segunda republica

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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN ESCUELA DE HISTORIA BOLÍVAR Y LA SEGUNDA REPÚBLICA: Un ensayo de historia militar y política. TESISTA: Br. Richard José Lobo Sivoli TUTOR: Prof. Ebert Cardoza Sáez MÉRIDA – VENEZUELA

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  • UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIN

    ESCUELA DE HISTORIA

    BOLVAR Y LA SEGUNDA REPBLICA: Un ensayo de historia militar y

    poltica.

    TESISTA: Br. Richard Jos Lobo Sivoli TUTOR: Prof. Ebert Cardoza Sez

    MRIDA VENEZUELA

  • UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE HUMANIDADES Y EDUCACIN

    ESCUELA DE HISTORIA

    BOLVAR Y LA SEGUNDA REPBLICA Un ensayo de historia militar y

    poltica.

    TESISTA: Br. Richard Jos Lobo Sivoli TUTOR: Prof. Ebert Cardoza Sez

    MEMORIA DE GRADO PRESENTADA ANTE EL CONSEJO DE

    ESCUELA PARA OPTAR AL TITULO DE LICENCIADO EN HISTORIA

    MRIDA VENEZUELA 2005

  • 1

  • 4

    INDICE Dedicatoria / V Agradecimiento / VI Ilustraciones / VIII

    INTRODUCCION / 1

    CAPITULO I

    BOLIVAR ANTE EL LLAMADO DE LA PATRIA

    1. Bosquejo general. / 4

    1.1. El Precursor y El Libertador. / 14

    1.2. Prdida de la Primera Repblica. / 25

    1.3. El Coronel Bolvar prepara el contraataque. / 30

    CAPITULO II

    LA CAMPAA ADMIRABLE

    2. Ascenso de El Libertador. / 41

    2.1. Bolvar en la ciudad de los Caballeros. / 46

    2.2. Decretada la Guerra a Muerte. / 56

    CAPITULO III

    BOLIVAR Y LA SEGUNDA REPUBLICA

    3. Bolvar en Caracas. / 64

    3.1. El Teatro de la Guerra. / 70

    3.2. Bolvar y Mario: dos mando, una sola

    Repblica. / 95

  • 5

    CAPITULO IV LA SOMBRA DE BOVES Y LA CAIDA DE LA

    SEGUNDA REPUBLICA

    4. La tragedia del ao de 1814. / 109

    4.1. La sombra de Boves. / 122

    4.2. Fin de la Segunda Repblica. / 144

    CONCLUSIN / 159

    Fuentes Bibliogrficas / 164

    Fuentes Documentales / 166

  • 6

    DEDICATORIA

    Dedicada a todos aquellos Prceres y Heronas que quedaron sembrados en los inmortales

    campos de Batallas durante nuestra gesta emancipadora. A mis tres amores, mis padres Luis Felipe y Carmen Andrea,

    a mi esposa Ilka Kathleen.

  • 7

    AGRADECIMIENTOS

    Mis agradecimientos muy especiales

    a mi Tutor, Profesor Ebert Cardoza Sez, gracias por su paciencia y constancia para

    poder llevar a cabo esta investigacin. Al Profesor de Historia

    Dr. Ral Lombana de la Universidad de Santa Clara por haberme dado la idea de realizar este proyecto.

    A mi maestro, el Profesor Nelson Barrolleta por ensearme a cultivar el amor por la patria.

    Al Liceo Bolivariano Libertador, mi eterna gratitud por haberme abierto sus puertas y llevar el

    Pensamiento Bolivariano a sus aulas. A la Universidad de Los Andes y, especialmente,

    a la Escuela de Historia por forjar en mi el espritu historiador.

  • 8

    Y t padre, que exhalas suspiros

    al perder el objeto ms tierno, interrumpe tu llanto, y recuerda,

    que el amor a la patria es primero. Estos son los sentimientos

    que deben animar a todo republicano, que no tiene ms padres, ni ms hijos

    que su libertad y su pas.

    Simn Bolvar. Cuartel General de Araure, 25 de julio de 1813.

  • 9

    ILUSTRACIONES

    Fig. 1 / Bolvar en Madrid. Fig. 26 / Francisco Morales.

    Fig. 2 / Simn Bolvar (1804-1806). Fig. 27 / Pablo Morillo.

    Fig. 3 / Montaje de Prceres. Fig. 28 / Emigracin de Oriente.

    Fig. 4 / Bolvar en Londres. Fig. 29 / Pedro Zaraza.

    Fig. 5 / Francisco de Miranda. Fig. 30 / Manuel Cedeo.

    Fig. 6 / Rafael Urdaneta. Fig. 31 / El Libertador.

    Fig. 7 / Jos Flix Ribas.

    Fig. 8 / Francisco de Paula Santander.

    Fig. 9 / Vicente Campo Elas.

    Fig. 10 / Cristbal Mendoza.

    Fig. 11 / Mapa de la Campaa Libertadora de 1813.

    Fig. 12 / Proclama de Guerra a Muerte.

    Fig. 13 / Narciso Coll y Pratt.

    Fig. 14/ Muerte de Girardot.

    Fig. 15 / Mapa de Puerto Cabello.

    Fig. 16 / Batalla de Araure.

    Fig. 17 / Batalln sin Nombre.

    Fig. 18 / Orden de Los Libertadores de Venezuela.

    Fig. 19 / Juan Bautista Arismendi.

    Fig. 20 / Santiago Mario.

    Fig. 21 / Manuel Piar.

    Fig. 22 / Carga de Caballera.

    Fig. 23 / Antonio Ricaurte.

    Fig. 24 / Arco del Triunfo de Carabobo.

    Fig. 25 / Jos Toms Boves.

  • 10

    INTRODUCCIN

    Basta con el hecho de sentirse americano y, en especial, venezolano para

    identificarse con el hombre reconocido actualmente con el calificativo de

    Padre de la Patria y, mundialmente, como El Libertador. Desde luego, nos

    referimos a Simn Bolvar. Y al hablar de Bolvar en estos tiempos,

    recordamos como este milenio entr deslumbrando a la humanidad, trayendo

    consigo el sonar de campanas de libertad, anunciando cambios significativos

    para los pueblos pobres de Amrica. Somos testigos de los nuevos escenarios

    donde se escucha el sonido del indomable galope libertador, alzando su espada

    redentora para hacer justicia y dignificar a las naciones explotadas durante

    tantos siglos por los ms oscuros intereses de los mismos opresores de siempre.

    Por ello, la necesidad de hacer una Memoria de Grado basada en un

    captulo trascendental en la vida de nuestro Libertador Simn Bolvar. Esta

    idea naci luego de una serie de reflexiones sobre la vida y obra de Bolvar con

    mi profesor de Pensamiento Bolivariano, Dr. Ral Lombana, Catedrtico de

    Historia de la Universidad de Santa Clara (Cuba), cuando tuve la oportunidad

    de cursar estudios de Trabajo Social en la Universidad de La Habana.

    En nuestras conclusiones observamos con preocupacin cmo nuestra

    historia tradicional no le ha prestado suficiente atencin a la maduracin del

    pensamiento de Bolvar durante los hechos acaecidos durante el periodo

    histrico conocido como la Segunda Repblica. Adems, nos llama la atencin

    el problema de la perdida de valores en la educacin y en la cultura, lo cual ha

    transcendido a todos los sectores de la vida nacional.

    Nuestro objetivo con esta investigacin es aportar un grano de arena

    para realzar aquella Identidad Nacional perdida, a travs del estudio de la vida

    de El Libertador en uno de los momentos ms intenso de su vida, como lo fue

  • 11

    crear una Repblica, nacida de los infortunios y desastres dejados por el

    experimento de emancipacin acaecido el 19 de abril de 1810 y materializado

    con el Acta de la Independencia. Hoy da se habla mucho de Bolvar, pero

    poco se conoce sobre l, pero sera importante recordarlo con el estudio propio

    de aquellos acontecimientos que nos dieron la gracia de ser un pas

    formalmente libre y soberano.

    En este trabajo de investigacin abordaremos los hechos acaecidos desde

    inicios de 1812 hasta finales de 1814, con especial hincapi en los diez y seis

    meses que dur la Segunda Repblica.

    El estilo utilizado para abordar el tema es eminentemente descriptivo y

    narrativo, por la necesidad de contar con un material dirigido especialmente a

    los jvenes, pues observ con asombro cuando fui Coordinador de las

    Sociedades Bolivarianas Estudiantiles del Estado Mrida, el inters despertado

    en los nios, nias, jvenes y adolescentes de Venezuela por las hazaas

    libradas por nuestros hroes y heronas durante el proceso de lucha por

    conseguir nuestra emancipacin.

    Esta experiencia fue altamente gratificante al ver cmo estudiantes de

    todos los niveles educativos (Inicial, I, II, III Etapa y Diversificada), realizar

    obras de teatro, poesa, dibujos, cuentos, peridicos-murales y trabajos de

    investigacin, donde describan los hechos ms importantes de nuestra historia

    patria, dndole especial valor al pensamiento bolivariano. Por otro lado, he

    visto la preocupacin demostrada por las comunidades al querer conocer ms

    sobre su historia regional. Con esto quiero hacer referencia al trabajo que

    venimos haciendo desde hace algunos aos atrs en la Fundacin Bolvar

    Vuelve, con la reedicin del Paso de Bolvar por Mrida, y donde el principal

    protagonista es el propio pueblo merideo, cuando lo vemos esperar el 23 de

  • 12

    mayo para sentir la misma pasin que vivieron sus antepasados al recibir al

    Libertador por las calles de la ciudad.

    A ellos, al pueblo comn, a quienes mucho o poco leen, est dirigido

    este trabajo, aspirando que cada pgina despierte en ellos algn tipo de inters,

    avivando su curiosidad por nuestra historia patria.

    Las fuentes utilizadas en esta investigacin han sido de ndole netamente

    bibliogrfica y documental, pues fueron tantos los acontecimientos vividos por

    El Libertador en el orden poltico, militar y social, que existe una amplia

    informacin sobre el tema, la cual es renovada cada ao por historiadores

    debido al valor de su contenido y su vigencia. Para esto fue necesario hacer una

    investigacin minuciosa buscando la veracidad en el contexto histrico. En

    virtud de ello se ha seleccionado a un grupo de escritores especializados en el

    tema e, incluso, algunos de ellos testigos presnciales de los hechos acaecidos

    durante este periodo, como fue el caso de Jos de Austria y Jos Flix Blanco.

    Como tambin fue necesario recurrir a la las fuentes primarias, esto es, los

    propios documentos escritos por Simn Bolvar, los cuales reposan en los

    volmenes de sus Obras Completas y las Memorias del General OLeary.

