamó?—miré a Lucky y ella
negó con la cabeza. Miré por la ventana y el pánico de repente me llenó. De repente me
sentí muy solo y yo no estaba seguro de que pudiera girarme o hablar. Me di cuenta que
si cometía un error podría terminar en la cárcel pero entonces la otra posibilidad era
que algo realmente malo le podría pasar a Skylar. Quizá la próxima vez no sería más que
un brazo roto o fracturado. Tal vez la próxima vez que ella sería herida de gravedad. Yo
no podía correr el riesgo. Ella significa mucho para mí. Skylar es una parte de mi
corazón, y cuando amas a alguien, nunca los dejas ir.
—Hey, Noah. ¿Qué estás pensando?—Robin apretó mi rodilla y me giré hacia ella
lentamente.
—En ti—mentí.
—Mentiroso—se rió y negó con la cabeza.
—Puedes leerme no es así—jugué con su cabello.
—No es difícil. Tu rostro es un libro abierto—ella se acurrucó en mí. Es una de las
razones por la que me gustas tanto.
—Te gusto, ¿eh?
—Algo así—ella me sonrió. Te invité a mi casa, ¿no?
—Algo así, ¿eh? ¿Eso es todo?—la besé en la mejilla y ella movió su rostro para que
besara sus labios.
—Bueno, tal vez un poco más que eso—ella sonrió mientras se alejaba de mí. Y tal
vez ese poco no es tanto.
—Genial—sonreí hacia ella y me senté sentirse aturdido. Una parte de mí estaba
emocionado de que Robin se estaba enamorando de mí, realmente enamorándose de mí.
Pero la otra parte de mí quería sacarme los ojos por alentarla cuando sabía que nada
bueno podía salir de nuestra relación. Cerré los ojos para tratar de detener la culpa que
se extendía a través de mi cuerpo.
—No puedo esperar hasta esta noche—ella susurró en mi oído, y abrí los ojos y la
enfrenté.
—No puedo esperar también—Sostuve sus manos mientras miraba fijamente sus
ojos, tratando de memorizar su rostro. Iba a ser egoísta y pasar una noche más con ella.
Y luego me iría. Yo ya había decidido que no era sólo una respuesta al dolor en mi
corazón. Tengo que ir a Palm Bonita y tengo que sacar a Skylar y tenemos que
desaparecer. Y yo no sería capaz de decirle a alguien mi plan. No si quería proteger a
Sklylar. Si todo sale según lo previsto, tenemos que desaparecer de la faz de la tierra. Me
quedé mirando a Lucky y a Zane charlando en el asiento delantero y luego a Robin
mientras estaba sentaba a mi lado con una sonrisa de felicidad en su rostro. Yo debería
estar feliz. Finalmente estaba rodeado de amor y felicidad. Pero no lo estaba. Estaba triste.
Estaba triste porque sabía que este futuro, esta vida siempre me elude. No estaba
destinado a tener un felices para siempre como Zane. Estaba destinado a salvar una vida.
Y si su seguridad significaba renunciar a todo, era algo que tenía que hacer. Yo era el
todo de Skylar. No podía ser el siguiente en una fila larga de personas ignorándola y
fallándole. Alejarme ya le había roto el corazón. No podía permitir que su espíritu se
rompa también.
—Hola—Lucky agarró su teléfono tan pronto como sonó—. Sí, llamé antes y dejé un
mensaje de voz. —Hablaba en voz baja mientras hablaba y vi su mirada en mí
rápidamente antes de mirar al frente—. ¿Te puedo llamar de nuevo dentro de unos diez
minutos, por favor? ¿A un número diferente?... claro, espera. —Ella agarró una pluma y
un pedazo de papel de su bolso—. Lista—ella escribió algo y luego empujó el papel en su
bolso. —Lo tengo, gracias. Te llamo al otro número. —Colgó el teléfono y lo metió en su
bolso.
—¿Quién era ese?—le pregunté por curiosidad.
—Oh, nadie—ella me miró con una sonrisa rápida, ya que su rostro se puso rojo—.
Alguien de una clase que quería tomar en UCLA.
—Ya veo—no quise presionar la conversación, a pesar de que estaba seguro de que
estaba mintiendo.
—Estoy muy hambrienta—Lucky cambió de tema—. Podría comerme unos diez
panqueques— ella se rió y Zane se le unió, riéndose con ella. Estaba a punto de decir algo
más cuando Robin me susurró al oído. Prefiero estar comiendo al gran Noah.
Me volví hacia ella con una expresión de sorpresa y ella me sonrió. Tal vez llegue a
comérmelo esta noche.
Traducido por krispipe Corregido por Alee Foster
―Zane, ¿por qué se fue mamá? ―susurré en la oscuridad de su habitación cuando abrí
la puerta.
―Estoy durmiendo, Noah. Ve a la cama.
