revista frutos n5. extensión solidaria universidad de antioquia

36
Junio 2014

Upload: universidad-de-antioquia-vicerrectoria-de-extension

Post on 31-Mar-2016

220 views

Category:

Documents


2 download

DESCRIPTION

Qué mejor forma de narrar los frutos de la extensión solidaria de la Universidad de Antioquia que a través de los testimonios y las historias de vida de aquellos que se han favorecido de ella: mujeres, campesinos, víctimas del conflicto, personas con discapacidad, indígenas, población vulnerable y posiblemente muchos más actores que harán parte de esta historia en otros momentos. Disfrute aquí, de estas pequeñas historias llenas de emotividad y solidaridad.

TRANSCRIPT

  • Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

    Juni

    o 20

    14

  • Presidente del Consejo Superior Universitario Sergio Fajardo Valderrama

    Rector Alberto Uribe Correa

    Vicerrector de Extensin Pablo Patio Grajales

    Comit Editorial de la Revista Pablo Patio Grajales Beatriz Betancur Martnez Diana Isabel Rivera Hincapi Rbinson suga HenaoVicerrectora de Extensin

    Periodismo y Fotografa Rbinson suga HenaoEliana Mara Castro Gaviria Jeny Montoya GilJoaqun Emilio Gaviria Natalia Maya Llano Diana Isabel Rivera Hincapi

    Correccin Sergio Tangarife Jaramillo

    Diseo y Diagramacin Camilo Montenegro Crdenas

    Impresin La Patria

    1 Presentacin

    2 Podemos hacerlo bien!

    5 En el Parque se siente la Vida

    8 Psicoballet, la fina combinacin

    11 VIH-Sida, Siguiendo el rastro en comunidades indgenas

    14 Por una seguridad desde abajo

    16 Manolo rompe su secreto

    20 En busca de la felicidad

    24 Cuenta La 13: Misin cumplida

    27 Jardn: Territorio verdeazulado

    31 Una vctima en el corazn

    Contenido

    3.000 ejemplares Distribucin gratuita ISSN 2339-4633

    Publicacin de la Vicerrectora de ExtensinUniversidad de Antioquia

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia

    Vicerrectora de Extensin

    Edificio de Extensin, Universidad de Antioquia

    Calle 70 No 52 - 72. 6 piso, oficina 600

    Correo electrnico: [email protected]

    Telfonos: 219 5170 - 219 8192 - 219 8172

  • Quisiera, en primer lugar, presentar a algunos de los personajes cuyas historias retratamos en las crnicas que se compilan en esta edicin de Frutos, y voy a comenzar por Cristina. Ella, mujer rural del occidente antioqueo, junto a otras mujeres, ha trabajado fuertemente por su independencia econmica con lo que mejor sabe hacer: arepas. Tambin est Yura-ni, quien con el entusiasmo juvenil de sus 19 aos se ha convertido en una de las lideresas del resguardo indgena al que pertenece; y Jos Humberto, ms conocido entre sus paisa-nos como El loco, es un campesino que ha hecho de su finca un modelo de conservacin ambiental. Tanto l como Yurani viven en el suroeste del Departamento.

    En la ciudad est Luis Alfonso, marcado por el nmero 13, pues esa es su edad y esa es la Co-muna de Medelln en donde vive. l, con micrfono de radio en mano ha tomado la vocera de la libertad de expresin y de la memoria del conflicto urbano que se adue de aquellas lomas que sube y baja diariamente. Por su parte, Dora, ama de casa y habitante del centro de la ciudad, encontr un lugar vecino, gracias al cual ella y su hijo estn ms unidos y son ms felices. Por supuesto, hay que mencionar a la pequea Alejandra, a quien la discapa-cidad cognitiva no le impide liberar su cuerpo y su mente cuando baila con la profesora Beatriz y con otros nios como ella; y a Manolo, un nio de trapo con un gran secreto que refleja la situacin de muchos nios de carne y hueso.

    No se conocen entre s, y seguramente no se enterarn de la existencia de los otros hasta que lean esta revista. Viven en lugares apartados, en contextos y condiciones dismiles, pero los une el hecho de que permitieron que a sus vidas llegaran profesores, estudiantes, egresados y empleados de la Universidad de Antioquia, quienes con el apoyo de otras instituciones, han buscado la forma de transformar sus vidas y de compartir sus conocimientos acadmi-cos, cientficos y tcnicos con ellos. Indudablemente, en esa relacin, tanto universitarios como ciudadanos han aprendido los unos de los otros.

    Qu mejor forma de narrar los frutos de la extensin solidaria de la Universidad de Antio-quia que a travs de los testimonios y las historias de vida de aquellos que se han favorecido de ella: mujeres, campesinos, vctimas del conflicto, personas con discapacidad, indgenas, poblacin vulnerable y posiblemente muchos ms actores que harn parte de esta historia en otros momentos.

    Y qu mejor forma de reconocer a los profesores, estudiantes, egresados y empleados, que relatando la forma en cmo su labor ha contribuido a lograr pequeos cambios que trans-forman las vidas de aquellos con quienes interactan. Por eso, en esta revista, tambin ellos son protagonistas, y de manera particular, en esta edicin, se resalta el espritu solidario y de servicio del abogado y profesor Jaime Agudelo, director del Centro de Atencin a Vcti-mas del Conflicto de la Universidad de Antioquia.

    Espero que disfruten de estos relatos mientras nos acompaan en el recorrido por pequeas historias llenas de sensibilidad y solidaridad.

    Pablo Patio GrajalesVicerrector de Extensin

    1

    Presentacin

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • No es simplemente la historia de una fbrica de are-pas en el municipio de Liborina, se trata de la nueva forma de vida de cientos de mujeres que hoy son lde-res y empresarias en el Occidente antioqueo. Esto fue posible gracias a un convenio de cooperacin in-ternacional, el apoyo de la Gobernacin de Antioquia y de la Unidad de Gestin de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad de Antioquia.

    Dos horas despus del final de la ltima fiesta por el Da de la Madre, con el cielo todava oscuro, una mujer de pelo corto y sudadera, Leidy, empieza su jor-nada de trabajo. Llega a lavar el maz, unos 150 kilos.Organiza el saln, limpia las mquinas y pone a coci-nar el grano.

    Ms tarde, a las cuatro de la maana, llegan otras cin-co mujeres, con el pelo recogido y un delantal blanco.

    Ayer haba mucha gente, nunca haba visto tanta fiesta en San Diego comenta Marcela mientras comienza a moler.

    A qu horas acab la fiesta? pregunta Irma.

    A la una. Hasta qu horas vamos a trabajar hoy?

    Hasta las ocho y media, ms o menos. Hay que ha-cer, primero, cincuenta paquetes de arepas sin sal. A la una? Si yo no me acuesto a las ocho de la noche, no soy capaz de venir a trabajar.

    Menos mal nosotras somos las jefas.

    Hace tres aos ya, que amanece demasiado pronto para seis mujeres de San Diego, un corregimiento enclavado entre montaas y a veinte minutos de Li-borina. El motivo: esta fbrica de arepas, Sandiricas, las arepas ms ricas de la regin, dicen ellas. Sin que todava el cielo aclare, Cristina recuerda: Cuando empez todo nosotras estbamos muy crudas. No sa-bamos cmo se formulaba un proyecto, no creamos tampoco. Es que estbamos cansadas de tantos pro-yectos que llegan, dicen organcense y se van. Todo se quedaba en el papel, pero aqu no fue as.

    Del proyecto que habla Cristina, mientras empa-ca cinco arepas en cada paquete, es de Cooperacin para la equidad, una iniciativa del Pas Vasco, la Go-bernacin de Antioquia y la Unidad de Gestin de la Facultad de Ciencias Econmicas de la Universidad de Antioquia, una experiencia de cooperacin inter-nacional que form y apoy econmicamente a estas mujeres del occidente antioqueo para que se reco-nocieran en el ejercicio de sus derechos y generaran sus propios ingresos.

    La casa tiene cuatro salones: en el del fondo Marce-la muele el maz mientras Irma y Ana arman las pri-meras arepas. En el de la mitad Orfa est pendiente del horno; en otro ms adelante Cristina empaca las arepas y recibe los pedidos. En otro saln, a su dere-cha, estn las neveras, un cartel que dice Asociacin de Mujeres de San Diego, Liborina, mujeres protago-nistas del desarrollo local y un par de fotografas de mujeres sonriendo. Es lunes, el trabajo no est muy agitado, quizs est bien recordar esta historia.

    Lo mejor siempre es comenzar

    Lo que buscaba el proyecto era una especie de re-volucin de las mujeres, que conocieran su historia, buscaran sus derechos, se formaran, reconocieran sus habilidades y, despus de eso, tuvieran un apoyo econmico para crear una unidad productiva que les permitiera hablar de independencia, explica Gladys Arroyave, el enlace entre las mujeres de San Diego y la administracin municipal.

    Con el apoyo de la Alcalda de Liborina, el proyecto conoci cules eran los grupos de mujeres del muni-cipio y cules estaban interesadas en hablar de parti-cipacin poltica y liderazgo. Las convoc y les pidi articularse bajo alguna figura: as naci la Asociacin de Mujeres de San Diego. Lo primero fueron las es-cuelas de liderazgo poltico, trabajbamos con ellas la historia de la mujer, sus reivindicaciones, cmo y para qu trabajar en red. A partir de ah, hablndoles de li-derazgo, empezaron a conformar comits de acuerdo a sus habilidades. Fue cuando dijeron queremos ha-cer paletas, o arepas, o montar un quiosco turstico, explica Lyz Giraldo, cogestora del proyecto y el enlace entre el Pas Vasco, la Gobernacin y la Universidad de Antioquia.

    Podemos hacerlo bien!

    2

  • Como las mujeres de la Asociacin de San Diego en-traron tarde al proceso, tuvieron sus ventajas y des-ventajas: as como pudieron estudiar otros proyectos y apostarle a las arepas, el presupuesto con el que con-taron fue menor. Mientras la fbrica de arepas de San Andrs de Cuerquia cont con casi 17 millones de pe-sos, Sandiricas recibi ocho. Eso fue lo de menos por-que ms que plantear estas unidades como negocios, el proyecto les habl de la necesidad de tener espacios de esparcimiento, de formacin y desarrollo.

    Despus de un estudio de mercadeo y productividad, aprendieron a hacer estas arepas de maz, sal y nata, el toque secreto. Adems de formacin, el proyecto las dot con una mquina para moler, una nevera, una artesa, algunos moldes y las primeras bolsas con el lo-gotipo de la fbrica: Lo que ellas iban requiriendo se les dejaba como capacidad instalada para que tuvie-ran una base para continuar, asegura Lyz.

    Y mientras iban aprendiendo a manejar mquinas y a llevar contabilidades, surgieron otras actividades: plantones el Da de la Mujer, la limpieza del parque y la conmemoracin del Da de las Vctimas. En total son 17 las mujeres que hacen parte de la Asociacin, y seis las de la unidad productiva. A veces rotan.

    Uno de los objetivos de esta cooperacin, fue formar a estas mujeres en la legalidad, explicarles la importan-cia de llevar registros ante la DIAN, la tributacin y los contratos: Las condiciones fsicas del territorio son duras, pero las iniciativas productivas cogieron vue-lo. Ms que por el dinero, porque las mujeres estaban cansadas de tantas dificultades. Como experiencia profesional fue muy importante ver a estas mujeres con tantas necesidades, pensndose de otra forma, y ver el dilogo que se gener a nivel institucional para que esto fuera posible, concluye Lyz.