    No se pudo ir ms all por las limitantes cruzadas en el camino al no

    poder investigar en el Archivo General de la Nacin o el Archivo Histrico del

    Libertador, y a la poca o casi nula informacin existente sobre el tema en

    nuestros propios Archivos estadales. Pero esto ms que una debilidad se ha

    convertido en una fortaleza, pues deja el camino abierto para continuar con la

    investigacin.

  • 13

    CAPTULO I

    BOLVAR ANTE EL LLAMADO DE LA PATRIA

    1.- Bosquejo General.

    En estos tiempos cuando, aparentemente, sobre Bolvar se ha dicho todo

    y sobre sus epopeyas se ha escrito demasiado, es cuando lo ledo se debe releer,

    lo escrito se debe analizar y encontraremos, que sobre el pensamiento y obra

    del ilustre caraqueo actualmente reivindicado en toda la Amrica y el mundo,

    cobra cada vez ms vigencia.

    El Libertador tuvo la fortuna de haber nacido en el seno de una de las

    familias ms acaudaladas de la Venezuela colonial, cuya procedencia era

    espaola, especficamente Vasca, de donde proviene su apellido Bolvar, el

    cual etimolgicamente significa Pradera de Molinos. Su abuelo, Juan de

    Bolvar y Martnez de Villegas, haba sido un hombre prominente en la

    entonces Capitana General de Venezuela y su padre, Don Juan Vicente Bolvar

    y Ponte, un notable propietario y militar.

    Tal como se sabe tradicionalmente, Bolvar naci el 24 de julio de 17831

    en la ilustre ciudad de Caracas, del vientre de su madre Doa Mara de la

    Concepcin Palacios y Blanco, siendo bautizado el 30 de julio de 1783 en la

    santa iglesia Catedral de Caracas, con el nombre de Simn Jos Antonio de la

    Santsima Trinidad Bolvar y Palacios.

    Desde nio denot una firme testarudez y rebelda, sin imaginarse su

    familia que se convertira en el genio poltico-militar ms grande nacido en

    1 En su libro Naci Simn Bolvar el 28 de octubre de 1782?, el cronista de San Mateo (Edo. Aragua), Germn Freytas cuestiona apoyado en fuentes documentales, la fecha del 24 de julio de 1783, la cual fue establecida por el General Juan Vicente Gmez, segn Gaceta Oficial del 19 de mayo de 1919.

  • 14

    estas tierras del nuevo continente. Hurfano a muy temprana edad, se le confi

    su educacin a ilustres maestros quienes lograron inculcarle valores y profundo

    conocimiento, tales fueron: Francisco Andjar, el padre Negrete, Guillermo

    Pelgrn, Andrs Bello, Fernando Vides, Carrasco, el Marqus de Ustriz, entre

    otros. Pero, tuvo la oportunidad de contar con una educacin revolucionaria

    para su tiempo, como fue la impartida por Simn Rodrguez, adems de ser su

    maestro predilecto, fue su incondicional amigo.

    El 14 de enero de 1797, con tan slo 14 aos de edad, comenz su

    carrera militar en el Batalln de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua,

    demostrando destacado carcter militar, como lo consta su hoja de servicio

    cuando fue ascendido a sub-teniente al ao siguiente con la siguiente

    evaluacin: VALOR: conocido, APLICACIN: Sobresaliente, CAPACIDAD:

    buena, CONDUCTA: buena. (Castillo Mchez, A., 1996:17)

    Desde muy temprana edad Bolvar realiz largos viajes por el viejo

    continente europeo, lo cual aparte de otorgarle placeres sirvieron, adems, para

    continuar su educacin. En ausencia de su suelo natal, en esos andares de la

    vida conoci a su amor eterno Mara Teresa Josefa Antonia Joaquina

    Rodrguez del Toro y Alayza Medrano (1781-1803). Empero, el impredecible

    destino la alej de su lado a tan slo ocho meses despus de su boda.

    Para el 2 de diciembre de 1804 tuvo la oportunidad de presenciar la

    Coronacin de Napolen Bonaparte en la catedral de Notre Dame. El Papa Po

    VII, a quien correspondi oficiar el acto fue adelantado por Napolen, quien

    personalmente tom la corona y se la coloc sobre la cabeza, gesto con cierto

    tono de irreverencia realizado antes slo por Carlomagno. (Alas, A., 1985: 46).

    Bolvar sinti una profunda decepcin al ver a Napolen coronarse como

    Emperador y convertir as a Francia de Repblica en Imperio.

  • 15

    Bolvar en Madrid.

    Miniatura de 1804 1

    Simn Bolvar. Miniatura en marfil de autor desconocido, hecha en Pars entre 1804 y 1806.

    2

  • 16

    Durante su adolescencia fue celebre su viaje a Italia en 1805, y en la

    antigua Roma jur en el Monte Sacro, el 15 de agosto de 1805, consagrar su

    vida y sus esfuerzos para darle libertad a su patria, librndola del imperio

    espaol. Aquel juramento pudo cumplirlo, ms no as sueo de ver constituida

    a una Colombia que ira desde el Ro Grande hasta el extremo austral del Sur.

    A finales del siglo XVIII y principios del XIX, las constantes

    conspiraciones e insurrecciones fueron creando las condiciones subjetivas y

    objetivas para desencadenar un proceso de luchas por las reivindicaciones

    sociales, que logran desencadenar los acontecimientos para la independencia en

    Venezuela. Desde la rebelin de los Comuneros (1781), la insurreccin de Jos

    Leonardo Chirinos (1795), la conspiracin de Gual y Espaa (1797), la conjura

    de Francisco Javier Pirela (1799), la Expedicin Libertadora de Francisco de

    Miranda (1806), as como la conspiracin de los mantuanos (1808), sirvieron

    para preparar el camino a la independencia y a la libertad, no slo de

    Venezuela, sino tambin de otros pueblos hermanos. (Cf. Magallanes, V.,

    1982).

    Aquel torbellino revolucionario, sin duda, encendi la vida de Bolvar,

    pero fue desde 1810, al fragor de los enaltecidos nimos de libertad, cuando

    comenz a expresar sus pensamientos y convicciones independentistas, lo cual

    lo llev a encaminar una larga peregrinacin en busca de los ms profundos

    ideales de libertad, unidad y emancipacin. Ello nos indica, con tan slo veinte

    aos de su vida, que El Libertador pudo dejar plasmado en la historia universal

    un pensamiento, an vigente en los pueblos de la Amrica, los cuales evocan a

    gritos el regreso de su espada libertadora.

    A lo largo de nuestro recorrido por esta disertacin sern abordados

    aspectos cruciales para comprender el tema planteado en esta investigacin: el

    acercamiento de Bolvar y Miranda, la cada de la Primera Repblica, el exilio

  • 17

    de Bolvar en Curazao, su incursin en las tropas neogranadinas, su Manifiesto

    de Cartagena, la Campaa Admirable, su Decreto de Guerra a Muerte, su

    Manifiesto de Carpano, la reorganizacin del ejrcito republicano, su anhelo

    de buscar la unidad de la patria, el amor de su pueblo agradecido al proclamarlo

    como El Libertador, y las aguerridas batallas suscitadas durante los diecisis

    meses de duracin de la Segunda Repblica. En medio de aquellos

    acontecimientos se gest la maduracin del pensamiento poltico, militar y

    social de un Bolvar, mutndose el joven soldado en Libertador.

    Estudiar a un Bolvar, menos como sper hombre que como un ser

    humano, un sujeto de la historia, es til para entender cmo todas sus glorias

    fueron conquistadas producto del ensayo y el error, de los aciertos y fracasos,

    aprovechando cada instante de su vida para ver materializado parte de su ideal,

    logrando despertar a un pueblo subyugado por el colonialismo durante

    trescientos aos.

    Esta monografa comienza con el encuentro de los dos hombres

    alentadores del despertar de los pueblos de la Amrica del Sur: Bolvar y

    Miranda, entre quienes se gener una controversial amistad. Por una parte, un

    Miranda con una concepcin poltica y militar de la vieja guardia

    revolucionaria; y un Bolvar con un encendido inters por aprender y una

    juventud sacudida por el torbellino independentista que slo haba aprendido de

    los libros.

    En medio de la difcil situacin raz del terremoto y la invasin de

    Monteverde, los sucesos se generaron uno tras de otro trayendo como

    consecuencia la capitulacin firmada por el Generalsimo el 24 de julio de

    1812, la cual daba por terminada la Primera Repblica. Fueron muchos los

    errores cometidos durante este primer intento de crear una Repblica, entre las

    cuales podramos sealar: la adopcin del Sistema Federal, la falta de firmeza

  • 18

    en el Gobierno exceso de tolerancia , la falta de unidad entre los mandos

    militares, la ausencia de una conciencia clara en el pueblo y la anarqua e

    indisciplina existente entre las milicias patriotas.

    Con la tristeza y la derrota sobre sus hombros, ms con fe inquebrantable

    en la victoria, observamos a un Bolvar salir de su pas en exilio, procurando no

    dejarse abatir por los infortunios. Vive penurias en Curazao; pero parte a la

    Nueva Granada con la esperanza de volver a su tierra natal empuando la

    espada de la libertad. El 15 de diciembre de 1812, en tierras neogranadinas,

    public el Manifiesto de Cartagena, donde analiz las causas fundamentales de

    la cada de la primera Repblica, derrota del ensayo de crear una repblica

    independiente y soberana.

    Sin embargo, el momento exiga reagrupamiento y contraofensiva. A tal

    efecto organiz un ejrcito expedicionario libertario y, una vez ungido del

    mando de tropas sali a cumplir con su proyecto independentista. Fueron

    clebres sus hazaas militares en suelo neogranadino como las de Tenerife, El

    Plato, Sambrano, Tamalamaque, Ccuta, entre otras, logrando el apoyo del

    Congreso Neogranadino autorizndolo a salir a libertar a su patria.

    Es preciso sealar que las tcticas militares utilizadas por Bolvar no

    correspondan a las de sus compaeros de armas, pues la de estos eran de corte

    ortodoxas, de simple defensa. El Libertador pronto supo entender que ms que

    la defensa era el ataque lo apremiante, utilizando una tctica conocida como

    guerra de guerrillas2, las cuales son aquellas operaciones militares

    2 Las tcticas de las guerrillas son las propias de una estrategia basada en el continuo hostigamiento. Mediante golpes de mano rpidos e inesperados, atacan instalaciones y depsitos enemigos, tienden emboscadas a patrullas y convoyes y cortan las lneas de comunicacin, con el propsito de obstruir la actividad enemiga y conseguir equipos y suministros para su propio uso. Gracias a su movilidad, a su fcil dispersin en pequeos grupos y a su habilidad para desaparecer entre la poblacin civil, las guerrillas resultan muy difciles de neutralizar.