―Está bien ―Continué mi paseo a su habitación y me senté en su cama―. Estaba
pensando en que puede ser que se haya perdido.
Zane se quedó callado y rodó lejos de mí, así que agarré su hombro y lo sacudí
emocionado―. Estaba pensando que tal vez deberíamos hacer un mapa para que pueda
encontrar su camino a casa de nuevo.
―Noah, si no nos puede encontrar, ¿cómo vamos a darle un mapa?
―Podemos pegarlos en las tiendas de comestibles y en las farolas. Podemos poner uno
en cada esquina.
―Ella no va a verlos y no va a funcionar ―Zane se sentó y encendió su lamparita.
―Sólo ve a la cama, Noah.
―No quiero ir a la cama ―Sacudí la cabeza y me acurruqué junto a él―. Y los mapas
funcionarán. Esos carteles funcionan para encontrar niños desaparecidos, ¿por qué no
pueden funcionar para encontrar a mamá?
―Mamá no es un niño perdido―suspiró, exasperado.
―Pero ella está perdida y quiere volver a casa ―susurré con fuerza―. Tenemos que
hacer todo lo que podamos.
―Estoy demasiado cansado para dibujar ―Extendió la mano y apagó la luz―. Puedes
dormir en mi habitación esta noche, pero tienes que estar en silencio.
―Si yo desapareciera, ¿dibujarías un mapa para mí? ―susurré en voz alta hacia el
techo―. ¿Me buscarías o dormirías?
Hubo más silencio, y por un momento pensé que Zane se había quedado dormido. Me
sentí triste y frío y me entraron ganas de llorar.
―Noah ―Zane finalmente habló y se dio la vuelta para mirarme―. Si te perdieras, te
buscaría en el cielo y la tierra hasta encontrarte. Eres mi hermano. Siempre estaré aquí
para protegerte y amarte. No hay ningún lugar al que podrías ir y nada que puedas hacer
para que deje de amarte y estar aquí para ti. Absolutamente nada. Si te perdieras, mi vida
nunca volvería a ser la misma y me perdería también, sólo para poder tener la
oportunidad de encontrarte.
―No puedes perderte también. ¿Qué pasa si vuelvo a casa? ―dije con todo la
naturalidad―. Tienes que estar allí para recibirme.
―Siempre estaré aquí para ti, Noah. Siempre haré todo lo que esté a mi alcance para
asegurarme de que estás bien. Si tengo la sensación de que algo está mal, lo arreglaré.
― ¿Y si no te cuento y lo guardo para mí mismo? ―dije con los ojos abiertos,
delirantemente feliz de que Zane se estaba tomando tanto tiempo para hablar conmigo y
mostrarme lo mucho que me amaba.
―Siempre lo sabré, Noah. Incluso si lo guardas para ti mismo. Siempre voy a saber
cuando algo está mal. Y siempre voy a hacer lo que pueda para que la situación se arregle.
―Eres como un mago ―Bostecé y me acurruqué bajo el edredón―. Mi propio hermano
mago.
―Que duermas bien, Noah ―susurró―. Que sueñes con los angelitos.
— ¿Tuviste hermanos o hermanas de acogida con los que fuiste cercana? ―Me senté
en el sofá crema de Robin mientras ella servía dos copas de una botella de Riesling para
nosotros. Esta era la segunda noche que estaba pasando en lo de Robin y me sentí triste
de que era probablemente la última noche que cualquiera de nosotros pasaríamos
juntos.
—Tuve tres hermanas y tres hermanos —Me dio una copa y sonrió—. Sin embargo,
todos mucho mayores que yo, así que no soy realmente cercana con ninguno.
—Debe de haber sido difícil crecer en hogares de acogida —Le di una sonrisa
mientras se sentaba a mi lado—. No saber realmente de dónde vienes y todo eso.
—Es difícil —Asintió hacia mí—. Algunos días, sólo quería saber qué aspecto
tenían. Qué hacían, porque me entregaron. Pero entonces algunos días, me alegro de no
saberlo, porque, ¿qué si fue malo? No quiero llevar esa carga conmigo.
—Eso tiene sentido —estuve de acuerdo. Tenía miedo de que llevar esta carga y culpa
para siempre.
—Vosotros sois cercanos, ¿verdad? —Ella tomó un sorbo de vino y se recostó—.
Debe de ser agradable tener a alguien tan cercano.
—Él es mi mejor amigo y mi hermano mayor. No hay nada que no haría por él.
—Aparte de decirle que vas a fingir tu propia muerte. —Se burló de mí y me dio una
sonrisa irónica.
—Sí, aparte de eso, supongo.
— ¿No fue difícil mantenerlo en secreto? No te estoy juzgando, pero, ¿cómo pudiste
hacerlo?—Me miró con asombro en sus ojos—. Personalmente, si hubieras sido mi
hermano, no estoy segura de que te hubiera perdonado nunca. No me gusta que me
mientan, especialmente las personas más cercanas a mí.
