revista oct nº 040 sept. dcccxciv (1)

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  • REVISTA N 040 SEPT. 2012 ORDEN CATLICA DEL TEMPLE ANNO TEMPLI DCCCXCIV

  • +Editorial:

    Federico Leiva i Paredes. Editor y Director.

    +Colaboradores:

    Joaqun Salleras Clari (Historiador de Fraga).

    Albert Coll Vil.

    Fredy H. Wompner G.

    Juan A. Portales.

    +Publicacin de artculos: Email:

    [email protected]

    +Contactos: www.ocet.org.es

    [email protected]

    [email protected]

    http://templariosdecristo.blogspot.com/

    Non Nobis Domine

    Non Nobis

    Sed Nomine Tuo Da Gloriam

    +Contenido:

    PORTADA

    PERSONAJES DE LAS CRUZADAS. (Reyes de Jerusaln).

    MARAVILLAS DE AMRICA DEL SUR. (Per Pajatn)

    EL PROFETA EZEQUIEL (II Parte).

    DOCUMENTOS DEL PROCESO CONTRA LA ORDEN DEL TEMPLE.

    EL RINCN DE JOAQUN SALLERAS.

    HAERBOLARIUM. (La Ajedrea y La Albahaca).

    LOS PAPAS DE LA HISTORIA. (San Alejandro I).

    VIVIR DE LA ARTESANIA O MORIR EN EL INTENTO

    LEYENDAS Y TRADICIONES POPULARES. (La Cara del Moro).

    CONTRAPORTADA.

    EDITA: OCT (Orden Catlica del Temple)

    La OCT no se responsabiliza de las opiniones o doctrinas de los autores, ni de la posible violacin de autora y originalidad de los trabajos, colaboraciones o artculos enviados a esta redaccin. Los autores sern los nicos responsables de todas las cargas pecuniarias que pudieran derivarse frente a terceros de acciones, reclamaciones o conflictos derivados del incumplimiento de estas obligaciones previstas por la Ley.

    Reservados todos los derechos de edicin, publicacin y difusin

  • Reyes de Jerusaln

  • Melisenda (1105 11 de septiembre de 1161) fue reina de Jerusaln de 1131 a 1153. Melisenda era la hija mayor del rey Balduino II de Jerusaln y de la princesa armenia Morfia de Melitene. Recibi el nombre de su abuela paterna, Melisenda de Montlhry, esposa de Hugo I, Conde de Rethel. Tuvo tres hermanas menores: Alicia, princesa de Antioqua; Hodierna, condesa de Trpoli y Ioveta, abadesa de S. Lzaro en Betania.

    Melisenda era la heredera de la dinasta reinante en Jerusaln. En la poca, rara vez una monarca ejerca su poder. Algunas de las contemporneas de Melisenda fueron Urraca de Len y Castilla (1080-1126), Matilde de Inglaterra (1102-1169) y Leonor de Aquitania (1121-1204). Pero la autoridad de Melisenda no se transmiti a su hijo, sino que fue independiente de l, como escribi Guillermo de Tiro: reseditque reginam regni potestas penes dominam Melisendem, Deo amabilem reginam, cui jure hereditario competebat ("el gobierno del reino qued en poder la seora reina Melisenda, una reina amada por Dios, pues se lo transfiri por derecho sucesorio"). Melisenda no fue una simple reina regente (en nombre de su hijo Balduino III), sino un reina que rein como tal, por derecho sucesorio y civil.

    Durante el reinado de su padre, ella era filia regis et regni Jerosolimitani haeres ("hija del rey y heredera del reino de Jerusaln") y como tal tena precedencia sobre otros nobles y clrigos en el ceremonial. Con el tiempo, aparece cada vez ms a menudo asociada con su padre en la documentacin oficial (monedas, concesin de feudos y correspondencia diplomtica). Balduino educ a su hija como una sucesora capaz y ella disfrut del apoyo de la Haute Cour, el consejo real que reuna a la nobleza y el clero del reino.

    Pero Balduino tambin calcul que haba que casarla con un poderoso aliado, que protegiese y defendiese su herencia y a sus futuros herederos. Busc un consorte para su hija, no un rey-consorte que ejerciese de rey, y eligi a Fulco V de Anjou, un famoso cruzado y jefe militar (que a travs de un hijo de su primer matrimonio, Godofredo V de Anjou, llegara a ser en el futuro abuelo de Enrique II de Inglaterra). Durante las negociaciones matrimoniales, Fulco insisti en ser gobernante a la par que Melisenda y Balduino acept su peticin, pues Fulco era relativamente rico (incluso para ser cruzado) y proveera de tropas y experiencia militar a la defensa del reino.

    Melisenda dio a luz un heredero en 1130, el futuro

    Balduino III. Balduino II designo a Melisenda como nica tutora del nio, excluyendo a Fulco.

    Tras la muerte de Balduino II en 1131, Melisenda y Fulco ascendieron al trono como gobernantes conjuntos. Sin embargo, con el apoyo de sus cruzados, Fulco excluy a Melisenda de la

    posibilidad de conceder ttulos, reduciendo pblicamente su autoridad. Este trato dado a la reina irrit a los miembros de la

    Haute Cour, cuyo propio poder resultara erosionado si Fulco segua dominando as el reino.

    Las diferencias entre marido y mujer resultaron un adecuado instrumento poltico en

    manos de Fulco, que las us en 1134 al acusar a Hugo II de Le Puiset, conde de Jaffa, de ser el amante de Melisenda. Hugo era el barn ms poderoso del reino y muy leal a la memoria de Balduino II. Su lealtad se extenda a Melisenda, aunque el propio Hugo, por estricta sucesin masculina, tena un mayor derecho al trono. Era primo de Melisenda y miembro de la familia real. Las fuentes contemporneas, como Guillermo de Tiro, hacen caso omiso de esta infidelidad, y sealan que Fulco en realidad estaba favoreciendo a los nuevos cruzados de llegados de Anjou, en perjuicio de los cruzados ya establecidos en el reino. Si Melisenda hubiese sido realmente culpable, ni la Iglesia ni la nobleza habran apoyado luego su causa.

  • Hugo se ali con la ciudad musulmana de Ascaln y pudo hacer frente a un ejrcito que se envi en su contra. Pero no pudo mantener tal posicin indefinidamente. Su alianza con Ascaln le cost el apoyo en la corte. El patriarca de Jerusaln negoci la paz, y Hugo fue exiliado por tres aos. Poco despus tuvo lugar un intento fallido de asesinato contra Hugo, que se atribuy a Fulco o a su partido. Esto fue suficiente para que la faccin de la reina desafiase abiertamente a Fulco. Los partidarios de la reina, a travs de una especie de golpe de palacio, vencieron a Fulco y desde 1135 su posicin se vio cada vez ms debilitada. Guillermo de Tiro relata que Fulco "ya no trat de tomar la iniciativa, ni siquiera en asuntos menores, sin el conocimiento de la reina". Los esposos se reconciliaron en 1136 y naci un segundo hijo, Amalarico. Cuando Fulco muri en un accidente de caza en 1143, Melisenda lo llor pblica y privadamente. La victoria de Melisenda fue total: de nuevo aparece concediendo ttulos, feudos, cargos, favores regios y perdones, adems de reunir el consejo.

    Melisenda cont con el apoyo de la Iglesia a lo largo de toda su vida. En 1138 fund el gran convento de San Lzaro en Betania, que su hermana menor regira como abadesa, dotndolo de las ricas tierras del llano de Jeric. Tambin concedi grandes riquezas al Santo Sepulcro, Nuestra Seora de Josafat, el Templum Domini, la orden del Hospital, el hospital de San Lzaro y a los premostratenses de San Samuel.

    En algn momento entre 1131 y 1143, encarg el llamado Salterio de Melisenda: a pesar de la influencia bizantina e italiana en la iluminacin, los artistas que participaron en su elaboracin muestran un claro y distintivo estilo propio de Jerusaln. En el segundo cuarto del siglo XII, Jerusaln contaba con un floreciente y famoso scriptorium, capaz de realizar los encargos reales de mxima calidad.

    LA SEGUNDA CRUZADA

    En 1144 el condado de Edesa se encontraba asediado en una guerra fronteriza que amenazaba su supervivencia. Melisenda acudi en su ayuda, enviando un ejrcito liderado por el condestable del reino Manases de Hierges, Felipe de Milly, quien ms tarde sera Maestre de la Orden del Temple, y Elinando de Bures. Raimundo de Antioqua hizo caso omiso de la llamada en ayuda, pues sus fuerzas estaban ocupadas en su propia guerra contra los bizantinos en Cilicia. A pesar de todo, Edesa cay.

    Melisenda pidi ayuda al Papa, y se convoc una Segunda Cruzada. La expedicin

    estaba liderada por el rey de Francia Luis VII y el emperador germnico Conrado II. Junto a Luis vena su mujer, Leonor de Aquitania, y sus propios nobles vasallos.

    En 1148 se reunieron en Acre los cruzados para establecer la estrategia de ataque. Conrado y Luis aconsejaron a un joven Balduino III, de 16 aos, atacar la ciudad-estado musulmana de Damasco, aunque Melisenda, Manases y Leonor queran tomar Alepo, lo que ayudara a reconquistar Edesa. En la reunin se decidi atacar Damasco. Sin embargo, esta ciudad estaba en buenas relaciones diplomticas con Jerusaln, y exista entre ellas un tratado de paz. El resultado de esta ruptura fue que Damasco no volvera a confiar jams en Jerusaln.

    Como gobernante, posiblemente le cost ceder capacidad de decisin a un joven inexperto. En cualquier caso, no hubo presin poltica o social para que se transfiriese autoridad a Balduino antes de 1152, aunque ste alcanz la mayora de edad en 1145. Balduino III y Melisenda haban sido coronados como co-gobernantes el da de Navidad de 1143. Esta coronacin conjunta fue similar a la de la propia Melisenda con su padre en 1128, y puede que refleje una tendencia corriente a coronar al heredero en vida del monarca reinante, como suceda en otros reinos de la poca.