  • 19

    desarrolladas en un territorio ocupado por el enemigo, por fuerzas irregulares

    muy familiarizadas con la naturaleza de la zona y su poblacin.

    Pronto Bolvar se embarc en una ambiciosa empresa conocida en

    historia como la Campaa Admirable, atravesando los Andes venezolanos

    hasta llegar a la ciudad de Caracas, donde comenz la segunda repblica.

    Fueron prominentes los hechos acaecidos durante esta Campaa, batallas como

    Los Horcones, Niquitao, Cerritos Blancos, Vigirima, Brbula y Taguanes,

    dieron a conocer la calidad guerrera de Bolvar y los libertadores, quienes

    demostraron a los usurpadores de nuestra soberana la tenacidad de una

    verdadera guerra revolucionaria y no una simple aventura.

    El Libertador supo entender que no solamente su trabajo era de dirigir a

    un ejrcito hacia la victoria, sino lograr explicar y hacer comprender al pueblo

    su proyecto de emancipacin. Algunos pueblos los reciban con beneplcito y

    admiracin como el caso de la ciudad de Mrida, donde el 23 de mayo de 1813

    en medio de elogios, lo aclamaron como su Libertador; otros, como en el caso

    de Trujillo, se mantuvieron expectantes ante el inters de recuperar la

    Repblica, desde donde Bolvar lanz su contundente Decreto de Guerra a

    Muerte, criticado por muchos por cruel y sanguinario, pero efectivo para

    romper de una vez por todas con el cordn umbilical que una a la nacin con

    la metrpoli y as radicalizar el conflicto contra los espaoles y canarios.

    Estos acontecimientos se extendieron hasta su llegada a Caracas en

    agosto de 1813, para dar el crucial paso de la creacin de la Segunda Repblica

    nacida del genio mismo de Bolvar, quien evitando cometer los mismos errores

    de la Primera Repblica, comenz a realizar una reorganizacin administrativa

    en la cual todos los funcionarios pblicos se deban al pueblo y a sus

    necesidades, cuyos sueldos no seran exorbitantes sino lo justo por su trabajo.

  • 20

    Los militares deban poner sus armas al servicio de la Repblica,

    restableciendo el orden y procurando la defensa de la soberana de la nacin.

    La naciente Repblica no naci con la sancin de una nueva constitucin

    sino con la elaboracin de un Plan Provisorio de Gobierno confiado al jurista

    Francisco Javier de Ustariz, quien debi dar garantas a los ciudadanos y

    proporcionar al General en Jefe facilidades para disponer de todo lo referente a

    los asuntos militares sin ningn tipo de trabas.

    En el orden econmico, saba El Libertador de la necesidad del sacrificio

    del pueblo, pues an la nacin se mantena en guerra con la potencia europea.

    En virtud de ello, se necesitaba la creacin de una serie de impuestos para

    aliviar la carga del naciente Estado en la manutencin de las tropas, como

    tambin decidi abrir, literalmente, las fronteras para el comercio exterior.

    Entre sus rdenes entiende que las tropas del Ejrcito Republicano no

    podan ser las mismas indisciplinadas de la disuelta Repblica de 1811 y

    resolvi dictar medidas para la creacin de reglamentos de sueldos y salarios,

    de uniformes, divisa y graduaciones, as como tambin instaur la Orden de los

    Libertadores, para aquellos Generales y altos oficiales caracterizados por su

    arrojo en la conquista de las victorias necesarias para liberar la patria.

    Empero, desgraciadamente, el devenir de los acontecimientos durante

    estos diecisis meses cuando se mantiene en pie la Segunda Repblica, El

    Libertador ocupara la mayor parte de su tiempo en los asuntos de la guerra,

    pues fueron innumerables los enfrentamientos con las tropas realistas, las

    cuales trajeron como consecuencia un bao desmedido de sangre en el suelo

    venezolano. Muchas vidas de hombres ilustres y leales a la causa republicana

    se perdieron, entre quienes vale la pena resaltar a Girardot, Campo Elas, Rivas

    Dvila, Villapol, Ricaurte, entre otros valerosos patriotas annimos, pero

    igualmente inmortales en los anales de nuestra historia patria. Ellos pasaron a la

  • 21

    inmortalidad en batallas decisivas, pues cada una de ellas tenan un valor

    estratgico y de las cuales puedo mencionar: Cuman, Cao Santa. Catalina en

    Gurico, Las Trincheras, Yaritagua, Mosquiteros en Gurico, Tierrita Blanca

    en Barquisimeto, Vigirima, Araure, La Puerta, La Victoria, San Mateo,

    Ocumare del Tuy, Bocachica, Valencia, Sabana de Arao, Carabobo, Aragua de

    Barcelona, Maturn, Los Magueyes, Urica, entre otras.

    Buena parte de dichas batallas fueron ganadas por los patriotas, pero la

    reaccin de los realistas no se dej esperar, apareciendo en el teatro de las

    operaciones terribles caudillos como Boves, Ceballos, Yez, Morales, Rosete

    y otros no menos sanguinarios, junto a Monteverde, quienes acabaron con los

    ejrcitos patriotas, reconquistando Venezuela y poniendo fin a la Segunda

    Repblica.

    En aquel contexto fueron muchos errores los cometidos por las fuerzas

    patriotas, lo cual trajo como consecuencia el trgico desenlace. Por un lado, no

    se logr la unin efectiva entre los republicanos. Durante algn tiempo, Mario

    y sus tropas orientales se mantuvieron al margen de los sucesos en el occidente,

    lo cual degener la desarticulacin total de las tropas victoriosas y oblig a

    Bolvar tomar funestas decisiones en el mando del ejrcito, producto de la

    indisciplina, la insubordinacin, e incluso, la cobarda tambin hizo estragos en

    las filas militares patriotas. Por ltimo, las maniobras ejecutadas por Boves en

    el reclutamiento de nacionales para engrosar las fuerzas realistas, resultaron

    desventajosas para el ejrcito republicano.

    Fue as como observamos el culminar del periodo conocido como el de la

    Segunda Repblica, la cual dara paso a la independencia definitiva, diez aos

    despus (1824), no slo a nuestra patria sino tambin de naciones hermanas

    como la Nueva Granada (la cual inclua a Panam), Ecuador, Per y Bolivia,

  • 22

    legado imperecedero del pensamiento de Bolvar y los libertadores de la Patria

    Grande: Colombia.

    Es menester llamar la atencin, con slo leer el ttulo de este trabajo de

    investigacin, al referirme a la Segunda Repblica, debo aclarar a los lectores

    que la enumeracin de las Repblicas en Venezuela responde a

    denominaciones formuladas por la historiografa tradicional, es decir, parten de

    esquemas periodizantes para una mejor comprensin de la historia venezolana.3

    Bolvar, Miranda, Ribas, Mario, Urdaneta y Mendoza, juntos a la

    Orden de los Libertadores. Montaje de imgenes realizado

    3 por Richard J. Lobo Sivoli.

    3 Parte de la Primera y la Segunda Repblica se explican claramente aqu. El periodo denominado

    como la Tercera comenz con la restauracin de las instituciones republicanas en Guayana en 1817, despus de su definitiva liberacin por El Libertador y termin en diciembre de 1819 con la creacin de la Repblica de Colombia por el propio Bolvar. Con el objeto de ubicarnos en el tiempo, podramos destacar como los hechos ms importantes en el contexto histrico de este periodo: la liberacin de Guayana, la Campaa del Centro (1818), la creacin del semanario Correo del Orinoco (1818), la llegada de los voluntarios britnicos y su unin al Ejrcito Libertador (1818-1819), la reunin del Congreso de Angostura (1819), la Campaa Libertadora de la Nueva Granada (1819) y la creacin de la Repblica Colombia (1819).As, pues, como Cuarta Repblica solemos designar al breve perodo inicial del restablecimiento del Estado venezolano al desintegrarse la Gran Colombia, aunque podemos considerar que sta haya perdurado hasta nuestros das, el concepto es utilizado por los historiadores para referirse especficamente al ao 1830 y los inmediatos siguientes. Aunque es muy controversial el hecho del establecimiento de una Quinta Repblica, queda para nosotros los historiadores hacer un exhaustivo estudio para poder ubicar su nacimiento, aunque en nuestra historia republicana qued marcado el suceso de la derogacin de la Constitucin de 1961 y el nacimiento de una carta magna aprobada mediante referndum por el pueblo venezolano en 1999, la cual intenta sentar las bases para la construccin de una democracia participativa y protagnica bajo los preceptos del Pensamiento Bolivariano.

  • 23

    1.1.- El Precursor y El Libertador.

    El primer encuentro de estos dos genios de Amrica, a quienes

    posteriormente la historia los reconocera como el Precursor y El Libertador, se

    produjo en Inglaterra. En esa oportunidad, Bolvar funga como Jefe de la

    delegacin diplomtica ante el gobierno britnico, acompaado del comisario

    ordenador Don Luis Lpez Mndez y el oficial primero de la Secretara de

    Estado Don Andrs Bello, ste ltimo conocido como uno de los maestros de

    Bolvar.

    La misin del futuro Padre de la Patria ante el Imperio Britnico era la de

    estrechar lazos de amistad y alianza con aquella potencia mundial y hacer de su

    conocimiento el repudio compartido hacia el opresor de Europa, Napolen

    Bonaparte. Los emisarios sudamericanos gozaban de sus credenciales de

    plenipotenciarios, las cuales aparecan conferidas por una Junta de Gobierno

    conservadora de los Derechos de Fernando VII de Espaa4.

    Fue en esta gran isla milenaria, an dolida por la prdida de su ms

    importante colonia en Amrica (Estados Unidos de Amrica, 1776), donde se

    juntaron quienes redefiniran la historia venezolana, dos hombres compartiendo

    el mismo torbellino revolucionario dentro de sus corazones, pero por dems

    muy diferentes: Miranda era el hombre ya maduro, en cuyo espritu las experiencias de una vida rica en toda clase de convulsiones haban enfriado un tanto la fuerza de esa voluntad que en otras pocas hizo posibles heroicas empresas; Bolvar, en cambio, era el joven audaz, inexperto, y cuya voluntad tenda, sin obstculos, haca sus ilusiones que, en el crisol de su imaginacin, le abran

    4El 19 de Abril de 1810, un grupo de criollos caraqueos aprovech la excusa de que en Espaa estaba mandando un francs, para convocar una reunin del cabildo y proclamar un gobierno propio hasta que Fernando VII retornara al trono de Espaa. Al efecto, se nombr una "Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII". Las primeras medidas que se tomaron fueron las de liberar el comercio exterior, prohibir el comercio de esclavos negros, crear la Sociedad Patritica (para fomentar la agricultura y la industria), as como la Academia de Matemticas.