—Fue por la seguridad de mi hermano —Empecé y ella sacudió la cabeza.
—Eso es mentira —Tomó un sorbo de vino—. Sin ánimo de ofender, pero, te das
cuenta de que es una tontería. Es tu hermano y por lo que sé de él, parece un tipo
bastante genial y digno de confianza. Deberías habérselo dicho.
—A veces tienes que mentir a tus seres queridos para protegerlos —Le di una
mirada seria mientras le decía el comunicado que el Agente Especial Waldron había
inculcado en mí—. A veces los seres queridos es mejor que no sepan la verdad.
— ¿Qué paparruchas son esas?—Sacudió la cabeza con vehemencia—. Nunca debes
mentir a los que amas. ¿Qué tipo de base es esa para una relación basada en el amor y la
honestidad?
—A veces no puedes contarle a la gente todo —Me encogí de hombros y tomé un
largo trago de vino. Estaba empezando a sentir claustrofobia y no sabía cuánto tiempo
más podría continuar en esta conversación.
—No estoy de acuerdo. —Robin pareció molestase y dio un salto—. ¿Quieres algo de
comer? Tengo algunas rodajas de pavo y algunas uvas.
—Eso suena bien, gracias —Asentí y me eché hacia atrás mientras ella caminaba
hacia la cocina. Miré el apartamento y disfruté la oportunidad de tener una visión de su
alma. El complejo de apartamentos en sí era dudoso, pero su apartamento era un
verdadero hogar. Olía como a melocotones y tarta y mientras que todo era un poco viejo,
no estaba andrajoso. Era acogedor y hogareño. Lo único que noté era que no había un
montón de fotografías en absoluto, y por alguna razón, eso me sorprendió. Vi una
consola con dos marcos y me acerqué a mirar las dos fotos. Una parecía una foto de ella
y una pareja mayor, quien supuse que eran sus padres adoptivos, pero la siguiente
fotografía era una de ella con un hombre y él tenía su brazo alrededor de ella. Sentí una
oleada de celos mientras miraba la fotografía. Quería saber quién era el hombre y por
qué ella tenía su foto en su apartamento. ¿Todavía lo ama? Quería ir a la cocina y
demandarle que me dijera quién era, pero me contuve. Por un lado, pensé que sólo un
loco iría a exigir respuestas cuando ni siquiera estaba oficialmente en una relación, y en
segundo lugar, me di cuenta de que esta podría ser la última noche que pasaba con ella.
¿Quién era yo para actuar celoso y luego irme? Ya me sentía como escoria por pasar la
noche en su apartamento, sabiendo que iba a salir de Los Ángeles el próximo día. La
llamada telefónica con Skylar estaba todavía en mi mente y sabía que tenía que ir y
salvarla.
—Aquí vamos—Robin volvió a entrar en la habitación con una sonrisa—Espero que
tengas hambre, puse bastante en el plato.
—Gracias. Estoy muy hambriento —Volví a sentarme en el sofá y cogí algunas
uvas—. Entonces, ¿quién es el chico de la foto?—Señalé a la consola y casi gemí para mí
mismo. Simplemente no pude evitar que el pequeño monstruo verde saliera.
—Oh —Robin hizo una pausa—. Somos mi ex y yo. Lo siento.
—No tienes que sentirlo —Le di una rápida sonrisa, tratando de fingir que no estaba
terriblemente decepcionado—. ¿Todavía lo amas y lo extrañas, entonces?
—No —Sacudió la cabeza lentamente—. En realidad no.
—Así que, ¿a veces?—Me incliné hacia ella.
—Supongo —suspiró y se recostó—. No tengo sentimientos por él ya. Pero a veces
lo extraño. Solíamos ser amigos.
—Ya veo —No veía nada y no quería más que romper la foto.
—¿Todavía extrañas a tu ex?—Robin me miró con curiosidad y sus ojos estaban
alertas.
—No —Sacudí la cabeza mientras la ira corría a través de mí—. La odio —suspiré y
luego hice una pausa—. Bueno, no la odio. Pero no me gusta la persona que es. Es la
clase de mujer que te hace querer protegerla porque actúa como si fuera una víctima,
pero en realidad son otros los que necesitan protección de ella.
—Suena como que te hizo daño.
—Me hizo daño —dije con amargura—. A su manera, me hirió de la mejor manera
que sabía.
—Lo siento.
—No lo sientas. No es tu culpa. Ella estaba casada, ya sabes. Escapó de su ex. Me dijo
que la había estado golpeando. Incluso tenía algunas cicatrices. Estaba realmente
descompuesta. Lo sabía antes de empezar. Podía verlo en su rostro, oírlo en su voz.