    Lo ms difcil siempre es continuar

    Se acuerdan del Da de la Mujer del ao pasado?, pregunta Ana. Cuando los hombres nos recibieron con torta, y nos escribieron notas en las que nos de-can que nos queran mucho? Si a m me preguntan, hemos cambiado mucho: reorganizamos en nuestros hogares la forma de vida, ya hasta mandamos. A ratos, pero mandamos!.

    Y todas sueltan alguna carcajada.

    Y cuando alguna socia ha tenido problemas, la unidad ha sido el refugio, contina Irma.

    Es que tenemos muchas diferencias, pero hay mucha solidaridad y credibilidad: aqu en San Diego ya la gen-te cree en los grupos de mujeres, concluye Ana.

    La maana se va en un suspiro. Hay das que dan ms briega que otros: a veces el gas se acaba a las cuatro y media de la maana o la mquina de moler no quiere moler sola, comenta Marcela. Pero hoy nos ha rendi-do. A eso de las cinco de la maana ya llevan hechos unos 80 paquetes, y a las seis comienzan a llegar los primeros clientes: unos paquetes se van para un par de tiendas en Liborina, otros se quedan en las de San Die-go y otros cuantos se van vendiendo durante el da.

    Solo que todava sigue siendo muy difcil en este pas un proyecto como estos: faltan ms licencias, seguri-dad social, un terreno propio, faltan siempre ms ven-tas. Sin embargo, cuando a las nueve de la maana ya no queda ms masa por hoy, alguna recuerda: Ya nos llevaron de la mano, dieron los primeros pasos con no-sotras, ahora tenemos el reto de caminar solas. S po-demos y podemos hacerlo bien!.

    El programa AMBBI impuls otro proyecto en Medelln:De la exclusin al reconocimiento, con mujeres afrocolombianas de las

    comunas ocho y nueve de la ciudad.

    Para las mujeres de Liborina, cooperacin signific asumir el riesgo, salir, ver que la vida estaba afuera, donde se toman las decisiones,

    dice Adriana Maya, alcaldesa. Liborina tiene la nica alcaldesa de la subregin y la primera en su historia.

    3

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 4Hace seis aos, tres instituciones internacionales el Ayuntamiento de Bilbao, la Diputacin Foral de Biskaia y la Caja BBK de ahorros decidieron apos-tarle econmicamente a una experiencia en Me-delln. Por esos das invitaron a la Gobernacin de Antioquia, a la Alcalda de Medelln y a la Universi-dad de Antioquia a pensar en dos proyectos que tu-vieran que ver con equidad de gnero y desarrollo local. Como recin se hablaba en el departamento de la concesin de Pescadero Ituango, la goberna-cin de Luis Alfredo Ramos decidi trabajar con las mujeres del Occidente antioqueo, entre otras razones para contrarrestar los impactos negativos que traera la construccin de la hidroelctrica.

    Ese proyecto fue Cooperacin para la equidad, que en un comienzo propuso abordar los doce muni-cipios de influencia de la hidroelctrica, pero que por recursos y viabilidad se apoy en seis: Sabana-larga, San Andrs de Cuerquia, Ituango, Briceo, Toledo y Liborina. Con el trabajo de todas estas instituciones, se organizaron 13 asociaciones de mujeres en la subregin. Cada asociacin con sus unidades productivas: en Ituango, por ejemplo, las mujeres montaron una fbrica de confecciones, un restaurante y una fbrica de arepas; en Briceo una panadera y una peluquera itinerante y en Toledo una despulpadora de frutas y una fbrica de elabo-racin de bloques de concreto. En total se confor-maron 24 unidades productivas.

    Este ao en Liborina se empez a construir la Poltica de la mujer. Cooperacin para la equidad permiti que muchas

    mujeres de la subregin presentaran este tipo de propuestas y llegaran a espacios de debate como los consejos de planeacin

    o seguridad de sus municipios.

  • 5Quizs no sepas que es tuyo, pero s, es tuyo y est abierto para ti. Es un lugar para la Vida, est en Medelln y es posible gracias a la Universidad de Antioquia y la Alcalda de Medelln.

    Sientes curiosidad, quieres entrar y saber con qu te encontrars en esa habitacin. Desde afuera escuchas un enigmtico y profundo sonido metlico que pro-viene de su interior y ves el fulgor de una luz blan-ca que se prende y apaga. Pero cuando ests adentro, quizs lo primero que haces es frenar en seco despus de haber dado el primer paso, pues al ver las infinitas imgenes tuyas que aparecen frente a ti, a tu derecha e izquierda, quedas en shock por un segundo antes de comprender que son solo tus reflejos en muchos espejos.

    Quieres seguir explorando la habitacin, pero vacilas al caminar porque no sabes cun profunda es y temes estrellarte con una pared-espejo. Das pasos con cau-tela hacindote va entre un enjambre de tubos trans-parentes, con pequeas luces de colores adentro, que cuelgan del techo. La luz, los espejos, los tubos, el sonido, te sientes parte de una historia de ciencia fic-cin. Piensas en naves espaciales, laboratorios secre-tos de experimentacin cientfica, una mquina del tiempo

    S. Y como si efectivamente estuvieses en una mqui-na del tiempo, das un salto al pasado. Sales de la habi-tacin, bajas dos pisos y luego te encuentras en un sa-ln espacioso escuchando msica de los aos 50. All, en el centro de una mesa, hay un antiguo tocadiscos sobre el que gira un Long play. Un grupo de ancianos escucha un bolero. Mueven sus labios tmidamente, tarareando la cancin con una voz casi muda: Hoy he vuelto a pasar por aquel camino verde, que con el valle se pierde.

    Sales de este saln, caminas por el corredor y te en-cuentras con un grupo de jovencitas que revolotean y parlotean indistintamente mientras miran con fas-cinacin la imagen de un hombre joven cuyo cuerpo est tatuado como el de un cadver. En su coleccin de tatuajes, que van desde el crneo hasta los pies, hay msculos, huesos, venas, cartlagos, rganos e insec-tos.

    Sigues avanzando y ms adelante descubres un lugar pequeo y acogedor que parece el paisaje de un cuen-to fantstico para nios. El piso es suave y verde como manga, sobre l, como si fueran hongos, hay espar-cidos cojines mullidos, de colores rojo y naranja en-cendidos. En el corazn del cuarto hay un gran rbol que parece sostener el techo con sus ramas. De estas penden lianas, frutas y un columpio.

    Un deslizadero se extiende desde el tronco que est hueco. All metido, un chiquillo de unos tres aos, pelo castao claro, con rizos que caen sobre sus ojos, asoma su cabeza instantneamente por un hoyo y la vuelve a esconder despus de rerse como si estuviera haciendo la gran gracia.

    Las cuatro escenas ocurren casi simultneamente en el mismo lugar: el Parque de la Vida.

    En el Parque se siente la Vida

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 6La idea de tener un espacio pblico para la promo-cin de la salud, la calidad de vida y el desarrollo huma-no, surgi en la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia en el ao 2005; se fue gestando y gracias a la conviccin de las administraciones municipales, el proyecto del Parque de la Vida qued incluido en el Plan de Desarrollo de Medelln 2008 2011.

    La alianza entre la Universidad y la Alcalda de Me-delln comenz a operar en 2009. Desde entonces vincularon de manera permanente al proyecto a re-presentantes de los barrios vecinos y a los vendedores ambulantes del sector.

    En septiembre de 2012 se inaugur el Parque y co-menz a prestar sus servicios a la ciudadana bajo la administracin y operacin de la Universidad. Desde entonces, en el marco de diferentes proyectos, se han realizado ms de 200 actividades con la participacin de aproximadamente 7 mil personas.

    La habitacin de los espejos es una etapa de la Sala Interactiva; el saln donde est el tocadiscos es el au-ditorio, y en esos momentos tiene lugar una de las sesiones del programa Maanas del Recuerdo, para adultos mayores; la imagen del joven tatuado como cadver hace parte de una exposicin temporal del Museo Universitario; y el cuarto del rbol es la Ludo-teca para nios hasta de diez aos.

    El Parque est ubicado frente a la Facultad de Medi-cina de la Universidad de Antioquia. Al llegar all te encuentras con un moderno edificio rectangular, de cuatro pisos, con paredes de vidrio y extensos jardines exteriores. No es un lugar al aire libre, no ves zonas verdes, ni canchas, balancines o areneros.

    Pero si quieres divertirte, hacer ejercicio, aprender a alimentarte saludablemente, o recibir orientacin so-bre tus relaciones interpersonales, all podrs hacer-lo. Y si amaneciste con el nimo cado, para eso est el Club de la Risa, en donde seguramente los clowns, con sus comentarios disparatados y sus movimientos desparpajados te sacarn muchas sonrisas.

    Desde que el Parque fue inaugurado en 2012, fruto de una alianza entre la Universidad de Antioquia y la Al-calda de Medelln, personas como t, y de todas las edades, van para disfrutar de las mltiples actividades culturales, ldicas, recreativas y formativas que hay all y que se enfocan en mejorar su calidad de vida a travs de la promocin de la salud y el desarrollo hu-mano.

    Visitantes asiduos

    Es sbado en la tarde. Escuchas la voz de la profe-sora que sobresale en el saln: Sale!, Ichi! Ni! San! Shi! Go! Roku! Shichi! Hachi! Ku! Ju!- Los peque-os siguen el ritmo, lanzan un puo aqu, una patada all, se ponen en guardia.

    A una instruccin de la profesora, los chicos empu-an sus manitos y las levantan a la altura del mentn, separan sus piernas y flexionan leventemente sus ro-dillas. No puede menos que inspirar ternura la esce-na de aquellos pequeos de rostros ingenuos, de no ms de un metro y veinte centmetros de altos, con esa postura y miradas retadoras.

    Estn en clase de Karate. Te das cuenta que Samuel, de unos siete aos, es el ms inquieto del grupo. No pares Sami!, levanta la nalga!, Sami preparado, no

  • 7ests listo, cierra los puos, cierra los pies, mira al frente!, le dice en reiteradas ocasiones la profesora.

    A diferencia de Samuel, y a pesar de ser el ms chico de los estudiantes, John Fredy es ms concentrado y disciplinado. Cumple al pie de la letra las instruccio-nes: Kibadachi Kamae! Avanzando, cruza, patea, cruza, patea, cambio de pierna.

    Fredy tiene seis aos y, sagradamente, todos los das desde hace ms de un ao le pide a su mam Dora que lo lleve al Parque de la Vida. Lo que ms me gus-ta es la ludoteca, dice con la boca llena de torta que les acabaron de repartir despus del entrenamiento. Tambin tiene bigote de leche y migajas de harina pe-gadas en la nariz y el cachete.

    Fredy no tiene hermanos, vive con su mam a una cua-dra del Parque, su pap es conductor de un camin y pasa mucho tiempo por fuera de casa. Antes, Fredy era un nio muy tmido y se la pasaba encerrado. Yo renunci a mi trabajo para compartir ms tiempo con l, y desde que supe del Parque lo empec a traer. Ahora ya parecemos de ac, dice Dora entre risas.