  • Balduino fue educado para ser un jefe

    militar. Sin embargo, hacia los 24 aos senta que ya poda hacerse cargo de alguna responsabilidad de gobierno. Hasta entonces, Melisenda slo le haba asociado al gobierno en raras ocasiones. Entre 1150 y 1152 creci la tensin entre madre e hijo, cuando Balduino culp a Manases de alejarle de su madre. La crisis lleg a su culmen a comienzos de 1152, cuando Balduino pidi al patriarca Fulco de Jerusaln que le coronase en el Santo Sepulcro, sin la presencia de Melisenda. El patriarca no acept. En protesta, Balduino represent una procesin por las calles de la ciudad con una corona de laureles, en una especie de auto-coronacin.

    Balduino y Melisenda decidieron dejar la decisin en manos de la Haute Cour, que

    decidi que Balduino gobernase el norte del reino y Melisenda las zonas ms ricas de Judea y Samaria, as como la propia ciudad de Jerusaln. La decisin evitaba la guerra civil, pero divida los recursos del reino. La Iglesia y los barones de Judea y Samaria apoyaron claramente a Melisenda.

    A pesar de todo, ni Balduino ni Melisenda consideraban que la solucin fuese perfecta. Pero en lugar de buscar un nuevo compromiso, a las pocas semanas Balduino mand una invasin del reino de su madre. Tom con rapidez Nablus y Jerusaln cay fcilmente. Melisenda con su hijo menor Amalarico y otros busc refugio en la torre de David. La mediacin de la Iglesia entre madre e hijo supuso la concesin de la ciudad de Nablus y sus tierras a Melisenda de por vida, y el juramento solemne de Balduino de mantener la paz. Melisenda haba perdido la guerra civil con su hijo, pero mantuvo gran influencia y evit ser recluida en un convento de por vida.

    Para 1153 madre e hijo se haba reconciliado. Desde la guerra civil, Balduino haba dado muestras de gran respeto por su madre. Las relaciones de Melisenda, con su hermana Hodierna y su sobrina Constanza de Antioqua implicaban que tena influencia directa en el norte de Siria, una conexin muy valiosa desde que el propio Balduino haba roto el tratado con Damasco en 1147. Melisenda sigui actuando en poltica. Desde 1154 vuelve a aparecer asociada a su hijo. En 1156 firma un tratado con los pisanos. En 1157 tom el-Hablis en Transjordania, mientras Balduino estaba en el norte.

    En 1161 Melisenda sufri un infarto cerebral: su memoria result muy daada y no pudo seguir tomando parte en los asuntos de gobierno. Sus hermanas acudieron a cuidarla hasta su muerte el 11 de septiembre de 1161.

    Por F.L.P.

  • El complejo Arqueolgico conocido como el Gran Pajatn, es una maravilla de la naturaleza y de la mano del hombre. Es una belleza arqueolgica poblada de leyendas y una realidad que muy pocos han tenido la suerte de visitar y conocer. Este sitio, bautizado como el Gran Pajatn por el explorador norteamericano Gene Savoy, ha sido incluido dentro del mito y la leyenda moderna como un lugar mgico y mstico. Adems ha sido asociado con una ciudad perdida en la selva, el mito de El Dorado; la ciudad de oro escondida en lo ms profundo de la

    Amazona, y que prometa convertir en rico al que la encontrase. El Gran Pajatn es una ciudad de la cultura Chachapoya, y un enigma de nuestro pasado por la falta de estudios arqueolgicos para comprenderlo.

    El complejo arqueolgico fue descubierto por Carlos Toms Torrealva Jurez, alcalde del distrito de Pataz, regin La Libertad, en setiembre de 1964. Se encontr con el recinto mientras diriga a un grupo de vecinos que recorran la zona en busca de lugares apropiados para el desarrollo de la agricultura. Una vez hallado se asumi que perteneci a la Cultura Chachapoyas (1200 - 1500 d.C.), quienes construyeron los ptreos edificios circulares que demuestran un perfecto conocimiento de ingeniera y arte ltico.

    Ya en 1965, el arquitecto Vctor Pimentel Gurmendi realiz una visita de reconocimiento acompaado por el arquelogo Duccio Bonavia, a quien se debe el primer estudio sobre Pajatn. Tambin particip el arquitecto Wolfgang Wurster, quien es autor de un cuaderno de viaje con valiosas anotaciones arqueolgicas. En 1968 el arquelogo Duccio Bonavia describi 18 edificios circulares, con dimensiones que van de los 4 metros a los 14 metros de dimetro. Ya a principios de los aos 80, una expedicin dirigida por el arquelogo Federico Kauffman Doig hall, en las inmediaciones de las ruinas de Pajatn, un grupo de figurillas talladas en madera de procedencia indudablemente prehispnica, que colgaban de las paredes de una construccin de piedra.

    Los restos han sido estudiados intensamente desde 1985, y luego se ha podido registrar aspectos referentes a las ocupaciones tempranas del sitio, as como algunos aspectos de su cimentacin. A partir de 1986 se profundizaron las investigaciones a fin de establecer la secuencia de su desarrollo y evolucin. Algunos investigadores como Duccio Bonavia y Federico Kauffman sostienen la tesis de que El Gran Pajatn fue un enclave serrano tardo para la colonizacin agraria de la selva. Han basado esta afirmacin por la presencia de cermica y caminos incas, as como su arquitectura administrativo- ceremonial. Adems se tiene registro de que en diversas zonas selvticas existen indicios arqueolgicos de ocupaciones pre-incas, como tumbas, monolitos, restos de cermica, etc., pero es muy difcil relacionarlos con certeza con determinadas naciones del Tahuantinsuyo. Fueron los cronistas de los siglos XVI Y XVII quienes dejaron referencias histricas y etnogrficas sobre las culturas andinas tardas que recogieron con las tradiciones orales.

    Per Pajatn

  • Las ruinas del Gran Pajatn estn situadas en la confluencia de dos ros tributarios del Abigeo y en los escarpados flancos orientales de la cordillera de los andes. El sitio se encuentra ubicado a 2,850 m.s.n.m. y comprende un conjunto de edificios que presentan sus escalinatas orientadas hacia el nor-oeste. Las coordenadas geogrficas de la meseta son: 77 17' longitud oeste y 0745' latitud sur. Polticamente el centro arqueolgico pertenece al distrito de Huicungo, en la provincia de Mariscal Cceres, de la regin San Martn, en el norte del Per. Esta zona esta en plena selva alta y sobre una angosta y desnivelada meseta, en forma de media luna, en un

    contrafuerte que se desprende de las empinadas laderas de los cerros que bordean una de las Cuencas del Huallaga, por lo que el recinto se encontr cubierto por un tupido bosque tropical hmedo.

    En 1968, el arquelogo Duccio Bonava describi 18 edificios circulares construidos en piedras sobre plataformas que nivelan el terreno escarpado sobre el que est emplazada la ciudad. El complejo cuenta con escaleras que conectan los diferentes niveles, facilitando la circulacin de personas por los diferentes sectores de todo el asentamiento. Lo que distingue particularmente al conjunto de Pajatn son los torreones circulares, con dimetros variables entre 2 y 15 m. De manera partculas los edificios, que se alzan unos a distinto nivel de los otros, se extienden en una superficie de una hectrea quedando muy prximos entre s.

    Todo el conjunto arquitectnico muestra calles serpenteadas y plataformas donde se localizan las edificaciones circulares. Uno de los monumentos que destaca mayormente es el Edificio 1. Este tiene 13 metros de dimetro y est separado en dos secciones por una cornisa. La seccin inferior es la plataforma sobre la cual se construy la seccin superior. Una escalera lleva desde una plaza cubierta con piedras pizarra hasta la entrada, en la parte superior. Esta entrada est flanqueada por algunos paneles planos de frisos de piedra que muestran cinco figuras humanas con las rodillas dobladas hacia afuera y los brazos flexionados. Cada una de estas figuras tiene una cabeza clava con tocados de dos estilos diferentes que se alternan entre figura y figura. La parte superior est decorada con una greca escalonada bordeada con lineas en zigzag. Este tipo de diseo es caracterstico de la arquitectura Chachapoyas.

    Las excavaciones efectuadas permitieron establecer que los pisos superiores se presentan algo deteriorados, como consecuencia de las remociones y trabajos de limpieza efectuados por una expedicin cvico militar, la que tena en mente abrir rpidamente el conjunto al turismo sin efectuar los trabajos de investigacin correspondientes. El cuerpo superior de los edificios presenta decoraciones con motivos geomtricos de alto relieve en tanto que las inferiores estn adornadas con representaciones antropomorfas y zoomorfas. Sus edificios, sus motivos ornamentales, cabezas humanas y alas de cndores parecen transmitirnos un mensaje telrico y guerrero, haciendo pensar al visitante en ceremonias rituales de tipo funerario.

    Poe J.A.R.

  • II Parte

    INTERPRETACIN ESPIRITUAL

    Segn los principales grupos de estudio bblico y escuelas msticas, todo tendra una explicacin espiritual y simblica que parte de la propia comprensin de la actividad de Dios. Dios es un Dios de actividad incesante, ms a pesar de ello l est siempre en perfecto descanso. Esto es porque su actividad fluye de sus propsitos eternos donde todo ya est perfectamente cumplido.

    Las cuatro criaturas vivientes tenan apariencia de hombre. El hombre fue creado para reflejar los propsitos y la Gloria de Dios en sus

    actividades. Los cuatro rostros de los seres vivientes representan los cuatro rostros del hombre (cuatro propsitos, direcciones o enfoques). La rueda al lado de cada ser viviente representa la actividad en particular, asociada a cada una de las cuatro caras del hombre en la tierra. El sonido de las alas de cada criatura es primero la actividad en el mundo espiritual, y el ruido de las ruedas al costado de ellos es la correspondiente actividad en la esfera natural. Ellos han de funcionar juntas, lado a lado, y no independientemente. Nada est oculto de Sus ojos. La llanta, el borde, el crculo de cada rueda est llena de Sus ojos a quien hemos de dar cuenta (He. 4:13). Los cuatro rostros representan a las dimensiones del hombre (Adn, hijo de la tierra, Responsabilidades naturales y Obligaciones familiares. Venga tu reino sobre la tierra, como lo es en los cielos), El len (Autoridad del Reino, Dones espirituales y ministerio, es el llamado de Dios a tu vida), El buey (La labor del hombre. Pues Mi yugo es ligero y Mi carga es liviana) y El guila (La dimensin espiritual de la vida del hombre. La oracin. Nos elevamos sobre las alas de la alabanza y oramos en otras lenguas como el Espritu nos da expresin).