  • 24

    continuamente nuevos mundos de gloria.() Miranda no tena las ignorancias que labran los caminos del error, pero tampoco la fe que realiza lo imposible; en la energa presuntuosa de Bolvar estaban las semillas de todas las equivocaciones, pero tambin las fuerzas volcnicas que engendran las victorias decisivas. Para Miranda, los laureles del xito eran ya un peso sobre sus sienes medio cubiertas por los cabellos canos; para Bolvar, un estmulo que despertaba las mejores energas de su personalidad. Miranda empezaba a vivir de los encantos de su pasado y Bolvar slo pensaba en el porvenir. (Livano, I., 2001: 73) Empero, sera conveniente hacernos una pregunta que, sin duda,

    repercutira aos ms tarde : Cmo vea Miranda a Bolvar?. En su primer

    encuentro en el Morins Hotel de Inglaterra, el joven esperaba con entusiasmo

    y nerviosismo a su hroe, pero ste al llegar lo mir con tal indiferencia que le

    caus gran desconcierto, rpidamente se incorpor y trat desde entonces

    ganarse su amistad.

    Miranda, cuya personalidad gozaba de particulares dotes de cordialidad,

    no tard en alagar a tan distinguidos visitantes y los ayud a establecer

    relaciones en Inglaterra: invitando a tomar t a sus paisanos en compaa de Ricardo Wellesley, el hijo de Wellington. Y no se van a privar ellos, sobre todo el inquietsimo Coronel Bolvar, de la compaa de un hombre tan extraordinariamente interesante. Con su conocida cortesana, trata de mezclar Miranda lo til y lo agradable en los servicios que presta a sus huspedes. Le prepara una entrevista con el duque de Gloucester, quien los convida a comer; los lleva a Hyde Park, a la pera, a los campestres alrededores de Londres donde en las tardes de ese verano se bebe tan buena cerveza. Y estar atento a lo que conversan y negocian, con el ministro Wellesley. (Picn Salas, M., 1966: 159) Ante las peticiones de la delegacin venezolana y, en especial, las del

    propio Bolvar quien no vacil en expresar sus ideas de ver a su pas como una

    nacin libre e independiente, el gobierno ingls decidi mantenerse al margen

    de los acontecimientos acaecidos en las colonias espaolas y, ms an, cuando

    comparta con Espaa a un enemigo comn.

  • 25

    Bolvar en Londres 1810. leo hecho del natural por Gill.

    4

    Francisco de Miranda. (1793) Obra del grabador y dibujante francs Charles Etienne Gaucher.

    5

  • 26

    El joven caraqueo, decepcionado por la negativa de los ingleses, debi

    regresar a su pas, no sin antes expresarle a su nuevo amigo la necesidad de

    acompaarlo y ponerse a la cabeza (por lo menos se lo insinuaba) de la noble

    empresa de consolidar la libertad en su patria.

    Aunque Miranda no era visto con buenos ojos en algunos sectores de la

    mantuanidad venezolana, quienes lo catalogaban de hereje o traidor,

    decidi volver a su tierra natal contando slo con la proteccin brindada por la

    acaudalada familia Bolvar.

    El 25 de septiembre de 1810 el joven Simn parti de la isla a bordo de

    la corbeta Sapphire y, por razones de seguridad y otros intereses, Don

    Francisco de Miranda parti en otra embarcacin, el Avon, el 10 de octubre del

    mismo ao.

    A su llegada a Caracas, a mediados de noviembre, el coronel Bolvar

    saba de la difcil entrada de Miranda a la capital. El manto protector de su

    familia tena sus limitaciones. Sabemos, incluso, que la recin constituida Junta

    de Gobierno no confiaba plenamente en l. Por ello, debi utilizar como tribuna

    para desplegar su campaa a favor de Miranda, a la Sociedad Patritica de

    Agricultura y Economa, la cual era un grupo de personalidades con

    pensamientos revolucionarios y reformistas, quienes en sus reuniones discutan

    sobre los problemas enfrentados por la naciente repblica, entre ellos la forma

    de gobierno a adoptar. Desde esos espacios, Bolvar comenz a vislumbrar con

    sus dotes de orador lo que al pas le esperaba, logrando llevar a la palestra de

    las discusiones la problemtica suscitada por el retorno al pas de Don

    Francisco de Miranda. Admirador sincero de la personalidad de su defendido, habl con brillo y emocin de sus mritos, de su historia gloriosa, de todo lo que la causa de Amrica le deba, y sin reserva hizo resaltar sus victorias internacionales y sus xitos militares. De esta manera contribuy a crear un criterio favorable

  • 27

    a ese regreso, que la Junta no se atrevi a contrariar de manera franca. (Livano, I., 2001: 78) Una vez Miranda en suelo patrio, los acontecimientos se terminaron de

    precipitar. Sin embargo, la sociedad de la nueva repblica estaba plagada de

    contradicciones. El Congreso pareca virar hacia rumbos distintos al pregonado

    por los integrantes de la Sociedad Patritica5. Cada vez se haca ms notorio el

    peligro que entraaba la aplicacin del modelo federalista, cuya formalidad se

    hizo palpable el 21 de diciembre de 1811, cuando se sancion la primera

    Constitucin.

    Por su parte, Bolvar y Miranda lo advirtieron, conscientes del riesgo

    implcito de la naciente repblica siendo federal. No obstante, sus esfuerzos en

    evitarlo fueron en vano. Incluso, por expresar sus ideas disidentes muchos los

    llamaban, de manera despectiva, caraqueo a Bolvar y extranjero a

    Miranda. Como consecuencia de tal situacin, el 13 de agosto de 1811, en la

    ciudad de Valencia, se produjo un motn, donde negros y pardos alentados por

    espaoles gritaban vivas al Rey Fernando VII y a la Religin Catlica.

    Esto permiti, en un intento desesperado por parte del gobierno

    republicano, nombrar a Miranda como Generalsimo de los Ejrcitos para, de

    esa manera, su reputacin y gloria lograran elevar la moral y restablecer el

    orden entre la escasa tropa disciplinada y sin experiencia.

    Empero, el hecho ms notorio del distanciamiento entre ambos

    protagonistas fue cuando Bolvar, quien posea el grado de coronel de las

    milicias de Aragua, fue a ponerse al servicio de Miranda, quien en medio de la

    amenazada situacin de la repblica lo consideraba un joven alocado y

    5 La Sociedad Patritica estaba compuesta por insignes patriotas como Coto Pal, Miguel Pea, Jos Flix Ribas, Muoz Tebar, los Carabaos, los Salias, los Buros, los Ynez, los lamos, entre otros insignes personajes.

  • 28

    peligroso, tal como lo testimoni el Dr. Cristbal Mendoza. (Citado por

    Mijares, A., 1967: 214)

    Pero ello no detuvo a Bolvar en su afn de tomar las armas y luchar por

    una patria libre. Aunque dolido por el desaire de su emblemtico amigo,

    protest lo incorporaran en la lucha o de lo contrario lo sometiesen a consejo de

    guerra. Por su tenacidad, logr asistir a tan importantsima campaa6 al lado de

    Fernando Toro demostrando un extraordinario derroche de valenta, lo cual

    provoc admiracin del mismo Miranda.

    Ahora bien, a pesar de ello, porqu Miranda mantuvo su posicin de

    desconfianza sobre Bolvar?, si bien ste hizo lo imposible para traerlo de

    nuevo a su patria sin peligros. Cul fue el fondo de la situacin entre ambos?.

    En este punto es conveniente valorar la opinin del historiador Augusto

    Mijares: si recordamos que los dirigentes del 19 de abril no se sentan, en absoluto, inclinados a darle a Bolvar puestos en la revolucin; que Ribas fue separado del gobierno a raz de aquella fecha y que muchas veces se intent relegarlo al comenzar la guerra; y que a Miranda, an despus de habrsele confiado la dictadura, el gobierno le discuta tozudamente el derecho de dar grados y puestos militares, no sera ms lgico suponer que Miranda, Bolvar y Ribas eran el blanco de una misma intriga poltica? Roscio sealaba con malignidad, en su carta a Bello, que estaban unidos y formaban un grupo poderoso; sabemos, adems, que los tres eran de esos militares capaces, expeditivos y a veces excesivamente severos, que los hombres civiles ven con desconfianza y temor. (1967: 215) A pesar de las divergencias existentes entre aquellos dos insignes

    prceres de la independencia, Miranda le entreg a Bolvar la responsabilidad

    de comandar la Plaza de Puerto Cabello. Para Mijares (1967), apoyado en el

    testimonio de Cristbal Mendoza, supone se trat de una estrategia del

    6 A la campaa que hago referencia es la de Valencia de 1811. Por rdenes de Miranda, el brigadier Fernando Rodrguez del Toro y el coronel Simn Bolvar con un cuerpo de infantera, caballera y artillera atacaron los dos reductos ms fuertes de los rebeldes, que eran el cuartel de los milicianos pardos y el convento de San Francisco. All recibi Bolvar su bautismo de fuego, pues sta fue la primera accin de guerra en la cual particip; el brigadier Rodrguez del Toro result gravemente herido y qued lisiado de las piernas.

  • 29

    Generalsimo para alejarlo de las operaciones de la capital y as condenarlo a la

    inactividad (p. 216). Sean cual fueren las diferencias entre El Libertador y el

    Precursor, ello no detuvo la marcha de los acontecimientos, aunque

    lamentablemente la naciente Repblica se enfilaba poco a poco a su

    resquebrajamiento.

    En medio de tal situacin, la participacin de Simn Bolvar fue

    predominantemente militar y de poca figuracin poltica. As, lo observamos

    ejecutando en la prctica lo aprendido en la teora, desde aquel 14 de enero de

    1797, cuando ingres como cadete del Batalln de Milicias de Blancos en los

    Valles de Aragua donde su padre Don Juan Vicente Bolvar y Ponte haba

    sido coronel . Ese ao fue nombrado alfrez y el 4 de julio de 1798 el Rey

    Carlos IV le otorg el grado de sub-teniente. (Lecuna, V., 1983: 73).

    El 4 de mayo de 1812 tom posesin de la Plaza de Puerto Cabello como

    comandante poltico - militar y sub-delegado de las rentas nacionales. La Plaza de Puerto Cabello est situada sobre una pennsula en cuyas alturas haba un fortn dice Rivas Vicua llamado Solano, y guarnecan sus costas dos bateras, habiendo adems unos barrancos, fciles de fortificar. Comunicaba la pennsula, por medio de un puente levadizo, con el islote artillado, que era la plaza propiamente dicha, y en la que haba construido el fuerte de San Felipe en un pen en aguas ms profundas que la plaza, reducto bien fortificado para la poca y que abrigaba, junto con los almacenes de armas y municiones, las bvedas que servan de crcel. Completaban los recursos de la plaza los bergantines Celoso y Argos, la goleta Venezuela, un pequeo buque apostadero y un nmero muy reducido de embarcaciones menores. (Livano, I., 2001: 6) El Castillo de San Felipe era utilizado como prisin por los espaoles y

    as los traidores detenidos por los patriotas, en especial los sublevados en

    Valencia, debieron pagar condena all. Para la poca, aquella Plaza estaba

    plagada de sectores adeptos al Rey.