Ambos estábamos en Palm Bonita porque teníamos que estar, no porque queríamos. Así
es como nos unimos. —Hablé más de lo que había pensado, pero quería que Robin
entendiera. Tal vez no hoy ni mañana, sino una vez que se diera cuenta de que me había
ido y por qué, quería que recordara esta conversación y entendiera que tuve que irme.
Quería que supiera que no era porque ella no me gustara.
—Eso suena muy razonable —Asintió, pero pude ver pequeñas chispas de celos en
sus ojos también.
—Compartimos información personal e íntima el uno con el otro. —Suspiré—. Le
conté por qué estaba realmente en Palm Bonita. Quería que supiera que no era uno de
los chicos malos. Que realmente estaba ahí por una buena razón. Incluso le dije quién
era mi padre y que venía de una familia de dinero. Cometí todos los errores que no
debería cometer. Y ella me amenazó con esto.
— ¿Te chantajeó?—Jadeó Robin.
—No —sacudí la cabeza—. Ella era demasiado inteligente para eso. Pero pediría
cosas o esperaría cosas. Me amenazaría con cosas. Era inteligente, ya sabes. Sabía como
hablar para que te preguntes cosas y sientas lástima por ella. Y me enamoré de ella.
—No parece ser una persona muy agradable.
—Oh, no lo era —Suspiré y sacudí la cabeza—. No era una persona agradable en
absoluto. —Miré fijamente a los ojos de Robin con muchas ganas de contarle todo. Pero
tenía miedo. Había cometido ese error antes y casi me había costado todo. No podía
arriesgarme a que algo saliera mal en este punto—. Discúlpame un segundo —le sonreí
a Robin mientras mi teléfono sonó y respondí—. Hola, Lucky.
—Noah —La voz de Lucky era baja—. Tienes que volver a casa.
— ¿Por qué, qué pasa?—dije rápidamente y con preocupación—. ¿Es Zane?
—No —Ella tomó una respiración profunda—. Zane y yo hicimos algo.
— ¿Qué hicieron?—Mi corazón latía con miedo y en lo único en lo que podía pensar
era en cuando Lucky había tomado mi teléfono hace un par de días—. ¿Has llamado a mi
mamá?
—No —Hizo una pausa—. Noah, por favor, tienes que volver a casa.
— ¿Por qué, Lucky? ¿Por qué?
—Noah, Skylar está aquí.
Casi se me cae el teléfono al suelo cuando el shock cayó sobre mí. ¿Qué estaba
pasando?— ¿A qué te refieres con que Skylar está ahí? No hay manera. ¿Cómo iba a
llegar por sí misma?
—No vino por sí misma.
—Oh, Dios. —Mi cara se puso pálida y mi corazón comenzó a latir rápidamente—.
Oh, Dios mío.
—Lo siento Noah. —Tragó saliva—. No sabía. No sabíamos. Pensamos que esto
sería bueno para ti. Yo…
— ¿Qué hiciste, Lucky? —grité en el teléfono, más enojado de lo que jamás había
estado en mi vida.
—Por favor, sólo ven a casa —Sollozó—. No quiero estar aquí a solas con ella.
— ¿Dónde está Zane?
—No está en casa.
—Estoy en camino. —Terminé la llamada y me giré hacia una Robin con cara de
susto. Tiré de ella hacia mí y la miré fijamente a los ojos—. Lo siento, me tengo que ir. —
La besé con fuerza tratando de recordar el sabor de sus labios y el olor de su pelo
mientras la abrazaba contra mí por un momento.
— ¿Qué está pasando, Noah?—Me miró con una expresión de miedo—. ¿Qué pasa
con Lucky?
—Me tengo que ir —dije agarrando salvajemente las llaves del coche—. Mi ex está
aquí —Miré su expresión de shock y dolor, pero no tenía tiempo para explicarle todo—.
Lo siento, pero me tengo que ir. —Salí corriendo por la puerta, sin mirar atrás y corrí
hacia mi coche rápidamente. Tenía que llegar a casa antes de que pasara algo. Salté en
mi coche, tanto emocionado como con miedo. Estaba emocionado de que finalmente me
reuniría con Skylar, pero estaba muy preocupado de que algo pudiera ir mal. Tomé una
respiración profunda y cuadré los hombros. No importa lo que pasara esta noche, no iba
a dejar que Skylar saliera herida de nuevo. ¡Sin importar qué!
Entré en la casa lentamente. Tenía miedo de lo que fuera a suceder. Ni siquiera
entendía realmente cómo habían llegado hasta allí, pero tenía la sensación de que Zane y
Lucky eran los culpables. Pensé en hace dos días en la cocina cuando había tenido la
conversación con Skylar justo en frente de Zane, y cómo minutos después Lucky había
convenientemente querido pedir prestado mi teléfono. Entonces me acordé de la llamada
que ella había recibido en su coche, y el número que había escrito para llamar. Todo
encajó en mi cabeza. Estaba bastante seguro de saber cómo la habían conseguido. Zane
y Lucky habían tratado muy probablemente de echarme una mano, pero no tenían ni
idea de cuál era la situación. No tenían ni idea de que probablemente habían empeorado
la situación para mí y Skylar. No tenían ni idea de quién ella era para mí.