    Ella va a charlas de Crianza Humanizada, a clases de Yoga y Aerbicos. A Fredy lo lleva a la ludoteca, a t-teres, a manualidades y al club de la risa. Juntos asis-ten a Karate. El Parque es el nico lugar en este sec-tor para que nios y viejos nos divirtamos y pasemos tiempo juntos. La verdad es que el vnculo entre Fredy y yo es ms estrecho ahora, y l se relaciona mejor con otros nios.

    Dora est completamente apropiada del Parque y es una de sus principales promotoras. Ella pasa la voz entre las otras mams y los dems vecinos; reforzando la invitacin que est inscrita en letras enormes en el portn de entrada: PARQUE DE LA VIDA, ES TUYO, ENTRA, CONCELO Y DISFRTALO.

    Muchos programas del Parque han tomado vida gracias al trabajo conjunto de las facultades de Me-dicina, Enfermera, Odontologa, Salud Pblica, Ar-tes, Comunicaciones, Ciencias Sociales y Humanas, y Educacin; las Escuelas de Microbiologa y de Nu-tricin y Diettica, el Instituto de Educacin Fsica, el Museo Universitario y el Departamento de Extensin Cultural.

    El Inder Medelln es el gran aliado en el componente ldico recreativo; por su parte, UNE EPM Telecomu-nicaciones, EDATEL, Ruta N y Savia Salud le aposta-ron al Living Lab de Telesalud, para el uso de tecnolo-gas de la informacin y la comunicacin como apoyo a los programas de promocin de la salud; proyecto que naci en la Universidad y que tambin tiene asien-to en el Parque.

    Hay programas con la Alcalda de Medelln que llegan a otras comunas de la ciudad; como Medelln se toma la palabra, para que los ciudadanos reflexionen sobre temas como equidad, ciudadana, vida y convivencia; y Comportamientos saludables, sobre salud sexual y re-productiva, comportamientos familiares y resolucin de conflictos.

    El Parque es una experiencia de unin de esfuer-zos entre las dependencias de la Universidad y de otras instituciones para promover la participacin de la comunidaden lo que concierne a su propio bienes-tar Greta Romero Deluque, coordinadora del Parque.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 8La danza clsica del ballet sirve para restaurar el equilibrio psquico-social en personas con discapa-cidades cognitivas, motoras y sensoriales. Se trata de un mtodo cubano que ya se aplica en la Univer-sidad de Antioquia.

    Tiene la delgadez propia de las bailarinas de ballet y la mana de peinarse con moo redondo en la coronilla de la cabeza, como las bailarinas de ballet. Este pei-nado es para verme ms grande, dice.

    Es profesora de danza. Es bailarina de ballet. Se llama Beatriz Duque.

    Es la instructora de psicoballet, el primer curso de-danza de la Universidad de Antioquia dirigido a chi-cos con sndrome de Down o algn trastorno o dis-capacidad cognitiva. Esto es verdadera inclusin, afirma Martha Londoo, la madre de Emilio Jos, el primer joven inscrito.

    Los sbados llegan ellos al medio da. Entran desgra-nados al saln con piso de madera y paredes de la-drillos. Beatriz Duque!, Beatriz Duque, todos la llaman por el nombre y el apellido desde que llegan y saludan. El tranquilo mbito del saln se remueve por sus presencias inquietas. Empieza la clase de psi-coballet y queda decretado, sin que nadie lo diga, que durante dos horas ninguno de los presentes ser neu-tral en su comportamiento. Ni siquiera la profesora Beatriz Duque, que exagera con histrionismo todas sus voces y ademanes.

    Entre besos y sonrisas las mams se despiden. Tienen cosas para hablar en la cafetera mientras los chicos y las chicas aprenden a danzar.

    La msica, los movimientos corporales y la interac-cin en compaa, les permite adquirir mayor con-fianza en s mismos. Mayor capacidad para socializar con otras personas. Beatriz Duque explica: El psico-ballet sirve para atender a poblaciones vulnerables, y mi enfoque son las personas con discapacidades cog-nitivas diversas, como sndrome de Down y otros.

    Ella es licenciada en Educacin Especial del Tecnol-gico de Antioquia. En algn momento de su vida una iluminacin le lleg como idea redonda: es el arte!, quiero trabajar arte con poblacin en situacin de dis-capacidad. El amor ya lo tena. Hizo una licenciatura en Educacin de Artes Plsticas en la Universidad de Antioquia. Meti la cabeza por el teatro, la danza, el arte plstico y la msica. Y en su errabundo camino encontr al psicoballet.

    Inicia la claseIntgrate, Julile dice Beatriz Duque a Julin, un adolescente alto, delgado, callado.

    Julin quiere pero se apena. Le dice no con la cabeza.

    Te da mucho susto?

    l le dice s con la cabeza.

    De qu, sino y entonces qu pasar cuando nos presentemos en el teatro?

    De repente llega Emilio Jos, el showman del grupo y le dice con sonrisa pcara:

    Beatriz Duque, tengo algo para ti

    Suspenso. Ella lee un papelito cuadrado de color azul y levanta la mirada con su rostro resplandecido.

    Jajaja, me ests invitando a tu cumpleaos?

    As es le responde con una sonrisa y un ademn.

    A un consierto con s? Jajaja.

    En mayo 18, por motivo de mi feliz cumpleaos! replica l, como si hablara por micrfono desde una tarima.

    Ella repasa la invitacin hecha a mano, con trazo de lpiz y letras dispares.

    Pero aqu no est la direccin. No sabr a dnde ir el 18 de mayo!

    Queda en Castropol! Wendy, una adolescente de trenza gruesa y larga, mete la cucharada desde el fondo del saln.

    Como la pizza y la pasta, el ballet tambin naci en Italia, en la Era del Renacimiento. Sus pasos llegaron hasta Francia, donde desarroll una escuela propia durante el siglo XV y adquiri el estatus de profesin con la creacin de la Acadmie Royale de Dance, en 1661.

    El ballet logr estilos propios en Dinamarca, Inglate-rra y Francia. Y en el siglo XX los bailarines rusos se ganaron los aplausos y el respeto mundial por repre-sentar, en palabras de los crticos, la cima de la per-feccin clsica, claramente apreciable en el extraor-dinario nivel tcnico de su danza.

    Psicoballet, la fina combinacin

  • 9La buena amistad entre cubanos y soviticos durante la Guerra Fra hizo que los rusos llevaran los secre-tos de su danza a la pequea isla. All, en La Habana, fue donde a la psicloga Georgina Faria Garca se le ocurri un da que, adems de servir para deleitar a multitudes de sensibles espectadores, el ballet clsico tambin podra ser un mtodo psicoteraputico para nios con trastornos de la conducta. Y naci el primer grupo de psicoballet en febrero de 1973.

    Suena piano para ballet Pies junticos, espalda derechita, manos a la cintu-ra! Beatriz Duque est en plena accin dentro de su clase-. Miramos al frente, caminamos en crculo!

    Te puedo dar un abrazo? Le pregunta Wendy, la adolescente de la trenza.

    S, est bien, dame un abrazo si quieres.

    Y ms tarde

    Y punta! Y flex! Y empeine! Y flex! Muy bien Emi-lio!

    Alejandra es la chica ms nueva del grupo y apenas se adapta. Se acerca a ella y le ayuda a enderezar la espal-da. Con los dedos hace la mmica como si cerrara su boca con un cierre invisible.

    Ya saben, espalda derechita.

    Al poco tiempo Alejandra tiene de nuevo la espalda arqueada y Beatriz Duque regresa para enderezarla. Lo hace muchas veces durante la clase.

    La profesora y bailarina Beatriz ensea con una paciencia a prueba de interrupciones.

    Minutos despus

    Abro dice Beatriz Duque.

    Abro repite Emilio Jos.

    Cierro dice Beatriz Duque.

    Cierro repite Emilio Jos.

    Emilio, no tienes qu repetir lo que digo exclama ella.

    Todos ren.

    Y abro. Y cierro.

    Te puedo dar un abrazo? pregunta Wendy.

    Como los puros ms famosos, el psicoballet tambin es cubano. En las vacaciones decembrinas del ao 2009 Beatriz Duque viaj hasta la isla para apren-derlo. Deslumbrada por sus mtodos y resultados, en 2010 propuso la creacin de un curso integrado en ar-tes para nios con discapacidad cognitiva en la Facul-tad de Artes de la Universidad de Antioquia, donde era profesora desde haca algunos aos.

    Tuvimos un primer intento, pero no fue fcil. La poblacin con este tipo de discapacidades no poda pagar los cursos, explica Gloria Milena Prez, artista plstica y coordinadora de los cursos de Extensin de la Facultad de Artes.

    Hasta entonces Gloria Milena observaba un curio-so fenmeno que suceda en su facultad: cada vez se acercaban ms nios con sndrome de Down para ins-cribirse en los cursos de danza clsica o contempor-nea.

    Una de esas nias era Gabriela Minotas. Desde el ao 2010 esta pequea llam rpidamente la atencin en toda la universidad porque tener sndrome de Down no la inhibi para aparecer danzando, con su blusa ceida y su falda tut de color morado, entre otras fla-mantes aprendices del curso universitario de ballet. Las dems nias, que en principio la miraban con cu-riosidad, terminaron por aceptar y admirar sus virtu-des de bailarina.

    Inspirada en Gabriela y los dems chicos Down que empezaron a aparecer en los cursos de danza, a Glo-ria Milena Prez se le ocurri que deba existir en la universidad un curso de ballet especfico para per-sonas con discapacidades cognitivas. Se lo propuso a la bailarina y profesora Beatriz Duque. Y ella pens al instante en el psicoballet y las enseanzas de sus maestros cubanos.

    As naci el primer curso de este tipo en la historia de la Universidad de Antioquia y la ciudad de Medelln.

    Mi hija era reacia a estar entre sus pares, pero veo que aqu se siente bien Patricia Restrepo.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 10

    Poblacin e inclusin en Antioquia:

    En Colombia existen unas tres millones de perso-nas en situacin de discapacidad, segn el Departa-mento Administrativo Nacional de Estadstica -DANE y la Encuesta Nacional de Demografa y Salud, de Pro-familia. Representan el 6,4% de la poblacin colom-biana.

    Segn un informe publicado en diciembre de 2012 por la Fundacin Saldarriaga Concha, se estima que en Antioquia viven unas 76.145 personas discapacitadas. Y que el municipio con menor nivel de exclusin (re-presentada en Capital Humano, Salud y Educacin) es Sabaneta, con el 36,88 %. Mientras que el municipio con mayor exclusin para esta poblacin es Ituango, con el 87,33 %.

    El informe reclama al Estado mayor cobertura en sa-lud, educacin y oportunidades para esta poblacin, y con un 42,25 % sita a Antioquia entre los ocho depar-tamentos con mayor ndice de exclusin en Derecho a la Educacin para la poblacin discapacitada.

    Danza de la inclusin

    Detrs de cada correccin, detrs de cada ende-reza la espalda o cierra por favor la boca, y en de-finitiva, detrs de todo llamado al orden de los pasos y las instrucciones del psicoballet, ocurre dentro de los chicos algo que les disciplina, que les adapta a los cdigos sociales y de grupo.

    La magia consiste en ayudarles a liberar su cuerpo. Porque liberar el cuerpo es liberar la mente, dice Beatriz Duque en tono mstico. Y en ser exigentes con los aprendices, pero no al mismo nivel que los estu-diantes regulares, pues el ritmo de esta poblacin es distinto.

