Gato Gordohttp://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogordo - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogordo - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogordo - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogor-do - http://www.issuu.com/revistagatogordo

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ato

Gor

do n

o se

ven

de, s

e de

fiend

e.

N°9

Y sin querer,

esperarte en el hotel.Mientras pienso

en un cuadro de Cezanne.

Y tener que marchar

Sin poder dejarte

atrás. Y

guardar la tristeza

para mí.

• Niza.

Gato Gordo

Te recuerdo que todo lo que te dije e hice ha sido en off the record.

Vecina, quiero pedirle un favor, resulta que me puse a escribir y en el último momento me di

cuenta de que me había quedado sin palabras. Se me terminaron cuando la conocí a usted, y las bibliotecas ya están cerradas y es muy temprano para que abran los cabaretes. De manera, que pensé, que quizá usted podría prestarme unas pocas y mañana se las devuel-vo.

Oliverio

Disfruta desde la comodidad de tu casa a Gato-Gordo.

Ya están disponibles las ediciones en la web.Visita http://www.issuu.com/revistagatogordo,

y descubre un sin fin de Gatos Gordos de tiempos pasados. Coméntalo con tus amigos del pasaje.

Como esa frase en que no puse que el sustantivo es tu boca.

Eres la distracción más linda que tengo.

Vivimos en una sociedad donde se sobre valora la palabra diálogo.

Uno de mis dolores físicos más grandes es cerrar a la fuerza mis párpados.

Respuesta pública a una pregunta privada: sí.

Gato Gordo

GatoGordo lleva nueve números diciendo que pagará el “piso”.

Estimado lector, esta página sería “muy buena. Bastante contenido. Una agradable crítica social y exce-lente uso del lengua”, según nos dijo en la reunión de pauta esta semana el columnista. El problema es que solo nos mandó esto.

“no escribí nada. Me dejó la musa”.

Atte. La dirección

GatoGordo no es el reflejo de la sociedad, solo es una revista con un Gato en la portada.

En el lugar donde los todos crean amor nosotros lo deshicimos

Gato Gordo

MÓRFOSIS, AMIGOS

Ayer, una niña de unos 4 años bailaba junto al pa-samanos del metro como si este fuese un caño como los de la televisión. Alguien debe tener la culpa: su madre, la TV o yo por escribirlo.

• ESCRITOR SIN EXPERIENCIA

Gato Gordo

Mauricio Rebolledo

Gato Gordo

...ya lo había pensado

Extraño caminar por Santiago.Extraño correr hacia el metro.Extraño esperarte en Salvador.Extraño los nervios.Pero sobre todo, me extraño a mí

— Escribo poesía solo para molestarte.

— Escribo poesía sólo para molestarte.

JUNTARNOS

•

DOMINIQUE BETANCOURT

- ¿Has visto algo más sexy que una mujer leyendo?

- Si, una mujer semi desnuda leyendo.

ll ll ll ll ll ll ll ll ll

Gato Gordo

Una vez necesité de la necesidad.Y sí, de esa misma que venden al por mayor.De la misma que compraste con dóla-res falsos de olvido.

Ya no te necesito, corazón, ya no te pido necesidad. Y sí, te pido ocasión y recreación.

En esa oportunidad -inoportuna- no eras más que ego rodeado de adornos . Y te pido ocasión y recreación.

Y de tanto rebajarme, me convertí en tu necesidad. Productivo, ¿no? No te contaré un secreto, y espero que hagas como si te importara. Y así necesitamos

PD: ocupo muchas “y” por la necesidad de “sumar”

Lobo estepario•MISTER MANDARINO

Esa vez me enojé con mi abuela. Me dijo que hiciera la

tarea de Compresión del medio y yo no quería hacerlo en ese mo-mento. La encontraba muy fácil, y quería dejarla para después.

La profesora había dicho que escribiésemos la vida de Bernan-do O´higgins en el cuaderno. Eso tenía pensado hacer: escribir en toda la hoja del cuaderno “la vida de Bernardo O´higgins”, unas 50 veces o lo que me alcanzara.

Mi abuela me obligó a investi-gar y leer libros sobre el tal Ber-nardo y no pude hacer lo que yo quería. Supe que Murió en Perú.

No pude hacer lo que yo quería.

Bernando O´higgins

Gato Gordo

Sabía todas las palabras de la enciclopedia, pero ante ella se quedó sin ninguna.

Gonzalo F. Ríos.