    Cada rostro miraba a una direccin diferente. Cuando la criatura se mueve, lo hace directamente hacia una de estas cuatro direcciones. Uno solamente puede avanzar hacia una direccin por vez. Hay cuatro rostros pero slo una rueda, por lo cual uno puede dedicarse solamente a una funcin por vez. Si somos guiados por el Espritu sabremos cuando cada rostro debe arrancar o frenar la rueda de la actividad.

    Cada da tiene cuatro rostros (usualmente). A veces un rostro tendr un periodo extendido de das, semanas o an meses. Cualquiera el caso, es importante que el hombre mire hacia las cuatro direcciones de manera balanceada. Si ests manteniendo un sistema de vida balanceado, los movimientos hacia las direcciones de las cuatro caras siempre te traern de regreso al centro de la voluntad de Dios. Por ejemplo, la cara del hombre mira en la direccin opuesta a la del guila (ellas estn en los lados opuestos de la misma cabeza, nuca con nuca, mirando hacia el lado opuesto de la otra).

  • Entender el balance de cada uno de estos cuatro roles en la vida de un individuo, le

    ayudar a entregarse con todo el corazn a cada rol a su justo tiempo, sin sentir la culpa que a menudo viene por no poder estar en todos lados al mismo tiempo. La rueda se acoplar solamente con una cara por vez, y es la direccin del Espritu que impulsa nuestra obediencia a acoplar o desacoplar apropiadamente las caras. El simple comprender de estos cuatro roles en la vida de un hombre nos ayudar a mantener la perspectiva, e incrementar nuestra percepcin y sensibilidad a la direccin del Espritu en estos asuntos. Podemos vivir al ritmo del siglo 21 en perfecta paz y plenitud, sabiendo que todo est bien. Dios

    Todopoderoso, que sostiene al universo entero en la palma de su mano, ordena la complejidad de las ruedas de nuestras vidas con una precisin y cuidado que nos asegura que l tiene todo bajo control.

    INTERPRETACIN UFOLGICA

    Segn los amantes y estudiosos de la ufologa, el profeta Ezequiel pudo haber visto hace milenios una nave espacial o un vehculo de reconocimiento venido de una nave en rbita. Cuando dice como una rueda que est dentro de otra rueda, est describiendo algo inusual entre las ruedas conocidas en su poca y eso llama la atencin.

    La Tierra pudo haber recibido la visita de extraterrestres hace milenios, que los pastores tomaron como dioses o seres angelicales al no comprender sus trajes, equipos, sistemas de comunicacin, naves de transporte, equipos tcnicos de extraccin de muestras, laboratorios de investigacin, etc. todo les resultara fantstico y solo de seres superiores, donde el relato del profeta Ezequiel - en el Antiguo Testamento bien podra ser una de las pruebas testimoniales ms reveladoras de las que se conocen. Ntese como en las imgenes de astronautas se puede confundir las botas con pezuas en los pies, el casco con una cara redonda o en cuatro direcciones. Erich von Dniken fue el primero en proponer la idea de que el relato del profeta bblico, poda considerarse la posibilidad de estar ante la descripcin de una nave espacial de algn tipo. Pero se gan la ridiculizacin de los miembros de la comunidad cientfica. Entre estos estaba Donald H. Menzel, un muy respetado astrnomo de la Universidad de Harvard, quien dio su propia interpretacin de lo acontecido basndose en un complejo fenmeno meteorolgico conocido como parahelio (formado por la luz solar que se refracta a travs de los cristales de hielo de las nubes), cosa que a su juicio habra hecho del profeta la perfecta vctima de una ilusin ptica. Efecto muy conocido por pilotos civiles y militares. Pero el problema de Menzel, por ms ttulos y honores que tenga, es que no explica de manera alguna todo el relato de lo que vio Ezequiel, solo puede aplicarse a la luminosidad que hace referencia, pero de ninguna manera a las otras descripciones de artefactos, seres, alas, ruedas, etc.

    Al igual que varios de sus colegas, tambin el ingeniero aeronutico Joseph Blumrich se haba echado a rer cuando escuch hablar acerca de la posibilidad de que Ezequiel hubiese descrito una nave espacial. Habiendo participado en la construccin del Saturno V y dueo de una medalla al mrito por servicios especiales concedida por la NASA, Blumrich tena ganada ya la autoridad suficiente para analizar el tema a fondo.

  • Y fue as que este ingeniero de la NASA acab encarando una exhaustiva investigacin

    del testimonio de primera mano que aparece en el milenario texto bblico, que volc luego - con gran cantidad de detalles tcnicos y diagramas incluidos - en su libro The Spaceships of Ezequiel, donde los supuestos delirios msticos de un hombre cabal y detallista como Ezequiel (as reconocido al menos por los telogos) fueron traducidos por fin al lenguaje tecnolgico de nuestros das, dando por resultado la descripcin tcnica de una nave espacial con un cuerpo cnico, un conjunto de cuatro trenes de aterrizaje con paletas de helicptero y ruedas.

    INTERPRETACIN METAFSICA

    Otra explicacin que se ha plateado a la visin de Ezequiel es que correspondera a un Merkaba. Merkaba es una tcnica metafsica descrita por Drunvalo Melchizedek en su libro La flor de la vida que sirve para conducir la conciencia a travs de un cuerpo de luz. Este cuerpo de luz es un campo de energa, de 55 pies (16.76 metros), alrededor del cuerpo humano, de naturaleza geomtrica y cristalina. Cada cosa viviente en el universo tendra un MerKaBa, desde un tomo a una flor o los planetas. El planeta Tierra con su propio MerKaBa es esencialmente un gran navo. Aun los sistemas solares, las galaxias y universos tienen un vehculo MerKaBa o son gigantes MerKaBas giratorios.

    Uno de los procesos del cuerpo de luz es la limpieza y activacin de este vehculo de luz. El vehculo de luz MerKaBa, en su estado estacionario, es geomtrico en forma y naturaleza; tiene la forma inicial de dos tetraedros entrelazados (pirmides de 3 lados). Cuando esta operacional toma la forma de una galaxia o un platillo volante.

    Cada estrella tetradrica completa est compuesta de un tetraedro masculino entrelazado con un tetraedro femenino. Estos dos tetraedros masculino y femenino juntos, forman la estrella tetradrica completa. (La Estrella de David de tres dimensiones). Hay tres estrellas tetradricas completas superpuestas una sobre otra. Cada estrella tetradrica completa tiene exactamente la misma medida, y cada estrella tetradrica completa tiene su propia polaridad, masculina, femenina o neutral. Al girar las estrellas entrelazadas pueden dar la impresin de ser una rueda dentro de otra rueda como seala Ezequiel.

    Segn los estudiosos de esta tcnica, el campo MerKaBa se usa para la transicin dimensional, un vehculo para llevar el cuerpo/espritu de un mundo a otro y est diseado para el logro de niveles superiores de conocimiento consciente, o ms exactamente para cambiar su conciencia y que incluya otras realidades de la existencia que son parte de la realidad de cada da. El MerKaBa crea y controla la traslacin en el tiempo y es el enganche o superposicin entre dimensiones de luz. Por medio de este enganche los variados umbrales de luz que entrelazan las galaxias estn conectados, permitiendo a los vehculos viajar entre las variadas dimensiones de luz. El MerKaBa tambin controla estos umbrales para evitar que entren bajas inteligencias e interfieran con el plan del Padre. El MerKaBa tambin es un vehculo de traslacin en el tiempo que es usado por seres superiores para trabajar simultneamente con muchas cronologas lineales de especies inteligentes, pasadas, presentes y futuras. Tiene la habilidad de sacar especies directamente fuera de su propia cronologa del tiempo hacia nuevos mundos de creacin. Segn los defensores del conocimiento metafsico todo lo anterior guardara estrecha relacin con el relato de Ezequiel.

    Por Fredy H. Wompner G.

  • BULA DE SUSPENSIN DE LA ORDEN DEL TEMPLE (VOX IN EXCELSIS)

    Clemente, Obispo, siervo de los siervos de Dios, para perpetua memoria.

    Una voz se ha odo en las alturas, voz de lamentacin, de duelo y amargura, por

    cuanto ha llegado y venido el tiempo en que el Seor por boca del profeta ha hecho or esta queja:..(Sigue cita Jeremas 42.31,35/Oseas 9,9)

    A una nueva tan espantosa, en presencia de una infamia pblica tan horrible en efecto, quin jams ha odo ni nunca visto cosa semejante? Yo he desfallecido cuando lo he comprendido y contristado he quedado al contemplarlo, mi corazn se ha llenado de amargura y envuelto en las tinieblas, porque era la voz del pueblo, de la ciudad, la voz del Templo, la voz del Seor que da a sus enemigos lo que han merecido. (Continan citas Bblicas: Oseas9.14/Ezequiel 28.24/Jeremas 1.12,13/Reyes 3,9.6,9)

    Ya desde el principio de nuestra promocin al supremo pontificado antes de que furamos a Lion, donde recibimos las insignias de nuestra coronacin, se nos insinu secretamente all y en otras partes, que el Maestre, Preceptores y otros hermanos de la Milicia del Temple de Jerusaln, y an comprendida la misma Orden, que haban sido establecidos en las regiones transmartimas para defender el patrimonio de Nuestro Seor Jesucristo, y que parecan ser los campeones de la fe Catlica, los defensores de la Tierra Santa y protectores de sus intereses,se nos insinu que haban cado en el crimen de una apostasa abominable contra el mismo Seor Jesucristo, en el odioso vicio de la idolatra, y crimen execrable de sodoma y otras herejas.

    ltimamente nuestro muy amado hijo en Jesucristo Felipe, ilustre Rey de Francia, a quien estos mismos crmenes haban sido denunciados, no por sentimiento de avaricia (por cuanto no pretenda en nada reivindicar o apropiarse ninguno de los bienes de los Templarios, pues ha desistido de ello en su propio reino, y enteramente lo ha apartado de sus manos)sino impulsado por el celo de la fe ortodoxa, siguiendo las pisadas a sus ilustres antepasados, se inform cuando le fue posible de lo que haba pasado, y nos lo hizo saber por sus enviados y por cartas, comunicndonos importantes datos a fin de instruirnos e informarnos de dichas cosas.