    Viva en Pereira y tena a mi hija Mara Paz inscrita en un curso de ballet con estudiantes regulares. Ella era siempre la ltima en las demostraciones porque la profesora la trataba por igual, no tena en cuenta su diferencia, dice la joven seora Juanita Bohrquez, y aade: ellos deben estar en cursos regulares, como los dems nios, pero tambin entre sus pares porque all se sienten ms cmodos y mejor identificados.

    En el grupo la presencia de los hombres es menos numrica, pero curiosamente el primer inscrito fue el joven Emilio. Con ese acto dio una madura muestra de que su estilo de vida incorpora el concepto y dominio

    de las masculinidades diversas.

    Lo que busco con psicoballet es que ellos sean feli-ces Beatriz Duque.

    Al final de la sesin, Beatriz Duque les record a las chicas llegar peinadas con un moo redondo en la ca-beza. As, como ella. Tal y como se peinan las bailari-nas del ballet desde hace ms de cuatrocientos aos. Y cuando todas las clases lleguen a su fin, ella espe-ra que esta danza psicolgica logre los prodigios que slo pueden hacerse realidad con la fina combinacin de mucho amor y una pizca de arte.

    Queremos que de este curso nazca un grupo artsti-co de ballet Gloria Milena Prez.

  • 11

    Por primera vez, hace cinco aos, una investiga-cin en Colombia se acerc a la situacin real de las personas que viven con VIH en comunidades ind-genas. El trabajo de la Facultad Nacional de Salud Pblica de la Universidad de Antioquia, con el apoyo de Colciencias y la Universidad de Manitoba de Ca-nad, nos da la posibilidad de conocer qu pasa con el peligroso virus en estas comunidades.

    Cuando Luisa* estaba en quinto grado, recuerda, no poda ni tocar la mano ni comer del bolis de su prima. Ni hablarle ni prestarle sus lpices.

    A m eso me dola mucho, no me dejaban estar con ella porque la mam, Mara, tena el virus. La trataban como una cosa, como si fuera desechable.

    Luisa tiene 19 aos, y tantas ancdotas de vida como una mujer de 30. Es indgena, y ha tenido que lidiar tan de cerca con la discriminacin como con la solida-ridad. Por eso, dice, se convirti en una de las lderes de Cristiana, el resguardo indgena ms grande de Antioquia.

    Por esa misma poca, cuando yo estaba en quinto, empez a notarse el desorden de las enfermedades e infecciones. A la gente la expulsaban de la comunidad y nadie hablaba sobre el tema, era un tab, hasta que nosotros empezamos a pararnos delante de nuestros paps a explicarles con condones que el asunto era serio. En el comienzo nos trataron mal, nos dijeron pecadores, pero gracias al proyecto vieron que tenan que aprender. Cosas en la vida siempre van a pasar, pero es que si a uno no lo educan sobre cmo llevar su vida, cmo va a saber actuar?.

    Epidemiologa, prevencin y control del VIH/Sida en Cristiana

    Cristiana fue nuestra escuela, asegura Diana Castro, sicloga. Ahora podemos decir que lo que hacemos ha ayudado a la comunidad y a las personas que viven con VIH, hoy la mayora de ellos siguen vi-vos y son atendidos oportunamente, agrega Carlos Rojas, mdico, docente e investigador de la Facultad de Salud pblica de la Universidad de Antioquia.

    Fue en el ao 2005 cuando Carlos acompa a la pro-fesora Zayda Sierra de la Facultad de Educacin en un proyecto de Cultura Saludable en Cristiana; un tra-bajo en equipo que buscaba identificar los principales problemas de salud de la comunidad. Y ah estaba, un monstruo que no daba espera, la situacin de las per-sonas que viven con VIH: La gente tena mucho mie-do y no entendan cmo se transmita el virus. Que-ran saber quines eran los que estaban infectados y aislarlos para evitar el contagio. Ese fue el primer trabajo, explicarles los derechos de estas personas e ir desmotando mitos, cuenta Carlos Rojas.

    En esos das exista una forma muy arcaica de ver el virus, dice Mauricio Lozano, el mdico que ms tarde acompaara el proyecto Epidemiologa, prevencin y control del VIH/Sida en una comunidad indgena: Era como un espritu. Era la misma historia del Rey Midas, pero invertida, en vez de convertir las cosas en oro, la gente crea que todo lo que los infectados toca-ban lo enfermaban.

    Entonces comenzaron algunos talleres, pelculas y otros ejercicios que buscaban cambiar la mirada y el estereotipo de lo que era un paciente de VIH: Fuimos trabajando el mensaje, nadie tena ni tiene por qu morir de VIH. No es una enfermedad condenatoria. Ni las personas que viven con el virus corresponden al estereotipo de la persona maltrecha e irresponsable, recuerda Carlos.

    Despus de un par de aos de acciones desarticula-das, Carlos se encontr en el camino con Diana y con algunos profesores de la Universidad de Manitoba, Canad, que tambin venan estudiando en su ciudad

    VIH-Sida: Siguiendo el rastro en comunidades indgenas

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 12

    la prevalencia de VIH en comunidades indgenas. Con este acompaamiento, a finales de 2009, presentaron el proyecto a Colciencias y consiguieron la financia-cin del mismo por casi dos aos. A partir de ah todo fue ms concreto: Lo primero que hicimos fue una encuesta con una muestra aleatoria de 290 personas, entre los 15 y 49 aos. Con esta pudimos establecer que el 1% de la poblacin de Cristiana tena VIH, una cifra que pese a no ser muy alta, est por encima del promedio nacional.

    De hecho, fue la primera vez que en el pas se conoci qu pasaba con el VIH en estos resguardos. La investi-gacin y la comunidad fueron exigindole ms al pro-yecto, y por eso, a travs de la financiacin de Colcien-cias, empezaron a realizar pruebas rpidas para VIH y otras infecciones de transmisin sexual, pruebas que permiten conocer los resultados en 30 minutos: En Colombia se diagnostica muy tarde el virus, cuando la prueba se hace el paciente ya tiene sida. En Cristiana comenzamos a identificar esos casos; si eres diagnos-ticado cuando tienes sida, te consume, pero si logrs identificar a tiempo el virus, ese paciente va a tener una perspectiva de vida diferente, explica Carlos.

    Tanto Diana como Mauricio fueron certificados por el Ministerio de Salud para hacer las pruebas. An hoy, a pesar de que el proyecto culmin en 2011, se hacen estas jornadas de pruebas en Cristiana. Quizs uno de los retos mayores, cuenta Mauricio, fue vincular y comprometer al Hospital de Jardn, no solo con el tema de prevencin, sino, sobre todo, con el estado de los pacientes actuales: Antes los despachaban rpido, los mdicos no se queran complicar y el acceso era muy difcil. En Cristiana aprendimos que s se puede negociar con las instituciones y que las instituciones pueden aprender.

    A partir de ah se realizaron diferentes estrategias de intervencin con toda la comunidad, charlas en la Institucin Educativa Karmata Rua y en las tiendas, programas en la emisora Cham Stereo, y capacita-ciones en las que participaron Luisa y otros lderes: aprendiendo y enseando. Adems surgieron las pau-sas pedaggicas: Diana y Carlos llegaban a las fincas cafeteras y, a la hora en que pesaban el caf, conver-saban con indgenas y campesinos de la zona sobre sus conocimientos en VIH. La idea era hacer ms cotidiano el conocimiento, que nosotros llegramos a los habitantes de Cristiana de diferentes maneras y en su propio mundo. Donde estuvieran tres o ms personas, ah hablbamos de VIH, concluye Diana.

    Lderes Bia Buma

    A Nancy le cambi la vida ser lder Bia Buma, tan-to que decidi regresar despus de doce aos a ter-minar el bachillerato. Porque ser lder Bia Buma le signific hablar en pblico, coordinar talleres, contar la experiencia: volverse indispensable.

    Bia Buma en ember significa estar bien, y ese fue el nombre que eligieron diez lderes que el proyecto form durante un ao con el apoyo del Hospital Ga-briel Pelez Montoya de Jardn. Cada uno de estos l-deres hace seguimiento al proceso y a la forma de vida Uno de los resultados ms interesantes del proyecto fue la Caja de

    herramientas Prevencin del VIH y otras ITS con comunidad indgena en Colombia. La primera edicin del material est disponible en la red:

    http://vihindigenas.wix.com/saludsexual.

    El Sida es la etapa ms avanzada de la infeccin por el VIH. Sin trata-miento antirretroviral, los sntomas comienzan a aparecer entre tres y

    cinco aos despus de adquirida la infeccin.

  • 13

    De proyecto a programa

    Luego de Cristiana, el programa de Investigacin en Prevencin de VIH con comunida-des indgenas lleg a la Guajira. En dos aos de trabajo, los profesionales han identificado un 0,5 por ciento de prevalencia de VIH en 55 rancheras de Maicao. Con los Wayu el proceso ha buscado valorar y aprovechar la oralidad como forma de aprendizaje, con 9 lderes bilin-ges formados y un diplomado con 24 miembros del personal de salud de diferentes centros mdicos.

    Pero el programa tambin tiene que ver con comunidades en riesgo. Actualmente en San Miguel, corregimiento de Sonsn, el equipo profesional realiza un proyecto similar con po-blacin minera. Este trabajo es financiado por el fondo de extensin en las regiones de la Universidad de Antioquia. Adems, en Medelln desarrollan una investigacin con jvenes con experiencia de calle y tecnologas de la comunicacin, un proyecto de la Universidad de Manitoba, Canad, que tiene como propsito conocer qu tanto saben y qu tan tiles podran ser estas herramientas en la prevencin de VIH.

    de al menos una de las personas que vive con VIH: Era muy importante educar y prevenir, pero tambin haba que hacer algo concreto por quienes ya tenan el virus. Por eso trabajamos con un grupo de jvenes que nos permitieran generar otras acciones, y garanti-zar los derechos de estas personas que son muy solas y que econmicamente no tienen cmo movilizarse a Medelln. Por eso ha sido tambin importante el compromiso del cabildo indgena, comentan Diana y Carlos.

    Entonces Nancy, por ejemplo, se encarga de una pare-ja; mientras Luisa hace que un to suyo, a pesar de es-tar solo y ser caprichoso, asista a las citas mdicas. Los lderes recibieron capacitaciones sobre prevencin de VIH, primeros auxilios y charlas acerca de cmo convivir y acompaar a las personas infectadas con el virus. Porque el proyecto se plantea que un buen se-guimiento lo puede hacer cualquier persona, no tiene que ser un especialista.

    Por encima de todo ha estado la compaa, porque no hay nada ms rico, como dice Luisa, que ser tratado con respeto: No es que como ya no hay discrimina-cin, y usted va salir a meter la pata. No, es el hecho de que lo respeten como ser humano; tuvo su error, nadie es perfecto en el mundo, pero tiene quin lo acompae.

    *Los nombres fueron cambiados por solicitud del proyecto.

    En el 2000 se identific el primer caso de VIH/Sida en Cristiana. Actualmente son seis los casos.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 14

    En un pequeo saln del Instituto de Estudios Regionales (INER) de la Universidad de Antioquia, un grupo de personas promueve nuevos modelos en la construccin de las polticas pblicas en seguri-dad de Medelln. La persona debe estar en el centro, y no el Estado.

    Soy investigadora comunitaria del Observatorio de Seguridad Humana de Medelln!. As se presenta Gi-sela Quintero, sin vacilaciones. Ella es investigadora y que a nadie le quede la menor duda. No hizo una ca-rrera universitaria y el impulso como bachiller solo le alcanz hasta el octavo grado, pero es investigadora y punto! Gracias a un proyecto que le cambi la vida.