Sólo había estado en la puerta unos minutos cuando alguien vino corriendo a mis
brazos.
—Noah, Noah, eres realmente tú. —Lloró lágrimas de alegría mientras saltaba a mis
brazos y cogí a Skylar y la hice girar.
—Soy realmente yo, ángel. —La bajé y le di un beso en la mejilla, mirando a su bella
e inocente cara. Se veía igual que la recordaba, con sus grandes ojos azules y su pequeña
nariz de botón, y un gran vacío en sus dientes delanteros. Me agaché para estar a su
altura y la miré a los ojos—. Siento haber dejado Palm Bonita sin decir adiós.
—Nunca volviste para verme. —Sus ojos estaban muy abiertos y húmedos—. Pensé
que te habías enojado conmigo.
—Nunca podrías hacerme enojar contigo. Te quiero. Lo sabes. —Le di un gran
abrazo y mi corazón se derritió mientras ella me abrazaba con fuerza. Mientras la
abrazaba, me pregunté por el amor que tenía por esta niña. Esta niña que no era mía,
pero que había robado mi corazón por completo cuando la conocí.
—Bueno, bueno, bueno. ¿No es esta una escena acogedora?—Mónica se acercó a
nosotros y nos dio una mirada soberbia—. Siempre me encanta ver a mi ex abrazando a
mi pequeña hijastra bastarda.
—Mónica, no delante de Skylar. —Cubrí las orejas de la niña y miré hacia ella.
Mientras miraba su hermoso pero diabólico rostro, me pregunté cómo me había dejado
nunca engañar por ella. Era muy probablemente la peor persona con la que había tenido
la desgracia de salir. Me había cautivado con su sonrisa y actuación, pero me había
mostrado sus verdaderos colores bastante rápido después de eso. Quise romper con ella
unos meses después de que empezamos a salir, pero ya había establecido una relación
con Skylar y también sabía que la única manera en la que podía cuidar a Skylar y pasar
tiempo con ella era seguir saliendo con Mónica.
—No sé por qué amas tanto a esta mocosa—se burló de mí, y luego miró alrededor
de la casa con amplios ojos ávidos—. Este lugar es mucho más de lo que pensé que sería.
Supongo que eres tan rico como dijiste.
—¿Qué quieres, Mónica? —La miré antes de mirar hacia abajo a Skylar—. Hey,
cariño, ¿quieres ir a jugar en el patio trasero?
—Sí, por favor. —Abrazó mi pierna y luego corrió a la parte posterior—. ¿Puedo
recoger algunas flores, tío Noah?
—Por supuesto. —Le sonreí y esperé hasta que la vi salir por las puertas francesas
para girarme hacia Mónica—. ¿Qué quieres?—La miré, y dejé que mi disgusto se
mostrara.
—Mejor pregúntale a tu nueva amante, Lucky. Ella es la que me llamó.
—Lucky es la novia de mi hermano. —Sacudí la cabeza con disgusto.
—Estoy segura de que te la estás follando. —Mónica me miró de reojo mientras daba
un paso más cerca de mí—. O tal vez me has estado extrañando. ¿Es por eso que estoy
aquí? Me extrañaste.
—Te he extrañado tanto como un hombre bueno extraña el infierno.
—Noah, has vuelto. —Lucky corrió por las escaleras y me dirigió una mirada de
desesperación y disculpas.
—Sí. —Asentí con frialdad.
—¿Dónde está Skylar? —Miró a su alrededor salvajemente y agarré su brazo.
—Está en el patio trasero. —Asentí hacia atrás.
—Es una niña. —Lucky me miró con los ojos muy abiertos—. Skylar es una niña.
—Sí.
—Así que realmente no extrañabas a tu ex, ¿verdad? —Lucky se mordió el labio
inferior y suspiré.
—Te dije que no extrañaba a mi ex —suspiré—. Te dije que realmente no entendías.
—Todavía estoy aquí, perras. —Nos interrumpió Mónica—. ¿Dónde diablos está mi
dinero?
— ¿Qué dinero?—Tomó todo en mí para no dañarla físicamente.
—Mi dinero para ir a Aruba —se burló de mí—. Y no, no quiero que vengas
conmigo. Perdiste tu oportunidad.
—No tengo ningún interés en ir contigo a cualquier lugar.
—Pero para follar a Skylar, irías a la luna, cierto. —Me miró con ojos estrechos—.
Qué maldito bicho raro eres. Debería haber sabido que te habías mudado a Palm Bonita
porque eras un psicópata.
—Skylar es como una hija para mí. —Mi voz era baja y enojada—. Yo fui el que la
llevó al parque, el que la llevó a los bolos, el que la llevó a por un helado. Fui el que la hice
sentirse segura de nuevo.