    Para Bolvar result difcil ganarse la simpata de los pobladores del

    puerto, algo jams logrado, pues debi adoptar medidas de rigor hacia los

  • 30

    habitantes a fin de someterlos a las leyes de la nueva Repblica. El efecto de

    aquella actitud, asumida por El Libertador, no tard en revelarse ya que los

    mismos pobladores lo comenzaron a apodar como el tirano, y pronto le

    cobraran su trato.

    En virtud de ello, el 20 de junio ocurri algo gravsimo, lo cual perjudic

    ms an al jefe de la Plaza: el comandante de artillera Domingo de Taborda, a

    la cabeza de un partido contrario a la causa patriota, incurri en

    insubordinacin contra la autoridad. Tal situacin condujo a un incidente entre

    el mencionado comandante y Bolvar, quienes llegaron a cruzar las espadas, un

    delito grave y severamente castigado. Finalmente, Taborda fue enjuiciado a

    seis meses de prisin, comenzando una campaa de difamacin contra Bolvar,

    escribindole constantemente a Miranda.

    El 30 de junio sucedi lo inevitable. Los presos all recluidos se

    levantaron en armas enarbolando una bandera roja, ayudados por oficiales

    patriotas. A la cabeza, un oficial traidor de nombre Francisco Fernndez

    Vinoni, quien contaba con 100 hombres de la guarnicin, el apoyo de los

    presos y de muchos partidarios realistas en la Plaza, logr reunir ms de 200

    combatientes. En medio de tal situacin, Bolvar orden la rpida accin de las

    tropas aun leales a su mando, pero militarmente era difcil o casi imposible

    resistir a tan feroz embate, pues el Castillo de San Felipe estaba bien fortificado

    con poderosos muros, adems, serva de almacn para los vveres, armas y

    municiones de la Plaza. (Livano, I., 2001: 86)

    Este captulo de la historia republicana nos demuestra el valor irrefutable

    de Bolvar, quien durante siete das combati da y noche por defender la Plaza,

    a pesar de la eventual disposicin de desercin a la menor oportunidad posible,

    por parte de sus soldados leales. El fuego enemigo se torn cada vez ms

  • 31

    intenso, simultneamente, reciban los alzados refuerzos desde Valencia, la

    cual haba sido tomada por el Jefe realista Domingo Monteverde7.

    Como consecuencia de estos sucesos, Bolvar escribi una carta el 1 de

    julio de 1812 solicitando ayuda a Miranda para poder resistir el ataque y poder

    sofocar la rebelin. En la misiva se lee lo siguiente: Un oficial indigno del nombre venezolano se ha apoderado, con los prisioneros, del Castillo de San Felipe, y est haciendo actualmente un fuego terrible sobre la ciudad. Si V.E. no ataca inmediatamente al enemigo por la retaguardia, esta plaza es perdida. Yo la mantendr entre tanto todo lo posible.(Bolvar, S., s.f.: 32.) Como un oficial indigno Bolvar se refera al Teniente de milicias

    Francisco Fernndez Vinoni, del Castillo de San Felipe. Ahora bien, por qu

    Miranda no fue en auxilio de Bolvar?, pues en Caracas se comenzaba a

    restablecer el orden y su ejrcito era ms disciplinado. Una posible explicacin

    de ello la da Mariano Picn Salas: Est Miranda la noche del 5 de julio celebrando en un banquete con sus oficiales y altos personeros del gobierno el aniversario de la declaracin de la independencia, cuando llega un propio con el angustioso mensaje de Bolvar. Lo lee el Generalsimo y dominando la emocin pronuncia una frase clebre: Venezuela dijo en francs est blesse au coeur. Y recuperando el castellano: Vean Uds. agreg lo que son las cosas de este mundo. Hace poco lo tenamos todo seguro; ahora todo es incierto y azaroso. Ayer no tena Monteverde ni plvora, ni plomo, ni fusiles; hoy puede contar con cuatrocientos quintales de plvora, plomo en abundancia y tres mil fusiles. Se me dice que ataque al enemigo; pero ste debe estar ya en posesin de todo. El oficio es de 1 del corriente y hoy es 5, ya puesto el sol. Veremos lo que se hace maana. (Picn Salas, M., 1966:209.)

    Ahora bien, si Puerto Cabello era el corazn de Venezuela8 como el

    propio Miranda sostuvo al exclamar dramticamente : Venezuela est herida en

    7 Naci en San Cristbal de La Laguna (Islas Canarias) el 2 de abril de 1773 y muri en Cdiz (Espaa) el 19 de septiembre de 1832. Oficial de la Real Marina de Guerra de Espaa. Activo en Venezuela durante la Primera Repblica, tuvo el cargo de Capitn General y jefe poltico de Venezuela. 8 Ciertamente, la Plaza de Puerto Cabello ocupaba un lugar preponderante en el sistema defensivo de Venezuela durante la dominacin espaola, es decir, era una de las llaves estratgicas del gran comercio de exportacin con la Metrpoli o factora fortificada de la Costa de Venezuela. (Surez, Santiago-Gerardo, 1971: 22)

  • 32

    el corazn, volvemos a preguntarnos por qu no prest el auxilio que reclam

    Bolvar?. Aunque los historiadores han tratado de explicar este hecho, an no

    se entiende el verdadero motivo del silencio del Generalsimo en contestar las

    cartas del Coronel Bolvar. Para los detractores del joven oficial este incidente

    signific un suceso deseado, pues la culpa recaera sobre sus espaldas, y al

    anciano hroe la oportunidad perfecta para convencer a sus tropas sobre lo

    intil de continuar luchando y buscar una salida pacfica a travs de un

    armisticio honroso.

    Ciertamente, Puerto Cabello signific la prdida de otra Plaza cualquiera,

    pero para el joven Bolvar esto representaba, adems, la derrota moral ms

    aplastante de su vida. El futuro padre de seis naciones se encontraba en tal

    estado depresivo, que muchas veces soaba con el generalsimo reprochndole

    lo ocurrido.

    Producto de tales acontecimientos, Bolvar logr huir hacia La Guaira y

    escribi una segunda carta dirigida a Miranda con fecha de 12 de julio de 1812,

    donde, entre otras cosas, expuso: A pesar de la cobarda con que, al fin, se han portado los habitantes de aquella ciudad, puedo asegurar que no por eso han cesado de tener los mismos sentimientos, creyeron nuestra causa perdida porque el ejrcito estaba distante de sus cercanas. El enemigo se ha aprovechado muy poco de los fusiles que tenamos all, pues la mayor parte de ellos los arrojaron a los bosques los soldados que los llevaban, y los otros quedaban muy descompuestos: en suma creo que apenas lograron doscientos por todos.()

    Mi general, mi espritu se halla de tal modo abatido que no me siento con nimo de mandar un solo soldado; mi presuncin me haca creer que mi deseo de acertar y mi ardiente celo por la patria, supliran en m los talentos de que carezco para mandar. () Yo hice mi deber, mi general, y si un soldado me hubiese quedado, con ese habra combatido al enemigo; si me abandonaron no fue por mi culpa. Nada me qued que hacer para contenerlos y comprometerlos a que salvasen la patria, pero ah! sta se ha perdido en mis manos. (Bolvar, S., s.f.: 32-33. El subrayado es nuestro)

    Ante esta carta, Miranda no se tom la molestia de contestar, pero se

    pueden observar tres puntos sealados muy bien por Bolvar: el primero, la

  • 33

    clara posicin de un pueblo dispuesto a resistir y a tener una nacionalidad

    propia, aunque tal vez para ese entonces no se tena bien claro el significado de

    la identidad nacional del ser venezolano, o aquella otrora identidad ancestral

    que se opusieron a perder los antiguas poblaciones originarias, para ese

    entonces con cerca de trescientos de transculturacin y dominacin espaola.

    En segundo lugar; el profundo dolor de la derrota, era algo irreparable. La

    tercera, las prensilla de coronel llevada sobre sus hombros no eran ddivas

    producto del capricho de algunos o por su condicin social, sino a su alto grado

    de espritu militar que encierra su honor, valenta, disciplina y liderazgo.

    Existi una tercera carta dirigida a Miranda, fechada el 14 de julio de

    1812, donde le expresa amargamente su desdicha por los acontecimientos

    ocurridos. Esta situacin no poda durar mucho tiempo, pues la actitud ruda y despiadada de Miranda, al destacar con su pertinaz silencio ante Bolvar su fracaso, s agudiz por algn tiempo su honda pena, al cerrarle todas las salidas y esperanzas de reivindicacin, poco a poco le fue dejando ms tranquilo, y un nuevo sentimiento, alimentado por el recuerdo de los desaires de que fue objeto, dio paso a una pasin furiosa contra Miranda. La admiracin por el dolo de ayer se convirti en odio profundo, que extraa sus combustibles de las ms sensibles fibras de esa alma soberbia, afrentada por la ms seria humillacin. Por eso no tardara en llamarlo jefe aborrecido y dspota arbitrario hasta el exceso. (Livano, I., 2001: 88) As, pues, podramos suponer que el generalsimo, ciertamente, sinti sus

    reservas en contra de Bolvar, pero es menester comprender, adems, la

    madurez y agotamiento de Miranda, un hombre con grandes batallas a cuesta,

    habituado a los grandes ejrcitos disciplinados, protagonista de revoluciones

    cruciales en la historia del mundo contemporneo. En virtud de ello, al

    encontrarse con tropas sin entrenamiento riguroso, mal dotadas y oficiales

    jvenes y bisoos, sin duda, le debi causar indignacin y su audacia,

    capacidad y fuerzas se vieron prontamente desvanecidas.

  • 34

    1.2.- Prdida de la Primera Repblica.

    En aquella hora crucial el desenlace final de la Primera Repblica se

    estaba consumando en Maracay. El 24 de julio de 1812 se daba el toque final

    de la Capitulacin de San Mateo, armisticio aconsejado a Miranda por el

    Marqus Casa Len y llevado a sus ltimas consecuencias por sus designados

    Jos Sata y Bussy y Manuel Aldao. El generalsimo la acepta tal cual como

    Domingo Monteverde lo esperaba.

    Seguidamente, Miranda orden llevar sus pertenencias hacia La Guaira,

    por donde pensaba abandonar el pas a bordo del Bergantn Sapphire o Zafiro,

    paradjicamente la misma embarcacin donde vino Bolvar desde Inglaterra,

    trayendo consigo el sueo de darle la libertad absoluta a su pueblo con la ayuda

    del Precursor.