    Es oriunda del municipio de Cocorn. Hace catorce aos lleg a Medelln desplazada por un conflicto que asegura que no le pertenece. Rehacer su vida le tom ms de siete aos. No le fue fcil acomodarse a los ritmos que le impona una ciudad gris y hostil, espe-cialmente para las personas venidas del campo por condiciones adversas de violencia. Tampoco lo fue criar a sus tres hijas en medio de la incertidumbre y construir su casa en un territorio invadido por otras personas como ella, en un rincn de la ciudad. Hoy todas sus luchas la han hecho una mujer ms fuerte.

    Despus de esos primeros aos tan duros cuenta ella-, descubr que tena unos derechos por los que deba luchar, as fue como comenc a ejercer mi lide-razgo. Lo que nunca pens es que terminara investi-gando las situaciones de inseguridad de mi territorio, y no solo criticando, sino proponiendo alternativas de solucin a esos problemas. Y eso sin necesidad de te-ner un cartn.

    Cada jueves en la maana Gisela debe desplazarse desde el asentamiento Pinares de Oriente, ubicado en el cerro Pan de Azcar, en la Comuna 8 de Medelln, hacia la Universidad de Antioquia. All, su voz y la de Pablo Emilio Angarita Caas, doctor en Derechos Humanos y Desarrollo, tienen la misma resonancia. l dirige el Grupo de Investigacin Violencias y Con-flictos adscrito al Instituto de Estudios Regionales (INER) que le dio vida al Observatorio en el ao 2008, y ella como ya lo aclar-, es una de sus investigadoras comunitarias.

    Cuando el profesor Pablo Angarita se encontraba de-sarrollando su tesis doctoral centrada en temas de seguridad, no alcanz a imaginarse que una de las conclusiones de su trabajo -sugerir la creacin de un observatorio de Seguridad Humana en el que el cen-tro fuera la persona y no el Estado-, iba a terminar materializndose aos ms tarde con un componente comunitario tan fuerte.

    Con una mirada tranquila que refleja el convenci-miento de estar haciendo bien las cosas, el profesor Pablo recuerda que el Observatorio buscaba desde sus inicios empoderar a las comunidades y ser un ins-trumento de crtica hacia las polticas oficiales milita-ristas que violaban los derechos humanos. Fue con la interaccin con esas mismas comunidades que se ha podido fortalecer en lo terico el enfoque de la Segu-ridad Humana desde abajo. El mejor ejemplo de esta bonita transformacin agrega satisfecho- es la crea-cin de la figura de los investigadores comunitarios, que indagan en sus territorios con unas metodologas formuladas por ellos mismos y que cuentan con el acompaamiento de nuestros investigadores para co-producir conocimiento en temas de seguridad.

    Por una seguridaddesde abajo

    Investigadores acadmicos y comunitarios del Observatorio de Seguridad Humana de Medelln (OSHM) comparten un almuerzo tras la conclusin del proyecto Iniciativas ciudadanas para mejorar la seguridad comunitaria: trabajando con comunidades vulnerables para

    enfrentar la violencia urbana en Medelln.Cortesa: Archivo OSHM.

  • 15

    Durfay Quintero, Julin Marn y Libardo Agudelo son tambin investigadores comunitarios. Al igual que Gisela, ninguno de ellos necesit de una carrera pro-fesional para hacer parte de la familia del Observato-rio, como todos lo consideran. Su liderazgo les per-miti indagar y visibilizar las iniciativas ciudadanas y de resistencia que implementaban sus comunidades para hacerle frente a los problemas que afectaban su seguridad. En el proceso de investigacin, lo que los acadmicos llaman entrevistas y grupos focales, ellos lo haban denominado desde haca mucho como la voz de los labios para escucharse y comprenderse. Y la sistematizacin de la informacin, que los auxilia-res adelantaron con la herramienta Atlas Ti, ellos de-bieron hacerla de manera manual, decidiendo cmo nombrar una por una esas problemticas que mani-festaban los habitantes de sus territorios.

    Los frutos del semillero

    Luis Giraldo o Lucho, como le dicen en el Obser-vatorio, puede decir que se gradu como politlogo de la universidad despus de haberse desempeado en uno de los trabajos ms gratificantes: acompaar en su proceso de indagacin a los investigadores co-munitarios. l, quizs con los cuestionamientos que se afianzan en la juventud y con la consciencia de que la universidad debe generar una transformacin en la sociedad, est en desacuerdo con las prcticas acade-micistas que solo avalan la objetividad como mtodo para acercarse al conocimiento.

    Por eso disfrut tanto mi participacin en el proyec-to afirma l-, porque para mucha gente de ac, de la misma universidad, un investigador comunitario no merece ser llamado investigador, porque en muchos casos no es profesional ni existe en el CV Lac de Col-ciencias. Lo que ms me gusta es que el Observatorio est rebatiendo ese montn de parmetros que han mantenido tan aislada a la universidad de las comuni-dades. Por ejemplo, los investigadores comunitarios determinaron que ellos no estaban haciendo trabajo de campo sino interacciones comunitarias, porque eran sus mismos territorios los que estaban exploran-do, propiciando as un dilogo de saberes.

    La conexin de Lucho y de muchos otros estudian-tes de distintas disciplinas con los temas de la Seguri-dad Humana desde abajo, ha sido posible gracias a la existencia del Semillero de Investigacin del Obser-vatorio, un proyecto que en principio no fue concebi-do, pero que se ha convertido desde el ao 2011 en una de sus mayores fortalezas.

    El Semillero cuenta con tres lneas de trabajo, que son a su vez los campos de estudio que determin el Observatorio para acercarse a la problemtica de la Seguridad Humana en Medelln: hechos y situaciones de inseguridad, polticas pblicas e iniciativas comu-nitarias.

    Carolina Snchez es la monitora del Semillero y coor-dina adems la lnea de polticas pblicas. Fue una de sus primeras integrantes, quizs por eso, y por el compromiso que ha demostrado, fue elegida por sus compaeros. Es una mujer que refleja pasin y deci-sin, lleg como estudiante de Ciencia Poltica y hoy es una profesional que investiga para el Observatorio.

    Siempre que nosotros hablamos del Observato-rio comenta convencida Carolina-, es fundamental mencionar al Semillero porque propicia una relacin muy bonita de dilogo y formacin entre los mismos participantes, en torno a un asunto tan esencial como es la Seguridad Humana. El semillero es un espacio que los estudiantes no tenemos durante la carrera, es como el nio consentido del Observatorio, ah estn sus futuros investigadores.

    Hasta el 2013 Heidy Cristina Gmez, una socilo-ga que le ha entregado todos sus conocimientos al Observatorio, fue la encargada de dirigirlo. Hoy, si-guiendo la conviccin de la importancia de mantener relaciones horizontales, la direccin del grupo es co-legiada, y la idea de sus integrantes es seguir adelante, aunque algunas de sus propuestas, reconocen, hayan sido calificadas como utpicas.

    El concepto de Seguridad Humana que promueve el OSHM tiene su base en la definicin construida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarro-llo (PNUD): si el desarrollo humano consiste en un proceso de ampliacin de la gama de opciones y capa-cidades de las personas, la seguridad humana consis-te en que las personas puedan ejercer tales opciones de forma libre y segura, con una relativa confianza en que las oportunidades de hoy no desaparezcan maa-na. La Seguridad Humana abarca siete dimensiones: personal, comunitaria, econmica, en salud, alimen-taria, ambiental y poltica. Despus de una lectura del contexto local, el OSHM adicion la dimensin de la seguridad para las mujeres.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 16

    Manolo es un nio de trapo, malhumorado y triste que no quiere jugar con sus amigos.

    Qu es lo que te ocurre, Manolo? Ellos le preguntan.

    Deja de averiguar chismes, sapo ojibrotado!

    Levanta su voz bruscacontra el verde Elas.

    Es sbado 26 de abril, cerca del medio da, y una mul-titud de doscientos nios, sus padres y parientes, mi-ran a Manolo y se quedan callados. Tambin quieren comprender el significado de su silencio. Entonces aparece el Hada de los secretos, envuelta en azul y con alas de mariposa. Les cuenta la historia de aquella co-munidad internada en lo ms profundo del bosque, llamada Quilimanch.

    El secreto de Manolo es una obra teatral de pro-digios. Pone de actores a jvenes que no son actores y emplea tteres para enfrentar y prevenir sobre un temaque es tab desde hace mucho tiempo: el abuso sexual a la niez.

    Manolorompe su secreto

  • 17

    Una cola mgica

    All viva un grupo de micos, de hocico grande y orejas de tazn. La cola era el atributo fsico ms valo-rado entre los miembros de esa comunidad, y el ms consentido entre las familias. Nadie poda tocarla. Si alguien distinto a tu madre y a ti la toca, perder su encanto, le explicaba la mam a Caluco, un nio que quera ser el rey de aquel mundo.

    Caluco jugaba y era feliz, aplicando siempre los con-sejos de su madre. Hasta que lleg su to Pao y lo ech todo a perder. Eso lo inventaron los viejos porque no tenan nada que hacer. Si quieres toco tu cola y vers que nada pasa, le dijo a Caluco.

    Terminada la funcin, nios de carne y hueso fueron los reyes del escenario. No queran despagarse del micrfono

    para explicarle a la multitud todo lo que haban aprendido.

    El pequeo mico no crey en sus palabras. Y an as, el atrevido to manose su cola y desde entonces Caluco se entristeci. Deprimido se acost a dormir cuando an era de da. Y en la tarde tuvo que llegar su madre a poner las cosas en su lugar.

    Caluco, tu cola est opaca, fra. Quin te la toc?

    Nadie.

    Sabes lo que es la responsabilidad? Dime quin te la toc.

    Me da pena decirlo.

    Dmelo. No debes cargar con la responsabilidad de otro.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 18

    Fue una espontnea e infantil arremetida. Un grupo de jvenes guas culturales, vestidos con sus camise-tas verde-limn, y que estaban escondidos annima-mente detrs del teatrino, se esforzaron en sostener el teln oscuro, salpicado de flores anaranjadas: por nada del mundo poda caer al piso y acabarse de un golpe la ilusin de que los tteres tenan vida propia.

    Tteres contra el abuso infantil

    El Secreto de Manolo es una divertida y sobrecoge-dora obra teatral protagonizada por tteres. Tiene la gracia de los trapos de colores a los que se les ha dado formas de peluches infantiles, con bocas, ojos y bra-zos. Muecos con personalidad y ademanes propios, animados para representar los dramas de los seres hu-manos. Pero el mayor mrito de esta obra radica en el calculado atrevimiento de representar un tema difcil en las sociedades: el abuso sexual hacia la niez

    Es un tema difcil, s. Y nosotros buscamos no caer en la extravagancia y lograr que el nio pequeo lo entienda. Nuestra obra es de prevencin, comen-ta una mujer delgada, latina y de ojos vivaces, como electrizada por relmpagos de creatividad. Una mujer llamada Silvia.

    Su nombre completo es Silvia Janeth lvarez Ortiz. Ella lleva 11 aos como empleada de la Universidad de Antioquia. Tiene a su cargo una comitiva de 48 jve-nes que acompaan las visitas guiadas de estudiantes nuevos y grupos de personas que quieren conocer la universidad. Es la directora del programa Guas Cul-turales.