    Los tales crimenes no hicieron ms que aumentar la mala reputacin de los Templarios y de su Orden; adems, un Caballero de dicha Orden, de alta nobleza y que gozaba en la Orden de gran distincin nos declar en secreto y con juramento que en su recepcin, instigado por el que lo recibi y en presencia de otros caballeros de la milicia del Temple, neg a Cristo y escupi sobre la Cruz que le present el receptor; este mismo caballero aadi que el Maestre de la Milicia del Temple, que vive an, haba recibido del mismo modo a un caballero en el Captulo ultramarino, a saber que le hizo negar a Cristo y escupir sobre la cruz en presencias de unos 200 hermanos de la misma Orden; y que haba odo decir que tal era el uso de la recepcin de los hermanos a la Orden.

  • En vista de esto, Nos, obligados por el deber de nuestro cargo, nos ha sido

    indispensable prestar odo a tan grandes clamores; as pues, merced a la pblica fama, las vivas instancias del Rey, de los duques, condes, barones, y otros nobles, as como tambin del clero y pueblo de este Reino, los cuales se dirigieron a Nos personalmente o por procuradores o sndicos, Nos supimos(lo decimos con dolor) que el Maestre, Preceptores y otros hermanos de dicha Orden y hasta la misma Orden, se hallaban infectados de aquellos crmenes y de muchos otros, y que los tales crmenes nos parecen demostrados en cierto modo por muchas confesiones, atestados y declaraciones hechas en Francia, ya por dicho Maestre, Visitador de Francia, ya tambin por muchos comendadores y hermanos de la Orden, en presencia de una multitud de prelados y del Inquisidor de la hereja, que ejerca dicho cargo con autoridad apostlica; cuyos atestados consignados, y reducidos en escritura pblica fueron presentados a Nos y a nuestros hermanos.

    Deseando en seguida instruir por Nos mismo una informacin a este objeto al Gran Maestre, al Visitador de Francia y principales comendadores de la Orden, durante nuestra permanencia en Poitiers, mandamos comparecer ante Nos ha dicho Maestre, Visitador de Francia, as como a los comendadores de Normanda, Aquitania y Poitu; pero como muchos de ellos en aquel entonces se hallaban tan enfermos que no podan ni ir a caballo ni hacerse conducir cmodamente a nuestra presencia, y como desebamos saber las verdad sobre lo antedicho, para asegurarnos de la realidad que contenan las declaraciones y confesiones, que se deca haban hecho en Francia ante el Inquisidor de la hereja, en presencia de notarios pblicos, y de muchas personas de bien, Nos confiamos en vista de las deposiciones que nos haba mostrado y entregado a Nos y a nuestros hermanos el antedicho Inquisidor, por mediacin de notarios pblicos, a nuestros muy amados Berenguer del ttulo de San Nereo y Aquileyo, al presente Obispo de Tusculo, a Esteban del ttulo de San Ciriaco de Thermis, Presbteros. Y a Landulfo, del ttulo de San ngelo Dicono, cuya sabidura, experiencia y exactitud nos inspiraban entera seguridad, les confiamos y ordenamos hicieran a dichos Maestre, Visitador y Comendadores citados una informacin tanto sobre ellos como sobre cada uno de los miembros de la Orden en general y aun sobre la Orden misma, y una vez cumplida dicha comisin nos remitieran la relacin exacta de cuanto hallasen en este asunto

    El Maestre, el Visitador y los Comendadores de Normanda, Aquitania y Poitu, en presencia de los tres Cardenales, de cuatro notarios pblicos y de muchos hombres de bien, prestaron juramento, puesta la mano Sobre los Santos Evangelios, de decir pura y entera verdad sobre dichos cargos, y en efecto, confesaron libre y voluntariamente, sin violencia ni terror, entre otras cosas que cuando fueron recibidos a la Orden, renegaron a Cristo y escupieron sobre la cruz, y asimismo cuando ellos haban recibido a muchos otros a la Orden haban practicado la misma forma, es decir hacindoles renunciar a Jesucristo y escupir sobre la Cruz.

    Algunos de entre ellos confesaron adems otros crimenes horribles y deshonestidades que Nos omitimos al presente. (Continuan consideraciones sobre el mismo tema)

    Considerando pues, la infamia, la sospecha, las insinuaciones ruidosas y otros motivos infra-expresados levantados y tenidos contra dicha Orden.

    Considerando que los citados hermanos se han apartado de las costumbres comunes

    de la vida y costumbres de los otros fieles, y de un modo particular cuando ellos reciban en la orden a otros hermanos, stos estaban obligados en el mismo acto de su recepcin, a prometer y jurar que no revelaran a persona alguna el modo de su recepcin y que permaneceran fieles a este voto lo que es contra ellos una presuncin evidente.

  • Considerando el grave escndalo que de todo esto se ha seguido y levantado contra la

    Orden, escndalo que parece no es posible desterrar mientras subsista dicha orden.

    Considerando tambin el peligro de la fe y de las almas por causa de unos actos tan horribles perpetrados por tan gran nmero de hermanos, con otras muchas razones y justas causas que racionalmente han militado para decidirnos a tomar las medidas siguientes:

    Atendido que la mayor parte de los cardenales y prelados elegidos por el Concilio, es

    decir las cuatro o quitas partes del mismo, han considerado lo ms conveniente, expedito y til al honor del Todopoderoso, a la conservacin y sostn de la fe cristiana, y a las necesidades de Tierra Santa, prescindiendo de otras muchas razones valederas, el seguir y adoptar la Va de provisin y ordenanza de la Sede Apostlica suprimiendo dicha Orden, aplicando sus bienes al uso a que haban sido destinados, y respecto a los miembros de la Orden vivientes y existentes al presente que se tome una resolucin antes que concedrseles el derecho de defensa, para no prorrogar este asunto.

    Considerando, adems, que en otras circunstancias, sin que haya habido falta de hermanos, la Iglesia Romana alguna vez ha suprimido otras Ordenes importantes por causas incomparablemente menores que las presentes.

    Nos suprimimos por una sancin irrefragable y legtima perpetuamente (no sin amargura y dolor en el corazn) La Orden de los Templarios, su estado, su hbito y su nombre, no por sentencia definitiva, sino por modo de provisin u Ordenanza Apostlica y Nos la sostenemos a una interdiccin perpetua con la aprobacin del Concilio; prohibiendo expresamente a cualesquiera que sea entrar de ah en adelante en dicha Orden, recibir o llevar su hbito, ni hacerse reconocer por Templario, y a quien contraviniere incurrir ipso facto en la sentencia de excomunin.

    Nos reservamos a la disposicin y ordenanza de Nuestra Sede Apostlica, las personas y bienes de la Orden, y con la gracia de lo alto, Nos entendemos aplicar los ltimos antes de concluir el presente Concilio, para la mayor gloria de Dios, exaltacin de la fe cristiana y prosperidad de la Tierra Santa.

    Nos, prohibimos expresamente a quien quiera que sea, condicin o estado el intervenir con las personas o bienes de dicha Orden, hacer, innovar y atentar sobre estas cosas en contravencin a la ordenanza o disposicin que Nos, hemos tomado, declarando desde ahora nulo e invlido todo cuanto se puede atentara sabiendas o por ignorancia.

    No obstante, Nos no pretendemos con esto derogar los procedimientos que han sido hechos, ni los que podrn hacerse sobre cada persona de los Templarios por los Concilios provinciales y por los Obispos diocesanos, como lo hemos establecido en otra parte.

    Por lo tanto, prohibimos generalmente infringir esta pgina de Nuestro mandato, provisin, constitucin y prohibicin, y contravenir a las presentes por una temeridad audaz.

    Y si alguno se atreviera a intentarlo, sepa que incurrir en la indignacin de Dios Todopoderoso y de los santos Apstoles los bienaventurados Pedro y Pablo.

    Dadas en Vienne a XI de las calendas de abril ao sptimo de Nuestro Pontificado.

    Por J.A. Portales

  • Said es una localidad del Cinca, al norte de Fraga y

    sur de Osso de Cinca, en la margen izquierda de dicho ro. Por lo tanto en la actual provincia de Huesca/Osca. Como la mayora de las localidades de ese cauce tuvo la presencia de la Orden del Templo de Salomn. Sin embargo, esta vinculacin haba pasado desapercibida, razn por la cual despert nuestro inters en indagar en ella, hasta obtener algunas noticias como las presentes, que son una primicia para esta revista.

    PRIMERAS NOTICIAS DE TEMPLARIOS

    El intento de los condes catalanes y de los reyes de Aragn de avanzar por el Cinca hasta la ciudad de Lleida fue una realidad ya manifestada en el siglo XI. El conde Ramon Berenguer II, con el consentimiento del rey de Aragn Sancho Ramrez, -lo que demuestra las buenas relaciones de ambas magnates- prometi el castillo y honor de Said a un caballero llamado Pere de Estopany, natural de la Ribagorza. Este personaje disfrutara del honor del castillo de Said y otros derechos cuando lo conquistase, segn pacto que fue firmado en 1089. No obstante, se especificaba en el acuerdo una condicin: no debera cobrar derechos de paso o la lezda a los Templarios que se establecieran en la zona. Debemos entender que tampoco el derecho del uso del molino farinero de Said.

    El pacto para el establecimiento y distribucin de Templarios en el Cinca Medio, acordado en 27 de noviembre de 1143, nos informa que la mayora de los caballeros procedan de la Provenza a quien estaran vinculados varias dcadas. El testamento del rey aragons Alfonso I (+1134) fue modificado gracias a la habilidad del conde Ramn Berenguer IV que garantiz su establecimiento en numerosos lugares de, especialmente constituyendo una encomienda en Monzn, desde donde continuara su expansin por el Bajo Cinca, incluyendo Said. El conde-rey, que celebr sus esponsales con Petronila de Aragn en Lleida cuando esta lleg a la mayora de edad, hubo de ser muy generosos con los freires de dicha Orden. No en vano l mismo, o su padre Ramn Berenguer III, tomaron el hbito de la Orden del Temple.