—También eres el que la dejó llorando durante semanas. —Mónica me miró con un
brillo en sus ojos—. Pero yo la callé.
—¿La callaste?—Fruncí el ceño y entonces esto me golpeó y agarré sus brazos y la
empujé contra la pared—. ¿Rompiste el brazo de Skylar?
—Ella tropezó con una silla. —Me miró con una mirada en blanco—. Saca tus putas
manos de mí antes de que llame a la policía.
—Eres una perra mala —le susurré antes de soltar sus brazos.
—¡Noah! —Lucky se acercó a mí y me agarró—. Cálmate. No dejes que gane —Me
susurró al oído.
—La odio tanto —dije en voz alta—. Sabes que te conté que todos los desechos de la
sociedad se trasladaban a Palm Bonita, bueno, pues ella era la peor de todos. Es una
ladrona, una estafadora, una abusadora. Cuando conocí a Mónica, pensé que era una
víctima de violencia doméstica. Pensé que ella había huido de una relación abusiva. Pero
estaba equivocado. Su marido había muerto, había muerto en un accidente de coche
hacía unos años. Dejándole un par de cien miles. Gastó ese dinero, entonces gastó el
fondo para la universidad de Skylar. Luego tomó trabajos de limpieza en casas, pero
también vaciaba las casas. También estafó las pensiones de varias familias con sus
argucias. Mónica no huyó a Palm Bonita porque tenía miedo de que su ex marido la
buscara y la matara, huyó porque tenía miedo de que la policía la encontrara y la
encarcelara de por vida.
—Por eso es por lo que necesitabas el jet privado. —Los ojos de Lucky se abrieron
mientras miraba a Mónica—. No era por tu miedo a volar con otras personas en
absoluto, ¿verdad?
—Ding, ding ding. Tu amante es inteligente—rió Mónica—. Y nunca te mentí, Noah.
El primer día que te conocí, te dije que había un montón de gente mala en la ciudad y
que tenías que ser cuidadoso. No es mi culpa si no escuchaste mi consejo.
—Entonces, ¿qué es lo que quieres, Mónica?
—Le dije a tu hermano cuando me recogió en el aeropuerto. Es muy guapo, ¿no?
Mucho más guapo que tú. Estoy seguro de que es mejor en la cama también.
Lucky miró hacia ella, y la tomé de la mano para que no intentara abofetear a
Mónica.
—¿Qué quieres? —pregunté de nuevo, sólo que esta vez mi voz fue mucho más
dura.
—Lo que siempre he querido. —Me miró con una expresión ligera—. Dinero.
— ¿Por qué deberíamos darte dinero? —La miré con odio.
—Porque amas a Skylar—dijo riendo—, y no quieres que nada malo le suceda.
—Déjala en paz —Me adelanté para agarrarla de nuevo, pero esta vez ella reaccionó
rápidamente y salió del camino.
—Estaría feliz de dejarla en paz para siempre —Me sonrió—, por un millón de
dólares.
— ¿Qué? —Mi corazón latió con fuerza antes sus palabras—. ¿Qué quieres decir?
—Te firmaré la custodia —Se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa—.
No daría dos mierdas por criarla. Tú la amas tanto entonces puedes tenerla. Sólo dame un
millón de dólares.
—No tengo un millón de dólares —El corazón dio un vuelco mientras la miraba—.
Mi papá es el rico. Yo no tengo acceso a ese tipo de dinero.
—Oh, bueno, supongo que es hora de volver a Palm Bonita. Esperemos que el
próximo malote que se mude a la ciudad pueda hacerse cargo de mí un poco mejor de lo
que tú lo hiciste.
—Deja a Skylar —pedí suavemente—. Deja a Skylar conmigo. Incluso tú tienes que
saber que esa no es cuidad para una niña. Y tú simplemente no estás lista para ser
madre.
—Estoy lista para ser madre. Me encantan los niños —gritó. —Quiero niños.
—Bueno, eres madre ahora y no estás haciendo un gran trabajo. —Sacudí la cabeza.
—No soy madre —Mónica me miró—. Esa mocosa no es mi hija. Me casé con su
papá después de que su madre murió de cáncer de mama. Ella no es mía.
—Ella era la hija de tu marido. —Mi voz se elevó—. Sigue siendo tu familia. Aún
debes amarla. No importa si no tienes la misma sangre. Todavía puedes amar a alguien
con todo tu corazón, incluso si no estás biológicamente relacionado.
—Oh, cállate, Noah. Siempre fuiste un imbécil desagradable. Guarda tu mierda de
santo para la iglesia. —Me miró—. ¿Dónde diablos está mi dinero?
—No tengo un millón de dólares para darte, Mónica —suspiré y sacudí la cabeza—.
¿No podemos llegar a otro acuerdo?
—Quiero un millón de dólares o Skylar se viene conmigo.