    Guiamos a todo tipo de pblico. Desde nios hasta personas de 60 aos explica Silvia-. Tenemos la Ruta del Arte, la Ruta de la Historia, de los Murales, la Ruta Ancestral e incluso una ruta para las personas en si-tuacin de discapacidad.

    Entre el intrincado conjunto de sus ocupaciones, Sil-via nunca ha dejado enmohecer por el olvido el vie-jo gusto que siente por la dramaturgia. El Secreto de Manolo es una creacin conjunta entre ella y su ami-ga Patricia Gallego, quien tuvo la idea original. Silvia aport la adaptacin y dramaturgia de esta obra que se ha presentado desde 1997, cuando ella trabajaba como directora de cultura de Apartad, municipio de la regin de Urab.

    Los tteres siempre han acompaado mi vida. Tena mi propio grupo de tteres y en Urab encontr que haba mucho abuso sexual a raz de la presencia de los grupos armados, recuerda Silvia.

    Fue mi to Pao.

    Mi propio hermano?

    Ya no podr ser rey se quej Caluco.

    S podrs serlo, porque fuiste responsable y no te quedaste callado. Y tu to ser expulsado fuera de aqu

    Fueron balsmicas las palabras de su madre.

    Con esta historia el Hada de los secretos termin di-cindole a Manolo, el nio de trapo: Entiendes lo que quiero decirte? No debes seguir guardando ese secreto que te hace tanto dao. No es tu responsabili-dad. Entiendes?.

    Manolo comprendi. Y all, en ese instante fue roto, desde entonces y para siempre, un oscuro secreto.

    El salto de la psicloga

    El pblico aplaudi. De repente salt al escenario una mujer adulta, llamada Sol Mndez. Ella era la psi-cloga. Y tom el micrfono para preguntar:

    S entendieron la obra?

    S se escuch un coro multitudinario.

    A ver, me gustara que algunos nios y nias subie-ran aqu y me dijeran qu fue lo que entendieron.

    Una pequea rubia de unos cuatro aos de edad, sali entre los primeros:

    Yo aprend que no debemos tocar el cuerpo de nues-tros amigos. Y que debemos ser responsables lo dijo con una delgada y a la vez estruendosa voz infantil que retumb por todo el teatro.

    Muy bien! Sol Mndez la anim y el resto del p-blico aplaudi de nuevo.

    Otros nios tomaron el micrfono y dijeron cosas similares. El pblico no sala del asombro por lo ati-nadas que eran las intervenciones de los pequeos. Sol tambin anunci la entrega de una cartilla para colorear y con mensajes sobre el cuidado del cuerpo. Detrs de la cartilla asegur ella- podrn encontrar la ruta de atencin en caso de abuso sexual a nios, nias, adolescentes y adultos.

    Para entonces ya algunos nios haban escapado de las manos de sus familiares y en tropel se haban apo-derado de la tarima. Intentaban saludar y darle la mano a Manolo, el nico ttere del conjunto que tena manos de ser humano.

  • 19

    Esta es una obra para compartir en familia

    Silvia no pierde ocasin para instalar de nuevo el tea-trino y rejuvenecer a sus viejos personajes. Desde el 2010 ha financiado su obra mediante el Banco Univer-sitario de Programas y Proyectos de Extensin, Bup-pe, de la Universidad de Antioquia.En 2012 llevamos la obra a quince instituciones educativas de las comu-nas 1 Popular, 2 Santa Cruz, y 3 Manrique, porque en esas zonas se haba identificado mucho abuso sexual infantil, dice Vanessa Garcs, una joven que era gua en aquel entonces.

    Un tema tab

    Hace tiempos escuch de esta obra, pero no haba podido verla. Me parece muy importante el tema que trata y la manera en que lo hace (con colores y anima-litos, como una fbula), porque crea conciencia en los nios sobre el abuso sexual y cmo deben actuar para prevenirlo, dice Alejandro Cano, un joven que en la presentacin estuvo acompaado de Juan Jos, su so-brino de dos aos de edad.

    Gladis lvarez, secretaria acadmica de un colegio de 500 estudiantes llamado Granjas Infantiles y ubicado en el municipio de Copacabana, fue a ver el espec-tculo con su sobrino de un aito de edad, llamado Miguel, y su madre Ana Luca. Esta no es una obra slo para nios porque los grandes tambin la disfru-tamos. El abuso sexual en los nios ha sido un tema tab, un mito. Quiz en parte porque la mayora de las veces los abusadores estn dentro de las mismas familias. Afortunadamente se ha ido venciendo el te-mor y ya es hora de empezar a ver este tipo de obras.

    Con manos y voces de estudiantes

    Silvia tambin se enorgullece por poner a mani-pular tteres a jvenes universitarios de carreras tan distintas como el derecho, la educacin, la medicina o las ingenieras. Es decir, jvenes alejados de las artes teatrales. En ellos tambin se despierta inters sobre el abuso sexual en menores.

    Jhorman Alexis Jimnez, quien actu como el perver-tido To Pao, en su vida real es un estudiante de Licen-ciatura en Ciencias Sociales y Humanidades. l quiere conservar en su mente el secreto de trabajar con tte-res para replicarlo cuando sea profesor.

    Y despojada de sus alas azules de Hada de los Secretos con que aparece en las tablas, Andrea Arboleda Yarce-vuelve a ser una estudiante de periodismo en mitad de su carrera, vestida con jeans, suter gris de invierno y carasin maquillaje. Vemos que los nios se divierten, y eso nos gusta. Pero lo mejor es que prestamos un servicio de prevencin y sabemos que este mensaje no se les olvidar. Y a nosotros tampoco.

    Para reforzar sus intenciones, la obra ahora se acom-paa de un taller guiado por un profesional en psico-loga y una cartilla para nios con mensajes de auto cuidado el cuerpo. Ambos se aplican despus de la funcin.

    La idea original de El secreto de Manolo es de Patri-cia Gallego. Silvia lvarez aport el guin, y en 2014 las presentaciones estuvieron dirigidas por Gloria Mara Rodrguez.

    Cada 14 minutos es abusado un nio o nia en Co-lombia, y solo entre el 5 y el 10 por ciento de los casos es denunciado, segn informe de la Polica Nacional del ao 2013.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 20

    Bajo el lema Por una regin emprendedora que crece desde su potencial humano, el programa Destapa Futuro en tu Regin apoya a los emprende-dores del Bajo Cauca y el sur de Crdoba para hacer realidad su sueo de tener una empresa productiva y exitosa.

    Un hueco era hecho en la tierra con un palo de dos metros de longitud. En l se pona un puadito de arroz, y en 120 das el agricultor recoga sus frutos. As sembraban los ancestros este cereal: a chuzo. Lo ha-can con la nica finalidad de tener el sustento para sus familias. Sin embargo, tanto la forma como el fin han cambiado.

    La agricultura es una de las principales actividades econmicas de Antioquia. Miguel Antonio Espejo creci en Caucasia en medio de los cultivos. Mientras l llevaba a su padre las semillas, la comida y el agua, aprenda todo lo relacionado con la siembra de este producto.

    Nosotros somos agricultores, todo el tiempo lo he-mos sido. Antes, cada agricultor trabajaba su cultivo de manera tradicional y obtena poca utilidad. Era necesario agruparnos y entrar en la era de la moderni-zacin con la siembra mecanizada que nos permitira tener una buena produccin y no correr tanto riesgo de prdida de la inversin, narra Miguel Antonio.

    As naci el Grupo Asociativo de Cultivadores de Arroz, Gracultarr. Ahora son 30 agricultores de Cau-casia que comparten los mismos sueos, el mismo norte y la misma responsabilidad: capacitarse para hacer de la asociacin una empresa rentable que apor-te al desarrollo econmico regional. Queran sembrar su futuro, y la alianza entre la Universidad de Antio-quia, la USAID y la Fundacin Bavaria, les brind esa posibilidad.

    Destapa Futuro en tu Regin es un proyecto que busca aportar a la creacin y consolidacin de una estrategia de emprendimientopara el Bajo Cauca antioqueo y el sur de Crdoba, a travs de actividades de sensi-bilizacin, capacitacin, oferta de capital semilla y asesora empresarial a los emprendedores que se es-tablezcan en estos territorios.

    El proyecto opera en seis municipios del Bajo Cauca: El Bagre, Caucasia, Nech, Taraz, Cceres y Zarago-za; y cuatro municipios del sur de Crdoba: Valencia, Tierralta, Planeta Rica y Pueblo Nuevo. Dos regiones escogidas por su contexto similar.

    Muchos de sus habitantes estn pasando por un pro-ceso de restitucin de tierras y estn siendo acompa-ados por entidades cooperantes que buscan que las personas vuelvan a sus tierras y a la actividad agrcola. Encontramos entonces muchos hombres y mujeres que se dedicaban a la minera o a cultivar arroz, yuca, pltano y caucho; la idea era agruparlas y comenzar a trabajar con ellas, cuenta Cristina Mazo quien coor-din el proyecto.

    Para empezar era necesario saber cules entidades de la regin promovan el emprendimiento. A las 35 instituciones identificadas se les ofreci el curso de Formacin de Gestores en Emprendimiento, para que las personas que participaran, viajaran a su regin de origen con la informacin aprendida, y tuvieran la ca-pacidad de acompaar las iniciativas emprendedoras de su municipio.

    Participaron 38 gestores, representantes de 22 insti-tucionesde los municipios de Cceres, Caucasia, El Bagre, Taraz, Zaragoza, Montera, Planeta Rica, Pue-blo Nuevo, Tierralta y Valencia.

    Como la idea era dejar capacidad instalada, crearon un Nodo de la Unidad Emprendimiento Empresa-rial de la Universidad de Antioquia que sirviera como punto de consulta para todos los habitantes que quie-ran desarrollar un proyecto o tengan dudas sobre cmo crear o fortalecer una empresa.

    En busca de la felicidad

  • 21

    La graduacin

    Solo sonrisas haba en los rostros de los 259 em-prendedores de Bajo Cauca y del sur de Crdoba. Era un da de celebracin. Todo estaba listo para ese gran momento: el lugar, el sonido, el vestido, los tacones, los zapatos lustrados, la cmara fotogrfica y la fami-lia. Felices y orgullosos, as se sentan ellos al recibir el certificado de la Universidad de Antioquia.

    Los cursos de Formacin de Emprendedores se dic-taron en Caucasia, donde participaron 91 personas, en Tierralta iniciaron el curso 80 emprendedores y 88 en Planeta Rica. Cristina Mazo afirma que la rele-vancia de esta formacin, radica en que las personas que participaron aprendieron y afianzaron los cono-cimientos.

    Era importante para que ellos desarrollaran todas sus capacidades y supieran cmo se hace un proyecto de emprendimiento, cmo se fortalece y cmo pueden ellos empezar a juntar elementos para realizar un mo-delo de negocio y participar por capital semilla en el concurso Destapa Futuro en tu Regin.

    Mientras bailaban y escuchaban al conjunto vallenato, que fue llevado por unos emprendedores a la certifica-cin de Tierralta para mostrar cmo suena su regin, re-cordaban esas 64 horas, en las que el calor los ahogaba por la cantidad de personas que llenaron los auditorios.

    La acogida fue excelente, haba gente en las ventanas y en las puertas. Les interesaba la formacin. Haba una motivacin y una necesidad de hablar de em-prendimiento, cuenta Cristina Mazo.