    AMPLIACIN DE DONACIONES La solucin a las ayudas Templaras, tanto por dejar sus pretensiones a la corona aragonesa, como las posibles posteriores en la conquista del Cinca, el conde-rey dejaba en sus manos el quinto de todas las posesiones por conquistar, y un buen nmero de lugares en su favor, entre los que inclua el castillo de Said, Ceboller (Castejn de Puente), Celis (Alins?), Duo Castra, Tamarit, lugares ya prometidos con anterioridad a los que aadi posesiones en Fraga, Mequinensa, Vallobar (Ballobar), Vilella (Velilla de Cinca), y otros lugares del Segre y de la Ribera del Ebro despus de 1149.

    Templarios en Said de Cinca

  • Disputas por los derechos entre el diocesano de Lleida Guillermo Prez- y los Templarios del Cinca generaron pleitos en el ao 1173. Los derechos por los diezmos y primicias que reclamaba el obispo ilerdense, y los amplios privilegios de esa zona llegaron a numerosos debates, en los que se debati el reparto geogrfico a favor del Temple en las tierras y lugares comprendidos entre el ro Cinca y la Clamor de Almacellas, barranco que desciende desde Almacellas hasta el Cinca a medio camino entre Said y Fraga. Lo mismo para lugares entre Tamarite de Litera, San Esteban, Albalat de Cinca y Said. Es decir, un amplio abanico de lugares antao dispersos y en plena explotacin de poca musulmana, hoy despoblados. Debi ser el momento de delimitar el rea de influencia de la encomienda de Gardeny, a quien perteneceran Said y Fraga, del rea de influencia de Miravet, confirmada en 1153, con lugares como: Miravet, Flix, Garca, Mora y Tivisa. Para esta donacin se delimit el territorio concedido colocando fintas muy concretas. (ACA, C, reg. 309, fol. 51v-52.)

    El rey Alfonso II de Aragn confirm en el ao 1179 las donaciones a los Templarios de Monzn, de Montgay, de Xalamera, de Barber y de Remolins; y 1.000 sueldos jaqueses anuales sobre la ciudad de Osca (Huesca), lo mismo sobre Cesaraugusta (Zaragoza). (ACA, C, reg. 309, fol. 4r-v.)

    PRIVILEGIOS ESPECIALES A LOS HOMBRES DEL TEMPLE EN SAID

    Es de gran inters la informacin que recogemos en junio de 1257, en la cual se hace mencin expresa de los Templarios de Said. (ACA, Liber Feudorum, I, pg. 142.). Por ella, el rey Jaime I el Conquistador les haca francos de pagos a la corona. Privilegio que aos ms tarde reclamara con frecuencia esta poblacin.

    En uno de los viajes del conquistador recorriendo el Cinca, -no debemos olvidar que su padre haba de recibir sepultura en el monasterio de Sijena, en la zona del Cinca, aprovech una breve estancia en el castillo de Said efectuada en 1257 para insistir en los privilegios de los Templarios de dicho lugar, y en los privilegios de los hombres dependientes de dichos caballeros:

    Por nos y nuestro sucesores, reconocemos a los hombres del Temple de aydino por aquellas posesiones que el Templo tena o tiene en aydino o en sus trminos, no deben hacernos ningn servicio a nos ni a nuestros sucesores, ni estn obligados dichos hombres de aydino a cualquier servicio a nos o nuestros sucesores, en ningn tiempo, ni en cualquier circunstancia. De igual modo, queremos y concedemos a dichos hombres del Templo y a sus sucesores que de dichos son perpetuamente libres e inmunes. No obstante dichas posesiones de los hombres del Templo de aydino las poseen como realengo y en esa calidad nos sirven a Nos y sucesores, como los otros hombres de aydino, por el sou y la libra. (ACA, perg. Jaime I, n 1485.)

    Pero el diocesano volvi a insistir en el reparto de los impuestos correspondientes a su dicesis en los lugares Templarios del Cinca. En 13 de abril de 1265 se hace mencin al acuerdo hecho entre el obispo de Lrida Guillermo de Montcada (1257-1278), respecto a las 28 iglesias de su dicesis en las que tenan jurisdiccin los Templarios. La orden del Temple defenda con ello un privilegio confirmado por el papa Clemente IV. Segn el cual, nos informa al fin- que los Templarios tenan derecho a cobrar las dcimas de todos esos lugares y, por lo tanto, tambin los de los trminos de Said (aydino) y de Fraga, y en todos los dems de la Ribera del Cinca. Firmaron el acuerdo, entre otros, Domingo de Fraga, comendador o prior de Azcona. (AHN, OOMM, leg. 653-B, n 50.)

  • CONFLICTOS DE TRMINOS CON LOS TEMPLARIOS

    Los vegueres de Lleida eran los responsables de aplicar la justicia en todo el territorio propio de su veguera. A dicha veguera pertenecieron Said y Fraga. Los vegueres eran nominados anualmente, y uno de los conflictos ms frecuentes de las ltimas dcadas del siglo XIII fue la resolucin de invasiones de trminos, y defensa de los privilegios de los Templarios. Singulares fueron los aos de 1279 y 1280, en los que hallamos en Lleida sucedindose a los vegueres Domingo de Cardona

    y Guillermo de Curb. Creemos que se corresponde al intento de los justicias de recortar algunas cargas onerosas para la poblacin en momentos de escasez de ingresos municipales. As se especifica en una carta del rey de Aragn, datada desde Valencia, al lugarteniente del veguer Guillem de Curt, para que no exigiera la lezda o peaje en los lugares de Templarios como Rafals, Alcolegia, Vall Corna, Mequinensa, Flix y Castro Serany. Del mismo modo, desde Biar (Valencia) es notificado al baile y universidad de Ballobar para que desistan en la prohibicin o contradiccin contra el castelln Templario de Monzn y del comendador de Chalamera y sus hombres, en las cuestiones de pastos, leas, maderas, en los trminos propios de Chalamera, y sobre heredades que los Templarios poseen ms all del ro Alcanadre, afluente del Cinca. Dicha causa fue encomendada a Ramn de Montcada, seor de Albalate y de Said, nombrado procurador general de Aragn; a quien el rey encomend pacificar la causa entre el comendador de Chalamera como agente, contra la universidad y hombres de Ballobar (Vallobar). Tambin surgieron controversias entre los hombres de Alcolea y los de hombres del Temple de Chalamera. Por eso, el rey haba mandado a Gonzalo Prez de Sana, que procediese contra los vecinos de Alcolea Garca Martn, Jordn Civera y Domingo Civera, as como contra el abad y otros vecinos de Alcolea de Cinca, quienes junto con Johan Siny, bayle de Alcolea, se haban desplazado con armas alzadas hasta el lugar de Chalamera (Xalamera).

    CAMBIO A LA ENCOMIENDA DE CHALAMERA-MONZN Tambin creemos entender que dichos conflictos surgieron por los cambios de encomiendas surgidos en esas fechas. Said, por ejemplo, dejaba de contribuir a Gardeny para depender de la encomienda de Monzn-Chalamera. Quiz esto explicara la intervencin del seor de Said, como Procurador General de Aragn, interviniendo en otra causa suscitada entre el castelln Templario de Monzn (Mont Soni) y Raymundo de Alos, vecino de Alcolea, y con Bertrn Benarn, este residente en Ontinyena, porque impedan el cobro del quinto perteneciente al Temple y al que tienen derecho en dicho lugar y trmino de Ontinyena. Debe entenderse por parte de la encomienda de Chalamera, claro. Lo mismo debi de ocurrir en Alcolea de Cinca respecto a la encomienda de Monzn. Porque, aunque el seoro de Alcolea perteneca a la familia de los Entenza, la iglesia de dicho lugar era una renta vinculada al quinto de los Templarios. No deba estar tan claro, cuando en 25 de agosto de 1279, el rey desde Valencia mand a Bernardo Guillem de Entenza que no agraviase al vicario de la iglesia del lugar, que perteneca a la Orden del Temple. Said acab perteneciendo a la encomienda de Monzn, organizada en subcomiendas regidas por preceptores, tal como hallamos a los lugares de Armentera, Cofita, Estiche, Litera, la Ribera, Chalamera y Said, en la dcada de los ochenta.

  • Said debi hallarse en una encrucijada de intereses: entre clrigos seculares y Caballeros del Temple, entre aragoneses de la margen derecha del Cinca y catalanes en la margen contraria, entre la accin de la justicia de Aragn y la de los vegueres de Lleida, entre los seoros de Alcolea, Albalate, o el seoro de Avinganya (Sers-Lleida) en la localidad de Velilla, al otro lado del paso de la barca de Said. En marzo de 1287, el venerable noble Blasco de Alagn recibi rdenes reales sobre la cuestin planteada por el Maestre del Temple en Aragn y Catalua, el cual expuso que le demandaban la instalacin de un fraile, como lugarteniente del comendador en el lugar de Said, de forma que residiera en dicho lugar, junto con su familia, para defender la tierra ante sus enemigos. En atencin a dicha solicitud el rey concedi licencia para la instalacin de forma permanente de un fraile del Temple en Said, pactando con la poblacin acuerdos idneos, aprobados por el Maestre, para que se pudiera aplicar justicia en el lugar, y acogiendo a dicho Templario con firmas de paces y treguas catalanas. Justificadas por su posicin en la margen izquierda del Cinca, en esos momentos territorio de Lleida. Tambin el molino harinero o fariner de Said era una concesin a los Templarios. Por disputas entre los caballeros y los prohombres de Said, estos deban ir a moler al molino de Almenar en 1291. El Maestre del Temple, Berenguer de Cardona, exiga cobrar el censo habitual a los de Said que utilizaban el molino de Almenar. El rey dio la razn a los Templarios de Monzn.

    PERMUTA DE GUILLEM DE MONTCADA 1294

    Guillermo de Montcada, hijo de Ramn y de Teresa, haca pocos aos que era seor de la Barona de Fraga. Haba contrado primeras nupcias con Beatriz de Vintimiglia o de Lscaris, de quien no tuvo hijos. Casado en segundas con la aragonesa doa Teresa de Ayerbe, tendra varias hijas, una de ellas vinculada a seoros valencianos como el de Segorbe. El dicho Guillermo de Montcada, 10 senescal de Catalua, permut sus derechos en Tortosa por las rentas y derechos de los Templarios de Fraga y de Said, as como el seoro de los lugares de Said y Vallobar. Pacto con el rey que se ejecut en 1294. Con la promesa de cobrar 3.000 s.j. de las rentas de Tortosa en tanto los Templarios no le transmitieran sus bienes. Slo se hizo una salvedad: el llamado valle de los Templarios en Vallobar deba cederse como derecho del monasterio albalateo de Fontclara, de la orden del Cster. Monasterio que tambin sufri las mismas dificultades de otros lugares desaparecidos en la zona.