—Te lo acabo de decir. No tengo un millón de dólares.
—Pero yo sí. —La voz de Zane retumbó mientras entraba en la habitación. Ni
siquiera había oído la puerta principal abrirse, estaba tan entretejido con la emoción. Lo
miré mientras caminaba hacia mí con una expresión cariñosa.
—Zane, has vuelto. —Le sonreí débilmente y él me apretó el hombro. Lucky corrió
hacia él y puso su brazo alrededor de ella abrazándola.
—Tengo un cheque para ti. —Zane miró a Mónica—. Pero entiende una cosa, no vas
a conseguir este cheque hasta que vayamos a un abogado y obtengamos los documentos
legales firmados y a salvo.
—Déjame verlo. —Sus ojos se hincharon con felicidad y codicia.
—Lo verás sólo cuando hayamos estado con el abogado. —La voz de Zane fue firme.
— ¿Cómo sé que no estás mintiendo?
—No tengo el hábito de mentir. —El tono de Zane fue plano—. Pero aquí, puede
echar un vistazo. —Abrió su maletín y sacó un cheque y lo sostuvo en alto para ella—.
Acabo de conseguirlo en el banco y está a tu nombre. Tienes suerte de que tenga una
buena relación con el director del banco y fuera capaz de conseguir que abriera el banco
e hiciera esto por mí. Pero aquí está. Un millón de dólares para que hagas lo que quieras.
Pero tienes que ceder todos los derechos legales de custodia a Noah.
—Lo haré ahora si quieres.
—Tenemos que ir a la oficina del abogado mañana. —Zane sacudió la cabeza—.
Después consigues el cheque.
—Está bien. ¿Dónde está mi habitación?—dijo bruscamente—. O si lo prefieres,
puedo dormir contigo.
—Dormirás arriba en una habitación libre. —Zane la miró con disgusto—. Y Lucky
y Skylar compartirán una habitación esta noche, así Lucky puede asegurarse de que está
bien.
—Lo que sea. —Mónica se encogió de hombros y entonces me miró—. Sabía que
serías una buena captura.
— ¿A qué te refieres?—No pude evitar la pregunta.
—Cuando te vi por primera vez en Palm Bonita, noté que eras una buena persona. Y
luego, cuándo conociste a Skylar y fuiste tan dulce y amable con ella, sabía que la amarías
como a una hija. Eso es lo que yo esperaba. ¿Por qué crees que te permití sacarla tanto?
Sabía que me ayudarías a matar dos pájaros de un tiro. Voy a ser una mujer rica y voy a
librarme de esta mocosa.
—Eres un ser humano horrible, ¿lo sabías?—La miré con asco y me dirigí al jardín
de atrás para poder comprobar a Skylar—. Hey, ¿dónde estás?—grité mientras caminaba
a través de las puertas francesas.
—Justo aquí, tío Noah—Skylar bostezó en la silla en la que estaba sentada—. Sólo
estaba tomando una siesta rápida.
—Creo que es hora de dormir, cariño.
—No quiero ir a la cama. —Sacudió la cabeza.
—Pero estás cansada.
—No estoy cansada. —Su labio inferior tembló.
—¿Qué pasa?
—Tengo miedo de que voy a despertarme de nuevo y todo esto será un sueño. —
Lágrimas se deslizaron de sus ojos—. No quiero despertarme y no verte.
—Esto no es un sueño, muñeca. Voy a estar aquí por la mañana. Iba a ir a buscarte
mañana. Pero en su lugar, has venido a buscarme primero.
Skylar me miró en silencio con grandes ojos esperanzados y continué—. Cometí un
error cuando te dejé, Skylar. No sabía cómo despedirme y no sabía lo que Mónica iba a
decir o hacer si intentaba llevarte conmigo. Traté de pedirle que me dejara llevarte para
poder darte una vida mejor. Pero amenazó con hacer cosas malas. Y ya que no somos
familia, yo no tenía ningún derecho legal, pero lo estaba intentando, mi amor. Siempre lo
estaba intentando.
—Estaba tan triste. —Ella agarró mi mano—. Estaba tan triste cuando te fuiste.
—Lo siento mucho, Skylar. Pero te prometo que nunca te dejaré de nuevo. —Le
sonreí y sostuve su mano fuertemente—. Te prometo que siempre estaré aquí para ti,
porque cuando amas a alguien siempre estás ahí para ellos; para protegerlos, amarlos,
besarlos y abrazarlos.
— ¿Me lo prometes?
—Te lo prometo. —Oí mi teléfono sonando y vi el nombre de Robin en la pantalla
antes de ponerlo en el bolsillo. No quería interrumpir mi tiempo con Skylar contestando
el teléfono. No ahora. Esperaba y rezaba para que Robin aceptara mi llamada en unos
días. Pero en este momento, en lo único en lo que podía centrarme era en Skylar. Ella por
fin iba a ser mi hija y esta vez, tenía que asegurarme de que hacía todo lo posible para
mantenerla a salvo y hacerla sentir amada.