    El compromiso con las jornadas de trabajo fue el insu-mo para lograr la certificacin. Rafael Flrez Barrera es un emprendedor de Pueblo Nuevo que se muestra orgulloso con este logro, estoy seguro de que esta cer-tificacin abrir muchas puertas para mi familia, mi empresa y mi pueblo, porque vamos a multiplicar el conocimiento y generar empleo con lo que aprendi-mos ac.

    En los espacios, tertulias y campamentos empresaria-les; ctedras sectoriales; sensibilizaciones y charlas informativas en los 10 municipios, fueron beneficia-das 1.055 personas. Se formaron 38 gestores y 254 em-prendedores de los municipios beneficiarios.

    Los nuevos emprendedores realizaron muestras arts-ticas y culturales de sus productos y compartieron sus iniciativas en una jornada llena de alegra. En medio de las artesanas hechas con totumo y al son del acor-den, brindaron con la degustacin de vino de corozo por ese nuevo logro para ellos y la regin, que demos-traba que despus de la cosecha vienen los frutos.

    El proyecto ejecuta actividades de sensibiliza-cin, capacitacin, oferta de capital semilla y

    asesora empresarial a los emprendedores que se establezcan en estas subregiones. 1.314 personas

    participaron en las actividades de educacin y cultura desarrolladas en el marco de Destapa

    Futuro en tu Regin.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • El concurso

    Miguel Bula es de Planeta Rica y viaj a Caucasia para estudiar Ingeniera Ambiental en la Universidad de Antioquia. All conoci a Csar Pea, ingeniero agrnomo, y a Julia Susana, tecnloga en Administra-cin de Empresas. Los tres venan trabajando desde dos aos atrs en una idea de negocio: diseo, imple-mentacin y venta de sistemas de riego.

    Cuando vieron la convocatoria para el concurso Des-tapa Futuro en tu Regin no dudaron en inscribir su proyecto, esta es la posibilidad para legalizar y constituir nuestra empresa, se dijeron. Con ellos se presentaron otras 620 propuestas en tres categoras: unidades econmicas como plataforma de desarrollo, instalacin empresarial para el desarrollo sectorial, y produccin, transformacin y comercializacin del potencial agroindustrial regional.

    Slo se preseleccionaron 60 propuestas para pasar a la fase de sustentacin. Entre ellas, la de Miguel Bula y sus dos socios. Se realizaron 964 asesoras en los 10 municipios beneficiarios para el fortalecimiento del modelo de negocios. Fueron cuatro jueces, un obser-vador, diez minutos para la exposicin y diez minutos para preguntas.

    Bula estaba en clase de Hidrologa cuando en la ban-deja de entrada de su correo electrnico estaba la no-tificacin de que su propuesta y otras 20 haban sido las ganadoras del Concurso y del capital semilla que aprob el monto de hasta 1.000 millones de pesos.

    Actualmente se llevan a cabo los trmites para el primer desembolso de capital semilla. Los empren-dedores recibirn materiales, equipos y maquinaria para el fortalecimiento de sus unidades productivas.Adicional a esto, reciben formacin para el fortaleci-miento empresarial a travs de encuentros grupales y asesoras particulares que les permita mejorar sus condiciones productivas y administrativas, explica Ana Mara Henao, coordinadora de Emprendimiento en Regiones de la Universidad de Antioquia.

    A raz de este entrenamiento, los emprendedores se motivaron a gestionar, con otras entidades de la regin, recursos adicionales para sus empresas y as desarro-llar sus capacidades para la sostenibilidad. Es el caso de Gloria Luz Fernndez, apicultura emprendedora del municipio de Tierralta, quien logr comprometer re-cursos de la administracin municipal para fortalecer su unidad en produccin y comercializacin de miel.

    El da de la certificacin en el municipio de Tierralta los emprendedores realizaron una muestra artstica y cultural de los productos que hacen parte de las ideas de negocio que estructuraron y fortalecieron en el transcurso de los cursos de Formacin.

    22

  • Los emprendedores de Caucasia que asistieron a los cursos de formacin, tienen en sus manos el certificado otorgado por la Universidad de Antioquia.

    Las cinco propuestas seleccionadas en este munici-pio esperan la vinculacin de la administracin mu-nicipal. Ana Mara Henao resalta que tambin otras entidades como las alcaldas de Caucasia, Cceres, El Bagre y Mineros S.A., entre otros, han manifestado su inters de vincularse.

    Los emprendedores han propuesto la conformacin de una red de empresarios que les permita consolidar el trabajo conjunto que realizan en el marco del pro-yecto. Miguel Bula est feliz: Ahora soy empresario.

    Generar capital relacional para sumar recursos y apo-yar las propuestas emprendedoras de los habitantes del Bajo Cauca y el sur de Crdoba, esa es la apues-ta de la Unidad de Emprendimiento Empresarial del Programa Gestin Tecnolgica, la Direccin de Re-gionalizacin y la Seccional Bajo Cauca de la Univer-sidad de Antioquia, USAID y la Fundacin Bavaria.

    23

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • Esta iniciativa que promueve la libertad de ex-presin en la comuna 13, sembr la semilla narra-tiva por medio del trabajo de un grupo de periodis-tas con apoyo de los programas de extensin de la Universidad de Antioquia. Las historias ahora son contadas por los mismos habitantes, en diferentes formatos periodsticos.

    Ya es la 1:00 de la tarde y Luis Alfonso Mosquera Gui-saose apresura para iniciar el programa de radio. La silla le queda grande pero a l no parece incomodarle. Al contrario, se sienta al frente de la consola de soni-do e inicia un ritual en el que mueve algunos de los ms de 60 botones del aparato. Hace seas y regaa a los participantes del programa de radio para que acer-quen, sin miedo, sus bocas a los micrfonos.

    -Liseth haga pues la pregunta!- dice Luis, en medio de una gran cantidad de susurros y de cabezas que tratan de alejarse de los micrfonos.

    -Dnde est la hoja?- responde la pequea, mientras hace una seal de calma y tranquilidad a su interlo-cutor.

    Luis se lleva la mano a la cabeza y la levanta de nuevo cuando nota que lo que est diciendo Anderson no se escucha muy bien.

    Darwin permanece inmutable y conmina a Luis a que abra una ventana en Internet en el computador. El movimiento de la hoja tamao oficio que funge como guin, es frentico.

    Das antes Luis, con simpleza, haba advertido que en dos clases aprendi a manejar el control. Antes de continuar quiz debimos advertir a los lectores unas lneas arriba que Mosquera solo tiene 13 aos y que ya es reconocido en el barrio Las Independencias III, de la Comuna 13 por su habilidad para sacar adelante el programa de radio Cuenta La 13, que se emite los s-bados a la 1:00 p.m., en la plataforma www.morada.co.

    Anderson Palacio tiene 15 aos. Inici su proceso en el semillero cuando tena 11. En su caso decidi que para narrar las historias aprovechara los recursos audiovi-suales. Entre algunos de sus logros habla del viaje de 2013 a Cali para mostrar un producto audiovisual de memoria histrica.

    Historias de vida

    Como es la vspera del Da de la Madre, los cuatro nios y dos adultos que estn en cabina inician con sendos mensajes a sus respectivas progenitoras. Con ellos est Socorro Mosquera. Una de esas morenas imponentes a pesar de su mediana altura. Sus brazos fuertes, nalgas prominentes y una mirada que mezcla bondad, picarda y tristeza, le entregan un aire de li-derazgo.

    Ella mira de reojo un par de quemaduras que tiene en sus manos y con un tono de voz un poco ms solem-ne que de costumbre, extiende su mensaje a todas las mujeres, en especial a las de la Comuna 13 y a la Aso-ciacin de Madres de las Independencias - AMI, de la que es representante legal desde hace 18 aos.

    El programa se ha convertido durante los ltimos dos aos en una catarsis colectiva en la que se expresan necesidades, se habla de la muerte y de los sentimien-tos que emanan de un grupo de personas que an vi-ven los rigores del conflicto, en palabras de Socorro, con ms crudeza hoy que en el pasado.

    En repetidas ocasiones al hablar de las habilidades de sus pequeos, Socorro Mosquera explica que el pro-yecto, que cuenta con el sitio web www.cuentala13.org y con el mencionado programa de radio, es posible gracias a la Asociacin de Periodistas de la Universi-dad de Antioquia.

    Cuenta La 13:Misin cumplida

    24

  • En Cuenta la 13 los adolescente mandan la parada

    Libertad de Expresin

    AMI es un grupo de jvenes, nios y mujeres que quisieron conformarse como un factor de resistencia pacfica y cultural al conflicto armado en el territorio donde viven.

    Llegaban hombres que nos reclamaban porque sus esposas volvan a los hogares pidiendo que las trata-ran con respeto e igualdad. Es decir, nos les metimos al rancho. Aunque ms adelante hasta muchos de ellos tuvieron que acudir a nosotras para recibir ayuda a sus problemas, contina Socorro.

    Bajo el lema escuchar, pensar, pedir la palabra y ha-blar, este grupo de mujeres sigui adelante aun con situaciones externas tan adversas como la Operacin Orin de 2002. Fueron vctimas de esa intervencin estatal que, bajo el escudo de sacar la insurgencia de la comuna, gener muchos cuestionamientos para defensores de derechos ciudadanos.

    AMI es vctima de este proceso porque incluso una de nuestras compaeras muri mientras se desarrollaba todo esto, asegura Socorro.

    Luego vuelve a retomar lo positivo. Habla de que en ocasiones son cerca de 25 las personas que intentan entrar en la cabina para dejar sentadas sus historias y sus posiciones en el programa de radio. Habla de los dos premios de Periodismo Comunitario que se gana-ron y que les entreg la Universidad de Antioquia y la Alcalda de Medelln en 2012.

    Una semilla que ya da frutos

    El programa de radio sigue su curso y Luis est un poco ms tranquilo. Acaba de ponerla tercera cancin: I will always love you, de Whitney Houston. Mientras tanto el otro adulto que se encuentra en la pequea cabina le pregunta a Socorro ms detalles sobre el na-cimiento del proyecto Cuenta La 13.

    Ella se acomoda un poco su gorro tejido de color mo-rado y se aleja del micrfono para hablar de Katalina Vsquez, quien con un grupo de periodistas de la Uni-versidad de Antioquia consigui recursos del Banco Universitario de Proyectos de Extensin, BUPPE, para iniciar en 2010 el proyecto Narrativas Digitales para la Inclusin y la Memoria en Territorios de Conflicto Armado.

    Relata cmo este grupo de profesionales la llevaron a ella, a sus chicas y a sus muchachos, a contar historias en texto, fotografas, audios y hasta mediante perfor-mances y otras expresiones estticas.

    Recuerda los aportes de Sergio Gnzalez en su labor de fotografa, a Sara Gmez, a Jorge Montoya, a Ns-tor Snchez, a Robinson suga, en esa labor de ense-ar a narrar. Al principio dice- estuve reacia por-que hasta ese momento los periodistas me parecan de poco fiar. Reconoce que vio diferencias y por eso se dej llevar por esos talleres que han hecho posible que hoy ellos tengan la capacidad de dirigir sus me-dios y sus redes sociales.

    Al final esta lder concluye que la labor que debera ser responsabilidad del Estado fue cumplida por este grupo de profesionales en un 200 por ciento.

    Con solo 13 aos Luis Mosquera se convirti en el timonel de la consola en Cuenta La 13 radio.