    Fallecida la segunda esposa del Montcada de Fraga, reclamaron las posesiones de los Templarios de Said, no slo la hija del noble doa Margarita de Montcada, sino la madre de la primera esposa, la infanta Lscara, que aspiraba a recobrar la dote de su hija, en cuya defensa intervino el sobrejuntero de Ribagorza, Sobrarbe y Valles Altos, Pere de Castellnou, ante la oposicin de Guillermo de Montcada.

    Desde 1306 el noble Montcada es obligado por el monarca a plantearse la venta de Said para pagar deudas y compromisos contrados, tanto con su primera esposa como con la dote matrimonial a su hija Margarita, casada con don Artal de Luna y Urrea, que falleci prontamente en 1322, y a quien, numerosas genealogas lo confunde con su padre del mismo nombre. Este matrimonio formado por Artal de Luna, hijo, y doa Margarita de Montcada de Fraga, haban de ser los abuelos de la reina doa Mara de Luna.

  • CUESTIONES POR LAS ACEQUIAS DE LOS TEMPLARIOS

    De todos es sabido que los Templarios y sus bienes pasaron a la orden de San Juan de

    Jerusaln despus de la definitiva disolucin de aquellos en 1314. Para la castellana Hospitalaria de Monzn fue nombrado administrador del traspaso de bienes de los Templarios a la orden Sanjuanista don Pedro de Canelles. Todava en el mes de agosto de 1317, el lugarteniente de la castellana en Belver (Belveer) como perceptor de los bienes Templarios le correspondi acondicionar el azud y la cequia de dicho lugar y que de ella pudiera regar los hombres de Osso de Cinca, segn costumbres del lugar en tiempos de la Orden disuelta en 1314. Algo semejante con la acequia de Albalate de Cinca y los hombres de Ripoll, en 1319.

    EL MONTCADA OBLIGADO A LA DEVOLUCIN DE LOS DERECHOS DE TEMPLARIOS El rey Jaime II de Aragn oblig en 1327 al dicho Guillermo de Montcada de Fraga

    para que devolviera a la corona todos sus feudos y derechos a la corona. Inclua el lugar de Fraga, Said, Vallobar, Pealba, y los derechos que fueron de los Templarios y que el Montcada deseaba reservarse para s. A Travs del procurador del Montcada se pusieron a la venta dichos feudos y derechos en Lleida. Al fin los Hospitalarios recibieron todos los bienes de los Templarios, en el ltimo reducto del Cinca que el noble Montcada haba dificultado. En atencin a lo dicho, Pedro IV mand en 5 de mayo de 1336, que los hombres de Said -la documentacin dice aydino-, que no opusieran resistencia a la intervencin del Baile General de Aragn, o a cualquier persona diputada, para recoger todos los tributos pertenecientes a la orden del Hospital. La documentacin escrita en cataln est dirigida a los hombres de Said:

    Per queixes presentades pel procurador de l'Orde de l'Hospital de Jerusalem, Castellania d'Amposta, hem sabut que, com dit Orde d'antic percibia de dites parts una contribuci en pa i espcies, de bns i persones de dit lloc; que dits tributs s'oferien al comanador de Monts (en temps dels Templers) per persones diputades per aquesta responsabilitat, tamb recollien les colectes en nom del comanador. Per fa ja molt temps sorg entre vosaltres i el comanador una discussi sobre l'aprofitament de l'Espartera -partida rural situada en el trmino de Vallonga, al Este de Said. En aquesta pugna amb els homes del comanador vau prohibir i vau manar prohibir que els dits homes poguessin entrar a ayd a recollir cap tribut, incrementant la mala relaci entre vosaltres i ells, fins arribar a negar qualsevol tribut al dit Orde; els intents de l'Orde van quedar frustrats. (ACA, C, reg. 585 fol. 109r-v)

    Por Joaqun Salleras Clari

  • La Ajedrea se le llama tambin Satureja. Se

    ha venido usando desde hace miles de aos como condimento en la cocina. Y tambin tiene propiedades medicinales. Su sabor es parecido altomillo, es picante y con un toque de olor a pino. Esta hierba procede del Cucaso y de la parte oriental del Mediterrneo. Se estuvo usando durante miles de aos como condimento, cuando todava no se conocan las especias. Se utiliza mucho en la Provenza francesa, sur de Europa, Mar Negro.

    Existen tres tipos de Ajedreas: Ajedreas Estival (S. hortensis): es ms suave que la invernal y tiene un suave sabor a pimienta. Se lleva muy bien con verduras; judas verdes, guisantes, tomates, pimientos y alubias. Tambin casa con ensaladas, caballa, sardinas, pollo, perdices.

    Ajedreas Invernal (S. montana): es mucho ms fuerte, tiene un toque de sabor a pino ms fuerte. Se combina muy bien con sopas, platos de caza, alubias blancas, carnes, guisados.

    Ajedrea Fina (S. thymbra): Esta planta es originaria de Cerdea, Creta, Grecia. Es una planta que slo crece en climas templados. Su sabor recuerda al tomillo, a la ajedrea y a la menta. Culinariamente hablando, puede utilizarse igual que la Ajedreas Invernal, es decir con: sopas, platos de caza, carne, guisos de carne (tipo estofados).

    PARTES DE LA PLANTA UTILIZADAS Los brotes frescos de las hojas se utilizan para cocinar y tambin las flores y tallos, frescos o secos para usos medicinales.

    INDICACIONES Y USOS MEDICINALES DE LA AJEDREA Esta planta tiene propiedades medicinales, sirve muy bien para prevenir las flatulencias de las legumbres. Por ese motivo casa muy con las alubias. Tonifica y da energa. Con ella se pueden hacer infusiones, y mediante la destilacin de las hojas se sacan aceites esenciales. Componentes: cavacrol, cimol, muclados, resinas, taninos.

    Propiedades: con los aceites esenciales, que dan energa y tonifican, se pueden combatir las infecciones porque es antisptico, bactericida, astringente, aumenta las defensas, contra la fatiga mental, es bueno para el asma, bronquitis, expectorante, diarreas infecciosas, repelente de insectos, es bueno para la circulacin de la sangre. Con las infusiones: antiespasmdica, estomacal, contra las diarreas y trastornos gastrointestinales.

  • APARATO DIGESTIVO Se recomienda preparar una infusin con una cucharada de hojas y flores frescas o secas. Se deja hervir 5 minutos y reposar 5 min. Luego se pasa por un colador y se toma. ACEITES ESENCIALES Como ya hemos visto anteriormente, el poder medicinal de la esencia es amplio. Mediante la destilacin de las hojas se obtienen los aceites esenciales, que se tomaran solamente 2 gotas con una cucharadita de miel, 2 3 veces a la da. No se puede uno exceder porque es muy fuerte y podra ser txico.

    Acimut basilicn denominada vulgarmente como albahaca o alhbega, es una hierba aromtica anual de la familia de las lamiceas nativa de Irn, India y otras regiones tropicales de Asia, que lleva siendo cultivada por varios milenios.

    La albahaca alcanza los treinta centmetros de altura y es muy ramosa. Las flores son pequeas y blancas y en ocasiones tiene tonalidades ligeramente prpuras.

    Se cultiva fcilmente en macetas; requiere agua limpia y mucho sol, pero no directo. Esta planta es muy apreciada por su olor agradable y es empleada como condimento en la preparacin de ensaladas y otros platos.

    SUS CARACTERISTICAS

    Hierba anual, cultivada como perenne en climas tropicales, de crecimiento bajo (entre 30-130 cm), con hojas opuestas de un verde lustroso, ovales u ovadas, dentadas y de textura sedosa, que miden de 3 a 11 cm de largo por 1 a 6 cm de ancho. Emite espigas florales terminales, con flores tubulares de color blanco o violceo las cuales, a diferencia de las del resto de la familia, tienen los cuatro estambres y el pistilo apoyados sobre el labio inferior de la corola. Tras la polinizacin entomfila, la corola se desprende y se desarrollan cuatro aquenios redondos en el interior del cliz bilabiado.

    SU CULTIVO

    Esta planta es muy sensible a las heladas. Se cultiva nicamente por semillas, que se pueden sembrar en semilleros o macetas en un invernadero a principios o mediados de la primavera. Requiere una posicin soleada, aunque en climas de veranos muy calurosos agradece algo de sombra y suelos frtiles, permeables y hmedos.

  • SU USO EN LA COCINA

    La mayora de las diferentes

    variedades de albahaca cultivadas en muchas regiones de Asia tienen un sabor parecido al clavo (Eugenia caryophyllata), que es generalmente ms fuerte que el de las variedades europeas.

    Tambin es frecuentemente usada en la cocina mediterrnea; se puede consumir fresca o seca para aderezar tanto ensaladas, sopas de verduras, salsas para acompaar platos de pasta - la famosa salsa italiana de pesto la lleva como ingrediente principal -, como guisos de todo tipo de carnes.

    La hierba fresca se puede mantener en el frigorfico durante cortos periodos de tiempo guardada en una bolsa de plstico o durante periodos ms largos en el congelador, si se le escalda rpidamente en agua hirviendo. Tambin se pueden mantener las hojas frescas en un tarro con una pizca de sal y cubiertas con aceite de oliva.

    Otra forma de conservarla es liarla en papel de cocina ligeramente hmedo y despus volver a liarla en papel de aluminio. Para que no se apelmace a la hora de picarlo, lavarlo antes de guardarlo en el frigorfico, cuando lo queramos utilizar, lo sacaremos del frigorfico y lo picaremos directamente y as no se apelmaza.

    La especie O. tenuiflorum, estrechamente relacionada con la albahaca, es una hierba sagrada en la India, donde se llama tulas o tuls. Esta planta tiene implicaciones religiosas en muchas tradiciones hindes visnustas y krisnastas, ya que se considera la personificacin de la diosa Tulas. Segn las escrituras, esta planta divina es muy querida por el dios Visn.

    Aunque no es muy utilizada en la cocina India, el iur-veda recomienda sus hojas para preparar un t como remedio de resfriados.