—Brindo por las familias. —La cerveza de Zane chocó contra la mía mientras nos
sentábamos en el sofá después de cenar. Habían pasado tres días desde que nos
habíamos reunido con el abogado y ahora tenía la custodia legal completa de Skylar.
—Brindo por mí teniendo la mejor familia. —Sonreí y le di un trago a la cerveza—.
Gracias por ser el mejor hermano de todos los tiempos.
—Era lo menos que podía hacer —dijo y se recostó—. Ella es una gran chica.
—Lo es. —Estuve de acuerdo—. Por supuesto espero no hacer nada para joderla.
—No lo harás. —Zane me sonrió—. Y sabes que Lucky no te dejará.
—Eso es cierto—reí—. Ya está actuando como una madre.
—Lo sé. —gimió—. Va a querer diez hijos ahora.
—Estarás feliz de dárselos. —Me reí y él soltó una risita.
— ¿Qué hay de ti? ¿Quieres más?
—Creo que es un poco pronto para preguntar. Acabo de convertirme en padre y ni
siquiera tengo novia. —Reí, pero me sentí un poco triste por dentro. Robin no había
respondido o devuelto ninguna de las llamadas que le había hecho en los dos últimos
días. Sabía que debería haber tratado de explicar todo antes, pero simplemente había
estado abrumado.
— ¿Cómo está Robin?—Preguntó Zane con curiosidad y me encogí de hombros—.
¿Quiere conocer a Skylar?
—No sabe nada de Skylar. —Mordí mi labio y él me miró en estado de shock.
—Oh, chico —Sacudió la cabeza—. Tienes que dejar de mantener las cosas para ti
mismo, hermano. Lo estás haciendo más difícil de lo que necesitas.
—No quería involucrar a la gente en mis preocupaciones —suspiré—. Sobre todo si
estoy planeando algo que podría ser ilegal.
—Sabía que no estabas en nada bueno —Zane sacudió la cabeza—. Tan pronto
como te vi al teléfono, sabía que tenías algún plan debajo de la manga.
—No dijiste nada —Lo miré con sorpresa.
—Sabía que no me dirías lo que estaba pasando —suspiró—. Así que tomé el
asunto en mis propias manos con la ayuda de Lucky.
—No puedo creer que hicisteis todo eso por mí.
—Te lo dije una vez antes, Noah. Siempre siento cuando las cosas están mal contigo.
Y haré siempre todo lo que pueda para hacerlas perfectas para ti.
—Gracias, Zane. —Mi voz era emocional—. Te quiero, hermano. Sabes que solía
pensar que sólo mi futura esposa me podría mostrar cómo de profundo puede ser el
amor. Pero tú amor y devoción por mí, bueno, casi me rompe el corazón. Pero en el
buen sentido. Me haces creer que el lado bueno del amor es el único en el que debería
incluso pensar o preocuparme. Me haces creer que todo es posible. —Tomé una
respiración profunda y estaba a punto de continuar cuando el timbre sonó.
—Deberías ir y conseguir eso, hermano. —Zane saltó y me levantó.
— ¿Quién es?
—Abre la puerta y ve a ver. —Me dio un rápido abrazo y se fue—. Voy a ver si Lucky
quiere alguna ayuda para leerle su cuento a Skylar.
—Está bien. —Asentí hacia él y me dirigí a la puerta lentamente, mi corazón latía
con fuerza cuando abrí la puerta.
—Hola —dijo ella con una sonrisa forzada.
—Hola —le contesté, y abrí más la puerta para dejarla entrar—. Es bueno verte,
Robin.
— ¿Zane me dijo que querías hablar? ¿Qué era una emergencia?
—Sí. —Asentí, agradecido de que mi hermano hubiera intervenido por mí una vez
más—. Sí, me encantaría hablar. Hay algunas cosas que quiero contarte.
—Está bien. —Me miró con dolor aún en sus ojos, y supe que estaba enojada
conmigo. Sabía que estaba molesta porque no había confiado en ella antes. Sabía que
había agrietado la chapa y esto rompió mi corazón.
—En primer lugar, quiero hacerte una pregunta. —Tomé una respiración
profunda—. ¿Crees que podríamos empezar de nuevo, desde el principio?—Me miró, sin
hablar, y continué—. Esta vez quiero hacerlo bien. Esta vez necesito hacerlo bien. Sé que
estás enojada y tienes todo el derecho a estarlo, pero yo igual que tú realmente quiero
que esto funcione. Por favor, sólo dime sí o no. ¿Podemos empezar de nuevo?
Sus ojos me miraron durante unos minutos antes de que finalmente hablara—. Sí,
Noah. Podemos empezar de nuevo.
No te pierdas las Primeras Navidades de Zane y Lucky…