    Sin embargo, la noticia de la eventual huida de Miranda hizo exaltar los

    nimos de los enardecidos patriotas, quienes lo consideraban traidor a la causa

    y lo inculpaban de haberlos vendido a Monteverde. Al efecto, se reunieron en

    La Guaira, donde lo esperaran para aprehenderlo, no sin antes ponerse en

    contacto con el comandante Militar de la regin, coronel Manuel Mara Casas y

    con el Gobernador Civil, Don Miguel Pea.

    El 30 de julio, el generalsimo se enter que las tropas de Monteverde se

    encontraban a pocos kilmetros de la Capital, y se puso en marcha hacia La

    Guaira. Segn el insigne merideo Mariano Picn Salas, fiel admirador del

    precursor, en su obra Miranda, publicada en 1966, nos describe cmo fueron

    las ltimas horas de Miranda, quien para el atardecer, huyendo de Monteverde,

    lleg a La Guaria donde le brind el hospedaje su propio comandante Casas,

    mientras que el Sapphire, barco donde pretenda su huida estaba dispuesto

    esperndolo, pero no lo abord de inmediato a pesar de las reiteradas peticiones

  • 35

    de su capitn, el ingles Haynes, y prefiere quedarse en tierra firme para conocer

    los ltimos detalles de la suerte de la Repblica.

    Por su parte, Casas les ofreci una cena en su hogar, la cual se vio

    envuelta en una acalorada discusin entre Pedro Gual y el coronel Juan Paz del

    Castillo, concurrentes tambin a la cena. Estos le solicitaron a Miranda les

    explicara hasta donde los protega la Capitulacin. El viejo General se sinti

    ofendido por tal interrogatorio. El capitn Haynes le pidi de nuevo abordase el

    barco, pero Miranda insisti respondindole con una negativa, y decidi pasar

    la noche en aquel sitio.

    El plan conspirador contra Miranda se puso en marcha encabezado por

    Bolvar, Chatillon y Montilla. Inmediatamente, ordenaron a un grupo armado

    apostarse al frente de la casa donde pernoct esa noche. El coronel Casas se

    retir al Castillo del Colorado para hacer la guardia. Empero, en su mente

    estaba tramando una doble traicin: la primera, a su husped para hacerle

    preso; la segunda, a los captores, pues una vez consumado el hecho, entregara

    a Miranda al invasor Monteverde.

    La violenta entrada de los asaltantes despert al Generalsimo y al

    incorporarse de su sueo observ a sus apresadores. Entendiendo los hechos, se

    dirigi a su joven edecn Soublette y expres la clebre frase: Bochinche,

    Bochinche, esta gente no sabe hacer sino Bochinche. (Cova, J., 1940: 69)

    Para la maana del 31, los autores del hecho se reunieron con el

    doblemente traidor para decidir la suerte del prisionero. Bolvar propuso el

    fusilamiento. Para ese momento, lo vea como el nico culpable de la cada de

    la Repblica y responsable de la prdida de Puerto Cabello, por la falta de

    auxilio. Por otra parte, Casas, ejerciendo su autoridad decidi no entregar a

    Miranda a los deseos de los patriotas sino a la justicia espaola, y cumpliendo

    con parte del armisticio, a ninguno de ellos se les permitira salir del pas.

  • 36

    Fue una situacin sumamente complicada para los patriotas y ms para

    aquellos directamente comprometidos con la causa, como es el caso del coronel

    Bolvar. Por ello, decidi no abandonar el pas huyendo, sino dirigise a

    Caracas y se puso en contacto con un viejo amigo de nacionalidad espaola

    llamado Francisco Iturbe. Este cercano amigo de la familia Bolvar demostr

    siempre especial aprecio por el joven Simn y le ofreci su ayuda en el acto,

    logrndose poner en contacto con el propio Monteverde y le explic la

    situacin del joven, resaltando, entre otras cosas, la opinin del oficial sobre

    Miranda y haber sido uno de los cabecillas de su aprehensin. El caudillo

    espaol, quien an se encontraba bajo el xtasis de su podero sobre Venezuela,

    no prest mayor atencin y decidi darle la entrevista a uno de los lderes de la

    causa patriota.

    As pues, los recibi muy amablemente, y mientras los dos ibricos

    conversaban, Bolvar, muy apartado de ellos, escuchaba con detenimiento sus

    palabras sin dejar de admirar las dotes de mando, la mirada penetrante y la

    sonrisa cruel del invasor realista quien logr desvanecer, momentneamente,

    sus sueos de libertad. Yo fui presentado a Monteverde por un hombre tan generoso como yo era desgraciado. Con este discurso me present Iturbe al vencedor: Aqu est el comandante de Puerto Cabello, por quien le ofrec mi garanta; si a l toca alguna pena, yo la sufro, mi vida por la suya Monteverde contest diciendo a su secretario Muros: Se concede pasaporte al seor (sealando a Bolvar), en recompensa del servicio que ha hecho al rey con la prisin de Miranda () Bolvar haba permanecido silencioso, pero al or las palabras de Monteverde repuso en el acto: He apresado a Miranda para castigar a un traidor a su patria, no para servir al rey () Tal respuesta descompuso a Monteverde; pero Iturbe insisti en que se le haba ofrecido el pasaporte y que su garanta estaba empeada, terminando por decir a Muros: Vamos, no haga usted caso de este calavera; dele el pasaporte y que se vaya. (Cova, J., 1940: 73-74)

  • 37

    Jams se imagin Monteverde que, al firmar aquel pasaporte, estaba

    firmando su futura derrota. El hombre a quin le haba permitido su salida del

    pas estaba destinado a convertirse en El Libertador de su patria. Solo bastara

    un ao ms para convertir todo su fracaso en un canto de victoria y de gloria.

    La prdida de la Plaza de Puerto Cabello y la Capitulacin de Miranda,

    eran hechos an no superados por el joven patriota. Sin embargo, en medio de

    la confusin y la calamidad, ocurri un episodio igualmente lamentable en su

    existencia como fue la prdida de su hermano, y quien en vida fue tambin su

    apoderado Juan Vicente Bolvar9, quien muri ahogado cerca de Las Bermudas

    al naufragar el bergantn americano San Felipe Neri, en el cual navegaba desde

    los Estados Unidos de Amrica, donde se desempeaba en una misin

    diplomtica, explicando la causa independentista de su patria y solicitado

    apoyo a los hermanos de la Amrica del Norte.

    Pero la mayor tristeza sufrida por Bolvar fue ver a su amada Venezuela

    en manos del temible Domingo Monteverde quien, como era de suponerse, no

    cumpli con el armisticio. Por el contrario, muchos hombres, mujeres y nios,

    nobles y honrados patriotas fueron pasados por las armas. Tal era dice Bolvar el infeliz estado de Caracas, cuando revent en los Valles de la Costa, al Este, la revolucin de los negros, libres y esclavos, provocada, auxiliada y sostenida por los emisarios de Monteverde. Esta gente inhumana y atroz, cebndose en la sangre y bienes de los patriotas, de que se les dio una lista en Curiepe y Caucagua, marchando contra el vecindario de Caracas, cometieron en aquellos valles y, especialmente, en el pueblo de Guatire los ms horrendos asesinatos, robos, violencias y devastaciones. Los rendidos, los pacficos labradores, los hombres ms honrados, moran a pistolazos y sablazo, o eran azotados brbaramente an despus de haberse publicado el armisticio. Por todas partes corra la sangre y los cadveres eran el ornato de las plazas y calles de Guatire, Calabozo, San Juan de los Morros y otros pueblos habitados por gente labradora y pacfica que, lejos de haber tomado las armas, huan, al acercarse las tropas,

    9 En su libro Catlogo de Errores y Calumnias en la Historia de Bolvar 1983, Vicente Lecuna afirma que en octubre de 1803 Bolvar otorg amplio poder general a su hermano Juan Vicente Bolvar, ante el escribano don Pedro Antonio Cobin. Dato tomado de un documento de 7 de enero de 1807 existente en el archivo de Manuel Segundo Snchez.

  • 38

    a los montes de donde los conducan atados para quitarles la vida sin ms formalidad, audiencia o juicio que hacerlos hincar de rodillas. Cualquier oficial o soldado estaba autorizado para dar impunemente muerte al que juzgaba patriota. (Livano, I., 2001: 107-108)

    Con este profundo dolor en su alma parti el joven caraqueo el 12 de

    agosto de 1812 en el velero Jess, Mara y Jos, con destino a Curazao,

    dejando atrs las costas venezolanas. Renunci de todo cuanto disfrut al ser un

    joven de la alta sociedad caraquea, una vida llena de recuerdos, viajes,

    banquetes, amigos, amores y riquezas; pero tambin dejaba atrs sus martirios

    para darle paso a la principal ocupacin de su vida en los aos sucesivos: darle

    la libertad a su patria.

    Su llegada a Curazao no fue diferente a la situacin vivida en Venezuela,

    un manto de desventuranza lo segua acompaando. El 10 de septiembre de

    1812 le escribi una carta a su benefactor Don Francisco Iturbe, donde le relat

    la crisis experimentada en Curazao. Su equipaje fue confiscado por causas, para

    l, muy extraas, pues, supuestamente, sus pertenencias haban estado en la

    misma casa donde se aloj Miranda y, la otra presuncin esgrimida, era por las

    deudas contradas por el bergantn Celoso en Puerto Cabello donde l era

    comandante y, por ende, tena la responsabilidad de pagarlas.

    Debido a esta penosa situacin y aunque no era de su agrado, Bolvar

    trat de sobrevivir a expensas de favores de algunos amigos. Por ello, solicit a

    Iturbe ponerse en contacto con Don Domingo Ascanio, a quien haba confiado

    sus bienes y del cual no tena noticias para, de alguna manera, lograse enviarle

    dinero.

    Desesperado, Bolvar volvi a escribirle a Iturbe, explicndole la misma

    situacin crtica, aunque con elevada moral, en los siguientes trminos: Es verdad que me han quitado inicuamente mi poco dinero y equipaje, pero yo estoy conforme en mi corazn, porque se que cuando el infortunio persigue por algn tiempo, todo se conspira contra el infeliz. Pero como el

  • 39

    hombre de bien y de valor, debe ser indiferente a los choques de la mala suerte, yo me hallo armado de constancia, y veo con desdn los tiros que vienen de la fortuna. Sobre mi corazn no manda nadie ms que mi conciencia: sta se encuentra tranquila, y as no le inquieta cosa alguna. Qu importa tener o no tener cosas superfluas?. Lo necesario nunca falta para alimentar la vida. Jams se muere el hombre de necesidad en tierra. Jams falta un amigo compasivo que nos socorra y el socorro de un amigo, no puede ser nunca vergonzoso el recibirle. (Bolvar, S., s.f.: 36-37)

    Agotado Bolvar de sus das en la Isla, a principios de noviembre se

    embarc rumbo hacia Cartagena, acompaado de algunos amigos que tambin

    haban encontrado refugio all, como Ribas, Briceo Mndez, Tejada, entre

    otros. Fueron largos das y noches donde lidi contra el hambre y la miseria,

    pero su mente y espritu estaban cargados de pensamientos y reflexiones sobre

    lo ocurrido en su patria. As nacen las primeras ideas de su extraordinario

    Manifiesto de Cartagena.