    Es un ingrediente muy comn en la cocina tailandesa, vietnamita y china, por su fuerte sabor parecido al ans (Pimpinella anisum); se usa para condimentar el curry y las verduras salteadas.

    LA ALBAHACA EN LA CULTURA

    La planta ha sido frecuentemente considerada como venenosa; mientras las leyendas africanas afirman que protege de los escorpiones, las tradiciones europeas aseveran que es un smbolo de Satans, aunque en lugares como la India es sumamente reverenciada. De forma anloga, en la actualidad es un signo de amor en Italia, pero representaba el odio, la desgracia y la pobreza en la antigua Grecia.

  • En la localidad valenciana de Btera se cultivan ejemplares de ms de dos metros de

    altura y de entre 2,5 y cuatro metros de anchura para la ofrenda dedicada a la Virgen de la Asuncin, en la tradicional fiesta de "Les Alfbegues". El truco para conseguir dicha magnitud se mantiene en secreto.

    En la Regin de Murcia se la denomina habitualmente alhbega, forma relacionada con el cataln alfbrega (o alfbega).

    En algunas culturas caribeas se la considera con poderes naturales que ahuyentan las

    malas influencias espirituales (espritus oscuros) y atraen las corrientes positivas de los espritus de luz. En Cuba es muy usada en sesiones espiritistas y es costumbre pasar un ramo fresco por la cabeza y el cuerpo del mdium. Entre espiritistas y mdiums, la albahaca es la hierba ms recomendada para los creyentes.

    LA ALBAHACA EN LA MEDICINA

    El aceite esencial de albahaca es rico en estragol (1-alil-4-metoxibenceno), un potente carcingeno (para hepatomas) y genotxico natural, en ratones y ratas. En septiembre de 2001 el Comit Cientfico de la Unin Europea emiti una opinin1 que recomienda reducir la exposicin y restringir el uso del estragol, sin poderse establecer un lmite seguro para la exposicin a esta toxina de accin lenta (no hay indicios de ninguna toxicidad aguda/subaguda). No se ha determinado directamente la carcinogenicidad ni la teratogenicidad de la albahaca en la dieta humana. Parece razonable desaconsejarla explcitamente a las mujeres en edad frtil y embarazadas.

    Por F.L.P.

  • San Alejandro I

    (105-115) Papa y Mrtir. Naci en Roma, en el barrio S. Lorenzo. Fue persona culta y sabia, discpulo de Plutarco y de Plinio el Joven. Parece ser que cuando fue elegido slo tena veinte aos. En aquella ocasin se adopt el sistema electivo y no el de designacin testamentaria, de maestro a discpulo.

    Convirti con su predicacin y trato celestial a muchos senadores y gran parte de la nobleza de Roma, y entre ellos a un prefecto llamado Hermes, con toda su casa y familia, que fueron en nmero de mil doscientas cincuenta personas, por lo cual fue preso por mandato de un gobernador llamado Aureliano; y echado en la crcel, hizo muchos y grandes milagros entre los cuales fue uno, que estando en ella aherrojado, vino a l de noche un nio con una hacha encendida en sus manos, que le dijo: "Sgueme Alejandro; y habiendo hecho oracin, y entendido que era el ngel del Seor, le sigui, sin que las paredes, ni puertas, ni guardias le impidiesen la salida de la crcel; y el nio le gui hasta la casa de Quirino, tribuno, en la cual estaba preso Hermes, que deseaba mucho verse con San Alejandro, y haba prometido a Quirino que por ms que estuviese preso vendra a su casa. Cuando se vieron se abrazaron los dos santos mrtires, y derramaron muchas lgrimas de consuelo, animndose el uno al otro a padecer por Jesucristo. Esto espant mucho al tribuno Quirino; el cual haba odo algunas razones a Hermes, y el modo con que l se haba convertido a la fe de Cristo, y visto que San Alejandro con el tacto de sus cadenas haba sanado a una hija suya llamada Balbina, que estaba gravemente enferma de lamparones, se convirti tambin l a la fe de Jesucristo con su hija y todos los presos que estaban en la crcel; y el Santo Pontfice Alejandro mand a Evencio y a Tedulo, sacerdotes, que haban venido de Oriente, que los bautizasen.

    Vino esto a noticia de Aureliano; enojse sobre manera, y habiendo mandado atormentar a los que en la crcel se haban bautizado, mand traer delante de s a Alejandro con los dos presbteros Evencio y Tedulo, y despus de haber entre ellos mediado algunas palabras, dijo Aureliano: Dejmonos de plticas, y tratemos de lo que hace el caso; e hizo que los verdugos desgarrasen a Alejandro, y le extendiesen en el potro, y atormentasen con uas aceradas sus carnes, y quemasen los costados con hachas encendidas. En este tormento estaba callado; y le pregunt Aureliano: Por qu callas? Por qu no te quejas?; respondi Alejandro: Cuando el cristiano ora, con Dios habla. Por el mismo tormento pasaron Evencio y Tedulo. Era Evencio de 81 aos, y se haba bautizado de 11, y ordenado sacerdote de 20; y como los Santos Mrtires con los tormentos creciesen en la fe y amor de Dios, y Aureliano no poda ablandarlos a su voluntad, mand encender un horno y echar en l a Alejandro y Evencio, y a Tedulo poner a la boca de l, para que viendo como se abrazaban y temiendo semejante castigo, sacrificara a los dioses.

  • Pero Tedulo no slo no se espant por ver en el fuego a sus santos compaeros,

    antes encendido del amor divino se dej caer con ellos, que desde el horno le llamaban, y le decan que all donde estaban no haba dolor ni tormento, sino refrigerio y holganza; y as fue, porque las llamas no los daaron, antes salieron del horno ms resplandecientes, como el oro sale del crisol.

    No se abland con este milagro el duro y rebelde corazn del tirano, antes mand degollar a Evencio y Tedulo, y con unas leznas de acero muy agudas punzar, atravesar por todos los miembros de su cuerpo a Alejandro, para que muriera ms cruelmente; y tras este tormento, siendo degollado dio su bendita alma a Dios el da 3 de mayo del ao 115, imperando Adriano, el cual por haber sido apoderado de Trajano, se llam Trajano Adriano, lo que motiva que algunos autores, engaados de la semejanza del nombre, escriban que fuese martirizado en el tiempo de Trajano. Los cuerpos de San Alejandro y sus compaeros fueron enterrados fuera de la ciudad en la va Nomentana, a siete millas de Roma, y despus se trasladaron a la Iglesia de Santa Sabina, que es convento de los Padres de Santo Domingo. Fue Alejandro celocsimo del culto divino: orden que en la Misa se consagrase pan sin levadura, para denotar la puridad del Santsimo Sacramento y por imitar a Cristo Nuestro Seor, que en la institucin de este sagrado ministerio, la noche de la cena, as lo hizo. Dio por ley que en la consagracin del cliz se mezclase una poca de agua con el vino, para significar la unin de Cristo con su Iglesia, y representar la Sangre y el agua que salieron de su costado. Y cuando decimos que San Alejandro orden estas ceremonias

    sagradas, no queremos dar a entender que l las instituy de nuevo, porque los Apstoles las usaron, sino lo que ellos aprendieron de Cristo, y ensearon a la Iglesia, este Santo Pontifica lo aprob y estableci con sus cnones. Mand que ningn clrigo pudiese decir ms de una Misa cada da. Pronunci excomunin contra los que impidiesen a los

    legados apostlicos que puedan hacer lo que el Sumo Pontfice les fuere mandado. Celebr tres veces rdenes en el mes de

    diciembre, y en ellas consagr cinco obispos, seis presbteros y dos diconos. Escribi tres epstolas, que se hallan en el primer tomo de los

    Concilios, de los cuales se sacan los decretos y ordenaciones que hemos referido, y otra muy importante de bendecir el agua con sal, y con las ceremonias que hoy da celebra la Iglesia, y tenerla en los templos, casas y aposentos contra las tentaciones y asechanzas de los demonios, que continuamente nos persiguen e infestan: la cual costumbre ha preservado en la Iglesia Catlica desde sus principios, y el Seor ha hecho innumerables milagros de muchas y diversas maneras por medio del agua bendita, sanando todo gnero de enfermedades, apagando fuegos e incendios, sosegando las tormentas del mar y temblores de la tierra, y tempestades del aire, y rayos del cielo, y librando las almas y cuerpos de los demonios.

    Fue martirizado en la va Nomentana y ms tarde enterrado en la iglesia de S. Sabina.

    Por F.L.P.

  • La etimologa de la palabra artesana, deriva de

    las palabras latinas artis-manus que significa: arte con las manos. La artesana comprende, bsicamente, obras y trabajos realizados manualmente y con poca o nula intervencin de maquinaria, habitualmente son objetos decorativos o de uso comn. Al que se dedica a esta actividad se le denomina artesano.

    Algunos instrumentos como el telar se usan para crear prendas.

    El origen de las artes manuales data de hace muchos siglos, no se sabe con exactitud cunto tiempo. Lo que se sabe es que data de la prehistoria ya que se han encontrado artefactos hechos manualmente sin la

    intervencin previa o completa de algn tipo de instrumento.

    Las diferencias fueron subrayndose a finales de la Edad Media y se consolidaron con el Renacimiento, dignificando la actividad y funcin social del arte con el artista, y subordinando la artesana junto con el artesano dentro de la visin occidental. Finalmente el verdadero valor de la artesana vara de acuerdo a la demografa.

    En la actualidad desgraciadamente la artesana est cada vez menos solicitada, compramos productos elaborados en serie a sabiendas que tienen un nivel de vida ya predefinido, no nos va a durar siempre y nos quejamos de que la artesana es cara, no dir que no resulta normalmente ms cara que un producto elaborado en serie o con maquinaria, pero si dir que por otra parte el artculo que compremos realizado artesanalmente nos durar muchsimo tiempo, por no decir toda una vida.

    En estos ltimos tiempos han proliferado las

    personas que se estn dedicando a esta digna tarea, sin embargo sigue siendo difcil vivir de ello.