    En algunos programas de radio intentan entrar a la cabina hasta 25 personas.

    25

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 26

    Memoria y vctimas

    Katalina Vsquez, como quien suelta un nio que ya aprendi a caminar por s solo, ya no est presen-te en cabina. Ella tambin recuerda que el proceso arranc en 2005 cuando se embarc con su profesora de periodismo Patricia Nieto en la bsqueda de histo-rias sobre desplazamiento de adultos mayores y vcti-mas de minas antipersonal.

    Hacamos talleres con vctimas, que se convertan en muchos casos en insumos para publicaciones. Pero quise que la metodologa de Cuenta La 13 fuera al re-vs. Es decir, que los productos como los talleres, la web y el programa de radio, sean la excusa para man-tener a las personas en el proyecto, para que se con-greguen, para ponerlos a soar, dice Katalina.

    Otro de los cambios propuestos fue amarrar todo a un territorio en conflicto, no como en los procesos ante-riores en los que las vctimas encontraban su identi-dad por medio de su situacin.

    Queramos que los resultados continuaran, al igual que los procesos de libertad de expresin. Que no fuera el fin, sino el principio de un proyecto.

    Katalina tiene claro que gran parte del xito de Cuen-ta La 13 se cimenta en la fuerza y resistencia de una asociacin como AMI, y para Socorro es trascenden-tal el trabajo desarrollado por este grupo de extensin de la U. de A., que dej la semilla sembrada y hoy ve cmo germina y sigue adelante.

    Ms all de que se reg el agua de un vaso en la cabina, el programa termina sin mayores sobresaltos. Todos se tranquilizan y se disponen a hablar con tonos cada vez ms elevados. Ese momento que los motiva, fina-liza por esta semana.

    Al ver a Luis Alfonso al frente de la consola, a los de-ms pequeos y a Socorro tratando de expresarse, es fcil pensar que Cuenta La 13 es una misin cumplida.

    Cuenta La 13 es la excusa para mantener a las per-sonas en el proyecto, para que se congreguen, para ponerlos a soar.

    El proyecto arranc con 19 millones de pesos, recursos gestionados con el Banco Universitario de Programas y Proyectos de Extensin, BUPPE.

    Katalina Vsquez inici este proceso que vincul a profesionales de la Asociacin de Periodistas de la Universidad de Antioquia.

    Aparte de aprender el manejo de las herramientas y estrategias narrativas para contar historias, los muchachos tambin han es-

    timulado el trabajo en equipo.

  • 27

    La Fundacin ProAves cont con el apoyo de la Universidad de Antioquia en la lucha por proteger y conservar los bosques alto-andinos, el agua y las especies, a travs de dos estrategias: la campaa del orgullo y la implementacin de los Acuerdos Rec-procos por Agua, ARAS.

    El cielo est en cualquier lugar, pero en Jardn est ms cerca de la tierra. Al otro lado de la ventana del bus, cuando faltan unos cuantos kilmetros para lle-gar a este municipio de Antioquia, se observa cmo el verde de las montaas se tie de una blanca y espe-sa neblina: parece un colchn de nubes, ideal para el cansancio del viaje.

    En medio de Andes, Jeric, Tmesis y el sur del de-partamento de Caldas, aparece Jardn. Un prisma de colores se deja entrever. Son sillas, mesas, fachadas, fondas y rosas azules, amarillas, verdes, rojas Es el Parque del Libertador que llega a mis ojos con todos sus matices.

    Tic, tic, tic. En los cristales de las casas agonizan, mansas y serenas, las primeras gotas de lluvia. El agua de los ros San Juan, Claro y Dojurgo se evapora en los das de sol, formando nubes que se trasladan a las partes altas de las montaas y caen en forma de lluvia sobre el municipio y sus bosques.

    Su exuberante vegetacin, la abundancia de ros y quebradas y su topografa montaosa caracterizan a Jardn. En el bosque alto andino se encuentra la mi-crocuenca La Herrera: principal abastecedor de agua que surte la planta de tratamiento del acueducto del municipio. Las familias que all habitan, desarrollan diferentes actividades de ganadera y agricultura que pueden afectar estos recursos naturales.

    Conservacin de los bosques alto-andinos y sus cuencas hidrogrficas: La Mendoza y Quebrada Bo-nita del municipio de Jardn - Antioquia mediante la implementacin de las estrategias de Acuerdos Re-cprocos por Agua ARA y la campaa del orgullo, es un proyecto que busca reconocer y conservar ese gran patrimonio natural del municipio.

    Cuenta con el apoyo de la Administracin Munici-pal de Jardn, Ingeniera total, CORANTIOQUIA, la mesa ambiental y la Fundacin ProAves.

    Fue aprobado por la Universidad de Antioquia a travs de la Vicerrectora de Extensin y la Direccin de Re-gionalizacin, en la octava convocatoria para la pre-sentacin de proyectos de extensin en las regiones.

    Johana Villa Daz, coordinadora del proyecto, dice que este permite vincular actores sociales y aunar esfuer-zos para la conservacin de los recursos ambientales, reduciendo las amenazas en la cuenca alta de Que-brada Bonita y La Mendoza. Johana es licenciada en Educacin Bsica con nfasis en Ciencias Naturales y Educacin ambiental, egresada de la Universidad de Antioquia, Seccional Suroeste.

    Si futuro quieres tener, los bosques y el agua debes protegerLa campaa del orgullo busca ensear a los usuarios de la zona urbana de Jardn cuenca baja sobre el cuidado y proteccin de los bosques alto-andinos y los servicios ambientales que stos ofrecen.

    Es una estrategia que implementa la metodologa de mercadotecnia social. Es tratar de vender algo. Es mostrarle a la gente por qu se tiene que sentir orgu-llosa de nuestros recursos naturales y por qu hay que cuidarlos y conservarlos, explica Ana Cristina Vels-quez, educadora ambiental de ProAves.

    Jardn:Territorio verdeazulado

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 28

    El concurso

    La invitacin: crear un logo, un eslogan y una cancin que representaran al municipio. La pregunta: Qu los hace sentir orgullosos de Jardn? La tarea: plasmar sus ideas involucrando el mensaje de la conservacin.

    Tres estudiantes de la Institucin Educativa de Desarrollo Rural Miguel Valencia hicieron la ta-rea y ganaron. Las letras azules del eslogan si futuro quieres tener, los bosques y el agua debes proteger, contrastan con el verde de la palma de cera, el loro orejiamarillo, las montaas y otros elementos que conforman el logo ganador.

    Ensamblando verdades, un grupo de cuatro estudiantes de la Institucin Educativa San Antonio, fue el ganador con la cancin titulada Si Futuro quieres tener. En este concurso particip un total de 33 personas.

    Actualmente el logo y el slogan se encuentran ya impresos en los diferentes materiales divulgativos y la cancin fue grabada profesionalmente gracias al apoyo de la Universidad de Antioquia.

    La Nevera es, adems, una servidumbre ecolgica y est registrada ante el Ministerio de Medio Ambiente como reserva de la sociedad. La conservacin es una forma de pagar y contrarrestar el dao que todos los das le hacemos a la naturaleza, expresa Jos Humberto.

    El apoyo que necesitaba lo encontr en la segunda parte del proyecto: los Acuerdos Recprocos por Agua ARA, un modelo de pagos por servicios ambienta-les reglamentados en la Ley 99 de 1993, y modificacio-nes de la Ley 1151 de 2007.

    ARASAlgunas personas le dicen loco. Otras lo tachan de

    raro y unos cuantos lo llaman enfermo. La razn? Su forma de actuar. Jos Humberto Jaramillo, en su finca La Nevera y en las de su familia, ha venido realizan-do actividades que son muy diferentes a las que nor-malmente se desarrollan. l conserva.

    Sus acciones de conservacin consisten, bsicamente, en el aislamiento y siembra de especies nativas sobre las mrgenes de la quebrada La Herrera, el estable-cimiento de especies maderables como eucalipto en reas de potreros, entre otros.

    Para promover el sentido de pertenencia por la con-servacin del patrimonio natural, se realizaron dife-rentes actividades en los barrios que integran el cas-co urbano (7.209 personas), en la vereda Quebrada Bonita (423 personas) y, en la vereda La Herrera (360 personas). Algunas de ellas fueron: cinco stands en los que se entreg informacin a una poblacin cons-tituda por 2.235 personas, 42 talleres informativos y socializaciones que contaron con la asistencia 1.223 personas, capacitaciones a propietarios de bosques y cuencas hidrogrficas, programas radiales y televisi-vos, encuentros comunitarios en las veredas y la zona urbana, caminatas ecolgicas, concursos, entre otras.

    Gracias a la Universidad de Antioquia se logr reali-zar a totalidad la campaa en el 2013. Con los recursos otorgados se adquiri todo el material educativo y di-vulgativo. Y el apoyo de sus medios de comunicacin permitieron una mayor difusin del proyecto, afirma la Educadora Ambiental.

    En los diferentes eventos realizados en el marco del proyecto, los habitantes del municipio han comenzado a realizar sus primeros aportes

    voluntarios par el Fondo del Agua.

  • 29

    Los ARAS surgen de la necesidad que manifiestan los propietarios de las fincas de tener alternativas para la conservacin de los recursos naturales que hay en sus propiedades. Nosotros les ayudamos a conservar y ellos se comprometen a hacerlo, para eso es el acuer-do, para que quede constancia del compromiso, ase-vera Johana Villa.

    Se realizaron 24 visitas a propietarios de la micro-cuenca La Herrera. Se les present el proyecto, se ob-servaron las necesidades que tenan en sus fincas y se inici con la negociacin sobre las intervenciones que se realizaran en cada predio.

    Los que fuimos conscientes de esa necesidad, firma-mos el acuerdo para conservar los bosques de nuestra finca. En La Piedra y en La Nevera se empez el aislamiento con los cercos, la siembra de rboles na-tivos de la zona y empezaron a capacitarnos en agro-ecologa y ganadera ecolgica, dice Jos Humberto Jaramillo.

    Los ARAS se establecieron como un mecanismo efec-tivo para la sostenibilidad de los recursos hdricos, ga-rantizando la calidad y cantidad de agua. Los usuarios del casco urbano contribuyen con aportes econmi-cos al Fondo del Agua: nueve urnas ubicadas en luga-res estratgicos.

    Leonel de Jess Marn, hizo su aporte porque como habitantes del casco urbano nos interesa el agua lim-pia y as le colaboramos a los propietarios de arriba. La iniciativa es excelente porque sin agua no somos nada.

    Visita a propietarios de los predios de reas boscosas en la vereda Quebrada Bonita.

    Encuentro comunitario en la vereda Quebrada Bonita donde se realizaron diversas actividades como charlas ambientales, capacitaciones, dinmicas y rifa de anchetas, minimercados y material publicitario del proyecto ARAS.

    Frutos. Extensin Solidaria Universidad de Antioquia. N.5 Junio 2014

  • 30

    Fotografa ganadora del concurso Bosques y Agua de Jardn que se realiz en el marco de la campaa del orgullo y que muestra a La Tebaida en la vereda Quebrada Bonita.

    Estos recursos se destinan para facilitar incentivos y compensaciones en especie a los propietarios de la parte alta de las cuencas hidrogrficas. Estos incen-tivos pueden ser la exencin de impuestos, la asis-tencia tcnica, los insumos, estufas eficientes y otros. Los nueve integrantes que conforman el Comit de Conservacin son los encargados de dist