    1.3.- El Coronel Bolvar prepara el contraataque.

    Bolvar arrib a Cartagena de Indias en octubre de 181210 y de

    inmediato, como hombre de armas, ofreci sus servicios militares a los

    neogranadinos, quienes haban seguido el ejemplo de Caracas abrazando la idea

    independentista.

    Al habrsele hecho un estudio de sus mritos y la validez de su grado de

    coronel, el jefe del Poder Ejecutivo de la provincia, Don Manuel Rodrguez

    Torices, lo design para ocupar una plaza como oficial bajo las rdenes del

    coronel francs Pedro Labatut. De inmediato pas a comandar las guerrillas de

    Barrancas, a orillas del ro Magdalena (Cova, J., 1940: 77). Pero la formacin

    10 Vinicio Romero afirma que fue esta la fecha del arribo de Bolvar a Cartagena, otros historiadores como el caso de Indalecio Livano Aguirre sostiene que fue a mediados de Noviembre de 1812.

  • 40

    del carcter del futuro genio de Amrica, an debi soportar nuevas pruebas,

    pues su jefe Labatut conoca de los sucesos en Venezuela y, para colmo de

    males, era amigo personal de Miranda, con quien haba llegado al nuevo

    continente ejerciendo por algn tiempo la piratera en el Caribe. El coronel

    Labatut, de inmediato, sinti el recelo heredado de Miranda y su desconfianza

    por el joven caraqueo.

    El 15 de diciembre de 1812 public en Cartagena de Indias su primer

    documento poltico escrito, dirigido a los neogranadinos, donde explic las

    causas de la prdida de la primera Repblica en Venezuela. De este clebre

    documento podemos resaltar lo siguiente:

    - Destaca la excesiva tolerancia asumida por el gobierno con la ciudad

    subalterna de Coro, la cual no acept la legitimidad del nuevo orden

    republicano, declarndose como ferviente enemiga de la causa libertadora.

    - La falta de voluntad de los gobernantes para aplicar las leyes fue otro

    factor determinante contra la salud de la patria, pues se cometieron atroces

    delitos acompaados de un perdn indigno.

    - La deficiente organizacin del Estado afectaba directamente a la

    formacin de una fuerza armada bien adiestrada, pues existan cuerpos de

    milicias indisciplinadas en lugar de ejrcitos de soldados instruidos para la

    batalla y la vida castrense. Bolvar pensaba que la Repblica no necesitaba de

    hombres pagados, sino de ciudadanos bien dispuestos y preparados para

    protegerla cuando sta estuviese en peligro.

    - La falta de unidad entre los venezolanos hizo que las provincias se

    distanciaran an ms. El congreso federal le concedi a Caracas el noble puesto

    de ser la capital, lo cual despert recelo entre las otras, en especial la provincia

    de Valencia.

  • 41

    - La naciente Repblica se vio ahogada por el incremento desmedido de

    la burocracia, de las rentas pblicas, pues se deba pagar a infinidad de

    funcionarios entre oficinistas, secretarios, jueces, magistrados, legisladores,

    etc., cuyo monto fue imposible cancelar a pesar del establecimiento del papel

    moneda que los pueblos se vieron reacios a aceptar.

    - La naturaleza tambin jug un papel significativo como causa del

    desmoronamiento de la Repblica, cuando el 26 de marzo de 1812, un

    terremoto azot cruelmente las tierras venezolanas, siendo Caracas una de las

    ms afectadas. Esto repercuti indiscutiblemente en la moral de los ciudadanos

    quienes fueron objeto de la ms vil manipulacin del clero, pues unos curas

    aptridas y otros extranjeros, utilizaron este trgico momento para avivar el

    descontento del pueblo y llevarlos a la sublevacin. Pero esto se hubiese podido

    evitar si se hubiese contado con un gobierno slido, que actuase rpido,

    dndole respuestas al pueblo en tan grave situacin.

    - El Libertador insisti en criticar al sistema federal adoptado. Sin duda,

    este rgimen, poda brindar la mayor suma de felicidad a cualquier sociedad,

    pero en nuestro caso sus postulados resultaban contrarios para un Estado

    naciente. La nueva Repblica deba organizarse sobre bases slidas que

    solamente podra ejecutar un Estado unitario y articulado con todas las

    provincias. (Bolvar, S., s.f.: 41-48)

    Bolvar hizo ver a los neogranadinos lo ocurrido en Venezuela,

    advirtiendo sobre la posibilidad de repetirse, tarde o temprano, tal experiencia

    en cualquier otra provincia o Virreinato, instndolos a no permitir el avance de

    Espaa, pues posea el control de su patria y no se detendra hasta someter de

    nuevo a las colonias rebeldes.

    Una vez en Barrancas, el coronel Bolvar reuni a la tropa bajo su mando

    y observ de inmediato el deplorable estado en el cual se encontraba por falta

  • 42

    de mando. Puso a sus hombres en actividad para organizarlos, los someti a un

    rpido e intensivo adiestramiento e, incluso, asombr a los pocos habitantes de

    este humilde poblado, el cual nunca haba presenciado tanto movimiento.

    Para el 27 de diciembre de 1812, cuando su tropa compuesta de 200 a

    250 hombres (de la original de 70 hombres de la guarnicin, logrando esta

    cantidad gracias a los voluntarios y reclutas del pueblo) estaba preparada,

    abandon el pueblo rumbo a Tenerife, con la intencin de expulsar a los

    espaoles all acantonados.

    Su tropa se traslad sigilosamente por el ro Magdalena hasta llegar a un

    pueblo llamado Salamina, para descansar y recargar sus provisiones. Bolvar

    dej reposando a orillas del ro a sus soldados, quienes despertaron curiosidad

    entre los pobladores. Luego se dirigi con algunos oficiales a la taberna del

    pueblo para recaudar entre los habitantes del lugar informacin sobre el

    enemigo. Entre tragos, cuentos, chistes y otras cosas propias de estos lugares,

    logr su cometido e, incluso, cuentan a Bolvar con gran alboroto sobre la

    sensacin del pueblo: una bella joven que haba llegado de Francia junto a su

    padre, un comerciante de apellido Lenoit.

    Al atardecer abandon la taberna, no sin antes preguntar donde viva tan

    hermosa dama, de quien tanto le haban hablado. Sin embargo, conocemos el

    sentimiento que ocupa el corazn del joven viudo11, pero atribulado por su

    tormentoso pasado dej espacio para nuevas pasiones. Su curiosidad lo llev

    hasta las puertas de la morada de la joven Anne Lenoit, pronuncia algunas

    palabras en buen francs y la joven sali a su encuentro, comprobando el

    acierto de los rumores escuchados en la taberna. Ciertamente, Anita era una

    rubia hermosa, quien de inmediato qued impregnada de la galantera 11 Bolvar se caso el 26 de mayo de 1802 con Mara Teresa Josefa Antonia Joaquina, hija de don Bernardo Rodrguez de Toro y doa Benita de Alayza y Medrano. Pero lamentablemente falleci el 22 de enero de 1803, producto de haberse contagiado de la fiebre amarilla.

  • 43

    caracterstica de El Libertador. Sorprendida por escuchar su lengua materna en

    estos sitios lejanos y salvajes, rompi el hielo y comenzaron a entablar una

    larga conversacin sobre Paris, pero tambin acerca de la peligrosa campaa a

    emprender. (Livano, I., 2001: 100-101) Esta ancdota, como otras ms, nos

    permiten conocer ms a fondo su espritu, ms humano y ms sensible, no ese

    al cual estamos acostumbrados: verlo en el lomo de un caballo brioso

    empuando su sable.

    El 23 de diciembre de 1812 llegaron las tropas a Tenerife. Bolvar

    decidi diplomticamente enviar una clusula de rendicin, la cual no fue

    aceptada por las tropas realistas.

    Demostrando sus dotes de estratega militar desembarc su pequeo

    ejrcito en diversas posiciones estratgicas sitiando al enemigo, donde se

    escenificara un reido y sangriento combate. Los realistas no pudieron

    contener por ms tiempo el ataque de El Libertador, temiendo ser sitiados en

    aquella plaza. Fue entonces cuando decidieron abandonarla, dejando atrs

    piezas de artillera y algunas embarcaciones pequeas, tomndolas como parte

    del botn de guerra. Al da siguiente entraron en la villa de Barrancas y

    proclamaron la libertad de navegacin del ro Magdalena. Triunfante, Bolvar

    reuni al Cabildo, y con gran entusiasmo hizo una apologa del gobierno

    republicano.

    Aqu logr aumentar sus tropas, derrotando a su paso vencedor los

    destacamentos situados en Plato y Zambrano. Entr el 26 de diciembre de 1812

    a Mompox y sali de all el 29 de diciembre con 500 hombres, entre los cuales

    se anexaron animados voluntarios mompoxianos, mientras el espaol Campani

    decidi evacuar el Banco, donde haba tres compaas realistas.

    Fue as como los acontecimientos se fueron dando uno tras otros,

    trayendo consigo los laureles de la victoria emancipadora. Bolvar haba

  • 44

    aprendido no detenerse a disfrutar de la embriaguez del triunfo; mientras tanto

    los espaoles pensaron errneamente que l hara esto y que consolidara su

    triunfo en el Magdalena. Pero estratgicamente Bolvar: abandon sus mrgenes y se intern en la provincia enemiga por el ro Cesar hasta caer sorpresivamente, el 1 de Enero de 1813, sobre Chiriguan. Luego regres al Magdalena, se present ante el Tamalamaque, lo rindi y avanz sobre el Puerto Nacional, que se le entreg despus de intensa lucha. Estos xitos despertaron enorme alegra y sorpresa en Cartagena, en medio de las cuales se ahog la protesta de Labatut y se frustr su empeo de someter al caraqueo a Consejo de Guerra por su desobediencia. (Livano, I., 2001: 102.)

    Gracias a estos primeros hechos quedaron restablecidas las

    comunicaciones de Cartagena con el interior del Virreinato. Por otro lado,

    Bolvar recibi noticias del entusiasmo existente entre los pobladores de Ocaa,

    sitio de excelente posicin estratgica para el avance hacia Venezuela. Al

    deducir esto, el Coronel dej parte de su tropa en el Magdalena y se dispuso

    avanzar en campaa para ocupar la ciudad de Ocaa el 8 de enero de 1813,

    donde rindi a las tropas espaolas y triunfante decidi instalar un cuartel

    general en esa poblacin. Ahora, silenciosamente dirigi su mirada hacia la

    provincia de Ccuta, la cual estaba sometida por la presencia enemiga.