    Una de estas personas es Miguel ngel, El Holands Errante, un da lleg desde msterdam para afincarse en Jan. Dej su trabajo de experto informtico y formador en nuevas tecnologas para convertir su aficin de siempre en su manera de vivir. Artesano del cuero

    y otros materiales, tiene cuarenta y cinco aos y se dedica como el dice a Sobrevivir de la artesana o morir en el intento. Sus artculos, todos realizados de manera artesanal, punzados y cosidos totalmente a mano, sin presencia de maquinaria alguna son asequibles a los bolsillos de un buen entendedor de la materia.

  • Los productos de Creaciones Medievales, la pequea empresa de Miguel ngel, han

    llegado inclusive a la gran pantalla, realizando vestuario y atrezo para cine, cortometrajes, recreaciones medievales u obras teatrales. Ha participado en la recreacin de Las Navas de Tolosa en el aniversario de esta gran batalla.

    Prximamente le podremos ver en la toma del Castillo de Almansa (Albacete), o en el Mercado Medieval de Mislata (Valencia). Tambin podis saber ms de Miguel ngel y de su trabajo en http://holandeserrante.wix.com/creaciones-medievales

    Aparte de la artesana Miguel ngel domina otra de las tcnicas ancestrales, el digno y real oficio de cetrero, habiendo participado recientemente en unos actos en la capital de Valencia.

    Creo sinceramente que es obligacin de todos levantar la tradicin artesanal contribuyendo a que personas como Miguel ngel puedan vivir de su trabajo, adems os aseguro que saldremos beneficiados todos.

    Por F.L.P.

    Un poco de mi vida. Finales de Enero de 2012. Mercado Medieval de Crdoba - Fui a vender

    trajes y de paso, me pase el dia vestido para la ocasin, muchos me decan que si perteneca al espectculo del Ayuntamiento, pero no, nadie

    me dijo nada de actuar, esperemos que algn da lo digan. Entre otros personajes que por all me encontr, estaba este jorobado, que de vez

    en cuando se suba a andar sobre una pelota gigante. Bastantes veces de las que coincidamos l me incluida dentro de su actuacin,

    yo, improvisaba sobre la marcha, e incluso no quedando mal.

    Miguel ngel.

  • Esta leyenda se remonta a las primeras dcadas de la dominacin rabe y cuando la

    fortaleza del Benacantil era la morada de un poderoso Prncipe musulmn, cruel y dspota y dueo y seor de la comarca. La sumisa poblacin cristiana de la ciudad no dejaba de hostigarle, por lo que su odio hacia ellos haca imposible la convivencia de las dos confesiones. No obstante, el Prncipe tena una debilidad, su hija Zahara, hermosa e inteligente para la que su ambicioso padre, que se llamaba Ben-Abed-el Hacid, tena previstos prestigiosos pretendientes que le pudieran aportar alianzas y riquezas para beneficio propio pero Zahara, no se senta para nada interesada con las pretensiones de su padre.

    Se viva por entonces una poca tranquila y prspera debido a la tregua pactada con la poblacin cristiana, lo que

    propiciaba que se sucedieran las celebraciones y fiestas, organizadas por el Prncipe, en el Castillo, con el objeto de invitar a prestigiosos y audaces pretendientes para que pudieran demostrar sus habilidades ante su hija Zahara a lo que la hermosa joven siempre mostraba indiferencia.

    En una de estas fiestas Zahara, cansada y aburrida, paseaba por su jardn particular cuando escuch entre los rboles un ruido y vio esconderse una sombra. La valiente y curiosa Princesa no dud en dirigirse al intruso y exclamar

    -quin anda ah?-.

    De su escondite apareci un apuesto joven cristiano que se qued inmvil observndola. Zahara le interpel y le hizo saber que si era descubierto por sus guardias dentro del recinto, sera condenado a la pena de muerte. El joven le contest que ya nada le importaba despus de haber admirado su belleza y hermosura y haber conseguido su objetivo que era poder verla y mirarle a los ojos. Zahara se encontraba nerviosa y turbada por la presencia del joven, pues estaba acostumbrada a que todo el mundo se humillara ante ella. Iniciaron una conversacin y el joven le evidenci su amor hacia ella, lo que provoc la emocin de la Princesa y comenz a tener curiosidad y aprecio por aqul joven, que se llamaba Fernando y era el primognito del Conde Garca de Oate, enemigo acrrimo de su padre, el Prncipe musulmn Ben-Abed-el-Hacid. Zahara le dijo. -Yo no deseo que mueras.- le tom la mano y lo dirigi hacia un secreto pasadizo, escondido tras unos rosales, y que lo conducira fuera de las murallas.

    -Volver-, le dijo Fernando.

  • Los das transcurran y Zahara no poda apartar de su mente a aqul apuesto y osado

    joven que puso su vida en peligro slo por conocerla. Su tristeza y melancola eran evidentes hasta tal punto, que su nodriza no tard tiempo en percatarse. La princesita estaba enamorada. Su nodriza le advirti del peligro que correra Fernando si su padre llegara a sospecharlo. En esos das, Ben-Abed-el Hacid, haca gestiones con el Sultn de Damasco, pues en su mente se fraguaba la idea de conseguir una alianza con aqul poderoso sultn y que al mismo tiempo le garantizara la seguridad para su adorada hija y riqueza para los suyos. Mientras esto ocurra, la Princesa da a da iba entristeciendo y desmejorando y, de eso, no tard tiempo en darse cuenta su padre, que comenzaba a preocuparse y a alarmarse, y trataba de consolar a su hija, pero esta solo le responda abrazndose a l y llorando. Tanta preocupacin caus en Ben-Abed-el Hacid que decidi consultarlo con el astrlogo real quien, despus de realizar las investigaciones y cbalas oportunas, le respondi al Prncipe:

    -Tu hija, poderoso seor, padece un mal propio de la juventud. Est enferma de Amor. De un amor imposible!-

    El Prncipe mont en clera y se dirigi al astrlogo:

    -Ibrahim, creo que mientes, pero si tan seguro ests de ello, dame el remedio que haya de curar a mi hija, de lo contrario morirs!-

    Ibrahim, el astrlogo, le contest con serenidad:

    -Oh seor, de nada te servira mi muerte ya que slo el amor es quien puede salvar a la Princesa!-. -Entonces, empezar de inmediato los preparativos de boda con el Sultn,- dijo Ben-Abed

    -Oh, Prncipe, no has comprendido nada! Zahara no sanar con el amor que t le ofrezcas, sino el elegido por su corazn.-

    Mientras tanto, Zahara acuda diariamente a su cita con Fernando tras los espesos rosales que ocultaban el pasadizo por donde este acceda y as da a da y embriagados por el suave olor de las rosas, iban alimentado su amor tanto as, que la Princesa estaba dispuesta a abandonar su Patria y su Religin y saltar estas barreras para huir y pasar el resto de sus das junto a su enamorado Fernando. Pocos das despus, Zahara fue llamada a presencia de su padre y este le inform que, en breve, iban a partir hacia Damasco para desposarse con el poderoso Sultn. Un grito desesperado sali por la garganta de la joven.

    -No, no ir nunca!-. Su padre desconcertado y montando en clera, zarande violentamente a su hija. Por qu desobedeces mis rdenes? Por qu no irs?

    - Porque amo a otro.- dijo Zahara. Su padre la abofete.

    -Su nombre!- le exigi mientras continuaba zarandendola con tanta fuerza que la Princesa no pudo evitar revelar su pasin. Ben-Abed comenz a hilar su venganza. Tena que dar muerte al muchacho.

  • No tardaron los soldados en sorprender a los amantes y el joven fue apresado. Zahara

    saba lo que le esperaba a Fernando y enferm. La Princesa se mora de amor. Su padre, al conocer la gravedad de la enfermedad de la joven y, comido por el remordimiento, fue a verla no sin antes, haber preparado una estratagema como buen militar que era.

    -Zahara- le dijo -hagamos un pacto. Si yo gano, t tendrs que obedecer mis rdenes-

    Lo que encerraba los planes de boda con el Sultn de Damasco

    -y si ganas t, te dejar libertad para que elijas a tu esposo.-

    La joven asinti. No poda sino que aceptar. Asomndose por la ventana le dijo: -Mira este paisaje- sealando las laderas del Benacantil, -si maana amanece nevado y

    cubierto de un manto blanco, t ganars. Si por el contrario todo sigue igual, habr ganado yo y t obedecers irremediablemente mis rdenes.-

    La noche se hizo eterna para Zahara. Al amanecer observ por la ventana un cielo azul pursimo, lo que le hizo estremecer

    pero al incorporarse, una exclamacin sali de sus labios. Era asombroso! Toda la extensin que abarcaban sus ojos apareca cubierta por un manto blanco Todos los almendros que poblaban los alrededores y las laderas del Benacantil haban florecido esa noche, como si la Naturaleza hubiera querido demostrar su solidaridad con la Princesa! Haba ganado la apuesta! Zahara corri hacia los aposentos de su padre emocionada para solicitarle la puesta en libertad de Fernando de pronto, se detuvo y qued paralizada. Enmudecida. Un escalofro recorri todo su cuerpo. Un grito desgarrador surgi de su interior. Su mirada estaba fija en el torren del que una figura humana penda de la horca Su padre ya haba cumplido su venganza adelantndose a los acontecimientos. Zahara se dirigi velozmente hacia all y se abraz al cuerpo, ya sin vida, de Fernando. Los dos enamorados, ya unidos para siempre, se precipitaron al vaco al romperse la cuerda que los sujetaba. Ben-Abed corri hacia el torren intentando llegar a tiempo pero ya fue demasiado tarde. El Prncipe lanz un grito y se desvaneci cayendo tambin por el acantilado, pero su cuerpo qued apresado entre los riscos y matorrales que forman el "Matxo del Castell", perdiendo tambin su vida. Al da siguiente, la ciudad entera quedara muda de asombro. En el Benacantil se poda observar un rostro labrado en la roca, que recordaba al del Prncipe Ben-Abed-el-Hacid. La imaginacin popular hall pronto la explicacin. El Moro haba sido castigado por su crueldad y su rostro permanecera eternamente azotado por los vientos y expuesto a todas las vejaciones del tiempo y de los hombres.

    ("Leyendas Alicantinas", de Agustina Ruiz de Mateo y Juan Mateo Box)

  • Orden de los Pobres Caballeros de Cristo y del Templo de Jerusaln

    (Orden Catlica del Temple)

    Maestrazgo Templario Catlico Internacional