    Para su sorpresa, recibi una comunicacin del Congreso de Tunja,

    anuncindole sobre lo avanzado que estaban las tropas de Monteverde en las

    fronteras neogranadinas, al mando del coronel Ramn Correa12. Aunque esta

    noticia caus temor entre sus tropas y oficiales, no obstante, le trajo cierta

    expectativa, pues adverta que las autoridades le confiaran la defensa de sus

    fronteras, lo cual le permiti continuar con su avanzada.

    12 Naci en Ceuta (Marruecos) en el ao de 1770 y muri en Puerto Cabello (Edo. Carabobo) en el ao de 1821. Militar del ejrcito espaol, activo en Venezuela durante las 2 primeras dcadas del siglo XIX. Gobernador de las provincias de Maracaibo (1814-1815) y Barinas (1816), gobernador y capitn general de Venezuela (1819 y 1821) y jefe superior y poltico de Venezuela (1820). Miembro de la comisin que concluy los Tratados de Trujillo en 1820.

  • 45

    Monteverde contaba con un poderoso ejrcito para pacificar a la Nueva

    Granada, compuesto por 2.500 infantes regulares y adiestraban a 500 para

    reunir 3.000, ms 1.700 jinetes bajo las rdenes de Ynez y Nieto, todos ellos

    dirigidos por el capitn de fragata Antonio Tizcar, y agregando las tropas de

    Correa sumaban ms de 6.000 hombres en armas. Ante tan avasallante

    contingente, Bolvar pudo imponer su liderazgo para evitar la desmoralizacin

    entre sus subalternos.

    Al acercarse los espaoles a Pamplona, obligaron al coronel

    neogranadino Manuel Castillo y Rada13 a solicitar auxilio al Libertador. Una

    vez otorgada la autorizacin respectiva por el gobierno de Cartagena, ste sali

    de inmediato en su ayuda. Con esta amenaza a sus espaldas, Correa no se

    atrevi a invadir Pamplona. Como bien explica Cova: La mayora de los soldados de Bolvar, acostumbrados a las temperaturas del trpico, en las regiones de la costa, sufran cruelmente por el aire helado de la cordillera, y slo el cario y la admiracin que haba podido inspirarles su jefe le impeda sucumbir bajo el peso de las miserias. El espaol Correa trata de sorprender a Bolvar a la salida de las montaas; pero ste, dando ya pruebas de su habilidad guerrillera, ha hecho correr la noticia de que llega con l un verdadero ejrcito; y en el desfiladero de La Aguada destruye las primeras tropas enemigas que le salen a su paso y en retirada van desocupando todos los puntos fuertes que mantenan en el camino de Pamplona, ciudad que ocupa Bolvar, reunindose a Castillo, mientras que Correa, siempre en retirada haca alto en San Jos de Ccuta. (Cova, J., 1940: 84)

    Con estas acciones, Bolvar estaba consagrndose como un audaz jefe

    militar, pero como era de esperarse, sus compaeros neogranadinos tuvieron

    sus diferencias con l. Planteaba, como la nica manera de liberar a Ccuta, un

    rpido ataque conjunto. Pero Castillo, encastillado en las viejas tcticas,

    prefiri inmovilizar sus tropas manteniendo solo una lnea defensiva. Esto nos

    13 Naci en Cartagena de Indias (Colombia) no conocemos el ao y muri en Cartagena de Indias (Colombia) 24.2.1816. General de brigada. Abraz la carrera de las armas en 1810, cuando Nueva Granada inici su movimiento revolucionario.

  • 46

    recuerda a las tcticas utilizadas por Miranda, las cuales generaron fuertes

    controversias con Bolvar. Este entiende de plano la decisin de su compaero

    y no gast su tiempo en discusiones, despreocupndose de las objeciones del

    coronel neogranadino. As las cosas, decidi dividir su ejrcito en dos cuerpos

    buscando el Valle de Ccuta.

    Las tropas libertadoras comenzaron su ascenso por la serrana andina.

    Venci una primera resistencia el 22 de enero de 1813 en el alto de La Aguada,

    luego avanz sobre las posiciones enemigas del ro Zulia, las tom por sorpresa

    y prepar su embate final. Para al amanecer del 28 de febrero sus tropas

    estaban prestas para avanzar hacia la ciudad de Ccuta, donde se encontraban

    las tropas realistas, las cuales en una accin desesperada trataron de tomar por

    sorpresa la retaguardia de los hombres de Bolvar, quienes los repelieron con

    una fuerte descarga de fusilera. Luego de horas de encarnecido combate

    orden a Jos Flix Ribas, su segundo al mando y to poltico14, atacar por el

    centro con la difcil maniobra de carga a la bayoneta, movimiento de ataque

    que slo lo puede ejecutar un aguerrido y adiestrado ejrcito. Ribas cumpli la

    orden a cabalidad, logrando producir la derrota del enemigo. Los realistas

    decidieron retirarse, pero Bolvar quiso ver a sus enemigos totalmente

    diezmados, ordenando entonces se les persiguiese sin contemplacin alguna.

    En esta operacin se puso en evidencia las diferencias, en cuanto a tcticas

    militares se refiere, entre la concepcin de Bolvar y la vieja guardia de

    Miranda o Castillo.

    La noticia de su triunfo lleg al Congreso Neogranadino, llenndose

    todos sus miembros de entusiasmo. Presidido por el prcer Camilo Torres,

    decidi como recompensa a tan nobles servicios prestados, otorgarle al joven

    14 Jos Flix Ribas se cas con doa Josefa Palacios Blanco nacida en 1774, considerada por la historia como la segunda madre de Bolvar, puesto que ella cuid de l despus que qued hurfano de madre.

  • 47

    caraqueo el ttulo de ciudadano de la Nueva Granada y el rango militar de

    Brigadier de la Unin. El Libertador, extasiado por su indiscutible triunfo, no

    vacil en solicitarle al honorable Congreso la autorizacin de invadir a

    Venezuela y devolverle su derecho a ser libre y soberana; pero ante tan

    ambiciosa peticin encontrara numerosas trabas, como por ejemplo, su

    compaero el coronel Castillo, quien haciendo revuelo de sus diferencias, lo

    acus ante el Congreso de ser un hombre arrastrado slo por las pasiones,

    alocado e inexperto, considerndolo incapaz de llevar a cabo tan grande

    empresa y quien slo traera prdidas a la Nueva Granada. Castillo, con sus intrigas, ha logrado que el congreso no responda a las peticiones de Bolvar, quien desesperado por poner en ejecucin sus planes de reconquista, escribe de nuevo al soberano cuerpo: La suerte de la Nueva Granada, est ligada con la de Venezuela: si sta contina en cadenas, la primera la llevara tambin: porque la esclavitud es una gangrena que empieza por una parte, y si no se corta, se comunica al todo y perece el cuerpo entero.() Adems del Congreso escribe particularmente a Camilo Torres, a Nario, a Torrices y hasta al mismo Castillo, a quien en carta del 15 de abril le ofrece la jefatura del ejrcito.() Pero a tales ofertas responde Castillo proponiendo al Congreso escoger entre l y Bolvar y que si se le propone al venezolano est dispuesto a solicitar la baja en el ejrcito. (Cova, J. 1940: 85-86.)

    Ante la controversia reinante en el Congreso neogranadino, el coronel

    Rafael Urdaneta, fiel amigo de El Libertador y compatriota, le dice General: si

    con dos hombres basta para emancipar la patria, pronto estoy a acompaar a

    usted, hecho que sin duda qued marcado en la historia como muestra de la

    ms sublime e irrevocable lealtad.

    Bolvar persever entonces en buscar la anhelada autorizacin. Fue

    entonces cuando Camilo Torres, quien tena fe en l, logr aprobar dicha

    licencia para acceder a su peticin de invadir a Venezuela, mediante un

    documento de instrucciones fechado el 27 de abril de 1813. (Cova, J. 1940: 86).

  • 48

    El 7 de mayo Bolvar recibi en Ccuta el ambicioso permiso, no tan

    amplio como l lo esperaba, solo lo facultaban para ir en campaa hacia las

    provincias fronterizas de Mrida y Trujillo. Castillo, al conocer la noticia, se

    separ poco despus del ejrcito como lo haba prometido y dej su cargo al

    mayor neogranadino Francisco de Paula Santander, hombre de probada

    admiracin por Castillo y quien, sin duda, acatara sus lineamientos.

    Sin embargo, nada detuvo a Bolvar en su arriesgada empresa. Para tal

    efecto, reuni sus tropas en San Antonio, a los que ley una proclama: en el momento de abrir marcha, hizo leer la siguiente proclama, que era su inmortal cartel de reto a Monteverde: Soldados del Ejrcito de Cartagena y de la Unin. Vuestras armas libertadoras han venido hasta Venezuela, que ve respirar ya una de sus villas al abrigo de vuestra generosa proteccin. En menos de dos meses habis terminado dos campaas y habis comenzado una tercera, que empieza aqu y debe concluir en el pas que me dio la vida. Yo he tenido la honra de combatir a vuestro lado, conozco los sentimientos magnnimos que os animan a favor de vuestros hermanos esclavizados, a quienes pueden nicamente dar salud, vida y libertad vuestros temibles brazos y vuestros pechos aguerridos. El solo brillo de vuestras armas invictas har desaparecer en los campos de Venezuela las bandas espaolas, como se disipan las tinieblas delante de los rayos del sol. La Amrica entera espera su libertad y salvacin de vosotros, impertrritos soldados de Cartagena y de la Unin! No, su confianza no es vana, y Venezuela bien pronto ver clavar vuestros estandartes en las fortalezas de Puerto Cabello y La Guaira. Corred a colmaros de gloria adquiriendo el sublime renombre de libertadores de Venezuela. (Livano, I., 2001: 105)

    Con esta proclama Bolvar defini el futuro de su vida, la cual entreg a

    la noble empresa de libertar a sus compatriotas, de destruir todo vestigio del

    imperio espaol y construir una Repblica basada en los nobles ideales de

    justicia, hermandad y soberana.

  • 49

    PRCERES VENEZOLANOS Y NEOGRANADINOS.

    6

    Rafael Urdaneta. Jos Flix Ribas. 7 leo de Martn Tovar y Tovar (1874) Dibujo de L. Tavernier, Palacio Federal de Caracas. Litografa de Thierry Frres.

    Francisco de Paula Santander. Dibujo de L. Tavernier, Litografa de Thierry Frres. Libros Raros Biblioteca Nacional Caracas.

    8